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Entrevista con Miguel Fernández de Castro estadounidense. Aunque las identificaciones fueron val- idadas por las autoridades de O’odham en Sonora, las autoridades en Sells, Arizona las consideraron fraudu- lentas, al menos inicialmente. Conforme fui desarrollando mi práctica como artista visual, me involucré cada vez más en los asuntos y prob- lemáticas internas de este territorio, sobre todo porque mi estudio está ubicado en una de las principales rutas rurales de trasiego y contrabando en Sonora, unos cuantos kilómetros al sur de la frontera con EE.UU. Por medio de estas experiencias, he buscado pensar el territorio de una manera crítica y cuestionar las dimen- siones políticas y poéticas de una frontera arbitraria. BM: En este video abarcas desde el final de la década de Ballroom Marfa: Grammar of Gates entreteje narrativas de ocupación y control del territorio Tohono O’odham ¿Que te llevó inicialmente a la región fronteriza Sonora - Arizona? ¿Cómo ganaste acceso al territorio Tohono O’odham y cuál era tu relación con la comunidad? Miguel Fernández de Castro: Mi trabajo está enraiza- do en las regiones fronterizas del desierto de Sonora en el norte de México. Mis antepasados, al igual que muchas personas de la región, son el resultado del ma- trimonio entre pequeños rancheros que se establecieron en el desierto y la población indígena local. Fui con- sciente de esto cuando varias personas de la localidad empezaron a investigar su ascendencia O’odham con el propósito de adquirir una identificación indigena que les permitiría acceder, según pensaban, a la ciudadanía Para la ocasión de la proyección de Grammar of Gates / Gramática de las puertas (2019) para el Artists’ Film International 2020, Ballroom Marfa entrevistó a Miguel Fernández de Castro. El artista discute generosamente el contexto en el cual el film fue hecho. Esta conversación toma lugar por medio de correo electrónico con la curadora Daisy Nam y fue traducida por la asis- tente curatorial Gabriela Carballo. Miguel Fernández de Castro, Grammar of Gates / Gramática de las puertas. Video digital. Cortesia del artista y Ballroom Marfa.

Entrevista con Miguel Fernández de Castro

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Entrevista con Miguel Fernández de Castro

estadounidense. Aunque las identificaciones fueron val-idadas por las autoridades de O’odham en Sonora, las autoridades en Sells, Arizona las consideraron fraudu-lentas, al menos inicialmente.

Conforme fui desarrollando mi práctica como artista visual, me involucré cada vez más en los asuntos y prob-lemáticas internas de este territorio, sobre todo porque mi estudio está ubicado en una de las principales rutas rurales de trasiego y contrabando en Sonora, unos cuantos kilómetros al sur de la frontera con EE.UU. Por medio de estas experiencias, he buscado pensar el territorio de una manera crítica y cuestionar las dimen-siones políticas y poéticas de una frontera arbitraria.

BM: En este video abarcas desde el final de la década de

Ballroom Marfa: Grammar of Gates entreteje narrativas de ocupación y control del territorio Tohono O’odham ¿Que te llevó inicialmente a la región fronteriza Sonora - Arizona? ¿Cómo ganaste acceso al territorio Tohono O’odham y cuál era tu relación con la comunidad?

Miguel Fernández de Castro: Mi trabajo está enraiza-do en las regiones fronterizas del desierto de Sonora en el norte de México. Mis antepasados, al igual que muchas personas de la región, son el resultado del ma-trimonio entre pequeños rancheros que se establecieron en el desierto y la población indígena local. Fui con-sciente de esto cuando varias personas de la localidad empezaron a investigar su ascendencia O’odham con el propósito de adquirir una identificación indigena que les permitiría acceder, según pensaban, a la ciudadanía

Para la ocasión de la proyección de Grammar of Gates / Gramática de las puertas (2019) para el Artists’ Film International 2020, Ballroom Marfa entrevistó a Miguel Fernández de Castro. El artista discute generosamente el contexto en el cual el film fue hecho. Esta conversación toma lugar por medio de correo electrónico con la curadora Daisy Nam y fue traducida por la asis-tente curatorial Gabriela Carballo.

Miguel Fernández de Castro, Grammar of Gates / Gramática de las puertas. Video digital. Cortesia del artista y Ballroom Marfa.

los cincuentas hasta el final de la década de los seten-tas, con la película de Geronimo Jones (1970), la guía de Practical Spanish Grammar for Border Patrol Officers (1968) [Guía práctica de la gramática castellana para oficiales de la patrulla fronteriza], La construcción del observatorio Kitt Peak en 1958 y el tiempo presente ¿Por qué este periodo de tiempo en específico? ¿Existe algún momento en la historia estadounidense al cual estás apuntando? El control fronterizo contemporáneo está inextricablemente ligado a los atentados del 11 de septiembre y la consecuente expansión de la retórica de Homeland Security [Seguridad del territorio Nacional] así como la retórica de “La guerra contra el terror” fue adaptada como “La guerra contra las drogas” ¿Hubo algo específico en los sesentas o en las políticas de la guerra fría o posiblemente estas fechas se refieren a los avances tecnológicos de esa era? MFdC: Nosotros como mexicanos viviendo en la frontera, así como las comunidades latinoamericanas y negras dentro de EE.UU., empezamos a sentir los efectos de “La guerra contra las drogas” de Nixon en 1971, muchos años antes de la llamada “Guerra contra el terror” y la retórica actual anti migrantes del gobierno de Estados Unidos.

Tengo un interés profundo, quizás algo nostálgico, por los relatos locales sobre la vida en las regiones rurales fronterizas en los años sesenta y setenta. Me parece que la tradición oral es una forma de transmisión del conocimiento a la altura de cualquier otra. Según lo que cuentan, se instalaban grandes mercados fronterizos con música y comida en medio del desierto, en las puertas tradicionales de los Tohono O’odham, las llamadas ‘Puertas de los Pápagos’. Nada de esto sobrevive hoy. Los lazos entre los O’odham de Arizona y las comuni-dades rurales sonorenses eran mucho más estrechos en términos de parentesco, comercio y, por supuesto, con-trabando. Las fuerzas desatadas por la ‘Guerra contra las drogas’ en los años setenta, son claves para entender las circunstancias y conflictos actuales de estas tierras.BM: En este trabajo existe una política de la imagen,

de la creación de la imagen y tecnología (La vista de una cámara de vigilancia de 360 grados, la televisión mostrando películas de “Indios y vaqueros” para en-tretenimiento, telescopios e imagenes del sol.) ¿Qué piensas acerca de las tecnologías que te permiten crear estas videografias? ¿Qué utilizas en tus películas (por ejemplo cámaras, drones)? ¿Cuál es tu proceso de toma de decisiones al usar estos aparatos?

MFdC: Sí, mi práctica como creador de imágenes, en ocasiones imita deliberadamente la mirada del Esta-do, como una manera de evidenciar hasta qué punto nuestra propia mirada ha sido militarizada. Es decir, ha sido entrenada por dispositivos y expectativas de origen militar. Al combinar este tipo de imágenes —como las generadas por el ojo omnipresente del drone— con otros materiales resultantes de una interacción más cer-cana con la tierra, busco generar una contra-mirada de resistencia frente al poder supuestamente indiscutible de la mirada policial.

Durante la conceptualización del video, dibujaba con-stantemente una montaña con un telescopio que mira

Miguel Fernández de Castro, dibujo de conceptualización de Grammar of Gates/Gramática de las puertas.

hacia el espacio exterior al mismo tiempo que a la tier-ra. Es irónico que los telescopios de Kitt Peak National Observatory, potentes dispositivos de visión diseñados para mapear e impulsar la colonización del espacio exte-rior, estén localizados precisamente en un territorio que ha sido objeto de múltiples ocupaciones coloniales.

Lo que me parece interesante, y es algo que busqué expresar en Grammar of Gates, es que la mirada militar y expansionista no es exclusiva de la patrulla fronteriza estadounidense, sino que también es compartida por las mafias mexicanas: grupos fuertemente armados que controlan el acceso a la frontera en Sonora. Las organi-zaciones en ambos lados de la frontera, ya sean estatales o delictivas, hacen uso de tecnologías de visión similares y mediante estas ejercen una violencia brutal sobre los cuerpos que habitan este territorio. Los dispositivos de vigilancia usados por la patrulla fronteriza no sólo empujan a los migrantes hacia zonas desérticas más remotas, sino que también han producido un aumento de la violencia y la adopción de estrategias y armamento militar cada vez más sofisticado por parte de las mafias al sur de la frontera.

De hecho existen muchos casos de colaboración entre las mafias mexicanas y la patrulla fronteriza. Reciente-mente se supo de un agente de la patrulla fronteriza que recibió $25,000 dólares de los traficantes en Sonora a cambio de llevar un cargamento de droga desde la fron-tera hasta Tucson. Más allá de las implicaciones legales del caso, lo que me interesa es que revela la existencia de lazos más complejos de lo que estamos dispuestos a admitir.

BM: Además de video, trabajas con instalación y fo-tografía ¿Cómo empiezas tu proceso de investigación? ¿En qué momento decides el material y forma del traba-jo?

Una parte central de mi proceso de investigación es revisar documentos y archivos estatales. Esto me ha permitido examinar cómo el lenguaje oficial posibilita

cierto tipo de acciones e inhibe otras. Por ejemplo, el año pasado tuve la oportunidad de asistir al juicio del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, ‘El Chapo’. Más allá de la fascinación mediática por su persona, que no me interesa, fue significativo para mí escuchar du-rante largas sesiones e interrogatorios el uso de la jerga legal y la autoridad que adquiere en la arquitectura de la sala de juicios. Este performance legal tuvo consecuen-cias miles de kilómetros al sur, en el mismo territorio que Gramática de las puertas retrata.

El espectáculo público montado por la fiscalía para enjuiciar a un narco venido a menos podía verse en oca-siones como tedioso e incluso absurdo. Sin embargo, no hay que perder de vista que el vocabulario legal utiliza-do en el juicio de alguna manera creó las condiciones políticas e institucionales que terminaron convirtiendo a México en una fosa común. Durante estos años, la frontera se convirtió no solo en un frente de guerra, sino también en un recurso redituable que explotan grupos en ambos lados.

Revisando documentos de décadas pasadas relacionados con sucesos mencionados en el juicio, llegué a los libros editados por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, entre ellos Practical Grammar for Border Patrol Officers. El libro es otro ejemplo de cómo el lenguaje protocolario establece el escenario para la brutalidad. Los supuestamente neutros ejercicios de gramática con-tienen ya el camino trazado de cómo han de ocurrir las interacciones con los migrantes ilegales.

Aunque mi trabajo, como cualquier otro, es una forma de elaboración, pienso que muchas veces consiste en solo gestos mínimos anclados a un territorio. Después de una larga investigación. la parte central de mi pro-ceso es encontrar el elemento esencial que condense críticamente las problemáticas que me interesan. Esto puede terminar siendo una puerta, un libro, un ladrillo, o un gramo de oro — todos ellos signos materiales casi metonímicos de los fenómenos intangibles que ocurren en estas tierras convulsas.