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Narra experiencias compartidas en hermanos gemelos
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El Fascinante Mundo
de los Gemelos
Marcos Araujo García
PREFACIO
Biológicamente, la vida humana es engendrada por la célula más pequeña del
organismo: el espermatozoide; cuando fecunda a la célula más grande: el óvulo.
Si dos o más espermatozoides se introducen en el óvulo, nacen mellizos, trillizos,
cuádruples… Así de sencilla es la explicación corporal de la vida de los gemelos; la
vida espiritual, por el contrario, es compleja, fascinante y siempre sorprendente.
En Chihuahua, las hermanas Bertha Isabel y Olga Sofía se singularizan desde la
primaria hasta la universidad por ser buenas estudiantes. La periodista Marina Martínez
comenta que eso es comprensible porque Bertha Gómez y César Horacio Duarte, sus
padres, se esmeran por su educación.
Lo que no es muy comprensible para la reportera (y para quienes no somos gemelos)
es la sincronización de sus pensamientos; lo cual demuestra con un suceso sencillo:
han ido de compras y, sin estar juntas, eligieron los mismos atuendos.
Para las hermanas Duarte Gómez esos sucesos son habituales, así como el sentir o
pensar igual en asuntos sencillos o de suma importancia.
Las hermanas Jennifer y Monserrat Domínguez Rodríguez pertenecen también a ese
fascinante mundo de los gemelos. Nacieron en Aguascalientes, Ags. y viven en Villa
Juárez, Chihuahua.
Una tarde, Monserrat caminaba con el señor Erick Domínguez frente al templo de
San Antonio, en la zona centro de Aguascalientes. Al subir la escalinata, se cayó y se
raspó la rodilla derecha.
Tres cuadras distante (en las escalinatas del Parián) Jennifer caminaba con doña Odet
Rodríguez de Domínguez y también se cayó en ese momento; raspándose la rodilla…
derecha.
Las hermanas Domínguez Rodríguez estudiaban en el Colegio Azteca, de
Aguascalientes, ubicado en la céntrica calle Pedro Parga, casi esquina con Zaragoza.
Un día, al salir de clases, Monse acompañó a su mamá a realizar algunas compras. Se
tropezó y se cortó la frente. En ese instante, Jennifer corría; perdió el equilibrio y
también se cortó la frente al chocar contra el balcón de una casa.
Algo más: platica Monse que en una ocasión, las dos “se encontraron en el mismo
sueño”.
Su mamá lo confirma comentando que Jennifer (en Chihuahua) había dormido junto
a ella porque extrañaba a su hermana Monserrat, quien estaba en Aguascalientes.
Se despertó cuando la niña exclamó: ¡Claro, Monse! Cuando salgamos del sueño le
pido a mi papá que ya me lleve a Chihuahua.
No hace falta agregar que don Erick, a esa misma hora, escuchó de su hija la petición que ella
le haría al despertarse.
CAPÍTULO I
Emotivo Encuentro
El 4 de octubre de 1941, San Francisco tardó todo el día en dar su cordonazo, pero lo
hizo con creces durante la noche: lluvia intensa, rayos, relámpagos, truenos; con sus
molestas inundaciones consecuentes.
Mientras la lluvia caía copiosamente en el exterior, en una casa del sector Hidalgo de
Guadalajara, Jal., la partera Leonor Pérez ayudaba a una joven a dar a luz. El
alumbramiento debió ser motivo de doble gozo, pero...
“¡Oh, nooo, dos niños! -expresó desanimada la madre- ni siquiera sé qué hacer con
uno”.
Ante tal frustración, la comadrona se compadeció de la joven pues notó que tenía un
problema y por partida doble. Ella no la conocía; sencillamente, había tocado a su
puerta por la proximidad del parto.
No imaginó que, al día siguiente, cuando ella fue a comprar pan, la madre le dejaría
unos pesos y a uno de los gemelitos.
Leonor estaba por casarse. Le gustaban los niños y quería tenerlos, pero propios. Le
explicó la situación a su novio, quien había conocido a dos pochos que deseaban
adoptar a un niño; pero se desanimaron ante los complicados trámites exigidos por las
autoridades mexicanas.
El otro gemelito fue también abandonado por la madre, de quien únicamente se sabe
que pidió posada en el hogar de un piadoso matrimonio. Los esposos le creyeron su
versión:
“Ayúdenme, por caridad, señores -les suplicó- mi novio y yo nos casamos por lo
civil, pero cuando regrese del otro lado nos casaremos por la Iglesia.
“Miren -añadió mostrando un fajo de billetes- puedo pagar un hotel, pero mi marido
se sentirá tranquilo cuando sepa que estoy en un hogar cristiano. Seré buena compañía,
se los prometo”.
La joven madre cumplió su promesa: alegre, hacendosa, discreta; características que
conquistaron al matrimonio. Ella les dio su alegría y... al otro gemelito, a quien
abandonó veinte días después de recibir asilo.
El joven matrimonio investigó en Tepatitlán, Jal., a quien dijo llamarse Elvia Flores
Hernández, quien parecía una nativa de los Altos de Jalisco: alta, blanca, rubia, ojos
verdes; pero no encontraron alguien que la conociera ni acta de nacimiento ni fe de
bautismo; todo lo había inventado.
Ante la evidente realidad, don José González a su esposa, doña Luz María Martínez:
“Oye, vieja, al que Dios le ha de dar... por la puerta le ha de llegar. No le demos vueltas
al asunto: tú y yo siempre hemos deseado un niño que alegre nuestro hogar, pues ya lo
tenemos; este bebé será nuestro y ni quien nos lo quite”.
El niño fue bautizado y registrado como Francisco José, por el día de su nacimiento y
el nombre del feliz padre adoptivo.
De esta forma, Francisco José fue llevado por la cigüeña con su torta bajo el brazo y
un gran pastel de alegría para los infértiles esposos.
Su hermanito hizo igualmente feliz a los jóvenes pochos, quienes tampoco podían
tener hijos debido a una deficiencia en la matriz de María de la Luz González. Ella es
parralense; José Martínez, camarguense. Se habían conocido en la ciudad de Chihuahua
y casado en Quebec, Canadá, cuando ya habían obtenido la ciudadanía canadiense.
Existían, pues, dos intereses coincidentes en cada niño: la partera y su novio, para
deshacerse de él; los esposos sin hijos, por adoptar uno.
Tanto los primeros como los segundos hubieran efectuado legalmente la adopción;
pero los registraron como hijos naturales propios, por los lentos y engorrosos trámites
oficiales. Sobran explicaciones al respecto.
Lo que procede explicar es la circunstancia de ser en Quebec, Canadá, Francisco
Muñoz Gómez el primer amigo mexicano de los felices padres adoptadores.
Procede porque, como padrino de bautizo, pidió que llevara su nombre; aunque fuese
en lugar segundo. Comprendía que el papá adoptador querría anteponer el propio, es
decir, José.
Por esas razones, el acta de nacimiento del otro gemelito lo nomina como: Joseph
Frank González Martínez.
Acentuada Intuición.-El tapatío Francisco José y el canadiense José Francisco
ignoraban que fuesen gemelos, pero los dos sentían que en algún lugar tenían un
hermanito.
Tal intuición se transformó en una duda racional, principalmente en Francisco José,
desde 1949; cuando su profesor Everardo López lo retuvo al concluir la clase y le
amonestó:
“Hijo, jamás vuelvas a negar el saludo a un maestro y menos todavía fingir que no lo
conoces”. El bondadoso profesor López le dio varios consejos más. Francisco José no
los recuerda, porque su cerebro se quedó como paralizado ante la aseveración del
maestro respecto a que él lo viera el domingo anterior en el parque Agua Azul.
“Entonces -pensó- no son sueños; yo tengo un hermano igual a mí”.
Por temor a la reprimenda de sus padres debido a la amonestación del maestro
López, no les comentó algo. José Francisco tampoco dio muchas explicaciones a sus
correspondientes papás respecto a la pregunta de “qué le decía el señor”, se limitó a
responderles que lo había confundido.
No le dieron importancia porque su propósito era pasearlo por Guadalajara y
Chihuahua, como premio a sus buenas calificaciones escolares.
Desde ese año, los sueños de ambos relacionados con su hermano idéntico se
repitieron con mayor frecuencia. Sus padres respectivos los escuchaban pero, como
desconocían su fraternidad gemela, suponían que era fantasía.
La supuesta fantasía cedió el paso a la auténtica realidad en diciembre de 1958. José
Francisco volvió a Guadalajara pero sin sus padres. Lo hizo de luna de miel con Ivonne
Lartigier, cuando con los dos concluyeron sus estudios universitarios.
En Canadá se acostumbraba realizarse exámenes prenupciales. Los de ella indicaron
que no podría procrear hijos, por una afección en su trompa de Falopio; algo que le
informó a José Francisco y, juntos, determinaron adoptar un niño mexicano.
Disfrutaban un pozole rociado con bien heladas cervezas Corona, al son de los
mariachis en El Parián, San Pedro Tlaquepaque, Guadalajara.
Él notó la mirada insistente de una jovencita, pero no vio cuando se retiró ni supuso
que se escondería para espiarlo; porque sus manos tenían mayor actividad que sus ojos,
parte para aplaudir a los mariachis y parte para atraer el rostro de Ivonne hasta el suyo y
besarla.
Fue en uno de esos instantes cuando Juanita le jaló el cabello diciéndole:
“¡desgraciado! Si me haces esto de novio ¿qué será de casados?”
Le dio un sonoro bofetón y se fue llorando como ambulancia, aunque no de la Cruz
Roja; pues éstas no tienen sirenas desafinadas.
Fue todo fue tan súbitamente sorpresivo que Ivonne permaneció estática; y José
Francisco, confundido por la confusa confusión.
En ese mismo momento, Francisco José no estaba confundido sino esforzándose por
disimular su malestar ante su futura suegra. Él había invitado a Juanita a cenar en el...
Parián.
Supuso que ella lo esperaría, como de costumbre, en su casa; y le molestaba mucho
su tardanza. Por ello, tan pronto entró la llorona Juanita; le extendió el ramo de rosas
con un irónico “qué bueno que llegas temprano”
“Qué galante -respondió con similar ironía- Veo que te encantan las flores: primero
me das de calabaza y ahora, rosas; ¡lárgate, mal nacido, cínico, desvergonzado!
A las palabras, unió la acción asestándole en el rostro un golpe con el ramo, sin
reparar que esas flores tienen espinas.
La mamá, muy a duras penas, logró sujetarla y explicarle que Francisco José no pudo
haber estado en el Parián y, exactamente en la misma hora, platicar con ella en la sala
de la casa.
“Su llanto -afirma Francisco José- era groseramente desafinado. Sus manos, pesadas
y rápidas para bofetear; pero su inteligencia es ágil, preclara y práctica.
“Oye, Pancho Pepe -le ordenó, más que sugerirle- no perdamos tiempo buscándole
tres patas al gato cuando tiene cuatro; que mi papá nos lleve al Parián y tú, mamita,
habla a las radiodifusoras pidiendo ayuda para localizar a esa pareja que estaba allá hace
media hora”.
“Yo calculaba -recuerda Francisco José- que no encontraría a mi hermano en El
Parián. Juana suponía que los residuos del pozole habían manchado el vestido de Ivonne
porque recordaba que al jalarle el cabello a José Francisco; él se había levantado y
vertido el contenido de los vasos.
“Lo lógico era suponer que los dos se fueran de inmediato a cambiar de ropa.
“Algo difícil de entender -enfatiza- es que al pasar por el hotel donde se hospedaba
José Francisco, sentí que el corazón me latió fuertemente y... me empezó a doler el
golpe con el ramo de rosas que me asestó Juana. En ese instante, según comprobamos
después, a mi hermano le curaba Ivonne la mejilla y la nariz”.
-Si “sentías” que en ese hotel estaba tu hermano ¿por qué no le pediste a tu suegro
que se detuviera?
-Porque yo estaba atarugado -respondió serio- pues vivía las horas más intensas de
mi vida. Imagínalo: Juana creyó que la cita era en El Parián y no en su casa, como yo
supuse.
“Su mamá, quien notó mi molestia por la espera, se esforzaba por “sacarme plática”
y se extrañó al ver que, sin una causa que lo explicara, volteé súbitamente la cabeza, me
llevé las manos al rostro y empecé a sangrar por la fosa nasal izquierda... la misma que
le lastimó Juanita a José Francisco”.
-¿Qué hizo tu suegra en ese momento?
-Lo común en esos casos -respondió siempre serio- colocarme una moneda en la
frente y proporcionarme pañuelos desechables.
“La suegra -recuerda riendo- nos platicó después que estaba asustadísima porque
captaba mis vibraciones de nerviosismo, desasosiego, descontrol.
“Lo único que recuerdo de esa plática es su absurda explicación de mi sangrado, pues
decía que a sus hijos les sucedía lo mismo cuando hacía mucho calor pero... el invierno
de 1958 fue sumamente frío.
¿Cuánto tiempo duró esa plática ilógica?
-Debió ser poco. La molestia me cesó de repente. Lo probable es que mi hermano no
le diera mucha importancia a su propio dolor, porque la confusión de Juanita lo tenía
desconcertado; tanto, que le dijo a Ivonne:
“Verdaderamente, esa muchacha me confundió con su novio; algo me dice que hoy
mismo conoceré a esa persona”.
No dudamos que ella le creyera, pero en esas circunstancias lo único que le
importaba era cambiarse de vestido; por lo cual se regresaron al hotel. Era lo lógico
¿no?
-Sí, es la reacción esperable de alguien cuya ropa está manchada de pozole y cerveza.
Lo que me parece ilógico es por qué tú no actuaras acorde a tu sentir telepático, pues no
le pediste a tu suegro regresar al lugar en donde sentiste esa fuerte atracción.
Francisco José levantó su vacío bote de Modelo, indicándole al mesero que le
sirviera otro. Enseguida, con el gusto de quien recuerda algo emocionante, respondió:
-Doña Luz María, cuando se tienen muchas emociones en poco tiempo; no se pueden
asimilar con rapidez. Le repito que estaba medio atarugado, ya que Juanita llega y se me
echa encima como una fiera, luego me dice que me confundió con alguien igualito a mí,
pues... me atarugué por completo.
-¿Qué sucedió en El Parián?
Varios fueron los graciosos pormenores. Ésta es la síntesis:
La suegra de Francisco José telefoneó a las radiodifusoras tapatías solicitando ayuda
para avisarle a la pareja de turistas que deseaban comunicarse con ello.
Ni un solo mesero del citado centro turístico oyó la solicitud pues su servicio y los
mariachis se los impedía; pero sí la escuchó la familia Patiño, residente en
Independencia 529, San Pedro Tlaquepaque, es decir, cuatro calles distantes del Parián.
Los hermanos Patiño Luis e Isabel corrieron para alcanzar a la pareja descrita; pero
ésta se había retirado hacía apenas cinco minutos. Sin embargo, el mesero que la atendió
les proporcionó valiosos datos, mismos que ellos comunicaron a Francisco José y
acompañantes.
Entre los datos aportados por el mesero, destacan: una joven que hablaba con acento
francés, un muchacho idéntico a usted (Francisco José) que parecía mexicano pero
pronunciaba “chistoso las erres”. Conclusión: pareja de extranjeros, posiblemente
estadounidenses, franceses o... canadienses.
Todos fueron a casa de la familia Patiño. Por ser turistas, el grupo supuso que traían
muchos dólares y empezaron a llamar telefónicamente a hoteles elegantes. La lista
de esos hoteles se terminó y prosiguieron con los también buenos pero modestos.
Mientras Isabel Patiño hacía las llamadas y Francisco José estaba a la par, los varios
integrantes de la familia, Juanita y su papá rezaban nerviosos pero con grande fe
pidiendo a Dios el milagro.
Las oraciones, telepatía, telefonemas rindieron frutos.
Un encargado del hotel El Gallo les informó que allí se hospedaban unos jóvenes
canadienses y... lo demás cae de su peso: alegría, ratificación de intuiciones y algo
también gracioso:
José Francisco lo primero que expreso fue: “sabía que tu existías ¿es mucho pedirte
que alejes tantito a esa mujer (refiriéndose a Juanita) porque es muy calzonuda”.
Todos rieron, incluyendo a la calzonuda Juanita.
En tanto narraba lo descrito, Francisco José había pedido otra Modelo. Estaba
envidiablemente feliz. Parecía revivir acentuadamente esos imborrables recuerdos.
Grandes Bromistas.- Desde su encuentro, los gemelos se escriben mensualmente y
se ven cada año. En una de esas visitas a México, José Francisco quiso conocer bien
Hidalgo del Parral y Camargo, por ser la tierra de sus padres adoptivos. También su
hermano deseaba conocer Chihuahua y se hospedaron en el hotel Avenida.
“Fuimos al bar del hotel, el cual tenía una entrada por la administración (Avenida
Venustiano Carranza o Calle 11) y otra por la calle Juárez. Se nos ocurrió bromear a los
meseros. Primero entré yo, ordené una cerveza Carta Blanca, puse mi chamarra en el
espaldar de una silla y fui al baño.
“Medio minuto después llegó José Francisco y pidió una Superior. Se la sirvieron, le
dio un sorbo y se dirigió al baño, del cual yo salí.
La broma tuvo el resultado esperado: Francisco José reclamó al mesero (Maximino
Regalado) que él quería una Carta Blanca.
Él ve a alguien con camisa distinta y tono de voz diferente pero con la misma figura
de quien ordenara una Superior. Se desconcierta, al igual que los clientes de la mesa
aledaña, puesto que Francisco José reclamaba con voz fuerte.
Desconcertado y todo, se lleva la Carta Blanca, da la espalda al cliente y no ve el
nuevo cambio del parroquiano.
Ante el segundo reclamo, al escuchar un español afrancesado; su desconcierto
aumenta al grado tal de no escuchar la risas de los clientes adjuntos; quienes ya habían
notado la broma.
Regresó a la barra y llevó a la mesa una Superior para el latoso cliente y ve a… dos
idénticos.
“¡Ay Virgen Santa -platica Francisco José que exclamó Machis frente a ellos- yo no
estoy crudo, sino loco; veo doble!
La risotada fue general. Le pagaron dos tequilas dobles para que borrara esa poco
grata impresión y se curara la cruda. Le dieron, además, una buena propina por la
broma.
-Como comprenderás -añade riendo José Francisco al recordar la broma- Chihuahua
nos trae muy gratos recuerdos. ¡Cómo nos reímos ese día!
Convenios Inexplicables.- Los Gemelos y sus esposas visitaron la ciudad de
Chihuahua en la década de los setenta, debido a que los padres de Francisco José
nacieron en el Estado de Chihuahua.
En el inicio del segundo lustro de este milenio, ellos venían nada más de paso porque
se trasladaban desde Guadalajara, Jal. a Quebec, Canadá.
En esta ocasión no los acompañaron las esposas, pero lo hicieron sus amigos Teófilo
Escobar y Santiago Fernández. Como los cuatro paisanos dividían los gastos, el
convenio tenía lógica; carente de lógica, sin embargo, lo es el motivo: las consortes de
los gemelos no quisieron acompañarlos.
Se lamentaban de que los dos hermanos conversaban solamente entre sí y las
ignoraban todo el tiempo. Por tal razón, rechazaron el proyecto de vacacionar los dos
matrimonios juntos en Guadalajara, Jal. Exigieron a cambio que toda reunión festiva
fuera siempre en parejas, pero una distante de la otra.
El convenio era respetable pero no lo entendí ni ese día ni cuatro después, cuando
pedí al respecto su opinión a la madre de dos gemelas, la señora Patricia Córdova de
Espejel.
“Mis dos yernos no se encelan de otro hombre; pero evitan reunirse al mismo tiempo
con mis hijas, porque aseguran que no los toman en cuenta para nada; el mundo se
circunscribe únicamente a ellas dos. No le busque lógica al asunto, doctor”.
Así pues, los cuatro viajeros disfrutaban en grande sus vacaciones. Al llegar a
Chihuahua decidieron comprar una batería nueva.
Lo hicieron en Acumuladores Reno en donde también les proporcionaron la
dirección de tres mecánicos para hacerle una revisión completa al automóvil. Después
pidieron a un taxista que los llevara a un restaurante cercano.
Alegría Quintuplicada.- La mejor alegría es la que emana de nuestro interior, sobre
todo si es compartida con amigos en un sitio agradable. Este cercano y agradable sitio
fue el restaurante Rigoleto, a donde el taxista llevó a los cuatro alegres viajantes.
Alegres, porque para los gemelos el estar juntos es siempre motivo de felicidad.
Hubieran disfrutado también cualquier otro lugar, pero Chihuahua les es grata.
A Teófilo le correspondía manejar desde Chihuahua hasta Ciudad Juárez. El
descanso aquí le cayó de perlas porque dormiría bien y repondría la fatiga de dos días.
Su paisano Santiago (ambos son de Lagos de Moreno, Jal.) quería saludar al
chihuahuense Jaime Hernández, a quien conoció en Canadá cuando éste llevó a vender
artesanías mexicanas.
Por lo mismo, le agradó la idea de detenerse en Chihuahua y, aunque no pudo
conversar con Jaime, conoció a su hermano, Hermes.
Habían ordenado espagueti. Los gemelos se preguntaban por qué cuando uno de ellos
padecía alguna enfermedad, el otro sufría un padecimiento igual. Teófilo sugirió
consultar a un médico.
En ese preciso instante, el mesero Diego Hernández les servía sus platillos, escuchó
lo último y, cuando llegué, me presentó ante ellos.
“Con su amable permiso señores, les presento al médico que ustedes buscan: el
doctor Marcos Araujo García, el mejor salubrista de todo el Norte de México, de
Estados Unidos y de Canadá”.
-¡Ah, chirriones, te fuiste largo! chavo. -Dijo Teófilo.
-Al contrario, señor, me quedé corto -le respondió con aplomo Diego- él le enseñó al
doctor Barnard a trasplantar corazones; y al doctor Latapí, a curar la lepra mediante
sulfonas”.
Sin dar tiempo a intervención alguna, agregó con el tono que utilizaría un animador
televisivo:
“Por intrigas de medicuchos envidiosos, el doctor Araujo no es el Director de la
Organización Mundial de la Salud… No duden que él les despejará todas sus dudas. Los
dejo, señores”.
José Francisco, quien fue el primero en festejar la broma, exclamó: ¡Ah, carambas,
doctor, ni Bill Clinton tiene un publicista igual!
-Obviamente fue una broma, pero Diego me hizo sentir importante y hoy le daré el
doble de propina. -Manifesté tan desconcertado por los exagerados elogios, que me
expresé con simplezas.
-¿Y cuánto acostumbra darle, doctor?
-Nada, porque somos amigos. -Respondí para salir del paso con algo de decoro, pero
Francisco José me dio matarile.
-Más que amigo, doctor, parece su palero…
Las risas brotaron con naturalidad, tal vez porque todos -insisto- estaban felices y
deseaban prolongar su alegría; festejando cualquier ocurrencia por bobalicona que
fuera.
-Simpático, el chavo -comentó Santiago- por su ingenio parece mesero, pero se nota
que es muy culto y los de su chamba no suelen serlo.
Tomé la palabra y les expliqué la razón de su extrañeza.
-Será mesero cuatro meses más, cuando concluya la carrera de periodismo en
nuestra Universidad Autónoma de Chihuahua. Trabaja aquí para pagar sus estudios.
-Con ese sentido del humor, ganará muchas propinas -Manifestó Teófilo.
-Es acertado. Su ingenio lo favorece pero, además, es muy eficiente. Permítanme
contarles un detalle.
Les narré que un viernes, fin de quincena, varios políticos juntaron cuatro mesas para
disfrutar en grande. Concluyeron la comida y se prosiguieron con licor.
Uno de ellos pidió una bebida a la cual acostumbraba echarle unas gotas de Chile
Tabasco. Había chile de similar calidad; pero el cliente, quizá por estar algo mareado o
por ser mal educado, no lo aceptó.
Diego encomendó esas cuatro mesas a uno de los compañeros, tomó su bicicleta, fue
al supermercado frente al diario El Heraldo de Chihuahua y, en menos de diez minutos,
regresó con tres frascos de chile tabasqueño.
Todos, incluyendo a sus compañeros de trabajo, se quedaron admirados. La propina
fue mayor a lo que le pagaban a la semana como mesero.
-Esa propina -agregué tratando de hacerme el gracioso- no se la di yo…
-No hace falta que lo jure, doctor; le creemos como si fuera dogma de fe. -Remató
Francisco José.
-Esto sí es en serio -añadí al disminuir las risas- yo le pedí que felicitara al cocinero
(de nombre Jorge Luis) porque la comida le había quedado muy sabrosa.
“Lo haré con muchísimo gusto -me respondió Diego- esta felicitación le sabrá a
gloria; porque pocas personas acostumbran hacerlo”.
-Desde entonces, Diego me atiende como a cliente distinguido.
Saboreé las albóndigas del espagueti y gocé mucho la plática pues José Francisco
recordaba una graciosa anécdota:
Él debía ir al consulado de Canadá; pero acordaron que lo hiciera su hermano, quien
no usaba bigote.
Obviamente, la funcionaria que lo atendió calificó de imposible que ese grande y
espeso mostacho creciera de un día para otro, y le preguntó por qué usaba bigote
postizo.
-Señorita, mi bigote no es postizo; si quiere puede desengañarse.
-Sí, lo haré. Yo debo especificar cualquier cambio que modifique la presentación de
la persona.
-De acuerdo, hágalo; pero si mi bigote es natural… Bueno, luego hablamos.
-No tenemos nada de que hablar. Usted realiza un trámite y yo cumplo mi deber.
Permítame, por favor.
Primero, tiró suavemente del bigote. Después los tirones fueron tan fuertes que lo
hicieron gritar y atraer la atención del vigilante.
-Bien, señorita, usted ya despejó su duda; ahora permítame a mí despejar la mía.
Así se lo manifestó decidido a efectuar lo que pensaba, es decir, saber si sus mamas
eran o no naturales. Ella era canadiense; pero el vigilante, mexicano. A duras penas
contenía las ganas de reírse, aunque estaba presto a detenerlo si intentaba sobrepasarse.
No lo detuvo porque los gemelos intuyen cuando el otro está en peligro, Francisco
José buscó a su hermano. Su presencia, sobra decirlo, aclaró todo y la funcionaria,
avergonzada pero reconociendo la broma, le aceptó una invitación a cenar.
Lo que no sobra indicar es la ocurrencia de Teófilo: “Entonces, José Francisco, tú sí
despejaste tu duda ¿o no?”
Tras la nueva cascada de risas y estando por acabar nuestros postres, consideré
oportuno preguntarles cuál consulta deseaban hacerme.
-Doctor Araujo -expuso Francisco José- sabemos que no tan sólo nosotros sino
también otros gemelos nos enfermamos simultáneamente del mismo mal. Queremos
saber la causa y, si le fuera posible, explicarnos por qué sufrimos accidentes parecidos y
casi al mismo tiempo.
-Son dos preguntas estrechamente relacionadas pero diferentes entre sí. Contestaré la
primera:
“En ocasiones, los gemelos se enferman simultáneamente por su relación genética
pues estuvieron juntos durante los nueve meses del embarazo. Sus cerebros procesan de
forma idéntica la información porque la transmisión hereditaria es normada por el ácido
desoxirribonucleico (el ADN).
“Al embarazo de gemelos idénticos se le conoce como monocigótico o univitelino
pues un solo óvulo con un solo espermatozoide es el fecundado y forma un cigoto
único; el cual se divide después en dos, desarrollándose entonces dos fetos.
“Cuando esa división sucede entre el primero y cuarto día, cada feto tendrá su propia
placenta y su propia bolsa amniótica; si la división es entre el cuarto y el octavo día,
cada feto tendrá su propia bolsa pero solamente una placenta.
“Ahora bien, cada gemelo se desarrolla de forma independiente; pero, por proceder
del mismo óvulo y del mismo espermatozoide, tienen la misma carga genética y son
casi idénticos”.
Era notorio que los dos hermanos tenían una idea clara al respecto, por lo cual
consideré que la primera pregunta estaba ya respondida.
-¿Me di a entender bien?
-Sí, doctor, se explica usted muy bien; pero queremos saber -indicó Francisco José-
cómo es el embarazo de gemelos que no son idénticos.
-En esos casos (llamados coloquialmente gemelos mellizos o fraternales y en
términos médicos dicigóticos o bivitelinos) la fecundación es de dos óvulos y dos
espermatozoides, generando dos embriones diferentes.
“Cada feto tiene su costal o bolsa amniótica y su propia placenta, sean o no del
mismo sexo. Su parecido será mucho (fueron formados en el mismo vientre materno)
pero no idéntico,
“Lo poco explicable es que no deberían sufrir el mismo padecimiento porque las
enfermedades dependen en gran parte del cuidado corporal de cada persona ya que el
desarrollo de cada hermano es individual desde el momento en que la madre da a luz”.
Ejemplifique el caso: un gemelo puede padecer afecciones respiratorias porque fuma
mucho; mientras que el hermano (quien no fuma) debería gozar de buena salud. Este es
el proceso lógico.
“Entre los gemelos, sin embargo, tanto el fumador como el otro pudieran sufrir males
pulmonares iguales, por su conexión genética y telepática”.
Los cuatro amigos me escuchaban con genuino interés, sobre todo Santiago; a quien
le fascina el estudio de lo parapsicológico, y hay mucho de ello en el mundo de los
gemelos.
Fue él quien, tras pedir la cuenta, me preguntó si debía regresar a laborar por la tarde.
Le respondí que trabajaría tres horas más.
-Por favor, doctor -me dijo con gentileza no exenta de ingenio humorístico- no aporte
dinero ni a la cuenta ni a la propina al joven Diego pues, por ser su amigo, no le dejaría
ni un uno por ciento… Disculpe, no pude resistir la tentación de bromear; pero, ya en
serio, le manifiesto sinceramente:
“Notamos que usted está tan contento como todos nosotros. ¿Podríamos verlo
cuando salga de su chamba?
-Con todo gusto. También yo estoy muy contento de compartir la mesa con todos
ustedes. ¿En cuál hotel se hospedan?
-Sugiéranos usted alguno que no sea lujoso porque nos aconsejaron hospedarnos en
hoteles modestos y cenar en restaurantes sencillos.
El consejo era explicable ya que durante la administración presidencial del licenciado
Felipe Calderón Hinojosa sufrimos inseguridad en todo México; intensificada en los
estados norteños, por la cercanía con Estados Unidos.
-Permítanme llevarlos a un hotel modesto, muy limpio y con una atención excelente.
Fuimos al taller mecánico por su equipaje y los llevé al hotel San Carlos.
Cuando regresé de trabajar, los noté envidiablemente descansados tras una siesta de
media hora y un buen baño. Tan de buen humor estaban que Teófilo sugirió tutearnos,
cortesía que decliné porque me inspiraban mucho respeto; pero acaté gustoso el ser
menos formales en el tratamiento.
Llamar Pancho a Francisco José, y Pepe a José Francisco me ahorraba tiempo y
esfuerzo pues ya identificaba muy bien al segundo por pronunciar con un pequeño
acento afrancesado la letra ere.
Poca Unidad Pero Mucho Interés.- Reanudamos la plática pero la conversación
careció de unidad por intercalar varios tópicos, amenizados con bromas. Prosigo con la
genética de los gemelos y después, para no distraer la atención y por ser temas muy
interesantes, los incluyo en partes separadas.
-¿Doctor -preguntó Chago- la conexión telepática de los gemelos actúa como el sexto
sentido?
-Sí, Santiago, es muy parecida porque ellos captan los pensamientos y los
sentimientos siendo ambos, indistintamente, emisores y receptores de las transmisiones
telepáticas.
-¿Si ustedes hablan de lo que llaman percepción extrasensorial -solicitó Teófilo-
podrían explicarme en qué consiste?
Chago lo hizo y en términos sencillos: es la capacidad de obtener información, sin
tener experiencia previa y sin que intervengan los sentidos físicos.
Doctor, Pancho y Pepe le comprenden todo porque no pierden una sola oportunidad
de aprender algo más acerca de los gemelos; pero, aunque soy muy amigo de los dos y
me gusta la parapsicología, yo no soy ni siquiera mellizo ni estudioso de la materia.
Dígame, por favor, si he entendido bien:
“Creo que los gemelos tienen del mundo una idea diferente a la nuestra porque al
compartir la vida prenatal crean un vinculo especial desde el útero. Me baso en que
usted explicó que desde la semana 12 ellos se tocan, se duermen al mismo tiempo, se
pelean por el mejor sitio y hasta chupan el dedo del otro; ellos ya se conocen. ¿Entendí
bien?
-Sí, Santiago, todo ello es acertado y podría agregarse que comparten en el mismo
instante las emociones de alegría, preocupación, tristeza o felicidad de su mamá.
-Perfecto, doctor, entonces, cuando nacen, tienen una sensación de ser nosotros, a
diferencia nuestra que sentimos que somos un yo. ¿Estoy acertado?
-Sí, es acertado lo que dice.
-Conforme a ello, es lógico deducir que cuando los gemelos nacen y se les separa se
sienten incompletos. Intuyen que alguien les falta y se sentirán solos, confundidos y
tristes; sufriendo inseguridad emocional pues no le concuerda la idea de nacer habiendo
estado acompañado y después estar solo.
-Sin duda alguna que es así, Santiago, y, por lo mismo, ese gemelo tenderá a buscar a
alguien que sustituya a ese ser faltante; ya sea en sueños o fantaseando que habla con un
hermano imaginario. Durante mucho tiempo (quizá toda la vida) perdura ese recuerdo
de su vida intrauterina.
“Cuando se fortalece la relación genética con la telepática, se producen esas
enfermedades al mismo tiempo y los accidentes simultáneos -agregué para cerrar el
tema inicialmente tratado- aunque esto todavía es algo hipotético.
Es verdad -reafirmó Pepe- todavía se carece de conocimientos que demuestren
científicamente dichas coincidencias; pero ya está cercano el día en que lo sabremos.
Fundó su aseveración en bases sólidas porque José Francisco siempre ha asistido al
Festival Twinsbourg, en Ohio, Estados Unidos, que se organiza desde 1991, durante el
primer fin de semana de agosto. Allí se reúnen centenares de gemelos de todo el mundo
para intercambiar noticias y experiencias personales.
Del mismo modo, ha participado tres veces en la Reunión de Dobles, que se efectúa
en marzo en Pleucadeuc, Francia, desde l994.
Por su parte, Francisco José asistió a cinco festivales de Ohio; y a dos en Tucumán,
Argentina (Fiesta de Mellizos, el ocho de julio desde el 2008).
-Muchos van a divertirse un par de días -comenta Pancho- pero la mayoría acudimos
a intercambiar impresiones para saber más de nuestra idiosincrasia de gemelos”.
-Algunos asistentes -precisa Pepe- exhiben películas referentes a sus vivencias;
otros, muestran grabaciones de pláticas con sus hermanos intercambiando
coincidencias; y, casi todos, llevamos escritos de sucesos vividos por nosotros o por
algunos otros gemelos.
-¿Tiene usted alguno de esos escritos?
-Tengo todos los que me proporcionaron. Si desea leerlos, doctor, voy al cuarto por
ellos.
En tanto Pepe iba por los escritos, Pancho nos explicó la razón de la muy merecida
fama de Ohio.
CAPÍTULO II
Acreditada Fama De Ohio
Twinsburg es un pequeño pueblo de Ohio, situado a unos 45 kilómetros al sureste de
Cleveland, Estados Unidos. Significa Ciudad de Gemelos, en honor de dos hermanos
idénticos que vivieron allí el siglo antepasado.
En el mismo Estado, específicamente en Piqua, nacieron en 1939 los gemelos Jim
Springer y Jim Lewis quienes, cuarenta años después, reafirmaron la fama de Ohio en lo
relacionado con progresos científicos de gemelos.
Dicha fama fue ratificada una vez más el primer día del 2013, por el famoso caso de
las gemelas Nelson. Las hermanas tenían 19 años, y sus respectivos embarazos fueron
simultáneos; pero… sus partos, según los ginecólogos, tendrían una semana de
diferencia.
Eso no es anormal, pero su conexión espiritual fue superior a los datos médicos
puesto que dos horas antes de que Aimee ingresara en la sala de expulsión; también
Ashlee sintió las primeras contracciones.
No hace falta agregar que las gemelas cumplieron su sueño de dar a luz
simultáneamente.
Por otra parte, los reglamentos de Ohio para conceder adopciones de niños no
permiten proporcionar el nombre de los padres biológicos ni informar su condición de
gemelo.
Los padres adoptivos pueden presentarlos ante el registro civil con el nombre que
deseen. En el caso mencionado es Jim, siendo ésta la primera de una larga lista de
coincidencias:
Al conocerse, en 1979 a los 39 años, los hermanos Jim medían 1.80 metros y
pesaban 82 kilogramos. Trabajaban como policías pero, los dos, nada más medio
tiempo; su entretenimiento preferido era la carpintería, sufrían migraña, bebían cerveza
Miller Lite y fumaban cigarros mentolados Salem.
Se casaron con mujeres llamadas Linda, cuyo parecido físico es muy grande.
Las dos ignoraban que sus maridos fuesen gemelos. Engendraron sendos niños a
quienes llamaron como James Allan y James Alan (con una sola l) que nacieron el
mismo día, con una hora de diferencia.
Las dos esposas se divorciaron en la misma semana, del mismo mes, del mismo año.
La culpa fue, en ambos casos, de los gemelos; porque tenían una aventura fuera del
matrimonio con dos mujeres de nombre Betty, con quienes después se casaron.
Sus médicos familiares (sin conocerse y cuyos consultorios distan cuatro mil
kilómetros) se apellidan Vaughan. A los siete años de edad, los padres de los hermanos
les compraron un perrito, de la misma raza, a los cuales los niños pusieron el nombre de
Toy.
El sicólogo Thomas Bouchard, de la Universidad de Minnesota, invitó a los dos Jim
a su laboratorio en Minnea¬polis para estudiar sus semejanzas; algo que fortaleció la
fama de Ohio referente a gemelos.
Nancy Segal, catedrática de psicología en la Universidad del Estado de California en
Fullerton, corroboró dicho prestigio porque su participación con el equipo de su colega
Bouchard la motivaron tanto como para incorporarse a él en 1982 y renunciar a su
cátedra en California.
Participó durante más de tres lustros en el estudio de las similitudes de un centenar
de gemelos.
El estudio para medir la influencia genética en los gemelos data de 1875 gracias al
científico inglés Francis Galton; pero su intensificación -enfatiza Pepe- empezó en 1980
debido al revuelo causado en Ohio por el reencuentro de los hermanos Jim.
Pepe nos proporciona el correo digital del famoso laboratorio de estudios genéticos
de gemelos Thomas Bouchard, de la Universidad de Minessota:
(http://en.wikipedia.org/wiki/Thomas_J._Bouchard,_Jr.)
-¿Pancho, comparte usted el interés de su hermano por el caso de los hermanos Jim?
-Sí, doctor, porque tenemos muchas semejanzas con ellos. Vea usted: nos
apellidamos igual aunque invertidos (el paterno de uno es el materno del otro).
Igualmente invertidos, son nuestros nombres.
Una inversión doble la hay también en los nombres de sus correspondientes
progenitoras (ya fallecidas) Luz María y María de la Luz; así como el de las esposas:
Juana e Ivonne, pues en francés equivale a ello.
Debe señalarse que en México abundan los apellidos: Martínez, González,
Hernández, Jiménez, Armendáriz, Domínguez, Pérez, Ramírez, Rodríguez, Sánchez,
Gómez, Muñoz, Álvarez. Dos de ellos son los auténticos.
Pepe reanudó el tema de Ohio y su mérito como pionero de estudios acerca de
semejanzas de los gemelos; y como vanguardista, porque a los festivales Twinsbourg
asisten investigadores que efectúan prácticas con voluntarios.
La científica Patrick Flynn, de la Universidad de Notre Dame, de Virginia
Occidental, explica que existen sistemas equipados con un moderno software de
reconocimiento para detectar diferencias mínimas en las pecas, el iris de los ojos, las
huellas digitales o los poros de la piel; pero con los gemelos estos sistemas pueden ser
confundidos.
A los investigadores en biomedicina, los gemelos ofrecen una grande oportunidad
para identificar cuáles rasgos están determinados por nuestros genes y cuáles por el
ambiente, es decir, para distinguir entre la in¬¬fluencia de la herencia y la del entorno.
Estas dos líneas de investigación son esenciales para comprender la interacción de la
herencia y del ambiente en la determinación de la personalidad y la propensión a las
enfermedades. Últimamente, sin embargo, la epigenética comprueba que la herencia y el
medio no son las únicas fuerzas en juego.
Para Pluma o Lápiz.- La Epigenética es una ciencia nueva pero que genera mucha
esperanza para vigorizar la medicina preventiva y despejar dudas en la vida de los
gemelos.
-Doctor, ¿podría explicarnos con términos muy sencillos qué significa epigenética?
-Con mucho gusto, Pepe, proviene del griego epi, que significa sobre o acerca de;
gené, principio, nacimiento; e ica, ciencia o estudio. Genética es la ciencia que estudia
el principio de la vida para mejorarla y conservar la salud.
-¿Habla usted griego, doctor Araujo? -Preguntó Teófilo.
-No, Teo, no lo hablo; únicamente conozco y empleo varias raíces griegas porque
con ellas comprendo el significado etimológico de casi todos los términos que
empleamos en medicina.
-No lo dudo, doctor Araujo. En unas vacaciones estudié tres semanas raíces
grecolatinas; gracias a ello mejoré mucho el francés y aprendí fácilmente italiano.
-Teo -le respondí con sinceridad- recién egresado de la Universidad me propuse lo
mismo, pero fui desidioso; ahora ya no dispongo de tiempo para ello.
-Me sorprende que diga eso, doctor, porque usted está en la plena madurez de la
vida; no haga desidia, desempolve sus conocimientos de semántica y redacte un
diccionario para los estudiantes de medicina y otro libro con términos sencillos para que
comprendamos cuáles enfermedades sufrimos, sin tratar de entender el nombre
científico de los padecimientos.
-Meteré mi cuchara -intervino Chago- pues Pepe, Teo y su servidor, que estamos ya
viejos, aprovechamos cualquier oportunidad de aprender algo. Personalmente, creo que
los conocimientos es lo único que nos llevaremos al otro mundo. ¡No sea desidioso,
escriba esos libros!
Aunque los había conocido ese día, les tenía mucho respeto y no poca estimación a
los cuatro; por ello me cimbró sentimentalmente su criterio, pero calculé que ese tópico
podríamos tratarlo después.
Así se los expuse, lo aceptaron y reanudé el tema de la epigenética, para responder la
pregunta de Pepe.
“Es una ciencia nueva que se enfoca principalmente en el autismo, desde la herencia
de los ancestros y el medio que rodea al humano; además de un tercer componente, pero
ignoro cuál es ese componente.
-No se preocupe, doctor Araujo, porque ni los investigadores específicamente de la
epigenética han logrado precisar ese tercer componente.
“Mire usted, desde finales del siglo pasado se realizan concienzudas investigaciones
por los estudiosos An¬¬drew Feinberg, director del Centro de Epigenética de la
Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins; Arturas Petronis, director del
Laboratorio de Epigenética del Centro de Adicción y Salud Mental de Toronto; y varios
científicos más.
“Entre ellos, Peter Millar y la médica Danielle Reed. Por cierto que ella atribuye al
doctor Thomas Bouchard el mérito de que ahora se estudie con mucha detención las
semejanzas de los gemelos.
-¿Ha entrevistado a alguno de ellos, José Francisco?
-No porque, además de que siempre están muy ocupados, nuestras esposas creen que
nos tomarían como conejillos de indias, y nos arrancaron la promesa de no verlos…
Hay que saber perder, doctor. -Agregó con resignación.
-Pepe, creo que debemos escuchar las corazonadas y creo que en los gemelos son
habituales; pero no comprendo la razón de oponerse a ser estudiados por científicos
prestigiados, solamente porque lo determinan sus esposas.
-No lo hicieron por corazonadas sino por deducciones lógicas. Ellas (sea porque nos
escucharon o lo averiguaron por su cuenta) saben que no tan sólo científicos sino
también autoridades civiles y militares se interesan en estudiarnos y, lo más seguro, en
aprovecharse de nuestras facultades.
Entre otros conocimientos, de ellos y de sus esposas, indicó:
El Pentágono y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) pagaron durante cuarenta
años estudios acerca de las facultades de los gemelos.
Con igual certeza, los soviéticos lo hicieron; según descubrieron en 1976 agentes de
inteligencia estadounidenses, con el programa de nombre Identidad Sensorial a los
Estímulos Dolorosos.
En los dos casos, su propósito fue entrenar a gemelos desde el periodo escolar para
aprovecharlos con fines militares. Enseguida, Pepe volvió al tema de Ohio y los
adelantos científicos.
“Lo que puedo decirle es que, según sus estudios, durante la gestación pueden haber
cambios epigenéticos en un feto, conforme las células se convierten en tejidos.
“A uno de esos cambios en el ADN (sea para fortalecer o para debilitar la expresión
genética) lo llaman “metilación”, cuyo proceso se centra en las «etiquetas» epigenéticas.
“Esas etiquetas epigenéticas son los lugares concretos donde la metilación cambia
en el genoma la pauta de expresión de los genes”.
-Se expresa usted como un médico, Pepe. ¿Entre las varias materias que, como
jubilado puede estudiar por genuino placer, está la medicina?
-Pretendí hacerlo, pero ni siquiera me inscribí en una de las varias universidades en
donde uno mismo acopla su horario de clases pues lo que cuenta es aprobar todas las
materias conforme se pueda.
-¿Por qué no lo hizo?
-Le responderé en plural ya que lo determinamos con mucho cuidado con Francisco
José, por lo cual pudimos decidir algo apegado a lo justo:
“Nuestras esposas siempre han sido muy solidarias con nosotros; pero desde que
nuestros hijos se casaron y formaron sus hogares, notamos que nos necesitan más;
aunque sea sólo para estar junto a ellas.
“El análisis fue minucioso. Los dos somos jubilados, ya rebasamos la madurez y
entramos a la ancianidad siendo pocas nuestras necesidades; pero es gracias a ellas que
tenemos una economía bonancible y nosotros podemos vernos y viajar juntos cada año
algunas semanas.
“No, doctor, no estudié medicina y fue poco lo que pude entenderle a la doctora
Reed, en el centro Monell al iniciarse un festival Twinger. Lo mismo nos sucedió a casi
todos los asistentes pero nos impresionó su sinceridad e ingenio.
“Sinceridad, porque precisó que no obstante llevar varios años de estudios, los
científicos todavía se encuentran tan sólo a unos cuantos pasos adelante de como
empezaron; ingenio, por lo que agregó y muchos copiamos textualmente. Permítame
leérselos:
“En mi opinión, la epigenética es la luz de mu¬¬chas de esas singularidades
corporales y espirituales de los gemelos.
«Se nos olvida que hace cincuenta años algunos trastornos (como el alcoholismo o
las cardiopatías) se consideraban causados nada más por los hábitos de vida. Se creía
que la esquizofrenia era consecuencia de una deficiencia en los cuidados maternos.
“El estudio de los gemelos nos ha permitido distinguir con más exactitud lo que es
innato de lo que se adquiere con la experiencia, y las últimas investigaciones sobre
epigenética prometen llevar nuestra comprensión aún más lejos.
«Me gusta decir que la Madre Naturaleza escribe algunas cosas con lápiz y otras con
pluma. Lo que está escrito con pluma no se puede cambiar; es el ADN. Pero lo escrito a
lápiz sí se puede corregir; es la epigenética.
“Ahora que somos capaces de estudiar el ADN y ver lo que está escrito con lápiz, es
como entrar en un mundo nuevo”.
CAPÍTULO III
Separados Desde el Nacimiento
Al igual que a José Francisco, la historia de los gemelos Jim impresionó
grandemente a Francisco José y los dos, juntos y por separado, estudiaron casos
parecidos para comparar las vivencias ajenas con las propias.
Cada comparación les proporciona algunas enseñanzas, confirma otras y, sobre todo,
les fortalece el entusiasmo para estudiar los extraños sucesos del mundo de los
gemelos.
-Consideraba una broma -recuerda Francisco- que los chinos eran indistinguibles,
pero comprendí que los recién nacidos son inidentificables; pues, en el sanatorio donde
nacieron, Wang Yiwu fue confundido con Xiang Nan, con quien vivió durante 21 años
creyendo toda la familia que éste (no Wang Yiwen) era el hermano mellizo.
“Los dos vivían en la provincia de Sichuan pero en ciudades distantes 200
kilómetros. Un amigo le reclamó a Wang Yiwu la descortesía de no contestarle el
saludo. Además, el resentido iba con varios compañeros quienes, igualmente aunque sin
ser sus amigos, conocían al supuesto Wang Yiwen.
“Ese amigo -agrega Pancho- le dijo a Wang Yiwen, en Chengdu, que en Neijiang
habían visto a un muchacho tan parecido a él, que lo saludaron con afecto; pero notó
que, en verdad, él no los reconoció. Su actitud -le recalcó- parecía sincera”.
Sabida la existencia del otro, el reencuentro entre Pancho y Pepe transcurrió un día;
en el de Wuang Yiwu y Wang Yiwen, duró una semana porque en los países
totalitaristas es difícil trasladarse de una a otra provincia, sin una razón práctica. El
conocer a un hermano gemelo no les interesa a las autoridades comunistas chinas.
El caso, concluye Pancho, es muy famoso porque los hermanos demandaron al
sanatorio donde se originó la confusión de documentos. Un tribunal ordenó pruebas de
sangre, lo cual comprobó que existe hermandad entre los demandantes y no la hay con
el supuesto gemelo Xiang Nan.
-¿Ganaron el caso al sanatorio demandado?
-Lo probable es que no, doctor. Los gemelos exigieron una indemnización de 154 mil
dólares, pero el director del hospital sostuvo que el tiempo de reclamo ya había
prescrito.
-Entonces, aquí termina la historia.
-No, doctor, tiene una secuela porque los dos hermanos localizaron a su madre
biológica; el papá ya había muerto.
-¿Cómo reaccionaron al conocerla?
-Sin rencor alguno porque comprenden que los padres biológicos los dieron en
adopción debido a su pobre situación económica. Parece que algo similar ocurrió con
los hermanos Zeng Yong y Liu Yonggang: se perdona sin juzgar.
-¿Debo inferir que lo mismo piensan usted y Pepe en relación con su mamá
biológica?
-Tal vez nosotros no seamos tan realistas como los chinos, pero suponemos que
debió sufrir mucho al renunciar a su maternidad y decidimos no juzgarla, rezar por ella
de cuando en cuando, y nada más. Los dos amamos mucho a nuestros padres adoptivos.
-Bueno, eso es lo normal en toda familia.
-Así es, doctor, lo natural es que padres e hijos se amen; pero en el caso de padres
adoptivos ese amor suele ser más intenso porque tienen más necesidad de un hijo (como
en nuestro caso) y, al tenerlo, los lazos afectuosos son habitualmente más estrechos.
-¿Debo entender que sus padres los consintieron mucho?
-Tal vez otros padres adoptivos pues los nuestros eran matrimonios jóvenes. Hasta
mediados del siglo pasado, las madres atendían el hogar, eran muy cariñosas pero
dejaban la disciplina estricta al papá; ése fue nuestro caso, nos agradaban esas
costumbres tradicionales y fuimos felices porque no fuimos hijos únicos.
Como suponía que alguno de los dos padres adoptivos de Pancho y de Pepe eran
infértiles, lo expuesto por Francisco me extrañó. José, comprensivo y gentil, me apoyó:
“No se desconcierte, doctor. Lo dicho por Pancho es poco compresible en sí mismo y
más para las nuevas generaciones; no olvide que nosotros nacimos antes del medio siglo
pasado”.
Efectivamente, el factor tiempo es esencial para entender que dos matrimonios sin
hijos tuviesen cada uno tres más, aparte del adoptado.
Hasta mediados de la centuria pasada, en todo México (posiblemente en toda
América Latina) el catolicismo era el vínculo mayor y extenso. Ser compadres
significaba, literal y realmente, contraer la responsabilidad de “ser-padres” ante Dios.
Con base en ello, si por alguna razón los padres biológicos no podían atender en un
aspecto (educativo, por ejemplo) al hijo o morían; los compadres cuidaban al ahijado.
En el entonces muy católico Jalisco, con toda seguridad, el compadrazgo era sumamente
respetado.
Eso explica lo referente a Francisco José, porque sus padres adoptivos eran
compadres de bautismo de los esposos Flores Rodríguez. Blanca Julia enviudó tras una
larga, dolorosa y cara enfermedad de su marido.
Al morir don Raúl, ella hubo de vender la casa para pagar al sanatorio y a la
funeraria. Se quedó sin dinero y sin poder mantener a su hijo varón y a sus dos niñas;
los tres fueron recibidos por los padres de Pancho.
La señora Blanca Julia se fue a trabajar al Distrito Federal y siempre les enviaba
dinero a los compadres y regalos a todos los niños. Ella murió el 13 de mayo de agosto
de 1987.
Debe reiterarse que en la actualidad ese hecho extrañe a las nuevas generaciones pero
era algo común, con certeza, en el occidente y el centro de México.
Ahora bien, no tan sólo para las nuevas generaciones, sino para todos los que
vivimos en México en este tercer milenio, el caso de Pepe es poco compresible; aunque
no mucho en Canadá, en donde los niños actúan con más desenvoltura que los
mexicanos.
Don José y doña María de la Luz, padres de Pepe, ahorraron un poco de dinero y
viajaron a las cataratas del Niágara. Allí conocieron a Zoila y Héctor, mexicanos que
habían hecho una fortuna con una fábrica de tortillas de harina, que después se extendió
a dos sucursales y a un restaurante de primera.
Los nuevos amigos invitaron a doña María de la Luz y a don José a vacacionar en
diciembre. Aceptaron y estuvieron felices aunque no descansaron un solo día, porque el
trabajo de la fábrica había aumentado y se necesitaban trabajadores. Ellos trabajaron
como Dios manda.
La señora Zoila les agradeció sinceramente su ayuda y les pagó por una semana lo
que don José ganaba en Guadalajara en tres meses. Don Héctor llegó unos minutos
después y, sin rodeos, les comunicó lo que su esposa y él querían ofrecerles:
Quedarse en Quebec y “pedirlos” ante las autoridades de Migración como
trabajadores, legalizando así sus documentos para salir del país cuando lo desearan y
regresar cuando lo decidieran; puesto que siempre habría chamba para ellos.
Don José se encargaría de cuidar la fábrica, se le pagaría lo mismo de sueldo y
viviría en el sótano, el cual sería adaptado como mini departamento; con la ventaja de
que tampoco pagaría la comida porque el restaurante está al lado y tendría el derecho de
pedir lo que quisiera.
-Marie, te ruego que aceptes; porque yo soy la que entiende de contabilidad y
necesitaría estar en Ottawa durante semanas dado que Héctor abriría allá una sucursal
de la fábrica.
“Si me cuidaras a los niños, me iría con tranquilidad; aquí el sueldo de niñera es
bastante y podrías ahorrarlo íntegramente porque en la casa tendrías todo, sin necesidad
de que gastes un centavo.
-No lo piensen mucho -aconsejó don Héctor- si se quedaran dos o tres años,
ahorrarían lo suficiente como para regresar a México y poner un buen negocio; algo que
garantizaría los gastos universitarios de Pepito. Nosotros así lo habíamos determinado
pero aquí nos ha ido tan bien que decidimos quedarnos.
También Marie y José decidieron quedarse un par de años. Éstos se habían
prolongado a cinco porque Héctor y Zoila abrieron una grande sucursal en Ottawa, que
les exigía permanecer allá hasta dos meses continuados.
Si en lo económico progresaban, en lo espiritual, sin embargo, descendían. Héctor
vivía un amorío con una capitalina de ascendencia inglesa.
Para mortificarlo, la señora Zoila, en vez de regresarse a México con sus hijos, como
la aconsejaban sus amigas; se casó con un turista juarense, quien únicamente pretendía
matrimoniarse con una canadiense naturalizada para así nacionalizarse él.
Aunque triste, lo anterior no es raro; lo raro es la actitud de Celina, la hija mayor de
los esposos, quien recién había cumplido siete años de edad, mismos que tenía Pepe.
Delante de la señora Zoila, Celina le pidió a doña Marie que se quedara a vivir con
ellos cuando sus dos padres se fueran con sus nuevos cónyuges.
“Yo no escuché eso -precisa Pepe- pero todos aseguran que eso fue lo expresado por
Celina. Lo que sí escuché, detrás de la puerta de la cocina, fueron las pláticas de mi
mamá con la señora Zoila y las de todos con el señor Héctor.
“Mi mamá les expuso que estaba encariñada con los niños y se sentía feliz de que
también ellos con ella. Los atendería sin pedirles dinero, porque con sus ahorros se
regresarían a Guadalajara, instalaría una bien surtida tienda de abarrotes en grande casa
de su propiedad, y educarían a todos los niños.
“Ellos, que habían venido de México, sabían que lo expuesto era una innegable
verdad; pero verdad innegable también lo era que únicamente ellos, como padres,
debían decidir lo conveniente para sus hijos”.
Lo que hablaron después los cuatro amigos no pudo oírlo Pepe porque les pidieron a
todos los niños salir a jugar en el jardín. Fue poco después de que José Francisco se
casó con Ivonne, cuando lo supo:
“Hijo, la señora Zoila ya había renunciado a la custodia de los niños porque en esos
días andaba volada con su nuevo esposo. Don Héctor quería hacerse cargo de ellos,
pero sabía que su novia no los aceptaba; así es que tu papá y yo, que le rogábamos a
Dios nos diera un hijito, nos vimos bendecidos con cuatro lindas criaturas”.
Don Héctor se quedó en Ottawa, compartió la mitad de sus bienes con la ya
divorciada Zoila; conviniendo en que la casa sería de los tres hijos, a quienes también
les abrieron una cuenta bancaria para su manutención.
“Se les encomendó a don José y doña María de la Luz la custodia de los niños,
recibiendo como pago el restaurante con todo y edificio.
“Sensatamente, todo fue hecho ante un notario; pues la señora Zoila no tardó ni un
año en volverse a divorciar y tener un joven amante que la despojó de todo el dinero.
Los padres de Pepe acordaron proporcionarle una pensión de las utilidades del
restaurante. Pensión modesta, porque la señora no se repuso del alcoholismo en que
cayó. Murió en El Paso, Texas, tres años después de su segundo divorcio.
También don Héctor se divorció una segunda vez y la señora le quitó todos los
bienes; pero él volvió a Quebec, se refugió en el trabajo; lo cual, aunado a las relaciones
de su etapa de prosperidad, le propició una pronta recuperación económica.
Murió a los 45 años, por cáncer pulmonar. Fumaba diariamente tres cajetillas de
cigarros. Siempre rechazó el ofrecimiento de don José de vivir con sus hijos en su
amplia casa; pero los visitaba un día cada semana.
Padres Adoptivos, más Comprensivos.- Mis dudas habían sido aclaradas y
reanudamos la conversación de los gemelos chinos.
-Pepe, ¿qué opina usted de ese caso?
-Estoy completamente de acuerdo con mi hermano, inclusive en la aversión a las
autoridades comunistas chinas por ordenar tener un solo hijo pues nos afecta a los
gemelos. En cuanto a su sistema político, lo desconozco y carezco de interés por
conocerlo.
Confirmó la afirmación mostrando en su carpeta el caso de dos gemelas adoptadas en
China.
Allyson y Kirk MacLeod viven en Sutton, cerca de Toronto; Lynette y Mike Shaw,
en Amherstburg; un pueblo de Ontario. Se conocieron en febrero del 2000 en una
agencia de adopción de Chenzhou, en la provincia china de Hunan.
Cuando les mostraron a las bebés, tanto los esposos Shaw como los MacLeod
notaron que su parecido era extraordinario. Además, su risa y su llanto eran tan
parecidos que no podían distinguirlas.
Lógicamente, pensaron que eran gemelas; pero los directores de la agencia les
afirmaron lo contrario, aunque las dos habían nacido en el mismo día; según constancia
en el libro de registros.
El matrimonio Shaw preguntó si podían adoptar a las dos niñas. La respuesta fue:
nadie puede adoptar a dos niños; si no aceptan llevar una sola, las dos serán regresadas
al hospicio.
-Conforme he sabido por gemelos chinos -asevera Pepe indignado- las autoridades
comunistas de su país no aceptan razón alguna, sencillamente ordenan y se les obedece
o se pierde lo logrado, después de humillantes trámites burocráticos.
Los matrimonios Shaw y MacLeod lo comprendieron, acataron la orden y regresaron
con sus bebitas a Toronto y Ontario, distantes unos 400 kilómetros.
Cada dos meses los esposos se alternan en viajar de una a otra ciudad para que las
hermanitas puedan estar juntas un fin de semana; ello las ha beneficiado en el desarrollo
de su personalidad.
Tal desarrollo, en ocasiones los sorprende; porque aunque Lily es poco atlética y
tiene un temperamento artístico, ganó una carrera escolar de cien metros; posiblemente
influida por Heather y Eric, los otros dos hijos de los Shaw.
De donde infieren que el ambiente es determinante en la formación de las personas.
Los Chinos son Inidentificables.- Pancho y Francisco se miraron y, sin que nosotros
supiéramos la causa (no hablaron entre sí) rieron simultáneamente como si recordaran
un chiste.
Al notar nuestra extrañeza, Pepe manifestó que también estaba de acuerdo con su
hermano en que los chinos recién nacidos son inidentificables. Para demostrarlo abrió
nuevamente su carpeta de apuntes en el señalamiento de “hermanos separados” y nos
leyó:
Las hermanas Meredith fueron adoptadas el 8 de diciembre de 1999 en el Instituto de
Bienestar Social de la ciudad de Jiangmen, China, por dos familias estadounidenses
diferentes.
Una semana después de nacida, Meredith Grace fue acogida en el citado instituto;
según se asentó en la administración. Meredith Ellen lo fue en la quincena siguiente,
viviendo allí nueve meses sin que sus cuidadores notaran que son mellizas.
Meredith Grace fue adoptada por los esposos Jim y Susan Rittenhouse, quienes se la
llevaron a Chicago, Illinois. Un mes antes lo había sido Meredith Ellen por el
matrimonio Anne y Mike Harrington, de Birmingham, Alabama.
Ellen es muy apacible y Grace hiperactiva. Las dos habían platicado a sus maestras
de jardín de niños que tenían una hermanita en China.
Las profesoras, a su vez, lo comentaron con las respectivas madres adoptivas y todas
(ignorando que el presunto deseo era una auténtica realidad) concordaron en que sería
ideal para cada niña adoptarles una hermanita.
Leigh Anne y Mike Harrington dieron el primer paso: ella escribió a un portal de
Yahoo para relacionarse con padres adoptadores de huérfanos en el último diciembre
del siglo recién pasado, del Instituto de Bienestar Social de la ciudad de Jiangmen.
Jim revisó el correo electrónico y en la primera contestación vio una cara
exactamente igual a la de su hija Meredith Ellen.
Ese fue el inicio de un intercambio continuo de correos digitales entre el matrimonio
Jim y Susan Rittenhouse con el de Leigh Anne y Mike Harrington. Decidieron realizar a
sus hijas una prueba de ADN, que (como lo esperaban) comprobó que son mellizas.
Después de haberlas comunicado por teléfono, las hermanitas Meredith, de cuatro
años de edad, fueron presentadas en un hotel de Birmingham.
Se abrazaron, rieron, no se soltaban las manos; vivieron momentos intensos de
felicidad pero… debían separarse e hicieron una grande rabieta.
Los padres de las gemelitas comprendieron que debían juntarlas cuantas veces lo
permitiera su situación económica, sin descartar que algún día viviesen en algún lugar
cercano para ambas. Entre Chicago y Birmingham hay mil cien kilómetros de distancia.
En algunas ocasiones, ambos matrimonios solicitaron préstamos bancarios para que
las niñas pudieran verse porque las dos, simultáneamente y con similar intensidad,
sufrían una nostalgia que les perdura hasta tres o más días.
-Estoy convencido, doctor, de que esos amorosos padres resuelven la necesidad de
unir unos días a las niñas y no dudo de que harán sacrificios por tenerlas en una sola
ciudad. Los padres de gemelos separados -asevera José con firmeza- suelen ser muy
comprensivos.
Importancia de las Semejanzas.- Pancho opina que la manera de cómo se
reencuentran los gemelos separados es muy importante porque los factores circundantes
son valiosos para entender varios aspectos de su existencia: personas con quienes se
casan, estudios profesionales, enfermedades y hasta pequeñeces como el sentarse y
cruzar una pierna sobre la otra de la misma manera en que lo hace el gemelo.
A sugerencia suya, Pepe mostró otro de caso de gemelos separados desde la niñez; el
de las hermanas Patricia y Claudia, cuyas vidas tienen bastantes similitudes con las de
ellos.
Desde el momento que nacieron (Argentina en 1961) la mamá las encomendó a dos
de las enfermeras del hospital Evita (en honor a Eva Perón). Una vivió en Buenos Aires,
y la otra en Mendoza; ciudades separadas más de mil kilómetros.
Pancho comenta que algo parecido les sucedió a ellos, aunque su madre biológica
nunca intentó buscarlos públicamente, como lo hiciera la mamá de ellas en un programa
televisivo.
La semejanza es el ser entregado Pepe a una partera, por una madre quinceañera.
Tras su reencuentro, ellas comentaron tener muchas semejanzas; no obstante haber
vivido separadas durante 47 años.
Entre los gustos idénticos mencionaron la ropa que habían usado durante diferentes
épocas de su vida, el tipo de muebles y hasta un espejo ovalado; preferencia por
determinados cantantes juveniles y decenas de coincidencias pasadas y presentes; como
decenas de similitudes presentes y pasadas han sido y son y las de Pancho y Pepe.
Patricia fue adoptada por una familia integrada por siete hermanos, cuyos padres ya
no eran jóvenes; tanto que, de hecho, fue una de sus hermanas quien la crió. Ella, sin
embargo, recuerda con mucho cariño a la madre adoptiva.
Claudia vivía en Mendoza con una familia de tres integrantes. Fue a Iowa, Estados
Unidos, en donde se casó y procreó un niño.
Desde que estudiaba la secundaria, Patricia tiene una amiga muy querida, María
Antonieta, a quien le gusta relacionarse socialmente por medio de lnternet.
Navegaba por la red de un diario digital de San Rafael, cuando vio en Facebook a
una joven (Claudia) que buscaba a una hermana (sin precisar que fuese gemela) porque
así se lo había comunicado en Estados Unidos una llamada telefónica anónima.
Notó María Antonieta el grande parecido físico de Claudia con Patricia y se avocó a
buscarla. También ella había recibido en San Rafael, Argentina, una llamada anónima
similar.
No tardó mucho tiempo María Antonieta en localizar a Patricia quien, emocionada,
la escuchó y empezó a investigar su origen entre sus parientes adoptivos.
Los hermanos habían respetado la decisión de sus padres de no comentar su origen a
la nueva hermana; pero, ante los hechos, rompieron el silencio y le dijeron lo poco que
sabían de su madre biológica.
La situación de Patricia y Claudia es igual a la de los gemelos chinos, que
consiguieron pistas para encontrar a su mamá pero, sin resentimiento, declinaron verla.
Por el contrario, después de haberse conocido personalmente (Patricia fue a Iowa)
ellas desean vivir cerca la una de la otra; algo próximo a realizarse ya que (como les
sucede a la mayoría de los latinos que van a Estados Unidos) Claudia y su esposo han
ahorrado unos dólares y desean regresar a su Argentina.
Actitudes Desconcertantes.-El caso de las hermanas-canarias tiene parecido con el
de los hermanos chinos Wang Yiwu y Wang Yiwen, el que fuera confundido con Xiang
Nan. José lo sintetiza así:
Nacieron en marzo de 1973 en Las Palmas, la Gran Canaria. Tres días después, en el
mismo hospital de Nuestra Señora del Pino, nació otra niña y, por una falla médica en la
sala de incubadoras, la gemela María Eugenia fue entregada a sus padres junto con
Estela, una niña que había nacido tres días después. A Rosa María, la otra gemelita, se
la llevaron los papás de Estela.
Veintiocho años después, María Eugenia entró en una tienda de ropa, siendo atendida
por Pilar, quien se extrañó por ser tratada simplemente como a una empleada: sin
corresponderle al saludo ni a sus sinceras sonrisas, y pagarle las prendas de vestir como
a una desconocida. Pilar es amiga de Rosa María.
Antes de salir de su trabajo, Pilar llamó por teléfono a Ana, también amiga de Rosa
María, notificándole su grosera actitud.
Ana, a quien también le encanta el chisme, llamó a Rosa María para contarle
“confidencialmente” que Pilar estaba muy enojada contra ella.
-Doctor, ¿cómo cree que reaccionó Rosa María? -Me preguntó Pancho.
-Si la amistad con Pilar es muy buena, lo probable es que le explicara que no había
comprado ropa ni en ésa ni en otra tienda.
-¡Correcto, doctor! esa es la conducta esperable en cualquier persona; pero no de una
gemela. -Salvedad que explicó emocionado, como si reviviera su experiencia infantil en
Guadalajara.
“Rosa María le habló a Pilar, no para reclamarle sino para preguntarle acerca de la
ropa comprada, la hora y varios datos más de mucho interés para ella; pero carentes de
importancia para Pilar. Y aquí, doctor, hay otro aspecto desconcertante”.
Dicho aspecto es que cuando Rosa María le hablaba a Pilar, María Eugenia entraba
en ese momento en la tienda a cambiar una blusa por otra prenda.
Pilar se sorprendió porque el tono de la voz de Rosa María es igual al de María
Eugenia, a quien le pidió una identificación para salir completamente de dudas.
-Estos, doctor, son los sucesos extraordinarios para todos, incluyéndonos a nosotros,
porque lo normal es que María Eugenia se negara a identificarse pues no es requisito
para cambiar una blusa; pero accedió cortésmente.
Lo demás es lo esperable: Pilar concierta una cita para que las hermanas se conozcan,
la prueba del ADN demostró que son gemelas, los documentos oficiales de su
nacimiento ratificaron que fue el mismo hospital en donde nacieron y que ambas
estaban felices por conocerse y recuperar parte de los 28 años que vivieron separadas.
-En sus noticias destacaron sólo la demanda que hicieron las gemelas y Estela al
hospital.
-En lo personal -indica Pepe- me identifiqué con María Eugenia por mi experiencia
con el profesor de mi hermano.
A José no lo desconcertó el que un desconocido lo saludara afectuosamente; sino el
sentir que esa confusión tenía una base real: existía alguien parecido él.
-En lo que a mí respecta -señala Pancho- la reacción de Rosa María ante el reclamo
de Pilar, fue igual a la mía con el profesor Everardo López:
“Me dolía que me regañara un maestro consagrado a la enseñanza y a quien
queríamos todos sus alumnos. Lo escuchaba con respeto, pero no recuerdo sus
amonestaciones; porque mi atención se centraba en saber que existía alguien (no
solamente en sueños) parecido a mí.
“Recientemente, gracias a Chago, supe que en la mente sólo puede existir una sola
idea. Ahora sé que la idea dominante fue la de tener un hermano no imaginario sino
real.
CAPÍTULO IV
Conciencia Intrauterina
Tanto los gemelos como los mellizos, sobre todo los primeros, tienen la conciencia
intrauterina muy desarrollada.
Un hermano puede distinguirse por una personalidad: extrovertido, alegre,
emprendedor, muy activo… porque heredó en sus genes esos rasgos sicológicos de su
papá o mamá, abuelos o tatarabuelos.
En tanto el otro hermano pudiera ser: introvertido, serio, reservado, apacible etcétera,
por la misma razón: herencia paterna, materna o atávica.
Tales diferencias que conforman su genio, su figura, su temperamento, se detectan
desde el cuarto mes de su vida intrauterina.
En su proceso gestatorio, lo anterior no es difícil de explicar porque (no obstante
estar los mellizos en el mismo vientre materno) se desarrollan en placentas diferentes;
diferentes son sus cordones umbilicales, están en distintos sacos amnióticos y separados
por una membrana. Además, uno de los dos se desarrolla más rápidamente que el otro.
Junto a esas individualidades físicas hay también diferencia de conducta,
manifestadas en acciones corporales. Cada gemelo preferirá determinadas posturas en el
útero y también realizará actividades de su predilección, conforme a su temperamento
específico.
De esa manera, uno de ellos hará muchos movimientos, en tanto que el otro preferirá
estar quieto gran parte del tiempo.
El primero investigará continuamente cómo es su muy cómoda “casita”, mientras el
hermano se sentirá muy seguro en ella y no hará más movimientos que aquellos para su
buen desarrollo. En síntesis, uno será muy activo; el otro, pasivo.
Hermanables u Hostiles.- Establecidas las diferencias corporales y conductuales,
comentamos los posibles efectos que causa en un feto la presencia del otro al compartir
una misma “casita”.
Los efectos son tantos, según sea el temperamento de cada gemelito y la forma con
que tiendan a relacionarse. Sin pretender crear un patrón estrictamente clínico, y
sencillamente para dar una idea, analizamos las reacciones probables siguientes:
Afinidad o Acoplamiento.- Cuando los gemelos tienen temperamentos parecidos o
propensos para acoplarse, las relaciones fraternales tenderán a ser armoniosas desde el
útero materno. Si los dos son muy pasivos, se buscarán mutuamente.
Si uno es hiperactivo y el otro es bastante pasivo podrán complementarse y el
acercamiento del primero será aceptado por el segundo; pudiendo ser, inclusive, que la
búsqueda sea a la inversa.
En dicha circunstancia y las muchas variantes existentes, los gemelos disfrutarán su
compañía. Podrán fastidiarse mutuamente en algunos momentos, pero compartirán a
gusto su vida uterina.
Desde el nacimiento, durante su infancia, adolescencia y primera juventud tenderán a
fortalecer los lazos fraternales, habrá afinidad o acoplamiento entre ellos. Uno podrá ser
el guiador feliz y feliz guiado el otro; o estarán relacionados sin jerarquía alguna.
Autonomía u Hostilidad.- Por el contrario, cuando los temperamentos no son afines
y uno de los gemelos es sumamente activo y el otro sumamente pasivo; los dos tenderán
a proteger su individualidad, pero el segundo defenderá su autonomía con un medio que
nunca le fallará: ¡a patadas!
La vida real lo demuestra; hay gemelos que no pueden convivir. Antonio, llamemos a
uno de ellos; Juan, al otro.
Antonio es muy impresionable, activo emprendedor, impulsivo; con todas las
características que distinguen al temperamento sanguíneo-colérico.
Juan, a la inversa, será también muy impresionable y activo pero centrado, audaz
pero con notoria prudencia; dotado de las peculiaridades del temperamento colérico-
sanguíneo.
Las relaciones de Antonio y Juan serán las esperables entre dos individuos muy
diferentes.
Tan pronto el impulsivo Juanito, por ser muy activo, dé una patada al hermano;
posiblemente éste la reciba un par de veces sin defenderse. A la tercera, lo hará y
también a patadas; razón que obligará a huir al osado hermano.
En dichos casos, el útero de mamita será frecuentemente convertido en un genuino
cuadrilátero y ella, sin ser réferi, sufrirá también las patadas de sus dos púgiles.
Antonio y Juan sostendrán esa rivalidad durante su primera infancia. Al llegar al uso
de razón, la tendencia hostil recíproca persistirá; pero podrá ser modificada mediante
una esmerada educación por parte de los padres.
Varias son las maneras de interrelacionarse de los gemelos desde el vientre materno.
Un hermano cuyo temperamento predominante sea el melancólico, podrá acoplarse bien
con un hiperactivo sanguíneo. Y así, varias formas más.
Mucho logran los progenitores en la formación del carácter (modo de ser por la
educación familiar y el influjo del ambiente en que se desarrolla) lo cual atenuará el
antagonismo entre gemelos, pero muy difícilmente lo erradicará. Genio y figura…hasta
la sepultura.
Comprobación Científica.- Maravilla saber que existe conciencia sicológica desde el
útero, según lo demuestran estudios ecográficos. En Medicina, la Ecografía estudia el
comportamiento del feto en su entorno natural.
En México es poca la investigación de este tipo. Se realiza concienzudamente en
Italia (sobre todo en la Clínica Mangiagalli, Milán) desde hace medio siglo. Los
ginecólogos realizan estos estudios cuidando de que los fetos se desarrollen en la forma
más normal posible.
Sus resultados nos permiten conocer las causas de las rivalidades o afinidades entre
tantos gemelos famosos de la Historia, como Esaú y Jacob o Cosme y Damián;
reacciones cuya acción original estuvo en el vientre materno.
¿Admirable? Sí, admirable y asombroso.
Asombra saber que dos personas se transmitan pensamientos y sentimientos con una
sola mirada, el que una sufra una fractura en un antebrazo y el hermano (a kilómetros de
distancia) resienta una inflamación en esa misma parte; el que, estando dormidos, uno
de los gemelos hable y el otro le conteste; decenas de sucesos similares.
Es frecuente que los padres acostumbren vestir igual a los gemelos, pero no pueden
obligarlos cuando son mayores de edad. Sin embargo, debido a su conexión espiritual, a
su telepatía gemelar, suelen comprar prendas idénticas, como les sucede con frecuencia
a las hermanas Duarte Gómez.
Igualmente (como suele sucederles a las gemelas Jennifer y Monserrat Domínguez)
es común que uno de ellos termine de formular la frase del otro, y no sólo cuando
duermen sino al conversar o cantar.
Antes de que uno termine una frase, el hermano (sin premeditada intención, de forma
habitual) la concluye. Si uno de ellos se equivoca al cantar, el hermano también -y en la
misma palabra- sin siquiera analizar la falta.
CAPÍTULO V
Singularidades de Gemelos
A mediados del 2013, el periodista José Cárdenas presentó en su noticiero vespertino
la filmación de dos niños gemelos (tal vez de dos años de edad) que sostenían una muy
interesante conversación.
Interesante para ellos pues eran los únicos que comprendían ese peculiar lenguaje. Se
les vio discutir, enojarse y reír.
El comentarista Leo Zuckerman no le dio importancia y cambió el tema a otro de
política; pero a muchos espectadores nos confirmó que los gemelos tienen su propio
lenguaje. Se llama Criptofasia.
Culturas Contrarias, Hábitos Iguales.- Francisco pidió a Pepe comentar el caso de
los hermanos Oskar y Jack, porque sus similitudes desconciertan al más concienzudo
investigador, por haberse educado en culturas contrarias.
No obstante haberse desarrollado Oskar y Jack en culturas opuestas, tienen hábitos
idénticos. Pepe enumeró los siguientes:
Los dos parecen científicos distraídos. En su recámara hay un televisor, que suelen
dejarlo encendido durante toda la noche porque se les olvida apagarlo.
Sus gustos similares en el vestir pueden calificarse como estrafalarios, así como la
armazón de sus anteojos y el corte del bigote. Les agradan los platillos con sabores
fuertes, los vinos dulces, mojan el pan dulce en el café y le echan sal a la comida antes
de probarla.
Aunque se ven ridículos, usan ligas como pulseras, y empiezan a leer los libros de
atrás hacia adelante.
Exhibicionismos Incongruentes.- Las excentricidades de algunos gemelos no son
misteriosas en sí mismas pero desconcierta su incoherencia, por las personas o el medio
que las rodea. Las inglesas Harrison y Dorothy Lowe es un elocuente caso de ello.
Se conocieron a los 35 años y no extrañan sus gustos idénticos por el vestuario con
que se casaron ni el que junto a un reloj llevaran las dos una pulsera en la mano
izquierda; pero es poco explicable que ambas utilizaran un solo arete pues son de clase
media.
En dicha clase social califican de mal gusto los exhibicionismos estrafalarios.
Asimismo, es común entre gemelos separados al nacer ponerles el mismo nombre a
sus hijos, aunque sea en orden inverso.
Los primogénitos de las hermanas Lowe se llaman Richard Andrew y Andrew
Richard; y sus hijas, Catherine Louise y Karen Louise; y, lo más desconcertante, es que
Harrison y Dorothy querían tener un solo hijo (ignoraban ser gemelas), pero sus esposos
deseaban una familia numerosa.
Similitudes de Noble y Plebeyo.- El rey Umberto I, de Saboya, decidió cenar en un
pequeño restaurante en la ciudad de Monza, Italia, acompañado por su asistente de
campo, el general Emilio Ponzia-Vaglia,.
Cuando el dueño del local se acercó a tomar el pedido del Rey, se sorprendieron por
su grande parecido. Al comentarlo, descubrieron otras similitudes:
Ambos nacieron el 14 de marzo de 1844, en la misma ciudad y, por su valentía,
fueron condecorados en 1866 por el Ejército en la misma ceremonia.
Se casaron el mismo año con mujeres llamadas Margarita, cuyos primogénitos
fueron bautizados con el nombre de Vittorio.
El restaurantero abrió su negocio a la clientela el 9 de enero de 1878, conforme
consta en la placa de bronce pegada junto a la puerta principal. En esa misma hora, el
Rey era coronado.
Se conocieron 44 años después de nacidos. Su Majestad invitó a su “gemelo” al
festival atlético de Monza. Al día siguiente, el 29 de julio de 1900, cuando el Rey llegó
a su palco y vio vacío el asiento reservado a “su doble”, le informaron que había sido
asesinado en la puerta de su restaurante.
Esa misma tarde, también el Soberano fue asesinado por el anarquista Gaetano
Bresci.
Año Feliz Para Gemelas.- El año nuevo 2005 fue doblemente feliz para cada una de
las gemelas Ashlee Spinks y Andrea Springer pues, al mismo tiempo, dieron a luz a
gemelos en el Hospital Northside, Atlanta, Estados Unidos.
James Dopson, el ginecólogo que atendió el embarazo, asevera que el doble parto fue
completamente natural. Desechó cualquier influjo de tratamientos de fertilidad o uso de
fármacos; pero lo califica como algo rarísimo. Opinión que comparte su colega Larry
Matsumoto, especialista en embarazos de alto riesgo.
Gemelos de Color Diferente.- El 1 de diciembre de 1993 nacieron en el Hospital
Universitario de Utrech, Holanda, los gemelos Teun, blanco y rubio; y Koan, negro y
cabellos rizados .
La sociedad médica holandesa se unificó negando lo evidente, no obstante un grave
error cometido en los laboratorios de la sección de Fecundación Asistida, de dicho
nosocomio.
Aunque la prueba del ADN confirmaba que los gemelos eran hijos de la misma
madre, los galenos holandeses opinaron que eran de distinto padre. Wilma Stuart, la
mamá de los gemelos, se rio del absurdo criterio.
En el alumbramiento, Wilma Stuart ella notó que había algo irregular, pero la
enfermera de turno le dijo que Teun “está un poco amarillo”. Al bebé Koan le hicieron
una prueba de bilirrubina que, lógicamente, dio negativo.
Los dos gemelos estaban sanos, sencillamente tenían diferente color; algo que los
doctores holandeses se resistían aceptar; explicando el hecho como una posible
infidelidad matrimonial de la madre.
Otra explicación de los médicos renuentes es: la persona que mezcló el semen y los
óvulos de una pareja morena pudo distraerse y no tirar la probeta; la cual fue usada
después en la mezcla de los esposos Stuart.
Conforme a ello, o la madre era testaruda y se reía de los juicios médicos o los
médicos se empecinaron en rechazar lo evidente.
Aunque el caso sea difícil de explicar, todo indica que Wilma Stuart tiene la razón;
ya que en Inglaterra el gemelo Layton es de piel oscura y ojos café, mientras que su
hermano Kaydon lo es de piel blanca y de ojos azules.
El papá de los gemelos es británico, por ello se apellidan Richardson; la mamá es
también de origen inglés, siendo sus padres nigerianos.
Gemelos en Guinness.- John Reiff y William Reiff fueron los gemelos más
parecidos del mundo, según el Libro Guinness de los records. Uno de ellos falleció en el
año 2000 y el otro en el 2005.
Unos gemelos nacidos en el hospital Cuza Voda, de Iasi, merecen estar en el libro de
los records, pues nacieron dos meses distantes debido a una malformación del útero
materno. Cada uno tiene su propia membrana y placenta.
El segundo niño nació mediante cesárea; y los dos se desarrollan sanos.
Unidos por el Deporte.- La mamá de Marlon y Marlone dio a luz cuando ni siquiera
cumplía sus 15 años.
Lógicamente, no estaba preparada ni económica ni emocionalmente para
mantenerlos y dio en adopción a Marlone. Marlon fue atendido por su abuela en Piaui.
Aunque Marlon jugaba futbol solamente por gusto, Marlone lo hacía en equipos de
las ligas menores.
Esa común afición fue el medio para encontrarse en Río de Janeiro, cuando Marlon
asistió en 2004 a un partido de futbol y, al ver a Marlone, supo que ese es el hermanito
de quien le había platicado su abuela.
Conexión Extrasensorial.- Los gemelos Peter y Paul Stefanew tienen muy
desarrollada su conexión extrasensorial. Una tarde, Paul exclamó súbitamente
angustiado el nombre de su hermano Peter.
Sin una intención predeterminada, miró la hora y prosiguió el camino a su trabajo;
intensificándosele la molesta sensación anímica.
Al llegar a su empleo, el jefe le informó haber recibido una llamada telefónica
comunicándole que Peter había sufrido un accidente y estaba grave. Paul le preguntó la
hora del accidente. Fue exactamente a la misma en que él pronunció el nombre de su
hermano.
Accidentes Extraños.- En el año 2002, dos hermanos gemelos de 70 años murieron
tras sufrir sendos accidentes; algo muy extraño porque en Finlandia los conductores son
respetuosos de las leyes de tránsito y las carreteras son excelentes.
El primero de los gemelos murió tras ser arrollado por un camión mientras paseaba
en bicicleta en Raahe, a 600 kilómetros al norte de la capital, Helsinki.
Pocas horas después, exactamente a un kilómetro y medio de donde falleció su
hermano, murió el otro gemelo; también atropellado por un vehículo.
Benéfica Conexión Telepática.- Gemma Houghton, de 15 años de edad, sintió que
su hermana Leanne la necesitaba y subió al baño, encontrándola boca abajo. La levantó
y vio que su cara estaba azulada.
Pidió una ambulancia y, mediante reanimación cardiopulmonar, logró mantenerla
con vida.
Quemadura a Larga Distancia.- La española Marta de Murillo de Río Leiza, de
cuatro años de edad, se quemó una mano por tocar una plancha encendida. Su gemela
Silvia, a 16 kilómetros de distancia, dio en ese instante un doloroso alarido mostrando
una mancha como de quemadura en su mano derecha.
CAPÍTULO VI
Gemelos Famosos
El Nuevo Testamento de la Biblia señala que el apóstol Santo Tomás era llamado
Dídimo, que significa gemelo. No se escribió algo acerca de su hermano y muy poco
respecto de él. El Evangelio nada más indica que no creía en la resurrección de Cristo.
“Si no meto mis dedos en las llagas de sus manos y mi mano en su costado -dijo a los
demás apóstoles- no creeré que el Maestro haya resucitado”.
Su duda fue despejada y no se habla más de Santo Tomás. El Relato de Esaú y Jacob,
en cambio, es extenso y detallado conforme se aprecia en el capítulo XXIV del Génesis:
Estos son los descendientes de Isaac hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, y
era Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel, arameo, de
Padan-aram, hermana de Labán, arameo.
Y salió el primero rubio y era todo velludo como una pelliza; y llamaron su nombre
Esaú. Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado
Jacob. Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz.
Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob
era varón quieto, que habitaba en tiendas. Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza;
mas Rebeca amaba a Jacob.
Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado, dijo a Jacob: te ruego
que me des a comer de ese guiso rojo pues estoy muy cansado.
Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: yo
me voy a morir ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?
Y dijo Jacob: júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.
Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió y se
levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.
Aconteció que cuando Isaac envejeció y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista,
llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: hijo mío. Y él respondió: heme aquí.
Y él dijo: ya soy viejo, no sé el día de mi muerte. Toma, pues, ahora tus armas, tu
aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza; y hazme un guisado como a mí me gusta
y tráemelo, y comeré; para que yo te bendiga antes que muera. Y Rebeca estaba oyendo,
cuando hablaba Isaac a Esaú su hijo; y se fue Esaú al campo para buscar la caza que
había de traer.
Entonces Rebeca habló a Jacob, su hijo, diciendo: he oído a tu padre que hablaba con
Esaú, tu hermano, diciendo: tráeme caza y hazme un guisado para que coma y te
bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera. Ahora, pues, hijo mío, obedece a
mi voz en lo que te mando.
Ve y tráeme dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos viandas para tu padre,
como a él le gusta, y tú las llevarás a tu padre, y comerá; para que él te bendiga antes de
su muerte.
Y Jacob dijo a Rebeca su madre: Esaú, mi hermano, es hombre velloso y yo lampiño.
Quizá me palpará mi padre y me tendrá por burlador y atraeré sobre mí maldición y no
bendición.
Y su madre respondió: hijo mío, caiga sobre mí tu maldición; solamente obedece a
mi voz y ve y tráemelos. Entonces él fue y los tomó y los trajo a su madre; y su madre
hizo guisados, como a su padre le gustaba.
Y tomó Rebeca los vestidos de Esaú, su hijo mayor, los preciosos, que ella tenía en
casa, y vistió a Jacob, su hijo menor; y cubrió sus manos y la parte de su cuello donde
no tenía vello, con las pieles de los cabritos; y entregó los guisados y el pan que había
preparado, en manos de Jacob, su hijo.
Entonces éste fue a su padre y dijo: Padre mío.
E Isaac respondió: ¿quién eres, hijo mío?
Y Jacob dijo a su padre: yo soy Esaú, tu primogénito; he hecho como me dijiste:
levántate y siéntate y come de mi caza, para que me bendigas.
Entonces Isaac dijo ¿cómo es que la hallaste tan pronto, hijo mío?
Y él respondió: porque Jehová, tu Dios, hizo que la encontrase delante de mí.
E Isaac dijo a Jacob: acércate ahora y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú o
no.
Y se acercó Jacob a su padre Isaac, quien le palpó y dijo: la voz es la voz de Jacob
pero las manos, las de Esaú. Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las
manos de Esaú; y le bendijo.
Y dijo: ¿eres tú, mi hijo Esaú? Y Jacob respondió: yo soy.
Dijo también: acércamela y comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga; y
Jacob se la acercó e Isaac comió; le trajo también vino y bebió.
Y le dijo Isaac, su padre: acércate ahora y bésame, hijo mío. Y Jacob se acercó y le
besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo:
Es el olor de mi hijo, como el olor del campo que Jehová ha bendecido. Dios, pues,
te dé del rocío del cielo y abundancia de trigo y de mosto. Pueblos y naciones se
inclinen a ti; sé señor de tus hermanos. Se inclinen ante ti los hijos de tu madre.
Malditos los que te maldijeren y benditos los que te bendijeren.
Luego que Isaac acabó de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante
de Isaac, su padre, Esaú, su hermano, volvió de cazar. E hizo él también guisados y los
trajo a su padre y le dijo: levántese, mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me
bendiga.
Entonces Isaac, su padre, le dijo: ¿quién eres tú?
Y él le dijo: yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú.
Y se estremeció Isaac grandemente y dijo: ¿quién es el que vino aquí, que trajo caza
y me dio y comí de todo antes que tú vinieses? Yo le bendije y será bendito.
Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y muy amarga
exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío.
Y él dijo: vino tu hermano con engaño y tomó tu bendición.
(Literalmente, Jacob significa debajo de la planta del pie. Esaú nació primero y Jacob
nació asido del pie de su hermano)
Y Esaú respondió: bien llamaron su nombre Jacob pues ya me ha suplantado dos
veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo:
¿no has guardado bendición para mí?
Isaac respondió y dijo a Esaú: yo le he puesto por señor tuyo y le he dado por siervos
a todos sus hermanos; de trigo y de vino le he provisto; ¿qué, pues, te daré a ti ahora,
hijo mío?
Esaú respondió a su padre: ¿no tienes más que una sola bendición, padre mío?
Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz y lloró.
Entonces Isaac su padre habló y le dijo: Será tu habitación la tierra y del rocío de los
cielos de arriba. Y por tu espada vivirás y a tu hermano servirás. Y sucederá cuando te
fortalezcas, que descargarás su yugo de tu cerviz.
Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido y
dijo: llegarán los días del luto de mi padre y yo mataré a mi hermano Jacob.
Y fueron dichas a Rebeca las palabras de Esaú, su hijo mayor, y ella llamó a Jacob,
su hijo menor, y le dijo: Esaú, tu hermano, se consuela acerca de ti con la idea de
matarte. Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz; levántate y huye a casa de Labán, mi
hermano en Harán, y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se
mitigue.
Concluye el Génesis el capítulo indicando que Jacob le llevó cuantiosos regalos a su
hermano Esaú y se reconciliaron.
Patronos de la Medicina y de Parteras.- Los gemelos Cosme y Damián son de los
santos más venerados de la iglesia Católica por la defensa de la fe, hasta llegar al
martirio; y por su consagración a la atención médica de los desprotegidos. Son los
patronos de los médicos y de las parteras.
Hay mucho de legendario en su vida, pero también muchos datos ciertos. Entre los
segundos, se sabe que su origen fue árabe y estudiaron medicina en la Escuela de
Pérgamo; gracias a ello alternaban la predicación del Evangelio con su profesión.
Dos emperadores romanos influyeron en la vida de los dos santos: Cayo Valerio
Dioclesiano, que propició su martirio; y Justiniano, quien fue curado de una enfermedad
crónica por intersección de los obispos mártires.
Dioclesiano (245-313) persiguió con tanta saña a los cristianos, que el historiador
Suetonio lo calificó como “el creador de la era de los mártires”.
Para adular a Dioclesiano, Lisias (gobernador de Cilicia) encarceló a Cosme y
Damián junto con sus hermanos Anthimius, Leontius y Euprepius.
Se ignora si tal hermandad era sanguínea o nada más cristiana; pero los cinco eran
famosos por su piedad, en las ciudades litorales del golfo de Iskanderum (donde está
Cilicia).
El 27 de septiembre del 287, Lisias ordenó torturarlos y decapitarlos.
Sus cuerpos fueron trasladados a la ciudad de Cyrus, Siria, en donde (como sucede
con los desahuciados que se aferran a cualquier esperanza a fin de recuperar la salud) el
emperador Justiniano (527-565) oró a Cosme y Damián para que intercediesen por él
ante Dios.
Por su fe, sanó Justiniano. En gratitud, les reconstruyó su templo de Constantinopla
(Turquía) convirtiéndolo en un centro de peregrinaje.
La devoción por Cosme y Damián no se limitaba al Asia Menor, se había extendido
al occidente. A mediados del año 500, el Papa Félix IV inició en Roma la construcción
de un templo en honor al par de santos.
Procede indicar que, también en Roma, el atrio de la basílica de San Pedro está
dedicado a los dos mártires gemelos. En este sitio, un peregrino estuvo orando varios
días a los santos gemelos, y se curó milagrosamente.
Se ignora si esto fue real o una sencilla leyenda pues se desconoce el nombre de ese
supuesto o real devoto. Historiadores religiosos dudan también si fue o no realidad la
cirugía de “la pierna trasplantada”:
Se platicaba que mientras un paciente dormía; los dos piadosos médicos le
amputaron su pierna gangrenada y la sustituyeron exitosamente (escribió Jacobo de
Vorágine en su libro La Leyenda Áurea) por la de otro de raza negra, recién fallecido.
Sea por haberse consagrado a vivir el Evangelio atendiendo a enfermos indigentes,
sea por las varias leyendas atribuidas a Cosme y Damián; se les han construido decenas
de templos y hospitales en muchas ciudades del mundo.
La iglesia católica conmemora su día el 26 de septiembre; la iglesia griega celebra
fiestas en su honor el 1° y el 17 de octubre, así como y el 1° de noviembre.
Gemelos Legendarios.- Muchas son las leyendas de gemelos famosos. Entre la
mitología griega sobresalen Zeus y Hera, Apolo y Artemisa (conocida también como
Diana) y Cástor y Pólux
Hera y Zeus fueron hijos gemelos del dios Cronos y de Rea. Zeus cortejaba a su
hermana, pero ella lo rechazaba; hasta que se disfrazó de un ave.
Al ver que se arrastraba por el suelo, Rea tomó la avecilla y la calentó cariñosamente.
Entonces Zeus tomó su verdadera forma y la violó, hecho que la obligó a casarse con él.
Su noche de bodas fue en Samos y procrearon a las gemelas Ares y Eris.
Zeus era el dios supremo del Olimpo. Con la humana Leto (conocida entre los
romanos como Latona) engendró a los gemelos Artemisa y Apolo, el Dios de la
Curación.
Para ocultar sus relaciones a su esposa (la diosa Hera) Zeus y Leto se convirtieron en
codornices; pero ella se enteró y le ordenó a Pitón (una gigantesca serpiente) que
persiguiera a la embarazada Leto y no le permitiera dar a luz en ningún lugar donde
brillara el sol.
Por tal razón (con el apoyo de Poseidón, del Dios del Mar) Leto pudo huir a Ortigia,
cerca de la isla Delos, y parir allí a Artemisa y Apolo.
Aunque la diosa Artemisa nació nueve días después de su gemelo Apolo, los dolores
de parto de su madre la habían impresionado mucho y, para no sufrir lo mismo, decidió
permanecer virgen. Se dedicó a la cacería y se convirtió en Diana la Cazadora.
Junto con Apolo mataron la serpiente Pitón y a quienes violaban a las ninfas o
abusaban de su poder para poseer a las jóvenes antes de su casamiento.
Inexplicable Hermandad Gemela.- Zeus era hábil para disfrazarse. Como cisne,
sedujo a Leda y engendraron a Pólux, lo cual explica su inmortalidad por ser hijo de un
dios; pero no la hermandad gemela con Cástor pues éste fue hijo del esposo humano de
ella, el rey troyano Tíndaro.
Los muy singulares gemelos fueron también hermanos de Clitemnestra, reina de
Micenas; y de la famosa Helena de Troya, por quien lucharon apoyando a Teseo.
Tanto para los griegos como para los romanos, Cástor y Pólux eran dioses
protectores de guerreros y marineros.
Cástor no era inmortal. Tuvo una riña por unos bueyes contra el ganadero Idas, quien
lo mató. Pólux estaba desconsolado, rogando a los dioses la mortalidad en él mismo o la
inmortalidad para los dos hermanos.
Zeus escuchó su plegaria y los juntó para siempre en la constelación de Géminis, el
tercer signo del zodíaco, que puede verse en el firmamento entre el 21 de mayo y el 21
de junio.
Fundadores de Roma.- A diferencia de Cástor y Pólux, las relaciones entre Rómulo
y Remo no fueron muy buenas; aunque tampoco tan malas como las de Jacob y Esaú.
Ésta es su historia:
Rea Silvia fue hija del rey Numitor, cuyo hermano menor (Amulio) lo había
derrocado. Para que su sobrina no tuviera hijos que le disputaran el trono, la obligó a ser
sacerdotisa.
El usurpador, empero, no contó con que el Dios Marte fecundaría a Rea Silva y le
daría dos gemelos, herederos legítimos del reino.
Amulio se enteró, echó en una cesta a los dos bebés y la arrojó al río Tíber; pero una
loba los salvó y los llevó al monte Palatino, donde los amamantó por un tiempo.
El pastor Fáustulo los descubrió en la falda del citado monte y con su esposa, Aca
Laurentia, criaron a los gemelos; quienes llegaron a la madurez, destituyeron a Amulio
y reinstalaron en el trono a su abuelo Numitor.
Al morir Numitor, Rómulo y Remo recibieron de los dioses la orden de fundar una
ciudad, pero no les dieron indicaciones explícitas del dónde y el cómo.
Remo opinaba que el sitio idóneo era el promontorio del monte Aventino; mientras
que Rómulo considera que era el monte Palatino. Ambos se apostaron en sus
respectivas colinas, esperando una señal de los dioses.
El 21 de abril del año 753 a.C. Remo contemplaba el límpido cielo azul primaveral,
cuando vio sobre la cima del Aventino seis enormes buitres; interpretándolo como el
augurio que disipaba las dudas.
Sin embargo, en ese mismo instante, doce pájaros sobrevolaban el monte Palatino.
Rómulo cavó el pomerium, para limitar lo sagrado de la nueva ciudad pues interpretó el
vuelo de las aves como un vaticinio divino para la fundación pretendida.
Juró, además, matar a quien osara atravesar ese foso sagrado. Retador, Remo lo
cruzó de un salto y Rómulo lo mató.
Después de fundada la ciudad, Rómulo ordenó construir sobre el monte Capitolio un
refugio para los esclavos. A fin de conseguirles esposas, invitó a una fiesta a mujeres
sabinas, las raptó y se las entregó.
Lógicamente, el rapto fue causa de luchas entre sabinos y romanos; pero cuando ellas
a luz a hijos de romanos, aceptaron como rey a Rómulo.
Gemelos de Nuestra Cultura Indígena.- También en nuestro México hay gemelos
famosos. Quetzalcóatl y Tezcatlipoca fueron hijos gemelos de la serpiente cósmica
Coatlicue.
Según Salvador Novo, quien fue Cronista de la Ciudad de México, el sufijo náhuatl
coatl tiene dos significados: serpiente emplumada, y gemelo.
La serpiente emplumada representa la sagrada energía de la vida.
Por otra parte, el Popol-Vuh, el libro sagrado de los Mayas, Sabná, el Padre de todos
los Dioses pidió a sus dos hijos gemelos que bajaran a Xilán a crear el hombre con
diferentes materiales.
Primero lo hicieron de barro; después, de madera; finalmente. Fue enterrado y dio
origen al verdadero hombre, que nació de la tierra.
Capítulo VII
Sucesos Insólitos
Por su propia naturaleza o por el deseo de realizar bien el trabajo, todas las
profesiones generan actos que se trasforman en hábitos. En medicina nunca se deja algo
a medias, hay que concluirlo todo; aunque sea postergado horas o días, lo iniciado debe
terminarse.
Por tal razón, tan pronto respondí una pregunta de José Francisco reinicié el tema de
Teófilo referente a escribir un libro que, con vocablos sencillos, explicase los términos
médicos para nominar las enfermedades y los órganos corporales; así como su función,
los componentes de los medicamentos, de las vitaminas, las proteínas etcétera.
Le respondí que la idea es buena, pero la medicina preventiva es absorbente y me
obligaba a prescindir del placer de escribir. Di por terminada la plática y me dispuse a
retirarme, pero me detuvo Teófilo.
-Doctor -expresó convincente- cuando era adolescente leí que un anciano pidió ayuda
a su nieto para plantar un arbolito de mango. Le removía la tierra, lo regaba diariamente
y lo cuidaba con esmero.
“Su nieto lo ayudaba con gusto, excepto una mañana cuando quiso divertirse con
unos amigos. Para excusarse, le dijo que no cuidara tanto un árbol del cual no comería
sus frutos.
“Antes de que tú nacieras y yo construyera esta casa -le respondió el octogenario-
comí muchos mangos que… otros habían sembrado.”
Si estuviéramos jugando dominó, Teófilo me había ahorcado la de seises; pero me
auxilió Santiago:
-Platícanos, Teo, el final de la película Rebelde sin Causa.
-No le encuentro asociación con la desidia del doctor Araujo, pero el tema es muy
interesante: Cuando arrancan sus vehículos a toda velocidad, James Dean salta unos
centímetros antes de caer su automóvil en el precipicio; lo cual no logra su retador.
-¡Efectivamente, Teo, ese es el momento culminante! Así lo comentamos pero tú
agregaste algo que dijiste haber leído en la revistas Life.
-Sí, lo recuerdo muy bien: James Dean murió en septiembre de 1955 en un accidente
automovilístico. Cuando lo que quedó de su automóvil era llevado al taller, el motor se
desprendió y le rompió las piernas al mecánico.
“Después, un médico ordenó colocar ese motor en un carro de carreras pero, a los
pocos días, murió. En esa misma carrera feneció el automovilista que instaló la palanca
de cambios del auto de Dean.
“Sin ser un clásico, el haberlo manejado James Dean la daba mucho valor al lujoso
carro en que murió. Lo reconstruyeron pero fue causa de dos accidentes: el taller se
incendió y se cayó del pedestal fracturándole la cadera a un joven espectador, en una
exhibición de vehículos en Sacramento, California. Todo eso sucedió en la misma
semana.
“Antes de despedazarlo, en 1959, el camión que lo trasladaba a Oregon chocó contra
una tienda”.
-Amigos -manifestó un tanto teatral Chago- esa tarde también analizamos con Teo la
presunta maldición de algunos objetos: el diamante Hope, la Biblia de Norodín y varios
temas asociados todos ellos con lo paranormal.
Entre esos varios temas citó el vaticinio del escritor Edgar Allan Poe, quien escribió
en 1837 “Las Aventuras de Arthur Gordon Pym”.
En la novela relata que cuatro náufragos deciden matar y comer a uno de ellos para
poder sobrevivir. Perdió el grumete Richard Parker.
La embarcación Mignonette, 47 años después de haberse publicado dicha novela, se
hundió. Los cuatro supervivientes decidieron comerse al grumete Richard Parker…
-Doctor -manifestó Teófilo- si la computadora que está en la entrada tiene servicio de
Internet y nos la prestasen unos minutos, le pediría a mi esposa que nos enviara los
recortes del caso; pero aclaro: no soy ni escritor ni ensayista ni historiador ni periodista;
yo tan sólo pedí a una secretaria que capturara textualmente el material.
Con cortesía, pues el hotel San Carlos tiene un buen servicio, nos permitieron usar el
Internet. Teófilo inicia el archivo del caso aludido, con la transcripción de las últimas
líneas del capítulo XI y las primeras del XII de “Las Aventuras de Arthur Gordon
Pym”.
El día iba transcurriendo así, cuando de repente divisé una vela hacia el
este, por nuestro costado de babor.
Parecía ser un barco grande y seguía un derrotero que casi cruzaba el
nuestro, hallándose probablemente a doce o quince millas de distancia.
Ninguno de mis compañeros lo había visto aún, y no quise decírselos de
momento, por si volvíamos a llevarnos un desengaño.
Por fin, cuando estuvo más cerca, vi claramente que venía hacia nosotros
con las velas ligeras desplegadas. Entonces no pude contenerme más y se
lo señalé a mis compañeros de sufrimiento.
Inmediatamente se pusieron en pie de un brinco, cayendo de nuevo en
las más extravagantes demostraciones de alegría, llorando, riendo como
idiotas, saltando, dando patadas en la cubierta, mesándose los cabellos y
rezando y blasfemando alternativamente.
Yo estaba tan conmovido por su comportamiento, así como por lo que
ahora consideraba una perspectiva de segura salvación, que no pude por
menos de unirme a sus locuras y di rienda suelta a mis impulsos de gratitud
y éxtasis echándome a rodar por la cubierta, palmoteando, gritando y
realizando otros actos similares.
Hasta que de repente volví de nuevo en mí, y una vez más a un estado
de extrema desesperación y miseria humanas; al ver que el barco nos
presentaba de lleno su popa y que navegaba en dirección casi opuesta a la
que al principio traía.
Pasó algún tiempo antes de que yo pudiese convencer a mis pobres
compañeros del triste revés que nuestras esperanzas habían sufrido. A
todas mis palabras contestaban con gestos y miradas de asombro que
implicaban que no eran hombres para dejarse engañar por semejantes
embustes.
La conducta de Augusto fue la que más me afectó. A pesar de todo lo que
yo decía o hacía, él insistía en que el barco se acercaba rápidamente a
nosotros, y hacía preparativos para trasladarse a él.
Se empeñaba en que unas algas que flotaban cerca del bergantín era el
bote del barco, e intentó arrojarse a él, gritando y lamentándose del modo
más desgarrador, cuando le impedí por la fuerza arrojarse al mar.
Cuando se calmó un poco continuamos observando el barco hasta que
finalmente lo perdimos de vista, pues el tiempo empezó a ponerse brumoso
y al mismo tiempo se alzaba una ligera brisa.
Tan pronto como desapareció del todo, Parker se volvió hacia mí con una
expresión en su semblante que me produjo escalofríos. Había en él un aire
de resolución que yo no había advertido en él hasta ahora, y antes de que
despegase los labios el corazón me reveló lo que iba a decirme.
Propuso, en pocas palabras, que uno de nosotros debía morir para salvar
la vida de los otros.
CAPÍTULO XII.-Desde hacía algún tiempo, yo ya había sospechado que
tendríamos que llegar a este último y terrible extremo, y había resuelto
interiormente aceptar la muerte en cualquier forma y bajo cualesquiera
circunstancias antes que echar mano de tal recurso.
Mi resolución no se había debilitado en modo alguno bajo la presente
intensidad del hambre que padecía. La proposición no fue oída por Peters ni
por Augusto.
Por ello, llevé a Parker a un lado y, pidiéndole mentalmente a Dios poder
disuadirle del horrible propósito que abrigaba, disputé con él durante largo
rato, rogándole en nombre de todo lo que él tuviera por sagrado, y
aduciéndole todos los argumentos que lo extremado del caso requería, para
que abandonase la idea y no la mencionase a ninguno de los otros dos.
Escuchó todo lo que le dije sin intentar rebatir ninguno de mis
argumentos, y yo empezaba a creer que lo había convencido.
Pero cuando dejé de hablar, me espetó que sabía muy bien que todo lo
que yo había dicho era verdad, que recurrir a tal extremo era la alternativa
más horrible que podía concebir la mente humana, pero que él había
soportado hasta donde la naturaleza humana puede resistir, y que era
innecesario que pereciesen todos, cuando con la muerte de uno era posible,
e incluso probable, que al fin se salvasen los demás.
Añadió que yo podía evitarme el trabajo de amonestarle por tal
propósito, pues ya lo había resuelto en su mente aun antes de la aparición
del barco, y que sólo el barco que tuvo a la vista le había impedido hablar
del asunto más prontamente.
Le rogué entonces que ya que no quería abandonar su propósito, lo
difiriese al menos para otro día, para ver si entre tanto aparecía algún otro
barco que pudiera salvarnos, aduciendo de nuevo cuantos argumentos se
me ocurrieron como más adecuados para conmover la dureza de su
naturaleza.
Pero me contestó que no había hablado con nadie hasta ver llegado el
último momento posible, que no podía vivir por más tiempo sin tomar
sustento de cualquier clase, y que por eso otro día más sería demasiado
tarde, pues al día siguiente se habría muerto.
Viendo que no podía conmoverle con nada de lo que le decía en tono
suave, cambié de actitud y le dije que tuviese presente que yo era el que
menos había sufrido de todos a consecuencia de nuestras calamidades;
que, por consiguiente, mi salud y mis fuerzas se habían conservado hasta el
momento mucho mejor que las de Augusto o Peters y que las suyas
propias.
En una palabra, que estaba en condiciones de imponerle mi voluntad por
la fuerza si era necesario, y que si trataba de dar a conocer a los demás de
algún modo su designio sanguinario y caníbal, no vacilaría en arrojarlo al
mar.
Al oír estas palabras, se arrojó inmediatamente a mi garganta y, sacando
una navaja, hizo varios esfuerzos infructuosos para clavármela en el
estómago, atrocidad que sólo su excesiva debilidad le impidió cometer.
Mientras tanto, yo, en el más alto grado de ira, le iba empujando hacia el
costado del barco, con la clara intención de arrojarlo por la borda.
Pero se salvó de este fin por la intervención de Peters, que se acercó y
nos separó, preguntándonos la causa de nuestra desavenencia, cosa que le
explicó Parker antes de que yo tuviera medio de impedírselo. El efecto de
estas palabras fue aún más terrible de lo que me había figurado.
Tanto Augusto como Peters, quienes al parecer habían venido meditando
desde hacía tiempo la misma espantosa idea que Parker había sido
sencillamente el primero en expresar, se unieron a su propósito, insistiendo
en que se llevase a cabo inmediatamente.
Yo había calculado que por lo menos uno de los dos primeros conservaría
la suficiente fuerza de voluntad para ponerse a mi lado y resistir cualquier
tentativa de realizar tan espantoso designio; y, con la ayuda de uno de
ellos, no tenía miedo de ser capaz de impedir su consumación.
Al resultar fallidas mis esperanzas, me vi obligado a atender a mi propia
seguridad, pues una mayor resistencia por mi parte podía ser considerada
por aquellos hombres hambrientos causa suficiente para prescindir de jugar
limpio en la tragedia que sin duda se desarrollaría rápidamente.
Les dije que estaba dispuesto a someterme a la proposición, rogándoles
simplemente que la aplazasen por una hora, a fin de que hubiese una
oportunidad de que la niebla que se había adensado en torno nuestro
desapareciese, y ver si era posible volver a divisar el barco que habíamos
visto.
Con grandes dificultades obtuve de ellos la promesa de aguardar durante
este tiempo, y, como había calculado (pues una brisa se aproximaba
rápidamente), la niebla se disipó antes de que hubiese expirado la hora;
mas, como no aparecía ningún barco a la vista, nos dispusimos a echar
suertes.
Con la mayor repugnancia me detengo a relatar la espantosa escena que
siguió, escena que, en sus más minuciosos detalles, ningún acontecimiento
posterior ha podido borrar de mi memoria en lo más mínimo, y cuyo
horrendo recuerdo amargará todos los momentos futuros de mi existencia.
Pasaré, pues, por esta parte de mi relato con la mayor presteza que la
índole de los acontecimientos de que tengo que hablar lo permita. El único
medio que ideamos para la terrorífica lotería, en la que íbamos a tomar
parte, consistió en echar pajas.
Hicimos unas astillitas, y se acordó que fuera yo el que las sostuviese. Me
retiré a un extremo del barco, mientras mis pobres compañeros
silenciosamente se situaron en el opuesto, vueltos de espaldas hacia mí.
La ansiedad más amarga que experimenté durante este drama horrible
fue la del rato que estuve ocupado en la colocación de las astillas. Son
pocas las ocasiones en que el hombre deja de sentir el más profundo
interés por la conservación de su vida, y este interés aumenta
momentáneamente con la fragilidad del asidero al que se agarra la vida.
Pero ahora que el silencioso, definitivo y grave asunto en que estaba
comprometido (tan distinto de los tumultuosos peligros de la tempestad de
los gradualmente próximos horrores del hambre) me permitió reflexionar
sobre las pocas probabilidades que tenía de librarme de la más espantosa
de las muertes.
Una muerte para el más espantoso de los fines, todas las partículas que
podían constituir mi energía volaron como plumas llevadas por el viento,
dejándome desamparado y presa del más abyecto y lastimoso terror.
Al principio no tuve ni fuerzas suficientes para reunir las pequeñas astillas
de madera, pues mis dedos se negaban por completo a cumplir su oficio y
las rodillas me entrechocaban con violencia.
Por mi cerebro pasaron rápidamente miles de proyectos absurdos para
evitar tener que participar en la terrible lotería.
Pensé dejarme caer de rodillas ante mis compañeros, suplicándoles que
me permitiesen librarme de aquella exigencia; lanzarme de repente sobre
ellos y, matando a uno, hacer inútil la decisión mediante la suerte; en una
palabra, hacer todo lo que fuera preciso menos seguir adelante con lo que
tenía en las manos.
Por último, después de esperar mucho tiempo en esta actitud estúpida,
me volvió a la realidad la voz de Parker, quien me apremiaba para que les
sacase a ellos de la terrible ansiedad que estaban sufriendo.
Ni aun entonces acertaba a colocar las astillas en mi mano, pues sólo
pensaba en toda clase de astucias para que a cualquiera de mis amigos le
tocase la paja corta, pues se había acordado que quien sacase la más corta
de las cuatro pajas de mi mano muriese para la salvación de los demás.
Antes de que alguien intente condenarme por esta aparente crueldad,
debe colocarse en una situación semejante a la mía.
Por fin ya no era posible más dilación y, con el corazón casi saltándome
del pecho, avancé hacia la parte del castillo de proa, donde me estaban
aguardando mis compañeros.
Tendí la mano con las astillas, y Peters sacó inmediatamente una de
ellas. Se había salvado... al menos, su astilla no era la más corta, y ahora
había otra posibilidad más en contra mía.
Reuní todas mis fuerzas y le ofrecí las astillas a Augusto. También sacó
inmediatamente una, y también se salvó; y ahora tenía las mismas
probabilidades de morir o vivir.
En aquel momento se apoderó de mi alma toda la fiereza del tigre, me
dirigí hacia mi pobre compañero Parker, con el odio más intenso y diabólico.
Pero este sentimiento no duró mucho y, al fin, con un convulsivo
estremecimiento y cerrando los ojos, le tendí las dos astillas restantes.
Transcurrieron más de cinco minutos antes de que se resolviese a sacar
su suerte, y durante este tiempo de inquietud que partía el corazón no abrí
ni una sola vez los ojos.
Por fin, una de las dos astillas fue rápidamente arrancada de mi mano. La
decisión estaba tomada, pero yo no sabía si era en favor o en contra mía.
No hablaba nadie, y yo no me atrevía a mirar la astilla que tenía en la
mano. Peters me tomó el brazo y me obligó a abrir los ojos, viendo
inmediatamente en el semblante de Parker que me había salvado y que él
era el condenado.
Falto de aliento, caí sin sentido sobre la cubierta.
Me recobré de mi desmayo a tiempo aún para ver la consumación de la
tragedia en la muerte de quien había sido el instrumento principal de que se
cumpliese. Sin embargo, no opuso resistencia, y cayó muerto en el acto de
una cuchillada en la espalda por Peters.
No debo detenerme a relatar la horrible comida que siguió
inmediatamente; estas cosas han de imaginarse, pues no hay palabras con
poder suficiente para impresionar el espíritu con el tremendo horror de su
realidad.
Baste decir que, habiendo apaciguado en cierta medida la rabiosa sed
que nos consumía gracias a la sangre de la víctima, y habiendo desechado,
por común asentimiento, las manos, los pies y la cabeza y arrojándolas
junto con las entrañas al mar, devoramos el resto del cuerpo, en pedazos,
durante los cuatro eternamente memorables días del diecisiete, dieciocho,
diecinueve y veinte de aquel mes.
El día diecinueve cayó un chubasco que duró quince o veinte minutos, y
pudimos recoger cierta cantidad de agua con ayuda de la manta que
habíamos pescado en la cámara al dragarla después de la tempestad. La
cantidad que recogimos no pasaría de unos dos litros, pero incluso con tan
escasa provisión recobramos fuerza y esperanza
Semejanzas Entre Titán y Titanic.- Contra hechos no hay argumentos. La semejanza
entre lo escrito por Edgard Allan Poe y lo sucedido en la nave Mignonette es innegable
e impresionante; por ello aceptamos con agrado la intervención de José Francisco.
-A mí nada más me interesaba analizar las coincidencias y semejanzas, porque los
gemelos tenemos muchas; pero desde que leí una novela escrita por Robertson
relacionada con el Titanic, me intereso también en estudiar a novelistas visionarios y
guardar apuntes de sus obras. Disfrutemos éste:
En 1898, el escritor Morgan Andrew Robertson soñó que un gigantesco y lujoso
barco chocaba contra un iceberg y se hundía, precisamente en su primer viaje.
La pesadilla, así la calificó, le quedó tan grabada que su puso a escribirla; creando la
novela El Naufragio de Titán. La editora no le vio mucha probabilidad de éxito y le
pagó tan sólo cien dólares por publicarla.
Catorce años después de editarse Futilidad (el título original le fue cambiado) el
Titanic se hundió.
Lo que me hizo leer la obrados veces -explica José- son las coincidencias entre la
ficción de autor y la realidad del siniestro. Veámoslas:
En la novela, el barco se hunde un mes de abril; después de chocar contra un iceberg.
Lo mismo le sucedió al Titanic en la realidad.
El Titán transportaba a tres mil pasajeros y sólo contaba con 24 botes. El Titanic
trasladaba a dos mil 207 personas y solamente tenía 20 lanchas salvavidas.
El barco de la novela tenía un tonelaje de 75 mil; el del Titanic, 66 mil. La eslora del
Titán era de 243 metros; algo inferior a la del Titanic, que era de 268 metros, es decir,
sólo 25 metros de diferencia.
Cuando en la novela el gran barco choca, viajaba a una velocidad de 25 nudos; el
Titanic choca contra el iceberg cuando iba a 23 nudos.
El Titanic tenía 46 mil caballos de vapor; el Titán, 40 mil. El primero había zarpado
de Inglaterra hacia Nueva York, y era su viaje inaugural; el segundo hacía el recorrido
inverso y completaba su tercer viaje de ida y vuelta.
-Morgan Andrew Robertson estuvo una década en la marina mercante
estadounidense y fue hijo del capitán de buque; esto explica su narración pormenorizada
del hundimiento del Titán -manifestó Pepe- pero no su semejanza con el del Titanic.
“Debo insistir -concluyó- que mi propósito se limitaba a buscar y analizar las
semejanzas; porque los gemelos vivimos muchas parecidas, pero la lectura del libro del
Visionario (sobrenombre ganado por Morgan tras el hundimiento del Titanic) me
motivó a leer otros casos de escritores pitonisos.
Del mismo modo en que los aficionados al futbol esperan el segundo tiempo cuando
el primero ha sido emocionante, así de animados estábamos todos para escuchar otros
recortes de Pepe:
Augurios Menospreciados.- “La nave Apolón se posó en la superficie de la Luna.
Tras varios pequeños brincos, pudo estabilizarse. Se abrió su rampa y por ella descendió
el comandante Armstrong para pisar, por primera vez, el suelo de ese mundo
desconocido”.
-Esas palabras textuales -indica Pepe- fueron escritas en en 1954 en Misión a la
Luna, por Ramón Felipe San Juan Mario Silvio Enrico Álvarez del Rey (1913-1993)
conocido nada más como Léster del Rey.
Por cierto que Neil Armstrong (el primer hombre que alunizó, en julio de 1969, es
decir, 25 años después de que Léster del Rey lo escribiera) no le dio importancia alguna
a la novelilla Misión a la Luna, así la llamó despectivamente.
Aciertos Después de Siglos. El irlandés Jonathan Swift escribió “Los Viajes de
Gulliver” en 1726, en los que describe varios sucesos ocurridos más de un siglo
después.
Uno de ellos narra literalmente: “Se ven en el cielo dos estrellas menores o satélites
que giran alrededor de Marte. Tienen nombre de miedo y su interior dista del planeta
central tres veces su diámetro, en el caso de la primera; y el quíntuplo, en el de la
segunda”.
Agrega que en ese planeta rojo los seres tenían un solo ojo en mitad del cráneo y que
hasta él se llegaba a bordo de “montañas volantes repletas de lunas.”
La novela fue menospreciada por su imaginación desbordada, por ser pura fantasía…
pero 156 años después, el astrónomo Asap Hall descubría las dos lunas de Marte; jamás
vistas hasta entonces y que fueron bautizadas como Fobos (espanto, temor) y Deimos
(terror) el nombre de los caballos del Dios de la Guerra…
Por si fuera poco lo anterior, las distancias y proporciones de los satélites descritos
por el novelista Jonathan Sewift coinciden exactamente con las del astrónomo Asap
Hall.
Augurios de Julio Verne.- El periodista Gregorio Doval analiza la obra de “De la
Tierra a la Luna”, escrita por Julio Verne en 1865. En ella, el escritor francés llama
Columbia al proyectil con humanos dirigido a la Luna.
Un siglo después, el módulo de la nave Apolo fue llamado Columbia y su peso era
similar al ideado por el escritor.
En la novela, la vigilancia del viaje del proyectil se realiza desde un imaginario
telescopio gigante con lentes de cinco metros de diámetro, situado en la Montañas
Rocosas; éstas son las exactas dimensiones del Apolo, y su ubicación fue en el Monte
Palomar…
En la obra, el viaje se realiza a 40 mil kilómetros por hora efectuándose el trayecto
en 97 horas. En la realidad, el Apolo XI viajó a 38 mil 500 kilómetros por hora.
Al regreso, la nave real amarizó en un punto del Océano Pacífico, lugar que distaba
tan sólo cuatro kilómetros del imaginado por Julio Verne un siglo antes.
Tópicos Absorbentes.- Al concluir los comentarios acerca de los escritores
visionarios y notando que nos habíamos quedado picados. Santiago se dirigió a Teófilo
y le dijo:
“Recuerda, Teo, que aquella tarde hablábamos de cosas insólitas cuando llegó José
Francisco. Él comentó que la hija de Mata Hari fue fusilada al amanecer de un l5 de
octubre, igual que ella y también por espionaje”.
-¿A poco crees, hermano, que Mata Hari fue espía? -Intervino sorprendido y molesto
Francisco José.
-Calma, Pancho -manifestó Chago apaciguador- permíteme concluir:
“Teo, así como insistes en que el doctor Araujo escriba su libro; también tú y yo
escribamos uno de sucesos insólitos”.
Aunque la plática había sido muy amena, después de casi cinco horas, el cansancio
empezaba a resentirse. Esto mismo debió pensar Pepe porque propuso lo siguiente:
“¿Les parece bien determinarlo con un cartón de cervezas? Ése lo pago yo, no se
contabilizará en los gastos comunes”. Propuesta no objetada y rápidamente aceptada.
Acompañé a Teo a comprar la cerveza. Cuando regresamos, doña Carmen, la
encargada de la cafetería, ya nos había preparado antojitos mexicanos.
-A ver, Pancho, ¿por qué te molestaste tanto cuando tú hermano dijo que Mata Hari
fue espía? -Le preguntó Santiago.
-Porque es mentira. Ahora permítanme a mí, por favor, hablarle a mi esposa y pedirle
que me mande por Internet unos apuntes.
Pancho no tardó ni cuatro minutos en recibir e imprimir las convincentes
anotaciones:
-Vernon Hinchley es un historiador muy respetable -asevera Pancho- especializado
en asuntos de guerra. En su obra “Espionaje al Desnudo”, Editorial Nova Dell, 1963, en
el capítulo XI refuta todos los cargos que le hicieron a la bailarina en el nada justo
juicio; del cual transcribe un comentario:
Margaretha Gertruida Zelle, mejor conocida como Mata Hari, fue una bailarina
exótica. Nació en Holanda en 1876, hija de padre holandés y madre indonesia. Fue
fusilada por espionaje en Francia
Se casó en julio de 1895 con MacLeod, un militar holandés residente en Java
(Indonesia pertenecía a Holanda). Su primer hijo murió; la segunda, fue engendrada en
1896, año en el que Mata Hari se divorció, perdió la custodia de la niña (Jeanne Louise
Macleod) y se fue a vivir a Francia.
Su grande cultura, hermosura corporal, el dominar danzas orientales y hablar siete
idiomas la convirtió en París en una cortesana de lujo.
Entre sus clientes tuvo militares de varias nacionalidades; pero entre el vender su
cuerpo a ser espía de los alemanes hay mucha diferencia; porque no fue aportada una
sola prueba objetiva.
Textualmente, Vernon Hinchley refuta:
“Mal equipado y estúpidamente dirigido, el ejército francés había sufrido los golpes
más duros al iniciarse la I Guerra Mundial. Regimientos enteros eran sacrificados
inútilmente, en un baño de sangre tras otro.
“Para la primavera de 1917, los soldados estaban ya hartos, y hubo una extendida
serie de revueltas. Estos motines no fueron instigados por los alemanes, quienes nada
supieron de ellos.
“Eran una protesta contra las insensatas ofensivas que pagaban con grandes
cantidades de sangre avances de unos cuantos metros.
“Ni los políticos ni los generales acostumbran aceptar sus culpas: creen tener siempre
la razón. Sin embargo, alguien tenía que ser culpado para que nadie sospechara de los
altos personajes. Y la víctima debía ser ampliamente conocida.
“Mata Hari fue la elegida. Se tenían vagas sospechas de ella en el campo del
espionaje… y era muy bien conocida.
“Manejando adecuadamente el caso, la responsabilidad por los motines ya no
recaería sobre los jefes políticos y militares, sino sobre la espía. La traición es una cosa
poderosa siempre susceptible de exageración.
“La prensa francesa aprovecharía sin duda el gran valor periodístico del juicio. Y…
lo hizo”.
Referente a su hija Jeanne Louise (Banda) MacLeod, Francisco José afirma que
desde mediados del siglo pasado se escribió mucho, se filmaron películas; pero poco es
lo razonablemente creíble.
Entre ese poco, dijo, varios autores coinciden en que Banda fue una culta maestra en
Java, una brillante mujer de sociedad; quien con frecuencia hacía fiestas a las que
asistían políticos, diplomáticos, militares y periodistas.
En una de esas fiestas, un tío de Banda la utilizó para obtener informes para los
japoneses, algo no comprobado; como tampoco se ha comprobado que fuera espía
doble.
Es probable que haya trabajado contra los holandeses a favor de la independencia de
Indonesia, pues ella vivía en lo que hoy es Yakarta, la segunda isla importante del
archipiélago indonesio.
Lo que también es posible es su militancia en el partido comunista, en la lucha contra
Gran Bretaña para la independencia de Malasia pues Sulaiman, su novio, era uno de los
dirigentes de dicho partido.
Se ignora el porqué fue fusilado Sulaiman por los comunistas pero ésta pudiera ser la
razón de que ellos acusaran a Banda de ser espía de Estados Unidos en contra de Corea
del Norte y, sin juicio alguno, la fusilaran.
-Lamento haberme exaltado, hermano, pero la injusticia es como el hedor de una rata
muerte: repugna. -Expresó arrepentido Francisco por su ex abrupto.
-No le des importancia al asunto, Pancho.
Teófilo hojeaba los apuntes recibidos de su señora y comentó:
“Mata Hari siempre fue frívola. No puedo imaginarla como una mujer que se
arriesgara por obtener datos para un país; sin embargo, leía acerca de ella porque su vida
tuvo coincidencias extrañas”.
Eso dijo y nos mostró tres escritos. El primero está relacionado con Mata Hari; el
segundo, con la vaticinada muerte de Julio César, el tercero con los expresidentes
Linconl y Kennedy.
Desconcertantes Coincidencias.-El 31 de octubre de 1951 fusilaron a Jeanne Louise
“Banda” MacLeod en Corea del Norte, a las 5:45, acusada de espionaje. También en
octubre, exactamente el día 15 de 1917, en la misma hora y de la misma e injusta
manera fue fusilada Mata Hari, su mamá.
-Esto demuestra -manifestó Pancho- que quienes investigan concienzudamente los
sucesos históricos, no son engañados fácilmente. Mata Hari no tenía aptitud para ser
espía, como la tuvieron varias mujeres; las cuales realizaron trabajos excelentes.
-¿Podrías platicarnos algún caso concreto? -Solicitó interesado Pepe.
-Claro que sí. Para mí, la mejor espía fue Cynthia, nombre dado por el Servicio de
Inteligencia Británico al proponerle que fuese su agente.
Su nombre real fue Amy Elizabth Torpe, nacida en Estados Unidos y casada en 1930
con el diplomático Arthur Pack, embajador inglés en Washington.
En 1937 Pack fue trasladado a Polonia. Amy aceptó ser Cynthia y empezó a trabajar
especializándose en obtener claves de códigos secretos, mediante la seducción sexual a
diplomáticos; con quienes alternaba por la representación de su esposo.
El primer romance de trabajo fue con un oficial del Ministerio de Relaciones
Exteriores de Polonia, de quien obtuvo la clave secreta de las comunicaciones privadas
de Hitler, conseguida por ingenieros polacos.
Ese extraordinario logro le valió que en 1941 trabajara en Nueva York y
Washington, a las órdenes de William Stephenson, de la Coordinación de Seguridad
Británica.
Fue preparada para llevar una vida social intensamente activa, singularmente en
círculos diplomáticos de Washington. Su belleza atraía la atención masculina en la
misma proporción que la envidia femenina, vertientes que le allanaban el camino para el
espionaje.
Por segunda vez sorprendió a los servicios de inteligencia británicos pues enamoró a
tal grado a Alberto Lais, agregado naval de Mussolini, que le permitió fotografiar las
claves secretas de navegación italianas.
Con dichas claves, los ingleses burlaron los barcos alemanes en el mar Mediterráneo;
sobre todo en la costa africana.
Un enamorado celoso estorba el trabajo de una espía. Cynthia denunció a Alberto
Lais al FBI; sin el menor escrúpulo, pues estaba convencida de servir a Inglaterra y a
Estados Unidos y de que su trabajo salvaba vidas. Su enamorado fue expulsado a Italia.
La misión siguiente era más delicada porque Francia no se había cambiado de bando;
no había causa que justificara espionaje a un aliado.
Sin embargo, junto con el piloto naval Charles Brousee, funcionario de prensa de la
embajada francesa en Washington, Cynthia se enteró de una reserva de oro francés
oculta en la isla caribeña La Martinica.
El acertado informe propició que Stephenson lo utilizara como garantía para
conseguir préstamos estadounidenses a Inglaterra.
Algo más: Cynthia y Brousse obtuvieron copias de los códigos navales franceses
guardados en una bóveda de seguridad en la embajada de Francia.
Para el propósito, le pidieron al velador del edificio en donde estaba la bóveda
permiso para tener relaciones sexuales pues su amorío debía permanecer secreto para no
dañar su imagen de agregado a la embajada y de esposa de un diplomático.
A la explicación agregaron tres fotografías del general Washington. Con esas
trescientas razones convincentes, el velador accedió a darles paso en altas horas de la
noche.
Cuando se habían ganado la simpatía del velador, a los retratos de Washington
añadieron una botella de excelente coñac francés.
Aceptó los regalos ignorando que la botella contenía un fuerte somnífero que lo hizo
dormir toda la noche, pues el cerrajero que llevaron necesitaba bastante tiempo para
abrir la bóveda y enseñarles a realizarlo ellos.
El siguiente sábado volvieron a la bóveda. El velador sospechaba que la semana
anterior ellos lo habían narcotizado y espió por el ojo de la cerradura del pasillo con la
finalidad de atraparlos in fraganti; las dudas se le disiparon cuando vio totalmente
desnuda a la muy hermosa dama.
Se convenció de que los enamorados únicamente querían tener relaciones sexuales y
con gusto fue a comprarles cigarros a un estanquillo.
Adentro de la bóveda, técnicos de la Coordinación de Seguridad Británica copiaban
los códigos navales franceses.
Después, los enamorados se las ingeniaron para distraer al velador mediante otra
generosa propina explicándole que sería la última pues sus cónyuges sospechaban el
adulterio.
En 1945, el diplomático Pack fue muerto en Argentina de un balazo. Brousse se
divorció de su esposa, se casó con Amy y vivieron juntos hasta 1963, año en que ella
murió de cáncer.
Diez años después feneció Brousse y fue cuando se conocieron algunos secretos de
guerra. Los de Cynthia fueron confirmados por Montgomery Hyde, biógrafo de
Stephenson.
El escrito segundo mostrado por Teófilo es:
Corazonada Histórica.- Julio César vino al mundo por medio de cesárea (éste es el
origen de dicho vocablo) lo cual fue simbólico, pues su existencia entera estuvo
marcada por una férrea e ininterrumpida lucha de superación.
Ello explica el porqué fue escéptico a todo aquello diferente del esfuerzo propio;
mientras que el pueblo romano daba mucha importancia a: profecías, pronósticos,
premoniciones, sueños precognitivos etc.
Por lo mismo, aunque su muy amigo Vestritius Spurinna fuese un prestigiado
agorero y le advirtiera cuidarse mucho en los idus de marzo; el 15 de marzo del año 44
de nuestra era Julio César desoyó el funesto pronóstico.
Todavía más: se rio de su esposa, Calpurnia, cuando le suplicaba que no fuera ese día
al Foro porque había soñado que lo apuñalearían. Así lo registra el historiador Plinio
agregando que el citado 15 de marzo del año 44, Julio César y Vestritius Spurinna se
saludaron cuando el Emperador se dirigía al Foro:
- Hoy terminan los idus de marzo -bromeó Julio César- y nada malo me ha sucedido.
-Los idus, sí, César; pero el día todavía no termina. No vayas al Foro.
El augusto Emperador fue al Foro y... murió apuñalado. Entre los asesinos estaba
nada menos que Bruto, su hijo adoptivo.
-Atendamos nuestras corazonadas -aconseja Teófilo- porque todos las hemos
experimentado, pero no les damos importancia porque suponemos que debemos
regirnos por la razón, sin mucho hacerle caso al sexto sentido.
-Permíteme añadir algo más, Teo, porque los gemelos tenemos una conexión
telepática tan desarrolladas que nos parece algo normal; pero no a todos se nos
desarrollan las corazonadas: Pancho tiene muchas, yo no recuerdo más de dos en mi
vida.
“Por eso, creo que es muy buena tu sugerencia de no desoír las corazonadas; sobre
todo los profesionistas que arriesgan más la vida, como los periodistas y los detectives”.
Siempre oportuno, Santiago no desperdició la ocasión y preguntó si son o no
incluibles los futbolistas. Tras esperar respuesta y no obtenerla, rio burlonamente y
agregó la razón de la broma:
-Estoy convencido de que el Guadalajara es el mejor equipo de México y no me
pierdo un solo partido cuando juega contra el América o el Atlas. También veo siempre
los encuentros entre el América y el Cruz Azul.
“Armando Manzo -elogió- es un estupendo defensa del América: su hermano
Agustín es excelente delantero del Cruz Azul.
“Como son gemelos, Armando sabía que Agustín le leía la mente y lograba burlarlo,
pero después de una llamada de atención del entrenador americanista, Antonio Roca,
indicándole debía marcar rigurosamente a su hermano, analizó la situación y optó por
no pensar las jugadas cuando lo enfrentaba”.
La intervención de Santiago suscitó comentarios graciosos que propiciaron escuchar
con mayor atención el tercer caso de Teófilo.
Extrañas Vidas Paralelas.- El eximio sicólogo Gustav Karl Jung asevera que las
llamadas coincidencias son sucesos asociados con el destino de quienes las viven, y
cumplen una función específica dentro del orden universal.
Uno de esos sucesos es el de los expresidentes estadounidenses Lincoln y Kennedy:
Abraham Lincoln estuvo en el Congreso en 1846
John F. Kennedy estuvo en el Congreso en 1946
Abraham Lincoln fue presidente en 1860
John F. Kennedy fue presidente en 1960
Ambos fueron asesinados en viernes
A los dos les dispararon en la cabeza
La secretaria de Abraham Lincoln se apellidaba Kennedy
La secretaria de John F. Kennedy se apellidaba Lincoln
Ambos presidentes fueron substituidos por personas de apellido Johnson.
Andrew Johnson nació en 1808 y remplazó a Lincoln
Lyndon Johnson nació en 1908 y remplazó a Kennedy
El asesino de Lincoln John Wilkes Booth nació en 1839
El asesino de Kennedy, Lee Harvey Oswald nació en 1939
Lincoln fue asesinado en un teatro llamado Ford
Kennedy en un auto Lincoln de la marca Ford
Una semana antes de morir Lincoln estuvo en Monroe, Maryland
Kennedy estuvo con Marilyn Monroe, una semana antes de morir.
No hubo comentarios directos respecto a las coincidencias de los dos expresidentes
estadounidenses, pero Santiago expuso otro caso de paralelismo entre personas:
-Todos hemos experimentado sucesos coincidentes -afirmó categórico- pero pocos
les dan importancia. Sin embargo, sea que se les valorice o no, las coincidencias
influyen en nuestra vida; conforme lo asevera Gustavo Carlos Jung, el padre de la
Sicología Analítica.
A finales del siglo recién pasado, aunque en grupos diferentes, los alpinistas Stanley
Liskens y Andy MacAphee escalaban el monte Everets. Al llegar a los contrafuertes
instalados a cuatro mil 500 metros de altura, el guía del primer grupo (en el iba Liskens)
preparó té e invitó a los seis integrantes del grupo segundo.
-Hola, me llamo Stanley. -Dijo Liskens a MacAphee, para entablar conversación.
-Yo soy Andy. ¿De dónde eres?
-Soy de California.
-¡Qué bueno, yo también soy de California! ¿En dónde vives?
-Tengo un departamentito en la calle Olmos, es el número 125.
-¡Olmos 125, dices? ¡Yo vivo en el 127!
Dos vecinos residentes en San Francisco, en la misma calle, en edificios contiguos,
los cuales ocupaban desde 1989, se conocen en: el Techo del Mundo...
A pesar de ser rara esa coincidencia, no era la única en sus vidas: los dos eran
solteros y vivían solos, pudiendo hacerlo con parientes pues Stanley tiene una hermana
viuda, y el papá de Andy también es viudo. Los cuatro rentan, cada quien, su
departamento.
Es posible que los dos se hayan visto en alguna ocasión en San Francisco, pero en las
grandes ciudades los vecinos no acostumbran saludarse. Ellos comparten ahora: el
alpinismo, discos, películas, libros, mascotas (gustan de los gatos) y varias cosas más.
Así concluyó Teófilo su exposición, Santiago añadió:
Yoko aunque de ascendencia japonesa, nació en Scarsdale. Estudió en el colegio
Sarah Lawrence, en donde también realizó su bachillerato Linda, nativa, igualmente, de
dicha ciudad neoyorkina.
Por extraño que parezca, jamás cruzaron palabra aunque se vieran diariamente varias
veces. En donde estrecharon relaciones fue en Liverpool, Inglaterra, en un concierto de
Los Beatles. Yoko se casó con Lennon; Linda, con Paul MacCartney.
¿Mezcla predestinada? ¿Coincidencias? ¿Vidas paralelas?”
-Amigos -concluyó Teo- yo me limito a transcribir los hechos, espero que ustedes me
respondan.
-Yo lo haré e irrefutablemente -afirmó Pepe- nada más permítanme comentarles algo
que una tarde descubrimos con mi hermano:
M de Monarca, M de Muerte.- La letra M inicial fue coincidente y determinante en
la vida del archiduque Maximiliano de Habsburgo: en Miramar, el Archiduque recibió a
la comisión que le ofreció la Corona del Imperio Mexicano. Vino a México el 28 de
mayo de 1864.
Entre los principales jefes militares que lucharon contra los liberales sobresalen
Méndez y Pavón, en Tamaulipas; Juan Méndez, en la sierra de Puebla; y Gregorio
Méndez, en Tabasco.
En febrero de 1867, don Benito Juárez se parapetó en Zacatecas; el Emperador lo
hizo en Querétaro junto con sus dos mejores generales: Márquez y Miramón, a quienes
se unieron Mejía y Méndez. A mediados de marzo, Mariano Escobedo sitió Querétaro.
Es algo raro pero inobjetable. Las letras emes estuvieron presentes continuamente en
la vida del archiduque Maximiliano. Fue un mayo cuando sufrió un revés estratégico,
causado por el coronel Manuel López; y decenas más de esas trascendentales
coincidencias.
-Nuestra respuesta a tus preguntas, Teo es que mientras tú ibas con el doctor a
comprar la cerveza, analizamos que Pancho tiene muchos apuntes referentes a espías, yo
otros acerca de la Mafia; y tú y Chago han recopilado muchos sucesos insólitos.
“Acordamos que todos y cada uno de nosotros escribiese un libro y entregarlo a una
editora antes del primer fin de semana de agosto de 2014, para llevarlo al próximo
Festival Twinsbourg, en Ohio, precisamente en su aniversario número 25”.
Propósitos Cumplidos.- He tenido muchas experiencias gratas en mi trabajo de
médico y no pocos momentos felices por haber bien determinado decisiones
trascendentales en mi vida.
Uno de ellos ha sido la reunión con Francisco José, José Francisco, Teófilo y
Santiago. Me alegra muchísimo que cumplieran lo convenido y redactaran sus libros
correspondientes, proponiendo que los enriqueciera con casos de Chihuahua o de
México.
Me alegra doblemente porque también yo cumplí y realizo este homenaje a todos los
gemelos.