4
¿EL FIN DEL MUNDO? La Iglesia de Dios de la Fé de Jesús Tomo: I, No. 35 ¿Cuáles son las bases en que se sostienen las predicciones religiosas sobre el fin del mundo? ¿Cuándo será? ¡Cómo será? ¿Es cierto que la biblia marca el fin del mundo? ¿Por qué siempre han fallado los que anuncian el fin del mundo? ¿Por qué esta creencia es tan universal? ssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss La respuesta sincera a estas preguntas tiene que ser libre y valiente. Libre porque la verdad lo exige, y valiente porque se ha de enfrentar a un error de siglos que se considera lógico y muy cercano de suceder. Para muchos será sorprendente saber que lo que han oído sobre el fin del mundo, descansa solamente en interpretaciones de ciertos pasajes bíblicos que se refieren a otros asuntos que se han confundido con el fin del planeta tierra. He aquí los más importantes y conocidos de esos versículos: “He aquí que Jehová vacía la tierra, y la desnuda, y trastorna su haz, y hace ESPARCIR sus moradores. Del todo será VACIADA la tierra y enteramente SAQUEADA... Destruyóse, cayó la tierra y enfermó, cayó el mundo: enfermaron los altos pueblos de la tierra...” (Isaías 24:1-6) ¿A qué se refiere este pasaje? ¿Trata del fin del mundo esta profecía? Examinémoslo: Los profetas del antiguo pacto no estaban preocupados por el fin del mundo, en su sentido lato o literal, ni se referían a la tierra más allá de las fronteras de Israel. Si hablaban de pueblos de la tierra tomando la parte por el todo, lo hacían en alusión a su pueblo y a su tierra. Particularmente Isaías con su impresionante mensaje, recibió sus visiones y profecías sólo sobre Israel y para Israel, como lo advierte en la introducción de su libro: “Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vió SOBRE JUDÁ Y JERUSALEM...” mismos que son figurados también en “los cielos y la tierra” a los cuales se les reclama toda su atención. Sabido esto, tenemos entonces que la tierra destruida, saqueada y trastornada, del capítulo 24, fue la tierra del profeta, como puede verse en los capítulos 1: 7,8 y 3: 1-8. Si después de la exposición de esta verdad, los interpretes insisten en que estas predicciones tienen un doble sentido que es aplicable al fin del mundo, estarán fundamentando su fe en una interpretación prejuiciada y que nos hace preguntar: Si se trata de una destrucción total del mundo, ¿Por qué se habla de vaciar, esparcir y saquear? Consideremos también la visión alterna de Jeremías sobre el asunto: “Miré la tierra, y he aquí que estaba ASOLADA Y VACIA y los cielos y no había en ellos luz. Miré los montes y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Mire y no había hombre, Y TODAS LAS AVES DEL CIELO SE HABÍAN IDO... Porque así dijo Jehová: toda la tierra será asolada; MAS NO HARÉ CONSUMACIÓN.” (Jeremías 4:23-

¿EL FIN DEL MUNDO?

  • Upload
    others

  • View
    5

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: ¿EL FIN DEL MUNDO?

¿EL FIN DEL MUNDO?

La Iglesia de Dios de la Fé de Jesús Tomo: I, No. 35 ¿Cuáles son las bases en que se sostienen las predicciones religiosas sobre el fin del mundo? ¿Cuándo será? ¡Cómo será? ¿Es cierto que la biblia marca el fin del mundo? ¿Por qué siempre han fallado los que anuncian el fin del mundo? ¿Por qué esta creencia es tan universal? ssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss La respuesta sincera a estas preguntas tiene que ser libre y valiente. Libre porque la verdad lo exige, y valiente porque se ha de enfrentar a un error de siglos que se considera lógico y muy cercano de suceder. Para muchos será sorprendente saber que lo que han oído sobre el fin del mundo, descansa solamente en interpretaciones de ciertos pasajes bíblicos que se refieren a otros asuntos que se han confundido con el fin del planeta tierra. He aquí los más importantes y conocidos de esos versículos: “He aquí que Jehová vacía la tierra, y la desnuda, y trastorna su haz, y hace ESPARCIR sus moradores. Del todo será VACIADA la tierra y enteramente SAQUEADA... Destruyóse, cayó la tierra y enfermó, cayó el mundo: enfermaron los altos pueblos de la tierra...” (Isaías 24:1-6) ¿A qué se refiere este pasaje? ¿Trata del fin del mundo esta profecía? Examinémoslo: Los profetas del antiguo pacto no estaban preocupados por el fin del mundo, en su sentido lato o literal, ni se referían a la tierra más allá de las fronteras de Israel. Si hablaban de pueblos de la tierra tomando la parte por el todo, lo hacían en alusión a su pueblo y a su tierra. Particularmente Isaías con su impresionante mensaje, recibió sus visiones y profecías sólo sobre Israel y para Israel, como lo advierte en la introducción de su libro: “Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vió SOBRE JUDÁ Y JERUSALEM...” mismos que son figurados también en “los cielos y la tierra” a los cuales se les reclama toda su atención. Sabido esto, tenemos entonces que la tierra destruida, saqueada y trastornada, del capítulo 24, fue la tierra del profeta, como puede verse en los capítulos 1: 7,8 y 3: 1-8. Si después de la exposición de esta verdad, los interpretes insisten en que estas predicciones tienen un doble sentido que es aplicable al fin del mundo, estarán fundamentando su fe en una interpretación prejuiciada y que nos hace preguntar: Si se trata de una destrucción total del mundo, ¿Por qué se habla de vaciar, esparcir y saquear? Consideremos también la visión alterna de Jeremías sobre el asunto: “Miré la tierra, y he aquí que estaba ASOLADA Y VACIA y los cielos y no había en ellos luz. Miré los montes y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Mire y no había hombre, Y TODAS LAS AVES DEL CIELO SE HABÍAN IDO... Porque así dijo Jehová: toda la tierra será asolada; MAS NO HARÉ CONSUMACIÓN.” (Jeremías 4:23-

Page 2: ¿EL FIN DEL MUNDO?

2

27) Esta destrucción vista sin detenimiento parece ser general y sin embargo no es así. Nótese en primer lugar que el profeta anuncia una guerra (vso.19). Segundo: Esta destrucción tiene su efecto en un punto y este punto es Jerusalem (20). Tercero: La causa de esta desolación fue la maldad del pueblo del profeta (Israel 22). Cuarto: Las aves se fueron, ¿A dónde? (25). Quinto: Las ciudades destruidas fueron las del monte Carmelo (26), y este monte es un símbolo de Israel, como lo es El Cerro de la Silla para Monterrey, o como el famoso Corcovado para Rio de Janeiro. Sexto: La destrucción reseñada por Jeremías, la causó un ejército enemigo que lógicamente no pereció (29). Séptimo: La frase “No haré consumación,” significa que la destrucción no sería total. En síntesis, lo que Jeremías predijo aquí, fue la invasión de Judá y Jerusalem por los Caldeos que culminó con el destierro de los Judíos en 588 A.C. Ver en estos pasajes el fin del mundo, obedece a la obsesión de quienes predican las doctrinas escatológicas.

PEDRO Y EL APOCALIPSIS Las visiones de destrucción más terribles aparecen en el Apocalipsis y en el lenguaje del apóstol Pedro: “Mas el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos y la tierra y las obras que en ellos están serán quemadas... todas estas cosas han de ser deshechas... en el día de Dios, los cielos siendo encendidos serán deshechos, y los elementos siendo abrasados se fundirán.” (2 Pedro 3:10-12). “más los cielos que son ahora, y la tierra, son conservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.” (vso.7) Analicemos: Primero- Pedro no está profetizando nada nuevo sino enfatizando lo que el profeta de los profetas ya había predicho en Mateo 24; Marcos 13 y Lucas 21. Segundo- Pedro no fue apóstol de los gentiles sino de los judíos, El habló, ministró y escribió para los Judíos esparcidos en todas las tierras bíblicas. (1 Pedro1:1 Y Gálatas 2:7,8) Por tanto él no se refirió a la destrucción del mundo sino a la destrucción de Jerusalem y de su pueblo. Tercero- Pedro escribió por el año 62 o 64, cuando Jerusalem y el templo aún no habían sido destruidos y las profecías de Jesús sobre Israel no se habían cumplido, aunque faltaba muy poco. Él había dicho: “Cuando viereis a Jerusalem cercada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado.” (Lucas 21:20) Jerusalem fue sitiada en el año 66 y Pedro entendiendo la señal dada por Jesús escribió: “El fin de todas las cosas se acerca.” (1 Pedro 4:7) Pedro contra lo que muchos creen, no habla del fin del mundo sino de todas las cosas relativas a Jerusalem y al pueblo de Israel según Lucas 21:22. El mismo mensaje de Pedro es el contenido en apocalipsis 6:12-17. Donde al abrirse el sexto sello, se describe un conflicto cósmico para ilustrar figuradamente la destrucción y desolación de Jerusalem, a la que se describe como “La Gran Ramera”, “La Grande Babilonia”, que Jesús había dicho que ignoraba lo tocante a su fin. (Lucas 19: 41-44) Esta es: “La Grande ciudad partida en tres partes.” De Apocalipsis 16:19,

Page 3: ¿EL FIN DEL MUNDO?

3

“EL FIN, EL FIN VIENE...” Ezequiel hizo temblar a los Judíos de sus días diciendo: “El fin, el fin viene sobre los cuatro cantones de la tierra.” (Ezequiel 7:2-9) A Daniel se le habló del “tiempo del fin” y se le hizo saber que aquello sería cuando Israel fuese esparcido. (Daniel 12: 6,7,13) ¿Pero a qué fin se refirieron los profetas? Al fin del viejo pacto que dejaría su lugar a uno nuevo. Al fin del viejo sistema teocrático Judío que dejaría su lugar a cosas nuevas, diferentes y mejores. (Hebreos 8:13. 2 Corintios 5:17. Apocalipsis 21: 1,6) “Cielos nuevos y tierra nueva” significan un pueblo nuevo, con un nuevo orden de cosas. De este fin querían saber los apóstoles cuando le preguntaron a Jesús: ¿Cuándo serán estas cosas y que será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas? (Mateo 24:3 N. Mundo) La señal que Jesús dejó disipa toda duda demostrando que el fin esperado era el fin de Jerusalem. La otra señal más conocida y predicada pero menos comprendida de predicar antes del fin el evangelio a todos los gentiles en todo el mundo, se cumplió antes que Pablo muriera. (Mateo 24:14 y Colosenses 1:23) Los pasajes de Mateo 26:20 y 13:39, no tratan del fin del mundo, sino del fin del tiempo concedido a Israel. Ud. puede comprobarlo en otras versiones diferentes a la versión de Reina y Valera. El fin mencionado en Mateo 24:13, es el fin personal de los creyentes, compárelo con Apocalipsis 2:10. “El mundo venidero” de Hebreos 2:5, es el nuevo orden espiritual que reemplazaría al viejo pacto al que los Judíos seguían aferrados.

EL FIN ES UN SECRETO El mundo dejará de ser algún día, pero nadie sabe cuándo será. Todos los que han fijado fechas para el fin del mundo han fallado, y la palabra de Dios no dice nada sobre cuando y como será el fin. Lo único que la biblia registra es: “Y tu Señor en los comienzos cimentaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tu permaneces: todos envejecerán como ropa que se muda, pero tu eres permanente y tus años no acabarán.” (Salmo 102:25-27. Hebreos 1:10.12) Jesucristo Dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” (Mateo 24:35) “Mas cuándo será?” No lo dice. y el creador se ha reservado el derecho de hacerlo cuando le plazca. Cuando esto suceda no aparecerá Jesucristo, ni los muertos saldrán de la tumba, ni la iglesia será arrebatada en las nubes, ni vendrá otro mundo mejor, ni empezará el milenio, ni habrá nada de la ilusoria escatología teológica. Además, si el mundo ha de perecer, entonces no será purificado como algunos enseñan. El Rey, Señor y Salvador, prometió estar con los suyos no después del fin, sino “hasta el fin” (Mateo 28: 20).

CONCLUSIÓN Lo que hoy se dice sobre el fin del mundo, es enseñanza obligada por la errónea interpretación de doctrinas que hablan de un milenio, de un mundo futuro, de una edad de oro. Tales cosas exigen que haya un fin por lo menos parcial, y este se busca desesperadamente en la biblia. Y los traductores prejuiciados han fomentado el error. LA REALIDAD ES QUE EL MUNDO ESTA PERDIDO Y DIOS QUIERE

Page 4: ¿EL FIN DEL MUNDO?

4

SALVARLO POR MEDIO DE CRISTO. (Juan 3:16) Pero el hombre está más interesado en el fin del mundo, que en su salvación. Todos quisieran saber cómo escapar de la destrucción telúrica o bélica. Pero nadie muestra interés por escapar del pecado y sus consecuencias. (Juan 3:17-19) Para salvarnos del desastre universal, primero debemos salvarnos del pecado. Jesús NOS SALVA HOY DE LA IRA VENIDERA (Romanos 5:9) Pero necesitamos reconciliarnos con Dios, primeramente. El que ha encontrado salvación en Cristo Jesús, no tiene ninguna inquietud por el fin del mundo. Estamos en el tiempo preciso señalado por los profetas extrabíblicos de todos los tiempos incluidos los profetas que han usado la biblia para sustentar el adventismo, la escatología y el fin del mundo, que la biblia no enseña. Todos los que han dicho que la fecha del fin no llegaría al año 2000. Los que dijeron que sería en 1999. Los que lo esperan para el año que viene, que es precisamente el dos mil. Y nada de lo que predijeron se ha cumplido, ni se cumplirá. Se iniciará el nuevo milenio y veremos el fracaso de los predictores. Será la debacle de la escatología; el desengaño de los adventistas; La vergüenza y confusión de los profetas del fin; Nostradamus, el monje San Malaquías, y el secreto de Fátima quedarán en evidencia. HOY ES EL TIEMPO MÁS MARAVILLOSO, y a nosotros nos ha tocado vivirlo, estamos siendo testigos de cosas que nuestros abuelos ni siquiera soñaron. Hoy Dios ejecuta su juicio sobre las naciones. Pero lo más maravilloso de este tiempo, es que, en medio del fracaso de todas las instituciones humanas, y enmedio de la descomposición social que nos rodea por los cuatro cantones de la tierra. TODAVÍA HOY “No se ha acortado la mano del Señor para salvar; ni se ha cerrado su oído para oír” Y todavía nos dice: “Mirad a mí y sed salvos todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios y no hay más.” (Isaías 59:1 y 45:22)

Él te quiere y tú lo necesitas.