Educación Infantil: Proyecto de CUCÚ · Web view— Adquirir el grado de seguridad afectiva y emocional que corresponde a su momento madurativo. — Identificar y expresar, a nivel

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ÍNDICE

La Educación Infantil

• Finalidades y características

• Objetivos generales de la etapa

El primer ciclo de la Educación Infantil

• Características evolutivas

• Proyecto curricular

• Distribución de objetivos, contenidos, temas transversales y criterios de evaluación

Programación


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Educación infantil

Finalidades y características de la Educación Infantil

La Educación Infantil constituye una etapa escolar no obligatoria que acoge a los niños y niñas de 0 a

6 años y que se divide en dos ciclos de tres años cada uno. Tiene como finalidad principal cubrir las

necesidades físicas, afectivas, intelectuales y sociales de los niños y niñas de esta edad mediante una

pedagogía adecuada.

Esta etapa contribuirá a favorecer la evolución integral de los niños y niñas, evolución de la que

podemos destacar, principalmente, el desarrollo de estas capacidades:

— Conocer su propio cuerpo, sus posibilidades y limitaciones, y adquirir una progresiva autonomía

en sus actividades habituales.

— Relacionarse con los demás a través de distintas formas de expresión y comunicación.

— Observar y explorar su entorno natural, familiar y social.

Las características esenciales que definen esta etapa escolar son tres:

1. Necesidad de una colaboración con la familia.

La relación y colaboración escuela-familia, punto clave a lo largo de toda la escolarización, adquiere

un valor esencial y fundamental durante los seis primeros años. Familia y escuela deben actuar al

unísono para satisfacer las necesidades que expresa y manifiesta el pequeño/a, e ir introduciendo y

potenciando el desarrollo de la adquisición de hábitos hacia la progresiva autonomía personal.

2. Coordinación con las demás etapas educativas.

Aunque la Educación Infantil se considera como una etapa con entidad propia en la que se definen

unos objetivos, contenidos (conceptuales, procedimentales y actitudinales) y unas líneas generales de

metodología para el proceso de enseñanza-aprendizaje, no debemos olvidar la coordinación necesaria

que debe existir entre ésta y las demás etapas, así como entre los dos ciclos que la forman.

Esta coordinación tendrá como objetivo detectar y concretar las necesidades y/o dificultades

existentes en la red de aprendizaje de cada uno de los alumnos con el fin de poderlos trabajar (desde

una visión totalmente individualizada) en los sucesivos niveles educativos.

3. Función social y función educativa.

La Educación Infantil se desarrolla, paralelamente, desde una función social de ayuda al medio

familiar y desde una función educativa, con el fin de desarrollar al máximo las capacidades de los

alumnos (a partir de los objetivos y contenidos propios de esta etapa).

A partir de estas características podemos definir las tres grandes finalidades que persigue la

Educación Infantil:

1. Potenciar y favorecer el desarrollo máximo de las capacidades respetando, en todo momento, la

diversidad y las posibilidades de los diferentes alumnos.


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Se plantearán diferentes situaciones donde, junto a la interacción alumno/a-maestro/a, se potencie y

favorezca el aprendizaje de habilidades, estrategias, actitudes y conceptos, y cada una de las diferentes

competencias que conllevan implicados.

2. Comprensión de desigualdades sociales y culturales.

Se deberá tener en cuenta que los niños y niñas llegan a la escuela con unas experiencias y vivencias

familiares diferentes que, junto con sus características propias, definen el grado determinado de

competencias individuales. En cualquier tipo de desigualdad se partirá de las diferentes competencias

del momento para prevenir posibles dificultades posteriores.

3. Preparación para un buen seguimiento de la escolaridad obligatoria.

Se trata de permitir al alumno/a acceder a los conocimientos propios de la cultura (es decir, los

diferentes lenguajes de comunicación y representación de la realidad) mostrando su carácter funcional

a partir de la atribución de un sentido completo.

La división de la etapa por ciclos

La Educación Infantil comprende dos ciclos. El primero se extiende hasta los 3 años y el segundo

desde los tres hasta los seis años de edad.

El primer ciclo (0-3) se caracteriza principalmente por la satisfacción inmediata de las demandas del

pequeño/a en relación a sus necesidades básicas (alimentación, higiene y descanso), así como la

iniciación de la autonomía en contraposición a la total dependencia del primer año.

En estas primeras edades se forman las figuras afectivas (madre y padre, hermanos, abuelos,

maestro/a...) que los pequeños asumen como modelos y ejercen un fuerte efecto reestructurador en la

formación de su personalidad.

En este ciclo se atenderá al desarrollo del movimiento, al control corporal, a las primeras

manifestaciones de la comunicación y del lenguaje oral, a las pautas elementales de convivencia y de

relación social y al descubrimiento del entorno inmediato.

El segundo ciclo (3-6) se caracteriza principalmente por el alcance de una gran autonomía en la

adquisición de hábitos y el dominio progresivo del lenguaje verbal.

En este ciclo se procurará que el niño/a aprenda a hacer uso de los distintos lenguajes de

comunicación, descubra las características físicas y sociales del medio en que vive, elabore una

imagen positiva y equilibrada de sí mismo y adquiera los hábitos básicos de comportamiento que le

permitan una elemental autonomía personal.

Los alumnos necesitan un ambiente cálido y seguro donde poder afrontar el conocimiento gradual del

medio y adquirir los recursos que les permitan acceder a él. Pero, a su vez, este ambiente debe

satisfacer el deseo de conocer y descubrir, ya que los alumnos de esta edad tienen una gran curiosidad

e interés por conocer todo lo que les rodea, una vez superada una primera etapa en la que el alumno/a

toma conciencia de su propio yo.


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El proceso de aprendizaje de cada uno de los niños y niñas se realizará a partir de su maduración

personal y de las posibilidades que se le ofrezcan de interaccionar con su entorno.

Características evolutivas de los niños de 0 a 6 años

Son muchos los grandes cambios evolutivos que el niño/a desarrolla durante sus primeros años de

vida. Cambios múltiples, rápidos y generalmente sucesivos, en referencia a cada una de las

dimensiones innatas con las que el ser humano nace: psicomotriz, lenguaje, cognitiva y personal-

social.

A lo largo de estos años, el niño/a pasa por diferentes momentos que le caracterizan y diferencian por

su especificidad de necesidades, habilidades, aptitudes, relaciones y formación de sentimientos y

emociones.

En los dos primeros años y, en especial durante el primero, se dan los cambios cualitativos más

rápidos en cada una de las dimensiones nombradas anteriormente.

El paso del año y medio a los dos se caracteriza por el desarrollo del control de esfínteres. Su total

adquisición dependerá de la madurez de cada niño/a, entre los dos y tres años.

De los tres a los cuatro años su lenguaje evoluciona hasta la utilización de la frase completa y su

vocabulario puede alcanzar las 1 200 palabras.

Finalmente, de los cuatro a los seis años, se destaca el desarrollo y la consolidación del pensamiento

intuitivo.

Metodología en la Educación Infantil

El educador de 0-3 años ha de tener, principalmente, una sensibilidad especial por percibir las

demandas de los niños, saber distinguir cuándo balbucean, voltean o gritan por el simple hecho de

acompañar un juego o por alguna necesidad concreta.

Después de esta percepción inicial se debe interpretar la demanda correctamente. Es decir, definir si

es una demanda de alimentación, de sueño, de higiene, de alteración del estado de ánimo, de juego,

etc.

A partir de aquí, el adulto selecciona la respuesta más adecuada a su demanda y le contesta

rápidamente.

Uno de los aspectos más importantes para el desarrollo emocional del niño/a es la satisfacción de las

necesidades básicas. Estas necesidades básicas son: fisiológicas, seguridad, amor, pertenencia,

aprecio, autoestima y autorrealización.


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Y esto se da en todas las edades, desde el mismo momento del nacimiento. Por ejemplo: un niño de

año y medio puede sentirse autorrealizado cuando, después de muchos intentos, consigue llevarse la

comida a la boca utilizando la cuchara.

A partir de los 3 años, una vez superada una primera etapa en la que el alumno/a toma conciencia del

propio yo, el niño/a muestra un mayor interés por lo que hay en su entorno inmediato. Por tanto, a la

hora de organizar los temas escolares se tendrá en cuenta este interés característico del niño/a de tres a

seis años.

El pequeño/a de esta edad no vive parcialmente todo lo que le rodea, sino que tiene su primera

relación con el entorno a través de la percepción global y la manipulación activa. Este descubrimiento

activo por parte del niño/a establece conexiones entre los conocimientos previos y los nuevos

aprendizajes. Ello contribuye a la consolidación de un aprendizaje significativo.

El proceso de aprendizaje de cada uno de los niños y niñas se realizará a partir de su maduración

personal y de las posibilidades que se le ofrezcan para interaccionar con su entorno.

A lo largo de la etapa es especialmente importante conducir los procesos de aprendizaje a través de la

experiencia personal, con el juego y la representación simbólica como mejor vehículo de acceso.

Objetivos generales de la etapa

La Educación Infantil contribuirá a desarrollar en los niños y niñas las capacidades que les permitan:

a) Conocer su propio cuerpo y el de los otros, sus posibilidades de acción y aprender a respetar

las diferencias.

b) Observar y explorar su entorno familiar, natural y social. Conocer y apreciar algunas de sus

características y costumbres y participar activamente de forma gradual en actividades sociales

y culturales del entorno.

c) Adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales.

d) Desarrollar sus capacidades afectivas.

e) Relacionarse con los demás y adquirir progresivamente pautas elementales de convivencia y

relación social, así como ejercitarse en la resolución pacífica de conflictos.

f) Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión.

g) Iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas, en la lectoescritura y en el movimiento, el

gesto y el ritmo.


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El primer ciclo de la educación infantil

Características evolutivas

Desarrollo psicomotor

La actividad motriz tiene una gran importancia durante la primera infancia. Desde el momento del

nacimiento, podemos observar cómo el bebé realiza pequeños movimientos, como el giro de la cabeza

de un lado hacia otro estando tumbado boca arriba. Estos movimientos son realmente muy pequeños

delimitando su campo visual, por lo que es frecuente encontrarle con la mirada fija e inmóvil durante

un largo rato.

Poco a poco, empieza a poner en funcionamiento todas aquellas partes de su cuerpo que han

alcanzado el momento óptimo. Así, podemos observar cómo el control de la cabeza avanza desde el

giro (estando ahora tumbado boca abajo) hasta la total elevación.

Descubre sus manos: las mira con una curiosidad sin límites y descubre también su pequeña

movilidad realizando gestos de abrir y cerrar. Las alarga, coge objetos y los manipula libremente hasta

conseguir pasarlos de una mano a otra.

Investigando sin cesar su espacio exterior, se arrastra, voltea e inicia el paso hacia la verticalidad si

dispone de un punto de apoyo. El volteo y el desplazamiento por arrastre van madurando hasta

conseguir el primer paso hacia el acceso a la verticalidad: el gateo.

Se levanta del suelo y se mantiene en equilibrio sin ningún punto de apoyo, iniciando, poco a poco, su

caminar. Inicia, muy lentamente, el desarrollo de la prensión fina.

Desarrollo cognitivo

El bebé nace, siente su cuerpo, realiza pequeños movimientos y recibe toda una serie de sensaciones

que le producen un placer sensorio-motor agradable o no. A partir de estas sensaciones el niño/a

aprende a formar pequeñas nociones polares (contrarias), ya que vive la realidad como una extensión

de su propio cuerpo.

Sus primeras conductas se basan en el uso de los reflejos; es decir, conductas automáticas producidas

como respuestas a un estímulo externo. Pasado el primer mes de vida, estas respuestas se repiten con

el fin de reproducir consecuencias interesantes. El bebé ya es capaz de aplicarlo a situaciones nuevas.

Progresivamente llena de intencionalidad sus acciones. Ahora toda su interacción con el espacio, los

objetos y los adultos están dotados de un porqué. Quiere comprobar qué pasa cuando los materiales

son manipulados de maneras diversas o se le añaden acciones diferentes. Inicia los primeros pasos del


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aprendizaje y descubrimiento por ensayo-error, al mismo tiempo que introduce los primeros cambios

a las conductas aprendidas hasta el momento.

La evolución más importante de la dimensión cognitiva del niño/a es la aparición de la función

simbólica; es decir, la representación mental de los objetos, acciones, lugares y personas,

incluyéndose él mismo. Como consecuencia, se desarrolla el juego simbólico donde puede observarse

cómo representa cualquier acción sin la necesidad de disponer del objeto que corresponde en la

realidad.

Respecto al pensamiento matemático, a partir de los 2 años empieza a reconocer formas iguales.

Aunque no conozca los nombres de círculo o cuadrado, si se le muestran dos tarjetas con estos

dibujos observará que son distintas, mientras que si se le muestran dos dibujos de la misma figura

reconocerá que son iguales. Poco a poco, aprenderá a llamarlas por su nombre.

La formación del objeto permanente quedará totalmente desarrollada. Ahora sabe que si un objeto no

está al alcance de su vista no significa que haya desaparecido.

Desarrollo del lenguaje

El recién nacido presta atención a los diferentes sonidos de su entorno inmediato. Inicia la

comprensión del lenguaje basándose en la diferenciación del tono de voz más que en las propias

palabras.

Su primer medio de comunicación es el llanto. Éste es al principio un puro acto reflejo para expresar

sus necesidades; y, poco a poco, va aprendiendo a emitir llantos diferenciados para cada una de ellas:

hambre, sed, dolor, etc.

A los pocos meses empieza ya a emitir pequeños sonidos simples y vocálicos, a los que sigue el

primer balbuceo. Balbuceo que repite sin cesar en sus ratos de «juego» y de descubrimiento del

entorno y de los objetos.

El balbuceo se afina hasta llegar a la emisión de las primeras sílabas alrededor de los siete meses de

edad, aproximadamente. A lo largo de sus «actividades» cotidianas no sólo realiza diferentes sonidos,

sino que los complementa con las sílabas aisladas, como pa pa pa, ma ma ma, etc.

Poco a poco empieza a emitir pequeñas lalaciones (imitación imperfecta del lenguaje) y diversas

ecolalias (imitación de los sonidos que habitualmente le rodean). Tanto en la imitación del lenguaje

como en la de los sonidos, pone parte de su creatividad cognitiva e inventa palabras y onomatopeyas

para designar objetos y animales.

Es así cómo el pequeño/a va perfeccionando su lenguaje hasta llegar a la holofrase (frases de una sola

palabra). Expresa que tiene sed mirando y señalando su conocido biberón o vaso y verbalizando una

única palabra: agua.

La jerga expresiva y la holofrase maduran para dejar paso a pequeñas frases con sentido completo y a

la sucesiva formación de frases de varias palabras. Ahora el niño/a no mirará a su maestro/a


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diciéndole «agua», sino que expresará claramente «quiero agua». Formula pequeñas frases que se

conocen con el nombre de lenguaje telegráfico.

En su vocabulario habitual predominan los nombres y el inicio del uso de pronombres posesivos,

dando la máxima prioridad al mi-mío.

Desarrollo personal-social

La primera muestra de sociabilidad que se observa en el bebé es su abierta sonrisa como respuesta a

todo contacto visual que establece con el otro.

Desde el primer día distingue a sus padres de las demás personas. Y no necesitará mucho tiempo para

distinguir también a sus familiares más directos: hermanos y abuelos; en especial, todos aquellos

miembros que viven en su hogar.

Se adapta a las rutinas de la vida cotidiana, aceptando desde el primer momento cualquier norma o

hábito.

Sus tentativas de acción son inmensas pero en algunas situaciones sus limitaciones ganan la batalla a

las posibilidades, por lo que inmediatamente recurre a la protección del adulto. Esta demanda se

expresa a través de los diferentes tipos de llanto.

Aunque su actividad es esencialmente solitaria, le gusta estar rodeado de adultos. Disfruta siendo

observado y repite las acciones aplaudidas y elogiadas por ellos. La individualidad egocéntrica es tan

fuerte que limita la relación espontánea por el simple deseo de tener un objeto.

A esta edad empiezan a desarrollarse las verdaderas emociones psicológicas: goce y alegría, rabia o

cólera, ansiedad, miedo, afecto, disgusto y tristeza.

Realizan el juego paralelo acompañado del conocido monólogo colectivo. Es decir, todos los niños y

niñas de la clase están jugando al mismo tiempo y en el mismo espacio; pero cada uno tiene sus

juguetes y lleva a cabo su historia particular. Entendemos por juego paralelo el hecho de estar jugando

al lado de otros niños, pero no con otros niños.

Alrededor de los 18 meses puede empezarse a potenciar el control de esfínteres, el cual junto con el

control motor, es la fuente principal del sentimiento de autonomía.

Desarrolla su sociabilidad innata a partir de la observación e imitación del otro. Dicha imitación

empieza en el entorno familiar tanto en referencia a la madre como al padre. Juega a ser su mamá y

juega a ser su papá..., experimenta sensaciones y, alrededor de los 3 años, se identifica con el

miembro de su mismo sexo. Desarrolla, pues, la formación de la tipificación sexual.

Evolución del niño/a de 0 a 3 años

Desarrollo psicomotriz

- Control de la cabeza: la levanta y realiza giros.

— Abre y cierra las manos. Da palmadas y pasa objetos de una mano a otra.


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— Empieza a sentarse y a levantarse sin la ayuda del adulto.

— Se arrastra, voltea y empieza a gatear.

— Se mantiene en equilibrio sin ningún punto de apoyo y empieza a caminar.

— Lanza objetos y pelotas sin puntería.

— Inicia el desarrollo de la prensión fina.

— Camina solo correctamente.

— Sube y baja escaleras solo, aunque tenga la necesidad de poner los dos pies en el mismo peldaño.

— Salta con los pies alternados.

— Inicia la carrera y el salto con los pies juntos.

— Imita trazos verticales y trazos horizontales.

Desarrollo cognitivo

— El bebé aprende mediante sensaciones y movimientos.

— Vive la realidad como una extensión de su propio cuerpo.

— Hace uso de los reflejos a los que, posteriormente, busca aplicación a situaciones nuevas.

— Inicia el descubrimiento por experiencia activa.

— Aprende por ensayo-error.

— Aparece la representación; se desarrolla la función simbólica, tanto en el juego como en el

pensamiento.

— Empieza a reconocer formas iguales, aunque no conozca sus nombres.

— La formación de la permanencia de los objetos está totalmente desarrollada: busca objetos y

juguetes totalmente escondidos.

Desarrollo del lenguaje

— Presta atención a diferentes sonidos.

— Evoluciona del llanto no diferenciado al llanto diferenciado.

— Emite sonidos simples y vocálicos. Balbucea.

— La comprensión se basa en el tono de voz más que en las propias palabras.

— Desarrolla la lalación (imitación imperfecta) y la ecolalia (imitación de sonidos) hasta llegar a la

holofrase (emisión de frases de una sola palabra).

— En su vocabulario predominan los nombres. Empieza a usar pronombres posesivos.

— Formula juicios negativos y aparecen las mentiras.

— Formula oraciones de varias palabras y con sentido completo.

Desarrollo personal-social

— Responde con la sonrisa.

— Distingue a sus padres (y familiares más directos) de las personas extrañas.

— Se adapta a la rutina de la vida cotidiana.


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— Aparece la curiosidad por el otro y se forman los sentimientos de rivalidad.

— Empiezan a desarrollarse las verdaderas emociones psicológicas: alegría, rabia, ansiedad, miedo...

— La sociabilización se desarrolla a partir de la observación e imitación del otro.

— Las tentativas de comunicación aún tienden a ser poco frecuentes.

— Realizan el juego paralelo acompañado del conocido monólogo colectivo.

— Control de esfínteres.

— Formación de la identificación sexual.

Proyecto curricular

Áreas curriculares

El currículo infantil se organiza en tres áreas de experiencia. En el primer ciclo, estas áreas se dividen

en los siguientes bloques:

Conocimiento de sí mismo y autonomía personal

• El despertar de la identidad personal

• Bienestar personal y vida cotidiana

Conocimiento del entorno

• Interacción con el medio físico y natural

• La vida con los demás

Lenguajes: comunicación y representación

• Comunicación verbal

• Otras formas de comunicación: plástica, musical y corporal


Esta área hace referencia al conocimiento de uno mismo, a la construcción gradual de la propia

identidad, que se desarrolla en el niño/a desde los primeros segundos de vida, y al establecimiento de

relaciones afectivas con los demás.

El conocimiento que el pequeño/a adquiere sobre su cuerpo y la configuración de su propia imagen

son debidos no sólo al proceso madurativo sino también a su propia actividad, a la interacción social y

a la estimulación que le produce su entorno. En el proceso de construcción de uno mismo es

imprescindible comenzar por establecer un vínculo afectivo entre el niño y el adulto del contexto

escolar como figura de apego.


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La construcción de la identidad personal es una de las resultantes del conjunto de experiencias del

niño/a y la interacción con el medio físico, natural y sobre todo, social.

El desarrollo de la afectividad también es especialmente relevante en esta etapa de la vida. ya que es

la base de la construcción de la personalidad infantil.

Guiados por el adulto, los niños y niñas de Educación Infantil irán conociendo y diferenciando

algunos rasgos propios y de los compañeros, aprendiendo a identificar y aceptar las diferencias de

sexo, origen o cultura.

A lo largo de la etapa el niño/a pasa de una actividad refleja e involuntaria a una actividad motora

cada vez más voluntaria y adquiere un control progresivo de su cuerpo. Poco a poco, descubre su

cuerpo y se descubre como persona. Experimenta infinitos movimientos conociendo sus pequeñas

posibilidades locomotoras y sus inmensas limitaciones causadas por la actual inmadurez psicomotriz

y neuromuscular, está constantemente en interacción con el medio que le rodea.

En Educación Infantil es de gran importancia la adquisición de unos buenos hábitos de salud, higiene

y nutrición que contribuyan al cuidado del propio cuerpo.


Esta área de conocimiento y experiencia hace referencia al descubrimiento y la representación de los

diferentes contextos que componen el entorno infantil y facilita progresivamente su inserción y

participación en ellos.

Las propuestas didácticas de esta área sólo adquieren sentido entendidas desde la globalidad de la

acción y de los aprendizajes.

La buena adaptación al centro educativo es fundamental para favorecer la interacción con los

educadores y los compañeros de clase. De este modo el niño/a puede ampliar sus relaciones sociales y

sus conocimientos sobre el mundo aprendiendo a comunicarse utilizando diversos lenguajes y

desarrollando habilidades, destrezas y nuevas competencias.

El establecimiento de un vínculo positivo con el adulto que rodea al niño/a favorece la seguridad

afectiva necesaria para poder establecer experiencias con el entorno que organicen su pensamiento y

anticipe las consecuencias de sus acciones. Las vivencias relacionadas con la naturaleza y la reflexión

guiada favorecen la comprensión de la causa–efecto y el posterior conocimiento de los seres vivos.

La apreciación de la diversidad y la riqueza de medio natural es la base para fomentar desde la escuela

actitudes de respeto y cuidado.

El niño/a va descubriendo su pertenencia a la familia y a la escuela. La vida escolar conlleva

experiencias que son la base de la socialización. El niño aprende con los demás. Del mismo modo,

como miembro de la sociedad descubre las actividades culturales de su entorno y se aproxima a la

diversidad cultural.

Finalmente, en el entorno infantil se debe considerar la importancia de las tecnologías como medio de

expresión, comunicación y conocimiento.


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Esta área de conocimiento y experiencia pretende relacionar al niño/a con el medio. Las distintas

formas de comunicación y representación verbal, gestual, plástica, musical y corporal sirven de nexo

entre el mundo exterior e interior.

En la etapa de Educación Infantil se inician, amplían y diversifican las experiencias y las formas de

comunicación y representación que elaboran los niños desde que nacen. La comunicación implica

potenciar las capacidades relacionadas con la recepción e interpretación de mensajes, y la emisión de

éstos.

Las diferentes formas de comunicación y representación que se integran en esta área son: el lenguaje

verbal, el lenguaje artístico, el lenguaje corporal, el lenguaje audiovisual y de las tecnologías de la

información y la comunicación.

La adquisición del lenguaje verbal es especialmente relevante en esta etapa, por ser el instrumento por

excelencia de aprendizaje. Se pretende que el niño/a descubra progresivamente los usos de la lectura y

la escritura despertando su interés por ellos. Es preciso el acercamiento a la literatura infantil y el

desarrollo de actitudes positivas hacia la propia lengua y la de los demás potenciado la curiosidad por

conocer otras lenguas.

El lenguaje artístico hace referencia tanto al plástico como al musical. La manipulación de materiales,

texturas, objetos e instrumentos acerca al niño/a a las producciones plásticas. El lenguaje musical

posibilita el desarrollo de las capacidades relacionadas con la percepción, el canto, la utilización de

objetos sonoros o instrumentos, el movimiento corporal y la creación. Los niños y niñas empiezan a

vivir la música a través del ritmo, los juegos motores, danzas y canciones.

El lenguaje corporal tiene que ver con la utilización del cuerpo, sus gestos, posiciones, actitudes y

movimientos con una intención comunicativa, estética y representativa.

El lenguaje audiovisual y de las tecnologías de la información y la comunicación inicia al niño/a en la

comprensión de los mensajes audiovisuales y su utilización ajustada y creativa.

A través de los usos de los distintos lenguajes los niños y niñas desarrollan su imaginación y

creatividad, aprenden, construyen su identidad personal, muestran sus emociones, su conocimiento del

mundo y su percepción de la realidad.

Las enseñanzas transversales del currículo

Estos temas incluyen toda una serie de valores de gran importancia para el desarrollo evolutivo e

integral del niño. Por ello serán contemplados a lo largo de todas las áreas curriculares de una manera

continua, y no como una área concreta e independiente.

Educación moral y para la paz. Sus diferentes objetivos y contenidos se pueden agrupar en cuatro

grandes subtemas: el concepto de sí mismo, la convivencia, el respeto a la diversidad y los conflictos.


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Educación para la igualdad de oportunidades de ambos sexos. El objetivo y contenido de trabajo

se basará en desarrollar el respeto íntegro de cada uno de los dos sexos sin establecer ningún tipo de

diferenciación ni discriminación entre ellos.

Educación para la salud. Los temas que se desarrollan son: alimentación y nutrición, educación

sexual, actividad física, prevención de accidentes, higiene personal y equilibrio psíquico.

Educación vial. Pretende, de manera general, desarrollar actitudes de conciencia ciudadana y adquirir

pequeños hábitos en relación a las normas básicas de seguridad vial.

Educación ambiental. Su objetivo es poner al niño en relación con el medio en el que debe

desenvolverse y establecer una relación positiva de valoración y respeto hacia todo lo que le rodea:

animales, plantas, flores y todos los elementos del entorno en general.

Educación del consumidor. Debido a la dificultad que presenta el tema para el niño/a pequeño, nos

basaremos, únicamente, en el valor de cuidar los juguetes y el material escolar.

La evaluación en el primer ciclo de la Educación Infantil

La observación

En el primer ciclo de Educación Infantil la observación debe ser diaria, centrando toda la atención en

el ritmo biológico del niño e intentando detectar posibles alteraciones o comportamientos muy

distantes de los habituales.

Por esta razón, recomendamos la entrega diaria de un informe a los padres. Este informe, a modo de

orientación, puede estar formado por los siguientes apartados: tiempo de descanso, cantidad de

comida, defecación y un último bloque de observaciones generales donde se puede anotar cualquier

aspecto o acción observada.

Esta observación nos será de gran utilidad para la realización de la evaluación formativa.

Evaluación

A lo largo del primer ciclo debemos entender la evaluación como un seguimiento continuado y

sistemático de la evolución del niño/a. Ir valorando, día a día, los diferentes ritmos de maduración

individual y la progresiva adquisición de hábitos y de pequeños aprendizajes.

Evaluación inicial

Nos informa sobre cómo está el niño a principio de curso (o el momento en que ingresa en la escuela).


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El maestro/a debe preparar una ficha de evaluación inicial que será rellenada junto a los padres en una

entrevista inicial. Son muchos los puntos que se pueden tratar en esta primera evaluación. Edebé

propone observar los siguientes aspectos:

— Datos familiares.

— Aspectos sanitarios.

— Adquisición de hábitos.

— Datos psicomotores.

— Datos lingüísticos.

— Comportamiento habitual en casa.

— Relaciones personales.

— Historial académico.

— Observaciones generales.

Evaluación formativa

Nos indica los progresos y las dificultades de cada uno de los alumnos durante el curso escolar.

Edebé presenta unas pautas de seguimiento que pueden ser rellenadas cada 15 días o una vez al mes, a

partir de la observación continuada, sistemática e individualizada:

— Adaptación. Comportamiento y actitud.

— Adquisición de hábitos y valores.

— Desarrollo psicomotor.

— Contenidos curriculares.

Evaluación final

Se realiza al final de un nivel o etapa y nos informa sobre las ca pacidades alcanzadas por el niño/a al

finalizar este período. Son capacidades en relación a los contenidos trabajados y en relación a los

objetivos marcados para cada uno de ellos.

Para los niños y niñas de este ciclo, podríamos definir la evaluación final como la resolución de las

pautas de seguimiento (evaluación formativa) en el último mes del año escolar, pudiendo así

visualizar gráficamente hasta dónde ha llegado el desarrollo evolutivo e integral de cada alumno/a.

Informe escolar

La evaluación final nos permite elaborar un informe detallado donde poder explicar el camino que ha

recorrido el niño/a a lo largo de estos meses: cuál era su situación al empezar el curso (o empezar la

escolaridad) y cuál es su situación actual.


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Distribución de objetivos, contenidos, temas transversales y criterios de evaluación

OBJETIVOS

0-1 años

a. Conocer su propio cuerpo y el de los otros, sus posibilidades de acción y aprender a respetar las

diferencias.

— Adquirir el grado de seguridad afectiva y emocional que corresponde a su momento madurativo.

— Identificar y expresar, a nivel ajustado, sus necesidades básicas y de bienestar.

— Descubrir y conocer su propio cuerpo.

— Discriminar datos sensoriales.

— Descubrir y utilizar las propias posibilidades motrices, sensoriales y expresivas (sonrisa, llanto,

gestos...).

b. Observar y explorar su entorno familiar, natural y social. Conocer y apreciar algunas de sus

características y costumbres y participar activamente, de forma gradual, en actividades sociales y

culturales del entorno.

— Observar y explorar activamente algunos de los elementos que configuran su entorno inmediato:

mobiliario, juguetes, objetos y materiales diversos.

— Reconocer su entorno inmediato.

c. Adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales.

— Adaptarse progresivamente a las actividades cotidianas de alimentación, reposo e higiene personal.

— Adaptarse a las secuencias temporales cotidianas.

d. Desarrollar sus capacidades afectivas.

— Relacionarse con los adultos, respondiendo a sus mensajes y acciones de afecto.

— Expresar sentimientos de alegría y afecto hacia los adultos con los que se relaciona habitualmente.

— Establecer relaciones afectivas con los adultos con los que convive.

e. Relacionarse con los demás y adquirir progresivamente pautas elementales de convivencia y


— Reconocer progresivamente las normas de comportamiento habituales de su entorno inmediato.

— Aceptar la presencia y compañía del otro.

— Iniciar la cooperación a la hora de recoger los juguetes.

f. Desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión.

— Comprender los mensajes que le comunica el adulto, a partir del tono de voz, la expresión facial y

los gestos.

— Comunicarse y expresarse a través del movimiento, el gesto y los sonidos corporales.

g. Iniciarse en las habilidades lógico-matemáticas, en la lectoescritura y en el movimiento, el gesto y

el ritmo.

— Disfrutar con los juegos de contacto, las canciones, la música y el movimiento.


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— Mostrar una participación activa en las diferentes propuestas de juego y actividades colectivas.

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diferencias.

— Empezar a formarse una imagen positiva de ellos mismos.

— Identificar y expresar, a nivel ajustado, sus necesidades básicas de salud y bienestar, de juego y de

relación.

— Progresar en el conocimiento de su propio cuerpo.

— Discriminar y retener datos sensoriales.

— Descubrir y utilizar las propias posibilidades motrices, sensoriales y expresivas.

— Identificarse a sí mismo como persona.




— Observar y explorar activamente su entorno inmediato: la clase y el patio.

— Observar y explorar activamente algunos de los elementos que configuran su entorno inmediato:

mobiliario, juguetes, objetos y materiales diversos.

— Reconocer y orientarse en los espacios habituales: clase, patio y comedor.


— Colaborar en las actividades cotidianas de alimentación, juego, reposo e higiene personal.

— Adaptar su comportamiento a unos hábitos y normas avanzando progresivamente hacia la

autonomía personal.

— Desarrollar progresivamente actitudes de cooperación en cada una de las rutinas cotidianas.

— Adaptarse a las secuencias temporales cotidianas.


— Relacionarse con los adultos, y progresivamente con los otros niños, respondiendo a sus mensajes

y acciones de afecto.

— Expresar sentimientos de alegría y afecto hacia los adultos con los que se relaciona habitualmente.

— Establecer relaciones afectivas con los adultos de la escuela.



— Reconocer progresivamente las normas de comportamiento habituales de su entorno inmediato.

— Participar activamente en las diferentes propuestas de juego.

— Aceptar la presencia y compañía de otros niños y niñas.

— Empezar a compartir los juguetes y materiales de la clase con los compañeros.

— Iniciar la cooperación a la hora de recoger los juguetes y ordenar la clase.



CUCÚ 0-2 años

— Comprender los mensajes que le comunica el adulto.

— Cumplir órdenes y encargos sencillos.

— Comunicarse y expresarse a través de algunas palabras y la construcción de pequeñas frases.

— Realizar movimientos y gestos mímicos globales para expresar sus deseos y experiencias del

momento.


el ritmo.

— Disfrutar con los juegos de contacto, las canciones, la música y el movimiento.

— Disfrutar con la exploración y manipulación de materiales de expresión plástica.

— Utilizar, a nivel ajustado, las posibilidades de la forma de representación matemática para describir

algunos objetos.

2-3 años


diferencias.

— Formarse una imagen ajustada y positiva de sí mismo, identificando sus características y

cualidades personales.

— Conocer y diferenciar las partes segmentarias del cuerpo.

— Identificar progresivamente sus posibilidades y limitaciones, valorarlas adecuadamente para actuar

de acuerdo con ellas.

— Identificarse con las personas de su mismo sexo.

— Descubrir y utilizar las propias posibilidades motrices, sensitivas y expresivas, adecuadas a las

diversas actividades que emprende en su vida cotidiana.

— Aplicar la coordinación óculo-manual necesaria para manejar objetos con un grado de precisión

cada vez mayor.

— Mostrar una actitud de respeto hacia las características y cualidades de las otras personas y

valorarlas evitando actitudes de discriminación en relación con el sexo, raza...




— Observar y explorar su entorno físico-social empezando a establecer relaciones entre la propia

actuación y las consecuencias que de ellas se derivan.

— Valorar la importancia del medio natural, manifestando hacia él actitudes de respeto y valoración e

interviniendo en la medida de sus posibilidades.

— Observar los cambios y modificaciones a que están sometidos los elementos del entorno.

— Establecer algunas relaciones entre las características del medio físico y las formas de vida que se

establecen.



CUCÚ 0-2 años

— Progresar en la adquisición de hábitos, valores y actitudes relacionados con el bienestar y la

seguridad personal, la higiene y el fortalecimiento de la salud.

— Progresar hacia el completo control de esfínteres.

— Orientarse y actuar autónomamente en los espacios cotidianos.


— Identificar los propios sentimientos, emociones y necesidades, y comunicarlos a los demás.



— Participar en los diversos grupos con los que se relaciona en el transcurso de las diversas

actividades.

— Conocer las normas y los modos de comportamiento social de los grupos para establecer vínculos

de interrelación.

— Actuar, progresivamente, de acuerdo a las normas de comportamiento habituales.

— Adecuar su propio comportamiento a las demandas de otros niños y adultos.

— Cooperar y seguir las normas en las propuestas de juego y actividades colectivas que presente el

adulto.

— Aceptar a los demás como compañeros de juegos y actividades.

— Compartir los juguetes y materiales de la clase con los compañeros.

— Cooperar a la hora de recoger los juguetes y ordenar la clase.


— Comprender los mensajes y las intenciones que le comunican los adultos y los otros niños y niñas.

— Cumplir órdenes y encargos sencillos.

— Comunicarse a través del lenguaje oral y la construcción de frases con sentido completo.

— Empezar a valorar el lenguaje oral como una forma de comunicación.

— Iniciar la producción de imágenes como una forma de comunicación y disfrute.

— Utilizar el lenguaje corporal y gestual como apoyo del lenguaje oral.


el ritmo.

— Utilizar técnicas y recursos básicos de las distintas formas de expresión (musical, corporal,

plástica...).

— Representar objetos y acciones de la vida diaria mediante el juego simbólico y los diferentes

lenguajes de comunicación y representación.

— Utilizar, a un nivel ajustado, las posibilidades de la forma de representación matemática para

describir algunos objetos.


CUCÚ 0-2 años

CONTENIDOS CONCEPTUALES


0-1 años

El despertar de la identidad personal

— Esquema corporal: brazos, piernas y cara.

Los demás contenidos no se trabajan a nivel conceptual, sólo desde los campos procedimental y

actitudinal.

Bienestar personal y vida cotidiana

Estos contenidos no se trabajan a nivel conceptual, sólo desde los campos procedimental y actitudinal.

1-2 años


— Esquema corporal: cara y partes de la cara, culo, brazos, manos, piernas, pies, barriga.

— Desplazamientos: caminar, gatear, voltear y arrastrarse.

— Posturas: de pie, sentado y tumbado.


actitudinal.



2-3 años


— Esquema corporal: cabeza, barriga, espalda, culo, brazos, manos, piernas, pies, cara y partes de la

cara.

— Identificación sexual: niño o niña.

— Desplazamientos: caminar, correr y saltar.

— Orientación espacial:

• Hacia adelante/hacia atrás.

• Línea recta/línea circular.


actitudinal.





CUCÚ 0-2 años

0-1 años

Interacción con el medio físico y natural


La vida con los demás


1-2 años


— Juguetes y objetos de uso cotidiano en la clase.

— Utensilios relacionados con los hábitos de alimentación e higiene.

— Animales del entorno próximo.

— Plantas y flores.

— Los alimentos.

— Colores primarios: rojo, azul y amarillo.

— Medidas: grande/pequeño.


actitudinal.


— La familia: padres, hermanos y abuelos.

— La escuela:

• El educador/a.

• Los compañeros de la clase.

• La clase, el patio, el comedor y el lavabo.

— Hechos relevantes: Navidad y Carnaval.


actitudinal.

2-3 años


— Juguetes y objetos de la clase.

— El material psicomotor.

— Utensilios relacionados con los hábitos de alimentación e higiene: la cuchara y el babero, el jabón

y la toalla.

— Elementos del medio natural.

— Las estaciones: otoño, invierno, primavera, verano.

— Algunos animales de granja.

— Algunos animales domésticos.

— Plantas y flores.


CUCÚ 0-2 años

— Alimentos.

— Cuantificadores básicos: muchos/pocos.

— Colores: rojo, azul, amarillo y verde.

— Series con objetos: color y forma.

— Medidas: grande/pequeño.

— Formas: círculo y cuadrado.

— Orientación espacial: dentro/fuera, encima/debajo, largo/corto.


actitudinal.


— La familia: padres, hermanos y abuelos.

— La vivienda: el dormitorio.

— La escuela:

• El propio educador y los otros del centro.

• Los compañeros de la clase.

• La clase, el patio, el comedor y el lavabo.

— Hechos relevantes: Navidad y Carnaval.

— Algunos medios de transporte.


actitudinal.


0-1 años

Comunicación verbal


Otras formas de comunicación: plástica, musical y corporal


1-2 años


— Vocabulario ajustado a sus posibilidades de expresión.

— Textos orales: cuentos, canciones, poemas y retahílas.


actitudinal.


— Materiales: papel, lana, ceras, telas y pintura.

— Trazos libres.


CUCÚ 0-2 años


actitudinal.

2-3 años


— Textos orales: cuentos, canciones, poemas, retahílas, refranes y descripciones.

— Vocabulario ajustado a sus posibilidades de expresión.


— Materiales: pintura, ceras, plastilina y arcilla o barro.

— Ruido/sonido, silencio, música y canción.

— Posturas y equilibrio.

— Movimientos del cuerpo.

— Trazos y dibujos.

CONTENIDOS PROCEDIMENTALES


0-1 años


— Observación de su propia imagen reflejada en el espejo.

— Exploración global del cuerpo.

— Exploración de sensaciones a través de los sentidos:

• Estimulación táctil.

• Estimulación visual.

• Estimulación auditiva.

• Estimulación olfativa.

• Estimulación gustativa.

— Formación del esquema corporal.

— Utilización y desarrollo de las propias posibilidades motrices.

— Exploración de movimientos básicos con los brazos y las piernas.

— Iniciación de movimientos y desplazamientos: volteo, gateo, arrastre.

— Situación y desplazamiento en el espacio real.

— Experimentación de las situaciones de equilibrio/desequilibrio:


— Adaptación de los ritmos biológicos propios a las secuencias de la vida cotidiana.


CUCÚ 0-2 años

— Colaboración con el educador/a, en función de sus posibilidades, en los hábitos de higiene y

alimentación.

1-2 años


— Exploración global del cuerpo.

— Exploración de sensaciones a través de los sentidos:

• Estimulación táctil.

• Estimulación visual.

• Estimulación auditiva.

• Estimulación olfativa.

• Estimulación gustativa.

— Formación del esquema corporal.

— Utilización y desarrollo de las propias posibilidades motrices.

— Desarrollo de movimientos y desplazamientos: volteo, gateo, arrastre y deambulación.

— Experimentación activa de las situaciones de equilibrio/desequilibrio.

— Combinación de posturas: de pie, sentado y tumbado.




— Colaboración con el educador/a, en función de sus posibilidades, en los hábitos de higiene,

alimentación y orden.

— Utilización adecuada de las instalaciones y normas para prevenir accidentes.

2-3 años


— Exploración e identificación de las características y cualidades del propio cuerpo, tanto global

como segmentariamente.

— Utilización de los sentidos en la exploración del cuerpo y de la realidad exterior.

— Manifestación progresiva de los sentimientos y emociones.

— Utilización de las posibilidades expresivas del propio cuerpo.

— Coordinación y control corporal en las actividades que implican movimiento.

— Afianzamiento de movimientos y desplazamientos: caminar, correr y saltar.



— Regulación y control de las necesidades básicas.


— Coordinación, colaboración y ayuda con los iguales y los adultos.


CUCÚ 0-2 años

— Realización autónoma de los hábitos elementales de higiene, vestido, alimentación y orden.

— Utilización adecuada de las instalaciones y normas para prevenir accidentes.

Conocimimiento del entorno

0-1 años


— Manipulación libre de juegos de construcción.

— Exploración de objetos y juguetes a través de los sentidos y acciones diversas.

— Observación de hábitos de cuidado y respeto hacia los animales y las plantas.


— Reconocimiento de su familia: padres, hermanos y abuelos.

— Adaptación al medio escolar.

— Reconocimiento de su educador/a.

— Exploración física de los elementos de la clase.

— Observación de comportamientos adecuados en los grupos a los que pertenece.

1-2 años


— Manipulación libre de juegos de construcción.

— Observación de los colores primarios.

— Observación de formas y figuras.

— Exploración de objetos y juguetes a través de los sentidos y acciones diversas.

— Iniciación al uso de objetos relacionados con las rutinas diarias de higiene y alimentación.

— Observación de los hábitos de cuidado hacia los animales y las plantas.

— Discriminación de las cualidades físicas de algunos animales y plantas.

— Exploración del entorno natural en las distintas estaciones del año.




— Reconocimiento de su educador/a.

— Exploración física de la clase y el patio.

— Investigación del espacio escolar.

— Orientación en los espacios habituales, uso correcto de sus dependencias y autonomía en los

recorridos más habituales.

— Discriminación de comportamientos adecuados o inadecuados en los diversos grupos a los que

pertenece.


CUCÚ 0-2 años

— Observación y atención a manifestaciones, sucesos y acontecimientos del entorno del que el niño/a

forma parte.

— Contribución a la consecución y el mantenimiento de ambientes limpios y saludables.

— Observación de algunas características de los elementos del entorno según los cambios

meteorológicos y de estación.

2-3 años


— Identificación de colores.

— Utilización de cuantificadores para referirse a una determinada cualidad.

— Utilización de nociones espaciales.

— Exploración sistemática de algunas figuras y formas geométricas.

— Iniciación al trazado del círculo.

— Observación y análisis de las formas y los colores en algunas obras de arte.

— Identificación de las sensaciones y emociones que experimentan en relación con los objetos.

— Observación y clasificación de los objetos en función de las características y de su utilización.

— Utilización de objetos relacionados con las rutinas diarias de higiene y alimentación.

— Participación en los hábitos de cuidado hacia los animales y las plantas.

— Discriminación y posterior clasificación de algunos animales, según el medio en el que viven y

determinadas características físicas y/o funcionales.

— Observación guiada del ciclo vital de algún animal.

— Observación de las modificaciones que se producen en los elementos del paisaje por el cambio de

clima y estación.




— Reconocimiento de su educador/a y de los otros adultos del centro.

— Exploración física de la clase y el patio.

— Identificación de dependencias de la propia vivienda: el dormitorio.

— Investigación del espacio escolar.

— Orientación en los espacios habituales, uso correcto de sus dependencias y autonomía en los

recorridos más habituales.

— Discriminación de comportamientos adecuados o inadecuados en los diversos grupos a los que

pertenece.

— Observación y participación activa en las manifestaciones, los sucesos y los acontecimientos del

entorno del que el niño/a forma parte.

— Contribución a la consecución y al mantenimiento de ambientes limpios y saludables.


CUCÚ 0-2 años


0-1 años


— Imitación de sonidos guturales y bucales.

— Imitación de sonidos vocálicos y consonánticos.

— Entonación diferenciada de sílabas.

— Observación de cuentos y láminas de murales.


— Manipulación de materiales útiles para la expresión plástica: papel, lana, telas.

— Audición de piezas clásicas y de canciones entonadas por el maestro/a.

— Imitación de movimientos.

— Representación a través de la mímica.

1-2 años


— Comprensión de textos orales muy sencillos y cortos.

— Emisión de mensajes referidos a necesidades, emociones y deseos.

— Utilización de vocabulario ajustado a sus posibilidades de expresión.

— Comprensión de las intenciones comunicativas de los adultos.

— Observación de cuentos y láminas de murales.

— Interpretación de imágenes que acompañan a textos escritos.


— Manipulación de materiales útiles para la expresión plástica.

— Producción de elaboraciones plásticas libres y dirigidas.

— Audición de piezas clásicas y de canciones entonadas por el maestro/a.

— Iniciación a la interpretación de canciones sencillas.

— Exploración de las propiedades sonoras del propio cuerpo y de objetos cotidianos.

— Imitación de movimientos.

— Desplazamiento por el espacio con movimientos diversos.

— Imitación y representación de acciones y diferentes estados de ánimo.

— Realización de trazos libres.

2-3 años


— Comprensión de mensajes orales.

— Expresión oral de necesidades, emociones y deseos.

— Progresiva utilización adecuada de frases con sentido completo.


CUCÚ 0-2 años

— Respeto de algunas normas que rigen el intercambio lingüístico: prestar atención, guardar turno...

— Interpretación de imágenes que acompañan a textos escritos.

— Comprensión de imágenes debidamente secuenciadas.


— Producción de elaboraciones plásticas para expresar hechos, vivencias...

— Utilización de las técnicas básicas del dibujo, pintura, modelado, colage, etc.

— Exploración y utilización de materiales.

— Diferenciación de los contrastes: ruido/ sonido/silencio y fuerte/flojo.

— Interpretación de canciones sencillas.

— Exploración de las propiedades sonoras del propio cuerpo y de los objetos.

— Desplazamientos por el espacio con movimientos diversos.

— Imitación y representación de situaciones, personajes e historias sencillas.

— Representación de estados de ánimo.

— Realización de trazos sencillos.

CONTENIDOS ACTITUDINALES


0-1 años


— Valoración y actitud positiva ante las demostraciones de afecto de los adultos.

— Confianza en las propias posibilidades de movimiento.

— Colaboración, en la medida de sus posibilidades, en las diferentes propuestas y los juegos que

inicia el maestro/a.


— Actitud positiva hacia la regularidad de las experiencias de la vida cotidiana.

— Participación activa en las tareas y juegos diarios.

— Interés por colaborar con el adulto en los momentos de higiene personal y alimentación.

— Esfuerzo por ganar autonomía en la adquisición de hábitos.

1-2 años


— Valoración y actitud positiva ante las demostraciones de afecto de los adultos.

— Aceptación y valoración ajustada y positiva de la propia identidad.

— Confianza en las propias posibilidades de acción.

— Iniciativa para aprender habilidades nuevas.


CUCÚ 0-2 años


— Actitud positiva hacia la regularidad de las experiencias de la vida cotidiana.

— Participación activa en las tareas y los juegos diarios.

— Aceptación de las normas de comportamiento establecidas.

— Colaboración activa en los momentos de higiene personal y alimentación.

— Esfuerzo por ganar autonomía en la adquisición de hábitos.

— Aceptación de las normas establecidas durante las comidas, los desplazamientos, el descanso y la

higiene.

2-3 años


— Valoración y actitud positiva ante las demostraciones de afecto de los adultos y de los otros niños y

niñas.

— Aceptación y valoración positiva de la propia identidad.

— Confianza en las propias posibilidades y aceptación de las limitaciones.

— Aceptación de las diferencias, la identidad y las características de los demás.

— Iniciativa para aprender habilidades nuevas.

— Gusto por el ejercicio físico y e riesgo controlado.

— Esfuerzo e interés por mejorar la precisión de los movimientos y desplazamientos.


— Participación activa en las tareas y los juegos diarios.

— Actitud de ayuda, colaboración y cooperación con los demás.

— Aceptación de las normas de comportamiento establecidas.

— Aceptación de las normas establecidas durante las comidas, los desplazamientos, el descanso y la

higiene.

— Muestra de superación en la consolidación del control de esfínteres.

— Gusto por un aspecto personal cuidado y por desarrollar las actividades en entornos limpios y

ordenados.

Conocimimiento del entorno

0-1 años


— Curiosidad por explorar los objetos y realizar diferentes acciones sobre ellos.

— Interés por explorar los objetos y juguetes de la clase.

— Curiosidad hacia los animales y las plantas.


— Formación y desarrollo de vínculos afectivos con los familiares directos.


CUCÚ 0-2 años

— Actitudes de afecto hacia el educador/a.

— Interés por imitar los comportamientos que facilitan la relación en los grupos a los que pertenece.

1-2 años


— Curiosidad por explorar los objetos y realizar diferentes acciones sobre ellos.


— Respeto y cuidado por los objetos y juguetes personales y colectivos.

— Actitud positiva por compartir los juguetes.

— Colaboración con el adulto en el uso de los diversos utensilios.

— Curiosidad y respeto hacia los animales y las plantas.

— Interés por conocer los elementos naturales de su entorno inmediato.


— Formación y desarrollo de vínculos afectivos con los familiares directos.

— Actitudes de afecto hacia el educador/a y los compañeros.

— Participación en la vida escolar y progresiva asunción de pequeñas responsabilidades.

— Disponibilidad para ajustar su propio comportamiento a las normas presentes en los diferentes

grupos a los que pertenece.

— Participación en las manifestaciones, los sucesos y los acontecimientos del entorno del que el

niño/a forma parte.

— Gusto por los ambientes limpios y ordenados.

2-3 años


— Interés por precisar y mejorar la descripción de situaciones y relaciones.


— Respeto y cuidado por los objetos y juguetes personales y colectivos.

— Actitud positiva por compartir los juguetes.

— Valoración del uso adecuado de los objetos.

— Adquisición de autonomía en el uso de los diversos utensilios.

— Gusto por las actividades al aire libre.

— Respeto y cuidado hacia los animales y las plantas.

— Interés por conocer las características de algunos animales.


— Interés por participar en la vida familiar y escolar y por asumir pequeñas responsabilidades.

— Tolerancia ante la espera de determinados acontecimientos.

— Respeto por la diversidad de sexos, roles, profesiones, etc.

— Respeto y cuidado por los espacios en los que se desenvuelven las actividades.


CUCÚ 0-2 años

— Valoración de los ambientes limpios y ordenados.

— Interés por conocer las características del propio entorno.

— Iniciativa por observar las modificaciones de los elementos del entorno por el cambio de estación.


0-1 años


— Iniciativa ante el descubrimiento de la función comunicativa del lenguaje.

— Curiosidad por observar y mirar cuentos y láminas de imágenes.


— Iniciativa y disfrute por la manipulación activa y libre de materiales útiles para la expresión

plástica.

— Disfrute con las canciones, la música y los juegos de contacto.

— Participación activa en la imitación de movimientos.

1-2 años


— Interés ante el descubrimiento de la función comunicativa del lenguaje.

— Actitud de escucha en las explicaciones del adulto.

— Gusto por oír y mirar un cuento que el adulto lee.


— Inicitiva y disfrute por la manipulación activa y libre de materiales útiles para la expresión plástica.

— Gusto por la producción de dibujos y elaboraciones plásticas.

— Disfrute con las canciones, la música y los juegos de contacto.

— Curiosidad por la exploración de las propiedades sonoras del propio cuerpo y los objetos del

entorno.

— Participación activa en los juegos danzados.

— Atención y disfrute en las actividades de dramatización.

— Curiosidad por observar y mirar cuentos y láminas de imágenes.

— Iniciativa y gusto por la realización de garabatos libres.

2-3 años


— Valoración del lenguaje oral como instrumento para comunicar los sentimientos, ideas e intereses

propios.

— Iniciativa e interés por participar en situaciones de comunicación oral.

— Actitud de escucha y respeto en diálogos y conversaciones colectivas.


CUCÚ 0-2 años

— Atención e interés hacia los textos de tradición cultural.

— Gusto por oír y mirar un cuento que el adulto lee.


— Disfrute en las producciones plásticas.

— Respeto por las elaboraciones plásticas de los demás.

— Interés por el conocimiento de las técnicas plásticas básicas y por su buena realización.

— Cuidado de los materiales e instrumentos musicales.

— Disfrute con el canto y el baile.

— Actitud relajada y atenta durante las audiciones y disponibilidad para escuchar piezas musicales

nuevas.

— Disfrute con la dramatización.

— Interés e iniciativa para participar en representaciones.

— Atención y disfrute en las actividades de dramatización.

— Interés y constancia en la realización de trazos y grafismos.

TEMAS TRANSVERSALES

Los temas transversales no han sido distribuidos por niveles, ya que se verán todos reflejados por

igual en los tres niveles en los que se han distribuido las áreas curriculares.

Educación moral y para la paz

El concepto de sí mismo

— Aceptar progresivamente sus posibilidades y limitaciones para favorecer el desarrollo de una

autoestima positiva.

— Desarrollar la consolidación de la autonomía en la adquisición de hábitos y resolución de

actividades.

La convivencia

— Mostrar iniciativa por compartir los juguetes, objetos y materiales personales y colectivos.

— Evitar peleas y establecer comunicación con el adulto para solucionar problemas de relación.

— Percibir y respetar las normas establecidas dentro del grupo y del centro escolar.

— Expresar sentimientos de afecto, tanto hacia los adultos como hacia los compañeros.

Respeto a la diversidad

— Respetar y aceptar la compañía del otro sin ningún tipo de discriminación.

— Compartir los diferentes momentos del día con cada uno de los compañeros.

Los conflictos


CUCÚ 0-2 años

— Utilizar el lenguaje oral como vehículo para evitar y resolver conflictos.

— Adquirir y desarrollar hábitos de cooperación.

Educación para la igualdad de oportunidades de ambos sexos

— Aprender a jugar con niños y niñas, indistintamente, con el mismo tipo de contacto corporal y

afectivo.

— Adaptarse a las normas correctas para el desarrollo integral del niño y de la niña, pero con el

objetivo de aprender hábitos de comportamiento, no para diferenciar su sexo del contrario.

— Vivenciar los dos roles a partir de la simbolización.

Educación para la salud

Alimentación y nutrición

— Adquirir hábitos:

• Comer sin derramar la comida.

• Terminarse la comida preparada.

• Esperar a la hora de comer.

• Utilizar la cuchara y el tenedor.

• Mantenerse sentado hasta haber acabado de comer.

Educación sexual

— Reconocer la existencia de niños y niñas, y hombres y mujeres.

— Desarrollar la identificación sexual.

— Reconocer las diferencias básicas entre el cuerpo masculino y el cuerpo femenino.

Actividad física

— Diferenciar el cuerpo en movimiento y el cuerpo en descanso.

— Identificar y afianzar diferentes posturas, coordinación, control global y control segmentario.

Prevención de accidentes

— Adecuar el propio comportamiento a las normas de seguridad y prevención.

— Reconocer algunos materiales e instrumentos de curación.

Cuidados personales: higiene y salud

— Adquirir hábitos en relación al cuidado del propio cuerpo y del entorno.

— Desarrollar una buena estima hacia el propio cuerpo.

Equilibrio psíquico

— Desarrollar la capacidad de comunicación con los demás tendiendo a la solidaridad y la

cooperación.


CUCÚ 0-2 años

— Desarrollar la capacidad de expresión y el establecimiento de vínculos en su medio habitual.

— Iniciarse en la capacidad de tomar decisiones.

Educación vial

— Reconocer los conceptos de acera, calzada y semáforo.

— Diferenciar algunos vehículos.

— Adquirir algunos hábitos: no soltarse de la mano del adulto en el momento de cruzar la calle.

Educación ambiental

— Adquirir hábitos de cuidado y respeto en relación a los animales, plantas, flores y los elementos del

medio natural en general.

Educación del consumidor

— Adquirir hábitos en relación al respeto y valoración de juguetes, objetos y materiales escolares.

CRITERIOS DE EVALUACIÓN


0-1 años


— Reconocerse ante el espejo.

— Diferenciar sensaciones agradables y no agradables, a partir del juego sensoriomotor.

— Percibir diferentes sensaciones a través de los sentidos.

— Explorar y utilizar los movimientos de volteo, gateo y arrastre.


— Adaptar los ritmos biológicos a las secuencias de la vida cotidiana.

— Mostrar iniciativa por colaborar con el adulto en los hábitos del vestido y el orden.

— Colaborar con el educador, en función de sus posibilidades, en los hábitos de higiene y

alimentación.


CUCÚ 0-2 años

1-2 años


— Desarrollar la formación del esquema corporal.

— Identificar algunas partes de su cuerpo.

— Distinguir sensaciones agradables y no agradables.

— Discriminar y retener datos sensoriales.

— Desarrollar correctamente la deambulación.

— Distinguir las tres posturas básicas: de pie, sentado y tumbado.


— Adaptar los ritmos biológicos a las secuencias de la vida cotidiana.

— Colaborar activamente con el adulto en los hábitos del vestido y el orden.

— Colaborar activamente con el educador, en función de sus posibilidades, en los hábitos de higiene

y alimentación.

2-3 años


— Desarrollar la formación del esquema corporal.

— Identificar algunas partes de su cuerpo.

— Distinguir sensaciones agradables y no agradables.

— Reconocer la función básica de cada uno de los sentidos.

— Identificarse con su grupo sexual.

— Distinguir las necesidades básicas del cuerpo: hambre, sed, sueño, micción...

— Afianzar la deambulación y desarrollar el salto y la carrera.

— Mostrar cierta seguridad en las situaciones de equilibrio/desequilibrio.


— Adquirir autonomía en la adquisición de hábitos y valores en relación al vestido, el orden y la

responsabilidad.

— Mostrar autonomía en la adquisición de hábitos elementales de higiene y alimentación.


0-1 años


— Explorar y manipular activamente los juguetes, objetos y materiales de la clase.

— Observar algunos de los hábitos básicos de cuidado hacia los animales y las plantas.


— Reconocer a los miembros de su familia: padres, hermanos y abuelos.

— Adaptarse al medio escolar.


CUCÚ 0-2 años

— Reconocer a su educador/a.

— Saber el nombre de su educador/a.

— Relacionarse afectivamente con su educador/a.

1-2 años


— Observar y reconocer formas iguales o diferentes.

— Diferenciar los colores rojo, azul y amarillo.

— Explorar y manipular activamente los juguetes, objetos y materiales de la clase.

— Compartir los juguetes y objetos con sus compañeros.

— Iniciar pequeños hábitos básicos de cuidado hacia los animales y las plantas.

— Distinguir una persona, un animal y una planta.


— Reconocer a los miembros de su familia: padres, hermanos y abuelos.



— Conocer el nombre de su educador/a.

— Relacionarse afectivamente con el educador/a y los compañeros.

— Distinguir las dependencias más usuales de la escuela.

— Conocer algunos nombres de los compañeros de clase.

— Discriminar, progresivamente, comportamientos adecuados e inadecuados en el grupo escolar.

— Iniciar la participación en las tradiciones propias de la localidad a la que el niño/a pertenece.

— Contribuir al mantenimiento de ambientes limpios y ordenados.

2-3 años


— Reconocer el círculo y el cuadrado.

— Distinguir muchos/pocos.

— Diferenciar grande/pequeño.

— Reconocer y distinguir los colores: rojo, azul, amarillo y verde.

— Distinguir dentro/fuera, encima/debajo, largo/corto.

— Observar y detectar semejanzas y diferencias básicas entre objetos.

— Utilizar y explorar el material psicomotor ajustándose a las propias posibilidades.

— Conocer los nombres de algunos elementos y fenómenos del medio natural.

— Conocer y distinguir algunos animales de granja, domésticos y salvajes.

— Entender el ciclo vital del patito.


— Conocer la familia como grupo: sus miembros y el propio lugar que ocupa.


CUCÚ 0-2 años



— Conocer el nombre de su educador/a.

— Relacionarse afectivamente con el educador/a y los compañeros.

— Orientarse por las dependencias de la escuela.

— Conocer los nombres de los compañeros de clase y de otros docentes del centro.

— Identificar comportamientos adecuados e inadecuados en el grupo escolar.

— Participar activamente en las manifestaciones, los sucesos y los acontecimientos del entorno del

que el niño/a forma parte.

— Desarrollar hábitos de higiene y orden en relación al entorno.

— Reconocer los cambios principales de los elementos del medio natural en función de las cuatro

estaciones del año.


0-1 años


— Comprender los mensajes que le comunica el adulto.

— Comunicarse a través de gestos, movimientos y sonidos corporales.

— Emitir sílabas diferenciadas.

— Mostrar iniciativa por observar cuentos de imágenes.


— Manipular activamente los materiales útiles para la expresión plástica que el maestro/a ponga al

alcance del niño/a.

— Mostrar agrado por las diferentes audiciones musicales que se presenten en el aula.

— Mostrar iniciativa por imitar movimientos y representar acciones a través de la mímica.

— Mostrar una disponibilidad corporal en relación al adulto.

1-2 años


— Comunicarse a través de palabras simples y frases sencillas.

— Adquirir progresivamente un vocabulario ajustado a sus posibilidades de expresión.

— Mostrar curiosidad e iniciativa por mirar cuentos de imágenes.


— Manipular activamente los materiales útiles para la expresión plástica que el maestro/a ponga al

alcance del niño/a.

— Mostrar agrado por las diferentes audiciones musicales que se presenten en el aula.

— Mostrar iniciativa por imitar movimientos y representar acciones a través de la mímica.


CUCÚ 0-2 años

— Mostrar una disponibilidad corporal en relación al adulto.

— Iniciar la realización de garabatos libres.

2-3 años


— Adquirir progresivamente vocabulario correspondiente a cada una de las situaciones comunicativas

cotidianas.

— Aprender y poner en práctica las formas básicas socialmente establecidas para iniciar, mantener y

terminar una conversación.

— Conocer cuentos y canciones de tradición popular.

— Aprender algunas poesías sencillas.

— Interpretar libremente las imágenes que acompañan a un texto escrito.

— Comprender una secuencia de imágenes correctamente secuenciada.


— Desarrollar la coordinación óculo-manual.

— Identificar los colores primarios.

— Diferenciar ruido-sonido/silencio.

— Diferenciar la intensidad del sonido: fuerte/flojo.

— Entonar e interpretar alguna canción.

— Desplazarse por el espacio con movimientos diversos, libres y/o dirigidos.

— Representar pequeñas acciones a través de la mímica y el movimiento corporal.

— Realizar trazos sencillos siguiendo la direccionalidad correcta.


CUCÚ 0-2 años

Programación

Para elaborar la programación se ha seguido el proceso que exponemos a continuación.

En primer lugar, se estudió detenidamente el currículo y se fijó la relación entre los objetivos

generales de Educación Infantil y los objetivos generales del primer ciclo.

A partir de ello, se pasó a concretar los contenidos (conceptos, procedimientos y valores) y los

criterios de evaluación.

Para determinar la concreción de los contenidos a partir de los objetivos y los criterios de evaluación,

se tuvieron en cuenta los siguientes aspectos:

— Las leyes fundamentales del aprendizaje.

— La evolución psicológica y física del alumno/a.

— La práctica docente de los autores.

— Los criterios de evaluación del curso facilitados por el organismo competente.

Sólo una vez llevada a cabo esta tarea se ha podido establecer la programación y la secuenciación de

los contenidos (conceptos, procedimientos y valores) a lo largo del curso.

La secuencias de aprendizaje están organizadas según los criterios:

— Adecuación. Todo contenido de aprendizaje está íntimamente ligado a los conocimientos previos

del alumno/a.

— Continuidad. Los contenidos se van asumiendo, paulatinamente, a lo largo del curso.

— Progresión. Los contenidos, una vez asimilados, son retomados a lo largo del proceso educativo

para que no sean olvidados.

— Interdisciplinariedad. Los contenidos aprendidos en un área sirven para avanzar en otras, lo que

permite dar unidad al aprendizaje.

— Priorización. Se parte siempre de un contenido que actúa como eje organizador y, en torno a él, se

van integrando otros contenidos.

— Integración y equilibrio. Los contenidos seleccionados deben cubrir todas las capacidades que se

enuncian en los objetivos y criterios de evaluación. Asimismo, se buscan la armonía y el equilibrio en

el tratamiento de conceptos, procedimientos y valores. Y, muy especialmente, se deben trabajar los

temas transversales.

Metodología específica

El proyecto de Educación Infantil 0-3 años presenta una metodología y una estructura muy concretas.

Para 0-1 años se presenta un libro para el maestro/a que incluye las características evolutivas del niño

hasta los 12 meses, y los objetivos y contenidos para este nivel.

Se trabajan los temas transversales, la psicomotricidad, hábitos y valores y la programación de

adaptaciones curriculares para alumnos con necesidades educativas especiales.


CUCÚ 0-2 años

Se ofrece un apartado especial con orientaciones didácticas sobre la organización de los espacios, la

relación familia-escuela, y algunas pautas sobre cómo actuar ante algunos accidentes infantiles.

Además, se propone una serie de materiales para la evaluación inicial, formativa y final, así como un

informe diario para poder entregar a las familias a final de cada jornada.

Después, en la parte más práctica del libro se ofrecen orientaciones y actividades para llevar a cabo

una buena educación en estos primeros años.

Las actividades se dividen en tres bloques:

• De 3 a 6 meses.

• De 6 a 9 meses.

• De 9 a 12 meses.

De esta forma se ha intentado concretar al máximo la adecuación de dichas actividades al grupo de

alumnos.

Para 1-2 años y para 2-3 años se presentan los siguientes materiales:

• Carpeta para el alumno/a: con los cuentos y las unidades didácticas que engloban los objetivos y

contenidos propuestos para el curso.

• Libro Guía para el maestro/a: éste aborda los mismos temas y apartados especificados para el nivel

0-1, pero adaptados a los niveles de 1-2 y 2-3 años, en que el niño/a ha alcanzado un nivel madurativo

superior.

El Libro Guía nos presenta una estructura clara para trabajar con el libro del alumno/a y poder

combinar actividades sobre el papel y actividades manipulativas y experimentales.

Todas las unidades didácticas siguen la misma estructura. En primer lugar la observación de las

láminas del cuento como trabajo previo a la lectura de éste y después, la comprensión.

A continuación aparece reproducida cada una de las fichas del libro del alumno/a para una fácil

identificación y las actividades de aprendizaje organizadas en una secuencia que incluye actividades

previas de observación, manipulación, reconocimiento…, la actividad de la ficha, marcada siempre en

negrita, y que puede ser de identificación, discriminación... y las actividades posteriores que suelen

ser de generalización, ampliación o síntesis.

También se presentan algunas actividades para poder alternar con las fichas del libro del alumno/a;

permiten trabajar aquellos aspectos importantes que no pueden trabajarse sobre el papel: poesías,

canciones, audiciones, experimentos, psicomotricidad, plástica, lenguaje, cuentos populares...

• Un mural ilustrado para complementar el trabajo de cada unidad.

• Carpeta de material: con las laminas ilustradas de los cuentos de la unidad y los cuentos populares,

fototarjetas, laminas para el trabajo de los hábitos, CD audio…


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Educación Infantil: Proyecto de CUCÚ · Web view— Adquirir el grado de seguridad afectiva y emocional que corresponde a su momento madurativo. — Identificar y expresar, a nivel