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Las estrategias del teatro en la educación no han de ser una actividad más dentro del aula sino que su esencia y metodología han de impregnar el quehacer diario del centro convirtiéndose en el auténtico corazón del currículo escolar . Por otra parte, en la época de crisis de ideas y de valores en que nos en- contramos, agobiados por las altas tasas de fracaso escolar, el verdadero plan de choque para atajarlo ha de estar basado en la creati-  vidad, en valores arraigados y en un tipo de esfuerzo personal y colectivo que implique a toda la comunidad educativa en proyectos ilusionantes.  Actualmente el ciudadano de a pie se pre- gunta si el trato que los políticos están dan- do a la educación —recortes, aumento de hora lectivas y de la ratio...— se corresponde con la importancia que le suelen dar en sus discursos en épocas de campaña electoral. Mientras que en otros países en épocas de crisis se recurre a la creatividad para buscar alternativas de solución, en el nuestro se in- siste una y otra vez en reproducir modelos que nos han llevado a la situación actual. Pensamos que ya va siendo hora de da r la voz a colectivos que ven la realidad educativa desde una vertiente más holística y creado- ra. Por eso sería conveniente revisar cuáles son las asunciones en las que se fundamen- ta el modelo educativo actual. En el discurso pedagógico se han utiliza- do variadas metáforas para tratar de aproxi- marse a la complejidad del fenómeno edu- cativo. Algunas de las más ilustrativas han sido red , peregrinaje, arquitectura, máquina, horticultura o deporte . De esta manera la de red ha servido para desarrollar constructos como conectivismo, escuelas en red, ecosis- temas, wikiproyectos , etc. La de peregrinaje para ilustrar conceptos como currículo, eta- pas educativas, itinerarios diferenciados, pa- saporte europeo de las lenguas, etc. A aprender se aprende actuando Sin embargo, pensamos que una de las me- táforas más ricas en connotaciones es la de teatro. Desde su perspectiva se entiende el aula como escenario; el alumno como pro- tagonista del aprendizaje; el aprendizaje vi-  vencial —a aprender se aprende haciendo, actuando— como una de las estrategias me- todológicas más fructíferas. En este sentido, Confucio dejó sentenciado: «Lo oí y lo olvi- dé, lo vi y lo creí, lo hice y lo comprendí»; la investigación ha de ser en acción; el currícu- lo es un texto para ser representado en un contexto concreto; y los conictos se resuel-  ven con mediación. Puesto que la práctica educativa ha de ser coherente con la ideología, las teorías y asun- ciones que la sustentan, consideramos que la formación de los alumnos y alumnas ha de basarse en el aprendizaje vivencial y signi - cativo, donde en vez de que el profesor sea el centro del aula y depositario del saber , sean los alumnos los que «suban al escenario». En este sentido, las mejores estrategias meto- dológicas son aquellas que nos proporciona el teatro, mediante los diferentes formatos que adoptan las técnicas de simulación dra- mática: el juego de roles, la improvisación, el psicodrama, la dramatización, etc. Si el currículo es l a selección de conteni- dos y experiencias valiosas, ¿cuál es el valor que aporta el teatro? Para responder a este interrogante basta con comprobar cómo los grandes objetivos de la pedagogía teatral es- tán siendo incorporados de una forma ex- plícita al currículo desde la época de la es- cuela activa. Estos los podemos concretar en: recuperar el cuerpo que tradicionalmente ha sido negado en la educación; despertar los sentidos y anar la percepción; sensibilizar a la persona en el conocimiento de la reali- dad que nos rodea; desarrollar las destrezas para capacitar al alumnado a que de forma a los mensajes, de manera que puedan lle- gar más fácilmente al receptor; compatibili- zar la exibilidad del juego y el rigor del es- fuerzo y la norma; desarrollar el pensa- miento práctico (saber hacer) y autónomo; entrenarse en el control de las emociones; desarrollar el sentimiento de grupo e inter- acción social; focalizar los temas en la com- prensión de la conducta humana y de las re- laciones interpersonales; recuperar la orali- dad ante la dictadura de la imagen. Un lenguaje integrador  Además del argumento de que el currículo toma prestados los objetivos de la pedago- gía teatral, hay que considerar este otro: el lenguaje teatral por su propia naturaleza se constituye como integrador de muchos len- guajes: verbal, icónico , corporal, musical. Toma la palabra, del idioma; los sonidos y el ritmo, de la música; el color y la forma, de la pintura; el gesto y el movimiento, del len- guaje corporal. Y estos signos los combina de acuerdo con la sintaxis propia del esquema dramático. En síntesis, éste viene conforma- do por una acción —argumento— que con- tiene un problema —conicto—, realizada por unos actores que han adoptado unos pa- peles —personajes— en un tiempo y un es- pacio concretos, sobre un tema de conteni- do humano. Siempre se trata de la persona, sus relaciones humanas y sus con ictos. Por todo ello, la losofía que sustenta al teatro en la educación y las estrategias metodológicas que de él se derivan son la energía que hace latir el corazón del currículo. Director Ferran Belda Coordina Rafel Montaner [email protected] Alumnos del posgrado de la Universitat de València «Teatro en la Educación: Pedagogía teatral», en plena clase. LEVANTE-EMV Los profesores del curso de posgrado de la Universitat de València «Teatro en la Educación», Tomás Motos y Antoni Navarro, consideran que la dramatización debe ser la energía que haga latir el corazón del currículo La dramatización, el corazón de la escuela Suplement escolar DIMECRES, 2 DE NOVEMBRE DE 2011 # NÚMERO 466 El CEIP Sant Francesc de Borja de Gandia (foto) ha trobat en la festa de Hallo- ween una manera terroríficament divertida de despertar la curiositat dels xiquets per aprendre anglès. A més, la castanyera ha visitat als menuts d’infantil del CEIP Concepción Arenal de Vila-real i la natura ha despertat l’art que porten dins els escolars del CEIP Verge dels Desemparats d’Adzaneta d’Albaida. L’espai de la participació 2 aula EL MERCANTIL VALENCIANO postgradoteatroenlaeducacion.wikispaces.com TEATRO Y EDUCACIÓN Tomás Motos/Antoni Navarro Profesores del posgrado de la Universitat de València «Teatro en la Educación: Pedagogía teatral» La enseñanza ha de basarse en el aprendizaje vivencial, donde, en vez de que el profesor sea el centro, sean los alumnos los que «suban al escenario» La literatura sobre Teatro en la Educación con- creta las virtudes del teatro y las actividades dra- máticas como instrumentos de enseñanza y aprendizaje en los siguientes términos: son una metodología globalizadora; sirven para educar en valores de forma transversal; incrementan la mo- tivación por su dimensión lúdica; demandan la participación y la colaboración; reinventan las re- laciones interpersonales entre alumnado y profe- sorado; y se pueden utilizar en todos los niveles educativos, desde la educación infantil hasta la universitar ia. Por otra parte, en las teorías actua- les de la educación hay un común denominador que consiste en que para alcanzar el éxito hay que crear expectativas, hay que ir más allá de los mu- ros de la escuela, hay que implicarse en proyectos colectivos, y ser conscientes de que los mejores proyectos educativos son aquellos que más auto- nomía conceden a sus protagonistas. Los valores del teatro Otra forma de aprender

Dramatizacion Corazon Escuela 2011-11-09 Aula Levante

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Las estrategias del teatro en la educaciónno han de ser una actividad más dentro delaula sino que su esencia y metodología hande impregnar el quehacer diario del centroconvirtiéndose en el auténtico corazón delcurrículo escolar. Por otra parte, en la épocade crisis de ideas y de valores en que nos en-contramos, agobiados por las altas tasas defracaso escolar, el verdadero plan de choquepara atajarlo ha de estar basado en la creati-

 vidad, en valores arraigados y en un tipo deesfuerzo personal y colectivo que impliquea toda la comunidad educativa en proyectosilusionantes.

 Actualmente el ciudadano de a pie se pre-gunta si el trato que los políticos están dan-do a la educación —recortes, aumento dehora lectivas y de la ratio...— se corresponde

con la importancia que le suelen dar en susdiscursos en épocas de campaña electoral.Mientras que en otros países en épocas decrisis se recurre a la creatividad para buscar

alternativas de solución, en el nuestro se in-siste una y otra vez en reproducir modelosque nos han llevado a la situación actual.Pensamos que ya va siendo hora de dar la voza colectivos que ven la realidad educativadesde una vertiente más holística y creado-ra. Por eso sería conveniente revisar cuáles

son las asunciones en las que se fundamen-ta el modelo educativo actual.En el discurso pedagógico se han utiliza-

do variadas metáforas para tratar de aproxi-marse a la complejidad del fenómeno edu-cativo. Algunas de las más ilustrativas hansidored ,peregrinaje,arquitectura,máquina,horticultura odeporte. De esta manera la dered ha servido para desarrollar constructoscomo conectivismo, escuelas en red, ecosis-temas, wikiproyectos, etc. La de peregrinajepara ilustrar conceptos como currículo, eta-pas educativas, itinerarios diferenciados, pa-saporte europeo de las lenguas, etc.

A aprender se aprende actuandoSin embargo, pensamos que una de las me-táforas más ricas en connotaciones es la deteatro. Desde su perspectiva se entiende el

aula como escenario; el alumno como pro-tagonista del aprendizaje; el aprendizaje vi- vencial —a aprender se aprende haciendo,actuando— como una de las estrategias me-

todológicas más fructíferas. En este sentido,Confucio dejó sentenciado: «Lo oí y lo olvi-dé, lo vi y lo creí, lo hice y lo comprendí»; lainvestigación ha de ser en acción; el currícu-lo es un texto para ser representado en uncontexto concreto; y los conictos se resuel-

 ven con mediación.Puesto que la práctica educativa ha de ser

coherente con la ideología, las teorías y asun-ciones que la sustentan, consideramos quela formación de los alumnos y alumnas ha debasarse en el aprendizaje vivencial y signi-cativo, donde en vez de que el profesor sea elcentro del aula y depositario del saber, seanlos alumnos los que «suban al escenario». Eneste sentido, las mejores estrategias meto-dológicas son aquellas que nos proporcionael teatro, mediante los diferentes formatosque adoptan las técnicas de simulación dra-

mática: el juego de roles, la improvisación, elpsicodrama, la dramatización, etc.Si el currículo es la selección de conteni-

dos y experiencias valiosas, ¿cuál es el valor

que aporta el teatro? Para responder a esteinterrogante basta con comprobar cómo losgrandes objetivos de la pedagogía teatral es-tán siendo incorporados de una forma ex-plícita al currículo desde la época de la es-cuela activa. Estos los podemos concretar en:recuperar el cuerpo que tradicionalmente hasido negado en la educación; despertar lossentidos y anar la percepción; sensibilizar

a la persona en el conocimiento de la reali-dad que nos rodea; desarrollar las destrezaspara capacitar al alumnado a que de formaa los mensajes, de manera que puedan lle-gar más fácilmente al receptor; compatibili-zar la exibilidad del juego y el rigor del es-fuerzo y la norma; desarrollar el pensa-miento práctico (saber hacer) y autónomo;entrenarse en el control de las emociones;desarrollar el sentimiento de grupo e inter-acción social; focalizar los temas en la com-prensión de la conducta humana y de las re-laciones interpersonales; recuperar la orali-dad ante la dictadura de la imagen.

Un lenguaje integrador Además del argumento de que el currículotoma prestados los objetivos de la pedago-gía teatral, hay que considerar este otro: el

lenguaje teatral por su propia naturaleza seconstituye como integrador de muchos len-guajes: verbal, icónico, corporal, musical.Toma la palabra, del idioma; los sonidos y elritmo, de la música; el color y la forma, de lapintura; el gesto y el movimiento, del len-guaje corporal. Y estos signos los combina deacuerdo con la sintaxis propia del esquemadramático. En síntesis, éste viene conforma-do por una acción —argumento— que con-tiene un problema —conicto—, realizadapor unos actores que han adoptado unos pa-peles —personajes— en un tiempo y un es-pacio concretos, sobre un tema de conteni-do humano. Siempre se trata de la persona,sus relaciones humanas y sus conictos. Portodo ello, lalosofía que sustenta al teatro enla educación y las estrategias metodológicasque de él se derivan son la energía que hace

latir el corazón del currículo.

Director Ferran Belda Coordina Rafel Montaner [email protected]

Alumnos del posgrado de la Universitat de València «Teatro en la Educación: Pedagogía teatral», en plena clase. LEVANTE-EMV

Los profesores del curso de posgrado de la Universitat de València «Teatroen la Educación», Tomás Motos y Antoni Navarro, consideran que ladramatización debe ser la energía que haga latir el corazón del currículo

La dramatización, elcorazón de la escuela

Suplement escolarDIMECRES, 2 DE NOVEMBRE DE 2011 # NÚMERO 466

El CEIP Sant Francesc de Borja de Gandia (foto) ha trobat en la festa de Hallo-ween una manera terroríficament divertida de despertar la curiositat dels xiquetsper aprendre anglès. A més, la castanyera ha visitat als menuts d’infantil del CEIPConcepción Arenal de Vila-real i la natura ha despertat l’art que porten dins els

escolars del CEIP Verge dels Desemparats d’Adzaneta d’Albaida.

L’espai dela participació2 aula

EL MERCANTIL VALENCIANO

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TEATRO Y EDUCACIÓN

Tomás Motos/Antoni Navarro

Profesores del posgrado de la Universitat de València«Teatro en la Educación: Pedagogía teatral»

La enseñanza ha de basarse en elaprendizaje vivencial, donde, en vez deque el profesor sea el centro, sean losalumnos los que «suban al escenario»

La literatura sobre Teatro en la Educación con-creta las virtudes del teatro y las actividades dra-máticas como instrumentos de enseñanza yaprendizaje en los siguientes términos: son una

metodología globalizadora; sirven para educar envalores de forma transversal; incrementan la mo-tivación por su dimensión lúdica; demandan laparticipación y la colaboración; reinventan las re-laciones interpersonales entre alumnado y profe-

sorado; y se pueden utilizar en todos los niveleseducativos, desde la educación infantil hasta la

universitaria. Por otra parte, en las teorías actua-les de la educación hay un común denominadorque consiste en que para alcanzar el éxito hay quecrear expectativas, hay que ir más allá de los mu-

ros de la escuela, hay que implicarse en proyectoscolectivos, y ser conscientes de que los mejoresproyectos educativos son aquellos que más auto-nomía conceden a sus protagonistas.

Los valores del teatro

Otra forma de aprender