121005 Montaña Palentina

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Viernes05.10.12

La berrea de los ciervos retumba por todoslos rincones del bello paisaje que protegeel Parque Natural Fuentes Carrionas [P2]

Una mujer hace fotografías en la sala de entrada a la Cueva del Cobre, en el nacimiento del Pisuerga en Palencia. :: JAVIER PRIETO

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Cantos de amor enla Montaña Palentina

PLANES Viernes 5.10.12EL NORTE DE CASTILLAGPS2

Es tiempo de amor y ajetreosen los horizontes montaño-sos del norte palentino. Es-pecialmente entre las man-chas boscosas que tapizanmuchas de sus faldas. Allí, en-tre los claros y las espesurashace tiempo que comenzó ajugarse la partida del berreo,el desesperado bramido deamor con el que los ciervosmachos buscan deslumbrara sus hembras. Cuantas másmejor. Por eso quien se pier-de en estos días por aquellasenrevesadas carreteras mon-

tañesas a veces cae en el en-sueño de los hechizos impo-sibles. Oye extraños cánticosde sirena que suenan más abuque perdido entre las nie-blas que a Romeos en corte-jo. A caracola atávica llaman-do al combate del amor. Gri-tos de guerra que el eco de lasmontañas magnifica hastaponer los pelos de punta. Sonlos sobrecogedores concier-tos que, entre la Virgen deagosto y la de octubre, retum-ban al caer la noche y levan-tarse el día. Es tiempo de ha-

renes, lucha de cornamentasy duelos al amanecer. La lla-mada de la sangre. La fuerzadel amor.

De pronto, en algún inde-terminado rincón del bosque,rompe el fuego un bramidoprofundo, ronco de tanto vo-cear su hombría. Es la provo-cación que otros machos,también abrigados entre laespesura, están esperandopara demostrar la catadurade su valor y de su fuerza. Enminutos, por todo el valle,comienzan a trompetear los

venados. Se retan y se con-testan señalando sus territo-rios en un concierto que dejaanonadado a quien lo escu-cha por primera vez.

En este ritual reproductorel macho es el protagonistaabsoluto. De él depende con-seguir o no a las mejoreshembras, a las más dotadaspara la cría. Así, durante eltiempo que dura el celo, losmachos lucharán con todossus medios para ir arrancan-do a las hembras de los domi-nios de otros machos y arras-

trarlas tras de sí con el fin deaglutinar un auténtico harénde reproductoras –tal vez 12,13 o hasta 20– que irá cu-briendo en la medida de susfuerzas. Un trabajo agotadorpara los venados que no pa-ran de subir y bajar por las la-deras conduciendo su reba-ño conquistado y evitandoque ninguna de las hembrasse quede rezagada o sea arre-bata por otro macho que oseacercarse hasta sus dominios.

Y todo ello acompasadopor los continuos gritos deafirmación y desafío que arre-cian con el caer de la nochey el despuntar del día. Cadauno de sus bramidos es, porsí mismo, toda una demos-tración de fuerza en la quelos ejemplares más potentesse vacían por dentro hastaagotar todo el aire de sus pul-mones.

Y la Montaña Palentina esun lugar de privilegio en Cas-tilla y León para apuntarse aeste espectáculo natural.Cada año miles de personasacuden a una cita que, paraevitar daños irreparables enel entorno natural, requierede permisos y autorizacio-nes. De hecho, el camino co-rrecto exige ponerse en con-tacto con las empresas que

Bramidos, curvas ypaisajes de ensueñoLa Montaña Palentina luce en otoño sus mejores galas

JAVIERPRIETO

RUTAS CON ENCANTOLA MONTAÑAPALENTINA

ofrecen esta actividad en elinterior del Parque Naturalde Fuentes Carrionas y Fuen-te Cobre. Su experiencia, lo-calizando los mejores luga-res y horas para el avista-miento en cada caso, es lamejor garantía de aprovecharla visita. También es la úni-ca forma de penetrar en elparque por las pistas foresta-les que están cerradas al trá-fico no autorizado.

En cualquier caso, con bra-midos o sin ellos, una visitaa este bello entorno naturalda para mucho más.

EN COCHE. La carretera delos pantanos es un clásico delas rutas de montaña por elnorte palentino. Y una de lasmás veteranas de la promo-ción institucional. No es deextrañar, tiene tantas curvascomo rincones en los queapetece parar. Y hay unascuantas. De hecho recibe sunombre por encadenar, en63 kilómetros, tres embalsesy un rosario de pueblos conencanto varados en las lade-ras meridionales de una ca-dena montañosa que mues-tra por aquí perfiles tan in-confundibles como los delCuravacas (2.520 m.) o el Es-pigüete (2.450 m.).

El arranque puede hacer-se en Velilla del Río Carrión.Su fuente de La Reana, de ori-gen romano, se lee como untarot: su caudal intermiten-te, que hace que las aguasbroten o se sequen por perio-dos impredecibles, ha sidodesde antiguo interpretadocomo presagio de buenas omalas venturas, corriendo através de los siglos la creen-cia de malos augurios para«quien visitándolas por vezprimera, se las encontrara sinagua». Junto al Carrión se lo-

caliza el Centro de Interpre-tación de la Trucha. Carrete-ra arriba, a 4 km de Velilla,merece la pena tomar el des-vío hacia Valcobero, un pue-blo que quedó deshabitadoen los años 70 del pasado si-glo y ha vuelto a la vida comosalido de un coma.

Pero la ruta, en sí, prosi-gue por la P-210 en direccióna Cervera de Pisuerga. Coro-na primero la presa del em-balse de Compuerto y siguedespués pespunteando el dis-currir del Carrión con para-

das en pueblecitos de mon-taña como Otero de Guardoo Camporredondo de Alba,acogotado por el muro de lapresa del embalse que llevasu nombre y que inauguró elmismísimo rey Alfonso XIIIen el año 1930. Tras pasar eltúnel de la presa aparece laladera sur del Espigüete, quese alza como el telón de unteatro que buscara reflejar-se en la quietud de las aguas–cuando el caudal da paraello, claro–. A sus pies quedaCardaño de Abajo, punto departida montañero paraquienes buscan subirse a esemismo balcón privilegiadodesde el que se divisa mediaCastilla. Un kilómetro másallá, en un lugar emblemá-tico de estas montañas,Puente Gudín, arranca eldesvío hacia Cardaño de Arri-ba, otro de los rincones im-prescindibles de estas mon-tañas. Como la parada quepide el cuerpo después detanta curva al llegar al mira-dor de Alba de los Cardaños,antes de dirigirse hacia Triol-lo, Vidrieros, La Lastra, San-tibáñez de Resoba o Venta-nilla, ya a la cola del últimode los embalses a curiosear:el que se alza junto a la po-blación de Ruesga, de quien

toma el nombre. Este, el másantiguo de los vistos, fue re-matado en 1923 con el úni-co objetivo de servir comoreserva de agua para el Ca-nal de Castilla.

Quien desee estirar el pe-riplo añadiendo más agua yembalses al viaje tiene biena mano el embalse de Reque-jada, entre Cervera y San Sal-vador de Cantamuda, o el deAguilar de Campoo, termi-nado en 1963.

A PIE. Hasta 13 senderos se-ñalizados pueden rastrearseen el interior del Parque Na-tural Fuentes Carrionas y

Fuente Cobre-Montaña Pa-lentina. O lo que es lo mis-mo, un amplio muestrariode posibilidades en el que es-coger destino dependiendode la experiencia y los gus-tos. Por ejemplo: la senda delescultor Ursi, que planteaun bello recorrido circularpor el entorno del Valle deSantullán combinando losatractivos del medio naturalcon el privilegio de contem-plar las obras de este escul-tor palentino instaladas a lolargo del sendero. Sin pala-bras deja la contemplacióndel Roblón de Estalaya, unejemplar de roble albar al quese le calculan más de 500años y hasta el que se llegapor una senda señalizada defácil realización. Algo más deesfuerzo físico requiere as-cender hasta la Cueva delCobre para conocer cómoson los primeros regateos deun río Pisuerga recién naci-do, siguiendo la señalizacióndel PRC-P. Otra opción bas-tante recomendable en épo-ca de deshielo o lluvias con-tinuadas es la de acercarsehasta la cola de caballo delarroyo Mazobre, hasta don-de guía en 3 kilómetros elPR-PA 4.� info@javierprietogallego.com

Viernes 5.10.12EL NORTE DE CASTILLA PLANES 3GPS

�Más información. Casadel Parque Natural FuentesCarrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina. Tfo.979 870 688. Agrupacióncomarcal de desarrolloMontaña Palentina,www.montanapalentina.esDiputación de Palencia,www.palenciaturismo.es.

GUÍA

Videorreportaje enelnortedecastilla.es

Un caballo en la subida a Peña Tremaya, con el pico Valdecebollas al fondo.

El embalse de Compuerto, a los pies del pico Curavacas y la Montaña Palentina.

Iglesia de San Felices de Castillería.

Roble centenario en la subida a Cueva del Cobre.

La localidad de Caradañode Abajo, a los pies delEspigüete, una de lasmontañas emblemáticasde la Montaña Palentina.:: FOTOS JAVIER PRIETO

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