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papeles del partal • núm. 2 • noviembre • 2004 97 PRÓLOGO E l Diccionario Zingarelli, Vocabolario della Lingua Italiana, 12ª edición, proporciona los significados siguientes para las palabras italianas ripristino y ripristinare: • Ripristino: Ristabilimento, reintegrazione nell’uso: r. di una consuetudine / Restauro: r. di un palazzo antico. / Riattivazione: r. dei collegamenti telefonici Ripristinare v. tr (io ripristino) Rimettere nello stato primitivo. / Restaurare: r. un edificio / (fig.) Rinnovare: r. l’ordine, asociando específicamente la acepción de estos vocablos a la restauración de obras de arquitectura. Por otra parte, el Diccionario Lambruzzi, en su tomo 2º, pág. 1002 de la 7ª edición propone la traducción española siguiente: • Riprístino: restauración, restablecimiento de un estado anterior, reposición en vigencia o actividad, traducción, cuyo significado es mucho más genérico que el equivalente italiano. En la práctica el uso del vocablo ripristino se asocia a una acción de restauración ejercida sobre un bien histórico con la finalidad de devolverle fiel- mente sus características primitivas una vez que éste las ha perdido, pero que además se caracteriza por una intensidad y una extensión notables. Por lo que a mí respecta, encuentro más rica en signifi- cados la palabra italiana y más sugerente que sus equiva- lentes españolas, por ello la utilizaré en detrimento de estas últimas en el marco de este escrito dedicado a la restaura- ción de la capilla de San Isidro en la iglesia madrileña de San Andrés. Indudablemente las intervenciones más recientes realiza- das en el transcurso de la restauración de este monumento La restauración de la capilla de San Isidro, en Madrid José Juste Ballesta, arquitecto

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Restauación de la capilla de San Isidro Madrid

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  • papeles del partal nm. 2 noviembre 2004 97

    PRLOGO

    El Diccionario Zingarelli, Vocabolario della LinguaItaliana, 12 edicin, proporciona los significadossiguientes para las palabras italianas ripristino y

    ripristinare: Ripristino: Ristabilimento, reintegrazione nelluso: r. di

    una consuetudine / Restauro: r. di un palazzo antico. /Riattivazione: r. dei collegamenti telefonici

    Ripristinare v. tr (io ripristino) Rimettere nello statoprimitivo. / Restaurare: r. un edificio / (fig.) Rinnovare: r.lordine,

    asociando especficamente la acepcin de estos vocablosa la restauracin de obras de arquitectura. Por otra parte, elDiccionario Lambruzzi, en su tomo 2, pg. 1002 de la 7edicin propone la traduccin espaola siguiente:

    Riprstino: restauracin, restablecimiento de un estadoanterior, reposicin en vigencia o actividad,

    traduccin, cuyo significado es mucho ms genrico queel equivalente italiano. En la prctica el uso del vocabloripristino se asocia a una accin de restauracin ejercidasobre un bien histrico con la finalidad de devolverle fiel-mente sus caractersticas primitivas una vez que ste las haperdido, pero que adems se caracteriza por una intensidady una extensin notables.

    Por lo que a m respecta, encuentro ms rica en signifi-cados la palabra italiana y ms sugerente que sus equiva-lentes espaolas, por ello la utilizar en detrimento de estasltimas en el marco de este escrito dedicado a la restaura-cin de la capilla de San Isidro en la iglesia madrilea deSan Andrs.

    Indudablemente las intervenciones ms recientes realiza-das en el transcurso de la restauracin de este monumento

    La restauracin de la capillade San Isidro, en MadridJos Juste Ballesta, arquitecto

  • la restauracin de la capilla de san isidro, en madrid jos juste98

    Estado actual del exterior de la capilla de San Isidro.

  • se pueden calificar sin ningn gnero de dudas como unripristino, ya sea por su explcita intencin de devolver elmonumento a una situacin precedente desaparecida, yasea por el alcance de la actuacin. Pero esta calificacin noes suficiente para describir la restauracin que se ha realiza-do en la capilla de San Isidro, y tanto menos para poderenjuiciar su validez; resulta por ello necesario matizar ladescripcin de la aplicacin que se ha hecho en este caso deesta forma de intervencin, y las circunstancias que llevarona su puesta en prctica. Tambin hay que conocer la trayec-toria vital del monumento.

    Para intentar abordar la complejidad del asunto demanera apropiada, lo mejor ser tratar el tema por partes,siguiendo para ello el esquema en tres tiempos propio detoda obra dramtica, pues despus de todo es de un dramade lo que estamos tratando.

    PLANTEAMIENTO

    La leyenda asegura que san Isidro Labrador entraablepatrono de la Villa de Madrid vivi en las inmediacionesdel lugar donde se ubica la parroquia de San Andrs traba-jando como albail y labrador en unas propiedades adya-centes que pertenecan a la ilustre familia de los Vargas, porlo que a su muerte fue enterrado en el cementerio de la igle-sia de dicha parroquia, que, situada junto a la Puerta deMoros del tercer recinto amurallado de la Villa de Madrid,era una de las ms antiguas de la ciudad.

    La iglesia primitiva de San Andrs consista en unmodesto templo de una sola nave de reducidas dimensio-nes, cuya existencia est documentada desde finales delsiglo XII siempre en relacin con el santo cuyo cuerpoestaba all enterrado. Este primer edificio fue ampliado porla cabecera y los pies en tiempos de los Reyes Catlicos, y sele aadieron algunas capillas; pero tampoco la vida delnuevo templo sera demasiado larga, puesto que en 1656 laprctica totalidad de la iglesia gtico-mudjar fue demoli-da a excepcin del bside primitivo, que se conserv, ysobre el mismo solar se construy una nueva iglesia barro-ca con las mismas modestas dimensiones que la anterior, sibien con la cabecera orientada a poniente. Esta iglesiapervivi hasta 1936, momento en que fue incendiada junto

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    La iglesia primitiva deSan Andrs consistaen un modesto templode una sola nave dereducidas dimensiones

  • con la capilla de San Isidro, quedando la primera total-mente destruida, a excepcin de los muros perimetrales. En1955 se acaban de derribar los muros de la iglesia barroca yse levanta la que existe actualmente, con una ubicacin ydimensiones diferentes a los que posea el templo anterior,y a costa de notables dependencias histricas.

    La familia Vargas quiso honrar la memoria del santo yde paso la de su propio linaje, edificando una grandiosacapilla de estilo isabelino, la del Obispo, adosada al enton-ces costado norte de la iglesia gtico-mudjar (fue llamadaas por el obispo de Plasencia Don Gutierre de Carvajal,que la levant en la primera mitad del siglo XVI conesplndidas formas arquitectnicas y la dot, entre otrassingulares obras de arte, de un formidable retablo, obra deFrancisco Giralte). Ms tarde el cuerpo del santo sera tras-ladado al interior de la iglesia, por lo que la capilla delObispo qued dedicada exclusivamente a panten familiarde los Vargas, los cuales dieron forma definitivamente elacceso a la misma desde la Plaza de la Paja a travs de unnuevo cuerpo construido a los pies de la capilla, y de unpatio o claustrillo interior realizado con elementos demrmol trados de Italia (estos componentes fueron susti-tuidos en su totalidad en 1736 por la fea arquera que seaprecia en la actualidad).

    La creciente devocin que suscitaba la figura de sanIsidro puso de manifiesto lo insuficiente de las condicionesdel lugar donde se hallaba su sepulcro para acoger adecua-damente las manifestaciones de veneracin al santo patro-no de la capital de las Espaas, si bien se desestimprontamente la idea de construir una nueva gran iglesiaque acogiera dignamente sus restos. En efecto, a esta solu-cin se prefiri la relatada antes, consistente en demoler laiglesia gtico-mudjar y sustituirla por otra de igualtamao, emplazamiento y ajustados criterios decorativosque la anterior; sin embargo se erigira un mbito dedicadoal santo campesino anejo a la nueva iglesia, cuya magnifi-cencia habra de ser, esta vez s, digna de su categora depatrono de la Villa y Corte.

    En 1629 se encarga a Juan de Mora la elaboracin de unproyecto inicial, pero este proyecto es desestimado en favorde otro redactado por Pedro de la Torre, cuya audazpropuesta consista en la ejecucin de un cuerpo dispuestoen ngulo recto con respecto de la iglesia, comunicado con

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  • sta solamente por su extremo oeste a la altura del crucerotngase en cuenta que la cabecera haba pasado ahora aocupar los pies del templo anterior. Este imponentecuerpo dedicado al santo estaba constituido por dos mdu-los yuxtapuestos de planta cuadrada colocados a lo largo deun eje perpendicular al de la nave de la iglesia, que tambinlo era del crucero de sta ltima, de manera que la cabece-ra del templo vena a integrarse en el sistema compuestopor la capilla propiamente dicha, situada en el mduloextremo sur del nuevo conjunto, y por una antecapilla queocupaba el mdulo intermedio.

    Ser sin embargo un tercer arquitecto, el maestro mayorde las obras reales Jos de Villarreal, quien dirigir final-mente la ejecucin de las obras de la capilla iniciadasverdaderamente en 1657, pero introduciendo modifica-

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    Fotografa del interior de lacapilla de San Isidro antes de

    1936.

  • ciones sustanciales en las trazas que haban sido aprobadas.La actuacin resultante fue una edificacin construida enladrillo y piedra berroquea que destacaba del casero delentorno por su tamao y por sus contundentes formasexteriores, cuyo interior albergaba una dinmica sucesinde espacios de planta central coronados cada uno por supropia cpula, constituyendo de hecho episodios arquitec-tnicos autnomos aunque ligados entre s por la organi-zacin comn.1

    Este rico lenguaje espacial estaba reforzado por el esce-nogrfico uso que se haca tanto de la luz como del ampliorepertorio de materiales escogidos para la decoracin de losinteriores, contribuyendo al esplendor general del conjun-to la extraordinaria riqueza de los componentes pictricosy escultricos concebidos como parte integrante de lasformas arquitectnicas de la capilla.2

    El estudiado efecto luminoso de aquel interior quedabien patente en el grabado realizado por Genaro PrezVillamil publicado en su obra Espaa artstica y monumen-tal, vistas y descripcin de los monumentos ms notables deEspaa, Pars 1842. En l se puede apreciar la sucesin delos tres espacios que constituan el sistema: el transepto dela iglesia cubierto por su cpula, de luz matizada; la ante-capilla, en penumbra bajo la bveda de crucera rebajada; yfinalmente, el mbito entrevisto de la capilla del santo,fuertemente iluminado por los haces de luz que descend-an desde el tambor y la cpula y se concentraban en elbaldaquino situado en el centro del mbito, cuya bvedacalada permita a su vez la iluminacin de la urna del santo.

    Adems de Jos de Villarreal, trabajaron en la definicindel conjunto monumental los arquitectos Juan Marcos,Juan de Ocaa y Juan de Lobera quien pasara a ser el

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    1. Se puede apreciar el singular protagonismo que adquiri la nuevaedificacin en relacin con la trama urbana de la zona, en la maqueta deMadrid de Len Gil de Palacio de 1830, que se exhibe en el MuseoMunicipal de Madrid

    2. Conocemos bien el aspecto que posean los interiores de la capillay de la iglesia gracias a los dibujos y grabados histricos, as como a algu-nas buenas fotografas anteriores al incendio de 1936. Esta documenta-cin grfica consta en los diferentes documentos redactados por elestudio Vells Arquitectos relacionados con la restauracin de la capillade San Isidro y otras dependencias de este conjunto monumental.

  • maestro mayor de la fbrica a la muerte del primero, acae-cida en 1662 y participaron en su materializacin tallistas,doradores, broncistas y yeseros de primer orden. La deco-racin pictrica corri a cargo de Francisco Ricci, JuanCarreo de Miranda, Francisco Caro y Alonso del Arco, ylas esculturas de Juan Ron y Raimundo Capuz (atribuidas).No se escatimaron pues, esfuerzos para que la capilla fueraejecutada con magnificencia, siendo auspiciados los traba-jos directamente por el Rey Felipe IV y costeados por elerario pblico.

    Por fin, el 15 de mayo de 1669, reinando ya Carlos II, losrestos del santo son trasladados solemnemente a la capillalevantada en su honor, cuarenta y siete aos despus de quese iniciaran los primeros pasos para hacer realidad el deseode los madrileos de dotar a los restos de Ysidorus Agrcola,su popular santo patrono, de un emplazamiento digno.

    NUDO

    En 1779, exactamente cien aos despus de la termina-cin de la capilla y de la consiguiente entronizacin delcuerpo de san Isidro en lugar preeminente bajo el balda-quino central, el rey Carlos III manda trasladar sus restos ala antigua iglesia jesuita del Colegio Imperial despuscolegiata y catedral de San Isidro tras la expulsin de laOrden, privando a la construccin de su razn de ser. Elrico baldaquino ideado por Juan de Lobera, carente ahorade sentido, pas a cobijar una estatua de San Isidro talladapor Isidro Carnicero, y junto con la urna que contena losrestos del santo salieron de la capilla en direccin a sunueva sede las diversas estatuas del santo campesino queaqulla albergaba. Mientras tanto, el gusto de la poca sehaba ido alejando de los arrebatados planteamientosbarrocos que haban guiado la edificacin de la capilla.

    Pocos aos antes, en 1755, el terremoto de Lisboa habaproducido cuantiosos daos en todo el conjunto monu-mental y principalmente en la capilla del Obispo, la cual fuesometida a una serie de remodelaciones que menoscabaronsu contenido. Pero todava resultaran ms dainas para lacapilla las restauraciones realizadas tras un incendio que en1893 destruy su cubierta y provoc el derrumbamiento deuna de sus bvedas: en efecto, en el transcurso de esas obras

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    Mientras tanto, elgusto de la poca sehaba ido alejando delos arrebatadosplanteamientosbarrocos que habanguiado la edificacinde la capilla

  • se eliminaron o modificaron importantes componentesarquitectnicos y escultricos originales y se introdujerondesafortunadas aportaciones historicistas propias del gustode la poca. De esta forma se culminaba as el proceso dedeterioro y abandono que haba ido sufriendo este impor-tantsimo monumento a medida que los sucesivos patroci-nadores haban ido perdiendo inters por elmantenimiento de la capilla.3

    El 3 de diciembre de 1925, la Real Academia de SanFernando declara la capilla de San Isidro MonumentoNacional, y lo mismo hace con la capilla del Obispo el 3 dejunio de 1931.

    Esta proteccin oficial abra la puerta a la esperanza enun cambio de suerte para el desdichado conjunto monu-mental, pero no fue as; el 19 de julio de 1936, siguiente dadespus del levantamiento del general Franco contra laRepblica, se inici a las cuatro de la tarde el saqueo yposterior incendio de la iglesia de San Andrs y de la capi-lla de San Isidro. Ocho das duraron las llamas, tras loscuales apenas si quedaban en pie las fbricas de los cerra-mientos exteriores; en cambio la capilla del Obispo se librde milagro de la destruccin. Tambin de milagro se habalibrado el cuerpo del santo en el transcurso del asalto que,en las mismas circunstancias, haba sufrido la ColegiataCatedral de San Isidro, (si bien el milagro no alcanz a larica urna de plata que contena los restos).

    Los documentos histricos principalmente los grfi-cos realizados tras el incendio muestran la enormidad delas prdidas ocasionadas por aquellos actos lamentablescuando se comparan con los que reflejan el estado anteriora la accin destructiva, aunque stas no se manifestaran enexceso desde el exterior:4 el crucero de la iglesia y la anteca-pilla haban perdido totalmente sus cubiertas y bvedas, y

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    3. Tormo y Monz,E. Las Iglesias del antiguo Madrid. Pgs. 43- 44.Madrid 1927, reedicin 1979.

    4. En el documento del Plan Director del Conjunto Monumental,Vells Arquitectos, Comunidad de Madrid, 1994. Ob. in., se muestra ungrabado del exterior de San Isidro en julio de 1936, realizado porCastrogil, en el que se aprecia que los daos ms evidentes visibles desdeel exterior en la Capilla de San Isidro eran la desaparicin del remate dela linterna y de las vidrieras del tambor; se puede observar tambin lainexistencia de cubiertas en la iglesia y en sus anejos del costado sur.

    Fotografa del incendiode la capilla, el 19 de julio

    de 1936

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    Levantamiento parcial del estado inicial del interior de la capilla, antes de la intervencin.(Dibujo de Javier Vells).

  • el interior de la capilla del santo haba sido reducida aescombros y cenizas.

    Se tapiaron los accesos al cuerpo principal de la capillade San Isidro y, si bien se efectuaron ciertas obras mnimastendentes a evitar la desaparicin total del monumento, locierto es que el interior mantendra el aspecto de ruina ydesolacin de los primeros momentos durante ms detreinta y cinco aos, oculto tras los tabiques que se levanta-ron para aislar del resto del mundo aquel penoso espect-culo.

    Pero como si no hubiese sido suficiente con los efectosdel incontrolable asalto de 1936, otro nuevo golpe empeza gestarse en 1955 bajo forma de un proyecto de iglesia ycasa parroquial nuevas, el cual llegara en 1966 a su mate-rializacin definitiva. Como se ha indicado ya, este proyec-to de nueva iglesia destrua la organizacin histrica delconjunto e invada fsicamente los mbitos del estudiadsi-mo sistema barroco, sin que la Declaracin de MonumentoNacional en favor de la capilla de San Isidro fuera obstcu-lo alguno para la consecucin de los fines pretendidos, queno eran otros que cumplir la vieja aspiracin parroquial deposeer un templo ms espacioso y unas mejores dependen-cias auxiliares.

    Este otro templo, proyectado en un retrico y fro estiloclasicista tan querido por el rgimen de Franco, fuedispuesto esta vez perpendicularmente a la iglesia barroca,a lo largo del eje estructurante de los mbitos de la capilla,e invadiendo el espacio natural de stos. La violenta trans-formacin se produjo en dos tiempos: en un primertiempo, concluido en 1966, se ejecutaron la casa y depen-dencias parroquiales en el solar de la iglesia barroca, unavez demolidos los muros supervivientes del asalto de 1936y los dos tramos de la nave de la nueva iglesia, apropindo-se para ello del mdulo de la cabecera de la iglesia anterior,as como del de la antecapilla de San Isidro. El segundotiempo se culmin tras la conclusin de la restauracin delcuerpo principal de la capilla de San Isidro, que estabadestinada en la nueva organizacin a ser la capilla mayor dela nueva iglesia de San Andrs, con lo que la primera perdadefinitivamente su identidad y pasaba a constituir, eso s, elprincipal componente de la misma su ms valioso enrigor, nico atributo.

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  • DESENLACE?

    As las cosas, por fin arrancan en 1971 las obras derestauracin de la capilla de San Isidro promovidas por elentonces Ministerio de Educacin y Ciencia bajo la direc-cin del arquitecto Jos Manuel Gonzlez Valcrcel, quientrabaja hasta 1975 en la consolidacin estructural y la recu-peracin funcional del chapitel. Tras la intervencin de estearquitecto seguir, entre los aos 1977 y 1981, la de Mngeles Hernndez-Rubio;5 bajo su direccin se completala reposicin, a partir de moldes realizados sobre los restosoriginales, de los yesos interiores de cpula, tambor, corni-sas y pechinas sin policroma, hasta el nivel del entabla-mento del orden. Quedan por lo tanto establecidos en eltranscurso de la intervencin de estos arquitectos los crite-rios generales que habr de seguir la restauracin: sereconstruira el interior de la capilla, a partir de los datosobrantes.

    Fue sta una decisin acertada? Pienso que s, aunque obviamente no era la nica solu-

    cin posible. En otros casos de prdida sbita de edificiosmonumentales singulares por causas catastrficas, el ripris-tino o si se prefiere, la reconstruccin filolgica, ha resulta-do ser la solucin ms eficaz para restaar la herida abiertaen el inconsciente colectivo, aferrado a la imagen y al signi-ficado simblico del edificio desaparecido de manera trau-mtica; vanse a ttulo de ejemplo las soluciones dadas a loscasos recientes de los incendios del Gran Teatro deBarcelona (1994) o al de La Fenice de Venecia (1996).Clsicos tambin son los ejemplos del Campanile, tambinde Venecia, derrumbado en 1902 y posteriormente recons-truido, o de la Abada benedictina de Montecassino y laCiudad Vieja de Varsovia, reconstruidos ambos a funda-mentis tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.Y en un futuro prximo asistiremos a la reconstruccin delas bvedas de la Baslica Superior de Ass, derrumbadaspor el terremoto de 1998 junto con los frescos de Giottoque las decoraban, (aunque en este ltimo caso se podra

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    5. Fechas de los proyectos primeros y finales redactados por losarquitectos para el Ministerio de Cultura. Fuente: Vells Arquitectos,Ob. Cit. (Indita).

    El ripristino o si seprefiere, la reconstruc-cin filolgica,ha resultado ser lasolucin ms eficazpara restaarla herida abierta en elinconsciente colectivo

  • hablar ms bien de un proceso de anastylosis de colosalesproporciones, puesto que se pretende volver a colocar en susitio los cerca de 120.000 fragmentos de restos pictricosrecuperados).

    Lo cierto es que todos los ejemplos anteriores respondenal irreprimible deseo general de borrar de la memoria losefectos de la tragedia que supone toda desaparicin de unbien histrico con el que se identifica la colectividad, y enese sentido, la reposicin del edificio como estaba y dondeestaba, constituye una especie de by-pass entre el pasado yel futuro que permite puentear, si quiera parcialmente, elhecho traumtico, a pesar de la prdida irreparable de lacarga documental que desaparece junto con el edificiohistrico. En el caso de San Isidro, el hecho de que media-ra un dilatado perodo de tiempo entre la destruccinhabida y el inicio efectivo de las obras resulta ser un datoirrelevante, toda vez que ello se debi a la precariedadeconmica de la poca y, a buen seguro, a una falta de inte-rs por parte de los responsables de entonces en materia deproteccin del patrimonio histrico.

    Por otro lado las cualidades intrnsecamente arquitectni-cas el sentido de la proporcin, su relacin con el entorno,el tratamiento del espacio, las caractersticas constructivas, lastexturas, el color y el hecho de ser muchas de ellas mensu-rables, otorgan un alto grado de validez a la repeticin,siempre que exista una documentacin adecuada y suficien-temente descriptiva del hecho arquitectnico en cuestin. Tales el caso del Pabelln Alemn en Barcelona de Mies van derRohe, felizmente ripristinado en 1986 a partir de planos yfotos histricos. Por lo que se refiere a la capilla de San Isidro,se dispona adems de la documentacin grfica de tipohistrico, de una buena coleccin de fotografas de interioresrealizadas antes de la destruccin de 1936 y, naturalmente, delos restos todava presentes en la ruina.

    En 1986, la Direccin General de Cultura de laConsejera de Cultura y Deportes de la Comunidad deMadrid, una vez realizadas las transferencias a las CC.AA.en materia de patrimonio histrico, reactiva los trabajos derecuperacin de la capilla de San Isidro encargando unproyecto de restauracin del interior de la capilla al estudiode arquitectura Vells Arquitectos, con lo que se inicia unanueva fase en la ya larga historia de sus restauraciones, quean sigue abierta.

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    Proyecto del orden (Dibujo de Javier Vells).

  • 110 la restauracin de la capilla de san isidro, en madrid jos juste

    Las obras de ese primer proyecto se prolongaron hasta1991 y tenan como finalidad la reconstruccin de todo elnivel inferior de los paramentos ocupado por el orden, lapolicroma de las yeseras superiores y la pavimentacin. Aesta actuacin seguiran otras en los aos sucesivos queafectaran a diversos otros sectores del conjunto monu-mental.

    Pudo completarse la reconstruccin dibujada de laarquitectura de los paramentos interiores de la capillarecomponiendo su trazado generador original, que estababasado en un intenso empleo de reglas de repeticin y desimetra; adems el escaso nmero de restos que permane-can in situ, permiti la identificacin de la disposicin delos materiales de terminacin originales. Otros datosfueron extrados de los documentos histricos contempo-rneos a la construccin de la capilla.6 Tal es el caso de laidentificacin de los mrmoles empleados en la construc-cin de la capilla, que segn dicha documentacin eranmrmol negro de San Pablo (San Pablo de los Montes,provincia de Toledo, donde fue necesario abrir una cante-ra para extraer el mrmol necesario para la reconstruc-cin), jaspe de Ceejn (Cehegn, en Alicante, que produce elrojo Alicante) y mrmol blanco de Jenoba (Gnova).

    Esta documentacin histrica ilustraba as mismo acercade la voluntad de los ejecutores barrocos de abaratar elcoste de la construccin mediante la utilizacin de fingidos,filosofia que se seguir manteniendo en la reconstruc-cin de 1991: todo hasta los collarines de columnas y pedes-tales ha de ser de mrmoles y jaspes, excepto los adornos dela talla que tienen, que han de ser de madera dorada a imita-cin de bronce Es condicin que las tarjetas y adornos queestn en el primer banco y pedestal de colunas ayan de ser dejaspe, colorado y no madera por estar en altura donde sepueden tocar con las mano desde dicha custodia asta el ultimo

    6. Los arquitectos han realizado a tal efecto una exhaustiva investi-gacin documental y un amplio registro bibliogrfico e iconogrficocuyo resultado se aporta en los proyectos. Como resultado de esta laborde documentacin previa a las intervenciones, se ha podido localizar elarchivo de la capilla del Obispo, que se encuentra en el ArchivoHistrico Provincial de Zaragoza y que incluye, entre otros, documen-tos originales relacionados con la fundacin de la capellana y la ejecu-cin de la capilla.

  • remate della a de ser bruida y pintada fingiendo colores demrmoles y jaspes.

    Se revisti por lo tanto el zcalo de granito de la capillacon aplacados de mrmol del mismo grosor que tuvieronlos que configuraban el basamento original del orden,fijndose al primero mediante grapas metlicas como lasque tuvo tambin en origen. En cambio los revestimientoscon sus abultados y molduras situados por encima delbasamento se rehicieron en escayola pintada al leo imitan-do mrmol, siguiendo las condiciones marcadas por losproyectistas barrocos. En el caso de los recercados de lastres portadas con sus frontones, que fueron de mrmol y delos que quedaban restos muy mutilados, se completaron asmismo con escayola (posiblemente por las mismas razonespresupuestarias que haban regido durante el anteriorproceso de construccin).

    Las mayores dificultades existentes para reconstruir elorden estribaban en la definicin de las caractersticas delas columnas y pilastras. Para ello se ha recurrido, una vez

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    Proyecto del frontn de las portadas (Dibujo de Javier Vells).

  • ms, a los datos aportados por la ruina (que se reducanapenas a los que se podan extraer de un trozo de fuste quetodava permaneca en pie), a los documentos fotogrficosanteriores al incendio, y a la tratadstica clsica tomadacomo referente terico. Las conclusiones a las que lleg elequipo de Javier Vells fueron las siguientes para cada unade las partes de la columna:

    FUSTE. A partir de la medida de la distancia entre basa-mento y entablamento y de los restos de columna supervi-vientes se calcularon las relaciones modulares del fuste dela columna empleada en la capilla, pudindose deducir,comparando a su vez stas con las proporcionadas por elorden corintio vignolesco para una columna de igual alturaque la que se haba empleado en la construccin de la capi-lla, que sta ltima era ms esbelta que la cannica, (dadoque el dimetro de la seccin mxima de la columnaempleada era de 66,3 cm frente a los 67, 7 cm que exiga latratadstica para una altura de 648 cm, correspondiente a lade la altura de la columna), pero con un ntasis mspronunciado (puesto que las diferencias entre los dime-tros de las circunferencias inferior y superior existentesentre la columna empleada y la cannica resultaban sernotables: 48, 6 cm y 59, 4 cm respectivamente para laprimera, frente a los 54 y 64, 8 de la segunda. Los fustesoriginales eran de mrmol negro; los nuevos fueron ejecu-tados con escayola pintada al leo, imitando mrmol.

    CAPITEL. Los capiteles empleados en la construccin delorden de la capilla eran de tipo corintio con elementoscompuestos tallados en madera dorada (los reconstruidoslo han sido con escayola dorada, a partir de moldes realiza-dos sobre un modelo de madera, tallado por el escultorPares). Las dimensiones del slido capaz del capitel sededujeron de las del vaco dejado por la desaparicin deste, y tambin a partir de consideraciones geomtricasdeducidas del anlisis de las fotografas antiguas, conclu-yndose tambin en el caso del capitel histrico que susproporciones diferan de las cannicas establecidas por losdiferentes tratadistas clsicos. Las dimensiones parcialeshorizontales se sacaron de una foto histrica ampliada queapenas presentaba deformaciones debidas a la perspectiva,aceptando la particin clsica de 70 partes para la altura

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    Foto del estado actual del interior tras la restauracin.

  • total del capitel. El diseo de las hojas de acanto se realiza partir del estudio de las diferentes propuestas establecidaspor Serlio, Palladio, Vignola y Scamozzi, habida cuenta dela insuficiente precisin al respecto de las fotos histricas,y tambin de otros ejemplos originales de la poca.

    Finalmente, se pintaron al agua los yesos de las pechinas,anillo y tambor la cpula ya haba sido pintada anterior-mente, pertenecientes a la campaa de restauracin ante-rior.

    Quedaban por resolver el diseo del pavimento y de laspuertas de acceso a la capilla, ambos desaparecidos. Elprimero se ha reconstruido segn la metodologa estableci-da para el ripristino de los restantes componentes arquitec-tnicos; es decir, partiendo del anlisis de los restosconservados in situ y de las fotografas antiguas, se handeducido cules eran las caractersticas de los componen-tes: el tipo de mrmoles, la forma y dimensiones de lasbaldosas (34,5 cm de lado, equivalentes a pie y medio caste-llano), y las reglas generales de la composicin. Luego se hadefinido sobre plano el diseo del damero, ajustndolo a larealidad geomtrica del mbito y teniendo en cuenta parasu definicin otros ejemplos con caractersticas similares,como la Sacrista y Antesacrista, la Biblioteca, y la IglesiaVieja, mbitos todos del Monasterio de San Lorenzo de ElEscorial. Una grada central seala el lugar que ocupaba elbaldaquino barroco. En lo referente a las puertas, se hacontado una vez ms con los documentos histricos (queinformaban de que las puertas estaban hechas con maderasde pino y nogal) y de las fotografas anteriores a la destruc-cin, obteniendo los datos necesarios para completar sudiseo del estudio ejemplos de la poca de la capilla talescomo el Monasterio de las Descalzas Reales, el Palacio deAbrantes, la Iglesia de las Calatravas y la Iglesia Pontificiade San Miguel.

    Con estas actuaciones realizadas por el equipo de JavierVells se concluy el proceso de recuperacin del interiorde la capilla de San Isidro. A partir de entonces se hanejecutado en el conjunto monumental diversas interven-ciones sectoriales, siendo las ms importantes a efectos dela revalorizacin de la capilla las llevadas a cabo en 1999,entre las que destaca la terminacin del exterior del esqui-nazo noreste del cuerpo de la capilla y la antecapilla, quehaba quedado inacabado por estar oculto tras las fbricas

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  • histricas conexas con la antigua iglesia; cuando sta fuedemolida en el transcurso de las actuaciones de posguerra,qued del todo evidente la falta de los remates de la esqui-na, y la necesidad de su ejecucin.Tambin tuvo una nota-ble incidencia en la apreciacin esttica del conjunto elacondicionamiento cromtico a que fueron sometidos losparamentos interiores de la nave de la iglesia, consistenteen fingidos y pinturas entonados con los acabados interio-res de la capilla de San Isidro, habilitada ahora como pres-biterio de aqulla.

    Pero estas actuaciones que haban permitido la recupe-racin de la capilla despus de tantos aos consolidabandefinitivamente bien a pesar de sus responsables, seguroel burdo e irreverente proceso de transformacin a que fuesometido el conjunto tras las destrucciones de la GuerraCivil, cuya consecuencia ms grave haba sido la prdida dela elaborada organizacin barroca del espacio interior,constituida por el sistema antecapilla-capilla-lugar delsanto, y la relacin de este conjunto con la iglesia; la puestaen prctica de una idea feliz que dio como resultado elhbrido capilla de San Isidro/iglesia de San Andrs quetenemos en la actualidad dio al traste definitivamente conla posibilidad de realizar una recuperacin ms ambiciosadel conjunto barroco. En cualquier caso las ltimas actua-ciones han conseguido cerrar la dolorosa pgina de la recu-peracin arquitectnica de la capilla del santo patrono deMadrid con los mimbres que haba a disposicin; a partirde este momento lo prioritario es continuar el proceso derecuperacin de las zonas del conjunto monumental quean permanecen cerradas al pblico pendientes an, comolo estuvo en su da la capilla de San Isidro, de su restaura-cin.

    Ahora que han pasado algunos aos desde que se realizla actuacin objeto de este escrito quiz sea un momentooportuno para poder revisar con cierto distanciamiento losvalores y efectos de aquella restauracin, lejos ya de lasapasionadas reacciones del momento inicial.

    Para empezar se constata que, si bien la actuacin delequipo de Vells en la capilla del Santo continu el criteriogeneral establecido por los arquitectos que haban trabaja-do antes en ella consistente en la reconstruccin filolgicade los interiores perdidos, dicha actuacin sigue una praxisdiferente con respecto de las campaas realizadas por los

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    Dicha actuacin sigueuna praxis diferentecon respecto de lascampaas realizadaspor los arquitectosanteriores

  • arquitectos anteriores. Esta constatacin viene a reafirmarla idea de que la intervencin de restauracin basada en elripristino est caracterizada siempre por una componentesubjetiva con la que de hecho hay que contar y que es nece-sario asumir, del mismo modo que una misma partituramusical tocada por intrpretes diferentes no podr nuncasonar de igual forma. Y eso ocurre desde luego, con laintervencin de Vells en la capilla de San Isidro, marcadapor pensamiento y la personalidad del autor.

    Se trata en todo caso de una actuacin dotada de unaextraordinaria coherencia interna, cuyas premisas sonllevadas hasta el final con implacable rigor. Esta actitudrigurosa arranca ya desde las etapas de investigacin docu-mental previas a la definicin de la propuesta, y queda demanifiesto en la exhaustiva informacin manejada en lasMemorias de los proyectos, reflejando con ello y en conse-cuencia transmitiendo un conocimiento intenso delmonumento. El rigor queda as mismo patente en losplanos de estado inicial y de anlisis, que reflejan conarqueolgica exactitud el estado de la ruina anterior a laintervencin, as como las secuencias deductivas en que sefundamentan las soluciones de proyecto; stas ltimasquedan a su vez definidas con total precisin, eliminndo-se as toda posibilidad de improvisacin o incluso de inter-pretacin.

    Pero la caracterstica ms llamativa de la forma deproceder de Vells es la absoluta confianza en el uso de lasherramientas especficas de la disciplina arquitectnicacomo mtodo para poder avanzar en la reconstruccin delos interiores perdidos del monumento, incluso ms all delos lmites de los conocimientos proporcionados por elanlisis de los restos conservados y de la investigacinhistrica.

    En efecto, la restauracin del interior de la capilla esconcebida por Vells como un problema especficamentearquitectnico, que cabe enunciar como la necesidad derecuperar funcional y estticamente el edificio histricoasociado en consecuencia a un contexto temporal deter-minado, tras haber sufrido ste unas mutilaciones tales quele impiden cumplir los cometidos para los que fue creado;de la misma manera que se hara con cualquier otro edificiovivo, con independencia de sus valores documentales omuseogrficos, que hubiera sido vctima de una catstrofe.

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    La caractersticams llamativa de laforma de proceder deVells es la absolutaconfianza en el usode las herramientasespecficas de ladisciplina arquitectnicacomo mtodo

  • En el caso especfico de la capilla de San Isidro, la totaldestruccin que sufri su interior ha privado al monumen-to de los valores documentales y artsticos que ste alberga-ba (no es casualidad que los autores utilicensistemticamente para definir el interior del bien objeto dela actuacin el trmino ruina, porque es realmente laacepcin tcnica ms apropiada para describir el estado enque se hallaba ese interior); por lo tanto la restauracin dela capilla habr de orientarse hacia la recuperacin de aque-llos valores que, aunque sean el resultado de una recons-truccin, mantienen su validez al margen del tiempo, comoes el caso de la belleza del espacio generado por los compo-nentes arquitectnicos que concibieron los maestros barro-cos, lo que al fin y a la postre constituy el objetivo ltimodel esfuerzo de stos.

    A partir de esa premisa, y dado que el objetivo de la inter-vencin de restauracin del monumento ha de basarse en larecuperacin del espacio arquitectnico histrico, nadaresulta ms coherente y natural que volver a proyectar loselementos arquitectnicos que lo conformaron recurriendocon el debido rigor, eso s a las mismas herramientas quemanej el maestro barroco, es decir, la geometra ayudadapor la tratadstica y la aplicacin a la construccin de lasreglas del arte. (Otra cosa bien distinta hubiera sido inven-tar ese espacio arquitectnico a la manera violet-le-duquia-na, es decir, incorporando a la intervencin un acto decreacin de algo que nunca haba existido anteriormentecon la intencin de mejorar el original, lo que hubierarequerido otro tipo de consideraciones).

    Es importante destacar el singular papel que yo defini-ra como militante que cobra el proyecto de restauracinredactado por el equipo de Vells dentro del proceso de larecuperacin de la capilla de San Isidro. Por supuesto setrata de un instrumento redactado para definir, documen-tar y permitir la ejecucin de las actuaciones previstas en lacapilla, pero es adems la expresin de una postura ideol-gica cuyo postulado es que el desarrollo correcto de la disci-plina arquitectnica resulta ser la herramienta apropiadapara dar solucin a problemas de ndole estrictamentearquitectnica tambin cuando se trate de intervenciones enedificios histricos; en este caso la subordinacin de laarquitectura introducida ex novo en el monumento a laarquitectura histrica que este tuvo constituye, por encima

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    La restauracin de lacapilla habr deorientarse hacia larecuperacin deaquellos valores que,aunque sean elresultado de unareconstruccin,mantienen su validezal margen del tiempo

  • de otros planteamientos, la autntica expresin de respeto alas caractersticas esenciales edificio histrico en cuanto tal.

    En consecuencia el dibujo se erige en gran protagonistadel proyecto de restauracin, toda vez que es ste el instru-mento por excelencia del arquitecto o del gemetra,como gusta decir el propio Javier Vells. Un dibujo nadainocente en este sentido, puesto que recurre a una eruditaexpresin historicista ajena al tecnificado mundo actual, ycuyo alto nivel esttico tiene tambin la vocacin de ser unaaportacin enriquecedora a la historia del monumento. Enese sentido el proyecto redactado y la actuacin consi-guiente reclaman la condicin de ser entendidos como unacapa estratigrfica ms que viene a aadirse en igualdad decondiciones a las que, con sus escritos, dibujos y directrices,ejecutaron los anteriores arquitectos para hacer posible laexistencia del monumento.

    Desde el punto de vista de los objetivos pretendidospuede decirse que stos han sido alcanzados plenamente,dado que el ripristino de los elementos arquitectnicos quecaracterizaban a los paramentos interiores del mbito de lacapilla ha alcanzado un resultado esttico irreprochable, loque permite disfrutar nuevamente del espacio barroco de lacapilla; tanto que se aora que la operacin de reconstruc-cin de la arquitectura interior de la capilla no haya alcan-zado tambin al baldaquino, autntico protagonista quefue del escenario imaginado por los maestros barrocos y ejefundamental en la organizacin de aquel espacio inicial. Yaunque a efectos de la mera contemplacin esttica resultairrelevante el hecho de que la reconstruccin no hayarepuesto con absoluta fidelidad los materiales originalesuna vez ms por razones econmicas, es de lamentar queello no haya sido posible; la reposicin de la materia perdi-da por otra de idnticas caractersticas se dice que todaslas piedras son igual de antiguas hubiera permitido resti-tuir en mayor medida al monumento su autenticidad cons-tructiva; con ello se hubiera podido alcanzar en mayormedida el objetivo perseguido por el ripristino, de devolveral monumento, entre otros valores, la ms completa auten-ticidad constructiva posible.

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    Y aunque a efectos dela mera contemplacinesttica resultairrelevante el hecho deque la reconstruccinno haya repuesto conabsoluta fidelidad losmateriales originalesuna vez ms porrazones econmicas,es de lamentar queello no haya sidoposible

  • EPLOGO

    La recuperacin de la capilla de San Isidro planteaba sinduda una situacin lmite motivada por una causa extraor-dinaria y traumtica que requera por ello una solucintambin singular, y el ripristino riguroso de los interiorespermiti la recuperacin de la arquitectura y de una partede los significados del monumento; pero precisamente porsu carcter de excepcionalidad la reconstruccin filolgicano es un mtodo exportable a la generalidad de las inter-venciones en el patrimonio histrico, y tal y como se reco-noce en la Carta de Cracovia 2000 debe reservarseexclusivamente para casos como ste.

    Haca algn tiempo que no pasaba por la capilla de SanIsidro / iglesia de San Andrs y a raz del encargo de estetrabajo fui a visitarla nuevamente. Era una maana deconsabido cielo velazqueo y la luz penetraba poderosadesde las alturas, produciendo ricos efectos cromticos encontacto con la profusa decoracin de las zonas altas, paraluego ir adquiriendo una dramtica serenidad entre lasoscuras masas del orden inferior; mientras don Lorenzo, elcura prroco, oficiaba la misa en honor de los santos Pedroy Pablo ante algunos feligreses.

    No era desde luego posible quedarse indiferente ante laexperiencia plstica proporcionada por la contemplacinde aquel espacio y ante la capacidad de evocacin que stetena de aquel tiempo histrico lleno de claroscuros delque el edificio es una expresin; indudablemente la reinte-gracin de los interiores desaparecidos haba permitidoque el monumento volviera a ejercer como tal e incluso lapresencia de una pareja de jvenes turistas que lea atenta-mente su gua y luego miraba hacia las alturas as parecaatestiguarlo.

    Sabran aquellos jvenes que lo que admiraban era unareconstruccin? Posiblemente s, y en todo caso tenanderecho a saberlo; por eso yo echaba de menos la presenciapor algn sitio de informacin al respecto. Porque el ripris-tino del interior de la capilla haba tenido la suficiente tras-cendencia para la recuperacin del edificio como para quedebiera ser contado, y adems, haba sido un episodio de lavida del monumento con el suficiente inters culturalcomo para que la colectividad tuviera que saberlo.

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    Sabran aquellosjvenes que lo queadmiraban era unareconstruccin?Posiblemente s,y en todo caso tenanderecho a saberlo

  • Esta necesidad de proporcionar al visitante toda la infor-macin necesaria para que ste pueda tener una percepcinlo ms completa posible del monumento y sus circunstan-cias es del todo imprescindible en casos como el de la capi-lla de San Isidro/iglesia de San Andrs, puesto que lastransformaciones sufridas tras los acontecimientos del 36e incluso el reciente acondicionamiento de la nave de lanueva iglesia han contribuido a desdibujar la lecturahistrica del monumento y por consiguiente, a disminuir laefectividad en el irrenunciable cometido del monumentode ser testimonio fiel de s mismo.

    Pero el conjunto de la iglesia de San Isidro con todos susanejos est todava lejos de una recuperacin completa,dado que hasta ahora las intervenciones principales se hancentrado en su mitad sur, y an queda por lograr nadamenos que la restauracin de la capilla del Obispo incre-blemente cerrada desde hace aos, el claustro con supatio, y las dems dependencias auxiliares, tales como ladenominada sala Capitular y los interesantes espaciossubterrneos. El equipo de Vells ha redactado un proyec-to de restauracin de estos mbitos por encargo de laComunidad de Madrid, y ahora solo falta que sta encuen-tre las disponibilidades econmicas para poderlo llevar a laprctica.

    Aunque me temo que, en estos tiempos que corren, laatencin hacia el patrimonio histrico no constituye preci-samente una prioridad inmediata ni para la Comunidad nipara el Ayuntamiento de Madrid.

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