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DEPARTAMENTO DE CIRUGÍA FACULTAD DE MEDICINA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA INCIDENCIA Y FACTORES PREDICTIVOS DE LA VENTILACIÓN DIFÍCIL CON MASCARILLA FACIAL Tesis presentada por EVA MASSÓ LAGO para optar al grado de Doctor en Medicina Dirigida por: Dra. ROSER GARCÍA GUASCH y Dr. JAUME FERNANDEZ-LLAMAZARES RODRIGUEZ Barcelona, 2001

INCIDENCIA Y FACTORES PREDICTIVOS DE LA › pub › tesis › 2001 › hdl_10803_4367 › eml1de3.pdf · con todo lo que fuiste aprendiendo en la ruta. Si la encuentras pobre no creas

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DEPARTAMENTO DE CIRUGÍA

FACULTAD DE MEDICINA

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA

INCIDENCIA Y FACTORES PREDICTIVOS DE LA VENTILACIÓN DIFÍCIL

CON MASCARILLA FACIAL

Tesis presentada por EVA MASSÓ LAGO para optar al grado de

Doctor en Medicina

Dirigida por:

Dra. ROSER GARCÍA GUASCH

y

Dr. JAUME FERNANDEZ-LLAMAZARES RODRIGUEZ

Barcelona, 2001

" Cuando salgas de regreso a Itaca,

procura que largo sea el camino

pleno de saberes y de experiencias.

No toparás con cíclopes ni lestrigones

ni siquiera con el furioso Poseidón

si no los llevas en tu alma,

si tu corazón, ante ti, no los llama.

(….)

Siempre en tu memoria mantén a Itaca

pero no apresures el regreso.

Es mejor que dure largos años

y anciano ancles en la isla enriquecido

con todo lo que fuiste aprendiendo en la ruta.

Si la encuentras pobre

no creas que es un engaño.

Itaca te dio el viaje,

nada más podía darte.

Y como sabio te habrás hecho

con tanta vivida experiencia

entender podrás cabalmente

qué es, qué significa Itaca "

C.P. Kavafis

A Avadhesh

A mis padres Matilde y Enrique

A mi tía Aurea

A mis hermanos Noé, Ruth y Matilde

A mis amigos

I

AGRADECIMIENTOS

- Al Prof. Bruno Riou, Profeseur des Universités, Praticien Hospitalier, Jefe del

Servicio de Urgencias del Hospital Pitié-Salpêtrière de París y al Dr. Olivier

Langeron, Praticien Hospitalier, Jefe de la Unité de Réveil del Hospital Pitié-

Salpêtrière de París. Ellos me dieron la oportunidad de realizar este proyecto

y me honraron no sólo con su impecable calidad científica si no también con

su generosa amistad.

- Al Dr. Jaume Canet Capeta, Jefe de Servicio de Anestesiología,

Reanimación y Terapéutica del Dolor del Hospital Germans Trias i Pujol, por

haberme hecho partícipe de su rigor científico y su amor por la

Anestesiología, por haberme ofrecido su amistad y toda su confianza,

abrirme todas las puertas y por tener siempre un momento disponible en su

apretada agenda.

- A la Dra Roser García Guasch, Profesora Asociada de Anestesiología de la

Universidad Autónoma de Barcelona, Jefe de Sección del Servicio de

Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor del Hospital Germans

Trias i Pujol, Directora de esta Tesis Doctoral, por sus preciosos consejos,

su apoyo y disponibilidad constantes. Ella ha supuesto desde el inicio de mi

formación un impulso inagotable para progresar en el conocimiento de la

Anestesiología, un ejemplo de tenacidad y eficacia, y una atenta interlocutora

plena de entusiasmo.

II

- Al Dr. Jaume Fernandez-Llamazares Rodriguez, Catedrático de Cirugía de la

Universidad Autónoma de Barcelona, Jefe de Sección del Servicio de Cirugía

General del Hospital Germans Trias i Pujol, Codirector de esta Tesis. Por

haberme animado a iniciar y finalizar este trabajo y por sus útiles

sugerencias.

- A la memoria del Dr. Fernando Vidal Lopez, a quien tuve el honor de tener

como Maestro y Jefe de Servicio durante mi formación y el placer de conocer

como persona.

- A los colegas anestesiólogos, residentes, enfermeras y auxiliares del

Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Pitié-Salpêtrière de

París, sin su colaboración desinteresada no habría sido posible la recogida

de datos de este estudio. Su amistad, colaboración y confianza hicieron mi

estancia en París inolvidablemente grata y fructífera.

- A mis colegas anestesiólogos del Hospital Germans Trias i Pujol, por

formarme como anestesiólogo y hacerme sentir en familia. Agradezco

especialmente al Dr. Pere Vila Caralt sus minuciosas correcciones y su

valiosa crítica de este trabajo.

- A los colegas de las demás especialidades médicas y quirúrgicas del

Hospital Germans Trias i Pujol que han contribuido a mi formación.

- A Mme. Fabienne Berrane, secretaria de la Unidad de Reanimación del

Hospital Pitié-Salpêtrière de París y a la Sra. Graciela Moreu, secretaria del

Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor del Hospital

III

Germans Trias i Pujol por su cariñosa y eficaz ayuda en la elaboración de

esta Tesis.

III

ÍNDICE

- AGRADECIMIENTOS ........................................................................................

- ÍNDICE ...............................................................................................................

1.- INTRODUCCIÓN …………………………………………………………………..

1.1.- Definición de la ventilación difícil con mascarilla facial …………………..

1.2.- Anatomía de las vía aérea superior ………………………………………..

1.2.1.- Cavidad oral ………………………..…………………………………...

1.2.2.- Fosas nasales …………………………………………………………..

1.2.3.- Faringe ………………………………………….……………………….

1.2.4.- Laringe …………………………………………………………………..

1.3.- Anatomía dinámica de la vía aérea superior ………….……………….….

1.4.- Obstrucción de la vía aérea superior ………………………………………

1.5.- Ventilación con mascarilla facial …………………………………………...

1.5.1.- La mascarilla facial …………………………………………………….

1.5.2.- Técnica de ventilación con mascarilla facial ………….…………….

1.5.3.- Contraindicaciones …………………………………………………….

1.5.4.- Complicaciones …………………………………………………………

1.6.- Predicción de la vía aérea difícil ……………………………………………

1.6.1.-Factores anatómicos predictivos de una intubación

traqueal difícil ……………………….……………………………………

1.6.1.1.- Clase orofaríngea de Mallampati-Samsoon ……………….

1.6.1.2.- Apertura oral …………………………………………………..

1.6.1.3.- Longitud del espacio mandibular anterior ………………….

1.6.1.4.- Extensión atlanto-occipital …………………………………..

1.6.1.5.- Subluxación mandibular ……………………………………..

1.6.1.6.- Retrognatia …………………………………………………….

1.6.1.7.- Longitud y grosor del cuello ………………………………….

Página

I - II

III - V

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IV

1.6.1.8.- Dentición ……………………………………………………….

1.6.1.9.- Hábito corporal ………………………………………………..

1.6.1.10.- Laringe anterior e inclinada …………………………………

1.6.1.11.- Morfología del paladar ……………………………………...

1.6.2.- Causas patológicas de vía aérea difícil ……………………………..

1.6.2.1.- Patologías que asocian una vía aérea difícil ……………….

1.6.2.2.- Cirugía de la región cervical ……………………………….…

1.6.2.3.- Lesiones nerviosas ……………………………………………

1.6.2.4.- Laringoespasmo ……………………………………………….

1.6.3.- Ventilación difícil de origen farmacológico ………………………….

1.7.- Actuación en caso de ventilación difícil con mascarilla facial …………..

1.7.1.- Oxigenación ……………………………………………………………..

1.7.2.- Presión positiva continua y presión positiva a dos

niveles de la vía respiratoria ………………………………….……….

1.7.3.- Mascarilla laríngea ……………………………………………………..

1.7.4.- Mascarilla laríngea para intubación (FastrachÆ) ………..…………..

1.7.5.- Cánula orofaríngea con manguito (COPA) ………………………….

1.7.6.- CombitubeÆ traqueal-esofágico ……………………………………….

1.7.7.- Ventilación jet transtraqueal …………………………………………..

1.7.8.- Abordaje traqueal quirúrgico de urgencia …………………………...

2.- PROTOCOLO DEL ESTUDIO ……………………………………………………

2.1.- Hipótesis y objetivo del estudio …………………………………………….

2.2.- Material y métodos …………………………………………………………..

2.2.1.- Tipo de estudio …………………………………………………………

2.2.2.- Consideraciones éticas ………………………………………………..

2.2.3.- Población estudiada ……………………………………………………

2.2.3.1.- Criterios de inclusión ………………………………………….

2.2.3.2.- Criterios de exclusión …………………………………………

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V

2.2.4.- Protocolo experimental ………………………………………………..

2.2.4.1.- Evaluación preoperatoria ……………………………………..

2.2.4.2.- Evaluación durante la inducción anestésica ……………….

2.2.5.- Análisis estadístico ………………………………………..……………

2.2.5.1.- Análisis univariante …………………. ………………………..

2.2.5.2.- Análisis multivariante ………………………………………….

2.2.5.3.- Establecimiento de un índice predictivo …………………….

2.3.- Resultados …………………………………………………………………….

2.3.1.- Población estudiada ……………………………………………………

2.3.2.- Incidencia de la ventilación difícil con mascarilla facial …………….

2.3.3.- Análisis univariante: selección de variables asociadas

a la ventilación difícil con mascarilla facial …………………………..

2.3.4.- Análisis multivariante: selección de variables no

redundantes..….…………………………………………………………

2.3.5.- Análisis de las curvas ROC: Definición de un

índice predictivo ………………………………………………………..

3.- DISCUSIÓN …………………………………………………………………………

3.1.- Incidencia de la ventilación difícil con mascarilla facial ………………….

3.2.- Factores de riesgo de ventilación difícil con mascarilla facial ……….….

3.3.- Predicción de la ventilación difícil con mascarilla facial …………………

3.4.- Asociación entre ventilación e intubación difíciles ……………………….

3.5.- Límites del estudio …………………………………………………………..

4.- CONCLUSIÓN ……………………………………………………………………...

5.- BIBLIOGRAFÍA …………………………………………………………………….

6.- APÉNDICE ...............................................................................……………….

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1

1.- INTRODUCCIÓN

2

Las dificultades en el manejo clínico de la vía aérea son la primera causa de

mortalidad y morbilidad anestésica del adulto (Caplan, 1990). La vía aérea

difícil está implicada en un 34% de las 1541 denuncias por daños a terceros

analizadas por la American Society of Anesthesiologists (ASA) (Caplan, 1990) y

en un tercio de los casos de muerte o lesión cerebral relacionados con la

anestesia en el Reino Unido (King, 1990). Un reciente estudio canadiense

sobre incidencias perianestésicas, basado en informes comunicados por los

propios anestesiólogos implicados, halló que un 4% de éstas estaban

relacionadas con dificultades del manejo de la vía aérea (Williamson, 1993).

Para hacer frente a este problema las principales Sociedades de

Anestesiología han establecido guías prácticas y algoritmos de toma de

decisiones para facilitar la prevención, diagnóstico y tratamiento de los

diferentes casos de vía aérea difícil (Caplan, 1993; Boisson-Bertrand, 1996;

Crosby, 1998; Finucane, 1998) (apéndices 1-3). En estas recomendaciones

llama la atención que, aunque la prevención de la vía aérea difícil se basa en la

búsqueda de factores predictivos de una intubación difícil, el eje decisional en

los algoritmos viene determinado por la existencia o no de una ventilación difícil

con mascarilla facial (VDM).

La vía aérea difícil incluye la intubación orotraqueal difícil con laringoscopia

directa, la VDM o ambas (Benumof, 1991), aunque los términos de “intubación

difícil” y “vía aérea difícil” se utilizan erróneamente como sinónimos en la

literatura (Williamson, 1988). El problema real en la vía aérea difícil no son las

dificultades de introducir un tubo en la tráquea, sino la dificultad de asegurar

una ventilación alveolar que garantice la oxigenación del paciente y el sustrato

metabólico de los órganos vitales. (Mallampati, 1995). Por tanto, nuestra

atención debería centrarse no en la intubación difícil, sino en la VDM y en los

factores que colaboran a mantener la permeabilidad de la vía aérea y el

intercambio gaseoso.

3

La ventilación difícil con mascarilla facial (VDM) no había sido específicamente

investigada anteriormente, y sólo escasos autores habían estimado su

incidencia en previos estudios sobre vía aérea difícil.(Benumof, 1991;

Williamson, 1993; Rose, 1994; El-Ganzouri, 1996; Asai, 1998a). Williamson et

al analizaron retrospectivamente los 2000 primeros informes de incidencias

perianestésicas registrados en el Australian Incident Monitoring Study, hallando

13 casos (0,65%) de VDM, cuatro de los cuales precisaron una vía aérea de

urgencia. Un año después, el estudio prospectivo elaborado por Rose et al

sobre 3367 pacientes ventilados señaló una incidencia de ventilación imposible

con mascarilla facial de 0,9%. Los trabajos prospectivos de Asai et al y El-

Ganzouri et al hallaron una incidencia de VDM de 1,4% y 0,07%

respectivamente. Los resultados son tan dispares como las definiciones de

VDM empleadas en cada estudio: los trabajos de Williamson, Asai, El-Ganzouri

y Rose carecen de una definición precisa de la VDM; en el estudio de El-

Ganzouri falta incluso la medida de la saturación periférica de oxígeno en

sangre arterial. En el momento actual, la incidencia de la VDM y sus factores

predictivos se desconocen y faltan estudios específicamente interesados en

este tema.

4

1.1.- DEFINICIÓN DE LA VENTILACIÓN DIFÍCIL CON

MASCARILLA FACIAL

La ventilación fácil con mascarilla facial ha sido definida como “aquella que no

precisa ningún esfuerzo externo ni ningún dispositivo interno para mantener la

permeabilidad de la vía aérea” (Benumof, 1991). Este autor describe una

sucesión de grados de dificultad de ventilación con mascarilla facial, en función

de las maniobras adicionales requeridas para mantener la permeabilidad de la

vía aérea: elevación de la mandíbula, subluxación mandibular, inserción de una

cánula oro o nasofaríngea o necesidad de un segundo asistente para sostener

la mascarilla (apéndice 4). El grado infinito de dificultad significa que el

intercambio gaseoso es insuficiente o es inexistente. El interés de esta

definición es el concepto dinámico de las dificultades de ventilación. Sin

embargo, los tres primeros grados pueden no corresponder en la práctica con

dificultades reales y la definición carece de una traducción clínica. Así, algunos

autores recomiendan el uso sistemático de la cánula orofaríngea durante la

ventilación con mascarilla, para minimizar la insuflación gástrica (Gold, 1965).

En 1993 la American Society of Anesthesiologists definió la ventilación difícil

con mascarilla facial como “aquella situación en la cual, un anestesiólogo

experimentado que practica una ventilación a presión positiva con oxígeno al

100% es incapaz de :

- Mantener una saturación periférica de oxígeno en sangre arterial (SpO2)

superior al 90% (en un paciente cuya SpO2 era superior al 90% antes de la

anestesia).

y/o

- Impedir o revertir la aparición de signos de una ventilación inadecuada. Estos

signos incluyen (pero no se limitan a): cianosis, ausencia de anhídrido

carbónico espirado, ausencia de registro de gas espirado, ausencia de sonidos

respiratorios, ausencia de movimientos torácicos, existencia de signos

5

auscultatorios de obstrucción severa de vía aérea, entrada de aire al estómago

o dilatación gástrica y presencia de cambios hemodinámicos asociados con la

hipoxemia o la hipercapnia (pe. hipertensión, taquicardia, arritmias)” (Caplan,

1993).

La definición de ventilación difícil con mascarilla facial que emplearemos en

este estudio es una combinación de las dos anteriores, en un intento de reflejar

las dificultades técnicas encontradas durante la ventilación con mascarilla, así

como su traducción clínica (apéndice 5).

6

1.2.- ANATOMÍA DE LA VÍA AÉREA SUPERIOR

La vía aérea superior constituye la parte extratorácica de la vía aérea;

comprende las cavidades nasal y oral, faringe, laringe y el tercio superior de la

tráquea (figura 1).

1.2.1.- La cavidad oral

Se extiende desde los labios hasta los pliegues palatoglosos. El estado y forma

de la dentición pueden condicionar la ventilación con mascarilla y la

laringoscopia directa. La lengua ocupa una gran parte de la cavidad oral, es

móvil y está unida a la mandíbula, hueso hioides, paladar, estiloides y epiglotis,

siendo por ello de gran importancia para el mantenimiento de la permeabilidad

de la vía aérea superior. Está formada por músculos intrínsecos y extrínsecos.

De entre éstos últimos, el geniogloso, hiogloso y estilogloso dependen del XII

par craneal, mientras que el palatogloso es inervado por el plexo faríngeo del

XI par (figuras 2 y 3). La inervación sensitiva del paladar procede del V y VII

pares craneales (nervios palatinos).

1.2.2.- Las fosas nasales

Se extienden desde las narinas hasta las coanas, que comunican con la

nasofaringe. Están formadas por una pared medial rígida y una pared lateral

con proyecciones óseas llamados cornetes; el tubo nasotraqueal pasa

generalmente por debajo del cornete inferior (Ovassapian, 1996a). La

hipertrofia de los cornetes inferiores puede ser causa de obstrucción al flujo

aéreo. La mucosa nasal posee una rica inervación simpática procedente del

ganglio cervical superior; la supresión de este sistema durante la anestesia

general favorece la vasodilatación y edema de la mucosa nasal. La inervación

sensitiva proviene de las dos primeras ramas del nervio trigémino (maxilar y

7

oftálmica), los músculos del ala nasal dependen del nervio facial o VII par

craneal (figuras 5 y 6).

8

Mucosa olfatoria

NASOFARINGE

OROFARINGE

Pliegue ventricular

Meato nasofaríngeo

Orificio de latuba auditiva Amígdala

faríngea

Cornetes

CAVIDAD NASAL

Vestíbulo

Paladar duro

CAVIDAD ORAL

Paladar blando

Hueso hioidesEpiglotis

Laringe

Cartílago tiroides

Cartílago cricoides

Tráquea

Cuerda vocal

Esófago

Figura 1: Sección sagital de la cabeza mostrando las relaciones entre la vía respiratoria y digestiva

(Modificado de Ross MH, Romrell LJ, Kaye GI. Respiratory system. En: Coryell PA. Histology, a text

and atlas. Baltimore: Williams and Wilkins, 1995; 530-556)

HIPOFARINGE

9

Figura 2: Corte sagital de la lengua, mandíbula y labio inferior (Modificado de Ferner H,

Staubesand J. Cavidad bucal, dientes, sistema masticador. En: Sobotta J. Atlas de Anatomía.

Madrid: Médica Panamericana, 1983; 1:161-188)

Músculo transverso de la lenguaMúsculo longitudinalsuperior de la lengua

10

Figura 3: Músculos extrínsecos de la lengua (Modificado de: Moore KL. Cabeza y cuello I. En:

Moore KL. Anatomía con orientación clínica. Madrid: Médica Panamericana, 1986; 1000-1159)

LENGUA

11

1.2.3.- La faringe

Se extiende desde la base del cráneo hasta el cartílago cricoides. Tiene una

pared posterior rígida formada por las vértebras cervicales 1ª a 6ª y unas

paredes anterior y laterales colapsables, formadas por el aparato hioido-lingual

y los músculos constrictores faríngeos respectivamente (figuras 1 y 4). El

volumen orofaríngeo varia considerablemente en función de la posición de la

cabeza, el tono muscular, el grado de hipertrofia del tejido linfoide, el grosor de

la lengua y la proyección de la mandíbula hacia delante o atrás (Verhulst,

1999). Los músculos constrictores faríngeos superior, medio e inferior (X par

craneal), mantienen la luz faríngea abierta, empujan el bolo alimenticio y saliva

hacia el esófago, y actúan de barrera final contra la regurgitación del contenido

gástrico. El músculo constrictor inferior de la faringe es el más grueso de los

tres, y consta de dos partes: el músculo tirofaríngeo y el cricofaríngeo. El

músculo cricofaríngeo se extiende desde el cricoides al rafe faríngeo medio

bilateralmente, y constituye el esfínter esofágico superior. Los músculos

palatinos dependen del X par craneal, a excepción del tensor del velo (rama

mandibular del trigémino). La inervación sensitiva proviene, en la nasofaringe,

de la rama maxilar del trigémino. Los dos tercios anteriores de la lengua y la

cavidad oral son territorio del nervio lingual (rama mandibular del trigémino). El

nervio glosofaríngeo inerva el tercio posterior de la lengua, las amígdalas

linguales, la superficie profunda del paladar blando y la cara anterior de la

epiglotis. La hipofaringe y pared faríngea posterior pertenecen al plexo faríngeo

(X y XI pares craneales). La faringe se divide en tres partes (Ovassapian,

1996a) (figura 1):

- La nasofaringe o cavum está limitada por la base del cráneo, el paladar

blando y la apertura de las coanas; contiene tejido linfoide adenoidal que puede

hipertrofiarse y ser causa de obstrucción de la vía aérea (figura 5).

- La orofaringe está limitada superiormente por el paladar blando,

anteriormente por la base lingual, lateralmente por los pilares palatinos

12

(músculos palatogloso y palatofaríngeo) y la fosa amigdalar entre ellos, e

inferiormente por la epiglotis y los repliegues glosoepiglóticos (figuras 6 y 7).

- La hipofaringe o laringofaringe se inicia en los repliegues faringo-

epiglóticos y acaba en el borde inferior del cartílago cricoides. La pared anterior

está formada por la región supraglótica de la laringe, la epiglotis separa la

cavidad laríngea de la hipofaringe. Las paredes laterales forman con la laringe

dos depresiones, los senos piriformes, que constituyen su parte más baja

(figuras 7 y 8).

El hueso hioides tiene forma de U y se localiza entre la mandíbula y la laringe

a nivel de la 3ª vértebra cervical. Tiene estrechas relaciones anatómicas y

funcionales con la laringe, aunque no se considera parte estructural de ella.

Está unido a la base del cráneo por el ligamento estilohioideo, a la epiglotis por

el ligamento hioepiglótico y al tiroides por el ligamento tirohioideo. Este último

es perforado por la rama interna del nervio laríngeo superior y los vasos

laríngeos superiores. Gran parte de los músculos extrínsecos de la laringe se

originan en el hioides, haciendo del conjunto gloso-hioido-laríngeo una misma

estructura funcional (figuras 9, 10, 13, 14).

13

y IX PC

XII PC

N. vago

Figura 4: Músculos faríngeos y su inervación (Modificado de Moore KL. Cabeza y cuello I. En:

Moore KL. Anatomía con orientación clínica. Madrid: Médica Panamericana, 1986; 1000-1159)

14

Figura 5: Cavidad nasal y nasofaringe (Modificado de: Moore KL. Cabeza y cuello I. En: Moore

KL. Anatomía con orientación clínica. Madrid: Médica Panamericana 1986; 1000-1159)

Orificio dela tubaauditiva

15

Figura 7: Base de la lengua y entrada de la laringe (Modificado de Feneis H. Aparato digestivo.

En: Feneis H. Nomenclatura anatómica ilustrada. Barcelona: Salvat, 1986; 108-133)

Figura 6: Parte posterior de la orofaringe, corte sagital (Modificado de Feneis H. Aparato digestivo.

En: Feneis H. Nomenclatura anatómica ilustrada. Barcelona: Salvat, 1986; 108-133)

ÚVULA

FOSAAMIGDALAR

ORIFICIO DE LATUBA AUDITIVA

PLIEGUEPALATOGLOSO

PLIEGUE PALATOFARÍNGEO

DORSO DE LA LENGUAAMÍGDALA PALATINA

AMÍGDALA FARÍNGEA HUESO PALATINO

PLIEGUE GLOSOEPIGLÓTICO LATERAL PLIEGUE GLOSOEPIGLÓTICO

MEDIO

VALLÉCULA EPIGLÓTICA

SENO PIRIFORME

PLIEGUE DEL N LARÍNGEOSUPERIOR

16

ESÓFAGO

TRÁQUEA

Figura 8: Hipofaringe (Modificado de Sasaki CT, Isaacson G. Dynamic anatomy of the

larynx. En: Bishop MJ. Physiology and consequences of tracheal intubation. Problems

in anaesthesia. Philadelphia: JB Lippinccott Co, 1988; 163-173)

PLIEGUE ARITENOEPIGLÓTICO

EPIGLOTIS

PALADARBLANDO

SENO PIRIFORME

17

1.2.4.- La laringe

Es una estructura cartilaginosa y músculo-ligamentosa de 5-7 cm de longitud,

situada a la altura de las 4-6ª vértebras cervicales. En mujeres y niños es más

corta y craneal. Está formada por tres cartílagos únicos (cricoides, tiroides y

epiglotis) y tres dobles (aritenoides, corniculados y cuneiformes) (figuras 9-12).

Su inervación sensitiva procede de dos ramas del vago (X par craneal): el

nervio laríngeo superior inerva la cara laríngea de la epiglotis hasta las cuerdas

vocales y el seno piriforme; el nervio laríngeo recurrente inerva la mucosa

inferior a la glotis. La cara faríngea de la epiglotis recibe ramas del nervio

glosofaríngeo.

Los músculos laríngeos intrínsecos incluyen los dilatadores de la glotis, los

constrictores y los que regulan la tensión de las cuerdas vocales. Los músculos

dilatadores de la glotis son los cricoaritenoideos posteriores y el cricotiroideo.

Los constrictores de la glotis pueden actuar a nivel de las cuerdas vocales

verdaderas (músculos cricoaritenoideos laterales, interaritenoideos y parte

media del tiroaritenoideo), en las cuerdas vocales falsas (parte lateral y

superior del músculo tiroaritenoideo) o en los pliegues artitenoepiglóticos

(músculo tiroepiglótico y aritenoepiglótico). La parte medial del tiroaritenoideo y

el cricotiroideo tensan las cuerdas vocales. La inervación procede del nervio

laríngeo recurrente (X par craneal) excepto el músculo cricotiroideo, inervado

por el nervio laríngeo superior (figuras 9, 11 y 12).

La musculatura extrínseca de la laringe permite su desplazamiento durante

la deglución y fonación. Los músculos suprahioideos desplazan la laringe hacia

arriba y la unen al hioides, mandíbula, lengua y base del cráneo: digástrico,

estilohioideo, milohioideo y geniohioideo (figura 13). Los músculos infrahioideos

la desplazan hacia abajo: esternohioideo, esternotiroideo, tirohioideo y

omohioideo (figura 14). La reducción de la distancia entre tiroides e hioides a

modo de acordeón por acción de los músculos infrahioideos reduce la luz

18

glótica y aumenta la resistencia de la vía respiratoria, la acción opuesta de la

musculatura suprahioidea produce el efecto contrario (Fung, 1995).

- El cartílago epiglótico tiene forma de hoja, unida por su parte más estrecha

a la cara dorsal del tiroides y por su cara faríngea al hioides; se sitúa entre el

hueso hioides y la base lingual, a la que está unida por los repliegues

glosoepiglóticos medial y laterales. Las dos depresiones situadas entre estos

repliegues o valléculas sirven de apoyo al extremo distal de la pala del

laringoscopio (figuras 7 y 10). Desde los bordes laterales de la epiglotis parten

los pliegues aritenoepiglóticos, que incluyen los cartílagos cuneiformes y

finalizan en dos protuberancias paramedianas: los cartílagos corniculados.

Estos están situados sobre el vértice de los cartílagos aritenoides y están

unidos por la comisura posterior. Los cartílagos aritenoides son pares y tienen

forma piramidal, en su vértice anterior se inserta la cuerda vocal verdadera, en

el lateral los músculos cricoaritenoideos posterior y laterales y en el vértice

superior se articula el cartílago corniculado, elemento posterior del pliegue

aritenoepiglótico (figuras 10-12). Entre los pliegues aritenoepiglóticos y las

láminas del cartílago tiroides se hallan los nichos piriformes, incompletos por

detrás, que se fusionan con la hipofaringe (figuras 7 y 8). Los cartílagos

corniculados y cuneiformes tienen como finalidad reforzar las paredes de los

pliegues aritenoepiglóticos para impedir la entrada a la tráquea de los alimentos

desviados por la epiglotis hacia los senos piriformes. Entre la epliglotis y los

cartílagos aritenoides se extienden a cada lado las membranas

cuadrangulares; los bordes inferiores de éstas están cubiertos de un pliegue

mucoso y constituyen los pliegues vestibulares o cuerdas vocales falsas. Por

debajo de éstas se hallan las cuerdas vocales verdaderas, estructuras

músculo-ligamentosas cubiertas de mucosa, que unen la cara posterior del

tiroides, en la línea media, con la apófisis vocal del cartílago aritenoides de

cada lado (figura 15). La epiglotis, los pliegues aritenoepiglóticos y los

cartílagos corniculados definen la hendidura glótica o entrada a la laringe

19

(figura 16). La cavidad laríngea comprendida entre la apertura glótica y los

pliegues vestibulares se denomina vestíbulo, y aquélla entre las cuerdas

vocales falsas y verdaderas se denomina ventrículo (figura 17).

- El cartílago tiroides es el mayor, tiene forma de escudo con dos láminas

de 3 cm de largo que se unen anteriormente en la prominencia laríngea y

protegen las cuerdas vocales de un traumatismo externo. Posteriormente se

prolonga en forma de dos cuernos superiores y dos inferiores que se articulan

con el cricoides (figura 9 y10).

- El cartílago cricoides (figura 10 y 12) tiene forma de anillo de sello y es el

único anillo completo de toda la vía respiratoria. Su parte anterior más estrecha

está unida al tiroides por la membrana cricotiroidea, vía preferente de

ventilación y oxigenación de emergencia y para la práctica de la intubación

traqueal retrógrada. Su lámina posterior de 20-30 mm de altura se articula en

su parte superior con los cartílagos aritenoides; la tráquea se inicia a partir de

su borde inferior. El anillo cricoideo se localiza 15 mm por debajo de las

cuerdas vocales, y puede ocluir el esófago si es comprimido posteriormente

contra el cuerpo de la 6ª vértebra cervical (Sellick, 1961). Las dimensiones del

cricoides varían con la edad y sexo, determinan el calibre laríngeo y la elección

del diámetro del tubo endotraqueal.

20

Figura 9: Laringe, vista lateral (Ferner H, Staubesand J. Laringe. En: Sobotta J. Atlas de

Anatomía. Madrid: Médica Panamericana, 1983; 1:197-210)

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Figura 10: Laringe, corte de la región superior (Ferner H, Staubesand J. Laringe. En: Sobotta J.

Atlas de Anatomía. Madrid: Médica Panamericana, 1983; 1:197-210)

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FiF

Figura 11: Músculos laríngeos intrínsecos, vista dorsal (Modificado de Feneis H. Aparato

respiratorio. En: Feneis H. Nomenclatura anatómica ilustrada. Barcelona: Salvat, 1986; 134-153)

Figura 12: Músculos laríngeos intrínsecos sin la lámina izquierda del cartílago cricoides

(Modificado de Feneis H. Aparato respiratorio. En: Feneis H. Nomenclatura anatómica ilustrada.

Barcelona: Salvat, 1986; 134-153)

M. interaritenoideos transversos

Tubérculo corniculado

Pliegue arítenoepiglótico

Tubérculo cuneiforme

M. interaritenoideos oblícuos

M. arítenoepiglóticos

M. cricotiroideos

Epiglotis

Cartílago cuneiforme

Cartílago corniculado

M. cricoaritenoideo posterior

M. tiroepiglótico

M. tiroaritenoideo Peciolo de la epiglotis

M. cricoaritenoideo lateral

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Figura 13: Músculos suprahioideos (Moore KL. Cabeza y cuello I. En: Moore KL. Anatomía con

orientación clínica. Madrid: Médica Panamericana, 1986; 1000-1159)

Figura 14: Músculos infrahioideos (Moore KL. Cabeza y cuello I. En: Moore KL. Anatomía con

orientación clínica. Madrid: Médica Panamericana, 1986; 1000-1159)

Línea oblícua

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Figura 15: Disección de la superficie interna de la laringe (Moore KL. Cabeza y cuello I. En:

Moore KL. Anatomía con orientación clínica. Madrid: Médica Panamericana, 1986; 1000-1159)

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Figura 16: Hendidura glótica según se observa con el laringoscopio (Ferner H, Staubesand J.

Laringe. En: Sobotta J. Atlas de Anatomía. Madrid: Médica Panamericana, 1983; 1:197-210)

Figura 17: Esquema de una visión frontal de la laringe que muestra sus compartimentos (Moore

KL. Cabeza y cuello I. En: Moore KL. Anatomía con orientación clínica. Madrid: Médica

Panamericana, 1986; 1000-1159)