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José Aldazábal: Muerte (†) y Resurrección ( ) Una vez más, en Barcelona, la ciudad donde estudié Teología, la muerte se ha llevado a un antiguo profesor y amigo mío. Con ocasión del fallecimiento de Buero Vallejo, me escribió para felicitarme por el artículo que escribí sobre el dramaturgo. Desde entonces, recobramos nuestra amistad, y nuestra comunicación a través de cartas fue frecuente, sobre todo cuando a partir de la pasada Navidad supe que estaba enfermo. Os envío la carta-elegía que acabo de escribir, titulada Aldazábal, la flecha disparada hacia lo más alto: creo que os conmoverá del mismo modo que me ha conmovido su muerte. Gracias. Jósant.

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  • Jos Aldazbal: Muerte () y Resurreccin ()Una vez ms, en Barcelona, la ciudad donde estudi Teologa,

    la muerte se ha llevado a un antiguo profesor y amigo mo. Con ocasin del fallecimiento de Buero Vallejo, me escribi para felicitarme por el artculo que escrib sobre el dramaturgo. Desde entonces, recobramos nuestra amistad, y nuestra comunicacin a travs de cartas fue frecuente, sobre todo cuando a partir de la pasada Navidad supe que estaba enfermo.

    Os envo la carta-elega que acabo de escribir, titulada Aldazbal, la flecha disparada hacia lo ms alto: creo que os conmover del mismo modo que me ha conmovido su muerte. Gracias.

    Jsant.

  • Aldazbal,la flecha disparada hacia lo ms alto

    Pusiste el arco tensode tu caridad ardiente, siempre en pie,y sobre un cielo infinito de esperanza

    traspasaste el inmensoespacio de una eterna lontananza

    con la flecha de tu fe.(FELICIANO UGALDE)

    PorJsant Ferrndiz Hernndez

    En la pgina Necrolgicas de EL PAS de hoy (12-08-2006) viene anunciada la muerte de Jos Aldazbal, mi profesor de Teologa de los signos y de otros muchos aspectos que relacionan lo sencillamente cotidiano de la Vida con la Resurreccin o la Trascendencia.

    Cuando en las pasadas Navidades me enter de que cierta enfermedad se haba cernido sobre l, ambos nos comunicamos con ms frecuencia por medio del correo electrnico. Aunque siempre le preguntaba que cmo se encontraba, l jams me contest con una mnima alusin a su estado de ms o menos gravedad. Hace slo unas semanas que recib su ltimo e-mail, donde me enviaba su artculo sobre El evangelio de Judas y los gnsticos, al que contest expresndole mi compromiso de que lo distribuira a todos vosotros, mis amigos. Sin embargo, su respuesta a mi mensaje fue la del silencio, por lo que supuse que su situacin ya era grave.

    Pese a que jams contestar a mis mensajes y pese a que me dispongo en este momento a borrar su @ (arroba) de su direccin en Internet, tengo fe en que la flecha que l me ense a disparar hacia la Trascendencia dar certeramente en la diana de su nuevo correo.

    Un gran equipo de telogos, que haban elaborado sus reflexiones en el recin acabado Concilio Vaticano II, formado por mis formidables profesores, fue el que me consolid en una Teologa Vitalmente Encarnada y Revolucionaria que ciment los pilares de mi existencia marcndome de modo inexorable hasta hoy: recib este legado en Mart-Codolar, sede en Barcelona de la

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  • Universidad Pontificia Salesiana de Roma, entre los aos 1969 y 1973. Qu suerte y qu reflexiones ms conciliares, ms calentitas y ms llenas del Espritu, ya que lo que se estudia ahora en determinados seminarios y en determinadas facultades o escuelas de teologa peca de excesiva religiosidad y de poco realismo: a esto lo tildo de espiritualina, qu pena. Uno de esos grandes telogos fue Jos Aldazbal, profesor extraordinario, a quien siempre he agradecido y seguir agradeciendo las dos coordenadas que me brind para que fueran entrelazndose la urdimbre de mi sensibilidad con las personas:

    1. Cuando en sus clases usaba la pizarra, siempre que tena que dibujar el signo de la Pascua (Paso), aada a la cruz () el signo de una flecha disparada hacia lo alto () para expresarnos, con esplndida diafanidad, que no nos podemos quedar anquilosados en la Muerte-Cruz, en la que, por desgracia, quedan fijados ciertos sectores de la teologa actual, sino que hemos de ir ms all: a la Flecha de la Resurreccin, de la Vida Tanto tengo metido este planteamiento en mi existencia, que cuando muri mi gran amigo Buero Vallejo, escrib un artculo en la revista de la Asociacin Colegial de Escritores (ACE), Repblica de las letras (nmero 67, septiembre de 2000, pginas 19-26), en torno a esta idea: en esa Oracin, preguntaba a Antonio en la misma capilla ardiente que le haban instalado en el patio de butacas del teatro Mara Guerrero, sede del Centro Dramtico Nacional, que por qu le haban tallado una cruz en la tapadera de su fretro y no una flecha Le envi a Aldazbal una copia del artculo, y me contest con una carta, que conservo como un tesoro, donde me deca que en unas conferencias que haba impartido por varios pases de Amrica Latina acababa de usar el signo de la flecha, e incluso me lo dibuj de su puo y letra as: . Con el sentido del humor que siempre le caracterizaba (al camino polvoriento,

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  • que bajaba desde el hospital Valle Hebrn hasta nuestra residencia de Mart-Codolar y que se llenaba durante todas las maanas de los domingos de adolescentes organizados en equipos de ftbol que disputaban sus partidos en los campos que la Congregacin Salesiana haba puesto a disposicin de los barrios de Horta y del Carmelo y que gritaban sus tacos como locos, lo llam el camino eucarstico) me mostr su gracia al comprobar que no me haba olvidado de este signo que aprend de l y que para m ha sido y viene siendo tan fundamental al expresar lo de san Pablo: Si Jess no ha resucitado, vana es nuestra fe

    2. Muchas de las personas que han escuchado mis homilas, preparadas con esmero y hasta con una antelacin de varias semanas para las celebraciones ms importantes, me han agradecido la recepcin de la resonancia de la Palabra de Dios trasmitida a travs de mi sencilla reflexin. He dicho a mis amigos en muchas ocasiones que si no hubiera sido por esta, llammosle, eficacia que me gratifica llenndome de paz, hace ya mucho tiempo que hubiese dejado de ser cura. Esta sintona en la misma onda del mismo dial de la Palabra con todas las situaciones del ser humano (=encarnacin) siempre la he considerado, con toda humildad, como el don o el carisma que Dios me ha dado y que, con su fuerza, he ido desarrollando a favor de la comunidad. Sin embargo, tambin siempre he sido consciente de que este regalo se inici en m a partir de las clases de Homiltica que Jos Aldazbal me ofreci magistralmente: en ellas, con la base de la Teologa de los signos, aprend a ser sensible con el pueblo, aprend a partir siempre de la Vida (nunca de la muerte!) a la hora de proclamar cualquier mensaje desde el presbiterio, aprend a aprovechar siempre la

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  • concurrencia masiva de fieles (celebraciones de bodas, funerales, fiestas patronales, donde casi todos los que acuden viven alejados de la Iglesia) para elaborar esas homilas con una gran delicadeza tratando de no echarles la bronca o nada en cara, de no recriminarles en un pice su presencia en esas celebraciones para ellos tan espordicas; sino, con mucho respeto, intentar llegar a esas personas que slo entran a una iglesia en dos o tres ocasiones durante toda la vida Aprend de Jos Aldazbal a no bendecir las cosas (para los primeros cristianos todo estaba ya bendecido!), sino a bendecir a Dios por las cosas

    Gracias, Aldazbal, por las pistas que nos ofreciste para que captsemos y asumisemos los signos que nos legaron las primeras comunidades cristianas, por los signos que t mismo creaste y nos los ofreciste y por los nimos que nos diste para que continusemos por el camino creativo de la invencin en el campo de la significacin Gracias porque nos demostraste magistralmente que la Liturgia no es ms que la Vida de la Asamblea (en griego, Ekklesa) del Pueblo de Dios, que es lo mismo que decir que no es ms que la vivencia comunitaria de los signos eficaces de la salvacin (sacramentos). Gracias por hacernos descubrir que slo a travs de los signos la fe puede llegar a tensarse en el arco de la sensibilidad para que nos disparemos como flechas de Resurreccin desde todas las situaciones de los seres humanos Como te has llevado contigo la contrasea de tu correo electrnico, por muchos mensajes que ahora te enviemos, jams podrs abrirlos, qu pena, ya no te llegarn Pero como lo que quiero es que los abras y los puedas leer en esa Trascendencia donde ahora te encuentras, creo que te tomars a bien mi creatividad aprendida de ti: convertir el correo electrnico que usaste aqu en un nuevo email trascendente! Y me he tomado la libertad (t hubieses llevado la iniciativa) de sustituir la @ (arroba) por una (flecha) disparada permanentemente

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  • hacia lo ms alto: as, de este modo, siempre seguiremos en contacto:

    Hoy, 12-08-2006, en EL PAS; aparece un reportaje, sencillamente precioso!, en la pgina de Necrolgicas.

    Cuando estas Navidades me enter de que estaba enfermo, le promet que ira este verano a Barcelona a verle: una pena, no ha podido ser. Falleci anteayer, jueves 10 de agosto, fiesta de San Lorenzo, y el funeral ha sido hoy, a las 1100 de la maana, en Barcelona.

    ltimo correo electrnico que recib, hace unas semanas, de Jos Aldazbal, con ocasin de responderme al envo que le hice de mi escrito Diario de chito camorristero de Benijfar, II parte, publicado por el Ayuntamiento de mi pueblo en las pasadas fiestas de San Jaime, precisamente, cuando me envi su escrito sobre El evangelio de Judas y los gnsticos, que os hice llegar a los amigos:

    Hola, amigo Jsant.Compruebo que sigues teniendo buen humor y vena de escritor.Entre otras cosas, veo lo que puede pasar cuando los sermones son demasiado largosYo te adjunto una misiva de otro tipo, por si te sirve. Sale en nuestra Misa Dominical.Jos Aldazbal.

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  • Entrada a la Casa Salesiana Mart-Codolar

    Email recibido de FELICIANO UGALDE,salesiano, telogo, dramaturgo, poeta,

    actor, director de escenay mi mejor profesor de Filosofa:

    Querido Jsant:

    He recibido con profunda emocin tu email. S, Jos Aldazbal se nos ha ido de puntillas.

    El viernes, da 11, fui como de costumbre a las 8 de la maana a celebrar la Eucarista en la comunidad de las Salesianas, vecinas nuestras.

    Al besar el altar, vi un papelito (que ponen con los difuntos que hay que recordar).

    Le: Jos Aldazbal Dud que fuera l. Al terminar la Liturgia de la Palabra, me acerqu a la Directora.

    Es el Jos Aldazbal, salesiano, compaero mo?

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  • Luego te lo explicar.

    Les coment a las monjas: Uno no puede irse a dormir demasiado pronto

    No soy asiduo de la TV y cre que era el nico que ignoraba la triste noticia.

    Pero, en realidad, nadie en nuestra Inspectora saba todava nada. Hemos tenido estropeado el fax y por una avera de transformador, muchos ordenadores en paro

    Se lo comuniqu al Inspector y a la Comunidad.

    El da 12 acud a Barcelona. El funeral se celebr en la iglesia de Mara Auxiliadora (Sarri). Presidi la Eucarista y Exequias monseor Pere Tena, obispo auxiliar, y que tantos aos trabaj con l en la animacin litrgica. Vino expresamente de Roma, como representante del Rector Mayor, Antoni Domnech, Consejero de Pastoral Juvenil. Concelebraron muchsimos salesianos y presbteros diocesanos y religiosos (unos 120). El templo estaba a rebosar.

    La celebracin se hizo en castellano, euskera y cataln. En la homila monseor Pere Tena parafrase el texto del Apocalipsis aplicndolo a Jos: Dichosos los que mueren en el Seor, porque sus obras les acompaarn. Y sigui recordando que la celebracin no era un homenaje a Jos, sino una accin de gracias al Seor por el don que l ha supuesto para la Iglesia y la Congregacin.

    Se leyeron diversos mensajes de psame, de obispos, colaboradores, profesores universitarios

    Se record que Jos, cuando ya empezaba a encontrarse delicado, se hizo poner en la entrada de su habitacin una repisa donde l iba colocando papelitos con avisos: Estoy en la biblioteca, Estoy en la facultad, Estoy fuera Pero hubo al final uno: Estoy en Casa, y se no lo puso l.

    S, Jsant, ya est en Casa. Y te agradezco que me hayas pasado su nueva direccin de correo electrnico: . Eres estupendo.

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  • Y por esos juegos del recuerdo y las coincidencias del sentimiento, he sacado de mi bal una antigua Evocacin, que me ha sugerido tu Flecha disparada. Te lo mando como archivo adjunto.

    Con un fuerte abrazo.

    Feliciano.

    En los jardines de la finca MART-CODOLAR, Barcelona,hay un lugar entraable

    para cuantos hemos vivido all algunos aos:EL CIGARRAL DE LA SANTA.

    Detalle central de El Cigarral de la Santa

    El poeta EDUARDO MARQUINA dej constancia de su paso con un sencillo poema que figura como un mosaico

    en una de sus tapias interiores:

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  • 1922Corazn, entre estos rbolessosiega y descansa;alma, camino del cielo,desde aqu, adiestra tus alas.Piensa, quienquiera que seasel que aqu ests, entre tapias,que, para que no tropiecen,se han de elevar las miradas;las cercas te las detieneny te las guan las ramas,que es mirador de los cielosEl Cigarral de la Santa.

    Eduardo Marquina

    El poema de Marquina, dedicado a El Cigarral de la Santa,tal como qued escrito en el lado interior de una de sus tapias en 1922

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  • Improvisacin potica en torno al poema de MarquinaEl Cigarral de la Santa

    "Tambin yo he disparadomi mejor flecha, y la perd en el cielo..."

    (De su poema La flecha perdida, 1925)

    Poeta, yo he buscado tu mejor flechaen esa diana de oro que pusiste sobre el cielo,ms arriba de las altas cimas...He buscado la estra de su vueloen la tenue brisa deshechade tus rimas.He entrado en El Cigarraly he visto los cipreses centinelasvelando junto al tapialel taciturno sestear de los olivos,y las viejas encinas casi abuelassosteniendo en la rueca de sus troncos furtivoshilos de telaraa...Qu recogida alcoba para estar tranquilamente,mientras el reloj de sol en la pared engaalas horas que van cantando por los caos de la fuente!

    Pensando en las palabras del poetame pareci muy naturalhacer una entrevista algo indiscretaa los tres rboles del Cigarral.

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  • Me dirig a la encinaseria, enrgica y austera...Todo su pensamiento se ha hecho en ella madera!Sabes decirme algo de Marquina?Constante, tenaz:hecho para el combate, pero amante de la paz,en el dolor sosegadoTcame y sentirs... que an latemi fibra con su pulso: estuvo aqu a mi lado!Y sabes, hermana, de la flecha perdida,la que traz en el cielo una incgnita de luz,la palabra en que escondi su vida,su mejor palabra..., no la sabes t?Nunca fui curiosa. l ya lo saba.Slo dos palabras me dirigi aquel da.Conmigo fue parco. Tal vez, el olivo;pero ya muri. Si estuviera vivo!Sent que la encina quebraba su voz,antes tan robusta.

    El olivo, compaero amable.Cunto se hablaran entonces los dosdurante el otoo...Tambin a la enrgica encina le gustaque a la tarde, a solas, el olivo le hable...Pero, aquel olivo hoy slo es retoo.Me acerqu despacio. Casi con respeto.Estaba rezando. Sobre cada brote,un mpetu de llamacon resplandor de luz.(Siempre me ha parecido el olivo al sacerdote:

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  • por dentro de cilicio, retorcido, inquieto...por fuera, en cada ramala bendicin tendida con un signo de cruz).Olivo, voy buscando la palabra del poeta,la mejor, ardiente como un dardo...No la guardas en tu cuerpo exttico de asceta?Slo guardocon afecto reverenteuna breve frase muy sencilla.Para el rezo y el saludo l era franciscano...Me dijo mi padre que al pasar por su orillaexclam solamente:Que Dios te bendiga, hermano.Pero, la flecha que perdi en el cielo...,su palabra mejor... no sabes cul es?Siento no satisfacer tu anhelo.Tal vez la sepa el ciprs...

    Con su tronco apretado, rgido, desnudo,severo y alegre, con pasin de altura,el ciprs no entenda mi lenguaje.Yo no saba que el ciprs es mudo,y que suele contestarnossin premura con el ndice tembln de su ramaje.El ciprs, junto a la tapia centinela,siempre de pie, me revelacul era la palabra: Fe.

    Ya tengo las tres rimas del poemaque me han dado la encina,el olivo y el ciprs.He de formar tu lema,

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  • Marquina, con las tres.

    Para la ambicin del bien que no se alcanza,la encina nos recuerda la ESPERANZA.Para redimir la vida con un abrazo de paz,el olivo nos repite CARIDAD.Para la muerte, cuando ms all de las cercas no se ve,el ciprs nos va indicando: "Tened FE"

    Tambin yo he disparadomi mejor flecha, y la perd en el cielo.

    Bien dijiste, Marquina. Pusiste el arco tensode tu caridad ardiente, siempre en pie,y sobre un cielo infinito de esperanzatraspasaste el inmensoespacio de una eterna lontananzacon la flecha de tu fe.

    F e l i c i a n o U g a l d e E l i z a g a r a yMart-Codolar, Barcelona,21 de noviembre de 1959

    (EVOCACIN se compuso con motivo de la visita que hizo a Mart-Codolar la viuda del poeta, acompaada de los seores Mart-Codolar, e121 de noviembre de 1959. Fue una velada inolvidable.)

    * * *Despus de 36 aos he vuelto a ver aquel mismo sitio. Sigue maravillosamente elocuente, e invita al silencio y a la reflexin.

    Me he sentado junto a su fuente, y he vuelto a meditar, con ms aos en mi agenda, la leccin imborrable que me dieron un da sus rboles.

    Todo sigue vivo, menos el reloj de sol, inerte bajo la sombra, con sus horas paradas en la eternidad.

    Firmado.- Feliciano Ugalde,28 de julio de 1995

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  • De Miguel ngel Olaverri (Haula para los amigos,misionero en frica desde 1976. En la actualidad es obispo en Punta Negra, Congo:

    Querido Jsant:Ha sido una sorpresa agradable recibir tu mensaje y todo lo que gira en torno a la muerte de Aldazbal... Tambin para m fue un profesor y salesiano entraable... En mis primeros aos de frica le escrib algunas reflexiones sobre la manera de celebrar las eucaristas en el Congo y l me respondi agradecindome el intercambio...Ya son 30 aos de presencia en Africa para m y todo ha cambiado tanto que uno no sabe si nuestras sociedades tan desarrolladas tienen algo que ver con las realidades de frica tan sufrida, tan explotada, tan callada...Estoy estos das de vacaciones por Espaa... Llegu hace muy poco y he comenzado ocupndome de mi salud, no muy buena, pero mejorando poco a poco...Te agradezco tu amistad de siempre... Tus dossiers me han llegado bien... Gracias... Seguiremos en contacto... Una oracin y un abrazo fuerte...Miguel Angel Olaverri, sdb.

    De Antonio Domnech, Delegado de Pastoral Juvenil de los Salesianos, desde Roma (falleci meses despus que Aldazbal: leyendo ahora su email se me saltan las lgrimas al darme cuenta de que l era uno de los madurados):

    Querido Jsant:

    Me ha causado una agradable sorpresa tu mensaje y sobre todo me ha gustado mucho tu recuerdo de Aldazbal. Fue tambin para

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  • m una enorme sorpresa su muerte; saba que estaba un poco delicado de salud, pero segua haciendo vida normal en la comunidad de Horta, siempre disponible para seguir su labor de gua litrgica, publicaciones y algunos cursos... El Seor se lleva a los mejores o ms bien a los que estn ya maduros. A los dems nos deja un poco ms de tiempo para que maduremos.

    Tuve la alegra de poder participar en su funeral que fue una experiencia emocionante de fraternidad y de aprecio por su persona y por su obra. A pesar de ser el mes de agosto ramos muchos salesianos y muchos sacerdotes diocesanos. Monseor Tena, que presidi, nos invit sobre todo a dar gracias a Dios y lo hice de todo corazn porque tambin a m Aldazbal me ayud mucho a crecer en la sensibilidad y sentido litrgico, sobre todo como educador. Ahora, que por mi servicio en la animacin pastoral de la Congregacin he conocido muchos lugares y situaciones, me doy cuenta de lo importante que es saber unir un fino sentido educativo y de atencin a la situacin de los fieles y al mismo tiempo una profunda experiencia de fe, para no caer en el funcionariado litrgico y poder comunicar una verdadera experiencia de Dios.

    Gracias por los breves artculos tuyos que me envas; son concretos, directos y al mismo tiempo interpeladores.

    Que el Seor te siga acompaando y bendiciendo. Con un recuerdo en mi oracin.

    Antonio Domnech.

    De Lola, profesora de Economa en Enseanza Secundaria:

    He ledo la carta que le has escrito a tu profesor y me ha encantado. La verdad es que cuando la vida te pone delante a

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  • personas de las que siempre se pueden aprender cosas es para estar feliz. Me ha gustado mucho la idea de expresar grficamente la continuidad de la vida de una persona.Espero que nos sigas deleitando con esos escritos.Un beso muy fuerte.Lola.

    De Helena, empleada en una empresa de transportes de Elche:

    Hola, Jsant:Gracias por tu e-mail. Como siempre, me conmueven. Gracias por darme el privilegio de poder leerlos. Acabo de llegar de Tnez, te escribir pronto para contarte ms cosas. Besos.

    De Laura, periodista y antigua alumna de tica en el BUP:

    Nunca me canso de aprender de ti, de tu trato humano, de tu amistad, de tu buen corazn y de cmo sigues perpetuando el legado que deja cada una de las personas que conoces. Es como si descubrieras la estela que todos tus amigos tienen detrs y, despus de localizarla, te encargas de seguir tirando de ella, para que no desaparezca y darla a conocer. Creo que esa es parte de tu estela, Jsant: eres amor y verdad en estado puro, y eso es lo ms valioso de las personas. Sabes que te quiero mucho. Laura.

    Del Decano del Colegio de Doctores y Licenciados (Asociacin de Profesores de la Educacin):

    Estimado amigo:

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  • He ledo sus escritos remitidos el 11 de septiembre a travs del correo electrnico.

    Muchas gracias por ellos.

    Le confieso que al principio tuve intencin de leerlos en diagonal pero poco a poco me cogieron y acab disfrutndolos y compartindolos en gran medida con usted. Su tono intimista, moderado, de quien busca en s mismo el equilibrio, que luego proyecta hacia los dems me ha gustado mucho.

    Los devuelvo a la redaccin con copia de este correo y con la indicacin de que se contemple su publicacin, aunque no sea completa.

    Con mi respeto y saludos.

    Jos Lus Negro Fernndez, Decano

    De Mara Jess Aldazbal, hermana de Jos (10-09-2006):

    Estimado Jsant:

    Soy la hermana religiosa salesiana de Jos Aldazbal. En su agenda encontr esta direccin, y luego vi que coincida con el nombre del autor del artculo que escribiste al enterarte de su fallecimiento y que ha llegado a mis manos. La estoy leyendo una y otra vez porque es de una gran profundidad. GRACIAS por tantas cosas bonitas y sentidas: te estoy muy agradecida. Seguro que Jos te seguir ayudando: eso es lo que esperamos todos.

    Un abrazo de la hermana Mara Jess Aldazbal.

    Nota P. S.- Acabo de repasar una y otra vez estos emails y, con mucho sentimiento, he de confesaros algo que a muy pocos he dicho:

    Aldazbal me dio un buen estirn de oreja

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  • El da 4 de octubre de 1969, en aquella tarde-noche lluviosa y de un gris fundindose hacia el negro, llegamos los del curso a Mart-Codolar para estudiar la Teologa, despus de haber estado en una encerrona durante doce aos.

    S. Entr en los Salesianos en julio de 1957 con slo 11 aos y, siempre interno y en plan de formacin, ah estuve. Por lo que aquel 4 de octubre, y nada menos que en Barcelona, inaugur la etapa de mi libertad. Mart-Codolar era como una residencia de estudiantes donde cada uno tenamos nuestra habitacin: por las maanas, clases; por las tardes, cada uno se retiraba a su habitacin, se supona que a estudiar. Pero, hete aqu que, un servidor, a quien le gustaba mucho el cine, se largaba de paseo por Barcelona e iba de clac al teatro o buscaba las mejores reposiciones de las pelculas mticas que se haba perdido durante doce aos.

    Llegaron las Navidades y Jos Aldazbal, siempre atento y sensible a todas las situaciones por las que cada uno pasaba, se encontr conmigo en el recodo de una escalera, me cogi con ternura de una oreja y me susurr:

    Conque sas tenemos, eh? T no llegas a junio.Y eso?No has hecho nada, ms que pasearte por

    Barcelona. Y la Liturgia no consiste en si se ha de tocar la campanilla en ste o en otro momento de la misa, sino en comprometerse para que la juventud sea tambin protagonista de la Asamblea (Ekklesa) y pueda participar en ella. Necesitas un contacto con los jvenes; de lo contrario, tus estudios teolgicos de nada te van a servir.

    A dos semanas de aquel tierno encontronazo, Aldazbal, a travs de su hermana salesiana que trabajaba de encuadernadora en el barrio de Sant Andreu, nos ofreci una misin pastoral a Chema Ayesa, A Miguel Hernndez (apodado El del Cabezo) y a un servidor en unas academias de esta barriada.

    Y as, fuimos formando, con muchos jvenes, el Centro Juvenil San Andrs.

    Si no hubiese sido por l, no hubisemos coincidido tantas y tantas vidas en este largo o corto caminar, donde tratamos de seguir la estela de su flecha disparada

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  • hacia lo ms alto, aquella que un da nos dibuj, nos dise en una pizarra de Mart-Codolar:

    (Tengo en borrador un artculo, dedicado a mi amigo Feliciano, titulado Nac en Mart-Codolar, pero sa es otra historia.)

    Todas las fotos usadas para este escrito son propiedad de los Salesianos de Mart-Codolar, Barcelona, y han sido escaneadas de los libros que mi querido y recordado, pues falleci unos aos despus que Aldazbal, Ramn Alberdi me fue regalando segn los iba publicando (os anoto tres, de entre otros):

    Coleccin de postales, a todo color, maravillosas, Ajuntament de Barcelona, 1999.

    Los Jardines de Mart-Codolar. Ajuntament de Barcelona, 1999. Mart-Codolar, una obra social de la burguesa, Obra Salesiana Mart-

    Codolar, Barcelona, 2001.Gracias, pues, a la Congregacin Salesiana, por su gentileza en la publicacin de estas fotos.

    Sabis que Margarita Xirgu visit varias veces la finca Mart-Codolar entre los aos 1923 y 1931? Quiz su espritu de esplndida actriz qued en las copas de los rboles ms altos como legado para tantos que hemos pasado por ah y seguimos amando el Teatro.

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