La Zaranda 9

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  • ISSN en trmite (Edicin CD-ROM)ISSN 1853-1296 (Edicin Online)

    Nmero 9Buenos Aires - 2013

  • Directores

    Ana L. GuaridoEstudiante de Ciencias Antropolgicas, Universidad de Buenos Aires (UBA)Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas, Argentina

    Mariana OcampoEstudiante de Ciencias Antropolgicas, Universidad de Buenos Aires (UBA)Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas, Argentina

    Celeste T. SamecLic. en Ciencias Antropolgicas, Universidad de Buenos Aires (UBA)Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tecnolgicas (CONICET)Instituto de Geocronologa y Geologa Isotpica, Argentina

    Comit Editorial

    Daniela AlunniProf. de Enseanza Media y Superior en Ciencias Antropolgicas, Universidad de Buenos Aires (UBA))Asociacin de Investigaciones Antropolgicas, Argentina

    Eugenia CarranzaEstudiante de Ciencias Antropolgicas, Universidad de Buenos Aires (UBA)Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas (IMHICIHU)

    Erico GalEstudiante de Ciencias Antropolgicas, Universidad de Buenos Aires (UBA)Museo Etnogrfico Juan Bautista Amrosetti, Argentina

    Nancy MoranoProf. de Enseanza Media y Superior en Ciencias Antropolgicas, Universidad de Buenos Aires (UBA)Instituto de Arqueologa, Argentina

    Miranda Rivas GonzlezProf. de Enseanza Media y Superior en Ciencias Antropolgicas, Universidad de Buenos Aires (UBA)Instituto de Arqueologa, Argentina

    Miriam VommaroEstudiante de Ciencias Antropolgicas, Universidad de Buenos Aires (UBA)Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas, Argentina

    Comit Acadmico

    Dr. Alejandro AcostaCONICET - INAPL

    Dra. Elvira Ins BaffiCONICET - Museo Etnogrfico Juan Bautista Ambrosetti - UBA

    Dr. Ramiro BarberenaCONICET - Laboratorio de Geoarqueologa - UBA - UNC

    Dr. Luis Alberto BorreroCONICET - IMHICIHU - UBA

    Dra. Adriana CallegariInstituto de Arqueologa, - UBA

    Lic. Mara Magdalena FrreInstituto de Arqueologa - UBA

    Dr. Luis GonzlezCONICET - Instituto de Ciencias Antropolgicas - UBA

    Dra. Mara Isabel GonzlezInstituto de Arqueologa - UBA

    Dr. Daniel LoponteCONICET - INAPL

    Dra. Liliana M. ManziCONICET - IMHICIHU - UBA

    Dr. Javier NastriCONICET - Fundacin Felix de Azara - UBA

    Dr. Axel NielsenCONICET - INAPL - UNC

    Dr. Daniel OliveraCONICET - INAPL - UBA

    Dr. Jos Antonio Prez GollnCONICET

    Dra. Paola S. RamundoCONICET - UBA

    Dra. Myriam TarragCONICET - Museo Etnogrfico Juan Bautista Ambrosetti - UBA

    Dra. Beatriz N. VenturaCONICET - Instituto de Arqueologa - UBA

    Dra. Vernica I. WilliamsCONICET - Instituto de Arqueologa - UBA

    Dr. Hugo D. YacobaccioCONICET - Instituto de Arqueologa - UBA

    Auspicios Institucionales

    Secretara de Cultura de la Presidencia de la Nacin. Resolucin N 1715.

    Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Resolucin N 249/2004.

    Facultad de Filosofa y Letras, Universidad de Buenos Aires (UBA). Resolucin N 3300.

    Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario (UNR). Resolucin N 969/2004.

    Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Jujuy (UNJu). Resolucin N D-164/04.

    Instituto de Arqueologa y Museo, Facultad de Ciencias Naturales e I.M.L. Universidad Nacional de Tucumn (UNT). 08/06/04.

    Museo Etnogrfico Juan Bautista Ambrosetti, Facultad de Filosofa y Letras, UBA. 17/05/04.

    Asociacin de Arquelogos Profesionales de la Repblica Argentina (AAPRA). 5/9/04.

    Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Salta (UNSa). Resolucin 1261/05.

    Instituto de Arqueologa, FFyL, UBA. 3/11/08.

  • Dr. Alejandro AcostaConsejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET)Instituto Nacional de Antropologa y Pensamiento Latinoamericano

    Dra. Mara Amanda CaggianoConsejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET)Instituto Municipal de Investigaciones Antropolgicas de ChivilcoyUniversidad Nacional de La Plata

    Dra. Adriana CallegariInstituto de ArqueologaUniversidad de Buenos Aires

    Dra. Morita CarrascoInstituto de Ciencias AntropolgicasUniversidad de Buenos Aires

    Dra. Paula EscosteguyConsejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET)Instituto de ArqueologaUniversidad de Buenos Aires

    Dra. Alejandra ElasConsejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET)Instituto Nacional de Antropologa y Pensamiento Latinoamericano

    Dr. Cristian Favier DuboisConsejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET)Ncleo Consolidado de Investigaciones Arqueolgicas y Paleontolgicas del Cuaternario PampeanoUniversidad de Buenos Aires

    Lic. Nora FlegenheimerConsejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET)Museo de Ciencias Naturales de Necochea

    Lic. Mara Magdalena FrreInstituto de ArqueologaUniversidad de Buenos Aires

    Dr. Julieta Gmez OteroConsejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET)Universidad Nacional de la Patagonia

    Dra. Ana Gabriela GuraiebInstituto Nacional de Antropologa y Pensamiento LatinoamericanoUniversidad de Buenos Aires

    Dra. Ana IgaretaMuseo de La PlataCentro de Arqueologa Urbana (FADU-UBA)

    Dr. Gabriel LpezConsejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET)Instituto de ArqueologaUniversidad de Buenos Aires

    Dr. Matas MedinaConsejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET)Centro de Estudios Histricos Prof. Carlos S.A. Segreti

    Lic. Rodrigo MontaniUniversidad Nacional de Rosario

    Dra. Vivian ScheinshonConsejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET)Instituto Nacional de Antropologa y Pensamiento Latinoamericano Universidad de Buenos Aires

    Dra. Luciana StoesselConsejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET)Ncleo Consolidado de Investigaciones Arqueolgicas y Paleontolgicas del Cuaternario PampeanoUniversidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires

    Mag. Olga Liliana SulcaUniversidad de Buenos AiresUniversidad Nacional de Tucumn

    Lic. Mnica Patricia ValentiniUniversidad Nacional de Rosario

    Dr. Marcelo WeisselComisin para la Preservacin de Patrimonio Histrico Cultural de Buenos AiresFundacin de Historia Natural Fliz AzaraUniversidad Maimnides

    Dr. Hugo YacobaccioConsejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas (CONICET)Instituto de ArqueologaUniversidad de Buenos Aires

    Evaluadores del Nmero 8

  • La Zaranda de Ideas. Revista de Jvenes Investigadores en Arqueologa

    La Zaranda de Ideas es una revista anual con referato que pertenece al Ncleo Bsico de Revistas Cientficas. Esta publicacin tiene como objetivo la difusin de resultados de investigaciones de estudiantes de grado y egresados recientes de carreras de arqueologa o disciplinas afines. La Zaranda de Ideas acepta contribuciones vinculadas a arqueologa, antropologa, bioantropologa, historia, patrimonio y temas afines vinculados con la diversidad cultural en tiempo y espacio.Los autores firmantes son responsables del contenido de sus escritos, de adecuar sus trabajos a nuestra gua estilstica, de la exactitud de los datos consignados, de la correcta atribucin de las citas y referencias bibliogrficas, de los derechos legales por la publicacin del material enviado y del apropiado manejo y tratamiento de las cuestiones relacionadas con la coautora del mismo. No podrn presentarse manuscritos que estn a consideracin de otras publicaciones. La convocatoria es permanente, los trabajos pueden enviarse durante todo el ao. Las Normas Editroales se encuentran disponibles en www.lazarandadeideas.com.ar .

    El proceso editorial consta de:

    1) Envo del manuscrito.2) Evaluacin por parte de dos investigadores especializados en la temtica -en el caso de artculos e informes- y uno para las notas. Las dems secciones son consideradas slo por el Comit Editorial de la revista.3) Evaluacin editorial (normas y estilo) por parte del Comit Editorial.4) Correcciones de las observaciones por parte de los autores.5) Devolucin y revisin por parte de evaluadores y Comit Editorial de los cambios realizados por los autores.6) Edicin del trabajo.7) Envo de prueba de galera a los autores.8) Edicin y compaginacin de la revista.9) Publicacin.

    La Zaranda est incluida en:

    Ncleo Bsico de Revistas CientficasCatlogo Latinindex (folio n 15292)Indizado por Anthropological Literature (Harvard University, hollis catalog number 010132040)EBSCO host databaseBiblioteca Dialnet

    Impreso en la Argentina(2013) Nmero 9 - ISSN en trmite (edicin CD-ROM) - ISSN 1853-1296 (edicin online)Hecho el depsito que marca la Ley 11.723La Zaranda de Ideas. Revista de Jvenes Investigadores en ArqueologaSociedad Argentina de AntropologaPresidente: Dra. Mnica BernMoreno 350 (1091) Ciudad Autnoma de Buenos [email protected] - www.lazarandadeideas.com.ar

  • ndice

    Editorial ...........................................................................................................................................................................................

    ArtculosRedescubriendo el pasado de Villa Riachuelo. Ubicacin actual de los sitios hispano-indgenas hallados por Rusconi a principios del Siglo XXSheila G. Ali y Ulises Camino .............................................................................................................................................

    El registro de crvidos del sitio Ro Lujn 2 (Campana, Provincia de Buenos Aires): Resultados de su reanlisisLeonardo Mucciolo ...............................................................................................................................................................

    Y las mujeres suban y bajaban del cielo con los hilos de chguar... La prctica del tejido de chguar en la comunidad wich de La Loma (Salta)Julieta Yamila Salom Sastre, Valeria Beln Martin Silva, Adriana Valeria Olmos y Vernica Beatriz Bajales .......................................................................................................................................................................................

    Una pipa de tipo chibouk recuperada en Buenos AiresFlavia Zorzi ..............................................................................................................................................................................

    Reconstruccin 3D y clculo volumtrico de recipientes cermicos. Alcances y limitaciones para el estudio y conservacin de cermica de la Tambera de Guandacol (Provincia de La Rioja)Sebastin Andrs Carosio, Juan Pablo Aguilar y J. Roberto Brcena ....................................................................

    Propuesta metodolgica para el estudio de conjuntos malacolgicos de sitios concheros: su aplicacin en la costa norte de la Provincia de Santa Cruz (Patagonia Argentina)Heidi Hammond ...................................................................................................................................................................

    Arqueofaunas de un espacio domstico e implicancias para el pastoreo prehispnico en el Ro Grande de San JuanJuan Maryaski ......................................................................................................................................................................

    Identificacin macroscpica y microscpica de materias primas lticas en Cardonal (Valle del Cajn, Catamarca, Argentina). Una primera aproximacin a su aprovechamientoNatalia Sentinelli y Gustavo Toselli ..................................................................................................................................

    NotasSntesis sobre el anlisis de microvestigios en arqueologaLaura Staropoli .......................................................................................................................................................................

    Mtodo para determinar la estacionalidad de ocupacin de sitios arqueolgicos de ambientes fluviolacustres de Patagonia a partir de la observacin de otolitos de percasAriadna Svoboda ...................................................................................................................................................................Informe preliminar acerca de un sitio arqueolgico prehispnico en la costa rioplantense del partido de QuilmesFlorencia Vzquez y Vernica Mart ..........................................................................................................................

    Rescate Humorsticopor Marcelo Vitores ..............................................................................................................................................

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  • EDITORIAL

    Como es costumbre, nos volvemos a encontrar en este punto del trabajo de edicin para realizar el balance de los logros alcanzados y las tareas adeudadas. Sin embargo, la editorial de La Zaranda n 9 no ser como cualquier otra que se haya escrito previamente, y esto se debe, fundamentalmente, a la maduracin de una idea que supo venir inquietando en lontananza. Esta idea constituye el abandono definitivo del formato en papel y la adopcin exclusiva del formato digital a partir del presente nmero. Esta decisin no result sencilla, ardua fue la batalla y duro el tesn de quienes proclamaron no abandonar los ltimos lazos romnticos con el papel. Pero finalmente convenimos, en buenos trminos, adoptar el formato digital en forma exclusiva dado las variadas ventajas y facilidades que aporta.

    Antes de seguir, queremos hacer un alto reparador en el camino y agradecer enormemente a Ivana Ozn, Ariadna Svoboda, Dolores Carniglia y Silvia Chinen por el trabajo realizado en este proyecto, por su pujanza y por compartir el espritu de trabajar para ofrecer algo distinto y sin otra recompensa que la pura gratificacin. Pudimos reconocer en ellos a muy buenos profesionales y, mejor an, a excelentes personas. Gracias por lo brindado y esperamos verlos en algn punto no muy distante del camino.

    Por otro lado, y siguiendo con nuestro espritu de empujar un poco ms all la frontera, tenemos el agrado de anunciar nuestra incorporacin a ESBSCO y SCOPUS. El primero, constituye una base de datos online a la cual estn asociadas cientos de instituciones acadmicas, escuelas, bibliotecas pblicas e instituciones gubernamentales de todo el mundo. El segundo, constituye la base de informacin ms grande de resmenes y citas de papers disponible por el momento.

    Finalmente, pero no menos importante, queremos dar gracias a todos aquellos que siguen interesndose por este proyecto. Esperamos que con este nmero sigamos manteniendo su confianza y alimentando an ms las ganas de seguir hacia delante, siempre hacia delante, por el alcance utpico de la inconquistable frontera

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  • REDESCUBRIENDO EL PASADO DE VILLA RIACHUELO. UBICACIN ACTUAL DE LOS SITIOS HISPANO-INDGENAS

    HALLADOS POR RUSCONI A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

    Sheila G. Ali1 y Ulises A. Camino2

    RESUMEN

    La publicacin de Rusconi, en 1928, sobre el hallazgo de dos paraderos indgenas en Villa Riachuelo constituy una de las primeras investigaciones realizadas en el rea circundante al ro Matanza. En el presente trabajo establecemos la ubicacin espacial de los sitios mencionados a travs de una bsqueda bibliogrfica y geoespacial intensiva, en la cual se utilizaron los relevamientos topogrficos del propio Rusconi y las cartas satelitales de la Ciudad de Buenos Aires del Instituto Geogrfico Militar (actual Instituto Geogrfico Nacional) combinndolas con el programa gvSIG 1.11.0. Los resultados demostraron que el sitio mencionado como Paradero A por el autor se encuentra en el actual Parque Sur del Sindicato de Trabajadores Municipales, y el Paradero B, bajo el Autdromo Municipal Oscar Glvez.

    Palabras Clave: Rusconi; Ro Matanza-Riachuelo; Cermica; Conquista; Geografa.

    REDISCOVERING THE PAST OF VILLA RIACHUELO. CURRENT LOCATION OF SPANISH-INDIAN SITES FOUND BY RUSCONI

    EARLY TWENTIETH CENTURY

    ABSTRACT

    The paper of Rusconi, in 1928, on the discovery of two indigenous locations was one of the first archeological researchs in the area surrounding the Matanza River. In the present work we establish the spatial location of the sites mentioned through an intensive literature and geospatial research, which used the topographic surveys of the own Rusconi and the satellites charts of the City of Buenos Aires from the Military Geographic Institute (actually National Geographic Institute) combining them with the gvSIG 1.11.0 program. The results showed that the site listed as location A to the author is in the current South Park Municipal Workers Union, and the location B, under the Autdromo Oscar Galvez city.

    Keywords: Rusconi; Matanza-Riachuelo River; Cermics; Conquest; Geography.

    1Proyecto Arqueolgico Flores, UBA. Pun 480 (CP 1406) Ciudad Autnoma de Buenos Aires, Argentina. E-mail: [email protected] CAU FADU UBA- CONICET. Pabelln III 4 Piso, Ciudad Universitaria, (CP 1428) Ciudad Autnoma de Buenos Aires, Argentina. E-mail: [email protected]

    Recibido en abril de 2012; aceptado en mayo 2013.

    Ali, Sheila G. y Ulises A. Camino. 2013. Redescubriendo el pasado de Villa Riachuelo. Ubicacin actual de los sitios hispano-indgenas hallados por Rusconi a principios del siglo XX. La Zaranda de Ideas: Revista de Jvenes Investigadores en Arqueologa 9(1): 9-20 Buenos Aires.

  • Sheila G. Ali y Ulises A. Camino - Redescubriendo el pasado de Villa Riachuelo...

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    INTRODUCCIN

    Los primeros espaoles llegados a Buenos Aires en el siglo XVI se encontraron con un escenario conformado por una gran variedad de poblaciones humanas esparcidas en el rea. Las crnicas de viajeros y soldados de la poca ya mencionaban diferentes grupos indgenas tales como guaranes, charras, chin-timb y begus, todos ellos denominados as por los mismos espaoles. Estas crnicas reflejan la complejidad tnica presente en la regin pampeana en el momento de contacto con las poblaciones europeas.

    A principio del siglo XX, el desarrollo de las primeras investigaciones relacionadas con la arqueologa fueron llevadas a cabo por sociedades eruditas, tales como el museo Nacional de Ciencias Naturales y el Museo de Ciencias Naturales de La Plata (Podgorny 2008). En este contexto temprano de la disciplina, Carlos Rusconi, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales, hall en el ao 1920 dos sitios arqueolgicos indgenas (Rusconi 1928) sobre las barrancas del Ro Matanza-Riachuelo, en Capital Federal. Los sitios fueron denominados como Paradero A (Rusconi 1928:84), en el caso del yacimiento ubicado en la base de la barranca, y Paradero B (Rusconi 1928:85), al hallado en la cima de una loma. En este trabajo utilizaremos la terminologa empleada por Rusconi, en cuanto su denominacin de paraderos, aunque creemos conveniente aclarar que dichos conceptos representan una primera etapa de desarrollo de la disciplina en nuestro territorio. Nosotros no compartimos la denominacin dada por Rusconi de los sitios estudiados ni sus implicancias tericas, simplemente son tomados como una forma de denominacin para llegar a comprender su actual ubicacin espacial. Hoy, sin un estudio ms profundo en los sitios, no podemos adjudicarles algn tipo de funcin en el pasado, simplemente podemos sostener que son sitios o yacimentos arqueolgicos dada su alta concentracin artefactual sobre un rea

    limitada (Renfew y Bahn 1991).

    En el Paradero A, se encontraron fragmentos cermicos rudimentarios, restos seos y material ltico, los cuales seran resultado de una depositacin secundaria consecuencia de la accin fluvial y perteneceran a un perodo anterior a la conquista. En cambio, en el segundo de los sitios se encontraron materiales que reflejan claramente el contacto con las poblaciones espaolas, entre ellos, cermicas y pipas con decoraciones hispano-indgenas y restos arqueofaunsticos de las especies Bos taurus y Equus caballus. Dichas especies no son autctonas de la zona sino que fueron incorporadas por los invasores europeos. En el Paradero B, entonces, es posible observar las transformaciones que se fueron produciendo al interior de estos grupos indgenas con la llegada de los espaoles. Si bien estos grupos, en una etapa temprana de la conquista se mantuvieron en sus mismos espacios, comienzan a aparecer cambios en el registro material tales como la utilizacin de nuevos instrumentos, la imitacin de motivos estilsticos en la cermica y la incorporacin de nuevos animales a la dieta.

    Villegas (1933), aos ms tarde, tambin recorri el rea circundante al Ro Matanza-Riachuelo en la zona de Villa Lugano, y detect dos fogones indgenas en los que se encontraron restos materiales similares a aquellos recolectados por Rusconi. Entre ellos cabe destacar la aparicin de gran cantidad de fragmentos cermicos decorados, en su mayora con motivos geomtricos, un fragmento de mano de mortero, raspadores, puntas de proyectil y abundantes restos seos pertenecientes a la especie Bos taurus.

    Adems, el sitio Estacin Querand, analizado por Basavilbaso (1937), puede ser vinculado con los sitios estudiados por Rusconi en 1928. Esto se debe a que la ubicacin del yacimiento se encuentra tambin sobre las barrancas del Ro Matanza-Riachuelo, a tan slo 3,5 km de distancia, y los materiales encontrados, especialmente cermicas incisas, resultan

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    similares a los analizados en el Paradero B. Los diseos cermicos encontrados en ambos sitios actualmente pueden ser considerados parte del estilo Punta Indio, caracterstico de la regin (Caggiano 1977).

    En el presente trabajo nos hemos propuesto como objetivo determinar la ubicacin espacial de los dos sitios hallados por Carlos Rusconi a principios del siglo XX. Para dicho fin hemos utilizado los relevamientos topogrficos realizados por el investigador y las cartas satelitales de la Ciudad de Buenos Aires provenientes del Instituto Geogrfico Nacional, las cuales fueron combinadas a travs del programa gvSIG 1.11.0. Con esto pretendemos observar qu rasgos topogrficos an se puedan conservar hoy en dicho espacio. Creemos que este tipo de anlisis nos permitir localizar los sitios descritos anteriormente en la zona de Villa Riachuelo y, de esta forma, aportar informacin clave para el desarrollo de investigaciones futuras en el rea. Adems debe resaltarse la relevancia que tienen an hoy las investigaciones analizadas a principios del siglo pasado y las posibles vas de investigacin que pueden abrirse en torno a ellas con el fin de ampliar nuestro conocimiento. En este caso particular, la publicacin de Rusconi en el ao 1928 resulta de gran importancia para comprender a las poblaciones indgenas presentes en Buenos Aires y su relacin con los conquistadores europeos. Lamentablemente la coleccin del material proveniente de los paraderos de Villa Riachuelo recolectada por Rusconi se encuentra actualmente perdida.

    DESCRIPCIN DE LOS REGISTROS ARQUEOLGICOS HALLADOS POR RUSCONI

    A principios del siglo XX los baados del Riachuelo conformaban un valle inundable, en su mayora con terrenos cultivados. Esta zona se encontraba en pleno desarrollo de urbanizacin, abarcando los barrios de Flores, Villa Lugano

    y Villa Riachuelo (Rusconi 1928, 1940, 1956). Rusconi en 1920 recorri la ribera y encontr dos sitios arqueolgicos en las cercanas del Ro Matanza-Riachuelo.

    El primer sitio encontrado fue denominado Paradero A y se ubicaba en la base de una barranca sobre el margen izquierdo del ro, a 150 m del antiguo puente La Noria, a 500 m ro abajo del puente actual. Se compona, mayormente, de fragmentos cermicos indgenas y estaba asociado al piso querandinense (Rusconi 1928), conformado por arenas y conchillas. Rusconi (1928) sostiene que dicho yacimiento sera resultado de la accin pluvial, la cual arrastr materiales humanos desde terrenos ms altos hacia la base de la barranca. El autor concluye, por la forma de disposicin de los restos, que no se tratara de una asociacin directa con el piso marino sino de una depositacin secundaria. La cermica presente en este sitio posea una pasta tosca y muchos fragmentos demostraban una coccin incompleta. Se encontraron pocos tiestos decorados con diseos tales como estras groseramente trazadas y rayados paralelos en zig-zag. Adems, en una de las piezas se encontr un dibujo esqueiomrfico y en otras dos, muescas triangulares en los bordes (Figura 1).

    Se observ que en este tipo de cermicas la pasta era ms fina y la superficie estaba pulimentada, lo cual refleja el mayor esfuerzo incorporado a su produccin a diferencia de las piezas lisas. Junto a los restos de alfarera tambin aparecieron restos faunsticos, mayormente de especies modernas, aunque tambin se recolectaron huesos fsiles de la especie Eutatus seguini. Rusconi (1928) concluye que el Paradero A pertenecera, por los materiales cermicos encontrados y su ubicacin estratigrfica, a un perodo previo a la conquista.

    El segundo sitio fue llamado Paradero B y, en este caso, se trataba de un fogn indgena encontrado in situ sobre una loma en la

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    Figura 1. A la izquierda, dibujo de fragmento con diseo esqueiomrfico y a la derecha, fragmento con muescas triangulares en el borde.

    diseos mencionados por Rusconi cabe destacar los siguientes: Impresiones ungulares, Rayados, Trazos discontinuos y Motivos complejos (Figura 2).

    Por ltimo, las alfareras grabadas y pintadas llamativamente resultaron muy numerosas en el sitio, inclusive se destaca la aparicin de fragmentos de dos vasos con este tipo de decoracin. Los colores ms utilizados eran el bermelln, el ocre y el gris y la pasta reflejaba una seleccin en las materias primas empleadas. Este grupo refleja claramente una vinculacin con la sociedad hispana (Figura 3). Actualmente, segn la clasificacin desarrollada por Daniel Schvelzon (2001), estas piezas son consideradas como Buenos Aires Polcromo y estn vinculadas al perodo colonial temprano. Adems, fueron recolectados fragmentos de dos pipas, confeccionadas con materiales arcillosos alctonos, cuya forma y decoracin resultaron muy particulares (Figura 4). De la primera de ellas solo se encontr parte del hornillo, el cual presentaba una decoracin compleja conformada por tres cuadrngulos unidos y

    Figura 2. Motivos de alfareras con ornamentacin incisa. Impresiones ungulares (a); rayados (b); trazos discontinuos (c) y motivos complejos (d).

    margen derecha del Ro Matanza-Riachuelo. El yacimiento se ubicaba sobre una capa de humus, por lo que se presume que sera posterior al Paradero A teniendo en cuenta, tambin, la mayor cantidad de objetos vinculados al perodo pos conquista. El fogn posea una forma cncava, meda alrededor de 3 m de ancho y se encontraba a 50 cm de profundidad del nivel del suelo. La cermica presente en este sitio posea gran variedad de elementos decorativos, tales como grabados y pinturas, lo que conllev a que el autor desarrollara una clasificacin para las mismas (Rusconi 1928). Fueron agrupadas en cuatro grupos: alfareras sin ornamentacin, alfareras con agujeros de suspensin o dentados en el borde, alfareras con ornamentacin grabada y alfareras grabadas y pintadas.

    En el caso de las alfareras sin ornamentacin, en su mayora posean una pasta tosca y restos de holln en la superficie, consecuencia de su utilizacin para cocinar. Se observ que tenan una coccin intensiva y presentaban, en muchos casos, biselado en la parte interna.

    Las alfareras con agujeros de suspensin o dentados en el borde aparecan en cermicas cuyas superficies no presentaban otra decoracin, slo las caractersticas mencionadas.

    En tercer lugar, las alfareras con ornamentacin grabada eran las que mayor variabilidad de diseos estilsticos presentaban. Entre los

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    dispuestos verticalmente, cada uno con los elementos ornamentales iguales en su interior. En cambio de la segunda, se conservaron tres fragmentos: dos de ellos correspondientes a la parte del hornillo y uno, a la zona del cao. La decoracin de sta ltima era ms sencilla ya que consista en un rayado orientado transversalmente desde la cara interna hacia la cara externa de la parte del hornillo y,

    sobre sta, la decoracin consista en rayados con forma de motivos fitomrficos. Rusconi (1928) considera que estaran asociadas al perodo hispano-indgena debido a que difieren radicalmente de aquellas encontradas tanto en el Noroeste como en la Patagonia argentina pero actualmente se considera la posibilidad de que existieran influencias afroamericanas (Schvlezon 2003).

    A metros del fogn fue hallada una pieza de metal trabajada sobre una plancha de hierro, la cual pertenecera al perodo colonial. Presentaba una forma semicircular cuyas extremidades resultaban diferentes. Una de ellas era redondeada y tena un orificio en su interior y la otra, terminaba con una punta aguda y recta (Figura 5). Vignati, aos ms tarde, consider que este instrumento era un anzuelo perteneciente a las primeras etapas de la conquista (Vignati 1942).

    Los restos arqueofaunsticos ubicados en Figura 3. Fragmentos de dos vasos con decoracin grabada y pintada.

    Figura 4. A la izquierda pipa con decoracin compleja. A la derecha pipa con motivo fitomrfico.

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    el Paradero B presentaban diferentes grados de termoalteracin y tenan un carcter muy fragmentario. Entre las especies encontradas se mencionan restos de Bos taurus y Equus caballus, los cuales fueron incorporados al territorio por los espaoles.

    Finalmente, los instrumentos lticos encontrados tanto en el Paradero A como en el B, si bien resultan escasos segn la publicacin de Rusconi de 1928, se mencionan los siguientes: restos de talla ltica, fragmentos de punta de proyectil, bolas de boleadora, fragmentos de manos de moler, raspadores y cuchillos. Esto es normal en la pampa deprimida donde las fuentes de materia prima se encuentran a varios cientos de kilmetros de distancia. Por lo que, en esta regin la densidad de hallazgos artefactuales en lticos son escasos y, en general, la industria tendi a la realizacin de instrumentos conservados.

    UBICACIN DE LOS SITIOS

    El objetivo de este trabajo consiste en establecer la ubicacin de los sitos analizados por Rusconi en 1928 a partir de una reconstruccin geogrfica de la zona. A travs de los relevamientos topogrficos realizados por dicho autor y la utilizacin de cartas satelitales de la Ciudad de Buenos Aires, las cuales fueron combinadas con programa gvSIG 1.11.0, fue posible determinar la ubicacin de los sitios mencionados en la zona de Villa

    Figura 5. Instrumento de metal.

    Riachuelo ubicada en el lmite sur de la Ciudad de Buenos Aires (Figura 6).

    Los documentos analizados dieron como resultado que el Paradero A (Rusconi 1928) se ubica en el actual Parque Sur del Sindicato de Trabajadores Municipales y el Paradero B (Rusconi 1928) bajo el Autdromo Municipal Oscar Glvez (Figura 7). Adems, fue posible detectar el curso del antiguo cauce del Riachuelo previo a la rectificacin en el ao 1930 y se han demarcado los niveles de altimetra de la zona (Figuras 7 y 8). Los mapas nos permiten observar que el Paradero B se localiza en un cerrito que se eleva 10 m sobre la planicie de inundacin. Esta ubicacin debi haber resultado ventajosa para los ocupantes de la zona ya que permita una vista privilegiada para la caza, para protegerse de rivales, y tambin, evitaba las inundaciones peridicas.

    PROSPECCIN EN EL PARQUE SUR DEL SINDICATO DE TRABAJADORES MUNICIPALES

    A partir de la ubicacin de los sitios arqueolgicos analizados, se decidi realizar una prospeccin en el Parque Sur del Sindicato de Trabajadores Municipales. En este espacio se encontraba el antiguo cauce del Ro Matanza-Riachuelo, el cual en el ao 1930 fue rectificado hasta alcanzar el curso que se observa actualmente. Ocularmente se constat la presencia actual de un relicto del ro donde todava corren aguas a muy baja intensidad y de vegetacin autctona del rea pampeana (Figura 9).

    Adems, fueron recolectados de la superficie diferentes objetos, tales como restos de gres, lozas y, entre ellos, un tiesto cermico encontrado en una barranca expuesta al margen izquierdo del curso de agua mencionado. El fragmento cermico posee una coccin oxidante con un alisado simple como acabado de superficie y se compone por una pasta homognea con inclusiones de mica (Figura 10).

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    Figura 6. Ubicacin de los sitios hallados por Rusconi a travs de una imagen satelital actual de la Ciudad de Buenos Aires y Municipio de Lans de la Provincia de Buenos Aires. Demarcacin de las cotas de altura y el curso del antiguo cauce del Riachuelo.

    Figura 7. Superposicin de carta de 1926 con imagen satelital actual.

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    El descubrimiento de un terreno en la zona de Villa Lugano y Villa Riachuelo, donde el desarrollo urbano no ha avanzado a gran escala y an perduran restos de la vegetacin autctona, resulta de gran importancia para el desarrollo de investigaciones futuras en el rea, con el objetivo de dar cuenta de las interacciones establecidas entre las poblaciones indgenas y los conquistadores.

    VINCULACIN DE LOS PARADEROS A Y B CON SITIOS DE LA REGIN

    Desde principios del siglo XX hasta la actualidad, se han desarrollado gran cantidad de investigaciones arqueolgicas

    Figura 8. Maqueta de cotas superpuesta con imagen satelital actual. Fuente: Museo de AySA.S.A.

    Figura 9. Fotografa del paleocauce encontrado en el Parque Sur y la vegetacin de la zona.

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    en el rea de la regin pampeana con el fin de aportar mayor conocimiento sobre las poblaciones indgenas y su relacin con los conquistadores europeos. Decidimos tomar en consideracin algunos sitios vinculados con los dos analizados en este artculo y tener en cuenta las perspectivas actuales que han sido desarrolladas, especialmente en lo referente a la alfarera. Las tipologas cermicas utilizadas por los distintos investigadores no necesariamente son compartidas por los autores de este trabajo. Aunque pensamos que las caracterizaciones tecnolgicas de las mismas son meticulosas y pueden ser consideradas como informacin vlida para los trabajos actuales.

    Uno de los sitios que se vincula con los paraderos A y B de Villa Riachuelo, es el sitio Estacin Querand, ubicado a tan solo 3,5 km de distancia. En este caso los materiales hallados fueron: tiestos cermicos, puntas de proyectil, una bola esfrica, raspadores, cuchillos, arqueofaunas termoalteradas y un instrumento de metal. La cermica encontrada presentaba, en muchos casos, tcnicas de incisin y, en menor proporcin, pintura en la superficie interna. La decoracin presente en este sitio resultaba similar a la mencionada para el Paradero B, ya que aparecieron fragmentos con impresiones ungulares, lneas discontinuas, lneas o puntos con presiones rtmicas, entre otros (Figura 11).

    En la actualidad, el estilo decorativo encontrado en ambos sitios, Estacin Querand y Paradero B, es denominado como Punta Indio y se encuentra vinculado a toda la regin de los bajos de la cuenca del Plata (Caggiano 1977). Este tipo de alfarera se caracteriza por presentar incisiones con los siguientes motivos: lneas rectas u onduladas, lneas rectas formando tringulos rellenos de puntuaciones, guardas simples y complejas, entre otras. Adems, en la costa del Ro de la Plata, desde Punta Lara hasta el Ro Samborombn, tambin se han encontrado estilos decorativos similares (Vignati 1931).

    En la dcada del 60, Eduardo Cigliano realiz trabajos en el partido bonaerense de Berisso, hallando cermicas prehispnicas. El sitio se ubicaba sobre la costa del Ro de la Plata, en el paradero de Palo Blanco dndole el mismo nombre a este sitio. La cermica fue caracterizada como una alfarera temprana que di a llamar Palo Blanco con distintas fases: Palo Blanco 1, 2 y 3 (Cigliano 1966, 1967; Cigliano et. al. 1971). Los estilos cermicos resultan similares a los hallados por Rusconi en los Paraderos A y B de Villa Riachuelo. Adems, en la dcada del 70, tambin en el partido de Berisso, en la localidad de La Masa, fueron halladas alfareras prehispnicas, que segn los autores podran ser consideradas de tipo Palo Blanco 1, 2 y 3.

    Figura 10. Fotografa del fragmento de cermica hallado en Parque Sur.

    Figura 11. Fragmento cermico de sitio Estacin Querand con motivos complejos, segn la clasificacin de Rusconi.

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    Tambin, algunos fragmentos analizados por Rusconi pueden ser vinculados actualmente a la tradicin guarantica (Caggiano 1984; Loponte y Acosta 2003-2005; Rodrigu 2005). La alfarera, en este caso, presenta las tcnicas de ungulado y corrugado en todo el cuerpo de las vasijas para su decoracin (Figura 12). El sitio Arroyo Fredes, mencionado por Rodrigu (2005), refleja la ocupacin de este grupo en el rea dos siglos antes de la llegada de los espaoles. Tambin, existe evidencia histrica de que este grupo fue encomendado en los pagos de La Matanza, dentro de los cuales se incluye el espacio estudiado por Rusconi (Calandra et. al. 1999).

    Teniendo en cuenta el anlisis desarrollado por Daniel Schvelzon (2001) para la alfarera presente en Buenos Aires en el perodo colonial temprano, muchos fragmentos cermicos hallados en el Paradero B podran ser vinculados con estos estilos. En primer lugar, la decoracin encontrada en los fragmentos de vasos, clasificada por Rusconi (1928) como alfarera con grabado y pintura, puede ser considerada, segn este autor, como Buenos Aires Polcromo. Adems, la reconstruccin de las vasijas encontradas en los paraderos de Villa Lugano reflejan formas subglobulares y, en algunos casos, con presencia de asas, las cuales son denominadas por Schvelzon (2001) como Buenos Aires Evertido (Figura 13).

    Figura 12. Fragmento de cermica de tradicin guarantica.

    Las pipas encontradas en el Paradero B con diseos complejos pueden ser consideradas como resultado de influencias africanas teniendo en cuenta el anlisis que realiza Schvelzon en relacin a la poblacin esclava africana presente en Buenos Aires (Schvelzon 2003).

    Finalmente, Villegas en el ao 1933 recorri el rea cercana al Ro Matanza en la zona de Villa Lugano y localiza dos fogones indgenas expuestos en la calle Tellier (actual Lisandro de la Torre). Los restos materiales recuperados fueron, mayoritariamente , fragmentos cermicos. La decoracin de los mismos presentaba motivos geomtricos realizados por la tcnica de incisin. Actualmente, Schvelzon considera a este tipo de alfarera como una cermica portea denominada Buenos Aires Cepillado (Schvelzon 2001).

    CONCLUSIN

    Los hallazgos realizados por Carlos Rusconi sobre los dos sitios indgenas demuestran ser, a pesar del tiempo transcurrido, de gran relevancia para la arqueologa actual debido a que constituyen los nicos de estas caractersticas en el territorio de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires. El contexto en el que surge esta disciplina en el pas est vinculado a la prctica de viajeros y aficionados, los cuales posean como meta la acumulacin

    Figura 13. Reconstruccin de una vasija por Rusconi en publicacin de 1928.

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    de objetos del pasado. En el caso analizado en este trabajo se observa que para el autor los objetivos eran diferentes. La informacin geolgica y estratigrfica resulta relevante, adems de la forma de depositacin de los restos materiales y la relacin de los mismos con vinculaciones en la zona de estudio.

    La ubicacin de los Paraderos A y B analizados por Rusconi en la zona de Villa Lugano, abre nuevas posibilidades sobre el estudio de las poblaciones indgenas en el perodo inicial de la conquista. La mayor parte del registro material encontrado en las investigaciones est conformado por fragmentos cermicos. La cermica en la zona presenta algunas caractersticas similares, lo que permite su agrupacin en el llamado estilo Punta Indio. A travs del anlisis de la alfarera, encontrada en los sitios analizados por Rusconi y teniendo en cuenta otros sitios cercanos, es posible plantear, de forma solo estimativa, vinculaciones establecidas entre grupos humanos que ocupaban la zona. Adems, la aparicin de nuevos estilos decorativos, junto con la incorporacin de instrumentos de metal y nuevas especies faunsticas a la dieta, nos permiten reflejar transformaciones que se estaban llevando a cabo hacia el interior de los grupos frente a la conquista espaola. En trabajos futuros ser posible analizar en profundidad los diversos procesos sociales que, a travs de la cermica y complementado con otros restos materiales, pueden aportar informacin relevante en la comprensin de las poblaciones indgenas en el pasado.

    Los estudios presentados en este trabajo, realizados a travs de bsquedas bibliogrficas y geoespaciales, han podido determinar que el Paradero A se ubica en el Parque Sur del Sindicato de Trabajadores Municipales y el Paradero B, bajo el Autdromo Municipal Oscar Glvez. Creemos que el Parque Sur actualmente se encuentra menos modificado por los procesos de urbanizacin a gran escala, como los desarrollados en reas circundantes.

    En una prospeccin realizada por los autores fue posible observar la existencia de un paleocauce del Riachuelo junto con la presencia de flora autctona. Consideramos que el descubrimiento de un terreno en Villa Lugano con dichas caractersticas permitir en el futuro el desarrollo de nuevas investigaciones arqueolgicas. Creemos que sern importantes las excavaciones que puedan realizarse ms adelante en dicha rea.

    Finalmente, destacamos la utilizacin de investigaciones desarrolladas en los inicios de la disciplina con el fin de servir como puntos de partida a partir de los cuales ampliar nuestro conocimiento de las sociedades en el pasado. El trabajo de Rusconi publicado en el ao 1928 nos permite plantearnos nuevos interrogantes y nuevas formas de investigarlos haciendo uso de las tecnologas disponibles en la actualidad.

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    1Sheila G. Ali es alumna de antropologa con orientacin en arqueologa en la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Este trabajo forma parte de la participacin como alumna investigadora del Proyecto Arqueolgico Flores, FFyL, UBA. Actualmente forma parte del Comit Editorial de la Revista Urbania desde el ao 2012 y desarrolla una beca de entrenamiento para el Proyecto sobre estilos cermicos en el humedal del Paran inferior en el Instituto Nacional de Antropologa y Pensamiento Latinoamericano.

    2Ulises A. Camino es Doctor en Arqueologa de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires egresado en Junio de 2012, Licenciado en Ciencias Antropolgicas con orientacin Arqueolgica de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires en el 2006. Este trabajo forma parte de las investigaciones realizadas con la Beca Doctoral del CONICET. Actualmente es becario posdoctoral de CONICET, investigando el desarrollo urbano y periurbano del otrora partido de San Jos de Flores, actual barrio de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires.

  • EL REGISTRO DE CRVIDOS DEL SITIO RIO LUJN 2 (CAMPANA, PROVINCIA DE BUENOS AIRES): RESULTADOS DE

    SU REANLISIS

    Leonardo Mucciolo1

    RESUMEN

    El sitio arqueolgico Ro Lujn 2 (Campana, prov. de Buenos Aires) es una referencia insoslayable para la zooarqueologa del sector continental del humedal del Paran inferior. Recientemente, otros autores han reanalizado la coleccin arqueofaunstica de este sitio, aunque los crvidos no han sido incluidos hasta el momento. Teniendo en cuenta la existencia de nuevos criterios metodolgicos e inquietudes tericas para el anlisis faunstico, en este trabajo se presentan los resultados de la revisin de la coleccin de crvidos. Los datos indican que la caza de crvidos, y en especial de Blastocerus dichotomus (ciervo de los pantanos), constituy una de las principales actividades para la subsistencia, empleando una estrategia de acarreo completo de las carcasas hacia el sitio de consumo final. Tambin se sugiere, considerando el fechado realizado recientemente, que las carcasas de los crvidos habran sido explotadas intensivamente para el aprovechamiento de los recursos internos (mdula y probablemente grasa sea) desde momentos relativamente tempranos de la ocupacin del rea.

    Palabras clave: zooarqueologa; humedal del Paran inferior; cazadores-recolectores; crvidos; Holoceno Tardo.

    CERVIDS RECORD FROM RIO LUJAN 2 SITE (CAMPANA, BUENOS AIRES PROVINCE): RESULTS OF THE REANALYSIS

    ABSTRACT

    Ro Lujn archaeological site (Campana, Buenos Aires province, Argentina), is an unavoidable reference for continental lower Paran wetland zooarchaeology. Recent work by other authors has focalized on reanalysis of faunal remains, but cervids have not been included in those revisions. Taking in count new methodological criteria and theoretical perspectives in zooarchaeology, in this work we present reanalysis result of cervids collection. Results points that cervid hunting, especially of Blastocerus dichotomus (marsh deer), constituted the main activity for subsistence, employing an unbiased transport strategy. We also suggest, considering recent dating of the site, that cervids carcasses would have been exploited intensively for bone marrow and probably bone grease rendering since initial occupation of the area.

    Keywords: zooarchaeology; lower Paran wetland; hunter-gatherers; cervids; Late Holocene.

    1 CONICET-Instituto Nacional de Antropologa y Pensamiento Latinoamericano. 3 de febrero 1370 (C1426BJN), Ciudad Autnoma de Buenos Aires, Argentina. - E-mail: [email protected]

    Recibido en diciembre de 2012; aceptado en marzo de 2013.Mucciolo, Leonardo. 2013. El registro de crvidos del sitio Ro Lujn 2 (Campana, Provincia de Buenos Aires): resultados de su reanlisis. La Zaranda de Ideas. Revista de Jvenes Investigadores en Arqueologa 9(1): 21-36. Buenos Aires.

  • Leonardo Mucciolo - El registro de crvidos del sitio ro Lujn 2...

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    INTRODUCCIN

    El sitio arqueolgico Ro Lujn se localiza en el partido de Campana, provincia de Buenos Aires, dentro de la actual Reserva Natural Estricta Otamendi (APN). Se emplaza sobre la margen izquierda del ro Lujn, en un ambiente tpico del humedal asociado al tramo inferior del ro Paran, dentro del sector denominado Bajos Ribereos Meridionales (BRM). Dicho microsector es actualmente el ms representado dentro de la arqueologa del humedal del Paran inferior (HPI), con sitios que cuentan con cronologas que van desde aproximadamente 1600 hasta 700 aos AP y se localizan sobre albardones de hasta 1 m de altura, cuya potencia arqueolgica generalmente abarca 50-60 cm dentro del horizonte A del suelo actual (para mayores detalles sobre las caractersticas de los sitios del rea, ver Acosta 2005; Loponte 2008).

    Ro Lujn fue originalmente excavado por personal del Museo de Ciencias Naturales Carlos Ameghino de Mercedes. De acuerdo a Petrocelli (1975), el sitio se compone de al menos dos sectores distantes entre s aproximadamente 300 m, uno de los cuales (sitio 1) correspondera a un rea de enterratorios, mientras que el otro sera un rea de actividades (sitio 2).

    El sitio fue relocalizado en 2009. Siguiendo la caracterizacin original, los hallazgos realizados indican que se habra detectado el sector correspondiente al sitio 2 (Arrizurieta et al. 2010). Un fechado realizado sobre una muestra de Blastocerus dichotomus recuperada en esta ocasin arroj un resultado de 1692+/- 46 aos 14C AP (AA97458; 321-543 cal DC, 2 sigmas [p=0,957] con Calib 6.0 [Stuiver y Reimer 1993]; d13C = -21.3 ), ubicando a Ro Lujn 2 como uno de los sitios ms tempranos del rea.

    Los materiales recuperados en la excavacin original fueron descriptos y analizados inicialmente por Petrocelli (1975), Kriscautzky

    (1976), Caggiano (1977), Salemme y Tonni (1983) y Salemme (1987). Los hallazgos se corresponden con la evidencia generada por el amplio mosaico de grupos cazadores-recolectores que habitaron la regin en el tramo final del Holoceno reciente. Entre ellos podemos mencionar la presencia de abundante alfarera, tanto lisa como decorada, instrumentos seos (puntas de proyectil, punzones, arpones) realizados sobre Blastocerus dichotomus, Ozotoceros bezoarticus y Lama guanicoe (Petrocelli 1975; Salemme 1987), y restos faunsticos de especies propias del HPI y sectores adyacentes, principalmente peces de la familia Doradidae, roedores (Myocastor coypus y en mucho menor medida Cavia aperea, Hydrochoeris hydrochaeris y Ctenomys sp) y crvidos (Blastocerus dichotomus y Ozotoceros bezoarticus). En bajsimas proporciones tambin se identificaron otros ungulados (Lama guanicoe), carnvoros y aves.

    Esta coleccin fue reanalizada en sucesivas oportunidades: Prez Jimeno (2004) analiz con mayor detalle la tecnologa sea, mientras que Escosteguy (2011) realiz una revisin de la coleccin de roedores. Esta ltima autora modific sustancialmente los valores de abundancia anatmica y taxonmica y relev aspectos anteriormente no considerados, relativos a los agentes y procesos tafonmicos involucrados en su formacin y a las modalidades de su procesamiento antrpico.

    Objetivo

    El objetivo de este trabajo es presentar una revisin integral de los conjuntos de crvidos del sitio Ro Lujn 2. Diversas razones motivan el mismo.

    En primer lugar, la diferencia observada en la revisin de los roedores, probablemente debida al empleo de diferentes criterios metodolgicos, sugiere que sera necesario un reanlisis de los conjuntos fsiles de mayor importancia econmica. El uso de criterios homogneos

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    para la cuantificacin es fundamental para evaluar correctamente la importancia de los diferentes recursos en la dieta.

    En segunda instancia, dicha revisin tambin es necesaria ante nuevos intereses de investigacin operados en el campo de los estudios faunsticos desde el anlisis original de este sitio, tales como los procesos tafonmicos y las modalidades de procesamiento y consumo, los cuales requieren para su estudio del relevamiento de herramientas de cuantificacin y de anlisis anteriormente no consideradas.

    Por ltimo, considerando el fechado obtenido recientemente, as como los avances logrados en la arqueologa regional desde el anlisis original del sitio, creemos que una revisin de los conjuntos de crvidos podra ser til para estudiar el rol que estos recursos ocuparon dentro del proceso de intensificacin postulado para el rea. Es por ello que nos interesa particularmente abordar el estudio desde una perspectiva que considere la potencial existencia de prcticas de procesamiento intensivo de las carcasas.

    MATERIALES Y MTODOS

    Las colecciones analizadas se encuentran bajo resguardo en el Museo de Ciencias Naturales Carlos Ameghino de la ciudad de Mercedes (provincia de Buenos Aires), y corresponden a la totalidad de la evidencia del sector destinado a actividades (sitio 2). Se localizaron restos provenientes de 5 sectores de excavacin, sumando un total de 96 cuadrculas, las que, considerando el tamao de cada una (1 m2), deberan constituir 96 m2 de superficie. Sin embargo, es probable que existan sesgos de muestreo, dado que posiblemente las cuadrculas no hayan sido excavadas en su totalidad y/o hasta el nivel arqueolgicamente estril, el cual se encontrara a los 50 cm de profundidad. Del mismo modo, es probable que no todo el sedimento haya sido cernido. Como consecuencia de ello,

    el material aqu consignado debe considerarse como un registro promediado del originalmente depositado. Afortunadamente, es probable que dicho sesgo no haya alcanzado los materiales correspondientes a los mamferos mayores, de modo tal que el registro correspondiente a los crvidos tenga probablemente una diferencia mnima con respecto a la que podra haberse recuperado empleando mtodos de cernido ms exhaustivos. Es por ello que, a pesar del mencionado potencial sesgo que presenta la coleccin de este sitio para evaluar la importancia de los distintos recursos, decidimos emplear el ndice de equitatividad de Shannon-Weaver (Reitz y Wing 2008:247) con el objetivo de evaluar el potencial desarrollo de estrategias de subsistencia generalistas o especialistas.

    Los conjuntos de crvidos fueron relevados siguiendo un protocolo similar al propuesto por Munro y Bar-Oz (2004) para un anlisis tafonmico multivariable. Esta metodologa permite delimitar la accin de los distintos agentes a travs del agrupamiento y la comparacin de grano fino de las variables de inters, revelando potenciales patrones significativos en los datos. La abundancia taxonmica y anatmica fue relevada mediante los ndices NISP, MNI, MNE, MAU (Lyman 1994). Tambin se cuantificaron distintas variables de origen natural, tales como meteorizacin, abrasin, marcas de roedores y carnvoros, as como aquellas vinculadas con el procesamiento antrpico, como las huellas de corte y negativos de impacto (Lyman 1994; Mengoni Goalons 1999). Para evaluar la potencial destruccin densitomediada, los perfiles anatmicos fueron correlacionados con el ndice de densidad mineral sea de R. tarandus1 (Lam et al. 1999). Del mismo modo, para evaluar posibles prcticas de transporte selectivo se realizaron correlaciones entre los MAU y los ndices de utilidad econmica FUI2 de R. tarandus (Metcalfe y Jones 1988), as como agrupamientos a travs del MNE estandarizado por regiones anatmicas (Stiner [1993] con las modificaciones sugeridas por De Nigris [2004]). Para evaluar la modalidad de procesamiento de la mdula sea se realizaron correlaciones entre la frecuencia de negativos de

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    impacto y las tasas de retorno de mdula sea de O. virginianus3 (Madrigal y Holt 2002). Finalmente, para evaluar la intensidad de procesamiento de los elementos seos, recurrimos a correlaciones con ndices de grasa sea (Binford 1978; Brink 1997), agrupamientos de los elementos seos en funcin de su disponibilidad nutritiva (cf. Marean y Cleghorn 2003), y anlisis de la fragmentacin extensiva e intensiva (sensu Lyman 1994).

    RESULTADOS

    Composicin taxonmica

    Teniendo en cuenta que esta coleccin fue analizada previamente por diferentes autores, en la Tabla 1 presentamos los resultados de la totalidad de la evidencia arqueofaunstica. La misma fue elaborada a partir de los trabajos de Salemme (1987), Escosteguy (2011), y de observaciones realizadas para la presente revisin.

    Sabemos que los ndices de composicin taxonmica son sensibles al tamao de la muestra (cf. Lyman 2008), y en este caso particular creemos adems que la representacin de los individuos de pequeo tamao podra estar sesgada (ver ms arriba). A pesar de estas observaciones, el ndice de equitatividad arroja valores compatibles con una distribucin desigual (0,39), lo cual podra ser interpretado en trminos de una estrategia de subsistencia orientada en particular hacia un tipo de presas, en este caso, los peces. No obstante, la falta de informacin acerca del MNI y del tamao de los individuos de la ictiofauna, obliga a ser cautos con esta caracterizacin. En efecto, si bien el NISP de peces es mayor al 50% de la muestra total, tomando como base valores observados en otros sitios del rea, de entre 30 y 50 restos por individuo, y como biomasa promedio un peso de 2 kg por individuo (Musali com. pers. 2012), resulta probable que el mencionado NISP corresponda a aproximadamente 100-165 kg de biomasa, un valor bastante inferior al que habran aportado los crvidos (ver ms abajo).

    Por otro lado, dentro de los mamferos terrestres, los crvidos incrementaron significativamente su frecuencia en trminos de NISP con respecto a anteriores anlisis. No obstante, la cuantificacin a partir del MNI ha disminuido, probablemente debido a diferencias con los criterios metodolgicos empleados previamente. En este sentido, debe destacarse que, mientras Salemme (1987) cuantific un MNI para cada uno de los 5 sectores excavados, nosotros optamos por aplicar un criterio de mayor inclusividad y calcular un MNI global, agregando todos los restos (para una crtica sobre este aspecto, ver Loponte y De Santis 1995). El mismo criterio fue seguido por Escosteguy en su revisin de los conjuntos de roedores, con idnticos resultados. Por ejemplo, mientras el MNI de

    Tabla 1. Composicin taxonmica del sitio Ro Lujn 2.* tomado de Escosteguy y Salemme (2012). ** tomado de Salemme (1987). *** Este trabajo.

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    M. coypus cuantificado por Salemme (1987) fue de 92, el reclculo redujo esta cifra a 30 (Escosteguy 2011).

    En este mismo sentido, si bien el MNI de los roedores contina siendo superior al de los crvidos, si consideramos la biomasa representada por cada individuo suponiendo un ingreso completo, los crvidos en general, y B. dichotomus en particular, predominan claramente, constituyendo aproximadamente el 70% de la biomasa total del componente mamfero terrestre (Figura 1)4.

    Aspectos tafonmicos

    Si bien desconocemos la localizacin exacta de las unidades de excavacin, un perfil de una de las cuadrculas trazado por los excavadores y reproducido por Salemme (1987), indica que la composicin sedimentaria de las unidades de muestreo de Ro Lujn 2 es similar a la de otros sitios localizados en BRM, presentando tres niveles: una capa de humus actual en el nivel superior, seguida de un nivel

    Figura 1. Biomasa de mamferos terrestres estimada a partir del MNI*.*Notas sobre los pesos estimados: B. dichotomus=115 kg (tomado de Pinder y Grosse 1991); O. bezoarticus= 30 kg (tomado de Gonzlez et al. 2010); M. coypus= 7kg (tomado de Canevari y Vaccaro 2007); C. aperea= 0,65kg (tomado de Canevari y Vaccaro 2007).

    arenoso gris claro y otro arenoso gris oscuro. Debe aclararse que las mencionadas capas no pueden ser interpretadas en trminos de diferentes ocupaciones, resultando probable, a partir del conocimiento de la dinmica de formacin de los sitios del rea, que la mayor parte del material haya sido recuperado en la capa superior, correspondiente a un horizonte A de suelo actual, dentro del cual no se distinguen subunidades que permitan diferenciar eventos acumulativos. En este sentido, los sitios del rea pueden entenderse como palimpsestos acumulativos (sensu Bailey 2007), es decir, agregados de materiales con una baja resolucin temporal y espacial.

    Por otra parte, teniendo en cuenta que el muestreo del sitio abarc una amplia superficie, es probable que algunas unidades se hayan localizado en la parte ms baja del albardn, por lo cual tambin es esperable que parte de los materiales haya estado sometido a otras condiciones. Adems, el albardn donde se ubica el sitio tiene un menor desarrollo que otros de BRM con materiales arqueolgicos (Loponte et al. 2009). Estas dos cuestiones indican que es muy probable que parte de los materiales hayan estado sometidos a peridicos procesos de encharcamiento, lo cual podra explicar la presencia de una moderada cantidad de restos con seales de leve abrasin sedimentaria (Tabla 2). Finalmente, la presencia de un camino atravesando los sectores muestreados agrega otro elemento que podra haber contribuido a la fragmentacin postdepositacional de los materiales (Petrocelli 1975).

    Otro rasgo observado cualitativamente, r e l a c i o n a d o c o n l o s p r o c e s o s postdepositacionales microregionales, es el oscurecimiento total de los especmenes por la incorporacin de partculas de hierro y manganeso, minerales que enriquecen los Molisoles que caracterizan la matriz sedimentaria de los sitios del rea (Acosta 2005; Loponte 2008). Esta intensa coloracin

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    es superior a la observada en especmenes provenientes de otros sitios del rea. Esto podra estar vinculado con una variabilidad diagentica local dependiente no slo del contexto, sino tambin del mayor tiempo de depositacin de los restos. En este sentido, debe destacarse que la mencionada caracterstica ha sido observada tambin en el sitio Tmulo de Campana 2, el cual constituye, conjuntamente con Ro Lujn 2, el depsito ms temprano de BRM.

    No obstante estas observaciones, en lneas generales la coleccin de mamferos mediano-grandes presenta un buen estado de preservacin. La reducida frecuencia de especmenes que exhiben estadios de meteorizacin mayores a 2, sumada a la homogeneidad observada en la coloracin de los restos, sugieren que la muestra no habra estado sometida a sucesos de exposicin prolongada y/o redepositacin, indicando una relativa estabilidad postdepositacional.

    Las dems variables analizadas indican una baja perturbacin causada por factores no antrpicos. Si bien una fraccin importante de la muestra exhibe marcas de races, muy pocos restos exhiben marcas de carnvoros y/o roedores. Estos datos coinciden con las observaciones realizadas por Escosteguy (2011) sobre los conjuntos de roedores, indicando que las arqueofaunas de todos los mamferos terrestres presentan una trayectoria postdepositacional relativamente homognea (Tabla 2).

    Clases de edad

    Los perfiles etarios identificados sugieren la presencia preponderante de individuos adultos en los conjuntos de ambos crvidos. Se identific al menos un individuo juvenil menor a los dos aos de edad en el conjunto de B. dichotomus a partir de un metatarso distal no fusionado (cf. Loponte 2004). Otro individuo juvenil fue identificado dentro del conjunto de O. bezoarticus a travs de una pelvis, un cbito proximal y un fmur distal no fusionados. Si bien no existen cronogramas de fusin para esta especie, es probable que dicho individuo haya tenido entre 2 y 3 aos de edad al momento de su muerte.

    Representacin anatmica

    Los datos sobre abundancia anatmica de B. dichotomus y O. bezoarticus se presentan en las Tablas 3 y 4 respectivamente. En general, todas las unidades se encuentran representadas, aunque las de mayor frecuencia se encuentran en el esqueleto apendicular, sobre los miembros medios e inferiores. Detectamos una correlacin significativa entre los perfiles anatmicos de ambos conjuntos y la densidad mineral sea, aunque el valor de dicha correlacin no es lo suficientemente alto para indicar si existe una mediacin entre dicha propiedad y la representacin de partes esqueletarias. Los clculos de correlacin entre los %MAU y distintos ndices de utilidad, por otro lado, no arrojaron resultados significativos (Tabla 5). La combinacin de estos resultados ubica a ambos conjuntos dentro de la categora de conjuntos no transportados ni destruidos diferencialmente (clase 5 sensu Lyman 1994:Figura 7.13).

    Tabla 2. Variables tafonmicas consideradas en este trabajo.

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    Tabla 3. Abundancia anatmica en el conjunto de B. dichotomus del sitio Ro Lujn 2.

    Tabla 4. Abundancia anatmica en el conjunto de O. bezoarticus del sitio Ro Lujn 2. Se incluye en este listado un espcimen de metatarso con huellas de aserrado perimetral.

    Asimismo, si agrupamos los elementos anatmicos de acuerdo a la presencia diferencial de carne y mdula en las diferentes regiones del esqueleto (MNE estandarizado), tampoco

    Figura 2. MNE estandarizado por regiones anatmicas para la coleccin de crvidos de Ro Lujn 2. Regiones anatmicas: cabeza: crneo ms mandbula; vrtebras: cervicales ms torcicas ms lumbares; costillas: costillas ms esternn; cinturas: pelvis ms escpula; miembros superiores: hmero ms fmur; miembros medios: radio ms cbito ms tibia; miembros inferiores: metacarpo ms metatarso ms metapodios indeterminados; calcneo ms pies: calcneo ms falange 1 ms falange 2.

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    parece haber existido una selectividad hacia los elementos con mayor utilidad, dado que los mejor representados son los metapodios en ambos conjuntos, elementos que poseen mdula solamente, y en proporciones menores a los dems huesos largos (Figura 2).

    Evidencias de procesamiento

    Como sucede en otros sitios del rea, en Ro Lujn 2 los elementos seos de ambos conjuntos de crvidos fueron incorporados al sistema tecnolgico. Una revisin reciente realizada por Natacha Buc identific 2 astas de B. dichotomus perforadas, 5 metapodios de O. bezoarticus formatizados y 2 arpones confeccionados sobre asta de Cervidae (Buc com. pers. 2012). En nuestro anlisis, cuantificamos 1 epfisis distal de metatarso de O. bezoarticus con aserrado perimetral, evidencia asociada muy probablemente con la obtencin de formas base para la confeccin de instrumentos.

    Las evidencias vinculadas con la obtencin, desarticulacin y procesamiento de tejidos blandos son en general escasas en los conjuntos del HPI, y el sitio Rio Lujn 2 no parece ser una excepcin a este patrn. La elevada fragmentacin de la muestra podra incidir sustancialmente en la deteccin y baja frecuencia de huellas de este tipo, dado que las modificaciones generadas en etapas iniciales del procesamiento podran ser borradas por las ocurridas en las etapas finales. Se cuantificaron 6 especmenes con

    Tabla 5. Correlaciones entre representacin anatmica (MAU), ndice de densidad mineral sea, ndices de utilidad econmica FUI (para porciones y huesos completos) y MUI. NC = Nmero de casos correlacionados. * p < .01.

    huellas de corte/machacado en el conjunto de B. dichotomus. Las mismas se localizaron sobre asta (NISP=1), metatarso (NISP=2), tibia (NISP=2) y radio (NISP=1). En el conjunto de O. bezoarticus se cuantificaron 8 huellas de corte y machacado en metapodios (NISP=3), tibia (NISP=2), hmero (NISP=2), radio (NISP=2) y cbito (NISP=1). Si bien no es posible establecer un patrn claro a partir de estas evidencias, su localizacin, en proporciones similares sobre epfisis y difisis, indica tanto la desarticulacin como el procesamiento del tejido muscular.

    Por otra parte, con la excepcin de un calcneo de B. dichotomus, todos los elementos con mdula sea se encuentran fragmentados, observndose elevadas frecuencias de negativos de impacto sobre las difisis de los huesos largos de los dos conjuntos, indicando la explotacin prcticamente total del contenido medular, tanto en elementos de alto como de bajo rendimiento (ver tabla 6). Se cuantificaron asimismo 37 especmenes con evidencias de este tipo en el conjunto de mamfero grande (33,94% del total de las difisis) y 20 en el de mamfero mediano (28,57% del total de las difisis).

    Ex i s te una covar iac in pos i t i va y significativa entre el nmero de difisis relevadas y el de negativos de lascado de cada elemento, tanto en el conjunto de B. dichotomus (r= 0,83; p < .01; NC=10) como en el de O. bezoarticus (r= 0,83; p < .05; NC=7). Pero estas correlaciones no se verifican en ninguno de los dos conjuntos cuando efectuamos la comparacin con la frecuencia de negativos. Sin embargo, esta ltima se correlaciona con la tasa de retorno de mdula sea de O. virginianus en el conjunto de B. dichotomus (rS= 0,73; p < .05; NC=10), sugiriendo que, al menos en este caso, habra existido un mayor esfuerzo hacia la obtencin de este recurso en funcin de la utilidad de los elementos.

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    Intensidad de procesamiento

    La intensidad de procesamiento es un aspecto difcil de mensurar, dado que, en principio, un aprovechamiento intensivo de los elementos seos es en s mismo una actividad altamente destructiva (cf. Binford 1978, entre otros). A esto debe agregarse el hecho que existen mltiples factores no antrpicos que inciden en la trayectoria de las carcasas, generando un patrn similar a la que cabra esperarse en situaciones de aprovechamiento nutritivo de los elementos seos. De manera tal que, a nivel metodolgico, evaluar un conjunto desde el punto de vista del consumo final requiere de una perspectiva multivariable que permita distinguir la accin de diferentes agentes y/o procesos sobre la evidencia fsil (cf. Munro y Bar-Oz 2004).

    En nuestro caso, comenzamos el anlisis mediante correlaciones entre la utilidad, medida en trminos de grasa trabecular, y la representacin anatmica. La expectativa es que, en caso de existir una accin destructiva como producto del consumo intensivo, dichas correlaciones deberan dar resultados negativos. Un anlisis previo con esta herramienta otorg resultados satisfactorios en otro sitio de BRM (ver Mucciolo 2010). En este caso realizamos correlaciones con dos variantes de los ndices de grasa de R. tarandus y Ovis aries

    propuestos por Binford (1978), una de los cuales determina la utilidad de grasa en todo el esqueleto, mientras que la otra cuantifica solamente el valor de la grasa con mayor concentracin de cido oleico, localizada en los huesos apendiculares, denominada grasa blanca (white grease). Otra medida similar, obtenida experimentalmente por Brink (1997) solamente para las epfisis de los huesos largos de Bison bison, tambin fue puesta a prueba.

    Los valores de las correlaciones se presentan en la Tabla 7. Los resultados no son significativos en ninguna de las pruebas estadsticas, sugiriendo la ausencia de una destruccin orientada hacia los elementos y/o porciones con mayor cantidad de grasa trabecular.

    Tabla 6. Negativos de impacto en difisis de B. dichotomus y O. bezoarticus de Ro Lujn 2.

    Tabla 7. Correlaciones entre perfiles anatmicos (MAU) y valores de grasa sea. * Grease index: tomado de Binford (1978:Tabla 1.11). ** White grease index: tomado de Binford (1978:Tabla 1.12) ***Grasa sea: tomado de Brink (1997:Tabla 3)

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    Otra forma interesante de evaluar este aspecto podra ser empleando el modelo propuesto por Marean y Cleghorn (2003). Esta propuesta fue diseada para evaluar la variabilidad de las trayectorias tafonmicas en funcin de la accin atricional producida por carnvoros. Este tipo de sesgo denominado atricin nutritiva, opera seleccionando elementos cuya disponibilidad de grasa trabecular los hace especialmente atractivos para estos agentes. Como consecuencia de esta actividad, que involucra la destruccin de los elementos consumidos, un grupo de huesos, denominado set de baja supervivencia, reduce su presencia en los conjuntos fsiles. Si bien en nuestro caso, este tipo de atricin resulta poco factible, debido a la baja presencia de marcas de carnvoros, este modelo es til para evaluar la destruccin diferencial de especmenes en funcin de la intensidad de procesamiento. Emplearemos la aplicacin de este modelo propuesta por Otaola (2010), basada en la comparacin de los resultados de correlaciones entre ndices de utilidad en dos sets, uno para el esqueleto completo y otro exclusivamente para el set de alta supervivencia. Debemos aclarar que hemos realizado una modificacin en la composicin de ambos sets, ya que mientras Marean y Cleghorn (2003) incluyeron dentro de los elementos de baja supervivencia las falanges, los carpianos y los tarsianos porque son elementos que tienden a ser tragados por los carnvoros, nosotros incorporamos estos elementos dentro del grupo de alta supervivencia. De existir correlaciones positivas y significativas con este ltimo set, o por lo menos diferencias sustanciales con respecto al esqueleto completo, podramos afirmar que existe un sesgo en funcin de la disponibilidad de nutrientes internos, lo cual podra interpretarse, en ausencia de una accin significativa de carnvoros, dentro de un marco de procesamiento intensivo de los elementos seos. Utilizaremos para la correlacin el ndice MUI de R. tarandus propuesto por Binford (1978).

    El resultado de este test indica una brecha importante entre los elementos de alta

    supervivencia y el esqueleto completo en el conjunto de B. dichotomus. Tambin existen diferencias, aunque menores, entre los dos sets del conjunto de O. bezoarticus (Tabla 8). Esto sugiere que podra existir un sesgo contra aquellos elementos de menor supervivencia en contextos de procesamiento intensivo de los nutrientes internos, por lo menos en el caso de B. dichotomus.

    El relevamiento y la comparacin intra e inter taxonmica de la fragmentacin extensiva e intensiva constituye, por ltimo, quizs el mejor mtodo para evaluar el potencial empleo de prcticas de procesamiento intensivo, ya que la evaluacin de qu tipo huesos estn ms fragmentados permite distinguir la fragmentacin producida por esta actividad de aquellas no antrpicas. En este caso calculamos los ndices de NISP: MNE y NISP: MNI para los conjuntos de crvidos e incluimos los valores de estos ndices para el conjunto del ms pequeo M. coypus (Tabla 9). Si bien este ltimo taxn presenta una

    Tabla 8. Correlaciones entre MUI de R. tarandus y MAU de crvidos del sitio Ro Lujn 2 considerando la supervivencia de los elementos seos a los procesos de destruccin nutritiva. Todos los casos p > .05. * Elementos de alta supervivencia: crneo, mandbula, huesos largos, carpianos, tarsianos y falanges. Elementos de baja supervivencia: vrtebras, costillas, pelvis y escpula.

    Tabla 9. ndices de fragmentacin intensiva de M. coypus, O. bezoarticus y B. dichotomus en el sitio Ro Lujn 2. Los datos correspondientes a M. coypus fueron tomados de Escosteguy (2011).

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    fragmentacin moderada, resulta muy claro que los huesos de los crvidos en conjunto, y en particular de B. dichotomus, se encuentran ms fragmentados. De todos modos, estos ndices slo brindan un panorama muy general sobre la intensidad de la fragmentacin, ya que no informa hacia qu huesos se orienta esta propiedad, algo fundamental para discutir la intensidad de procesamiento si se considera que no todos los elementos disponen de nutrientes internos.

    Los elementos ms frecuentemente incompletos entre los elementos pequeos (falanges, carpianos y tarsianos), son aquellos que disponen de mdula sea, en particular las falanges 1 y 2 de B. dichotomus (ver Tabla 10). Estas diferencias sealan que ni el tamao, ni la densidad mineral sea (son elementos de similar densidad; cf. Lam et al. 1999), seran factores involucrados en la fragmentacin, siendo un factor clave la disponibilidad de nutrientes internos.

    En la misma lnea, los cuerpos vertebrales y las epfisis de los huesos largos con valores altos de grasa sea (hmero, radio, fmur y t ibia) tambin se encuentran fragmentados, aunque el relevamiento de esta propiedad en estos elementos resulta ms difcil, ya que la prdida de identificabilidad taxonmica es una caracterstica de los conjuntos intensamente procesados (cf. Marshall y Pilgram 1993). Esta situacin amerita la jerarquizacin de los fragmentos potencialmente asignables a las dos especies

    bajo estudio entre los especmenes asignados a mamferos indeterminados, distinguiendo para ello dos nuevos conjuntos dentro de dicha categora, mamfero mediano (10-50 kg) y grande (>50 kg). Ambos grupos suman prcticamente la misma cantidad de restos que los identificados especficamente y se componen de fragmentos de tejido esponjoso (axial y apendicular), costillas, restos de crneo y difisis de huesos largos que podran ser resultado de una accin de procesamiento intensiva.

    Un anlisis pormenorizado de los patrones de fractura de las difisis de huesos largos mediante el ndice de fractura fresca indica, adems, que la mayora de las difisis se han fragmentado en estado fresco, observacin que puede hacerse extensiva hacia los otros tipos de hueso para reforzar la idea que el procesamiento de los elementos seos podra abarcar tambin a las porciones esqueletarias que presentan grasa trabecular, indicando un mximo aprovechamiento de los nutrientes (Tabla 11).

    F ina lmente , debe des tacarse que detectamos especmenes termoalterados en los conjuntos de crvidos y en los de mamferos mediano-grandes, aunque en una muy baja frecuencia, de 5,75% del total (NISP=28). Este tipo de evidencia no tendra vnculos con el consumo, sino ms bien con actividades posteriores, ligadas al descarte (cf. Kent 1993). En el caso analizado, ello

    Tabla 10. Extensin de la fragmentacin en los conjuntos de crvidos de Ro Lujn 2.* Los elementos considerados para este anlisis fueron: hmero, radio, fmur y tibia.

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    indica que esta etapa habra tenido poca influencia en la formacin de estos conjuntos, incidiendo mnimamente en la fragmentacin sea.

    DISCUSIN Y CONCLUSIONES

    El estudio de las abundantes colecciones arqueolgicas recuperadas en el HPI desde finales del siglo XIX resulta de gran utilidad para la arqueologa regional. Realizada en el marco de un muestreo ms amplio a escala espacial y temporal como el que disponemos en la actualidad, esta actividad permite contribuir al conocimiento del proceso de colonizacin del rea a partir de nuevos modelos tericos y criterios metodolgicos, dando un nuevo sentido a la conservacin de estos recursos.

    En el caso que nos ocupa, el reanlisis de la coleccin de crvidos del sitio Ro Lujn 2 permite incorporar a la informacin previamente relevada, vinculada fundamentalmente con la identificacin y cuantificacin a nivel taxonmico, nuevos elementos sobre los procesos involucrados en su formacin y sobre las modalidades de su procesamiento y consumo final. Estos datos, junto con el fechado recientemente obtenido para este sitio, podran tener implicancias para evaluar la variabilidad en la subsistencia en escalas temporales que, si bien no son muy amplias, resultaran significativas en trminos regionales considerando el acotado rango temporal disponible en el HPI, de ca. 2000 aos (2500-500 aos AP).

    En principio, los datos indican una alta dependencia de la caza de mamferos terrestres en general, y de los crvidos en particular. Este dato se encuentra en lnea con las expectativas del modelo propuesto para el rea, y coincide con las conclusiones de un anlisis preliminar realizado en Isla Lechiguanas 1, uno de los sitios ms tempranos del HPI (ver Loponte et al. 2012).

    En relacin a los conjuntos de crvidos, debe destacarse la buena integridad de los especmenes, dada las bajas frecuencias observadas de daos provocados por los agentes no antrpicos relevados. Tampoco parece haber selectividad en los elementos en funcin de la utilidad sea, indicando un patrn no selectivo de acarreo, lo cual es congruente con lo que se observa en otros sitios de BRM. Esto es esperable a partir de la conducta no agregativa de B. dichotomus, la cual preconfigura pautas de caza individual. Por otro lado, si bien O. bezoarticus muestra un comportamiento social gregario, su pequeo tamao (20-40 kg), sumado a la baja frecuencia de individuos juveniles identificados, tambin hace pensar en una caza individual, y un patrn de acarreo completo. Finalmente, otro elemento que abona esta hiptesis es la ms que probable disponibilidad de movilidad fluvial.

    Los anlisis de intensidad de procesamiento indican, por otra parte, que las ltimas etapas del consumo, vinculadas al aprovechamiento de las carcasas, han jugado un rol preponderante en la conformacin de estos conjuntos. En

    Tabla 11.Indice de fractura fresca (FFI) y frecuencia de fracturas helicoidales en los conjuntos de B. dichotomus, O. bezoarticus, Mamfero mediano y Mamfero grande del sitio Ro Lujn 2.

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    este sentido, creemos que los datos del anlisis multivariable aqu presentados parecen confirmar un procesamiento bastante intensivo de los elementos seos. Si bien no se puede descartar totalmente la accin de factores no antrpicos en la formacin de los conjuntos, el anlisis intraconjunto de la fragmentacin sugiere que no habra existido una atricin in situ, es decir, destruccin diferencial por factores exclusivamente postdepositacionales, ya que una accin de este tipo habra fragmentado huesos de similar tamao y densidad mineral sin discriminar su utilidad. Verificamos una baja pero significativa correlacin entre los perfiles anatmicos y la densidad mineral sea, indicando que esta propiedad podra haber sesgado los mismos. Pero sabemos que esta propiedad es inversamente proporcional a la utilidad econmica, y en particular a la utilidad de grasa sea (Brink 1997). De modo tal que, a modo de hiptesis, resulta probable que dicho patrn pueda ser un producto de la mayor representacin de elementos cuya menor utilidad haga ms probable su supervivencia, generando una atricin densitomediada producida por su diferencial valor nutritivo.

    Intens idad de procesamiento e intensificacin

    Finalmente, unas palabras sobre las implicancias de estos resultados para el rea de estudio. Desde una perspectiva de predacin ptima se pueden integrar estos resultados con las expectativas que surgen del modelo de intensificacin propuesto para el rea, que contempla la organizacin de la subsistencia como un proceso dependiente de la densidad demogrfica (Loponte 2008). De este modelo podemos derivar hiptesis sobre el rol que habran ocupado los mamferos de mayor tamao en diferentes momentos del mencionado proceso, teniendo en cuenta que las carcasas pueden ser entendidas como un parche con diferentes recursos nutricionales (carne, mdula y grasa sea) cuyos costos de extraccin son variables.

    De manera tal que, en caso que la intensidad de procesamiento haya sido una variable dependiente de este proceso, una consecuencia esperable sera que los recursos internos hayan tenido una importancia mayor hacia el final de la secuencia, exhibiendo los conjuntos ms tempranos un procesamiento menos intensivo que aquellos de menor antigedad. Esta menor intensidad implicara un menor aprovechamiento de las reservas de mdula sea (por ejemplo, en elementos con bajo contenido medular, como las falanges 1 y 2), y en particular de la grasa sea alojada en el tejido trabecular.

    Los anl is is de fragmentacin aqu presentados no sugieren un patrn de este tipo, ya que prcticamente todas las fuentes de mdula sea de ambos conjuntos de crvidos se encuentran agotadas. En el mismo sentido apunta la reduccin de las epfisis y la escasa representacin del esqueleto axial, en especial las vrtebras. En un contexto de mnima presencia de agentes destructivos como los carnvoros, y habiendo verificado que la fragmentacin es compatible con un estado fresco, el principal agente responsable de estos perfiles sera la actividad humana.

    De manera tal que, si bien el fechado aqu presentado no proviene directamente de la evidencia analizada, estos resultados permiten al menos proponer que podran haberse utilizado procedimientos de uso intensivo de las carcasas de crvidos desde los momentos cercanos al inicio de la ocupacin del rea. Futuras investigaciones sobre este y otros sitios tempranos debern corroborar esto.

    Otra posibilidad, sera que el procesamiento integral de las carcasas de crvidos haya sido una caracterstica independiente del proceso de intensificacin. En este sentido, debe destacarse que en un trabajo previo hemos verificado un perfil de fragmentacin sea bastante intensivo y similar al observado aqu, tanto en los conjuntos de B. dichotomus como en los de O. bezoarticus (ver Mucciolo 2010).

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    De modo que, de verificarse esta tendencia, resultara probable que la intensificacin econmica se haya centrado en otros aspectos, por ejemplo, en la captura de ejemplares de menor porte, tales como hembras y/o juveniles. Esta hiptesis merece una observacin ms exhaustiva que tambin ser tratada prximamente.

    NOTAS

    1- Se emplearon los valores mximos de cada unidad y/o segmento anatmico.

    2- Se emplearon los valores para huesos completos (serie hc) y para porciones en ambos casos.

    3- Para estas correlaciones se emplearon los valores promedio de retorno energtico de O. virginianus (Madrigal y Holt 2002: Tabla 4, columna 4). Se adicion un valor para los metapodios indeterminados, que fue elaborado a partir del promedio de metacarpo y metatarso.

    4- Optamos por incluir dentro de este clculo los restos de C. aperea, pero no los asignados a H. hydrochaeris. Estos dos taxones se encuentran en bajsima representacin en este sitio y podran deber su ingreso a factores no antrpicos u otras causas no vinculadas con el consumo (ver Salemme 1987). En este sentido, debe destacarse que en otros sitios del rea, la presencia de C. aperea ha sido defendida, al menos parcialmente, como producto del aprovechamiento humano, aunque la cantidad de restos identificados es sustancialmente mayor en todos los casos. La situacin de H. hydrochaeris es distinta: la muy baja frecuencia con que es sistemticamente hallado en los sitios del rea sugiere que no ha sido consumido, aunque por su tamao resulta difcil que su ingreso se deba a causas naturales. Es por ello que se ha sugerido que su presencia podra estar vinculada con factores culturales de o