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Guía Kaiser Vintage STEAUA Copa de Europa 1986

Guía Kaiser Vintage | Steaua 1986

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Guía Vintage dedicada al Steaua Bucarest de 1986, el primer campeón de Europa del Este del continente.

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STEAUACopa de Europa 1986

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Sevilla, 7 de Mayo de 1986, eStadio RaMón Sánchez Pizjuán, eSPléndida taRde PRiMaveRal en una

caPital hiSPalenSe que acoge la final de la coPa de euRoPa entRe el fc BaRcelona y un SeMi deS-conocido equiPo RuMano llaMado Steaua de BucaReSt. todo PRePaRado, PaRa que loS azulgRanaS

conSigan el único tìtulo que falta en SuS vitRinaS. Sin eMBaRgo, lo que PaSaRía aquel día, entRaBa

en la caBeza de Muy PocoS.

STEAUA BUCAREST | Copa de Europa 19862

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STEAUABUCAREST86

Page 3: Guía Kaiser Vintage | Steaua 1986

Tras el final de la Segunda Gue-

rra Mundial, un grupo de ofi-

ciales rumanos crean un club

polideportivo que, como otros de la

órbita socialista, representaría al

ejército. Aunque en principio recibió el

nombre de ASA Bucarest, con los años

haría honor a su escudo -una estrella

amarilla de cinco puntas- para ser defi-

nitivamente conocido como Steaua de

Bucarest. Pronto se convertiría junto

a sus vecinos del Dinamo, en el mejor

equipo del país. Tiempos de bonanza

en Rumania, Ceausescu, por entonces el

rostro amable del este en occidente, lle-

gaba al poder, el país gozaba de pleno

empleo y la selección volvía tres déca-

das después a un Mundial, México 70.

Era la época de los Cornel Dinu, Do-

brin, Lucescu y Dumitrache.

La mejor noticia para un país que poco

a poco entraba en declive, la miseria lla-

maba a las puertas de los rumanos, el ré-

gimen generaba más detractores y la

represión sobre estos, sustentada en la

Securitate, era más fuerte. Los éxitos

deportivos tenían rostro femenino, el de

Nadia Comaneci y del fútbol rumano

no se volvería a saber nada más hasta el

verano francés del 84. Por entonces el

Steaua ya no era el equipo puntero del

país, no ganaba una Liga desde 1978

y las restantes se repartían entre el

Dinamo de Bucarest y la aparición del

Universitatea de Craiova, que por otra

parte formaban la base de la selección

rumana que acudió a la Eurocopa de

Francia.

Del equipo de la Securitate, el Dinamo,

los defensas Rednic y Andone, y de la

ciudad universitaria de Craiova, el por-

tero Lung, el capitán Stefanescu y el

potente delantero Camataru. Del Ste-

aua no hubo ni rastro en aquel torneo,

solo un jovencísimo Hagi, por aquel en-

tonces en el Sportul Studentesc y Ladis-

lau Boloni, tendrían algo que ver con el

protagonista de nuestra historia.

STEAUA BUCAREST | Copa de Europa 1986 3

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Page 4: Guía Kaiser Vintage | Steaua 1986

Precisamente, Boloni, era la gran

estrella del país y también fue el

mejor jugador rumano en aquella

Eurocopa. Perteneciente a la mino-

ría magyar de Transilvania, su exce-

lente torneo le posibilitó dar el salto

en su carrera y dejar el club de toda

su vida, el Targu Mures, para liderar

un nuevo Steaua hambriento de éxi-

tos. Estomatólogo de cierta repu-

tación en Rumania, era un medio

centro en toda la extensión de la

palabra. Inteligente, con gran cali-

dad, excelente disparo de media dis-

tancia, visión de juego y fenomenal

desplazamiento de balón. A su alre-

dedor debían crecer una serie de fut-

bolistas rumanos de segunda fila y

que habían llegado en los últimos

años de todas las partes del país.

Desde el Uta Arad, el guardameta

Duckadam, del Resita y el Petrorul,

los laterales Iovan y Barbulescu,

del Olt Scornicesti el central Bum-

bescu y el goleador Piturca, del Ga-

lati y el Gloria Bistrita, los interiores

Majearu y Balint y del Brasov, un

joven extremo llamado Marius La-

catus. Además, desde la cantera, se

incorporó quien sería uno de los lí-

beros más cotizados del continente,

Miodrag Belodedici. Solo el capi-

tán Stoica y la vieja gloria Iorda-

nescu, quedaban del último título

liguero. Título ganado con Emerich

Jenei, una institución con tres déca-

das en el club, divididas entre juga-

dor y entrenador, y que comandará

desde el banquillo la etapa más glo-

riosa de la historia del Steaua.

Para los despachos queda Valen-

tin, uno de los hijos del matrimo-

nio Ceausescu. Con Jenei, el

cambio no se hace esperar, el Steaua

gana Liga y Copa, Duckadam, se

convierte en la principal alternativa

a Lung en una selección que vuelve

a estar copada por futbolistas del

Steaua.

Belodedici, se confirma como el

mejor defensor del país, Lacatus es

tras Hagi, el futbolista donde más

esperanzas se depositan y Piturca,

junto a Camataru, el goleador más

reputado de Rumania. Boloni,

Stoica y Iordanescu, este haciendo

las veces de jugador y segundo en-

trenador, representan la veteranía al-

rededor de tanto futbolista

emergente. Los focos más allá del

Telón de Acero, apuntan al poten-

tísimo Dinamo de Kiev que ha

creado Lobanobsky, pero tras él,

crece sin hacer ruido el que será el

primer campeón europeo del este.

STEAUA BUCAREST | Copa de Europa 19864

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en toRno a Boloni SeeMPieza a conStRuiR unequiPo coMPetitivo conjugadoReS doMo hagi,PituRca, duckadaM,

MaRiuS lacatuSo Belodedici ”

Page 5: Guía Kaiser Vintage | Steaua 1986

Jenei ha construido un conjunto

disciplinado, de gran fortaleza fí-

sica, con una concepción del fútbol

vertical, mortal al contragolpe y con

un pressing asfixiante en la zona

ancha como principal seña de iden-

tidad.

El sobrio guardameta Duckadam y

la pareja central Bumbescu-Belode-

dici, forman el eje defensivo del

equipo. Boloni es la estrella y el

mejor jugador rumano, todo pasa

por las botas de este medio centro

que dirige con maestría e inteligen-

cia. Sus acompañantes en el medio

campo son Majearu, Balint y el ca-

pitán Stoica. Dinámicos, versátiles

y trabajadores, además de liberar a

Boloni, realizan una presión capaz

de asfixiar al rival más técnico. Ba-

lint, alterna varias posiciones.

Fuera, como interior en un 4-4-2

y en casa como extremo en un 4-

3-3, acompañando en ataque al rapi-

dísimo Lacatus y al potente Pi-

turca, principal referencia ofensiva

del equipo.

La Copa de Europa 85/86, es la pri-

mera donde no están los equipos in-

gleses, apartados un lustro de

cualquier competición continental

tras la Tragedia de Heysel, ocurrida

varios meses antes. Por ello, el Ever-

ton de Kendall y los Southall, Ste-

ven, Reid o Lineker, que hubiera

sido un contrincante durísimo, no

defenderá su condición de campeón

inglés. La Juventus de Platini, ac-

tual campeón, reforzada con Lau-

drup, se presentaba como principal

favorita. Como outsiders aparecen

Bayern de Múnich, Barcelona y

Anderlecht. En un tercer escalón, el

sorprendente campeón italiano He-

llas Verona, Oporto, Ajax, Aber-

deen, Girondins y un Goteborg

que viene haciendo las cosas muy

bien en los últimos años, sustentado

en su pareja defensiva Hysen-Lars-

son. Fuera de cualquier quiniela

quedaban los equipos del este, Hon-

ved, Steaua y Sparta de Praga.

La primera ronda, deparaba para el

Steaua, un enfrentamiento con el re-

presentante del emergente fútbol

danés, que tan buen recuerdo dejará

en México 86, el Velje del pequeño

Simonsen, un otrora Balón de Oro

que apuraba los últimos días en su

país tras salir del Barcelona. El

único rostro conocido de un equipo

que tiene en el excelente lateral de-

recho Sivebaek a su futbolista más

cotizado. La eliminatoria se resuelve

con comodidad para el Steaua, 1-1

en Dinamarca con gol del atacante

suplente Radu y 4-1 en la vuelta de

Bucarest con tantos de Boloni, Ba-

lint, Stoica y Piturca.

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Page 6: Guía Kaiser Vintage | Steaua 1986

Un contrincante de la Europa comu-

nista, esperaba en octavos de final,

el Honved de Budapest. Esta elimi-

natoria, no pintaba tan sencilla

como la anterior. El fútbol húngaro

daba su último canto del cisne, el

Videoton había disputado un año

antes la final de la Copa de la UEFA

y la selección se clasificó brillante-

mente para México 86 por delante

de belgas y holandeses.

El grueso de ella lo componían fut-

bolistas del Honved, Sallai, Varga,

Garaba, Nagy, Dajka, Kovacs y

sobre todo, la figura del fútbol hún-

garo y su mejor futbolista de las úl-

timas décadas, el media punta

Lajos Detari. Un talento que unía

fuerza, técnica, golpeo y una gran

llegada al área, que acabaría en Ale-

mania, Italia y Grecia. No ha vuelto

a salir uno como el en Hungría. Pre-

cisamente, Detari anotó el defini-

tivo 1-0 en Budapest que obligaba

al Steaua a remontar si quería

estar entre los ocho mejores.

En la olla a presión del Ghencea, el

Steaua se deshizo con suma facili-

dad de los húngaros. En media hora,

Piturca y Lacatus habían dado la

vuelta a una eliminatoria, que re-

matarían el lateral zurdo Barbu-

lescu, en una de sus especialidades,

con un tremendo disparo desde

fuera del área y Majearu desde los

once metros.

El penalti anotado por Detari, de

nada serviría, el Steaua, por primera

vez en su corta historia, estaba en

cuartos de final de la Copa de Eu-

ropa. El sorteo no pudo ser más

benévolo con el Steaua, mientras

se dirimían duelos como Barce-

lona-Juventus, Goteborg-Aber-

deen y Bayern-Anderlecht que

dejarían a varios favoritos en la cu-

neta, los rumanos debían enfren-

tarse al rival más débil con quien

podían hacerlo, los semiprofesiona-

les del Kuusy Lathi finlandés, así

era aquella Copa de Europa.

Sin embargo, nada más alejado de

la realidad, la eliminatoria fue durí-

sima para el Steaua, mucho más que

cualquiera de las anteriores. El ce-

rrojo nórdico y la exhibición de su

guardameta Korkhonen, dejó un 0-

0 para la vuelta en el Kisapuisto.

Lathi, acogió un partido muy simi-

lar al disputado en Bucarest, con

una sensible diferencia, este se ju-

gaba en un campo literalmente

helado.

STEAUA BUCAREST | Copa de Europa 19866

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La resistencia finlandesa, apoyada

como en el Ghencea en su guardameta

Korkhonen, aguantó hasta el último

minuto, ahí fue cuando Piturca, recogió

un balón suelto en el área y llevaba al

Steaua a las se-

mifinales de la

Copa de Europa.

Nunca más se

supo de aquel

Kuusy Lathi,

para el Steaua,

aún quedaba es-

cribir la página más brillante de su his-

toria.

Barcelona, Goteborg, Anderlecht y Ste-

aua, entraron en el bombo de las semi-

finales, en busca de un plaza para la

final de Sevilla. Sería en el Ramón Sán-

chez Pizjuán, porque la UEFA declinó

la opción del Camp Nou, por la presen-

cia del Barcelona en la competición. Ni

que decir tiene, que todos querían al Ste-

aua, un equipo de poca fama, que se vió

favorecido por el sorteo para llegar

hasta aquí. Para los rumanos, la suerte

estaba echada, su rival, era tras el Bar-

celona, el gran favorito a la competi-

ción, el potente Anderlecht. Por lo tanto,

Goteborg-Barcelona y Anderlecht-Ste-

aua conformaban las semifinales, todo

listo para una final entre catalanes y bel-

gas. El Anderlecht, que venía de eli-

minar con cierta facilidad al Bayern,

representaba como nadie la gran

época que vivía el fútbol belga y que

plasmaría su selección en aquel verano

del 86. Grun, Demol y el elegante lí-

bero danés Morten Olsen destacaban

en defensa. A este último le acompaña-

ban dos compatriotas, el carrilero zurdo

Henrik Andersen y el incansable Per

Frimann, trabajando a destajo en el

medio campo para que lucieran sus dos

mejores futbolistas, Vercauteren y el

niño prodigio del fútbol belga, Enzo

Scifo, el cerebro y mayor talento del

equipo. Los goles, corrían a cargo de un

gran rematador como Vandenbergh.

deSPuéS de eliMinaR al honved, al Steaua

le tocó cRuzaRSe en cuaRtoS de final con

el kuuSy lathi finlandéS, un equiPo coM-PuSto PoR jugadoReS SeMiPRofeSionaleS”

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Page 8: Guía Kaiser Vintage | Steaua 1986

La ida en el Constan Vanden Stock,

cumplió con lo esperado. Dominio

abrumador por parte belga, fút-

bol de toque, continuos apoyos y

un Steaua escandalosamente me-

tido en su área, esperando los mi-

lagros de Duckadam. Sin embargo,

el Anderlecht, sacaría una renta que

si bien, no era mala, fue menos de

lo ofrecido. 1-0 con un gol tardío

de Scifo, era demasiado poco

para lo que esperaba en Bucarest.

La situación en Rumania se había

vuelto insostenible y al régimen le

era más complicado controlar unas

manifestaciones que abocaban al

país al conflicto social. Pobreza,

desempleo, los días de Nicolae Ce-

ausescu tocaban a su fin, aunque

para ello habría que esperar tres

años más. El Steaua-Anderlecht, no

solo era el momento más impor-

tante de la historia del deporte ru-

mano, también una vía de escape a

tanta confrontación y la forma de

publicitar el régimen, mediante los

éxi-tos deportivos.

En la caldera del Ghencea, el Ste-

aua se lanzó a por el Anderlecht

desde el primer minuto, nada que

ver con lo visto en Bruselas. Jenei,

sabía que la fuerza belga estaba en

el medio y por ello ordenó tal pre-

sión a los Stoica, Balan y Balint

sobre Vercauteren, Scifo y el his-

pano-belga Juan Lozano, que con-

virtió al Anderlecht en una sombra

de lo que era. Incapaces de enlazar

dos pases, en veinte minutos, Pi-

turca y Balint habían dado la vuelta

a una eliminatoria que ya en el se-

gundo tiempo, remataría de nuevo

Piturca. Aquel día, Europa em-

pezó a hablar del Steaua, un des-

conocido equipo del este que había

destrozado con suma solvencia a

uno de los máximos favoritos.

El Steaua estaba en Sevilla, jamás

un equipo rumano había llegado

tan lejos en Europa y sobre ellos

recaía la responsabilidad de poder

ser el primer campeón europeo del

este. Aunque, responsabilidad, es lo

que tenía su rival en la final, el FC

Barcelona.

STEAUA BUCAREST | Copa de Europa 19868

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tRaS PeRdeR la ida en Bélgica,el Steaua conSiguió ReMontaR

y claSificaRSe haSta la final

de la coPa de euRoPa”

Page 9: Guía Kaiser Vintage | Steaua 1986

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Guía Kaiser Vintage

Los culés, veinti-

cinco años después,

llegaban a una nueva final de la

Copa de Europa con la sensación

de que esta era la ocasión, ahora

o nunca. Poco importaba que la

Liga acabara en las vitrinas del

Madrid. La Copa de Europa pa-

liaba cualquier disgusto. Tras su-

perar eliminatorias durísimas

contra Oporto, Juventus y Gote-

borg, esta última en los penaltis

tras igualar un 3-0 con hat-trick de

Pichi Alonso, parecía que lo más

difícil se había conseguido. Sin

embargo, como era costumbre en

aquellos años, las aguas bajaban

revueltas por el Camp Nou, una

semana antes se había perdido la

final copera frente al Zaragoza,

dando el equipo, síntomas de fatiga

tras una larga temporada, Tente

Sánchez, un referente del club, ra-

jaba de Venables en público por de-

jarlo fuera de la final y el vestuario

andaba molesto por el anuncio del

fichaje de Zubizarreta, días antes

a la gran cita. El inglés Terry Ve-

nables, que había llegado en 1984,

y conquistó la Liga tras once años

de espera, había construido el Bar

celona más británico que se re-

cuerda, haciendo de

la estrategia, el pres-

sing y la solidaridad,

sus mejores virtudes.

El carismático

Urruti, héroe en la

noche del Goteborg,

defendía la portería.

En defensa, destacaba

la solidez de su pareja

central, el racial Migueli y el capi-

tán Alexanco. Gerardo y un refe-

rente europeo en su posición como

Julio Alberto, ocupaban los late-

rales. El centro del campo estaba

liderado por el mejor medio centro

del mundo, Schuster, en el cerebro

privilegiado del alemán recaían las

ilusiones barcelonistas en la final.

A su lado, el trabajo del incansable

Víctor y del canterano Pedraza, ti-

tular por la baja por tarjetas de Cal-

derè. En punta, la velocidad y

habilidad de Carrasco y Marcos,

y el remate y oportunismo del es-

cocés Archibald, recuperado mila-

grosamente para la final.

en el aleMán BeRnd SchuSteR RecaíanlaS eSPeRanzaS del BaRcelona PaRa lafinal de la coPa de euRoPa. eRa laPRinciPal RefeRencia del equiPo culé”

Page 10: Guía Kaiser Vintage | Steaua 1986

Dos maneras de afrontar la final

reflejaban la tranquilidad de unos

y los nervios de otros. Mientras el

Barcelona se concentraba en el Pa-

rador de Carmona, a treinta kilóme-

tros de la ciudad para aislarse de la

locura que invadía a una hinchada

desplazada en masa hasta Sevilla,

los rumanos hacían turismo por la

capital andaluza como si de un

partido de pretemporada se tra-

tase. Ese fue el mejor reflejo de lo

que pasaría aquel 7 de mayo de

1986.

50.000 barcelonistas y varias dece-

nas de rumanos, estos desplazados

con una condición, debían dejar a

sus familias en Bucarest para evitar

una posible fuga del país, abarrota-

ban un pequeño Camp Nou dentro

del Ramón Sánchez Pizjuán. En el

Steaua, la sensible baja de su capitán

Stoica, igual que Calderé por tarje-

tas, fue suplida por el infatigable

Balan, por lo demás, Jenei sacó al

once esperado. Duckadam, Iovan,

Bumbescu, Belodedici, Barbu-

lescu, Majearu, Boloni, Balint,

Lacatus y Piturca. Ambos equipos

por coincidencia de colores, usaron

su segunda equipación, el Barcelona

de celeste y azul y el Steaua de

blanco. El Barça comenzó tratando

de imponer el ritmo alto que les ca-

racterizaba, y si bien es cierto, que

de ese modo creó alguna ocasión, no

sería más que un espejismo. Los ru-

manos se mostraban infranquea-

bles en defensa, liderados por un

sensacional Belodedici, mientras

Balan y Majearu no dejaban manio-

brar a un Schuster superado física-

mente. Los minutos pasaban y el

juego culé era cada vez más previsi-

ble, continuos balones colgados por

Alexanco buscando a un Archibald

inofensivo ante Bumbescu y la garra

habitual de Víctor, Migueli y un

Julio Alberto que se las traía con La-

catus. Así se llegaría a una recta

final marcada por la espantada de

Schuster, que tras ser sustituído

por Moratalla, cogió un taxi y se

fue del estadio sin esperar al pi-

tido final, nada sería igual para el

alemán. Llegaron los penaltis, al fin

y al cabo, el objetivo de un Steaua

que no arriesgó lo más mínimo, sa-

biendo que el tiempo y los nervios

azulgranas jugaban a su favor.

STEAUA BUCAREST | Copa de Europa 198610

Guía Kaiser Vintage

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Lo sucedido en aquella tanda, pasaría

a la historia. Majearu efectuó el primer

lanzamiento que detenía Urruti, siempre

Urruti, salvador como el día del Gote-

borg. Por fin una alegría en el Pizjuán

tras un tedioso partido. Sin embargo,

Alexanco también erraba en el suyo,

blocado por Duckadam. Boloni, la fi-

gura rumana, tampoco fue capaz de

batir a Urruti, que tras atajar su segundo

penalti, iba camino de convertirse en el

héroe de la noche, hasta que emergió la

figura de Duckadam, parando consecu-

tivamente los de Pedraza, Pichi y Mar-

cos. Muchos se acordaron de

Schuster, el mejor lanzador que ya no

estaba en el campo. Solo bastaron dos

l a n z a m i e n t o s

anotados por

parte rumana, por

obra de Balint y

Lacatus, que

luego veríamos

en Burgos y

Oviedo.

Stefan Iovan, el capitán rumano en sus-

titución de Stoica, alzaba la primera

Copa de Europa del fútbol del este y Ni-

colae Ceausescu como agradeci-

miento, obsequió a Balint con 100

dólares americanos, a Lacatus con un

vídeo y a Belodedici con un viaje a

Egipto, lujos en una época de escasez

en Rumania. Varios meses después, li-

derados por Hagi, el Steaua, ganaría la

Supercopa de Europa al Dinamo de

Kiev y alcanzaría las semifinales de la

Copa de Europa en 1988 y la final de

1989, demostrando que lo ocurrido en

Sevilla, no fue fruto de la casualidad.

Para el Barcelona, fue el comienzo de

dos años durísimos. Schuster, tras su

espantada, fue apartado del equipo.

Venables sería cesado un año después y

en el Hotel Hesperia, se produciría un

motín de la plantilla contra el presidente

Núñez, que acabaría con una limpia

total, la llegada de Cruyff y la crea-

ción del Dream Team. o

nicolae ceauceScu oBSequió a Ba-lint con 100 dólaReS aMeRicanoS,a lacatuS con un vídeo y a Belode-dici con un viaje a egiPto”

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Page 12: Guía Kaiser Vintage | Steaua 1986

STEAUA BUCAREST | Copa de Europa 198612

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DUCKADAM

Helmuth

DUCKADAM

El héroe de la final de Sevi-

lla. Guardameta de gran en-

vergadura, poco espectacular

pero muy seguro en los balo-

nes aéreos, sobrio, ágil y de

excelentes reflejos, teniendo

en los tiros rasos su mayor

defecto. Durante su etapa en

el Steaua, fue la principal al-

ternativa en la selección a

Lung. Tuvo que dejar prema-

turamente la práctica del fút-

bol a causa de una flebitis.RUMANÍA

Ilie

BARBULESCU

El comodín de la defensa, ya

que podía ocupar cualquier

lugar de la misma. Sin ser un

prodigio técnico, manejaba

bien las dos piernas, defen-

día con contundencia y no

dudaba en mostrar su durí-

simo disparo e incorporarse

al ataque cuando tenía oca-

sión. Varias veces interna-

cional con Rumania, aunque

sin apenas continuidad en la

selección.

RUMANÍA

Miodrag

BELODEDICI

Con solo veintiún años lide-

raba con maestría la defensa

del Steaua y era considerado

el mejor defensor del país.

Muy elegante, dotado de una

gran calidad técnica, rápido y

seguro en el juego aéreo. Su

actuación en la final frente al

Barcelona, fue excepcional.

Antes de su pobre paso por

Valencia y Valladolid, jugó en

el Estrella Roja, siendo el pri-

mer futbolista en ganar la

Copa de Europa con dos equi-

pos distintos. Con los yugos-

lavos, fue considerado uno de

los mejores líberos de Eu-

ropa. Con la selección ru-

mana estuvo en USA 94.

RUMANÍA

Adrian

BUMBESCU

Se complementaba a la

perfección con Belodedic.

De aspecto desgarbado, era

el habitual marcador del

atacante rival. Rápido en el

corte y la anticipación,

contundente e imponente

en el juego aéreo. Con el

Steaua, aún llegaría a dis-

putar la final de la Copa de

Europa de 1989 frente al

Milán. Mundialista en Ita-

lia 90 con Rumania. RUMANÍA

Stefan

IOVAN

Lateral derecho de grandes

condiciones atléticas. Gozaba

de un disparo demoledor y una

tremenda velocidad, se incor-

poraba continuamente al ata-

que y cerraba en defensa con

eficacia, convirtiendo el pene-

trar por su banda en una tarea

harto difícil. Con los años y la

aparición de Pe-trescu, pasaría

a ocupar el puesto de central.

Con la selección rumana, es-

tuvo en Italia 90.

RUMANÍA

IOVAN

BUMBESCUBELODEDICI

BARBULESCU

BOLONIMAJEARUBALINT

STOICA

LACATUSPITURCA

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Victor

PITURCA

Típico ariete rematador do-

tado de una gran corpulencia

y fuerza física, Víctor Piturca

resultó con sus cinco goles,

fundamental en la victoria ru-

mana en la Copa de Europa.

Con más técnica y rapidez de

lo que su físico reflejaba, go-

zaba de un excelente remate

de cabeza y se movía inteli-

gentemente de espaldas a la

espera de la llegada de otros

compañeros. Internacional ru-

mano, aunque sin jugar nin-

gún torneo con su selección.RUMANÍA

Marius

LACATUS

En 1986, ya apuntaba mane-

ras de lo que sería en años

venideros, una de las figuras

del fútbol rumano. Extremo

rapidísimo, habilidoso y

capaz de resolver un partido

en cualquier acción. Tempe-

ramental y pícaro, represen-

taba la nota diferente en el

disciplinado Steaua de Jenei.

Tras su gran Mundial en Ita-

lia 90, donde realizó el par-

tido más recordado de su

carrera, anotando dos goles

en la victoria rumana frente

a la URSS, pasó por Fioren-

tina y Oviedo. Además del

mundial italiano, estuvo pre-

sente en Francia 98.

RUMANÍA

Gabi

BALINT

Ausente en la final europea

por acumulación de tarje-

tas, era el capitán del

equipo y la extensión de

Jenei en el campo. Con

más de una década en el

club, representaba al futbo-

lista ideal para llevar a

cabo la presión ejercida en

medio campo. Intenso,

gran recuperador de balo-

nes, con mucho carácter y

llegada al área. Subcam-

peón de Europa en 1989,

con la apertura de las

fronte-ras rumanas, jugaría

un año en el Lens.RUMANÍA

Tudorel

STOICA

El Vampiro del área, así era

conocido por su origen tran-

silvano, es considerado el

mejor extranjero de la historia

del Burgos, a donde llegó tras

una década en el Steaua.

Fuerte, rápido y con una ver-

satilidad que le permitía jugar

como delantero y centrocam-

pista. Se trataba de un futbo-

lista vertical, de mucho

empuje, sacrificio y buenas ci-

fras goleadoras. Dos goles

suyos a Dinamarca, propicia-

ron que Rumania, veinte años

después, volviera a un Mun-

dial, Italia 90.

RUMANÍA

Laszlo

BOLONI

La estrella del Steaua y el

mejor jugador rumano hasta

la aparición de Hagi. Ladis-

lau Boloni era el cerebro del

equipo, por quien pasaba

cualquier balón que distribuía

con criterio y eficacia con su

magnífica zurda. Elegante,

técnico, con gran disparo de

media distancia y preciso

desplazamiento, se le re-

cuerda por su gol frente a Es-

paña en la Eurocopa 84.

Terminó su carrera en modes-

tos del fútbol francés como

Cretéil y Orleans.RUMANÍA

Mihail

MAJEARU

Dotado de una gran forta-

leza física, fenomenal dis-

paro y velocidad, Mihail

Majearu abarcaba mucho te-

rreno, podía ocupar cual-

quier posición en el medio

campo y se mostraba gene-

roso y sacrificado en benefi-

cio del equipo. Fue el primer

lanzador de la tanda en Se-

villa, siendo atajado su pe-

nalti por Urruti.

RUMANÍA

Page 14: Guía Kaiser Vintage | Steaua 1986

KAISER FOOTBALL

DIRECTORJuan G. Arroita

REDACCIÓNJesús Núñez

DISEÑO Y MAQUETACIÓNJuan G. Arroita

TRAYECTORIA

STEAUACopa de Europa 1986

FINAL07 Mayo 1986

STEAUA 0-0 FC FC BarcelonaPENALTIS

Majearu FALLA - Alexanco FALLABoloni FALLA - Pedraza FALLALacatus GOL - Alonso FALLABalint GOL - Marcos FALLA

PRIMERA RONDA18 Septiembre 1985 | IDA

Velje 1-1 STEAUARadu 89’

02 Octubre 1986 | VUELTA

STEAUA 4-1 VeljePiturca 8’Boloni 34’Balint 51’Stoica 74’

OCTAVOS DE FINAL23 Octubre 1986 | IDA

Budapest Honvéd 1-0 STEAUA

06 Noviembre 1986 | VUELTA

STEAUA 4-1 Budapest HonvédPiturca 1’Lacatus 35’Barbulescu 46’Majearu 52’ (p)

CUARTOS DE FINAL05 Marzo 1986 | IDA

STEAUA 0-0 Kuusysi (FIN)

19 Marzo 1986 | VUELTA

Kuusysi (FIN) 0-1 STEAUAPiturca 86’

SEMIFINALES02 Abril 1986 | IDA

Anderlecht 1-0 STEAUA

16 Abril 1986 | VUELTA

STEAUA 3-0 AnderlechtPiturca 4’, 71’

Balint 23’