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Los destituidos espirituales
Dolientes felices
Poder bajo control
Mateo 5:6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed
de justicia, porque ellos serán saciados.
¿Cual es el Deseo humano dominante?
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados
Justicia Griego “dikaiosune”Sus significados:
Cuando se aplica a Dios, la palabra quiere decir«ser justo». Esta es la rectitud absoluta. Dios es el
único que es justo en todos los aspectos.
Cuando se aplica a personas, “dikaiosune” puede tener dos significados. El primero es una «vida
justa» (vea 1ª Juan 2.29; 3.7, 10). Ninguno de nosotros puede vivir perfectamente, así que se
refiere a una rectitud relativa.
Cuando se aplica a personas, el segundo significado de “dikaiosune” es «ser recto» —ser
recto para con el Señor. Es una justicia atribuida.Rom 3:10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
cuando creemos en Jesús y hacemos Su voluntad. Podemos ser rectos para con Dios —no debido a nuestros
méritos personales, sino debido a Su gracia y misericordia.
Necesitamos tener en el corazón hambre ysed de Dios mismo: Salmo 42:1,2
Nuestra hambre en el corazón por Dios incluirá el hambre por Jesús, «el pan de vida» (Juan 6.48–51).
Si ansiamos a Dios y a Jesús, ¿no ansiaremos también ser justos para con ellos? Si tenemos
estas hambres, ¿no anhelaremos hacer lo correcto
William Barclay: Bienaventurados los que tienen
hambre y sed de la totalidad de la justicia, de
justicia total, de justicia completa.
Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus
mandamientos son justicia» (Salmos 119.172”
si tenemos «hambre y sed de justicia», ello incluirá hambre y sed de un conocimiento y de una comprensión
más profunda de las Escrituras.
Jesús dijo: «No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios» (Mateo 4.4).
Pablo se refirió a lo que les había enseñado a los corintios, dijo: «Os di a beber leche…» (1ª Corintios 3.2a)
Pedro les dijo a sus lectores: «… desead, como niños
recién nacidos, la leche espiritual no adulterada,
para que por ella crezcáis para salvación» (1ª Pedro2.2).
El autor de Hebreos dijo que la Palabra deDios contiene «leche» para los cristianos
inmaduros y «alimento sólido» para los que han alcanzado madurez. (Heb 5:12-14)
Sin embargo, para que el alma se nutra, no basta con leer y estudiar la Palabra; también tenemos que hacer lo que ella dice. Jesús dijo: «Mi comida es que haga la
voluntad del que me envió» (Juan 4.34)
La palabra «hambre» es de “peinao”,que quiere decir «hambre, tener hambre, sufrir
Carencia, estar necesitado» «desear
ardientemente, buscar con deseo ardiente»
La palabra «sed» es de “dipsao”, que quiere decir «sufrir sed, sufrir por la sed». Cuando se usa en un
sentido figurado, se refiere a los «que sienten
dolorosamente la carencia (y con impaciencia
anhelan) de esas cosas con las que se refresca,
sostiene y fortalece el alma»
¿Tengo esa intensidad de hambre y de sed de Dios, de Su camino y de Su voluntad?
¿Le preocupan más las cosas físicas
o las cosas espirituales?
¿Aprovecha cada oportunidad para ser «alimentado» espiritualmente, para aprender
sobre Dios y sobre Sus caminos?
¿Llega a tiempo a las «comidas» espirituales, ollega tarde?
¿Está su apetito espiritual creciendo y madurando?
¿Qué puede hacerse que nos ayude a tener corazones hambrientos? Un plan beneficioso es pasar por cada una las tres
primeras bienaventuranzas. Si reconocemos nuestra profunda necesidad espiritual nos llenaremos de profundo dolor y estaremos listos y ansiosos por entregarnos a Dios y a Su
voluntad Sin duda, hacerlo así nos hará gritar: «Dios, te quiero
Si no tenemos un apetito espiritual sano, ¿quépodemos hacer?
1) Reconozca la necesidad del alimento espiritual.
2) Aprenda a apreciar el alimento espiritual.
3) Mejore el apetito espiritual mediante el ejercicio espiritual.
4) Mejore su apetito espiritual «comiendo» conregularidad.
5) Tenga cuidado con los «mata apetito»
6) Una sugerencia más: Le ayudaría si compartierasus «comidas»
Sal 107:8 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus
maravillas para con los hijos de los hombres. Porque
sacia al alma menesterosa, Y llena de bien al alma
hambrienta.
Juan 6:31-35 Nuestros padres comieron el maná en el desierto,
como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. Y Jesús les dijo:
De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas
mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es
aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Le dijeron:
Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de
vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree,
no tendrá sed jamás.