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Cirugía Laser de las vías aerodigestivasManuel Bernal S.

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CIRUGÍA CON LÁSER CO2en la vía aerodigestiva superior

Ponencia oficial de la Sociedad Española

de Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial

en su LV Congreso Nacional

Obra patrocinada por:

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Título original: “Cirugía con láser CO2 en la vía aerodigestiva superior”

Editores:Manuel Bernal SprekelsenJosé Luis BlanchIsabel VilasecaWolfgang SteinerPetra Ambrosch

©Copyright, 2004: Manuel Bernal Sprekelsen, José Luis Blanch, IsabelVilaseca, Wolfgang Steiner, Petra Ambrosch

©Copyright, 2004: E.U.R.O.M.E.D.I.C.E. Ediciones Médicas, S.L.Avda. dels Vents 9-13, Esc. B, 2º 1ª, Edificio Blurbis - 08917 Badalona E-mail: [email protected]

Director de arte: Enric CiuranaDiseño y maquetación: Beatriz García y Meritxell ParladéRevisión de estilo: Mayte Sierra

Edición patrocinada por Almirall

Depósito legal: B-38027-2004ISBN: 84-931353-7-2Comunicado como soporte válido

Revisión actualizada: septiembre 2004

Reservados todos los derechos de la edición. Prohibida la reproducción totalo parcial de este material, fotografías y tablas de los contenidos, ya sea mecá-nicamente, por fotocopia o cualquier otro sistema de reproducción, sin auto-rización expresa del propietario del copyright

Los autores no se hacen responsables de la utilización inadecuada delas indicaciones expresadas en la obra o de la realización de las técni-cas propuestas, sin el debido entrenamiento y conocimiento de laanatomía. Asimismo, recomiendan que, en caso de utilizar lostratamientos médicos sugeridos, se comprueben antes las indicaciones,contraindicaciones, efectos secundarios y las características particularesde cada patología y de cada paciente.

Los autores

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1

Es un gran honor para nosotros, al tiempo que una responsabilidad, presentar la ponencia oficial del55 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial, yhacerlo sobre un tema de tanta actualidad dentro de nuestra especialidad como es el del “Láser CO2en el tratamiento de los tumores de la vía aerodigestiva superior”. Creemos que se trata de una apor-tación necesaria por el interés creciente que se está viviendo en este campo y por el cambio concep-tual tan grande que supone en el manejo de determinados pacientes oncológicos. Por todo ello, nopodemos más que agradecer a la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial y a todos sus miembros la confianza que depositaron en nosotros al darnos la posibilidad dedesarrollar esta Ponencia.

El tratamiento de los tumores faringolaríngeos ha vivido una época de constantes cambios, marcadaespecialmente por la posibilidad de preservación de órgano en muchos pacientes. Cuando uno analizala progresión de nuestra especialidad desde el punto de vista quirúrgico, se percata de que casi todos losavances se hallan ligados al desarrollo tecnológico de la Medicina y la cirugía transoral con láser de CO2es un claro ejemplo de ello. Así, el desarrollo de esta Ponencia nunca hubiese sido posible sin la aporta-ción de Jako y Strong, pioneros en introducir a principios de la década de 1970 el láser de CO2 en lamicrocirugía de la laringe. Sin embargo, es el nombre de Wolfang Steiner el que quedará permanente-mente ligado a la cirugía transoral con láser carbónico, especialmente cuando nos referimos al tratamien-to de los carcinomas de cabeza y cuello.

El camino seguido por Steiner y sus colaboradores no fue fácil, porque los cambios en Medicina nuncalo son. Aunque el concepto de resección transoral no era nuevo, la idea de cirugía endoscópica del cán-cer nunca fue aceptada de forma general. La presencia del láser, las innovaciones técnicas que han per-mitido reducir el “spot” del láser, así como la mejora en la calidad de los microscopios quirúrgicos,aumentó la atracción por este campo y fue determinante en su desarrollo. Sin embargo, el concepto másdifícil de superar fue, y sigue siendo, el de cortar a través de tejido tumoral, lo que clásicamente supo-nía una violación de los principios básicos oncológicos. Ha sido el entusiasmo de Wolfang Steiner y elarduo trabajo realizado en los últimos 20 años lo que nos permite disponer hoy en día de un nuevométodo de tratamiento quirúrgico desarrollado para tratar determinados tumores de la vía aérea supe-rior, con unos resultados oncológicos y funcionales excelentes.

PrólogoM. Bernal, J.L. Blanch, I. Vilaseca

prologo 26/10/04 11:51 Página 1

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Con los años, el tratamiento de lesiones benignas y malignas de la vía aérea superior por vía transoralcon láser carbónico bajo control microscópico ha ido ampliando sus indicaciones y aumentando su acep-tación. Si bien en un primer momento se vio el trabajo de Steiner con gran criticismo, a día de hoy cadavez más otorrinolaringólogos de amplio prestigio internacional lo consideran una magistral aplicación dela tecnología láser en la consecución de cirugía de preservación laríngea e incorporan sus técnicas a lapráctica asistencial. Además, los excelentes resultados oncológicos iniciales encajan perfectamente enconceptos tales como cirugía mínimamente invasiva, cirugía sin ingreso, calidad de vida o coste-efectividad,que tanto se imponen en la Medicina actual. Todo ello no hace más que acrecentar el interés por las téc-nicas de resección tumoral por vía transoral con láser carbónico. Sin embargo, no se debe olvidar queestamos tan sólo en el principio del desarrollo de una técnica, donde los resultados preliminares sonmuy esperanzadores, pero con una experiencia todavía limitada, que debería ser reproducida en otroscentros para ver reconocida definitivamente su validez. Por lo tanto, queda mucho trabajo por hacery camino por recorrer en este campo, especialmente a la hora de establecer las indicaciones y las limi-taciones de la técnica.

Con este trabajo hemos querido enfatizar en el concepto de la cirugía transoral con láser, profundizan-do en sus requerimientos y detalles técnicos, así como en la amplia posibilidad de indicaciones dentrode la patología benigna y maligna de la vía aerodigestiva superior. Esta Ponencia supone también la posi-bilidad de presentar y difundir por primera vez y de manera detallada los resultados preliminaresobtenidos fruto de la experiencia acumulada en la última década con el láser de CO2 en varios centrosde nuestro país, con especial énfasis en el tratamiento de tumores de la vía aerodigestiva superior. Parasu consecución, hemos contado con la colaboración impagable de Wolfang Steiner y Petra Ambrosch, ycon el trabajo riguroso de muchos autores nacionales que han desarrollado los diferentes capítulos quedan entidad a esta obra.

Esperamos que el trabajo realizado pueda ser de un amplio interés para todos los miembros de nues-tra sociedad y que cumpla las expectativas de todos aquellos que apoyaron desde un principio nues-tra propuesta. Finalmente, no nos queda más que agradecer sinceramente a todos los autores y cola-boradores de esta Ponencia el esfuerzo y mimo con que han tratado los distintos temas, así como alaboratorios Almirall, especialmente a Francisco Ferrer y a Anna Tasias, sin cuyo patrocinio difícilmen-te esta obra hubiera podido ver la luz.

prologo 26/10/04 11:51 Página 2

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3

Alba, JR. Médico adjunto del Servicio de ORL. Hospital General Universitario. Valencia.

Algaba Guimerá, Jesús. Jefe de Servicio. Hospital Donostia. Profesor Titular de ORL de la Facultad de Medicina

del País Vasco. San Sebastián.

Alòs, Llúcia. Servicio de Anatomía Patológica. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Altuna Mariezcurrena, Xabier. Médico residente del Servicio ORL. Hospital Donostia. San Sebastián.

Ambrosch, Petra. Jefe de Servicio y catedrática de ORL. Clínica Universitaria de Schleswig-Holstein.

Campus Kiel. Alemania.

Amilibia, Emilio. Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Mutua de Terrassa.

Ayuso Colella, Mª Ángeles. Consultora del Servicio de Anestesiología. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Bagan, JV. Catedrático de Patología Médica Oral. Facultad de Medicina y Odontología.

Jefe del Servicio de Estomatología. Hospital General Universitario. Valencia.

Ballesteros Alonso, Ferran. Residente de ORL. Servicio de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Bartual Magro, Juan. Cátedra de Otorrinolaringología de la UCA y Servicio de ORL del Hospital

Universitario de Puerto Real. Cádiz.

Bartual Pastor, Juan. Catedrático de Otorrinolaringología de la UCA y Jefe de Servicio de ORL

del Hospital Universitario de Puerto Real. Cádiz.

Basterra Alegría, Jorge. Catedrático de Otorrinolaringología. Facultad de Medicina y Odontología. Jefe del Servicio

de ORL. Hospital General Universitario. Valencia.

Bernal Sprekelsen, Manuel. Jefe de Servicio y Consultor de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Blanch, José Luis. Jefe de Sección de Oncología-ORL y Consultor de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Caballero Borrego, Miguel. Médico Adjunto. Servicio de ORL. Hospital Clínic. Barcelona.

Cardelús Vidal, Sara. Residente ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Cardesín Revilla, Alda. Médico residente. Servicio de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Casellas Casanovas, Sandra. Residente ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Cortés Lambea, Luis. Jefe del Servicio de Anatomía Patológica. Hospital de Móstoles. Madrid.

Cuchi Broquetas, Asunción. Prof. Titular de ORL de la UB. Consultora Sénior de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

de Dios, Elena. Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Mutua de Terrassa. Barcelona.

Estéfano, Joaquín. FEA ORL. Hospital Nª Sra. de Aránzazu. San Sebastián.

Fernández-Planas, Ana-María. Doctora en Lingüística. Responsable Técnica Superior del Laboratorio de Fonética.

Universidad de Barcelona.

Índice de autores

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Fierek, Oliver. Médico especialista de ORL. Clínica Universitaria de ORL. Göttingen.

Galera Ruiz, Hugo. Facultativo Especialista de Área de ORL. Servicio de Otorrinolaringología.

Profesor Asociado de ORL. Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla.

Goiburu Mínguez, Miren. Médico especialista de área. Hospital Donostia. San Sebastián.

Gómez Ángel, Diego. Catedrático de ORL. Universidad de Sevilla. Hospital Universitario Virgen del Rocio. Sevilla.

Gómez Suárez, Javier. Médico residente Servicio ORL. Hospital Donostia. San Sebastián.

González, Xavier. Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Mutua de Terrassa. Barcelona.

Guilemany Toste, José Mª. Residente de ORL. Servicio de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Hernández Hernández, M. FEA de Bacteriología. Hospital Universitario de Puerto Real. Cádiz.

Hommerich, Christian Peter. Prof. Titular de ORL y Jefe de Sección de ORL. Universidad de Göttingen.

Huerta Zumel, Paula. Médico especialista ORL. Servicio de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Jaume Banzá, Gabriel. Servicio de ORL. Hospital Universitario Son Dureta. Palma de Mallorca.

Jover Esplá, Ana. Servicio ORL. Hospital General Universitario de Alicante. Departamento de Patología y Cirugía.

Universidad Miguel Hernández.

Kron, Martina. Médico Epidemiólogo, Ph.D. Departamento de Biometría y Documentación Clínica.

Universidad de Ulm. Alemania.

Lao, Xavier. Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Mutua de Terrassa. Barcelona.

Larrosa Díaz, Francesc. Especialista ORL. Clínica Teknon y Clínica Quirón. Barcelona.

León, Xavier. Servicio ORL. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Universidad Autónoma. Barcelona.

Lorenzo, Francisco. Médico adjunto de ORL. Hospital Universitario Son Dureta. Palma de Mallorca.

Luis Alfaro, Mª Mercedes. Servicio de Anestesiología. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Luqui Albisua, Íñigo. Médico residente Servicio ORL. Hospital Donostia. San Sebastián.

Maíz, Javier. Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Mutua de Terrassa. Barcelona.

Martin, Alexios. Médico adjunto de ORL. Clínica Universitaria de Göttingen. Alemania.

Martínez Morán, Alejandro. Médico Adjunto de ORL. CHU Juan Canalejo. La Coruña.

Martínez Vidal, José. Prof. Titular de ORL de la Universidad de la Coruña. Jefe de Servicio de ORL.

CHU Juan Canalejo. La Coruña.

Menéndez-Colino, Luis Miguel. Especialista ORL. Servicio de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Molina Martínez, Cristina. Residente ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Montserrat Canal, Josep Maria. Consultor Sénior. Servicio de Neumología. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Moragas, Lluís Miguel. Adjunto de ORL. Servicio de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Morelló Castro, Antonio. Prof. Titular de ORL. Médico Adjunto de ORL. Hospital Clínico y Universitario de

Barcelona.

Moreno García, Mª Isabel. FEA de Anatomía Patológica. Hospital Universitario de Puerto Real. Cádiz.

Murillo, J. Médica adjunta del Servicio de Estomatología. Hospital General Universitario. Valencia.

Novoa Juiz, Vania. Residente de ORL. Médico Adjunto de ORL. CHU Juan Canalejo. La Coruña.

Ortega del Álamo, Primitivo. Jefe del Servicio Otorrinolaringología. Hospital de Móstoles. Madrid.

Ortega Fernández, Consuelo. Residente 2º año ORL. Hospital de Móstoles. Madrid.

Orús, César. Servei ORL. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Universidad Autónoma. Barcelona.

Parente Arias, Pablo. Médico Adjunto de ORL. CHU Juan Canalejo. La Coruña.

Pascual Delso, María Jesús. F. Especialista ORL. Servicio de ORL. Hospital de Móstoles. Madrid.

Peiró Marqués, Francisca María. Servicio Anatomía Patológica. Hospital General Universitario de Alicante.

Prades Morera, Eduard. Residente de ORL. Servicio de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Quer Agustí, Miquel. Jefe de Servicio de ORL y Prof. Titular de ORL. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.

Universidad Autónoma. Barcelona.

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Ramos Guillén, Cristina. FEA de Anatomía Patológica. Hospital Universitario de Puerto Real. Cádiz.

Rebollo Otal, Juan. Cátedra de Otorrinolaringología de la UCA y Servicio de ORL del Hospital Universitario

de Puerto Real. Cádiz.

Rey García, Miguel. F. Especialista ORL. Hospital de Móstoles. Madrid.

Rodríguez Iglesias, Manuel. Prof. Titular de Microbiología e Higiene. Facultad de Medicina de Cádiz.

Roquette Gaona, Jorge. Catedrático de Otorrinolaringología de la UCA y Servicio de ORL del Hospital Universitario

de Puerto Real. Cádiz.

Ruiz Clemente, Jaime. Médico Interno Residente de 4º año. Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Universitario

Virgen Macarena. Sevilla.

Sabater Mata, Francisco. Médico Adjunto de ORL. Servicio de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Salazar Rückauer, María Eugenia. Médico especialista de cupo. Hospital Donostia. San Sebastián.

Sancho, Manuela. Servicio ORL. Hospital General Universitario de Alicante. Departamento de Patología y Cirugía.

Universidad “Miguel Hernández”.

Sanz Gonzalo, Juan José. Médico Adjunto de ORL. Hospital General de Catalunya. St. Cugat, Barcelona.

Sarría Echegaray, Pedro. Médico Adjunto de ORL. Hospital Universitario Son Dureta. Palma de Mallorca.

Shah, Udayan K. Otorrinolaringología Pediátrica. Children’s Hospital of Philadelphia. University of Pennsylvania

School of Medicine. Filadelfia. EE.UU.

Sierra, Erika. Servicio de Epidemiología y Estadística. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Sierra Galera, Guillermo. Cátedra de Otorrinolaringología de la UCA y Servicio de ORL del Hospital Universitario de

Puerto Real. Cádiz.

Steiner, Wolfgang. Jefe de Servicio y Catedrático de ORL. Hospital Clínico Universitario de Göttingen. Alemania.

Sudhoff, Holger. Prof. Titular y Jefe de Sección de ORL. Hospital Universitario Sta. Elisabeth. Bochum. Alemania.

Talavera, José. Jefe de Servicio de ORL. Hospital General Universitario de Alicante. Departamento

de Patología y Cirugía. Universidad Miguel Hernández.

Til Pérez, Guillermo. Médico adjunto de ORL. Hospital Universitario Son Dureta. Palma de Mallorca.

Tomás Barberán, Manuel. Jefe de Servicio de ORL. Servicio de ORL. Hospital Universitario Son Dureta.

Palma de Mallorca.

Traserra Coderch, José. Médico Adjunto de ORL. Servicio de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Venegas, Pradi. Servicio ORL. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Universidad Autónoma. Barcelona.

Vilaseca González, Isabel. Especialista Senior. Servicio de ORL. Hospital Clínico Universitario. Barcelona.

Vogt, Petra. Médico Especialista de ORL. Clínica de ORL. Klinikum Nordstadt. Hannover. Alemania.

Zulueta Lizaur, Agustín. Médico Adjunto. Servicio ORL. Hospital Donostia. San Sebastián.

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PRÓLOGO 1

ÍNDICE DE AUTORES 3

I. GENERALIDADES1. Historia sobre el uso del láser carbónico. 112. Propiedades físicas del láser carbónico. 17 3. Sistemas láser. 254. Instrumental quirúrgico. 295. Anestesia en cirugía con láser CO2. 37

II. TRATAMIENTO CON LÁSER DE PROCESOSBENIGNOS DE LA VÍA AÉREA SUPERIOR6. Estenosis laríngeas y laringotraqueales.

Estado actual de su tratamiento con láser carbónico. 57 7. Papilomatosis laríngea. Estado actual del tratamiento con láser carbónico. 998. Láser y roncopatía crónica. 1279. Cirugía de los divertículos de hipofaringe; divertículos de Zenker. 13910. Amigdalectomía subtotal con láser CO2 en el SAOS infantil. 143

III. TRATAMIENTO CON LÁSER DE NEOPLASIAS DE CABEZA Y CUELLO11. TNM de laringe. 15112. Clasificación de las cordectomías láser. 15513. Documentación del paciente oncológico. Base de datos e iconografía. 159

Índice de capítulos

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14. Definiciones y conceptos de la microcirugía láser para la resecciónde tumores malignos de la vía aerodigestiva superior. 167

15. La exposición, clave de la resección tumoral; técnicas y trucos. 17516. Biopsias laríngeas procedentes de cirugía láser

y estudio intraoperatorio de las mismas. Problemas y soluciones. 18317. Microcirugía transoral láser en el cáncer de laringe.

Importancia del margen quirúrgico como factor pronóstico. 18518. Vaciamiento cervical selectivo en el tratamiento

de carcinomas escamosos del tracto aerodigestivo. 191

IV. RESULTADOS EN EL TRATAMIENTO DE TUMORESDE LA VÍA AERODIGESTIVA SUPERIORA. CAVIDAD ORAL, OROFARINGE, BASE DE LENGUA e HIPOFARINGE19. Cirugía láser en lesiones premalignas y malignas en la cavidad oral y orofaringe. 19920. Microcirugía láser para carcinomas de cavidad oral, orofaringe

y lengua, y otras alternativas terapéuticas. 203 21. Resección peroral láser de tumores de hipofaringe. 207 22. Tratamiento del carcinoma de hipofaringe mediante láser de CO2.

Experiencia en el Hospital Clínico de Barcelona. 21723. Microcirugía láser transoral en el cáncer de hipofaringe. 22524. Microcirugía láser transoral para el carcinoma

escamoso de la base de lengua. 233

B. GLOTIS25. Tratamiento vía microlaringoscópica con láser CO2

de lesiones malignas iniciales de cuerda vocal. 243 26. Nuestra experiencia en el tratamiento mediante microcirugía de laringe

asistida con láser CO2 del cáncer glótico en estadios Tis y T1. 25527. Recidivas y persistencias tumorales en la cirugía glótica con láser CO2. 27328. Cáncer de comisura anterior: tratamiento con láser CO2. 28529. Tratamiento con láser CO2 del cáncer de laringe:

cuerda vocal versus comisura anterior laríngea. 29930. Microcirugía láser CO2 en el cáncer avanzado de cuerda vocal. 30731. Resultados preliminares de la microcirugía transoral láser

en tumores glóticos avanzados (T2 de gran volumen y T3). 31732. Microcirugía láser de los carcinomas avanzados de glotis. 323

C. SUPRAGLOTIS33. Resultados del tratamiento del carcinoma de supraglotis

localmente precoz (T1-T2) mediante láser de CO2. 32934. Cirugía microscópica láser del carcinoma supraglótico. 33735. Resultados de la microcirugía láser en tumores supraglóticos avanzados. 345

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V. MANEJO POSTOPERATORIO, COMPLICACIONES,REHABILITACIÓN Y TRATAMIENTOS COMPLEMENTARIOS36. Manejo postoperatorio del paciente oncológico tratado con láser. 35537. Disfagia y aspiración tras cirugía láser. 35938. La aspiración después de cirugía láser para la extirpación de tumores

malignos de la vía aerodigestiva superior: factores predictivos. 36539. La voz tras la cirugía láser en el carcinoma glótico. 375 40. Complicaciones de la cirugía transoral con láser CO2 en el tratamiento

de los tumores faringo-laríngeos. 39141. Complicaciones de la cirugía parcial laríngea por vía externa. 399 42. Complicaciones de la cirugía endoscópica con láser CO2. 40943. Láser en la repesca de tumores recidivados postradioterapia. 42544. Microcirugía láser CO2 y preservación de órgano. 435

ÍNDICE POR PALABRAS Y TEMAS 443

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I. GENERALIDADES

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

La historia de la utilización del láser de CO2 en lostumores de la vía aerodigestiva superior es relativa-mente corta y reciente. Sus principales protagonistasson, por un lado, quienes desarrollaron los fundamen-tos científicos y técnicos para lograr la fuente de ener-gía y los complementos instrumentales para su aplica-ción y, por otro, aquellos profesionales de la Medicinaque, superando las dificultades iniciales (estudio de lasaplicaciones del láser quirúrgico y de sus efectos), asu-mieron la responsabilidad de tratar la enfermedad. Hoyen día la energía láser supone una técnica consolidaday de suma importancia en el campo de la Microcirugíay cirugía endoscópica, sobre todo en Otorrinolaringo-logía y en cirugía de cabeza y cuello. Con el paso deltiempo, la instrumentación del láser y sus técnicas qui-rúrgicas se han perfeccionado (variedad de comple-mentos quirúrgicos) y los resultados obtenidos son degeneral aceptación (estudios clínicos). Si grande hasido la aportación del láser quirúrgico a la Medicina y,particularmente, a la erradicación o control de ciertostumores de la vía aerodigestiva superior, el futuro pro-mete mayores éxitos. Este proceso histórico pone demanifiesto una estrecha relación, a la vez que benefi-cio mutuo, entre el desarrollo de la tecnología láser y laMedicina. En otras palabras, el interés es la clave delprogreso; la industria que introduce la nueva tecnolo-gía en materia quirúrgica, profesionales ávidos demejorar sus actuaciones médicas, población enfermaque exige beneficio del progreso científico, empuje delas ciencias básicas consustancial con su propia natura-leza y proyectos financieros que sustancien las implan-taciones novedosas ante las demandas sociales.1

22.. TTEEOORRÍÍAA DDEELL LLÁÁSSEERR

Los fundamentos teóricos del láser fueron estableci-dos por Albert Einstein en 1917 al proponer avancesimportantes en la teoría cuántica introducida por MaxPlanck en 1900. Esta teoría explica que en la natura-leza los átomos tienden siempre a mantener un esta-do de reposo o inicial de energía y que, cuando a unátomo se le transmite externamente una determinadacantidad de energía, pasa a un estado de excitación,por lo que se produce inmediatamente la liberaciónde esa energía en forma de radiación.2

En 1951, Charles Townes llegó a la abstracción teó-rica necesaria para desarrollar un aparato emisor demicroondas realmente operativo y, en 1953, conjunta-mente con sus alumnos Gordon y Zieger, lo constru-yó, para, en 1954, publicar los resultados de esteexperimento, mediante el cual consiguió intensificarun haz de microondas y amplificar la emisión de radia-ción. El aparato se llamó MÁSER (Microwave Amplifierby Stimulated Emission of Radiation) y funcionabamediante la excitación de moléculas de amoniacoexpuestas a rayos de microondas, para convertirlas enradiaciones. En 1964 se le otorgó a Townes el PremioNóbel de Física “por su trabajo fundamental en elcampo de la electrónica cuántica, que ha sentado lasbases de la construcción de osciladores y amplificado-res basados en los principios del láser”.

Maiman, en 1960,3 construyó el primer aparatoLÁSER, término que en realidad es un acrónimo paraLight Amplification by Stimulated Emission ofRadiation (amplificación de luz mediante emisióninducida de radiación), que, en un principio, era derubí y emitía un haz rojo visible, aunque de escasa

1. Historia sobre el usodel láser carbónico

H. GaleraU. K. Shah

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potencia, y se utilizó principalmente en Oftalmología.En 1964, Patel, de manera fortuita, inventó el

láser de CO2 mientras trabajaba en los laboratoriosde la compañía Bell, en Estados Unidos, lo cual per-mitió nuevas aplicaciones en el campo de la cirugía,debido a que se demostró que su haz era absorbi-do por el agua.2

33.. EELL LLÁÁSSEERR YY LLAA CCIIRRUUGGÍÍAA

En 1967, Polanyi, ingeniero de la American OpticalCorporation, puso a punto el láser CO2 para poderser utilizado en cirugía, demostrando en un cadáverque producía lesiones laríngeas limitadas, de distin-to tamaño y controlables en cuanto a la profundidadde corte. Posteriormente, Bredemeier diseñó un sis-tema de adaptación del láser al microscopio quirúr-gico, el cual permitió a Jako4 desarrollar los primerosestudios experimentales, en laringes de perros,sobre aplicaciones, riesgos y beneficios del novedo-so instrumento.

Así, la Otorrinolaringología es la primeraespecialidad quirúrgica en tratar a unpaciente con este tipo de energía cuandoStrong y Jako,5 a principios de la década de1970, utilizaban el láser CO2 para extirparuna lesión laríngea.

Esta aplicación tecnológica logró demostrar venta-jas clínicas sobre otras técnicas ya existentes e inicióuna nueva era en el manejo de las neoplasias malig-nas de la vía aerodigestiva superior.

Después de tres décadas de historia, una miradaatrás permite comparar, entre sí, el compromisotécnico-médico del comienzo con el estado actual,transitando desde las unidades iniciales del tama-ño casi de un ser humano, refrigeradas por hielo,con la emisión de un spot de 4 mm que no permitíamayor precisión y que estaban sólo al alcance dealgunas instituciones asistenciales, hasta los moder-nos aparatos portátiles, de láser de CO2, con spot de400 micrones y perfectamente acoplados a sistemasde micromanipulación, de fácil adquisición por cual-quier centro hospitalario de moderada complejidad.1

44.. EELL LLÁÁSSEERR EENN LLAARRIINNGGOOLLOOGGÍÍAA

Las aplicaciones de láser en Laringología yBroncoesofagología han redefinido y dominado

estas subespecialidades a diferencia de lo ocurridoen Otología y Rinología, en las que la utilización eseficaz en cierta medida, pero sin papel relevante. Laaplicación clínica del láser CO2 en las lesiones oro-faríngeas, laríngeas y traqueobronquiales empezóen 1971 y, como anteriormente se mencionó, fueiniciada por el grupo dirigido por Strong y Jako4,6,7

en la Facultad de Medicina de la Universidad deBoston. Lo que empezó como un simple corte delpliegue vestibular que permitía visualizar la superfi-cie vocal para la observación del cáncer, pronto pro-gresó a la extirpación de lesiones glóticas, incluyen-do carcinomas, cirugía supraglótica, cirugía de lalaringomalacia, citorreducción del tumor broncos-cópico y reducción de hemangiomas de la vía respi-ratoria, hasta que hoy es epitomizado por la larin-gectomía endoscópica parcial por láser.8

El fácil acceso a la lesión es la principal ventaja delláser en la cirugía de la vía aerodigestiva superior,pues hasta la utilización de esta tecnología se harecurrido a procedimientos abiertos de gran morbili-dad y menor precisión. Por el contrario, han supues-to inconvenientes o desventajas la necesidad deactuar con precavida seguridad y de adquirir unbuen entrenamiento o aprendizaje, así como la faltasiempre de la instrumentación ideal o más adecuada,incluyendo los tubos endotraqueales resistentes alláser, que fueron la principal limitación inicial, peroya en gran parte superada.9,10

La ambición y la creatividad, por una parte, y laconvicción acerca de la eficacia quirúrgica de la téc-nica, por otra, han sido los principales motores deesta historia que, iniciada en el terreno otorrinola-ringológico en Boston, por el grupo de Strong yJako, al que se sumaron Ossoff, Shapshay y Healy,ha alcanzado, en corto espacio de tiempo, una metaprobablemente superior al objetivo propuesto.Durante nuestra formación como especialistas,junto a este grupo excepcional, hemos tenido laoportunidad de conocer de primera mano la evolu-ción de los acontecimientos y el valor real del pro-ducto en la expansión de la Otorrinolaringologíacomo disciplina médico-quirúrgica. La instrumenta-ción era necesaria para que el láser de CO2 trabaja-se en la vía aérea superior y con el paso del tiempose logra el control que exigía la micromanipulacióntisular. La mejora en los diseños de laringoscopios ybroncoscopios, tanto rígidos como flexibles, esostensible.11 El aprendizaje y el entrenamiento deotros especialistas, particularmente de los neumólo-gos, en la aplicación de la broncoscopia con láser seconvierte en un interesante desarrollo disciplinario,

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paralelo a la vez que confluente, que continúa hoyen cierta medida.12 La mejora del sistema de emisiónde la energía permite que aquel láser rudimentariopudiese ser orientado para tratar procesos obstruc-tivos de la vía aérea. El refinamiento de los sistemasbasados en el microscopio implica la reducción deltamaño del spot a dimensiones que facilitan granprecisión en el corte quirúrgico. Mejores emisiones,a través de fibra, de otras longitudes de onda dife-rentes a la que permite el CO2 expanden las opcio-nes del tratamiento clínico y las técnicas endoscópi-cas de lentes rígidas ofrecen alternativas de futuro.Por videoestroboscopia se consigue una mejor eva-luación perioperatoria, de la presentación de laslesiones, de su tratamiento y de los resultados obte-nidos, y se pueden comparar de forma más objetivalos beneficios de la terapia láser frente a la conven-cional. Todos estos progresos se han visto favoreci-dos por la promoción de ayudas a la investigaciónen diversos centros asistenciales, sobre todo enEstados Unidos y en países centroeuropeos.

La evolución de las ciencias y tecnologías, a veces,ofrece coyunturas marcadas por la clara ironía deldestino. Tanto es así, que la mayoría de las motiva-ciones que han propiciado el progreso instrumentaly los condicionantes adecuados para aplicar el láserde CO2 no sólo han actuado en este sentido, sinoque, contradictoriamente, también han frenado oinvertido la promoción de la misma cirugía con láseren la vía aérea superior. La evaluación laringológicaobjetiva de lesiones, terapias y resultados ha puestode manifiesto que los instrumentos inicialmenteideados para facilitar la manipulación de tejidos ymejorar su exposición durante el procedimiento qui-rúrgico con láser en la vía aérea superior, tambiénbenefician el mismo procedimiento sin láser. Amitad de la década de 1990 se demostró que lasnovedades tecnológicas sin láser proporcionabanalgunos resultados superiores a los de la cirugíaláser, especialmente en las lesiones benignas de lospliegues vocales.13 Se traspasa el umbral de la nove-dad y se entra en una fase de competencia entremetodologías, lo cual enriquece y proporciona cuer-po de doctrina y consistencia a la Laringología,tanto a la quirúrgica con láser como a la quirúrgicaconvencional. No obstante, queda patente el reco-nocimiento histórico de que la destreza técnica y losavances instrumentales que se originaron con y parala laringología láser han permitido que la laringolo-gía quirúrgica convencional cumpla un ciclo evoluti-vo y que, actualmente, promocione técnicas frías deescisión para lesiones benignas.

La extirpación de papilomas recidivantes de la víarespiratoria puede ser el último bastión en el usorutinario del láser de CO2 para tratar lesiones benig-nas.14 Hasta estos últimos años, la tecnología láserha sido fundamental en el tratamiento de esta pato-logía de riesgo vital para el paciente y a veces ha sidoincluso preciso intervenir varias veces en un mismoperiodo anual para evitar la obstrucción de la víaaérea.15 Sin embargo, la relativamente reciente intro-ducción de refinados microdebridadores, con puntasmás pequeñas y de menor oscilación, ha permitido laeliminación de la lesión de forma más precisa, menosdolorosa y sin los costes ni peligros potenciales delláser. En consecuencia, es posible que, en un futuropróximo, los microdebridadores sustituyan al láser deCO2 en el tratamiento de los papilomas.

La laringología láser ha cambiado muchos concep-tos acerca de la evaluación del cáncer de la vía aero-digestiva superior. En ocasiones, el tejido tumoral sevaporiza con frecuencia en su totalidad, por la abla-ción láser, en vez de resecarse en bloque como ocu-rre en la cirugía convencional.16 Por consiguiente, elexamen microscópico del tumor y de la zona deimplantación puede ser dificultoso e incluso imposi-ble; en este sentido, si se considera la teoría de lacancerización de campo, tal como ocurre en el carci-noma cervical y vesical, habrá que tomar las medidasnecesarias para asegurar que la actuación del lásercumple con márgenes de garantía. El siguiente pasomás lógico consiste en hacer un diagnóstico preon-cogénico de la enfermedad, el cual está siendo inves-tigado con técnicas ópticas.17

En otras localizaciones anatómicas, como porejemplo en el paladar blando, el concepto de extir-pación o reducción del paladar fue introducido comoun sistema clínicamente viable denominado uvulo-palatoplastia asistida por láser, tratando de sustituirla uvulopalatofaringoplastia con la consiguientereducción de la complejidad. No obstante, el éxitoclínico ha sido variable, pero es un método positivocuando los lugares anatómicos de la obstrucciónestán bien identificados y cuando el tejido que sereseca es suficiente.

55.. EELL LLÁÁSSEERR YY LLAA OOTTOORRRRIINNOOLLAARRIINNGGOOLLOOGGÍÍAAEESSPPAAÑÑOOLLAA

En nuestro país, el láser de CO2 no tardó en intro-ducirse y la primera referencia de su aplicación enOtorrinolaringología corresponde, en 1980, aEsteban Lasala y colaboradores18 en el Hospital Virgen

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de las Nieves de Granada. Posteriormente, en 1983,Bosch y colaboradores19 apuntan la posibilidad deincorporar el uso rutinario del láser de CO2 al arma-mentario quirúrgico de la especialidad. A continua-ción, en 1986, Algaba Guimerá y colaboradores20 yVidegain Salaverría y colaboradores,21 destacan elinterés de la técnica en tumores laríngeos, si bienexpresan su experiencia limitada, respectivamente, entumores benignos y carcinomas T1 y T2 de cuerdavocal. A estas publicaciones iniciales, entusiastas yproducto de la inquietud de sus autores, les siguen lasaportaciones del grupo de Bartual Pastor entre 1992y 1996.22,23,24 Se refiere esta época a un periodo enque la cirugía con láser en tumores de las vías aerodi-gestivas superiores trata, pero no logra, implantarsede una forma generalizada. Sin embargo, el profesorBartual ya había hecho una estancia en Gottingencon el profesor Steiner y, a pesar de sus prudentesobjeciones a la aplicación indiscriminada, regresóconvencido de que, por el momento, no todos, perosí muchos cánceres de la esfera ORL podían serresueltos con esta cirugía mínimamente invasiva. Estafirme orientación le lleva a practicar la técnica no sóloen el cáncer T1 de cuerda, sino hasta en los T3 de glo-tis y en los T4 de vestíbulo laríngeo. El resultado de laexperiencia permitió que Roquete y colaboradores23

escribieran el capítulo: Microcirugía laríngea con láserCO2 en el cáncer de cuerda vocal, en la ponenciasobre el tema de la XXXII Reunión Anual de la SEORL,en 1995, y el propio Bartual Pastor,24 el capítulo:Estado actual del tratamiento del cáncer de laringecon láser carbónico en la ponencia sobre cáncer delaringe del XVI Congreso Nacional de la SEORL, en1996. Es evidente que los autores y centros asisten-ciales andaluces han tomado un cierto protagonismoen la incorporación de la tecnología láser a laOtorrinolaringología española, pero no menos impor-tantes son las recientes contribuciones del grupo detrabajo de Bernal Sprekelsen, en Barcelona.25,26

66.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

El empleo del láser CO2 en Otorrinolaringología hacambiado tanto el pensamiento clínico como el cui-dado de los pacientes. Sus aplicaciones actuales nosólo se resumen a la extirpación de lesiones, sino quepueden extenderse a la utilización de la energía láseren diferentes alternativas anatómicas o diversosestados patológicos (denudación cutánea, condroco-rrección, fotoestimulación, etc.) y también al diag-nóstico de neoplasias.

Surge la duda, sin gran fundamento, sobre si seestá en la fase final para algunas aplicaciones delláser en Otorrinolaringología. Pero la realidad es quela exagerada indicación del láser para resolver nume-rosos problemas clínicos ha regresado a posicionesmás equilibradas. El impacto de la novedad ha pasa-do y la experiencia clínica, el análisis objetivo de resul-tados y otras alternativas quirúrgicas, actualmentepermiten una mejor comparación con las técnicas deinstrumentación similar que no utilizan láser (p.ej.extirpación fría de lesiones benignas del pliegue vocal)y con las tecnologías que no dependen del láser(microdebridación para la extirpación de papilomas).

El resumen histórico se ha centrado en el desarrollode la tecnología y sus aplicaciones en Estados Unidosy se ha completado con una breve reseña sobre laimplantación de la metodología en nuestro país.

77.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

1. Shah UK, Galera-Ruiz H. History of lasers in otorhinolaryngology-head and neck surgery: Part I – an overview. En: Bass LS etal. Editors, Proceedings of SPIE. Lasers in Surgery: AdvancedCharacterization, Therapeutics and Systems XIII, SPIE,Bellingham, WA, USA, 4949: 266-271, 2003.2. Simpson GT, Polanyi TG. History of the carbon dioxidelaser in Otolaryngologic Surgery. Otolaryngol Clin NorthAm, 15: 739-752, 1983.3. Maiman TH. Stimula ted optical radiation in ruby.Nature, 187: 493-494, 1960.4. Jako GJ. Laser surgery of the vocal cords: An excellentstudy with carbon dioxide laser on dogs. Laryngoscope,80: 2.204-2.216, 1972.5. Strong MS, Jako GJ. Laser surgery of the larynx. AnnOtol Rhinol Laryngol, 81: 791-796, 1972.6. Strong MS, Jako GJ et al. The use of CO2 laser inotolaryngology: a progress report. Trans Am AcadOphthalmol Otolaryngol, 82: 595-602, 1976.7. Shapshay SM, Jako GJ. Laser surgery of the vocal cords;an experimental study with carbon dioxide lasers on dogs.Laryngoscope, 82: 2.204-2.216, 1972 – Laryngoscope106: 935-938, 1996.8. Van Den Abbeele T, Triglia JM. Surgical removal ofsubglottic hemangiomas in children. Laryngoscope, 109:1.281-1.286, 1999.9. Sosis MB, Caldarelli D. Evaluation of a new ceramicendotracheal tube for laser airway surgery. OtolaryngolHead Neck Surg, 107: 601-602, 1992.10. Norton ML, De Vos P. New endotracheal tube for lasersurgery of the larynx. Ann Otol Rhinol Laryngol, 87: 554-557, 1978.

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en oncología laríngea. En: VIDEGAIN SALAVERRIA G. Elláser en ORL (Ponencia Oficial de la XXVII Reunión Anualde la SEORL, Madrid 1986), Editorial Garsí, SA, Madrid,pp. 141-161, 1986.

22. Bartual Pastor J et al. Aportación al empleo del lásercarbónico en otorrinolaringología. Experiencia del año1992. Acta Otorrinolaringol Esp 45: 271-275, 1994.23. Roquete J. Microcirugía laríngea con láser CO2 en elcáncer de cuerda vocal. En: ÁLVAREZ VICENT JJ,SACRISTÁN ALONSO T. Cáncer de Cuerda Vocal (PonenciaOficial de la XXXII Reunión Anual de la SEORL, Madrid1995) Jarpyo Editores, Madrid, pp. 214-227, 1995. 24. Bartual Pastor J. Estado actual del tratamiento del cáncerde laringe con láser carbónico. En: En: ÁLVAREZ VICENT JJ,SACRISTAN ALONSO T. Cáncer de laringe (Ponencia Oficialde la XVI Congreso Nacional de la SEORL, Mallorca, 1996)Jarpyo Editores, Madrid, pp. 219-250, 1996.25. Vilaseca-González I, Bernal-Sprekelsen M, Blanch-Alejandro JL, Moragas-Lluís M. Complications in transoral CO2

laser surgery for carcinoma of the larynx and hypopharynx.Head Neck. 25: 382-388, 2003.26. Bernal-Sprekelsen M, Vilaseca-González I, Blanch-Alejandro JL, Moragas-Lluís M. Predictive values for aspirationafter endoscopic laser resections of malignant tumors ofthe hypopharynx and larynx. Head Neck. 26: 103-110,2004.

AAGGRRAADDEECCIIMMIIEENNTTOOSS

A los doctores Charles W. Vaughan, Stuart Strongy Juan Bartual Pastor por su desinteresada ayuda ymás que adecuadas observaciones en la puesta al díade esta revisión, sin las cuales hubiese sido imposiblellevarla a cabo.

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

El láser es una de las tecnologías modernas quemayor desarrollo ha tenido en las últimas décadas yuno de los instrumentos físicos mejor conocidos porla población, en gran medida porque los avancestecnológicos, el apoyo de las sociedades científicas ylas demandas clínicas y sociales, entre otros factores,han promovido su rápida y amplia difusión. Se apli-ca en campos muy diferentes, tales como comunica-ción, industria, armamento y en diversos ámbitos dela vida cotidiana (sistemas de iluminación en discote-cas, punteros, impresoras, discos compactos, etc.) yen Medicina, donde la Otorrinolaringología ha sidoespecialidad pionera en tratar a los pacientes coneste tipo de energía lumínica.

En este capítulo se pretende explicar qué es elláser en general y el de CO2 en particular, cómofuncionan y cuáles son las diferencias básicas queexisten entre los distintos tipos de láser que hacenque cada cual sea más apropiado para determina-das aplicaciones.

22.. DDEEFFIINNIICCIIÓÓNN

La palabra LÁSER es un acrónimo de LightAmplification by the Stimulated Emissions ofRadiation, que se podría traducir por amplificaciónde luz por medio de la emisión estimulada de radia-ción y que, en resumidas cuentas y para la mejorcomprensión del lector, se refiere a la energía gene-rada por un dispositivo que transforma otras formasde energía en radiaciones electromagnéticas amplifi-

cadas dentro de un mismo espectro y dirigidas demanera controlada.1

33.. FFUUNNDDAAMMEENNTTOOSS FFÍÍSSIICCOOSS

La aplicación del láser en Medicina es relativamen-te reciente, pero no sus fundamentos teóricos, quese apoyan en la teoría cuántica introducida porPlanck, mejorada por Bohr e impulsada por AlbertEinstein a principios del siglo XX. Esta teoría explicaque un átomo está constituido por un núcleopequeñísimo con carga eléctrica positiva y una cor-teza de electrones de carga negativa que gira a sualrededor. Además, sólo algunas trayectorias de loselectrones alrededor del núcleo son posibles, son lasdenominadas órbitas, y se corresponden con nivelesenergéticos concretos del átomo. Cada átomo estádeterminado por niveles energéticos característicos.Los electrones pueden saltar de una órbita a otra,cambiando el nivel energético del átomo. El salto auna órbita más alejada del núcleo requiere un apor-te externo de energía. En esta situación, el átomotiene un nivel de energía mayor, se considera queestá excitado y es, por definición, inestable. Al cabode poco tiempo, el electrón vuelve espontáneamen-te a una órbita libre más cercana al núcleo o a suórbita inicial (estado fundamental), liberando unaenergía E en forma de cuanto de radiación o fotónhν. El fotón es, por tanto, la diferencia de energíaque existe entre los dos estados, de reposo o funda-mental y de excitación.

La luz visible, las ondas de radio o los rayos Xson ejemplos de radiaciones electromagnéticas.

2. Propiedades físicasdel láser carbónico

J. RuizH. Galera

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En el caso de la luz visible, la agitación de losátomos de un filamento incandescente por laacción de la corriente eléctrica produce una exci-tación desordenada. Los átomos emiten un fotónsegún el estado energético alcanzado y estaacción la realizan en momentos distintos e inde-pendientes del átomo vecino. Por consiguiente,las ondas electromagnéticas de una bombilla seemiten en impulsos cortos e intervalos aleatorios.Sin embargo, como hay cuatrillones de átomosemitiendo distintos fotones a diferente energía, elojo humano no advierte las irregularidades y lafalta de simultaneidad de la radiación hace quesólo se aprecie una luz blanca continua emitida entodas direcciones. Este desorden en la radiación sedenomina incoherencia (figura 1a).2

44.. CCAARRAACCTTEERRÍÍSSTTIICCAASS DDEE LLAA EENNEERRGGÍÍAA LLÁÁSSEERR

Las características del láser que le distingue deotras formas de energías son la coherencia, la direc-cionalidad y la monocromaticidad, es decir sólo tieneun color, todas las ondas emiten en el mismo espec-tro electromagnético y no se desvían de la línearecta, sino que es un haz puntual.2-4

Coherencia: A diferencia de lo ya explicado en elapartado anterior respecto de las características físi-cas de la luz eléctrica, en el aparato láser el amplifi-

cador actúa con absoluto orden y produce una emi-sión coherente. Es la luz que produciría un soloátomo excitado, pero con una potencia equivalentea millones de átomos, consecuencia de la emisiónestimulada y amplificada (figura 1b).

Monocromaticidad: La luz ordinaria o blanca enrealidad está compuesta de un conglomerado dediversas longitudes de onda: es el llamado RNAVAIVo espectro visible de Rojo, Naranja, Amarillo, Verde,Azul, Índigo y Violeta. Por el contrario, la luz láserestá formada por una sola longitud de onda.

Direccionalidad: El haz de láser es único, ya quela radiación dirigida es absolutamente rectilínea, por-que todos los rayos son paralelos. Por ejemplo, ladivergencia que experimentaría un haz de láser diri-gido de la Tierra a la Luna sería de unos pocosmetros, a pesar de tratarse de un viaje de más de400.000 kilómetros.

55.. CCOOMMPPOONNEENNTTEESS DDEE UUNN AAPPAARRAATTOO LLÁÁSSEERR22,,44,,55

Todos los aparatos láser se componen de tres ele-mentos básicos (figura 2):

1. Medio de generación (rubí, helio, CO2, etc.).2. Fuente de estimulación o excitación (energía

eléctrica).3. Sistema de retroalimentación con dos espejos; por

regla general, uno reflector y otro semitransparente.

Figura 1>> Se representan de manera esquemática algunas características físicas que distinguen a la energía eléc-trica y del láser (adaptada de Mincholé Alastuey JL. Fundamentos Físicos del LÁSER y aplicaciones. En: Videgain G.El láser en ORL. Editorial Garsi, SA, Madrid 1986, pág. 48).a. Luz eléctrica: Se representan tres átomos que emiten tres fotones en diferentes longitudes de onday ángulos de fase (incoherencia).b. Se representan tres átomos que emiten tres fotones en la misma longitud de onda y ángulo de fase (coherencia).

LUZ APARATO

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5.1. GENERACIÓN DE LA ENERGÍA LÁSER

La estimulación del sistema se suele producirmediante la aplicación de una descarga eléctrica aun tubo que contiene una mezcla gaseosa (por ejem-plo, helio y neón); entonces, los electrones de heliopasarán a órbitas más elevadas y, después, se desex-citarán espontáneamente al chocar con los átomosde neón. Les traspasarán energía y recuperarán, así,el estado fundamental o de reposo. La avalancha defotones producidos se refleja en dos espejos parale-los que se sitúan en los extremos del tubo de retroa-limentación del sistema de láser. Únicamente perma-necerán en el aparato láser los fotones cuya frecuenciay propagación es permitida por la geometría de lacavidad formada por los espejos. Estos fotones sereflejan por los espejos de un extremo a otro, hastaque son tantos como para escapar por el espejosemitransparente, generándose un haz de láser con-centrado y casi unidireccional, o colimado, es decir,enfocado, con lo que se alcanza una muy elevadadensidad de energía concentrada en un punto detamaño muy pequeño.

5.2. MODOS DE EMISIÓN LÁSER

Para que la luz producida salga del sistema, existendos posibilidades:

Emisión pulsada: Se suprime de manera intermi-tente uno de los espejos reflectores, es decir, no hayespejo semitransparente.

Emisión continua: Se utiliza un espejo semitranspa-rente que permita dejar escapar una pequeña parte dela luz. En el modo continuo, la cantidad de energía quese transmite depende de la intensidad, mientras queen el pulsado depende del tiempo del impulso.

Así, en el modo pulsado, se pueden obtenerintensidades más altas, pero de corta dura-ción (milisegundos), con lo que los efectossobre los tejidos circundantes serían menores.

Este tipo de emisión pulsada se conoce como superpul-so y recibe distintos nombres según los diferentes fabri-cantes de equipos láser (figura 3). Además, la energía láserpuede ser dirigida hacia el paciente a través de un brazoarticulado, que está compuesto por un sistema de espe-jos localizados en los codos o articulaciones, o mediantefibra óptica, sobre todo en aquellos sistemas láser queemiten haces incoherentes y divergentes (no colimados)en frecuencias visibles o próximas al espectro infrarrojo.

5.3. TIPOS DE LÁSER

Actualmente, existen varios tipos de láser en todaslas gamas de frecuencias o longitudes de onda (colo-res) y no sólo en el espectro visible, sino también en elultravioleta y en el infrarrojo. Aunque inicialmente elláser funcionaba en una determinada longitud deonda, en la actualidad se dispone de sistemas multi-frecuencia que permiten la emisión selectiva entre dis-tintas frecuencias o incluso emitir en varias a la vez.

Figura 2>> Esquema de sistema láser en que se aprecia cómo sólo los fotones privilegiados son reflejadospor los espejos de un extremo a otro hasta que pueden escapar por el espejo semitransparente.

Espejo reflector Espejo semitransparente

Tubo (Mezcla gaseosa)

Estimulacióneléctrica

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Los tipos de láser pueden clasificarse en función dedistintas variables:

Según la potencia: Alta o baja.Según el medio láser: Sólido, líquido o gaseoso.Según el espectro de emisión: Visible, ultravioleta

o infrarrojo.Según el modo de emisión: Como ya se ha expli-

cado, continuo o pulsado.

66.. EEFFEECCTTOOSS DDEELL LLÁÁSSEERR SSOOBBRREE LLOOSS TTEEJJIIDDOOSS11,,66,,77

El haz de láser, al incidir en el tejido, puede trans-mitirse y pasar a través con poco o nulo efecto sobrela materia, dispersarse y difundirse ampliamentesobre la misma, absorberse o, por último, reflejarse.

La gran mayoría de los aparatos láser emplea-dos en cirugía basan su eficacia en el efectotérmico y las diversas reacciones que éste pro-duce: desde un pequeño calentamiento hastala desnaturalización de las proteínas (a partirde 40ºC), la coagulación (68ºC), la vaporización(>100ºC) o la carbonización (>500ºC).

El láser, por la cantidad de energía que libera, nosólo tiene un efecto sobre la zona de disparo, sinotambién sobre el tejido adyacente. Por tanto, cuantomayor sea la cantidad de energía administrada,mayor será el daño tisular. Pero, en la actualidad, sedispone de sistemas que evitan esta dispersión de laenergía y la consiguiente amplitud de su efecto,mediante la concentración del punto de actuaciónen 200-400 micras, o la aplicación de grandes canti-dades de energía durante unos pocos milisegundos(superpulsos), con lo que el efecto sobre el punto dedisparo es equivalente al que se obtiene con peque-ñas cantidades de energía y los daños sobre los teji-dos circundantes, mínimos o nulos.

Para describir los efectos de la energía irradiada, seutiliza el término de densidad de energía (julios/cm2),que no es más que la irradiancia dividida por lasuperficie del haz de láser o área del rayo. La irra-diancia es la potencia del láser multiplicada por eltiempo de exposición (vatios x segundos). Otro tér-mino con frecuencia empleado es la densidad depotencia o intensidad, que equivale a la potencia delláser dividida por la superficie irradiada (vatios/cm2).Son los efectos dependientes de la densidad de ener-

Figura 3>> Gráfica en la que se representan los distintos modos de emisión láser, continua, pulsada yen superpulso. Los modos pulsados permiten la liberación de gran intensidad de energía en muy poco tiempo y,por consiguiente, el efecto sobre el tejido circundante es menor.

CONTINUO

PULSADO

SUPERPULSO

Vatios

Segundos

0,1 milisegundos

5 kilovatios

5 vatios

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gía y una determinada longitud de onda los que per-miten el uso del láser en cirugía para cortar, vapori-zar o coagular. En la actualidad, la mayoría de losequipos láser quirúrgicos poseen un sistema de con-trol de tiempo predeterminado, para que los tiemposde exposición sean precisos. También es posible laprogramación de la potencia y, por tanto, la determi-nación de la cantidad de energía producida por elsistema láser. Sin embargo, esto no refleja la canti-dad de energía absorbida por el tejido, ya quedependerá tanto de las características del tejido,como ya se ha explicado, de la longitud de onda y delas dimensiones del haz de láser. Se podría concretarque la longitud de onda del haz incidente es deter-minante, incluso por encima de las otras característi-cas del láser, en la producción de las reacciones quetienen lugar en el tejido diana.

La energía láser emitida en el espectro visi-ble (entre 400 y 700 nanómetros) se absorbecon mucha selectividad por los pigmentos y,por consiguiente, por la melanina, los caro-tenos, la hemoglobina y la mioglobina.

Entre los diferentes tipos de láser de luz visible, seencuentran el de argón, el de criptón y el KTP. Éstosson más penetrantes que el láser de CO2, peromenos que los que emiten en el espectro infrarrojocercano (longitud de onda entre 700 y 1.600 nanó-metros) (figura 4).

El láser de CO2, que emite en el espectro infrarro-jo lejano, es absorbido por el agua. Puesto que lascélulas se componen de una elevada proporción deagua, la energía es absorbida por las primeras capasde células, con la consiguiente escasa dispersión alos tejidos subyacentes. Por este motivo, sus efectosen el corte son de lo más parecido al de un bisturífrío y actúa como un bisturí de luz que provoca esca-sas zonas de necrosis por vaporización y/o coagula-ción tisular. Este tipo de láser posee escasa capacidadcoagulante cuando el haz está desenfocado, aunquepuede usarse para coagular vasos de pequeño cali-bre (<0,5 milímetros de diámetro).

Los sistemas láser que emiten en el espectro infra-rrojo cercano, como, por ejemplo, el láser Nd-YAG(Neodimio-Itrio + aluminio en un cristal Granate),producen un haz que es absorbido principalmente

Figura 4>> Espectro electromagnético.

Láser argón(488-514 nanómetros)

Láser CO2

(10.600 nanómetros)

Láser Excimer(190-390 nanómetros)

Rayos Xy cósmicos

Microondas yondas de TV / radio

Visible InfrarrojoUltravioleta

400 nanómetros 700 nanómetros

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por las proteínas y muy poco por los pigmentos; porconsiguiente, consiguen dispersión de la energía enlos tejidos y una gran absorción con efectos necróti-cos en profundidad.

Los efectos del láser sobre los tejidos dependen dela absorción de la energía lumínica y de la duracióndel disparo.

Todos los elementos orgánicos tienen un tiem-po de relajación térmica, que es el tiemporequerido para reducir a la mitad la tempera-tura necesaria para destruir el elemento.

Así, por ejemplo, el tiempo de relajación de los teji-dos blandos es de 1 milisegundo. Si la densidad deenergía es suficiente para producir destrucción tisu-lar y el tiempo de exposición no supera el tiempo derelajación térmica, la destrucción será selectiva, sinproducir los efectos indeseables en tejidos subyacen-tes propios de la conducción del calor debida a unaexposición excesiva.

77.. LLÁÁSSEERR DDEE CCOO2211,,77,,88

Es un láser de gas molecular cuyo medio activo estáformado principalmente por moléculas de gas carbóni-co dentro de una mezcla de nitrógeno y helio. La exci-tación se realiza mediante estimulación eléctrica. Lalongitud de onda es de 10.600 nanómetros (espectroinfrarrojo lejano), por lo que no es un haz visible lo queobliga a la utilización coadyuvante de otros rayos visiblescomo el rubí o He-Ne (rayo guía). Generalmente, setransmite mediante un sistema de brazo articulado ytubos huecos reflectantes, si bien así pierde buena partede sus características y, sobre todo, intensidad. Muyrecientemente se han comenzado a comercializar fibrasópticas que permiten la conducción, lo cual supondráuna renovación de sus aplicaciones en un futuro inme-diato. Es el tipo de láser que más se utiliza en cirugía y,especialmente, en ORL. El efecto principal es el de des-trucción y corte de tejido. Posee buena absorción, conpoca penetración y aceptable capacidad de coagula-ción, sobre todo para vasos de pequeño calibre. Lapotencia puede alcanzar hasta los 20 vatios, aunque latendencia actual es la utilización cada vez más de poten-cias menores (de 3 a 5 vatios), porque a baja potenciatiene mayor efecto coagulante. La potencia elevada seutiliza para vaporización y escisión de tejidos.

Para la especialidad de Otorrinolaringología, se dis-pone en la actualidad de múltiples accesorios, comomicromanipuladores (Microslad® y Acuspot®), que

permiten gran precisión incluso a grandes aumen-tos. Así, con el Acuspot® se consigue un tamañomínimo del impacto de 160 micras a una distanciafocal de 200 milímetros y de 270 micras a 400milímetros.

Tal precisión permite reducir las lesiones tér-micas, la necrosis tisular y, por consiguiente,el edema postoperatorio.

También permite distinguir entre tejidosano y tejido patológico, ya que no se pro-duce carbonización ni lesión alguna en lazona periférica al disparo.

En concreto, estos micromanipuladores son muyútiles, sobre todo en patología ótica y laríngea.Existen, además, diversas piezas de mano con distin-tos terminales diseñados para la patología faríngea ynasal que facilitan los procedimientos quirúrgicos aestos niveles. Como ya se ha tratado, también se dis-pone de fibras flexibles que transmiten la energíaláser y que permiten la actuación sobre patologíalaringotraqueal a través de fibroendoscopios flexibles.

88.. CCOONNCCLLUUSSIIÓÓNN

El concepto físico en el cual se basa el láser fuedescubierto por Einstein en 1917 y reside en la posi-bilidad de emitir un haz de energía lumínica demanera estimulada. Un sistema de bombeo estimulala emisión de fotones a partir de un material especí-fico, generalmente un gas [CO2] o sólido [YAG], y deuna determinada longitud de onda, mediante un cir-cuito de amplificación conformado por dos espejos.Esta emisión estimulada, sincronizada, coherente yamplificada de fotones de la misma longitud deonda (monocromática) y de igual dirección (monodi-reccional) dota a este haz de potencia y precisióncaracterística. Además, el láser de CO2 es amplia-mente absorbido por los tejidos, lo cual, sumado aldesarrollo que ha experimentado esta tecnologíadurante las dos últimas décadas, con la aparición delos micromanipuladores, el superpulso y la posibili-dad de transmisión mediante fibra óptica, ha hechoque se haya convertido en una herramienta impres-cindible para el otorrinolaringólogo. Esto ha permiti-do el tratamiento de los tumores de la vía aerodiges-tiva superior con el suficiente control técnico ymediante abordaje por el orificio natural y, por tanto,de forma poco invasiva.

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11.. FFUUNNDDAAMMEENNTTOOSS DDEELL LLÁÁSSEERR

El láser es una amplificación de la luz por emisiónestimulada de la radiación. Las características de luzde la energía láser se distinguen de las de otras ener-gías por su:1,2

Coherencia. A diferencia de la luz visible, en elláser el amplificador actúa con absoluto orden, pro-duciendo una emisión coherente. Es la luz queproduciría un solo átomo excitado, pero de unapotencia comparable a millones de átomos, comoconsecuencia de una emisión estimulada.

Monocromaticidad. La luz ordinaria está com-puesta de un conglomerado de diversas longitudesde onda (es el espectro visible de Rojo, Naranja, Ama-rillo, Verde, Azul, Índigo y Violeta o RNAVAIV) queemergen para producir luz blanca. Sin embargo, laluz láser esta formada por una sola longitud de onda.

Direccionalidad. El haz láser es único, ya que laradiación dirigida es absolutamente rectilínea. Todoslos rayos son paralelos, a diferencia de la luz ordina-ria. La divergencia de un láser emitido desde la Tierraa la Luna sería de unos pocos metros después de unviaje de más de 400.000 Km.

22.. AAPPLLIICCAACCIIOONNEESS CCLLÍÍNNIICCAASSDDEELL LLÁÁSSEERR EENN MMEEDDIICCIINNAA33

El rayo láser puede cumplir tres funciones diferentescuando se aplica a la práctica clínica. Se puede utilizarcomo un equipamiento con finalidad terapéutica,como una herramienta diagnóstica o como una ayuda

óptica en la alineación de otros equipamientos médi-cos. En su función diagnóstica, los lásers se están utili-zando para medir el flujo sanguíneo en la piel y en laretina (velocímetros de láser doppler Helio-Neón -He-Ne-), o bien, en el caso de la fotodinamoterapia, paradetectar precozmente neoplasias pulmonares. Tambiénse están estudiando técnicas halográficas que incorpo-ran al láser, para obtener imágenes tridimensionales delos diferentes órganos de nuestro cuerpo. En cuanto asu uso como sistema de alineación, se pueden utilizarlos lásers He-Ne (clase I o II) para delimitar el área dianapreviamente a un procedimiento de radioterapia o unaexploración con un aparato de escáner.

2.1. APLICACIONES DEL LÁSER EN ORL

2.1.1. Laringología• Patología benigna de las cuerdas vocales (esta-

blecido por experiencia clínica).4

• Papilomatosis infantil (establecido por experien-cia clínica).

• Laringocele interno (establecido por experienciaclínica).

• Parálisis de los dilatadores de la laringe (estable-cido por experiencia clínica).

• Estenosis supraglóticas y traqueales (establecidopor experiencia clínica).

• Lesiones premalignas (eritroplasia, leucoplasia,...).• Carcinoma de laringe (establecido por experien-

cia clínica).5

• Edemas poscirugía parcial de laringe (establecidopor experiencia clínica).

3. Sistemas láserJ.M. Guilemany

E. PradesF. Ballesteros

L.M. Menéndez

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2.1.2. Otología• Lesiones vasculares o no vasculares de CAE.• Estenosis de CAE.• Lesiones en membrana timpánica.• Miringotomía.6

• Lesiones vasculares en oído medio.• Colesteatoma.• Cirugía del estribo (por experiencia clínica).7

2.1.3. Rinología• Exéresis de lesiones benignas nasales.• Reducción de cornetes.8

• Epistaxis (YAG: S. de Rendu-Osler-Weber).9

• Dacriocistorrinostomía.• Exéresis de sinequias, estenosis cicatriciales y

granulomas.• Dismorfias septales.• Reducción de rinofima.• Atresia de coanas.10

• Alteraciones crónicas en la función tubárica.11

• Hipertrofia adenoidea.

2.1.4. Otras• Lesiones benignas, premalignas o malignas a

nivel de cavidad oral.12

• Glosectomía (establecido por experiencia clínica).• Cirugía de la apnea del sueño o roncopatía (esta-

blecido por experiencia clínica).13

• Amigdalectomía.14

• Reducción de amígdala lingual.• Criptólisis por halitosis.• Divertículo de Zenker.15

33.. TTIIPPOOSS DDEE LLÁÁSSEERR MMÉÉDDIICCOO--QQUUIIRRÚÚRRGGIICCOOSSUUTTIILLIIZZAADDOOSS EENN LLAA PPRRÁÁCCTTIICCAA CCLLÍÍNNIICCAA11

Hay muchos tipos de láser usados en la tecnologíamoderna, por lo que detallaremos brevemente algu-nos aspectos importantes. Algunos de los lásers quese describen a continuación se encuentran en faseexperimental en lo que se refiere a algunas de susaplicaciones a las diferentes especialidades clínicas.

a) Helio-Neón (He-Ne). Longitud de onda = 623 nm.El láser He-Ne visible fue desarrollado por JD Rigdeny AD White, de Laboratorios Bell, en 1962. Los lásersHe-Ne son los más utilizados con respecto a los otrostipos de láser, porque son los más económicos y losque más seguridad aparente ofrecen. Se utilizan

como herramienta de ayuda para alinear los lásersinvisibles y en procedimientos de bioestimulación,como por ejemplo acupuntura, estimulación de lacicatrización de heridas y analgesia.

b) Ga-As (láser diodo). Los lásers semiconducto-res o diodos láser, aproximadamente del tamaño deun grano de sal, son los lásers más pequeños. Lacavidad de resonancia del láser se conseguía rom-piendo el cristal para hacer dos caras externas fina-les. Las interfases aire-cristal producen las reflexionesnecesarias para el funcionamiento del láser, debido alas diferencias de índice de refracción del aire y elGaAs. El diodo láser consigue la inversión de pobla-ción con una fuerte polarización directa aplicada auna unión pn muy dopada. Se genera entonces ungran número de pares electrón-hueco, muchos delos cuales se recombinan de nuevo para emitir foto-nes de luz. Se ha mejorado la eficiencia de estoslásers con los de heterounión. Como los anteriores,se utilizan en procedimientos de bioestimulación.Transmitido a través de fibras flexibles permiten lacoagulación profunda y la ablación por contacto.

c) Kriptón. Longitud de onda = 647 nm.Aplicaciones en Oftalmología.

d) Rubí. Longitud de onda = 694 nm. Modo deemisión del rayo pulsado. Este láser no es muyusado actualmente por las dificultades en la fabri-cación de las barras de cristal, en contraste con lacómoda elaboración de los lásers de neodimio.Tiene un efecto fotoablativo y se utiliza enDermatología y Cirugía plástica.

e) Argón. Longitud de onda = 488 nm o 514 nm.El primer láser de ion fue inventado en Spectra-Physics por Earl Bell, en 1964. Poco después, laacción del láser en numerosas líneas de iones deargón y kriptón se demostró por varios investiga-dores de todo el mundo. Utilizado principalmentepara procedimientos de fotocoagulación. Sus apli-caciones clínicas se encuentran en el campo de laOtorrinolaringología, Ginecología, Neurocirugía,Oftalmología, Dermatología, Odontología y Urología.En ORL, sus buenas características de coagulación,una profundidad de penetración limitada y la aplica-ción a través de endoscopios flexibles y rígidos haceque, teóricamente, sea idóneo para el tratamiento delesiones mucosas y para epistaxis. También se ha uti-lizado para la reducción de cornetes, de amígdalas ypara la resección de lesiones laringotraqueales.

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f) Dióxido de carbono (CO2). Es uno de los lásersmás potentes y funciona principalmente en el infrarro-jo medio a 10,6 micrómetros. Varían desde algunosmilivatios en potencia continua hasta 10.000 J en emi-sión pulsada. Funciona por colisiones electrónicas queexcitan a las moléculas de nitrógeno hasta nivelesmetaestables de energía que posteriormente transfie-ren su energía para excitar a las moléculas de CO2, lascuales, al volver a niveles de energía más bajos, emi-ten radiación láser. Los lásers CO2 se desarrollaron porprimera vez en Bell Labs en 1964. Al principio, la efi-cacia de este tipo de láser fue inapreciable, hastapoderse demostrar los aspectos beneficiosos del gas.Se utiliza en modo pulsado o continuo. Su potencia /energía va desde 1 vatio a 40 vatios. Es un láser invisi-ble, por lo que requiere un láser coadyuvante visiblecomo el He-Ne (clase I o II). Sus propiedades físicas lohacen susceptible a ser transmitido con fibras ópticas.Con frecuencia se asocia a un microscopio quirúrgicoo a un colposcopio. Las aplicaciones descritas hastaahora han sido del campo de la Otorrinolaringología,la Ginecología, la Neurología, la Oftalmología, laDermatología, la Odontología y la Urología.

Su efecto principal es el de destrucción(vaporización) y corte de tejido. Tiene unabuena absorción, con poca penetración yuna aceptable capacidad de coagulación. Abaja potencia tiene un efecto coagulante y aalta potencia se utiliza para vaporización yexcisión de tejidos.16

En la actualidad, a nivel ORL se dispone de múltiplesaccesorios. Los micromanipuladores (Microslad® y, sobretodo, Acuspot®) permiten una gran precisión incluso agrandes aumentos. Con el Acuspot® se consigue untamaño mínimo del spot de 160 micras a una distanciafocal de 200 y de 270 micras a 400. Tal precisión permi-te disminuir las lesiones térmicas, la necrosis tisular y,consiguientemente, el edema posoperatorio. Tambiénpermite distinguir entre tejido sano y tejido patológico,ya que no hay carbonización ni lesión en la zona perifé-rica del disparo. Estos micromanipuladores se aplicanfundamentalmente en patología laríngea y ótica.

Además, existen piezas de mano con distintos ter-minales diseñados para la patología faríngea y nasal,que facilitan procedimientos quirúrgicos a este nivel(LAUP, turbinectomía, resección de sinequias,...).Actualmente, también se dispone de fibras flexiblesque transmiten la energía láser y que permiten trata-mientos laringotraqueales mediante la utilización defibroendoscopios flexibles.

g) Neodimio-YAG. El láser de neodimio-itrio-aluminio-granate (Nd-YAG) se construye combinan-do una parte en cien de átomos de Nd en una basede cristales de YAG. Este láser emite un infrarrojo cer-cano a una longitud de onda de 1,06 micrómetros,con una potencia continua de unos 250 W y pulsan-do con una potencia de hasta varios megavatios. Labase del material YAG tiene la ventaja de su granconductividad térmica para eliminar el exceso decalor. El primer láser Nd-YAG operó en Bell Labs en1964. Puede funcionar en diferentes modalidades deoperación: continua o pulsada. Es invisible, por lo querequiere un láser visible coadyuvante, He-Ne (clase I o II).Su rayo puede transmitirse a través de una fibra óptica,por tanto, tiene aplicaciones endoscópicas.

Hasta ahora, se han descrito aplicaciones clínicasen el campo de la Neurocirugía, Oftalmología,Gastroenterología, Neumología, Urología y Odontología.Transmitido a través de fibra flexible, se ha aplicadopara fotocoagulación profunda (lesiones angiomato-sas, etc.) y ablación por contacto.

h) Neodimio-YAG frecuencia doblada. Longitudde onda = 532 nm. Funciona en modo pulsado ocontinuo. Las aplicaciones clínicas descritas hasta elmomento han sido la fotocoagulación superficial,Oftalmología, Dermatología y Cirugía Plástica.

i) Dye-tunable. Longitud de onda = 400-900 nm.Modo continuo en la emisión del rayo. Se ha descri-to su aplicación en el campo de la fotodinamotera-pia, Dermatología, Cirugía plástica y Urología.

j) Excimer. Longitud de onda = 308 nm y 351 nm.Su acción principal es la fotoablación sin haber unanecrosis visible del tejido. Se han descrito aplicacio-nes en Dermatología, Cirugía plástica, Oftalmologíay Cardiología.

k) Erbium-YAG. Longitud de onda = 154 nm(1,54 micrómetros) y 294 nm (2,94 micrómetros).Produce un efecto térmico que da lugar a la vapori-zación del tejido. Sus aplicaciones potenciales estánen el campo de la Odontología, de la Ortopedia-Traumatología y de la Otorrinolaringología.

l) Holmium-YAG. Longitud de onda = 210 nm (2,1micrómetros). Su acción provoca una vaporización ycoagulación. Se utiliza en procedimientos endoscópi-cos. Su ámbito de acción descrito incluye procedimien-tos cardiacos y se aplica en Gastroenterología,Ortopedia-Traumatología y Urología.

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m) Vapor de oro. Longitud de onda = 628 nm.Modo pulsado de emisión del rayo láser. Aplicacionesen el ámbito de la fotodinamoterapia.

n) Vapor de cobre: Longitud de onda = 510 nm y570 nm. Modo pulsado de emisión del rayo láser. Lasaplicaciones descritas se encuentran en Dermatología.

44.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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En este capítulo se abordan los diferentes instru-mentales y demás materiales necesarios para la micro-cirugía laríngea transoral asistida por láser CO2, desdeel tipo de instrumental específico hasta los requeri-mientos mínimos de seguridad y de accesorios queprecisa un área quirúrgica donde se emplea el láser.

La aplicación de láser CO2 en la vía aerodigestivasuperior entraña una serie de riesgos cuya aparición seha de evitar mediante el cumplimiento de unos requi-sitos mínimos de seguridad como objetivos fundamen-tales para garantizar una asistencia segura y de calidad.

Los dispositivos de láser son potencialmentepeligrosos para el paciente y para el perso-nal que los manipula o que se encuentra enel momento de la intervención dentro delquirófano; por lo tanto, deberán tomarsemedidas de seguridad para evitar accidentesinnecesarios.

Debido a la importancia sanitaria del tema y a lafalta de normativa específica en el estado español, elDepartamento de Sanidad y Seguridad Social, a tra-vés de la Oficina Técnica de Evaluación de TecnologíaMédica, elaboró a principios de la década de 1990 el“Documento sobre los Requisitos Mínimos de unÁrea controlada de Láser”. Este documento debe serconsultado y aplicado en toda área quirúrgica dondese realice cirugía con láser.1 Resaltaremos aquellasmedidas más importantes a la hora de emplear elláser sobre el área faringo-laríngea.

Dentro de las complicaciones clásicas no debidas alpropio dispositivo láser, pero sí al acceso quirúrgico,

se encuentra la rotura o la pérdida de piezas denta-rias, a expensas de los incisivos superiores y en algúncaso los caninos superiores por el decúbito del tubode laringoscopia directa utilizado durante la cirugía,por lo que deberán utilizarse protectores dentales yhacer mención dentro de los consentimientos infor-mados oportunos.

La gran mayoría de láseres empleados en cirugíabasan sus efectos en el calor y las reacciones que seproducen están en gran medida relacionadas conuna acción específica de la temperatura.2,3 Estas reac-ciones varían desde un pequeño calentamiento hastala desnaturalización de las proteínas (a 40ºC aprox.),la coagulación (68ºC), la vaporización (T >100ºC) ola carbonización (T >500ºC).

En el caso del láser carbónico, consideradoun láser de clase IV, se pueden producirlesiones de piel y de ojos, pudiendo apare-cer conjuntivitis físicas e incluso desprendi-mientos de retina por la dispersión reflexivadel rayo fuera del campo quirúrgico.

Por ello, será necesario el uso de gafas especia-les adaptadas a la longitud de onda y a la densi-dad óptica del aparato (figura 1). La prevenciónde estos riesgos deberá extenderse tanto sobre elpropio cirujano, sobre todo cuando utilice la piezade mano, como con todo el personal que frecuen-ta el área donde se realiza la intervención. Noobstante, el cirujano puede prescindir de las gafasde protección cuando realice cirugía microscópi-ca, dado que en ese momento los oculares sirvende protección.

4. Instrumentalquirúrgico

F. Ballesteros,J.M. Guilemany, E. Prades

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La generación de humos quirúrgicos, producidoscomo resultado de la quemadura tisular física delláser, deberán ser aspirados mediante extractores dehumo del campo de una potencia mínima de 280l/min (figura 2), canales de aspiración adaptados alpropio instrumental e incluso los propios aspiradores-coaguladores utilizados durante la cirugía.4 A pesarde todas estas precauciones, siempre existirá fugade humos dentro del quirófano, por lo que seránecesario el uso de mascarillas especiales paraneutralizarlos (figura 1).

El uso de mascarilla y protección ocular estáespecialmente indicado en casos de papilo-matosis laríngea y seropositividad u enfer-medad por VIH, donde se ha demostrado laexistencia de partículas virales en los humosquirúrgicos derivados del láser.5,6

Será necesaria la oclusión ocular asociando colirioepitelizante. También es necesario cubrir la cara alpaciente con campos embebidos en suero fisiológi-co, que deberán encontrarse siempre húmedos, paraevitar lesiones de piel por rayos láser reflejados en loslaringoscopios metálicos (figura 5). A mano del ciru-jano, mejor encima de la mesa del instrumental,debe haber un recipiente y una jeringuilla con solu-ción salina estéril o bien algodón empapado con estasolución para extinguir el fuego que accidentalmen-te pueda aparecer cerca del campo quirúrgico.7

La complicación potencialmente más peligrosapuede ocurrir cuando entra en contacto la radiacióncon la mezcla de gases que existen en la vía aérea(oxígeno y óxido nitroso básicamente, con los cualesel láser presenta buena conductancia). En el caso deperforación del manguito del tubo de ventilación odel propio tubo, puede producirse una abrasión de lavía aérea tanto en sentido retrógrado como anteró-grado, inmediatas y diferidas, con consecuenciasinfaustas para el paciente, por lo que se recomiendainterponer entre el balón (posicionado subglótica-

Figura 2>> Aspirador de humos con filtro.

Figura 3>> Tubo de anestesia cuyo manguito ha derellenarse con suero fisiológico.Figura 1>> Gafas protectoras y mascarilla.

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mente) y el campo quirúrgico una lentina embebidaen suero salino. El balón del tubo de ventilacióndeberá inflarse con suero y, finalmente, se deberáevitar la utilización de tubos endotraqueales de plás-tico o bien éstos deberán ser antirreflejantes y estarprotegidos con material anticombustible (figura 3).

La perforación accidental del manguito nolleva siempre obligatoriamente a un cambiodel tubo de ventilación. La reducción de laconcentración de oxígeno y la cobertura o eltaponamiento con otras lentinas de la sub-glotis permiten continuar con la intervenciónen la mayoría de casos.

En determinadas situaciones, como durante la ven-tilación con sistema de inyección (“jet ventilation”),puede requerirse la disminución de la concentraciónde gases administrados al paciente (ver capítulosobre anestesia).

Antes de realizar una actuación quirúrgica sobre elpaciente, el cirujano deberá familiarizarse y entrenar-

se con el material, tanto con los instrumentos decampo como con el microscopio y el propio disposi-tivo láser (figura 4). Cada casa comercial pone a dis-posición del cirujano un tipo de láser CO2, por lo quelas características técnicas pueden variar, así que serecomienda una lectura detenida de los manualespara su correcto manejo.

Los dispositivos láser de nueva generación incluyenpantallas táctiles donde se pueden modificar losparámetros del dispositivo, como el Surgitouch®,por lo que se deberá conocer el funcionamiento delsoftware. Los diferentes tipos de parámetros modifi-cables derivan de las propias características de laradiación láser sobre los tejidos (absorción, transmi-sión, dispersión y reflexión), incluyen la intensidaddel haz, la profundidad del corte o vaporización, laforma de corte, el tipo de disparo (continuo o dis-continuo), etc. Dichos parámetros deberán ser modi-ficados en función de la cirugía planteada.

Variando, por ejemplo, la distancia focal del disposi-tivo, que en condiciones normales trabaja a 400 mm(donde la intensidad energética es máxima), o sea,desfocalizando el spot (forma que adquiere el haz deláser cuando contacta sobre la superficie), podremoscoagular los vasos sangrantes o vaporizar.

Los dispositivos láser más novedosos asocianmicromanipuladores como el Acuspot®, que consi-gue un tamaño mínimo del spot de 160 micras a unadistancia focal de 200, y de 270 micras a 400. Talprecisión permite disminuir las lesiones térmicas, la

Figura 4>> Sistema de láser CO2 y su adaptación almicroscopio quirúrgico.

Figura 5>> Situación intreoperatoria. Obsérvese la pro-tección del paciente con paños humedecidos y el cododel cirujano apoyado.

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necrosis tisular y, consiguientemente, el edema postope-ratorio. También permite distinguir entre tejido sanoy tejido patológico, dado que no hay carbonizaciónni lesión en la zona periférica del disparo.

El microscopio, con una lente de 400 mm, debesituarse a la altura de la cabeza del paciente y debequedar fijado durante la cirugía, además de contarcon una fuente de luz fría halógena, puesto que éstaproduce menos dispersión del haz de luz y permiteintroducirla dentro del tubo de laringoscopia directapara que llegue hasta el campo quirúrgico (figura 5).

La posición natural para la intervención es enposición sentada, por lo que la elección del tipo desilla dependerá de las preferencias del propio ciru-jano, sabiendo que para la cirugía oncológica lostiempos quirúrgicos pueden ser largos (por el tama-ño tumoral y/o control intraoperatorio de los már-genes quirúrgicos) y, por lo tanto, es importantesentirse confortable.

El uso de apoya-brazos puede aliviar la ten-sión muscular en la cintura escapular enaquellas cirugías más prolongadas. Además,evita las tendinitis del manguito de los rota-dores. La altura de la mesa de quirófano sedeberá adecuar a la posición de la espaldadel cirujano, evitando mantener posicionesno anatómicas.

El uso de cámara de vídeo acoplada al microscópi-co es de gran importancia para facilitar el aprendiza-je a quien quiera introducirse en la técnica, perotambién facilita a la instrumentista la asistencia.Proporciona, además, una base iconográfica si seacopla a sistema de grabación.

Los resultados de la cirugía láser están condiciona-dos, en parte, por la experiencia del cirujano y por labuena exposición del campo quirúrgico, que enmuchas ocasiones es difícil. El canal de trabajo selimita a los laringoscopios directos, que puedentener diferentes calibres, debiéndose emplear el másgrueso posible (figura 6). Todos deben tener canalesde aspiración de humos acoplados o acoplables. Parala colocación inicial, será necesaria la ayuda de unafuente de luz fría asociada al propio tubo o median-te un clip para la iluminación que se fijará en el mar-gen inferior (figura 7).

Existen diferentes tipos de laringoscopios. Los másutilizados clásicamente son los de Kleinsasser y los deSteiner (figura 8), ambos útiles para exponer lesionesdel espacio glótico y supraglótico. La epiglotis deberáser expuesta tanto en su cara lingual como en su cara

laríngea con un tubo de laringoscopia directa bivalvo.Preferentemente se emplea el laringoscopio bivalvade Weerda o de Steiner (figura 9), que permite variarsu diámetro distal y/o impactar la epiglotis entre lasvalvas para procurar una mejor asequibilidad a ésta.

Es importante saber que la elección del tubo delaringoscopia directa dependerá de las preferen-cias del cirujano y de la anatomía del paciente. Lafijación del tubo deberá realizarse con el soportepectoral específico del laringoscopio (p.ej. Riecker-Kleinsasser), sabiendo que la posición de éste puedevariar durante la intervención (figuras 6 y 9).

La microcirugía láser es una cirugía dinámica,puesto que la anatomía faringo-laríngeatambién lo es y varía con cada movimientoque realizamos sobre el laringoscopio. Así,para lesiones grandes o pequeñas, el cambiode posición del laringoscopio puede ser decrucial importancia para exponer estructurasque no se habían visualizado inicialmente.

De igual forma, la variación del aumento del micros-copio combinada puede ser de gran ayuda para iden-tificar pequeñas lesiones y actuar sobre ellas.

El instrumental de mano del cirujano constituye laparte final del instrumental accesorio. Idealmente,este tipo de instrumental debe ser mate u opacopara evitar los reflejos del haz de láser.

Para microcirugía láser, el material quirúrgico tieneuna longitud de 22 cm aproximadamente y, apartede los canales de aspiración que puede poseer cadainstrumento y de la característica anteriormente cita-da, difiere en poco del instrumental utilizado para lamicrocirugía laríngea no láser convencional.

Existen diferentes tipos de pinzas de agarre degran utilidad para traccionar los tejidos; depende dela posición de las lesiones tendremos pinzas curvashacia la derecha, izquierda o hacia arriba (figura 10),y en función del tamaño y/o superficie de la lesiónpodrán ser dentadas o lisas (figura 11). Asimismo, sedeberá disponer de unas pinzas con superficie cor-tante para la realización de biopsia.

Ocasionalmente puede ser útil la infiltración conanestésico local con vasoconstrictor, como porejemplo para abombar la cuerda vocal y parte delventrículo, y así mejorar la exposición. Para paliarlos sangrados, se precisa de aspiradores-coaguladores(ergonómicos tipo Steiner o cánulas de aspiracióncurvas) de diferentes calibres que permiten la aspi-ración de humos, la tracción no cruenta de lasestructuras y la cauterización de aquellos vasos de

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mayor tamaño, gracias a su cubierta conductora(figura 12).

En cirugía sobre tumores malignos seemplean los aspiradores finos para zonasno tumorales y los aspiradores de mayorcalibre para aspirar y coagular en zonatumoral.

De esa manera se intenta evitar la implantación denidos celulares en áreas de tejido sano. Es importan-te informar al personal de enfermería sobre esta dis-tinción y solicitar el aspirador “tumoral” y el aspira-dor “sano” para evitar confusiones.

Aunque el láser CO2 proporciona una buenahemostasia (puede coagular vasos de 0,5 mmaprox.), habitualmente en determinadas zonas

Figura 6>> Laringoscopios de diferentes tamaños concanal de aspiración y protector dental.

Figura 7>> Cable de luz fría con pinzas de luz de adap-tación universal a laringoscopios.

Figura 8>> Laringoscopia con sistema de acoplamientode canal de aspiración de humos.

Figura 9>> Laringoscopio bivalva de Steiner consistema de soporte.

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Figura 12>> Cánulas de aspiración-coagulación yespátula de disección con aspiración.

Figura 13>> Pinzas de aplicación de clips vasculares.

Figura 10>> Pinzas finas microquirúrgicas.

Figura 11>> Juego de pinzas microquirúrgicas.

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(repliegues ariteno y faringoepiglóticos, espacioparaglótico y preepiglótico, membrana cricotiroidea,seno piriforme.) se requiere una hemostasia comple-mentaria, bien mediante la coagulación monopolar através de los aspiradores-coaguladores, que se consi-gue cuanto menor es el diámetro de éste, bien conla ayuda de pinzas hemostáticas (de coagulaciónmonopolar) que permiten el mismo efecto. En casode que la cauterización sea insuficiente o de que setrate de vasos importantes (arterias laríngeas o farín-geas), es conveniente aplicar clips vasculares paraevitar complicaciones posteriores (figura 13).

Se recomienda aplicar los clips de maneraregular en vasos de mayor calibre para pre-venir sangrados postoperatorios.

Hay que saber que habitualmente los clips sonexpulsados espontáneamente por el paciente en ungolpe de tos durante el postoperatorio.

En la cirugía sobre neoformaciones amplias a nivelendolaríngeo, donde sea necesario llegar hasta elplano cartilaginoso, puede ser útil la utilización deinstrumental en forma ovalada o espátula, amboscon canal de aspiración, para despericondrizar el car-

tílago (figura 12). De esta manera de combina lacirugía láser con la de disección clásica.

BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

1. Oficina Técnica de Evaluación de Tecnología Médica.Inventario de equipamientos de tecnología médica enCatalunya, 1992. (Documento interno del Departamentode Sanidad y Seguridad Social).2. Trelles MA. Fundamentos mecánicos y físicos del láser.Para la salud y la estética. Ediciones Técnicas Especializadas.Barcelona, 1983.3. Council on Scientific Affairs. Lasers in Medicine andSurgery. JAMA 1986 Aug; 256 (7): 900-7.ECRI. Risk Analysis. Laser smoke evacuators. Hospital RiskControl 1990; 12 (3):1-4.4. Baggish SN, Poisez JB, Joret D, Williamson P, Regai A.Presence of human immunodeficiency virus DNA in LaserSmoke. Lasers in medicine and surgery 1991; 11: 197-203.5. Garden JM, O’Bani On KO, Shelnitz LS et al. Papillomavirus in the vapor of carbon dioxide Laser-heated verruca-re. JAMA 1988; 259 (8): 1.119-1.202.6. ECRI. Risk Analysis: Preventing Laser-Related AirwayFires. Hospital Risk Control 1990; 12. 4: 1-10.

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11.. CCOONNSSIIDDEERRAACCIIOONNEESS IINNIICCIIAALLEESS

El láser de CO2 es un proceso de emisión de ener-gía que se concentra en un rayo de radiación electro-magnética invisible, cuya longitud de onda es de10,6 milimicras y que utiliza el CO2 como medio acti-vo. Cuando esta energía electromagnética alcanzalos tejidos, se transforma en energía calorífica con ungran potencial de incisión y hemostasia. Esta radia-ción se absorbe en gran medida por el agua y así, alincidir en los tejidos que son ricos en agua, el láseres absorbido en las primeras capas celulares, crean-do necrosis y coagulación del tejido, y con poco efec-to dispersor sobre los tejidos adyacentes. La potenciaa la que se utiliza oscila entre 3 y 40 vatios, y setransmite por un sistema de espejos asociado a unmicroscopio. Se dispone de accesorios para su mani-pulación, como es el Acuspot®, que le dota de unagran precisión a un gran aumento. A baja potenciase utiliza para coagulación y a alta potencia paravaporización y excisión de tejidos. Aparte de lapotencia con la que se trabaje, el efecto sobre lostejidos dependerá del tiempo de disparo del láser ytambién de que se utilice en modo continuo (emisiónde la radiación a una potencia constante) o en modopulsado (emisión intermitente de radiación láser.Cada pulsación tiene diferente duración según seanpulsaciones cortas o largas).1-3

Aplicaciones clínicas más frecuentes en cirugía ORL:• Cirugía endoscópica laríngea y faringolaríngea:

papilomatosis, parálisis de cuerdas vocales, esteno-sis supraglótica, glótica y subglótica, tumoresbenignos, edemas laríngeos, laringocele, edemasposcirugía parcial laríngea, carcinomas de laringe.

• Cirugía orofaríngea: glosectomía, amigdalecto-mía, cirugía del ronquido.

La cirugía láser de laringe e hipofaringe se realizapor vía endoscópica transoral mediante laringosco-pia de suspensión y microscopio. Una de las carac-terísticas más importantes de la técnica es que per-mite la resección del tumor exclusivamente, congran precisión, respetando las zonas de tejido sanoadyacentes y preservando el esqueleto cartilagino-so laríngeo.4-6

En el terreno de la patología neoplásica laríngea,la cirugía láser siempre tiene como fin la ablacióndel tumor conservando las funciones laríngeas defonación y ventilación. Siempre se trata de cirugíaparcial de laringe. Entre las ventajas adicionales queaporta sobre la cirugía abierta convencional, hayque destacar que:

No hace necesaria la realización de traqueoto-mía, ya que no precisa aislar la vía aérea del campoquirúrgico.

Se conserva la función laríngea fonatoria y ventila-toria desde la finalización de la cirugía.

La recuperación de la función deglutoria es inme-diata, de tal modo que la mayoría de las veces no seprecisa sonda de alimentación nasogástrica en elpostoperatorio,7 aunque en los grandes tumores devía aerodigestiva la sonda es necesaria en el 63% delos casos.8

El dolor postoperatorio es menos intenso que en lacirugía abierta.

Además, el tiempo de hospitalización se acorta,la incidencia de complicaciones es baja y, portodo ello, la técnica es muy bien aceptada por lospacientes.

5. Anestesia en cirugíacon láser CO2

M.A. AyusoM.M. Luis

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1.1. ANESTESIA EN MICROCIRUGÍA LARÍNGEA

La microcirugía de laringe obliga al anestesiólogo aatender varios aspectos, de entre los que destacantres apartados fundamentales:

1. La dificultad en el abordaje de la vía aérea.2. Las modalidades de ventilación a emplear. 3. El control de la respuesta hemodinámica provo-

cada por la manipulación laríngea. 4. A estos aspectos comunes en todos los trata-

mientos quirúrgicos laríngeos se debe añadir elseguimiento de unos protocolos de obligado cumpli-miento cuando se utiliza láser.

22.. AASSPPEECCTTOOSS CCOOMMUUNNEESS EENN MMIICCRROOCCIIRRUUGGÍÍAALLAARRÍÍNNGGEEAA CCOONN OO SSIINN LLÁÁSSEERR CCOO22

2.1. DIFICULTAD EN LA INTUBACIÓN

En este capítulo se dedica una parte del mismo almanejo de la vía aérea en patología laríngea.Conviene destacar la importancia que tiene elpoder lograr la intubación orotraqueal, puesto queuno de los objetivos de la cirugía láser es evitar latraqueotomía y sabido es que las maniobras deintubación en pacientes que presentan una altera-ción anatómica y una obstrucción de la vía aérea acausa de tumoraciones laríngeas revisten a menu-do gran dificultad. La exéresis del tumor con láserproducirá una notable mejoría de la función venti-latoria y, en consecuencia, la realización de unatraqueotomía con el único objetivo de lograr laintubación sólo se justificaría en caso de existenciade hipoxia mantenida que no pudiese ser revertidade ningún modo y ante la imposibilidad de conse-guir el control de la vía aérea. Por estos motivos, esde sumo interés conocer cómo se debe actuar paravalorar y manejar la vía aérea difícil de los pacien-tes con patología laríngea.

El mantenimiento de la permeabilidad de la víaaérea con el fin de obtener un adecuado intercam-bio gaseoso es una de las primeras responsabilidadesdel anestesiólogo.9

La vía aérea difícil es definida como la situa-ción clínica en la que un anestesiólogoentrenado convencionalmente experimentadificultad en la ventilación con mascarilla,en la intubación traqueal o en ambas.

Esta es la definición propuesta por la AmericanSociety of Anesthesiologists (ASA) Task Force onManagement of Difficult Airway en 1993 y confir-mada en la puesta al día publicada en 2003.10 Detodos modos, está aceptado que el concepto de víaaérea difícil es una interacción entre factores propiosde cada paciente, patología del mismo y situación deemergencia, y grado de entrenamiento y habilidaddel anestesiólogo.10

La situación clínica de “dificultad de ventila-ción más dificultad de intubación” es dramá-tica y puede provocar la hipoxia y muerte delpaciente en pocos minutos.

La dificultad en la ventilación con mascarilla impli-ca que no es posible mantener una saturación peri-férica de O2 (SpO2) >90% empleando una fraccióninspirada de O2 (FiO2) de 1 en un paciente que pre-viamente presentaba una SpO2 >90%. Esto significaque existe un intercambio gaseoso defectuosodurante la ventilación con mascarilla y que nopuede ser revertido. Por otro lado, la dificultad en laintroducción del tubo endotraqueal puede presen-tarse en forma de dificultad durante la laringosco-pia, si es que no se puede visualizar adecuadamen-te la glotis, o en forma de no poder dirigir el tubohacia la glotis, aunque ésta se halla identificada. Laintubación puede lograrse al primer intento o des-pués de varios intentos. En definitiva, la dificultadpuede variar desde 0 hasta llegar a ser imposible. Laincidencia de diversos grados de dificultad objetiva-da está recogida en estudios realizados de tal modoque, en la población sometida a cirugía general, elgrado más leve de dificultad, que consistiría enlograr la intubación tras varios intentos y ayudándo-se con desplazamiento externo de la laringe, secifraría en una incidencia de 1-18%. Un grado supe-rior de dificultad, que consistiría en lograr la intuba-ción, pero tras una escasa visualización de la glotis,varios intentos de intubación o utilización de variosmodelos de pala de laringoscopio, presentaría unaincidencia del 1-4%. Una intubación no lograda ycon dificultad en la ventilación con mascarilla conriesgo de muerte para el paciente tendría una inci-dencia de 0,0001-0,02%.11

Las complicaciones que se derivan de la dificultaden el manejo de la vía aérea son variables y oscilanen gravedad; así, se puede observar desde el simpledolor de garganta sin más repercusiones, hasta laaparición de serias lesiones locales o secuelas severasen otros órganos o muerte del paciente.12,13

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La frecuencia de casos de dificultad en la intuba-ción endotraqueal en cirugía laríngea es más elevadaque en otros tipos de cirugía (12-28%).14-16 Estehecho es debido a la conjunción de varias causas,tales como la distorsión anatómica causada portumoraciones que dificultan el reconocimiento de lasestructuras laríngeas y la exposición glótica, esteno-sis de la vía aérea, hemorragia debida al roce delesiones exofíticas durante el proceso de intubacióno insuficiencia respiratoria causada por obstrucciónde la laringe y que conlleva riesgo de hipoxia mante-nida que dificultará la estrategia de intubación y latécnica de ventilación. Además, los pacientes pue-den presentar secuelas de tratamientos quirúrgicos yradioterápicos anteriores, que ocasionan retraccio-nes y anquilosis de la región cervicofacial. También seobserva una elevada incidencia de pacientes consobrepeso y con patología y malposición dentaria.Todos estos factores determinan dificultad en laexposición de la glotis tanto durante las maniobrasanestésicas como durante las maniobras quirúrgicas.

2.2. IDENTIFICACIÓN PREOPERATORIADE LA VÍA AÉREA DIFÍCIL

Para que el manejo de la vía aérea en el momento dela inducción anestésica disminuya el riesgo de fracasode la técnica de intubación y la secuela de hipoxia, esconveniente que el anestesiólogo pueda detectar antesde la intervención aquellos pacientes con posibilidadde presentar una Intubación Traqueal Difícil (ITD), inclu-yendo los que no parecen sospechosos de presentarla.Para detectar los casos de ITD, se deben identificar enel preoperatorio diversos factores que pueden dificul-tar las maniobras de laringoscopia e intubación.

Los parámetros que el anestesiólogo exami-na son: las alteraciones de la dentición, lamovilidad de la articulación temporomandi-bular, la distancia entre incisivos superiorese inferiores, la visibilidad de la úvula, laforma del paladar, la complianza del espaciomandibular, la distancia tiromentoniana, lalongitud y circunferencia del cuello, y lamovilidad de la cabeza y cuello.10

Normalmente se aplican unas baterías de tests quecombinan los factores ya comentados, con la finalidadde otorgar la máxima fiabilidad predictiva. Podrían tam-bién incluirse otras medidas más sofisticadas que incor-poran radiografías de cabeza y cuello, pero es intere-

sante que los tests estén basados en unas medidas sen-cillas y no invasivas que se puedan tomar a la cabeceradel paciente invirtiendo escaso tiempo. Las medidasque se toman son: test de Mallampati (figura 1), la exis-tencia o no de paladar ojival, grado de apertura bucal,índice de masa corporal, medida de la distancia tiro-mandibular (figura 2), existencia o no de retrognatia,grado de flexión y extensión de la columna cervical,grado de movilidad de la articulación temporomandi-bular y la longitud y protrusión de los incisivos superio-res.17-20 La asociación de varios tests predictivos aumen-ta la sensibilidad y especificidad de los mismos.21,22

Clase I Clase II Clase III Clase IV

Figura 1>> Test de Mallampati modificadopor Samsoon y Young.19

La distancia media inferior a 6 cm puede indicar la dificultad ala intubación (tomado de Frerk)20

Clase I: Se observa paladar blando, fauces, úvula y pilares amigdalares.Clase II: Se observa paladar blando, fauces y úvula.Clase III: Se observa paladar blando y base de úvula.Clase IV: No se ve el paladar blando.

Figura 2>> Distancia tiromentoniana.

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En patología laríngea estos tests clásicos resultaninsuficientes, porque no valoran la afectación locali-zada en la vía aérea.15,23 Así pues, se debe poseerinformación del tipo de patología laríngea, sintoma-tología clínica, localización, extensión y grado decompromiso de la permeabilidad laríngea, por lo quees de sumo interés conocer los resultados de laexploración clínica, de la laringoscopia indirecta y delas pruebas radiológicas. En nuestro centro hospita-lario, dentro del área de anestesia en ORL, hemosdiseñado un test específico para pacientes con pato-logía laríngea y que incluye, además de factoresgenerales clásicos que dificultan la intubación, otros,como es la localización supraglótica de la lesión o lapresencia de síntomas de insuficiencia laríngea. Eltest diseñado presenta muy buena predicción, pues-to que otorga una sensibilidad de 94% y una espe-cificidad de 76%.16

2.3. MANEJO DE LA INTUBACIÓNEN PATOLOGÍA DE VÍA AÉREA SUPERIOR

La ASA tiene establecido un algoritmo en el queseñala los pasos sucesivos a seguir en caso de dificul-tad a la intubación y establece el empleo en cadamomento de sistemas accesorios que permitan la ven-tilación y la introducción de un tubo de ventilación enla vía aérea. El conocimiento de los algoritmos demanejo de la dificultad en la vía aérea se equipara alconocimiento de los algoritmos existentes pararemontar eventos cardiacos agudos.10 En patología dela vía aérea superior, aparte de las posibles dificultadesque se pueden hallar en la población general, elmanejo de la vía aérea presenta unas connotacionesespeciales ya comentadas, debido al asentamiento delas lesiones en la zona de trabajo anestésico. Se debetener en cuenta que las lesiones de vía aérea se modi-fican en el tiempo debido al rápido desarrollo de lostumores, edemas, hemoptisis, etc. Además, enpacientes que se someten a repetidas sesiones deláser, la laringe va variando para cada sesión debido alas repetidas resecciones tisulares y a la cicatrizacióndel lecho quirúrgico; por lo tanto, se debe revalorar alpaciente antes de cada sesión quirúrgica.

Una vez obtenida toda la información preoperato-ria, se debe decidir si la permeabilidad y el acceso dela vía aérea están tan severamente comprometidosque sea necesario practicar una vía aérea quirúrgica(traqueotomía) antes de cualquier procedimientoanestésico. Si no fuera así, se podría actuar delsiguiente modo:

Antes de proceder a la inducción anestésica yadministración de un relajante muscular, esconveniente realizar una laringoscopia direc-ta bajo sedación, en ventilación espontánea.

Es de gran utilidad identificar la situación delespacio glótico a través de los movimientos ins-piratorios de la glotis, por lo que es necesario elmantenimiento de la ventilación espontánea.

La pérdida del tono muscular de los tejidos debidoa la acción de los relajantes musculares puede preci-pitar la oclusión de la vía aérea, siendo entoncesimposible la ventilación con mascarilla facial. La difi-cultad de la exposición glótica se cuantifica median-te la escala de Cormack y Lehane, que posee 4 gra-dos de dificultad que se detallan en la figura 3.24

Se considera que la laringoscopia es difícil y,por lo tanto, lo será la intubación cuando seobtengan los grados III y IV de Cormack yLehane, o cuando se empleen más de diezminutos y/o más de dos intentos de larin-goscopia con o sin compresión, y desplaza-miento externo de la laringe.

Cuando el resultado de la laringoscopia directa indi-que que la intubación puede ser posible, se procederáa la administración de un relajante muscular y a la intu-bación. Es aconsejable la utilización de relajantes mus-culares con un tiempo de latencia y vida media muycorta. En patología de vía aérea superior, no siempre sepueden utilizar medios auxiliares de intubación dispo-nibles en otros tipos de cirugía, como puede ser elCombitube25 o la mascarilla laríngea.26,27 Tampoco esútil el uso de fibroscopio en tumoraciones exofíticas

Figura 3>> Visión glótica durante la laringoscopiadirecta según la escala de Cormack y Lehane.

Grados progresivos de dificultad en la laringoscopia24

Grado I: Se observa la glotis en su totalidad.Grado II: Sólo se visualiza la comisura posterior.Grado III: Sólo se visualiza la epiglotis.Grado IV: Sólo se visualiza el paladar blando.

Grado I Grado II Grado III Grado IV

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supraglóticas, puesto que se produce un sangrado dela lesión al roce del fibroscopio.28 Sin embargo, sípuede ser útil la intubación a través de la luz del larin-goscopio de Kleinsasser. En la tabla 1 se muestra elalgoritmo que aplicamos en nuestra área quirúrgicapara el manejo de los pacientes con patología laríngea.

La estrategia a adoptar siempre estará basa-da en las condiciones de cada paciente, elentrenamiento del anestesiólogo en las téc-nicas accesorias, la disponibilidad de mediosy el grado de emergencia.10

La vía aérea superior es una compleja estructura ana-tómica que presenta muchas variables y en la que inter-fieren factores anatómicos y patologías intercurrentes.La importancia de su valoración preoperatoria y la apli-cación de estrategias de manejo ayudará al anestesiólo-go a evitar situaciones de riesgo para el paciente.

33.. MMOODDAALLIIDDAADDEESS DDEE VVEENNTTIILLAACCIIÓÓNN MMEECCÁÁNNIICCAA

Cuando se utiliza intubación y ventilación mecánicaconvencional, aunque se haya introducido un tuboorotraqueal de pequeño calibre (diámetro interno de6-6,5 mm), hay zonas de la laringe que quedan ocul-tas, como son la comisura posterior, los aritenoides,el tercio posterior de las cuerdas vocales y la subglo-tis. Como consecuencia de ello, la patología que radi-que en esas zonas resulta inaccesible, pudiendo hacerque la cirugía sea incompleta o que queden zonas sindiagnóstico. Por este motivo, en Anestesiología sehan ideado sistemas que mejoren la accesibilidad atoda la laringe.29,30

En la tabla 2 se muestra un resumen y un comentariode algunas técnicas que se han ido empleando en elcurso del tiempo durante la microcirugía laríngea, con elobjeto de mejorar la exposición del campo quirúrgico.

La técnica anestésica más común es la que empleaventilación artificial convencional utilizando un tuboorotraqueal de calibre pequeño (6-6,5-7 mm de diá-metro interno). Las técnicas de ventilación más inno-vadoras son las que utilizan ventilación por jet, yasea mediante pulsaciones manuales o Ventilación Jeta Alta Frecuencia (VJAF).

3.1. VENTILACIÓN JET

En 1967, Sanders31 describió la técnica de ventila-ción jet en ausencia de tubo endotraqueal utilizando

un laringoscopio de suspensión, dotado de un canallateral, al que se acoplaba un catéter de modo quela luz de este catéter quedaba dirigida hacia el cen-tro de la glotis (figura 4).

El sistema de ventilación jet más sencillo sólo nece-sita una fuente de O2 a alta presión (disponible en elsistema general del hospital o mediante una bombo-na de O2), un manómetro que regule la presión a laque se libera el volumen de gas (jet), un pulsadormanual que administre el gas y un inyector (figura5).32 Existe comercializado un ventilador portátil queintegra todos los elementos descritos (Manujet® III,VMB Medizintechnik GmbH, Alemania). El inyectorse debe acoplar a un catéter que habrá que introdu-cir en la vía respiratoria, ya sea por vía orotraqueal opor punción de la membrana cricotiroidea, o bien sepuede acoplar al canal lateral de un broncoscopio ode un laringoscopio de suspensión.33,34 Este sencillosistema de ventilación tiene como inconveniente queno posee un sistema limitador de presión en el inte-rior de la vía aérea, por lo que es potencialmentepeligroso en cuanto a la provocación de un barotraumapulmonar. Dentro de la Anestesiología se le conside-ra más bien un sistema de ventilación de emergen-cia, puesto que el respirador es fácilmente transpor-table y permite la oxigenación de un paciente ensituación de hipoxia con amenaza vital. La fiabilidadde que aporte una adecuada ventilación prolongadadurante una intervención quirúrgica es dudosa.

3.2. VENTILACIÓN JET A ALTA FRECUENCIA (VJAF)

El concepto de VJAF fue introducido en 196731 y apartir de este momento diversos investigadoresfueron perfeccionando la técnica.35 Está hoy en díaconsolidada y especialmente indicada para las inter-venciones sobre vía aérea superior, entre ellas lamicrocirugía laríngea.36-39

Es una técnica de ventilación sofisticada y consisteen la administración de un chorro de gas a gran velo-cidad denominado “jet”, liberado a alta presión através de un catéter estrecho denominado inyector,utilizando un respirador de características especialescapaz de trabajar a frecuencias elevadas.

Modos de administrar el volumen jet:a. La inyección de aire puede hacerse por encima

de la glotis acoplando el catéter al laringoscopio desuspensión, tal como se muestra en la figura 4. Eneste caso, se denomina ventilación jet preglótica. Laventaja es que no existe ningún obstáculo en la glo-tis, pero es criticada por los siguientes motivos:33-36

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Laringoscopia directa en ventilación espontánea bajo sedación y anestesia tópica

Cormack1,2,3

Cormack4

Lesión supraglótica que impide localizar glotis

Estenosis glótica por ocupación tumoral

Finalizar inducción y relajación. Laringoscopia directa e intubación clásica o VJAF

Éxito Fracaso (no más de 2 intentos). Opciones:1ª opción: oxigenación con mascarilla facial e intubación con guía2ª opción: oxigenación con mascarilla facial y FBS

No relajación. Intubación en ventilación espontánea

Opciones según tamaño, tipo de lesión (benigna o maligna) y localización:1ª opción: oxigenación con mascarilla facial e intubación a ciegas con guía 2ª opción: oxigenación con mascarilla facial y FBS3ª opción: oxigenación con mascarilla facial y VJTT

No relajación, mantener ventilación espontánea

Opciones según tamaño, tipo de lesión (benigna o maligna) y localización:1ª opción: oxigenación con mascarilla facial e intubación a ciegas con guía 2ª opción: intubación con laringoscopio tipo Kleinsasser3ª opción: oxigenación con mascarilla facial y traqueotomía con A. local

Estenosis moderada Estenosis severa

1ª opción: relajación muscular e intu-bación si la luz glótica permite un tuboconvencional de pequeño calibre2ª opción: VJAF

1ª opción: VJTT si la luz glótica >1 cm2ª opción: traqueotomía con A. local

FBS: Fibroscopio. VJAF: Ventilación Jet a Alta Frecuencia. VJTT: Ventilación Jet Transtraqueal.

TABLA 1>> Algoritmo de intubación en patología laríngea.

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• Hasta que el laringoscopio de suspensión no sehalla colocado, no se puede ventilar al paciente. Estoimplica que el laringoscopio se debe instalar con rapi-dez y no en todos los pacientes la laringoscopia es sen-cilla, por lo que el paciente puede presentar hipoxia.

• Durante la microcirugía se puede desplazar ellaringoscopio y provocar hipoventilación, dilatacióngástrica o neumomediastino si se insufla la faringe.

• Al retirar el laringoscopio, hay que ventilar alpaciente por otro sistema hasta que recupere la ventila-ción espontánea.

b) La inyección de aire puede hacerse por debajode la glotis intubando con el catéter en vez de fijar-lo en el laringoscopio. En este caso, se habla de ven-tilación jet subglótica. Esta forma en la que el caté-ter de inyección se introduce por vía orotraqueal esla más común para administrar la VJAF.

Se intuba con dos catéteres adosados. Uno de ellossirve para administrar el jet; es el catéter de inyec-ción. El otro se utiliza para medir las presiones en elinterior de la vía aérea. Ambos se acoplan respectiva-mente al inyector y al transductor de presión del res-pirador de VJA. Los catéteres tienen una longitud de30 cm y un diámetro interno de 2,2 mm38 (figura 6).

La espiración se produce de manera pasiva por la glo-tis abierta y ésta debe tener un tamaño suficiente comopara permitir la correcta salida del aire espirado. En cadainsuflación se administra un volumen de aire muy peque-ño (±150-180 ml de una mezcla de O2/aire). Como la fre-cuencia ventilatoria que se utiliza es muy alta (100-150ciclos/minuto) y los tiempos espiratorios muy cortos, elpulmón no se vacía por completo al final de la espiración;así se produce un efecto auto-PEEP (Positive EndEspiratory Pressure), que es una de las ventajas de estaventilación, ya que mejora la aireación de alvéolos basa-les que permanecen cerrados habitualmente durante laventilación convencional. La seguridad del sistema vienedada porque permite la monitorización continua de lapresión generada en la vía aérea durante la ventilación.

TABLA 2>> Técnicas anestésicas utilizadas en microcirugía laríngea.Principales ventajas e inconvenientes.

TÉCNICA VENTAJAS INCONVENIENTES

Ventilación espontánea No tubo traqueal HipoventilaciónNo intubación traqueal Difícil conseguir plano anestésico

suficiente y ventilación eficaz

Ventilación convencional Control total vía aérea Laringe oculta en su mitad inferior

Venturi jet ventilación No tubo traqueal Hipoventilación. Necesita preglótica laringe permeable. Distensión

gástrica. Vía aérea no protegida

VJAF vía transtraqueal No tubo en laringe Riesgo de enfisema subcutáneoIndicada en intubación difícil Necesita laringe permeable

Vía aérea no protegida

VJAF vía orotraqueal Pequeño tubo traqueal Necesita laringe permeable Vía aérea no protegida

Figura 4>> Ventilación preglótica.

O2 55.60 PSI

Válvula reductora(ajustable)

Sistema para administrar la ventilación jet adaptada al larin-goscopio de suspensión (tomado de Oulton y Donald)33

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Se mide normalmente una presión al final de la inspira-ción, denominada presión máxima y relacionada con elvolumen intrapulmonar total, y otra presión al final de laespiración, denominada presión mínima y que se relacio-na con el aire intrapulmonar residual que permanece enel pulmón al final de la espiración. El objeto de estasmediciones es evitar una sobrepresión y, en consecuen-cia, un barotrauma durante la ventilación. El efecto PEEPpuede incrementarse en situaciones de aumento de lacomplianza pulmonar o de la resistencia del sistema res-

piratorio, como es el caso de pacientes con asma o bron-coenfisema pulmonar y, sobre todo, en presencia de unobstáculo laríngeo que dificulte la espiración. Si ocurrieseun eventual atrapamiento excesivo, podría llegar a apa-recer un barotrauma pulmonar.

La eficacia de la VJAF debe ser comprobadamediante pulsioximetría. La capnografíaconvencional no es posible adaptarla a fre-cuencias tan elevadas.38

Figura 5>> Sistema elemental de ventilación jet.

Intubación debaja complianza

Comprende una fuente de O2 a alta presión, un regulador de presión, un pulsador manual y un catéter de inyección (tomado de Benumof)32

Catéter de 14 g

Inyector jet

Tubo aire

Tubo O2

Conexión de O2

en pared

Regulador de presión(0-50 PSI)

Figura 6>> Tubos para cirugía láser.a. Láser-Trach®. b. Láser Tubus®. c. Láser Flex®.d. Catéter transtraqueal, a través membrana cricotiroidea.e. Catéteres inyección para ventilación jet orotraqueal.

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Es condición indispensable que la glotis per-manezca permeable durante todo momentopara permitir la salida del aire espirado.

La técnica anestésica de mantenimiento es endo-venosa y la mezcla gaseosa está compuesta porO2/aire.40

c) La inyección de aire puede hacerse también intro-duciendo un catéter por vía transtraqueal y, en estecaso, se denomina ventilación transtraqueal.35,41,42

Este método se basa en la administración de unvolumen de aire a través de un catéter introducidoen tráquea mediante punción de la membrana crico-tiroidea, que es de fácil acceso. Método de punción:se coloca al paciente en decúbito supino con la cabe-za en hiperextensión, se localizan los cartílagos tiroi-des y cricoides, y en la membrana que existe entreellos, que es de consistencia blanda, se realiza lapunción con una inclinación de 15º y en direccióncaudal. Se debe verificar la presencia de la aguja enla luz de la vía aérea mediante la aspiración de airecon una jeringuilla; a continuación, se procede a latotal introducción del catéter, se comprueba denuevo su correcta situación en la luz traqueal y, trasesta maniobra, se retira la aguja conectando el caté-ter al inyector del respirador (figura 7). El catéter quese suele utilizar está montado en aguja de acero, esradioopaco, de calibre 14G y 7 mm de longitud (Jet-

Ventilation® catéter, VMB, Medizintechnik GmbH,Alemania) (existen cánulas pediátricas de calibre ylongitud inferiores), y en su tercio proximal presentauna angulación de 15º que facilita su introducciónen dirección caudal sin lesionar la pared posterior dela tráquea, con el bisel de la aguja quedando correc-tamente colocado en el eje de la tráquea (figura 6).41

Una vez realizada la punción, es muy importante lafijación del catéter al cuello del paciente con un apó-sito adhesivo para evitar posibles desplazamientos,ya que el peso y la rigidez de la tubuladura del inyec-tor podría ocasionar la acodadura del catéter o laretirada parcial de éste.

La ventilación por vía intercricotiroidea es una téc-nica invasiva. Actualmente, tiene dos indicaciones:

• En endoscopia laríngea, cuando existe dificul-tad de intubación (laringoscopia clase IV de Cormacky Lehane) o cuando es necesario obtener la exposi-ción completa de toda la luz glótica, dado que elcatéter accede a la vía aérea en la zona subglótica,no obstaculiza de ningún modo la glotis.42

• En cualquier situación de emergencia en la quesea difícil intubar y ventilar, y como medida temporalmientras se establece una vía aérea definitiva.43,44

Tiene la ventaja de que es un procedimiento muy rápi-do y sencillo de realizar, y permite la oxigenacióninmediata. Se debe tener en cuenta que la utilizaciónde la técnica lleva implícita la utilización de ventilación

Figura 7>> Método de punción transtraqueal, a través de membrana cricotiroidea.

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jet o de ventilación jet a alta frecuencia, ya que la apli-cación de otros métodos, ya sea Ambu o respiradorde ventilación artificial convencional, es ineficaz.45

Las condiciones imprescindibles requeridaspara realizar Ventilación Jet Transtraqueal(VJTT) son la permeabilidad de la endolaringe yde la supraglotis para permitir la salida de aireespirado (téngase en cuenta que sólo se intro-duce un catéter que administra el volumen deaire, pero no se miden presiones en vía aérea),la ausencia de deformaciones anatómicas de lazona anterior del cuello o los desplazamientosde la tráquea que puedan dificultar la puncióny la existencia de tumoraciones subglóticas.

La complicación que presenta una mayor inci-dencia de aparición es el enfisema subcutáneo cervi-cofacial (9%) y, con un menor escaso porcentaje, elenfisema mediastínico (1,9%); ambos se asocian aintentos repetidos de punción y movilizaciones inad-vertidas del catéter. La complicación más severa es elbarotrauma pulmonar que aparece si se produce unaobstaculización a la salida del aire espirado.41-43,44,46

Actualmente, la VJAF se considera una técnica idóneapara realizar la endoscopia laríngea por microcirugía,puesto que a la efectividad de la ventilación se le suma elexcelente campo quirúrgico que proporciona. Antes deindicar la VJAF, se debe valorar adecuadamente la existen-cia de patología toracopulmonar y el grado de permeabi-lidad de la vía aérea superior. Los pacientes afectados porpatología laríngea presentan con frecuencia afectaciónpulmonar obstructiva crónica, la mayoría de veces ligadaal hábito tabáquico y un grado variable de ocupación dela vía aérea a nivel laríngeo. Estos pacientes precisamenteson los que presentan más riesgo a la hora de indicar laVJAF. En un estudio realizado sobre la aplicación de VJAFen cirugía laríngea,47 se recoge que el hábito tabáquico sehallaba presente en el 90% de los pacientes sometidos adicha cirugía con una intensidad de entre 40-60 paque-tes / año, habían desarrollado criterios clínicos de EPOC el27% de casos, el 12% estaban afectados por sobrepesoy el 15% presentaban algún grado de obstrucción en lapermeabilidad de la laringe. El estudio de la aplicación dela VJAF en todos los casos demostró que los pacientescon limitación severa de la permeabilidad laríngea no sepodían ventilar con VJAF sin asumir riesgo de atrapamien-to aéreo importante y que en los pacientes con EPOC ycon sobrepeso, a pesar de que había un cierto grado deatrapamiento, la ventilación era eficaz, aunque en lospacientes obesos no podía prolongarse durante largotiempo por riesgo de hipercapnia.47

44.. MMAANNIIFFEESSTTAACCIIOONNEESS HHEEMMOODDIINNÁÁMMIICCAASS

Durante la laringoscopia de suspensión la laringese halla sometida a intensos estímulos debido a lagran tracción a que se somete. Esta maniobra pro-voca una estimulación de los receptores de la víaaérea de la que se deriva una respuesta refleja mul-tiorgánica. Los receptores laríngeos son terminacio-nes nerviosas que se hallan en el interior de lasmucosas de epitelio aéreo y de los músculos, lasfibras aferentes son vehiculizadas por los nervioslaríngeos y a través del vago llegan a la médula, yla respuesta eferente es conducida nuevamente através del vago hacia la laringe. Los receptores sonde tres tipos: mecanorreceptores o sensitivos, qui-miorreceptores y de estiramiento.48-50

Cuando la laringe se somete a un estímulo inten-so, tiene lugar una respuesta cardiovascular manifes-tada bien en forma de bradicardia sinusal mediadapor el sistema parasimpático o bien por una taqui-cardia e hipertensión arterial mediada por el sistemasimpático; se acompaña de una respuesta neuroen-docrina demostrada por el aumento del nivel plas-mático de noradrenalina y correlacionada con elaumento de tensión arterial.

Otros de los efectos observados son trastor-nos del ritmo cardiaco, hipertensión endo-craneal e hipertensión pulmonar. Estasmanifestaciones suelen ser transitorias y noproducen secuelas en los individuos sanos,pero los pacientes afectados por enferme-dad cardiovascular presentan mayor riesgode padecer durante la intervención o en elpostoperatorio inmediato episodios deisquemia miocárdica, arritmias e inclusoinfarto miocárdico.51

Los factores que potencian esta respuesta reflejason numerosos: laringoscopia prolongada, tracciónlaríngea, intentos repetidos de intubación, manipula-ción laríngea en un plano anestésico insuficiente, irri-tación traqueal, hipoxia e hipercapnia. Prevenir laaparición de todas estas respuestas es un objetivo acumplir durante la microcirugía laríngea. Por parte dela técnica quirúrgica, es necesario realizar todas lasmaniobras con la menor agresividad posible. Porparte de la técnica anestésica, se debe mantener unaprofundidad anestésica adecuada utilizando, si fueranecesario, fármacos coadyuvantes de apoyo hemodi-námico, como pueden ser hipotensores, antiarrítmi-cos o anestésicos locales.52,53

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55.. AASSPPEECCTTOOSS EESSPPEECCÍÍFFIICCOOSS DDEE LLAA AANNEESSTTEESSIIAAAASSOOCCIIAADDOOSS AA LLAA CCIIRRUUGGÍÍAA CCOONN LLÁÁSSEERR CCOO22

Strong y Jako54 presentaron, en 1972, el primer traba-jo clínico acerca de la utilización del láser CO2 en pato-logía laríngea y ya entonces pusieron de manifiesto elpotencial peligro de la radiación láser durante la cirugíaen la vía aérea. Destacaban el peligro de reflexión delrayo sobre los instrumentos metálicos y los riesgos delesión corneal en el personal de la sala operatoria; aler-taban también de que el neumotaponamiento del tuboera una zona muy sensible a ser perforada por el láser y,por último y como más importante, destacaban el ries-go de combustión del tubo orotraqueal si el láser incidíasobre el mismo. A partir de entonces y con la difusiónde la técnica láser y las ventajas de su utilización, se pro-fundizó en el estudio de los posibles riesgos de la técni-ca y se fueron adaptando protocolos de actuación paradisminuir las posibles complicaciones de la misma.

5.1. RIESGOS DERIVADOS DE LA UTILIZACIÓNDEL LÁSER CO2 EN VÍA AÉREA

La incidencia referida de complicaciones de la ciru-gía láser sobre vía aérea se cifra según los estudiosrevisados entre 0,5 y 1,5%.55

5.1.1. Ignición

Es la complicación más grave. Circunstancias en lasque puede producirse:

a) Cuando la radiación láser incide sobre un mate-rial combustible alojado en la cavidad orofaríngea olaringotraqueal. Es por este motivo por lo que eltubo orotraqueal debe ser de material resistente a la

combustión o bien estar protegido por algún ele-mento aislante. Se dispone de varios modelos detubos comercializados en el mercado y diseñadospara cirugía láser en vía aérea, tales como (figura 8)Láser-Trach® (Sheridan), que es de caucho rojo recu-bierto por una cubierta metalizada, protegida a suvez por un suave tejido que debe humedecerse antesde la intubación; Láser Tubus® (Rüsch), que es decaucho blanco con la misma protección que el ante-rior y dos neumotaponamientos, uno por dentro delotro, donde la función del externo es proteger alinterno; Láser Flex® (Mallinckrodt), metálico antirre-flectante, también con dos neumotaponamientos,uno a continuación del otro, siendo la función delproximal proteger al distal. Xomed Láser-Shield® esun tubo de silicona protegido externamente por unacapa que contiene partículas metálicas (figura 6). Elneumotaponamiento no se halla protegido en nin-guno de los diversos modelos de tubos, siendo lazona débil de los mismos.

Si no se dispone de tubos específicos paraláser, se puede utilizar un tubo convencio-nal de PVC forrado con una lámina de alumi-nio, recubierta a su vez con otra lámina depapel adhesivo56 (figura 8).

Se han realizado estudios in vitro sobre la capaci-dad de combustión de los tubos con y sin protecciónutilizando potencias diversas de radiación y el resul-tado obtenido indica que la protección es imprescin-dible y que a mayor potencia de radiación se acortael tiempo necesario para producir combustión(tabla 3). También se ha determinado el índice de

Figura 8>> Tubo convencional protegido para láser.

TABLA 3>> Tiempos de ignición de los tubosdurante una exposición experimental al láserde 60 segundos de duración con atmósferaenriquecida en O2.

1

Material Potencia Potenciatubo láser 10 w láser 70 wtraqueal

PVC sin 50 segundos 3 segundosprotección

PVC protegido No ignición No ignición

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inflamabilidad con el resultado de un índice de 0,26para el PVC, de 0,19 para la silicona y de 0,18 parael caucho. Recomiendan que la duración de las pul-saciones no debe ser superior a 0,1-0,5 segundos.2

Los tubos endotraqueales introducidos a través deltraqueostoma de un paciente traqueotomizado tam-bién deben protegerse.

Siempre, cualquiera que sea el tubo que seutilice, ha de estar humedecido antes de suintroducción y, durante el curso de la inter-vención, debe ser remojado periódicamentecon lentinas empapadas en suero para evi-tar que se seque el tejido protector.

La utilización de un tubo endotraqueal no prote-gido daría lugar a que la radiación provocase lacombustión del tubo con ignición y destrucción deltubo y de todos los tejidos en contacto con elmismo. En un estudio realizado que examinaba laintegridad de los tubos tras la extubación, se reco-gió que el 50% de los tubos protegidos tenían en susuperficie externa marcas de tono oscuro que indi-caban que la radiación láser había incidido sobredicha superficie, lo que indica la estricta necesidadde proteger los tubos de ventilación.57 Los catéteresde insuflación por vía orotraqueal que se utilizanpara VJAF son de material de teflón y este materiales resistente a la combustión; se debería estar inci-diendo directamente sobre el catéter por espaciosuperior a 2 minutos para que se dañase.38 En algu-nos estudios58,59 se apunta que la presencia de san-gre sobre los tubos manufacturados para láser oprotegidos puede afectar las resistencia de los mis-mos; es un motivo más para abundar en que convie-ne colocar encima del tubo lentinas humedecidas amodo de protección.

El neumotaponamiento debe rellenarse consuero salino en vez de aire.

El fundamento es que el agua posee una mayorviscosidad y alarga el tiempo de contacto con laradiación, y que sería necesario para perforar elneumo (tabla 4). Algunos autores aconsejan que enel suero de llenado se introduzca algún colorantetipo azul de metileno para poder observar de inme-diato si el neumotaponamiento ha sido lesionado, loque conllevaría una pérdida de suero coloreado.

b) Cuando el láser se activa en presencia de unaatmósfera enriquecida en O2, como es la que seemplea durante la ventilación artificial, se puede pro-

ducir una deflagración y una combustión del O2.Normalmente, la concentración de O2 en el aireambiente es del 0,21, pero cuando se aplica ventila-ción artificial, se utiliza una FiO2 alrededor del 0,5 osuperior. ¿Cómo se pone en contacto la radiaciónláser con el O2 si el paciente está intubado? En pre-sencia de tubo orotraqueal con neumotaponamien-to, este evento ocurrirá si existe una fuga de airedebido a un insuficiente llenado del neumotapona-miento o si la radiación perfora el tubo, supuestodifícil si se utilizan tubos protegidos. Lo que sí puedeocurrir, y es relativamente frecuente, es que la radia-ción alcance el neumotaponamiento, con lo cualdeja de ser estanco y hay fuga aérea. Ya se ha men-cionado que el neumotaponamiento es la zona másdébil de cualquier tubo que se utilice, puesto que noestá protegida.

Para evitar que la radiación llegue a dañarel neumotaponamiento, es convenientealejar la parte distal del tubo del alcancedel láser, por lo que el tubo debe introdu-cirse lo más profundo posible en el interiorde la vía aérea, siempre comprobando, porsupuesto, que queden ventilados amboscampos pulmonares.

También se deben colocar lentinas hume-decidas en suero por debajo de las cuerdasvocales, protegiendo el neumotapona-miento. Si ocurriese una lesión de cual-quier zona del tubo, se debe interrumpir laradiación y sustituir el tubo dañado porotro indemne.

TABLA 4>> Tiempo que necesita incidir la radiaciónláser para perforar y vaciar el neumotaponamientodependiendo del relleno del mismo.

Relleno del Tiempo Tiempo neumotaponamiento de perforación de deflación

Aire 1 ± 0,83 seg. 2,59 ± 1,9 seg.

Suero salino 4,21 ± 3,91 seg. 104,6 ± 67,5 seg.

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Cuando se utiliza VJAF, la FiO2 debe ser siempre de0,3-0,4, puesto que el aire espirado está en contactocontinuo con la radiación láser. Si el paciente presentacifras bajas de SpO2 mantenidas y se debe administraruna mayor concentración de O2, se debe interrumpir laradiación láser hasta que el paciente se recupere y laconcentración de O2 se pueda volver a disminuir. Si noes así, el riesgo de combustión es muy importante.60

Durante la ventilación jet o la VJAF, la glotisdebe permanecer permeable y no es posiblecolocar lentinas que ocluyan la luz laríngea.

La mezcla de gases inspirados que se utilizaen la ventilación tiene gran importancia encirugía láser. El N2O no se debe utilizar,puesto que favorece la combustión, ya quese descompone de la siguiente forma: 2N2O= 2N2 + O2 + energía.

Normalmente, se utiliza una mezcla de O2/aire, aun-que la mejor mezcla propuesta es O2/helio, puestoque el helio posee una elevada conductividad térmicay el índice de inflamabilidad de esta mezcla es menorque el que posee la mezcla de O2/aire. Los agentesanestésicos halogenados pueden utilizarse. Podríarecomendarse la utilización de PEEP durante la cirugíaláser. Hay algunos estudios que demuestran in vitroque utilizando una mezcla de O2/helio con FiO2 de 0,4el incremento de presión intraluminal en el tubo oro-traqueal creado por la PEEP logra que el flujo de airefrío alcance la región del tubo calentada tras la aplica-ción fortuita del láser sobre éste.

Aparte de las causas ya comentadas, la combus-tión también va ligada a la potencia a la que seutiliza el láser; lo normal es utilizar potencias entre5-20 vatios.61

De todos modos, si se observan estricta-mente las normas de actuación a seguircuando se utiliza láser, los incidentes liga-dos a ignición en vía aérea son escasos. Enalgunas series de pacientes en los que sehan recogido datos, la incidencia de igniciónse halla en torno al 0,075%.56

5.1.2. Lesiones por inapropiada transmisión de energía

La energía de la radiación láser puede lesionar tejidosno deseados si incide sobre los mismos de modo invo-

luntario, tanto del propio paciente como del personaldel quirófano. Además, la radiación tiene la propiedadde reflejarse sobre superficies metálicas y alcanzar luga-res a distancia. Por estos motivos, todas las zonas facia-les y corporales del paciente deben estar cubiertas portallas humedecidas. Es aconsejable que el paciente nosea portador de barba y bigote, el cabello ha de quedaroculto. El material quirúrgico ha de ser no reflectante. Elpersonal del quirófano debe llevar gafas con protectoreslaterales, pues las heridas oculares, en concreto úlcerascorneales, ocupan el segundo lugar en frecuencia delesiones durante la cirugía láser. El quirófano debe per-manecer con las puertas cerradas y con un cartel indica-dor en la puerta avisando de que está en acción el láser.

5.1.3. Inhalación de productos de la combustión

La ignición en la vía aérea puede causar lesionessobre la misma a causa de la inhalación de produc-tos de la combustión.

La combustión de los materiales que componentodo el utillaje empleado genera la producción deproductos tóxicos que pueden ser inhalados.

Así pues, la combustión del PVC producecloruro de hidrógeno, fosgeno y cloro. Elteflón produce octafluoroisobutileno. Elpoliuretano produce isocianato y cianuro dehidrógeno. El algodón y el papel producenacroleína, acetaldehído, formaldehído y áci-dos acético y fórmico.

La inhalación de estos productos provoca condiversa intensidad disminución del transporte muco-ciliar, edema peribronquial y necrosis de la mucosabronquial, y a nivel pulmonar un incremento de lapermeabilidad de la membrana alvéolo-capilar porlesión del epitelio alveolar y el endotelio capilar, apa-reciendo edema pulmonar. El inicio del cuadro puedeser inmediato o hasta una semana después del acci-dente. El control de la evolución del paciente requie-re la realización de laringoscopia, fibrobroncoscopiay, cuando sea posible, estudio de la capacidad dedifusión y curvas de flujo-volumen.62

Más tardíamente, puede aparecer sobreinfecciónde las lesiones térmicas de la vía aérea o pulmonares.Las retracciones cicatriciales de las zonas quemadaso la pericondritis de los cartílagos laríngeos puedenocasionar al cabo de semanas o meses sinequias yestenosis de la vía aérea. Estas secuelas cursan condisfonía en los casos más leves hasta insuficiencia

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respiratoria de intensidad variable, pudiendo reque-rir traqueotomía y la implantación de prótesis tra-queales y bronquiales. El curso de todas estas lesio-nes es tórpido y es muy difícil la reparación completay la vuelta a la normalidad.

5.1.4. Contaminación ambiental

La vaporización de los tejidos tratados por la radi-cación láser produce partículas de humo de 0,3 mmque se dispersan en el aire ambiente y se depositanen los alvéolos al ser inhaladas, pudiendo provocaralveolitis y actuar como vectores de infecciones víri-cas.55 El papel de partículas de humo como propaga-dor de virus ha sido estudiado y se ha detectado enlas mismas carga viral63-65 y carga bacteriana.

Hay estudios que afirman que el virus del papilomalaríngeo no es viable en unas determinadas condicionesde uso de láser CO2, que son el modo continuo y unadensidad de potencia igual o mayor que 1.667 W/cm2.67

Los individuos más sensibles, ante la contaminaciónambiental, se quejan del desagradable olor del humo,cefaleas, lagrimeo, irritación faríngea y tos.

La inhalación del humo procedente de lavaporización de 1 gr de tejido ha sido equi-parada a fumar 3-6 cigarrillos.55

Es muy importante la aspiración continuadel humo y las partículas generadas duran-te todo el proceso quirúrgico.

Se debe disponer de un aspirador específico parael humo producido y que tenga la toma lo máscerca posible del lugar en que se genere el humo.Asimismo, el personal que trabaje en el interior dela sala debe protegerse con mascarillas facialesespecíficas que presentan una mayor capacidad defiltración que las habituales y quedan completa-mente adaptadas a la cara. Las mascarillas conven-cionales filtran partículas de tamaño 3 mm. Sinembargo, la partículas que se depositan en el árboltraqueobronquial y alveolar son del tamaño de 0,5-2 mm. Las mascarillas eficaces deberían poder fil-trar partículas de este tamaño.67 En caso de utilizarVJAF, la contaminación es máxima, puesto que elaire espirado sale a gran velocidad y con gran fuer-za, lo que hace imposible su aspiración. Este es unode los mayores inconvenientes de la aplicación deeste tipo de ventilación durante la cirugía láser.

5.1.5. Enfisema

Están descritos casos de enfisema subcutáneo,neumomediastino y neumotórax tras la cirugía láseren vía aérea, debido a la disrupción de la barreramucosa o cartilaginosa laríngea o traqueal tras algúndisparo de radiación láser.68-70

La reiteración de disparos láser sobre una zona decartílago laríngeo para poder resecar una tumora-ción con suficientes márgenes de seguridad haceque la integridad del cartílago se vulnere, de modoque se produzca una pequeña permeación y ocurrauna entrada de aire hacia la zona cervical anterior. Lamayoría de las veces clínicamente se manifiesta enforma de crepitación tisular a la palpación del cuello,sin otra sintomatología clínica.

También puede ocurrir una lesión de la mucosalaríngea en profundidad, que puede conducir a unenfisema mediastínico de menor o mayor severidad,y que puede ponerse de manifiesto durante el actoquirúrgico o en el postoperatorio inmediato.

Si la zona dañada se halla por encima delneumotaponamiento, no hay flujo aéreocirculando a este nivel durante la interven-ción y la fuga aérea se pone de manifiestocuando el neumotaponamiento se extrae.

El cuadro se agrava si el paciente presentatos o realiza esfuerzos inspiratorios, hechosque ocurren en la extubación.

La aparición de enfisema subcutáneo en el posto-peratorio se debe considerar una complicaciónpotencialmente grave debido al compromiso de lavía aérea que puede llegar a producirse. Una vezdetectado, precisa vigilancia clínica en la unidad dereanimación, monitorización de los parámetroshemodinámicos: frecuencia cardiaca, tensión arte-rial, ECG y ventilatorios (pulsioximetría). La apari-ción de neumomediastino a tensión o neumotóraxrequiere la descompresión urgente mediante colo-cación de drenajes pleurales, ya que, además delcompromiso ventilatorio, puede aparecer fallohemodinámico secundario a la dificultad en elretorno venoso.71 También se debe considerar quela reintubación urgente de estos pacientes puederevestir nuevas dificultades, debido a la distorsiónanatómica cervicofacial provocada por el enfisema.Una vez estabilizado el paciente, la localización dela lesión mediante fibrobroncoscopia o tránsito

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esofagogástrico permite establecer la etiología yrealizar la corrección quirúrgica de la lesión si pro-cede. Es muy importante la detección precoz deuna lesión en la vía aérea causada durante la ciru-gía láser.

5.1.6. Hemorragia

Durante la excisión quirúrgica de los tumores, sepueden lesionar vasos sanguíneos que normalmentese coagulan con radiación láser. A veces es necesariosellar los vasos con la colocación de grapas metálicasquirúrgicas. Dependiendo de la extensión tumoral yde las características del propio paciente, la cicatriza-ción puede ser más dificultosa y lenta. La mayoría dehemorragias ocurren en las primeras 48 horas des-pués de la cirugía y se resuelven con medidas conser-vadoras o con revisión endoscópica.7 Pueden apare-cer también hemorragias tardías que requierannueva revisión endoscópica. No hay muchos estudiosque refieran complicaciones hemorrágicas tras ciru-gía láser y aquellos que las comunican otorgan unaincidencia de hemorragias del 0,4-7%72 y del 8%.7

En caso de tratarse de una hemorragia severa quesuponga riesgo de aspiración bronquial y fracaso res-piratorio agudo, se debe aislar de inmediato la víaaérea mediante intubación o traqueotomía antes deevolucionar hacia un paro cardiorrespiratorio. Unavez restablecida la ventilación, debe ser revisada lazona operada por vía endoscópica para coartar elsangrado. Puede ser necesario estabilizar hemodiná-micamente al paciente si la hemorragia es severa ymantenida.

5.2. MEDIDAS QUE DEBEN DISPONERSEPARA LAS INTERVENCIONES CON CIRUGÍA LÁSER

Todas las medidas a tomar en una interven-ción en la que se utilice láser sobre la víaaérea deben ser conocidas por todo el perso-nal adscrito al quirófano.

Se trata de las siguientes:• En el exterior de la sala operatoria, debe colocar-

se en un lugar visible una señalización advirtiendo deque el equipo láser está activado. Suele tratarse deuna luz roja de atención que permanece encendidadurante la sesión quirúrgica.

Además, con antelación al inicio de la cirugía,debe estar preparado el siguiente utillaje:

• Debe existir un extintor de incendios en el inte-rior de la sala.

• El material quirúrgico a utilizar debe ser anti-rreflectante.

• En la mesa de instrumental deben disponerselentinas y suero para humedecerlas.

• Se debe disponer de 2 aspiradores para humo(un solo aspirador es insuficiente) y estar compro-bado que son eficaces, además de los aspiradoresquirúrgicos.

• La ropa con la que se delimita el campo quirúrgi-co debe estar humedecida.

• No debe permanecer a la vista ninguna zonacutánea del paciente y deben permanecer cubiertoscon gasas húmedas los ojos y las zonas pilosas dela cara.

• Debe tenerse abierto un recipiente con suerosalino para humidificar el tubo y poder remojar elcampo quirúrgico.

• Se deben tener preparados varios tubos endotra-queales de distintos calibres especiales para láser oprotegidos.

• Se debe disponer de una jeringuilla de suero sali-no (si se desea, puede colorearse con azul de metile-no) para llenado del neumotaponamiento, ademásde la jeringuilla habitual para relleno con aire.

• Se debe disponer de los materiales habitualespara realizar una intubación convencional (mascarillafacial, laringoscopio, cánulas faríngeas de Mayo) ysería deseable disponer de materiales para una intu-bación difícil (guía rígida, fibroscopio, catéter trans-traqueal, respirador de ventilación jet, capnógrafopara detectar CO2 exhalado y verificar la correctaintubación).

• Gafas protectoras y mascarillas quirúrgicas congran poder de filtración a disposición del personaldel quirófano. En la tabla 5 se han sintetizado todaslas medidas de las que se debe disponer en cirugíaláser sobre vía aérea.

66.. AACCTTUUAACCIIÓÓNN EENN CCAASSOODDEE IIGGNNIICCIIÓÓNN EENN VVÍÍAA AAÉÉRREEAA

Todo el personal adscrito al quirófano debe estaralerta de la posibilidad de que ocurra ignición duran-te la cirugía láser y debe conocer los pasos a seguirpara actuar sin dilación.

En cuanto se detecte cualquier incidente relacio-nado con ignición en vía aérea, se debe actuar deinmediato aplicando simultáneamente las siguien-tes medidas:1

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1. Cesar la radiación láser. 2. Interrumpir la ventilación y la fuente de O2.3. Desconectar al paciente del respirador.4. Extinguir las llamas con suero salino. 5. Extraer el tubo endotraqueal y limpiar laorofaringe de detritus combustionados.

A continuación se ventilará al paciente con mascari-lla facial y O2 al 100%, y se realizará una exploraciónde la vía aérea para determinar la existencia de lesionesy su extensión. La exploración se realizará con laringos-copia directa y con fibroscopio óptico para explorar trá-quea y bronquios, y la conducta a seguir consistiría en:

a) En ausencia de lesión, se podrá continuar laintervención.

b) Si se observa una zona mínima de lesión, se deberíalimpiar toda la zona con suero salino, se dará por finali-zada la intervención y se revertirá la anestesia ventilandoal paciente con mascarilla facial y O2 al 100%. Un vez sehaya recuperado eficazmente la ventilación espontánea,se aplicará tratamiento conservador, consistente en mas-carilla facial con O2 humidificado, protección antibiótica ycorticoides, y se realizarán nuevas exploraciones de la víaaérea con fibroscopio en días sucesivos.

c) Si lo que se ha observado es una quemaduraextensa, se extraerán los tejidos quemados o los res-tos de material combustionado, y se aplicará ventila-ción con mascarilla facial y O2 al 100%. A continua-ción se procederá a una nueva intubación traqueal yse aplicará ventilación mecánica. Dependiendo de lagravedad y extensión de las lesiones, se deberá reali-zar traqueotomía. Se ubicará al paciente en unaUnidad de Cuidados Intensivos y se atenderá a la evo-lución de la vía aérea y pulmonar en días sucesivos.En la tabla 6 se muestra la estrategia a seguir en casode ignición, que debe conocer todo el personal.

Hay que tener presente que la zona más delicaday con mayores posibilidades de sufrir lesiones es lasubglotis, porque es donde se halla la parte más vul-nerable del tubo orotraqueal, la que padece con másintensidad los efectos de la ignición y, por tanto, laque tiene más riesgo de presentar una estenosis dela luz a más largo plazo.

El mejor modo de evitar las complicaciones quepuede conllevar la cirugía láser sobre la víaaérea es poseer el conocimiento de los riesgosligados a la técnica e insistir en la observanciaescrupulosa, por parte de todo el personal hastala finalización del acto quirúrgico, de todas lasnormas a seguir y que van encaminadas a pre-venir la aparición de dichas complicaciones.

77.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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TABLA 5>> Medidas de precaución a tomaren cirugía láser de vía aérea.

Medidas en torno al tubo orotraqueal y ventilación:Tubos traqueales resistentes al láser y humedecidosRelleno del neumotaponamiento con suero salinoTubo y neumotaponamiento protegidos con lentinas húmedasVentilación con FiO2 entre 0,3-0,4Ventilación con mezcla gaseosa de O2/aire o O2/helio

Otras medidas:Señalización de alerta en el acceso a la salaExtintores presentes y revisados en la salaMaterial quirúrgico no reflectanteAspiradores de humos eficacesProtección ocular del paciente y del personalZona cervicofacial del paciente protegida por campos húmedosNo elementos con posibilidad de ignición en el campo

quirúrgico (p.ej. sonda nasogástrica)Mascarillas protectoras para el personalEl personal estará entrenado sobre cómo actuar en caso

de ignición

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TABLA 6>> Algoritmo orientativo de la actuación a seguir en caso de ocurrirignición en la vía aérea durante cirugía láser en vía aérea.

Ignición en vía aérea

Medidas simultáneasCesar radiación láser Stop ventilación, desconectar respirador y fuente O2

Retirar tubo traqueal y detritus en orofaringe y vía aéreaExtinguir llamas en vía aérea

Ventilación con mascarilla facial y exploración vía aérea: laringoscopia y fibrobroncoscopia

NO LESIÓN VÍA AÉREA SIN INSUFIC. RESPIR. NO LESIÓN VÍA AÉREA CON INSUFIC. RESPIR. LESIÓN SEVERA

Nueva intubación traquealContinuar intervención Q

Cuidados intermediosTrat. conservador

Intubación yvalorar traqueotomía

Sala hospitalización Mascarilla facial O2 humidificado AntibioterapiaCorticoterapia

Asistencia ventilatoriaAntibioterapiaCorticoterapia

Seguimiento de las lesiones laríngeas, traqueales y broncopulmonares

Extubación Continuar tto. conservador Reparación quirúrgica

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II. TRATAMIENTO CON LÁSERDE PROCESOS BENIGNOS

DE LA VÍA AÉREA SUPERIOR

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Las estenosis laríngeas, traqueales y laringotra-queales son procesos morbosos que reducen la luzlaríngea, la traqueal o ambas a la vez, alterando enmayor o menor medida sus funciones. La funciónrespiratoria es siempre la más comprometida y ladeglutoria, la que menos. Reconocen múltiples etio-logías y clínicamente determinan una insuficienciarespiratoria de tipo obstructivo que, en casos extre-mos, puede conducir a un estado asfíctico grave oincluso letal.

Conviene recordar que el caudal de aireque fluye a través del tubo respiratorioes directamente proporcional a la super-ficie de sección de su luz y, en consecuen-cia, la disminución del calibre de la luz ala mitad determinará una reducción delflujo aéreo a la cuarta parte, en propor-ción al cuadrado del radio en un tuboideal cilíndrico.

Muchas estenosis, en particular las formas residua-les graves, continúan siendo un problema difícil desolucionar; los fracasos son frecuentes y algunospacientes se ven condenados a llevar una cánula detraqueotomía permanente e incluso una sonda dealimentación o una gastrostomía. Por otra parte,cuando se restablece una luz laríngea suficientesuele ser a expensas de ciertas limitaciones funciona-les, especialmente fonatorias.

Las técnicas quirúrgicas convencionales, especial-mente las desarrolladas por Réthi62,63 y empleadas

hasta hoy con más o menos modificaciones técni-cas,2,7 o las más recientes de Meyer50 o de Pearson ycolaboradores58 y sus variantes fracasan con frecuen-cia. Bouche y Freche7 decían que en las estenosislaríngeas:

“Cada vez que una intervención fracasa y sereintenta, aumentan las secuelas postopera-torias irreparables”.

Y en alguna ocasión se acaba realizando, excep-cionalmente, una laringectomía total como malmenor.

En los tres últimos decenios, la cirugía mínima-mente invasiva con láser C02 ha supuesto unainnovación cuyas indicaciones y resultados convieneanalizar críticamente. En bastantes casos permitealcanzar recalibraciones suficientes y permanen-tes, haciendo posible la decanulación definitiva.En nuestra opinión, este tipo de cirugía por víaendoscópica no siempre resuelve la estenosis,pero, por su inocuidad y su realización relativa-mente sencilla, puede ser aconsejable como trata-miento inicial de elección frente a una cirugía porvía externa, mucho más traumática y cuyo éxitotampoco está garantizado.

Hablar de estenosis laríngeas y laringotraquealesen términos genéricos no permite establecer enqué procesos, en qué lugar, en qué circunstanciaso de qué forma puede llevarse a cabo una recali-bración endoscópica con láser. De ahí que haya-mos decidido aportar nuestra propia experiencia yanalizar críticamente los resultados obtenidos conel láser carbónico.

6. Estenosis laríngeas y laringotraqueales.Estado actual de su tratamiento

con láser carbónicoJ. Bartual, J. Roquette, G. Sierra,

J. Bartual, J. Rebollo

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22.. CCOONNCCEEPPTTOO DDEE EESSTTEENNOOSSIISS

La estenosis laríngea se puede definir como todaobstrucción parcial o total de la vía aérea a su pasopor la laringe que altera las funciones laríngeas enmayor o menor medida, y que puede deberse acausas locales o generales.44,60,71 Esta definición esexcesivamente general y no permite intuir los casossusceptibles de tratamiento quirúrgico. En contras-te con esta definición, encontramos otras demasia-do restrictivas,68 que entienden por estenosis larín-geas sólo las disminuciones cicatriciales de la luzlaríngea subsiguientes a traumatismos internos oexternos de la laringe, y a quemaduras y caustica-ciones. Otros autores2,7,49 definen la estenosis larín-gea como una disminución progresiva y permanen-te de la luz laríngea, secundaria a una alteraciónorgánica de sus paredes por un tejido neoformado,habitualmente fibroso. Esta definición excluye losestrechamientos por compresión extrínseca, ede-mas, afecciones específicas y parálisis bilateralesen aducción. Díaz y colaboradores19 han agregadorecientemente un tipo específico de estenosislaríngea: la estenosis postlaringectomía parcialsupracricoidea (post-SCPL), a la que definen comoincapacidad para decanular a los pacientes antesde los 60 días y, en su caso, como la reaparicióntardía de disnea tras un periodo prolongado dedecanulación.

Desde el punto de vista de la aplicación delláser CO2, debemos entender por estenosislaríngea o laringotraqueal toda reducciónpermanente, estable o progresiva de la luzlaríngea, de la traqueal o de ambas a la vez,que compromete la permeabilidad de lasvías respiratorias y, en ocasiones, la vida delpaciente.

Estas estenosis pueden obedecer a causas tantoorgánicas como funcionales. Las causas orgánicasresultan de la inflamación de las paredes (edema, gra-nulomas o fibrosis) o de la pérdida de la morfología yde las dimensiones laríngeas (desprendimiento deepiglotis, luxación de aritenoides, etc.), sin que coe-xista necesariamente en este caso una alteración delrevestimiento mucoso. Entre las funcionales, la causamás frecuente es la parálisis bilateral de abductores.Las restantes causas de estenosis quedan fuera deesta consideración, salvo las estenosis subglóticasidiopáticas, que merecen un comentario aparte.

Como vemos, existen dos categorías distintas de

estenosis, las que obedecen a una enfermedad encurso y que podemos denominar estenosis-síntoma,y las que son secuela de enfermedades ya curadasy que podemos llamar estenosis-enfermedad. Laestenosis-síntoma debe ser tratada etiológicamentemediante procedimientos médicos o quirúrgicoscon intención curativa. En cambio, el tratamientode la estenosis-enfermedad sólo puede ser rehabili-tador, dado que su objetivo no es la curación de unproceso, sino la recalibración de la vía para conse-guir una función respiratoria suficiente, conservan-do en lo posible las restantes funciones.

2.1. SINONIMIAS

Estenosis cicatricial, estenosis residual, estenosissecuelar, estenosis crónicas organizadas, estenosislaríngeas y laringotraqueales.

33.. FFRREECCUUEENNCCIIAA

En cuanto a la incidencia de la estenosis secuelar,los datos de la literatura no pueden ser más dispa-res, si bien todos los autores coinciden en que sufrecuencia ha aumentado sensiblemente comoresultado de las intubaciones prolongadas.38,76

Para Schultz-Coulon,67 las estenosis laríngeasinfantiles que se diagnosticaban hasta el año 1960eran casi exclusivamente malformativas, mientrasque en el último decenio del siglo XX sólo el 37%eran congénitas y el resto adquiridas. Entre el 2 yel 8% de los niños con intubación prolongadadesarrollan una estenosis. Las estenosis y otrassecuelas de la intubación prolongada se presentanen el 87% de los pacientes adultos.22 Según elInstituto Nacional de Estadística, la tasa de morta-lidad infantil por intubaciones endotraqueales pro-longadas era del 7,19‰ en el año 1993. Tambiénha aumentado la mortalidad por esta causa en eladulto de modo destacado, pero carecemos dedatos estadísticos fiables.

44.. EETTIIOOLLOOGGÍÍAA

Son numerosas las enfermedades capaces de con-ducir a una estenosis de laringe o de tráquea, y con-viene recordar las causas conocidas de estenosis deleje laringotraqueal para centrarnos después en lasestenosis crónicas cicatriciales.

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Las estenosis pueden ser congénitas o adquiridas;éstas evolucionan de forma aguda o crónica y, cuan-do curan, pueden dejar como secuela una estenosiscicatrizal. Atendiendo a la naturaleza del procesocausal, podemos clasificarlas de acuerdo conSpector71 en cinco grupos:

1. Malformativas.2. Inflamatorias.3. Neoplásicas.4. Neuromusculares.5. Idiopáticas.6. Otras.Dentro de cada uno de estos grupos, podemos

señalar diferentes causas de estenosis,3,10,11,18,71 talcomo muestra la tabla 1.

Cualquiera de estos procesos puede determinar laestenosis, directamente en unos casos e indirecta-mente en otros como secuela del tratamiento, y lasmaniobras terapéuticas se convierten en el verdaderodesencadenante de la estenosis. Así sucede con laradioterapia, las intubaciones prolongadas o la tra-queotomía incorrectamente realizada. Cada estenosistiene su propia historia, de modo que los aconteci-mientos que conducen a la estenosis residual puedenser diferentes en cada caso. Las causas inmediatas deestenosis residual pueden clasificarse en directas e indi-rectas. Las causas directas representan el 11,5% deltotal con el siguiente reparto: 5% traumatismos cerra-dos, 1,5% traumatismos abiertos, 2% quemaduras ycausticaciones, y 3% inflamaciones diversas. Las causasindirectas suponen el 88,5%, distribuido en 78,5%intubaciones prolongadas y traqueotomías de urgen-cia, 8% cirugía laríngea y 2% radioterapia.49

Los procesos morbosos que requieren tales proce-dimientos terapéuticos y que culminan en una este-nosis son igualmente muy variados y pueden agru-parse del modo siguiente: comas tóxicos, infecciososo metabólicos, ACV, TCE y neurocirugía (40%);descompensación respiratoria por contusión toráci-ca, EPOC, IRA o neumonía (16%); infecciones agu-das con parálisis de la musculatura respiratoria porpoliomielitis, síndrome de Guillain-Barré, tétanos,sepsis, etc. (12%); reanimación postoperatoria(9%); cirugía laríngea, tanto endolaríngea comoexolaríngea, y radioterapia (8%).49 Como causasmás frecuentes de la intubación prolongada se hanseñalado: fracasos cardiorrespiratorio, cardiocircu-latorio y respiratorio; paradas cardiorrespiratorias,traumatismos craneales, politraumatismos, trauma-tismos craneales quirúrgicos, cirugía abdominal ycomplicaciones peroperatorias de todo tipo.22

55.. PPAATTOOGGEENNIIAA

La formación de estenosis a nivel laríngeo y tra-queal es muy similar, pero presenta algunos mati-ces diferenciales, por lo que las estudiaremos porseparado.

5.1 ESTENOSIS LARÍNGEAS Y LARINGOTRAQUEALESRESIDUALES

Las estenosis laríngeas y laringotraqueales cica-triciales obedecen principalmente a tres causasfundamentales: la intubación prolongada, eltraumatismo endolaríngeo y exolaríngeo, y la tra-queotomía incorrecta o sin cuidados postopera-torios adecuados.

5.1.1. Las estenosis postintubación

Representan casi el 70% de las estenosis residua-les49 y determinan una reducción permanente delcalibre laríngeo o laringotraqueal (figuras 1 y 2) portres mecanismos fundamentales:

a) Ulceración de la mucosa con proliferación detejido conjuntivo vascular noviformado, que en unoscasos se esclerosa y retrae, y en otros afecta al esque-leto y lo destruye.

b) Edema crónico y organizado de la mucosa queno se reabsorbe.

c) Parálisis laríngea bilateral por compresión eisquemia prolongadas de los ramos del nervio recu-rrente o la seudoparálisis por decúbito en la comisu-ra posterior, con fijación de ambas cuerdas vocalesen la línea media.

Toda agresión de la laringe produce una lesiónque puede variar entre el edema, la ulceración de lamucosa y la necrosis del cartílago subyacente. Estaslesiones pueden persistir, evolucionar en fases con-secutivas o detenerse en cualquiera de ellas. El pro-ceso se inicia con hiperemia y edema; despuéssobreviene la ulceración superficial de la mucosa,que puede curar sin secuelas o permitir la prolifera-ción del tejido de granulación con evolución diver-sa. Unas veces se forma un granuloma que obstru-ye las vías respiratorias; otras cicatriza, se esclerosay retrae, originando la estenosis; otras, finalmente,se extiende al cartílago subyacente, determinandouna pericondritis y una necrosis gradual del cartíla-go, con pérdida más o menos extensa y grave delesqueleto laríngeo.

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TABLA 1>> Etiología de las estenosis laríngeas.

CAUSAS MALFORMATIVAS

PrimariasAgenesia MembranasAtresia HendidurasEstenosis subglótica congénita Laringomalacia

Secundarias Laringocele Tiroides ectópicoQuiste laríngeo Angioma subglóticoParálisis cuerda vocal MixedemaProlapso ventricular Higroma quísticoTeratoma

CAUSAS INFLAMATORIAS NO TRAUMÁTICAS

PrimariasInfecciones bacterianas / virásicas inespecíficas:EpiglotitisLaringotraqueítisLaringitis estridulosaLaringitis diftérica Granulomatosas específicas:Tuberculosis Xanthoma disseminatumEscleroma Lúes congénitaSarcoidosis Lúes adquirida Micóticas:HistoplasmosisACTINOMICOSIS

SecundariasTiroiditisPericondritis neoplásicaPericondritis y edema por radioterapia

CAUSAS INFLAMATORIAS TRAUMÁTICAS

Traumatismos exolaríngeosTraumatismos cerrados:Conmoción LuxaciónContusión Fracturas simples y conminutasTraumatismos abiertos:Heridas cervicofaciales por agentes de baja velocidad (cuchillo, cristales)Heridas por agentes de alta velocidad (proyectiles, flechas, arpones)Traumatismos postoperatorios:Secuelas de cirugía cervicalTraumatismos endolaríngeos Post-intubación QuemadurasPost-traqueotomía CausticacionesCuerpos extraños Cirugía endoscópica

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TABLA 1>> Continuación

CAUSAS TUMORALES

De asiento laríngeoTumores benignosPapilomas Quemodectomas Condromas HemangiomasFibromas OtrosNeurofibromas

Tumores malignosEpiteliales:Carcinoma epidermoide AdenocarcinomaQuístico adenoideo Otros

NeuroendocrinosCarcinoide típico Carcinoide atípico

MuscularesRabdomiosarcoma Fibromiosarcoma

CartilaginososCondrosarcoma

Vasculares:Sarcoma de KaposiHemangiopericitoma

De asiento extralaríngeoCarcinomas invasivos de tiroides

Tumor benigno traqueal:Papiloma HemangiomaFibroma Hamartoma

Tumor maligno traqueal:Carcinoma epidermoideCa. quístico adenoideo

Otros:Carcinoma de esófagoCarcinoma de hipofaringeLinfoma de HodgkinTumores hemopoyéticos

CAUSAS NEUROMUSCULARES

Laringoespasmos Distonía laríngea en adducciónParálisis recurrencial bilateral Síndrome de Shy-DragerDéficit neuromuscular postquirúrgico Lesiones degenerativas del SNCAccidente Cerebral Vascular (ACV) Intoxicaciones agudas del SNC

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En las intubaciones prolongadas, la hiperemia y eledema aparecen en las dos primeras horas y las solu-ciones de continuidad de la mucosa ya son visiblesentre las 7 y las 10 horas. La infección sobreañadidafacilita la pericondritis y la necrosis más o menosamplia del cartílago subyacente. De este modo, lasestenosis orgánicas por intubación prolongada pue-

den aparecer entre las 2 y las 8 semanas. La esteno-sis laríngea también puede producirse por parálisisde los abductores y de toda la musculatura intrínse-ca de la laringe, a excepción de los músculos cricoti-roideos y parcialmente del ari-aritenoideo, por lacompresión sostenida contra el esqueleto tiroideo delas ramas intralaríngeas del nervio recurrente.

TABLA 1>> Continuación

ESTENOSIS IDIOPÁTICAS – OTRAS

Amiloidosis Obstrucción secretoria:Proteinosis lipídica Fibrosis quísticaEdema angioneurótico Diabetes mellitusPolicondritis recidivante Déficit S.N. vegetativoArtritis reumatoide – lupus eritematoso Post-radioterapiaGranulomatosis de Wegener Epidermólisis bullosaGranulomas eosinófilos PénfigoSíndrome de inmovilidad ciliar Reflujo gastroesofágicoObesidad – Síndrome de Pickwick EPOCAsma Liquen atrophicansEdema y fibrosis post-radioterapia Edemas alérgicos

Figura 1>> Estenosis subglótica cilíndrica de grado III por intubaciónprolongada.

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La incidencia de estenosis laringotraqueal por intu-bación prolongada en UCI oscilaba en el decenio de1960 a 1970 entre el 12 y el 20% de los casos, y enla actualidad varía entre el 0,9 y el 8,3%71 como con-secuencia de las medidas preventivas adoptadas. Elriesgo de estenosis postintubación es mínimo paraunos autores, mientras que para otros es considera-ble; así, Fearon y colaboradores24 encontraron 11casos de estenosis en 72 niños intubados más de 8horas y ninguna en 504 traqueotomías infantiles.Factores predisponentes de la estenosis en lospacientes intubados son los siguientes:

a) La duración de la intubación es el factor de ries-

go más significativo,24 sin que exista un plazo mínimoconcreto; se han observado lesiones importantes alas ocho horas de la intubación en el adulto y a lasemana en el recién nacido.71 La endoscopia pros-pectiva en los pacientes con intubación prolongadaevidenció en casi todos la presencia de ulceracionessuperficiales y de un eritema de la mucosa laríngea,79

pero la estenosis laríngea sólo se desarrolló por tér-mino medio en el 6% de los mismos. Intubacionesde 5 a 10 días de duración desencadenaron esteno-sis de la región posterior de la glotis en el 4% de loscasos y las de 10 a 24 días en el 14%.79 En funciónde estos datos se ha sugerido que la intubación en el

Figura 2>> Estenosis subglótica completa por intubación prolongada. A: Obstrucción completa del espacio subglóti-co por tejido fibroso. B: Inicio de la recalibración con láser CO2. C: Luz laríngea recuperada; obsérvese la gasa

húmeda que protege el tubo de anestesia. D: Tubo de Montgomery en posición por debajo del borde libre de lascuerdas vocales.

A B

C D

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adulto no debe prolongarse más allá de siete días yque la traqueotomía es obligatoria a los 10 días.Generalmente, se admite que el 63% de los pacien-tes intubados en la UCI presentan lesiones laríngeasmuy precoces, aunque sólo el 10% desarrollan este-nosis residuales. La mayoría de las intubaciones pro-longadas provocan lesiones de la mucosa laríngea,pero muy pocas evolucionan hacia la estenosis. Laanatomía patológica característica del traumatismolaríngeo por intubación fue descrita por Donnelly20

en un estudio necrópsico de 99 adultos.

Las lesiones principales asientan en la apófi-sis vocal de los aritenoides, en la mucosasubglótica, en la lámina cricoidea y en elespacio interaritenoideo.

La gravedad de la lesión está directamente relacio-nada con la duración de la intubación; en menos de12 horas se originan ulceraciones superficiales, pér-dida del epitelio y compresión del lecho capilar de lamucosa; en entre 12 y 48 horas aparecen úlcerasprofundas con necrosis del estroma y después de 48horas se forman ulceraciones en las apófisis vocalesy en el espacio subglótico que dejan al descubierto elpericondrio interno. Tras 96 horas de intubación seobserva una excavación de los cartílagos laríngeos ya las 120 horas, una necrosis de los mismos. Los gra-nulomas por intubación y los fenómenos de repara-ción en las apófisis vocales requieren como mínimola existencia previa de una ulceración pericondral.Esteller Moré y colaboradores23 estudiaron 125 casosde intubaciones prolongadas con 52 exitus. Lograronllevar a cabo la necropsia en 18 pacientes fallecidosen la UCI intubados entre 2 y 39 días. En el momen-to del exitus, 11 casos seguían intubados, dos lleva-ban dos días extubados y los cinco restantes seguíanintubados con una traqueotomía, realizada entre 3 y20 días antes del fallecimiento. El 100% de los casospresentaban lesiones en la glotis posterior, el 72%tenían ulceraciones en la región subglótica y única-mente el 33% de las piezas analizadas presentabanulceraciones a nivel traqueal.

Estudios similares se realizaron en neonatos;27 lasprimeras lesiones aparecen a las pocas horas de laintubación y determinan ulceraciones de las apófi-sis vocales de los aritenoides, de las cuerdas vocalesy del epitelio subglótico. Los aritenoides, la láminacricoidea y el ala tiroidea se ulceran precozmente.Un estudio prospectivo en 289 recién nacidos intu-bados con peso inferior a 1.500 g57 demostró laaparición de estenosis subglótica en el 2,4% de los

mismos. La intubación prolongada del neonatoconduce de ordinario a la estenosis en entre el 0,25y el 8% de los casos.

Bogdasarian y colaboradores6 describieron cuatromodalidades de lesión cicatricial glótica posterior:sinequia interaritenoidea, estenosis cicatrizal de lacomisura posterior con afectación del músculo ari-aritenoideo y articulaciones móviles, fijación de unaarticulación cricoaritenoidea y fijación de ambas arti-culaciones. También se ha descrito la seudoparálisislaríngea por la fijación de ambas articulaciones crico-aritenoideas en la intubación prolongada;12 se harecuperado la movilidad de las cuerdas tras la supre-sión de la cicatriz. Este cuadro se ha denominado sín-drome de laringe rígida, ya que la movilidad de lascuerdas vocales está muy disminuida.

b) El tamaño del tubo es el segundo factor predis-ponente de la estenosis laríngea. Experiencias enmonos77 demostraron que la intubación endotra-queal con un tubo de calibre superior al apropiadoprovocaba lesiones mucosas, así como ulceración ynecrosis del cartílago subyacente. Por eso se aconse-ja que quede un pequeño espacio aéreo entre eltubo y la mucosa, y que la presión sea <20 cm H20.Los tubos con neumotaponamiento aumentan elcalibre de los mismos, de manera que deben inflarsesin que la presión endoluminal supere los 20-30 cmde H20 para evitar el bloqueo de la circulación en lamucosa y en la submucosa del espacio subglótico. Encaso contrario, puede producirse una necrosis isqué-mica de la mucosa, de los tejidos blandos e inclusodel anillo cricoideo y de los cartílagos traqueales, conla consiguiente estenosis subglótica y laringotra-queal. La reducción intermitente de la presión en elbalón, el empleo de tubos con doble balón o debalones de baja presión disminuye el riesgo de este-nosis. No obstante, debemos tener presente que lainterfase entre los balones de los tubos con dobleneumotaponamiento produce fuerzas de cizalla-miento capaces de provocar la estenosis.13

c) Las intubaciones repetidas o traumáticas favore-cen la aparición de lesiones mucosas y cartilaginosas,sobre todo si el tubo es muy ancho. El trauma mecá-nico aumenta la lesión de la mucosa por decúbito y,por eso, se fabrican hoy tubos estandarizados conindicación de los diámetros interno y externo, demodo que pueda relacionarse el calibre del tubo conel área endoluminal. La intubación puede provocar,igualmente, subluxaciones del aritenoides, lesionesde la articulación cricoaritenoidea, hematomas larín-

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geos, laceraciones mucosas y parálisis de una o deambas cuerdas vocales; su incidencia global se calcu-la en el 6%.71 La subluxación del aritenoides se pro-duce en el 1‰ de los pacientes intubados. La conio-tomía electiva con intubación determina en el 52%de los casos complicaciones, especialmente estenosissubglótica.41 Las opiniones sobre el riesgo de esteno-sis laríngea secundaria a coniotomía o a traqueoto-mía son muy dispares; la coniotomía se aconsejacomo medida transitoria de extrema urgencia y pre-via a una traqueotomía reglada en el plazo de 12 a24 horas. La coniotomía no es aconsejable para intu-baciones prolongadas, porque provoca la necrosisdel cricoides y la estenosis circunferencial del espaciosubglótico.

d) La fricción continua entre el tubo endotraquealy la mucosa es un factor de primera magnitud en lagénesis de las estenosis, sobre todo en pacientesincapacitados o inconscientes. La ventilación asistidacon un respirador conectado al tubo endotraquealfijo provoca la fricción continua de éste con la larin-ge. En los enfermos despiertos y agitados, los movi-mientos repetidos y la deglución de saliva determinanlos mismos rozamientos entre el tubo y la laringe, demodo que se producen una fricción y un traumatis-mo laríngeo continuos. Couraud y colaboradores17

observaron que el 95% de las estenosis laríngeas ytraqueales, aparecidas en 300 pacientes del serviciode patología torácica, eran debidas a maniobras deresucitación y en 80 casos eran resultado de unaagresión laríngea por la intubación. Las estenosispueden aparecer en distintas zonas de la laringe ycon frecuencia en varias de ellas a la vez. La friccióncontinua entre tubo y laringe puede producir lesio-nes muy extensas que afectan simultáneamente a losespacios supraglótico, glótico, subglótico y a la pro-pia tráquea cervical. En los traumatismos craneoen-cefálicos la tasa de complicaciones precoces en losintubados es del 61%, mientras que en los traqueo-tomizados es del 20%.43

La intubación prolongada y la ventilaciónasistida son la principal fuente de complica-ciones, aunque los síntomas de la estenosispueden tardar en manifestarse entre unasemana y 10 meses.

e) La infección también predispone a la estenosis.La existencia de una infección previa a la intubaciónen las vías respiratorias favorece enormemente lanecrosis de la mucosa, del pericondrio y del cartílago

subyacente, lo mismo que la traqueotomía despuésde una intubación prolongada predispone a la este-nosis laríngea y traqueal. La incidencia de estenosislaringotraqueal se duplica en las traqueotomías porintubaciones prolongadas47 al agravarse las lesionesdebidas a la intubación. El acto quirúrgico facilita lapenetración de gérmenes, sobre todo Pseudomonasaeruginosa y Staphilococcus aureus, así como la con-taminación por el flujo mucociliar y la linfangitis. Elmovimiento de los cilios arrastra los gérmenes desdeel traqueostoma hacia la laringe, propiciando la este-nosis subglótica. El empleo de antibióticos, la asep-sia y antisepsia en la traqueotomía reglada, y los cui-dados postoperatorios del traqueostoma disminuyenel riesgo de estenosis. De ahí que la traqueotomía enlos pacientes largamente intubados no deba realizar-se en la cama de la UCI, sino en el quirófano y, si serecurre a la traqueostomía percutánea, ésta debeefectuarse en condiciones de absoluta asepsia.

El balón de neumotaponamiento favorece la reten-ción de secreciones y exudados, excelente caldo decultivo para los gérmenes. El reflujo gastroesofágicoy las regurgitaciones en los pacientes con sondas dealimentación lesionan químicamente las mucosas ysuman su efecto al de la infección local. También losmicroporos de los tubos endotraqueales favorecen lacontaminación por gérmenes y hongos resistentes alos antibióticos y a las curas locales, de modo que enmuchos casos deben cambiarse tubos y sondas conregularidad.

La combinación de intubación y sondaje nasogás-trico prolongados puede originar no sólo estenosislaríngeas, sino también faringolaríngeas. Las infec-ciones nosocomiales, y en particular las neumonías,favorecen la aparición de estenosis en los pacientescon intubación prolongada.

f) Las enfermedades sistémicas concomitantespueden favorecer la estenosis laríngea o laringotra-queal, aumentando la susceptibilidad de la mucosa ydisminuyendo la inmunidad y la respuesta terapéuti-ca. El mal estado general, las enfermedades crónicas,la anemia o la neutropenia y la desnutrición favore-cen la lesión laríngea por intubación y su evoluciónhacia la estenosis,21 a lo que debemos sumar lasterapéuticas inmunosupresoras, la cirugía cardioto-rácica, las hipoxemias crónicas y una gran variedadde enfermedades crónicas con compromiso inmuni-tario.71 Hay un porcentaje significativamente mayorde estenosis en los pacientes largamente intubadoscon patología asociada y Apache II (Acute Physiologyand Chronic Health Evaluation), fallecidos en la UCI,

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que entre los supervivientes.23 Apache es el paráme-tro que evalúa el nivel de gravedad del paciente enel momento de su ingreso en la UCI.

La intubación en una laringe infectada, por ejem-plo, en la epiglotitis aguda por HaemophilusInfluenzae, se acompaña con más frecuencia decomplicaciones que cuando la laringe está sana. Ladeshidratación aumenta la labilidad de las mucosas,reduce la secreción de saliva y de moco, detiene elmovimiento mucociliar y favorece la contaminaciónlocal por la retención de exudados. Del mismomodo, la insuficiencia renal y cardiaca con edemas,las intoxicaciones medicamentosas y los edemasangioneuróticos reducen la resistencia frente a lainfección. La diabetes mellitus y los estados sincopa-les por hipotensión pueden producir en los pacientesintubados una necrosis avascular a nivel subglótico;los edemas postradioterapia favorecen la necrosis delos cartílagos laringotraqueales.

5.1.2. Las estenosis postraqueotomía

Suponen el 8% de las estenosis secuelares.49

La traqueotomía se realiza con frecuenciaen las insuficiencias respiratorias agudaspara salvar la obstrucción de las vías aéreas,disminuir las resistencias supralaríngeas alpaso del aire, reducir el espacio muerto,aspirar las secreciones, evitar la obstrucciónsecretoria de las vías bajas, permitir la ven-tilación asistida y controlar las vías respira-torias en pacientes debilitados.

La incidencia de estenosis laringotraqueales, sobretodo subglototraqueales, ha aumentado en lospacientes con intubaciones prolongadas a los que sepractica tardíamente una traqueotomía.

El riesgo de estenosis postraqueotomía en pre-maturos es del 50%, mientras que en los reciénnacidos a término la tasa es del 24%.40

Las estenosis postraqueotomía se han clasificadopatogénicamente en tres grupos: estenosis funciona-les por laringomalacia y traqueomalacia, estenosiscicatriciales por pérdida parcial de substancia y este-nosis completas por pérdida total de substancia trasresecciones fallidas.

En las traqueotomías de extrema urgencia anivel del primer anillo traqueal o del anillo cricoi-deo, la estenosis se puede producir por diversosmecanismos:71

a) Pericondritis, seguida de necrosis y eliminacióndel cartílago en secuestros.

b) Granulomas periestomales que bloquean la luz anivel del cricoides y de los primeros anillos traqueales.

c) Necrosis de la pared anterior de la tráquea al serdesplazado hacia arriba y adentro el primer anillo porla cánula o el tubo endotraqueal. En la extubación secolapsa la tráquea, impidiendo la respiración natural.

d) Infección local de la tráquea por los gérmeneshabituales (pseudomonas, enterococos y estafiloco-cos) de los exudados acumulados por encima delneumotaponamiento.

e) Decúbito al presionar y rozar el tubo endotra-queal sobre una pared traqueal previamente lesiona-da. El balón de taponamiento excesivamente infladopuede provocar isquemia de la mucosa y de la sub-mucosa, necrosis isquémica del anillo cricoideo ypérdida de substancia, tanto esquelética como detejidos blandos.

f) Mala cicatrización tisular en pacientes con enfer-medades sistémicas (hipertensión, diabetes, vasculo-patías, etc.)

g) Introducción repetida de cánulas o de tubos endo-traqueales que favorecen la infección local por manipu-laciones inadecuadas o traumatismos repetidos de lazona. En este sentido, hemos de señalar que:

Las traqueotomías en las que se extirpa uncírculo de la pared anterior de la tráquea ose realiza una incisión arciforme de baseinferior entrañan menos riesgo de necrosise infección local que cuando se realiza unaincisión de la pared anterior en H.

En el primer caso, no quedan solapas traquealesque puedan necrosarse.

5.1.3. Las estenosis postcirugía laríngea

Tanto endolaríngea como exolaríngea, son relati-vamente frecuentes. En la cirugía endolaríngea seforman sinequias anteriores al tratar lesiones corda-les, particularmente en la corditis polipoide deReinke, cuando no se respeta la mucosa de la comi-sura anterior en la decorticación simultánea deambas cuerdas. Las estenosis anteriores son inevita-bles en la cordectomía ampliada por neoplasias decuerda que se extienden a la comisura anterior y altercio anterior de la cuerda contralateral. Tambiénpueden resultar de una mala ejecución o cicatriza-ción en las laringofisuras (figura 3). La estenosis

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supraglótica en forma de tejadillo o de anillo sobre laglotis (figura 4A-D) puede presentarse en la cirugíaendoscópica del cáncer supraglótico, aunque su fre-cuencia es relativamente mayor en la cirugía parcialhorizontal por vía externa, así como la estenosis gló-tica por la fijación cicatrizal de los aritenoides conlimitación de la movilidad de ambas cuerdas, sobretodo si se ha completado la cirugía con radioterapiacomplementaria postoperatoria.

La estenosis de laringe en toda su extensiónes muy frecuente en las hemilaringectomíasy en la cirugía parcial vertical.

Recientemente, se ha descrito la estenosis post-SCPL,19 haciendo énfasis en su frecuencia y en susposibles soluciones.

5.1.4. Las estenosis por traumatismos exolaríngeos

Suponen el 6,5% del total.49 La incidencia de este-nosis por traumatismos laríngeos es muy baja; seobserva un caso entre por cada 14.500-42.500urgencias atendidas.32,64

Estos traumatismos pueden ser cerrados o abier-tos; los primeros son más frecuentes y los segundos

Figura 3>> Estenosis glótica anterior por cicatrización defectuosa de una laringofisura, practicada al complicarseuna laringoscopia directa por pólipo laríngeo. A: Cicatriz fibrosa que ocupa el tercio anterior de la cuerda vocalderecha y la comisura anterior. B: Estado tras la resección con láser del tejido cicatrizal. C y D: Situación final, enla que se aprecia una discreta sinequia anterior.

A B

C D

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suelen ir acompañados de heridas cervicales queinteresan tanto a la laringe como a los músculos,los vasos y los nervios de la región. De todosmodos, los traumatismos laríngeos son poco fre-cuentes debido a que la laringe está protegidadorsalmente por la columna vertebral cervical, cra-nealmente por la mandíbula y caudalmente por elesternón; la anteflexión de la cabeza permite su pro-tección al contactar el mentón con el manubrio del

esternón, actitud que se adopta de forma refleja. Elriesgo es mayor cuando la cabeza está hiperexten-dida porque falla esta protección. La laringe sopor-ta mejor los traumatismos que inciden lateralmen-te, gracias a la mayor movilidad pasiva de la laringeen sentido lateral por la elasticidad de los músculosy ligamentos que la sujetan. En cambio, cuando elagente traumatizante actúa frontalmente, se pro-duce el aplastamiento de la laringe contra la colum-

Figura 4>> A y B: Estenosis supraglótica postquirúrgica en laringectomía parcial horizontal supraglótica con láserCO2. Se conserva la glotis indemne, pero el tejido cicatrizal que sustituye a la epiglotis, tejido preepiglótico y ban-

das ventriculares, se ha fusionado con la base lingual, formando una cornisa en herradura, que oculta casi porcompleto la glotis. C: Resección con láser del tejido cicatrizal. D: Cuerdas vocales expuestas en su totalidad. E:Estenosis completa de laringe postquirúrgica en cirugía parcial horizontal supraglótica, ampliada por vía externaconvencional y radioterapia complementaria. Luz laríngea filiforme. F: Resección con láser del tejido cicatrizal. H:Estado a los 6 meses con el tubo de Montgomery a nivel de la glotis antes de la decanulación.

A B C

D E F

G H

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na vertebral cervical sin apenas posibilidad de des-plazamiento en sentido vertical, al estar sujeta alhueso hioides por arriba y a la tráquea por abajo.

Los traumatismos cerrados resultan de la actuaciónde agentes traumatizantes romos sobre el cuello y lalaringe. Habitualmente, se trata de agresiones conlas manos (golpes de kárate, puñetazos, intentos deestrangulación) o con objetos diversos (barras de hie-rro, bates de béisbol, etc.), y de aplastamientos de lalaringe contra objetos de gran superficie, sobre todoen accidentes de coche y de moto (volante, salpica-dero del coche, aceras, etc.). Los traumatismos larín-geos por accidentes de circulación han disminuidoen los últimos años gracias al empleo de cinturonesde seguridad, cascos, airbags, etc.). En cambio, hanaumentado las heridas por arma blanca o de fuego,tanto por accidentes deportivos (arpones, flechas,tiro al blanco, juegos de guerra) como, sobre todo,por agresiones criminales.32,64

En los niños, la situación elevada de la laringe, sumarcada elasticidad y su escasa prominencia en laregión anterior y media del cuello explican que lafuerza traumatizante se disperse entre los tejidosblandos del cuello y apenas se produzcan fracturas enlos traumatismos cerrados. En los adultos y ancianosno ocurre lo mismo y en ellos se producen el 90% delos traumatismos cerrados frontales. Melvin y colabo-radores48 demostraron que el aplastamiento de espe-címenes laríngeos contra superficies planas produceprimero lesiones del cartílago tiroides, seguidas porlas del cartílago cricoides. En la mujer, en la que lalaringe es menos prominente y más elástica, se lesio-nan con mayor frecuencia ambos cartílagos a la par.Por eso, son más frecuentes las fracturas combinadasde ambos cartílagos que las limitadas al cricoides. Lafractura del cricoides suele ir asociada en el 85% delos casos a lesiones laringotraqueales que conducen ala dislocación, separación o avulsión. La separacióncricotraqueal no es infrecuente en los traumatismospor sogas o alambres, que, cuando son delgados,pueden producir lesiones limitadas a la región crico-traqueal,28 siguiendo el camino de menor resistencia.Por debajo del cricoides determinan la separaciónlaringotraqueal y, por encima del anillo cricoideo,separan el cricoides del tiroides, luxando los aritenoi-des y hasta lesionando los nervios recurrentes con lasubsiguiente parálisis. A nivel del espacio tirohioideopueden lesionar los nervios laríngeos superiores ofracturar el hueso hioides.25

La gravedad y la extensión de las lesiones laríngeasdependen tanto de la fuerza actuante como de ladirección que lleva y de la superficie del agente cau-

sal. Las lesiones pueden variar entre la simple con-moción laríngea sin vestigio tisular alguno y la frac-tura múltiple conminuta de la laringe, pasando porla contusión, la luxación y la fractura con o sin des-garro de la mucosa.

La conmoción es el resultado de un golpe breve,intenso y muy localizado que no llega a provocarlesión tisular alguna. Puede ocasionar desde un sim-ple dolor pasajero hasta un síncope y una paradacardiaca, a veces mortal, por un reflejo vagal inhibi-torio a través del nervio cardiaco de Cyon.

La contusión se acompaña siempre de lesiones delas partes blandas con hematomas subcutáneos, mus-culares y submucosos en el interior laríngeo. Cuandola fuerza traumatizante es considerable, pueden pro-ducirse subluxaciones y luxaciones unilaterales o bila-terales de la articulación cricoaritenoidea, y desprendi-mientos del pie de la epiglotis por rotura del ligamentotiroepiglótico. En ambos casos se reduce sensiblemen-te la luz laríngea por la caída del aritenoides y de laepiglotis sobre la glotis, o por la fijación de una o deambas cuerdas vocales (figura 5E).

Las fracturas son propias del adulto y en especialdel anciano, debido a la calcificación y osificaciónde los cartílagos, que los hace menos elásticos ydeformables. Por la misma razón son raras en losniños, en los jóvenes y en las mujeres. El aplasta-miento contra la columna cervical por agentes queactúan frontalmente separa las alas tiroideas pordetrás y origina la fractura anterior, vertical ymedia del cartílago tiroides; cuando el esqueletoestá muy calcificado, se producen fracturas conmi-nutas de tiroides, cricoides y aritenoides con líneasde fractura múltiples, tanto transversales comoverticales y oblicuas, que siguen los puntos másosificados y menos elásticos.

Los traumatismos cerrados de laringe suelen clasi-ficarse atendiendo a la localización y a la gravedadde las lesiones. Lo habitual es que no exista una loca-lización en un punto concreto, sino una combinaciónde lesiones glotosubglóticas, laringotraqueales, etc.,de modo que podemos clasificarlos con Schaefer65

en cuatro grupos:• Grupo I: Traumatismos menores como hemato-

mas intralaríngeos y laceraciones de la mucosa.• Grupo II: Edema, hematomas y desgarros mucosos

superficiales.• Grupo III: Edemas extensos, desgarros profundos

del revestimiento laríngeo con exposición del cartíla-go e inmovilidad de las cuerdas vocales (figura 5F-H)

• Grupo IV: Fracturas conminutas y sección de par-tes blandas.

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Los traumatismos abiertos o heridas de la laringeson producidos por objetos cortantes o punzantes,tales como armas blancas, astas de toro, balas, fle-chas, arpones y otros. Pueden ser fortuitos o volun-tarios en intentos de suicidio o de homicidio. Se dife-rencian de los traumatismos cerrados por la soluciónde continuidad de los tegumentos y, en mayor omenor medida, de los músculos, de los vasos y ner-vios cervicales, e incluso por la lesión de las vértebras

y de la médula espinal, lo que agrava el pronóstico.Estas heridas pueden acompañarse de hemorragiascon posibilidad de shock hipovolémico y de inunda-ción de las vías bajas con insuficiencia respiratoriagrave; la disnea puede obedecer a la parálisis recu-rrencial o a la sección completa de la tráquea, que sehunde en el mediastino y se acompaña de un inten-so enfisema subcutáneo y mediastínico, y de uncolapso pulmonar. Se infectan con facilidad y se pro-

Figura 5>> Parálisis bilateral de cuerdas tras estrumectomía. A: Imagen laríngea en respiración. B: La misma en fona-ción. C y D: Luz laríngea tras aritenoidectomía y cordectomía parciales de lado derecho E: Politraumatismo conparálisis recurrencial derecha y luxación y caída de aritenoides derecho sobre luz laríngea. F: Parálisis bilateralpostraumática de ambas cuerdas vocales y fractura con luxación de aritenoides derecho; se aprecia un granuloma anivel de aritenoides y la apófisis vocal del aritenoides derecho sobre el tercio posterior de la cuerda vocal izquier-da. G: Situación al término de la recalibración con aritenoidectomía y cordectomía parcial derechas. H: Tubo deMontgomery en posición.

A B C

D E F

G H

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71

ducen pericondritis y secuestros cartilaginosos contendencia a la cicatrización deforme y a la formaciónde estenosis complejas. A veces, hay una destruccióncompleta de la laringe, incompatible con la vida, amenos que pueda intubarse a tiempo.

El grado de lesión depende de la energía cinéticadel agente traumatizante en el momento del impac-to. Proyectiles pequeños con alta velocidad puedenproducir lesiones mucho más severas que otros demayor calibre, pero más lentos. La distancia recorri-da por el proyectil y su trayectoria son determinantespara la extensión y la localización de las lesiones. Lasheridas por asta de toro son particularmente graves,no sólo por la importancia en sí de las lesiones, sinopor la infección que las acompaña con pericondritis,necrosis del esqueleto laríngeo y eliminación delmismo en secuestros.

5.1.5. Las estenosis por quemaduras y causticaciones

Son poco frecuentes, fruto casi siempre de acciden-tes laborales o domésticos, y menos veces de intentosde autólisis.68 La aspiración de gases a elevada tem-peratura provoca lesiones de la mucosa respiratoriaque no se limitan a la laringe y cuya intensidad puedevariar entre el simple enrojecimiento de la mucosa, eledema intenso y la necrosis más o menos extensa yprofunda. En las quemaduras por vapores y líquidos aelevada temperatura, especialmente agua, se produ-cen ampollas en la mucosa de los labios y de las víasaéreas superiores que alcanzan su máxima intensidadentre las 6 y 12 horas del accidente con edemas delvestíbulo laríngeo. Las causticaciones por ácidos yálcalis, deglutidos por error o por intentos de suicidio,originan lesiones que varían en función de la cantidady concentración de la substancia ingerida.

Los ácidos producen necrosis por coagula-ción y los álcalis por colicuación.

En este grupo deberíamos incluir las estenosislaríngeas por reflujo gastroesofágico repetido, des-critas por distintos autores dentro del contexto de lasmanifestaciones laringofaríngeas de la enfermedadpor reflujo gastroesofágico.5,14,39

5.1.6. Estenosis traqueales residuales

Las estenosis traqueales residuales son menos fre-cuentes que las laríngeas y pueden producirse,

según Staindl,73 básicamente por tres mecanismos: a) Agresiones desde el interior traqueal, principal-

mente por la intubación prolongada.b) Agresiones sobre el esqueleto laríngeo; por

ejemplo, por la traqueotomía.c) Agresiones sobre los tejidos peritraqueales,

como en la cirugía de tiroides.

a) En la intubación de larga duración se producenulceraciones mucosas que penetran hasta la submu-cosa, edemas organizados o granulaciones. Estaslesiones parietales evolucionan hacia la fibrosis y lacicatrización, originando estenosis anulares. En otrasocasiones, penetran los gérmenes patógenos hastael pericondrio y el cartílago, provocando la necrosisdel mismo, la malacia y el colapso. En este caso, seorigina una estenosis en forma de reloj de arena.35

b) La estenosis residual en las traqueotomías obe-dece a granulomas en los bordes internos del tra-queostoma, a pericondritis subglototraqueal porencima del mismo, a invaginación de los bordes deltraqueostoma, a queloides transversales en el tra-queostoma y longitudinales en el interior traqueal apartir del traqueostoma, a retracción y estrechamien-to de la pared traqueal a ambos lados del traqueos-toma y, finalmente, a la formación de membranas dediverso grosor en la zona de decúbito por el roce conel balón de neumotaponamiento o por la presión delextremo de la cánula de traqueotomía.

c) En la cirugía de cuello y, sobre todo, de la glán-dula tiroides, puede producirse una traqueomalaciaen el 21% de los casos con colapso de la luz. EstaTracheopathia chondroplastica resulta de una mala-cia del cartílago traqueal subyacente a la que sesuperpone una cicatriz conectiva hipertrófica en lazona donde se ha despegado el tiroides. Ambasson el resultado final de una deprivación vascularde la zona por la esqueletización intraoperatoria dela tráquea.

Rau y colaboradores61 estudiaron la organizaciónvascular de la tráquea y observaron que entre los ani-llos traqueales 1 y 7, y entre el 11 y el 16 los vasosnutrientes discurren verticalmente por la cara ante-rior de la tráquea, en tanto que lo hacen por la caraposterior entre los anillos 8 y 10. A partir de estasramas verticales y siguiendo los espacios intercartila-ginosos, surgen ramitas circunferenciales que seanastomosan entre sí en las zonas intermedias.Consecuentemente, la liberación quirúrgica de latráquea en la cirugía del cuello puede lesionar estafina arquitectura vascular y conducir a la traqueoma-lacia y a la estenosis.

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66.. LLOOCCAALLIIZZAACCIIÓÓNN

La estenosis laríngea puede situarse en múltiplespuntos, afectando a una o a varias regiones larín-geas e incluso a la totalidad del órgano y a unaparte más o menos extensa de la tráquea cervical.Según Ménard y colaboradores49 pueden clasificar-se, atendiendo a su localización, en tres grandesgrupos: simples, multisegmentarias y complejas.Las simples interesan a una sola zona y porcentual-mente se presentan con la siguiente frecuenciarelativa: aritenoideas, 3,3%; cricoideas, 6,7%; tra-queales, 46%; glóticas, 4,6%. Las vestibulares sonraras. Las multisegmentarias se distribuyen porcen-tualmente en cricoaritenoideas, 7,5%; cricotra-queales, 19,1%; cricoaritenotraqueales, 5,1%;aritenotraqueales, 1,4%. Las estenosis complejasrepresentan el 5,8% del total y pueden afectar acualquier nivel laríngeo y traqueal, y asociarse alesiones cutáneas, nerviosas, faríngeas e inclusoesofágicas. La localización de la estenosis y suextensión dependen en gran medida del agentecausal y de las características del paciente.

La estenosis postintubación prolongada en elrecién nacido suele localizarse en el 70% delos casos en la subglotis, en entre el 5 y el10% en el espacio supraglótico, en entre el 5y el 10% en la glotis, y en el 5% en la tráquea.

Las observaciones de Hawkins33 confirman estosdatos, pues en 15 de 16 recién nacidos, intubadosmás de seis días, encontraron lesiones ulcerosas enla región subglótica. También observaron lesionesen la porción posterior de la glotis y en los aritenoi-des, y se describieron dos formas de estenosis glóti-ca posterior: la sinequia entre los procesos vocalesde los aritenoides y el cierre cicatricial de la comisu-ra posterior, incluyendo los músculos ari-aritenoideossubyacentes con o sin lesión del cartílago. Por elcontrario, la comisura anterior permanecía indem-ne en muchos casos.

La localización preferente de la estenosis postin-tubación a nivel subglótico en los niños se debe aque la zona está tapizada por un epitelio de tiporespiratorio con tejido conjuntivo submucoso muylaxo, completamente rodeado por cartílago. Lamás mínima lesión endoluminal provoca inflama-ción, edema y ulceración sin posibilidad alguna deexpandirse hacia fuera,34 resultando una reduc-ción de la luz y un compromiso importante de lavía respiratoria.

En los adultos, son frecuentes la estenosissubglótica (figuras 1 y 2), la subglototra-queal y glotosubglótica asociada a parálisisde la musculatura recurrencial con cuerdasen posición paramedial.

Otras localizaciones ya se han comentado en lapatogenia. Del protocolo de seguimiento realizadopor Esteller y colaboradores22 se desprende que enel 87% de los pacientes con intubación prolonga-da se observaban al mes de la extubación lassiguientes lesiones: paresias o parálisis de una o deambas cuerdas vocales, lesiones aritenoideas sinafectación de la movilidad (lo más frecuente),edema de glotis, granulomas subglóticos y en laapófisis vocal de los aritenoides, hematomas ylaceraciones supraglóticas, edemas supraglóticos,lesiones del cartílago traqueal y ulceraciones sub-glóticas. El estudio necrópsico demostró el siguien-te reparto porcentual de lesiones: 100% en los ari-tenoides, 72% en subglotis, 33% en epiglotis y33% en la tráquea, de donde se deduce el predo-minio de las formas multisegmentarias.

Las estenosis postraqueotomía pueden ser supraes-tomales, estomales, intermedias y distales.52

La más frecuente es la estenosis supraesto-mal, que se presenta por traqueotomíasaltas mal realizadas o por el empleo decánulas excesivamente anchas.

Como criterios de clasificación se utilizan la longi-tud y localización de la estenosis, el grosor de lapared y la reducción de calibre de la vía aérea.

Las estenosis por traumatismos externos puedenser supraglóticas, glóticas, subglóticas o una combi-nación de varias o de todas ellas (figura 6).

La estenosis supraglótica es frecuente en lostraumatismos contusos que actúan frontalmentesobre la laringe y en los que se fractura, aplastay ensancha el cartílago tiroides, hundiéndose elpomum Adami y desprendiéndose el pie de laepiglotis, que cae hacia abajo y atrás con reduc-ción sensible de la luz laríngea. Otras veces serompen la membrana tirohioidea y los ligamen-tos tirohioideos con descenso de la epiglotis, quecae sobre la glotis. La estenosis circunferencialresulta de los frecuentes desgarros de las ban-das, de los repliegues ariepiglóticos, de los ven-trículos de Morgagni y de las paredes de la hipo-faringe con desprendimiento y dislocación de losaritenoides.

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Figura 6>> Politraumatismo con fractura laríngea múltiple y estenosis laríngea residual tras intubación prolongada.A: Paciente traqueotomizada con estenosis laríngea completa. B: Lesiones a nivel supraglótico especialmente enaritenoides derecho, fracturado y luxado, así como en banda derecha. Luz laríngea no visible. Estenosis completade grado IV. C: Radiografía PA de tórax con cánula de traqueotomía en posición. D: Corte de TAC a nivel de cuerdasvocales; se aprecia una sinequia de tercio medio. E: Radiografía de perfil en la que se aprecia el tubo deMontgomery en posición tras la recalibración con láser CO2. F: Fibroscopia laríngea con el tubo de Montgomery al

año y medio de la primera recalibración. G: Corte coronal con RNM tras la decanulación definitiva; se aprecia elcalibre a nivel subglótico. H: Corte axial con RNM a nivel glótico tras la decanulación y cierre del traqueostoma. I:Fibroscopia laríngea tras la decanulación que muestra cicatriz fibrosa hipertrófica a nivel de comisura anterior yvertiente anterior de subglotis. J: Imagen laríngea en fonación; se aprecia la rigidez postraumática de las cuerdasvocales y la fonación a expensas de las bandas. K: La paciente con el traqueostoma cerrado. L: La paciente soplan-do y apagando una llama de mechero.

A B C

D E F

G H I

J K L

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La estenosis glótica se produce por la laceración delas cuerdas vocales, la luxación o el desprendimientode los aritenoides que caen sobre la glotis y, sobretodo, por la parálisis recurrencial traumática. En lostraumatismos externos cerrados con fractura verticaly anterior del cartílago tiroides con laceración de lascuerdas vocales y de las bandas, desprendimiento dela epiglotis y desgarro de los repliegues ariepiglóti-cos, se produce un acortamiento del eje anteropos-terior y de las cuerdas con movilidad alterada. Laestenosis glótica circunferencial es la consecuenciade las fracturas múltiples, conminutas del esqueletolaríngeo. A veces impactan fragmentos de las alastiroideas en el espacio paraglótico o en el ventrículolaríngeo.

La estenosis subglótica resulta de la fractura delanillo cricoideo en varios fragmentos que se empo-tran en la laringe y, junto con el edema y el hemato-ma acompañantes, reducen considerablemente suluz. También son frecuentes las lesiones asociadassubglototraqueales por lesión simultánea de la trá-quea y de la membrana intercricotiroidea con des-prendimiento del complejo cricotraqueal, tal y comose ha comentado más arriba.

77.. IIMMAAGGEENN EENNDDOOSSCCÓÓPPIICCAA

El aspecto endoscópico de la estenosis es muyimportante, tanto para el diagnóstico de la lesióncomo para el pronóstico y la indicación de trata-miento. La lesión subyacente puede ser disfuncio-nal o cicatricial. La primera resulta bien de unaparálisis (figura 5A-D) de la musculatura inervadapor el recurrente, en cuyo caso la histopatologíaconfirma una atrofia de las fibras afectadas, bien deuna fijación de la articulación cricoaritenoidea(figura 5E) por artrosis consolidada de la articula-ción y fibroesclerosis de la cápsula. La cicatricialestá condicionada por la respuesta de la mucosa ydemás tejidos del interior laríngeo y puede adoptaruna modalidad:

• Edematosa.• Granulomatosa.• Fibrosa.• Fibrocartilaginosa por necrosis previa del esqueleto.La morfología de la estenosis es muy importante a

la hora de escoger la técnica de recalibración ypuede adoptar una forma:

a) Circular o anular, cuando está circunscrita a unsegmento corto de la luz e interesa por igual a todassus paredes en forma de anillo.

b) Tubular o cilíndrica, cuando reduce concéntrica-mente y con calibre uniforme la luz en un trecho máso menos largo, preferentemente por edema organi-zado (figura 1).

c) Infundibuliforme cuando la estenosis reduceprogresivamente el calibre a medida que desciendehacia la tráquea.

d) Marginal o circunscrita por lesiones que asien-tan sobre una de las paredes laríngeas, reduciendoasimétricamente la luz, casi siempre por granulomasde ancha base de implantación. Puede ser anterior,posterior, lateral derecha o izquierda, anterolateral y,finalmente, posterolateral (figura 3).

e) Fijación obstructiva de una o de ambas cuerdasvocales, asociada en muchas ocasiones a fibrosissubglototraqueal en pacientes con intubacionesprolongadas.

88.. GGRRAADDOO DDEE EESSTTEENNOOSSIISS

No todas las estenosis tienen la misma trascen-dencia funcional, lo que depende de la reduccióndel calibre de la vía respiratoria, de la capacidad deadaptación del organismo a esa situación y de queel proceso sea estable o, por el contrario, progresi-vo. También debemos recordar que una estenosisestable y consolidada puede verse agravada por unproceso intercurrente, por ejemplo, una laringitis.

Los criterios para evaluar el grado de estenosis sonmúltiples. Los primeros se aplicaron a la estenosissubglótica15 y se estableció un criterio subjetivo,basado en el diámetro de la luz laríngea en el puntode mayor estenosis, relacionándolo con las posibili-dades de recuperación terapéutica.74 El grado deestenosis se relacionó con la reducción de la luz larín-gea del siguiente modo:

• Grado I: Reducción <70%.• Grado II: Reducción entre 70-90% (figura 1).• Grado III: Reducción >90%.• Grado IV: Luz laríngea no visible (figura 2).Posteriormente, Grundfast y colaboradores31 pro-

pusieron una clasificación que evaluaba simultánea-mente la localización, la longitud del segmento este-nosado, el diámetro transversal y la consistencia dela estenosis, según fuera dura o blanda. Este sistemade gradación denominado FLECS (Función, Lumen,Extensión, Consistencia y Sitio de la estenosis) obligaa realizar mediciones, tanto endoscópicas comoradiográficas. La American Society of Pediatric ORLdecidió aceptar el sistema FLECS, por considerarlomuy completo, aunque demasiado complicado. Por

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esta razón, Cotton y colaboradores16 propusieronuna clasificación simplificada, tomando como refe-rencia el diámetro externo del broncoscopio capazde pasar por la estenosis. El broncoscopio de tama-ño estandarizado permite determinar la circunferen-cia y el diámetro de la estenosis. Esta sencilla reglaresulta muy práctica para el clínico, pero, como seña-la Spector,71 no es apropiada para las publicaciones.

En nuestro servicio4 hemos empleado siempre doscriterios de gradación que se complementan recípro-camente. El primero es un criterio clínico, simple-mente cualitativo, que estimamos muy útil para deci-dir la conducta que se va a seguir, clasificando lasestenosis en cuatro grados:

• Grado I: No existen síntomas subjetivos respira-torios, aunque pueda haberlos fonatorios. Se tratade estenosis que sólo se diagnostican por la endos-copia y son, por tanto, un hallazgo de la exploraciónde rutina.

• Grado II: Se manifiesta por disnea de esfuerzoocasional, que es el síntoma por el que acude elpaciente a consulta.

• Grado III: Hay disnea permanente que aumentacon el esfuerzo. Casi siempre se acompaña de estri-dor y los pacientes refieren dificultades y apneasdurante el sueño.

• Grado IV: Hay disnea asfíctica que obliga en unasocasiones a la traqueotomía o a la intubación y, enotras, impide la extubación de los pacientes. En elprimer caso se acompaña de estridor, tiraje, cianosis,taquipnea, etc., como en cualquier insuficiencia res-piratoria aguda de causa laríngea.

Esta gradación se completa con otra cuantitativade referencia, según pase el fibroscopio de 4,5 mm,el de 3 mm o ninguno por la estenosis. El gradomáximo de estenosis es la ausencia de luz (figuras 2y 4E-H).

99.. DDIIAAGGNNÓÓSSTTIICCOO

El diagnóstico de la estenosis consolidada es mul-tidisciplinario y se desarrolla en fases sucesivas.

9.1. DIAGNÓSTICO CLÍNICO

Se fundamenta en la historia clínica, en la obser-vación y en la exploración del paciente, consignandolos antecedentes que han conducido a la esteno-sis, la evolución natural del proceso y los sínto-mas y signos que presenta en el momento de la

exploración o durante la observación en régimende hospitalización.

En algunos casos, la estenosis se ha desarrolladode forma lenta y progresiva sin causa aparente algu-na, como sucede en las formas idiopáticas, pero enla mayoría de los casos hay una enfermedad previa,especialmente cardiopulmonar, neurológica, traumá-tica o sistémica, cuyo conocimiento es de la mayorimportancia a la hora de sentar una terapéutica y unpronóstico.

El síntoma cardinal de la estenosis secuelar es ladisnea, asociada casi siempre a un estridor. A éstospueden añadirse disfonía, dolor, disfagia, hemopti-sis, enfisema subcutáneo, distress respiratorio y apla-namiento del perfil cervical por hundimiento delpomum Adami.

La estenosis supraglótica determina un estridorinspiratorio; la estenosis glótica y transglótica seacompaña de estridor inspiratorio y espiratorio; lasubglótica y traqueal, de estridor espiratorio, jadeoso ronquido. La respiración es lenta y profunda con elfin de reducir el trabajo respiratorio, pero cuandoaumenta la estenosis o sufre una agudización, sehace más frecuente y superficial. La disnea sueleestar relativamente compensada por la adaptacióndel sujeto a su situación, pero basta un aumentosúbito de la demanda de oxígeno, por ejemplo, porejercicio físico, para que se descompense. Entoncesaparecen otros síntomas, como el tiraje supraesternaly supraclavicular, el hundimiento de los espaciosintercostales o epigástrico, el huélfago, la taquicar-dia, la taquipnea y el agotamiento, que pueden con-ducir a un final asfíctico. La forma de comienzo, laduración y el grado de obstrucción condicionan lagravedad de los síntomas.

En las estenosis avanzadas y de larga duración haycianosis cutánea y del lecho ungueal por la disminu-ción de oxihemoglobina en los plexos venosos sub-papilares de la dermis. También está muy alterado elsueño, que resulta imposible en decúbito supino ydurante tiempos prolongados; los pacientes casisiempre duermen a ratos y semisentados con unasintomatología sobreañadida superponible a laapnea obstructiva del sueño.

La severidad de estos síntomas depende del gradode estenosis; son leves en las reducciones de la luzrespiratoria inferiores al 50% de la misma; se hacenevidentes cuando la luz es <5 mm y alarmantescuando la luz es de 2 mm o menor. En estos casos,se hace inevitable la traqueotomía, de manera que lamayoría de los pacientes con estenosis laríngeas olaringotraqueales acuden a los hospitales de referen-

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cia traqueotomizados. Cuando la traqueotomía seha realizado en condiciones extremas o difíciles, esfrecuente que sea muy alta y que el cricoides se hayalesionado, agregando un factor más de estenosisque dificulta la solución y ensombrece el pronóstico.

La voz puede ser normal, sobre todo si las cuerdasno están afectadas; otras veces, es débil, susurrada omuy apagada, y en las estenosis laríngeas completashay afonía.

La inspección y palpación del cuello nos informande la presencia de cicatrices, elasticidad de los teji-dos y movilidad pasiva de la laringe, así como de lascaracterísticas anatómicas del sujeto, importantes ala hora de escoger la modalidad de tratamiento.Los cuellos cortos con rigidez o deformación decolumna vertebral cervical, las laringes descendidascon asiento restroesternal de la tráquea o la fibro-sis peritraqueal por intervenciones pretéritas pue-den ser determinantes.

Muchos pacientes con estenosis laríngeas o larin-gotraqueales presentan patologías previas, talescomo enfermedades cardiovasculares, pulmonares,neurológicas, endocrinas, metabólicas, digestivas oinmunológicas. Su exacto conocimiento es de vitalimportancia para el tratamiento de la estenosis, yaque carece de sentido tratar la estenosis sin suprimiro corregir previamente, cuando sea posible, la enfer-medad de base que ha conducido a la estenosis.Precisamente, es en estos casos en los que la cirugíaendoscópica con láser, completada con la colocaciónde tubos de Montgomery, puede resultar de sumautilidad como tratamiento paliativo de la estenosis;por ejemplo, en la policondritis autoinmune o en lalaringotraqueomalacia idiopática.

9.2. DIAGNÓSTICO ENDOSCÓPICO

La laringoscopia indirecta puede orientar el diag-nóstico de una estenosis, pero resulta siempreinsuficiente, ya que nos proporciona una imagenespecular de la laringe en un solo plano y no per-mite descubrir las lesiones que asientan por debajode la primera zona estenótica, ni medir la pro-fundidad de la estenosis ni su calibre. Algo pare-cido sucede al explorar con lupa de v. Stuckrad.Además, en los pacientes traqueotomizados resul-ta siempre difícil explorar la movilidad respiratoriay fonatoria de la laringe.

Como afirma Montgomery,52 la endoscopia, con osin traqueotomía previa, es necesaria para evaluar lasituación antes de instaurar una determinada tera-

péutica. La fibrolaringoscopia, siempre que lo permi-ta la estenosis, hace posible la exploración en toda laextensión de una estenosis, aportando datos sobre elasiento, la morfología, la extensión y el calibre de laestenosis sin excesivo riesgo en el paciente no tra-queotomizado, ya que puede realizarse bajo aneste-sia tópica de las mucosas. En el paciente traqueoto-mizado permite explorar la tráquea por debajo de laestenosis, así como retrógradamente la porciónsupraestomal y la propia laringe, lo que es de sumaimportancia cuando no pueden verse por vía naturallas cuerdas vocales ni el espacio subglótico, porejemplo, en las estenosis supraglóticas. El primerobjetivo de la endoscopia consiste en determinar lazona de comienzo de la estenosis, relacionándolocon determinadas referencias anatómicas, como conlas cuerdas vocales, los aritenoides, el cricoides, laepiglotis, la base lingual o el estoma traqueal.71 Ellímite inferior también puede precisarse con el fibros-copio, siempre y cuando la estenosis permita el pasoa su través o retrógradamente desde el traqueosto-ma. La fibroscopia flexible debe ser prudentementerealizada en la estenosis grave, pues durante laexploración puede producirse una descompensacióncon compromiso respiratorio severo.

La laringoscopia directa autosuspendida o labroncoscopia rígida son importantes y deben reali-zarse siempre que el paciente esté traqueotomiza-do y no tenga contraindicaciones para una aneste-sia general.

En los no traqueotomizados, pueden surgircomplicaciones que obliguen a una traqueo-tomía de urgencia y a tener que evaluar losriesgos antes de realizarla.

La endoscopia rígida completa la informaciónobtenida por fibroscopia, suministrándonos datosimportantes sobre la consistencia y la vasculariza-ción de la estenosis. Además, permite obtenerbiopsias selectivas y bien localizadas para conocerel tipo de lesión subyacente o aclarar la etiología dela misma. También puede realizarse como primertiempo en el mismo acto anestésico de la recalibra-ción endoscópica.

9.3. DIAGNÓSTICO RADIOLÓGICO Y DE IMAGEN

El estudio radiológico y de imagen completa lainformación endoscópica y contribuye a conocer lalocalización, la extensión, la morfología, la composi-

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ción y el grado de la estenosis. Debe iniciarse con laradiología simple de tórax en incidencias AP y late-ral, no sólo para el estudio preoperatorio obligado,sino porque de su resultado puede derivarse lanecesidad de una TAC o de una RNM de tórax(figura 6C). En ciertos casos puede ser necesarioun tránsito faringoesofágico.

La Tomografía Axial Computerizada (TAC) nosinforma sobre todos estos aspectos (figura 6D),pero preferentemente sobre la participación delesqueleto, tanto de la laringe, como del hioides, dela tráquea y de la columna vertebral cervical quepueden estar interesados. La Resonancia NuclearMagnética (RNM) completa la información sobre elestado de la mucosa y de los tejidos blandos (figu-ras 6G y H), y ambas, TAC y RNM, permiten medirlos tres ejes de la estenosis a distintos niveles.Deben obtenerse cortes axiales y coronales y, a serposible, reconstrucciones tridimensionales que pro-porcionan una información sumamente valiosapara planificar la intervención.

La imaginería no sólo es útil en el diagnóstico delas estenosis, sino también en el control de la evolu-ción postoperatoria del proceso, tanto de la luz larín-gea o traqueal conseguidas, como de la situación ytolerancia de los moldes, tubos de Montgomery uotro tipo de prótesis y de materiales empleados en larecalibración o reconstrucción (figura 6E).

En este apartado debemos incluir la videolaringos-copia y el registro simultáneo de la voz, con lo quepodemos evaluar el grado de movilidad de las cuer-das vocales y de afectación de la voz antes y despuésdel tratamiento.

9.4. DIAGNÓSTICO FUNCIONAL

La función respiratoria se estudia esencialmentecon la espirometría y la gasometría; la función conel análisis físico de la voz y la dinámica de las cuer-das vocales con la laringoestroboscopia y la EMG.

La gasometría en sangre arterial y la pH-metría nosinforman sobre el grado de hipoxia y la necesidadurgente o no de tratamientos paliativos.

La espirometría objetiva la permeabilidad respira-toria de la laringe y de la porción superior de la trá-quea, evidenciando el carácter obstructivo de la insu-ficiencia respiratoria, así como el grado de restriccióninspiratorio y espiratorio. Analiza en circunstanciascontroladas y de forma no invasiva la magnitudabsoluta de los volúmenes pulmonares y la rapidezcon que éstos pueden ser movilizados. El método

ideal para evaluar la obstrucción de la vía aérea supe-rior, mediante pruebas de función pulmonar, es lacurva Flujo-Volumen (FV), que es una forma derepresentar los datos espirométricos de la inspiracióny espiración forzadas. El registro del volumen frenteal tiempo permite medir la tasa de flujo aéreo.

La laringoestroboscopia para el estudio dinámicode la movilidad fonatoria de la laringe y el simultá-neo análisis físico de la voz son de gran utilidad.

Es importante diferenciar entre parálisis dela cuerda vocal y fijación postraumática delaritenoides, bien sea mediante laringosco-pia directa con movilización pasiva del arite-noides o con EMG.

9.5. DIAGNÓSTICO ANATOMOPATOLÓGICO Y BIOQUÍMICO

Son fundamentales para aclarar la etiología de laestenosis, pero sobre todo para descartar un proce-so tumoral o pseudotumoral subyacente, como unaamiloidosis laríngea, o para identificar un procesoautoinmune, etc. La histopatología nos permite rela-cionar la estenosis con la lesión tisular subyacente yetiquetarla de fibrosis, granuloma inespecífico,edema, proceso inflamatorio crónico inespecífico,granulomatosis de Wegener u otros.

En las estenosis de posible causa alérgica o inmu-nitaria deben realizarse las determinaciones deinmunoglobulinas o de complementos apropiadasy, ante la sospecha de un reflujo gastroesofágico,se solicitará una exploración gastroesofágicaendoscópica y funcional exhaustivas. Maronian ycolaboradores,45 estudiando 19 casos de estenosissubglótica idiopática, llegaron a la conclusión deque el reflujo gastroesofágico es la causa directa demuchas de estas estenosis y que en las restantesinterviene como un factor sinérgico de otras afec-ciones de base.

1100.. BBAASSEESS GGEENNEERRAALLEESS DDEELL TTRRAATTAAMMIIEENNTTOO

Es evidente que el tratamiento de cualquier esteno-sis laríngea, aguda o crónica, debería ser etiológico.Pero éste no es el caso de la estenosis residual ya con-solidada, en la que el tratamiento va a depender, enprimer lugar, del grado de estenosis y de la alteraciónde la función respiratoria; en segundo lugar, de latopografía lesional y del tipo de estenosis; y en tercerlugar, de las circunstancias propias de cada enfermo.

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Existe un tratamiento de urgencia y un tratamien-to reparador de las estenosis laríngeas residuales, loque depende del grado de compromiso respiratorio.

El tratamiento de urgencia es la traqueotomíamedia o baja, que evita la asfixia del paciente y per-mite estudiarlo detenidamente, planificando luego eltratamiento etiológico y curativo, cuando sea posible,o el tratamiento sintomático para suprimir la esteno-sis y decanular al paciente.

Siguiendo a Ménard y colaboradores49 el trata-miento de las estenosis puede ser médico o quirúrgi-co y éste, a su vez, endoscópico o convencional porabordaje externo.

El tratamiento médico con corticoesteroides oAINE puede ser útil como paso previo a la cirugía.

Los procedimientos endoscópicos conserva-dores, como las dilataciones repetidas conbujías y moldes, únicamente sirven paradiferir el abordaje quirúrgico final.

No obstante, pueden ser útiles en el postoperato-rio inmediato para mantener el calibre de la vía res-piratoria ensanchada. La microcirugía convencionalsuele estar abocada al fracaso y, en la actualidad, haquedado relegada por la cirugía endoscópica conláser carbónico. La finalidad de este tipo de cirugíaes conseguir un ensanchamiento de la luz respirato-ria sin afectar al esqueleto laríngeo o traqueal. Porello, se ha considerado especialmente útil4,49,71 para:

• La vaporización de granulomas y coagulación desu base de implantación.

• La vaporización o exéresis de edemas localizados,especialmente de aritenoides y bandas en el posto-peratorio de la cirugía parcial horizontal o tras laradioterapia.

• Las aritenoidectomías parciales o totales en lasparálisis laríngeas en cierre o en las fijaciones arite-noideas postraumáticas, asociadas o no a cordecto-mía parcial posterior homónima.

• La supresión de sinequias interaritenoideas aisladas.• El ensanchamiento de la luz laríngea en este-

nosis fibrosas o edematosas de subglotis median-te incisiones radiales endoluminales.

• El tratamiento de las estenosis multisegmentariasy complejas, sobre todo laringotraqueales, unido casisiempre a la colocación de prótesis dilatadoras.

La actitud en este tipo de cirugía, en función delgrado de estenosis y en consonancia con la clasifica-ción clínica de nuestro Servicio expuesta más arriba,se puede esquematizar del siguiente modo:

• Grado I: Observación y control endoscópicoperiódico. La cirugía con láser carbónico por víaendoscópica sólo tendría la finalidad de mejorar lossíntomas fonatorios en algunos casos.

• Grado II: Recalibración endoscópica con lásercarbónico, salvo contraindicaciones generalesgraves.

• Grado III: Traqueotomía previa, seguida de reca-libración con láser carbónico por microlaringoscopiao broncoscopia con o sin colocación de tubo en T deMontgomery, según los casos. En este tipo de este-nosis puede recurrirse opcionalmente a la Jet-Ventilation, evitándose la traqueotomía.51

• Grado IV: Traqueotomía inicial de urgencia y, unavez estudiada la estenosis, recurrir a la cirugía conláser carbónico, si procede, y a la colocación tempo-ral o definitiva de un tubo en T de Montgomery. Eneste último caso debe replantearse el recurso ulteriora cirugía reparadora convencional.

La cirugía convencional puede tener por finalidadel agrandamiento de la luz respiratoria o la exéresisde la estenosis. Las operaciones de ensanchamientosuponen el abordaje por cervicotomía anterior,seguido de laringofisura con incisión de tiroides y cri-coides, sección del músculo interaritenoideo y de lamembrana traqueal para proceder a la interposiciónde materiales o tejidos de sostén. Pueden emplearsemoldes de materiales sintéticos biocompatibles, aun-que se tolera mejor la interposición anterior de epi-glotis con la técnica de Tucker o la del cuerpo delhioides. La cirugía de exéresis persigue la supresiónde la zona estenosada, seguida de la anastomosistérmino-terminal, y debe cumplir tres condiciones:

a) La laringe ha de ser movilizada, de manera quepueda descender hasta la mitad de la zona resecada,seccionando la musculatura prelaríngea.

b) La disección de la tráquea por debajo de la este-nosis, tanto a nivel cervical como mediastínico, favo-rece el ascenso traqueal y su aproximación a la larin-ge liberada.

c) La sutura debe ser meticulosa y sin tensión, porlo que no deben resecarse más de seis anillos tra-queales y, en muchas ocasiones, debe procederse ala incisión vertical de la zona estenosada y a la colo-cación de un injerto autólogo.

La fijación de los aritenoides o la parálisisbilateral contraindican este tipo de cirugía.

Se han descrito infinidad de técnicas quirúrgicasque básicamente pretenden restablecer la luz larín-gea o traqueal por distintos procedimientos:

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1. Dilataciones con moldes laríngeos metálicoshuecos de Schrötter66 de calibres progresivos, que seintroducen directamente en laringe con anestesiatópica de mucosas. Dilataciones, previa traqueoto-mía, con moldes laríngeos de goma, gutapercha, sili-cona y otros materiales, de tamaños progresivos, quese colocan por laringoscopia directa y se sujetan a lacánula de traqueotomía35,36 o con moldes metálicosprogresivos sujetos a la cánula Thost,75 con cánulasmetálicas en chimenea de Brüggemann o Réthi,8,62,63

o más recientemente con tubos en T de siliconaMontgomery.53

2. Ampliación del diámetro transversal de la larin-ge por laringofisura y laminotomía del cricoides, sec-ción del músculo transverso e interposición de dilata-dores sintéticos, de cartílago o de hueso autólogos.La luz laríngea se mantiene en días o semanas suce-sivas con cánulas en chimenea de Réthi o tubos en Tde Montgomery. Cuando ha sido necesario extirparel tejido cicatrizal para recuperar la luz laríngea, esnecesario regenerar el revestimiento mucoso coninjertos autólogos de mucosa oral o nasal, o con piel,que se mantienen en posición mediante moldes deteflón o silastic.

3. Restablecimiento de la luz laríngea por laringos-toma primario y reconstrucción en cuatro tiemposquirúrgicos consecutivos, según técnica de Seiffert:69

• Traqueotomía.• Laringotomía y exéresis del tejido cicatrizal prela-

ríngeo y perilaríngeo, seguida de la resección sub-mucosa del tejido cicatrizal endolaríngeo, sobre todode las paredes laterales, y sutura de la luz laríngea ala piel reavivada de los bordes de la incisión.

• Colocación de moldes de goma, gutapercha omateriales plásticos a medida para evitar la reesteno-sis en tanto cicatriza y reepiteliza el interior laríngeo.Estos moldes descansan sobre la cánula de traqueo-tomía y se mantienen en posición anudados al cue-llo hasta la completa regeneración del revestimientomucoso de la laringe, a veces durante meses o años.

• Cierre plástico del laringostoma y del traqueostoma.4. Resección de epiglotis y bandas en las estenosis

supraglóticas con revestimiento de las zonas denu-dadas con mucosa de vecindad o con injertos libresde piel.56

5. Resección anular de la estenosis con anastomo-sis término-terminal en el caso de la tráquea29,50 oanastomosis traqueolaríngea, previa resección anularu oblicua de la estenosis subglototraqueal.30,58

6. Ensanchamiento del diámetro transversal glóti-co mediante fijación lateral de la cuerda vocal a tra-vés de una ventana en el cartílago tiroides con resec-

ción completa del aritenoides39 o con conservacióndel aritenoides46 o resecando una mitad del ala tiroi-dea55 y, finalmente, respetando el esqueleto laríngeoy abordando el aritenoides dorsal y lateral al cartíla-go tiroides.80,81

7. Ensanchamiento de la luz traqueal por incisiónvertical de la estenosis con aumento del diámetrotransversal por tracción lateral de sus paredes, inci-sión vertical de la pared traqueal posterior, coloca-ción de injerto autólogo de cartílago y mucosa, yreconstrucción de la pared anterior estenosadamediante autoinjerto de cartílago costal.50

8. Empleo en las estenosis traqueales de prótesisautoexpandibles metálicas (wallstent) o de silicona(Polyflex de Rüsch), injerto de tráquea humanahomóloga desanafilactizada o de moldes revestidosde cartílago traqueal, autólogo y cultivado.9

El tratamiento quirúrgico sintomático puede sermínimamente invasivo con láser carbónico por víaendoscópica o mediante cirugía convencional por víaexterna. Ambas alternativas son válidas y ofrecenéxitos y fracasos, pero, en nuestra opinión, la cirugíaendoscópica con láser carbónico debe ser la primeraopción por varias razones:

a) Es una cirugía poco arriesgada, asequible a lamayoría de los cirujanos que dispongan del utillajeadecuado y con escaso número de contraindicacio-nes y complicaciones.

b) Si se respeta el esqueleto laríngeo, especial-mente el cricoides y el tiroides, se mantiene elsoporte fundamental de la luz laríngea y cualquierfracaso permite la reintervención, tanto por víaendoscópica como por vía externa convencional.Esta última comporta siempre una actuación sobreel esqueleto laríngeo con interrupción o exéresisparcial del mismo y pérdidas de substancia, nosiempre fáciles de reparar. También ofrece unmayor número de complicaciones, entre ellas infec-ciones que pueden conducir a la necrosis del cartí-lago y a su eliminación por secuestros.

c) El riesgo de lesionar estructuras vasculares y ner-viosas de la laringe es mucho menor en la cirugíamínimamente invasiva por vías naturales que en losabordajes convencionales.

d) El empleo de trasplantes autólogos de cartílagoy mucosa comporta un número relativamente eleva-do de rechazos, especialmente en diabéticos,pacientes con mal estado general y, sobre todo, enbronquíticos crónicos por infección local.

e) El coste por proceso, calculado en función dela estancia media y el gasto farmacéutico, esmenor que con la cirugía convencional.

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1111.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOOSS;; EEXXPPEERRIIEENNCCIIAADDEELL SSEERRVVIICCIIOO DDEE OORRLL DDEELL HHOOSSPPIITTAALLUUNNIIVVEERRSSIITTAARRIIOO DDEE PPUUEERRTTOO RREEAALL ((CCÁÁDDIIZZ))

Las razones antes expuestas nos animaron aemplear desde el año 1986 la cirugía endoscó-pica con láser carbónico en las estenosis resi-duales laringotraqueales y en el presente estu-dio pretendemos analizar críticamente nuestrasindicaciones y sus resultados tras 16 años deexperiencia.

Para el presente estudio hemos seleccionadotodos los pacientes de estenosis laríngea, laringo-traqueal o traqueal, tratados en nuestro Serviciode Otorrinolaringología desde 1994 hasta juniode 2002 que cumplían los siguientes criterios:

11.1. CRITERIOS DE INCLUSIÓN

Estenosis secuelares que reconocían como causainmediata de la misma alguna de las siguientes:

• Intubación prolongada en UCI.• Traumatismo laríngeo accidental o postquirúrgico.• Parálisis recurrencial bilateral postquirúrgica.• Traqueotomía.• Estenosis consolidadas y estables de causa

desconocida.• Además, hemos incluido dos casos de estenosis

congénita de laringe.

11.2. CRITERIOS DE EXCLUSIÓN

Se han excluido todas las estenosis agudas o cró-nicas de las restantes etiologías mencionadas másarriba.

11.3. NÚMERO DE PACIENTES INCLUIDOS EN LA MUESTRA

Los pacientes tratados que reunían estos criterioshan sido 116, de los cuales 65 eran mujeres y 51varones, de edades comprendidas entre los 5 y los82 años.

11.4. PROTOCOLO DE RECOGIDA DE DATOS

Para la recogida de datos hemos desarrollado elsiguiente cuestionario, que se ha cumplimentandoen todos los casos (ver página siguiente).

11.5. INSTRUMENTAL

Se ha empleado el instrumental habitual de explo-ración ORL, lupas de v. Stuckrad y fibroscopios paraendoscopia y videoscopia; un espirómetro de turbinaSpirobank (NS/2856) para pruebas funcionales respi-ratorias y el instrumental quirúrgico específico parael tratamiento endoscópico de las estenosis con lásercarbónico:

1. Equipo de láser carbónico marca Sharplan®,modelo 1041S, con potencia regulable entre 0,1 y 40vatios en modo continuo, 0,1 y 17 vatios en super-pulse, y 0,5 y 40 vatios en la modalidad de Sharpulse.

2. Micromanipulador SHARPLAN Acuspot® 712para regulación del diámetro de disparo, que parauna distancia focal de 400 mm puede variar entre0,27 y 4,60 mm.

3. Microscopio binocular de operaciones Wild - M650.

4. Endoscopios para laringoscopia directa autosus-pendida, de diferentes longitudes, calibres y modelos(bivalvo de Steiner, rígido de Kleinsasser, laringosco-pio ultralargo de Steiner para espacio subglótico,laringoscopios rígidos de punta curva, etc.).

5. Broncoscopios para láser de adultos y niños dela casa Storz, con diámetros interiores entre 3 y 10mm con luz fría, provistos de canales de ventilacióny aspiración, y a los que se adapta el sistema de refle-xión del láser y de regulación del spot de Sharplan®.

6. Tubos en T de Montgomery de diferentes cali-bres y dimensiones (figura 7).

7. Stents traqueales de Montgomery y laríngeos desilicona de distintos modelos, longitudes y calibres.También stents traqueales autoexpandibles (Polyflex-stent) de Rüsch para tráquea y bronquios.

11.6. MÉTODO QUIRÚRGICO

La técnica quirúrgica de las recalibraciones conláser carbónico difiere, según el tipo de estenosis, ensu grado, localización y circunstancias propias decada paciente, aunque en esencia sea siempre lamisma. La forma de actuación varía según el pacien-te esté o no traqueotomizado.

a) Pacientes no traqueotomizados

En las estenosis laríngeas con diámetro >5 mmhemos trabajado bajo narcosis con intubación oro-traqueal, utilizando tubos ignífugos de Xomed con

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ESTENOSIS LARINGOTRAQUEALES

NOMBRE: EDAD:SEXO: Nº Hª:ANTECEDENTES DE INTERÉS:

1. LOCALIZACIÓN1.1.� Supraglótica1.2.� Glótica1.3.� Subglótica1.4.� Laringotraqueal1.5.� Traqueal

2. TIPO DE ESTENOSIS2.1.� Fibrosis cicatrizal2.2.� Edema2.3.� Granuloma2.4.� Sinequia2.5.� Artrosis cricoaritenoidea2.6.� Parálisis en cierre

3. ETIOLOGÍA3.1.� Postquirúrgica3.2.� Postintubación prolongada 3.3.� Postraqueotomía3.4.� Postraumática3.5.� Postradioterapia3.6.� Criptogenética3.7.� Malformativa

4. TRAQUEOTOMÍA4.1.� SÍ PREVIA � PEROPERATORIA �4.2.� NO

5. TRATAMIENTO5.1.� Cirugía convencional5.2.� Recalibración por vaporización láser5.3.� Recalibración por exéresis láser5.4.� Resección radial láser5.5.� Aritenoidectomía láser5.6.� Aritenoidectomía + cordectomía parcial láser5.7.� Recalibración láser + tubo Montgomery5.8.� Recalibración láser + tubo Montgomery + aloinjerto5.9.� Traqueotomía previa5.10.� Traqueotomía peroperatoria5.11.� Sin traqueotomía

6. RESULTADOS6.1.� Decanulación � SÍ � NO6.2.� Nº recalibraciones6.3.� Evolución 6.3.1.� Muy buena (decanulación, no recidiva, no déficits funcionales importantes tras 1a recalibración)6.3.2.� Buena (de 2 a 5 recalibraciones)6.3.3.� Regular (precisa, tras varias recalibraciones, tubo de Montgomery)6.3.4.� Mala (más de 5 recalibraciones y no tolera tubo de Montgomery)

7. COMPLICACIONES SÍ � NO �

8. EXITUS SÍ �

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hidrotaponamiento para evitar deflagracionesdurante el empleo del láser C02 y protección con len-tinas húmedas.

En las estenosis laríngeas con diámetro <5 mm y,por tanto, en las estenosis laríngeas de grados III y IV,en los que la intubación orotraqueal resulta imposi-ble con los tubos de anestesia habituales, hemos rea-lizado sistemáticamente una traqueotomía media obaja reglada como primer tiempo. La mayoría de lasveces se ha efectuado la traqueotomía bajo aneste-sia locorregional con bupivacaína al 0,5% y epinefri-na al 1: 200.000. Otras veces se ha recurrido a lanarcosis y ventilación asistida con mascarilla laríngea

LMA flexible, seguida de la infiltración locorregionaly traqueotomía reglada. Una vez abierta la tráquea ysuturada la charnela de su pared anterior a la pielcervical, se intubó la tráquea. A continuación, se rea-lizó la laringoscopia directa autosuspendida con dis-tintos modelos de laringoscopio, según el tipo y elasiento de las lesiones laríngeas, incluidos el espaciosubglótico y la zona de transición laringotraquealaccesibles con el laringoscopio extralargo de Steiner.

En las estenosis traqueales se han empleado losbroncoscopios especiales para láser CO2 con ventila-ción manual por el anestesista. Durante los disparoscon láser se interrumpe la ventilación y se mantienela apnea mientras la saturación de O2 se mantengaalrededor del 86 al 90%. Llegados a este límite seinterrumpen los disparos, se ventila de nuevo alpaciente hasta alcanzar del 98 al 100% de satura-ción y se vuelve a utilizar el láser intermitentemente.

b) Pacientes traqueotomizados

En las estenosis laríngeas y laringotraqueales simpleso multisegmentarias de pacientes previamente traqueo-tomizados, se realizó la intubación traqueal directa através del traqueostoma con el tubo ignífugo de Xomedy se procedió a la recalibración a través del laringosco-pio como en las situaciones anteriormente descritas. Enlas estenosis completas de laringe y en las glotosubglo-totraqueales puede resultar muy difícil la recalibración alo largo del eje vertical teórico de la laringe. Dada lahiperextensión del cuello y el desplazamiento de la larin-ge por el endoscopio, se forma, merced a la elasticidadde la membrana intercricotiroidea, un ángulo entre tiroi-des y cricoides, y otro entre anillo cricoideo y tráquea porla elasticidad de la membrana cricotraqueal; de modoque el rayo láser puede incidir sobre el esqueleto larín-geo y la membrana cricotiroidea en lugar de hacerlosobre el tejido fibroso cicatrizal que ocupa la luz. Paraevitar esta situación, resulta muy útil, una vez que sellega con la recalibración al espacio subglótico, la intro-ducción retrógrada desde el traqueostoma de un pun-zón que perfora la cicatriz y hace prominencia en la por-ción ya recalibrada de laringe. Este punzón metálico nossirve de guía para continuar recalibrando concéntrica-mente a su alrededor hasta alcanzar la luz traqueal yvisualizar ampliamente el tubo de anestesia. A continua-ción se coloca un tubo en T de Montgomery, sobrepa-sando ligeramente el límite superior de la estenosis. Enlas estenosis glóticas, el tubo en T debe sobrepasar elborde libre de las cuerdas y en algunas ocasiones hastael aditus laryngis, sobresaliendo en la hipofaringe, cuan-

Figura 7>> Arriba: Cánula de traqueotomía fenestrada ydiversos tipos de tubos en T de Montgomery utilizadosen las estenosis laringotraqueales. Abajo: Técnica decolocación del tubo en T de Montgomery en la laringerecalibrada con ayuda de una sonda de Nelaton.

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do se ha actuado en el espacio interaritenoideo, demanera que mantenga separadas las apófisis vocales delos aritenoides, evitando su fusión. En algunas ocasio-nes, esta circunstancia nos obliga a colocar temporal-mente una sonda nasogástrica de alimentación.

11. 7. TÉCNICA DE APLICACIÓN DEL LÁSER CO2

La técnica de utilización del láser carbónico varíaalgo, según la localización, extensión, morfología ytipo histopatológico de la estenosis, aunque en esen-cia sea siempre la misma, y puede esquematizarse dela siguiente forma:

11.7.1. Estenosis laríngeas

a) Paciente traqueotomizado:• Anestesia general y colocación de tubo endotra-

queal ignífugo con balón de hidrotaponamiento.• Introducción de laringoscopio directo con aspira-

ción distal. En estenosis subglóticas o traquealessupraestomales es preferible un laringoscopio largo yfino que un broncoscopio.

• Visualización con microscopio quirúrgico.• Adaptación del tubo del láser al micromanipulador.• Protección de la cara del paciente con compresas

húmedas.• Protección del balón y del tubo de anestesia con

lentinas húmedas.• Actuación con láser en continuo y a intensidad

variable entre 1 y 5 vatios sobre la estenosis. El diá-metro del spot varía según se vaporice o se corte.

• Conseguida una luz aceptable, la mayor posible,se sustituirá opcionalmente el tubo endotraqueal deanestesia por un tubo en T de Montgomery cuya chi-menea sobrepase en altura la zona estenótica. Si sesospechan posibles trastornos deglutorios postope-ratorios, debe colocarse sonda de alimentación.

b) Paciente no traqueotomizado:• Intubación anestésica orotraqueal con tubo igní-

fugo y balón de hidrotaponamiento.• Introducción de laringoscopio directo con aspira-

ción distal.• Visualización con microscopio quirúrgico.• Adaptación del tubo del láser al micromanipulador.• Protección de la cara del paciente con compresas

húmedas.• Protección del balón y del tubo de anestesia con

lentinas húmedas.

• Actuación con láser en continuo y a intensidadvariable entre 1 y 5 vatios sobre la estenosis. El diá-metro del spot varía según se vaporice o se corte.

• Retirada del laringoscopio y del tubo endotraqueal.

11.7.2. Estenosis traqueales

a) Paciente traqueotomizado con estenosisestomal y periestomal:

• Anestesia general y retirada de la cánula detraqueotomía.

• Introducción de broncoscopio rígido por vía oral.• Adaptación del láser al micromanipulador del

broncoscopio.• Vaporización de la estenosis granulomatosa con

láser en continuo a intensidad de 5 a 10 vatios o sec-ción de la fibrosa con láser en continuo y superpulsea intensidad de 1 a 5 vatios, hasta conseguir la mejorluz posible.

• Retirada del broncoscopio.• Colocación opcional de un tubo en T de

Montgomery cuya chimenea quede en el espacio sub-glótico, lejos del borde libre de las cuerdas vocales.

b) Paciente traqueotomizado con estenosisinfraestomal:

• Anestesia general y retirada de la cánula detraqueotomía.

• Introducción de broncoscopio rígido por vía oralo por el traqueostoma.

• Adaptación del láser al micromanipulador delbroncoscopio.

• Vaporización de la estenosis granulomatosa con láseren continuo a intensidad de 5 a 10 vatios o sección de lafibrosa con láser en continuo y superpulse a intensidadde 1 a 5 vatios, hasta conseguir la mejor luz posible.

• Retirada del broncoscopio.• Colocación opcional de tubo en T de Montgomery

en las estenosis altas o de stent de dilatación traquealen las bajas.

c) Paciente no traqueotomizado:• Introducción de broncoscopio rígido por vía oral.• Adaptación del láser al micromanipulador del

broncoscopio.• Vaporización de la estenosis granulomatosa con

láser en continuo a intensidad de 5 a 10 vatios osección de la fibrosa con láser en continuo y super-pulse a intensidad de 1 a 5 vatios, hasta conseguirla mejor luz posible.

• Retirada del broncoscopio.

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• Colocación opcional de stent traqueal.En las estenosis laríngeas de tipo fibroso o ede-

matoso utilizamos el láser en modo continuo y conspot pequeño, puesto que interesa la exéresis delas lesiones o la sección en cuña para facilitar eldrenaje del edema. En lesiones circunscritas se per-sigue la exéresis completa, ya que queda en elresto de la laringe mucosa suficiente para la reepi-telización. En las lesiones anulares con luz visible,la recalibración se consigue con incisiones o exci-siones en cuña muy limitadas y dispuestas en estre-lla, seguida de dilatación con el broncoscopio através del laringoscopio. En los granulomas se pro-cede a la vaporización con spot amplio, seguida dela colocación temporal de un tubo en T deMontgomery en los pacientes traqueotomizados(figura 5F-H).

En las estenosis supraglóticas podemos encontrardiversas situaciones que requieren soluciones igual-mente diferentes. El desprendimiento del pie de laepiglotis y su desplazamiento en sentido dorsal conacortamiento del eje anteroposterior del vestíbulolaríngeo se resuelve mediante la exéresis de lamisma. La luxación e inclinación del aritenoidessobre la glotis, y más aún si va unida a la fijación enlínea media de la cuerda homónima con evidentereducción de la luz glótica en la inspiración poraspiración del aritenoides, requiere únicamente laaritenoidectomía unilateral completa (figura 5E).Las reducciones concéntricas del vestíbulo laríngeo,especialmente tras laringectomías parciales supra-glóticas, se solucionan satisfactoriamente escin-diendo todo el tejido fibroso, que, a modo de teja-dillo más o menos grueso o de cornisa, cubre lascuerdas vocales y reduce el vestíbulo a un mero ori-ficio. Importante en estos casos es la liberación delos aritenoides con respeto de la mucosa que lostapiza. En estos casos, debe mantenerse la traqueo-tomía hasta la total cicatrización, así como la sondade alimentación para prevenir aspiraciones. En estetipo de estenosis es muy importante colocar unalentina húmeda por debajo de la estenosis y porencima de las cuerdas vocales para protegerlas delláser (figura 4A-D).

En las sinequias anteriores de ambas cuerdas oen las estenosis cicatriciales postquirúrgicas a nivelde comisura anterior, por ejemplo, tras tirotomíasmal cicatrizadas, cuando el paciente no está tra-queotomizado, utilizamos la técnica quirúrgica deSteiner resecando el tercio anterior de ambas cuer-das hasta llegar al pericondrio del cartílago tiroidessin colocar molde alguno (figura 3). En caso con-

trario, preferimos colocar temporalmente un tubode Montgomery.

En las parálisis laríngeas bilaterales sin estenosisorgánica subyacente, hemos realizado una arite-noidectomía parcial con resección del tercio poste-rior de la cuerda vocal homónima, seguida de ladecanulación inmediata en el propio acto quirúr-gico. En los no traqueotomizados no hemos adop-tado medidas especiales, salvo la profilaxis anti-biótica y la administración de mucolíticos y AINE(figura 5D). En las parálisis laríngeas bilateralesasociadas a estenosis subglóticas se ha completa-do la aritenoidectomía y cordectomía parcial conla recalibración laríngea pertinente en el mismotiempo quirúrgico.

En las estenosis traqueales postraqueotomía conestenosis supraestomal y periestomal, la recalibra-ción va siempre unida a la colocación de un tubo enT de Montgomery. En los pacientes no traqueoto-mizados o con traqueostoma ya cerrado y estenosistraqueal a nivel cervical, hemos procedido a la reca-libración con láser CO2 por broncoscopia. En algu-nos casos hemos colocado a continuación un stentautoexpandible de Rüsch, después de medir la lon-gitud de la estenosis y de evaluar el diámetro de latráquea por encima y por debajo de la estenosiscon TAC o RNM.

En todos los pacientes se ha seguido un protocolode profilaxis antiinfecciosa preoperatoria y durante elpostoperatorio inmediato se han administradomucolíticos para facilitar la expectoración de lassecreciones y del moco adherente, así como AINE ycorticosteroides a demanda, según los casos y las cir-cunstancias de cada paciente.

11.8. COLOCACIÓN DEL TUBO DE MONTGOMERYY DE STENTS TRAQUEALES

La colocación de un tubo en T de Montgomeryno plantea problemas cuando la longitud de losdos extremos, proximal y distal, es reducida. Perocuando la traqueotomía es baja y el extremo pro-ximal ha de llegar a la subglotis o incluso sobre-pasar las cuerdas vocales por un lado y el extremodistal ha de mantener el calibre traqueal al menosen un par de centímetros o más por el otro, laintroducción del tubo puede ser complicada. Enestos casos recurrimos a un pequeño truco que,en nuestras manos, siempre ha dado buen resul-tado, simplificando mucho este tiempo quirúrgi-co. Antes de retirar el tubo de anestesia de la trá-

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85

quea se introduce una sonda de Nelaton en eltubo en T de Montgomery por el extremo que sal-drá por el traqueostoma. A continuación se pasapor la porción del tubo que ha de quedar en laporción supraestomal de la tráquea y en la larin-ge hasta que salga por su extremo superior (figu-ra 7). Acto seguido se retira el tubo de anestesia,se introduce la punta de la sonda de Nelaton enla tráquea hasta visualizarla a través del laringos-copio y, con una pinza de endoscopia, se traccio-na suavemente de la misma, arrastrando el tubode Montgomery hasta colocarlo en posición.Finalmente, se retira la sonda de Nelaton pordentro del laringoscopio, se introduce el extremoinferior del Montgomery en la tráquea y se conec-ta al sistema de ventilación manual.

Como stents autoexpandibles permanentes en trá-quea hemos empleado habitualmente los Polyflex-stent de silicona con malla de poliéster, suministradospor Rüsch, de diámetros variables entre 9 y 18 mm, ylongitudes entre 3 y 8 cm. Su colocación se ha efec-tuado a través del broncoscopio, a veces con controlradioscópico simultáneo.

11.9. CONTROLES POSTOPERATORIOS

El control postoperatorio mediante laringoscopia ofibroscopia se ha efectuado a las 24 ó 48 horas de laintervención, en unos casos para determinar el altahospitalaria, como sucede habitualmente con lasparálisis laríngeas y, en otros, para observar la evolu-ción postoperatoria inmediata, la posición del tubode Montgomery o del stent, y decidir sobre la conve-niencia de aspiraciones locales, limpieza del stent,retirada de la sonda de alimentación o terapéuticamédica complementaria. En cualquier caso, la tomade decisiones está condicionada por la clínica respi-ratoria y deglutoria del paciente.

Los restantes controles postoperatorios se hanrealizado con una periodicidad quincenal, al prin-cipio, durante varios meses y semestralmente des-pués, de forma ambulatoria en consultas externas.En determinados casos, cuando el proceso decicatrización no es el esperado o cuando surgendudas sobre la posición o tolerancia de los mol-des, stents, etc., se ha procedido al control endos-cópico directo bajo narcosis en el quirófano oincluso a la revisión quirúrgica.

En los pacientes con tubo de Montgomery estecontrol quirúrgico postoperatorio se ha realizadohabitualmente a los 5 ó 6 meses, retirando el tubo

de Montgomery para comprobar el estado decicatrización local, eliminar granulomas y evaluarla posibilidad de retirar el tubo y decanular alpaciente. En caso contrario, se ha repuesto o sus-tituido por otro de iguales características o dedimensiones diferentes, generalmente de diáme-tro mayor.

Tras este control quirúrgico se ha procedido, enunos casos, a la retirada del tubo de Montgomery odel stent, y a la decanulación inmediata del paciente;en bastantes casos, la decanulación ha ido precedidade la colocación de una cánula de traqueotomíafenestrada para cerciorarse de la permeabilidad esta-ble de la vía respiratoria, sin arriesgarse a reaperturasurgentes de la tráquea.

Una vez decanulado el paciente, se ha esperado alcierre espontáneo del traqueostoma bajo controlambulatorio. En caso contrario, se ha procedido a laplastia del traqueostoma mediante cirugía ambula-toria con anestesia local.

11.10. Datos por determinar

En el presente estudio hemos analizado lossiguientes datos:

1. Número de pacientes, su distribución porsexo y edad, y la frecuencia de estenosis pordécadas.

2. Etiología inicial del proceso (alergia, patolo-gía tiroidea, ACV, etc.), su incidencia en cuatrogrupos de edad: en menores de 20 años, entre20 y 40, entre 40 y 60 años, y en mayores de 60años.

3. La causa desencadenante o inmediata, y la etio-logía inicial de la estenosis.

4. Características de la estenosis: localización, tipoy grado de estenosis.

5. Modalidad de tratamiento y número de recali-braciones.

6. Número de pacientes que fueron referidos yatraqueotomizados, pacientes a los que hubo querealizar una traqueotomía previa a la recalibración ypacientes sin traqueotomía.

7. Porcentaje de pacientes decanulados y nodecanulados.

8. Evolución y resultados en general y en las pará-lisis bilaterales en particular.

9. Complicaciones y exitus.Para el procesamiento y tratamiento de los men-

cionados datos, hemos utilizado el programaMicrosoft Access con licencia de la UCA.

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1122.. RREESSUULLTTAADDOOSS

Los pacientes estudiados que cumplían los criteriosde inclusión han sido 116. De éstos, el 56% eranmujeres y el 44% varones sin diferencia estadística-

mente significativa (Chi-Cuadrado = 0,84 y p =0,089) (figura 8). La incidencia por edades y su dis-tribución por décadas se ha representado esquemá-ticamente en las figuras 9 y 10; el mayor número deestenosis se presenta entre los 50 y los 70 años.

La etiología inicial o patología previa de lospacientes antes de desencadenarse la estenosis esmuy diversa y se muestra gráficamente en la figu-ra 11. Destaca el grupo otras con 38 casos, en elque se han incluido las que no alcanzaban un por-centaje significativo. La distribución de las etiologí-as de base en nuestra casuística se expone pororden de frecuencia en la tabla 2.

La distribución de las causas inmediatas o desenca-denantes de la estenosis por grupos de edad se harepresentado esquemáticamente en la figura 12.

La intubación prolongada es la causa másfrecuente, excepto en el grupo de mayo-res de 60 años, en quienes la cirugía pre-via ocupa el primer lugar, seguida de laradioterapia.

Figura 8>> Distribución por sexos (N = 116).

Hombres44%

Mujeres56%

Distribución por sexos (N = 116)

Figura 9>> Distribución por edades (1).

Media 49,12

Mediana 56,5

Moda 64

70

60

50

40

30

20

10

0

Distribución por edades (1)

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87

En conjunto, la intubación prolongada es causa deestenosis en el 36%, la cirugía en el 27% y la radio-terapia en el 10% de los casos (figura 13).

La localización más frecuentemente observada enla muestra es la glótica (40%) y la menos frecuentela traqueal (5%). La distribución porcentual de laslocalizaciones se ha representado en la figura 14.

Las lesiones orgánicas representan el 70% y lasfuncionales el 30%, destacando por su mayor fre-cuencia entre las primeras la fibrosis cicatrizal yentre las segundas las parálisis laríngeas en cierre(figura 15).

El grado de estenosis más frecuente es el grado IV,con el 78%, lo que coincide con el número depacientes traqueotomizados. La distribución porcen-tual de los distintos grados de estenosis se ha repre-sentado gráficamente en la figura 16.

La modalidad de tratamiento aplicado se muestragráficamente en la figura 17, destacando por su fre-cuencia la recalibración endoscópica con láser CO2asociada a la colocación de un tubo en T deMontgomery (37%), seguida de la aritenoidectomíaunilateral y cordectomía del tercio posterior (24%), yde la recalibración por vaporización (18%). Bajo elepígrafe otros con el 6% incluimos una cirugía exe-Figura 10>> Distribución por edades (2) (N = 116).

30%

Distribución por edades (2) (N = 116)

De 10 a 20

De 20 a 30

De 30 a 40

De 40 a 50

De 50 a 60

De 60 a 70

Más de 70

Menos de 10

12%

1%

8%14%

7%

12%

16%

Figura 11>> Etiología inicial (N = 116).

3837363534333231302928272625242322212019181716151413121109876543210

Etiología inicial (N = 116)

Ca. faringolaringe C. cardiaca C. tiroides Criptogenética I. respiratoria Otras Politraumatismo T.C.E.

21

4

12 11

7

38

8

15

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rética convencional por vía externa, una infiltracióncordal con toxina botulínica, una cirugía dilatadoraconvencional por vía externa con implante de huesoartificial tras varias recalibraciones fallidas con láserCO2 y cuatro casos de incisión radial de la estenosiscon dilatación ulterior con broncoscopio. El númerode recalibraciones con láser CO2 efectuadas en cadapaciente es muy diverso. En el 58% de los pacientessólo fue necesaria una recalibración, en el 16% seefectuaron dos recalibraciones y en los restantes másde dos recalibraciones. El número máximo de recali-

braciones en un mismo paciente fue de cinco, renun-ciando definitivamente al tratamiento endoscópicocon láser, cuando, tras este número de intentos, nose logró un resultado aceptable. Dos pacientes no serecalibraron con láser, lo que corresponde al 2% con0 recalibraciones (figura 18). Los pacientes que acu-dieron con traqueotomía o a los que fue necesariopracticar una traqueotomía previa a la intervencióncon láser fueron 91 (figura 19); la tasa de traqueoto-mizados concuerda con el porcentaje de estenosisgrado IV. Se decanularon 63 de 91 pacientes tra-queotomizados, lo que equivale al 69% (figura 20).El resultado fue muy bueno o bueno en el 72% delos casos al resolverse definitivamente la estenosiscon sólo una o dos recalibraciones; en el 12% fueregular, al requerir más de dos recalibraciones y sien-do necesaria la permanencia del tubo en T deMontgomery en el 12% de los casos. El resultadofue malo en el 16% de los casos (figura 21), ya queno fue posible decanular a los pacientes ni mantenerun tubo de Montgomery, bien por reestenosis, bienpor alteraciones funcionales laríngeas, especialmen-te respiratorias y deglutorias.

Las parálisis laríngeas en cierre sumaban 32 casos,en 24 de los cuales se resolvió la estenosis satisfacto-riamente con cirugía mínimamente invasiva con láserCO2, lo que supone el 78% de los casos. En los res-tantes fue necesario, bien el mantenimiento del tuboen T de Montgomery tras la recalibración o bien suretirada por intolerancia con reposición de la cánulade traqueotomía (figura 22). Las complicaciones sonpoco frecuentes (8/116), lo que corresponde al6,9%, distribuidas del modo siguiente:

Obstrucción del tubo en T 2 casosde Montgomery por secreciones Enfisema subcutáneo cervical 1 caso Neumonía por aspiración 1 caso Neumonía por aspiración y exitus por sepsis 1 caso Aspiración a tráquea del tubo de Montgomery 1 caso Desprendimiento de mucosa traqueal y exitus 1 casoRotura del tubo en T de Montgomery 1 casoal retirarlo y necesidad de broncoscopiaurgente para extraer el resto endotraqueal

1133.. CCOOMMEENNTTAARRIIOOSS

Las estenosis laríngeas y laringotraqueales son,afortunadamente, poco frecuentes en la actuali-

TABLA 2>> Etiología inicial de la estenosisen nuestra casuística.

Cáncer de laringe o faringolaringe 21 casosTraumatismos craneoencefálicos 15 casosCirugía de la glándula tiroides 12 casosDesconocida o criptogenética 11 casosPolitraumatismos 8 casosInsuficiencia respiratoria 7 casosCirugía cardiaca 4 casosInsuficiencia cardiaca 3 casosACV 3 casosTBC 3 casosShock séptico 3 casosMalformación congénita 2 casosEdema faringolaríngeo 2 casoso laringotraqueal idiopáticoIntervención previa por pólipo laríngeo 2 casosTraumatismo laringotraqueal 2 casosPatología laríngea no especificada 1 casoCuerpo extraño laríngeo ignorado 1 casoEncefalopatía posanóxica 1 casoEpiglotomalacia 1 casoEsofagitis por reflujo 1 casoFibrohistiocitoma benigno laringe 1 casoGranulomatosis de Wegener 1 casoLaringitis inhalatoria 1 casoLinfoma 1 casoMembrana congénita de laringe 1 casoPeritonitis aguda 1 casoQuemaduras 1 casoS. medular espinal anterior 1 casoSustitución cuerpos vertebrales 1 casoTraumatismo costal 1 casoTumor glómico irradiado 1 casoUlcus perforado 1 casoDistonía espástica inspiratoria 1 caso

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dad, aunque siguen siendo procesos morbosos gra-ves y de difícil solución. Prueba de ello es la granvariedad de técnicas quirúrgicas y de métodos tera-péuticos descritos que siguen empleándose en laactualidad.2,4,8,16,17,28,29,29,38,39,42,46,50,52,53,54,55,56,58,62,63,

69,74,76,80,81 La gravedad y la difícil solución de lasestenosis radica, por una parte, en la complejidadintrínseca de este tipo de cirugía y, por otra, en lapatología concomitante que presentan lospacientes. En efecto, el 56% de las estenosis sepresentan en sujetos mayores de 50 años conpatologías respiratorias, cardiovasculares o meta-bólicas que dificultan el tratamiento y ensombre-cen el pronóstico.

Los procesos morbosos iniciales que desembo-can finalmente en una estenosis son múlti-ples4,5,7,10,14,15,18,19,31,34,35,36,43,44,47,60,64,68,71 y destacanpor su mayor frecuencia los cánceres de laringe ofaringolaringe, los traumatismos y la cirugía de laglándula tiroides. Esto explica la mayor incidenciaen pacientes maduros y ancianos.

Los traumatismos son la causa más frecuen-te en los pacientes jóvenes.

En 11 casos fue imposible determinar la patologíainicial, hecho igualmente señalado por otros auto-res,49,71 y en un caso hemos sospechado con funda-mento una inhalación profesional continuada depolvo de remolacha de azúcar en una azucarera,hipótesis que en cualquier caso precisa una confir-mación experimental. Los dos casos de estenosislaríngea idiopática se observaron en mujeres, lo quehace sospechar un trasfondo hormonal, como sugie-re Dedo.18

En cuanto a las causas inmediatas de este-nosis, debemos destacar la intubación pro-longada en UCI en 41 casos, seguida de lacirugía de cabeza y cuello en 31 casos, y dela radioterapia en 12.

Las parálisis laríngeas bilaterales obedecían en 12casos a lesión recurrencial en la cirugía de la glándu-la tiroides y en los restantes casos a traumatismos eintubaciones prolongadas. En estos casos la parálisisestaba asociada a otras lesiones laríngeas, lo queexplica el éxito de la cirugía láser en las parálisis postes-trumectomía y que los fracasos se presentaran en

Figura 12>> Distribución según edad y causa (N = 116).

17

16

15

14

13

12

11

0

9

8

7

6

5

4

3

2

1

0

Distribución según edad y causa (N = 116)

Criptogenética Intubación Quirúrgica Infamatoria Radioterapia Traqueotomía Malformativa Traumática

1

<20

20-40

40-60

>60

32

43

13

11

14

2

4

8

17

0

2

4

2

01

4

7

0 0

2 2 2

01 1

3 3

0 0

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el segundo grupo. De hecho, todas las parálisis postes-trumectomía se resolvieron con una sola interven-ción con láser carbónico mediante aritenoidectomíay cordectomía parcial unilateral, y los pacientes fue-ron decanulados en el mismo tiempo quirúrgico. Porel contrario, en el grupo de parálisis asociadas a este-nosis glóticas, subglóticas o incluso multisegmenta-rias, fueron necesarias una o varias intervenciones yla colocación de un tubo en T de Montgomery, quepudo o no ser retirado en un tiempo ulterior.

La localización más frecuente de la este-nosis en la muestra es la glótica (40%),seguida de la laringotraqueal, casi siempresubglototraqueal (22%).

Estos datos difieren de los publicados por otrosautores22,23,49,71 que se refieren a las estenosis porintubación prolongada y por traqueotomía, mientrasque en nuestra casuística se han incluido otras causasinmediatas de estenosis. Así, en las estenosis glóticashemos incluido las parálisis bilaterales, aisladas o aso-ciadas a otras lesiones secuelares de cualquier etiolo-gía y no sólo las subsiguientes a una intubación pro-

longada. Por otra parte, las estenosis traqueales sólorepresentan el 5% en nuestra casuística, en contras-te con la incidencia porcentual señalada por otros auto-res,49 en los que llega a ser del 46%. Posiblemente,estas diferencias puedan atribuirse a que, en nuestrohospital, todo paciente intubado en la UCI es tra-queotomizado de forma reglada en quirófano de ORLa partir de los 7-10 días.

Las estenosis supraglóticas obedecen casi siemprea secuelas de cirugía parcial de cánceres de laringeo de traumatismos laríngeos, en tanto que la mayo-ría de las estenosis subglóticas, subglototraquealesy traqueales resultan de intubaciones prolongadas.Las estenosis de causa desconocida se localizanpreferentemente en supraglotis y subglotis, las pri-meras en forma de edemas organizados del vestí-bulo y las segundas en forma de edemas y fibrosisde aspecto cilíndrico o infundibuliforme del espaciosubglótico.

La lesión funcional subyacente más frecuente fuela parálisis bilateral de cuerdas vocales, en tanto quelas lesiones orgánicas tisulares por orden decrecientede frecuencia fueron la fibrosis, el granuloma, eledema y la sinequia.

Figura 13>> Causa desencadenante (N = 116).

27%

Causa desencadenante (N = 116)

Quirúrgica

Inflamatoria

Traqueotomía

Malformativa

Radioterapia

Intubación

Traumática

Criptogenética

3%

10%

5%9%

7%

3%

36%

Figura 14>> Localización (N = 116).

22%

Localización (N = 116)

Gloto-subglótica

Laringotraqueal

Subglótica

Supraglótica

Traqueal

Glótica

12%

12%

5%

40%

9%

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91

Figura 17>> Tratamiento realizado (N = 116).

6%

Tratamiento realizado (N = 116)

Recalibración + exéresis láser

Recalibración láser + tubo en T

Aritenoidectomía láser

Otros

Recalibración + vaporización láser

Aritenoidectomía + cordectomía láser

37%

18%24%

2%

13%

Figura 18>> Número de recalibraciones (N = 116).

58%

Número de recalibraciones (N = 116)

0

16%

9%

4%

4%

4%

3%2%

1 2 3

4 5 6 7 o más

Figura 15>> Tipo de estenosis (N = 116).

7%

Tipo de estenosis (N = 116)

Granuloma

Distonía

Parálisis

Sinequia

Edema

Fibrosis

43%

14%

1%

29%

6%

Figura 16>> Grado de estenosis (N = 116).

14%

Grado de estenosis (N = 116)

Grado III

Grado II

Grado I

Grado IV

78%

1%

7%

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Los grados de estenosis más frecuentes por ordende frecuencia son el IV y el III, lo que es absoluta-mente lógico, dado que son los que determinansintomatología importante y compromiso vital. Enconcordancia con estos datos, vemos cómo la reca-libración con láser CO2 se asoció al empleo tempo-ral o definitivo de tubos en T de Montgomery en el

37% de los casos y que el 78% de los pacientesfueron traqueotomizados, bien antes de su remi-sión al Servicio o como paso previo a la recalibra-ción. Tras el tratamiento, se decanuló definitiva-mente al 69% de los traqueotomizados.

En cuanto al tipo de intervención y al número derecalibraciones por caso, hemos de señalar que en

Figura 19>> Traqueotomizados (N = 116).

No22%

Sí78%

Traqueotomizados (N = 116)

Figura 20>> Decanulados (N = 91).

No31%

Sí69%

Decanulados (N = 91)

Figura 21>> Evolución (N = 116).

51%

Evolución (N = 116)

Regular

Buena

Mala

Muy buena

12%

16%

21%

Figura 22>> Evolución parálisis CCVV (N = 32).

69%

Evolución parálisis CCVV (N = 32)

Regular

Buena

Mala

Muy buena

9%

9%

13%

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dos casos no se recurrió a la cirugía láser. En uno portratarse de una distonía espástica inspiratoria, que seresolvió mediante endoscopia e infiltración cordal de10 unidades de toxina botulínica, y en otro por tratar-se de una estenosis supraglótica y glótica postrau-mática, que por sus características se trató satisfac-toriamente con una laringectomía parcial horizontalsupraglótica. En el 12% de los casos sólo se pudolograr la recalibración con láser y mantener la luz res-piratoria con un tubo en T de Montgomery perma-nente que, si bien no supone la curación, sí querepresenta una mejoría notable en la calidad de vidade estos pacientes.

Ante estos resultados, sorprende que sean tanescasos los autores que propugnen la cirugía endos-cópica láser para el tratamiento de las estenosis resi-duales. Ya hemos comentado más arriba, en lasbases generales de tratamiento, las indicaciones dela cirugía láser propuestas por Ménard y colaborado-res,49 y Spector,71 que en nuestra opinión son muylimitadas. La mayoría de los autores se inclinan por lacirugía convencional y llegan a afirmar que en lasestenosis severas sólo las técnicas quirúrgicas abier-tas, basadas en el principio de Réthi, permiten alcan-zar resultados aceptables.1 Proponen el ensancha-miento del área estenosada con incisiones verticalessin resecar la cicatriz y manteniendo la luz con unstent. Otros prefieren la interposición de cartílagocostal entre las incisiones verticales, anterior a niveldel tiroides y posterior del cricoides,24 unida al splitanterior del anillo cricoideo.

Küter y colaboradores42 intervinieron en cinco años146 estenosis traqueales mediante exéresis de laestenosis y anastomosis término-terminal. En lasestenosis simples, limitadas a una sola región, resuel-ven el problema con una sola intervención en lamayoría de los casos y en las estenosis traquealessólo emplean la resección del segmento estenosadoy la anastomosis. Según estos autores, y coincidien-do con nuestra experiencia, las estenosis multiseg-mentarias y sobre todo las laringotraqueales conparticipación del cricoides son las más problemáti-cas, y en las glotosubglototraqueales sólo se consigueéxito en entre el 25 y el 40% de los casos en la pri-mera intervención. En los restantes casos suelen sernecesarias, por término medio, de tres a cinco ope-raciones. En las estenosis laringotraqueales propo-nen la exéresis de la estenosis traqueal en un primertiempo, dejando para tiempos ulteriores la laminoto-mía de Réthi y la colocación de un molde deAboulker. En las estenosis traqueales sin participa-ción del anillo cricoideo, Weber y colaboradores78

defienden la exéresis transversal y la anastomosistérmino-terminal, logrando buenos resultados en 27de 32 casos operados. Pero en los cinco restantesse presentaron parálisis unilaterales o bilateralesrecurrenciales, y en cuatro casos hubo reestenosispor cicatrices peritraqueales que obligaron a variasreintervenciones.

Aún más sorprendente es la renuencia al empleodel láser en las parálisis laríngeas, en las que se siguerecurriendo a las técnicas exolaríngeas de King yWoodmann,11 y a la cordectomía clásica cuandofallan las anteriores. Tanto es así que el 100% de lasparálisis postestrumectomía se solucionan y decanu-lan con cirugía láser en un solo tiempo,70 y en el totalde parálisis de otras etiologías, asociadas normal-mente a otro tipo de estenosis laríngea, se logra ladecanulación definitiva en el 78% de los casos. Enlas estenosis glóticas asociadas a una inmovilidad deambas cuerdas vocales por fijación de las articulacio-nes o fibrosis de las mismas no puede recurrirse a unsolo tipo de técnica quirúrgica26 y es necesario esco-ger la técnica más adecuada en cada caso. Es en estetipo de parálisis o de fijación de las cuerdas vocalesen el que peores resultados se han obtenido con elláser CO2.

En las estenosis subglóticas que no se resuelvendefinitivamente con cirugía endoscópica láser enuno o dos tiempos puede recurrirse a la resecciónparcial del cricoides, seguida de anastomosis tirotra-queal, que da buenos resultados en el 91% de loscasos, si bien se trata de una cirugía complicada.59

Las complicaciones en la cirugía endoscópica conláser CO2 son poco frecuentes. El enfisema subcutá-neo se presentó como complicación inmediata en laexéresis de una estenosis glotosubglótica anterior,pero se resolvió espontáneamente.

La obstrucción del tubo en T de Montgomery porsecreciones espesas y adherentes la observamos enalguno de los primeros casos intervenidos y se resol-vió mediante la administración de mucolíticos y lahumidificación ambiental. Por tal motivo se ha veni-do administrando sistemáticamente, como hemoscomentado en el método quirúrgico, una profilaxispreoperatoria con antibióticos de amplio espectro ymucolíticos en el postoperatorio inmediato, y se hamantenido una humidificación ambiental adecuada.Para evitar posibles obstrucciones del tubo en T deMontgomery, se ha propuesto en las estenosis sub-glóticas el empleo combinado del tubo en T deMontgomery con una cánula interna fenestrada quepermite la limpieza constante sin dificultar la respira-ción ni la fonación. Pero, en nuestra opinión, la

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reducción de calibre de la vía respiratoria que impli-ca la colocación de esta cánula interna es importan-te y no compensa. A las seis semanas se retiran y sesustituyen por una simple cánula fenestrada conválvula fonatoria permanente.54

La dificultad para deglutir, sobre todo líquidos, sepresenta en el postoperatorio inmediato de la arite-noidectomía y cordectomía del tercio posterior de lacuerda vocal en las parálisis laríngeas. Se producenmínimas aspiraciones y pequeños accesos de tos elprimer día al ingerir líquidos, pero los pacientesaprenden rápidamente a beber en pequeños sorbossin dificultad. En las recalibraciones del vestíbulolaríngeo colocamos durante unos días una sonda dealimentación como en las laringectomías parcialessupraglóticas con láser CO2.

La aspiración por falsas vías se ha observa-do en los pacientes con tubo en T que sobre-pasaba la glotis.

En algún paciente fue necesario retirar el tubo deMontgomery definitivamente por neumonía poraspiración repetida; ésta fue precisamente una de lascausas de fracaso y de exitus. En efecto, la neumo-nía por aspiración condujo a una sepsis y a una des-compensación cardiopulmonar en una paciente conválvulas aórtica y mitral protésicas. Esta pacienteevolucionó muy satisfactoriamente tras la primeraintervención por una estenosis multisegmentariacompleta de laringe; se recalibró con láser y se colo-có un tubo de Montgomery que mejoró sensible-mente la calidad de vida de la paciente. Pasadosunos meses, dada la buena evolución, retiramos eltubo de Montgomery y colocamos una cánula fenes-trada para su decanulación progresiva. En pocos díasse presentó una estenosis completa multisegmenta-ria; tras recalibrar y colocar un nuevo tubo en T deMontgomery, se presentó una bronconeumonía poraspiración, seguida de toda una serie de complica-ciones que abocaron al exitus.

La aspiración del tubo de Montgomery a tráquease produjo en dos casos al realizar maniobras deaspiración y limpieza de secreciones del mismo des-pués de quitarse el paciente el anillo de fijación, loque obligó a una broncoscopia inmediata conendoscopio rígido para su extracción, seguida deuna laringoscopia directa para la reposición de untubo de Montgomery de diámetro igual o mayor.

La utilización a largo plazo de stents en la traqueo-malacia cervical y torácica está sujeta a problemasvarios: mala tolerancia, riesgo de desplazamiento y

formación de granulomas y de costras por alteracio-nes del transporte mucociliar. Por este motivo, se haaconsejado el empleo de prótesis autoexpandiblesmetálicas wallstent con malla filamentosa de acero.38

En nuestra experiencia, también puede suceder lomismo con las prótesis autoexpandibles de siliconaque excitan la formación de granulomas en los bor-des de la misma, con obliteración de su luz por el pro-pio tejido de granulación, por sangre coagulada ypor secreciones costrosas, lo que obliga a su retirada.Precisamente, es en este proceso en el que puedenpresentarse complicaciones letales, como la sufridapor un paciente varón al que se trató una estenosistraqueal anular a nivel de quinto al séptimo anillostraqueales con láser carbónico. Se le practicó unarecalibración por broncoscopia láser y tras 10 añosde evolución satisfactoria se presentó de nuevo laestenosis. Se recalibró nuevamente con láser y secolocó una prótesis autoexpandible de silicona de 3cm de largo por 18 mm de diámetro. El resultado ini-cial fue muy satisfactorio, pero al cabo de unosmeses comenzó con disnea por la aparición de ungranuloma en el extremo distal de la prótesis, asícomo de secreciones espesas y adherentes. Se esti-mó necesario retirar la prótesis, que, al desprender-se, arrastró consigo la mucosa de la pared traqueal,despegándola de sus paredes y colapsando la luz tra-queal. Ni la broncoscopia inmediata con ventilaciónmanual, ni la traqueotomía baja, seguida de unatoracotomía y apertura de la tráquea torácica permi-tieron ventilar al paciente, que falleció por paradacardiorrespiratoria y anoxia cerebral.

También se ha descrito la migración distal de lasprótesis traqueales autoexpandibles de siliconaempleadas en la traqueomalacia postlaringectomía,1

lo que ha inclinado al empleo de las prótesis metáli-cas autoexpandibles wallstent. También hemos vivi-do la expulsión por laringe de un stent autoexpandi-ble subglototraqueal. Este paciente fue reintervenidoen el Hospital Gómez Ulla de Madrid, donde leimplantaron una prótesis de Dumont, al parecer conéxito hasta el momento presente.

1144.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

1. Las estenosis laringotraqueales cicatriciales sonpoco frecuentes en la actualidad. Reconocen multi-tud de patologías iniciales, si bien las causas inme-diatas o desencadenantes son principalmente laintubación prolongada en UCI, la cirugía de cabeza ycuello, y la radioterapia.

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2. La mayor incidencia se presenta en pacientescuya edad oscila alrededor de los 60 años y se pre-senta con igual frecuencia en ambos sexos.

3. La cirugía mínimamente invasiva con láserCO2, pese a la diversidad causal y a la variedad delesiones, ha resuelto definitivamente el proceso yha hecho posible la decanulación en el 72% de loscasos de nuestra muestra. En el 12% más halogrado recalibrar la luz respiratoria, colocar ymantener un tubo en T de Montgomery, quemejora sensiblemente la calidad de vida de lospacientes. Sólo hemos fracasado en el 16% de loscasos, algunos resueltos posteriormente mediantecirugía convencional.

4. El tratamiento con cirugía endoscópica láserdebe ser, de acuerdo con nuestra experiencia, laprimera opción terapéutica en este tipo de patolo-gía, dada su eficacia, su sencillez, su relativainocuidad, el respeto al esqueleto laríngeo y laposibilidad de repetirla o de recurrir a otro tipo decirugía en caso necesario. El 58% de los casos requi-rieron una sola intervención y el resto de los queevolucionaron satisfactoriamente, entre dos y tresintervenciones.

5. La cirugía endoscópica con láser CO2 resuelvesatisfactoriamente el 100% de las parálisis laríngeasbilaterales postestrumectomía en un solo tiempo,permitiendo la decanulación inmediata del paciente.

6. Las complicaciones de esta cirugía mínimamen-te invasiva de las estenosis laringotraqueales sonescasas (6,9%), aunque algunas pueden ser graves,debido a la patología concomitante o al empleo destents autoexpandibles en tráquea.

7. La sencillez y la inocuidad general de este tipode tratamiento, unido a la corta estancia y a la esca-sa medicación complementaria, hacen del mismo unprocedimiento eficaz, eficiente y rentable.

1155.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Sorprende que un proceso morboso tan poco fre-cuente como la papilomatosis laríngea haya suscita-do tanto interés desde que Marcellus Donallus30 des-cribiera el cuadro de las “verrugas laríngeas” en elsiglo XVII; Virchow,100 la “Pachidermia laryngis diffu-sa” en 1863; Sir Morell MacKenzie57 diferenciara clí-nicamente en 1871 la papilomatosis laríngea deotros tumores laríngeos, empleando por vez primerael término de “papiloma”; y Poyet y Fauvel70 habla-ran de una “verdadera diátesis papilomatosa”.Thost, en 1890,92 destacó la coexistencia de papilo-mas laríngeos con verrugas cutáneas. Botey,17 en suTratado de Otorrinolaringología, encuadraba lospapilomas en el grupo de los pólipos laríngeos y dis-tinguía dos modalidades de papiloma: el tipo muri-forme con infinidad de diminutos lóbulos disemina-dos por toda la laringe, redondeados, pediculados yde tamaño muy variable, y el tipo velloso único y deaparición preferente en comisura anterior.

Al consultar la bibliografía reciente sobre el temahemos encontrado 417 publicaciones específicassobre la papilomatosis laríngea entre 1999 y 2002. Ennuestro país también ha sido constante el interés poreste tema y destacan entre las clásicas la Contribuciónal estudio de la papilomatosis laríngea de R. BartualVicens8 de 1942, la ponencia oficial de las JornadasMédicas de Sevilla de 1945 sobre Papilomatosis larín-gea, desarrollada conjuntamente por Bartual Vicens yRoca de Viñals,9 y la primera ponencia oficial de laSociedad Vasca de Otorrinolaringología y PatologíaCervicofacial sobre Papilomatosis Laríngea de 1991,dirigida por Videgain.98

La génesis de los papilomas, la tendencia a larecidiva y a la dispersión, la histopatología, lasposibilidades de malignización, la evoluciónimprevisible y el tratamiento eminentemente sin-tomático y no resolutivo por el momento justifi-can plenamente el interés del tema.

22.. CCOONNCCEEPPTTOO

Para la mayoría de los autores se trata de unainfección de la mucosa respiratoria por el virusdel papiloma humano, especialmente de lostipos 6 y 11,5,21,91 con la aparición de formacio-nes vegetantes o vellosidades de tamaño varia-ble, únicas o multiloculares, consideradas comotumores benignos.

Siempre se ha discutido la naturaleza tumoral oinflamatoria de los mismos. Así, Dahmann24 losdescribía como neoformaciones fibroepitelialesbenignas en las que ambos tejidos, el epitelial y elconjuntivo, mostraban una actividad común y orde-nada. Spira84 los conceptuaba como tumoresbenignos de etiología no clara, pero señalaba susafinidades con los condilomas venéreos y las verru-gas. Para Virchow99 y sus seguidores la papilomato-sis era una paquidermia verrugosa difusa de carácterinflamatorio. Finalmente, Borst16 señaló la existen-cia de dos modalidades de papiloma de etiologíadiferente, pero cuya morfología es similar: un blas-toma maduro homotípico fibroepitelial y unahiperplasia de tipo papilomatoso que origina,según las circunstancias, verrugas, condilomas,hiperqueratosis, pólipos papilosos de las mucosas,

7. Papilomatosis laríngea. Estado actualdel tratamiento con láser carbónico

J. Bartual, J. Roquette, G. Sierra, J. Bartual,J. Rebollo, D. Gómez, M. Hernández,

M. Rodríguez, C. Ramos, M.I. Moreno

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etc. Su descripción morfológica del papiloma siguesiendo hoy válida: “tumoración fibroepitelial benig-na con conservación íntegra de la membrana basal,incapaz de originar metástasis, pero sí de recidivarlocalmente y susceptible de sufrir excepcionalmen-te una degeneración maligna”.

Existen, pues, dos tipos de papilomas: el papilo-ma único del adulto y la papilomatosis laríngeadifusa, lo que se pone de manifiesto al compararsus características individuales:

PAPILOMATOSIS PAPILOMA DEL ADULTOGeneralmente múltiple Generalmente únicoImplantación dispersa Implantación limitada Más frecuente en el niño Casi exclusivo del adultoGran tendencia a recidivar Menor tendencia a recidivarGran tendencia a la dispersión Escasa o nula dispersiónMalignización rara Malignización más frecuenteInvolución espontánea Involución espontáneaprobada excepcionalLigada a veces No ligado a factor conocidocon enfermedad infecciosao eruptiva previaGénesis por virus Génesis desconocida.

Blastoma homotípico

No obstante, la separación entre ambos procesosno puede ser tajante.19 Las recidivas o repululacionesque denominaba Jackson47 son muy frecuentes en elniño y excepcionales en el adulto, aunque se han des-crito casos en los que el papiloma del adulto ha reci-divado durante 40 años10 y la degeneración malignade la papilomatosis es menos frecuente que la delpapiloma solitario del adulto. La papilomatosis larín-gea y el papiloma del adulto constituyen, pues, dosprocesos distintos con expresión morfológica que nopermite distinguirlos en la mayoría de las ocasiones.La primera está determinada por una infección vírica,en tanto que el segundo es un blastoma homotípicode etiología desconocida. Ahora bien, ni la papiloma-tosis de la infancia es privativa de ella, ni el papilomadel adulto exclusivo de éste, por lo que hay que admi-tir el intercambio de procesos y edades.10

A partir de la segunda mitad del siglo XX, coinci-den más o menos todas las definiciones de la papilo-matosis laríngea:

1. Biesalski:13 “Tumor benigno de las vías respiratoriasaltas y en particular de la laringe, que afecta sobre todo

a niños pequeños y que puede presentar una evoluciónmaligna y grave por la obstrucción de la laringe y de latráquea con grave compromiso respiratorio”.

2. Andrieu-Guitancourt y colaboradores:3

“Proliferación tumoral benigna de tipo papilar, denaturaleza malpighiana, que se desarrolla sobre todoen el niño, aunque también puede manifestarse enel adulto, conservando en ambos casos los mismoscaracteres macroscópicos e histológicos”.

3. François:33 “El tumor benigno más frecuente dela laringe infantil”.

4. Rimell y colaboradores:73 “El tumor más fre-cuente de las vías aéreas del niño.

En contraste con estas definiciones en las que figu-ra la palabra tumor, Matzker59 considera que la papi-lomatosis laríngea no es más que una reacción infla-matoria de la mucosa laríngea frente a la infecciónpor el virus del papiloma.

SINONIMIA: Papilomatosis laríngea, papilomato-sis de la infancia, papilomatosis juvenil, papilomato-sis respiratoria recidivante, papilomatosis respiratoriarecurrente, papilomas infantiles, papilomatosis larin-gotraqueal juvenil recidivante.

33.. EEPPIIDDEEMMIIOOLLOOGGÍÍAA

Se trata de una enfermedad generalizada en todoel mundo sin predominio étnico alguno.81,89 Su inci-dencia es difícil de determinar porque abundan lascasuísticas personales y escasean los estudios epide-miológicos.33 Así, Biesalski13 cita una frecuencia del0,1 al 6,7% de todos los niños estudiados en la con-sulta de ORL pediátrica. Quick70 estima que la inci-dencia en el niño es de 1/700.000, aunque las cifrasvarían sensiblemente según los países. En EE.UU.,Derkay,27 basándose en una encuesta nacional entrepediatras y otorrinolaringólogos, calculó la inciden-cia de la papilomatosis en 4,3 casos por 100.000habitantes y año; Bauman y Smith11 calcularon en1996 entre 5.000 y 25.000 casos nuevos de papilo-matosis por año. Recientemente, se ha calculadoque la incidencia de la papilomatosis en EE.UU. es de1/100.000 habitantes y año.4 Las intervenciones porpapilomatosis en EE.UU. se calculan en unas 16.000al año, con un gasto de 100 millones de dólares27 yun coste medio por cada paciente con papilomatosisjuvenil superior a los 200.000 $.14

La incidencia de la papilomatosis en Suecia se esti-ma entre 0,2 y 0,6 casos por 100.000 habitantes yaño,23 y en Dinamarca en 0,6/100.000 habitantes yaño.15 Cabe esperar que, en un futuro inmediato,

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podamos disponer de datos epidemiológicos másprecisos, puesto que en varios países se ha estableci-do un comité de control y seguimiento de la papilo-matosis laríngea. En España ha habido intentos deevaluar su incidencia, especialmente Clarós,20 quienúnicamente pudo llegar a la conclusión de que es unaenfermedad muy poco frecuente en nuestro país.

Kashima y colaboradores48 describieron una tríadaepidemiológica relacionada con la papilomatosisjuvenil: primer producto de parto vaginal de madreadolescente. La incidencia en niños nacidos por cesá-reas es 4,6 veces menor, en primogénitos es 1,6veces mayor y en madres adolescentes 2,6 vecesmayor, respectivamente.79

La papilomatosis infantil se presenta con igual fre-cuencia en ambos sexos, en tanto que la papilomato-sis del adulto parece tener cierta relación con el conta-gio sexual y afecta más al varón.11,52,81

Puede manifestarse a cualquier edad, incluso enrecién nacidos,7 y la media de edad es de 3,76 años.En los adultos, suele tratarse de una papilomatosisjuvenil persistente y es raro que se inicie la papiloma-tosis en adultos y ancianos, aunque se han descritocasos de aparición en el noveno decenio de la vida.28

En cuanto a la edad de aparición, parece existir unadistribución bimodal con un pico entre los 2 y 5 años(50%), y otro entre los 20-30 años.11,33 Derkay29 haseñalado igualmente dos picos en la primera infanciay en los adultos jóvenes.

44.. EETTIIOOLLOOGGÍÍAA YY PPAATTOOGGEENNIIAA

En cuanto a la génesis de los papilomas, la natura-leza virásica de los mismos ya fue sospechada tras lasexperiencias de Ullmann en 1923.94 Se trata de unainfección vírica con un periodo de incubación deunos tres meses, que cursa con linfocitosis y eosinofi-lia, presencia en suero de anticuerpos antipapiloma-virus en muchos casos y analogía histopatológicacon las verrugas cutáneas y los condilomas venéreosde probada etiología vírica.

La relación de la papilomatosis infantil con el Virusdel Papiloma Humano (HPV) materno fue demostra-da por Hayjek en 195638 y confirmada por la obser-vación con el microscopio electrónico de partículasvirales en entre el 2 y el 20% de los casos, análogasa las observadas en las verrugas cutáneas y en loscondilomas,45 así como por las observaciones con elmicroscopio electrónico de Meessen y Schultz en1957,60 describiendo inclusiones intracelulares elíp-ticas de 250 mm de diámetro. Se trata de partículas

redondeadas de 0,3 a 0,5 nm de diámetro en lascélulas de la capa superficial del epitelio85 quecorresponden al papovavirus A o HPV (HumanPapova Virus). En el hombre se han descrito almenos 90 tipos antigénicamente distintos, reagru-pados en subgrupos, según sus similitudes genómi-cas y su poder carcinógeno. En los papilomas larín-geos predominan los HPV de los subgrupos 6 y 11,que tienen el 85% de código genético común y sonmenos carcinógenos, según Rimell,73 que los sub-grupos 16,18 y 31.

La tasa relativamente baja de papilomatosislaríngeas con virus detectables por microscopíaelectrónica, en contraste con las verrugas cutáneas,hace pensar que el virus pueda estar presentebajo una forma incompleta, v.gr., como ADN inte-grado en el ADN de las células huésped, replicán-dose sólo durante las divisiones celulares.Actualmente, se está identificando con eficaciapor medio de la reacción en cadena de la polime-rasa. Terry y colaboradores91 afirman que la papilo-matosis infantil recurrente es el resultado de unainfección por el virus del papiloma humano, sobretodo de los subgrupos 6 y 11, igualmente relacio-nados con los condilomas vaginales,53 de lo quepuede deducirse que la papilomatosis respiratoriarecurrente se transmite de la madre al hijo duran-te el parto, en tanto que en el adulto resulta delcontagio sexual,37 hipótesis que, como veremos,no es compartida por otros autores. Así, aunquelos estudios retrospectivos demuestran que casi el50% de las madres de niños con papilomatosisson portadoras activas o habían presentado verru-gas genitales,48 sólo el 1‰ de los niños expuestosa HPV materno desarrollan la enfermedad, desco-nociendo los factores que predisponen a la conver-sión de la exposición al HPV en infección activa yproliferación epitelial.

El mecanismo de infección de la mucosalaríngea sigue siendo desconocido.

Los HPV 6 y 11 responsables de la papilomatosislaríngea se encuentran también en los condilomasvaginales y se supone que puede haber contagiodurante el embarazo o el parto.6,11,37,75 La frecuen-te aparición de papilomatosis en la primera infan-cia hace pensar en una infección neonatal, máximecuando se han descrito papilomatosis en reciénnacidos cuyas madres eran portadoras de condilo-mas durante el embarazo o en el momento delparto. Sin embargo, los condilomas venéreos son

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mucho más frecuentes que la papilomatosis larín-gea; se calcula que en EE.UU. hay 40 millones deportadores de condilomas venéreos y tan sólo apa-recen entre 5.000 y 25.000 casos de papilomatosispor año. Esta baja incidencia de la papilomatosisinfantil contrasta con la frecuencia de las infeccio-nes genitales por HPV que en EE.UU. se estima enel 1% de las mujeres fértiles, a lo que hay quesumar otro 15% de portadoras subclínicas.53 EnFrancia, el 3% de las mujeres en edad de procrearson portadoras del HPV. Esto hace sospechar queel contagio del niño a partir de una condilomatosisvaginal es realmente excepcional.33 También seadmite una posible contaminación intrauterina através de la placenta o por vía hematógena, pues-to que el ADN del HPV se ha identificado en la san-gre del cordón umbilical de recién nacidos demadres con condilomatosis asintomática, así comoen el líquido amniótico de madres infectadas.11

Sun y colaboradores89 niegan la transmisión hori-zontal de la papilomatosis y defienden la transmi-sión vertical de la madre al hijo por los condilomasvaginales; estudiaron la presencia de HPV en lasmucosas de las vías aerodigestivas superiores y enlos papilomas de siete niños con papilomatosis reci-divante, así como en las mucosas de sus familiaresmediante la reacción en cadena de la polimerasa ylas técnicas de hibridación de DNA. En seis de lossiete pacientes detectaron la presencia del HPV enlos papilomas y en la mucosa endolaríngea, cuatrodel tipo 6 y dos del tipo 11. Los resultados fueronnegativos en los familiares, lo que induce a pensarque no es posible la transmisión horizontal del HPVy sí la transmisión vertical de madre a hijo por loscondilomas vaginales.

Los virus del papiloma humano son específicospara cada especie y tienen un tropismo específicopor el epitelio escamoso en el que pueden prolife-rar mediante síntesis del ADN viral, producción deproteínas virales y ensamble de virión. El viruspenetra en las células basales, donde produce unainfección subclínica, latente. La replicación viralinterfiere en la maduración epitelial normal y pro-duce un efecto citopático con acumulacionesintracitoplasmáticas que se manifiestan comocambios coilocíticos. Estas células epiteliales trans-formadas proliferan para formar tumores papilo-matosos de epitelio escamoso, fibroepiteliales.

La estructura de los virus del papiloma es actual-mente conocida; contienen un genoma de ADNcircular de doble cadena con unos 800 pares debase, aglomerado en una cápside de virión de

forma icosaédrica de 55 nm de diámetro.44 Se handescubierto más de 90 tipos de virus del papilomahumano y se han secuenciado sus genomas. Dadoque es imposible distinguir los diferentes tipos depapilomas con antisuero, hay que recurrir a lasecuencia de su ADN. Todos los genomas del virusdel papiloma humano tienen armazones de lectu-ra abierta localizados en una de las dos cadenas deADN viral, que es la única que se transcribe.

El genoma del HPV tiene tres partes diferentes:una región de Control Larga (LCR), una regióntemprana (E) y una tardía (L). La primera contienedominios o regiones reguladoras a favor del flujo.La región temprana codifica fosfoproteínas nuclea-res E1 y E2, que son necesarias para la transcrip-ción y la replicación del genoma viral, así comoproteínas de transformación celular E5, E6 y E7,que detienen la actividad de proteínas reguladorasnegativas de la célula en el interior del epitelio. Lasfosfoproteínas nucleares E6 y E7 se unen, segúnFavre,32 a la proteína supresora del retinoblastoma(pRb) y liberan el factor de transcripción E2F. Laproteína E6 de los HPV oncógenos se une al p53celular que la inactiva, bloqueando el mecanismonatural de la misma para detener el ciclo de repli-cación celular. Inducen la apoptosis de las célulasnormales, pero las anormales siguen funcionandoy reproduciéndose, originando tumores.

La actividad de los factores de transformacióncelular difiere en los distintos tipos de HPV.

Los tipos 6 y 11 son poco oncógenos, mien-tras que los tipos 16 y 18 son más oncógenos.

No puede afirmarse que la papilomatosis sea con-tagiosa, ya que no se han descrito epidemias ni casosfamiliares. Al parecer, la infección por virus papovarequiere el concurso de otros factores para que sedesarrolle la enfermadad. Uno de tales factores puedeser el déficit inmunitario y, de hecho, los sujetosinmunodeprimidos presentan con mayor frecuenciapapilomas cutáneos y genitales. No obstante, lospacientes con papilomatosis laríngea no parecen sermás susceptibles a otras infecciones que los sujetossanos, como tampoco se ha demostrado en ellos undéficit inmunitario específico para el HPV.29

Recientemente, se ha asociado la susceptibilidadfrente a determinadas infecciones con un polimorfis-mo en los genes de la respuesta inmune,41 sobretodo en el cáncer de cuello uterino provocado poruna infección por HPV y relacionado con alelos HLAclase II.100 Gelder y colaboradores35 han podido esta-

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blecer una relación genética entre HLA DRB1*0301y susceptibilidad para contraer una papilomatosisrespiratoria recurrente.

Los virus de la papilomatosis laríngea puedenencontrarse en la mucosa, incluso años después dela remisión clínica y se han identificado en las recidi-vas tardías el mismo tipo de virus.34 Se desconocenlos factores capaces de desencadenar la reaparición,aunque se han señalado el embarazo, la hipovitami-nosis A13 y los traumatismos de la mucosa.

La traqueotomía puede agravar el curso dela papilomatosis, ya que supone una agre-sión traumática que favorece la extensióntraqueal y bronquial de los papilomas,11,33

altera la dinámica mucociliar y permite lallegada directa del aire a las vías bajas sinpasar por el filtro nasal.

El factor hormonal se ha invocado insistente-mente, teniendo en cuenta su frecuente mejoría oregresión en la pubertad, aunque se han observa-do involuciones espontáneas de la papilomatosisantes de la misma. De hecho, diversos autores hanpuesto en evidencia el influjo de la pubertad sobrela evolución de la enfermedad.15,22,93 No obstante,muchas papilomatosis laríngeas de la infanciasiguen evolucionando y recidivando en el adultoindependientemente del sexo y de la edad de lospacientes.

La etiología hormonal, o al menos la importanciadel factor hormonal, ha recobrado interés por lasrecientes observaciones sobre la eficacia terapéuticadel Indol-3-carbinol en ciertas formas de papilo-matosis, sustancia que interviene en el metabolismode los estrógenos,11,21 disminuyendo la producciónde la 16-alfahidroxiestrona en favor de la 2-alfahidroxiestrona. El primero de estos metabolitostiene un efecto cocancerígeno en el cáncer demama, mientras que el segundo tiene un efectoprotector. La actividad protectora del Indol-3-carbinolen la papilomatosis laríngea ha sido demostradaexperimentalmente en el ratón por Baumann.11

55.. AANNAATTOOMMÍÍAA PPAATTOOLLÓÓGGIICCAA

La papilomatosis laríngea asienta preferentementeen la endolaringe y, particularmente, a nivel glótico,aunque en las formas más agresivas tiende a exten-derse a las restantes zonas laríngeas, al margen larin-gofaríngeo, a la tráquea e incluso al árbol bronquial.

Se trata, pues, de una enfermedad respiratoria difu-sa con localizaciones múltiples, si bien predomina lalaríngea.

La imagen típica es la presencia de excrecenciasrojizas, aframbuesadas o veteadas, blandas, frágiles,friables y de tamaño muy variable, que sangran fácil-mente al contacto y que pueden aparecer aisladas odispersas por laringe.

Habitualmente, se implantan en el tercioanterior de las cuerdas vocales o en la comi-sura anterior.20

Estas excrecencias rugosas interesan sólo a lamucosa, respetando el corion y la musculatura subya-cente, y se localizan, preferentemente, en las zonasde transición entre epitelio ciliado y pavimentoso.49

Microscópicamente, constan de múltiples forma-ciones digitiformes, delgadas, integradas por un deli-cado eje conjuntivo-vascular y un revestimiento mal-pighiano espeso y bien diferenciado. El epitelio sehiperplasia con tendencia a la queratinización en laszonas más superficiales de las vegetaciones. Las célu-las epiteliales son regulares; las mitosis, raras y disper-sas. La basal se mantiene íntegra, el corion no apare-ce invadido, nunca se observan monstruosidadescelulares y en el eje conjuntivo-vascular hay unedema y una infiltración linfoplasmocitaria evidentes.

Se observan coilocitos o células vacuoladas coninclusiones citoplasmáticas claras que indican la pre-sencia de una infección viral. El crecimiento exofíticoy los coilocitos son menos evidentes en la papiloma-tosis infantil que en los papilomas uterinos.2 Las ano-malías de la maduración epitelial incluyen varios gra-dos de disqueratosis, paraqueratosis e hiperplasia dela membrana basal.

En el interior de los papilomas y en el tejido adya-cente pueden identificarse con microscopía electró-nica papiloma-virus patógenos, especialmente delos tipos 6 y 11 y, con menos frecuencia, de lostipos 16 y 18.

66.. CCLLÍÍNNIICCAA

La sintomatología depende del asiento, de laextensión de los papilomas y de las condiciones delenfermo. El compromiso respiratorio será tantomás grave cuanto menores sean la edad del pacien-te y el calibre de la vía respiratoria, y mayores laextensión y el tamaño de los papilomas. En reciénnacidos y lactantes, el síntoma inicial puede ser el

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llanto débil. En los demás pacientes suele debutarcon una disfonía discreta y con una disnea duranteel sueño o los esfuerzos.

La disfonía es el síntoma más frecuente y lapapilomatosis laríngea es la segunda causamás frecuente de disfonía infantil.61

Sin embargo, puede pasar inadvertida o sin que sele preste atención, de manera que el proceso sediagnostica tras semanas o meses de evolución.Otras veces, progresa rápidamente hasta convertirseen una afonía con manifestaciones severas de este-nosis laríngea y crisis de asfixia.

El tiempo transcurrido entre la aparición delos primeros síntomas y el diagnóstico sueleser de un año.

Ocasionalmente, pueden debutar como un casode comienzo súbito y alarmante, que obligan auna laringoscopia directa inmediata.

La disnea puede instaurarse de manera lenta y pro-gresiva con accesos de tos y asfixia nocturna quedespiertan al niño y asustan a los padres. Tambiénson frecuentes los accesos de disnea y de tos duran-te los esfuerzos al correr o jugar, que obligan al niñoa pararse en seco hasta que se restablece la respira-ción. Otras veces la disnea es progresiva y puede des-compensarse bruscamente en el curso de una rinofa-ringitis aguda intercurrente.

77.. DDIIAAGGNNÓÓSSTTIICCOO

Una historia clínica detallada, investigando los ante-cedentes familiares, y en particular los maternos, sobrela presencia de papilomas vaginales o en otras partesdel cuerpo, y de verrugas cutáneas, es fundamental. Eldiagnóstico se establece por la observación, la auscul-tación, la exploración ORL de rutina y la laringoscopia.Durante la observación podemos apreciar la presenciade disfonía y en las formas más graves y pronunciadastodos los síntomas de la obstrucción laríngea y de lasvías respiratorias bajas con hundimiento esternal y sín-drome de Gerhardt; la auscultación del cuello revela unestridor bifásico y la inspección rutinaria raras vecesevidencia la coexistencia de papilomas nasales y orofa-ríngeos con los laríngeos.

La laringoscopia indirecta puede realizarse enniños a partir de los 3-4 años, aunque son muchoslos que no colaboran. En estos casos y en los meno-

res de esa edad, hay que recurrir a la fibroscopia,anestesiando las mucosas nasal y faríngea, siempreque los padres colaboren. En caso contrario y en loslactantes y niños pequeños con cuadro súbito de dis-nea, el diagnóstico sólo puede establecerse por lalaringoscopia directa.

Sentado el diagnóstico probable de papilomatosislaríngea por laringoscopia indirecta o la fibroscopia,es necesario efectuar una laringoscopia directa auto-suspendida bajo narcosis para evaluar la localizacióny extensión de las lesiones, y para proceder a la lim-pieza de los papilomas. Las muestras se remiten enfresco para el estudio anatomopatológico y para latipificación de los papilomas, que puede realizarseen las muestras en fresco por la Reacción en Cadenade la Polimerasa (PCR) o en los bloques de parafinamediante técnicas especiales.

La identificación del virus causal tieneimportancia pronóstica, ya que los niñosinfectados con el HPV 11 tienen estadística-mente más probabilidades de padecer unaforma obstructiva y de requerir una traqueo-tomía que los infectados por el HPV 6.62,73

El hecho de que el tipo 11 esté asociado con unaevolución inicial más agresiva de la papilomatosis noimplica necesariamente que la evolución vaya a serpeor, ya que los infectados por este virus presentaronmás remisiones que los infectados por el HPV 6.73

La primera laringoscopia directa sirve, pues, tantopara confirmar el diagnóstico clínico y anatomopato-lógico, como para efectuar la primera limpieza depapilomas e iniciar el tratamiento.

88.. EEVVOOLLUUCCIIÓÓNN

La evolución es imprevisible.

La mayoría de los niños presentan recurrencias más omenos inmediatas, que pueden oscilar entre dos sema-nas y dos o tres meses, a veces incluso más distancia-das. Por desgracia, requieren múltiples y sucesivas inter-venciones quirúrgicas, a veces más de un centenar,hasta que se resuelve el proceso. Según Derkay,29 el50% de los niños necesitan más de 10 intervencionespara lograr un control de la enfermedad; las remisionesespontáneas se presentan de modo impredecible y muyvariable, dependiendo de multitud de factores inmuni-tarios, endocrinos y hormonales mal conocidos.34 Laexpresión del gen bcl-2 en las células del papiloma juve-

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nil laríngeo puede explicar la inhibición de la apoptosisy la estimulación del crecimiento celular.65 Algunosnunca llegan a curar y en otros se presentan recurren-cias, incluso años después de una curación aparente. Enniños con remisión completa de los papilomas puededetectarse DNA genómico del HPV en la mucosa larín-gea de aspecto normal,86 de manera que:

Nunca puede hablarse de curación definitiva.

Según la frecuencia de las recidivas y la extensión delas lesiones, distinguimos formas benignas y graves depapilomatosis. En las formas benignas las recidivas sonespaciadas y poco floridas. Los pacientes sólo requierenuna o dos revisiones anuales, y el síntoma esencial es ladisfonía, llegando a curar espontáneamente tras unascuantas sesiones de exéresis de los papilomas. En las for-mas graves y agresivas las recidivas son inmediatas, endías o semanas, con lesiones floridas y extensivas. Enestos casos, suelen afectarse todas las regiones larínge-as, así como la tráquea y los bronquios. La extensión atráquea se presenta en el 17-26% de los casos87,88 y ladiseminación broncopulmonar en el 5%. La extensiónpuede hacerse por continuidad o de forma salteada porinoculación a distancia de los papilomas. En estos casos,el clínico puede verse obligado a efectuar una traqueo-tomía, lo que llega a ser necesario en el 14% de lospacientes,29 hecho que ensombrece el pronóstico de laenfermedad, pues favorece la aparición de papilomasalrededor del traqueostoma y en la tráquea,72,101 lo quepuede suceder hasta en el 42% de los casos, segúnFrançois,33 y en el 50% para Kashima y Mounts.49 Delmismo modo, la decanulación favorece la regresión delos papilomas traqueales e incluso de los laríngeos.

En las formas graves se extienden a los bronquiosy al pulmón, y pueden causar la muerte del niño porobstrucción más o menos rápida de las vías bajas. Lamortalidad puede llegar según Biesalski13 al 8%.

Un pequeño porcentaje (2%) puede malignizarse,transformándose en carcinoma de células escamosas,sobre todo en los casos con diseminación broncopul-monar y frecuentes recidivas. La capacidad de dege-neración depende en gran medida del tipo de virus.Los HPV de tipo 6 y 11 se consideran de bajo riesgo,mientras que el tipo HPV 18 fue detectado en papilo-mas cancerizados.76

La malignización suele ocurrir en adultos por-tadores de una papilomatosis desde la infan-cia, a lo que contribuyen factores canceríge-nos, especialmente el alcohol, el tabaco, lableomicina y la radioterapia.58,83,90,102

Baumann11 la ha observado en el 14% de las papi-lomatosis irradiadas. Rehberg y Kleinsasser72 haninformado sobre la malignización de la papilomato-sis laríngea juvenil en seis pacientes no irradiados; eltiempo transcurrido entre el comienzo de la enfer-medad y la transformación maligna fue por términomedio de 33 años y la edad media de los pacientesera de 50 años. Histológicamente, coexistían zonasde papiloma típico junto a otras de carcinoma decélulas escamosas.

8.1. CRITERIOS DE CURACIÓN

De acuerdo con las propuestas de Dedo25,26 yClarós,20 para definir de manera uniforme la respues-ta de la papilomatosis laríngea frente a los diversostratamientos, debemos diferenciar los siguientesconceptos:

1. Remisión: Cuando no existe recidiva desde laúltima revisión.

2. Clearence: Cuando no existe recidiva en los 3últimos años.

3. Curación: Cuando no existe recidiva en los últi-mos 5 años.

Como comentaremos más adelante, la valoraciónde la respuesta ha de ser modificada para precisarmejor los diversos grados de la misma.

99.. BBAASSEESS GGEENNEERRAALLEESS DDEELL TTRRAATTAAMMIIEENNTTOODDEE LLAA PPAAPPIILLOOMMAATTOOSSIISS

Clarós20 afirmaba, al concluir su aportación a laponencia vasca sobre papilomatosis laríngea, que:

“El tratamiento de la PLJR será, en un futu-ro ya muy próximo, de tipo médico y vendráde la mano de la inmunología y de los inmu-nofármacos. El rol que desarrollará la ciru-gía será el de la desobstrucción de las víasaerodigestivas, con un respeto absoluto alas posibles mutilaciones y lesiones residua-les yatrógenas”.

Esto resume perfectamente el estado actual deltratamiento de la papilomatosis laríngea con cirugíamínimamente invasiva y láser CO2.

En efecto, los tratamientos de la papilomatosislaríngea, según Avidano,6 pueden ser sintomáticos,preferentemente quirúrgicos, o de intención curati-va, principalmente médicos.

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9.1 TRATAMIENTOS SINTOMÁTICOS

La cirugía sigue siendo el principal método de tra-tamiento de la papilomatosis laríngea con el fin deasegurar la permeabilidad de la vía respiratoriamediante la exéresis de los papilomas, de mejorar lafonación y de facilitar la remisión de la enfermedad.Sus inconvenientes derivan de la posibilidad decomplicaciones, así como de secuelas indeseables einevitables.

Clásicamente, se han dividido los métodos quirúr-gicos de tratamiento de la papilomatosis en dosgrandes grupos: métodos externos y métodos inter-nos.99 Los métodos externos son la traqueotomía y lalaringofisura. La traqueotomía fue recomendada porLecker54 a principios del siglo XX y el tiempo hademostrado que jamás ha propiciado la remisión delos papilomas, sino todo lo contrario.

Traqueotomía: Actualmente, es un acto qui-rúrgico estrictamente reservado para salvarla vida del paciente cuando hay una obs-trucción de las vías respiratorias bajas queno puede resolverse por otros métodos.

Los métodos internos son los que permiten acce-der a las lesiones por vías naturales, sea mediantelaringoscopia indirecta, hoy descartada, o por larin-goscopia directa o por fibroscopia.

El método habitualmente empleado para la extrac-ción de los papilomas es la microlaringoscopia direc-ta autosuspendida bajo anestesia general. La intuba-ción puede ser muy difícil y, por ello, hay que tenersiempre preparado todo el material necesario parasuperar cualquier emergencia: mascarillas laríngeas,tubos endotraqueales de diversos calibres, broncos-copios especiales, equipos de coniotomía y de tra-queotomía percutánea o convencional deben estardisponibles, y los cirujanos dispuestos para intervenirantes de que el anestesista inicie la inducción anes-tésica.65 Siempre que sea posible, debe evitarse latraqueotomía e intentarse la intubación laringotra-queal para la ventilación asistida con aislamiento delas vías bajas; en caso contrario, puede intentarse latraqueotomía temporal transcutánea, seguida deanestesia con Jet-Ventilation.

Las dificultades de la intubación y del posto-peratorio inmediato en los lactantes y niñosmenores de tres años aconsejan que estetipo de cirugía sólo se realice en hospitalesdotados de UCI pediátrica.

A partir de los tres o cuatro años los riesgosson menores y la intervención puede realizarseen cualquier hospital con un servicio de ORLbien dotado y con la colaboración eficaz de lospediatras.

La exéresis con instrumental convencional, pin-zas y aspiradores se reserva hoy para la obtenciónde especímenes para su estudio anatomopatológi-co y virológico. La gran vascularización de los papi-lomas provoca grandes y continuas hemorragiasdifusas, que impiden la correcta visión y la identifi-cación de las estructuras laríngeas, con el consi-guiente peligro de lesionarlas y de provocar secue-las indeseables.

Por eso se ha recurrido a menudo al empleo deotros métodos de extirpación o supresión: crioe-lectrodos, bisturí eléctrico, galvanocauterio yresección fonomicroquirúrgica20,103 mediante lainfiltración submucosa para elevar el epitelio ysepararlo del corion, seguida de la resección depequeños colgajos mucosos sobre los que asientael papiloma. En la actualidad, se prefiere la vapo-rización o la exéresis de las lesiones con diversostipos de láser.64,67

La utilización del láser CO2 es la terapéuticaque mejores resultados ha logrado y menoscomplicaciones ha presentado a corto y alargo plazo.40,67,78,88,89

El láser CO2 permite vaporizar o extirpar, segúnsu modo de empleo, los papilomas con gran pre-cisión sin lesionar los tejidos adyacentes; el humoque se desprende durante su empleo debe seraspirado continuamente junto con la sangre,tanto para mantener limpio el campo como paraevitar que entre en contacto con las mucosas delpersonal médico.

El humo y los vapores contienen partículasvirales, de manera que todo el personal sani-tario debe estar convenientemente dotadode mascarillas y de gafas protectoras.

La vaporización deja zonas desprovistas deepitelio que se cicatrizan en pocos días. La exci-sión con láser CO2 repetida cada dos meses es,según Dedo y Yu,26 el tratamiento más efectivohasta el presente, logrando remisiones en el37%, clearance en el 6% y curaciones en el17% de los pacientes. La malignización sólo seha observado en el 1,6% de los casos.

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El láser Argón actúa principalmente sobre lostejidos que han recibido un agente fotosensibili-zante de la familia de las hematoporfirinas conafinidad especial por los tejidos hiperplásicos enlos que se concentra;80 este agente se administrapor vía intravenosa dos días antes de la aplicacióndel láser Argón. La activación del fotosensibilizan-te por la luz de un láser de longitud de ondaapropiada provoca la destrucción de las células.Para el tratamiento fotodinámico, suele emplear-se el dihematoporfirineter en dosis de 4,25 mg/kgde peso y se activa con láser Argón de 630 nm a50 J. Los riesgos de su empleo son las reaccionescutáneas y oculares que pueden persistir durantemeses. Este tipo de tratamiento parece indicadosobre todo en las localizaciones bronquiales de lapapilomatosis.80

El láser pulsado de 585 nm puede actuar a tra-vés de fibroscopio con un efecto térmico que selimita a los vasos, determinando la ulterior necro-sis.33 Bower y colaboradores18 realizaron un estu-dio prospectivo no aleatorizado, comparando elláser CO2 con el láser diodo; trataban las lesionesde la hemilaringe izquierda con láser CO2 y las dela hemilaringe derecha con láser diodo. Comoventajas de este método se han señalado, en pri-mer lugar, la ausencia de ulceración del epitelio y,en consecuencia, de fibrosis y atrofia de las zonastratadas; y en segundo lugar, la posibilidad deemplearlo con anestesia tópica de mucosas.18,33 Suutilidad es considerable para la revisión ambulato-ria periódica de estos pacientes y la eliminación depequeñas recidivas, evitando la laringoscopiadirecta y la anestesia general.95

9.2 TRATAMIENTOS MÉDICOS

Desde antiguo se han empleado infinidad detratamientos médicos y físicos ya rechazados porsu inoperancia o sus consecuencias.3 Más recien-temente, se han intentado e incluso se siguenaplicando tratamientos médicos de eficacia siem-pre dudosa y valoración difícil6,11,13,21,93 debido a laevolución tan caprichosa de la enfermedad. Dehecho, cualquier tratamiento de la papilomatosissólo puede ser considerado eficaz cuando lograremisiones completas de duración superior a 10años. Por eso, deben impulsarse los estudios pro-tocolizados y multicéntricos, aunque, dado elescaso número de pacientes y su lento ritmo deinclusión en las casuísticas, no puedan esperarse

resultados estadísticamente significativos a cortoplazo. Además, la respuesta frente a un determi-nado medicamento depende en gran medida decada sujeto, no pudiendo esperar el mismo resul-tado en los diversos pacientes.

Dada la heterogeneidad de los tratamientos médi-cos aplicados en las papilomatosis, puede recurrirsea diversas clasificaciones de los mismos, consideran-do válida la propuesta por Clarós,20 que distinguedos grupos según cual sea la vía de aplicación o elgrupo terapéutico al que pertenezcan. En el primergrupo incluye la vía tópica en sus modalidades decontacto, intralesional e inhalatoria, y en el segundogrupo la vía sistémica, siendo esta última la preferi-da, bien por vía oral o parenteral.

Tópicamente se han empleado sin éxito el alcoholetílico a diversas concentraciones, el aceite de castor,soluciones de ácidos nítrico, acético y láctico, el for-maldehído y la solución al 15% de podofilino enalcohol de 95º,43 para pincelaciones tras la exéresispor vía endoscópica. El 5-Fluoruracilo (5-FU) se haempleado, tanto por vía intralesional como por víainhalatoria. Smith y colaboradores81 lo emplearon enocho pacientes traqueotomizados con alto índice derecidivas y extensas lesiones como complemento dela vaporización previa de los papilomas con láser.Tras la intervención aplicaban tópicamente unacrema acuosa de 5-FU e inyectaban una solución con0,25 mg/kg de 5-FU en la laringe, repetida endías sucesivos. Clarós y colaboradores20 emplea-ron el 5-FU por vía inhalatoria en 22 pacientes queno respondían a otras formas de tratamiento.Administraban 35 mg de 5-FU en inhalaciones porboca dos veces al día en días alternos durante tresmeses. Tras una semana de descanso repetían el tra-tamiento otros tres meses, llegando en algunoscasos a mantener este tratamiento durante tresaños. Observaron la aparición de hemorragias en el68% de los casos y de tos irritativa pertinaz en el90%; no lograron curaciones, aunque sí reduccióndel tamaño de los papilomas y un alargamiento delos periodos de recidivas.

También se ha propuesto la inyección intralesio-nal de cidofovir [(S)-1-3-hidroxi-2-fosfonilmetoxi-propil] citosina,82 que inhibe el ADN viral polimera-sa y es activo contra el HPV. Se administra comocomplemento de la cirugía, inyectándolo en ellecho quirúrgico tras la extirpación de los papilo-mas. Se ha observado la remisión completa a cortoplazo en 14 de 17 casos, pero deben esperarse losresultados a largo plazo para poder opinar sobre sueficacia terapéutica.

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Por vía sistémica se han empleado infinidad defármacos:

• Los isorretinoides, derivados de la vitaminaA6,11 que controlan la producción de queratina,pero que carecen de propiedades antivirales. Elácido cisretinoico o isotretinoína es un derivadode la vitamina A que inhibe la proliferación epite-lial y regula su crecimiento y diferenciación; se hausado en el tratamiento de las papilomatosis sinresultados concluyentes, pero con efectos secun-darios indeseables, como queilitis, fotosensibili-dad y artralgias. Al parecer, puede potenciar elefecto del interferón alfa, pero sus inconvenientesson mayores que las ventajas.

• El aciclovir se ha empleado por su acciónantivírica, pero su utilización en niños es muydiscutida y tampoco se han obtenido resultadosconcluyentes.55

• Las autovacunas preparadas con extractos depapilomas de los propios pacientes por Holinger ycolaboradores42 no dieron el resultado apetecido.Posteriormente, Traissac93 trató 158 casos de losque sólo se evaluaron 95, previamente tratadoscon cirugía. Se obtuvo el 42% de curaciones, el18% de mejorías y el 23% de fracasos, lo quecoincide, más o menos, con los resultados de lacirugía en los casos de menor agresividad. Queda,pues, la duda sobre la efectividad de la vacuna-ción. Entre nosotros, la experiencia con autovacu-nas también ha sido negativa.20

• La inmunoterapia con BCG, inmunorreguladorescomo levamisole, lisozima, linfocitos T sensibilizadospara transmitir inmunidad retardada, timoestimulinapara potenciar la maduración y diferenciación de loslinfocitos T, etc. no ha aportado resultados conclu-yentes. Estimulantes inespecíficos de las defensasorgánicas se han utilizado empíricamente comocomplemento del tratamiento quirúrgico, especial-mente glicofosfopeptical, imitando su utilización eninmunodeficiencias secundarias a procesos neoplási-cos o infecciosos con marcado déficit de la inmuni-dad celular. En algunos casos, parece que han con-tribuido a aumentar la duración de los intervalosentre recidivas.

• El cidofovir por vía sistémica fue utilizado porVan Valckenborgh y colaboradores97 en las papilo-matosis graves con extensión pulmonar comocomplemento del tratamiento con láser de laslesiones laringotraqueales, dado que consigueuna importante regresión de las lesiones pulmo-nares sin efectos colaterales perversos.

• Los Interferones alfa (IFN), proteínas produci-

das por los leucocitos como respuesta a la estimu-lación vírica, son estimuladores de las defensasfrente a una infección vírica, modulan las respues-tas inmunitarias, inhiben el crecimiento celular yactivan varios sistemas enzimáticos.7 Los interfero-nes alfa recombinantes empleados en el trata-miento de la papilomatosis son el alfa 2a (roferonA) y el alfa-2b (intron A), cuya eficacia fue estu-diada por diversos autores,12,39,50,55,57,63,78,104 queconcluyeron que su administración en dosis eleva-das implica una manifiesta mejoría, especialmenteporque aumenta la duración de los intervalosentre recidivas. En un estudio multicéntrico pros-pectivo y aleatorio, realizado por el PapillomaStudy Group, se encontró una evidente mejoría alargo plazo en el 33% de los pacientes que reci-bieron interferón alfa-N.104 La dosis habitual quese inyecta es de cinco millones de U/m2/día duran-te un mes y luego tres veces por semana duranteseis meses. Los efectos secundarios menores inclu-yen un síndrome gripal con fiebre, astenia, anore-xia y malestar, y disminuyen con la administracióna largo plazo. Como efectos adversos se han des-crito la disfunción hepática, leucopenia, coagulo-patía, trombocitopenia, incremento de los índicesrenales y un posible retraso del crecimiento.Consecuentemente, durante la administración deinterferón deben hacerse controles periódicoshemáticos, bioquímicos y hepáticos. Los primerosresultados de un estudio multicéntrico europeosobre el empleo en la papilomatosis laríngea delinterferón alfa 2C recombinante fueron publica-dos en 1985. El empleo del interferón humanopurificado es de utilidad para el tratamiento de lapapilomatosis, aunque el grado de respuesta esvariable y hay que reservar su aplicación paraaquellos casos agresivos y plurirrecidivantes.20

• El indol-3-carbinol (I-3-C) / diindolilmetano esun derivado de vegetales crucíferos (col, col deBruselas, coliflor) y un potente inductor del cito-cromo P-450 que interviene en el metabolismo delos estrógenos. Esta molécula anula el efecto pro-liferativo de los estrógenos sobre los cultivos decélulas laríngeas y experimentalmente en el ratóninhibe el crecimiento de los papilomas implanta-dos.11 Estos efectos del I-3-C se han observadotambién en pacientes que beben grandes cantida-des de jugos vegetales y comen diariamente coli-flor. La dosis diaria recomendada es de 200 a 400mg diarios en el adulto y la mitad en el niño conpeso inferior a los 25 kg. Con este tratamiento sehan descrito remisiones completas en el 33% de

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los pacientes tratados con I-3-C y mejorías conreducción del crecimiento de los papilomas en latercera parte de los casos no curados tras unperiodo de observación medio de 14,6 meses.74

En cualquier caso, se limita la replicación del virusy el crecimiento de los papilomas.5 Para el trata-miento se emplea el Diindolilmetano (DIM), cuyonombre comercial es Indoplex®. Es un concentra-do de indol-3-carbinol en un medio ácido, que seadministra en dosis de 4 mg/kg/día sin que sehayan descrito hasta ahora efectos secundarios;también se suministra en forma de cápsulas de100 mg; se aconseja la administración de dos cáp-sulas cada 12 horas.

• Las vacunas inmunizantes no específicas se hanutilizado, dado que la papilomatosis respiratoriatiene gran tendencia a recidivar y la curación es difí-cil de conseguir, con el fin de completar el tratamien-to quirúrgico con otros que frenen el crecimientotumoral o la agresividad del virus causal. Entre éstosse está experimentando el uso preventivo o terapéu-tico de vacunas,5 y se ha encontrado aparentementeun mayor porcentaje de remisiones por la inyecciónrepetida de vacuna antiparotiditis.68

1100.. EEXXPPEERRIIEENNCCIIAA PPRROOPPIIAA

Para el presente trabajo hemos revisado y seleccio-nado las historias clínicas de los pacientes con diag-nóstico de papilomas y de papilomatosis desde 1992hasta diciembre de 2002, atendiendo a los siguien-tes criterios:

a. Criterios de inclusión

Se han incluido en el estudio todos los pacientesdiagnosticados en nuestro Servicio de Papilomatosisrespiratoria recurrente y los remitidos por otrosServicios de ORL con idéntico diagnóstico para sutratamiento con láser carbónico, confirmados histo-patológicamente y atendidos en el periodo entre1992 y 2002.

b. Criterios de exclusión

Se han excluido todas las papilomatosis de lasvías aéreas superiores sin afectación laríngea o tra-queal, los casos sin confirmación anatomopatológi-ca de papilomatosis laríngea y las papilomatosis

laríngeas del adulto en las que la revisión histopa-tológica de la muestra con tinciones especiales con-firmó la existencia de un carcinoma epidermoidemuy diferenciado de tipo papilar o verrugoso.

c. Muestra

El total de historias clínicas seleccionadas fue de42; se rechazaron nueve que no reunían los criteriosantes señalados.

d. Protocolo de recogida de datos

Para el presente trabajo, hemos elaborado el proto-colo de recogida de datos de la página siguiente.

e. Criterios de evaluación de la evolución

Curación = Ausencia de recidivas durante más de5 años.Evolución buena, que corresponde al concepto de

clearance = Ausencia de lesiones y recidivas en untiempo superior a los 3 años tras la última exéresisquirúrgica.

Evolución regular = Ausencia de recidivas durante unplazo superior a los 6 meses, pero inferior a los 3 años;equivale a remisión temporal.

Evolución mala = Las recidivas se presentan en unplazo inferior a los 6 meses.

Otras evoluciones = Los casos de malignización,exitus o ausencia de seguimiento del paciente.

f. Estudio anatomopatológico

Las muestras se incluyeron en parafina, realizandotinciones clásicas de hematoxilina y eosina.

10.1. DIAGNÓSTICO DE HPV MEDIANTE PCR Y TIPADOCON SONDAS POR HIBRIDACIÓN REVERSAEN MUESTRAS DE PAPILOMATOSIS LARÍNGEA

a. Colección y almacenamiento de las muestras

Las secciones de tejido fresco se almacenaron entubos Eppendorf de 1,5 mL en 800 µL de PBS 1X yse congelaron a -20ºC hasta su posterior utilización.

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b. Extracción de ADN a partir de las lesiones

Las secciones de + 0,5 mm de tejido se cortaroncon bisturí y se homogenizaron con 500 mL del buf-fer de conservación (PBS 1X). Seguidamente, se cen-

trifugó durante cinco minutos a 12.000 g a una tem-peratura de cuatro grados y se descartó el sobrena-dante. El precipitado se resuspendió en 200 mL deproteinasa K en buffer de digestión (10 mM Tris-HCl(pH 8,8), 5 mM EDTA (pH 8,0), 0,1% SDS en agua

PROTOCOLO DE PAPILOMATOSIS LARÍNGEANúmero de historia clínica:Nombre y apellidos:Edad:Sexo:Antecedentes familiares: Verrugas cutáneas � Sí � No

Condilomas � Sí � NoPapilomas � Sí � No

Antecedentes personales: Verrugas cutáneas � Sí � NoCondilomas � Sí � NoPapilomas � Sí � No

Diagnóstico anatomopatológico:Identificación HPV: Tipo 6 � Tipo 11 � Tipo 16 � Tipo 18 � Otros �Estudio serológico: Anticuerpos anti-HPV � Sí � NoLocalización de lesiones:Epilaringe: � Sí � NoSupraglotis: � Sí � NoGlotis: � Sí � NoSubglotis: � Sí � No Seno piriforme: � Sí � NoTráquea: � Sí � NoComienzo de la enfermedad: � Semanas � Meses � AñosIntervenciones previas: � Sí � NoTraqueotomía: � Sí � Previa � Intraoperatoria � PostoperatoriaTraqueotomía: � NoRecidivas: � Sí � NoNº de recidivas:Intervalos entre recidivas � Semanas � Meses � AñosNº de intervenciones Tipo de intervención: � Microcirugía láser � Broncoscopia láserEspirometría preoperatoria � Sí � No Espirometría posoperatoria � Sí � NoEvolución � Mala � R egular � Buena � Curación � OtraTratamiento médico complementario: � Sí � NoInterferón alfa 2: � No efecto � Sí efectoGlicofosfopectical : � Sí efecto � No efectoAciclovir: � Sí efecto � No efectoIndol-3-Carbinol 13C: � Sí efecto � No efectoMalignización: � Sí � NoComplicaciones: � Sí � NoExitus: � Sí � NoSecuelas: � Sí � No

Todos los datos recogidos se procesaron con un programa Excel-Access.

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destilada) a una concentración final de 0,3-0,5mg/mL y se incubó durante una noche a una tempe-ratura de 50ºC con agitación.

Al día siguiente se inactivó la proteinasa K incu-bando las muestras durante 10 minutos a 95ºC y seles añadió un volumen de fenol. Se agitaron manual-mente durante cinco minutos, se centrifugó duranteotros cinco minutos a 8.000 rpm y se pasó la fasesuperior a un tubo de 1,5 ml. Se le añadió 0,5volúmenes de fenol y 0,5 V de cloroformo: alcoholisoamílico (24:1), se agitó cinco minutos manual-mente y se separaron las fases mediante centrifuga-ción durante cinco minutos a 8.000 rpm. La fasesuperior fue nuevamente trasladada a un nuevotubo de 1,5 mL, al cual se le añadió un volumen decloroformo; se centrifugó a 8.000 rpm durante cincominutos. La fase superior se pasó a otro tubo de 1,5mL, donde se procedió a la precipitación del ADNempleando 1/10 volúmenes de acetato de sodio 3M, pH 5,5 y 2,5 volúmenes de etanol absoluto frío.Se incubó el tubo durante una hora a -80ºC y poste-riormente se centrifugó durante 20 minutos a13.000 rpm a 4ºC. El sobrenadante se desechó y elpellet fue lavado con etanol al 70%. El pellet fuesecado al vacio en SpeedVac. El ADN fue resuspendi-do en 100 uL de Tris 10 mM, pH 8,0 y fue almacena-do a –20 0 C.

La concentración del ADN fue determinadamediante el método espectrofotométrico y su cali-dad se comprobó mediante una electroforesis en gelde agarosa al 1%, con bromuro de etidio.

c. Amplificación del gen constitutivo de la β-globinacomo control interno de la reacción en cadenade la polimerasa (PCR).

La reacción de PCR se llevó a cabo utilizando pri-mers PC03/PC04, los cuales amplifican un fragmen-to de 110 pb del gen constitutivo de la β-globina. Lamezcla de reacción contenía buffer de PCR 1X,MgCl2 3,5 mM, mezcla de dNTPs 800 mM (200 mMde cada uno), PC03 1 mM, PC04 1 mM, 1,25 U deTaq polimerasa y agua bidestilada estéril (Sigma)para completar un volumen de reacción de 50 mL.

Se preparó en un mismo tubo la Master Mix y serepartieron 49 µL de la misma en cada uno de lostubos, a los cuales se le añadió 1 mL del DNA de lamuestra (200 ng). Se preparó además un controlnegativo con todos los componentes de la muestra,excepto el ADN target, el cual se sustituyó por elmismo volumen de agua bidestilada estéril.

Las condiciones de amplificación fueron 95ºC, 5 min.;30 ciclos de 94ºC durante 30 segundos, 54º durante 60segundos y 72º durante 60 segundos, y una extensiónfinal a 72º durante 5 minutos.

Para visualizar el resultado de la PCR, se corrió 10 uLdel producto amplificado con 3 uL del tampón de carga(Real V3) en un gel de agarosa (Promega) al 2% con bro-muro de etidio (0,5 mg/mL). La electroforesis se corriódurante 1 h a 60 volts en un buffer TBE 1X. Se utilizó unmarcador de peso molecular Sigma D9655(pBR322/HaeIII).

d. Diagnóstico del genoma viral mediante PCRutilizando primers Gp5/6+

La amplificación del ADN viral se llevó a cabo utili-zando el juego de cebadores Gp5/6+ (Gp5+ TTT GTTACT GTG GTA GAT ACT AC, Gp6+ GAA AAA TAAACT GTA AAT CAT ATT C) (46,97), los cuales ampli-fican un fragmento de 140 pb del gen de la L1 de ungrupo de HPV. La mezcla de reacción contenía bufferde PCR 1X, MgCl2 3,5 mM, mezcla de dNTPs 800uM, Gp5+ 0,8 uM, Gp6+ 0,8 uM, Eco Taq 1,5 u yagua bidestilada estéril (Sigma) para completar unvolumen de 50 Ul.

Se preparó la Master Mix y se añadió el ADN de lamuestra a cada uno de los tubos (200 ng de cadamuestra); se preparó un control negativo, con todoslos componentes de la Master Mix, sólo sustituyendoel ADN por agua bidestilada estéril y un control posi-tivo (200 ng de pHPV 16).

La amplificación se realizó en un termocicladorPerkin Elmer 9600 y las condiciones fueron 94ºC, 3min.; 30 ciclos de 94ºC durante 30 segundos, 45ºCdurante 30 segundos y 72ºC durante 30 segundos,y una extensión final a 72ºC durante 3 minutos.

Para visualizar el resultado de la PCR se corrió 10mL del producto amplificado con 3 mL del tampónde carga en un gel de agarosa (Promega) al 2% conbromuro de etidio (0,5 mg/mL). La electroforesis secorrió durante 1 hora a 60 voltios en un buffer TBE1X. Se utilizó como marcador de peso molecularpBR322 tratado con HaeIII (Sigma).

e. Diagnóstico del genoma viral mediante PCR primersspf10 (INNO Lipa HPV Genotyping, Innogenetics)

La amplificación del genoma viral se hizo utilizan-do los primers del Kit INNO Lipa HPV Genotyping(mezcla de primers spf). Los mismos amplifican una

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región de 65 pb del gen de la L1 de distintos tipos deHPV.6,11,16,18,31,33,34,35,39,40,41,41,43,44,45,51,52,53,56,58,59,66,69,70,73

La mezcla de reacción contenía buffer de PCR 1X,MgCl2 3,5 mM, mezcla de dNTPs 800 mM, mezclade primers spf10 1X, Taq polimerasa 1,5 U y aguabidestilada estéril (Sigma) para completar un volu-men de 50 mL.

Se preparó la Master Mix y se añadió el ADN de lamuestra a cada uno de los tubos (200 ng de cadamuestra), se preparó un control negativo, con todoslos componentes de la Master Mix, sólo sustituyen-do el ADN por agua bidestilada estéril.

Las condiciones de la amplificación fueron 94ºC, 5min. 30 ciclos de 94ºC durante 30 segundos, 52ºCdurante 45 segundos y 72ºC durante 45 segundos,y una extensión final a 72ºC durante 5 minutos.

El producto de la PCR se visualizó mediante unaelectroforesis en gel de agarosa al 3% con bromurode etidio, la electroforesis se corrió durante 1 h a 60voltios en un buffer TBE 1X.

f. Tipaje del HPV mediante la técnica de hibridaciónreversa (INNO Lipa HPV Genotyping, Innogenetics)

Se mezclaron 10 mL del producto amplificado en laPCR anterior con el mismo volumen de solución des-naturalizante y se incubó a temperatura ambientedurante 5 minutos. Seguidamente, se añadieron 2 mLde la solución de hibridación precalentada y se colocóla tira que contiene las sondas de los diferentes geno-mas del HPV, se incubó a 50ºC con agitación enbaño. Se aspiró esta solución y las tiras fueron lava-das con 2 mL de solución de lavado de astringenciacalentada entre 37ºC y 50ºC, y se incubó durante 30minutos en baño termostatizado a una temperaturade 50ºC, con agitación. Cada una de las tiras fueronlavadas dos veces durante un minuto utilizando 2 mLde solución de lavado diluida y una vez con el buffersustrato. Éste se eliminó y se adicionaron 2 mL del con-jugado diluido en diluente del conjugado incubandodurante 30 minutos con movimiento. Seguidamente,se desechó el conjugado y cada una de las tiras fue-ron lavadas tres veces durante un minuto utilizando 2mL de solución de lavado diluida antes de desecharloe incubar durante 30 minutos en la oscuridad yen agitación con 2 mL del sustrato BCIP/NBT 1X(bromochloroindolylfosfato y nitrobluetetrazolium endimetilformamida). El desarrollo del color se detuvolavando las tiras con 2 mL de agua bidestilada estéril.Seguidamente, se secaron ambas tiras y se procedióa la interpretación de los resultados.

10.2. INSTRUMENTAL

Se ha empleado el instrumental habitual de explo-ración ORL, lupas de v. Stuckrad y fibroscopios paraendoscopia y videoscopia; un espirómetro de turbinaSpirobank (NS/ 2856) para pruebas funcionales respi-ratorias y el instrumental quirúrgico específico parael tratamiento endoscópico de las lesiones mucosascon láser carbónico compuesto por:

1. Equipo de láser carbónico marca Sharplan®,Modelo 1041S con potencia regulable entre 0,1 y 40Watt en modo continuo, 0,1 y 17 vatios en modo super-pulso, y 0,5 y 40 vatios en la modalidad de Sharpulse.

2. Micromanipulador SHARPLAN Acuspot® 712para regulación del diámetro de disparo, que parauna distancia focal de 400 mm puede variar entre0,27 y 4,60 mm

3. Microscopio binocular de operaciones Wild-M 650.4. Endoscopios para laringoscopia directa autosus-

pendida, de diferentes longitudes, calibres y modelos(bivalvo de Steiner, rígido de Kleinsasser, laringosco-pio ultralargo de Steiner para espacio subglótico,laringoscopios rígidos de punta curva, etc.).

5. Broncoscopios para láser de adultos y niños de lacasa Storz con diámetros interiores entre 3 mm y 10mm con luz fría, provistos de canales de ventilación yaspiración, y a los que se adapta el sistema de refle-xión del láser y de regulación del spot de Sharplan®.

10.3. TÉCNICA QUIRÚRGICA

El tratamiento aplicado en todos los casos ha sidola microlaringoscopia directa autosuspendida, com-pletada en algunos casos con la broncoscopia contubo rígido y aplicación de láser CO2.

En los pacientes no traqueotomizados con lesioneslimitadas a la laringe se ha realizado la microlaringos-copia directa autosuspendida con intubación orotra-queal. En los no traqueotomizados con lesiones en lazona de transición entre laringe y tráquea, o en la por-ción inicial de ésta, se realizó una broncoscopia contubo rígido para láser con anestesia general y ventila-ción manual a través del broncoscopio. Durante losdisparos con láser, se interrumpía la ventilación y semantenía la aspiración continua de humos.

En los pacientes traqueotomizados se realizó laintubación traqueal, seguida de la laringoscopiadirecta autosuspendida y de la exéresis o de lavaporización de los papilomas laríngeos hasta elborde superior del traqueostoma. Para la supre-sión de los papilomas traqueales, se utilizó la bron-

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coscopia con tubo rígido para láser CO2, ventilan-do al paciente de forma intermitente y alternadacon la vaporización.

En cuanto a la técnica de aplicación del láser varia-ba según las características de las lesiones. En lospapilomas únicos, bien delimitados o en los papilo-mas múltiples, pero igualmente pequeños y biendelimitados, se procedió a la extirpación del papilomacon su base de implantación mucosa, despegándoladel corion subyacente. Tras la extirpación, quedanuna o más zonas desprovistas de mucosa separadasentre sí, que cicatrizan sin problemas.

La papilomatosis es una enfermedad delepitelio y, consecuentemente, para lograr sucuración hay que suprimirlo.

En estos casos, empleamos el láser en continuo aintensidad baja entre 1,5 y 3 vatios de potencia, aveces en superpulso cuando la hemorragia espequeña y con spot mínimo, de modo que se pro-duzca poco humo y se respeten todas las estructu-ras laríngeas, evitando cicatrices y sinequias.

Pero en las formas diseminadas a la totalidad delaringe y, sobre todo, en las formas exuberantes queno permiten reconocer inicialmente las estructuras nila luz laríngea, generalmente en pacientes traqueoto-mizados, no queda más remedio que recurrir a lavaporización por planos de los papilomas con láser encontinuo, spot ancho y con intensidad elevada entre10 y 20 vatios. Hay que aspirar y lavar el campo conti-nuamente con suero para suprimir las escaras, procu-rando no tocar con el aspirador las lesiones para evitarreimplantaciones mecánicas. En algunos casos hemosllegado a vaporizar toda la superficie endolaríngeadesde el borde libre de epiglotis hasta el traqueostomaen una sola sesión. Las lesiones traqueales se han eli-minado de forma parecida por broncoscopia a travésdel traqueostoma en varios tiempos ulteriores.

10.4. TRATAMIENTOS COMPLEMENTARIOS

Sólo en algunos casos hemos podido completar eltratamiento quirúrgico con láser carbónico con unamedicación complementaria, dado que la mayoríade los pacientes fueron remitidos de otros hospitalespara el tratamiento quirúrgico, pero asumiendo ladirección del tratamiento y la vigilancia posoperato-ria el Servicio de ORL del hospital de procedencia.

Básicamente, hemos completado el tratamientoquirúrgico con la administración prolongada de

inmunoestimulantes (glicofosfopeptical), deinterferón alfa 2b (intron) y de aciclovir, contro-lando el hemograma y las transaminasas cada doso tres semanas. El glifosfopeptical se ha adminis-trados en dosis de 1.500 mg diarios, repartidosen tres tomas por vía oral durante meses porcarecer de efectos secundarios conocidos. Elinterferón alfa 2b se administró en dosis de 10millones de U/día por vía intramuscular y deforma continuada hasta que el descenso de leu-cocitos o de plaquetas, la elevación de las transami-nasas o los efectos indeseados del fármaco acon-sejaban la interrupción. El aciclovir se administrópor vía oral a dosis/día de 1.600 mg repartidos endos tomas ininterrumpidamente entre las sucesi-vas revisiones quirúrgicas, con los consiguientescontroles analíticos.

1111.. RREESSUULLTTAADDOOSS

Se han estudiado retrospectivamente las historiasclínicas de 33 pacientes afectos de papilomatosislaríngea o laringotraqueal que cumplían los crite-rios antes mencionados, con los siguientes datos:

Morbilidad: La incidencia del proceso es muybaja, puesto que en 10 años se atendieron en nues-tro servicio 499.701 pacientes, entre los que sedetectaron 33 casos de papilomatosis respiratoriarecurrente, lo que supone 6,60 papilomatosis larín-geas por cada 100.000 pacientes atendidos.

Sexo: Un total de 22 eran varones y 11 eran hem-bras, diferencia sin significación estadística, dada laescasez de la muestra (figura 1).

Figura 1>> Papilomatosis laríngea:distribución por sexos. No significativa,dada la escasez de la muestra, N = 33 casos.

22; 67%

11; 33%

MasculinoFemenino

SEXO

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décadas de 0 a 10 años y de 40 a 50 años, res-pectivamente (figura 2).

Localización: Predominan los casos con lesio-nes múltiples que afectan a varias regiones topo-gráficas de la laringe, frente a los de localizaciónen una sola región anatómica en relación de23/10. La glotis estaba afectada como únicaregión anatómica en nueve casos y la epilaringeen uno (figura 3).

La región anatómica más frecuentemente afecta-da es la glotis, con 27 casos; seguida de la regiónsupraglótica, con 17 casos; la subglótica, connueve; la epilaringe, con siete; y finalmente la trá-quea, con tres casos (figura 4).

Histopatología: La imagen de las lesionesmacroscópicas y microscópicas encontradas nodifiere de la descrita en la parte general.Macroscópicamente se trata de lesiones disper-sas, exofíticas y vegetantes de coloración pálida ysonrosada en los papilomas del niño, en tantoque en los del adulto presentan una manifiestacornificación superficial con coloración blanconacarada (figura 5).

Traqueotomía: De los 33 pacientes con papilo-matosis laríngea, seis ya nos fueron remitidos contraqueotomía; en un paciente hubo que realizar latraqueotomía como primer tiempo de la interven-ción ante la imposibilidad de intubarlo. El total depacientes traqueotomizados fue de siete (21,21%)(figura 6).

Edad: El paciente más joven tenía tres años y elde mayor edad 80 en el momento del primerdiagnóstico. La edad media era de 41,7 años y lamediana de 44 años. La moda no pudo calcular-se por el escaso número de pacientes. Sólo conque hubiera habido un paciente más con 65 añosla moda pasaría a 65 años. La distribución poredades en nuestra casuística muestra un pico consiete casos en la década entre los 60 y 70 años, yotros dos picos con cinco casos cada uno en las

Figura 2>> Distribución por edades en nuestra muestra.El pico mayor con 7 casos se sitúa entre los 60-70 años.Otros dos máximos con 5 casos corresponden a los menoresde 10 años y a los sujetos maduros entre 40 y 50 años.

<10

876543210

DISTRIBUCIÓN POR EDAD

10 a19

20 a29

30 a39

40 a49

50 a59

60 a69

70 a79

80 a89

Edad

Figura 3>> Distribución topográfica de los papilomas.Una localización única se detectó en 10 casos,siendo la epilaringe la región afectadaen un caso y la glotis en 9 casos.

10

8

6

4

2

0

EXCLUSIVA

Epila

ringe

Supr

aglo

tis

Glo

tis

Subg

lótic

o

Tráq

uea

Serie 1

Figura 4>> Representación esquemática de la localizaciónde los papilomas en nuestra muestra. La glotis escon mucho la región topográfica más afectada,con 27 de 33 casos.

30

25

20

15

10

5

0

MÚLTIPLES

Epila

ringe

Supr

aglo

tis

Glo

tis

Subg

lótic

o

Tráq

uea

Serie 1

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número de intervenciones por paciente, los resul-tados obtenidos hasta el momento fueron lossiguientes:

Número de intervenciones: El número menorde intervenciones necesario para obtener la cura-ción fue de 1 y el mayor de 101. Atendiendo al

321

4 5 6

7 8 9

Figura 5>> Papilomas laríngeos. Imágenes macroscópicas y microscópicas. (5.1) Papilomas múltiples en laringeinfantil, con localización en ambas cuerdas vocales y en comisura anterior. (5.2) Exéresis del papiloma de cuerdavocal derecha con láser C02 a baja intensidad, respetando la mayor parte del revestimiento mucoso de la cuerda.

(5.3) Papilomatosis laríngea del adulto, con manifiesta queratinización superficial. (5.4) Papilomatosis laríngea,H-E (x2), visión panorámica de la lesión en varón de 17 años con dos recidivas posteriores. (5.5) H-E (x2): A mayoraumento se observa la arquitectura papilar, constituida por un eje conectivo delgado, revestido por célulasescamosas sin atipias citológicas. (5.6) H-E (x20): Detalle citológico de las células escamosas que no muestranatipias citológicas. (5.7) H-E (x2): Visión panorámica de carcinoma verrucoso que muestra un patrónde crecimiento papilar. (5.8) H-E (x10) y (5.9) H-E (x20) de las redes de cestas voluminosas que invadenen profundidad, presentando buena diferenciación citológica (ausencia de atipias).

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1 intervención láser C02 17 casos 2 intervenciones 4 casos3 intervenciones 3 casos4 intervenciones 3 casos5 intervenciones 2 casos8 intervenciones 1 caso16 intervenciones 1 caso21 intervenciones 1 caso101 intervenciones 1 caso

Complicaciones: La incidencia de complicacionesen la cirugía láser de las papilomatosis laríngeas esescasa. Sólo hemos observado un caso de enfisemasubcutáneo cervical y torácico posoperatorio, tras unviolento acceso de tos en un niño de tres años, quese resolvió con sedación y drenaje.

Secuelas: Las secuelas más frecuentemente obser-vadas han sido la sinequia de cuerdas a nivel de lacomisura anterior en tres pacientes, sometidos a revi-sión quirúrgica casi mensual, y la disfonía por unacierta fibrosis de cuerdas vocales en cuatro casos conreintervenciones frecuentes.

Decanulación: Tras el tratamiento con láser car-bónico fue posible decanular a seis de los sietepacientes traqueotomizados, lo que equivale al81,71% de los casos con traqueotomía. El únicocaso no decanulado corresponde al paciente contransformación en carcinoma, que finalizó en larin-gectomía total.

Evolución: De acuerdo con los criterios expuestosmás arriba, la evolución ha sido muy buena, concuración aparente por ausencia de recidiva en unplazo superior a los cinco años en 16 casos(48,48%), buena o clearance con remisión menor decinco años, pero mayor de tres años en cinco casos

Figura 6>> Representación esquemática de la evoluciónclínica de los casos con papilomatosis respiratoriarecurrente. En el diagrama superior se indicala proporción de traqueotomizados (7/33) y dedecanulados definitivamente (6/7). Sin recidivatras 5 años o más (16), sin recidiva tras 3 añosy menos de 5 (5), con más de 6 meses y menos de 3años (3), con recidiva antes de 6 meses (7),con malignización (1) y perdido (1).

35

30

25

20

15

10

5

0

RESULTADOS CIRUGÍA LÁSER

Papilomas 33

No tráqueo 26

Sí traqueo 7

Decanulados 6

No decanulados 1

Evolución papilomatosis

18

16

14

12

10

8

6

4

2

0

Curación

Clearence

Remisión

Mala

Otras

Evolución clínica papilomatosis

48,48%

15,15%9,09%

21,21%

6,06%

TABLA 1>> Resumen general de resultados con láser CO2 en papilomatosis.

Nº de casos 33Frecuencia 33/500.000 pacientes 6-7/100.000 pacientesEdad media 41,7 años Mediana 44 añosSexo Varones 22 Mujeres 11Localización Única 10 casos Múltiple 23 casosLocalización más frecuente Glotis 27 casosEvolución: Curación 16 Clearance (Buena) 5 Remisión (Regular) 3 Mala (Recidiva antes de 3 meses) 7 Otras 2Traqueotomizados 7/33 Decanulados 6/7

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(15,15%), regular sin recidiva entre seis meses y tresaños en tres casos (9,09%), mala por recidiva en unplazo inferior a los seis meses en 7 casos (21,21%) yotras evoluciones en dos casos (6,06%) por unamalignización y un caso perdido sin control (figura6). El caso perdido corresponde a un niño de tresaños que presentó un enfisema postoperatorio yque, tras su resolución, los padres solicitaron el tras-lado a otro hospital. Nuestra solicitud de informaciónno obtuvo respuesta.

Estudio virológico: El ADN extraído a partir delas muestras de papilomas laríngeos tuvo en todoslos casos la concentración y calidad requeridaspara los posteriores ensayos de amplificación.

El diagnóstico viral mediante la Reacción en Cadenade la Polimerasa (PCR) utilizando el juego de cebado-res Gp5/6+ arrojó los siguientes resultados: de un totalde 12 muestras sometidas a la reacción de amplifica-ción del gen de la L1, siete resultaron claramente posi-tivas, pues en ellas se observó una banda de una tallaaproximada a los 140 pb, tres fueron débilmente posi-tivas y dos resultaron negativas (figura 7).

El diagnóstico viral mediante la PCR utilizando lamezcla de cebadores Spf10 demostró que, de las 12muestras amplificadas, 10 resultaron positivas (sietefueron claramente positivas y tres fueron débilmentepositivas) a la presencia del HPV, pues en ellas seobservó la presencia de una banda de 65 pb cuyatalla se corresponde con la del producto amplificado.

La determinación del genotipo viral mediantehibridación reversa demostró que, de las muestras

positivas, solamente una de ellas presentó una infec-ción con HPV 6b exclusivamente. Dos de las mues-tras positivas presentaron únicamente el genotipo 11y las cinco restantes presentaron una coinfección conlos tipos 6 y 11 (figura 8) (tabla 2).

En el paciente con degeneración cancerosa de lapapilomatosis, el estudio virológico no fue conclu-yente por error en la recogida de la muestra en fres-co. Tampoco fructificaron los estudios para su iden-tificación en los bloques con parafina.

1122.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

El primer hecho destacable es la rareza de lapapilomatosis respiratoria recurrente en nuestropaís, ya que se presenta en seis o siete de cada100.000 pacientes atendidos en un servicio deOtorrinolaringología. Esta afirmación coincide con lasde otros autores españoles que se han ocupado a lolargo de los últimos 100 años del tema.8,9,10,17,20,40,99

Henríquez y colaboradores40 reunieron 26 casos en15 años, lo que viene a confirmar que la incidencia dela papilomatosis laríngea en España, tal como sucedeen otros países de clima cálido, parece ser menor quela estimada en países de clima frío como Alemania(Biesalski:1,3 0,15 a 6,7% de los niños estudiadosen ORL), Dinamarca (Bomholt:15 0,6/100.000hab./año), Suecia (Christensen:23 0,2 a 0,6/100.000hab./año) y el norte de los EE.UU. (Derkay:29

4,3/100.000 hab./año).

Figura 7>> M (Marcador de peso molecular). Carril 1: Muestra 1. Carril 2: Muestra 2. Carril 3: Muestra 3. Carril 4:Muestra 4. Carril 5: Muestra 5. Carril 6: Muestra 6. Carril 7: Muestra 7. Carril 8: Muestra 8. Carril 9: Muestra 9.Carril 10: Muestra 10. Carril 11: Muestra 11. Carril 12: Muestra 12. Carril 13: Control Negativo.

M 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 C(-)

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La ausencia de antecedentes familiares o persona-les de papilomatosis y de condilomas vaginales ennuestros enfermos nos ha parecido sorprendente,dada la importancia de tales antecedentes en labibliografía consultada. Pero este hecho también hasido recientemente mencionado por Henríquez ycolaboradores.40

En cuanto a la edad de aparición de la enferme-dad, nuestros resultados coinciden, en general, conlos de otros autores con una distribución preferen-temente bimodal.11,29,33,40 Bien es verdad quehemos detectado tres picos en la distribución poredades: uno entre 0 y 10 años, otro entre 40 y 50años y, finalmente, un tercero entre 60 y 70 años.No obstante, el número escaso de casos (n = 33) nopermite sacar conclusiones definitivas. La edadmedia de nuestros pacientes fue de 41,7 años, aun-que no hemos analizado la edad media por separa-do entre niños y adultos como han hechoHenríquez y colaboradores,40 dada la escasez de lamuestra. Además, hay casos en los que ha resulta-do difícil o imposible averiguar con exactitud lafecha de inicio de la enfermedad. No podemos ase-gurar que algunas papilomatosis del adulto denuestra casuística no hubieran comenzado en lainfancia y hubieran pasado sin diagnosticarsedurante años o que las del anciano hubierancomenzado en la madurez.

No existe en nuestro país una comisión nacionalde control y seguimiento de todos los casos depapilomatosis laríngea, que protocolice y coordineel diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento deestos pacientes. Dada la baja tasa de incidencia de

Figura 8>> Cada tira se corresponde con la muestrapositiva a la PCR con spf10. C: Control con las sondasde los distintos tipos de HPV.

1 2 6 7 9 10 11 12 C

TABLA 2>> Resumen de los resultados obtenidos en el estudio virológico.

Muestra Id. HC HC II Gp5/6+ Spf10 INNO Lipa

1 12550 + + 6, 112 18869 209969 - ++ + 113 19539 10652957 - - - -4 19540 10652953 - + - -5 19541 24696 B+ + - -6 21560 204383 B+ + + 6, 117 22178 117095 - - + 6, 118 22413 218392 - - - -9 22832 209969 B+ + +++ 1110 24210 10685905 B+ - + 6, 1111 24309 10686559 B+ ++ + 612 24571 226640 - ++ + 6, 11

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esta enfermedad, sólo el seguimiento nacionalpermitiría determinar su morbilidad y prevalencia,así como evaluar objetivamente los resultados clí-nicos y funcionales alcanzados con los distintostipos de tratamiento. Derkay29 afirma que la crea-ción de un registro nacional de pacientes con papi-lomatosis laríngea y la coordinación de los trabajosde investigación básica en HPV y clínica es el únicocamino eficaz para resolver con eficacia este pro-blema. Coincidimos plenamente con este autor ypensamos que debería crearse un registro nacionalde pacientes con papilomatosis dentro de laS.E.O.R.L. que coordinara los trabajos de investiga-ción, básica y clínica, para ofrecer información yayuda a todos los Servicios de ORL y para optimi-zar el tratamiento de los pacientes. Es una pro-puesta que elevamos a la categoría de conclusiónde esta Ponencia.

Los papilomas pueden ser únicos o múltiples.Cuando son únicos, se localizan preferentementeen las cuerdas vocales o, menos frecuentemente,en la epilaringe.

Las formas múltiples son, con mucho, lasmás frecuentes, aunque predomina la ubica-ción glótica, en particular a nivel de las cuer-das vocales y de la comisura anterior.

Nuestras observaciones coinciden con las deotros autores.19,40,49 El estudio virológico sistemáti-co con la identificación de los distintos tipos devirus HPV es crucial, tanto para confirmar demodo indiscutible el origen infeccioso de la papi-lomatosis, como, sobre todo, para establecer unacorrelación entre la evolución, el pronóstico de laenfermedad y la eficacia del tratamiento emplea-do. De hecho, en los 13 casos en los que hemospodido llevar a cabo este estudio virológico se hanencontrado datos que confirman la naturalezainfecciosa por el HPV en 11 casos y en nueve se hapodido identificar el tipo antigénico del virus.Llama la atención la existencia de al menos dostipos de HPV en cinco pacientes. La combinaciónmás frecuente es la de los subtipos 6 y 11. Estosresultados se corresponden con los de otros auto-res.73,89,91 Estos tipos 6 y 11, que pertenecen algrupo de bajo riesgo, son muy frecuentes en lesio-nes benignas. En tres de los cuatro casos en losque no pudo identificarse el tipo de HPV sí pudi-mos detectar el genoma viral mediante la reacciónen cadena de la polimerasa utilizando los primerGp5/6+. Todos estos datos vienen a confirmar la

naturaleza infecciosa de la papilomatosis respira-toria recurrente por el HPV.

Llama la atención la escasa o nula formación deanticuerpos frente al HPV en la papilomatosis larín-gea, hecho que ya fue señalado por Aaltonen y cola-boradores,1 lo que podría explicar la manifiesta ten-dencia de los papilomas laríngeos a recidivar al nodesarrollar una inmunidad específica frente al virus,así como el fracaso de las autovacunas.20

La identificación del virus causal también puede serinteresante para valorar las posibilidades de recidivay malignización.

Los casos en los que se ha detectado el HPVtipo 11 como agente causal de los papilo-mas son los que más recidivas presentan.

Pero, dada la escasez de la muestra, no podemossaber si este dato tiene o no validez pronóstica. En elcaso malignizado no nos fue posible identificar elsubtipo de HPV y no se han encontrado en la litera-tura datos concluyentes sobre este punto.

Las modalidades histopatológicas encontradasen nuestra casuística no difieren de las expuestasen la parte general, por lo que renunciamos acomentarlas más extensamente. De todos modos,merece la pena destacar la coincidencia entrepositividad de la sonda para el HPV tipo 11 y reci-divas frecuentes.

La aparición del láser CO2 y su aplicación en laslesiones laríngeas por Strong y Jako en 197287

supuso, sin duda alguna, una revolución en el tra-tamiento de la papilomatosis respiratoria recidivan-te y, aunque las expectativas iniciales se han vistoen parte defraudadas, es en la actualidad el méto-do de elección.40,67,77,87,88 Las cualidades de todosconocidas del láser CO2 simplifican la exéresis o lavaporización de los papilomas, permiten respetarmejor las estructuras, reducir las secuelas y las com-plicaciones, y revisar inmediatamente las recidivaspor el escaso edema laríngeo y dolor postoperato-rio. No obstante, el índice de curaciones y la evolu-ción del proceso siguen siendo los mismos.

El láser CO2 no impide la recidiva ni previenelas repululaciones, aunque permite la revi-sión inmediata y continuada de las recidivashasta la curación o la mejoría clínica.26,64,67

El láser CO2 aumenta las posibilidades de evitaruna traqueotomía en las papilomatosis laríngeas.Strong,88 en 1976, ya informó que en 110 pacientes

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tratados con láser CO2 sólo tuvo que realizar la tra-queotomía en el 2,7% de los mismos y Dedo25 expu-so en 1982 los resultados de 548 intervenciones conláser CO2 en 109 casos de papilomatosis laríngearecidivante con sólo el 1,8% de traqueotomías.

En cualquier caso, la necesidad de una tra-queotomía viene condicionada por laextensión y gravedad de las lesiones, por elcompromiso respiratorio y, sobre todo, porla dificultad para intubar a los pacientes.

En nuestra casuística, de los 33 pacientes con papi-lomatosis laríngea, seis ya nos fueron remitidos contraqueotomía y en un paciente tuvimos que realizarla traqueotomía como primer tiempo de la interven-ción ante la imposibilidad de intubarlo. Dos pacien-tes de 18 y 20 años, respectivamente, estaban tra-queotomizados desde la temprana edad de 1,5 añosel primero y de 2,5 años el segundo por presentarlesiones laringotraqueales extensas. Los cuatro res-tantes eran adultos mayores de 40 años, tres de ellostraqueotomizados por la imposibilidad de intubarlosy uno por complicaciones surgidas durante la micro-laringoscopia directa. En un paciente mayor de 60años fue necesaria la traqueotomía preoperatoriatras dos vaporizaciones previas con láser carbónicopor recidiva, haciéndose necesaria la traqueotomíade urgencia por la disnea aguda antes de su reinter-vención. Este paciente con diagnóstico histopatoló-gico previo repetido de papilomatosis laríngea sufrióuna malignización que obligó a la laringectomíatotal. En total, se traqueotomizaron siete pacientes,de los cuales seis fueron ulteriormente decanuladosy uno siguió con traqueotomía definitiva por larin-gectomía total.

Los dos jóvenes traqueotomizados desde la infan-cia mejoraron rápidamente después de la vaporiza-ción repetida con broncoscopio-láser de los papilo-mas traqueales a través del traqueostoma, con loque se permitió su decanulación. A partir del cierredel traqueostoma se logró la aparente curación enuno de ellos, con un periodo de ausencia de lesionessuperior a los cinco años. En el otro caso, se han pre-sentado varias recidivas locales a nivel laríngeo, peroninguna a nivel traqueal. Una paciente con inicio dela enfermedad en la séptima década de la vida fuesometida en el hospital de procedencia a una larin-gofisura de urgencia, seguida de traqueotomía, porcomplicaciones durante la microlaringoscopia con-vencional. A las pocas semanas presentó múltiplespapilomas periestomales y traqueales. Tras la vapori-

zación de los papilomas traqueales con broncosco-pio láser y de los laríngeos con microlaringoscopiaautosuspendida, logramos la decanulación. A partirde ese momento ya no reaparecieron los papilomasen tráquea, pero sí en laringe, por lo que fue nece-saria la reintervención cada 3-6 meses.

Estas observaciones parecen avalar la afirmaciónde Derkay,28 para quien la traqueotomía ensombreceel pronóstico de la enfermedad y favorece la apari-ción de papilomas alrededor del traqueostoma y enla tráquea. Esta tesis es igualmente sostenida porotros autores.33,48

Del mismo modo, la decanulación favorecela regresión de los papilomas traqueales eincluso de los laríngeos.

En la bibliografía revisada se admite, en general,que la malignización se presenta en el 2% de loscasos, lo que coincide con nuestras observaciones,puesto que la cancerización la hemos observado enel 3% de los casos, porcentaje que corresponde a unpaciente (1/33) con más de 60 años, tras años deevolución y con diagnóstico anatomopatológicorepetido de papilomatosis laríngea, previo a la apari-ción de signos de malignidad. Otros autores refierencifras entre el 3 y el 14%.40

El estudio virológico nos parece fundamental, si bienla superioridad de los métodos de laboratorio frente ala microscopía electrónica resulta evidente.38,85 Yahemos visto más arriba como la presencia de partícu-las identificables con el HPV sólo se alcanzaba en el20% de los casos.38,60 En cambio, con las técnicas delaboratorio actualmente disponibles es posible detec-tar la presencia del virus del papiloma en la totalidadde los especímenes. Pero, además, se pueden identifi-car los tipos de HPV en el 80% de los casos.

En todas las muestras estudiadas se hanidentificados HPV de los tipos 6 y 11.

Llama nuestra atención el hecho de que en la mayo-ría de las muestras aparecían ambos tipos, mientrasque en muy pocos casos se aislaba únicamente el tipo6 o el tipo 11. Esto hace pensar, en principio, que eltipo de HPV identificado no tiene valor predictivosobre la evolución de la enfermedad en lo referente alas recidivas. Respecto a la malignización, no podemosmanifestarnos en uno u otro sentido, ya que la iden-tificación de virus en el especimen de la papilomatosismalignizada resultó fallido por causas técnicas.Rimmell73 afirma que los subgrupos 16, 18 y 31 son

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mucho más oncógenos, extremo que debe ser inves-tigado en lo sucesivo.

Es imposible hablar de curación de la papilomato-sis, puesto que los intervalos entre las recidivas pue-den presentarse tras un periodo de aparente remi-sión de 47 años.31 Ya hemos comentado como enpacientes con remisión completa de las lesionespuede detectarse el ADN genómico del HPV en lamucosa laríngea.86 No obstante, con el láser carbóni-co hemos obtenido remisiones de más de cinco añosen el 49% de los casos; de más de tres años en el15%, entre seis meses y tres años en el 9%, inferiora seis meses en el 21% y malignización en el 2%.

Estos resultados se consiguen a expensas demúltiples y sucesivas intervenciones, pudien-do oscilar entre una y más de 100 intervencio-nes; el 50% de los niños requiere un prome-dio de 8 a 10 intervenciones.29,40

El actual desarrollo de las técnicas de anestesia yde microcirugía mínimamente invasiva es lo que hareducido de manera drástica la gravedad potencialde la enfermedad, de manera que la mortalidad esmenor del 1%.

Todos los autores coinciden en la rareza de las compli-caciones con la cirugía mínimamente invasiva con láserCO2, de las que las más frecuentes son la sinequia a nivelde comisura anterior hasta en el 60% de los casos yestenosis diversas, preferentemente supraglóticas.

En cuanto al tratamiento médico complementario dela cirugía con láser carbónico, sólo podemos decir quesu eficacia no está suficientemente demostrada, dadala escasez de las muestras estudiadas.

La administración ininterrumpida de gli-cofosfopectical durante años no ha influi-do para nada en la evolución de la enfer-medad y se han sucedido las recidivas conidéntica frecuencia que en los periodos sinmedicación.

Tampoco el aciclovir ha modificado en modoalguno la evolución del proceso. La administracióncontinuada de interferón a 2b (intron), sí que hasupuesto en un solo caso el alargamiento de losintervalos entre recidivas; en otros dos casos fueimposible su administración por la aparición deefectos perversos, especialmente vómitos, gastral-gias, plaquetopenias, etc., que obligaron a inte-rrumpir antes de las tres semanas el tratamiento. Encuanto al indol-3-carbinol, la experiencia es dema-

siado reciente y sólo lo hemos experimentado enun caso con aparente estabilización o remisión par-cial de las lesiones.

El periodo entre intervenciones se ha alarga-do considerablemente desde que se adminis-tran 800 mg cada 12 horas por vía oral deindol-3-carbinol.

Habrá que seguir detenidamente este caso y estu-diar su efecto en otros para sacar conclusiones. Elproblema estriba en la dificultad para obtener estemedicamento no autorizado en España e incluidotodavía en EE.UU. en la parafarmacia.

1133.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

La papilomatosis laríngea es una enfermedadsumamente infrecuente en nuestro país. La inciden-cia de la enfermedad es del orden de seis casos porcada 100.000 pacientes atendidos en un servicio deOtorrinolaringología. No existen datos que permi-tan calcular la incidencia y la prevalencia de laenfermedad, ni siquiera acudiendo al INE, dado quemuchos casos pueden haber sido tratados en dis-tintos servicios de la misma provincia o del país,figurando en las casuísticas de todos ellos.

En nuestra casuística, no se encontraron antece-dentes de papilomas o condilomas en la madre,como tampoco de verrugas cutáneas o papilomas deotra localización en los pacientes.

Al igual que en otros países, la SociedadEspañola de Otorrinolaringología y PatologíaCervicofacial debería crear una comisiónnacional de control y seguimiento de loscasos de papilomatosis respiratoria paraconocer la incidencia real de la enfermedad,protocolizar las normas de diagnóstico y detratamiento, controlar la evolución y marcarlas líneas de investigación adecuadas.

La papilomatosis respiratoria recidivante puedepresentarse a cualquier edad, si bien predomina suaparición en la infancia y en la senectud con un com-portamiento bimodal.

Entre las múltiples denominaciones de la enferme-dad, la denominación que más se ajusta a la realidadclínica es la de papilomatosis respiratoria recidivante,puesto que no es estrictamente laríngea, ni tampocoexclusiva de la infancia.

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La mayoría de los autores consideran la papilo-matosis como un tumor benigno producido por elHPV y alguno como una reacción inflamatoriaespecífica de la mucosa respiratoria frente a lainfección por el virus, por lo que se discute sunaturaleza tumoral.

Los papilomas pueden presentarse en cualquierparte de la laringe y de la tráquea, si bien predomi-nan las lesiones a nivel de las cuerdas vocales y, raravez, en la tráquea. También son más frecuentes laslocalizaciones múltiples que las únicas en la laringe.

Histopatológicamente, se repite el patrón conoci-do desde antiguo, siendo la malignización casiexcepcional en pacientes con continuas recidivasdurante años de evolución. En nuestra casuística,esta degeneración carcinomatosa se ha producidoen un caso (3%) sin validez estadística, dada laescasez de la muestra.

El estudio virológico de los especímenes, al igualque el histopatológico, debe hacerse obligatoria-mente, ya que permite determinar el agente causal,lo que puede tener importancia pronóstica y proba-blemente terapéutica. El estudio combinado,mediante la PCR con cebador Gp5/6+, con cebadorSpf10 y la determinación del genotipo viral por hibri-dación reversa permitió identificar el virus causal en11 de los 12 casos estudiados. Los subtipos de HPVidentificados fueron el 6 y el 11, aislados o combi-nados entre sí.

El tratamiento de elección en la actuali-dad sigue siendo sintomático y quirúrgicomediante cirugía mínimamente invasiva conláser carbónico, sea con microlaringoscopiaautosuspendida, sea con broncoscopia rígidao con ambas a la vez, según la localizaciónde las lesiones.

Esta afirmación se fundamenta en la simplici-dad del método, la práctica ausencia de compli-caciones graves, el menor número de secuelasque con la cirugía convencional y la evitación detraqueotomías. La evolución ha sido muy buenacon curación aparente por ausencia de recidivaen un plazo superior a los cinco años en 16 casos(48,48%), buena o clearance con remisión menorde cinco años y mayor de tres años en cincocasos (15,15%), regular sin recidiva entre seismeses y tres años en tres casos (9,09%), malapor recidiva en un plazo inferior a los seis mesesen siete casos (21,21%) y otras evoluciones endos casos (6,06%).

El tratamiento de la papilomatosis respiratoriarecurrente con láser carbónico permitió la decanu-lación en todos los casos excepto en uno, pormalignización, que concluyó con una laringecto-mía total. El cierre del traqueostoma llevó apareja-da una notable mejoría en la evolución de laenfermedad con la desaparición de los papilomastraqueales.

El tratamiento médico sólo puede indicarse empí-ricamente como complementario del quirúrgico y noestá demostrada hoy por hoy la eficacia de ningunode los fármacos empleados.

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

La resección parcial de la úvula y el paladar blandomediante láser es un tratamiento que se ofrece habi-tualmente para la roncopatía simple o como alterna-tiva en el Síndrome de la Apnea Obstructiva delSueño (SAOS). La alta prevalencia del ronquido habi-tual -35% de nuestra población1- y la crecientedemanda de un tratamiento efectivo han propiciadoque, durante la última década, se haya generalizadoel uso del láser para eliminar el ronquido. Su indica-ción probablemente ha sido favorecida por la creen-cia común de que los tratamientos quirúrgicos resul-tan más decisivos. Sin embargo, se han publicadoresultados discordantes basándose en valoracionesobjetivas del ronquido antes y después de la ciru-gía.2,3,4,5 Ello, unido a los potenciales riesgos y compli-caciones de este tipo de cirugía,6 las dudas respectoa la necesidad de tratar a los roncadores no apneicos7

y al elevado coste de tratar a un número creciente depacientes, hacen que actualmente debamos replan-tearnos la efectividad y las indicaciones de estas técni-cas láser para el tratamiento del ronquido.

22.. HHIISSTTOORRIIAA,, PPRRIINNCCIIPPIIOOSS YY TTÉÉCCNNIICCAASS LLÁÁSSEERRPPAARRAA EELL TTRRAATTAAMMIIEENNTTOO DDEE LLAA RROONNCCOOPPAATTÍÍAA

La historia moderna de la cirugía del ronquido se ini-ció en 1964, cuando Ikematsu8 publicó un procedi-miento quirúrgico para el tratamiento del ronquido,consistente en una palatectomía. En 1977,Quesada9,10 publicó un procedimiento consistente enla Resección Parcial del Paladar blando (RPP) para el

tratamiento del SAOS. Obtuvo un 50% de éxito en eltratamiento de la apnea y un 100% en el ronquido. En1981, Fujita11 describió la Úvulo-Palato-Faringoplastia(UPFP) y demostró su efectividad en el tratamiento delSAOS, especialmente en los casos secundarios a obs-trucciones orofaríngeas. Obtuvo una reducción de un50% en las apneas, de un 76% en la somnolencia yde un 94% en el ronquido. Como el ronquido es unsíntoma cardinal del SAOS y se asocia a anomalías dela vía aérea superior similares, aunque no tan severascomo las observadas en el SAOS, se ofreció la UPFP apacientes sin apneas cuyo principal motivo de consul-ta era el ronquido. Al observar que aparentemente laUPFP mejoraba el ronquido y que, además, resultabaimposible para la mayoría de pacientes intervenidoscon éxito de UPFP simular un ronquido, se trataron deintroducir técnicas menos agresivas para el tratamien-to de la roncopatía sin apneas. En 1990, Kamami12

trató la roncopatía crónica con láser CO2, realizandouna úvulo-palatoplastia (Laser Vaporizations of thePalatoPharynx, LVPP). En 1994, Krespi13 acuñó el tér-mino LAUP (Laser Assisted Uvulo-Palatoplasty), sinóni-mo actual de cirugía láser del ronquido.

Las ventajas de esta técnica practicada conláser son:a) La facilidad de manejo. b) La posibilidadde operar a la distancia a la que se realizauna faringoscopia y bajo anestesia local. c)La posibilidad de controlar la profundidaddel corte, la vaporización y el escaso sangra-do. d) El régimen ambulatorio. e) El hecho deque las complicaciones sean menos frecuen-tes y graves que las de la UPFP convencional.

8. Láser yroncopatía crónica

A. Morelló, F. Larrosa, I. Vilaseca,J.J. Sanz, J.M. Montserrat

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Sin embargo, la LAUP no es una UPFP convencio-nal practicada con láser. En su lugar, en la LAUP seexcinde tan sólo parte de la úvula y tejido del pala-dar blando, sin eliminar las amígdalas o tejidos delas paredes laterales faríngeas. El acortamientoresultante del paladar y la reducción de la úvula,ambos asociados con el ruido vibratorio del ronqui-do, pueden reducir o alterar el ronquido.14 Estudiosposteriores refieren resultados satisfactorios utili-zando técnicas similares con láser CO2.

2,12,13,15-35

33.. PPRRIINNCCIIPPIIOOSS DDEELL TTRRAATTAAMMIIEENNTTOO::FFIISSIIOOPPAATTOOLLOOGGÍÍAA DDEELL RROONNQQUUIIDDOO

Actualmente, se acepta que el ronquido es produ-cido por la vibración de los tejidos blandos de lafaringe, paladar blando y úvula, como consecuenciade los cambios en la configuración y propiedades dela vía aérea que ocurren durante el sueño.36 Desde elpunto de vista estructural, se ha demostrado radio-lógicamente que los pacientes roncadores y afecta-dos de SAOS presentan una vía aérea más estrecha anivel de la velofaringe.37,38,39

Mediante la medición de imágenes endos-cópicas digitalizadas, se observa que losroncadores no apneicos presentan un pala-dar blando elongado, una úvula elongada yancha, y un istmo orofaríngeo más estrecho,respecto a los no roncadores.40

La colapsabilidad de la vía aérea es mayor enpacientes con SAOS que en roncadores y en éstoses mayor que en no roncadores,41 hecho que seobserva también en estudios radiológicos39 ymediante endoscopia durante sueño inducido.42

Particularmente, se ha demostrado una disminu-ción significativa de la actividad del músculo tensordel paladar que se correlaciona con el aumento delas resistencias.43 Otra explicación para el aumentode la colapsabilidad serían propiedades anormalesde los tejidos faríngeos de los roncadores o una res-puesta anormal a la actividad muscular dilatadora,secundaria a la infiltración grasa de las paredesfaríngeas.36 Parece que la combinación de estructu-ra y función distingue a los no roncadores (área dela vía aérea grande, baja compliance), roncadoresno apneicos (área de la vía aérea más pequeña,compliance más alta) y SAOS (área de la vía aéreamuy pequeña y mayor colapsabilidad de la misma).Por lo tanto, las causas que producen el ronquido yla apnea son las mismas, pero con diferente gradode severidad.44 Las observaciones directas de la víaaérea durante el sueño, utilizando nasoendosco-pia,45 indican que:

Las vibraciones y el colapso parcial puedenocurrir a nivel de la úvula, paladar blando,paredes faríngeas, lengua o epiglotis.

En pacientes roncadores sin apneas siempre seobserva vibración del paladar blando, junto conun estrechamiento circunferencial de la luz velofa-ríngea. En los pacientes con apneas se producecolapso a este nivel o en la oro / hipofaringe.36 Lastécnicas quirúrgicas utilizadas pretenden corregirestas alteraciones: aumentar el diámetro velofa-ríngeo, reducir la longitud de la úvula y del velodel paladar, y aumentar la tensión del mismo.

44.. TTÉÉCCNNIICCAASS QQUUIIRRÚÚRRGGIICCAASS

En 1990, Kamami12 publicó los primeros resultadosdel tratamiento de la roncopatía crónica con LÁSERCO2, Laser Vaporizations of the PalatoPharynx(LVPP). Se inspiró en la técnica de Freche, quien,vaporizando con láser las amigdalitis crónicas crípti-cas, observó una mejoría secundaria en el ronquido.La técnica desarrollada por Kamami se practicó porprimera vez en París en 1986 y consistió en la crea-ción de heridas verticales paramedias en la mucosadel paladar blando a ambos lados de la úvula, espe-

Figura 1>> El tratamiento del ronquido medianteinmovilización de la mandíbula.

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rando una retracción cicatrizal del velo del paladar,junto con una vaporización o sección parcial de laúvula para hacerla más corta. La técnica se realizó envarios tiempos (entre 2 y 7 sesiones en general), bajoanestesia local, en 31 pacientes. Concluyó que laLVPP “puede compararse a un lifting facial, al remo-ver de forma progresiva y sucesiva las arrugas verti-cales de las paredes faríngeas póstero-laterales y eldescenso del paladar blando a ambos lados de laúvula, elevándola como el telón de un teatro”. Estetipo de intervención fue denominado por los autoresanglosajones “el método francés”.

Haraldsson y Carenfelt en 1990,15 Carenfelt en199116 y Wenmo en 199217 presentaron los resul-tados de una úvulo-palato-faringoplastia conven-cional practicada con láser, bajo anestesia local ogeneral. En 1994, Ellis19 practicó una variaciónpropia de la LAUP, bajo anestesia general, en 16pacientes. Su técnica consistió en la creación deun colgajo de mucosa del paladar blando y vapo-rización del tejido submucoso, con reposición pos-terior del colgajo, tanto anterior como posterior,esperando así aumentar su rigidez al cicatrizar laescarificación practicada. Woolford y Farrington46

presentaron una técnica de vaporización de muco-sa y submucosa desde la úvula al paladar duro,bajo anestesia general, para promover la cicatriza-ción retráctil anterior de la úvula y el paladar blan-do. Se denominó “método británico”. En 1996,Ingrams22 presentó 29 casos de roncadores trata-dos con láser bajo anestesia general, utilizando latécnica de Ellis,19 pero con YAG láser. En 1997,Dickson23 utilizó una técnica modificada para laLAUP más agresiva, en un solo tiempo, en 220pacientes. Del Cañizo24 trató 112 pacientes ronca-dores simples mediante LAUP en un solo tiempo contallado de una neoúvula. Partió de la técnica deKamami, en la que al tallar una neoúvula medianteincisiones verticales se actúa lateralmente sobre losmúsculos faringoestafilinos, con lo que la traccióncicatricial hacia los lados amplía el istmo de las fau-ces en sentido horizontal y evita una tracción haciaarriba que podría crear una insuficiencia velopalati-na. Por la dirección de las fibras del músculo palato-estafilino o ácigos de la úvula (M. Uvulae), se dedu-ce que su sección transversal conlleva una retracciónhacia arriba, a lo que también contribuye el periesta-filino interno (M. Levator veli palatini).

Ello justifica la forma de ventana gótica queadquieren algunos paladares tras una UPFP conven-cional y la insuficiencia velopalatina secundaria.Gruner47 utilizó un láser de argón. En 1999,

Remacle30 presentó otra variación de la LAUP en unsolo tiempo, bajo anestesia local. Su técnica combi-nó los denominados “métodos” francés y británico,realizando vaporización de un rectángulo de lamucosa desde la base de la úvula hasta el límite delpaladar duro, seguidamente secciones verticalesparauvulares para elevar los arcos palatinos y, final-mente, vaporización o sección parcial de la úvulapara acortarla.

En la actualidad, la LAUP se realiza exclusi-vamente con láser CO2, un láser de superfi-cie, muy efectivo en la hemostasia y queproduce escasa reacción inflamatoria.

Se utilizan piezas de mano para cirugía faríngeaproporcionadas por los fabricantes, con accesoriosprotectores (backstop) para evitar lesionar la paredposterior de la faringe al acabar la sección del velodel paladar. Un depresor de lengua acodado y aspi-ración para permitir la visibilidad y evitar la inhala-ción de humos resultan imprescindibles. Nosotrosrealizamos la técnica LAUP en una sola sesión.5

Situamos al paciente sentado frente al cirujano, conuna protección ocular (gafas). Se utiliza anestesiatópica (lidocaína 100 mg/ml en spray), 4 pulveriza-ciones sobre el paladar y la base de la lengua paraevitar el reflejo nauseoso, seguido de toques de lamucosa con algodón empapado en solución de lido-caína 2% con adrenalina 0,001% e infiltración acada lado de la base de la úvula y en la base de lamisma de mepivacaína 2% sin vasoconstrictor. Seprocura evitar que la infiltración deforme la morfolo-gía del área a extirpar haciendo perder los puntos dereferencia o que el exceso de líquido anestésicointerfiera la acción del láser CO2. Se practican incisio-nes verticales transpalatales de 0,5 a 1 cm de longi-tud aproximadamente, bilaterales y transfixiantes, através del paladar blando, lateral a la base de laúvula, tomando como referencia el límite del velo. Acontinuación, se vaporiza parcialmente o se seccionael borde inferior de la úvula, dependiendo de su lon-gitud, procurando conservar 5 mm de la misma paraasegurar la adecuada eliminación de secreciones dela pared posterior faríngea.

El láser se utiliza en modo Superpulse, a unapotencia continua de 8 vatios. El paciente se va a sudomicilio a los 20 minutos aproximadamente, conuna pauta de analgésicos orales (metamizol 2 gr/8 hy paracetamol con codeína 300/14,05 mg/6 h). Seaconseja seguir una dieta blanda y fría.

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55.. IINNDDIICCAACCIIOONNEESS DDEE LLAA LLAAUUPP

Indicamos tratamiento quirúrgico (LAUP) alos pacientes roncadores crónicos (habitua-les), simples (no apneicos, con un Índice deApnea / Hipopnea -IAH- <10), cuyo ronqui-do es de origen palatal.

Para seleccionar a los candidatos, se realiza una eva-luación previa de la vía aérea y un estudio de sueño.

Se excluye a los pacientes cuya patología sea trata-ble médicamente (p.ej. acromegalia, hipotiroidismo);a los afectados de trastornos de la coagulación o entratamiento con anticoagulantes; a los que tienencualquier contraindicación para tratamiento quirúr-gico con anestésicos locales; a los que tienen eviden-cia de disfunción palatal o deformidad anatómica(úvula bífida), por riesgo de disfunción velofaríngeapostquirúrgica; y a los que tienen hipertrofia amig-dalar moderada-severa o con colapso hipofaríngeosevero en la maniobra de Müller. Si existen rinitis,dismorfia septal o hipertrofia turbinal, se considerasu tratamiento médico o quirúrgico previo.

66.. EEVVAALLUUAACCIIÓÓNN DDEE LLAA VVÍÍAA AAÉÉRREEAA

Practicamos una naso-fibro-laringoscopia flexiblecon maniobra de Müller,48 rinomanometría49 y valora-ción radiológica de la vía aérea mediante Cefalo-TAC.

Se consideran normales valores a nivel delpaladar blando de 110 a 190 mm2 y entre153 y 223 mm2 a nivel de la hipofaringe.50

Algunos autores realizan la endoscopia nasofarín-gea durante el sueño45 y otros videorradiografía51

para confirmar que el ronquido sea debido a vibra-ción palatal exclusivamente.

77.. EESSTTUUDDIIOO DDEELL SSUUEEÑÑOO:: PPOOLLIISSOOMMNNOOGGRRAAFFÍÍAA((PPSSGG)) YY RREEGGIISSTTRROO OOBBJJEETTIIVVOO DDEELL RROONNQQUUIIDDOO

El estudio de sueño incluye una PSG convencionalbasal (SleepLab 1000P; Jaeger, Würzburg, Germany),acorde con los criterios estándar establecidos.52 LaSaturación arterial de Oxígeno (Sa, O2) se mide conti-nuamente con un dedal utilizando un pulsi-oxímetro(504 Critical Care System Inc., Waukesha, WI, USA).Los movimientos toracoabdominales se examinan conuna banda torácica y una banda abdominal. El flujonasobucal se valora mediante termistor. Todas las seña-les son registradas continuamente con un polígrafo,SleepLab (Aequitron Medical INC, Minneapolis, MN,USA). Los eventos respiratorios son valorados comoapneas cuando existe cese o ausencia de flujo nasobu-cal durante 10 o más segundos, hipopnea cuando haycualquier reducción valorable del flujo aéreo de 10 omás segundos, asociado a un despertar transitorio(arousal) o una desaturación de la Sa, O2 igual o supe-rior al 3%. Los despertares transitorios son definidos

Figura 2>> Esquema de la LAUP.

A B C D

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de acuerdo con las reglas de valoración de la AmericanSleep Disorders Association.53 El registro polisomno-gráfico de un IAH superior a 10 se considera anormal.

Realizamos un estudio objetivo del ronquidomediante un Sistema Portátil de Registro Respiratorio(SPRR) (Sibel Home-300; Sibel SA, Barcelona, España).El SPRR es un sistema portátil de registro digital de 10canales, con un microcontrolador con conversor A/Dde 10 bits incorporado. El SPRR es un sistema validadopara el estudio domiciliario de SAOS.54 Sólo se registranel ronquido y la posición del cuerpo para simplificar eluso del equipo a domicilio. El registro acústico se reali-za con un micrófono eléctrico subminiatura tipo MCE,con un margen dinámico de 60 dB, una frecuencia demuestreo de 10 a 10.000 Hz y con una resolución de20 mV (0,25 dB). El micrófono está encapsulado, deforma que queda separado 2 mm de la piel, para evi-tar el ruido por roce y se sitúa sobre la laringe. La señales amplificada y digitalizada. La información se alma-cena en la memoria RAM y los datos se transfierenmediante interface a un PC para su análisis medianteun software diseñado a tal efecto, que de forma auto-mática cuenta el número de eventos y su intensidad.

Un ronquido lo definimos como un ruido res-piratorio con un nivel de presión sonorasuperior a 45 dB SPL y con una duración míni-ma de un segundo, para rechazar los ruidoscardiacos y otros sonidos respiratorios.

La duración del estudio se calcula como el tiempo desdeel encendido hasta el apagado del equipo. Se obtienen losvalores número de ronquidos / h (índice de ronquido) eintensidad sonora media del ronquido (intensidad media).

La valoración previa de los pacientes incluye lacumplimentación de cuestionarios sobre somno-lencia (Epworth Sleepiness Scale),55,56 calidad devida (SF-36)57,58 e intensidad subjetiva del ron-quido (0-10 sobre una escala analógica. 0 = noronquido; 10 = paciente y pareja duermen enestancias separadas).

88.. RREESSUULLTTAADDOOSS DDEELL TTRRAATTAAMMIIEENNTTOO LLÁÁSSEERRDDEE LLAA RROONNCCOOPPAATTÍÍAA

Se resumen en la tabla 1.Kamami12 publicó los primeros resultados del trata-

miento de la roncopatía crónica con láser CO2. Lavaloración de los resultados se basó en la apreciaciónsubjetiva del paciente y su pareja sobre una escala 1-3. No realizó estudio PSG sistemático y la valoracióndel lugar de obstrucción fue realizada, fundamental-mente, mediante exploración ORL simple. Kamamiasoció a menudo cirugía nasal (7 casos de 31) y vapo-rización superficial de las amígdalas (19 de 31 casos),por lo que no podemos considerar esta técnica comouna LVPP pura. Refirió mejoría en el ronquido en un77,4% de casos y también en síntomas como cefa-leas matutinas e irritabilidad. Según el autor, no hubodolor postoperatorio importante. No indicó el tiempode seguimiento. Haraldsson y Carenfelt15 obtuvieronun 100% de éxito en 105 pacientes, aunque no cons-ta en qué forma valoraron la respuesta ni se realizóestudio PSG de forma rutinaria. Carenfelt16 obtuvoun 85% de éxito en 60 casos, valorando la respuestamediante una escala subjetiva de cuatro puntos.Wenmo y cols.17 refieren un 100% de éxito.

Figura 3>> TAC axial de la vía aéreo superior (PAS). Figura 4>> Sibel. Registro del ronquido.

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Grontved18 presentó resultados de un 81% de éxitosen 21 pacientes, sin especificar en que forma se valo-ró la mejoría. Ellis19 obtuvo un 66% de éxitos con laLAUP en un seguimiento a 18 meses, en 16 pacientes.Descartó SAOS mediante PSG y utilizó una escalaanalógica-visual de 0 a 10 rellenada por el compañerode habitación para valorar el ronquido. Kamami, en1994,20 presentó 741 casos de roncadores no apnei-cos (estudios de sueño realizados sólo en 170 casos)tratados mediante LAUP. Obtuvo un 95% de éxitosvalorando el ronquido en una escala de 1 a 3 puntosy con un seguimiento de hasta 6 años. Krespi13 pre-sentó una serie de 280 casos tratados mediante LAUP,obteniendo un 91% de éxitos, aunque sin especificarcómo valoró la severidad del ronquido. Incluyó pacien-tes apneicos y realizó, además de la LAUP, otras técni-cas quirúrgicas complementarias. Walker21 obtuvouna completa o casi completa eliminación del ronqui-do en el 60% y mejoría parcial en el 29%, valoradopor el compañero de cama en una escala de 0 a 100.En 1996, Ingrams22 presentó 29 casos y obtuvo un79% de resultados positivos. Walker2 valoró el ronqui-do objetivamente, aunque mediante un sistema novalidado y de forma subjetiva mediante una escalanumérica. Refirió mejoría del ronquido en algunosparámetros objetivos y en los subjetivos en el 77% depacientes. En 1997, Dickson23 utilizó una técnicamodificada para la LAUP en un solo tiempo, más agre-siva, en 220 pacientes. Obtuvo un 83% de éxitos res-pecto al ronquido valorado de forma subjetiva. DelCañizo24 trató 112 pacientes roncadores simples(edad media = 46,5 años) mediante LAUP en un solotiempo con tallado de una neoúvula, con éxito en el87,5%. Laurentano25 refirió éxito en el tratamiento de32 pacientes roncadores simples y mejoría del ronqui-do en pacientes SAOS en grado inversamente propor-cional al IAH preoperatorio. Refirió también un empeo-ramiento del IAH en SAOS leves y moderados, y lapersistencia de SAOS severos, sugiriendo que la LAUPpodía empeorar la severidad del SAOS en algunospacientes. Maw y Marsan26 compararon amigdalecto-mía y UPFP convencional (n = 29) con LAUP (n = 80)para el tratamiento del ronquido, obteniendo un 97%de éxito en ambos procedimientos, valorado sobreuna escala numérica. Shehab y Robin27 obtuvieron un78,4% de éxitos, valorado mediante un cuestionariotelefónico. En 1998, Clarke28 presentó un estudioaleatorizado y controlado, comparando tres métodosquirúrgicos para el ronquido: UPFP convencional,LAUP y palatoplastia con diatermia en 62 pacientes.Halló diferencias significativas entre el ronquido pre ypostoperatorio en todos los grupos, pero no entre los

grupos. Astor29 presentó un estudio prospectivo esta-dísticamente controlado sobre eficacia de LAUP en 38pacientes, excluyendo aquéllos con SAOS moderado ysevero. La valoración de los resultados se hizo median-te una escala analógica de 0 a 7, obteniendo un84,8% de éxitos. En 1999, Remacle30 obtuvo resulta-dos completamente satisfactorios en el 73,5%, par-cialmente satisfactorios en el 25% y similares entreLAUP y UPFP, con un seguimiento de 17 meses. Lavaloración de los resultados se realizó mediante cues-tionarios y una escala analógica-visual de 0 a 10. Nopracticó PSG si no se sospechaba clínicamente SAOS.Mickelson y Ahuja31 valoraron la eficacia de la LAUPen el tratamiento del SAOS en 59 pacientes. Sinembargo, también pasaron un cuestionario específicopara el ronquido al compañero de cama, sobre unaescala de 0 a 5. Obtuvieron un 90,4% de éxitos acorto plazo (6 semanas) y un 62% a largo plazo (2años). Drinnan y cols.32 valoraron subjetiva y objetiva-mente la LPP y el ronquido en 20 pacientes con IAH<20, y hallaron mejoría subjetiva y objetiva (media de4,2 dB), comparables a las que obtuvieron con UPFP.Resulta interesante en el año 2000 el artículo de Ryany Love3 valorando los resultados de la LAUP en el tra-tamiento del SAOS leve-moderado. Además, en elestudio se hizo referencia específicamente al ronqui-do, que se valoró de forma objetiva en 16 pacientes,antes y después de la cirugía. No se hallaron diferen-cias significativas en el índice de ronquido a partir detres meses del tratamiento. Sus resultados respecto alSAOS fueron satisfactorios tan sólo en el 36% decasos. Osman4 estudió objetivamente el ronquido conun “Snore Box” (158), en 22 pacientes a los que sepracticó LAUP. Obtuvo mejoría estadísticamente signi-ficativa de 78,2 ronquidos/hora en el índice. Berger33

valoró mediante métodos subjetivos 14 pacientes ron-cadores tratados mediante LAUP, observando un des-censo en la mejoría inicial referida respecto al ronqui-do, que pasó del 79% a las 4 semanas, al 57% a los10,1 ± 7,9 meses. En el 21% de casos observó tam-bién un significativo empeoramiento objetivo en losvalores polisomnográficos (respiratory disturbanceindex), con lo que pacientes no apneicos pasaron a serSAOS leves. Ferguson34 realizó un estudio aleatoriza-do sobre efectividad de la LAUP en el tratamiento delSAOS leve. El 48% de pacientes refirió mejoría en elronquido frente al grupo control no tratado. Elmismo Berger35 apreció un deterioro de los resulta-dos a largo plazo de la LAUP en una sesión, pasan-do de una mejoría del 76% al 32% en pocos meses.Además, advierte que este procedimiento puedeagravar el IAH previo.

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TABLA 1>> Resumen general de resultados de la cirugía láser para el tratamiento del ronquido.

Estudio Técnica N Valoración % Mejoría ComentariosKamami, 1990 LAUP 31 Escala 1-3 77,4% No PSG sistemática. No precisa seguimiento.

Otros procedimientos (amigdalectomía, septoplastia)Haraldsson UPFP láser 105 No especificado 100% No PSG sistemática. Seguimiento 3 my Carenfelt, 1990Carenfelt, 1991 UPFP láser 60 Escala 4 puntos 85% No PSG sistemática. Seguimiento 3-4 m.

Resultado comparable a UPFP convencionalWenmo, 1992 UPFP láser 10 Escala 0-3 100% Excluye SAOS. Grupo control con UPFP convencional,

no aleatorizado. Seguimiento 3 m-2 añosGrontved, 1992 UPFP láser 21 No especificado 81% No PSG sistemática. Seguimiento 3-18 m. Otros

procedimientos (amigdalectomía)Ellis, 1994 LAUP 16 EAV 0-10, comp. 66% Excluye SAOS. Grupo control UPFP. Seguimiento

18 m. YAG láserKamami, 1994 LAUP 741 Escala 1-3 95% Excluye SAOS. No PSG sistemática. Seguimiento

6 a. Otros procedimientos (amigdalectomía)Krespi, 1994 LAUP 280 No especificado 91% Incluye SAOS. No PSG sistemática. Seguimiento 2 aWalter, 1995 LAUP 105 Escala 0-100, comp. 89% Excluye SAOS. No PSG sistemática. Seguimiento 4-6 sIngrams, 1996 LAUP 29 Mejor, igual, peor 79% Descarta SAOS con PSG. Descarta insuf. resp.

nasal sintomáticaWalter, 1996 LAUP 27 SNAP (objetivo). 77% No PSG sistemática. Seguimiento 9 m

Escala ± 2Dickson, 1997 LAUP 220 Subjetivo, 83% No PSG sistemática

un tiempo sin especificarDel Cañizo, 1997 LAUP 112 Subjetivo, 87% No PSG sistemática

un tiempo sin especificarLaurentano, 1997 LAUP 32 Subjetivo, Sí, sin especif. Sí PSG sistemática

sin especificarMaw, 1997 LAUP 80 Escala numérica 97% No PSG sistemática. Grupo control con UPFP Shehab, 1997 Palatoplastia Cuestionario 78% Grupo control UPFP láser. Seguimiento 18 m

láser telefónicoClarke, 1998 LAUP (Ellis) 21 EAV 0-100, comp. Sí, sin especif. Excluye SAOS (oximetría) y patología nasal.

Aleatorizado. Control UPFP y palatoplastia Diatermia. Seguimiento 3-6 m.

Astor, 1998 LAUP 38 Escala 0-7 84% Prospectivo. Incluye SAOS leves. Seguimiento 4-8 sRemacle, 1999 LAUP 43 EAV 0-10 98% No PSG sistemática. Grupo control UPFP.

un tiempo Seguimiento 17 mDrinnan, 1999 LPP 20 Subjetivo y objetivo Sí, sin especif. Prospectivo. Sólo incluye pacientes con IAH <20.

(L1, L5, P50) Seguimiento 6 mMickelson LAUP 59 Escala 0-5, comp. 90% (6 s)- Sólo incluye pacientes con IAH >10.y Ahuja, 1999 62% (2 a) Objetivo principal es valorar eficacia LAUP en SAORyan y Love, 2000 LAUP 16 Snoresat (objetivo) 0% Sólo incluye pacientes con IAH >10 y <30.

Seguimiento 3 m.Osman, 2000 LAUP 22 Snore Box Sí, sin especif. Prospectivo, aleatorizado, control UPFP. No PSG

(objetivo) sistemáticaBerger, 2001 LAUP 14 Subjetivo, 79% (4 s)- PSG sistemática. Seguimiento 10,1 ± 7,9 m

sin especificar 57%Ferguson, 2003 LAUP 45 Subjetivo 48% Aleatorizado, grupo control no tratamiento.

Pacientes SAOS leves. PSG sistemáticaBerger, 2003 LAUP 49 Subjetivo 76% (4s)-32% Prospectivo no aleatorizado. Grupo control. PSG

un tiempo sistemáticaLarrosa, Morello LAUP 25 Objetivo (SPRR) y No diferencia Aleatorizado controlado con placebo. Roncadores y cols., 2004 un tiempo subjetivo (0-10 EA) simples y SAOS leves. PSG sistemática

LAUP: Laser Assisted Uvulo-Palatoplasty. LPP: Laser Palatoplasty. UPFP: Úvulo-Palato-Faringo-Plastia. SAOS: Síndrome de Apneas Obtructivasdel Sueño. PSG: Polisomnografía. EA: Escala Analógica. EAV: Escala Analógica-Visual. comp.: compañero de cama.

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Larrosa y Morelló,5 en un estudio aleatori-zado controlado con placebo, con valora-ción subjetiva y registro objetivo del ron-quido, no encontraron las diferencias queesperaban entre el ronquido postrata-miento de un grupo de pacientes roncado-res simples y SAOS leves tratados median-te LAUP en un tiempo (n = 13), frente a ungrupo control tratado con placebo (n =12), por lo que concluyeron que la LAUPno cumplía con las expectativas (90% deefectividad) creadas por estudios previos.

Diversos estudios refieren, además, una disminu-ción de la efectividad de la LAUP a largo plazo.31,33,35

99.. CCOOMMPPLLIICCAACCIIOONNEESS DDEE LLAA LLAAUUPP

Aunque el dolor postoperatorio está presente en el100% de los casos,5 no lo consideraremos una com-plicación del procedimiento, sino más bien una inco-modidad asociada al mismo.

Walker y Gopalsami59 evaluaron prospectivamen-te 754 procedimientos de LAUP practicados a 275pacientes. Hallaron un total de 26 complicaciones(3,45%).

La más frecuente fue la hemorragia (2,12%),seguida por la infección local (0,53%), laincompetencia úvulo-palatina temporal(0,53%) y la pérdida temporal del gusto(0,27%).

Las hemorragias fueron en general leves, ningunarequirió transfusión, y autolimitadas en la mayorparte de los casos, aunque alguna requirió sutura. Seprodujeron en la mayoría de casos entre 24 y 48horas después de la cirugía, y en el ápex de las inci-siones verticales. La mayoría de infecciones localesfueron candidiasis que se resolvieron con antifúngi-cos sin secuelas. La insuficiencia velo-palatina cau-sante de reflujo nasal de líquidos se resolvió en 2-3semanas y la alteración del gusto en 2-3 meses. Engeneral, las series de LAUP previas refieren menos deun 5% de complicaciones, aunque en la serie deCarenfelt y Haraldson,60 con 2.900 casos, se refiereuna muerte secundaria a sepsis. La técnica utilizadaen este caso fue más agresiva, parecida a la UPFPconvencional, aunque practicada con láser. Las com-plicaciones más habituales fueron también las hemo-rragias leves y las infecciones locales.

Existe la posibilidad de que se produzca unimportante empeoramiento del IAH post-LAUP, como han descrito algunos autorespreviamente.6,25,33,35,36

1100.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

La efectividad de la LAUP para el ronquido ha sidoevaluada en múltiples estudios. La gran mayoría deellos han mostrado mejorías subjetivas en el ronqui-do.2,12,13,15-35 Sin embargo, esta mejoría no se ha con-firmado o han aparecido resultados discordantescuando se han utilizado registros objetivos del ronqui-do para comprobarla,2-5,32 dando lugar a una contro-versia. Las diferencias entre las técnicas utilizadas nopueden justificar estas discordancias.

The Standards of Practice Committee of theAmerican Academy of Sleep Medicine6 ha lla-mado la atención sobre la falta de evidenciasconcluyentes que apoyen el uso de estas téc-nicas, debido a la escasez de estudios meto-dológicamente aceptables.

Por ello, se recomendó el uso de medidas objetivasy grupos control placebo o sub-terapéuticos. Para evi-denciar la efectividad de la LAUP, es necesario contarcon registros fiables y objetivos del ronquido, o biencomparar la LAUP con un placebo, que en este casopodría tener un efecto considerable.5 Hasta la fecha,el único estudio que nos consta en la literatura com-parando la efectividad de la LAUP frente a un place-bo es el nuestro.5 Aunque la elección del tipo placebopueda ser criticada, consideramos que era la mejordisponible, teniendo en cuenta que el placebo debeser creíble, no interferir con los resultados y no cau-sar efectos indeseables.61 El placebo consistió en unainyección de 0,5 ml de suero salino lateral a la basede la úvula bajo anestesia local del paladar (lidocaínaal 10%), simulando una cirugía del ronquido, segui-do de un placebo oral (cápsulas de almidón de arroz;1 c/semanal durante 12 semanas).

Respecto a los estudios sobre efectividad dela LAUP, existe, además, una limitación muyimportante: la valoración objetiva del ron-quido es poco fiable. A pesar del interésmostrado por el ronquido, su valoraciónobjetiva resulta dificultosa: no está estanda-rizada,62 no existe una definición adecuadadel ronquido36 y el ronquido es variable.63

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La falta de estandarización hace imposible lacomparación entre diferentes estudios. No existeacuerdo sobre el tipo de micrófono ni su coloca-ción, lo que puede influir críticamente en la señalacústica. Nosotros5 utilizamos un micrófono adhe-rido a la laringe para minimizar el ruido ambientaly las fluctuaciones en la intensidad causadas porlas diferencias en la distancia entre el sujeto y elmicrófono.64,65 Probablemente, el principal proble-ma para el estudio objetivo del ronquido sea lafalta de una definición adecuada del mismo. Enlínea con otros autores, definimos el ronquido enbase a la intensidad y duración del sonido.64,66,67

Un ronquido se definió como cualquier sonidocuya intensidad superó un umbral determinado(45 dB SPL) y duró más de un segundo. Otra difi-cultad en la medición del ronquido es la variabili-dad del mismo. El ronquido varía de noche anoche63 y está influenciado por la posición de lacabeza y el cuerpo, y las fases del sueño.68 Seriesy cols.67 hallaron diferencias entre el ronquidomedido en el domicilio del paciente y duranteestudios polisomnográficos en el laboratorio desueño. Para minimizar la variabilidad del ronqui-do, se debe prolongar el tiempo de registro.5

Realizamos registros de cuatro noches consecuti-vas y una media de 25,51 h de registro total.Finalmente, puede haber problemas en el registrodomiciliario del ronquido debido a la falta desupervisión.36,69

A pesar de todos los inconvenientes descritospara la valoración de los resultados de la LAUP,nuestro estudio5 presenta una valoración meticu-losa del ronquido y un diseño que incluye, por vezprimera, un grupo control tratado con un place-bo. Ello nos permite afirmar con una evidenciaconsiderable que:

La LAUP no cumple en este momentocon las expectativas de mejoría genera-das en un principio y, por lo tanto, cues-tiona los resultados referidos por estu-dios previos.

Por último, añadir que existe la tendenciaactual a reemplazar la LAUP por otras técnicascon un fundamento teórico similar, como laablación del paladar mediante radiofrecuencia.La ventaja de estas técnicas es la menor presen-cia de molestias postoperatorias y complicacio-nes, aunque su efectividad parece estar inclusopor debajo de la de la LAUP.70

1111.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

Es indudable que algunos pacientes pueden vermejorada su roncopatía mediante la LAUP. Sinembargo, no existe una evidencia objetiva, contun-dente, de que sea así en la mayoría de casos. No sedebe olvidar que estas técnicas presentan efectossecundarios y complicaciones.

Por lo tanto, a pesar de la popularidadactual de estas técnicas, se debe advertir alos pacientes de que los beneficios de laLAUP aún no han sido firmemente estable-cidos y de las posibles complicaciones a lasque se exponen.

Los candidatos a LAUP para el tratamiento del ron-quido deben tener estudios preoperatorios queincluyan medidas objetivas de la respiración y el ron-quido durante el sueño. El uso indiscriminado deesta técnica debe ser evitado, aunque no dudamosde la necesidad de tratar la roncopatía.

La LAUP no es una técnica superada ni obso-leta, pero debe pasar por una fase de reeva-luación estricta que probablemente nos llevea mejorar la selección de los candidatos, esdecir, las indicaciones y, tal vez, algunosaspectos técnicos de la cirugía.

Es importante que la valoración de los resultadossea objetiva y, para ello, el estudio del ronquido debeestandarizarse, como en su momento sucedió con elestudio del SAOS gracias a la polisomnografía.Mientras esto no suceda, debe aumentar el númerode estudios aleatorizados y controlados con placebopara definir adecuadamente la verdadera efectividadde la técnica.

Finalmente, debe quedar claro que tratamos deofrecer una visión realista; el estudio de la roncopa-tía y el láser es un campo donde todavía quedamucho por innovar y descubrir.

1122.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

El divertículo de Zenker consiste en una evagina-ción de la mucosa en la parte posterior de la hipofa-ringe, en su línea media, en un espacio, el triángulode Laimer, situado entre los músculos constrictor dela faringe y el cricofaríngeo. El divertículo de Zenkeres un trastorno adquirido secundariamente a unafalta de relajación del esfínter esofágico superior, locual produce un aumento de las presiones faríngeasque, a lo largo del tiempo, dilatan la zona más débil,el citado triángulo, debido a la ausencia de muscula-tura esofágica longitudinal, sobre el esfínter esofá-gico superior.1

22.. CCLLÍÍNNIICCAA

Los pacientes afectos de divertículo de Zenker sue-len ser de edad avanzada y presentan unos síntomasmuy determinados, lo que ocasiona que llegar a sudiagnóstico no sea difícil. La clínica no está relacio-nada con el tamaño del divertículo.

El síntoma principal es la regurgitación desaliva y alimentos ingeridos, incluso variosdías antes, sin haber sido digeridos.1

La regurgitación de estos alimentos puede serfavorecida con los movimientos cervicales y, engeneral, con cambios posturales. Cuando se llenade alimento, puede comprimir el esófago y darlugar a disfagia e incluso a una obstrucción com-pleta. Otros síntomas acompañantes son la sensa-

ción de cuerpo extraño, molestias faríngeas, tos,disfonía, pérdida de peso y halitosis. Las complica-ciones son los episodios de broncoaspiración derestos alimentarios, que pueden ocasionar una neu-monía de aspiración, fístula entre la tráquea y eldivertículo, la hemorragia intradiverticular, más fre-cuente con la aspirina, y más raramente la apari-ción de un tumor (carcinoma epidermoide) dentrodel divertículo. La colocación de una sonda naso-gástrica o la realización de una endoscopia tieneriesgo de perforación. Se suele asociar con otrostrastornos esofágicos, como la hernia de hiato,pero raramente se asocia con reflujo. La pruebaprínceps en el diagnóstico es la realización de untránsito esofágico (figura 1).

33.. MMAANNEEJJOO QQUUIIRRÚÚRRGGIICCOO

La cirugía de los divertículos faringoesofágicos haevolucionado en los últimos años gracias a la apari-ción de las técnicas de Microcirugía Transoral Láser(MTL), que en muchos casos han desplazado la ciru-gía abierta convencional.

Como es una patología en pacientes de edadavanzada, en muchos casos la cirugía clásica, por lamorbilidad que implica, está contraindicada.

Actualmente, algunos autores la indican como pri-mera opción. En este capítulo se obviará la cirugíaconvencional y se realizará una descripción de lastécnicas endoscópicas. No obstante, se destaca quees conveniente conocer la técnica abierta clásicapara la corrección de posibles complicaciones de lavía endoscópica.

9. Cirugía de los divertículosde hipofaringe;

divertículos de ZenkerJ. Traserra, J.M. Guilemany, J.L. Blanch

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44.. CCIIRRUUGGÍÍAA DDEELL DDIIVVEERRTTÍÍCCUULLOO DDEE ZZEENNKKEERRPPOORR VVÍÍAA EENNDDOOSSCCÓÓPPIICCAA

La cirugía endoscópica del divertículo deZenker consiste en la sección, vía microciru-gía, del muro mucoso y muscular cricofarín-geo que separa el divertículo del esófago,realizando, de esta manera, una marsupiali-zación del divertículo.

De esta manera, aunque no se extrae el divertí-culo, la clínica desaparece, dado que se crea unmegaesófago y no existe retención de alimento. Lavía transoral la empezó a realizar Mosher2 en 1917,aunque fue abandonada por las complicaciones(principalmente mediastinitis) que acarreaba. Nofue hasta 1960 cuando Dohlman y Mattson3 volvie-ron a utilizarla. Posteriormente, ha sido modificadapor la utilización del láser.4,5

4.1. INSTRUMENTACIÓN

• Laringoscopios tipo Weerda largo (figura 2).Son laringoscopios con dos válvulas que se pueden

separar tanto paralelamente como distalmente.Tienen la válvula superior más larga que la inferior.

4.2. PREPARACIÓN

• Anestesia general por intubación.• Posición del enfermo clásica de todas las manio-

bras endoscópicas hipofaríngeas e esofágicas.

Figura 1>> Tránsito esofágico donde se puede apreciar un divertículo de Zenker.

Figura 2>> Laringoscopio de Weerda largo.

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4.3. TÉCNICA QUIRÚRGICA

Consiste en la introducción del laringoscopio deWeerda con la válvula superior más larga en el esó-fago y la lámina inferior, más corta, en el divertícu-lo. Se recomienda asegurarse de la posición del esó-fago mediante la colocación de una sonda.

Identificación del muro divertículo-esofágicomediante microscopio quirúrgico (figura 3) y,mediante el láser, sección del músculo cricofaríngeo(figura 4). Se utiliza el láser CO2, aunque hay algu-nos autores que proponen la utilización del láserYAG o el láser KTP.6

La intensidad del láser es de 10 vatios con modocontinuo, con un spot de 700 um.7 Algunos autoresrecomiendan disminuir la intensidad del láser a 4vatios a medida que nos acercamos a las últimasfibras musculares para evitar complicaciones.

Se empieza con la sección de la mucosa del murocricofaríngeo; de esta manera aparece el músculocricofaríngeo. Se secciona este músculo junto con lamucosa anterior y posterior del muro, hasta que seconsigue una marsupalización del divertículo hacia elesófago (figura 5).

4.4. POSTOPERATORIO

1. Sonda nasogástrica. Es discutida por algunosautores que no la colocan y autorizan la ingesta de

alimentos a los tres días. Otros dejan una sondadurante ocho días. Nosotros dejamos una sondanasogástrica durante dos días.

2. Antibioterapia profiláctica de 48 horas.3. Seguimiento estricto de la temperatura corporal.4. Radiografía de tórax con contraste digestivo

(tránsito) de control.Figura 3>> Identificación del muro divertículo-esofágico.

Figura 4>> Sección láser del músculo cricofaríngeo.

Figura 5>> Marsupialización del divertículo de Zenkerdespués de la sección del muro.

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4.5. COMPLICACIONES

Con esta técnica, existe un 10-31% de morbilidadque consiste en:

a) Sangrado. Normalmente no es importante y seautolimita en 24 horas.

b) Daño dental. Al ser personas de edad avanzada,muchos tienen la dentadura defectuosa, con lo queen la colocación del laringoscopio de Weerda no esraro dañar alguna pieza dental.

c) Mediastinitis. Es la complicación más grave y puedecomportar un desenlace fatal. Es debida a la perfora-ción esofágica hacia mediatino mediante el láser CO2 alexcederse el cirujano en la sección del muro formadopor el músculo cricofaríngeo. Para evitarla, es importan-te ser muy prudente en el momento de la sección delmúsculo cricofaríngeo. Hamoir5 recomienda respetarun muro inferior a 1 cm de seguridad.

d) Enfisema cervical. Se debe a la perforación eso-fágica o faríngea.

En general, existe un 0,5-1% de mortalidad que estásiempre esta relacionada con una mediastinitis. Tenemosque tener en cuenta que estos pacientes normalmenteson personas de edad avanzada que muchas veces tie-nen patologías asociadas, por lo que una complicaciónde este calibre puede llevar a un desenlace fatal.

4.6. VENTAJAS TÉCNICA ENDOSCÓPICA

• Cirugía corta.• Fácil repetición.• Corta hospitalización.• Gran efectividad.• Menos daño tisular.

4.7. DESVENTAJAS

• No realizable en algunos pacientes.• No exéresis del divertículo. No hay revisión AP. El

divertículo de Zenker se puede asociar en el 3% auna neoplasia de la mucosa digestiva. La microlarin-goscopia permite explorar el divertículo en su totali-dad, por lo que no consideramos sea ésta una des-ventaja real.

• Mayor tasa de recurrencias.

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

La amigdalectomía es una técnica practicadadesde la antigüedad. Si bien las primeras descrip-ciones datan del siglo I a.C., no fue hasta el sigloXVI cuando empezó a diseñarse un instrumentalespecífico para mejorar su realización y reducirsus complicaciones. En este sentido, fue impor-tante el desarrollo de las técnicas anestésicas yhemostásicas que permitieron establecer unaintervención estándar, con buenas garantías deeficacia y seguridad.

Con la excepción de la introducción del electro-cauterio, la técnica de la amigdalectomía sufrióescasas modificaciones hasta principios de 1980.A partir de esta fecha aparecieron en la prácticamédica diversos instrumentos con la finalidad dedisminuir la morbilidad de la intervención, talescomo el láser, la radiofrecuencia, la coblación, elbisturí armónico o el microdebridador.1 El objeti-vo principal de estos nuevos métodos es reducirel sangrado y el dolor postoperatorio, aunque esimportante conocer bien su uso y sus indicacionespara que la relación de coste-efectividad resultebeneficiosa.

La aplicación del láser en la cirugía amigdalar seinició con los tipos Nd-YAG y KTP-532, con los cua-les se realizaba la amigdalectomía completa sin obte-ner ventajas significativas respecto a la cirugía con-vencional. Actualmente, se tiende a practicar unaresección parcial de las amígdalas mediante láserCO2. En este trabajo utilizamos este último en lareducción amigdalar subtotal y, en este sentido,debemos señalar que:

La indicación principal de la técnica dereducción amigdalar con láser carbónico laconstituye la hipertrofia amigdalar obstruc-tiva, básicamente en contexto del Síndromede Apneas Obstructivas del Sueño (SAOS) y,sobre todo, en el del niño.

La definición del SAOS infantil es controvertida, dadoque no existen realmente unos criterios consensuados yhabitualmente el diagnóstico del SAOS infantil se esta-blece en base a la sintomatología clínica y a sus propiasconsecuencias.2 Durante el sueño estos niños presentanronquidos, episodios de apnea / hipopnea observadospor los padres y alteración del patrón normal del sueño.Además, muestran una respiración bucal con voz nasal,alteración del desarrollo palatal y dentario, y trastornosdel comportamiento en forma de hiperactividad, agre-sividad, falta de concentración y fracaso escolar.

Hay que destacar que el SAOS infantil sediferencia clínicamente del SAOS del adultopor la ausencia de somnolencia diurna y porsu poca relación con la obesidad, existiendomás a menudo un retraso estaturoponderal.

Éste se atribuye en parte al déficit de secreción defactores como la hormona del crecimiento, cuya sínte-sis es predominantemente nocturna, así como a laingesta insuficiente debida al problema obstructivo.3 Latécnica diagnóstica principal es la polisomnografía,siendo los criterios para el SAOS infantil un índice deapnea por hora de sueño mayor de 1 o un índice deapnea / hipopnea mayor de 3, con una desaturaciónmínima de oxígeno del 4% y una duración mínima de

10. Amigdalectomía subtotal conláser CO2 en el SAOS infantil

J. Maíz, E. Amilibia, X. González,X. Lao, E. de Dios

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2 ciclos respiratorios.4 Sin embargo, en la práctica, esteestudio diagnóstico se realiza poco y se utiliza básica-mente cuando quiere establecerse el diagnóstico dife-rencial con apneas centrales o ante la ausencia de mejo-ría con un tratamiento correcto. Otras pruebas, como laoximetría nocturna, los registros microfónicos o video-gráficos no ofrecen todavía resultados concluyentes.

El SAOS infantil puede ser debido a alteracionesnasales, principalmente rinosinusitis, dismorfias y poli-posis; anomalías craneofaciales, como micro- o retrog-natia, o cuadros sindrómicos (Pierre-Robin, Crouzon,Treacher-Collins, Down); trastornos laringotraqueales,como los cuadros de malacia o los hemangiomas; yproblemas neuromusculares o sistémicos, tales comola distrofia miotónica o las mucopolisacaridosis. Perola principal causa de SAOS infantil en nuestro medioes la hipertrofia amigdalar, asociada o no con hipertro-fia adenoidea, con cuyo tratamiento quirúrgico seresuelve la sintomatología y se normaliza la polisom-nografía en más del 75% de casos.5

El uso de la terapia con presión aérea positivacontinua (CPAP) en el SAOS infantil es minori-tario y queda restringido a las raras causas notributarias de cirugía o en persistencia de lasapneas / hipopneas tras la cirugía, probable-mente por un problema central de base.

22.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOO

Estudio prospectivo de 67 pacientes roncadores odiagnosticados clínicamente de SAOS infantil y trata-dos entre noviembre de 1999 y abril de 2000,mediante amigdalectomía subtotal láser CO2, en elServicio de Otorrinolaringología del Hospital Mutuade Terrassa (Barcelona).

Se trata de un grupo de pacientes con una mediade edad de 5 años e igual distribución entre sexos.

2.1. CRITERIOS DE INCLUSIÓN Y EXCLUSIÓN

• Paciente diagnosticado clínicamente de SAOSinfantil e hipertrofia adenoamigdalar.

• Paciente roncador sin clínica concluyente de SAOS,pero que presenta otitis serosa tributaria de ade-noidectomía y drenajes transtimpánicos, así comohipertrofia amigdalar obstructiva.

• No se aceptan en el estudio pacientes con amigda-litis de repetición tributarios de ser tratadosmediante amigdalectomía.

2.2. CONTROL PREQUIRÚRGICO

Se valora la clínica obstructiva del paciente pregun-tando a los padres por el ronquido, las apneas y/o ladificultad respiratoria nocturna. Asimismo, se exploraal paciente determinando el grado de hipertrofia ade-noamigdalar. La hipertrofia adenoidea se valoramediante una radiografía lateral de cráneo, graduán-dola en leve, moderada o severa. Para determinar lahipertrofia amigdalar, se utiliza la Escala de Brodsky:6

• Grado I: Las amígdalas no obstruyen la vía aérea yno sobresalen entre los pilares amigdalinos.

• Grado II: Obstrucción del 25-50%. Las amígdalassobrepasan los pilares amigdalinos, pero no alcan-zan la úvula.

• Grado III: Obstrucción del 50-75%. Las amígdalasalcanzan la úvula.

• Grado IV: Obstrucción >75%. Las amígdalas con-tactan entre sí en línea media.

2.3. TÉCNICA QUIRÚRGICA

La cirugía se realiza bajo anestesia general. Paraprevenir la ignición del tubo de intubación, la pro-porción de oxígeno en el gas inspirado debe ser infe-rior a 30% y se ha de evitar el uso de óxido nitroso.Se practica una amigdalectomía subtotal de ambasamígdalas utilizando el láser CO2 a 18 vatios enmodo continuo y con escáner (spot de 2 mm), con lapieza de mano de Kamami para amigdalectomíaF-230 mm. Se utiliza una pala de Boyle-Davies aca-nalada para proteger el tubo de intubación orotra-queal y el resto de estructuras se protegen mediantela colocación de gasas húmedas.

Para eliminar el tejido amigdalar, se han utilizadoindistintamente dos técnicas similares y con igualresultado. Así, la amígdala se puede vaporizar capa acapa o bien cortar la parte que sobresale entre lospilares, siempre dejando un resto adherido al planomuscular, de modo que éste no quede expuesto. Enel segundo caso es importante practicar una ligeratracción de la amígdala e iniciar la incisión 1-2 mmmedialmente al arco palatogloso, a fin de no resecardemasiado tejido, con el riesgo de lesionar el múscu-lo que ello conlleva (figuras 1 y 2).

Dado que el objetivo primordial de esta técnica esevitar el dolor postquirúrgico, se debe ser extrema-damente cuidadoso en no lesionar la mucosa sanade paladar y pilares amigdalinos. En el mismo actoquirúrgico se practica una adenoidectomía por legra-do y la colocación de tubos de drenaje si es preciso.

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En el postoperatorio inmediato se recogen lascomplicaciones, valorándose las hemorragias posqui-rúrgicas y la fiebre superior a 37ºC.

2.4. CONTROLES POSTQUIRÚRGICOS

Los pacientes son controlados a los 7 días y a los 6 mesesde la cirugía, con el fin de valorar tanto el dolor postqui-rúrgico como la resolución de la clínica obstructiva.

En la primera visita postoperatoria se valora el dolorsegún la apreciación de los padres, mediante una escalasubjetiva de 4 grados (ausente, leve, moderado y severo).Asimismo, se recoge el número de días que el niño hapresentado dolor, el día de inicio de una dieta normal defácil deglución y el número de días que el niño ha preci-sado analgesia (ibuprofeno, 1 mg/Kg de peso/día en tresdosis) como variables indirectas del dolor postquirúrgico.

En el segundo control a los 6 meses se valora la resolu-ción de la clínica obstructiva, preguntando por la dificultadrespiratoria durante el sueño, las apneas y el ronquido.

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS

Se trata de 67 pacientes con hipertrofia adenoa-migdalar y clínica de SAOS infantil, que son interve-nidos mediante amigdalectomía subtotal láser-CO2.La edad media de los mismos es de 5 años y se evi-dencia una distribución entre sexos de 1 a 1.

3.1. CLÍNICA

El síntoma más frecuente es el ronquido en 66pacientes (98,5%), 48 hacen apneas nocturnas(71,6%) y 46 (68,6%) tienen dificultad respiratoria.Por otra parte, 31 pacientes (46,3%) presentanamigdalitis de repetición sin cumplir los criterios deamigdalectomía convencional.

En cuanto a la hipertrofia adenoidea, el 14%se graduó de leve, el 47% presentaban unahipertrofia moderada y el 39% severa. La hiper-trofia amigdalar según la escala de Brodsky no seconsideró en ningún caso grado I, el 40% pre-sentó un grado II, el 39% grado III y un 21%grado IV.

3.2. COMPLICACIONES POSTQUIRÚRGICAS

En ningún caso se produjo un sangrado amig-dalar y en dos ocasiones, en el postoperatorioinmediato (primeras 24 horas), se produjo unahemorragia debida a la adenoidectomía, en uncaso autolimitada y en otro precisó de revisiónquirúrgica.

La temperatura axilar superior a 37º la presentaron9 niños, lo que obligó en estos casos a postponer elalta hospitalaria hasta el día siguiente. El resto depacientes fueron dados de alta el mismo día a las 6-7 horas de la cirugía.

Figura 1>> Hipertrofia amigdalar grado III de Brodsky,imagen preoperatoria.

Figura 2>> Aspecto inmediato de las amígdalastras la amigdalectomía subtotal.

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3.3. DOLOR POSTQUIRÚRGICO

El dolor percibido por los padres, según una escalasubjetiva, resultó estar ausente en el 23% de loscasos, ser considerado como leve en el 56%, modera-do en el 15% y severo en sólo el 6%.

La duración del dolor en los días posteriores a laintervención osciló entre ningún día en el 26% de loscasos y 7 días o más en el 15%, con un promedio de2,6 días (figura 3).

La utilización de la pauta de analgesia desde lacirugía resultó de promedio 2,3 días. Variando entrela no utilización de la misma en el 16% de los casosy 6 días o más el 21% (figura 4).

La instauración de una dieta normal de fácil deglu-ción se estableció de promedio a los 2,9 días, oscilan-do entre 17% que la iniciaron el primer día y el 26%que lo hicieron al 7º día o más (figura 5).

3.4. RESOLUCIÓN DE LA CLÍNICA OBSTRUCTIVA

Mediante una visita clínica se valoró a los 6meses la resolución de la clínica obstructiva.

La dificultad respiratoria nocturna-apneasse resolvió completamente en el 90% de loscasos, en el 5% había mejorado sin desapa-recer del todo y en el 5% persistía igual.

En cuanto al ronquido, la familia lo considerabacompletamente resuelto en el 92% de los casos. Enel 8% restante había mejorado sustancialmente sindesaparecer del todo. También se valoraron las amig-dalitis de repetición, aunque no fuese el objetivo delpresente estudio. Así, el 83% de los pacientes queantes de la cirugía habían presentado episodiosrepetidos de amigdalitis agudas, después del trata-miento no volvieron a presentar ningún episodio enlos 6 meses siguientes y el 17% consideraban que, si

Figura 5>> Día de inicio de la dieta normalde fácil masticación.

1 2 3 4 5 6 >7

Instauración dieta (días)

40

35

30

25

20

15

10

5

0

%

Figura 4>> Tiempo de utilización de la pautade analgesia.

0 1 2 3 4 5 >6

Analgesia (días)

35

30

25

20

15

10

5

0

%

Figura 3>> Duración del dolor postquirúrgico.

30

25

20

15

10

5

00 1 2 3 4 5 6 >7

Dolor (días)

%

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bien habían seguido presentando episodios de amig-dalitis, éstos eran menos frecuentes y de menorintensidad.

44.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

La amigdalectomía ha sido y es uno de los actosquirúrgicos más habituales para cualquier otorri-nolaringólogo. En los años 50-60, la mayoría deintervenciones se realizaban por amigdalitis agu-das de repetición; en cambio, en la actualidad, laindicación más habitual está relacionada con laobstrucción de la vía respiratoria durante el sueñopor la hipertrofia amigdalar.7 En concreto, el 90%de las amigdalectomías se realizan hoy en día parasolventar un problema obstructivo.4 Por otra parte,es aceptado que el primer tratamiento en la mayo-ría de niños con SAOS es la adenoamigdalectomía.8

Ante estos hechos y sabiendo que la amigdalecto-mía es una intervención tras la que el pacienteinvariablemente experimenta un dolor postquirúrgi-co significativo, se están constantemente compa-rando técnicas en la literatura médica, con el obje-tivo de minimizar el dolor postoperatorio.1

Asimismo, otra motivación para la continua descrip-ción de nuevas técnicas es el sangrado postquirúrgico,complicación importante y preocupante.9 En un estu-dio reciente se han tasado en un 3,5% los pacientesque deben ser reintervenidos por una hemorragia sig-nificativa tras una amigdalectomía y en un 7,8% a lospacientes que han acudido a urgencias para evaluarun sangrado de cualquier volumen.10

Con la intención de subsanar estos dos puntos, elsangrado postquirúrgico y el dolor, se ha descrito loque se ha llamado la amigdalotomía con láser11,12,13 oreducción amigdalar con láser.4 Ésta pretende laresección parcial de la amígdala para así solucionar elproblema obstructivo, al igual que la amigdalectomíaconvencional, pero evitando la hemorragia y el dolor,por cuanto no lesiona la musculatura subyacente.

Con este objetivo se diseña el presente estudio, en elque se tratan niños afectos de SAOS e hipertrofia ade-noamigdalar mediante una amigdalectomía subtotalláser, término que nos parece más adecuado, dadoque orienta sobre la cantidad de tejido eliminado.

En este trabajo se pone en evidencia la seguridadde la técnica en cuanto al sangrado postquirúrgico,ya que en ningún caso se produjo dicha hemorragia.Tal y como otros trabajos previos han puesto de mani-fiesto, el sangrado intraoperatorio es menor respectoa la amigdalectomía por disección roma y las posibili-

dades de sangrado postquirúrgico son nulas.12,13 Estadisminución del riesgo de sangrado nos ha llevado apoder operar niños menores de 3 años, hasta elpunto de que en la actualidad no tenemos en cuen-ta una edad mínima aconsejada para practicar unaresección amigdalar subtotal láser CO2, siempre ycuando el paciente presente una clínica obstructivade suficiente entidad.

En cuanto al dolor postquirúrgico, en el presenteestudio se evidencia que es ausente o leve en casi el80% de los casos, y que dura de promedio 2,6 días,precisando analgesia durante una media de 2,3días. Este hecho también ha sido demostrado, entreotros, en los estudios de Hultzcrantz12 y Densert,13

en los cuales se compara la amigdalotomía láser y laamigdalectomía convencional, y se concluye que enel grupo al que se le practica una amigdalotomíaláser los pacientes presentan menos dolor, durantemenos tiempo y precisan un menor consumo deanalgésicos. Así, Hultzcrantz12 determina que losniños a los que se les practica una amigdalotomíatienen dolor durante 5±2 días, a diferencia de losque se les practica una amigdalectomía, que tienendolor durante 7±4 días. En nuestro caso, los niñostuvieron dolor durante 2,6 días, resultado más pró-ximo al de Remacle14 en su estudio de 66 pacientesadultos intervenidos mediante resección parcialamigdalar láser CO2 por amigdalitis crónica, en elque el dolor dura 3 días. Por otra parte, en el mismoestudio, Hultzcrantz12 determina que el grupo inter-venido de amigdalotomía inicia la dieta normal 3días antes que el grupo control y que, mientras lospacientes con amigdalotomía ganan peso despuésde la intervención, los amigdalectomizados lo pier-den, con una diferencia media de 800 gr. En suestudio, Linder11 permite iniciar dieta normal a tole-rancia desde el primer día tras la intervención.

De acuerdo con estos estudios y basándonos en laexperiencia acumulada después de 300 intervencio-nes practicadas hasta la fecha, creemos que elmenor dolor experimentado se debe a la preserva-ción de un resto de tejido amigdalar que protege lamusculatura faríngea de ser dañada por el láser.

El dolor en la técnica de amigdalectomíaconvencional es debido a que ésta expone ylesiona dicha musculatura, ricamente iner-vada por ramas de los pares craneales IX yX, y que éste se obvia con la amigdalotomía,ya que el tejido amigdalar no parece tenertantas terminaciones nerviosas como lamusculatura faríngea.

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Para conseguir este beneficio, se debe ser extrema-damente cuidadoso en este punto y siempre trabajaren el espesor de la amígdala sin lesionar estructurasadyacentes, especialmente si se decide cortar laamígdala, ya que en este caso es más fácil lesionar ellecho amigdalar.11 Estas ventajas hacen que la cirugíase pueda realizar sin ingreso, con el consiguientebeneficio económico que esto comporta.

Otra ventaja, por lo menos hipotética, pero contro-vertida, de esta técnica es la preservación de unaamígdala funcional, con el beneficio sobre el proce-so inmunológico en el niño que ello conlleva.15

La resolución de la clínica obstructiva, tanto elronquido como las apneas, ha sido valorada conun seguimiento mínimo de 6 meses, evidencián-dose que los síntomas desaparecían o mejorabansustancialmente en el 95-100% de los pacientes.Estos buenos resultados quirúrgicos son compar-tidos por otros estudios. Hultzcrantz12 evidenciaque no roncan el 90,5% de los pacientes des-pués de una amigdalotomía y que el resto (9,5%)roncan menos, resultados muy similares a losnuestros. Densert13 demuestra que la mejoríatanto respecto al ronquido como a las apneas esigual en ambos grupos y que perdura en el con-trol a los 2 años, sin producirse ninguna recidiva.Así, podemos afirmar que la reducción amigdalaro amigdalectomía subtotal es igual de eficaz quela amigdalectomía convencional para resolver elSAOS infantil al ampliar el espacio orofaríngeocon la misma eficacia.

Otros cambios beneficiosos relacionadoscon la resolución de la obstrucción a nivelorofaríngeo son la resolución de problemaslogopédicos que presentaban algunospacientes previos a la cirugía, el incrementopondoestatural tras el tratamiento, asícomo la resolución de los trastornos delcomportamiento propios del SAOS.

Como desventaja se podría esgrimir que la amíg-dala tratada es susceptible de crecer de nuevo; dehecho, en nuestro centro, y después de 4 años prac-ticando esta técnica, hemos detectado 3 casos en300 pacientes operados. Este mismo hecho ha sidocorroborado por otros estudios, siempre dentro delo infrecuente, con 1 caso tanto en el estudio deDensert13 como en el de Hultzcrantz.13 De todosmodos, debemos añadir que estos 3 casos fueronoperados al inicio de la práctica de esta técnica ennuestro centro, pudiéndose atribuir, por tanto, a

una “curva de aprendizaje”. Actualmente somosmás agresivos, resecando más tejido amigdalar, conlo que no se han vuelto a repetir hipertrofias rele-vantes y, en cualquier caso, se informa a la familiade esta posibilidad antes de la cirugía.

55.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

La amigdalectomía subtotal láser CO2 supone unatécnica novedosa que a nuestro parecer aporta cla-ras ventajas sobre la amigdalectomía convencionalen el tratamiento del SAOS infantil, dado que resuel-ve el cuadro obstructivo al igual que la amigdalecto-mía, pero con un mayor confort postoperatorio ycon menor riesgo de sangrado postquirúrgico.

66.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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149

10. Liu JH, Anderson KE, Willging JP et al.Posttonsillectomy hemorrhage: what is it and what shouldbe recorded? Arch Otol Head Neck Surg 2001; 127:1.271-5.11. Linder A, Markström A, Hultcrantz E. Using the carbondioxide laser for tonsillotomy in children. Int J PediatrOtorhinolaryngol 1999; 50: 31-36.12. Hultcrantz E, Linder A, Markström A. Tonsillectomy ortonsillotomy? - A randomized study comparingpostoperative pain and long-term effects. Int J PediatrOtorhinolaryngol 1999; 51: 171-76.

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III. TRATAMIENTO CON LÁSERDE NEOPLASIAS

DE CABEZA Y CUELLO

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11.. HHIISSTTOORRIIAA DDEELL TTNNMM

El sistema de clasificación TNM de tumores malignosfue desarrollado por Pierre Denoix (Francia) durante1943 y 1952.1 En 1950, la UICC (Unión InternacionalContra el Cáncer) formó el Comité de Nomenclaturade Tumores y Estadística, que adoptó como base de sutrabajo la clasificación clínica y la extensión local detumores malignos sugerida por la OMS.2

En 1953, este comité de la UICC se reunió con laComisión Internacional de Estadiaje del Cáncerpara confeccionar la clasificación anatómica deextensión de la enfermedad usando el sistemaTNM y extender una clasificación general para cán-ceres de otras regiones. En 1958 el comité publicólas primeras recomendaciones para la clasificacióndel estadio clínico de cáncer de pulmón y laringe,y para la presentación de resultados.3 En 1974 y1978 fueron publicadas la segunda y tercera edi-ción con nuevas clasificaciones respecto a las pre-vias, como la clasificación de tumores infantilesque se llevó a cabo en colaboración con SIOP(Société Internationale d’Oncologie Pédiatrique).La tercera edición fue revisada en 1982.

Durante años, algunos usuarios han introducidovariaciones en las reglas de clasificación en determi-nadas regiones. Para estandarizar las diferentesvariaciones, el Comité Nacional TNM unificó las pro-puestas y como resultado se publicó la cuarta ediciónde TNM.4 En 1993, se publicó un suplemento delTNM en el que se incluían propuestas para nuevasclasificaciones y amplificaciones para determinadascategorías, incluyendo ejemplos prácticos. La segun-da edición apareció en 2001.5

La actual edición contiene las reglas de clasifica-ción y estadiaje que corresponden a las que se reali-zaron en la sexta edición de AJCC (American JointCommittee against Cancer), Cancer Staging Manual(2002) y que fueron aprobadas por todos los comi-tés internacionales TNM.6

22.. RREEGGLLAASS GGEENNEERRAALLEESS DDEELL TTNNMM

Actualmente, para la clasificación y el estadiaje delos carcinomas escamosos de laringe se utiliza la cla-sificación TNM.

El objetivo de esta clasificación es ofrecer unlenguaje común para definir la extensión deun cáncer, lo cual permite establecer unaaproximación pronóstica, ayuda a planificar eltratamiento, facilita la evaluación de los resul-tados, favorece el intercambio de informaciónentre centros y contribuye a la investigación.

La clasificación TNM sigue, en la actualidad, lasmismas normas para la UICC y para la AJCC.

Las limitaciones de la clasificación TNM son elvolumen tumoral, que tiene aspectos muyambiguos y depende de la subjetividad delmédico. Además, tampoco tiene en cuenta elestado general del paciente.

Sin embargo, aun aceptando que el TNM no es unsistema de clasificación perfecto, es el mejor sistemadisponible y debe utilizarse sistemáticamente.7

11. TNM de laringe

S. Casellas, C. Molina,P. Huerta, S. Cardelús

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Para describir la extensión anatómica, la clasifica-ción TNM se basa en tres componentes:

T: Extensión del tumor primario.N: Ausencia o presencia de adenopatías regionales

metastásicas.M: Ausencia o presencia de metástasis a distancia.Esta clasificación sólo se aplica a carcinomas y

debe existir una confirmación histológica.La clasificación de los tumores se puede realizar en

diferentes momentos de la evolución clínica; asítenemos diferentes tipos de clasificación TNM.

- cTNM: Clasificación clínica del tumor que se rea-liza antes de cualquier tratamiento. Los datos seobtienen de la exploración clínica y de los estudiospor imagen. Implica un grado de inexactitud.

- pTNM: Clasificación patológica o postquirúrgica.Es la más objetiva y fiable, y en ella nos basamospara el pronóstico. Se basa en la clasificación clínica,suplementada o modificada por las evidencias obte-nidas de la cirugía y, sobre todo, del examen anato-mopatológico. El estado patológico del tumor prima-rio (pT) se determina mediante resección o biopsiasadecuadas para determinar el pT y el pN por el vacia-miento ganglionar de cuello.

- rTNM: Clasificación de la recidiva tumoral. Segúnsean clínicos o patológicos, se les asigna rTNM o rpTNM.

- RTNM: Se asigna a tumores residuales tras eltratamiento.

En caso de presentar dudas respecto a qué estadia-je TNM asignar al tumor, elegiremos siempre la cate-goría inferior. Si nos encontramos con la presenciade tumores simultáneos en un mismo órgano, utili-zaremos el tumor con el estadio más elevado y elnúmero de tumores se indicará entre paréntesis.8

33.. RREEGGIIOONNEESS AANNAATTÓÓMMIICCAASS DDEE LLAA LLAARRIINNGGEE

A efectos de clasificación, tratamiento y conductadel tumor, el carcinoma epidermoide de laringe seclasifica como glótico, supraglótico, infraglótico ytransglótico.

En las figuras 1 y 2 se pueden visualizar las diferen-tes regiones anatómicas de la laringe.

3.1. SUPRAGLOTIS

Se divide en diferentes regiones: epiglotis supra-hioidea (punta de epiglotis, cara lingual y cara larín-gea), epiglotis infrahioidea, repliegue aritenoepigló-tico, aritenoides y bandas ventriculares.

Figura 1>> Esqueleto laríngeo. Visión anterior. (1) epiglotis; (2) hioides; (3) membrana tirohioidea; (4) cartílago tiroi-des; (5) cartílago cricoides; (6) tráquea.Figura 2>> Esqueleto laríngeo. Visión posterior del corte coronal. (1) epiglotis; (2) hioides; (4) cartílago tiroideo; (5)cartílago cricoides; (6) tráquea; (7) pie de epiglotis; (8) banda ventricular; (9) ventrículo laríngeo; (10) cuerda vocal.

Figura 1 Figura 2

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153

3.2. GLOTIS

Se divide en cuerdas vocales, comisura anterior ycomisura posterior.

3.3. SUBGLOTIS

Límite caudal de la laringe.

44.. EESSTTAADDIIAAJJEE TTNNMM DDEE LLAARRIINNGGEE PPRROOPPUUEESSTTOOPPOORR LLAA UUIICCCC EENN 22000022 ((66aa EEDDIICCIIÓÓNN))66

4.1. T- TUMOR PRIMARIO

Tx: El tumor no puede ser evaluado.T0: No hay evidencia de tumor primario.Tis: Carcinoma in situ.

4.1.1. Supraglotis

T1: Tumor limitado a una región de la supraglotiscon buena movilidad de las cuerdas vocales.

T2: Tumor que invade la mucosa de más de una regiónde la supraglotis o la glotis, o una región fuera de lasupraglotis (p.ej. mucosa de la base de lengua, vallécula,pared medial de seno piriforme) sin fijación de la laringe.

T3: Tumor limitado a la laringe con fijación de cuerdavocal y/o invasión de cualquiera de las siguientes regio-nes: área retrocricoidea, tejido preepiglótico, espacioparaglótico y/o con mínima erosión del cartílago tiroides.

T4a: Tumor que invade cartílago tiroides y/o teji-dos extralaríngeos. Son ejemplos la tráquea, tejidosblandos del cuello incluyendo musculatura profunday extrínseca de la lengua (geniogloso, hiogloso, pala-togloso y estilogloso), musculatura prelaríngea, tiroi-des y/o esófago.

T4b: Tumor que invade el espacio prevertebral, lasestructuras mediastínicas o que engloba la arteriacarótida.

4.1.2. Glotis

T1: Tumor limitado a una o ambas cuerdas vocalescon movilidad conservada; puede afectar a la comi-sura anterior o posterior.

T1a: Tumor limitado a una cuerda vocal.T1b: Tumor que afecta a ambas cuerdas vocales.

T2: Tumor que se extiende a la supraglotis y/o sub-glotis y/o movilidad de cuerda/s disminuida.

T3: Tumor limitado a laringe con fijación de una oambas cuerdas vocales, y/o invasión del espacioparaglótico y/o mínima erosión del cartílago tiroides.

T4a: Tumor que invade cartílago tiroides o invadetejidos extralaríngeos, como tráquea, tejidos blandosdel cuello incluyendo musculatura profunda y extrín-seca de lengua (geniogloso, hiogloso, palatogloso yestilogloso), musculatura estriada, tiroides y esófago.

T4b: Tumor que invade el espacio prevertebral, lasestructuras mediastínicas o que engloba la arteriacarótida.

4.1.3. SUBGLOTIS

T1: Tumor limitado a subglotis.T2: Tumor que se extiende a una o ambas cuerdas

vocales con movilidad normal o disminuida.T3: Tumor limitado a laringe con fijación de una o

ambas cuerdas vocales.T4a: Tumor que invade el cartílago tiroides o cricoi-

des y/o invade el tejido extralaríngeo; p.ej. tráquea,tejidos blandos de cuello incluyendo músculos profun-dos o extrínsecos de la lengua (geniogloso, hiogloso,palatogloso y estilogloso), musculatura prelaríngea,tiroides y/o esófago.

T4b: Tumor que invade el espacio prevertebral, lasestructuras mediastínicas y que engloba la arteriacarótida.

4.2. N- METÁSTASIS GANGLIONARES LINFÁTICAS

Nx: No se puede establecer la existencia deadenopatías.

N0: No hay evidencia de adenopatías.N1: Metástasis en un solo ganglio homolateral de

3 cm o menos de diámetro.N2a: Metástasis en un solo ganglio ipsilateral mayor

de 3 cm y menor de 6 cm en su diámetro máximo.N2b: Múltiples adenopatías ipsilaterales menores

de 6 cm.N2c: Adenopatías bilaterales o contralaterales meno-

res de 6 cm.N3: Adenopatía mayor de 6 cm.

4.3. M- METÁSTASIS A DISTANCIA

Mx: No se puede establecer la existencia de metástasis.

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M0: No hay evidencia de metástasis.M1: Existencia de metástasis a distancia.

55.. MMOODDIIFFIICCAACCIIOONNEESS DDEELL TTNNMM AANNTTEERRIIOORR ((11999977))CCOONN RREESSPPEECCTTOO AALL TTNNMM AACCTTUUAALL ((22000022))66

La última clasificación TNM presentada en 1997 hasufrido algunos cambios que afectan a los tumores T3y T4. Podemos encontrar las siguientes diferencias:

5.1. SUPRAGLOTIS

T3: Tumor limitado a laringe con fijación de cuer-da vocal y/o invasión de cualquiera de las siguienteszonas: área retrocricoidea, tejido preepiglótico obase de lengua.

T4: Tumor que invade el cartílago tiroides y/o se extien-de a las partes blandas del cuello, tiroides y/o esófago.

5.2. GLOTIS

T3: Tumor limitado a laringe con fijación de cuer-da/s vocal/es.

T4: Tumor que invade cartílago tiroides y/o seextiende a tejidos extralaríngeos, como tráquea, teji-dos blandos del cuello, tiroides, faringe.

En la clasificación de 2002, también se consi-dera un T3 cuando hay infiltración del espa-cio paraglótico y una mínima erosión delcartílago tiroides, mientras que en la clasifi-cación anterior se considera un T4. Además,en la de 2002 se diferencia entre T4a y T4b.

5.3. SUBGLOTIS

T4: Tumor que invade el cartílago cricoides ytiroides y/o se extiende a tejidos extralaríngeoscomo tráquea, tejidos blandos del cuello, tiroides,esófago.

La única diferencia respecto a la clasificación de2002 es que no se divide el estadio T4 en T4a y T4b.

66.. EESSTTAADDIIOOSS DDEELL CCAARRCCIINNOOMMAA DDEE LLAARRIINNGGEE77

A pesar de que la clasificación más usada en cán-cer de laringe es la del TNM, también existe la clasi-

ficación por estadios. Cuanto mayor es el estadio,peor es el pronóstico.

Estadio 0 Tis N0 M0Estadio I T1 N0 M0Estadio I T2 N0 M0Estadio III T1, T2 N1 M0

T3 N0, N1 M0

Estadio IVA T1, T2, T3 N2 M0T4a N0, N1, N2 M0

Estadio IVB T4b Cualquier N M0Cualquier T N3 M0

Estadio IVC Cualquier T Cualquier N M1

77.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

1. Denoix PF. Bull Inst Nat Hyg (Paris) 1944; 1: 69. 1944; 2:82. 1950; 5: 81. 1952; 7: 743.2. World Health Organization Technical Report Series,number 53, July 1952, pp.47-48.3. International Union Against Cancer (UICC), Committeeon Clinical Stage Classification and Applied Statistics:Clinical stage classification and presentation of results,malignant tumours of the breast and larynx. Paris;1958.4. International Union Against cancer (UICC): TNMclassification of malignant tumors. 4th ed. Hermanek P,Sobin LH, eds. Berlin, Heidelberg, New York: SpringerVerlag; 1987. Revised 1992.5. International Union Against Cancer (UICC): TNMSupplement. A commentary on uniform use. 2nd ed.Wittekind Ch, Henson DE, Hutter RVP, Sobin LH eds. NewYork: Wiley; 2001.6. Greene FL, Page D, Morrow M, Balch C, Haller D, FritzA, Fleming A, eds. AJCC Cancer Staging Manual, 6th ed.New York: Springer; 2002.7. Quer M, Burgués J. Evaluación clínica y evolución delos tumores de la laringe. En: Suárez C, Gil-CarcedoLM, Marco J, Medina JE, Ortega P, Trinidad J. Tratadode Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello.1ª ed. Madrid: Proyectos médicos; 2000, pp 3.010-3.024.8. Onaniel V, Valcárcel F y De Múgica A. “Estadiaje delcáncer de laringe. Factores pronósticos”. En: Novo Ruiz,Juan J, Videgain Aristegui, J, Videgain Goyenechea, G yAguirregaviria, JI. (Coord.) Tratamiento conservador en elcarcinoma de laringe. Guipúzcoa, Servicio Editorial de laUniversidad del País Vasco. 2001, pp 55-64.

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155

11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

La cordectomía consiste en una resección de la cuer-da vocal que será mayor o menor dependiendo deltamaño de la lesión. Se puede realizar por vía externa(cordectomía clásica) o por vía transoral (cordectomíaláser o microcirugía laríngea). Habitualmente, la cor-dectomía clásica o convencional no prevé la extensiónde la lesión en la cuerda, sino que procede a su resec-ción completa.

La cordectomía láser consiste en la reseccióntransoral de lesiones de cuerda vocalmediante láser CO2 con la máxima preserva-ción de aquellas partes de la cuerda que noestán afectadas, por lo que se reduce de unamanera importante la morbilidad y se pre-serva mejor la función laríngea en compara-ción con la cirugía clásica.1

La cordectomía externa fue aplicada por vez pri-mera por Lynch en 1920. Posteriormente, Lillie y DeSanto, en 1973, y Kleinsasser, en 1974, obtuvieronexcelentes resultados con la cordectomía externa,pero no fue hasta principios de la década de 1970cuando Strong y Jako iniciaron el uso del láser carbó-nico para realizar cordectomías.2

Es de suma importancia realizar una buena expo-sición de las cuerdas vocales, de manera que ten-gamos una buena visualización de la lesión quevamos a extirpar.3 La cordectomía láser es una téc-nica a demanda, por tanto, según la extensión dela lesión, la resección puede diferir, por lo que enla misma cuerda pueden realizarse distintos tipos

de cordectomías. Esto tendrá repercusión directasobre la voz: a medida que la resección es mayor,habrá más disfonía.

22.. RREECCUUEERRDDOO AANNAATTÓÓMMIICCOO

En la cavidad laríngea hay un estrechamiento cen-tral que es la región glótica. Por encima, se localizael ventrículo de Morgagni y las bandas ventriculares;ambos forman parte de la supraglotis. Por debajo dela región glótica están la subglotis y la tráquea.4 Laregión glótica está formada por dos repliegues, lascuerdas vocales. El espacio comprendido entre elborde libre de las cuerdas vocales se denomina glo-tis. Las cuerdas vocales se insertan por delante en elángulo entrante del cartílago tiroides y, por detrás,en la apófisis vocal de los aritenoides. Se dirigenhorizontalmente de delante atrás y atrás afuera.Convergen hacia delante en la comisura anterior y seseparan por detrás en la comisura posterior.5

Las cuerdas vocales tienen gradiente de elastici-dad, según el cual la cuerda vocal es más elástica enla zona del borde libre (zona medial) y se va hacien-do más densa hacia la parte lateral de la cuerda,hasta llegar al músculo tiroaritenoideo.6

Desde el punto de vista histológico, las cuerdasvocales están constituidas por mucosa y músculo y, asu vez, la mucosa está formada por el epitelio y lalámina propia. En total, podemos distinguir cincocapas histológicas:7

• Epitelio de la mucosa. Es de tipo escamoso. Finacubierta cuya función es mantener la forma de lacuerda vocal.

12. Clasificación delas cordectomías láser

P. Huerta, S. Cardelús,C. Molina, S. Casellas,

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• La capa superficial de la mucosa. Consta dematriz y fibras muy laxas. Es el espacio de Reinke.Puede ser comparada con la consistencia de lagelatina. Esta es la capa que vibra durante lafonación.

• La capa intermedia de la lámina propia de lamucosa. Consta de fibras elásticas.

• La capa profunda de la lámina propia de lamucosa. Consiste, principalmente, en fibras de colá-geno que están dispuestas paralelamente al bordelibre de la cuerda.

• El músculo vocal. Constituye el cuerpo de lacuerda vocal. Sus fibras también son paralelas alborde libre.

Las capas intermedia y profunda de la lámina pro-pia constituyen lo que se conoce como ligamentovocal, que, a su vez, se considera la parte más cra-neal del conus elasticus. El músculo vocal, que seextiende desde la comisura anterior hasta el cartíla-go aritenoides, termina en la llamada apófisis vocalde este cartílago.

La cuerda vocal tiene dos porciones: mioelástica ycartilaginosa. La primera es la cuerda vocal propia-mente dicha y constituye los dos tercios anteriores,mientras que el tercio posterior está representadopor la vertiente interna del cartílago aritenoides,tapizado por la mucosa. El espacio que hay entreambas cuerdas por detrás se denomina comisuraposterior.

33.. TTIIPPOOSS DDEE CCLLAASSIIFFIICCAACCIIOONNEESS

Existen distintas clasificaciones previas presentadaspor diferentes autores, todas basadas en la extensiónde la resección.

a) En 1995, Thumfart y colaboradores8 se basan enla siguiente clasificación:

• Tipo I: Mucosa de la cuerda vocal, para lostumores in situ.

• Tipo II: Cordectomía dejando el tercio anteriorintacto, para los tumores in situ.

• Tipo III: Cordectomía ampliada incluyendo lacomisura anterior hasta llegar al cartílago y a laregión subglótica, con inclusión de la membrana cri-cotiroidea, para los tumores T1b.

• Tipo IV: Extirpación completa de la laringe,todas las estructuras endolaríngeas hasta llegar a loscartílagos tiroides, cricoides y aritenoides para lostumores T2.

b) En 1997, Remacle y colaboradores9 propusieron:• Tipo I: Decorticación llegando sólo hasta el

ligamento tiroaritenoideo.• Tipo II: Extirpación de la cuerda vocal desde la

apófisis vocal hasta la comisura anterior, incluyendoel músculo tiroaritenoideo, que puede evitar laresección completa de aquel, sobre todo en suparte posterior.

• Tipo III: Resección completa que llega hasta elcartílago tiroides. Puede ser de dos tipos: sin inclu-sión de la comisura y con inclusión de la misma.

c) Con la intención de unificar las diferentes clasifi-caciones, muchas de ellas incompletas o imprecisas, laSociedad Europea Laringológica (SEL) ha propuestouna clasificación de cordectomías endoscópicas.2

Proponen una clasificación según la extensión de lalesión. Prefieren mantener la palabra cordectomíapara las resecciones parciales, porque es el términomás usado en la literatura quirúrgica. La clasificacióncomprende cinco tipos de cordectomías (figura 1).

Figura 1>> Tipos de cordectomía láser.

I

II

III

IV

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157

TIPO I: CORDECTOMÍA SUBEPITELIAL

La cordectomía subepitelial consiste en la exéresisdel epitelio de la cuerda vocal, pasando a través dela lámina superficial de la lámina propia. Este proce-dimiento separa la lámina profunda del ligamentovocal. La cordectomía subepitelial está reservada alesiones de cuerda vocal sospechosas de transforma-ción maligna. Como el epitelio se afecta en distintosgrados de severidad, normalmente se reseca com-pletamente. Así se evita dejar una zona displásica oáreas carcinomatosas. En casos especiales en los quelas modificaciones epiteliales queden restringidas asegmentos de la cuerda vocal, el epitelio normal dela cuerda puede preservarse.

TIPO II: CORDECTOMÍA SUBLIGAMENTAL

Se trata de la resección del epitelio, del espacio deReinke y del ligamento vocal. El músculo vocal debeser preservado en la medida de lo posible. Puederesecarse desde el proceso vocal hasta la comisuraanterior. Está indicada en los casos en los que sedemuestre anatomopatológicamente la existencia decarcinoma microinvasor o in situ severo con posiblemicroinvasión, y/o cuando el examen estroboscópicomuestre signos de infiltración profunda, como laausencia de vibración.

TIPO III: CORDECTOMÍA TRANSMUSCULAR

La resección incluye el epitelio, ligamento vocal yparte del músculo vocal. La resección puede exten-derse desde el proceso vocal hasta la comisura ante-rior. La cordectomía transmuscular está indicadapara casos de cáncer superficial pequeño con cuerdavocal móvil.

Para exponer la totalidad de la cuerda vocal, aveces es necesaria una resección parcial de la bandaventricular. Esta resección, junto con la vestibulecto-mía, es decir, la apertura del ventrículo de Morgagni,fue descrita por Swarc y Kashima.10

TIPO IV: CORDECTOMÍA TOTAL O COMPLETA

Consiste en la extirpación de toda la cuerdavocal, incluyendo ligamento vocal y el músculovocal en su totalidad hasta el pericondrio. La cor-dectomía completa se extiende desde el proceso

vocal hasta comisura anterior. Es importante des-insertar la unión del ligamento vocal con el cartí-lago tiroides. La cordectomía completa está indi-cada para casos de T1a y T2 en los que el cáncerinfiltra el músculo vocal. La extensión de la neo-plasia no puede comprender la comisura anterior.En ella la distancia entre mucosa y cartílago es deunos de 2-3 mm. Como no hay pericondrio inter-no que resista la invasión tumoral del cartílagotiroides, el tendón de Broyle podría actuar comobarrera para la invasión.

TIPO V: CORDECTOMÍA AMPLIADA

Tipo Va. Cordectomía ampliada, incluyendo lacuerda vocal contralateral: La resección incluye lacomisura anterior y, dependiendo de la extensión deltumor, una parte o toda la cuerda vocal contralate-ral. La resección debe realizarse a lo largo del cartíla-go hasta la comisura anterior. Para conseguirlo, laincisión se inicia sobre la inserción de las cuerdasvocales, en la base de la inserción de la epiglotis. Sies necesario, la incisión llegará hasta la subglotis.Para conseguir una buena exposición de la cuerdavocal contralateral, a veces será necesario la resec-ción del ventrículo contralateral.

Está recomendada en casos de cáncer superficialque alcance comisura anterior, pero sin infiltrarla ysin invasión a la base de la epiglotis o subglotis.

Tipo Vb. Cordectomía ampliada incluyendoaritenoides: Este subtipo de cordectomía está indi-cado para aquellos casos en los que el margen pos-terior de la neoformación alcanza aritenoides y/oapófisis vocal. El cartílago aritenoides puede ser rese-cado total o parcialmente intentando preservar lamucosa posterior del aritenoides.

Tipo Vc. Cordectomía ampliada incluyendobanda ventricular: La cordectomía total puedeincluir la banda ventricular. Está indicado para lostumores glóticos que progresan cranealmente,pasando por el ventrículo laríngeo y se extiendenhasta las bandas ventriculares. Esta resecciónincluye la banda ventricular y el ventrículo deMorgagni.

Tipo Vd. Cordectomía ampliada incluyendo lasubglotis: Si es necesario, la resección puede ser 1cm debajo de la glotis, con exposición del cartílagocricoides.

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44.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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Suárez C. Manual del Residente de ORL y Patología Cérvico-Facial. 1ª ed. Madrid: IM&C; 2002. P. 161-176.6. Yanagisawa E, D’Agostino MA. The larinx. En: Lee KJ.Essential otolaryngology. 7a ed. United States: McGraw-Hill;1998. P. 791-858.7. Núñez F. Fisiología de la fonación. Mecánica básica. En:Núñez F. Curso de evaluación y diagnóstico de las alteracionesde la voz. Software de medicina. 2001.8. Thumfart WF, Eckel HE, Sprinzl GM. Clasification ofendolaryngeal laser partial laryngectomies. En: Rudert HWerner. Lasers in Otorhinolarymgology, and in head andneck surgery. Adv Otorhinolaryngol. Basilea. Karger. 1995;49: 212-214.9. Remacle M, Lawson G, Jamrt J, Minert M, Watelet JB, DelosM. CO2 laser in the diagnosis and treatment of early cancer ofthe vocal fold. Eur Arch Otorhinolaryngol 1997; 254: 169-76.10. Swarc BJ, Kashima HK. Endoscopic management of acombined laryngocele. Ann Otol Rhinol Laryngol 1997; 106:556-59.

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159

11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Ante todo paciente con sospecha clínica de neo-plasia de faringe y/o laringe, la historia clínica debeser la piedra angular en la que se base nuestro diag-nóstico de sospecha. Una entrevista clínica detalladasobre los síntomas guía de afectación del tractoaerodigestivo superior -centrándonos, obviamente,en el área estudiada- nos puede informar de entradasobre la posible topografía de las lesiones.

Deberemos preguntar siempre sobre todos aquellosfactores de riesgo (tabla 1) que clásicamente se hanasociado al cáncer de laringe: tabaco (paquetes/año),el hábito enólico (gr/día), la malnutrición (los déficitsde vitamina A y del complejo B, que podrían tener unpapel en la carcinogénesis, aparte de constituir por símismos un factor de confusión al estar íntimamenterelacionados al enolismo crónico). La inmunosupre-sión, tanto farmacológica (agentes inmunosupreso-res) como infecciosa (síndrome de la inmunodeficien-

cia humana o simplemente la seropositividad al VIH),se ha asociado al cáncer de hipofaringe. Otros facto-res de riesgo más difícilmente objetivables serían laexposición ambiental u ocupacional a tóxicos comoasbesto, petróleo, metales pesados, plásticos, pro-ductos químicos e industria textil, entre otros.

Por último, también la existencia de antecedentesfamiliares de primer orden con neoplasia de larin-ge. Todo ello debe hacernos sospechar sobre elposible origen neoplásico de su clínica, puesto queen estos pacientes no se hallan los factores de ries-go clásicos para carcinoma de faringo-laringe yestas características actúan como marcadores deriesgo de enfermedad neoplásica debido al fuertecondicionamiento genético.

Para el otorrinolaringólogo, debe primar ellema de que cualquier masa cervical o tumo-ración en faringe o laringe es maligna hastaque se demuestre lo contrario.

Para un buen diagnóstico topográfico de sospe-cha, los signos y síntomas de patología tumoral enfaringe y laringe adquieren una especial relevancia.Así, encontraremos que una disfonía persistente demás de dos semanas de evolución en un sujeto confactores de riesgo compatibles y una edad compren-dida entre los 50-70 años deberá hacernos sospe-char en neoformación laríngea hasta que no sedemuestre lo contrario y, más concretamente, enuna neoplasia de plano glótico en estadio precoz. Enestadios tumorales localmente avanzados en estaárea, la disfonía podría aparecer como signo de pre-sentación o formando parte de una constelación de

13. Documentación del pacienteoncológico. Base de datos

e iconografíaF. Ballesteros, Ll.M. Moragas, J.M. Guilemany, E. Prades

TABLA 1>> Factores de riesgo para tumoresde laringe y faringe.

Tabaco Hábito enólico Malnutrición Inmunosupresión TóxicosAntecedentes familiares de tumores malignos

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signos y síntomas del área primariamente afectada.Es importante saber que una infiltración mínima dela mucosa cordal, del músculo vocal o de los aritenoi-des es suficiente para producir disfonía.1,2

En aquellos tumores originados en el área supragló-tica, subglótica, hipofaringe e incluso la orofaringe, lasensación de cuerpo extraño nos debe incitar a la bús-queda de patología neoplásica la siguiente sintomato-logía: parestesias faríngeas, tos irritativa persistente,disfagia con o sin odinofagia, otalgia refleja por infil-tración del IX par craneal, disnea, pérdida de peso, dis-fonía de más de dos semanas de evolución y la exis-tencia de una masa o un nódulo laterocervical duro,no doloroso y fijado a planos profundos.

La existencia de adenopatías laterocervicales unila-terales o bilaterales, con o sin clínica asociada, conlas características antes citadas, pese a no constituirper se un criterio definitivo de enfermedad neoplási-ca, debe dirigir nuestras sospechas hacia patologíade hipofaringe, orofaringe o la supraglotis por seráreas especialmente linfófilas.2

22.. EEXXÁÁMMEENNEESS YY PPRROOCCEEDDIIMMIIEENNTTOOSS PPAARRAALLAA EEVVAALLUUAACCIIÓÓNN DDEE PPAACCIIEENNTTEESS CCOONN SSOOSSPPEECCHHAADDEE CCÁÁNNCCEERR DDEE FFAARRIINNGGEE YY//OO LLAARRIINNGGEE

La exploración física y la visualización directa oindirecta de lesiones macroscópicas en estos pacien-tes puede llegar a darnos un diagnóstico casi defini-tivo sobre su proceso.

La palpación cervical no debe obviarsenunca ante todo paciente con sospecha deneoplasia faringo-laríngea, dado que la pal-pación de adenopatías cervicales clínica-mente patológicas puede ser el primer sín-toma de consulta.

Posee, sin embargo, un valor limitado para elestadiaje ganglionar preliminar por ser una técnicagrosera y poco fiable en muchos casos.

El examen clásico mediante laringoscopia indi-recta, en manos entrenadas, y si el paciente y suanatomía lo permiten, puede ser de gran utilidad yaún hoy puede constituir la exploración preliminarideal de la laringe. No obstante, es recomendableiniciar siempre la exploración mediante orofarin-goscopia, ya que puede mostrarnos lesiones direc-tamente por ser ésta su localización primaria(amígdala, pared posterior de faringe, base de len-gua e incluso cara lingual de la epiglotis) o estar

afectada por contigüidad en tumores localmenteavanzados de la endolaringe que ascienden ensentido craneal.

El examen endoscópico de la faringo-laringemediante el hipofaringoscopio de 70º o 90º, o elendoscopio flexible resulta una prueba exploratoriade gran utilidad (figuras 1 y 2). Su uso depende más

Figura 1>> Imagen laringoscópica con una neoformacióndel plano glótico.

Figura 2>> Carcinoma de seno piriforme derechopor hipofaringoscopia.

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de la disponibilidad en los centros hospitalarios.Permite visualizar más cómodamente y con mayorseguridad la anatomía laríngea y su función, ade-más de ser una exploración relativamente bien tole-rada por el paciente. La endoscopia laríngea nospermite disponer de mayor tiempo exploratorio, porlo que facilita la delimitación de las lesiones y ofre-ce la posibilidad de establecer, de entrada, el esta-dio tumoral (T) exploratorio, además de aumentar elrendimiento diagnóstico de la biopsia al posibilitaruna visualización optimizada de las lesiones sospe-chosas de malignidad.

La realización de un dibujo y de una descripción lomás acertados posible de la lesión facilita el plantea-miento terapéutico.

En pacientes con sospecha de tumor malig-no y en pacientes ya operados, sea por lavía que sea, o tratados mediante radio oquimioterapia, la exploración obligatoriaque se debe realizar en la faringe es la pal-pación de la base de la lengua.

Los tumores allí localizados pueden presentar uncrecimiento submucoso solamente detectable a lapalpación. También la palpación digital de las amíg-dalas puede tener su utilidad.

Las pruebas de imagen se hacen necesarias paradefinir con más precisión el estadio tumoral de laslesiones. Gracias a la disponibilidad casi universalde la Tomografía Computerizada (TC), ésta se haerigido como la prueba de imagen de elecciónpara el estadiaje tumoral y ganglionar exploratorio.Idealmente debe realizarse en apnea, en fonacióny realizando la maniobra de Valsalva, hecho queproducirá el despegamiento de los senos pirifor-mes, colapsados en condiciones normales. La apli-cación endovenosa de contraste, siempre que elpaciente no sea alérgico a contrastes iodados,aumenta el rendimiento de dicha prueba al delimi-tar mejor las lesiones y su anatomía circundante,puesto que presenta apetencia por las áreas cervi-cales más prefundidas, como suele ser el caso de lapropia neoplasia y de los grandes vasos cervicales.Otro valor añadido de la TC con contraste es sucapacidad para identificar las adenopatías cervica-les en contacto o no con los grandes vasos, hechoque permitirá, posteriormente, plantear de formamás objetiva el manejo quirúrgico de las adenopa-tías cervicales metastásicas (figura 3). Para tumorespequeños o de crecimiento superficial, la informa-ción que aporta una TC es insuficiente.

Aun así, la ecografía cervical tipo B tienemayor capacidad de discriminación que laTC para determinar si una adenopatía seencuentra o no adherida a grandes vasos.Además, puede asociarse a una Punción-Aspiración con Aguja Fina (PAAF).

La ecografía cervical también tiene su utilidadcomo primer paso en el estudio de adenopatíassospechosas de metástasis cervical de un prima-rio de origen desconocido. También en estoscasos la PAAF controlada reduce la tasa de falsosnegativos.

Las tomas de biopsia ganglionares en cuellonunca deben realizarse de manera aislada oparcial (biopsia en cuña de adenopatía),sino siempre asociadas a un estudio de gan-glio centinela o afectado, seguido de unvaciamiento cervical en el mismo acto qui-rúrgico si fuera positivo para tumor malig-no. Las biopsias de adenopatías de maneraaislada o parcial en cuña suponen la dise-minación de células tumorales en el lechoquirúrgico, equivalente a una linfangiosiscarcinomatosa, que se asocia con un pro-nóstico infausto.

Figura 3>> TAC de tumoración glótica de cuerda vocalizquierda.

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Este tipo de biopsia sigue realizándose sobre todoen los casos de adenopatías de primarios de origendesconocido. Por sus consecuencias para el paciente,se podrían considerar, como mínimo, una negligen-cia en el contexto de la mala praxis.

En la aproximación diagnóstica en pacien-tes con adenopatía cervical sospechosa lasecuencia lógica es su confirmación (TC,RNM, PAAF) y la búsqueda de un primarioen las áreas en las que estadísticamentese presentan con mayor frecuencia. De ahíla necesidad de derivar a estos pacientesa una exploración exhaustiva de la víaaerodigestiva superior y no de diseminarcélulas tumorales a través de una biopsiaabierta.

El papel de la Resonancia Nuclear Magnética(RNM) queda todavía por definir, pero parece queposee mayor utilidad en aquellos tumores quepresentan gran reacción de partes blandas intratu-morales o extratumorales, así como la delimita-ción anatómica de las estructuras laríngeas yfaríngeas como espacios preepiglóticos, base delengua, amígdala lingual y palatina, espacio para-glótico y parafaríngeo, hipofaringe y musculaturaintrínseca y extrínseca de la laringe. De igualforma que la TC, la RNM va a permitir la posibili-dad de utilizar contraste endovenoso con mayorespecificidad para diferenciar el tejido tumoral delsano. Pese a su elevado coste y a su uso no siste-mático, en un futuro próximo la RNM podría con-vertirse en la prueba de elección para las neopla-sias faringo-laríngeas.3

La radiología convencional cervical puede utilizarseen su proyección lateral para una correcta visualiza-ción de la luz aérea en casos de neoplasias de planoglótico o supraglótico localmente avanzadas, y en elsupuesto de no disponer de otro tipo de estudioradiológico suplementario como alguno de los men-cionados. La radiografía de tórax postero-lateraldeberá realizarse siempre en todos los pacientes porel riesgo de segundas neoplasias a nivel pulmonar,hecho estadísticamente no despreciable, además depara descartar patología apical tuberculosa y enfise-ma pulmonar. En el caso de hallar alguna imagenpulmonar sospechosa, deberá indicarse una TC torá-cica para su despistaje.

Dada la baja frecuencia de enfermedad metastási-ca a distancia, actualmente no existe una indicaciónde un estudio de extensión adicional de rutina.

Por último, la única prueba que nos va a permitirllegar al diagnóstico definitivo de carcinoma farín-geo y/o laríngeo será la biopsia del tejido neofor-mado. Interesa realizarla de forma precoz, ideal-mente bajo anestesia local en aquellas lesionesaccesibles y grandes, y bajo anestesia general enaquellas que afectan al plano glótico o a la hipofa-ringe, donde el riesgo de producir efectos colatera-les es importante por la localización o por su malaaccesibilidad. También en los tumores pequeños seprograma una anestesia general para practicar unabiopsia-exéresis en un solo paso. En estos pacientesvale la pena realizar la biopsia-exéresis con un estu-dio peroperatorio mediante laringoscopia directa yampliar márgenes en caso de que sea necesario.Con ello ahorramos una segunda anestesia generalal paciente y, además, logramos la curación en elmismo momento.

En centros de tercer nivel, podría estar indicadala realización de una PET (tomografía por emisiónde positrones) asociada idealmente a la TAC (PET-TC), exploración que cuenta con una sensibilidad yespecificidad, dentro de un contexto neoplásicoconocido (citología positiva por PAAF) nada des-preciable, para el diagnóstico de búsqueda de reci-divas o tumores primarios, y también en el caso deadenopatías cervicales metastásicas tanto prima-rias como recidivadas (figura 4). Presenta grancapacidad para discernir entre tejido neoplásico ycambios tisulares postradioterapia, hecho de capi-tal importancia en aquellos pacientes sobre los quese ha de realizar una cirugía de rescate por fallo enel tratamiento radioterápico.4,5 Aun así, puedenexistir falsos positivos, al no poder diferenciar bienentre tejido tumoral e inflamatorio.

A pesar de realizar un correcto estadiaje explorato-rio de las lesiones (TNM según la UICC y la AJC), elmanejo postquirúrgico de la patología y el valorpronóstico dependerán siempre del pTpNM (o TNMpostquirúrgico).

Una vez realizado el correcto estudio prequirúr-gico del paciente oncológico, se hace necesariorealizar un planteamiento multidisciplinario preli-minar de la neoplasia. Gracias al TNM, que se con-figura por la exploración y las pruebas de imagenantes citadas, podremos plantear las alternativasidóneas en cada caso. Dichas alternativas debenser expuestas dentro de un comité oncológico for-mado por un cirujano con experiencia oncológicade cabeza y cuello (otorrinolaringólogo), un oncó-logo y un radioterapeuta. Las variables que debencondicionar la mejor opción terapéutica, aparte del

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TNM exploratorio, serán el estado general delpaciente y el estado psíquico, puesto que seránecesario tratar de igual forma la deshabituacióntabáquica y enólica según cada caso.

Es labor del propio comité informar adecuada-mente al paciente sobre el tipo de estrategia tera-péutica que se ha indicado. En el caso de que seopte por la opción quirúrgica mediante láser CO2transoral y en función de la exploración física y laspruebas complementarias realizadas previamente,deberá firmarse un consentimiento informadopara la posible realización de técnica abierta si eltumor no fuera resecable por esta técnica. Enpacientes con neoformaciones no accesibles a labiopsia prequirúrgica y que han sido tributarios debiopsia-exéresis, confirmando la adecuación del

procedimiento quirúrgico, será necesario adjuntartambién los consentimientos oportunos.

La firma con D.N.I adjunto del consentimien-to informado es un prerrequisito médico-legal que debe estar presente dentro de lahistoria de todos los pacientes. Debe ser fir-mado y autorizado como mínimo 24 horasantes de la intervención.

Sólo si se ha realizado cirugía exerética de laneoplasia primaria y/o sobre las cadenas ganglio-nares, conoceremos el pTpNM o, lo que es lomismo, conoceremos el verdadero estadiaje tumo-ral sobre el cual deberán basarse los tratamientosadyuvantes.

Figura 4>> Secuencia de cortes coronales de un paciente con recidiva de un cáncer de laringe con adenopatíaslaterocervicales izquierdas, metástasis en el pulmón derecho y en el arco posterior de una costilla derecha(foto cedida por gentileza de CETIR. Unidad PET, Esplugues de Llobregat, Barcelona).

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33.. BBAASSEESS DDEE DDAATTOOSS YY SSEEGGUUIIMMIIEENNTTOO

El manejo del paciente oncológico debe tener encuenta que una vez diagnosticado de su neoplasiaserá necesario realizar controles periódicos de supatología. En términos oncológicos, el paciente seconsidera curado a los cinco años del diagnóstico desu neoplasia. Además, debe saber que pueden sernecesarias otras intervenciones quirúrgicas u otrostratamientos complementarios hasta conseguir sucuración. Para ello, se hace necesaria una correctarelación médico-paciente y una implicación deambos en su proceso de seguimiento. En función deltipo de lesión, del pTpNM y del tipo de cirugía, losintervalos entre las visitas podrán variarse.

3.1. PROTOCOLO DEL SERVICIO DE ORL DEL HOSPITALCLÍNICO DE BARCELONA

A todos los pacientes intervenidos mediante cirugíaláser CO2 transoral se les realiza el seguimiento en laconsulta de ORL-láser (ORLA), que corresponde alcódigo de consultas externas utilizado para remitirlosuna vez dados de alta. Al paciente se le cita aproxi-madamente a las cuatro semanas de la intervención.La cirugía láser produce una exudación de fibrina enel lecho tumoral, debido a la quemadura física pro-ducida por la cirugía. Ello dificulta el reconocimientode las estructuras y, por ello, el primer control pos-tquirúrgico no se realiza antes de cuatro semanas,para evitar falsas alarmas.

Salvo que el cirujano recomiende otra pauta devisitas (por ejemplo, cuando exista un cierto riesgode estenosis u otro tipo de condicionantes), el segui-miento posterior suele ser cada 2-3 meses aproxima-damente. Para un correcto control, se deberá realizaruna anamnesis sobre los factores de riesgo que lehan llevado a su situación, examen físico en el que seincluya una palpación cervical y faríngea, un examenfibroendoscópico y pruebas de imagen ante cual-quier duda de recidiva tumoral extendida más allá delo que pueda visualizarse. Se hace necesario para talfin el seguimiento si procediera mediante la TAC cer-vical ante toda sospecha clínica de recidiva.

En el caso de los tumores de seno piriforme(hipofaringe), dada su poca expresividad clínica enestadios precoces, puede ser de utilidad la realiza-ción periódica de RNM para la detección precozde una recidiva.

El uso de la PET-CT puede estar también indicadoal darnos información precisa sobre la localización

de la recidiva, además de tener gran capacidadpara discernir entre los cambios postquirúrgicos yposradioterápicos (en el caso de que se haya prac-ticado cirugía de rescate) del área y el tejido neo-plásico. Todo ello aplicable a aquellos casos en losque existan dudas en la exploración fibroendoscó-pica rutinaria o dificultad para interpretar la TACdiagnóstica, pero la indicación depende de su ase-quibilidad. También es útil para detectar precoz-mente adenopatías metastásicas.4

El paciente con neoplasia faringo-laríngea tiene unriesgo no despreciable de hacer segundas neopla-sias, tanto sincrónicas como metacrónicas, por loque se deberán seguir practicando estudios de ima-gen sobre las zonas de mayor tropismo metastásico.

En tumores pequeños (T1-T2) bastará con unalaringoscopia o hipofaringoscopia para constatar laevolución del paciente. En tumores grandes seaconseja la realización de una nueva microcirugíalaríngea de control a las 3-4 semanas, para practicarbiopsias sobre áreas sospechosas y realizar los vacia-mientos ganglionares pendientes, cuando el proto-colo lo indique.

Así pues, los comités oncológicos deben sermáquinas perfectamente engranadas para ponerseen funcionamiento cuando aparecen sospechas derecurrencias tumorales. Para ello, es necesario tenerbien historiado al paciente y disponer de una base dedatos actualizada. Su configuración puede ser varia-ble, pero en ella nunca pueden faltar los datos defiliación básicos, números de teléfono de contacto,hábitos tóxicos previos y actuales, localización y esta-diaje (pTpNM), existencia o no de enfermedadmetastásica ganglionar o a distancia, tratamientosprimarios y tratamientos adyuvantes, número decirugías realizadas sobre el paciente, etc.

La operatibilidad de los comités oncológicos seconcreta en una rápida actuación en el caso de apa-rición de lesiones y/o clínica sospechosa dentro delos controles oportunos. Ante cualquier duda, sedeberá biopsiar al paciente mediante anestesia localo anestesia general, planteando de nuevo unabiopsia-exéresis si procediera, o programar una PAAFde adenopatías sospechosas. Pese a ser una cirugíaque basa su éxito en la capacidad para preservar lafunción de órgano, para determinado tipo de locali-zaciones se hacen necesarios controles funcionalesperiódicos si la clínica lo justifica.

En aquellas lesiones resecadas en áreas tributariasde clínica disfágica (comisura posterior, muro inter-no, epiglotis y resto de supraglotis, comisura anterior,seno piriforme), puede estar indicado realizar estudios

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radiológicos con contraste o dinámicos-funcionalespara contrastar la clínica, si la hubiere, dentro delseguimiento oncológico. En el caso de constatarse,se deberán plantear las opciones tanto intervencio-nistas como rehabilitadoras oportunas.

Actualmente, para optimizar el seguimientooncológico, es importante disponer de unabase iconográfica individualizada de cadapaciente, que comprenda los periodos deantes y después de la intervención para,además de detectar recidivas, justificar lasalteraciones funcionales con las anatómicasen cada caso.

En aquellas neoplasias de plano glótico, el controlvideoestroboscópico asociado de la función fonato-ria puede ser de gran ayuda para el seguimientopostquirúrgico, ya que detecta alteraciones funcio-nales de las cuerdas vocales reversibles o no con tra-tamiento quirúrgico y/o foniátrico o logopédico.

La Foniatría y la Logopedia aplicadas al pacienteoncológico confieren a la Otorrinolaringología actualun grado de excelencia asistencial poco corrientedentro de la patología neoplásica en general, ya que

en determinados casos puede aumentar el rendi-miento funcional de aquellas laringes intervenidas,conseguir una mejor adaptación social del sujeto yuna mayor implicación del mismo en su proceso decuración.

44.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

En las últimas décadas, ha tenido lugar una evolu-ción impresionante en el tratamiento de los tumoresmalignos de la vía aerodigestiva superior. Así, laradioterapia, con y sin quimioterapia, y la cirugíahan permitido la introducción de nuevas modalida-des terapéuticas. A pesar de todo, los resultados dela cirugía radical con sacrificio de laringe y de farin-golaringe no han cubierto las expectativas de loscirujanos de cabeza y cuello. Por ello, no es de extra-ñar que el interés se haya dirigido hacia alternativasterapéuticas que permitieran preservar al pacientede una cirugía mutilante manteniendo las expectati-vas de vida.

A pesar de los avances alcanzados en la rehabilita-ción protésica tras la laringectomía, el traqueostomadefinitivo, consecuencia de la separación de la víadigestiva de la aérea, significa para el paciente unestigma que dificulta la reinserción social y, habitual-mente, imposibilita la continuidad de su trabajo. Estodestaca la importancia de faringe y laringe paragarantizar la respiración, la deglución y el habla, ypermite vislumbrar fácilmente cuál sería la situaciónpersonal, familiar, laboral y social sin laringe. De ahíque la preservación de la vida con órgano constituyauno de los mayores retos para el cirujano de cabezay cuello.

Todavía hoy se llevan a cabo demasiadaslaringectomías y faringolaringectomías1 enpacientes que podrían haber sido candida-tos a un tratamiento con preservación deórgano.

Entre las opciones de una estrategia de preserva-ción de órgano, contamos con la cirugía parcial con-vencional por abordaje transcervical o la microcirugíaláser por vía transoral, así como nuevos protocolosque combinan la radioterapia con la quimioterapia.Constituye la función del médico hallar qué opciónes la más adecuada para cada paciente.

Jako y Strong introdujeron a principios de la déca-da de 1970 el láser carbónico adaptado al microsco-pio quirúrgico para resecar, por primera vez, tumoreslimitados a la cuerda vocal.

A lo largo de los últimos 25 años hemos resecado(W. S.) más de 3.500 tumores primarios y recidivas (T1-T4) de la vía aerodigestiva superior mediante microciru-gía láser por vía transoral con intención curativa y palia-tiva. Los resultados obtenidos y publicados2,3,4,5 hasta lafecha y los expuestos en esta ponencia justifican nues-tra preferencia por este procedimiento quirúrgico.

En este capítulo, se expondrá el concepto terapéutico,los principios oncológicos y quirúrgicos, los prerrequisi-tos, los límites del método y sus ventajas e inconvenien-tes en comparación con el tratamiento estándar.

22.. CCOONNCCEEPPTTOO TTEERRAAPPÉÉUUTTIICCOO

Todo tumor para el cual la resección parcialcon preservación de órgano parezca posiblees tratado primariamente con microcirugíaláser por vía transoral y bajo control visualdel microscopio quirúrgico.

Cuando, bien por la localización o la extensióntumoral, bien por la afectación cervical, se precisa

14. Definiciones y conceptos de la microcirugíaláser para la resección de tumores

malignos de la vía aerodigestiva superiorW. Steiner, M. Bernal, P. Ambrosch

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un tratamiento quirúrgico del cuello, realizamosun vaciamiento selectivo de las regiones con pro-bable afectación (véase capítulo 18). Así, en uncarcinoma de laringe se tratarían los niveles II yIII. Este tipo de vaciamiento se lleva a cabo demanera rutinaria en los N0 hasta los N2, mayor-mente en diferido. Se intenta preservar estructu-ras no linfáticas, como la vena yugular, el múscu-lo esternocleidomastoideo y el nervio espinal. Laradioterapia adyuvante, que puede iniciarse tanpronto como a las dos o tres semanas de la ciru-gía sobre el tumor primario, se indica para laafectación avanzada del cuello, es decir pN2 ypN3, así como en los ganglios con ruptura cap-sular o en la linfangiosis carcinomatosa, y puedeasociarse a quimioterapia.

2.1. PRINCIPIOS ONCOLÓGICOS Y QUIRÚRGICOS

Para la microcirugía mínimamente invasiva sonvigentes los mismos principios quirúrgicos y oncoló-gicos que para la cirugía convencional abierta: inde-pendientemente de la intención de preservar cuantomás órgano o su integridad, con la función, la resec-ción del tumor ha de ser oncológicamente radical. Ellema podría rezar:

“Reducción de la radicalidad quirúrgica sinpérdida de la radicalidad oncológica”.

Comparando con la cirugía abierta, el abordajetransoral intenta llegar a la meta por una vía comple-tamente diferente. La diferencia fundamental deambas radica en la distinta filosofía de la resección yextirpación tumoral: el abordaje transoral (endoscó-pico) y el empleo combinado de microscopio quirúr-gico con el láser carbónico.

La decisión acerca de la extensión de la reseccióntumoral no se basa exclusivamente en los hallazgospreoperatorios, sino en la exploración intraoperato-ria, por lo que la resección es un tratamiento adap-tado a la extensión tumoral y, por ello, individuali-zado a medida.

La meta de la resección transoral con elláser es la excisión oncológica radicaldel tumor orientada por el resultado delas biopsias intraoperatorias y el controlde la extensión tumoral mediante elmicroscopio quirúrgico o las ópticas delaringe.

Contrariamente a la cirugía convencional radical,salvo en algunos tumores incipientes, no se busca laexéresis del tumor en monobloque y con ampliosmárgenes, sino todo lo contrario: la incisión delibe-rada a través del tumor para identificar la profundi-dad de la infiltración e ir adaptando la resección a laextensión real, en el sentido de una cirugía a la medi-da (figura 1). La exposición microscópica del tumor yel corte con el láser a través del mismo son las clavesde la preservación de órgano de la microcirugía lásertransoral en los tumores grandes.6

El corte transtumoral nos proporciona unavisión tridimensional y permite reconocer lainfiltración submucosa; son condiciones dela resección oncológica radical.

En las situaciones dudosas se remiten ampliacionesde los márgenes para su estudio intraoperatorio, demanera que se cumple el principio de minimizar lamorbilidad quirúrgica sin comprometer los principiosoncológicos de una resección radical. La renuncia ala resección en monobloque y a la reconstrucción delos defectos mediante colgajos ha cuestionado losprincipios oncológicos válidos durante las décadasanteriores, no sin suscitar una polémica, que se man-tiene incluso dos décadas después de la introducciónde esta técnica.

El avance de la técnica de resección ha pasadopor un proceso de aprendizaje, en el que se vio quela resección en monobloque de tumores grandespodía sustituirse por la técnica de fragmentación,aplicada inicialmente en el debulking de tumorescon intención paliativa. Así se ganaba en control,manejabilidad del tumor y visión de campo. A lolargo del tiempo se ha visto que también podíanoperarse de esta manera tumores más extensos yde mayor volumen.

Los resultados a largo plazo no han podidoconstatar un aumento de metástasis regionales oa distancia que pudieran atribuirse a la técnica decorte a través del tumor. Werner7 pudo demostraren estudios experimentales que el corte con láseren la laringe sellaba los linfáticos y los manteníaasí durante unos 10 días, algo que ya había sos-pechado el pionero en la materia, Geza Jako, deBoston.

La conclusión es que el corte con el láser car-bónico a través del tumor es esencial y estápermitido; la emigración de células tumora-les no tiene lugar.

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2.2. CONDICIONES Y LÍMITES DEL ABORDAJEMICROQUIRÚRGICO TRANSORAL

Para garantizar el éxito de la cirugía transoral, especial-mente cuando la intención es curativa en los tumoresavanzados, es importante cumplir unos prerrequisitos(tabla 1). El primero es el de la selección apropiada delpaciente. La probabilidad de preservación de estructurasimportantes desde el punto de vista funcional debe serelevada. Las secuelas funcionales, como la aspiraciónpersistente, limitan este procedimiento, incluso paramanos expertas, al igual que lo limita la extensión tumo-ral a partes blandas del cuello.

La endoscopia preoperatoria en la consulta nospuede proporcionar una idea de la extensión tumo-ral en superficie y esta información acerca de la infil-tración en profundidad se puede completar con lasimágenes de una TAC. El diagnóstico por la imagenes, sin duda, de gran ayuda, pero presenta bastantesfalsos positivos y falsos negativos.

En la cirugía de laringe se permite la resección de unaritenoides. En el manejo del cáncer de hipofaringe sepuede extirpar la mitad de la laringe y se han de pre-servar al menos unos 2 cm de circunferencia de la

Figura 1>> Esquema de resección de lesión de cuerda vocal. Obsérvese que el primer corte con el láser divide lalesión y llega hasta la musculatura, permitiendo reconocer la infiltración en profundidad.Es ahora cuando se realizan los demás cortes (flechas rojas) para rodear y extraer el tumor.

TABLA 1>> Prerrequisitos de una preservaciónde órgano exitosa mediante el láser.

Selección del pacienteMultimorbilidad preoperatoriaEdadAlta probabilidad de preservación de estructurasfuncionalmente importantes

Experiencia del cirujanoExposición adecuada de los órganos afectados por el tumorComplianza con el paciente: comprensión de cara a posiblesampliaciones de márgenes, controles de seguimiento regulares,renuncia a hábitos tóxicos

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mucosa hipofaríngea y la mitad de la mucosa esofági-ca superior para evitar aspiraciones o una estenosis.

Entre otros condicionantes para una resecciónoncológicamente segura con preservación de la fun-ción, están la experiencia del cirujano en el manejode esta técnica y la buena exposición del tumor,esencial para facilitar la identificación de un margende tejido sano. El estudio cuidadoso de los márgenespor parte de Anatomía Patológica son la base de laverificación de una resección limpia. En comparacióncon la cirugía convencional, la microcirugía con láser,sobre todo de los tumores grandes, habitualmentelleva a cabo más estudios de márgenes quirúrgicos.

Finalmente, debe existir una complianza por partedel paciente en abandonar hábitos tóxicos y en coo-perar en el seguimiento.

Las claves de una buena exposición ya se dilucidanen el capítulo siguiente.

2.3. TÉCNICA QUIRÚRGICA Y VERIFICACIÓNHISTOLÓGICA DE LA RESECCIÓN COMPLETA

En carcinomas limitados al tercio medio de la cuer-da o del borde libre de la epiglotis, la resección en unsolo bloque suele ser factible (véase la figura 2 delcapítulo 35). Para facilitar la labor del anatomopató-logo, hay que orientar correctamente la pieza e iden-tificar los bordes (figura 2). También conviene indicarcuáles son los bordes que no precisan estudio. Conla intención de evitar confusiones en el estudio de laspiezas resecadas, coleccionamos todas aquellas pro-cedentes de la reducción de la masa tumoral en unsolo bote, para remitir a estudio intraoperatorio úni-camente los márgenes que nos interesan (véase tam-bién capítulo 16) y que serán estudiados mediantecortes seriados. Para el marcaje de los bordes cuyoestudio interesa, empleamos tinta china y fijamos latinta en ácido acético al 4% durante un minuto.

Resulta interesante que con las técnicas convencio-nales muchas de las lesiones pequeñas de cuerdavocal (Tis, carcinoma microinvasor) habían sido extir-padas al completo en el momento de la biopsia diag-nóstica, tal y como se comprobaba después en lacirugía abierta, y que, por tanto, esa biopsia ya habíasido curativa. Este hallazgo ayudó a sentar las basesde la biopsia-exéresis de la cirugía endoscópica.

Nuestra filosofía terapéutica consiste enunificar en la primera intervención, realiza-da bajo anestesia general, el procedimientodiagnóstico y el procedimiento terapéutico.

En primer lugar, se procede a realizar una panen-doscopia (que consiste básicamente en una faringos-copia con hipofaringoscopia y esofagoscopia) paradescartar un segundo primario de las vías aerodiges-tivas superiores. La intervención es curativa de entra-da cuando el tumor nos parece resecable por suextensión con posibilidad de la preservación de órga-no. Gracias al abordaje transoral, el esqueleto larín-geo, constituido por cartílago y musculatura, puedemantenerse íntegramente. Los vasos y los nervios sepreservan mayoritariamente, por lo que la sensibili-dad de la mucosa de faringe y laringe no se ve alte-rada, lo que es decisivo para el mantenimiento o larecuperación de la deglución postoperatoria.

La visualización del campo quirúrgico y los aumen-tos del microscopio quirúrgico facilitan la identifica-ción de la extensión tumoral y de las áreas circun-dantes. La diferenciación entre tejido sano y tejidotumoral se ve facilitada gracias a las propiedades decorte específicas del láser CO2: corte libre de sangra-do o con sangrado escaso, y una carbonización esca-sa permiten la excisión segura y con preservaciónmáxima de tejido sano.

En pacientes no tratados previamente, elcontacto del láser con tejido tumoral produ-ce mayor carbonización, un corte más lento,la formación de fibrillas que se disuelven yla aparición de grumos (figura 3).

Figura 2>> Pieza tumoral extraída, fijada y orientadasobre un cartón. Se ha marcado con tinta chinael margen libre de tumor que interesa estudiarmediante cortes seriados.

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La escasa desnaturalización del tejido en la zonadel disparo del láser no suele dificultar el estudiointraoperatorio y la evaluación histopatológica. Esdecisivo mantener una distancia adecuada entre eltumor y el margen de tejido sano, que, según lalocalización tumoral, varía entre los 2 mm y los 10mm. Por ejemplo, en la cuerda vocal el margen serámás estrecho, mientras que en seno piriforme puedeser mayor. La decisión del margen viene determina-da también por la situación del tumor. Si se encuen-tra en el espacio paraglótico, el margen lo constitu-ye el cartílago tiroideo, si empleamos el pericondriointerno no infiltrado como límite externo del tumor.

2.4. VENTAJAS DE LA MICROCIRUGÍA LÁSER EN COM-PARACIÓN CON TRATAMIENTOS ESTÁNDAR

La tabla 2 muestra la lista de ventajas ofrecidas porla microcirugía láser.

Pasamos, a continuación, a detallar algunas de lasventajas enumeradas.

Los lechos quirúrgicos en faringe y laringe se abandonana la cicatrización espontánea, incluso lechos de grandesextensiones. Este proceso de reepitelización nos es familiardel lecho amigdalar. Es fascinante observar los resultados dela cicatrización espontánea. Las ventajas son que los tumo-res residuales no son enterrados por colgajos de reconstruc-ción y no se han observados fístulas faringocutáneas.

La radioterapia puede iniciarse ya a las dos o tressemanas. La herida abierta que supone el lecho tumoralpresenta una vascularización óptima, con lo que cumplecon unas condiciones ideales para la radioterapia.

Todas las opciones terapéuticas siguen abiertas. Sila exposición tumoral es difícil, se puede realizar unabordaje combinado aplicando el láser por vía exter-na a la laringe. La microcirugía láser puede repetirseen cualquier momento para el tratamiento de tumo-res residuales, recidivados o de segundos primarios.No existe una toxicidad ligada al uso del láser.

Figura 3>> Situación intraoperatoria de microcirugía del espacio paraglótico. Se observa un grumoblanquecino correspondiente a tumor.

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2.5. DESVENTAJAS, LÍMITES Y CONTRAINDICACIONESDE LA MICROCIRUGÍA TRANSORAL LÁSER CON PRE-SERVACIÓN DE ÓRGANO (TABLA 3)

Es raro no poder resecar el tumor por vía transo-ral. Cuando la exposición es muy difícil, puedeoptarse por realizar un abordaje externo para, acontinuación, completar la exéresis microscópicacon láser por ese abordaje, siempre y cuandopueda preservarse la laringe parcialmente paramantener la funcionalidad.

Al igual que en la cirugía parcial convencional,puede que sean necesarias varias intervenciones derepesca del tumor residual o recidivado, incluso unalaringectomía total. La ventaja de la microcirugíaláser es que, al no alterar la anatomía, la técnica esrepetible por la misma vía transoral.

La cicatrización del lecho quirúrgico es más largacuanto mayor sea su superficie. Esto va asociado a lasensación de quemazón o de odinofagia cuandoafecta regiones anatómicas involucradas con ladeglución. La reepitelización del lecho no tiene encuenta la situación oncológica del lecho. Si quedan

nidos con células tumorales, la nueva mucosa puedecrecer igualmente y llegar a cubrirlos (figura 4). Estopuede dificultar reconocer la persistencia tumoral enel seguimiento.

Las alteraciones funcionales persistentes, ya cono-cidas por la cirugía parcial externa, pueden implicaraspiración, imposibilidad de la deglución, disnea(por ejemplo por estenosis), la necesidad de portarsonda nasogástrica, una gastrostomía percutánea o,incluso, una traqueotomía. La necesidad de unalaringectomía total por razones funcionales es muypoco frecuente.

Finalmente, el seguimiento también ha de ser másestrecho que después de una laringectomía total.

33.. CCOONNSSEENNTTIIMMIIEENNTTOO IINNFFOORRMMAADDOO DDEELL PPAACCIIEENNTTEE

El paciente ha de ser informado acerca de lasdiferentes opciones terapéuticas, con sus ventajas ydesventajas, los riesgos y las complicaciones, lasprobabilidades de desarrollar recidivas y las desupervivencia.8

TABLA 2>> Ventajas de la microcirugía transoral con láser carbónico.

Evita la resección superflua de tejido sanoPreserva estructuras importantes que facilitan la deglución (nervios sensibles, musculatura)Morbilidad perioperatoria y postoperatoria bajas (tasas de complicación bajas)Mortalidad perioperatoria muy bajaNo precisa cirugía reconstructivaEs repetibleEvita incisiones externas mayores (menos dolor)Evita traqueotomíasEvita laringectomías totalesMenor pérdida de sangre, no hay necesidad de transfusiónEstancia hospitalaria acortadaReducción de costes del tratamiento

Posibilidad de cambiar a una cirugía abierta, tanto en primera como en segunda instanciaPosibilidad de integración en otros modelos de concepto terapéutico (RDT, QT)Posibilidad de inicio precoz (a las 2-3 semanas) de radioterapia adyuvanteMenos estrés (cirujano y paciente y familiares)Buena rehabilitación de la degluciónBuena rehabilitación de la vozRápida reinserción familiar, social y laboralFácil seguimiento endoscópico (salvo seno piriforme)Situación psicológica positiva (paciente) por la preservación de órgano

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Las directrices oncológicas interdisciplina-rias de la Sociedad Alemana de ORL ya con-sideran la microcirugía transoral con láserCO2 como una posible opción terapéuticaalternativa también para los tumores avan-zados de la vía aerodigestiva superior.

A pesar de ello, pocos servicios de ORL empleanen tumores T3 y T4 de faringe y laringe estaopción como método de preservación de órgano.Suponemos que con la adquisición de una mayorexperiencia se producirá un cambio en esta direc-ción. De esta manera, se podrían salvar laringes demuchos pacientes. En nuestra opinión, se ha de daral paciente la oportunidad de una preservación deórgano cuando así lo expresa explícitamente y cuan-do está dispuesto a asumir posibles desventajas oriesgos. Solamente un paciente bien informado ycooperador es un buen candidato para la resecciónde un tumor extenso con la finalidad de la preserva-ción de órgano. Si al final de los esfuerzos terapéuti-cos sí se hubiera de realizar la laringectomía hastaentonces denegada, la aceptación por parte delpaciente es mayor, sabiendo que se ha intentadotodo para preservarla.

TABLA 3>> Desventajas, límites y contraindicaciones de la microcirugía transoral láser.

Desventajas y límitesDificultad en la exposición

Factores dependientes del paciente: cuello corto, arcada dentaria superior intacta, mandíbula estrecha, trismusFactores dependientes del tumor: localización (base de la lengua, comisura posterior, seno piriforme)

Afectación de comisura anteriorNecesidad de más de una intervención en los tumores avanzadosDificultad del estudio de los márgenes de APPosibilidad de reepitelización completa sobre nidos de células tumorales

ContraindicacionesFalta de experiencia Resección incompleta (por exposición, por extensión tumoral)Cuando la resección implique graves alteraciones funcionales (aspiraciones severas) Crecimiento transcartilaginoso masivo del tumor laríngeoExtensión tumoral hacia partes blandas del cuello

Figura 4>> Corte histológico de tinción con hematoxilina-eosina procedente de paciente intervenido de un carci-noma tres meses antes. Se observa un epitelio normaldebajo del cual se reconocen islotes (I) de carcinomaepidermoide.

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44.. RREESSUULLTTAADDOOSS

No vamos a profundizar en los mismos, dado quelos diferentes capítulos de la Ponencia los abordandetalladamente. De manera resumida, podemosconcluir que para los tumores precoces de laringe lamicrocirugía transoral con láser carbónico es lamejor opción terapéutica: cirugía corta, hospitaliza-ción corta (incluso como cirugía mayor ambulato-ria), escasa morbilidad, no traqueotomía y, porende, menos estrés para paciente y cirujano. Losresultados oncológicos son comparables a las técni-cas de abordaje externo convencional. El tratamien-to láser es superior a la radioterapia, que para lostumores precoces de laringe constituyen un trata-miento en exceso (overtreatment), por cuantomuchos de ellos se extirpan en el momento de labiopsia diagnóstica. Si bien los resultados funciona-les pueden ser similares, las ventajas de la microci-rugía láser son mayores. Mayor tasa de controllocal, menor incidencia de laringectomías totales derepesca y menor morbilidad.

La función glótica después de las diferentesmodalidades de tratamiento es concluyente: encomparación con la cirugía externa, la voz des-pués de la microcirugía láser es superior. Enpacientes seleccionados con carcinomas peque-ños, la voz es igual o mejor que en aquellos querecibieron radioterapia de un tumor en estadiosimilar. En tumores T1 y T2 con infiltración másprofunda, la mejor voz después de radioterapiano contrarresta la mayor tasa de recidivas y laposible mayor necesidad de repesca con unalaringectomía total. Además, observamos unatasa de muertes dependientes del TNM más altaen pacientes irradiados primariamente que en losque han pasado por cirugía.

El estudio de la literatura indica que los costestotales de la radioterapia y de la cirugía convencio-nal son significativamente superiores a los ocasio-nados por la microcirugía láser. Estos cálculosincluyen la rápida incorporación laboral de lospacientes operados con láser.

55.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

Aparte del control local del tumor y de la super-vivencia, la calidad de vida, que implica respirar,deglutir y hablar sin traqueostoma, es un aspecto

que cada vez se está considerando más. Como ciru-janos hemos de tener en cuenta este hecho e inten-tar prolongar la vida del paciente con su correspon-diente calidad.

En la actualidad, los resultados favorables, publica-dos y expuestos en esta Ponencia, muestran sola-mente una tendencia positiva hacia la supervivenciacon preservación de órgano, pero que nos afianza enel uso del láser para preservar órgano y función.

Para estudiar la validez de las diferentes moda-lidades terapéuticas, se precisan estudios pros-pectivos, multicéntricos, aleatorios con cohortesgrandes (y cirujanos láser expertos) que evalúenla función, así como los beneficios económicos,para demostrar la superioridad del láser sobre laradioterapia.

66.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

La exposición del tumor constituye la piezaclave de la resección transoral de tumoresbenignos y malignos de la vía aerodigestivasuperior.

La buena exposición se consigue gracias a la cons-telación de una serie de factores, básicamente técni-cos y anatómicos. Es la buena exposición la que per-mite la identificación del tumor y de los márgenes detejido sano. De la exposición depende que la exére-sis que se ha iniciado por vía transoral pueda acabar-se por esta vía, sin necesidad de cambiar a un abor-daje externo, si bien éste también puede llegar aformar parte de la estrategia de exposición.Sorprende, por tanto, que a la vista de la importan-cia de la exposición no existan datos en las publica-ciones que hagan referencia a ella.

El presente capítulo tiene como objetivo exponerlas diferentes técnicas de exposición, las ayudas ser-vibles y el estudio de las tasas de buena e insuficien-te exposición en nuestra casuística en función de lalocalización tumoral.

22.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOO

En el Servicio de ORL del Hospital Clínic (tabla 1) sehan intervenido por patología tumoral maligna 459pacientes de la vía aerodigestiva superior por víatransoral mediante microcirugía láser; de ellos, 435pacientes exclusivamente con intención curativa,desde febrero de 1998 hasta diciembre de 2003.

La exposición dificultosa se define como la existen-cia de problemas a la hora de exponer bien la lesióno de llegar con comodidad a ella. Los cirujanos regis-traron en la hoja quirúrgica si la exposición erabuena, fácil o dificultosa.

Para estudiar la influencia del factor edad en lafacilidad o dificultad de la exposición, se ha divi-dido el grupo en dos: mayores de 65 años ymenores de 65 años, y se han comparadomediante el t-test de Student. Con ello se persi-gue agrupar factores anatómicos más depen-dientes de la edad, como la rigidez del cuellosecundaria a la artrosis o la calcificación delesqueleto laríngeo.

También se estudió la variable radioterapiapreoperatoria y su influencia en la exposición, asícomo la relación entre la calidad de la exposicióny la consecución de los márgenes de reseccióntumoral.

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS

La tabla 1 muestra los números absolutos y en por-centaje de casos con exposición difícil y con exposi-ción buena. Aquellos casos que se tuvieron quepasar a cirugía por abordaje externo no quedanregistrados en nuestra base de datos.

La tabla 2 resume las características de la expo-sición en función del pT y para localización tumo-ral. Cabe destacar que para los tumores glóticos,que incluyen los Tis, T1a y T1b, estos últimos nohan tenido más dificultades en la exposición quelos T1a.

15. La exposición, clave de la reseccióntumoral; técnicas y trucos

M. Bernal, I. Vilaseca,J.L. Blanch, H. Sudhoff

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TABLA 1>> Exposición general de la casuísticadel Servicio de ORL del Hospital Clínic.

Tipo de exposición Frecuencia absoluta (n) Porcentaje

Dificultosa 71 15,5

Buena 388 84,5

Total 459 100

TABLA 2>> Contingencia pT *localización tumoral *tipo de exposición.

Tabla de contingencia EXPOSIC *PT

PTLOCALEEXP

T1 T2 T3 T4 Tis T1a T1b Total

Supraglotis EXPOSIC Dificultosa Recuento 1 5 7 4 17% de PT 4,2% 11,9% 11,7% 28,6% 12,1%

Buena Recuento 23 37 53 10 123% de PT 95,8% 88,1% 88,3% 71,4% 87,9%

Total Recuento 24 42 60 14 140% de PT 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Glotis EXPOSIC Dificultosa Recuento 10 5 2 12 1 30% de PT 29,4% 33,3% 8,7% 11,0% 3,8% 14,5%

Buena Recuento 24 10 21 97 25 177% de PT 70,6% 66,7% 91,3% 89,0% 96,2% 85,5%

Total Recuento 34 15 23 109 26 207% de PT 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Subglotis EXPOSIC Dificultosa Recuento 1 1% de PT 100,0% 50,0%

Buena Recuento 1 1% de PT 100,0% 50,0%

Total Recuento 1 1 2% de PT 100,0% 100,0% 100,0%

Seno piriforme EXPOSIC Dificultosa Recuento 2 2 4% de PT 10,0% 13,3% 10,3%

Buena Recuento 3 18 13 1 35% de PT 100,0% 90,0% 86,7% 100,0% 89,7%

Total Recuento 3 20 15 1 39% de PT 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Comisura EXPOSIC Dificultosa Recuento 12 17 19% de PT 25,5% 31,8% 26,8%

Buena Recuento 35 15 2 35% de PT 74,5% 68,2% 100,0% 89,7%

Total Recuento 47 22 2 71% de PT 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Los tumores góticos T1 se encuentran desglosados en Tis, Ta y T1b.

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La comparación de los casos con difícil exposiciónen los dos grupos de edad ha arrojado los siguientesresultados:

La media de edad en los pacientes con expo-sición dificultosa ha sido de 62,93+/-12,28,por 63,20+/-10,46 en el grupo con buenaexposición y no se han hallado diferenciassignificativas (p = 0,843).

La tabla 3 muestra la relación entre la exposi-ción y la radioterapia previa. Esta tabla es intere-sante, porque muestra que el 63,6% de lospacientes que han recibido radioterapia previatienen una exposición dificultosa, comparadocon el 14,3% en los que no (p = 0,000, test deFisher).

Es decir, que el tratamiento transoral des-pués de la radioterapia dificulta la cirugíadesde el punto de vista de la exposición.

La tabla 4 muestra la relación entre la satisfaccióndel cirujano con la resección tumoral.

El grado de satisfacción del cirujano se rela-ciona mucho con la exposición (p = 0,000):hasta el 33,2% de las exposiciones dificulto-sas no dejan al cirujano del todo convenci-do, comparado con el 7,2% en las exposicio-nes buenas.

La tabla 5 aparea la insatisfacción de la reseccióncon los resultados del estudio histopatológico delos márgenes: el test del Chi cuadrado de Pearson(p = 0,083) muestra una tendencia, pero que no essignificativa.

TABLA 3>> De contingencia: radioterapiaprevia y calidad de exposición.

Exposición Radioterapia previa TotalNO SÍ

Dificultosa 64 (14,3%) 7 (63,6%) 71 (15,5%)

Buena 384 (85,7%) 4 (36,4%) 388 (84,5%)

Total 448 (100%) 11 (100%) 459 (100%)

TABLA 4>> Relación entre la satisfaccióndel cirujano con la resección tumoral y laexposición de la lesión.

Exposición Resección tumoral TotalSatisfactoria Dudosa o no

satisfactoria

Dificultosa 47 (66,2%) 24 (33,8%) 71 (100%)

Buena 360 (92,8%) 28 (7,2%) 388 (100%)

Total 407 (88,7%) 52 (11,3%) 459 (100%)

TABLA 5>> Relación entre la calidad de la exposición de la lesión y los resultados del estudio de losmárgenes de Anatomía Patológica.

Exposición Márgenes definitivos de Anatomía Patológica TotalLibres Dudosos, insuficientes o positivos

Dificultosa 43 (60,6%) 28 (39,4%) 71 (100%)

Buena 275 (70,9%) 113 (29,1%) 388 (100%)

Total 318 (69,3%) 141 (30,7%) 459 (100%)

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Cuando se analizan las posibilidades derecaída local en función de la exposición, seobtienen unas cifras del 29,6% de recidivasen los casos de exposición mala y del 21,6%cuando la exposición había sido buena. Elcálculo del Chi cuadrado que comparaambos grupos no muestra diferencias signi-ficativas entre ambos (p = 0,144).

44.. TTÉÉCCNNIICCAASS DDEE EEXXPPOOSSIICCIIÓÓNN YYTTRRUUCCOOSS PPAARRAA MMEEJJOORRAARRLLAA

La exposición depende directamente de dos tiposde factores, los invariables y los variables. Los prime-ros son básicamente anatómicos: el cuello, la arcadadentaria superior y la mandíbula y, salvo que sepueda realizar la extracción de dientes en mal esta-do, previniendo posibles problemas en una ulteriorradioterapia, si la zona quedara englobada en el tra-tamiento radioterápico, se trata de factores inaltera-bles. Constituyen un escollo especialmente el cuellocorto y una arcada estrecha de la mandíbula, dadoque dificultan la introducción y la colocación de loslaringoscopios. La dificultad en la intubación (véasecapítulo 5) puede dar una idea aproximada de lo quenos espera a la hora de situar el laringoscopio.

Los segundos son factores variables y, por tanto,mejor manejables con unos buenos recursos técnicos:la reducción de la masa tumoral para acceder al tejidosano, la traqueotomía para evitar tener el tubo deanestesia en el campo laríngeo. La tabla 6 enumerauna serie de ayudas que pueden facilitar la exposicióntumoral y que pasaremos a dilucidar a continuación.

4.1. LARINGOSCOPIOS BIVALVAS DE STEINERO DE WEERDA

Son absolutamente imprescindibles. Permiten ladistensión de la faringe y son especialmente útiles enla cirugía de los tumores de supraglotis y de senopiriforme. Su amplia luz facilita el manejo de frag-mentos más grandes de tumor, de la epiglotis, y laintroducción de pinzas de mayor tamaño, como lade aplicación de clips vasculares. Ocasionalmente, suapertura lateral se ve invadida por la lengua, situa-ción que podemos paliar forrando el laringoscopiocon un guante (figura 1).

El laringoscopio de Feyh-Kastenbauer tiene susventajas en la cirugía de orofaringe, dado que permi-te lateralizar las mejillas.

El laringoscopio de Kantor-Bercy tiene un canalanterior en el que se introduce una óptica de 25° ala que se fija la cámara. Con ello, la imagen en elmonitor para el espectador no depende de la buenao mala colocación y del enfoque del cirujano. El usode las ópticas es siempre recomendable en tumorescuya extensión no es evidente antes de iniciar la ciru-gía, especialmente en los de extensión subglótica.Con ellas podemos colocarnos por debajo del nivelglótico para evaluar la extensión tumoral.

TABLA 6>> Instrumental y técnicas de mejorade la exposición tumoral.

Laringoscopios: bivalvas; triangulares; de Kantor-Bercy;extralargos y pediátricos

Presión externa (third hand technique)

Sistema de Estéfano

Palpación instrumental y proyección del tumor

Tracción interna

Tracción externa

Debulking o reducción de masa tumoral

Manejo del tubo de anestesia

Ventilación jet

Traqueotomía

Punción externa

Figura 1>> Laringoscopio bivalva de Weerda forradolateralmente con un guante, lo que previene laocupación por la lengua.

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Los laringoscopios de Kramer de punta triangularfacilitan la visión en la comisura anterior de la larin-ge (véanse figuras 2a-c del capítulo 26).

Los laringoscopios extralargos bivalvas son útilesen la cirugía de los divertículos de hipofaringe (figu-ras 2 y 3 del capítulo 9) y en la resección de tumoresdel seno piriforme que se extienden caudalmente.Los pediátricos son necesarios para acceder a zonassubglóticas.

4.2. PRESIÓN EXTERNA (THIRD HAND TECHNIQUE)

Sin duda, es la ayuda fundamental para laexposición más precisa de los tumores.

Aunque, básicamente, se precisa del ayudante entodas las intervenciones de hipofaringe y laringe, esespecialmente útil en tumores de la comisura ante-rior y del ventrículo, donde se precisa una presiónindividualizada anterior y lateral, respectivamente.Estéfano ha ideado un sistema de presión (véasecapítulo 28) para mantener fija la laringe hacia abajoy exponer la comisura anterior. Sin embargo, la ven-taja de la tercera mano es la facilidad de cambio deposición y de postura para adaptar la situación de lalaringe exactamente a la situación intraoperatoriaque se precise sin pérdida de tiempo y con un con-trol manual de la presión ejercida sobre la laringe.

La experiencia recomienda presionar el cricoides yno el tiroides para obtener una mejor exposición dela comisura anterior.

4.3. PALPACIÓN INSTRUMENTAL YPROYECCIÓN DEL TUMOR

Tanto las imágenes de la TAC como las obtenidaspor laringoscopia pueden dar una falsa impresión dela extensión tumoral (véase la figura 2). Por ello,aspiradores, sondas o instrumental romo puedenrodear el tumor, palpar la cuerda para obtener unaimpresión de su posible infiltración y buscar la basede inserción. En la disección del pericondrio internodel ala tiroidea, en la mayoría de las ocasiones en lasque se ha de despegar, se emplea un despegadorromo (véase la figura 13 del capítulo 4) que permite,preservando el pericondrio, disecarlo en direccióncráneo-caudal, preservando su integridad y, con ello,controlar su posible infiltración.

En otras ocasiones, especialmente en los tumoresde cuerda vocal, la infiltración con suero fisiológico o

con un anestésico con adrenalina lateralmente altumor, en el ventrículo si hiciera falta, permite unaproyección artificial de la cuerda vocal y, con ella, ladel tumor, facilitando la disección.

4.4. TRACCIÓN INTERNA

Junto con la presión externa, es la maniobra clavepara la disección con el láser carbónico. El tejidotumoral y, sobre todo, el sano se corta con mayorfacilidad y con menor carbonización cuando está entensión. Por ello, es necesario contar con pinzaspotentes que permitan agarrar el tejido y ejercertracción sin fragmentarlo (véase capítulo 4). La elec-ción de la pinza es fundamental para cada tipo detejido: más fina para mucosa de cuerda, más gruesay dentada para la epiglotis, por ejemplo.

4.5. TRACCIÓN EXTERNA

Para tumores de la zona retrocricoidea, el posicio-namiento de la laringe ha de ser anterior y en losdel seno piriforme anterior y hacia el lado contrario,para permitir la apertura del seno piriforme. Estono se consigue desde dentro y desde fuera se pre-cisa de una ayuda técnica: los clavos de Küntscher,de 1,5 mm. Con uno de ellos se atraviesa la quillalaríngea anteriormente, con movimientos de rota-

Figura 2>> Imagen microscópica de tumoración situadaen la comisura anterior. La palpación con un aspiradorpuede facilitar la identificación de la localizaciónexacta de su base de asentamiento.

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ción que ayudan a perforar el cartílago tiroides, queen pacientes de edad avanzada puede estar calcifi-cado. El lugar de perforación de la quilla se sitúaaproximadamente a 1,5-2 cm de su punta, demanera que por laringoscopia no se llegue a visua-lizar el clavo (figura 3). Con el clavo situado, éste serodea de una gasa que, a su vez, se fija en unamesa de Mayo (figura 4), la cual se desplaza segúnla demanda hacia arriba y/o lateralmente. La herida

que deja el clavo tras su extracción apenas sangra yse cubre con una tira de steri-strip. Dado que no hahabido penetración hacia la luz laríngea, no existeriesgo de enfisema. El cartílago es suficientementerobusto como para soportar este tipo de tracción yno hemos tenido que lamentar ningún arranca-miento o lesión mayor. En los pacientes que previa-mente han recibido radioterapia, los tejidos delcuello son más resistentes a esta tracción.

Figura 3>> Clavo de Küntscher atravesado por la quilla del cartílago tiroides.

Figura 4>> Clavo de Küntscher rodeado de vendaje de gasa que se pasa por debajo deuna mesa de Mayo. Una vez fijada la gasa, la mesa de Mayo se desplaza hacia arriba ylateralmente en dirección contraria al seno piriforme afectado. Con ello se consigueabrir el seno piriforme.

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4.6. DEBULKING

La reducción de tejido tumoral en los tumoresgrandes es de gran ayuda para aproximarse a tejidosano, pero, sobre todo, para facilitar el manejo degrandes fragmentos tumorales cuya exéresis se estárealizando. Mientras los Tis, T1 y T2 pequeños pue-den resecarse mayoritariamente en monobloque, losT2 grandes, T3 y T4 se operan de manera más senci-lla reduciendo previamente su volumen. En seno piri-forme o en la glotis, en lugar de ejercer tracción deltejido hacia arriba, ocasionalmente puede ser de uti-lidad introducir la pieza que se está resecando haciaespacios caudales para conseguir posicionar el teji-do, de manera que permita una aplicación perpendi-cular del haz de láser, que es como mejor corta.Durante la reducción del volumen tumoral, siemprese ha de recordar el mapa mental de donde siguequedando tumor, de especial importancia en lostumores de gran extensión.

4.7. MANEJO DEL TUBO DE ANESTESIA

El tubo de anestesia, tan necesario para la anestesiageneral, puede ser un engorro para la exposición de lalesión. Para facilitar la exposición sin arriesgar la oxige-nación y la anestesia del paciente, se emplean tubosdel 5 al 6 y, aun así, ocasionalmente no permiten acce-der a la lesión, como es el caso del tercio posterior dela cuerda vocal con participación de la apófisis vocal ode la comisura posterior. Para paliar este problema, sepuede levantar el tubo con el laringoscopio de mane-ra que la comisura posterior quede libre (véanse figu-ras 12a y 12b del capítulo 26). Técnicamente, resultamás sencillo si se accede a la boca con el laringosco-pio por el lado en cuya comisura labial se encuentrafijado el tubo. Alternativamente, y si las condicionesgenerales del paciente lo permiten, se puede desintu-bar y reintubar de manera repetida para extirpar lalesión. La reintubación se realiza cuando la saturaciónde oxígeno desciende. El periodo de extubaciónpuede prolongarse si previamente a la extubación sefuerza la oxigenación por hiperventilación manual. Deno poder llevarse a cabo, o como alternativa, puedeoptarse por una ventilación jet.

4.8. VENTILACIÓN JET

Técnica de anestesia general ya descrita en el capí-tulo 5. El uso de la ventilación jet es de suma utilidad

en glotis y subglotis de laringes estrechas o con este-nosis parciales en las que una intubación ocluiríatoda o casi toda la luz o el espacio glótico, y no per-mitiría la resección tumoral (figura 5), o cuando sequiere evitar una traqueotomía.

4.9. TRAQUEOTOMÍA

En los pacientes que sean portadores de traqueotomía,bien por una disnea importante o bien porque la intuba-ción no se ha podido realizar por el volumen tumoral, laexposición no suele acarrear problemas debido a laausencia de tubo de anestesia en el campo quirúrgico.

Por ello, cuando todas las técnicas anterio-res son irrealizables, se debe pensar en unatraqueotomía como posibilidad, dado quesiempre es mejor una traqueotomía pasaje-ra que cambiar a un abordaje externo.

4.10. PUNCIÓN EXTERNA

Los tumores de la base de la lengua son, ocasional-mente, de difícil exposición y cuando su crecimientoes submucoso o más en profundidad que exofítica-mente, la identificación puede suponer un retoimportante. Las figuras 6 y 7 muestran una alterna-tiva de marcado de una tumoración de base de len-gua que se palpaba bien, pero que no se lograba

Figura 5>> Situación de las dos sondas de la ventilaciónjet en paciente con estenosis subglótica. Es importanteque la estenosis permita la salida de aire para evitarcomplicaciones pulmonares.

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identificar el laringoscopio en posición. Para ello, lamano del cirujano se vistió con dos pares de guan-tes y, con el dedo mediano introducido por boca ycolocado sobre la tumoración, con la mano laizquierda puncionaba lentamente desde fuera hastalograr posicionar las agujas de tal manera que mar-caban el tumor.

55.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

La exposición es la clave de la microcirugía transo-ral láser de los tumores de la vía aerodigestiva supe-rior. A pesar de ello, es un aspecto que no se men-ciona en la bibliografía y que, hasta la fecha, no seha estudiado.

Se han descrito las técnicas de exposición y los tru-cos que permiten mejorarla. A eso hay que añadir laexperiencia personal. El estudio retrospectivo de lacasuística del Servicio de ORL del Hospital Clínicmuestra que:

La exposición no está significativamenterelacionada con la edad del paciente y tam-poco se correlaciona la calidad de la exposi-ción con los márgenes de resección o con latasa de recidivas.

Si bien a peor exposición existe una tendencia aobtener peor resultado en los márgenes, hay variosfactores que hay que tener en cuenta:

1. Los márgenes no satisfactorios no siempreson positivos histológicamente. Unas vecesson dudosos, otras veces insuficientes y otrasauténticos positivos.

2. Los márgenes informados como auténticospositivos no son sinónimo al 100% de recaí-da, dado que, una vez resecado el tumor, selleva a cabo una vaporización del lecho.Además, en ocasiones la pieza estudiada haestado mal orientada o se ha estudiado elborde no solicitado.

3. Algunos pacientes con márgenes positivoshan recibido tratamiento adicional sobre ellecho tumoral, como es el caso de la radiote-rapia que hemos indicado en algunos tumoresgrandes o que, por parte del Servicio deRadioterapia, se han irradiado.

Sí se confirma la impresión clínica de la rigidez delcuello cuando el paciente ha recibido previamenteradioterapia. Entonces, la exposición se ve dificulta-da de manera estadísticamente significativa.

Figura 6>> Situación de dos cánulas transcutáneasintroducidas por encima de hioides.

Figura 7>> Situación de las agujas en la base de lalengua marcando la situación de la tumoración de labase de lengua, más palpable que visible.

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183

El estudio histológico de las muestras de resec-ción tumoral laríngea mediante técnicas de lásertiene los siguientes objetivos principales:

1. Confirmar la presencia de neoplasia, especial-mente en caso de probables recidivas.

2. Determinar las características histológicas de laneoplasia: tipo histológico y grado de diferenciación,ya que ambas se relacionan con el pronóstico.1

3. Determinar la extensión tumoral: estructuraslaríngeas a que afecta la neoplasia y nivel de infiltra-ción. Esos datos son fundamentales para el estable-cimiento del pT.2

4. Evaluar los márgenes quirúrgicos. La afectaciónde los márgenes quirúrgicos por la neoplasiaempeora el pronóstico del paciente, ya que implicaaltos índices de recidivas y aumento de la mortalidadpor la enfermedad.3,4 Se recomienda una distanciaprudencial del tumor al margen en la cirugía laríngeaentre 2 y 5 mm.5

El principal problema al que se enfrenta elpatólogo en el manejo de las biopsias proce-dentes de cirugía láser es el artefacto queéste produce en las muestras, lo que dificul-ta su evaluación histológica.

Lógicamente, este artefacto afecta fundamental-mente a los márgenes de la extirpación quirúrgica.Este hecho implica que, en ocasiones, la evaluaciónhistológica para determinar la presencia tumoral enlos mismos resulte tremendamente difícil. Esta difi-cultad se ve acrecentada porque estas muestras sue-len ser de escasas dimensiones, debido a la condi-ción anatómica, por ejemplo, de la laringe. Por otro

lado, esta técnica requiere, en ocasiones, la extirpa-ción tumoral en múltiples fragmentos, especialmen-te cuando el tumor es de grandes dimensiones. Laresección en múltiples fragmentos impide la identifi-cación precisa de los márgenes reales.

Para paliar estas limitaciones, se recomienda laresección tumoral preferiblemente en un sólo frag-mento y de la mayor amplitud posible.

Cuando la pieza de resección tumoral seremite en un solo fragmento, idealmentedebe orientarse la muestra, preferiblementesobre cartón, con los márgenes identifica-dos con agujas.

El patólogo, entonces, marca los márgenes continta china. Esta técnica servirá para la identificaciónhistológica de los márgenes reales, después del pro-cesamiento de la pieza. Con posterioridad al marca-je con tinta china, se efectúan secciones seriadas dela muestra y se practica una inclusión exhaustiva dela misma.3 Si alguno de los márgenes está cercano altumor, se recomienda la ampliación del mismo deforma adicional y la remisión del mismo al Servicio deAnatomía Patológica, separadamente.

El estudio histológico intraoperatorio tiene dosindicaciones fundamentales en la cirugía con láser.En primer lugar, para confirmar la presencia de car-cinoma, siempre y cuando esta determinaciónmodifique la intervención quirúrgica que se vaya arealizar (resección tumoral amplia, laringectomía,etc.). En segundo lugar, el análisis de los márgenesquirúrgicos. Se plantean varios problemas, que seenumeran a continuación, y que inducen interpre-

16. Biopsias laríngeas procedentes decirugía láser y estudio intraoperatoriode las mismas. Problemas y soluciones

Ll. Alòs

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taciones erróneas por parte del patólogo, por loque se recomienda que las biopsias intraoperato-rias se efectúen tan sólo cuando sean estrictamen-te necesarias.7 En estudios que comprenden ungran número de casos, se estima que el diagnósti-co anátomo-patológico correcto se efectúa en el97% de los casos.6 Los problemas que plantea elestudio intraoperatorio de las piezas quirúrgicas deresección tumoral son:

1. Los estudios histológicos en acto intraoperatorioprecisan congelación de la muestra, lo que aumentael artefacto debido a este procedimiento, por lo quese dificulta la evaluación histológica de la misma.

2. Diagnóstico de falsos positivos: Se trata deldiagnóstico erróneo de carcinoma, cuando en rea-lidad no existe neoplasia. Esta situación puedetener lugar, principalmente, en dos situaciones. Laprimera es en lesiones inflamatorias que provoquenuna hiperplasia seudoepiteliomatosa del epitelio,que simule un carcinoma, como, por ejemplo, latuberculosis.5,7 La segunda situación puede tenerlugar en pacientes que han recibido tratamientoprevio, como es la cirugía previa y la radioterapia.Las alteraciones postradiación suelen asociarse acambios displásicos del epitelio que pueden inter-pretarse como malignos.8

Para subsanar estos problemas, es funda-mental que el patólogo reciba informaciónexhaustiva de los datos clínicos del pacientepreviamente a la valoración de la muestra,especialmente los antecedentes y los trata-mientos recibidos.

3. Diagnóstico de falsos negativos: Esto significaque se emite un diagnóstico de benignidad, cuandoen realidad el paciente está afecto de una neoplasiamaligna. Este hecho puede ocurrir fundamentalmen-te por dos causas. La más frecuente es un error demuestreo, ya sea por parte del cirujano o del patólo-go.7 En piezas de gran tamaño y en las que se preci-se el análisis de márgenes quirúrgicos, la evaluaciónen el acto intraoperatorio es siempre parcial. Por ello,puede ocurrir que en el estudio definitivo de la piezade resección, el diagnóstico anátomo-patológicodifiera del emitido en el acto intraoperatorio.

Para paliar este problema, se recomienda laremisión de márgenes reales de forma sepa-rada a la resección tumoral, cuando el ciru-jano considere que el margen está excesiva-mente cercano a la neoplasia.

Otra situación que puede suponer el diagnósticoerróneo es cuando la muestra es de escasas dimen-siones. Si la muestra es excesivamente superficial ydesprovista de estroma suficiente para evaluar lainfiltración, no puede efectuarse el diagnóstico con-cluyente de carcinoma.5 Esto ocurre especialmentecuando el tumor es bien diferenciado, lo que dificul-ta el diagnóstico diferencial con lesiones hiperplási-cas o neoplasias benignas (papilomas).

Por último, deben comentarse las situaciones enque no se recomienda el estudio intraoperatorio:7

1. Material calcificado. Este es el caso de la valora-ción de cartílago tiroides si éste está extensamentecalcificado.

2. Lesión única y de escasas dimensiones. En estecaso, siempre es preferible no realizar estudio intrao-peratorio, ya que en éste la muestra sufrirá mayorartefacto, por razones anteriormente explicadas.

3. Lesiones de difícil diagnóstico por su compleji-dad histológica (linfomas, inflamaciones granuloma-tosas, etc.).

BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

El objetivo de la cirugía abierta y la MicrocirugíaTransoral Láser (MTL) es curar la enfermedad neoplá-sica conservando al máximo las funciones laríngeas yocasionando el menor daño posible. Entre las venta-jas de la MTL destacan la escasa morbilidad, la dismi-nución del tiempo de estancia media hospitalaria y lano necesidad de realizar una traqueotomía en lamayoría de las ocasiones.

La obtención de unos márgenes quirúrgicoslibres de enfermedad es el requisito priori-tario para el éxito de la cirugía oncológica.

El uso del láser en el tratamiento de las enferme-dades neoplásicas laríngeas ha tenido una progre-sión y universalización muy lenta, debido a la creen-cia de que mediante la MTL es muy difícil el controlde la extensión tumoral, ya que se rompen algunoscriterios oncológicos clásicos. El pronóstico de lospacientes con márgenes quirúrgicos positivos trascirugía convencional es claramente peor1-3 y no sehan publicado en la actualidad trabajos que demues-tren la relevancia de dichos márgenes tras cirugíaendoscópica con láser CO2.

La diferencia con la cirugía clásica estriba enla dificultad del estudio de los márgenes porla fragmentación del tumor, los cambiostisulares que provoca el láser según la inten-sidad y el tiempo de exposición realizados,así como por la vaporización adicional dellecho quirúrgico tras la exéresis del mismo.

El objetivo de este trabajo es presentar nuestrosresultados relacionando el estudio histopatológicode los márgenes quirúrgicos obtenidos mediantecirugía láser según la localización del tumor, con eltamaño del mismo y la recidiva local. De esta forma,determinar la relevancia que tiene el margen comofactor pronóstico.

22.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOOSS

Desde enero de 1998 hasta diciembre de 2002,un total de 447 pacientes con cáncer de laringe hansido tratados y controlados (rango de 12 a 60meses) por la Sección Oncológica del Servicio deOtorrinolaringología del Hospital Clínico deBarcelona. Consideramos que 12 meses es el tiem-po prudencial para que se manifieste la persistenciatumoral en los pacientes que han presentado már-genes afectos. Transcurrido dicho periodo, es alta-mente improbable que se manifieste. (Nota: noconfundir con el periodo de persistencia-recidivahabitual, que son 24 meses.)

La localización y el estadiaje de todos estostumores quedan reflejados en la tabla 1. Todoslos tumores son reestadiados según TNM de laUICC y AJC de 2002. Según protocolo, los T4 clí-nicos por exploración y pruebas complementariasquedan excluidos de cirugía endoscópica láser.Los tumores de plano glótico son divididos en 2subgrupos: cuerda vocal y comisura anterior larín-gea, dadas las diferencias existentes, tanto en elcomportamiento oncológico como en la técnicade exéresis.

17. Microcirugía transoral láser en el cáncerde laringe. Importancia del margen

quirúrgico como factor pronóstico

J.L. Blanch, J.M. Guilemany, I. Vilaseca,F. Ballesteros, M. Bernal

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Todos los pacientes incluidos han sido tratados porprimera vez con intención curativa, asociándose losvaciados ganglionares cervicales correspondientes.Los pacientes en los que no ha existido control de laenfermedad, mediante una o más intervencionescon láser, han sido rescatados con cirugía abiertaparcial o total. Algunos han recibido radioterapiacomplementaria sobre tumor o sobre cadenas,según el protocolo establecido.

Realizamos el estudio basándonos en la locali-zación del tumor, el T y la afectación del margenquirúrgico, y la relación de estas variables con laaparición o no de una recidiva-persistencia exclu-sivamente local. Concretamente, interesa saber siexiste una mayor probabilidad de margen afecta-do a mayor pT.

Excluimos de esta serie las recidivas ganglionares ylas metástasis a distancia, dado el objetivo concretodel estudio.

Estudio estadístico: Se incluyen los pacientesen una base de datos SPSS 10.0 realizándoseprueba de Chi-cuadrado de Pearson y el testexacto de Fisher para determinar si existe corre-lación entre el grupo de margen afecto y noafecto con la recidiva tumoral, según la localiza-ción tumoral. Una p <0,05 se considera estadís-ticamente significativa.

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS

La edad media de los pacientes es de 63 años(rango: 20-95 años), con un predominio masculino(16:1). Los hábitos tóxicos son: tabaco (94,8%) yenolismo (45,4%).

En el estudio de los márgenes de 447pacientes, 308 (68,9%) muestran márgeneslibres. De éstos, han recidivado localmenteun 14,9%. De los restantes 139 (31%)pacientes que han presentado márgenesafectados, el porcentaje de persistencias-recidivas es del 37,4% (tabla 2).

A continuación se exponen los resultados segúnla localización inicial:

3.1. SUPRAGLOTIS

De 128 casos de tumores de supraglotis, selogran márgenes libres en 93 (72,6%) y en 35(27,3%) los márgenes están afectados (tabla 3).El porcentaje de recidiva local en los pacientescon márgenes libres es de 18,3%, mientras que

TABLA 1>> Distribución de los 447 pacientessegún localización y T.

Localización T n (%)

Supraglotis T1 24 18,8T2 43 33,6T3 61 47,7Total 128 100

Glotis CV Tis 23 11T1a 111 52,9T1b 27 12,9T2 34 16,2T3 15 7,1Total 210 100

CAL T2 49 69T3 22 31Total 71 100

Seno piriformeT1 3 7,9T2 20 52,6T3 15 39,4Total 38 100

CV = Cuerda Vocal. CAL = Comisura Anterior Laríngea.

TABLA 2>> Tumores de laringe. Relaciónentre la afectación de los márgenesy la recidiva local (p <0,001).

Márgenes Recidiva local

No Sí

Libres (308) 262 (85,1%) 46 (14,9%)

Afectados (139) 87 (62,6%) 52 (37,4%)

Total (n = 447) 349 (78,1%) 98 (21,9%)

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en los pacientes con márgenes afectados es del31,4%.

3.2. GLOTIS

a) Cuerda Vocal (CV)

De 210 tumores de CV, se obtienen márgeneslibres en 152 casos (72,3%) y en 58 (27,6%) losmárgenes están afectados. El índice de recidiva locales de 7,4% en el grupo de márgenes libres. En el demárgenes afectados es de 36,2% (tabla 4).

b) Comisura Anterior Laríngea(CAL)

Un total de 71 pacientes presentaron localiza-ción inicial en CAL, en 42 (59,1%) mostraronmárgenes libres, recidivando un 33,3% de éstos.Se encontraron márgenes afectos en 29 casos(40,8%), recidivando un 58,6% de los mismos(tabla 5).

3.3. HIPOFARINGE

Los tumores de hipofaringe, concretamente de senopiriforme, tratados con cirugía endoscópica láser, sonun total de 38 pacientes, en los se consiguen márge-nes negativos en 21 (55,2%). El porcentaje de recidivaa nivel local en los pacientes con márgenes libres es de14,3%, mientras que en los 17 (44,7%) pacientes conmárgenes afectados es del 17,6% (tabla 6).

Independientemente del estudio de los márgenes,en nuestra serie ha existido recaída tumoral globalen un 21,9% de los 447 pacientes tratados median-te cirugía endoscópica transoral con láser.

El estudio estadístico basado en la hipótesisde que cuanto mayor es el T, más posibili-dad hay de obtener márgenes afectados secumple en los tumores localizados en cuer-da vocal (p = 0,031) y en los de seno pirifor-me (p = 0,016), mientras que no es demos-trativo en los de supraglotis (p = 0,389) y losde comisura anterior (p = 0,994).

TABLA 4>> Tumores de cuerda vocal.Relación entre la afectación del margeny la recidiva local (p <0,001).

Márgenes Recidiva local

No Sí

Libres 140 (92,1%) 12 (7,9%)Afectados 37 (63,8%) 21 (36,2%)Total (n = 210) 177 (84,3%) 33 (15,7%)

TABLA 5>> Tumores de comisura anterior.Relación entre la afectación del margeny la recidiva local (p = 0,035).

Márgenes Recidiva local

No Sí

Libres 28 (66,7%) 14 (33,3%)Afectados 12 (41,4%) 17 (58,6%)Total (n = 71) 40 (56,3%) 31 (43,7%)

TABLA 6>> Tumores de seno piriforme.Relación entre la afectación del margeny la recidiva local (p = 0,778).

Márgenes Recidiva local

No Sí

Libres 18 (85,7%) 3 (14,3%)Afectados 14 (82,4%) 3 (17,6%)Total (n = 38) 32 (84,2%) 6 (15,8%)

TABLA 3>> Tumores de supraglotis.Relación entre la afectación del margeny la recidiva local (p = 0,109).

Márgenes Recidiva local

No Sí

Libres 76 (81,7%) 17 (18,3%)Afectados 24 (68,6%) 11 (31,4%)Total (n = 128) 100 (78,1%) 28 (21,9%)

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44.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

Se ha sugerido que para obtener unos márgenesseguros hemos de obtener una distancia libre de tumorde 12,52 mm y de 6,41 mm en los carcinomas desupraglotis y glotis, respectivamente.4 Bauer et al.3 pre-sentan una incidencia de márgenes positivos tras hemi-laringectomía del 35%, que se traducen en un 18%de recurrencias locales después de 5 a 12 años deseguimiento; si bien Wenig et al.5 concluyen que la rea-lización de un seguimiento estricto en pacientes conmárgenes positivos tras hemilaringectomía, realizándo-se cirugía de rescate con o sin radioterapia en caso derecurrencia, no produce reducción de la supervivenciaen dichos enfermos. Estos datos contrastan con lospublicados por Bradford et al.,2 que demuestran que larealización de radioterapia a altas dosis en los pacien-tes afectos de márgenes quirúrgicos positivos no con-sigue igualar la supervivencia de aquellos pacientescon márgenes quirúrgicos negativos.

De todas formas, no todos los márgenes afectadosvan a comportar una recidiva, según vemos en la tabla2. El 62,6% de las resecciones tumorales con márge-nes afectados no presenta persistencia-recidiva, sien-do aquí donde se observa la diferencia comparandocon la cirugía abierta: Lee et al.6 obtuvo un 3% demárgenes quirúrgicos positivos en pacientes tratadospor cáncer de laringe y un 4% en los tratados por cán-cer de hipofaringe; Sessions et al.7 diferenciaron latasa de márgenes quirúrgicos según la localización,encontrando márgenes inadecuados en el 5% de lostumores supraglóticos, 6% de los tumores glóticos y14% de los tumores hipofaríngeos; Thabet et al.8

obtuvieron un 12,5% de márgenes positivos en tumo-res supraglóticos, 5,3% de tumores glóticos y 11,1%de tumores en seno piriforme, siendo todos ellos tra-tados con nueva cirugía abierta clásica. Yilmaz et al.,9

en el último estudio realizado de márgenes quirúrgi-cos en cirugía abierta clásica laríngea, presentó 21casos con márgenes quirúrgicos afectados, de los cua-les en el 53% no existió recurrencia.

Los tumores de supraglotis tienen mejor accesibili-dad que los de plano glótico o de hipofaringe y, gene-ralmente, se procura extirpar en una sola pieza cuandoafecta a la epiglotis. Esta situación confirma la eficaciadel margen libre, pero se desvirtúa cuando encontra-mos afectación del espacio preepiglótico, pues el lími-te del corte es más impreciso y debemos recurrir a lavaporización o a la fragmentación. En estos tumoresno hemos encontrado correlación (p = 0,389) con eltamaño del T y el estado de los márgenes. En estegrupo, el 68,6% (24 casos) con márgenes afectados

de un total de 35 casos no cursarán con recidiva, porlo que existe una escasa relación (p = 0,109) entre losmárgenes y la recidiva (tabla 3).

En los tumores de plano glótico distinguimos lostumores originados en la cuerda vocal de los de lacomisura anterior laríngea, dadas las diferencias tantode tratamiento como de pronóstico, como demostra-mos en este mismo trabajo. En relación a los márge-nes, los tumores de cuerda vocal mantienen una ten-dencia a la recidiva cuando están afectados con unarelevancia estadísticamente significativa (p <0,001), aligual que en la hipótesis a mayor T, mayor posibilidadde margen afecto (p = 0,031) (tabla 4). Por el contra-rio, la comisura no mantiene esta hipótesis (p = 0,994)y la recidiva en tumores con márgenes afectos es deun 58,6% (tabla 5). Los tumores de cuerda los trata-mos mediante corte y estudio de los márgenes, y enlos de comisura anterior debe prevalecer la vaporiza-ción, ya que no existe ángulo que facilite el corte,pues están situados paralelos al eje visual.

El tumor de seno piriforme mantiene la hipótesisde que a mayor T, mayor probabilidad de margenafectado (p = 0,016), y no mantiene relación de mar-gen afecto y recidiva, dado que un 82,4% no recidi-vará (tabla 6). Son tumores difíciles de tratar, dadoque la mucosa digestiva presenta pliegues que difi-cultan la tracción y sección del tumor.

La ausencia de correlación de márgenes afec-tados con una persistencia-recidiva tumoral laatribuimos, principalmente, a la fragmenta-ción de la pieza quirúrgica y a la vaporizaciónadicional del lecho quirúrgico.

Esta situación es importante, ya que nos permitereconsiderar el tener que reintervenir a una pacientebasándonos sólo en un criterio anatomopatológico,más que en un criterio clínico; lo que sí se aconsejaes un control más frecuente de estos pacientes paradetectar precozmente la persistencia.

Otro aspecto importante es la resección ajustadadel tumor, sobre todo en las cuerdas vocales, en lasque se intenta la máxima preservación de tejido paragarantizar un buen funcionamiento. En esos casos,el margen de mucosa sana que rodea el tejido tumo-ral suele ser estrecho y se encoge tras la resección ypor la acción de la fijación con formaldehído.Además, no siempre se entregan las piezas paraestudio anatomopatológico en buenas condiciones.La idea es realzar un buen marcado, con agujas dediferente color o con tinta china, solicitando el estu-dio específico del borde deseado.

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Según los resultados globales, es induda-ble que existe una diferencia significativaentre ambos grupos de márgenes, tenien-do dos veces y media más posibilidad derecidiva una resección incompleta que unacompleta.

Ello nos lleva a plantearnos la revisión al menosen aquellos casos en los que coincide el margenpositivo con la impresión intraoperatoria del ciruja-no de que la resección no tenía seguridad de sercompleta.

Las biopsias intraoperatorias marginales no siem-pre son factibles, sobre todo cuando el tumor alcan-za pericondrio. En estos casos, el cirujano realiza unavaporización del lecho que reduce la probabilidad deque queden restos de nidos celulares tumorales,pero que también desvirtúa el margen obtenido.

55.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

La afectación del margen quirúrgico en la cirugíatransoral tiene un valor de factor pronóstico, pero enmenor proporción que en la cirugía abierta clásica.Igualmente, existe mayor posibilidad de margenafectado dependiendo del tamaño tumoral; no secorresponde en todas las localizaciones, pero la sig-nificancia global sería elevada

66.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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191

11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

El éxito del tratamiento del cáncer de cabeza ycuello está directamente relacionado con el estadiotumoral en el momento del diagnóstico.

El estadio de las adenopatías es el factor pro-nóstico más importante en los carcinomasescamosos de la vía aerodigestiva superior.

La existencia de adenopatías positivas, el número yel tamaño de las mismas, el nivel afectado y la dise-minación extranodal reducen de manera considera-ble la tasa de control locorregional y la tasa de super-vivencia de los pacientes.

22.. CCLLAASSIIFFIICCAACCIIÓÓNN DDEE LLOOSS VVAACCIIAAMMIIEENNTTOOSSCCEERRVVIICCAALLEESS

En 1991 y en 2002, la Academia Americana deORL y Cirugía de Cabeza y Cuello recomendaba unaclasificación para los vaciamientos cervicales.26,27 Losganglios linfáticos de cabeza y cuello se han clasifica-do tradicionalmente en niveles, desde el I al VI (figu-ra 1). Dentro de cada nivel hay determinados gruposde ganglios linfáticos que se describen en la tabla 1.Se recomendó dividir los niveles I, II y V en subnivelesy referirse a ellos como nivel IA y IB, nivel IIA y IIB, asícomo nivel VA y VB, respectivamente. A su vez, cadasubnivel define localizaciones que les implican cuan-do hay una afectación metastásica cervical.

La clasificación del vaciamiento cervical persigueunas líneas directrices conceptuales. El Vaciamiento

Cervical Radical (VCR) se considera el procedimientoestándar básico. Todos los demás procedimientos cons-tituyen una o más alteraciones de este procedimiento.Cuando las alteraciones incluyen la preservación deuna o más estructuras no linfáticas, habitualmenteextirpadas en el VCR, se habla de VCR modificado(VCRM). Cuando la alteración del procedimiento están-dar preserva uno o más grupos de ganglios, se hablade VC Selectivo (VCS) y cuando el procedimiento seextiende a la resección de grupos linfáticos adicionaleso a estructuras no linfáticas no relacionados con el VCR,se define con VCR extendido (tabla 2).

18. Vaciamiento cervical selectivo enel tratamiento de carcinomas

escamosos del tracto aerodigestivoP. Ambrosch, W. Steiner

Traducción de M. Bernal Sprekelsen

Figura 1>> Sistema de niveles para la descripción de lalocalización de ganglios linfáticos en el cuello.

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33.. RRAAZZOONNAAMMIIEENNTTOO DDEELL VVAACCIIAAMMIIEENNTTOOCCEERRVVIICCAALL SSEELLEECCTTIIVVOO

Durante tres cuartas partes del siglo pasado, elVCR descrito por George Crile en 1906 se convirtióen el estándar quirúrgico incuestionable para elabordaje de los ganglios linfáticos del cuello. No obs-tante, la morbilidad, estética y funcional, resultantedel VCR propició la aparición de intervenciones máspreservadoras de la función en el manejo quirúrgicode las metástasis en los ganglios cervicales.

En 1963, Suárez propuso una técnica conservado-ra para la disección cervical que fue popularizada por

Bocca y colaboradores.4 El razonamiento de la ope-ración se basaba en la observación de la existenciade compartimentos anatómicos divididos por planosde fascias que separaban el sistema linfático de lamusculatura, de los vasos y de los nervios. Se podíanseparar las estructuras linfáticas de las no linfáticascon la misma radicalidad oncológica preservandoestructuras que el VCR habitualmente sacrificaba.Aparte de las ventajas funcionales y cosméticas, laversión modificada permitía el vaciamiento cervicalbilateral simultáneamente abriendo el paso al vacia-miento cervical electivo. Esta operación con resec-ción de ganglios linfáticos en los niveles I-V y la pre-

TABLA 1>> Grupos de ganglios linfáticos encontrados en los diferentes niveles y subniveles.

Nivel / Subnivel Descripción

I

IA Ganglios linfáticos submentales

IB Ganglios linfáticos submandibulares

II

IIA Ganglios linfáticos yugulares superiores localizados anteriormente (medialmente) al nervio espinal accesorio

IIB Ganglios linfáticos yugulares superiores localizados posteriormente (lateralmente) al nervio espinal accesorio

III Ganglios linfáticos yugulares medios

IV Ganglios linfáticos yugulares inferiores

V

VA Ganglios linfáticos del triángulo posterior localizados a lo largo del nervio espinal accesorio

VB Ganglios linfáticos del triángulo posterior localizados en la fosa supraclavicular

VI Grupo del compartimento anterior; ganglios linfáticos localizados en situación pre y paralaríngea, y pre y paratraqueal

VII Ganglios linfáticos del mediastino superior

TABLA 2>> Clasificación del vaciamiento cervical.

Clasificación de 1991 Clasificación de 2001

1. Vaciamiento cervical radical 1. Vaciamiento cervical radical

2. Vaciamiento cervical radical modificado 2. Vaciamiento cervical radical modificado

3. Vaciamiento cervical selectivo 3. Vaciamiento cervical selectivo

Nivel supraomohioideo (nivel I-III) Cada variación es nombrada como VCS asociado a los niveles o subniveles extirpados

Lateral (nivel II-IV)

Nivel posterolateral (II-V)

Anterior (nivel I-IV)

4. Vaciamiento cervical radical extendido 4. Vaciamiento cervical radical extendido

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193

servación de una o de más estructuras no linfáticasse ha definido como VCR modificado.26,27

Varios estudios postquirúrgicos extensosdemostraron que los patrones de la metas-tatización cervical eran predecibles y quecada localización tumoral primaria presen-taba una progresión secuencial de disemi-nación metastásica al cuello.

Se encontró que en la mayoría de los especímenesdel VCR electivo de adenopatías no detectables clíni-camente había metástasis ocultas en los niveles I, II yIII.9,28 Los niveles IV y V sólo estaban afectados oca-sionalmente en los cuellos clínicamente N0.28

En los Vaciamientos Cervicales Selectivos(VCS) únicamente los grupos ganglionaresde alto riesgo son extirpados.

Las indicaciones habituales para un VCS son los pacien-tes con cuellos clínicamente negativos, pero con alto ries-go de metastatización y el manejo terapéutico del N1.Con el VCS se alcanzan tasas de control regional simila-res a los del VCR clásico en un marco oncológico electivo.

Para los pacientes con adenopatías cervicales palpa-bles, el nervio espinal puede preservarse en la mayoría delos casos. El sacrificio del espinal solamente es esencialcuando el tumor envuelve al nervio. De esta manera, elVCRM se ha convertido en el procedimiento quirúrgicoestándar para adenopatías positivas. Las tasas de controlregional para esta operación y el VCR son comparables.

Los primeros resultados conseguidos con el VCS delos niveles II y III en el tratamiento del carcinoma delaringe fueron publicados por Steiner y colaborado-res en 1984.31 En los siguientes años, la indicacióndel VCS se fue ampliando a otros tumores primariosde cabeza y cuello, e incluso a adenopatías más avan-zadas.1 En la bibliografía, no existe acuerdo acercade la aplicabilidad del VCS en pacientes con afecta-ción cervical avanzada. No obstante, en la bibliogra-fía más reciente, se acredita la expansión del VCShacia un papel más amplio e incluyendo pacientesseleccionados con la enfermedad en estadios másavanzados,3,10,17,18,24 aunque generalmente se prefie-re el VCR modificado o incluso el VCR.

44.. EESSTTAADDIIAAJJEE CCLLÍÍNNIICCOO DDEELL CCUUEELLLLOO

A pesar de los avances significativos con la ultraso-nografía, la aspiración con aguja fina, la tomografía

computerizada de alta resolución o la resonanciamagnética, sigue siendo imposible detectar en todoslos casos, con un grado de acierto satisfactorio, lapresencia de una adenopatía oculta como para obviarel tratamiento electivo. Entre los 220 pacientes quefueron sometidos a un VCS en nuestro estudio, losespecímenes contenían metástasis en el 22,3% de loscasos. Por otra parte, adenopatías que clínicamenteson sospechosas de metástasis cervicales fueron his-tológicamente negativas en el 27,6% en el estudiohistológico.1 La elevada tasa de metástasis no detec-tadas también es descrita por otros autores5,12,25,30 yes un argumento de peso a favor del VC electivo.

La incidencia de adenopatías ocultas mayordel 20% parece justificar el tratamientoelectivo del cuello.35

Aparte de la localización tumoral, la profundidadde invasión está asociada a una mayor incidencia demetástasis cervicales y ayuda en la toma de decisio-nes hacia el tratamiento electivo del cuello.2

En nuestro estudio, se realizaron varios tipos de VCselectivo dependiendo de la localización del primarioy de la extensión de la enfermedad. En tumores de lacavidad oral se extirparon los ganglios de los niveles I,II y III. En la mayoría de los tumores de laringe, orofa-ringe e hipofaringe, se disecaron los ganglios de losniveles II y III. Apoyados por nuestra impresión clínicasobre la escasa incidencia de afectación del nivel IV,estos ganglios no se extirparon de rutina, únicamen-te cuando se sospechaba la existencia de metástasis ocuando se comprobaba su afectación mediante estu-dio intraoperatorio.1 Se realizó un VC selectivo bilate-ral en pacientes con primarios que sobrepasaban lalínea media o cuando clínicamente se sospechaba lapresencia de metástasis cervicales bilaterales.

55.. EESSTTUUDDIIOO AANNÁÁTTOOMMOO--PPAATTOOLLÓÓGGIICCOO DDEELL CCUUEELLLLOO

El examen histopatológico de los especímenes facilitauna información básica para el diagnóstico, el estadiajey el pronóstico de los carcinomas de cabeza y cuello.

El número de adenopatías extirpadas en elVCS debe corresponderse con los nivelesganglionares resecados en un VCR.

Esta es una medida importante de la calidad qui-rúrgica y patológica. Las adenopatías extirpadas enlos VCS han sido observadas detenidamente en

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diferentes estudios.1,8,13 En nuestro examen rutina-rio, todos los ganglios visibles o palpables con untamaño igual o superior a los 5 mm son cortados endos mitades.

De cada adenopatía se obtienen dos o trescortes de 1 µm de grosor que son teñidoscon hematoxilina y eosina. Mediante estarutina pudimos demostrar que únicamenteaquellas micrometástasis de un diámetromenor a los 2 mm no eran detectables2 yque en el 25% de vaciamientos cervicalespositivos una o más metástasis presentabancrecimiento extracapsular.1

66.. TTRRAATTAAMMIIEENNTTOO AADDYYUUVVAANNTTEE

Generalmente, las indicaciones para una radiotera-pia postoperatoria las constituyen el estadio avanza-do pT del primario con márgenes microscópicamen-te positivos (a pesar de la ampliación de márgenesrealizada) y una o más adenopatías con metástasiscon crecimiento extracapsular. Otra indicación es eltratamiento de ganglios metastásicos ocultos retro-faríngeos en tumores primarios con tendencia ametastatizar a esos linfáticos (p.ej. carcinoma de oro-faringe o hipofaringe con origen en línea media).

En nuestro estudio, la radioterapia se aplicó al pri-mario, al cuello operado y al cuello contralateral. El14,5% de los pacientes con ganglios no afectados enla anatomía patológica recibieron radioterapia posto-peratoria. Las indicaciones fueron el pT en estadioavanzado (pT3 y pT4) con márgenes de resecciónpositivos, a pesar de la ampliación de los mismos, y eltratamiento profiláctico de ganglios retrofaríngeos. El62,2% de los pacientes con adenopatías afectadashistológicamente recibieron radioterapia postopera-toria. Los porcentajes de los pacientes irradiados enlas distintas categorías pN fueron las siguientes: pN145,5%, pN2a 72,7%, pN2b 67,7%, pN2c 88,0%.Retrospectivamente, la indicación para la radioterapiaadyuvante no fue clara en todos los casos, pero seobservaron las siguientes tendencias: los pacientesremitidos a radioterapia presentaban tumores prima-rios avanzados en el 55% de los casos, por el 40% depacientes que no. El primario se localizaba en cavidadoral o en faringe en el 81% por el 79%, y los pacien-tes con adenopatías en categoría pN2 que recibieronradioterapia presentaron en el VC tres o más adeno-patías afectadas en el 71% por el 53% que no. El82% de los pacientes con metástasis cervicales con

crecimiento extracapsular fueron sometidos a radio-terapia.1

77.. RREESSUULLTTAADDOOSS DDEELL TTRRAATTAAMMIIEENNTTOO

La tasa de control cervical debería ser la variableque medir después de un VCS. En nuestro estudio,las tasas de recidiva regional y de supervivencia fue-ron calculadas según el método de Kaplan-Meier.16

Dado que, menos una, todas las recidivas se obser-varon en el periodo comprendido en los primeros 36meses después de la cirugía, se calculó la tasa derecidivas y su consiguiente intervalo de confianza de95% para el periodo de tres años.

En el grupo de pacientes con adenopatías negati-vas tras el estudio histológico (n = 249), 12 pacien-tes desarrollaron una metástasis tardía en el ladooperado. Las metástasis aparecieron tras una mediade 15,3 meses (rango 4-51 meses). La tasa de recidi-vas cervicales fue del 4,7% [2,0%; 7,5%]. Este resul-tado concuerda con el de otras publicaciones.Existen varios estudios sobre el VCS que documen-tan la incidencia de recidivas cervicales entre el 3 y el7% en el cuello pN0.7,14,21,24,25,29,30 No se han presen-tado resultados que demuestren una gran diferenciaentre el VCS y el VCRM en cuellos negativos.5,6,15,22,25

En el grupo de pacientes con adenopatías positivastras el vaciamiento selectivo (n = 254), 21 pacientesdesarrollaron una recidiva cervical en el lado opera-do. La recidiva cervical ocurrió una media de 6,3meses (rango 1-26 meses) después. En los pacientesestadiados como pN1 (n = 88), la tasa de recidivaregional (cervical) a los tres años fue del 4,9%[0,2%; 9,7%]. Ninguno de los pacientes con recidi-va ganglionar había tenido inicialmente un creci-miento extracapsular. En pacientes estadiados comopN2 (n = 166), la tasa de recidiva a los tres años fuedel 12,1% [6,6%; 17,7%]. En cinco de ellos, sí habíaexistido inicialmente un crecimiento extracapsular.

Dado que la mayoría de los cirujanos de cabeza ycuello realizan el VCR modificado o el VCR en loscasos de adenopatías positivas, existen pocas publi-caciones para probar la eficacia del VCS como proce-dimiento terapéutico y su valor es controvertido. Lasseries publicadas que emplean el VCS incluyen un20-30% de pacientes con adenopatías afectadasque fueron tratados electivamente y en los que elhallazgo de la afectación se debía al estudio histoló-gico, es decir, habían elegido el VCS para abordar uncuello clínicamente N0, que luego no lo fue. Muchoscirujanos de cabeza y cuello emplean el VC selectivo

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como procedimiento de estadiaje y en el caso dehallar metástasis, bien clínicamente al abrir el cuello,bien mediante estudios histológicos intraoperato-rios,20 proceden a continuar con el VCR o el VCRmodificado. Otros autores aplican radioterapiapostoperatoria en los pacientes con adenopatías posi-tivas que previamente fueron sometidos al VCS.29,30

En los cuellos positivos tratados con VCS, las tasasde recidiva regional oscilan entre el 15 y el 20%.Byers y colaboradores8 encontraron una incidenciadel 20% de recidivas en el cuello operado y el 15%después de cirugía con radioterapia. Spiro y colabo-radores30 observaron una tasa de fracaso en el cue-llo del 7% en las metástasis ocultas. Cuando el cue-llo se observaba afectado, tanto clínica como histo-lógicamente, la recidiva regional era del 6%. Otrosautores publican cifras similares.21,24,29,32

Las series que usan el VCR modificado habitual-mente incluyen pacientes con afectación más avanza-da del cuello. Para intentar una comparación, seconsideran las recidivas con relación al estado histo-patológico del cuello. En nuestro estudio, la tasa derecidivas cervicales según Kaplan-Meier fue del 4,9%a los tres años para el cuello pN1 y del 12,1% paralos cuellos pN2. Estos resultados pueden compararsecon los publicados por Leemans et al.19 sobre los cue-llos positivos después del VCR modificado: la tasaglobal de fracaso fue del 9,7%; la tasa de recidiva encuellos con una o dos metástasis fue del 9,1%, y del11,3% en cuellos con ≥3 adenopatías positivas.

88.. LLOOCCAALLIIZZAACCIIÓÓNN DDEE LLAASS RREECCIIDDIIVVAASS DDEE CCUUEELLLLOO

Las recidivas fuera del área de disección cervicaloriginal son raras.12,24,25,29 No obstante, en la mayoríade las publicaciones no se ofrecen datos acerca de silas metástasis aparecieron dentro o fuera de los cam-pos (o niveles) operados. En nuestro estudio, 5 de 33fracasos regionales (15,2%) se ubicaron fuera de losniveles disecados. Tres recidivas en el nivel I se consi-deran el resultado de un error del cirujano al realizarel VCS. Los ganglios retrofaríngeos, no previstos enel vaciamiento cervical, fueron el lugar de recidiva enotro de los casos. Solamente un fracaso en el nivel Vse podría haber evitado con un VCR modificado.

En nuestra opinión, la incidencia tan bajade recidivas en los niveles IV y V observadaen nuestro colectivo no justifica la necesi-dad de tratar a todos los pacientes con unVCR modificado.

Podemos concluir que se precisa experiencia y des-treza para realizar un VC selectivo adecuadamente.

La tasa de fracasos en el lado contralateral no ope-rado fue bajo en nuestra serie, dado que únicamen-te aparecieron cuatro recidivas en el cuello contrala-teral no operado (0,8%, 4 de 503 pacientes). Estaincidencia tan baja demuestra la adecuada selecciónde pacientes para un vaciamiento bilateral, ademásdel impacto de la radioterapia postoperatoria en laesterilización de posible enfermedad microscópicaoculta en el cuello contralateral no intervenido.

99.. EELL IIMMPPAACCTTOO DDEE LLAA RRAADDIIOOTTEERRAAPPIIAAPPOOSSTTOOPPEERRAATTOORRIIAA SSOOBBRREE EELL CCOONNTTRROOLLRREEGGIIOONNAALL YY SSOOBBRREE LLAA SSUUPPEERRVVIIVVEENNCCIIAA

Los factores histológicos que aumentan la probabili-dad de una recidiva en cuello son la presencia de ruptu-ra extracapsular y la afectación de múltiples ganglios endiferentes niveles. La radioterapia postoperatoria fuerecomendada cuando la pieza quirúrgica contenía unasola metástasis.19 Otros favorecen el empleo de la radio-terapia postoperatoria cuando el vaciado cervical contie-ne tres o más adenopatías positivas sin ruptura capsu-lar.21 Se considera que la radioterapia postoperatoriamejora el control de la enfermedad en el sitio del prima-rio y en el cuello, aunque otros autores piensan que lasupervivencia no se ve influida demasiado.23,33,34

En nuestro estudio, la tasa de recidiva en cuellosegún Kaplan-Meier para pacientes inicialmente tra-tados mediante cirugía sola (n = 309) fue del 8,5%[5,3%; 11,8%] a los tres años. La tasa de recidiva encuello según Kaplan-Meier para pacientes que reci-bieron un tratamiento combinado (n = 194) fue de4,7% [1,3%; 8,1%] a los tres años. En el cuello pN1,la tasa de recidivas a los tres años fue del 3,0%cuando se asoció radioterapia postoperatoria y del6,3% sin radioterapia postoperatoria. Con estosdatos, sería deseable conducir un estudio prospecti-vo aleatorio para averiguar la eficacia de la radiote-rapia postoperatoria en el cuello pT1, dado que úni-camente se observa una tendencia en la mejoría delcontrol local después del tratamiento combinado.

La tasa de recidivas a los tres años en el cuellopN2 fue del 7,0% en aquellos pacientes querecibieron radioterapia postoperatoria y ascen-dió hasta el 24,0% en pacientes sin radiotera-pia. Este hallazgo nos llevó a recomendar laradioterapia postoperatoria en pacientes con,al menos, dos adenopatías positivas.

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Los pacientes con un cuello N2 deben ser aconseja-dos para que acepten la radioterapia postoperatoriaantes de someterse al vaciamiento cervical paragarantizar que completan el tratamiento. La tabla 3muestra una sinopsis de las tasas de recidiva regionalen función del estadio N y dependiente de si seadministró radioterapia postoperatoria o no.

Las tasas de supervivencia fueron similares con osin radioterapia adyuvante en los pacientes conadenopatías positivas en su vaciamiento (no semuestran los datos). Este resultado ha de interpre-tarse con cautela a la vista de un sesgo de selección.Los pacientes con adenopatías positivas fueron tra-tados de manera combinada, con algunos de losfactores de pronóstico desfavorables, tal como unestadio tumoral avanzado, más de dos adenopatíaspositivas y una mayor tasa de metástasis con creci-miento extranodal. Por el contrario, el grupo trata-do únicamente con cirugía tenía menos pacientescon tumores en estadios avanzados o con dos omás adenopatías positivas o de crecimiento extra-nodal. Nuestros hallazgos demuestran una tenden-cia hacia una mejoría en la supervivencia cuando se

añade radioterapia en aquellos pacientes con facto-res de pronóstico desfavorables.

1100.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

Hemos podido demostrar que el vaciamiento cervicalselectivo, que técnicamente es difícil, resulta eficienteen el tratamiento electivo de los ganglios cervicalescuando se realiza con el máximo cuidado. La mayorventaja estriba en que reduce la desfiguración y la dis-función postoperatoria, que tras un VCR modificadoaún puede ser significativo. Respecto al control regio-nal, nuestros resultados conseguidos con el VCS, con ysin radioterapia, son comparables a los publicados conVCR o VCR modificado con y sin radioterapia postope-ratoria. En lo que respecta a la supervivencia, parece vis-lumbrarse que incorporar la radioterapia postoperato-ria en el concepto terapéutico mejora la supervivenciade los pacientes con mal pronóstico. Cuando el VCS seindica cuidadosamente, supone una contribución a unconcepto de cirugía menos invasiva, con ventajas fun-cionales y estéticas sin compromiso oncológico.

TABLA 3>> Recidivas cervicales en función del pN y la radioterapia postoperatoria.

Terapia combinada Cirugía únicamente

pN n Tasa de recidivas a los 3 años 95% CI n Tasa de recidivas a los 3 años 95% CI

pN0 36 0,0% - 213 5,5% [2,3%; 8,6%]

pN1 40 3,0% [0,0%; 8,9%] 48 6,3% [0,0%; 13,1%]

pN2 118 7,0% [1,5%; 12,5%] 48 24,0% [11,6%; 36,4%]

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1111.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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IV. RESULTADOS EN EL TRATAMIENTODE TUMORES DE LA VÍA

AERODIGESTIVA SUPERIOR

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

En la cavidad oral y la orofaringe pueden asentar lesio-nes neoformadas de diversa naturaleza: benignas sinpotencial de malignización, benignas pero con potencialde malignización y otras que son malignas desde su inicio.

Las causas de estas lesiones son variables. En efecto,algunas tienen una etiología de base inmunopatológicamal conocida y otras se originan a partir de procesosinflamatorios crónicos en los que traumatismos de repe-tición y los agentes irritativos exógenos, tales como eltabaco o el alcohol, tienen un papel preponderante.También se incluyen las infecciones por papiloma virus.

En la cavidad oral pueden actuar todos los agentescitados. En la orofaringe, los factores irritativos alco-hólico y tabáquico son los predominantes.

La base general del tratamiento de estas lesioneses la exéresis quirúrgica. La intención del presentecapítulo es compendiar las ideas básicas conceptua-les de cada enfermedad y su tratamiento medianteel empleo de tecnología láser.

22.. LLEESSIIOONNEESS BBEENNIIGGNNAASS YY PPRREEMMAALLIIGGNNAASS

Las más frecuentes son la leucoplasia y elliquen simple.

2.1. LEUCOPLASIA ORAL

Su denominación corresponde a un criterio clí-nico que es debido al aspecto blanquecino de las

lesiones que la constituyen. Esta imagen clínicatiene como sustrato morfológico el propio de unalesión de la capa mucosa en la que el grado dedisplasia marcará su gravedad. Se desarrollanasociadas al hábito tabáquico, aunque en ocasio-nes son idiopáticas.

Respecto a la sintomatología y al diagnóstico,encontramos tres posibles formas clínicas: la leu-coplasia homogénea, con áreas blancas exclusiva-mente; la leucoplasia moteada, en la que apreciamoszonas blancas y rojas (eritroplasia); y la leucoplasiaverrucosa, con su característico aspecto, similar auna verruga.

La forma eritroplásica es la que ofrece mayoríndice de displasias. En ningún caso se des-prenden con el raspado.

Tras el diagnóstico clínico, se hará la confirma-ción histopatológica para evaluar el grado de dis-plasia. Aquellas leucoplasias que no presentendisplasia pueden sustraerse al tratamiento qui-rúrgico y son tributarios de observación periódi-ca en espera de remisión espontánea. Si ésta nose produce o, por el contrario, crece, o si en labiopsia inicial se informa de la existencia delesiones displásicas, se procederá a su exéresis(figuras 1a y 1b).

2.2. LIQUEN PLANO ORAL

Es una enfermedad mucocutánea, inflamatoriacrónica de origen desconocido. La anatomía

19. Cirugía láser en lesionespremalignas y malignas

de la cavidad oral y orofaringeJ. Basterra, J.V. Bagan, J.R. Alba, J. Murillo

19 27/10/04 09:34 Página 199

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patológica muestra una degeneración hidrópicabasal con un infiltrado en banda subepitelial,cosa que no ocurre en la leucoplasia oral. La etio-logía es desconocida, si bien tiene una baseautoinmune y que se asocia, en algunas ocasio-nes, a otras enfermedades que también tienenorigen autoinmune.

La forma reticular es la más frecuente.Consiste en líneas blancas entrelazadas, enforma de red, que no se desprenden y selocalizan bilateralmente, sobre todo en lamucosa yugal. Son las características estríasde Wickham.

Producen poca sintomatología. No se desprendenal raspado. Algunos pacientes presentan zonas decoloración rojiza (liquen plano atrófico) rodeadas deestrías blancas que, en ocasiones, se asocian a lesio-nes erosivas que son dolorosas.

El diagnóstico diferencial con las leucoplasias sehace en función de la mayor consistencia de estasúltimas. También se diferencian porque la distribu-ción del liquen es cambiante, con un carácter recidi-vante y porque aparece de forma bilateral en lamucosa yugal.

El tratamiento de la mayor parte de pacientes esfarmacológico con corticoides tópicos o por víasistémica. Sin embargo, algunos líquenes desarro-llan placas que requieren exéresis quirúrgica.

2.3. TRATAMIENTO LÁSER

Para la exéresis de lesiones premalignas en loca-lización oral u orofaríngea, el láser CO2 es la técni-ca de elección. Debe ir precedida de un diagnósti-co histopatológico que aporte datos precisos acer-ca de la posible carga displásica de las lesiones queestamos tratando.

El primer paso del procedimiento quirúrgico esla infiltración con anestésico local inyectado en labase y la periferia de la lesión.

La técnica de programación del sistema consigueuna vaporización de la lesión con láser CO2, utili-zando una potencia de 10 vatios, con el haz lumi-noso en modo continuo, manteniendo el punteroa unos milímetros de la zona que se va a tratar. Elresultado es una superficie vaporizada, estéril, sinhemorragia ni suturas (figuras 2a y 2b). Tras la ciru-gía, se administra un antibiótico de amplio espec-tro, paracetamol y enjuagues de clorhexidinadurante unos días.

En el postoperatorio inmediato de administra dietablanda que, progresivamente, se va normalizando.

33.. LLEESSIIOONNEESS MMAALLIIGGNNAASS

El carcinoma epidermoide constituye eltumor maligno más frecuente en la cavi-dad oral y la orofaringe.

Figura 1a>> Leucoplasia homogénea de lengua. Figura 2b>> Leucoplasia verrugosa.

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201

Puede aparecer como tal o ser el estadio final dealgunas formas clínicas de lesiones evolutivas pre-malignas citadas en el apartado anterior. El primerpaso hacia la malignización es la aparición de dis-plasias celulares sobre una inflamación crónica. Essobradamente conocido que, dependiendo del cre-cimiento local e invasión tumoral, distinguiremosel carcinoma in situ, si el tumor queda confinado alepitelio sin rebasar la membrana basal del mismo.

Cuando la desborda y empieza a crecer hacia lasubmucosa, hablamos de carcinoma microinvasor.A medida que el tumor progresa, se clasifica segúnlos criterios de la UICC:

T1: <2 cm T2: entre 2 y 4 cm T3: >4 cm T4: afecta a estructuras adyacentes

El diagnóstico clínico se retrasa con frecuenciadebido a la escasa e inespecífica sintomatologíaque dan estos tumores en los primeros estadios desu evolución: discreto dolor local, disfagia, odinofa-gia, según la localización. Es frecuente que elpaciente no considere estos síntomas suficientemotivo de consulta.

De manera infrecuente, las lesiones ulceradas dela cavidad oral pasan diagnosticadas como de úlce-ra traumática durante excesivo tiempo. Este hechono se produce con tanta frecuencia relativa en laorofaringe.

El carácter indurado de cualquier lesiónulcerada en estas localizaciones obliga apensar al clínico en la posibilidad de unatumoración maligna y a proceder a la tomade una biopsia.

En el caso de lesiones ulceradas en la regiónamigdalina, el diagnóstico diferencial debe incluirlas amigdalitis específicas mediante tacto digital, elcultivo de gérmenes y, en caso de duda, una biop-sia, que es inexcusable para evitar errores diagnós-ticos graves.

3.1. TRATAMIENTO LÁSER

La indicación de resección quirúrgica mediantetécnica láser en tumores malignos pequeños (insitu o T1) es clara. La técnica es similar a la utiliza-da en las lesiones premalignas. En todos los casos,los márgenes de resección deben ser suficiente-mente holgados para permitir el estudio histopa-tológico de la pieza.

Los límites de la resecabilidad mediante láser vienendados por la afectación del periostio o del hueso,hecho que se puede producir en la región gingival,palatina, trígono retromolar. En algunos casos, esposible combinar la técnica láser aplicada sobre lostejidos blandos, con una acción mediante motor,

Figura 2a>> Postexéresis mediante láser.

Figura 2b>> Postexéresis mediante láser.

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escoplo o fresa sobre el hueso (figuras 3a, 3b y 3c).Cuando la afectación tumoral se circunscribe a las par-tes blandas, la limitación la establecen dos factores: laaccesibilidad de la lesión por vías naturales y la segu-ridad del cirujano en la resecabilidad completa deltumor hasta sus límites más profundos.

La experiencia de los autores de este capítulo corres-ponde a tumores de la mucosa yugal, de la porciónmóvil de la lengua anterior a la v lingual, región gingi-val y suelo de boca. En la región amigdalina, corres-ponde a amigdalectomía, amigdalectomía ampliada yresecciones parciales de velo palatino del lado homo-lateral a la amigdalectomía (lesiones eritroplásicas ycarcinomas superficiales, aunque extensos).

Las indicaciones de vaciamientos ganglionares sehacen en función del tamaño tumoral y la existencia ono de adenopatías palpables o visibles mediante TC.

Figura 3b>> Postresección de partes blandasmediante láser.

Figura 3c>> La acción anterior se completa medianteresección ósea con motor y despegador sobrela arcada maxilar.

Figura 3a>> Eritroplasia difusa sobre velo de paladarcon zonas de carcinoma microinvasor (flecha amarilla).Carcinoma infiltrante en región posterior de arcadadentaria superior (flecha negra).

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203

11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Los carcinomas más frecuentes de la cavidad oralson los de lengua y del suelo de la boca. Ben-Bassat2

y Strong27 fueron los primeros que, a finales de ladécada de 1970, describieron la resección de carci-nomas de lengua con el láser carbónico. Los prime-ros resultados a largo plazo fueron presentados porCarruth,4 Hirano11 y por Williams.29 También Eckel ycolaboradores6 publicaron resultados a largo plazosobre 64 pacientes con carcinomas de la cavidad oralen la categoría T1-T4 con láser. La tasa de recidivalocal fue del 36%. La tasa de supervivencia específi-ca (o dependiente del TNM) fue del 81% para losestadios I y II, del 73% para el III y del 21% para elestadio IV. Los resultados funcionales, sin reconstruc-ción plástica de los defectos, fueron muy satisfacto-rios. Bier-Laning y Adams3 publican una tasa de reci-diva local del 34% en 51 pacientes con carcinoma decavidad oral tratados con microcirugía láser.

Incluso los defectos mayores postresecciónen la cavidad oral pueden dejarse sinreconstrucción con colgajos locales, regiona-les o libres a la espera de un cierre cicatricialespontáneo, que favorece la recuperaciónfuncional.

Ya en el año 1987 McConnel y colaboradores18

compararon diferentes procedimientos reconstructi-vos en pacientes con carcinomas de lengua T2 y T3.La función postoperatoria fue mejor después dereconstruir con injertos de piel (tipo Thiersch) y trasel cierre primario del defecto. El peor resultado se

alcanzaba tras la reconstrucción con colgajos localeso regionales. En un estudio multicéntrico prospecti-vo se analizó la función del habla y de la deglucióndespués de emplear tres métodos reconstructivos endefectos comparables en localización y extensión:cierre primario de la herida, colgajo miocutáneo ycolgajo libre microvascular anastomosado. En contrade la opinión extendida, los autores observaron quela función después del cierre primario era igual oincluso mejor en comparación con la reconstrucciónmediante colgajos miocutáneos o libres.19 Otrosautores también se han encontrado con resultadossimilares.14,15,24

Los carcinomas del suelo de la boca de lacategoría T1 y T2 son tratados preferente-mente por cirugía, por cuanto la radioterapiapuede ocasionar más frecuentemente com-plicaciones debido a la cercanía del tumor a lamandíbula. Los carcinomas del suelo de bocaen estadio III y IV habitualmente son opera-dos y reciben radioterapia postoperatoria.

22.. RREESSUULLTTAADDOOSS

En el periodo comprendido entre 1986 y 1997 sehan intervenido en el Clínico de Göttingen 53pacientes con carcinoma epidermoide del suelo deboca mediante microcirugía láser primaria con inten-ción curativa. Los estadios se distribuyen como sigue:Estadio I,11 (21%); estadio II, 11 (21%); estadio III,15 (28%); y estadio IV, 16 (30%), según la clasifica-ción de la UICC de 1992.

20. Microcirugía láser para carcinomasde cavidad oral, orofaringe y lengua, y

otras alternativas terapéuticasP. Ambrosch, W. Steiner, M. Kron

Traducción de M. Bernal Sprekelsen

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Se observaron recidivas locales o locorregionales en 13pacientes (23%) (estadio I y II, 18%; estadio III y IV,29%). La tasa de supervivencia global a los cinco añosfue del 61%.1

Con la resección tumoral convencional de los tumo-res de suelo de boca, con y sin exéresis parcial de man-díbula, y con y sin reconstrucción del defecto, se alcan-zaron tasas de recidiva local comparables.9,19,21 Hicks ycolaboradores9 trataron a 96 pacientes con carcinomade suelo de boca con cirugía primaria convencional(43% estadio I y II). En la mitad de los casos se resecóla mandíbula marginal o segmental. A pesar de la agre-sividad del procedimiento quirúrgico, el 16% de lospacientes con carcinomas T1 o T2, y el 27% de los casoscon T3 o T4 desarrollaron recidivas tumorales locales.Sessions y colaboradores25 observaron con diferentesconceptos terapéuticos una tasa de recidiva del 17,5%en 280 pacientes con carcinomas de suelo de boca(50% de los pacientes presentaban un estadio I y II).

Sólo con la radioterapia percutánea se alcanzarontasas de control local del 80, 56 y 17% para los T1,T2 y T3 de suelo de boca,12 y sólo con la braquitera-pia intersticial se consiguió en 160 pacientes con T1y T2 de suelo de boca una tasa de control local del89% y una tasa de supervivencia a los cinco años del76%. No obstante, se observó como complicaciónuna necrosis de partes blandas en el 10% y de huesoen el 18% de los pacientes.17

33.. MMIICCRROOCCIIRRUUGGÍÍAA LLÁÁSSEERR EENNEELL CCAARRCCIINNOOMMAA DDEE OORROOFFAARRIINNGGEEYY OOTTRRAASS OOPPCCIIOONNEESS TTEERRAAPPÉÉUUTTIICCAASS

El mal pronóstico que tienen los pacientescon carcinoma de orofaringe, en los quemayoritariamente está afectada la amígdalao la base de la lengua, parece deberse aque, en el momento del diagnóstico, y debi-do a la ausencia de síntomas precoces, lamayoría ya presenta un estadio avanzado.

Los progresos en la terapia en los últimos años hanconseguido un mejor control tumoral local, pero,debido a las metástasis a distancia, las tasas desupervivencia no se han visto incrementadas.

Eckel y colaboradores6 publicaron sobre 53 pacien-tes con carcinoma de orofaringe de todas las catego-rías T operados con láser. La tasa de recidiva local fuedel 38%. La tasa de supervivencia específica a loscinco años fue del 86% para los estadios I y II, del65% para el estadio III y del 21% para el estadio IV.

En el periodo comprendido entre 1986 y 1996 setrataron en el Clínico de Göttingen 90 pacientes concarcinomas de amígdala con intención curativa pri-mariamente mediante microcirugía láser. La distribu-ción por estadios fue la siguiente: estadio I, 5 (6%);estadio II, 8 (9%); estadio III, 22 (24%); y estadio IV,55 (61%) (UICC 1992). Se observaron recidivas loca-les y locorregionales en 27 pacientes (30%) (estadiosI y II, 8%; estadios III y IV, 34%). La tasa de supervi-vencia global a los cinco años fue del 63% para esta-dios I y II, y del 35% para los estadios III y IV.1

En la bibliografía se encuentran resultados oncoló-gicos similares después de cirugía convencional, concolgajos (regionales o microvasculares) para el cierrede los defectos. En los carcinomas de amígdala enestadios I y II, la tasa de control local a los cinco añososcila entre el 75-80%.6,10 La tasa de control localpara los carcinomas de amígdala en estadios III y IVoperados e irradiados es aproximadamente del 60-65%.10,16,24 La tasa de supervivencia global a loscinco años después del tratamiento combinado (del30 al 65% de los pacientes tenían un estadio IV) fuedel 38-54%.23,28,30

La radioterapia sola, con o sin vaciamiento cervical(el porcentaje de pacientes con tumores T4 era del 5-23%), presenta una tasa de control local a los cincoaños del 44-76%13,20,23,28 y la tasa de supervivenciaglobal a los cinco años después de radioterapiaúnica, entre el 48 y el 60%.7,13,20 De una revisiónbibliográfica realizada por Parsons y colaboradores22

se desprende que los resultados oncológicos para loscarcinomas de amígdala conseguidos con una radio-terapia primaria, con o sin vaciamiento cervical pla-nificado, son comparables a los de una cirugía conradioterapia postoperatoria.

Existen pocos estudios que evalúen la función de ladeglución y del habla después de cirugía radical yradioterapia postoperatoria.5,19 A pesar de los procedi-mientos modernos de reconstrucción con colgajos vas-culares microanastomosados, los resultados son, con-trariamente a lo esperado, insatisfactorios. Después decirugía radical de carcinomas de orofaringe, la mayoríade los pacientes sólo son capaces de ingerir dieta blan-da y evitan las comidas sociales, sin que pueda obser-varse ninguna influencia del estadio del tumor prima-rio en el grado de la alteración funcional.5

44.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

El abordaje endooral o transoral en los carcinomasde cavidad oral y de orofaringe supone para los

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pacientes evitar una mayor morbilidad secundaria ala faringotomía, a la sección mandibular o incluso ala resección parcial de la mandíbula, a la reconstruc-ción mediante colgajo, así como a la traqueotomía.

Los límites del abordaje son la exposicióninsuficiente del tumor y el crecimientotumoral por continuidad a las partes blan-das del cuello, dado que la disección pordentro de los grandes vasos va asociada aun mayor riesgo de hemorragia.

Según nuestra experiencia, no es necesario recons-truir ni siquiera defectos mayores en cavidad oral yorofaringe mediante técnicas de cirugía plástica. Poderrenunciar a la realización de colgajos plásticos tambiénreduce la morbilidad. Nuestra experiencia y los citadosestudios sobre la función postoperatoria han demos-trado que la renuncia a la reconstrucción plástica deldefecto no tiene por qué ir forzosamente asociada auna peor función de la deglución y del habla.

55.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Los cánceres de la hipofaringe, y especialmente losde seno piriforme, presentan una serie de caracterís-ticas que los hacen distintos de los tumores laríngeos.En una mayoría de los casos suponen un pronósticopobre,1 motivo por el cual, en ocasiones, se han tra-tado exclusivamente con radioterapia, casi dandopor perdidos a estos pacientes.2

Entre las características distintivas podemoscomentar las siguientes:

• Presentan con frecuencia extensión submucosa,lo que obliga a realizar una resección más amplia(márgenes de al menos 1 cm en sus límites faríngeosy esofágicos).3

• Presentan síntomas de una manera más tardía,favoreciendo su diagnóstico en fases más avanzada.

• La exploración laringoscópica con frecuencia nonos da toda la información necesaria para evaluar suposible resección de manera endoscópica, al no per-mitirnos evaluar la extensión inferior ni la paraglóti-ca, ni la afectación submucosa.

• Presentan más frecuentemente adenopatíasen el momento del diagnóstico que en otraslocalizaciones.

• La cirugía abierta clásica permite preservar lalaringe sólo de manera ocasional, dadas las dificulta-des de reconstrucción o las secuelas, fundamental-mente aspiración y disfagia, que nos desaconsejansu realización.4 Por este motivo, las estrategias depreservación de órgano, bien con radioterapia o qui-mioterapia y radioterapia, sustituyen en no pocosprotocolos al tratamiento quirúrgico, aun en lasfases más iniciales.5

Por todos estos motivos, el desarrollo de posibilida-des de tratamiento que permitan ofrecer una acep-table posibilidad de curación, junto con mejoresposibilidades de conservación de las funciones de lalaringe, resulta muy atractivo.6

22.. CCOONNSSIIDDEERRAACCIIOONNEESS AANNAATTÓÓMMIICCAASS

La hipofaringe constituye la zona de la faringecomprendida entre el hueso hioides cranealmente yel inicio del esófago caudalmente. Dentro de la hipo-faringe se consideran tres zonas (figura 1):

Los senos piriformes, que es donde con másfrecuencia se asientan tumores, la regiónretrocricoidea, en la que se presentan tumo-res especialmente en mujeres mayores y enrelación con anemia ferropénica (síndromede Plummer Vinson), y la pared posterior dela hipofaringe, que se caracteriza por ser lazona que con más frecuencia presenta metás-tasis a distancia y la que con mayor frecuen-cia se relaciona con segundos tumores.

Con mucho, son los senos piriformes la zona másfrecuentemente afectada por procesos tumorales,hablándose de su extensión en función de que afec-te a una, dos o tres caras o paredes del mismo:medial, lateral y posterior. De especial interés es laafectación del extremo caudal del mismo, o ápex, yque en general implica un peor pronóstico y, en lacirugía peroral láser, una mayor dificultad técnica altratarse de una zona más estrecha y distal.

21. Resección peroral láserde tumores de hipofaringe

M. Tomás,F. Lorenzo, G. Til

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33.. EEVVAALLUUAACCIIÓÓNN PPRREEOOPPEERRAATTOORRIIAA

Los tumores de seno piriforme no suelen ser fáci-les de evaluar mediante la exploración laringoscópi-ca, que con frecuencia no nos permite evaluar suextensión caudal ni la extensión submucosa (figura2). La exploración radiológica mediante tomografíacomputerizada nos puede ayudar de maneraimportante, aunque no siempre es lo precisa quepodríamos desear.

Por ello, es fácil tanto el sobreestadiaje, almostrar afectadas paredes del seno piri-forme que no se encuentran interesadas,en el caso de tumores con un cierto com-ponente vegetante que al contactar conlas paredes colindantes simulan su afecta-ción (figuras 3 y 4), como el infraestadiaje,al no detectar la afectación superficial osubmucosa. Por otro lado, también pue-den minusvalorar lesiones o al menos lasdificultades que vamos a encontrar duran-te su resección.

Figura 1>> Anatomía de la hipofaringe.Zonas de la hipofaringe.

Figura 2>> Carcinoma de seno piriforme. Imagen intraoperatoria que no permitever la afectación del ápex.

Senopiriforme

Paredposterior

Regiónretrocricoidea

Esófago

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209

La valoración de la infiltración de la muscu-latura prevertebral se hace difícil, tanto conla TC como con la resonancia, si bien caberecordar que esta situación es especialmen-te infrecuente, aun cuando la radiología seamuy sugestiva.

Una situación opuesta se presenta en los pacien-tes previamente tratados con radioterapia, en losque la afectación por permeación de los constric-tores faríngeos resulta más fácil. Por otro lado, esimportante conocer que en las lesiones que exigenla resección de la cara medial del seno piriforme,aunque en un principio permitan el movimientode la hemilaringe correspondiente, a lo largo delproceso de cicatrización la fijará con relativa fre-cuencia, aunque habitualmente en posiciónmediana o paramediana, favoreciendo problemasde aspiración que pueden comprometer el posto-peratorio, motivo por el cual la realización depruebas de función respiratoria, así como la valo-ración postoperatoria de la deglución debe serobligatoria. La frecuencia con la que los tumoresde seno piriforme se pueden ver acompañadospor lesiones sincrónicas, especialmente en pul-món, nos hacen prever la aceptación en un futuromuy próximo de la realización de una exploraciónmediante Tomografía de Emisión de Positrones(PET) para su valoración más completa.

Una vez en el quirófano, es fundamental la realiza-ción de una esofagoscopia, que puede mostrar oca-sionalmente un segundo tumor. Debemos completar

una minuciosa laringoscopia directa y, si existendudas, realizar en el mismo procedimiento una oca-sional cordectomía I o el procedimiento que corres-ponda, ya que no es infrecuente que los tumores deseno piriforme coexistan con otras lesiones a nivel delas cuerdas o bandas.

La susceptibilidad de resección con frecuenciasólo se puede establecer mediante el intento de lamisma, ya que idénticas lesiones pueden o no serresecadas con márgenes adecuados, en función dela exposición que permiten el tamaño de la larin-ge, la presencia o no de piezas dentarias, la mayoro menor apertura bucal, o la presencia de unaretrognatia y la extensión y capacidad de flexióndel cuello.

44.. IINNDDIICCAACCIIOONNEESS.. EESSTTRRAATTEEGGIIAA DDEE TTRRAATTAAMMIIEENNTTOO

El tratamiento de los tumores de seno piriformemediante su resección peroral con láser CO2, inde-pendientemente de lo atractivo y esperanzador quees, no constituye, por el momento, el tratamientoestándar aceptado universalmente, y así sus indica-ciones se mantienen pendientes de confirmaciónmediante estudios comparativos.

El tratamiento del cuello se realiza pasados entorno a 30 días para dar lugar a la reepitelización delseno piriforme en los N0, permitiéndonos controlarla resección previa, y simultáneamente con la prime-ra cirugía cuando el cuello es positivo unilateralmen-te. Realizamos tratamiento unilateral en las lesionesque afectan a la pared medial sin afectar repliegueariteno-epiglótico y cuando afectan a la pared lateraldel seno piriforme.

Cuando la lesión afecta al repliegue ariteno-epiglótico, se realiza un vaciamiento bilate-ral, ya que se comportan como un tumorsupraglótico. También se realizará trata-miento bilateral cuando se afecta la paredposterior o en lesiones retrocricoideas.

Cuando se encuentran preoperatoriamente ade-nopatías bilaterales, preferimos completar el trata-miento cervical, si bien realizamos una traqueotomíatemporal y sólo en casos de laringes amplias ypacientes delgados nos conformamos con dejarlapreparada, pero sin completarla. Esto es, realizamosla incisión cutánea, la ligadura, sección del istmotiroideo y la disección de la pared anterior traqueal,sin llegar a abrirla.

Figura 3>> TC de carcinoma de seno piriforme.

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Realizamos sistemáticamente traqueotomíacuando se realiza un vaciamiento bilateral yel paciente es obeso o el cuello corto, ya queel edema subsiguiente con frecuencia com-plica importantemente el postoperatorio yla posibilidad de hacer una traquetomía deurgencia se encuentra dificultada por la dis-posición anatómica.

Inicialmente, realizábamos el segundo tiempo a los30 días de la primera intervención, pero con frecuencianos encontrábamos con tejido de granulación en lazona resecada que no nos permitía evaluar aceptable-mente la posibilidad de tumor residual. Por este motivo,actualmente preferimos analizar mediante fibrolarin-goscopia la cicatrización, intentando realizar los vacia-mientos una vez reepitelizado el seno piriforme, lo quesuele completarse en torno a los 40 días. La radiotera-pia postoperatoria se realiza siempre que no se hayairradiado previamente, cuando exista más de una ade-nopatía positiva o una mayor de 2 cm, cuando se tratede un tumor grande o el patólogo informe de infiltra-ción perineural, vascular o linfática. Sólo en los escasosT1 y algún T2 limitado, o en pacientes muy mayorescon problemas médicos añadidos (p.ej. Parkinson mar-cado) evitamos la radioterapia postoperatoria.

55.. TTRRAATTAAMMIIEENNTTOO QQUUIIRRÚÚRRGGIICCOO

La resección transoral de los cánceres de senopiriforme comporta una serie de peculiaridades,pero en general resulta más fácil de lo que sepuede anticipar cuando no se realiza este tipo decirugía. Es casi inevitable realizar la resección enfragmentos, que no deben ser muy grandes, ya queen este caso se hace imposible la sección de loslímites inferiores o el control de una hemorragia.La utilización de los laringoscopios expansibles esuna gran ayuda al permitir abrir en toda su exten-sión el seno piriforme, requiriendo su reposiciona-miento en numerosas ocasiones a lo largo del pro-cedimiento para poder acceder a todas las áreasafectadas. En ocasiones es necesario realizar unadisminución del volumen vegetante del tumor(debulking) para facilitar el control del proceso.Con frecuencia es necesaria la resección en capas,especialmente en los tumores que afectan a la por-ción anterior del seno piriforme (figura 5), termi-nando por exponer la cara posterior del cartílagotiroides, que en caso de verse interesado o si exis-tan dudas al respecto, puede resecarse con relativafacilidad de arriba abajo mediante unas pinzas decorte similares a un conchotomo, pero más largas.

Figura 4>> Pieza de laringectomía total de un tumor vegetante que habría sidosusceptible de resección mediante láser, al ser especialmente vegetante.La valoración preoperatoria hacía suponer que se trataba de un tumor de lastres paredes, cuando era sólo de la medial.

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Su resección mediante el láser CO2 resulta lenta eincómoda para el cirujano, al enfrentarse a deste-llos especialmente molestos que se producen alimpactar el rayo sobre el cartílago a una potenciaelevada. El ápex del seno piriforme es la zona másdifícil al ser más estrecha, por lo que exige la utili-zación de laringoscopios más pequeños que dificul-tan la manipulación. La región retrocricoidea esfácil, aunque incómoda de abordar, si bien sólo esfactible la resección de lesiones que no afecten demanera marcada al cricoides o que exijan la resec-ción de ambos aritenoides. La pared posterior delseno piriforme resulta fácil de acceder y se puedellegar a la musculatura prevertebral, donde existeun plano de clivaje de fácil desarrollo que facilita laresección. Las lesiones de la porción craneal delseno piriforme resultan fáciles de resecar si la aper-tura bucal, las piezas dentarias y el cuello no sonespecialmente inadecuados. La clasificación TNMno es todo lo adecuada que fuera necesaria parapoder comparar adecuadamente los resultados condistintas modalidades de tratamiento. Durante laresección, en alguna ocasión hemos salido de loslímites de la faringe, dando lugar a una fístula cer-vical, especialmente si se realiza el vaciamiento cer-vical en el mismo tiempo.

En individuos pequeños, y especialmente en muje-res, el procedimiento puede resultar difícil o imposi-ble. Parece adecuado intentar la resección peroralen una mayoría de casos, aun cuando la valora-ción preoperatoria prevea una situación compleja, yes que sólo en el quirófano podemos evaluar la via-bilidad o no de la resección. En todos estos casos, elpaciente es avisado de la posibilidad de tener queproseguir con una cirugía abierta, aunque en nues-tra experiencia ha sido más frecuente tener que recon-vertir una cirugía peroral en abierta en tumores gló-ticos, especialmente los T3.

La adecuada hemostasia es importante, especial-mente en evitación de hemorragias postquirúrgicas,que pueden comprometer la vida del paciente.

Utilizamos sistemáticamente clipado median-te, al menos, dos clips en el cabo proximalde la arteria laríngea y en aquellos casosen los que se realiza vaciamiento cervical;en el mismo procedimiento solemos buscary ligar externamente el pedículo laríngeodurante el tiempo cervical. No podemosconfiar en exceso en la coagulación eléctri-ca, especialmente la realizada con el aspi-rador aislado.

Figura 5>> Imagen intraoperatoria de la resección con exposicióndel cartílago tiroides.

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Sí nos parece más fiable la realizada cogiendoel vaso responsable mediante la pinza aislada,procediendo a su electrocoagulación. Medianteesta sistemática, no hemos tenido ningunamuerte por hemorragia en el postoperatorio enmás de 360 casos de resecciones láser interveni-dos hasta la fecha.

Un tema aparte lo constituye el de los márge-nes aceptables, que deben ser sustancialmentemayores que en la laringe. Clásicamente, en lossenos piriformes se ha hablado de la necesidadde mantener unos márgenes de entre 2 y 3 cm,que no mantienen ninguno de los cirujanos querealizan esta cirugía de manera abierta, ya quecomportaría la necesidad de hacer faringolarin-gectomías circulares en una mayoría de casos.Según los estudios de Harrison,3 nosotros man-tenemos un margen de en torno a 10 mm entodos los márgenes periféricos del tumor, entanto que este margen se reduce a 5 mm omenos en los límites con aritenoides o repliegueariteno-epiglótico.

66.. CCUUIIDDAADDOOSS PPOOSSTTOOPPEERRAATTOORRIIOOSS.. SSEEGGUUIIMMIIEENNTTOO

El seguimiento de estos pacientes no siempre esfácil, ya que puede crecer el tumor de manera sub-mucosa, pasando inadvertido durante más tiempodel deseado. Por este motivo, prestaremos especialatención a clínica añadida, como pueda ser la otal-gia refleja o el aumento de la disfagia. La explora-ción radiológica mediante TC resulta muy adecua-da, pero no siempre nos aclara la situación. Esto esespecialmente cierto en todos aquellos casos enlos que hemos expuesto el cartílago laríngeo y,sobre todo, cuando se ha vaporizado el pericon-drio, ya que suponen casi inevitablemente eldesarrollo de tejido de granulación que se puedemantener durante y aun después de la radioterapia,y que es signo en mayor o menor grado de unacondritis. Para evitar el desarrollo de esta condritis,siempre que hayamos expuesto de manera más omenos amplia cartílago, utilizamos de manera sis-temática tratamiento empírico con antibióticosantipseudomonas durante los primeros cinco díastras la cirugía.

Casi todos estos pacientes salen del quirófano conuna sonda nasogástrica, que se mantendrá hastaque podemos comprobar que son capaces de reali-zar una deglución sin aspiración que pueda compro-meter el postoperatorio.

77.. CCOOMMPPLLIICCAACCIIOONNEESS YY SSEECCUUEELLAASS

Durante el proceso de cicatrización, el seno pirifor-me resecado se colapsa marcadamente, lo que sepuede ver acentuado por la radioterapia postoperato-ria. Con todo, este fenómeno facilita la deglución aldesviar el bolo alimenticio hacia el seno contralateral,evitando la ocasional hemilaringe parética y sin refle-jo laríngeo abductor. El desarrollo de estenosis tras laresección amplia de lesiones de hipofaringe es unaposibilidad que no se ha presentado en nuestra serie.

La resección de amplias superficies de mucosa y laexposición de una superficie amplia de cartílago tiroides,que no se reconstruye y que, con frecuencia, se ve depri-vado del pericondrio por consideraciones oncológicas,puede favorecer la aparición de condritis, que en sugrado menor se traduce en la aparición de tejido de gra-nulación que dificulta enormemente la evaluación deuna posible recidiva tumoral. Esta situación se puedemantener durante cierto tiempo, dando lugar a la desapa-rición del cartílago, que radiológicamente vuelve a serdifícil de diferenciar de la recidiva tumoral. El tratamien-to empírico en el postoperatorio inmediato de posiblesinfecciones por pseudomona aeruginosa puede contro-lar esta situación en una mayoría de los casos.

Las demás complicaciones son idénticas a las que sepresentan en el resto de cirugías láser, particularmenteel edema de laringe que exija la realización de una tra-queotomía, sobre todo cuando el procedimiento seacompaña de la realización de los vaciamientos cervica-les correspondientes. La presencia de hemorragias, sibien posible, no debe ser marcada cuando se realizauna cirugía con las debidas cautelas (véase antes).

88.. RREEPPEESSCCAA DDEE LLAASS RREECCIIDDIIVVAASS

La repesca quirúrgica de las recidivas de los tumoresde senos piriforme tratados mediante resección pero-ral es realizable, pero exige con cierta frecuencia la rea-lización de una técnica abierta, laringectomía o farin-golaringectomía circular, especialmente en la repescatras radioterapia postoperatoria, que complica tanto elseguimiento como el tratamiento de las recidivas. Poreste motivo, el tratamiento peroral exige la capacidadde su ocasional repesca mediante procedimientos másagresivos. De manera esporádica, y especialmente entumores retrocricoideos, sobre todo cuando se añadela radioterapia, la aspiración no se puede controlar y seexige una elección entre la alimentación permanentemediante una gastrostomía percutánea y la totaliza-ción de la cirugía. En nuestro Servicio, esta cirugía se

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realiza mediante la utilización de un colgajo pectoralmayor en forma de U, suturado sobre la musculaturaprevertebral (figura 6). Sólo en el caso de mujeresrecurrimos a la realización de colgajos microvasculari-zados (colgajo chino). La posibilidad de repescarlosmediante una nueva resección láser es posible espe-cialmente en los casos no irradiados.

Pacientes irradiados por tumores del senopiriforme presentan un marcado edema lin-fático que complica de manera importantela realización de una cirugía con una inten-ción de curación.

Pacientes radiados por otros tumores y separadosen el tiempo sí pueden ser buenos candidatos a laresección con láser, aportando una herramienta útil enpacientes en los que la cirugía abierta comporta unaelevada posibilidad de una laringectomía total. Si biennuestra casuística en repescas de estos tumores esescasa, nuestra impresión es que resulta adecuada yque no hay que dar por perdidos a estos pacientes

99.. RREESSUULLTTAADDOOSS.. EEXXPPEERRIIEENNCCIIAA PPRROOPPIIAA

Desde 1996 hasta marzo de 2004, se han tratadomediante láser más de 360 cánceres de laringe ehipofaringe en el hospital Son Dureta y en la clínica

Juaneda de Palma de Mallorca. Entre ellos, de 61casos de tumores de hipofaringe, cinco se han perdi-do en el seguimiento por ser de fuera de las islas. Delos 56 que se ha podido seguir, tres son fundamental-mente retrocricoideos, cinco se encuentran centradosen la pared posterior de hipofaringe y 48 son tumo-res originados en seno piriforme. Todos ellos han sidotratados mediante resección láser. Durante el mismoperiodo se trataron 29 tumores de hipofaringe que obien no se han considerado adecuados para su resec-ción peroral o se intentó su resección y se desistió pordificultades que no permitían una resección adecua-da o fueron tratados con quimiorradioterapia por dis-tintos motivos. La distribución de los tumores trata-dos mediante láser se detalla en la tabla 1.

Se ha realizado sólo tratamiento con láser (sin radio-terapia o tratamiento cervical) en 11 pacientes, bienpor tratarse de estadios iniciales o por tratarse desegundos tumores en pacientes ya radiados y/o convaciamientos cervicales realizados. En 41 casos, se harealizado radioterapia postoperatoria. Se han realizadovaciamientos cervicales en 44 casos. En cinco han sidobilaterales y sincrónicos con la resección láser. En tresde estos casos se realizó una traqueotomía temporal.

Los resultados oncológicos a tres y cinco años apa-recen en la tabla 2. La serie es pequeña y, sobretodo, corta. Cabe destacar el gran número de muer-tes por causas no relacionadas con el tumor y lossegundos tumores.

Figura 6>> Imagen de la reconstrucción con un colgajo pectoral suturadosobre la musculatura prevertebral.

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De manera sincrónica con el tumor de hipofa-ringe, hemos encontrado tres tumores de cuerday uno de banda que se resecaron en el mismotiempo operatorio. En un caso se encontró intrao-peratoriamente un segundo tumor esofágico quese trató posteriormente con quimioterapia yradioterapia. Otro paciente presentó un segundotumor pulmonar sincrónico que se trató median-te cirugía al mes de la resección del tumor deseno piriforme.

No se ha presentado ninguna muerte periopera-toria y sí dos hemorragias severas dentro de los pri-meros casos que requirieron su revisión peroral enquirófano. Ningún paciente requirió la realizaciónde traqueotomía no prevista antes de iniciar la

radioterapia. Entre los pacientes que se radiaronpostoperatoriamente, en dos casos se realizó unatraqueotomía temporal. En dos casos se presentóuna fístula faringocutánea, que se solucionó espon-táneamente. Un paciente presentó un enfisemasubcutáneo marcado que también se solucionó sinotro tipo de intervención.

Un total de 10 pacientes han presentado unarecidiva local, que se ha considerado susceptiblede repesca. En cuatro de ellos se pudo realizarmediante rerresección con láser. En general, larepesca mediante láser en pacientes ya radiadosha resultado difícil por el edema existente, que nofacilita la cirugía con la adecuada seguridad encuanto a márgenes. Seis pacientes fueron recupe-rados mediante cirugía abierta tras el desarrollode una recidiva. Cinco de ellos habían recibidoradioterapia postoperatoria. Tres precisaron unafaringolaringectomía circular, dos una laringecto-mía total ampliada y uno una laringectomía supra-cricoidea ampliada.

1100.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

El láser carbónico es especialmente útil en laresección de tumores de hipofaringe y, particular-mente, de seno piriforme, patología en la que noexiste en una mayoría de casos una alternativa qui-rúrgica que no suponga la laringectomía total, adiferencia de las laringectomías parciales supragló-

TABLA 1>> Distribución de tumores con láser (n = 61).

T1 7T2 21T3 26T4 7

p N0 23p N1 12p N2 24p N3 2

TABLA 2>> Resultados oncológicos a tres o más años.

3 años (n = 36) MT MN MD MS MO Vivos STEstadio I 4 0 0 0 0 1 3 (75)Estadio II 7 0 1 0 1 0 5 (71)Estadio III 16 3 3 0 0 3 7 (43,7)Estadio IV 9 3 2 1 0 0 3 (33)

5 años (n = 17) MT MN MD MS MO Vivos STEstadio I 2 0 0 0 0 1 1 (50)Estadio II 3 0 0 0 1 0 2 (66)Estadio III 8 2 3 0 0 1 2 (25)Estadio IV 4 1 2 0 0 0 1 (25)

MT: Muertes con relación al T. MN: Muertes con relación al N. MD: Muerte por metástasis a Distancia. MS: Muerto por segundo tumor MO: Muerto porotra causa no relacionada. ST: Sin evidencia de tumor. La adscripción de la causa de la muerte no siempre es clara y pueden coexistir varias.

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ticas, las frontolaterales o las cordectomías. Lasresecciones supracricoideas, y en algunos casossupraglóticas ampliadas, así como resecciones par-ciales y reconstrucciones con colgajos pediculadoso microvascularizados, sí pueden ser una alternati-va en algunos casos, aunque siempre llevan apare-jada la realización de una traqueotomía y unamayor morbilidad y mortalidad perioperatoria.

Por el momento, no podemos considerar que setrate de la técnica de elección en el tratamiento deestos tumores, a falta de completar estudios deseguimiento adecuado, pero todos los datos6 nosinclinan a pensar que se trata de una técnica valiosa,no especialmente difícil y realizable por el cirujanomedio de cabeza y cuello con experiencia en cirugíaabierta, y no una aventura exenta de lógica y posibi-lidades.7 En cualquier caso, se trata de un tratamien-to poco agresivo que nos permite mantener con unamagnífica calidad de vida a pacientes que de por sítienen un mal pronóstico.

Los próximos años serán decisivos para aportardatos que sustenten lo que hasta ahora es funda-mentalmente la impresión clínica cotidiana demuchos grupos.

1111.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

1. Johansen LV, Grau C, Overgaard J. Hypopharyngealsquamous cell carcinoma-treatment results in 138 consecutivelyadmitted patients. Acta Oncol 2000; 39 (4): 529-36. 2. Godballe C, Jorgensen K, Hansen O, Bastholt L.Hypopharyngeal cancer: results of treatment based onradiation therapy and salvage surgery. Laryngoscope 2002;112 (5): 834-8.3. Harrison DFN. Pathology of hypopharyngeal cancer inrelation to surgical management. J Laryngol Otol 1970;84: 349-56.4. Rudert HH, Hoft S. Transoral carbon-dioxide laser resectionof hypopharyngeal carcinoma. Eur Arch Otorhinolaryngol2003; 260 (4): 198-206. 5. Amdur RJ, Mendenhall WM, Stringer SP, Villaret DB, CassisiNJ. Organ preservation with radiotherapy for T1-T2 carcinomaof the pyriform sinus. Head Neck 2001; 23 (5): 353-62.6. Steiner W, Ambrosch P, Hess CF, Kron M. Organ preservationby transoral laser microsurgery in piriform sinus carcinoma.Otolaryngol Head Neck Surg 2001; 124 (1): 58-67.7. Steiner W, Ambrosch P. Endoscopic Laser Surgery of theupper aerodigestive tract. With special emphasis on cancersurgery. Editorial Thieme 2000.

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

El carcinoma de hipofaringe se caracteriza por sumal pronóstico, su diagnóstico en fases avanzadasde la enfermedad y por el elevado porcentaje desegundas neoplasias que presentan estos pacientes.A diferencia de otras localizaciones laríngeas, su ten-dencia a metastatizar es mayor y, a pesar de múlti-ples intentos de mejorar su supervivencia, se consi-dera que ésta no sobrepasa el 30-40%.1-6

El tratamiento con cirugía (radical o parcial)acompañado de radioterapia sigue siendo el trata-miento de elección en los carcinomas de hipofarin-ge. Sin embargo, debido al pobre pronóstico de laenfermedad y a la morbimortalidad asociada a lacirugía radical, en las dos últimas décadas se handesarrollado nuevas modalidades terapéuticas quepermiten mantener una mejor calidad de vida enestos pacientes y controlar la enfermedad a distan-cia. En la década de 1980 se iniciaron muchos pro-tocolos que incluían la quimioterapia neoadyuvan-te para el tratamiento de estos tumores. La quimio-terapia no demostró mejoría en la supervivencia,aunque con ella se mejoraba el periodo libre deenfermedad y abrió la posibilidad de preservaciónde órgano en aquellos pacientes con buena res-puesta al tratamiento inicial y que, posteriormente,se trataban con radioterapia radical.7-10 Más recien-temente, se han desarrollado protocolos que utili-zan la quimioterapia y la radioterapia de formaconcomitante en un nuevo intento de mejorar elporcentaje de control de la enfermedad y de preser-vación de órgano, aunque los resultados se consi-deran todavía en fase experimental.11-13

Al mismo tiempo que las estrategias no quirúrgi-cas para el tratamiento del carcinoma de hipofarin-ge han evolucionado, también lo han hecho lasposibilidades de la cirugía parcial, especialmentecon la utilización del láser carbónico. La experienciaen la resección de tumores de hipofaringe con láserde CO2 se centra básicamente en tumores peque-ños (T1 y T2), y especialmente en aquellos tumoresde localización en la parte membranosa de la hipo-faringe, que son los que garantizan un buen acce-so a la lesión durante la intervención quirúrgica. Lasseries que incluyen tumores localmente avanzadosson limitadas14 y, básicamente, se centran en tumo-res T3 específicamente seleccionados. En todocaso, en el momento actual debe considerarse queesta modalidad terapéutica también está en fase deestudio clínico.

Hay algunas características propias de los tumoresde hipofaringe que pueden dificultar una adecuadaresección del tumor, tales como el elevado porcenta-je de multifocalidad o la dificultad de establecer loslímites tumorales en aquellos casos con extensiónsubmucosa. Por todo ello, algunos autores comple-mentan el tratamiento quirúrgico del tumor conradioterapia sobre el lecho quirúrgico en un intentode erradicar una posible enfermedad microscópicaresidual.15-16 Otros autores propugnan la reseccióntumoral exclusivamente con márgenes quirúrgicosnegativos y evitan en lo posible la radioterapia sobreel lecho, con la finalidad de preservar de este modouna mejor función faringolaríngea.14,17-18

El objetivo de este capítulo es revisar los resultadosdel tratamiento del carcinoma de hipofaringe conláser carbónico, atendiendo a los datos publicados

22. Tratamiento del carcinoma de hipofaringemediante láser de CO2. Experiencia en

el Hospital Clínico de BarcelonaI. Vilaseca, J.L. Blanch, M. Bernal

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en la literatura (tabla 1) y a la experiencia personal denuestro centro.19

22.. RREESSUULLTTAADDOOSS PPUUBBLLIICCAADDOOSS EENN LLAA LLIITTEERRAATTUURRAASSOOBBRREE EELL TTRRAATTAAMMIIEENNTTOO CCOONN LLÁÁSSEERR DDEE CCOO22 EENNEELL CCAARRCCIINNOOMMAA DDEE HHIIPPOOFFAARRIINNGGEE

La experiencia con láser de CO2 en el tratamientodel carcinoma de hipofaringe es muy limitada siatendemos a las publicaciones existentes, aunque losresultados preliminares son muy esperanzadores,puesto que presentan unos índices de curación com-parables con los de otros métodos, una baja morbi-lidad quirúrgica y una elevada probabilidad de con-servación de la función faringo-laríngea.

La mayor parte de estudios se refieren a tumoreslocalmente precoces (T1 y T2) que afectan principal-mente a la parte membranosa de la hipofaringe. Unúnico estudio publicado hasta el momento analiza el

papel de este tipo de resecciones en una larga seriede tumores localmente avanzados.14 En la tabla 1 sedescriben los resultados publicados en la literaturahasta el momento actual.

En la mayor parte de casuísticas, se demues-tra que la supervivencia está ligada a la afec-tación o no de los ganglios cervicales.14-20

En la serie de Steiner y colaboradores14 (n = 129) lasupervivencia global a los cinco años fue del 71% paralos estadios I y II, y del 47% en los III y IV. En la de Ruderty Hoft,16 la supervivencia a los cinco años fue del 74%para pacientes N0 y del 34% en pacientes N+.

En todas la series se destaca, sin embargo,la baja morbilidad, con un elevado porcen-taje de preservación de órgano y de la fun-ción deglutoria y fonatoria tras la cirugíaparcial con láser.

TABLA 1>> Resultados del tratamiento del carcinoma de hipofaringe con láser carbónico publicadosen la literatura.

T Tipo de Supervivencia Supervivencia Supervivenciatratamiento global (5a) ajustada (5a) de órgano

Steiner y T1-T4 Láser + VG +/- RDT I-II: 71% I-II: 95% >95%colaboradores14 en tumores local- III-IV: 47% III-IV: 69%

mente avanzados

Eckel y T1, T2 61,1% 75,9% 92%colaboradores17

Mori y T1,T2 CO2 láser debulking - 87,5% 93,8%colaboradores20 + RDT

Zeitels y T1N0 CO2 láser - I: 100% * 100%colaboradores21

Glanz H.18 T1, T2 láser + VG +/- RDT - 80% 100%

Rudert y Hoft16 T1,T2, T3 láser + VG +/- RDT 48% 58% 100%(n = 1),T4 (n = 1)

* La serie incluye un número muy reducido de pacientes y los resultados se presentan conjuntamente con los de supraglotis;RDT: Radioterapia; VG: Vaciamiento Ganglionar.

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Por todo ello (resultados oncológicos comparablesa otros tratamientos y elevada preservación de órga-no), los autores opinan que la cirugía transoral conláser constituye una alternativa de tratamiento paracarcinomas seleccionados de hipofaringe.

33.. EEXXPPEERRIIEENNCCIIAA EENN EELL TTRRAATTAAMMIIEENNTTOO DDEELLCCAARRCCIINNOOMMAA DDEE HHIIPPOOFFAARRIINNGGEE CCOONN LLÁÁSSEERRDDEE CCOO22 EENN EELL HHOOSSPPIITTAALL CCLLÍÍNNIICCOO DDEE BBAARRCCEELLOONNAA

Desde marzo de 1998 hasta septiembre de 2001,28 pacientes seleccionados diagnosticados de carci-noma escamoso de hipofaringe fueron tratadosmediante láser de CO2 con intención curativa ennuestro centro. Los tumores con invasión del cartíla-go tiroides, crecimiento en profundidad en el espa-cio cervical o base de lengua, extensión inferior aesófago cervical o aquellos que sobrepasaban lalínea media de la comisura posterior o pared farín-gea fueron excluidos. La cirugía láser se acompaña-ba de vaciado ganglionar funcional o radical habi-tualmente en la misma intervención. A los pacientescon más de un ganglio afectado, con diámetro dela metástasis superior a dos centímetros o exten-sión extraganglionar se les administró radioterapiapostoperatoria a nivel de las cadenas afectadas.Excepcionalmente, en algunos pacientes en los quelos márgenes de resección del tumor fueron positi-vos y no fue posible la ampliación de la resección porobliteración del seno piriforme, se les administróradioterapia sobre el lecho tumoral.

La muestra quedó comprendida por 27 varones yuna mujer, con una edad media de 56,6 ± 7,32 años.

La clasificación de los pacientes en función delTNM22 queda especificada en la tabla 2. La distribu-ción por estadios fue la siguiente: I (0%), II (21,4%),III (28,6%), IV (50%).

En 21 pacientes se realizó un vaciamiento ganglio-nar unilateral y en los 7 restantes un vaciamientoganglionar bilateral. Un total de 12 pacientes(42,9%) recibieron radioterapia postoperatoria adi-cional sobre las cadenas ganglionares y cuatro(14,3%) sobre lecho y cadenas. Un paciente requirióuna traqueotomía preoperatoria por imposibilidadde intubación y en otro paciente se realizó de formaprofiláctica tras la intervención.

En siete pacientes (32,1%) no fue necesaria lacolocación de una sonda nasogástrica de alimenta-ción. En los 21 restantes la media de duración de lasonda fue de 15,27 ± 27,3 días (rango, 2-100 días).Aunque la presencia de tos ocasional es un síntomacomún durante el primer mes tras el tratamiento,se suele resolver progresivamente con el tiempo sinimplicaciones relevantes.23 Seis pacientes (21,4%)sufrieron algún tipo de complicación relacionadacon la resección del tumor; dos hemorragias querequirieron coagulación endoscópica bajo anestesiageneral, tres neumonías que se solucionaron contratamiento antibiótico convencional y una infec-ción local.El seguimiento medio tras la cirugía fue de 40,5 ±12,2 meses (rango, 16-56 meses). Nueve pacientesmurieron por el tumor o por causas relacionadas conel tratamiento. Cinco pacientes murieron por causaajena; 14 pacientes seguían vivos y sin evidencia deenfermedad en el momento de finalizar el estudio.

TABLA 2>> Características de los pacientes en función de la clasificación TNM de 1997.

N0 n (%) N1 n (%) N2b n (%) N2c n (%) Total n (%)

T1 - 1 (3,6%) 1 (3,6%) - 2 (7,1%)

T2 6 (21,5%) 4 (14,3%) 6 (21,5%) - 16 (57,1%)

T3 2 (7,1%) 1 (3,6%) 4 (14,3%) 2 (7,1%) 9 (32,1%)

T4 - - 1 (3,6%) - 1 (3,6%)

Total 8 (28,6%) 6 (21,5%) 12 (43%) 2 (7,1%) 28 (100%)

n: número de pacientes; -: ningún paciente incluido en el grupo.

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3.1. CONTROL LOCAL

En el curso del seguimiento se evidenciaron cincorecaídas locales, con un control inicial local del 77,2%.Dos de ellas pudieron ser repescadas mediante lásercon intención curativa y ambos casos siguen vivos sintumor tras 15 y 7 meses, respectivamente. Así pues, elcontrol local final con láser carbónico fue del 87,1%.Otro paciente fue repescado mediante faringolarin-gectomía total y los otros dos se consideraron paliati-vos por la presencia adicional de enfermedad a distan-cia. Las características de los pacientes con recaídalocal quedan descritos en la tabla 3. El control local enfunción del T queda reflejado en la figura 1.

3.2. SUPERVIVENCIA Y PRESERVACIÓN DE ÓRGANO

La supervivencia global y ajustada a laenfermedad a los cuatro años segúnKaplan y Meier fue del 43,4% y 59,4%,respectivamente.

En la figura 2 se muestra la supervivencia ajustadaa la enfermedad en función del estadio tumoral. Los14 pacientes sin evidencia de enfermedad duranteel periodo de seguimiento conservaban la laringe.En 11 de ellos (78,5%) la laringe era completamen-te funcional. Tres pacientes (21,5%) eran portado-res de una gastrostomía de alimentación. La necesi-dad de gastrostomía se relacionó significativamente

con el T (p = 0,006). En la tabla 4 se refleja el por-centaje de pacientes con preservación de órgano ennuestra serie.

Al igual que en otras series, la supervivencia esti-mada por el método de Kaplan-Meier se relacionócon el estadio tumoral. En la figura 2 se describe lasupervivencia actuarial obtenida para los tumoresprecoces y avanzados.

44.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

En resumen, los resultados preliminares obteni-dos en nuestra serie muestran que pacientes selec-cionados con carcinoma de hipofaringe pueden sertratados con láser carbónico con resultados oncoló-gicos comparables a los publicados en la literaturay con un elevado porcentaje de preservación deórgano. Estos resultados confirman las expectativasiniciales de otros grupos y permiten de forma claramejorar la calidad de vida de estos pacientes. Apesar de la baja morbilidad quirúrgica descrita,puede esperarse ocasionalmente una complicaciónmayor que requiera revisión quirúrgica, por lo quelos centros deberían estar preparados para solven-tar tal eventualidad. Son necesarios estudios másamplios que permitan confirmar estos resultados yestandarizar el tratamiento con láser como unaalternativa adecuada para el manejo de carcinomade hipofaringe, así como delimitar las limitacionespropias de la técnica.

TABLA 3>> Características de los pacientes con recaída local.

Edad pTNM Tiempo recaída Localización de Tratamiento Seguimiento(años) (meses) la recaída

50 pT2N2bR + M0 15 Local Láser CO2 Vivo sin enfermedad

61 pT2N1R - M0 19 Local Láser CO2 Vivo sin enfermedad

43 pT3N0M0 4 Locorregional Faringo- Muerto por el tumorlaringectomía+ vaciadoganglionar

46 pT3N2cR + M0 12 Locorregional y Paliativo Muerto por el tumora distancia

53 pT3N2bR + M0 6 Locorregional y Paliativo Muerto por el tumora distancia

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221

Figura 2>> Supervivencia ajustada a la enfermedad en función del estadio tumoral.

-10 0 10 20 30 40 50 60

Meses

1,1

1,0

,9

,8

,7

,6

,5

,4Su

perv

iven

cia

esp

ecíf

ica

Estadio

Avanzado (45,2%)

Precoz (100%)

Figura 1>> Control local en función del T.

-10 0 10 20 30 40 50 60

Meses

1,1

1,0

,9

,8

,7

,6

,5Co

ntr

ol

local

T4 (100%)

T3 (56,2%)

T2 (91,6%)

T1 (100%)

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55.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

1. Eckel HE, Staar S, Volling P, Sittel C, Damm M,Jungehuelsing M. Surgical treatment for hypopharynx car-cinoma: Feasibility, mortality, and results. OtolaryngolHead Neck Surg 2001; 124: 561-9.2. Triboulet JP, Mariette C, Chevalier D, Amrouni H.Surgical management of carcinoma of the hypopharynxand cervical esophagus: analysis of 209 cases. Arch Surg2001; 136 (10): 1.164-70.3. Grau JJ, Cuchi A, Traserra J, Fírvida JL, Arias C, BlanchJL, Estapé J. Follow-up study in Head head and Neck neckCancercancer: Cure cure Rate rate according to Tumortumor Location location and Stagestage. Oncology 1997;54: 38-42.4. Johansen LV, Grau C, Overgaard J. Hypopharyngealsquamous cell carcinoma treatment results in 138 consecu-tively admitted patients. Acta Oncol 2000; 39 (4): 529-36.5. Barzan L, Talamini R, Politi D, Minatel E, Gobitti C,Franchin G. Squamous cell carcinoma of the hypopharynxtreated with surgery and radiotherapy. J Laryngol Otol2002; 116: 24-28.6. Elias MM, Hilgers FJ, Keus RB, Gregor RT, Hart AA, BalmAJ. Carcinoma of the piriform sinus: a retrospectiveanalysis of treatment results over a 20-year period. ClinOtolaryngol 1995; 20 (3): 249-53.7. Pignon JP, Domenge C, Designé L, on behalf of theMACH-NC Collaborative Group. Chemotherapy added toloco regional treatment for head and neck squamous-cellcarcinoma: three meta-analyses of updated individualdata. Lancet 2000; 355: 949-55.

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TABLA 4>> Estatus laríngeo tras resección transoral con láser carbónico en carcinomas seleccionadosde hipofaringe.

Laringe no Laringe conservada Laringe conservadaconservada (n/%) y funcional (n/%) pero no funcional (n/%)

Pacientes vivos - 11 (78,6%) 3 (21,4%)sin enfermedad

Pacientes muertos 1 (11,1%) 6 (66,7%) 2 (22,2%)por el tumoro complicacióndel tratamiento

Pacientes muertos - 4 (80%) 1 (20%)por causa ajena

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223

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

El carcinoma de hipofaringe tiene, entre todoslos carcinomas de las vías aerodigestivas superio-res, el peor pronóstico. Se debe, sobre todo, aque, aparte de la alta incidencia de recidivastumorales, existe una elevada prevalencia de ade-nopatías cervicales en el momento del diagnóstico(68% en el propio colectivo), una tasa alta demetástasis metacrónicas a distancia (13% en elpropio colectivo), así como una alta incidencia desegundos primarios metacrónicos (4% al año en elpropio colectivo).41

Los resultados de diferentes tratamientos del carci-noma de hipofaringe ya han sido publicados conanterioridad.1,40

De manera bastante uniforme, la literatu-ra muestra que los avances de los procedi-mientos diagnósticos por la imagen, de laradioterapia y la cirugía, o de conceptosde tratamiento multimodales no se hancorrelacionado con una reducción en lamortalidad.

En el informe del National Cancer Data Base de1997 se averiguó una supervivencia específica a loscinco años del 31,4% en 3.906 casos de carcinomade hipofaringe y del 33,6% en 822 casos de carcino-ma de seno piriforme.12,13 Independientemente deltratamiento, la tasa de supervivencia específica oajustada a los cinco años fue del 63% para el esta-dio I, del 58% para el estadio II, del 42% para elestadio III y del 22% para el estadio IV.

Además, el estudio de los datos revelabaque los pacientes con estadios tumoralesprecoces tratados únicamente con radiote-rapia, en comparación con pacientes queprimariamente habían sido intervenidosquirúrgicamente, con y sin radioterapiaadyuvante, presentaban una tasa menor desupervivencia. En tumores avanzados, laradioterapia sola tenía las peores tasas desupervivencia.12

El tratamiento estándar del carcinoma de hipofa-ringe consiste en una combinación de cirugía (larin-gectomía parcial o total con resección faríngea par-cial) y un vaciamiento radical de cuello, asociado aradioterapia postoperatoria. Dado que la cirugíaradical con radioterapia postoperatoria no ha podi-do mejorar la tasa de control local y que aproxima-damente un tercio de los pacientes fallecen pormetástasis a distancia, segundos primarios o enfer-medades intercurrentes, parece justificado buscarnuevas vías que ayuden a preservar el órgano yque, al menos, permitan mejorar la calidad de vidade los pacientes afectados con un tumor de tan malpronóstico.1 Los nuevos conceptos terapéuticos quetienen la finalidad de preservar el órgano, como laquimioterapia neoadyuvante seguida de una radio-terapia percutánea, en tumores de entrada reseca-bles, así como la radioquimioterapia simultáneapara el tratamiento de carcinomas no resecables enestadio IV, son citados por el National CancerInstitute americano como “en estudio clínico”.

Los resultados de la encuesta de Hoffman y cola-boradores1 muestran que, aproximadamente el 44%

23. Microcirugía láser transoralen el cáncer de hipofaringe

W. Steiner, P. Ambrosch, M. KronTraducción de M. Bernal Sprekelsen

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de los pacientes con un tratamiento combinado fue-ron sometidos a cirugía con radioterapia. Respecto alprocedimiento quirúrgico, en el 57,5% se realizaronlaringofaringectomías totales y en el 25,3% laringo-faringectomías parciales u otros procedimientos deresección tumoral parciales, pero únicamente en el4% de los casos una resección con láser.

En la cirugía convencional, en el 6-34% detodos los casos tratados se observaron com-plicaciones graves y en el 2,4-14% complica-ciones mortales secundarias al tratamiento.

22.. CCIIRRUUGGÍÍAA MMIICCRROOSSCCÓÓPPIICCAA LLÁÁSSEERRDDEELL CCAARRCCIINNOOMMAA DDEE HHIIPPOOFFAARRIINNGGEE

Aparte de los procedimientos terapéuticosexpuestos, el empleo del láser constituye otro prin-cipio para un tratamiento con preservación deórgano y función. Según nuestros conocimientos,el láser CO2 se ha venido empleando en distintoscentros de EE.UU., la India y Europa, especialmentede Alemania, para la resección de carcinomas dehipofaringe. No obstante, existen pocas publicacio-nes sobre sus resultados.4,35

Los primeros resultados del tratamiento en 36pacientes intervenidos con microcirugía láser fueronpresentados en 1985 y publicados en 1987 porSteiner y Herbst.38 Siguió otra publicación sobre 42pacientes, intervenidos entre 1981 y 1986 en elServicio de ORL del Hospital Universitario de Erlangen-Nürnberg.40 Entre 1993 y 2001 se publicaron en variasocasiones los resultados de la microcirugía transoralen el carcinoma de hipofaringe.39,40,41 Aparte de losresultados presentados por el grupo de Steiner, tam-bién Rudert publicó resultados sobre la microcirugíaláser de los carcinomas de hipofaringe.33,34

2.1. TÉCNICA QUIRÚRGICA

La exposición óptima de la laringe y de la hipofa-ringe constituyen una condición para una reseccióntumoral endoscópica segura. Con la exposición deltumor mediante un laringoscopio bivalva, la resec-ción se realiza en dirección cráneo-caudal. Durante laintervención se precisa cambiar frecuentemente laposición del laringoscopio mientras se procede a laresección tumoral para poder disponer, en todomomento, de la visión microscópica del tejido tumo-ral rodeado de tejido sano. Los carcinomas de hipo-

faringe se resecan en bloques, lo que permite esti-mar la infiltración local del tumor y -apoyado por elestudio intraoperatorio de los márgenes- preservar almáximo el tejido normal y sano.

En la resección de los carcinomas del senopiriforme se mantiene un margen de seguri-dad de aproximadamente entre 5 y 10 mm.

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS DDEELL TTRRAATTAAMMIIEENNTTOOCCOONN MMIICCRROOCCIIRRUUGGÍÍAA LLÁÁSSEERR

En el periodo comprendido entre 1981 y 1996 seoperaron en el Servicio de ORL de la Universidad deGöttingen con intención curativa mediante microci-rugía láser 129 pacientes con carcinoma escamosodel seno piriforme no tratados previamente.41 Laintención de la operación fue la resección tumoralcompleta, con preservación de estructuras laríngeasimportantes desde el punto de vista funcional.

La distribución por estadios se hizo según las nor-mas de la UICC / AJCC de 1992. Un total de 24pacientes tenían primarios de la categoría pT1, 74fueron pT2, 17 pT3 y 14 tumores pT4. Otros 88pacientes (68,2%) presentaban adenopatías metas-tásicas en el momento del diagnóstico. La distribu-ción por estadios fue la siguiente: estadio I, 10(7,7%); estadio II, 23 (17,8%); estadio III, 26(20,2%); y estadio IV, 70 casos (54,3%).

En 110 pacientes se realizó con una media de 10días después de la cirugía del tumor primario unvaciamiento, mayormente selectivo, unilateral o bila-teral. De 33 pacientes, (81,8%) de los estadios I y II,27 fueron tratados exclusivamente mediante cirugía.Únicamente 6 (18,2%) fueron sometidos a un trata-miento combinado consistente en cirugía y radiote-rapia postoperatoria. Por el contrario, solamente en44 (28,2%) pacientes en estadios III y IV se llevó acabo un tratamiento únicamente quirúrgico, mien-tras que 69 (71,8%) fueron tratados de maneracombinada. La radioterapia abarcaba siempre laregión tumoral primaria y ambos cuellos. El tiempomedio de seguimiento fue de 44 meses.

Un total de 17 (13,2%) pacientes (estadio I y II:3/33, 9,1%; estadio III y IV: 14/96, 14,6%) desarro-llaron recidivas locales o locorregionales. A los cincoaños, la supervivencia estimada según Kaplan-Meierpara el control local fue del 82% (95%, intervalo deconfianza: [66%; 98%]) para los estadios I y II, y del69% (95% intervalo de confianza: [48%; 72%])para los estadios III y IV.

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Con relación a las categorías pT, se observan lassiguientes tasas de recidiva local:

pT1: 2 (8%), pT2: 5 (7%), pT3: 2 (12%), pT4: 3(21%).

En tres pacientes (4%) con un tumor pT2 aparecie-ron recidivas locorregionales (1x contralateral), asícomo dos pacientes (14%) con un tumor pT4.

3.1. TRATAMIENTO DE LAS RECIDIVAS LOCALESY LOCORREGIONALES

En ocho pacientes se pudo realizar nueva-mente la resección transoral con preserva-ción de órgano.

En un caso se llevó a cabo una resección laringo-faríngea parcial y solamente en un paciente fuenecesaria una laringectomía total con faringectomíaparcial. En cinco pacientes se realizó un tratamientopaliativo.

En 18 pacientes (14,0%) aparecieron metástasisrecidivadas o tardías de cuello. Se observaron metás-tasis metacrónicas a distancia en ocho pacientes(6,2%) con control locorregional y un segundo pri-mario metacrónico en 24 (18,6%) casos.

Un total de 57 pacientes (44,2%) vivían en elmomento de cerrar la base de datos, uno de elloscon enfermedad tumoral. Otros 72 (55,8%) fallecie-ron durante el periodo de seguimiento. Por otrolado, 26 (20,1%) fallecieron por enfermedad tumo-ral (estadio I y II: 1/33, 3,0%; estadio III y IV: 25/96,26,0%). Otros 26 (20,1%) fallecieron por enferme-dades intercurrentes: 18 (14,0%) por un segundoprimario y en dos (1,6%) casos no pudo saberse lacausa de la muerte.

La tasa de supervivencia estimada global alos cinco años, según Kaplan-Meier, fue del71% para los estadios I y II, y del 47% paralos estadios III y IV. La tasa de supervivencialibre de enfermedad para cinco años fue del95% para los estadios I y II, y del 69% paralos estadios III y IV.

Cinco pacientes (3,9%) presentaron un sangradoendolaríngeo postoperatorio que pudo controlarseen todos los casos por vía endoscópica. Tres pacien-tes precisaron una Gastrostomía Percutánea (PEG),uno de ellos por una estenosis de hipofaringe y losotros dos por aspiraciones. Con excepción de estos

pacientes, todos los demás presentaban una funcióndeglutoria normal.

44.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

Rudert34 publicó los resultados de 20 casos concarcinomas de hipofaringe intervenidos en laUniversidad de Kiel entre 1991 y 1995 por víamicroscópica. Un total de 27 pacientes tenían tumo-res T1 o T2, y ocho (28%) desarrollaron una recidivalocal. La tasa de supervivencia global a los cinco añosfue del 58% y la ajustada, del 58%.

También en la casuística de Rudert sedemuestra que la supervivencia está ligadaa la afectación o no de los ganglios cervica-les. La tasa de supervivencia a los cinco añosfue del 74% para pacientes con N0 y del34% para pacientes con N+.34

En la comparación de la supervivencia porestadios, se observa el 78% para los esta-dios I y II por el 35% para pacientes en esta-dios III y IV. Ningún paciente fue traqueoto-mizado por la cirugía del primario y todospresentaban una función normal de ladeglución.

4.1. OTRAS OPCIONES TERAPÉUTICAS

A pesar de que hoy en día aún se viene realizandocirugía radical, incluso para carcinomas T1 y T2,6 enlos últimos años se observa una clara tendencia haciaconceptos terapéuticos conservadores. Debido a suselevadas tasas de complicaciones y de muertes, lasresecciones parciales faringolaríngeas no lograronimponerse durante mucho tiempo. Ogura publicabaen 196027 por primera vez acerca de resecciones par-ciales faringolaríngeas exitosas para el tratamientodel carcinoma de hipofaringe.

Una condición básica para la consecución de resec-ciones parciales faringolaríngeas con preservación deórgano en el carcinoma del seno piriforme es elconocimiento exacto de la extensión tumoral y delpatrón de crecimiento de los carcinomas. En los últi-mos años, diferentes autores lograron demostrar enestudios anatomopatológicos de piezas de laringec-tomía que, por la extensión tumoral, al menos enalgunos pacientes habría sido factible una faringola-

23_c 3/11/04 13:09 Página 227

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ringectomía parcial con preservación de la hemilarin-ge contralateral no afectada por tumor.8,10,46

Ogura y colaboradores27 tenían un colectivo muyseleccionado de pacientes con carcinomas precocesde seno piriforme (cuerdas vocales móviles, ápexdel seno piriforme, zona retrocricoidea y cartílagotiroides libres de tumor) y obtuvieron una tasa desupervivencia del 53% a los tres años. No obstan-te, el 34% de los pacientes precisaron una laringec-tomía secundaria debido a una recidiva local.28 Lasindicaciones de Ogura fueron adoptadas por varioslaringólogos.

En 1987, Henri Laccourreye y colaboradores18

publicaron los resultados de 240 pacientes concarcinomas precoces del seno piriforme y de larin-ge que habían sido tratados mediante una hemifa-ringolaringectomía supracridoidea. Observaronrecidivas locales en el 5,2%. El 8% de los pacien-tes precisó un traqueostoma y el 15% presentóalteraciones de la deglución.

Spector y colaboradores37 (de la escuela de Ogura)publicaron sus resultados de 408 pacientes tratadoscon diferentes estrategias terapéuticas entre 1964 y1991. Un total de 207 pacientes fueron sometidos auna resección faringo-laríngea parcial, con y sinradioterapia postoperatoria. Respecto a la tasa decontrol tumoral local y la supervivencia, se lograronresultados sobresalientes. Dependiendo de la locali-zación y la extensión tumoral, la tasa de superviven-cia específica a los cinco años oscilaba entre el 46 yel 77%. Los autores indican que los buenos resulta-dos se deben a la selección de pacientes, que sóloconsideraba casos con tumores precoces para laresección parcial faringo-laríngea. Sin embargo, hayque añadir que las tasas de complicaciones quirúrgi-cas y de muertes relacionadas con el tratamientofueron elevadas. Gracias a la inclusión del colgajomiocutáneo del músculo pectoral para la reconstruc-ción de la faringe y a la renuncia a una radioterapiapreoperatoria, se logró reducir, según los autores, laincidencia de complicaciones hasta el 19% y de falle-cimientos hasta el 4,6%.

Chevalier y colaboradores5 presentaron los resulta-dos en 31 pacientes con carcinomas T1 y T2 del senopiriforme tratados durante un periodo de 15 años. Eltratamiento consistió en una hemifaringolaringecto-mía supraglótica con vaciamiento cervical radical yradioterapia postoperatoria. Mediante este conceptoterapéutico, se alcanzó una tasa muy buena de con-trol tumoral local (sólo el 2% de recidivas locales),pero las tasas de supervivencia, sobre todo para lospacientes con un T2, fueron muy bajas debido a la

elevada tasa de metástasis recidivantes en cuello y adistancia.

Todos los pacientes fueron traqueotomiza-dos en el contexto de su cirugía laríngea par-cial y alimentados por sonda nasogástrica.

Por el contrario, ninguno de los pacientes interve-nidos por microcirugía láser precisó una traqueoto-mía. La tasa de complicaciones también fue notable-mente inferior y los resultados funcionales de ladeglución, mejores. Lo mismo puede decirse acercade la tasa de supervivencia para nuestro colectivo.

Kraus y colaboradores17 trataron 39 casos, mayori-tariamente con carcinomas precoces de seno pirifor-me, mediante una faringolaringectomía parcial conradioterapia postoperatoria. La tasa de control localfue del 79% y la tasa de supervivencia específica alos cinco años, del 54%.

Otra opción terapéutica para la preservación deórgano es la quimioterapia neoadyuvante adminis-trada después de la faringolaringectomía parcial y laradioterapia postoperatoria. Entre 1964 y 1985,Laccourreye y colaboradores19 trataron a un grupode 34 pacientes con carcinomas T2 seleccionados deseno piriforme según este esquema. Solamente unpaciente presentó una recidiva local, dos pacientesdesarrollaron metástasis recidivantes en cuello y trespacientes metástasis a distancia. La tasa de supervi-vencia específica a los cinco años fue del 56%. Sinembargo, hay que comentar críticamente que no semenciona ni la respuesta clínica a la quimioterapia nilos resultados histopatológicos de los especímenesresecados. Además, el 85% de los pacientes presen-taron complicaciones y los resultados funcionales nofueron satisfactorios: el 20% de los pacientes pade-cía de aspiraciones graves con complicaciones pul-monares. En tres pacientes se tuvo que realizar unalaringectomía total por graves aspiraciones.

En los carcinomas de la parte craneal del senopiriforme con cuerdas móviles, los resultados onco-lógicos de la hemifaringolaringectomía parcial conpreservación de órgano y vaciamiento cervical aso-ciada a radioterapia postoperatoria son compara-bles a los de la laringectomía con faringectomíaparcial.5,19,27,37 Cuando se compara la microcirugíatransoral con láser en combinación con un vacia-miento selectivo de cuello y radioterapia postope-ratoria con la clásica resección parcial faringolarín-gea, se observan en la primera muchas menoscomplicaciones, sobre todo con fallecimiento. Lamorbilidad postoperatoria fue mucho menor y la

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tasa de supervivencia libre de enfermedad y globaltambién fueron claramente mejores.

La radioterapia primaria del tumor primario y deambos cuellos se considera como alternativa a lacirugía en los carcinomas precoces del seno piriformecraneal.3,14,25,26 Pameijer y colaboradores29 calcularonuna tasa de control local del 78% para los 23 carci-nomas T1 y T2 tratados entre 1984 y 1993.

La tasa de control local se veía reducidacuando el ápex del seno piriforme estabaafectado y el volumen tumoral sobrepasabalos 6,5 ml.

En una siguiente publicación de la misma institu-ción, la tasa de control tumoral local a los cinco añosfue del 90% para los T1 y del 80% para los T2. Elcontrol local con preservación de órgano fue del86% para pacientes con un T1 y del 82% para losT2.2 Garden y colaboradores9 alcanzan en 57 carci-nomas T1 y T2 el 75,5% de control local. Wang45

publica para los T1 una tasa de control local a loscinco años del 74% y del 76% para los T2. Las tasasde supervivencia libre de enfermedad a los cincoaños fueron del 73% para los T1 y del 68% para losT2. En cambio, Jones14 obtiene una tasa de supervi-vencia específica a los cinco años de únicamente el40% para T1y del 28% para los T2.

Se sabe que las repescas quirúrgicas derecidivas tumorales después de una radio-terapia primaria y convencional se asocianen un elevado porcentaje a complicacionesgraves.9,24,32

Así, Davidson y colaboradores7 observaron el 27%de complicaciones en 108 pacientes que precisaronuna laringectomía total después de radioterapia pri-maria. La tasa de supervivencia global a los tres añosfue del 22%.

La radioterapia primaria en el tratamientode carcinomas avanzados de hipofaringeobtiene resultados claramente inferiores.Las tasas de supervivencia a los cinco añososcilan entre el 5 y el 30%.12,14,44,45

También la combinación de radioterapia con qui-mioterapia en pacientes con tumores localmenteavanzados pudo mejorar sólo escasamente las tasasde supervivencia, aunque parecen evidenciarse ven-tajas de la radioquimioterapia concomitante en com-

paración con otros esquemas terapéuticos.15,30,31,42

Otro principio terapéutico con aplicación intraarterialde quimioterapia y radioterapia percutánea seencuentra en fase de estudio clínico. Los primerosresultados en 25 pacientes con carcinomas avanza-dos de hipofaringe muestran que se pueden obtenerremisiones completas, pero que la tasa de supervi-vencia global a los cinco años sólo alcanza el 23%.36

Es un hecho conocido que la radioquimioterapiapuede ocasionar como efecto secundario gravesalteraciones funcionales, sobre todo de la deglu-ción.16,20,21 Mientras que si se publican los resultadosdel tratamiento de las recidivas después de la radio-terapia fraccionada convencional,7,9,24,32 no existenapenas datos acerca de los resultados del tratamien-to de las recidivas después de radioterapia conesquema alterado del fraccionamiento y después deradioquimioterapia.

Otro principio no quirúrgico con intención de lapreservación de órgano en los carcinomas de cabezay cuello es la quimioterapia neoadyuvante con 5-fluorouracilo y cisplatino, en combinación con unaradioterapia.

Un estudio de las publicaciones con resulta-dos de los estudios clínicos realizados entre1970 y 1995, así como un metaanálisis de losdatos existentes hasta esa fecha no lograndemostrar indicios claros de una mejoría delcontrol locorregional, de las tasas de super-vivencia o de la reducción de la incidenciade metástasis metacrónicas a distancia.11,23

Aun así, la quimioterapia de inducción ha logradoestablecerse como modalidad terapéutica para loscarcinomas avanzados de cabeza y cuello, sobretodo en EE.UU.11,43

La EORTC desarrolló un estudio aleatorio en fase IIIsobre el carcinoma de hipofaringe (tumores prima-rios resecables, estadios II a IV).22 Se compararon endos brazos la combinación de quimioterapia conser-vadora de laringe y radioterapia con la combinaciónde cirugía radical y radioterapia. Hasta la fecha, sehan incluido aproximadamente 200 pacientes en elestudio. En el brazo quimioterapia (n = 100 pacien-tes), el 54% presentó una remisión completa del pri-mario y en el 51% del área linfática locorregional.Después de cinco años, cada segundo paciente conremisión completa tenía una laringe funcional. Lospacientes que no respondieron a la quimioterapia seintervinieron (laringectomía total con faringectomía)y se irradiaron después de la cirugía. Los pacientes

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que desarrollaron una recidiva tumoral después dequimioterapia y radioterapia también fueron opera-dos. Respecto a la tasa de control tumoral local oregional, no se observaron diferencias entre ambosbrazos. La tasa de supervivencia específica a los cincoaños fue del 29% en el brazo quimioterapia y del36% en el brazo quirúrgico. La probabilidad de unpaciente de sobrevivir con una laringe funcional a loscinco años fue del 35% si sólo se considera la recidi-va tumoral local como fracaso; si se consideran losfallecimientos, independientemente de su causa, lacifra es sólo del 17%. Los autores concluyen que laquimioterapia con intención de preservación deórgano es factible en el tratamiento del carcinomade hipofaringe. El análisis crítico del estudio revela,sin embargo, que por diversas razones sólo 52 de los100 pacientes finalizaron el protocolo de quimiotera-pia correctamente. Ello hace que la muestra para elcálculo de las tasas sea escasa. Incluyendo dos falle-cimientos relacionados con el tratamiento, la tasa decomplicaciones fue notablemente alta. Aunque el94% de los pacientes tenía un estadio III y IV, 38casos presentaban un primario de la categoría T2.Según nuestros criterios, no sólo en estos pacienteshubiera estado indicada una cirugía con preserva-ción de órgano, por lo que el criterio de inclusión“cirugía radical necesaria” empleado en este estudioaparenta ser muy subjetivo.

Un estudio de la Universidad de Michigan (EE.UU.)acerca de la efectividad de la quimioterapia neoad-yuvante con carboplatino y 5-fluorouracilo, seguidade radioterapia, incluye a 55 pacientes con carcino-mas de orofaringe y a 34 pacientes con carcinomasde hipofaringe en los estadios II-IV.43 En el 59% delos casos con carcinoma de hipofaringe se pudo pre-servar finalmente la laringe. En el momento de laevaluación del estudio aún vivían el 29% de lospacientes con carcinoma de hipofaringe con la larin-ge funcional. La tasa de supervivencia a los cincoaños fue del 24%. También aquí hay que destacarque el 26% del total de los pacientes presentabantumores primarios de la categoría T1 y T2, y que sepodrían haber beneficiado de una cirugía con preser-vación de órgano.

55.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

Se puede resumir que, en comparación con la radio-terapia primaria, los resultados de la microcirugía lásertransoral en los carcinomas en estadios precoces sonmejores desde un punto de vista oncológico (control

local y tasa de supervivencia). La morbilidad esmenor y la tasa de complicaciones más baja, la fun-ción orgánica similar, pero la tasa de preservaciónde órgano mayor. Lo mismo vale para la compara-ción con resultados de la resección faringo-laríngeacon y sin quimioterapia neoadyuvante o con radio-terapia neoadyuvante.

Comparado con el tratamiento estándar y los pro-tocolos nuevos con intención de preservación deórgano (quimioterapia neoadyuvante en combina-ción con radioterapia), los resultados de la microciru-gía láser en el tratamiento de los carcinomas avanza-dos del seno piriforme son oncológicamente másfavorables; la morbilidad y las tasas de complicacio-nes son menores, y la tasa de preservación de órga-no, mayor. Los resultados funcionales después de lamicrocirugía láser eran similares a los conseguidosmediante quimioterapia neoadyuvante y radiotera-pia, y mejores que los del tratamiento estándar.

66.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Existe controversia acerca de las opciones de trata-miento para el carcinoma de la base de lengua. Lostratamientos estándares incluyen cirugía, radiotera-pia externa transcutánea, quimioterapia o un trata-miento multimodal. El concepto del tratamientocombinado generalmente obtiene un control loco-rregional más alto, pero con una calidad de vidapobre por los impedimentos secundarios en la deglu-ción y el habla. El pobre control de la enfermedad seatribuye al estadio avanzado en el momento deldiagnóstico y el retraso del mismo a la escasa sinto-matología, así como a la infiltración en profundidaddel tumor y la existencia de metástasis cervicales endos tercios de los casos en el momento del diagnós-tico. El establecimiento de la microcirugía con lásercarbónico por vía transoral para el tratamiento delcáncer de la vía aerodigestiva superior1,2 también haproporcionado una alternativa para el abordaje tera-péutico de los tumores de la base lingual.

El presente capítulo resume la experiencia retrospecti-va del carcinoma escamoso de base de lengua tratadomediante microcirugía láser, mayormente en combina-ción con un vaciamiento cervical selectivo unilateral obilateral, con o sin radioterapia postoperatoria o radiote-rapia más quimioterapia con la intención curativa y elobjetivo de la preservación de la función.

22.. PPAACCIIEENNTTEESS YY MMÉÉTTOODDOOSS

Se revisaron las historias de 136 pacientes de laClínica de ORL de la Universidad de Göttingen con el

diagnóstico de carcinoma escamoso de base de len-gua que fueron tratados entre 1986 y 1997. El trata-miento con radioterapia primaria, con o sin quimio-terapia, fue motivo de exclusión del estudio (50casos). De los 86 pacientes sometidos a cirugía láserse excluyeron aquéllos con tratamientos previos porcáncer o con segundos primarios sincrónicos (27pacientes), aquéllos con enfermedad avanzada noresecable por N3 (estadio IVb; 6 pacientes) o conmetástasis a distancia simultánea (estadio IVc; 5pacientes), por lo que quedaron un total de 48 casosintervenidos con intención curativa mediante micro-cirugía láser.

La edad mediana de los 39 hombres y 9 mujeresfue de 57 años (rango 38-85). El seguimiento fue de5 a 153 meses (media de 47 meses). Los tumores fue-ron estadiados de acuerdo con la clasificación TNMactual formulada por la International Union AgainstCancer (UICC) y la American Joint Committee onCancer (AJCC) en 1997.3,4 Las categorías postopera-torias para T y N, inclusive cinco casos de N0 no tra-tados quirúrgicamente, se muestran en la tabla 1.

Un total de 35 tumores (73%) se clasificaron comolesiones pT3 y pT4; 45 pacientes (94%) se cataloga-ron como estadios avanzados III o IVa; 38 tumores(79%) eran moderadamente diferenciados y 10(21%), pobremente.

De acuerdo con la clasificación actual de tumoresmalignos de la UICC y la AJCC, las categorías tumo-rales de T1 a T3 se asignan según la dimensiónsuperficial mayor. La categoría T4 incluye la exten-sión a estructuras adyacentes (p.ej. partes blandas decuello, musculatura extrínseca profunda de la len-gua) y a áreas adyacentes (p.ej. laringe).3,4

24. Microcirugía láser transoralpara el carcinoma escamoso

de la base de lenguaW. Steiner, O. Fierek, P. Ambrosch, C.P. Hommerich, M. Kron

Traducción de M. Bernal Sprekelsen

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Siete pacientes se asignaron a la categoría pT4 por laextensión tumoral profunda en el músculo extrínseco dela lengua, con o sin afectación de la epiglotis, y en 21pacientes por su extensión hacia epiglotis, inclusive ochopacientes con afectación del espacio preepiglótico y doscon afectación del cartílago aritenoideo. Los tumoresque infiltraban las partes blandas de cuello no eran inter-venidos por vía transoral con intención curativa.

Se ha comprobado la utilidad del orofaringoscopiobivalva desarrollado por Steiner1 para la exposición dela base de la lengua. Aparte de la región postcricoi-dea, la base de la lengua es una de las zonas menosfavorables para la cirugía endoscópica. El cirujanosolamente puede visualizar ciertos segmentos y pue-den faltar referencias anatómicas circundantes, comoel seno piriforme o la laringe, que permitan unamejor orientación. Son necesarios múltiples cambios

del orofaringoscopio para obtener una buena exposi-ción del tumor y del tejido sano que lo rodea duran-te toda la intervención. Generalmente, la duración dela operación oscila entre una y cinco horas.

Salvo en un caso, en todos los demás se tuvieron querealizar varias incisiones a través del tumor, dependien-do de su tamaño y su localización. Lo mínimo son dosincisiones perpendiculares que atraviesan el tumor porla mitad. Para lesiones pequeñas, eso es suficiente. Enlos casos de tumores mayores con invasión de estructu-ras y áreas adyacentes, se precisaron más incisiones através del tumor. Cuando el estudio histopatológicodemostraba un margen positivo, se realizaba unaampliación del mismo. Los márgenes basales de resec-ción se marcaron con una lápiz azul para verificar laresección completa. Otra dificultad estriba en la diferen-ciación entre tumor y amígdala lingual debido al incre-mento de la carbonización secundaria por la mayordensidad tisular de la base de la lengua, que se debe aun aumento de la vascularización, a la proporción incre-mentada de linfáticos y tejido glandular, y a la fibrosis deprocesos inflamatorios previos en la base de la lengua.1

Los estudios histopatológicos de corte frío mejoraron laseguridad de los márgenes libres de tumor.

Debido a la extensión tumoral, en 14 pacientes seresecaron partes de ambos lados de la base de la len-gua. Las estructuras y las áreas adyacentes tambiéntuvieron que ser extirpadas por invasión tumoral -quedan reflejadas en la tabla 2-. Nueve pacientes

TABLA 1>> Distribución del (p)N ylas categorías pT de 48 pacientes.

pT1 pT2 pT3 pT4 Total

N0 / pN0 1 (2%) 2 (4%) 1 (2%) 11 (23%) 15 (31%)

pN1 - 2 (4%) 1 (2%) 6 (12%) 9 (19%)

pN2 - 8 (17%) 5 (10%) 11 (23%) 24 (50%)

Total 1 (2%) 12 (25%) 7 (15%) 28 (58%) 48 (100%)

TABLA 2>> Áreas adyacentes, subsitios y estructuras resecadas.

Resección parcial n (%) Resección total n (%)

Músculo extrínseco lengua 7 (15%) -

Epiglotis 5 (10%) 18 (38%)

Espacio preepiglótico 5 (10%) 3 (6%)

Resección unilateral Resección bilateral

Banda ventricular 1 (2%) 2 (4%)

Aritenoides 2 (4%) -

Valécula glosoepiglótica 15 (31%) 21 (44%)

Pared lateral orofaringe / amígdala 26 (54%) 3 (6%)

Pared posterior faringe 2 (4%) -

Seno piriforme 8 (17%) -

Repliegue aritenoepiglótico 3 (6%) 7 (15%)

Suelo de boca posterior 8 (17%) -

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(19%) tenían los márgenes afectados. Un pacienterehusó la reintervención y otro fue tratado con radiote-rapia más quimioterapia postoperatoria. Los otros sietepacientes fueron nuevamente reintervenidos y en cua-tro de ellos se encontró tumor residual. En uno se obtu-vo un margen de resección positivo y, después de unanueva resección, ya no se hallaron restos tumorales.

Basándonos en una amplia experiencia con elvaciamiento cervical electivo y la aplicación terapéu-tica del vaciamiento cervical selectivo,5 habitualmen-te realizábamos vaciamientos de los niveles II y IIIpara los cuellos N0 y N1 y, adicionalmente, el nivel IVpara los cuellos N2. Si se hallaban más de dos ade-nopatías sospechosas o confirmadas por estudiointraoperatorio durante el vaciamiento de los nivelesII y/o III, se incluía el nivel IV en el procedimiento qui-rúrgico. Si en el preoperatorio la sonografía tipo B, latomografía computerizada o la resonancia mostra-ban alguna adenopatía sospechosa en el nivel I y/oIV, el correspondiente nivel era también incluido enel procedimiento cervical.

En 43 pacientes (90%) se realizó un vaciamiento cer-vical; en 21 (44%), solamente ipsilateral a la lesión; yen 22 (46%), bilateral, mayormente como segundosprocedimientos al cabo de entre los 6 y los 32 días dela cirugía sobre el tumor (mediana, 10 días). Menos enun caso, en los demás se llevó a cabo un vaciamientoselectivo de los niveles II y III, completados en 26 de 64lados cervicales (41%) con el nivel I y/o IV. Sólo un casofue tratado con vaciamiento radical modificado. En 33casos (69%) se hallaron evidencias histopatológicas deadenopatías positivas, en cinco de ellos bilaterales ocontralaterales; 10 pacientes presentaban un creci-miento tumoral extranodal.

Un total de 23 pacientes (48%) fueron sometidos aradioterapia postoperatoria del primario y bilateral-mente de ambos cuellos. La principal indicación fue lapresencia de una infiltración profunda de la muscula-tura extrínseca de la lengua con o sin claros márgenestumorales, así como el estadio avanzado (múltiple) dela afectación cervical y el crecimiento extranodal porruptura capsular de las adenopatías. La dosis mediaadministrada fue de 56,7 Gy (rango, 54 a 70 Gy). En12 casos (25% de todos los pacientes y el 52% de losirradiados) se administró quimioterapia adyuvante encombinación con la radioterapia. Nueve pacientes reci-bieron carboplatino, dos cisplatino solamente y unocisplatino en combinación con 5-fluorouracilo.

Los estudios de supervivencia se realizaronmediante el método de Kaplan-Meier.6 El tiempo desupervivencia global se definió como el intervaloentre la fecha de la intervención quirúrgica y la últi-

ma fecha de control o de fallecimiento. Para deter-minar la supervivencia libre de enfermedad, lasmuertes intercurrentes y las muertes secundarias asegundos primarios, así como los pacientes sin reci-diva, se consideraron como observaciones censura-das. Las observaciones no censuradas incluyeronrecidivas locales y regionales, metástasis a distancia ymuertes por la enfermedad. Para el cálculo de la tasade control local, las recidivas locales y regionales seconsideraron como eventos.

En el primer año se interrogó a todos los pacientesacerca de su tolerancia a la dieta. Se recogieron losdatos de los 20 pacientes actualmente vivos median-te la escala sobre el performance status para pacien-tes con cáncer de cabeza y cuello desarrollado porList y colaboradores,7 y modificado por Horwitz ycolaboradores.8 Para la normalidad en la ingesta y lainteligibilidad del habla, las escalas incluyen los ran-gos entre 0 y 100%, donde el 100% representa unafunción normal. El tiempo entre la operación y laevaluación fue de 35 a 153 meses (mediana de 71meses). Se excluyeron dos pacientes por un segundoprimario de la cavidad oral y de la pared posterior dela faringe. Otro paciente no acudió al seguimiento.

Cinco pacientes (10%) presentaron una hemorra-gia postoperatoria en los primeros siete días despuésde la cirugía láser. Dos de ellas ocurrieron en las pri-meras 24 horas postoperatorias. El vaso sangrante selocalizó en un paciente en la base de la lengua, enotro en la pared lateral de orofaringe y en un terce-ro en el repliegue aritenoepiglótico. En dos pacientesla hemorragia fue difusa del lecho quirúrgico. Entodos los casos, el sangrado pudo manejarsemediante microlaringofaringoscopia con electrocoa-gulación. Otro paciente desarrolló una úlcera gástri-ca postoperatoria, otro una embolia pulmonar bila-teral por una trombosis femoral al día siguiente delvaciamiento cervical selectivo y su tratamiento con-servador mediante heparina fue exitoso.

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS

Siete pacientes (15%) desarrollaron una recidivatumoral. En todos los casos el estudio de los márge-nes de los primarios fue negativo en el estudio histo-patológico definitivo. La tasa de control local segúnKaplan-Meier a los cinco años fue del 85%; la esti-mación del control local se muestra en la figura 1. Enlos 13 casos con lesiones T1 o T2 no se observaronrecidivas. Las siete recidivas locales observadas ocu-rrieron en los 35 pacientes con tumores T3 o T4

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(20%), incluyendo dos recidivas locales en sietepacientes con lesiones T3 (29%) y cinco locales en28 casos de tumores T4 (18%). Cinco de los pacien-tes con recidiva local fallecieron por la enfermedad,uno por enfermedad intercurrente. Un paciente vivesin evidencia de enfermedad ocho años después decirugía de rescate.

En cuatro pacientes (8%) apareció una recidivaregional con control local y en uno de ellos, conjun-tamente con una metástasis en pulmón. Un pacien-te tuvo una recidiva locorregional. Cinco con cuelloclínicamente N0 no fueron operados de un vacia-miento cervical ni recibieron radioterapia postopera-toria. Uno rechazó cualquier tipo de tratamientodespués del láser y en otros casos se evitaron otrosprocedimientos terapéuticos por la avanzada edad(entre 74 y 85 años) o por las malas condicionesgenerales. Un paciente presentó una adenopatía cer-vical tardía a los 10 meses y falleció por la enferme-dad cervical, dos pacientes fallecieron por enferme-dades intercurrentes y dos más viven libres de enfer-medad 5 y 13 años después del tratamiento. Dos detres pacientes (6%) con metástasis distantes no des-arrollaron recidivas locales o de cuello. Uno tuvometástasis de hueso ocho meses y otro metástasis depulmón siete meses, respectivamente, después deltratamiento primario. En ocho pacientes (17%) apa-recieron segundos primarios. En seis de ellos elsegundo primario no se hallaba en cabeza y cuello

(esófago, pulmón, hígado, próstata). En un caso, elsegundo primario se encontró en el suelo de la bocadel lado contrario y, en otro, en la pared posterior defaringe a los 124 meses. Los segundos primarios fue-ron diagnosticados entre 13 y 124 meses (media de51 meses) después de la microcirugía láser del carci-noma de la base de la lengua.

La tabla 3 muestra una sinopsis de los fracasosdel tratamiento relacionado con el TNM en 13pacientes (27%). En seis se observó una recidivalocal únicamente, con una afectación simultáneadel cuello en un paciente. Tres pacientes desarrolla-ron una recidiva cervical tardía únicamente y otropaciente la asoció a una metástasis a distancia. Endos pacientes se observaron metástasis a distanciacon control locorregional. La tasa de supervivencialibre de recidiva y de supervivencia global a loscinco años fue del 73 y 52%, respectivamente. Laestimación de la supervivencia libre de enfermedady de supervivencia global según Kaplan-Meier semuestra en la figura 2.

Los resultados oncológicos de la microcirugía lásersola versus el tratamiento combinado para tumoresT4, lesiones en estadio IVa y todos los pacientes semuestran en la tabla 4. En los tres grupos se obser-varon pocas recidivas locales y locorregionales con eltratamiento combinado, si bien la radioterapia seaplicó en casos menos favorables. No obstante, lasmetástasis a distancia no ocurrieron después de ciru-gía aplicada aisladamente, también en el 23% des-pués de un tratamiento combinado para los tumorespT4 y en todos los pacientes tratados con láser yradioterapia postoperatoria en el 13%.

Figura 1>> Curva de Kaplan-Meier de estimación delcontrol local.

100

80

60

40

20

0

Tiempo (meses)

Cont

rol l

ocal

(%)

0 12 24 36 48 60 72 84

TABLA 3>> Patrones generales delos fracasos relacionados con el TNM.

Sitio n (%)

Recidiva local 6 (13)

Recidiva locorregional 1 (2%)

Metástasis cervicales tardías / recidivadas 3 (6%)

Metástasis cervicales recidivadas y a distancia 1 (2%)

Metástasis a distancia con control locorregional 2 (4%)

Total 13 (27%)

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Un total de 40 pacientes (83%) precisaron unasonda nasogástrica con una duración media de 15días (rango de 2 a 64 días). Ningún paciente precisóuna traqueotomía en el perioperatorio o postopera-torio. Ningún caso precisó una totalización por pro-blemas funcionales. En el primer año postoperatorio,35 pacientes (73%) presentaban una ingesta noalterada de alimentos de todas las consistencias.Siete pacientes (15%) solamente podían tomar ali-mentos semisólidos. Dos pacientes (4%) reportaban

aspiraciones ocasionales sin neumonía independien-temente de la consistencia de la alimentación. Tres(6%) presentaron una disfagia severa y aspiracionesrecidivantes sin tendencia a mejoría, y requirieronuna gastrostomía hasta su fallecimiento. Dos falle-cieron por enfermedad intercurrente a los 16 y 30meses de la cirugía, respectivamente. Un pacientedesarrolló una recidiva y falleció a los 36 meses deltratamiento primario. La figura 3 muestra un pacien-te con una deglución inalterada a los 24 meses deuna amplia resección tumoral: zonas de ambas par-tes de la base lingual y vallécula, la pared orofaríngealateral, la epiglotis al completo y parcialmente elespacio preepiglótico y un vaciamiento cervical selec-tivo bilateral. El cierre entre la lengua y la pared farín-gea posterior (figura 3d) previene la aspiración antesde la deglución, el cierre de la apertura de la víaaérea por la lengua y la elevación laríngea previenela aspiración durante y después de la deglución.

En el momento del análisis, 21 pacientes han sobre-vivido al menos cinco años después de la cirugía láser.Todos preservan su laringe, ninguno depende de untraqueostoma o gastrostoma. En el momento delestudio, la media en la escala del performance statusen los 20 pacientes vivos asciende al 92% para laingesta de una dieta normal (rango 40 al 100%) y al88% para la inteligibilidad del habla (rango 50 al100%). Los pacientes con tumores T2 alcanzaron unresultado del 92% para ambas funciones; los pacien-tes tratados por lesiones T3 o T4 presentaban resulta-dos del 92 y el 86%, respectivamente (tabla 5).

Figura 2>> Curva de Kaplan-Meier de estimación de lasupervivencia.

100

80

60

40

20

0

Tiempo (meses)

Supervivencia libre de enfermedad

Supervivencia global

Supe

rviv

encia

(%)

0 12 24 36 48 60 72 84

TABLA 4>> Algunos resultados seleccionados del láser sólo versus cirugía láser combinadacon radioterapia postoperatoria (+ / - quimioterapia).

Categoría n Recidivas Recidivas Metástasis Enfermedad recidivadalocales, % locorregionales, % a distancia, % relacionada con el TNM, %

T4

Cirugía sólo 15 27 33 0 33

Terapia combinada 13 8 23 23 38

Estadio IVa

Cirugía sólo 20 20 25 0 25

Terapia combinada 21 10 19 14 29

Todos los pacientes

Cirugía sólo 25 20 28 0 28

Terapia combinada 23 9 7 13 26

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44.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

En el presente estudio, únicamente se incluyeronpacientes cuyos tumores habían sido clasificados comoresecables con intención curativa empleando microci-rugía láser con preservación de órgano y función.

Los tumores se clasificaron según las recomenda-ciones de la International Union Against Cancer(UICC) y el American Joint Committee on Cancer(AJCC) para tumores malignos de 1997.3,4 En com-

paración con la clasificación de la UICC / AJCC de1992, la extensión tumoral hacia laringe se ha deevaluar como una lesión T4. Por esta razón, se tuvie-ron que cambiar cinco tumores desde T2 a T4 y 15tumores desde T3 a T4. La incidencia de lesiones cla-sificadas como T3 y T4 ascendió del 62,5 al 73%.

Los cinco pacientes con sangrado postoperatoriohabían sido intervenidos de una cirugía amplia de suprimario, incluyéndose la vallécula (en todos), lapared lateral orofaringe con la amígdala palatina(cuatro casos), la epiglotis, los repliegues aritenoepi-glóticos (tres casos cada uno), la musculatura extrín-seca de la lengua y el seno piriforme (dos casos cadauno). En los lechos resultantes permanecen heridasabiertas hasta la cicatrización espontánea, lo quesupone un proceso de granulación con las ventajasde presentar un defecto menor y una mejor funciónlingual.1 Por el contrario, el riesgo de sangradopostoperatorio es mayor. En más de 700 pacientescon carcinoma escamoso de la vía aerodigestivasuperior intervenidos entre 1986 y 1994 con inten-ción curativa en nuestro centro mediante microciru-gía transoral láser, la tasa de hemorragia postopera-toria fue del 3,1% sin ninguna muerte.1 La tasa másalta se dio en orofaringe (6,4%) y en supraglotis(7,0%). Ambas regiones también son importantesen el presente estudio. Después de la cirugía conven-cional de carcinomas de la base de lengua, incluyen-do diversos colgajos para la reconstrucción, la com-plicación más frecuente es la fístula postoperatoria,con una tasa de entre el 4,6 y el 16%. La hemorra-gia no parece representar un problema mayor, conuna tasa sólo hasta el 3,6%.9-13 Nosotros nuncahemos observado fístulas después de la reseccióntransoral con láser en el tracto aerodigestivo supe-rior. El tratamiento de tumores malignos de la basede la lengua se caracteriza hasta hoy por sus resulta-dos pobres. En las décadas de 1950 y 1960 la tasa desupervivencia a los cinco años era del 20% y se incre-mentó en la siguiente década hasta algo más del30% ocasionalmente. Los avances en las estrategiasterapéuticas en las últimas décadas suponen unamejoría del control locorregional de la enfermedad, apesar de lo cual las tasas de supervivencia no mejorande manera significativa debido a un cambio de recidi-vas locorregionales hacia las metástasis a distancia.

Para el tratamiento quirúrgico solo, mayormente enforma de glosectomía parcial con osteotomía mandi-bular o mandibulectomía parcial, Foote y colaborado-res12 obtienen una tasa de control local a los cincoaños del 74% y una tasa de supervivencia global a loscinco años del 55%, incluyendo el 24% de pacientes

Figura 3>> aa. Corte sagital y bb. axial preoperatoria deRNM con gadolinio de un carcinoma escamoso pT4pN2ade la base de la lengua: ambos lados de la base de lalengua están afectadas por el tumor, así como la epi-glotis (flechas). cc. y dd. Cortes sagitales de RNM 24meses después de la cirugía (ver texto).

TABLA 5>> Media de calificación del performancestatus en porcentaje por categoría T de 20 pacientes.

Todos T2 (n = 6) T3/4 (n = 14)

Ingesta normal de dieta 92 92 92

Inteligibilidad del habla 88 92 86

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con lesiones T3/4. El tratamiento quirúrgico combina-do con radioterapia postoperatoria, incluyendo entreel 30 y el 61% de pacientes con tumores T3/4 resul-taba en mejores tasas de control local del 77 al 94%,pero las tasas de supervivencia global sólo alcanza-ban entre el 41 y el 55%.9,10,13-15

Existen pocos estudios realizados en una mismainstitución que comparen los resultados oncológicosde cirugía sola comparada con cirugía combinadacon radioterapia postoperatoria. Nisi y colaborado-res15 publican tasas de control local para pacientestratados con cirugía sola o un tratamiento combina-do del 78 y el 92%, respectivamente. Las metástasisa distancia como única causa de fracaso ocurren enel 2 y el 13%, respectivamente.

En el presente estudio, las frecuencias de enferme-dad recidivada, incluyendo las recidivas locales ylocorregionales, y las metástasis a distancia, paratumores T4, en estadio IVa, y también para todos lospacientes que no se distinguieron demasiado entrelos dos grupos de tratamiento, a pesar de una mejortasa de control local y locorregional en el grupo detratamiento combinado, si bien aquí también apare-cieron más metástasis a distancia.

Para la radioterapia primaria con o sin braquitera-pia, la tasa de control local a los cinco años oscilaentre el 44 y el 78%; más de la mitad de los pacien-tes presentaban lesiones T3/4.16-18 La tasa de super-vivencia global a los cinco años en estos estudiososcila entre el 27 y el 50%. En los estudios con el 29-45% de los pacientes con tumores T3/4, la tasa decontrol local a los cinco años y las tasas de supervi-vencia global fueron del 88 al 89% y del 72 al 86%,respectivamente.8,19 El tamaño tumoral tiene unainfluencia predominante sobre el control local. Así,las tasas de control local oscilan entre el 80 y el100% para lesiones T1, del 57 al 96% para los T2,del 45 al 82% para los T3 y del 18 al 50% para losT4.11,16-18,20 En los estudios de quimioterapia deinducción y quimioterapia con radioterapia concomi-tante, las tasas de control local ascienden hasta el92%, pero en hasta el 55% no se consigue unamejoría de la supervivencia global.10,21

A pesar de que el control local después del trata-miento de los T3 y T4 con cirugía y radioterapiapostoperatoria parece ser superior al conseguido porla radioterapia primaria o la cirugía sola, no se obser-van diferencias obvias en la supervivencia global ysupervivencia libre de enfermedad en el tratamientocon la modalidad combinada o con la simple. Ello sedebe a una mayor proporción de pacientes conmetástasis a distancia. Después de un tratamiento de

modalidad simple se observan metástasis a distanciaen entre el 10 y el 17% de los casos; después de lamodalidad terapéutica combinada la incidencia sesitúa entre el 17 y el 32%.9,10,14,15,17,19,22-24

La aparición de metástasis a distancia se vioinfluida de manera significativa por el esta-dio tumoral global, el estadio del N, el creci-miento tumoral extracapsular y los márgenestumorales positivos en el estudio histopato-lógico postresección.

En un estudio de autopsias, Kotwall y colabora-dores25 observaron la incidencia más alta de metás-tasis ocultas de todos los carcinomas escamosos dela vía digestiva superior en la base de la lengua conel 53%.

Solamente tres pacientes (6%) del presente estu-dio tenían metástasis a distancia. Todos eran de unestadio tumoral IVa y habían sido tratados con ciru-gía y radioterapia adyuvante. Uno presentaba uncuello pN2c con crecimiento extracapsular, los otrosdos tenían un pN2c y un pN1, respectivamente, sincrecimiento extranodal. Solamente 1 de cada 10pacientes (10%) con crecimiento tumoral extranodaldesarrolla metástasis a distancia, 2 de 23 pacientes(9%) con un cuello pN1/2 sin crecimiento extranodaldesarrollaron metástasis a distancia. Los tres pacien-tes con fallo a distancia tenían los márgenes del pri-mario negativos. No obstante, resulta difícil explicarcómo, en contraste con todos los demás estudiosmencionados, en el nuestro la incidencia de metás-tasis a distancia no es más que del 6% (0% paracirugía sola y 13% para el tratamiento combinado),especialmente si teníamos tasas similares de estadiostumorales avanzados, de afectación de adenopatíasen cuello y de crecimiento extracapsular. Aparte deotras razones, la exclusión de pacientes con tumoresmuy avanzados, como los primarios no resecables yN3, podría explicar este hecho.

Debido a la dificultad de mejorar la supervivencialibre de enfermedad y la supervivencia global, losresultados funcionales y, con ello, la calidad de vidaadquieren un significado especial a la hora de eva-luar la superioridad de un tratamiento sobre otro conun control locorregional similar de la enfermedad.

En algunas instituciones, la glosectomía es unaintervención realizada con frecuencia en los tumoresavanzados que engloban la base de la lengua.26-28

Ruhl y colaboradores27 publican sobre 54 tumores T3y T4 tratados mediante glosectomía total, 21 de ellosen combinación con una laringectomía total. Para la

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reconstrucción se empleó un colgajo miocutáneo depectoral mayor, un colgajo de frente o uno deltopec-toral. La laringectomía total formaba parte de laresección combinada del tumor, bien por invasión,bien para prevenir complicaciones secundarias a laaspiración entre el 16 y el 35%.11,13-15 Weber y cola-boradores23 realizaron un total de 17 laringectomíastotales en 33 tumores T3 o T4 de la base de la len-gua (51,5%). Como indicación de la laringectomíaenumera la extensión tumoral hacia la epiglotis, elrepliegue aritenoepiglótico o el seno piriforme. Encomparación, Machtay y colaboradores9 no realizanuna glosectomía total y ninguna laringectomía total.Los pacientes en los que este tipo de cirugía hubierasido necesaria para la resección tumoral completafueron tratados con radioterapia postoperatoria cony sin quimioterapia. El abordaje quirúrgico incluía enalgunas instituciones una mandibulectomía parcial ototal entre el 13 y el 35%.9,11-14

La consecuencia de un sacrificio de órganos supo-ne un resultado funcional pobre y, así, una calidad devida limitada. Harrison y colaboradores29 encuentranen 10 pacientes con cirugía primaria y radioterapiapostoperatoria una puntuación en el performancestatus del 50% (T1/2) y del 32% (T3/4) para ingestanormal de dieta, y del 65% (T1/2) y del 35% (T3/4)para la inteligibilidad del habla. Nisi y colaborado-res30 obtienen para la misma modalidad terapéuticael 56% para la ingesta de dieta y el 84% para la inte-ligibilidad del habla. No obstante, para un grupo depacientes tratados mediante cirugía sola, mayor-mente glosectomía parcial, obtienen cifras del 91 ydel 96%, respectivamente.15,30 Después de la glosec-tomía total, Ruhl y colaboradores27 obtienen unamedia del 28,6% en el performance status para laingesta de dieta y del 46,4% para la inteligibilidaddel habla. Dos de los siete pacientes también fueronsometidos a una laringectomía total, todos ellos conun tumor T3 o T4.

Los resultados fueron, en general, mejores para laradioterapia primaria externa, con y sin braquitera-pia. La media del performance status para la ingestaestaba entre el 74 y el 94% para los T1/2.24,29,31 Encontraste, Harrison y colaboradores32 obtienen paraocho casos con T1 sólo el 63% y Horwitz y colabo-radores8 el 100% para las lesiones T1 y T2. La mediade puntuación para la tolerancia a la ingesta de ladieta en los tumores T3 oscila entre el 76 y el 100%,y para los T4 entre el 50 y el 84%.8,31,32 Para la com-prensión del habla, la puntuación media oscilabaentre el 83 y el 100%, con puntuaciones mayorespara estadios tumorales menores.8,24,29,31,32 La pun-

tuación media en los performance status para resul-tados funcionales en el presente estudio son compa-rables con los buenos resultados después de radiote-rapia, con y sin braquiterapia, y mejores que lamayoría de los resultados descritos en la literaturapara la cirugía convencional.

En el transcurso de un año después de quimiotera-pia y radioterapia concomitante para tumores decabeza y cuello en estadios III y IV, incluidos los de labase de lengua, Vokes y colaboradores21 observansolamente el 29% sin alteraciones de la ingesta oralpara todas las consistencias de la alimentación. Ennuestro estudio, el 73% de todos los pacientes pre-sentaban una función normal de la ingesta al cabodel primer año después de la cirugía. Otro indicadorpara el estado funcional postoperatorio de la deglu-ción es la dependencia de una gastrostomía perma-nente. Las tasas oscilan entre el 5 y el 18% despuésde la cirugía primaria con o sin radioterapia postope-ratoria.9,10,12 Ruhl y colaboradores27 publican la nece-sidad de mantener la ingesta únicamente medianteuna gastrostomía en 4 de 7 (57%) supervivientes alargo plazo después de glosectomía total. Despuésde la radioterapia primaria, sólo hasta el 2% tienedependencia de una gastrostomía permanente yhasta el 4% cuando se emplea la quimioterapia yradioterapia concomitante.17,21,24

Dado que la clasificación actual de la UICC y laAJCC sobre tumores malignos no tiene en cuenta laprofundidad de la infiltración para clasificar lostumores de la base de la lengua, es imposible definirlas contraindicaciones de la microcirugía láser rela-cionada únicamente con la categoría del T. Por unaparte, existe una contraindicación para lesiones T2 yT3 con una infiltración muy profunda de la muscula-tura extrínseca de la lengua, mientras que, por otraparte, lesiones T4 con infiltración de la musculaturaintrínseca de la lengua o de la laringe podrían inter-venirse por vía transoral láser.

Los límites principales de esta técnica qui-rúrgica son la infiltración del cuello y lassecuelas funcionales, como la imposibilidadde la deglución y la aspiración recidivante.

Si el carcinoma de la base de la lengua presentauna infiltración de más de 2 cm hacia la musculatu-ra intrínseca de la lengua y/o de 4 cm de infiltraciónhacia la musculatura extrínseca de la lengua, la esci-sión por microcirugía puede implicar alteracionesfuncionales persistentes. Además, se ha de preservaral menos un nervio hipogloso.

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A pesar de que casi todos nuestros pacientestenían una función postoperatoria buena, incluso encasos de tumores avanzados, tres pacientes (6%) delpresente estudio sufrieron una disfagia severa yaspiraciones recidivantes sin ninguna tendencia a lamejoría, por lo que requirieron una gastrostomía.Esto parece deberse a las resecciones amplias, inclu-yendo lugares y estructuras adyacentes que puedentener un papel importante en la deglución. En lostres pacientes, el suelo de la boca posterior o elespacio preepiglótico fueron resecados y pudo aca-rrear la aspiración después de la deglución. Además,los tres pacientes fueron intervenidos al mismo tiem-po de una resección unilateral o bilateral de la paredlateral de orofaringe, lo que, posiblemente, produjoalteraciones de los reflejos de la deglución y, conse-cuentemente, aspiraciones previamente al acto de ladeglución. Cuatro de nuestros seis pacientes conresecciones de la pared lateral de orofaringe combi-nadas con resecciones del suelo de boca posterior odel espacio preepiglótico, e incluidos en los datosactuales, presentaban una puntuación media deingesta de la dieta del 72% (todos los pacientes:92%). Aquí están incluidos dos pacientes con laincapacidad de ingesta para dieta sólida. Estos resul-tados sugieren la existencia de un riesgo para laaspiración severa persistente cuando la microcirugíade la base de la lengua se combina con reseccionesde varias áreas y/o estructuras adyacentes.

55.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

No existen publicaciones sobre los resultados alargo plazo después de la microcirugía transoral en elcáncer de base de lengua. Por ello, es imposiblecomparar los resultados oncológicos y funcionalesconseguidos con estos métodos y tampoco con losresultados por otros autores obtenidos mediantediferentes modalidades de tratamiento unimodal omultimodal. Hay varias razones para ello, como, porejemplo, el empleo del sistema de estadiaje de laUICC / AJCC de diferentes ediciones (p.ej. de 1992 y1997), la ausencia de la consideración de la infiltra-ción en profundidad de la musculatura intrínseca dela lengua para la evaluación de la categoría T o losdiferentes criterios de selección de exclusión de unestudio y la indicación de la quimioterapia y radiote-rapia postoperatoria.

Nuestra experiencia sugiere la existencia de unriesgo mayor para la aspiración severa cuando lamicrocirugía láser de la base de lengua se combina

con resecciones ampliadas de la pared lateral de oro-faringe y del suelo de la boca posterior o de la larin-ge supraglótica, incluyendo el espacio preepiglótico.No realizamos resecciones microquirúrgicas detumores que infiltran las partes blandas del cuello yde tumores con crecimiento muy extenso a áreas yestructuras adyacentes para prevenir un pobre resul-tado funcional.

Nuestro concepto de preservación de órgano y defunción con la microcirugía láser en pacientes selec-cionados con carcinoma escamoso de la base de len-gua parece justificado, considerando los resultadosoncológicos y funcionales conseguidos, pero elnuevo concepto terapéutico presentado necesitauna verificación final mediante estudios prospectivosbien diseñados, con procedimientos quirúrgicosestandarizados llevados a cabo por cirujanos exper-tos en la cirugía láser.

66.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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24_c 3/11/04 13:10 Página 242

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243

11.. OOBBJJEETTIIVVOOSS

La intención de este trabajo es analizar los resulta-dos de la microcirugía endolaríngea láser CO2 en eltratamiento de lesiones neoplásicas iniciales. Para ello,revisaremos nuestra casuística comparando nuestrosdatos con los de una amplia revisión bibliográfica.

1.2. ASPECTOS DE HISTOPATOLOGÍA

Las alteraciones proliferativas epiteliales en forma deneoplasias constituyen el sustrato histológico de lesio-nes circunscritas susceptibles de tratamiento quirúrgi-co endoscópico. Las consideraremos a continuación.

1.2.1. Carcinoma in situ (Tis o Cis)

En general, displasia severa y carcinoma in situ sonconsiderados, en la práctica, como equivalentes; sinembargo, Motta6 encuentra diferencias significativasentre ambas entidades, con resultados y pronósticopeores para el carcinoma in situ.

Algunos autores consideran que el carcinoma in situconvive con zonas de rotura de la basal y carácter microin-vasivo, si se hacen suficientes cortes histológicos seriados.

1.2.2. Carcinoma microinvasivo (Tmi)

Invade zonas del espacio submucoso, con roturade la basal, pero sin afectar al ligamento ni al mús-culo vocal. Puede presentar unas características clíni-

co-endoscópicas no diferentes de las displasias arri-ba citadas, del carcinoma in situ, etc. Con frecuenciase combinan unas y otras lesiones.

En la práctica, manejamos en el mismo grupoambas entidades, Tis y Tmi, dado que, además, losresultados parciales de cada grupo son, en nuestrasseries, muy similares e, incluso, más problemáticasen el Tis, con la misma modalidad de tratamiento.

1.2.3. Carcinoma invasivo

El tumor invade en mayor profundidad y afecta exten-samente al espacio submucoso y, luego, al ligamento ymúsculo vocal, en diverso grado. Surgen así las diferen-tes etapas T1,T2, T3 y T4 en la evolución del tumor.

Centrándonos en el estadio T1a, objeto deeste trabajo, se trata de una lesión que afec-ta a la cuerda membranosa, no afecta acomisura anterior ni a aritenoides, no tieneextensión a ventrículo ni a subglotis, y con-serva una movilidad normal, lo que suponeun grado moderado de invasión.

Según la clasificación de Kleinsasser7 y la modifica-ción de Álvarez Vicent,8-9 se trata de lesiones cuyodiámetro mayor, en superficie, no excede de los 15mm y su invasión en profundidad es no mayor de 3mm, lo que explicaría la normal movilidad.

Se utiliza, a veces, el término microcarcinomapara lesiones invasivas pequeñas y bien delimita-das, cuyo diámetro mayor no exceda de los 5 mmde diámetro mayor.

25. Tratamiento vía microlaringoscópicacon láser CO2 de lesiones malignas

iniciales de cuerda vocalJ. Talavera, M. Sancho, A. Jover

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1.2.4. Carcinoma verrugoso

Suele manifestarse en la clínica como masa blanca,vegetante, incluso papilífera, con proyecciones inclusofiliformes, que se sitúa, sobre todo, en la glotis, aunquepuede afectar a varios puntos de la laringe. En las seriesde Crespo10 y de Cortesina,11 el carcinoma verrugoso esdescubierto en lesiones con diagnóstico clínico de leu-coplasias (2,5%) y en las formaciones verrugosas (6%).

22.. PPLLAANNTTEEAAMMIIEENNTTOO TTEERRAAPPÉÉUUTTIICCOO YY TTÉÉCCNNIICCAASSDDEE MMIICCRROOCCIIRRUUGGÍÍAA EENNDDOOSSCCÓÓPPIICCAA..GGEENNEERRAALLIIDDAADDEESS

2.1. GENERALIDADES

De manera muy general, podríamos separar los cri-terios de actuación antes y después del desarrollo delas técnicas de láser:

Antes del láser, prácticas de biopsias selectivas ostripping. En las lesiones histológicamente benignasgeneralmente se seguía de observación estrecha yen las lesiones malignas, tratamiento vía externa, enforma generalmente de cordectomía (o alternativa-mente de radioterapia).

Después del láser, la biopsia es seguida (o acompaña-da) de resección endoscópica de la lesión, cualquiera quesea su naturaleza, adaptando el grado de exéresis a dichanaturaleza y a la extensión y profundidad de la lesión.

2.2. TÉCNICAS FRÍAS

2.2.1. Biopsias selectivas y stripping

El desarrollo de la microcirugía laríngea permitió larealización de biopsias selectivas, tanto biopsias simples,como excisiones-biopsia con instrumental frío, en formade stripping o decorticación, a la demanda. Ello facilita-ba el diagnóstico y, en ocasiones, suponía una terapéu-tica definitiva, sobre todo en ciertas displasias.

2.2.2. Microflap resection

Las actuaciones frías comienzan a sistematizarseapareciendo el microcolgajo, la microflap resection,que supone la extirpación reglada de la mucosa

cordal.15 Algunos grupos de trabajo16 utilizan el“microcolgajo repetido”, exéresis de la mucosarepetidamente, en sucesivas actuaciones microqui-rúrgicas, hasta lograr un epitelio normalizado.

2.2.3. Primeras cordectomías endoscópicas

Lillie y De Santo17 describieron con éxito, en 1973,el tratamiento de Tis o T1a por vía endoscópica en98 casos, con instrumental convencional microqui-rúrgico, asistido por coagulación hemostásica, conmuy buenos resultados.

2.2.4. Las cordectomías frías sistematizadaspor Kleinsasser

Por microlaringoscopia, el autor reseca tumores limi-tados de la cuerda vocal, en una sola pieza, medianteinstrumentos fríos, ayudado por agujas para corte ocoagulación conectados a una unidad eléctrica espe-cial de alta frecuencia. Es difusa la transición de estastécnicas a las antes mencionadas de stripping o micro-flap. Algunos autores combinan el método instrumen-tal, del tipo que sea, con aplicaciones ocasionales delláser, como elemento complementario.

Indicaciones de este método son tumores pequeñosy “con muy cuidadosa selección”,5 como subraya tex-tualmente el autor; incluyendo desde el carcinoma insitu al pequeño carcinoma invasivo.

Los resultados en estas indicaciones son muy satisfac-torios. Esta metodología es utilizada por autores comoGrzonka,18 del mismo grupo, y Czinger,19 entre otros.

2.3. EL LÁSER CO2

Supone un avance por su carácter hemostático ymanejo versátil. Permite la realización de cordecto-mías endoscópicas de diverso grado, con exéresis detumores de diferente extensión, habiéndose produci-do una gran difusión de esta cirugía, sobre todo enlas etapas tumorales iniciales, hasta el punto dehaber adquirido papel predominante en la cirugía delas lesiones glóticas iniciales.

33.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOOSS

Se han seleccionado prospectivamente 117pacientes tratados entre febrero de 1993 y septiem-

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bre de 2003, con un seguimiento medio de 42,8meses (3,5 años). Son 114 varones y 3 mujeres, conedades comprendidas entre 30 y 90 años.

Desde el punto de vista clínico-endoscópico, setrata de lesiones bien circunscritas, con movilidadcordal conservada y bien abarcables por vía microla-ringoscópica. Se manifiestan como leucoplasias en el37% de los casos; como eritroplasias en el 5% de loscasos; pólipo irregular, 4% de casos; aspecto tumo-ral, 52% de casos; y lesiones verrugosas o papiloma-tosas en el 2% de casos.

Desde el punto de vista histopatológico, pre-sentan la característica fundamental y definitoriade tratarse de lesiones tumorales iniciales decuerda vocal, desde carcinoma in situ, carcinomamicroinvasivo y carcinoma invasivo T1a (tabla 1).

La otra característica definitoria es que su trata-miento ha sido cordectomía endoscópica conláser CO2, en alguna de sus distintas modalida-des. Hemos utilizado solamente los tipos I, II, III yIV de cordectomía, dado que las lesiones que setratan son relativamente superficiales.

3.1. OTROS ASPECTOS QUE CONSIDERAR

• En ningún caso hemos utilizado radioterapiapostoperatoria complementaria.

• Tampoco se han realizado vaciamientos cervicalesprofilácticos tratándose de lesiones glóticas comomáximo T1a y siempre N0.

• Las recidivas se han tratado siempre con nueva ciru-gía (las mayoría de las veces, endoscópica), nunca conradioterapia.

• El estudio principal a realizar sobre estos pacien-tes será el análisis de los resultados oncológicos trassu tratamiento con cirugía endoscópica láser.

• El estudio se hará sobre los distintos grupos his-topatológicos que hemos especificado y no otras

características, que podrán ser tratados en apéndicesespeciales (lesiones endoscópicas, tipo de cordecto-mía, carácter unilateral o bilateral).

Una segunda parte del estudio sería el de lassecuencias postoperatorias y resultados funcionales,en términos generales.

3.2. ÍNDICES PARA LA EVALUACIÓNDE LOS RESULTADOS ONCOLÓGICOS

3.2.1. Índices globales

Supervivencia global o Supervivencia ActuarialGlobal (SAG) según la expresión de Motta. Equivalentea Overall Survival Rate.

3.2.2. Índices ajustados

a) Índice de Control Local o Local Control Rate,cuya imagen sombra sería el Índice de recidivas.

b) Índice de Control Local con sólo Láser. Seincluyen en este índice los pacientes rescatados con unsegundo o subsiguientes técnicas de Láser.

c) Índice de Conservación Laríngea o deConservación Vocal o Laryngeal Preservation Rate.Su imagen sombra sería el Índice de LT, porcentaje depacientes que han precisado laringectomía total paracontrol de su tumor.

d) Índice de Supervivencia Ajustada. Equivalente alS. A. C. (Supervivencia Actuarial Corregida) o AdjustedSurvival Rate. Su imagen sombra sería el Índice de falle-cidos en relación con T primero (†T1º).

Nota: Todos los índices vienen especificados en elcapítulo de lesiones premalignas.

44.. RREESSUULLTTAADDOOSS

4.1. DATOS GENERALES Y RESULTADOS CONJUNTOS

a) Casuística. Se realiza revisión y estudio de117 casos de lesiones proliferativas tumoralesglóticas, tratadas vía endoscópica láser CO2, entre1993 y 2003.

TABLA 1>> Tabla de aspecto lesional.

Tis Tmi T1a T verr. Total

Leucoplasias 9 15 16 3 N = 43

Eritroplasias 3 3 0 0 N = 6

Lesiones0 0 0 2 N = 2papilomatosas

Pólipo irregular 0 0 4 1 N = 5

Aspecto tumoral 7 3 48 3 N = 61

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b) La naturaleza histopatológica de las lesionescorresponde a:

Carcinoma in situ (19 casos), carcinoma microin-vasivo (21 casos), carcinoma invasivo inicial, T1a(68 casos) y carcinoma verrugoso (9 casos).

c) Aspectos generales. Las lesiones estabansituadas a partes casi iguales en cuerda derecha(ligero predominio 40%) o izquierda (35%); más el16% de casos bilaterales.

Predominio completo de sexo masculino (97 a 3%).Amplio abanico de edades (30 a 90 años), aunque mar-cada incidencia entre los 50 y 70 años (55% de los casos).

d) Tipo de cordectomía practicada. El carcinomain situ y el carcinoma invasivo precisan cordectomíatransmuscular en torno al 50% de los casos (tabla 2).

4.2. RESULTADOS ONCOLÓGICOS

En párrafos sucesivos iremos detallando estosresultados y mostraremos sus características en cadatipo lesional, teniendo en cuenta las siguientes abre-viaturas (tabla 3):

CL: Control Local.Rec: Recidivas.2ª Mc: Segunda microcirugía.Sólo Mc: Pacientes tratados inicial o secundaria-mente sólo por microcirugía.LP: Pacientes que precisaron en segundo tiempolaringectomía parcial.Rtp: Pacientes que precisaron radioterapia.CLV: Control Local Vocal.LT: Pacientes que precisaron en segundo tiempolaringectomía total.†Onc: Muerte por tumor.Spvv. aj.: Supervivencia ajustada o CF, control final.†T1º: Muerte por tumor primario.†2º 1º: Muerte por tumor segundo primario.†Otros: Muerte por otras causas.Spvv. glob.: Supervivencia global.

4.2.1. Ca. in situ (Tis), ca. microinvasivos (Tmi)

En general, la displasia severa (Dp. 3) y el carcino-ma in situ (Tis) suelen considerarse equivalentes yson estudiados como una sola entidad en la mayoríade las casuísticas. En nuestra revisión bibliográfica,hay una excepción en la comunicación de Motta6

que, en su momento, revisaremos.A continuación, expondremos los resultados con-

juntos de Tis por una parte y los de Tmi, por otra. Yen el siguiente apartado, los correspondientes, enconjunto, de todos los grupos:

Resumen (Tis):- Un número pequeño de 19 casos.- Predominio de cordectomía tipo III (50%), con lossiguientes resultados:

a. Control local de 13/19 (68%) en la primeraintervención de MCL.

TABLA 2>> Tipo de lesión / tipo de cirugía.

Cordectomía Tis Tmi T1a T verr. Total

Tipo I 6 9 15 4 34

Tipo II 4 4 16 2 26

Tipo III 9 7 35 2 53

Tipo IV 0 1 2 1 4

Total 19 21 68 9 117

TABLA 3>> Resultados oncológicos. Evaluación clínica y estadística. Seguimiento >3 años.

Les. Nº CL Rec 2ª Mc Sólo Mc LP LT †Onc Spvv. aj. †2º 1º †Otros Spvv. glob.

Tis 19 13 (68%) 6 (31%) 2 15 (79%) 0 4 (21%) 0 100% 1 2 16 (84%)

Tmi 21 16 (76%) 5 (24%) 4 20 (95%) 1 0 0 100% 0 1 20 (95%)

T verr. 9 7 (78%) 2 (22%) 2 9 (100%) 0 0 0 100% 0 1 8 (89%)

T1a 68 63 (93%) 5 (7%) 4 67 (98%) 1 0 1 (1,4%) 98% 2 1 64 (94%)

TOTAL 117 99 (85%) 18 (13%) 12 111 (95%) 2 54 (3%) 1 (0,8%) 99% 3 5 108 (92%)

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247

b. Índice de 6/19 recidivas (32%), las cuales se vana rescatar todas.

c. Dos de ellas por 2ª MC, con un índice de sóloláser (sólo Mc) de 15/19 (78,9%).

d.Otras recidivas (4/12), sin embargo, precisan LT,con un índice del 21%, relativamente alto.

e. No hay ningún caso de † T1º y la supervivenciaajustada es del 100%.

Resumen (Tmi): - Un número pequeño de 21 casos. - Predominio de cordectomía tipo II/III (50%), con lossiguientes resultados:

a. Control local de 16/21 (76%) en la primeraintervención de MCL.

b. Índice de 5/21 recidivas (24%), las cuales se vana rescatar todas.

c. Índice de sólo láser del 95%.d.No LT. No hay ningún caso de †T1º.e. La supervivencia ajustada es del 100%.

4.2.2. Ca. invasivo

Resumen (Ca. invasivo):Grupo bastante extenso, de 68 casos; el mayor de

la serie.• Predominio marcado de cordectomía tipo III,

transmuscular (52%).• Control local con la primera intervención en 63

casos (93%). • Recidiva tras la primera intervención (Rc) en 5

casos (7%).• Se rescatan todas menos una por 2ª MC. Supone

un control sólo láser (98%) y control vocal de 100%.• El otro caso no se consigue rescatar por laringec-

tomía parcial ni total. Ello da un 1,4% de †T1º.• Índice de supervivencia ajustada de 98,4.• La supervivencia global a tres años es de 64/68

(94%), con cuatro pacientes perdidos por diferentescausas (sólo uno por T1º, dos por segundo primario yuno por otras causas).

4.2.3. Resultados en ca. verrucoso

Resumen (ca. verrucoso): Reducido número de 9 casos, sin predominio de

ningún tipo de cordectomía.Recidiva en dos casos (22%) que se rescata con 2ªMC. 100% de control sólo láser y vocal, y la mismacifra de supervivencia ajustada.

4.2.4. Cuadros de resultados

55.. SSEECCUUEELLAASS PPOOSSTTOOPPEERRAATTOORRIIAASSYY CCOOMMPPLLIICCAACCIIOONNEESS

Clasificamos las complicaciones en intraopera-torias, postoperatorias inmediatas y postoperato-rias tardías o secuelas. A su vez, cada una de ellasse clasifica en orden a su grado de severidad enleves (si para su resolución no han precisado tra-tamiento, ni médico ni quirúrgico), en moderadas(si han precisado tratamiento quirúrgico endoscó-pico) o en graves (si han precisado traqueotomíatransitoria).

En conjunto, las complicaciones más frecuentesintraoperatorias han sido las luxaciones dentales y lashemorragias leves. En el postoperatorio inmediato,las hemorragias leves y respecto a las tardías, los gra-nulomas y sinequias.De las 117 cordectomías realizadas: Intraoperatorias: 2 luxaciones dentales (leves)

1 sangrado (leve)Postoperatorio inmediato:1 sangrado (leve)

1 traqueotomíatransitoria (moderado)

Postoperatorio tardío: 2 sinequias1 granulomas

Esto equivale al 7% de complicaciones.Ningún paciente ha precisado sonda nasogástri-

ca ni traqueotomía persistente, y su estancia mediahospitalaria ha sido de cuatro días.

66.. RREESSUULLTTAADDOOSS FFUUNNCCIIOONNAALLEESS

Los resultados funcionales han sido muy buenoscon relación a la deglución y respiración.

En cuanto a la fonación, la valoración perceptualtiene buen resultado en general, sobre todo en lascordectomías superficiales (mucosas y subliga-mentosas).La disfonía es mayor cuanto mayores son las lesio-nes. Predominan la cualidad de rudeza (en lastransmusculares, fundamentalmente).

Esta es nuestra valoración perceptual, sin dudaalguna subjetiva, pero realmente mejor que en lascordectomías convencionales, que se asemejan alos resultados de las cordectomías de tipo III y IV,mejorando la voz en el curso del tiempo y de larehabilitación.

25_c 3/11/04 13:12 Página 247

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El CL final del 100% se consigue en 18 series, gra-cias a la Laringectomía Total (LT), en 4 casos de 2series. En una serie hay un CL final del 97%, con†T1º del 3% en esa serie.

Una segunda serie de Motta6 con diagnóstico deTis (diferenciada de la otra serie de Dp. 3) muestraresultados más problemáticos (tabla 5).

Cifras medias. Podemos hacer una revisión con-junta de las diferentes casuísticas, con suma de loscorrespondientes datos. Tendrá un carácter orienta-tivo, sin pretender mostrar unos resultados riguro-sos, dadas las diferencias de enfoque y de interpre-tación de los diferentes autores.

Así, hemos revisado 20 series con un total de 430pacientes, en las que:

Control Local (CL) en 380 el 88%. Han recidivado50 casos (12%).

Por sólo MC el 95% de los casos. Controladas por2ª MC láser, 30 (7%). Ello supone 410 (380 + 30)casos de 430 (95%), resueltos por vía endoscópica.

El 97% de control vocal. En 2 casos se han resuel-to por LP (0,6%). Rtp. ha controlado tres casos(1,3%), que supone el 2% de rescates por procedi-mientos funcionales.

En cuatro casos se ha utilizado LT, que ha sido eficazen 7 (1,6%). En los otros dos casos se ha producido†T1º, 0,5% del total. El control final ha sido del 99,5%.

77.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN YY CCOOMMEENNTTAARRIIOOSS

7.1. RESULTADOS DE LA CIRUGÍA LÁSER SOBRE TIS

Actualmente, la cirugía con láser CO2 es el proce-dimiento más extendido y, en general, proporcionaresultados bien satisfactorios.Revisamos datos de diferentes autores en detalle queaparecen en la tabla 4.

Los resultados oncológicos en Tis, mediante cor-dectomía endoscópica con láser CO2, resultan favo-rables en conjunto.

El Control Local (CL) es del 72 al 100%: 100% en6 series. Por encima del 90% en 5 series. Más del80% en 4 series. Más del 70% en otras 3 y un sólocaso, insólito, de CL de 50%.

Naturalmente, el índice de recidivas se expresa concifras complementarias. El CL sólo MC es del 83 al100%, el 100% en 13 series, de forma que median-te rescate con 2ª MC consigue subir de 6 a 13 elnúmero de series con 100% de CL. Por encima del90% en 2 series y por encima del 80% en 4 series.Sólo una serie alcanza el 67%.

El CL vocal es del 100% en 16 series. Así que en 3series más se consigue control conservando la voz y elórgano laríngeo mediante Laringectomía Parcial (LP).Se encuentra sobre el 90% en las 3 series restantes.

TABLA 4>> Resultados en Tis mediante microcirugía láser CO2.

Autor F. up. Nº CL Rec. MC Sólo MC LP Rtp. CVL LT †T1º CF

Steiner23 60 m 60 54 (90%) 6 (10%) 6 60 (100%) 0 0 60 (100%) 0 0 100%

Videgain24 2 m-5ª 7 5 (72%) 2 (28%) 1 6 (86%) 1 (14%) 0 7 (100%) 0 0 100%

Wolf25 >3ª 7 7 (100%) 0 0 7 (100%) 0 0 7 (100%) 0 0 100%

McGuirt26 6 m 4 a 12 12 (100%) 0 0 12 (100%) 0 0 12 (100%) 0 0 100%

Peretti27 52 m 11 10 (91%) 1 (9%) 0 10 ( 91%) 1 (9%) 0 11 (100%) 0 0 100%

Roquette28 1-8ª 15 15 (100%) 0 0 15 (100%) 0 0 15 (100%) 0 0 100%

Steiner38 64 m 45 42 (93%) 3 (7%) 3 45 (100%) 0 0 45 (100%) 0 0 100%

Bartual29 6 m 9ª 9 9 (100%) 0 0 9 (100%) 0 0 9 (100%) 0 0 100%

Leirens30 68,4 m 12 6 (50%) 6 (50%) 2 8 (67%) 0 3 (25%) 11 (92%) 1 (8%) 0 100%

Remacle31 28 m 14 12 (86%) 2 (14%) 2 14 (100%) 0 0 14 (100%) 0 0 100%

Damn32 25-143 m 29 25 (86%) 4 (14%) 4 29 (100%) 0 0 29 (100%) 0 0 100%

Mot. Dp36 2-14 año 20 17 (85%) 3 (15%) 3 20 (100%) 0 0 20 (100%) 0 0 100%

Talavera13 >3 a 19 13 (68%) 6 (31%) 2 15 (79%) 0 0 15 (79%) 4 (21%) 0 100%

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Nuestra serie muestra unos resultados más pobresque los del conjunto. Aunque el control final (Spvv.aj.) del 100% es bueno, se da un alto índice de res-cate por LT (21%). El C sólo MC y el vocal están en90% (tabla 6) (figura 1).

7.2. CARCINOMA INVASIVO INICIAL

El tratamiento del T1a se viene concretando en tresprocedimientos: las cordectomías endoscópicas láser,la radioterapia y la cordectomía vía externa. Algúnautor realiza cordectomía endoscópica fría o instru-mental. Asimismo, hay una referencia a tratamientocon láser YAG. Haremos referencia a resultados delos diferentes métodos, en las distintas series.

7.2.1. Carcinoma invasivo T1a y cirugía parcial

La cirugía parcial externa, en forma de cordectomíaspor tirotomía, fronto-laterales, hemilaringectomías yotras formas de lo que suele llamarse cirugía vertical, havenido siendo el procedimiento de elección en el trata-miento de las lesiones T1 y T2 de cuerda, con las debidasmatizaciones de técnica según localización y extensión.33

La Laringectomía Parcial (LP) externa en el T1a sesuele practicar en forma de cordectomía; en su díafue nuestra práctica de elección; hoy, en gran parte,(no totalmente) ha sido sustituida por el láser.

ResumenPuede verse que los resultados son muy similares:

Control local entre 86 y 89%; recidivas entre 11 y 14%;laringectomía total del 5 a 13%; †T1º, 1-8,4%.Cifras medias: CLy C vocal, 87%. LT, 8,5%. †T1º, 4,6%.CF, 95,4%.

Figura 1>> No existen diferencias en cuanto al índice derecidivas entre los distintos grupos histológicos.

Tiempo libre de enfermedad (recidiva)

Prob

abili

dad

acum

ulad

a

1,0

0,9

0,8

0,7

0,6

0,5

0,4

0,3

0,2

0,1

0,00 10 20 30 40

HIST

Tver

T1 a

Tmi

Tis

Dp 2

Dp 1

Dp 0

TABLA 5>> Resultados de Motta para Tis comparados con la casuística de la literatura.

AU. Añ. F. up. Nº CL Rec. 2ª Mc Sólo MC LP Rtp. C.voc. LT †Onc. CF

Mot. Tis 01 2-14 a 18 13 (72%) 5 (28%) 2 5 (83%) 0 0 15 (83%) 2 (11%) 1 (5,5%) 94%Suma Ls. - - - —- 408 363 (89%) 42 (10%) 29 390 (96%) 3 5 (1%) 398 (98%) 6 (1,4%) 1 (0,2%) 99,8%Total————— 430 380 (88%) 50 (12%) 30 410 (95%) 3 5 418 (97%) 7 (1,6%) 2 (0,5%) 99,5%

TABLA 6>> Suma de la casuística encontrada en la literatura en comparacióncon nuestra serie de Tis y Tmi.

AU. Nº CL Rec. 2ª Mc Sólo MC LP Rtp. CVL LT †Onc. CF

Total————— 430 380 (88%) 50 (12%) 30 410 (95%) 3 5 418 (97%) 7 (1,6%) 2 (0,5%) 99,5%Las. Tis/Tmi. 19 13 (68%) 6 (31%) 2 15(79%) 0 0 15 (79%) 4 (21%) 0 100%

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7.2.2. Carcinoma invasivo y microcirugía instrumental

Dentro del campo de la MC endoscópica, merececitarse la serie de MC instrumental de Kleinsasser, conlos mejores resultados, seguramente por su aplicaciónsólo en “pequeños carcinomas” con una “muy cuida-dosa selección”, según palabras del autor.

Kleinsasser34 comenta 106 casos de Tis o peque-ños T1a tratados por MC instrumental entre 1979 y1990, con seguimiento de entre 1 y 12 años. Hayseis recidivas, de las cuales cuatro se tratan por 2ªMC y 2 por Rtp., controladas todas. El control localsólo láser es del 98%. El control vocal es del 100%,lo mismo que la supervivencia ajustada. No hay †T1º.

7.2.3. Carcinoma invasivo T1a y radioterapia

La radioterapia es un procedimiento ampliamenteutilizado, clásicamente como alternativa a las cor-dectomías externas y hoy a las cordectomías láser.Revisamos las series de autores como Hirano,35

Epstein36 y Davis37 (tabla 7).

Resumen de resultados de radioterapiaCL de 79% que sube a 86% por rescate con MC y

que mejora a 89% de C vocal (conservación de larin-ge y voz). La tasa de LT es de 11%, relativamente altay el % de †T1º es de 2,7%.

Se observa una mayor necesidad de rescate porlaringectomía total tras la radioterapia.

En la revisión bibliográfica, el control local trasla radioterapia varía entre el 81 y el 90%. Elcontrol local tras cirugía de repesca, entre 93 y98%.

7.2.4. Carcinoma invasivo T1a y microcirugía láser

Se han revisado 11 series sobre tratamiento láseren T1a de glotis (tabla 8).

ResumenCL de 61 a 100%: 2/14 series con el 100%. 8/14

series >90%. CL sólo láser de 65 a 100%: 3/14 series con un

100%. 9/14 >90%.

TABLA 7>> Casuística sobre T1a con radioterapia.

Autor Año F. up. Nº CL Rec. MC Rt-MC LP Rtp. CVL RLT †T1 CF

Hirano 88 3 a 10 7 (70%) 3 (30%) 3 10 (100%) 0 0 10 (100%) 0 0 100%Epstein36 90 5 a 43 37 (86%) 6 (14%) 1 38 (88%) 1 0 39 (90%) 4 (9%) 0 100%Davis37 90 3 a 20 14 (60%) 6 (30%) 1 15 (75%) 1 0 16 (80%) 4 (20%) 2 (10%) 90%Total —————— 73 58 (79%) 15 (21%) 5 63 (86%) 2 0 65 (89%) 8 (11%) 2 (2,7%) 97,3%

TABLA 8>> Resultados de microcirugía láser en T1a invasivo del plano glótico (para leyenda ver 4.2).

Autor F. up. Nº CL Rec. 2ª MC Sólo MC LP Rtp CVL LT. †T1º C. final

Stei 1ab20 1 m 43 39 (91%) 4 (9%) 2 41 (95%) 2 0 43 (100%) 0 0 100%Hirano35 >3ª 16 10 (63%) 6 (37%) 2 12 (75%) 1 3 16 (100%) 0 0 100%

Wolfen25 >3ª 25 25 (100%) 0 0 25 (100%) 0 0 25 (100%) 0 0 100%

Epstein36 31 m 17 12 (71%) 5 (29%) 0 12 (71%) 1 2 15 (88%) 2 (12%) 0 100%

Davis37 40 m 20 19 (95%) 1 (5%) 0 19 (95%) 0 0 19 (95%) 0 1 (5%) 95%

Cragle39 24 m 13 13 (100%) 0 0 13 (100%) 0 0 13 (100%) 0 0 100%

Peretti27 30 m 33 22 (67%) 11 (33%) 4 26 (79%) 0 7 33 (100%) 2 (6%) 0 100%

Roquete28 2-8ª 25 24 (96%) 1 (4%) 1 25 (100%) 0 0 25 (100%) 1 (4%) 0 100%

Remacle31 28 m 23 14 (61%) 9 (39%) 1 15 (65%) 0 8 23 (100%) 0 0 100%

Motta6 2-17 añ 263 229 (87%) 34 (13%) 19 248 (94%) 0 0 248 (94%) 6 (2,3%) 9 (3,4%) 96,6%

Talavera14 >3 a 68 63 (93%) 5 (7%) 4 67 (98%) 1 0 67 (98%) 0 1 (1,4%) 98%

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CL vocal de 88 a 100%: 9/14 series con el100%. 13/14 >90%.

C. final de 95 a 100%: 10 series >100%. 14series >90%.

LT de 0 a 12%: 9 series con 0 LT. Las restantes,entre 1 y 12%.

†T1º. De 0 a 5%. 10 series con 0 †T1º.

Existen otras casuísticas que agrupan Tis, T1a, T1by T2a, consideradas como formas no avanzadas, tra-tadas con láser CO2. Son casuísticas muy extensas,de autores muy expertos; sería deseable la conside-ración por separado de cada forma patológica, pero,en cualquier caso, la información que nos ofrecenmerece ser revisada.

Como se puede ver, el conjunto de Tis, T1a, T1b yT2a muestra resultados que se pueden considerar enun nivel muy bueno, con cifras prácticamente idénti-cas a las recogidas para T1a (tabla 9).

7.2.5. Láser YAG en Tis, T1a y T1b

Este es un procedimiento poco utilizado en laringe,pero el trabajo de Lai ofrece tan buenos resultados comolos referidos al CO2 (que son todos los demás), por lo quemerece la pena revisarlo.

El láser YAG no es utilizado habitualmente en cirugía larín-gea; esta es la única publicación que hemos encontrado. Losresultados están en el mismo rango que los anteriores.

TABLA 9>> Resultados de cirugía láser en Tis, T1a, T1b y T2a (para leyenda ver 4.2).

Autor Año F. up. Nº Bien. Rec. RMC RLP RLT RRt †T1º †Otros PVSteiner38 96 64 m 360 325 35 (10% ) 27 ¿ 8 (2%) 0 0 80 ¿Peretti27 00 >5ª 140 112 28 (20%) 14 25 5 (4%) 5 2 (1%) 12 1Moreau40 00 >5ª 98 96 2 (2%) 2 0 0 0 1 (1%) <20 1

Los datos, en su conjunto, los cotejaremos tras la suma de datos del presente cuadroMétodo Nº CL Rec. 2ª Mc Sólo MC LP Rtp. LT †Onc.Ls. Tis,1ab, 2ª 598 533 (89%) 65 (11%) 43 (7%) 576 (96%) 25 (4%) 5 (0,9%) 13 (2%) 3 (0,5%)

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88.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Es un hecho constatado que el tratamiento de lostumores laríngeos en estadios iniciales con abordajeendoscópico mediante microcirugía de laringe asisti-da con láser CO2 es igual o más eficaz desde el puntode vista oncológico que el resto de opciones terapéu-ticas y que, además, aporta sobre ellas múltiples ven-tajas en aspectos muy importantes. Especialmente enla calidad de vida del paciente, que se libra de laspenalidades inherentes a la cirugía abierta, porencima de todo de la traqueotomía y de las de laradioterapia e, incluso, es ventajoso en la vertienteeconómica, al reducir de manera evidente la estan-cia hospitalaria y los costes del tratamiento, compa-rándolos con los de la cirugía convencional y los dela terapia con radiaciones.1,2,3

Desde el año 1991 hasta la actualidad, hemos tra-tado 186 casos de cáncer de laringe e hipofaringe,mediante microcirugía asistida con láser CO2 comoprimera opción terapéutica. Un total de 36 eran delocalización supraglótica o hipofaríngea, uno delocalización subglótica y el resto (n = 149) glóticos.De ellos, hemos seleccionado los 73 que cumplíanlos requisitos de un mínimo de 36 meses de controlpostoperatorio y que pudieran ser exclusivamenteetiquetados de T1a, T1b o Tis, basados en los hallaz-gos clínicos exploratorios, tanto preoperatorioscomo intraoperatorios.4

Estos tres estadios tumorales son los consideradoscomo tempranos o iniciales y, por tanto, susceptiblesde ser tratados con procedimientos mínimamenteinvasivos, consideración que se merece la cirugíatransoral, en este caso, cuyo objetivo es no solamen-

te la preservación del órgano, sino la de todas susfunciones en la mejor de las condiciones.

La diferenciación entre T1 y T2 en los casos en losque la movilidad cordal está conservada es, a veces,difícil si existe extensión subglótica. Por ello, es posi-ble que parte de los pacientes etiquetados como T1pudieran ser realmente T2, aunque siempre conmovilidad laríngea conservada.4

La clasificación de las cordectomías que actual-mente seguimos es la propuesta por la SociedadEuropea de Laringología (European LaryngologicalSociety -ELS-) en el año 2000,5 que, aunque esseguramente mejorable, nos parece la mejor de lasexistentes.

22.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOO

Una parte muy importante de nuestros pacientesfueron referidos desde otros centros para tratamien-to quirúrgico con láser CO2, con el diagnóstico yarealizado, que incluía la biopsia y, en algunas ocasio-nes, una Tomografía Computerizada de cuello (TC).El resto corresponde a pacientes provenientes delárea de atención de nuestro hospital.

El protocolo de diagnóstico fue siempre similar yconsistió en historia clínica, videolaringoscopia rígi-da y flexible, TC cervical en todos los casos conafectación de la comisura anterior o de extensión asubglotis, y en todos aquellos que ofrecieran dudasen la evaluación de la lesión laríngea o en la palpa-ción cervical.

El grado de disfonía fue únicamente evaluado demanera subjetiva por parte del explorador.

26. Nuestra experiencia en el tratamientomediante microcirugía de laringe asistida con

láser CO2 del cáncer glótico en estadios Tis y T1

P. Ortega, M. Rey, C. Ortega,M.J. Pascual, L. Cortés

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A todos los pacientes se les informó de las diferen-tes opciones de tratamiento, del pronóstico y de lasposibles complicaciones, y se les entregó nuestro for-mato de consentimiento informado.

Todos los pacientes incluidos en este estudio decarácter retrospectivo padecían un carcinoma glóticoTis, T1a o T1b,4 y fueron intervenidos mediantemicrocirugía de laringe asistida con láser CO2 comoprimera y, a ser posible, única opción de tratamiento.

Dos tipos de limitaciones nos hicieron considerar noaptos para esta cirugía a los pacientes. La primera,inherente al propio enfermo y de carácter anatómico,en los casos en los que se presumía que la laringos-copia directa iba a resultar imposible por obstáculosinsalvables, como boca muy pequeña, cuello obeso ycorto, micrognatia, rigidez cervical y otros que real-mente son muy poco frecuentes. Una segunda limita-ción es dependiente del tumor y motivada por laextensión no controlable a subglotis, especialmentepostero-lateral, al ventrículo, a la supraglotis, pie deepiglotis, bandas ventriculares o a los aritenoides, ocuando la movilidad de las cuerdas estaba reducida oabolida unilateralmente o bilateralmente, si bientodos estos casos deberían ser etiquetados en lamayor parte de las ocasiones de T2 o T3.

En los últimos tres años, esta limitación es sola-mente parcial, ya que estamos haciendo tratamientoquirúrgico endoscópico en alguno de esos casos,que ya no entran en la denominación de tumores enestadios tempranos.

La intervención quirúrgica se realizó siempre bajoanestesia general y respiración asistida medianteintubación oral, realizada con tubos especiales(Rüsch 112460) para microcirugía de laringe, queson más largos que los convencionales, tienen unbalón de mayor volumen y la relación entre su cali-bre externo y la luz es óptima debido a que el grosorde la pared del tubo es mínimo. Los calibres más fre-cuentemente empleados fueron el 5 y el 6. Siemprerellenamos el balón con suero y protegemos congasitas mojadas toda la extensión del tubo y demanera especial el balón.

Habitualmente, no utilizamos los tubosfabricados para cirugía láser por razones nosolamente de precio, sino de comodidad, yaque éstos son más gruesos, debido a lacubierta de protección contra la ignición yperforación por los impactos del láser, yporque a veces, su superficie es muy áspera.Estos hechos dificultan la introducción dellaringoscopio y reducen la visualización.

Cuando ocasionalmente los usamos, empleamoslos de las casas Rüsch (102004) y Mallinckrodt(160-60), ambos específicos para cirugía láser que,además, cuentan con doble balón de seguridad(figuras 1a y 1b).

Nos servimos de un microscopio quirúrgico Zeiss(OPMI 111), de una máquina Sharplan (1041S) parala emisión del láser CO2 y de un micromanipuladorAcuspot® 712.

Disponemos de un juego de laringoscopios de adul-to y de otro infantil. Preferimos, en los casos en los quelas condiciones anatómicas del paciente lo permiten, el

Figura 1a>> Tubos de intubación. Especiales paramicrocirugía de laringe y para láser.

Figura 1b>> Detalle de terminación de los tubos.

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diseñado por Kramer (Wolf 8458.011), cuya terminalen bisel posibilita la exposición de la glotis por comple-to y, muy especialmente, de la comisura anterior (figu-ras 2a, 2b y 2c). Con mucha frecuencia, es preciso usarmás de un espéculo en cada intervención para podercontrolar visualmente los límites del tumor y realizarcon la máxima precisión la resección (figura 3).

La mejor herramienta en nuestras manospara evaluar adecuadamente las dimensio-nes, la extensión y la localización exacta deltumor es la práctica de una segunda endos-copia, a través del espéculo laríngeo con eljuego de ópticas adaptadas por Andrea, de0º, 30º, 70º y 120º (figuras 4a, 4b, 4c y 4d),que aporta un excelente complemento a lavisión microscópica, que, aunque bidimen-sional, solamente ofrece información visualde la parte superior y superficial.

Figura 2a>> Laringoscopio según Kramer.

Figura 2b>> Detalle del bisel del laringoscopiode Kramer.

Figura 2c>> Diseño de la terminal del laringoscopiopara adaptarse a la glotis.

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Tratamos de no realizar biopsias previas a laintervención definitiva, en los casos en losque se observa una lesión de característicasprevisiblemente malignas, mediante larin-goscopia y, por tanto, es muy frecuente querealicemos la biopsia de manera intraopera-toria, antes de iniciar la resección. Con ello,evitaremos la formación de cicatrices, quesuponen un obstáculo, a veces muy impor-tante, en el momento de distinguir el tejidosano del afectado por el tumor.

Figura 3>> Juego de laringoscopios con tres aplicaciones:Visualizar comisura anterior, comisura posteriory subglotis. Pinza para introducir luz accesoria.

Figura 4a>> Tumor de cuerda vocal derecha.Visión con óptica de 0o.

Figura 4b>> Tumor de cuerda vocal derecha.Visión con óptica de 30o.

Figura 4c>> Tumor de cuerda vocal derecha.Visión con óptica de 70o.

Figura 4-d>> Tumor de cuerda vocal derecha.Visión con óptica de 120o.

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Colocamos al paciente en decúbito supino con lacabeza extendida, aunque no excesivamente,mediante la introducción de un rodillo, confecciona-do con sábanas enrolladas, debajo de los hombros yla cabeza firmemente inmovilizada con un rodete defoam o preparado artesanalmente.

Acto seguido, introducimos el laringoscopio, concuidado de no dañar los dientes, para lo que a vecesusamos un protector especial. El espéculo se mantie-ne en suspensión mediante un soporte autoestático,que se sujeta a la mesa de operaciones.

A veces es preciso, para visualizar la comisura ante-rior, deprimir el relieve laríngeo, para lo que simple-mente se necesita colocar una compresa y hacertracción posterior con una tira ancha de esparadra-po, que se pega a los extremos laterales del cabezalde la mesa de operaciones (figura 5).

Se procede entonces a proteger con compresasmojadas toda la superficie cutánea con riesgo derecibir impactos, especialmente la cara y los labiosdel paciente, con la mayor meticulosidad (figura 6).

Antes de situar el microscopio en la posición quirúr-gica, realizamos la endoscopia y, casi de manera rutina-ria, hacemos fotografías del campo operatorio y del

tumor, con las cuatro ópticas, hecho que repetimos alfinalizar la intervención (figuras 7, 8, 9, 10 y 11a y 11b).

La colocación del microscopio ha de ser realizadacon sumo cuidado. Es preciso mantener en elmismo eje la luz del microscopio y la del laringos-copio, para poder manipular y dirigir el haz deláser con precisión.

Es también preciso hacer uso del colimadordel microscopio para encajar la luz de mane-ra exacta, lo que redunda en una grabaciónde mayor calidad de vídeo, cuando ésta selleve a cabo.

Finalmente, es necesario recordar que debemos ele-gir para cada momento el mayor de los aumentos quepermita la mejor visualización sin perder profundidad.

Empleamos siempre, o casi siempre, tono super-pulsado de manera continua, con una potencia deentre 4 y 7 vatios, a excepción de cuando sea pre-ciso actuar solamente sobre el epitelio, para lo queno pasamos de 3 vatios y, a veces, en tono pulsadoy de manera discontinua para minimizar el dañosobre el ligamento.

Figura 5>> Depresión de la laringe mediante tracción cervical con esparadrapopara mejor exposición de la comisura anterior.

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Figura 6>> Protección de la cara y los labios.

Figura 7>> Cordectomía izquierda tipo I.Visión con óptica de 0o.

Figura 8>> Carcinoma in situ en 1/3 medio de cuerdavocal derecha. Visión con óptica de 30o.

Figura 9>> Exéresis del tumor mediante cordectomíaderecha. Tipo II. Visión con óptica de 30o.

Figura 10>> Cordectomía tipo IV. Resección completade la cuerda derecha. Exposición de cartílago.Visión con óptica de 30o.

En casos de lesiones mínimas con afectaciónexclusivamente epitelial, es muy útil la infil-tración previa en el espacio de Reinke, consuero o, mejor, con anestésico local y vaso-constrictor a muy baja concentración. Paraello, empleamos las agujas de Bouchayer ola de Zeitels.

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Entendemos que es fundamental evitar tanto elsangrado, como los desgarros del tumor antes decomenzar la exéresis y durante toda la intervención.Es muy aconsejable practicar la incisión en tejidosano y siempre aplicar la tracción sobre él, ya que lostumores son muy friables y se fragmentan y sangrancon suma facilidad, hechos que dificultan la resec-ción con la necesaria seguridad.

En caso de tumores pequeños y fácilmente reseca-bles, practicamos la exéresis en bloque. En los casosen los que los tumores sean voluminosos, hacemosprimero una incisión perpendicular al tumor paraobservar la afectación en profundidad y, posterior-mente, resecamos en dos y, excepcionalmente, enmás fragmentos.6

Para tener acceso a la comisura posterior ytrabajar en el tercio posterior de la cuerda,cambiamos a un laringoscopio de menorcalibre y colocamos el tubo de anestesia enla superficie posterior del espéculo, con loque en la mayor parte de los casos la expo-sición es muy buena (figura 12a y 12b).

Figura 11a>> Tumor de 1/3 anterior de cuerda vocalderecha, que respeta comisura anterior, pero quedaen su inmediata proximidad. Visión con óptica de 70o.

Figura 11b>> Cordectomía tipo Va. Resecciónde la cuerda vocal derecha, 1/3 anterior de la cuerdavocal izquierda y comisura anterior.

Figura 12a>> Visualización de la comisura posterior.

Figura 12b>> Revisión al año. Comisura posteriory 1/3 posterior de ambas cuerdas libres de tumor.

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En el caso de que la extensión lateral del tumor enla cara superior de la cuerda, hacia el fondo del ven-trículo, sea difícil de controlar, es muy útil resecar labanda ventricular; habitualmente, con hacerlo demanera parcial es suficiente.

Es fundamental marcar de alguna manera los bor-des del tumor para orientar al anatomopatólogo, peroesto, a veces, resulta casi imposible, bien por las

dimensiones reducidas del tumor, por haber practica-do una resección fragmentada o, simplemente, porlos artefactos inducidos por el láser. En estos casos, esútil marcar los bordes con tinta china o, mejor, tomarbiopsias de los bordes quirúrgicos de manera seriada,pero con anterioridad se eliminan las costras origina-das a consecuencia de la resección, para evitar losreferidos artefactos (figuras 13a, 13b, 13c y 13d).

Son instrumentos de gran utilidad las pinzas demicrocirugía laríngea, aisladas para electrocoagula-ción monopolar o bipolar, las terminales de succióntambién aisladas y las pinzas de tracción con tubo deaspiración incorporado.

Figura 13a>> Especimen correspondiente a cordectomíaláser. Nidos tumorales en el centro de la pieza.Margen de resección libre y moderadamente artefactadopor el láser.

Figura 13b>> Especimen correspondiente a cordectomíaláser. Nidos tumorales en el centro de la pieza.Margen de resección libre y moderadamente artefactadopor el láser.

Figura 13c>> Detalle del artefacto del láser en el bordequirúrgico. Tejido necrótico marcadamente artefactado.

Figura 13d>> Fragmentación de la muestra con tejidoartefactado y tejido tumoral sin posibilidad de evaluarbordes.

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Seguíamos y aún seguimos, si bien de maneramenos rigurosa, un protocolo de actuación que ins-tauramos al comenzar este tipo de tratamientos en1991. Consistía en revisar a todos los pacientes, bajoanestesia general y en quirófano, mediante microla-ringoscopia a los tres meses de la primera interven-ción y repetir esta exploración al año.

Este protocolo nos fue de gran utilidad en los pri-meros años, en los que, sin duda, la curva de apren-dizaje impactó en nuestros resultados.

En la actualidad, solamente llevamos a cabola revisión a los 3-4 meses en los casos decarcinoma infiltrante que precisaron cordec-tomías tipo 4 y 5, y en todos en los que sehan producido granulomas, sinequias llama-tivas o cualquier otro tipo de lesión no habi-tual o sospechosa.

La revisión al año la restringimos a los casos quesugieren dudas para su evaluación mediante larin-goscopia flexible o rígida, realizadas en la consulta.

Por norma general, los pacientes toleran la alimen-tación oral al día siguiente del tratamiento quirúrgi-co y la mayoría de las veces a las 6-8 horas.

Se suministran 100 mg de fosfato sódico de hidro-cortisona (actocortina), intraoperatoriamente y, enlos casos de resecciones muy amplias o de glotis resi-duales estrechas, se prescribe una pauta de corticoi-des por vía oral durante entre 3 y 15 días durante elperiodo postoperatorio.

A todos los pacientes a los que ha sido precisopracticar cordectomías de tipos IV y V se les indicaun tratamiento con antibióticos, que se mantienelos 10 días posteriores a la intervención, preferible-mente con amoxicilina-clavulánico 875 mg en trestomas diarias.

Los controles en la consulta externa se llevan acabo bimensualmente los seis primeros meses, paraluego pasar sucesivamente a trimestral, semestral yanual, durante siete años.

En los pacientes menores de 70 años y sin factoresañadidos de riesgo practicamos esta cirugía concarácter ambulatorio o en régimen de corta estancia(máximo 24 horas de ingreso).

Las complicaciones inmediatas más frecuentes hansido las producidas por el decúbito ejercido por ellaringoscopio sobre la arcada dentaria superior:Fracturas, arrancamientos, luxaciones y melladuras.Mucho menos frecuentes fueron los casos de hemo-rragias o enfisema subcutáneo y, de manera excep-cional, disnea de esfuerzo.

Las complicaciones tardías más frecuentes hansido los granulomas y las sinequias.

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS

Presentamos una serie de 73 pacientes, 2 mujeresy 71 varones, todos afectados por un cáncer glóticoestudiado como Tis, T1a o T1b, tratados entre febre-ro de 1991 y marzo de 2001 (tabla 1).

El tiempo medio de seguimiento postoperatorio esde 53,2 meses (rango de 35 a 152 meses), con eda-des comprendidas entre 39 y 82 años (media de 60,2).

Todos los pacientes consultaron por disfonía persis-tente de diferente intensidad de entre uno y seis mesesde evolución y otros síntomas principales, comohemoptisis y tos en dos casos, disnea de esfuerzo en uncaso, odinofagia y otalgia en un caso y sensación per-sistente de cuerpo extraño en faringe en otro (tabla 2).

En el momento de la primera consulta eran fuma-dores 40 pacientes, ex-fumadores 28 y no fumado-res 5 (incluyendo una de las mujeres).

Reconocían ser bebedores habituales de cantidadesdiversas de bebidas alcohólicas 32 y el resto, bebedo-res muy moderados o no bebedores (tabla 2). Un totalde 22 pacientes padecían Enfermedad PulmonarObstructiva Crónica (EPOC), 15 eran hipertensos entratamiento, siete padecían diabetes mellitus tipo II,tres habían padecido un infarto de miocardio (uno deellos intervenido con triple by-pass), tres habían pade-

TABLA 1>> Distribución por años.

1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

2 2 3 3 8 10 10 12 10 11 2

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cido un Accidente Cerebro-Vascular Agudo (ACVA),dos padecían una hepatopatía crónica severa y unopadecía un aneurisma aórtico abdominal (tabla 3).

El diagnóstico anatomopatológico fue de 11 carcino-mas in situ, 14 carcinomas microinfiltrantes, 4 carcinomasverrucosos y 44 carcinomas infiltrantes (tabla 4).

La localización del tumor y el estadio (clasificaciónTNM4) quedan reflejados en las tablas 5 y 6.

La presentación de los tumores fue en forma deuna placa blanca protuberante (leucoplasia) en 16casos, de forma vegetante en 44 casos, ulcerovege-tante en 7 y ulcerada en 6.

Las intervenciones practicadas se distribuyeronsegún la tabla 7 y las complicaciones en la tabla 8.

En tres pacientes fue preciso practicar una tra-queotomía intraoperatoria o perioperatoria (4,1%),en uno para posibilitar la resección (mujer de 61años), en uno por padecer un enfisema subcutáneocérvico-facial y torácico severo en el postoperatorioinmediato y en otro por hemorragia muy cuantiosa,también en el postoperatorio inmediato, en unpaciente de 58 años, hipertenso, diabético y obesomórbido.

En la primera revisión protocolizada, llevada a caboen quirófano y bajo anestesia general, entre tres ycuatro meses después de la intervención inicial -quehasta 1999 tratábamos de practicar a todos lospacientes y a partir de ese año restringimos a loscasos que tenían diagnóstico anatomopatológico decarcinoma infiltrante o microinfiltrante con marcadaextensión superficial o muy vegetantes- nos encon-tramos con los hallazgos siguientes:

Sobre un total de 48 casos, en 18 había granulo-mas en distintas localizaciones, en nueve se observó

TABLA 3>> Historia personal.

HISTORIA PERSONAL

Fumadores 40Ex-fumadores 28No fumadores 5Bebedores 32EPOC 22HTA 15DM tipo II 7ACVA 3IAM 2Hepatopatía crónica 1Aneurisma aórtico 1

TABLA 2>> Síntoma de presentación.

SÍNTOMAS DE PRESENTACIÓN

Disfonía 73

Tos 2Hemoptisis 2Disnea de esfuerzo 1Odinofagia 1Otalgia 1Sensación cuerpo de extraño 1

TABLA 4>> Diagnóstico anatomopatológico.

DIAGNÓSTICO AP

Tis 11

Ca. verrucoso 4Ca. microinfiltrante 14Ca. infiltrante 44

TABLA 5>> Localización. (CV= Cuerda Vocal)

CVD 27

CVI 31

CVD + CVI 15

TABLA 6>> Estadificación.

Categoría

Tis 11

T1a 40

T1b 22

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una sinequia anterior de mayor o menor extensión yconsistencia, en tres se detectó la presencia detumor (uno infiltrante, uno microinfiltrante, unoverrucoso), en tres había displasia (en uno moderada-severa y en dos severa) y en los 17 restantes lasbiopsias tomadas de las zonas en las que se asenta-ba el tumor originalmente resultaron negativas paramalignidad (tabla 9).

Los hallazgos fueron importantes en seis (12,5%)de los pacientes, en cinco de los cuales solamentefue necesaria una ampliación de la resecciónmediante láser CO2, mientras que en el caso restan-te fue preciso practicar laringectomía parcial supra-cricoidea (cricohiodopexia) y vaciamiento cervicalganglionar funcional bilateral (tabla 10).

En 27 casos se practicaron pequeñas intervencio-nes, con el objetivo de eliminar los granulomas oseccionar las sinequias.

El paciente al que hubo que practicar cirugía abier-ta de rescate había sido intervenido de un carcinomainfiltrante que afectaba a toda la cuerda izquierda,quedando próximo a la comisura anterior. Se lehabía practicado una cordectomía tipo IV tres mesesy medio antes, y la recidiva afectaba a la banda ven-tricular y a la neocuerda de ese mismo lado.

En el control realizado a los 52 meses de la últimaintervención se encuentra libre de tumor.

La revisión protocolizada practicada al año, que selimitó todavía más por múltiples causas (ausencia dehallazgos en la laringoscopia de control, estadogeneral deficiente, negativa del paciente, etc. ), sellevó a cabo solamente en 33 pacientes y los hallaz-gos fueron: granuloma en tres pacientes, sinequiaanterior en seis y carcinoma infiltrante solamente enuno, que realmente se había diagnosticado en laconsulta, previamente al acto de la microlaringospiade control y que precisó laringectomía total y radio-terapia radical. Este caso correspondía a un pacientede 57 años, con una tumoración situada en tercioanterior de cuerda vocal izquierda, diagnosticada decarcinoma microinfiltrante y al que se practicó unacordectomía tipo III que recidivó en la cuerda dere-cha y en la comisura anterior, y que no acudió a nin-guna de las revisiones de control. En las revisionespracticadas posteriormente a la laringectomía, laúltima a los 38 meses, sigue libre de tumor.

Independientemente de las revisiones protocoliza-das, fue preciso reintervenir a seis pacientes más, encinco casos por recidiva tumoral y en uno por este-nosis laríngea (tabla 10).

• En dos pacientes, a los 10 y 19 meses transcurri-dos desde la primera intervención, fue preciso prac-

ticar laringectomías parciales. Al primero de ellos,con un carcinoma infiltrante de cuerda vocal derechaT1a, y al que se había practicado una cordectomíatipo III, con bordes aparentemente sanos, fue preci-so practicar una laringectomía supracricoidea (crico-hiodopexia con conservación de un aritenoides) porrecidiva en la misma cuerda, extendida a ventrículo ya la banda ventricular. Posteriormente fue irradiado yen el último control, a los 37 meses de la interven-ción, seguía libre de tumor.

Al segundo se le practicó una laringectomía parcialtipo Tucker, seguida de radioterapia radical y, a lostres meses de terminada la radiación, fue necesariopracticarle una laringectomía total. Falleció sietemeses después por nueva recidiva loco-regionalintratable. Se trataba de un T1b con afectación delas dos cuerdas y comisura anterior, tratado inicial-mente con una cordectomía tipo V. En las revisionespracticadas a los tres meses y al año no se objetivópresencia de tumor. Se trata del paciente que pade-ció el enfisema y precisó traqueotomía, que pudo sercerrada a los dos meses; a los 19 meses de la inter-vención presentó recidiva en la comisura anterior.

TABLA 7>> Tipo de intervención.

CORDECTOMÍA

I, II 12III 31IV 8V 22

TABLA 8>> Complicaciones.

COMPLICACIONES

Alteraciones dentarias 14Granulomas 18Sinequia anterior 9Hemorragia severa 1Enfisema severo 1Estenosis 1Traqueotomía 3

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• En los tres restantes, dos de ellos (T1b) tratadospreviamente con cordectomía tipo IV y V respecti-vamente, con recidiva en un caso como carcinomainfiltrovegetante transglótico a los siete meses dela intervención y en el otro de localización en comi-sura anterior y extensión subglótica a los 16meses, se les practicó una laringectomía total convaciamiento funcional cervical bilateral y radiotera-pia. Ambos siguen vivos y libres de tumor, con con-troles de 28 y 42 meses, respectivamente. El tercercaso fue tratado solamente con laringectomíatotal. Correspondía a un carcinoma verrucoso,operado mediante láser con cordectomía tipo V entres ocasiones. Lleva 36 meses de control y siguelibre de tumor (tabla 10).

• La estenosis laríngea se produjo en una de lasdos mujeres, que precisó de traqueotomía parapoder llevar a cabo la intervención debido, fun-damentalmente, a factores anatómicos (laringetípicamente femenina, glotis muy corta en el diá-metro anteroposterior) y que, a pesar de habersido intervenida en tres ocasiones, la últimamediante laringofisura con colocación de injertosy tubo en T de Montgomery, no fue posible ladecanulación.

Un paciente de 79 años tratado inicialmente concordectomía tipo IV por carcinoma infiltrante detercio medio y posterior de cuerda vocal izquierdapresentó recidiva en la zona izquierda de la subglo-tis con infiltración de cartílago cricoides a los nuevemeses de la primera intervención y falleció a causadel tumor por negativa a someterse a ningún tipode tratamiento.

En resumen, se produjeron un total de 13 recidi-vas, de las que cinco pudieron ser tratadas conampliación de la resección original, mediante abor-daje endoscópico, dos mediante cirugía parcial delaringe, cinco laringectomías totales y un caso deabstención terapéutica (tablas 9 y 10).

Solamente dos de 73 pacientes han falleci-do por causas imputables al tumor larín-geo, lo que nos ofrece una cifra de super-vivencia específica del 97%.En cuanto a supervivencia específica refe-rida al procedimiento consistente en tra-tamiento exclusivamente endoscópico(en la que se incluyen los cinco casos enlos que fue precisa una segunda resec-ción), la cifra se queda en 64 casos, el87,67%.

En lo referente a la preservación de la voz y de lalaringe, el porcentaje es del 90,41%, 68 casos.

Cinco pacientes padecieron un segundo tumor enel tiempo de control, tres de tipo epitelial, dos deellos en pulmón, uno en vejiga urinaria, los otros dosde estirpe no epitelial, uno gástrico y otro hepático;cuatro de ellos fallecieron por esa causa.

Otro paciente falleció a los 42 meses de la inter-vención por un infarto de miocardio y un segundo enel postoperatorio de una intervención quirúrgicaabdominal a los 37 meses.

Por tanto, la supervivencia total o actuarial es del89% (68 pacientes vivos con un tiempo de controlmínimo de 3 años).

No contamos con parámetros objetivos para anali-zar las características de la voz, ya que no hicimospruebas específicas en ese sentido, ni en el preope-ratorio ni en el postoperatorio a la mayor parte denuestros pacientes. Nuestra apreciación es que, entérminos generales, la voz es aceptable y posible-mente similar o mejor a la previa a la cirugía, y sucalidad guarda una relación evidente con el tipo deresección practicada, en lo referente a la mayor omenor cantidad de músculo sacrificado y con proce-so de cicatrización, del que depende la nitidez y lahomogeneidad del borde libre de la cuerda y la apa-rición o no de granulomas y sinequias (figura 14).

TABLA 9>> Recidivas.

RECIDIVAS

A los 6 meses 6En el primer año 4En el segundo año 3

TABLA 10>> Cirugía de rescate.

CIRUGÍA DE RESCATE

Cordectomía IV 3Cordectomia V 2L. S. cricoidea 2L. total 5Sin tratamiento 1

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Solamente tres pacientes padecieron problemas dedeglución, si bien de manera transitoria, aunque enuno de los casos motivó su permanencia en el hospi-tal durante seis días. Se trataba de un paciente de 78años a quien se había practicado una cordectomíatipo IV. Ningún paciente precisó sonda de alimenta-ción ni gastrostomía.

44.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

Nuestra serie de pacientes, en lo referente a losfactores demográficos, epidemiológicos y al volumencasuístico, es semejante a la mayor parte de lasrecientemente publicadas.3,7,8,9

Nos hemos limitado a los casos clasificados comoTis o T1 para seguir las normas que los editores deesta Ponencia nos habían pedido, si bien el agrupa-miento de estos casos, en estadios iniciales o tem-pranos, puede no ser exacto hasta que no se pro-duzca un acuerdo de consenso en su definición, yaque según algunos el término early que los denomi-na en inglés debiera quedar restringido a los casosen que o no existe la infiltración del músculo o éstaha sido mínima.8

De los 11 casos que denominamos como carcino-ma intraepitelial o in situ, cinco habían sido diagnos-ticados de manera preoperatoria, intraoperatoria opostoperatoria como displasia moderada-severa,severa o de alto grado.

No prescribimos el estudio de imagen conTC de manera sistemática, porque entende-mos que en la mayor parte de los casos contumores T1 y T2 no aporta ninguna infor-mación y la restringimos a los casos deafectación de la comisura anterior o en losque tenemos problemas para evaluar laextensión subglótica, en los que, si no exis-te una clara infiltración del cartílago, no esde gran utilidad.

La realización de una técnica quirúrgica correcta yrigurosa es esencial; para ello, es preciso no manipu-lar el tumor con las pinzas de tracción, hecho que,como en el apartado correspondiente indicábamos,supone sangrado y fragmentación del tumor y exigeemplear inicialmente la electrocoagulación, que enlos casos de tumores pequeños es nociva para lostejidos subyacentes.

Solamente en un caso nos vimos obligados apracticar una traqueotomía para poder tener un

correcto acceso visual al tumor. Se trataba de unamujer de 61 años con una laringe de muy reducidasdimensiones y un tumor muy vegetante de tercioanterior de cuerda vocal derecha. Practicamos unacordectomía tipo IV. Nunca se pudo cerrar la tra-queotomía por padecer estenosis gloto-subglótica,que no se llegó a solucionar con sucesivas inter-venciones. La paciente está bien, libre de tumor ytolera la traqueotomía, que mantiene ocluida ensituación de reposo. Quizá se podría pensar que eneste caso el tratamiento de elección habría sido laradioterapia, si bien, al tratarse de una considera-ción a posteriori, dudamos que sea aplicable acasos semejantes.

Las otras dos traqueotomías que practicamos anuestros pacientes fueron motivadas por hemorra-gia masiva y enfisema subcutáneo cérvico-facial ytorácico, respectivamente. Ambos sucesos acaecie-ron en el postoperatorio inmediato y las dos pudie-ron ser cerradas en breve espacio de tiempo. Estosdos casos dan pie a reflexiones interesantes. En elprimero de ellos, debemos recapacitar sobre lanecesidad de mantener a los pacientes con impor-tantes factores de riesgo (hipertensión, obesidad,diabetes, tratamiento con anticoagulantes) seda-dos y con medidas de vigilancia especial en unaunidad de cuidados postoperatorios durante lasprimeras 24 horas.

En el segundo caso del enfisema, es preciso recor-dar que la traqueotomía ha sido considerada comoun factor de cierto relieve en la génesis de recidivasque, de hecho, este paciente padeció y que fue lacausa de su fallecimiento.

Figura 14>> Cordectomía izquierda tipo III, hace un año.Defecto en 1/3 medio de cuerda vocal izquierda.

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El mecanismo de producción del enfisemaposiblemente fue la violación de la mem-brana crico-tiroidea, hecho no infrecuenteen las resecciones ampliadas a comisuraanterior o a subglotis (figura 15).

El elevado número de alteraciones dentales está,sin duda, motivado en gran parte por el mal estadoprevio de la dentadura de los pacientes, que espatente en varios de los casos en los que solamen-te permanecían una o dos piezas dentales en situa-

ción anterior y muy difíciles de proteger. En otrasocasiones se han limitado a melladuras y a lesionesmínimas. No hemos tenido ninguna reclamación nijurídica ni patrimonial por ese motivo; de todas for-mas, es recomendable usar protectores, de los quelos mejores son los hechos a medida por el odontó-logo o el protésico dental.

La elevada frecuencia de granulomas de nuestraserie (figuras 16 y 17) creemos que es imputable, porun lado, a la exposición amplia de cartílago y, porotro, a infección.

La génesis de sinequias (figura 18) es de sobraconocida y se relaciona con la resección simultánea

Figura 15>> Exposición de musculatura infrahioideapor violación de membrana cricotiroidea.Visión con óptica de 70o.

Figura 16>> Angioma en lecho de cordectomía derechay granuloma en comisura anterior y subglotis.

Figura 17>> Granulomas en 1/3 anterior de cuerda vocalderecha y comisura anterior tras cordectomía izquierdatipo IV.

Figura 18>> Sinequia glótica anterior tras cordectomíatipo Va derecha.

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de la comisura anterior y del tercio anterior de lasdos cuerdas y el subsiguiente proceso de reparación.

Nuestras cifras de supervivencia son muy similaresa las del resto de las publicadas.3,7,8,9,10

En todas las series la supervivencia específicaoscila entre el 87 y el 96%, si bien la supervivenciatotal o actuarial desciende considerablementehasta situarse entre el 78 y el 83%, sobre todo enfunción de la alta edad media de los pacientes, queincide en una disminución evidente de las expecta-tivas de vida.

La supervivencia en los casos de tumores diagnos-ticados in situ o displasia de alto grado Tis es prácti-camente del 100%, tanto en nuestra serie como enla mayor parte de las publicadas, y semejante oincluso mejor que la obtenida con el tratamiento deradioterapia.11,12,13

Los factores con mayor incidencia en el pronósticoson, por un lado, de tipo histológico, que son, ade-más, de mal pronóstico: la infiltración del músculo yde los bordes quirúrgicos7,8,10 y determinadas locali-zaciones, como la afectación de la comisura anteriory la extensión a subglotis.3,7,8 De hecho, en nuestroscasos, estas localizaciones han tenido una granrepercusión. En cuatro de los siete casos que precisa-ron cirugía abierta de rescate había una clara afecta-ción de la comisura anterior y en el resto una exten-sión a subglotis (figuras 19 y 20).

En ninguno de los casos seleccionados parael presente estudio se observó la infiltracióndel cartílago o del ligamento de tiroepigló-tico; siempre se trataba de casos de tumoresen herradura que sobrepasaban la comisuraanterior para extenderse de una a la otracuerda sin infiltrar con profundidad.

La revisión protocolizada a los tres meses nos haservido no solamente para detectar recidivas precoz-mente, sino, en muchos casos dudosos, para asegu-rar su inexistencia. Por ello, y a pesar de que somosconscientes de que supone una incomodidad paralos pacientes y un cierto incremento de los costes, lamantenemos con las limitaciones anteriormenteexpuestas (tumores infiltrantes o con extensión asubglotis o comisura anterior).

La revisión protocolizada del año la hemos suprimi-do y solamente la llevamos a cabo, sin orden crono-lógico alguno, cuando en las exploraciones practica-das en la consulta surgen hallazgos que infundensospecha de recidiva o que inciden muy negativa-mente en la fonación, como sinequias o granulomas.

55.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

A mediados de la década de 1960, en la queKleinsasser en Europa y Jako y otros en EstadosUnidos introdujeron la microcirugía endolaríngea,ésta se empleaba para el tratamiento de los tumoresen estadios iniciales o tempranos con éxito.

Un total de 10 años después, ocurrió exactamen-te lo mismo cuando se comenzó a experimentarcon la aplicación del láser CO2 en el tratamiento

Figura 19>> Carcinoma verrucoso localizado en el 1/3anterior de las dos cuerdas y en la comisura anterior.Visión con óptica de 70o.

Figura 20>> Resección del tercio anterior de las doscuerdas y de la comisura anterior, con exéresisdel pericondrio interno. Corresponde al caso anterior.Cordectomía tipo Va. Visión con óptica de 70o.

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mediante microcirugía de esos mismos tumores,fundamentalmente por parte de Jako y Strong, enEstados Unidos.

Son quizás los trabajos sobre las series de laClínica Mayo de deSanto y otros,14 publicados amediados la década de 1970, los que más repercu-sión obtienen internacionalmente y colaboran deci-sivamente en la aceptación de la resección endos-cópica, mediante microcirugía de laringe asistidacon láser CO2, de los tumores de la cuerda vocal,como una herramienta terapéutica de la misma efi-cacia que las restantes, si bien con la limitación dela rigurosa selección de estos casos a los localizadosen el tercio medio de la cuerda.

Es preciso reconocer, sin lugar a dudas, que graciasal tremendo impulso desarrollado por Steiner,9 entrelos años 1980 y 1990, numerosos cirujanos de variasescuelas, en su mayoría europeas, convencidos delas ventajas que esta opción de tratamiento aporta alos pacientes afectados por tumores de laringe enestadios iniciales, se dispongan a incluirla en su arse-nal terapéutico habitual, ampliando las indicacionesde manera progresiva.

La opción de la cirugía transoral para el tratamien-to de tumores en estadios tempranos ha demostra-do una serie de ventajas sobre las otras alternativasterapéuticas. Entre ellas, la más importante es la deigualar y muy probablemente mejorar los resultadosdesde el punto de vista oncológico, con reducidaincidencia en la calidad de vida del paciente que,como decíamos en la introducción, se libra de laspenalidades de la traqueotomía.

En dos estudios recientes sobre costes2,3 realizadosen EE.UU. y en Italia, se ha llegado a la conclusiónque esta modalidad de tratamiento es más barataque la radioterapia.

No existen muchos trabajos comparativos y, sobretodo, prospectivos que permitan comparar con uncriterio objetivo, la calidad de la voz en los pacientestratados, si bien alguno de ellos15 parece que sedecanta a favor de la radioterapia, sin grandes dife-rencias. Quizás por ello sea preciso considerar estaalternativa en casos de pacientes en los que la con-servación de una voz perfecta sea primordial confines profesionales.

Otra de las ventajas que merece muy alta conside-ración es que el tratamiento con láser es reproduci-ble, dado que puede repetirse sin apenas problemasy que no obstaculiza en absoluto la terapia posteriorcon cirugía convencional y/o con radioterapia.

Es incluso aplicable en casos de cáncer glótico enestadios iniciales tratados previamente con radiote-

rapia sin éxito, a manera de cirugía de rescate16,17,18

con resultados que sobrepasan el 50% de éxitos y enel tratamiento de recidivas localizadas tras cirugíaconvencional.

Es una técnica, si no exenta de morbilidad, realmen-te con cifras muy bajas de complicaciones, que casisiempre son menores, reversibles y fácilmente solucio-nables, además de previsibles y, por tanto, evitables.

La única desventaja, para nosotros no demasiadogrande, es la dificultad que, con frecuencia, se plan-tea en el estudio anatomopatológico, especialmenteen la determinación de los bordes de la pieza o pie-zas quirúrgicas. Este hecho crea cierta intranquilidad,que se supera con la experiencia y mediante el usode varios recursos, como la toma de muestras de losbordes de resección, su correcto marcado y orienta-ción, para lo que es esencial la colaboración con elServicio de Anatomía Patológica.

Se trata, pues, de un procedimiento de ejecuciónsencilla, aplicable a una gran mayoría de los casosafectados por tumores glóticos en estadios tempra-nos, con eficacia probada en el aspecto oncológico,mínimo impacto en la calidad de vida, baja morbili-dad y costes inferiores a los otros aplicables, que enla actualidad debe ser considerado como una de lasarmas terapéuticas de elección.

66.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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Page 283: Bernal Llibre(2)

271

7. Eckel HE, Thumfart W, Jungehülsing M, Sittel Ch,Stennert E. Transoral Laser surgery for early glottic carcinoma.Eur Arch Otorhinolaryngol 2000; 257: 221-226.8. Peretti G, Nicolai P, Redaelli L, Berluchi M, Bazzana T,Bertoni F, Antonelli A. Endoscopic CO2 laser excision forTis,T1 and T2 Glottic carcinomas: Cure rate and prognosticfactors. Otolaryngol Head Neck Surg 2000; 123: 123-131.9. Steiner W. Results of curative laser microsurgery oflaryngeal carcinomas. Am J Otolaryngol 1993; 14: 116-121.10. Peretti G, Nicolai P, Piazza C, Redaelli de Zinis L, ValentM, Antonelli A. Oncological results of endoscopic resectionsof Tis and T1 glottic carcinomas by carbon dioxide laser.Ann Otol Rhinol Laryngol 2001; 110; 820-826.11. Hinerman R, Mendenhall W, Amdur R, Villaret D,Robbins K. Early laryngeal cancer. Curr Treat Options Oncol2002; 3: 3-9.12. Damm M, Sittel C, Streppel M, Eckel HE. Transoral CO2

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273

11.. RREESSUUMMEENN

Entre marzo de 1996 y diciembre de 2001, 74pacientes afectos de carcinoma glótico precozfueron tratados de primera intención mediantecirugía endoscópica láser en el Servicio deOtorrinolaringología del Hospital Juan Canalejo deLa Coruña.

De los 74 pacientes estudiados, 41 (55,4%) seencontraban en estadio T1a, 23 (31%) en T1b y 10(13,6%) en T2. Se demostró recidiva local en 20 delos 74 pacientes (27,02%), de los cuales dos fallecie-ron por ella a pesar del tratamiento de rescate. Lasupervivencia total fue del 89,2%, siendo la especí-fica de 97,3%. La supervivencia específica libre deenfermedad fue del 94%. El porcentaje de controllocal obtenido con la técnica láser fue del 78,4% yfue necesaria la realización de 12 laringectomíastotales (16,2%), por lo que la preservación de lalaringe se logró en el 85,2% de los casos.

El presente trabajo se centra en el estudio de lasrecidivas locales y los factores asociados.

La aparición de recidivas se asoció significa-tivamente al estadio tumoral, al tipo de exé-resis en los tumores T1A y a la afectación dela subglotis (p <0,05).

Pensamos después de este estudio retrospectivoque la técnica globalmente es aceptable. El elevadoporcentaje de recidivas en pacientes con extensiónsubglótica (T2) ha motivado un nuevo estudio, cuyoresultado puede modificar nuestro planteamientoterapéutico.

22.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

En nuestro país, la cirugía endoscópica laríngealáser se ha ido incorporando paulatinamente a nues-tro arsenal terapéutico a medida que los hospitalesse han concienciado de sus ventajas y los servicioshan sido dotados del instrumental necesario, convir-tiéndose en los últimos años en la primera opciónpara el tratamiento de tumores glóticos en estadiosiniciales (T1 y T2).

Sin embargo, no es posible descartar otras opcio-nes terapéuticas válidas, como radioterapia o cirugíaabierta. De hecho, algunos autores que utilizan téc-nicas endoscópicas en el tratamiento del carcinomaglótico precoz prefieren una laringectomía supracri-coidea en tumores T2 cuando el estadio es por dis-minución de la movilidad de la cuerda. Por otraparte, en los estadios T3 y T4 la indicación es contro-vertida y únicamente en determinadas clínicas y encasos puntuales se recomienda esta técnica.

¿Cuáles son los límites de la cirugía endoscópica?Es una pregunta de difícil respuesta, ya que dependede la capacidad técnica, dotación y experiencia delequipo quirúrgico involucrado. Creemos que debe-mos utilizar esta vía “en los tumores que curamoscon nuestra técnica y en nuestro medio hospitalario,no los que nos aconsejan los resultados publicadospor otros autores”.

Nosotros seleccionamos individualmente el trata-miento discutiendo con el paciente las opciones tera-péuticas y sus preferencias. Si su estado general lo per-mite, nuestra primera opción es la cirugía endoscópi-ca láser, porque creemos que no existe actualmenteninguna indicación de cirugía abierta inicial en Tis y T1

27. Recidivas y persistencias tumoralesen la cirugía glótica con láser CO2

Resultados en los tumores precoces de glotis

A. Martínez, P. Parente,V. Novoa, J. Martínez

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glóticos. Siempre avisamos al paciente de la posibili-dad de una exposición deficiente del tumor, ya sea porproblemas mecánicos o anatómicos, lo cual impediríauna extirpación satisfactoria. En ese caso optaremospor abordaje externo, que realizaremos en el mismoacto quirúrgico, si tenemos autorización previa.Cuando el paciente rechaza la cirugía o su estadogeneral no lo permite, aconsejamos radioterapia.

Es importante destacar un cambio fundamental deconcepto introducido por Steiner en la técnica qui-rúrgica: la posibilidad de seccionar el tumor pararesecarlo. La fragmentación transversal y las incisio-nes transtumorales facilitan la exposición del mismoy con ello su extirpación completa, siendo maniobrasoncológicamente correctas.

El objetivo de este trabajo es el análisis de las reci-divas y persistencias tumorales tras cirugía endoscó-pica láser en tumores precoces y su tratamiento derescate. También analizaremos los factores de riesgoimplicados en la aparición de estas recidivas, asícomo sus posibles soluciones.

El análisis de las ventajas y desventajas de las trestécnicas terapéuticas citadas no son objeto de estetrabajo, aunque debemos recordar como las princi-pales virtudes del procedimiento láser que no requie-re realizar traqueotomía y la rapidez del tratamiento.

Para poder indicar un tratamiento radiotera-péutico, necesitamos confirmación anatomo-patológica de la lesión, lo que generalmentese obtiene por laringoscopia directa bajo anes-tesia general. Si mediante la biopsia–exéresisya logramos extirpar completamente la lesión,consecuentemente no hay necesidad de admi-nistrar radioterapia a una cuerda libre detumor, dado que hemos realizado la biopsia yel tratamiento en una sola sesión.

No vamos a referirnos a la voz ni a los estudiosvocales postquirúrgicos. Sin embargo, debemosaclarar que nuestro objetivo terapéutico es la extir-pación radical del tumor con la menor cantidad detejido sano necesaria, para que produzca el menordeterioro vocal posible y, por lo tanto, se consiga lamejor calidad de voz. Si la lesión coincide con lo queel cirujano, ayudado por el anatomopatólogo,entiende como tal durante la cirugía, la vía endoscó-pica es la que mejor se adapta a esta premisa (menortejido extirpado, exéresis radical, mejor calidad devoz). En cambio, si existen focos tumorales dispersosen la cuerda no detectables por el cirujano, la radio-terapia sería más aconsejable.

En resumen, actualmente se utilizan preferentemen-te dos métodos para tratar inicialmente los Tis y T1 gló-ticos: la cirugía endoscópica láser y la radioterapia,dado que en pocos servicios consideran adecuada lacirugía abierta para estos tumores. En muchas partesde Norteamérica la controversia entre las dos opcionesse mantiene, mientras que en Europa la vía endoscópi-ca prevalece y es la que estamos utilizando nosotros.

33.. MMAATTEERRIIAALL

Entre marzo de 1996 y diciembre de 2001, 74 pacien-tes afectos de carcinoma glótico precoz fueron tratadosde forma primaria mediante cirugía endoscópica láseren el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital JuanCanalejo de La Coruña. Todos los pacientes fueronincluidos en una base de datos en la que se especifican41 ítems relacionados con los antecedentes personales,descripción del tumor e intervención quirúrgica. El pro-tocolo de seguimiento comprende revisión en consultaexterna (laringoscopia indirecta y fibroscopia) mensualdurante el primer año, cada dos meses durante elsegundo año, trimestral durante el tercer año y anual apartir del tercer año. Se realizó laringoscopia directa bajoanestesia general sólo en caso de lesión sospechosa. Lasedades de los pacientes estudiados están comprendidasentre 34 y 80 años (media de 61 años) y, de ellos, 66 sonvarones (89,3%). Todos fueron seguidos hasta su falle-cimiento o la conclusión del estudio (diciembre 2003),durante un mínimo de dos años (media: 56 meses),dentro de un rango de entre 24 y 93 meses.

En todos los casos se obtuvo biopsia con resultadode carcinoma epidermoide de cuerda vocal. Se esta-dificaron los tumores siguiendo la clasificación 1997TNM de la AJCC/ UICC.1 De los 74 pacientes estudia-dos, 41 (55,4%) se encontraban en estadio T1a, 23(31 %) en T1b y 10 (13,6 %) en T2 (este último esta-dio fue siempre por extensión, no por paresia).

3.1. MÉTODO QUIRÚRGICO

Las resecciones realizadas se clasificaron de acuer-do con la propuesta por la Sociedad Europea deLaringología.2

Existen dos parámetros importantes en esta cirugía:

• La exposición• Anatomía boca y cuello. Es el motivo más fre-

cuente por el cual una cirugía endoscópica puedeconvertirse en una abierta. En la hoja de información

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prequirúrgica al paciente avisamos siempre de laposibilidad de que la anatomía de la boca o del cue-llo impida la visualización correcta de la lesión.Cuando esto ocurre, cambiamos la vía en el mismoacto quirúrgico, si hemos sido autorizados.

• Laringoscopios. Para la correcta exposición deltumor, es importante contar con un amplio juego delaringoscopios. El de punta triangular es el que másusamos estadísticamente, pero debemos tener otrosdisponibles en la mesa de instrumental, adecuados alaringes estrechas o largas.

• Ayuda externa. Es fundamental que un ayudan-te, guiándose por el monitor, sitúe la lesión a la vistadel cirujano, comprimiendo o lateralizando la laringe.

• La técnica quirúrgica• Palpación. Antes de infiltrar, siempre realiza-

mos una palpación del tumor con un algodón empa-pado en Privina®. Esta maniobra nos da una magní-fica impresión de la profundidad, de la infiltración ydel tamaño de la lesión.

• Endoscopia rígida. Las lentes de 5º y 70º pro-porcionan una excelente imagen de la cara inferiorde la cuerda y del tumor en su conjunto antes deempezar la extirpación. Una vez terminada la exére-sis, también son útiles para la última comprobaciónde la zona extirpada.

• Infiltración con epinefrina. Maniobra muy útilrecomendada por Zeitels3 para comprobar comodespega el tumor de su lecho y para hacer hemosta-sia. Con ello el plano de despegamiento se visualizay se diseca más fácilmente.

• Spot láser. Nosotros usamos el Acuspot®, queofrece un spot mínimo de 160 micras, en el modosuperpulso, con lo cual evitamos al máximo la necro-sis térmica y la carbonización del tejido adyacente.

• Extirpación de zonas que ocultan la visión com-pleta de la lesión. Casi siempre se trata de partes dela banda ventricular. Aunque sea tejido sano y estamaniobra aumente la fibrosis, es de suma importan-cia resecar estas zonas cuando impiden la visión deltumor. En la región de la comisura anterior podemosrealizar una ventriculotomía anterior o extirpar elpecíolo de la epiglotis. Lo fundamental es exponeradecuadamente la lesión.

• Incisiones trasversales transtumorales. Esta es lamaniobra que diferencia esta cirugía de la clásicaextirpación en bloque. Con ella vemos la profundi-dad del tumor y facilitamos su extirpación.

• Fragmentación del tumor. Si mantenemos inmente los límites del tumor, podemos fraccionarlocuando es grande para facilitar su exéresis completa.

Por ello es tan importante que esta cirugía la termi-ne siempre el mismo cirujano que la empieza.

• Biopsia intraoperatoria. Nos interesa funda-mentalmente la zona de laringe más cercana altumor una vez extirpado éste. La biopsia la realiza-mos con tijera, con lo cual evitamos en lo posible ladesestructuración celular que produce el láser, facili-tando así el trabajo del anatomopatólogo.

3.2. MÉTODO ESTADÍSTICO

El análisis estadístico se realizó mediante el progra-ma SPSS. Las curvas de aparición de recidiva local sedeterminaron desde la fecha de la primera cirugíausando el método de Kaplan-Meier. Para el cálculode la supervivencia total, se utilizó como punto finalla fecha de fallecimiento o la de la última consulta enlos casos censurados. Para el cálculo de la supervi-vencia específica, se tomaron los fallecimientos porcausa no relacionada con el tumor como casos cen-surados, utilizando la fecha de fallecimiento comopunto final de seguimiento. En la supervivencia espe-cífica libre de enfermedad se sumaron los pacientesvivos con recidiva a los fallecidos por la enfermedad.

De los factores estudiados en relación con el ries-go de aparición de recidivas, cuatro están relaciona-dos con el paciente (edad, sexo, hábito tabáquico yalcohólico), cinco con el tumor (estadio tumoral,afectación de la comisura anterior, del tercio anteriorde la cuerda vocal, del tercio posterior de la cuerdavocal y de la subglotis) y tres con el tratamiento (tipode resección, estudio intraoperatorio, fragmentacióndel tumor). El impacto de estos factores en la apari-ción de recidivas o en la pérdida de la laringe fueanalizado, inicialmente, mediante la elaboración detablas de contingencia, utilizando como métodoestadístico el chi cuadrado de Pearson y, posterior-mente, se analizaron los factores dependientes utili-zando regresión logística.

44.. RREESSUULLTTAADDOOSS

4.1. SUPERVIVENCIA

La supervivencia la calculamos teniendo en cuentael tratamiento inicial y el de rescate, en caso de reci-diva. Dos pacientes fallecieron como consecuenciade la recurrencia local y locorregional de tumor, porlo que la supervivencia específica fue del 97,3%. Seis

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pacientes fallecieron por causas no relacionadas conel tumor más de 2 años después de la cirugía glóti-ca, sin evidencia clínica de enfermedad, por lo que lasupervivencia total alcanzada fue del 89,2%. Unpaciente presenta recidiva locorregional con trata-miento paliativo, por lo que la supervivencia especí-fica libre de enfermedad es del 94%. El porcentajede control local obtenido con la técnica láser fue del78,4% y se logró la preservación de la laringe en el82% de los casos.

4.2. RECIDIVA

Se encontró recidiva tumoral local en 20 de los 74pacientes tratados (27,02%). La recidiva se detectóentre 1 y 24 meses tras la cirugía (tabla 1). Los fac-tores estudiados en relación con estas recidivas fue-ron los siguientes:

• Factores derivados del propio pacienteEl 71,6% de los pacientes eran fumadores y el

49,7% eran bebedores crónicos. Ninguno de los fac-tores estudiados (edad, sexo, hábito tabáquico yhábito alcohólico) demostraron tener impacto signi-ficativo en la aparición de recidivas.

• Factores relacionados con el tumorCuatro de los 41 pacientes en estadio T1a (9,8%),

9 de los 23 en estadio T1b (39,1%) y 7 de los 10pacientes con T2 (70%) presentaron recidiva, siendoestas diferencias significativas (p <0,05) (tabla 2).Utilizando el método de Kaplan-Meyer, podemosmostrar la aparición de recidivas dependiendo delestadio T (gráfica 1).

Se estudió si la afectación específica de diversaszonas de la laringe (tercio anterior, comisura anterior,tercio posterior y subglotis) tenía impacto sobre laaparición de recidiva, pero sólo resultaron significati-vas las diferencias halladas respecto a los tumorescon afectación de subglotis (tabla 3).

• Factores relacionados con la resecciónLos pacientes con tumores T1a son subsidiarios de

diferentes tipos de cordectomía según la invasión enprofundidad. En la tabla 4 se especifica el porcenta-je de recidiva encontrado según el tipo de resecciónrealizado.

El tamaño de la muestra nos impide obtener resul-tados en la comparación entre los diferentes tipos decordectomías. Sin embargo, encontramos diferen-cias significativas al comparar el porcentaje de recidi-

vas tras resecciones tipo I y II (preservando el múscu-lo vocal) frente a resecciones tipo III y IV (con resec-ción parcial o total del músculo) (tabla 5, gráfica 2).

La tumoración requirió ser fragmentada en 28pacientes para su resección, recidivando en el 35%de los casos, mientras que cuando se extirpó enuna sola pieza, la recidiva se encontró en el 23,9%de los 46 casos (tabla 6). Pese a la tendencia, al rea-lizar el estudio con otros factores asociados (tipo deresección o estadio tumoral) las diferencias no sonsignificativas.

Se realizó estudio intraoperatorio de los bordes deresección en 40 pacientes, de los cuales recidivaronun 30%. Cuando no se realizó este estudio, el por-centaje de recidivas fue menor (23,5%), pero la dife-rencia no fue significativa (tabla 7).

55.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

5.1. ESTADIFICACIÓN. GRADO DE INFILTRACIÓN /MARGEN DE EXTIRPACIÓN

Está aceptado y establecido que se utilice la clasifi-cación TNM de la AJCC/UICC para el estadificacióntumoral, aunque ésta es contradictoria y no describecon exactitud la localización ni la extensión de lalesión. Un tumor superficial de tercio medio de cuer-da y un tumor que infiltra parte del músculo, peroque no altera su movilidad y llega cerca de las comi-suras anterior o posterior, se consideran ambos T1ay, sin embargo, su comportamiento biológico es muydistinto y, por lo tanto, la agresividad del tratamien-to también debe serlo.

De la misma forma, en los T2 de cuerda tenemosque diferenciar si se trata de un T2 por extensiónextraglótica o por pérdida de movilidad de la cuerda.En los primeros, los resultados oncológicos sonsuperponibles a los T1; en cambio, la cifra de cura-ción de los segundos (cuando existe una paresia) dis-minuye con cirugía endoscópica o radioterapia al 76-85%, por lo cual muchos autores prefieren la cirugíaabierta como opción inicial.4,5,6,7

Es importante el concepto de infiltración tumoralen relación con el comportamiento biológico deltumor. Cuando no existe infiltración de la láminapropia, es decir, se trata de un tumor in situ, el pro-nóstico es mucho mejor que cuando traspasa estabarrera. Estamos ante un cáncer poco agresivo o queaún no se ha hecho agresivo y, por lo tanto, nuestrocomportamiento no necesita ser radical.

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TABLA 1>> Análisis de los pacientes con recurrencia local. CVD: Cuerda Vocal Derecha;CVI: Cuerda Vocal Izquierda; CA: Comisura Anterior; SB: Subglotis; ART: Aritenoides; LT: Laringectomía Total; CHEP: Cricohioidoepiglotopexia; RT: Radioterapia.

LocalizaciónEstadio

TipoLocalización recidiva Meses Tratamiento Situación actualinicial de resección

1 CVD 1a III Tercio medio de CVD 4 Láser Fallecido por otra causa

2 CVD + CVI 1a III Tercio medio y posterior CVD 23 Láser y LT Fallecido por el tumor

3 CVD + CA 1b Va Comisura anterior 4 Láser Vivo y sano

4 CVD + CA 1b Va CA + tercio anterior CVD 2 Tucker y LT Vivo y sano

5 CVI + CA 1b Va Tercio anterior y medio CVD 2 LT Vivo y sano sin laringe

6 CVD 1a IV Tercio medio y post CVD, parálisis 24 LT Vivo y sano

7 CVI + CA 1b Va CA 7 3 x láser Vivo y sano

8 CVD + CA 1b Va CA 18 CHEP Vivo y sano

9 CVD + CA + SB 2 Vd Tercio medio y post CVD, parálisis 17 LT Vivo y sano

10 CVD + CA 1b Va CA 6 RT Vivo y sano

11 CVI + SB 2 Vd Tercio medio CVI, infiltra cartílago 3 LT Vivo y sano

12 CVI + SB 2 Vd Tercio posterior y subglotis, parálisis 13 LT Vivo con recidiva

13 CVI + CA 1b Va Tercio medio y anterior CVD 23 láser Vivo y sano

14 CVI + SB 2 Vd Tercio posterior y subglotis, parálisis 5 LT Fallecido por su tumor

15 CA 1b Va CA, rotura cartílago 9 LT Vivo y sano

16 CVI + CA 1b Va CA y subglotis 8 Láser y LT Vivo y sano

17 CVD 1a III Tercio medio y posterior CVD 1 LT Vivo y sano

18 CVI + SB 2 Vd CA, rotura cartílago 16 LT Vivo y sano

19 CVD + ART 2 Vb Tercio posterior y aritenoides 4 RT Vivo y sano

20 CA + SB 2 Vd Tercio anterior y medio de CVD 5 Láser Vivo y sano

Gráfica 1>> Representación del tiempo de aparición derecidiva (meses) según el estadio tumoral.

1,2

1,0

,8

,6

,4

,2

APARICIÓN DE RECIDIVA (meses)

Pacie

ntes

sin

recid

iva (a

cum

ulad

o)

0 20 40 60 80 100

TABLA 2>> Distribución de los pacientesy la aparición de recidivas segúnel estadio tumoral. * p <0,05.

ESTADIO T Pacientes Recidivan

T1a 41 55,4% 4* 9,8%

T1b 23 31,1% 9* 39,1%

T2 10 13,5% 7* 70%

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Cuando exista invasión del músculo, aunque seamínima y no produzca paresia de la cuerda, realiza-mos una cordectomía parcial tipo III, no necesaria-mente una cordectomía total subpericóndrica. Laactitud quirúrgica en este caso debe ser más firme.Debemos procurar en estos casos que los ángulos dela resección sean lo más abiertos posible, porque elloredundará en beneficio de la fonación.

TABLA 5>> Distribución de los pacientes ylas recidivas en tumores T1a según el tipode cordectomía. * p >0,05.

Cordectomía Pacientes Recidiva

I y II 8 10,7% 0 0%

III y IV 33 44,5% 4 12,1%

TABLA 6>> Distribución de los pacientesy las recidivas dependiendo de si el tumor fuefragmentado en la cirugía primaria.

Pacientes Recidivan

Fragmentado 28 37,8% 10 35,7%

No fragmentado 46 62,2% 10 21,27%

TABLA 7>> Distribución de los pacientesy las recidivas atendiendo a la necesidadde realizar biopsia intraoperatoria.

Pacientes Recidivan

Estudio intraoperatorio 40 54,1% 12 30%

Sin estudio intraoperatorio 34 45,9% 8 23,5%

Gráfica 2>> Representación de aparición de recidiva enestadio T1a según el tipo de cordectomía realizada.

1,2

1,0

,8

,6

,4

,2

APARICIÓN DE RECIDIVA (meses)

Pacie

ntes

sin

recid

iva (a

cum

ulad

a)

0 20 40 60 80 100

TABLA 3>> Distribución de los pacientesy la aparición de recidivas según la afectacióndel tercio anterior o posterior de cuerda vocal,comisura anterior o subglotis. * p <0,05.

TumoresRecidivacon afectación

Tercio anterior 38 51,4% 13 34%

Comisura anterior 27 36,5% 11 40,74%

Subglotis 8 10,8% 6* 70%*

Tercio posterior 8 10,8% 4 50%

TABLA 4>> Distribución de los pacientesy la aparición de recidiva según el tipo decordectomía realizada en el tratamiento primario.

Tipo dePacientes Recidivacordectomía

I 3 4% 0 0%

II 5 6,7% 0 0%

III 26 35,1% 2 7,7%

IV 7 9,4% 2 28,5%

Va 23 44,5% 9 39,1%

VVb 1 1% 1 100%

Vc 1 1% 0 0%

Vd 8 10,7 % 6 75%

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Un motivo de polémica es el margen sanoque debemos dejar en la resección.

Pensamos que en estos tumores superficiales(motilidad normal), con casi nula propensión a lainvasión linfática, son suficientes 1-2 mm. Este mar-gen no es exclusivo de la técnica láser, ya que es elque buscamos cuando realizamos una laringofisura.Si para conseguirlo tenemos que extirpar parte de lacuerda contralateral, no debemos dudarlo, aunquese forme una sinequia y la voz sea defectuosa.

En la primera operación es fundamentalcurar al paciente, porque es cuando tienemás oportunidades de hacerlo.

Zeitels3 introduce el concepto del “margen ultraestrecho” basándose en que permite conseguir unnúmero de curaciones del cáncer del 97% y mejorael resultado funcional. Nosotros estamos de acuerdocon ello, pero es importante tener en cuenta que sucasuística es de tumores muy pequeños (más del50% no invadían el músculo). En nuestro medio noes fácil detectarlos en dicho estadio: en nuestra esta-dística sólo en un 10,8% de los pacientes el tumorno invadía el músculo, aunque su pronóstico esmejor que los que lo infiltran.

Nosotros no realizamos sistemáticamente controlde los bordes de resección mediante biopsia intraope-ratoria. Por una parte, la exéresis de tejido tiene unimpacto negativo en la calidad vocal posterior. Porotra parte, la resección se realiza bajo control micros-cópico, por lo que el cirujano cuenta con informaciónsuficiente para sustentar su criterio en este aspecto.En nuestra experiencia (tabla 7), en los casos en losque se juzgó no necesario realizar el estudio intraope-ratorio se registró un porcentaje de recidivas menorque cuando en estudio fue realizado, aunque no essignificativo ni indicativo, dado que en los tumoresmás avanzados se requieren resecciones más comple-jas. No obstante, nuestro criterio en relación al estu-dio extemporáneo de los bordes de resección es ava-lado mediante el resultado en tumores pequeños.

5.2. T1a

El control local es fundamental en los tumores gló-ticos en estadio T1a, ya que no tienen ninguna pro-pensión a metastatizar. Por ello, si evitamos que reci-diven localmente, los pacientes estarán curados. Estecontrol local intentamos conseguirlo con la menor

agresión terapéutica posible para conseguir la mejorcalidad de voz. Por ello, si en nuestras manos el con-trol local es similar realizando una laringectomíatotal, una laringectomía parcial o una exéresisendoscópica, elegiremos la última opción, por ser lamenos agresiva.

Por otra parte, es importante tener presente que laresección endoscópica láser es el único tratamientoque recibe el paciente, dado que no indicamos radio-terapia complementaria y, por lo tanto, en esa únicaactuación terapéutica debe el paciente quedar librede tumor. Con ello queremos decir que:

En caso de duda, preferimos extirpar unasdécimas de milímetro de músculo más quemenos, aunque ello provoque un peor resul-tado funcional.

En nuestra casuística observamos que en lasresecciones tipo I y II el porcentaje de recidivases del 0%; en cambio, en las tipo III es del11,5% y en las tipo IV del 28,5%, con lo cualcomprobamos que cuanto mayor es el tamañodel tumor, mayor es el número de recidivas.

5.3. T1b

Kirchner,8 en su clásico trabajo, describió que lostumores a este nivel raramente invaden el ligamentode Broyle y, precisamente debido a esta conductabiológica, muchos cirujanos consideran adecuada laextirpación endoscópica. Esta es la región glótica demás difícil exposición y en la que es fundamental unbuen ayudante externo y, en ocasiones, un laringos-copio especial. Si con ello no logramos una correctavisualización del tumor, debemos extirpar la regiónanatómica que nos lo oculta y, si a pesar de elloseguimos sin ver correctamente los límites de la neo-plasia, debemos optar por un abordaje externo.

Actualmente, encontramos dos tendencias: los quecontinúan extirpando estos tumores por vía endoscó-pica con buenos resultados3,9,10 y los que han vuelto ala cirugía abierta11,12 porque las cifras de curación queobtenían con cirugía cerrada no eran aceptables.

Eckel13 actualmente realiza laringectomía supracri-coidea en los tumores glóticos T1b, precisamentepor los malos resultados que conseguía con la extir-pación láser. En varias publicaciones recientes sobrecirugía endoscópica no se incluyen ya los tumoresque invaden la comisura anterior, por recibir un plan-teamiento quirúrgico distinto. Estos autores prefie-

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ren realizar una cricohioidoepiglotopexia o unahemilaringectomía frontolateral.12,13

Nosotros extirpamos estos tumores con láser cuan-do la invasión de la comisura anterior nos parecesuperficial y la exposición es buena, pero las recidivaso persistencias son claramente más numerosas quecuando invaden sólo una cuerda. En nuestro estudio,de los 23 casos estadiados como T1b, 9 (39,1%) hanpresentado recidiva, aunque todos ellos están vivos ysin evidencia de enfermedad después de la cirugía derescate. Creemos que es una opción válida, ya quedamos la oportunidad a curarse al 60,9% de lospacientes sin practicarles una traqueotomía en la inter-vención endoscópica y el resto se curan con el trata-miento de rescate, sin perjuicio de la supervivencia.

Por otra parte, hemos encontrado que los tumoresque afectan a la comisura anterior tienden a recidivar enesta localización: de los 10 pacientes cuyo tumor afecta-ba la comisura anterior que recidivaron (9 T1b y 1 T2),en 7 la recurrencia se localizó en la comisura anterior.

En nuestro medio, si a un paciente le damos a ele-gir entre una vía endoscópica y una abierta, aunquele avisemos que la segunda tiene mejor resultadoestadístico, siempre va a elegir la primera.

5.4. T2

Rudert,9 Steiner10 y Zeitels3 describen resultadosexcelentes por vía endoscópica en los T2. Motta,14

en cambio, en la serie de 158 T2 que describe en suartículo, encontró un 40% de recidivas locales.

En nuestra casuística recidivaron 7 de los 10 T2(70%). Si analizamos factores, encontramos que todostenían una movilidad cordal normal y que las peorescifras corresponden a la extensión subglótica. Desdeque conocemos estos datos, somos más minuciosos ymás agresivos en la extirpación de estos tumores y másselectivos en la indicación quirúrgica. Estamospendientes del análisis de nuevos resultados. Si nomejoran, lógicamente tendremos que aconsejar unatécnica abierta, como lo hacen otros autores.12,13

5.5. FRAGMENTACIÓN DEL TUMOR

Uno de los elementos esenciales y diferenciadores dela cirugía endoscópica láser es la posibilidad (en nume-rosas ocasiones la necesidad) de seccionar el tumor,contraponiéndose a la clásica resección en bloque. Estatransgresión de la norma oncológica tiene dos finalida-des fundamentales. Por una parte, permite conocer y

controlar la infiltración en profundidad del tumor, gra-cias a la incisión transversal que Steiner recomienda.10

Por otra, cuando el volumen tumoral es importante o elespacio de maniobra de la laringe es pequeño, es impo-sible manipular el tumor hasta disminuir globalmentesu tamaño, habida cuenta que el origen y dirección delhaz de luz es siempre vertical. En este caso, se opta porfraccionarlo y realizar la exéresis fragmentándolo.

En nuestra experiencia, estas maniobras no sonsólo aconsejables, sino imprescindibles en tumoresvoluminosos, aunque no realizamos secciones trans-tumorales si somos capaces de realizar la resección enuna pieza. Los datos que hemos obtenido reflejanmayor tendencia a la recidiva en los casos en los quese realizó fragmentación; esta variable demostró serdependiente del estadio tumoral y, al analizar ambosfactores a la vez, las diferencias no eran significativas.

5.6. CONTROL POSTQUIRÚRGICO

En Pittsburgh vemos una interesante progresión enel control de estos tumores: Rothfield15 realizaba unamedia de 2,25 biopsias excisionales por paciente.Cuando persistía la biopsia positiva después de la ter-cera sesión, enviaba a radioterapia o cirugía abierta,aunque pensase que en esta tercera intervenciónhabía extirpado todo el tumor. Myers16 recopila 50pacientes. Logra la curación por vía endoscópica en 46de ellos. Los pacientes sufrieron una media de 2 biop-sias excisionales. Todos están libres de enfermedad

Smith,12 en la misma Universidad, estudia 54 pacien-tes, de los que excluye los T1b y los T2. El número debiopsias excisionales en esta última serie había aumenta-do de nuevo a 2,45 por paciente. En estas cifras existeun sesgo y es que los mejores resultados se obtienen enla estadística realizada por el cirujano senior y, en cam-bio, en la última participaban cirujanos en aprendizaje

Globalmente, en Pittsburg, en el transcurso de los 20años que llevan realizando esta cirugía, ha disminuidoostensiblemente el número de laringoscopias de revi-sión y ésta ya no está protocolizada. Ya no realizan sis-temáticamente esta exploración a las 6 semanas de laexéresis; solamente la aconsejan en caso de dudasdurante la extirpación o por la aparición de una ima-gen sospechosa en la fibrolaringoscopia de control.

Blakeslee17 evalúa 73 pacientes con T1 glótico.Cuando la exéresis resultó incompleta (38 de lospacientes), realizó radioterapia postquirúrgica o ciru-gía abierta. Con esta pauta preserva el órgano en 66de los 73 pacientes (90%). El número de exéresis incom-pletas (más del 50%) nos parece una cifra muy alta.

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Ossof18 publica 25 pacientes con la siguientepauta. Extirpa el tumor en una o varias sesionesendoscópicas con láser hasta que anatomopatológi-camente el margen está libre de tumor. Si para ellonecesita extirpar el pericondrio interno, completa eltratamiento con radioterapia o cirugía externa. Delos 25, 18 no necesitaron tratamiento complementa-rio, 6 recibieron radioterapia y están sin evidencia detumor, y 2 fueron operados con cirugía parcial abier-ta y ambos están muertos de enfermedad local.

Nosotros mantenemos el siguiente criterio: si existealguna duda por parte del cirujano o del patólogodurante la intervención quirúrgica, al cabo de 6-8 sema-nas se practica sistemáticamente una laringoscopiadirecta, con palpación de la zona y biopsia. Si el cirujanoquedó absolutamente satisfecho con la resección y elpatólogo no encuentra tumor cerca del margen quirúr-gico, no realizamos endoscopia postquirúrgica reglada.

Según nuestro protocolo, realizamos revisionesregladas con fibrolaringoscopia a intervalos definidos(ver arriba). Si en la exploración aparece una zonasospechosa, indicamos la realización de laringosco-pia directa bajo anestesia general.

Uno de los problemas que se nos planteacon más frecuencia es en qué momento esnecesaria una revisión endoscópica, dadoque no siempre la lesión es clara, sino que aveces es una simple protrusión, una granu-lación persistente o un cambio de color.

También hemos registrado en varios casos un cre-cimiento submucoso del tumor, que no es posibledetectar por fibroscopia hasta que se produce laulceración de la mucosa endolaríngea. Esto ocurrepor persistencia de algún pequeño nido tumoral,que el nuevo epitelio tapiza por encima en la cicatri-zación postquirúrgica (ver figuras 1, 2 y 3).

En estas situaciones de duda es muy útil la TAC, yaque nos puede dar una imagen definitiva, como cre-cimiento y captación de contraste submucosa o rotu-ra del cartílago (ver figuras 4 y 5). De todas formas,nuestro comportamiento actual es proponer unabiopsia de una zona sospechosa lo antes posible ypreferimos que la biopsia sea negativa que postpo-ner el procedimiento para estar más seguros y permi-tir así el crecimiento del tumor durante un tiempoinjustificado, intervalo durante el cual puede infiltrarel músculo y empeorar claramente el pronóstico.

Para nosotros, cuando existe duda del diagnóstico, esnecesario obtener una biopsia positiva por laringoscopiadirecta o laringofisura. No creemos correcto realizar

directamente un tratamiento radioterápico o cirugíaabierta, porque podemos encontrarnos con una exéresisde tejido sin enfermedad y, por lo tanto, estaríamos rea-lizando una mutilación injustificada e inútil, o una radia-ción innecesaria. Nosotros no aconsejamos esta actitudcomo tratamiento complementario protocolizado.

5.7. TIPO DE RESCATE

En la Clínica Mayo19 estudiaron 106 pacientes tra-tados con cirugía láser. Trece (12,3%) recidivaron, delos cuales 3 (2,8%) se rescataron con laringectomíatotal. Solamente recomiendan cirugía endoscópicaen los tumores superficiales del tercio medio de lacuerda vocal.

Myers16 recopila en su trabajo 50 pacientes, de loscuales cuatro recidivaron localmente. Tres de ellosfueron rescatados con radioterapia y uno con cirugíaabierta. Todos están libres de enfermedad.

Peretti20,21 recoge las recidivas de 140 casos.Encuentra 28 (20%) a las que trata con rescateláser, radioterapia o cirugía abierta. Preserva lalaringe en el 96% de los pacientes. Solamente dospacientes (1,4%) fallecen a causa de su enferme-dad. Encuentra estadísticamente significativa en laaparición de recidivas la invasión de comisura ante-rior, de la banda ventricular y la infiltración del mús-culo vocal.

Figura 1>> TAC axial donde se aprecia un abscesoprelaríngeo en un paciente operado de resección láser 5meses antes de un carcinoma de comisura anterior. Porfibroscopia se apreciaba una cicatriz, pero no se veía tumor.

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Smith12 estudia 54 pacientes, de los que excluyeT1b y T2. Solamente 8 (14,8%) de estos pacientesnecesitaron radioterapia o cirugía abierta por reci-diva o persistencia del tumor. El 100% están sin evi-dencia de enfermedad y solamente a 2 (96%) se lesextirpó la laringe en la cirugía de rescate.

Eckel13 estudia 252 pacientes afectos de tumo-res glóticos T1 y T2, y encuentra 35 (13,9%)recidivas locales. La diferencia entre los T1 y T2no era significativa en este aspecto. De las 35recidivas, 16 (45%) fueron rescatadas con larin-gectomía total.

Zeitels3 revisa 32 pacientes con Tis, T1 y T2. De ellos,15 son resecciones extraligamentosas y a 8 les extirpa elligamento, pero no el músculo. De los 32, 22 invaden lacomisura anterior y 15 el proceso vocal. Cura el 100%de los pacientes, por lo cual no influye en el pronósticode sus enfermos el que afecte la comisura anterior o pos-terior. No tuvo que rescatar a ninguno de los 32 casos.

Smith22 revisa 48 pacientes con T1, en los queobtiene 8 recidivas locales. Cuatro reciben radiotera-pia como tratamiento de rescate, en 2 se realiza unahemilaringectomía y en 2 una laringectomía total,

Figura 3>> Sección sagital de la laringe del caso anterior,en la que se aprecia el tumor transglótico entre el cartí-lago tiroides y la mucosa intacta de la laringe.

Figura 2>> Pieza de laringectomía total en la que seobserva una cicatriz en comisura anterior, pero con unamucosa intacta.

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logrando que el 100% se encuentren sin evidenciade enfermedad y preservar la laringe en el 96%.

El tratamiento endoscópico láser no impide rea-lizar ningún tratamiento de rescate ante unarecidiva local: todas las opciones son posibles.

La primera de ellas es de nuevo la vía endoscópicaláser. La segunda es administrar radioterapia o realizarcirugía parcial o radical. En cambio, en los pacientes quereciben radioterapia como primera opción, la vía quirúr-gica de rescate (endoscópica o abierta) es factible, peroel número de complicaciones postquirúrgicas inmedia-

tas es muy superior. En los pacientes en los que se rea-liza una cirugía parcial es casi imposible realizar otra téc-nica quirúrgica que no sea una laringectomía radical.

Nuestro protocolo consiste en la resección del tumorpor vía endoscópica las veces que sea factible. Cuando noes posible el control local con esta opción, recurrimos a lavía abierta, que puede ser una laringectomía supracricoi-dea cuando la región posterior de la glotis está respetadao una laringectomía total. No aconsejamos radioterapiapostquirúrgica ni de rescate. De los dos pacientes queoptaron por este tratamiento en contra de nuestro con-sejo, uno está curado y el otro sin evidencia de enferme-dad, pero con secuelas muy importantes de la radiación.

La localización de la recidiva es un factor a tener encuenta en el tratamiento de rescate. Los pacientes querecidivaron en la cuerda, sin afectar la comisura anterioro posterior, fueron rescatados mayoritariamente conuna nueva cirugía láser (75%). Sin embargo, de los 6pacientes en los que la recidiva se localizó en la regiónposterior, 5 requirieron laringectomía y, de éstos, 2 falle-cieron a causa de su enfermedad (ver figura 6). El trata-miento realizado en los pacientes cuya recidiva se locali-zó en comisura anterior (8 pacientes) fue heterogéneo(2 pacientes fueron tratados con resección láser, 2 contécnicas parciales, 1 con radioterapia y 3 mediante larin-gectomía). La aparición de recidiva en comisura anteriortiene, además de las consideraciones mencionadascuando se realiza el tratamiento primario, la posibilidadde infiltración del cartílago o invasión y rotura de lamembrana cricotiroidea debido a la reacción inicial.

En nuestra serie logramos rescatar con láser a cincopacientes. Cuatro pacientes requirieron una sesión yen uno fueron necesarias dos operaciones. A este últi-mo le propusimos cirugía abierta porque la resecciónendoscópica nos pareció insuficiente, la rechazó yactualmente está libre de enfermedad. En 2 casos fueposible realizar una técnica parcial (una laringectomíaparcial con cricohioidoepiglotopexia y una laringecto-mía subtotal según Tucker) como rescate, aunque enel segundo paciente una nueva recurrencia local moti-vó la realización de una laringectomía total.

A 12 de los 20 pacientes que presentaron recidivaslocales se les extirpó la laringe en la cirugía de resca-te, a pesar de lo cual 2 pacientes fallecieron al apa-recer una nueva recidiva locorregional (un caso fueestadiado inicialmente como T1a y otro como T2).

66.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

En los T1a la decisión entre cirugía endoscópica o radio-terapia es un problema de filosofía quirúrgica. En los T1b

Figura 4>> TAC correspondiente a la imagenendoscópica de la figura 2, en el cual se apreciala invasión y destrucción del cartílago laríngeo.

Figura 5>> Imagen endoscópica del TAC anterior, en lacual no se sospechaba la invasión en profundidad.

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y T2 escoger la opción endoscópica o la externa dependede los resultados que obtengamos en cada Servicio.

Nosotros seguimos intentándolo por vía endoscó-pica, aunque alguna de las cifras nos preocupa.Queremos mejorar la técnica quirúrgica en cuanto aradicalidad y la vigilancia postquirúrgica para detec-tar lo antes posible la recidiva y solucionar el proble-ma con una intervención de rescate.

A nuestros pacientes les estamos ofertando una técni-ca con la que curamos el 78,4% en la intervención inicialsin traqueotomía, que ampliamos al 97,3% con el trata-miento de rescate. Son cifras aceptables, que esperamossuperar con las modificaciones descritas en este artículo.

Aún no hemos intentado extirpar T3 por vía cerra-da, creemos que debemos mejorar antes los resulta-dos de los T2.

77.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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Figura 6>> Pieza abierta de laringectomía total,donde se observa una recidiva posterior del tumor.La resección había sido desde comisura anterior hastaapófisis vocal. La parte anterior de la glotis estaba curada.

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Queremos exponer y compartir nuestra experien-cia en el tratamiento con láser CO2 de los carcinomasde comisura anterior (figura 1). Desde hace 23 añosvenimos realizando cirugía laríngea, especialmenteoncológica, con láser CO2 y ésto ha hecho que cadavez podamos extirpar cánceres en localizaciones queal principio nos parecían imposibles. La experiencia yla confianza nos han hecho llegar al momentoactual, en el que podemos extirpar hasta T4 larínge-os por vía endoscópica con láser CO2.

La comisura anterior es una zona anatómica a lacual el especialista tiene particular miedo y no sinrazón, pues el cáncer de comisura anterior propia-mente dicho es particularmente agresivo, sobre todopor su tendencia a la progresión hacia la subglotis,que puede hacer más difícil su visualización y extir-pación, o por la infiltración de la membrana cricoti-roidea y la extensión hacia la zona anterior del cue-llo. Pensamos que no tener en cuenta estos detalleses una de las causas del aumento de recidivas enestos tumores.

La extirpación de cánceres de comisura anteriormediante técnicas de cirugía parcial abierta se havenido realizando desde hace tiempo con buenosresultados1,2 e incluso la radioterapia en manos dealgunos radioterapeutas parece haber dado resulta-dos interesantes,3 aunque en manos de otros auto-res los resultados no han sido tan prometedores.4,5,6,7

También se han realizado laringectomías supracricoi-deas8,9 en carcinomas de comisura anterior con bue-nos resultados, pero también es cierto que, aún hoyen muchos hospitales, cuando el paciente es diag-

nosticado de un carcinoma de comisura anterior, sele practica una laringectomía total. En cualquiercaso, en muchas laringectomías parciales se requierela realización de traqueotomía, con un postoperato-rio más largo y molesto.

Con el láser se puede extirpar más de loque pensamos y, a veces, menos de lo quedeseamos.

La cirugía con láser tiene siempre una doble finali-dad: extirpar el tumor y conservar la función, esdecir, radicalidad en la extirpación para conseguir lacuración de la enfermedad, pero, al mismo tiempo,tratar de preservar el órgano y la función, intentan-do que la morbilidad disminuya al máximo. Elloimplica, además, una reducción del coste y, sobretodo, hacer que el postoperatorio sea muy cómodo

28. Cáncer de comisura anterior: tratamiento con láser CO2

J. Algaba, X. Altuna, M. Goiburu, I. Luqui,J. Gómez, M.E. Salazar, J. Estéfano

Figura 1>> Tumor de comisura anterior.

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para el paciente. En muchos casos, el paciente puedeser intervenido con cirugía de día.

El tratamiento con láser en el carcinoma laríngeoempieza a no ser discutido en otras localizacioneslaríngeas, como la supraglotis y las cuerdas vocalespropiamente dichas, especialmente para tumoresprecoces (T1 y T2), pero no parece que aún se hayaconseguido la unificación de criterios para otras loca-lizaciones y tamaños, y los tumores de comisuraanterior se encuentran en este apartado.

1.1. INDICACIONES

Las indicaciones clásicas para la realización de unacirugía parcial abierta en los cánceres de glotis hansido siempre:

a) T1, T2 y algún caso T3 seleccionado.b) Cáncer que se extiende a la comisura anterior,

sin invasión cartilaginosa.c) Extensión subglótica no más de 10 mm por la

parte anterior y de 7 mm por la parte posterior.d) Afectación de la otra cuerda vocal, pero sin

extensión más allá del tercio posterior.Es evidente que esta clasificación ha sido sobrepa-

sada por muchos autores, realizando incluso resec-ciones de aritenoides y cricoides, e incluso reseccio-nes con cuerda fija.10

Pues bien, por vía endoscópica se puedeextirpar exactamente lo mismo que por lavía externa.

Para Davis,11 extirpar un aritenoides por vía endoscó-pica supone una deglución a veces intolerable, no sólopara la calidad de vida, sino incluso para ella misma.

Desde el punto de vista del carcinoma de comisu-ra anterior, debemos hacer una serie de considera-ciones necesarias. En primer lugar, cuando hablamosde cáncer de comisura anterior, debemos aceptarque no todos son iguales.

Por ejemplo, no es lo mismo la afectación dela comisura anterior por un cáncer de cuer-da que llega a la otra cuerda a través de lacomisura anterior (T1b), que normalmentees un cáncer superficial, que el cáncer pro-piamente de la comisura anterior y que nor-malmente es más invasivo.

Además, también debemos considerar las condi-ciones anatómicas de la región, ya que aunque en

esta zona no existe pericondrio interno, el cartíla-go de esta zona es bastante resistente a la inva-sión. Kichner,12 en 1989, tras estudios de estaregión, llegó a la conclusión de que sólo los gran-des tumores con extensión vertical llegan a infil-trar el cartílago a nivel de comisura anterior.Aunque quizás más peligrosa sea la invasión de lamembrana cricotiroidea y su extensión haciadelante a través de ella.

Pero cuando hablamos de cáncer de comisuraanterior, no es lo mismo un cáncer superficial, noinfiltrante (figura 2), que un cáncer que infiltra elmúsculo (figura 3) u otro que llega a infiltrar elcartílago o la membrana cricotiroidea (figura 4).De aquí que creamos que, al igual que existe unaclasificación T para otros tumores y localizaciones,la comisura anterior también debe tener esta cla-sificación y nosotros proponemos la siguiente:

T1 de comisura anterior: Lesión localizada enla superficie, que no afecta a la masa muscular deltercio anterior de las cuerdas y movilidad normal(figura 5).

T2 de comisura anterior: La infiltración esmayor, se afecta el músculo (figura 3).

T3 de comisura anterior: El tumor llega a con-tactar con el cartílago o la membrana cricotiroideasin invasión, y afecta también al tercio anterior deambas cuerdas vocales (figura 6).

T4 de comisura anterior: El tumor invade elcartílago o la membrana, o puede exteriorizarse ysobrepasar estas estructuras hacia el exterior(figura 4).

Teniendo en cuenta esta clasificación, es eviden-te que nuestra actitud terapéutica no será lamisma ante cada uno de ellos.

Figura 2>> Tumor de comisura anterior superficial (T1).

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Una de las dificultades más importantes en loscarcinomas de comisura anterior es la dificul-tad de definir la extensión de la tumoración.

Por ello, debemos utilizar todos los métodos explo-ratorios que creamos convenientes para precisar almáximo el tamaño y la extensión del tumor. Se ha detener en cuenta que en alguna ocasión no puedeprecisarse con seguridad la extensión y que otrasveces existen falsos positivos y falsos negativos encuanto a la infiltración del cartílago tiroides o de lamembrana cricotiroidea. Por ello, en ciertos pacien-tes será en el momento de la cirugía cuando obser-vemos la verdadera extensión tumoral.

De entrada, todo tumor que no infiltre el car-tílago o la membrana cricotiroidea puedeextirparse por vía endoscópica con láser CO2.

En los tumores que sí infiltran estas estructuras, ennuestra opinión, tampoco es muy aconsejable realizarcirugía conservadora por vía externa, dado que nuncapodemos descartar que la infiltración tiroidea estélimitada o circunscrita, por cuanto pueden existircélulas neoplásicas diseminadas por todo el cartílago.

Por ello, consideramos que cuando existeuna indicación de cirugía parcial por víaexterna, también existe indicación de unaextirpación por vía endoscópica.

Este es nuestro criterio, en general, para cualquierlocalización laríngea y nuestro límite es la afectación car-tilaginosa. Para Steiner,13 si la infiltración se supone limi-tada a una zona pequeña de cartílago, realiza la resec-ción de esta zona, dejando una ventana sin cartílagotiroideo sólo cubierta por el plano muscular prelaríngeo.Esta maniobra es técnicamente realizable, nosotros lahemos hecho y se puede extirpar un fragmento de car-tílago tiroides, incluso sin lesionar el pericondrio exter-no, aunque el problema es oncológico, no técnico. Enocasiones, Steiner recomienda el abordaje combinado,interno y externo, para cierto tipo de lesiones que pro-gresan hacia la zona anterior de la laringe. Davis11 opinaque la comisura anterior se puede visualizar la mayoríade las veces y, por tanto, realizar extirpaciones a estenivel. Por el contrario, no aconseja la cirugía láser cuan-do el cartílago está infiltrado o cuando el tumor invadela membrana cricotiroidea.

Según la clasificación expuesta anteriormente,pueden ser susceptibles de tratamiento por víaendoscópica los T1, los T2 y los T3, no así los T4.

Figura 3>> Tumor de comisura anterior que infiltra enprofundidad la masa muscular (T2).

Figura 4>> Tumor de comisura anteriorque infiltra el cartílago tiroides (T4).

Figura 5>> Tumor de comisura anterior superficial (T1).

Figura 6>> Tumor de comisura anterior que invade masamuscular y contacta con el cartílago sin invadirlo (T3).

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La extensión a subglotis debe estar limitada, nodebe sobrepasar más de un centímetro hacia abajo,dado que, aparte de las dificultades técnicas, cuantomayor es la invasión subglótica, mayores son las posi-bilidades de invasión de la membrana cricotiroidea.

La invasión de la membrana cricotiroidea nocontraindica absolutamente la realizaciónde la cirugía endoscópica con láser, perotodo va a depender del grado de invasión.

Si la afectación es superficial, puede extirparse porvía endoscópica, pero una invasión en profundidadde la misma con una extensión hacia el espacio pre-laríngeo va a suponer un peligro de lesión de losvasos pretiroideos o de que queden restos tumoralessin extirpar. En estos casos, Steiner13 aconseja la extir-pación combinada por vía endoscópica y vía externa.

Dada la inocuidad de la técnica quirúrgica, cree-mos que no existen límites por la edad del paciente.

1.2. CONTRAINDICACIONES

En nuestra opinión, no debe realizarse ciru-gía endoscópica con láser en aquellos tumo-res de comisura que afectan al cartílago tiroi-des o que sobrepasan la membrana cricotiroi-dea hacia delante. Tampoco deben extirparsepor este sistema aquellos tumores de comi-sura anterior que descienden mas allá delborde superior del cartílago cricoides.

22.. DDIIAAGGNNÓÓSSTTIICCOO DDEELL TTUUMMOORR DDEE CCOOMMIISSUURRAA

Fibroscopia. La fibroscopia debe ser la primeraexploración que se realice ante un paciente que pre-sente disfonía, que puede ser apoyada con la estro-boscopia. Con ambas ya nos podemos hacer unaidea de la localización y la extensión de la tumora-ción. Si existen dudas, se puede realizar también unalaringoscopia directa, pero nosotros preferimos reali-zarla en el mismo momento de la cirugía.

La toma de biopsia la podemos realizar por los métodosconvencionales o bien confirmarla en el quirófano reali-zando una intraoperatoria, antes de comenzar la cirugía.

TAC. Unos de los problemas más importantes que hayque resolver cuando estamos ante un tumor de comisu-ra anterior es la detección de la posible invasión del car-tílago tiroides, para lo cual el TAC es necesario, sabien-do que, a veces, nos puede dar falsos positivos debido

fundamentalmente a la osificación variable del esquele-to cartilaginoso laríngeo, por lo que siempre debemosser precavidos al enjuiciar los resultados de la TAC, pero,en líneas generales, suele ser útil (figuras 7 y 8).

RNM. La RNM no aporta demasiado para aclarar lainvasión del cartílago, por lo que la mayoría de lasveces no es necesaria.

Ecografía. La ecografía, por el contrario, es unmétodo que debemos acostumbrarnos cada vez mása realizar, ya que, junto a la TAC, nos puede aclararla situación de afectación o no del cartílago tiroides.

Figura 7>> TAC de tumor de comisura anterior diagnosticadoradiológicamente como cartílago invadido y que en elmomento de la cirugía se comprobó que no era así.

Figura 8>> TAC de tumor de comisura anteriorcon invasión del cartílago.

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Otras exploraciones

Ópticas anguladas de 70º y 120º de MarioAndrea. Son útiles en el momento de realizar la ciru-gía para comprobar la extensión subglótica deltumor y comprobar los límites de la resección.

PET. Se trata de una tecnología cara y aún en fasede expansión, por lo que creemos que en estosmomentos no aporta nada nuevo para confirmar lano invasión del tiroides.

33.. CCIIRRUUGGÍÍAA DDEE LLOOSS TTUUMMOORREESSDDEE CCOOMMIISSUURRAA AANNTTEERRIIOORR

La filosofía es la misma que para cualquier otralocalización.

Una de las dificultades de la cirugía conláser de la comisura anterior es la dificultadde exposición de la región.

La experiencia y la colocación de laringoscopios del-gados y largos en determinados momentos, así como

una buena compresión sobre el cuello del paciente,hacen que prácticamente en todos los casos poda-mos exponerla y realizar la extirpación. Se consigueperfectamente el despegamiento y la exposición detodo el ángulo anterior del cartílago tiroides y partede las caras laterales, e incluso se puede proseguir eldespegamiento hacia abajo y exponer toda la mem-brana cricotiroidea, por lo que la prolongación sub-glótica del tumor también puede ser extirpada, yaque se puede llegar hasta el borde superior del cricoi-des sin grandes dificultades (figuras 9, 10 y 11).

Uno de los aparatos que nos ha permitido unamayor facilidad de extirpación en los tumores decomisura anterior ha sido el compresor laríngeo denuestro colaborador el doctor Estéfano (figuras 12,13, 14 y 15), que va fijado a los laterales de la mesade operaciones y que tiene una especie de carracaen la que se introduce una cinta de fuerte consisten-cia que se va apretando paulatinamente hasta que lacomisura anterior se expone e incluso el pie de laepiglotis. Se permite no sólo una mejor exposiciónde la región, sino también el que esta presión seaconstante, mantenida y que evite tener a un colabo-rador comprimiendo manualmente la laringe.

Figura 9>> Esquema de la resección realizada en un tumor de ambas cuerdas que invade la comisura.

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La potencia del láser es especialmente importantecuando trabajamos en esta zona, dado que si nor-malmente en la glotis hay que trabajar con intensi-dades bajas, en la comisura esto se hace incluso másnecesario, sobre todo para evitar la carbonización delos tejidos y del cartílago, que nos impediría recono-cer con claridad cuánto estamos cortando a travésde tejido sano, pudiendo hacer que nos dejemosfragmentos de tumor. También se debe evitar vapo-rizar en exceso el cartílago, ya que esto nos podríaproducir necrosis y secuestros de tejidos cartilagino-sos, lo que complica el postoperatorio.

¡Nunca hay que vaporizar el tumor! Si lo hace-mos, perdemos los especímenes para estudiosanatomopatológicos que son tan necesarios.

Cuando realizamos resecciones cerca de la mem-brana cricotiroidea, aconsejamos siempre tomarpequeñas biopsias del tejido que dejamos de lamembrana y realizar estudios intraoperatorios. Estonos permite saber en ese momento que la reseccióna ese nivel ha sido correcta.

Es preferible marcar con el propio láser los márge-nes de resección, los posteriores a nivel de las cuer-

Figura 11>> Líneas de resección de un tumor de cuerda que invade la comisura anterior.

Figura 10>> Esquema de las líneas de resección de un tumor de comisura anterior.

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das, laterales a nivel de la parte anterior de las ban-das y cuerdas, y los anteriores a nivel del pie de laepiglotis. Aunque en muchas ocasiones, y dado eltamaño del tejido extirpado, es muy difícil señalar losmárgenes una vez extirpado el tumor.

Cuando se traccione, hay que procurarhacerlo de los bordes sanos, para no frag-mentar el tumor involuntariamente y queno aumente la hemorragia.

La extirpación se realiza normalmente fragmenta-da, aunque en ocasiones se pueda extirpar todo eltumor en una sola pieza.

La extirpación del pie de epiglotis mejora enorme-mente la visualización del tumor.

Despegamiento de la zona cartilaginosa condespegador, observando la facilidad de despe-gamiento y la posible infiltración del cartílago.

La experiencia nos permite distinguir cuándo esta-mos cortando tumor o tejido sano. En caso de duda,podemos enviar biopsias intraoperatorias que nosaclaren la dignidad de los márgenes de resección.

Figura 14>> Compresor laríngeo de Estéfano colocadoen una paciente.

Figura 15>> Antes de la compresión. Después de la compresión.

Figura 12>> Compresor laríngeo de Estéfano.

Figura 13>> Compresor de Estéfanocon los diferentes componentes en posición.

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En principio, la extirpación fragmentada de cualquiertumor es una acción que puede parecer poco oncológi-ca, pero nos permite la completa visualización de los teji-dos que queremos extirpar y distinguirlos de los tejidossanos, dado que la forma del corte y cómo se van sepa-rando los tejidos es completamente diferente cuando setrata de tejido normal o de neoplásico (figuras 16 y 17).

Podemos realizar la extirpación de los fragmentos quevamos despegando de las paredes laterales del cartílagotiroides y realizando al mismo tiempo biopsias intraope-ratorias de los tejidos blandos que vayamos dejando. Encaso de duda, también podemos tomar biopsia de tejidocartilaginoso y realizar estudios intraoperatorios.

La extirpación con láser de la comisura anterior,aunque pueda parecer extraño, no produce grandessinequias. Se neoforman unas cuerdas en el tercioanterior, se produce una ligera sinequia y la voz suelequedar aceptablemente bien (figuras 18 y 19).

El tubo de anestesia se emplaza en la comisuraposterior y no suele molestar para la intervención. Apesar de utilizar tubos protegidos contra el láser,aconsejamos cubrirlos con lentinas mojadas en sueroy, en ocasiones, ayudarnos de otras más pequeñaspara ir limpiando la zona que vamos dejando libre detumor, con lo que favorecemos la visión, mejoramosla hemostasia y podemos realizar de una forma máscómoda la resección del tumor y las biopsias.

Podemos realizar la extirpación de ambas cuerdasvocales y de la comisura anterior incluso desde las apó-fisis vocales de ambas cuerdas sin que el tubo endotra-queal estorbe excesivamente durante la resección. Encasos excepcionales de dificultad en la exposición,podemos o bien emplazar el tubo de anestesia en posi-ción anterior mientras resecamos la parte posterior o,en colaboración con el anestesista, podemos dejar alpaciente en apnea y extraer el tubo durante el tiempoprudencial que nos permita la resección de la zonaposterior del tumor; cuando la saturación de oxígenodel paciente disminuye y el dióxido de carbono aumen-ta, procedemos de nuevo a la intubación y oxigenacióndel paciente a través del tubo de laringoscopia. Estamaniobra la podemos repetir las veces que precisemos.

El cuello. En los carcinomas de comisura anterior, salvoque la TAC nos revele un N+, como esta zona suele serpoco linfógena, no hacemos vaciamientos ganglionaresy hacemos un seguimiento estrecho de los pacientes.Cuando existen adenopatías, éstas suelen ser anterioresy surgen en tumores grandes e invasores (T3-T4) que nor-malmente requieren cirugía radical convencional.

Figura 18>> Carcinoma de comisura anterior y subglotis.

Figura 16>> Carcinoma de cuerda queafecta la comisura anterior.

Figura 17>> Extirpación fragmentada del tumorde cuerda y comisura anterior.

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44.. SSEEGGUUIIMMIIEENNTTOO

La evolución postoperatoria de los pacientes contumores de comisura anterior intervenidos medianteel láser carbónico es mucho mejor que con cirugíaabierta. Son pacientes a quienes podemos darles dealta por la tarde o al día siguiente.

El 98,5% no requieren traqueotomía y el 100%tampoco sonda de alimentación, lo cual para elpaciente supone una calidad de vida mucho mejor.Se realizan controles mensuales los seis primerosmeses. A continuación son cada dos meses duranteun año, después controles cada seis meses durantedos años y posteriormente, anuales.

En algunos pacientes realizamos controles laríngeosmediante laringoscopia directa a los seis meses.

55.. CCOOMMPPLLIICCAACCIIOONNEESS

Normalmente es una cirugía que tiene pocas com-plicaciones, pero como en todas las cirugías endola-ríngeas con láser CO2, pueden existir hemorragias,que suelen suceder a los 8-10 días, cuando comien-za a caer la escara, pero no suelen ser importantes.

Si se ha descendido a la zona de la membrana cri-cotiroidea y se ha traspasado ésta, pueden aparecerenfisemas subcutáneos, normalmente autolimitados.

Aunque no puede considerarse una complicación,la presencia de sinequias en la neocomisura anteriorsuele ser la norma, si bien la voz que queda suele seraceptable y suficiente para la comunicación normal.En algunos casos, hemos resecado la comisura yambas cuerdas vocales en el mismo acto quirúrgico

y se forman unas neocuerdas con una neocomisuraanterior que semejan a las normales, sin formarseestenosis y también con una voz muy aceptable.

66.. RREESSUULLTTAADDOOSS

DATOS Y VARIABLES QUE SE HAN ESTUDIADO

Casuística: 79 pacientes.El sexo de los pacientes se reparte en 74 hombres

(93,7 %) y 5 mujeres (6,3 %).La edad media es de 62,8 años, con un mínimo de

23 años (mujer) y un máximo de 85 (hombre). Ladesviación estándar es de 11,3 años.

En cuanto a los antecedentes, hacemos hincapié enlos hábitos tóxicos y se observa que 42 son fumado-res (53,2%), 16 ex-fumadores (2 años atrás) (20,2%)y 21 no fumadores (26,6%). Hemos dividido a losfumadores en tres grupos según la cantidad de ciga-rrillos al día fumados (gráfica 1). Respecto al alcohol,el 49,4% no tenía hábito enólico y el 50,6% sí, divi-dido en moderado o importante. Fumaban y bebíande manera concomitante 37 pacientes (46,8 %).

La localización la dividimos en cinco grupos (grá-fica 2).

El estadio según la clasificación T específica paracomisura (Algaba) queda reflejado en la gráfica 3.

El tratamiento inicial realizado fue en 78 de los 79casos con láser CO2. El otro caso viene derivado deotro centro tras recidiva por tratamiento con RT.

Se realizó RT adyuvante o complementaria (60-70Gy) a 25 de los 79 pacientes (31,6%). Un total de 15eran pT2 y 10 eran pT3. En el 68,4% restante no serealizó tratamiento complementario.

En cuanto al seguimiento medio, recidiva y mortali-dad, se han hecho dos grupos dividiendo los que hantenido un seguimiento mínimo de dos años de los queno lo han tenido.

Gráfica 1>> Hábito tabáquico (cigarrillos/día).

Ex-fumadores

No fumadores

>40

<20

20-40

16

21

18

6

18

Figura 19>> Comisura anterior neoformada, a los seis mesesde la extirpación, en el paciente de la figura anterior.

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Grupo 1: Seguimiento medio >2 años

Casuística: 54 pacientes.El seguimiento medio es de 40 meses, con un

mínimo de 24 meses y máximo de 120. La desviaciónestándar es de 23 meses.

Se han producido 50 casos sin recidiva durante eltiempo de seguimiento (92,5%) y 4 recidivas (7,5%).

Estos cuatro pacientes:1.º Recidivó a los 24 meses tras tratamiento láser

de pT2 con RT posterior. Tuvo que realizarse LT porT3 de CVD. Lleva 24 meses sin recidiva.

2.º Recidivó en comisura anterior tras pT2 sin RTpostoperatoria a los 19 meses. Se realizó láser y lleva28 meses sin recidiva.

3.º Recidivó a los ocho meses tras láser por pT3 sinRT postoperatoria. Se realizó LT por T4 comisura ylleva 24 meses sin recidiva.

4.º Recidivó a los nueve meses tras láser por pT3con RT postoperatoria y se realizó LT por T4 comisu-ra. Lleva 64 meses sin recidiva.

De los que han recidivado, el 50% habían recibi-do RT postoperatorio y el otro 50% no lo habíanrecibido.

Complicaciones e incidencias relacionadas conla cirugía:

En dos pacientes (3,8%) se realizó traqueotomíaen el acto quirúrgico.

A un paciente (1,9%) se le practicó traqueotomíaen el postoperatorio tardío por estenosis (tras RT).Todas se cerraron posteriormente.

Dos pacientes sufrieron estenosis y edema, tratadocon láser (cuatro láseres).

Tres granulomas (láser).Una sinequia (láser).Sólo se realizaron 5,7% (tres pacientes) de larin-

gectomías totales en el periodo de seguimiento.Mortalidad o supervivencia: Dos pacientes murie-

ron por metástasis pulmonares, uno a los 14 meses sinrecidiva y el otro a los ocho años sin recidiva. Un pacien-te murió por infarto agudo de miocardio (sin recidiva).

La supervivencia calculada a los dos años es del 97%.La supervivencia calculada a cinco años es del 86%.

Grupo 2: Seguimiento medio <2 años

Casuística: 25 pacientes.Ninguna recidiva durante el tiempo de seguimiento.Complicaciones e incidencias relacionadas con

la cirugía: NingunaNinguna traqueotomíaMortalidad ceroEn un paciente se detuvo la cirugía al ver que inva-

día cartílago (pT4) y no se ha incluido en el estudio.En 15 de los 79 pacientes se ha realizado laringosco-

pia directa y biopsias de control al año de la cirugía.

77.. CCOOMMEENNTTAARRIIOOSS

El láser de CO2 es muy útil en el tratamiento de loscarcinomas de comisura anterior, evitando cirugíasabiertas e incluso laringectomías totales. La indica-ción y el estudio preoperatorio son muy importantespara evitar resecciones incompletas. La experienciadel cirujano con el uso del láser posibilita la extirpa-ción de los tumores en esta localización.

La extirpación con láser carbónico de lostumores de la comisura anterior son más difí-ciles de extirpar que en otras localizaciones.

La experiencia del cirujano y su habilidad le permi-ten la exposición correcta del tumor, junto con los

Gráfica 2>> Localización.

37

186 9

9

CA

CA y CV

CA y 2 CV

CA, CV y subglotis

CA, CV y supraglotis

Gráfica 3>> Estadio según el T.

14

21

0

44

pT2 pT3 pT4pT1

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endoscopios adecuados para cada caso, todo lo cualpermite una correcta extirpación de este tipo detumores. Nosotros realizamos la primera parte de laextirpación con un laringoscopio normal y cuandoestamos en las etapas finales o en la zona subglóti-ca, utilizamos el laringoscopio directo casos difícilesDN de Storz, que es más fino y nos permite unacorrecta visualización y manipulación de esta zona.

Uno de los aparatos que nos ha permitido una mayorfacilidad de extirpación en los tumores de comisura ante-rior ha sido el compresor laríngeo de Estéfano, que permi-te no sólo una mejor exposición de la región, sino tambiénque esta presión sea constante, mantenida y evite tener aun colaborador comprimiendo manualmente la laringe.

En nuestra serie, sólo se realizó traqueotomía endos casos durante la intervención por consejo delanestesista. Se evita, por tanto, la traqueotomía enel 98,5% de los casos (contando los 79 pacientes).

Evita la sonda de alimentación en el 100% de loscasos, ya que la deglución es normal desde el primerdía de la operación. En los carcinomas de comisuraanterior, y debido a su localización, no ha sido nece-saria la extirpación de un aritenoides, lo que ha faci-litado la buena deglución desde el principio.

Sólo aproximadamente un tercio de nuestros pacien-tes recibió radioterapia y/o quimioterapia postoperatoria,lo cual, junto con la baja estancia hospitalaria, ha reduci-do los costes hospitalarios de una manera considerable.

La neoglotis que se neoforma es sorpren-dentemente similar a la normal y la voz queestos pacientes preservan, en la mayoría delos casos, es una voz muy útil para la con-versación y para su trabajo habitual.13,14

La cirugía con láser del cáncer de comisura anteriornos permite, en la mayoría de los casos, un seguimien-to muy aceptable mediante fibroscopia o estrobosco-pia, cosa que sucede más dificultosamente cuandoutilizamos la radioterapia o la cirugía parcial externa.

Existe también la posibilidad de nuevo tra-tamiento con láser en casos de recidivaslocales o incluso tratamiento por vía exter-na con tratamiento de cirugía parcial o total.

En casos seleccionados existe también la posibili-dad de extirpar parte de cartílagos laríngeos en elmismo momento de la cirugía endoscópica.13,14

Nosotros hemos realizado en dos casos extirpaciónde un fragmento cuadrangular del ala tiroidea conbuenos resultados.

La cirugía parcial por vía externa obliga, en muchas oca-siones, a un abordaje ciego en los tumores de comisuraanterior. Además, la resección de los márgenes es enalgunas ocasiones insuficiente y en otras, excesiva, comosucede cuando se realiza cirugía supracricoidea en estalocalización del tumor y algo similar sucede cuando serealiza una cirugía frontal anterior.15,16 En ambos casos latraqueotomía es siempre necesaria. No se puede extraerla cánula en muchos de estos pacientes y, desde luego, lavoz es casi siempre peor que con el láser. El microscopionos permite una resección más correcta con márgenesseguros y la conservación de zonas cordales sanas queproducirán una neoglotis más normal y funcional.

En la cirugía con láser es más sencillo tomar unabiopsia intraoperatoria de una zona de tejido dudo-so, con lo cual, en el mismo momento de la cirugía,podemos ampliar la resección.

Aunque en la comisura anterior no existe pericondriointerno, es posible realizar un despegamiento de los teji-dos. Y se puede apreciar la facilidad de despegamiento yla apariencia blanca del cartílago, lo que nos permite estarseguros de la no infiltración del cartílago por el tumor.

La hemorragia se controla con mayor facilidad con elláser que por la vía externa, ya que en la endolaringe noexisten grandes vasos, por lo que la hemostasia del láseres suficiente en la mayoría de los casos de resección detumores de comisura anterior. Sólo en casos excepcionaleses necesario usar la electrocoagulación. Por supuesto quenunca es necesario usar clips, como lo es en la cirugía conláser de los tumores supraglóticos o del seno piriforme.

Nosotros explicamos al paciente la posibilidad deuna laringoscopia directa de control entre los seismeses y el año de la cirugía, aunque sólo la hemosrealizado en 17 casos.

Los casos de invasión subglótica desde la comisuraanterior se pueden también resolver mediante el láser,pues, a pesar de que clásicamente se admite que lainvasión de la membrana cricotiroidea ocurre frecuen-temente en los carcinomas de comisura anterior, ennuestros casos no hemos visto esto con la frecuenciaque otros autores; sólo en dos casos y tuvimos recu-rrencia en los dos y necesidad de realizar una laringec-tomía total. Actualmente, ambos pacientes viven.

88.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

La cirugía endoscópica laríngea del cáncer laríngeomediante láser, que ha sido impulsada especialmentepor Steiner, es una técnica ampliamente admitida porla mayoría de los especialistas, y cada día se vanampliando las indicaciones tanto en la localización de

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los tumores como en su extensión y tamaño. Una delas mayores críticas, como es la extirpación del tumoren fragmentos, también ha sido aceptada, pues se hacomprobado la eficacia desde el punto de vista onco-lógico.13,14,17,18,19,20,21,22 La extirpación en fragmentospermite ir ampliando la visión del tumor conforme sevan extrayendo los fragmentos del mismo.

Moreau23 coincide con Steiner13 y Rudert24 en queel láser es un buen procedimiento para el tratamien-to radical del cáncer laríngeo. Este autor reseca conláser cánceres glóticos que afectan la comisura ante-rior, conservando la voz y evitando laringectomíastotales. Presenta una serie de 98 tumores glóticoscon el 97% de supervivencia a los cinco años, con uncontrol local del 100% de los casos.

Para Rebeiz,25 la cirugía con láser en tumores de comi-sura anterior es difícil por la inadecuada exposición y laproximidad al cartílago. Presenta una técnica combinadade tratamiento endoscópico con láser y una cirugíaexterna mediante la que crea una ventana en el cartíla-go tiroides. Fue estudiado primero en perros y, posterior-mente, en cinco pacientes varones con T1 y T2 cánceresglóticos o supraglóticos con afectación de la comisuraanterior y fracaso del tratamiento con radioterapia. Eltumor de la cuerda vocal o la banda fue extirpado juntoal espacio paraglótico y el cartílago adyacente, con pre-servación del esqueleto cartilaginoso restante. La recons-trucción, sin traqueotomía en todos, se completaba conla colocación de un pedículo de músculo esternohioideoo un injerto bipediculado con piel o mucosa. El injertoera fijado en su emplazamiento con pegamento de fibri-na y soldado con láser. El seguimiento fue desde 11meses a 4 años. La hospitalización fue de 4 a 13 días. Unpaciente murió a los 18 meses de causa desconocida.Los otros pacientes viven sin problemas y sin evidenciade tumor. Como complicación, surgió un enfisema decuello que se resolvió espontáneamente. Rebeiz creeque es una técnica válida oncológicamente, que evita latraqueotomía y disminuye el tiempo de hospitalización.

Conticello y colaboradores26 tratan tumores de comisu-ra anterior, de cuerda y comisura anterior, y de ambascuerdas y comisura anterior (T1 y T2 N0 M0) con unnuevo método de laringectomía frontolateral, usando unmétodo combinado, endolaríngeo y externo. El métodopermite la extirpación del carcinoma de comisura anteriory una o ambas cuerdas junto al esqueleto cartilaginoso,respetando la parte superior del cartílago tiroides. La víaendolaríngea permite la delimitación de la parte posteriordel tumor y resección con láser hasta la cara interna delcartílago tiroides. Posteriormente, la vía externa permitela extirpación de la parte inferior del cartílago tiroides enforma trapezoidal. La selección del paciente es importan-

te. Lo recomiendan especialmente en pacientes contumores de cuerda y comisura que previamente han sidotratados con radioterapia. Obtienen 27 de 28 pacientes(96,4%) de pacientes libres de enfermedad. Y la calidadde la voz, aunque ronca, es satisfactoria.

Shapshay y colaboradores27 estudian en animales eltratamiento combinado endoscópico con láser y exter-no para el tratamiento de cánceres que afectan lacomisura anterior.

Eckel28 analiza las recurrencias locales después decirugía con láser y demuestra que cuando existe unainfiltración en profundidad de los tumores en la comi-sura anterior, no pueden ser extirpadas por vía endola-ríngea con láser. Futuros desarrollos de los procedimien-tos orales deberán hacer hincapié en la posibilidad de laextirpación de la parte anterior del cartílago tiroideo oal menos conseguir esterilización térmica del área.

Pearson,14 después de intervenir a 39 pacientes concarcinomas de comisura anterior, no encuentra recu-rrencias en 17 pacientes con pT1 y pT2a y sin radiote-rapia postcirugía. Un total de 5 de 22 pacientes conpT2b/pT3 o pT4 requieren un segundo tratamiento porpersistencia tumoral. De éstos, dos tenían una peque-ña recurrencia que fue extirpada con láser, otro teníaun recurrencia prelaríngea que fue extirpada y luegotratada con radioterapia, conservando su laringe, y losotros dos requirieron una laringectomía total. Cuatrode estos pacientes con recurrencias viven libres detumor. El autor llega a la conclusión de que la microci-rugía transoral con láser CO2 es una buena opción.

La extirpación con láser de los tumores de comisu-ra anterior se ha demostrado muy eficaz en nuestrasmanos y en la de otros autores como Steiner,13

Pearson,14 Rudert,24 Krespi,29 Ambrosch30 y Motta31

como un excelente método, práctico y seguro desdeel punto de vista oncológico y, en muchas ocasiones,evita sobretratamientos con radioterapia.

99.. CCOONNCCLLUUSSIIÓÓNN

Podemos concluir que el tratamiento con láser CO2 delos carcinomas de comisura anterior es una alternativaque debe ser considerada en todos los casos de esta loca-lización. Con estudio e indicación correctos, los resulta-dos oncológicos son semejantes a los de otros tratamien-tos quirúrgicos más agresivos o mutilantes y, desdeluego, en nuestra opinión, mejores que la radioterapia. Elpostoperatorio es mucho más llevadero para el paciente.Puede ser dado de alta el mismo día de la cirugía y noprecisa traqueotomía en la mayoría de los casos. Es, asi-mismo, menos costoso para la Administración.

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297

1100.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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299

11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Con la incorporación en nuestro servicio de la CirugíaTransoral Láser (CTL) para el tratamiento de tumoresfaringo-laríngeos de forma protocolizada desde 1998 ybasándonos en la técnica descrita por Steiner,1-3 hemospodido constatar importantes diferencias entre aquellostumores que se asientan en la Cuerda Vocal (CV) yaquellos originados en la Comisura Anterior Laríngea(CAL). Estas diferencias halladas se concretan en lamayor dificultad quirúrgica y en el diferente comporta-miento oncológico de estos últimos.

En muchos tumores etiquetados como T1b de CV seha evidenciado, durante el acto quirúrgico, que eltumor se origina realmente en la misma comisura, afec-ta en sentido posterior a las cuerdas vocales y, durantesu progresión, a la comisura anterior de las bandas ven-triculares, al pie de la epiglotis e incluso en algún caso asu descenso caudal hacia la subglotis. En determinadoscasos, esta misma progresión puede afectar el cartílagotiroideo de forma focal, o bien infiltrando ampliamenteel mismo, comportando, de entrada, un estadiaje tumo-ral más avanzado, T3 y T4, respectivamente.

El propósito del estudio aquí presentado consiste enun análisis prospectivo sobre 224 pacientes tratadosmediante CTL, con la finalidad de determinar si existendiferencias significativas entre aquellos tumores que seoriginan en la CV y aquellos que se originan en la CAL.

22.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOOSS

Desde enero de 1998 hasta diciembre de2001, 224 pacientes diagnosticados de cáncer

de plano glótico fueron tratados en nuestro cen-tro en primera instancia y con finalidad curativamediante CTL.

Con el propósito de diferenciar entre ambaslocalizaciones antes comentadas, se dividió a lospacientes según el origen primario del tumor.Encontramos 58 pacientes con tumor primario deCAL y 166 pacientes con tumor de CV. De estosúltimos, 18 casos habían sido excluidos por pre-sentar hallazgos anatomopatológicos compati-bles con carcinoma in situ (pTis) con la finalidadde crear dos grupos homogéneos, ya que el com-portamiento oncológico de éstos difiere sensible-mente de los carcinomas infiltrantes.

Todos los pacientes fueron estadiados utilizando laversión actualizada de la UICC y la AJC de 2002.Aquellos tumores estadiados como T4 fueron exclui-dos, al no considerarse según protocolo el trata-miento con CTL.

Una vez intervenidos todos los sujetos del estudio,fueron controlados regularmente por la SecciónOncológica del Servicio de ORL y se registraron ennuestra base de datos. Los controles oncológicosrealizados comprenden exploración física ORL, exa-men mediante fibroendoscopia laríngea, pruebas deimagen (ecografía, tomografía computerizada) eindicación de revisión quirúrgica en los casos que asíse considere.

Se han estudiado diferentes variables: el númerode intervenciones quirúrgicas practicadas, la dificul-tad técnica de su exéresis, las complicaciones posqui-rúrgicas y la existencia de metástasis locorregionaleso a distancia. Como variables asociadas a la evolu-ción posoperatoria y/o intervención quirúrgica se

29. Tratamiento con láser CO2del cáncer de laringe: cuerda vocal

versus comisura anterior laríngeaJ.L. Blanch, M. Caballero,

I. Vilaseca, A. Cardesín, M. Bernal

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han evaluado la estancia media, las alteracionesdeglutorias y/o necesidad de sonda de alimentación,y la función fonatoria.

2.1. ANÁLISIS ESTADÍSTICO

Todas las variables han sido registradas dentro delprograma informático SPSS para Windows (versión10.1). Dada la distribución normal de las variablesestudiadas, las medias fueron comparadas en ambosgrupos (CAL y CV) mediante Chi-cuadrado y laPrueba Exacta de Fisher. Se ha tomado como valorde significancia estadística una p <0,05.

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS

Para efectos prácticos, se han subdividido los dife-rentes hallazgos en tres grupos: variables prequirúr-gicas, variables relacionadas con la intervención qui-rúrgica y los resultados oncológicos.

3.1. VARIABLES PREQUIRÚRGICAS

Epidemiología: Edad media homogénea en ambosgrupos, que es de 65,1 años para los glóticos y de62,9 para los de CAL. Respecto al sexo, en los deCV, el 4,8% son mujeres y su incidencia en la CALes sólo del 1,7%.

Estadiaje clínico: En aquellos tumores de CV existeun predominio de T1 (78%), mientras que en aque-llos de CAL predomina el T2 (69%). La presencia deadenopatías es significativamente superior en los deCAL (8,6%) respecto los de CV (1,2%), con un nivelde significancia inferior a 0,001. La distribuciónsegún el estadio tumoral en ambos grupos quedareflejada en la tabla 1.

La presencia de adenopatías es estadística-mente superior (p <0,001) en el grupo decomisura (8,6 vs 1,2%).

3.2. VARIABLES RELACIONADASCON LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA

Exposición quirúrgica y dificultad de exéresis:Valoración subjetiva de la exposición y reseccióntumoral por parte del cirujano. Exposición difícily no satisfactoria más marcada en aquellos tumo-res de CAL (21,7%) respecto a CV (15,1%); estasdiferencias son estadísticamente significativas(p = 0,003).

Complicaciones postquirúrgicas: CAL (17,2%)y CV (4,8%). Hemorragia posoperatoria en doscasos de CV (1,2%). Una de ellas autolimitada yla otra precisó revisión quirúrgica. En estegrupo, se contabilizaron tres neumonías aspira-tivas que se resolvieron con antibioticoterapiaendovenosa en todos los casos. Los tumores deCAL presentaron cuatro casos de hemorragiapostquirúrgica (6,9%) en las primeras 48 horas,tres de los cuales precisaron revisión quirúrgica.Dos pacientes presentaron infección de heridaquirúrgica, pericondritis (3,4%), que se resolviócon tratamiento médico. No se contabilizaronneumonías aspirativas.

Necesidad de traqueotomía temporal: Un casode CV (0,6%) y seis de CAL (10,3%); estas diferen-cias son estadísticamente significativas (p <0,005).En esta serie no fue necesaria la realización de tra-queotomía en el tiempo quirúrgico para mejorar laaccesibilidad.

Disfagia y/o necesidad de Sonda Nasogástrica(SNG): Tres de CV (10,8%), que se retiró en unamedia de 9,1 días. CAL en seis (10,2%) con unamedia de 5,8 días. Esta diferencia mostrada entreambos se debe a la neumonía aspirativa sufridapor un paciente del primer grupo, que prolongósu estancia media y la necesidad de SNG hasta19 días.

Estancia media: Tres días para aquellos de CV y 6,3días para los de CAL, contabilizando en ambos casosla estancia media derivada de la realización de vacia-dos ganglionares en algunos casos y de la propiaintervención en todos.

Función fonatoria: En esta serie se ha evaluadode forma subjetiva por parte del paciente y delmédico transcurridos tres meses desde la interven-ción. Los resultados se muestran en la tabla 2.

TABLA 1>> Distribución según el T en ambos grupos.

Glotis Comisura

T1 130 (78,3%) 3 (5,2%)

T2 27 (16,3%) 40 (69%)

T3 9 (5,4%) 15 (25,9%)

Total 166 58

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301

3.3. RESULTADOS ONCOLÓGICOS

Número de intervenciones quirúrgicas realizadas:Obviando el T, los tumores de CV se han resueltomediante una sola cirugía en 107 casos (64,5%); endos o más intervenciones, en 59 casos (35,5%).Asimismo, los tumores de CAL se han resuelto conuna intervención en 22 casos (37,9%), mientras que36 pacientes (62,1%) han precisado dos o más inter-venciones; las diferencias entre ambos grupos sonestadísticamente significativas (p <0,001).

Seguimiento durante el primer año: Han presenta-do recidiva tumoral o persistencia y han precisadonueva CTL de forma global 26 casos (15,6%) de lostumores de CV y 25 casos (43,1%) de los tumores deCAL; estas diferencias son estadísticamente significa-tivas (p <0,001). El porcentaje de persistencia orecaída queda reflejado en la tabla 3.

Cirugía abierta de rescate por fracaso de CTL:20 casos (12%) de CV y 23 casos (39,5%) delgrupo CAL.

Evolución: El seguimiento medio de los pacientesha sido de 40 meses (rango 24-62). Con un segui-miento mínimo de dos años, la evolución de lospacientes es la que muestra la tabla 4.

Metástasis a distancia y/o segundas neoplasias: Sehan hallado metástasis a distancia en un caso decada grupo, 0,6% para CV y 1,7% para CAL. Se hanregistrado segundas neoplasias en 21 pacientes delgrupo de tumores glóticos (12,6%) y en 10 pacien-tes de CAL (17,2%), sin existir diferencias entreambos.

44.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

Según numerosos estudios anatómicos, la CALtiene unas características que le otorgan un compor-tamiento diferente al de otras estructuras endolarín-

geas.4-9 Es la zona donde convergen las dos hemila-ringes y los tres niveles laríngeos.

La comisura anterior laríngea se encuentra en lacara posterior del cartílago tiroides en la unión de lasdos caras laterales, formando un ángulo entrante enla línea media que presenta algunas rugosidades ensu superficie, separadas por una fosita donde seinsertan las formaciones musculares y ligamentosastiroaritenoideas superiores (bandas ventriculares) einferiores (cuerdas vocales) (figura 1).

TABLA 2>> Voz y resultados subjetivos.

Glotis Buena 63 38%Regular 82 49,4%Mala 21 12,7%

Comisura Buena 13 22,4%Regular 33 56,9%Mala 12 20,7%

TABLA 3>> Recaídas según la localización y el T.

RecaídasNo Sí Total

Comisura T1 3 3100,0% 100,0%

T2 21 19 4052,5% 47,5% 100,0%

T3 9 6 1560,0% 40,0% 100,0%

Total 33 25 5856,9% 43,1% 100,0%

Glotis T1 117 13 13090,0% 10,0% 100,0%

T2 19 8 2770,4% 29,6% 100,0%

T3 4 5 944,4% 55,6% 100,0%

Total 140 26 16684,3% 15,7% 100,0%

TABLA 4>> Evolución de los pacientes según losgrupos estudiados. Seguimiento 24-60 meses.

Glotis Vivo sin enfermedad 150 90,4%Exitus por tumor

o causa relacionada 3 1,8%Exitus por causa ajena 9 5,4%Vivo con enfermedad 4 2,4%

Comisura Vivo sin enfermedad 49 84,4%Exitus por tumor

o causa relacionada 2 3,4%Exitus por causa ajena 4 6,9%Vivo con enfermedad 3 5,2%

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La parte inferior del ángulo entrante da inserciónal ligamento de Broyles. Este tendón corresponde auna bandeleta de tejido fibroso no elástico de 10mm de alto y 1 mm de ancho, y que contiene vasossanguíneos y linfáticos, así como los acinis de glán-dulas seromucosas cuyos canales excretores desem-bocan en la comisura anterior. Se inserta directamen-te en el cartílago, con lo que se ocasiona un fallo oausencia de pericondrio interno denominado man-cha amarilla (figuras 2 y 3).

Las consecuencias derivadas de este hecho con-dicionarán, en gran medida, la historia natural dela enfermedad en sus diferentes etapas, tanto en laclínica como en el diagnóstico, el tratamiento y,finalmente, el pronóstico. Debido a estas caracte-rísticas especiales, ante la sospecha de neoplasia anivel de CAL, el manejo oncológico variará sensi-blemente tanto en su parte clínica como en suparte terapéutica.

De entrada, posee menos expresividad clínica, porlo que ante factores de riesgo de enfermedad neo-plasia a nivel endolaríngeo y/o exploración física sos-pechosa, puede ser de gran ayuda el soporte radio-lógico mediante la TAC.

En el acto quirúrgico antes de iniciar laresección es conveniente realizar una explo-ración con ópticas de 30 ó 60º para conocerexactamente la extensión del tumor10-17

antes de iniciar la resección (figura 4).

Con la ayuda de presión sobre el escudo laríngeo,podremos ver cómo la neoplasia desciende y se hacevisible de forma más clara, hecho virtualmente diag-nóstico de esta localización.

Figura 1>> Tendón de Broyles y su inserciónde ligamentos.

Figura 2>> Corte horizontal de una laringe normala través de las cuerdas vocales. La flecha indicael tendón de Broyles en la CAL.

Figura 3>> Corte magnificado. Tendón de Broyles (fle-cha) insertado en zona desprovista de pericondrio delcartílago tiroides.

EpiglotisEspaciopreepiglótico

Tendónde Broyles

Banda

Lig. vocal

Cono elásticoLig. conoide ocricovocal

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303

Si intraoperatoriamente hallamos afectaciónextensa del cartílago tiroideo, es correcta la combi-nación con una vía externa. En este caso, una exé-resis vertical parcial a demanda, como en una fron-tolateral, evitando aproximar los bordes de resec-ción para no comprometer la vía aérea, sería unatécnica útil que tener en cuenta.18,19

Debemos recordar que la CTL incluye, de formainherente, la posibilidad de realizar más de unaintervención para conseguir la curación y que,además, el número de dichas intervenciones esinversamente proporcional a la curva de aprendi-zaje del cirujano que la realiza. Como antes hemosmostrado, los tumores que emergen de la CAL hanprecisado de diferentes intervenciones quirúrgicasde rescate.

La dificultad de exéresis de los tumores asentadosen esta zona se debe a que el plano de exéresis seencuentra en paralelo al eje del haz láser y, por lotanto, frecuentemente es necesario realizar una pre-sión adicional sobre el cartílago tiroideo para poderverticalizar el plano de resección.20

Dado que la CAL se encuentra íntimamenteligada al cartílago tiroideo, la técnica de vapori-zación predomina sobre la de corte, por lo que sedebe alcanzar una imagen en cerrojo (figuras 5,6 y 7) del lecho de resección, con un margenanterior cartilaginoso que aumenta el riesgo depericondritis posoperatorias. Por ello, ante fiebre,tos persistente, odinodisfagia y halitosis, debeinstaurarse tratamiento corticoideo y antibióticoendovenoso.

Derivada de su poca expresividad clínica, como sedemuestra en el estudio, los estadios tumorales delos tumores de CAL suelen ser más avanzados y, ennuestra serie, se presentan mayoritariamente comoT2 por afectación de dos niveles, glótico-supraglótico,glótico-subglótico e incluso los tres.

Figura 4>> Visión de una laringe normal con unaóptica de 30o.

Figura 5>> Neoplasia originada en comisura anteriorde laringe.

Figura 6>> Planificación de la resección en cerrojode la CAL.

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Igualmente, destaca la afectación focal del cartíla-go (T3), hecho mayoritario en los tumores asentadosen esta estructura, mientras que los tumores glóticos,por el contrario, suelen presentarse como T3 cuandoproducen fijación de la cuerda vocal por afectacióndel espacio paraglótico y, en ningún caso, por afecta-ción de la pared lateral del cartílago tiroideo.

Los tumores de CAL han precisado mayornúmero de intervenciones extra que los decuerda.

La detección de una tercera persistencia tumoral orecidiva endolaríngea deberá incitarnos a indicar unacirugía abierta y son, a nuestro juicio, las técnicas par-ciales, como la Laringectomía Parcial Supracrioidea(LPS) con cricohioidopexia o cricohioidoepiglotopexia,las técnicas indicadas para el rescate, ya que permitenla resección de gran número de tumores asentados enCV y, específicamente, los de CAL.21-23

Ante la invasión amplia del cartílago e incluso la exte-riorización neoplásica, la LPS no estaría contraindicada,puesto que debe realizarse asociando la resección de lamusculatura prelaríngea y la glándula tiroides a deman-da. Es importante saber, no obstante, que algunospacientes evolucionan de manera tórpida después deeste tipo de intervenciones, ya que algunos son indeca-nulables, presentan problemas deglutorios y/o son por-tadores de SNG o gastrostomía durante largos periodos.

La afectación de la mucosa cricoidea es un hechoinfrecuente, pero, a pesar de ello, la resecabilidadmediante LPS puede quedar garantizada con la exére-sis de la mucosa afectada con o sin rebaje del anillocricoideo.

En nuestra serie, la afectación ganglionar en ambosgrupos sigue siendo igualmente baja y es análoga aotros trabajos publicados.24 De forma general, no serealiza tratamiento sobre las cadenas ganglionares deforma sistemática, aunque, como bien sabemos, laprogresión del tumor originado en la CAL haciasupraglotis puede requerir su tratamiento.

El papel de la Radioterapia (RT) para este tipo detumores no queda reflejado en nuestros protocolos,puesto que, además de los efectos colaterales clásica-mente definidos de ésta, ocasiona edemas que alteranla funcionalidad del órgano y enmascaran las recidivasclínicas o subclínicas.25,26 Por el contrario, indicamos RTpostquirúrgica sobre las cadenas ganglionares cervica-les cuando está afectado más de un ganglio o un gan-glio superior a 3 cm, hay una ruptura capsular adeno-pática, una invasión perineural y/o afectación vascular.

5. CONCLUSIONES

Basándonos en los resultados del estudio, podemosdecir que existen diferencias significativas entre ambosgrupos. Esta heterogeneidad en cuanto al comporta-miento oncológico y/o terapéutico debería concretar-se en un cambio de las clasificaciones actuales quepermita diferenciar aquellos tumores originados en elplano glótico de aquellos que se originan en la comi-sura anterior laríngea. Con respecto a la globalidad ydentro de la clasificación TNM, es necesaria la crea-ción de un cuarto grupo en el que la CAL esté inclui-da y tenga su propio estadiaje (tablas 5 y 6).

Figura 7>> Imagen tras la resección de la CAL.

TABLA 5>> Propuesta clasificación TNM incluyendola CAL como entidad independiente.

Propuesta TNM cáncer de laringe

Supraglóticos

Glóticos

Comisura anterior laríngea

Subglóticos

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305

BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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TABLA 6>> Estadiaje propio de la CAL.

TNM CAL

T1 Tumor incipiente focalmente limitado a la CALT2 Tumor que afecta ampliamente la CAT (1, 2 ó 3 niveles)T3 Tumor que afecta focalmente al cartílago tiroides o invade

el espacio HTET3 Tumor con invasión franca de cartílago tiroides y/o

afectación prelaríngea

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307

11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Desde hace 17 años, cuando se pudo disponer delequipamiento instrumental adecuado, en nuestroservicio de ORL la opción terapéutica primera para elcáncer limitado de la cuerda vocal ha sido la microci-rugía endolaríngea con láser CO2. Los excelentesresultados, tanto oncológicos como funcionales,obtenidos, que ya fueron publicados en trabajosanteriores propios1,2 y ajenos,3 han hecho que con eltranscurso del tiempo las indicaciones, al principiomuy restrictivas, se hayan ampliado progresivamentea tumores más extensos de la cuerda vocal.4,5,6,7 Estoha sido posible gracias a la experiencia y a la habili-dad que, durante estos años, ha llegado a adquirir elpersonal tanto médico como de enfermería del ser-vicio y también gracias al progreso tecnológico, queha permitido a las casas comerciales suministrarnosinstrumentos cada vez más precisos para las exéresis.Son ejemplos el Acuspot®, cuya incorporación almicroscopio permite un haz de rayo láser mínimode 0,27 mm de diámetro para una distancia focalde 400 mm y, por lo tanto, un corte de anchuramuy limitada con escasa afectación de los bordesde resección,8,9 y también las pinzas aspiradoras-coaguladoras, que en momentos concretos de laintervención suponen una gran ayuda para conse-guir la exanguinidad del campo quirúrgico.

En el presente trabajo exponemos los resultadosde la exéresis endoscópica microquirúrgica con láserCO2 de 20 casos de cáncer avanzado de cuerda vocalintervenidos en nuestro servicio entre los años 1996y 2000. El control postoperatorio de los pacientes hasido de, al menos, tres años y medio.

Hemos considerado que un cáncer de cuerda vocales avanzado cuando rebasa sus límites anatómicos.Estos límites son la comisura anterior, el aritenoides,el ventrículo y la subglotis. Una vez rebasados éstos,el tumor invade las regiones adyacentes: el pie epi-glótico, el espacio paraglótico, la banda laríngea o elespacio retrocricoideo. Es decir, un cáncer avanzadode cuerda vocal implica la infiltración de uno o másterritorios vecinos a la cuerda, desde donde los inva-de siguiendo los posibles caminos de crecimiento:anterior, posterior, lateral, superior e inferior. La prin-cipal barrera a la extensión extralaríngea es el cartíla-go tiroides, cuya infiltración representa una categoríade cáncer de cuerda vocal aún mayor que nosotroshemos excluido de nuestra revisión. Se ha obviadointencionadamente la tipificación en estadios T de lostumores, pues, como ya hemos razonado y comenta-do en anteriores publicaciones nuestras1 a efectos deindicación de cirugía microlaringoscópica láser y depronóstico según esta modalidad de exéresis, tal tipi-ficación no es orientativa de su gravedad o trascen-dencia. La clasificación del cáncer de cuerda vocal enestadios T está hecha sin tener en consideración lasposibilidades terapéuticas que brinda el láser CO2 y,en consecuencia, no nos parece útil como norma dereferencia en nuestras revisiones, tanto más cuantolas discrepancias son numerosas y no exentas nuncade subjetividades.

Tampoco hemos relacionado en la casuística lamayor o menor movilidad de la cuerda vocal, puesno lo estimamos relevante de cara a las posibilidadesde exéresis. Hay que tener en cuenta que los tumo-res que estamos tratando están en estadios avanza-dos y la invasión muscular se supone de antemano.

30. Microcirugía láser CO2 en el

cáncer avanzado de cuerda vocalJ. Roquette,

J. Rebollo

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Una reducción de la movilidad puede deberse sim-plemente al mayor volumen tumoral y no implicauna invasión de la musculatura y viceversa; la inva-sión lateral hacia el espacio paraglótico que implicaal músculo vocal no se traduce necesariamente enuna alteración de la movilidad siempre que la mus-culatura cricoaritenoidea esté indemne y se conservela movilidad aritenoidea.

22.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOOSS

2.1. INSTRUMENTAL

Para las exéresis, hemos utilizado un tubo láserCO2 con Acuspot® de la casa Sharplan, modelo1040, y cuyas características ya describimos en ante-riores publicaciones.1,2 Se han empleado variosmodelos de laringoscopio, de distintos calibres y for-mas, todos ellos provistos de sistema de aspiracióndistal sin el cual son inviables las intervenciones.

El resto de instrumental lo integran diversaspinzas de tracción y aspiradores simples o tam-bién protegidos y combinados con terminales deelectrocoagulación.

Para esta cirugía no son necesarios muchos instru-mentos; a veces basta un simple aspirador coagula-dor con el que se rechaza el tumor y se expone elplano de corte láser, y podemos prescindir absoluta-mente de todo el resto de pinzas. La tracción de lostumores con las pinzas casi siempre origina desga-rros y las hemorragias que esto ocasiona son muymolestas y enlentecen la intervención.

La técnica anestésica con uso de tubos endotra-queales ignífugos es la ya descrita en nuestraspublicaciones antes mencionadas. Las medidas deseguridad frente al láser han sido las habituales,protegiendo el tubo endotraqueal con lentinashúmedas y la cara del paciente con compresasempapadas en suero.

2.2. PACIENTES

Se han incluido en la revisión los 20 pacientes concáncer avanzado de cuerda vocal, según los criteriosanteriormente comentados, a los que durante elperiodo comprendido entre enero de 1996 y diciem-bre de 2000 se les practicó una cordectomía totalampliada endoscópica láser. En la tabla 1 se resumela casuística.

Como sucede de forma casi sistemática en todoslos trabajos de nuestro medio, la morbilidad fueabrumadoramente mayor en varones que en muje-res. Aun así, dos de los 20 pacientes eran mujeres(10%), ninguna de ellas fumadora, mientras que 17de los 18 hombres restantes sí lo eran.

El rango de edades de los pacientes iba desde los48 a los 71 años, con una media de 60 años.

En 13 de los 20 casos había una invasión de lacomisura anterior, en tanto que el ventrículo estabainfiltrado en 11 de ellos. Ambas regiones, comisuraanterior y ventrículo, estaban afectadas simultánea-mente por el tumor en seis casos. Las extensiones aaritenoides, subglotis o banda fueron mucho másescasas. El aritenoides estaba infiltrado solamente encuatro casos, pero en ninguno de ellos era la únicazona afectada, sino que también lo estaban otrassimultáneamente (tabla 1).

En ninguno de los casos existían adenopatíasmetastásicas cervicales, detectables clínicamente nimediante TAC, en el momento de la intervención. Laactitud ante estas adenopatías no difiere en nada ala que adoptamos con cualquier otro tipo de cirugíaexterna funcional laríngea.

El estudio TAC proporciona gran información respec-to al tamaño, localización y extensión tumorales, enparticular sobre la invasión del esqueleto cartilaginosolaríngeo. Se trata de una exploración preoperatoriaque siempre realizamos, indispensable tanto para eldiagnóstico como para la planificación de la interven-ción microlaringoscópica si la creemos indicada. Noobstante, las imágenes no siempre son definitivas yconcluyentes, y su interpretación puede ser dudosa yproporcionar falsos negativos y falsos positivos.

En ninguno de nuestros casos existía invasión delesqueleto cartilaginoso, aunque a veces las imáge-nes TAC preoperatorias fueron dudosas y se compro-bó durante la propia intervención la indemnidad delmismo.

2.3. INTERVENCIONES

En la mitad de los casos se había hecho una microci-rugía laríngea diagnóstica con toma biópsica previa ala microcirugía terapéutica láser. En la otra mitad estabiopsia se realizó intraoperatoriamente en el mismoacto de la microcirugía láser. Todos los tumores erancarcinomas epidermoides de diverso grado de diferen-ciación. Con posterioridad a la intervención, las piezastumorales resecadas fueron estudiadas anatomopato-lógicamente y confirmaron el diagnóstico biópsico.

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En los casos 3 y 6 fue necesaria una traqueotomíaprevia debido a las estenosis laríngeas existentes consus consiguientes disneas y los riesgos de una intu-bación orotraqueal que suponían.

Los pacientes fueron operados por tres cirujanosdistintos, pero el número de intervenciones que rea-lizó cada uno no fue el mismo. En la tabla 2 apare-cen nombrados como A, B y C; el cirujano C fuequien mayor número de intervenciones realizó, untotal de 14, mientras que el cirujano A solamenterealizó una intervención.

Por regla general, se utilizó un haz láser en modocontinuo, opcionalmente superpulse, con unapotencia a la demanda entre 3 y 12 vatios, enfocadoal máximo de Acuspot® (0,27 mm) para el corte ydesenfocado para hemostasia de pequeños vasos ypara vaporización final del lecho de la exéresis.

En todas las ocasiones se realizó una cordectomíaampliada a las regiones invadidas según técnicas yaconocidas y sistematizadas.10,11,12 Las técnicas y ampli-

tudes de las exéresis dependieron, naturalmente, delvolumen y extensión tumorales, pero en todos loscasos se hizo una extirpación con márgenes oncológi-cos de seguridad. Estos márgenes no pueden ser cuan-tificados en milímetros, pues en determinados puntosel límite viene impuesto por la barrera cartilaginosatiroidea. Cuando el tumor de la cuerda vocal no puedaser visualizado por completo en la laringoscopia, debehacerse previamente una resección parcial o total de labanda laríngea y así se puede acceder sin dificultad alfondo del ventrículo y al espacio paraglótico.

Las intervenciones son laboriosas y, dependiendodel tamaño del tumor, de la mejor o peor visibilidado maniobrabilidad, y de su transcurso más o menossangrante, pueden prolongarse varias horas, abstrac-ción hecha de la destreza y experiencia del cirujano.Las más rápidas de nuestras intervenciones duraron60 minutos y la que más se prolongó 180 minutos.En estas duraciones van incluidos los tiempos anes-tésicos de inducción y educción (tabla 2).

TABLA 1>> Casuística. Zonas de extensión del tumor desde la cuerda vocal.

CASO Edad Sexo Extensión tumor (cuerda vocal + …)

1 62 Hombre Comisura anterior

2 48 Hombre Ventrículo + aritenoides

3 70 Hombre Ventrículo + banda + subglotis

4 50 Hombre Ventrículo + comisura anterior

5 55 Hombre Aritenoides + subglotis

6 49 Hombre Subglotis

7 51 Hombre Ventrículo

8 55 Hombre Ventrículo + banda + aritenoides

9 64 Hombre Comisura anterior + subglotis

10 65 Hombre Comisura anterior + ventrículo + banda

11 52 Hombre Comisura anterior + ventrículo + aritenoides + banda

12 58 Hombre Comisura anterior + ventrículo + subglotis

13 64 Mujer Comisura anterior + ventrículo

14 65 Mujer Comisura anterior + subglotis

15 71 Hombre Comisura anterior

16 65 Hombre Comisura anterior + ventrículo

17 71 Hombre Comisura anterior

18 63 Hombre Comisura anterior

19 68 Hombre Comisura anterior + subglotis

20 65 Hombre Ventrículo

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Los ayudantes deben ser cuando menos dos, unose ocupa del instrumental y el otro, del campo qui-rúrgico. La ocupación del primero consiste no sola-mente en proporcionar al cirujano los instrumentosque necesita, que en realidad son en número muyescaso, sino, sobre todo, en mantener operativoséstos, especialmente los aspiradores, que constante-mente se obstruyen, y los electrocoaguladores. Elotro ayudante expone al cirujano el campo quirúrgi-co glótico para que las condiciones de visibilidadsean las mejores en cada momento. Debe tener unavisión laringoscópica de la exéresis, ya sea con ocu-lares de coobservación o con monitor de TV cuandose usa cámara de filmación. Esto facilita mucho susmaniobras de presión y lateralización laríngea paraexponer de la mejor forma el tumor al cirujano.

Una de las causas que más enlentece la exéresis esla hemorragia de pequeños vasos no controlable

mediante el láser y que obliga a la electrocoagula-ción con pinzas o con aspirador; la localización delpunto sangrante y su electrocoagulación suponen,con frecuencia, obstrucciones del aspirador con granpérdida de tiempo en los intercambios.

Las pinzas aspiradoras-coaguladoras teóricamentefacilitan el manejo del tumor, la visión y la hemosta-sia, pero en la práctica resultan engorrosas de mane-jar por el excesivo tamaño de su extremidad y lasituación posterior del aspirador, ineficaz para aspirarsangre en el punto realmente necesario.

Por razones anatómicas sobradamente conoci-das1,13 y ya mencionadas anteriormente, la comisuraanterior es un punto débil cuya invasión siempredebe ser considerada como una fácil vía de accesodel tumor al cartílago tiroides y al pie del cartílagoepiglótico. En estas situaciones, la exéresis láser nopuede limitarse a la resección superficial del tumor,

TABLA 2>> Características de las intervenciones: intervenciones previas. Fechas y cirujanos.Duración de las intervenciones.

Caso Microcirugía Traqueotomía Fecha Cirujano Duración (minutos)biopsia previa previa intervención intervención

1 Sí No 12/99 B 120

2 No No 11/00 C 90

3 Sí Sí 9/96 A 75

4 Sí No 10/00 C 155

5 No No 10/98 C 120

6 No Sí 5/98 C 60

7 No No 8/99 C 75

8 Sí No 5/97 C 180

9 Sí No 9/97 C 45

10 No No 2/98 C 90

11 No No 3/97 C 160

12 Sí No 10/97 C 105

13 No No 11/97 C 60

14 Sí No 7/99 C 60

15 Sí No 2/96 B 150

16 No No 9/00 C 105

17 No No 8/98 B 90

18 Sí No 12/00 B 110

19 Sí No 3/97 B 150

20 No No 3/98 C 95

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sino que se debe profundizar en el espesor del cartí-lago e incluir en la pieza una porción del pie cartíla-go epiglótico.

Por el contrario, la invasión del espacio paraglóticono suele plantear muchos problemas técnicos parasu exéresis.14 El límite lateral que establece el peri-condrio interno del ala tiroidea no es invadido sinomuy rara y tardíamente, y representa un excelenteplano de clivaje fácilmente disecable por el haz láser.

En algunas ocasiones se intentó la exéresis endos-cópica láser de voluminosos tumores, pero se tuvoque renunciar a ella y no completarse la intervenciónante la imposibilidad de resecar por completo eltumor ya fuera por la invasión del esqueleto (las imá-genes TAC proporcionan falsos positivos y falsosnegativos) o por las dificultades de visualización,sobre todo de la comisura anterior. Estos casos natu-ralmente no han sido incluidos en la revisión y fue-ron subsidiarios de cirugía abierta; cabe interpretar-los como errores de indicación, pero merece la penacorrer el riesgo hasta tener la certeza de inviabilidadde cirugía endoscópica conservadora.

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS

Un total de 12 de los tumores fueron carcinomasepidermoides bien diferenciados (60%), cincomedianamente diferenciados (25%), dos pobremen-te diferenciados (10%) y solamente uno se tratabade un carcinoma verrucoso (5%).

En ningún paciente se hizo tratamiento comple-mentario postoperatorio quimioterápico, aunque enlos que sufrieron recidivas, que posteriormente nece-sitaron cirugía radical, sí fue preciso recurrir a ella,sobre todo en los casos muy desfavorables.

Solamente dos pacientes fueron irradiados en elpostoperatorio inmediato; las indicaciones se hicie-ron por seguridad oncológica tras el estudio anato-mopatológico de las piezas de exéresis.

En el caso 11 se produjo una hemorragia postope-ratoria al sexto día de la operación, por lo que huboque recurrir a una revisión urgente microlaringoscó-pica y hemostasiar mediante electrocoagulación elvaso arterial responsable en la región aritenoidea.Después, no hubo más complicaciones. Acortar lasestancias hospitalarias atendiendo solamente a crite-rios economicistas, tanto en este tipo de cirugíacomo en cualquier otro, siempre es médicamentepeligroso.

Revisiones microlaringoscópicas con tomasbiópsicas son necesarias cuando se observan ano-

malías de cicatrización en los controles postopera-torios. En 10 de nuestros pacientes (50%) huboque realizar éstas. En dos de los 10 pacientes estasrevisiones se tuvieron que repetir, respectivamen-te, en dos y tres ocasiones. Se realizaron un totalde 13 microlaringoscopias de control. El plazo derealización osciló entre los dos meses y los 12meses de postoperatorio.

En cinco de los pacientes el estudio biópsico delas lesiones informó de procesos granulomatososinflamatorio-cicatrizales. En los cinco pacientes res-tantes apareció una recidiva. Cuatro de ellos hubie-ron de ser laringectomizados totales y el quintocuró con una nueva resección endoscópica láser(desgraciadamente, este último falleció tres añosdespués por un infarto agudo de miocardio). Unode los pacientes laringectomizados totales sufrió,meses más tarde, otra recidiva local y ganglionarque le condujo finalmente a la muerte en breveplazo. El último exitus de nuestra casuística sedebió a recidiva ganglionar regional y metástasispulmonar, ambas aparecidas al año y medio de laintervención.

El primer control laringoscópico postoperatorio serealiza a los 15 días; en este primer control es cuan-do, por lo general, disponemos del informe anatomo-patológico de la pieza de exéresis, aunque a veceshemos tenido que esperar más de un mes para cono-cerlo. Posteriormente, se han efectuado consultassucesivas mensuales, durante tres meses, en las quese ha podido controlar la normalidad o no del proce-so de cicatrización, indicando en su caso revisionesmicrolaringoscópicas. Una vez transcurrido este pri-mer periodo postoperatorio, siempre que éste hayacursado con normalidad, se distancian las revisionescada tres meses durante el primer año. Más tarde sonbianuales y, por último, una vez al año hasta alcanzarcuando menos los cinco de postoperatorio.

En un periodo de controles postoperatorios míni-mo de tres años y medio, y máximo de ocho años elestado de los pacientes es el siguiente:

Vivos curadossin laringectomía: 14 pacientes 70%Vivos curadoscon laringectomía total: 3 pacientes 15%Fallecidos por causadel cáncer laríngeo: 2 pacientes 10%Curados, fallecidos porcausas ajenas al tumor: 1 paciente 5%

---------------------------------Total 20 pacientes 100%

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En la tabla 3 se resume el curso postoperatorio de lospacientes con especial referencia a la aparición de recidi-vas, a la necesidad de cirugía radical y a la supervivencia.

44.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

La incidencia del cáncer avanzado de cuerda en lamujer es en nuestra serie algo más elevada de lahabitualmente encontrada en nuestro medio; quizástenga explicación esta mayor incidencia porque nin-guna de las dos mujeres que tuvimos pertenecía alárea geográfica de nuestro hospital, sino que nosfueron remitidas de otras provincias de la comuni-dad, acaso precisamente por ser mujeres en búsque-da de una solución quirúrgica lo menos agresivaposible (y, en efecto, encontraron esta solución), conlo que la incidencia real en el sexo femenino estácompletamente sesgada.

Era inicialmente nuestro propósito averiguar siexistía algún tipo de correlación entre el biotipo delpaciente, su peso, estatura y las dimensiones de sucuello con la mayor o menor accesibilidad al tumor yla duración de la operación, pero, finalmente, nohemos podido llevarla a cabo por la carencia dedatos en muchos de los casos; todos los indiciosapuntan a que esta correlación existe, por lo que tra-taremos de hacerlo en ulteriores revisiones.

No parece que exista una relación directa entre laduración de la intervención, que traduce tanto laextensión del tumor como su accesibilidad, y el pro-nóstico de la enfermedad, como tampoco podemosestablecer relaciones entre las duraciones, los resul-tados oncológicos y el cirujano de turno, sobre todopor la asimetría de la muestra.

No siempre es posible extirpar el tumor en una solapieza por las dificultades de manipulación en el limi-tado espacio que proporciona el laringoscopio.4,5,9 De

TABLA 3>> Evolución postoperatoria. Granulomas y recidivas. Supervivencia y exitus.

Caso Revisión microlaringoscópica / Granuloma / Tratamiento Supervivencia Exitus Plazo / CausaPlazo meses Recidiva recidiva precoz meses (curados)

1 No 54

2 Sí/4 y 12 Gr. Gr. 42

3 Sí/3 Rec. Lar. total 10 meses Rec. local + ganga

4 No 43

5 No 66

6 No 72

7 No 53

8 Sí/2 Gr. 18 meses Rec. gangl + pulm

9 No 78

10 No 74

11 No 84

12 Sí/3 Rec. Lar. total 77

13 Sí/2 Gr. 86

14 Sí/2 Gr. 58

15 Sí/8, 10, 12 Gr. Gr. Rec. Lar. total 96

16 Sí/8 Gr. 42

17 Sí/2 Rec. Lar. total 64

18 Sí/5 Rec. Microcir. láser 36 3 años IAM

19 No 84

20 No 72

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todas formas, estas dificultades no dependen tantodel tamaño del tumor como de la posibilidad devisualización del mismo. Cuando el volumen tumorales grande y la visibilidad escasa, no hay más remedioque hacer una exéresis fragmentada del tumor.

Las exéresis fragmentadas implican el cam-bio repetido de la orientación del laringos-copio e, incluso, su sustitución por otro dediferentes dimensiones. Este tipo de resec-ción siempre plantea problemas a la hora deestudiar anatomopatológicamente los frag-mentos, pues es difícil establecer su orienta-ción y procedencia anatómica a pesar deindicarlo en la solicitud. Por lo general, enlos informes se indica que algún borde deresección contacta con la tumoración, lo quees obvio dado que la línea de corte láser delfragmento se ha realizado a través del pro-pio tumor.

Un minucioso estudio anatomopatológico de cadauno de los fragmentos en cada uno de sus bordes yde los márgenes de la resección en el mismo momen-to de la exéresis14,15 implica la ocupación exclusiva deun anatomopatólogo durante toda la intervención,cuya duración en no pocas ocasiones rebasa las doshoras. Este tipo de proceder es del todo inviable enel medio hospitalario en que nos desenvolvemos porla escasez de personal y por la gran carga de trabajoque éste soporta. Desafortunadamente, hemos deconformarnos con realizar ocasionalmente una tomabiópsica cuando existe duda razonable sobre la segu-ridad de la exéresis. Aun así, tampoco se tendría unacerteza absoluta sobre la seguridad oncológica de laexéresis practicando biopsias repetidas intraoperato-rias de manera continuada, pues las observacionesintraoperatorias no tienen la misma precisión que laspostoperatorias seriadas. En realidad, la actitud queadoptamos para la solicitud de biopsias inmediatasdurante la intervención es la misma que tenemos yque, de forma generalizada, en lo que alcanzamos aconocer, tienen todos los servicios no sólo de ORL,sino de cualquier tipo de cirugía, cuando se utilizantécnicas funcionales no endoscópicas de exéresistumorales.5 Lo verdaderamente importante para elcirujano es tener la convicción, ya que la certeza dehaber extirpado por completo el tumor con unosmárgenes oncológicos fiables es imposible. Estaconvicción la proporciona, en primer lugar, la expe-riencia en conocer el distinto comportamiento alcorte láser de los tejidos sanos y del tumor, sobre lo

que ya existen abundantes referencias bibliográfi-cas no solamente nuestras y, en segundo lugar, elexacto conocimiento endoscópico de la anatomíalaríngea.

Cuando se ha disecado casi por completo el tumor,fragmentadamente o en un solo bloque, es casisiempre difícil acceder al borde caudal último deresección, pues la propia masa tumoral impide suvisión. Es muy práctico en esta situación pulsionarcaudalmente el tumor hacia la luz traqueal, mejorque traccionar de él hacia fuera, pues de esa mane-ra se obtiene una mejor accesibilidad al pedículofinal a resecar.

Los ayudantes son absolutamente indispensablespara llevar a buen término la intervención, especial-mente el encargado de exponer los campos quirúrgi-cos al cirujano. Hay que hacer notar que éste utilizala mano derecha para dirigir el haz láser, la manoizquierda para traccionar el tumor o aspirar elcampo, el pie derecho para presionar el disparadordel láser y el pie izquierdo para electrocoagular losvasos de mayor calibre. Lo ideal sería que la direccióndel haz de rayo láser pudiese hacerse fijando el obje-tivo del disparo por enfoque con la mirada (como lospilotos militares fijan los suyos), con lo que con unamano se traccionaría o pulsionaría el tumor, y con laotra se aspiraría simultáneamente el campo quirúrgi-co. No existe actualmente, que conozcamos, ningúnequipo láser que ofrezca esta posibilidad.

En la indicación de esta cirugía para tumores avan-zados de cuerda vocal, lo verdaderamente importan-te es la posibilidad de conservación por vías natura-les de la respiración, la deglución y la fonación sinque haya que recurrir a una traqueotomía perma-nente. Nunca nos preocupó excesivamente la calidadfonatoria resultante, aunque la voz final obtenida ennumerosos casos superó con creces las expectativas,lo que no siempre es predecible.6 De todas maneras,no se ha realizado un control foniátrico sistemático yla valoración vocal ha sido solamente subjetiva por elpropio paciente.

Mucho más importantes que la fonación y exclu-sión hecha del resultado oncológico propiamentedicho son la deglución y la respiración. Respecto a laprimera, en ninguno de los casos existieron proble-mas graves; la deglución fue buena, sin disfagia niodinofagia, desde el principio en la práctica totalidadde los casos. En aquellos casos en los que la resec-ción del aritenoides hiciese sospechar problemasdeglutorios, en particular aspirativos, se colocó pre-ventivamente una sonda nasogástrica de alimenta-ción durante un breve número de días, al cabo de los

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cuales la deglución fue normal; todo lo contrario,muchas veces en estos pacientes las molestias eranocasionadas precisamente por el decúbito de lasonda y desaparecieron inmediatamente al retirarésta. En ninguno de los casos hubo que lamentaraspiraciones alimentarias ni de secreciones y, desdeluego, no tuvimos ninguna neumonía postoperatoriapor estos motivos. En un solo caso, el 4, hubo unaodinofagia algo más intensa y duradera de lo habi-tual, por lo que recurrimos a la colocación de unasonda nasogástrica de alimentación que mantuvi-mos durante 10 días.

En cuanto a la respiración, no fue necesario hacertraqueotomía postoperatoria en ninguna de las oca-siones, situación que describen como habitual losdistintos autores.14,15 Hay que observar que en dosde los casos la traqueotomía ya estaba hecha preo-peratoriamente y, muy al contrario, la decanulaciónde estos pacientes fue posible inmediatamente des-pués de la intervención.

La estancia hospitalaria postoperatoria media fuede 3,85 días. En seis casos el alta se produjo al díasiguiente de la intervención y en un solo caso, denuevo el 4, la estancia se prolongó más de unasemana. Este caso merece la pena ser comentadopor cuanto se trataba de un cáncer que infiltrabaventrículo y comisura anterior, cuya exéresis obligó aexponer la membrana cricotiroidea e incluso a rese-car parte del arco anterior cricoideo hasta la caraprofunda de los músculos cricotiroideos, pese a nohaber invasión cartilaginosa. Todo ello propició laaparición de la odinofagia antes comentada, queaconsejó la colocación de una sonda nasogástrica y,además, nos alertó de la posibilidad de enfisemasubcutáneo cervical, hecho que, finalmente, no seprodujo. Esta situación, unida a la circunstancia deque se trataba de un paciente que nos fue remitidodesde Ceuta, con las dificultades de comunicaciónque suponía, hizo que prolongásemos anormalmen-te la estancia postoperatoria hasta los 20 días. Siexcluimos por su singularidad este caso, la estanciahospitalaria postoperatoria media de los restantesfue solamente de tres días.

Aunque en el caso descrito no se produjese enfi-sema cervical, sí que hemos tenido oportunidad deobservarlo en otros no incluidos en esta revisión, enlos que se expuso y abrió la membrana cricotiroidea.En estas ocasiones, si el enfisema no se resuelvecon medidas conservadoras, hay que recurrir a unatraqueotomía.

En los dos pacientes que se irradiaron, existíauna invasión de la comisura anterior y del ventrícu-

lo simultáneamente, y los estudios anatomopato-lógicos de las piezas extirpadas informaban deafectación de los bordes de exéresis. Ambospacientes sobreviven en la actualidad sin habertenido recidiva alguna.

No hay que olvidar que sobre el margen deexéresis estudiado hay que añadir la líneade corte, muy angosta por el uso delAcuspot®, que aumenta el margen de segu-ridad5,15 y, sobre todo, la vaporización finalque de forma sistemática realizamos en ellecho tumoral y en sus márgenes de laresección.

Hacer una biopsia extemporánea en el mismomomento de la microcirugía láser parece lo másresolutivo, pues evita una intervención previamicrolaringoscópica diagnóstica y, por tanto,demoras innecesarias. Aun así, esta microlaringos-copia previa puede proporcionarnos más elementosde juicio para hacer una correcta indicación de laexéresis endoscópica láser. Las biopsias previas porvía indirecta con anestesia local tienen algunas ven-tajas, sobre todo porque prescindes de la anestesiageneral, pero a veces son fallidas; en tanto que lasmicrocirugías diagnósticas bajo narcosis evitanestos errores y, además, permiten precisar el tama-ño y extensión del tumor, lo que representa unagran ayuda para la indicación y la planificación dela exéresis láser.

La traqueotomía previa a la intervención facilitalas intubaciones anestésicas, así como las propiasexéresis microlaringoscópicas láser, pero, obvia-mente, es una circunstancia que procuramos evitary a la que sólo recurrimos en casos verdaderamen-te imprescindibles, ya sea por la disnea o por losriesgos o la imposibilidad de intubación anestésicaorotraqueal. En nuestros enfermos se consiguióobviarla siempre, con la excepción de los casosanteriormente citados.

La comisura anterior es la región vecina que másfrecuentemente invade un cáncer que crece desdela cuerda vocal.5,13,16 Es ésta, además, la zona másproblemática tanto técnicamente para la exéresis,por la mayor dificultad de visualización, comooncológicamente, por la facilidad de sobra conoci-da con la que desde este punto carente de peri-condrio el tumor irrumpe en el cartílago tiroides.Sigue a la comisura anterior en orden de frecuen-cia de invasión el ventrículo laríngeo y a su travésel espacio paraglótico.

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Tanto la extensión al ventrículo como alespacio paraglótico contiguo suelen noplantear serios problemas de exéresis, siem-pre y cuando se haya eliminado la bandalaríngea y se pueda acceder al ala internadel cartílago tiroides, que servirá de planode resección.

La infiltración del aritenoides es, por el contrario, lamenos habitual de todas las posibles y la más fácil-mente extirpable, salvedad hecha de los problemasque pueda plantear la hemostasia de las hemorra-gias habituales en esta región.

Aunque en el momento del diagnóstico no habíaningún paciente con adenopatías metastásicas, endos casos aparecieron éstas con posterioridad, enuno de ellos junto a recidiva local y en el otro juntoa metástasis pulmonar, lo que finalmente, a pesar deulteriores tratamientos, condujo a ambos pacientesal exitus. Puede intuirse que el factor pronóstico másimportante ha sido, precisamente, la aparición de lasmetástasis ganglionares o, mejor dicho, las causasoncogénicas, que aún ignoramos, que determinaronsu aparición y no el tamaño o localización inicial deltumor en la laringe.

Cinco pacientes sufrieron una recidiva local. Encuatro de estos cinco pacientes el tumor invadía lacomisura anterior, lo que corrobora la mayor vulne-rabilidad en esta zona. En contra de lo que en unprincipio cabría suponerse, en tres de estos casos derecidiva local la diferenciación anatomopatológicadel tumor era buena y solamente uno de los cinco setrataba de un carcinoma pobremente diferenciado.En ninguna de las dos mujeres recidivó el tumor,pero a ambas hubo que hacer una revisión micro-laringoscópica postoperatoria por la aparición degranulomas cicatrizales; quizás el reposo vocal nofue el adecuado. Por el contrario, no siendo ningu-na de ellas fumadora y sí la inmensa mayoría de loshombres, cabe la razonable sospecha de que algu-nos de éstos continuaran fumando después de laintervención, a pesar de sus negaciones, que enalgunos casos fue certeza por la delación de susesposas y es esto un factor importante para la apa-rición de la recidiva.

Cuatro pacientes acabaron antes o después conuna laringectomía total (20%), porcentaje que, aun-que elevado, no difiere de los obtenidos con otrastécnicas abiertas conservadoras y que en nuestraopinión, valida completamente nuestro proceder,tanto más cuanto la alternativa inicial que a veces seplanteaba era la propia laringectomía total. Sólo uno

de los cuatro laringectomizados totales falleció porcausas relacionadas directamente con el tumor; lostres restantes sobreviven curados con ya cinco añosde control postoperatorio como mínimo. La tasa desupervivencia ha sido del 90%.

El porcentaje real de éxito de la técnica (deducien-do las laringectomías totales y el fallecimiento porrecidiva local) es del 80%, cifra que, considerando elestadio evolutivo de los tumores resecados, es másque alentadora.

Los resultados obtenidos en la presente revisióncoinciden a veces casi matemáticamente con losobtenidos por autores como Steiner16 y Motta7 y, porel contrario, difieren mucho de los aportados porotros como Eckel y Thumfart6,17 y Huang,18 quienesdesaconsejan la cirugía laser para los tumores avan-zados de la cuerda vocal. Nuestra conclusión, basa-da en los resultados que hemos expuesto y discuti-do, es que la técnica está perfectamente indicada eneste tipo de cánceres y que el porcentaje de éxitosoncológicos es superponible a los conseguidos contécnicas abiertas, mientras que los logros funcionalesson muy superiores.

55.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Clásicamente, el tratamiento de los tumores T1-T2 de plano glótico ha sido la radioterapia o lacirugía abierta, con resultados oncológicos algomás favorables para estos últimos, pero con peorresultado fonatorio.1,2

Actualmente, la Microcirugía Transoral con LáserCO2 (MTL) está reconocida como el tratamiento deelección en todos los tumores iniciales de plano glóti-co: Tis, T1a, T1b y algún T2 de pequeño volumen.3-9

Las ventajas de la MTL sobre la cirugía convencio-nal y la Radioterapia (RT) son motivos por los cualesha tenido gran aceptación dentro de los centrossanitarios de tercer nivel. Destacan las bajas tasas decomplicaciones postquirúrgicas y de morbilidad, asícomo el bajo índice de traqueotomías, la estanciahospitalaria reducida y los bajos costes.6,10,11

La radioterapia ofrece similares resultados parapequeños tumores, pero añade una morbilidadtisular asociada a efectos secundarios no desea-dos, como mucositis, candidiasis y sequedad demucosas. Además, para su administración, requie-re una asistencia diaria a un centro durante seis osiete semanas. No obstante, sigue siendo de pri-mera elección en casos en los que la anestesiageneral tenga una contraindicación, cuando elestado general del paciente sea malo o exista unanegativa a recibir tratamiento quirúrgico. Comotratamiento complementario, la RT se encuentraenglobada en los protocolos oncológicos para suaplicación postquirúrgica dependiendo del pTpN.Asimismo, la quimioterapia forma parte de laestrategia antitumoral.

Revisada la literatura, existen pocos artículos queestudien los resultados del láser en los tumores glóticosavanzados.5 Generalmente, en estos tumores se consi-dera la cirugía abierta como el tratamiento de elección,porque ofrece, al igual que en los estadios iniciales,una mayor tasa de curaciones que la radioterapia.12-17

Mientras algún autor desaconseja su utilización,18

otros han aplicado con un buen porcentaje de éxitola cirugía laríngea transoral en tumores supraglóticosavanzados (T3 y T4).19-20

El objetivo de este estudio es presentar nuestrosresultados y mostrar la validez del láser, ya sea comotécnica única o asociada a la cirugía abierta de resca-te, en el tratamiento de los tumores de glotis avan-zados, excluidos los T4.

22.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOOSS

Desde enero de 1998 a diciembre de 2001, de untotal de 207 cánceres glóticos, 36 pacientes con neo-plasia de glotis localmente avanzada fueron tratadospor primera vez con intención curativa medianteMicrocirugía Transoral con Láser CO2 (MTL). Se incluye-ron 21 (58,3%) T2 de gran volumen y 15 (41,7%) T3.

El diagnóstico histológico se realizó mediante laobtención de biopsias intraoperatorias bajo anes-tesia general en la mayoría de los casos o bajoanestesia local en otros. Todas las muestras fue-ron positivas para carcinoma escamoso, con susdiferentes grados de diferenciación.

Los pacientes fueron estadiados utilizando laclasificación TNM en su versión actualizada de2002, según la UICC y la AJCC, teniéndose espe-

31. Resultados preliminares de la microcirugíatransoral láser en tumores glóticos

avanzados (T2 de gran volumen y T3)J.L. Blanch, F. Ballesteros,

I. Vilaseca, J.M. Guilemany, M. Bernal

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cialmente en cuenta los cambios realizados res-pecto las clasificaciones precedentes.

Según el protocolo de la Sección de Oncología denuestro servicio, aquellos pacientes con tumores T4 clí-nicos por exploración o por tomografía computerizadano son incluidos para tratamiento endoscópico láser.

El seguimiento de los pacientes se llevó a cabopor el Comité específico para pacientes someti-dos a tratamiento con láser carbónico y depen-diente de la Sección de Oncología del Servicio.

Las publicaciones consultadas incluyen el T2 comoestadio precoz. Basándonos en los resultados obteni-dos en un estudio previo comparativo entre todos losT2 de nuestra serie (n = 33), pudimos comprobarque el volumen es un factor pronóstico significativo.Por ello, hemos excluido en esta revisión los pT2pequeños (n = 12), incluyendo sólo los pT2 grandes(n = 21). Consideramos un tumor glótico T2 de granvolumen a aquel que disminuye la movilidad de lacuerda por efecto masa o por afectación de la mus-culatura vocal, sin provocar la fijación de la misma, oal que asciende, ocupa ventrículo y afecta la banda.Igualmente, se considera un T2 de gran volumen elque desciende invadiendo la subglotis.

La infiltración focal del cartílago tiroides es máshabitual en aquellas neoformaciones que emergende la Comisura Anterior Laríngea (CAL), dado queel cartílago en esta zona está desprovisto de peri-condrio, que actúa como eficaz barrera a la infil-tración tumoral. Los tumores de la comisura ante-rior no se incluyeron en este estudio, ya que por sucomportamiento clínico presentan un peor pronós-tico y comportamiento oncológicos, que difiereclaramente de aquellos tumores laríngeos de planoglótico. Los tumores de la CAL también se estudianen esta Ponencia.

Se han estudiado parámetros como la dificultada la exposición quirúrgica del campo, la impresióndel cirujano de haber realizado una exéresis satis-factoria o no, las complicaciones postoperatorias,la estancia media, el número total de revisiones ointervenciones practicadas, el número de traqueo-tomías realizadas, tanto urgentes como electivas,la existencia de metástasis ganglionares, la necesi-dad de tratamientos coadyuvantes, la evolución ylos resultados oncológicos.

Estudio estadístico

Se basa en la comparación de las medias de lasvariables a estudiar. Dada la distribución no para-

métrica de la muestra, se ha utilizado el test deKruskal-Wallis. Los tiempos de supervivencia sehan calculado desde el principio del tratamientohasta una media de 40 meses de seguimiento y,en algunos casos, hasta el fallecimiento por cau-sas relacionadas o no relacionadas con la enfer-medad. El patrón de supervivencia se ha estima-do utilizando el método de Kaplan-Meier.

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS

La relación hombre / mujer del grupo era de 34/2,todos ellos con una edad comprendida entre 20-85años. La edad media del grupo es de 64,9 años.

Los pacientes han sido controlados en la SecciónOncológica de nuestro Servicio, con un seguimientomínimo de 24 a 62 meses (media de 40,15).

En la mayoría de los casos clasificados comoT3 existía una fijación de la cuerda vocal porafectación del espacio paraglótico.

En un sólo caso pudo constatarse la infiltraciónfocal del cartílago tiroides.

Los resultados obtenidos se han agrupado entres grupos relacionados con la intervención qui-rúrgica, la evolución postoperatoria y los resulta-dos oncológicos.

3.1. RELACIONADOS CON LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA

a) Exposición de la lesión en la cirugía: Buena enun 69,4% y dificultosa en un 30,6%.

b) Impresión del cirujano tras el acto quirúrgico:Resección satisfactoria en un 88,9% y no satisfac-toria en un 11,1%.

c) Tratamientos complementarios: A pesar deque todos los pacientes en el diagnóstico eran N0clínicos debido al tamaño tumoral, se realizaron15 (47,1%) vaciados funcionales cervicales electi-vos. En 4 casos (11,1%) se hallaron adenopatíasafectadas, una perteneciente a un T2 y 3 relacio-nadas con un T3. El estadiaje postquirúrgico deéstos fue pN1. En el seguimiento posterior no sehalló en ningún caso recidiva ganglionar.

La Radioterapia (RT) coadyuvante se realizó en 2de los 4 pacientes, en un caso debido a disemina-ción microscópica adenopática extracapsular y enel otro por presentar adenopatía metastásica de2,8 cm.

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a) Evolución: De los 36 pacientes controlados, 19(52,7%) no han presentado recurrencia tras la ciru-gía con láser, encontrándose todos ellos vivos y libresde enfermedad; 17 (47,2%) han presentado recu-rrencia, siendo rescatados mediante cirugía abiertaen 13 casos (76,4%), de los cuales a 11 (4 T2 y 7 T3)se les practicó laringectomía total y a 2 (un T2 y unT3) Laringectomía Parcial Supracricoidea (LPS).

De los 11 pacientes laringectomizados, 7 se encuen-tran libres de enfermedad y 4 fallecieron: 2 por causaajena y 2 por progresión tumoral. Los 2 pacientes res-catados mediante LPS están libres de tumor.

Los cuatro pacientes restantes fallecieron por causarelacionada con su enfermedad: uno (T2) por progre-sión de su tumor de origen, tres (T3) por metástasispulmonar y dos por 2ª neoplasia en pulmón.

b) Supervivencia: Con una media de segui-miento de tres años, el resultado oncológicoglobal de los tumores glóticos avanzadosasociando láser en primera instancia y ciru-gía abierta como rescate es de 28 pacientes(77,8%) libres de tumor que, sumado a 2fallecidos por causa ajena, da un 83,4% decontrol de la enfermedad.

Las muertes por progresión tumoral suman untotal de 6 (16,7%). Con estos datos podemos decirque nuestra supervivencia global a los tres años deseguimiento es de 78,8%. En las figuras 2 y 3 pue-den observarse las funciones de supervivencia glo-bal y acumulada estimadas según el método deKaplan-Meier.

319

d) Estudios anátomo-patológicos: El estudio de lasbiopsias mostró en todos los casos histología compatiblecon un carcinoma escamoso, con sus diferentes gradosde diferenciación, sin hallarse diferencias significativasentre el grado histológico y la evolución oncológica.

3.2. EVOLUCIÓN POSTOPERATORIA

a) Días de ingreso: Entre 1 y 15 días con una estan-cia media de 4,2 días (incluidos los pacientes a losque se practicó vaciado ganglionar profiláctico).

b) Revisiones quirúrgicas precoces (en los 60 pri-meros días del postoperatorio): De los 36 pacientes,a 19 (52,8%) se les practicó microcirugía por dudasen la exploración de seguimiento, encontrandotumor en 8 casos (22,2%).

c) Número de intervenciones totales realizadas (sincontabilizar las revisiones precoces): 16 casos (44,4%)fueron tratados mediante una sola intervención, 10pacientes (27,8%) precisaron dos intervenciones yotros 10 (27,8%) precisaron más de dos (figura 1).

d) Complicaciones postoperatorias: De los 36 casos,7 (19,4%) pacientes tuvieron alguna complicación:tres pacientes presentaron un leve sangrado oral quese autolimitó sin precisar revisión quirúrgica, un casode enfisema subcutáneo leve, un paciente presentódisnea severa que obligó a una traqueotomía y dospacientes desarrollaron neumonía por aspiración. Unsolo paciente (2,7%) asoció dos complicacionessimultáneas (enfisema subcutáneo y sangrado).

e) Traqueotomía postoperatoria: en tres (8,3%)casos se practicó traqueotomía temporal.

3.3. RESULTADOS ONCOLÓGICOS

El primer control oncológico se realiza de formaprotocolaria a las cuatro semanas de la intervenciónpara evitar el artefacto visual del lecho quirúrgico.

Figura 1>> Número de intervencionespracticadas según el pT (pT2 o pT3).

Número de intervenciones

Clasificación del T 1 2 >2

pT2 12 / 57,1% 6 / 28,6% 3 / 14,3%

pT3 4 / 26,7% 4 / 26,7% 7 / 46,7%

TOTAL 16 / 44,4% 10 / 27,8% 10 / 27,8%

Figura 2>> Tiempos de supervivenciaglobal ajustados al pTpNM.

Funciones de supervivencia

1,0

,9

,8

,7

,6

,5

,4

,3

,2

,1

0,020 30 40 50 60 70

PTT3

T2

31_c 3/11/04 15:11 Página 319

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44.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

Dada la falta de estudios prospectivos randomiza-dos para estudiar los resultados sobre los diferentesprocedimientos terapéuticos posibles para el cánceravanzado de laringe, la indicación de uno u otro estodavía controvertida. Uno de los argumentos afavor de la radioterapia en los estadios glóticos ini-ciales era la conservación de la función fonatoria,pero, según algunos estudios, no existen diferenciasobjetivas transcurridos unos meses después del tra-tamiento con láser.21-24 Zeitels y cols.26 incluso consi-deran que no hay relación entre la cantidad de teji-do extirpado y el empeoramiento de la fonación,pero sí da un valor esencial a la conservación de lacomisura anterior de cuerdas. Igualmente, considerapoco satisfactoria la reeducación foniátrica tras unaexéresis láser.25,26

En los glóticos avanzados existe mayor compromi-so de tejido. Según nuestra experiencia, la voz seafectará en mayor o menor grado según el tipo deresección que se practique. Si la lesión llega a comi-sura de cuerdas o si afecta la musculatura vocal, lógi-camente, la calidad de la voz será peor.

Los tumores tratados con láser pueden preci-sar varias intervenciones para lograr su reso-lución y que exista una relación directa entreel número de intervenciones, el tamaño deltumor y la curva de aprendizaje del cirujano.

En análisis realizados en nuestro servicio existe signi-ficancia estadística relacionada con esta última varia-

ble (p <0,002). En nuestra serie diferenciamos las revi-siones practicadas en los primeros 30-60 días delseguimiento basadas en dudas histológicas (márgenesafectos o próximos) o de imagen (granulaciones pos-toperatorias etc.), y que en un porcentaje de un22,2% nos confirman la persistencia tumoral en losrescates quirúrgicos con láser por recidiva tumoral.

La estancia media general de los pacientesfue de 4,2 días, incluyendo el número totalde intervenciones y a los pacientes sobrelos cuales se habían realizado vaciamientosganglionares.

Según el estadio tumoral, la tasa de complicacionesen los T2 fue de un 15%, mientras que en los T3 fuede un 33,3% (p <0,003).

Destaca la poca afectación ganglionar de estostumores (11,1%) a pesar de tratarse de tumoresavanzados. Por ello, cabe plantearse en los N0 clí-nicos la posibilidad de no realizar vaciamientosprofilácticos aun estando afectadas estructuraslaríngeas linfófilas, como el ventrículo y la banda.En ese caso, la realización de controles clínicosestrictos apoyados con pruebas de imagen, comola ecografía, se hace absolutamente necesario enestos pacientes para detectar precozmente lasmetástasis ganglionares cervicales.

Sólo se administró radioterapia complementa-ria en dos casos pN1. De los 4 que presentabanmetástasis ganglionar, en un caso se indicó porel tamaño del ganglio afecto (2,8 cm) y en elotro por la existencia de ruptura capsular micros-cópica en un ganglio de 1,6 cm. Este hechopodría estar en relación con la ruptura yatrogé-nica durante la manipulación intraoperatoria conlas pinzas de disección, aunque esto es difícil-mente objetivable.

Nuestro protocolo contempla la radioterapia com-plementaria sobre cadenas cuando existe más de unganglio afecto o el tamaño del ganglio es superior a 2cm, o si presenta signos de mal pronóstico, como laruptura de la cápsula ganglionar o la invasión perineu-ral. Hay autores que consideran el tamaño límite delganglio de 3 cm y el número de adenopatías afecta-das superior a dos en un vaciamiento ganglionar en elque se han extirpado un suficiente número de gan-glios (>10) para ser tributarios de radioterapia.27

Respecto a la recidiva, muchos autores recono-cen el riesgo de que en los tumores glóticos estéinicialmente afectada la comisura anterior y otroscitan frecuentes recidivas en dicha zona tras un

Figura 3>> Tiempos de supervivencia acumuladospara pT2 gran volumen y pT3.

Funciones de supervivencia

1,0

,9

,8

,7

,6

,5

,4

,3

,2

,1

0,020 30 40 50 60 70

Supe

rviv

encia

acu

m

31_c 3/11/04 15:11 Página 320

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periodo libre de tumor.19,21,25 En nuestra casuísti-ca, los rescates quirúrgicos por fracaso del láserse deben a la afectación de la comisura anterior,que incluso ha invadido el cartílago tiroides enmayor o menor grado. La afectación histológicase pudo observar en todos los casos.

Constatamos que el concepto terapéutico de laresección tumoral en tumores avanzados de la glotispermite, en el momento de su fracaso, pasar a lacirugía convencional sin aparente merma en lasupervivencia de los pacientes. La eficacia de la larin-gectomía parcial supracricoidea como técnica de res-cate parece tan válida como la laringectomía total,dado los buenos resultados oncológicos que hemosobtenido en el tratamiento de la recurrencia de lostumores de CAL.

En nuestra serie no se ha contemplado en nin-gún caso la radioterapia como técnica de rescate,optándose siempre por la cirugía abierta, queofrece mayor índice de curación.

Con la MTL como primera opción terapéuticatenemos la posibilidad de preservar el órgano, con-juntamente con una tasa de curación de alrededordel 50%. Los resultados de supervivencia de nues-tra serie de pacientes intervenidos superan a losobtenidos por Motta et al.5 en tumores glóticosavanzados.

55.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

Según el estudio realizado, parece que el láser esequiparable a la cirugía abierta y a la radioterapiapara el tratamiento de los tumores glóticos avan-zados. Consideramos la MTL de primera eleccióncomo la mejor opción terapéutica para el trata-miento de estos tumores. En los casos con recidi-vas no resecables por vía transoral, el rescatemediante cirugía abierta ha permitido manteneruna alta tasa de supervivencia. En nuestra serie, laMTL obtiene, por sí sola, un control de la enferme-dad en un 52,7% y, asociando la cirugía abierta derescate, se alcanza un 83,4% de curación a lostres años.

El papel de la RT coadyuvante lo limitamos aaquellos que por protocolo oncológico según elpTpNM la precisan.

Una desventaja de la MTL es la posibilidad denecesitar cirugías de revisión. Pero con la idea depreservar la laringe y su función, tanto para elpaciente como para el médico, esto constituye unmal menor.

66.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Los carcinomas de la categoría T2 de la glotis englobanun grupo muy heterogéneo de tumores. Por una parte, setrata de tumores que se extienden hacia la subglotis osupraglotis con movilidad conservada de cuerdas vocalesy, por otra parte, también se trata de carcinomas que pue-den haber conducido a una hipomovilidad de las cuerdasy pueden presentar una extensión importante hacia sub-glotis o supraglotis. Desde el punto de vista del pronósti-co, ambos tipos de T2 se diferencian enormemente.

Los T2 con hipomovilidad de las cuerdas soncomparables en su tasa de control local ysupervivencia a los T3 con fijación de lacuerda. Por ello, defendemos la postura dediferenciarlos en carcinomas T2a y T2b.

En sus propuestas de modificación de la clasificaciónTNM este cambio es apoyado también por Kleinsassery Glanz.15

22.. TTÉÉCCNNIICCAA QQUUIIRRÚÚRRGGIICCAA

La resección microquirúrgica de carcinomas de cuer-da de mayor tamaño exige la división del tumor envarios fragmentos. Los tumores que infiltran el espa-cio paraglótico se dividen por incisiones que alcanzanlateralmente al cartílago tiroides y caudalmente al cri-coides. La resección puede ampliarse al pericondriodel cartílago tiroides y cricoides, a los mismos cartíla-gos tiroides y cricoides, a los aritenoides y los ligamen-tos, así como a las partes blandas extralaríngeas.32

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS DDEE LLAA MMIICCRROOCCIIRRUUGGÍÍAA LLÁÁSSEERR

Nuestra experiencia con la microcirugía láser encarcinomas de cuerda con limitación de la movilidad(T2b) o fijación de la cuerda (T3) incluyen, hastala fecha, 167 pacientes del Hospital Clínico deGöttingen.1 El estadio TNM postoperatorio fue 97casos de pT2b(p)N0M0 y 70 de pT3(p)N0M0. En loscarcinomas pT2b, la comisura anterior se encontrabaafectada en el 81%, la cuerda vocal contralateral enel 17%, la banda ipsilateral en el 58% y la regióninfraglótica en el 52% de los casos.

En los carcinomas pT3, la comisura anterior se vioafectada en el 70%, la cuerda contralateral en el28%, la banda ipsilateral en el 56% y la región infra-glótica en el 65% de los casos. En el 45% tambiénexistía una fijación del cartílago aritenoides. Se reali-zó una radioterapia postoperatoria en el 10,3% delos pacientes en estadio II y en el 8,6% de los pacien-tes en estadio III.

La tasa de control tumoral local estimadasegún Kaplan-Meier a los cinco años fue del74% en los pT2b y del 68% en los pT3; latasa de laringectomías secundarias fue del13,4 y 14,3%, respectivamente. La tasa decontrol local tumoral definitiva a los cincoaños fue del 87% en ambos grupos y la tasade supervivencia libre de enfermedad a loscinco años del 62% en ambos grupos.1

La calidad de voz postoperatoria fue buena en lamayoría de los pacientes. Después de las laringecto-mías parciales amplias, la inteligibilidad al teléfono

32. Microcirugía láser delos carcinomas avanzados de glotis

P. Ambrosch, W. Steiner, M. KronTraducción de M. Bernal Sprekelsen

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fue del 90% en ambos grupos. Un paciente desarro-lló una estenosis glotosubglótica cicatricial y llevauna traqueotomía permanente porque rehúsa cual-quier tipo de cirugía reconstructiva. En relación conla cirugía del tumor primario, ningún paciente preci-só una traqueotomía. Sólo el 11% de los pacientesen estadio II y el 44% de los pacientes en estadio IIIfueron alimentados mediante sonda nasogástricapor una media de cuatro a cinco días; los demáspacientes no precisaron sonda de alimentación.Todos los pacientes fueron rehabilitados y se pudie-ron alimentar por vía oral sin limitaciones.Resumiendo, con una escasa morbilidad, el 70%aproximadamente de los pacientes se mantuvieronlibres de enfermedad a largo plazo con preservaciónde la laringe.1

Existen pocos datos en la bibliografía acerca depacientes intervenidos mediante microcirugía láserque permitan una comparación. Motta y colabora-dores25 publican sobre 37 pacientes con un T3 ope-rados con microcirugía láser. El 55% de los pacientesdesarrollaron recidivas locorregionales y el 35% pre-cisó una laringectomía secundaria. Davis y colabora-dores7 operaron a 13 pacientes con carcinomas deglotis en estadio T2b. Dos de ellos precisaron unalaringectomía total por recidiva tumoral.

44.. OOTTRRAASS OOPPCCIIOONNEESS TTEERRAAPPÉÉUUTTIICCAASS

El tratamiento estándar en los carcinomasde glotis de categoría T2 con hipomovilidadde la cuerda es la laringectomía parcial ver-tical o la radioterapia. Las tasas de controllocal que alcanza la laringectomía parcialvertical en los T2b oscilan entre el 52 y el76%.20,31

En el carcinoma con fijación de la cuerda, la indica-ción suele ser mayoritariamente la laringectomía total;en casos menos frecuentes y seleccionados, la hemila-ringectomía. La cirugía parcial alcanza tasas de controllocal entre el 73 y el 83%.3,21,28,34 La laringectomía pri-maria con vaciamiento cervical con y sin radioterapiapostoperatoria logra una tasa de control locorregionaldel 69-87%; la tasa de supervivencia global a los cincoaños oscila entre el 53 y el 56%, y la tasa de supervi-vencia específica entre el 71 y el 78%.4,10,29

Otra opción terapéutica con intención de preserva-ción de órgano en los tumores T2 de glotis y casosseleccionados de T3 es la Laringectomía ParcialSupracricoidea (LPSC) con Cricohioidoepiglotopexia

(CHEP) con o sin6,27 quimioterapia neoadyuvante concisplatino y 5-fluorouracilo.16,17,19 Constituyen con-traindicaciones la fijación del aritenoides, la exten-sión tumoral subglótica hasta el borde superior delcricoides, la infiltración del cricoides o del tiroides, asícomo la infiltración extensa del espacio preepiglóticoy el crecimiento tumoral extralaríngeo.18

Laccourreye y colaboradores17 publican sobre 100pacientes con carcinomas T2 de glotis que fuerontratados mediante LPSC-CHEP. En el 54% de loscasos la movilidad preterapéutica estaba limitada, lacomisura anterior infiltrada en el 42% y la regióninfraglótica en el 10%. Con una latencia de 15-21días se aplicaron tres ciclos de una quimioterapianeoadyuvante con cisplatino y 5-fluorouracilo. El24% de los pacientes presentó una remisión com-pleta y el 58% una remisión parcial. La tasa de con-trol local a los cinco años alcanzó el 97,7% en el T2ay el 93,8% en el T2b. El 95% de los pacientes pudopreservar su laringe. En el 9% de los casos huboneumonías de aspiración en el postoperatorio, uncaso precisó una laringectomía total. Con la mismaestrategia terapéutica, el grupo de Laccourreye con-siguió en 20 pacientes con un carcinoma que fijabala cuerda una tasa de control local a los tres años del89,2% y la tasa de preservación de la laringe fue del90%.19 Chevalier y colaboradores6 lograron en 112pacientes con un carcinoma e hipomovilidad de lacuerda (n = 90) y con fijación de la cuerda (n = 22)resultados similares, pero sin la aplicación de quimio-terapia neoadyuvante. La tasa de control local a loscinco años fue del 97,3% y la tasa de preservaciónde la laringe a los cinco años del 95,5%.

El control local después de la radioterapia primariadel carcinoma T2 de cuerdas con hipomovilidad osci-la entre el 60 y el 76%, y la tasa de preservación deórgano entre los 70-80%.2,5,9,14,24,33 Fein y colabora-dores9 alcanzan en el carcinoma T2 glótico sin limita-ciones de la movilidad cordal una tasa de controllocal a los cinco años del 87%, descendiendo al76% cuando existía hipomovilidad de la cuerda. Parala radioterapia primaria del T3 de glotis, las tasas decontrol local a los cinco años oscilan entre el 30 y el68%, y la tasa de control local definitivo entre el 80-86%. La tasa de supervivencia global a los cincoaños es del 51-59%. La tasa de preservación de lalaringe a los cinco años se cifra en el 50-76%.12,14,23,26,36

Otro concepto terapéutico con intención de preser-vación de órgano que se encuentra en fase de estu-dio clínico es la quimioterapia neoadyuvante seguidade radioterapia. El primer estudio aleatorio para estu-

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diar este régimen de tratamiento lo llevó a cabo laVeterans Administration Larynx Study Group onLarynx Cancer (Department of Veterans AffairsLaryngeal Cancer Study Group).8,35 Los pacientes fue-ron distribuidos de manera aleatoria en los siguientesbrazos de tratamiento estándar: cirugía y radioterapiapostoperatoria, o 2 ciclos de quimioterapia seguidosde cirugía y radioterapia en el caso de persistenciatumoral o crecimiento tumoral progresivo. En el casode una remisión parcial o completa, seguía un tercerciclo de quimioterapia y radioterapia. Se aleatorizaron332 pacientes con tumores glóticos resecables (37%)o supraglóticos resecables (61%) en estadios III y IV(excluyendo los T1N1). Con un tiempo de seguimien-to medio de 98 meses, no se hallaron diferenciasentre ambos brazos en cuanto a las recidivas localesy regionales, metástasis a distancia y tasas de super-vivencia. La laringe pudo preservarse en el 31% delos casos inicialmente aleatorizados, lo que se corres-ponde al 66% de los supervivientes. Hay que mencio-nar críticamente, que en el 9,3% se trataba depacientes con tumores primarios de la categoría T1 oT2. Estos tumores se podrían haber tratado alternati-vamente mediante una resección parcial convencio-nal o por microcirugía láser.

En un estudio francés del GETTEC (Groupe d’Etudedes Tumeurs de la Tete et du Cou)13 también se empleóquimioterapia de inducción seguida de radioterapiacon cirugía y radioterapia postoperatoria. Se aleatori-zaron 68 pacientes con tumores glóticos o supraglóti-cos con fijación de la cuerda en estadios III (93%) y IV(7%). A los tres años aún vivía con preservación delaringe el 20% de los aleatorizados en el brazo de qui-mioterapia. En el grupo que inicialmente fue tratadomediante una laringectomía total se consiguió unasupervivencia global y una tasa de supervivencia librede enfermedad estadísticamente superior.30

Si se comparan ambos estudios, se observan resul-tados diferentes, a pesar de que el concepto terapéu-tico es similar. Mientras que en el estudio de laVeterans Administration la supervivencia global essimilar en ambos brazos, en el estudio francés elbrazo con quimioterapia neoadyuvante presenta peo-res tasas de supervivencia. La razón probablementese tenga que buscar en los distintos colectivos depacientes. Mientras que en el estudio de la VeteransAdministration sólo el 57% de los pacientes incluidospresentaban una fijación de la cuerda, en el estudiofrancés constituía un criterio de inclusión.

En otro estudio con intención de preservación de lalaringe con quimioterapia de inducción y radiotera-pia posterior se observó, cuando la respuesta a la

quimioterapia era buena, una tasa de preservaciónde órgano del 31% a los cinco años.13

En un estudio más reciente con intención de pre-servación de órgano (RTOG 91-11), se distribuyeronde forma aleatoria 547 pacientes con carcinomaslaríngeos localmente avanzados en tres brazos. Latasa de preservación de órgano después de dos añosen el brazo “radioterapia con aplicación simultáneade cisplatino” fue del 88%, en el brazo “quimiote-rapia de inducción con cisplatino y 5-fluorouraciloseguido de radioterapia” del 75% y en el brazo“radioterapia únicamente“ del 70%. El control loco-rregional descendía también en este orden (78% por61% y por 56%). La tasa de supervivencia global fuesimilar en los tres brazos.11

55.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

El valor de la microcirugía láser en el tratamiento delos carcinomas glóticos T2b y T3 aún no puede eva-luarse definitivamente, dado que los datos presenta-dos proceden de una sola institución y no han sidoreproducidos. Nuestros resultados muestran hasta lafecha que aproximadamente el 70% de los pacientescon un pT2b y un pT3 quedan localmente libres detumor, con una mínima morbilidad, con el primer tra-tamiento y preservan un órgano con función. Losresultados de la microcirugía láser para los tumoresglóticos T4 no se han presentado, porque no existeuna base de datos suficiente para abrir la discusión.

La comparación con los resultados de lalaringectomía parcial vertical es difícil, porcuanto la indicación de la cirugía parcial sehace individualmente y porque en los T2b yT3 también se indica la laringectomía total.

Las tasas de control local con la laringectomía par-cial supracricoidea son excelentes. Sin embargo,también hay que indicar que los pacientes fueronseleccionados según los criterios mencionados y que,debido a la morbilidad ocasionada por la cirugía,ésta no puede realizarse en todos los pacientes. Losresultados de los estudios en los que se emplea qui-mioterapia y radioterapia en pacientes seleccionadoscon la intención de preservación de la laringe mues-tran que este concepto no puede considerarseactualmente como tratamiento estándar. Un estudiomás reciente ha mostrado que la quimioterapia deinducción parece ser menos efectiva que la radioqui-mioterapia concomitante.

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329

11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

La Laringectomía Supraglótica (LSG) por vía externay la Radioterapia (RDT) han demostrado su eficacia enel tratamiento del carcinoma precoz de supraglotis1-8

y han posibilitado la preservación de la función larín-gea en muchos pacientes. En un primer momento, laLSG por vía externa se indicó en lesiones pequeñas(T1-T2) y se recomendaba la Laringectomía Total (LT)para pacientes con lesiones más avanzadas, añosos ocon enfermedad pulmonar crónica asociada. Con eltiempo, muchos autores evidenciaron que la cirugíaconservadora también podía realizarse en algunostumores localmente avanzados (LSG ampliada) sinque, por ello, disminuyeran los índices de curaciónrespecto a la LT.5

Una buena selección de los candidatos erala condición imprescindible para obtenerunos resultados oncológicos y funcionalessatisfactorios.

Desde el punto de vista quirúrgico, los tumoressupraglóticos pueden resecarse por vía transcervical opor vía transoral. Para el abordaje transoral, la utiliza-ción del láser carbónico ofrece unas característicastécnicas que son determinantes para la consecuciónde la cirugía y que han sido descritas en otros capítu-los de la presente Ponencia. Sin embargo, la LSG porvía externa y LSG por vía transoral no sólo difieren enel abordaje quirúrgico y los medios técnicos emplea-dos. La exposición tumoral, la cantidad de tejido rese-cado (con preservación del esqueleto laríngeo en la víatransoral) y la necesidad, en muchos casos, de seccio-

nar a través del tumor son hechos claramente diferen-ciales. Por todo ello, los resultados oncológicos y fun-cionales de la cirugía por vía externa no pueden nideben extrapolarse a los de la vía transoral.

La experiencia mediante cirugía transoral con láserde CO2 para la resección de tumores supraglóticosprecoces puede considerarse limitada si se comparacon la experiencia adquirida en tumores glóticos. Sinembargo, la mayoría de autores coinciden en queesta técnica se asocia a una función postoperatoriaexcelente (incluso en pacientes de edad avanzada),con una supervivencia equiparable a la de la cirugíapor vía externa y una morbilidad muy inferior. Aligual que ocurrió con la cirugía parcial externa, ini-cialmente la resección endoscópica se reservó parapequeñas lesiones suprahioideas. Paulatinamente, lamayor experiencia y los buenos resultados inicialeshan incrementado el número de pacientes interveni-dos con esta técnica.

En el momento actual muchos autores con-sideran que los límites de la cirugía láser noestán tan marcados por el TNM como loestán por la necesidad de una buena expo-sición tumoral, la posibilidad de conseguiruna resección radical sin comprometerestructuras vitales para la función9,10 o porla necesidad de tratar las cadenas ganglio-nares al mismo tiempo.

El objetivo de este capítulo es analizar la LSG porvía transoral mediante láser de CO2 para tumoressupraglóticos localmente precoces, con especialénfasis en los resultados oncológicos y funcionales

33. Resultados del tratamientodel carcinoma de supraglotis localmente

precoz (T1-T2) mediante láser de CO2

I. Vilaseca, M. Bernal,J.L. Blanch

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publicados hasta el momento. El capítulo incluye losresultados preliminares obtenidos con esta técnicaen el Hospital Clínico y Universitario de Barcelona.

22.. RREEVVIISSIIÓÓNN DDEE LLAA LLIITTEERRAATTUURRAA ((ttaabbllaa 22))

Tras los primeros trabajos publicados por Jako yStrong,11 Vaughan12 apuntó en 1978 las posibilidadesde utilizar el láser para lesiones supraglóticas preco-ces. Sin embargo, no fue hasta 1983 cuando Davis ycolaboradores13 describieron su utilización en pacien-tes con cáncer, básicamente con fines diagnósticos yde estadiaje. Los principales problemas en aquelmomento consistían en la dificultad de exposición dela lesión. En 1988, Steiner14 introdujo la utilizacióndel laringo-faringoscopio bivalvo y, posteriormente,Zeitels y colaboradores15 describieron la epiglotecto-mía y publicaron su experiencia inicial en lo que ellosllamaron biopsia-excisión.

Las primeras publicaciones sobre cirugía endoscópi-ca con láser carbónico como modalidad única en eltratamiento del cáncer supraglótico fueron publicadaspor Steiner en 199316 y, posteriormente, por Zeitels ycolaboradores17 en un estudio multi-institucional. Elestudio inicial de Steiner16 recogía su experiencia con30 pacientes a los que la resección con láser se rea-lizó como tratamiento único en la mayoría de ellos.Incluía tumores T1, T2 y T3, a los que realizaba adi-cionalmente vaciados ganglionares con o sin radiote-rapia postoperatoria en función del estadio. En1998, y dentro del mismo grupo, Ambrosch y cola-boradores18 presentaron los resultados en 48 pacien-tes con T1 y T2 de supraglotis. Sólo en dos pacientesen los que no consiguieron márgenes histológicosnegativos administraron radioterapia postoperatoria.El control local fue de 100 y 89%, respectivamente,llegando tras cirugía de rescate con preservaciónvocal al 97% en los T2. Para los autores, se tratabade resultados comparables a los publicados median-te cirugía externa, pero con una menor morbilidadpostoperatoria y mejor calidad funcional en los inter-venidos por vía transoral mediante láser.

El estudio inicial de Zeitels y colaboradores17 anali-zaba 19 pacientes con lesiones situadas en localiza-ción favorable (epiglotis suprahioidea, repliegue ari-tenoepiglótico o repliegue vestibular). Tras dos añosde seguimiento, ningún paciente había recaído local-mente. Para los autores, se trataba pues de un pro-cedimiento diagnóstico y terapéutico al mismo tiem-po, ya que cualquier tratamiento adicional (cirugíaabierta o radioterapia) era innecesario. Además de

los 19 pacientes con lesiones favorables, el estudioincluía 23 pacientes con lesiones más extensas (lamayoría T2 o T3, todos N0). Para las lesiones másextensas, recomendaban añadir radioterapia posto-peratoria sobre el lecho y las cadenas ganglionares,puesto que los márgenes eran muy estrechos y en sutécnica no se resecaba completamente el espaciopreepiglótico o paraglótico. Siete pacientes de estegrupo recayeron localmente a pesar de la radiotera-pia posterior. Por ello, los autores apuntaron que lorealmente importante era conseguir una resecciónquirúrgica inicial suficientemente adecuada.

En 1995, Rudert y Werner19 presentaron sus resul-tados preliminares en 47 pacientes con tumoressupraglóticos, 17 de ellos tratados con intenciónpaliativa. En los pacientes tratados con intencióncurativa, asociaban a la resección transoral con láserel tratamiento quirúrgico de las cadenas gangliona-res y/o radioterapia posterior. Para los autores, losresultados funcionales fueron mejores que los obte-nidos mediante cirugía externa. Posteriormente, en1999, detallaron los resultados oncológicos de suserie, con una supervivencia para los T1 y T2 del71%, y para los T3 y T4 del 47%.20 Rudert y colabo-radores concluían, pues, que el tratamiento con láserpodía ser recomendado como método curativo entumores localmente precoces y también en algunoscasos seleccionados de T3 y T4. Colateralmente, suestudio sugería que el láser podía ser una gran alter-nativa como tratamiento paliativo.

Eckel21 publicó en 1997 sus resultados preliminaresen T1-T2 tratados con láser +/- vaciado ganglionar yradioterapia posterior sobre lecho y cadenas si losganglios eran positivos. La supervivencia global yajustada a los cinco años fue del 59 y 72%, respec-tivamente, con un control locorregional del 90%.Cuatro pacientes murieron de metástasis a distanciasin recaída locorregional. Los datos sobre una seriede 504 tumores laríngeos tratados con distintas téc-nicas quirúrgicas (en función del estadio tumoral)fueron publicados en 1998.22 Para los estadios I-II, lasupervivencia global y ajustada fue del 49 y 78,6%,respectivamente, y el control local del 87,3%. Untotal de 40 de los 61 pacientes de este grupo ha-bían sido tratados con láser.

Iro y colaboradores23 publicaron en 1998 los resul-tados tras la resección con láser de 141 tumoressupraglóticos tratados en Erlangen. El estudio excluía34 pacientes en los que la cirugía láser había sidoconvertida a cirugía externa por imposibilidad de unaadecuada exposición, con la presumible falta de radi-calidad oncológica. Los autores obtuvieron resulta-

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dos satisfactorios en aquellos pacientes en los quelos márgenes eran negativos. Sin embargo, cuandolos márgenes eran positivos, la radioterapia sobre ellecho no se mostró útil para erradicar la enfermedadlocal, por lo que concluían que en estos casos eranecesaria una ampliación quirúrgica (mediante técni-cas abiertas, cerradas, totales o parciales). La recidi-va local fue del 16,3% y recomendaban igualmenteel tratamiento de las áreas ganglionares (mediantecirugía o RDT) en todos los T2 y T1.

Tras una primera fase de difusión de la LSG por víatransoral con láser de CO2, principalmente enAlemania, la técnica se ha extendido paulatinamentea otros centros europeos. Csanady y colaboradores24

publicaron sus resultados en T1-T2, con el 70% decontrol local inicial. Todos los pacientes con recaídalocal menos uno (con múltiples metástasis) pudieronser repescados con láser, radioterapia, cirugía parcialexterna o laringectomía total. Moreau25 analizó 18pacientes con carcinoma supraglótico (T1-T3) trata-dos con láser y vaciado ganglionar, la mayoría N0, conuna supervivencia global y ajustada a los cinco añosdel 63 y 100%, respectivamente. Recientemente,Motta y colaboradores26 han publicado una largaserie de 106 pacientes con tumores supraglóticos tra-tados con láser (T1-T2-T3, todos N0), con una super-vivencia global a los cinco años de 91% (T1), 88%(T2), y 81% (T3), y con preservación laríngea en el88,6%, 85,4% y 93,7%, respectivamente.

En España, Oliva y colaboradores27 han publicadosus resultados en 50 pacientes con tumores de loca-lización supraglótica tratados con láser (27 de ellosen estadios precoces). Un total de 11 pacientes(22%) presentaron recidiva local y todos ellos pudie-ron ser rescatados con tratamiento adicional (láser oLT). La supervivencia global a los cinco años fue del70%. Comparado con los abordajes externos, losautores destacan una reducción en la morbilidadpostoperatoria, en el número de días de ingreso y enel coste del procedimiento. También Scola y colabo-radores5 apuntaron las posibles ventajas de esta téc-nica en una serie de 903 pacientes con tumoressupraglóticos tratados con cirugía conservadora,donde 12 de ellos fueron tratados con láser.

Aunque los estudios iniciales sugieren que la radio-terapia postoperatoria sobre el lecho no disminuyelas posibilidades de recaída local en aquellos pacien-tes con márgenes positivos, Davis y colaboradores28

creyeron que la RDT podía ser de utilidad tras la resec-ción de tumores con márgenes negativos en los quetenían previsto tratar las cadenas ganglionares. Losautores publicaron sus resultados en 46 pacientes clí-

nicamente estadiados como T2 (18 pacientes fueronreestadiados a pT3 por infiltración del espacio preepi-glótico), a los que, tras la resección transoral con lásercarbónico, administraron radioterapia radical sobrelecho (para tratar la posibilidad de enfermedad resi-dual microscópica no detectada histológicamente) ysobre las cadenas ganglionares. Ocho pacientes de laserie no fueron finalmente irradiados por tener ante-cedentes de RDT previa o haber rechazado la mismatras la intervención. Los resultados mostraron un con-trol local del 97% y regional del 96% en N-, y del91% en N+. A pesar de la RDT, los autores no eviden-ciaron un empeoramiento funcional, con el 5% deneumonías aspirativas, sin traqueotomías permanen-tes y únicamente el 3% de gastrostomías definitivas.

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS PPRREELLIIMMIINNAARREESS EENN EELLTTRRAATTAAMMIIEENNTTOO DDEELL CCAARRCCIINNOOMMAA SSUUPPRRAAGGLLÓÓTTIICCOOLLOOCCAALLMMEENNTTEE PPRREECCOOZZ MMEEDDIIAANNTTEE RREESSEECCCCIIÓÓNNTTRRAANNSSOORRAALL CCOONN LLÁÁSSEERR DDEE CCOO22 EENN EELL HHOOSSPPIITTAALLCCLLÍÍNNIICCOO YY UUNNIIVVEERRSSIITTAARRIIOO DDEE BBAARRCCEELLOONNAA

Desde 1998, en el servicio ORL del Hospital Clínicode Barcelona, la resección transoral con láser de CO2bajo control microscópico se considera de elecciónen todos los tumores supraglóticos localmente pre-coces (T1-T2), siempre y cuando presenten unaexposición adecuada para su resección completa. Lacirugía láser se acompaña de vaciados ganglionaresbilaterales en las lesiones de localización bilateral ocentral, y vaciado ganglionar unilateral en las lesio-nes predominantemente unilaterales. La radioterapiapostoperatoria sobre las cadenas cervicales se reser-va para aquellos pacientes con más de un ganglioafectado en el análisis histológico o con presencia deruptura capsular.

Desde febrero de 1998 hasta diciembre de 2003,66 pacientes con carcinoma supraglótico localmenteprecoz (T1-T2) fueron tratados mediante esta técni-ca. Para el análisis actual se han excluido cuatropacientes: dos tratados previamente con RDT, unointervenido con intención paliativa y un paciente per-dido de control desde el inicio. La serie analizada eneste estudio ha quedado, por lo tanto, constituidapor 62 pacientes, 48 varones (93,5%) y 4 mujeres(6,5%), con una edad media de 62,27 ± 9,34 años(41-79). En la tabla 1 se detallan las características delos pacientes en función de la clasificación TNM de1997.29 El estadio tumoral quedó distribuido delsiguiente modo: I (27,4%), II (38,7%), III (14,5%) yIV (19,4%).

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Todos los pacientes fueron intervenidos medianteláser de CO2 bajo control microscópico. Se utilizó unláser Sharplan 20C o 40C, adaptado a un micromani-pulador Acuspot® 712. Para la resección se utilizóemisión en superpulso, pulser o pulso continuo, enfunción de las preferencias del cirujano y la fase de laintervención (5-20 W, 270 µm diámetro del spot). Enlesiones pequeñas de localización favorable se realizóresección en una sola pieza con márgenes amplios. Enlesiones más extensas, la resección se realizó tras lafragmentación tumoral siguiendo la técnica previa-mente descrita por Steiner y Ambrosch.9 La exposiciónquirúrgica se consideró buena en el 90,3% de lospacientes y dificultosa en el 9,7%.

En una primera época, el tratamiento de las cadenasganglionares se realizó de forma diferida (tres o cuatrosemanas) en la mayoría de pacientes N0, siguiendo lasrecomendaciones de otros autores.18,21 En el momentode la cirugía ganglionar se realizaba una revisión dellecho, con ampliación de la resección en aquellospacientes con márgenes histológicos definitivos afecta-dos o dudosos. Posteriormente, y debido a la mayorexperiencia con este tipo de cirugía, se trataron lascadenas ganglionares simultáneamente con el tumor.

A 51 pacientes se les realizó algún tipo de vaciadoganglionar, que fue unilateral en 27 (52,9%) y bila-teral en 24 (47,1%). La cirugía fue el único trata-miento para 45 pacientes (72,6%), mientras que 17requirieron radioterapia posterior; 7 sobre cadenas(11,3%) y 10 sobre lecho y cadenas (16,1%).

No se evidenciaron complicaciones intraoperatoriasen nuestra serie. Un total de 12 pacientes (19,4%)presentaron alguna complicación postoperatoria rela-cionada con la resección del tumor: cinco hemorra-gias, cuatro neumonías, un enfisema o una combina-ción de las dos primeras en dos pacientes. En seis deellos se trató de complicaciones leves, mientras queen los otros seis las complicaciones requirieron trata-miento quirúrgico y/o ingreso en cuidados intensivos.El porcentaje de complicaciones se correlacionó conla experiencia quirúrgica30 y derivó en secuelas en unsolo paciente (insuficiencia respiratoria restrictiva).

La estancia hospitalaria media fue de 8,32 ± 4,72días para el global de la serie, incluyendo dicho valorel tratamiento quirúrgico del tumor y de las cadenasganglionares. En el grupo de pacientes que requirie-ron ampliación de la resección o en los que los vacia-dos se realizaron de forma diferida a la resección deltumor, la estancia hospitalaria refleja la suma deambas intervenciones. La duración media de la SNGfue de 4,29 ± 10,98 días. El 69,4% de los pacientesno precisaron de la colocación de SNG durante elpostoperatorio. La media de duración de la SNG enlos pacientes que precisaron de ella fue de 15,8 ±16,49 días (mediana 10,5) (véase figura 1).

El tiempo de seguimiento en el momento del aná-lisis de los datos fue de 28,3 ± 18,1 meses (mediana,26 meses). Un total de 12 pacientes (19,32%) pre-sentaron recidiva local durante dicho periodo. Deellos, cinco fueron rescatados mediante una nueva

TABLA 1>> Distribución de los pacientes en función de la clasificación TNM.29

N0 N1 N2a N2b N2c Total

T1 17 3 1 2 1 24

T2 24 6 - 6 2 38

Total 41 9 1 8 3 62

Figura 1>> Distribución de los días de SNG en lospacientes que requirieron de ella.

10

8

6

4

2

0

Frec

uenc

ia

0 10 20 30 40 50 60

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333

resección con láser, dos mediante laringectomíasupracricoidea, cuatro mediante LT y uno se conside-ró paliativo por la presencia simultánea de enferme-dad a distancia. Un paciente presentó una nuevarecidiva locorregional tras la laringectomía supracri-coidea y se consideró irresecable. El control localfinal, control local con preservación de la laringe ycontrol local con láser tras cirugía de repesca fue del96,7, 90,3 y 88,7%, respectivamente. La superviven-cia global estimada a cinco años para el conjunto dela serie fue del 69,6% y ajustada a la enfermedad del78,3%. Los pacientes en estadio I mostraron unasupervivencia cruda y ajustada a cinco años del 88,8y 88,8%, y para los estadios II del 68,6 y 88,6%, res-pectivamente (figura 2).

Cuatro pacientes requirieron una traqueotomíatemporal (uno por imposibilidad de intubación, dospor hemorragia postoperatoria y uno por edematras radioterapia complementaria). Dos pacientesrequirieron una traqueotomía definitiva (uno porestenosis laríngea tras radioterapia complementariay otro por insuficiencia respiratoria restrictiva trashemorragia y neumonía severas en el postoperato-rio inmediato). El paciente con insuficiencia respira-toria restrictiva presentó una recaída local a los sietemeses de la intervención y fue repescado con LT. Unpaciente requirió una gastrostomía temporal porneumonía aspirativa en el postoperatorio. En elmomento del análisis final, el 90,3% de los pacien-tes de la serie preservaban la laringe, que era total-mente funcional en el 88,7% de ellos.

44.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

Los datos preliminares obtenidos en nuestra seriemediante la utilización del láser de CO2 para el trata-miento de tumores supraglóticos precoces confir-man los buenos resultados obtenidos por otros auto-res. Desde el punto de vista oncológico, se trata deresultados equiparables a los obtenidos mediantecirugía externa,3-5,8 pero con una menor morbilidadpara el paciente y una reducción de la estancia hos-pitalaria en la mayoría de casos.

A diferencia de la cirugía externa, la reseccióntransoral evita la realización de traqueoto-mías profilácticas en la mayor parte depacientes, así como la colocación de sondanasogástrica en muchos de ellos.

Además, reduce significativamente la estancia hos-pitalaria y permite ampliar las indicaciones a muchospacientes mayores de 65 años sin que ello supongaun detrimento en la calidad funcional postoperatoriapara la gran mayoría.

Por todo ello, y en espera de mayoresseries y más extenso seguimiento, la larin-gectomía supraglótica por vía transoralcon láser carbónico se perfila como la téc-nica quirúrgica de elección en una mayoríade pacientes con tumores supraglóticoslocalmente precoces.

Supervivencia ajustada1,0

,9

,8

,7

,6

,5

,4

,3

,2

,1

0,0

Figura 2>> Supervivencia global y supervivencia libre de enfermedad en función del estadio tumoral.

Supervivencia global1,0

,9

,8

,7

,6

,5

,4

,3

,2

,1

,0

Supe

rviv

encia

acu

m.

Supe

rviv

encia

acu

m.

0 1 2 3 4 5 6 0 1 2 3 4 5 6

Años Años

Estadio

Avanzado

Precoz

Estadio

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55.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

1. Ferlito A, Silver CE, Howard DJ, Laccourreye O, RinaldoA, Owen R. The role of partial laryngeal resection incurrent management of laryngeal cancer: a collectivereview. Acta Otolaryngol 2000; 120: 456-465.2. Zeitels SM. Surgical management of early supraglotticcancer. Otolaryngol Clin N Am 1997; 30: 59-78.3. Herranz-González J, Gavilán J, Martínez-Vidal J, GavilanC. Supraglottic laryngectomy: functional and oncologicresults. Ann Otol Rhinol Laryngol 1996; 105: 18-22. 4. Suárez C, Rodrigo JP, Herranz J, Llorente JL, Martínez JA.Supraglottic laryngectomy with or without postoperativeradiotherapy in supraglottic carcinomas. Ann Otol RhinolLaryngol 1995; 104: 358-363.5. Scola B, Fernández-Vega M, Martínez T, Fernández-Vega S, Ramírez C. Management of cancer of thesupraglottis. Otolaryngol Head Neck Surg 2001; 124: 195-198.6. Meyers EN, Alvi A. Management of the carcinoma ofthe supraglottic larynx: evolution, current concepts, andfuture trends. Larngoscope 1996; 106: 559-567.7. Orus C, León X, Vega M, Quer M. Initial treatment ofearly stages (I,II) of supraglottic squamous cell carcinoma:partial laryngectomy versus radiotherapy. Eur archOtorhinolaryngol 2000; 257: 512-516.8. Grau JJ, Cuchi A, Traserra J et al. Follow-up study inhead and neck cancer: cure rate according to tumorlocation and stage. Oncology 1997; 54: 38-42.9. Steiner W, Ambrosch P. Laser microsurgery for laryngealcarcinomas. In: Endoscopic laser surgery of the upperaerodigestive tract. Georg Thieme Verlag 2000; 72-82.10. Bernal-Sprekelsen M, Vilaseca-González I, Blanch-Alejandro JL. Predictive values for aspiration afterendoscopic laser resections of malignant tumors of thehypopharynx and larynx. Head Neck 2004; 26: 103-110. 11. Strong MS, Jako GL. Laser surgery in the larynx. Earlyclinical experience with continuous CO2 laser. Ann OtolRhinol Laryngol 1972; 81: 791-8.12. Vaughan CW. Transoral laryngeal surgery using theCO2 laser: laboratory experiments and clinical experience.Laryngoscope 1978; 88: 1.399-1.420.13. Davids RK, Shapshay SM, Strong MS, Hyams VJ.Tansoral partial supraglottic resection using the CO2 laser.Laryngoscope 1983; 93: 429-432.14. Steiner W. Experience in endoscopic laser surery ofmalignant tumors of the upper aerodigestive tract. AdvOtorhinolaryngol 1988; 39: 135-144.15. Zeitels SM, Vaughan CW, Domanowski GF, FuleihanNS, Simpson GT. Laser epiglottectomy: endoscopictechnique and indications. Otolaryngol Head Neck Surg1990; 103: 337-343.

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11.. MMIICCRROOCCIIRRUUGGÍÍAA LLÁÁSSEERR DDEE LLOOSS TTUUMMOORREESSPPRREECCOOCCEESS DDEE SSUUPPRRAAGGLLOOTTIISS

Se definen como tumores precoces de supra-glotis aquellos que no infiltran el espacio preepi-glótico, que no fijan ninguna cuerda y que nopresentan adenopatías mestastásicas en cuello.Muchos laringólogos han demostrado que lalaringectomía parcial supraglótica, descrita porJM Alonso en 19471 por primera vez, suponeuna terapia efectiva para estos tumores.Alternativamente, los tumores precoces desupraglotis también pueden irradiarse. Dado quela resección supraglótica parcial puede asociarsea una gran morbilidad postoperatoria, la radiote-rapia está indicada especialmente en pacientesmayores y multimórbidos con una función pul-monar limitada.

Vaughan, de Boston, fue el primero que des-cribió la resección láser de un carcinoma supra-glótico.60 Desde 1979, Steiner viene usando elláser CO2 para el tratamiento endoscópico tran-soral de carcinomas supraglóticos, inicialmentede casos seleccionados.52,53 Davis y colaborado-res12 publican acerca de una primera serie de20 pacientes en los que realizan una epiglotec-tomía láser para el tratamiento de estenosis dela vía respiratoria superior, de procesos benig-nos o de pequeños carcinomas epiglóticos delocalización suprahioidea. Más adelante, Davisy colaboradores,13 y Zeitels y colaboradores62

publican sobre la resección transoral con láserde carcinomas supraglóticos en pacientesseleccionados.

22.. TTÉÉCCNNIICCAA QQUUIIRRÚÚRRGGIICCAA ((PPRREECCOOCCEESSYY AAVVAANNZZAADDOOSS))

Los carcinomas de supraglotis precoces poco fre-cuentes pueden localizarse en la epiglotis supra-hioidea o en la banda ventricular. Su exposición essencilla y mayormente pueden resecarse en mono-bloque. Los carcinomas de la epiglotis infrahioidease exponen con la ayuda de un laringoscopio bival-va y se resecan con mayor seguridad a través deuna incisión en la vallécula glosoepiglótica en variosfragmentos, con división de la epiglotis en líneamedia, incluyendo la extirpación de la grasa preepi-glótica y preservando las cuerdas vocales y los ari-tenoides. En los tumores avanzados, la porcióntumoral que alcance la cara interna del cartílagotiroides y la musculatura del espacio paraglóticopuede resecarse conjuntamente con la musculaturaafectada. Finalmente, también pueden extirparsepartes de la base de la lengua, del seno piriforme oun aritenoides.

Los límites del método se hallan en las limi-taciones de la rehabilitación de la deglución.

Generalmente, no se precisa ninguna traqueoto-mía, incluso después de resecciones supraglóticasamplias, dado que apenas existe tendencia a la for-mación de edemas. Se ha de plantear la traqueoto-mía cuando exista una limitada capacidad pulmonaren pacientes mayores, cuando exista una diátesishemática (p.ej. tratamiento con anticoagulantes,pacientes en diálisis) o si, durante la intervención, sehan presentado sangrados importantes.

34. Cirugía microscópica láserdel carcinoma supraglótico

P. Ambrosch, A. Martin, W. SteinerTraducción de M. Bernal Sprekelsen

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33.. RREESSUULLTTAADDOOSS DDEE LLAA MMIICCRROOCCIIRRUUGGÍÍAA LLÁÁSSEERR

Mientras que para los carcinomas glóticos la téc-nica de la cirugía con láser se ha establecido progre-sivamente, aún se encuentran pocas publicacionessobre la resección endoscópica de carcinomassupraglóticos. Steiner54 y Eckel y Thumfart17 publi-can, respectivamente, sobre 30 y 15 pacientes concarcinomas supraglóticos. En un estudio multicéntri-co, Zeitels y colaboradores62 analizaron los resulta-dos de 42 pacientes con carcinoma tratados pormicrocirugía láser. Un total de 19 pacientes con T1o T2, tratados exclusivamente por esta vía, no pre-sentaron recidivas. De 23 pacientes, mayoritaria-mente con tumores T2, que fueron operados e irra-diados después, cuatro desarrollaron una recidivalocal y fueron laringectomizados. Estos autoresinterpretan la situación de la cirugía láser como“terapia neoadyuvante con resultado histológicocontrolado”. Eckel18 publicó los resultados de 46pacientes con carcinoma supraglótico en categoríaT1 y T2. El 8,7% de los casos presentaron recidivaslocales o locorregionales, y el 10,9% debió ser larin-gectomizado secundariamente por razones funcio-nales. Iro y colaboradores26 presentan 141 casos decarcinomas de supraglotis tratados mediante micro-cirugía láser en estadios I-IV de la UICC.

Los autores indican que los resultados onco-lógicos son buenos cuando los márgenes deresección están libres de tumor. En los casosque no sea así, recomiendan la ampliaciónde los márgenes de resección positivos o lalaringectomía, pero no la radioterapia, dadoque la radioterapia postoperatoria en lasituación R1 (recidiva) y R2 no se había mos-trado efectiva.

Rudert y colaboradores45 describen los resultadosen 34 pacientes con tumores T1-T4, de los cuales 12fueron intervenidos con intención paliativa. En loscasos con intención curativa no observaron recidivastumorales locales. La tasa de supervivencia a los tresaños fue del 88% para los estadios I y II. Davis ycolaboradores14 trataron a 68 pacientes con tumo-res supraglóticos T2 mediante microcirugía láser yradioterapia postoperatoria. La tasa de control localfue del 97%.

Nosotros hemos intervenido a 48 pacientes concarcinomas supraglóticos T1 y T2. La tasa de controllocal a los cinco años fue del 100% para los pT1 ydel 89% para los pT2. Ningún paciente precisó una

laringectomía por recidiva o por razones funciona-les. La tasa de supervivencia libre de enfermedad alos cinco años fue del 83%, la tasa global de super-vivencia del 76%.2 En una publicación posterior, latasa de control local alcanza el 95% en los 23 pT1y el 85% en los 72 pT2. La preservación de órganofue del 95,5% para los pT1 y del 98,5% para lospT2. La tasa de supervivencia libre de enfermedad alos cinco años fue del 95% para el estadio I y del78% para el estadio II.55

44.. OOTTRRAASS OOPPCCIIOONNEESS TTEERRAAPPÉÉUUTTIICCAASS

Los resultados oncológicos de la laringectomíasupraglótica clásica para los tumores precoces de lasupraglotis son muy buenos. La tasa de control localoscila entre el 90 y el 100% para los T1, y el 80 y el97% para los T2.6,16,22,34,44,49,58

Las tasas de supervivencia a los cinco añosalcanzadas por la microcirugía láser soncomparables con las de la laringectomíaparcial supraglótica convencional.

Varios autores obtienen una tasa de superviven-cia corregida a los tres años entre el 67 y el 92%para el estadio I, y entre el 80 y el 85% para elestadio II.16,34,36,37,40,49,58

La radioterapia primaria es capaz de controlarlocalmente entre el 77 y el 100% de los T1 de supra-glotis, y entre el 62 y el 83% de los T2.19,21,25,38,39,48,50

Mientras Inoue y colaboradores25 verifican un controllocal significativamente mayor en los tumores de epi-laringe en comparación con los tumores de la epiglo-tis infrahioidea, otros autores no hallaron diferenciasen el control local dependientes de la localización ode la afectación de determinadas subáreas de lasupraglotis.7,39 Sin embargo, el volumen tumoral cal-culado mediante las tomografías computadas sítiene valor predictivo para el control local.35

Los datos publicados muestran que haypacientes cuyo tumor hubiera podido serresecado con preservación de la glotis,pero que, tras la recidiva local después deradioterapia primaria, precisaron una larin-gectomía total.

Johansen y colaboradores28 irradiaron a 117pacientes con tumores en estadio precoz de supra-glotis; el 31% de los pacientes precisaron una larin-

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gectomía total por una recidiva. En las cohortes deInoue y colaboradores,25 y Mendenhall y colabora-dores38 se tuvo que someter a una laringectomíasecundaria, respectivamente, al 17 y al 14% de lospacientes.

55.. MMIICCRROOCCIIRRUUGGÍÍAA LLÁÁSSEERR DDEE TTUUMMOORREESSSSUUPPRRAAGGLLÓÓTTIICCOOSS AAVVAANNZZAADDOOSS

5.1. RESULTADOS DE LA MICROCIRUGÍA LÁSER

Sólo existen publicaciones aisladas que muestranla experiencia en el tratamiento láser de tumoresavanzados de supraglotis. Rudert y colaboradores45

presentan resultados en nueve pacientes con carci-nomas T3 (cuatro tratados con intención paliativa) yocho pacientes con T4 (cinco tratados con intenciónpaliativa). El 22% de los T3 y 63% de los T4 desarro-llaron recidivas locales. En la serie de Iro y colabora-dores26 se diagnosticaron recidivas locales en 5 de 15pacientes (33%) con T3 y en 3 de 33 pacientes (9%)con T4. Mientras que Rudert y colaboradores45 con-sideran resecables los tumores con infiltración delespacio preepiglótico, Iro y colaboradores26 aconse-jan mayor prudencia para la indicación quirúrgica detumores en esta localización.

Hemos tratado 76 pacientes con carcinomassupraglóticos pT3 y 45 con pT4 mediante reseccióncon microcirugía láser transoral.

La tasa de control tumoral local estimadasegún Kaplan-Meier a los 5 años fue del79% para los pT3 y del 69% para los pT4. Lapreservación de órgano se logró en el94,5% de los pT3 y el 77,5% de los pT4. Latasa de supervivencia libre de enfermedad alos 5 años fue del 64% tanto para el estadioIII como también para el estadio IV.55

La función vocal fue buena en todos los pacientes.No se realizó una rehabilitación especial para ladeglución. Cuatro pacientes precisaron unaGastrostomía Percutánea (PEG) y tres fueron larin-gectomizados por razones funcionales.55

66.. OOTTRRAASS OOPPCCIIOONNEESS TTEERRAAPPÉÉUUTTIICCAASS

Con la radioterapia primaria se alcanzan en los T3supraglóticos tasas de control local entre el 50 y el

76%.21,23,41,59 En los T4 la tasa de control local bajahasta el 56-61%.23,38

Con radioterapia, Hinerman y colaboradores23

pudieron preservar la laringe en el 68% y Nakfoor ycolaboradores41 en el 72% de los pacientes con T3supraglóticos. Otros autores ofrecen las siguientescifras de supervivencia: la tasa supervivencia corregi-da a los cinco años que obtuvieron Sykes y colabora-dores59 fue del 53%, la tasa de supervivencia libre deenfermedad a los cinco años de Nakfoor y colabora-dores41 fue del 76% y la tasa de supervivencia espe-cífica para el estadio III fue del 81% en la casuísticade Hinerman y colaboradores.23

El control local después de la laringectomía supra-glótica clásica en el T3 oscila entre el 71 y el 94%.6,10,27

La laringectomía parcial supraglótica con-vencional ya no está indicada cuando estánafectados por el tumor el suelo del ventrícu-lo de Morgagni y el espacio paraglótico.Otras contraindicaciones las constituyen lafijación del aritenoides o de la cuerda vocal,y la extensión extralaríngea hacia la base dela lengua o hacia la hipofaringe.

En el mejor de los casos, se puede realizar enton-ces una resección supraglótica ampliada, pero mayo-ritariamente se precisa una laringectomía total.

La laringectomía parcial supracricoidea con cricohioi-dopexia es una alternativa de la clásica resección parcialcuando existe una infiltración del ventrículo o del espa-cio paraglótico. Schwaab y colaboradores46 publican losresultados de 146 pacientes con carcinomas supraglóti-cos (2 casos de T1, 87 de T2, 53 con T3 y 4 con T4), tra-tados con esta técnica con una cricohioidopexia añadi-da. El control local fue muy bueno con sólo el 4% derecidivas. En el 19% de los pacientes se produjeronaspiraciones clínicamente relevantes; el 9% de ellosprecisó una laringectomía total por aspiraciones incon-trolables. La tasa de supervivencia global fue del 88%.

En otras series, la tasa de recidivas locales despuésde la laringectomía parcial supracricoidea con crico-hioidopexia se cifra también muy baja, entre el 0 y el7%.8,11,15,30 Pero no queda patente que con esa técni-ca quirúrgica se hayan abordado mayoritariamentetumores T2 y T3 con una infiltración mínima del espa-cio preepiglótico, afectación del espacio paraglótico ode las cuerdas, así como tumores estadiados como T4en los que la infiltración del cartílago tiroides no eramás que circunscrita.11,30,46 En este tipo de indicacio-nes, la microcirugía láser puede emplearse como unaverdadera alternativa.

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A pesar de que con la microcirugía láser latasa de recidivas tumorales locales esmayor, las tasas de supervivencia son per-fectamente comparables.

Respecto a la conservación de órgano, ambosmétodos presentan resultados similares, teniendo encuenta que en las laringectomías parciales supracri-coideas con cricohioidopexia se precisaron laringec-tomías totales, por aspiraciones incontrolables, almenos en algunas series.

El control local, así como la preservación deórgano, son mejores, tanto con la microciru-gía láser como con la laringectomía parcialsupracricoidea con cricohioidopexia, quecon la radioterapia primaria.

77.. CCOOMMPPLLIICCAACCIIOONNEESS

Para la evaluación de un proceso terapéutico, latasa de complicaciones es de gran importancia. Así,cualquier hemorragia postoperatoria en pacientesno traqueotomizados supone un riesgo por el peli-gro de aspiración de sangre con consecuenciaspotencialmente fatales.29 La incidencia del sangra-do postoperatorio endolaríngeo fue del 6% en elcolectivo de Rudert45 y del 7% en el de Ambrosch ySteiner.3 La incidencia de hemorragias postoperato-rias después de la laringectomía parcial supraglóti-ca clásica se cifra con el 1,6-5%,22,37,61 que esmenor que las obtenidas tras la microcirugía láser,si bien también se han descrito hemorragias fatalesde la base de la lengua o de restos laríngeos des-pués de la laringectomía parcial supraglótica clási-ca.61 La tasa de complicaciones generales despuésde laringectomías supracricoideas con cricohioido-pexia se cifra en el 18%.42,46

Las complicaciones más frecuentes después deradioterapia primaria son las condronecrosis y losedemas que obstruyen la vía respiratoria a la alturade la laringe. Las tasas de complicaciones se cifranentre el 2 y el 7%. El 1,5-2% de los pacientes irra-diados por un carcinoma supraglótico precisan unalaringectomía total, bien por radionecrosis, bien poredemas laríngeos. Otro 0,6-2,5% precisa una tra-queotomía permanente.23,41,59

La radioterapia postoperatoria adyuvante despuésde la laringectomía parcial supraglótica está indicadacuando se sospechan restos tumorales microscópicosen el lecho del tumor primario (resección R1), en

casos de más de una adenopatía cervical, así comoen las adenopatías con ruptura capsular. Se discute sila radioterapia postoperatoria después de una larin-gectomía parcial supraglótica influye negativamentesobre la función laríngea. Según Steiner y colabora-dores56 los pacientes irradiados frecuentemente sonportadores de por vida de una PEG y presentan fre-cuentemente una obstrucción de la vía respiratoriaalta (laringe) por edemas. En otros estudios no sehallaron tasas mayores de complicaciones postradio-terapia,51,57 pero se ha de contar con una mayor tasade complicaciones cuando se aplica una dosis supe-rior a los 50 Gy sobre la laringe.31,51

88.. RREESSUULLTTAADDOOSS FFUUNNCCIIOONNAALLEESS

Todos los autores que publican acerca de la resec-ción microquirúrgica láser transoral para tumores dela supraglotis coinciden en que la rehabilitación de ladeglución es más rápida y que es mejor en su resul-tado final que después de la clásica supraglótica deAlonso.5 La tasa de laringectomías secundarias poraspiraciones persistentes se cifra después de la larin-gectomía supraglótica clásica en entre el 3,5 y el12,5%.20,32,57 La incidencia de aspiración postopera-toria y la duración de la rehabilitación de la deglu-ción varía con la edad y el estado general del pacien-te, así como con la extensión de la resección en labase de la lengua y en los aritenoides.4,24,33

Los mecanismos que contribuyen a la reha-bilitación de la deglución después de lalaringectomía parcial supraglótica son: eltiempo de tránsito orofaríngeo, el cierre dela vía respiratoria en la entrada de la larin-ge, la posición de la laringe restante en rela-ción con la base de la lengua y la movilidadde la base de la lengua hacia la pared poste-rior de faringe.33,43,47

Aquellos pacientes que recuperan estas funcionesen el postoperatorio tienen las mejores condicionespara una deglución normal.

En general, los resultados funcionales de la microci-rugía láser en los tumores supraglóticos pueden descri-birse como muy positivos: la alimentación por sondanasogástrica es por un corto periodo de tiempo, lasaspiraciones son mayoritariamente microaspiraciones ylas cifras de traqueotomías permanentes o de laringec-tomías por alteraciones funcionales son bajas.5

Nosotros pensamos que la rehabilitación temprana y

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exitosa de la deglución en los casos descritos se debe ala integridad de la base de la lengua y de la muscula-tura faríngea, así como a la preservación del hioidescon su musculatura suprahioidea e infrahioidea, lo quepermite una movilidad normal de la laringe en la deglu-ción. En todas las operaciones al menos se conservó unaritenoides, que es importante para el cierre funcionaldel vestíbulo laríngeo. Además, pensamos que la pre-servación de los nervios laríngeos superiores extralarín-geos permite mantener la inervación sensible.

Después de la laringectomía parcial supracricoidea alo largo del primer mes, a la mayoría de los pacientesse les puede retirar la sonda nasogástrica, pero, nor-malmente, los pacientes necesitan entre 6 y 12 mesesantes de poder volver a sus hábitos alimenticios nor-males8,15 y aproximadamente un tercio de ellos pre-sentan restricciones permanentes durante la ingesta.9

También hay que considerar el cambio de la calidad dela voz después de la laringectomía supracricoidea, quees más marcada para mujeres afectadas.9

99.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

Tanto en el carcinoma precoz como en elavanzado de la laringe supraglótica, losresultados obtenidos con la microcirugíaláser son comparables a los que se consi-guen mediante la resección clásica, sobretodo en lo que hace referencia al controllocal y a la supervivencia.

Son algo superiores a los conseguidos con la radio-terapia primaria en los capítulos del control local y lasupervivencia, pero muy superiores respecto a la preser-vación de órgano. Para conseguir estos resultados esnecesaria una técnica quirúrgica precisa y cuidadosaque evite hemorragias y edemas postoperatorios. Lamicrocirugía permite preservar estructuras funcional-mente importantes para que la movilidad del resto dela laringe y de la faringe se mantengan al máximo, con-tribuyendo a una mejor rehabilitación precoz. La escasamorbilidad postoperatoria ofrece con esta técnica tran-soral la opción a ser intervenidos con intención curativaa pacientes que no podrían ser operados mediante unaclásica laringectomía parcial supraglótica.

1100.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. RREESSUULLTTAADDOOSS

De febrero de 1998 a octubre de 2003 se hanintervenido un total de 74 pacientes con un T3 oT4 de supraglotis. Dos pacientes se excluyen dela evaluación por falta de seguimiento y dedatos. Para algunos pacientes, no existen todoslos datos, por lo que son excluidos del cálculorespectivo.

Es importante recordar que son tumores en esta-dio avanzado de enfermedad, pero no solamentepor los ganglios, sino también por el T.

1.1. DATOS DESCRIPTIVOS

La muestra quedó constituida por 72 pacientes,68 (94,4%) varones y 4 (5,6%) mujeres, con unamedia de edad de 60,3% (rango 35-83). Todos lospacientes eran fumadores importantes. Un total de32 (44,4%) eran bebedores de más de 80 g/día, 15(20,8%) de menos de 80 g/día y 24 (333%) noeran consumidores habituales de alcohol (1 casosin datos). Nueve pacientes (12,5%) presentabanuna diabetes mellitus y seis (8,3%), hipertensiónarterial.

Siguiendo las recomendaciones de Steiner, en unprincipio se diferían los vaciamientos contralateralespara evitar el posible riesgo de edema de laringecomo consecuencia del vaciamiento cervical bilate-ral. Por ello, la media de intervenciones es de 2,17por paciente. Las figuras 1-8 muestran imágenes detumores supraglóticos, situaciones intraoperatorias yresultados postoperatorios.

Actualmente, se realiza la exéresis del T y elvaciamiento bilateral en una misma sesión.

Para 68 pacientes (94,4%), la microcirugía láserconstituía el primer tratamiento con intención cura-tiva, para otros 3 (4,2%) era un tratamiento comple-mentario y para otro caso (1,4%) el tratamiento deuna recidiva. En estos últimos cuatro casos el trata-miento previo había consistido en radioterapia (uncaso) o quimioterapia (tres casos).

35. Resultados de la microcirugíaláser en tumores

supraglóticos avanzados M. Bernal, I. Vilaseca, J.L. Blanch, H. Sudhoff

Figura 1>> Imagen de tumor de epiglotis, cara laríngea.En los casos en los que la extensión de los tumores desupraglotis no sea clara se recomienda una TAC paraconfirmar o excluir la afectación de la grasa preepigló-tica, que lo convertiría en una categoría T3.

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La movilidad de cuerdas antes de cirugía fue nor-mal en la mayoría de casos (57, 79,2%), hipomovili-dad en 6 (8,3%) y de fijación en 9 casos (12,5%). Enel resto de casos no se disponen de datos. Esta varia-ble sirve para diferenciar aquellos casos con estadiolocalmente avanzado por extensión a espacio preepi-glótico, base de lengua o seno piriforme, de aquelloscon extensión glótica.

La exposición del tumor había sido dificultosa en11 (15,3%) casos y buena en los demás 61 (84,7%)casos. Según el informe operatorio del cirujano, laresección había sido dudosa en 14 (19,4%) y satis-factoria en 58 (80,6%).

La apreciación subjetiva del volumen tumoral porel cirujano fue de 23 (31,9%) tumores pequeños, 20(27,8%) medianos y de 29 (40,3%) grandes.

En dos pacientes (2,8%) no se realizó un vacia-miento ganglionar. En 10 (13,9%) se hizo un vacia-miento funcional unilateral, en 52 (72,2%) un vacia-miento funcional bilateral. En un caso se llevó a caboun vaciamiento radical unilateral y en 7 casos(9,7%), un vaciamiento funcional de un lado y unvaciamiento radical del otro.

La anatomía patológica final fue de carcinomaescamoso en 69 (95,8%) casos. Otros dos fueroncarcinoma basaloide y otro un carcinoma papilar. Untotal de 29 (40,3%) fueron moderadamente diferen-ciados y 38 (52,8%), pobremente diferenciados.Para cinco casos no existen datos.

Siguiendo la clasificación TNM de 1997, en la cate-goría T3 hay 58 casos (80,6%) y en la de T4 hay 14(19,4%).

La distribución por el N queda reflejada en la tabla1 y la tabla 2 muestra los estadios.

TABLA 1>> Distribución de la casuística por el pN.

N Frecuencia Porcentaje

pN0 23 31,9pN1 19 26,4pN2a 1 1,4pN3 2 2,8Nx 2 2,8pN2b 9 12,5pN2c 16 22,2Total 72 100

TABLA 2>> Distribución por estadios según clasificación de 1997 de la UICC / AJCC.

Estadios Frecuencia Porcentaje

III: T3N0, T1, T2, T3 con N1, M0 36 50,0IVA: T4N0, T4N1, cualquier T con N2 33 45,8IVB: cualquier T con N3, M0 2 2,8IVC: cualquier TN con M1 1 1,4Total: 72 100

Figura 2>> Pieza de resección en monobloque de carci-noma escamoso de epiglotis (pT1), en contraposición alos de mayor volumen o extensión (figura. 3) que esmejor dividir para facilitar su exéresis.

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En 56 (77,9%) de los casos los márgenes fueronnegativos y en 9 (12,5%) positivos. En siete casos(9,7%) los márgenes se definen como dudosos porqueno hay AP: el cirujano ha llegado al cartílago tiroides yallí ha continuado vaporizando en profundidad paratener mayor seguridad de su negativización y, portanto, de una extirpación completa, pero sin poder serconfirmado realmente mediante estudio AP.

En 38 pacientes (52,8%) no se hizo radioterapiacomplementaria, en 12 (16,7%) sólo sobre cadenas yen 22 (30,6%) sobre cadenas y lecho tumoral. En otrostres casos (4,2%) se empleó quimioterapia adyuvante.

Un total de 64 pacientes llevaron SondaNasogástrica (SNG) durante una media de 21,34 días(rango 0-365). La media se alarga únicamente por dospacientes que la llevaron 140 y 365 días, respectiva-mente. Como estos valores son extremos y no repre-sentativos de la muestra (uno encadenó un par derecidivas y el otro se negó a gastrostomía), se analizaeste aspecto sin estos dos pacientes, para que reflejemejor la realidad: así, para los 62 pacientes con datossobre la SNG, la duración media de su mantenimien-to fue de 13,89 días (rango de 0-70).

Figura 3>> Situación intraoperatoria durante la exéresisde un T3 de supraglotis en el que divide la epiglotis porla mitad para reducir el volumen tumoral y obtener unamejor exposición de la extensión. Obsérvese la afectación,en profundidad, de toda la banda ventricular derecha.

Figura 4>> Tumor supraglótico con indemnidad del plano glótico (ay b). La invasión de la grasa preepiglótica obliga a un abordaje porla cara lingual de la epiglotis, vía vallécula, para resecar la grasapreepiglótica y realizar la limpieza de la cara interna del terciosuperior de la quilla tiroidea. c) muestra la situación después de lacicatrización a la altura de la comisura anterior de cuerdas con eltercio anterior de la banda ventricular izquierda.

A

B

C

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El número total de días de ingreso (incluyendo elreingreso para el vaciamiento de cuello) fue de 19,44días (rango 4-51).

Un total de 43 pacientes (59,7%) no desarro-llaron ninguna complicación, 22 (30,6%)tuvieron una, cuatro (5,6%) dos y otros dospacientes (2,8%) tres.

Hay un paciente sin datos. La mayoría de las compli-caciones (23; 31,9%) fueron por el tumor, dos (2,8%)por el N y tres (4,2%) por ambos. Las de mayor inci-dencia fueron la hemorragia del lecho tumoral (11casos; 15,3%) y la neumonía por aspiración (8 casos;11,1%). Dos casos con dos y tres complicaciones res-pectivamente son pacientes con hemorragia severaque requirieron cirugía para su tratamiento, ingreso enUCI y desarrollaron neumonía por aspiración grave.

Siete (9,7%) complicaciones fueron leves, nueve(12,5%) precisaron una revisión quirúrgica, dos (2,8%)ingreso en UCI y una (1,4%), revisión quirúrgica e ingre-so en UCI. El seroma del cuello (n = 1) y la hemorragia delvaciado cervical (n = 1) son complicaciones no relaciona-das con el láser. Solamente dos pacientes (2,8%) desarro-llaron secuelas graves originadas por la complicación.

La calidad de la voz fue percibida por los pacientescomo buena en 46 (63,9%) casos, regular en 19 (26,4%)y mala en 5 (6,9%). En dos casos no constan datos.

56 (77,8%) pacientes no precisaron ningunatraqueotomía. En 11 (15,3%) casos fue tem-poral y en 4 (5,6%), definitiva. En estos cua-tro casos, las causas de la traqueotomíadefinitiva fueron: edemas (n = 1), sinequias(n = 1) y aspiraciones (n = 2).

De estos dos últimos pacientes, uno es portador detraqueotomía y PEG definitivas, y el segundo se tota-lizó. Precisaron una traqueotomía temporal 11 pacien-tes por: hemorragia (n = 2), radionecrosis (n = 2),imposibilidad de intubación en el momento de la ciru-gía (n = 1), hemorragia previa secundaria a una papi-lomatosis operada en otro centro (n = 1), disneapost-tratamiento (n = 5: 3 secundarias a edema y unopor estenosis importante, uno por estenosis modera-da + EPOC severa). Las dos traqueotomías por hemo-rragias fueron en el postoperatorio inmediato, pero elresto (excepto las previas) tras semanas o meses.

TABLA 3>> Tratamiento de la recidiva post-láser.

Tratamiento de la recidiva Frecuencia Porcentaje

Laringectomía total 11 36,7Microcirugía láser 6 20,0Cirugía 5 16,7Paliativo 3 10,0Radioterapia 2 2,8Otras cirugías reconstructivas 1 1,4QT + RT 1 1,4CIR + RT 1 1,4TOTAL 30/72 41,7

Figura 5>> Imagen de situación intraoperatoria inme-diatamente después de una laringectomía supraglóticacon preservación parcial de las bandas no afectadaspor tumor, que en una cirugía convencional también sehabrían sacrificado.

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Un total de 43 pacientes (59,7%) no presentaronproblemas en la rehabilitación de la deglución. En 26(36,1%) la tos ocasional se consideró como secundariaa microaspiraciones. Dos pacientes (2,8%) desarrolla-ron neumonías por aspiración, sin contabilizar aquí lassecundarias a aspiración de sangre por hemorragia.

Cinco pacientes (6,9%) precisaron una gas-trostomía temporal y dos (2,8%) definitivapor alteraciones de la deglución.

Respecto a la función (voz + deglución), en 56 pacien-tes (77,8%) se considera buena, en 5 (6,9%) regular oparcial, y mala en dos (2,8%). En los demás casos (n = 9;13,6%), se precisó una traqueotomía temporal o defini-tiva, una PEG temporal o definitiva, o ambas. Un caso fuetotalizado por aspiraciones de repetición con neumonía(queda incluido en los nueve casos).

Un total de 41 (56,9%) casos no tuvieronninguna recaída, 22 (30,6%) desarrollaronuna recidiva y en 9 (12,5%) se consideró unapersistencia tumoral por ocurrir antes de losprimeros seis meses tras la intervención, porlo que se asumió una resección incompleta.Por distribución, la recidiva fue local en 15casos (20,8%), ganglionar en cuatro (5,6%),local y ganglionar en cuatro (5,6%), locorre-gional con metástasis en dos (2,8%) y pormetástasis a distancia en seis casos (8,3%).

A lo largo del seguimiento, otros 10 pacientes(13,9%) desarrollaron una segunda recidiva, que fuelocal en seis, ganglionar en tres y locorregional en uno.

Sólo dos de estas recidivas pudieron abordarse conintención curativa (una laringectomía total y unvaciamiento cervical). En los demás pacientes el tra-tamiento fue paliativo. Un paciente desarrolló unatercera recaída que fue ganglionar y el tratamientosólo pudo ser paliativo.

Ocho pacientes (12,5%) presentaron una segunda neo-plasia, una en la esfera ORL y las demás en otra localiza-ción. Sólo una fue sincrónica, las otras siete metacrónicas.

En el momento del cierre de la base de datos, 49(68,1%) de los pacientes se encuentran vivos y libresde enfermedad. Un total de 14 (19,4%) han falleci-do por el tumor o por complicación del tratamientodel tumor, y cuatro (5,6%) han fallecido por causasajenas al tumor. Otros cinco (6,9%) están vivos conenfermedad (véase supervivencia actuarial segúnKaplan-Meyer más adelante).

Comparando (Chi-cuadrado de Pearson) la tasa derecaídas en función del pT, no se hallan posibles dife-rencias (p = 0,987) entre el pT3 y el T4. Tampoco haydiferencia en la recidiva local por pT (p = 0,956). No haydiferencias en la exposición tumoral durante la cirugíaentre los T3 y los T4 (p = 0,207; test exacto de Fisher).

1.2. INFLUENCIA DE DISTINTAS VARIABLES

1.2.1. Influencia de la movilidad laríngea

No hay diferencias (Chi-cuadrado de Pearson;p = 0,36) en la recaída (global) entre los tumo-res con movilidad normal o movilidad afectada-incluye hipomovilidad y fijación laríngea-.Tampoco hay diferencias (p = 0,81) en recaída(local) entre los tumores con movilidad normalo movilidad afectada.

1.2.2. Recaída local en función del volumen tumoral(T3 + T4 juntos)

No se evidenciaron diferencias significativas en larecaída local respecto al volumen tumoral establecidopor los cirujanos (ANOVA, p = 0,326).

1.2.3. Influencia de los márgenes en la recaída local

No se han hallado diferencias significativas (p =0,362) en el cálculo ANOVA entre los pacientescon márgenes negativos, dudosos o afectados.

Figura 6>> Imagen de cicatrización tras una hemilarin-gectomía parcial vertical mediante microcirugía lásertransoral del lado izquierdo. Se observa una granula-ción a la altura de la (neo-) cuerda vocal izquierda.

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1.2.4. Supervivencia de la serie (gráficas 1-4)

La media de supervivencia es de 27,53 +/- 16,14(1-62) meses.

1.3. ASPECTOS FUNCIONALES Y SU RELACIÓNCON LA EDAD

El grupo de pacientes mayor o igual a 65 añosestá más tiempo ingresado (23,95+/-13,23 ver-sus 16,34+/- 9,77 días) (pruebas no paramétricasde Mann-Whitney; p = 0,03). No hay diferen-cias significativas en el número de interven-ciones, número de complicaciones o días desonda nasogástrica.

Hemos visto que los pacientes mayores no te-nían más días de SNG; en cambio, tienen másgastrostomías que los jóvenes (p = 0,010, test deFisher). Se incluyen juntas las temporales y laspermanentes.

Los pacientes de más edad no tienen mástraqueotomías que los jóvenes (p = 0,85,Chi-cuadrado de Pearson).

1.4. CONSECUCIÓN DE LA PRESERVACIÓNDE ÓRGANO EN LOS PACIENTES TRATADOSCON LÁSER DE T3 Y T4

(Incluye laringectomías debidas a recaída local,función y necesidad de traqueos y gastrostomíasdefinitivas.)

El 57 (79,2%) de los pacientes preservabanuna laringe funcional. Otros 12 (16,7%)habían precisado una laringectomía total,por razones oncológicas o funcionales, y 3(4,2%) preservan la laringe, pero con unamala función.

22.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

Podemos decir pues que los pT3 y pT4 intervenidosen nuestra serie en las variables analizadas hastaahora se comportan igual. Probablemente, es debidoa que los pT4 son muy seleccionados.

Recaída local por volumen tumoral establecido porlos cirujanos. Probablemente porque estamos anali-zando ya de por sí tumores grandes, no incluimos los

Figura 7>> Imagen cicatrizal después de una laringecto-mía parcial supraglótica. Se observa la buena cicatriza-ción de la comisura anterior de laringe.

Figura 8>> Situación a las pocas semanas de una larin-gectomía parcial supraglótica con preservación comple-ta de bandas ventriculares, habitualmente resecadasen una cirugía convencional. Pequeña granulación enzona antigua de pie de epiglotis.

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351

T1 ni T2, y el T3 ya de por sí siempre es grande. Serábonito analizar, más adelante, esto mismo en unaserie con todos los supraglóticos juntos.

El 79,2% preservan, por ahora, laringe y función,pero hay que mirar estos valores con precaución,puesto que son absolutos del momento actual. Delos pacientes que llevan poco tiempo operados,alguno recaerá y necesitará una total y algún otrorequerirá traqueotomía o gastrostomía. Pero quedaconstancia que, de entrada, la preservación de lalaringe con una buena función asociada a una super-vivencia similar al tratamiento quirúrgico convencio-nal parece posible.

En un principio, se difería el vaciamiento cervical,en parte por prudencia, por la lentitud en la resec-ción del T y por seguir las pautas de otros centroscon experiencia. Este aspecto siempre nos hacíapensar que con un incremento en el número deintervenciones, la cirugía láser perdía mucho de su

sentido (aumento de la estancia, ingresos repetidos,retraso de la posible radioterapia adyuvante, incre-mento del coste y del desgaste emocional delpaciente ante tantas intervenciones). Si realmentese sospechaba tanta morbilidad, era más lógicohacer una traqueotomía pasajera durante la inter-vención o una cirugía externa también preservadorade órgano en estos pacientes. Más adelante se hanintervenido muchos tumores grandes con los vacia-dos simultáneos y la intención es ver si en estoscasos hay mayor morbilidad (complicaciones, díasde sonda, coste, supervivencia, etc.) en aquellospacientes simultáneos o diferidos. Como demostra-mos con anterioridad, parece existir una curva deaprendizaje en lo que hace referencia a las compli-caciones del láser12 y, por ello, es de suponer quetambién la habrá en recaídas y supervivencias; deahí que a día de hoy no pensamos que puedanextraerse aún conclusiones definitivas.

Esta gráfica incluye los pacientes muertos por el tumor, por causa ajena y los vivos con enfermedad. Para losT3 la supervivencia global es del 47,2% y para los T4 del 51,9%. No hay diferencias significativas entre T3 yT4 (log rank test p = 0,76).

Gráfica 1>> Supervivencia global por pT.

0 10 20 30 40 50 60 70Supervivencia global

1,0

,9

,8

,6

,4

,2

0,0Su

perv

iven

cia

acu

m.

PT

T4

T3

35_c 3/11/04 15:29 Página 351

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Gráfica 2>> Supervivencia ajustada a la enfermedad por pT.

0 10 20 30 40 50 60 70Supervivencia ajustada

1,0

,9

,8

,7

,6

,5Su

perv

iven

cia

acu

m.

PT

T4

T3

Esta gráfica incluye los pacientes muertos por el tumor, así como los vivos con enfermedad. Para los T3 lasupervivencia ajustada es del 52,1% y para los T4 del 51,9%. No hay diferencias significativas entre T3 y T4(log rank test p = 0,47).

Gráfica 3>> Supervivencia global por estadios tumorales.

0 10 20 30 40 50 60 70Supervivencia ajustada

1,0

,8

,6

,4

,2

0,0Su

perv

iven

cia

acu

m.

ESTADIO

IVC

IVB

IVA

III

Esta gráfica incluye los pacientes muertos por el tumor, por causa ajena y los vivos con enfermedad. Para los III lasupervivencia global es del 54,2%, para los IVA del 48,01%, para los IVB del 50% y para los IVC del 0%. Hay que con-siderar que en el estadio 4b sólo hay dos pacientes y en el 4c uno. Hay diferencias significativas (log rank test p = 0,03).

35_c 3/11/04 15:29 Página 352

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353

La tabla 4 compara los resultados de las distintasopciones terapéuticas para el carcinoma avanzadode supraglotis. No existen publicaciones con casuísti-cas numerosas después del tratamiento con microci-rugía láser. Recientemente, Oliva Domínguez y cola-boradores9 han publicado sus resultados en 50 casosde carcinoma de supraglotis, pero al no desglosar lostumores en la categoría T, no pueden incluirse en latabla 4. No obstante, su casuística también abarca

estadios avanzados: 6 en estadio III y 17 en estadioIV. El 28% de los pacientes desarrolla complicacionesde diverso grado, entre las que cabe destacar lahemorragia (12% del total) y la neumonía (8% deltotal), con una tasa de laringectomía total por pro-blemas de deglución del 3%. La radioterapia posto-peratoria se aplica en el 44% de los casos y llega auna remisión completa del tumor del 55 a los 5 años,con una supervivencia global a los 5 años del 70%.

Gráfica 4>> Supervivencia ajustada a la enfermedad por estadios.

0 10 20 30 40 50 60 70Supervivencia ajustada

1,0

,8

,6

,4

,2

0,0Su

perv

iven

cia

acu

m.

ESTADIO

IVC

IVB

IVA

III

Esta gráfica incluye los pacientes muertos por el tumor y los vivos con enfermedad. Para los III la superviven-cia ajustada es del 60,2%, para los IVA del 50,6%, para los IVB del 50% y para los IVC del 0%. Hay que con-siderar que en el estadio 4b sólo hay dos pacientes y en el 4c uno y que hay diferencias significativas (log ranktest p = 0,007).

35_c 3/11/04 15:29 Página 353

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55.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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TABLA 4>> Resultados oncológicos según diferentes modalidades de tratamiento en el carcinomaavanzado de supraglotis.

Autor Control local Preserv. órgano Superv. libre tumor Superv. ajustada Superv. ajustadaT3 / T4 T3 / T4 (%) 5 años estadio por estadio (%) para T (%)(%) III / IV (%)

Steiner10 (n = 76 79 / 69 94,5 / 77,5a 64 / 64 - -T3; n = 45 T4)

Motta y cols.7 77 / - 93,7 / - 51 / - - -(n = 18 T3)

Davis y cols.3 97b / - -c - - -(n = 18 T3)

Bernal y cols. 68,1 79,2d - III-60,2% T3-52,1%(n = 58 T3; (T3 + T4) d IVA-50,6 T4-51,9%n = 14 T4)

Radioterapia4,5,6,11 T3: 50-70 685 5311 815 -T4: 56-61 728

L. supraglótica 71-94 - - - -clásicae1,4,6

Superv. = Supervivencia; Preserv. = Preservación.a4 PEG y 3 laringectomías locales. bTratados con radioterapia postoperatoria. cTasa de gastrostomía del 3%, ninguna traqueotomía, tasade neumonía de aspiración del 5%. dSin diferencias estadísticamente significativas entre T3 y T4. eContraindicadas cuando hay infiltra-ción del ventrículo y/o del espacio preepiglótico, de las cuerdas o infiltración circunscrita de cartílago tiroides. L. Supraglótica =Laringectomía supraglótica.

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V. MANEJO POSTOPERATORIO,COMPLICACIONES, REHABILITACIÓN

Y TRATAMIENTOS COMPLEMENTARIOS

separador5 13/10/04 11:42 Página 11

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separador5 13/10/04 11:42 Página 12

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

El tratamiento de las neoplasias de laringe e hipofarin-ge mediante láser CO2 aporta indudables ventajas al tra-tamiento mediante cirugía abierta clásica; entre ellas, la nonecesidad de traqueotomía previa, el menor tiempo dehospitalización, la menor morbilidad y, sobre todo, la pre-servación de las funciones laríngeas en la mayoría decasos.1-2 Sin embargo, el postoperatorio de estos pacien-tes no está exento de complicaciones que, en muchoscasos, son equiparables a las de la cirugía laríngea clásica.

Además de las complicaciones derivadas de laresección del propio tumor, las enfermedades conco-mitantes, como la diabetes, la hipertensión arterial ylos déficits nutricionales condicionan la evoluciónmás o menos favorable del paciente.

Los problemas postoperatorios más fre-cuentes de la cirugía laríngea con láser CO2son: la hemorragia, la infección, las dificul-tades deglutorias y la aparición de disnea.

Otras complicaciones, como infecciones urinarias,infección del catéter, intolerancia gastrointestinal a la ali-mentación por sonda nasogástrica o las neumonías, tie-nen una incidencia similar a la cirugía laríngea abierta.3

22.. MMAANNEEJJOO PPOOSSTTOOPPEERRAATTOORRIIOO

2.1. HEMORRAGIA

En las primeras 24-48 horas de la intervención es

frecuente la expulsión por boca de pequeñas canti-dades de sangre que la mayoría de veces se autoli-mitan. Sin embargo, la apertura de un vaso demayor calibre por caída de una escara o de un cliphemostático puede condicionar una hemorragia demayor intensidad. En estos casos, es imprescindiblela revisión quirúrgica endoscópica con nuevasmaniobras hemostáticas. Si la hemorragia es impor-tante, se puede poner en peligro la vida del pacien-te por aspiración masiva de sangre, dado que lamayor parte de los enfermos intervenidos medianteláser no son portadores de traqueotomía.4

La hemorragia postquirúrgica inmediata puededesarrollarse de forma espontánea o ser secundariaa un pico hipertensivo, apareciendo habitualmenteen el postoperatorio inmediato. Asimismo, la resec-ción de tumores de gran tamaño y ciertas localiza-ciones tumorales, como la base de lengua o lahipofaringe, condicionan con mayor frecuenciasangrados postoperatorios. En nuestra serie se pro-dujo hemorragia postoperatoria en el 8% de lospacientes, de los cuales el 5,4% precisaron revisiónquirúrgica hemostática.

Al igual que en la amigdalectomía, se han descri-to hemorragias de aparición tardía (a los 7-8 díasde la intervención). El riesgo de estas hemorragiases que pueden aparecer cuando el paciente ya hasido dado de alta hospitalaria y que se produzcanen el propio domicilio. En estos casos, si la hemo-rragia es importante y el paciente vive lejos de uncentro hospitalario, el riesgo de inundación bron-quial por sangre y muerte es elevado. No parecehaber signos que contribuyan a prever la apariciónde estas hemorragias.

36. Manejo postoperatoriodel paciente oncológico

tratado con láserF. Sabater,

J.L. Blanch, I. Vilaseca

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2.2. INFECCIÓN

La infección de las partes blandas endolaríngeas ola condritis-pericondritis de los cartílagos es difícil-mente demostrable. Sin embargo, hay una serie designos y síntomas que hacen sospechar la infecciónlocal postoperatoria.

La fetidez, el dolor local no explicable por lapropia intervención quirúrgica, un dolorselectivo intenso a la palpación o incluso lahiperemia cutánea prelaríngea hacen sospe-char la aparición de una infección.

Desde el punto de vista etiológico, los gérmenesresponsables de la infección, tanto de los tejidosblandos endolaríngeos como del pericondrio, seránla flora anaerobia de la orofaringe. Sin embargo, enpacientes con enfermedades asociadas, como ladiabetes, o con una hospitalización prolongadaprevia a la cirugía, los gramnegativos y enterobac-terias colonizan frecuentemente la faringe y secun-dariamente pueden sobreinfectar la herida quirúr-gica. En estos casos, para el tratamiento correctode la infección, además de un antibiótico activofrente a anaerobios y grampositivos, como clinda-micina o amoxicilina-clavulánico, será preciso aso-ciar un antibiótico activo frente a gramnegativoscomo ciprofloxacino.

2.3. DISFAGIA

Las dificultades deglutorias constituyen una de lassecuelas más frecuentes después de la cirugía parcialcon láser. Estas alteraciones se dan con mayor fre-cuencia en las neoplasias de supraglotis. Sin embar-go, resecciones tumorales glóticas, especialmente sidebe actuarse a nivel aritenoideo, pueden presentar,asimismo, disfagia y aspiraciones.5

En nuestra casuística, todos los pacientes interve-nidos de laringectomía parcial supraglótica, tumo-res de hipofaringe y tumores de extensión transgló-tica son portadores de SNG de alimentación, que secoloca en el mismo acto quirúrgico. En tumores deotra localización (subglotis, plano cordal, etc.) otumores de pequeño tamaño, los pacientes inicianalimentación por vía oral a las 24-48 horas de laintervención.

Otros factores que pueden influir en la deglu-ción son la edad y la buena “predisposición” delpaciente.

Para cuantificar el grado de aspiración, esútil la videolaringoscopia con o sin adminis-tración de azul de metileno.

La fibroendoscopia en estos pacientes ayuda a laidentificación del problema y permite crear un pro-grama de rehabilitación.6 Algunos autores establecenuna clasificación del grado de dificultad deglutoria(tabla 1) valorando una serie de parámetros, como laeficacia de la tos, la suficiencia del reflejo tusígeno osi la aspiración es ocasional o permanente.7

La alimentación enteral por SNG, durante unperiodo corto de tiempo, puede considerarse unaforma de nutrición eficaz, de fácil manejo y conpocas complicaciones. Sin embargo, cuando las difi-cultades deglutorias se prolongan, la gastrostomíapercutánea endoscópica (PEG) se impone.8 La colo-cación de una SNG durante un periodo prolongadoconlleva, además de un problema estético, una sen-sación de disconfort y una morbilidad asociada (sinu-sitis, reflujo gastroesofágico, etc.).

La PEG se indica en aquellos pacientes en losque se intuye que la imposibilidad de ali-mentación oral se prolongará más allá de 6semanas.

Este es el caso de continuas aspiraciones por ampliasresecciones tumorales o de las neumonías de aspira-ción. En aquellos casos en que la disfagia es práctica-mente absoluta, con aparición de repetidas neumo-nías, debe practicarse una laringectomía total.9

TABLA 1>> Clasificación del gradode aspiración por videolaringoscopia(según Schröter-Morasch H).7

GRADO DE ASPIRACIÓN: CARACTERÍSTICAS

O Ausencia de aspiración. Presencia de reflejo tusígenoI Aspiración ocasional. Presencia de reflejo tusígenoII Aspiración persistente. Presencia de reflejo tusígenoIII Aspiración persistente. Ausencia de reflejo tusígeno.

Tos ocasional efectivaIV Aspiración permanente. No reflejo tusígeno.

Ausencia de tos ocasional efectiva

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357

2.4. DISNEA

La aparición de disnea en el postoperatorio inme-diato es rara, dado que la propia exéresis tumoralcondiciona el aumento del espacio aéreo. Otra situa-ción es la práctica de una traqueotomía previa a lacirugía por imposibilidad de intubación orotraqueal.

Al contrario de lo que ocurre con cirugíaabierta, la cirugía mediante láser condicio-na en muy poca medida la aparición deedemas.

Así, los grandes edemas de la región aritenoideaque se observan frecuentemente en la laringectomíaparcial horizontal supraglótica abierta no se desarro-llan prácticamente nunca en la cirugía láser.

La disnea de aparición tardía es algo más frecuen-te en la cirugía del plano glótico: la aparición dedepósitos de fibrina o la formación de una sinequiaa nivel de comisura anterior pueden disminuir elespacio glótico.

Otro factor que puede condicionar o aumentar elriesgo de disnea postoperatoria es la práctica devaciados ganglionares bilaterales concomitantes a lacirugía laríngea láser, porque pueden provocar laaparición de un edema endolaríngeo por dificultaddel retorno venoso y/o linfático. Esta disminución deflujo puede aumentar si el vendaje cervical es dema-siado compresivo, por lo que, en los casos de apari-ción de dificultad respiratoria postquirúrgica en unpaciente con vaciados ganglionares bilateralesrecientes, la administración de corticoides intraveno-sos y la extracción del vendaje cervical mejoran habi-tualmente el distrés respiratorio.

2.5. OTRAS COMPLICACIONES

El enfisema subcutáneo puede desarrollarse si lainfiltración tumoral obliga a una resección más alládel esqueleto cartilaginoso o, especialmente, si seperfora la membrana cricotiroidea. La mayoría deveces el enfisema es autolimitado, pero en otroscasos la apertura extralaríngea actúa con un meca-nismo valvular y el enfisema puede extenderse,además de a toda la región cervical, también a lacara y al tórax. El riesgo de un enfisema progresivoes la aparición de disnea, ya sea de origen laríngeo(por compresión) o por la aparición de un neumo-mediastino que condicionará una disnea de mayorgravedad.

El tratamiento del enfisema subcutáneo pro-gresivo con disnea o riesgo de neumome-diastino es la práctica de una traqueotomía.

Otra complicación frecuente en el postoperato-rio son las microaspiraciones y la aparición deneumonías de aspiración. Las aspiraciones desaliva rara vez condicionan la aparición de unaneumonía; por el contrario, cuando el pacienteinicia la alimentación oral, es cuando puede apa-recer el bloque neumónico.

Las microaspiraciones pueden manifestarseen forma de picos febriles que se autolimitan.

Cuando la fiebre es persistente (más de 24 horas),debe sospecharse la presencia de una neumonía,con lo que se suspenderá la dieta por vía oral y se rei-niciará por vía SNG.

La neumonía por aspiración estará origina-da por microorganismos de la flora orofarín-gea y, probablemente, enterobacterias.

El tratamiento empírico de esta neumonía deberealizarse con antibióticos activos frente a ambosgrupos de gérmenes. Se utilizarán antibióticos anae-robicidas, como clindamicina, o la asociación depenicilina con metronidazol o amoxicilina-clavulánico.Se administrará también un antibiótico activo frentea enterobacterias, como una fluorquinolona o unaminoglicósido.

La administración de piperazilina-tazobactamconstituye una monoterapia eficaz para eltratamiento de la neumonía de aspiraciónen el paciente hospitalizado.10

33.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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4. Kremer B, Schlöndorff G. Late lethal secondary hemorrhageafter laser supraglottic larynguectomy. Arch Otolaryngol HeadNeck Surg 2001; 127: 203-5. 5. Oeken J, Hänsch U, Thiel S, Bootz F. Swallowing functionafter endoscopic resection of supraglottic carcinoma withthe carbon dioxide laser. Eur Arch Otorhinolaryngol 2001;258: 250-254.6. Bernal M, Vilaseca I, Blanch JL. Predictive values foraspiration after endoscopic laser resections of malignanttumors of the hypopharynx and larynx. Head Neck 2004; 26:103-110.7. Schröter-Morasch H. Schweregradeinteilung derAspiration bei Patienten mit Schluckstörung. In: Gross M

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359

11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

La cirugía láser sobre orofaringe, hipofaringe y larin-ge ha ampliado enormemente las posibilidades de tra-tamiento de muchos pacientes y, en consecuencia, hadisminuido el número de los que son sometidos a unalaringectomía total. La realización de un mayor núme-ro de resecciones parciales implica la posibilidad depresentar disfagia y aspiración que pueden compro-meter los resultados funcionales de estos pacientes y,con alguna frecuencia, comprometer su vida.Clásicamente, la deglución en los pacientes sometidosa una laringectomía parcial se evaluaba solicitando alpaciente que tragara en nuestra presencia y compro-bando si tosía o no. Con esta aproximación, conse-guíamos distinguir una parte importante de los pacien-tes que no eran susceptibles de tragar, pero con ciertafrecuencia se presentaban neumonías por aspiraciónque comprometían seriamente la vida de estos pacien-tes, motivo por el cual se restringían hasta no hacemucho las laringectomías parciales a pacientes meno-res de 65 años. Actualmente, con el láser se realizanprocedimientos parciales muy distintos y han aumen-tado muy sustancialmente los límites de edad. Todoello exige que podamos comprobar de una maneramás objetiva la eficacia de la deglución y proporcionarmedios de corrección cuando la misma no es adecua-da. En nuestro caso, y tras más de ocho años realizan-do cirugía láser y más de cuatro con una consultaestablecida de aspiración y disfagia, ya no pode-mos imaginar cómo podríamos realizar esta cirugía sindisponer de las posibilidades que nos ofrece compren-der y manejar la deglución y la aspiración medianteuna consulta específica de aspiración y disfagia.

22.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN YY DDEEFFIINNIICCIIOONNEESS

Diferenciaremos pacientes con disfagia, que sedefine como dificultad al paso de alimentos, deaspiración, definida como el tránsito a la víaaérea de alimentos o secreciones endógenas.

El paciente podrá presentarse con uno o ambossíntomas.

La disfagia se puede clasificar según el mecanismofisiopatológico en disfagia orofaríngea o disfagia eso-fágica. La disfagia orofaríngea, con mucho la más fre-cuente, y especialmente cuando hablamos de pacien-tes intervenidos mediante resección endoscópica conláser, comprende la dificultad al tránsito del bolo en lafase oral (voluntaria e involuntaria) y en la fase farín-gea. Por otro lado, la disfagia esofágica es la produci-da por alteración en la fase esofágica. Clásicamente, ladisfagia también se ha dividido en disfagia a sólidos ydisfagia a líquidos; el primer caso nos orienta hacia untrastorno obstructivo y la relacionada con líquidos,hacia un trastorno de origen motor.

En pacientes con cirugía láser, la disfagia presenteserá la orofaríngea. La afagia comprende la situaciónen que el paciente no puede ingerir ningún alimento.La odinofagia es la deglución dolorosa.La aspiración la dividiremos en:- Aspiración basal, que se define como el paso desecreciones a la Vía Respiratoria Superior (VRS) sinrelacionarse con la alimentación. - Aspiración con relación a la deglución, diferenciando:

• Predeglución, cuando ocurre el drenaje prematu-ro de alimentos hacia la vía aérea, lo más frecuentedebido a insuficiencia del sello palatogloso y también

37. Disfagia y aspiracióntras cirugía láser

G. Jaume,M. Tomás, P. Sarría

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cuando se produce un retardo en el inicio de ladeglución.

• Durante la deglución, cuando el efecto esfinteria-no de glotis y supraglotis no consiguen evitar el pasodel bolo alimenticio hacia la VRS.

• Postdeglución. Es la regurgitación posterior delbolo cuando ya ha pasado la encrucijada laringofa-ríngea, debido a falta de elevación laríngea, peristal-sis faríngea disminuida, parálisis faríngea unilateral odisfunción cricofaríngea.

También es importante poder distinguir la aspiraciónen función de la clínica a que dé lugar, y hablamos de:- Aspiración sintomática: Es evidente que el pacienteaspira.- Aspiración silente: No presenta clínica al tragar,pero sí dará lugar a patología al cabo del tiempo.

En los pacientes con cirugía láser se presen-ta sobre todo la aspiración durante la deglu-ción, pudiendo ser sintomática o silente.

La aspiración silente es la más peligrosa, por cuantopasa inadvertidamente hasta que da lugar a complica-ciones marcadas, como puede ser una neumonía.

También deberemos evaluar el impacto sobre lacalidad de vida que supone la disfagia y/o aspiracióna través de los siguientes parámetros:• Malnutrición. En pacientes con cáncer, los reque-rimientos energéticos son mayores, especialmentedurante el postoperatorio.• Deshidratación. Debido a la clínica de tos duran-te la deglución de líquidos, evitan la ingesta de losmismos, con riesgo de deshidratarse.• Pérdida de peso.• Impacto psicológico. Comer es una actividad coti-diana y social. Si el paciente se halla imposibilitado,sus relaciones sociales se verán afectadas. Además, enla deglución entran otros factores sensoriales, como laolfacción y el gusto. Durante la ingesta enteral, situa-ción obligada cuando la ingesta oral no es posible, dalugar a situaciones estresantes para los pacientes.

2.1. FISIOPATOLOGÍA

Los mecanismos implicados pueden ser múltiples.La fase faríngea de la deglución comprende una

secuencia de actos involuntarios, que se iniciancuando el bolo alimenticio sobrepasa los pilaresamigdalinos anteriores; el arco aferente se localizaen base de lengua y pilares amigdalinos anteriores.

La fase faríngea comprende:- El cierre completo de la rinofaringe, a través delcontacto del velo paladar con la faringe.- La base de lengua junto con los músculos constric-tores de la faringe son muy importantes en la propul-sión del bolo alimenticio.- La vía aérea se protegerá a través de la retroversiónde la epiglotis, la elevación y el cierre de bandas y cuer-das vocales, y la anteversión de ambos aritenoides.- La sensibilidad desempeña también un papel muyimportante para la sincronización y la protección dela vía aérea. Sobre todo se halla vehiculizada a travésdel nervio laríngeo superior.Mecanismos implicados según el tipo de cirugía:

2.1.1. Laringectomía supraglótica

a. Resección de los dos esfínteres superiores de pro-tección de la vía aérea, tanto repliegues aritenoepi-glóticos y la epiglotis, como las bandas ventriculares.

b.Si se amplía a base de lengua y la resección esmenor de 1 cm, por regla general no implica alteracio-nes en la deglución; pero si es mayor de 1 cm, puededar lugar a problemas de inicio (disparo) de la fasefaríngea o bien dificultades de propulsión del bolo.

c. La glotis se halla en posición más baja (más quela supraglótica abierta) y se halla dificultada la eleva-ción laríngea.

2.1.2. Resección láser glótica

Dependiendo del tipo de resección, puede fallar elefecto protector del cierre de cuerdas vocales. Altiempo, la tos, importante mecanismo protector, seve dificultada, o es menos eficaz al ser incapaz dedesarrollar flujos espiratorios de la suficiente veloci-dad como para despejar el área gloto-supraglótica.

2.1.3. Resección seno piriforme

a. Fallo de coordinación de la deglución por lesióndel n. laríngeo superior y déficit de sensibilidad anivel de hipofaringe con el riesgo de aspiración.

b. Fallo en la capacidad propulsiva del segmento afecto.c. Posible fijación de la laringe, especialmente

durante las semanas subsiguientes, en las que tienelugar el proceso de cicatrización.

d.Estenosis que dificulta la progresión del bolo ali-menticio. Es poco frecuente.

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361

2.1.4. Efectos de la radioterapia

a. Xerostomía.b.Edema.c. Mucositis.d.Déficit de peristaltismo.El paciente podrá presentarse con disfagia, con aspi-

ración o bien con ambos. La disfagia orofaríngea sepuede presentar como inhabilidad de propulsar el boloalimenticio, también denominada deglución inefecti-va, o bien como retardo en el inicio de la deglución.

En la cirugía láser, el principal mecanismoimplicado es la falta de elevación de la larin-ge y la posición de la misma en una situa-ción inferior a la fisiológica.

Aparte, en cada tipo de cirugía habrá uno u otrocomponente.

2.2. CLÍNICA

Los síntomas que presentan pueden incluir sialorrea,regurgitación nasal, sensación de obstrucción al pasodel alimento, tos con la deglución, odinofagia, acúmu-lo de secreciones en la hipofaringe con mal manejo delas mismas, dificultad a la masticación y trastornos enla voz, como voz húmeda o voz soplada.

Si por el motivo que sea se añade una traqueotomía,normalmente la situación empeora, al disminuir lasposibilidades de desarrollar una tos efectiva, por lasituación de cortocircuito de la vía aérea, al tiempo quese dificulta la elevación laríngea durante la deglución.

Se sabe que entre el 43 y el 83% de pacien-tes con traqueotomía presentan signos deaspiración o neumonía por aspiración.

La disfagia se produce por los cambios fisiológicosque se producen (tabla 1).

2.3. TÉCNICAS DE EVALUACIÓN DIAGNÓSTICAS

a. Evaluación del paciente encamado (bedsideclinical evaluation). Es la evaluación a pie de cama.Realizaremos una historia clínica dirigida. Preguntaremoscon qué alimentos presenta tos o atragantamiento, quéalimentos evita, qué maniobra realiza para comer, si hapresentado pérdida de peso y le haremos una explora-ción completa.

b.Tránsito esofagogastroduodenal. Ventajas: visuali-za lesiones estructurales, estudia fase esofágica ypuede visualizar reflujo gastroesofágico. Desaventajas:no estudia etapas orofaríngeas de la deglución, esun estudio no dinámico y como el bolo de bariodebe ser de gran volumen, el riesgo de aspiración esmayor. Es poco práctico en pacientes en el postope-ratorio inmediato.

c. Manometría esofágica. Permite observar el peris-taltismo faríngeo y esofágico, la apertura del esfínteresofágico superior e inferior. Sobre todo resulta útil enpatología neuromuscular.

d.Ecografía orofaríngea útil para evaluar la fisiolo-gía y anatomía de la lengua durante la deglución.

e. Electromiografía. Solamente es útil para evaluaractividad muscular durante la deglución.

f. Videofluoroscopia que consiste en administrardiferentes consistencias de alimentos con contraste yse graba en una cinta de vídeo durante la deglución.Nos permite cuantificar el grado de aspiración y,sobre todo, la fase oral de la deglución. Pero presen-ta como desventajas que no objetiva la aspiraciónbasal y no es tan específico para evaluar lesionesestructurales. Junto con la videoendoscopia de ladeglución, es la técnica de referencia (gold standard)en la evaluación de la disfagia.

g.Videoendoscopia de la deglución. Consiste en laintroducción del nasofibroendoscopio por las fosasnasales y evaluar la misma de forma basal y tras laingesta de diferentes consistencias. Se desarrollarámás adelante.

TABLA 1>> Cambios fisiológicos producidospor la traqueotomía.

• Cambios o pérdida de resistencia aérea

• Imposibilidad de generar presión subglóticadurante la deglución

• Pérdida de tos efectiva

• Pérdida de la capacidad de oler

• Pérdida de fonación

• Sensibilidad mucosa reducida

• Cierre vocal reducido, así como la coordinación

• Disrupción del ciclo de respiración-deglución

• Sensación de cuerpo extraño

• Disminución de la capacidad de elevación laríngeadurante la deglución

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2.4. VIDEOENDOSCOPIA DE LA DEGLUCIÓN

Realizaremos la videoendoscopia de la degluciónentre el tercer y quinto día postcirugía (algoritmo 1).

La aspiración con relación a líquidos se presenta enel 60-70% de los pacientes según las diferentesseries y se puede manejar según explicamos másadelante sin necesidad de nutrición enteral.

En primer lugar, veremos si hay insuficiencia velo-faríngea. Anotamos la situación anatómica resultan-te, si el paciente presenta retención de secreciones y,finalmente, apreciamos si hay penetración (las secre-ciones no llegan a bajar por debajo de las cuerdasvocales, pero sí penetran en el vestíbulo laríngeo) oaspiración basal. La zona 3 (región interaritenoidea)(véase la tabla 2) es una zona de alto riesgo de aspi-ración. También anotaremos si el paciente presentasialorrea o xerostomía.

Verificamos la sensibilidad de la hipofaringe,mediante pulsos de aire o tocando el replieguearitenoepiglótico con la punta del endoscopio,comprobando si se produce la aducción glóticafisiológica.

Un aspecto muy importante será comprobar si labase de lengua contacta con la pared posterior de la

hipofaringe haciendo un efecto de pseudoepiglotis y,por tanto, protegiendo la vía aérea.

Posteriormente, administraremos diferentes consis-tencias y observamos a cual de ellas el paciente presen-ta aspiración. Palparemos el cuello durante la deglu-ción para verificar la adecuada ascensión laríngea.

2.5. TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE DEGLUCIÓN

Antes de iniciar la tolerancia oral a través de lavideoendoscopia de la deglución, decidiremos si lanutrición oral es efectiva y segura o si, por el con-trario, necesitamos nutrir al paciente, aunque seaprovisionalmente, por una sonda nasogástrica opor una gastrostomía.

La videoendoscopia de la deglución nos permitirá rea-lizar una terapia de retroalimentación, ya que el pacien-te puede ver por sí mismo (en el monitor) qué estrategiasson las más adecuadas a su caso, al comprobar en lapantalla qué es lo que sucede cuando traga.

Posibilidades:Estrategias de rehabilitación de la disfagia, consis-

tentes en cambios del alimento, maniobras facilita-doras de la deglución y ejercicios sin relación con ladeglución (también denominada terapia indirecta dela deglución).

ALGORITMO 1>> Diagnóstico.

Videoendoscopia deglución 3-5 díasPostcirugia

Aspiración líquidos Aspiración sólidosAspiración basal

Neumonía por aspiración

SíEvaluar cirugía

NoTécnicas indirectas

NoNutrición enteral

No

¿Se controla con espesantes?¿Maniobra mentón esternón?

¿Se evita ?¿Maniobra mentón esternón?

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363

2.5.1. Modificaciones en la alimentación

a. Cambios en el volumen del bolo. Se manejan mejorbolos alimentarios con volúmenes pequeños.

b.Consistencia del alimento, de menor a mayor difi-cultad. Fisiológicamente, la deglución cambia de fácil adifícil: deglución de sólidos, semisólidos y, por último, loslíquidos. En paciente postcirugía, lo más frecuente esque presente aspiración a líquidos, que se puede evitarespesando éstos con espesantes o con agua gelificada.

c. Temperatura: la disfagia orofaríngea mejora conalimentos fríos.

2.5.2. Terapia indirecta de la deglución

Consiste en ejercicios para aumentar el control dela fase oral y faríngea de la deglución. También paraestimular la sensibilidad a nivel de la hipofaringe ypara incrementar el efecto protector sobre la víaaérea (tablas 3, 4 y 5).

a. Ejercicios para aumentar la fuerza y movimientosde mandíbula y lengua.

b.Técnicas de elevación laríngea y cierre vocal.c. Estimulación térmica, consiste en estimulación

con frío en pilares amigdalinos anteriores y base delengua para aumentar sensibilidad a nivel del arcoaferente de inicio de deglución, con ejercicios pro-pugnados por Rosenbek.

d.Ejercicios de movilidad del cuello. Son ejerciciosorientados a aumentar la fuerza de los músculos ele-vadores de la laringe y a permitir la apertura del esfín-ter esofágico superior, específicamente el genihioideo,el tirohioideo y el músculo digástrico. Le decimos alpaciente que desde la posición decúbito supino man-tenga la cabeza elevada durante un minuto.

2.6. MANIOBRAS FACILITADORAS DE LA DEGLUCIÓN

Consisten en maniobras de aclaración laríngea ylas propias maniobras facilitadoras, que son funda-mentalmente cambios posturales (tabla 3).

La doble deglución consiste ingerir dos veces elmismo volumen alimenticio. Esto es, tragar unasegunda vez en vacío.

TABLA 2>> Hallazgos a la exploración en los cuadrosdisfagia en pacientes cirugía láser.

• Zona I retención en vallécula

• Zona II lateral a repliegues aritenoepiglóticos

• Zona III secreciones en senos piriformes y zona retrocricoidea

TABLA 3>> Ejercicios de rehabilitación disfagia.

1.Terapia indirecta de la deglución

• Ejercicios labiales y de base lengua

• Ejercicios de elevación laríngea y cierre glótico

• Ejercicios térmicos

2.Maniobras de aclaración de la vía alimenticia

• Doble deglución

• Deglución alterna

• Deglución alterna térmica

3.Maniobras facilitadoras de deglución

• Maniobra de Mendelsohn

• Deglución supraglótica

• Deglución supersupraglótica

• Maniobra mentón esternón

• Maniobra de rotación hacia el lado afecto

• Maniobra mentón-rotación cabeza

• Maniobra de hiperextensión

TABLA 4>> Ejercicios para aumentar movilidadlingual y de la mandíbula.

• Mantener la punta de la lengua en el paladar

• Mover la punta de la lengua desde los dientes hacia atrás

• Pronunciar los fonemas t/d porque realizan un contacto rápidode la punta de la lengua con el arco alveolar

• El sonido ch también incrementa el contacto conel paladar blando

• Los fonemas k/g sirven para aumentar el contactodel paladar blando

• Aumentar el rango de movimiento de la mandíbulaa través de masticar

• Ejercicios contra resistencia, el propio paciente intenta abrirla boca haciendo presión en contra con la mano en el mentón

• Ejercicios de succión

• Ejercicios de movimientos laterales de la lengua

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La deglución alterna consiste en deglutir primerosólidos y después líquidos, y se denomina térmica siestos líquidos son fríos.

La deglución supraglótica comprende cuatro partes:- Inhalar aire y retenerlo.- Poner el bolo en la boca.- Tragar.- Toser antes de inhalar.

La deglución supersupraglótica es similar a la ante-rior añadiendo la maniobra de Valsalva (mediante lacual se favorece el cierre glótico).

La maniobra de Mendelsohn es una técnica para abrirel esfínter esofágico superior. Instruimos al paciente paraque, al tragar, eleve el hueso hiodes con su propia mano.

La maniobra mentón esternón o flexión de la cabe-za es la más útil en pacientes postcirugía supraglóti-ca láser. Permite abrir el esfínter esofágico superior yayuda a que la base de lengua contacte con la paredposterior de la faringe para mayor efecto de propul-sión y cierre de la vía aérea.

La rotación hacia el lado afecto es especialmente útilcuando vemos debilidad de un lado de la hipofaringeo cuando haya hipomotilidad de una cuerda vocal.

33.. TTRRAATTAAMMIIEENNTTOO QQUUIIRRÚÚRRGGIICCOO

La necesidad de tratamiento quirúrgico es excep-cional y comporta muy distintos procedimientos.

Clásicamente, el tratamiento quirúrgico consisti-ría en la elevación laríngea y en la miotomía delcricofaríngeo.

La laringectomía total se reservará a aquellospacientes que, tras nueve meses postcirugía,no son capaces de realizar una nutrición oralefectiva y segura, y sólo para aquellospacientes en los que la nutrición oral sea unaprioridad absoluta, que no aceptan la nutri-ción por una gastrostomía. También la eva-luaremos en el caso de aspiración basal yneumonía por aspiración.

44.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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TABLA 5>> Ejercicios de cierre vocal yde elevación laríngea.

• Practicar la tos• Aumentar el tono de voz• Iniciar la voz con un golpe glótico• Sostener la voz en diferentes tonos• Intentar mantener el tono de voz durante un tiempo

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

El tratamiento quirúrgico con láser carbónico paratumores avanzados seleccionados de la vía aerodiges-tiva es de introducción relativamente nueva. La resec-ción láser de tumores malignos se ha venido consoli-dando en la cirugía oncológica de cabeza y cuello,1-8

de tal manera que los abordajes externos, como laslaringectomías parciales y las traqueotomías, han per-dido popularidad en los últimos años. Un aspecto deeste tipo de cirugía transoral consiste en la preserva-ción de tejido no afectado por el tumor.

Las laringectomías totales se reservan paraaquellos tumores en los que la eliminación detejido conlleve una aspiración permanente,disfagia o repetidas neumonías de aspiración.

Hasta la fecha, pocos estudios se han ocupado de ladeglución, las aspiraciones o la disfagia después deresecciones endoscópicas con láser carbónico.9 Laexperiencia nos permite adelantar que las dificultadesen la deglución son más probables cuando el tumorengloba la supraglotis o cuando el tumor es extenso yvoluminoso, obligando a una resección transoralamplia.1,2 No obstante, esta hipótesis no se ha podidoconfirmar en la práctica. Teóricamente, también laresección de tumores de menor tamaño podría indu-cir problemas de la deglución dependiendo de sulocalización. Otras cuestiones siguen en el aire sin queexistan estudios que las cuantifiquen: las veces que seprecisa la colocación de una sonda nasogástrica y porcuánto tiempo, en cuántas ocasiones está indicada latraqueotomía o incluso la gastrostomía percutánea.

En este capítulo se presentan los resultados de unestudio prospectivo sobre los resultados funcionalesque hacen referencia a la deglución en pacientes some-tidos a resecciones tumorales mediante láser carbónico.En él, se identifican las variables que podrían influenciaren la deglución y su rehabilitación después de una ciru-gía que, de entrada, se programa sin traqueotomía.

22.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOOSS

De febrero de 1998 a enero de 2002 se trataron319 pacientes con tumores malignos de hipofaringey de laringe por vía endoscópica con láser CO2, conintención curativa. Este grupo representa aproxima-damente el 70% de todos los pacientes con tumoresmalignos de laringe e hipofaringe tratados duranteese periodo. Se excluyeron 109 pTis y pT1 glóticos,dado que en este tipo de tumor y localización no seesperan problemas de deglución habitualmente,quedando 210 pacientes para la evaluación final.

Se empleó la clasificación de la UICC de 1997.10

Fueron incluidos todos los tumores T1 y T2 de la víaaerodigestiva superior, así como tumores T3 y T4seleccionados (con buena exposición intraoperatoriay cuya localización y resección permitía esperar laausencia de problemas de deglución). No se excluye-ron pacientes por razón de edad.

En todos los pacientes con tumores de supraglotis yde hipofaringe, así como en pacientes con tumoresglóticos avanzados localmente, se realizó un vacia-miento cervical concomitante o diferido. Se añadióradioterapia postoperatoria en los cuellos N1 con ade-nopatías mayores de 2 cm. El tumor primario solamen-

38. La aspiración después de cirugía láserpara la extirpación de tumores malignos

de la vía aerodigestiva superior:factores predictivos

M. Bernal, I. Vilaseca, J.L. Blanch

38_c 3/11/04 15:51 Página 365

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te se irradió en el postoperatorio cuando el estudioanátomo-patológico revelaba una infiltración vascular,de nervios y linfáticos, o cuando no había seguridad deuna resección completa. La deglución se estudió pros-pectivamente en todos los pacientes incluidos. Lamayoría de los pacientes con tumores de supraglotis yde hipofaringe recibieron una Sonda Nasogástrica(SNG) al final de la intervención. En pacientes contumores localmente avanzados de glotis, en los que serealizó una aritenoidectomía parcial o subtotal, tam-bién se colocó una SNG. La alimentación oral se inicióel mismo día en los pacientes con tumores pequeños.Para los tumores avanzados, la alimentación por víaoral (con gelatinas) se inició entre los cinco y siete díaspostoperatorios. La SNG se retiró en el momento enque el paciente demostraba poder tragar líquidos.

El seguimiento de los pacientes se realizó en la salay en la consulta. La deglución se controló mediantela historia clínica y con la fibroscopia transnasal. Seconsideró un periodo mínimo de cinco meses posto-peratorios para establecer el estatus de la deglución.De manera prospectiva, se analizaron las siguientesvariables: presencia o ausencia de SNG, duración dela SNG, aparición de tos durante la ingesta oral, apa-rición de neumonías de aspiración, necesidad de tra-queotomía, necesidad de gastrostomía percutáneatemporal o permanente secundaria a aspiraciones, ylaringectomía total secundaria a aspiraciones derepetición o a la imposibilidad de deglutir.

También se estudiaron la influencia de la edad,de la localización y de la radioterapia postoperato-ria sobre los parámetros de la deglución.

2.1. ANÁLISIS ESTADÍSTICO

Los datos se presentan como medias ± la desvia-ción estándar. El test de Kolmogorov-Smirnov se usó

para estudiar la distribución de las variables. El testde Mann-Whitney U y el T-test se emplearon para lacomparación de las medias entre grupos. La correla-ción entre los parámetros de la deglución, la clasifi-cación del T y la localización tumoral se llevó a cabomediante el test del Chi-cuadrado de Pearson. Porrazones estadísticas, los siete tumores transglóticosy los dos subglóticos fueron incluidos en el grupo delos tumores glóticos. De esa manera, los pacientesquedaron distribuidos en tres grupos: tumores glóti-cos, supraglóticos y de hipofaringe.

Todos los análisis se llevaron a cabo con el progra-ma SPSS-Windows versión 10.0. Se definió el valorde p = 0,05 como significativo estadísticamente.

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS

Desde febrero de 1998 hasta enero de 2002 seintervinieron e incluyeron en la base de datos 210pacientes. La edad media fue de 61,35 años (rango35-86). Tenían hipertensión arterial 29 pacientes(13,8%) y otros 29 (13,8%) tenían diabetes mellitus.Los datos relacionados a la localización tumoral y elestadio por T se encuentran en la tabla 1.

En 59 pacientes (28,1%) la cirugía con láser CO2fue el único tratamiento. Dos pacientes (0,95%) sesometieron a cirugía laríngea y radioterapia cervical,y 151 (71,9%) a cirugía y vaciamiento cervical. Serealizaron un total de 236 vaciamientos cervicales enlos 151 pacientes; 26 fueron vaciamientos clásicos y210 funcionales. En 66 pacientes (31,4%) el vacia-miento cervical fue unilateral y en 85 (40,5%) bilate-ral. En 53 pacientes (25,2%) se completó el trata-miento con radioterapia postoperatoria: 34 (16,2%)del cuello y 19 (9,04%) del cuello y del primario.

La deglución postoperatoria fue estudiada entodos los pacientes. Se colocó una SNG en 26/112

TABLA 1>> Características según la localización tumoral y la clasificación T.

pT1 (n) pT2 (n) pT3 (n) pT4 (n) Total (n)

Glotis - 45/26,9% 5/3,0% 8/4,8% 167

Supraglotis 16/13,2% 41/33,9% 53/43,8% 11/9,1% 121

Hipofaringe 2/6,5% 17/54,8% 11/35,5% 1/3,2% 31

N: Número de pacientes.

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(23,2%) de los tumores T1-T2, con una media de2,5 ± 8,04 días (rango 0-60). En los tumores T3 yT4, 46/73 pacientes (63%) precisaron una SNGuna media de 13,95 ± 22,55 días (rango 0-140). Lanecesidad de una SNG fue más frecuente y duran-te un mayor periodo de tiempo en los tumoreslocalmente avanzados (T3 + T4) que en los T1 + T2(p = 0,0001). La relación entre el número de díascon SNG, la localización tumoral y la clasificacióndel T se encuentran en la tabla 2.

Los síntomas compatibles con la aspiración fueronfrecuentes en el colectivo, observándose en el33,8% de los pacientes. De ellos, 12 (5,7%) pade-cieron una neumonía por aspiración postoperatoria y59 (28,1%) sufrieron temporalmente tos durante laingesta. El test del Chi-cuadrado de Pearson correla-cionó significativamente las localizaciones tumoralesde supraglotis e hipofaringe (p = 0,001), y tumores

localmente avanzados (p = 0,016). El porcentaje depacientes con sintomatología compatible con aspira-ción relacionados con la localización tumoral quedanreflejados en la tabla 3.

De 210 pacientes, se realizaron un total de 33(15,7%) traqueotomías. De ellas, 25 (11,9%) se eje-cutaron antes de la operación, bien por problemasrespiratorios, bien por dificultades en la intubación.Ocho traqueotomías (3,8%) fueron secundarias a pro-blemas en la deglución; de éstas, 6 (2,9%) fueron defi-nitivas y 2 fueron temporales (1%). El grupo de 6 tra-queotomías definitivas incluye 2 laringectomías totalespor disfagia absoluta. La tabla 3 muestra los porcenta-jes de traqueotomía según la localización tumoral.

Fueron necesarias 13 gastrostomías percutáneas(6,2%) para evitar aspiraciones severas; 8 (3,8%)fueron pasajeras y 5 (2,3%) fueron definitivas. Lasgastrostomías se llevaron a cabo en 1/58 (1,7%)

TABLA 2>> Número de días con sonda nasogástrica según la localización y la clasificación T.

Glotis X ± DE Supraglotis X ± DE Hipofaringe X ± DE

pT1 - 1,94 ± 5,42 0 ± 0

pT2 0,18 ± 0,64 4,87 ± 12,71 3,56 ± 4,27

pT3 6 ± 8,49 14,66 ± 22,86 9,8 ± 12,66

pT4 0 ± 0 16,78 ± 17,97 100

X: media. DE: Desviación Estándar.

TABLA 3>> Número y porcentajes de pacientes con tos ocasional, neumonía, gastrostomía ytraqueotomía secundaria a problemas deglutorios según la localización tumoral.

Glotis (N / %) Supraglotis (N / %) Hipofaringe (N / %)

Tos ocasional durante la ingesta 11/19% 33/27,3% 15/48,4%

Neumonía 1/1,7% 7/5,8% 4/12,9%

Gastrostomía percutánea temporal 0/0% 4/3,4% 1/3,2%

Gastrostomía percutánea definitiva 0/0% 2/1,7% 3/9,7%

Traqueotomía temporal 0/0% 2/1,7% 0/0%

Traqueotomía definitiva 1/1,7% 2/1,7% 0/0%

Laringectomía total o cirugía reconstructiva 1/1,7% 1/0,8% 1/3,2%

N: Número de pacientes.

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tumores glóticos, en 7/121 (5,78%) tumores supra-glóticos y en 5/31 (16,1%) tumores de hipofaringe.La necesidad de una gastrostomía percutánea secorrelacionó estadísticamente de manera significati-va con la localización tumoral (p = 0,002) y los tumo-res en estadio pT3 y pT4 (p = 0,016). Considerandocada localización tumoral por separado, en la supra-glotis la necesidad de una gastrostomía percutáneano se correlacionó significativamente con la clasifica-ción del T (p = 0,16) y tampoco en los tumores dehipofaringe, si bien se observa una tendencia haciala significancia estadística con una p = 0,08. Losporcentajes de correlación de los pacientes con gas-trostomías percutáneas y la localización tumoral semuestran en la tabla 3.

La tabla 4 muestra una sinopsis de los 13 pacien-tes (6,2%) en los que fue necesaria la colocación deuna gastrostomía, la realización de una traqueoto-mía o ambas.

Los hallazgos fibroscópicos fueron diferentes enfunción de la localización tumoral. Las exploracionesde pacientes con disfagia o aspiraciones tratados porun tumor de hipofaringe mostraban una cicatriza-ción obliterativa en el seno piriforme operado. Enestos casos, el paso de la ingesta durante la deglu-ción se llevaba a cabo por el seno piriforme contra-lateral. En algunos casos, especialmente cuandouna parte de la epiglotis y del cartílago aritenoideo

debían ser resecados, se producía una aspiración per-manente. Los hallazgos fibroscópicos tras reseccionessupraglóticas amplias con posteriores alteraciones enla deglución mostraban una aspiración directa en loscasos en los que se había resecado también unaparte amplia de la base de la lengua. En pacientescon laringectomías parciales y un cierre incompletode la glotis se observaba una aspiración lateral, espe-cialmente si se había resecado un cartílago aritenoi-deo, parcial o totalmente.

Para estudiar si la variable “edad” constituía un fac-tor predictivo de la alteración de la deglución, lospacientes fueron divididos en dos grupos (de 30-65años y mayores de 65 años). No se hallaron diferen-cias estadísticamente significativas entre ambos gru-pos, ni en el tiempo de permanencia de la SNG (p =0,38), ni en la frecuencia de neumonías de aspiración(p = 0,24). Los pacientes mayores a los 65 años pre-sentaron, sin embargo, un número significativamentemayor de gastrostomías postoperatorias (p = 0,024).

También se halló una diferencia estadísticamente sig-nificativa entre los pacientes que habían recibido radio-terapia postoperatoria y aquellos que no la habían reci-bido referente al periodo de permanencia de la SNG(p = 0,001), con un tiempo superior para los pacientescon radioterapia, que además también presentabanmás síntomas de aspiración (p = 0,001) y una tenden-cia mayor a precisar una gastrostomía (p = 0,075).

TABLA 4>> Características de los pacientes con gastrostomía y/o traqueotomía.

Paciente Edad Localización Estadio T Gastrostomía Traqueotomía LT o CR

1 84 Glotis T2 Temporal Definitiva LT

2 68 Supraglotis T2 Temporal Temporal No

3 71 Supraglotis T3 Temporal No No

4 71 Supraglotis T3 Temporal No No

5 74 Supraglotis T3 Temporal Definitiva LT

6 69 Supraglotis T3 Temporal No No

7 69 Hipofaringe T3 Temporal Definitiva CR

8 54 Hipofaringe T3 Temporal No No

9 77 Supraglotis T2 Definitiva No No

10 71 Supraglotis T4 Definitiva Definitiva No

11 61 Hipofaringe T2 Definitiva No No

12 43 Hipofaringe T3 Definitiva Definitiva No

13 61 Hipofaringe T4 Definitiva Definitiva No

LT o CR: Laringectomía Total o Cirugía Reconstructiva por graves problemas funcionales.

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44.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

El estudio prospectivo en 210 pacientes consecuti-vos, con tumores malignos de la vía aerodigestivasuperior tratados por vía transoral mediante láserCO2, demuestra que las dificultades de la deglucióny las aspiraciones se presentan estadísticamente conmayor frecuencia en los tumores localmente avanza-dos de supraglotis y de hipofaringe. Este hallazgo essimilar al que se conoce de las resecciones parcialestranscervicales.11-17

Durante la fase faríngea de la deglución, la entra-da de comida en la vía respiratoria superior se previe-ne mediante el cierre de la glotis, la depresión de laepiglotis sobre el vestíbulo laríngeo y mediante larotación anterior de la laringe, junto a su elevación,que la contrapone a la base de la lengua.18

El grado de dificultades en la deglución enel postoperatorio depende de la extensiónde la resección.

Por ello, los pacientes con tumores avanzados ytumores de hipofaringe o de supraglotis han deinformarse acerca de la alta probabilidad de llevaruna SNG aproximadamente 2 semanas después de laintervención quirúrgica. Los pacientes también hande ser informados sobre la duración del proceso derehabilitación de la deglución, que suele llevar entre6 y 8 semanas, y que en algunos casos precisa unagastrostomía percutánea o una traqueotomía, mayo-ritariamente de forma pasajera, pero a veces demanera permanente.

Los resultados generales de la degluciónparecen confirmar que la resección transoralde tumores pequeños alcanza una recupera-ción rápida.

En nuestro grupo, sólo un 23,2% de los tumorespequeños requirieron una SNG, habitualmente porun periodo inferior a la semana. Ocasionalmente, lasestructuras normales de la laringe se han de sacrifi-car para obtener acceso al tumor y, por ello, lospacientes han de ser informados acerca de la posibi-lidad de una SNG hasta la recuperación de la deglu-ción. Los resultados concuerdan con los de la litera-tura2-4,19,20 y confirman que la técnica reduce laestancia hospitalaria y los costes en pacientes some-tidos a la resección transoral con láser CO2.

Existen múltiples explicaciones para justificar estosresultados. Una de ellas es la de la preservación de

tejido sano durante la resección de los tumores. Otraes el hecho que, al contrario de la cirugía transcervi-cal, la resección endoscópica preserva la inervaciónsensible de la faringe. Adicionalmente, el abordajeendoscópico evita el riesgo de aspiración de unalaringe en posición inferior, situación que sí se dadespués de una laringectomía supraglótica, tal ycomo lo describen Schweinfurth y Silver.20

La preservación del hioides, de la muscula-tura cervical y del esqueleto laríngeo hansido descritos como factores contribuyentesa la restitución de la función deglutoria.18

En concordancia con otros autores,1,3 se ha obser-vado que el periodo de rehabilitación de la degluciónen los tumores T3 y T4 tratados endoscópicamentepuede reducirse, asociado a un alto porcentaje depreservación de órgano. No obstante, en el grupo detumores avanzados localmente cabe esperar unamayor incidencia de complicaciones.1,21,22 En los con-sejos preoperatorios que se deben dar a los pacien-tes con tumores voluminosos del seno piriforme o dela supraglotis, siempre se ha de informar acerca de lamayor probabilidad de necesitar una SNG y que tam-bién puede ser necesaria una gastrostomía pasajerao permanente, así como una traqueotomía.2

La aspiración es muy frecuente después de reseccio-nes faringolaríngeas parciales; 4,22,23 por ello, se espera-ba una mayor incidencia de neumonías de aspiraciónen nuestra casuística después de realizar las reseccio-nes mayoritariamente sin traqueotomía profiláctica.Sin embargo, no se observaron mayores tasas de neu-monías postoperatorias en nuestra serie, en compara-ción con series de abordaje externo.11,13,14,24 Ello puedeser debido al bajo índice de lesiones sobre los nervioslaríngeos superiores y a la consiguiente presencia delreflejo tusígeno en casi todos los pacientes.

En tumores pequeños, la preservación de laanatomía laríngea y la evitación de la tra-queotomía, junto al mantenimiento de laelevación normal de la laringe, se puedenconsiderar factores favorables en la preser-vación de la función deglutoria.4,18,20

La comparación histórica con publicaciones sobre lalaringectomía supraglótica convencional demuestraque la neumonía por aspiración se produce en el 0-19% y que se precisa entre un 0,4 a un 9,8% delaringectomías totales por una disfagia permanente.La necesidad de una SNG es definitivamente más alta

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y el periodo de permanencia mayor (tablas 5 y 6). En lo que respecta a la neumonía por aspiración y

la laringectomía total, nuestros resultados se super-ponen con los de otros autores que emplean el láserCO2 para realizar laringectomías parciales transorales.

Nuestros resultados también refuerzan lanecesidad de una rehabilitación funcionalprecoz, especialmente para pacientes contumores T3 y T4, así como tumores del senopiriforme y de la supraglotis.

TABLA 5>> Problemas de deglución después de laringectomía parcial por abordaje externo.Revisión de la literatura.

Autor Tipo de cirugía N Sonda nasogástrica Neumonía por aspiración LT

Bocca E.36 L. supraglótica 240 Tiempo de recuperación 1,3% 0,4%de deglución: 21 díasRecuperación retardadade deglución (5,4%)

Flores et al.34 L. supraglótica y L. 46 14-21 d (60,9%) 13% 4,3%supraglótica ampliada 28 (19,6%)

60 d (19,6)PEG definitiva (6,5%)

Hirano et al.33 L. supraglótica 38 30 d (84%) nm 7,8%34-61 d (7,8%)

Staffieri A.35 L. supraglótica 143 17 (rango 6-57) nm nm(98%)

Beckardt et al.25 L. supraglótica + L. 46 20 d (39%)supraglótica ampliada 20-65 d (33%) nm nm

65 d (28%)

Rademaker et al.24 L. parcial externa 55 Hemilaringectomía (10 d) nm nmL. supraglótica (40 d)L. supraglótica ampliada(45-173 d)

Succo et al.11 L. supraglótica + L. 142 16 días (range 10-39) nm nmsupraglótica ampliada 23 días (range 11-102)

Herranz-González L. supraglótica 110 11-15 días (6%) 5% 0,9%et al.12 16-20 días (45%)

21-25 días (32%)26-35 días (9%)35 días (7%)

Suárez et al.17 L. supraglótica 193 - 21,2% 9,8%L. supraglótica ampliada 56 - 21,4%

Zacharek et al.26 L. supracricoidea 10 30 días 0% 0%

Lawson et al.7 Cirugía reconstructiva 34 14 días 2,9% 2,9%de Tucker PEG (0%)

Schwaab et al.16 L. subtotal con CHP 146 21 días 19% 9%

Naudo et al.13 L. parcial supracricoidea 124 22 días 11,5% 2,5%PEG permanente (2,5%)

N: Número de pacientes; LT: Laringectomía Total; L: Laringectomía; PEG: gastrostomía percutánea endoscópica; CHEP: Cricohioidoepiglotopexia. CHP:cricohioidopexia. d: días. nm: no mencionado.

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Algunos autores publican resultados muy positivos alargo plazo, con programas de rehabilitación funcionaldespués de laringectomías parciales,9,25,26 haciendoénfasis en la evaluación postoperatoria y en el estable-cimiento de un programa individualizado de entrena-miento de la función deglutoria. Habitualmente, estosprogramas están basados en variaciones posturales,movimientos bucales, técnicas de deglución y la consis-tencia diferente de los tipos de ingesta. Existe un ampliorango de técnicas para evaluar el estado de la deglu-ción, pero habitualmente se emplea la videoendoscopia(con y sin la deglución de azul de metileno).9,28-31 Avivpublicó un estudio prospectivo acerca de la utilidad dela exploración endoscópica versus la deglución modifi-cada de bario en pacientes con disfagia, llegando a laconclusión de que no había una diferencia estadística-mente significativa entre ambos tipos de exploración,siendo, eso sí, más económico el grupo endoscópico.32

Nosotros preferimos el examen mediante fibroscopio,

dado que se puede realizar en el mismo momento delseguimiento oncológico. Adicionalmente, el equipo esportátil y, si fuera necesario, el examen puede llevarse acabo en una unidad de cuidados intensivos.

En nuestras manos, la endoscopia flexible ayuda en laidentificación del problema y de planificar la rehabilita-ción. Además, nos ha llevado a introducir modificacio-nes conservadoras durante la cirugía: en reseccionessupraglóticas intentamos preservar parte de la epiglotissiempre y cuando no se encuentre infiltrada por tumor,así como, tanto como sea posible, del repliegue ariteno-epiglótico para reducir los problemas de la deglución.

En la cirugía de tumores de seno piriformehemos introducido colgajos de mucosa quese suturan a la pared lateral de la faringe o ala mucosa de la laringe para facilitar la aper-tura del seno periforme durante la deglucióny evitar el cierre cicatrizal.

TABLA 6>> Problemas de deglución después de laringectomía parcial transoral con láser CO2.

Revisión de la literatura.

Autor Tipo de cirugía N Sonda nasogástrica Neumonía por Laringectomía totalaspiración

Ambrosch et al.19 L. supraglótica 48 6 días (rango 3-30) 2% 0%(T1 a T2)

Iro et al.3 L. supraglótica 141 nm Traqueotomía definitiva 0%(T1 a T4) (9%) en resecciones

ampliadas

Moreau5 L. supraglótica 19 16,5 días 10,5% 0%(Tis a T3)

Eckel.20 L. supraglótica 46 14 días (80,4%) nm 10,9%(T1 a T2) 28 días (8,6%)

Zeitels et al.4 L. supraglótica 46 1-6 semanas en L. 0% 0%(T1 a T3) y tumor supraglóticas ampliadashipofaringe (T1)

Bernal et al. Glóticos (T2 a T4) 58 Glotis 0,4 d (± 1,8) Glotis (1,7%) Glotis (1,7%)PEG definitiva (0%)

L. supraglótica 121 Supraglotis 9,6 d Supraglotis (5,8%) Supraglotis (0,8%)(± 18,1) PEG definitiva (1,6%)

y tumores 31 Hipofaringe 8,6 d Hipofaringe (12,9%) Hipofaringe (0%)hipofaringe (± 20,6) (T1 a T4) PEG definitiva (9,7%)

N: Número de pacientes; PEG: gastrostomía percutánea endoscópica; d.: días; nm: no mencionado.

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No obstante, no disponemos aún de resultadosdefinitivos en una casuística más numerosa con estatécnica.

Otro aspecto importante de nuestro estudioes que la edad no parece tener un papel deci-sivo en el resultado funcional de reseccionestransorales de la vía aerodigestiva superior.

Solamente la tasa de gastrostomías parece sersuperior en pacientes de edad avanzada. Aun así, elnúmero total de gastrostomías (5 temporales y 2permanentes) es muy bajo. El hecho de que la edadno afectaba el resultado funcional fue publicado porRudert et al.22 y ha influenciado nuestra práctica.Desde siempre, la edad avanzada se había conside-rado una contraindicación formal de las laringecto-mías parciales externas. El abordaje endoscópico hareducido la morbilidad postoperatoria y ha incre-mentado las indicaciones para este tipo de cirugía enlos ancianos, debiéndose tener en cuenta la mayorprobabilidad de una gastrostomía.

En nuestro estudio, la radioterapia ha tenido un efec-to adverso sobre la deglución y su recuperación, pero loconsideramos relacionado mayormente al alto númerode tumores localmente avanzados en este grupo.

55.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

Las resecciones endoscópicas de tumores faringola-ríngeos conduce a una recuperación precoz de la fun-ción deglutoria. Comparado con los abordajes exter-nos, se evitan muchas traqueotomías, la necesidad deuna SNG se reduce y la preservación de órgano esposible incluso en tumores localmente avanzados.

66.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Tanto la La Radioterapia (RDT) como la cordecto-mía endoscópica con láser de CO2 (CL), se utilizan efi-cazmente en el tratamiento del cáncer laríngeo enestadio precoz. Estos dos tratamientos consiguenunos índices de recidiva y supervivencia similares;1-9 sinembargo, existe una persistente controversia acercade los resultados funcionales, especialmente de susefectos sobre la calidad de voz.8-10 A día de hoy toda-vía no existe un buen estudio aleatorizado que permi-ta de manera fehaciente evaluar los dos tratamientos.El motivo es múltiple. Por un lado, las posibles diferen-cias presumibles entre ambos tratamientos son peque-ñas, por lo que el tamaño de la muestra debería serdemasiado grande para ser realizado en un espaciorazonable de tiempo y en una única institución. Porotro lado, no parece existir un interés real por parte delos facultativos médicos, convencidos cada uno deellos de que su tratamiento es el más adecuado.

En muchos centros el tratamiento de elección delcarcinoma glótico precoz sigue siendo la radioterapia,por considerarse que la calidad de voz es mejor quecon la cirugía. Este concepto proviene de la época enque el tratamiento quirúrgico del cáncer glótico con-sistía en la cordectomía o la laringectomía parcial ver-tical por vía externa, un procedimiento agresivo quecrea una incompetencia glótica asociada a una vozdébil y con escape de aire. Sin embargo, en las últi-mas décadas, la difusión del tratamiento endoscópi-co con láser, mucho menos agresivo que los aborda-jes externos y que permite su realización en el mismoacto de la toma biópsica, ha cambiado esta perspec-tiva. Cada vez son más numerosas las publicaciones

que evidencian que la cordectomía endoscópica conláser de CO2 en pacientes seleccionados consigueresultados vocales equivalentes a los del tratamientocon radioterapia.9,11-12 Así, aspectos como el cumpli-miento, las complicaciones, las posibilidades de res-cate curativo en caso de recidiva, el coste del proce-dimiento y la opción de reservar la radioterapia paraaquellos casos no infrecuentes de segundas neopla-sias parecen favorecer paulatinamente a la opciónquirúrgica.

El objetivo de este capítulo es analizar la funciónvocal tras el tratamiento del carcinoma de glotismediante resección transoral con láser de CO2 bajocontrol microscópico. Para ello, se ha realizado unarevisión de la literatura (véase la tabla 1), con espe-cial énfasis en los resultados funcionales y los méto-dos utilizados para su evaluación. El capítulo incluye,además, los resultados preliminares de calidad devoz en pacientes intervenidos en el Hospital Clínico yUniversitario de Barcelona.

22.. RREEVVIISSIIÓÓNN DDEE LLAA LLIITTEERRAATTUURRAA.. MMÉÉTTOODDOOSS DDEEEEVVAALLUUAACCIIÓÓNN DDEE LLAA CCAALLIIDDAADD DDEE VVOOZZ

Uno de los principales problemas a la hora de eva-luar los resultados de la calidad vocal tras el trata-miento con cirugía láser es la falta de estandariza-ción de los estudios. Así, no es infrecuente queaspectos tan relevantes como el tipo de cordectomía,el momento de análisis de la voz, las muestras yparámetros evaluados (perceptivos y objetivos), y eltipo de personal que lo realiza difieran ampliamenteentre los distintos trabajos.

39. La voz tras la cirugía láseren el carcinoma glótico

I. Vilaseca, P. Huerta,A.M. Fernández-Planas

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Para la mayor parte de autores, la evaluación per-ceptiva de la calidad de voz sigue siendo el mejormétodo para evaluar el funcionalismo vocal. Lasmedidas acústicas objetivas reflejan el sonido, lascaracterísticas físicas de la voz, pero no la habilidadpara la comunicación.9,13 A pesar de sus limitacio-nes, el análisis acústico puede aportar informaciónvaliosa sobre la fisiopatología del defecto vocal y,por lo tanto, se considera una herramienta comple-mentaria al análisis perceptual. Por otra parte, elanálisis acústico sigue un método riguroso y objeti-vo que evita juicios meramente subjetivos que pue-den ser equivocados. También la evaluación aerodi-námica es muy importante en el estudio de la voz,puesto que analiza la función pulmonar, la encar-gada de proporcionar la energía mecánica necesa-ria al aparato de vibración laríngeo para crear unaenergía acústica. Otros métodos empleados vanmás allá de la evaluación funcional en sí y cuantifi-can la repercusión de la voz en la calidad de vidadel paciente.

2.1. ANÁLISIS PERCEPTIVO DE LA VOZ

El análisis subjetivo de la calidad de voz puede serrealizado por personal específicamente entrenado(fonetistas, foniatras, logopedas, otorrinolaringólo-gos especializados en disfunciones vocales) o porpersonal no entrenado, como sería el caso del propiopaciente. Varios trabajos han demostrado que mayornivel de entrenamiento, implica peores resultados encalidad de voz.9,14

Se considera que la evaluación por parte delotorrinolaringólogo estaría a medio caminoentre la de un foniatra y la del paciente. Sededuce que los pacientes refieren sus vocesen función de la habilidad para cubrir susdemandas sociales y profesionales, mien-tras que la evaluación por personal especia-lizado, aunque más correcta desde el puntode vista profesional, refleja mayor expecta-tiva vocal.

La mayor parte de estudios realizados por perso-nal especializado basan su análisis perceptivo en laescala GRBAS propuesta por Hirano,11 que evalúael grado de disfonía (G), la rugosidad (R), la pre-sencia de escape aéreo (B), la astenia o fatiga vocal(A) y la voz constreñida (S). Recientemente, laEuropean Laryngologic Society (ELS) ha propuesto

un protocolo básico para el análisis funcional de lapatología vocal, que incluye una simplificación dela escala de Hirano, la GRB, y que es similar a laRBH (Rauhigkeit, Behauchtheit, Heiserkeit) utiliza-da en Alemania.15 Estas dos escalas evalúan en suanálisis el grado de disfonía (G), la rugosidad de lavoz (R) y el escape de aire (B), y excluyen los pará-metros de astenia y constreñimiento por ser menosfiables.16 También, la American Speech-Language-Hearing Association, en colaboración con elDepartment of Communication Science Disordersde la Universidad de Pittsburgh, ha postulado unconsenso sobre los mínimos estándares recomen-dados para el análisis perceptual de la voz en lapráctica clínica (CAPE-V).17 Esta escala evalúaaspectos como el grado de disfonía, la rugosidad,el escape aéreo, el constreñimiento, el tono y laintensidad vocal.

Para la evaluación de la calidad de la voz median-te personal no específicamente entrenado, la mayo-ría de estudios utilizan escalas de diseño propio(basadas en la presencia o no de disfonía y en laintensidad de la misma) o cuestionarios de calidad devida. Hasta el momento, dos cuestionarios han sidorigurosamente validados para tal fin: el VoiceHandicap Index (VHI)18 y la Voice-Related Quality ofLife (V-RQOL) Measure.19

2.2. ANÁLISIS OBJETIVO DE LA VOZ

El fenómeno acústico puede registrarse a través dela señal laringográfica que obtenemos mediante eluso del estroboscopio o, directamente, a partir de lasalida del tracto vocal mediante un micrófono y unregistro magnetofónico. Posteriormente, se realiza elanálisis de distintos parámetros acústicos a través desoftware y hardware específicos, analizadores acús-ticos informatizados. En todos los casos, el análisisobjetivo de la voz ofrece valores cuantificables detodos los parámetros acústicos de la voz, entre ellosla frecuencia fundamental (F0), la intensidad oamplitud, y el timbre. Las medidas de perturbación,tanto en tono (jitter) como en amplitud (shimmer), ylos registros de armónico-ruido (cantidad de ruido enla voz normal) son las más utilizadas y fiables, y pare-cen determinar los elementos básicos de percepciónde la calidad de voz.

Algunos autores basan sus resultados en el análisisde vocales sostenidas, mientras que otros lo hacenen frases y textos estandarizados, en voz de conver-sación o en voz cantada.

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La vocal a se considera el indicador más sen-sible para manifestar diferencias a nivel deproducción de vocales.12,20

La vocal i, al igual que la a, aporta informaciónesencial para la clasificación cualitativa de la disfo-nía, pero en ambos casos se trata de una situaciónirreal, por lo que algunos autores prefieren conside-rar los resultados en voz conectada. Para estesupuesto, es importante que la frase o el texto seafonéticamente equilibrado y que el análisis de losparámetros se realice en intervalos con similar fre-cuencia fundamental.21

El rango vocal o fonetograma también ha sido uti-lizado en algunos trabajos. Informa sobre las posibi-lidades extremas de la voz, aspecto de gran impor-tancia para profesionales y cantantes. Los aspectosmás sensibles del fonetograma respecto a los cam-bios en la calidad de voz son la frecuencia máxima yla mínima intensidad.22

2.3. EVALUACIÓN AERODINÁMICA

Para analizar aspectos como la eficiencia dela fonación y el esfuerzo vocal, la evaluaciónaerodinámica se considera primordial y seincluye en muchos de los estudios publica-dos. El parámetro aerodinámico más simple yutilizado es el Tiempo Máximo de Fonación(TMF), que consiste en la prolongación de lavocal a el máximo tiempo posible en un tonoe intensidad confortables.23

El cálculo del Cociente de Fonación (CF = capacidadvital (ml) / tiempo máximo de fonación en segundos)permite corregir el sesgo producido por la variacióndebida a la función pulmonar. Otro método para ana-lizar el grado de cierre glótico corregido en función dela capacidad respiratoria es el cálculo de la razón S/Z(ratio normal ≤1,2).22 También el cálculo de la presiónaérea subglótica es de gran valor, puesto que permiteel cálculo de la presión mínima necesaria para iniciarla fonación y, juntamente con el flujo aéreo y la inten-sidad, estimar la eficiencia de la misma.22

Recientemente, el Belgian Study Group of VoiceDisorders ha desarrollado el Disphonia Severity Index(DSI), una medida multidimensional que refleja la cali-dad de voz global y que se basa en una integración delrango vocal y de medidas aerodinámicas (TMF) y acús-ticas (jitter).24 Dado que el análisis perceptual sigueconsiderándose el gold standard en la evaluación de

las características de la voz, la construcción del DSI sedesarrolló a partir de la evaluación perceptiva de la cali-dad de voz utilizando para ello GRBAS. El DSI ha mos-trado una elevada correlación con el VHI.

2.4. TIPO DE CORDECTOMÍA

Varios tipos de cordectomía han sido publicadosen la literatura y detallados en un capítulo aparte enla presente ponencia. Para facilitar la comparaciónde la calidad de voz de las diversas publicaciones, ennuestro capítulo hemos reclasificado la multiplicidadde estudios siguiendo la clasificación propuesta porla European Laryngological Society25 (ver tabla 2).

33.. CCAALLIIDDAADD DDEE VVOOZZ TTRRAASS CCIIRRUUGGÍÍAA TTRRAANNSSOORRAALLCCOONN LLÁÁSSEERR DDEE CCOO22 EENN CCAARRCCIINNOOMMAASS PPRREECCOOCCEESSDDEE GGLLOOTTIISS ((TTIISS--TT22))

Para la mayoría de autores, la calidad de voz tras lacordectomía láser depende de la localización de lalesión, del abordaje quirúrgico y de la cantidad detejido que debe ser resecado.4,14,26-28

Se considera que cuando la resección se limi-ta a menos de la mitad de la anchura de lacuerda vocal, dos tercios del músculo vocalpersisten íntegros. En estas condiciones ycon un aritenoides y una comisura anteriorintactos, se formará tejido cicatrizal que lle-vará en la mayoría de casos a la creación deuna neocuerda totalmente funcional.

TABLA 2>> Tipo de cordectomía segúnla clasificación del Working Committee,European Laryngological Society.25

Tipo I: Cordectomía subepitelial (resección del epitelio)

Tipo II: Cordectomía subligamentosa (resección del epitelio,espacio de Reinke y ligamento vocal)

Tipo III: Cordectomía transmuscular (a través del músculovocal)

Tipo IV: Cordectomía total (hasta el pericondrio osubpericóndrica)

Tipo V: Cordectomía ampliada a comisura (Va), aritenoides(Vb), subglotis (Vc) o ventrículo (Vd)

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A pesar de ello, es de esperar en la evaluaciónvideoestroboscópica una rigidez de la cuerdaintervenida. También se puede evidenciar uncierto grado de deficiencia vocal (excavación) enel lado operado, con un cierre incompleto deglotis en algunos pacientes.29 Este déficit quedareflejado en algunos casos a través de escape deaire, disminución del tiempo máximo de fonacióny aparición de tensión muscular compensatoria anivel supraglótico.11,12,26,28

Otro factor que puede comprometer la calidadvocal tras el tratamiento es la necesidad de efec-tuar intervenciones repetidas para el control de laenfermedad. Cuando este es el caso, con cadaresección se asume una mayor extensión quirúrgi-ca y un probable empeoramiento de la calidad devoz final.7 Para la gran mayoría de autores,21,25,27,29

la preservación de la comisura anterior tiene unpapel muy importante en la voz postoperatoria,mientras que la extensión de la resección en sí(más o menos cantidad de músculo), aun siendorelevante, no seguiría una correlación lineal con lavoz final.21

Los hallazgos acústicos publicados tras CLconstatan un incremento del valor de la F0,del jitter y de la relación armónico-ruido,una disminución del tiempo máximo defonación y, en algunos casos, una ligera ele-vación del shimmer. A pesar de ello, la esti-mación de la calidad de voz por parte delpaciente no se correlaciona siempre con lapresencia de alteraciones en los parámetrosacústicos.27,31

Koufman26 analizó la supervivencia y la calidadde voz en 16 T1 glóticos tratados con láser de CO2(5 de ellos previamente tratados con RDT) median-te una escala perceptiva. En siete pacientes lacomisura anterior estaba afectada. El autor conclu-ía que la calidad de voz era buena en el 81% delos pacientes y que la radioterapia previa (cincopacientes en su serie), la afectación de la comisuraanterior y la resección amplia del músculo vocal seasociaban a una voz peor, aunque aceptable.Peretti y colaboradores4 analizaron la calidad devoz en 51 pacientes intervenidos de cordectomíaláser por pTis o pT1, y lo hicieron en función deltipo de cordectomía. Para ello, utilizaron la escalaGRBAS, el VHI y el análisis acústico objetivomediante un programa computerizado(Multidimensional Voice Program -MDVP-). Los

autores hallaron una mejoría significativa en elGRBAS y en las medidas objetivas tras la interven-ción en las cordectomías tipo I-II y no evidenciaroncambios postoperatorios significativos en las tipoIII-IV y V. Respecto a la calidad de vida, hubo unatendencia a la disminución del VHI (mejoría) en lasde tipo I-II, mientras que en las de tipo III-IV-V esteparámetro no varió en la mayoría de pacientes.

En tumores localmente más avanzados, Sittel ycolaboradores21 analizaron la voz de 80 pacientescon tumores Tis-T2 mediante análisis perceptual conescala propia, análisis acústico y estroboscopia. Lamitad de los pacientes de la serie habían requerido,por lo menos, cordectomías tipo IV-V. Los autoresconcluyeron que una mayor resección implicabapeor calidad de voz, aunque no encontraron unacorrelación lineal, y destacaron como factores másimportantes la preservación de la comisura y elmecanismo de producción de la voz (glótico mejorque supraglótico). También Zeitels y colaboradores32

publicaron sus resultados vocales tras el manejofonoquirúrgico del carcinoma precoz de glotis (T1-T2). Ellos incluyeron técnicas de resección con ins-trumental frío para lesiones superficiales o microin-filtrantes, láser de CO2 para lesiones más invasivasy cirugía reconstructiva con técnicas de medializa-ción en aquellos pacientes con incompetencia gló-tica secundaria al tratamiento. Los autores conclu-yeron que puede conseguirse una voz normal o casinormal en la mayoría de los pacientes, indepen-dientemente de la profundidad y la extensión de lalesión, siempre que se incorpore un amplio espec-tro de opciones terapéuticas.

Varios estudios han comparado el resultado vocal enfunción del tratamiento y, aunque las series son dema-siado cortas como para llegar a conclusiones definiti-vas, parecen sugerir que la CL en pacientes seleccio-nados y la RDT consiguen resultados similares. Hiranoy colaboradores11 publicaron en 1985 los primerosresultados sobre calidad de voz en pacientes tratadoscon CL y los compararon con los obtenidos en ungrupo de pacientes tratados con RDT. Los autores evi-denciaron un ligero grado de disfonía, discretamentemás frecuente en el grupo tratado con láser (voz algomás rugosa y aérea). Sin embargo, en dicho estudio,más del 50% de los pacientes tratados con láserhabían recibido también RDT como tratamiento ini-cial. McGuirt y colaboradores12 compararon los resul-tados en pacientes tratados con RDT y cordectomíaláser (I-III) sin hallar diferencias significativas en lacalidad de voz, y los compararon ambos con contro-les de referencia. El estudio incluía análisis perceptivo

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(realizado por pacientes, médicos y logopedas), acús-tico y aerodinámico. Globalmente, los resultados indi-caron que los dos grupos tenían una voz casi normalsegún la apreciación de pacientes y médicos, y ligera-mente anormal según la de los logopedas. Delupehey colaboradores40 realizaron un estudio prospectivolongitudinal comparando RDT vs. cordectomía láserCL en una serie de T1 (cordectomías tipo I-III) queincluía también lesiones benignas grandes que reque-rían una resección similar. Analizaron parámetrosacústicos en habla continua y análisis perceptivo conpersonal entrenado y no entrenado. Aunque en elpostoperatorio inmediato la voz era peor en el grupotratado con láser, a los seis y 24 meses no evidencia-ron diferencias significativas entre ambos grupos.

En los estudios que comparan el tratamiento radio-terápico con la cordectomía láser sin especificar eltipo de cordectomía, los resultados son dispares.Epstein y colaboradores7 compararon retrospectiva-mente 42 pacientes tratados con radioterapia con 13pacientes tratados con CL, y evaluaron el control localy la voz mediante una escala propia. Los autores con-cluyeron que tras la aplicación de radioterapia la vozera mejor (74% de pacientes presentaban voz nor-mal vs. 31% en el grupo tratado con láser). En sucasuística, 11 de los 17 pacientes tratados con CLrequirieron más de una intervención para el controldefinitivo de la enfermedad y, por ello, los autoresrecomendaban, en los casos de persistencia o recidi-va, el tratamiento con RDT. Rydell y colaboradores33

compararon los resultados de pacientes tratados conRDT, con cordectomía láser, y un grupo control, enun estudio longitudinal antes y después del pre ypost-tratamiento (3 meses y 24 meses). Los autoresdestacaron mejor calidad de voz en los pacientes tra-tados con RDT, tanto en el análisis acústico (jitter,tiempo de lectura, escape aéreo) como en el análisisperceptual realizado por foniatras y personal noentrenado. Cragle y colaboradores29 compararon lavoz obtenida tras CL y tras RDT con un grupo con-trol, así como el coste del procedimiento. Respecto ala voz, RDT y láser propiciaron peores resultados queel grupo control, pero similares entre ellos desde elpunto de vista de perturbaciones acústicas. El costedel tratamiento, sin embargo, fue muy inferior en elgrupo tratado con láser comparado con el de RDT.Rosier y colaboradores9 compararon la calidad devoz tras RDT, CL y laringectomía parcial por vía exter-na mediante análisis perceptivo con una escala visualy no encontraron diferencias significativas en controllocal entre los tres grupos, pero sí peor voz tras LPque con RDT o CL.

Un único estudio evalúa los resultados vocalesmediante láser KTP, comparando 14 pacientes trata-dos con cordectomía transmuscular con seis pacien-tes tratados con RDT, y ambos grupos con un grupocontrol apareado por edad y sexo.30 Los autores ana-lizaron los siguientes parámetros en voz conectada: eltiempo máximo de fonación, flujo aéreo, intensidadde la voz, jitter, shimmer y la relación harmónico-ruido, sin encontrar diferencias entre ambos gruposde tratamiento. Respecto al grupo control, lospacientes intervenidos con láser presentaban una fre-cuencia fundamental superior a la normal, aspectoque no se evidenció tras la radioterapia.

44.. CCAALLIIDDAADD DDEE VVOOZZ EENN LLOOSS TTUUMMOORREESS GGLLÓÓTTIICCOOSSLLOOCCAALLMMEENNTTEE AAVVAANNZZAADDOOSS ((TT33--TT44)) TTRRAATTAADDOOSSCCOONN CCIIRRUUGGÍÍAA TTRRAANNSSOORRAALL CCOONN LLÁÁSSEERR DDEE CCOO22

En los pacientes tratados quirúrgicamente detumores avanzados de glotis, la calidad de voz se eva-lúa habitualmente mediante métodos perceptivos,puesto que el análisis acústico no se ha revelado útilen el análisis de voces muy disfónicas debido a lagran irregularidad de la señal. Dado que en la mayorparte de centros el tratamiento de este tipo de tumo-res sigue siendo la laringectomía total y que se consi-dera que la mejor calidad vocal en estos pacientes seobtiene mediante prótesis fonatorias,34 los resultadosvocales deberían considerarse respecto a este grupo.Pocos estudios analizan las características de la voztras la resección de T3 y T4 glóticos mediante láser deCO2, en parte por la limitada experiencia con este tipode cirugía en tumores avanzados. Pearson y Salassa35

evaluaron la voz de 39 pacientes diagnosticados decarcinoma de glotis T1a-T4 (16 eran T3-T4) con afec-tación de la comisura anterior, antes y después del tra-tamiento con láser, mediante una escala clínica concinco categorías. Los autores encontraron antes deltratamiento 18 pacientes con disfonía leve, 17 condisfonía moderada-severa y tres con voz no útil o casiafonía. Tras el tratamiento, el 49% de los pacientesmantenían una calidad de voz similar, mientras que el41% empeoraban un nivel de la escala. Olthoff y cola-boradores34 evaluaron la inteligibilidad de la voz en 11pacientes tratados con láser mediante un test estan-darizado, previamente validado, y mediante análisisacústico realizado con dos programas computerizados(el Multidimensional Voice Program (MDVP) y elGöttingen Hoarsness Diagram). Los autores compara-ron los resultados con los obtenidos en un grupode 18 pacientes tratados con laringectomía total y pró-

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tesis fonatoria. Concluyeron que la inteligibilidad y elporcentaje de voces regulares medido con elGöttingen Hoarsness Diagram era superior en elgrupo de pacientes tratado con láser. Las voces deambos grupos fueron demasiado irregulares para elanálisis con el MDVP.

55.. RREEHHAABBIILLIITTAACCIIÓÓNN VVOOCCAALLYY RREECCOONNSSTTRRUUCCCCIIÓÓNN QQUUIIRRÚÚRRGGIICCAA TTRRAASS CCLL

El papel de la rehabilitación foniátrica tras eltratamiento quirúrgico mediante resección tran-soral con láser de CO2 tampoco ha sido bien dilu-cidado. Mientras que en algunos centros se reco-mienda la rehabilitación vocal sistemáticamente,en otros se indica en función de la presencia o node disfonía o de tensión muscular compensato-ria.12,21,36-37 Un único estudio evalúa la utilidad dela rehabilitación vocal tras cirugía láser y conclu-ye que el beneficio es inexistente.21 Debe consi-derarse, sin embargo, que no se trata de un estu-dio aleatorizado, por lo que no permite llegar aconclusiones firmes.

En los últimos años, se ha descrito la posibilidadde corregir determinadas alteraciones vocalessecundarias a la cordectomía láser mediante técni-cas de aumento en aquellos pacientes con disfoníaresidual severa, a pesar del tratamiento rehabilita-dor. Aunque los resultados vocales iniciales sonesperanzadores, las series publicadas incluyenpocos pacientes. En función del defecto residual,Zeitels38 propone tres técnicas quirúrgicas distintaso en combinación: la inyección de grasa y la tiro-plastia de medialización para la corrección dedefectos glóticos laterales, y la laringoplastia de lacomisura anterior para lesiones en las que se haextirpado el ligamento de Broyles y que han deri-vado a una muesca relevante en dicha zona.Remacle y colaboradores36 recomiendan tambiénla tiroplastia de medialización conjuntamente conla rehabilitación vocal en aquellos pacientes some-tidos a cordectomía IV o V con disfonía severa. Enambos casos, estos procedimientos deben realizar-se tras un intervalo mínimo de seis meses para des-cartar recidivas precoces, respetar el proceso totalde cicatrización y evaluar previamente los benefi-cios de la rehabilitación vocal por sí sola. Para Sittely colaboradores,39 la tiroplastia utilizando cartílagoautólogo del borde superior del ala tiroidea ten-dría la ventaja de utilizar material propio, lo quepuedría reducir la necesidad de revisión en caso de

recaída tumoral o extrusión. Los autores analizaronen seis pacientes con disfonía secundaria la pre-sencia de un cierre incompleto de glotis 12 mesesdespués de la resección con láser. Mediante lacombinación de análisis perceptivo (GRB), foneto-grama, TMF e inteligibilidad, cuantificaron un índi-ce de disfonía que resultó claramente mejoradotras la cirugía.

66.. CCAALLIIDDAADD DDEE VVOOZZ TTRRAASS CCOORRDDEECCTTOOMMÍÍAA LLÁÁSSEERREENN EELL HHOOSSPPIITTAALL CCLLÍÍNNIICCOO UUNNIIVVEERRSSIITTAARRIIOODDEE BBAARRCCEELLOONNAA

En el servicio ORL del Hospital Clínico y Universitariode Barcelona, la resección transoral mediante láserde CO2 bajo control microscópico es el tratamientode elección para la mayor parte de pacientes afectosde carcinoma glótico en estadio I. Desde febrero de1998 hasta diciembre de 2003, 155 pacientes deestas características han sido tratados medianteesta técnica. En el año 2002 se realizó un estudioretrospectivo sobre la calidad de voz en 42 pacientesconsecutivos (Tis y T1), con un periodo mínimo deseis meses desde la finalización del tratamiento. Elanálisis incluyó pacientes tratados por seis cirujanosdistintos, la mayoría de ellos con experiencia limita-da en este tipo de cirugía. Ninguno de los pacientespresentaba patología laríngea activa en el momentodel estudio, ni realizó un tratamiento rehabilitadorvocal específico.

Cada uno de los pacientes se clasificó en fun-ción de la localización y la extensión de la lesión(1/3 medio de cv / toda la cv / cv + comisura /ambas cv + comisura), el volumen según la apre-ciación subjetiva del cirujano (pequeño / mediano/ grande) y el tipo de cordectomía realizada (vertabla 2). Los datos se obtuvieron a partir de laexploración preoperatoria-quirúrgica y del infor-me operatorio. En función de ello y de los resul-tados histopatológicos, se estableció el pT defini-tivo para cada paciente.

La calidad de voz fue evaluada por los propiospacientes y por un ORL, con desconocimiento deltipo de lesión y del tipo de cordectomía realizada.Para su evaluación se utilizó una escala analógica,diseñada para el presente estudio (ver tabla 3).Adicionalmente, se preguntó al paciente sobre suvoz postoperatoria en función de la voz preopera-toria (igual- / mejor- / peor), así como sobre larepercusión de la voz final sobre su calidad de vidasocial y/o profesional (igual- / mejor- / peor).

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La grabación de la voz se realizó en una habita-ción insonorizada, mediante una grabadoraMARANTZ CP430 y el micrófono SHURE SM58. Elmicrófono se colocó a 20 cm de la boca del pacien-te, ligeramente lateralizado. Se registraron lossiguientes parámetros:

Las vocales a, i sostenidas durante tres segundosen tono e intensidad habitual. TMF: a sostenida durante el máximo tiempo posible.Voz de conversación habitual.Voz de lectura: la frase “es hábil un solo día”.Voz cantada: “Campana sobre campana”, villanci-co tradicional.

Para el análisis acústico se utilizó el analizador CSL4300B de KAY ELEMETRICS CORP conectado a unPC. Se evaluó la frecuencia fundamental (F0), shim-mer, jitter, relación armónico-ruido y la extensiónmáxima y mínima. Todos los parámetros acústicosdel grupo de pacientes fueron comparados con ungrupo de 21 controles sanos apareados por edad ysexo, y estudiados específicamente para esta investi-gación con los mismos métodos.

Las diferencias entre los distintos grupos se evalua-ron mediante la U de Mann-Whitney, Chi-cuadradoy ANOVA mediante el paquete estadístico informáti-co SPSS 10.0. El nivel de significación estadística seestableció en una p <0,05.

77.. RREESSUULLTTAADDOOSS

El grupo de pacientes quedó constituido por 42varones, con una edad media de 66,24 ± 8,26 (52-

86) años en el momento de la cirugía. El tiempotranscurrido desde la intervención fue de 18,17 ±10,6 meses. El grupo control quedó constituidopor 21 varones, con una edad media de 65,67 ±8,75 (53-86) años. No se observaron diferenciassignificativas entre ambos grupos respecto a laedad (p = 0,8).

Respecto a la clasificación TNM, la muestraquedó comprendida por 2 Tis (4,8%), 35 T1a(83,3%) y 5 T1b (11,9%). En 26 pacientes(61,9%) la lesión era predominantemente de 1/3medio de cuerda vocal, en 4 (9,5%) afectaba atoda la cuerda vocal, en 7 (16,7%) a la cuerdavocal y a la comisura, y en 5 (11,9%) a la cuerdavocal, la comisura y la cuerda vocal contralateral.Un total de 17 tumores fueron consideradospequeños (40,5%), 19 medianos (45,2%) y 6grandes (14,3%). En 26 pacientes la resección selimitó a la cuerda vocal, en 11 incluyó cuerdavocal y comisura, y en 5 cuerda vocal, comisura ycuerda vocal contralateral. El tipo de cordectomíarealizado se muestra en la figura 1.

7.1. VALORACIÓN DE LA CALIDAD DE LA VOZPOR PARTE DEL ORL

Un total de 19 pacientes (45,2%) presentabanuna voz normal o casi normal, 16 (38,1%) unadisfonía moderada y 7 (16,7%) una disfoníasevera. La calidad de voz mostró una marcadatendencia a relacionarse con la descripción inicialde la lesión (p = 0,08) y con el tipo de cordecto-mía realizado (p = 0,05). No se encontraron dife-rencias significativas en función de la clasifica-ción pTNM (p = 0,28). Las calidad de la voz enfunción del tipo de cordectomía queda reflejadaen la tabla 4.

7.2. VALORACIÓN DE LA CALIDAD DE VOZ YDE LA CALIDAD DE VIDA POR PARTE DEL PACIENTE

La evolución de la calidad de voz y de vida trasel tratamiento queda reflejada en la tabla 5.Según la valoración subjetiva de los pacientes,18 de ellos (42,9%) presentaban una voz normalo casi normal, 17 (40,5%) una disfonía modera-da y 7 (16,7%) disfonía severa. Esta valoraciónno se relacionó significativamente con el tipo decordectomía (p = 0,121) ni con el pTNM (p =0,291).

TABLA 3>> Clasificación de la voz postoperatoriaen función de parámetros subjetivos.

1. Voz normal o casi normal Únicamente personal específicamente entrenado la detectaría

2. Disfonía moderada El paciente es preguntado y tiene que dar explicaciones

sobre su vozDisfonía intermitente

3. Disfonía severa o afonía Voz tal como una laringitis persistente o no útil

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7.3. INFLUENCIA DE LA EDAD DE LOS PACIENTESEN LA CALIDAD DE VOZ Y EN LA CALIDAD DE VIDA

Dado que se ha descrito que la edad puedeinfluir en la calidad de voz, se analizó su distribu-ción e influencia en nuestra serie. Los pacientesde mayor edad quedaron representados en todoslos grupos por igual, sin que se hallaran diferen-cias significativas entre los distintos tipos de cordec-tomía (p = 0,69) y el pTNM (p = 0,37). El análisisestadístico no mostró diferencias significativas enla calidad de voz determinada por el ORL (p = 0,21)ni por el propio paciente (p = 0,59) en función dela edad, mientras que sí lo hizo el impacto de lavoz final sobre la calidad de vida. Los pacientes que

referían peor calidad de vida eran significativamentemás jóvenes (p = 0,003) (figura 2).

7.4. ANÁLISIS OBJETIVO DE LA VOZ

El análisis acústico objetivo mostró diferencias sig-nificativas entre los pacientes intervenidos mediantecordectomía láser y el grupo control, con un aumen-to de la frecuencia fundamental y del jitter en todaslas situaciones vocales estudiadas, y un aumento delshimmer en vocales sostenidas. No se apreciarondiferencias significativas en el tiempo máximo defonación ni en la extensión máxima de la canción,aunque sí en la extensión mínima (tabla 6).

Figura 1>> Tipo de cordectomía (en %).

I. Subepitelial II. Subligamentosa III. Transmuscular Va. Cuerda + comisura

Tipo de cordectomía

40

30

20

10

0Po

rcen

taje

14

26

21

38

TABLA 4>> Evaluación subjetiva de la calidad de voz por parte del ORL en función del tipo de cordectomía.

Tipo de cordectomía Voz normal o casi normal Disfonía moderada Disfonía severa

I. Subepitelial 4 (66,7%) 2 (33,3%)

II. Subligamentosa 6 (54,5%) 4 (36,4%) 1 (9,1%)

III. Transmuscular 5 (55,6%) 3 (33,3%) 1 (11,1%)

Va. Cuerda + comisura 4 (25%) 7 (43,8%) 5 (31,3%)

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Dado que la evaluación subjetiva de la cali-dad de voz se relacionó con la extensión dela resección, se analizaron los resultadosacústicos objetivos en función del tipo decordectomía. El análisis determinó quecuanto mayor era la resección, mayor era elnúmero de parámetros objetivos que diferíansignificativamente del grupo control.

Así, diferencias significativas en frecuencia funda-mental, jitter y extensión mínima en la voz cantada fue-ron observadas para todo tipo de cordectomías, mien-tras que en las cordectomías tipo IV-V se apreciaron,además, alteraciones en el shimmer y tiempo máximode fonación. Las características de los parámetros acús-ticos para cada grupo quedan reflejados en la tabla 6.

88.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

Los resultados obtenidos en nuestro estudioconfirman que la calidad de voz subjetiva yobjetiva tras resección transoral con láser deCO2 bajo control microscópico depende dela extensión de la resección.

Aunque una mayoría de pacientes refieren una voznormal o casi normal en las cordectomías tipo I-III,pueden observarse alteraciones en los parámetrosacústicos objetivos en todos los tipos de cordectomíacuando se comparan con un grupo control.

TABLA 5>> Evolución de la voz y de la calidad devida tras el tratamiento con cordectomía láser.

Calidad de voz Calidad de vidaN (%) N (%)

Mejor 25 (59,5%) 4 (9,5%)

Igual 9 (21,4%) 35 (83,3%)

Peor 8 (19%) 3 (7,1%)

Figura 2>> Calidad de vida del paciente después de la intervención y su relación con la edad.

N=

Mejor Peor IgualCalidad de vida

90

80

70

60

50

40Ed

ad

4 3 35

39_c 3/11/04 15:52 Página 386

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387

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1,04

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0,68

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386

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La afectación de la comisura anterior reper-cute negativamente en la calidad de voz yúnicamente el 25% de pacientes tienen unavoz normal tras el tratamiento en estascircunstancias.

A pesar de ello, el 59,5% de pacientes refieren unamejoría de su voz respecto a la voz de antes de laintervención y el 91,5% de ellos refieren una calidadde vida igual o mejor que antes de la cirugía. La edadno parece tener una influencia determinante en lacalidad de voz final, pero sí que lo hace en la percep-ción de la calidad de vida.

99.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

Para la mayor parte de autores, la resección detumores faringo-laríngeos con láser de CO2 es unatécnica segura cuando la realizan manos expertas.1-4

Esta apreciación se deriva principalmente de losresultados sobre largas series oncológicas queincluyen principalmente tumores pequeños y delocalización glótica. En los últimos años, sin embar-go, las indicaciones de la cirugía transoral con láserse han extendido a un mayor número de tumoreslocalmente avanzados y de cualquier localización,por lo que es de esperar un aumento en la tasa decomplicaciones.

Las complicaciones de la cirugía transoral conláser de CO2 pueden producirse durante laintervención quirúrgica o después de ella, y divi-dirse en mayores o menores en función de sugravedad.

Definimos las complicaciones menorescomo aquellas que se resuelven espontá-neamente o con tratamiento convencionalambulatorio y que no se acompañan desecuelas. Las complicaciones mayores sonaquellas que requieren tratamiento médicointensivo, cirugía, transfusión sanguínea oingreso en cuidados intensivos.

Las complicaciones mayores se pueden resolvercompletamente o derivar en secuelas que, asímis-mo, pueden considerarse leves o graves en fun-ción de su impacto en la calidad de vida delpaciente.

Los principales factores que influyen en latasa de complicaciones incluyen la localiza-ción del tumor, la exposición y extensión dela resección, y la experiencia del cirujano.5

El porcentaje de complicaciones varía también enfunción del estudio, porque muchas veces, en las dis-tintas publicaciones, no se evalúan los mismos pará-metros. Así, la inclusión o no de complicacionesmenores (discretos enfisemas, hemorragias autolimi-tadas, infecciones locales, etc.), o a la contabilizaciónde malos resultados funcionales (sinequias, etc.)como complicaciones pueden variar significativa-mente el porcentaje de complicaciones final.

22.. CCOOMMPPLLIICCAACCIIOONNEESS IINNTTRRAAOOPPEERRAATTOORRIIAASS

La mayoría de complicaciones intraoperatorias serefieren a complicaciones anestésicas relacionadascon la utilización del láser de CO2 e incluyen quema-duras accidentales, ignición de la vía aérea, lesionesoculares, edema de la mucosa u obstrucción aérea.La mayor parte de estas complicaciones fueron des-critas en el periodo inicial de la utilización del láser,entre los años 1970 y 1990.6-9 A partir de su análisis,los factores de riesgo anestésico fueron analizados yderivaron en un número de recomendaciones gene-rales y específicas para evitar su producción.10

Actualmente, se considera que si se siguen lasnormas de seguridad establecidas para el correctomanejo del láser carbónico, la probabilidad de com-plicaciones es muy baja. Así, Steiner y Ambroschrefieren el 0% de complicaciones anestésicas en

40. Complicaciones de la cirugía transoralcon láser CO2 en el tratamiento

de los tumores faringo-laríngeosJ. Vilaseca, M. Bernal, J.L. Blanch

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una amplia serie de 704 pacientes tratados de carci-nomas de faringo-laringe con láser.11 En nuestrocentro, durante cirugía sobre tumores malignos úni-camente se ha evidenciado un episodio incipientede ignición de unos esparadrapos que unían doscánulas utilizadas para realizar ventilación de altafrecuencia, episodio que se resolvió retirando lostubos sin más incidencia.12

33.. CCOOMMPPLLIICCAACCIIOONNEESS PPOOSSTTOOPPEERRAATTOORRIIAASS

La tasa de complicaciones postoperatorias tras laresección transoral con láser es menor que en la ciru-gía parcial convencional por vía externa.13-16 Sinembargo, las connotaciones de la técnica, que impli-ca en la mayoría de pacientes la ausencia de una tra-queotomía profiláctica, dejan al paciente en unasituación más delicada en caso de que se produzcan.Por ello, algunos autores recomiendan mantener alpaciente intubado durante la primera noche enaquellos casos de resecciones amplias que afectanprincipalmente a la supraglotis15,17 o en pacientes deelevada edad. Otros, sin embargo, propugnan lanecesidad de traqueotomía profiláctica en aquelloscasos de grandes resecciones.

3.1. HEMORRAGIA POSTOPERATORIA

Se trata de la complicación más temida tras laresección transoral con láser y es responsable de unporcentaje de mortalidad del 0-0,3% según lasseries.5,11,16,18 Su frecuencia se relaciona directamen-te con el tamaño de la resección y con la localizacióntumoral.5,11 Así, los tumores glóticos presentan muypoco riesgo de hemorragia postquirúrgica, aunquela resección sea amplia, mientras que el riesgoaumenta considerablemente en los tumores supra-glóticos y de hipofaringe, y afecta incluso a tumoreslocalmente precoces.15,19,20

En nuestra experiencia, las hemorragiaspostoperatorias tienden a producirse en lasprimeras 48 horas tras el tratamiento o deforma diferida al cabo de 7-10 días de laintervención.

En el caso de hemorragias diferidas, las consecuen-cias pueden ser incluso mayores, puesto que enmuchas ocasiones los pacientes se encuentran en sudomicilio y la inmediata actuación médica puede

demorarse. Al menos tres casos de exitus por hemo-rragia diferida han sido publicados en la literaturahasta el momento actual.5,16,18

El manejo de la hemorragia postquirúrgica depen-de del grado de sangrado y de su tendencia o no aautolimitarse, e implica, en algunas ocasiones, lanecesidad de una revisión bajo anestesia generalpara proceder a una correcta hemostasia. La mayorparte de hemorragias que requieren revisión quirúr-gica se solventan tras la localización del punto san-grante con la ayuda del electrocauterio, pinza vascu-lar o de la utilización de clips vasculares.11,15,19-21

Excepcionalmente, puede requerirse la ligadura de laarteria carótida externa11 o la embolización suprase-lectiva de los vasos responsables.5 En lo que se refie-re a la resección de los tumores laríngeos:

Hay dos áreas proclives al sangrado: la zonaposterolateral de la laringe, justo por delan-te del aritenoides, y la zona superior y late-ral al ala tiroidea. En los tumores de hipofa-ringe, el área más proclive se sitúa a nivel dela pared lateral.

3.2. DISNEA

La presencia de disnea en el postoperatorio inme-diato es poco frecuente tras la cirugía transoral y,habitualmente, resuelve con tratamiento conserva-dor y la necesidad de una traqueotomía es muyinfrecuente.5,11,22 En algunos casos, sin embargo,puede establecerse con el paso de los días la presen-cia de edema o de estenosis que comprometa la víaaérea.14,15 El edema suele aparecer en los casos enlos que se utiliza la radioterapia como tratamientocomplementario y se puede llegar a requerir la resec-ción de los edemas mediante láser en algunospacientes.11-20 Los casos de estenosis que condicio-nan disnea pueden aparecer en pacientes con resec-ciones amplias o repetidas, especialmente en tumoresque afectan ampliamente al área del cartílago cricoi-des o la comisura posterior.11-22 El tratamiento enestos casos suele ser quirúrgico y dependerá del tipoy de la localización de la estenosis.

3.3. ENFISEMA CERVICAL

Se trata de una complicación poco frecuente, quepuede aparecer en casos de resección de pequeñostumores subglóticos o de comisura anterior laríngea.5,11,20

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393

Su producción suele ocurrir en aquelloscasos en que ha habido una disrupción de lamembrana cricotiroidea y, al mismo tiempo,se mantiene un plano glótico competente.

En estas circunstancias, un aumento de presiónsubglótica (momento de la extubación, tos, etc.)puede provocar la fuga aérea, con la subsiguientedisección cervical subcutánea. En estos casos, el enfi-sema cervical suele resolver espontáneamente o biencon tratamiento conservador mediante presiónexterna si persiste la causa desencadenante. Entumores más extensos en los que se reseca la mem-brana cricotiroidea conjuntamente con ampliaszonas de la glotis, es la propia incompetencia glóticala que impide el aumento de la presión subglótica y,por tanto, la creación del enfisema.

3.4. INFECCIÓN LOCAL

La infección del lecho quirúrgico es rara tras lacirugía transoral con láser de CO2 y afecta a menosdel 1% de pacientes.16

Al igual que ocurre tras la amigdalectomía,no debe confundirse la presencia de fibrinaen el lecho con un foco infeccioso activo.

Esporádicamente, ha sido descrito algún caso deabsceso diferido tras la resección de tumores faringo-laríngeos que ha requerido desbridamiento quirúr-gico.11,20 La forma de infección más común es lapericondritis incipiente, con presencia o no desecuestro cartilaginoso en pacientes con reseccio-nes amplias. Estos casos suelen manifestarse con lapresencia de granulaciones exuberantes en pacien-tes en los que el cartílago tiroides se ha dejadoampliamente expuesto y son más prevalentes enpacientes que han recibido radioterapia previa.Habitualmente, la pericondritis evoluciona favora-blemente con tratamiento antibiótico convencio-nal.23 La presencia de granulaciones persistentespuede sugerir la presencia de secuestro cartilagino-so y obligar, en ocasiones, a la revisión quirúrgicacon la resección del mismo.

3.5. NEUMONÍA

La presencia de un cierto grado de síntomas deaspiración, como la tos ocasional, puede considerar-

se normal tras la resección transoral con láser; sueleremitir progresivamente con el transcurso de los días.En algunos pacientes, sin embargo, la aspiraciónpuede llevar a una neumonía, ya sea en el postope-ratorio inmediato o de forma diferida, y requerir untratamiento más agresivo. La persistencia de proble-mas se relaciona directamente con la extensión de laresección y la localización tumoral, y puede derivaren algunos pacientes a la necesidad de una gastros-tomía o traqueotomía temporal, e incluso a la totali-zación en casos excepcionales.13,24

La evaluación precoz de los pacientes some-tidos a resecciones amplias (especialmentede supraglotis e hipofaringe) y la instaura-ción de una pauta de rehabilitación postqui-rúrgica resultan primordiales en la orienta-ción y manejo de estos pacientes.

3.6. EXPERIENCIA EN EL HOSPITALCLÍNICO DE BARCELONA

El seguimiento de los pacientes tratados de tumo-res faringo-laríngeos por vía transoral con láser deCO2 en el Hospital Clínico de Barcelona incluye elregistro prospectivo en la base de datos de las com-plicaciones acontecidas durante y tras la interven-ción, ya sean mayores o menores, u ocurran en elpostoperatorio inmediato o diferido. En el año 2001,los primeros 275 pacientes consecutivos tratados ennuestro centro fueron evaluados para determinar laincidencia, tipo y significado clínico de las distintascomplicaciones. Se trataba de pacientes afectos decarcinomas escamosos de laringe e hipofaringe enestadios precoces y avanzados. En la tabla 1 se deta-llan las características de los pacientes en función dela clasificación TNM de 1997.25 Se analizó también laimportancia de la curva de aprendizaje en el porcen-taje de complicaciones en nuestra serie.

Todos los pacientes fueron intervenidos bajoanestesia general y extubados inmediatamente trasla intervención. Para evitar las complicaciones anes-tésicas intraoperatorias secundarias a la utilizacióndel láser carbónico, se siguieron las recomendacio-nes de la Laser Safety Officer.26 En los pacientes deedad avanzada o con resecciones amplias se colocóuna sonda nasogástrica de alimentación, especial-mente en tumores supraglóticos e hipofaríngeosque afectaban al repliegue aritenoepiglótico o unode los aritenoides.

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3.7. COMPLICACIONES INTRAOPERATORIAS

La única complicación intraoperatoria fue una igni-ción incipiente en un paciente sometido a ventilaciónde alta frecuencia. En nuestro centro, la ventilación aalta frecuencia se realiza mediante dos catéteres deteflón sujetados con unas pequeñas bandas adhesi-vas. En un paciente se produjo la ignición incipientede una de las bandas adhesivas. La ventilación fueinterrumpida, los catéteres retirados y el paciente fuereintubado mediante un tubo endotraqueal conven-cional, por lo que se pudo continuar el procedimien-to sin mayores problemas.12

3.8. COMPLICACIONES POSTOPERATORIAS

El 18,9% de pacientes presentaron algún tipo decomplicación en nuestra serie, incluyendo las mismasla infección local, enfisema, fístula cutánea, hemo-

rragia postoperatoria, disnea, problemas deglutorioso neumonía por aspiración. La mitad de las compli-caciones fueron consideradas menores y se resolvie-ron espontáneamente. El porcentaje de complicacio-nes se relacionó con la extensión tumoral (p <0,001)y con la presencia de diabetes (p = 0,01), pero nocon la edad (p = 0,95) o la localización tumoral (p =0,08). En la tabla 2 se expresa el porcentaje de com-plicaciones en función de la localización y tamaño delos tumores.

El 2,5% de pacientes presentó secuelas leves,incluyendo dichas secuelas la necesidad de traqueo-tomías temporales o la presencia de cicatrizaciónestenótica. Un paciente (0,3%) presentó una insufi-ciencia respiratoria restrictiva tras una neumoníaaspirativa grave y otro paciente falleció en su domi-cilio tras una hemorragia secundaria a los 10 días dela intervención con láser. En la tabla 3 se expresa elporcentaje de secuelas menores y mayores en fun-ción de la localización y el tamaño tumoral.

TABLA 1>> Características de los pacientes en función de la clasificación TNM de 1997.25

Supraglótico N (%) Glótico N (%) Subglótico N (%) Transglótico N (%) Hipofaringe N (%)

pTis + pT1 18 (6,5%) 87 (31,6%) 1 (0,3%) - 2 (0,7%)

pT2 52 (18%) 15 (5,45%) 1 (0,3%) 3 (1,09%) 17 (6,18%)

pT3 47 (17%) 5 (1,8%) - 1 (0,3%) 9 (3,27%)

pT4 12 (4,3%) 2 (0,7%) - 2 (0,7%) 1 (0,3%)

Total 129 (46,9%) 109 (39,6%) 2 (0,7%) 6 (2,18%) 29 (10,5%)

N: Número de pacientes.

TABLA 2>> Porcentaje de complicaciones Totales (T) y complicaciones Mayores (M) en función de lalocalización del tumor y de la extensión del T.

pTis T/M pT1 T/M pT2 T/M pT3 T/M pT4 T/M Todos T/M

Supraglótico - 16,7% / 0% 27,7% / 15,3% 34% / 17% 33,3% / 16,6% 29% / 13,9%

Glótico 0% 2,7% / 0% 13,3% / 13,3% 20% / 0% 0% 4,5% / 1,8%

Subglótico - 0% 0% - - 0%

Transglótico - - 33,3% / 33,3% 100% / 100% 50% / 50% 50% / 50%

Hipofaringe - 0% 17,6% / 17,6% 44,4% / 11% 0% 24,1% / 13,7%

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3.9. CURVA DE APRENDIZAJE

Para evaluar la influencia de la curva de aprendiza-je en el porcentaje de complicaciones, la muestra sedividió en dos grupos en función de la fecha de lacirugía. Se comparó el porcentaje de complicacionesentre el grupo constituido por el primer 50% depacientes intervenidos y el segundo 50%. La tasa decomplicaciones resultó significativamente inferior enel segundo grupo (p <0,001).

La curva de aprendizaje mostró un efectopositivo en todas las localizaciones faringo-laríngeas y fue más evidente en aquellaslocalizaciones con mayor número de compli-caciones (supraglotis e hipofaringe).

Respecto al tamaño tumoral, se evidenció tam-bién una mejoría tanto en los tumores pequeñoscomo en los tumores localmente avanzados (véasetabla 4).

TABLA 3>> Porcentaje de secuelas secundarias a las complicaciones.

pTis (m/M) pT1 (m/M) pT2 (m/M) pT3 (m/M) pT4 (m/M) Todos (m/M)

Supraglótico - 0% / 0% 1,9% / 1,9% 4,2% / 0% 0% / 0% 2,3% / 0,7%

Glótico 0% / 0% 0% / 0% 6,6% / 6,6% 0% / 0% 0% / 0% 0,9% / 0,9%

Subglótico - 0% / 0% 0% / 0% - - 0% / 0%

Transglótico - - 0% / 0% 100% / 0% 50% / 0% 33,3% / 0%

Hipofaringe - 0% / 0% 0% / 0% 11,1% / 0% 0% / 0% 3,4% / 0%

m: secuelas menores; M: secuelas Mayores.

TABLA 4>> Evaluación de la curva de aprendizaje en función de la localización y del tamaño tumoral.

Complicaciones Grupo 1 X ± SD (N) Complicaciones Grupo 2 X ± SD (N) P

Tamaño tumoralT1 0,11 ± 0,32 (45) 0,0 ± 0,0 (50) 0,024*T2 0,36 ± 0,69 (44) 0,20 ± 0,46 (44) 0,205T3 0,68 ± 0,94 (34) 0,32 ± 0,61 (28) 0,08T4 1 ± 1,12 (9) 0,0 ± 0,0 (8) 0,028*Pequeños (Tis+T1+T2) 0,22 ± 0,53 (94) 8,82E-02 ± 0,32 (102) 0034*Grandes (T3 + T4) 0,74 ± 0,98 (43) 0,25 ± 0,55 (36) 0,006*

Localización tumoralSupraglótico 0,73 ± 0,9 (53) 0,23 ± 0,52 (76) 0,002*Glótico 0,1 ± 0,36 (58) 0,0 ± 0,0 (51) 0,033*Subglótico (1) (1) -Transglótico 1,25 ± 1,50 (4) 1 ± 1,41 (2) 0,855Hipofaringe 0,43 ± 0,75 (21) 0,0 ± 0,0 (8) 0,016*

Tis: Tumor in situ; Grupo 1: primeros 50% de pacientes intervenidos; Grupo 2: segundos 50% de pacientes intervenidos;N: Número de pacientes; X: media; SD: desviación estándar; *: significativo (p <0,05).

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En resumen, las complicaciones tras la reseccióntransoral con láser carbónico en tumores Tis y T1 sonmuy infrecuentes, pero puede esperarse un ciertonúmero de complicaciones en tumores localmentemás avanzados. La hemorragia postquirúrgica es lacomplicación más grave. En ocasiones, requiere larevisión quirúrgica urgente y puede causar excepcio-nalmente la muerte del paciente. La presencia deedemas o estenosis capaces de condicionar disneapostoperatoria es excepcional y suele asociarse deforma diferida a la radioterapia postoperatoria o aalgunas resecciones amplias que incluyen parte delesqueleto laríngeo. Al igual que ocurre en otras ciru-gías, cuanto mayor es la experiencia del cirujano,menor es el porcentaje de complicaciones, por loque parece evidente la necesidad de desarrollar unasdirectrices claras y una programación adecuada parael correcto aprendizaje de estas técnicas.

44.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

El concepto de la laringe como órgano de fonacióny su papel protector de las vías respiratorias bajas eraconocido por los anatomistas clásicos. Los trabajos deFink en 19781 comparan la laringe con un sistemamecánico que se rige por los principios físicos deacción y reacción bajo el control de centros superio-res; en este conjunto mecánico formado por los car-tílagos, ligamentos y musculatura intrínseca y extrín-seca, tiene gran importancia el sistema de repliegues,elásticos, móviles, que pueden cambiar de posición,de forma y de situación. Este sistema móvil y elástico,del cual son elementos básicos la epiglotis, las bandasventriculares, los aritenoides y los tres repliegues, esprecisamente la zona que, total o parcialmente sereseca en las laringectomías parciales horizontales.

El esfínter glótico, las cuerdas vocales y la comisuraanterior son el territorio de acción de la cirugía verti-cal. Fink1 divide las funciones de la laringe en: fona-toria, respiratoria, deglutoria y de esfuerzo. Así, lafunción protectora de los anatomistas clásicos quedadividida en tres acciones claramente diferenciadas.

Los elementos que intervienen en la degluciónson los más castigados en la cirugía funcionalsupraglótica.

Para conseguir una deglución correcta, sonprecisas: 1. Integridad de la base de la lengua.2. Buen ascenso de la laringe.3. Sensibilidad endolaríngea correcta.4.Cierre eficaz del esfínter de emergencia,que representa la glotis.

Si alguna de las circunstancias anteriores no secumple, las aspiraciones traqueobronquiales son suconsecuencia temible, que, en algunos casos, pue-den obligar a una totalización. Todas las mejoras pro-puestas a las técnicas clásicas de cirugía parcial tien-den a la consecución de estos fines, tratando de fijaral máximo la laringe a la base de la lengua y evitar sumovimiento de báscula hacia delante.

El fin primordial de la cirugía parcial larín-gea es curar la enfermedad neoplásica, ase-gurando la integridad de las funciones.

A partir del momento de la intervención quirúrgica,pasa un periodo de tiempo más o menos largo en elque el individuo, privado de algún elemento del siste-ma respiratorio-digestivo-fonatorio, debe realizar unacompleja readaptación funcional. En esta fase, sonfrecuentes las complicaciones postquirúrgicas.

En lo que respecta a estudios anatómicos, técni-cas quirúrgicas, indicaciones de las mismas y resul-tados de la cirugía funcional, la cantidad de biblio-grafía es abrumadora. En lo que respecta al problemade complicaciones y secuelas, no lo es tanto, cir-cunstancia notable, dado que estas incidenciaspueden malograr los resultados de la intervenciónmejor indicada.2

La primera referencia a la problemática clínica queplantea la cirugía parcial la encontramos en la obrade Bocca, quien introdujo en Europa esta cirugía: yaen 1960, evalúa el curso postoperatorio de estospacientes, según el tiempo que tardan en comer, enrespirar por vías naturales, así como el tiempo dehospitalización.3 Bocca estudia detalladamente una

41. Complicaciones de la cirugíaparcial laríngea por vía externa

A. Cardesín, P. HuertaA. Cuchi

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secuela que es un importante handicap para la respi-ración: el edema de los aritenoides, que, si bienpuede facilitar la deglución, dificulta la respiración yes uno de los principales obstáculos para restablecerla respiración por vías naturales.4

Rodríguez Adrados, en 1967, presta en su obragran atención a la resolución de las dificultadesdeglutorias que se presentan en la cirugía parciallaríngea y preconiza para ello la utilización derecursos quirúrgicos: sección del cricofaríngeo y/ode los pilares posteriores.5

Torrens,6 verdadero adelantado de la cirugía par-cial en nuestro país, realizó en 1968 una ponenciasobre la laringectomía horizontal supraglótica,cuyas líneas básicas anatómicas, clínicas, técnicasquirúrgicas y seguimiento postoperatorios difícil-mente pueden modificarse al amparo de los adelan-tos técnicos actuales.

En 1969, Ogura y colaboradores7 enumeran unaserie de complicaciones, entre las que incluyen comoimportantes: infección, esfacelo de suturas, edema,fístulas, obstrucción de vías aéreas, aspiración desecreciones y neumonías como consecuencia de lasaspiraciones. Por este motivo, Ward y colaboradores2

subrayan la importancia de las complicaciones respi-ratorias, sobre todo de la neumonía por aspiración,destacando la importancia que tiene el pedículo neu-rovascular para el mantenimiento de la sensibilidadendolaríngea.

Sisson y colaboradores en 1970,8 H. Martín y cola-boradores en 1973,9 y Cummings y colaboradoresen 197710 coinciden en afirmar el aumento de com-plicaciones que inciden en los pacientes irradiados,pero estos trabajos se orientan más a la problemáti-ca que plantea la cirugía total.

Guerrier y colaboradores, en 1972, realizan un estu-dio fisiopatológico sobre las consecuencias que la ciru-gía parcial horizontal puede tener sobre la deglución,la respiración y la fonación. En principio, la cirugía hori-zontal no debe ocasionar disfonía, pero es frecuenteque se presente en las primeras semanas por retrac-ción cicatrizal. Las dificultades respiratorias puedenaparecer con relativa frecuencia y, para los autores, sondebidas a edema de aritenoides, edema del replieguearitenoepiglótico, que sería atraído, como succionado,hacia la glotis en cada movimiento respiratorio y, másraramente, a una anquilosis cricoaritenoidea por artro-patía, debida a infección postoperatoria.11

En 1975, Bartual y colaboradores revisan las posibili-dades de incidencias postoperatorias y secuelas, insis-tiendo en el concepto de su prevención con la utiliza-ción de una técnica quirúrgica depurada.12

Fernández Vega y colaboradores, en 1978, refierensu estadística de complicaciones postoperatorias,poniendo en primer lugar las cardiorrespiratorias,seguidas de las sépticas. Valoran los resultados fun-cionales, sobre todo fonatorios y deglutorios.13

Burstein y Calacaterra, en 1985,14 revisaron 41laringectomías supraglóticas realizadas durante 14años. La complicación mayor más frecuente fue laaspiración, seguida de infecciones de la herida qui-rúrgica, principalmente por fístulas. Se observaroncuatro recurrencias de la enfermedad laríngea. Lasupervivencia media a los dos años fue del 90%.Argumentan que los resultados favorables de estaserie se deben a un control exhaustivo de los márge-nes quirúrgicos y a la realización de una técnica qui-rúrgica diseñada a minimizar la aspiración.

Soo y colaboradores, en 1988,15 realizan un análi-sis de los resultados y el pronóstico de la laringecto-mía parcial vertical. La recurrencia local se observó enel 17% de los pacientes. No presentaron mortalidadoperatoria y la postoperatoria fue baja. Los índicesde supervivencia a los tres y cinco años fueron del 92y 87%, respectivamente. Realizaron estudios multi-variables en los que se muestran que los márgenesquirúrgicos y la diferenciación tumoral son dos varia-bles predictivas de supervivencia. También encontra-ron que los márgenes quirúrgicos positivos son unavariable significativa para la recurrencia local.

En 1996, Suárez y colaboradores16 analizan las com-plicaciones de la laringectomía supraglótica. Debido aproblemas de aspiración, se realizó una laringectomíatotal en el 9,8% de pacientes con carcinoma supra-glótico. La no-decanulación ocurrió en el 23,8% delos casos. La radioterapia postquirúrgica no influyó enla decanulación, pero sí lo hicieron la enfermedadlocal avanzada y la edad. La mortalidad postquirúrgicaen el primer mes después de la intervención fue del2,6% en pacientes con tumores supraglóticos.

Kreuzer y colaboradores17 realizaron un estudiomediante videofluoroscopia para examinar lascomplicaciones digestivas de pacientes interveni-dos de laringectomía parcial y total. Concluyenque la aspiración es muy frecuente después de lacirugía parcial, principalmente causada por un cie-rre laríngeo incompleto, una disfunción del esfín-ter glótico o una retención de saliva en hipofarin-ge. Además, refieren que una rehabilitación de ladeglución es el tratamiento más adecuado paraesta complicación. Mediante la videofluoroscopia,también son capaces de detectar otras complica-ciones estructurales como las fístulas, estenosisesofágicas o recurrencias tumorales.

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401

En 2000, Watters y colaboradores18 presentan unatasa de complicaciones del 20% en la que las másfrecuentes son las aspiraciones, las fístulas faringo-cutáneas y las estenosis de la vía aérea. El 21% delos pacientes tuvieron recurrencia de su enferme-dad, todos fueron tratados mediante una laringecto-mía total y sólo uno de ellos murió debido al tumor,lo que representa una supervivencia por causatumoral del 97%. La supervivencia global de lospacientes es del 76%.

Un estudio realizado por Yiotakis y colaboradores19

compara las dos cirugías parciales laríngeas más fre-cuentes realizadas: laringectomía vertical y laringec-tomía horizontal supraglótica. Los resultados mues-tran un control local del 77,7% en pacientes conlesiones glóticas y el 55,5% en pacientes con lesio-nes supraglóticas. La supervivencia global parapacientes con tumores glóticos fue del 88,8% fren-te al 66,6% de pacientes con tumores supraglóticos.La laringectomía vertical no está asociada al aumen-to de las complicaciones, mientras que la morbilidaden la laringectomía horizontal supraglótica es mayor,sobre todo debido a las aspiraciones y a los proble-mas deglutorios.

En 2003, Manceau y colaboradores20 analizan lascomplicaciones infecciosas para prevenir los riesgossépticos en pacientes con cáncer de faringe-laringe.Presentan un índice de infecciones en las laringecto-mías parciales del 8%. Si estudiamos por separadolas fístulas salivares, las infecciones de la herida qui-rúrgica y otras infecciones, tenemos unos valoresdel 1,8%, 2,4% y 3,8%, respectivamente. Los fac-tores estadísticamente significativos son el estadiajetumoral, el hematoma postquirúrgico y la linforreapostquirúrgica. Enfatizan la importancia de unasestrictas medidas de asepsia quirúrgicas y una anti-bioterapia prolongada.

22.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOO

Se ha estudiado una serie de pacientes afectos deneoplasias de laringe, cavidad oral y nasofaringe, tra-tados en el Hospital Clínico de Barcelona desde 1973a 1998. La serie comprende 1.913 pacientes. Todoslos pacientes han tenido un seguimiento mínimo decinco años. Los tratamientos oncológicos utilizadoshan sido los estándares en nuestra institución: ciru-gía, radioterapia y quimioterapia. La incidencia depacientes ha mantenido una proporción muy estableen los últimos 30 años, lo que ha permitido un segui-miento riguroso en el propio departamento.

Hemos centrado este capítulo en las complicacio-nes de la cirugía parcial abierta del cáncer de laringecon finalidad funcional. Se ha tenido también encuenta la presencia de secuelas, por cuanto estaspueden desvirtuar la cirugía parcial mejor realizada.

Para realizar el estudio, se han evaluado:

EdadSexoHábito tabáquicoHistoria personal del paciente: antecedentes pato-lógicos y presencia de enfermedades concomitan-tes con el cáncer de laringe Localización anatómica del tumor y estadiajeTipo de tratamientoTipo de tratamiento definitivoTipo de intervenciónSeguimiento y presencia de metástasis, conmención del órgano más involucradoAparición de complicaciones en el postoperatorio:

• Según cronología: inmediatas (24 h), media-tas (1-4 días), tardías (<4 días).• Según tipo de complicación:

· Locales: hemorragia, enfisema cérvico-facial,dehiscencia de suturas, infección, fístulas. · No locales: respiratorias (enfisema mediastíni-co, neumotórax, neumonía por aspiración,hipersecreción bronquial), digestivas, renales,hemodinámicas y otras.

Secuelas, distinguiendo éstas en:· Respiratorias: reversibles o irreversibles,según se haya podido decanular o no alpaciente. Se ha evaluado su causa: edema,fibrosis, laringotraqueítis secas u otras causas.· Deglutorias: distinguiéndose entre deglu-ción difícil o deglución imposible, habiendosido necesaria una laringectomía total si lalaringe era afuncional o la práctica de unagastrostomía.· Fonatorias: distinguiendo la voz en acepta-ble, mala o pésima

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS

3.1. CARACTERÍSTICAS DE LOS PACIENTES

Ver tabla 1.

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3.2. HISTORIA PERSONAL DEL PACIENTE

Se han encontrado 141 casos de pacientes conantecedentes patológicos valorables (26%) y 49presentaban enfermedades concomitantes a suneoplasia (9%).

3.3. LOCALIZACIONES Y ESTADIOS

El total de la serie de 1.913 pacientes incluye cavi-dad oral, laringe y faringe. Este total se ha desglosa-do por localizaciones y estadios (tabla 2).

3.4. TRATAMIENTO

El tratamiento inicial con intención curativa o defi-nitiva se ha realizado en 1.797 pacientes (93,94%) ycon intención inicial paliativa en 116 casos (16,09%).El tratamiento inicial con intención curativa ha sido:cirugía 83,9% (1.509 casos) y otros tratamientos(RDT, QT) 287 casos (16%) (tabla 3).

3.5. TIPOS DE TRATAMIENTO QUIRÚRGICO

Se han intervenido 1.509 pacientes con cirugía, delos cuales 833 lo han sido con cirugía radical y 676con cirugía parcial.

El grupo que estudiamos son los 544 pacientesintervenidos de cirugía parcial laríngea (tabla 4).

3.6. SEGUIMIENTO

Se han podido seguir prácticamente los 1.797pacientes tratados con intención curativa, ya que lamayoría de ellos pertenecen al área geográfica denuestra institución o a zonas con cuyos equipos médi-cos hemos podido comunicarnos con regularidad.La media de seguimiento de estos pacientes es alta,de 10 años, con rango de cuatro meses hasta 15años. Este detallado seguimiento ha permitido detec-tar con precisión metástasis y recidivas (tabla 5).

Por orden de frecuencia son: pulmonares, zonasóseas, hígado, zonas encefálicas y otras localizaciones.

3.7. COMPLICACIONES

Se han presentado en 137 pacientes del total deoperados de cirugía parcial de laringe (544) (tabla 6).

3.8. SECUELAS

Se han considerado las secuelas permanentes en res-piratorias, deglutorias y fonatorias. De hecho, la diferen-

TABLA 2>> Localizaciones y estadios.

I (T1N0) II (T2N0) III (T123N01) IV (T123N012) TOTAL

Cavidad oral 56 112 82 155 405Orofaringe 0 10 16 22 48Hipofaringe 3 17 75 87 182Supraglotis 194 328 280 87 889Glotis 191 102 62 12 367Nasofaringe 0 3 3 16 22

Total 444 572 518 379 1.913

TABLA 1>> Características de los pacientes.

Total: 1.913Edad media: 58 años (rango 18-98)

Hombres: 1.818 (95%)Mujeres: 95 (5%)

Fumadores: 1.874 (98%)No fumadores: 39 (2%)

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cia entre complicaciones y secuelas no siempre es fácilde precisar. A nuestro modo de ver, las secuelas las eva-luamos en función de su permanencia e irreversibilidad.

Alteraciones funcionales, de mayor o menorimportancia, han aparecido en 216 pacientes opera-dos de laringectomía parcial con intención curativa(n = 544).

Dado que la finalidad última de la cirugía parcial eserradicar la lesión, preservando al máximo las funcio-nes laríngeas, nos ha parecido oportuno considerarlas limitaciones permanentes que la cirugía puedeimplicar, siendo éstas una consecuencia no deseableen el tratamiento (tabla 7).

3.9. COMPLICACIONES SEGÚNEL TIPO DE INTERVENCIÓN PRACTICADA

Se ha revisado la incidencia de complicaciones ysecuelas, en función de la técnica quirúrgica realiza-da (tablas 8a y 8b).

3.10 COMPARACIÓN CON OTROS AUTORES

Se ha intentado realizar un estudio comparativo delas diversas alteraciones derivadas de la cirugía reali-zada con relación a la bibliografía publicada porotros autores. Se resume en la tabla 9.

TABLA 5>> Seguimiento (1.797 casoscon terapia definitiva).

Recidiva local . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 359 (20%)Recidiva local / regional . . . . . . . . . . . . . . . . 269 (15%)

Metástasis a distancia . . . . . . . . . . . . . . . . . 108 (6%)

Por localización:nasofaringe (23%) orofaringe (10%) glotis (3%)hipofaringe (11%) supraglotis (5%) cavidad oral (3%)

Según órganos involucrados:pulmón (50%) piel e hígado (7%) cerebro (4%)huesos (23%) nódulos (5%) otros (4%)

TABLA 6>> Complicaciones. En 137 pacientesde los tratados con laringectomía parcial (25%).

Según localización de la complicación:locales 75 (55%) no locales 55 (40%) ambas 7 (5%)

Según cronología:inmediatas 73 (53%) tardías 12 (8%)mediatas 41 (30%) varios periodos 5 (4%)

TABLA 7>> Secuelas. En 216/544 pacientestratados con laringectomía parcial (40%).

Respiratorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110 (21%) Deglutorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 (7%)Fonatorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68 (14%)

TABLA 3>> Tratamiento.

Inicial definitivo (curativo): 1.797 (93,9%)Inicial paliativo: 116 (6,1%)

Tipos de tratamiento definitivo· Cirugía: 1.509 (83,9%)· Otros (RDT, QT): 288 (16,1%)

TABLA 4>> Tipos de tratamiento quirúrgico.

Cirugía total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 833 (55,2%)

Cirugía parcial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 676 (44,8%)

Cavidad oral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132 (19,5%)

Laringectomía parcial . . . . . . . . . . . . . . . . . 544 (80,5%)· verticales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 268 (49,3%)· horizontales* . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 276 (50,7%)

*Epiglotectomías, cirugía de tres repliegues, supraglóticas y CHEP

(Cricohioidoepiglotopexia).

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44.. CCOOMMEENNTTAARRIIOOSS

Dado que este capítulo que nos ocupa trata espe-

cíficamente de las alteraciones derivadas de la ciru-gía parcial abierta de la laringe, pasamos a evaluar-las, en función de la clasificación global que hemosrealizado.

TABLA 8a>> Complicaciones según cirugía.

Complicaciones544 Locales No locales

Cordectomías Total: 33 (17%)

192 23 (12%) 8 (4%)

Frontolaterales Total: 19 (25%)

76 15 (20%) 4 (5%)

Epiglotectomías Total: 4 (12%)

21 - -

Cir. 3 repliegues Total: 1 (16%)

6 - 1 (16%)

Horizontales* Total: 80 (32%)

249 37 (15%) 42 (17%)

* Incluimos la cirugía supraglótica y la CHEP (n = 34).

TABLA 8b>> Secuelas según cirugía.

Secuelasn = 544 Respiratorias Deglutorias Fonatorias

Rev. Irrev. Difícil Imp. Acept. Mala Pésima

Cordectomías Total: 50 (26%)

192 4 (2%) 0 4 (2%) 0 23 23 0(12%) (12%)

Frontolaterales Total: 34 (45%)

76 4 (5%) 4 (5%) 0 0 8 8 11(10%) (10%) (15%)

Epiglotect. Total: 2

21 0 1 1 0 0 0 0

Cir 3. Total: 2

6 2 0 0 0 0 0 0

Horizontales* Total: 129 (52%)

249 45 40 25 7 2 10 0(18%) (16%) (10%) (3%) (1%) (5%)

* Incluimos la cirugía supraglótica y la CHEP (34).

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4.1. EN LA CIRUGÍA PARCIAL VERTICAL (CORDECTOMÍASY LARINGECTOMÍAS FRONTOLATERALES)

Dentro de las complicaciones locales, menciona-mos por su importancia:

1. Hemorragias de mayor o menor intensidad sehan presentado en 15 ocasiones y en 10 de ellashan requerido revisión quirúrgica.

2. Enfisema cérvico-facial se presentó en 10 oca-siones y, en algún caso, fue muy llamativo. Siemprese solucionó, retirando puntos de sutura y compre-sión externa. La gravedad potencial del enfisema essu eventual progresión hacia el mediastino, abrien-do con ello una vía de infección y la posibilidad deun neumotórax. En este caso, se unen una compli-cación local con otra de mayor entidad.

3. Infecciones y pequeñas dehiscencias, que nocrearon problemas insolubles.

En lo que respecta a complicaciones no locales,cabe mencionar la hipersecreción bronquial en ochocasos y cuadros de hematemesis por úlcera de estrés.Hay que mencionar dos casos de retención urinaria.

El problema de las secuelas:1. Fonatorias Se presentaron en más de la mitad de los casos,

pero en ninguno de ellos la voz se consideró pésima(tabla 8b). Es un tema valorado poco por el resto deautores.18 El tipo de voz en esta serie se valoró deforma subjetiva. La lesión encontrada con mayor fre-cuencia fueron sinequias en comisura anterior ypequeños granulomas.

2. Secuelas respiratorias irreversibles (imposibilidada la decanulación) aparecieron en cuatro casos deeste grupo. La causa fue siempre estenosis subglóti-ca por intubación prolongada, consecutiva de posto-peratorios tórpidos.

3. Secuelas deglutorias insolubles no aparecen eneste grupo. Hubo cuatro casos de deglución difícil. Elmecanismo es difícil de explicar. Se puede pensar enzonas limitadas de pericondritis, que, al ocasionardolor, impediría la deglución confortable. En ningúncaso requirieron la prolongación de la sonda naso-gástrica más de 10 días y tampoco fue necesaria unagastrostomía.

4.2. EN CIRUGÍA PARCIAL HORIZONTAL

Revisaremos la descripción de los problemas deri-vados de la misma por frecuencias, dado que los por-

centajes globales están descritos en las correspon-dientes tablas 8a y b.

En lo que respecta a las complicaciones locales:1. Las hemorragias son menos frecuentes que en

cirugía vertical, pero cuando aparecen lo hacen conmayor agudeza, ya que en la mayor parte de loscasos son debidas a un fallo en la ligadura del pedí-culo. Casi siempre es necesaria la revisión quirúrgica.

2. El enfisema facial apareció en 10 casos y, excep-to dos, se solucionaron abriendo la sutura. Estos dosrequirieron drenaje torácico en el Servicio de CirugíaTorácica.

3. Los casos de infección local se ponen de mani-fiesto precozmente, por el enrojecimiento y aspectoinflamatorio de los alrededores de la herida cutá-nea. Sólo tres casos fueron debidos a infeccionesrebeldes por MARSA, que requirieron la colabora-ción del Servicio de Infecciones Hospitalarias parasu control.

4. Fístulas aparecieron en escaso número (sietecasos) y fueron consecuencia de ingesta precipitada,lo que provocó un fallo de la sutura mucosa.

Las complicaciones no locales aparecieron en 42casos de los operados de cirugía horizontal.Pueden presentarse en todos los periodos del posto-peratorio, pero suelen debutar con una cierta faseprodrómica.

1. Hay un síndrome muy precoz en el postoperatorioinmediato, el síndrome de Mendelsson, consistenteen el paso de líquido gástrico a las vías respiratorias.Clínicamente, hay signos pulmonares: taquipnea,cianosis, espasmo bronquial e hipersecreción bron-quial de pH intensamente ácido.1

2. La hipersecreción bronquial también puede apa-recer precozmente y es multicausal: la cánula queactúa de cuerpo extraño, falsas rutas salivares, pos-tura en la cama desfavorable y poca movilización.

3. El tercer cuadro que queremos exponer y que,frecuentemente, es consecuencia del anterior, es laneumonía. El paciente entra en un cuadro de insufi-ciencia respiratoria, fiebre y las secreciones son féti-das. Siempre hay que buscar la posibilidad de conta-minación hospitalaria. Estas neumonías puedenaparecer más tardíamente, cuando el paciente iniciasu actividad deglutoria.2

Secuelas de mayor o menor entidad aparecen en el52% de los operados de cirugía horizontal. Nosencontramos entre la media de otros autores (tabla9b) y nuestra casuística es mucho más elevada.

1. Las respiratorias son las de mayor trascendenciay las que aparecen en mayor número. En 40 casos

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(16% de los operados) no se consiguió la decanula-ción. Se analizaron las causas y se detectó: edema dearitenoides, edema fibrótico organizado y laringitissecas recidivantes.

La prevención de la aparición del edema pasapor una correcta instauración de medicaciónpostoperatoria (antiinflamatoria, corticoides y anti-bióticos, así como la corrección de eventualessituaciones de patología preexistente (hepatopatías,nefropatías o cualquier patología que comporteuna disproteinemia).

Una vez el proceso está establecido, el trata-miento es la ablación microquirúrgica o la vapori-zación con láser CO2. Es absolutamente necesarioel control anátomo-patológico del material extirpa-do, ya que no debe olvidarse que un edema puedeenmascarar la presencia de una recidiva tumoralsubyacente.27

Pese a tratarse correctamente este cuadro, puederecidivar de manera exasperante, haciendo retardaranormalmente la principal finalidad de esta cirugía:la respiración por vías naturales.

2. Las deglutorias aparecieron en el 13% deltotal. En siete (3%) la deglución fue imposible y,después de dos meses de sonda nasogástrica, serecurrió a una gastrostomía en dos casos y a totali-zación en uno.

En conclusión, se puede deducir de todos los datosrevisados que la cirugía parcial horizontal ofrece unalto riesgo de aparición de complicaciones y secue-las, tanto en cifras absolutas como relativas. Sólouna indicación precisa de la intervención elegida y lapráctica de una técnica quirúrgica depurada puedendisminuir estas consecuencias indeseables en la ciru-gía funcional de la laringe.

TABLA 9a>> Complicaciones de laringectomía parcial horizontal.

Suárez16 Burstein14 Sorenson22 Shaw23 Watters18 H. Clínic. Barcelona

Nº pacientes 193 41 10 15 6 255

Disfonía 4,8% - - Satisfactoria 100% 15%

Aspiración crónica 25% 24% - >40% 0 <30%

Comp. pulmonares 3,5% - - 40% 0 35%

No decanulación 23,8% 0 80% - 0 16%

Comp. deglutorias - 0 80% 40% 0 52%

Infección herida 5,2% 14,6% - 6,6% 0 5%

Laringostomas 3,1% 12% 40% 13% 0 1%

TABLA 9b>> Complicaciones de laringectomía parcial vertical.

Soo15 Sheen24 Lavey25 Lydiatt26 Watters18 H. Clínic. Barcelona

Nº pacientes 196 49 25 68 25 268

Disfonía 1,5% La mayoría - - 30% 25%

Aspiración crónica 0 0 4% 4,8% 0 0

Comp. pulmonares 0 0 4% 0 0 2%

No decanulación 0 2% 8% 7% 4% 1%

Comp. deglutorias 0 0 0 0 4% 20%

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55.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

El empleo de láser CO2 para la exéresis de lesio-nes laríngeas por vía transoral presenta grandesventajas sobre la cirugía abierta convencional.

Desde el punto de vista quirúrgico, se destaca laprecisión de la exéresis quirúrgica y la baja incidenciade complicaciones intra y postoperatorias. Se obtie-ne la curación de tumores glóticos en estadios pre-coces con mejores resultados que la aplicación deradioterapia.1 Permite el tratamiento de lesiones queafectan la comisura anterior2 y alcanza la subglotis,de difícil acceso con otras técnicas.3 Se utiliza tam-bién para la exéresis de tumores en vía aerodigestiva,con resultados similares a las técnicas convenciona-les, pero con menor yatrogenia.4

La cirugía con láser es la técnica de elección enpatología benigna de laringe para la solución deestenosis laríngeas, tratamiento de edemas deReinke, edemas postradioterapia o tras cirugía con-vencional.5 También existe experiencia en el trata-miento de divertículos de Zenker, siendo menor eltiempo quirúrgico empleado con respecto a cirugíaconvencional y mejor curso postoperatorio.6

Se deben destacar algunas características ligadas ala cirugía con láser CO2:

• La dificultad, por causa anatómica del paciente,en la exposición de la laringe mediante el laringosco-pio de suspensión dificulta el acceso a las lesiones.7

Esto podría conducir a una extirpación incompleta,por lo que se puede dudar de la indicación de la téc-nica en estos casos. De todos modos, en el logro deobtener una correcta exposición de la laringe influyeen gran modo la experiencia y habilidad del cirujano.

• En algunos pacientes puede presentarse dificul-tad en delimitar la extensión tumoral.9,10 Esto haceque, durante la sesión láser, en algunos casos sedeba reconvertir la intervención y pasar a cirugíaabierta convencional.11

• Generalmente, se precisan controles sucesivosmediante laringoscopia de suspensión que se reali-zan pasadas unas semanas de la sesión inicial.12

• La experiencia del cirujano en esta técnica es unfactor que favorece la obtención de mejores resulta-dos. En un estudio realizado por De Mones, las cura-ciones observadas al inicio del estudio y 9 años mástarde fueron del 75% al inicio y del 100% al final delperiodo estudiado, siempre para el mismo tipo delesiones, que concretamente eran carcinomas in situ.13

• La cirugía láser CO2 presenta una serie de riesgosinherentes que ya han sido comentados en el capítu-lo sobre la técnica de anestesia. El conocimiento delos mismos, las medidas preventivas a adoptar y laactitud ante la aparición de una situación de emer-gencia es obligado para todo el personal que traba-ja en el entorno de la cirugía láser en vía aérea.

Los incidentes ligados a la cirugía láser pue-den aparecer tanto en cirugía mínimamenteinvasiva como en cirugía más extensa. Porello, siempre se deben tomar todas las pre-cauciones que se recomiendan.

De todos modos, cuanto más extensa sea unalesión y más avanzado sea el estadio de su evolu-ción, más agresiva será la resección de tejido larín-geo y mayor será la posibilidad de aparición decomplicaciones.

42. Complicaciones de la cirugíaendoscópica con láser CO2

M.M. Luis,M.A. Ayuso

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22.. EEVVOOLLUUCCIIÓÓNN YY CCOOMMPPLLIICCAACCIIOONNEESS IINNTTRRAAYY PPOOSSTTOOPPEERRAATTOORRIIAASS

2.1. PERIODO INTRAOPERATORIO

Entre las complicaciones que se describen en el perio-do intraoperatorio se citan: ignición en la vía aérea,14

combustión del tubo traqueal,15,16 rotura del neumota-ponamiento,17,18 hemorragia19,20 y enfisema subcutá-neo,21,22 aparte de la contaminación ambiental.23

La radioterapia previa a la cirugía puede dificultarel manejo de la vía aérea, tanto para el anestesiólo-go como para el cirujano, puesto que ésta provocauna fibrosis de los tejidos que inhibe la movilidad detodas las articulaciones irradiadas.

2.1.1. Periodo postoperatorio inmediato

Se pueden observar problemas derivados de la entra-da de aire a través de la perforación de cartílagoslaríngeos. Puede limitarse a un pequeño enfisemasubcutáneo presente sólo en la zona anterior delcuello o bien puede ser más extenso y aparecer neu-momediastino y/o neumotórax.21,24

No debe olvidarse que la mayoría de pacien-tes sometidos a cirugía láser no llevan tra-queotomía, lo que hace que requieran unaestrecha vigilancia en el postoperatorioinmediato.

Si ha ocurrido una disrupción de la barrera mucosadurante la cirugía, hay que tener en cuenta que laaparición de un enfisema severo puede establecersede manera progresiva, lo que obliga a un estricto con-trol de parámetros ventilatorios y hemodinámicas.25

Contribuyen al aumento del enfisema los esfuerzosespiratorios del paciente y los accesos de tos.

La incidencia de la aparición de edema laríngeoes menor tras la cirugía láser y se resuelve con pron-titud, no presentándose ni disnea ni estridor larín-geo. En extirpaciones extensas puede ser de ayudala corticoterapia,26 igual que cuando a la laringec-tomía parcial se asocia la realización de vaciadosganglionares que pueden causar un edema cervicalretrógrado.27

Debido a la compresión mantenida de la lenguapor el laringoscopio de suspensión en intervencio-nes de larga duración y de difícil exposición larín-gea, puede aparecer edema de lengua con riesgo de

insuficiencia respiratoria de origen mecánico poroclusión bucofaríngea.

El embolismo pulmonar, que según las publicacionespresenta una relativa incidencia (0,4%) en cirugía abier-ta28 y tras vaciados ganglionares,29 se relaciona con laposición de hiperextensión y de rotación forzada de lacabeza durante intervenciones prolongadas que provo-caría una trombosis venosa de los vasos cervicales.30 Serelacionaría también con procesos sépticos concomi-tantes31 y con la patología cardiovascular asociada. Nohay documentación acerca de la incidencia de estacomplicación tras cirugía láser. De todos modos, encirugía láser acompañada de disección de cuello, debetenerse presente la aplicación de profilaxis tromboem-bólica si no hay contraindicaciones para la misma.

La intensidad de dolor postoperatorio es un pará-metro difícil de valorar, puesto que la apreciación dedolor por parte del paciente es subjetiva. Al no serportadores de traqueotomía, la capacidad de poder-se expresar es mejor en relación a los pacientessometidos a cirugía abierta.32

La intensidad del dolor se valora mediante unaescala analógica visual (EVA), en la que el pacienteexpresa en una escala numérica la intensidad conque percibe el dolor. El dolor en cirugía láser es demenor intensidad33 que en cirugía abierta y se puedecontrolar con analgésicos convencionales sin necesi-dad de recurrir a derivados mórficos, bien adminis-trados en forma de bolus o mediante bombas deperfusión continua programadas (bombas de PCA).34

El resto de complicaciones inmediatas posto-peratorias, tales como hemorragia, insufi-ciencia respiratoria y dolor, no difieren de lasque se describen en cirugía convencional,pero se presentan con menor incidencia.

2.2. LAS COMPLICACIONES POSTOPERATORIAS TARDÍAS

Tales como disfagia, aspiración broncopulmonar yneumonía, también presentan menor incidencia quetras cirugía abierta.

La disfagia es poco frecuente tras cirugía láser; detodos modos, en cirugía que comprometa de modoinmediato la deglución, se suele colocar una sondanasogástrica que se mantiene durante los primerosdías. En un estudio realizado por Maurizi, la inciden-cia de aspiración era del 7,6% y los problemas dedeglución se resolvían en una semana.35 Para Bernaly cols. la cirugía láser no se suele asociar a problemascrónicos de deglución.36

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La incidencia de neumonía tras cirugía láser es del6,1%; de estos casos, el 4,7% presentaban aspira-ción broncopulmonar en el postoperatorio inmedia-to y el 1,4% restante correspondía a aspiracionesbronquiales producidas en semanas posteriores.37 Lamayor parte de estos casos se resuelven espontánea-mente, pero en pacientes de edad avanzada y aspi-raciones mantenidas puede ser necesaria la ablacióntotal de la laringe.37

Las escaras que aparecen tras las grandes reseccio-nes con láser pueden dificultar la normal funcionali-dad de la vía aérea y aparecer disnea20 o estenosisque obliguen a realizar una traqueotomía temporal.37

La radioterapia postoperatoria puede ocasionarestenosis laríngeas por edema de la zona irradiada.Puede aparecer, por tanto, una insuficiencia respira-toria que, si es muy severa, puede obligar a realizaruna traqueotomía.

La aparición de fístula aerodigestiva, que es una delas complicaciones más temidas en el postoperatoriode la cirugía abierta,38 no suele observarse tras ciru-gía transoral con láser. Vilaseca y cols. refieren uncaso de fistulización a piel tras resección con láserque se resolvió de forma espontánea.37

Rampil23 separa las incidencias ocasionadas por elláser en cuatro grandes categorías: contaminaciónatmosférica, perforación de vasos u otras estructu-ras, embolismos y lesiones ocasionadas por inciden-cia del láser fuera de la zona deseada. En la figura 1

se muestra un gráfico de incidencias reportadas a laFDA en un periodo desde enero de 1989 a junio de1990.23 En total, fueron 21 incidencias ocasionadaspor el láser en intervenciones de distintas especiali-dades quirúrgicas; 2 fueron incidencias menores, 12graves y 7 mortales.

33.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOOSS

Nuestra casuística en cirugía laríngea en un periodocomprendido desde 11/98 hasta 6/03 fue de 1.722intervenciones. Un grupo de 223 pacientes se intervi-no con cirugía abierta. De los 1.499 casos de cirugíaendoscópica, en 279 no se utilizó láser y las 1.220sesiones restantes fueron resecciones con láser, siendo752 lesiones neoplásicas y 468 lesiones benignas. Nosreferimos a 1.220 sesiones de láser transoral, dado queen algunos casos el mismo paciente fue intervenido enmás de una ocasión para posterior control del lechotumoral. En la figura 2 se detalla la distribución deltotal de intervenciones de cirugía laríngea.

Los pacientes traqueotomizados previa interven-ción quirúrgica eran 51 en el grupo láser y 59 en lacirugía abierta.

En la tabla 1 se detalla el total de incidenciasdetectadas en la muestra, en las intervenciones larín-geas de cirugía abierta y las sesiones endoscópicascon/sin láser en el periodo 11/98 a 06/03.

En las 1.220 sesiones de láser se detectaron 95(7,7%) incidencias relacionadas con la sesión quirúr-gica; el intervalo de tiempo de análisis fue el com-prendido entre el inicio de la intervención quirúrgicay las 6 primeras horas del postoperatorio inmediato,a excepción de las hemorragias, que se contabiliza-ron hasta 7 días después de la intervención. En lafigura 3 se detalla el tipo de incidencias observadas.

La incidencia de hemorragias en sesiones láser fuedel 1,4%, mucho menor que en la cirugía abierta,que fue el 6,7%.

De las 17 incidencias hemorrágicas en casos láser,tres se manifestaron en el postoperatorio inmediato.Una de ellas fue muy severa por rotura de la arteriacarotídea en un paciente operado e irradiado previa-mente, otra en la sala de despertar y la tercera sepresentó a las 6 horas de la intervención en la sala dehospitalización. Diez aparecieron en el transcurso delas primeras 24 horas. Las cuatro restantes cursarondurante la primera semana; en un caso la hemorra-gia apareció a las 5 h de finalizar la intervención y denuevo a los 21 días. Fue necesaria la revisión quirúr-gica en el postoperatorio inmediato en 8 pacientes

Figura 1>> Distribución de las lesiones producidas porláser reportadas a la FDA entre 1/89-6/90.23

9% otras quemaduras 9% miscelánea

24%perforación

órganosy vasos

24% embolismogaseoso

14% ignición

19% lesionesoculares

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(0,6%) y 2 casos fueron trasladados a la Unidad deCuidados Intensivos.

En la cirugía abierta se detectaron 11 sangrados, 4(1,7%) de ellos aparecieron durante las primeras horas delpostoperatorio. Una hemorragia fue brusca y severa porrotura de carótida y el paciente precisó cuidados intensivosen el postoperatorio. Dos aparecieron a los 14 y 15 días dela intervención, y el resto en el intervalo de una semana.

La hemorragia durante el transcurso de la intervenciónsuele ser mínima y controlable, ya que el mismo láser

coagula los vasos de pequeño calibre; los de calibre supe-rior a 0,5 mm (20) deben sellarse con clips vasculares.

Las hemorragias en cirugía láser suelen aparecer en eltranscurso de la primera semana del postoperatorio y,principalmente, durante las primeras 48 h. Tras la revisiónquirúrgica y/o el control en la unidad de recuperaciónpostoperatoria, los pacientes fueron trasladados a la salade hospitalización o a cuidados intermedios. Del total dehemorragias, tres pacientes precisaron ingreso no previs-to en cuidados intensivos.

Figura 2>> Total de sesiones en cirugía laríngea (1.722) en el periodo de 11/98 hasta 6/03.

468 endoscopias láser benignas 223 cirugías abiertas

279 endoscopias no láser

752 endoscopias láser neoplásicas

1.220 sesiones láser

TABLA 1>> Incidencias en las sesiones laríngeas de 11/98 a 06/03 (n = 95).

Cirugía abierta 223 Endoscopia no Sesiones endoscopia láser 1.220(59 traqueotomía previa IQ) láser 279 (51 traqueotomía previa IQ)

Hemorragia 11 de 223 (6,7%) 0 17 de 1.220 (1,4%)

Reintubación IRA 2 de 223 (0,8%) 0 4 de 1.169 (0,3%)

Revisiones post IQ 4 de 223 /1,7%) 4 de 279 (1,4%) 8 de 1.220 (0,6%)

Hipoxemia y disnea 2 de 223 (0,8%) 2 de 279 (0,7%) 12 de 1.169 (1%)

Edema de lengua 0 0 10 de 1.220 (0,8%)

Enfisema 0 0 8 de 1.220 (0,6%)

Traqueo no prevista 0 0 9 de 1.169 (0,76%)

UCI no prevista 4 de 223 (1,7%) 0 7 de 1.220 (0,5%)

Lesión en material 17 de 1.220 (1,3%)de vía aérea sin ignición

Ignición en material 3 de 1.220 (0,2%)de vía aérea

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Reintubaciones por Insuficiencia RespiratoriaAguda (IRA)

Consideramos insuficiencia respiratoria aguda o hipo-xemia a las saturaciones de oxígeno mantenidas alrede-dor del 90% durante el postoperatorio inmediato.

En el control de Insuficiencia Respiratoria Aguda(IRA) suprimimos del grupo láser los 51 pacientesque habían sido anteriormente traqueotomizados.

De las 1.169 sesiones láser, en 12 (1%) aparecióhipoxemia, disnea o estridor en el postoperatorioinmediato. De estos pacientes, dos habían sido inter-venidos por un edema de Reinke, dos por una pará-lisis de cuerda vocal y tres de laringectomía láser aso-ciada a vaciado cervical bilateral; el resto de pacientesse intervinieron de laringectomía parcial láser.

De todos los pacientes que presentaron IRA, 4 (0,4%)precisaron reintubación en el postoperatorio y en total serealizaron 4 traqueotomías por disnea severa, algunos sinprevia reintubación.

En el total de sesiones láser (n = 1.220), incluidoslos pacientes portadores de traqueotomía, la hipoxe-mia incide en un 0,9%.

En la cirugía endoscópica sin láser, la incidencia esde un 0,7% (un paciente intervenido de pólipoangiomatoso y otro de un pólipo benigno de CV);en ningún caso fue necesario una traqueotomía.

De los pacientes intervenidos con cirugía abierta(todos ellos traqueotomizados al final de la inter-vención), dos casos (0,8%) presentaron hipoxemia;ambos pacientes fueron intervenidos de laringecto-

mía total e injerto deltopectoral. Uno de ellos sufrióun neumotórax y fue trasladado a la Unidad deCuidados Intensivos. Ambas hipoxemias cedieroncon aporte de oxígeno.

Como podemos observar, la incidencia dehipoxemia, disnea o estridor es similar en lostres grupos: 1% en cirugía láser en pacientessin traqueotomía, 0,7% en endoscopia sinláser y 0,8% en cirugía abierta; lo cual indicaque el láser no aumenta la disnea o la dificul-tad respiratoria en el postoperatorio.

Todos los pacientes intervenidos de cirugía endos-cópica en vía aérea superior recibieron corticoterapiaintraoperatoria en dosis única, 1 mg/1 Kg de peso,para prevenir el edema.

El edema de lengua en resecciones láser apareceen un 0,8% de los casos, la mayoría de las ocasionespor compresión del laringoscopio de suspensión deKleinsasser o bivalvo de Weerda de forma prolonga-da sobre la lengua en intervenciones de difícil expo-sición laríngea, obligando a realizar una traqueoto-mía postoperatoria a un paciente por disnea severa.Otro paciente fue trasladado sin intubar a CuidadosIntensivos para evitar la traqueotomía y en el restode casos se solucionó el edema de lengua con corti-coterapia sin complicaciones.

Los 8 casos de enfisema subcutáneo (0,6%) pertene-cen a la cirugía láser y aparece por disrupción de la

Figura 3>> Incidencias en las sesiones láser con el láser en cirugía laríngea.

Ignición material vía aérea 0,2%

Lesión material víaaérea sin ignición 1,3%

Traqueotomíano prevista 0,76%

UCI no prevista 0,5%Hemorragia 1,4%

Hipoxemiao disnea 1%

Enfisema 0,6%

Edema lengua 0,8%Reintubaciónpor IRA 0,3%

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barrera mucosa o cartilaginosa al realizar reseccionesde comisura anterior. Ocasionalmente, la exéresis de lalesión y el margen de seguridad obligan a resecar partede la estructura cartilaginosa que puede dar lugar aenfisema subcutáneo, si bien este puede aparecer tam-bién por perforación de la mucosa y piel por el láser. Lamayoría de enfisemas fueron localizados en cuello o seextendieron hacia la cara, a excepción de un caso quese extendió a partes blandas, tórax y mediastino, deta-llado en el apartado de complicaciones severas.

Un paciente intervenido de divertículo deZenker presentó a los 4 días de la intervención unneumomediastino.

Las lesiones ocasionadas por la radiación láser sobrematerial de la vía aérea fueron 20. Una ignición exclu-siva en el Tubo Endotraqueal (TET) sin lesión de la víaaérea, una combustión de material de la vía aérea dis-tinta a la IOT en un paciente en el que se realizaba laventilación a alta frecuencia mediante catéteres deinsuflación de teflón, sin lesión en la vía aérea, y un ter-cer paciente que presentó una ignición en la vía aéreacon lesiones muy severas. Estos casos se comentanextensamente en el apartado de complicaciones gra-ves. De los 17 casos restantes, observamos una perfo-ración del TET, quemadura del TET en dos pacientes yen el resto perforaciones del balón. Las dos quemadu-ras del TET aparecieron en tubos traqueales en pacien-tes traqueotomizados que se intervenían con cirugíaláser para reparar estenosis traqueal, una de ellassecundaria a cirugía convencional y otra como secuelade una intubación orotraqueal prolongada. En la figu-ra 4 se muestra la distribución de las incidencias delláser sobre material de la vía aérea.

En todos los casos de perforación del balón y en elcaso de quemaduras en el tubo transtraqueal se rea-lizó una nueva intubación, excepto en la perforacióndel TET que se detalla posteriormente.

Ninguno de los pacientes intervenidos de cirugíaendoscópica sin láser precisó traqueotomía posto-peratoria. En el grupo láser transoral de 1.169pacientes, 9 (0,76%), todos oncológicos, fuerontraqueotomizados por sangrado o insuficienciarespiratoria.

La dificultad a la intubación orotraqueal (ITD) encirugía convencional oscila del 1 al 18% (39) y enpatología laríngea se eleva a cifras que oscilan del 12al 28% (40). En un estudio realizado por Ayuso ycols., la ITD en pacientes con patología laríngea tam-bién fue del 28%.41

En nuestros casos, definimos la ITD al hallazgode una o más de las siguientes circunstancias: laobtención de un grado de Cormack III o IV duran-te la laringoscopia directa, dificultad en identificarla glotis por ocupación tumoral de la supraglotis ynecesidad de utilizar medios auxiliares para lograrla intubación.

De 1.612 sesiones laríngeas sin traqueotomía, laITD fue del 11,9% (193 pacientes). En la cirugíaabierta el 27% (45 pacientes de 164), en el grupo deendoscopias no-láser 1,4% (4 de 279), en las sesio-nes láser benignas 5,1% (24 de 468) y en las sesio-nes láser neoplásicas 15% (106 de 701).

De todas las sesiones láser, la ITD fue en patologíaneoplásica del 9% y en patología benigna del 2%.

Es evidente que la dificultad a la IOT se presenta enla patología neoplásica y con mayor incidencia en la

Figura 4>> Incidencias por radiación láser sobre material vía aérea (n = 20).

17 perforaciones de balón y TET

1 ignición grave vía aérea

1 ignición material vía aérea

1 ignición TET

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cirugía abierta, posiblemente por ser lesiones másinvasivas y en estadios más avanzados.

En la cirugía abierta fue necesario realizar 7 tra-queotomías previas a la intervención por dificultadprevisible en la IOT y en la cirugía láser en 2 pacien-tes, no contabilizadas en la tabla 1, dado que no sona consecuencia de la cirugía láser.

En la figura 5 se muestra en la columna de la izquier-da el total de sesiones laríngeas (excluidos los pacien-tes previamente traqueotomizados) y en el tramosuperior de la columna, el total de pacientes que hanpresentado ITD. En las otras columnas se detalla eltotal de pacientes intervenidos con cada una de las dis-tintas técnicas y en la parte alta de cada columna, lospacientes de cada grupo que han presentado ITD.

Ante la dificultad a la IOT se emplearon distintasalternativas: fibroscopio 6,2%, guía 27,5%, larin-

goscopio de suspensión de Kleinsasser 5,7%, intu-bación a ciegas 9,3% y traqueotomía previa inter-vención en un 3,6% de los pacientes.

De los once pacientes que ingresaron en la UCI, 4pertenecían al grupo de cirugía abierta, uno fue uningreso imprevisto por presentar un neumotóraxdurante la intervención de colgajo deltopectoral y 3previstos, dos por obesidad mórbida y uno por pato-logía cardio-respiratoria asociada. En los pacientesintervenidos con láser, los 7 ingresos en UCI fueronimprevistos: hemorragia severa y neumonía, edemade lengua, un bloqueo cardiaco, enfisema masivo,ignición grave en la vía aérea y dos por insuficienciarespiratoria.

Figura 6>> Incidencia de dolor postoperatorio EVA >3.

129 (7,5%)

73 (9,7%)

14 (1,4%)

4 (1,4%) 38 (17%)

1.722 752 468 279 223

1.722 sesiones laríngeas

468 sesiones láser benigno

223 cirugía abierta

EVA >3 láser neoplasia (73)

EVA >3 endoscópia no láser (4)

752 sesiones láser neoplásicas

279 endoscopia no láser

EVA >3 total sesiones laríngeas (129)

EVA >3 láser benigno (14)

EVA >3 cirugía abierta (38)

Figura 5>> ITD en las sesiones de cirugía laríngea.

193 (11,9%)

106 (15%)

24 (5,1%)

4 (1,4%)45 (27%)

1.612 701 468 279 164

1.612 total sesiones láser

701 sesiones láser neoplasias

468 sesiones láser benigno

279 endoscopia sin láser

164 cirugía abierta

ITD 193 total sesiones laríngeas

ITD 106 neoplasia láser

ITD 24 láser benigno

ITD 4 endoscopia sin láser

ITD 45 cirugía abierta

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La valoración del dolor se realizó mediante unaEscala Analógica Visual (EVA) considerando dolor apartir de EVA >3.

De los 1.722 pacientes intervenidos de cirugíalaríngea, observamos dolor en 129 (7,5%). En lacirugía abierta un 17% (38 de 223), en endoscopiano-láser 1,4% (4 de 279), en patología benigna conláser 2,9% (14 de 468) y tras las sesiones láser neo-plásicas en un 9,7% (73 de 752).

Es evidente que la cirugía láser es muchomenos dolorosa que la convencional.

La cirugía abierta es la que cursa con una inciden-cia más alta de dolor en el postoperatorio, en el quelos pacientes llevan una pauta analgésica endoveno-sa de infusión continua (PCA) con mórficos y AINE.La analgesia en la cirugía endoscópica no-láser suelerealizarse generalmente con AINE y en la cirugía lásercon vaciados, al igual que en cirugía convencionalcon bomba de PCA ev. En resecciones láser sin vacia-dos se valoran intensidad, extensión y tiempo deresección y, generalmente, la analgesia se realiza conAINE, alternando la analgesia con mórficos sc. Enocasiones, además de la pauta analgésica, se aportatratamiento corticoterápico.

En la figura 6 se muestra en columnas la inciden-cia de dolor en cada grupo de pacientes. La colum-na de la izquierda muestra el total de sesiones larín-geas y en la parte superior de la columna, el total depacientes que presentaron dolor >3 en la escala ana-lógica visual. El resto de columnas representan eltotal de pacientes de cada uno de los grupos inter-venidos con las distintas técnicas y la parte superiorde la columna, los sujetos que han presentado dolorsegún EVA >3 en cada uno de los grupos.

3.1. COMPLICACIONES SEVERAS OBSERVADASEN NUESTRO ESTUDIO

3.1.1. Enfisema subcutáneo de cara, región cervical,mediastino, neumotórax y abdomen

Paciente de 59 años intervenido de microcirugíalaríngea láser para la extirpación de pólipo en comi-sura anterior y edema de Reinke en CVD.

Entre los antecedentes patológicos destaca la obe-sidad, con un BMI de 31,5 Kg m-2, HTA y BC; unosaños antes sufrió un enfisema periorbitario a conse-cuencia de un traumatismo facial. Los antecedentes

quirúrgicos fueron tres intervenciones de resecciónde edema de Reinke.

La inducción anestésica se realizó con la técnica habi-tual, la laringoscopia directa objetivó un grado 2 de difi-cultad según la escala de Cormack-Lehane, la intuba-ción se realizó con relajación neuromuscular completa yse consiguió al primer intento sin necesidad de utilizarguía introductora con una sonda orotraqueal de 7 mm;el balón del TET se rellenó de suero salino.

La colocación del laringoscopio fue dificultosa,consiguiéndose tras varios intentos. Antes de iniciarel procedimiento quirúrgico, se introdujeron algodo-nes humidificados entre las cuerdas vocales y elbalón de la sonda orotraqueal para protegerlo. Elprocedimiento se realizó con láser CO2 y se prolongópor espacio de 90 minutos; durante el proceso no seregistraron altas presiones respiratorias ni hubo nin-gún tipo de complicación. Al finalizar la intervenciónse procedió a la extubación del paciente, que recu-peró la ventilación espontánea sin complicaciones.

En la sala de recuperación postanestésica se observóun incipiente enfisema subcutáneo en zona cervical ante-rior y cara; el paciente mantenía respiración espontáneacon oximetría del 97-98%, con aporte de O2 nasal.

El enfisema fue progresando del cuello a la cara(figura 7), al tórax y a las extremidades. La oximetríadescendió al 96% y se administró oxígeno con masca-rilla facial. A las tres horas de finalizar la intervención,la radiografía de tórax (figura 8) mostró enfisemamediastínico y neumotórax; seguidamente, se dispusodel material necesario para realizar una intubación oro-traqueal difícil, ya que la realización de una traqueoto-mía era poco viable debido al gran enfisema existenteen la zona cervical anterior.25,42,43 Se procedió a la seda-ción y laringoscopia directa con posterior relajaciónneuromuscular. Se realizó la intubación orotraquealcon un TET de 8 mm al primer intento, sin dificultad, apesar de la magnitud del enfisema. Se colocaron dre-najes pleurales bilaterales. Tras la ventilación mecánica,se observó acidosis respiratoria en la gasometría.

Durante su estancia en la UCI, la tendencia a lahipotensión obligó a administrar drogas vasoactivas(perfusión de dopamina 5 mg K –1 min –1) para evitarla disminución del retorno venoso25 asociado frecuen-temente al fallo hemodinámico. La vía aérea se explo-ró mediante broncoscopio y se apreció laceración enla pared frontal anterior de la mucosa de la membra-na traqueal en la zona subglótica a nivel del cricoides.

El enfisema fue disminuyendo progresivamente, a lostres días se pudo suprimir la ventilación mecánica y al cuar-to se quitaron los drenajes pleurales. El enfisema siguió enretroceso y a los 11 días el paciente fue dado de alta.

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La aparición de enfisema subcutáneo es frecuentecuando se realizan resecciones que incluyen el tejidograso y la membrana cricotiroidea.37 Cuando el enfise-ma se extiende sólo al tejido cervical subcutáneo, seresuelve de forma espontánea en unos 5 días;37 si seasocia a neumomediastino o neumotórax, es una com-plicación muy grave y es necesario proceder rápida-mente a su resolución para evitar posteriores secuelas.

Esta grave complicación con importante compromisode la vía aérea44 obliga a hacer el diagnóstico diferen-cial con las cuatro posibles etiologías de la alteración dela barrera cutánea: 1) Procedimientos quirúrgicos: tra-queotomía, disecciones en cuello o traumatismosexternos. 2) Alteraciones en la barrera mucosa y/o car-tilaginosa: IOT, procedimientos endoscópicos, cirugíadental,45 fractura de huesos faciales, drenajes torácicos,cuerpos extraños o neoplasmas. 3) Barotraumas: venti-lación a presión positiva, maniobras de Valsalva, asmabronquial o esfuerzos. 4) Infecciones bacterianas congas producido por microorganismos.25,42

Durante su estancia en UCI, se descartaron lesio-nes en mucosa de faringe y esófago, ya que no seobservaron los signos de mediastinitis.25,46

Ocasionalmente, en cirugía colorrectal puedenaparecer perforaciones en vísceras,47 en reseccionesamigdalares con láser enfisema48 y tras la utilizaciónde una turbina dental,37,45 en procedimientos larín-geos, neumotórax y enfisemas subcutáneos, y entodos los procedimientos con láser CO2 pueden oca-

sionar lesiones en vasos sanguíneos de calibre supe-rior a 0,5 mm.20

En el caso de nuestro paciente, el enfisema se iniciódespués de la extubación. Durante la ventilación mecá-nica el balón del TET mantenía la vía aérea aislada delexterior; cuando el paciente inició la respiración espon-tánea y realizó esfuerzos espiratorios con tos, entró airehacia el tejido celular subcutáneo a través del pequeñoorificio de la mucosa traqueal ocasionado por el láser.De forma progresiva, el aire se extendió desde el tejidocelular subcutáneo hacia mediastino y tórax.22,49

3.1.2. Combustión del TET e ignición en vía aérea

Se trata de un varón de 33 años, con BMI de 29 Kgm-2, sin antecedentes médico-quirúrgicos de interés.Sin hábito enólico y no fumador. La intervención qui-rúrgica prevista era microcirugía laríngea para extir-pación de pólipo en 1/3 anterior CV derecha.

Se realizó la técnica anestésica habitual según proto-colo. Se intubó al paciente bajo relajación neuromuscu-lar sin complicaciones, con una sonda orotraqueal de6,5 mm de Polivinilclorido (PVC), forrado con aluminioy cinta exterior adherente de papel, se humedeció pre-via introducción y se rellenó el balón con suero salino.En las intervenciones de microcirugía laríngea siemprese utilizan sondas orotraqueales de pequeño calibrepara permitir la mayor visibilidad del campo quirúrgico.

Figura 8>> Neumomediastino y neumotórax.Figura 7>> Efisema subcutáneo en cara y cuello.

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La Fi O2 administrada fue inferior al 0,4 con mezclade aire y la concentración de sevoflurane al 1,5%.

Antes de iniciar la intervención se protegió cara yojos con gasas y toallas húmedas (el paciente no lle-vaba ni bigote ni barba), y se comprobó el correctofuncionamiento de los aspiradores.

A los 10 minutos de iniciada la resección qui-rúrgica se produce una ignición grave en elcampo quirúrgico, con salida de llamarada por laboca. Rápidamente se procedió a cerrar la fuen-te de O2, se extinguieron las llamas con suerosalino y se sumergió el TET también en suerofisiológico (ubicado siempre junto al respirador).Seguidamente se ventiló el paciente con O2 al100% con mascarilla facial y fue intubado denuevo sin dificultad con un TET del nº 7,5 parafacilitar la realización de nuevas exploracionesendoscópicas. Tras la fibrobroncoscopia deurgencia, se observaron laceraciones en la muco-sa. Posteriormente fue trasladado a la UCI y a las48 h se realizó una traqueotomía.

El TET extraído estaba totalmente combustionadoa partir de la zona desprotegida hasta el extremo dis-tal. El paciente permaneció 10 días en UCI. Los con-troles posteriores realizados con fibrobroncoscopioconstataron estenosis traqueal severa. En las figuras9, 10 y 11 vemos la progresión de la estenosis de lazona más proximal a la más distal. En la figura 12 seaprecia la afectación broncopulmonar durante unaresección quirúrgica.

El paciente fue dado de alta hospitalaria a los 30días del incidente. Posteriormente se le colocó unstent (figura 13) para salvar las zonas estenóticas.

Actualmente, transcurridos dos años, mantiene unasevera insuficiencia respiratoria, con frecuentesingresos hospitalarios por repetidas descompensa-ciones respiratorias.

Analizamos los factores que favorecen la combustión:El chequeo previo realizado según nuestro

protocolo en cirugía láser verifica las siguientesprecauciones:

• TET forrado específico para cirugía láser transoral.• Introducción de la sonda orotraqueal humedecida.• Oclusión de los ojos y cara con gasas y toallas

húmedas.• Fi O2 entre 0,3 y 0,4 con mezcla de aire (sin admi-

nistrar N2O).• Balón del TET relleno con suero fisiológico.• Suero salino disponible junto al paciente para

extinguir las llamas en caso de ignición.• Comprobación del buen funcionamiento de los

aspiradores de humos.• Colocación de algodones humedecidos entre el

balón y las CV para evitar que un disparo del láserpueda incidir en el balón o en el TET.

Durante la ventilación mecánica se administró una FiO2 <0,4 con mezcla de aire. No se utilizó N2O, ya que suuso causa el mismo efecto que se obtiene al emplear altasconcentraciones de O2, por lo que se recomienda utilizarmezcla de O2/aire.50 Algunos autores recomiendan la uti-lización de aire y helio como diluyente, ya que éste tieneuna conductividad térmica más elevada y puede retrasarla ignición del TET unos segundos, de forma que el índi-ce de inflamabilidad al utilizar esta mezcla se reduce enun 1-2%.51 Además, el helio tiene una baja viscosidad y

Figura 9>> Estenosis traqueal proximal. Figura 10>> Estenosis traqueal distal.

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permite emplear sondas orotraqueales de menor calibresin altas resistencias de flujo.52 El inconveniente es que laventilación mecánica con helio debe realizarse con respi-radores especiales y que puede sobrestimarse la concen-tración de gases que forman la mezcla si éstos se midencon espectofotómetro de masas.

La hipnosis se mantuvo mediante gases halógenos,en este caso sevoflurano al 1,5%. Estos agentes volá-tiles empleados habitualmente no son inflamables,pero si aparece la ignición en la vía aérea, puedenpirolizar a componentes tóxicos.53 Los disparos que serealizaron con el láser fueron de intensidad inferior a15 vatios y con pulsaciones inferiores a 0,5 segundos.

Suponemos que la causa de la ignición fue unacoincidencia de múltiples factores de pequeña rele-vancia, cada uno de ellos de forma aislada.

Uno de los extractores de humos no funcionócorrectamente. De los diversos lásers empleados encirugía, el láser CO2 es el que produce más humo alvaporizar tejidos;23 por este motivo, los aspiradoresson imprescindibles y se sitúan junto a la zona deresección para aspirar el humo eliminando delcampo quirúrgico las partículas producidas por laradiación, que tienen un tamaño que oscila entre las0,1 y 0,8 micras; además, no se obstaculiza la visióndel campo quirúrgico al cirujano y se pretende dismi-nuir la contaminación ambiental.54

La posibilidad de que alguno de los algodones pro-tectores del balón se desplazara o perdiera humedadpudo contribuir a esta incidencia al facilitar la perfo-ración del balón de forma inadvertida, iniciándose lacombustión al realizar el siguiente disparo de láser.

El TET utilizado estaba forrado manualmente, sibien en el mercado existen tubos específicos para ciru-gía láser,55 que en nuestro departamento se reservanpara intervenciones en zona subglótica. Esta inciden-cia nos permitió verificar la gran eficacia del forradomanual cuando no queda ninguna ventana que dejeal descubierto material de PVC.56 El TET estaba total-mente íntegro hasta la zona del balón y totalmentecombustionado del balón hasta el extremo distal. Porlo tanto, suponemos que debió perforarse el balón delTET, la complicación más frecuente y, en caso de igni-ción, la más temida del 0,5%17 al 1,5%.18

Figura 11>> Estenosis traqueal distal. Figura 12>> Estenosis bronquial.

Figura 13>> Stent traqueal.

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Si se hubiera producido la perforación por encimadel neumotaponamiento como consecuencia de unadeficiente protección, la combustión aparecería eneste punto.

Los TET en microcirugía laríngea deben intro-ducirse lo más cerca posible de la carina,14

para dejar espacio suficiente debajo de lasCV para colocar los algodones humedecidos.

El proceso de combustión del TET es el siguiente,primero aparece una destrucción térmica local que,si pasa inadvertida, ocasiona una perforación deéste. Si se le añade el aire enriquecido en O2 que saledel TET, se produce una explosión de calor y llamasque, junto con los productos tóxicos de la combus-tión, pueden lesionar gravemente el parénquimapulmonar.14 Una vez producida la ignición, se preci-sa una mínima fracción de O2 inspirado para mante-ner la combustión; por este motivo, es importantísi-mo suspender rápidamente la fuente de O2.

En la cirugía con láser la concentración deO2 utilizada es inferior al 0,4%, para nofavorecer a la combustión en caso de per-foración del TET.

3.1.3. Combustión de material distinto al TET durantemicrocirugía láser en ventilación jet a alta frecuencia

Paciente de 49 años y 59 Kg de peso, diagnostica-do de granuloma en 1/3 posterior de CV, programa-do para microcirugía láser CO2; fumador de 20 ciga-rrillos día con hábito enólico moderado (40 gr/día).La evaluación preoperatoria no mostró datos médico-quirúrgicos relevantes.

Se decidió realizar ventilación jet a alta frecuencia(HFJV), con catéteres de insuflación para permitiruna mejor visualización del campo quirúrgico ypoder realizar una total exéresis de la lesión. Esta téc-nica se realizó ventilando al paciente a través deunos finos catéteres de teflón de 2 mm de diámetrointerior y 30 cm de longitud, resistentes al láser porun corto periodo de tiempo. Uno de los catéteres seutilizó como inyector del volumen de gas fresco y secolocó aproximadamente 3 cm por debajo de las CV;el segundo catéter sirvió para medir la presión de lavía aérea, conectado al transductor de presión delrespirador, y su extremo distal se colocó 8 cm pordebajo del extremo distal del catéter inyector de aire.Estos catéteres de teflón son rígidos y es convenien-

te introducirlos a la vez. La unión de ambos se reali-zó con tres pequeñas tiras adhesivas (figura 14).

La ventilación a alta frecuencia se realizó con un respi-rador Ergojet CVT, módulo de Ergotronic, con presión deinsuflación de 2,8 Kg/cm2, frecuencia respiratoria de100 ciclos por minuto, tiempo inspiratorio / espirato-rio del 1/2 y Fi O2 del 70%, con mezcla de aire al ini-cio, e inferior al 40% al iniciar los disparos de láser.

Se protegió la cara del paciente con toallas húme-das; los disparos del láser fueron de intensidad 10-15 vatios y con disparos de hasta 20 segundos.

A los 30 minutos de iniciada la intervención apare-ció ignición en la cinta adhesiva más distal; alertado,el cirujano retiró rápidamente los catéteres, se inte-rrumpió la ventilación y la fuente de O2. Tras la venti-lación con mascarilla con O2 al 100%, sin observarsedesaturación y siendo la auscultación correcta, se rea-lizó una fibrobroncoscopia a través de una mascarillafacial que mostró una pequeña escara en la mucosa anivel de los anillos traqueales, sin que esta localizaciónestuviera anatómicamente relacionada con la zona deignición. Se procedió a realizar una nueva intubacióncon un tubo endotraqueal convencional forrado, decalibre 6 mm, evitando alcanzar la zona donde estabasituada la escara; se rellenó el balón con suero salinoy siguió la intervención, que finalizó a los 10 minutos.

Al explorar el catéter se observó una zona enne-grecida por la combustión que correspondía a laquemadura en la zona donde estaba adherida lacinta adhesiva, sin apreciarse ninguna alteración enla pared de los catéteres (figura 15).

La extubación se realizó sin ningún incidente y elpaciente recuperó la ventilación espontánea sin quese apreciara ninguna secuela respiratoria.16

Figura 14>> Catéteres de insuflación con cintas adhesivas.

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Como ya hemos comentado en el caso anterior, unade las complicaciones más graves de la cirugía larín-gea con láser CO2 es la combustión en la vía aérea.23

Seguidamente, vamos a analizar cada uno de losfactores de forma independiente.

Los catéteres de insuflación son de teflón mate-rial resistente a la combustión; si el láser incidedurante más de 2 minutos en el mismo punto,puede perforarse. Según algunos autores, la pre-sencia de sangre en la cobertura externa de los TETdurante la cirugía láser puede representar un ries-go de combustión que debe tenerse presente.57 Eneste caso, no se pudieron colocar algodones pro-tectores de la sonda orotraqueal para prevenir elcontacto con la sangre,58 porque en la ventilacióna alta frecuencia con catéteres de insuflación elespacio glótico que los rodea debe estar libre parapermitir la salida del aire espirado. Cuando existealguna obstrucción en la glotis que dificulta la sali-da del aire, aumenta la presión en la vía aérea y, sino se cierra el flujo de aire del respirador, apareceel barotrauma.59 Las cintas adhesivas que unen loscatéteres se secan fácilmente por el flujo continuode salida del aire espirado y por la energía electro-magnética del láser, que se transforma en calórica;este intenso calor favorece a que se sequen las cin-tas adhesivas, ya que tienen un grado de inflama-bilidad distinto al de los catéteres. La ignición seprodujo a los 30 minutos de iniciada la interven-ción quirúrgica y es posible que se hubieran seca-do las cintas adhesivas.

Posiblemente la lesión observada en la tráqueacorrespondía a un disparo accidental del láser en unazona no deseada.

La intensidad con que se realizó el disparo del láserfue de 10-15 vatios y con disparos continuos posible-mente superiores al tiempo aconsejado.58

La presencia de una concentración de aire pobre enoxígeno (en HFJV es conveniente utilizar concentra-ciones de FiO2 de 30-40%, porque el aire espiradoestá constantemente en contacto con el láser) favore-ció que no progresara la combustión,60 así como larapidez con que se extrajo el TET de la tráquea.

A la vista del caso descrito, proponemos la omi-sión de las cintas adhesivas y de cualquier otromaterial inflamable en la vía aérea, y en todos loscasos mantener la humidificación de los tubos.Ante la dificultad de introducir los dos catéterespor separado, aconsejamos su introducción a tra-vés de un TET convencional.

3.2. COMPLICACIONES MENORES Y SU MANEJO

3.2.1. Perforación del TET

Paciente de 55 años, BMI de 35, fumador de 25cigarrillos día, hábito enólico moderado.

Sin antecedentes quirúrgicos de interés, diagnosti-cado de apneas obstructivas del sueño (SAOS), cue-llo corto, distancia tiromandibular <7 cm, aperturabucal <3 cm, incisivos protruyentes, extensión cervi-cal limitada y discreta retrognatia.

Motivo de la intervención: carcinoma escamososubglótico estadio T1. Intervención prevista:microcirugía laríngea con láser CO2.

Se realizó la inducción anestésica según protocolocon sedación y ventilación espontánea; laringoscopiadirecta que mostró un grado 3 de dificultad en laescala de Cormack-Lehane; tras la relajación comple-ta, se procedió a la IOT con guía introductora y elbalón del TET se rellenó con solución salina. La ven-tilación mecánica se realizó con un respiradorErgotronic con los parámetros siguientes: 8 l/min,frecuencia respiratoria 12 p/min, presión de insufla-ción de vía aérea +21, volumen corriente 650 cc.

Previo inicio de la intervención se protegió la caray ojos con toallas húmedas, y se comprobó el correc-to funcionamiento de los extractores de humos.

La colocación del laringoscopio de suspensióntambién fue muy laboriosa, aunque se consiguióuna correcta exposición. A los 40 minutos se obser-vó alteración en la ventilación, con disminución dela presión de insuflación por debajo de la observa-da inicialmente; con la ventilación manual también

Figura 15>> Catéteres de insuflación íntegros con zonaennegrecida por la combustión de la cinta adhesiva.

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se percibió disminución de la resistencia a la venti-lación. Se descartó desconexión en el circuito delrespirador y se comprobó la integridad del balóndel TET, cuya presión seguía siendo igual a la inicialde 24 cm de H2O. En el campo quirúrgico se apre-ció la presencia de burbujas, que indicaban unaperforación en el TET.

La conducta habitual hubiera sido cambiar el TETpor uno íntegro, pero ante la dificultad de manejo devía aérea en este paciente, se decidió proseguir laintervención tomando todas las medidas preventivas.Se colocaron abundantes algodones alrededor delneumotaponamiento, se disminuyó la FiO2 por deba-jo del 30%, se sustituyó la hipnosis inhalatoria consevoflurane por la administración endovenosa (ev)de propofol y se prosiguió con la intervención, quefinalizó a los 10 minutos.

Antes de despertar al paciente, como es habitual, secambió el neumotaponamiento de agua por aire. Ladiscreta pérdida de aire por el orificio del TET no dificul-tó la adecuada ventilación. El paciente recuperó ventila-ción espontánea y se extubó sin complicaciones.

Al examinar el TET extraído se comprobó que elbalón estaba intacto; al sumergir TET en agua eintroducirle aire, se comprobó la presencia de unpequeño orificio en la zona donde finaliza la protec-ción del TET y empieza el balón.

Como ya hemos comentado, la perforación del TETes una de las complicaciones más frecuentes.17,18 Eneste caso, al ser muy pequeña la perforación, casiimperceptible, y poderse ocluir con los algodoneshúmedos,23 no hubo más complicaciones. Si estepequeño incidente hubiera pasado inadvertido y laoclusión alrededor del neumotaponamiento nohubiera sido eficaz, podría haberse desencadenadouna ignición.50 Cuando se apreció la pérdida deresistencia en la vía aérea, conjuntamente con laapreciación del cirujano de presencia de burbujasde aire en el campo quirúrgico, la opción idealhubiera sido cambiar el TET por uno nuevo y prose-guir con la intervención;61 si bien en este caso en elque la cirugía estaba prácticamente concluida y,sobre todo, debido a la dificultad de manejo de lavía aérea al colocar el laringoscopio de suspensión,decidimos no cambiar el TET. Pero se disminuyó laFiO2 a concentraciones similares a las que se empleanen HFJV, para tener en el campo quirúrgico lamenor concentración de O2,

50 e incluso se suspen-dieron los gases halógenos, cuyo empleo no estácontraindicado por no ser inflamables, pero que, enparte, no iban directamente a extractor de gasesdel respirador.

3.2.2. Quemaduras en tubos traqueales

De las complicaciones menores citadas anterior-mente cabe destacar dos casos de quemadura deltubo traqueal. Los tubos de traqueotomía que seintroducen por el traqueostoma se protegen de lamisma forma que los tubos endotraqueales y que-dan protegidos con la misma eficacia.

Las quemaduras de dichos tubos traqueales tuvie-ron lugar en pacientes con estenosis traqueal. El difí-cil acceso al campo quirúrgico y la imposibilidad decolocar algodones húmedos debajo de las CV son lascausas responsables de la quemadura de los tubostraqueales. Al incidir el láser en el tejido estenótico,se amplía el espacio y éste permite que el rayo alcan-ce el tubo traqueal de forma inadvertida y, al noestar húmedo, sufra una quemadura. La protecciónexterna de los tubos impide que se perforen confacilidad. Cuando se observa una quemadura, secambia el tubo traqueal por otro nuevo.

Aunque puede parecer que las complicacionesaparecen con mayor incidencia en las intervencio-nes de larga duración y difícil exposición, nuestraexperiencia es, sin embargo, que en cirugía decorta duración y campo accesible también puedenpresentarse.

44.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

En la actualidad, la principal indicación del lásercomo repesca postradioterapia se halla en los cán-ceres incipientes de la laringe. En otras localizacio-nes de cabeza y cuello su utilización como rescatepostradioterapia es controvertida. Asimismo, lautilización del láser en la repesca postradioterapiade los tumores avanzados de laringe (o de cabezay cuello) no es una técnica aceptada con finalidadcurativa. Por todas estas consideraciones, en estecapítulo nos centraremos en la utilización del láseren la repesca postradioterapia de los tumores inci-pientes de laringe, comentando puntualmenteotras situaciones.

La radioterapia exclusiva es uno de los tratamien-tos más utilizados en los carcinomas incipientes decabeza y cuello. Con dicho tratamiento se consigueun control local notable, pero un porcentaje depacientes presentarán una recidiva local. En el casode la laringe, el control a los cinco años con radio-terapia para los T1 glóticos oscila entre el 76 y el93%,1,2,3 y para los T2 entre el 67 y el 80%.1,3 En elcaso de la supraglotis (T1 y T2), el control local a loscinco años con la radioterapia se halla alrededor del75%.4,5,6,7,8,9

El diagnóstico precoz de la persistencia o recidivatumoral después de la radioterapia es fundamentalpara poder aplicar un tratamiento conservador comoel láser. Sin embargo, dicho diagnóstico precozpuede ser difícil, dado que después de la radiotera-pia la mucosa puede quedar edematosa, especial-mente en aquellos pacientes que persisten con hábi-tos tóxicos, y la anatomía laríngea distorsionada.

Es característico que la recidiva o persisten-cia progrese inicialmente a nivel submuco-so, lo que dificulta de forma adicional sudiagnóstico.3,4

Para llevar a cabo un diagnóstico precoz de lasrecidivas, es fundamental mantener un índice desospecha elevado y atender a unas determinadasreglas, que se concretan fundamentalmente entres aspectos:

1. Un empeoramiento clínico del paciente(empeoramiento de la disfonía, aparición dedisfagia u otalgia refleja) debe hacer sospe-char la recidiva. 2. Los cambios en la motilidad de las cuerdasvocales deben ser considerados como recidivatumoral hasta que se demuestre lo contrario; 3. Unas mucosas edematizadas más allá de 3meses de finalizada la radioterapia o la pro-gresión del edema deben igualmente hacersospechar persistencia o recidiva tumoral,especialmente si se asocia a los cambios clí-nicos señalados en los puntos anteriores.

En un estudio sobre el edema postradioterapia10 seencontró que el 45% de los pacientes con edemapersistente más de 3 meses, después de finalizada laradioterapia, asociaron una recidiva tumoral.

La única zona de la laringe en que los ede-mas persistentes no suelen asociar recidivatumoral es la correspondiente a la mucosade aritenoides.

43. Láser en la repesca de tumoresrecidivados postradioterapia

M. Quer, X. León,C. Orús, P. Venegas

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En un estudio retrospectivo11 en que se evalua-ban los factores clínicos relacionados con la apari-ción de recidiva postradioterapia en pacientes tra-tados con radioterapia radical, fueron significativosla existencia de alteraciones en la exploración larin-goscópica una vez finalizado el tratamiento, elcompromiso de la vía aérea con necesidad de tra-queotomía y la existencia de sintomatología (dis-nea, disfonía, dolor, aspiración, etc.). A partir delos 6 meses de seguimiento, sólo un 3% de lospacientes en los que la imagen laringoscópica senormalizó sufrieron una recidiva local de la enfer-medad, frente a un 22% de fracaso local para lospacientes en los que existían alteraciones en laimagen laringoscópica.

En el diagnóstico precoz de las recidivas puede sermuy útil la exploración radiológica mediante TC.12,13

La existencia de signos de infiltración pro-funda, progresión del edema, áreas denecrosis o la destrucción de cartílago pue-den confirmar la sospecha de recidiva novisible endoscópicamente.

En caso de recidiva postradioterapia, la cirugía de res-cate o repesca es la principal opción para el paciente.En bastantes casos, dado que el tumor recidivado seextiende mucho más allá de los límites iniciales, se pre-cisa una laringectomía total.14,15,16,17 Sin embargo, encasos seleccionados, en los que la recidiva es limitada,es posible una cirugía parcial.18,19,20,21,22,23,24,25,26,27,28,29,30

Las cirugías parciales postradioterapia que se utilizanson cordectomías, laringectomías supraglóticas, hemi-laringectomías y laringectomías supracricoideas, juntocon los correspondientes vaciamientos cuando seprecisan. Dichas cirugías parciales en pacientes irra-diados suponen un mayor riesgo de complicacionesy un peor resultado funcional en comparación con lamisma técnica en pacientes no irradiados. Siempreque se llevan a cabo incisiones sobre un cartílagoirradiado existe un riesgo aumentado de condritis ycondronecrosis. Además, el posible edema de lasmucosas tras la cirugía de repesca puede condicionarque no se consiga una laringe funcionante. Las con-diciones que se suelen exigir por la práctica de estascirugías parciales de rescate son que tanto el tumorprimitivo como la recidiva sean candidatos a la prácti-ca de la cirugía parcial propuesta y que el pacientecuente con un buen estado general, especialmentecon una reserva pulmonar adecuada.

En este contexto, y dado el papel que el láser CO2ha adquirido en el tratamiento del cáncer de laringe

y del cáncer de cabeza y cuello, ha surgido la posibi-lidad de su utilización en el tratamiento de repescapostradioterapia.31,32,33,34,35,36,37,38

22.. VVEENNTTAAJJAASS YY LLIIMMIITTAACCIIOONNEESS DDEE LLAA CCIIRRUUGGÍÍAADDEE RREEPPEESSCCAA CCOONN LLÁÁSSEERR

La principal ventaja (tabla 1) de la cirugía con láseren las recidivas postradioterapia es que es posiblerealizar una cirugía parcial a demanda por vía natu-ral (laringoscopia directa) sin tener que abrir el cartí-lago tiroides. Además, con el láser es posible realizaruna resección muy precisa y más limitada, que puedepermitir una mejor funcionalidad al resecar menostejido sano.

TABLA 1>> Principales ventajas e inconvenientesde la utilización de la cirugía endoscópica conláser frente a la cirugía parcial por vía externaen la repesca postradioterapia.

VENTAJAS1. Vía endoscópica (laringoscopia directa)2. No sección cartílago tiroides3. Manipulación mínima de los tejidos4. Mínimo riesgo de condronecrosis5. Menor edema6. Menor sangrado7. Mejor resultado funcional8. No necesidad de traqueotomía (en general)9. Postoperatorio más corto y confortable10. Menor coste11. Menor riesgo de exteriorización en caso de nueva recidiva12. Posibilidad de repetir el láser en caso de nueva recidiva13. Buenas opciones de laringectomía total en caso de fraca-

so de la repesca láser14. Supervivencia global similar a la cirugía parcial de repesca

convencional

LIMITACIONES – INCONVENIENTES1. Resección más difícil 2. Límites más estrechos3. Mayor dificultad en precisar límites4. Algunos casos pueden ser imposibles de realizar por mala

visualización5. Peor control local que con la cirugía parcial por vía externa

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Con esto, por un lado se minimiza el riesgo decondronecrosis y, por el otro, se produce un menoredema y una menor disfunción, con lo que se evitahabitualmente la traqueotomía, y el postoperatorioes más corto y de menor coste.

Todo lo anterior condiciona una mejor recupera-ción funcional.

Por lo tanto, frente a la cirugía por vía exter-na, el abordaje endoscópico láser se presen-ta como un procedimiento que disminuye lamorbilidad, mejora la funcionalidad y dismi-nuye el coste económico, sin repercutir enlos resultados oncológicos.

Adicionalmente, el hecho de no abrir el esquele-to de la laringe permite, teóricamente, situar alpaciente en una mejor posición de cara a unasegunda recidiva, dado que al mantener intactodicho esqueleto es más difícil que el tumor se exte-riorice y, por lo tanto, si se precisa una laringecto-mía total, se puede realizar en condiciones relativa-mente favorables.

Finalmente, la utilización sistemática del microsco-pio (aunque también se puede utilizar en las cirugíasparciales por vía externa, su uso no es habitual)puede suponer una mejor visualización y definiciónde las lesiones.

Pero también tiene sus limitaciones e inconvenien-tes (tabla 1). En primer lugar, la resección puede sermás difícil y limitada, especialmente porque se traba-ja en un campo estrecho que puede hacer más difí-cil la correcta visualización y resección del tumor. Porello, no hay que sobrevalorar las expectativas delláser desde el punto de vista de resultados oncológi-cos, puesto que no mejora los obtenidos por la ciru-gía abierta tradicional.

De hecho, el control local con el láser se sitúapor debajo del obtenido en condiciones simi-lares con la cirugía externa. Además, laexposición endoscópica de la lesión puedeser imposible en algunos casos debido a difi-cultades anatómicas y el edema postradiote-rapia puede dificultar la exposición y lainterpretación de las lesiones.

33.. IINNDDIICCAACCIIOONNEESS YY RREESSUULLTTAADDOOSS

El láser CO2 se considera una excelente opción enlas recidivas limitadas de la laringe, es decir, en

aquellas recidivas de carcinomas escamosos T1 yT2 que siguen siendo rT1 o rT2 después de la reci-diva o persistencia. Por el contrario, en los tumoresavanzados o en otras localizaciones, el uso delláser como repesca es controvertido y en generaldesaconsejado. Además de tratarse de un rT1 y rT2de la laringe, se precisa que pueda obtenerse unaexposición suficiente por laringoscopia directa(figura 1).

Los criterios de selección, así como las contrain-dicaciones más citadas, se exponen en la tabla 2.Las contraindicaciones aceptadas son la extensiónsubglótica de más de 5 mm, la disminución de lamovilidad de la cuerda y la afectación del aritenoi-des (excepto de la apófisis vocal). Por otro lado, laafectación superficial de la comisura anterior es untema controvertido, dado que para algunos auto-res supone una contraindicación, mientras quepara otros simplemente suponen casos de resulta-do algo peor.

La resección transoral con láser para los carcinomasglóticos recidivados después de radioterapia (rT1 y rT2)

Figura 1>> Recidiva tardía de un carcinoma glótico T1 alos cuatro años de la irradiación. Obsérvense las marcadastelangiectasias. La recidiva es muy limitada y permiteuna resección con una cordectomía tipo II con lásercon un buen resultado funcional.

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fue descrita a mediados de la década de 1980 en dosseries de 10 y 15 pacientes que obtuvieron un controllocal del 50 y del 40%, respectivamente.31,32

Posteriormente, se han publicado varias series (tabla 3)obteniendo en su conjunto (siempre se trata de esta-dios iniciales seleccionados) una tasa de control localdel 60%. Dicho control local con el láser es menor queen la cirugía parcial por vía externa, donde la mayoríade autores consiguen controles locales superiores al80%.18,19,20,21,22,23,24,25,26,27,28,29,30 Sin embargo, el controllocal final y la supervivencia son similares, dado que,cuando se utiliza el láser y se sigue adecuadamente alpaciente, las posibilidades de una segunda repesca exi-tosa con laringectomía total son mayores que en elcaso de la cirugía por vía externa.23,33,36,37

En conclusión, con el láser se evita lamayor morbilidad de las técnicas abiertas,pudiendo controlar el 60% de casos, y,además, sin empeorar el conjunto de lasupervivencia.

En nuestra experiencia, serie publicada36 y expe-riencia posterior, siendo cuidadosos con las indica-ciones, seguimos obteniendo un control local muyaceptable (75%), que nos permite seguir dandoprioridad a esta técnica.

Además de la indicación anterior, se puede utili-zar el láser en la repesca de algunos casos muyseleccionados de cáncer de hipofaringe o de orofa-ringe, siempre que se trate de recidivas limitadas(en general rT1) con una buena exposición. Sinembargo, la historia natural de estos tumores deorofaringe e hipofaringe hace que sea más difícilestablecer la utilidad.

Finalmente, el láser se utiliza como tratamientopaliativo cuando no existan otras opciones, con lafinalidad de disminuir el volumen tumoral en ciertoscánceres de laringe e hipofaringe, y así evitar tra-queotomías proporcionando una mejor calidad devida a estos pacientes.

44.. AASSPPEECCTTOOSS DDEE LLAA TTÉÉCCNNIICCAA QQUUIIRRÚÚRRGGIICCAA

Sólo se exponen algunos aspectos diferenciales dela técnica quirúrgica en los pacientes irradiados.

En el estudio preoperatorio se suele considerarimprescindible la realización de una tomografíacomputerizada, dado que en el caso de las recidi-

TABLA 3>> Control local con láser en las recidivas postradioterapia.

AUTOR N Control con láser Control final incluyendo LTN (%) N (%)

Annyas y cols.31 10 5 (50%)Blakeslee y cols.32 15 6 (40%)Casiano y cols.33 16 9 (56%)Outzen y cols.34 10 7 (70%)Quer y cols.36 24 18 (75%) 24 (100%)De Gier y cols.35,37 40 20 (50%) 37 (92%)Puxeddu y cols.38 16 14 (87%) 14 (87%)

TOTAL CASOS 131 79 (60%)

TABLA 2>> Indicaciones para la cirugíaláser de repesca.

CRITERIOS DE CONSENSOTumores limitados (rT1 y rT2)Extensión subglótica menor a 5 mmNo debe existir invasión de cartílagoLa visualización del tumor debe ser adecuada y completa No debe existir disminución de la movilidad de las cuerdas vocalesEl aritenoides (excepto la apófisis vocal) debe estar libre de tumor

CRITERIOS DE CONTROVERSIALa recidiva debe correlacionarse con el tumor previo Deben ser casos que puedan tratarse con cirugía parcial externaNo debe existir extensión a la comisura anterior

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vas postradioterapia el estudio debe ser másexhaustivo y debe descartarse que exista invasióndel cartílago.

La mayoría de autores realizan la biopsia deconfirmación de la recidiva en el momento dela cirugía láser.

La resección del tumor con láser es sutilmentediferente a la resección que se haría con cirugíaabierta, sobre todo porque dicha resección es “ademanda” de la lesión, utilizando unos márgenesde seguridad más limitados respecto a la cirugíaabierta. Es aconsejable obtener un mínimo de 2mm de margen de “seguridad” en todos los lími-tes del tumor.

Dado que los límites de tejido sano sonhabitualmente más estrechos que en lacirugía abierta, la utilización de biopsiasperioperatorias por congelación de losmárgenes es, en nuestra opinión, muyrecomendable.

Figura 2>> Recidiva de un carcinoma glótico T1 al añode la irradiación. Obsérvese la recidiva muchomás difícil de delimitar que en el caso anterior,con extensión anterior y exposición.

Figuras 3a / 3b>> Persistencia postradioterapia de un carcinoma glótico T1 bilateral.La utilización de las ópticas permite una mejor definición de la situación del tumor. En 3a imagen con ópticade cero grados y en 3b con la óptica de 70 grados.

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También es aconsejable la utilización sistemáticade ópticas rígidas de diferentes angulaciones paraayudar a definir mejor la extensión de la lesión y labondad de la resección.

Es imprescindible tener una buena exposición de lalaringe para poder resecar el tumor sin dificultades.

Figuras 5a / 5b>> Caso de recidiva postradioterapia de un carcinoma de banda ventricular.En este caso, la resección de la banda ventricular se acompañó con un “vaciamiento” del espacio paraglótico.Se cubre la zona de resección con cola de fibrina.

Un campo estrecho hace que se tenga que modificarla posición del laringoscopio rígido con frecuencia yen los tumores voluminosos obliga a resección trans-tumoral en fragmentos. En algunos casos de tumo-res glóticos se puede resecar la banda ventricularpara facilitar la exposición y la resección.

Figuras 4a / 4b / 4c>> Recidiva postradioterapia de un carcinoma glótico T1b. La resección incluye la comisuraanterior, donde se coloca cola de fibrina (4b) al finalizar la resección. Estas resecciones suelen dejaro bien sinequias o bien malos cierres anteriores con algún granuloma, como es este caso (4c).

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Las técnicas quirúrgicas que se utilizan son lasmismas que en la cirugía láser convencional. Enla glotis se clasifican en cordectomía tipo I(decorticación) en el caso de recidivas muysuperficiales y no infiltrantes, cordectomía tipoII (transligamentosa), cordectomía tipo III (trans-muscular), cordectomía tipo IV (subpericóndri-ca) y cordectomía tipo V (ampliada), con susvariantes Va (ampliada a cuerda contralateral),Vb (ampliada a aritenoides), Vc (ampliada abanda ventricular) y Vd (ampliada a subglotis).En la supraglotis se utilizan bandectomías, epi-glotectomías, laringectomías supraglóticas yresecciones a demanda. En la hipofaringe se uti-lizan resecciones a demanda, lo mismo que enla orofaringe.

En el caso de lesiones limitadas, no suele sernecesaria la traqueotomía. Sin embargo, enresecciones más generosas, sobre todo si existemucho edema relacionado con la radioterapia y larecidiva, puede ser prudente realizar una tra-queotomía. Las resecciones de epilaringe o arite-noides requieren habitualmente de colocación desondas nasogástricas.

Si fuera preciso realizar un vaciamiento, esimportante empezar por la resección láserde la laringe y, una vez finalizada la misma,seguir con el vaciamiento. De lo contrario,después del vaciamiento, la edematizaciónde una laringe irradiada puede ser impor-tante y la visualización se hace más difícil.

Cuando se realizan resecciones amplias, algunosautores utilizan cola de fibrina para cubrir la zonaresecada, con el objetivo de sellar la zona, favore-cer la cicatrización y disminuir el dolor.

El dolor postoperatorio varía en función de laresección realizada y en las grandes reseccionespuede ser importante. Cuando queda expuesto elcartílago, es aconsejable recomendar coberturaantibiótica.

En relación a las complicaciones, los granulo-mas, los sangrados tardíos, las sinequias y las este-nosis son más frecuentes que en la cirugía láser enterreno no irradiado.35,36,37,38,39 En nuestra expe-riencia, la cicatrización es mucho más lenta que enla laringe no irradiada y en casos de reseccionesamplias, las estenosis pueden ser importantes.36

Figuras 6a / 6b>> Dos casos de resecciones más amplias. En el caso a con una cordectomía tipo IIIy en el caso b con una cordectomía tipo Vd, donde se exponen los cartílagos tiroides y cricoides.

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En el seguimiento se debe ser muy generosoal indicar nuevas microcirugías de revisiónfrente a cualquier defecto de cicatrización oalteración que aparezca para diagnosticarprecozmente las recidivas.

55.. CCOONNSSIIDDEERRAACCIIOONNEESS FFIINNAALLEESS

La cirugía endoscópica con láser en la repescapostradioterapia es una buena opción cuando esposible y está indicada (recidivas pequeñas depequeños tumores). Frente a la cirugía parcial tradi-cional proporciona un menor coste, una mayorcomodidad y un mejor resultado funcional. Además,dado que no es necesario abrir el cartílago tiroides,minimiza el riesgo de condronecrosis.

Sin embargo, la cirugía endoscópica conláser después de la radioterapia es máscompleja, especialmente por una mayordificultad en establecer claramente loslímites del tumor, por lo que la necesidadde experiencia y buen juicio se hace másevidente.

Bien aplicado, el láser proporciona unos buenosresultados en la repesca postradioterapia, aunque unporcentaje de pacientes (40% en la media de la lite-ratura, 25% en series más seleccionadas) presentaráuna nueva recidiva y muchos de ellos requeriránfinalmente una LT.

66.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

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11.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

En algunos capítulos anteriores se ha venido men-cionando, y subrayando con algunos datos, la pre-servación de órgano que se consigue mediante elabordaje microquirúrgico con láser carbónico dealgunos tumores, tanto por su localización como porsu categoría.

Básicamente, la filosofía de la preservaciónde la laringe puede llevarse a cabo siempre ycuando se mantengan dos principios: el de laresección tumoral con una seguridad oncoló-gica y el de la preservación de suficiente teji-do y, por ende, de órgano, que permita unafunción sin complicaciones ni secuelas.

No es objetivo de este capítulo revisar nuevamen-te la literatura y hacer comparaciones con otrasopciones terapéuticas que tienen la intención de lapreservación de órgano. Por el contrario, nos limita-remos a estudiar en nuestra propia casuística aque-llas variables que puedan dejar constancia de lareducida morbilidad que ofrece la técnica de resec-ción de tumores malignos con láser carbónico: la tra-queotomía, la gastrostomía percutánea y la laringec-tomía total.

22.. MMAATTEERRIIAALL YY MMÉÉTTOODDOOSS

Desde febrero de 1998 hasta diciembre de 2003 setrataron en el Servicio de ORL del Hospital Clínico deBarcelona, de manera consecutiva, 459 pacientes

con tumores malignos de la vía aerodigestiva supe-rior por vía transoral mediante microcirugía láser. Seexcluyen 16 pacientes en los que el tratamiento erade una recidiva tumoral y ocho casos en los que elláser carbónico fue un tratamiento complementario.

De los 435 pacientes restantes tratados exclusiva-mente con intención curativa, tres casos no siguieronun control o no constan los datos acerca de la fun-ción. Como último criterio de inclusión para el estudiode la función, se consideraron únicamente aquellospacientes con un mínimo de 12 meses de seguimien-to, por lo que el grupo por estudiar quedó constituidopor 368 pacientes.

Para el estudio de la variable traqueotomía seincluyeron todos aquellos tumores en los que por víaconvencional se hubiera realizado una traqueotomía,mayoritariamente profiláctica y por tanto temporal, yaquellos que por cirugía convencional hubieran ter-minado con una traqueotomía definitiva.

Para estudiar la variable Gastrostomía Percutánea(PEG), se consideraron aquellos tumores que, bienpor su extensión, bien por su localización, podríanhaber precisado una alimentación alternativa a la dela Sonda Nasogástrica (SNG). Finalmente, para estu-diar la variable laringectomía local, se tuvieron encuenta aquellos tumores que, según la cirugía clási-ca o convencional, habrían sido subsidiarios de unaextirpación completa de órgano: los T2 con hipomo-vilidad de cuerda (o T2b), los T3 de glotis, los T3 desupraglotis con hipomovilidad o fijación de cuerda, ylos T4. No se incluyen los T1b de glotis, para los queen muchas escuelas se considera una traqueotomíapasajera, ni el T1 de subglotis, que en otras institu-ciones habría sido objeto de una laringectomía total.

44. Microcirugía láser CO2y preservación de órgano

M. Bernal, I. Vilaseca,J.L. Blanch, H. Sudhoff

44 3/11/04 16:10 Página 435

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En la evaluación de las localizaciones tumorales se hantomado los carcinomas de comisura anterior de larin-ge como entidad aparte, para diferenciarlos de lospT1b, que presentan un comportamiento más benig-no y menos alteraciones funcionales que obliguen auna traqueotomía, una PEG o incluso una totalización.

33.. RREESSUULLTTAADDOOSS

Se incluyeron 368 pacientes consecutivos, mayori-tariamente varones (96,6%) (20 mujeres, 5,4%), tra-tados con intención curativa por vía transoral conmicrocirugía láser, con una edad media de 62,4 años(rango 20-87).

Un total de 120 pacientes (32,6%) presentaban unpT2, 86 (23,4%) pT3 y 12 (3,3%) un pT4. El resto delos casos se había estadiado como pTis (n = 17;4,6%) y pT1 (n = 133; 36,1%).

En 355 casos (95,5%) no se tuvo que realizar nin-guna PEG, en siete pacientes (1,9%) se hizo deforma temporal y en 6 (1,6%) de manera definitiva.La tabla 1 muestra la distribución de las gastrostomíaspor la localización del tumor y su categoría pT.

Ninguno de los 159 tumores de la glotis más los 61casos de comisura anterior ni los dos tumores desubglotis precisaron ningún tipo de PEG.

Se realizaron un total de 26 traqueotomíastemporales (7,1%) y 11 definitivas (3%). Untotal de 331 pacientes (89,9%) no precisaronninguna traqueotomía. En la tabla 2 quedanreflejados los casos con traqueotomía. A ellos sehan de sumar los 39 casos de laringectomía totaly restar aquellos registrados por duplicidad (tra-queotomía y laringectomía total), que suman 10casos. El total de pacientes (T2-T4) que hubieransido traqueotomizados por indicación clásicaasciende a 218.

En total, se han contabilizado 66 pacientescon traqueotomía temporal y definitiva, porlo que la tasa de traqueotomías evitadas esdel 69,7%, equivalente a 152 pacientes. Si,además, se descuentan las traqueotomíaspasajeras (n = 26), que se cierran al final delproceso terapéutico, la tasa de pacientes sintraqueotomía definitiva es del 88,1%, equiva-lente a 192/218 pacientes. Para los supraglóti-cos (n = 116), que por vía externa siempre setraqueotomizan, el ahorro es del 82,8%, equiva-lente a 92 pacientes. Descontando las traqueo-tomías pasajeras (n = 14), en los tumores supra-glóticos la tasa de ahorro de traqueotomíasasciende al 94,9%, equivalente a 110 pacientes.

La tabla 3 muestra la función laríngea en relacióncon la localización tumoral y la categoría del tumor.La tabla 4 destaca los casos con hipomovilidad o fija-ción de cuerda, y que, según indicación clásica, habríansido candidatos a laringectomía total con traqueoto-mía definitiva.

Según nuestros resultados, la laringecto-mía total habría estado indicada en 81pacientes (23 T2, 45 T3 y 12 T4), pero sola-mente se llevó a cabo en 13 (16%), equiva-lente a haber evitado una laringectomíatotal en el 84%.

Desglosado por movilidad (tabla 4), 32pacientes presentaban una hipomovilidad dela cuerda vocal y 25 una fijación. En 25(78,1%) del grupo con hipomovilidad y en 14(56%) del grupo con fijación se pudo preser-var la laringe.

TABLA 1>> De contingencia. Gastrostomíaspercutáneas en función de la localizacióntumoral y del pT.

Gastrostomía percutánea

Localización pT temporal definitivatumoral

Supraglotis T2 1 -2,9%

T3 3 15,9% 2,0%

T4 1 19,1% 9,1%

Total 5 24,3% 1,7%

Seno piriforme T2 - 15,6%

T3 2 222,2% 22,2%

T4 - 1100,0%

Total 2 46,5% 12,9%

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437

La tabla 5 muestra la función laríngea (voz ydeglución) en las distintas categorías tumoralesy las localizaciones del primario, las laringecto-mías realizadas y las laringes preservadas sinfunción.

55.. DDIISSCCUUSSIIÓÓNN

En un grupo de pacientes seleccionados por suaccesibilidad a una cirugía faringo-laríngea parcial,la tasa de preservación de órgano asciende al84%. Cuando se estudian aquellos casos de indi-cación clásica de una laringectomía total, la hipo-movilidad de cuerda vocal o la fijación de lamisma, la tasa de preservación de órgano es del78,1% y del 56%, respectivamente, entendiéndoseque mayormente se trata de laringes preservadas yfuncionales.

Las tablas 6 y 7 esquematizan algunos resultadosde preservación de órgano publicados para facilitarla comparación, si bien recomendamos la lectura delos capítulos correspondientes sobre microcirugíaláser en tumores avanzados (capítulos 21-24, 30-32y 34-35).

Para la preservación de órgano en los tumoresavanzados de supraglotis, puede consultarse la tabla4 del capítulo 35.

La tasa de preservación de órgano no pareceperjudicar tampoco la tasa de supervivencia,como puede verse en los capítulos mencionados,cuando se comparan con los resultados de los tra-tamientos de la cirugía convencional o de lasalternativas terapéuticas a base de quimioterapiay radioterapia.

La tasa de ahorro de traqueotomías global(88,1%) ya viene a confirmar la trayectoria depreservación de órgano y de una reducida mor-bilidad. Hay que recordar que el traqueostomaes, junto con la sonda nasogástrica, el estigmaque marca al paciente: le inhibe en sus relacio-nes sociales e impide una incorporación almundo laboral.

66.. CCOONNCCLLUUSSIIOONNEESS

El estudio de la casuística propia demuestraque en una mayoría de pacientes en los que porcirugía convencional se hubiera indicado unatraqueotomía o incluso una laringectomía total,el abordaje transoral con microcirugía láser per-mite evitar la traqueotomía y la laringectomía enpacientes con tumores malignos de la vía aerodi-gestiva superior.

TABLA 2>> De contingencia pT*. Traqueotomías.

Traqueotomías

LOCALIZACIÓN TUMORAL pT temporal definitiva(n = pacientes tenidosen cuenta comotraqueomizables porindicación clásica*)

Supraglotis T1 - 1(n = 116) T2 4 1

T3 8 3T4 2 1

Total 14 6

Glotis T1b - 1(n = 29) T2 2

T3 2 1Total 4 2

Seno piriforme T3 1 2(n = 31) T4 - 1

Total 1 3

Comisura anterior T2 6de laringe T3 1 -(n = 61) Total 7 -

TOTAL 26 (7,1%) 11 (3%)

*Incluye los T2-T4. No incluye los Tis o T1a/b (aunque se hayanincluido aquí los T1b traqueotomizados), pero sí los T1 de supraglotis.

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TABLA 3>> De contingencia pT*. Función.

FUNCIÓN Total

Localización pT Buena Regular Precisa tráqueo / Precisa traq. / Precisa traq. Precisa cir.tumoral (% e.f. de cada o PEG temporal PEG def. + PEG. reconstructiva /

localización y parcial totalización*categoría T)

Supraglotis T1 19 (95%) - - 1 - - 20(n total = 116) T2 28 (82,3%) - 3 1 1 -/1 34

T3 34 (66,6%) 3 8/3 2 1 - 51T4 7 (63,6%) 1 1 - 2 - 11

Total 88 (75,8%) 4 12/3 4 4 -/1 1163,4% 10,3%/2,6% 3,4% 3,4% -/0,8%

Glotis T1a 82 (97,6%) 2 - - - - 84(sin Tis, n = 9) T1b 21 (95,5%) - - 1 - - 22(n total = 159) T2 22 (91,6%) - 2 - - - 24

T3 7 (63,6%) 1 2 1 - - 11Total 150 (94,3%) 3 4 2 - - 150

1,9% 2,5% 1,2

Seno piriforme T2 17 (94,4%) - - -/1 - 18(sin T1) T3 3 (33,3%) 1 1/1 -/1 1 1/- 9(n total = 31) T4 - - - 1 1

Total 20 (71,4%) 1 1/1 -/2 2 1/- 28

Comisura anterior T2 37 (84,1%) 1 6 - - - 44de laringe T3 13 (86,6%) 1 1 - - - 15(sin T1) Total 52 (88,1%) 2 7(n total = 61) 3,3% 11,5% - - - 59

TOTAL 310 10 28 8 6 2

Recuento (exclusive: tumores de subglotis que no precisaron PEG ni gastrostomía). Traq., traqueotomía; PEG, Gastrostomía Percutánea;def., definitiva; cir., cirugía; *por causas funcionales.

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439

TABLA 4>> Indicación clásica de laringectomía total en función de la movilidad de las cuerdas vocales.

MOVILIDAD de CUERDAS Indicación clásica de LT/Total

Localización Categoría T Normal Hipomovilidad Fijación

Supraglotis T2 31 2 2/33T3 41 4 6 10/51T4 8 1 2 11/11

Total 100 7 8 23/95

Glotis T2 17 11 11/24T3 1 - 10 11/11T1b 21 1 - 1/22

Total 137 12 10 23/57

Seno piriforme T2 14 3 - 3/17T3 4 1 4 9/9T4 - - 1 1/1

Total 21 4 5 13/27

Comisura anterior T2 37 7 - 7/44T3 11 2 2 15/15

Total 50 9 2 22/59Total 32 25

(8,7%)* (6,8%)* 81/218

Localización tumoral y categoría del T. *Movilidad de las cuerdas del total (n = 367). En negrita las indicaciones de laringectomía total;en negrita y subrayado el total por localización. Sólo 13/81 (16%) acabaron en laringectomía total.

TABLA 5>> De contingencia de localización tumoral y función laríngea en función del pT.

ESTADO Total

Localización del tumor pT No laringe Laringe y función Laringe sin función

Supraglotis T1 - 19 1 20T2 5 29 34T3 7 42 2 51T4 2 8 1 11

Total 14 98 4 116Glotis Tis - 17 17

T1a 2 84 86T1b 21 1 22T2 3 21 24T3 4 7 11

Total 9 149 1 159Seno piriforme T1 3 3

T2 17 1 18T3 2 6 1 9T4 1 1

Total 2 26 3 31Comisura anterior T1 2 2

T2 12 32 44T3 2 13 15

Total 14 47 61

TOTAL 39 320 8 367(10,6%) (87,2%) (2,2%) (100%)

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77.. BBIIBBLLIIOOGGRRAAFFÍÍAA

1. Ambrosch P, Rödel R, Kron M, Steiner W. Die transoraleLasermikrochirurgie des Larynxkarzinoms. Eine retrospekti-ve Analyse von 657 Patientenverläufen. Onkologe 2001;7: 505-512.2. Motta G, Espósito E, Cassiano B, Motta S. T1-T2-T3glottic tumors: fifteen years experience with CO2 laser.Acta Otolaryngol (Stockh) 1997; Suppl 527: 155-159.3. Davis RK, Hadley K, Smith ME. Endoscopic vartical par-tial laryngectomy. Laryngoscope 2004; 114: 236-240.4. Laccourreye O, Salzer SJ, Brasnu D, Shen W,Laccourreye H, Weinstein GS. Glottic carcinoma with afixed true vocal cord: Outcomes after neoadjuvant che-motherapy and supracricoid partial laryngectomy withcricohyoidoepiglottopexy. Otolaryngol Head Neck Surg1996; 114: 400-406.5. Chevalier D, Laccourreye O, Brasnu D, Laccourreye H,Piquet JJ. Cricohyoidoepiglottopexy for glottic carcinomawith fixation or impaired motion of the true vocal cord: 5-year oncologic results with 112 patients. Ann Otol RhinolLaryngol 1997; 106: 364-369.6. Harwood AR, Bryce DP, Rider WD. Management of T3glottic cancer. Arch Otolaryngol 1980; 106: 697-699.7. Jorgensen K, Godballe C, Hansen O, Bastholt L. Cancerof the larynx. Treatment results after primary radiotherapywith salvage surgery in a series of 1005 patients. ActaOncol 2002; 41: 69-76.8. Mendenhall WM, Parsons JT, Mancuso AA, Pameijer FJ,Stringer SP, Cassissi NJ. Definitive radiotherapy for T3 squa-mous cell carcinoma of the glottic larynx. J Clin Oncol1997; 15: 2.394-2.402.9. Parsons JT, Mendenhall WM, Mancuso AA, Cassisi NJ,Stringer SP, Million RR. Twice-a-day radiotherapy for T3squamous cell carcinoma of the glottic larynx. Head Neck1989; 11: 123-128.10. Wylie JP, Sen M, Swindell R, Sykes AJ, Farrington WT,Slevin NJ. Definitive radiotherapy for 114 cases of T3N0glottic carcinoma: influence of dose-volume parameters onoutcome. Radiotherapy and Oncology 1999; 53: 15-21.11. Department of Veterans Affairs Laryngeal Cancer StudyGroup. Induction chemotherapy plus radiation comparedwith surgery plus radiation in patients with advanced laryn-geal cancer. N Engl J Med 1991; 324: 1.685-1.690.12. Zeitels SM, Koufman JA, Davis RK et al. Endoscopictreatment of supraglottic and hypopharynx cancer.Laryngoscope 1994; 104: 71-78.13. Eckel HE. Endoscopic laser resection of supraglottic car-cinoma. Otolaryngol Head Neck Surg 1997; 117: 681-7.14. Ambrosch P, Kron M, Steiner W. Carbon dioxide lasermicrosurgery for early supraglottic carcinoma. Ann OtolRhinol Laryngol 1998; 107: 680-688.

TABLA 6>> Tasas de preservación de laringeen tumores glóticos avanzados.

Autor n pT Preservación delaringe en %

Microcirugía láser

Ambrosch1 pT2b 86,6pT3 85,7

Motta y cols.2 37 pT3 65

Davis y cols.3 13 pT3 84,6

Hospital Clínico 81 pT2b, T3 y T4 84

Cirugía convencional

Lacourreye y 20 T3 90colaboradores4

Chevalier5 90 pT2b 95,522 pT3

Radioterapia6-10 - pT2, pT3 50-76

Tratamiento 332 - 64*combinado11

Leyenda: n, número de casos; pT, categoría del tumor estudiado porAnatomía Patológica; LT, Laringectomía Total; *incluye también T1 y T2.

TABLA 7>> Tasas de preservación de órganoen tumores precoces de supraglotis.

Autor n pT Preservación delaringe en %

Microcirugía láser

Zeitels12 23 mayormente 82,6%(Microcirugía láser + pT2radioterapia postop.)

Eckel13 46 pT1 y pT2 89,1

Ambrosch14 >48 pT1 95,5

Steiner y cols.15 pT2 98,5

Hospital Clínicoa 62 pT1 y pT2 90,3

Radioterapia

Johansen y cols.16 117 Estadios precoces 69

Inuoe y cols.17 59 T1 8349 T2

Mendenhall y - T1 y T2 86colaboradores18

(a véase tabla 2 del capítulo 33.)

44 3/11/04 16:10 Página 440

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441

15 Steiner W, Bernal Sprekelsen M. Cirugía láser en elcáncer de laringe. Tumores supraglóticos. En: Gil-Carcedo LM, Marco J, Medina J, Ortega P, Suárez C,Trinidad J (eds.) Tratado de Otorrinolaringología y Cirugíade Cabeza y Cuello, Proyectos Médicos, Madrid 1999, pp3.077-3.087.16. Johansen LV, Overgaard J, Hjelm-Hansen M et al.Primary radiotherapy of T1 squamous cell carcinoma of the

larynx: analysis of 478 patients treated from 1963 to 1985.Int J Radiat Oncol Biol Phys 1990; 18: 1.307-1.313.17. Inoue T, Matayoshi Y, Inoue To et al. Prognostic factorsin telecobalt therapy for early supraglottic carcinoma.Cancer 1993; 72: 57-61.18. Mendenhall WM, Parsons JT, Mancuso AA et al.Radiotherapy for squamous cell carcinoma of the supraglotticlarynx: an alternative to surgery. Head Neck 1996; 18: 24-35.

44 3/11/04 16:10 Página 441

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44 3/11/04 16:10 Página 442

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443

AAciclovir 108, 113Agujas de Bouchayer 260Aguja de Zeitels 260Amigdalectomía / amigdalotomía láser 143

Criterios de inclusión y exclusión 144Control prequirúrgico 144Técnica quirúrgica 144Controles postquirúrgicos 145Resultados 145Complicaciones 145Dolor postquirúrgico 146

Anastomosis término-terminal 79Anestesia general

Algoritmo de intubación 42Dificultad en la intubación 38Identificación de la vía aérea difícil 39Intubación difícil 38, 39Técnicas anestésicas: ventajas e inconvenientes 43Tubos de intubación 41, 44, 256Ventilación jet 41Ventilación jet de alta frecuencia 41, 44

Apache II (Acute Physiology And Chronic Health Evaluation) 65Apneas del sueño 75Aritenoidectomía 70Autovacunas 108

BBiopsia ganglionar 161

CCaracterísticas de la energía láser 18Cidofovir 107, 108

Índice por palabras y temas

indice por palabras 3/11/04 15:08 Página 443

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Cirugía de rescate 266, 281, 319Clasificación grado de aspiración 356Clavo de Küntscher 181Clipaje arterial 211Comité oncológico 164Complicaciones de la cirugía parcial externa 399-406Complicaciones, medidas preventivas 51, 52Componentes de un aparato láser 18Compresor laríngeo de Estéfano 291Condilomas 101Consentimiento informado 163Contaminación ambiental 50Cordectomía láser

Clasificación 155, 380Tipos de clasificación 156

Corditis polipoide de Reinke 66Curva de aprendizaje 395

DDebulking 168, 181, 210Divertículo de Zenker 139

Clínica 139Manejo quirúrgico 139Cirugía endoscópica 140

técnica 141postoperatorio 141complicaciones 142ventajas 142desventajas 142

Dolor postoperatorio 413

EEfectos sobre tejidos 20, 234Enfisema subcutáneo 70, 417Enfisema mediastínico 70Escala de McCormack y Lehane 40Estancia hospitalaria 300, 314, 320, 332, 348Estenosis laríngeas y laringotraqueales

Avanzadas 75Concepto 58Clasificación 72Frecuencia 58Etiología 58, 60-62, 87, 88Patogenia 59, 90Postintubación 59Postraqueotomía 66, 72Postcirugía laríngea 66, 68Traumatismos exolaríngeos 67, 72, 73Quemaduras y causticaciones 71Traqueales residuales 71Supraestomal 72Supraglótica 72, 84Glótica 74, 84

indice por palabras 3/11/04 15:08 Página 444

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445

Subglótica 74Imagen endoscópica 74, 418-419Grados de estenosis 74Diagnóstico

clínico 75endoscópico 76radiológico y de imagen 76funcional 77AP y bioquímico 77

Tratamiento, bases generales 77Tratamiento según grado de estenosis 78

Estenosis laríngeas 83Estenosis traqueales 83Parálisis laríngeas bilaterales 84Estenosis traqueales postraqueotomía 84

FFactores de riesgo, tumores 159

GGastrostomía percutánea 367, 368, 435, 436Generación de energía 19Glicofosfopeptical 113, 121

HHaemophilus influenzae 66

Hemorragia 51, 412Histología

intraoperatoria 183, 184falsos positivos 184falsos negativos 184

IIgnición 47Ignición, actuación en caso de ignición 51, 53Inhalación de productos de la combustión 49Inmunoterapia 108Interferón 113Intubación prolongada 59, 62-63, 64, 65, 71, 72, 86Instrumental 29Isorretinoides 108

LLaringoscopios 32, 178, 256, 257Laser Assisted Uvulo-Palatoplasty (LAUP) 129

Ventajas 127Esquema 130Indicaciones 130Resultados 131-133Complicaciones 134

Láser Laringología 12ORL Española 13

indice por palabras 3/11/04 15:08 Página 445

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Modos de emisión láser 19Aplicaciones en Medicina 25Aplicaciones en ORL 25Complicaciones 47-51, 412, 413Lesiones por transmisión inapropiada de energía 49

Definiciones y conceptos 167Concepto terapéutico 167Principios oncológicos y quirúrgicos 168Condiciones y límites 169Prerrequisitos 169Técnica quirúrgica 170, 210-212, 258-263, 274-275, 290-292, 337, 428-431Ventajas 171, 172, 426Desventajas 172-173Contraindicaciones 173

Exposición tumoral 175-177Trucos y técnicas de exposición 178

Laringoscopios bivalvas 178Presión externa (third hand technique) 179, 291Palpación instrumental y proyección tumoral 179Tracción interna 179Tracción externa 179, 180Debulking 181Manejo tubo anestesia 181Ventilación jet 181Traqueotomía 181Punción externa 181, 182

Márgenes quirúrgicos 183, 185Supraglotis 186Glotis 187Hipofaringe 187Tasa de recidivas 186, 187

Manejo postoperatorio 355Hemorragia 355Infección 356Disfagia 356Disnea 357Otras complicaciones 357

Disfagia y aspiración 359, 365Fisiopatología 360Técnicas de evaluación diagnósticas 361Cambios fisiológicos por traqueotomía 361Videoendoscopia de la deglución 362Tratamiento de trastornos de la deglución 362

Alimentación 363Terapia directa 363

Maniobras facilitadoras de la deglución 363Ejercicios de rehabilitación 363-364Factores predictivos de aspiración 365

Resultados 366-368Deglución tras laringectomía parcial externa 370Problemas deglución postláser-revisión literatura 371

La voz tras cirugía láser en el cáncer glótico 375Revisión de literatura 375-378

indice por palabras 3/11/04 15:08 Página 446

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447

Análisis perceptivo de la voz 379Análisis objetivo de la voz 379Evaluación aerodinámica 380Calidad de voz – resultados 380, 383-388Calidad de voz en tumores glóticos avanzados 382Rehabilitación vocal y reconstrucción quirúrgica 383

Complicaciones 391, 409Intraoperatorias 391, 410Postoperatorias 392, 410-411

Hemorragia 392Disnea 392Enfisema 392Infección 393Neumonía 393Curva de aprendizaje 395

Complicaciones severas 416Complicaciones menores y su manejo 421

Repesca de recidivas postradioterapia 425Indicaciones y resultados 427

Preservación de órgano 435Resultados 436

Tasa de gastrostomías percutáneas 436Tasa de traqueotomías 437Función laríngea 438, 439Laringectomías totales 439Tasa preservación laringea 440

Lesiones premalignas de cavidad oral y orofaringe 199Liquen plano oral 199, 200

MMontgomery, tubo de 63, 68, 76, 79, 82, 84, 87, 92, 93

NNeumomediastino 415

PPalpación cervical 160Papilomatosis laríngea 99

Concepto 99Epidemiología 100Etiología y patogenia 101ADN 101, 110, 111, 117, 118PCR (Protein Chain Reaction) 111, 112, 117Anatomía patológica 102, 115Clínica 103Diagnóstico 104Evolución 104Malignización 105Criterios de curación 105Tratamiento, bases generales 105

Sintomático 106Médico 107, 121

Tópico 107

indice por palabras 3/11/04 15:08 Página 447

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Sistémico 108Complementarios 113Resultados 119-121

Parálisis laríngea bilateral 59, 70, 80, 84, 89, 94Preservación de órgano 324, 350, 351, 435Pseudomonas aeruginosa 65Punción-Aspiración con Aguja Fina (PAAF) 161

QQuimioterapia 324,325

RRadioterapia 320, 338, 339, 340, 361, 425Radioterapia sobre cuello 195Recidivas 212, 229, 266, 273, 276-279, 301, 312, 348, 425Roncopatía crónica 127

Fisiopatología 128Tratamiento quirúrgico, técnicas 128Evaluación de vía aérea, registro ronquido 130Definición de ronquido 131Resultados tratamiento láser 131-133

SSíndrome de Apneas Obstructivas (SAOS) 127, 132, 143, 148

Estudio del sueño, polisomnografía 130Síndrome de laringe rígida 64Sonda nasogástrica 332, 347, 367Split cricoideo 93Staphilococcus aureus 65Stent autoexpandible 79, 84, 419Subluxación aritenoides 64, 65, 68

TTendón de Broyles 302Teoría del láser, fundamentos físicos 11, 17Test de Mallampati 39Tipos de láser 19, 26Tiraje supraesternal / supraclavicular 75TNM 151

Clasificación 151Regiones anatómicas 152Estadiaje de laringe 153Modificaciones TNM 2002 154Estadios 154

Tracheopathia chondroplastica 71Traqueotomía, cambios fisiológicos por 361Traumatismos cerrados de laringe 69Triángulo de Laimer 139Tumores malignos de cavidad oral y orofaringe 199, 203

Resultados 203, 204Otras opciones terapéuticas 204

Tumores de hipofaringe 207, 217, 225

indice por palabras 3/11/04 15:08 Página 448

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449

Consideraciones anatómicas 207Evaluación preoperatoria 208Indicaciones, estrategia de tratamiento 209Tratamiento quirúrgico 210, 226Cuidados postoperatorios y seguimiento 212Complicaciones y secuelas 212Repesca de recidivas 212, 213, 227, 229Resultados 213, 214, 217, 227Control local 220, 221Supervivencia y preservación de órgano 220, 221Otras opciones terapéuticas 227-230

Tumores de base de lengua 233Resultados 235-237Performance status 238, 240

Tumores cuerda vocal, lesiones iniciales 243,255,273Ca. in situ 243Carcinoma microinvasivo 243Carcinoma invasivo 243Carcinoma verrucoso 244Técnicas quirúrgicas 244, 268-263, 274-275Índices de evaluación de resultados oncológicos 245

Índices globales 245Índices ajustados 245

Resultados 245-247, 263-265, 276-278Secuelas y complicaciones 247, 265, 268

Tumores de comisura anterior 285, 299Indicaciones quirúrgicas 286Clasificación tumores de comisura anterior 286Contraindicaciones 288Diagnóstico 288Cirugía 289-292Seguimiento 293Complicaciones 293Resultados 293-294, 300-301Propuesta nueva clasificación 304

Tumores avanzados de cuerda vocal 307, 317, 323Técnica quirúrgica 323Resultados 311, 318Tratamientos complementarios 318Evolución postoperatoria 319Resultados oncológicos 319Otras opciones terapéuticas 324

Tumores precoces de supraglotis 329, 337Revisión de la literatura 330-331, 334-335Resultados 331-333, 338Técnica quirúrgica 337Otras opciones terapéuticas 338

Tumores avanzados de supraglotis 339, 345Resultados 339Otras opciones terapéuticas 339Complicaciones 340Resultados funcionales 340, 351-354

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VVaciamiento Cervical Selectivo (VCS) 191-192

Clasificación 191Grupos de ganglios linfáticos 192Razonamiento del VCS 192Estadiaje clínico del cuello 193Estudio anátomo-patológico del cuello 193, 194Tratamiento adyuvante del cuello 195Resultados del VCS 195Localización de recidivas de cuello 195Impacto de radioterapia postop. 195

Virus del papiloma humano (HPV) 101, 119v. Stuckrad, lupa

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