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- Editorial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 - Cartas a la Hermandad Carta del Obispo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 Carta del Hermano Mayor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 - Secretaría. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 - Grupo Joven . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 - Oración de los costaleros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 - La fecha de la Crucifixión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 - Un año en Imágenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 - La Caridad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 - Cultos de la Hdad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48 - Traslado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49 - Estación de Penitencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50 - Normas de la Estación de Penitencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51 - Mapa de la Estación de Penitencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52 - Cultos de la Hdades. y Cofradías de Pasión 2015 . . . . . . . . . . . . 54 - Junta de Gobierno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 - Listado telefónico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56 - Patrocinadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57 BOLETÍN INFORMATIVO Nª 16 CUARESMA 2015 Edita COFRADÍA DE NAZARENOS Y HERMANDADPENITENCIAL DE SAN JUAN EVANGELISTA, SANTÍSIMO CRISTO DE LA CLEMENCIA Y NUESTRA SEÑORA DE LA MISERICORDIA DOMICILIO C/ CAMINO DE SANTIAGO, Nº 6, LA CAROLINA (JAÉN) COORDINACIÓN: FRANCISCO JOSÉ CORTÉS AMADOR PUBLICIDAD: AURORA TABERNERO SEGURA REVISIÓN DE TEXTOS: FRANCISCO GABRIEL MARTÍNEZ DELGADO FOTO PORTADA JESÚS PARRA DELGADO FOTOS INTERIOR: JESÚS PARRA DELGADO DOMINGO JOSÉ MARTÍNEZ DELGADO EDICIÓN Y MAQUETACIÓN: DOMINGO JOSÉ MARTÍNEZ DELGADO IMPRIME GRÁFICAS LA PAZ, TORREDONJIMENO (JAÉN) DEPÓSITO LEGAL: J - 185 - 2009

Boletín 2015 parte_1

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- Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2- Cartas a la Hermandad Carta del Obispo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 Carta del Hermano Mayor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6- Secretaría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8- Grupo Joven . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11- Oración de los costaleros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15- La fecha de la Cruci� xión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17- Un año en Imágenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24- La Caridad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46- Cultos de la Hdad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48- Traslado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49- Estación de Penitencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50- Normas de la Estación de Penitencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51- Mapa de la Estación de Penitencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52- Cultos de la Hdades. y Cofradías de Pasión 2015 . . . . . . . . . . . . 54- Junta de Gobierno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55- Listado telefónico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56- Patrocinadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57

BOLETÍN INFORMATIVO Nª 16CUARESMA 2015

EditaCOFRADÍA DE NAZARENOS Y HERMANDADPENITENCIAL DE

SAN JUAN EVANGELISTA, SANTÍSIMO CRISTO DE LA CLEMENCIA

Y NUESTRA SEÑORA DE LA MISERICORDIA

DOMICILIO

C/ CAMINO DE SANTIAGO, Nº 6,LA CAROLINA (JAÉN)

COORDINACIÓN:FRANCISCO JOSÉ CORTÉS AMADOR

PUBLICIDAD:AURORA TABERNERO SEGURA

REVISIÓN DE TEXTOS:FRANCISCO GABRIEL MARTÍNEZ DELGADO

FOTO PORTADAJESÚS PARRA DELGADO

FOTOS INTERIOR:JESÚS PARRA DELGADO

DOMINGO JOSÉ MARTÍNEZ DELGADO

EDICIÓN Y MAQUETACIÓN:DOMINGO JOSÉ MARTÍNEZ DELGADO

IMPRIME

GRÁFICAS LA PAZ, TORREDONJIMENO (JAÉN)DEPÓSITO LEGAL: J - 185 - 2009

2 2015 E

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Con la Cuaresma comienza el camino que conduce hacia la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Es un tiempo austero y re� exivo del que se pude sacar mucho provecho, siempre que no caigamos en la tentación de vivirlo desde la distancia, es decir, sin tener conciencia de que, si

nos denominamos cristianos, tenemos que recorrer nuestro propio camino interior para enfrentarnos a nuestras debilidades y miserias que nos apartan de Dios. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de creernos autosu� cientes con la capacidad de decidir, según nuestra conveniencia, lo que está bien o no. Y la auto-su� ciencia nos hace escondernos de Dios, con lo que la soberbia y el egoísmo serán los dueños de nuestra vida que nos esclavizarán con las cadenas del pecado.

Vivimos tiempos en los que la sociedad ha apartado a Dios de su centro y, a pesar del evidente fracaso de esta decisión, se niega a reconocer que se ha equivocado. El problema es que nosotros, los cristianos, contagiados de esta tendencia, estamos practicando un cristianismo de "catacumbas" que nos convierte en seguidores de Jesús los domingos pero nos transforma en nuevos "pedros" durante el resto de la semana al decir como él: No conozco a ese hombre. En muchas ocasiones estamos practicando una religión cobarde e hipócrita que no tiene nada que ver con lo que predicaba el Maestro: nos hemos convertido en los nuevos escribas y fariseos a los que criticaba Jesús. Hemos olvidado que el inmenso poder del cristiano no reside en estar cerca del poderoso que busca rea� rmarse aunque tenga que pisotear la dignidad del pobre y ne-cesitado. No. Nuestro inmenso poder radica en centrar nuestra mirada en la Cruz y en el Cruci� cado para entender que, si queremos cambiar esta sociedad materialista e inhumana en la que prima el "tener" antes que el "ser", tenemos que volver del desierto de nuestra timidez y recuperar nuestro sitio en la sociedad. No tengas miedo de decir que eres cristiano. Tienes que serlo las veinticuatro horas del día, trescientos se-senta y cinco días al año porque sólo así se podrá volver a regenerar esta sociedad. Hay que volver a sacar a Dios de nuestras casas y llevarlo a nuestro trabajo, a nuestras reuniones sociales, a nuestro tiempo libre, a cualquier ámbito de nuestra vida. Que no te dé vergüenza que te vean por la calle en "compañía" de Dios porque el que va con Él va emanando y contagiando los "benditos anticuerpos" contra el virus del mal que aqueja a la sociedad de la comprensión, la solidaridad, el desprendimiento, la humildad, la alegría, la ausencia de miedo, la capacidad de sacri� cio, la generosidad, la capacidad in� nita de perdonar, la bondad, la integridad, la dignidad, el amor.

Este es el objetivo que siempre quiere alcanzar la Hermandad de San Juan Evangelista con todas las actividades que realiza y con este boletín que, como cada año, tenéis en vuestras manos. Un boletín hecho con todo el cariño y la dedicación para que puedas disfrutar de él en todos los sentidos: espiritualmente, visualmente, informativamente, re� exivamente e intelectualmente. Un boletín pensado para vosotros porque vosotros sois la fuerza y el estímulo de esta Cofradía. Vosotros sois la Hermandad de San Juan, el auténtico corazón que la hace latir, que la hace crecer continuamente. Sois vosotros lo más valioso que tenemos. Una Hermandad no son sus imágenes sino las personas reunidas en torno a ellas para compar-tir una misma fe y unos mismos objetivos. Formamos una comunidad viva, una Iglesia cofrade. Sois tan necesarios e importantes como aquellos que formamos la Junta de Gobierno, que al � n y al cabo, estamos a vuestro servicio. Si queréis honrar a la Hermandad de San Juan sed evangelizadores como lo era el discípulo amado; sed portadores de Dios para cambiar este mundo; sed cristianos valientes que no estáis dispuestos a dejaros arrinconar; celebrad vuestra fe públicamente, ya sea en nuestra Estación de Penitencia o en las de otras Hermandades de nuestro pueblo; acudid a cualquier acto que organice una Cofradía por-que, al hacerlo, estaréis defendiendo los valores cristianos que nos hacen mejores y libres; no dejéis pasar un Domingo sin celebrar la Eucaristía porque de ahí sacaréis la fuerza para manteneros � rmes en esta so-ciedad tan deshumanizada; haced, en de� nitiva, honor a vuestra condición de hermano de la Hermandad de San Juan: nunca abandones a Jesús; nunca te rindas; nunca desesperes; nunca dejes de ser luz.

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CARTAS A LA HERMANDAD

D. Francisco Ponce dirige unas palabras a los costaleros durante la Estación de Penitecia

4 2015444CA

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En el día del Miércoles de Ceniza, 18 de febrero, pongo en vuestras manos unas breves re� exiones sobre los grandes misterios de nuestra fe que anualmente preparamos y celebramos los cristianos.

1. Ha llegado el tiempo cuaresmal. La liturgia de la Iglesia nos presenta el recorrido de estos cuarenta días como un retiro ininterrumpido de toda la comunidad cristiana, junto con Jesucristo, en el desierto.

Es tiempo de conversión para unirnos y vivir de forma nueva el misterio pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo Jesús. Tiempo para sembrar en abundan-cia la Palabra de Dios en nuestros corazones, � jar nuestros ojos en Nuestro Señor Jesucristo, orar con Él y socorrer a los hermanos necesitados con nuestras limosnas.

Esta visión del nuevo Pueblo de Dios en marcha hacia la Pascua, no deja de ser un espectáculo desconcertante para personas de nuestro entorno. El Concilio Vaticano II nos enseña y recuerda: “Por el Bautismo los hombres son injertados en el misterio pascual de Jesucristo; mueren con Él, son sepultados con Él y resucitan con Él” (SC, 6).

2. La alegría de la Pascua: Este término signi� ca etimológicamente “tránsito”. Es el “paso” de Cristo desde su vida mortal a la vida gloriosa, a través de su Muerte y Resurrección.

Re� exionemos desde el silencio, en este tiempo, que el Señor Jesús con su muerte destruyó nuestra muerte, al ofrecer su vida voluntariamente a Dios Padre para reparar la ofensa de la humanidad y satisfacer por ella. En su Resurrección se convirtió en Autor de la nueva vida. Es el nuevo Adán que restauró del pecado del Paraíso (cf. Gn 3, 1-24).

Cristo, levantado sobre la tierra en la Cruz, atrajo hacia sí a toda la humanidad por su Resurrección (cf. Jn 12, 32).

3. Es tiempo para Dios, para ti y para mí. Dios se nos presenta, en nuestro camino actual y concreto, como amigo que quiere compartir su vida con nosotros. Quiere abriros su corazón. Mira, nos dice a cada uno, subo a Jerusalén, mi último viaje. Allí los enemigos me esperan para prenderme y arrebatarme la vida. Y, nos pregunta: ¿Quieres compartir conmigo estas jornadas?, ¿Cómo?. La respuesta es personal, pero de ella depende nuestra preparación y vivencia para la celebración pascual de este año.

Es tiempo para ti y para mí. Con frecuencia detenemos nuestro pensamiento en noticias, en sucesos, en proyectos, viajes… y podemos incurrir en el error de olvidarnos de nosotros, no dedicar tiempo para pensar en el hijo que soy de Dios, que es mi Padre, que me mira con misericordia, me escucha y me espera. No me queda tiempo para oír en silencio la respuesta de Dios a mis plegarias que más de una vez son un monólogo siendo así que el Señor está cerca, junto a mí.

No me importa apenas la situación en que viven otros hermanos.

4. Es precisamente sobre esta indiferencia hacia los demás, en donde se � ja el Santo Padre, el Papa Francisco, en el Mensaje Cuaresmal para este año.

Comenta el Papa: “Ocurre que cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de los demás… no nos interesan sus problemas y sufrimientos, ni las injusticias que padecen… Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia".

Dios, sin embargo, no es indiferente al mundo, ni a nuestras vidas, escribe el Santo Padre, “sino que nos ama hasta el punto de dar a su Hijo por la situación de cada hombre”, “por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan”.

El Dios misericordioso que, durante estas semanas, se acerca a cada uno de nosotros y a la comunidad ecle-sial, que conoce nuestras enfermedades y nos proporciona la medicina espera rompamos nuestra indiferencia, porque “si un miembro sufre, todos sufren con él” (1 Cor 12, 26)

Este es el camino que nos señala el Papa para fortalecer nuestros corazones (cf. Sant 5, 8) durante la Cuares-ma: Tiempo de misericordia, tiempo de salvación.

Con mi saludo y bendición + Ramón del Hoyo López

Obispo de Jaén

555

Jueves Santo 2014

6 201220126 2015SA

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Cerca de un año ha transcurrido desde las elecciones de la primavera pasada. En este tiempo se han vivido muchas situaciones en nuestra Hermandad, donde ha habido que tomar decisiones, unas más acerta-

das y otras menos. Pero siempre desde los criterios de responsabilidad y cariño que esta Junta de Gobierno profesa, para hacer un bien en nuestra Institución y que avance en la línea continuista de los Hermanos Mayores anteriores.

Durante este año hemos vivido experiencias de todo tipo: hemos reído, llorado, nos hemos enfadado, etc…., En de� nitiva, nos hemos comportado como UNA FAMILIA.

Este es el principal � n de esta Institución, que la Hermandad sea el re� ejo de la convivencia de nuestras familias, donde se dan las situaciones anteriormente descritas y todos juntos salimos a � ote, luchando y ganándole siempre a la adversidad.

El año anterior esta Junta de Gobierno manifestaba su intención de querer que todos sus hermanos fuesen el centro de la Hermandad, que todos sus componenetes participaran de ella. Ese objetivo se ha conseguido parcialmente. Queda mucho por hacer y desde aquí me gustaría llamar a todos los cofrades de nuestra Hermandad y que en esta Cuaresma, tiempo de re� exión, sus hermanos y no hermanos se acer-quen más a nuestros Sagrados Titulares. Aprovechemos su estancia en la Casa-Hermandad para visitarlos y re� exionar junto a ellos, ¿Cómo podemos entre todos seguir evangelizando y hacer más grande nuestra Hermandad? No es tan complicado como algunos de vosotros podréis pensar. Simplemente con acudir a la convocatoria de cada una de las actividades que la Hermandad realiza a lo largo del año, será para toda la Hermandad un gran reto superado.

Para aportar cualquier idea nos tenéis siempre dispuestos a la actual Junta de Gobierno En caso de no encontrarnos en la Casa-Hermandad podéis dejar un medio de contacto en el buzón y contactaremos con vosotros.

Como ya sabéis, la actual situación social tiene maltrecha la economía de todas las familias. La familia de San Juan evangelista también tiene la economía en horas bajas.

Solo os pido y de corazón os lo digo: no hace falta que penséis en entregar grandes sumas de dine-ro. Esta Junta de Gobierno y yo sabemos que no es posible en muchos casos. Simplemente con aportar rigurosamente la cuota ordinaria y que proporcionemos nuevos cofrades con los que aumentar nuestra nómina de hermanos , uno por cada uno de nosotros. De esta forma conseguiremos cumplir muchos más objetivos tanto en la Hermandad como en nuestra misión evangelizadora.

Con estas ilusiones y anhelos me despido, deseando a toda la familia SANJUANERA, una PROVE-CHOSA CUARESMA.

Francisco José Cortés Amador

Hermano Mayor

nos hemos enfadado, etc…., En de� nitiva, nos hemos comportado como UNA FAMILIA.

77

Día de la Madre

8 2015SE

CRET

ARÍA

Manoli Quirós Pérez

Mario Luján Casas

Marta Martínez Funes

Miriam Rodríguez Martínez

Nerea Bustillo Cofrades

Pedro José López Artero

Rafael Segura Montes

María Sena Delgado

Carmen Martínez Torres

Celia Rodríguez Tabernero

Manuel Vico Tripiana

Juana Mª Salguero Montes

Sara García Dávila

Aurora Mª Aznar Laguna

Carolina Martínez Pastor

Mª Helena Dimanuel Ochando

Juan Gregorio Garrido Ochando

María Álvarez Yacobi

Le damos la bienvenida a todos y cada uno de los hermanos que hacen más grande nuestra Hermandad. Muchísimas gracias a todos de corazón y agradecerles también la colaboración y ayuda prestada.

A CONTINUACIÓN SE ENUMERA LA LISTA DE NUEVOS HERMANOS

- Total nuevos hermanos: 37

* Mujeres: 25

* Hombres: 12

- Bajas voluntarias: 15

HORARIO DE SECRETARÍA

Todos los sábados de 11:00 h. a 13:00 h

Casa-Hermandad de San Juan Evangelista

C/ Camino de Santiago nº6

Claudia Sena Delgado

Javier Funes Morales

Mª Elena Cantudo Pizarro

Martín Rodríguez Galindo

Elisa Bautista Hidalgo

Verónica Pastor Borrás

Ainoa Brull Fernández

Antonia Álvarez Yacobi

Cristina Brull Fernández

Dolores Madrid Sánchez

Eduardo Albar Cabral

Elena Resa Hernández

Francisco Vico Navidad

Francisco Pila García

Jéssica Rodríguez Requena

José David Corral Pastor

Juan de Dios Romera

Mª Ángeles Moreno Artero

Mª del Carmen Albar Cabral

9

10 20152015201510

1111

GRUPO JOVEN

12 2015

CRUZ DE MAYO 2013

El Grupo Joven de la Hdad., salía en procesión por las calles del barrio con la Santa Cruz portada a costal.

PREPARATIVOS JUEVES SANTO 2014

Durante los días de Cuaresma el Grupo Joven par-ticipó en la limpieza de enseres y montaje de pasos.

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BELÉN VIVIENTE SOLIDARIO

El Grupo Joven de la Hdad. organizó un Belén Viviente Solidario durante los días de Navidad para recoger ali-mentos y repartilos, junto con la Agrupación de Cofra-

días, a las familias más necesitadasCHARLA SOBRE SAN JUAN PABLO II

El Grupo Joven organizó una charla sobre la vida de San Juan Pablo II.

14 2015

Cortejo infantil

15

ORA

CIÓ

N D

E L

OS

COST

ALER

OS

Señor Jesús:

¡Qué cercano te siento cuando te llevo sobre mí!

La pesada carga de tu Imagen y de tu trono me transforma el corazón.

Mientras sigo el ritmo medido de los pasos, pare-ce que avanzo hacia dentro de mí.

¡Cuántas cosas pienso y cuántas voy sintiendo

a lo largo del camino!

Pasa mi vida por mi mente.

Pasas también tú por mi alma porque parece que una fuerza incontenible me empuja a rezarte, me inspira jaculatorias y piropos que yo quisiera decir gritando.

¿Sabes qué pienso, también, Señor?

Que si no pudiera ser costalero me faltaría algo importante en la vida.

Se me ocurre que la vida cristiana debería consis-tir en ser buen costalero

Pero sé que me equivoco.

Tú no viniste sólo a dejarnos un recuerdo en tus imágenes.

Tú viniste a enseñarnos a vivir.

Tú mismo nos enseñaste con tu ejemplo.

Y siempre tenías en tus labios al Padre, a nuestro Padre Dios.

Tú orabas y rezabas constantemente.

¿Por qué no me sale a mí tan fácilmente rezar?

Te aseguro que me gustaría…

Ayúdame; te lo ruego.

Quizás estando más cerca de ti todos los días; quizás rezando un poco más, hablando contigo como amigo, llegaría pronto a conocerte mejor.

Probablemente entonces comenzará a familiari-zarme con tu Evangelio.

Es posible que entonces descubriera la verdadera imagen de la Alegría.

Señor: ¿es posible que la Iglesia, fundada por ti y sostenida por ti, sea culpable de tantos defectos como los que le atribuyen?

¿Será que la miran con malos ojos?

Enséñame a mirarla como debo.

Dame tus ojos para que la mire con fe.

Dame tu amor para que llegue a quererla.

Al � n y al cabo, yo te he conocido por ella.

Y por ella voy en esta procesión.

Por ella te llevo sobre mis hombros y por ella te quiero.

Dame, Señor, luz para ver, corazón para amar, fortaleza para vencer las pruebas,

arrepentimiento de mis pecados

para que pueda mirarte de frente.

Dame, Señor, mucha fe para tener siempre muy claro que tú me llevas sobre tus hombros en la pesada cruz, todos los días, y que yo sólo te llevo en la procesión cada año.

Que yo no sea una carga para ti. Amén.

16 2015

Besapie 2014

17

LA F

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¿Cuándo murió Jesús? A priori a más de uno esta pregunta le pueda parecer fácil de responder: un viernes. Sin embargo, con esa pregunta me re� ero a la fecha exacta: día, mes y año. Ante esta búsqueda de la exactitud es muy posible que muchos ya no sepan responder. Los evangelios no dan referencias muy precisas más allá del día de la semana e incluso este parámetro habrá que demostrarlo porque hay exegetas que de� enden que no fue un viernes el día en que Cristo murió. Me he animado a escribir acerca de este tema, sobre el que llevo mucho tiempo informándome, porque precisamente en la Semana Santa de este año el Viernes Santo cae en una de las posibles fechas en las que se piensa que Jesús fue clavado en la cruz. Por eso cuando llegue el próximo Viernes Santo, 3 de abril, piensa en que posiblemente estemos celebran-do la muerte de Jesús en el día exacto en que ocurrió y por tanto el día anterior, Jueves Santo, al celebrar la institución de la Eucaristía, lo estemos haciendo en el mismo día en que sucedió.

Comencemos con el día de la semana. Si leemos a Marcos éste nos indica que Jesús murió en víspera del sábado. Lucas asegura que al expirar el Maestro lo enterraron rápidamente porque el sábado estaba a punto de comenzar. Por su parte, Juan, re� ere medidas tomadas para evitar que los cuerpos siguieran en la cruz por la inminente llegada del sábado. Recuerdo que para un judío el día comenzaba con la salida del sol y terminaba cuando desaparecía en el horizonte y llegaba la noche. Luego al decir los evangelistas que el sábado estaba a punto de comenzar se están re� riendo a que nos encontramos en la tarde del viernes entre las cinco de la tarde (hora probable del descenso de la cruz) y siete de la tarde (ocaso y, por tanto, hora lí-mite para tener enterrado a Jesús porque desde esa hora ya sería sábado). Y también recuerdo que para un judío el sábado era y es un día consagrado a Yahvé: no se puede realizar ningún tipo de actividad ni dejar un cadáver a la intemperie. Por otra parte aunque Mateo no especi� ca que Jesús muriese en viernes, sí dice claramente que al día siguiente de la cruci� xión los miembros del Sanedrín se presentaron ante Pilato para pedirle una guardia que custodiase el sepulcro para, según ellos, evitar que los discípulos de Jesús robasen el cuerpo. El procurador les concede la petición y se asegura el sepulcro. Es entonces cuando Mateo dice: Pasado el sábado, al despertar el alba del primer día de la semana... Por tanto, implícitamente, el evangelista está situando la muerte de Jesús en viernes.

Entonces, si en cuanto al día de la semana no parece haber duda alguna, ¿por qué algunos investigado-res de� enden que Cristo no murió en viernes sino un miércoles o un jueves? Se debe a la interpretación li-teral de una profecía dicha por el mismo Jesús en Mateo 12,40: El Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches. He dicho interpretación literal porque los que de� enden esta teoría dicen que para que se cumpliese la profecía Cristo tuvo que morir un miércoles o un jueves para que fuesen efectivos los tres días al llegar la madrugada del sábado al domingo, que es cuando supuestamente se produjo la Resurrección. Y digo, supuestamente, porque si se da crédito a la Sábana Santa (yo, por mi parte, sí) y a los estudios de médicos forenses sobre ella se llega a la conclusión de que la impronta se formó entre unas cuatro y treinta y seis horas después de depositar el cuerpo en el sepulcro. Y son muchos los médicos que de� enden que al no contemplar en la imagen signos de descomposición cadavérica ni una gran rigidez post mortem la impronta tuvo que formarse en las primeras horas de la madrugada del viernes al sábado. Por tanto, el cuerpo de Jesús estuvo físicamente no más de seis horas en el sepulcro hasta el momento de la Resurrección. Lo que acabo de decir es una con� rmación de la profecía que hizo el Maestro. Es probable, amigo lector, que ahora mismo te estés preguntando cómo es posible que lo que nos muestra la Sábana Santa sea una con� rmación de que el Maestro murió un viernes y no un miércoles o un jueves, como de� enden algunos exegetas, porque a priori ellos tendrían razón al datar la muerte de Jesús en alguno de esos días. La respuesta es sencilla: lo que estos investigadores parecen obviar es que esa expresión (el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches) no hay que tomarla al pie de la letra de la misma manera que en nuestra forma de hablar no interpretamos tal cual expresiones del tipo: en menos que canta un gallo; en un abrir y cerrar de ojos; en un suspiro,... Es decir, un judío entendería la sentencia tres días y tres noches de la misma manera que nosotros entendemos las frases que acabo de enunciar:

18 2015no literalmente, sino como una forma de decir que algo va a ocurrir muy rápido, pronto. De hecho, en la Biblia, la expresión al cabo de tres días siempre indica una acción salvadora de Dios inminente.

Es más, se tiene constancia histórica y documentada de que en los primerísimos tiempos del cristia-nismo se guardaba ayuno en la noche del jueves al viernes, probablemente como una reminiscencia del posible ayuno al que voluntariamente se sometió Jesús en la Última Cena. Al día siguiente los cristianos continuaban con el ayuno y con una intensa oración y celebración recordando la Muerte del Señor. Luego no tiene sentido la a� rmación de esos exegetas. Se puede, por tanto, decir con seguridad que el día de la semana de la cruci� xión fue un viernes. Así lo atestiguan los evangelios y una tradición de dos milenios.

Sigamos con el mes en el que se produjo la muerte de Jesús en la cruz. Es evidente que ese hecho se produjo en la semana de Pascua. Otra cosa es si Jesús murió el día de Pascua o el anterior. Este extremo se estudiará cuando hablemos del día exacto en que pudo ocurrir la muerte. Baste ahora decir que la cruci-� xión tuvo lugar en torno a la � esta de Pascua como lo corroboran todos los evangelistas.

En los textos bíblicos del Antiguo Testamento que describían la Pascua (Éxodo 12,1-20; Levítico 23,5-8; Números 28,16-25), ésta dependía de la aparición de la luna nueva con la que comenzaba el mes de Nisán (primer mes del año para un judío que corresponde con nuestro marzo-abril actual, más concretamente desde mediados de marzo a mediados de abril). La celebración de la � esta llegaba con la luna llena de ese mes. Por eso, cada año, nuestra Semana Santa cae en una fecha diferente: como Jesús murió en la � esta de la Pascua los cristianos respetaron el calendario judío por lo que hay que esperar a la primera luna llena de primavera para celebrar nuestra Semana Mayor. De hecho observa que en esa semana la luna siempre está llena.

Después de esta aclaración volvamos a la descripción de la � esta judía. En el crepúsculo que ponía � n al 14 de Nisán y daba inicio al 15 se mataba el cordero pascual y se rociaba con su sangre las dos jambas y el dintel de la casa (en recuerdo de lo que hicieron los israelitas en Egipto la noche en que todos los primogé-nitos de esa tierra murieron, pasando la muerte de largo en las casas donde se había rociado la puerta con la sangre del cordero). Esa noche, correspondiente al 15 de Nisán (la noche de la luna llena), el cordero era asado y comido con pan ázimo y hierbas amargas. Por tanto, podemos asegurar, sin ningún género de dudas, que Cristo murió en el mes de Nisán, el 14 o el 15 de ese mes, que correspondería a los meses de marzo o abril. Y teniendo en cuenta que la � esta judía dependía de la primera luna llena de primave-ra podemos concretar, como ya se ha dicho antes, que la muerte se produjo entre mediados de marzo y mediados de abril.

Llegamos � nalmente a los dos extremos más difíciles de precisar: el día del mes y el año en que ocurrió la cruci� xión. En función del día del mes que se establezca como más probable para la muerte se podrá es-tablecer un año u otro. Ya se ha dicho que los últimos días de vida de Jesús ocurrieron en torno a la Pascua y que ésta se celebraba cuando llegaba el 15 de Nisán. Vuelvo a recordar que para un judío el día comen-zaba con la salida del sol y terminaba con su ocaso. Voy a poner un ejemplo para que se me entienda: supongamos que el 15 de Nisán cayera en viernes y el 14 en jueves. Para nosotros el 15 no comienza hasta que llegan las doce de la noche pero para un judío, en torno a los meses de marzo y abril, empieza sobre las siete de la tarde. Por tanto, para ellos el viernes comenzaría a partir de las siete de la tarde del jueves.

Para dilucidar el día de la ejecución tenemos un problema provocado por los propios evangelistas: Mar-cos, Mateo y Lucas establecen que la Última Cena fue una cena pascual y por tanto se celebró en la tarde del 14 de Nisán (jueves) y en su transcurso llegó el 15 (viernes), por lo que Jesús murió el día de Pascua (15 de Nisán). Sin embargo, Juan asegura que Jesús murió el día 14 de Nisán (viernes) cuando se estaban sacri� cando los corderos pascuales en el Templo, por lo que cuando se llevaba su cuerpo a enterrar las familias se estaban preparando para celebrar la cena de Pascua. Por tanto la Última Cena para Juan o no fue pascual o, si lo fue, la celebró antes (13 de Nisán, jueves), sabiendo Jesús que estaría muerto al día si-

19guiente. Resumiendo: para los tres primeros evangelistas la Pascua, cuando murió el Maestro, cayó ese año en viernes y para Juan la � esta ese año cayó en sábado y Jesús murió el día de la preparación (viernes).

¿Quién lleva razón? No es posible aquí hacer un estudio exhaustivo desde el punto de vista histórico, exegético, teológico y técnico para responder a esta pregunta porque, entonces, este escrito sería demasia-do largo y enmarañado. Por eso no voy a entrar en disquisiciones técnicas sobre los intentos de muchos exegetas de conciliar ambas cronologías (algo para mí absurdo), sobre si Jesús seguía el calendario pascual esenio de Qumrán (más absurdo todavía), sobre si la Pascua se podía celebrar en dos días debido a la gran a� uencia de personas en Jerusalén (no lo creo), sobre por qué los sinópticos dan una fecha y Juan otra. Todo esto nos daría para un libro entero que solo interesaría a unos pocos. No obstante, si alguien está interesado en profundizar más sobre este asunto no tiene más que preguntarme y con sumo gusto le proporcionaré cumplida información.

Baste decir aquí, para dilucidar esta cuestión, el siguiente resumen: hubo un tiempo en que la mayoría de los investigadores estaban convencidos de que la datación correcta era la de los sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas). Es decir: Jesús murió un viernes, 15 de Nisán, festividad de la Pascua y, por tanto, el día anterior celebró la cena pascual (Última Cena) cuando correspondía hacerlo. Se pensaba así porque se creía que la posibilidad que ofrecía Juan en su evangelio era demasiado arti� ciosa. ¿Por qué? Porque este evangelista establece que Jesús muere en la cruz mientras que en el Templo se están sacri� cando los corderos para la cena de Pascua de esa noche. El paralelismo es evidente: Jesús es el verdadero Cordero que salva de la esclavitud del pecado y lo quita del mundo. Para que nos entendamos: da la sensación que Juan hace una construcción teológica de los hechos retrasando el día de Pascua hasta el sábado para poder presentar a Cristo como el Cordero de la Nueva Alianza que es sacri� cado en el altar del Gólgota mientras que en el Templo, en ese preciso momento, se están sacri� cando unos corderos siguiendo un rito de la An-tigua Alianza que ya no tiene validez. De hecho, Juan, trata a Cristo como un cordero pascual: especi� ca que los soldados no quiebran las piernas de Jesús, cumpliendo así lo que dice la Escritura sobre el cordero de Pascua: Su hueso no será quebrantado (Éxodo 12,10.46; Números 9,12); se usa un hisopo para acercar una esponja con vino agrio a los labios de Jesús, al igual que se utilizó un hisopo para rociar con la sangre del cordero pascual las jambas y el dintel de las casas de los israelitas (Éxodo 12,22); probablemente tam-bién, con el empleo de la hora sexta para ese momento del día (doce de la mañana) "día de preparación para la Pascua" en que Pilato pronunció la sentencia de muerte está presentando indirectamente a Jesús como el cordero pascual, ya que ése era el momento del día 14 de Nisán en que los sacerdotes empezaban a sacri� car los corderos para la comida pascual del 15.

Sin embargo, gracias a las aportaciones de exegetas de la talla de Brown, Gnilka y Jeremias, entre otros, se ha comenzado a pensar de manera contraria. Es decir, que la datación de Juan es la correcta. Aunque lo que presenta este evangelista es demasiado perfecto desde el punto de vista teológico una serie de circunstancias, desde el punto de vista del sentido común, llevan a considerar que las fechas que establece para la muerte de Jesús son las correctas. Recuerdo: el Maestro muere un viernes, 14 de Nisán (día de la preparación de la cena pascual) y mientras es enterrado es cuando se cena el cordero de pascua, por lo que la Última Cena no pudo ser una cena pascual o si lo fue se realizó un día antes de lo previsto porque Jesús sabía que al día siguiente estaría muerto. Eso indicaría que el sábado aquel año era doblemente solemne: por ser sábado y por ser el día de Pascua.

¿Cuáles son las circunstancias que llevan a pensar que Juan está en lo cierto? Hay que tener en cuenta que para un judío la festividad de Pascua es, salvando las lógicas distancias, como para nosotros la cena de Nochebuena y la � esta de Navidad al día siguiente. ¿Por qué digo esto? Porque parece muy poco probable que en la noche de la cena de Pascua (como nuestra cena de Nochebuena) los miembros del Sanedrín se reuniesen para un juicio nocturno. Si el viernes era el día de Pascua (como nuestro día de Navidad) es muy poco probable que llevasen a Jesús ante Pilato y menos probable aún que subiese gente al palacio del

20 201520152015201520152015201520procurador a pedir la liberación de un preso. Esa liberación tendría sentido si se realizó el día de la prepa-ración de la � esta para que el liberado pudiese celebrar la cena y al día siguiente celebrar el día de Pascua. Es más, no tiene mucho sentido que si Cristo estaba cruci� cado el día de Pascua hubiese mucha gente pa-sando por los caminos y viendo la ejecución (piensa en nuestros domingos por la mañana: no hay mucha gente por la calle). Si fuese el día de Pascua resulta muy extraño que Simón de Cirene vuelva del campo: ¿de su huerto?, ¿peregrino que va a la Ciudad Santa para la festividad? Los peregrinos estarían en Jerusa-lén por lo menos desde el día anterior para celebrar la cena. Los campesinos jamás trabajarían el día de Pascua. Es más, es impensable considerar que en un día de Pascua se ejecutase a alguien, aunque no había ninguna norma que lo impidiera. Y todavía hay otra razón de peso: los miembros del Sanedrín establecen que no hay que acabar con la vida de Jesús durante la � esta para no provocar un tumulto. Entonces, ¿por qué hacen lo contrario de lo que deciden y lo ejecutan en el día de Pascua según los evangelios sinópticos? Tiene sentido que sea como dice Juan: el día anterior a la festividad.

Por todo ello yo, siguiendo a Brown, a Gnilka y a Jeremias, entre otros muchos, pienso que el último evangelista da en el clavo con la fecha de la cruci� xión: se produjo un 14 de Nisán, viernes. Ahora sólo resta esclarecer en qué años cayó el día de la preparación en viernes y la Pascua en sábado. Para ello hay que establecer un marco temporal: se sabe que Jesús fue condenado por Poncio Pilato y que éste gobernó en Judea desde el 26 d. C. hasta el 36 d. C., año en que fue destituido. Teniendo en cuenta que el Maestro nació unos seis años antes de lo que se estipuló debido a un error en el cálculo de Dionisio el Exiguo; que Lucas establece que al comenzar Jesús a predicar tenía unos 30 años (Lucas 3,23) y que los estudios anatómicos y forenses de la Sábana Santa establecen que el Hombre de la imagen tendría como máximo unos 37 años podemos concretar un marco temporal entre el año 29 d. C. y el 33 d. C.. Descartamos el 26 porque es muy difícil considerar que en el primer año de Pilato ocurriesen los hechos porque cuando los miembros del Sanedrín llevan a Jesús ante él lo presionan con unas palabras que dan a entender que se conocían ya de varios años. Por otra parte Lucas asegura que Juan el Bautista recibió la palabra de Dios el año decimoquinto del reinado de Tiberio César. Aunque Lucas suele tener fallos en los cálculos crono-lógicos (no hay más que recordar que el censo de Quirino, que el evangelista presenta como excusa para que José y María suban a Belén a empadronarse y provocar que Jesús nazca allí, no se produjo cuando dice Lucas sino sobre el 7 d. C., es decir, alrededor de unos diez años después del nacimiento de Cristo) la mayoría de los especialistas establecen que el Bautista comenzó a predicar en torno al año 28 ó 29 d. C., basándose en el dato temporal que presenta Lucas referido al decimoquinto año del reinado de Tiberio César. Tampoco se sabe con exactitud cuánto duró el ministerio de Juan el Bautista pero la mayoría de los investigadores se inclinan a pensar que, como mucho, un año y tal vez menos. En Juan 2,20, cuando Jesús ha puri� cado el Templo y habla de reconstruir el santuario en tres días si es destruido (re� riéndose a Él mismo), sus adversarios judíos objetan que se tardó cuarenta y seis años en edi� car el santuario de Jerusalén. El historiador judío-romano, Flavio Josefo, establece dos fechas distintas para el comienzo de esa reedi� cación: 23/22 a. C. ó el 20/19 a. C., con lo que unas obras de cuarenta y seis años nos llevarían, respectivamente, al 24/25 d. C. ó al 27/28 d. C. Teniendo en cuenta lo que se ha dicho del comienzo de la predicación de Juan el Bautista nos lleva a la conclusión probable de que Jesús comenzó su ministerio público en torno al 28 d. C. (año arriba, año abajo). Aunque los evangelios sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas) dan la impresión, al leerlos, que la vida pública de Jesús sólo duró un año al relatar una sola Pascua, en la que Jesús es ejecutado, se considera poco probable que fuese así, por lo que se da más credibilidad a Juan, que cuenta la subida de Jesús a Jerusalén para la celebración de la Pascua hasta en tres ocasiones, la última de las cuales es ejecutado. Por lo tanto podemos establecer que el ministerio de Jesús duró de dos a tres años y medio máximo. Luego si el Maestro comenzó a predicar en torno al 27-29 podemos encuadrar su muerte en torno al 30-33.

21Con este intervalo temporal en la mano vamos a cruzarlo con lo que hemos averiguado anteriormente.

A saber: que Jesús murió un viernes, 14 de Nisán, víspera de la Pascua que ese año cayó en sábado. Estas coordenadas temporales, trasponiéndolas a nuestro calendario actual, dan dos posibles fechas: el viernes, 7 de abril del año 30 o el viernes, 3 de abril del año 33. ¿Cuál de las dos es más probable? En general ha habido tendencia al rechazo del año 33 porque ello supone aumentar considerablemente la edad de Jesús y la duración de su ministerio: al morir, estaría rondando los cuarenta años y habría tenido una actividad pública de casi cuatro años. Si Jesús murió en 30 d. C., su edad sería de treinta y seis años y su ministe-rio habría durado unos dos años o un poco menos. La verdad es que ninguna de las dos fechas entra en contradicción con lo que se sabe a través de la Sábana Santa (varón de una edad máxima en torno a los 37 años). Eso sí, ninguna de las dos fechas corresponde en todo a los datos aportados por los evangelios sobre el nacimiento y el ministerio de Jesús. Pero, como muchos de los datos tienen una � nalidad teológica y son aproximados, esa falta de correspondencia tampoco supone un gran problema para seguir defendien-do esas dos posibles fechas. La verdad es que, en cierto modo, la situación política del año 33 (tras la caída de Sejano, en Roma, protector de Pilato, en octubre del 31 d. C.) explicaría mejor la vulnerabilidad del procurador a las presiones de los miembros del Sanedrín para que condenase a Jesús. Sin embargo, este argumento es demasiado dudoso como para crear una preferencia sobre esta fecha. Por tanto no es posible llegar a una decisión para elegir entre una de las dos fechas.

Para concluir te propongo algo: te invito a que medites. Ten en cuenta que al caer el próximo Viernes Santo, 3 de abril, en una de las posibles fechas en las que Jesús fue cruci� cado, por analogía, toda esa semana coincidirá con los acontecimientos que describen los evangelios en los días exactos en los que tuvieron lugar. Por tanto, cuando llegue el Domingo de Ramos piensa que, mientras ves por las calles a la Cofradía de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén y María Santísima de la Palma, por esas mismas horas estaba el Maestro haciendo lo mismo allá por el 29 de marzo del año 33. Lee ese pasaje antes de ver la procesión y empápate de él. Al despuntar el Jueves Santo no te pierdas a la Hermandad de San Juan Evangelista y cuando contemples al Santísimo Cristo de la Clemencia, a nuestra Señora de la Misericordia y a San Juan Evangelista recuerda que por esas mismas horas sabía Jesús que le quedaba un día de vida y mandó a sus discípulos preparar la cena de Pascua mientras que en María no dejaba de crecer el miedo, la angustia y la tristeza. Cuando llegue la tarde del Jueves Santo te animo a que participes en la celebra-ción, en la Iglesia, donde se conmemora la institución de la Eucaristía porque aproximadamente en esas horas de la tarde Jesús se reunió con sus discípulos, un jueves 2 de abril del año 33, para celebrar la Última Cena, donde pronunció las mismas palabras que todavía hoy resuenan en cada consagración para el pan y el vino y que escucharás en esa celebración, aproximadamente, a las mismas horas en las que Jesús las pronunció. Antes de ir a los o� cios de Jueves Santo lee ese pasaje del evangelio y déjate emocionar. Acude a la Hora Santa en cualquier Iglesia porque en torno a esas horas estaba Jesús librando una terrible batalla interior en el huerto de Getsemaní y lee ese pasaje en el Monumento donde se expone el Santísimo y ponte en su lugar. Cuando veas encerrarse a la imagen de nuestro Padre Jesús amarrado a la columna y a nuestra Señores de los Dolores y Esperanza recuerda que por esas horas estaba siendo condenado a muerte por el Sanedrín, maltratado y humillado. Al levantarte para contemplar a nuestro Padre Jesús Nazareno, recuerda que, quizás, allá por el amanecer de un viernes 3 de abril del año 33, el Maestro estaba siendo conducido al palacio de Pilato para que fuese juzgado. De la misma manera, entre las nueve y once de la mañana (en Israel es una hora más) mira � jamente al Nazareno y llora por dentro porque en esos momentos Jesús cargaba con su cruz camino del Calvario. Te animo a que acudas a la celebración de la Muerte del Señor a las una de la tarde porque precisamente a esas horas estaba Jesús clavado en la cruz y a punto de morir. Participa en esa celebración y no pares de mirar a la Cruz y al Cruci� cado y déjate llevar a aquel primer Viernes Santo, 3 de abril del año 33, para sentirte abrazado por Dios y agradecido. No dejes de contemplar al Santísimo Cristo de la Buena Muerte y a nuestra Señora de los Dolores por las calles de nuestro pueblo porque por esas horas de la tarde estaba Jesús muerto clavado en la cruz y su

22 2015Madre, a los pies de ella, no encontraba consuelo posible. Obsérvalos y no dejes de acompañar a María y apresúrate a ayudar a bajar a Cristo de la cruz. Emociónate y suspira cuando veas salir por la puerta de la Iglesia a nuestra Señora de la Piedad y a la imagen de Cristo depositado en el sepulcro porque, quizás, en esa misma tarde-noche del viernes, 3 de abril del año 33, en el Gólgota, tuvo María en sus brazos a su Hijo muerto en un abrazo eterno y podremos ser como José de Arimatea, Nicodemo, Juan o las mujeres acom-pañando a Jesús en su entierro. Y como culminación no puedes perderte la celebración de la Resurrección de Jesús el sábado, a las once de la noche, porque será como si estuvieses en el sepulcro contemplando el momento más trascendental de la Historia. Estarás conmemorando la Resurrección, posiblemente, en el mismo día en que ocurrió y en torno a las mismas horas. Y eso te permitirá sentir la misma alegría que experimentó María Magdalena cuando el domingo por la mañana veas triunfante a Jesús resucitado por las calles de La Carolina libre de las ataduras de la muerte y susurrándote al oído que tienes abiertas de par en par las puertas de la eternidad.

Este año tienes una oportunidad única de vivir una Semana Santa muy especial. La vivirás en los mismos días en que, posiblemente, tuvieron lugar los acontecimientos que describen los evangelios. No desaproveches esta oportunidad que ocurre en muy pocas ocasiones. Participa en las procesiones pero, sobre todo, en los actos religiosos para que crezcas como cristiano. Te deseo que vivas una Semana que sea, de verdad, Santa.

Que así sea.

Para Marta

FRANCISCO GABRIEL MARTÍNEZ DELGADO

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Besamanos 2014