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CICLO DE CHARLAS “GRANDES PINTORES DEL J. M. W. Turner OMANTICISMO EUROPEO” Carmen Cabrejas Almena Museo del Romanticismo

Grandes pintores del Romanticismo europeo. III. Joseph Mallord William Turner

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CICLO DE CHARLAS “GRANDES PINTORES DEL

J. M. W. Turner

OMANTICISMO EUROPEO”

Carmen Cabrejas Almena Museo del Romanticismo

Autorretrato Ca. 1799

Joseph Mallord William Turner (1775-1851) Primeros años

- Familia de clase humilde, tuvo una escasa formación académica, pero enseguida demostró un gran talento para el dibujo, que fue apoyado por sus progenitores (su padre exponía sus trabajos en el escaparate de su barbería). Es el inicio de una actividad artística que abarca sesenta años y que produce miles de obras, entre dibujos y óleos.

- A los 10 años padece una enfermedad que le obliga a pasar

una temporada con su tío en el campo, cerca de Oxford. Desde entonces, sentirá una fuerte inclinación por la naturaleza, volviendo constantemente a esa región, como antesala de los posteriores viajes que comenzará a realizar en su juventud.

- Su primer álbum completo de dibujos data de 1789, cuando tenía 14 años, y refleja precisamente una de sus estancias en Oxford. Se conserva en la Tate Gallery (como la mayoría de su obra).

Folly Bridge and Bacon’s Tower, Oxford 1787

Un árbol, con una línea de árboles al fondo (Álbum de Oxford) 1789

En el periodo de un año, entre 1789 y 1790, su formación artística pasa por tres momentos clave:

- Tras colaborar como dibujante con varios arquitectos, es admitido como aprendiz por Thomas Malton Jr., especialista en dibujo topográfico.

- Es admitido como alumno en la Real Academia, con la aprobación personal del presidente, Joshua Reynolds, que será una gran influencia para él en esos años.

- En 1790 participa por primera vez en la exposición anual de la Academia con una acuarela. Su presencia en esa exposición será una constante durante el resto de su vida.

El palacio arzobispal de Lambeth (detalle) Expuesta en la Academia en 1790

Canterbury Ca. 1792

Pescadores en el mar. Marina Cholmeley Primer óleo expuesto en la Academia, en 1796

Turner consideraba esta obra el verdadero comienzo de su carrera artística. Volvió a este tema en varias ocasiones a lo largo de su vida, ejemplificando en este paisaje la radical evolución de su pintura.

Castillo de Norham, Amanecer Ca. 1798

Castillo de Norham desde el río Tweed Ca. 1822-23

Castillo de Norham, Amanecer 1845

Mañana entre las montañas Coniston, Cumberland

Expuesto en 1798

Turner se convirtió pronto en un artista cotizado. Desde muy joven comenzó a recibir numerosos encargos, tanto de editoriales (ilustraciones sobre descripciones de viajes para revistas , o para libros de autores como Walter Scott o Lord Byron) como de particulares. A lo largo de los años tuvo importantes mecenas (políticos, aristócratas, intelectuales…), que apreciaban su talento artístico a pesar de su carácter extravagante y sus maneras poco refinadas.

1790-1820:

años de gran éxito

“Recuerdo a Turner como un joven corriente y sin interés, tanto en sus modales como en su apariencia, muy descuidado y desaliñado en el vestir, sin importarle cuál era el color de su chaqueta o sus ropas, era todo menos un joven de buen aspecto... No hablaba de otra cosa que de sus dibujos, y de los lugares a los que iba a ir a dibujar. Parecía un joven sin educación, sin más deseos que mejorar en su arte ...” "Este hombre debe ser amado por sus obras; su persona no es notable ni su conversación brillante”.

Edward Dayes, 1805

Pronto alcanza una posición artística y económica respetable. Se niega a participar en proyectos en los que no se reconozca su valía y derechos como artista (por ejemplo, en la expedición de Lord Elgin a Grecia, no llegó a un acuerdo económico ni respecto a los derechos de autor de las obras). En 1803 comienzan las primeras reacciones negativas sobre su pintura. Al año siguiente, abre su propia galería, para exponer sus obras de manera independiente. La galería, con diferentes localizaciones, permanecerá activa hasta avanzada la década de 1820.

En 1799, con 24 años, es admitido como miembro asociado de la Academia En 1802 es nombrado miembro de pleno derecho y parte del consejo de presidencia. En 1807 se le otorga la cátedra de perspectiva. Comienza a elaborar el Liber Studiorum, una obra pedagógica compuesta entre 1807-1824 y formada por cien láminas destinadas a ejemplificar los métodos de composición de paisajes. En los treinta años que ejerció esa cátedra, creó también 170 dibujos para acompañar sus lecciones.

Turner y la Academia

Dibujo para clases nº 76: Interior del mausoleo Brocklesby Ca. 1810

Portada del Liber Studiorum (Portada: ca. 1810-11, el proyecto abarca entre 1807-1824)

La décima plaga de Egipto Expuesta en la Academia en 1802

La batalla de Trafalgar, vista desde las jarcias del palo mesana del Victory 1806-08

El herrero del pueblo disputa sobre el precio del hierro y el precio cobrado al carnicero para herrar su pony Expuesto en la Academia en 1807

Mañana escarchada Expuesto en la Academia en 1813.

Apolo y la pitón Expuesto en la Academia en 1811

Dido construye Cartago Expuesto en la Academia en 1815

Diapo Lorena aquí

En su primer testamento, Turner pidió ser enterrado envuelto en su lienzo Dido construyendo Cartago. Posteriormente, lo legó a la National Gallery de Londres, especificando que debía ser colgado junto a este Embarque de la reina de Saba (1648) de su admirado Claude Lorrain. La primera vez que contempló las obras de este artista, se conmovió hasta las lágrimas, dudando de si él sería capaz de crear alguna vez algo semejante.

Una de las grandes pasiones de Turner fue el estudio de los grandes maestros, primero a través de las colecciones públicas y privadas inglesas, y posteriormente en sus viajes por Europa. Resultaron especialmente impactantes para él sus primeros contactos con el Museo del Louvre, durante su viaje a París en 1802, y con el arte del Renacimiento en su primer viaje a Italia en 1819. Las referencias a los grandes maestros en su pintura fue el tema de una reciente exposición en el Museo del Prado, Turner y los maestros (2010).

Comentario y boceto sobre el cuadro Venus, Marte y Cupido de Guercino (1634) Cuaderno de estudios del Louvre, 1802

Roma desde el Vaticano: Rafael, acompañado por la Fornarina, prepara sus cuadros para la decoración de la Logia Expuesto en la Academia en 1820

1820-1850: Modernidad radical

Gradualmente, el arte de Turner se irá volviendo más personal y rupturista. Se irá apartando de los temas (mitológicos, históricos o costumbristas) y de la estética idealizada del arte oficial, lo que se manifestará en su obra de diversas maneras: - Acercamiento a la estética de lo sublime y búsqueda de una reacción emocional en el espectador.

- Creciente subjetividad en sus obras, lo que le conduce al estudio de la percepción de la luz y los colores.

- Experimentación con diversas técnicas y materiales.

- Autonomía del paisaje. Son rasgos que aparecen en su trayectoria desde sus primeros años, pero que se acentuarán a partir de la década de 1820.

Marinas, catástrofes y tormentas, expresión de lo sublime

“Ninguna pasión despoja con tanta eficacia a la mente de todos sus poderes de actuar y razonar como el miedo”.

Edmund Burke, Indagación filosófica sobre el origen de las ideas acerca de lo sublime y lo bello, 1756

Muelle en Calais, con mercaderes franceses dispuestos a partir: llegada de un vapor inglés Expuesto en la Academia en 1803

Naufragio Expuesto en la Academia en 1805

Caída de una avalancha en los Grisones Expuesto en la Academia en 1810

TORMENTAS

Tormenta de nieve, Aníbal y su ejército cruzando los Alpes Expuesto en la Academia en 1812

Los fenómenos extremos de la naturaleza , especialmente las tormentas, proporcionaban gran placer a Turner y una constante fuente de inspiración. En 1810, durante una estancia en Farnley Hall, la residencia de uno de sus mecenas, se encontró inmerso en una de ellas: “- Mira esta tempestad de truenos. ¿No es grandiosa? ¿No es maravillosa? ¿No es sublime?

Mientras hablaba, estaba tomando notas de sus formas y colores en el reverso de una carta. Le propuse utilizar un bloc de dibujo, pero me dijo que así estaba bien. Estaba absorto, en trance. Ahí estaba la tormenta, moviéndose, precipitándose y descargando sus relámpagos sobre las colinas de Yorkshire. Al momento, la tormenta pasó, y él terminó.

-¡Ya está! Hawkie –me dijo-, en dos años volverás a ver estos bocetos, se habrán transformado en Aníbal cruzando los Alpes.” Hawksworth Fawkes, 1810

Una parte fundamental de su trayectoria serán los viajes, que realizará a lo largo de toda su vida, tanto por Gran Bretaña como por el resto de Europa. Durante esos

viajes, elaborará cuadernos de bocetos con innumerables dibujos. En ellos comienza a manifestar su arte más libre y personal, que acabará plasmando en su pintura:

- Reproduce detalladamente los paisajes que ve, y sobre todo, sus experiencias ante ellos. A menudo representa múltiples puntos de vista de una misma escena.

-Trata de apresar esas experiencias con el máximo interés, ya que los apuntes tomados en esos cuadernos le servirán como repertorio para obras posteriores. En ocasiones, vuelve a esos dibujos con décadas de diferencia para tomar algunos motivos para sus pinturas.

-En esos cuadernos empezará a experimentar con los métodos pictóricos (técnicas, materiales, procesos) y también a ahondar en el estudio del color.

Los cuadernos de viajes

El paso de San Gotardo 1803-04

Algunos viajes destacados: - Gales: 1792, 1794,

1795, 1798, 1800. - Suiza y Francia: 1802,

1821, 1832, 1836, 1845.

- Escocia: 1800, 1818,

1820, 1834. - Italia: 1819, 1828-29,

1840.

ITALIA

Castel dell’Ovo, Nápoles, por la mañana temprano, con Capri en la lejanía Cuaderno de estudios de Nápoles y Roma, 1819

En sus cuadernos de bocetos, Turner comienza a experimentar con diversas técnicas que posteriormente aplicará también a sus óleos. Por ejemplo, comienza a construir los dibujos a base de manchas de color sobre los que luego sitúa los detalles (un método implantado en Inglaterra a mediados del siglo XVIII por Alexander Cozens).

La campiña romana con Monte Gennaro en la distancia (detalle)

1819

Ilustración para Los placeres de la esperanza de Thomas Campbell

Ca. 1837

Sus experimentaciones técnicas van más allá del uso de determinados materiales no estrictamente artísticos (extracto de tabaco, papeles coloreados que se utilizaban generalmente como envoltorio), y comienzan a estar relacionadas con el propio acto de pintar: “Empezó por derramar pintura húmeda sobre el papel hasta dejarlo saturado, y luego con gran frenesí se puso a rasgarlo, a arañarlo, a rasparlo, y todo ello era un caos, pero paulatinamente surgió el maravilloso barco, con todos sus exquisitos detalles”. Edith Mary Fawkes, 1818

Venecia, mirando hacia el este desde San Pietro in Castello, madrugada 1819

Turner en el día del barnizado William Parrott, 1846

A pesar de su creciente tendencia a la abstracción, su gran dominio del oficio le permitía definir las formas con escasas pinceladas y a base de puras manchas de color. Es famosa la anécdota de uno de los “días de barnizado” (días previos a la apertura de la exposición anual de la Academia, en los que se permitía a los artistas retocar sus obras) en los que colocó una gran mancha roja en mitad de una de sus marinas. Ante la atónita mirada del resto de pintores y especialistas reunidos, lo que parecía un error irremediable en el cuadro se transformó hábilmente en la forma de una boya en mitad del mar. La anécdota queda recogida en la película Mr. Turner (Mike Leigh, 2014).

Helvoetsluys; el Ciudad de Utrecht, 64, haciéndose a la mar Expuesto en 1832

A partir de la década de 1820, no solo su arte se vuelve cada vez más radical e incomprendido, su carácter huraño y extravagante se acentúa, especialmente tras la muerte de su padre (1829).

En ausencia de su padre, Turner se refugiará en su trabajo en la Academia y en Petworth, la mansión de uno de sus grandes mecenas y amigo incondicional, George Wyndham, duque de Egremont. Los últimos años de su vida los pasará en Chelsea conviviendo con la viuda Sophia Booth, escondiendo su verdadera identidad y su dirección de residencia bajo un seudónimo.

La incomprensión del gran público hacia su arte y su personalidad se tradujo en múltiples rumores sobre su salud mental, que él mismo se encargó de alentar. Será la causa de que la Reina Victoria rechace condecorarle pese a sus méritos artísticos.

Petworth, el artista y sus admiradores (detalle) Ca. 1829

Trama de color 1819, Cuaderno de Venecia y Como

Trama de color 1819, Cuaderno de Venecia y Como

Sin título Mark Rothko, 1969

Barco ardiendo 1826

Botes en el mar Ca. 1830

Incendio de la cámara de los Lores y de los Comunes 1835

Amanecer con monstruos marinos Ca. 1845

“Si se ofrece desde fuera al ojo la totalidad de los colores como un objeto, ello le producirá placer, puesto que tendrá delante de sí, como un hecho

real, la suma de su propia actividad”

“Este es el objeto de la pintura”

Goethe, Teoría del color, 1810, y comentario de Turner.

La visión pura, la pintura pura: estudios de la luz y el color

El barco de guerra“Temerario” remolcado a dique seco para ser desmantelado 1838

Sombra y oscuridad – La tarde del

diluvio Expuesto en la

Academia en 1843

Luz y color (la teoría de Goethe) – la

mañana después del Diluvio - Moisés escribe el libro del

Génesis Expuesto en la

Academia en 1843

Tormenta de nieve – un vapor antes de entrar al puerto Expuesto en la Academia en 1842

“No lo pinté para que fuera entendido, sino porque quería mostrar como luce semejante

espectáculo. Hice que los marineros me ataran al mástil para poder observarlo. Cuatro horas seguidas me mantuvieron

atado; creí que iba a morir; pero yo quería fijar su imagen en caso de sobrevivir”.

Turner, ante las críticas recibidas por Tormenta de nieve

Lluvia, vapor y velocidad---- vayan a verlo antes de que salga del cuadro

Lluvia, vapor y velocidad – El gran ferrocarril del Oeste Expuesto en la Academia en 1844

A finales de 1845, Turner tiene setenta años y su salud comienza a empeorar gradualmente. No obstante, continuará pintando hasta un año antes de su muerte, cuando las fuerzas le abandonan definitivamente. Cuentan que todavía en sus últimos meses pedía que le subiesen a la azote a de su casa para contemplar el amanecer sobre el río. Fallece en diciembre de 1851. A su muerte, el Estado británico recibe el importantísimo legado de este pintor: casi 300 óleos y más de 19.000 dibujos, obras que en los últimos años habían estado en un lamentable estado de abandono en su residencia de Londres. La mayoría de sus obras se conservan hoy en día en la Tate Gallery, y especialmente sus cuadernos de dibujo están siendo objeto de exhaustivas investigaciones.

El legado Turner

“La luz es color” “El Sol es Dios”

Bibliografía

• BARÓN, J., Turner y los maestros, Museo Nacional del Prado, 2010.

• BOCKEMÜHL, M., Turner, Taschen, 2007.

• Catálogo online del proyecto J.M.W. Turner: Sketchbooks, Drawings and Watercolours de la Tate Gallery.

• SHANES, E., The Life and Masterworks of J.M.W. Turner, Parkstone International, 2012.