cuentos de los derechos del niño - saúl schkolnik[1]

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  • 5/17/2018 cuentos de los derechos del nio - sal schkolnik[1]

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    N ues e r o s d eTe ch os a se t amados y cuidados,a fa educaci6n y al iu eg o , a nuestroi de nt id ad , a fa igualdad. a ser auxiliados 1 ainfonnamos, a comparr ir . . . e xpTesado s aquien un a sene de entretenidos "I novedososc ue nto s. U na m an er a in ce lig er;c e pa ra quenosorros. lo s runes 1 conorcamos nueszrosderecnos divirriendonos .

    . -';"""

    Saul _ chkolnik es un arquitecto chileno,hcenciado en Filcsofla, que se ha JeJic3(11) 3 lacreacion literaria inranto-juvenil. Todas 'U obrasnenen un gmn exito y han obrenido irnporrantepremia inrcrnacionales (como el lr Premia en elConcu 0 de Literarura lnfanul patrocmado pl1rla l JNE CO en 1978). Entre ~U,obras Jestac1l1Erase una ve::... un hermoso planeta llamaqotierra. Cuentos para sonreir y Cuentos paraadolescentes rornanticos.

    C U E N T O S D EL O S D E R E C H O S" '" .D E L N I N O

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    Sau l S chko ln ik

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    Saul Schkolnik

    CUENTOSDE L O S D ER EC HO S

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    DEL N INO

    ~Z I G - Z A G

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    l lustraclones deANDRES JULLlAN,

    Delfin de Colorl.S,B.N.: 956-12-0785-09' edici6n: OCLUbredel 2000,

    Obras Escogidas[S.B.N.: 956-12-1273-0.

    10' edici6n: Octubre del 2000. 1993 por Saul Schkolnik Bendersky.Inscripci6n W 86.631. Santiago de Chile.

    Derechos exclusivos de edici6n reservados porEmpresa Editora Zig-Zag. S.A.

    Editado porEmpresa Editora Zig-Zag. S.A.Los Conquistadores 1700. Piso 17.Telefono 3357477. Fax 3357545.E-mail: [email protected]

    Santiago de Chile.l rnpreso por Imprenra Salesianos, S,A,General Bulnes 19. Santiago de Chile.

    Indice

    EL ENO JO DEL R EYD e re ch o a oi r c uemo s

    C HO RLlTOS EN LA C AB EZAD er ec ho a se r amado y cui.dado

    L A C A S l T R I S TE H IS TO R lA D E V IL LA A L E G R ED e re ch o a Ia educaci6n y el juego

    iQ uE GANAS DE COM ER UN HUEVO FRITO!D e re ch o a Ia cu lt ura, r el ig i6n e id ioma

    LA NINA QUE NO TENIA NOM BRED e re ch o a Ia identidad

    L A G UE RR A D E L O S C OL OR ESD erech o a Ia igualdad,.M ED U, LA PEQU EN A M EDU SA AZU LD e re ch o a ser auxiliado

    j ESCDCHENME !D e re ch o a exprescrse

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    2 1

    29 .

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    mailto:[email protected]:[email protected]
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    C OM O S E P UE DE M OV ER U NA M ON TA NADe re cho a c ompa rt ir

    jC UA NT O TR AB AJO , C UA NTO TR AB A]O !Derecho a informarse

    E L SO M B RE R O D E PA ]AD e re ch o a Ia buena c a U d a d d e vida

    GLOSARIO

    8 5

    9 3

    10 1

    10 9

    f

    1": ' : ' - D e rech o a o ir cuenios;,""--, --------___-------------"------__~

    E L E NO JO D E L R E Y

    U n buen dia, 0quizas debieramos decir unmal dfa, 0mejor aiin un pesimo dia, su SacrarrealMajestad, Zacarias IV, que acababa de cumplirnueve afios, fue ala cocina de su palacio en buscade un pastel.

    Alli se .encontraban el cocinero, los pinches,las mucamas y los mozos preparandose para servirel almuerzo. [Ahl, y tambien estaba la pequefiaYasna, hija del portera del palacio.

    Al ver al rey todos dejaron de trabajar ehicieron una profunda reverencia. Todos menosYasna, que como no habfa visto nunca al sober~odesde tan cerca, simplernente no 1 0 reconocio.

    Su Sacrarreal Majestad se enojo muy en ojadocon la nina y decidio aplicarle un ejemplar castigo.

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    II, .

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    CUENTOSDELOSDERECHOSDELNuNO~----------------~

    -Averigua de inmediato el nombre de estanina -Ie ordeno a su Primer Ministro.

    As! 10 hizo este, y a los pocos minutos se 10cornunico a]rey que, sentado en un alto taburete, sede1eitaba con su pastel:

    -Su nombre es Yasna, su Sacrarreal Majes-tad.

    Durante muchos dfas el indignado rey pensoen lamanera de castigar a Yasna. Hasta que por finse Ie ocurrio una idea que le parecio muy buena,aunque en realidad era bastante mala.-jEscuchad! -Jes dijo a nobles y plebe-yos-. Por decreta rea] prohfbo desde hoy en todoel reino el sonido "11".Por 10 tanto, las paJabras quese escriban con "elle" 0 "ye", cuando suene como'11', de ahora en adelante deberan escribirse ypronunciarse sin los mencionados sonidos oletras.Esta prohibicion regira hasta que yo mismo vuelvaa pronunciar ese sonido.

    Nadie entendia nada, salvo lapobre Yasna quedesde ese dfa tuvo que llamarseAsna.lo cual dejomuy satisfecho aJ vengativo monarca y muy ape-sadumbrada a la nina.

    Pero la verdad es que el rey era el iinico10

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~-------------------~

    contento pues tam bien quedaron muy desoladossus siibditos, porque adernas de 10 dificil que eraobedecer tan absurda orden, se producian unastremendas confusiones.

    [Imaginense! Cuando alguien, en vez de de-cirle a su esposa: "Por favor, no me llames porqueespero una llamada", tenia que decirle: "Por fa vor,no me ames porque espero una amada", 10 cualmolestaba bastante a la esposa.

    Pero 10peor, 10peor de todo era que resultabaimposible contarles cuentos a los nifios, por 10que estes se hallaban, como es de suponer, muy,muy, muy apenados. jY no era para menos!

    Mas como su Sacrarreal Majestad -aunques610 tenia nueve afios-> era muy poderoso, nadiese atrevia a hacer nada. Nadie excepto la pequefiaYasna, que decidi6 que debfa hacerse algo paraponer termino a tan arbitraria medida.

    Entonces se disfraz6 de Cuentacuentos. Deeste modo consigui6 ser invitada al palacio pararelatar una historia y, sabiendo que al rey le agra-daban las doncellas de cabellos elaros, decidi6contar un cuento cuyo protagonista los tuviera deese color.

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    cua-rros DE LOS DERECHOS DEL NINO~~----------------~

    Se puso un traje de Cuentacuentos y luego deuntar sus cabellos con pol vo de . ..

    Cuando estuvo reunida toda la corte, inclusoel rey, Yasna =-teniendo buen cuidado, por su-puesto, de respetar el deere to reaI- relat6 estecuento:

    En una lejana via vivia Guiermina, una donceamuy desdichada.

    LSaben por que? Pues, porque todos los habi-tantes de aquea via se enorguecian de tener suscabeos de color rojo-frutia, pero Guiermina teniael cabeo amario.

    Un dia, Guiermina, tomando su cabao galop6hasta un arroo. Ai se sent6 y una lagrima ca6 por sumejia,

    Una grua y una ardia se le acercaron. La gruaapoo el largo cueo en su rodia y la ardia se enroojunto a ea.

    -j Caa, caa: -Ie dijo la grua-. ;_,Aque vienetan to baruo?

    Ea le cont6 el porque de su anto.-j Vaa embroo! --chi6 la ardia-. LComo

    podemos audarte?-A se c6mo -dijo la grua-. Tras de aquel

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~------------------~~

    cerrio vive un sabio viejecio, y endo hasta aa Iecont6 10 del cabeo amario.

    -jVaa! -exclam6 el viejecio-. Es sencio.Basta que ea coma cinco semias de zapao al desaunopara que su cabeo se vuelva rojo-frutia.

    Retorn61a grua y cont6 todo ala doncea y a laardia.

    Oendo aqueo, la ardia trep6 a un aveano, sac6de un hoito un mont6n de semias y se las ev6 aGuiermina.

    Ea las guard6 en el bolsio y tomando su cabaovolvio a su via. Y al dia siguiente, al desauno,engu6 frente a todos las cinco semias.

    Pero, jvaa!, su cabeo amario, en vez de tornar-se rojo-frutia, se hizo aiin mas claro. (,Que habriafaado?

    Pues que la auda habfa side para peor, pues ladescuidada ardia, en vez de semias de zapao lehabta entregado a la doncea semia de ceboa.

    Debido aeo, la pobre Guiermina tuvo que irsede la via.Termin6 Yasna de contar su penosa historia

    mientras el rey hacia esfuerzos por contener elllanto, no por 10 triste del cuento sino porque nohabra entendido nada.

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    .' 1 CUENTOSDELOSDERECHOSDEL~O~------------------~~

    -Si su Sacrarreal Majestad 10desea -Ie dijoella- le puedo presentar a la nina de pelo claro.Y como eI monarca aceptara, la muchacha seacerco al trono y sacandose la peluca se inclinoante el soberano.

    Su hermoso pelo amarillo, que -segun re-cuerdas- habia untado previamente con polvo-ahora 10puedo revelar- de cebolla, qued6 muycerca del rostro del rey.

    Este, al olerlo, no pudo contenerse mas y sepuso a llorar exc1amando:-jBuah! [Y a no puedo callar mi llanto!

    Pero al pronunciar el sonido vedado, sin que-redo dio por terminada, segiin sus propias instruc-ciones,la absurda prohibici6n. No s610 sus stibdi-tos se alegraron sino que tambien el mismo, puesle gustaba que le contaran cuentos y este era elprimero queescuchaba desde haciarnucho tiempo.

    Por ello, comprendiendo 10 inteligente queera Yasna, la nombr6 Cuentacuentos oficial delreino.

    -Tu tare a-Iedijo- sera continuar relatan-do cuentos.

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    CUEl TOS DELOS DERECHOS DEL NINO~--------------------~

    Yasflo hizoYasna.Narr6, para delicia no s610del pequefio rey sino de todos los nifios del reino,sus hermosos, a veces tristes, generalmente ale-gres, historias.

    Algunas de las cuales yo les voy a contarahora ...

    Este es el cuento que YasnaIe cont6 al Rey

    En una lejana villa vivia Guillermina, unadoncella muy desdichada.

    i,Saben par que? Pues, porque todos los habi-tantes de aquella villa seenorgullecian de tener suscabellos de color rojo-frutilla, pero Guillerminatenia el cabello amarillo.

    Un dia, Guillermina, tomando su caballo ga-10p6 hasta un arroyo. Alli se sent6 y una lagrimacay6 par su mejilla.Una grulla y una ardilla se le acercaron. Lagrulla apoy6 ellargo cuello en surodilla y la ardillase enro1l6junto a ella.

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    II

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    CUENTOS DELOS DERECHOS DEL NINO~------------------~

    -jCalla, calla! -ledijo 1a grulla-. ~A queviene tanto barullo?

    Ella le cont6 e1porque de su llanto.-jVaya embrollo! -chi1l6 1a ardilla-.

    ~C6mo podemos ayudarte?-Ya se c6mo -dijo 1a grulla-. Tras de

    aque1 cerrillo vive un sabio viejecill?, y yendohasta alla le cont6 10 de l cabello amanllo.-iVayal -exclam6 el viejecillo-. Es senci-110.Basta que ella coma cinco semil1as de zap~oal desayuno para que su cabello se vuelva rojo-frutilla.

    Retorn6 1ag rulla y cont6 todo a 1adonce11a ya 1a ardilla.

    Oyendo aquello, 1aardilla trep6 a un avellano,sac6 de un hoyito un mont6n de semillas y se lasllevo a Guillermina.

    Ella las zuardo en eI bolsillo y tomando sucaballo volvio a su villa. Y a1 dia siguiente, a]desayuno, engu1l6 frente a todos las cinco semi-11as.

    Pero, [vayal, su cabello amarillo, en vez detornarse rojo-frutilla, se hizo aiin mas claro. LQuehabria fallado?

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~------------------~~

    Pues que 1aayuda babia side para peor, puesIa descuidada ardi11a,en vez de semillas de zapalloIe habfa entregado a 1adonce11a semi11as de cebo-lla.

    Debido a ello. 1apobre Guillennina tuvo queirse de Ia villa.

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    ~ D erecho a ser amado y cuidado;,~------------~------~

    CHORLITOS EN LA CABEZA

    Rbertito no era' un nifio muy Iimpio quedigamos. Y la verdad es que como sus padressiempre estaban muy ocupados en cosas importan-tes, cada dfa su mama, al salir apurada a su traba-jo en la Junta Nacional de Nifios Desvalidos, lerecordaba:

    -jRobertito! Bafiate tu solito, ya eres grandey puedes haeerlo. jAh! Y no te olvides de lavartemuy bien la cabeza.

    -Sf, mama -respondia el nino.Entonees entraba al bane y echaba a correr el

    agua de la dueha, mojando el piso y la toalla paraque pareciera que se habfa bafiado.

    Su papa, mientras tanto, tomaba el desayunoleyendo su peri6dieo preferido. A veees escuchaba

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~------------------~~_y otras no-- correr elagua de Iaducha. Y cuandopor la noche la mama de Robertito le preguntaba:, -l,Se baric el nifio, Godofredo?El papa asentia con un movimiento de cabeza,

    pues estaba muy ocupado mirando las importantesnoticias en la television.Y la mama se quedaba tranquila.

    Otras veces era el papa quien, al salir a Slitrabajo en la Cornisi6n Pro Defensa de la Natura-Ieza, le decia:-Robertito, bafiate y acuerdate de Iavartemuy bien la cabeza.Su mama, entre tanto, terrninaba de arreglar-se. A veces escuchaba -y otras no-- correr elagua de la ducha. Y cuando por la noche el papa lepreguntaba:-i,Se bafio el nifio, Estefania?La mama asentia con un movimiento de cabe-za pensando en [vaya a saber que problema de suoficina!Entonces el papa se quedaba tranquilo.

    Y como nadie se aseguraba de que Robertitose hubiera bafiado verdaderamente, i,para que ha-cerIo? As! las cosas, cada dia se iba acumulandomas polvo sobre su cabeza; pelusas. semillas,

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    CDENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~~--------------~~

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    basuritas y cualquier cosa que cayera sobre sunegro pelo enrulado ya no volvfa a salir de allinunca mas.En verdad, a Robertito le pesaba un poco lacabeza, pero no era como para preocuparse.Un dia, sin embargo, las cosas comenzaron acomplicarse, pues esa manana, cuando abri6 el aguade la ducha, algunas gotas mojaron el polvo quehabia sobre su cabeza y la semilla empez6 a germi-nar. Echo raices, un tailo, hojas ...Ypoco apoco unarbolito empez6 a creeer sobre la cabeza del nifio,

    Por supuesto que ni la mama ni el papa deRobertito se dieron cuenta de aquello. Ymenos delos dos cliorlitos que llegaron allf en busca de unlugar donde hacer su nido.La verdad es que a Robertito le pesaba cadavez mas la cabeza, pero no tanto como para preocu-parse.Y lleg6 la primavera ...I La chorlito hembra puso tres pequefios hue-

    vos en su nido. Y no mucho tiempo despues, treshermosos polluelos piaban felices en el nido cons-truido entre las ramas del arbusto que Robertitotenia sobre su cabeza.

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~------------------~~

    Pero como su papa y sumama estaban dema-siado ocupados en la Comisi6n Pro Defensa de laNaturaleza yen la Junta Nacional deNifios Desva-lidos, no se enteraron de 10 que estaba pasandosobre la cabeza de su hijo.

    Hasta que una noche en medio de la oscuri-dad, se oy6 un...

    -jPio, pio, pio!La madre de Robertito despert6.-j Godofredo! jGodofredo! Escueha ...-G Que pasa, mujer?-~igo ruidos extrafios en la casa. GPor que

    no vas aver 10 que sucede?-jBah! No es nada. Yo no oigo nada.~igo ruidos en el dormitorio del nifio.-Estas sofiando, Estefanfa. Vuelve a dormir-

    te mejor.Pero en ese momenta se oy6 un.....p; / ; J-j 10, PIO, pro:-GOiste?-Si,esta bien. Ire aver -acept6 el padre; y

    levantandose bastante a desganas fue ala pieza deRobertito y encendio la luz.

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    CUEI\1TOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~------------------~~

    El nino, perturbado, se despert6 y se sent6 enla cama.\ -j Ouch! -exclam6 el papa a1 ver 1 0 que

    estaba viendo-. [Estefania, Estefania, ven rapi-do!

    La senora se levant6 y corri6 a la pieza delnino:-j Auchl -no pudo menos que gritar al ver

    a Robertito sentado en la cama con cara de suefio,y con un arbol florido sobre su cabeza. Y entre susramas, un nido en el que tres pequefios chorlitospiaban hambrientos:'P' , '1-j 10, P 1 O , pro:

    -jHorror! -se escandaliz6 la mama quehacia rnucho, mucho tiempo que no miraba condetenci6n a su hijo-. Robertito tiene chorlitos enla cabeza. [Horror!

    -Pero esto es espantoso -se alarm6Godofredo, que casi por primera vez vera realmen-te al niiio-. (,C6mo es que nadie se dio cuenta deesto a tiempo?

    -Un doctor. [Hay que Hamar a un doctor deinmediato!Y llamaron a un medico de cabell era. Pero

    26.,._~.. ~

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    CUENTOSDELOSDERECH05DELN]NO~------------------~~

    este, despues de comprobar que Robertito gozabade excelente salud, se retir6 diciendo:-Lo siento, pero nada puedo hacer.Luego llamaron a un ingeniero foresta-cabe-

    zal; y despues a un cirujano depelo y a un peluque-ro y a un lefiador y a un ornitologo y a... Pero todosmovieron la cabeza y dijeron:

    -Lo siento, pero nada podemos hacer.Entonces, [no me 10 van a creer! A Robertito

    mismo, a quien con el arbol y lostres chorlitos yaera demasiado 10 que le pesaba la cabeza, se leocurri6 la soluci6n.

    Fue al bafio, se moj6 bien mojada la cabezapara soltar las raices del arbusto, con sumo cuidado10 sac6 de arriba de su cabeza y 10 fue a plantar enel patio de la casa mientras los tres pequefioschorlitos continuaban piando felices:'P' , 'I-I 10io, pro:

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    ---------------------------------------~

    F-__D _ e _ r e _ c _ h _ o _ a _ l a _ e d _ . t _ l c _ a _ c _ i o _ ' n _ _ ; y ~ e - - - - , l~ u _ e . . ! = : g _ o - - - , ~

    LA CASI TRISTE HISTORIADE VILLA ALEGRE

    TOdO era dicha y regocijo en Villa Alegre,los adultos trabajaban felices y los nifios estudia-ban yjugaban dichosos ... hasta el dfa en que JuanJuanes encontr6 una pepita de oro en el riachuelocercano.

    Encontr6la pepita y mir6 asustado para todoslados. No fuera a ser que alguien 10 hubiera visto.Pero no, [por fortuna no habfa nadie!

    Corri6 presuroso a su casa y, encerrandose ensu dormitorio con su esposa, lemostr6 supreciadohallazgo. \-j Oh! -exclam6 esta. Y tambien mir6 ha-cia todos los rincones de la pieza para asegurarsede que nadie los bubiera escuchado.-lY que haremos? --Ie pregunt6 a Juan.

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~--------------~~

    -Por el momento, la iremos a vender a laciudad. Y con 1 0 que nos den, podremos comprar-nos...-jYa sel, nospodernos comprar ropa nueva.

    Asf lo hicieron y ala semana siguiente ellos ysus cuatro hijas se pasearon por Villa Alegre lu-ciendo unas finisimas tenidas que fueron admira-das por todos los vecinos.

    Mientras tanto esa semana Juan Juanes, quehabia ido todos los dfas al arroyo, habia encontradodos pepitas mas.Sin embargo esta vez, y aunque el no 10 supo,habia sido visto por Marian Marianes, quien se 10cont6 a su marido, quien corri6 al estero Y [ohl,encontro una brillante pepita de oro.

    Es claro que Marian y su familia, al otro dfa,salieron tambien a mostrar la nueva ropa queacababan de cornprar.

    Todo elmundo, por supuesto, not6 esta stibitariqueza. Muy pronto se supo en Villa Alegre quehabia oro en el riachuelo.

    Pero a Joaquin Joaquines no le bast6 con ir el.Para poder encontrar mas pepitas, llevo a su senoray a sus tres hijos.

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NlJ\IO~----------------~

    Irunediatamente todos los vecinos 10 imita-ron.Asf, nosolo los hombres se dedicaron a buscar

    oro sino que ademas 10 hicieron las mujeres y losnifios. Para ello construyeron pequeiios diques,fabricaron artesas y harneros especiales para filtrar1aarena, y un mont6n de otros imp1ementos.

    Ya en Villa Alegre nadie tenia tiempo paracu1tivar 1atierra ni para fabricar cacharros 0 ropaso muebles 0... Los nifios, por su parte, como erannifios, se cansaban mucho y ya no ternan fuerzaspara ira 1aescuela y tampoco tenian ganas dejugar.

    La verdad es que s6lo unos pocos lograronencontrar una que otra pepita. Pero 1aesperanza dehallar mas era mas fuerte que el desaliento, por esolas rnujeres y los hombres seguian trabajando ytrabajando durante todo el dia, haciendo que sushijos trabajaran tambien.

    Aquf deberia concluir la triste historia deVillaAlegre, sin embargo ...Pero sucedi6 que una manana, al levantarse.Demian y suhermano Sergei de s6lo pensar en quedebian ir a trabajar, se sintieron muy cansados.

    -l.Sabes, papa? -Ie dijo Demian->- no es

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    II,-

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~-------------------~

    que no queramos ayudarlos, pero nos puedes expli-car ~por que nosotros tenemos que trabajar bus-cando pepitas de oro en el arroyo, en vez dededicarnos a jugar y a estudiar?

    -Bueno, este . .. -titube6 el padre sin tenermuy clara la respuesta-. ~Por que, mejor, no se 10explicas ni,Alicita? -Ie solicito a su esposa.

    Claro, miren nifios, resulta que ... -comenz6a explicar la mama, pero tampoco supo que decir-les.

    Aprovechando el desconcierto de sus padres,Sergei pidi6:

    -~Podemos, rnientras tanto, jugar aunquesea un ratito a la pelota? [Hace tanto que nojugamos!

    -Si, si, por supuesto -aceptaron los padres.Sergei y Demian salieron entonces a la calle a

    jugar con su pelota. Otros nifios los vieron ycorrieron a jugar con ellos.

    Asi, aquella manana s610los padres fueron alarroyo en busca de oro. Como a eso del medio dia,Manuel Manueles, elpadre deDemian y deSergei,reuni6 a todos los vecinos y les dijo:

    -l,Saben? Mis hijos nos preguntaron esta34

    . . . ._

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~------------------~

    mafi~na, a Alicia y a mf, por que ellos tenian quetrabajar en vez de estudiar y jugar. Y la verdad esque no supimos que responderles.. -Es ci~rto -acept6 Juan Juanes-. No haynmguna razon para hacerlo salvo nuestra codicia.-Claro -corrobor6 Manuel-, si hubiera-mos tenido una gran necesidad tal vez, pero ...-Pero no la tuvimos nila tenemos -recono-ci6 otra vecina.~. desde ~se dia todo volvi6 a ser dicha y

    regocijo en VIlla Alegre. Y los nifios pudieronvolver a jugar y a estudiar ...

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    F:- D e rec ho a la c ultu ra l relig io n e id io ma ~jQUE GANAS DE COMERUN HUEVO FRITO!

    A quel parecia un buen lugar. Se veia muylimpio y en cada mesita habfa un mantel bordadoy un florero con flores amarillas.-Muy bien -dijo mimadre-, aquf podre-mos comer algo.Entramos los tres-mipapa, rni mama y yo-

    y nos sentamos en una mesa desde la cual podrfa-mos mirar a las personas que paseaban por la calle.

    Habia poca gente en el restaurante. Un caba-llero de grandes bigotes, en la mesa junto a lanuestra, y dos senoras algo mas alejadas, y up.a"pareja de j6venes.

    Se acerc6 un mozo con cara de pregunta y mipapa, olvidandose de que estabamos en Checoslo-vaquia, le pidi6:

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINOp>--------------~~-Un par de huevos fritos para cada uno, por

    favor.EI mozo nos miro con mas cara de pregunta.Entonces mi madre reprendi6 a mi papa:-Edelberto -Ie dijo-, acuerdate de que

    estamos en un pais donde casinadie habla espafiol.Mi padre, entonces, orden6 en ingles:-Tufrai egsfor ich uan, plis,'El mozo se limit6 a levantar los hombros y

    mover la cabeza de un lade para el otro.-j Uf! --comenz6 a enojarse mi padre-.l,C6mo es posible que tampoco hable ingles?Y dirigiendose al pobre hombre que segufa

    parado ante nosotros, junto las manos intentandohacer algo parecido a un huevo con elias.

    -jHuevo! jHuevo! Eg! Eg! -insisti6.EImozo siguio moviendo la cabeza y dicien-

    do algo ininteligible seguido de unos net, net.Para evitar que las cosas pasaran a mayores,

    mi madre pidio en frances:\ Version fonetica, aunque mal pronunciada, del ingles: Two

    fried eggs jar each one, please, que significa: dos huevos fritospara cada uno, par favor.

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~----------------~

    -Nu vule deu eufs frits pur nu.'El mozo ... iNada!=Eufs -repiti6 mi padre, haciendo unos

    gestos raros con las manos-, eufs, huevos, egs ...Nada.-t,'UOVOS?2Luego de varios otros intentos fallidos, y

    habiendo pasado ya mas de quince minutos -yaumentando mi hambre en forma considerable-mipadre decidi6 tomar.el toro por las astas. Levan-t6 los codos y agit6 los brazos como si fueran alasmientras repetfa 10 que ESIuponia que era el caca-reo de una gallina.

    -iClo, clo . .. CIo, clo . .. !Finalmente, para completar la escena, simul6

    sacar desdela sillaunhuevo y se10 mostr6 almozo.Por supuesto que todos cuantos estaban en el

    local no pudieron aguantar las ganas de reir, Todos,salvo el mozo, que seguia muy serio moviendo laIVersi6n fonetica, mal pronunciada e incorrecta del frances.

    Debiera decir: Nous VOU/OIlS deux oeufs fri ts pour nous, 1 0 quesignifica: Queremos dos huevos fritos para nosotros.2 PLural incorrecto de la palabra italiana uovo, en castellano"huevo", pues ha sido construido segiin las reglas gramaticales del

    castellano y no del italiano, El plural correcto es uova, "huevos".

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    - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO

    ~~----------------~

    cabeza y repitiendo algo ininteligible mezcladocon unos:-Net, net...

    Porfortuna, en ese momento, uncaballero queestaba cerca de nosotros se levant6 y acercandosea la mesa, compadecido de nuestro infortunio, nosexplic6 en perfecto castellano:

    -SefiDr, hace mucho rata que el mozo com-prendi6 1 0 que ustedes quieren comer.

    -Pero entonces l,por que sigue moviendo lacabeza como si dijera "no entiendo"? -pregunt6mimadre.

    -No, no. Lo que el les esta tratando de decires que en este restaur ante no se sirven buevosfritos. Es mas, creo que ni siquiera deben tenerhuevos.

    -l,Notienen huevos? -inquiri6 casi despec-tivamente rn i padre.

    -No, no tienen -insistio el senor del granbigote-, porque este, senores, es un salon de teoA sf es que ustedes =-concluyc sonriendo- solopodran servirse aqui eso: una taza de teoISupuesta versi6n mal pronunciada del checoeslovaco ne, ne,que significa "no, no".

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    De re ch o a la id en ii da d~~----------------~

    LA NINA QUE NO TENIANOMBRE

    Habia una vez una nifia que no se llamabade ninguna manera.

    No es que tuviera un nombre realmente extra-fio,

    o muy diffcil de pronunciar,o de esos bien, bien antiguos,o talvez demasiado extranjero ...[No! Simplemente no tenfa nombre.E 1 caso es que euando el nombre de una es

    Maria y alguien llama:-iMaria!Una pone cara de Maria y eontesta:-L.Quien me llama?Pero si una no se llama de ninguna manera,

    entonees nunea podra poner eara de alguien ... Y43

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    ----------------

    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~--------------------~

    las facciones se van a ir como desdibujando hastaque una se queda como sin cara.Esto le paso a aquella nifuta: Tenia ojos, nariz,mejillas, boca, cejas, pelo, tenia de todo ... Sinembargo todo era como de nadie.Por eso, al cumplir los seis afios, la pobrenifiita tenia cara de nadie.[Lo iinico bueno era que la gente no podiaburlarse de ella!Porque la genre se puede reir de los ojos dePatricia,del pelo crespo de Roberto,de los dientes de Rodolfo,o por ultimo, de las orejas de Carmen ...l,Pero como alguien puede burlarse de la narizde nadie?Habfa , adernas, otra dificultad: La gente no

    sabia en que idioma llamarla, pues la nina... [Noera de ningun pais!I No era de un pais remoto

    pero tampoco de alguno cercano;desde luego no era de un pais poderosoni menos de uno pequefiito ...[No! No era de ningun pais. Asi es que, por si

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    -_- ------CUENTOS DE LOSDERECHOS DEL NINO

    ~~------------------~

    acaso, la gente la llamaba en cualquier idioma:fillette, bambina, Miidchen, ditia. menina, littlegirl, e incluso niiiita en castellano ...

    Sin embargo, sus verdaderos problemas co-menzaron cuando ella decidio realizar su maximoanhelo:

    [Ir al colegio!Se dirigio almas grande que habfa visto y alii,

    una senora con una amplia sonrisa larecibio detrasde un escritorio con un menton de papeles.

    -i,Asi es que quieres entrar a este colegio?-Ie dijo- [Hml Muy bien. Debo hacerte algunaspreguntas. LComo te llamas?

    -No me llamo.-Quiero decir, (,cucUes tu nombre?-No tengo nombre -respondioia niiia po-

    niendo cara de nadie.-jHm! -dijo la senora bastante mas seria-,

    todos tenemos un nombre aunque sea bien. bien- Iextrano, I \o demasiado dificil de pronunciar,o de esos realmente antiguos,o muy extranjero ...-jHm!, (,quieres decirme el tuyo?

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DELNINO~------------------~~

    -Me gustaria. pero yono tengo ningiin nom-bre.

    Aunque la senora no dijo nada, se notaba queestaba molesta pm'que prefirio continuar con 1asiguiente pregunta:

    -jHm! (,Nacionalidad?-No tengo.-Tienes que baber nacido en alguna parte.-Yo creo que S 1 .-jBien! -se alegr6 un poquito 1a seiiora=-.

    i,En donde?-No 10 se.Y basta ahf no mas lleg61a conversaci6n pues

    la senora, ahora muy indignada, le dijo:-En este colegio no matriculamos nines que

    no saben c6mo se Haman ni de que pais son, yrnenos. a alguien con esa cara de nadie que tienes-concluy6 burlandose.

    Hasta ahi no mas llegaron las ganas dela ninade entrar a e e colegio. SaIi6 muy apenada y sedirigio a otro. Pero alli sucedi6 10 mismo. Y tam-bien en otro y en otro.

    En verdad, en ningun colegio quisieron acep-tarla.46

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~-------------------~.

    Sin saber que hacer, la nifia se fue caminandopor la ciudad sin rumbo fijo.[Nunca podria realizar su anhelo de entrar alcolegio!De pronto ... , al doblar una esquina, vio quedesde una casa comenzaba a salir humo, y mashumo... jY luego llamas!. ..Una rnujer. con un nirio en los brazos saliocorriendo.-jIncendio, incendiol [Se quema mi casal-gritaba desesperada-. jY mi otro hijito esta ahfdentro! ...De inmediato llegaronmuchos curiosos: Asus-tados vecinos y vendedores ambulantes, duefias decasa, mendigos y nifios...

    Y tarnbien llegaron bomberos y fot6grafosy policias y ambulanciasy medicos y reporterosy camar6grafos de televisi6n.Mientras tanto, la casa ardia por sus cuatroIeostados a pesar de los denodados esfuerzos de los

    bomberos.-jMi hijito esta adentro!. .. -sollozaba lasenora.

    , .

    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL N1NO~--------------~~

    -[Hay un nino!-jEsta atrapado por el fuego!-iVa a morir quemado! -gritaban los veei-

    nos y los vendedores y las mujeres y los nifios. ..Pero nadie se atrevia a entrar,Entonees: [Horror!Lamultitud, espantada, pudo ver que una nina

    con earita de nadie avanzaba hacia la casa enllamas.

    -j Oye, nina! -Ie grit6 el jefe de los bombe-ros-. Tti, Sf, ill. l,C6mo te llamas? .. jQuiero quevuelvas inmediatamente!

    En voz tan bajita que por supuesto nadieeseueh6, la nifia contest6:

    -No me llamo de ninguna manera ... -ysigui6 avanzando.

    -jEh, ill! l,De d6nde saliste, de d6nde eres?-Ie grit6 el jefe de los policfas-. jRegresa enid ,egm a ....

    En voz tan bajita que por supuesto nadie\escuch6, la nina volvi6 a contestar:-No soy de ninguna parte . .. - y sigui6 acer-

    candose a la casa.-jEh, ttl, nifiita! -grit6 el jefe de los fot6-

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~~-------------------

    grafos-. jMira para aca! Quiero que en mi foto-graffa se vea tu cara ...Pero la nina ya estaba entrando en la casa, asfe s que no pudo contestar que ella tenia cara denadie.

    Como era muy pequeiia 1ogr6pasar por debajode la enormes llamas que se expandian, siniestras,por toda la casa.

    El humo la cegaba casi por completo y no ladejaba respirar; el calor hacfa que fuera casi impo-sible seguir avanzando ...Entonces oy6 elllanto de un nino y se dirigi6hacia alla luchando contra el fuego, que la obliga-ba a dar grandes rodeos, hasta encontrar al bebe.

    Lo tom6 y, haciendo un supremo esfuerzo,corri6 hasta la salida y deposit6 alpequefio, sana ysalvo, en brazos de su madre. Luego, completa-mente agotada, se desmay6.

    "jQue importa!", pensaba mientras iba cayen-do, "como no me llamo de ninguna manera ni soyde ningiin pais, nadie se va apreocupar, [ni siquierase van a dar cuenta de que he muerto!"

    jPero se equivocaba!Dos camilleros Ilezaron corriendo, la levanta-'- 'ron y la llevaron en ambulancia hasta el hospitaL

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    (

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    CUE. TOS DELOSDERECHOS DEL NINO~----------------------~~

    A la manana siguiente, bastante repuesta,tomaba el desayuno cuando entro la enferrnera conun periodico bajo el braze.-Veamos, jovencita -Ie dijo-, debo llenartu ficha medica. L Como te llamas?

    -No me llamo de ninguna manera-c-respon-dio la nina.-Pero debes tener algun nombre -se asom-bra la enfermera-, aunque sea un nombre bienextraiio 0de esos realmente bien antiguos. L Quizasno me 10 quieres decir porque tienes un nombredernasiado dificil de pronunciar 0muy extranjero?

    -No -insistio la nifia=-, no tengo ningiinnombre.La enfermera, persona muy ordenada, le ex-plica:

    -Veamos, jovencita. Yo tengo que anotara q u f algun nombre, as f es que ... -penso unosmomentos-: [Ya esta' =-exclamo y tomando elperiodico le mostro un titular.

    "NINA VALIENTE SALVA NINO"-Todavta no se leer -dijo la pequefia.-iClaro~ Yo te leere 10 que dicen de ti:-Increible hazafia. Valerosa nifia salvo a un

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    ICUENTOS DE LOSDERECHOS DELNINO

    ~------------------~~

    bebe de morir quemado en un incendio. [Esa eresill! -agrego-. Lo que hiciste aparecio en losdiarios y radios y en la television. iVeamos! Teregistrare como Valentina Salvanifio. L Q U e te pa-rece tu nombre?

    La nifia sonrio.Esa misma tarde, Valentina recibio unas visi-

    tas: Eran el Presidente del pais acompafiado de suPrimer Ministro, su Segundo, Tercer, Cuarto yQuinto Ministros.Pidieron la ficha medica para saber como sellamaba y entonces le comunicaron:

    -Senorita Valentina Salvanifio, te nornbra-mos Ciudadana Honorable de este pais al que,desde ahora, puedes considerar como el tuyo.

    L Y saben que?Mientras escuchaba, a la nina se le pusieron

    los ojos como ojos deValentina, y tarnbien la bocay la nariz y el pe]o, y hasta las orejas, en fin, toda,toda la cara se le puso como cara de Valentina':

    En cuanto pudo levantarse, Valentina fue a uncolegio y se matriculo en el. Y como las clasesestaban por comenzar, como, feliz, a juntarsecon todos sus cornpafieros.

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    ~ D erecho a la igua ldad/>~--------~----~~

    LA GUERRA DELOSCOLORES

    A zulandia era una isla en que todo era decolor azul. Eran azules los hombres, el mar y lossillones, azulados eran los conejos y azulinos losmelones.

    En antiquisimas leyendas se decia que hom-bres de otros colores vivian en remotas regionesdel planeta pero, iclarol. no podia tratarse de sereshumanos sino de monstruos con los cuales ningunhombre podria convivir. Por esa raz6n jamas ha-bian osado navegar a mas de treinta ki16metros de1acosta.

    Pero enAzulandia vivia Afiil, unjoven de ojosazules -y todo 10 dernas. claro, tarnbien azul-muy valiente, cuyo mayor anhelo era viajar maradentro para comprobar si aquellas leyendas eranciertas.

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    f,

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~------------------~~

    Y,LSaben? .., [Eran ciertas!Como a unos ochenta ki16metros, viajandoderecho por e1mar, se encontraba Rojinia, otra islahabitada por los rojinelos y en donde todo era rojo.Eran rojos los hombres, los bostezos y los erizos.rosadas las canciones y 10 computadores rojizos.

    Pero ... Ellos tambien conocian leyendas se-mejantes y tambien estaban convencidos que s6lolos rojos podian ser humanos; si acaso llegaran aexistir seres de otros colores, obviamente sedanmonstruos horripilantes. Por esa raz6n jamas ha-bian osado navegar a mas de treinta ki16metros de1acosta.

    No obstante en Rojinia vivia una doncella de1abios rojos -y, claro, todo 10 demas tambienroja- Hamada Grana, cuyo ferviente deseo eradesentrafiar aquellas misteriosas 1eyendas.

    Por ello, un ilia Grana partie navegando maradentro en su rojo barco hasta llegar a... icuarentaki16metros de la costa!, cosa que nunca nadie sehabia atrevido a hacer.

    iY vaya casua1idad! Ese mismo dia y a lamisma hora, eljoven Afiil, embarcando en su naveazul, enfilo recto hacia 10desconocido y naveg6

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    I/ -

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    CUENTOS DE LOS[)ERECHOS DEL NINO~----------------~~

    muebo mas alla de los treinta ki16metros.Pero entonees ...-jTierra a la vista! [Y no es azul! -grit6

    asombrado el vigia de Azulandia.-jTierra a la vista! [Y no es roja! -voeifer6

    extrafiado el vigia de Rojinia.En efeeto, frente a ambos bareos -que aun no

    se veian uno al otro-s- una pequefiita isla blanca seasomaba apenas sobre el mar.

    Tanto Grana como Afiil se alegraron enorme-mente de su descubrirniento y, sin saber que al-guien mas 10hacia, decidieron desembarcar en laisla y tomar posesi6n de esa nueva tierra.

    [Pero les estaba reservada otra sorpresal Ha-bian transeurrido s610unos minutos cuando ..

    -jOhe, ohe! -grit6 el vigia rojo enfocandosu catalejo en un puntito del horizonte, mas a l i a dela isla recien descubierta-. jNave a la vista!

    Y en ese preciso instante ...-jEh6, eho! -grit6 el vigfa azul ajustando

    sus binoculares para observar mejor una manehitaen el mar, mas alla de la isla blanca-. jBarcoadelante!

    Entonces los rojinelos pudieron ver la nave ya unos especimenes azules que viajaban en ella. Y

    5 8

    r ...

    ClJENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~----------------~~

    los azulandeses vieron el barco y a las criaturasrojas que iban en el, y un solo grito eseap6 de todaslas gargantas:

    -jHORROR! Nos atacan los monstruos.EI panico se apoder6 de ellos. lamas habia

    oeurrido algo semejante.-jHombres de Azulandia! -les habl6 Aim

    alos suyos-. Nos enfrentamos a seres desconoci-dos, pero no debemos temerles: los pintaremosde az~l para que parezean humanos. A sf es que ...jA bajar toda la pintura azul y las brochas quellevamos a bordo! .. En ese rnismo instante Grana arengaba a sushombres de identic a manera, pidiendoles, claro,que bajaran la pintura roja.

    Yaen tierra, ambos grupos se encont:raron, yentonces ...

    -jPlum, cataplum y cataplum! -Los botesde pintura azul salieron disparados hacia las filasde los rojinelos y, [claro l. los de pintura rojavolaron hacia los azulandeses.Pero en ese momento ...

    -jOhe, ohel [Eho, eh6! -se oyeron, denuevo, los gritos de ambos vigias-. jNave alavista! ...

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~----------------~-~

    En efecto, por un costado de la pequefiita islaque apenas se asomaba sobre elmar, una misterio-sa nave que no era ni roja ni azul se acercaba.

    [Ahl, se los dire: Provenia de Amarilis, unaisla en la que todo era amarillos. Eran amarillos loshombres, las camas y los tenedores; los hipopota-mos eran rubios y ambarinos los olares.

    l,Pero, saben que? En Amarilis tambien seconocian leyendas de seres de otros colares, pero,[claro!... Si no eran amarillos, no eran humanos.Asi de simple. Por eso no Ies habia interesadonavegar a mas de treinta kil6metros de la costa.

    Sin embargo en Amarilis vivia BIondo, unjoven de cabellos amarillos -y claro, todo 10dernas tarnbien amarillo- que siempre habia que-rido viajar mas alla de los lfrnites conocidos de sumar, pues ardia en ganas de conocer 10 que allipudiera existir.

    Y al igual que Grana y Afiil, BIondo se sor-prendi6 al descubrir la pequeiiita isla blanca que seasomaba apenas sobre el mar. Pero su sorpresa fuemayor cuando su vigia avist6 dos navios que . ..[ohl, no eran amarillos y, [oh, oh! sus ocupantestampoco.

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~~----------------~~

    I

    -jEsta tripulado por monstruos! -grit6.BIondo y su gente, horrorizados, bajaron atierra provistos de brochas y tarros de pintura

    amarilla a fill de pintar a aquellos extrafios serespara que, por 10 menos, parecieran hombres.

    jY am se ann6 la batahola! A brochazo lim-p I O . ..

    Pinceladas iban y venian coloreando caras,cuerpos y ropas; tarros amarillos, rojos y azulessurcaban el cielo. A veces, dos de elios chocabanen el aire Y , iplum! los colares se mezclaban.Aparecieron primero los verdes, anaranjadosy violetas; muy pronto los siguieron los castafios ylos-grises; y luego cientos de otros tonos que nisiquiera tienen nombre.

    Sucedi6 que en medio de la batalla, Grana,Afiil y BIondo se encontraron justo en el centro dela pequeiiita isla que asomaba apenas sobre el mary se miraron. Y se miraron ... j Y se miraron!=t.Que cosa son ustedes? -pregunt6 Grana

    \bastante desconcertada.-Yo no soy una cosa, soy Afiil deAzulandia

    -respondi6 el azulandes tan confundido como lamuchacha-. Y si deseas saber que soy, te 10 dire:

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL INa~~------------------~

    como soy azul, soy un hombre.-Yo soy BIondo de Amarilis, y siendo micolor el amarillo, yo sf soy un hombre de verdad

    -contest6 eljoven amarillo--. ~Pero ill,que eresni? -Ie pregunt6 a su vez a la nina.

    -Yo soy de Rojinia y me llamo Grana. Ycomo pueden ver soy de color rojo. Asf es que siaquf hay alguien humano esa soy yo.

    -Yo soy el humano aquf -afirm6 Afiil.-El humano soy yo -afum6 BIondo.Pero entonces los tres volvieron a mirarse y

    sin poder evitarlo, comenzaron a reirse. Lo diver-tido fue que tambien sus tripulaciones hicieron 10mismo al mirar no s6lo a los oponentes, sino que asus propios cornpafieros, pues ahora era imposiblediferenciarentrerojinelos, azulandeses yarnarilios.Todos estaban cubiertos por una mezcla de pintu-ras; y no s610ellos, tarnbien la isla y los barcos.

    -Parece ----dijoAfiil, comprendiendo 10su-cedido-- que no es el color 10que nos hace serhumanos ...Entonces cada uno volvio a su isla con subarco cargado de pinturas de todos los colores paradernostrarles a sus pueblos aquella simple verdad.

    6 2

    II

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    ,I,

    De r ec ho a s er a ux il ia do~------------------~,~

    MEDU, LA PEQUENAMEDUSA AZUL

    M a M a una vez una pequefia medusa de unmuy, pero muy hermoso y transparente color azul.Se llamaba Medu y vivia con sus padres y sushermanas en el fondo del mar, en un roquerio llenode ondulantes algas verdes, entre las cuales ellasjugaban agitando sus maravillosas ninicas multi-colores.

    Medu podriahaber sidomuy feliz. Pero noeraasf. Ella pensaba que sus padres nola amaban, quenadie la amaba. l,Por que? Porque siempre Ieestaban diciendo que no. I \-No te portes mal; no pelees con tus herma-nas; no te alejes demasiado; no comas eso que tepuede hacer mal ... Y eso bacia que ella estuvieramuy enojada.

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    Un dia una de las hermanas propuso quefueran a dar un paseo al Bosque Negro, lleno decorales de ese color. Ipesar de que aquel bosque estaba algo lejosde su hogar, sus padres les dieron permiso para if.Asf pues. extendiendo sus mantos comenzaron a I ,nadar agitando sus cuerpos. Parecfa como si unarcoiris fuera cruzando las cristalinas aguas delmar.

    A su paso, los anirnales marinos asornbrados,se acercaban para mirarlas. Los peces giraban ensu tomo atraidos por los col ores brillantes, aunquesin acercarse demasiado por si acaso ...

    A1 llegar al bosque algunas se dedi caron acorretear por entre los corales; otras se recostaronsobre las piedras del fondo para descansar unratito; otras se pusieron a jugar al escondite ... enfin, cada una hizo 10 que tenia ganas de hacer.

    Sin embargo todo aquello no le intereso a la I Ipequcfiita Medu. Ella queria seguir paseando masy mas lejos, a pesarde que su padre les habfa dicho:

    -No se alejen demasiado del Bosque Negro.Us tedes no conocen ese lugar y se pueden extra-viar.

    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NLr \JO~-------------------~

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    r,

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    ClJE!'.JTOSDE LOSDERECROS DELNINO~--------------------~

    "[Bah!", pens6 Medu, "siempre diciendomeque no. Pues ahora vera que nolehago caso y nomepasa nada. Ya soy grande y por supuesto no me voya perder".

    y se alej6 agitando su brillante capa azulada.Nad6 y nad6 un buen rato, encantada con todos loslugares nuevos por los que iba pasando, tan dife-rentes a los que ella conocia.

    Pero de repente ...Sinti6 que algo poderoso la arrastraba. Apesar

    de todos los esfuerzos que hizo por zafarse, no 1010gr6. Entonees comprendi6 que habia caido, sindarse euenta, en una corriente marina.

    Intent6 apartarse, pero por mas que agito yagito su manto no 10gr6 hacerlo. La eorriente erademasiado fuerte y la arrastraba lejos, muy lejosdellugar donde estaban sus hermanas.-iOh! GQue sera ahora demi? -se pregunto,verdaderamente aterrada.

    Yjusto en ese momento, Medu sinti6 que unosdientes muy afilados rozaban su manto. Intentohuir, pero su perseguidor, un pez muy grande, eramas rapido que ella, Nuevamente sintio que losdientes la tocaban, pero ahora hiriendola.

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~--------------------~

    Desesperada se dejo caer hasta el fondo delmar y allf sequedomuy quieta. Despues de un buenrato de busearla, el pez, al no poder hallarla,termino por alejarse.

    Durante muchas, muchas lunas, la pobremedusita vago de un lugar a otro sin saber comovolver con los suyos, intentando esquivar, aunqueno siempre con exito, los peligros que la aceeha-ban.

    Pero entonces sobrevino 10 peor: el fondomarino comenzo a subir y a subir y a subir . ..-Debo estar acercandome al fin del rnar-sedijo-. Allf donde, segtin rnimama, comienza laplaya, en la que solo hay arena y piedras pero noagua.

    Medu record6, ademas, que sumama lehabfaadvertido que donde el mar se acababa habia unasolas muy peligrosas, pues reventaban contra elfondo.

    Las olas que Medu conocia no reventaban amenos que hubiera una tormenta. Pero en esasocasiones ellas, las medusas, se refugiaban bien alfondo, entre las algas, donde las aguas eran siem-pre mas tranquilas.

    jI 69

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    CUENTOS DE LOSDERECHOS DEL NINO~------------------~~

    Pero aquf Medu comprob6 con horror que nohabla plantas marinas; s610rocas y arena. Y eso fue10ultimo que la pobre y maltrecha medusita pudocomprobar pues una ola, luego de elevar1ay elevar-la, la arroj6 contra e1duro suelo. Y esto no sucedi6una sola vez.

    Tantas veces la medusa fue lanzada y golpea-da por las olas contra el fondo. que fina1mente sedesmay6. Cuando volvio en sf,Medu se dio cuentade que ya no estaba en el agua.

    Yacia tirada sobre una arena seca y dura.Hacia mucho calor y sentia que, de seguir alli, semoriria pues no podia respirar ni humedecer sucuerpo.

    Muy arrepentida, aunque ya era tarde paraarrepentirse, por no haber escuchado los consejosde sus padres, 1a pobre medusita s610 atinaba amurmurar:

    -Socorro, socorro ...Pero nadie, nadie se acercaba a ella para

    ayudar1a.Pensando que ya nada podria hacer, Medu sedispuso amorir. Entonces sinti6 que algo pequefioy tibio la recogfa y 1avolvia a poner en agua. No

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~------------------~~

    estaba en elmar, pues ellugar era demasiado chico,pero eso no irnportaba porque ella era aun maspequefia.Aliviada mir6 hacia 10 alto. y vio una caracomo la del senor Pez-globo, pero sin escamas ycon unas algas finitas de color cafe claro que lacubrian por arriba. Y en1acara pudo distinguir unaboca, a1goraro con dos hoyitos que sobresalia enel centro y un par de ojos que 1aobservaban concuriosidad.-jHola! -salud6 ellamuy cortes=-. LQuieneres tu?Nadie contest6. Los ojos dejaron de rnirarla yla cara entera gir6, como si buscara a alguien.

    Entonces insisti6:-jHola, bola! jYujuuu! Aqui en el agua. ..Medu se alegr6 al ver que los ojos volvian a

    mirarla.-Soy yo 1a que te esta bablando -insisti6por S 1 acaso.

    -j Buenos dias! -1a salud61a cara-. LTii, 1agelatina, me estas hablando? LQuien eres?-Yo me llamo Medu y soy una medusa azul,

    no una gelatina -respondi6 ella unpoco ofendida.71

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    -jJa, ja, ja! ~y6 y sinti6 que el agua semovia como si se hubiera desatado una marejada.Pero como suponia que era el dueiio de esa caraquien habia provocado la tormenta, no se alarm6sino que esper6 a que esta concluyera. Cuando elagua se hubo calmado volvio a hablar:

    -Quienquiera seas, te agradezco el habermesalvado de una muerte segura. Til me ayudastecuando yo mas 10 necesitaba. Estaba sufriendo,herida y sola -dijo.

    Los ojos se fijaron con detenci6n en ella.-~Asi es que no eres una gelatina sino una

    medu... una medusa? jY ademas viva! Me alegromucho de haberte podido ayudar . Y, ~sabes?,ahora podremos jugar.

    -Me temo que no -respondi6 la medusaazul-. Aunque yopuedo sobrevi vir en este poqui-tode agua, muy pronto me morirfa pues necesito deespacios mas grandes donde nadar y buscar mialirnento.

    -jAh!, te entiendo. Yo tampoco podria viviren un balde.-~Un balde? ~Que es eso?-Es lacosa donde te tengo. Estas en mi balde

    72

    II

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    amarillo. Con el que siempre salgo a recoger gela-tinas.-Me alegro de que 10 hagas -dijo Medu-.Pero dime, ill,i.que eres? i.Tienes nombre? l,D6ndevives?

    -Yo soy un nino. Mi nombre es Demian yvivo en una casa que queda cerca de la playa.i.Quieres ir a conocerla?

    -Me gustaria mucho conocer tucasa, Demian-agradeci6 COD sinceridad la medusa, pues eramuy curiosa-, pero debo volver a la mia. Yhablando de eso, l,te puedo pedir un favor muygrande?

    -l,Que quieres?=i.Til podrias dejarme de nuevo en el mar, 10mas adentro que te sea posible? Creo que ya sehacia d6nde debo dirigirme para volver con losmios.

    -Claro que sf -respondi6 Denuan=-. Perodebes sujetarte bien porque voy a ir corriendo hasjaIla caleta de pescadores. Ahi te dejare pues el aguaes bien profunda.

    Cuando el nifio llego allf, Iamedusa vio que la

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    miraba con un poquito de pena. Parecia que sehabia encariiiado con ella.-j Que lastima que no puedas quedarte eon-rnigo! -Je eonfes6 el nino.

    -j Y que pena que til no puedas venir avisitarme! -dijo ella.

    Entonees el nino se agaeh6 y sumergi6 elbalde en el mar para que la medusita pudiera salirnadando.

    -jAdi6s, adi6s, Demian ' -grit6 ella feliz,alejandose de inmediato de las peligrosas roeas enbusea de su distante hogar.

    Despues de un rata el nino levant6 el balde ymir6 en su interior. S6lo habia un poquito de aguaen el fondo.

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    De r ec ho a e xp re sa rs e~----------~--------~

    iESCUCHENME!

    A los dos aries Fernando ya sumaba yrestaba. En cuanto su madre llegaba a cas a devuelta del trabajo, ella perseguia por todas partespidiendole:

    -jEsclichame, mama! iNo es verdad quetreinta y dos menos dos es igual a treinta?

    La mama, que era profesora de castellano yque estaba casi todo el tiempo ocupada corrigiendopruebas de cornprension de lectura y contando lossustantivos comunes que aparecian en el cuentoque les dana a leer a sus alumnos, le respondia:

    -S1, sf, [claro! -por decirle algo.Aunque si estaba un poco preocupada, ledecia:-No, no se puede-y asf evitaba que su hijo

    provocara vaya a saber que feroz desastre.

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    CUENTOS DE [lOS DERECHOS DEL .NINO~------------------~~

    Al cumplir los tres afios, Fernando realizabaun monton de operaciones matematicas casi tanrapido como su rninicalculadora parlante.

    Las veces que habra intentado comunicar asus papas el resultado de alguna de las operacionesque ya era capaz de hacer, recibia de ellos unarespuesta bastante displicente.

    A los cuatro aiios Fernando correteaba todo eldia detras de su papa inquiriendo:-j Escuchame, papa! Diez elevado ados

    es igual a cien, i,verdad papa?E1 padre, que era escritor, estaba siernpre muy

    ocupado escribiendo cuentos infantiles y prepa-rando conferencias de c6mo lograr que los nifiosfueran mejores lectores, as f es que no disponia detiempo -ni ganas-para escuchar a su hijo:

    [Por supuesto, pequefio! -Ie decia, por deciralgo; aunque S 1 estaba de rna] humor, le respondiacon un:

    -jDesde luego que no! -con 10 cual evitabaque su hijo pudiera desatar alguna catastrofe hoga-rena.

    A los cinco afios Fernando dominaba las su-mas y restas y ademas sabia cosas tan diffciles

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~------------------~~

    como que 'a' multiplicado por 'b' se puede escribir'ab'. Por supuesto que cuando intento explicarseloa su papa a la hora de almuerzo:

    -jEscuchame, papa' S1 es muy facil -Iedijo-: 'a' multiplieado por 'b' es 10 mismo S1 seescribe de otra manera. ;_,Sabes? El resultado es elmismo S1los valores de 'a' y de 'b' se mantienen.

    El padre le respondi6:-j Mm,por supuesto! -mientras mastic aba,

    preocupado de pinchar un pepinil1o.Y cuando hizo 10 mismo con su mama a la

    hora de la comida, esta, cortando un pedazo decarne, le contest6 por si aeaso:

    -No, no se puede.Cuando cumpli6 los seis afios, Fernando en-

    tr6 al colegio.En la bora de matematicas el profesor escribi6

    en el pizarr6n: 2 + 2 = Y pidio a los nifios quecopiaran y sumaran.

    -Escucheme, senor. es que yo ya ... -alcan-z6 a decir Fernando antes de que el profesor 10reconviniera por hablar en clase.

    Y mientras los demas nifiitos sumaban dos

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    mas dos, Fernando calculaba la suma de la resta deuna surna. (Lo cual, si se quiere, es un disparate.Pero es que a Fernando, como nifio que era, leencantaban los disparates).

    Pero el verdadero problema se suscit6 cuandoel profesor intentaba ensefiarle al curso a restar.Como era un profesor muy moderno, le gustabaque los niiios experimentaran. Asi es que les expli-c6 10 que debian hacer:

    -Para descubrir cuanto es dos menos dos-les dijo- coloquen dos porotitos sobre la mesay despues los sacan; es decir, resten dos porotitosy ve~n cuantos les quedan. Luego, para cornpro-bar que el resultado es correcto, hagan 1 0 mismocon dos lentejas.

    -Escucheme, senor, ISO podria hacer ... ?-alcanz6 a decir Fernando antes de que el profe-sor fijara en el su furiosa mirada y volviera, sindecir nada. a su escritorio.

    Ya en su casa, Fernando escribi6 en su cuader-no:2 - 2 = 0y se qued6 pensando en el experimento. Claro

    que no en el del profesor sino en el que a el se lehabia ocurrido.

    80 1 )

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    Escribi6:papa +mama = (papas)Si resto (papas) - (papas) =__

    Esto sera, pens6, igual a... Y parti6 corriendo10 mas rapidamente que sus piernas le permitian acontarle aquel descubrimiento a supapa, que esta-ba escribiendo en su computador, y a sumama, quecorregfa pruebas.-j Escuchenme, mama, papa! -gritaba feliz

    el nino.-i,Sf, Femandito? -con voz muy tierna,pero sin levantar la vista de la prueba que estabacorrigiendo.-i,Deseas decirnos algo? -Ie pregunt6 supadre sin despegar la mirada de la pantalla delcomputador.Aunque Fernando estaba acostumbrado a queno le prestaran atenci6n, de todas maneras lescont6:-i,Saben 10 que pasa si a papas le restopapas?-Sf, sf, claro ...

    -No, no puedes ...-El resultado es ... -exclam6 triunfante8 2

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    r

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    Fernandito- iCERO!Y mientras pronunciaba esta ultima palabra-papas -, es decir papa y mama, se desvane-dan dulcemente en la nada."Manana comprobare este experimento conmiprofesor", penso Fernando mientras anotaba ensu cuademo:Si resto profesor menos profesor, entonces ...

    Pero no coloco el resultado.

    ,I, 8 4

    'I,

    F De r ec ho a c ompar ti r, ------------~------~COMO SE PUEDE MOVERUNA MONTANA

    E rase que se era, en un tiempo en quetodas las casas -casi todas las cosas- estaban enellugar en que debian estar, un nino que tenia unabuelo -un simpatico caballero de gruesa barba,pelo algo canoso y una gran sonrisa- y que vivfaen una ciudad que no digo como era porque eraigual que muchas otras ciudades.

    Tu te preguntaras: (,Por que dije "casi todaslas cosas"?

    Y yo te voy a responder: Habfa una cosa, unagran montana pedregosa, que, segiin este nifio-y tambien segun el caballero-- no estaba dondedeberfa haber estado.

    Y ill te volveras a preguntar: (,Por que esamontana estaba en un lugar equivocado?

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    Y yo te volvere a contestar: Porque esa mon-tana ... No, no. Mejor te 10 explico todo desde elpnncipio.

    La ciudad donde vivia este nino estaba bas-tante cerca, aunque no a la orilia, del mar. Noobstante, apesar de su cercania, nadie podia, desdesus calles y parques, 0 desde las ventanas de suscasas, contemplar sus hermosas aguas, las puestasde solo sus languidos atardeceres. Tampoco eraposible liegar carninando hasta la playa, pueshabia que rodear la gran montafia y eso, [uf",alargaba dernasiado el paseo.

    Aunque, a decir verdad, a nadie -a casinadie- le importaba aquelio y todos parecianvivir muy felices.

    Sf, sf.Dije "a casi nadie" porque alnino y a susimpatico abuelo de barba tupida y amplia sonrisasf les importaba.

    Elios pensaban, 0 mejor dicho, estaban con-vencidos de que seria mucho mas grato vivir en laciudad si aquella dichosa montana pudiera sermovida 10 suficiente como para que se pudieseconternplar el oceano, como para que la brisamarina con OIOf salado y htimedo pudiera refres-

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    . . -

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    ,IJ

    CUENTOS DELOS DERECHOS DEL j\[[]\)O~~-----------------~

    car las tardes, como para que se pudiese llegarcaminando a la playa para mojarse los pies y tomare1 sol.

    Bueno, ahora ya 10sabes todo ---0 casi todo-,porque te falta por saber 10 mas importante.

    Resu1ta que un buen dfa el nifio y su abuelodecidieron poner remedio a aquella situaci6n ymover la montafia hasta dejarla en ellugar dondedeberia haber estado, como a un ki16metro dedistancia.

    -Alli, abuelo, no molestara a nadie -Ie dijoel nino.Se levantaron temprano y acercandose a la

    montana afirmaron ambos sus hombros en ella ycomenzaron a empujarla.

    Ese dia estuvieron haciendo fuerza toda lamanana, hasta que tuvieron el hombro dolorido y,por que no decirlo, todo el resto -casi to do elresto- del cuerpo tambien, porque la verdad esque la nariz no les dolfa.

    i.Y la montana? l,Se movi6? ... [Nada! Ni unpoquitito. Y en este caso no puedo decir "casinada" porque no sena cierto.

    AI dia siguiente, sin embargo, volvieron a

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    CUENTOSDELOSDERECHOSDELNrnNO~-------------------~

    levantarse muy temprano. Y cuando llegaron al piede la montana apoyaron nuevamente sus hombrosen ella y... [Vamos empujando!

    Aquel dia tambien estuvieron presionandomucho rato. Pero al ver que no obteman ningiinresultado optaron por dejar de hacerlo.

    Muy tristes y abatidos regresaron a su casa ypensaron, aunque s610 durante un corto rato.

    Era indudable que a empellones no consegui-nan nada, pero ... i.Y arrastrandola?

    Como se habian dado cuenta de que sus fuer-zas no eran suficientes para mover la montana, elcaballero simpatico se consigui6 tres yuntas debueyes, de esos con mucha fuerza, yenganchandoun par de garfios a los costados de la montana, losamarr6 con gruesos cordeles a los animales. En-tonces los picaneo para que tiraran.

    Las pobres bestias jalaron y jalaron, pero lamontana no se movio illun poquitito.

    Nieto y abueld volvieron de nuevo a su casa.Y ahora sf que pensaron mucho, mucho rato, hastaque el nino encontr6 una posible soluci6n.

    A Ia manana siguiente, muy temprano, elnino tome un gran canasto y se dirigi6 ala monta-

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    - - J

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    fia. Alli recogi6 algunas piedras, las echo en el ycamino hasta donde pensaba que la montana ya nomolestaria.

    Entonces regreso a la ciudad y le conto a suabuelo 10 que habia hecho. Al otro dia amboshicieron lo mismo y , al volver cada uno, le pidio asus mejores amigos que se reunieran para contarlessu proyecto. EI nino, por una parte, y su abuelo porla otra, les explicaron d6nde pensaban que deberiaestar la montana.

    Tan buenos fueron sus argumentos, que lavista, que la cercania a la playa, que la brisa, enfin ... que todos, sin excepcion, convencidos de lanecesidad de moverla, decidieron solidarizar conellos. Y 1 0 que es mas, aquella misma tarde losacompaiiaron provistos de canastos y bolsas.

    Cada uno de los amigos recogio un menton depiedras y las traslado hasta la futura nueva ubica-cion de la montana. Yal volver a sus casas, todoshablaron a su vez con mas arnigos, los cuales, a suvez, compartieron sus inquietudes y solidarizaroncon ellos ...

    Nuestro nifio y el simpatico caballero de grue-sa barba, pelo algo canoso y una gran sonrisa, su

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    abuelo, tambien volvieron a su casa. Than muyalegres. Ya en su bogar, sonrieron satisfechos.

    iSf, esa era la solucionlDemorarfa quizas un poquito mas, pero la

    montana seria finalmente movida y todos podriancompartir la hermosa vista del oceano; la brisamarina que con su olor salado y humedo refresca-ria las tardes; y los paseos a la playa para mojarselos pies y tomar el soL

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    De r ec ho a i nf ormar se~~--------~-------~jCUANTO TRABAJO,CUANTO TRABAJO!

    Cuando cae la noche en el bosque, des-piertan los pequeiios animales nocturnos. Enton-ces se asoman fuera de la cueva para oler el aire,arrugando la nariz y moviendo los bigotes.

    Ala Comadrejita Trompuda le cuesta mucbolevantarse. Si acercaramos el oido a su pequeiiacueva podriamos oir como rezonga:

    -jCuanto trabajo! .Cuanto trabajo! [Cuantotrabajo! -repite.

    Ese anochecer no era diferente a los anterio-res...

    Tuco-tuco se desperto y olio el aire para estarseguro de que podria salir sin peligro, pero alhacerlo ... [Un momento! [Algo no estaba bien! Enel aire habfa un 0101' muy extrafio. Nunca nadie lehabia informado acerca de este olor.

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    No era el alar del senor Puma, alar que habiasentido euando un enorme puma estuvo persi-guiendolo, pues nadie le habia aeonsejado aeereade este alar.No era el alar del tio Zarro, alar que habiaolfateado euando casi 10 habia mordida un zorro ysabre el eual nunea nadie Ie habia dicho nada.

    No era el alar de don Gato Montes, alar quehabia percibido recien euando una de sus garras Iehabia desgarrado un pedaeito depiel, pues nadie Iehabia advertido aeerea de dieho alar.

    Esta vez arrug6la nariz y decidio ir a pre gun-tarle a don Cururo, que todo 10 sabia. Parti6 eo-rriendo hasta el roble entre euyas rakes vivia elaneiano y sabio Cururo, pero alllegar ... iUn mo-menta! iAlga no estaba bien!Don Cururo, maleta en mana, se disponia apartir.-jBuenas naches, don Cururo ' GVa de viaje?

    -G Y que esperas que haga? GAeaso no te hasdado euenta de que en el bosque hay fuego?"GAh?", pens6 Tuco-tuco, "ese alar tan rarodebe ser alar a fuego, sabre el eual nadie me hadieho nada, pero.. i.Que sera.el fuego?"

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    -Sf --dijo-. pero, l.que tiene que ver elfuego con su viaje?-jViaje, viaje, viaje! Has de saber.jovencito,que yo no voy de viaje a ninguna parte. Lo queestoy haciendo es huir de este voraz incendio quearnenaza quemar el bosque entero."l.Ab?", pens6 Tuco-tuco, "ese olor tan raro

    debe ser olor aincendio, sobre el cual nada me hancontado, pero ... l .Que sera un incendio"

    -Bien -pregunt6-- l.Y por que hay queescapar del incendio?Don Cururo 10 mir6 y tarnbien rniro a sualrededor porque muchos animales se habfan re-unido.

    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~--------------------~

    Ante tan selecto publico, don Cururo se entu-siasmo y sigui6 hablando y hablando.

    -Si hay fuego -decfa- es porque hay unincendio y Damas que saltan y bailan quemando lamadera.

    '\:.Ah?", pens6 Tuco-tuco, "ese olor tan rarodebe ser olor a madera quemada, sobre la cualnunca nadie me ha informado, pero ... l.C6mo seraIamadera quemada?"

    -Tambien arderan nuestras casas con todo 10que este adentro. Y si uno esta adentro ... -iba acontinuar diciendo don Cururo cuando .... [Unmomento! jAlgo no estaba bien!

    -jCRAAAUUUNCH!Una enonne rama cayo desde 10 alto y luego

    otra y otra y otra mas.[Todas las ramas caian envueltas en llamas!Tuco-tuco supo de una vez 10 que eran el

    fuego, un incendio y la madera quemada. Pero 10peor de todo fue que tambien supo 10 que era estarrodeado por las llamas sin poder escapar.

    Habia mucho fuego y hacia mucho calor yhabia mucho humo y cafan muchas ramas ardien-do. [Era como si el mundo se viniera abajo! El

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    Monitos del monte, jilgueros, pudues,dos gatos guifias y la comadrejita.Hasta el zorro chilla que anda de visita.Chincoles, conejos, ratones lanudos,y chunchos que llegaron volandojunto al murcielago orejudo,tres chingues y dos torcazas.Solo el puma estaba faltando.

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    pobrecito Tueo-tueo se asusto tanto que se desma-yo. Pero 10 ultimo que alcanzo a oir antes dedesmayarse fueron unos potentes rugidos:\ -jBRRRR! jBRRRRR! jBRRRRRR!

    Y 10ultimo que alcanzo a ver antes de desma-yarse fue una gigantesea sombra sobre el.

    Lo ultimo que alcanz6 a sentir antes de des-mayarse fueron gotitas muy, muy finas, que caiansobre su cara y sobre su euerpo y tambien sobretodo el bosque. Luego, no supo nada mas.

    Las horas pasaron 1entamente ...Tueo-tuco poquito a poeo comenz6 a reeo-brar el conoeimiento. Sentia doloreillos por todo e1

    euerpo. Entonees eseueh6:-jCuanto trabajo ' Cuanto trabajol [Cuanto

    trabajo!Era 1aComadrejita Trompuda que se quejaba

    mientras euraba sus heridas eon barro y musgo, sindejar de regafiar:

    -jCuanto trabajo! [Cuanto trabajo! [Cuantob . ,tra aJo....

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    ~,I

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    D e rech o a la b uen a ca lida d d e vid a~------------------~~

    EL SOMBRERO DE PAJA

    Habfa una vez un lindo sombrero de pajaque vivia solo adentro de una caja redonda decarton, en uno de los numerosos estantes de unaelegante sombreria.

    Ciertas veces la vendedora 10 sacaba de sucaja para rnostrarselo a alguna de las damas queentraban a la tienda; otras, 10 dejaba en la vitrina.Y como esto sucedia siempre en primavera yverano, elpobre sombrero de paja tenia que sopor-tar el sol. Aunque aquello no era tan malo despuesde todo, ya que al menos el se entretenia mirandoa la gente y a los vehfculos que iban y venian porla calle.

    Pero el sombrero de paja no era feliz. Anhela-ba tener alguien que se preocupara de el, deseaba

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    - - _ _ _ _ _ : , J Ir

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    ClJEI'JTOS DE LOSDERECHOS DELNINO.~----------------------

    tener amigos, un hogar, y queria tambien conocerel mundo. Sin embargo, parecia que sus suefiosjamas se verian realizados." De vez en cuando alguna senora se detenia amirar 1avitrina. Entonces el sombrero de paja ledecia al de fieltro:-Te apuesto a que esa senora no entra en latienda.-yyo apuesto a que S 1 . Mira con que ganasme esta mirando. jHasta es posible que me com-pre! Y asfpasaban y pasaban los dfas y los meses,hasta que una tarde ...Una hermosa y radiante tardede primavera paso junto a la tienda la senoraMariana y al mirar la vitrina, 10vio:-jAhf esta! -se dijo- jAhf esta el sombre-ro con el que siernpre he sofiado! Un bellisimosombrero de paja.Entr6 enla tienda con paso decidido, se prob6el sombrero y, como le gust6, se 10compro.

    El sombrero de paja estaba dichoso. Por fin,por fin se cumplirian sus suefios. Esa senora cuida-ria de el, 10llevaria a un lugar que seria su hogar,allf tendria amigos y , ademas, podria conocer esemundo de afuera.

    102

    (

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    r CUfu'\ITOS DELOS DERECHOS DELNINO~------------------~~No s610 esa rnisma tarde sali6 e1sombrero de

    paja a pasear sobre la cabeza de su duefia. Muchasotras, Mariana 10 llevo a visitar a alguna amiga, arecorrer las calles 0 a respirar el aire fresco delparque. El era feliz.

    AJ volver a casa su duefia lo sacudia un poqui-to para limpiarle el polvo y 10 dejaba en un lindomueble para colgar que habia en el vestibulo, juntoa un gran baiil de cuero. EI sombrero de paja sabiaque ese era su hogar pues alli estaban sus amigos,una bufanda y dos paraguas, con los cuales conver-saba hasta altas horas de la noche.

    Pero una manana en que la senora se disponfaa salir, esta se acerc6 al perchero, le echo unamirada al sombrero, 10 tom6 y despues de darlevarias vueltas para mirarlo por arriba y por abajo,exclarno:

    -Este sombrero me 10he puesto tantas vecesque estoy aburrida. Ya no me dan ganas de usarlo.

    Y diciendo esto, abri6 el baul y... jplof] ...adentro fue a dar el pobre sombrero. Todo quedo aoscuras.

    jAy! Ya no podria conversar con sus amigos.Ya no vol vena a pasear, ufano, por las calles de la

    104 II

    -- -----------II,

    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~------------------~~

    ciudad mirando vitrinas y arboles, personas yautos ... en fin, ya no podria ver nada mas.

    En vez de estar en su hogar, ahora se hallabaen una carcel. El batil se habia convertido en unaverdadera prision, muy parecida a la caja de lasombrereria, con la diferencia de que allf siemprehabia tenido la esperanza, mientras que ahora ...

    Sin embargo, aquello no era 10 peor. Lo peorde todo era darse cuenta de que Mariana ya nocuidaria mas de el. Y eso fue 10 que mas dolor lecaus6.-j Oh! -suspir6 con mucha, mucha pena.

    Y pasaron los dlas ... EI sombrero se fue en-tristeciendo y la paja de la que estaba hecho se fuecomo marchitando ...

    Pero un dia a Ricardo, el esposo de Mariana,le dieron ganas de salir ajardinear. Claro que teniaque usar a1go en la cabeza para protegerse de losfuertes rayos del sol. Hurgueteando por aquf y poralla encontr6 el sombrero de paja. \Sin fij arse mucho en su estado se 10encasquetoy sali6 aljardfn, Pero como el sombrero le quedabachico se 10sac6 y 10 dej6 allado de unas siernpre-vivas que habfa cortado.

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    CUENTOS DE LOS DERECHOS DEL NINO~-------------------~

    El sombrero, sorprendido por 1 0 que le estabaocurriendo, se puso muy contento al encontrarsejunto a aquellas flores .., -j Que agradable es estar nuevamente alaire

    libre Ycon ustedes -les dijo a las siemprevivas.-Es muy amable de tu parte -Ie respondie-

    ron estas-. Pero, ~por que dices nuevamente?-jAy! -suspir6 el sombrero-. Es que mi

    duefia ya no seocupa mas dem i. Se aburri6 de salirconmigo y me meti6 dentro de un oscuro batil. iYpensar que 1 0 unico que yo deseaba era teneralguien que me cuidara, y un hogar! ...-~ Y por que no haces algo? -Ie pregunt6una de las flores.

    -Tienes raz6n -respondi6 el-, debo pen-sar.

    Despues de un rato se le ocurri6 una idea.-i,No legustaria a alguna deustedes ayudar-

    me?Por supuesto que todas las siemprevivas le

    dijeron que estarian muy contentas de hacerlo.-Pues bien -les pidi6-, co16quense aqui,sobre mi ala.

    As! 1 0 hicieron las flores, formando un her-10 6

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    CUENTOSDELOSDERECHOSDEL~O~-------------------~

    moso y colorido ramo sobre el ala del sombrero depaja.Cuando llego Ricardo, no pudo sino fijarse enaquel vistoso rarnillete.

    -jQue lindo! -exclamo-. Las voy a suje-tar a1sombrero.Y dicho y hecho. Ricardo busco una cinta,

    amarro las flores al sombrero y 10 colgo otra vez en1apercha.Cuando al dia siguiente Mariana se dispuso a

    salir, se acerco a1mueble de colgar en busca de susombrero nuevo. Pero entonces, [ohl, alii habiaotro... jY era su querido sombrero de paja!

    -jQue tonta he sido! -exclamo feliz!-.Ahora me doy euenta de que te quiero mucho y laverdad es que te he eehado de menos. [Que buenoque alguien se preocupo de ti!

    Y tomando el sombrero de paja adornado conun ramo multicolor de siemprevivas, 10 sacudiocon suavidad, arreglo las flores, se 10 puso y salioa pasear.

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    GLOSARIO~~------------------~~

    Batahola :Alboroto, estrepito.Cururo :Roedor pequefio de pelaje oscuro. (Spala-

    copus cyanus)Chincol : Pajaro pequefio gris oscuro con bandasclaras y mono en la cabeza. tZonotrichia

    capensis)Chuncho :Elmas pequefio de los buhos. (Glaucidium

    nanum)Guiiia : Gato montes, salvaje. (Felis guigna)Pudu : Pequeno vena do chileno. ( Pu du p ud u)Sacrarreal : Sacarrion, sacarrial 0sacrarreal majestad,es la forma popular chilena de decir: "sacrareal majestad".Tenidas :Chilenismopor"vestiduras", "atuendos'',

    ITuco-tuco : Pequeno roedor. (Ctenomys brunneus)

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