El diseño. Del sentido a la acción. Capítulo 1.4

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  • 7/23/2019 El diseo. Del sentido a la accin. Captulo 1.4.

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    Captulo 1.4.1. de

    El diseo. Del sentido a la accin

    Crdoba: Editorial Brujas, 2015

    Por Fernando Fraenza & Alejandra Peri

    1.4. Razn, mundo y diseo en Charles S. Peirce

    1.4.1. Introspeccin, intuicin, mente y razonamiento hipottico

    En muy conocido artculo publicado en elPopular Science Monthly (cfr.Peirce,1877 [1988, V., pp.140-157]), Charles S. Peirce sostiene que no tenemos poder deintrospeccin y que todo nuestro conocimiento del mundo interno es derivado porrazonamiento de nuestro conocimiento de hechos externos. Formulacin pocomenos que inslita, en su poca, en un mundo filosfico que por milenios- habaidentificado la intuicin o el claro convencimiento personal con la verdad, y haba

    consentido a los individuos en sus singularidad como jueces de esa verdad.1Por elcontrario Peirce pensaba que las ciencias llegaban a un acuerdo respecto de unenunciado o una teora cuando no queda nadie que la ponga en duda.(1868[1988, III., p.81]) Y la cuestin de la certeza personal es para este filsofo unapregunta ociosa pues la verdad no puede ser confiada a una bsqueda individualsino que debe ser examinada por la comunidad de cientficos o filsofos. Luego, Sino tenemos o no interesa nuestro poder de introspeccin, debemos dejar de ladoaquellos prejuicios sobre el mundo externo que provienen de la autoconciencia.Inclusive, si admitimos lo que ocurre dentro nuestro como actividad mental, lohacemos como hiptesis necesaria y no nos ocupamos de adicionar nuevashiptesis sobre la facultad misma, sino ms bien, intentamos -con ella- explicar lo

    que ocurre en nuestro mundo exterior. As, toda investigacin o conocimientodebera iniciarse con aquellas modificaciones de sentido y de conciencia queposean: existencia indudable; leyes conocidas (en lo posible) y adecuacin comorespuesta (con cierta fidelidad)frente a los hechos externos.

    Tal conocimiento surge de un proceso continuo de imaginar y proponer leyes paraobservar luego, la fidelidad de su respuesta frente a los hechos externos. Y segnPeirce, este proceso, no es otro que el de la inferencia vlida (o el razonamientovlido): que procede desde su premisa A, a su conclusin B, slo si B es siempre (ohabitualmente) verdadera cuando A lo es. Con lo dicho, Peirce pretende reducirtoda accin mental a la forma silogstica (lgica) de razonamiento vlido.2Sin

    embargo, -como puede observarse en los tramos ms destacados de su teora sobrela inferencia- tal reduccin debe hacerse en la medida que sea posible, pues,Acaso discurre de hecho la mente a travs del proceso silogstico lgico?(op.cit.,[III.2.5., p.91]). Pregunta que lo prepara para relacionar el razonamiento lgicocon las percepciones, an cuando stas no contengan en s mismas ningn juiciosusceptible de ser representado exactamente por medio de proposiciones(C.P.2.27).

    1En este sentido, el escepticismo cartesiano o el que sea- funciona como una especie deautoengao que antecede y demora -simplemente- el acto de recobrar las creencias originales.2Tal como la pens Aristteles, el razonamiento es un encadenamiento de juicios en el que

    partiendo de una proposicin conocida se descubre otra u otras desconocidas.

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    Y, lo que observamos (elResultado) es que:

    Entonces proponemos hipotticamente que:

    Estaramos infiriendo la premisa menor a partir de la conclusin y de la premisamayor (1868 [1988, III.1.13., p.95]).

    El gnero inferencial y su frmula general

    Respecto de los ejemplos mencionados en los pargrafos anteriores, Charles Peircepone de manifiesto el hecho de que la inferencia pertenece a un gnero, an cuandosea relevante considerarla en tres especies esencialmente diferentes: Hemos vistoque no podemos derivar legtimamente ninguna conclusin que no pudiesehaberse alcanzado mediante sucesiones de argumentos de dos premisas cada uno,

    y no implicando hechos que no hayan sido afirmados. (ibd.,[p.97]). Al asignar atodo razonamiento vlido una forma general, intenta organizar una especie dereduccin de toda accin mental a un tipo nico o frmula de inferencia vlida. Coneste fin, Peirce intenta acotar el concepto de falacia o razonamiento falaz: no es unargumento vlido (en su forma) desarrollado a partir de premisas falsas; no es unainduccin o hiptesis excesivamente dbil sobreestimada en su fuerza; en cambio,s es aquel argumento cuyoprincipio general de procedimiento inferencial es falso(cfr., op.cit.,[III.1.17., p.98]). Desde este punto de vista las nicas falacias seranaquellas absurdas o contradictorias, es decir, aquellas que no pueden conectarse enun modo vlido. En oposicin a este punto de vista, la perspectiva a la que Peircedenominapsicolgica, propondra considerar vlidos solo aquellos argumentos

    cuyas premisas, de ser verdaderas, justifican la conclusin derivada; quedandocomo argumentos no vlidos, aquellos que: (i) parten de premisas falsas; (ii)poseen alguna fuerza; (iii) resultan de la confusin de una proposicin por otra;(iv) resultan de la aplicacin errnea o falsa de una regla de inferencia. Si esto fueraas, y ... si no se corriese el riesgo de incurrir en alguna falacia de este tipo, y selimitase a partir de premisas verdaderas concebidas de forma perfectamentedistinta, sin dejarse perturbar por prejuicio alguno. [] extraera una conclusinque realmente no tendra la menor relevancia. (ibd.)

    Queda claro que las clases (ii) y (iii) de inferencias no vlidas guardan sinembargo- alguna relacin con los procedimientos ya definidos para los procesos deinduccin e hiptesis. Para Peirce, en la clase (ii), alguna fuerza (por pequea que

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    sea) estara implicando un argumento probable legtimo, y por tanto un modo deinferencia vlido. La tercer clase (iii) -como veremos adelante en detalle- resulta dela confusin de una proposicin por otra en donde la confusin se debe a lasemejanza o parecido entre las dos proposiciones. Entendindose por parecido -

    aqu- el hecho deposeer algunas caractersticas comunes. Entonces, el saltoinferencial estara dado en el hecho de concluir que una proposicin tiene todas lascaractersticas esenciales de la otra, y que por tanto, ambas son equivalentes. Estainferencia hipottica, an cuando su conclusin pudiera ser falsa, forma parte -deacuerdo a Peirce- de las inferencias vlidas; y es ms, ... dado que el nodus de lafalacia reside en la confusin, el proceder de la mente en estas falacias de latercera clase se conforma a la forma de la inferencia vlida. (ibd.).

    Finalmente, podemos decir que en clase (i) la mera falsedad de las premisas entanto no conocidas por la razn, no afectan el proceder de sta, por tanto, debenerrar en alguno de los otros tres modos. A la inversa, la clase (iv) resulta clase (i) siconsideramos que una regla errnea de inferencia es, a la vez, una premisa falsa.

    No pensamos sin signos

    Peirce afirma que toda persona competente, desde hace ya tiempo y en base a losprincipios cartesianos, necesariamente lo es en funcin de estar convencida de quelas realidades mismas de las cosas no pueden llegar a conocerse. La consecuenciahistrica de esto fue la multiplicacin de idealismos (Fichte, Hegel), incluidos losempirismos (Berkeley, Hume); por tanto, el principio discutido por Peirce, se iniciaa partir de debate idealista: la significacin3de una palabra es la concepcin a la

    que se aplica, de lo que se sigue que lo absolutamente incognizable, lo es (es decir,carece de significacin) por no vincularse a concepcin alguna. Este es el aspecto enel que Peirce diferencia unapalabra sin sentido de una palabra con cualquiersentido pues, ... sea lo que sea lo que cualquier trmino significa como lo real,(1868 [1988, III.4.47., [p.118]) es cognoscible (cognizable) al menos en un ciertogrado, pues, desde esta perspectiva la naturaleza de la cognicin est dada por elsentido objetivo del trmino (cfr.ibd.).

    El semitico pragmatista sostiene que siempre estamos en posesin de una ciertainformacin o de cogniciones derivadas mediante induccin e hiptesis4decogniciones previas. Dicho de otro modo, poseemos conocimientos generales,distintosy vivos que han sido derivados de otros menos generales, menos distintos

    y menos vivos; los que a su vez, han sido derivados de otras cogniciones quesucesivamente permiten retrotraernos al ideal, es decir desandar el camino haciaaquel primer elemento singular y extrao a la conciencia: laparticular cosa en-s-misma (el continuum). Respecto a este asunto se hace necesario dejar sentado quepara Peirce la cosa en sno existe como tal, y que por tanto, entiende lo ideal comoun cierto lmite imposible de alcanzar. En este caso, el hecho de ser en-s-misma seha tomado en el sentido del hecho de no ser relativa a la mente. No obstante, haycosas [sin duda, cfr. ibd.] que s estn en relacin a la mente aparte de la propiarelacin.

    Las cogniciones provistas por la mencionada serie (infinita) de inducciones e

    hiptesis sern verdaderas o no-verdaderas, segn sus objetos sean reales oirreales. Y cul es la diferencia entre el concepto de real e irreal? Para Peirce, elprimero se produce al descubrir el segundo; es decir, el concepto de real surge alponer de manifiesto una ilusin, aparece por tanto, ... cuando nos corregimos porvez primera. (ibd.). En este ltimo aspecto, la exigencia lgica para estadiferenciacin, estara dada entre el pensamiento determinado por una creenciaactual, y el pensamiento tal como sera (o ser, necesariamente) a la larga.

    Lo real pues, es aquello a lo que, ms pronto o ms tarde, aboca la informacin y el

    3Es decir, referencia, sinn, sentido, o en trminos del propio Peirce: interpretante. 4

    O abducciones.

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    razonamiento, y que en consecuencia es independiente de los antojos tuyos o mos[] Y as, aquellas dos series de cognicin -la real y la irreal- constan de aquellasque la comunidad seguir siempre reafirmando en un tiempo suficientementefuturo; y de aquellas que, bajo las mismas condiciones, seguir siempre negando.(ibd.).

    De lo dicho se sigue, que una proposicin cuya falsedad no llega a descubrirse -ypor tanto, cuyo error es incognoscible- no contendra error alguno, pues sera unconocimiento sobre lo real, tal como realmente es. Tal es la naturaleza de larealidad en general, problema del cual Peirce, deriva a su vez- la cuestin de larealidad de la mente (cfr., op.cit.[49., p.120]). Peirce piensa que el contenido de laconsciencia, es decir, aquella manifestacin de la mente como fenmeno, es unconjunto de signos producido a partir de la inferencia. Pues, si lo absolutamenteincognizable no existe, la substancia de la mente no podr desbordar sumanifestacin fenomenal. Pero: Cul es la distincin entre el hombre y los demssignos? Una posible respuesta es la diferenciacin del hombre como un ser

    consciente, designando como consciencia a aquella emocin que acompaa a lareflexin de que tenemos vida animal; o a un cierto principio de unidad delpensamiento que permite dar sentido a la afirmacin 'yo pienso'. En primer lugar,si no se puede atribuir la sensacin de consciencia a las palabras, es porque existenrazones para creer que depende de la posesin de un cuerpo animal; por tanto, taldiferenciacin no pasa de ser ...una mera sensacin, es slo una parte de lacualidad material del hombre-signo. (ibd.). En segundo lugar, la mencionadaunidad no es ms que el reconocimiento de una cierta consistencia, y laconsistencia pertenece a todo signo por el solo hecho de serlo. El primer significadode todo signo -inclusive del hombre- es que es un signo. Una posible terceradistincin entre hombre-signo y resto de los signos pasa por la adquisicin de

    informacin y significado. Veamos que dice Peirce al respecto: El hombre-signoadquiere informacin, pasando a significar ms de lo que significaba antes. Peropasa lo mismo con las palabras. No significa electricidad ms ahora que lo quesignificaba en los das de Franklin? (ibd.).

    Por ltimo, Peirce contesta la tesis que afirma que el hombre hace a la palabra, yque sta no significa nada que el hombre no haya hecho que signifique, afirmandoque el hombre slo puede pensar mediante palabras u otros signos. As, la mente,debe valerse de algn signo como interpretantede su pensamiento,no habiendoelementos cualesquiera de la conciencia humana, a los que no les corresponda algoen el plano de la palabra o de los signos. Dicho esto, el hombre es un signo porquetodo su pensamiento es un signo y la vida es un flujo de pensamiento; as, ...milenguaje es la suma total de m mismo, pues el hombre es el pensamiento.(op.cit.,[50., p.121]). Cmo formula Charles Peirce la relacin entre hombre-signo ycomunidad? Consideremos la siguiente afirmacin:

    Finalmente, como lo que algo realmente es, es lo que puede finalmente llegar aconocerse que est en el estado ideal de informacin completa, de modo que larealidad depende de la decisin ltima de la comunidad; as el pensamiento es loque es, slo en virtud de dirigirse a un pensamiento futuro que en su valor comopensamiento es idntico a l, aunque ms desarrollado. (ibd.).

    Revisemos y aclaremos lo que acabamos de poner a consideracin del pensamientorealista pragmatista de Charles Peirce:

    a)Lo que realmente esllegar a afirmarse en un tiempo suficientementefuturo.

    b)El pensamiento depende ahora (hoy) de lo que ser despus, en unasuerte de existencia potencial dependiente del pensamiento futuro de lacomunidad.

    c)Tales afirmaciones -propias de un tiempo suficientemente futuro- (quereafirmarn verdades y corregirn errores pretritos) pertenecen a unestado ideal de informacin completa.

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    d)Tal completitud (cognoscitiva futura) implica tanto el crecimientodefinido del conocimiento de una comunidad como de la autotransparenciaintersubjetiva de sta.

    Finalmente, el propio Peirce (ibd.) expresa cmo se sigue de los principiosafirmados la equivalencia entre ignorancia y existencia separada del pensamientohumano individual. Pues, el hombre individual, ...en la medida en que es algoaparte del prjimo, en su opacidad, es error y negacin ...de lo que van a ser l yellos.

    1.4.2. Creencia y Verdad

    Charles S. Peirce define el razonamiento como el procedimiento para averiguaralgo que no conocemos a partir de lo que ya conocemos (cfr.,1877 [1988, V.2.8.,p.178]). En este sentido razonar es bueno si el procedimiento est dominado porun hbito talque generalmente de lugar a una conclusin verdadera de premisasverdaderas. Quedando claro que su validez depende de los hechos y no delpensamiento y que, por tanto, ...la cuestin no es en lo ms mnimo la de si alaceptar la mente las premisas sentimos o no tambin un impulso a aceptar suconclusin. (ibd.). Es verdad -sostiene Peirce- que en general -por naturaleza-razonamos correctamente. El hbito de la mente que nos determina a extraer, apartir de premisas ya dadas, una inferencia y no otra, puede ser constitucional oadquirido. Podramos decir que tal hbito es bueno o malo, segn produzca (a

    partir de premisas verdaderas) conclusiones verdaderas; validndose la inferencia,no por referencia al valor de verdad o falsedad de las conclusiones, sino a partir deque el hbitoque determina el razonamiento sea tal, como para producir engeneral, conclusiones verdaderas (ibd.,[p.179]).

    De frente a esta cuestin, la reflexin de Peirce, se dirige a mostrar que cuando seplantea inicialmente la cuestin lgica, entre la variedad de hechos presupuestos,no se muestra ningn inters por indagar acerca de estados mentales tales como laduda y la creencia, acerca de su verdad o falsedad. Qu distingue la duda de lacreencia? Cul es la diferencia prctica?

    a)Sabemos, cuando queremos realizar un juicio, que hay una diferencia

    entre las sensaciones de dudar y de creer.

    b)La sensacin de creer es un indicativo, en cierta manera seguro, de queen nuestra naturaleza se ha establecido un cierto hbito que determinarnuestras acciones (entonces, se ha establecido un signo). Por el contrario, laduda no tiene tal efecto. Nuestras creencias guan nuestros deseos yconforman nuestras acciones. (ibd.).

    c)La duda es un estado de inquietud, del que luchamos para pasar a unacreencia. sta, determina un estado de tranquilidad, del que no queremossalir, o al que no queremos cambiar, por una creencia en otra cosa.

    Estas consideraciones ponen de manifiesto la diferenciacin de estos estados enfuncin de sus efectos diversos: la creencia nos ubicara en condicin decomportarnos de una determinada manera; la duda en cambio, no tendra talefecto activo, estimulndonos a la indagacin hasta destruirla. La duda, es,...vacilacin anticipada acerca de lo que har en adelante, [] vacilacin fingidaacerca de un estado ficticio de cosas. [] tiene por objeto formar un hbito debonafide,que sea operativo en una emergencia real.(op.cit.,[V.3.16., p.182]). Lomejor, ciertamente para el hombre, es que sus creencias sean tales, queefectivamente puedan guiar sus acciones de modo que satisfagan sus deseos. Y esen este aspecto en el que se mantiene una tendencia a rechazar toda creencia queno parezca haber sido formada o producida de manera tal que asegure el resultado.

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    El mencionado rechazo no puede sino efectivizarse como el reemplazo de lacreencia con la creacin de una duda. De aqu, nuevamente pasamos a laindagacin, y esto es con el objeto de restablecer una creencia. Buscamosmeramente una creencia? O buscamos, adems una creencia verdadera? Peirce

    procura probar que tener como objeto una opinin verdadera carece de base, alrevisar el modo en que alcanzamos una creencia firme y nos sentimos totalmentesatisfechos, independientemente de que esta creencia sea verdadera o falsa. En estesentido, el objeto de nuestro conocimiento no podra ser nada que est fuera de laesfera de nuestro conocimiento, ...pues nada que no afecte a la mente puede sermotivo de esfuerzo mental. (ibd. [p.183]). Dicho de otro modo: pensamos que esverdadera cada una de nuestras creencias, entendiendo Peirce por verdad, aquellacaracterstica de una proposicin, que consiste en que la creencia en la proposicinllevara a una conducta tal, que tendera a satisfacer los deseos. Decir que laverdad significa ms que esto es decir que no tiene en absoluto ningnsignificado. (op.cit.,[V.4.18. p.184]).

    Cmo se han fijado las creencias

    Es bien conocida la descripcin en la que Peirce identifica cuatro mtodos parafijar la creencia tal como supone que han surgido y operado en la historia. Alprimero de ellos, al que llama mtodo de la tenacidad, lo caracteriza a partir deaquella actitud que hace a los hombres aferrarse espasmdicamente a las ideasque ya tiene. La creencia se fija tomando una respuesta cualquiera a un problema,detenindose en todo aquello que pueda conducir efectivamente a tal creencia, yalejndose con mxima aversin de todo lo que pudiera perturbarla. Desde luego

    este es un mtodo tan simple como dbil. En la prctica, resulta incapaz desostenerse, y todo impulso social va contra sus bases. Quien lo adopta, derivarnecesariamente a pensar, que las opiniones de quienes piensan de modo diferente al son tanto o ms buenas que las propias, lo que significa el fin de la confianza ensu creencia.5

    El segundo mtodo, de la autoridad, involucra al desempeo institucional en lugardel individual. Su xito es -por lo tanto- proporcionalmente mayor. La historia aslo seala: ha dado una y otra vez, los ms majestuosos resultados. (ibd.). Untercer mtodo se hace necesario en la medida en que la autoridad no puede regularlas opiniones sobre todos los dems. Necesariamente deja un cierto resto dementes humanas en la accin de las causas naturales, lo que no constituye unaseria debilidad en cuanto estos hombres alternativos se hallen en un estadosociocultural en el que sus opiniones no influyan en otras, lo que no siempreocurre. El nuevo mtodo a priori libera de impedimentos a la accin de laspreferencias naturales, para que los hombres, bajo la influencia de stas,desarrollen creencias en armona con causas naturales. Histricamente estossistemas no se han fundamentado en hechos observables, sino que, al modo de lahistoria de la filosofa metafsica, se han adoptado, porque sus proposicionesfundamentales aparecan agradables a la razn. En este ltimo aspecto, Peirce loasemeja al modo de maduracin de las concepciones artsticas. Y esto es, por noconcordar con la experiencia sino ms bien con aquello que nos encontramosinclinados a creer. El fracaso de este mtodo se patentiza en la necesaria

    confrontacin de opiniones que convierte la indagacin en algo similar al gusto,cuestin de moda, e imposibilidad de un acuerdo fijo.6Si se prometa liberarnuestras creencias de nuestro elemento accidental, y si bien con el mtodo a priorise elimina el efecto de algn tipo de circunstancia fortuita, se magnifica en cambio,

    5Surge de un impulso demasiado arraigado en el hombre como para suprimirlo sin poner enpeligro la destruccin de la especie humana. (ibd.,[p.187]).6Platn por ejemplo, encuentra agradable a la razn que las distancias unas de otras de lasesferas celestes sean proporcionales a las diferentes longitudes de las cuerdas que producenacuerdos armoniosos. [] est claro que otro puede encontrar como ms agradable a su razn lateora de Kepler de que las esferas celestes son proporcionales a las esferas inscritas y

    circunscritas de los diferentes slidos regulares. (1877 [1988, V.5.25., p.190]).

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    el efecto de algunas otras. El desarrollo de los sentimientos, se encuentra tambin,fuertemente determinado por causas accidentales.7Qu lo diferenciaesencialmente del mtodo de la autoridad?

    Peirce va a apostar a la posibilidad de proporcionar ...un mtodo mediante el cual,nuestras creencias puedan determinarse no por algo humano, sino por algopermanente externo. (1877 [1988, V.5.27., p.194]), al menos en tanto quefundamento de una creencia estable. Segn Peirce, tal es el mtodo de la ciencia.Necesariamente hay cosas reales cuyas caractersticas son independientes denuestras creencias sobre las mismas. Y estas cosas modifican nuestros sentidossiguiendo leyes regulares. De lo dicho se sigue que, si aprovechramos estas leyes,podramos averiguar mediante el razonar cmo son real y verdaderamente lascosas. Por tanto, para Peirce, contando con la suficiente experiencia y razonando lobastante se llegara a una nica conclusin verdadera (cfr.op.cit[p.195]).

    Estas realidades son reales? Peirce nos dice: 1)El mtodo no nos lleva a una

    conclusin contraria, adems de que su prctica no produce dudas sobre el mismo(como s ocurra en los anteriores mtodos de fijacin de la creencia). 2)Nadiepone en duda, realmente, que hay reales. Hacerlo, sera fuente de insatisfaccin, lahiptesis es la que todo el mundo admite. 3)La experiencia del mtodo nos alejade su cuestionamiento, vemos como ...ha sido la investigacin cientfica la que hacosechado los ms maravillosos triunfos en el modo de establecer opinin. (ibd.y, adems, cfr. Habermas, 1968, II.6., [pp.119 y ss.]).

    Este ltimo entre los cuatro mtodos de establecer creencias, no slo producira unimpulso a creer, como los dos primeros, sino que decidira tambin cul es laproposicin a creer, cosa que comparte con el tercero. Y adems, lo hara en

    funcin de algo en lo que nuestro pensamiento no tiene efecto alguno.8

    Laseparacin entre lo verdadero y lo falso no es ni violenta, ni arbitraria (como s lo esen los dos primeros mtodos) ni modificable (como la moda y el gusto). Es eldiseo una ciencia o una investigacin en cuanto participa de este ltimo mtodode fijacin de la creencia? Dicho de otro modo, adems de ser los que es, labsqueda (desinteresada o interesada) de soluciones nuevas a problemas nuevos yviejos, es tambin una forma del conocimiento cientfico? Es un tema que abordaotro filsofo, Herbert Simon, en su libroLas ciencias de lo artificial(1969), y quereferiremos en parte por este motivo en 1.4.3. y 2.2.2. (infra.) En mayor o menormedida los tres primeros mtodos de fijacin de las creencias impulsan a pensar taly como uno est inclinado a pensar. La tenacidad excluye la influencia exterior; la

    autoridad sofoca la hereja; y con el mtodo apriori...los metafsicos estnseguros de hacer esto [lo que hacen, pensar a su gusto] con independencia de quepuedan estar inclinados a juzgarse unos a otros como obstinadamente errados.(Peirce, 1877 [1988, V.5.28., p.196]).

    Esta forma de inferencia, analticamente vinculante e ignorante de lacorrespondencia entre premisas y estado de cosas en el mundo externo, desarrolla -en el proceso de investigacin- consecuencias a partir de las hiptesis valindose deciertas condiciones iniciales. Esto significa, que desde el punto de vista de la lgicade la investigacin, la abduccin y la induccin son las formas de inferencia msimportantes en cuanto a su potencia para ampliar el contenido de nuestrasteoras y para controlar la concordancia con los hechos (potencia de la que se

    nutre el diseo).La abduccin pues, es el tipo de argumentacin que amplanuestro saber, que introduce hiptesis nuevas. Mediante la deduccin,desarrollamos luego, las consecuencias de estas hiptesis: deducimos previsionesde consecuencias que deberan producirse si la hiptesis (abductiva) fuese

    7Entonces, de qu manera podr dominarse el acontecimiento aleatorio del discurso? ... conjurarsus poderes y esquivar su pesada y temible materialidad. Vase la hiptesis desarrollada por MichelFoucault enEl orden del discurso (1970).8Cfr.Foucault, 1970, [pp.15 y ss.], en relacin a la separacin histricamente constituida entreverdad y falsedad; y tambin [pp.38-39], tanto en relacin a la exclusin del juego y del comercio delos sofistas cmo a la tica del conocimiento que no promete la verdad ms que al deseo de la

    verdad misma.

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    prediccin [Resultado].Se deduce la prediccin a partir de laRegla comoResultado de un Caso. ElResultado es un efecto y el Caso su causa. Y, en la medidaen que la deduccin se define como ...la aplicacin de reglas generales a casosparticulares. (1970, 2.1., [p.66]), el razonamiento sinttico, al ser algo ms que la

    mera aplicacin de unaRegla general a un Caso particular, no podr jamsreducirse perfectamente a un silogismo de tipoBrbara.

    Regla | hiptesis nomolgica |

    Caso | condicin inicial de la hiptesis | causa

    Resultado | prediccin | efecto

    El cuidado necesario a esta transposicin queda explicado en el conocido problemade las habichuelas blancas: teniendo una bolsa de habichuelas, de las que sabemosque todas son blancas (Regla, premisa mayor), y conociendo que un puado de

    habichuelas provienen de esa bolsa (Caso,premisa menor), ser una inferenciadeductiva si decimos que estas habichuelas sern necesariamente blancas(Resultado,conclusin).

    Regla | Todas las habichuelas de la bolsa eran blancas.

    Caso | Estas habichuelas estaban en esta bolsa.

    Resultado | Estas habichuelas son blancas.

    Qu pasara si no supiramos que todas las habichuelas que hay en la bolsa sonblancas y tomando un puado de esas habichuelas, viramos que las que

    pertenecen a dicho puado son blancas en su totalidad? Sacaramos comoconclusin que todas las habichuelas de la bolsa son blancas? Si razonramos deesta manera, estaramos ... remontando la corriente de la secuencia deductiva yconcluyendo una Regla a partir de una observacin de un Resultado en un ciertoCaso. (1970, 2.1., [p.68]). Sera el caso de una induccin, que no es ms que lainversin de un silogismo deductivo:

    Caso | Estas habichuelas estaban en esta bolsa.

    Resultado | Estas habichuelas son blancas.

    Regla | Todas las habichuelas de la bolsa eran blancas.Se da el caso de un razonamiento inductivo cuando generalizamos a partir de unnmero de casos de lo que algo es verdad, e inferimos que la misma cosa esverdad de una clase entera. (ibd.). Tambin estaramos frente a un razonamientoinductivo cuando llegamos a afirmar el carcter de verdad de cierta proporcin decasos, e inferimos la verdad de la misma proporcin de toda la clase. Mediante lainduccin, concluimos que hechos similares a los hechos observados sonverdaderos en casos no examinados.

    Otro medio para invertir o variar un silogismo deductivo para producir unainferencia sinttica, el cual ocupa el centro de lo que ahora queremos entender y

    para lo que hemos escrito esta seccin, es la situacin en que realizamos unainferencia abductiva o hipottica; que como lo sealramos anteriormente, se tratade la inferencia de un Caso a partir de unaReglay unResultado (ibd.).

    Regla | Todas las habichuelas de esta bolsa son blancas.

    Resultado | Estas habichuelas son blancas.

    Caso | Estas habichuelas son de esta bolsa (porque son blancas y porquetodas las de esta bolsa son blancas).

    Estamos frente a un razonamiento abductivo o hipottico, en aquellos casos en los

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    que hallamos cierta circunstancia muy curiosa; que podra explicarse a partir delsupuesto de que fuese un Caso de una determinadaRegla general (ya codificada),quedando as, indicado que el rendimiento especfico de la abduccin consistepropiamente en la bsqueda y en el descubrimiento de una hiptesis apropiada que

    nos permita inferir el Caso a partir delResultadoy de laRegla.Entonces, la abduccin es un proceso inferencial (llamado tambin hiptesis oretroduccin) que se diferencia u opone a la deduccin (formal, apriorstica, pura ydura) en cuanto la deduccin parte de unaRegla, considera un Casode esaReglaeinfiere automticamente un resultado necesario. Otro buen ejemplo de deduccinpara reconocer en su estructura una abduccin es:

    (1)Cuando un objeto (A) es concebido para ser manipulado, entonces suenvolvente (B) tiene un tamao de unos pocos decmetros cbicos.

    (2)Sucede que el objeto (A) es concebido para ser manipulado.

    (3)Entonces (B) tiene -efectivamente- un volumen de unos pocosdecmetros cbicos.

    Supongamos ahora que no sepamos nada sobre las obligaciones del asunto yveamos que la envolvente (B) no sobrepasa unos pocos decmetros cbicos. Mesorprende ese curiosoResultado(3). Segn experiencias previas procedentes decampos diferentes (por ejemplo, hemos visto manipular ladrillos, portafolios,cacerolas, etc. y hemos visto que objetos mayores no pueden ser manipulados)intentamos formular unaReglaan desconocida (1). Si laRegla(1)valiera y si (3)fuera elResultadode un Caso(2), entonces (3)ya no sera sorprendente.

    Obviamente nuestra flamante hiptesis (interpretativa de unResultado particular)deber ser sometida a prueba para poder transformarse en una ley, pero hay (en lasemiosis no cientfica) numerosos casos en los que no se buscan leyes universales(explicaciones), sino una interpretacin capaz de desambiguar un acontecimientosemitico concreto. Observamos que un sector de la envolvente de un objeto hasido objeto de un tratamiento rugoso y no sabemos a qu bien o a qu se refiere.Forjamos la hiptesis de esa rugosidad visualiza que dicha superficie ha sidopensada para ser empuada. Algunos elementos del contexto propician estaabduccin, por ejemplo las dimensiones y secciones adecuadas a la palma de lamano semi-cerrada. Resumiendo: la abduccin es un procedimiento tpicomediante el cual, en la semiosis, somos capaces de tomar opciones arriesgadascuando se estn siguiendo instrucciones (o reglas) ambiguas o inexistentes.

    Peirce observa -y nosotros lo consideraremos adelante (cfr. infra.)- que laabduccin funciona como un argumento tal vez dbil, pues conduce nuestro juiciotan levemente hacia su conclusin, que no cabe decir que creamos que staltima es verdadera, slo sospechamos que puede serlo. (1970, 2.1., [p.70]). Enocasiones, en aquellas oportunidades o momentos creativos de la investigacincientfica (y del diseo si es que efectivamente participa de la ciencia de lo artificial)en los que se producen modificaciones o cambios en los modos regulados deentender el mundo, la abduccin va ms all de la mera obtencin del Caso a partirde unResultadoy con la ayuda de unaReglavlida. Pareciera que en las instanciasms creativas o revolucionarias la abduccin permite obtener el Caso con la ayuda

    de unaRegla que se imagina o figura como vlidaa partir de unResultado. Y siesto ocurre, se da en funcin de que Peirce comprende (o confunde) bajo el trminoabduccin, dos procedimientos distintos.

    Abduccin hipercodificada. DelResultadoy laReglaal Caso

    En primer lugar, Charles Peirce entiende por abduccin la aplicacin ms o menosdirecta de una hiptesis o ley- con vistas a dar una explicacin causal; es decir, laobtencin del Caso a partir de unResultadoy aplicando unaReglavlida. La leyestara en esta situacin- dada de una manera automtica, o como veremos, casi

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    automtica. Estara, como afirma Eco, ya codificada (1990, 4.). Estos casos; en losque ya se cuenta con unaRegla establecida que orienta y regula la bsqueda de unCaso como causa de unResultado, son muy similares con -y por que no podemosdecir que subsumen a- aquellos otros casos en los que elResultadoque se trata

    de interpretar no es ya la realidad, sino la realidad de un signo o un texto. Paraestos casos, el signo-Resultadodebe ser interpretado como un sentido-Casode unaRegla semntica propia de un cdigo establecido en los lmites de algn lenguaje osistema semitico. Veamos:

    Es importante dejar sentado que incluso la interpretacin a travs de cdigospresupone un esfuerzo abductivo, aunque sea mnimo. Supongamos que yo sepaque en castellano, /hombre/ significa macho humano adulto (un caso perfecto decodificacin lingstica), y supongamos que yo crea or la expresin /hombre/; paracomprender el significado de la palabra tengo que admitir, en primer lugar, que setrata de una ocurrencia (Token) de una palabra castellana (Type). (Eco, 1990,4.2.I.3.(a)., [p.263]).

    Tenemos que admitir que se trata del Casode una ocurrencia (Token) de una palabra(Type) ya prevista por laReglade la lengua castellana. En este caso, el sentido deltrmino es -en alguna medida- un Caso reglado por la lengua castellana (suReglaestablecida). Supongamos que el facultativo crea observar un sarpullido en la pieldel paciente (Resultado). Para comprender el significado de dicho sntoma tieneque admitir, antes que nada, que se trata de un Caso reglado por la semiologamdica ya establecida, suRegla (la que dir, adems, por ser semntica, de queenfermedad se trata). Supongamos que un apicultor crea distinguir undeterminado color en el lomo de una abeja reina (Resultado). Para comprender elsignificado de dicho color tiene que abducir, antes que ninguna otra cosa, que setrata de un Caso reglado por el sistema institucionalizado barva, que permite

    establecer el ao de nacimiento del bicho, regulado por suRegla (la que dir,adems, por ser semntica, cuantos aos tiene). Pero no siempre sucede que laRegla est a nuestro alcance o siquiera, bien establecida; y es ms, nunca laReglaest dispuesta automticamente de modo que simplemente nos reste identificar elResultado como uno de sus Casos.Volvamos a considerar el ejemplo recurrido porEco:

    Parece que habitualmente realizamos esta labor interpretativa de maneraautomtica, pero es suficiente vivir un ambiente internacional donde todos hablanlenguas distintas para darnos cuenta que la eleccin [de laReglaen la cualreconocer inscrito el Casoque produce elResultadoque interrogamos] no escompletamente automtica. El reconocimiento de un cierto fenmeno como laocurrencia de un tipo determinado presupone algunas hiptesis acerca del contextoexpresivo y del co-texto discursivo [a fin de apuntalar la seleccin de unaRegladeterminada entre todas las posibles] (Eco, ibd.).

    En este sentido, elResultado es inesperado (curioso). Lo es en tanto que no apuntanecesariamente hacia aquellaRegla de la cual su causa es un Caso. Qu ocurrecuando laRegla debe seleccionarse entre una serie de leyes igualmente probables?,Qu ocurre cuando ninguna de las leyes existentes proveen o incluyen al Casoyexiste por ende la necesidad de arbitrar una ley ex novo?

    En C.P. 2.623, y en algunos otros pasajes, Peirce intenta distinguir sin demasiada

    ascendencia en sus posteriores intrpretes- las nociones de hiptesis y deabduccin, las que hemos tomado hasta ahora en un mismo sentido y que normalmente- permanecen indiferenciadas. Mientras la induccin es la inferenciade unaReglaa partir de un Casoy unResultado, la hiptesis es la inferencia delCasoa partir de unaReglay unResultado. A su vez, existira y en esto est ladistincin- una diferencia entre la hiptesis como inferencia de un Casoy laabduccin como inferencia de una Regla y un Caso.

    La abduccin parte de los hechos sin, al principio, tener ninguna teora particular ala vista, aunque est motivada por la idea de que se necesita una teora paraexplicar los hechos sorprendentes. La induccin parte de una hiptesis que pareceaconsejarse sin, al principio, tener ningn hecho particular a la vista, aunque

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    necesita de los hechos para sostener la teora. La abduccin persigue una teora. Lainduccin anda buscando los hechos. En la abduccin la consideracin de loshechos sugiere la hiptesis. En la induccin el estudio de la hiptesis sugiere losexperimentos que sacarn a la luz los verdaderos hechos a los que la hiptesis haapuntado. (C.P.7.218.)

    El autntico problema de la abduccin reside en obtener laReglay el Casoalmismo tiempo,puesto que estn recprocamente relacionados, vinculados entre spor una especie de quiasma, donde el trmino medio (que comparten ambaspremisas) es nexo fundamental de todo el movimiento inferencial. El trminomedio es el dispositivo activador de todo el proceso. En el ejemplo de lashabichuelas, hemos marcado con itlicas el termino medio compartido por ambaspremisas (hemos modificado y apelmazado la redaccin para hacer ms visible eltrmino medio, ahora puesto en itlicas).

    Regla | Todas las habichuelas que estn en esta bolsaeran blancas.

    Caso | Estas habichuelas son de las habichuelas que estn en esta bolsa.

    Resultado | Estas habichuelas son blancas.

    En lo que respecta a este ejemplo, Peirce podra haber decidido que el elementofundamental no era de dnde procedan aquellas judas, sino, tal vez, quin lashaba puesto ah: o podra haber supuesto que el lugar de procedencia de las judasera un bote cercanos y no la bolsa. Pero en la invencin de un buen trmino medioconsiste la potencia de toda idea. Obviamente, existen reglas tan evidentes que deinmediato sugieren la manera de buscar el trmino medio. Imaginemos otra vezque en una estancia haya slo una mesa, un puado de habichuelas blancas y un

    saco. La identificacin de procedente de aquel saco como elemento fundamentales ms bien fcil, la hiptesis consecuente es casi automtica: pero este casi es loque hace que este razonamiento aunque bastante automtico- sea an unahiptesis. Incluso en estos casos en los que la regla es casi evidente, y la inferenciaslo concierne al caso, una hiptesis no produce jams una certeza.

    Ya hemos sugerido que existen dos tipos de abduccin (y que podramos llamar auno de ellos hiptesis): el primero parte de uno o ms hechos particularessorprendentes (Resultado) y termina en la hiptesis de una ley general (Regla),como parece ser el caso de todos los descubrimientos o la creacin cientfica. Elsegundo tipo de abduccin parte de uno o ms hechos particulares sorprendentes

    (Resultado) y termina en la hiptesis de otro hecho particular que se supone es lacausa (Caso) del primero o de los primeros, como es, al parecer, el caso de lainvestigacin criminal o la interpretacin historiogrfica de los hechos del sucederhistrico. Podra decirse que el primer tipo de abduccin se ocupa de la naturalezade los universos, mientras que el segundo se ocupa de la naturaleza de los textos.Por universo entendemos, bsicamente, los mundos cuyas leyes suelen explicarlos cientficos. Por texto entendemos, un conjunto organizado de signos. Estadistincin es poco convincente. Si la abduccin es como sostiene Peirce-unprincipio general que rige todo el conocimiento humano, no debera haberdiferencias sustanciales entre dos tipos de abduccin.

    Abduccin creativa y diseo. DelResultado a laRegla

    Si lo que interesa es la reconstruccin de aquella forma de razonamiento queposibilita el progreso cientfico,11deberemos comenzar por observar cmo se

    11Y parece ser que este tipo de abduccin es el que ms interesa desde el punto de vista del diseo ydel progreso hacia una optimizacin ideal del medio ambiente. Este tipo de abduccin creativa- serelaciona ms con una actitud heurstica, mientras que la abduccin hipercodificada (de la

    subsuncin de unResultadocomo un Casode unaRegla) pareciera ser ms bien hermenutica.

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    produce una aplicacin creativa12o innovadora13de la abduccin en la que,adems del Caso, se infiere su ley. Esto valdra para todos los casos de ratiodifficilisque, como las soluciones de diseo, cuya configuracin depende en partede factores funcionales y de maniobras novedosas frente a los mismos, no son

    claramente casos de una ley preexistente reconocida. Para iniciamos en unacomprensin de este segundo tipo de abduccin, debemos reconocer el carcterimprevisto delResultado, es decir, su inexplicabilidad en funcin de la falta de unahiptesis con cuya ayuda podramos inferir la causa (el Caso) a partir delResultado. Si partimos de unResultado, en cierto modo inesperado, buscamos (odebemos imaginar) unaRegla con cuya ayuda podamos inferir un Caso. Enocasiones, esta bsqueda se limita -como dijimos, simplemente- a seleccionar entrediversasReglas ms o menos equiprobables, en otras, consiste en arbitrarpropiamente una ley hipottica con la intencin de poder inferir un Caso queexplique adecuadamente elResultado. En funcin de esto, podramos contradecirlas representaciones que hiciramos de la inferencia abductiva (incluso en estamisma seccin): de unaReglay unResultado (premisas de la abduccin), un Caso(conclusin). Pues, la ley o premisa mayor del silogismoBrbara [Regla], es en smisma la conclusin del procedimiento abductivo. Como dice Habermas, es undescubrimiento regularizado de la nueva hiptesis nomolgica. (1968, II.6., n.72,[p.122]).

    Todo lo que hemos dicho acerca de la inferencia y el razonamiento como mtodopareciera estar orientado, con exclusividad, a las ciencias naturales, es decir a lainvestigacin respecto de cmo las cosas son. Los mtodos de la lgica los trestipos de razonamiento- sirven bien, como se ha dicho, a estas ciencias acerca de losobjetos y fenmenos naturales. La preocupacin histrica de la lgica por lainferencia se ha demostrada del todo ajustada para producir afirmaciones sobre el

    mundo u seguir procesos inferenciales a partir de estas afirmaciones. El diseo, enuna direccin aparentemente contraria, est interesado no en cmo las cosas son,sino en cmo las cosas deberan o podran ser, es decir, en la ideacin y creacin deartefactos para alcanzar objetivos. Podramos tener alguna duda si las formas derazonamiento que son apropiadas para el conocimiento cientfico del mundotambin son de alguna manera- convenientes para el diseo. Aquello quedenominamos artefacto no es independiente de la naturaleza. Los artefactos no selibran de ignorar o violar las leyes naturales (en su funcionamiento interior o en susrelaciones exteriores). Pero tambin estn adaptados a las finalidades y propsitoshumanos (parte de sus relaciones exteriores). Son lo que son para satisfacernuestro deseo de volar, de comer bien, de saber la hora, de requerir admiracin por

    parte de los dems, de producir envidia, atraccin, etc. A medida que nuestrasnecesidades cambian, tambin deben hacerlo los artefactos, y viceversa. Unaciencia de lo artificial debe abarcar objetos y fenmenos que incorporan tanto elpropsito humano como las leyes de la naturaleza, por lo tanto, debe tener mediospara relacionar estos dos componentes dispares. El carcter de estos medios y susimplicaciones para la actividad que llamamos diseo constituyen el tema central deeste libro.

    La ciencia natural es conocimiento acerca de objetos y fenmenos naturales. Nospreguntamos si no puede haber tambin ciencia artificial, es decir, unconocimiento acerca de objetos y fenmenos artificiales o de un mundo en que ha

    hecho mella, o que ha sido transformado por los artefactos de origen humano ointeligente. Tan pronto como introducimos conceptos como artificio o artificialnos adentramos en el dominio del diseo y de la ingeniera, ya que artificio seutiliza a menudo en el sentido ms amplio de diseado o compuesto por alguien.Decimos normalmente que disciplinas como el diseo o la ingeniera se ocupa de lasntesis, en tanto que la ciencia se concentra en el anlisis. Los objetos artificialesy, ms especficamente, los objetos artificiales imaginables o realizables con

    12Trmino utilizado en Eco, 1990, 4.2., Cuernos, cascos, zapatos: tres tipos de abduccin, [pp.254-86].13Trmino utilizado en Habermas, 1968, 11.6., Autorreflexin de las ciencias de la naturaleza: la

    crtica pragmatista del sentido, [pp.119- 146].

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    propiedades deseadas constituyen buena parte del objetivo central del diseo comoactividad e inteligencia. Al diseador le interesa cmo deberan ser las cosas.Adems, cmo deberan ser para funcionar y alcanzar determinados objetivos.

    Cmo entender los mundos naturales y artificiales? Cuatro marcas nos ayudan segn Simon (1969, I., [p.6]) a distinguir lo artificial de lo natural, ayudando aestablecer una cierta demarcacin entre las ciencias de lo natural y de lo artificial:(i) Los objetos artificiales son sintetizados (no siempre con plena premeditacin)por seres inteligentes. (ii) Los objetos artificiales pueden imitar las apariencias delos objetos naturales sin reproducir o poseer, en uno o varios aspectos, la realidadde stos. (iii) Los objetos artificiales pueden caracterizarse en trminos defunciones, objetivos y adaptacin al entorno y a sus fines. (iiii) Los objetosartificiales frecuentemente se discuten, sobre todo mientras se disean, tanto entrminos imperativos como descriptivos.

    Aclarmonos algo sobre el aspecto funcional y sobre la finalidad de los objetosartificiales. El cumplimiento de su propsito o la adaptacin a su fin implica unarelacin entre tres trminos: 1.el objetivo o propsito, 2.el carcter o laspropiedades del artefacto, y 3.el entorno (o medio ambiente) en que ste sedesempea. Cuando hablamos de una cuchara, podemos hacerlo en trminos deuna finalidad respecto de su entorno humano: sirve para comer el postre de lacena.Tambin podemos hacerlo en relacin a su contexto no humano: Se larecorta de una lmina de metal. Luego, el extremo recipiente es pasado entre dosaprisionadoras para producir una seccin ms delgada y a la vez cncava. Laseccin del mango tambin es aprisionada para producir el ancho requerido.Finalmente es pulida.Pero si fijamos nuestra atencin en la propia artefactualidadde la cuchara, podemos describirla en trminos de la interpretacin geomtrica de

    sus curvaturas tridimensionales. Las ciencias naturales inciden en un artefactodiseado a travs de dos de los tres aspectos de la relacin que lo caracteriza: 2.laestructura interna del propio artefacto y 3.el ambiente en el que opera. Por lotanto, podemos tomar en consideracin al artefacto de forma simtrica: puede serconcebido como punto de encuentro suele hablarse de una interfaz, entre unentorno interno (o texto), esto es, la materia y la configuracin del artefacto en smismo, y un entorno externo (o contexto), vale decir, el entorno en el que opera ofunciona.

    El mundo artificial est centrado exactamente en esta relacin entre los entornosinternos y externos; se encarga de lograr objetivos adaptando el primero al

    segundo. El estudio apropiado de aquello que es perteneciente a lo artificial es elcamino por el cual esa adaptacin de medios a entornos es llevada a cabo - y centrala esto es el proceso de diseo en s mismo. Si el ambiente interno se ajusta alambiente externo y viceversa, el artefacto cumplir el propsito deseado. As, si lacuchara es demasiado plana servir para manipular helado o arroz compacto perono sopa. Este modo simtrico de contemplar los artilugios en general, es tambinaplicable a cosas que no estn hechas por el hombre pero que han sido adaptadaspor ste a cierta situacin, por ejemplo la piedra que sirve para cascar nueces sinaplastarla y molerla por su excesiva inercia. Tambin es aplicable a los sistemasvivos que han evolucionado a travs de las fuerzas de la evolucin biolgica. Unateora de las ruedas para un rover lunar14toma de las ciencias naturales una

    explicacin de su ambiente interno (de su construccin no neumtica, sino dellanta de aluminio y una malla de zinc), de su ambiente externo (La enormevariabilidad de temperatura luz-sombra y la radiacin solar directa [sin filtroatmosfrico]) y de la relacin entre su ambiente interno y externo (los chevrons[jinetas] de titanio que tachonaban la rueda por fuera de la malla favorecan latraccin). Por otra parte, una generalizacin de este argumento de separacin entreambiente interno y externo aqu referido implica que deberamos buscar talseparabilidad, en algn grado, en todoslos sistemas complejos de gran escala, yasean naturales o artificiales. Entindase, vale para todo diseo.

    14ElLunar Roving Vehicle que construyeron las empresas Boeing y General Motors para las

    misiones Apollo 15/17, de la NASA, a comienzos de los aos setenta.

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    Una lgica propia de los mtodos de optimizacin podra ser esbozada de lasiguiente manera: el entorno interno del problema de diseo es representado porun conjunto de determinadas alternativas de accin (de decisiones de diseo). Las

    alternativas pueden ser determinadas con cierto detalle: son determinadas enrelacin con variables de comandoque tienen propiedades definidas. El entornoexterno es representado por un conjunto de parmetros, que pueden ser conocidoscon certeza o slo en trminos de probabilidad. Los objetivos para la adaptacin delentorno interno al externo son definidos por una funcin de utilidad, quizscomplementado por una serie de limitaciones (inadecuaciones entre funciones delas variables de comando y parmetros de entorno).15

    No obstante,un tenedor, un sacacorchos, una tipografa, o una lombriz, puedenser analizados en parte- con los mtodos de la ciencia natural sin tener en cuentasu fin o su adaptacin y sin hacer referencia a su carcter de interfaz entreambientes interno y externo. Despus de todo, su comportamiento est regido porla ley natural an cuando, las propiedades especficas del artefacto estnprecisamente en la relacin dbil o indirecta, o hipottica, o postulada, entre lasleyes naturales por dentro y las leyes naturales por fuera. Por otro lado, aunque ladivisin entre ambiente interno y externo sea innecesaria para analizar un pjaro oun avin, cuando menos resulta muy conveniente. Hay varias razones a favor deello, que se harn evidentes con algunos ejemplos que consigan relacionar laadaptabilidad del diseo con la evolucin natural.

    En el rtico, dice Simon (ibd.), las pieles de muchos animales son blancas.Normalmente explicamos esto diciendo que el blanco es un color adecuado para elambiente rtico pues las criaturas blancas presas y predadores- evitan ser

    detectados. Desde luego, sta no es una explicacin de ciencia natural: es unaexplicacin en la que interviene un propsito o una funcin. Existen determinadostipos de individuos que funcionan mejor (que sobreviven) en ese tipo de ambiente.La fuerza de esta explicacin se extrae de referencia a la seleccin natural o algnotro mecanismo equivalente, exigiendo de forma prioritaria una comprensin delambiente externo. Al observar un paraje nevado podemos figurar el colorpredominante en los animales que vamos a encontrar. Poco necesitamos saberacerca de su biologa (ambiente interno), ms all de que son adaptativas (a travsde la seleccin o ese otro mecanismo). La racionalidad juega en las ciencias delcomportamiento humano en la toma de decisiones un papel anlogo al de laseleccin natural en la biologa evolutiva. De manera que, al estudiar un sistema

    adaptativo o artificial (una solucin de diseo), conviene deslindar el ambienteexterior del interior porque podemos predecir su comportamiento a partir delconocimiento de los objetivos del sistema y de su ambiente externo, con unossupuestos mnimos acerca de su ambiente interno. Al fin y al cabo, solemosencontrar ambientes internos bastante diferentes entre s que cumplen finesequivalentes o parecidos en ambientes externos idnticos o parecidos: motorelctrico y motor a explosin, sacacorchos T y sacacorchos de dos tiempos,arrancadores dependientes e independientes (para lmparas de descarga). Por elcontrario, en otras ocasiones, el que un sistema determinado consiga un finparticular (o una adaptacin) depende tan slo de unas pocas caractersticas delambiente externo y en absoluto de los detalles de ese entorno. Los diseadores son

    capaces de separar suficientemente el sistema interno del ambiente, de manera quese mantiene una relacin invariante entre el sistema interno y el fin, conindependencia de las variaciones en un amplio espectro de la mayora de losparmetros que caracterizan al ambiente externo (tipografas robustas, vehculosmilitares todoterreno, cabinas presurizadas, etc.). El mejor de los mundo posiblespara un diseador es el que permite la combinacin de los dos conjuntos desituaciones descritas que pueden ponerse de manifiesto descomponiendo unsistema adaptativo en 1.objetivos, 2.ambiente interno y 3.ambiente externo. Lo

    15El problema de optimizacin es encontrar un juego admisible de valores de las variables decomando, compatibles con las limitaciones, que maximizan la funcin de utilidad para los valores

    dados de los parmetros de entorno.

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    ms importante de todo esto es que podemos aspirar a ser capaces de caracterizarlas principales propiedades del sistema y de su comportamiento sin tener queelaborar o esperar la elaboracin -al detalle- de una ciencia natural del ambienteexterno o una ciencia natural del ambiente interno. Podemos, a travs de la

    experiencia del diseo, concebir una suerte de ciencia de lo artificial (un avance delconocimiento del mundo por medio del diseo mismo) que se funda o se fluidificaen la simplicidad relativa de la interfaz (de la solucin de diseo) como fuenteprimaria de abstraccin y generalidad. Por esto, hemos dicho que cada diseoinvolucra la hiptesis abductiva de una regla o ley (siempre falsable) respecto decul debera ser la mejor solucin para el problema o el tipo de problemas que se haintentado resolver. La descripcin de un producto o de una idea de diseo entrminos de organizacin y funcionamiento -de su interfaz entre el ambienteinterno y externo- es un objetivo fundamental de las actividades de invencin y dediseo. Cada nueva propuesta de diseo para una nueva o vieja tipologa y conella- un modelo hipottico (de ley) de cmo debera ser el mundo (con eseaadido), se formulan sin esperar un determinado estado de desarrollo de unasciencias de los medio ambientes interno y externo.

    De esta manera, las propiedades de que se ha dotado al entorno interno se ponen alservicio de los objetivos del entorno externo. Lo fundamental para la descripcin deun artefacto lo constituyen los objetivos que conectan el sistema interior con elexterior. El sistema interior consiste en una organizacin de fenmenos naturalescapaz de lograr los objetivos deseados dentro de un rango de ambientes (no deltodo estudiados, aclarados y especificados). Es posible que haya, adems, muchos opocos sistemas naturales o artificiales funcionalmente equivalentes, capaces dehacer lo mismo, de los cuales la abduccin (de laRegla) en que se inscribe unanueva solucin de diseo es una suerte de rapto o analoga. El entorno exterior

    (an a la espera de una ciencia que lo explique exhaustivamente) determina opresenta algunas las condiciones para la consecucin de objetivos. Si el sistemainterno est correctamente diseado, se adaptar como modelo hipotticoexitoso- al entorno externo, de forma que su comportamiento quedardeterminado en gran parte por el comportamiento de este ltimo. Para predecircmo se comportar, lo nico que tenemos que preguntar es: Cmo funcionara enestas circunstancias ste sistema diseado racionalmente? El funcionamientoadopta la forma del entorno en que se mueve.

    No obstante, la realidad (inexplorada) presenta resistencia o lmites a laadaptacin. Si siempre pudiramos especificar un sistema interno proteico que

    adoptara exactamente la forma del entorno operacional, disear sera sinnimode desear[]Si los deseos fueran caballos, todos los mendigos cabalgaran.(Simon, ibd.) Si pudiramos especificar (a ciencia cierta) un sistema interno queadoptara exactamente (a ciencia cierta) la forma del contorno operacional, disearno sera necesario, tan slo bastara con hacer lo que se debe segn las leyes de lasciencias que explican suficientemente ambos medio ambientes.

    La cuestin, sin embargo, es un poco ms compleja para el diseador: tipografalegible y confortable define un objetivo de diseo, un objetivo que podra lograrsepensamos actualmente- con el desarrollo de muchas soluciones diversas (por esopersiste el diseo tipogrfico, cuando pareceran ya estar hechas todas la letras

    imaginables). Pero el diseo no se realiza hasta que no se haya descubierto oinventado por parte del diseador- como mnimo, un ambiente interno realizableque obedezca aparentemente a leyes naturales (de la percepcin, de la tecnologa,etc.) en parte- desconocidas y a punto de ser formuladas o re-formuladasabductivamente y probadas induccin mediante. En el mundo real, tenemos quecontentarnos con cumplir los objetivos de diseo de forma aproximada, nada ms.Las propiedades del sistema interno surgirn de la metodologa de diseoempleada para integrar del modo ms inteligente lo poco que an sabemos deambos medio ambientes y, finalmente, el comportamiento del sistema responderms o menos imperfectamente a su entorno operativo. Mientras tanto, lapostulacin de mundos nuevos no se detuvo a causa de una ignorancia que se

    presenta prcticamente invencible. No se detuvo gracias a esa disposicin de la

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    humanidad que llamamos diseo.

    En condiciones normales de uso, un puente se comporta simplemente como unasuperficie plana relativamente regular sobre la cual pueden desplazarse losvehculos. Slo cuando se le somete a una sobrecarga aprendemos acerca de laspropiedades fsicas de los materiales con los que fue construido. (Simon, op.cit.,I. [p.14])

    El objetivo bsico del de ingeniera de obras civiles es, en principio, resolversatisfactoriamente todas las fuerzas de un edificio y sus apoyos en un estado deequilibrio. Sin embargo, buena parte de los desafos de la ingeniera de estructurashan sido resueltos en asociacin con otras disciplinas tambin ingenieriles yprximas a la hidrologa o bien, a la aeronutica. El programa de ordenador digitalutilizado para analizar el comportamiento de la estructura del Guggenheim deBilbo ya haba sido probado para disear el avin de cazaMirage 2000 o eltransporte aerocomercialBoeing 777. Estos programas de diseo liberan al

    ingeniero humano del arduo trabajo que supone realizar clculos e ir probando losrendimientos de las estructuras, y hacen posible imaginar edificios que, antes deque existiesen los ordenadores digitales y los programas de diseo, hubiese sidoimposible siquiera imaginar, o imaginar con sensatez. An as, el grueso del cursodel anlisis de la ingeniera de estructuras se realiza sobre edificios aburridos,convencionales, repetitivos y poco imaginativos; porque la ingeniera es porcostumbre- cuidadosa y poco atrevida, pues su principal tarea consiste en que nadavaya mal y no en producir nuevos conocimientos acerca del comportamiento delmundo. Slo parte de la historia de la ingeniera, la ms interesante desde el puntode vista cientfico puro, ha estado orientada a comprometerse con grandes riesgosrespecto a la estructura y la construccin. Adems estos riesgos no siempre se han

    resuelto con xito. Una parte significativa de la historia de la ingeniera secaracteriza por el hundimiento y el derrumbe de cpulas, catedrales, puentes,presas, etc. Cada uno de estos fracasos compensa con el hecho de que se aprendemucho ms de ellos que de las estructuras que se mantienen estables (queconsiguen cierto xito como interfaz entre sus entornos interno y externo). Si bienla ingeniera requiere la realizacin de numerosos y grandes clculos en un marcode respeto mximo por la seguridad, en ltimo extremo, se trata de una actividadexperimental cuyos fracasos siguen aumentando el conocimiento sobre los lmitesde ese arte y sobre la resistencia del mundo (Peirce). Por supuesto que, este aporte(colectivo) al conocimiento no es, precisamente lo que privada e interesadamentese valora en cada proyecto de diseo. Por el contrario, stos adquieren valor para

    los sujetos interesados cada vez que tienen xito y no cuando fracasan. De larelacin especfica- entre lo pblico y lo privado, en su sentido filosfico y tericocrtico, nos ocuparemos en 2.2. y finalmente en 4.1. En estas secciones aclararemosla diferencia entre lo que es un fin o un inters pblico (del gnero humano en unsentido irrestricto) y lo que son intereses o fines privados. Pus bien, el progreso enel conocimiento que se obtiene en el aprendizaje asociado a cada fracaso o falsacinemprica de la Regla abducida en el proceso de diseo de la interfaz de diseopertenece al primero de los intereses, el que responde a la humanidad entera;motivo por el cual, cuando elMillenium Bridgede London, una muy innovadoraestructura colgante cuasi horizontal, diseada porLordNorman Foster(arquitecto),SirAnthony Caro (escultor) y Cristopher Mark Wise (ingeniero de la

    compaa fundada porSirOve Nyquist Arup), comenz a oscilar de maneraalarmante durante la misma inauguracin, el arquitecto, que haba estado al frentede la campaa de promocin, desapareci de la escena y se inform como quinno quiere la cosa- que el problema derivaba de una cuestin de ingeniera. Porfortuna, Cristopher Wise, el autntico creador de la obra, por ser un ingenierodependiente no del todo reconocido como autor del proyecto, no fueresponsabilizado del fallo. Durante un tiempo, a travs de la pgina web y de unaserie de comunicados, la firma Ove Arup & Partners16intent sugerir que Marc

    16Una empresa que hoy es propiedad de sus empleados y su gestin es ajena a la intromisin de losaccionistas o a la influencia de los intereses de agentes externos, manteniendo en lo posible, unespritu libre para tomar las decisiones ms convenientes para cada proyecto. La empresa fue

    fundada en la postguerra porSirOve Nyquist Arup. El mismoSirOve dise una empresa donde

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    Maurice Mimram, ingeniero creador del nuevo puente deSolfrino(Paris, 1999)que tambin haba oscilado, debera haber informado al mundo de la ingenierasobre las causas de su movimiento y sobre las soluciones implementadas.Reclamaban que quienes lo saban, no hicieron pblicos los sucesos o bien, los

    mtodos considerados para informar y compartir los datos acerca del fallo con losdems fueron insuficientes y no emplearon las vas normales para comunicar losfracasos a la comunidad de la profesin. En ninguna de las crnicas sobre el da dela inauguracin del puenteSolfrino se sugiri que las vibraciones podran serparte de un problema genrico que podra afectar a otros puentes. Los voceros deOve Arup & Partners reclamaron que los artculos cientficos que se escribieronsobre el puente fueron incoherentes e inexactos acerca de la razn del movimientoy el cierre temporario del puente para reparaciones y ajustes. Los diseadores delSolfrino [deca, ms o menos la reclamacin] no publicaron un informe tcnicoclaro en el que se describiese el problema. Luego, las reglas de la arquitectura depuentes han quedado definitivamente modificadas a partir de los fallos de estasesplndidas pasarelas peatonales en los centros de London y Paris.

    Lo artificial debe entenderse como una suerte de simulacin experimental (msque efectivizacin) de un mundo idealmente optimizado. Comprendemos eintentamos explicar cmo sera un mundo idealmente optimizado a travs de reglasabducidas en el proceso de diseo, que han de ser probadas luego, empricamente.

    La artificialidad connota una similitud perceptiva pero una diferencia esencial, unparecido ms externo que interno. [] podemos decir que el objeto artificial imitaal real dndole la misma cara al sistema externo, adaptndose, en relacin con losmismos objetivos, a rangos comparables de tareas externas. La imitacin es posibleporque sistemas fsicos distintos pueden organizarse para mostrar uncomportamiento casi idntico. El muelle mecnico y el circuito amortiguadorobedecen a la misma ecuacin lineal diferencial de segundo orden, de ah quepodamos utilizar cualquiera de los dos para imitar al otro. (ibd.)

    El diseo hace progresar el conocimiento acerca del mundo mediante pequeossaltos o revoluciones, algunas de ellas fracasadas luego de algn tiempo. Modestospasos revolucionarios (abductivos) que se adelantan a los procesos cientficos msacumulativos y corrientes.

    No es tan grave, desde el punto de vista epistemolgico, la diferencia entre laaccin del diseo y el avance cientfico basado en la simulacin a travs demaquetas y modelos, inclusive de la modelacin digital a cargo de ordenadores.

    Denominamos simulacin a la imitacin y tratamos utilizarla para entender elmundo posible en el que se inscribe poniendo a prueba la simulacin en diferentesentornos simulados, o imitados. Como tcnica cientfica dirigida a la comprensin yprediccin del comportamiento de los sistemas (de las posibles articulaciones deentornos internos y externos en un mundo optimizado para el hombre), el diseoprecede inclusive histricamente- a la simulacin fsica o virtual. El tanque depruebas hidrulicas y el tnel de viento son instrumentos valiosos en el estudio degrandes sistemas, porque que permiten disponer de modelos reducidos. En un

    los profesionales de diversas disciplinas podan trabajar colaborativamente para producir losproyectos de mayor calidad que se podan lograr trabajando en el aislamiento y sin compromiso

    (hacindolo en uno de los sentidos en que se podra tomar el concepto de pblico [cfr. infra. 4.1.]).

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    sentido equivalente, el conjunto de innumerables creaciones del diseo permitedisponer de innumerables modelos de cmo podra ser un medio ambienteoptimizado, haciendo posible su contrastacin inductiva y lo que es msimportante- la muy probable falsacin en un tiempo suficientemente futuro (in a

    long run)- de casi todas nuevas soluciones de diseo, haciendo posible un progresodel entorno material y simblico hacia un estadio ideal, verdadero y por tratarsede diseo- bueno y sino justo- autotransparente.

    Tanto la simulacin como el diseo pueden inclusive consistir en experimentosmentales que en realidad no llegaron a realizarse completamente. Sin embargouno de los aspectos ms sobresalientes del diseo es que, adems de producir oinvolucrar, mentalmente por abduccin, una ley que regula un mundo posible,muchas veces ese mundo posible se prueba inductivamente en el mundo dereferencia, real. Cada nuevo diseo es til para esbozar y luego contrastar lasconsecuencias atribuidas a las determinadas opciones del proyecto (opcionesparadigmticas para cada uno de sus sintagmas).

    Cmo podran una simulacin o un nuevo diseo llegar a decirnos algo que nosupiramos ya? La respuesta apresurada a dicha pregunta es que no puede, que eldiseo sirve para cambiar las cosas pero no para conocerlas. Sin embargo, el diseopuede ensearnos cosas que desconocemos. La simulacin as como el diseopueden ofrecer conocimiento nuevo a travs de dos vas relacionadas entre s. Laprimera es que, an disponiendo de premisas correctas, descubrir todo lo que stasimplican puede resultar verdaderamente difcil. Todo razonamiento correcto esun grandioso sistema de tautologas, pero slo Dios puede hacer un uso directo deeste hecho. El resto de nosotros debe desentraar dolorosa y faliblemente lasconsecuencias de nuestras hiptesis.(Simon, ibd.) Es caracterstico de muchos

    tipos de problemas de diseo que su entorno interno est formado porcomponentes cuyas leyes de comportamiento fundamentales -sean stas fsicas,qumicas, etc.- son bastante conocidas. Entonces, el problema consiste, en realidad,en predecir cmo se comportar la interaccin siempre compleja de talescomponentes.

    As, cabra esperar que la simulacin fuese una tcnica poderosa capaz de derivar, apartir de nuestro conocimiento de los mecanismos que gobiernan elcomportamiento de los gases, una teora sobre el clima y medios para prediccinmeteorolgica. [] Por decirlo de manera excesivamente sencilla, la idea es que yaconocemos los presupuestos bsicos correctos, las ecuaciones atmosfricas locales,

    pero necesitamos que el ordenador obtenga las implicaciones resultantes de lainteraccin de un gran nmero de variables a partir de condiciones inicialescomplicadas. Se trata simplemente de una extrapolacin a la escala de lascomputadoras modernas de la misma idea que aplicamos al resolveralgebraicamente dos ecuaciones simultneas. (Simon, ibd.)

    Llevando este ejemplo al diseo, podramos pensar que ste, a la larga actuar ensu conjunto- como una tcnica poderosa capaz de derivar, a partir de nuestroconocimiento siempre imperfecto e incompleto- de los mecanismos quegobiernan el mundo natural y social, una teora sobre el medio ambiente ideal. Laidea es que ya conocemos algunos de los presupuestos bsicos correctos, peronecesitamos que la experiencia heurstica del diseo obtenga por abduccin las

    implicaciones hipotticas resultantes de una interfaz que interacta con un grannmero de variables, para luego corroborarlas o falsarlas a travs de la induccin.

    La segunda y principal de las vas en las que el diseo o la simulacin puedenensearnos cosas sobre el mundo que desconocemos es la de proporcionar ayudacuando de entrada, sabemos muy poco o casi nada acerca de las leyes naturales quegobiernan el comportamiento del entorno interno. Esto es as porque explicar opredecir fenmenos en sus detalles ms mnimos es algo que ninguna o rara veznos interesa en un sentido prctico. Habitualmente, son slo unas pocaspropiedades, extradas o separadas de la compleja realidad de aquellos fenmenos,las que nos interesan. Cuanto ms dispuestos estemos a hacer abstraccin respecto

    de los detalles de un conjunto de fenmenos, tanto ms fcil resultar simular o

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    intervenir en dichos fenmenos. Adems, no necesitamos conocer toda laestructura interna del sistema, sino slo aquella parte del mismo que seaindispensable para esta abstraccin y su posible intervencin.

    Por fortuna, las cosas -para pensar cmo las cosas deben ser- son de este modo.Pues la estrategia orientada principalmente de arriba-abajo (en una secuencianomolgica deductiva) con la que se construyeron las ciencias naturales durante losltimos siglos habra resultado, en su puridad y salvando los momentosretroductivos, intil para el diseo.

    Sabamos ya bastante acerca del comportamiento general de la materia, tanto fsicocomo qumico, antes de tener algn conocimiento de las molculas; sabamosmucho de qumica molecular antes de tener una teora atmica, y mucho de lostomos antes de que tuviramos una teora de las partculas elementales ... si es queen realidad la tenemos hoy. [] Esta construccin en suspenso de la ciencia, desdela azotea hasta los cimientos an a medio hacer, fue posible porque el

    comportamiento del sistema en cada nivel dependa nicamente de unacaracterizacin muy aproximada, simplificada y abstracta del sistema en el nivelinmediatamente inferior. (Simon, ibd.)

    El diseo es un caso extremo y ejemplar de construccin en suspenso(innovadora e hipottica) de conocimiento de un mundo posible, idealmenteoptimizado, desde la azotea hasta los cimientos an a medio hacer.Tambin enel diseo, el comportamiento de la interfaz depende nicamente de unacaracterizacin simplificada y abstracta de los sistemas del entorno interno yexterno. De otro modo la adecuacin ergonmica de las herramientas de taller o laadecuacin perceptiva de las placas de sealizacin carretera dependeran deentender la fsica de las partculas elementales, con todas las demoras para lacivilizacin que deparara el caso. Los sistemas artificiales y los sistemasadaptativos tienen propiedades que los hacen particularmente susceptibles dediseo (o simulacin) a travs de modelos simplificados de sus entornos (interno yexterno).

    La equivalencia en el comportamiento de sistemas cuyos entornos internos no sonidnticos resulta particularmente factible si los aspectos que nos interesan sedesprenden de la organizacin de las partes, independientemente de casi todas laspropiedades de los componentes individuales. As, para mltiples propsitos, de untipo de configuracin en la pintura de los rostros de las marionetas, puedeninteresarnos nicamente ciertas caractersticas, tales como su aspecto esquemtico,anguloso y toscamente afilado (nada suave ni redondo), orientado a exagerar lascaractersticas distintivas de las partes del rostro y de los personajes, para que esosdetalles no se pierdan y causen durante el espectculo- el efecto esperado. Encambio pueden resultamos totalmente irrelevantes las propiedades iconogrficasdel mismo, o incluso si se trata de una configuracin 2-D 3-D. En su familiatipogrficaEldorado (experimentada durante la segunda guerra y publicada luegode ella),el diseador William A. Dwiggins quin buscaba una tipografaeconmica17y con un cierto aire espaol-18resalt algunas caractersticas distintivasde las letras para facilitar su legibilidad, acomodndose a la visin, hacindole vercurvas que no existen aplicando unos trazos de fuertes ngulos en su lugar. Lallamadafrmula Mo marionetase consolid definitivamente en sus posteriores

    diseos (Caledonia,1938-1940;Electra,1939-1944) y consiste bsicamente, ya enmateria de tipografa- en crear una contradiccin entre la contraforma interior yexterior de los caracteres (en cierta regulacin inesperada de la disparidad develocidades de las curvaturas de ambos contornos del negro de la letra), paraconseguir la adaptacin de ser legible en cuerpos pequeos o bien, a la distancia.Todo esto, poniendo entre parntesis las dems propiedades de los entornosinternos y externos, tanto de los muecos como de las letras. Entre numerosas

    17Que ocupe poco espacio con gran cantidad de texto, ya sea por su condensacin o como el casodel que aqu se habla- por la posibilidad de reducir el cuerpo (tamao) de la letra sin perderlegibilidad.18

    As se lo haban solicitado.

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    Caso, lo que obtendramos la variedad de silogismoBaroco [re$re"ca].Mientras que, si negamos elResultadoy admitimos el Caso, tendremos que negarlaRegla,de tal modo, obtendramos la variante silogsticaBocardo [re$ca"re]. Esto ocurre, pues se ha partido de un razonamiento deductivo necesario en

    Brbara. No obstante, si hubiramos elegido una deduccinprobable enBrbara,los modos indirectos que obtendremos sern: (i) el correspondiente aBaroco, unahiptesis; (ii) el correspondiente aBocardo, una induccin. Veamos:

    Barbara. Deduccin probable

    Regla | La mayor parte de habichuelas de esta bolsa son blancas.

    Caso | Este puado de habichuelas es de esta bolsa.

    Resultado | Probablemente, la mayor parte de este puado de habichuelasson blancas.

    Baroco.Hiptesis

    Negacin del Resultado | Pocas habichuelas de este puado son blancas.

    Regla | La mayor parte de habichuelas de esta bolsa son blancas.

    Negacin del Caso | Probablemente, estas habichuelas se sacaron de otrabolsa.

    Bocardo.Induccin

    Negacin del Resultado | Pocas habichuelas de este puado son blancas.

    Caso | Este puado de habichuelas es de esta bolsa.

    Negacin de la Regla | Probablemente, pocas habichuelas de esta bolsa sonblancas.

    La relacin que establece Peirce entre el razonamiento sinttico y el razonamientodeductivo a partir de este juego de inversiones, no es poco importante, pues,implica que la adopcin de determinada hiptesis (entre todas las posibles) no sloest dada por la posibilidad de que explique los hechos observados, sino que laeleccin de una hiptesis contraria, habra conducido -probablemente- a resultadoscontrarios a los observados. Esto es extensivo al caso de la induccin, ya que alelaborarla, ...no slo lo hacemos porque explica la distribucin de caracteres de lamuestra, sino tambin porque una regla diferente habra conducidoprobablemente a que la muestra fuese distinta de lo que es. (1970, 2.11., [p.73])Sin embargo, advierte que tal relacin no es -como estudiaremos adelante-absolutamente concluyente.

    De las inferencias y la justificacin de por qu garantizan, de hecho, elobjetivo del proceso de investigacin. Donde se intenta explicar algomucho ms difcil

    Peirce sostiene que, desde el punto de vista de la lgica de la investigacin, laconexin (digamos, hipottico deductiva) de los tres modos del razonar, constituyela prescriptiva segn la cual hemos de proceder si queremos arribar (el gnerohumano o cualquier inteligencia del universo, alguna vez) en un tiemposuficientemente futuro a enunciados verdaderos sobre la realidad. Esteprocedimiento y este rumbo, hacia un estado ideal de informacin completaimplica, en lo que respecta al diseo, tanto el crecimiento del conocimiento de una

    comunidad sobre las bondades de un medio ambiente optimizado, como de la

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    autotransparencia intersubjetiva de sta, la que disolvera la opacidad ideolgicaconstitutiva del diseo, impidiendo ya que ste se convierta en medio para queunos hombres se apropien ilegtimamente del poder de otros. Cmo funciona estagaranta? La deduccin debe el poder de conducir necesaria e inmanentemente a

    enunciados correctos por su carcter puramente analtico y, de esto, se sigue suesterilidad para el avance del conocimiento. Por otra parte, las formas sintticas dela inferencia (an en la descripcin de sus reglas a partir de un modelo deinferencia en general) no son concluyentes, no teniendo validez a priori, no superanlos lmites impuestos por la no-universalidad y no-necesariedad de todo conjuntode experiencias particulares. El propio Peirce pregunta: Cmo es que toda estaverdad ha llegado a alumbrarse por un proceso -como las formas sintticas de lainferencia- en el que no hay compulsividad alguna ni tendencia hacia lacompulsividad? (1903 [1988, IV.A.4., p.137])

    En ocasiones, Peirce intenta proponer una explicacin emprica a fin defundamentar la lgica abductiva e inductiva (Habermas, 1968, II.6., [pp. 123 y ss.]).

    Existiran ciertas reglas productivas para la obtencin y transformacin deinformaciones que seran el resultado de regularidades del mundo orgnico, o de laseleccin natural. Pero finalmente, la cuestin de la validez de las reglas lgicas nopuede recibir una respuesta inmediatamente emprica, sino que requiere unasolucin en trminos de la filosofa trascendental, pues se trata ni ms ni menos-,otra vez del problema kantiano de la justificacin de los juicios sintticos.

    Peirce retoma el problema de Kant, pero no en el sistema de referencia kantiano.No se interesa por la posibilidad de los juicios sintticos a priori, sino por laposibilidad del pensamiento sinttico en general. Kant, supone que los juiciossintticos, al hilo de los cuales explora, cmo es trascendentalmente posible elconocimiento, tienen la misma validez incuestionable que los juicios analticos. []Peirce afirma tan slo que las inferencias sintticas tienen que valer de hecho si hade ser posible algo as como un proceso de investigacin, contingente en suconjunto.(Habermas, op.cit.,[p.124]).

    Segn lo dicho, Peirce entiende que nos vemos forzados a concebir una realidadcomo correlato del proceso de investigacin, de sus resultados a largo plazo y queesto, nos aproximara a la seguridad de una cierta validez efectiva de laargumentacin sinttica. Pero en favor de su validez, Peirce no expone sino laconviccin fundamental de que ha existido un proceso acumulativo de aprendizajeque de continuarse con el mtodo adecuado, durante suficiente tiempo, conduciraa un conocimiento de la realidad.

    El ensayo durante estos tres siglos de este mtodo emprico en la ciencia natural -aunque abominado duramente por la mayora de los hombres- nos estimula aconfiar en que estamos acercndonos ms y ms hacia una opinin que no estdestinada a ser destruida, an cuando no podemos esperar nunca alcanzar porcompleto este objetivo ideal. (1877 [1988, V.5.27., n.22., p.l96]).

    Segn este punto de vista, no habra que buscar la universalidad y la necesariedadtrascendental de las formas de las inferencias sintticas, ya que slo estaranfundamentando la validez de un mtodo que a largo plazo conduce -obligatoriamente- a enunciados verdaderos. Dicho de otro modo: las conclusionesde la inferencia sinttica no se justifican por ser probables ni necesitan justificarse

    por el hecho de ser universalmente verdaderas, sino que su validez se debe al hechode ser el resultado de la aplicacin de un mtodo.21Cmo sabemos que talesresultados se aproximan a la verdad? Peirce no duda en formular y aceptar -ennumerosas oportunidades- esta circularidad.

    Aprovechndonos de las leyes de la percepcin, podemos averiguar mediante elrazonar, cmo son real y verdaderamente las cosas; y cualquiera, teniendo lasuficiente experiencia y razonando bastante sobre ello, llegar a la nica conclusinverdadera. (Peirce, op.cit., [V.5.27., p.195).

    21Esto es lo que interes a Toms Maldonado y lo llev a poner en marcha en Ulm- esta suerte de

    giro pragmatista en la enseanza del diseo.

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    La validez de la argumentacin sinttica no estara dada -como alguna vez lopropuso Kant- por su verdad necesaria y universal (ya que de este modo, serasinttica a priori); sino por ser el resultado de la aplicacin de un mtodo queconduce al conocimiento completo de la realidad. Qu es lo que vuelve vlido al

    mtodo? Su validez se sustenta, sin ms, en la suposicin de que los procesos atravs de los cuales ya hemos adquirido nuestro saber son tales que en general, noshan conducido a conclusiones verdaderas. Por esto, podemos suponer que laaplicacin sistemtica del mtodo cientfico basado en la argumentacin sinttica,tiende a multiplicar las opiniones reconocidas intersubjetivamente, resultando unaverdad fundamentada -ms que en una justificacin lgica trascendental- en elcontexto objetivo de la vida en el que el proceso de investigacin cumple funciones;es decir, en la fijacin de la creencia(Habermas, op.cit.,[p.127]). y qu es, pues,la creencia? []Hemos visto que tiene justamente tres propiedades: primero, esalgo de lo que nos percatamos, segundo, apacigua la irritacin de la duda y,tercero, involucra el asentamiento de una regla de accin en nuestra naturaleza,o dicho brevemente, de un hbito. (Peirce, op.cit., [V.1.2.10., [p.207]). En lamedida en que se cumple esta tercera propiedad, este contexto objetivo en el que laregla de conexin de los tres modos de inferencia cumple la tarea defijar creencia,es, la esfera funcional de la accin racional con respecto a fines.

    La esencia de la creencia es el asentamiento de un hbito; y las diferentes creenciasse distinguen por los diferentes modos de accin a que dan lugar. Si las creenciasno difieren a este respecto, -el de orientar el comportamiento- si apaciguan lamisma duda, produciendo la misma regla de accin, entonces las meras diferenciasen el modo de las conciencias de ellas no pueden constituirlas en diferentescreencias.(ibd.).

    Si las creencias producen idnticas reglas de accin se identifican en laintersubjetividad an cuando se diferencien en el modo de las conciencias que deellas tienen los individuos.

    Una creencia, en la medida en que dirija modos de comportamiento que de hecho,no fracasen ante la realidad, no es cuestionada. Pero esto no siempre ocurre. Larealidad opone una resistencia, cuando esto ocurre, se producen las dudas en tornoa la orientacin de la accin. Las creencias producidas en el marco del mtodo de laciencia, son especialmente sensibles a estas resistencias de la realidad, al menos encomparacin con las creencias producidas y mantenidas histricamente por losotros mtodos de fijacin. Esta sensibilidad frente a la realidad hace que ante lamenor falla de los hbitos, surjan dudas sobre la validez de las creencias fijadas.

    Inaugurando nuevos esfuerzos dirigidos a encontrar nuevas estabilidades. Estapropiedad del mtodo cientfico, la que no permite pasar por alto, cmo la realidadva sacudiendo los comportamientos habituales, explicara el aspecto progresista delmtodo cientfico en su discusin frente a aqullos mtodos cuya esencia misma esla de pensar tal y como se est inclinado a pensar, sin tener en cuenta la resistenciade la realidad. Los resultados de la inferencia sinttica, slo resultansignificativos en la esfera defunciones de este comportamiento habitual, racional,con respecto a fines, y controlado por sus frutos.(Habermas, op.cit.,[p.128]). Eneste sentido, se puede decir que lo que estara validando la creencia es laposibilidad de transformar sus enunciados universales en recomendacionestcnicas que puedan ser controladas en relacin a sus resultados de frente a la

    realidad. A este aspecto, es al que se refiere la formulacin de la llamada mximapragmtica. Para el pragmatismo el pensamiento consiste en el metabolismoinferencial viviente de smbolos, cuya intencin reside en las resolucionesgenerales condicionales para actuar. (Peirce, 1903 [1988, VI.2., n.7, p.212]).

    1.4.4. Mxima pragmtica y cosmolgica

    Las creencias se expresan en juicios universales. Tales hiptesis nomolgicas seinterpretan derivando sus consecuencias deductivas en tantopronsticoscondicionales. Pero, como decimos, este movimiento del conceptono es ni

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    absoluto ni autosuficiente; su sentido lo obtiene tan solo del sistema de referenciade la accin instrumental posible. (Habermas, op.cit.,[p.129]) Para CharlesPeirce, toda funcin del pensamiento se orienta a producir hbitos de accin,22osea que, para desarrollar su sentido (significacin) tenemos que determinar qu

    hbitos involucra (1903 [1988, VI. 13., [p.209]). Llegamos, as, a lo tangible yconcebiblemente prctico como raz de toda distincin real del pensamiento[]Es absurdo decir que el pensamiento tiene alguna significacin que no estrelacionada con su nica funcin.(ibd.) Valindose de aquel clebre ejemplorespecto de la divergencia entre catlicos y protestantes en tomo al significado de latransubstanciacin, Peirce ilustra esta locura de imaginar un desacuerdo sobrelos elementos del sacramento an cuando, se da por aceptado un verdaderoacuerdo en relacin a los efectos sensibles del objeto de la disputa (ibd.,[p.210]).Peirce explica su regla: Consideremos qu efectos, que puedan tenerconcebiblemente repercusiones prcticas, concebimos que tiene el objeto denuestra concepcin. Nuestra concepcin de estos efectos es pues el todo de nuestraconcepcin del objeto. (ibd.). La regla prescribe -si queremos reducir el empleoquntuple de trminos derivados de la expresin latina concipere-23poner demanifiesto las repercusiones prcticas concebibles para un objeto dado porqueconstituyen lo nico que podemos concebir de tal objeto,

    Tipos de razonamiento como funciones de los procesos vitales

    Podemos interpretar lo dicho hasta aqu, afirmando que Peirce piensa que losdiferentes modos de la inferencia (deduccin, induccin, abduccin)