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Evaluación preliminar del riesgo en salud pública de metales pesados por el riego de cultivos de hortalizas con aguas del río Bogotá en la Sabana de Bogotá. Presentado por: Natalia Castro Díaz 201012506 Presentado a: Juan Pablo Rodríguez Sánchez Asesor de proyecto de grado Universidad de los Andes Facultad de Ingeniería Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental Bogotá 2014

Evaluación preliminar del riesgo en salud pública de metales

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Evaluación preliminar del riesgo en salud pública de metales pesados por el riego de cultivos de hortalizas con aguas del río Bogotá en la Sabana de Bogotá.

Presentado por: Natalia Castro Díaz 201012506

Presentado a: Juan Pablo Rodríguez Sánchez Asesor de proyecto de grado

Universidad de los Andes

Facultad de Ingeniería

Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental

Bogotá 2014

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Tabla de Contenido 1 Introducción ........................................................................................................................... 5

2 Objetivos ................................................................................................................................ 6

2.1 Objetivo general ......................................................................................................... 6

2.2 Objetivos específicos .................................................................................................. 6

3 Marco Teórico ........................................................................................................................ 6

3.1 Hortalizas en Colombia ............................................................................................... 6

3.2 Distrito de riego y drenaje La Ramada ......................................................................... 8

3.3 Sabana de Bogotá ....................................................................................................... 8

3.4 Sistemas de riego ...................................................................................................... 11

3.4.1 Sistema de riego por aspersión ............................................................................. 11

3.4.2 Sistema de riego por goteo ................................................................................... 12

3.5 Consumo de hortalizas en Bogotá ............................................................................. 14

3.6 Cadena productiva de alimentos ............................................................................... 16

3.6.1 Cultivadores .......................................................................................................... 17

3.6.2 Intermediarios ...................................................................................................... 18

3.6.3 Distribuidores mayoristas ..................................................................................... 18

3.6.4 Comercializadores minoristas................................................................................ 18

3.6.5 Consumidor final ................................................................................................... 18

3.7 Enfermedades transmitidas por alimentos ETA’s ....................................................... 19

3.8 Metales pesados ....................................................................................................... 21

3.8.1 Mercurio ............................................................................................................... 21

3.8.2 Plomo ................................................................................................................... 22

3.8.3 Arsénico ................................................................................................................ 23

3.8.4 Cadmio ................................................................................................................. 24

4 Resultados ........................................................................................................................... 25

5 Análisis de resultados ........................................................................................................... 38

6 Conclusiones ........................................................................................................................ 41

7 Bibliografía ........................................................................................................................... 42

8 Anexos ................................................................................................................................. 47

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Índice de Tablas

Tabla1. Consumo per cápita anual de hortalizas en Colombia ........................................................ 7

Tabla2. Área sembrada (ha) con diferentes tipos de riego ............................................................ 12

Tabla3. Concentraciones permisibles de metales pesados en agua de uso agrícola ...................... 13

Tabla4. Posibles vías de exposición de productos químicos a seres humanos a través de la irrigación agrícola ........................................................................................................................ 14

Tabla5. Consumo de verduras (g/día) por sexo, área y nivel del SISBEN Bogotá, ........................... 15

Tabla6. Cadena epidemiológica de ETA ....................................................................................... 19

Tabla7. Concentración máxima de metal pesado según ingesta ................................................... 25

Tabla8. Diagnóstico más frecuente en consulta ........................................................................... 25

Tabla9. Diagnóstico más frecuente en urgencias ......................................................................... 25

Tabla10. Eventos presentados de ETA´s en Bogotá año 2013 ....................................................... 26

Tabla11. Eventos presentados por intoxicación con metales pesados en Bogotá año 2013........... 27

Tabla12. Distribución de brotes ETA’s por localidades durante los años 2009 y 2010 ................... 35

Índice de Figuras

Figura1. Verduras más consumidas en Bogotá D.C. año 2005……………………………………………………….15

Figura2. Línea de distribución de hortalizas………………………………………………………………………………….17

Figura3. Distribución de lugares de consumo implicados en los brotes

ETA’s………………………………200

Figura4. Distribución de alimentos posiblemente implicados en brotes ETA’s…………………………….211

Figura5. Eventos notificados por intoxicación por metales pesados por localidad y género 2013. .27

Figura6. Distribución de intoxicación por metal pesado……………………………………………………………...29

Figura7. Eventos notificados por intoxicación por metales pesados por género y grupo de edad

2013……………………………………………………………………………………………………………………………………………..30

Figura8. Eventos notificados de ETA’s según localidad y grupo de edad 2007………………………………30

Figura9. Eventos notificados por intoxicación por metales pesados por localidad y grupo de edad

2007…………………………………………………………………………………………………………………………………………….31

Figura10. Eventos notificados de ETA’s según localidad y grupo de edad 2008…………………………..32

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Figura11. Eventos notificados por intoxicación por metales pesados por localidad y grupo de edad

2008……………………………………………………………………………………………………………………………………………33

Figura12. Eventos notificados de ETA’s según localidad y grupo de edad 2009…………………………..34

Figura13. Eventos notificados por intoxicación por metales pesados por localidad y grupo de edad

2009…………………………………………………………………………………………………………………………………………….35

Figura14. Eventos notificados de ETA’s años 2010-2011-2013…………………………………………………….37

Figura15. Eventos notificados por intoxicación por metales pesados trimestralmente años 2007-

2013……………………………………………………………………………………………………………………………………………38

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1 Introducción Durante años las frutas y verduras han hecho parte de la dieta alimentaria de los colombianos por su alto valor nutritivo, variando siempre en cantidad y variedad debido a diferentes circunstancias entre las que está el precio y la calidad de las mismas. Actualmente en las áreas suburbanas de la sabana de Bogotá existen parcelas donde se cultivan diferentes tipos de hortalizas, las que en algunos casos están siendo irrigadas con aguas residuales domésticas e industriales, que circundan las parcelas o de las quebradas y los ríos aledaños especialmente el río Bogotá, el cual tiene en su afluente vertimientos industriales, aguas de alcantarillado sanitario y basuras.

Además, hay que tener en cuenta que una gran parte de los cultivadores tienen costumbres en cuanto a la forma de realizar esta actividad de producción agrícola, por lo que en muchas ocasiones se hace de forma artesanal, sin contar con la protección y seguridad adecuada para la aplicación de productos químicos y sistemas de riego adecuados (Prieto, 2011). Las hortalizas son comercializadas en expendios minoristas, plazas de mercados, supermercados e hipermercados sin llevar un control de las condiciones de éstos, representando un posible riesgo para la salud pública, entre los que está la presencia de metales pesados en las aguas de riego. Es así, como las hortalizas irrigadas con el agua del río Bogotá acumulan en sus tejidos residuos de metales pesados como cromo, plomo, mercurio, cadmio y arsénico (Miranda et al., 2008). La acumulación de estos metales pesados en el organismo humano podría generar enfermedades del sistema nervioso y del aparato digestivo, problemas respiratorios y cáncer (OMS, 1972).

En los últimos 50 años la dieta alimentaria de las personas ha cambiado por diferentes razones, entre las que se encuentra como principal razón la desconfianza por parte de los consumidores en lo que se refiere a la forma de riego y a la calidad de los pesticidas usados por lo que en el mundo solo se consume entre el 20% y 50% de hortalizas recomendado para una dieta sana y saludable (FAO, 2006). En Colombia, desde hace algunos años el Observatorio de Seguridad Nutricional y Alimentaria SAN, se ha estado basando en el concepto de seguridad alimentaria de la Cumbre Mundial de Alimentación 2009, el cual dice que: “existe seguridad alimentaria y nutricional cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico, social y económico a alimentos inocuos, cuyo consumo es suficiente en términos de cantidad y calidad para satisfacer sus necesidades y preferencias alimentarias, y se sustenta en un marco de saneamiento, servicios sanitarios y cuidados adecuados que les permiten llevar una vida activa y sana” (FAO, 2009). En pro de este concepto el observatorio SAN define la calidad e inocuidad de los alimentos como el conjunto de características de los alimentos que garantizan su aptitud para el consumo, lo que exige el cumplimiento de una normatividad desde la

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cadena agroalimentaria hasta el consumo de los mismos, asegurando que una vez ingeridos no representen riesgo biológico, físico o químico para la salud humana (OSAN O. d., 2013)

2 Objetivos

2.1 Objetivo general • Cuantificar el riesgo en salud pública de irrigar cultivos de hortalizas con

agua contaminada en la sabana de Bogotá.

2.2 Objetivos específicos • Identificar los principales cultivos de consumo en los que se usa agua

contaminada por medio de la literatura. • Identificar los metales pesados nocivos presentes en los cultivos estudiados. • Estimar el área que es irrigada con agua contaminada en la sabana. • Identificar las vías de distribución de los productos. • Identificar los consumidores a los que llegan los productos contaminados.

3 Marco Teórico

3.1 Hortalizas en Colombia Las hortalizas son plantas herbáceas de ciclo anual o bienal perennes, es decir, que vive más de dos años, de prácticas agronómicas intensivas, utilizadas en la alimentación humana al estado natural o procesadas. A este grupo pertenecen las hortalizas de hoja o verduras como la lechuga, las que se consume la raíz como la zanahoria, las que se utiliza la flor como el brócoli, las de fruto como el tomate y las hortalizas leguminosas como la arveja (Ministerio de Agricultura, 2006).

En Colombia se siembran más de 45 especies de hortalizas, que ocupan cerca de 100,000 hectáreas y producen alrededor de millón y medio de toneladas (Ministerio de Agricultura, 2006). Después de los cultivos de flores, papa y caña de azúcar, las hortalizas son uno de los cultivos que más requiere mano de obra (Ministerio de Agricultura, 2006).Se destacan igualmente por el alto uso de capital, ya que en promedio tienen costos de producción que pueden superar los $2.500.000 por hectárea (Ministerio de Agricultura, 2006). En Colombia, por ejemplo el bajo consumo de hortalizas se debe a su baja producción y las altas pérdidas post-cosecha, el bajo poder adquisitivo de la mayoría de la población, el atraso tecnológico en el sector agrícola y la deficiente educación de nutrición en una gran parte de la población (Ministerio de Agricultura, 2006). Las hortalizas se

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pueden cultivar de dos maneras, una es la siembra directa en el campo y la otra es el trasplante de plántulas previamente manejadas en un semillero. En los dos sistemas de siembra se debe tener en cuenta el periodo vegetativo hasta obtener el producto comercial, el órgano de propagación y la frecuencia de riego. Generalmente el cultivo de hortalizas es de ciclo corto, con una periodicidad de riego cercana a dos veces por semana. En la medida que se hacen los riegos, queda el agua en el suelo (Osorio, 2007). La planta absorbe la carga contaminante solubilizada con la fuente hídrica. Lo que se deriva en una grave situación tanto para productores como para consumidores, sin embargo, quienes se encargan de la producción de hortalizas no piensan en la mejora de los sistemas de riego o la descontaminación de la fuente hídrica por su alto costo y la falta de financiación.

El consumo de hortalizas en Colombia per cápita es de 40 kilogramos por año, en la Tabla1. se muestra la distribución de este consumo (Sanchez, 2010-2011), mientras que según la OMS se recomienda un consumo mínimo de 140 kilogramos por año, lo cual demuestra el déficit existente en el consumo y producción actual (Vallejo, 2007). Lo ideal sería promover el consumo de hortalizas en todo el territorio nacional, y para esto se debe garantizar la inocuidad de los alimentos, lo que significa garantizar la baja existencia y un mayor control de los peligros asociados principalmente a los alimentos que son de consumo directo por parte de los seres humanos.

Tabla1. Consumo per cápita anual de hortalizas en Colombia (Sanchez, 2010-2011)

Consumo per cápita principales hortalizas

Hortaliza Kg/persona/año Tomate 10,4

Cebolla de bulbo

7

Cebolla junca

5

Zanahoria 4,7 Repollo 3,7

Ahuyama 1,7 Habichuela 1,1 Pimentón 1

Arveja 2,3 Ajo 0,7

Lechuga 0,4

8

Ají 0,4 Pepino 0,4

Remolacha 0,4 Cilantro 0,3

Haba 0,2 Coliflor 0,2 Brócoli 0,1 Total 40

Entre las hortalizas que más se cultivan en la sabana están la lechuga, el brócoli, las acelgas, los tallos, y el cilantro (Miranda et al., 2008). El río Bogotá suministra al distrito de riego y drenaje La Ramada, del cual se abastecen la mayoría de los cultivos de la sabana, a su vez también recibe las aguas residuales de la ciudad, y en consecuencia los contenidos de coliformes totales y fecales, los cuales son fuertes indicadores de contaminantes en el agua y muy nocivos para la salud humana, y quienes están por encima de las concentraciones permitidas para su uso en agricultura limpia (Miranda et al., 2008). El problema se hace más complejo cuando se suma el vertimiento al río de aguas contaminadas con metales pesados por parte de la industria entre los que se tiene Plomo, Mercurio, Cadmio y Arsénico (UNAL, 2009).

3.2 Distrito de riego y drenaje La Ramada El distrito de riego y drenaje La Ramada se encuentra ubicado entre Subachoque y Bojacá, y la carretera de Funza a la Mesa, en vecindades del relleno sanitario de Mondoñedo. Cuenta con cinco estaciones de bombeo y riego, las cuales abastecen casi de forma independiente toda la sabana de Bogotá (Inarasociados, 2006). La distribución del distrito de riego se presenta en la siguiente figura (Instituto de Estudios Urbanos, 2005):

3.3 Sabana de Bogotá Los problemas asociados a las aguas de riego, junto con otros que causan contaminación de los alimentos a lo largo de todo el proceso productivo y de comercialización, deben resolverse para garantizar productos sanos e inocuos para el consumidor. Para ello se vienen adelantando proyectos internacionales que recogen en forma de principios, normas y recomendaciones técnicas, dentro de las cuales se encuentran las concentraciones máximas de metales pesados, aprovechamiento del recurso de la cuenca del río Bogotá, para el manejo de los cultivos y los productos en cosecha y pos-cosecha, llamados “Buenas Prácticas Agrícolas” (Corpoica, 2011). Su principio parte de evitar la

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contaminación de los productos agrícolas puesto que es más económico, que realizar acciones para combatir una contaminación ya declarada como la del río Bogotá (Corpoica, 2011). Es importante resaltar esto ya que muchos de los contaminantes presentes en los alimentos se encuentran en concentraciones inferiores a 1µg/kg pero que con el tiempo se acumulan en el organismo y en los tejidos humanos hasta provocar afecciones graves a la salud las cuales son más evidentes en el tracto gastrointestinal, en los riñones, en el desarrollo de los niños y en el sistema nervioso, como ocurre con los metales pesados (Alonso, et al, 2013). El análisis de este estudio se centrará en la zona de influencia del río Bogotá, sus afluentes y los consumidores finales de la capital del país, ya que se convierte en el sector de más alto riesgo de contaminación por metales pesados (Secretaría de Medio Ambiente, 2008). En primera instancia porque la corriente de agua ya trae esta clase de residuos desde las curtiembres de Villapinzón, Cundinamarca y a lo largo del recorrido se va nutriendo de las cargas domésticas e industriales de los demás municipios (Prieto, 2011). En el área urbana de Bogotá las causas de contaminación en los cultivos se originan por diversos factores (Secretaría de Medio Ambiente, 2008):

1. En los suelos no se practica la rotación de cultivos ni hay espacios de tiempo de descanso.

2. Los cultivos son irrigados con aguas domésticas, residuales e industriales sin

ningún tratamiento previo provenientes de las industrias y del parque automotor del Distrito Capital.

3. Como los suelos ya no son productivos, se hace necesario adicionar insumos agro-tóxicos para lograr un crecimiento rápido de los alimentos.

Según la Corporación Autónoma de Cundinamarca, CAR, el rio Bogotá recibe un total de 51,62 t/m de metales pesados provenientes de vertimientos industriales (CAR, 2009). En el Acuerdo 43 de 2006, la CAR reporta concentraciones de cadmio de 0,003 mg/l en el sector superior de la cuenca alta y en la cuenca media, y concentraciones de 0,008-0,009mg/l en la cuenca baja; niveles inferiores a los permitidos por la norma colombiana (Miranda, 2008). Este riesgo que se genera para los consumidores por la concentración de metales pesados se encuentra en un gran porcentaje de las 650ha de cultivos hortícolas (Ruiz, 2011). Miranda y otros 2008 encontraron concentraciones de cadmio de 0,2mg/kg en lechuga y apio a los 74 días del trasplante que, superan ampliamente los niveles establecidos por la Unión Europea. Según Ghosh & Singh 2005, la lechuga, la espinaca, el

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apio y el repollo, forman parte de las hortalizas que más acumulan concentración de cadmio en sus tejidos (Ghosh & Singh, 2005), y de acuerdo con lo que se ha dicho hacen parte también de la base alimenticia de las personas habitantes de Bogotá. Los vertimientos de aguas industriales al río Bogotá aumentan las concentraciones de metales pesados en las aguas. De acuerdo con Barragán, 2008 cuando se aumentan las concentraciones de cadmio y arsénico, el rendimiento de las hortalizas como lechuga, zanahoria y pepino disminuyó considerablemente dado que afectan de forma directa los tejidos de dichas hortalizas. Los niveles de estos dos metales en las plantas son altos: cadmio 0,044-0,197 y arsénico 0,116-0,199 mg/kg. Estas concentraciones reportadas por Barragán (2008) significan un riesgo para los cultivos que se realizan en la Sabana de Bogotá. Según la OMS el consumo diario no debe exceder los 0,025-0,040 mg/kg, pues una ingestión mayor llevaría a la acumulación de estos metales pesados en órganos del cuerpo humano puede afectar su funcionamiento (OMS, 1972). Miranda, et al. 2008 mencionan en su artículo que la lechuga es la hortaliza más importante cultivada en Cundinamarca con un área cultivada de cerda de 636ha con una producción anual de 9.276 toneladas. El repollo por su parte cuenta con un área sembrada en la Sabana de Bogotá de 500ha y una producción anual de 14.475 toneladas anuales. El brócoli tiene 861 ha cultivadas en todo Cundinamarca, con una productividad de 11.000 toneladas por año. Entre tanto el apio reporta un área cultivada de 90ha principalmente en la Sabana y un volumen de producción de 1.708 toneladas. De lo anterior se puede que estos alimentos representan un riesgo para la población dados sus altos volúmenes de producción. En el mismo artículo de Miranda, et al. 2008, hecho en hortalizas cultivadas en condiciones muy similares a las que se tienen en la sabana de Bogotá, se encontraron concentraciones altas en las hojas de lechuga a los 74 días después del desplante con 0,2 mg/kg, que se acercan al valor máximo permitido de 0,3 mg/kg para hortalizas de hoja, según la Unión Europea en el año 2006 (Unión Europea, 2006). En apio también se encontraron concentraciones que superan el límite para alimentos infantiles para lactantes y niños de corta edad, que tienen un máximo de 0,02 mg/kg de acuerdo con la Unión Europea (Unión Europea, 2008). La cantidad de cadmio absorbido por las plantas está relacionado con fracción móvil del metal pesado, siendo esta la que se reporta en las concentraciones encontradas en lechuga y apio con 0,4 y 0,43 mg/kg respectivamente. Las concentraciones de cadmio superan ampliamente lo establecido por la Unión Europea 2006 con 0,2mg/kg, la razón puede estar relacionada con las diferencias en la morfología

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de las raíces, teniendo la lechuga numerosas raíces delgadas que pueden acumular más metales que otras plantas de raíces más gruesas (Schierup & Larsen, 1981). Adicionalmente, Miranda et al. (2008) determinaron que las concentraciones de plomo encontradas en el tejido foliar de repollo y brócoli fueron de <0,05mg/kg, las cuales están por debajo de la norma de la Unión Europea. Sin embargo si se excede en la concentración máxima permitida para alimentos destinados a lactantes y niños de corta edad. El cadmio en la parte comestible de las dos hortalizas no pasa los niveles máximos establecidos. Finalmente, en el caso del mercurio se encuentra en niveles bajos en casi todas las hortalizas, y que tiene que ver con la inhibición que hace el cloro, ya que fomenta la formación de compuestos de mercurio-cloro estables que son poco adsorbidos (Acevedo, et al. 2005). El tomate puede ser uno de los alimentos que más se consumen en el país, por lo que es de gran importancia tenerlo en cuenta en este estudio. Según Al-Lahham & Fayyad, (2007) el tomate tiene una mayor absorción de metales pesados que son vitales para el ciclo de crecimiento de la planta tales como cobre, manganeso y hierro. Mientras que los metales pesados nocivos para el cuerpo humano como cadmio y arsénico no se acumulan fácilmente en los tejidos del tomate.

3.4 Sistemas de riego Los sistemas de riego son aquellas estructuras que permiten que un área pueda ser cultivada aplicándole el agua necesaria a la planta. Este consta de varias componentes y dependerá del tipo de sistema de riego que se elija (Ecured, 2004). Como se ha mencionado anteriormente los productores de hortalizas tienen diferentes formas de riego, de acuerdo a sus alcances económicos y tecnológicos, entre los más comunes están riego por aspersión y riego por goteo.

3.4.1 Sistema de riego por aspersión El sistema de riego por aspersión es el más económico de los presurizados aéreos y requiere mucha mano de obra para mover la tubería (Martínez de la Cerda, 2005). La distribución del agua es uniforme en lugares donde el viento no es muy fuerte. Se pueden realizar aplicaciones de plaguicidas y fertilizantes, sin embargo, su eficiencia es baja comparada con el pivote central y aún más comparado con el riego por goteo (Martínez de la Cerda, 2005).

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3.4.2 Sistema de riego por goteo El riego por goteo tiene que ver con el suministro de agua, nutrientes y otros agroquímicos en el momento y cantidades precisas. El método consiste en aplicar agua en cantidades pequeñas en forma controlada a la zona radicular de las plantas. Normalmente se obtiene mayor rendimiento y es más eficiente que los sistemas de riego por aspersión (Martínez de la Cerda, 2005). El costo de la instalación del riego por goteo es relativamente alto, sin embargo, el costo de mano de obra para operarlo es muy bajo. La mayor ventaja del sistema de riego por goteo es que se requiere menor gasto de agua por hectárea (Martínez de la Cerda, 2005). De acuerdo con el Censo Hortícola de la Sabana de Bogotá el tipo de riego que se utiliza para la producción de hortalizas en los municipios más importantes de la zona (DANE, 2002)(Tabla2) es el sistema de riego por aspersión con una cobertura del 93,6% del área total de la sabana de Bogotá, mientras que el sistema de riego por goteo solo es del 0,524% del área. Según esta proporción en la distribución de los sistemas de riego se puede de alguna manera concluir que las concentraciones de metales pesados en hortalizas es baja ya que el sistema de riego que predomina es el de aspersión, el cual no tiene una eficiencia tan alta, por lo que los nutrientes y otros elementos no pasan tan bien a los tejidos tanto de la planta como del alimento.

Tabla2. Área sembrada (ha) con diferentes tipos de riego (Corpoica, 2011). Municipio Goteo Aspersión Otro No tiene Total

Bojacá 0,03 87,58 0,02 11,32 98,95 Cajicá 1,30 193,77 1,09 11,45 207,61 Cota 0,20 234,23 0,67 28,56 263,66

Facatativá 6,43 130,72 0,00 3,00 140,15 Funza 0,00 77,42 0,00 0,64 78,06

Madrid 0,00 433,63 0,12 2,56 436,31 Mosquera 0,17 266,92 0,00 37,72 304,81

Sibaté 0,74 26,41 0,01 2,17 29,33 Soacha 0,00 133,71 0,00 0,00 133,71 Total 8,87 1584,39 1,91 97,42 1692,59

Existe una mala calidad del agua de riego en la sabana de Bogotá, en cuanto que no se cumplen los parámetros exigidos por el Decreto 1594 de 1984 (Alcaldía Mayor de Bogtá, 1994) para el agua de uso en agricultura (Gómez, 2009). Esta calidad del agua de riego puede analizarse desde los aspectos microbiológico y fisicoquímico. Las propiedades del agua, que son las que determinan la utilidad en uso agrícola, son las que afectan la

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operación de los sistemas de riego, las características del suelo, el crecimiento de las plantas y la inocuidad de la producción (Acevedo et al., 2005)

Tabla3. Concentraciones permisibles de metales pesados en agua de uso agrícola (Alcaldía Mayor de Bogtá, 1994).

Elemento Símbolo Concentración (mg/l) Arsénico As 0,1 Cadmio Cd 0,01 Cromo Cr 0,1

Mercurio Hg 0,001 Plomo Pb 0,05

Al no cumplirse estos valores de la tabla 3 para agua de uso agrícola se usan métodos que ayuden a evaluar los riesgos para la salud la presencia de metales pesados en los alimentos. La mayoría de estos señalan la importancia de responder preguntas como ¿Dónde y cuánta es la contaminación que alcanza la producción? y ¿Quiénes son los consumidores finales? Amoah et al., 2007 en su artículo. De acuerdo con el artículo de Khan et al. (2008) y el National Research Council, NRC, la evaluación consta de cuatro pasos:

Identificación de riesgos. Evaluación de exposición. Evaluación de dosis/respuesta. Caracterización del riesgo.

Según el artículo de Khan et al. (2008) el deterioro de la salud humana por el consumo de alimentos contaminados no se debe directamente a los metales pesados, sino a su acción sobre nutrientes esenciales del cuerpo que desencadenan en graves enfermedades del tracto superior gastrointestinal. Otro método para cuantificar los riesgos medioambientales por el reuso de aguas residuales en riego agrícola u otras actividades es el que señala Muñoz et al. (2009), el cual tiene como base que el agua de irrigación es una vía de acceso para los contaminantes al organismo humano, se emplean variables como el volumen diario de agua residual usada para riego, la concentración del efluente de agua residual, la tasa de irrigación de agua residual, la profundidad de la tierra o suelo y la densidad aparente del suelo. Sin embargo, depende de cada persona o entidad elegir un método de cuantificación del riesgo en salud pública.

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Weber et al. (2006) tienen en cuenta las diferentes vías de exposición y contaminación de acuerdo al escenario en el que se encuentre una persona, siempre partiendo de la irrigación de cultivos con agua residuales. Dependiendo de la vía de exposición puede que el metal alcance de forma más rápida los órganos, por ende un mayor daño a los mismos. Estas se describen a continuación:

Tabla4. Posibles vías de exposición de productos químicos a seres humanos a través de la irrigación agrícola (Weber et al. , 2006)

Vía de exposición Escenario Riego con agua regenerada → Suelo → Absorción de la planta →Producción de alimentos →Toxicidad humana.

La ingestión de plantas de alimentos cultivados en tierras de regadío con agua regenerada.

Riego con agua regenerada →Suelo → Absorción de la planta →Absorción de animales → Toxicidad humana.

La ingestión de carne/productos de origen animal procedentes de animales en los pastos.

Riego con agua regenerada →Suelo → Zona no saturada →Aguas subterráneas →Toxicidad humana.

La ingestión de agua potable producida a partir de las aguas subterráneas contaminado por aguas regeneradas.

Riego con agua regenerada → Atmósfera →Toxicidad humana.

La inhalación de contaminantes volátiles durante el proceso de riego.

3.5 Consumo de hortalizas en Bogotá

De acuerdo con los últimos datos que se tienen sobre consumo, en el año 2005 el 76,1% de la población encuestada consumió verduras y la mediana fue de consumo fue de 62,2 g/d (OSAN O. d., 2013). Las principales verduras consumidas en Bogotá fueron tomate, zanahoria, arveja verde y cebolla de bulbo. De las verduras reportadas en la encuesta resalta la mediana de consumo de la ahuyama que es la más alta para el grupo analizado (OSAN, 2012).

Al analizar el consumo de verduras por grupo, se encuentra que las mujeres presentaban un mayor consumo, lo que queda evidenciado en la mediana. En el 2005 en Bogotá se presentó que el nivel del SISBEN más alto no poseía la mediana más alta de consumo. La zona urbana poseía una mediana superior a la mediana de consumo nacional (OSAN, 2012). De alguna manera estos resultados reflejan que en algunos casos de consumo de hortalizas no están directamente relacionados con el estrato social, sino que las familias tienen en cuenta una base alimenticia sana. En la siguiente figura se presenta la distribución de consumo de cada hortaliza.

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Figura1. Verduras más consumidas en Bogotá D.C. año 2005 (OSAN, 2012)

Tabla5. Consumo de verduras (g/día) por sexo, área y nivel del SISBEN Bogotá, 2005 (OSAN, 2012)

En los anexos se presentan las figuras en las cuales se pueden apreciar los volúmenes de producción de las principales verduras y hortalizas en el país y en los departamentos que

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

Pers

onas

que

cons

umen

(%)

Tipo de alimento

Verduras más consumidas Bogotá D.C.

Consumo de verduras (g/día)

Media Total

Hombre 73,8 318,4

Mujer 77,4 361,5

SISBEN 1 62,7 281,0

SISBEN 2 76,3 361,5

SISBEN 3 76,6 318,4

SISBEN 4 84,1 298,9

URBANO 75,7 361,5

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tienen mayor participación en el cultivo de los mismos. De esta manera y con base en los datos presentados en la Figura2 se puede establecer que los alimentos que tienen mayor probabilidad de representar un riesgo en la salud pública son el tomate, la lechuga y el repollo. Teniendo en cuenta que estos dos últimos son alimentos de hojas, como ya se ha mencionado, razón por la cual en muchos hogares bogotanos no tienen ningún tipo de desinfección antes de consumirlo. Además son los que tienen mayor área cultivada en la Sabana de Bogotá, por ende son los que reciben un alto porcentaje de aguas contaminadas del río Bogotá. Según estudios realizados por el Observatorio Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional y el Ministerio de Salud y Protección Social, el gasto de los ingresos de los hogares colombianos de hortalizas y legumbres frescas durante el año 2006-2007 fue apenas del 5% del 19%, que representa la categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas en la que se clasifican las hortalizas (OSAN O. d., 2013). Esto podría traducirse un porcentaje en consumo puesto que se supondría que los alimentos, y específicamente las hortalizas que se compran son para consumirlas completamente en el periodo útil de la hortaliza. Así se puede pensar que en Bogotá las personas habitantes de localidades de mayores estratos y con un poder adquisitivo, son quienes compran y consumen un mayor porcentaje de hortalizas, teniendo en cuenta que también pueden ser los que más preocupación muestren por tener una alimentación más saludable. Lo anterior basándose en trabajos realizados por Lallukka et al. (2010), en los que se afirma que las personas de bajos ingresos familiares en el mundo occidental, tienden a consumir alimentos relativamente menos saludables, con alta densidad energética y bajo contenido nutricional.

3.6 Cadena productiva de alimentos Principalmente el impacto en salud pública por el consumo de alimentos contaminados está relacionado con la presencia de microorganismos y metales pesados en los mismos, ya que como se dijo anteriormente aunque estén en concentraciones muy bajas, el consumo frecuente y la acumulación a largo plazo en el organismo humano provocan diferentes enfermedades (Ministerio de Agricultura, 2006). Los procesos de distribución de las hortalizas antes de ser consumidas directamente con un proceso previo como por ejemplo de cocción o de ser destinadas a la industria, también tienen influencia en la transmisión de contaminantes a los alimentos (Ministerio de Agricultura, 2006). Este proceso de comercialización se realiza en gran porcentaje siguiendo un modelo tradicional o centralizado; esto es de acuerdo al modelo de “reloj de arena”, en donde los aspectos geográficos como la distancia entre los centros de consumo y producción, los

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agentes que intervienen, la información de consumo y distribución, los procesos de formación de precio, se convierten en factores determinantes del modelo mencionado, de su eficiencia y de su eficacia (CIC, 2002). En la Figura1. se presenta la cadena productiva de alimentos en la que inicialmente están los cultivadores quienes realizan esta tarea en unidades pequeñas y heterogéneas a nivel de recursos, quienes pueden estar distantes o cercanos a los centros de consumo. Al final de la cadena se encuentran los consumidores clasificados en dos categorías (OSAN O. d., 2013).

Figura2. Línea de distribución de hortalizas

3.6.1 Cultivadores El cultivador es el responsable de la primera etapa en la cadena productiva de las hortalizas. De acuerdo con la caracterización elaborada por la Cámara Colombiana de Infraestructura, los cultivadores de hortalizas se identifican por contar con gran experiencia en el cultivo tradicional, mientras que su grado de tecnificación es muy bajo o nulo. Las hortalizas son producidas bajo distintas técnicas de siembra y cultivo. Las hortalizas consumidas por la población bogotana provienen de los diferentes municipios aledaños a la capital (Ministerio de Agricultura, 2006).

Cultivadores

Intermediarios

Distribuidor mayorista

Comercializador minorista

Consumidor final

18

3.6.2 Intermediarios Los comercializadores, quienes son intermediarios entre los cultivadores y los distribuidores mayoristas y normalmente actúan como acopiadores, usualmente son agentes distintos al cultivador. Sin embargo, en algunos casos es directamente el productor quien se encarga de la actividad de almacenamiento y comercialización. Ahora bien, con relación al lugar de compra de las hortalizas por parte de los intermediarios y su frecuencia, se tiene que las compras se desarrollan principalmente en la finca o puerta de finca de los cultivadores, seguidas por las plazas de mercado y centros de acopio (Ministerio de Agricultura, 2006).

3.6.3 Distribuidores mayoristas Los distribuidores mayoristas se ubican especialmente en las centrales de abastos, y adquieren las hortalizas principalmente a través de transacciones con los comercializadores intermediarios, y sólo en pocos casos directamente con el cultivador. Una vez en la central de abastos, los productos son vendidos por los mayoristas a otras centrales de abastos, a otros mayoristas y a grandes supermercados entre los cuales están Éxito, Carulla, Surtifruver, Olímpica y Jumbo (Ministerio de Agricultura, 2006).

3.6.4 Comercializadores minoristas Los canales de comercialización minorista de hortalizas se clasifican en tradicional y moderno. En el primero se encuentran las plazas de mercado, las tiendas de barrio, autoservicios, y tiendas especializadas; y en el segundo, las cadenas de supermercados. En este lugar es muy difícil caracterizar los establecimientos, por la gran cantidad de ellos que existen en la ciudad (Ministerio de Agricultura, 2006).

3.6.5 Consumidor final Los consumidores finales de hortalizas son aquellos que compran finalmente el producto con el fin de prepararlo para consumirlo en su mesa. Se dividen en dos categorías: consumidores institucionales entre los que se tienen: restaurantes, hoteles, centros educativos, clínicas y cárceles, entre otros, los que adquieren grandes cantidades a mayoristas, y consumidores domésticos que están representados por cada una de los hogares bogotanos (Ministerio de Agricultura, 2006).

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3.7 Enfermedades transmitidas por alimentos ETA’s Las enfermedades transmitidas por alimentos son aquellas que se originan por la ingestión de alimentos, incluida el agua, que contienen agentes etiológicos en cantidades tales que afectan la salud del consumidor a nivel individual o grupos de población (Dirección de Salud Pública, 2001). Estas enfermedades en algunos casos están relacionadas con el consumo de hortalizas contaminadas con metales pesados en el proceso de cultivo. Las ETA se clasifican en:

Infecciones alimentarias: son las ETA producidas por la ingestión de alimentos y/o agua contaminados con agentes infecciosos específicos tales como bacterias, virus, hongos, parásitos (Dirección de Salud Pública, 2001).

Intoxicaciones alimentarias: son las ETA producidas por la ingestión de toxinas formadas en tejidos de plantas, animales o producidas por microorganismos o sustancias químicas o radioactivas que se incorporan a ellos de manera accidental, incidental o intencional en cualquier momento desde su producción hasta su consumo (Dirección de Salud Pública, 2001).

Tabla6. Cadena epidemiológica de ETA (Dirección de Salud Pública, 2001) Aspecto Descripción

Agente etiológico

Microorganismos patógenos o toxinas provenientes de microorganismos, sustancias químicas o sustancias radioactivas presentes en los alimentos o agua.

Modo de transmisión

A través de la ingesta de alimentos y/o agua contaminados por los agentes etiológicos.

Período de incubación

Depende del agente, susceptibilidad individual, cantidad de agente consumido, patogenicidad del agente.

Reservorio Manipuladores, materias primas, utensilios, roedores, áreas, empaques, entre otros.

Puerta de salida Vía digestiva: propias de la tifoidea, hepatitis A, cólera, amebiasis entre otras.

Los factores de riesgo identificados en los brotes de enfermedades transmitidas por alimentos ETA´s pueden variar dependiendo del lugar donde se contagia la enfermedad por ejemplo: hogar, establecimiento educativo, restaurante comercial, establecimiento penitenciario, casino particular, establecimiento militar, club social y seminario, y de cómo

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es preparado el alimento, si pasa por un proceso de cocción o es consumido crudo. Dentro de los factores de riesgo que son de mayor importancia en este estudio están: la inadecuada conservación y almacenamiento, alimentos obtenidos de fuentes no confiables, utilización de agua no potable y en último lugar, sustancias tóxicas en tejidos de animales y plantas (OSAN O. d., 2013). En las siguientes figuras se presenta la distribución de lugares de consumo implicados en los brotes de las ETA’s y la distribución de los alimentos posiblemente implicados en los mismos brotes.

Figura3. Distribución de lugares de consumo implicados en los brotes ETA’s

(OSAN O. d., 2013)

0 50 100 150 200 250 300 350 400

Hogar

Establecimiento educativo

Restaurante comercial

Establecimiento penitenciario

Casino particular

Establecmiento militar

Club social

Seminario

Lugares implicados en brotes ETA's

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Figura4. Distribución de alimentos posiblemente implicados en brotes ETA’s

(OSAN O. d., 2013)

3.8 Metales pesados

Los metales pesados se definen como aquellos metales cuya densidad es por lo menos cinco veces mayor que la densidad del agua. Dichos metales se encuentran en forma natural de la corteza terrestre, en diferentes concentraciones y en algunos lugares en forma muy concentrada constituyendo yacimientos minerales, aunque los metales tienen muchas propiedades físicas en común su reactividad es muy variada y mucho más son sus efectos tóxicos sobre la salud humana (Albert, 1988). A continuación se presentan algunas de las características, enfermedades y síntomas asociados a la ingesta de alimentos contaminados por metales pesados encontrados en aguas de riego del río Bogotá.

3.8.1 Mercurio El Mercurio es un elemento que está presente en el medio de forma natural en el aire, agua y suelos, existe de varias formas: elemental, inorgánico y orgánico, como el metilmercurio que penetra en el cuerpo humano por vía respiratoria (OMS, 2013). Estas formas de mercurio difieren por su grado de toxicidad y sus efectos sobre la salud de seres humanos (OMS, 2013). Las principales fuentes de contaminación son los residuos emitidos directamente a la atmósfera como operaciones de minería, combustiones de carbón, aceites y grasas, terremotos y actividades volcánicas; catalizadores, industria del papel, industria cosmética e industria farmacéutica; los residuos de usos agrícolas, germicidas, pesticidas y anti fúngicos (Hernández & Sastre, 1999). Para la Organización Mundial de la

0 50 100 150 200 250 300 350 400

Alimentos mixtosProductos lácteos y derivados

Mezclas de arrozProductos cárnicos y derivadosProductos de pesca y derivados

Productos de panaderíaAgua y bebidas

Comidas rápidasFrutas y verduras

Productos preparados con huevoGolosinas

Alimentos infantiles

Número de casos

Tipo

de

alim

ento

Alimentos posiblemente implicados en brotes ETA's

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Salud, el mercurio es uno de los diez productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública (OMS, 2013).

La absorción de mercurio desde el suelo a las plantas es baja constituyéndose en una barrera para la transporte desde las raíces a las partes aéreas de las plantas. De esta forma, altas concentraciones de mercurio en el suelo producen sólo aumentos moderados en los niveles del metal en las hojas por absorción desde el suelo (Patra & Sharma, 2000).

En la mayoría de los casos la exposición es crónica, es decir que el contacto es prolongado, ya sea intermitente o continúo con el cuerpo humano (OMS, 2013). Los niveles de concentración del mercurio presentes en el cuerpo son bajos, sin embargo las consecuencias en la salud humana se hacen evidentes a largo plazo y depende de algunos factores, entre los que está la edad de desarrollo de la persona expuesta, la vía y duración de exposición (Moral et al, 1994). Tras la ingestión de las diferentes formas de mercurio se pueden observar afecciones en el sistema nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, especialmente el tracto intestinal, así como estomatitis, gingivitis, inflamación de esófago y estómago, los pulmones y los riñones (OMS, 2013).

3.8.2 Plomo El plomo es un metal tóxico presente de forma natural en la corteza terrestre. Su uso generalizado ha dado lugar en muchas partes del mundo a una importante contaminación del medio ambiente, un nivel considerable de exposición humana y graves problemas de salud pública (OMS, 2013). Entre las principales fuentes de contaminación ambiental destacan la explotación minera, la metalurgia, las actividades de fabricación y reciclaje y, en algunos países, el uso persistente de pinturas y gasolinas con plomo, sin embargo este no es el caso de Colombia puesto que desde hace varios años se prohibió el uso de este metal en la gasolina (Ministerio de Agricultura, 2006). Más de tres cuartas partes del consumo mundial de plomo corresponden a la fabricación de baterías de plomo-ácido para vehículos de motor. También se utiliza en muchos otros productos, como pigmentos, pinturas, material de soldadura, vidrieras, vajillas de cristal, municiones, esmaltes cerámicos, artículos de joyería y juguetes, así como en algunos productos cosméticos y medicamentos tradicionales (OMS, 2013).

El plomo se acumula en la sangre, los huesos, células suaves, afecta usualmente al hígado, los riñones y el sistema nervioso (OMS, 2013). Su excesiva inhalación produce efectos en el sistema neurológico que se traduce en retardo mental, talla de crecimiento menor al promedio y desórdenes en la actividad diaria de la persona. Los efectos más comunes se dan en el tracto gastrointestinal, los cuales consisten en cólicos, al que adhieren diarrea o estreñimiento. Otras manifestaciones son pérdida del apetito, nauseas, vomito, sabor metálico en la boca y dolor abdominal (Albert, 1988).

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Es importante hacer notar que la concentración del tóxico y la vía de penetración influyen en la velocidad de absorción del mismo, el tamaño de la partícula y el tipo de compuesto de plomo (orgánico e inorgánico), determina la concentración y la posibilidad de difusión del plomo hacia el organismo (Moral, et al., 1994). Además de esto, la absorción de plomo depende de factores propios del organismo, como: la edad, estado fisiológico, integridad de los tejidos. En el caso del plomo es de interés considerar las diferencias entre individuos o entre grupos en cuanto factor nutricional metabólico y de actividad física que pueden conducir diferencias en la absorción (OMS, 2013).

3.8.3 Arsénico El arsénico es un elemento natural de la corteza terrestre, al igual que los anteriores metales pesados descritos. Está ampliamente distribuido en todo el medio ambiente, se encuentra presente en el aire, el agua y la tierra. La exposición a altos niveles de arsénico inorgánico puede deberse a diversas causas, como el consumo de agua contaminada o su uso para la preparación de comidas, para el riego de cultivos alimentarios y para procesos industriales, así como al consumo de tabaco y de alimentos contaminados (Barragán, 2008). Esta última puede ser la causa de mayor impacto para la salud pública. Los efectos más característicos son la aparición de lesiones cutáneas y cáncer de piel (OMS, 2012). El arsénico es un elemento no esencial para las plantas (Wenzel, 1995). En altas concentraciones interviene en los procesos metabólicos de las plantas, pudiendo inhibir el crecimiento y frecuentemente llegar a la muerte de la misma. Sin embargo, los niveles de arsénico en vegetales, granos y otros cultivos alimenticios son bajos, aun cuando los cultivos se desarrollen en suelos contaminados (Tu & Ma, 2002).

El arsénico se utiliza industrialmente como agente de aleación, y también para el procesamiento de vidrio, pigmentos, textiles, papel, adhesivos metálicos, protectores de la madera y municiones. El arsénico se emplea asimismo en los procesos de curtido de pieles y, en grado más limitado, en la fabricación de plaguicidas, aditivos para piensos y productos farmacéuticos (Alonso et al, 2013).

Los síntomas inmediatos de intoxicación aguda por arsénico incluyen vómitos, dolor abdominal y diarrea (McCoy, 2010). Seguidamente, aparecen otros efectos, como entumecimiento u hormigueo en las manos y los pies o calambres musculares y, en casos extremos, la muerte, así como lo señala Alonso et al. (2013), además de las diferencias entre la concentración de arsénico en agua superficial y agua subterránea, resaltando que la principal fuente de Colombia es el agua superficial. Los primeros síntomas de la exposición prolongada a altos niveles de arsénico inorgánico, por ejemplo, a través del consumo de agua y alimentos contaminados se observan generalmente en la piel e incluyen cambios de pigmentación, lesiones cutáneas y durezas y callosidades en las palmas de las manos y las plantas de los pies (hiperqueratosis). Estos efectos se producen

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tras una exposición mínima de aproximadamente cinco años y pueden ser precursores de cáncer de piel (McCoy, 2010).

3.8.4 Cadmio El cadmio es un metal natural que suele encontrarse en el ambiente como un mineral combinado con otros elementos por ejemplo con oxígeno, cloro y sulfuro (McCoy, 2010). La toxicidad por cadmio ocurre cuando una persona aspira niveles elevados de cadmio en el aire o come alimentos o bebe agua que contienen niveles elevados de cadmio (Hernández & Sastre, 1999). La mayor parte del cadmio usado es un producto derivado de las producciones de metales como zinc, plomo y cobre (Albert, 1988). Otras causas de la presencia de cadmio en alimentos son los residuos de usos industriales, electro recubrimiento de aceros, soldaduras para material electrónico de bajo punto de fusión, pigmentos de uso en porcelana, vidrio, cerámica y plástico, catalizadores de polimerización de materias plásticas, baterías de cadmio; los residuos agrícolas, fertilizantes, pesticidas, fungicidas, riego con aguas residuales (Hernández & Sastre, 1999).

Cuando el cadmio ingresa al aire, se une a partículas pequeñas, cae a la tierra o al agua como lluvia o nieve y puede contaminar los peces, las plantas y los animales. El desecho inadecuado de residuos y los derrames en rellenos sanitarios peligrosos pueden provocar la filtración del cadmio hacia el agua y el suelo circundantes (McCoy, 2010). Dentro de las afecciones y síntomas que puede causar el cadmio en el cuerpo humano está el vómito, nauseas, calambres estomacales, diarrea, daños renales, fragilidad en los huesos (Jorhem & Sundström, 1993). En los productos agrícolas la concentración de cadmio puede variar, por ejemplo en cereales, papas y verduras no es alta al compararla con la que hay en otros productos alimenticios (Jorhem & Sundström, 1993). Se ha observado que las plantas de lechuga transfieren mucho más cadmio a hojas y tallos que otros cultivos (Jarvis et al., 1976). Las hojas nuevas de lechuga y espinaca tienen mayor acumulación de cadmio que las hojas viejas (McKenna et al., 1993). En plantas de tomate el cadmio se transfiere fácilmente a las partes aéreas (Moral et al., 1994). El cadmio entonces, tiene un acceso rápido a ciertas hortalizas de hoja, sin embargo no se presenta una alta eficiencia en su contaminación en los tejidos.

Como se ha mostrado las consecuencias son a largo plazo cuando los niveles de concentración del metal pesado se va acumulando en los tejidos y órganos del cuerpo humano. Por lo que las enfermedades y afecciones no se hacen evidentes, sino hasta que se realizan exámenes y la persona competente puede realizar un diagnóstico. La siguiente tabla muestra las concentraciones máximas según el tiempo de ingesta (Hernández & Sastre, 1999):

25

Tabla7. Concentración máxima de metal pesado según ingesta (Hernández & Sastre, 1999)

Elemento mg/kg peso corporal

Ingestión

As 0,005 provisional Diaria Cd 0,0067-0,0083 Diaria Pb 0,05 Semanal

Hg total 0,005 Semanal MetilHg 0,0033 Semanal

4 Resultados Las ETA y otra serie de enfermedades del sistema nervioso son derivadas de la ingesta de alimentos contaminados o mal preparados. Los resultados muestran por un lado que son todos los grupos etarios los que se ven afectados por este tipo de enfermedades, sin tener una población más vulnerable en comparación a otras. Y por otro lado, que se presentan diferentes causas por las que más asisten a consulta y urgencias la población capitalina, sin embargo no se puede afirmar que todos los casos reportados en la Secretaría Distrital de Bogotá estén directamente relacionados con el consumo de alimentos cultivados con aguas del río Bogotá, puesto que la gran mayoría tienen una estrecha relación con alimentos mal preparados o descompuestos de derivados de los lácteos y cárnicos.

Tabla8. Diagnóstico más frecuente en consulta (SDS, 2004-2009) En consulta

Parasitosis intestinal, sin otra especificación Diarrea y gastroenteritis de presunto origen infeccioso Dermatitis, no especificada Perturbación de la actividad y la atención Intoxicación alimentaria estafilocócica Anemia de tipo no especificado Nausea y vomito Calambres y espasmos

Tabla9. Diagnóstico más frecuente en urgencias (SDS, 2004-2009) En urgencias

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Diarrea y gastroenteritis de presunto origen infeccioso Nausea y vomito Infección intestinal viral, sin otra especificación

Estos diagnósticos dados por los profesionales de la salud, se incluyen en este documento puesto que son las enfermedades que más se asocian al consumo de alimentos contaminados con metales pesados. Estos son causa como se evidencia de enfermedades principalmente gastrointestinales. Los calambres y espasmos se incluyen por ser resultado de un consumo agudo de arsénico. Enfermedades del sistema nervioso es difícil cuantificarlas y relacionarlas directamente por el consumo de alimentos ya que su complejidad necesita de más estudios y exámenes antes de dar una causa real y un diagnóstico verídico, por eso no se incluyen en esta evaluación de impacto en la salud pública de Bogotá. De acuerdo con el último boletín estadístico del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública SIVIGILA, se presenta el comportamiento de intoxicaciones por alimentos y metales pesados durante las 52 semanas del año 2013 (SIVIGILA, 2013) para poder ser comparado con el comportamiento de años anteriores y de esta manera evaluar si existe un aumento en el número de casos notificados ante la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, de acuerdo a un mayor consumo de hortalizas o al diagnóstico oportuno de enfermedades relacionadas con metales pesados.

Tabla10. Eventos presentados de ETA´s en Bogotá año 2013 (SIVIGILA, 2013) Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia 1 14 15 19 29 22 43 14 2 11 16 54 30 56 44 11 3 18 17 30 31 65 45 18 4 24 18 15 32 26 46 24 5 19 19 25 33 14 47 19 6 43 20 12 34 39 48 43 7 11 21 27 35 12 49 13 8 19 22 13 36 28 50 19 9 78 23 16 37 13 51 26 10 10 24 39 38 31 52 16 11 26 25 10 39 72 Total 12 22 26 4 40 32 1584 13 18 27 14 41 20 14 56 28 36 42 53

27

Tabla11. Eventos presentados por intoxicación con metales pesados en Bogotá año 2013 (SIVIGILA, 2013)

Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia 1 7 15 0 29 0 43 1 2 0 16 1 30 1 44 1 3 0 17 0 31 0 45 0 4 0 18 0 32 1 46 0 5 4 19 2 33 0 47 1 6 2 20 1 34 0 48 0 7 2 21 1 35 0 49 2 8 2 22 0 36 0 50 0 9 1 23 1 37 1 51 0 10 1 24 1 38 0 52 0 11 0 25 0 39 2 Total 12 0 26 0 40 0 38 13 0 27 0 41 0 14 0 28 0 42 2 Dichas enfermedades de la Tabla8 y Tabla9, se presentaron de la siguiente manera en los que se tiene en cuenta las variaciones entre los dos géneros, los grupos etarios y las 20 localidades de la capital, cálculos se presentan aún sin tener en cuenta el IV trimestre del año, dado que los datos no han sido consolidados (SIVIGILA S. N., 2013). En la Figura6. se puede evidencia como en la localidad de Bosa, los hombres son la población más afectada, teniendo el mayor número de casos presentados por intoxicación por metales pesados. Esta escenario puede estar relacionado con que esta localidad tiene reconocimiento por su alto nivel de contaminación, ya que allí confluye la desembocadura del río Tunjuelito con el río Bogotá, también existen problemas de aguas residuales y lluvias. En esta localidad un alto porcentaje de la población se dedica a actividades de reciclaje, en su mayoría hombres, que se mezcla con la actividad agropecuaria y la actividad urbana, lo que conlleva a unos suelos contaminados y degradados por las actividades previamente mencionadas. En el resto de localidades presentadas, los hombres también son los más afectados, y en un pequeño grado las mujeres tienen una afección por metales pesados, esta amplia diferencia puede deberse no solo al consumo de alimentos contaminados sino a accidentes como inhalación por vía respiratoria y contacto directo con el metal, ocasionados en el ámbito laboral de la población.

28

Figura5. Eventos notificados por intoxicación por metales pesados por localidad y género 2013 (SIVIGILA, 2013)

Tal vez no se pueda afirmar cuál es el metal pesado más nocivo para la salud humana, puesto que todos representan un alto riesgo en cuanto a los diferentes órganos se refiere. Sin embargo cabe resaltar y como lo demuestra la Figura6. es el plomo el que presenta los índices de intoxicación en la población capitalina de acuerdo con el Boletín de Intoxicaciones por Sustancias Químicas durante el año 2013. En una menor proporción está el mercurio y el cadmio, que como se señaló si causan una serie de enfermedades en el tracto gastrointestinal del cuerpo humano. El talio, por ejemplo no representa ningún daño grave en la salud y en el caso concentro de este estudio de salud pública, además ninguno de los estudios realizados han demostrado presencia de este metal en los alimentos cultivados en la Sabana de Bogotá.

29

Figura6. Distribución de intoxicación por metal pesado (SIVIGILA, 2013)

Es de gran importancia clasificar la intoxicación por metales pesados por el grupo de edad, ya que de esto se podrá inferir si existe una población más vulnerable frente a las otras y las causas de esto. Por lo menos durante el año 2013, el grupo etario masculino comprendido entre los 33 y 43 años fueron los más afectados, en alguna medida puede deberse porque son el grupo activo y sobre el cual recaen gran parte de las responsabilidades de los hogares, lo que tiene como implicación que son quienes tienen que realizar los trabajos. Como ya se evidenció en la Figura5 esta población tan representativa es la que vive en la localidad de Bosa, donde la contaminación hídrica y la falta de inocuidad de los alimentos afecta notoriamente a sus habitantes.

3%

27%

67%

3%

Distribución de intoxicación por metal pesado

Cadmio Mercurio Plomo Talio

0

2

4

6

8

10

12

14

0-10 11-20 21-30 33-43 44-54 55-65

Frec

uenc

ia

Edad

Intoxicación por metales pesados por grupos de edades

F

M

30

Figura7. Eventos notificados por intoxicación por metales pesados por género y grupo de edad 2013 (SIVIGILA, 2013)

La cuantificación de enfermedades transmitidas por alimentos ETA’s e intoxicación por metales pesados para años anteriores y en comparación con el 2013, se presentan a continuación, como se mencionó anteriormente es importante presentar el comportamiento de estos aspectos objetos de estudio para demostrar si existe alguna tendencia de aumento o constancia en los eventos reportados. Para este año 2007, las localidades de Kennedy, Engativá y Suba, fueron las que mayor número de enfermedades trasmitidas por alimentos notificaron ante el Sistema Nacional de Vigilancia, SIVIGILA, resaltando que las personas que estaban entre los 10 y 19 años y 20 y 29 años, fueron quienes más tuvieron problemas asociados a estos y tuvieron que recibir alguna atención medica por esta causa. Mientras que las personas de la terca edad fueron quienes menos se vieron afectadas por estas razones.

Figura8. Eventos notificados de ETA’s según localidad y grupo de edad 2007 (SIVIGILA S. N., 2007)

La intoxicación por metales pesados se dio en mayor medida en las localidades de Bosa y Ciudad Bolívar, entre las edades de 15 a 19 años y de 30 a 34 años respectivamente. En las otras localidades solo se presentó un caso en cada una y en diferentes grupos de edades, lo que conlleva a decir que no se presenta una tendencia, sino que varía en cada una de las localidades y que hace falta tener más datos para entender las causas de esta

05

1015202530354045

N°d

e ca

sos

notif

icad

os

Localidad

Eventos ETA's 2007

0-9.

10-19.

20-29

30-39

40-49

50-59

60-69

70+

31

intoxicación ya que no todas pueden relacionarse directamente con el consumo de alimentos contaminados.

Figura9. Eventos notificados por intoxicación por metales pesados por localidad y grupo de edad 2007 (SIVIGILA S. N., 2007)

Al igual que lo que refleja la Figura8. en la Figura10. del año 2008 presenta una mayor proporción de eventos notificados por enfermedades transmitidas por alimentos en las localidades de San Cristóbal, Kennedy, Engativá y Rafael Uribe Uribe, para los mismos grupos de edad en los primeros lugares, de 19 a 19 años y de 20 a 29 años. Esto puede estar relacionado con la base alimenticia de cada persona y que como se ha señalado es la principal causa de ETA’s. En los otros grupos de edad se reparten los casos notificados ante la Secretaria Distrital de Salud de Bogotá, SDS, algunos con mayor frecuencia en otras localidades.

00,5

11,5

22,5

N°d

e ca

sos n

otifi

cado

s

Localidad

Intoxicación por metales pesados 2007

15-19

20-24

25-29

30-34

50-54

32

Figura10. Eventos notificados de ETA’s según localidad y grupo de edad 2008

(SIVGILA, 2008)

Durante las 52 semanas del año 2008 y según los reportes del Sistema Nacional de Vigilancia, se presentaron un mayor número de casos de intoxicación por metales pesados en las diferentes localidades y en los grupos etarios, al igual que en el 2007 se presentaron solo de a un evento, en cada localidad con algunas excepciones en lo que hubo dos casos, sin tener ninguna tendencia y sin evidenciar una población con mayor probabilidad de intoxicación que otra. Las causas de estos casos pueden variar, ya que algunos pueden deberse a accidentes en el lugar de trabajo de la persona y otros pueden aplicar al caso de estudio, la presencia de metales pesados en hortalizas cultivadas en la Sabana de Bogotá, que tiene frontera con el contaminado río Bogotá.

05

101520253035404550

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F. B

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N°d

e ca

sos n

otifi

cado

s

Localidad

Eventos ETA's 2008

0-9.

10-19.

20-29

30-39

40-49

50-59

60

33

Figura11. Eventos notificados por intoxicación por metales pesados por localidad y grupo de edad 2008 (SIVGILA, 2008)

Durante el año 2009 hubo varias localidades donde más se presentaron enfermedades asociadas a alimentos contaminados, entre ellas están San Cristóbal, Kennedy, Engativá y Rafael Uribe Uribe, y dentro de ellas el grupo de 20 a 29 años fue el más afectado, seguido del grupo de 10 a 19, pero no se puede decir estrictamente qué genero fue el que más presentó estos casos notificados. Contrario a lo que se creería la población infantil y la tercera edad no son las más afectadas, es decir, no son las que representan mayor vulnerabilidad frente a ETA’s, por ejemplo en la tercera edad en este año, los ancianos fueron quienes menos asistieron a los hospitales y centros de salud por enfermedades transmitidas por alimentos.

00,20,40,60,8

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Localidad

Intoxicación por metales pesados 2008

1-4.

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50-54

34

Figura12. Eventos notificados de ETA’s según localidad y grupo de edad 2009 (SIVIGILA S. N., 2009)

La Figura13. hace referencia a los casos notificados por intoxicación por metales pesados en las diferentes localidades de la capital, en todas tan solo se presentaron de a un solo evento, la variación está en las edades en las que se presentaron, en este año no se reconoce ninguna tendencia, ni se puede demostrar el género que se vio involucrado. Lo que sí se puede decir es que la localidad de Usaquén fue la de mayor incidencia en la intoxicación por metales pesados para diferentes edades, llama la atención que sea la población de las primeras etapas de la vida los que se hayan visto enfermos por este caso de intoxicación.

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Localidad

Eventos ETA's 2009

0-9.

10-19.

20-29

30-39

40-49

50-59

60-69

70+

35

Figura13. Eventos notificados por intoxicación por metales pesados por localidad y grupo de edad 2009 (SIVIGILA S. N., 2009)

Tabla12. Distribución de brotes ETA’s por localidades durante los años 2009 y 2010 (SDS, 2011)

Localidad N°. de brotes 2009 N°. de brotes 2010 Antonio Nariño 41 1 Barrios Unidos 1 2 Bosa 7 13 Candelaria 1 Chapinero 4 10 Ciudad Bolívar 13 5 Engativá 15 14 Fontibón 1 4 Kennedy 3 10 Mártires 5 2 Puente Aranda 4 2 Rafael Uribe Uribe 6 16 San Cristóbal 12 16 Santa Fe Suba 16 Sumapaz 1 2 Teusaquillo 4 4 Tunjuelito 4 5 Usaquén 20 10

00,20,40,60,8

11,2

Usaquén Santafé SanCristobal

Kennedy Suba CiudadBolivar

N°d

e ca

sos

notif

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os

Localidad

Intoxicación por metales pesados 2009

<1

1-4.

20-24

25-29

45-49

36

Usme 2 4 Total 143 137

De la anterior tabla se puede decir que en el año 2009, en las localidades de Antonio Nariño (29%), Usaquén (14%) y Engativá (10%), se presentó la mayor proporción de brotes ETA’s, mientras que las menores fueron Barrios Unidos (1%), Fontibón (1%) y Sumapaz (1%). En este año no se cumpliría la teoría de que son las personas de menor estrato los que consumen menos hortalizas si todos los brotes ETA’s estuvieran relacionados con este consumo pero como se relacionó en tablas anteriores la principal razón son los alimentos mixtos. En contraste durante el año 2010, las personas de las localidades de Rafael Uribe (16%), San Cristóbal (16%) y Rafael Uribe Uribe (16%), fueron quienes reportaron el mayor número de casos ante el ente competente de salud. Por su lado Antonio Nariño, Barrios Unidos, Candelaria, Mártires, Puente Aranda y Sumpaz cada uno con el 1%, tuvieron la menor cantidad de eventos ETA’s, es importante resaltar que en la localidad de Antonio Nariño se redujo considerablemente la cantidad de personas afectadas.

En esta figura dividida en los cuatro trimestres de cada año se puede ver como para el año 2010, no hay ninguna tendencia del número de casos notificados de ETA’s sino que se distribuye de diferente forma a lo largo del año. En el 2011 el comportamiento de las enfermedades fue diferente puesto que durante la mitad del año se presentó una disminución en comparación a los trimestres de principio y fin de año, que podría tener relación con las actividades que se realizan durante este tiempo en nuestro país como son las vacaciones, lo que conlleva a un cambio en la alimentación de muchas personas. Desafortunadamente para el año 2012, el SIVIGILA, no tiene un reporte de las ETA’s en Bogotá, lo que impide hacer un buen análisis del aumento o disminución de los casos. El último año es el único que está caracterizado por una tendencia de aumento desde el primer trimestre hasta el cuarto, lo que quiere decir que a final de año se presentaron y notificaron un mayor número de eventos. Teniendo en cuenta estos comportamientos no es tan evidente que a lo largo de los años las enfermedades transmitidas por alimentos aumenten, estas variaciones anuales pueden estar relacionadas con el hecho que la producción agrícola en el país depende de muchos factores entre los que están las condiciones meteorológicas y la demanda y oferta de las hortalizas.

37

Figura14. Eventos notificados de ETA’s años 2010-2011-2013 (SIVIGILA, 2010-

2011-2013) En el caso de los metales pesados y la intoxicación que conlleva su consumo es posible analizar que para algunos años su frecuencia es muy baja como sucede en el 2007 y 2011 mientras que para otros años se produce un aumento, como el 2012 y 2013, sin embargo es muy disperso durante los años. La razón de esto al igual que con las ETA’s puede estar relacionado con las actividades que se desarrollan y que por supuesto involucran a las diferentes poblaciones, ya que hay que tener en cuenta que en Bogotá hay una brecha social muy grande y que esto puede condicionar tanto el consumo de alimentos como las enfermedades consecuentes que se pueden dar.

0

100

200

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I Trimestre II Trimestre III Trimestre IV Trimestre

N°d

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Trimestre

Eventos de ETA's 2010-2013

2010

2011

2013

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Figura15. Eventos notificados por intoxicación por metales pesados

trimestralmente años 2007-2013 (SIVIGILA, 2007-2013)

5 Análisis de resultados

Las plantas, y específicamente los cultivos de hortalizas han desarrollado mecanismos para absorber y acumular algunos metales en sus tejidos al igual que los nutrientes esenciales en su crecimiento debido a que presentan un comportamiento electroquímico similar a los otros. Es por esta razón que las hortalizas de la Sabana de Bogotá han estado presentando concentraciones más altas de metales pesados en sus tejidos y al ser consumidos son transmitidos por la cadena alimenticia al cuerpo humano.

En el caso del consumo de hortalizas por parte de los habitantes de Bogotá, que está dividido en localidades como se muestra en las diferentes figuras, a lo largo de los años estudiados se ve una mayor tendencia a presentar enfermedades transmitidas por alimentos ETA’s, localidades como Kennedy, Engativá, Ciudad Bolívar y Rafael Uribe Uribe. Esto puede deberse a la calidad de vida de las personas de estas localidades, teniendo en cuenta que están catalogadas dentro de los estratos 1 y 2, y en una menor proporción estrato 3, donde muchas veces su alimentación no está basada en alimentos saludables y de bajo nivel calórico. Además cabe resaltar que muchas de estas localidades no solo están en contacto con aguas contaminadas del río Bogotá sino también con el río Tunjuelito, y como se dijo anteriormente a éste llega una gran cantidad de vertimientos por ser una zona no solo residencial sino también industrial y comercial de la capital. Con respecto a la intoxicación por metales pesados, la localidad de Bosa es la que presenta el

02468

101214161820

I Trimestre II Trimestre III Trimestre IV Trimestre

N°d

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Trimestrre

Eventos de intoxicación por metales pesados 2007-2013

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

39

mayor número de casos notificados en hombres, resaltando que dentro de estas intoxicaciones también están incluidas aquellas que son sufridas en el lugar de trabajo de la persona, además Bosa es un centro industrial de la ciudad. Es notable que las localidades de mayor estrato en la ciudad, donde se supondría que el consumo de hortalizas es alto, por factores como la educación y la cultura, no sucede de esta manera, por el contrario los habitantes de estos sectores también son vulnerables y sufren tanto de enfermedades transmitidas por alimentos como intoxicación por metales pesados. En general la mayoría de las localidades presenta al menos un evento de intoxicación por metales pesados lo que significa que es un hecho que afecta a toda la población y que es difícil encontrar la relación directa con el consumo de alimentos. Así como se presenta en los anexos, donde se muestran los factores de riesgo de brotes ETA’s, las sustancias tóxicas en tejido de animal o planta representa el menor número de eventos a lo largo de los años.

En cuanto al grupo etario más vulnerable también es difícil definirlo puesto que a lo largo de los años, varían las poblaciones que presentan el mayor porcentaje dentro de los diagnósticos con enfermedades transmitidas por alimentos, por lo que se podría concluir que prácticamente todas las edades están en riesgo de contraer enfermedades de este tipo. Sin embargo, y como se ha hecho énfasis en todo el documento, los riesgos asociados a la ingesta de metales pesados a través de hortalizas, son visibles en el futuro, por lo que más adelante puede que se presente una tendencia más fuerte en alguno de los grupos de edad.

Las frecuencias de los eventos aquí presentados, son netamente aquellos que se reportan ante el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública, SIVIGILA, es decir, de las personas que están inscritas en el sistema de salud, las que se benefician de una EPS, IPS o del SISBEN. De esta manera, el riesgo y la población afectada puede ser mayor, puesto que en la ciudad hay una gran cantidad de personas que no tienen ningún servicio de salud, lo cual significa que no tienen asistencia médica, principalmente por razones económicas o por negligencia de no presentarse a la inscripción del SISBEN.

Si bien si se presenta un aumento de enfermedades trasmitidas por alimentos e intoxicación por metales pesados las causas de estos pueden variar mucho entre las localidades y entre personas, dado que la base alimenticia en cada una es diferente, y que como se mencionó, el consumo de hortalizas en el país es muy bajo según lo que recomienda la FAO y la OMS. Esto no quiere decir que en los cultivos no haya un exceso en la concentración de metales pesados, y que no sea causa de muchas enfermedades que aquejan a la población, sino que su análisis y detección es difícil puesto que se necesitan de muchos exámenes y de una evaluación periódica para determinar que en el

40

cuerpo, y en los tejidos y órganos si hay una acumulación de metales pesados que están afectando el desarrollo normal de la vida de una persona. También vale la pena resaltar que, aunque se tenga evidencia del exceso de las concentraciones de metales pesados en los alimentos, estos no podrán ser removidos de los tejidos vegetales ni al ser lavados ni cocinados.

Aunque no esté expresamente definido se sabe que las centrales de mercado como Abastos y Codabas, plazas de mercado e hipermercados del Distrito Capital, los abastecen principalmente municipios aledaños como Chía, Cota, Funza y Mosquera y no se tiene control de proveedores. En contraste, y en forma mínima algunos de los hipermercados de Bogotá, han implementado en sus sistemas de calidad el seguimiento a proveedores que empieza a dar una garantía de la trazabilidad de las hortalizas que se expenden, evitando su contaminación desde la etapa primaria. Hipermercados como Carulla y Pomona poseen sus propios cultivos en los que se ha implementado tecnología de punta y modelos sostenibles de producción agroecológica, generando controles en la etapa primaria y eliminando el factor de riesgo de contaminación química y biológica por el uso de agua de riego contaminada.

Finalmente, se recomienda que los esfuerzos de la Secretaría Distrital de Salud se enfoquen, no sólo en la recuperación del río Bogotá, sino que se evite todo tipo de elementos extraños en los tejidos de las plantas de las hortalizas. Esta acción prevendrá en un largo plazo una gran cantidad de enfermedades gastrointestinales, lo que hará también que los principales centros de salud y hospitales de la capital se descongestionen y las personas no tengan que acudir de la misma manera, al presentar un evento de enfermedad transmitida por alimentos e intoxicación por metales pesados. Como propuesta se sugiere que las acciones sean realizadas entre las entidades que tengan como objetivo la calidad del agua y los alimentos, y así garantizar que el cultivo sea de forma limpia y segura. Entre las empresas que pueden trabajar de forma integrada con la Secretaria Distrital de Salud se pueden contar: El Ministerio de Agricultura, las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, Instituto Nacional Agropecuario (ICA), las Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (UMATA), las empresas de aseo, las Unidades Locales de Asistencia Técnica Agropecuaria (ULATA), Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y otras organizaciones no gubernamentales especializadas en el sector.

41

6 Conclusiones

• La absorción de metales pesados depende del tipo de planta, y del daño que cause esto en los tejidos de la misma, posteriormente es traspasado al cuerpo humano, a órganos a través de la cadena alimenticia.

• Las hortalizas cultivadas en la Sabana de Bogotá si presentan un exceso de concentración de metales pesados, especialmente aquellas que son de hoja, los cuales no son eliminados mediante la preparación de los alimentos.

• La población más afectada por enfermedades transmitidas por alimentos en el territorio de la capital del país es la que comprende de los 10 a los 29 años de ambos géneros, en las localidades de San Cristóbal, Engativá, Kennedy y Rafael Uribe Uribe.

• La principal causa de las enfermedades transmitidas por alimentos es el consumo de los alimentos mixtos mientras que el consumo de hortalizas se encuentra en los últimos lugares. El hogar es el lugar donde más se reportan enfermedades de este tipo.

• La intoxicación por metales pesados se hace más evidente en la localidad de Bosa, en hombres que están entre los 30 y 40 años, puesto que en muchas ocasiones son los que están más expuestos a trabajos que requieren el uso de estos elementos.

• Sustancias tóxicas como los metales pesados están al final de la tabla de los factores de riesgo asociadas a las enfermedades por consumo de alimentos contaminados.

• A pesar de los adelantos que hacen las autoridades de salud y ambientales, hace falta un seguimiento más detallado a las enfermedades que están relacionadas con los metales pesados, ya que estos sí tienen conocimiento de lo que está pasando en los cultivos y las repercusiones que tienen en el cuerpo humano, no tienen un verdadero control sobre esto.

• Colombia tiene descrito en tratados y normas tanto las máximas concentraciones permitidas en aguas residuales de reuso agrícola como la importancia de la inocuidad en los alimentos, sin embargo, deja pasar por alto que la alta contaminación del río Bogotá y la falta de tecnología en los cultivos de la Sabana de Bogotá está afectando la salud de sus habitantes.

• Es necesario que en los centros de salud y hospitales a los cuales acuden las personas con estas enfermedades, se hagan más análisis y exámenes, que evalúen la presencia o no y acumulación de metales pesados en algunos casos en la sangre y órganos del aparato digestivo y del sistema nervioso.

42

• Si hay evidencia de que existe un riesgo en la salud pública por el riego de cultivos con aguas residuales del río Bogotá en la Sabana, en tanto que durante las semanas de los años evaluados se presenta una gran asistencia por esta causa y es registrado ante los entes encargados de la vigilancia de salud pública, además de la alerta de estudios previos.

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8 Anexos

Figura1. Producción nacional, consumo nacional y lugares de producción de verduras en

Colombia

48

Mapa político de Bogotá

Figura2. Mapa por localidades de Bogotá. Tomado del Observatorio de Ambiente de Bogotá

Figura3. Factores de riesgo de brotes ETA’s en Bogotá

49

Año 2013

Tabla1. Intoxicación por metales pesados según grupo de edad y localidad

Localidad Grupo etario

15-19 20-24 25-29 30-34 50-54 Total Tunjuelito 0 1 0 1 0 2

Bosa 2 1 0 0 0 3

Teusaquillo 1 0 0 0 0 1

Los Mártires

1 0 0 0 0 1

Antonio Nariño

1 0 0 0 0 1

Ciudad Bolívar

0 0 0 2 1 3

F. Bogotá 0 0 1 0 0 1

Total 5 2 1 3 1 12

Tabla2. Eventos notificados de ETA’s por grupo de edad y localidad Localidad

Grupo etario < 1 1-

4 5-9

10-14

15-19

20-24

25-29

30-34

35-39

40-44

45-49

50-54

55-59

60-64

65-69

>70

Usaquén 0 1 5 2 4 6 11 10 8 3 7 4 4 2 1 2 Chapinero 0 0 2 3 5 6 14 8 2 2 0 4 1 0 1 1 Santafé 1 0 1 1 4 9 2 7 3 5 2 2 0 2 1 1 San Cristóbal

3 10 7 7 10 6 6 8 2 4 3 3 1 0 0 2

Usme 0 1 8 6 3 9 2 3 5 2 2 0 0 0 0 0 Tunjuelito 0 0 2 2 2 6 3 1 1 2 1 1 2 0 0 2 Bosa 2 4 2 6 9 3 9 3 4 4 1 2 4 1 1 0 Kennedy 0 4 4 14 6 12 17 5 9 8 8 3 2 2 2 0 Fontibón 1 2 2 2 3 14 9 3 2 3 2 2 0 3 2 2 Engativá 1 6 8 7 17 19 17 9 8 7 1 5 3 3 2 5 Suba 2 7 8 5 9 18 22 12 11 9 10 8 2 3 4 2 Barrios Unidos

0 1 3 2 5 1 5 2 4 3 1 3 1 0 0 2

Teusaquillo 0 1 3 3 5 8 9 6 9 2 3 6 1 1 2 3 Los Mártires

0 1 2 1 3 8 1 2 1 0 2 0 0 0 0 0

Antonio 0 0 0 0 2 3 1 2 0 0 1 0 1 1 0 1

50

Nariño Puente Aranda

1 2 3 3 4 17 8 9 2 4 4 2 3 2 1 1

La Candelaria

0 1 0 0 0 3 0 0 1 1 0 0 0 0 0 1

Rafael Uribe

0 2 3 5 7 2 3 5 6 4 4 3 2 1 0 3

Ciudad Bolívar

0 3 1 4 2 3 1 2 4 2 2 2 1 0 0 0

F. Bogotá 0 3 0 3 3 8 9 1 4 3 3 1 0 0 1 1

Sin dato 0 0 0 2 0 0 2 2 0 0 1 1 2 0 0 0

Total 11 49 64 78 103 161 151 100 86 68 58 52 30 21 18 29

Tabla3. Intoxicación por metales pesados por género y localidad

Localidad Género

Femenino Masculino Barrios Unidos

2 3

Bosa 1 13 Candelaria 0 1 Kennedy 0 2

Los Mártires

1 0

Puente Aranda

0 1

Rafael Uribe

0 1

San Cristóbal

0 1

Santa Fe 0 1

Suba 1 2

Tunjuelito 0 1

Usaquén 2 0

Usme 0 2

Total 7 28

Tabla4. Intoxicación por metales pesados por grupo de edad y género

Edad Género

51

Femenino Masculino 0-10 2 3

11-20 1 0 21-30 1 2 33-43 1 13 44-54 1 5 55-65 0 3

Año 2012

Tabla5. Intoxicación por metales pesados Semana 1-52 año 2012 Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia 1 0 15 3 29 0 43 0 2 0 16 0 30 0 44 0 3 1 17 1 31 0 45 0 4 0 18 1 32 0 46 0 5 0 19 0 33 0 47 0 6 1 20 0 34 0 48 0 7 0 21 1 35 1 49 0 8 0 22 2 36 0 50 0 9 0 23 1 37 0 51 0 10 0 24 2 38 0 52 0 11 0 25 1 39 0 Total 12 0 26 0 40 0 18 13 1 27 0 41 1 14 1 28 0 42 0 Año 2011

Tabla6. Eventos notificados de ETA´s Semana 1-52 año 2011 Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia 1 30 15 29 29 18 43 61 2 18 16 11 30 24 44 17 3 36 17 85 31 13 45 25 4 47 18 15 32 25 46 90 5 24 19 50 33 54 47 195 6 55 20 19 34 13 48 30 7 53 21 20 35 13 49 9 8 43 22 17 36 35 50 4 9 38 23 14 37 12 51 23 10 22 24 14 38 32 52 12 11 9 25 14 39 54 Total

52

12 23 26 9 40 21 1556 13 14 27 21 41 14 14 11 28 14 42 7

Tabla7. Intoxicación por metales pesados Semana 1-52 año 2011 Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia 1 0 15 0 29 0 43 0 2 0 16 0 30 0 44 0 3 1 17 0 31 0 45 0 4 0 18 0 32 0 46 0 5 0 19 1 33 0 47 0 6 0 20 0 34 0 48 1 7 0 21 0 35 0 49 0 8 0 22 0 36 0 50 0 9 0 23 0 37 0 51 0 10 0 24 1 38 0 52 0 11 0 25 0 39 0 Total 12 0 26 0 40 0 9 13 1 27 0 41 0 14 2 28 1 42 0 Año 2010

Tabla8. Intoxicación por metales pesados Semana 1-52 año 2010 Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia 1 93 15 19 29 37 43 24 2 31 16 31 30 29 44 53 3 27 17 23 31 27 45 27 4 31 18 13 32 17 46 34 5 31 19 54 33 22 47 75 6 31 20 20 34 33 48 46 7 81 21 21 35 40 49 26 8 43 22 13 36 32 50 46 9 33 23 23 37 124 51 22 10 34 24 22 38 15 52 27 11 38 25 23 39 120 Total 12 28 26 49 40 10 1843 13 32 27 19 41 14 14 29 28 24 42 27

Tabla9. Intoxicación por metales pesados Semana 1-52 año 2010 Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia Semana Frecuencia

53

1 1 15 0 29 0 43 0 2 0 16 0 30 0 44 0 3 0 17 0 31 1 45 1 4 0 18 0 32 0 46 0 5 0 19 0 33 0 47 1 6 0 20 0 34 0 48 0 7 0 21 0 35 0 49 0 8 0 22 0 36 0 50 1 9 0 23 0 37 0 51 0 10 0 24 0 38 0 52 1 11 0 25 0 39 2 Total 12 0 26 0 40 0 8 13 0 27 0 41 0 14 0 28 0 42 0 Año 2009

Tabla10. Eventos notificados de ETA’s por grupo de edad y localidad año 2009 Localidad Grupo etario

0-9. 10-19. 20-29 30-39 40-49 50-59 60-69 70+ Total Usaquén 5 14 22 11 4 4 0 0 60

Chapinero 1 6 15 5 2 1 1 1 32 Santafé 14 10 12 9 3 4 2 2 56

San Cristóbal

34 27 51 23 20 8 6 3 172

Usme 9 5 13 8 3 9 0 0 47 Tunjuelito 5 7 12 11 6 2 2 1 46

Bosa 15 18 27 15 7 3 5 0 90 Kennedy 12 21 43 23 18 6 3 4 130 Fontibón 4 3 14 12 7 0 0 0 40 Engativá 10 21 53 25 13 3 6 2 133

Suba 12 30 36 23 16 9 5 0 131 Barrios Unidos

1 4 7 4 2 1 1 0 20

Teusaquillo

1 11 17 9 5 4 1 0 48

Los Mártires

7 5 15 5 5 1 0 1 39

Antonio Nariño

7 11 14 3 5 5 0 0 45

Puente Aranda

2 5 13 11 6 4 4 1 46

54

Rafael Uribe

22 22 42 20 16 2 1 0 125

Ciudad Bolívar

23 29 30 17 11 3 3 0 116

Sumapaz 0 0 0 0 0 1 0 0 1 F.Bogotá 5 2 13 11 4 2 1 1 39 Sin dato 0 0 1 0 0 0 0 0 1

Total 189 251 450 245 153 72 41 16 1417

Tabla11. Intoxicación por metales pesados por grupo de edad y localidad año 2009 Localidad Grupo etario

<1 1-4. 20-24 25-29 45-49 Total Usaquén 0 1 1 1 0 3 Santafé 0 0 0 0 1 1

San Cristóbal

0 1 0 0 0 1

Kennedy 0 1 0 0 0 1 Suba 0 0 0 1 0 1

Ciudad Bolívar

1 0 0 0 0 1

Total 1 3 1 2 1 8

Año 2008

Tabla12. Eventos notificados de ETA’s por grupo de edad y localidad año 2008

Localidad Grupo etario

0-9. 10-19. 20-29 30-39 40-49 50-59 60 Total Usaquén 5 25 22 19 11 8 3 93

Chapinero 2 3 28 9 8 1 4 55 Santafé 9 14 27 8 12 2 3 75

San Cristóbal

35 23 45 26 18 9 6 162

Usme 7 4 11 13 4 2 1 42 Tunjuelito 6 6 13 13 5 1 2 46

Bosa 4 14 17 9 10 7 3 64 Kennedy 13 12 42 23 9 8 5 112 Fontibón 1 10 15 12 5 3 3 49 Engativá 7 23 41 23 11 1 7 113

Suba 15 18 37 39 12 12 10 143 Barrios 1 2 7 3 3 2 4 22

55

Unidos Teusaquill

o 4 8 19 7 6 5 3 52

Los Mártires

7 4 15 4 4 1 3 38

Antonio Nariño

5 3 13 4 5 2 2 34

Puente Aranda

4 9 10 9 5 7 2 46

Rafael Uribe

19 20 40 13 9 8 6 115

Ciudad Bolívar

13 18 22 11 10 4 4 82

Sin dato 2 0 3 1 0 0 1 7 F. Bogotá 3 6 11 7 2 3 1 33

Total 162 222 438 253 149 86 73 1383

Tabla13. Intoxicación por metales pesados por grupo de edad y localidad año 2008 Grupo etario Localidad 1-4. 10-14. 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 50-54 Total Usaquén 1 0 0 0 0 0 0 0 1 Santafé 0 1 0 0 1 0 0 1 3

Bosa 0 0 1 0 0 0 0 0 1 Kennedy 1 0 0 0 0 0 0 0 1 Engativá 1 0 0 0 0 0 1 0 2

Suba 1 0 0 0 0 0 0 0 1 Los

Mártires 0 0 0 1 0 0 0 0 1

Rafael Uribe

0 0 1 0 0 0 0 0 1

Ciudad Bolívar

0 0 0 0 0 1 0 0 1

F. Bogotá 0 0 0 0 0 0 1 0 1 Total 4 1 2 1 1 1 2 1 13

Año 2007

Tabla14. Eventos notificados de ETA’s por grupo de edad y localidad año 2007 Localidad Grupo etario

56

0-9. 10-19. 20-29 30-39 40-49 50-59 60-69 70+ Total Usaquén 6 6 17 18 10 8 3 2 70

Chapinero 2 8 20 10 2 5 1 1 49 Santafé 2 5 11 10 7 2 3 1 41

San Cristóbal

20 17 12 10 7 4 0 2 72

Usme 9 9 11 8 4 0 0 0 41 Tunjuelito 2 4 9 2 3 3 0 2 25

Bosa 8 15 12 7 5 6 2 0 55 Kennedy 9 20 29 14 16 5 4 0 97 Fontibón 5 5 23 5 5 2 5 2 52 Engativá 14 24 36 17 8 8 5 5 117

Suba 14 14 40 23 19 10 7 2 129 Barrios Unidos

2 7 6 6 4 4 0 2 31

Teusaquillo 2 8 17 15 5 7 3 3 60 Los

Mártires 2 4 9 3 2 0 0 0 20

Antonio Nariño

0 2 4 2 1 1 1 1 12

Puente Aranda

6 7 25 11 8 5 3 1 66

La Candelaria

1 0 3 1 1 0 0 1 7

Rafael Uribe

5 12 5 11 8 5 1 3 50

Ciudad Bolívar

4 6 4 6 4 3 0 0 27

F.Bogotá 3 6 17 5 6 1 1 1 40 Sin Dato 0 2 2 2 1 3 0 0 10

Total 116 181 312 186 126 82 39 29 1071

Tabla15. Intoxicación por metales pesados por grupo de edad y localidad año 2007 Grupo etario

Localidad 15-19 20-24 25-29 30-34 50-54 Total Tunjuelito 0 1 0 1 0 2

Bosa 2 0 0 0 0 2 Teusaquillo 1 1 0 0 0 2 Los Mártires 1 0 0 0 0 1

Antonio Nariño 1 0 0 0 0 1

57

Ciudad Bolívar 0 0 0 2 1 3 F. Bogotá 0 0 1 0 0 1

Total 5 2 1 3 1 12