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205Revista de Estudios Extremeños, 2020, Tomo LXXVI, N.º I, pp. 205-232
El retablo católico y el iconostasio ortodoxo. Dos muebles para dos liturgias
Román Hernández [email protected]
ResumenPartiendo de un breve recuerdo del Cisma de Occidente de 1054 que
explique la separación de las iglesias católica y ortodoxa, interesa centrar la atención de este artículo primero en los templos de ambas iglesia y su distribu-ción espacial para fijar la atención en el presbiterio como lugar privilegiado de los mismos y centrar las reflexiones principales en los dos muebles litúrgicos ubicados allí, el retablo católico y el iconostasio ortodoxo. Objeto de especial atención es la comparación de programas iconográficos, morfología y estructura, evolución y funciones o finalidades que ambos muebles presentan y que ayuden a comprender mejor su sentido en cada culto o liturgia.Palabras clave: Iglesia católica, iglesia ortodoxa, retablo, iconostasio, cisma, icono, presbiterio, programa icongráfico, mueble litúrgico.
AbstractStarting from a brief recollection of the Western Schism of 1054 that
explain the separation of the Catholic and Orthodox churches, it is interest-ing to attention of this article first in the temples of both churches and their distribution space to focus attention on the presbytery as a privileged place of them and focus the main reflections on the two liturgical pieces of furniture located there, the Catholic altarpiece and the Orthodox iconostasis. Special object attention is the comparison of iconographic programs, morphology and structure, evolution and functions or purposes that both pieces of furniture present and that help to better understand its meaning in each cult or liturgy. Keywords: Catholic Church, Orthodox Church, altarpiece, iconostasis, schism, icon, presbytery, iconic program, liturgical furniture.
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Román Hernández Nieves
Con esta investigación se pretende establecer las coincidencias y diferen-cias de intenciones que motivaron la existencia de dos muebles litúrgicos en los presbiterios de las iglesias católicas y ortodoxas tras el Cisma de Oriente.
En la organización interna y distribución de elementos y espacios de los templos católicos y ortodoxos el retablo mayor y el iconostasio son muebles principales.
El análisis y comparación de ambos muebles litúrgicos ayudará a compren-der mejor ambas liturgias y sus necesidades de funcionamiento. Valoraremos mejor este patrimonio artístico de carácter religioso, que explica también las visitas turísticas de parte de un público sin intención exclusivamente religiosa.
El resultado podrá añadirse a las conocidas diferencias ideológicas, doc-trinales, litúrgicas y de organización de ambas iglesias.
Habrá que recordar las circunstancias generales de la separación entre las Iglesias del Occidente y Oriente cristiano. Se impone una referencia mínima al Cisma de Oriente y las consecuencias que desde entonces separaron a la Iglesia Católica y la Ortodoxa.
El cisma de Oriente y Occidente, Gran Cisma o Cisma de 1054 fue un conflicto religioso en el que el papa u obispo de Roma, León IX, máxima autoridad de la iglesia católica y el patriarca de Constantinopla, Miguel Ceru-lario, máxima autoridad de la iglesia ortodoxa, se excomulgaron mutuamente.
Este enfrentamiento, cuyos antecedentes se expondrán brevemente a continuación, provocó la separación de la cristiandad occidental o católica de la cristiandad oriental u ortodoxa.
el Tercer Concilio de Toledo en el año 589, en el que los visigodos se convirtieron al catolicismo, se introdujo en el Credo el término Filioque, que se traduce “y del Hijo”, con lo que en el Credo se declaraba e incluía que el Espíritu Santo procedía no sólo del Padre sino “del Padre y del Hijo”. Entre los antecedentes del Cisma está la cuestión del Filioque, que en síntesis consistía en que para la iglesia ortodoxa el Espíritu Santo procedía sólo del Padre y para la iglesia católica procedía del Padre y del Hijo.
En los precedentes del Cisma incidió también la pretensión de la Igle-sia ortodoxa de Constantinopla. La Iglesia ortodoxa, llamada Iglesia católica apostólica ortodoxa, es una confesión cristiana, cuya antigüedad tradicional-mente se remonta a Jesús y a los doce apóstoles. Se considera la heredera de todas las comunidades cristianas de la mitad oriental del Mediterráneo. Su doctrina teológica se estableció en una serie de concilios, de los cuales los más importantes son los primeros Siete Concilios, llamados “ecuménicos” que tu-vieron lugar entre los siglos IV y VIII. Tras varios desencuentros y conflictos, la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica se separaron en el llamado «Cisma de Oriente y Occidente”, el 16 de julio de 1054.
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El cristianismo ortodoxo se difundió por Europa Oriental gracias al prestigio del Imperio bizantino y a la labor de numerosos grupos misioneros. En la actualidad, el cristianismo ortodoxo es la religión predominante en Ru-sia, Rumanía, Serbia y Ucrania.
Hay comunidades ortodoxas grandes en Kazajistán, Letonia, Bosnia-Her-zegovina, Kirguistán, Estonia, Líbano, Turkmenistán, Siria, Croacia, Lituania, Uganda, Cisjordania, Israel y debido a la emigración, Bulgaria, Chipre, Geor-gia, Grecia, Moldavia, Montenegro y Macedonia del Norte. Existen también comunidades ortodoxas importantes en otros países del mundo.
La Iglesia ortodoxa, según su tradición, se considera la continuación de la iglesia establecida por Jesús y sus apóstoles. Tanto como la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa considera suya toda la historia de la Iglesia precismática.
La Iglesia ortodoxa está en realidad constituida por catorce o, según algu-nas de ellas, quince Iglesias autocéfalas que reconocen solo el poder de su propia autoridad jerárquica, pero mantienen entre sí comunión doctrinal y sacramental.
Orthodoxword.r
En la jerarquía de la Iglesia ortodoxa se considera únicamente como la cabeza de la Iglesia en su totalidad a Jesucristo, mientras que las cabezas de las iglesias autocéfalas son los patriarcas o metropolitanos, que se tratan como iguales, pero respetando el honor del Patriarca de Constantinopla de ser el «primus inter pares”, este título significa supremacía meramente simbólica.
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Esa igualdad diferencia la Iglesia católica ortodoxa, presidida por una línea formalmente horizontal de arzobispos (patriarcas) de la Iglesia católica, cuya cabeza, el Papa, es considerado por los ortodoxos como que poseyó el título de primus inter pares antes del Gran Cisma.
La función principal del primus inter pares como líder simbólico honorí-fico del mundo cristiano era presidir los concilios ecuménicos.
Las sedes de los patriarcas en su mayor parte se encuentran en las ca-pitales de los países cuyas iglesias ortodoxas nacionales ellos presiden. La sede del patriarca ecuménico se encuentra en Constantinopla, la ac-tual Estambul en Turquía, en el barrio de Fanar.
La aparición o sea la independencia legítima, canónica, de una nueva Igle-sia ortodoxa es posible solo con el reconocimiento de su autocefalía (el derecho de autogobernación) por todas las Iglesias ortodoxas hermanadas. Las Iglesias no reconocidas al menos por una de las autocéfalas (o sea sin su patrocinio) no se consideran parte de la comunión de Iglesias ortodoxas canónicas.
Entre los siglos VIII y XI se produjo la definitiva consolidación de la Iglesia ortodoxa griega en torno a la figura del patriarca de Constantinopla. Los otros patriarcados orientales reconocidos en el Concilio de Calcedonia del año 451 (patriarcados de Alejandría, Antioquía y Jerusalén), habían perdido importancia al ser sometidos sus territorios por el dominio islámico y las rela-ciones con Roma eran lejanas, aunque todavía frecuentes, al estar situada esta ciudad, desde el punto de vista bizantino, en la periferia del mundo civilizado.
El episcopado oriental reconocía al obispo de Roma como un primado de honor, pero entendía que las decisiones doctrinales y disciplinarias debían de ser tomadas por los Patriarcas conjuntamente o en un concilio general, ecumé-nico, y nunca abandonó lo esencial de esta postura, incompatible con el auge de la primacía romana y su evolución desde la segunda mitad del siglo VIII.
Roma, por su parte, no estaba dispuesta a aceptar la rivalidad imperial a la que estaba sujeta la iglesia en el Imperio bizantino con su idea de «sinfonía» entre el poder del emperador y el patriarca.
Solo entendiendo esta diversidad de puntos de vista, se pueden compren-der las razones que acabaron separando a las dos iglesias, más incluso que sus divergencias dogmáticas y de uso litúrgico, aunque a través de ellas se manifestaban maneras distintas de entender la religiosidad: uso de lenguas di-ferentes, calendarios litúrgicos distintos y, en parte, santorales específicos, sen-sibilidad especial respecto al culto a los iconos, cánones también diversos, etc.
De hecho, los últimos Concilios Ecuménicos que se celebraron en Oriente y en los que estaban presentes los legados del papa fueron los de Nicea en el año 787 y Constantinopla en el 869. Después sobrevino la ruptura producida por el enfrentamiento entre el Patriarca constantinopolitano Focio y el Papa Nicolás I.
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El Cisma se produce cuando en 1054 el Papa León IX, amenazado por los normandos buscaba una alianza con Bizancio y envía una embajada a Constan-tinopla. Los delegados papales, un cardenal y dos arzobispos, cuando llegan a Constantinopla niegan la autoridad y legitimidad del patriarca Miguel I Cerulario. Este se niega a recibir a los legados. El cardenal católico abandona la ciudad tras excomulgar al patriarca Miguel Cerulario, pocos días después éste excomulga al cardenal y a su séquito. Se inicia el Cisma de Oriente, resultado de un largo período de malas relaciones entre las dos partes más importantes de la iglesia universal.
En síntesis, el hecho detonante fue que el Obispo de Roma, el Papa, recla-maba su autoridad sobre toda la cristiandad, incluyendo a los cuatro patriarcas más importantes de Oriente. Estos alegaban que el Papa solo podía ser “Primus inter pares”, “Primero entre sus iguales” y negaban la estructura piramidal de la iglesia católica sobre las iglesias hermanas.
El Gran Cisma tuvo consecuencias litúrgicas entre la iglesia católica y la ortodoxa, que se disputan la fórmula de “una, santa, católica y apostólica”.
Con posterioridad ha habido numerosas iniciativas de aproximación entre ambas iglesias y los intentos de acercamiento en la actualidad no están cerrados.
En orden a centrar nuestro análisis sobre las relaciones entre el retablo en el culto católico y el iconostasio en el culto ortodoxo conviene tener presente algunas diferencias entre ambas iglesias que inciden directamente sobre los muebles litúr-gicos citados. En síntesis, entre las dos confesiones pueden observarse tanto dife-rencias de organización, como diferencias doctrinales y teológicas. A pesar de que son numerosas, las que afectan directamente a nuestro estudio son las siguientes:
Modelo de iglesia ortodoxa. Tríptico turístico. Moscú.
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La Iglesia ortodoxa no comparte plenamente el enfoque presentado por la Iglesia católica al proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María en la bula Ineffabilis Deus del papa Pío IX de 1854. Lo considera redundan-te más que erróneo. De hecho, la liturgia ortodoxa llama a María, Madre de Jesús, «la sin mancha» (akrantos), «toda santa» (panagia) y «sin tacha» (panamos).
En consecuencia no encontraremos en los templos ortodoxos iconostasios con iconos dedicados a la Inmaculada Concepción de María, tan frecuentes en los retablos de los templos cristianos. Sí se dedican imágenes a María como madre de Jesús, pintadas y ubicadas en lugares preeminentes de los iconostasios .
La Iglesia ortodoxa niega la existencia del purgatorio Sin embargo, se reza por las almas de los difuntos al igual que en la Iglesia católica. Ello su-pone la ausencia de los retablos dedicados a las ánimas del purgatorio, que en el templo cristiano suelen obedecer a una tipología de retablo marco o retablo recuadramiento que básicamente está formado por un gran cuadro sobre las animas del purgatorio y su marco sobre el altar.
Para rezar a los difuntos suele haber un lugar en el templo que es una mesa cuadrada con una cruz, símbolo de la crucifixión y sufrimiento de Cristo, donde se puede encender una vela y rezar.
La Iglesia ortodoxa no tiene (y no admite) órdenes, ni congregaciones. La forma de que un feligrés desee hacer votos de vida consagrada es por medio de los monasterios o los sketes.1 No existen en el ámbito ortodoxo los retablos patrocinados o encargados por estas instituciones.
La Iglesia ortodoxa considera que la consagración del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre de Jesús en la misa se efectúa por el Prefacio, las Palabras del Señor (las pronunciadas por Cristo en la Última Cena) y la Epí-clesis conjuntamente.2
La Iglesia católica, por su parte, enfatiza en las palabras pronunciadas por el sacerdote, confesando que la transubstanciación ocurre por la virtud de las palabras de Jesús y la acción del Espíritu en la Epíclesis.
En los iconostasios, por encima de la Puerta Santa suele representarse la Última Cena. En el culto cristiano la institución de la eucaristía da lugar a los retablos eucarísticos o sacramentales que tuvieron gran desarrollo y difusión.
En la Iglesia ortodoxa no se admiten las imágenes tridimensionales para su veneración, como las estatuas o esculturas, sino únicamente imágenes pla-
1 Una skete es una comunidad de ermitaños bajo el mandato de un monasterio, a los que se les permite la práctica de su culto de forma aislada pero aportándoles cierta ayuda y seguridad. Este tipo de asceterios es propio, en su mayor parte, en la Iglesia ortodoxa. Una skete normalmente consta de un área común de culto (una iglesia o capilla) y una serie de pequeñas casas para un pequeño número de monjes o monjas.2 La Epíclesis es la invocación del Espíritu Santo durante la celebración de la misa.
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nas o bidimensionales, tales como pinturas o mosaicos, tradicionalmente lla-mados iconos. En consecuencia no encontraremos ningún iconostasio escultó-rico, siempre es pictórico
La liturgia ortodoxa no utiliza instrumentos musicales, solo la voz huma-na. En la antigua tradición practicada por la ortodoxia de oriente no es practi-cado el canto gregoriano, como se da en el catolicismo o ritos de la ortodoxia occidental. En consecuencia no hay órganos, otro mueble litúrgico extraordi-nario en el culto católico, tampoco coros al modo católico aunque en el templo ortodoxo existen coros en el espacio central del templo para el canto vocal.
Catedral ortodoxa de Sofía. Bulgaria.
Nos aproximamos ya al recinto físico de ambas iglesias, es decir, al tem-plo, que también es diferente en cada caso y distribuye sus espacios según funciones y características de cada liturgia.
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Planta de un templo ortodoxo
Tomado de rezarconiconos.com
Planta de un templo católico
es.wikipedia.org/wiki/Arquitectura de las catedrales y las grandes iglesias.
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Ambos modelos de templos tienen sus cabeceras orientadas hacia el este u oriente, en el caso del templo católico coincide simbólicamente con el lugar de la cruz donde Cristo reposaría su cabeza. La orientación ortodoxa hacia oriente sigue también el modelo de orientación más generalizado en los templos cristianos.
La entrada o acceso principal es siempre por la puerta occidental y el primer espacio en ambos modelos es el nartex, destinado en tiempos iniciales de la iglesia cristiana a los catecúmenos o no bautizados y a los excluidos de la eucaristía por algún motivo. También sirve de espacio para protegerse del mal tiempo al llegar al templo. En la actualidad suele haber un puesto de venta de velas, iconos, libros religiosos, y productos de merchandising.
Pasado en nártex se accede por las puertas reales ortodoxas al espacio central, son tres las puertas: la del norte, la central o Puerta hemosa y la del sur. El nártex, también llamado anteiglesia y este espacio o nave central son los únicos espacios donde pueden estar los fieles ortodoxos. Las paredes aparecen pintadas con escenas sagradas y hay muchos iconos iluminados con lampari-llas, velas y candeleros.
En el templo católico después del nártex se accede a la nave o naves, que igualmente son los espacios para los fieles. En los muros y capillas laterales suele haber altares con retablos e imágenes de talla, pinturas y otros elementos como los confesionarios, que no existen en el templo ortodoxo, tampoco las filas de bancos para sentarse los fieles, que permanecen de pie durante toda la ceremonia religiosa ortodoxa. Avanzando y antes de llegar al presbiterio, en el templo católico se llega al crucero, intersección entre naves longitudinales y trasversales, cubierto por cúpula o cimborrio.
En el templo ortodoxo la cúpula, que pueden ser en número hasta cinco es el elemento arquitectónico constante, propio y singular, sobre todo las cúpulas rusas de cebolla y doradas, que son los elementos más característicos y atrac-tivos del paisaje urbano ruso.
Monasterio de la Santísima Trinidad y San Sergio. Rusia.
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La cúpula coronada con una cruz simboliza la conexión entre el cielo y la tierra, si el templo tiene una sola cúpula simboliza a Cristo, dos representan las dos naturalezas de Cristo, tres la Santísima Trinidad, cinco a Cristo y los cuatro evangelistas, siete los sacramentos o los siete concilios ecuménicos, nueve la jerarquía celestial, trece a Cristo y los doce apóstoles.
Interior de iglesia ortodoxa en San Petersburgo. Rusia
Volviendo al interior del templo ortodoxo y al espacio central otros elemen-tos que se ubican allí son los coros para el canto, sillas para ancianos, enfermos e impedidos, la cátedra del obispo y la sede para la autoridad religiosa superior.
El contraste de filas de asientos con la iglesia católica se explica porque en la liturgia ortodoxa los fieles permanecen de pie a pesar de una duración temporal muy superior a la del culto católico.
Bulgaria. Sofía. Interior de la catedral ortodoxa.
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En el templo católico el espacio común de las naves es para los fieles aunque en las catedrales en ciertos momentos la nave central estuvo ocupada por el coro y la vía sacra.
En el extremo oriental de los templos católico y ortodoxo, en el lado opuesto a la entrada de occidente, que suele ser la principal, se llega en ambos casos al presbiterio, lugar más importante y sagrado del tempo.
Presbiterio católico del Monasterio de Yuste
El presbiterio católico se sitúa en la parte más oriental del templo y se caracteriza porque la capilla mayor donde se ubica suele ser la parte primera y más antigua del templo por donde empezaba la construcción. Es el espacio más sagrado del templo, exclusivo para el oficiante y sus ministros.
El presbiterio católico suele presentar mayor desarrollo espacial, ampli-tud, importancia y preeminencia que las capillas laterales. Está más alto que el resto de las naves. Con una elevación de uno a varios peldaños o escalones. Lo que produce una mayor visibilidad.
Este espacio del templo se orienta en la dirección de la nave principal. Es el área o zona más iluminada natural y artificialmente, es también el lugar más accesible para los oficiantes, ministros y asistentes, ayudantes o auxiliares.
No es espacio para los fieles, no existe intención de accesibilidad para ellos. Hay una clara separación mediante gradas, rejas, verjas, balaustra-das, cancel, etc.
El fin o intención es la captación y mantenimiento de la atención del fiel.
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En los templos de planta de cruz latina la capilla mayor y el presbiterio es donde se ubica simbólicamente el lugar de la cruz que correspondía la cabeza de Cristo.
Por lo anterior el retablo de la capilla mayor o del presbiterio debía ser especial, sea un templo catedralicio, monasterial o parroquial, porque acoge el culto o liturgia central, distinta a las de las capillas laterales, ello justifica la grandeza del retablo mayor católico.
Finalizada la capilla mayor, la decoración y embellecimiento de todo el presbiterio estaba presidido por el retablo mayor. Otros elementos podían ser: la sede presidencial, el coro, ambón o ambones (dos: uno para lectura del Evangelio y otro de la Epístola), etc.El presbiterio en el templo ortodoxo
El presbiterio ortodoxo se sitúa también en la parte oriental del templo, es igualmente el lugar más sagrado del mismo, exclusivo para el oficiante y sus diáconos.
Se eleva sobre el resto del templo mediante unos escalones (uno o más) que producen una mayor visibilidad del oficiante y acólitos. Un ambón central aproxima al oficiante y los fieles en la zona llamada solea. Desde el ambón el oficiante realiza la eucaristía y pronuncia el sermón.
El presbiterio ortodoxo, como el católico, es espacio exclusivo para los clérigos, no para los fieles, los hombres pueden acceder sólo durante el bautis-mo y las mujeres nunca. Sobre ésta distinción cabe añadir que originalmente se diferenciaba el lado izquierdo del templo para las mujeres y el derecho para los hombres, esta separación hoy día parece muy diluida.
A los lados de la solea están los coros para el canto durante la liturgia.El iconostasio divide el presbiterio como gran pantalla de separación en-
tre la parte dedicada a los fieles y la privada de los clérigos. Simbólicamente separa el cielo y la tierra.
Rumania. Bistrita. Presbiterio de iglesia ortodoxa
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El iconostasio se ubica en el presbiterio separándolo en dos partes, la descrita de la solea y la privada posterior donde se ubica la santa mesa o altar en el centro, cubierto con una tela donde va cosida una reliquia de un santo o mártir, el evangelio, la cruz, el cáliz y otros elementos para la celebración de la eucaristía. En este espacio, llamado “lugar celestial”, el más sagrado del tem-plo, se coloca además del altar citado, un candelabro de siete brazos y una cruz.
La capilla de la derecha o Diakonicon es donde el diácono guarda los ornamentos y utensilio del oficio sagrado, y la mesa de la izquierda o Prothesis es para la preparación de las ofrendas de pan y vino para la eucaristía.
Esquema del presbiterio ortodoxoRezarconiconos.com
El retablo mayor del templo católico se ubica siempre a final del presbi-terio, sobre el altar y delante del muro absidal.
Situados ambos muebles litúrgicos en el presbiterio, después de esta pri-mera diferencia en las ubicaciones, procede analizar las semejanzas y diferen-cias entre ambos.El iconostasio
Etimológicamente procede del término griego eikonostasión, eidonosta-sis, de eikon, retrato y histemi lugar. Es una manpara, pantalla o gran biombo que sirve de soporte a las imágenes y escenas pintadas, llamadas iconos, que se disponen en un determinado orden.
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Ubicación del iconostasio en el templo ortodoxo. Catedral de la Anunciación del Kremlin. Moscú. Rusia. Tríptico turístico.
Los iconos son los soportes para la representación pictórica sagrada en el culto ortodoxo. El soporte era la madera de ciprés, roble, castaño, abedul u otra dominante en la zona. Se pintaba sobre una tabla si era suficientemente ancha o se ensemblaban varias con barras trasversales por detrás para evitar las curvas de las piezas. Se alisaban las superficies y los bordes, la parte que soportaba la pintura se preparaba previamente con una capa de pasta fina de color blanco a base de yeso o alabastro diluido en cola de pescado. Sobre esta capa pulida y lijada se hacía el dibujo y a continuación se aplicaban los colores, se barnizaba toda la superficie para proteger la pintura de la humedad, dar luz y solidez a los colores. A la larga el barnizado provocaba el oscurecimiento de los iconos, los cuales podían presentarse sueltos, aislados, formando un díptico, tríptico o insertados en en el conjunto de un iconostasio. A veces, sobre todo en Bizancio y Rusia, se recubren con una cubierta metálica, de oro o plata con adornos de piedras preciosas. Esta cubierta puede recubrir solo el borde del icono, enton-ces se llama basma, toda la superficie menos la figura y se llama riza, si cubre tambien la imagen dejando sólo al descubierto las caras y las manos se llama oclad. El icono tiene carácter anónimo aunque se sabe de al menos dos grandes creadores del mismo: Teófanes el griego y Andrey Rublev.
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El icononostasio es también un muro de separación entre el santuario y la parte central, que corre de un lado al otro en el presbiterio, por arriba llega, sobre todo en Rusia, al techo. Aunque es frecuente que no llegue para que la voz del sacerdote se pueda escuchar en todo el templo.
Está hecho de materiales sólidos como roca, metal o madera y tiene tres puertas o accesos.
El dorado recubre los elementos y espacios no ocupados por la pintura y se encuentra en soportes horizontales y verticales, elementos decorativos de aspecto barroquista y otros espacios arquitectónicos del iconstasio. Como se ha dicho también se dora parte del icono como los nimbos.
El iconostasio es propio de las iglesias orientales de rito ortodoxo. En oc-cidente fue utilizado en las basílicas paleocristianas y posteriormente durante el período romantico. En España apareció por primera vez en Santa Cristina de Lena (Asturias) en el silglo IX y labrado en piedra.
El período de máximo apageo y desarrollo artístico de los iconostasio corresponde a los comienzos del siglo XV en Rusia.
Iconostasio principal. Iglesia de Moscú. Rusia.
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El iconostasio separa simbolicamente el cielo de la tierra, al otro lado del iconostasio está el santuario o lugar celestial, que es sólo accesible a los clerigos y parcialmente visible a los fieles cuando se abre la puerta central.
Esta pantalla o pared discurre desde la parte septentrional a la meridional del templo, casi nunca llega al techo para que la voz del sacerdote se pueda escuchar en todo el templo.
El iconostasio tiene tres puertas o accesos para la comunicación entre am-bos espacios, la puerta central y principal se llama Puerta Santa, Real o Puerta del zar3 con dos hojas, en ella están pintados los cuatro evangelistas y la Anun-ciación de la Virgen y sobre la puerta se representa la Santa Cena. Por ella sólo entra el sacerdote, las otras dos puertas laterales con una sola hoja cada una son la Puerta Norte a la izquierda para el diácono y la Puerta Sur a la derecha para los ministros inferiores. En estás se efigian a los arcángeles Gabriel y Miguel.
Los iconostasios más desarrollados pueden tener cinco y hasta siete niveles, que en el retablo católico llamánse cuerpos con el banco inferior y el ático superior incluidos. Los templos ortodoxos más modestos pueden tener de uno a tres niveles.
Puerta Santa, Puerta real o del zar. Iglesia del Salavador sobre la sangre derramada. San Petersburgo. Rusia.
3 La llamada Puerta del Zar no tiene nada que ver con los zares o emperadores de Rusia sino con Dios Zar del cielo.
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El retablo católico y el iconostasio ortodoxo. Dos muebles para dos liturgias
El programa iconográficoDe forma similar al orden de lectura ideal de los retablos de amplio desa-
rrollo iconográfico de los templos católicos, los iconostasios se leen de izquier-da a derecha y de abajo a arriba. Esta es la norma general, aunque en la práctica muchas veces lo que se encuentra es precisamente la ausencia de norma.
El retablo católico de amplio desarrollo iconográfico mantuvo lugares o partes donde sistemáticamente se representaban ciertos temas. El banco era el lugar para representar a los donantes, doctores, padres de la iglesia, evangelistas, etc. En las entrecalles, nichos y hornacinas se ubica el apostolado, santos, márti-res, etc. El entorno del sagrario se reservan a temas relacionados con la eucaris-tía, la calle central a la imagen titular o patronal, el ático a la escena del lcalvario. El grueso de las escenas o asuntos sagrados se representaban en los tableros, recuadros y epacios que resultaban del cruce entre las divisiones horizontales del retablo (cuerpos) y las verticales (calles) , mediante pinturas, relieves o tallas.4
En el retablo ortodoxo el programa icongráfico se distribuye por niveles o filas de forma más rígida.
En la primera fila se encuentran lo iconos más grandes. Mirando de frente, la imagen más a la derecha es la del icono propio del templo, o sea, el santo al que esta dedicado el templo. En los retablos católico la imagen titular del mismo suele ocupar un lugar central, más elevado, que viene a coincidir aproximadamente con el epicentro del retablo.
La imagen más a la izquierda es para el icono local o más venerado en el lugar, ciudad o pais. En la puerta central – como se ha dicho- van los iconos de la Anunciación y los cuatro evangelistas, sobre la puerta la escena de la Santa Cena, alusiva a la eucaristía. A la derecha de la puerta santa hay un icono de el Salvador y a la izquierda el de la Madre de Dios. Sobre las otras puertas norte y sur van los arcángeles Gabriel y Miguel.
Iconográficamente puede calificarse de nivel diverso: crístífero, mariano, evangélico, con la alusión a la eucarisia en la Santa Cena.
La segunda fila u Orden de la Deesis. Simboliza la oración o súplica de la Iglesia a Cristo. En el centro (sobre el icono de la Santa Cena) se dispone el Salvador, Cristo juez sentado en el trono, a la derecha San Juán Bautista y a la izquierda la Madre de Dios. El resto de los iconos son ángeles, santos y profetas conocidos. Iconográficamente es un nivel mixto: cristífero y mariano.
La tercera fila o festiva muestra los acontecimientos principales de la historia evangélica: Presentación de María en el templo, la Anunciación, la Natividad de Cristo, la Presentación, el Bautismo, la Transfiguración, la En-
4 HERNÁNDEZ NIEVES, ROMÁN: Retablística de la Baja Extremadura. Siglos XVI-XVIII. Segunda edición. Badajoz. 2004. Págs. 353-376.
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trada en Jerusalén, la Crucifixión, la Resurrección, la Ascensión, la Venida del Espíritu Santo y la Asunción. Iconográficamente este nivel se dedica a los grandes episódicos del Nuevo Testamento relacionados con Cristo y la Virgen.
La cuarta fila o nivel se dedica a los profetas del Antiguo Testamento: Isaías, Jeremías, Baruc, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Naham, Habacuc, Sofonías, Haggeo, Zacarías y Malaquías. En el centro de esta fila se encuentra el icono de la Madre de Dios, “la Orante”. Nivel iconográfico exclusivo de los profetas del Antiguo Testamento con la excep-ción del icono central que es mariano.
La quinta fila o nivel se dedica a los patriarcas desde Adán hasta Moisés: Abraham, Isaac, Jacob, Isacar, Judá, Leví, Rubén, Simeón, Zebulón, José, Ben-jamín, Gad , Aser, Dan y Neftalí. En el centro de esta fila se encuentra el icono de la Santísima Trinidad. Nivel iconográfico exclusivamente patriarcal del Antiguo Testamento con la excepción del icono central de la Santísima Trinidad.
Elconostasio se corona en el centro con el icono de la Crucifixión, equiva-lente al crucificado o calvario católico sobre la calle central o espina del retablo.
(Tomado de orthodoxword.r)
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NIVEL 1 — ORDEN LOCAL1. Icono local 2. La Puerta Septentrional con el Arcángel Miguel 3. Icono de la Madre de Dios 4. La Última Cena 5. La Puerta Santa 6. La Anunciación: el Arcángel Gabriel 7. La Anunciación; la Virgen María 8-9-10-11. Evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan 12. Icono del Salvador 13. La Puerta Meridional con el Arcángel Gabriel 14. Icono del templo
NIVEL 2 — ORDEN DE LA DÉESISPantocrátor, la Virgen María y San Juan Bautista. EL resto son los án-
geles y santos más venerados. NIVEL 3 — ORDEN DE LAS FESTIVIDADES
Presentación de María en el templo, la Anunciación, la Natividad de Cristo, la Presentación, el Bautismo, la Transfiguración, la Entrada en Je-rusalén, la Crucifixión, la Resurrección, la Ascensión, la Venida del Espítitu Santo y la Asunción.NIVEL 4 — ORDEN DE LOS PROFETAS
Isaías, Jeremías, Baruc, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Naham, Habacuc, Sofonías, Haggeo, Zacarías y Malaquías.NIVEL 5 — ORDEN DE LOS PATRIARCAS
Abraham, Isaac, Jacob, Isacar, Judá, Leví, Rubén, Simeón, Zebulón, José, Benjamín, Gad, Aser, Dan y Neftalí.
CRUCIFIXIÓNSe trata, pues, de un programa iconográfico jerarquizado, simétrico, lineal,
distribuido horizontalmente por filas o niveles, llamados cuerpos en el retablo ca-tólico, según tamaño ynúmero de iconos en torno a un centro ocupado por Cristo.
No hay una un criterio de distribución vertical, es decir en calles como en el retablo católico. Si acaso se advierte cierta preeminencia de lo que corres-pondería a la calle central en el retablo católico, que en el ortodoxo va desde la puerta central a nivel del presbiterio hasta la cruz en el centro del último nivel y en la misma vertical.
Los programas iconográficos ortodoxos son fijos, de escasa flexibidad o di-versidad, no admitiendo apenas variaciones. En cambio los programas católicos son más diversos: crístiferos, marianos, mixtos, agiográficos, apostólicos, ….
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El retablo católico, definido por Martín González como “ soporte de un repertorio de asuntos sacros, por lo común sujetos a una ordenación” 5 es un concepto acertado para los retablos de amplio desarrollo iconográfico, autén-ticos paneles ilustrativos de escenas evangélicas de la vida de Cristo, María o de historias de la vida de algún apostol, santo ,santa, mártir, etc. Estos retablos, comparables desde el punto de vista de la icongrafía y hasta cierto punto a los iconostasios ortodoxos, se prodigaron en el templo católico especialmente du-rante la edad media y el renacimiento. Su carácter pedagógico fue reduciéndo-se paulatinamente a favor de una iconografía para la veneración de unas pocas imágenes e incluso de una sola ya durante el período barroco.
Todas las imágenes de la iconografía ortodoxa son pinturas, por eso habla-mos exclusivamente de iconos. La representación católica, en cambio, puede ser en pintura de diferentes técnicas (tabla, óleo, mural, etc), escultura en relieve o de bulto redondo en diferentes materiales (madera, piedra, azulejería…)
Por ello los retablos católicos pueden ser enteramente pictóricos, escultóri-cos o pictorico-escultóricos. Frente a los iconostasios exclusivamente pictóricos.
Estas reflexiones se aplican con mayor propiedad a los iconostasios de mayor desarrollo iconográfico, con programas muy completos y con gran nú-mero de iconos muy propios de del siglo XV en Rusia.
Estos iconostasios pueden ponerse en relación con retablos mayores cató-licos de gran desarrollo iconográfico e intención didáctica y catequetica como el ejemplo extremeño de la parroquia de la localidad pacense de Calzadilla de los Barros. Obra de Antón de Madrid de los años veinte del siglo XVI.6
5 MARTÍN GONZÁLEZ, J.J.: Tipología e iconografía de l retablo español del Renacimiento. B:S:S:S. (1964. Ppágs. 5-15.6 HERNÁNDEZ NIEVES, ROMÁN: Retablística de la Baja Extremadura. Siglos XVI-XVIII. Segunda edición. Badajoz. 2004. Págs. 35-41.
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Programa iconográfico del retablo mayor de Calzadilla de los Barros
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Retablo mayor de la parroquia de Calzadilla de los Barros (Badajoz)Otros iconostasios
Además del iconostasio principal en el templo ortodoxo puede haber otros en altares laterales dedicados a otros santos o escenas con un espacio delante para los fieles. De modo similar a las capillas y altares laterales de la iglesia católica.
Iconostasio lateral. Iglesia moscovita.
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EvoluciónEn este estudio comparativo el iconostasio evolucionó al menos en sus
principios de forma similar al retablo católico en el sentido de que inicialmen-te, en los primeros siglos del Cristianismo, el altar estaba separado de la nave central solamente por una pequeña reja o cancel, esta separación evoluciono creciendo y recubriéndose de iconos desde una primera fila hasta llegar a cin-co, en su época de mayor desarrollo a finales del siglo XIV.
Por su parte el retablo católico originariamente era una especie de frontal, díptico o tríptico, pequeño, portatil, labrado en en labores de orfebrería, marfil, esmalte o pintura; con representaciones de Cristo o la Virgen en el centro y los apóstoles y santos a los lados,que se colocaba encima y detrás del altar.
…El retablo evolucionó durante la Edad Media haciéndose fijo, de made-ra, cubriendo todo el testero de las capillas, con gran profusión de imágenes y riqueza ornamental, con una clara intención didáctica y decorativa...7
El retablo católico nació como un accesorio del altar y se convirtió en una gran máquina, el iconostasio en una extrarordinaria pantalla, en ambos casos son dos muebles litúrgicos espléndidos para dos litúrgias diferentes con un mismo origen cristiano.
Retablo mayor de a parroquia de Medina de las Torres (Badajoz)
7 HERNÁNDEZ NIEVES, ROMÁN: Retablística de la Baja Extremadura. Siglos XVI-XVIII. Segunda edición. Badajoz. 2004. Págs. 53 – 54.
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Tipología.El iconostasio es un mueble litúrgico tipificable como retablo exento, de
planta lineal o recta, lo que se traduce en un gran planismo y efecto pantalla del conjunto, con predominio de las líneas horizontales sobre las verticales. Los niveles se separan con formas arquitectónicas similares a entablamentos corridos y verticalmente por columnas, pilastras o pilares.
Este mueble litúrgico es exclusiva y enteramente pictórico y dorado, con un esquema de casillero donde los espacios del mismo nivel son iguales y pueden ser diferentes entre niveles de modo que es posible ver iconos grandes en niveles inferiores alternando con otros de dimensiones menores o pequeños en niveles su-periores. Se advierte una preemencia de la calle central y principal desde la puerta central o real en el presbiterio por donde pasa el oficiante hacia el altar, la represen-tación de la Santa Cena en la parte superior de esta puerta, el Cristo Pantocrátor, la Virgen y en la cumbre del iconostasio o nivel superior el Crucificado. Los formatos también pueden variar encontrándose en un mismo iconostasio iconos redondos, ovalados, cuadrados, rectángulares, en arcos por la parte superior. etc.
No suele diferenciarse en el conjunto una estructura distinta para el banco o primera división horizontal o para el ático como estructura superior, al modo del retablo católico.
Hay una evidente intención de cubrir todo o gran parte del ábside en los ico-nostasios como el testero de las capillas mayores en los retablos católicos, en este caso se insistía claramente entre las condiciones del concierto o contrato para la fabricación del retablo en que cubriese toda las cabecera de dicha capilla. En am-bos casos hay una clara tendencia al “horror vacui” que se aprecia en el conjunto.
Rumania. Sucevita. Iconostasio.
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El iconostasio de amplio desarrollo iconográfico es sólo comparable a la tipologia de retablo católico del siglo XVI donde son frecuentes lo amplios programas iconográficos. Estos iconstasios no son comparabbles con ningún otro tipo dentro del abanico y variedad de tipos del retablo español.
Hace mucho tiempo que propusimos una tipología para el retablo católico ante la diversidad de modelos nacionales siguiendo tres criterios de clasifica-ción: por la arquitectura, por la función o finalidad y por el estilo.8 .
Esta clasificación y la de otros autores que tuvimos presente entonces no es aplicable al iconostasio ortodoxo. Sin embargo sí existen semejanzas o afinidades a algunos de aquellos tipos.
Por el lugar en el que se ubican tanto el retablo mayor católico como el iconos-tasio ambos se localizan en el sítio más privilegiado del templo, el presbiterio.
Por los materiales utilizados lo más frecuente en ambos casos es la ma-dera en sus diversos tipos, sin olvidar otros materiales retablísticos como el alabastro, mármol, el azulejo, etc.para el retablo católico.
Por la planta en el iconostasio siempre es plana, recta o lineal. En el retablo puede además ser ochavada o alaveada, mixtilínea si combina formas planas y curvas.
Por la técnica el iconstasio es siempre píctórico, “icónico”, es decir , a base de pinturas de iconos. El retablo católico puede ser pictórico o de pincel, escultórico o de talla o mixto, es decir, escultórico- pictórico.
Atendiendo a las formas donde más confluyen ambos muebles es en el “retablo de casillero”, que se desarrolló ampliamente en el renacimiento es-pañol y se prolonga hasta el siglo XVII, era un modelo de fondo plano (como el iconostasio), en forma de rectángulo apaisado o vertical, que constaba de varios cuepos superpuestos (niveles), calles y entrecalles, todo en forma de casillero donde se alojan las pinturas, esculturas y relieves.
Si se tiene presente la función o finalidad de ambos muebles litúrgicos es evidente que en ambos se pretende una función religiosa, no simplemente decoran un espacio en el templo, que también lo hacen. Pero la función prin-cipal es la pedagógica o catequética. La iglesia cristiana, católica u ortodoxa, utilizó la fuerza ilustrativa y emocional de la imagen que captaba la atención del fiel y le ilustraba en los asuntos sagrados a través de la oratoria sagrada.
La veneración de las imágenes representadas en estos mubles es una fun-ción igualmente importante, quizás más evidente en el iconostasio y sus ico-nos, pues el retablo católico evolucionó hacia una redución icongráfica, que redujo el programa a pocas imágenes,primando la arquitectura y la decoración del mueble sobre todo lo demás.
8 Ibidem. Págs. 403-423.
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De otra parte, el iconostasio y el retablo es la mejor decoración para el lugar privilegiado en el que se ubican.
Al margen de estas dos funciones, didáctica y decorativa, no hay otras que realacionen a ambos muebles, no se dan en el iconostasio las funciones que desarrollan los retablos católicos sacramentales o ecucarísticos, los reta-blos relicarios, sepulcrales, los dedicados a la Inmaculada, a las ánimas del purgatorio, al santo rosario y a otros tipos específicos. Tampoco los iconstasios se relacionan en cuanto a programas icongraficos completos con los retablos enteramene cristíferos, marianos o agiográficos. La iconografía del iconstasio por fija y rígida suele ser mixta.
Por el estilo artístico, el retablo español recorre desde la época medieval, renacimiento, barroco, rococó hasta el neoclasicismo los períodos de la historia del arte con gran proliferación y diversidad de ejemplares que hacen del género uno de los más completo y rico de la historia de arte español.El inconostasio ortodoxo no presenta este recorrido tan claro por estilos, sin embargo y tenien-do presente la evolución que hemos comentado se advierte diferencia desde los comienzos del mismo hasta la actualidad, más que en los iconos, que también evolucinan modernizandose, en la estructura y decoración del mueble y su do-rado. Algunos ejemplares recuerdan en su decoración al barroquismo español.
Iconostasio de Iglesia. Recinto amurallado del Kremlin en Moscú. Rusia
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ConclusionesDe todo lo expuesto y como conclusiones sobre el retablo católico y el
iconostasio ortodoxo en sus respectivos templos y liturgias se coliguen las si-guientes reflexiones:
-El retablo mayor católico y el iconostasio ortodoxo son los muebles li-túrgicos más importantes de sus respectivos templos y factores de atracción turística por la acumulación de obras de arte.
- Ambos sirven por igual para captar y fijar la atención del fiel dentro del templo.
-Por razones dogmáticas en el templo ortodoxo no existen retablos o al-tares dedicados a la Inmaculada Concepción, a las Änimas del purgatorio, a la Eucaristía en retablos del tipo eucarístico o sacramental.
-En la iglesia ortodoxa no se admiten imágenes tridimensionales como las estatuas o esculturas católicas. Los iconos y pinturas murales son las únicas imágenes ortodoxas aceptadas. En consecuencia los iconostasios son siempre pictóricos, nunca escultóricos o mixtos.
- El retablo católico y el iconostasio ortodoxo se ubican dentro del templo en el presbiterio, el primero en el muro de la cabecera y sobre el altar, el segun-do más adelantado y dividiendo claramente dos espacios. En ambos casos son espacios del templo exclusivos para los clérigos oficiantes, no para los fieles.
- El material predilecto en ambos muebles es la madera, aunque no se excluyen otros: piedra, metal, manpostería, azulejo, etc.
- El dorado es más extensivo en el retablo recubriendo todo el conjunto que en el iconostasio cuya superficie es ocupada fundamentalmente por pintu-ras centrándose el dorado en los elementos arquitectónicos.
- El iconostasio como pantalla o pared presenta tres puertas o accesos para la comunicación entre las dos partes en las que divide el presbiterio. Horizontalmente se divide en niveles, hasta cinco, que en el retablo católico llamánse cuerpos con el banco inferior y el ático incluidos. Verticalmente no se establecen calles, aunque se diferencia con claridad la que podía ser calle central.
-Tanto en los iconostasios como en los retablos católicos de amplio de-sarrollo iconográfico suele haber un ordenamiento en la distribución de los asuntos y personajes representados. En los iconostasios el programa iconográ-fico es más rígido y preestablecido por niveles. Los programas iconográficos católicos son más diversos: marianos, cristíferos, mixtos, hagiográficos, etc,
- Los iconostasios de amplios programas iconográficos pueden ponerse en relación con los retablos católicos españoles y, por ende, extremeños del siglo XVI. Ambos modelos evolucionaron desde ser accesorios del altar hasta
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convertirse en excelentes pantallas y máquinas de las liturgias ortodoxas y católicas respectivamente.
- El iconostasio es un mueble tipificable como retablo exento, de planta plana, líneal o recta, que se traduce en gran planismo, de efecto pantalla, con predominio de las líneas horizontales sobre las verticales en un esquema de casillero. Es exclusivamente pictórico y dorado.
-Ambos muebles tienen una función religiosa de carácter catequético y didáctico por cuanto ilustran al fiel en los asuntos sagrados a través de la ora-toria sagrada. Igualmente sirven a la veneración de las imágenes representadas.
- Sin duda, ambos muebles decoran y embellecen el lugar más privilegia-do en importante del templo.
- Estílisticamente se advierte con mayor claridad y definición de los es-tilos artísticos en el mueble católico, que se advierten más sutilmente en los iconostasios ortodoxos.BIBLIOGRAFIA
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