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Facultad de Ciencias Sociales Carrera Arqueología Laboratorio de Etnografía I Docentes: América Valenzuela - Rodrigo Azócar Ayudante: Catalina Rodríguez Palavicino Etnografía de la pesca artesanal en Pichilemu: la historia de una familia pescadora Catalina Vásquez Asenjo

Etnografía de la pesca artesanal en Pichilemu: la historia de una familia pescadora

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Facultad de Ciencias SocialesCarrera ArqueologíaLaboratorio de Etnografía IDocentes: América Valenzuela - Rodrigo AzócarAyudante: Catalina Rodríguez Palavicino

Etnografía de la pesca artesanal en Pichilemu: la historia de una familia pescadora

Catalina Vásquez Asenjo

Etnografía de la pesca artesanal en Pichilemu: la historia de una familia pescadora

En el presente relato etnográfico, hablaré acerca del oficio de pescador y su historia, en la localidad de Pichilemu. Además relataré parte de la historia familiar de una familia pescadora de la zona con la que estuve en contacto, ya que a mi juicio retrata los cambios de este oficio a través del tiempo.

Pichilemu es el sector urbano de la comuna de Pichilemu, la cual, se encuentra dentro de la provincia Cardenal Caro en la VI región libertador Bernardo O’Higgins. Según el Censo del año 2002 existe una población de 12.392 habitantes en la comuna de Pichilemu y la localidad misma, presenta una densidad poblacional de 73,6 hab/km2, cerca de 7 veces la densidad comunal.

A nivel regional hay tres focos de desarrollo económico, el primero se ubica en la ciudad de Rancagua, con la minería, en segundo lugar se encuentra la ciudad de San Fernando por el desarrollo de la agricultura y la industrialización de esta actividad. Y en tercer lugar se ubica la cuidad de Pichilemu, con el turismo, la silvicultura y la producción agropecuaria. Aunque en menor escala de desarrollo que los otros focos, debido a limitaciones geográficas, climatológicas, y la poca gestión de las autoridades regionales para producir un mayor desarrollo.

Dentro de las actividades económicas menos rentables en la comuna de Pichilemu encontramos la ganadería que es una actividad desarrollada para el autoconsumo y la pesca, que también es una actividad con fines de autoconsumo y sustento, ejercida por un pequeño número de familias.

Mapa VI región del Libertador Gral. Bernardo O’Higgins

Fuente: mapa turístico de la VI región del libertador Gral. Bernardo O’Higgins (s.f). Recuperado el 25 de noviembre de 2014, de http://www.turismovirtual.cl/vi/vi.html

En el grupo de trabajo ya habíamos escogido con anterioridad el oficio antes de investigar más detalladamente los aspectos económicos, demográficos, sociales, etc. Por lo que, nos llamó la atención este asunto de que la pesca no era una actividad muy popular en la zona como creíamos, sin embargo no por eso valía menos la pena estudiarla, considerando que esta situación la viven la mayoría de los oficios hoy en día.

La información que expondré la obtuve a través, de conversaciones con uno de los pescadores artesanales de Pichilemu y su esposa, mientras trabajábamos en la caleta junto con ellos, otras conversaciones las sostuvimos en la misma casa de éste, quién muy amablemente nos invitaba a tomar un té después de un largo día de trabajo. Además el último día que estuve en Pichilemu, grabé una entrevista semi-estructurada con este pescador en donde le pregunté algunos puntos pendientes.

Realicé el trabajo de campo desde el día 19 de octubre del año 2014 hasta el día 24 de octubre del año 2014.

El presente trabajo constará de cuatro capítulos, en donde, en el primer capítulo, caracterizaré el oficio de pescador en Pichilemu y su historia, para luego en el segundo capítulo dar cuenta de los cambios vividos en el oficio en materia de dinámica de trabajo e indumentaria, cerrando el capítulo con las proyecciones del oficio para el futuro. En el capítulo tres hablaré sobre la historia familiar de la familia del pescador artesanal con el que trabajé, en donde se podrá observar que la historia familiar y la historia del oficio están relacionadas. Finalmente en el cuarto capítulo expondré las conclusiones que obtuve al realizar este trabajo y las interrogantes para un posible trabajo a futuro

Capítulo 1: El oficio pescador:

Ser pescador artesanal, no es y nunca ha sido fácil, hoy en día son escasas las personas que ejercen un oficio y viven de ello, esto se debe en parte, a que hoy en día el trabajo de alguien con un título se valora más que uno que no lo posee, por lo tanto el primero es mucho mejor remunerado que el segundo y por ello también se promueve uno por sobre el otro. Todo esto producto de la “transformación de los modos de producción en la sociedad, resultado de una revolución tanto técnica, como tecnológica y cultural, que implicó la paulatina falta de demanda por muchos productos artesanales” (Novelo, 2004:7)

En el caso particular de la pesca artesanal, hoy se encuentra con varias trabas, una de ellas es la sobreexplotación de especies y la contaminación de las aguas, lo que produce que en ciertas épocas del año o en periodos prolongados de tiempo, no puedan trabajar, lo que se traduce en falta de recursos.

Otro factor que influye bastante es la Ley de Pesca, la cual, en palabras del pescador con el que trabajé:

“está hecha para beneficiar sólo a las grandes empresas pesqueras, ya que, nosotros mes a mes, debemos entregar nuestras estadísticas de cuanto sacamos y regirnos por la cota1 que se haya establecido en ese año, y a las grandes empresas no las fiscalizan de esa forma” (Pescador artesanal de Jaibas Pichilemu,2014)

Además, recalca el tema de la “compra del mar” ya que, este recurso se ha ido privatizando y los pescadores artesanales se sienten cada vez más acorralados, puesto que, muchos dirigentes sindicales son sobornados por estas empresas, tanto así que, el pescador con el que trabajé, se desligó del sindicato por lo mismo, ya que, observaba un ambiente no muy ameno, según sus palabras.

Actualmente son pocas las familias en Pichilemu que trabajan la pesca, en la caleta, pude observar, un poco menos de 10 botes y no todos funcionaban con la misma regularidad, de hecho muchos de los días en los que estuve en la caleta, el bote del pescador con el que trabajé era casi el único en actividad.

Los botes que se utilizan actualmente, son elaborados con fibra de vidrio y poseen un motor muy potente resistente al agua. Las redes se compran hechas y son de hilo de pescar plástico, se dividen en secciones cuadradas, a las que llaman “paños”.

Los pescadores utilizan overoles con botas plásticas para no mojarse, además de salvavidas. Dentro del bote tienen pequeñas anclas para dejar las redes y también una especie de barril que lo utilizan en caso de emergencia, para amarrarse y que así en caso de ahogo que sus cuerpos floten y puedan ser encontrados más fácilmente. En promedio trabajan dos personas en un mismo bote para que así uno controle el motor, dirigiendo el bote y otro recoja y tire las redes.

La pesca artesanal hoy en día en Pichilemu, se basa principalmente en la extracción de jaibas ya sea con redes o trampas. Esto como consecuencia, nuevamente de la Ley de Pesca la cual ha elevado los costos a tal punto que un pescador artesanal gasta más en hacer andar el bote y mantenerlo que lo que recibe de ganancia vendiendo pescados, ya

1 La cota, se da anualmente y en ella se establece la cantidad máxima que se puede sacar de una determinada especie. La estadística se entrega mes a mes individualmente por cada pescador señalando lo que ha sacado de cada especie.

que por ser producto artesanal su precio es muy bajo, siendo así la venta de jaiba mucho más rentable.

El pescador con el que trabajé y observé, precisamente extrae jaibas, este proceso consta de los siguientes pasos:

1. Producción de carnada:El primer día de trabajo consistió, en armar las carnadas, para ello, se depositan en bolsas plásticas, cabezas de pescado, restos de mariscos y carne de pescado, donados por los puestos cevicheros de la caleta misma. Una vez que se han vaciado varios barriles de restos de pescado se pasa a la etapa siguiente2 .

2. Preparación de las redes:La segunda etapa consiste en amarrar las bolsas con carnada en un extremo de la red, (que será el lado de la red que irá hacia el fondo del mar), luego se dejan las redes dentro del bote para proseguir con el zarpe. En el extremo de la red donde no se amarran las jaibas se ponen flotadores pequeños que indican la posición de la red en el mar y la mantienen a flote.

3. Zarpe y posicionamiento de las redes:La tercera etapa consiste en el zarpe primeramente, en el cual un tractor arrastra el bote hasta la orilla y luego el bote toma su rumbo. En la pesca de jaibas no es necesario adentrarse mucho, de hecho no se pierde de vista la costa. Una vez en posición, se tiran las redes, previo amarre de un ancla3

4. Extracción de las redes:En la penúltima etapa, se realiza un segundo zarpe y se posiciona el bote en el lugar donde se dejaron las redes, unos flotadores marcan el lugar en el que éstas se encuentran. Al llegar a las redes, se engancha el flotador con un palo que en uno de sus extremos tiene un gancho y luego se agarra la red con las manos y se comienza a sacar del agua, hasta que salga el ancla. Las redes se van juntando en pilas.

5. Venta, distribución y preparación:Finalmente, en la última etapa, se separan las jaibas por sexo, ya que sólo se venden las jaibas macho y las hembras son devueltas al mar. Parte de la venta se realiza en la caleta misma, en donde asisten otras personas (algunas de ellas familiares) para ayudar en esta tarea de sacar las jaibas de las redes y separarlas. De la otra parte de la venta se encarga la esposa del pescador, quién compra parte de estas jaibas, les saca la carne, las envasa y congela para quién prefiera

2 Esta etapa suena muy simple, pero demanda mucho trabajo, ya que, hay que arrodillarse en la arena frente a un barril lleno de apestosos restos en descomposición de peces y mariscos. Este proceso además toma mucho tiempo, como en mi grupo de trabajo éramos 5 obviamente lo pudimos hacer rápidamente, pero este trabajo originalmente, lo realiza la esposa del pescador, por lo que se demora toda una mañana en tener las carnadas listas.3 Esta etapa es la única que no pude observar directamente, ya que, para poder subirte a un bote debes enviar una carta con dos días de anticipación a cuando quieras zarpar, diciendo el motivo de porque se quiere realizar este zarpe y los datos tales como, Rut, nombre completo y teléfono de contacto en caso de emergencia de cada uno de los que se subirán con los pescadores. Y como esta actividad se realizó en nuestro primer día de trabajo como grupo, no sabíamos de este procedimiento. Lo que pude observar directamente fue el zarpe

comprar la jaiba ya preparada, la mayoría de sus compradores son dueños de puestos de empanadas y restoranes.Sin embargo aquel día pude observar que otro cargamento de jaiba se lo llevaban en una camioneta directo hacia el terminal pesquero de Santiago, no sé si esto ocurrirá recurrentemente pero, es otra forma de venta.

Restos de mariscos y pescados para las carnadas

Fuente: Fotografía del autor, 2014.

Amarre de bolsas de carnada a las redes

Fuente: fotografía del autor, 2014

Redes con bolsas de carnadas ya amarradas

Fuente: fotografía del autor, 2014

Zarpe del bote para echar las redes al mar

Fuente: fotografía del autor, 2014

Redes con jaibas, ancla, palo para sacar redes y barril/flotador

Fuente: fotografía del autor, 2014

Sacando las redes con Jaibas

Fuente: fotografía del autor, 2014

Jaibas en la caleta, esperando ser vendidas

Fuente: fotografía del autor, 2014

Capítulo 1.1: La historia del oficio

La historia de la pesca artesanal en Pichilemu, la dividiré en tres momentos, que marcan, cambios muy significativos para el oficio y su desempeño.4

El primer momento se sitúa a partir del año 1961 aproximadamente, en donde se comenzó a desarrollar el oficio, gracias a la existencia de una laguna navegable y llena de vida tanto de fauna y flora, llamada laguna Petrel, que se encuentra muy cerca de la ciudad. Este lugar estaba lleno de vida, sobre todo en los veranos, ya que, una gran cantidad de turistas arribaban a Pichilemu, trasladados por el tren, el cual, se movilizaba a través de una línea de férrea inaugurada en 1926 que consistía en tramos desde Santiago, Rancagua y San Fernando hacia Pichilemu y viceversa.

En esta laguna una de las mayores atracciones era el arriendo de botes para navegar y/o pescar, además durante el año se celebraba la fiesta de San Pedro, en donde se realizaban carreras de botes y campeonatos de buceo, también se realizaba la semana Pichilemina en la que, entre otras cosas, se adornaban los botes de maneras creativas.

Sin embargo, toda esta actividad turística y laboral para los pescadores, que trabajaban arrendando botes y vendiendo los peces que podían pescar en la laguna, llegó a su fin debido a una progresiva contaminación de las aguas de esta laguna con aguas servidas, producto del crecimiento poblacional que estaba viviendo Pichilemu.

“Había que poco más que andar con mascarillas debido al olor tan hediondo, además se llenó de moscas y zancudos” (Pescador artesanal de jaibas Pichilemu, 2014)

Además, a mediados de la década de los 70’ aproximadamente el ferrocarril cerró, lo que produjo un menor flujo de turistas, ya que el tren hasta ese entonces era el único medio de trasporte para poder salir de Pichilemu hacia otras localidades, a menos que se hiciera en carretas o autos particulares.

Es así como pasamos al segundo momento, aproximadamente en la década de los 80’, cuando muchos de los pescadores para poder continuar con su oficio, se ven obligados a migrar hacia las playas de Pichilemu y dedicarse sólo a la pesca como tal, y ya no más a lo turístico. Esto se presentaba como un gran desafío ya que no se contaba con una caleta ni con un sindicato (que era cada vez más necesario, ya que, no sólo creció la población en general de Pichilemu, sino que también la cantidad de pescadores). Debido a los problemas sanitarios, las autoridades entre los años 1992 y 1995, propusieron instalar una planta procesadora de aguas servidas, en la Laguna Petrel y que los desperdicios fueran al mar, los pescadores se opusieron, ya que, éste era ahora su fuente de trabajo y además un factor atrayente de turismo debido al Surf. Gracias a esto se instaló finalmente una planta hacia el interior de Pichilemu, en un sector llamado Puerto Negro.

Finalmente llegamos al tercer momento, la actualidad, en donde hace aproximadamente dieciséis años, se construyó una caleta de pescadores en la playa principal de Pichilemu5,

4 Las fechas que aquí expondré que son las que utilicé para crear estos tres momentos, muchas veces son aproximadas, ya que, las obtuve en conversaciones con el pescador con el que trabajé no de archivos o documentos.5 El terremoto del 2010 destruyó gran parte de la caleta, según los propios pescadores, el san pedro de la caleta fue casi lo único que se mantuvo intacto, sin embargo SERCOTEC (Servicio de Cooperación Técnica) Y FOSIS (Fondo de Solidaridad e Inversión Social), por medio del programa Chile Emprende, lograron reconstruirla.

la cual, es administrada por el sindicato de trabajo independiente de pescadores artesanales de la comuna de Pichilemu compuesto por veintitrés socios activos. En estas condiciones, el pescador artesanal con el que trabajé, afirma que es mucho más cómodo poder ejercer este oficio, a pesar que, el número de pescadores artesanales ha disminuido considerablemente. La laguna Petrel ha mejorado bastante y sigue en proceso de purificación de sus aguas sin embargo aún no se ha recuperado totalmente.

“Va a costar años que vuelva a ser lo que era antes, lo que era hace treinta años […] ahora por lo menos ya no está contaminada como antes, que morían los pájaros, los peces, etc. y ahora está volviendo a nacer todo eso, están llegando una cantidad muy grande de aves y está criándose el pescado nuevamente” (Pescador artesanal de Jaibas Pichilemu, 2014)

Capítulo 2: Cambios en el oficio a través del tiempo

En el primer capítulo expuse como es el oficio en si hoy en día y luego en el segundo capítulo mostré los momentos que este oficio ha vivido a lo largo de su historia, por lo que se pudo ver algo del pasado de este oficio. En este capítulo elaboraré una comparación más detallada y clara de cómo era el oficio y como es hoy en día, comparando las dinámicas (Lo que hacía/hace un pescador artesanal) y su indumentaria (elementos y materiales de trabajo). Finalizaré este capítulo con las proyecciones que se tienen sobre este oficio.

Capítulo 2.1: Dinámica e indumentaria del oficio en el pasado:

Como dije en el capítulo anterior, en un principio, este oficio se realizaba en la Laguna Petrel, en donde los pescadores además de pescar peces tales como, Liza, Roncador, Pejerrey y Robadillo, tenían botes disponibles para arrendárselos a los turistas junto con cañas para que pudieran pescar.

Los botes se realizaban de manera artesanal, es decir, los mismos pescadores confeccionaban su bote, el cual, estaba hecho de madera, usaba remos o un motor. (Que si se mojaba demasiado corría el riego de pararse) Normalmente en estos botes se remaba cruzado, por lo que los remos eran más largos que el propio bote, lo que significaba un riesgo de golpearse con uno de éstos en caso de volcamiento.

Las cañas que les entregaban a los turistas que arrendaban los botes, también eran fabricadas por ellos mismos, para lo cual, ocupaban simples varas de madera (como por ejemplo palos de escoba) y les amarraban hilo de pescar y dos anzuelos, hechos normalmente con plumas de alcatraz. Sin embargo los pescadores al momento de sacar pescado, no usaban cañas si no redes, que ellos mismos tejían. El comercio de los peces que sacaban de la Laguna se llevaba a cabo en el centro de Pichilemu. No se utilizaban chalecos salvavidas.

Capítulo 2.3: Dinámica e indumentaria del oficio hoy:

En la actualidad, este oficio se realiza en la Playa Principal de Pichilemu, por las razones que estipulé anteriormente, en donde, en un principio, se pescaba Corvina y Sierra, pero debido a las trabas de la ley de pesca y a la sobreexplotación de estas especies, la mayoría de los pescadores artesanales ha decidido dedicarse a la pesca de Jaibas.

Las redes están hechas con hilo de pescar y se mandan a hacer. El comercio se realiza en la caleta misma, en el centro o en las casas particulares de los pescadores.

El bote está hecho de fibra de vidrio y también se manda a hacer, posee un motor a muy grande a prueba de agua, que tiene distintas velocidades, todos los pasajeros a bordo llevan un chaleco salvavidas

Bote pescador en la Caleta

Fuente: Fotografía del autor, 2014

Capítulo 2.3: Nuevas proyecciones del oficio:

El pescador con el que trabajé, actualmente trabaja en su mayoría atrapando Jaibas con redes, sin embargo, en algunas ocasiones utiliza trampas de Jaibas, las cuales, son fabricadas artesanalmente y están hechas de una estructura de fierro de forma triangular sin punta, y en el extremo superior lleva un macetero cortado y alrededor una red tejida a mano de una cuerda gruesa y negra. Al medio de ésta se pone una bolsa con la carnada comúnmente utilizada en las redes. Debido a la forma de esta trampa la cual tiene una única salida y al encontrarse en el fondo del mar, el agua ejerce presión, por lo que una vez que la Jaiba entra por la abertura, no puede volver a salir.

Trampa para Jaibas vista desde arriba

Fuente: Fotografía del autor, 2014

Trampa para Jaibas vista desde abajo

Fuente: Fotografía del autor, 2014

Una novedad, que aún no ha sido probada, es la trampa para camarones. Esta trampa es similar a la de las Jaibas con la única diferencia que se colocan pequeños maceteros en la abertura de la trampa, para que sólo puedan ingresar a ella los camarones y no las Jaibas, ya que éstas, terminarían por comérselos.

Este es un invento original del Pescador artesanal con el que trabajé, sin embargo una vez que concrete este proyecto, de seguro impactará al resto de los pescadores artesanales, puesto que, las trampas también fueron una novedad que trajo él mismo a Pichilemu, luego de observar, a bordo de un bote científico, como atrapaban a estas especies para estudiarlas, y ahora muchos de los otros pescadores tienen trampas como ésta.

Trampa de Camarones

Fuente: Fotografía del autor, 2014

Finalmente, el pescador artesanal, al momento de preguntarle por la sobrevivencia de su trabajo en un futuro, cree que en unas cuantas generaciones más su oficio dejará de existir y sólo habrán grandes empresas pesqueras, esto como consecuencia en gran medida de la ley de pesca, en la que según él, se beneficia a estas empresas y además por la trasformación de la sociedad en la que todos desean y prefieren tener una carrera con un título profesional antes que dedicarse a un oficio de tradición familiar.

Capítulo 3: Historia de una familia Pescadora:

En este capítulo, relataré parte de la historia familiar y personal del pescador artesanal con el que trabajé, ya que, dentro de sus vivencias se encuentran los momentos históricos del oficio, por lo que me pareció importante mostrar como la vida de las personas que practican este oficio, son una fuente importante de información y de memoria, gracias a los cuales, podemos conocer el pasado de esta actividad y además darnos cuenta que más que un trabajo, se trata de una tradición, de un estilo de vida.

A la edad de dieciséis años, (En la década de los 60’ aproximadamente) llega a Pichilemu, desde Lebu, Evaristo padre, junto con sus dos hermanos. Se instalaron en carpas a la orilla de la Laguna Petrel, en donde vivían una gran cantidad de aves y peces. Allí comenzaron a dedicarse a la pesca construyendo sus propios botes y redes para poder pescar, debido a que existía una gran fluctuación de turistas, gracias al tren que hacía trayectos desde Santiago, san Fernando, Rancagua, entre otras localidades, decidieron construir más botes para que los turistas los arrendaran. Debido a infortunados accidentes en el bote, los dos hermanos de Evaristo padre fallecieron, quedando él a cargo de todo. En Pichilemu, conoció a Idubina, quién se convertiría en su esposa, fruto de esta unión nacieron diez hijos entre ellos Evaristo hijo, quién desde la edad de diez años acompaño y ayudó a su padre con el trabajo del arriendo de botes (tenían alrededor de dieciséis botes para arrendar) y con la pesca.

La madre de Evaristo hijo se encargaba de vender los peces que pescaban de la Laguna en el centro de Pichilemu y su padre administraba los botes en arriendo, pescaba y además diseñaba y construía botes para otros pescadores artesanales, Evaristo hijo ayudaba a su padre en todas estas actividades y fue así como aprendió este oficio.

Debido a su gran acercamiento a este oficio y al contexto social y familiar que se encontraba, Evaristo hijo, no pudo terminar sus estudios escolares, retirándose definitivamente del colegio en tercero básico. Desde entonces se ha dedicado por completo a este oficio.

Evaristo trabaja en un bote hecho de fibra de vidrio junto con su hermano Carlos en la Playa Principal de Pichilemu, ya que la laguna por temas de contaminación, ya no funciona como centro turístico y por supuesto ya no alberga la vida que poseía antes

Con el paso del tiempo Evaristo creció aprendiendo todo sobre su actual oficio gracias a su padre y a su propia creatividad inventiva. Conoció a Rosa con la cual se casó y tuvo dos hijos. Hoy en día existe una dinámica dentro de su familia un tanto parecida a la suya, en términos de que él se dedica a la pesca de Jaiba y su esposa faena y vende el producto, además su hijo mayor le ayuda con la administración y contabilidad, lo que denota que este oficio aún hoy tiene un sello familiar.

Conclusión y Agradecimientos:

En conclusión, puedo decir que el oficio de Pescador Artesanal en Pichilemu, es un trabajo que requiere mucho esfuerzo y dedicación, ya que, son varios los pasos a seguir para poder salir a pescar, partiendo por la preparación de las carnadas, luego el amarre de éstas en las redes, seguido por el primer zarpe para echar las redes al mar y luego el segundo zarpe para ir en busca de las redes y luego la separación de las jaibas obtenidas para su faenamiento o venta inmediata. Gracias a la experiencia de trabajar y compartir con una familia pescadora, pude conocer de qué se trataba el oficio en estos días y también lo que fue alguna vez, por lo que, pude darme cuenta de los avances en indumentaria las transformaciones que tuvo la dinámica de este oficio, por factores tanto ambientales, sociales y políticos.

Aterrizando lo que observé en este trabajo con conceptos materialistas utilizados por Luis lumbreras, se podría decir, que para que este oficio pudiera sobrevivir a los cambios en su medio, tuvo que adaptarse y realizar cambios y/o mejoras en sus instrumentos de trabajo o instrumentos de producción

“el primer elemento o factor de las fuerzas productivas es el hombre, que amplía su capacidad de producción mediante los “instrumentos de producción”; por eso, si bien el hombre es el elemento principal de la fuerza de trabajo, su aumento cualitativo y cuantitativo depende de la calidad y cantidad de los instrumentos a su disposición” (Lumbreras, 1981:71)

Esto se ve reflejado en el caso de la pesca, con el instrumento de trabajo del bote, el cual partió siendo un bote de madera, con un motor que se paraba con el agua o bien con remos largos que muchas veces ocasionaban accidentes, ahora es un bote de fibra de vidrio, mucho más duradero que la madera, con un motor potente a prueba de agua que no necesita remos, maximizando así la seguridad y durabilidad de los materiales.

Finalmente me gustaría agradecer especialmente a Evaristo y su familia por desde un principio mostrarse colaborativos con este trabajo, el cual se enriqueció con todas las historias y vivencias que amablemente compartieron conmigo, además agradecer la oportunidad de haber podido observar y participar en este oficio.

Aún me queda una última me pregunta que es ¿cómo seguirá evolucionando este oficio, en términos de indumentaria y dinámica?, tuve la oportunidad de conocer un adelanto en cuanto a instrumentos ya que, Evaristo, tiene en mente la creación de la trampa de camarones, quizás en un futuro si la jaiba ya no es suficiente se recurrirá a la extracción de esta especie.

Bibliografía:

Novelo, Victoria (2004) “La fuerza de trabajo artesanal en la industria mexicana” Universidad Autónoma Metropolitana: Iztapalapa México

Lumbreras, Luis (1981) “La Arqueología como Ciencia Social” Ediciones PEISA: Lima Perú

Material de trabajo:

Cuaderno de Campo

Grabación de entrevista semi-estructurada

Material Fotográfico