16
PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C. 1 Apego y Psicopatología Patricia M. Crittenden. Resumen (traducción) de Crittenden, P. (1995) Attachment and Psychopathology. En Goldberg, S., Muir, R. & Kerr, J. (Eds.) Attachment theory: Social, developmental, and clinical perspectives (pp. 367-406) Hillsdale, NJ: Analytic Press Se describen la relación entre la calidad de apego y aspectos de la psicopatología desde una perspectiva de procesamiento mental de la información. Teoría del Aprendizaje, Vygotsky y Modelos Representacionales Internos en la Infancia. Tres materias a explorar El trabajo de Ainsworth ha mostrado que la sensibilidad es el determinante primario de la calidad del apego a los 12 meses: madres sensibles tienen hijos seguros, madres inconsistentes tienen hijos ambivalentes y madres intrusivas/rechazadoras tienen hijos evitativos. Hay varios puntos interesantes acerca de esta situación. 1- ¿Cómo se desarrollan estos patrones? Aunque el apego no es aprendido como proceso basado biológicamente, la calidad del apego es referido a un entendimiento aprendido de la naturaleza específica de relaciones de apego. Los principios del aprendizaje pueden explicar como la interacción de los infantes con las figuras de apego facilita su aprendizaje del cómo utilizar su mente. Al hacer esto se presume que algunos tipos de aprendizaje están más “privilegiados que otros”, por ej. el sistema nervioso está preparado para recibir y atribuir significado a algunos tipos de información y no a otras. En humanos esto incluye información desde y acerca de humanos y en especial de las figuras de apego. 2- ¿Por qué hay solo hay tres patrones de apego cuando las madres son muy variadas?. Aunque las madres varían en un continuo de sensibilidad, los infantes parecen dicotomizarlas en “buenas” o “malas”. En verdad, las madres inconsistentes son las menos identificadas (conductualmente) por los infantes. Esto es como si la mente sensoriomotora de los infantes pudieran solo construir uno de dos modelos de realidad “puros”, aun cuando pocas madres realmente encajan con aquellos. 3- ¿Cómo la maduración cambia las relaciones de apego? El desarrollo de patrones de interacción y de apego puede entenderse, en términos Vygotskyanos, como tareas en la zona de desarrollo proximal del infante. Las madres se pueden considerar en términos de cómo ellas apoyan la organización de aquellos patrones, por ej. el proceso por el cual sus conductas constituyen un “andamiaje” (apoyo) para el aprendizaje del niño. Aprendiendo a interactuar. Desde el nacimiento, los humanos tienen una forma específica a la especie de emitir reflejos, la habilidad para aprender asociaciones, y sentimientos. Una forma de pensar en esto es asociar la conducta refleja (que regula funciones esenciales) con el tallo cerebral, la estructura cerebral más antigua. El cerebro reptil (por ej. el cerebro medio) como la siguiente estructura desarrollada, relacionado con el aprendizaje asociativo simple mediante la experiencia. El sistema límbico, la próxima estructura en desarrollarse, es

apego

Embed Size (px)

Citation preview

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

1

Apego y Psicopatología Patricia M. Crittenden.

Resumen (traducción) de Crittenden, P. (1995) Attachment and Psychopathology. En Goldberg, S., Muir, R. & Kerr, J. (Eds.)

Attachment theory: Social, developmental, and clinical perspectives (pp. 367-406) Hillsdale, NJ: Analytic Press

Se describen la relación entre la calidad de apego y aspectos de la psicopatología

desde una perspectiva de procesamiento mental de la información.

Teoría del Aprendizaje, Vygotsky y Modelos Representacionales Internos en la

Infancia.

Tres materias a explorar

El trabajo de Ainsworth ha mostrado que la sensibilidad es el determinante

primario de la calidad del apego a los 12 meses: madres sensibles tienen hijos seguros,

madres inconsistentes tienen hijos ambivalentes y madres intrusivas/rechazadoras tienen

hijos evitativos. Hay varios puntos interesantes acerca de esta situación.

1- ¿Cómo se desarrollan estos patrones?

Aunque el apego no es aprendido como proceso basado biológicamente, la calidad del

apego es referido a un entendimiento aprendido de la naturaleza específica de relaciones

de apego. Los principios del aprendizaje pueden explicar como la interacción de los

infantes con las figuras de apego facilita su aprendizaje del cómo utilizar su mente. Al

hacer esto se presume que algunos tipos de aprendizaje están más “privilegiados que

otros”, por ej. el sistema nervioso está preparado para recibir y atribuir significado a

algunos tipos de información y no a otras. En humanos esto incluye información desde y

acerca de humanos y en especial de las figuras de apego.

2- ¿Por qué hay solo hay tres patrones de apego cuando las madres son muy variadas?.

Aunque las madres varían en un continuo de sensibilidad, los infantes parecen

dicotomizarlas en “buenas” o “malas”. En verdad, las madres inconsistentes son las

menos identificadas (conductualmente) por los infantes. Esto es como si la mente

sensoriomotora de los infantes pudieran solo construir uno de dos modelos de realidad

“puros”, aun cuando pocas madres realmente encajan con aquellos.

3- ¿Cómo la maduración cambia las relaciones de apego?

El desarrollo de patrones de interacción y de apego puede entenderse, en términos

Vygotskyanos, como tareas en la zona de desarrollo proximal del infante. Las madres se

pueden considerar en términos de cómo ellas apoyan la organización de aquellos

patrones, por ej. el proceso por el cual sus conductas constituyen un “andamiaje” (apoyo)

para el aprendizaje del niño.

Aprendiendo a interactuar.

Desde el nacimiento, los humanos tienen una forma específica a la especie de emitir

reflejos, la habilidad para aprender asociaciones, y sentimientos. Una forma de pensar en

esto es asociar la conducta refleja (que regula funciones esenciales) con el tallo cerebral,

la estructura cerebral más antigua. El cerebro reptil (por ej. el cerebro medio) como la

siguiente estructura desarrollada, relacionado con el aprendizaje asociativo simple

mediante la experiencia. El sistema límbico, la próxima estructura en desarrollarse, es

Claudio
Resaltado

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

2

asociada con las respuestas afectivas que regulan la conducta en ausencia de experiencia.

La corteza cerebral, como última estructura desarrollada, integra información generada

por las estructuras inferiores del cerebro produciendo un conocimiento más sofisticado.

Al contrario de las estructuras más primitivas del cerebro, la corteza se desarrolla

primariamente después del nacimiento.

Estos cuatro tipos característicos de funcionamiento son la base para dominar (manejar)

el establecimiento de patrones de comunicación con los cuidadores (figuras de apego) que

entregan información significativa de las condiciones futuras:

a) Cuando los cuidadores responden a las conductas reflejas, condicionadas y afectivas el

infante de manera que lo confortan, este será reforzado y el despliegue de las conductas

más predecible. En términos de Vygotsky, estas madres ayudan a sus niños a aprender

que tanto el significado comunicativo de sus conductas como el efecto en los otros son

predecibles.

b) Cuando las señales de los niños resultan en intrusividad o rechazo, el efecto es un

castigo de la conducta para el niño; consecuentemente el niño aprende a inhibir la

conducta castigada. Los niños que, al año de vida, comienzan a ser evitativos típicamente

han experimentado el rechazo materno cuando desplegaban conductas afectivas

indicadoras de deseo de cercanía hacia sus madres. Si el niño protesta esta consecuencia

displacentera, a menudo experimentan la rabia de sus madres. Así la inhibición de las

señales afectivas es tanto un efecto predecible para la reducción del rechazo y rabia de la

madre como una enseñanza al infante de que la expresión de los afectos es

contraproducente. Además, las conductas afectivas de los cuidadores son mal dirigidas

por lo que aprender el significado de los afectos se torna más difícil aun para los infantes.

Irónicamente los padres intrusivos y rechazadores usan las señales afectivas de un modo

erróneo (misleading): cuando sus niños ofrecen pocas señales afectivas ellos a menudo se

entrometen con un afecto positivo falso como una tosca señalización de deseo de

cercanía. Sin embargo, cuando el infante le es reciproco, estos padres inhiben sus propios

afectos negativos y rechazan al niño. En términos Vygotskyanos, estas madres crean una

situación en la cual: i)- los infantes no pueden discernir el significado de los afectos y ii)-

aprenden a inhibir sus propias señales de deseo y rabia.

c) Otras niños tienen madres que son claras en su comunicación afectivas pero responden

inconsistentemente a las señales del infante. La inconsistencia puede involucrar tanto una

baja o alta responsividad, en ambos casos a los infantes le es difícil aprender a

comunicarse efectivamente; cuando los infantes no pueden predecir las respuestas de sus

padres se tornan ansiosos y rabiosos. La expresión de estas emociones lleva a

consecuencias mixtas: las madres inconsistentes a veces confortan al niño, aveces se

enojan, a veces son inefectivas. en términos de la teoría del aprendizaje estos niños con

aquellas madres se encuentran bajo un programa de reforzamiento impredecible e

intermitente. Es sabido que dichos programas mantienen las conductas en altas tasas, pero

de este modo el niño permanece sin las estrategias de cambiar la probabilidad de las

conductas de los padres y por lo tanto permanecen desorganizados en términos cognitivos

en relación al apego.

Al cierre de la infancia, los niños etiquetados como seguros han aprendido el valor

predictivo y comunicativo de muchas señales interpersonales, además han creado

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

3

significado para los afectos y cogniciones. Los niños evitativos han aprendido a organizar

su conducta sin ser capaces de interpretar o usar señales afectivas, por ej. ellos tienen un

sentido de cognición pero no de afectos. Los niños ambivalentes han sido reforzados por

conductas afectivas pero no han aprendido una organización cognitiva que reduzca las

incongruencias de la conducta de sus madres.

Por lo tanto, los niños seguros son competentes con información afectiva como

cognitiva, los niños evitativos son competentes con la información cognitiva y los

ambivalentes son competentes primariamente con la información afectiva. Así al finalizar

la infancia, todo esto lleva a tres problemas cuya resolución debe esperar la mayor

competencia mental del funcionamiento preoperacional:

1º Tanto el modelo seguro como el evitativo son “ideales” o sobrestimados; ellos

representan a un padre idealizadamente positivo o uno idealizadamente negativo.

2º Los niños evitativos han aprendido como evitar las consecuencias desagradables pero

no cómo hacer para que los padres realicen lo que ellos desean.

3º Como los niños ambivalentes no han aprendido a cambiar las contingencias de la

conducta de sus padres, están sin estrategias.

Maduración y Cambio en los Modelos Representacionales Internos en los Años

Preescolares.

Procesos de desarrollo.

Maduración cognitiva y afectiva.

Se ha observado que en la infancia los períodos de desarrollo cognitivo van acompañados

de cambios en los afectos. Se considera estos cambios como integraciones cada vez más

sofisticadas de afectos con cogniciones en las cuales son reconocidas tanto la relación

causal entre la conducta de otras personas y los propios sentimientos, como los efectos

comunicativos/predictivos de las señales afectivas en la conducta de los otros. Esta

integración es posible gracias a la maduración de la corteza cerebral. Crittenden propone

la conducta de sumisión (coy) como reflejo de una integración de señales (previamente

discretas) en patrones de conducta que son usados para regular la conducta interpersonal

en determinados contextos.

Conducta de sumisión (CS), desarmar agresión y rabia oculta.

La CS, que se comienza a organizar al final del segundo año, tiene varias funciones. El

significado de estas se puede rastrear o derivar de estudios etológicos de conflictos intra-

especie. Cuando dos animales están en conflicto y uno de ellos está claramente perdiendo,

el animal perdedor termina el conflicto antes de ser destruido. Hace esto exhibiendo una

serie de conductas que funcionan tanto como reconocimiento de la dominancia del otro

animal, como para elicitar la compasión del animal dominante.

La CS en niños tiene una función similar al integrar una serie de señales que “desarmen la

agresión” y elicitan compasión dentro de las jerarquías de dominancia cambiantes. Los

infantes muestran agresión hacia el final del primer año, pero esta agresión es inofensiva.

desde los dos años la agresión del infante ya no es tan inofensiva; esta fácilmente puede

elicitar agresión desde los padres. Para no ser dañado, marginado o muerto por la agresión

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

4

de los padres los niños necesitan una forma de detener la conducta agresiva de los padres.

La CS, que desarma la agresión cumple el propósito.

La CS según la calidad de apego.

Tipo C.

Todo niño en edad preescolar utiliza la CS para desarmar la rabia de los otros y elicitar

compasión. Para los niños con cuidadores inconsistentes, sin embargo, esta nueva

conducta, combinado con la mayor competencia cognitiva asociada a la inteligencia

preoperacional, presenta la oportunidad de organizar una estrategia con la cual forzar

(coerse) a responder a los cuidadores inconsistentes en sus respuestas.

Imagine a un niño de dos años quien señala su deseo por su madre, ella está atendiendo

otra cosa y no responde. El niño intensifica su demanda, luego grita y arroja un juguete

contra la madre. Ahora es probable que ella responderá, sin embargo cómo lo hará es

incierto. Ella puede reconocer su equivocación y responder calmadamente al niño, o

puede responder con rabia. En el primer caso, el niño es reforzado a exagerar o exaltar

sus señales afectivas; al ser un reforzamiento impredecible e intermitente, el niño aprende

a responder con más prontitud e intensidad la próxima vez y es muy difícil extinguirlo.

En el segundo caso, con la rabia maternal, el niño es parcialmente reforzado con la

atención de su madre y parcialmente castigado por la rabia de su madre. Sin embargo, en

respuesta a la rabia puede desplegar la conducta de sumisión, esta terminara la conducta

agresiva de la madre y elicitará compasión. Cuando la rabia de la madre a terminado (y se

ha recobrado la seguridad) la rabia del niño puede ser expresada. El se alborota y la madre

trata de calmarlo, el hace nuevas demandas. Esto continua hasta que la madre comienza a

sentir rabia sobre la cual el niño desplegara nuevamente la conducta que desarma la rabia.

La consecuencia es que el niño aprende a desplegar su rabia de una manera selectiva y

alternante por un lado, y el miedo y deseo de compasión por otro. Alternando estos

patrones de conducta en respuesta a los estados afectivos de la madre resulta en una

estrategia coercitiva que maximiza la atención que recibe el niño. Conductualmente, el

niño ha aprendido a usar la CS para cubrir la rabia al tiempo que él se siente tanto rabioso

como vulnerable. Mentalmente, ha aprendido a dividir (split) sus sentimientos y a

desplegarlos en una rápida y alternante escala de intensidad.

Los cuidadores usualmente se sienten frustrados y victimizados por esta estrategia

coercitiva. Para ganar control por sobre sus niños crecientemente demandantes y

manipulativos* muchos padres utilizan su superioridad cognitiva para engañar al niño.

por ej.: En una situación extraña una madre se prepara para salir, su hijo va donde

ella y le pide desesperadamente ir con ella, su madre vuelve diciendo entusiasmadamente

“oh, mira ahí está la pelota, ve por ella!”, el niño corre a por la pelota y la madre

rápidamente se va.

Otra madre maneja esto diciéndole al niño: “si eres bueno te traeré a la

vuelta un helado”, el niño accede, sin embargo cuando la madre vuelve no trae helado. El

niño exige su helado

Los infantes ambivalentes descubren que la expresión abierta de los deseos y

sentimientos tiene un pequeño efecto predecible en la conducta de sus padres. Ya que

ellos no tienen medios para manejar a sus padres, quedan con emociones de deseo, rabia y

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

5

miedo. Los niños de edad preescolar sin embargo, aprenden que el despliegue intenso de

afectos no ambiguos motiva a los cuidadores a atenderlos. Más aun, la juiciosa

alternación de emociones conflictivas desarma la agresión de los padres e incrementa la

probabilidad que los deseos del niño se cumplan. Finalmente los niños aprenden a no ser

burlados por razonamientos cognitivos o verbales, aprenden que estos son engañosos.

Aferrados a los afectos, desplegándolos a gran intensidad, llegan a una consecuencia más

favorable. Ellos ahora tienen una efectiva estrategia de coerción que se basa en mantener

los afectos salientes y defenderse contra las cogniciones engañosas. Los patrones de

conductas de amenaza y desarme son alternados de manera que regulan el despliegue de

la rabia. La regulación se basa en el juicio del niño acerca del estado afectivo del

cuidador. Más aun, ya que la conducta cambiante de los cuidadores satisface los deseos

de los niños, aparece como si la figuras de apego fueran responsables por los sentimientos

de los niños. Consecuentemente, los niños coercitivos tienden a culpar a los otros por sus

problemas.

En respuesta a condiciones extremas, sin embargo, el balance entre las conductas de

amenaza y desarme pueden cambiar, permitiendo a un patrón o al otro ser el dominante o

volverse desregulado. En este caso, la conducta de amenaza escala a una punitiva y la

conducta de desarme a una desesperanza fingida. Más que un simple niño

amenazante/desarmante, ellos demandan que deben ser atendidos y escalan en su

conducta sin restricción hasta que lo logran. Esta focalización en sí mismos limita en gran

medida el desarrollo cognitivo/educacional.

Ya que la mayoría de los cuidadores son inconsistentes en algún grado, la mayoría de los

niños experienciarán algún beneficio de la estrategia coercitiva.

Tipo B.

Los cuidadores que son muy sensitivos reconocen que la zona de desarrollo proximal del

niño ha cambiado en cualidad y ellos ajustan sus conductas en concordancia. Ellos se

comprometen en una negociación significativa con el niño abiertamente atendiendo los

sentimientos y pensamientos del niño, construyendo en conjunto planes que “honran” al

niño. Estos niños pueden intentar estrategias coercitivas, pero encontraran la estrategia

segura de la comunicación directa y abierta más satisfactoria.

Tipo A.

Los niños evitativos enfrentan diferentes retos cuando entran a la edad preescolar. La

tarea central es como elicitar la atención positiva. Esto va a depender si la madre es del

tipo abiertamente hostil o del tipo no responsiva o alejada. Ya que los preescolares tipo A

desarrollan diferentes patrones conductuales defensivos se etiqueta a este grupo como

“Defensivos”.

Los niños que usan la evitación para prevenir el rechazo de madres intrusivas enfrentan

dos problemas. 1) la evitación en si misma comienza a ser interpretada por los adultos

como una conducta abiertamente ruda. Consecuentemente esto elicita la rabia de los

padres. 2) Los niños preescolares necesitan una forma menos obvia de evitar a sus madres

intrusivas. Por lo tanto, ellos reemplazan la evitación conductual con una inhibición

psicológica. Ellos miran a las figuras de apego sin señalizar deseo de cercanía. Sin ser

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

6

rudos, ellos se mantienen en el intercambio entre ellos mismos y sus cuidadores de

manera fría, correcta y cortés.

Usando esta conducta más sofisticada, ellos pueden tolerar en el contexto de actividades

con roles impersonales y definidos, una considerable cercanía física con sus cuidadores.

Por ej. un preescolar inhibido puede estar muy cerca de su madre trabajando en un puzzle

o leyendo un libro, pero evadirá abrazos u otros intercambios afectivos. Las madres de

niños tipo A generalmente se sienten más cómodas con tales actividades cognitivas (y con

roles definidos) y se sienten orgullosas de los logros de sus hijos. Sus niños inhibidos

aprenden que, aunque con afectos “engañosos” las cogniciones y actividades cognitivas

pueden ser confiables para producir consecuencias reforzantes.

Los niños con madres distantes tienen un problema más complejo. Sin la atención de los

padres no pueden estar ni a salvo ni sentirse seguros. Por lo tanto algo deben hacer para

elicitar la atención de sus padres. Estos niños aprenden a inhibir el despliegue de sus

propios sentimientos y además a sustituirlos por un afecto falsamente positivo. Esto es

como si el niño estuviera calmando al padre con que todos están felices, que nada malo

puede pasar si el cuidador atiende al niño. Esta conducta, por supuesto es por naturaleza

una inversión de roles. Funcionalmente, sin embargo, esta resulta de la elaboración de

procesos mentales usados por infantes evitativos y una inhibición del preescolar. Esto es,

el niño inhibe la expresión de afectos verdaderos. Además, el niño “cuidador

compulsivo” los sustituye con brillantes afectos falsos para así mantener físicamente

cerca a los padres.

La falsedad de los afectos desplegados pueden ser determinados en dos formas: 1) las

expresiones en sí mismas son incompletas, sonrisas deshonestas, sonrisas mientras se

aleja, etc. Este intercambio en el flujo de afectos es atípico en el sentido de que es muy

repentino, muy breve, y fuera de contexto. en verdad el término “alegría

descontextualizada” (non-contextual joy) es adecuado para estos afectos falsamente

positivos. 2) Cuando el cuidador responde con atención, el niño repentinamente comienza

a inhibirse y a evadir el contacto. Estos niños aparecen como deseando cercanía, pero no

tan cerca. Como todo niño defensivo la intimidad le es inconfortable.

Finalmente, los niños evitativos cuyos padres muestran conductas hostiles y demandantes

aprenden en la edad preescolar a inhibir sus propios deseos y a hacer exactamente lo que

se espera de ellos. Ya que su ambiente es peligroso los niños complulsivamente

complacientes mantienen muy vigilada y monitoreada la conducta de sus padres con el fin

de anticipar sus deseos. Como estos niños buscan incesantemente cualquier predictor de

la rabia de sus padres muchas veces se equivocan lo que da lugar a este aprendizaje

supersticioso que es la base de la compulsión irracional.

La complacencia compulsiva generalmente va acompañada por una sobrevaloración,

especialmente cuando las madres buscan evidencia para la obediencia de sus niños y su

desempeño intelectual. Sin embargo el proceso mental subyacente es uno que inhibe los

afectos propios sustituyendo las conductas y afectos por los que se perciben como

deseados por los padres. Ya que todo niño defensivo, y especialmente los niños

compulsivamente complacientes descubren que modificando su conducta reducen las

amenazas de sus figuras de apego, tienden a aceptar la responsabilidad por la conducta de

sus padres; cuando los padres están enojados o rechazadores, los niños defensivos tienden

a sentir vergüenza.

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

7

Tipo A/C.

Además de los tres patrones básicos de Ainswort, algunos niños que viven en ambientes

muy complejos y variables pueden combinar estrategias defensivas y coercitivas en un

patrón A/C. Podemos verlo como una mezcla o un funcionamiento variable que va

desde los enteramente defensivo pasando por los defensivos con algunos aspectos

coercitivos hasta llegar a los enteramente coercitivos.

Consecuencias en los Años Preescolares.

Esta revisión llevara a la discusión de cuatro puntos centrales:

Cambio en la distribución de los patrones de apego.

La maduración puede llevar a cambios en la calidad de apego (aun cuando hay

investigaciones anteriores que más bien enfatizan una continuidad desde la infancia a las

edades posteriores).

Uno puede preguntarse si la calidad de apego realmente cambia o son solo cambios

conductuales superficiales. Dos cosas sugieren que las relaciones son cualitativamente

diferentes. 1- hay una razón “folklórica” Las madres comúnmente se quejan que los dos

años de edad son especialmente problemáticos, así, se sugiere que la relación en ese

momento se deteriora. 2- la segunda razón es la correspondencia entre la estrategia

coercitiva y la conducta inconsistente de las madres; los niños en edad preescolar tienen

estrategias mental y conductualmente más complejas que los infantes. Con la

disponibilidad de esta estrategia los niños son más capaces de reflejar el continuo dela

sensibilidad maternal. Consecuentemente, se espera que cambie la distribución de la

calidad de apego.

Cambio de los modelos de representación interna del apego.

Uno de los asuntos más excitantes, resultantes de los cambios maduracionales, es el

potencial de los niños de formar modelos representacionales de las relaciones de apego

más exactos y la posibilidad de estrategias más efectivas para manejar estos modelos.

Produciendo nuevas habilidades mentales, el periodo de cambio maduracional crea las

condiciones que facilitan la reorganización de modelos representacionales que pueden

ser usado para predecir las condiciones futuras más exactamente. Para esto, la mente

funciona de dos maneras. Primero, busca regularidades, patrones. Los patrones seguros y

evitativos representan tales regularidades identificadas por los infantes. Segundo, la

mente busca discrepancias entre lo que es esperado y lo que ocurre. Con la inteligencia

preoperacional los niños descubren las discrepancias entre los modelos de “buenas” o

“malas” madres con la conducta presente de su madre. Estas discrepancias representan

percepciones e interpretaciones más adecuadas del significado de la conducta de las

madres. La nueva información debe ser reconciliada con los modelos representacionales

del niño ya existentes. Para los niños en ambientes de apoyo, esto puede facilitar el

desarrollo de modelos más diferenciados, complejos y exactos.

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

8

Cuando los modelos de los niños de apego ansioso falla en representar y predecir

adecuadamente la realidad en situaciones críticas, los niños enfrentan una tarea

desafiante. No solo existe una discrepancia entre los modelos y la realidad sino que

también estos niños tienen menos experiencia que los niños seguros en los procesos de

integración de información. Esto los puede llevar a realizar mayores esfuerzos para

descartar información conflictiva con el objeto de mantener el modelo inadecuado. Esto

puede retardar el proceso de revisión hasta que finalmente una gran fuente de

discrepancia empuja a la mente hacia una reconsideración de su funcionamiento y a la

reorganización de la información. Así, para los niños de apego ansioso los procesos de

revisión de modelos son probablemente muy inconfortables. Tanto su actividad mental

como conductual se ven dificultadas hasta que la integración de la información nueva y

discrepante es completa. Cada discrepancia, entonces, provee de la posibilidad para la

auto-corrección de modelos inadecuados y para la generación de nuevas estrategias

interpersonales.

Si las circunstancias han cambiado drásticamente y el modelo antiguamente adecuado no

representa más la realidad existente (el caso de una muerte), el constructo más adecuado

en describir este cambio es el de desorganización. Además, si el periodo de incertidumbre

resulta en un modelo menos conveniente que el modelo temprano del niño, es también

desorganización el constructo que describe el cambio. Sin embargo, si el niño comienza a

ser consciente de la información sesgada y en este proceso de revisión de su modelo llega

a estar más en línea con la realidad, se utiliza el concepto de reorganización para

reconocer el desarrollo que acompaña esta actividad.

La rabia.

Los patrones de apego pueden ser vistos como parte de las estrategias para manejar la

rabia. Desde esta perspectiva las diadas seguras están en suficiente sincronía tal que la

rabia no es sentida frecuentemente. Además, estas expresiones elicitan respuestas

oportunas que tienden a confortar. Así, para las diadas seguras, la rabia funciona como

señal de asuntos importantes que requieren atención diádica.

Los niños de apego ansioso, por otro lado, experimentan frustraciones de sus deseos;

esto lleva a sentimientos frecuentes de intensa rabia. Tanto los niños tipo A y tipo C

aprenden a regular la expresión de su rabia en base a las respuestas de sus cuidadores. Los

niños defensivos esperan el rechazo cuando ellos despliegan la rabia o cuando sus padres

se sienten con rabia; consecuentemente, ellos inhiben la expresión de su propia rabia y

están atentos a cualquier evidencia de la rabia de sus padres la cual se esfuerzan por

calmar. Los niños coercitivos han aprendido que tanto la amenaza y el desarme en la

expresión de rabia incrementan la atención de sus padres. Consecuentemente, mucha de

las interacciones con las figuras de apego tienen la cualidad de la rabia. Irónicamente,

tanto para las diadas defensivas como las coercitivas, las rabia pierde algo de su poder

comunicativo, por ej. , Los asuntos y ocasiones importantes no pueden ser diferenciados

de los menos importantes.

Apego y procesamiento mental de la información.

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

9

Las estrategias usadas por los niños en edad preescolar y las condiciones bajo las cuales

son aprendidas sugieren un modelo representacional bidimencional para describir la

calidad del apego.

Por un lado, los patrones difieren en el tipo de información utilizada. Los niños

defensivos encuentran que la actividad cognitiva provee de una base para la interacción

predecible y relativamente satisfactoria con sus cuidadores y una base adecuada para

representar la conducta de estos. Consecuentemente, ellos aprenden a depender de la

cognición para regular su conducta y defenderse contra el afecto. Los niños coercitivos

han aprendido lo opuesto. Ellos enfatizan los afectos y desatienden, o se defienden contra,

la cognición. Los niños seguros tienen acceso y usan, tanto la cognición, como los

afectos y por lo tanto pueden ser considerados balanceados con respecto al

funcionamiento mental y conductual. Los niños A/C también tienen acceso tanto a los

afectos como la cognición, pero a diferencia de los niños seguros, ellos no pueden acceder

y utilizar ambas fuentes de información simultáneamente.

Por otro lado, los patrones difieren en como la información es usada. Los niños seguros

integran la información cognitiva y la afectiva. Las discrepancias entre sentimiento y

cogniciones llevan a una actividad mental que a menudo produce entendimientos más

elaborados del sí mismo y la realidad. Aunque estos cambios probablemente son

menores y no disrruptivos, la suma de esta actividad representa la reorganización de los

modelos representacionales internos. Los niños defensivos y los coercitivos a menudo

fallan en identificar las discrepancias; bajo tales circunstancias la integración a menudo

no ocurre.

Representación Mental e Integración en los Años Escolares y la Adolescencia.

Sistemas de memoria.

Se discutirán los tres tipos de memoria y sus modelos asociados.

La noción de modelo representacional interno procedural funciona bien para describir la

conducta en la infancia y los años preescolares. En los años preescolares se comienza a

desarrollar la memoria semántica y la episódica. La memoria semántica codifica las reglas

generalizadas acerca de como la vida (y las relaciones) funcionan, por ej. “Los niños

buenos son obedientes”. La memoria semántica, así, provee de predicciones cognitivas

generalizadas y verbales las cuales, sin embargo están sesgadas a reflejar los valores de

los padres; esto puede o no representar la conducta parental presente. La memoria

episódica (autobiográfica) codifica información acerca de situaciones específicas, por ej.

Cuando tu madre te ha llamado y se ha enfadado por tu desobediencia. Ya que la mayoría

de las experiencias son ordinarias e inconsecuentes, ellas no son recordadas ocasión a

ocasión. Consecuentemente, las memorias codificadas en la memoria episódica y sus

modelos representacionales asociados están sesgados al reflejar experiencias

afectivamente exaltantes (arousing) y no solucionadas, particularmente aquellas con

amenaza de peligro.

Usando los sistemas de memoria para regular la conducta.

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

10

Crittenden propone que los tres modelos de memoria regulan la conducta bajo diferentes

condiciones. Específicamente, la memoria procedural regula la conducta preconsciente a

través de toda la vida. Cuando la conducta proceduralmente regulada falla en resultar una

consecuencia esperada, la mente puede focalizar conscientemente la situación. Por medio

del acceso a información y modelos en la memoria semántica, los individuos pueden

tratar de solucionar el problema construyendo conscientemente una solución conductual

nueva y potencialmente más sofisticada. Así, la memoria semántica regula la conducta de

resolución de problemas. Sin embargo, si la situación es afectivamente muy exaltante tal

razonamiento puede no ser posible. En verdad, los modelos episódicos que codifican

estados afectivos similares pueden ser activados y regular la conducta. Ya que la memoria

accedida refleja conductas primarias las consecuencias pueden ser menos maduras que las

conductas reguladas proceduralmente y semánticamente. Este sesgo “regresivo” se

sostiene por la tendencia de los afectos a reflejar sesgos conductuales genéticamente

transmitidos.

En los años escolares y la adolescencia, los niños aprenden a integrar la información

desde los tres sistemas de memoria para construir representaciones de la realidad

crecientemente más exactos. Hay sin embargo diferencias individuales en la oportunidad

de integración de dicha información.

Diferencias individuales en la integración de la información a través de los sistemas de

memoria.

Los niños seguros/balanceados experimentan probablemente pocas discrepancias entre

los sistemas de memoria, gran soporte parental en la exploración de la discrepancia y por

lo tanto menos dificultad en revisar los modelos actuales.

Los niños defensivos encuentran muchas discrepancias entre los modelos semánticos de

lo que debería ser el caso y lo que es, procedural y episódicamente, el caso. Además, han

aprendido que hay consecuencias desafortunadas al articular conciencia de estas

discrepancias o por desplegar afectos y emociones asociadas al sistema de apego.

Consecuentemente, se espera que los individuos defensivos desplieguen e idealicen

modelos semánticos que están accesibles constantemente y son presentados verbalmente.

Estos modelos idealizados mantienen la sobrevaloración y la dicotomización típica de la

temprana niñez. Sin embargo, la conducta del niño defensivo puede estar regulada por

modelos procedurales y episódicos (especialmente los episódicos) que están inarticulados

o verbalmente negados.

Los niños coercitivos pueden depender excesivamente de los modelos episódicos. Ya

que ellos han aprendido a desconfiar de los razonamientos cognitivos, su sistema de

memoria semántica puede estar limitada y confundida en contenido. Por ej. Un padre

inconsistente puede decirle a un niño en varias ocasiones “te di permiso para eso?,

puedes hacer algo por ti mismo?” La conclusión semántica subyacentes de estas

sentencias son opuestas y así, fallan en proveer al niño con una guía semántica para la

conducta. Los modelos episódicos de qué hacer bajo circunstancias altamente exaltantes y

conflictivas, pueden proveer de una mejor guía. Esta guía, sin embargo, como la de los

modelos semánticos de los niños defensivos presenta un mundo completamente “bueno”

o completamente “malo”.

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

11

Así, los niños defensivos tienen un acceso disponible al sistema de memoria semántico,

coherente internamente, organizado e idealizado, pero un pobre acceso a la memoria

episódica (afectiva), y/o poca habilidad para integrar la memoria episódica con la

semántica. En contraste los niños coercitivos tienen una organización afectiva en la

memoria episódica pero un acceso limitado a los modelos semánticos y una limitada

habilidad para integrar la memoria semántica con la episódica. Por esto muchos adultos

muestran una falta de evocación cuando se les pude entregar adjetivos (semántico) acerca

de sus relaciones de apego o cuando se les pide acceder a su memoria episódica a través

de esos adjetivos.

Distorsiones mentales en afectos y cogniciones.

Este modelo de variaciones en los patrones de apego sugiere una interface entre el apego

y la psicopatología. El patrón defensivo es definido por una cognición exacta pero una

defensa contra los afectos. En los subpatrones de cuidados compulsivos y complacencia

compulsiva, el afecto no es meramente negado, este es falsificado.

Similarmente, los niños coercitivos exageran los afectos y se defienden contra la

cognición. En los años escolares, cuando los niños aprenden a usar las operaciones

lógicas concretas. algunos niños coercitivos usan las cogniciones ilógicas con las que sus

padres los engañaban en los años preescolares. Ellos aprenden a esconder la verdad bajo

la apariencia de la lógica y la razón, por ej. ellos racionalizan. La falsa cognición

involucran la superficie una lógica aparente cuando, de hecho, la relación actual de los

eventos no es lo que aparenta ser.

Los niños coercitivos que usan el castigo o la desesperanza fingida para forzar a los

cuidadores tiende a distorsionar más la lógica cognitiva en una lógica desviada y torcida

basada en motivos ulteriores. Ellos engañan a los otros con argumentos descriptivos

como los que sus figuras de apego utilizaban para engañarlos a ellos. Su lógica, en otras

palabras, es una lógica invertida en la cual los argumentos son construidos para ocultar la

verdad y así esconder los fines que son a menudo negativos para los otros. Tales

argumentos funcionan para forzar a los cuidadores a complacer los planes del niño

cuando si fueran realmente conocidos, ellos no aceptarían el plan. Además muchos niños

coercitivos responden a los otros con la asunción que ellos también son engañosos; esto

crea el potencial para verdaderos “juegos mentales” en las relaciones. Las falsas

cogniciones son el paralelo de los falsos afectos en los niños defensivos. Sin embargo, ya

que esto depende del pensamiento lógico, se desarrolla más tarde que los falsos afectos.

Afectos, Cogniciones y Psicopatología.

Sendas de desarrollo.

Con respecto a la salud mental, el modelo implica que, con edades más avanzadas,

existe el potencial para adaptaciones más finas mientras la mente se mueve desde

clasificaciones dicotómicas hacia la conciencia de distinciones más finas. Similarmente,

mientras uno se aproxima hacia integraciones más balanceadas de afecto y cogniciones,

las respuestas mentales y conductuales comienzan a ser más flexibles y mejor adaptadas a

circunstancias únicas. Juntos, el aumento de edad y el desarrollo dentro del contexto de

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

12

una relación de apoyo maximiza el potencial del individuo para la adaptación exitosa a

variadas situaciones. El riesgo para niños que no experimentan una relación de apoyo se

considera enseguida.

Desordenes conductuales en la niñez temprana y media.

De los niños coercitivos se espera que muestran desordenes de conducta que atraigan la

atención hacia ellos y desordenes del pensamiento que desvíen la responsabilidad lejos de

ellos mismos y que además sugieren que hay pocas relaciones causales. Los desordenes

de conducta pueden enfatizar conductas acting-out agresivas, amenazantes y carentes de

miedo o la incompetencia conductual mansa, sumisa y temerosa. Similarmente los

desordenes del pensamiento pueden enfatizar la hostilidad, poder y control, propia o de

los otros (por ej. grandiosidad o paranoia respectivamente) o a la inversa, la

vulnerabilidad, victimización y desesperanza del sí mismo. Ambas perspectivas del

desorden implican una “ansiedad flotante” vaga y amorfa, que no puede ser ligada

racionalmente a una experiencia concreta. Tanto la forma conductual como mental de los

patrones tipo C implica que los otros son responsables por la situación y que los otros

deben cambiar para resolverlo. En ambos casos, se puede esperar de los niños coercitivos

que formen alianzas con los otros “pegadas” y enmarañadas, por ej. pandillas y amistades

celosas. Además, más que los niños defensivos, los niños coercitivos demandan

gratificaciones inmediatas como sustituto de un confort verdadero. Consecuentemente,

ellos pueden mostrar impaciencia, desordenes alimentarios ligados a la excesiva ingesta e

inmadurez. Además, ellos pueden usar conductas riesgosas que no fallan en elicitar

atención protectiva, por ej. hiperactividad descuidada, extremo rechazo a comer,

tolerancia de relaciones violentas. La toma irracional de riesgos también implica no creer

en las contingencias que usualmente liga a los eventos, un patrón que primariamente fue

establecido en la infancia con la responsividad parental inconsistente.

La mayoría de los niños que son referido a servicios psicológicos encajan con el patrón

coercitivo. La mayoría son niños; sin embargo, uno pude pasar de largo a un set similar

de niñas que se arriesgan bajo una desesperanza fingida extrema y la victimización. Otros

niños desarmantes/vulnerables tipo C pueden desplegar problemas fisiológicos que

demandan la atención de los adultos. Esto va desde los cólicos hasta las alergias, asma, y

selecciones extremas acerca de la comida. Todo esto funciona para forzar a los adultos a

complacer a los niños sin que estos tengan que dar argumentos razonables para la

atención.

Una gran cantidad de niños coercitivos que son referido a servicios psicológicos son

aquellos que no pueden trabajar independientemente y que desean una atención constante

de sus figuras de apego o sustitutas. Ya que ellos han aprendido que un despliegue

intenso es necesario para atraer la atención de sus padres, los niños coercitivos tienden a

buscar la atención ruidosamente y de forma disrruptiva en los grupos en donde se

encuentran, en particular la escuela. El programa de refuerzo intermitente e impredecible

usado por sus figuras de apego lleva a una rápida conducta en escalada que no cesa al

enfrentar tanto la falta de responsividad como el castigo. En verdad, cuando los adultos

tales como los profesores comienzan a enojarse los niños coercitivos despliegan la

conducta de desarme, reduciendo el poder de los adultos. Ya que ellos atienden al

despliegue afectivo de los otros para la (relativa) exclusión de la cognición y usan el

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

13

despliegue afectivo para atraer la atención hacia ellos mismos, tales niños probablemente

aparezcan como teniendo desordenes de déficit atencional y problemas de aprendizaje.

Unos pocos niños defensivos pueden ser identificados en el colegio como muy aislado.

Otro pocos pueden ser “adultos mascotas” cuando están bajo la autoridad de los adultos,

pero pueden desplegar su rabia como un “matón” cuando no hay adultos cerca. Sin

embargo la mayoría de los niños defensivos tienden a complacer a los adultos. Ellos

inhiben sus afectos negativos, desplegando afectos positivos, haciendo pocas demandas, y

luchando por complacer las demandas de los adultos. Algunos comienzan a ser

sobrevalorados. Ya que los niños defensivos tienden ser sobrecontrolados y obedientes,

puede ser dificultoso para la mayoría de los adultos percibir que ellos inhiben los

sentimientos y deseos o reconocer la tristeza, aislamiento y rabia del niño defensivo. Esto,

sin embargo, supone una amenaza para la habilidad del niño para establecer relaciones

seguras y de apoyo.

Psicopatología y adolescencia.

Mientras los años escolares presentan a los niños coercitivos con problemas de ajuste, la

adolescencia representa una etapa problemática para los niños defensivos. En la

adolescencia se espera que se desarrollen varias relaciones heterosexuales y de intimidad

que son la base para la elección final de un compañero. Los niños defensivos encuentran

mucha dificultad en tolerar la intimidad. Consecuentemente ellos se pueden encontrar

solitarios y tristes. Algunos niños en el subgrupo de los inhibidos comienzan a ser

individuos “compulsivamente autosuficientes”. Otros pueden cubrir esto utilizando el

sistema sexual como mascara del problema; ellos usan la sexualidad promiscua para

obtener intimidad física mientras permanecen psicológicamente distantes. Otros se

pueden esconder detrás de logros notables que acarrean cierta fama y aprobación pero no

confort. Para todos estos adolescentes, la inhabilidad para utilizar los afectos

honestamente dificulta el desarrollo y la felicidad. A menos que se acceda a los afectos

preocupándose en una actividad compensatoria, como los logros académicos o los

deportes, comienza a ser posible la depresión, el abuso de sustancias y la promiscuidad.

Entre aquellos que luchan compulsivamente por la perfección, existe el riesgo de negar

sentimientos de vergüenza y fracaso que algunas veces lleva al suicidio. El suicidio en

estos individuos defensivos, a diferencia de los coercitivos y los seguros/balanceados,

está raramente asociado con señales o signos que alerten que el individuo se siente

desesperado. Al contrario, los individuos defensivos suicidas pueden aparecer como

“teniéndolo todo”.

Para los adolescentes coercitivos existe la posibilidad que los desórdenes de conducta

escalen en verdaderas conductas peligrosas y violenta, incluyendo la delincuencia y la

criminalidad. La conducta de búsqueda de atención que tipifica a los niños coercitivos de

edad escolar puede transformarse en una postura amenazante más del tipo “en tu cara”

(“in your face”). La actitud de culpar a los otros puede expandirse hasta incluir

retribuciones por desaires y ofensas pasadas como motivación para enredos (disputas) y

rencores. En este contexto, los miembros de bandas deben cumplir la necesidad de

pertenecer a un grupo siempre presente, siempre disponible y responsivo, que perciba las

relaciones en términos coercitivos. Especialmente si ellos han aprendido la lógica

invertida de la decepción, los adolescentes coercitivos se pueden comprometer en

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

14

actividades ilegales. Además las relaciones seductivas y conflictivas comienzan a ser

comunes, algunas de ellas violentas. Especialmente entre las niñas, los síntomas

psicosomáticos pueden ser usados para forzar a los otros a ofrecer atención y compasión;

si eso falla en satisfacer, loa amenazas de suicidio o los intentos de suicidio pueden ser

usados para expresar la desesperanza y las demandas de atención hacia los otros.

Llamadas telefónicas desesperadas, notas dejadas para otros, tienden a culpar a los otros

por ofender al individuo suicida y por no protegerlo o salvarlo.

Los individuos con patrones A/C tienen alternaciones bi-polares entre tener una actitud

coercitiva y una defensiva. Cuando el ambiente actual varia de tal manera de encajar con

estos patrones de adaptación, estos pueden ser mantenidos por grandes períodos de

tiempo.

Depresión.

Los individuos que se defienden contra el afecto (Tipo A) despliegan depresiones con un

creciente distanciamiento afectivo y una creciente conducta compulsiva. Esta conducta se

construye como búsqueda de solución a través de manejos más cuidadoso de las

contingencias protectivas y sin admitir la derrota vergonzosa de necesitar ayuda (de la

cual, por supuesto, se espera un rechazo). Además, tal como los individuos defensivos sin

depresión, ellos intentan desviar la atención lejos del verdadero problema.

Por otro lado, los individuos que luchan contra la cognición (Tipo C) manifiestan

crecientes despliegues afectivos y conductas impulsivas, por ej. agitación. Además,

cuando otros intentan reducir su distress entregando soluciones “racionales”, los

individuos coercitivos deprimidos muestran mucha rabia y sospechas y ofrecen para sí

mismos crecientes soluciones irracionales. Tal como otro individuos coercitivos, ellos

presentan exageradamente sus problemas de tal manera que captura la atención de los

otros.

Esta perspectiva de la depresión es consistente con los datos empíricos en adolescentes en

la cual cinco subtipos fueron observados (Muratori, 1993). La Depresión Reactiva encaja

con la noción de Gut, donde la depresión se resuelve con una reorganización mental que

se ajusta mejor a las circunstancias. Tal como lo indica Muratori, los eventos pueden

incluir ajustes a los cambios maduracionales desde la niñez a la adolescencia o desde la

adolescencia a la adultez.

La Depresión con síntomas neuróticos parece representar una depresión en el

Tipo A en la cual aislamientos severo junto con ansiedad y mecanismos compulsivo

funcionan como defensa contra los sentimientos de rabia y temor.

La Depresión con severo retardo motor refleja una forma más severa de

depresiones defensivas, caracterizada por pérdida de autoestima y sentimientos de culpa:

la pérdida por el interés en las actividades se pronuncia hasta el punto del estupor.

La Depresión con disturbios de conducta y Depresión con severos disturbios del

pensamiento refleja dos niveles de disturbios Tipo C en las cuales, en la forma menos

severa, predominan las conductas del tipo acting-out, coercitivas y obsesivas, y en la

forma más severa, la cognición es irracional, incluyendo delirios persecutorios y delirios

de influencia.

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

15

Psicopatía (AC).

En unos pocos casos, los dos procesos de falsos afectos y falsas cogniciones pueden

unirse en la adolescencia o la adultez para producir una anti-integración de afectos y

cogniciones. Ya que el símbolo “ / ” denota integración, este caso se denomina AC, sin

aquel símbolo. En tales casos, el individuo desconfía tanto de afectos y cogniciones por lo

que ni aun la información discrepante puede gatillar una reexploración de la realidad. La

representación de la realidad puede ser como una imagen de espejo invertida y falsa en la

cual bueno y malo, verdad y falsedad, están invertidas. Los afectos “desarmantemente”

seductivos, pero falsos, cubren la rabia interna y la aguda inteligencia aplicada a la

cognición invertida pueden crear maquinaciones más allá de la imaginación de las

personas normales.

*(manipulativo: la persona manipulativa organiza su conducta cognitiva y/o afectiva para

llevar a los otros a asunciones inadecuadas acerca de los sentimientos o intenciones del

manipulador. Consecuentemente, ellos responden a la conducta de los otros de una

manera inesperada.)

PROCESOS AFECTIVOS Y MOTIVACIONALES PROFESOR: JAIME SILVA C.

16

Calidad del Apego como función del procesamiento de la

información.

INTEGRADO

(SEGURO)

Cognición Verdadera Afectos

Verdaderos

B3

Confortable

B1-2 B4

Reservado Reactivo

A/C

COGNICION A1-2 Defensivo/Coercitivo C1-2 AFECTOS

(DEFENSIVO) Inhibido Coercitivo

(COERCITIVO)

AD

A3 Depresivo ansioso C3

Cuidador Punitivo

A4 C4

Complaciente Desesperanza

AC

Psicopatía

Afectos Falsos Cogniciones

Falsas

ANTI-INTEGRADO