La teoría de la gestión del terror Artículo de Gary Vey Traducción de M.E.Romero para La Independiente Digital
Marylin Monroe (1957) por Milton H. Greene Imagen por cortesía de Marquardt Beauty Analysis
Experimentos científicos han confirmado que si lees este artículo, cambiarás.
Tus ideas acerca de la religión, política – si, incluso tu apreciación del arte y la
belleza cambiará... por lo menos temporalmente. Así que si quieres seguir
sintiéndote igual que lo haces ahora, quizá deberías pasar página y no leer este
artículo.
Te voy a contar algo que tú ya sabes. Es algo obvio. Pero es también tan
horripilante y terrible que debe ser olvidado inmediatamente o podría volverte
loco. Solo un recuerdo sobre este hecho será suficiente para cambiar tu
comportamiento, tu visión sobre el mundo y la expresión en tu cara.
Casi todo el mundo está de acuerdo en que una cara de ciertas proporciones es
bella, que un cuadro o un sitio es bonito. Pero para ser bonito, el objeto debe ser
observado y analizado por nosotros. No hay belleza inherente en la naturaleza.
Somos nosotros los que otorgamos a estas cosas nuestra apreciación-evaluación
de ser bellas cuando reaccionamos a sus patrones, organización y simbolismo.
Gravitamos hacia estas cualidades porque representan lo opuesto a la entropía.
Entropía es muerte. Orden es vida. Esta idea merece ser explorada. Es una vieja
idea que ha vuelto a ser actual bajo el término Terror Management
Theory (Teoría de la Gestión del Terror). Voy a describir la teoría puntera de
las teorías psicológicas, llamada Terror management Theory o TMT. Hace ya
tiempo que se conoce pero se ha mantenido fuera del radar de la media. Y el
motivo en parte es porque la TMT se ha estado utilizando contra ti (aquí verás
como). Es una teoría que explica el comportamiento humano y su motivador
psicológico más básico.
"LA OMNIPRESENTE OSCURIDAD..." WILLIAM
JAMES 1910
¿Que es la TMT?
La Teoría de Gestión del Terror (TMT) expone que todo el comportamiento
humano está motivado por el miedo a nuestra propia mortalidad. El hecho de
que tú y yo vayamos a morir un dia y "dejar de ser" es un hecho sabido y
entendido solo por los seres humanos. Aunque los animales cuentan con un
mecanismo para evitar la muerte, ellos viven en el presente. No comprenden su
destino. Solo los seres humanos tienen la capacidad de proyectar la realidad en
el tiempo e imaginar el futuro. Solo los humanos son conscientes del significado
de "dejar de ser".
La teoría tuvo su origen con el libro de Ernest Becker titulado "La negación de
la muerte", ganador del premio Pulitzer en 1973. En él, Becker argumenta que
toda acción humana se toma para ignorar o evitar la ansiedad generada por la
inevitabilidad de la muerte.
El terror asociado con nuestra imparable aniquilación crea un conflicto
subconsciente o ansiedad llamada disonancia cognitiva. Intentamos sobrellevar
el tener que aceptar dos ideas opuestas. Por un lado, queremos ser parte activa
de la vida y creernos parte significativa del mundo. Por otro lado, ¿que más da
todo si al final dejamos de ser, si toda esta maravilla de vida es temporal?
Según Becker, la gente pasa toda su vida intentando dar sentido a estos
pensamientos conflictivos. Tenemos tanto miedo de la muerte que creamos
realidades alternativas, realidades donde no "dejaremos de ser". Nos
reconfortamos con el hecho de que otros comparten esta realidad alternativa. A
menudo se utilizan símbolos para reforzar nuestra confianza en lo que los
psicólogos llaman nuestra visión del mundo.
Los psicólogos hablan del acontecimiento que estimula la conciencia de nuestra
propia muerte como prominencia de la mortalidad. La prominencia de la
mortalidad se consigue en experimentos insertando preguntas sobre temas
como los planes funerarios del sujeto o la edad de su abuelo cuando murió. La
mitad reciben prominencia de la mortalidad y la otra mitad, preguntas benignas.
Otras veces se proyecta la palabra MUERTE en una pantalla a un 24o de
segundo, tan rápido que los sujetos no pueden verlo incluso cuando se les
advierte de que está ahí. Y aún así funciona.
Los psicólogos estudiosos del TMT ven a la cultura humana como un sistema
de creencias construido para explicar y dar sentido a la vida y resistir enfrentarse
al horror de la muerte. Una de la premisas del éxito de una cultura es la de
substituir la realidad de la muerte existencial por una "posible" vida después de
la muerte. Si no literalmente, simbólicamente. Las lápidas de los cementerios y
monumentos funerarios son ejemplos de esto. Las culturas también
recompensan logros duraderos hacia la civilización con premios materiales,
homónimos e inclusiones en la historia de la humanidad.
La visión del mundo es el cimiento de la cultura humana. La historia registra
los símbolos varios que han sido utilizados para las diferentes visiones del
mundo. Cada uno ofrece su explicación única sobre como podemos coexistir
con la muerte e intenta rebajar nuestra ansiedad ante la muerte.
Las investigaciones demuestran que cuando tu visión del mundo se ve
amenazada por otra visión del mundo, te pondrás tan ansioso que lucharás por
defender tu propio sistema de creencias, de hecho, esta es la base de todas las
religiones y guerras políticas. Es igual lo que pienses conscientemente, es una
reacción tan primitiva, fundamental, que sucede a pesar de ser consciente.
Cuando la idea fue introducida por primera vez en psicología, una plétora de
investigaciones y experimentos se sucedieron, alrededor de los 300. Los
experimentos han demostrado que el TMT es capaz de predecir y explicar la
mayoría del comportamiento que promovemos y experimentamos. La teoría del
TMT dice que un individuo se agitará tanto cuando se le recuerde su propia
muerte, o se active la prominencia de la mortalidad, que invertirá más energía
en la creencia de su visión del mundo y resistirá o incluso atacará cualquier cosa
percibida como un peligro contra su visión del mundo. Pero ¿como pruebas
esto? Dos famosos experimentos ilustran este fenómeno.
Los jueces y la prostituta
Las investigaciones han demostrado que recordar a los sujetos su propia
mortalidad promueve reacciones negativas hacia otros cuyo comportamiento o
actitudes se desvian de la visión cultural del mundo del sujeto en cuestión.
Según el TMT, estas conclusiones resultan de una necesidad intensificada de fé
en la visión del mundo cultural, la cual se activa a raiz de recordatorios sobre la
propia mortalidad.
En este primer estudio, un grupo de jueces fueron invitados a participar
rellenando un cuestionario. Los jueces fueron divididos en dos grupos. A cada
grupo se le facilitaron una serie de preguntas a responder, pero las preguntas de
uno de los grupos contenian sutiles insinuaciones sobre la muerte. Entonces, se
le pidió a ambos grupos que estudiaran el caso judicial hipotético de una
prostituta y que procediesen a sugerir una fianza en dólares. El grupo que había
recibido la prominencia de la mortalidad fue muy duro con la "desviada",
imponiéndole una media de fianza de $455, mientras que la media del otro
grupo fue de solo $50.
Pero, se argumentó que malas noticias del tipo que sean pueden producir el
mismo efecto si hacen que el juez se ponga de mal humor. Los investigadores
respondieron que los sujetos no habían informado haber sentido ninguna
reacción negativa pero aun así, decidieron hacer más experimentos.
Esta vez, recordaron a un grupo sobre su muerte y el otro grupo fue expuesto a
otros asuntos preocupantes sobre el futuro. Los mismos resultados fueron
logrados con la prominencia de la mortalidad, exactamente igual que en el
experimento anterior. El grupo al que se le había recordado sobre la muerte
impuso una fianza mas alta que el grupo que había sido expuesto a ideas
preocupantes. El dato interesante es que el grupo que había recibido las ideas
preocupantes informó que se sentían negativos, no así el grupo al que se le había
recordado su propia muerte. Asi pues, y consistente con la TMT, el efecto de
la prominencia de la mortalidad parece resultar exclusivamente de los
pensamientos sobre la muerte.
La TMT interpreta estos resultados como la necesidad del individuo de invertir más fé y creencia en su
visión del mundo cuando se le recuerda su propia mortalidad. Los individuos necesitarán volverse más
cohesivos con sus grupos, como por ejemplo afiliaciones políticas o religiosas. Imagínate, puedes ser
convertido en un conservador y conformarte con el status quo con solo ser expuesto al miedo a morir, a
"dejar de ser". ¿Es esto bueno?
En el año 2004, se llevó a cabo un experimento para sopesar el efecto de un sutil
recordatorio de muerte en la intención de voto durante las elecciones
presidenciales de EEUU. Sobre la base de la Teoria de Gestión del Terror, se
planteó como hipótesis que una sugerencia deprominencia de la
mortalidad aumentaría el apoyo al Presidente George W. Bush y disminuiría el
apoyo al Senador John Kerry. Esto ocurriría porque el presidente representaba
el status quo, la visión del mundo como lo conocido. Kerry pues, era una
amenaza hacia esto.
A finales de Septiembre del 2004, después de recibir o bien un recordatorio de
muerte o una sugerencia neutral, los votantes registrados fueron preguntados
sobre a que candidato pensaban votar. De acuerdo con las predicciones, el
Senador Kerry recibió substancialmente más votos que George Bush en el grupo
de control, pero Bush salió favorecido después de sugerir un recordatorio de
muerte, lo que sugiere que la reelección del Presidente Bush puede haber sido
facilitida por preocupaciones no-conscientes sobre la mortalidad después de los
atentados del 11S del 2001, los ataques con antrax (cuyo origen fue un
laboratorio Gubernamental) y la constante manipulación de los niveles de
amenaza a la seguridad atribuidos a "conversaciones" por internet de "borrosos"
enemigos de America.¿Se están usando miedos similares para controlarnos hoy
en dia?
La ansiedad sobre la muerte alimenta las ideas conservadoras
El aumento de prejuicios hacia los "violadores de la visión del mundo" ha sido
medido en un número de experimentos evaluativos del TMT. Después de
efectuar recordatorios sobre la muerte, la discriminación anti-gay y el prejuicio
afectivo hacia los hombres gay aumentó significativamente. Esto es, según el
estudio, porque ser homosexual no es percibido como parte de la visión del
mundo standard. La desviación es un peligro hacia el sistema que ayuda a
reprimir el conocimiento de nuestra muerte certera.
En estudios en los que a los hombres se les expuso a un acontecimiento
de prominencia de la mortalidad, se inclinaron por mujeres con un perfil más
campechano, doméstico y corriente en vez de por uno más sexy y seductivo.
Estudios sobre la gestión del terror muestran que después de ser recordados
sobre la mortalidad, la gente muestra una mayor inversión y soporte hacia
grupos a los que pertenece. En un estudio, a los sujetos se les mostró dos
imágenes de personas hablando sobre su raza con orgullo. Una era negra y la
otra era blanca. La persona blanca expresando su orgullo por su raza fue
percibida por los participantes blancos como particularmente racista en relación
a la persona negra, quien ofreció una presentación similar. Sin embargo,
después de que se le recordase a los participantes blancos su propia mortalidad,
vieron la presentación de la persona blanca menos racista. Aunque los sujetos
eran de nacionalidades ancestrales diferentes, su identificación con su propia
raza fué amplificada por la sugestión de la inevitabilidad de su propia muerte.
La calavera y los huesos en el Whisky
En mis años de estudiante, solía leer y coleccionar la revista Playboy con mis
compañeros. Eramos jóvenes así que no prestábamos mucha atención a los
anuncios –bueno, hasta que alguién mencionó que todos los anuncios de alcohol
parecían contener mensajes subliminales. Nuestro hobby favorito, bueno quizá
no el favorito, era buscar imágenes escondidas en los cubitos de hielo.
Normalmente, los cubitos de hielo tienen un montaje de sombras, reflejos y
formas extrañas. Mientras que encontramos la ocasional mujer desnuda en
algunos de ellos, la mayoría parecían mostar imágenes más apropiadas para
Halloween. Craneos, calaveras y caras gritando en agonía eran los temas más
comunes.
Durante años me pregunté porque los publicistas pondrían semejantes imágenes
terroríficas en la publicidad para alcohol. ¿Como podía ser posible que esto
vendiera whisky o bourbon?
La TMT era obviamente conocido por estos publicistas. La mayoría de las
adicciones son distracciones del horror real –la realidad de nuestro eventual
fallecimiento. Parece plausible que el causar una experiencia de prominencia de
la mortalidad en los lectores su ansiedad por la muerte se incrementara hasta
donde...donde...¿donde he puesto ese whisky?
Se trata de auto-estima
Como he insinuado antes, nuestra apreciación de la belleza tiene dos vertientes.
Primero, estamos "cableados" para atraer a parejas sexuales por su evolución.
Podemos determinar con precisión los genes buenos y la fertilidad a través de
nuestro concepto de lo que constituye una persona atractiva. Pero nuestra
apreciación de otras formas de belleza parece tener su origen en nuestra
preferencia por los patrones, la repetición, la organización y el simbolismo.
Estos son fenómenos hallados en la naturaleza asociados con duplicación y
crecimiento –señales de vida. Esta apreciación de la belleza –la estética– resulta
de nuestra evasión de la entropía, el colapso del orden que caracteriza a nuestra
propia muerte.
En su aclamado trabajo "El Origen de la Conciencia en el Colapso de la Mente
Bicameral", Julian Jaynes mostró que mucho de lo que pensamos y hacemos
carece de conciencia. Dá ejemplos contundentes como nuestra capacidad de
conducir un coche mientras pensamos sobre otro sitio y tiempo; de hablar y
escribir sin ser conscientes sobre el complejo proceso en acción para producir
vocabulario. Incluso el aprender no requiere de la consciencia –el fenómeno de
la consciencia de uno mismo. O "ser consciente del hecho de ser consciente".
Nuestro reconocimiento y reacción hacia la prominencia de la mortalidad se
produce sin nuestra participación consciente. Pero algo siente el "¡ay!" cuando
recibimos un recordatorio de que somos mortales.
En su libro, Jaynes reconoce el desarrollo del lenguaje como el prerequisito para
el "diálogo interno" que crea nuestra consciencia del "Yo" y el "Mi". El lenguaje
está hecho de metáforas. Cada nuevo concepto o palabra es un "algo así como"
otra palabra. Así es como funcionan los diccionarios. Así que para poder tener
un concepto para la yoidad, un "algo así como" tenía que estar disponible.
Necesitábamos el lenguaje antes de poder desarrollar la conciencia y el yoismo.
El concepto del "uno mismo" (self) es, así pues, no tan viejo. Jayne sugiere que
tiene sus orígenes alrededor del 3000 AC.
Mientras es cierto que existen textos anteriores con lenguaje cuneiforme, estos
son meros libros de cuentas, registros de límites territoriales y contabilidad del
grano. No existe ninguna insinuación de conciencia de si mismo hasta la Epica
de Gilgamesh. La Epica de Gilgamesh es uno de los primeros libros conocidos
de literatura. Los eruditos creen que tiene su origen en una serie de leyendas y
poemas Sumerios y que se escribió alrededor de 500 años antes de la
aseveración de Jayne. Más revelador es el contenido del mismo.
El protagonista de la historia, Gilgamesh, Rey de Uruk, tiene un buen amigo
con quien comparte aventuras y el cual muere inesperadamente. Gilgamesh cae
en una depresión y se embarca en un viaje para encontrar la "vida eterna" –la
solución a la muerte.
Al final, las conmovedoras palabras dirigidas a Gilgamesh en medio de su
búsqueda presagian el resultado final" "La vida que buscas nunca encontrarás.
Cuando los dioses crearon al hombre le asignaron la muerte, pero la vida la
retuvieron a su cuidado".
La ansiedad hacia la muerte tiene como blanco la auto-estima. Nos motiva para
mantenernos ocupados e intentar encontrar la "vida eterna" simbólicamente a
través de nuestras acciones. Un experimento que confirmó esto fue llevado a
cabo por investigadores de la Universidad Bar-Ilan de Israel de esta manera:
Los participantes fueron 603 soldados que informaron sobre el nivel de
relevancia de la conducción automovilística para con su auto-estima. Después
se expuso a la mitad de ellos a recordatorios sobre su muerte, y al resto a una
condición de control. Los investigadores procedieron a poner a prueba a cada
grupo en un simulador de conducción para evaluar su nivel de riesgo. Las
medidas fueron o bien intenciones de comportamiento auto-confirmadas de
conducción arriesgada o velocidad de conducción en un simulador de
automovil. Como se esperaba, los participantes que conectaban su auto-estima
a la conducción y además recibieron recordatorios sobre la muerte tomaron más
riesgos en su conducción que el grupo de control. ¿Pero que estaba pasando
aquí?
En otro experimento llevado a cabo, a la mitad de los participantes se les dió
comentarios positivos sobre la calidad de su conducción. Presumiblemente, esto
aumentaría su auto-estima. Los resultados mostraron que al darles recordatorios
sobre la muerte esto les condujo a conducir de una manera más arriesgada que
el grupo de control –pero solo entre aquellos individuos que percibían la
conducción como algo relevante hacia su auto-estima. Incluso más significativo
fue que la introducción de comentarios positivos sobre la conducción elevó la
auto-estima y eliminó este efecto.
Y además de auto-estima, la prominencia de la mortalidad tiene una
manifestación consciente más: la maldad.
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Cuando la gente se enfrenta a imágenes, palabras o cuestiones que les recuerda la
muerte, responde reforzando su propia visión del mundo, rechazando a las personas
o las ideas que amenazan esa visión y esforzándose más por la autoestima.
La maldad y el héroe
Si somos conscientes de nosotros mismos, somos conscientes de todo de lo que
tendremos que "prescindir" a nuestra muerte. Existe una tremenda ansiedad
sobre esto y es algo que es aliviado a través de conquistas simbólicas, donde el
demonio real es substituido por enemigos menores.
Algo de esta ansiedad puede ser exorcizada a través de los deportes o juegos
pero más a menudo los demonios son símbolos de una amenaza hacia nuestra
auto-estima personal y colectiva. Una amenaza a un grupo que reduce nuestra
ansiedad mortal es una amenaza real. Sospecho que esto motivó la crueldad de
los gladiadores Romanos, los juegos mortales de pelota de los Mayas y la
demonización de Hitler y Bin Laden. Necesitamos enemigos para reducir
nuestra ansiedad mortal.
La TMT es en realidad la teoría de la cultura humana y de nuestros muchos
intentos de ser conscientes sobre "algo más" –lo que sea menos nuestra muerte.
Ese "algo más" es a menudo asociado con el sostenimineto de nuestra auto-
estima. Nuestra auto-estima mejora cuando recibimos confirmación de otras
personas de que somos significativos y relevantes en la vida. Esto contrarresta
la poderosa ansiedad que deriva de nuestra absoluta seguridad de que
moriremos un dia y nuestro "yo" ya no existirá. Así que, las organizaciones, los
partidos políticos y las religiones se han desarrollado para colmar nuestra
necesidad. cada una ofrece una manera simbólica de evitar la no-existencia.
La derrota del dragón a manos de San Jorge es un poderoso símbolo de la lucha
contra la muerte. El pueblo tenía un lago donde habitaba un dragón portador de
plaga, envenenando toda la naturaleza. Para pacificar al dragón, la gente de
Silene alimentaban al dragón con una oveja cada dia, y cuando las ovejas
desaparecieron, le alimentaban con sus hijos, escogidos al azar. Ocurrió que el
turno le llegó a la hija del rey, que en algunas versiones de la historia se llamaba
Sabra. El rey, destrozado de dolor, le dijo a la gente que podian quedarse con
todo su oro y plata y la mitad de su reino si su hija era librada de esa suerte; la
gente se negó. La hija fue enviada al lago, vestida de novia, para ser devorada
por el dragón. Por casualidad, San Jorge cabalgaba cerca del lago. La princesa
temblando le dijo que huyera lejos pero Jorge decidió quedarse. El dragón
emergió del lago mientras hablaban. San Jorge arremetió cabalgando contra el
dragón y le hundió su lanza causándole una herida grave. Después llamó a la
princesa y le pidió que le lanzara su cinturón y se lo puso al dragón alrededor
del cuello. El dragón siguió a la princesa como una bestia mansa con correa.
La lección de San Jorge y el dragón es que puede que no seamos capaces de
vencer a la muerte, pero podemos amansarla. Podemos hacer de la vida lo mejor
que podamos y olvidar lo inevitable. La muerte puede devenir una callada
y sometida criatura que nos sigue como una mascota. En vez triunfar sobre la
muerte, podemos aprender a coexistir con ella.
En resumen: La conciencia, el concepto del "Yo" y "mi", se desarrolló solo
recientemente como resultado de nuestro desarrollo del lenguaje. Con la
conciencia, llegó el descubrimiento de que este yoismo era mortal y algún dia
"dejaría de ser". El elemento motivador más básico de la cultura humana es el
de crear realidades alternativas en las que podemos alcanzar la victoria sobre la
ansiedad de nuestro reconocimiento de la eventual muerte. Esta ansiedad mortal
es reprimida en la conciencia normal pero está totalmente despierta
subconscientemente. Influencia nuestro comportamiento y pensamientos, nos
hace apreciar el orden y afirmar la vida. Crea nuestra visión del mundo, la cual
compartimos con otros seres humanos. Las visiones del mundo diferentes a
veces entran en conflicto, resultando en guerras y agresiones. Cuando se nos
recuerda conscientemente nuestra mortalidad, invertimos mas creencias en
nuestra visión del mundo. Intentamos ser victoriosos sobre nuestro entorno,
nuestros cuerpos e incluso sobre nuestros instintos como una manera de
disasociarnos de las criaturas naturales y animalísticas, con la esperanza de que
somos algo más permanente y digno de inmortalidad. Este instinto de superar
simbólicamente la muerte es el motor primario de la cultura humana e influencia
lo que nos gusta y disgusta, lo que es bello y feo y lo que es bueno y malévolo
.
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