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1 PETER KOCH Y WULF OESTERREICHER LENGUA HABLADA EN LA ROMANIA: ESPAÑOL, FRANCÉS , ITALIANO VERSIÓN ESPAÑOLA DE ARACELI LÓPEZ SERENA, REVISADA, ACTUALIZADA Y AMPLIADA POR LOS AUTORES MADRID, GREDOS, 2006

Oralidade e Escrituralidade

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Koch Oesterreicher_Oralidade e Escrituralidade_Cap 2

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    PETER KOCH Y WULF OESTERREICHER

    LENGUA HABLADA EN LA ROMANIA: ESPAOL, FRANCS , ITALIANO

    VERSIN ESPAOLA DE ARACELI LPEZ SERENA, REVISADA, ACTUALIZADA Y AMPLIADA POR LOS AUTORES

    MADRID, GREDOS, 2006

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    PREFACIO A LA EDICIN ESPAOLA DE 2006

    Los autores se complacen enormemente de poder ofrecer ahora a los lectores hispanohablantes, no slo una traduccin, sino tambin una segunda edicin actualizada de un trabajo que, en los aos 90, en Alemania, disfrut de una notable y muy positiva recepcin. La obra original apareci en 1990, en un momento en el que la investigacin sobre la cuestin de la oralidad y la escrituralidad, as como sobre la lengua hablada, se encontraba en un estado de total ebullicin. En aquel entonces, por una parte, nos pareci indicado contribuir a proporcionar una orientacin terica en este campo y, por otra, pareca necesaria una presentacin panormica que abarcara las tres lenguas romnicas ms importantes, situacin de la que en la primera edicin nos hacamos eco tanto en el prefacio como en el captulo 1.

    Los ltimos quince aos se han caracterizado por una intensificacin de la investigacin en el terreno de la lengua hablada. La lingstica hispnica, para la que a finales de los aos 80 constatbamos an grandes carencias en este mbito (cf. 1. y 3.1.5.), ha ido, en este nterin, recobrando terreno con gran fuerza.

    Sin embargo, a pesar de los mltiples progresos que, a este respecto, se han producido en relacin con cada una de las tres lenguas de las que nos ocupamos, nos sigue pareciendo que el planteamiento fundamental de esta obra contina teniendo vigencia. ste se asienta, por un lado, en la distincin sistemtica entre oralidad y escrituralidad en los sentidos medial y concepcional de los trminos y, por otro lado, hace hincapi en el estatus diferenciado, dentro de la oralidad, de los fenmenos universales e idiomticos, que pertenecen a distintos niveles de categorizacin. La rentabilidad de este aparato conceptual ha sido puesta de manifiesto durante este tiempo, no slo en el mbito idiomtico, sino tambin en relacin con las tradiciones discursivas; no exclusivamente en la descripcin sincrnica de la lengua, sino justamente tambin en la diacrnica; y, dentro de la diacrona, no slo con respecto a la historia externa de la lengua, sino tambin en relacin con la teora del cambio lingstico. En general, surgen zonas de contacto no slo con investigaciones de corte cognitivista o con propuestas de anlisis del discurso, sino tambin con cuestiones relacionadas con la teora de la literatura.

    Con respecto a la primera edicin, se han llevado a cabo las siguientes modificaciones:

    1. Se han incorporado numerosas publicaciones recientes as como sus resultados, producto de lo cual ha sido una ampliacin considerable de la bibliografa. Al mismo tiempo, se ha reducido en parte la bibliografa alemana citada.

    2. En el captulo 2, dedicado a la cuestin de la oralidad y la escrituralidad a la luz de la teora del lenguaje, se ha precisado e ilustrado con mayor detalle la caracterizacin comunicativo-concepcional de determinadas formas de comunicacin y tradiciones discursivas.

    3. En el captulo 5, el concepto de pluricentrismo, que en la edicin original de 1990 an se mantena en un segundo plano, ha sido aplicado ahora al espaol de forma consecuente, a la vez que se discute tambin, brevemente, en relacin con el francs.

    4. Los apartados dedicados a la descripcin histrica del captulo 5 (5.1., 5.2., 5.4. y 5.6.) han sido actualizados de acuerdo con los avances producidos, en estos quince aos, en la investigacin.

    5. Debido al impetuoso desarrollo de la llamada lingstica de corpus en los ltimos aos, este campo de investigacin ha cobrado tal grado de autonoma y ha suministrado una cantidad tan ingente de material que no hemos podido seguir integrando la totalidad de sus avances. Con todo, proporcionamos indicaciones al respecto en el captulo 3.2. Este captulo contiene tambin una lista de los criterios que estructuraron, en la primera edicin, la presentacin de los 36 corpus, cuya descripcin detallada no aparece aqu, ya que reflejaban el estado de la cuestin a finales de los aos 80.

    6. Para mantener, como se hizo en la primera edicin alemana, el criterio de presentar las tres lenguas de las que nos ocupamos siempre en riguroso orden alfabtico, hemos debido alterar la numeracin de los captulos 5.1. a 5.7. y de los ejemplos; el orden es ahora espaol / francs / italiano.

    7. Las ejercicios que en la edicin original alemana se incluan al final de cada uno de los captulos han sido completamente eliminados en la presente edicin.

    Queremos agradecer a todos los lectores crticos y a los numerosos recensores de la primera edicin sus observaciones. Gracias tambin a los colegas de Mnich y Tubinga que nos han ayudado

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    en la revisin, actualizacin y correccin del texto, especialmente a Sebastian Greusslich, Teresa Gruber, Martha Guzmn, Katharina Hahnel, Stefan Hofstetter, Eberhard Matt, as como a Lola Pons, de la Universidad de Sevilla.

    A nuestros lectores y lectoras nos gustara pedirles que nos hagan llegar posibles crticas y sugerencias.

    Un reconocimiento especial merece, asimismo, nuestra traductora, Araceli Lpez Serena, sin cuya competencia cientfica y compenetracin con la traduccin no habra sido posible realizar la presente versin.

    Por ltimo, agradecemos a la editorial Gredos la inclusin de esta obra en la serie Biblioteca Romnica Hispnica y a su directora, Pilar Garca Mouton, la ayuda que nos ha brindado en todo momento.

    Peter Koch y Wulf Oesterreicher Tubinga y Mnich, marzo de 2006

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    PREFACIO A LA EDICIN ALEMANA DE 1990

    La cuestin de la lengua hablada ha gozado tradicionalmente de gran popularidad en la Lingstica y en la Romanstica, en particular, contina siendo, asimismo, de suma actualidad. De hecho, ya se dispone de importantes trabajos sobre el espaol, el francs y el italiano hablado, que han dado como fruto abundantes materiales e interesantes resultados.

    Despus de habernos ocupado a fondo del tema en los ltimos aos en clases y publicaciones, nos pareci llegado el momento de aventurar una sntesis para las tres lenguas mencionadas. Una presentacin de este tipo era y es deseable por mltiples razones. Se trata de un tema, por sobrados motivos, absolutamente central para la docencia universitaria de estas tres lenguas. Adems, la consideracin conjunta de tres lenguas tan estrechamente emparentadas y aun as distintas proporciona la inapreciable ventaja de una comprensin en profundidad de las respectivas lenguas individuales en una perspectiva sincrnica, pero tambin histrica. Era preciso, finalmente, documentar amplia y uniformemente los fenmenos del espaol, el francs y el italiano hablado, con ayuda de material lingstico autntico para su interpretacin.

    Nuestra presentacin no se detiene, sin embargo, en un inventario emprico de los fenmenos lingsticos, sino que pretende ubicarlos en el marco de una concepcin global de la oralidad y la escrituralidad tericamente fundamentada. Rogamos al lector que acometa para ello el esfuerzo requerido por los inevitables neologismos conceptuales y terminolgicos.

    Este libro es el resultado de una labor de colaboracin que ha constituido un placer para ambos autores. En su realizacin se ha puesto en prctica un tipo especial de cooperacin, de forma que la discusin de cada detalle e incluso la formulacin de cada palabra se han llevado a cabo de forma conjunta.

    A nuestros lectores y lectoras nos gustara pedirles que nos hagan llegar posibles crticas y sugerencias.

    Hacemos constar nuestro profundo agradecimiento a nuestros informantes Gilles Buscot, Mercedes Figueras, Daniel Pirazzini, Carmen Rodrguez de Gauger, Jean Savarit, Romilda Scaldaferri, Alberto Tettamanti, Amador Vega i Esquerra, a los amigos que han realizado una lectura crtica, Eugen Bader, Hans Martin Gauger, Thomas Krefeld, Bettina Reccius, Theresia Saame, Martje Saxen-Hansen, Kekke Schmidt, Achim Steiger y Judith Zimpelmann, as como, por la ayuda en la elaboracin del manuscrito, a Batrice Jurick, Theresia Saame, Gnay Sar y Raymund Wilhelm. A un agradecimiento especial estamos obligados con Thomas Koch por la excelente mise en page. A los editores Gustav Ineichen y Bernd Kielhfer les agradecemos su disposicin a aceptar el libro en la serie Romanistische Arbeitshefte a pesar de su extensin. Recordamos con gratitud la colaboracin con Manfred Korn-Weller de la editorial Max Niemeyer, que falleci a causa de un accidente a principios de septiembre de 1989.

    Friburgo y Maguncia, octubre de 1989

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    INTERPRETACIN DE LOS SMBOLOS Y ABREVIATURAS

    al. alemn esp. espaol esp. ant. espaol antiguo fr. francs fr. ant. francs antiguo fr. mod. francs moderno it. italiano it. ant. italiano antiguo lat. latn

    Act. activo Fem. femenino Ind. indicativo Masc. masculino Pers. persona Pl. plural Pres. presente Sg. singular

    > se convierte en la diacrona en < procede diacrnicamente de / / transcripcin fonolgica [ ] transcripcin fontica < > grafa

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    CAPTULO 1 INTRODUCCIN E INDICACIONES DE USO

    Quien desee recabar informacin sobre el espaol, el francs y el italiano hablado puede recurrir a un nmero considerable de trabajos, entre los que ocupan un lugar destacado los dedicados al francs. El italiano, por su parte, ha ido ganando terreno sustancialmente en los ltimos aos y el espaol, sobre todo, en los aos noventa. Estos trabajos presentan los hechos ms importantes y ofrecen muchos puntos de vista sugerentes. La dificultad estriba, sin embargo, en que normalmente se limitan a acumular los hechos, en que la interpretacin de stos est, en parte, regida errneamente por una incursin terica insuficiente y en que distintas disciplinas lingsticas parciales se ocupan del objeto lengua hablada, sin tenerse en cuenta mutuamente. De este modo, el estatus terico lingstico de las ocurrencias individuales queda en vilo: Se trata de fenmenos que caracterizan la lengua hablada de todas las comunidades humanas? Se trata de elementos especficos de la variedad hablada de una determinada lengua en particular? Qu posicin ocupa la lengua hablada en relacin con otras variedades (dialecto, lengua regional, lengua popular, lengua coloquial)? La lengua hablada puede ser tambin escrita (y viceversa)?

    En lo que sigue, tales imprecisiones sern tratadas con ayuda de un modelo uniforme, fundamentado en una teora del lenguaje, que, junto con una terminologa coherente, desarrollamos en el CAPTULO 2. A travs de la aplicacin de este modelo se crea un marco de interpretacin para los problemas de la oralidad y la escrituralidad que permite responder de forma ms precisa a las cuestiones lingsticas arriba mencionadas, as como proyectar nueva luz sobre hechos conocidos, al tiempo que abrir a la investigacin nuevos mbitos fenomnicos. Dado que explcita y categricamente tratamos el problema de la lengua hablada como un problema de variacin, nos apartamos del enfoque usual, centrado mayoritariamente en la relacin entre fona y grafa, que est especialmente extendido en la descripcin del francs. (No se espere, por tanto, de nosotros, atencin sistemtica alguna a problemas ortogrficos).

    En el CAPTULO 3 proporcionamos, en primer lugar (3.1.), algunas indicaciones sumarias sobre la historia de la investigacin de la lengua hablada. No se trata en absoluto de un estado de la cuestin, sino exclusivamente de un breve recorrido crtico a travs de la historia de la reflexin lingstica sobre el trasfondo de las directrices desarrolladas en el captulo 2. A quien le urja la necesidad de material concreto del espaol, el francs y el italiano hablado puede saltarse el apartado 3.1. Sin embargo, s debera leerse, en cualquier caso, 3.2. Esta seccin contiene importante informacin sobre los corpus de lengua hablada autntica y sobre las convenciones de notacin a las que nos atenemos en el uso de los fragmentos de corpus empleados para la ejemplificacin en los captulos 4 y 5.

    El CAPTULO 4 documenta la gran atencin que prestamos precisamente a las caractersticas universales de la lengua hablada. Esta perspectiva logra establecer una conexin entre la lingstica de las variedades y la sociolingstica, por una parte, y, por otra, entre aqulla y disciplinas como el anlisis de la conversacin, la pragmtica, la lingstica textual y la psicolingstica, as como con la nueva discusin terica sobre oralidad y escrituralidad. Esperamos que se reconozca la posibilidad de trasladar los resultados de este captulo a otras lenguas y que se fomente su emulacin.

    Nuestro marco de interpretacin promueve tambin la integracin de cuestiones sincrnicas y diacrnicas, como queda patente en el CAPTULO 5. El hecho de que en el espacio lingstico que hemos considerado hayan coexistido desde la Antigedad variedades habladas y escritas nos permite incluir la historia de la lengua en nuestra problemtica y esbozar la evolucin de las relaciones entre la lengua hablada y la escrita en espaol, francs e italiano (5.1., 5.2., 5.4., 5.6.). Para cada una de nuestras tres lenguas es posible reconocer en qu medida la respectiva historia lingstica propia ha fraguado la fisonoma de la lengua hablada actual. La inconmensurabilidad de las caractersticas lingsticas idiomticas del espaol, el francs y el italiano actual, que es el resultado de las diferentes historias de cada lengua, se aprecia en los epgrafes 5.3., 5.5. y 5.7. En ellos se presentan siempre en relacin con el espacio variacional respectivo los fenmenos ms importantes del espaol, el francs y el italiano hablado, tanto en sentido estricto como amplio.

    El CAPTULO 6 contiene una sinopsis final.

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    INSTRUCCIONES DE USO

    1. Las referencias bibliogrficas, que en el cuerpo del texto aparecen como Sll, 1985: 114-117, se ofrecen completas en la Bibliografa final.

    2. En los captulos 4 y 5 los fenmenos lingsticos discutidos se ilustran con ayuda de fragmentos de corpus autnticos del espaol, el francs y el italiano hablado. Estos fragmentos se enumeran segn el esquema 1*E, 1*F, 1*I; las lneas se numeran con cifras en subndice 1,2,3 etc. (sobre la notacin en particular cf. 3.2.1.). Los fenmenos pertinentes para la discusin se resaltan en el respectivo fragmento de corpus en negrita. A los fenmenos restantes contenidos en un determinado fragmento de corpus, pero tratados en otro lugar, se remitir, tanto prospectiva como retrospectivamente, de la siguiente forma: 46*E,6, 34*E,4/6, etc.

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    CAPTULO 2 ORALIDAD Y ESCRITURALIDAD A LA LUZ DE LA TEORA DEL LENGUAJE

    2.1. ORALIDAD Y ESCRITURALIDAD: CONCEPCIN Y MEDIO

    Para el nefito, pero tambin a menudo en la propia ciencia lingstica, los trminos hablado / oral y escrito / escritural designan en primera instancia la realizacin material de expresiones lingsticas, es decir, el hecho de que stas se manifiesten, bien en la forma de sonidos (fnica), bien en la forma de signos escritos (grfica). Sin embargo, por mucho que la justificacin de esta diferenciacin sea evidente, por s misma no da cuenta de la compleja problemtica de la oralidad / escrituralidad. Todos conocemos expresiones realizadas fnicamente, cuya configuracin lingstica apenas se corresponde con nuestra intuicin de la oralidad (por ejemplo, oraciones fnebres, explicaciones durante una visita guiada por un castillo o un pregn de fiestas). Por otra parte, tambin hay expresiones realizadas grficamente que difcilmente coinciden con nuestra idea de escrituralidad (por ejemplo, notas o apuntes de clase, los bocadillos de los cmics o una carta privada).

    Estas contradicciones, que evidentemente ya haban llamado anteriormente la atencin a los lingistas, fueron suprimidas por Ludwig Sll en 1974 mediante una puntualizacin conceptual y terminolgica (Sll, 19853: 17-25). Sll diferencia, como se muestra en la figura 1, dos aspectos del problema: por una parte el MEDIO de la realizacin (FNICO / GRFICO) y, por otra parte, la CONCEPCIN (HABLADA / ESCRITA), que concierne a la configuracin lingstica de la expresin (por ej., planificacin sintctica, coherencia textual, variedades empleadas, etc.). Las cuatro posibilidades lgicas que resultan de esta doble diferenciacin se ilustran aqu con un ejemplo sencillo para cada una de nuestras tres lenguas:

    CONCEPCIN hablada escrita

    cdigo grfico esp. decirme la verdad! fr. faut pas le dire it. lui non ce l'aveva

    esp. decidme la verdad! fr. il ne faut pas le dire it. egli non l'aveva MEDIO

    cdigo fnico esp. [de'irmelaer'a] fr. [fopal'di:R] it. ['luinontela've:va]

    esp. [de'imelaer'a] fr. [ilnefopale'di:R] it. ['einonla've:va]

    Figura 1: Oralidad y escrituralidad concepcional y medial

    Un punto importantsimo, que necesita ser aclarado en relacin con la figura 1, es el hecho de que la lnea divisoria continua entre el medio fnico y grfico representa una disyuncin, es decir, una DICOTOMA estricta. La lnea divisoria discontinua indica, por el contrario, que la relacin entre lo hablado y lo escrito slo puede ser concebida como un CONTINUO entre las manifestaciones extremas de la concepcin (cf. 2.3. y la figura 2).

    Naturalmente, con este esquema cuatripartito (fig. 1) no se postula en absoluto la plena equivalencia de las cuatro posibilidades que ofrece la combinacin de medio y concepcin. Obviamente, son indiscutibles las afinidades, es decir, las relaciones de preferencia, que se dan, respectivamente, entre hablado y fnico, por una parte (por ej., una conversacin confidencial), as como entre escrito y grfico (por ej., un artculo periodstico), por otra. No obstante, existen asimismo, como es evidente, las combinaciones escrito + fnico (por ej., un pregn de fiestas) y hablado + grfico (por ej., una carta privada). De hecho, el principio imperante es que todas las formas de expresin, con independencia de su concepcin, pueden ser transferidas desde su realizacin medial tpica al otro medio1. De este modo, pongamos por caso, un artculo periodstico (escrito + grfico) puede ser tambin ledo en voz alta, e incluso una conversacin confidencial (hablado + fnico) puede quedar fijada por escrito. No hace falta extenderse en que tambin una carta privada (hablado + grfico) puede ser leda en voz alta, as como un pregn de fiestas (escrito + fnico) ser registrado grficamente.

    1 Cf. Lyons (1981: 11).

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    Ya en este punto hay que indicar que precisamente los tipos de combinacin ms corrientes entre medio y concepcin son, desde una perspectiva cultural e histrico-lingstica, altamente significativos. Adems, es necesario tener en cuenta tcnicas de comunicacin como dictar, levantar acta, leer en voz alta, etc., que comprenden un cambio de medio (cf. 5.1.2.).

    Dado que a nosotros nos interesan las diferencias entre la oralidad y la escrituralidad en espaol, francs e italiano, sobre todo desde el punto de vista de la variacin lingstica, en los captulos que siguen, los aspectos concepcionales de la oralidad y la escrituralidad son los que ocupan el primer plano. Sin embargo, en determinados momentos de la exposicin tambin sern importantes algunos problemas mediales.

    2.2. ASPECTOS UNIVERSALES E IDIOMTICOS DE LA LENGUA HABLADA

    En 2.1. hemos expuesto la diferenciacin entre los aspectos concepcional y medial de la oralidad y la escrituralidad con total independencia de las tres lenguas que vamos a considerar (los ejemplos de la figura 1 servan nicamente de ilustracin). Aunque el enfoque comparativo entre varias lenguas fomenta el examen de las caractersticas supraidiomticas de las realizaciones lingsticas orales y permite apreciar las diferentes manifestaciones histricas de la oralidad en las distintas lenguas individuales, todava necesitamos un aparato conceptual que nos permita determinar con mayor exactitud el ESTATUS TERICO de cada uno de los fenmenos de la oralidad concepcional y poner de relieve con mayor precisin su especificidad.

    Para ello partimos de la definicin del lenguaje humano (langage) de Eugenio Coseriu: El lenguaje es una actividad humana universal que se realiza individualmente, pero siempre segn tcnicas histricamente determinadas (lenguas) [...] En el lenguaje se pueden, por tanto, distinguir tres niveles: uno universal, otro histrico y otro individual (Coseriu, 1981a: 269 s.). De esta defini-cin, cuyas causas y consecuencias ha expuesto Coseriu de diferentes maneras, se sigue que lo lingstico puede ser considerado, fundamentalmente, en tres niveles2:

    a) El nivel UNIVERSAL concierne al HABLAR, que comprende las acciones generales, no especficamente histricas, de los sujetos hablantes, es decir, las operaciones lingsticas que consisten en referirse lingsticamente a algn objeto (referencializacin), en decir algo sobre ese objeto (predicacin), en situar espacio-temporalmente nuestros enunciados (orientacin dectica), en asumir y repartir papeles comunicativos, en insertar nuestros enunciados en contextos (contextualizacin; cf. 2.3.2.), en otorgar sentido a nuestros enunciados en el marco de objetivos o fines pragmticos (finalizacin), etc. (cf. el principio de 2.3.).

    b) El nivel HISTRICO comprende dos aspectos. En primer lugar y esto es lo prioritario para la cuestin que nos interesa en este libro estn las lenguas individuales como tcnicas histricas y sistemas de normas (cf. 2.4.3.), es decir, el latn, el espaol, el francs, el italiano, el alemn, el ingls, el turco, etc.; en este nivel se ubican tambin las diferentes variedades de estas lenguas histricas. Pero, en segundo lugar, hay que considerar tambin en este nivel las tradiciones discursivas3, independientes de las lenguas histricas particulares, y que, en principio, pueden ser puestas en prctica en diferentes comunidades lingsticas: gneros (adivinanza, cancin folclrica, novela, soneto, texto legal, ensayo, oracin fnebre, etc.), formas de interaccin conversacional (conversacin palaciega, confesin, informacin sobre una direccin, transaccin comercial, etc.), estilos (manierismo, conceptismo, genus humile / mediocre / sublime; trobar clus, dolce stil novo, etc.). Aunque las tradiciones discursivas no son cruciales para lo que se debate en este libro, orientado hacia la cuestin de las lenguas histricas, debemos tenerlas en cuenta, sin embargo, en relacin, sobre todo, con el perfil concepcional de los discursos y con su interaccin con la historia de las lenguas histricas particulares (cf. los captulos 5.2., 5.4. y 5.6.).

    2 Cf. Coseriu (1981a: captulo X, 269-286, 1981b: 7, 35-47). Sobre la relevancia de esta diferenciacin de niveles, cf.

    Oesterreicher (1988). 3 Sobre los conceptos tradicin textual o tradicin discursiva, cf. Schlieben-Lange (1983: 138-148), Koch (1997b) y

    Oesterreicher (1997b y 2002b).

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    c) El nivel INDIVIDUAL o ACTUAL concierne al DISCURSO como enunciacin particular y nica en el hic et nunc. Para la lingstica a diferencia, por ejemplo, de la teora de la literatura los fenmenos de este nivel solamente son relevantes en tanto que tales acontecimientos lingsticos singulares aportan el material para el descubrimiento de reglas y normas supraindividuales de los tipos esbozados en b); es justamente en este sentido que nuestros corpus representan discursos; cf. 3.2.). En cualquier caso, el nivel del discurso es, indudablemente, de importancia decisiva como punto de partida de todos los procesos del cambio lingstico.

    Sobre el trasfondo de este sistema terico lingstico queremos, a continuacin, esbozar, por una parte, las caractersticas universales de la oralidad y de la escrituralidad relevantes para el aspecto concepcional (2.3.). La manifestacin de las caractersticas UNIVERSALES de la oralidad en las tres lenguas que vamos a examinar ser tratada, posteriormente, en el captulo 4. Por otra parte, en 2.4. presentaremos los criterios para el anlisis de la oralidad y la escrituralidad desde una perspectiva histrico-idiomtica. Partiendo de esta base podremos exponer ms adelante, en el captulo 5, las caractersticas IDIOMTICAS del espaol hablado, el francs hablado y el italiano hablado actuales sobre un trasfondo diacrnico.

    2.3. CONDICIONES COMUNICATIVAS Y ESTRATEGIAS DE VERBALIZACIN EN LA LENGUA HABLADA FRENTE A LA ESCRITA

    Los aspectos universales de la oralidad y la escrituralidad concepcional no pueden ser entendidos de forma adecuada desde una perspectiva puramente inmanentista, puesto que estn relacionados ntimamente con circunstancias comunicativamente relevantes, pero EXTRAlingsticas.

    Tengamos presente, por un momento, las instancias y factores ms importantes de la comunicacin lingstica. Al menos dos participantes en la interaccin entablan un CONTACTO entre s, durante el cual en muchos casos de forma alternativa asumen los PAPELES COMUNICATIVOS de EMISOR y RECEPTOR. De este modo surge un mensaje, un DISCURSO o TEXTO, que se refiere a OBJETOS y CIRCUNSTANCIAS de la realidad extralingstica. La produccin del discurso o texto supone una difcil LABOR DE FORMULACIN, que se encuentra en una zona de tensin entre la LINEALIDAD de los signos lingsticos, las normas de la LENGUA HISTRICA PARTICULAR y la compleja realidad extralingstica MULTIDIMENSIONAL. Emisor y receptor estn envueltos en campos DECTICOS personales, espaciales y temporales, en determinados CONTEXTOS y en determinadas condiciones EMOCIONALES y SOCIALES.

    Es evidente que en todas estas instancias y factores de la comunicacin lingstica hay posibilidades de variacin. Esta variacin arroja una escala de condiciones de comunicacin en la que se basa el continuo concepcional entre la oralidad y la escrituralidad.

    2.3.1. CONDICIONES COMUNICATIVAS

    En nuestra opinin, en la caracterizacin de realizaciones lingsticas en el marco del continuo concepcional hablado / escrito, al menos los siguientes parmetros que se pueden establecer fcilmente a partir de las instancias y factores de la comunicacin lingstica antes mencionados desempean un papel importante4:

    a) grado de PUBLICIDAD, es decir, el carcter ms o menos pblico de la comunicacin, para el que son relevantes el NMERO DE INTERLOCUTORES (desde el dilogo entre dos hasta la comunicacin de masas), as como la existencia de pblico y sus dimensiones.

    b) grado de FAMILIARIDAD ENTRE LOS INTERLOCUTORES, que depende de la experiencia comunicativa conjunta previa, del conocimiento compartido, del grado de institucionalizacin de la comunicacin, etc.

    4 Cf., por ejemplo, Steger et al. (1974: 76-95), Lorenzo (1980: 39 ss.), Koch / Oesterreicher (1985: 19-23, 2001: 586 s.),

    Biber (1988 y 1995), Raible (1994), Ehlich (1994), Briz (1996, 1998), Henne / Rehbock (2001: 32 ss.), Lpez Serena (2002 y 2005a), Koch (2005: 41-43, especialmente nota 3).

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    c) grado de IMPLICACIN EMOCIONAL, que puede estar regida por el interlocutor (afectividad) y/o por el objeto de la comunicacin (expresividad).

    d) grado de ANCLAJE de los actos comunicativos en la SITUACIN o en la ACCIN.

    e) CAMPO REFERENCIAL, para el que es decisiva la distancia de los objetos y personas referidas con respecto al origo (ego-hic-nunc) del hablante (cf. Bhler, 1965: 102 ss.).

    f) INMEDIATEZ FSICA DE LOS INTERLOCUTORES (comunicacin cara a cara) frente a la distancia fsica en sentido espacial y temporal.

    g) grado de COOPERACIN, que se mide de acuerdo con las posibilidades de intervencin de los receptores en la produccin del discurso.

    h) grado de DIALOGICIDAD, para el que, en primera instancia, son determinantes la posibilidad y la frecuencia de la asuncin espontnea del papel de emisor (en sentido amplio, se pueden adscribir a la dialogicidad fenmenos como las apelaciones al interlocutor; cf. tambin c y e).

    i) grado de ESPONTANEIDAD de la comunicacin.

    j) grado de FIJACIN TEMTICA.

    Evidentemente, todos los parmetros enumerados, excepto f, son, en s mismos, de naturaleza gradual. As, a, por ejemplo, comprende una escala entre la privacidad y el carcter totalmente pblico de la comunicacin; mientras que b comprende una graduacin que va desde una gran familiaridad entre los interlocutores hasta el total desconocimiento de stos entre s, etc. Cualquier forma de comunicacin imaginable est necesariamente caracterizada por un haz de valores paramtricos de estas condiciones comunicativas concretas, que pueden ser descritas con ayuda de los parmetros mencionados. As, se pueden nombrar, por ejemplo, para una carta privada prototpica, los siguientes valores paramtricos:

    a) privacidad, b) familiaridad entre los interlocutores; c) implicacin emocional relativamente fuerte; d) ausencia de anclaje en la situacin, quiz un anclaje limitado en la accin; e) imposibilidad, en principio, de dexis centrada en el origo del hablante; f) distancia fsica; g) imposibilidad de cooperacin en la produccin; h) dialogicidad estrictamente regulada (intercambio de correspondencia); i) espontaneidad relativa; j) desarrollo temtico libre.

    Esto se puede reflejar grficamente de la siguiente forma:

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    inmediatez distancia a) b) c) d) e) f) g) h) i) j)

    Figura 2: Valores paramtricos comunicativos de la carta privada

    Para un sermn, por el contrario, valdran los siguientes valores paramtricos:

    a) carcter pblico; b) ningn desconocimiento absoluto; c) componentes emocionales claros; d) escaso anclaje en la situacin o en la accin; e) nfima referencializacin con respecto al origo del hablante; f) inmediatez fsica; g) ninguna posibilidad de cooperacin en la produccin; h) monologicidad; i) espontaneidad reducida; j) alto grado de fijacin temtica.

    El esquema grfico correspondiente sera:

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    inmediatez distancia a) b) c) d) e) f) g) h) i) j)

    Figura 3: Valores paramtricos comunicativos del sermn

    Como tercer ejemplo, veamos an, sin comentarlo, la tradicin discursiva de la entrevista personal:

    inmediatez distancia a) b) c) d) e) f) g) h) i) j)

    Figura 4: Valores paramtricos comunicativos de la entrevista personal

    De acuerdo con estos criterios, se puede determinar un gran nmero de formas de comunicacin, que se definen por diferentes combinaciones de los valores paramtricos de las condiciones comunicativas a a j y que establecen un continuo hablado / escrito entre dos polos. Uno

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    de los polos rene las condiciones comunicativas privacidad, familiaridad, fuerte implicacin emocional, anclaje en la situacin y accin comunicativas, referencializacin con respecto al origo del hablante, inmediatez fsica, mxima cooperacin en la produccin, alto grado de dialogicidad, libertad temtica y espontaneidad mxima. El otro polo rene las condiciones carcter pblico, desconocimiento, falta de implicacin emocional, desligamiento de la situacin y la accin comunicativas, imposibilidad de deixis referida al origo del hablante, distancia fsica, ausencia de cooperacin en la produccin, monologicidad, fijacin temtica y mxima reflexividad.

    Despus de haber hablado anteriormente en un sentido muy concreto de inmediatez y distancia fsica (parmetro f), es posible ampliar metafricamente la extensin de este trmino y hablar tambin de inmediatez y distancia social (cf. los parmetros a-d, g y h) o de inmediatez y distancia referencial (parmetro e). Es ms, nos parece esclarecedor concebir el conjunto de las condiciones comunicativas que resultan de los parmetros enumerados, as como su combinacin y ponderacin, con ayuda de los conceptos de INMEDIATEZ y DISTANCIA COMUNICATIVA5.

    Se puede decir, por tanto, que los dos polos extremos del continuo hablado / escrito delineados anteriormente se corresponden con formas de comunicacin que encarnan, en todos los parmetros, en un caso, la mxima inmediatez comunicativa (hablado) y, en el otro, la mxima distancia comunicativa (escrito). En el espacio multidimensional que delimitan ambas formas extremas de la comunicacin lingstica se pueden ubicar todas las posibilidades concepcionales entre la oralidad y la escrituralidad. Este continuo entre distancia e inmediatez est representado grficamente ms abajo, en la figura 5. Los parmetros y condiciones comunicativas constituyen el marco de las posibilidades de variacin en el nivel del hablar en el sentido sealado en 2.2., que se encuentran por encima de cualquier concrecin histrico-idiomtica. El sujeto hablante reacciona ante estas condiciones universales variables con estrategias de verbalizacin asimismo universales, de las que nos ocuparemos a continuacin.

    2.3.2. ESTRATEGIAS DE VERBALIZACIN

    Mientras que el apartado anterior trataba de las condiciones extralingsticas que rigen la concepcin de los actos comunicativos lingsticos, ahora queremos atender a los aspectos concepcionalmente relevantes de esos actos comunicativos (resumidos asimismo en la figura 5). Tampoco aqu cabe considerar nicamente hechos exclusivamente lingsticos, ya que la comunicacin lingstica indiferentemente de su concepcin tiene lugar siempre en estrecha dependencia de contextos no lingsticos.

    Un primer aspecto en que se diferencian las estrategias de verbalizacin de la inmediatez y de la distancia comunicativas tiene que ver, justamente, con la medida en que los enunciados lingsticos discursos inmediatos o distantes estn anclados en diferentes tipos de contexto. A este respecto, hay que diferenciar, al menos, entre las siguientes CLASES DE CONTEXTOS6:

    1) contexto situacional: personas, objetos y acciones o estados de cosas perceptibles en la situacin de comunicacin;

    2) contexto cognitivo: (a) por una parte, un contexto cognitivo individual (vivencias comunes de los

    interlocutores, conocimiento mutuo del uno sobre el otro, etc.); (b) por otra parte, un contexto cognitivo general, que abarca el conjunto de

    conocimientos humanos, bien sean socioculturalmente especficos o de carcter universal (hechos culturales, valores, etc.; relaciones lgicas, leyes fsicas y biolgicas, etc.);

    3) contexto comunicativo lingstico: enunciados y partes de enunciados anteriores o posteriores al enunciado en cuestin (tambin llamado co-texto);

    4) otros contextos comunicativos: (a) contexto comunicativo paralingstico: fenmenos de entonacin, rapidez

    locutiva, intensidad del sonido, etc. (b) contexto comunicativo no lingstico: gestos y mmica concomitantes, etc.

    5 Cf. al respecto Koch / Oesterreicher (1985) y Koch (1990).

    6 Cf. sobre todo Coseriu (1955 / 56).

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    El contexto lingstico como, en general, todo lo lingstico, se caracteriza por su carcter DIGITAL, es decir, por el hecho de contribuir a la comunicacin con ayuda de unidades discretas claramente identificables. Por el contrario, todas las otras clases de contextos mencionadas manifiestan un carcter global o ANALGICO, es decir, continuo7.

    Se reconoce claramente que en la comunicacin inmediata, en principio, todos los tipos de contexto mencionados pueden entrar en accin, mientras que en la comunicacin distante hay que contar, por lo general, con restricciones, que conciernen, sobre todo, a los contextos analgicos. As, por ejemplo, en una situacin de distancia fsica entre los interlocutores y de escaso anclaje del discurso en la situacin o en la accin comunicativas, no se puede recurrir ni al contexto situacional (1) ni a los contextos paralingstico o extralingstico (4a, 4b). Lgicamente, en casos de desconocimiento total entre los interlocutores, queda tambin descartado el concurso del contexto cognitivo individual (2a). De esto se sigue, ineludiblemente, que en la distancia comunicativa extrema esta falta de contexto slo puede ser compensada mediante una participacin reforzada del contexto lingstico (3), es decir, mediante la transformacin de informacin contextual en co-texto. En la inmediatez comunicativa extrema, por el contrario, precisamente el co-texto lingstico pasa a segundo trmino. En lo tocante al contexto cognitivo general (el saber que pertenece al universo discursivo respectivo), ste constituye y este aspecto pasa inadvertido con demasiada frecuencia, en todas las formas de comunicacin del continuo entre inmediatez y distancia, un componente analgico imprescindible.

    Tras esta primera mirada a los contextos, en lo que sigue nos ocupamos de las caractersticas concepcionalmente relevantes de los propios enunciados lingsticos.

    Mientras que los enunciados de la distancia comunicativa manifiestan un alto GRADO DE PLANIFICACIN y son considerados, por tanto, como elaborados, todas las condiciones comunicativas de la inmediatez (aunque no la inmediatez fsica!), favorecen o incluso, podramos decir, imponen, en la formulacin de los enunciados, un grado de planificacin muy escaso en comparacin con aqul (cf. especialmente 1*E*F*I; 29*I; 30*F; 31*E; 31*E*F*I; 33*E*F*I).

    De este ESCASO GRADO DE PLANIFICACIN se siguen otras caractersticas del discurso propio de la oralidad concepcional como, por ejemplo, su CARCTER EFMERO y de construccin en marcha o en proceso. Esto conduce, por una parte, a una verbalizacin parca, moderada o parsimoniosa, podramos decir, y, por otra parte, a una configuracin formal del discurso frecuentemente EXTENSIVA, lineal y AGREGATIVA (enunciados incompletos, parataxis, etc.). Por este motivo, en la inmediatez comunicativa se da, comparativamente, una MENOR DENSIDAD informativa del discurso. Con ella contrastan la alta densidad y la rpida progresin informativas que propician las condiciones de la distancia comunicativa, en la que una verbalizacin intensiva y compacta da como resultado un alto grado de integracin y complejidad de las unidades lingsticas. No es sorprendente, por tanto, que precisamente los discursos as construidos sean considerados, atendiendo a su carcter definitivo y reificado, como prototipo de texto. Por ello, en lo sucesivo, empleamos el trmino texto nicamente en el sentido de discurso de la distancia.

    El ltimo aspecto mencionado resulta til para comprender las afinidades que existen, por una parte, entre el medio grfico ya de por s materialmente reificador y la escrituralidad concepcional (distancia comunicativa) y, por otra parte, entre el medio fnico que materialmente propicia lo pasajero y la oralidad concepcional (inmediatez comunicativa). Estas afinidades quedan expresadas en la siguiente figura, que resume los resultados de 2.3. mediante la representacin grfica de las dos mitades de la dicotoma medial en forma de tringulos:

    7 Cf. Watzlawick et al. (1967).

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  • 17

    Figura 5: Medio y concepcin el continuo entre inmediatez y distancia comunicativa y el perfil concepcional de algunas formas comunicativas

    inmediatez comunicativa

    distancia comunicativa

    grfico

    fnico

    Condiciones comunicativas comunicacin privada familiaridad emocionalidad anclaje en la situacin y accin comunicativas posible referencializacin desde el aqu y ahora del hablante inmediatez fsica fuerte cooperacin carcter dialgico espontaneidad libertad temtica

    etc.

    Condiciones comunicativas comunicacin pblica desconocimiento ninguna emocionalidad independencia de la

    situacin y accin comunicativas

    imposible referencializacin desde el aqu y ahora del hablante

    distancia fsica dbil cooperacin carcter monolgico reflexin fijacin temtica

    etc.

    Estrategias de verbalizacin contextualizacin extralin-gstica,

    gestual, mmica, etc. escasa planificacin carcter efmero estructuracin agregativa

    etc.

    Estrategias de verbalizacin contextualizacin

    lingstica escasa planificacin carcter definitivo estructuracin integrativa

    etc.

    I II IV VI VII

    III V VIII IX

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    En las figuras 2, 3 y 4 hemos ofrecido, a modo de ejemplo, la caracterizacin interna de determinadas formas de comunicacin y tradiciones discursivas, de acuerdo con los parmetros comunicativos y concepcionales. De forma complementaria, la figura 5 muestra, desde un enfoque global que abarca tanto el medio como la concepcin esto es, desde una perspectiva externa, la ubicacin relativa de diferentes formas de comunicacin y tradiciones discursivas en el continuo entre inmediatez y distancia comunicativas. Se trata, concretamente, de una conversacin familiar (I), una conversacin telefnica privada (II), una carta privada (III), una entrevista de trabajo (IV), la versin impresa de una entrevista periodstica (V), un sermn (VI), una conferencia cientfica (VII), un artculo editorial (VIII) y un texto jurdico (IX).

    2.4. VARIEDADES IDIOMTICAS Y LENGUA HABLADA

    En 2.3.2. hemos concebido la variacin lingstica en el nivel universal como un continuo entre los polos del hablar inmediato y el hablar distante. Una variacin concepcional semejante existe, naturalmente, en todos los niveles del lenguaje mencionados en 2.2. Por esta razn, paralelamente al continuo entre HABLAR INMEDIATO y HABLAR DISTANTE, el continuo HABLADO / ESCRITO se puede designar, en el nivel histrico de las lenguas particulares (idiomas), como continuo entre LENGUA INMEDIATA y LENGUA DISTANTE; en el nivel histrico de las tradiciones discursivas, como continuo entre TRADICIN DISCURSIVA INMEDIATA y TRADICIN DISCURSIVA DISTANTE; y, finalmente, en el nivel actual, como continuo entre DISCURSO INMEDIATO y DISCURSO DISTANTE8. Tradicionalmente, los problemas de la oralidad y la escrituralidad concepcionales se han tratado exclusivamente en el nivel histrico-idiomtico. Hasta ahora hemos mostrado la importancia crucial del nivel universal para esta cuestin. Pero en lo sucesivo es tambin indispensable ocuparse de la lengua de la inmediatez y de la distancia comunicativa en el nivel histrico-idiomtico, lo que implica la consideracin de su relacin con el diasistema variacional.

    2.4.1. HISTORICIDAD Y VARIACIN LINGSTICA

    Podemos partir del hecho de que lo lingstico siempre se manifiesta necesariamente en la forma de lenguas histricas, lo cual junto al fenmeno del cambio lingstico puede ser considerado como la expresin ms clara de la historicidad del lenguaje humano (langage). La historicidad del lenguaje presenta dos aspectos estrechamente relacionados9. Desde una perspectiva externa, se constata la DIVERSIDAD lingstica entre las diferentes lenguas histricas (por ejemplo espaol frente a francs, italiano, rumano, fins, swajili, etc.). Desde una perspectiva interna, nos topamos con el hecho de la VARIACIN lingstica intraidiomtica (por ejemplo, dialectos, sociolectos, tecnolectos, estilos, etc.). En general, se distinguen tres dimensiones de la variacin lingstica intraidiomtica10 :

    La variacin DIATPICA se refiere a las diferencias desde el punto de vista espacial (por ejemplo, en espaol: leons, andaluz, extremeo, etc.; en francs: picard, poitevin, qubcois, etc.; y en italiano: piemontese, toscano, lucano, etc.).

    La variacin DIASTRTICA concierne a las diferencias que se corresponden con la pertenencia a grupos y estratos sociales (por ejemplo, en espaol: el cal, etc.; en francs: argots, etc.; y en italiano: italiano popolare, etc.).

    La variacin DIAFSICA, finalmente, tiene que ver con los llamados estilos de lengua, que se adecuan a situaciones comunicativas determinadas (por ejemplo, en espaol: espaol literario, coloquial, etc.; en francs: franais littraire, familier, etc.; y en italiano: italiano letterario, familiare, etc.).

    La suma de las variedades diatpicas, diastrticas y diafsicas de una lengua histrica da lugar a un sistema estructurado de tradiciones y normas lingsticas, un DIASISTEMA. La acuacin histrica

    8 Cf. Oesterreicher (1988: 370-380), Koch (1990).

    9 Cf., sobre todo, Oesterreicher (2006a), tambin (1983: 173).

    10 Cf. Coseriu (1980: 49-52). Sobre el problema del concepto lengua coloquial, cf. Holtus / Radtke (1984b).

  • 19

    especfica del sistema de variedades de una lengua histrica particular se denomina tambin ARQUITECTURA.

    2.4.2. CUATRO DIMENSIONES DE LA VARIACIN LINGSTICA

    En la diasistemtica esbozada se echa de menos la diferenciacin entre oralidad y escrituralidad, que, en nuestra opinin, es fundamental para una modelacin adecuada del espacio variacional idiomtico de una lengua histrica. Fenmenos autnomos de una dimensin variacional hablado / escrito se encuentran en todos los dominios que tienen que ver con hechos lingsticos que no estn determinados ni diatpica, ni diastrtica, ni diafsicamente. As, sera errneo, en nuestras tres lenguas, atribuir a las oraciones segmentadas (por ejemplo esp. No lo he ledo, el libro; fr. Je ne lai pas lu, le livre; it. Non lho letto, il libro) alguna de las tres marcas diasistemticas mencionadas. Se trata ms bien de una manifestacin calificable simplemente de hablada, que no est motivada por nada ms que por las condiciones comunicativas de la inmediatez (cf. 2.3.1. y 4.3.4.) y no corresponde a una regla de construccin de la tcnica idiomtica que llamamos espaol, francs o italiano.

    En una consideracin ms profunda, la manifestacin histrico-idiomtica del continuo entre inmediatez y distancia comunicativa (lengua inmediata / lengua distante) se revela como constituyente central del diasistema variacional. Como veremos, este continuo proporciona incluso el principio de acuerdo con el cual est estructurado todo el espacio variacional de una lengua histrica. Las conexiones que vamos a discutir a continuacin se representan grficamente ms abajo en la figura 6.

    Las investigaciones desarrolladas hasta la fecha sobre las tres variedades diasistemticas mencionadas han mostrado una y otra vez que las diferencias diatpicas, diastrticas y diafsicas no coexisten de forma completamente inconexa dentro de una lengua histrica. A este respecto, es importante reconocer que entre las diferentes dimensiones de la variacin lingstica se establecen relaciones en una direccin fija determinada, de tal modo que, en la sincrona, lo diatpico puede funcionar como diastrtico y lo diastrtico como diafsico, pero no a la inversa11. As, una expresin dialectalmente muy marcada de un hablante puede ser calificada como diastrticamente baja. Al mismo tiempo, una expresin que en s est marcada como diastrticamente baja puede ser empleada por hablantes de procedencia social muy diversa en una situacin relajada e informal (diafsicamente baja). De ahora en adelante nos referiremos a este mecanismo puramente sincrnico con el trmino CADENA VARIACIONAL.

    En vista de lo expuesto, llama la atencin el hecho de que en la lingstica variacional muy rara vez se reconozca una dimensin propia diferenciada HABLADO / ESCRITO12. Esta dimensin variacional, que es expresin directa del continuo universal entre inmediatez y distancia comunicativa, se revela, sin embargo, justamente como la verdaderamente central, ya que comprende todos los hechos lingsticos histrico-idiomticos que resultan de las condiciones comunicativas y estrategias de verbalizacin no especficamente idiomticas ilustradas en 2.3. (1a en la figura 6): una construccin lineal, ms simple, frente a una construccin jerrquica y ms estructurada del discurso; sintaxis parcelada frente a sintaxis compleja; vocabulario vago frente a vocabulario preciso, etc. Los fenmenos de esta naturaleza sern tratados por extenso en el captulo 4.

    Junto a tales caractersticas universales de la lengua hablada frente a la escrita, la dimensin variacional 1 tambin abarca hechos histrico-idiomticos, cuyas condiciones de uso no se pueden comprender ni explicar como se suele intentar hacer en el marco de la diafasia. Se trata de hechos que no se pueden caracterizar de otra forma que con los trminos hablado / escrito o inmediatez / distancia (1b en la figura 6; cf. los ejemplos de la figura 1). Fenmenos de esta clase se tratan en los apartados 5.3.3., 5.5.3. y 5.7.3.

    La posicin central de la dimensin variacional 1 (hablado / escrito) salta a la vista en la medida en que, como verdadero punto final de la cadena variacional, admite elementos de cualquiera de las otras tres dimensiones (cf. 5.3.1., 5.3.2., 5.5.1., 5.5.2., 5.7.1. y 5.7.2.)13. Su importancia resulta tambin evidente por el hecho de que, a consecuencia de lo anterior, las otras tres dimensiones

    11 Cf. Coseriu (1980: 50 s.).

    12 Cf., por ejemplo, Steger (1987).

    13 Cf. tambin Berruto (1993a: 10 s.).

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    diasistemticas orientan su escala de marcas internas de acuerdo con el continuo entre inmediatez y distancia comunicativa. De este modo, podemos hablar, por una parte, de LENGUA HABLADA en sentido ESTRICTO (parte izquierda de la dimensin 1 en la figura 6) y, por otra parte, de lengua hablada en sentido AMPLIO (parte izquierda de las dimensiones 1, 2, 3 y 4 en la figura 6. En lo sucesivo, hablaremos, a este ltimo respecto, de MBITO DE LA INMEDIATEZ COMUNICATIVA)14.

    universal- esencial inmediatez

    1a distancia

    no

    ESTATUS

    inmediatez 1b

    distancia marcado

    idiomtico-

    bajo 2

    diafsicamente alto

    MARCA DIASISTE-MTICA

    contingente (histrico) bajo

    2 diafsicamente alto

    marcado

    fuerte 2

    diatpicamente dbil

    Figura 6: El espacio variacional histrico-idiomtico entre inmediatez y distancia comunicativa

    Claro que este modelo no muestra an de qu manera nuestras tres lenguas revisten cada una por su parte este espacio variacional, ni cmo, ni en qu medida explotan las diferentes dimensiones. Adems, habra que tener en cuenta las complicaciones que representan las lenguas pluricntricas (para todo ello, cf. el captulo 5, especialmente 5.2. y 5.4., as como la figura 7 en 5.8.).

    2.4.3. ORALIDAD Y ESCRITURALIDAD, VARIACIN LINGSTICA Y NORMA

    Cuando se habla de variedades lingsticas, siempre se tropieza, ineludiblemente, con el concepto de norma lingstica. Sobre este problema ofreceremos ms adelante, al final de nuestras consideraciones tericas, algunos breves apuntes.

    En la lingstica, la diferenciacin entre NORMA DESCRIPTIVA y NORMA PRESCRIPTIVA ha demostrado ser fructfera e importante15. Sobre este trasfondo podemos adscribir cada una de las variedades de las cuatro dimensiones de la variacin que hemos considerado en 2.4.2. a una norma descriptiva. Tambin el cal, el franais populaire o el dialetto lucano constituyen normas, en la medida en que en determinadas situaciones comunicativas son esperadas de forma recproca por determinados hablantes y oyentes y, consecuentemente, realizadas (expectativas sobre expectativas). Conforme a esto, cada lengua constituye un sistema de normas complejo e histricamente variable, con una vigencia limitada.

    Contrariamente, la norma prescriptiva (o el estndar) es una especie de supranorma que se caracteriza principalmente por una exigencia de exclusividad y una alta estabilidad (conservadurismo). El cambio lingstico (cf. 2.4.2.) queda suspendido en cierta medida a travs de la codificacin y la intervencin y preservacin institucional. Por una parte, en cada lengua histrica usualmente slo una variedad asume el carcter modlico de la norma prescriptiva. Por otra parte, el cambio lingstico se ve retardado a causa de la codificacin. Con todo, cada norma prescriptiva no deja de ser, hasta el momento de su fijacin e imposicin, el resultado de determinados procesos

    14 Cf. Oesterreicher (1988, especialmente 376-378).

    15 Cf., por ejemplo, Mller (1985: 263-294), Koch (1988a: 327-333) y Settekorn (1988: 1-18, 29-37).

  • 21

    histricos que obedecen sobre todo a causas externas y transformaciones en el interior del sistema de normas descriptivas. Incluso despus de su fijacin, tampoco la norma prescriptiva queda al margen del cambio histrico.

    El continuo entre inmediatez y distancia comunicativa ofrece una excelente base de interpretacin para este proceso de normalizacin prescriptiva. De las condiciones comunicativas de la distancia (2.3.1.) surgen no slo determinadas estrategias supraidiomticas de verbalizacin (hablar distante, cf. 2.3.2.), sino tambin determinadas exigencias en el nivel histrico-idiomtico (lengua de la distancia), justamente en relacin con las variedades empleadas. De este modo, la comunicacin a travs de grandes espacios de tiempo (distancia temporal) requiere una considerable estabilidad de las reglas lingsticas. Un radio de comunicacin muy amplio (distancia espacial) y el carcter pblico de la comunicacin hacen deseable la utilizacin de una variedad lingstica diatpicamente neutra. La distancia fsica (espacial y temporal) y el desconocimiento de los interlocutores entre s comportan la obligacin de que el hablante se presente a s mismo exclusivamente con ayuda de medios lingsticos, de tal forma que se potencia el empleo de variedades diastrticas y diafsicas valoradas como prestigiosas. Estas exigencias se corresponden exactamente con las caractersticas de la norma prescriptiva (o estndar), que es, por tanto, en un cierto sentido, lengua distante por excelencia. A pesar de las diferencias de detalle entre las distintas lenguas, la norma prescriptiva es fcilmente localizable en la parte derecha del esquema en la figura 6. La gnesis histrica de las normas precriptivas de nuestras tres lenguas ser tratada en los captulos 5.2., 5.4. y 5.6.

    Al margen del descriptivo y del prescriptivo, debemos a Coseriu un tercer concepto de norma16. ste apunta en una direccin enteramente distinta a la de los otros dos conceptos de norma y no tiene ninguna relacin con la tensin entre inmediatez y distancia comunicativa. La norma en el sentido de Coseriu significa la realizacin normal de cualquier forma lingstica, en oposicin, por una parte, al habla, a la que pertenecen las caractersticas individuales nicas de una realizacin lingstica y, por otra parte, al sistema, entendido como el mbito reducido de lo que en una forma lingstica es funcionalmente relevante.

    Sin embargo, en determinados puntos de nuestra exposicin, esta diferencia entre las categoras funcionales del sistema y los hechos materiales, que slo pertenecen a la norma, ser de gran importancia para la evaluacin de las diferencias entre las variedades de las tres lenguas de las que nos ocupamos (cf. 4.6. y 5.8.).

    16 Cf., por ejemplo, Coseriu (1973). El concepto de norma en el sentido de Coseriu no se diferencia siempre con la suficiente

    claridad del concepto de norma descriptiva, lo cual es imprescindible (cf. Koch, 1988a: 333-336).