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EL CERNÍCALO PEQUEÑO GRAN HALCÓN “Guía de adiestramiento del principiante” POR: JUAN SEBASTIÁN DEL FRESNO CONTELL EL CAMINO DE LA ALTANERÍA “Diario” POR: LIDIA RODRÍGUEZ LÓPEZ

El Cernícalo pequeño gran halcón

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  • EL CERNCALO

    PEQUEO GRAN HALCN Gua de adiestramiento del principiante POR: JUAN SEBASTIN DEL FRESNO CONTELL EL CAMINO DE LA ALTANERA Diario POR: LIDIA RODRGUEZ LPEZ

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    EL CERNCALO PEQUEO GRAN HALCN

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    EL CERNCALO GUA DE ADIESTRAMIENTO DEL PRINCIPIANTE EL CAMINO DE LA ALTANERA

    POR: JUAN SEBASTIN DEL FRESNO CONTELL

    Y

    LIDIA RODRGUEZ LPEZ

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    A Umbra mi fiel compaera... Juanse

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    PRESENTACIN

    "EL ENCUENTRO" Mi nombre es Juanse y desde hace diecisiete aos comparto la vida con una hembra de cerncalo vulgar llamada Umbra La vieja Umbra. Como os podis imaginar he vivido mil y una aventuras con mi compaera alada. Todo comenz en el ao 1994, concretamente el 8 de febrero de 1994, da en que tras diez meses de interminable espera, Umbra que naca en Inglaterra llegaba al aeropuerto de Madrid-Barajas. No puedo describir la emocin que sent en ese momento, aunque creo suponer que todos la habris sentido en mayor o menor medida con la llegada de vuestro primer pjaro. Recuerdo que al coger la caja de transporte en donde vena ese tesoro tan preciado para mi, mir a travs de un agujero respiradero de la misma y por primera vez se cruzaron nuestras miradas. Sent tal escalofri que sin poder evitarlo se me saltaron las lgrimas de la emocin. Comenzaba para mi una aventura que me llevara a descubrir, tantos y tantos secretos que la naturaleza guarda, y que a travs de la cetrera puedes llegar a conocer.

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    "PRIMEROS VUELOS"

    La primera vez que pes a Umbra pesaba 273gr, con lo que pude darme cuenta de que era una hembra y muy grande por cierto. Tena un temperamento muy bravo y me cost conectar con ella, pero el tesn del principiante ilusionado no tiene igual. Estuve lo poco que restaba de temporada y la siguiente volando sin emisor. An siento como se me aceleraba el corazn cada vez que Umbra se alejaba ms de la cuenta. Con la llegada del emisor fui ganando confianza y empec a disfrutar mucho ms dejndola volar a su antojo. Por aquella poca no sola levantar ms de tres o cuatro metros del suelo, llamndola al puo, volndola al seuelo o soltndola algn escape. Confieso que con eso ya era verdaderamente feliz, por tener la suerte de poder volar con mi amiga y sentir que el lazo que haba entre nosotros comenzaba a crecer, dndome la sensacin de que empezaba a surgir un bonito compaerismo. Disfrutaba enormemente estando con ella en el campo, llegando a sentir que poda verlo a travs de sus ojos, desvelndome secretos del mismo que yo solo creo que nunca hubiera descubierto. Como digo, crea que era completamente feliz volando con el pjaro a m alrededor, simplemente llamndole al puo o disfrutando de su compaa, pero un da me mostr lo que era la Altanera.

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    "LA ALTANERA"

    Que placer dios mo ver como tu pjaro va escalando el cielo en alas del viento. Poda sentir como nuestro hilo de unin se estiraba, pero sin llegar a romperse. Era as como desaparecan todas y cada una de las preocupaciones que todos cargamos con nosotros y solo existamos Umbra, yo y un campo infinito puesto all para nosotros. En esos momentos da la sensacin de que el tiempo se ralentiza, todo parece transcurrir a cmara lenta y como trada por el viento una voz que te dice "AHORA, ES EL MOMENTO" y sin quitar la vista del pjaro, sacas el escape y lo lanzas al cielo. El primer picado fue para m una de las experiencias ms bonitas que he vivido nunca, recordndolo ahora, creo sentir el viento en mi cara a la vez que las imgenes se aceleran por la cada. Verdaderamente no solo fue el primer picado de Umbra sino tambin el mo. Despus de ese primer picado vinieron muchos ms, comenc a disfrutar de volar a Umbra como nunca hubiera imaginado. Intent la caza de pajarillos, pero me di cuenta de que ni Umbra ni yo tenamos los conocimientos necesarios para afrontar este reto con garantas de xito. Todo se complicaba en demasa, pero era tan grande ya nuestro compaerismo que no me import reconocer que no podamos y busqu otros caminos para seguir avanzando.

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    "EL PERRO"

    As fue como lleg Alba, una preciosa cachorra de Epagneul bretn. Con Alba se abra todo un abanico de nuevas posibilidades y desde el primer momento dediqu tanta atencin a su adiestramiento, como al de Umbra. Cmo me sorprendi Alba, no imaginaba que se pudiera disfrutar tanto enseando a un perro a ser cetrero. Qu aficin, qu instinto, cunta pasin desbordada por la caza. Era sin duda la compaera ideal para disfrutar del campo. Umbra por su parte no estaba muy contenta con su nuevo compaero de caza pero, poco a poco y gracias a que Alba era muy pequea cuando lleg, consegu convencer a Umbra de que Alba no representaba ninguna amenaza, llegando a darse cuenta de que si se lo propona poda intimidar a Alba recordndola su lugar en el grupo. Cuando Alba termin su aprendizaje bsico, comenc a salir al campo una o dos horas antes a soltar un par de codornices para luego buscarlas con la perra y el pjaro. Qu sensacin tan diferente entrar en el campo sin saber si las codornices seguan en la zona o si por el contrario se habran desplazado. Algunas veces ya no estaban y otras descubra que era el conocido cerncalo zahareo quien haba almorzado a mi cuenta, pero si las codornices seguan en los alrededores Alba se encargaba de dar con ellas.

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    Ver a Alba quedarse clavada en la muestra y mirar arriba y ver a Umbra esperando en su sitio era verdaderamente precioso y muy emocionante, dndome cuenta que las codornices voladas de esta manera salan mucho ms bravas, deparndome lances infinitamente ms espectaculares y movidos.

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    "LA CAZA"

    No s si recordareis que hace unos cuantos aos, de repente, la poblacin de ratones de campo vivi una gran explosin, llegando incluso a comentarse si no habran sido los ecologistas los responsables de dicha explosin. El caso es que un da mientras estaba volando a Umbra (por aquella poca volaba ms altanera que nunca), la vi caer en un picado fantstico hasta que desapareci tras una pequea colina. Sorprendido corr a su encuentro y lo que encontr me dej alucinado. Umbra haba capturado un gordsimo topillo a la misma puerta de su madriguera. Recog a Umbra sobre el puo y, mientras llenaba sus odos con grandes alabanzas, ceb a placer sobre su merecida captura. Todo esto que os cuento hubiera quedado en una simple ancdota (ancdota que a m me llenaba de orgullo) de no ser por Alba, pues das ms tarde, observando a la perra, pude darme cuenta que pareca encontrar los rastros que los ratones dejaban en sus correras. Comenc a animar a Alba para que persistiera en la bsqueda mientras llevaba a Umbra en el puo y de repente, mientras seguamos los vientos de la perra, surgi delante de la misma, saltando entre los rastrojos, un pequeo ratoncillo de campo. La aparicin del ratn y la salida del puo de Umbra fue todo uno y en un lance precioso de mano por mano Umbra consegua hacerse con su segundo ratn de campo.

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    Cortando por lo sano con la altanera, puse todo mi empeo en la bsqueda de los pequeos roedores. Ver como Alba daba con el paradero de las diminutas presas era un verdadero deleite, llegando incluso a desalojarlos de sus madrigueras escarbando. Se daba el caso de que estbamos en un ao excepcionalmente lluvioso y era bajo la intensa lluvia cuando ms ratones encontrbamos fuera de sus refugios. Parece ser que con la abundante lluvia las madrigueras quedaban anegadas, no teniendo ms remedio que permanecer en la superficie. Tena la sensacin de estar cazando con un azor en miniatura. Los lances eran preciosos, llegando incluso a capturar tres ratones en un mismo da y, con el buche lleno, continuar cazando. Umbra no intent nunca llevar en mano, sino que al contrario como saba que la iba a dejar comerse su merecida captura, al ofrecerle el puo saltaba ligera sobre el mismo con el ratn bien cogido entre sus garras.

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    Fue una temporada realmente increble, terminando la misma con 68 ratones capturados en nuestro haber. Lamentablemente no volvi a repetirse esta gran proliferacin de ratones en temporadas siguientes, volviendo a dedicarme a las codornices por altanera, eso si, habiendo saboreado el dulce veneno de la caza con este pequeo gran halcn llamado "UMBRA". Tan solo me resta comentaros que tambin he conseguido criar con Umbra desde hace ya unos aos y podis imaginaros la experiencia tan bonita que esto supone, para cualquier cetrero o amante de los animales. Como podis ver el cerncalo vulgar de vulgar solo tiene inmerecidamente el nombre, pues a mi entender y haciendo justicia a todo lo vivido con este bravo halconcillo debera ser conocido con el nombre de Cerncalo Real.

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    CARACTERSTICAS

    EL CERNCALO VULGAR El cerncalo comn (Falco tinnunculus) es ese pequeo gran halcn que se cruza en nuestras vidas de la manera ms variada. Cuantas veces no habr observado algn ejemplar desde el coche, posado en alguna farola o esgrimiendo su ms famoso arte de cernirse sobre los barbechos ms all de las cunetas. El cerncalo es el halcn de todos nosotros, sin duda el primero que aprendemos a reconocer y por lo tanto a admirar. En poco tiempo de observacin comenzaremos a diferenciar los machos de las hembras. Ellos son los ms llamativos, con su cabeza y cola de un precioso gris azulado semejante al de un cielo nublado y el dorso como los arcillosos suelos de los campos de castilla, adornado por pequeas manchas negras semejantes a gotas de agua y manchas mas grandes con forma de corazn. Cuanto mas viejos son los torzuelos (o machos) ms finas y delicadas se vuelven dichas manchas. Si por algo destacan los torzuelos a parte de por su belleza, es por su figura esbelta y su rapidez en vuelo. Esto es debido a su menor corpulencia, ya que los pesos de los machos rondan entre los 135 a los 225 gr.

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    Las primas (o hembras) no son por sus colores apagados menos hermosas. No tienen los grises de los machos y en el dorso tienen manchas ms grandes adornando un fondo marrn ms discreto. Como es lgico esto tiene una misin bastante clara y extendida en muchas especies, en las que los machos son mas llamativos que las hembras y no es otra que las hembras, al tener que pasar mas rato echadas en el nido y criando a los pollos tienen un mimetismo ms marcado que los machos hacindolas pasar ms desapercibidas. Se dan casos de hembras que con los aos tienden a tener la cola azulada (como por ejemplo las dos protagonistas de este libro, Umbra y Cisco, madre e hija) pero nunca ser tan intenso como el precioso azul que alcanzan los machos. La hembra suele ganar en cuestin de peso al macho ya que puede oscilar entre los 170 y los 270 gr. Destaca tambin su forma ms corpulenta, con la espalda algo ms ancha. Esto le hace tener algo menos de agilidad en vuelo. Pero por el contrario dada su mayor corpulencia y peso, sus picados tienen mayor contundencia. Sea como sea, tanto torzuelo como prima ostentan una bravura digna de admiracin. Hay otro cerncalo en nuestros campos, el primilla (Falco naumanni), que se puede confundir con el vulgar. Los primillas son algo ms pequeos y sobre todo destacan por tener las uas blancas y por volar muchas veces en grupo cerca de sus colonias de cra.

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    Como deca al inicio y tras conocer un poco la figura de estos halconcillos, es raro mirar a los campos de la pennsula y no ver al valiente cerncalo oteando el herbazal. Lo encontramos a orillas del mar, en los tpicos cantiles que adornan nuestra geografa, en cualquiera de nuestras montaas, viviendo incluso en el interior de nuestras ciudades Se suele decir que es un ave esteparia. Pero si bien prefiere los espacios abiertos, se adapta muy bien a casi todos los hbitats de nuestro pas como se suele comprobar si somos un poco observadores. Y esta capacidad le ha servido para ganarse durante su existencia un lugar en Europa, Asia y frica con sus diferentes subespecies. El cerncalo es un gran luchador que no se amedrenta ante enemigos o competidores que le superen en tamao a la hora de defender su territorio. No se libran ni guilas, ni cuervos, ni halcones. Una tarde despus de volar a nuestras aves observamos una tremenda persecucin de una gavilana tras un cerncalo que poco antes haba cado en picado sobre ella para expulsarla de su territorio. Sus ataques llegan a ser furibundos, haciendo pasadas de vrtigo a cualquier rapaz que se introduzca en su zona, ms si cabe si se trata de la poca de cra. No faltan en estos casos los gritos de guerra de este pequeo gladiador que llena el cielo con su cancin de lucha. En otras ocasiones ellos mismos son perseguidos y atosigados por las numerossimas urracas de nuestros campos. Pero rpidamente se zafan de ellas y continan sus vuelos en busca de posaderos con vecinos menos conflictivos.

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    A finales del invierno empiezan los solitarios cerncalos a buscar pareja. Los machos se pavonean en el cielo para seducir a la hembra con su agilidad y sus capturas. Es entonces cuando, si un intruso osa adentrarse en el territorio, ambos congneres luchan totalmente coordinados para expulsarlo lejos. Como buen halcn, el cerncalo no construye nido alguno. Si le es posible se aprovecha de nidos abandonados de otras rapaces o crvidos, pero si no siempre encuentra alguna oquedad en un cantil, un edificio e incluso un puente de carretera. Todo es factible para el adaptable y prolfico cerncalo vulgar. La puesta es normalmente de entre 4 y 6 huevo, semejando a joyas pardo moteadas que eclosionan tras un mes de incubacin. Pero se han llegado a ver hasta 8 escandalosos pollos demandando fervientemente su comida como enlatados en un pequeo nido. El cerncalo tiene varias maneras de obtener su alimento. Recuerdo una vez en la que Cisco tubo que defender su captura cuando uno de sus congneres silvestres descendi del cielo para robarle la presa que tena ya trabada en el suelo. Solo cuando me acercarme corriendo a ellos para evitar peleas el cerncalo salvaje sali volando y desisti de su empeo. Como veis, el cerncalo cuando puede es un gran oportunista, adems de un incansable oteador que busca el sustento desde el amanecer hasta el anochecer para satisfacer las demandas de un acelerado metabolismo impuesto por su pequeo tamao. Llegando a ser asombrosa su capacidad de encontrar alimento en la poca de cra, cuando la numerosa prole les espera hambrienta en el nido.

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    En las campias cerealistas, los barbechos y herbazales o los matorrales bajos es comn observar al cerncalo cernido, con la cola abierta en abanico y batiendo alas rtmicamente cuando el viento no le ayuda a mantenerse esttico en el cielo. Desde all vigila el ms mnimo movimiento o rastro que le indique la presencia de un suculento bocado, que pasa por el topillo o el ratn, lagartijas o avecillas a los abundantes insectos de la primavera y el verano. Es por tanto un gran aliado del campo controlando animales que con facilidad pueden llevar a suponer plagas. Cuando detecta una presa, este halconcillo se deja caer en picado para capturarla (a veces hace un primer amago descendiendo parte de su altura, para volverse a quedar cernido y una vez situada perfectamente la presa, vuelve a dejarse caer en picado). Es comn tambin verles posados en los postes telefnicos o los cables desde los cuales observan el terreno cercano y descubren presas sin el esfuerzo de cernirse. Si tienen la oportunidad de toparse con un grupo de pajarillos debilitados por los rigores del invierno, juveniles inexpertos en la poca estival o pjaros distrados, no dudan en hacer espectaculares persecuciones o empuestas para hacer presa. Otro caso es el de los cerncalos acostumbrados a cazar en nuestros pueblos y ciudades. Es digno de ver como una flecha que cae desde el cielo en un sencillo jardn de ciudad captura al confiado gorrin que picotea en el suelo. Estos halcones urbanos, se convierten en verdaderos especialistas de la caza de pjaros por sorpresa, tapndose con rboles y edificios para que sus presas no adviertan lo que se les viene encima, y sus vuelos de caza son vertiginosos. Casi como una exhalacin, pues igual que aparecen se esfuman entre las casas. Tambin se ciernen mucho en la primavera y verano entre los tejados en busca de los inexpertos pollos de los pajarillos de ciudad o incluso llegando a perseguir al atardecer a los giles y escurridizos murcilagos. A fuerza de sus virtudes, el cerncalo comn se ha ganado no solo su merecido lugar en el difcil teatro de la vida, si no tambin la fascinacin ms profunda de todos cuantos llegamos a conocerle.

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    EL HERRAMENTAL CETRERO

    Antes de pasar al adiestramiento y dems fases que se tratan en esta gua, es de obligado cumplimiento el tratar de los utensilios que nos permitirn manejar y conducir al pjaro en los diferentes momentos del mismo.

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    LAS PIHUELAS Son unas pequeas correitas de cuero que se fijan a los tarsos de la rapaz . El cuero ms utilizado para confeccionarlas es la ternera engrasada, cuero este muy liviano y resistente. Tambin tiene buena fama la piel de canguro. Estas correas sirven para sujetar al pjaro, evitando que se nos escape de las manos y desde la antigedad llevan el nombre de pihuelas. Hay dos modelos de pihuelas que son los ms utilizados en la actualidad. Las primeras son las llamadas tradicionales, pues vienen directamente de las utilizadas por los cetreros en la edad media y que incluso mucho antes eran ya utilizadas por los cetreros de la antigedad para sujetar a sus pjaros. Estas pihuelas estn fabricadas de una sola pieza. Las correas de cuero son de aproximadamente 20 cm. de largo y 1 cm. de ancho (estamos hablando por supuesto de pihuelas para cerncalos) a las que como veis en las fotos, se les hace una serie de incisiones - concretamente tres- que nos sirven cada una de ellas para diferentes cometidos.

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    Las dos primeras incisiones, que estn alojadas en un extremo de la correa, estn destinadas a la sujecin de las mismas a los tarsos del pjaro de forma ingeniosa y podramos decir sencilla - la forma de colocarlas queda explicada en el dibujo adjunto -. La tercera de las incisiones que se efecta en las pihuelas esta realizada en la parte final de la correita y tiene como misin enganchar a la misma el tornillo de manufactura cetrera, que se usa de quita vueltas para que las correas no se enreden entre ellas.

    El otro modelo de pihuelas, de utilizacin ms reciente que las tradicionales, consta de dos elementos y son denominadas aylmeri. Por un lado se fabrica una especie de brazalete - como veis en el dibujo que viene a continuacin - que abrazando el tarso del pjaro se cierra por detrs con un broche de cierre fijo.

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    Este broche debe ser un ojal a travs del cual se meter la correita propiamente dicha, fabricada de tal forma que en su extremo final termine en un botn que se consigue con un doblez sencillo. El botn sirve de tope, de manera que frene la correita y no permita que salga por el otro lado del ojal. Este tipo de correita por supuesto tiene tambin una incisin al final de la misma para poder sujetar el tornillo.

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    EL TORNILLO El tornillo es un elemento que cumple las funciones de evitar que el pjaro, en sus debatidas, enrede las correas entre si - cosa esta bastante peligrosa pues deja al pjaro impedido de realizar cualquier movimiento - y su otra funcin es la de unir las pihuelas a la lonja - correa esta ms larga que es atada al guante o al banco donde se depositar el pjaro. El tornillo, como todos los herramentales utilizados en cetrera, debera ser de manufactura cetrera, de forma que sus medidas y caractersticas estn pensadas para el fin concreto al que nos hemos referido. En su defecto nos puede servir un quita vueltas tradicional que se utiliza mayormente para la pesca, aunque como es lgico estos no estn fabricados para utilizarlos con las rapaces de cetrera y por esta razn no son en ocasiones tan fiables, ni en cuanto a su resistencia, ni en la misin concreta que tienen que cumplir. Por lo tanto lo recomendable es que tratemos de conseguir uno de manufactura cetrera como los que se muestran en la siguiente fotografa.

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    LA LONJA

    La lonja es una correa ms larga y gruesa (tambin se suele utilizar la misma ternera engrasada que para las pihuelas pero de mayor grosor), de aproximadamente metro y medio de largo, y que cumple la misin de atar el pjaro al guante o a cualquier otro sitio donde tenga que permanecer atado. Desde hace algn tiempo se viene utilizando tambin cuerdas del tipo de escalada, pero como es lgico en el caso que nos ocupa con el cerncalo, de un grosor bastante menor, pues el cerncalo pesa muy poco y por lo tanto no ejercer excesiva fuerza al tirar de la misma. Estos cordones dan tambin muy buenos resultados, aunque en mi opinin pierden algo de ese aire tradicional que tienen todos los utensilios de manufactura cetrera. Para atar el pjaro al guante o a cualquier otro lugar donde queramos que permanezca se utiliza un nudo que lleva el nombre de nudo cetrero. Este es un nudo muy resistente que tiene la particularidad de que se realiza con una sola mano, pues tenis que tener presente que al llevar el pjaro en una de vuestras manos tan solo dispondremos de la otra para hacer nudos y muchas otras cosas, que os tendris que acostumbrar a hacer con la mano libre.

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    Con el tiempo este nudo del que os hablo ser realizado por el cetrero con toda facilidad y naturalidad, pues precede a todos los momentos que pasamos con nuestros pjaros. En el dibujo que se muestra a continuacin podis ver como se realiza.

    NUDO CETRERO

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    EL GUANTE O LA

    La la, es el guante que protege la mano del cetrero de las garras de la rapaz mientras permanece en el puo. En el caso que nos ocupa, este debe ser de un cuero bastante fino, de forma que prime el tacto que tengamos con el puesto al grosor del mismo, pues el cerncalo no tiene garras lo suficientemente poderosas como para que tengamos que protegernos ms all de una fina capa de cuero. Como siempre, recomiendo las o guantes de fabricacin cetrera. Creo que es algo que no deberamos perder pues no cabe duda que realizamos una actividad que consta de una tradicin muy larga y elaborada. Por lo tanto el guante ser de cuero tambin, inspirado en los patrones ms utilizados en la larga vida de la cetrera. Es importante que procuris mantener la limpieza del mismo, limpindolo a diario con un cepillito de races, pues el guante y el seuelo, al ser donde el pjaro recibe su comida, de no limpiarlos a diario acaban deteriorndose y convirtindose en una fuente de bacterias que podran llegar a ser peligrosas para el pjaro. Esto que os digo debe convertirse en una rutina que os llevara apenas un par de minutos. Cada vez que cebis al pjaro en cualquiera de ellos, se le dar un nuevo repaso con dicho cepillo y as conseguiris que estos elementos tan conocidos y preciados por vuestro pjaro os duren muchsimo ms tiempo del que duraran sin duda sin hacerlo.

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    LA CAPERUZA

    La caperuza es una cofia de cuero, cual gorrito, que se pone en la cabeza de la rapaz con la misin de privarla de la vista, consiguiendo de esta forma que el pjaro se mantenga quieto y ms o menos tranquilo, puesto que las rapaces, al igual que el propio hombre, son animales de cerebro ptico. Al privar a los pjaros de la vista se mantienen quietos, sin que se asusten de todos los elementos de nuestra ajetreada vida diaria, evitando que se estresen innecesariamente con cosas que no entienden y que podran causar graves daos en el pjaro, provocndoles un estrs que en ocasiones puede llegar a ser mortal. La caperuza se utiliza mayormente en los primeros momentos del amansamiento, en caso de que el pjaro sea tan nervioso y asustadizo que no pueda estar en nuestra presencia sin debatirse y asustarse. Despus de esta fase del amansamiento, cumple la funcin de mantener al pjaro tranquilo en los desplazamientos que tengamos que hacer con l para llevarle por ejemplo a volar al campo, mantenindole calmado mientras esperamos el momento en que queramos comenzar con la leccin o cualquier otro cometido que queramos llevar a cabo. As posibilitamos que el pjaro se mantenga mentalmente estable y no nervioso como sin duda estara si pudiera estar viendo las cosas que ocurren a su alrededor.

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    Con la caperuza quisiera ser ms pesado si cabe en que la misma sea realizada por un maestro artesano y que, si bien nosotros vayamos practicando para confeccionar nuestras propias caperuzas, las primeras que utilicemos para nuestro nuevo pjaro estn hechas de forma que nos aseguremos de que no molestan al pjaro rozndole en los ojos o en cualquier otra parte, evitando crear resabios innecesarios y totalmente contraproducentes en estas primeras fases a las que hago referencia, como es el amansamiento propiamente dicho.

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    LOS CASCABELES Como no, estos utilsimos elementos estn hechos por las manos expertas de los magnficos artesanos cetreros que tenemos la fortuna de contar entre nosotros. Los cascabeles cumplen mil y una funciones, siendo la principal la de ubicar al pjaro mientras vuela en la espesura o en la distancia y no nos es posible verle directamente. El sonido de los cascabeles viene a ser para el cetrero la msica que ameniza todos los momentos tan intensos que pasa con su pjaro en el campo. El sonido de los mismos viene marcado por la diferencia de que uno sonar ms agudo y otro ms grave, se dice que deben ser Bordn y Prima. Esta diferencia de sonidos hace que aumente considerablemente la distancia a la cual el sonido se hace audible. Por la msica de los cascabeles, el cetrero con experiencia podr ser capaz de ver, a travs de las variaciones del sonido mientras el pjaro vuela, ese lance que por ejemplo transcurre fuera de su vista, llegando a leer en el sonido de los mismos las fintas y regates del pjaro tras de su presa. Como digo la principal misin es la de ubicar al pjaro que sabemos que anda cerca pero que no somos capaces de descubrir gracias a su marcado mimetismo. Pero tambin cumplen otras misiones, como podra ser el saber como se encuentran nuestros pjaros por ejemplo cuando estn en sus bancos enjardinados, advirtindonos con su sonido de cualquier peligro que pueda molestarles, con lo que los cascabeles nos avisaran de que algo esta perturbando al pjaro, provocando sus debatidas.

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    Normalmente los pjaros que permanecen en sus mudas son despojados de ellos (podran hacerse dao o engancharse al picarlos) y no los vuelven a portar hasta que no salen de nuevo al campo, donde nos volvern a servir para saber que el pjaro esta tranquilo en los desplazamientos y para seguir sus evoluciones en el campo.

    En el campo lo normal ser ponerle tan solo uno en una pata y en la otra le pondramos el emisor de contar con l, para evitar sobrecargar al pjaro que ya lleva sobre peso con tanto artilugio. Los cascabeles van atados a los tarsos del pjaro con unos pequeos correones confeccionados tambin en cuero, como podis ver en el dibujo.

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    EL SEUELO El seuelo es un armadijo hecho de cuero en cuyo interior meteremos esparto o cualquier elemento de relleno que nos sirva para que coja forma, procurando que no sea material duro que pudiera lastimar al pjaro en caso de chocar contra l mientras lo volteamos al llamarle. El mismo lleva unas correitas en los dos lados, en las cuales ataremos la comida. El seuelo se podra decir que es uno de los utensilios ms importantes - dentro de que lgicamente todos son importantes -, pues ser el principal estmulo que nos devolver al pjaro siempre que sea necesario hacerlo y estando a la distancia que este, mientras sea capaz de descubrirlo con su poderosa vista en el horizonte. El seuelo siempre significar para el pjaro comida abundante y segura, por lo tanto como digo ser el estmulo correcto ms poderoso para recuperar al pjaro mientras se encuentra libre. Este utensilio, junto con las pihuelas, es de los de ms fcil manufactura y por lo tanto el cetrero aprendiz puede confeccionarlos el mismo. Al seuelo se le pondr una lonja a travs de un ojal para poder voltearlo, por otro lado esta lonja nos servir de repuesto en caso de perder en las carreras por el campo la que le ponemos al pjaro.

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    EL SILBATO El silbato es un elemento que como es lgico se utiliza para llamar al pjaro cuando queremos que acuda a nosotros. El silbato no tiene por que ser propiamente dicho un silbato, unos preferirn utilizar el silbido, si saben producir este con potencia, o incluso habr quien no utilice ningn tipo de silbido y se limite a llamarle a viva voz. El silbato o cualquier tipo de llamada que en lo sucesivo utilizaremos para llamar al pjaro debe implantarse en el cerebro del pjaro desde las primeras lecciones en las que empecemos a llamarle al puo y despus cuando le introducimos al seuelo, de forma que sirva de estmulo y el pjaro lo reconozca como el prembulo de la comida. Lo utilizaremos cuando llamemos al pjaro hacindolo sonar una primera vez en la propia llamada y otra vez cuando ya esta en el puo comenzando a comer. Si vemos que no le asusta el sonido, en las dems lecciones tambin reforzaremos el estmulo hacindolo sonar mientras se acerca volando y de nuevo cuando esta comiendo. Con la llamada al seuelo haremos de igual forma. Es importante recordar que si hemos acostumbrado al pjaro al sonido del silbato deberamos tener cuidado de no olvidarlo en casa, por ejemplo con las prisas por salir a volar, - cosa que ocurre en muchas ocasiones - por lo cual yo particularmente que tengo un silbido muy potente no utilizo el silbato y de esta forma no me lo olvido nunca, pues el silbato va siempre conmigo.

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    EL MORRAL

    En los morrales utilizados en cetrera se podra decir que encontraremos la mayor variedad de tipos diferentes de los mismos. El morral debera permitir al cetrero llevar guardados los elementos que utilizaremos con el pjaro y los recambios que pudiera ser necesario utilizar en caso de perdida de alguno de ellos. Estos elementos son: el seuelo, un tornillo de recambio, unas pihuelas de recambio, un pequeo cuchillito que nos pueda facilitar rematar a las posibles presas evitando sufrimientos innecesarios, la lonja de recambio Un trozo de cuerda fino de unos dos metros tambin puede sernos de utilidad en el caso de que el pjaro, reticente a acudir a nuestra llamada por estar falto de hambre o por haberse alejado asustado por algn elemento extrao, no quiera venir al seuelo y tenga que utilizarse un seuelo vivo para reclamar ms su atencin, pudiendo atar dicha cuerda a una extremidad de este seuelo viviente de forma que podamos soltarlo de manera controlada para atraer la atencin de nuestro pjaro asustado o desganado. Es recomendable llevar una caperuza de repuesto por si la moscas y tambin debera tener sitio para llevar un escape (una presa viva), tanto si lo utilizamos para el vuelo del da o como ltimo recurso a la hora de recuperar a un pjaro extraviado. Por supuesto debe llevarse la comida que le daremos al pjaro y que, independientemente de si vamos a cazar o no, deberemos llevar en buena cantidad por si se nos estropea algn trozo, cayndose en la tierra o perdiendo el que llevamos atado en el seuelo al salir disparado al voltearlo sin que nos demos cuenta.

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    Y por ltimo deberan llevarse los permisos y documentacin del propio pjaro. Como podis comprobar, en principio se deben llevar bastantes cosas, aunque luego cada uno decida llevar ms o menos de las comentadas. Por lo tanto el ingenio del cetrero a la hora de confeccionar dicho morral no tiene lmites. Algunos llevan un tipo de chaleco parecido a los que se utilizan en la caza y que tienen todo tipo de bolsillos para las diferentes cosas. Otros se decantaran ms por la tradicin cetrera y llevaran grandes morrales que cuelgan de un hombro para descansar en un costado -estos ltimos no hay que negar que tienen una tradicin y un aire que huele a cetrera, aunque a la hora de la verdad puedan ser un poco incmodos, pues en las carreras que todo cetrero tiene que dar en muchas ocasiones tras de su pjaro este tipo de morral suele ser un poco molesto porque se bambolea molestando al cetrero.

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    Yo particularmente utilizo el morral de cinturn y, para poder llevar todo lo necesario, uso diferentes compartimentos que reparto a lo largo del cinturn. Como podis ver en la foto, tengo un primer morral en el que llevo el seuelo y los recambios adems de la comida del da para el pjaro, otro pequeo compartimiento me sirve para guardar la caperuza una vez que se la quito al pjaro, tambin llevo el cuchillito al que hacia referencia, tambin un carnero donde llevo comida troceada en pequeas picadas que luego ir dando al pjaro segn se desarrollen los vuelos y por ltimo un compartimiento donde guardo el escape que siempre me acompaa como ltimo reclamo.

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    EL FIADOR El fiador es un largo cordel que nos servir para atarlo al tornillo que va unido a las pihuelas del pjaro en las primeras lecciones que demos al aire libre, de forma que evitamos que el pjaro pueda escapar volando al no estar entrenado ni correctamente adiestrado. El fiador debe ser de un material fuerte pero liviano, pues el pjaro tendr que tener fuerza suficiente para arrastrarlo. Para evitar que el fiador se enrede con las hierbas y las matas del campo yo utilizo un sistema denominado Trole que despus en el apartado correspondiente del adiestramiento explicar con fotos para que no haya ninguna duda. Este sistema del que os hablo lo llevo utilizando desde hace muchos aos dndome un resultado excelente. En cualquier caso el fiador debe ser una cuerda de larga longitud, pues nos servir para volar al pjaro a distancias que pueden superar los 50, 80 y hasta 100 m. Es sumamente importante que pongamos muchsimo cuidado con los nudos que realicemos para atar el fiador al pjaro y al sitio donde lo atemos en su otro extremo. Cuntos pjaros se habrn perdido por un mal nudo del fiador o por una rotura del mismo... se deben tener todas las precauciones al utilizarlo de forma que no nos llevemos una sorpresa tan desagradable.

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    POSADEROS Los bancos son los posaderos que utilizaremos para dejar al pjaro cuando este reposando, por ejemplo, en el campo despus de los vuelos, para enjardinarlos en casa o simplemente tenerlo dentro de casa, si no disponemos de una muda donde dejar al pjaro descansar. Los posaderos pueden ser de muy diferentes formas, siendo los ms utilizados los bancos y los arcos (de los cuales incluyo fotografas). Lo que tenemos que tener en cuenta a la hora de fabricarnos un banco o comprarlo es que tengan una base muy estable para los diferentes terrenos en los que los utilicemos. Unos estn pensados para el campo, de manera que suelen estar provistos de fuertes pinchos que clavaremos en el suelo. Otros son para superficies duras, como por ejemplo los utilizados para el interior de las casas, y se busca que tengan buena base y que sean pesados para que el pjaro no los arrastre en sus debatidas.

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    Sea cual fuere el sistema por el que nos decantemos, se debe buscar ante todo la seguridad del pjaro y deben ser sencillos, sin aristas que puedan daar o enredar al pjaro y que no sean muy altos, de forma que el pjaro en caso de llegar a enredarse no quede nunca colgado del mismo sin posibilidad de llegar al suelo, pues morira rpidamente. Los bancos son los ms utilizados con los halcones y tienen una superficie plana y lisa. Se debe mirar que tengan la anchura suficiente para que el pjaro no pueda engancharse con las pihuelas pasando una pata por un lado y la otra por el otro, deben ser mayores que la distancia existente entre una pihuela y la otra. Todos los diferentes tipos de posaderos tienen que estar recubiertos de csped artificial, astroturf o de cualquier otro elemento que no dae al pjaro pues tendr que permanecer, en ocasiones, mucho tiempo sobre el mismo.

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    LA BSCULA La bscula es un instrumento se podra decir indispensable para la cetrera moderna. Antiguamente no existan estas bsculas tan precisas y cmodas. Los cetreros tenan que guiarse por el tacto del pecho de los pjaros y sobre todo por el comportamiento de los mismos. En la cetrera moderna debemos utilizar tambin los mtodos usados en la antigedad pero con la diferencia de que la bscula nos dar un valor en el que apoyar nuestras apreciaciones. La bscula que debemos utilizar para el cerncalo o las rapaces pequeas en general, debe pesar de gramo en gramo para poder llevar un control lo ms preciso posible del peso.

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    Los pjaros deben ser pesados a diario en la poca de vuelo y siempre a una misma hora antes de comer para poder apreciar como le ha afectado en el peso la comida dada el da anterior. Puede ser recomendable, sobre todo cuando no se tiene mucha experiencia, el pesar al pjaro tambin despus de comer para saber cuanta comida le hemos suministrado y tener una idea ms precisa de cmo le afecta la misma. Como digo, la bscula debe cumplir la misin de ponerle cifras al comportamiento del pjaro, de manera que podamos comprobar como responde en los diferentes pesos que iremos probando a lo largo del adiestramiento. Es importante comprender que un pjaro que esta en periodo de amansamiento, y por lo tanto que no tiene un alto grado de confianza hacia el cetrero, necesitara de un temple ms recio y riguroso que un pjaro que esta volando y que conoce y confa en el cetrero, sobre todo al ir mecanizndose por la rutina de las lecciones diarias. Segn vaya aumentando la confianza del pjaro y el trabajo realizado por el mismo el peso debe ir aumentando, de forma que el pjaro tenga un mayor aporte alimenticio acorde con el gasto de energa que poco a poco ira aumentando mientras el pjaro va ganando msculo y fuerza con el ejercicio diario. El indicativo de que el aumento de peso es el correcto lo marcar por supuesto el pjaro con su comportamiento, de manera que al ir subiendo poco a poco el peso el pjaro podr contrarrestar, correctamente, el incremento en el consumo de energa que le supondr el ir mantenindose cada vez ms en el aire, mientras las lecciones diarias se van alargando.

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    LA TELEMETRA La telemetra es sin duda una de las mejores aportaciones que la tecnologa ha tenido a bien el regalarnos a los cetreros (aunque no te la regalan precisamente). La telemetra consta de dos aparatos, uno que emite una seal y otro que la recibe, lgicamente el aparato que manda la seal lo llevar el pjaro consigo y el que la recibe lo llevar el cetrero. Han acaecido muchos avances en este campo en los ltimos tiempos y cada vez se fabrican aparatos ms precisos y sobre todo ms ligeros. Es debate muy comn la necesidad o no de la telemetra con el cerncalo. Yo no voy a entrar en ese debate, lo que si os dir es que cuando uno pasa tanto tiempo intentando conseguir que el pjaro entienda en que se basa nuestra relacin y, por encima de todo, cuando uno empieza a comprender lo que supone el pjaro para nosotros en trminos afectivos, creo que no hay cosa mejor que se pueda hacer por la propia seguridad del pjaro que hacernos con uno de estos aparatos, que nos deberan permitir tener una relacin con nuestro pjaro larga y fructfera. Como os digo, el emisor es el que llevar el pjaro y tiene un tamao muy reducido, pensado para molestar lo menos posible a este en sus evoluciones. Se suele colocar en un tarso del pjaro con un corren como el utilizado para los cascabeles o tambin es muy comn el que se coloque por mediacin de un enganche en forma de clip en la cola del pjaro - este ltimo sistema pensado para intentar evitar en lo posible que la antena que irremediablemente tiene que llevar el aparato emisor pueda engancharse en algn elemento del entorno y por lo tanto pudiera llegar a ser peligroso para el pjaro si lo llevara en la pata.

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    Este sistema tiene un nico problema y es que el cerncalo, dado su pequeo tamao, tiene unas plumas muy finas y frgiles, lo que dificulta un poco el utilizar dicho sistema sin que suframos a lo largo de la temporada la rotura de alguna pluma, por la manipulacin que debemos llevar a cabo al quitrselo y ponrselo a diario. Este emisor como os digo manda una seal que puede ser recogida por el receptor a grandes distancias (hay aparatos de los que dicen que alcanzan ms de 50 kilmetros, dependiendo un poco de la ondulacin de terreno y dems elementos) y a travs de dicha seal, podremos ir a la bsqueda de nuestro pjaro, en la mayora de las ocasiones con una precisin asombrosa. De cualquier forma la telemetra no asegura al cien por cien el recuperar un pjaro perdido y por lo tanto el cetrero no debe nunca bajar la guardia, ni jugarse el pjaro en situaciones complicadas y peligrosas. No puedo dejar de escribir sobre la telemetra sin imaginarme que hubieran dicho nuestros admirados maestros de la antigedad de haber podido disponer de un aparato tan sumamente til. Sin duda la sonrisa de alegra que les provocara el saber que podran ir a la bsqueda de sus ms queridos pjaros cuando se extraviaran sera, por si sola, algo digno de contemplar.

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    LA CMARA DE MUDA Cmara de muda se denomina al habitculo preparado para el pjaro en donde vivir mientras no tiene que estar volando o con su maestro. El trmino en realidad viene de la antigedad y se refiere a la cmara donde todos los aos se deja al pjaro en soledad y tranquilidad para que mude las plumas. Esto sigue siendo as, pero tambin se viene utilizando la cmara de muda para la permanencia continuada del pjaro en ella, siendo en muchos casos - si se dispone del espacio necesario para ello - la forma preferida por muchos cetreros para tener al pjaro, estando este en su interior en libertad y no atado como debe permanecer en caso de estar en un banco o una alcndara (que es una especie de banco alto en el que se depositan a los pjaros para su permaneca, estando provista esta de una malla para que el pjaro pueda agarrarse y alzarse en caso de quedar colgado en una debatida). Las mudas pueden ser de muy variadas dimensiones, tantas como diferencias de espacio de las que dispongan los cetreros para prepararles a sus pjaros. Las hay desde varios metros cuadrados hasta las de metro escaso. Es muy comn que el cetrero principiante, en su afn de que el pjaro este los mas cmodo posible en su interior, tienda a recargar de posaderos el interior de la muda, pudiendo llegar a ser peligroso, pues el pjaro en sus debatidas o pequeos vuelos por la misma puede golpearse con ellos llegando a estropearse el plumaje o incluso hacindose dao por los golpes.

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    Tambin deben de estar provistas de un cuenco con agua donde pueda beber y baarse y en el caso concreto del cerncalo se debera poner tambin un cuenco con tierra fina de forma que el pjaro pueda darse tambin los baos de tierra de los que tanto gusta. El cerncalo, como buena ave esteparia que es, gusta de este tipo de baos, pues en un medio tan hostil y falto de agua como suelen ser las estepas dichos baos cumplen la misin de limpiarles el plumaje de la misma manera que los gorriones de la gran ciudad hacen para su limpieza. De cualquier forma, este espacio destinado al pjaro siempre ser til para permitirle al mismo descansar y sentirse protegido entre sus paredes del ajetreo diario que la vida moderna provoca. Es recomendable tambin que una parte de la muda reciba los beneficiosos rayos de la luz solar, pero siempre contando con que a su vez dispongan en todo momento de una zona resguardada de dicha luz, de forma que el pjaro pueda permanecer expuesto a ella o no a su conveniencia.

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    NOCIONES BSICAS DE ALIMENTACIN

    Como dice el ttulo de este captulo, lo que pretendo es daros unas nociones bsicas de alimentacin - que comen, como preparar la comida o que cuidados debemos tener al alimentar a nuestros pjaros -. Para empezar trataremos sobre cual es la comida que debemos dar a nuestro cerncalo. El cerncalo, en su condicin de pequea rapaz y por lo tanto de metabolismo bastante acelerado, requiere de una alimentacin nutritiva y lo ms fresca posible. Para esto que os comento, creo que la comida que nos ser mas fcil de conseguir y que cumple los requisitos y necesidades del pjaro es, sin duda, la codorniz. La codorniz la podemos encontrar de diferentes formas. Unas las encontraremos en granjas de cra y por lo tanto tendremos posibilidad de comprarlas vivas. Otras las encontraremos en polleras y establecimientos similares para el consumo humano y las compraremos muertas y desplumadas, adems de prcticamente desangradas. Los dos tipos de codorniz pueden servirnos de alimento para nuestros cerncalos, aunque como es lgico las que compremos vivas siempre tendrn mayores aportes energticos y vitamnicos. La codorniz recin sacrificada conserva sus fluidos y aparte de ser mucho ms sabrosa para nuestros pjaros les proveer de una alimentacin mucho ms equilibrada.

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    LA CODORNIZ A la hora de dar una de estas codornices a una rapaz debemos tener en cuenta una serie de precauciones. La principal es la observacin del ejemplar que vamos a sacrificar, comprobando que se mantiene en buenas condiciones fsicas y que no apreciamos ningn sntoma alarmante como puede ser delgadez extrema o falta de viveza y vitalidad. Nunca, repito nunca alimentaremos a ninguna rapaz con un animal en el que apreciemos sntomas de adormecimiento injustificado, plumaje erizado o debilidad muy acusada, ya que la mayora de los casos de enfermedad en los animales destinados a la alimentacin vienen acompaados de alguno de estos sntomas. A la hora de comprar animales para la alimentacin de las rapaces, lo que debemos mirar a ser posible son las condiciones en las que han sido criadas dichas piezas o la seriedad con que trabaja el sitio en el que las compremos, para asegurarnos de que todo esta ms o menos controlado. Una vez sacrificadas las piezas podemos proceder a congelarlas troceando las mismas de forma que a la hora de descongelarlas podamos hacerlo nicamente con la cantidad que vayamos a suministrar ese da al pjaro y que no nos sobre nada, pues la comida descongelada debe ser desechada pasadas 24 horas de su descongelacin. El motivo de congelar la carne que le daremos al pjaro es porque al hacerlo muchas de las bacterias y agentes infecciosos que puedan tener dichas piezas mueren. Yo personalmente no suelo congelar la comida que le doy a mis pjaros, pues prefiero drselas lo ms frescas posible de manera que no pierdan los nutrientes que en el proceso de congelacin es inevitable que pierdan. Desde hace muchos aos compro las codornices a un mismo proveedor y nunca he tenido problemas de salud con mis pjaros, dndome la confianza necesaria para procurrselas recin sacrificadas.

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    A la hora de preparar las codornices sigo un proceso de limpieza que detallo a continuacin: Primeramente y tras el sacrificio, hago una incisin en el bajo vientre de la codorniz y extraigo todo el tracto intestinal, pues es hay donde ms elementos perjudiciales podemos encontrar.

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    Seguidamente abro con unas tijeras el pecho de la codorniz por la mitad y retiro los conductos de la traquea, los tubos del esfago que van desde el pico hasta el corazn y la molleja respectivamente. En el proceso corto tambin el pico, pues el mismo es materia indigerible para el pjaro y podra causarle daos a la hora de tragrselo o en el propio buche.

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    El corazn y los higaditos los dejaremos pues tienen muchas vitaminas que le vendrn bien al pjaro. Ahora que tenemos la codorniz abierta comprobaremos que todo parece correcto y que no nos encontramos con partes del interior que pudieran estar afectadas por algn mal, viendo que no haya durezas, bultos o secreciones sospechosas. En caso de encontrar algo fuera de lo normal desecharemos inmediatamente la comida y la sustituiremos por otra. Las patas solo las manos - son otra de las partes desechables de la codorniz, pues al estar en contacto con los suelos de las jaulas tienen mucha suciedad y podran contaminar a nuestro pjaro. Seguidamente troceamos la codorniz de forma que cada parte corresponda a la gorga diaria del pjaro. Normalmente un cerncalo viene a consumir entre 20 o 30 gramos diarios de comida, dependiendo por supuesto del ejercicio diario que realice o de las condiciones ambientales del momento - lase fri o calor -, pues segn sea el caso el pjaro necesitar mayor o menor cantidad de comida. Esto intentar explicroslo un poco ms detenidamente en un apartado referente al peso y al temple del pjaro.

    Despiece de codorniz de engorde

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    RATONES Otra comida muy recomendable para nuestros cerncalos son los ratones. Los cerncalos en la naturaleza se alimentan de gran cantidad de estos pequeos roedores y por lo tanto sern una comida excelente para nuestros pjaros. Se suelen utilizar los ratones de laboratorio, criados en cautividad y muy utilizados para la alimentacin de otros animales carnvoros. Se debe evitar dar ratones silvestres a nuestros pjaros cuando estos provengan de zonas cercanas a enclaves humanos puesto que podran haber injerido algn tipo de veneno o similar, muy utilizado para controlar a tales animales. A estos ratones les quitaremos tambin el tracto intestinal, aunque en este caso no sea tan necesario el hacerlo pues no debera causar ningn problema que nuestro pjaro ingiriera estos rganos.

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    POLLITOS Otro de los alimentos que ms se vienen utilizando para alimentar a las rapaces son los pollitos de un da. Todos los diferentes tipos de alimentos que les demos a nuestros pjaros tienen sus propios valores nutricionales. En el caso de los pollitos de un da estos valores son bastante bajos y por lo tanto la cantidad de comida que tendremos que dar al pjaro utilizando dichos pollitos deber de ser mayor por su escaso valor energtico. A los pollitos les quitaremos la llamada yema, una bolsa amarillenta que llevan en el vientre y que estos utilizan para su alimentacin en sus primeros das de vida. Dicha yema es muy fuerte para los pjaros y por lo tanto la eliminaremos, dndosela tan solo una vez cada 15 das aproximadamente. La mayor ventaja de los pollitos es que, dado su bajo valor energtico, nos permitirn alimentar al pjaro con una buena cantidad de comida de forma que pueda hacer un buen buche. As tendr la sensacin de haber comido abundantemente y, sin embargo, no le har subir de peso como lo hara con la misma cantidad de comida de otro alimento de mayor aporte energtico. Por esta razn este tipo de comida es muy utilizado en las primeras fases de amansamiento y adiestramiento, en las cuales el pjaro no tiene un gran gasto energtico como el que tendr ms adelante cuando pueda volar, y nos servir para mantener en peso al pjaro sin tener que reducir drsticamente la cantidad de comida que tendramos que suministrarle en caso de utilizar otro tipo de alimento.

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    PALOMAS Las palomas son sin duda uno de los alimentos de mayor nivel nutricional que podemos dar a nuestros pjaros, teniendo estas una carne roja muy apetecible para ellos. Lamentablemente las palomas suelen ser portadoras de gran cantidad de enfermedades que se pueden contagiar a nuestros pjaros y por lo tanto su uso debe ir acompaado de un mayor control si cabe de la salud de las mismas, pues en muchas ocasiones los pjaros son infectados por las dolencias que acompaan a las conocidas palomas. En este caso, lo ms recomendable como dije antes es congelar la carne de las mismas para que en el proceso mueran gran cantidad de los agentes contagiosos que podran ser fatales para nuestros pjaros. Se comenta mucho sobre el tiempo que deben estar congeladas dichas presas para asegurarnos de que quedan libres de enfermedades. Se dice que tienen que estar al menos dos semanas congeladas para poder drselas a los pjaros.

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    Es muy buena alimentacin para cualquier tipo de rapaz, aunque puede causar algunos problemas con pjaros que no estn acostumbrados a comerlas. Su gran valor energtico puede saciar a un pjaro de tal forma que incluso estando en peso no tenga hambre aparente. Por lo tanto este tipo de comida se debe dar con precaucin y solo en pjaros con un gasto energtico muy alto ocasionado por grandes esfuerzos a la hora de volar o cazar. Si no fuera as, el pjaro al no quemar completamente este exceso de energa, podra guardarla como energa almacenada y jugarnos una mala pasada por la inapetencia que esto puede generar, afectando a su grado de atencin y por lo tanto a su obediencia. La paloma es muy utilizada tambin para recuperar fuerzas con pjaros que hayan sido excesivamente templados hasta el punto de perder la viveza, buscando que la carne roja de paloma les devuelva la fuerza y la vitalidad perdida.

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    Por ltimo es muy importante comprobar que la carne que vamos a suministrar al pjaro este en buenas condiciones, sea que no tenga mal olor y que tenga buena presencia. Nunca daremos a un pjaro carne de la que dudemos de su frescura por cualquiera de estos sntomas. Si sacamos la carne de la nevera, debemos tener la precaucin de dejarla un buen rato a temperatura ambiente y no drsela al pjaro nunca estando la misma fra, pues podra sentarle mal. Por supuesto con la comida congelada tambin esperaremos a que esta est totalmente descongelada y a temperatura ambiente para ofrecrsela a los pjaros.

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    EL TEMPLE Y LOS PESOS Qu es el temple? Templar un pjaro es llevarle a un estado en el que estando fuerte, sano y musculado mantenga su apetencia por la comida y por lo tanto, codicie el perseguir a las presas o este receptivo a los estmulos, permitindonos poder manejarle y guiarle. Os pondr un ejemplo simple para que comprendis lo que siente un pjaro al perseguir su sustento para pasar un nuevo da. Imaginar que para comer cada da tuvierais que perseguir por ejemplo un conejo por supuesto si el hambre aprieta perseguiris a dicho conejo hasta conseguir su captura, pues sabis que lo necesitis para subsistir. Pero por el contrario, si no sents ese hambre porque habis comido lo suficiente para manteneros ese da esta claro que no perseguiris con la misma codicia a la esquiva presa. Sabis que no lo necesitis y preferiris sentaros en el silln de casa a ver la televisin o echaros una siestecita, a correr detrs del maldito conejo. Con los pjaros ocurre lo mismo. Si un pjaro esta alto de peso y tiene suficientes reservas para pasar el da, no querr trabajar para ganarse la comida y preferir posarse tranquilamente en el primer rbol que encuentre y ver pasar la vida sin ms. Cuando observamos por ejemplo a un cerncalo salvaje que busca comida de sol a sol, es ni ms ni menos porque lo necesita.

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    La mayora de sus presas son de pequeo tamao y el gasto que supone el buscarlas e intentar su captura apenas le deja reservas, por lo que debe persistir en una bsqueda constante de alimento, para mantener el equilibrio entre lo que alcanza con cada captura y lo que consume para conseguirla. A este estado en la naturaleza se le llama el hambre del campo o Yarak. Se podra decir que el pjaro del campo siempre tiene hambre y por lo tanto siempre esta dispuesto a conseguir ese poco de excedente energtico que le permita tomarse un respiro. Con nuestros pjaros deberemos trabajar para encontrar ese temple o Yarak que nos permita manejar al pjaro de forma que siempre este dispuesto a volar para ganarse el sustento y as poder conducirle por los diferentes caminos que nos plantea el adiestramiento. Como es lgico, este temple se consigue controlando a diario el peso del pjaro y no dejndole comer cuanto quiera. En las primeras fases del adiestramiento, cuando el pjaro aun no confa en nosotros, este temple tiene que ser ms rgido de forma que llevado por el hambre pierda parte de sus recelos, centrndose en la comida que sabe que necesita para superar un nuevo da. Por supuesto en nuestra relacin con el pjaro, no todo se reduce al hambre. Para conseguir llegar al pjaro debemos trabajar en que entienda que no queremos hacerle dao. Nuestro trato con l debe ser exquisito, manejndole con tacto y delicadeza, y es el hambre el elemento que nos permitir ir puliendo la desconfianza congnita que tienen las rapaces hacia el hombre tras siglos de persecuciones por parte del mismo.

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    Segn vayamos ganndonos su confianza podremos ir probando otros pesos ms altos en los que el pjaro pueda estar en plenitud de facultades, pues lo necesitar al ir aumentando la dificultad y la duracin de las lecciones que tendremos que darle. Se debe buscar el temple en el que el pjaro, estando lo ms alto posible de peso, siga reaccionando como debe a los estmulos que utilizamos. Como os digo, para controlar el temple debemos tener muy en cuenta el incremento del gasto energtico que tiene el pjaro en las diferentes fases del adiestramiento. No es el mismo el gasto energtico que tiene un pjaro que pasa todo el da en el banco, en la muda o sobre nuestro puo, que el gasto de un pjaro que tiene que volar a diario y pelear con las difciles presas. Por supuesto el gasto que tiene un pjaro adiestrado y que vuela todos los das es mayor que el del pjaro que apenas hace ejercicio. Esto debis tenerlo muy claro, pues si os limitarais a encontrar un peso en el que el pjaro se mantenga tranquilo en nuestra presencia sin que tenga que hacer un ejercicio en el que consuma energa y despus, cuando el adiestramiento vaya avanzando con el consiguiente incremento de exigencia y por lo tanto de mayor consumo energtico, os limitarais a mantenerle en el peso inicial, estarais corriendo el riesgo de que el pjaro gastar ms de lo que obtiene, con lo que podramos entrar en lo que se da por llamar el hambre torcida.

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    Resumiendo, en las primeras fases de amansamiento, para poder llegar al pjaro, tendremos que darle un temple ms recio de forma que nos permita manejarle con mayor facilidad que si estuviera alto de peso y por lo tanto menos receptivo. Ms adelante, segn vallamos ganndonos su confianza, podremos ir subindole el peso pero siempre buscando que siga respondiendo con prontitud a nuestras llamadas al puo. Al subirle un poco de peso nos aseguramos de que tenemos un margen el cual podemos utilizar en caso de necesitarlo, por ejemplo a la hora de sacarle al campo en donde le daremos las primeras lecciones de seuelo. Las rapaces son animales de costumbres y por lo tanto entienden la rutina en la que se convierten las lecciones diarias que les damos. Pero por esto mismo, cuando introducimos algn cambio inesperado para ellas, la forma de conseguir que no se distraigan demasiado con las cosas nuevas es volvindoles a dar una vuelta de tuerca con el peso. Si no tuviramos ese pequeo margen en el peso al que hacia referencia antes, no podramos utilizar este elemento en nuestro beneficio para conseguir que el pjaro nos preste de nuevo toda su atencin. Tambin tendris que tener en cuenta, como os he explicado brevemente en el apartado de alimentacin, que no es lo mismo 25 gramos de pollito de un da que 25 gramos de codorniz recin sacrificada.

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    La primera es una carne liviana y apenas afectara al peso del pjaro mientras que la segunda es una carne mucho ms rica en nutrientes y por lo tanto afectar de muy diferente forma en el peso del pjaro. Por esta razn en las primeras fases del adiestramiento utilizaremos el tipo de carne ms liviano, como son los pollitos de un da, que nos permita ir templando al pjaro sin que tengamos que reducir drsticamente la cantidad de comida que le damos. Segn vaya avanzando el adiestramiento y por lo tanto el ejercicio realizado por el pjaro sea mayor, podremos ir introduciendo otro tipo de comida ms nutritivo pues sabremos que el pjaro gastar el exceso de nutrientes que acompaa a este tipo de alimento, mantenindole en peso y en perfectas condiciones. Como dije antes en el apartado de la bscula, el peso del pjaro debe ser controlado a diario, siendo muy recomendable el llevar una pequea bitcora donde apuntaremos los pesos del pjaro y un pequeo resumen de nuestros avances diarios con el mismo. Esta especie de diario nos ser muy til por varios motivos. Por un lado podremos apreciar de un solo vistazo cual ha sido la progresin de los pesos, teniendo una visin ms amplia de como ha ido variando el mismo. Estos datos tambin nos servirn para tener una referencia en las siguientes temporadas (puesto que tras la muda anual de las plumas que tienen que llevar a cabo todos los pjaros, de la cual hablar brevemente en otro apartado, los pjaros estarn desentrenados y altos de peso), en las cuales nos guiaran para volver a conseguir el temple adecuado perdido tras la muda. Tambin el breve resumen diario de lo que hemos hecho con el pjaro har que, al tener que pararnos a escribir sobre ello, nos demos cuenta de detalles que quizs en un primer momento nos hayan pasado desapercibidos.

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    Como veris ms adelante, la cetrera se basa en pequeos detalles que, tras das de tratar con el pjaro, vamos asimilando y analizando para intentar comprender un poco mejor que es lo que les mueve a hacer las cosas y que es lo que les motiva. No es broma cuando los cetreros con experiencia os dicen que se debe ser cetrero las 24 horas del da. A travs del profundo anlisis de lo que nos traemos entre manos podemos dar con las soluciones que, si bien para ello os puede ayudar este tipo de guas o libros, os aseguro que las mismas deben salir de un entendimiento al que nada ms que podris llegar gracias a vuestra preocupacin y vuestro esfuerzo. Realmente os podra hablar de pesos concretos para los pjaros y cantidades de comida que debis suministrarles a los mismos. Pero sera un grave error puesto que como ocurre con las personas cada pjaro es un mundo. Unos pjaros sern ms nerviosos con el consiguiente gasto energtico mayor a otros que sean ms tranquilos y por lo tanto gasten menos. Unos machos sern ms pequeos y otros sern ms grandes y unas hembras sern ms pequeas y otras sern ms grandes. Por lo tanto no se puede generalizar con los pesos que deberan tener machos y hembras, al igual que no se puede con la cantidad de comida que estos consumen.

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    PERIODO DE MUDA Como imagino que todos sabris, los pjaros mudan el plumaje todos los aos coincidiendo con la poca de cra. En la naturaleza el motivo de esta coincidencia no es otro que aprovechar la mayor abundancia de presas, dada por la renovacin de individuos que tiene lugar durante dicha poca en la fauna en general, siendo ms fcil capturar a las presas jvenes y inexpertas y por lo tanto compensando la merma que supone para el vuelo el tener el plumaje incompleto por la muda. Este incremento en el nmero de presas disponibles proporciona a las rapaces el exceso de nutrientes necesario para la renovacin del plumaje. Las plumas de los pjaros durante el periodo de muda requieren de riego sanguneo para su crecimiento, cosa de la que carecen durante el resto del ao, y por lo tanto supone un gasto energtico aadido que se suple por supuesto con aumento del alimento ingerido. Como iris viendo a lo largo de esta gua, una gran parte de nuestra relacin con los pjaros se basa en el control del peso de los mismos por parte del cetrero, que templa al pjaro de forma que no permite una acumulacin excesiva de grasas o reservas de energa. Un pjaro alto de peso preferir disfrutar de un merecido descanso a trabajar para conseguir su sustento, pues estando gordo sabe que no lo necesita.

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    Es aqu donde las necesidades del pjaro durante la muda y la necesidad del cetrero de volar al pjaro templado chocan. El pjaro, al no tener una reserva importante de energa durante la temporada de vuelo, no podr hacer uso de dichas reservas para suplir el incremento del gasto que supone la renovacin de las plumas. Si continuamos volando a un pjaro templado, el ciclo de la muda puede verse seriamente afectado. Un pjaro al que no se le para durante el periodo de muda suele retardar y ralentizar la misma, llegando incluso a no mudar en su totalidad las plumas como lo hara uno que al estar parado se le pueda suministrar mayor cantidad de alimento, pues no necesita estar templado. En la poca de muda los pjaros se vuelven algo ms nerviosos y, coincidiendo con un clima mucho ms benigno que en el crudo invierno, el cetrero se suele ver obligado a volar al pjaro ms bajo de peso de como lo haca normalmente en la poca de fro. Esto como os podris imaginar dificulta an ms el volar al pjaro durante el periodo de muda. Tambin habra que aadir que al coincidir con la poca de cra los pjaros sienten de forma ms acusada la llamada del campo, cambindoles en muchas ocasiones el carcter y por lo tanto tambin su comportamiento. El cetrero se encontrar entonces con un pjaro que, sin razn aparente, comienza a comportarse de forma extraa, volvindose ms desobediente a los estmulos que utilizamos para reclamarle. En ocasiones parece como si algo les asustara, volando nerviosos sin motivo aparente.

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    El cambio de temperatura tambin propicia que se formen grandes trmicas en las que los pjaros se montan y les cuesta bajar. Es la poca del ao en la que ms pjaros se suelen perder y por lo tanto hay que extremar las precauciones para que esto no ocurra. Lo normal es volar los pjaros, desde finales de agosto o mediados de septiembre, que es ms o menos cuando terminan la muda, hasta mediados de febrero o principios de marzo, que es cuando las cosas comienzan a complicarse. Desde luego cada uno har como crea conveniente, pero no esta de ms el avisaros de los riesgos que se corren. En la poca de muda se debe buscar ante todo la tranquilidad del pjaro, de forma que al evitar situaciones de estrs propiciemos un correcto crecimiento de las plumas. Se le debe suministrar al pjaro mayor cantidad de comida para que pueda suplir el mayor gasto que supone el regenerar el plumaje, pero no conviene tampoco tenerle demasiado gordo, pues se vuelven inapetentes y la excesiva acumulacin de grasa puede llegar a ser peligrosa. Lo mejor sera que siguiramos tratando con el pjaro, dndole de comer a diario en el puo, de forma que podamos vigilar cualquier posible sntoma de que algo no va bien. En poca de muda es tambin cuando los pjaros, al no estar tan vigilados por el cetrero, en caso de enfermar corren mayor riesgo al pasar desapercibidos estos sntomas de enfermedad o decaimiento, tan importantes de detectar a la hora de actuar con la rapidez necesaria que requieren estos casos.

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    En caso de que el pjaro al estar muy alto de peso no consienta el comer de nuestro puo sin asustarse o estresarse, procuraremos comprobar a diario su estado a travs de la observacin del pjaro, actuando enseguida ante cualquier sntoma que nos parezca sospechoso de que algo pasa. Es conveniente que tenga siempre a su alcance agua limpia donde pueda beber y refrescarse y tener mucho cuidado, en caso de tenerle mudando en un banco, de no exponerle durante mucho tiempo bajo los fuertes rayos del sol que en estas pocas calurosas podran llegar a ser realmente peligrosos.

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    ADIESTRAMIENTO

    EL CERNCALO VULGAR

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    ADIESTRAMIENTO Bueno amigos, tras muchos aos adiestrando y volando cerncalos y ante la falta de tratados o libros que se dediquen a este pequeo gran halcn y al cetrero principiante, he decidido intentar aportar mi pequeo granito de arena en el entendimiento de esta pequea pero fascinante falcnida escribiendo esta gua, apoyndome en mis propias experiencias con dichos pjaros. Espero que os sea til a la hora de aclarar todas esas dudas que nos invaden cuando nos adentramos en el vasto mundo de la cetrera de la mano de uno de estos bonitos y valientes pjaros. Lo primero que os dira es que en esto de la cetrera una de las cosas ms importantes que debis aprender es a poneros en el lugar de vuestro pjaro y, de alguna manera, intentar pensar como lo hara l. S que esto es difcil y ms cuando no se tiene experiencia con estas aves. Tenis que pensar que cuando el pjaro llega a vuestras manos, es un animal indefenso que solo conoce la seguridad de su nido y la compaa protectora de sus padres. Cuando son separados de sus progenitores, se encuentran totalmente desprotegidos y no son capaces de asimilar lo que les esta ocurriendo.

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    Tenis que daros cuenta de que las rapaces no forman parte de los llamados animales de compaa - los animales de compaa de alguna manera llevan siglos compartiendo su vida con el hombre y suelen ser animales sociales que tienen ya de por si un contacto entre individuos que les capacita para comprender un lenguaje social y jerrquico. En las rapaces esto no existe - a excepcin quizs de los harrys. Por norma general, las rapaces son animales solitarios y absolutamente autosuficientes, dependiendo nicamente de sus capacidades individuales para sobrevivir en la dura lucha diaria de la naturaleza. Esto los hace animales esquivos y desconfiados en los cuales el contacto incluso con un congnere en la mayora de los casos es una amenaza. Teniendo esto un poco claro, intentar contaros lo que hara yo a la llegada del nuevo pjaro.

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    1 PARTE:

    EL AMANSAMIENTO En primer lugar, los pjaros suelen venir del criadero, metidos en una caja, unos con caperuza y otros sin ella. Cuando lo sacamos de la caja por primera vez lo que debemos hacer es, a la vez que le sacamos de la misma, palpar el pecho del pjaro para intentar deducir si el pjaro viene gordo o por el contrario delgado (aunque no tengis experiencia deberais notarlo). Esto es tan sencillo como palparle el pecho en su parte central de forma que toquemos con la yema de los dedos el hueso central o quilla del pecho de nuestro pjaro. No hay que saber mucho para darse cuenta de si la quilla del pjaro al tocarle el pecho - por el tacto - se nota mucho o poco. Si la carne es escasa y se escurre demasiado a los lados de la misma hacindola muy pronunciada, es que esta delgado y si por el contrario el hueso central de la quilla se nota poco y el pecho esta redondeado uniformemente, es que viene gordo. Acordaros del famoso dicho de los tratados medievales el pecho a la espaola, sea, como las antiguas corazas espaolas que tenan como un filo en la parte central del mismo y que sus lados se combaban de forma uniforme y sin grandes depresiones

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    A ser posible pesaremos al pjaro para hacernos una idea de en que peso ronda, aunque en este momento el peso del pjaro en muchos de los casos no signifique que el pjaro venga gordo por el hecho de suponer que al estar con los padres habr comido cuanto quiera. No, como os digo ser al palparle el pecho y ms tarde su evolucin en la bscula la que os diga como se encuentra el pjaro. Aprovecharemos tambin este momento para armarle con las pihuelas y as evitar el volver a tener que abatirle ms tarde. Para empezar lo mejor sin duda es disponer de una muda aunque esta sea pequea, pero hoy en da esta claro que en muchos casos no ser posible y nos tendremos que conformar con un banco o una percha. Yo os recomendara que si disponis de esa pequea muda le dierais la oportunidad a vuestro pjaro de acostumbrase a la misma, dejndole un par de das tranquilo en ella, de forma que le dejis algo de comida dentro para que l tranquilamente y sin interferencias coma por s solo. De esta manera os aseguris que el pjaro come, pues en estos primeros das hay muchos pjaros que si intentarais darles de comer desde el primer da en el puo o no comera o lo hara en poca cantidad con el consiguiente riesgo. En estos primeros das lo que ms os debe preocupar es el bienestar del pjaro y eso pasa por que coma bien. A su vez el pjaro, al comer tranquilamente en la muda, esta dando un paso muy importante para adaptarse con ms facilidad y rapidez a la misma.

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    Pasados estos primeros das comenzareis con el amansamiento propiamente dicho. En esta fase no le daris nada de comer hasta la noche, momento en que con mucho tacto recogeris al pjaro en el puo, si es necesario por su nerviosismo le pondris la caperuza, y os iris a un cuarto tranquilo donde solamente estis el pjaro y t (en muchos casos incluso no ser necesario el uso de la caperuza en estos primeros momentos, pues hay pjaros que no se muestran tan asustados como para tener que usarla). Si llevase la caperuza, tras un buen rato de tenerle tranquilo sobre el puo sin movimientos bruscos, cogeris una pequea picada con la punta de los dedos y le tocareis las manos - las patas - de forma que el pjaro al sentirse tocado baje la cabeza para intentar defenderse picando y lo que se encuentra es la picada de carne que tenis en los dedos. La primera vez lo ms seguro es que la tire extraado, pero si en estas primeras picadas le dais carne roja, como los higaditos de una codorniz o similar, se le quedar el sabor de la carne en la boca y en la siguiente picada lo normal es que se la coma (sino llevara la caperuza actuareis de igual forma).

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    Tras varias picadas y con mucho cuidado aflojareis los cerraderos de la caperuza y le daris alguna picada ms, para con mucho cuidado quitarle la caperuza. Es importante que el cuarto tenga poca luz, que este un poco en penumbra y que cuando le quitis la caperuza movis muy despacio las manos y no le miris mucho directamente a los ojos.

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    Con mucho cuidado cogeris una picadita de las que tenis preparadas aparte de la comida que tendris tambin en el puo entre sus manos y se la ofreceris como cuando tena la caperuza. Si no la coge se le pueden acariciar las manos de nuevo para que baje la cabeza y al intentar picaros se lleve otra picada. Cada vez que coge una picada os quedis muy quietos y as picada a picada vais consiguiendo que vaya comiendo, intentando que baje la cabeza tocndole las manos para conseguir que empiece a comer de la comida que tenis en el puo. Si comiera el solo del puo os quedareis muy quietos sin mover un solo pelo mientras come y si para, con mucho cuidado de nuevo, picadita hasta que vuelva a comer l solo y otra vez quietos. Cuando ha comido una buena cantidad de comida y antes de que termine le pondris de nuevo con mucho tacto la caperuza, teniendo cuidado de no ser bruscos al cerrar los cerraderos, y tras darle unas picadas le dejareis de nuevo en su banco o en su muda tranquilo, para que piense en lo ocurrido. Como diran los maestros antiguos, QUE PIENSE DE SI.

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    Os recomiendo que para dejarle dormir si esta en un banco le dejis en un cuarto tranquilo y con muy poca luz. Le quitis la caperuza, os retiris muy lentamente y, apagando la luz, le dejis tranquilo hasta la maana. Si tiene su muda le quitareis la caperuza y le dejareis tranquilo en la misma, pero dejndole en estos primeros das atado en un banco bajo de forma que no pueda quedarse colgado. El motivo de dejarle atado en estos primeros das es facilitarnos el recogerle al da siguiente, sin que tengamos que estar persiguindole por la muda, implantando en su cerebro miedos innecesarios. Ms adelante cuando empiece a confiar en nosotros podremos dejarle suelto en la muda. Debis evitar tenerle muchas horas encaperuzado pues no es bueno para el pjaro. Pues de lo que se trata es de conseguir cuanto antes y de forma progresiva que pueda estar sin caperuza, sin asustarse demasiado. Es muy importante que controlis el peso del pjaro y que deduzcis como vara el mismo con la cantidad de comida que le deis cada da, de forma que le pesis antes y despus de comer, siempre a la misma hora del da, para saber en el peso que estaba y la cantidad de comida que come, viendo como le afecta la misma al da siguiente.

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    El peso es muy importante y ms en estos primeros das, pues debis encontrar la cantidad de comida que tenis que dar al pjaro de forma que ni gane ni pierda peso acusadamente. Si perdiera peso por ejemplo dos das seguidos de forma clara y le habais dado de comer en el puo hasta que no quisiera ms, significa que el pjaro esta ms asustado de la cuenta y por miedo no come lo suficiente. En tal caso, deberais aseguraros de que come bien y dejarle algo de comida aparte en la muda o en el banco para que terminara de comer l solo. De esta forma os aseguris que paris la bajada de peso, cosa muy importante. Como os digo en estos primeros das no debis tener ninguna prisa en conseguir cosas del pjaro y lo que debis hacer, en vez de ensearle algo a l, es aprender vosotros primero del pjaro para despus utilizarlo en vuestro beneficio. Como bien deca Nick Fox de lo que se trata es de comprender al ave de presa para poder utilizar ese conocimiento en conseguir lo que buscis de vuestro pjaro.

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    Resumiendo, Lo ms importante es que en estos primeros das consigis que coma bien y suficiente en el puo. Una vez conseguido esto empezareis a tener al pjaro sobre vuestro puo el mayor tiempo posible, de forma que ahora si vaya acostumbrndose a las personas y las cosas que sern parte de su nueva vida, pero siempre con la seguridad de que el pjaro come lo suficiente para estar sano. Si un pjaro esta muy bajo de peso, aunque coma bastante seguir bajando de peso y, por el contrario, si esta alto con poca comida seguir subiendo. Debis encontrar como os digo ese equilibrio en el que el pjaro comiendo bien se mantenga en peso o suba o baje muy poquitos gramos (2 3). Si fuera bajada subirais un poco la cantidad de comida hasta estabilizarle y una vez estabilizado si fuera necesario se le volvera a bajar poco a poco.

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    Conseguido esto se debe intentar que el pjaro salte por primera vez al puo. Para hacer esto esperareis a que este comiendo del puo engolosinado y con mucho cuidado le dejis sobre algn sitio - una silla, una mesa o cualquier superficie que tengis preparada cerca para tal efecto - y ponis el puo a un palmo, que casi llegue con el pico a la comida, de forma que tenga que dar un pequeo salto para seguir comiendo. En estas primeras lecciones con ese pequeo salto y una sola vez ser suficiente. Tras cada salto le cebareis con la cantidad de comida que corresponda a ese da. En das sucesivos vais alargando la distancia del mismo un poco, pero como os digo con un solo salto y solamente cuando haga este salto con toda la confianza y a una distancia de unos metros podris darle algn salto ms. As da tras da, pero siempre teniendo cuidado de que si le vais a dar un salto ms sea porque sabis que lo dar y no le costar. Si por el contrario pensis que no lo har, no intentarlo.

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    Quiero terminar esta primera parte del adiestramiento dicindoos que tengis mucho cuidado si dejis al pjaro en una alcndara o banco de que sea lo ms bajo posible para que el pjaro, en caso de debatirse, llegue siempre al suelo y no tenga ninguna posibilidad de quedar colgado de la misma, pues morira en muy poco tiempo. Y sobre todo tener muchsimo cuidado a la hora de recoger al pjaro de su banco. Tener siempre presente que en un simple descuido al desatar un nudo o cambiar una lonja por un fiador el pjaro, en un susto repentino, puede dar un tirn y escaparse de vuestras manos. No bajis nunca la guardia y haced estas cosas con total concentracin en lo que hacis y os evitareis un gran disgusto. Si le ponis un fiador, antes de quitar la lonja atar el fiador al tornillo y despus desatis la lonja. Repito, muchsimo cuidado con el exceso de confianza y siempre atentos y apercibidos a que esto no os pase. En esta fase deberis encontrar el peso adecuado para que el pjaro responda correctamente a los estmulos y por supuesto deberis ir regulando ese peso en funcin de la respuesta del pjaro hacia la comida, pero siempre teniendo muchsimo cuidado de no bajar demasiado al pjaro ni hacerlo de forma precipitada. Recordar, a la hora de bajar el peso a un pjaro hay que hacerlo de forma muy progresiva y vigilando que no lo haga de forma descontrolada.

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    2 PARTE:

    EL SEUELO Una vez que hayis conseguido que el pjaro salte con toda confianza dentro de la casa, debis introducir el silbato que utilizareis en lo sucesivo en las llamadas y cuando ya vuele toda la longitud del cuarto donde le dais los saltos sin miedo alguno, habr llegado el momento de introducirle al seuelo. Para introducirle en el seuelo tenis que seguir los siguientes pasos. A la cada de la tarde - como siempre que dais un nuevo paso pues estis utilizando el momento de ms apetencia del pjaro, porque l sabe que el da se acaba y se terminan las posibilidades de comer ese da - le ponis en el jardn de casa en su percha (si tenis la suerte de disponer de un jardn, en su defecto se utilizar algn lugar tranquilo de la casa) y, colocndoos muy cerca de l, le lanzis el seuelo encarnado justo debajo, sea a un palmo. No tenis que voltear el seuelo, tan solo se lo dejis caer suavemente delante y esperis a que baje a comer. Si el pjaro baja y comienza a comer, le dejis comer un rato en el seuelo y muy despacio os agachis sin inclinaros encima de l y le ofrecis picaditas con la punta de los dedos para que las coja y siga comiendo.

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    Cuando lleva un rato comiendo le cogis sin levantaros del sitio, - sea sentndoos -, y recogiendo el seuelo junto con el pjaro le terminis de dar de comer sobre el seuelo en el puo. Cuando vaya a terminar le dais por ejemplo un muslito de codorniz o un ala que tenga poca carne, intentando que lo agarre y suelte el seuelo. Y con mucho cuidado y escondiendo el seuelo con el cuerpo, se lo retiris sin que vea que os lo guardis y terminis la ceba en el puo con el trozo de carne que le habis dado. Si le dais un ala de codorniz con sus plumas os servir de roedero y podris alargar el tiempo que esta engolosinado en el puo comiendo y desplumando, con lo que ganar confianza, acostumbrndose a permanecer en el puo sin sustos ni debatidas. Cuando termine le llevis al sitio donde vaya a pasar la noche y le dejis tranquilo para que piense en lo ocurrido. Al da siguiente hacis exactamente lo mismo pero este da le dais menos de comer en la leccin, para que se quede con hambre para el prximo da, y mientras esta comiendo en el seuelo, con delicadeza empezareis a tocar el silbato o cualquier otro reclamo que hayis utilizado para reclamar al pjaro anteriormente en sus vuelos al puo (recordar que si tenis un silbido potente tambin podis utilizarlo en lugar del pito) y de nuevo a pensar tranquilo en su banco hasta el da siguiente. Al tercer da procuris que no coma nada en todo el da, ni picadas ni nada, y por la tarde con todo el cuidado y el tacto del mundo os vais al campo.

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    El paso de sacar el pjaro al campo debe ser dado en un peso que sea l ms bajo hasta la fecha, pero siempre con cuidado de no pasaros. Esto lo conseguiris poniendo ahora en prctica los conocimientos sobre los pesos del pjaro que habis ido acumulando a lo largo de este tiempo en el que habis ido aprendiendo de sus reacciones. El motivo de haberle enseado antes el seuelo es que en estos primeros das de campo los pjaros suelen venir mal al puo y sin embargo responden mejor al seuelo. Como os digo este da os iris con l al campo, a poder ser solos, y buscaris un lugar muy tranquilo donde le podis dejar en su banco mirando que este en un sitio en el que su espalda quede protegida por alguna mata grande, rbol o algn declive del terreno, dejndole en su banco tranquilo el tiempo que sea necesario hasta que veis que el pjaro empieza a acostumbrase a lo que le rodea y, de repente, se acuerda de que tiene hambre y entonces os mirar, pidindoos con la mirada o con reclamos su comida. Hasta ese momento habis estado cerca de l sentados, tranquilos observando al pjaro y el entorno, tan solo acompandole y disfrutando como l de lo que os rodea. Pero cuando veis que el pjaro os mira con ganas de comer preparis el seuelo sin moveros del sitio mientras l os ve hacerlo y muy despacio os acercis un poco y le tiris el seuelo delante de forma que llegue a l sin tener que ponerle fiador, que lo alcance con la longitud de la lonja con la que esta atado al banco. Cuando salte os comportis de igual manera que en los das anteriores en casa y, al terminar de cebar, caperuza y para casa, a dejarle tranquilo que piense en lo ocurrido.

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    Al da siguiente todo igual, pero esta vez antes de dejarle en el banco utilizis para atarle al mismo un fiador teniendo mucho cuidado de que quede muy bien atado al tornillo y al banco. Le dejis unos dos o tres metros de fiador, no ms, y os volvis a sentar a esperar que el pjaro os diga cuando empezar con la leccin. Hacis lo mismo que los otros das pero esta vez le lanzis el seuelo un poco ms lejos, a la distancia que le hayis dado con el fiador y de nuevo ceba, caperuza y para casa. Da tras da vais alargando la distancia del fiador y poco a poco vais adelantando el momento de llamarle, pues l ya sabe a que habis ido all y estar ms atento a ese momento y sin daros cuenta tendris a un pjaro viniendo al seuelo desde 40 o 50 metros y s ira acercando el momento de hacerlo libre por primera vez. Quiero ser muy rgido al comentaros que debis ser muy escrupulosos a la hora de seguir los pasos que os he dicho, sin introducir ms que las dichas variaciones de un da para otro. Las lecciones diarias deben convertirse en una rutina y realizarse de forma mecnica todos los das. Antes de quitar la caperuza al pjaro habremos preparado los fiadores y todo lo necesario, evitando que se asuste en el proceso. En esta etapa debis olvidar los saltos al puo y dedicaros en cuerpo y alma a implantar el seuelo en el cerebro del pjaro. Esto lo conseguiris si la nica comida que consume a lo largo del da es sobre dicho seuelo, terminndola sobre el puo, y siendo tan solo una llamada al da en la que le cebis con la gorga completa (la cantidad de comida diaria).

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    Debis seguir cogiendo al pjaro a lo largo del da pero sin darle comida, tan solo minsculas picadas al recogerle para que os reciba de buen grado, preocupndoos de que el contacto con vosotros sea placentero para l, como diran los antiguos dndole placer al pjaro. Esto se consigue llevndole a algn lugar tranquilo de la casa (si tienes jardn, perfecto) y, ponindole el bao de agua o de tierra, os sentis cerca de l para ver pasar la vida junto a vuestro nuevo amigo sin molestarle demasiado, de forma que cuando llegue el momento de la leccin se encuentre a gusto y mentalmente preparado para hacerlo bien. Cuando superis este punto que os estoy comentando estaris preparados para el siguiente paso, l ms delicado y entre comillas importante, pues habr llegado el momento de volar al pjaro libre por primera vez. Intentad ser muy serios en vuestro trato con el pjaro. Con esto me refiero a que no le toquis demasiado si a l no le gusta y que vuestra relacin con l sea placentera y tranquila. Recordad que no es un animal de compaa al que le gusta que le toquen. Al contrario, l sabe que