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DIEZMO ¿DEBEN DIEZMAR OBLIGATORIAMENTE LOS CRISTIANOS? En este estudio trataremos, a la luz de las Escrituras, si el diezmo que hoy se pide en muchas congregaciones corresponde con el que figura en los textos bíblicos, si es una obligación para nosotros y si fue establecido por Dios tal y como se practica o si no tiene nada que ver con lo que dice la Biblia. Hay muchos puntos de vista referentes al diezmo; unos dicen que está vigente todavía, otros dicen que no es obligatorio para nosotros. ¿Quién tiene la razón? El formato del presente estudio es con preguntas y respuestas, pero lo más importante es que cada lector tome su Biblia y compruebe cada pasaje aquí citado comprobando por sí mismo si es verdadero lo que se está señalando en cada uno de los puntos considerados. 1. ¿Qué significa la palabra "diezmo"? La palabra diezmo nace de la palabra hebrea “maaser” o “maasrah”, que significa: una décima parte. En griego, la palabra que designa esta décima parte es apodekatooy, tanto en hebreo como en griego, estos términos significan el pago o dádiva de una décima parte o porción.Otra definición dice que el diezmo (del latín decimus, décimo) es un impuesto del diez por ciento (la décima parte de todas las ganancias) que se debían pagar a un rey, gobernante o líder eclesiástico. 2. ¿Dónde menciona la Biblia por primera vez los diezmos? En Génesis 14:20. Abram dio "los diezmos de todo" a Melquisedec, rey y sacerdote de Salem. Se alude a este suceso en Hebreos 7:1-11 donde Melquisedec es presentado como tipo de Cristo.

El diezmo esta vigente o fue abolido coke

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DIEZMO

¿DEBEN DIEZMAR OBLIGATORIAMENTE LOS CRISTIANOS?

En este estudio trataremos, a la luz de las Escrituras, si el diezmo que hoy se pide en muchas congregaciones corresponde con el que figura en los textos bíblicos, si es una obligación para nosotros y si fue establecido por Dios tal y como se practica o si no tiene nada que ver con lo que dice la Biblia. Hay muchos puntos de vista referentes al diezmo; unos dicen que está vigente todavía, otros dicen que no es obligatorio para nosotros. ¿Quién tiene la razón? El formato del presente estudio es con preguntas y respuestas, pero lo más importante es que cada lector tome su Biblia y compruebe cada pasaje aquí citado comprobando por sí mismo si es verdadero lo que se está señalando en cada uno de los puntos considerados.

1. ¿Qué significa la palabra "diezmo"? La palabra diezmo nace de la palabra hebrea “maaser” o “maasrah”, que significa: una décima parte. En griego, la palabra que designa esta décima parte es “apodekatoo” y, tanto en hebreo como en griego, estos términos significan “el pago o dádiva de una décima parte o porción.” Otra definición dice que el diezmo (del latín decimus, décimo) es un impuesto del diez por ciento (la décima parte de todas las ganancias) que se debían pagar a un rey, gobernante o líder eclesiástico.

2. ¿Dónde menciona la Biblia por primera vez los diezmos? En Génesis 14:20. Abram dio "los diezmos de todo" a Melquisedec, rey y sacerdote de Salem. Se alude a este suceso en Hebreos 7:1-11 donde Melquisedec es presentado como tipo de Cristo.

Gén.14.20. y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus

enemigos en tu mano. Y le dio Abram los

diezmos de todo.

Heb.7.1. Porque este Melquisedec, rey de Salem,

sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir

a Abraham que volvía de la derrota de los

reyes, y le bendijo,

Heb.7.2. a quien asimismo dio Abraham los diezmos de

todo; cuyo nombre significa primeramente Rey

de justicia, y también Rey de Salem, esto es,

Rey de paz;

Heb.7.3. sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni

tiene principio de días, ni fin de vida, sino

hecho semejante al Hijo de Dios, permanece

sacerdote para siempre.

Heb.7.4. Considerad, pues, cuán grande era éste, a

quien aun Abraham el patriarca dio diezmos

del botín.

Heb.7.5. Ciertamente los que de entre los hijos de Leví

reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de

tomar del pueblo los diezmos según la ley, es

decir, de sus hermanos, aunque éstos también

hayan salido de los lomos de Abraham.

Heb.7.6. Pero aquel cuya genealogía no es contada de

entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y

bendijo al que tenía las promesas.

Heb.7.7. Y sin discusión alguna, el menor es bendecido

por el mayor.

Heb.7.8. Y aquí ciertamente reciben los diezmos

hombres mortales; pero allí, uno de quien se da

testimonio de que vive.

Heb.7.9. Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo

también Leví, que recibe los diezmos;

Heb.7.10. porque aún estaba en los lomos de su padre

cuando Melquisedec le salió al encuentro.

Heb.7.11. Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio

levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley),

¿qué necesidad habría aún de que se levantase

otro sacerdote, según el orden de Melquisedec,

y que no fuese llamado según el orden de

Aarón? 3. ¿En qué consistían los diezmos entregados por Abraham a Melquisedec? Eran "del botín" (Hebreos 7:4), es decir, de los bienes materiales rescatados por Abraham cuando derrotó a los reyes del oriente (Génesis 14: 1-20).

Heb.7.4. Considerad, pues, cuán grande era éste, a

quien aun Abraham el patriarca dio diezmos

del botín.

Gén.14.1. Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar,

Arioc rey de Elasar, Quedorlaomer rey de

Elam, y Tidal rey de Goim,

Gén.14.2. que éstos hicieron guerra contra Bera rey de

Sodoma, contra Birsa rey de Gomorra, contra

Sinab rey de Adma, contra Semeber rey de

Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar.

Gén.14.3. Todos éstos se juntaron en el valle de Sidim,

que es el Mar Salado.

Gén.14.4. Doce años habían servido a Quedorlaomer, y

en el decimotercero se rebelaron.

Gén.14.5. Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer,

y los reyes que estaban de su parte, y

derrotaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a

los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-

quiriataim,

Gén.14.6. y a los horeos en el monte de Seir, hasta la

llanura de Parán, que está junto al desierto.

Gén.14.7. Y volvieron y vinieron a En-mispat, que es

Cades, y devastaron todo el país de los

amalecitas, y también al amorreo que habitaba

en Hazezontamar.

Gén.14.8. Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra,

el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de

Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos

batalla en el valle de Sidim;

Gén.14.9. esto es, contra Quedorlaomer rey de Elam,

Tidal rey de Goim, Amrafel rey de Sinar, y

Arioc rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.

Gén.14.10. Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de

asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y

el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los

demás huyeron al monte.

Gén.14.11. Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de

Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.

Gén.14.12. Tomaron también a Lot, hijo del hermano de

Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y

se fueron.

Gén.14.13. Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a

Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de

Mamre el amorreo, hermano de Escol y

hermano de Aner, los cuales eran aliados de

Abram.

Gén.14.14. Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y

armó a sus criados, los nacidos en su casa,

trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.

Gén.14.15. Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y

les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al

norte de Damasco.

Gén.14.16. Y recobró todos los bienes, y también a Lot su

pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás

gente.

Gén.14.17. Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y

de los reyes que con él estaban, salió el rey de

Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el

Valle del Rey.

Gén.14.18. Entonces Melquisedec, rey de Salem y

sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;

Gén.14.19. y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del

Dios Altísimo, creador de los cielos y de la

tierra;

Gén.14.20. y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus

enemigos en tu mano. Y le dio Abram los

diezmos de todo.

4. Antes del tiempo de Moisés, ¿hay otros ejemplos de quienes diezmaban? Sólo Jacob quien hizo voto de apartar el diezmo de todo con tal que el viaje que estaba realizando tuviera un desenlace feliz (Génesis 28:20-22).

Gén.28.20. E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios

conmigo, y me guardare en este viaje en que

voy, y me diere pan para comer y vestido para

vestir,

Gén.28.21. y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová

será mi Dios.

Gén.28.22. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa

de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo

apartaré para ti.

5. ¿Diezmaban todos los patriarcas desde Adán hasta Moisés? No hay ninguna evidencia bíblica de que lo hicieran. Durante la era patriarcal, no había un sacerdocio especial que necesitara sostenimiento tal como el sacerdocio levítico de la era mosaica. Se deduce que no hacía falta que se dieran de continuo los diezmos durante la edad patriarcal. 6. ¿Cuál es la terminología de la ley sobre los diezmos que recibió el pueblo de Israel cuando fue dado el Antiguo Testamento? "Indefectiblemente diezmaras ... cada año" (Deuteronomio 14:22)

Deu.14.22. Indefectiblemente diezmarás todo el producto

del grano que rindiere tu campo cada año.

7. ¿Con que frecuencia tenían que diezmar? "Cada año" (Deuteronomio 14:22). ¡Una sola vez al año! No cada mes, ¡sino una sola vez al año! ¿Coincide esta ley con la práctica de exigir el diezmo “cada mes”?

Deu.14.22. Indefectiblemente diezmarás todo el producto

del grano que rindiere tu campo cada año.

8. ¿De cuáles cosas tenían que diezmar los israelitas? - "De todo el producto del grano" (Deuteronomio 14:22) - "De... vino y de... aceite" (Deuteronomio 14:23) - "De la simiente de la tierra como del fruto de los árboles" (Levítico 27:30) - "De vacas... de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara", es decir, que fueran contados al salir a los pastos (Levítico 27:32)

Deu.14.22. Indefectiblemente diezmarás todo el producto

del grano que rindiere tu campo cada año.

Deu.14.23. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el

lugar que él escogiere para poner allí su

nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de

tu aceite, y las primicias de tus manadas y de

tus ganados, para que aprendas a temer a

Jehová tu Dios todos los días.

Lev.27.30. Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la

tierra como del fruto de los árboles, de Jehová

es; es cosa dedicada a Jehová.

Lev.27.32. Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo

que pasa bajo la vara, el diezmo será

consagrado a Jehová.

9. ¿Diezmaban los israelitas de su dinero? Ningún pasaje del Antiguo Testamento enseña el diezmo del dinero. Según Lucas 18:12, el fariseo que oraba jactándose dijo: "Doy diezmos de todo lo que gano". Quizás impliquen sus palabras que diezmara del dinero. Con todo, claramente las leyes del Antiguo Testamento sobre el diezmo especificaban lo que servía para la alimentación de los sacerdotes levíticos.

Luc.18.12. ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de

todo lo que gano.

10. Si los israelitas querían "rescatar algo del diezmo", o sea, retener una porción del diezmo de los productos del campo o del ganado, ¿qué debían hacer?

Calcular su valor, luego añadir por encima de su precio justo "la quinta parte de dicho

precio" (Levítico 27:31).

Lev.27.31. Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo,

añadirá la quinta parte de su precio por ello.

11. ¿Qué debían hacer los israelitas con los diezmos? "Y comerás delante de... tu Dios en el lugar que él escogiere... el diezmo de tu grano..." (Deuteronomio 14:23). Los primeros dos años comían los israelitas sus diezmos. El tercer año, y de ahí en adelante "cada tres años", entregaban "todo el diezmo... de aquel año" a los levitas (la tribu sacerdotal de Israel), a los extranjeros, al huérfano y a la viuda (Deuteronomio 14:28,29)

Deu.14.23. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el

lugar que él escogiere para poner allí su

nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de

tu aceite, y las primicias de tus manadas y de

tus ganados, para que aprendas a temer a

Jehová tu Dios todos los días.

Deu.14.28. Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo

de tus productos de aquel año, y lo guardarás

en tus ciudades.

Deu.14.29. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni

heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y

la viuda que hubiere en tus poblaciones, y

comerán y serán saciados; para que Jehová tu

Dios te bendiga en toda obra que tus manos

hicieren. 12. ¿Quiere decir que no todos los diezmos fueron dados a los levitas? En Deuteronomio 14:22-29 y 26:12 se enseña que los levitas recibían todos los diezmos sólo del "año tercero". Según Deuteronomio 12:17-18, para los demás años los levitas comían los diezmos juntamente con los que los daban, participando de ellos también los hijos y los siervos de los israelitas. Los líderes religiosos de hoy que piden los diezmos, ¿los piden cada tres años? ó, ¿los piden cada mes? ¿Comparten los diezmos con el extranjero, el huérfano y la viuda como dice la Biblia? ó, ¿los utilizan exclusivamente para su propio beneficio? Es bien sabido que muchos líderes religiosos se enriquecen en base a los muchos diezmos que reciben.

Deu.14.22. Indefectiblemente diezmarás todo el producto

del grano que rindiere tu campo cada año.

Deu.14.23. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el

lugar que él escogiere para poner allí su

nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de

tu aceite, y las primicias de tus manadas y de

tus ganados, para que aprendas a temer a

Jehová tu Dios todos los días.

Deu.14.24. Y si el camino fuere tan largo que no puedas

llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que

Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en

él su nombre, cuando Jehová tu Dios te

bendijere,

Deu.14.25. entonces lo venderás y guardarás el dinero en

tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios

escogiere;

Deu.14.26. y darás el dinero por todo lo que deseas, por

vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por

cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí

delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu

familia.

Deu.14.27. Y no desampararás al levita que habitare en tus

poblaciones; porque no tiene parte ni heredad

contigo.

Deu.14.28. Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo

de tus productos de aquel año, y lo guardarás

en tus ciudades.

Deu.14.29. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni

heredad contigo, y el extranjero, el huérfano y

la viuda que hubiere en tus poblaciones, y

comerán y serán saciados; para que Jehová tu

Dios te bendiga en toda obra que tus manos

hicieren.

Deu.26.12. Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de

tus frutos en el año tercero, el año del diezmo,

darás también al levita, al extranjero, al

huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas,

y se saciarán.

Deu.12.17. Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu

grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias

de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que

prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las

ofrendas elevadas de tus manos;

Deu.12.18. sino que delante de Jehová tu Dios las comerás,

en el lugar que Jehová tu Dios hubiere

escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva,

y el levita que habita en tus poblaciones; te

alegrarás delante de Jehová tu Dios de toda la

obra de tus manos.

13. Dice Números 18:21 que Dios dio "a los hijos de Leví todos los diezmos". ¿Contradice este texto a los dos pasajes de Deuteronomio citados anteriormente? No. Es preciso interpretar Números 18:21 a la luz de Deuteronomio 14:23 y 26:12. Los levitas recibían los diezmos de cada tercer año como heredad.

Núm.18.21. Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos

los diezmos en Israel por heredad, por su

ministerio, por cuanto ellos sirven en el

ministerio del tabernáculo de reunión.

Deu.14.23. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el

lugar que él escogiere para poner allí su

nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de

tu aceite, y las primicias de tus manadas y de

tus ganados, para que aprendas a temer a

Jehová tu Dios todos los días.

Deu.26.12. Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de

tus frutos en el año tercero, el año del diezmo,

darás también al levita, al extranjero, al

huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas,

y se saciarán. 14. ¿Por qué debía comer el israelita sus diezmos de los dos primeros años? "Para que aprendas a temer a Jehová todos los días" (Deuteronomio 14:23)

Deu.14.23. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el

lugar que él escogiere para poner allí su

nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de

tu aceite, y las primicias de tus manadas y de

tus ganados, para que aprendas a temer a

Jehová tu Dios todos los días. 15. ¿Dónde debía comer el israelita sus diezmos? "Delante de Jehová" (Deuteronomio 14:26) y sólo en el lugar que ÉL escogiere (Deuteronomio 14:23). Se deduce que comerlos era un acto sagrado.

Deu.14.26. y darás el dinero por todo lo que deseas, por

vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por

cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí

delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu

familia.

Deu.14.23. Y comerás delante de Jehová tu Dios en el

lugar que él escogiere para poner allí su

nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de

tu aceite, y las primicias de tus manadas y de

tus ganados, para que aprendas a temer a

Jehová tu Dios todos los días. 16. De encontrarse algunos israelitas tan lejos del lugar escogido por Jehová para comer los diezmos que no pudieran llevar la décima parte del grano y del ganado, ¿qué debían hacer? Vender los diezmos, guardar el dinero, llegar al lugar señalado y comprar "cualquier cosa" que desearan comer (Deuteronomio 14:24-26). Es notable que estos israelitas no cumplían con su deber entregándole a los sacerdotes dinero. ¡Debían comprar comestibles, y comérselos ellos mismos! ¿Dónde comen sus diezmos los que hoy por hoy diezman? En primer lugar, no diezman de las cosechas y del ganado sino del dinero. En segundo lugar, no guardan ningunas de estas leyes del Antiguo Testamento referente al uso de los diezmos. Si hay que diezmar hoy día, cabe preguntar: ¿Por qué no hacerlo tal como fue hecho durante la era mosaica con el mismo propósito y de la misma manera?

Deu.14.24. Y si el camino fuere tan largo que no puedas

llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que

Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en

él su nombre, cuando Jehová tu Dios te

bendijere,

Deu.14.25. entonces lo venderás y guardarás el dinero en

tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios

escogiere;

Deu.14.26. y darás el dinero por todo lo que deseas, por

vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por

cualquier cosa que tú deseares; y comerás allí

delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu

familia.

17. ¿Dónde se guardaban los diezmos que fueron apartados cada tres años para el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda? En los ejidos de las ciudades de Israel (Deuteronomio 14:28; Nehemías 12:44). De ahí o fueron repartidos directamente entre los que tenían derecho de recibirlos (Deuteronomio 26:12) o fueron llevados almacenados en las cámaras del templo en Jerusalén (2 Crónicas 31:4-13; Nehemías 12:44; 13:12). Los mayordomos nombrados sobre los almacenes repartían los diezmos entre sus hermanos (2 Crónicas 31:11-13; Nehemías 13:12,13).

Deu.14.28. Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo

de tus productos de aquel año, y lo guardarás

en tus ciudades.

Neh.12.44. En aquel día fueron puestos varones sobre las

cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las

primicias y de los diezmos, para recoger en

ellas, de los ejidos de las ciudades, las

porciones legales para los sacerdotes y levitas;

porque era grande el gozo de Judá con respecto

a los sacerdotes y levitas que servían.

Deu.26.12. Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de

tus frutos en el año tercero, el año del diezmo,

darás también al levita, al extranjero, al

huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas,

y se saciarán.

2Cr.31.4. Mandó también al pueblo que habitaba en

Jerusalén, que diese la porción a los sacerdotes

y levitas, para que ellos se dedicasen a la ley de

Jehová.

2Cr.31.5. Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de

Israel dieron muchas primicias de grano, vino,

aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra:

trajeron asimismo en abundancia los diezmos

de todas las cosas.

2Cr.31.6. También los hijos de Israel y de Judá, que

habitaban en las ciudades de Judá, dieron del

mismo modo los diezmos de las vacas y de las

ovejas; y trajeron los diezmos de lo santificado,

de las cosas que habían prometido a Jehová su

Dios, y los depositaron en montones.

2Cr.31.7. En el mes tercero comenzaron a formar

aquellos montones, y terminaron en el mes

séptimo.

2Cr.31.8. Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y

vieron los montones, bendijeron a Jehová, y a

su pueblo Israel.

2Cr.31.9. Y preguntó Ezequías a los sacerdotes y a los

levitas acerca de esos montones.

2Cr.31.10. Y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de

Sadoc, le contestó: Desde que comenzaron a

traer las ofrendas a la casa de Jehová, hemos

comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado

mucho: porque Jehová ha bendecido su pueblo,

y ha quedado esta abundancia de provisiones.

2Cr.31.11. Entonces mandó Ezequías que preparasen

cámaras en la casa de Jehová; y las

prepararon.

2Cr.31.12. Y en ellas depositaron las primicias y los

diezmos y las cosas consagradas, fielmente; y

dieron cargo de ello al levita Conanías, el

principal, y Simei su hermano fue el segundo.

2Cr.31.13. Y Jehiel, Azazías, Nahat, Asael, Jerimot,

Jozabad, Eliel, Ismaquías, Mahat, y Benaía,

fueron los mayordomos al servicio de Conanías

y de Simei su hermano, por mandamiento del

rey Ezequías y de Azarías, príncipe de la casa

de Dios.

Neh.12.44. En aquel día fueron puestos varones sobre las

cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las

primicias y de los diezmos, para recoger en

ellas, de los ejidos de las ciudades, las

porciones legales para los sacerdotes y levitas;

porque era grande el gozo de Judá con respecto

a los sacerdotes y levitas que servían.

Neh.13.12. Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino

y del aceite, a los almacenes.

2Cr.31.11. Entonces mandó Ezequías que preparasen

cámaras en la casa de Jehová; y las

prepararon.

2Cr.31.12. Y en ellas depositaron las primicias y los

diezmos y las cosas consagradas, fielmente; y

dieron cargo de ello al levita Conanías, el

principal, y Simei su hermano fue el segundo.

2Cr.31.13. Y Jehiel, Azazías, Nahat, Asael, Jerimot,

Jozabad, Eliel, Ismaquías, Mahat, y Benaía,

fueron los mayordomos al servicio de Conanías

y de Simei su hermano, por mandamiento del

rey Ezequías y de Azarías, príncipe de la casa

de Dios.

Neh.13.12. Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino

y del aceite, a los almacenes.

Neh.13.13. Y puse por mayordomos de ellos al sacerdote

Selemías y al escriba Sadoc, y de los levitas a

Pedaías; y al servicio de ellos a Hanán hijo de

Zacur, hijo de Matanías; porque eran tenidos

por fieles, y ellos tenían que repartir a sus

hermanos.

18. ¿Qué quiere decir "alfolí" en Malaquías 3:10 donde exhorta Dios: traed todos los diezmos al alfolí"? El "alfolí" era un granero o almacén donde los judíos guardaban los diezmos.

Desde luego, hacía falta un almacén para guardar el diezmo de los productos del campo y del ganado, ¡pero no para dinero! El "alfolí" moderno, ¿qué es? Pues las cosas cambian o las cambian a su gusto los religiosos. Hoy el "alfolí" ¡es el bolsillo del pastor o la cuenta de la iglesia!

Mal.3.10. Traed todos los diezmos al alfolí y haya

alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,

dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las

ventanas de los cielos, y derramaré sobre

vosotros bendición hasta que sobreabunde.

19. ¿Por qué nombro Dios a los levitas como recipientes de los diezmos de cada tres años? Porque Dios mismo había seleccionado a la tribu de Leví para que se dedicaran los varones cualificados al servicio del tabernáculo (Números 18:1-4). "Por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión" (Números 18:21), no recibieron heredad (o sea, una porción de la tierra prometida) en los demás israelitas. Los diezmos eran efectivamente su heredad (Números 18:20-24). Y los que hoy día piden diezmos, ¿pertenecen a la tribu de Leví? Si no, ¿con qué derecho piden los diezmos?

Núm.18.1. Jehová dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa

de tu padre contigo, llevaréis el pecado del

santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis el

pecado de vuestro sacerdocio.

Núm.18.2. Y a tus hermanos también, la tribu de Leví, la

tribu de tu padre, haz que se acerquen a ti y se

junten contigo, y te servirán; y tú y tus hijos

contigo serviréis delante del tabernáculo del

testimonio.

Núm.18.3. Y guardarán lo que tú ordenes, y el cargo de

todo el tabernáculo; mas no se acercarán a los

utensilios santos ni al altar, para que no

mueran ellos y vosotros.

Núm.18.4. Se juntarán, pues, contigo, y tendrán el cargo

del tabernáculo de reunión en todo el servicio

del tabernáculo; ningún extraño se ha de

acercar a vosotros.

Núm.18.21. Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos

los diezmos en Israel por heredad, por su

ministerio, por cuanto ellos sirven en el

ministerio del tabernáculo de reunión.

Núm.18.20. Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no

tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte.

Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los

hijos de Israel.

Núm.18.21. Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos

los diezmos en Israel por heredad, por su

ministerio, por cuanto ellos sirven en el

ministerio del tabernáculo de reunión.

Núm.18.22. Y no se acercarán más los hijos de Israel al

tabernáculo de reunión, para que no lleven

pecado por el cual mueran.

Núm.18.23. Mas los levitas harán el servicio del

tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su

iniquidad; estatuto perpetuo para vuestros

descendientes; y no poseerán heredad entre los

hijos de Israel.

Núm.18.24. Porque a los levitas he dado por heredad los

diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a

Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho:

Entre los hijos de Israel no poseerán heredad.

20. Además de los diezmos de cada tres años, ¿contaban los levitas con algo mas? Con "la ofrenda de las cosas santas"; - "Todo presente"; - "Toda expiación"; La "ofrenda elevada"; - Las "ofrendas mecidas"; - Las primicias "de todas las cosas de la tierra"; -"Lo consagrado por voto"; y los primogénitos de todos los animales con la excepción de los que tenían que ser redimidos (Números: 18:8,19) Y los que en la actualidad dicen a todo pulmón que hay que diezmar, ¿por qué no piden también las expiaciones, las ofrendas elevadas, las ofrendas mecidas, etcétera. Si tienen derecho de vivir de los diezmos, también tendrán derecho de las otras fuentes de sostén que autorizo Dios para los levitas. Si "la ofrenda elevada", "las ofrendas mecidas", etc. fueron abolidas, ¡también fueron abolidos los diezmos!

Núm.18.8. Dijo más Jehová a Aarón: He aquí yo te he

dado también el cuidado de mis ofrendas; todas

las cosas consagradas de los hijos de Israel te

he dado por razón de la unción, y a tus hijos,

por estatuto perpetuo.

Núm.18.19. Todas las ofrendas elevadas de las cosas

santas, que los hijos de Israel ofrecieren a

Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y

para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo;

pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para

ti y para tu descendencia contigo.

21. ¿Debían diezmar los levitas? Si, tenían que hacerlo. "Presentareis el diezmo de los diezmos", les dijo Dios (Núm. 18:26-32)

Núm.18.26. Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando

toméis de los hijos de Israel los diezmos que os

he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros

presentaréis de ellos en ofrenda mecida a

Jehová el diezmo de los diezmos.

Núm.18.27. Y se os contará vuestra ofrenda como grano de

la era, y como producto del lagar.

Núm.18.28. Así ofreceréis también vosotros ofrenda a

Jehová de todos vuestros diezmos que recibáis

de los hijos de Israel; y daréis de ellos la

ofrenda de Jehová al sacerdote Aarón.

Núm.18.29. De todos vuestros dones ofreceréis toda ofrenda

a Jehová; de todo lo mejor de ellos ofreceréis la

porción que ha de ser consagrada.

Núm.18.30. Y les dirás: Cuando ofreciereis lo mejor de

ellos, será contado a los levitas como producto

de la era, y como producto del lagar.

Núm.18.31. Y lo comeréis en cualquier lugar, vosotros y

vuestras familias; pues es vuestra

remuneración por vuestro ministerio en el

tabernáculo de reunión.

Núm.18.32. Y no llevaréis pecado por ello, cuando

hubiereis ofrecido la mejor parte de él; y no

contaminaréis las cosas santas de los hijos de

Israel, y no moriréis.

22. En Malaquías 3:10 Dios dice: "Traed todos los diezmos al alfolí". ¿Es correcto exhortarle a la iglesia a diezmar usando dicho texto como prueba? Definitivamente no. Malaquías 3:10 pertenece al Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento ha sido abrogado (Hebreos 7:18-19), quitado de en medio y clavado en la cruz (Colosenses 2:14-16). Los diezmos de Malaquías 3:10 tenían que ser de los productos del campo y del ganando. Obsérvese la frase en el pasaje: "Y haya alimento en mi casa". ¡Alimento, dinero no! El "alfolí" era un almacén; la "casa" era el templo en Jerusalén.

Mal.3.10. Traed todos los diezmos al alfolí y haya

alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,

dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las

ventanas de los cielos, y derramaré sobre

vosotros bendición hasta que sobreabunde.

Heb.7.18. Queda, pues, abrogado el mandamiento

anterior a causa de su debilidad e ineficacia

Heb.7.19. (pues nada perfeccionó la ley), y de la

introducción de una mejor esperanza, por la

cual nos acercamos a Dios.

Col.2.14. anulando el acta de los decretos que había

contra nosotros, que nos era contraria,

quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

Col.2.15. y despojando a los principados y a las

potestades, los exhibió públicamente,

triunfando sobre ellos en la cruz.

Col.2.16. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en

bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva

o días de reposo, 23. Según Mateo 23:23, Cristo, al decir "sin dejar de hacer aquello", respaldó la práctica de diezmar, en efecto mandando a los judíos de su tiempo a diezmar. ¿Debemos, por lo tanto, diezmar también porque el mismo Señor enseño el diezmo? La respuesta es que no, por la sencilla razón de que Cristo vivió y murió bajo el Antiguo Testamento (Gálatas 4:4), no entrando en vigor el Nuevo Testamento hasta diez días después de la ascensión (Hechos 1 y 2; Hebreos 9:14-17). Es de esperarse que el Señor enseñara la ley del diezmo, ya que el vino a cumplir toda la ley antigua. Una vez cumplida, fue quitada, efectuando Dios mismo el "cambio de ley" correspondiente (Hebreos 7:12) y entrando en vigor el Nuevo testamento establecido sobre mejores promesas" (Hebreos 8:8-13). Se encuentran en este Nuevo Pacto las leyes de fe y practica para la iglesia, no en el Antiguo.

Mat.23.23. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!

porque diezmáis la menta y el eneldo y el

comino, y dejáis lo más importante de la ley: la

justicia, la misericordia y la fe. Esto era

necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

Gál.4.4. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo,

Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido

bajo la ley,

Hec.1.1. En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca

de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y

a enseñar,

Hec.1.2. hasta el día en que fue recibido arriba, después

de haber dado mandamientos por el Espíritu

Santo a los apóstoles que había escogido;

Hec.1.3. a quienes también, después de haber padecido,

se presentó vivo con muchas pruebas

indubitables, apareciéndoseles durante

cuarenta días y hablándoles acerca del reino de

Dios.

Hec.1.4. Y estando juntos, les mandó que no se fueran

de Jerusalén, sino que esperasen la promesa

del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.

Hec.1.5. Porque Juan ciertamente bautizó con agua,

mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu

Santo dentro de no muchos días.

Hec.1.6. Entonces los que se habían reunido le

preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el

reino a Israel en este tiempo?

Hec.1.7. Y les dijo: No os toca a vosotros saber los

tiempos o las sazones, que el Padre puso en su

sola potestad;

Hec.1.8. pero recibiréis poder, cuando haya venido

sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis

testigos en Jerusalén, en toda Judea, en

Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Hec.1.9. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos,

fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó

de sus ojos.

Hec.1.10. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo,

entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron

junto a ellos dos varones con vestiduras

blancas,

Hec.1.11. los cuales también les dijeron: Varones

galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este

mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al

cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.

Hec.1.12. Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte

que se llama del Olivar, el cual está cerca de

Jerusalén, camino de un día de reposo.

Hec.1.13. Y entrados, subieron al aposento alto, donde

moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés,

Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo

de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de

Jacobo.

Hec.1.14. Todos éstos perseveraban unánimes en oración

y ruego, con las mujeres, y con María la madre

de Jesús, y con sus hermanos.

Hec.1.15. En aquellos días Pedro se levantó en medio de

los hermanos (y los reunidos eran como ciento

veinte en número), y dijo:

Hec.1.16. Varones hermanos, era necesario que se

cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo

habló antes por boca de David acerca de Judas,

que fue guía de los que prendieron a Jesús,

Hec.1.17. y era contado con nosotros, y tenía parte en

este ministerio.

Hec.1.18. Este, pues, con el salario de su iniquidad

adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se

reventó por la mitad, y todas sus entrañas se

derramaron.

Hec.1.19. Y fue notorio a todos los habitantes de

Jerusalén, de tal manera que aquel campo se

llama en su propia lengua, Acéldama, que

quiere decir, Campo de sangre.

Hec.1.20. Porque está escrito en el libro de los Salmos:

Sea hecha desierta su habitación, Y no haya

quien more en ella; y: Tome otro su oficio.

Hec.1.21. Es necesario, pues, que de estos hombres que

han estado juntos con nosotros todo el tiempo

que el Señor Jesús entraba y salía entre

nosotros,

Hec.1.22. comenzando desde el bautismo de Juan hasta el

día en que de entre nosotros fue recibido

arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de

su resurrección.

Hec.1.23. Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás,

que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.

Hec.1.24. Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los

corazones de todos, muestra cuál de estos dos

has escogido,

Hec.1.25. para que tome la parte de este ministerio y

apostolado, de que cayó Judas por

transgresión, para irse a su propio lugar.

Hec.1.26. Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre

Matías; y fue contado con los once apóstoles.

Hec.2.1. Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban

todos unánimes juntos.

Hec.2.2. Y de repente vino del cielo un estruendo como

de un viento recio que soplaba, el cual llenó

toda la casa donde estaban sentados;

Hec.2.3. y se les aparecieron lenguas repartidas, como

de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.

Hec.2.4. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y

comenzaron a hablar en otras lenguas, según

el Espíritu les daba que hablasen.

Hec.2.5. Moraban entonces en Jerusalén judíos,

varones piadosos, de todas las naciones bajo el

cielo.

Hec.2.6. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y

estaban confusos, porque cada uno les oía

hablar en su propia lengua.

Hec.2.7. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo:

Mirad, ¿no son galileos todos estos que

hablan?

Hec.2.8. ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada

uno en nuestra lengua en la que hemos

nacido?

Hec.2.9. Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en

Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el

Ponto y en Asia,

Hec.2.10. en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las

regiones de Africa más allá de Cirene, y

romanos aquí residentes, tanto judíos como

prosélitos,

Hec.2.11. cretenses y árabes, les oímos hablar en

nuestras lenguas las maravillas de Dios.

Hec.2.12. Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose

unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?

Hec.2.13. Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de

mosto.

Hec.2.14. Entonces Pedro, poniéndose en pie con los

once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones

judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén,

esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

Hec.2.15. Porque éstos no están ebrios, como vosotros

suponéis, puesto que es la hora tercera del día.

Hec.2.16. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:

Hec.2.17. Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré

de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros

hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros

jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos

soñarán sueños;

Hec.2.18. Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas

en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y

profetizarán.

Hec.2.19. Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales

abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de

humo;

Hec.2.20. El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en

sangre, Antes que venga el día del Señor,

Grande y manifiesto;

Hec.2.21. Y todo aquel que invocare el nombre del Señor,

será salvo.

Hec.2.22. Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús

nazareno, varón aprobado por Dios entre

vosotros con las maravillas, prodigios y señales

que Dios hizo entre vosotros por medio de él,

como vosotros mismos sabéis;

Hec.2.23. a éste, entregado por el determinado consejo y

anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y

matasteis por manos de inicuos, crucificándole;

Hec.2.24. al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la

muerte, por cuanto era imposible que fuese

retenido por ella.

Hec.2.25. Porque David dice de él: Veía al Señor siempre

delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré

conmovido.

Hec.2.26. Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi

lengua, Y aun mi carne descansará en

esperanza;

Hec.2.27. Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni

permitirás que tu Santo vea corrupción.

Hec.2.28. Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me

llenarás de gozo con tu presencia.

Hec.2.29. Varones hermanos, se os puede decir

libremente del patriarca David, que murió y fue

sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta

el día de hoy.

Hec.2.30. Pero siendo profeta, y sabiendo que con

juramento Dios le había jurado que de su

descendencia, en cuanto a la carne, levantaría

al Cristo para que se sentase en su trono,

Hec.2.31. viéndolo antes, habló de la resurrección de

Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades,

ni su carne vio corrupción.

Hec.2.32. A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos

nosotros somos testigos.

Hec.2.33. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y

habiendo recibido del Padre la promesa del

Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros

veis y oís.

Hec.2.34. Porque David no subió a los cielos; pero él

mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate

a mi diestra,

Hec.2.35. Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de

tus pies.

Hec.2.36. Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de

Israel, que a este Jesús a quien vosotros

crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

Hec.2.37. Al oír esto, se compungieron de corazón, y

dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones

hermanos, ¿qué haremos?

Hec.2.38. Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada

uno de vosotros en el nombre de Jesucristo

para perdón de los pecados; y recibiréis el don

del Espíritu Santo.

Hec.2.39. Porque para vosotros es la promesa, y para

vuestros hijos, y para todos los que están lejos;

para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

Hec.2.40. Y con otras muchas palabras testificaba y les

exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta

perversa generación.

Hec.2.41. Así que, los que recibieron su palabra fueron

bautizados; y se añadieron aquel día como tres

mil personas.

Hec.2.42. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles,

en la comunión unos con otros, en el

partimiento del pan y en las oraciones.

Hec.2.43. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas

maravillas y señales eran hechas por los

apóstoles.

Hec.2.44. Todos los que habían creído estaban juntos, y

tenían en común todas las cosas;

Hec.2.45. y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo

repartían a todos según la necesidad de cada

uno.

Hec.2.46. Y perseverando unánimes cada día en el

templo, y partiendo el pan en las casas, comían

juntos con alegría y sencillez de corazón,

Hec.2.47. alabando a Dios, y teniendo favor con todo el

pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia

los que habían de ser salvos.

Heb.9.14. ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual

mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí

mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras

conciencias de obras muertas para que sirváis

al Dios vivo?

Heb.9.15. Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto

[o, testamento], para que interviniendo muerte

para la remisión de las transgresiones que

había bajo el primer pacto, los llamados

reciban la promesa de la herencia eterna.

Heb.9.16. Porque donde hay testamento [o, pacto], es

necesario que intervenga muerte del testador.

Heb.9.17. Porque el testamento con la muerte se

confirma; pues no es válido entre tanto que el

testador vive.

Heb.7.12. Porque cambiado el sacerdocio, necesario es

que haya también cambio de ley;

Heb.8.8. Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen

días, dice el Señor, En que estableceré con la

casa de Israel y la casa de Judá un nuevo

pacto;

Heb.8.9. No como el pacto que hice con sus padres El

día que los tomé de la mano para sacarlos de la

tierra de Egipto; Porque ellos no

permanecieron en mi pacto, Y yo me desentendí

de ellos, dice el Señor.

Heb.8.10. Por lo cual, este es el pacto que haré con la

casa de Israel Después de aquellos días, dice el

Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y

sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos

por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo;

Heb.8.11. Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno

a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;

Porque todos me conocerán, Desde el menor

hasta el mayor de ellos.

Heb.8.12. Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca

más me acordaré de sus pecados y de sus

iniquidades.

Heb.8.13. Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al

primero; y lo que se da por viejo y se envejece,

está próximo a desaparecer.

24. ¿Se nombran los diezmos en el Nuevo Testamento después de que dicho pacto entrara en vigor? Sólo en Hebreos 7:1-14. El propósito de este texto no es enseñar a la iglesia a diezmar sino probar que el sacerdocio de Melquisedec es superior al sacerdocio levítico.

Heb.7.1. Porque este Melquisedec, rey de Salem,

sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir

a Abraham que volvía de la derrota de los

reyes, y le bendijo,

Heb.7.2. a quien asimismo dio Abraham los diezmos de

todo; cuyo nombre significa primeramente Rey

de justicia, y también Rey de Salem, esto es,

Rey de paz;

Heb.7.3. sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni

tiene principio de días, ni fin de vida, sino

hecho semejante al Hijo de Dios, permanece

sacerdote para siempre.

Heb.7.4. Considerad, pues, cuán grande era éste, a

quien aun Abraham el patriarca dio diezmos

del botín.

Heb.7.5. Ciertamente los que de entre los hijos de Leví

reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de

tomar del pueblo los diezmos según la ley, es

decir, de sus hermanos, aunque éstos también

hayan salido de los lomos de Abraham.

Heb.7.6. Pero aquel cuya genealogía no es contada de

entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y

bendijo al que tenía las promesas.

Heb.7.7. Y sin discusión alguna, el menor es bendecido

por el mayor.

Heb.7.8. Y aquí ciertamente reciben los diezmos

hombres mortales; pero allí, uno de quien se da

testimonio de que vive.

Heb.7.9. Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo

también Leví, que recibe los diezmos;

Heb.7.10. porque aún estaba en los lomos de su padre

cuando Melquisedec le salió al encuentro.

Heb.7.11. Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio

levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley),

¿qué necesidad habría aún de que se levantase

otro sacerdote, según el orden de Melquisedec,

y que no fuese llamado según el orden de

Aarón?

Heb.7.12. Porque cambiado el sacerdocio, necesario es

que haya también cambio de ley;

Heb.7.13. y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu,

de la cual nadie sirvió al altar.

Heb.7.14. Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de

la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés

tocante al sacerdocio. 25. Hebreos 7:8 dice: "Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales". ¿Quiere decir que en la iglesia del primer siglo hubo hermanos que recibían los diezmos? No. Es verdad que el verbo "reciben" indica tiempo presente. ¡Por qué se expresó así el autor de Hebreos? Porque cuando escribió el libro, el templo judío todavía existía en Jerusalén y los levitas seguían recibiendo los diezmos del pueblo, pues la gran mayoría de los judíos, inclusive los levitas, no habían aceptado a Cristo como el Mesías ni creían que el Antiguo Testamento hubiera llegado a su fin.

Heb.7.8. Y aquí ciertamente reciben los diezmos

hombres mortales; pero allí, uno de quien se da

testimonio de que vive. 26. Melquisedec era tipo de Cristo y Abraham es el padre de todos los que andamos por fe. Si Abraham dio diezmos a Melquisedec, ¿no nos enseña esto que nosotros que somos hijos de Abraham debemos dar a Cristo, el antitipo de Melquisedec, los diezmos? El Espíritu Santo no nos presenta este argumento a favor de los diezmos en la iglesia.

Dado el contexto, bien pudiera haber desarrollado tal argumento en Hebreos 7, pero no lo hizo. Ahora bien, Abraham es padre de la fe (Gálatas 3:7) para los que obedecemos los preceptos del Nuevo Testamento, pero no por eso nos vemos obligados a edificar altares y sacrificar animales porque él lo hiciera, ¡ni a diezmar porque el diezmó!

Heb.7.1. Porque este Melquisedec, rey de Salem,

sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir

a Abraham que volvía de la derrota de los

reyes, y le bendijo,

Heb.7.2. a quien asimismo dio Abraham los diezmos de

todo; cuyo nombre significa primeramente Rey

de justicia, y también Rey de Salem, esto es,

Rey de paz;

Heb.7.3. sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni

tiene principio de días, ni fin de vida, sino

hecho semejante al Hijo de Dios, permanece

sacerdote para siempre.

Heb.7.4. Considerad, pues, cuán grande era éste, a

quien aun Abraham el patriarca dio diezmos

del botín.

Heb.7.5. Ciertamente los que de entre los hijos de Leví

reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de

tomar del pueblo los diezmos según la ley, es

decir, de sus hermanos, aunque éstos también

hayan salido de los lomos de Abraham.

Heb.7.6. Pero aquel cuya genealogía no es contada de

entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y

bendijo al que tenía las promesas.

Heb.7.7. Y sin discusión alguna, el menor es bendecido

por el mayor.

Heb.7.8. Y aquí ciertamente reciben los diezmos

hombres mortales; pero allí, uno de quien se da

testimonio de que vive.

Heb.7.9. Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo

también Leví, que recibe los diezmos;

Heb.7.10. porque aún estaba en los lomos de su padre

cuando Melquisedec le salió al encuentro.

Heb.7.11. Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio

levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley),

¿qué necesidad habría aún de que se levantase

otro sacerdote, según el orden de Melquisedec,

y que no fuese llamado según el orden de

Aarón?

Heb.7.12. Porque cambiado el sacerdocio, necesario es

que haya también cambio de ley;

Heb.7.13. y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu,

de la cual nadie sirvió al altar.

Heb.7.14. Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de

la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés

tocante al sacerdocio.

Heb.7.15. Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de

Melquisedec se levanta un sacerdote distinto,

Heb.7.16. no constituido conforme a la ley del

mandamiento acerca de la descendencia, sino

según el poder de una vida indestructible.

Heb.7.17. Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote

para siempre, Según el orden de Melquisedec.

Heb.7.18. Queda, pues, abrogado el mandamiento

anterior a causa de su debilidad e ineficacia

Heb.7.19. (pues nada perfeccionó la ley), y de la

introducción de una mejor esperanza, por la

cual nos acercamos a Dios.

Heb.7.20. Y esto no fue hecho sin juramento;

Heb.7.21. porque los otros ciertamente sin juramento

fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el

juramento del que le dijo: Juró el Señor, y no

se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre,

Según el orden de Melquisedec.

Heb.7.22. Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor

pacto.

Heb.7.23. Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos,

debido a que por la muerte no podían

continuar;

Heb.7.24. mas éste, por cuanto permanece para siempre,

tiene un sacerdocio inmutable;

Heb.7.25. por lo cual puede también salvar

perpetuamente a los que por él se acercan a

Dios, viviendo siempre para interceder por

ellos.

Heb.7.26. Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo,

inocente, sin mancha, apartado de los

pecadores, y hecho más sublime que los cielos;

Heb.7.27. que no tiene necesidad cada día, como aquellos

sumos sacerdotes, de ofrecer primero

sacrificios por sus propios pecados, y luego por

los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para

siempre, ofreciéndose a sí mismo.

Heb.7.28. Porque la ley constituye sumos sacerdotes a

débiles hombres; pero la palabra del

juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho

perfecto para siempre.

Gál.3.7. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos

son hijos de Abraham.

27. ¿Diezmaban los miembros de la iglesia primitiva? No. No recibieron mandamiento alguno que los obligara a diezmar. En el Nuevo

Testamento, ¡no hay ni siquiera un solo ejemplo de algún hermano o iglesia que diezmara! ¡Ni uno! ¿Adónde habrían llevado los diezmos? ¡La iglesia no tenía almacenes! (alfolí). ¡La iglesia ya libre del Antiguo Testamento, no tenía que sostener al sacerdocio levítico! Cristo no estableció en su iglesia un sacerdocio especial que los miembros tuvieran que sostener mediante diezmos sino hizo a todos los miembros "reyes y sacerdotes" (1 Pedro 2:4-10; Apocalipsis 1:6).

1Pe.2.4. Acercándoos a él, piedra viva, desechada

ciertamente por los hombres, mas para Dios

escogida y preciosa,

1Pe.2.5. vosotros también, como piedras vivas, sed

edificados como casa espiritual y sacerdocio

santo, para ofrecer sacrificios espirituales

aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

1Pe.2.6. Por lo cual también contiene la Escritura: He

aquí, pongo en Sion la principal piedra del

ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en

él, no será avergonzado.

1Pe.2.7. Para vosotros, pues, los que creéis, él es

precioso; pero para los que no creen, La piedra

que los edificadores desecharon, Ha venido a

ser la cabeza del ángulo;

1Pe.2.8. y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer,

porque tropiezan en la palabra, siendo

desobedientes; a lo cual fueron también

destinados.

1Pe.2.9. Mas vosotros sois linaje escogido, real

sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por

Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel

que os llamó de las tinieblas a su luz

admirable;

1Pe.2.10. vosotros que en otro tiempo no erais pueblo,

pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro

tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero

ahora habéis alcanzado misericordia.

Apo.1.6. y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su

Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos

de los siglos. Amén. 28. ¿No había sacerdotes en la iglesia primitiva? Sacerdote tal como los de Leví no los había. Tenga presente el hecho de que el sacerdocio fue cambiado (Hebreos 7:12). Bajo el Nuevo Testamento, Cristo es el sumo sacerdote (Hebreos 4:14-16) y todo miembro fiel de la iglesia es constituido sacerdote "para ofrecer sacrificios espirituales" (1 Pedro 2:4-10). Sacerdotes que sacrificaban, intercedían y celebraban culto por los creyentes no los había en la iglesia establecida por Cristo, ¡ni los hay en la actualidad en la verdadera iglesia del señor!

Heb.7.12. Porque cambiado el sacerdocio, necesario es

que haya también cambio de ley;

Heb.4.14. Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote

que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios,

retengamos nuestra profesión.

Heb.4.15. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no

pueda compadecerse de nuestras debilidades,

sino uno que fue tentado en todo según nuestra

semejanza, pero sin pecado.

Heb.4.16. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono

de la gracia, para alcanzar misericordia y

hallar gracia para el oportuno socorro.

1Pe.2.4. Acercándoos a él, piedra viva, desechada

ciertamente por los hombres, mas para Dios

escogida y preciosa,

1Pe.2.5. vosotros también, como piedras vivas, sed

edificados como casa espiritual y sacerdocio

santo, para ofrecer sacrificios espirituales

aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

1Pe.2.6. Por lo cual también contiene la Escritura: He

aquí, pongo en Sion la principal piedra del

ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en

él, no será avergonzado.

1Pe.2.7. Para vosotros, pues, los que creéis, él es

precioso; pero para los que no creen, La piedra

que los edificadores desecharon, Ha venido a

ser la cabeza del ángulo;

1Pe.2.8. y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer,

porque tropiezan en la palabra, siendo

desobedientes; a lo cual fueron también

destinados.

1Pe.2.9. Mas vosotros sois linaje escogido, real

sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por

Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel

que os llamó de las tinieblas a su luz

admirable;

1Pe.2.10. vosotros que en otro tiempo no erais pueblo,

pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro

tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero

ahora habéis alcanzado misericordia.

29. Entonces, ¿qué clase de líderes había en la iglesia? Además de los apóstoles, había ministros o evangelistas (2 Corintios 3:6) y en cada congregación local ancianos, o sea obispos y diáconos (Filipenses 1:1; Hechos 14:23)

2Co.3.6. el cual asimismo nos hizo ministros

competentes de un nuevo pacto, no de la letra,

sino del espíritu; porque la letra mata, mas el

espíritu vivifica.

Fil.1.1. Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos

los santos en Cristo Jesús que están en Filipos,

con los obispos y diáconos:

Hec.14.23. Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y

habiendo orado con ayunos, los encomendaron

al Señor en quien habían creído.

30. En 1 Corintios 9:9, Pablo cita "la ley de Moisés" donde está escrito: "No pondrás bozal al buey que trilla". ¿Implica su argumento que la ley de Moisés aún está en vigor y que los cristianos debemos apartar el diezmo para sostener a los evangelistas y a los obispos? De ninguna manera. Citar la ley de Moisés no quiere decir que dicha ley aún este vigente. Lo único que significa es que la parte citada apoya la enseñanza que se quiere presentar sin contradecir doctrina alguna del Nuevo Testamento. El mandamiento no "No pondrás bozal al buey que trilla" (Deuteronomio 25:4) nada tuvo que ver con los diezmos. ¡Los bueyes no se comían los diezmos! ¡Ni tampoco viven de los diezmos de los obreros de la iglesia!

1Co.9.9. Porque en la ley de Moisés está escrito: No

pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios

cuidado de los bueyes,

Deu.25.4. No pondrás bozal al buey cuando trillare.

31. En 1 Corintios 9:13 escribe Pablo: "Los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo". ¿No es esta una referencia a los diezmos? Es posible que sí. Quizás se trate de los sacerdotes levíticos que comían de los diezmos traídos al templo judío en Jerusalén. Es preciso tener presente el hecho de que el templo judío aún existía en Jerusalén cuando fue escrito 1de Corintios y que los levitas seguían oficiando en él. Estos levitas no aceptaron a Cristo como el Mesías vivían en parte de los diezmos. Su ejemplo es uno de entre varios traídos por Pablo para probar que los ministros de la iglesia igual tienen derecho a recibir sostén. Otros ejemplos es 1 Corintios 9:7. Referirse al ejemplo de los levitas no significa ni por implicación que la iglesia debe apartar el diezmo para sostener a los obreros espirituales del Reino de Dios.

1Co.9.13. ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas

sagradas, comen del templo, y que los que

sirven al altar, del altar participan?

1Co.9.7. ¿Quién fue jamás soldado a sus propias

expensas? ¿Quién planta viña y no come de su

fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma

de la leche del rebaño?

32. Si los diezmos fueron abolidos cuando fue clavado el Antiguo testamento en la cruz, ¿cómo se sostienen bíblicamente los ministros del Nuevo Pacto? Mediante las ofrendas voluntarias apartadas cada domingo por los cristianos. La regla del Nuevo Testamento es: "Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado" (1Corintios 16:2) "Cada primer día" (Todos los domingos. No los sábados ni los demás días, sino los domingos). "cada uno"... (Todos y cada uno, no unos pocos) ... "ponga aparte algo" (NO el diezmo, sino algo. Compárese 2 Corintios 8:1-12; 9:7,8). Los fondos así recaudados pueden ser usados para socorrer a los necesitados (Romanos 15:26) y para suplir las necesidades de los ministros del reino (Filipenses 4:10-20) Además, los cristianos estaban en el deber de brindarle hospedaje a los ministros de la Palabra, cooperando con ellos y encaminándolos para que continuaran sus viajes evangelísticos (3 Juan 5-8; Hechos 6:14-15; 18:1-3,7). Así debe proceder la iglesia en la actualidad. Cuando Cristo envió a los doce y luego a los setenta, no los instruyó a cobrar diezmos sino a quedarse en los hogares de los justos y a comer lo que les pusieran delante (Mateo 10:5-15; Lucas 10:1-12).

1Co.16.2. Cada primer día de la semana cada uno de

vosotros ponga aparte algo, según haya

prosperado, guardándolo, para que cuando yo

llegue no se recojan entonces ofrendas.

2Co.8.1. Asimismo, hermanos, os hacemos saber la

gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de

Macedonia;

2Co.8.2. que en grande prueba de tribulación, la

abundancia de su gozo y su profunda pobreza

abundaron en riquezas de su generosidad.

2Co.8.3. Pues doy testimonio de que con agrado han

dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de

sus fuerzas,

2Co.8.4. pidiéndonos con muchos ruegos que les

concediésemos el privilegio de participar en

este servicio para los santos.

2Co.8.5. Y no como lo esperábamos, sino que a sí

mismos se dieron primeramente al Señor, y

luego a nosotros por la voluntad de Dios;

2Co.8.6. de manera que exhortamos a Tito para que tal

como comenzó antes, asimismo acabe también

entre vosotros esta obra de gracia.

2Co.8.7. Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en

palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en

vuestro amor para con nosotros, abundad

también en esta gracia.

2Co.8.8. No hablo como quien manda, sino para poner a

prueba, por medio de la diligencia de otros,

también la sinceridad del amor vuestro.

2Co.8.9. Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor

Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo

pobre, siendo rico, para que vosotros con su

pobreza fueseis enriquecidos.

2Co.8.10. Y en esto doy mi consejo; porque esto os

conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no

sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde

el año pasado.

2Co.8.11. Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo,

para que como estuvisteis prontos a querer, así

también lo estéis en cumplir conforme a lo que

tengáis.

2Co.8.12. Porque si primero hay la voluntad dispuesta,

será acepta según lo que uno tiene, no según lo

que no tiene.

2Co.9.7. Cada uno dé como propuso en su corazón: no

con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama

al dador alegre.

2Co.9.8. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en

vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo

siempre en todas las cosas todo lo suficiente,

abundéis para toda buena obra;

Rom.15.26. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien

hacer una ofrenda para los pobres que hay

entre los santos que están en Jerusalén.

Fil.4.10. En gran manera me gocé en el Señor de que ya

al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de

lo cual también estabais solícitos, pero os

faltaba la oportunidad.

Fil.4.11. No lo digo porque tenga escasez, pues he

aprendido a contentarme, cualquiera que sea

mi situación.

Fil.4.12. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia;

en todo y por todo estoy enseñado, así para

estar saciado como para tener hambre, así para

tener abundancia como para padecer

necesidad.

Fil.4.13. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Fil.4.14. Sin embargo, bien hicisteis en participar

conmigo en mi tribulación.

Fil.4.15. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al

principio de la predicación del evangelio,

cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia

participó conmigo en razón de dar y recibir,

sino vosotros solos;

Fil.4.16. pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra

vez para mis necesidades.

Fil.4.17. No es que busque dádivas, sino que busco fruto

que abunde en vuestra cuenta.

Fil.4.18. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia;

estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo

que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto,

agradable a Dios.

Fil.4.19. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta

conforme a sus riquezas en gloria en Cristo

Jesús.

Fil.4.20. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los

siglos de los siglos. Amén.

3Ju.1.5. Amado, fielmente te conduces cuando prestas

algún servicio a los hermanos, especialmente a

los desconocidos,

3Ju.1.6. los cuales han dado ante la iglesia testimonio

de tu amor; y harás bien en encaminarlos como

es digno de su servicio a Dios, para que

continúen su viaje.

3Ju.1.7. Porque ellos salieron por amor del nombre de

El, sin aceptar nada de los gentiles.

3Ju.1.8. Nosotros, pues, debemos acoger a tales

personas, para que cooperemos con la verdad.

Hec.6.14. pues le hemos oído decir que ese Jesús de

Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las

costumbres que nos dio Moisés.

Hec.6.15. Entonces todos los que estaban sentados en el

concilio, al fijar los ojos en él, vieron su rostro

como el rostro de un ángel.

Hec.18.1. Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y

fue a Corinto.

Hec.18.2. Y halló a un judío llamado Aquila, natural del

Ponto, recién venido de Italia con Priscila su

mujer, por cuanto Claudio había mandado que

todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos,

Hec.18.3. y como era del mismo oficio, se quedó con

ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos

era hacer tiendas.

Hec.18.7. Y saliendo de allí, se fue a la casa de uno

llamado Justo, temeroso de Dios, la cual estaba

junto a la sinagoga.

Mat.10.5. A estos doce envió Jesús, y les dio

instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles

no vayáis, y en ciudad de samaritanos no

entréis,

Mat.10.6. sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de

Israel.

Mat.10.7. Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los

cielos se ha acercado.

Mat.10.8. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad

muertos, echad fuera demonios; de gracia

recibisteis, dad de gracia.

Mat.10.9. No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en

vuestros cintos;

Mat.10.10. ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas,

ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es

digno de su alimento.

Mat.10.11. Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis,

informaos quién en ella sea digno, y posad allí

hasta que salgáis.

Mat.10.12. Y al entrar en la casa, saludadla.

Mat.10.13. Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá

sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se

volverá a vosotros.

Mat.10.14. Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras

palabras, salid de aquella casa o ciudad, y

sacudid el polvo de vuestros pies.

Mat.10.15. De cierto os digo que en el día del juicio, será

más tolerable el castigo para la tierra de

Sodoma y de Gomorra, que para aquella

ciudad.

Luc.10.1. Después de estas cosas, designó el Señor

también a otros setenta, a quienes envió de dos

en dos delante de él a toda ciudad y lugar

adonde él había de ir.

Luc.10.2. Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas

los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de

la mies que envíe obreros a su mies.

Luc.10.3. Id; he aquí yo os envío como corderos en medio

de lobos.

Luc.10.4. No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a

nadie saludéis por el camino.

Luc.10.5. En cualquier casa donde entréis, primeramente

decid: Paz sea a esta casa.

Luc.10.6. Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz

reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros.

Luc.10.7. Y posad en aquella misma casa, comiendo y

bebiendo lo que os den; porque el obrero es

digno de su salario. No os paséis de casa en

casa.

Luc.10.8. En cualquier ciudad donde entréis, y os

reciban, comed lo que os pongan delante;

Luc.10.9. y sanad a los enfermos que en ella haya, y

decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de

Dios.

Luc.10.10. Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os

reciban, saliendo por sus calles, decid:

Luc.10.11. Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha

pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra

vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios

se ha acercado a vosotros.

Luc.10.12. Y os digo que en aquel día será más tolerable el

castigo para Sodoma, que para aquella ciudad.

33. ¿En qué consistían las ofrendas dadas cada domingo por los miembros de la iglesia primitiva? Los factores circunstanciales indican que consistían principalmente de dinero. La iglesia no contaba con un alfolí (granero) central. No es concebible que Pablo y los pocos obreros que andaban con él en la misión de llevar las ofrendas de Macedonia y Acaya a Judea cargaran muchos víveres, ganado, etcétera. Obviamente, las ofrendas que llevaban eran de dinero (2 Corintios 8 y 9). Las dádivas enviadas por los Filipenses a Pablo por un solo hombre (Epafrodito) eran, sin duda, de dinero (Filipenses 2:25-30; 4:10-20). En cambio, los diezmos dados por Israel eran de granos, aceite, ganado, etc....

2Co.8.1. Asimismo, hermanos, os hacemos saber la

gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de

Macedonia;

2Co.8.2. que en grande prueba de tribulación, la

abundancia de su gozo y su profunda pobreza

abundaron en riquezas de su generosidad.

2Co.8.3. Pues doy testimonio de que con agrado han

dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de

sus fuerzas,

2Co.8.4. pidiéndonos con muchos ruegos que les

concediésemos el privilegio de participar en

este servicio para los santos.

2Co.8.5. Y no como lo esperábamos, sino que a sí

mismos se dieron primeramente al Señor, y

luego a nosotros por la voluntad de Dios;

2Co.8.6. de manera que exhortamos a Tito para que tal

como comenzó antes, asimismo acabe también

entre vosotros esta obra de gracia.

2Co.8.7. Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en

palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en

vuestro amor para con nosotros, abundad

también en esta gracia.

2Co.8.8. No hablo como quien manda, sino para poner a

prueba, por medio de la diligencia de otros,

también la sinceridad del amor vuestro.

2Co.8.9. Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor

Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo

pobre, siendo rico, para que vosotros con su

pobreza fueseis enriquecidos.

2Co.8.10. Y en esto doy mi consejo; porque esto os

conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no

sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde

el año pasado.

2Co.8.11. Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo,

para que como estuvisteis prontos a querer, así

también lo estéis en cumplir conforme a lo que

tengáis.

2Co.8.12. Porque si primero hay la voluntad dispuesta,

será acepta según lo que uno tiene, no según lo

que no tiene.

2Co.8.13. Porque no digo esto para que haya para otros

holgura, y para vosotros estrechez,

2Co.8.14. sino para que en este tiempo, con igualdad, la

abundancia vuestra supla la escasez de ellos,

para que también la abundancia de ellos supla

la necesidad vuestra, para que haya igualdad,

2Co.8.15. como está escrito: El que recogió mucho, no

tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.

2Co.8.16. Pero gracias a Dios que puso en el corazón de

Tito la misma solicitud por vosotros.

2Co.8.17. Pues a la verdad recibió la exhortación; pero

estando también muy solícito, por su propia

voluntad partió para ir a vosotros.

2Co.8.18. Y enviamos juntamente con él al hermano cuya

alabanza en el evangelio se oye por todas las

iglesias;

2Co.8.19. y no sólo esto, sino que también fue designado

por las iglesias como compañero de nuestra

peregrinación para llevar este donativo, que es

administrado por nosotros para gloria del

Señor mismo, y para demostrar vuestra buena

voluntad;

2Co.8.20. evitando que nadie nos censure en cuanto a

esta ofrenda abundante que administramos,

2Co.8.21. procurando hacer las cosas honradamente, no

sólo delante del Señor sino también delante de

los hombres.

2Co.8.22. Enviamos también con ellos a nuestro

hermano, cuya diligencia hemos comprobado

repetidas veces en muchas cosas, y ahora

mucho más diligente por la mucha confianza

que tiene en vosotros.

2Co.8.23. En cuanto a Tito, es mi compañero y

colaborador para con vosotros; y en cuanto a

nuestros hermanos, son mensajeros de las

iglesias, y gloria de Cristo.

2Co.8.24. Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias

la prueba de vuestro amor, y de nuestro

gloriarnos respecto de vosotros.

2Co.9.1. Cuanto a la ministración para los santos, es por

demás que yo os escriba;

2Co.9.2. pues conozco vuestra buena voluntad, de la

cual yo me glorío entre los de Macedonia, que

Acaya está preparada desde el año pasado; y

vuestro celo ha estimulado a la mayoría.

2Co.9.3. Pero he enviado a los hermanos, para que

nuestro gloriarnos de vosotros no sea vano en

esta parte; para que como lo he dicho, estéis

preparados;

2Co.9.4. no sea que si vinieren conmigo algunos

macedonios, y os hallaren desprevenidos, nos

avergoncemos nosotros, por no decir vosotros,

de esta nuestra confianza.

2Co.9.5. Por tanto, tuve por necesario exhortar a los

hermanos que fuesen primero a vosotros y

preparasen primero vuestra generosidad antes

prometida, para que esté lista como de

generosidad, y no como de exigencia nuestra.

2Co.9.6. Pero esto digo: El que siembra escasamente,

también segará escasamente; y el que siembra

generosamente, generosamente también

segará.

2Co.9.7. Cada uno dé como propuso en su corazón: no

con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama

al dador alegre.

2Co.9.8. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en

vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo

siempre en todas las cosas todo lo suficiente,

abundéis para toda buena obra;

2Co.9.9. como está escrito: Repartió, dio a los pobres;

Su justicia permanece para siempre.

2Co.9.10. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que

come, proveerá y multiplicará vuestra

sementera, y aumentará los frutos de vuestra

justicia,

2Co.9.11. para que estéis enriquecidos en todo para toda

liberalidad, la cual produce por medio de

nosotros acción de gracias a Dios.

2Co.9.12. Porque la ministración de este servicio no

solamente suple lo que a los santos falta, sino

que también abunda en muchas acciones de

gracias a Dios;

2Co.9.13. pues por la experiencia de esta ministración

glorifican a Dios por la obediencia que

profesáis al evangelio de Cristo, y por la

liberalidad de vuestra contribución para ellos y

para todos;

2Co.9.14. asimismo en la oración de ellos por vosotros, a

quienes aman a causa de la superabundante

gracia de Dios en vosotros.

2Co.9.15. ¡Gracias a Dios por su don inefable!

Fil.2.25. Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito,

mi hermano y colaborador y compañero de

milicia, vuestro mensajero, y ministrador de

mis necesidades;

Fil.2.26. porque él tenía gran deseo de veros a todos

vosotros, y gravemente se angustió porque

habíais oído que había enfermado.

Fil.2.27. Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de

morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no

solamente de él, sino también de mí, para que

yo no tuviese tristeza sobre tristeza.

Fil.2.28. Así que le envío con mayor solicitud, para que

al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con

menos tristeza.

Fil.2.29. Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y

tened en estima a los que son como él;

Fil.2.30. porque por la obra de Cristo estuvo próximo a

la muerte, exponiendo su vida para suplir lo

que faltaba en vuestro servicio por mí.

Fil.4.10. En gran manera me gocé en el Señor de que ya

al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de

lo cual también estabais solícitos, pero os

faltaba la oportunidad.

Fil.4.11. No lo digo porque tenga escasez, pues he

aprendido a contentarme, cualquiera que sea

mi situación.

Fil.4.12. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia;

en todo y por todo estoy enseñado, así para

estar saciado como para tener hambre, así para

tener abundancia como para padecer

necesidad.

Fil.4.13. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Fil.4.14. Sin embargo, bien hicisteis en participar

conmigo en mi tribulación.

Fil.4.15. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al

principio de la predicación del evangelio,

cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia

participó conmigo en razón de dar y recibir,

sino vosotros solos;

Fil.4.16. pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra

vez para mis necesidades.

Fil.4.17. No es que busque dádivas, sino que busco fruto

que abunde en vuestra cuenta.

Fil.4.18. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia;

estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo

que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto,

agradable a Dios.

Fil.4.19. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta

conforme a sus riquezas en gloria en Cristo

Jesús.

Fil.4.20. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los

siglos de los siglos. Amén.

34. ¿Puede el cristiano robar a Dios? Desde luego que sí. ¿Lo hace si no diezma? No. No tiene que diezmar. Lo haría si no diera generosamente según hubiera prosperado. 35. Si los diezmos han sido abolidos y vivimos bajo el Nuevo testamento, ¿por qué tantos pastores, evangelistas y obispos enseñan que el pueblo de Dios de hoy

debe diezmar? O desconocen las verdades presentadas en este estudio o con avaricia hacen mercadería de los creyentes (2 Pedro 2:1-3). Los que alegan haber recibido revelaciones y sueños según los cuales deben los cristianos diezmar obviamente son guiados por "un poder engañoso" (2 Tesalonicenses 2:11-12), ya que el verdadero Espíritu Santo enseña las reglas del Nuevo Testamento.

2Pe.2.1. Pero hubo también falsos profetas entre el

pueblo, como habrá entre vosotros falsos

maestros, que introducirán encubiertamente

herejías destructoras, y aun negarán al Señor

que los rescató, atrayendo sobre sí mismos

destrucción repentina.

2Pe.2.2. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa

de los cuales el camino de la verdad será

blasfemado,

2Pe.2.3. y por avaricia harán mercadería de vosotros

con palabras fingidas. Sobre los tales ya de

largo tiempo la condenación no se tarda, y su

perdición no se duerme.

2Te.2.11. Por esto Dios les envía un poder engañoso,

para que crean la mentira,

2Te.2.12. a fin de que sean condenados todos los que no

creyeron a la verdad, sino que se complacieron

en la injusticia.

El Señor Jesús dijo: ”y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”

(Juan 8:32)