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El Tiempo en "Las Ruinas Circulares" de Jorge Luis Borges 0. TIEMPO DE LA LECTURA Y TIEMPO IMAGINARIO Leer un cuento es como escuchar una melodia: las notas o las pala- bras van desplegando una unidad sucesiva cuya forma queda perfecta s6lo al terminar la sucesi6n; la aprehensi6n de la forma se desarrolla en un intervalo, en este caso el tiempo de la lectura, especie de presente suspendido en el tiempo de la realidad cotidiana.1 Mientras dura este presente el lector se sumerge en otro tiempo, el del mundo creado por la narraci6n; este es el tiempo al que voy a refe- rirme aqui, el tiempo imaginario de "Las ruinas circulares", en el que un hombre se propone y consigue sofiar otro hombre, interpolarlo en la realidad, pero finalmente descubre que tambi6n 61 es sofiado por alguien. En "Las ruinas circulares" el tiempo es, aparentemente, lineal, pues el orden de la narraci6n parece seguir el orden en que los acontecimien- tos ocurren, acontecimientos que pueden reducirse a la alternancia de sueiio y vigilia, mientras el hombre trata de Ilevar a cabo su proyecto. El tiempo de la narraci6n comienza a transcurrir "en la uninime noche", cuando el hombre desembarca cerca de un templo en ruinas; no hay en este hombre ninguna huella de pasado, pues el proyecto fantistico "ha lenado el espacio entero de su alma", de modo que el tiempo no existe antes para 61. A partir de entonces la narraci6n sigue un curso en apa- riencia minucioso, que sugiere al lector la exigencia de un esquema tem- poral estricto; sin embargo, s61o habri una larga sucesi6n de noches y 1 Husserl, E., The Pheonomenology of Internal Time-Consciousness (Bloom- ington and London, Indiana University Press, 1966), p. 41: "Thus, for example, a discrete succession can be held together without prejudice to the lack of simultaneity of its members through a bond of consciousness, through a unit- ary apprehension. That several successive tones yield a melody is possible only in this way, that the succession of psychical processes are united 'forthwith' in a common structure."

Las ruinas circulares

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Cuento de Jorge Luis Borges

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El Tiempo en "Las Ruinas Circulares"de Jorge Luis Borges

0. TIEMPO DE LA LECTURA Y TIEMPO IMAGINARIO

Leer un cuento es como escuchar una melodia: las notas o las pala-bras van desplegando una unidad sucesiva cuya forma queda perfectas6lo al terminar la sucesi6n; la aprehensi6n de la forma se desarrolla enun intervalo, en este caso el tiempo de la lectura, especie de presentesuspendido en el tiempo de la realidad cotidiana.1

Mientras dura este presente el lector se sumerge en otro tiempo, eldel mundo creado por la narraci6n; este es el tiempo al que voy a refe-rirme aqui, el tiempo imaginario de "Las ruinas circulares", en el queun hombre se propone y consigue sofiar otro hombre, interpolarlo en larealidad, pero finalmente descubre que tambi6n 61 es sofiado por alguien.

En "Las ruinas circulares" el tiempo es, aparentemente, lineal, puesel orden de la narraci6n parece seguir el orden en que los acontecimien-tos ocurren, acontecimientos que pueden reducirse a la alternancia desueiio y vigilia, mientras el hombre trata de Ilevar a cabo su proyecto.El tiempo de la narraci6n comienza a transcurrir "en la uninime noche",cuando el hombre desembarca cerca de un templo en ruinas; no hay eneste hombre ninguna huella de pasado, pues el proyecto fantistico "halenado el espacio entero de su alma", de modo que el tiempo no existeantes para 61. A partir de entonces la narraci6n sigue un curso en apa-riencia minucioso, que sugiere al lector la exigencia de un esquema tem-poral estricto; sin embargo, s61o habri una larga sucesi6n de noches y

1 Husserl, E., The Pheonomenology of Internal Time-Consciousness (Bloom-ington and London, Indiana University Press, 1966), p. 41: "Thus, for example,a discrete succession can be held together without prejudice to the lack ofsimultaneity of its members through a bond of consciousness, through a unit-ary apprehension. That several successive tones yield a melody is possible onlyin this way, that the succession of psychical processes are united 'forthwith'in a common structure."

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crepusculos, que a veces se agruparan en fragmentos de tiempo sin nin-guna conexi6n con el todo (nueve o diez noches, luego otras catorce); pro-gresivamente se iran acumulando, casi implacables pero siempre cuida-dosamente, en meses, afios y lustros. Los minuciosos datos de la narraci6nque pretenden organizarlo, hacen aun mas evidente y casi dolorosa laexistencia del tiempo, y el lector lo siente como un camino necesariopero dificil de recorrer.

Suenio y vigilia se suceden alternativamente "hacia medianoche", "alprincipio... poco despues", "a las nueve o diez noches", "una tarde","toda esa noche y todo el dia", como tiempo en el que transcurre el pro-yecto del mago de sofiar un hombre. Hacia el final del cuento el magocomprende que tambien el es un suefno: cuando se incendian las ruinasdel templo que forma su mundo y el fuego no lo quema, se da cuentaentonces de su condici6n de fantasma. Pero esto es, lo sabemos entonces,una repeticion de "lo acontecido hace muchos siglos". El hombre, quees solo un suefio, seguira existiendo mientras alguien siga soniindolo,evidentemente ha seguido existiendo ya antes; el olvido, que es un modode reducir el tiempo a la nada, le permitira volver a recorrer el mismotiempo otra vez, volvera a desembarcar "en la unanime noche" para vol-ver a sofiar un hombre.

La sucesi6n de noches inumerables, la linea temporal progresiva enapariencia, se vuelve ahora sobre si misma, forma un circulo que encie-rra todo el curso temporal recorrido, y crea ademas infinitos circulos desoniadores y sofiados. La "unanime noche", que era el punto de partida deltiempo imaginario, se convierte ahora en el mundo temporal y espacialdonde los infinitos sonadores describirAn, o han descrito, infinitos circu-los de suefios.

La forma queda asi perfecta, como despues de la uiltima nota de unamelodia. Y ya fuera de la lectura, en mi mundo temporal de mi reali-dad cotidiana, puedo preguntarme si yo, que he imaginado (tan pare-cido a sofiar) a un hombre que era, sin saberlo, sueino de otro, no herecorrido sin saberlo un circulo mas en ese juego inquietante de circu-los infinitos.

El circulo es una de las figuras mas usadas por poetas y filosofospara definir la eternidad, y a Dios; solo que esta forma toma diferentessentidos segun la concepcion de diferentes epocas y autores. 2 "Las ruinascirculares" usa la misma metafora para dar tambien una intuici6n de la

2 Poulet, G., Les metamorphoses du cercle (Paris, Plon, 1961), Avant-propos: "Par 'metamorphoses du cercle' ii faut done entendre ici non les me-tamorphoses d'une forme par definition non-metamorphosable, mais les chan-gements de sens, auxquels elle n'a cesse de se preter dans l'esprit humain."

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ESTUDIos

eternidad, ahora como repetici6n infinita y simultinea de circulos yarecorridos y ya olvidados, ya reducidos a la nada. Sobre la concepci6nde Dios, quiz el sofiador miximo en "Las ruinas circulares", creo quela respuesta esta en la primera oraci6n del texto: "Nadie lo vio desernm-barcar en la uninime noche, nadie [. .. ]: un mundo ain mas aterradorque el de Pascal".

Si reducimos Dios a nadie, podemos establecer una relaci6n entre laconcepci6n de la eternidad del circulo en Pascal y la de Borges en "Lasruinas circulares", lo cual equivaldria, en cierto modo, a establecer unarelaci6n entre dos 6pocas.3 Con algunas diferencias, la imagen de Pas-cal4 del hombre dormido que desembarca en una isla desierta puedehaber influido en la imagen de este otro hombre sofiado.

1. ANALISIS DE INTUICIONES, DE SIGNIFICANTES Y DE SIGNIFICADOS

La constituci6n del tiempo, imnaginario o real, supone, por una par-te, la duraci6n en el curso del tiempo; por otra parte, la disposici6n uorden de las frases de esa duraci6n, y los puntos que determinan eseorden.5

3 Id. ibid., p. 56: "Aussi, lorsqu'apres tant de penseurs, Pascal reprend lafameuse phrase: 'C'est une sphire infinie dont le centre est partout, la cir-conference nulle part', ii est hors de doute qu'il 'emploie dans un sens trisdifferent de celui que lui avaient conferi ces penseurs. Loin de formuler uneconception objective de Dieu, elle exprime ici la conception la plus rigoureu-sement subjective d'un unvers qu'n ne peut imaginer sans en voir s'evanouira partir du point central oh on l'imagine, la pbripherie dans la distance; desorte qu'entre lui et soi on ne peut trouver de proportions."

4 Pascal, B., Copie des pensdes, p. 646 (citado por Poulet): "En voyant 1'aveuglement et la misere de l'homme, en regardant l'univers muet 1...1,j'entre en effroi comme un homme qu'on aurait portb endormi dans un iledbserte et effroyable, et qui s'eveillerait sans connaitre oh ii est, et sans moyend'en sortir."

En su ensayo "La esfera de Pascal" (Otras inquisiciones, Buenos Aires, Eme-ce, 1960, pp. 13-17), Borges se refiere a la comparaci6n que Pascal hace entreel hombre y un nAufrago en una isla desierta [p. 16; posiblemente sea esteel pasaje del que habla.

6 Husserl, E., ob. cit., p. 109: "Consequently, like two aspects of one andthe same thing, there are in the unique flux of consciousness two inseparable,homogeneous intentionalities which require one another and are interwovenwith one another. By means of the one, immanent time constituted, i.e., anObjective time, an authentic time in which there is duration and alterationof that which endures. In the other is constituted the quasi temporal disposi-tion of the phases of the flux, which ever and necessarily has the flowingnow-point, the phase of actuality, and the series of preactual and post-actual(of the not yet actual) phases."

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1.1 Duraciones

Al terminar la lectura de "Las ruinas circulares", la forma del tiem-po imaginario recorrido se cierra en un circulo que une al final del cuen-to con su principio: el hombre, que por fin comprende "en un alba sinpajaros" que es s61oo un suefio de otro, desembarcara nuevamente "enla unanime noche" para volver a sofiar un hombre.

El circulo de tiempo imaginario trazado por la narraci6n no esti sinembargo completamente cerrado; entre el "alba sin pajaros", cuando serepite "el incendio acontecido hace muchos siglos", y la "uninime no-che" inicial, hay un espacio temporal lleno de olvido, pues al desembar-car el mago con el proyecto de sofiar un hombre ya ese proyecto "habiaagotado el espacio entero de su alma; si alguien le hubiera preguntadosu propio nombre o cualquier rasgo de su vida anterior, no habria acer-tado a responder." (RC, p. 60) Corresponde al lector cerrar el circulo,lenar el intervalo entre "el alba sin pajaros" y "la unanime noche", apa-rentemente con las horas que en la realidad cotidiana pueden existirentre el alba y la noche, o bien con los "muchos siglos" que la narra-ci6n crea entre las repeticiones del ciclo ("porque se repiti6 lo aconte-cido hace muchos siglos"), o con el olvido, el tiempo abolido que alcomienzo del tiempo llena "el espacio entero" del alma del mago.

Cuando el lector cierra el circulo, se manifiesta el dinamismo de laforma: la duraci6n comprendida en el transcurso de la narraci6n, la se-rie de noches y crepisculos, se dilata en una duraci6n infinita donde elvacio del olvido (el espacio temporal entre "el alba sin pajaros" y "launanime noche") es siempre mayor que el tiempo imaginario realmentetranscurrido; y ese circulo que casi vibra al dilatarse y contraerse alter-nativamente, se multiplica a la vez en una infinita repetici6n de circulosde sueiios, de sofiadores y sofiados; "la unanime noche" inicial es ahorael circulo que contiene a todos los otros, es el mundo espacial y tempo-ral de la simultaneidad de duraciones; en una palabra, es la eternidad,el nunc stans.

El curso de la narraci6n consigue asi crear una duraci6n del tiempoimaginario en continua y oscilante ambigiiedad; el lector intuye la eter-nidad por la duraci6n del olvido en cada trazado circular; en la duraci6nsecular de cada intervalo entre los ciclos; en la simultaneidad espacial ytemporal de las duraciones de todos los circulos "en la unanime noche".

La imagen final de duraci6n de tiempo imaginario se va constitu-yendo a travis de la narraci6n con imagenes de duracioncs parciales quetienden todas a un mismo sentido, la duraci6n de la eternidad,

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ESTUDIOS

La primera intuici6n de tiempo que el texto evoca es: "Nadie lo viodesembarcar en la uninime noche [...]"', hito temporal con valor depuntualizaci6n si considero el texto en la perspectiva lineal progresivade la lectura: el tiempo imaginario empieza a transcurrir en esa "unanimenoche" cuando el hombre desembarca para illegar al templo en ruinas yrealizar su proyecto de sofiar un hombre; pero en la perspectiva total desdeel final del cuento esa misma noche toma tambien otro valor, es ahora,ademis, la duraci6n total que resume en si la pluralidad de noches ycrepfsculos, de meses, afios, lustros, siglos y ciclos que la narraci6n haido desplegando.

A partir de esa noche y en verdad en esa noche, las imigenes de du-raciones parciales ocurren, evocadas por palabras cuya significaci6n serefiere a un mundo objetivo temporal (dia, noche, tarde, crepisculo,alba); o bien por relaciones internas del texto que confieren valor tem-poral a palabras que ordinariamente no lo tienen (suefio, vigilia); obien por relaciones internas entre las imigenes en el movimiento generalde la narraci6n.

"Dia" y "noche" son las palabras con significado de duraci6n tem-

poral que se repiten casi ritmicamente en el curso de la narraci6n; yaen las primeras lineas del texto aparecen "noche" y "dia" con el valorque tendrin en el tiempo imaginario del cuento: "Nadie lo vio desem-barcar en la uninime noche, nadie vio la canoa de bambs sumiendoseen el fango sagrado, pero a los pocos dias nadie ignoraba que el hom-bre taciturno venia del Sur [...]" (RC, p. 59).

"Noche" y "dia" no forman aqui una oposici6n equivalente a la deluz-oscuridad; "dias" no corresponde en el texto al tiempo de luz y sol,sino que tiene el valor de una unidad de duraci6n en la que estan com-prendidos dia y noche, la luz y tambien la oscuridad. Nunca, en el trans-curso del texto, "dia" hard referencia a luz:

"Con el pretexto de la necesidad pedag6gica, dilataba cada dia lashoras dedicadas al sueiio [...]" (RC, p. 64)."En general sus dias eran felices [...]" [p. 64]."El hombre, un da, emergi6 del suefio como de un desierto vis-coso, mir6 la vana luz de la tarde [...]" [p. 61]."logr6 dormir un trecho razonable del dia [...]" [p. 62].

Una vez "noche" y "dia" estin usadas en aparente oposici6n:

"Toda esa noche y todo el dia, la intolerable lucidez del insomniose abati6 sobre e1." [p. 61].

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Pero la aparente oposicion tambien puede aqui ser interpretada, por elcambio de los determinantes (esa noche, el dia), como una relaci6n deinclusi6n: en este sentido, el dia como duracion envuelve e incluye a lanoche; esta sera la imagen que "dia" evoca en el texto; y aun mas,la unica manifestaci6n de dia suele ser, en las imagenes evocadas porla narraci6n, la noche o la zona intermedia de los crepusculos.6 El final

del cuento revela sin embargo la mera apariencia de esta imagen, pues "la

unanime noche" envuelve finalmente la tambien aparente sucesi6n de

noches o crepusculos (o de los dias que los incluyen).Desde el punto de vista del significante, la casi ritmica sucesi6n de

dias y noches se refleja tambien en el tiempo de la lectura por la repe-

tici6n de palabras o de construcciones sintacticas:

[. . .] sabia que ese templo era el lugar que requeria su invencibleproposito; sabia que los arboles incesantes no habian logrado es-trangular, rio abajo, las ruinas de otro templo propicio [. ... ]"

[p. 60]."Queria sofiar un hombre: queria soiarlo [...]" [p. 60].

"Una tarde (ahora tambien las tardes eran tributarias del suenio;

ahora [...]" [p. 61]."Comprendi6 que el empeiio de modelar la materia incoheren-

te[. ... ]. Comprendi6 que un fracaso inicial era inevitable." [p. 62].

El dia, que incluye las noches, es la duracion de tiempo objetivo,c6smico, cuya alternancia confiere un ritmo a la narraci6n y crea el

mundo objetivo donde el mago existe.

En el tiempo del mago, la alternancia que toma valor de duraci6n

temporal es la de sueino y vigilia: "el hombre, en el suenio y en la vi-

gilia, consideraba las respuestas de sus fantasmas [...]" [p. 61].

Dia, en la duracion objetiva del mundo de la naturaleza; suefio y

vigilia, en la duraci6n del tiempo del mago. Estas dos duraciones no se

corresponden de la manera a la que la realidad cotidiana nos ha habi-

tuado: esperariamos que "dia" correspondiera a "vigilia", "noche" a

"suenio"; la vigilia, por lo tanto, incluiria, y quiza determinaria, nuestro

6 V. Barrenechea, Ana Maria, La expresi6n de la irrealidad en la obra deJorge Luis Borges (Mexico, El Colegio de Mexico, 1957), p. 97: "Al comentarla poesia de GonzAlez Lanuza explica claramente lo que las puestas de solsignifican para el: la uni6n de una infinitud espacial y de una angustia tem-poral."

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E ST UDIOS

suenio. Pero el tiempo imaginario de sueiio invade progresivamente, enel transcurso de la narraci6n, al tiempo de vigilia:

"[...] (ahora tambien las tardes eran tributarias del suefio, ahorano velaba sino un par de horas al amanecer) [....]" [p. 61]." [...] dilataba cada dia las horas dedicadas al suefio [..."

[p. 64].

Hay por lo tanto falta de correspondencia entre el ritmo de nuestra reali-dad cotidiana y el ritmo de este tiempo imaginario.

Asi como la aparente oposici6n, o la aparente inclusi6n de la nocheen el dia como duraci6n objetiva se revela al final del cuento como meraapariencia, pues la "unanime noche" envuelve la sucesi6n engafiosa dedias, tambien la oposici6n de suefio y vigilia resulta engafiosa cuando alfinal del cuento la vigilia se revela como falsa proyecci6n del tiempo

de sueiio.

La relaci6n entre estas dos duraciones, dia-vigilia y noche-suenio, queexiste en la realidad cotidiana de la que partimos como lectores, se vaalterando en el curso del tiempo imaginario creado por la narraci6n:los dias terminan por quedar incluidos en "la unanime noche", y el tiempo

de suefio va invadiendo el tiempo de vigilia hasta que el dia se con-

vierte casi en su totalidad en tiempo de sueino. Finalmente, asi como

los dias son una falsa proyecci6n de "la unanime noche", tambien el

tiempo de vigilia, en la duraci6n humana, es. una falsa proyecci6n del

tiempo de sueio, pues lo que el mago cree su vida es s6lo el suenio

de otro.

La duraci6n que el lector imagina esta representada por lo tanto en

un doble nivel: duraci6n humana y duraci6n objetiva, reducidas cada

una a sueno y noche.

El mundo objetivo imaginario aparece proyectado tambien en los

suefios del mago:

" [...] el anfiteatro circular que era de algun modo el templo

incendiado." [p. 60].

Ya no hay, en esta proyecci6n sonada del mundo objetivo, una sucesi6nde noches y crepusculos: los alumnos que el mago suefia estan en lasgradas del anfiteatro, las caras de los ultimos "a siglos de distancia";esta representado asi, en la duraci6n del tiempo de sueiio, un tiempoobjetivo especializado, como simultaneidad de siglos o simultaneidad de

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las duraciones del tiempo humano. Esta imagen, aceptada por el lectorcomo imaginariamente irreal, pues es s61o un suefio del mago, se imponeluego al mundo objetivo del cuento, cuando el mago se da cuenta deque es un fantasma: entre sofiador y sofiado coexisten efectivamente siglosde distancia; la "unanime noche" del comienzo, en apariencia punto departida de la duraci6n temporal, se convierte finalmente en el circulototal de duraci6n del inico tiempo real imaginario, la duraci6n del tiem-po de suefio.

1.2 Puntos temporaes

Los hitos temporales van marcando, durante la narraci6n, las dura-ciones parciales del tiempo objetivo en las que aparentemente se insertala duraci6n del tiempo humano: vigilia y suefio.

El curso del tiempo se inicia "en la unanime noche". A partir deeste punto, el pr6ximo hito temporal es "a los pocos dias", cuando ya"nadie ignoraba" de d6nde ha ilegado el mago. El intervalo delimitadopor estos dos puntos parece, a primera vista, perfectamente preciso: "po-cos" indica un cuidado minucioso del narrador por marcar el tiempoobjetivo imaginario; s61o mis adelante, cuando el lector comienza asentir el tiempo como tropiezos en su intento de organizarlo, ve en la re-ticencia de "pocos dias" un falso detalle que s61o se propone frenarel libre correr del tiempo.

El siguiente punto corresponde tambien al tiempo objetivo de la na-turaleza: el hombre, despues de desembarcar, llega hasta el templo, setiende bajo el pedestal, y "lo despert6 el sol alto".

Dos lineas temporales parten de la "unanime noche", superponien-dose sin coincidir completamente: la primera, que lleva hasta "pocosdias" despu6s, sefiala el tiempo compartido entre el forastero y los habi-tantes de la regi6n, y comienza a integrar al hombre recien llegado enun mundo humano, pero esa integraci6n, y la linea temporal que la mar-

ca, quedan alli truncas; la segunda linea recorre el trayecto de tiempodesde la noche hasta "el sol alto", integra al hombre en el mundo de lanaturaleza e inicia el ritmo del curso temporal objetivo de la narraci6n,la larga serie de dias. Estas dos lineas, parcialmente superpuestas perodivergentes, confunden ya en el comienzo el trazado del tiempo por laparcial coincidencia entre ambas y por la disimulada vaguedad en la de-limitaci6n de cada una de elias.

Todos los hitos temporales sefialados en el transcurso de la narra-

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ESTUDIO

ci6n tienen la misma aparente precisi6n y la misma real ausencia declaridad; el resultado es un tiempo imaginario tan elusivo y dificil quees imposible dejar de sentirlo casi como si tuviera consistencia de materia.

Puntos de prolija vaguedad son los que marcan los intervalos deduraci6n en los primeros intentos del mago de sofiar un hombre: "haciala medianoche", "al principio... poco despues". Hay sin embargo unperiodo cuyos limites estin marcados con claridad:

"A las nueve o diez noches comprendi6 con alguna amargura [...][p. 61].

Pero la exactitud esti negada por la vacilaci6n entre nueve o diez; y auncuando el nimero fuera decididamente claro, la falta de relaci6n entreeste intervalo y el todo lo presenta como un fragmento inconexo, perdidoen la duraci6n.

"Una tarde",... "un dia", "un dia", son las delimitaciones tempora-les en el progreso de los intentos del mago. No hay ademas ningunaconstrucci6n sintactica que convierta alguna significaci6n en circunstanciatemporal.

Cuando el primer periodo de ensayos fracasa, el mago "jur6 olvidarla enorme alucinaci6n que lo habia desviado al principio y busc6 otrometodo de trabajo." [p. 62].

El comienzo del segundo intento tiene indicaciones de puntos tempora-les igualmente confusos:

"Antes de ejercitarlo, dedic6 un mes a la reposici6n de las fuerzasque habia malgastado el delirio. Abandon6 toda premeditaci6n de sofiary casi acto continuo logr6 dormir un trecho razonable del dia. Las rarasveces que soii6 durante ese periodo, no repar6 en los suefios. Para reanu-dar la tarea, esper6 que el disco de la luna fuera perfecto. Luego, en latarde, se purific6 en las aguas del rio, ador6 los dioses planetarios, pro-nunci6 las silabas licitas de un nombre poderoso y durmi6. Casi inmedia-tamente, soii6 con un coraz6n que latia." [p. 62].

El tiempo tiene aqui limites marcados de tal modo que se deslizantan pronto como la conciencia intenta captarlos, pues se confunden elmes que el mago dedica a la reposici6n de fuerzas y el mes lunar quedeja transcurrir para reanudar la tarea; s61o quedan mas o menos clara-mente delimitados "una tarde" y "un trecho razonable del dia".

Tambien en esta segunda etapa de ensayos hay un periodo definido:

[...] "con minucioso amor lo sofi6 durante catorce licidas no-ches." [p. 62].

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Catorce noches exactas que hacen sentir ain mas agudamente el tiempocuidadosamente dibujado que las rodea. Despubs de esas catorce noches,otra vez los limites imprecisos y reticentes:

"Antes de un aio lleg6 al esqueleto [...]" [p. 63].

Las noches que pasan incesantes en el transcurso de la narrci6n se acu-mulan ya, con la misma cuidadosa vaguedad: "antes de un aiio" es casiun afio de noches, pero no alcanzan al limite marcado; siempre el tiempomarcado es mayor que el tiempo realmente transcurrido.

Los puntos del progreso temporal estin a veces sefialados por la pre-sencia de verbos, que crean tiempo al dar imagenes de movimiento.Cuando el mago termina de sofiar "un hombre integro", quiza en ca-torce noches exactas, quiza "antes de un afio", pues los dos periodosestin sefialados en la narraci6n.

"Una tarde, el hombre casi destruy6 toda su obra, pero se arre-

pinti6." [p. 63].

'Ese crepsculo" pide ayuda al dios de las ruinas circulares. Entre "unatarde" y "ese crepusculo", que pueden ser en realidad el mismo limitede tiempo, hay sin embargo tiempo creado por una serie de verbos:

"Agotados los votos a los numenes de la tierra y del rio, se arroj6a los pies de la efigie, que tal vez era un tigre y tal vez un potro,e implor6 su desconocido socorro." [p. 63].

El movimiento en el espacio es minimo: "era" evoca tiempo anterior pormedio de una imagen estitica, "implor6" representa en todo caso una

imagen de movimiento interior, y el reflexivo "se arroj6" significauna acci6n que vuelve hacia el sujeto; se crea asi un tiempo de meraapariencia, la ilusi6n de un periodo entre dos puntos que son en realidaduno (la tarde y el crepusculo).

Finalmente, el mago consigue, con ayuda del dios, interpolar a suhijo en la "realidad", y se dedica a instruirlo para que pueda vivir enella. Este periodo de aprendizaje, que "abarc6 finalmente dos afios", estatambi6n marcado por puntos imprecisos: "una vez", "al otro dia", "cadavez", "esa noche". El mago "persiste en una suerte de 6xtasis" cuandosu hijo parte hacia el otro templo; esto parece indicar que el tiempo desueiio ha terminado, y que padre e hijo se instalan en la realidad de lavigilia.

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EsT UDIOS 5

Todos los puntos temporales que hasta aqui han ido sefialando laduraci6n de los sueiios s6lo marcan fragmentos inconexos o puntos ais-lados en la duraci6n.

Casi al final de la narraci6n, el mago teme por ese hijo "pensado"(no se dice ya "soiiado") en '"mil y una noches secretas"; quiza losvagos puntos que sefialaban el curso temporal abarcan, en fin, mil yuna noches; pero la remisi6n al tiempo mitico en ese nimero de tanficil referencia a la literatura, y la resonancia del uso coloquial en el que"mil y una" significa simplemente "muchas", le quitan exactitud y vero-similitud; por otra parte, es 6sta una afirmaci6n del narrador, fuera delmundo mim6tico: "Es natural", dice el narrador, "que el mago temierapor el porvenir de aquel hijo, pensado entraiia por entralia y rasgo porrasgo, en mil y una noches secretas." [p. 65].

El pr6ximo segmento temporal esti limitado por:

"Al cabo de un tiempo que ciertos narradores de su historia pre-fieren computar en aios y otros en lustros, lo despertaron dos re-meros a medianoche: [...]" [p. 65].

Los mismos limites imprecisos, confundidos ademis por la diversidadde medidas: afios, o lustros; "a medianoche" es, dentro de este periodoimpreciso, un punto temporal de ilusoria exactitud.

Una rapida sucesi6n de lineas temporales sucesivas llevan al tCrminodel tiempo en la narraci6n:

"Primero (al cabo de una larga sequia) una remota nube en uncerro, liviana como un pajaro; luego, hacia el Sur, el cielo quetenia el color rosado de la encia de los leopardos; luego las huma-redas que herrumbraron el metal de las noches; despues la fugapanica de las bestias." [p. 66].

La ausencia de verbos en las proposiciones regentes, y la presencia desustantivos que evocan imagenes dinimicas, hacen que el curso del tiempoadquiera una vibraci6n de movimiento detenido, en el que sin embargocomo en un remanso se siente su persistencia y morosidad; "la fugapanica de las bestias" contribuye, con la sustantivaci6n del movimiento,a la intuici6n de tiempo contenido en estados, de tiempo que dura, enpuntos dilatados por esa duraci6n.

Se repite entonces "lo acontecido hace muchos siglos", el fuego in-vade nuevamente las ruinas circulares: hay aqui un ltimo hito tem-poral objetivo:

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"En un alba sin pajaros el mago vio cernirse contra los muros elincendio concentrico." [p. 66].

Las imigenes que crean tiempo objetivo representan siempre los momen-tos de limites imprecisos en los que luz y oscuridad parecen invadirsemutuamente, representando asi un continuo acontecer de la naturaleza.Paralelo a este tiempo objetivo, al "alba sin pijaros", sigue trascurrien-do el tiempo humano: "por un instante" el mago cree que va a morir,cree asumir su condici6n de hombre; pero en ese instante, en el inicopunto del curso temporal que parece ofrecer un apoyo casi tangible, aun-que inasible, al ser humano, el hombre vive una simple ilusi6n: "luego"comprende, cuando el fuego no lo quema, su condici6n de fantasma.

En resumen, los puntos temporales seFialan en la duraci6n objetivalimites indecisos, determinan segmentos de tiempo parcialmente super-puestos e inconexos. Por la confusi6n de las lineas, la forma del tiempoobjetivo adquiere un movimiento a cuyo ritmo el tiempo humano de suefioy vigilia no corresponde con regularidad, creando asi una falta de sin-cronizaci6n entre la duraci6n objetiva y la duraci6n humana y un mul-tiple dinamismo.

1.3 Medidas

Tiempo de sueio es la duraci6n infinita creada por "Las ruinas cir-culares"; la aparente duraci6n de los dias, en el tiempo objetivo, se con-densa (y se dilata a la vez), al final de la narraci6n, en una sola "nocheuninime" que es el mrundo donde "ocurre" el sueiio.

Las medidas que segmentan el tiempo objetivo imaginario lo dilatanilusoriamente desde una aparente pluralidad de dias hasta una sucesi6nciclica de siglos; la condensaci6n final en la unidad de la "unanime no-che" que contiene todos los suefios y todos los tiempos permite una intui-ci6n de eternidad.

"Dias" es la medida del tiempo imaginario propuesta desde el co-mienzo de la narraci6n; esto confiere al tiempo, desde el principio, unmovimiento de repetici6n ciclica que prefigura la concepci6n final deeternidad. Pero no son estos dias los de nuestra realidad cotidiana: eneste tiempo imaginario los dias que se cuentan son sobre todo las zonasintermedias crepusculares; ademis, la medida humana del tiempo crono-metrico no mide las horas de estos dias, el sueiio las mide, o las dilata.Cuando los dias van acumulindose la perfecci6n del disco de la luna

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sefiala en una ocasi6n el termino de un periodo; pero la naturaleza notiene, en este tiempo imaginario, m6as ciclo que el de los dias y su simpleacumulaci6n. El ciclo de las estaciones tampoco existe en el mundo de"Las ruinas circulares", a pesar de que los dias liegan a acumularse tam-bien en afios; esta ultima medida tiene la misma ambigiiedad que la de"dia", pues la extensi6n de tiempo comprendida en un anio, aun ennuestra realidad cotidiana puede variar hasta llegar a incluir cualquier

nuimero de dias seguin sea el anio lunar, solar, sideral, etc.

La medida con que segun el narrador "ciertos narradores" computan

el tiempo en la historia del mago varia de afios a lustros; aunque extrania

al mundo creado en el cuento esta observaci6n del narrador pone en evi-

dencia la relatividad de las medidas y la ilusoria dilataci6n del tiempo

medido.

La narraci6n traza hacia el final lineas de duraci6n indefinida, parapreparar una inesperada extensi6n de la medida del tiempo a siglos; aunmedido en siglos, el tiempo sigue sin embargo transcurriendo de cre-

pusculo a crepusculo.

Cuando los dias constituyen la unidad de tiempo en la narraci6n, lareferencia a horas les da ilusoria profundidad de duraci6n; cuandola unidad se dilata en siglos, el contraste violento con el instante crea laperspectiva de duraci6n de la eternidad, al contraponer lo infinitamentepequeiio con lo infinitamente extenso.

1.4 Orden temporal

La narraci6n sigue en "Las ruinas circulares", el orden que aparen-

temente corresponde a los acontecimientos; el texto conduce prolija y

progresivamente a la representacion de un orden temporal imaginario

en el que indudablemente existe un "antes" y un "despues". Pero en el

desenlace del cuento, cuando el mago comprende que es s6lo un suenio

de otro, la linea temporal progresiva cambia de direcci6n, se vuelve

sobre si misma para tender a cerrarse en circulo: si el mago que suenia

otro hombre es a la vez suefio de alguien; si el incendio concentrico es

repetici6n de o10 ocurrido hace muchos siglos; si por su condicion de fan-

tasma el mago puede hollar el fuego sin quemarse y seguira por lo tanto

existiendo mientras haya quien lo suefie; entonces otra vez, otras veces,

volvera a repetirse el ciclo, ya esta repitiendose, pues el hombre sofiado

por el mago, ya separado de el por el olvido, esta tambien describiendo

el mismo circulo. Ya no hay, por lo tanto, un curso progresivo y lineal

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de los acontecimientos, el ordenamiento de anterioridad y posterioridadera s610o aparente: la verdad es la coexistencia de circulos de suefiosen la eternidad de esa "noche uninime".

En el curso de la narraci6n, el aparente orden temporal imaginario

que el lector representa no es siempre claramente progresivo y lineal: aveces el narrador vuelve a trazar una linea temporal; otras veces, trazalineas divergentes y coexistentes en el tiempo. El resultado es una curva

regresiva en el orden, de pretendida exactitud:

"Antes de un afio lleg6 al esqueleto, a los pirpados." [p. 63]

donde el tiempo trascurrido lega a un punto anterior al limite propuesto

por la medida de un aio; esto obliga a la imaginaci6n a un doble movi-miento en la linea temporal. La misma curva regresiva aparece otrasveces:

"esa noche lo bes6 por primera vez y lo envi6 al otro templo [...]Antes (para que no supiera nunca que era un fantasma, para que se

creyera un hombre como los otros) le infundi6 el olvido total desus afios de aprendizaje". [p. 64]

Las complicaciones en el ordenamiento temporal consiguen hacer sen-tir la dificultad del tiempo, pero tambi6n van preparando al lector parael movimiento regresivo final, en el que se confunden definitivamente

anterioridades y posterioridades.

El orden temporal esti expresado en la narraci6n por el orden de losacontecimientos narrados, o por el uso de palabras que indican ese orden:

"al principio [...] poco despues"; "primero [....] luego [...) luego

[... ] despuEs". Pero el uso de tiempos verbales es quizi el signo mis

importante que crea un ordenamiento en las representaciones temporales;en Estas, el eje fundamental y el punto de referencia estin dados por el

presente de la lectura,1 en la que lector y narrador son diferentes secuen-cias sincronizadas per el texto y per los signos de presente que en e1

aparecen.En "Las ruinas circulares", el tienipo de la narraci6n es el pasado:

se sitia la acci6n en un punto anterior al presente de la lectura, con una

7 V. Bull, William E., Time, Tense, and the Verb (Berkeley and Los An-geles, University of California Press, 1960), p. 18: "The termination, then,though simultaneous with perception, is treated as anterior to the act of speak-ing, and it is the initiation of speech wich serves as the axis of orientation, thepoint present, the PP of a tense system."

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perspectiva de alejamiento a la vez espacial y temporal.8 Ese tiempo ante-rior esti completamente aislado del tiempo del lector, pues no hay nin-guna referencia que los relacione.

Este es el tiempo principal de la narraci6n; con respecto a ese pasa-do, hay un vector temporal de anterioridad dado por el uso del plus-cuamperfecto y que indica un pasado inmediato anterior comprendidodentro del tiempo de la narraci6n; esto contribuye a representar la dura-ci6n del mundo objetivo: cuando el hombre, despues de desembarcar,Ilega a las ruinas del templo,

"El forastero se tendi6 bajo el pedestal. Lo despert6 el sol alto.

Comprob6 sin asombro que las heridas habian cicatrizado; [...]"

[p. 59]. El pluscuamperfecto se refiere aqui al vector temporal interme-dio entre dos pasados: "se tendi6 [...] lo despert6", y "comprob6"; deesta manera la acci6n adquiere profundidad de duraci6n temporal. Estamisma profundidad temporal referida al tiempo comprendido en la na-rraci6n aparece representada cuando el hombre despierta por primera vez,a medianoche:

"Rastros de pies descalzos, unos higos y un cantaro le advirtieronque los hombres de la regi6n habian espiado con respeto su suefio[...]" [p. 60]; o en p. 61:

[... ] "comprendi6 que no habia sofiado."

Pero el pluscuamperfecto establece ademis otro vector temporal, de unpasado anterior al tiempo total de la narraci6n, que da aun una mayorprofundidad temporal y funda una existencia anterior del templo enruinas:

"Sabia que los arboles incesantes no habian logrado estrangular, rioabajo, la existencia de otro templo." [p. 59]

8 Bello en su Gramitica, §626, dice que este tiempo (preterito) en los ver-bos desinentes "significa siempre la anterioridad de toda la duraci6n del atri-buto al acto de la palabra [...]. Mas en los verbos permanentes sucede aveces que el preterito denota la anterioridad de aquel solo instante en que elatributo ha liegado a su perfecci6n: 'Dijo Dios, sea la luz, y la luz fue:' fuevale lo mismo que principi6 a tener una existencia perfecta." Ver, que es elprimer verbo en "Las ruinas circulares", y esti en preterito, es, segin Bello,verbo permanente, "porque la acci6n de ver es de aquellas que, perfectas, con-tinian durando". En §692, Bello considera este pasado como "negaci6n delpresente".

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"Ese multiple dios Ie revel6 [...] que en ese templo circular (yen otros iguales) le habian rendido sacrificios y culto [...]"

[p. 63].

El mago, por el contrario, comienza a existir cuando comienza a des-plegarse el tiempo de la narracion; por eso, la unica vez que el pluscuam-perfecto esta usado para referirse a la existencia del mago anterior al tiem-po de la narraci6n, es para dar una resonancia anticipada del final delcuento:

"A veces, lo inquietaba una impresi6n de que ya todo eso habia acon-tecido [...]" [p. 64].

Este valor del pluscuamperfecto crea una existencia anterior del mundodonde el mago existe, lo que coincide con el sentido general del cuento: elhombre es un sueiio de alguien, el mundo parece preexistir a la multipli-cidad de los suefios.

Las formas verbales usadas en la narraci6n tambien tienden un vector

temporal posterior al pasado de la narraci6n, pero comprendido en ese

pasado general; este futuro en el pasado tiene sin embargo siempre un

matiz de posibilidad, a veces dado por el uso del subjuntivo:

"Le ordeno que una vez instruido en los ritos, lo enviara al otrotemplo [...] para que alguna voz lo glorificara [...]" [p. 64)

Una sola vez la forma verbal de futuro esta usada por el mago mismo,pero el uso de "ahora" le confiere un valor de probabilidad:

"Ahora estare con mi hijo."

"El hijo que he engendrado me espera y no existira si no voy".9

[p. 64]

El futuro s6lo existe aqui en la falsa perspectiva del personaje.

La narraci6n emplea formas verbales que alejan espacial o temporal-mente la acci6n del cuento con respecto al presente de la lectura; el uso

9 Gili y Gaya, Curso superior de sintaxis espanfola (Mexico, Minerva, 1943),p. 136, considera que el presente de indicativo, en oraciones condicionales, tienevalor de futuro. Para Bello (Gramdtica, §670) esta es una forma de indicativoprestada al subjuntivo hipotetico: "Entonces, ademas de su valor primitivo,admite otro, en que el presente pasa a futuro, y co a pos: [...1."

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del presente, inesperado y asistemitico en el texto, produce un bruscocambio de perspectiva, un acercamiento instantineo que hace coincidirpor momentos el tiempo del mundo narrado con el tiempo de la lec-tura.1o Este presente esti ya usado en las primeras lineas del texto.

" [... ]a los pocos dias nadie ignoraba que el hombre taciturnovenia del Sur, y que su patria era una de las infinitas aldeas que estinaguas arriba, en el flanco violento de la montafia, donde el idiomazend no esti contaminado de griego y donde es infrecuente lalepra." [p. 59]

El mundo objetivo, anterior a la existencia del mago, intersecta aquiel presente del lector: la aldea existe antes y despu6s del mago, antes ydespues del presente del lector. Una de las finalidades que este uso asis-temitico del presente consigue es la verosimilitud, pues el mundo imagi-nado incide, por la coincidencia de presentes, en el nuestro; otra finali-dad consiste en fundar la existencia absoluta del mundo objetivo imagi-nario.'1

La misma forma verbal establece, en consecuencia, el presente abso-luto en la existencia del templo:

"Ese redondel es un templo que devoraron los incendios antiguos,que la selva palidica ha profanado y cuyo dios no recibe honor delos hombres." [p. 59],

donde el significado iterativo de "recibe" acentia el valor de presentedurativo que sobrepasa los limites del presente del lector. El templo, quees el mundo del mago, es acercado asi a nuestro presente:

"Le orden6 que una vez instruido en los ritos, lo enviara al otrotemplo despedazado cuyas piramides persisten aguas abajo, [...]"

[p. 64]. [...] "y lo envi6 al otro templo cuyos despojos blanqueanro abajo, [... " [p. 64].

10 Bull (ob. cit.) considera que el presente de indicativo, cuando el sujetoes abstracto, tiene una significaci6n de simultaneidad con respecto a todos losejes de orientaci6n: "the tense form, as a consequence, preserves only its valueas imperfective aspect: [...1 [p. 83]. Para Bello (Gramitica, §622) el presen-te de indicativo "significa la coexistencia del atributo con el momento en queproferimos el verbo"; pero en §623 aclara que las dos duraciones pueden co-existir s6lo parcialmente. Tambiin Gili y Gaya (ob. cit.) se refiere a este pre-sente de acci6n continua, opuesto al de acci6n discontinua (presente hist6ricoy habitual).

11 Bello (ob. cit.): "Por eso el presente es la forma que se emplea para ex-presar las verdades eternas o de una duraci6n indefinida." [§623]

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El presente verbal, referido al mundo objetivo imaginario, permite sucoincidencia parcial en nuestro mundo real, y va preparando a la vez laimagen final de un mundo eternamente presente, en el que se repitenciclicamente fragmentos del tiempo humano de suefio.

La eternidad, en una pura posibilidad, del tiempo humano, esti sig-nificada por el infinitivo, sin determinaci6n temporal ni personal.2

"No ser un hombre, ser la proyecci6n del suefio de otro hombre,S que humillaci6n incomparable, que vertigo! [p. 65]

Esta es la visi6n de la duraci6n humana en la eternidad.

El narrador usa tambien la forma verbal de presente para salir deimundo creado por la narraci6n, y permitir al lector la perspectiva de losdos mundos, el imaginario y el de la realidad cotidiana:

"Lo cierto es que el hombre gris bes6 el fango [...)" [p. 59]."En las cosmogonias gn6sticas, los demiurgos amasan un rojo Adin

que no logra ponerse de pie [..." [p. 63]"A todo padre le interesan los hijos que ha procreado [...] es na-tural que el mago temiera [..." [p. 65]"Comprendi6 que el empefio de modelar la materia incoherente yvertiginosa de que se componen los suejios es el mas arduo que puedeacometer un var6n [...]" [p. 62]

El uso de estas formas verbales de presente establece, en todos loscasos, una coincidencia con el tiempo del lector: algunas veces, el na-rrador lo usa para unir ambos mundos, el de la realidad cotidiana y elimaginario, con una afirmaci6n de validez universal; otras veces acercaal lector el mundo imaginario objetivo (el templo circular que es el mun-do del mago) para conferirle un valor temporal muy parecido a la eter-nidad, pues ese mundo es, esti antes y despubs de la existencia delmago, antes, ahora y despues del presente del lector.

El mago existe en una lejania espacial y temporal; una vez, sus pala-bras resuenan imaginariamente:

12 Bello, ob. cit., §420: "El infinitivo conserva el significado del verbo, des-pojado de las indicaciones de nimero y persona: si denota atributo, no es eldel sujeto de la proposici6n; y si da algun indicio de tiempo, lo hace de otramanera que el verbo, como luego veremos." §425: La proposici6n transformadaasi [con infinitivo en lugar de forma personal] deja de serlo en cuanto pier-de su relaci6n de tiempo con el acto de la palabra, como es propio de todas lasproposiciones en castellano."

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"Ahora estar con mi hijo." [p. 64)"El hijo que he engendrado me espera y no existird si no voy".[p. 64]

En el primer ejemplo, la forma verbal es de futuro; su combinaci6n conotro signo de presente, "ahora", le confiere sin embargo un valor de sim-ple probabilidad. En el segundo caso, la (nica forma verbal de presenteen primera persona (la del mago) esti en una subordinada, condicional ynegativa, que deja a este presente tambien en un campo de pura posi-bilidad. [Ver nota 9]

El mago esta siempre alejado del presente de la lectura, con an ale-jamiento muy semejante al que existe entre los alumnos del anfiteatrosofiado por el mago.

En el mundo de "Las ruinas circulares" no hay futuro:13 la formaverbal de futuro s61o aparece en boca del mago, desde su perspectiva en-gaiiosa, pero con valor de posibilidad para la perspectiva del lector. Lasotras formas verbales que tienden vectores hacia un futuro son formas desubjuntivo o de potencial, donde tambien aparece el matiz de posibilidad.No puede haber futuro en un mundo donde se repite lo ya acontecido"hace muchos siglos".

La eternidad de "Las ruinas circulares" es por lo tanto una eternidadhecha de pasado, un pasado ilusorio y olvidado que sigue siendo presente.La eternidad humana s6lo existe como posibilidad de duraci6n ilusoria defragmentos aislados entre si, como suefios inconexos ya soiiados. No hayun ordenamiento de anterioridad o posterioridad en este mundo imagi-nario; la posterioridad, como la presencia, es una mera ilusi6n.

2. EL TIEMPO COMO SENTIDO DE "LAS RUINAS CIRCULARES"

El tiempo fluye, en "Las ruinas circulares", como duraci6n humanaque trascurre en la duraci6n objetiva. Sueiio como duraci6n humana, nochecomo duraci6n objetiva, constituyen el tiempo del cuento.

Fragmentos inconexos y discontinuos forman el tiempo del mago, detal manera que el tiempo para recorrer es mas extenso que el tiempo reco-rrido: la existencia del hombre aparece finalmente como lo infinitamente

13 Barrenechea, Ana Maria, ob. cit., p. 107: "La idea de un pasado ilusorioo la suposici6n de que todo es pasado tienen mayor fuerza inventiva en suobra y resultan igualmente eficaces en la desintegraci6n, porque si lo que recor-damos haber vivido es s61o una creaci6n de la mente, nada nos asegura queno lo sea tambien lo que vivimos ahora y al fin las dos proposiciones se re-ducen a la misma humillante comprobaci6n de nuestra inanidad."

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pequeiio dentro de la infinitud de la noche. Los puntos que marcan elprogreso de la duracion, imprecisos y confusos, determinan las medidasdel tiempo: dias, meses, anos, lustros, siglos, se extienden hasta llegar ala medida absolutamente simple que es el infinito, el infinito de unanoche y el del sueno.

El universo de noche y suenio se va armando a partir de un punto ini-cial en que el tiempo empieza a describir una forma que finalmente seracircular y multiple. El orden de la narraci6n se disuelve en la recurrenciade circulos: donde ya todo ha ocurrido hay s6lo un "antes", un pasado

que vuelve a tomar la ilusoria apariencia de presente.

La duraci6n humana es un fragmentado reflej o de la duraci6n del

suenio de otro; el mundo objetivo, la noche, es el espacio proyectado porel suefio. Los circulos no existen por lo tanto en un espacio exterior, sinoen el espacio subjetivo creado por el sueno, o la conciencia, de otro sofia-dor. Cualquier soiiador recorre, desde un punto excentrico, una circunfe-rencia en parte borrada por el olvido, proyecta un punto en el espaciocreado por su suefio, punto que a su vez, en un espacio ajeno, describe otracircunferencia y proyecta otro punto, indefinidamente. Hay, por lo tanto,

un vertigo de circulos concentricos cuyo centro, y tambien la circunferen-cia inicial, estan en el infinito. La realidad existe mas alli de la circun-ferencia de un soniador hipotetico que envuelve a todas las otras, pero elmovimiento de los circulos se aleja de ella. Infinito sin circunferencia haciala realidad hipotetica exterior, infinito sin centro hacia la realidad ilusoriainterior, esa es la eternidad de los circulos en "Las ruinas circulares".

El alivio, la humillaci6n y el terror del mago cuando descubre que ess6lo un suefio de alguien, no se debe a la angustia del tiempo, sino a laangustia de la eternidad: el mago acepta la muerte, y morir es salir deltiempo; lo que todavia no ha aceptado es que su tiempo sea una ilusion.Su falta de libertad no consiste en su sujecion al tiempo, sino en la faltade limites que pudiera traspasar.

El tiempo es, en "Las ruinas circulares", la imagen ilusoria de la eter-nidad, una imagen que se repite, fragmentada continuamente por el olvido.

MARTA GALLOUniversity of California,

Santa Barbara.

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