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RINASCIMENTO MERIDIONALE NAPOLI E IL VICERÉ PEDRO DE TOLEDO 15321553 DIRETTO DA ENCARNACIÓN SÁNCHEZ GARCÍA tullio pironti editore

Nápoles, Pozzuoli, Villafranca, sin Pedro de Toledo in Rinascimento meridionale. Napoli e il viceré Pedro de Toledo (1532-1553), diretto da Encarnación Sánchez García, Napoli,

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RINASCIMENTO MERIDIONALENAPOLI E IL VICERÉ PEDRO DE TOLEDO

(1532-1553)

DIRETTO DA

ENCARNACIÓN SÁNCHEZ GARCÍA

tullio pironti editore

Rinascimento meridionale. Napoli e il viceré Pedro de Toledoè stato realizzato con il sostegno economico dei seguenti enti:

Editing a cura di Encarnación Sánchez García e Marco FedericiL’Indice dei nomi è stato realizzato da Marco Federici

Le immagini delle opere illustrate nel volume sono state fornite dai singoli autori.L’editore resta a disposizione degli eventuali detentori di diritti che non sia stato possibilerintracciare

ISBN 978-88-7937-719-5

© 2016 Casa Editrice Tullio Pironti srl Palazzo Bagnara, Piazza Dante, 89 80135 Napoli

Sito web: www.tulliopironti.it E-mail: [email protected]

Prima edizione: maggio 2016

Università degli Studi di Napoli L’OrientaleDipartimento di Studi Letterari, Linguistici e Comparati

Università degli Studi di Napoli Federico II

Dipartimento di Studi Umanistici

CLEA

CRES-LECEMO Embajada de España en Roma

INDICE

PREMESSA XIEncarnación Sánchez García

La figura di don Pedro de Toledo: vita, politica, testimonianze iconografiche

CARLOS J. HERNANDO SÁNCHEZPedro de Toledo entre el hierro y el oro: construcción y fin de un virrey 3

GIOVANNI MUTO«Defensione, liberatione et quiete de questo regno». Il difficile equilibrio politico nel lungo governo di Pedro de Toledo 67

PIERRE CIVILLa imagen del virrey Pedro de Toledo: retrato y poder 91

Napoli, capitale: la città plurilingue

ROBERTO MONDOLAUn tratado hispano-napolitano en tiempos del virrey Toledo: Arte y Suplimento Re Militar de Francisco de Pedrosa (Nápoles, 1541) 113

ENCARNACIÓN SÁNCHEZ GARCÍAElDiálogo de la lengua a la luz de la identidad de Martio (Bernardino Martirano) 137

GIANCARLO LACERENZAL’istruzione ebraica a Napoli ai tempi del Toledo: il Memorandum di R. David Ibn Yaḥya 179

VII

NATHALIE PEYREBONNEComer en Nápoles en tiempos de Pedro de Toledo: recreaciones textuales españolas 191

Biblioteche, circoli e accademie

JESÚS PONCE CÁRDENASMa io son pure napolitano: Nicolò Franco e i circoli meridionali (1531-1543) 203

GUIDO MARIA CAPPELLIL’immagine del Regno e del Gran Capitano in uno storico (quasi) sconosciuto di metà Cinquecento 235

GIOVANNI FERRONIBernardo Tasso, Ficino, l’evangelismo. Riflessioni e materiali attorno alla Canzone all’Anima (1535-1560) 253

MERCEDES BLANCOBerardino Rota, vedovo inconsolabile della dissidenza napoletana 321

ROLAND BÉHAROr libro italiano, ora spagnuolo…:algunas notas sobre el análisis de la biblioteca de don Pedro 357

Poeti e storiografi alla corte del viceré

ANTONIO GARGANOGarcilaso en Nápoles (1532-1536), entre humanismo latino y clasicismo vulgar 371

EUGENIA FOSALBAMás sobre la estancia de Garcilaso en Nápoles. Epigramas funerales a la muerte de Ariosto 387

MARIA D’AGOSTINO… L’alma d’un gran valor ardiente en zelo…: don Pedro de Toledo nella poesia di Juan de la Vega 409

MARCO FEDERICIPedro de Salazar en el panorama historiográfico de la Nápoles del virrey Toledo 433

TOBIA R. TOSCANOTra don Pedro e don García de Toledo: Luigi Tansillo cortegiano e precettore 457

Indice

VIII

L’eredità del viceré: le arti visive

RICCARDO NALDIGiovanni da Nola, Pedro de Toledo e il sepolcro di San Giacomo degli Spagnoli:qualche osservazione preliminare 479

PIERLUIGI LEONE DE CASTRISNapoli 1532-1553: pittori toscani, spagnoli, fiamminghi al servizio del viceré Pedro de Toledo 523

ANDREA ZEZZADa don Pedro de Toledo al gran duca d’Alba: due cicli di pitture murali a Napoli alla metà del Cinquecento 545

SILVANA MUSELLA GUIDAGli oggetti d’arte del viceré don Pedro Álvarez de Toledo: collezionismo o rappresentazione visuale del potere? 589

ALMUDENA PÉREZ DE TUDELALa herencia de don Pedro de Toledo: don García de Toledo y los III duques de Alba. Mecenazgo y coleccionismo en la Nápoles de la segunda mitad del siglo XVI 605

L’eredità del viceré: l’architettura

ADELE FIADINOFerdinando Manlio, architetto regio alla corte di Pedro de Toledo 637

JOAN BOSCH BALLBONANápoles, Pozzuoli, Villafranca, sin Pedro de Toledo 653

ALFREDO BUCCARONapoli e Pozzuoli in età vicereale: ritratti dell’evoluzione urbana 707

ORONZO BRUNETTITra Pallade e Minerva: le fortificazioni nel viceregno di Pedro de Toledo 733

MASSIMO VISONEPoggio Reale rivisitato: preesistenze, genesi e trasformazioni in età vicereale 771

Indice dei nomi 799

Indice

IX

Nápoles, pozzuoli, VillafraNca, siN pedro de Toledo

JoaN Bosch BallBoNa

Todas las historias que se contarán a continuación empiezan tras la muer-te de don pedro álvarez de Toledo en el palacio de la signoria de florencia el 12 de febrero del año 1553, o un año antes, cuando redactaba su últimotestamento en pozzuoli el 8 de enero de 1552, el mismo día de su boda conVincenza spinelli1. sería entonces, sin duda, cuando sus hijos fadrique yGarcía se encontraron ante el monumental reto de gestionar el ingente patri-monio, las considerables deudas y las ambiciosas empresas de patrocinio ini-ciadas por su padre, el primero, residente en la nueva fortaleza de Villafrancadel Bierzo, como primogénito, titular del mayorazgo y tercer marqués, y elotro, émulo del gran virrey, radicado en Nápoles como responsable de los do-minios y los intereses de los Villafranca en italia2.

entre las mandas más transcendentes de sus últimas voluntades estaba,claro, aquella en la cual el Virrey determinaba que sus restos fueran llevados aespaña para ser depositados en el gran sepulcro encargado años antes a Gio-vanni Merliano da Nola y que debía instalarse en el coro de la nueva iglesiacolegiata de Villafranca del Bierzo, otra obra que el testamento ordenaba aca-bar:

encomiendo mi anima a aquel dios que la crió e redimió por su preciosa sangre en el árbolde la cruz e suplico otra vez a su divina magestad tenga por bien aceptar en su divino senoy olvidar mis pecados e me cubra con el manto de su piedad e misericordia e con sus elec-tos y sanctos colocarla, e porque también el cuerpo a de tornar donde salió que es la tierra,mando que si dios fuere servido llamarme estando fuera de españa que mi cuerpo sea lle-vado a sepultar a la iglesia mayor de mi villa de Villafranca, en la capilla mayor, e lo mesmo

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quiero si muriere en españa, y si acasso como he dicho fuere la voluntad de dios llamarmefuera de españa quiero y es mi voluntad que asta que aya oportunidad de llevar mi cuerpoa la dicha villa de Villafranca que si muriere en Nápoles o en puzol mi cuerpo sea llevado adepositarse en la Yglesia de santiago que dizen de los españoles, e se muriere en otra qual-quiera ciudad o lugar fuera destos en qualquier parte que sea quiero que mi cuerpo sea de-positado hasta que como dicho es sea llevado a mi villa de Villafranca en el monasterio desan francisco de observancia si le ubiere e sino en el de conventuales o de santo domingo eno habiendo destas en las mas principal iglesia catedral o collegial, no habiendo ningunadestas en la más principal yglessia de aquella tierra o ciudad que muriere3.

como veremos, ni uno ni otro deseo se cumplirían, como sabe bienquien haya paseado por los lugares y los espacios de los antiguos Toledo deVillafranca, sea en tierras leonesas o en las partenopeas: ni el cuerpo ni el lu-joso sepulcro de don pedro llegarían jamás a la colegiata de santa María decoruniego de Villafranca cuya fábrica no se acabaría hasta los ultimísimosaños del siglo XViii, con la intervención del arquitecto académico Guillermocasanova, quedando como un insólito híbrido entre el lenguaje tardo-góticoen que se empezó, y el académico que la concluiría. en cuanto al cuerpo delVirrey, permaneció en la florentina santa Maria del fiore, mientras que lagran creación de Giovanni da Nola no abandonó Nápoles y hoy preside, co-mo siempre, el coro de la iglesia napolitana de san Giacomo degli spagnoli,uno de los espacios más sugerentes de la ciudad que parece sobrevivir ajeno asu enorme valor histórico y patrimonial, a su privilegiada situación urbanaaceptando con una resignación, inadmisible para el visitante, no sólo el pro-gresivo deterioro de su arquitectura y la degradación de sus bienes muebles si-no también su «inaccesibilidad» para la ciudadanía.

La Colegiata de Villafranca

evidentemente, al morir don pedro nadie era consciente de que ni él nisus descendientes descansarían eternamente en el panteón familiar que el se-gundo marqués había imaginado en Villafranca del Bierzo, en la iglesia naci-da bajo su patronazgo mediante las bulas papales de clemente Vii de 1529,1531, 1532 y 1533, que impulsaron la transformación del antiguo prioratocluniacense de santa Maria de curuniego en una colegiata dependiente de lasanta sede y presidida por un abad4.

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la nueva colegiata era el núcleo de un sistema de fundaciones religiosasvillafranquinas vinculadas al linaje que resume perfectamente la «instrucciónpor vos el reverendo padre frai luis de Yebra en este viage que hazeis a espa-ña que dios os lleve y trayga con bien, 20 de septiembre de 1544», que men-ciona, también, las atenciones de los Toledo de Villafranca hacia la antiguaiglesia de san francisco, el convento de la concepción y el monasterio desanta María de cabeza de alba:

dezirle eys de mi parte que yo se lo escrivo también y a Gº de Valcaçar que en lo de lacapilla de coruniego de Villafranca hagan dar toda la priesa posible efectuando sin mu-dar un punto todo lo que el frayre que me embió el designo ordenare y que solamentese haga por su parecer y no por el de nadie. Tambien le direis que lo que he mandadoque se haga y acabe en el monesterio de sant francisco de Villafranca se haga luego sinalçar la mano dello sino estuviere hecho. Tambien le direis que mi voluntad es y asi lomando que formen la donación de los lXiiii mil maravedis al anno que he hecho almonesterio de la concebción de las monjas sobre la renta del vino de cacabelos […]Tambien direis a don fadrique y a Qº de Valcaçar que si no está vien hecho en el mo-nesterio de la concebtion las obras que el reverendo provincial dexo hordenadas,quando passo por allí a santiago que se acaben luego es la ora lo qual yo creo que deveestar hecho. También direis a don fadrique y a pº de Valcaçar que mi voluntad es queos den luego lo que escrevi los dias passados os diesen para acabar el quarto del dormi-torio de cabeça de alva, y quando fuere (roto) ter mas para acabare avisandome vos de-llo veere en la obra, y digo que lo que faltare y (roto) fray luys se le de para que se aca-be. Tambien les direis que por la yglesia de caca (roto) principio de hazer le den sinohuvieren t(…) los dineros que he mandado y que siempre tenga cuydado por serviciode dios y del amor que tengo a aquella villa de socorellos por ello. en lo de las obras delas fortalezas de Villafranca y corullón les dezid que se den priessa y en todo lo demasque está començado hasta que se acabey que no las hagan inmortales porque veo que nose haze nada, y en las otras fortalezas del marquesado me avisen si son gastados los dducados que mandé se gastassen […]5.

la historia del gran y desventurado proyecto de la colegiata ha sido re-construida por José María Voces, isidro García Tato, Vicente fernández y Mªdolores campos, que trabajando sobre ricos materiales de archivo (especial-mente del archivo histórico Nacional, el archivo General de la fundacióncasa de Medina sidonia y el archivo histórico provincial de león), hanesclarecido muchos de los datos decisivos para reconstruir la complicadahistoria de la edificación y sus protagonistas6. empezando por la identifica-ción del tracista en la persona de fray Martín de santiago, vinculado a la obra

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desde 1539 como «arquitecto de la iglesia de santa María» y autor del «me-morial con que se ha de hacer la obra de la iglesia de Nuestra señora de co-runiego de la villa de Villafranca que hace el señor Visorrey de Nápoles Mar-ques de Villafranca» en 1542: un dato decisivo dado a conocer por vez pri-mera en la monografía de carlos J. hernando sánchez sobre el Virrey(1994)7, ya que la revelación sobre la autoría del proyecto conectaba éste conlas peripecias de otras obras contemporáneas del lego dominico, particular-mente con los conventos dominicos de san Telmo en san sebastián (1542) yde san esteban de salamanca. Ésta última había sido impulsada por el her-mano de don pedro, el cardenal Juan de Toledo (1488-1557) que «se reservóel patronato de la capilla mayor, con el derecho a ser enterrado en ella, juntoa sus padres y otros familiares». el salmantino fue un ambicioso proyecto en-cargado, primero, al arquitecto Juan de álava, más adelante a fray Martín y,tras el fallecimiento de éste en 1555, a rodrigo Gil de hontañón8. es decir,la presencia de fray Martín sitúa los orígenes de la fábrica berciana en las co-ordenadas de una etapa dorada de la arquitectura tardogótica que se hibrida-ba de elementos y modelos arquitectónicos renacentistas, antaño llamada«plateresca» (1520-1560), y que tuvo como núcleo los trabajos de los Gil dehontañon y particularmente los de rodrigo9.

de la fábrica villafranquina también son conocidos -además del alhaja-miento inicial regalado por el segundo marqués y enviado desde Nápoles, enel que destacaban las imágenes de plata de los apóstoles pedro, pablo y santia-go- los nombres de los maestros que dirigieron los primeros pasos de las obras.en primer lugar, el de Juan de cabañuelas que lo hizo durante unos pocosmeses ya que su trabajo fue pronto denunciado al advertirse que la fase de ci-mentación presentaba serios defectos. durante su intervención «con motivode tener noticia que la obra de la capilla que su excelencia havia mandado ha-cer en la iglesia colegial de dicha villa tenia, y se havia empezado con algunosdefectos, y que los cimientos que estaban principiados no iban tan buenos, se-guros y firmes como obra semejante y el valor de ella requería […]»), hubo deordenarse una rigurosa evaluación de lo realizado que llevaron a cabo losmaestros «lope García, Juan Gutiérrez, fernan de solar, canteros, y a mayorabundamiento a francisco Juli maestre de salamanca […]». Todos, ante lapregunta de si «[…] la dicha obra y cimientos empezados a sacar iban en per-fección y sin defecto alguno según la grandeza, altor, ancho que havia de llevarla citada capilla, y que si decían que llevaba defectos […], declararon confor-

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mes acerca de no ir buena la citada obra en qué, cómo y porqué y en qué con-sistía la dicha mala obra que amenazava ruina […]». además Juli se atrevía aprecisar que aquellos cimientos «no van para sufrir los 60 pies que ha de llevarde alto». evidentemente ante tan contundentes razones la sentencia era previ-sible: cabañuelas fue acusado de graves errores y apartado del proyecto10.

le substituyó el binomio formado por francisco Juli (o Joly, como vere-mos) y diego de Torres «vecinos de la ciudad de salamanca» contratados el28 de julio de 1544 por 16.000 ducados para «hacer e hedificar al illustrissi-mo Marques de Villafranca visorrey de Napoles la capilla mayor que su exce-lencia hace en la su iglesia colegial de la villa de Villafranca del Vierzo con susacristia, conforme a cierta traza e condiciones questa firmado todo del padrefray Martín de santiago e de Miguel Bazquez escribano de su Magestad»:

la harán segura a todo tiempo del mundo sin que faga sentimiento ni derrihemento, nimaleza, ni fealdad alguna por la acimentar ni paredar, ni anivelar ni por otra defecultadalguna, sopena que no lo haciendo segura y hecha y derecha e labrado todo en perfe-ción que qualquiera sentimiento o decaimiento o defecultad en la dicha capilla e sacres-tia o en qualquiera cosa o parte dello obiere o sucediere o acaesciese en qualquier tiem-po que ellos e cada uno de ellos los desharán seyendo necesario a su costa e misión e lotornaran a hacer y reedificar, anivelar, cerrar y enderezar, quitar qualquier fealdad quetoviere a su costa dellos y de qualquier dellos asta lo dar todo bién perfecionado hecho yacabado conforme a la dicha traza o condiciones, y en toda perfección11.

a pesar de la fecha contractual, es probable que ambos se hicieran cargode la gestión de la fábrica desde el momento en que cabañuelas cayó en des-gracia. de hecho en 1543 una carta al segundo marqués que contiene un elo-gio del diseño de fray Martín, muestra una imagen positiva de los trabajos: «yla iglesia se dan mucha prisa a sacar piedra de las canteras de benbibre y aquipara la capilla que haze el flayre dominico de salamanca la muy hermosa tra-za que quiera y plegue a dios que la veamos acabada […]»12.

No conservamos la traza de Martín de santiago que les guiaría aunque síel detallado memorial explicativo que la acompañaba y describía: «el memo-rial con que se ha de hacer la obra de la iglesia de Nuestra señora de coru-niego de la villa de Villafranca que hace el señor Visorrey de Nápoles Mar-ques de Villafranca» datado a 21 de septiembre de 1542. Éste definía unaconstrucción con un fuerte énfasis centralizador. con tres naves de anchuratotal de 99 pies (26 las laterales y 47 la central), con la central casi de doble

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altura que las laterales (93 x 48 pies)13, crucero y una cabecera poligonal decinco paños ceñida al exterior con contrafuertes cajeados (fig. 1).

su núcleo era el coro (y el de éste lo hubiera sido el sepulcro napolitano),que crecía desde un sistema cercano al de la iglesia de san Telmo de san se-bastián, con cuatro imponentes pilares cilíndricos de catorce pies de diámetroelevados sobre una robusta base hexagonal (fig. 2) y con contrapilares tam-

bién de planta circular mordidos por los muros perimetrales, aunque en eltemplo de don pedro los soportes están labrados «al romano» (una peculiarinterpretación «secuenciada» del orden corintio) tal como fijaba el memorialde la traza de fray Martín: «pilares an de ser redondos como está señalado enla traza y acanalados llenos hasta medio pilar e vacios de medio arriba conuna moldurita romana en medio que ciña todo el pilar e donde comienzanlas vueltas de las capillas sus capiteles muy bien labrados al romano».

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fig. 1. - colegiata de Villafranca del Bierzo (león, españa), vista del exterior, desde la cabecera. fotografía del autor.

el sistema de cubiertas no se dicta detalladamente para cada ambientepero de las indicaciones se deduce con facilidad que se estaba trabajando conbóvedas de crucería como la realizada en la capilla de la Trinidad (fig. 3), unade las pocas culminadas durante la etapa fundacional y respetada por la re-construcción del setecientos:

otro si anse de hacer todos los farfamientos y cruzeros y teracletos e formas e conbadosde la piedra de la cantera de benbibre, otro si las claves principales de la de las clavesprincipales se ande hacer de la cantera de la piedra de león, crucetas de los conbados dela cantera de la piedra de benbibre de todo si se hallare arta de por aquí, se hagan todoslos cascos de las capillas, e sino de cal e ladrillo […].

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fig. 2. - colegiata de Villafranca del Bierzo (león, españa), detalle de uno de los pilares del coro. fotografía del autor.

por desgracia no se realizaron, por destacar solo dos bellas indicaciones ar-quitectónicas contenidas en el «Memorial», ni las véneras del crucero («otro sien el cruzero donde están señaladas dos veneras como los arcos que se han decerrar para recebir las paredes an de ser de la piedra de la cantera de Bembi-bre»), ni se elaboraría el sistema de ventanales que habían de iluminarlo:

y estas ventanas han de llevar sus molduras romanas muy buenas y bien trazadas y ansede cerrar estas ventanas de tal manera que las dos de la dobela de la ventana venga tanalta quel papon de la forma venga sobre della. otro si los mayneles de las ventanas hande ser muy bien labrados e tratados en las ventanas de la pared del cruzero ha de aber en

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fig. 3. - colegiata de Villafranca del Bierzo (león, españa), vista de la capilla de la Trinidad. fotografía del autor.

cada ventana quatro ventanas muy bien cerradas con sus espejos grandes como horde-nare el maestro que tuviere cargo de la obra en las paredes de los lados de la capilla ma-yor en la ventana que cae sobre la sacristía a de aber tres ventanas en la parte del caracoluna, en las ventanas de los tres ochavos de la capilla mayor cada dos, todo esto muybien trazado en lo alto con sus espejos como hordenare el maestro que tuviere cargo dela obra como esta dicho arriba, e todas estas ventanas e taluses e pies derechos y dovelasy mayneles y espejos todo lo que copiere a de ser de la cantera de Bembibre14.

Ni tampoco el

letrero a la redonda de toda la iglesia y este letrero se a de sentar cincuenta e cinco piesde alto desde el pavimento del suelo y en este peso deste letrero se ande asentar quatrorepisas para los ochavos de la capilla mayor muy bien labrados al romano e subirán enpie derecho en redondo fasta el alto de los capiteles de manera que allí se agan otros ca-pitelejos labrados al romano que todos queden aun alto con los otros capiteles y el piederecho que sube desde la repisa al capitel que sea acanalado y muy bien tratado, e almesmo peso de los letreros por la parte de fuera ha de llevar una chapa a toda la redon-da de la obra y esta chapa ha de ser de cantera de la piedra de ponferrada.

aunque tal vez sea un fragmento del “letrero” el friso decorado con caballosmetamorfoseados en volutas que hoy advertimos decorando una zona irrelevan-te en el exterior del flanco derecho del muro de cierre de los pies del templo (fig.4). sorprendentemente, fue tratado como un material de simple relleno por lareforma tardo-setecentista a pesar de su gran calidad, similar a la de los bellos yoriginales motivos grutescos esparcidos por los sectores quinientistas de la arqui-tectura (fig. 5), respetados por la severa reconstrucción que la colegiata vivió du-rante la última década del siglo XViii y que le dio el aspecto definitivo.

como era habitual en estas grandes construcciones, a pesar de la previ-sión de que los trabajos culminarían en cinco años, éstos avanzaron de unamanera infinitamente más lenta. Y desde 1553 hay muchos indicios que de-latan que la obra sufría graves contratiempos, aunque la cabecera debía habertomado forma antes ya que ese año se pagaba la elaboración de las aras y laspilas de la colegiata15.

dejando a un lado, claro, la decisiva adversidad de la muerte de su pro-motor, entonces, por ejemplo, se requería a francisco Juli por haberse alejadodel dictado de las trazas de fray Martín, tanto en el sector del «tejaroz de lacabezera y capilla mayor», como en los «estribos y disminuimientos dellos yrecambios en los recanbios están mui feos en las desminuciones que tienen y

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los remates dellos y desminuimientos están mui sin razón y cuenta y no su-ben agraciadamente ni con la gracia que requiere a semejante labor […]», ocomo en

las ventanas de la cabezera que son cinco ventanas los repartimientos dellas y los cerra-mientos dellas son unas muy menores que otras, y cerradas las unas mas baxas que lasotras en mucha cantidad y no dicen las unas con las otras por estar cada una dellas ce-rrada ahi alto y los cerramientos dellas no hacen ornato ni acompañamiento con las for-mas conforme a las condiciones por donde está obligado a lo hacer que hubiesen y lle-gasen a la cumbre de la forma y algo apuntadas.

También se le reprochaban problemas graves y evidentes en las «canales»,que «no van encajadas a macho y hembra u embentumadas conforme lo re-quiere la labor, y las gárgolas están sin gracia, y no les han hechado sostenien-tes de hierro», en los sillares «de los arcos y cruzeria no tiene el grueso y altoque para semejante hedeficio se requiere y siendo esto de tan poco cuerpo no

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fig. 4. - colegiata de Villafranca del Bierzo (león, españa), friso del siglo XVi reutilizado en el perímetro exterior durante la reforma del siglo XViii. fotografía del autor.

se podrá sustentar, ni han cumplido las condiciones ni la pedrería que en ellose hecha y ha hechado va conforme a las condiciones […]», y en las «las vene-ras que tenia que facer en las fuentes de las capillas colaterales, no las hizoconforme a las condiciones y traza»16.

el nuevo enfrentamiento, tras el de Juan de cabañuelas, entre el maestrode la obra y sus administradores, ahora seguramente el propio don fadriquede Toledo osorio, ya tercer marqués, acabó con la marcha de Juli a santiagode compostela donde desde 1556 se ocupaba de la obra del hospital real ydonde redactaría un testamento el 1563, el año de su muerte, en el que la-

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fig. 5. - colegiata de Villafranca del Bierzo (león, españa), detalle de los relieves grutescos del siglo XVi de los pilares de ingreso a la capilla

de la Trinidad. fotografía del autor.

mentaba que don fadrique de Toledo «nunca me ha querido pagar como estáobligado» – le debía 5.600 ducados – a pesar de que «trabajé y gasté quantotenía en la dicha obra y por ella dexe de interesar y ganar mucho en otrasobras que me salieron en el dicho tiempo, de casar a mis hijas»17.

era el principio del fin para la fábrica que don pedro imaginó desde la le-jana Nápoles. Todo lo que seguiría serían incertidumbres y adversidades. em-pezando porque a la luz de la documentación conocida resulta muy difícil es-tablecer el ritmo de los trabajos, en el caso que estos avanzasen algo tras lamarcha del maestro Juli. la impresión es que avanzaron poco, por culpa de lafalta de recursos de un fadrique de salud precaria, siempre al filo de la muerte(«dios fue servido darme una dolençia de la qual estuve muy a pique de mo-rir y aun estoy della tan flaco que apenas puedo caminar»)18, y necesitado dela ayuda económica de su hermano:

Mongina me dijo que tractando con Vuestra señoria la necesidad y pobreza que la co-llegial de Villafranca tiene por faltarla al mejor tiempo el virrey mi señor que sea en glo-ria vuestra senoria estaba determinando se de haçerla una buena obra y qualquiera quesea será bien empleado en ella y que era de haberla una reserba y para los monesteriosde monjas y de san francisco cierto será una de las buenas limosnas que Vuestra señoriapor agora podrá haçer por que esta aquella iglesia començada y va una de las buenas quede su manera ni de mucha mas calidad ay en españa como ya Vuestra señoria y por esoesta determinado de haçer obra tan pia […]19.

Que también era requerida por el capítulo de la colegiata en una misivasin fecha, desgraciadamente, pero posterior a la muerte de fadrique, que apa-rece citada:

las cosas y deseos que al presente ay en esta iglesia colegial de Vuestra excelencia a quese a de acudir y remediar con brevedad para que no se acave de arruinar cosa de tantanecesidad para este estado i tierra de Vuestra excelencia y se haga en ella el servicio adios que convengan, son las que siguen: primeramente que Vuestra excelencia proveaque el hedifficio nuevo de la capilla mayor fundada por el illustrissimo señor marquésdon pedro de Toledo padre de V. ex. y señor nuestro, se acave y ponga en perfiçion conun coro, y sillas y sacristía para que se ponga en ella la sepultura y tumba de la virreinay marqués don fadrique señores nuestros que están en gloria […] Y pues el edificionuevo a costado mas de catorze mil ducados no es justo que se acabe de perder20.

No cabe duda que don García tenía presente tan complicada fábrica. loveremos en el capítulo siguiente al concluir que los adversos avatares de ésta

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fueron uno de los factores que debió impulsarle a dejar el sepulcro de Gio-vanni da Nola en san Giacomo degli spagnoli. Y lo deja claro el hecho quecuando en Nápoles el gobernador de don García, el abad Mateu coll le escri-be contándole el haber detectado (tal vez mientras trabajaba en el montajedel sepulcro de don pedro en san Giacomo) a un no identificado «escarpeli-no boloñés hombre ya de quarenta años valiente de su arte buen arismetico yjeumetro y desiña razonablemente y como aquí se labra poco de mármoles yen roma en este tiempo menos» que estaría dispuesto a servirle incluso enespaña, le sugiera que «sería provechoso si Vuestra excelencia mandara hazeralgo en Villafranca»21. Y aun más el hecho de que medio año después, enagosto del año siguiente, cuando parece claro que el boloñés «está resuelto deyr a servir a Vuestra excelencia», el abad insistiera en vincularlo a la inacaba-da fábrica de la colegiata: «[…]Vuestra excelencia hallará muchas cosas queenmendar y añadir en la iglesia y casa de Villafranca gran gusto será tener aquién lo entienda lo ordene y lo obre […]» [documento 1]22.

No puede sorprender, pues, que hasta principios del siglo XVii, la historiaarquitectónica de la colegiata equivalga a una sucesión de informes elabora-dos por insignes y reputados arquitectos convocados por los agentes del cuartoy del quinto marqués para que propusiesen fórmulas que pudieran llevar abuen puerto una fábrica que no había avanzado más allá de la «cabecera y cru-cero», conscientes que ello significaría desacer parte de lo ya edificado, segura-mente de mala calidad. al menos se han identificado dos de los contactados:Juan de alvear «maestro de canteria y aparejador de la santa Yglesia de astor-ga» – y también de la iglesia de santa Maria de la encina en ponferrada –, yBaltasar Gutiérrez, «maestro mayor de la Yglesia catedral de león» que emiti-rán sus informes a 19 de enero y 27 de noviembre de 1573, respectivamente23.

como leemos en el fragmento de la deposición de Baltasar Gutiérrez, elmarqués y el cabildo les convocaron para reflexionar sobre «la ruyna y mal-tratamiento del dicho edificio, y del remedio mas conveniente según mi artepara proseguir la obra según la voluntad de su excelencia de manera que ten-ga perpetuidad y firmeza» (Gutiérrez), y sobre «los defectos y arruinamientosy aprovechamientos del dicho hedificio» (alvear). las conclusiones de am-bos, que transcribimos parcialmente en el apéndice documental [2 y 3], erandemoledoras, por coincidentes. Tanto que debo deducir que dan la clave paraentender que la obra no se cerrara hasta pasados dos siglos – y alterando muyseveramente su primitivo aspecto quinientista.

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por otra parte, parece claro que los informes evalúan la obra hecha porfrancisco Juli por lo que deducimos que la fábrica se interrumpió al marcharéste a santiago:

[…] aquí se a traído el maestro de la obra de la iglesia mayor de leon a ver la obra destaiglesia y halla en ella algunas cosas tan perdidas y de tanto riesgo que obliga a derribar-las y que con justicia se podían pedir a los herederos de Joly que la obro dello envían larazón a Vuestra excelencia a ella me remito […]24.

se ponen de manifiesto graves problemas de estática y estabilidad, no seevita la palabra peligro, ni la invocación a la mala práctica del maestro (presu-mibilmente francisco Juli) y de sus canteros, la presencia de errores de talgravedad que son evidentes incluso a los profanos en la arquitectura «como sedexa bien entender a qualquier hombre aunque no sea del arte», o de sectoreselaborados de manera negligente que parecen «[…] más cosa de albañeriaque de cantería lo qual no se requiere en semejante hedificio como este […]».

así, por ejemplo, se señala la arriesgada situación de los pilares: «han he-cho cada uno de ellos grande quiebra que de manera que muestran no ser su-ficientes para sustentar la carga que les ha de ser encomendada» (Gutiérrez) oestán «muy arruinados y tienen necesidad de ser deshechos hasta donde co-mienzan a ser striados» (alvear). de manera que ambos constatan que no es-taban en condiciones de sustentar sus cargas, o como dice alvear:

otro si digo que an de ser deshechos los tres arcos perpiaños como ya se entiende por elcapítulo arriba dicho, y los paredones y arcos que vienen en los huecos de las hornazi-nas, los quales dichos tres arcos son los que vienen y están sobre los pilares ya dichos, ydigo que no se puede aprovechar para ellos la piedra que agora tienen porque son demuy poco cuerpo y hechas en mal arte.

esto último afecta a muchos sectores de lo (mal) edificado, ante los cua-les las reparaciones puntuales no tendrían sentido y se imponía demolerlos,rehacerlos con mejores materiales – y mejor asentados –, «procurando el pro-vecho del edificio y no la brevedad contra razón que agora muestra aver pre-tendido el que la tenia a su cargo y que ha sido la causa de toda la ruyna queel edificio tiene».

pero las deficiencias afectaban a casi todo el organismo: la carga de losmuros era excesiva y se recomendaba abrir ventanales; las naves laterales nomostraban una apropiada relación de altura: «y ansimismo el tal maestro vea

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y mida sy las naves colaterales están elegidas al alto que conviene y el arte pi-de porque según los descuidos y poca habilidad del maestro pasado no terniaen mucho no estuviesen elegidas al alto que conviene al pro y bien y auctori-dad del hedificio»; y se observaban problemas en los combados de las bóvedas(alvear): «ansimismo digo que la capilla mayor según y de la manera queagora esta hecha, digo que la cruzeria della e casco de ladrillo está bién asen-tado y harto fuerte, eçeto los combados que no tienen corte ni golpe en arteni la eleción dellos no es para semejante hedificio».

a juzgar por el contenido de una carta de 12 de agosto de 1574 de ro-drigo Gil de hontañon, que también fue consultado por don pedro de Tole-do osorio, primogénito del cuarto marqués, las evaluaciones tuvieron comoefecto más inmediato el nombramiento de Baltasar Gutiérrez como nuevo ar-quitecto de la colegiata, un maestro que no era del gusto del viejo arquitecto,tal vez porqué no pertenecía a su mundo en declive, el de la arquitectura hi-bridada sino al naciente clasicismo, exhibido per Gutiérrez, por ejemplo, enla obra de san Marcelo de león:

Yo fuí a la Vila franca y bi la obra de mi señor don pedro de Toledo y mui particular-mente y subí a lo alto de la capilla y bi y entendí como el buen onbre de Baltasar Gutie-rres a enpeçado a desbariar, que es el maestro que enorabuena se abía lligido y traygomemoria y razón de todo lo que cunple al serviçio de dios y de mi señor don pedro ybien y probecho del edifiçio y hablé y estude con el señor gobernador luis de ocampoque escribe a vuestra merced y la carta ba con esta y es algo añeja porque no pude salirde Medina de rioseco tan presto como quisiera, porque me detuvieron allí por çiertasobras. desto de Billafranca yo daré muy particular cuenta como honbre que con todaboluntad y cuidado lo miró y bió por vista de ojos y plaziendo a dios en cuanto a estoa tiempo seremos […]25.

desgraciadamente no sabemos la opinión de rodrigo Gil de hontañónrespecto de los trabajos en la colegiata pero tememos que ni ésta ni los traba-jos de Baltasar Gutiérrez consiguieran hacerla avanzar significativamente. escierto que en 1582 hay nuevos indicios de una cierta actividad dado que se-gún José M. Voces, el maestro pedro Torayo consta elaborando las puertas deacceso a los ambientes de la sacristía y del capítulo – que no deberíamos iden-tificar, creo, con las portadas actuales, de aspecto académico, mucho más tar-días. sin embargo, al abrirse el siglo XVii, el tono y el contenido de la cartaque don pedro de Toledo osorio, el quinto marqués de Villafranca, envía alcapítulo de la colegiata, muestran que el proyecto, simplemente, agonizaba,

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dejando clara, esta vez sí, una de las razones que explican que el sepulcro na-politano nunca llegara [documento 4]:

empeçola mi abuelo y subcedió a la fábrica lo que por otras se vee cada dia que por sermuy grande se quedó en sus principios y se celebra el officio divino en parte muy inde-cente y tan misera y pobre que ninguno de mis pasados se a querido enterrar en capillatan ruin26.

Me parece importante insistir en ese último aspecto: durante más detreinta años, los de las primeras décadas de la construcción, en la imaginaciónde don pedro de Toledo y de sus hijos la nueva colegiata y el sepulcro rena-centista fueron un solo proyecto, el de la creación de un suntuoso espacio fu-nerario para la casa de Villafranca que estuviera a la altura de la imponentesignificación histórica de don pedro de Toledo (fig. 6). al separarlos, el desti-no nos privó de otro de los fascinantes espacios tardogóticos presididos porblancos y bruñidos monumentos marmóreos de factura italiana o italianizan-te, tan emblemáticos del Quinientos hispano.

El sepulcro del Virrey en San Giacomo

el fracaso del proyecto de construcción de la colegiata ayuda a com-prender por qué hacía 1569 don García de Toledo decidió instalar el sepulcroen el templo partenopeo contrariando el mandato paterno que antes habíainsistido en respetar. hasta entonces nada hacía presagiar semejante desenla-ce. Nada anunciaba que habría cambios tan substanciales en lo deseado yprevisto por don pedro y sus herederos, firmes en el deseo de respetar la vo-luntad paterna del entierro en Villafranca del Bierzo, con los consiguientestraslados del cuerpo desde florencia y de las piezas del sepulcro desde Nápo-les. Y mucho menos tras conocer la opinión contundente manifestada pordon García sobre la cuestión. primero el 4 de marzo de 1560:

quanto a lo que Vuestra Merced dice del cuerpo y sepultura del Virrey mi señor que seaen Gloria yo lo he scripto al marqués mi señor [fadrique] y tarda tanto en respondermecomo si estuviese en las Yndias. la dificultad estará en como se abra de pasar la sepultu-ra por los puertos y para llevarla a Villafranca pero ello se ha de hazer aunque costase 10M ducados27.

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Y, después, el 10 de diciembre de 1562:

Quanto a lo de la sepoltura del virrey mi señor que sea en gloria, aunque pensase gastar lameitad de mi hazienda no quiero dexar de llevarlo a Villafranca, que aunque la ygleçia noestá acabada del todo la capilla que está hecha es casi tan grande como el cuerpo de esayglecia de santiago a donde si se dexase dicha sepultura, no estando ay Vuestra Merced niyo ya sabe que gente son los napolitanos, y que no seria mucho que amaneciese una ma-ñana hecha pedaços, Vuestra Merced me haga enmandar que se tenga cuidado que no pa-desca adonde está agora que como digo en todo caso quiero traella a Villafranca28.

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fig. 6. - colegiata de Villafranca del Bierzo (león, españa), vista general del crucero del templo tras la reforma de finales del siglo XViii.

fotografía del autor.

son las respuestas del marqués a las periódicas consultas que le hacía lle-gar el antiguo mayordomo de su padre, el alavés don lope de Mardones(1511-1569), entonces castellano de capua, preocupado por el estado deconservación de las piezas del sepulcro de Giovanni da Nola: «aquerdo aVuestra señoria illustrissima lo que se a de aser del querpo del Virrei mi señorque está en el cielo y de esta sepoltura que aquí está mal y cada dia me danalarma para que la quiten de allí y desenvaraçen aquel lugar y es tiempo deponerse en un qabo u en otro»29. el mismo personaje al cual, pocos años an-tes, en verano de 1558, don García había pedido explicaciones a propósitodel rumor circulante entre la élite hispano-napolitana de Nápoles próxima alos Toledo favorable a que el cuerpo del Virrey se sepultase en Nápoles:

aquí he sabido como paulo poderico ha hecho una lista en la qual mete a Vuestra Mer-ced [lope de Mardones] y a otras personas tratando de querer traer el querpo de mi pa-dre de florençia y aunque yo se con el çelo bueno que lo haze no conviene a mi reputa-ción que vaya por este camino porque quando conviniese hacerlo yo tengo hazienda pa-ra gastallo sin que nadie ponga la suya quanto mas que Vuestra Merced sabe que ay tra-tamos que fue que el cuerpo del virrey se hubiese de llevar a Villafranca y pues esto esansi Vuestra Merced no permita que esta plática pase adelante30.

esta interpelación dejó perplejo a don lope que enseguida inquiría auno de sus agentes sobre el origen de los rumores:

lo que pasa en lo de paulo poderico es que el embió acá una lista en la qual veníanVuestra Merced y el y los piñones y Martín de Vera diciendo que todos estos y mas ha-rían traer el cuerpo del virrey, yo creo que fue fanfalla napolitana, porque don Garcíaviese acá que el tenia cuidado del cuerpo del virrey31.

aunque lo cierto es que don lope no veía con malos ojos tal posibilidad,al menos unos años después (1563), algo bien lógico teniendo en cuenta quepocos años después él elegiría su entierro en san Giacomo degli spagnoli:

la sepultura del Virrey nuestro señor que haya gloria y el cuerpo Ve lo podra ponerdonde será […] donde solia en el parco y yo digo a Vuestra excelencia que se podría po-ner en medio del mercado tan segura como en Villafranca porque lo yrian a vendezirtoda esta ciudad y reino y los que pretendían tener mas hodio con el oy en dia lo ven-dizen y lloran, y realmente si aquí se pusiese en santyago yria la gente de la tierra32.

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sin embargo, entonces para don García no había más opción que la deVillafranca, tanto por el respeto al testamento paterno como por otro influ-yente motivo que se menciona en la correspondencia con don lope:

Bien creo que la sepultura del Virrey mi señor que sea en gloria estaria segura en todaspartes y muy bien en santiago, pero si allí se dexasse querría se enterrar en ella Viçençia,y ansi para evitar esto quando no fuese por otra cosa conviene en todo caso llevarla aVillafranca como estoy determinado de hazello33.

idéntico argumento, igual contundencia, aparecía en otra carta que donGarcía escribió ese día, ahora dirigida a su cuñado cosimo i: impedir que laescabrosa relación de su padre con Vincenza spinelli se perpetuara más alláde la muerte en una sepultura conjunta que para fadrique y García debía serun ultraje a la memoria de su madre, doña María de osorio.

el Virrei mi señor [pedro álvarez de Toledo] que sea en gloria edifico en Villafranca parasi y los de su casa una yglesia que es de las mejores que ay en Galizia [la colegiata disanta María in Villafranca], y en Napoles hizo labrar una capilla para embiallo ally y ansipienso hazella llevar y que, siendo V.ex.a [cosimo i] servido, se lleven alla tambien sushuessos que si se llevassen en Napoles y quedasse ally la capilla pretenderia viçençia queen fin de sus dias la havian de enterrar en ella, y esto en ningun modo conviene, antesquerria yo poder evitar, que no se hiziesse nombrar jamas en la vida he querido desdeagora escrivillo a V.ex.a para que quando fuere tiempo de llevarlos sea servido dello34.

en 1569 el panorama cambiaba completamente. Quizás porqué cambiantambién nuestras fuentes y el interlocutor de don García es ahora el abad Ma-teu coll. al tratarse de un hombre de su máxima confianza – era el goberna-dor general de sus estados italianos – las misivas se llenan de preciosas infor-maciones familiares, sobre las propiedades del tercer marqués – al año siguien-te se convertiría en el cuarto al morir su hermano, el frágil fadrique –, sobrelas operaciones relativas a la compra de los feudos de ferrandina y Montalba-no, sobre la política italiana y la guerra mediterránea (la de 28 de octubre de1571 informa de la victoria en lepanto) y, claro, sobre la salud de ambos, untema inevitable en este tipo de registros personales. como en la de 26 de juniode 1568, cuando encontramos a don García ya retirado la de política en lacorte de su cuñado – su hermana murió en diciembre de 1562 –, pasandounos días en los baños de san filippo cerca de siena, intentando mejorar laprecaria salud que le iba a impedir cumplir su deseo de regresar a españa:

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la mia gracias a Nuestro señor va cada día mejorando, como muy bien y con gusto,duermo con mucho descanso y aunque despierte de noche vuelvo al sueño de la mismamanera, las congoxas que solia tener son arto menos, estoy de mejor color, y cada díavoy cobrando mas carnes35.

afortunadamente para nuestro relato, otro de los temas recurrentes entreellos será el del cenotafio y entierro del Virrey, especialmente entre mayo de1569 y noviembre de 1572 cuando constatamos que don García había mu-dado en sus intenciones y estaba decidido a traer el cuerpo de su padre desdeflorencia para enterrarlo en Nápoles, en el sepulcro de Giovanni da Nola quese habría de montar en la nueva iglesia de san Giacomo degli spagnoli, en elcoro, «a espaldas del altar mayor» [documento 5]36.

aunque las fuentes que nos guían guardan silencio durante los años cla-ves de 1564 a 1568 mientras García rige el virreinato de sicilia, los datos re-velados por las cartas intercambiadas entre el marqués y lope de Mardones,primero, y Mateu coll, después, son diáfanos a propósito de las razones fa-vorables al traslado de los restos del Virrey desde florencia y a las condicio-nes exigidas al montaje de su lujoso sepulcro en san Giacomo degli spagno-li. especialmente la de 21 de julio de 1569 que por ello va transcrita íntegra-mente [documento 6]37. las ventajas de la opción napolitana eran tantasque es fácil comprender que la villafranquina se diluyera al mismo tiempoque se desvanecía el fantasma de Vincenza spinelli. a pesar del poderosísi-mo argumento que representaba el testamento del Virrey, los penosos avata-res de la fábrica de la colegiata junto a factores como los elevados costes deltraslado del cadáver y de las piezas del monumento sepulcral a Villafranca –pagando «el flete de la nave que la hoviesse de llevar hasta españa y despuésde la marina hasta Villafranca»–, o como el relativo a la modestia del cultoen la inacabada colegiata en comparación a la suntuosidad garantizada porsus 34 capellanías y la capilla de música de san Giacomo «muy excelentecon un organista el mejor deste lugar que en verdad es oyr una misa mayorallí como en la capilla del rey o del papa», acabarían por influir en el ánimodon García, que se decantaría por el destino parteneopeo. sin olvidar la im-portancia que en este sentido tenía la convicción de figuras como lope deMardones y más adelante el abad Mateu coll de que Nápoles – y en Nápo-les, san Giacomo – era el destino más apropiado para el cuerpo de don pe-dro de Toledo, ya que fue Nápoles había sido su gran escenario y sería el lu-gar que más le recordaría.

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eso sí: el marqués exigía que la sepultura quedara instalada en el espaciomás solemne y simbólico del templo que comenzó a edificar ferrante Ma-glione – o ferdinando Manlio – el arquitecto de confianza de don pedro deToledo, en 1540, y que por entonces estaba bajo la dirección de Giovannifrancesco di palma (el «Juan francisco Normano» de la carta), llamado elMormando, igual que su maestro Giovanni francesco donadio: «la sepolturano se havia de asentar en otra parte que debaxo de la cúpula que está a las es-paldas del altar mayor la qual es quadra abaxo y redonda ençima». una solu-ción presentada como innegociable y que vinculaba el sepulcro y el podersimbólico de la cúpula elevada sobre el vano cuadrado de la cabecera de la ba-sílica, también llamado el «coro». esto forzaba un debate a propósito de lareubicación de la sillería prevista para tal espacio y que ahora, a la vista de lainstalación del sepulcro, debería ocupar otro ambiente por la imposibilidadde «que este el coro y sepoltura todo junto por ser muy chico el lugar comoVuestra excelencia lo verá por ambos estos disegnos que este chico he hechoyo y este grande Juan francisco Normano».

la alternativa, contenida en «est.otro disigno que Vuestra excelencia veráseñalado con «B», es fundamental para entender la doble cabecera actual desan Giacomo: era la dilatación en profundidad de la cabecera para generarun nuevo abside poligonal – una «capilla mas adentro» – donde se asentaría«la sepoltura que con una rexa de hierro estaría muy honrosa» para evitar quelos oficiantes del coro quedaran lejos del altar y con el gran sepulcro en me-dio. esta opción «B» no era del agrado de don García que aspiraba a invertirlas posiciones destinando el coro al nuevo ábside, elevándolo «con siete gra-das y después el llano del coro en pendin de manera que cada uno de los queestuviesen en el coro viese igualmente el sacrificio del altar», para mantener elcenotafio bajo la cúpula.

así las cosas, al menos en el verano de 1569 se decidía que la tumba«quedará entre el coro y el altar mayor debaxo en medio de la cúpula en unaiglesia que no la hay mas linda y también servida en Ytalia y no es manera dedecir sinó verdad», y se comenzaba a pensar en

traer la sepoltura desde el parco a la iglesia se haría con muy poquita costa porque setraeria con los bueyes de la estarça de puçol y el descomponella y componella lo hariaun maestro en 10 dias cosa es que a mi pareçer no se deva dexar de hazer aunque costasetres doblados porque en una ciudad como esta y en una iglesia tan principal en el mejorpuesto que haya asentar una sepoltura tan linda yo tengo para mi que muchos reyes no

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han llegado a tanto y mas poniendo muchas armas de Vuestra excelencia en ambas lascapillas.

de pasada Mateu coll se quitaba de encima la angustia cotidiana de te-mer que las piezas del sepulcro pudieran dañarse, algo que ya había sucedidoen una ocasión [documento 6]:

por que los pajes juegan a la pelota en aquella sala y entrando estos días a cobrar una pe-lota rompieron ambos los braços a uno de los ángeles al saltar que hizo uno de las ta-blas adentro y así como esto es cosa que se puede remediar muy façilmente podrían ha-zer otra que no tuviese remedio, sin mucha costa38.

unos días más tarde, un nuevo diseño, «señalado con .d. que ha hechoNormano», discurría sobre cuál debía ser el perfil del tramo añadido a la ca-becera, si de planta cuadrada o semicircular, y se aseguraba al Marqués quesus armas figurarían en todos los elementos del ambiente, incluidas las vidrie-ras [documento 7]39. así, el 19 de agosto de 1569 don García, tras revisar losproyectos que había recibido, daba absoluta conformidad a lo pactado y alcierre del ábside con una solución circular, y prescribía al abad que «deis or-den que con brevedad se empiece a dar principio a la fabrica de la capilla»[documento 8]40.

durante el otoño los trabajos avanzaron con aparente normalidad sal-vando algunos imprevistos importantes ya que afectaban a la determinacióndel grosor de los muros perimetrales y a la magnitud de la cimentación, final-mente mucho más importante y costosa de lo previsto a causa de que «cavan-do los cimientos se ha hallado el monte mucho mas baxo de lo del cuerpo dela iglesia de manera que el gasto será de cerca doszientos ducados mas». uncoste que Mateu coll aconseja asumir dada la magnificencia de una opera-ción comparable, o incluso más imponente, a «los enterramientos de los reyesen Toledo y los de papa Martín colona y de paulo Terçio y prometo a Vues-tra excelencia como a verdadero servidor que no llegan a este puesto y her-mosura de gran trecho» [documentos 9 y 10]41.

sin embargo las informaciones de los últimos meses del año 1569 y lasdel año 1570 demuestran que el acuerdo entre don García y los gobernadoresde san Giacomo era precario y que estos perseveraron hasta alterarlo paraconseguir invertir las posiciones pactadas para la sillería y el sepulcro, inclusoa pesar de la declaración formal del 13 de noviembre de 1569 por la cual se

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confirmaba la concesión del coro de la iglesia para «hacer del capilla» e insta-lar la sepultura «de la excelencia del Virrey de buena memoria padre de Vues-tra excelencia» y el compromiso del Marqués de «hazer el coro de tras de di-cha capilla». aunque se hacía notar que la solución pactada representaba «al-gun discomodo por venir a estar algo lexos los cantores», los gobernadoresparecían dispuestos a asumirla «por la memoría que se debe tener de un talprincipal principe, y que tanto bién hizo a toda la nación y que fue el princi-pio y fundador desta sancta casa y hospital, y por lo que particularmente to-dos desseamos servir a Vuestra excelencia nos contentamos de todo lo que pi-dió y se lo concedimos como quiso», urgiéndole a tomar alguna decisión so-bre el grosor de los muros que ellos, con el aval de diversos maestros locales,juzgaban insuficiente «y que havia de ser más grueso para la altura que haviade tener, y haver de estar çerca del castillo por lo que toca a la artillería» [do-cumento 11]42.

en esta última cuestión, los sobrecostes resultaron ser un inconvenienteañadido. de hecho lo primero que hizo el abad al aparecer la disputa fue inte-rrumpir la obra «con dezir que no tenia orden de gastar tanto como en effettoera menester» a la espera de la reacción de don García. Éste al saberlo y, tras re-criminar a Mateu coll por no haber formalizado los primeros acuerdos me-diante un contrato notarial, ironizaba sobre la debilidad de unos muros decinco palmos – «porque parescelles las paredes de cinco palmos de ancho soti-les esta claro que es ancha que el palaçio que haze agora el duque de florenciaen pitxi, que creo señor habrá visto no tiene mas gruessas paredes» – acabaríaplegándose a retocar los pactos de la fábrica para que la obra no se interrum-piera – «en ninguna manera se ha de dexar de hazer la obra»43. en consecuen-cia, el 16 de diciembre de 1569 el abad ya hacía concesiones y para evitar«que el negoçio quede imperfeto» admitía como mucho «siete palmos de çi-mientos y seis de pared siguiré la obra aunque me la pidan de ocho de pared yX de çimiento», incluso asumiendo él los gastos adicionales [documento 12]:

y si su excelencia no quedara servido d’ello que no lo creo no se me dará nada tener gas-tados quinientos ducados mios con que vaya cosa tan principal a perfiçión lo que diffie-re de como yo le offrezco a como me piden ymportará quatroçientos ducados incircaseria largo trabajo decir lo que podría en esto respondiéndoles su excelencia se les ha dedecir illustres y si señorías mejor y con toda dulçura por quitar achaques no solo honro-so pero importantíssimo negocio es salir con esto y mayor cantidad de dinero le tengo[…]44.

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aun con todo, la decisión definitiva sobre la ubicación del monumentosepulcral de don pedro no se tomó hasta la primavera del 1570 tras reapare-cer las dudas sobre el lugar más conveniente para el gran sepulcro marmóreo:o bien, como deseaba la parte del cuarto marqués «debaxo de la cúpula queestá a las espaldas del altar mayor la qual es quadra abaxo y redonda ençima»,o bien «en esta capilla que se ha de hazer a las espaldas del coro», que era laopción preferida de los gobernadores de la iglesia y el hospital de santiagoaunque no siempre la manifestaron de forma explícita, tal vez porque se sabí-an obligados a respetar los designios de los Villafraca, ya fuera por respeto a lamemoria del Virrey o por la conveniencia de que era don García quien corríaa cargo de los gastos de la edificación de una cabecera preparada para acoger,a la vez, un nuevo coro y un ambiente sepulcral.

el 13 de abril de 1570 aparecía sobre la mesa de la discusión un argu-mento nuevo que daría un nuevo giro al proyecto, absolutamente favorable ala forma deseada realmente por los administradores. lo hallamos en las cartasde 13 de abril y 28 de mayo. [documentos 13 y 15], y en la de 7 de mayoque ofrece un interés suplementario, al indicarnos que en ese momento tam-bién se manejó la posibilidad de completar la ornamentación de los espaciosde la cabecera con un altar absidal con alusiones elocuentes al patrocinio dedon García [documento 14]:

en lo hondo de la capilla dedicado al naçimiento de Nuestra señora con la qual se po-dría adornar con dos columnas de aquellas que están a la puerta de la caballeriza dechaya que seria muy poca costa y muy sumptuosa y digo al Naçimiento de Nuestro se-ñor porque en tal dia Vuestra excelencia tomó africa y el peñon y libró Malta lo que sepodría decir en un epitafio latino acomodado, mande Vuestra excelencia lo que fuereservido […]45.

la secuencia de indicaciones contenidas en unas misivas en las que hastaahora hemos depositado nuestra confianza en tanto que testimonios de loshechos, me inclina a considerar que una lectura más coherente de las deter-minaciones encadenadas que tuvieron lugar entonces indicaría que toda laplanificación previa varió desde el momento en que los gobernadores de sanGiacomo adujeron como un gravísimo inconveniente, un motivo de francaindecorosidad, el hecho de que al medir el sepulcro – no me atrevo a decir simontado o no – se comprobase que superaba en 5 o 6 palmos la altura delsantísimo sacramento del altar: «estos maestros de santiago han hecho me-

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dir l’altura de la sepultura del Virey que está en el çielo la qual es catorze pal-mos alta de tierra y el santo sacramento no es sino nueve». así el resultado deinstalar el sepulcro tras el altar sería la usurpación por parte de la tumba de lajerarquía del altar, «por donde pareçe a todos los architetos que sería fea cosay poca reputación ponerla allí».

ante este dato hubo que tomar nuevas determinaciones que contentaríanmucho más los deseos de los Maestros de santiago que los del cuarto mar-qués de Villafranca ya que, finalmente, se intercambiarían las ubicaciones dela sillería, que, como ellos querían, quedaría bajo la cúpula, y del sepulcro, re-culado hacia la cabecera del templo, la capilla añadida al coro por parte deMormano, la «capilla que estava desinada para coro» – la colocación actual46.allí, según Mateu coll el monumento funerario del Virrey estaría «muchomejor con mayor autoridad y más cristianamente desta manera que de la otraque se avia apuntado porque realmente pareçeria muy mal que las estatuas es-tuviesen seis palmos más altas del santissimo sacramento»47.

a partir de este momento de decisiva efervescencia el debate sobre el lu-gar donde instalar el sepulcro calla definitivamente, al menos en esta fuentedocumental. Tan solo resonará su eco el 29 de septiembre, cuando se mencio-na que «la obra de la capilla camina çierto está que pocos reyes y ninguno delos que yo he visto tienen tal enterramiento […]»; el 28 de diciembre de1571 para indicar la previsión de que estaría cubierta en marzo del año si-guiente y el 20 de abril de 1572 para recordar que «se ha de mirar la capillaestará acabada de cubrir entre quinze dias»48.

esta expectativa sobre la finalización del trabajo arquitectónico y demontaje del sepulcro animó el inicio de las gestiones para traer el cuerpo delVirrey desde florencia. si bien es cierto que se había empezado a pensar enello el 23 de noviembre de 1569 («pesa ahir errado en la tardança de la esecu-çión de lo de la capilla para el enterramiento, emendarse ha y no se ha podidonada porque labrador de invierno serà eterna y acabarse ha luego Vuestra ex-celencia puede mandar que se empieçe a dar orden a la venida del cuerpo»49),y en algunas cartas del 1570. en concreto las de 5 de marzo de 1570 («elcuerpo del Virrey soy de pareçer que venga con las galeras de florençia por-qué la capilla estará cubierta muy presto y esto es bien que se cumpla mien-tras su excelencia está en italia»50), el 4 de septiembre de 1570 («he consigna-do la ratificación a los maestros de santiago si Vuestra excelencia es servidoserá bién dexar orden como se traiga el cuerpo del Virrei que está en el çie-

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lo»51); y el 18 de septiembre («en lo que toca a que se lleve ay el cuerpo del vi-rrey mi señor que haya gloria, antes de mi partida ablaré al gran duque sobreello para que le mande llevar y se hará como conviene, entre tanto deseo se-ñor se dé mucha prisa la fábrica de la capilla»52).

pero lógicamente la mayor parte de las previsiones se producen a partirde mediados de 1571, ante la posible culminación de la fábrica de la cabece-ra, con el coro y la nueva capilla absidal. primero en mayo, por ejemplo,cuando las consultas en florencia dejan claro que el cuerpo del don pedro es-taba allí en condición de depósito, algo relevante ya que «si es deposito queno es menester otra liçençia si no con grandissimo secreto llevarlos por mar opor tierra», pero si no lo era se debería pedir una licencia al papa53; y mesesmás tarde, en diciembre cuando el abad comunica a don García que «la capi-lla se cubrirá al março será bién que Vuestra excelencia mande mirar si con-viene veniendo el cuerpo de l’excelencia del Virrei que se haga coltra que enflorencia se sacará a poca costa»54; en febrero cuando don Mateu le informa-ba «que con las galeras de luis de acosta o con las del gran duque que vengael cuerpo del virrey que està en el cielo»55; y por último en la misiva de 20 deabril de 1572 que llegaba a precisar como se debían encajar los restos de donpedro:

en todo caso no me parece que se debe dexar de traer el cuerpo del Virrey d. pedro y sepuede poner en una caxa de estas comunes de ropa y acabarla de hinchir de algodónjunto al cuerpo y lo demás de estopa por que los huesos no se descoyunten si estuviereentero el cuerpo y aunque esto es un poco de ayre toda via en hombre de tanta calidadse ha de mirar la capilla estará acabada de cubrir entre quinze días56.

por desgracia la serie de correspondencia que tan bien nos ha guiado has-ta aquí y que permite situar con tanta aproximación lo que aconteció durantelos años 1569 a 1572 en el interior de san Giacomo degli spagnoli, se cierrael 25 de junio de 1572, de golpe, abruptamente – y de manera frustrante, co-mo ahora veremos. Me temo que no hay otra razón para el final de estas co-municaciones que el azar, que algunas veces favorece los intereses de la inves-tigación histórica pero que a menudo los complica y dificulta. en este casolas cartas nos abandonan tras habernos hecho creer que los despojos de donpedro no tardarían en ocupar su lugar en la tumba napolitana, hasta tal pun-to que si no tuviéramos más informaciones sobre el tema, ahora mismo nadiepondría en duda que el sepulcro de Giovanni da Nola guarda sus restos.

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sin embargo sabemos que no es así, que el cuerpo del segundo marquésnunca llegaría a la tumba napolitana que le esperaba y que quedaría en unaurna de mármol, hoy desaparecida, a los pies de la nave de la catedral de flo-rencia57. por los extraños caprichos de una historia que en algunos momentosllegamos a reconstruir con bastante detalle y admitiendo que tales «capri-chos» son básicamente un subterfugio que quiere difuminar nuestra impo-tencia ante el enigma, parece que no podremos saber, al menos de momento,porqué aquel traslado tan deseado y necesario nunca se produjo, cuál fue larazón que lo impidió o lo imposibilitó cuando todo parecía decidido y enca-minado, y qué extraña circunstancia explica que no tuviera lugar algo que pa-recía tan inevitable y lleno de sentido. curiosamente sí llegaron al destinoprevisto los restos del hermano del Virrey, fray Juan de Toledo, fallecido en1557 en roma y sepultado provisionalmente en santa Maria della Minerva.en el año 1616 fueron inhumados en la cripta bajo el altar mayor. sin em-bargo, dice alfonso rodríguez G. de ceballos, «no se hizo el mausoleo que élhabía ordenado en el codicilio de su testamento»58.

Las villas de Pozzuoli y Chiaia

el último episodio de la «eredità» toledana que vamos a abordar aquí, ala espera de tener más y mejores datos a propósito de las poco conocidas fun-daciones bercianas de santa María de cabeza de alba y del convento de laconcepción de Villafranca, es el relativo a los avatares de su residencia enpozzuoli, muy relacionados, como se verá, con los de la villa de chiaia, pro-piedad de su hijo García. ambas son presencias simultáneas en los legajos do-cumentales que han ido vertebrando la temática de esta aportación. sin em-bargo, su estudio resulta complicado – por no decir frustrante – y erizado dedificultades a pesar de la maravillosa aura y la perenne memoria dejada porambas, dada su casi completa desaparición, si exceptuamos las reliquias ar-quitectónicas conservadas entorno a la torre del palacio de pozzuoli, «indegniscampoli architettonici dell’ormai lontana magnificenza», quizás porque es-peran un atrevido proyecto de recuperación y revalorización59. es, pues, unestudio tocado por la melancolía que brota ante la magnitud de lo desapare-cido, de aquel mundo perdido de la poderosa aristocracia local, hispana y na-politana, resguardada en sus suntuosas y amenas villas, rodeadas de vestigios

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y fantasmas de la mitología y de la antigüedad, paseando en sus sensorialesjardines repletos de esculturas, fuentes, pérgolas, pabellones decorados confrescos de temática mitológica, y grutas, disfrutando de las hipnóticas pano-rámicas sobre el golfo o de los sonidos de la vida popular de los napolitanos.

lamentablemente, las fuentes que se ofrecen a continuación no nos per-mitirán avanzar demasiado con respecto a lo escrito y lo publicado reciente-mente sobre las residencias suburbanas de don pedro y don García de Tole-do que, a su vez, avanza árduamente desde las descripciones renacentistassiempre bastante genéricas, de manera que, por ejemplo, es difícil ubicar co-rrectamente en cada uno de los ámbitos toledanos, los diversos elementosmonumentales conocidos, particularmente las fuentes, puesto que las villasinvolucradas no suelen identificarse de una manera certera y clara. por estasmismas razones no se tocará aquí el tema de la residencia virreinal del centrode la ciudad, el «parco reale», dado que en las series documentales consula-tadas no aparece nada nuevo respecto del estado de la cuestión sobre tal or-ganismo60.

así, para evocar la imagen que nos queda de la residencia toledana enpozzuoli edificada por ferdinando Manlio contemporáneamente a la restau-ración de la devastada ciudad tras el terrible terremoto de 1538, debemos ob-servar atentamente la preciosa «Vedutta del palazzo di don pedro dal largodella Malva» de achile Vianelli (1820 ca.) que publicó silvana Musella61, re-tomar la nota de Giulio cesare capaccio extraída del capítulo XVii de La ve-ra antichità di Pozzuolo (1607), muy sensitiva y viva, que identifica los gran-des atractivos del conjunto, el paisaje histórico evocador del esplendor de laromanidad, la naturaleza domesticada de los jardines animados por los juegosde agua de las fuentes y en diálogo con el arte antiguo, la cercanía de la playay el mar62, enriqueciéndola con las precisas descripciones, forzosamente bre-ves, propuestas por carlos J. hernando:

la estructura de la villa, alzada sobre ruinas romanas, frente a la península donde se ha-llaba la ciudad, seguía un modelo a la vez fortificado y recreativo que venía ensayándoseen las residencias alzadas desde hacía pocos años por algunos nobles napolitanos en lariviera di chiaia. presidido por un gran torreón, se extendía un jardín en pendiente ha-cia la costa, rodeado por una cerca. el palacio propiamente dicho contaba con diversasestancias representativas que fueron ricamente decoradas con frescos y estucos porGiorgio Vasari durante su estancia en Nápoles, mientras que un edificio exento se dedi-caba a caballerizas. las fuentes que jalonaban ese espacio de retiro constituían uno de

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los conjuntos más espléndidos de la jardinística italiana del período, con un númeroelevado de esculturas antiguas y modernas, grutas y juegos de agua63.

finalmente, algunas noticias antiguas transmitidas por Giorgio Vasari yel inventario de los bienes del Virrey, espléndidamente analizado y contextua-lizado por carlos J. hernando, completan la caracterización de lo artística-mente más relevante del complejo puteolano. el pintor y teórico aretino re-cuerda trabajos propios como el haber decorado «a fresco nel suo giardino dipozzuolo una cappella et alcuni ornamenti di stucchi sottilissimi», y silvanaMusella indica que además realizó, hacia 1545, la decoración a estuco y alfresco de una «loggieta» y una tabla con una «crucifixión de cristo» con«dua putti che ricolgono il sangue» y la Virgen María, María Magdalena ysan Juan, para la capilla del palacio. Mencionando la peripecia del «fiume»de pierino da Vinci conservado hoy en el Musée du louvre, creado para leo-nor de Toledo y regalado por ésta a su hermano don García, «il quale conmolto piacere lo ricevette per le fonti del suo giardino di Napoli a chiaia»,pero finalmente, según fernando loffredo (que cruza la descripción del areti-no con una de las entradas del inventario), colocado en los jardines de donpedro en pozzuoli. es la gran obra superviviente de los diversos ámbitos deesta villa tan rica de obras de arte antiguas y modernas, de mármol o de bron-ce, como acredita el inventario del Virrey analizado por carlos J. hernando,silvana Musella o fernando loffredo64.

la reconstrucción de la villa de chiaia que don pedro de Toledo habíaadquirido al cardenal pompeo colonna, presenta también complicaciones, siaspiramos a encontrar alguna imagen gráfica o a una descripción exacta de sutopografía y arquitectura, si nos preguntamos sobre la articulación de sus es-pacios y la modalidad del sistema arquitectónico o los repertorios ornamenta-les utilizados o si queremos identificar a los artistas involucrados. pero, a dife-rencia de lo que acontecía en pozzuoli, para el acercamiento a la imagen dechiaia contamos con las ciento setenta octavas reales de las Stanze al vicerè diNapoli de luigi Tansillo, que de la mano de la ninfa clorida, y junto al Vi-rrey, nos invitan a visitar no tanto la villa como el «giardino del vostro illustrefiglio», sin temor a los celos de las bellas nimfas de pozzuoli65.

así, a capricho de clorida, vamos descubriendo las delicias, los encantos,los placeres y las fragancias que genera el jardín, fabuloso y real, transformadoen escenario arcádico en el que habitan lo seres reales y los imaginados, que a

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distintas horas del día se mueven en los mismos espacios, como la playa dechiaia donde, en lo más oscuro de la noche, «quando più l’ombra il mondonegro smalta», descubriremos la llegada de las criaturas mitológicas del mar ylas que bajan de los bosques para ocupar las arenas que pocas horas antes eranel escenario de la abigarrada actividad de pescadores, nadadores, gentes quecantaban, bailaban, se desahogaban, explicaban historias o sencillamente«siedon nel lido allato ai visi amati».

Y descubrimos, sobretodo, que diversos conjuntos artísticos embellecíanel mítico jardín, aunque no sea posible siempre decidir si se trata de elemen-tos existentes ya en época del cardenal colonna o elaborados tras la llegadade García de Toledo. excepto en el caso del pabellón revestido de mirto queen medio de la calle «tra la porta del mare e del palagio» rodeaba la fuentemonumental que lo centraba (octavas XliV-lXiii), una espléndida realiza-ción de Giovanni da Nola «al cui scarpello invidia avrian vivendo, prassitele efidia». su vínculo con la etapa del cardenal es clara ya que en la cubeta infe-rior de la gran estructura marmórea tres divinidades marinas, Glauco una deellas, («opera egregia: mezza han di pesce e mezza d’uom la forma»), mostra-ban la heráldica de su linaje mientras admiraban el grupo de las Tres Graciasque revestía el tronco de la fuente y que con «un corno d’abbondanza, ch’u-mor versa» les enviaban el agua. las tres divinidades sostenían el vaso supe-rior coronado por otro bello personaje femenino: una figura alada de («chi lagiovane sia, giurar non posso»), «fama, o la Vittoria, o la fortuna», «che lieval’acqua in alto, e poi la lassa / cader, sí ch’empie il vaso, e fuor si getta; / e par,mentre ella piove su le donne, / che per lavarsi gittar via le gonne».

Junto a la fuente, las estructuras más atrayentes del complejo eran las dosloggie que

non son […] ignude e schiette,ma di mille color sparse e distinte; e perchè il soggiornarvi più dilette,v’aran di molte favole dipinte: qui son già sul pennello, o quai perfette;son altre antiche, altre di novo finte […] (cXl).

en una de ellas, aquella «ch’al fresco si destina», se representaron dos his-torias de pasión amorosa mitológica, la de Boreas «d’amor caldo e d’ira», rap-tando a la princesa oritia, y la de Júpiter «acceso di calisto ninfa d’arcadia».

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en la otra, «che mira al tepido austro», «dipinto han di fetonte il duro caso»acompañado de representaciones de las estaciones y las horas, con episodiosque Tansillo recrea en un bello ejercicio ecfrásico: el poeta reelabora el acci-dentado viaje del torpe y maravillado auriga por la tierra y el firmamento has-ta que Júpiter, representado en medio de la bóveda de la galería, da la fatal or-den que acabará con el insensato joven y sus incendios, cuyo fin aparece «giúnel muro, in ver’le porte». una temática que con el complemento de losamores del dios sol visibles «ne le mura d’intorno», resultará perfecta paraaquella estancia de uso invernal:

il veder foco e sol per tutti i muri par che vi scaldi, anchor che’l mondo geli;quasi vi scalda alla stagion piú fredda,come l’altra alla calda vi raffredda.

por último, Tansillo se detiene también en el jardín, cuyo laberinto deenebro ciñe un muro aun no decorado «ove sarà dipinto / […] / ogni batta-glia che’l re nostro ha vinto, / o sia terra o sia mar dove si vince, / ’l mio Gar-zia, dietro al suo augello invitto,/ or fu seguace or capo nel conflitto». al me-nos así lo quería el poeta («quest’opra ho gran desio che si comince») que sepropone convencer a un don García poco propicio, decorosamente, a que elmuro ostentase sus hazañas.

e benché’l buon signor contenda e pugned’impedir la bella opra quanto puote,e vorria, in luogo di moderne pugne,por cose dal suo tempo più rimote,parendo a lui ch’a onesté ripugne,ch’uom ne’suoi tetti le sue glorie note;io faró sí, ch’al mio voler s’acquete,e de’ suoi chiari onor s’orni il parete.

por suerte hay algunos documentos, como las cartas dirigidas el 11 de ju-nio y el 5 de agosto de 1569 a don García por nuestro viejo conocido, el abadcoll, que iluminan algo la identificación y algunas características de las fuen-tes de la villa de chiaia: la de Neptuno, la del escollo – capaz de hacer unalluvia de agua perpetua –, la de la Victoria, que conocemos gracias a la des-cripción de Tansillo y que el virrey pero afán de ribera en una visita al jardín

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destacaba como «la mas linda del mundo», y, por último, «una fuente antiguade marmol con una pilla de una pieça que estava hechada y perdida en mediode una calle» y que podía reemplearse en la villa66.

profundizando en esta correspondencia intercambiada entre don Garcíay lope de Mardones o el abad Mateu coll, que nos ha sido tan útil hastaahora, observamos algo tan chocante como las alusiones a la posibilidad devenderlas ante la presión de los acreedores – o alquilarlas a patricios españolesde paso por Nápoles67. era algo que parecía impensable ya que, en el testa-mento, don pedro trasmitió pozzuoli (y las tierras de «campillones») a Gar-cía, estableciendo que su heredero no pudiera venderla ni dividirla jamás. Nohay duda de que, finalmente, éste, atrapado en la angustiante maraña de lasdeudas contraídas por el Virrey, debió plantearse contrariar las voluntades pa-ternas también en esto e, incluso, algo tan duro para él como desprenderse desu locus amoenus de chiaia68.

así se lo planteó en enero de 1563 cuando al ofrecérsele la posibilidad decomprar los lugares de uceda, Talamanca y Torreluenga «y añadir esto almarquesado de Villafranca”, sabe que debería vender puçol y chaya, algo queentonces le disgustaba: «el vender de puçol y chaya no ha de tener effectohasta que passen las cortes, que seran çierto a mayo, porque si su Magestadme manda yr en italia y por caso huviesse de ser ay mi residençia antes quie-ro vender mis rentas que esto»69. Tal vez por tal razón conservó las propieda-des mientras fue virrey de sicilia y mientras residió en florencia, en la cortede su cuñado cosimo i y de su sobrino francisco i una vez abandonada laprimera línea diplomática y militar.

Más adelante le llegaron ofertas de compra para ambas por parte de JuanBautista de Grimaldo y por Niccolò, duque de eboli, aunque el abad coll noveía mucho sentido ni siquiera en alquilarlas70:

he visto lo que Vuestra excelencia manda çerca de l’alquilar la casa de chiaya yo loprocuraré con la mesma destreza que Vuestra excelencia lo apunta pero no dexare dedezir que no se hallaran de çien ducados ariba y no me pareçe que tan poca cantidadpueda hazer servicio de consideración a Vuestra excelencia tanto más que sería fuerçaconotarse que se destruyese el Jardin porque quien alquila no se arta de stragar y pensarde dalla sin el, no se hallaría un real , porque está fuera de la ciudad y lexos de los tribu-nales y quien la desea esperando alcanzarla por quatro meses que piensa holgarse sinque le cueste nada pudiéndola haver alquilada no la desean todavía yo procuraré lo queVuestra excelencia manda, vive agora en el quarto grande isabel de Noia la qual visitéyo mesmo de parte de Vuestra excelencia y queda tan obligada como es razón71.

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claramente, el marqués no se desprendería de lugares tan emblemáticosa cualquier precio: el 8 de mayo de 1571 escribe una «Memoria de lo que elseñor abad Matheo coll ha de hazer en Nápoles» para preparar su vuelta aespaña, y entre las labores encontramos la liquidación de sus propiedades enNápoles, entre ellas el jardín y casa de chaya, que revela el precio en que setasaban ambas villas: «[…] si saliere comprador para el Jardin y casa de cha-ya que de de Xii mil ducados arriba concluid la vendita y si en la casa de pu-çol jardin, estarça y campillón saliere comprador que diere de XXii m aXXV mil ducados concluid la vendita»72.

creo que en estas coordenadas, las de un propietario que desea regresar asu país, no deberíamos esperar grandes operaciones en ninguna de las resi-dencias del cuarto marqués. Quizá por ello cuando son mencionadas en lascartas es solo en relación a su estado de conservación. por ejemplo en las in-tercambiadas entre el abad y don García en abril y mayo 1569 que retratan lamala conservación de algunos sectores del jardín:

ayer fui a ver el jardín y casa de chaya y en verdad que es lástima ver qual está todo,particularmente la calle larga de las Murtelas junto a la gruta que todas las colunas ymadera estan podridas y al primer viento que venga rezio dara con ellas en tierra y enmuchas partes está puntelada y lo mismo la madera de las pergolas que todas se caen.ameçola me ha dicho que lo ha escrito a Vuestra excelencia y que no tiene orden deaderezar sino la espaldera que va desde el palacio a la lonja la qual se esta aderesando, noay cosa sana sinó la calle grande que sale de la loggia a la marina que está muy linda y lomesmo la grutta con el remedio que se le hizo agora dos años, y el bosque también estábueno, todo lo demás tiene la madera rotta y podrida y se cae a pedaços, la casa quedótal que ni tiene cerraduras ni aldavillas y muchas puertas y ventanas quebradas, ameço-la lo va remediando lo mejor y con hazer menos gasto que puede hame dar aviso dello aVuestra excelencia para que mande lo que fuese servido73.

ello no preocupaba excesivamente al marqués:

el Jardin de chaya no esta malo por que aya sido muy mal tratado sino porque se le vapudresçiendo la madera y particularment aquella de la calle de las murtas y la otra de lapuerta grande a la chequita de la casa he dicho al jardinero que me sepa a dezir todas lasmaderas que están podridas del pie y que tienen lo demás bueno porque le enclavare-mos el pie de madera nueva y chamiscada que costara mucho menos y otros que ay queson podridos todos procuraremos que si se corta la selva de campillon se saquen de allípor hazer menos costa74.

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Tal estado contrastaba con el buen aspecto de la de pozzuoli: «y el jardínde puçol es gloria verlo, y lo mismo la estarca sino que el jardinico del labe-rinto havra menester un poco de aderezo de aquellas pergolas que será de po-ca costa»75.

eran pequeños daños reparables, muy poca cosa al lado de los que podíancausar los fenómenos sísmicos en la zona de chiaia hasta los campi flegrei.por ejemplo los del otoño de 1569 que tal vez por virulentos dejaron su mar-ca en la correspondencia del abad coll. el primero, en forma de terremoto,tuvo lugar el 23 de octubre de 1569, «[…] los más estraños que se acuerdande treinta años a esta parte tanto que mucha tonica de las pieças del palaçio seha caydo y es menester adreçar todos los tejados y el primero pilar de la lojagrande». el segundo, aparentemente más mortífero se produjo pocos díasdespués, el 1 de noviembre y el abad lo describe con gran detalle [documen-to 16], caracterizándolo como un violentísimo temporal que provocó muer-tes y muchos daños en algunas de las mejores villas de la zona, incluidas lasde los Toledo. Tanto la de chiaia, en la cual se indican los daños sufridos enel jardín y en las fuentes de la «fortuna», la «Victoria» y la de «Neptuno», co-mo la de pozzuoli, donde derrocó «aquella pared de la estarça que suele siem-pre caer en las padulas». aunque allí tras el diluvio tuvieron lugar «dos gran-dissimos terremotos por que el agua çerro las bocas de la Çulfatara». las con-secuencias materiales debieron de ser terribles, pero aun lo fueron más las psi-cológicas para la población, asustada además, por un astrólogo apocalíptico:

ha puesto tan grande miedo en esta çiudad que prometo a Vuestra excelencia que no sevee hombre que no ande triste y el martes se confesaron y comulgaron mas de cinquen-ta mil animas y dizen que el virrey tiene un estrolago preso que se a puesto en las carçe-les de grado que mañana se ha de undir media Çiudad y no hay desengañallos desta ne-çedad y ha passado tan adelante que el capellan mayor que es persona grave y de mu-chas letras y el Marques de poliñano han ydo a ynformarse de Balthasar de Torres muyde veras y con mucha ystançia deste negocio […]76.

por desgracia, en mayo del año siguiente, pozzuoli volvería a sentir el pavor:

abra como ocho dias que en puçol huvo un terremoto de los mayores que ha habidodesde el tiempo que se abrió la montaña, ha echo muy gran daño en todo el lugar y lacasa de antonio de oria se ha abierto de alto abaxo de manera que le quieren cortar elquarto de arriba. embie luego allá a pedro de amençola el qual me dize que está roto eladuche de la fuente y que la torre se ha abierto mucho mas de lo que era y que los ca-

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quiçamis estan todos apartados de la pared mas de medio palmo todos los huespedesque estavan alli puestos por d. carlos se huyeron la mañana siguiente, yo he determi-nado de yr allá mañana si dios es servido para ver puntualmente como está y avisar de-llo a Ve con el pareçer de algun arquitetto para que no nos haga alguna burla la torre decaerse ençima de lo demas77.

ante estas condiciones, no sería prudente esperar grandes operaciones ar-tísticas y arquitectónicas en las villas de don García. de hecho la documenta-ción que he seguido para vertebrar mi texto, tan solo revela un par de actua-ciones que parecen ambiciosas. ambas se producen en la villa de chiaia yconsisten en la elaboración de dos fuentes nuevas. una se describe con detalleel 8 de octubre de 1569 y estaba dedicada a la diosa iris [documento 17 ], laotra solo se cita identificándola como «la fuente del laberinto» (o de los «azu-lejos») el dibujo de la cual, que el marqués reclamó al abad el día 3 de octu-bre78, se está estudiando junto con un misterioso, todavía, «desiño de la casa»que me siento incapaz de contextualizar:

No embio a Vuestra excelencia el desiño de la fuente del laberintio con este percachoporque he stado sin poderme menear de casa del pobre Çesar aldana el qual camina pa-ra el çielo y como era tan grande mi amigo ha sido fuerça usar con el officio de tal y dechristiano. Yra por la posta luego el desiño de la casa va con ribera que dize que va aspaña. en puçol en las casillas que se alquilan y podemos dezir en medio del caminohalle dos colunas chiquitas y la una de mischo muy linda, las he mandado poner en elgallinaro Vuestra excelencia mande si se le hauran d’embiar79.

Junto a éstas llegaría también al jardín una fuente antigua que encontróel abad coll, «de mármol con una pila de una pieça que estaba hechada yperdida en medio de una calle»80. interpreto que se trata de la misma que díadespués ya estaba en la villa: «la fuente ya está en la casa de chaya es muylinda y era perdida y prometo a Vuestra excelencia que no nos haze pocoprovecho»81.

finalmente, el último indicio de actividad «suntuaria» que he identifica-do en las villas remite operaciones de reaprovechamiento de elementos anti-guos valiosos como por ejemplo el «busto de una statua sin cabeça ni braços ypiernas y como está suzia no pude atinar si es buena mano», encontrado en la«duquesca» junto a «otros pedaços de mármol cavados y por cavar de pocoprecio, hay una linda conca ovada de una pieça aunque endida a l’un cabolarga como seis palmos ancha tres y medio alta otro tanto toda de una pieça

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es muy lindo vaso allí», que el abad coll ordenó que «se sacasse y se traiganluego a chaya», pero prestando atención «al veedor si havia más no se meneanotario cola d’encima d’ellos». Quizás tuvieran alguna importancia dadoque el 8 de enero del año siguiente él mismo insiste en que «avisé a Ve comose havian hallado los mármoles en la duquesca y lo de mas que en ellos pas-sava estando por sacados ya los mármoles el regente de la viqueria fue allá hehizo mandato penal a los maestros que no los tocassen y luego que los subies-sen y pussiesen dentro de la viqueria»82. ignoramos si tendrían relación con«un hércules roto de palmo y medio o dos que lo traeré en mi estudio para elviernes que viene a comer a casa la señora d. Geronima colonna que lo vol-veré luego, no quiero que escriva alguna gentileza»83.

es la última de las historias que puedo evocar aquí, la que nos conduciríaa un tema que ahora sólo he querido entrever, el de la relación de García deToledo con las antigüedades romanas tanto partenopeas como africanas, unaspecto de los intereses artísticos del linaje en el que todavía deberemos traba-jar. afortunadamente las fuentes de la documentación de la casa de los Villa-franca parecen prometedoras.

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apÉNdice docuMeNTal

Documento 11 de agosto de 1570

“Y assi mesmo en lo del computante, al escarpelito he tornado a hablar y estáresuelto de yr a servir a Vuestra excelencia pero espantase de haver de yr solo si se hade labrar en españa hele respondido que en ablando con Vuestra excelencia se pue-de resolver desto; dize que me dirá todo lo que se le ofreçe por toda esta semana y loavisaré luego, púsome tanto cuidado lo de don diego de cárdenas en la sepulturacomo escriví a Vuestra excelencia que luego lo consulté con [Marcantonio] flocar elqual me resolvió que no hay que temer como cosa ya dedicada a yglesia de lo que hetomado grandissimo plazer porque lo tenia en estremo assi por don diego como poralgun otro acreedor que pudiera salir hize el ynstrumento como escriví a Vuestra ex-celencia y contra toda la Justiçia del mundo Bermúdez me haze fuerça en no quererque empieçe antes que venga la retificaçión de Vuestra excelencia antes ha vedado alnotario que no me de la copia del ynstumento […]”.

10 de agosto de 1570“el escarpelino que como tengo escrito a Vuestra excelencia desiña muy bien y

tiene buen juicio en traças assi de casas como de fuerças y muy platico en las ordenesde los adornamentos dize que yra a servir a Vuestra excelencia por diez ducados almes y costa para su persona y cavallo que se le de con la costa yendo camino, pareçe-me que ha de reçebir Vuestra excelencia muy gran passatiempo con el y si Vuestraexcelencia hallará muchas cosas que enmendar y añadir en la iglesia y casa de Villa-franca gran gusto será tener a quién lo entienda lo ordene y lo obre [cifrado: este meha dicho que] todo el trabajo que me han dado en lo de [cifrado: la capilla ha sidopor el Virrey querer poner su estatua de bronze en medio del coro] háselo dicho[Juan Tomás escala]”.

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Documento 219 de enero de 1573

“hallo salvo mas claro y mejor juicio que en el elegimiento y distribución de laplanicie está muy bien compartido según arte como a Vuestra señoria le consta y lomesmo haze la cenografia y levantamiento a lo menos hasta los capiteles en algunaspartes y en otras no tan alto por lo que se ve en los dos pilares torales que respondenal cuerpo de la Yglesia han hecho cada uno de ellos grande quiebra que de maneraque muestran no ser suficientes para sustentar la carga que les ha de ser encomenda-da sin alguna manera de reparo, el cual incumbe al buen juicio del artífice a quien suexcelencia encomandare la emienda del exceso que hasta aquí esta hecho en el edifi-cio. otro si en lo que toca a los arcos perpiaños que mueven sobre estos dos dichospilares sobre los cuales han de cargar los cascos del crucero y colaterales desta machi-na no están dispuestos para hazer su officio suficientemente por que las causas tanmanifiestas como en ellos se vee estos forçosamente se deven quitar y demoler hastalas retumbras y mas si paresciere al dicho artífice según descubrieren mas o menosruina de la que esta manifestada. hallada firmeza a do parar con el demolimiento seha de tornar a hordenar el cuerpo destos arcos con mas suficiencia de la que agoratienen teniendo siempre atención a la grande carga que sobre ellos ha de cargar esco-giendo mejores piedras mas fuertes asentándolas con la industria que el arte enseña,procurando el provecho del edificio y no la brevedad contra razón que agora mues-tra aver pretendido el que la tenia a su cargo y que ha sido la causa de toda la ruynaque el edificio tiene poniendo y asentando contra el arte no de manera que las pie-dras travassen sino que subiesen y ocupasen mas la haz de los pilares y para huir deeste inconveniente mi parezer es no se de a destajo y para que la machina y cuerpodel edificio se pueda confiar mejor destos arcos se les ha de dar otra orden de sobre-arcos de muy buenas pieças crecidas y cantiosas que si fuere posible las mas dellasabraçen el grueso de la pared […]”.

Documento 327 de noviembre de 1573

“los pilares torales están muy arruinados y tienen necesidad de ser deshechoshasta donde comienzan a ser striados […] y subidos a capiteles elija y haga eleçiónpara proseguir el hedificio adelante sacando los miembros y responsiones a lo posi-ble en el contraestribos y no de la manera que agora está porque en caso que el edifi-cio estuviera bien hecho le ponía en gran peligro , por no estar hecho desta manera,como se dexa bien entender a qualquier hombre aunque no sea del arte, y ansimis-

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mo el tal maestro vea y mida sy las naves colaterales están elegidas al alto que convie-ne y el arte pide porque según los descuidos y poca habilidad del maestro pasado noternia en mucho no estuviesen elegidas al alto que conviene al pro y bien y auctori-dad del hedificio. otro si digo que an de ser deshechos los tres arcos perpiaños comoya se entiende por el capítulo arriba dicho, y los paredones y arcos que vienen en loshuecos de las hornazinas, los quales dichos tres arcos son los que vienen y están so-bre los pilares ya dichos, y digo que no se puede aprovechar para ellos la piedra queagora tienen porque son de muy poco cuerpo y hechas en mal arte. Y ansi mismo laforma de la parte del setentrión no está hecha ni montada como requiere, ase de se-hacer y volverla a hazer, y a la otra del otro lado si necesario fuere de la suerte queconvenga por guardar la orden de la montea. ansi mismo soy de pareçer se hagan enlos braços de crucero sobre el hueco de las colaterales en cada parte una ventana porla orden que vienen las hechas que demás de ser cosa que conviene al hedificio, porla mucha carga que se quita de paredes como agora se vee serán muy agradables aqualquiera que las vea y que estuvieran hechas otras dos en los dichos cruzeros en lospaños de los altares fuera bien […]. ansimismo digo que la capilla mayor según y dela manera que agora esta hecha, digo que la cruzeria della e casco de ladrillo está biénasentado y harto fuerte, eçeto los combados que no tienen corte ni golpe en arte nila eleción dellos no es para semejante hedificio a cuya causa seria de pareçer los qui-tasen atento lo susodicho y que desta piedra no vale nada ningún genero de comba-dos y ansi todos los maestros que han sido y agora son no los han echado en hedifi-cio que ayan hecho de esta piedra por ella no ser apropieda para ellos […] y aunquelos dichos combados se quiten la dicha capilla quedará harto galana y con mayorfuerça y podrá ser adornada en todas las claves que tenga con buenas medallas o fila-teras por buena orden y conçierto, y de quitar los dichos combados se seguirà en eledificio o cascos del hacerlos a su fantasia y conforme al material que se le diere eprosiguiendo la orden que agora lleva, demás de la piedra no valer nada para ello,parecería más cosa de albañeria que de cantería lo qual no se requiere en semejantehedificio como este, por manera que la dicha capilla se podrá luzier y pincelar y re-fondir y adornar de claves como dicho es con gran curiosidad y cuidado teniendocuenta de rehenchimiento de juntas que necesario sea […] primeramente digo quepara que el aprovechamiento del hedificio y evitar costa conviene primero y ante to-das cosas se saque la piedra de la mayor parte della y se labre y este labrada por bue-na orden y conçierto como cumple al pro y bien del hedificio conforme a la monteade lo que requiere”.

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Documento 44 de enero de 1600

“illustrissimo y reverendissimo señor. confiado en el amparo que hallan enVuestra señoria illustrisima quantos le an menester me atrevo a suplicalle con el en-carecimiento posible favorezca una iglesia colesial que tengo en este lugar. empeçolami abuelo y subcedió a la fábrica lo que por otras se vee cada dia que por ser muygrande se quedó en sus principios y se celebra el officio divino en parte muy inde-cente y tan misera y pobre que ninguno de mis pasados sea querido enterrar en capi-lla tan ruin. las dignidads y canónigos atienden al beneficio de sus rentas. la iglesiano tienen fabrica ni yo hazienda para fabricarla. las prevendas serán ventiquatro y sicada una como fuesen vacando sirvese la renta dellos para la obra diez años quedan-do la mitad de las prevendas para el servicio de la iglesia en caso que vaquen mas quela mitad en el tiempo que la primera huviere vacado no aya complido los diez años ycomo los frutos della ayan servido para la obra se ha visto el haverse de prover. sepodía acabar de fabricar la capilla quedando doze prevendas entre todas para el ser-vicio de coro que bastan para una muy pequeña y ruyn capilla en que ahora hacenlos oficios divinos que desdora el ser de la iglesia con ser la mejor colegial de españade las que hay en tierra de señor y como es toda provisión mia paresçe ques solo mioel daño de no proveer lo que fuere vacando hasta que todas las prevendas ayan pasa-do por su turno y servido cada una dellas como está dicho diez años para la dicha fá-brica no pudiendo estar vacado mas que la mitad y volviéndose a proveer como cadauna aya cumplido el dicho tiempo y con esto se acavará la iglesia tan suntuosa comose empeço asistiendo siempre al culto divino doze canónigos y dignidades y despuéstodos como ahora lo hacen como está dicho en iglesia que para dos capellanes a unno no era decente y confiado de recibir de Vuestra señoria illustrisima esta mercedno alego que Vuestra señoria illustrisima me escribió a Nápoles quando anduvo unverano con las galeras de su santidad que de ello quedó tan servida que Vuestra se-ñoria illustrisima en su nombre me ofrecia quanto fuese justo y onesto y que su san-tidadme consolaría y haría merced en quanto se me ofreciere y le suplicase […]”.

Documento 528 de mayo de 1569

“los maestros de santiago huelgan mucho que V.e [Vuestra excelencia, en ade-lante desarrollaremos siempre esta abreviatura]. quiera mandar asentar la sepulturadel Virrey en aquella yglesia, ha sido ventura que sean mios hechuras y criados de suexcelencia y los que no fueron suyos se tienen por tales de Vuestra excelencia ellos

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son Belmudez, Çesar de aldana, Valcaçar, el camarero y pere coma y el lugar don-de se ha de asentar es a las espaldas del altar mayor. el qual fue diputado por su exce-lencia misma en el designo. es honrosissimo y digno de qualquier rey, creo que seporna por cient ducados no lo afirmo por que aun no he hablado con ningun maes-tro; todo el mundo dize que Vuestra excelencia lo deve hazer y no diez dias antesque yo viniesse, estos que goviernan aora mandaron poner las armas del rey sobre lapuerta del hospital y a los lados las de Vuestra excelencia en el vazio, en el medio delqual se ha de assentar la sepultura, es el coro, grandeza será de Vuestra excelencia. ypoco gasto mandar hazer las sillas del dicho coro con las quales quedaran los maes-tros muy contentos”

Documento 621 de julio de 1569

“el domingo estuve en santiago con los maestros y tratamos largamente de lode asentar de la sepoltura y en fin a ellos y a mi nos parece imposible que este el coroy sepoltura todo junto por ser muy chico el lugar como Vuestra excelencia lo verá porambos estos disegnos que este chico he hecho yo y este grande Juan francisco Nor-mano y verá Vuestra excelencia el poco espacio que queda para el servicio del coroque yo me he estrechado todo lo posible no he podido sacar mas de 8 palmos ¾ delandamio como Vuestra excelencia verá y Normando que hazia las sillas un poco ma-yores no ha dexado mas de sietre de manera que no queda como poder servir el corocómodamente, y visto ellos esto habían hecho hazer a Normando est.otro disigno queVuestra excelencia verá señalado con “B” y dezian que se quedase el coro a dondeagora está que.s a las espaldas del altar mayor y que hiziesemos otra capilla mas aden-tro para asentar la sepoltura que con una rexa de hierro estaría muy honrosa y les re-solví que en esto havia que hablar porque la sepoltura no se havia de asentar en otraparte que debaxo de la cúpula que está a las espaldas del altar mayor la qual es quadraabaxo y redonda ençima y que si ellos se contentaban desto yo lo escriviria a Vuestraexcelencia para saber su voluntad si quedaba servido hazer una capilla a las espaldasde la dicha tribuna para que ellos hiziesen en ella el coro y a la dificultad que oponíanque estando los offiçiantes tan lexos no podían ver el sacrificio del altar les dixe que sehiziese con siete gradas y después el llano del coro en pendin de manera que cada unode los que estuviesen en el coro viese igualmente el sacrificio del altar, y assi he hechoeste didigno señalado con “a” esta mañana de presto y embiádoselo a mostrar me res-ponden todos que les parece muy bien y si esto se haze a mi pareçer no hay rey en elmundo que en mas honrado lugar pueda tener su monumento que quedará entre elcoro y el altar mayor debaxo en medio de la cúpula en una iglesia que no la hay maas

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linda y también servida en Ytalia y no es manera de decir sinó verdad y muchos espa-ñoles que han muerto han dexado capellanías de manera que tiene agora 234 capella-nes y entre.llos capilla de música muy excelente con un organista el mejor d.este lugarque en verdad es oyr una misa mayor allí como en la capilla del rey o del papa. la cos-ta que yria en hazer la capilla serían 400 ducados que en esto que es fábrica yo lo sepuntualmente y ellos ternian cuidado de hazerse las sillas de nogal, el traer la sepoltu-ra desde el parco a la iglesia se haría con muy poquita costa porque se traería con losbueyes de ñla estarça de puçol y el descomponella y componella lo haría un maestroen 10 dias cosa es que a mi pareçer no se deva dexar de hazer aunque costase tres do-blados porque en una ciudad como esta y en una iglesia tan principal en el mejorpuesto que haya asentar una sepoltura tan linda yo tengo para mi que muchos reyesno han llegado a tanto y mas poniendo muchas armas de Vuestra excelencia en am-bas las capillas y creo yo que costará mucho más el flete de la nave que la hoviesse dellevar hasta españa y después de la marina hasta Villafranca tres doblados y puesta enVillafranca claro esta que sonara mucho menos. Vuestra excelencia mande en ello loque fuere servido esto ssi bien que se haya de asentar o no, se ha de quitar de allí porque los pajes juegan a la pelota en aquella sala y entrando estos días a cobrar una pe-lota rompieron ambos los braços a uno de los ángeles al saltar que hizo uno de las ta-blas adentro y así como esto es cosa que se puede remediar muy façilmente podríanhazer otra que no tuviese rem,edio, sin mucha costa”.

Documento 724 de julio de 1569

“en este punto que estava çerando el pliego los maestros de santi ago me han en-biado est.otro disigno señalado con .d. que ha hecho Normano y es el mesmo que yotenía hecho antes que de hazerle al cabo redondo como yo lo he hecho, o, quadradocomo el lo haze va muy poco y esto ha de mandar Vuestra excelencia como mas lecontenta, mas linda vista de dentro y de fuera y mejor compartidas las ventanas será re-dondo, y a mi pareçer redono se haría y embian tambien a Vuestra excelencia la listade lo que han gastado en el pleito con el señor Marqués y le tienen condenado por laquantidad y se le deve a la Yglesia la terçia de pasqua y de agosto pidenla con grandeinstançia. Vuestra excelencia mande que se pague cosa devida y muy justa es en el ór-gano en las vidrieras y en todo lo que hazen ponen las armas de Ve y en todos los fini-quitos y otras escrituras que se offreçe nombrar el Virrey ponen fundator et dotatorhuius sacre domus. supplicando a Vuestra excelencia mande lo que se ha de hazer enesto. Nuestro señor guarde la illustríssima y excellentíssima persona de Vuestra exce-lencia como sus servidores desseamos de Nápoles a 24 de Julio de 1569. […] “.

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Documento 819 de agosto de 1569

“Muy particularmente he visto todo lo que, señor, dezis acerca de la capilla y se-pultura del Virrey mi señor que sea en gloria, y lo que se ha tratado con los maestrosde santyago, y vistos ansi mismo los desiños, paresçeme muy bién que se haga la ca-pilla a las espaldas de la tribuna, y que la sepultura se assiente debaxo de la cúpula questá a las espaldas del altar mayor conformeseñor a vuestro paresçer, y ansi me conten-to que se haga dicha capilla, y si os paresçiere señor que será bien que se den los qua-tro cientos ducados que podrá costar a los mismos maestros de santiago para queellos la hagan fabricar de la manera que señor lo teneis conçertado podrase hazer, ysoi del mismo paresçer que el desiño redondo es el mejor y conforme a el será bienque se ponga por obra y que se quite la sepultura de donde agora está por evitar comovos señor dezis el daño que podría resçebir, y agradesçiendos señor muy mucho elparticular cuidado que teneis deste negoçio, os ruego deis orden que con brevedad seempiece a dar principio a la fabrica de la capilla, y a lo demás, y es muy justo que sepaguen las dos terçias que se deven a la iglesia y lo que gastaron en el pleito y ansi seles podrá pagar lo uno y lo otro y dar muchas gracias de mi parte a los maestros portodo lo que hacen con los cumplimientos que a vos señor os paresçiere”.

Documento 91 de noviembre de de 1569

“Tengo comprada la cal y puesta ya en santiago y las piedras para la capilla delVirrey que este en el çielo y cavando los cimientos se ha hallado el monte muchomas baxo de lo del cuerpo de la iglesia de manera que el gasto será de cerca doszien-tos ducados mas, no he querido pasar la obra adelante sin avisallo a Vuestra excelen-cia por haverme hallado escrito que costaría quatrozientos ducados y aunque no haynadie que entienda la causa por que yo me he fencido (¿) otra con los maestros. su-plico a Vuestra excelencia quede servido que la obra passe adelante y se acabe por-que es la mas real cosa que haya en christianos yo he visto los enterramientos de losreyes en Toledo y los de papa Martín colona y de paulo Terçio y prometo a Vuestraexcelencia como a verdadero servidor que no llegan a este puesto y hermosura degran trecho. el escudo pensaba hazer grande y de la mesma manera que aquel queestá en la sala de Marino y las armas cortadas en la madera con sus colores como vie-ne el sello de Vuestra excelencia que puesto en medio de aquella bóveda rapresenta-rá verdaderamente la grandeza de Vuestra excelencia la qual será servida en esto contoda la fe y sençeridad que pueda ser en el mundo y es dios testigo que en esto y en

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todo lo demás que yo trato en servicio de Vuestra excelencia no tengo otro fin niynteresses que su gloria y su mesmo servicio, quanto al provecho todavía si Vuestraexcelencia mandara otra cosa los maestros se tomaran la cal y la piedra a quenta delo que se le debe por el çenso de la duquesca y holgaran dello por que ha ssido lamás barata compra que se haya hecho de diez años a esta parte [… ]”

Documento 105 de noviembre de 1569

“quanto a lo de la capilla para el assiento de la sepultura del Virrey mi señor quesea en gloria no obstante el monte para los cimientos se ha hallado mas baxo que loque sta el cuerpo de la iglesia no por esso se ha de dexar de llevar adelante la obraque poco importan doscientos ducados más o menos de lo que se pensó que podríacostar al principio, y sin consultarmelo hubiera podido muy libremente hazello yansi podrá affetuarse y holgare se de mucha priesa en ello para que se acabe lo maspresto que fuere possible, dame particular contentamiento en dezirme que será tanhermosa y mayor lo tener en que se acabe con la brevedad que yo deseo”. carta ci-frada sobre la capilla y la sepultura. en otra sin fecha, bajo en título “lo que mandasu excelencia que se responda al abad”: “que el escarpelino no lo quiere y que si Ga-lieno quiere venir que lo trayga que para veedor será muy bueno”

Documento 1113 de noviembre de 1569

“los dias passados nos habló el abad col en nombre de Vuestra excelencia di-ziendo que su desseo era le concediésemos el coro que es oy en esta iglesia para hazerdel capilla y meter la sepultura de la excelencia del Virrey de buena memoria padrede Vuestra excelencia que a su costa nos mandaría hazer el coro de tras de dicha capi-lla, y aunque con algun discomodo por venir a estar algo lexos los cantores, por lamemoría que se debe tener de un tal principal principe, y que tanto bién hizo a todala nación y que fue el principio y fundador desta sancta casa y hospital, y por lo queparticularmente todos desseamos servir a Vuestra excelencia nos contentamos de to-do lo que pidió y se lo concedimos como quiso, pero porque haviendo començado eldicho abbad a hazer cavar el cimiento y diziendo los arquitectos y ingenieros que eramuy delgado el muro y que havia de ser más grueso para la altura que havia de tener,y haver de estar çerca del castillo por lo que toca a la artilleria, alço mano de la obracon dezir que no tenia orden de gastar tanto como en effetto era menester y aunque

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el aya dado a Vuestra excelencia muy larga cuenta de todo avemos nosotros queridotatambién dar assi brevemente con supplicalle pues como dezimos no nos mueve otracosa que su mesmo servicio, mande resolverse en lo que más le fuere porque si la obrase a de acavar pueda passar adelante, y si lo fuere de hazer otro motivo sepamos y po-damos quedar libres para hazer las sillas del coro que oy es y concluirlo, y quedandomuy aparejados para servir a Vuestra excelencia assi en este particular como en todolo demás que querrá mandarnos…”. firman los maestros de santiago.

Documento 1216 de diciembre de 1569

“no puedo nada dezir lo que querria sobre el negoçio de la capilla de santiagolos maestros dizen y no lo querrian que la sepultura se pusiesse en la nueva capillaque se ha de hazer y que el coro se quedasse debaxo la cúpula yo no quiero porqué ellugar no vernia el primero y el más honrado enterramiento que pueda tener ningúnrey y con el asidero de la fábrica más gruessa o más sotil hay esperança que el nego-çio quede imperfeto pero si el domingo ellos no vienen a la razón que yo pido y co-mo tengo empeçado que.s siete palmos de çimientos y seis de pared siguiré la obraaunque me la pidan de ocho de pared y X de çimiento y si su excelencia no quedaraservido d’ello que nio lo creo no se me dará nada tener gastados quinientos ducadosmios con que vaya cosa tan principal a perfiçión lo que diffiere de como yo le offrez-co a como me piden ymportará quatroçientos ducados incirca seria largo trabajo de-cir lo que podría en esto respondiéndoles su excelencia se les ha de decir illustres y siseñorías mejor y con toda dulçura por quitar achaques no solo honroso pero impor-tantíssimo negocio es salir con esto y mayor cantidad de dinero le tengo […] ”.

Documento 1313 de abril de 1570

“estos maestros de santiago han hecho medir l’altura de la sepultura del Vireyque está en el çielo la qual es catorze palmos alta de tierra y el santo sacramento noes sino nueve y no viene mas lexos que una cana por donde pareçe a todos los archi-tetos que seria fea cosa y poca reputación ponerla alli y se vera mucho menos de ba-xo de la cupula por estar tan çerca de las espaldas del altar mayor que si se ponen enla capilla que estava desinada para coro en donde se vera luego entrando por la ygle-sia y a juizio de todos los arquitetos y de otros hombres de juizio estará mucho me-jor que en el lugar a donde antes se havia desinado y a Benedicto y a mi nos pareçe

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lo mesmo y será de menos costa porque quando bien se contentasen que se hiciesede la otra manera y ya se han resuelto en que la pared no sea menos de diez palmoshemos tomado apuntamento de allarnos el domingo en santiago y acabar de tomarresolución para avisar dello a Vuestra excelencia”.

Documento 147 de mayo de 1570

[…] “como escriví a Vuestra excelencia que pensava hazer, torné a tratar con losmaestros de santiago con toda la flema y disimulación del mundo y saqué dellos estapolisa que aquí embio como tengo escrito a Vuestra excelencia todos sus servidoresson de pareçer que está mucho mejor con mayor autoridad y más cristianamente destamanera que de la otra que se avia apuntado porque realmente pareçeria muy mal quelas estatuas estuviesen seis palmos mas altas del santissimo sacramento y en fin con-cluien los arquitettos y todos los amigos y servidores de Vuestra excelencia que estarádoblado mejor desta manera y assi seplico Vuestra excelencia mande que se eche ade-lante la obra y particularmente plácido de sangro el qual fue Nuestro señor servidollevarse al çielo muy pocos días después que vimos missa, instrumento de la maneraque se ynstipulo supplico Vuestra excelencia mande que esta retificación venga en per-gameno con la legalidad del notario lo mas presto que sea posible y si Vuestra excelen-cia fuesse servido seria de pareçer que se hiziesse un altar en lo hondo de la capilla de-dicado al naçimiento de Nuestra señora con la qual se podría adornar con dos colum-nas de aquellas que están a la puerta de la caballeriza de chaya que seria muy poca cos-ta y muy sumptuosa y digo al Naçimiento de Nuestro señor porque en tal dia Vuestraexcelencia tomó africa y el peñon y libró Malta lo que se podría decir en un epitafiolatino acomodado, mande Vuestra excelencia lo que fuere servido […]”.

Documento 1528 de mayo de 1570

“ansimismo he visto la poliça que han dado los governadores del hospital desantyago açerca la capilla para la sepultura del Virrey Nuestro señor que sea en glo-ria, y como a pareçer de todos y suyo su excelencia estara mejor y con más autori-dad en esta capilla que se ha de hazer a las espaldas del coro que no de la otra maneraque antes se havia apuntado, hagame su excelencia plazer avisarme con la primeraocasión lo que podrá costar para que le avise lo que se hubiere de hazer y se puedaponer luego mano a la obra”.

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Documento 161 de noviembre de de 1569

“llovio al anocheçer el sabado un agua tan grande y seis horas continuas quehizo estrañisimos effetos y prinçipalmente derroco el quarto viejo de la casa del Thíoy mato seys criados suyos y si el no se hallara jugando matara a el y a su mujer y hijosmenores. por que cayo la pieça en que dormian, derroco la casa de Brizeño en dondeposava el consejero Morcat ha roto los formales de la çiudad y la mayor parte de laschavegas della vase cayendo la casa de Vitorio deboli y otras muchas casas de menorcalidad assi dentro en la çiudad como en las Virgenes y en santanton, a derrocadotodos los molinos y en el que esta çerca de la duquessa mato el molinero y la moline-ra. Masserias enteras ha desraygado los arboles y llevadolos a la mar a enterrado elJardin del Marques de la Vale, el del cardenal de ariano, el de Ysabel Brancaçio, elde anselmo el de constança bonifaçio y el del conde de policastro y el pared en me-dio del de Vuestra excelencia hazia la calle de la pèrgola alta que es llàstima de vellosen el de Vuestra excelencia fue dios servido que no derocasse pared ninguna sinóque entro por la puerta y la derroco y hincho el patio y las cantinas todas y no le bas-to esto sinó que un moço del jardin tuvo advertimiento de abrir la puerta que da so-bre la fuente de la fortuna por que de otra manera rtemo que se llevara el palaçio ala mar y ha enterrado la fuente de la fortuna y la calle derecha de la Vitoria y rebol-vio hazia netuno havra dexado en todo lo del jardin como dos palmos de tierra endaño no es nada porque se limpiara con menos de dozientos ducados y ya se limpiapor que muchas casas de las que han caydo ha sido porque estando las cantines lle-nas han enbeveçido los çimientos y dado consigo en el suelo. Jardin hay en chayaque con dos mil ducados en dos años no estaran como estavan, tras todo esto estuvotres dies el jardinero sin pareçer en el jardin y yo tomando el achaque le despedi. enpuçol ha derrocada aquella pared de la estarça que suele siempre caer en las padulasse navegó dos dias como por la mar y concluyen que habran muerto como çinquen-ta animas y hecho de daño como trezientos mil ducados y en puçol tres ella ha veni-do dos grandissimos terremotos por que el aguaçerro las bocas de la Çulfatara y nocayeron en ello hasta ayer de mañana que fue el governador con mas de çient hom-bres abrillas ha puesto tan grande miedo en esta çiudad que prometo a Vuestra exce-lencia que no se vee hombre que no ande triste y el martes se confesaron y comulga-ron mas de cinquenta mil animas y dizen que el virrey tiene un estrolago presó quese a puesto en las carçeles de grado que mañana se ha de undir media Çiudad y nohay desengañallos desta neçedad y ha passado tan adelante que el capellan mayorque es persona grave y de muchas letras y el Marques de poliñano han ydo a ynfor-marse de Balthasar de Torres muy de veras y con mucha ystançia deste negocio […]”

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Documento 178 de octubre de 1569

“la fuente està acabada es un otagono de catorze palmos de diametro y uno deguarniçion y otro de grado y de en medio sale un pie de tres palmos de alto bien la-brador y ençima del assienta como una copa de una pieça de siete palmos de diame-tro y uno de groseza y tres de alteza, tambien otagono y a quatro de los llanós de fue-ra estan quatro mascarones que hechan agua y a los otros quatro escudos con las ar-mes de aragon y salen de los lados dos nuves de rejolas y dellas un arco alto tres pal-mos y otro de groseza pintado de las colores que suele hazer el arco de san martin yde ençima en medio del arco sale una capa de agua que lo cobija todo y de en mediode la capa pareçe que sale una estatuylla de metal que estava en la torre hecha por lafortuna yo le quite la vela y pusele otro arco en las manos significando la diosa Yrisque fingen los poetas, pareçen aquellas colores tambien debaxo aquella capa del aguaque representa el arco natural si agua va acabar a la orilla dela copa que haze una llu-via con una abundància dagua que a juyzio de todos pareçe muy bien y en fe dechirstiano digo que tengo despecho que se aya hecho sinó es quando tengo esperan-ça que Vuestra excelencia la de ver. Guarde Nuestro señor la illustrissima y exce-llentissima persona de Vuestra excelencia con lacreçentamiento y salud que yo suservidor desseo. de Nápoles a 8 de octubre 1569”

Joan Bosch Ballbona

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1 puzol, enero 8 de 1552. Testamento del ex-celentisimo señor don pedro de Toledo 2ºMarqués de Villafranca, Virrey y capitánGeneral del reyno de Nápoles. copia de Ma-drid traducida al castellano desde el originalen latín, 1590. citamos del documento con-servado en el archivo General de la funda-ción casa de Medina sidonia (en adelanteaGfcMs). el testamento es conocido des-de hace mucho, véase la obra decisiva de c.J.hernando sánchez: Castilla y Nápoles en elsiglo XVI. El virrey Pedro de Toledo, Junta decastilla y león, salamanca, 1994, p. 29.

2 este apartado de la biografía de don pedro esanalizado en profundidad y con eficacia en laobra de referencia sobre el gran virrey: c.J.hernando sánchez: Castilla y Nápoles…,cit., especialmente en pp. 150-158.

3 aGfcMs. Testamento del excelentisimoseñor don pedro de Toledo 2º Marqués deVillafranca, Virrey y capitán General delreyno de Nápoles. còpia de Madrid traduci-da al castellano desde el original en latín,1590, f. 15 vº.

4 i. García Tato, La colegiata de Villafranca delBierzo. Avance de una investigación, en «Bier-zo», 1999, pp. 18-41 y 119-160. para algunade estas bulas véase aGfcMs. legs. 1995 y5066, con bulas de clemente Vii y pabloiii.

5 aGfcMs. leg. 5130.6 J.J. rivera Blanco, Guia del Bierzo, editorial

Nebrija, leon, 1978, pp. 129-131; J.M. Vo-ces Jolías, Arte religioso de el Bierzo en el sigloXVI, ponferrada, 1987, pp. 41-45; i. GarcíaTato, La colegiata de Villafranca del Bierzo.Avance de una investigación, en «Bierzo»,1999, pp. 30-41 y 152-158 y La colegiata deVillafranca del Bierzo. Segunda parte, en «Bier-zo», 2000, pp. 188-201; V. fernández Váz-quez, Arquitectura religiosa en El Bierzo (s.XVI-XVIII), ii, fundación ana Torres Villari-no, institución Virgen de la encina, ponferra-da, 2001, pp. 652-672; Mª dolores campossánchez-Bordona, La Colegiata de Villafrancadel Bierzo. De fray Martín de Santiago a Gui-llermo Casanova, en El arte de la cantería. ac-tas del congreso, santander, 2003, pp. 115-

148, a quienes remitimos para la panorámicaque sigue excepto cuando se precise o ampliea través de alguna nueva fuente o una nuevainterpretación de las fuentes conocidas.

7 c.J. hernando sánchez: Castilla y Nápoles enel siglo XVI…, cit., p. 439. el memorial setranscribe en i. García Tato, La colegiata deVillafranca del Bierzo. Avance…, cit., apén-dice n. 18. sobre fray Martín, cfr. J. fernán-dez arenas, Martin de Santiago. Noticias deun arquitecto andaluz activo en Salamanca,«Boletín del seminario de estudios de arte yarqueología», 43, 1977, pp. 157-172; y a.rodríguez G. de ceballos, La iglesia y el con-vento de San Esteban de Salamanca, centrode estudios salmantinos, salamanca, 1987.

8 Ivi, p. 110.9 para esta decisiva e influyente saga debemos

remitirnos a J.d. hoag, Rodrigo Gil de Hon-tañón. Gótico y Renacimiento en la arquitectu-ra espanyola dels siglo XVI, ed. Xarait, Ma-drid, 1986.

10 los informes de la visura del archivo histó-rico Nacional se publican en García Tato, Lacolegiata de Villafranca del Bierzo. Avance…,cit., apéndice documental n. 17; el tematambién aparece en aGfcMs. leg. 5066.copia de la declaración de luis Vázquez enVillafranca a 29 de noviembre de 1541, dedonde cito.

11 para las primeras menciónes de los maestrosen relación al proyecto, véanse: J.M. VocesJolías, Arte religioso de el Bierzo…, cit., pp.41-43; y c.J. hernando sánchez, Castilla yNápoles en el siglo XVI…, cit., p. 439. para eldocumento cfr. García Tato, La colegiata deVillafranca del Bierzo. Avance…, cit., apén-dice documental n. 17. para el contrato,también: aGfcMs. leg. 5142, de dondecito.

12 aGfcMs. leg. 5130.13 en este punto hay una significativa discre-

pancia entre la lectura de V. fernández Váz-quez, Arquitectura religiosa…, cit., p. 660 yla de Mª dolores campos sánchez-Bordo-na, La Colegiata de Villafranca del Bierzo…,cit., p. 122. pero solo el primero se basa enuna correcta lectura de la traza de fray Mar-

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tín que indica muy claramente que la alturadel núcleo central, incluido el crucero es de93 pies [aunque en su libro indica 99 tal vezpor confusión con la cifra relativa a la anchu-ra] y la de las naves laterales 48: «otrosi lasdos naves colaterales ande [ ] quarenta eocho pies desde el pavimiento del suelo hastala clave mayor […]». Y ello anularía la lectu-ra del espacio como templo salón o hallen-kirche.

14 para el documento: García Tato, La Colegia-ta de Villafranca…, cit. pp. 150-152; unaprimera lectura arquitectònica en V. fernán-dez Vázquez, Arquitectura religiosa en El Bier-zo…, cit., pp. 660; y documentación com-plementaría en aGfcMs. leg. 5130 (parael «Memorial») y leg. 5142 (para el contra-to): copia del XViii. 28 del mes de julio de1544, de donde cito.

15 aGfcMs. leg. 5102. cartas de pago yotros documentos relativos a la obra de lacolegiata de Villafranca desde el año 1551 a1553. por ejemplo: cartas de pago de fran-cisco Juli maestro de las obras de la capilla decuruniego del Virrey de Nápoles. 26 de ju-nio 1551; y de 28 de mayo de 1552; y 3 demayo de 1550 pago al vidriero pedro de ho-llande por cuatro vidrieras para las ventanasde la sacristía con los escudos pintados. lanoticia sobre la realización de las aras y laspilas por el cantero de jaspes luis de austriase encuentra en de Mª dolores campos sán-chez-Bordona, La Colegiata de Villafrancadel Bierzo…, cit., p. 129. se sabe que diegode Torres había abandonado la fábrica en1551 según acredita a. castro santamaría,Aportaciones al epistolario de Rodrigo Gil deHontañón (sobre la catedral de Coria y la cole-giata de Villafranca del Bierzo), en «Norba-arte», XVii (1997), pp. 41-51.

16 V. fernández Vázquez, Arquitectura religio-sa…, cit., p. 666 y aGfcMs. leg. 5102. 4de mayo de 1553. «requerimiento de lopede ulloa “maestro de las obras del Marquésmi señor”, echo al maestro de las obras de lacolegiata de Villafranca francisco Juli“maestro de la obra de la iglesia colegial deNuestra señora de Villafranca” sobre que la

obra de la colegiata no iba conforme a la trazaque tenia hecha de ella». en este legajo confecha de 8 de octubre de 1553 conservamosel «Testimonio dado por luis lópez escriba-no del número de la villa de Villafranca a 8 deoctubre de 1553, a petición de lope de ulloamaestro de las obras del señor marqués de Vi-llafranca sobre los defectos que se advirtieronen la obra de la capilla colegial de Nuestra se-ñora de Villafranca, contra la traza y contratode la misma cuyos defectos parece no habíaenmendado como era obligado a pesar de losrequerimientos y autos que habían mediadoel Mestro July maestro de la obra de la iglesiamayor de la espresada villa».

17 sobre francisco Juli, que durante su estancíaen Villafranca, además de las tareas arquitectó-nicas Juli, que era también escultor, contrató laobra del retablo de la Trinidad para la colegia-ta (1550), véase J. rivera y c. rodicio: Fran-cisco Juli, escultor y cantero, en «Boletín del se-minario de estudios de arte y arqueología»,47, 1981, pp. 415-423. las indicaciones rela-tivas a su testamento son de p. pérez constan-tí, Diccionario de artistas que florecieron en Ga-licia durante los siglos XVI y XVII, santiago decompostela, 1930 [facsímil editado por laXunta de Galícia, 1988], pp. 308-311.

18 aGfcMs. leg. 4345. carta de don fadri-que de Toledo osorio a su hermano Garcíade 20 de septiembre de 1564.

19 id. carta de don fadrique de Toledo osorio asu hermano García de 25 de marzo de 1561.

20 aGfcMs. leg. 5066. carta sin fecha.21 aGfcMs. leg. 4352. carta del abad coll a

don García de 1 de noviembre de 1569.22 Ivi. cartas de 1 y 10 de agosto de 1570.23 remitimos a la documentación del aGfcMs.

leg. 5130 y 4982. la segunda fuente ya apare-ce citada en V. fernández Vázquez, Arquitectu-ra religiosa…, cit. p. 666.

24 aGfcMs. leg. 4342. carta de Nicolás or-tiz ortiz de carriazo (ayo de don pedro deToledo osorio) a don García, 3 de febrero de1573.

25 para Gil de hontañón a a. castro santama-ría, Aportaciones al epistolario de Rodrigo Gilde Hontañón…, cit., pp. 45-48 y doc. iV.

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26 aGfcMs. leg. 4982. «arbitrio del V mar-qués para acabar la obra magnífica que esta-ba empezada», 4 de enero de 1600.

27 afcMs. leg. 4331. de García de Toledo alope de Mardones.

28 aGfcMs. legs. 234 y 4330, de García alope de Mardones.

29 aGfcMs. leg. 4331. carta de 3 de enerode 1560. sobre el personaje ver s. ruiz deloizaga, Lope de Mardones (1511-1569),«scriptorium Victoriense», 59, 3-4, 2012,pp. 481-530.

30 aGfcMs. leg. 4331. cartas de don Garcíade Toledo a lope de Mardones, 27 de juliode 1558, 17 de septiembre de 1558.

31 aGfcMs. leg. 4330. carta de Juan de sotoa lope de Mardones, 7 de diciembre de 1558.

32 aGfcMs. leg. 4330. 16 de febrero de1563.

33 aGfcMs. leg. 4330. 20 de marzo de 1563.34 consultado en The Medici archive project.

extracto del documento del Mediceo delPrincipato - 5027 Relazioni con Stati Italianied Esteri / Stati Esteri / Spagna. sobre la rela-ción de don pedro y Vincenza spinelli, cfr.c.J. hernando sánchez, Castilla y Nápoles enel siglo XVI…, cit., pp. 100-101.

35 aGfcMs. leg. 4352. 36 aGfcMs. leg. 4352. 28 de mayo de 1569. 37 aGfcMs. leg. 4352.38 aGfcMs. leg. 4352. 21 de julio de 1569.39 aGfcMs. leg. 4352. 24 de julio de 1569.40 aGfcMs. leg. 4352. 19 de agosto de 156941 aGfcMs. leg. 4352. 28 de octubre de

1569: «los maestros de santiago que contanta voluntad emprendieron este negociome pareçe que coxean agora porque dizenque quiero hazer las paredes de çinco palmosy que son tan sotiles que se caera la obra yhan juntado contra mi todos los ingenierosde Nápoles, yo sé que está materia ha sidotratado en parte de importancia y muy deveras no se si lo causasse algo desto»; 1 y 5 denoviembre de 1569.

42 aGfcMs. leg. 5103. 13 de novembre de1569.

43 aGfcMs. leg. 5103. 20 de noviembre de1569.

44 aGfcMs. leg. 4352. carta de Mateu colla don García de 1569, 16 de diciembre.

45 aGfcMs. leg. 4352. carta de Mateu colla don García, 1570, 7 de mayo.

46 aGfcMs. leg. 4352. carta de Mateu colla don García, 1570, 13 de abril.

47 aGfcMs. leg. 4352. carta de Mateu colla don García, 1570, 7 de mayo.

48 aGfcMs. leg. 4352. cartas del abad colla don García.

49 Ibidem.50 Ibidem. sobre las intenciones de don García

de retirarse a españa, véase J. Bosch Ballbo-na, La fortaleza que quiso ser palacio. Noticiade Camillo Camiliani en España (1604), en«locus amoenus», 12, 2013-2014, pp. 79-106, particularmente en 83-84.

51 aGfcMs. leg. 4352. cartas del abad coll sdon García, 1570, 4 de septiembre.

52 aGfcMs. leg. 4352. carta del iV Mar-qués al abad coll, 1570, 18 de septiembre.

53 aGfcMs. leg. 4352. cartas intercanviadesentre el abad y don García a 16 y 27 de mayo.

54 aGfcMs. leg. 4352. cartas del abad coll sdon García, 1571, 28 de diciembre.

55 aGfcMs. leg. 4352. cartas del abad coll sdon García, 1572, 11 de febrero.

56 aGfcMs. leg. 4352. cartas del abad coll sdon García, 1572, 20 de abril.

57 sobre la tumba florentina véase G. richa,Notizie istoriche delle chiese fiorentine divisene’ suoi quartieri, vol. 6, p.G. Viviani, firen-ze, 1757, p. 122: «un’urna finta di marmomisto è pure sulla porta, che guarda la Viadel cocomero, e benchè non vi sia iscrizio-ne, si sa però essere la memoria di don pie-tro di Toledo padre della eleonora mogliedel duca cosimo; Questi alloggiato nellafortezza da basso, e onoratissimamente dalGenero trattato, si morì, chi dice per avermangiato dimolti beccafichi, chi per altra in-temperanza, ed altri credono di veleno; l’e-sequie per ordine del duca furono solenni, efu sepolto al primo pilastro della Tribuna de-lla croce, ma portando il disegno di mettereivi una nicchia di apostolo, fu trasferito ilsuo sepolcro in questo luogo, dove veggonsil’arme di Toledo scacchi azzurri, e d’argen-

Nápoles, Pozzuoli, Villafranca, sin Pedro de Toledo

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to». además: l. fabbri: New and Old: Ni-nenteenth-Century Transformations insideFlorence Cathedral and the Dismantling ofBaccio Bandinelli’s Choir, en La Cattedralecome spazio sacro, saggi sul Duomo di Firenze,vol. 2, edifir, firenze, 2001, pp. 422-455;M. ferri, c. Gambaro: Don Pedro de Toledo:“Vedonsi in uno scudo le sue armi, come nel di-segno qui posto”, en «Medicea», 9, 2011, pp.86-87, que publica un dibujo del perdido ce-notafio databler a mediados del siglo XViii.

58 a. rodríguerz G. de ceballos, La iglesia y elconvento de San Esteban…, cit., p. 20.

59 M. Venditi, Una presenza vicereale a Pozzuo-li: la dimora fortificata di don Pedro de Toledo,en «archivio storico per le province Napole-tane», cXXiV, 2006, pp. 251-287, que haceuna precisa «autopsia de lo conservado» acla-rándolo con la memoria de lo construído; s.Musella Guida: Don Pedro Alvarez de Toledo.Ritrato di un príncipe nell’Europa rinascimen-tale, en «samnium», lXXXi-lXXXii, 21-22, 2009, pp. 239-353; f. loffredo: La villadi Pedro de Toledo a Pozzuoli e una sicura pro-venienza per il fiume di Pierino da Vinci alLouvre, en «rinascimento meridionale: rivis-ta annuale dell’istituto Nazionale di studisul rinascimento Meridionale», ii, 2011,pp. 93-113, de quien tomamos la valoraciónde las actuales ruinas (p. 96).

60 dejo fuera el caso de don luis para el cualremito al reciente s. Tufano, La villa napoli-tana di don Luis de Toledo, en Dimore Signo-rili. Palazzo Zevallos Stigliano e il mecenatis-mo aristocrático dal XVI al XX secolo, atti delconvegno internazionale di studi, Napoli,20-22 ottobre 2011, intesa san paolo, Na-poli, 2013, pp. 235-247.

61 s. Musella Guida, Don Pedro Alvarez de Tole-do. Ritrato…, cit. p. 249.

62 G.c. capaccio, La vera antichità di Pozzuo-lo, Giacomo carlino e costantino Vitale,Napoli, 1607, p. 145-146: «Quivi sotto larupe, è quella gran Villa di don pietro di To-ledo, che’l volgo chiama starza, Villa vera-mente di principe, tutta dalla parte del marecinta di muro. come degno di lui è il giardi-no, che fè nel borgo di pozzuolo, ove le sta-

tue sono d’incredibile bellezza, gli agrumi disapore e di bellezza tutti gli altri sopravanza-no, l’acque son di tanta salubrità, che hancostumato alcuni signori Viceré nel regnodi farle condurre à Napoli a barrili, e quellebere come utilissime alla vita humana. et invero che quegli horti fatti con molta pietàper ricreatione, et allettamento de i poveripozzuolani, che andavano vagando di quà edi là per il travaglio patito dall’incendio checagionò il monte di cenere, il che cosí fè es-plicare in un marmo». el fragmento es cita-do en f. loffredo: La villa di Pedro de Toledoa Pozzuoli…, cit., p. 96, nota 7; al igual quela posterior descripción de d.a. parrino,Napoli città nobilissima, antica e fedelissima[…], stampa del parrino, Napoli, 1700: «peranimare i popoli a riabitare pozzuoli, essen-do fuggiti per l’incendio del Monte Nuovo,don pietro di Toledo, allora viceré, vi feceuna deliziosissima villa, detta la starza, concase, giardini, fonti, statue, colonne e delizie,con portarvio acque freschissime e perenni, efra le cose belle vi è una colonnetta che il fi-glio don Garzia portò dall’africa, scritta dilettere arabiche, como spoglia del suo triom-fo collocata nel detto giardino; vi pose il Vi-ceré sopra la porta questo epitaffio […]».

63 citamos de p. 25 de c.J. hernando sán-chez, La cultura de la villa entre Nápoles y Es-paña: los jardines de los Toledo en el siglo XVI,en Dimore Signorili. Palazzo Zevallos Stiglia-no e il mecenatismo aristocrático dal XVI al XXsecolo, atti del convegno internazionale distudi, Napoli, 20-22 ottobre 2011, intesasan paolo, Napoli, 2013, pp. 11-48. podría-mos hacerlo también de su Castilla y Nápolesen el siglo XVI…, cit., pp. 524-526. sobre laiconografía urbana de pozzuoli y, en ocasio-nes, de la villa virreinal véase r. parisi, DaPuteoli a Pozzuoli, e ritorno. Itinerario nell’i-conografia della città flegrea, in c. de seta ea. Buccaro (eds.), Iconografia delle città inCampania. Napoli e i centri della provincia,electa Napoli, Napoli, 2006, pp. 193-215; yel magnífico estudio de M. Venditi, Una pre-senza vicereale a Pozzuoli: la dimora fortifica-ta di don Pedro de Toledo, cit. la mención a

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los trabajos de Giorgio Vasari, transcenden-tal, nace del propio biógrafo de arezzo en unen capítulo autobiográfico, penúltimo de lasegunda edición de las Vite, donde relata suestancía en Nápoles desde 1544 y su encargopara pintar para don pedro de Toledo, unavez cumplido su compromiso con el conven-to de Monteoliveto.

64 G. Vasari, Le vite dei più eccellenti pittori,scultori e architetti [edizione della giuntina,1568], i Mammut, roma, 2001, pp. 956-957; c.J. hernando sánchez, La vida mate-rial y el gusto artístico en la corte de Nápolesdurante el Renacimiento. El inventario debienes del virrey Pedro de Toledo, en «archivoespañol de arte», lXVi, 1993, pp. 35-55; s.Musella Guida, Don Pedro Alvarez de Toledo.Ritrato…, cit., pp. 253-254: para la asigna-ción de la figura a una fuente de pozzuoli vé-ase s. Musella Guida, Don Pedro Alvarez deToledo. Ritrato…, cit., pp. 251-252; y des-pués f. loffredo, La villa di Pedro de Toledo aPozzuoli e una sicura provenienza per il fiumedi Pierino da Vinci al Louvre…, cit. con unrazonamiento más detallado, y con un com-pleto y actualizado estado de la cuestión so-bre el tema.

65 cito el poema de la edición de f. flamini,L’ecloga e i poemetti di Luigi Tansillo, Biblio-teca napolletana di storia e literatura, Napo-li, 1893, pp. 117-191, accessible en archi-ve.org.

66 c.J. hernando sánchez, La cultura de la vi-lla entre Nápoles y España…, cit., nota 89.aquí y antes en Corte y ciudad en Nápoles du-rante el siglo XVI: la construcción de una capi-tal virreinal, en f. cantú, Las cortes virreina-les de la Monarquía española: América e Italia,roma, Viella, 2008, p. 380, el autor se de-canta por vincular la visita a chiaia y no alcomplejo de pozzuoli como hizó en su mo-nografía del Virrey, cfr. Castilla y Nápoles enel siglo XVI…, cit., pp. 526, acertadamente,creo, dado el vínculo más estrecho de Garcíay su casa con aquella. la misiva de 5 de agos-to continene otra indicación que ahora mis-mo no soy capaz de descifrar ya que me temoque solo quedará iluminada si podemos co-

nectarla con otros datos ahora desconocidos.es la cita a un «desino de la fuente [que] yracon el de la casa. ella contenta mucho assi elpuesto como el Juego del agua; tengo espe-rança se ha acertado este servicio; es verdadque si aquel amigo compra aquellos estadosno debe dexar esta casa ques verdaderamentereal y si la acompañasen con puçol tantomejor […]».

67 aGfcMs. leg. 4331.68 sobre la complicada cuestión de la herencia

y las deudas del Virrey, cfr. c.J. hernandosánchez, La vida material y el gusto artísti-co…, cit., pp. 37-40.

69 aGfcMs. leg. 4330. 5 de enero de 1563.70 8 de enero de 1570.71 aGfcMs. leg. 3 de marzo de 157072 aGfcMs. leg. 4352. sobre la cuestión de

su voluntat de volver a españa véase nota 50.73 aGfcMs. leg. 4351 respuesta del mar-

qués que le llama pariente, a 8 de mayo de1569: «de que está tan maltratado el jardínde chaya me pesa mucho, paresçeme serábien que en la calle larga de la murtas se qui-ten las medias pérgolas por que no sirven yque se remedie lo demás como mejor pare-ciere se pudiere sin hazer muchos gastos».

74 aGfcMs. leg. 4352. 75 aGfcMs. leg. 4351. 76 aGfcMs. leg. 4352. de toda manera en

una missiva del 23 de noviembre de 1569 elagente del marqués sacaba algo positivo deldesastre: «en lo de la lava y diluvio que acadizen tengo esperança de hazer buen servicioporque el duque me hizo dezir que fuessecon el thesorero para ordenar como se ha deremediar y confio que la lava que viene deljardín de Villena s’echará por otra parte demanera que.l jardín de Ve quede libre».

77 aGfcMs. leg. 4352. carta de Mateu coll,1570, 7 de mayo.

78 aGfcMs. leg. 4352. carta de don Garcíaa Mateu coll, 1569, 3 de octubre: «Tambiénme hará placer señor de ynbiarme el desiñode la fuente de los azulejos, digo del laberin-to del giardin de chaya, y notado muy parti-cularmente por donde viene el agua y comopara que aquí se entienda mejor».

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79 aGfcMs. leg. 4352. carta de Mateu coll.1569, 3, 8 de octubre y 18 de noviembre. ala fuente del «laberinto» también se aludeen la de 28 de noviembre de 1569: «en lo dela capilla quedamos en conçierto que se hi-ciese y no se vino a estos particulares peroagora que entiendo la cifra ella estará acaba-da mucho antes de lo que piensan y pesa aldemonio […] la medida y desiño de la fuen-te del laberinto va con esta raspada no la haycomo Vuestra excelencia la demanda».

80 aGfcMs. leg. 4352. carta de Mateu coll,trascrita por c.J. hernando: La cultura de lavilla entre Nápoles y España…, cit., nota 89.

81 aGfcMs. leg. 4352. carta de Mateu coll,1569, junio (sin día).

82 aGfcMs. leg. 4352. carta de Mateu coll,1569, 30 de diciembre; 1570, 8 de enero.

83 aGfcMs. leg. 4352. carta de Mateu coll,1571, 4 de septiembre.

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