Qué Diferencias Hay Entre La Ley y La Gracia

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Conceptos generales para entender la Ley y la Gracia de Dios.

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Qu diferencias hay entre la ley y la gracia?porAlva J. McClainen> Preguntas y respuestas (19.8),> Preguntas y respuestas (9.2)

Qu diferencias hay entre la ley y la gracia?INTRODUCCINA pesar del prejuicio teolgico que ha existido en los estudiantes cuidadosos de lasEscrituras y de la historia eclesistica, siempre ha habido un acuerdo general que, si hay algntrmino sobresaliente que caracteriza a la cristiandad, es la palabra gracia. En muchas partesdel Nuevo Testamento, sta palabra casi ha llegado a ser sinnima de la cristiandad misma. As, Pablo en algunas de sus epstolas, se despide con bendiciones en las cuales menciona solamentea la gracia, con la implicacin que este trmino abarca todo en cuanto a la fe, y que si tenemosgracia, nada ms necesitamos.Tambin, segn el sentido de la palabra en su uso en el Nuevo Testamento, existeunanimidad. Gracia es el favor inmerecido de Dios en Cristo. La salvacin es por gracia, no esde nosotros, ni por obras, sino es don de Dios (Ef 2:8-9). As que, si la salvacin es por gracia,entonces, no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia (Ro 11:6).Mucho de la controversia que hay en la doctrina cristiana ha surgido en cuanto a qulugar tiene la ley en relacin al creyente salvado solo por gracia. Esta polmica sucedi en losdas de los apstoles, y ha sido la misma por todos los siglos en la historia de la iglesia. En elprimer concilio mencionado enHechos 15:5, 11fue el mismo tema bajo discusin. Tambin, fuela causa por la cual Pablo escribi su epstola ms penetrante, la carta a las Glatas. Esta ha sidouna batalla sin fin, y cada generacin en la iglesia de Dios tiene que enfrentarla por s misma.Diversas personas han deseado enfocar este punto, algunas por motivos buenos y otraspor malos. ltimamente maestros y escritores con buenas intenciones han elaborado este tema.Ellos han sido afligidos y estorbados por la falta de cristianos que vivan la clase de vida que laPalabra de Dios espera de los salvados por gracia. Debido a esta abrumante condicin de laiglesia, ellos proponen que regresemos a la ley. Sealan que hemos fallado por no imponer sobrelos miembros, las obligaciones de la ley moral.Para estas personas, el camino al xito, tanto en la vida cristiana como en la obra de laiglesia, se hallar en que los cristianos entiendan que todava estn bajo la ley moral de Dios. Essorprendente ver hasta qu punto esta opinin prevalece y es defendida.Aunque siempre he tenido opiniones muy firmes en cuanto a esta rea de la doctrinacristiana, la situacin de hoy en da me ha llevado a estudiar nuevamente el tema completo de laley en relacin con el creyente. Los resultados de este estudio estn presentados aqu con laesperanza que ambos, el escritor y el lector, puedan hallar el camino a la verdad revelado en lapalabra de Dios.Alva J. McClainObreroFiel.com- Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda. 2CAPITULO 1La Ley en el Nuevo Testamento1. La ley es la que fue escrita por Moiss, y por lo general, incluye todo el Pentateuco.EnGlatas 3:10el escritor la identifica como el libro de la ley. Nuestro Seor Jess habla dela ley o los profetas, sealndola como la parte del Antiguo Testamento contenida en losprimeros cinco libros, una divisin muy conocida en su tiempo (Mt 5:17). La mismaidentificacin aparece enLucas 24:44yHechos 28:23.Aunado a esto, cada uno de los cinco libros del Pentateuco est relacionado como unaporcin de la ley. En1 Corintios 14:34Pablo exhorta a las mujeres a que estn sujetas, comotambin la ley lo dice y sin duda, l se refiere aGnesis 3:16. Y citandoxodo 20:17, l lollama la ley (Ro 7:7). Jesucristo mismo dirige a un abogado al pasaje deLevtico 19:18indicando que fue escrito en la ley (Lc. 10:26-27). EnMateo 12:5nuevamente l cita un textodeNmeros 28:9-10y pregunta a los fariseos si no lo haban ledo en la ley. Por ltimo, endefensa del ministerio pagado, Pablo ocupa un pasaje deDeuteronomio 25:4declarando que estescrito en la ley de Moiss (1Co 9:9).Esta interpretacin no es una novedad. Archibald McCaig dice que en los Evangelios lapalabra ley siempre se refiere a la ley mosaica, y a veces quiere decir todo el Pentateuco. Encuanto a su relacin en las epstolas, McCaig escribe que, hablando generalmente, la palabracon o sin el artculo se usa con referencia a la ley de Moiss.1 Y Salmond razona que la ley(ho nomos) deEfesios 2:15se toma en su sentido completo, no solamente la ley ceremonialsino la ley de Moiss en su totalidad, segn el uso declarado de la frase.2Es verdad que en ocasiones parece que la ley se refiere a todo el Antiguo Testamento.CompareJuan 10:34conSalmos 82:6y1 Corintios 14:21conIsaas 28:11-12. Pero aun en esteuso singular hay que recordar que en su totalidad, las Escrituras del Antiguo Testamento dan porsentado la existencia de la ley; llaman a los hombres a que regresen a ella y amenazan a losdesobedientes con los castigos impuesto en la misma. As, la idea de una ley mosaica original,probablemente nunca est de todo ausente de tales textos.2. Esta ley es una una unidad indivisible. Aunque es verdad que en ella aparecen treselementos: moral, ceremonial y civil, es un error dividirla en tres leyes, o como se hace a veces,dividirla en dos: moral y ceremonial.Esto se ve claramente en las citas del Nuevo Testamento. Santiago declara quecualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos (Stg.2:10). Sobre la palabra todos en este texto, Oesterley escribe que en griego panton equivalea todos los preceptos de la Torah.3 El mismo punto de vista est expresado por el apstolPablo enGlatas 5:3y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que est obligado aguardar toda la ley. Y Cristo declara que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientosmuy pequeos, y as ensee a los hombres, muy pequeo ser llamado en el reino de los cielos(Mt 5:19). As, l apoya la unidad vital de la ley. Estos mandamientos muy pequeos a losque el Seor se refiere, son los proclamados en el Pentateuco, y no solamente los de la ley 3moral o a los pocos contenidos en el Sermn del Monte. Esto se muestra en el contexto deMateo 5:17, 18, que habla de la ley de Moiss y no puede uno equivocarse en identificarla.Algunos de los comentaristas ms competentes estn de acuerdo con este punto de vista.Meyer, escribiendo sobreMateo 5:17dice, En nomos es errneo pensar tan slo en la ley moral;y distinguir entre la ley ceremonial, civil y moral es de tiempos modernos.4 Peake declara, APablo esta distincin entre la ley moral y ceremonial no tena mrito.5 Godet expresa lo mismo,En general, la distincin entre los elementos ceremoniales y los morales de la ley es cosadesconocida a la mente del judo, quien la toma como una unidad divina.6 Por esto mismo, lexpone que Pablo mantuvo este punto de vista.En su artculo poderoso sobre la ley en el Nuevo Testamento, J. Denny expone un datointeresante. El dice que en el Nuevo Testamento siempre se halla la palabra ley en singular,con la nica excepcin deJeremas 31:33en la Versin de los Setenta y citado enHebreos 8:10y10:16. Otro comentarista declara, La ley de Dios . . . es el estilo de las Escrituras; el escritorclsico dira las leyes de Atenas o de Soln.7 As, esta forma casi invariable y singular, sealala unidad de la ley divina en contraste a las leyes meramente humanas.El pasaje enRomanos 2:15se pudiera citar como una excepcin al uso general de la leycomo la ley total de Dios. Aqu, Pablo habla de la obra de la ley escrita en sus corazones, estoes, de los gentiles. En este caso, no se limita la ley a su elemento moral? No lo creo. Elmero corazn de la ley ceremonial en el Antiguo Testamento eran los sacrificios, y el impulso aofrecerlos es cosa universal, cosa comn entre todas las gentes.3. Como parte integral esta ley nica de Dios incluye castigos apropiados para poner envigor sus demandas. No se puede separar la ley de Dios de sus castigos como algunos quierenhacer. Todos los que dependen de las obras de la ley estn bajo maldicin (G. 3:10). Laley produce ira (Ro 4:15). El apstol tambin refiere a la ley como el ministerio de muerte yel ministerio de condenacin (2Co 3:7, 9). Y otra vez la llama la ley del pecado y de lamuerte (Ro 8:2). Como dice el Obispo Moule, Es la ley divina . . . y por su santidad es laruina del pecador.8Que la ley no puede ser divorciada de su castigo apropiado es tambin el punto de vistaque tienen las grandes autoridades legales humanas. John Austin defini a la ley como cosa queincluye tres ideas esenciales mandato, obligacin y pena.9 Se relata que Daniel Webster dijo,Una ley sin castigo es simplemente un consejo bueno. En el estado de Indiana hubo unaleccin muy instructiva sobre este punto. Los legisladores establecieron una ley en contra deadelantar una hora a los relojes en el verano, pero no fijaron un castigo por la infraccin de estaley. As, los oficiales estatales dejaron sus relojes a tiempo estndar (para poner buen ejemplo)pero fueron al trabajo una hora ms temprano. Los dems trabajadores adelantaron sus relojes yse rieron de la ley. As, lleg la ley a traer burla sobre s misma.Quitar de la ley de Dios sus castigos divinos y todava llamarla ley es mal nombrarla.Hacerlo, slo confunde a las mentes de los hombres y finalmente lleva como toda ley, seahumana o divina, al desprecio o indiferencia. A fin de cuentas, tal procedimiento servir 4solamente a quitar de la cruz de Cristo su sentido ms profundo. La ley pierde su santidadabsoluta, el pecado pierde su demrito terrible y el Calvario pierde su gloria moral.4. En parte, el Sermn del Monte es una interpretacin de la misma ley mosaica, conreferencia especial a su sentido interno original. Esto se ve claramente en las palabras de nuestroSeor Jess enMateo 5:17-19. En el versculo 19 l declara que cualquiera que quebrante unode estos mandamientos muy pequeos, y as ensee a los hombres, muy pequeo ser llamado enel reino de los cielos. Estos mandamientos estn encerrados en la ley a que se refiere elversculo 17. Es la ley mosaica, y el versculo 18 afirma que ni una jota ni una tilde de ellapasar. Como Alford seala, Estos mandamientos muy pequeos se refieren a una jota y unatilde.10En el Sermn del Monte Jesucristo no est aboliendo la ley de Moiss y poniendo en sulugar otra ley de s mismo, como algunos sugieren superficialmente. Por el contrario, l estreafirmando, en palabras fuertes, la unidad e inviolabilidad de la ley mosaica. A veces se discuteque Cristo hizo ciertos cambios, por ejemplo, en el asunto del divorcio (vs. 31-32). Pero, comoel dador divino de la ley, l solamente anul ciertas concesiones que se haban puesto antes porla dureza del corazn humano (Mateo 19:8), concesiones que no estaban en armona con elsentido interno de la ley divina original. En su mente, esa ley estaba firme en cada jota y tilde.El quebrantar uno de estos mandamientos ms pequeos se condena en palabras inequvocas.Adems, si examinamos cuidadosamente el Sermn del Monte, veremos los treselementos de la ley mosaica. No hay duda que la ley moral est presente, porque la mayor partedel Sermn est dedicada a este tema. Pero, generalmente, no se reconoce que el elementoceremonial est tambin expuesto. Sin embargo,Mateo 5:23-24hablan del altar y de laofrenda que al altar trae el adorador. Esto expresa el lenguaje de sacrificio, hecho ms claro enalgunas versiones que dicen, Por tanto, si ests ofreciendo tu sacrificio sobre el altar (v. 23).H. A. W. Meyer lo traduce como sigue, Si t, entonces, ests casi para presentar tu sacrificio . ..11 Y Alford declara que todo el lenguaje es judaico y solamente se puede entender por mediode los ritos judaicos.12Tambin, es muy claro que el Sermn del Monte incluye el elemento civil de la leymosaica. EnMateo 5:21nuestro Seor habla de ciertos transgresores que son culpables dejuicio. El juicio al que se refiere es de los jueces y oficiales locales mencionados enDeuteronomio 16:18 y la frase culpable quiere decir legalmente responsable a . . .13 En elsiguiente versculo, Jesucristo dice que ciertos transgresores sern culpables ante el concilio.Sin duda alguna, el concilio hace alusin a la corte suprema del Sanedrn. Las cortes localesjudaicas tenan el poder para administrar la pena capital, pero el castigo especial de serapedreado quedaba en las manos del Sanedrn. Por consiguiente, estamos hablando aqu de lajurisprudencia civil judaica como se ve en la ley mosaica. VeaNmeros 11:16para el supuestoorigen del Sanedrn que estaba compuesto de 70 miembros. Adems, enMateo 5:35,encontramos la mencin de Jerusaln como la ciudad del gran Rey. Esto indica la sede centralde la autoridad civil en el reino teocrtico, la cual fue aquella ciudad en tiempos histricos, y loser en el futuro cuando se establezca el reino segn los profetas del Antiguo Testamento.5En el Sermn del Monte no solamente aparecen los tres elementos de la ley mosaica, sinotambin los castigos por desobedecerla. Bajo esta ley, la ley religiosa y la autoridad civil fueronuna sola cosa. No hubo una separacin entre lo religioso y el estado. Por esto, encontramostanto las sanciones temporales como las eternas entre los juicios de la ley. As, enMateo 5:25-26 leemos de la crcel y de la libertad del trasgresor cuando haya pagado el ltimo cuadrante queel juez haba impuesto como castigo. Pero, en los versculos 22, 29y 30 leemos que el Seoradvirti a los transgresores del castigo del infierno de fuego. Para encontrar la base de esteterrible castigo por la ira divina leaDeuteronomio 32:22.5. Bajo esta misma ley mosaica nuestro Seor Jess naci y a ella rindi la obedienciaexigida.a. Cristo naci bajo la ley. As leemos enGlatas 4:4, Dios envi a su Hijo, nacido demujer y nacido bajo la ley. En griego, la frase bajo la ley es exactamente la misma en Glatas5:18 donde se le dice al creyente no estis bajo la ley. El nio Jess fue circuncidado ypresentado a Dios formalmente en el templo judaico acompaado por el sacrificio del par detrtolas todo hecho conforme a la ley de Moiss (Lc. 2:21- 24). Y el versculo 39 declara quecumplieron con todo lo prescrito en la ley del Seor. Cuando Pablo escribe en cuanto alministerio terrenal a Israel, afirma que Jesucristo vino a ser siervo de la circuncisin paramostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres (Ro 15:8).b. Nuestro Seor obedeci la ley de Moiss. El no vino para destruirla sino parcumplirla (Mt 5:17). Cualquiera otra cosa que esta declaracin pudiera incluir, ciertamente esla obediencia. Cuando l fue al Jordn a ser bautizado, l call las protestas de Juan el Bautistaal decir, Deja ahora, porque as conviene que cumplamos toda justicia (Mt 3:15). La justiciaen esta frase es la que la ley peda. El bautismo de Juan fue a base del lavamiento con aguaexigido por la ley para el inmundo (Nm 19:19). La sumisin de nuestro Seor a este rito delavamiento no signific su propia necesidad de limpieza, sino su identificacin con su pueblopecaminoso. El record a Juan conviene que cumplamos, no slo l, sino los dos. Finalmente,su sumisin al bautismo de Juan no debe sorprendernos ms que su participacin en la pascua delos judos. Las dos cosas nos ensean de su identificacin con su pueblo y no de algunainmundicia en su vida.Por ltimo, al acercarse la hora de su muerte, l mand a sus discpulos preparadnos lapascua (Lc. 22:8) segn los requisitos de la ley mosaica. Cada detalle de la fiesta que venatena que ser cumplido. Si el pecado es infraccin de la ley tambin nos recuerda el mismopasaje que no hay pecado en l (1Jn 3:4-5).c. Cristo mand a otros a obedecer la ley de Moiss. El pasaje clsico esMateo 5:17-19,en el cual l exige obediencia, obediencia an en el ms pequeo de sus mandamientos. Estaincluy, en primer lugar, la sumisin al elemento moral indicado por el orden al joven rico aguardar los mandamientos refirindose a la segunda tabla de la ley (Mt 19:17-19).Tambin, Jesucristo pidi la obediencia a la ley ceremonial cuando dijo al leprososanado: mustrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que orden Moiss (Mt 8:4). Y luego enMateo 26:47-52tenemos el ejemplo de su sumisin a las autoridades civiles. Mand a Pedro a 6no oponrseles. Todo esto estuvo en completa armona con lo requerido por la ley mosaica, lacual exiga el respeto hacia el prncipe de tu pueblo (x 22:28).NOTAS1. Law, in the New Testament, International Standard Bible Encyclopaedia (Chicago:Howard-Severance, 1915), III, 1844, 1848.2. Stewart D. F. Salmond, Ephesians, The Expositors Greek Testament, ed. RobertsonNicoll (4th ed.; London: Hodder and Stoughton, 1917), III, 295.3. William O. E. Oesterley, James The Expositors Greek Testament, IV, 441.4. H. A. W. Meyer, Matthew, Commentary on the New Testament (New York: Funkand Wagnalls, 1884), I, 120.5. A. S. Peake, Colossians, The Expositors Greek Testament, III, 527.6. Frederic L. Godet, Commentary on St. Pauls Epistle to the Romans, rev. and ed.Talbot W. Chambers (2d.; New York: Funk and Wagnalls, 1892), p. 144.7. James Denny, Law (in New Testament), Dictionary of the Bible, ed. James Hastings(New York: Charles Scribners Sons, 1911), III, 73.8. Romans, The Cambridge Bible (London: Cambridge Press, 1911).9. Law, in the New Testament, International Standard Bible Encyclopaedia, III, 1844.10. Henry Alford, New Testament for English Readers (2d ed.; New York: Lee, Shepardand Dillingham, 1872), I, 29, v. 29.11. Meyer, op. cit., I, 128, v. 23.12. Alford, op. cit, I, 31, v. 24.13. Charles John Ellicott, Commentary on the Whole Bible (Grand Rapids: Zondervanreprint, 1954), VI, 25.0CAPITULO 2Cmo Pudiera la Ley Dar Vida Eterna1. Hipotticamente, la ley pudiera dar vida si los hombres la guardaran. Est escrito enLevtico 18:5, Por tanto, guardaris mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo elhombre, vivir en ellos. Yo Jehov. La misma idea se repite en Ezequiel, Y les di misestatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivir (Ez20:11, 13, 21). Sin discutir, nuestro Seor Jess tena en mente el mismo fundamento cuandodijo al joven rico, quien estaba buscando la vida eterna por medio de las obras, si quieres entraren la vida; guarda los mandamientos (Mt 19:17b). Y estos mandamientos se sacaron de la leymosaica. El apstol Pablo da un resumen, Porque de la justicia que es por la ley Moiss escribeas: El hombre que haga estas cosas, vivir por ellas (Ro 10:5).2. Pero la ley tena que ser perfectamente guardada. En primer lugar inclua la leycompleta: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de laley, para hacerlas (G. 3:10). Esta obediencia no poda fallar en ningn punto, aunque fuere tanpequeo, Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se haceculpable de todos (Stg. 2:10).Adems, la obediencia perfecta a la ley inclua tanto la actitud del corazn como laaccin, tanto el pensamiento como el hecho (Mt 5:28). Aqu, surge la cuestin, no hizo la leyprovisin por no guardarla? La respuesta es: S, en cierto sentido, por el rito de los sacrificiosde los animales. Pero, hay que recordar con mucho cuidado dos cosas: primero, la ms pequeainfraccin significaba que la ley haba sido quebrantada. Segundo, la sangre de los animalesjams quitara los pecados. Ciertamente, el sacrificio ordenado por la ley daba testimonio de unamanera de salvarse, pero sta estaba completamente afuera y separada de la ley (Ro 3:21).3. Ni un hombre (excepto Cristo) ha guardado la ley en su sentido completo. Se nos diceque, el pecado es infraccin de la ley y de Cristo, no hay pecado en l (1Jn 3:4-5). Pero encuanto a la humanidad es cierto que todos pecaron, y estn destituidos de la gloria de Dios (Ro3:23). Este es el testimonio de las Escrituras desde el Gnesis hasta el Apocalipsis.4. Realmente, entonces, la ley no puede salvar a ningn pecador. Sobre este punto eltestimonio de la Biblia es muy amplio y unido. Por las obras de la ley ningn ser humano serjustificado delante de l (Ro 3:20). Y que de todo aquello de que por la ley de Moiss nopudisteis ser justificados, en l es justificado todo aquel que cree (Hechos 13:39). Y que por laley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivir (G. 3:11).Tan importante es esta verdad, que el Espritu Santo la repite tres veces en solamente unversculo en Glatas. El hombre no es justificado por las obras de la ley . . . no por las obras dela ley, por cuanto por las obras de la ley nadie ser justificado (G. 2:16). La realidad de estehecho debe quedar muy claro a todos a travs del Calvario, pues si por la ley fuese la justicia,entonces por dems muri Cristo (G. 2:21).ObreroFiel.com- Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda. 1CAPITULO 3La Ley Es Incapaz de Salvar al Hombre1. No hay imperfeccin en la ley. Dice Salmo 19:7, La ley de Jehov es perfecta. Yno hay duda en cuanto a la identidad de esta ley. Es la muy conocida ley del AntiguoTestamento, la ley de Moiss. Llegando al Nuevo Testamento leemos que, la ley es buena (1Ti1:8), y otra vez, la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno (Ro 7:12).Aqu, debemos notar una verdad sobresaliente. El aprecio ms alto de la ley fue escrito por elapstol Pablo, quien, a la vez asegur que ella en ninguna manera pudo dar vida y salvacin a lospecadores. La debilidad no estaba en la ley.2. La debilidad fatal estaba en el hombre. Despus de declarar que la ley es santa, buenay aun espiritual, el apstol muestra en Romanos por qu no puede salvar al hombre. Yo soycarnal, dice, vendido al pecado (Ro 7:14). La debilidad est en uno mismo, no en la ley. Si laley aparece dbil porque no pudo salvar, la explicacin es que era dbil por la carne (Ro 8:3).Por eso el Hijo de Dios tuvo que venir a hacer lo que era imposible para la ley (Ro 8:3). Elescritor a los Hebreos sugiere que el primer pacto (de la ley) tena fallas. Pero, para no malinterpretarlo, l agrega que el fallo fue con ellos, esto es, con la gente (He 8:7-8). Esnecesario entender que toda la dificultad est en el ser humano, no en la ley de Dios.3. No se pueden relajar las demandas de la ley para acomodarlas a la debilidad delhombre. Esta idea curiosa es la que algunos tienen. Para ellos, la gracia es la tolerancia de Diosen bajar las demandas absolutas de la ley hasta el punto donde el pecador puede guardarlas. Talconcepto errneo trae deshonra sobre la ley y sobre la gracia misma. Si ese hubiera sido posible,no hubiera sido necesaria la cruz. Pablo declara si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fueraverdaderamente por la ley (G. 3:21b). En Romanos esto es muy evidente: porque no hayacepcin de personas para con Dios. Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley tambinperecern; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley sern juzgados (Ro 2:11-12). Laexpresin sin la ley quiere decir, sin una ley escrita como tuvieron los judos.Pero el apstol ensea que aunque los gentiles no tuvieron la ley escrita, s tuvieron la leydivina la ley escrita en sus corazones (Ro 2:14-15). Y en el da del juicio, tanto gentilescomo judos tendrn que dar cuenta y sern responsables a la ley que tuvieron, ya sea escrita enun libro o en el corazn y en la conciencia. No hay acepcin de personas para con Dios. La leyes inquebrantable y est firme como expresin de la santa naturaleza inmutable de Dios. Nopuede ser, y jams ser ajustada a la debilidad moral de los pecadores. Justicia y juicio son elcimiento de tu trono leemos en Salmo 89:14.El trono del Dios eterno descansa sobre la infalibilidad de su propia ley, la cual es laexpresin de su naturaleza divina. No se puede uno corromper esa ley, ni an Dios mismo puedehacerlo por inters en el hombre que la ha quebrantado. Si la salvacin del pecador depende deesto, como algunos suponen, no puede haber salvacin para ninguno.4. Por consiguiente, fue necesario que Dios hiciera un plan para la salvacin de lahumanidad sin relajar su ley. Esto nos lleva a la mera esencia del evangelio, el cual son las 2buenas nuevas de Dios. Sin relajar la ley, el Hijo de Dios encarnado, pag en el Calvario todaslas obligaciones de la ley quebrantada y pag hasta lo sumo. No hubo una rebaja de la deuda pormedio de pagar bajo la mesa y as escapar de las demandas justas. Fue cancelada la deuda Jess lo pag todo. Cristo nos redimi de la maldicin de la ley, hecho por nosotros maldicin(G. 3:13). Mas Jehov carg en l el pecado de todos nosotros (Is 53:6).La muerte de Cristo logr ms que la salvacin del pecador; declar la justicia de Diosmientras estuvo en el mero hecho de salvar al pecador, para que Dios sea el justo, y el quejustifica al que es de la fe de Jess (Ro 3:26). Cuidadosamente leaRomanos 3:23-26. Ni aun elDios infinito, el Soberano absoluto como lo es l, poda jugar y ser inconstante con su propia ley.Por esto, la ley est firme en toda su santidad absoluta y en la exactitud de sus demandas. PeroDios, por medio de Cristo, cumpli las demandas en lugar nuestro. Dejemos el asunto dondeDios lo ha dejado. Solamente en esta manera confirmamos la ley (Ro 3:31).Fue Isaas, aquel profeta que vio ms claramente, tal vez, la obra que Dios hara en elCalvario, quien escribi, Jehov se complaci por amor de su justicia en magnificar la ley yengrandecerla (Is 42:21). Nunca entenderemos el alcance de la gloria de la cruz hasta quecontemplemos all no slo el amor de Dios hacia los pecadores, sino tambin su justicia ysantidad en mantener la inexorable regla fija de su propia ley, mientras, provea la salvacin paralos pecadores quienes eran culpables de quebrantarla. Esto es la gloria de la gracia de Dios.EnRomanos 8:3, el apstol habla de lo que era imposible para la ley. Las dos palabrasera imposible son de una palabra en el griego que literalmente significa sin poder. La ley deDios no puede hacer nada para salvar al pecador. No puede salvarnos de la culpa del pecado.No puede guardarnos del dominio del pecado. No puede proveer un motivo suficiente para queobedezcamos la ley. No puede suplir el poder necesario para ayudarnos a guardar sus requisitos.No puede rescatarnos cuando quebrantamos la ley. Qu Dios abra nuestros ojos para queentendamos que nuestra socorro viene de Jehov! (Sal 121:2). Nuestra nica esperanza est enl.3CAPITULO 4El Propsito Divino de la LeySi la ley no puede salvarnos ni ayudar en nuestra salvacin, por qu entonces, nosinteresa? Para qu fue dada la ley? Pablo, el apstol, quien escribi ms que ningn otro encuanto a la ley, reconoci que es legtimo preguntar: para qu sirve la ley? (G. 3:19). Unatraduccin literal sera por qu, entonces, la ley? Pablo contesta en forma muy amplia supropia pregunta.1. La ley fue aadida a causa de las transgresiones (G. 3:19). El verbo aadidaindica que la ley no fue el medio principal en la mente de Dios para tratar con los pecadores. Elpacto y las promesas fueron primero. La ley fue aadida. Y la razn divina se encuentra en lastransgresiones del ser humano. Esto se amplificar en otras declaraciones ms especficas.Pero, el corazn del asunto es que la ley est relacionada con el pecado del hombre. Hay unelemento de tiempo en el asunto la ley fue dada a causa de la transgresin hasta que viniese lasemilla a quien fue hecha la promesa. As, la ley no fue ni lo primero ni el final en el plan deDios para salvar a los pecadores ni para tratar con el problema del pecado. Fue aadida yprovisional. Esto indica un aspecto dispensacional.2. La ley fue establecida para los transgresores y los impos (1Ti 1:9-10). La idea en estepasaje parece ser principalmente de refrenar. Desde el punto de vista social, este propsito esmuy alto y benfico. Todas las leyes de todas las naciones son un reflejo imperfecto de la leydivina y son dadas con la intencin de reprimir la maldad y de proteger a la sociedad. Y en laadministracin de la ley y del castigo, el oficial del gobierno es servidor de Dios (Ro 13:4).3. Otro propsito de la ley es dar al hombre el conocimiento del pecado (Ro 3:20). Eltrmino griego es epignosis, dando la idea de no slo un mero conocimiento, sino unconocimiento total del pecado. Es verdad que el que est sin un cdigo positivo de la ley, tiene,sin embargo, algn grado de conciencia a la realidad de que es pecador. La ley fue dada paraaumentar y elevar este conocimiento. As, l llega a tener ms conciencia en cuanto a su pecadoy de la necesidad de ayuda, la cual est fuera y ms all de la ley. Solamente en este sentido sepuede decir que la ley prepara a los incrdulos para el evangelio, hacindolos ms conscientes desu necesidad. Pero, ningn predicador debera predicar la ley para producir la conviccin delpecado sin a la vez, predicar las buenas noticias de salvacin en Cristo sin la ley. Es buenoensear a los hombres la necesidad del Pan de Vida, pero tengamos cuidado en no despedirlescon hambre. La ley por s misma no provee el pan; solamente da una receta para hacerlo. Perohacerlo est completamente fuera de la capacidad de los pecadores.4. Otro propsito de la ley es mostrar la naturaleza terrible del pecado (Ro 7:8-13). Eneste pasaje sobresaliente, el Espritu Santo nos demuestra, que aunque la ley fue sumamentebuena, el pecado del hombre es de carcter tan fuerte que trabaja a travs de la ley, de tal maneraque el sano mandamiento no solo fracasa en eliminar el pecado, sino que desgraciadamente loestimula. Citando el mandamiento no codiciars, el apstol Pablo afirma que el efecto de estaprohibicin en realidad, sirvi para revivir el pecado en vez de matarlo pero venido elmandamiento, el pecado revivi (Ro 7:9).ObreroFiel.com- Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda. 4Aqu est el punto condenable del pecado humano ya que puede tomar el mandamientosanto de Dios y obrar cosa maligna por medio de ste. Mas el pecado, tomando ocasin por elmandamiento, produjo en m toda codicia, escribi Pablo (Ro 7:8). Entre los ya salvos, losiluminados por el Espritu de Dios, quin no ha hallado en su propia experiencia la verdad deesto? En la actualidad, en vez de poner fin al pecado, los mandamientos de la ley lo estimulan.Por eso, Pablo habla de la ley como el poder del pecado (1Co 15:56).(Note: tal vez aparezcan contradictorios los prrafos 2 y 4. Cmo puede la ley refrenarel pecado y, a la vez, estimularlo? La respuesta est en que la ley contiene dos elementos y tienedos efectos. Los dos elementos son el mandamiento y el castigo, y los dos efectos son el internoy el externo. En lo interno, el mandamiento estimula una actitud de rebelin en el hombre porcausa de su naturaleza pecaminosa. Por el otro lado, el castigo externo refrena el hecho visiblede rebelin).5. Ahora, desde un punto de vista un tanto diferente, encontramos que la ley fue dadapara revelar el grandsimo nmero de nuestros pecados. Pero la ley se introdujo para que elpecado abundase (Ro 5:20). La palabra pecado en este versculo se refiere no al pecado engeneral, sino a cada acto individual que ha sido cometido bajo la ley. As, la ley por multiplicarlos requisitos de Dios revela al hombre la multitud de sus transgresiones. En este sentido, la leyno hace al hombre peor de lo que es, sino, demuestra ms claramente la dimensin de su maldad.Cuando Pablo escribi la ley se introdujo, l ocup un verbo griego que se aplica a un actorque no tiene el papel principal en el drama, sino uno que aparece durante la presentacinllevando un papel inferior.14 Qu verdad! En el trato con el pecado, es la gracia de Dios enCristo que lleva el papel principal en el drama divino de las edades.6. La ley fue dada para cerrar toda boca y establecer la culpa a todo el mundo. Esta esuna funcin importante de la ley para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo eljuicio de Dios (Ro 3:19). En ingls, la palabra culpable ha sido debilitada por su uso comn.Decir que uno es culpable de algn delito especfico, implica nada ms que uno cometi eldelito. Pero, en la Biblia, y tambin en la terminologa de la corte, decir que uno queda bajo eljuicio significa que uno ha quebrantado la ley y est obligado a sufrir el castigo por lo que hahecho. La palabra griega es upodikas, la cual se traduce bajo sentencia judicial. La funcin dela ley divina, en cualquier forma que se revela, es llevar a todo el mundo bajo el juicio de Dios.Y en esta sentencia judicial no hay lugar para la apelacin toda boca est cerrada. No es difcilque el hombre diga que ha pecado. Pero s le cuesta reconocer que merece el castigo por sushechos. Esto es el sentido de ser culpables y mientras no reconozcamos nuestra culpa, Dios nopodr hacer nada por nosotros.7. La ley fue dada para refrenar al hombre hasta que el encuentre la verdadera libertadque hay en Cristo por medio de la fe (G. 3:23-24). Pero antes que viniese la fe, estbamosconfinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada (G. 3:23). Los dosverbos llevan la idea de limitar; estbamos confinados y encerrados como en una prisin obajo guardia militar.5El versculo 24 ha sido malinterpretado en muchas versiones. El apstol ciertamente noquiso escribir, la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo. Las palabras, parallevarnos no aparecen en el texto original. Toda esta idea de que la ley ha servido como un ayollevndonos a Cristo debe ser abandonada, dice Lightfoot. El paidagogos (ayo) de tiemposantiguos era un esclavo que gobernaba al nio hasta que ste fuera reconocido como hijo. Demanera que la ley era un paidagogos hasta que vino Cristo y nos hizo hijos por la fe en l.La ley no lleva al hombre a Cristo, sino impone un freno sobre l hasta que l ha halladola verdadera libertad moral en Cristo por medio de la fe. Esto no significa que la ley no es til enllevar al ser humano a Cristo, sino que le revela su pecado y su condenacin, y en este sentidohace al pecador consciente de su necesidad. Pero, sta no es la idea deGlatas 3:24.8. La ley fue dada para testificar, tanto proftica como simblicamente, de la salvacinen Cristo por gracia (Ro 3:21). Despus de mostrar que todo el mundo es pecaminoso y estbajo el juicio de Dios, y que por medio de las obras de la ley nadie podr justificarse, el apstolescribe en Romanos 3 el verdadero camino para la salvacin. Pero ahora, aparte de la ley, se hamanifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas (Ro 3:21).Debemos reconocer que la justicia de Dios que salva al pecador es aparte de la ley. Lapreposicin griega es choris, es decir, absolutamente aparte de. Se usa enHebreos 4:15,cuando habla de que el Seor Jess fue tentado en todo segn nuestra semejanza, pero sinpecado. Por consiguiente, la salvacin del creyente est completamente fuera de la ley como elcarcter del Hijo de Dios est fuera del pecado. As como el pecado no tuvo nada que ver enCristo, as la ley no tiene nada que ver con la justicia que recibimos por l.Sin embargo, aunque la ley no hizo absolutamente ninguna contribucin a nuestrasalvacin en Cristo, esta misma ley fue testigo de esa justicia testificada por la ley y por losprofetas (Ro 3:21). Cmo testific la ley? Primero, la ley fue testigo profticamente. Laprimera gran profeca de la salvacin por medio del Redentor que vena se encuentra en el librode la ley: Y pondr enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; sta teherir en la cabeza, y t le herirs en el calcaar (Gn 3:15).En segundo lugar, la ley testific de nuestra gran salvacin por medio de los tipos(ilustraciones dadas por Dios). En su totalidad, el sistema sacrificial de la ley mosaica sealabaal futuro, al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. As que la ley habl clara einequvocamente, de la justicia divina otorgada por la gracia de Dios a los que sencillamentecreen, aunque no pudo hacer ni una contribucin a esa justicia. La frmula correcta, entonces, esla justicia divina aparte de la ley, pero testificada por la ley. La ley solamente tuvo la sombra delos bienes venideros, pero no la imagen misma de estas cosas (He 10:1). Debemos reconocerel valor de la sombra, pero sin sustituir la sombra por la mera sustancia.NOTAS14. Godet, op. cit., p. 227.6CAPITULO 5La Ley Escrita por Dios Dada a Israel1. La ley escrita fue dada solamente a Israel en forma de un pacto. Como prlogo a losDiez Mandamientos en el Sina, Jehov habl a su pueblo por medio de Moiss, diciendo, Asdirs a la casa de Jacob, y anunciars a los hijos de Israel . . . ahora, pues, si diereis odo a mivoz, y guardareis mi pacto, vosotros seris mi especial tesoro sobre todos los pueblos (x 19:3,5). Despus de recibir la ley en el Sina, leemos que Moiss tom el libro del pacto y lo ley aodos del pueblo (x 24:7). Al comenzar a dar la ley, Dios le dijo que hiciera un record porescrito, Escribe t estas palabras, porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo ycon Israel (x 34:27).Al haber sido completado el registro escrito, a los levitas se les orden: Tomad estelibro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehov vuestro Dios, y est all por testigocontra ti (Dt 31:26). En su artculo sobre el Declogo, el Dr. Sampey escribe: Fue, en primerlugar, a los israelitas que el Declogo fue dado y no a todo ser humano.152. El pacto divino presentado en el Pentateuco est claramente descrito como asuntolegal. Se habla de los Diez Mandamientos como, las tablas del pacto que Jehov hizo convosotros (Dt 9:9). En varios pasajes, se refiere al record legal como el libro del pacto (x24:7) y las palabras del pacto (Dt 29:1). Adems, los castigos de la ley divina se llaman lasmaldiciones del pacto (Dt 29:21). Finalmente, la sangre de los animales sacrificados enobediencia a la ley se llama la sangre del pacto (x 24:8). Y el arca, smbolo de la ley moral yla ceremonial es el arca del pacto (Nm 10:33).3. Consideradas como pacto, las bendiciones de la ley eran condicionales; dependan dela obediencia de Israel. Ahora, pues, si diereis odo a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotrosseris mi especial tesoro sobre todos los pueblos . . . un reino de sacerdotes, y gente santa (x19:5-6). Si oyeres atentamente . . . para guardar y poner por obra todos sus mandamientos . . .vendrn sobre ti todas estas bendiciones (Dt 28:1-2). VeaDeuteronomio 28:1-14. Por elcontrario, si ellos sufran y geman bajo los juicios de Dios, tenan que entender que era porqueno guardaron el pacto de Dios, ni quisieron andar en su ley (Sal 78:10).4. Visto como cdigo legal, la ley fue dada a Israel a causa del pecado. Contestando lapregunta, por qu, entonces, la ley? Pablo dice fue aadida a causa de las transgresiones (G.3:19). Cuando los hijos de Israel salieron de la esclavitud en Egipto, su rescate y salida fueroncumplidos segn la promesa de un Dios soberano. Cmo reaccionaron a este rescateinmerecido? El triste relato en xodo nos cuenta de su deseo de estar en esclavitud en Egipto envez de enfrentarse con el ejrcito de Faran; de su impaciencia y murmuraciones contra Moisspor las aguas amargas en Mara, de sus anhelos para las ollas de carne en Egipto, de sudisposicin a apedrear a Moiss cuando tuvieron sed en el desierto todo eso a pesar de losmaravillosos milagros de Dios en rescatarlos una y otra vez. Fueron sus transgresiones las quelos trajeron al pie de Sina, porque siempre fracasaron en andar por fe en las gratas promesas delDios soberano. Como un recordatorio de su fracaso est la advertencia enHebreos 12:15,ObreroFiel.com- Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda. 7Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios. Otro fracaso tan desastrosono puede haber en lo moral y lo espiritual.5. Este pacto legal con Israel no anul el pacto dado a Abraham, el cual fue sincondiciones. El pacto con Abraham, en su forma inicial y original se encuentra enGnesis 12:1-3. Sus siete bendiciones no piden la perfeccin legal de Abraham. Sencillamente, Dios anuncialo que l har para el patriarca y su simiente. Uno pudiera decir que s, hay requisito en elversculo 1, Vete de tu tierra y de tu parentela . . . a la tierra que te mostrar. Pero la sumisinde Abraham a este mandato fue nicamente su respuesta de fe a las promesas soberanas de Dios.Por la fe Abraham . . . sali sin saber a dnde iba (He 11:8). (En la misma manera, hoyrespondemos por fe al llamamiento de Dios cuando dejamos al mundo y andamos en Cristo).El pacto abrahmico fue dado 430 aos antes que fuese dada la ley en Sina, y Pablo dice queesta ley . . . no lo abroga (el pacto), para invalidar las promesas (G. 3:17). An la ley mosaicamisma da testimonio de la supremaca del pacto anterior. A pesar de las iniquidades de Israel yla certeza del juicio divino sobre la nacin, el Seor declara, Yo me acordar de mi pacto . . .con Abraham . . . Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no losdesechar, ni los abominar para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque yo Jehovsoy su Dios (Lv 26:42, 44).6. El israelita est bajo esta ley mosaica hasta que recibe el perdn y la libertad en elnuevo pacto bajo la gracia en Cristo. Acaso ignoris, hermanos (pues hablo con los queconocen la ley), que la ley se enseorea del hombre entre tanto que ste vive? (Ro 7:1). Lalibertad de la esclavitud a la ley solamente viene a los judos cuando habis muerto a la leymediante el cuerpo de Cristo (Ro 7:4). La misma idea en general est propuesta enGlatas 5:3,Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que est obligado a guardar toda la ley.Aqu no solamente se refiere a la operacin fsica, sino a la sumisin al rito con la creencia quepuede salvar o ayudar a salvar el alma. Tal persona est obligada guardar a toda la ley en sutotalidad o sufrir el castigo al fracasar.Es claro que Pablo consideraba que el judo impo de su da estaba bajo la ley, porqueescribe enRomanos 3:19, pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que estn bajola ley. Los verbos griegos en este versculo indican una realidad presente, no meramente unarelacin que antes exista pero que ahora no est en vigor.Justo en el momento en que Pablo estaba escribiendo, la ley se diriga a su parentelaincrdula quien estn bajo la ley. Si eso no fuera cierto, no habra un da de juicio para ellos,como l afirma que ciertamente habr: todos los que bajo la ley han pecado, por la ley sernjuzgados (Ro 2:12). El mismo pensamiento aparece en Glatas 4, hablando de la Jerusalnactual, que junto con sus hijos, est en esclavitud (G. 4:25). Por el contexto, esta esclavitudes a la ley. EnGlatas 5:1se le advierte al creyente en Cristo que no regrese al yugo de ella.Este punto de vista no crea conflicto alguno con el hecho de que lo que llamamos ladispensacin de la ley termin en el Calvario. Dios puede cambiar su manera de tratar con laraza humana sin anular totalmente el punto principal de una dispensacin anterior. Laconciencia no fue anulada cuando fue establecido el gobierno humano. Ni las promesas fueronabrogadas al comenzar la dispensacin de ley. Y as, hoy en da, en esta edad de la gracia, est la 8ley para los que no vienen a Cristo para la libertad. Y si los hombres que creen estn muertos ala ley (Ro 7:4) para ser unidos a Cristo, el dominio de la ley es una realidad genuina y presente.NOTAS15. John R. Sampey, The Ten Commandments, International Standard BibleEncyclopaedia, V, 2944B.9CAPITULO 6La Ley de Moiss y los GentilesLa relacin entre la ley mosaica y los gentiles es importante y ha habido desacuerdosmuy fuertes sobre este tema. Algunos mantienen que la ley es solamente para Israel y no tienenada que ver con los gentiles. Otros afirman que la ley es para todo ser humano y es universal ensus obligaciones. Existe algo de verdad en ambas partes.1. En cierto sentido, la ley de Moiss hizo provisin para que los gentiles participaran desus beneficios y de sus limitaciones. Bajo el reino teocrtico histrico, esta provisin es unhecho bien confirmado. As, en cuanto a la pascua, la ley hace provisin para el extranjero quemorare en Israel; y la misma ley era para el natural y para el extranjero (xodo 12:48-49).Tambin, en el caso de las ofrendas voluntarias a Jehov, como la ofrenda encendida, las leyesreferente a animales perfectos e imperfectos se aplicaban tanto a la nacin como a los extranjerosen Israel (Lv 22:18-22). Las reglas en cuanto a la sangre de los sacrificios de animales fueronimpuestos sobre el extranjero: Cualquier varn de la casa de Israel, o de los extranjeros quemoran entre vosotros, que ofreciere holocausto o sacrificio . . . comiere alguna sangre, yo pondrmi rostro contra la persona que comiere sangre, y la cortar de entre su pueblo (Lv 17:8, 10).Parece que bajo ciertas circunstancias, el extranjero poda participar en el rito de lossacrificios.Adems,Deuteronomio 23:1-7habla de restricciones en cuanto el recibir en lacongregacin de Jehov a ciertos extranjeros, dando a entender que era posible hacerlo enalgunos casos. Parece que el profeta Isaas nivel cualquier distincin que quedaba entre elisraelita y el extranjero que sigue a Jehov (Is 56:3). Este no tena el derecho de decir: Meapartar totalmente Jehov de su pueblo (Is 56:3). El punto principal en este pasaje es elguardar el da de reposo (Is 56:2).Con tantas provisiones bien claras, escritas en la ley en cuanto al extranjero, es difcilentender cmo creci la oposicin tan fuerte de judos contra gentiles en los das de Cristo.(Note: Basado enEfesios 2:11-19, algunos traductores han observado a la ley como algoque ha levantado una barrera invencible entre el judo y el gentil. La traduccin del versculo 14en algunas versiones es lo que ha conducido a esta conclusin errnea. Porque l (Cristo) . . .que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separacin, aboliendo en sucarne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas (Ef 2:14-15). Lapared intermedia de separacin no est entre nosotros, es decir, entre el judo y el gentil comoparece decir el texto. Esta pared intermedia es ciertamente la ley de los mandamientosmencionada en el versculo 15, la cual fue abolida por la muerte de Cristo. Pero esta paredintermedia de la ley no meramente separaba un grupo de pecadores (judos) de otro grupo depecadores (gentiles). Ms bien, fue una barrera que separaba a todo pecador, tanto al judo comoal gentil, de un Dios santo. Por eso la ley de los mandamientos tuvo que ser abolida parareconciliar con Dios a ambos [judo y gentil] en un solo cuerpo (Ef 2:16).2. Pero completamente aparte de cualquier provisin contenida en la ley para elextranjero que moraba en Israel, los grandes principios fundamentales de la ley mosaica, 10fueron reflejados, hasta cierto grado, en la religin y la moralidad de los gentiles. La ley mosaicatena tres partes: moral, ceremonial y civil. Hablando de los gentiles, Pablo declara que a veceslos gentiles que no tienen ley [la ley escrita], hacen por naturaleza lo que es de la ley (Ro 2:14).Actuando as, Pablo dice, los gentiles muestran la obra de la ley escrita en sus corazones (Ro2:15). El apstol seala que todo lo bueno que ha aparecido en el mundo de los gentiles, es unreflejo aunque fuere algo indistinto de la ley divina original. Es cierto que entre las nacionespaganas se encuentra, de vez en cuando, un conocimiento elevado de moralidad un reflejo delelemento moral que aparece perfectamente en la ley escrita en las Escrituras. Tambin, el deseode ofrecer algn sacrificio es universal, hallado en todas las naciones, y es un reflejo de la leyceremonial de las Escrituras. Finalmente, en el cdigo civil de varias naciones, est reflejada laley escrita por Dios (por ejemplo, el cdigo sobresaliente de Hammurabi). Todo esto muestra launidad de la ley divina, tanto en el contenido como en su fuente original. Est escritaperfectamente en las Escrituras, y est escrita no tan perfectamente en el corazn del hombre.Hay solamente una ley divina, no hay dos.3. Por eso, concluimos que aun los gentiles fueron y estn bajo la ley, pero en unsentido diferente que los judos. Al llegar a este punto, uno debe estudiar cuidadosamenteRomanos 2:11-15. Este pasaje muestra que tanto judos como gentiles son pecadores y estnseparados de Cristo. Los israelitas tenan la perfecta ley divina escrita en las Escrituras, y pormedio de ella sern juzgados (v. 12b). Los gentiles no tuvieron tal ley; sin embargo, perecernpor sus pecados (v. 12a). A la objecin que los gentiles no tuvieron el mismo privilegio, Pablodice que aunque no tenan la ley escrita, sin embargo tuvieron una ley la ley escrita en suscorazones, una ley interior que reflejaba imperfectamente la escrita por Dios. Y por medio deesa ley sern juzgados y condenados, porque violaron la ley interna a la que su conciencia dabatestimonio (vs. 14-16). As que, no hay acepcin de personas para con Dios. Juzgados por la luzque tenan (uno en su forma original), todo ser humano tiene que perecer, sea judo o gentil. Lanica esperanza para el pecador, no est en la ley, sino en la gracia de Dios por medio de nuestroSeor Jesucristo.ObreroFiel.com- Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda. 11CAPITULO 7El Creyente y la Ley1. Est el creyente bajo la ley? Varias contestaciones, evasivas en carcter, se han dadoa esta pregunta. La mayora se basan en una definicin errnea o inadecuada de lo que significala ley.a. Algunos opinan que el cristiano est bajo la ley moral, pero no bajo la ley ceremonial.b. Otros dicen que estamos bajo la ley moral, pero no sujeto a sus castigos.c. Todava otros proponen que estamos bajo la ley moral como una regla para la vida,pero no para salvarnos. Sealan que estamos bajo la ley para la santificacin pero no para lajustificacin.d. Otro punto de vista es que estamos bajo el Sermn del Monte, no bajo la ley del Sina.e. Otra curiosa proposicin reciente es que el creyente est bajo la ley de Dios, pero nobajo la ley de Moiss. Segn esta disposicin la ley de Moiss es el sistema total de la leydada en el Pentateuco, mientras que la ley de Dios es solamente los Diez Mandamientos.16 Taldistincin entre la ley de Dios y la ley de Moiss no tiene base en las Escrituras. Vea Lucas2:21-24, 39 donde la misma ley se llama la ley de Moiss y la ley del Seor y la ley a que serefiere es ceremonial en su naturaleza. Tambin, enMarcos 7:8-13lo que Moiss dijo esidentificado como el mandamiento de Dios. El pasaje citado del Pentateuco incluye uno de losDiez Mandamientos y tambin la sentencia de muerte del cdigo civil. Por otra parte, noseremos mal guiados por ninguno de los puntos errneos mencionados arriba, si tenemos unadefinicin firme y completa de la ley divina, es decir, que la ley de Dios en la Biblia es una ley,incluyendo los elementos moral, ceremonial y civil y es inseparable de sus castigos.2. Qu significa la frase bblica bajo la ley o sujeto a la ley? Esta expresin aparececatorce veces en la versin Reina-Valera de 1960. Dos veces la preposicin griega es en (Ro2:12; 3:19), once veces es hupo en la forma acusativa (Ro 6:14-15; 1Co 9:20; G. 3:23; 4:4-5,21; 5:18). En1 Corintios 9:20la frase se traduce sujeto a la ley. En el pasaje que queda (1Co9:21) la frase bajo la ley es una traduccin algo confusa, compuesta de una sola palabra en elgriego, la cual discutiremos ms adelante.Segn Green, la palabra en de los textos citados anteriormente, se refiere a la esfera enque uno mora y acta.17 Esto describira muy correctamente al judo en relacin a la ley divina.Ya que no slo estaba bajo la ley, sino tambin estuvo en la ley como la esfera de su existencia yde sus hechos.La preposicin hupo con el acusativo en los otros textos significa sujeto al poder dealguna persona o cosa, como se traduce en1 Corintios 9:20. Como ejemplo, Thayer cita losmismos pasajes que estamos considerando en este estudio.18 Una excelente ilustracin seencuentra enMateo 8:9cuando el centurin romano dice, soy hombre bajo (hupo) autoridad, y 12tengo bajo (hupo) mis rdenes soldados. As como el centurin estaba bajo la autoridad militarabsoluta de Roma, tanto en sus leyes como en sus castigos, de la misma manera, sus mismossoldados estaban bajo la autoridad de l.En resumen, podemos decir que estar bajo la ley, en el sentido bblico, es estar bajo laley de Dios el sistema legal de Moiss en su totalidad indivisible sujeto a todos susmandamientos y expuesto a sus penalidades.3. La palabra de Dios seala con claridad que el cristiano no est bajo la ley. Por lomenos cuatro veces el Nuevo Testamento afirma esta grande verdad, en trminos simples y sindistincin. No estis bajo la ley (Ro 6:14). Porque no estamos bajo la ley (6:15). No estisbajo la ley (G. 5:18). Yo no est sujeto a la ley (1Co 9:20). En dos de los textos citadosanteriormente, el escritor relaciona dos realidades grandes de la fe cristiana con la verdad de queno estamos bajo la ley. EnRomanos 6:14, el rescate del cristiano del seoro del pecado seune con su liberacin de la ley. Y enGlatas 5:18 nuestra libertad se considera como evidenciade que somos guiados por el Espritu. Estos efectos prcticos en la esfera moral y espiritual sediscutirn posteriormente.a. Adems, hay que tomar en cuenta que el cristiano no est bajo la ley en ningnsentido para obtener la salvacin. EnRomanos 3:20leemos que por las obras de la leyningn ser humano ser justificado delante de l. Y en este texto, el Espritu Santo declarafirmemente que todas las obras de todas las leyes estn excluidas del acto divino de lajustificacin del pecador. No hay artculos definidos. El texto griego simplemente diceobras de ley. Otra vez enRomanos 6:14, las Escrituras afirman que la ley como ley en s,no hace ni una contribucin en lo absoluto a la santificacin del creyente, pero al contrario, lalibertad de la esclavitud de la ley es un factor indispensable en la obra de Dios en el alma.Cuando Pablo trata el asunto de la seguridad del creyente en Romanos 8, l afirma que la leyno tiene poder para guardarnos con seguridad, pero, lo que era imposible para la ley encuanto a esto, Dios mand a su Hijo a cumplirlo para nosotros y en nosotros (Ro 8:3-4). Porlo tanto, la ley no puede justificarnos, santificarnos, ni guardarnos.b. La ley no puede ayudar al hombre a ganar la salvacin del pecado. En Colosenses2:14, quin puede negar la referencia al Sina en la frase el acta de los decretos? El apstoldeclara que esta misma ley no slo estaba contra nosotros, sino que tambin nos eracontraria. Al hacer alusin al declogo, grabado con letras en piedras el mismo escritor lodescribe como ministerio de muerte (2Co 3:7). EnRomanos 4:15aprendemos que la leyproduce ira, y enGlatas 3:12que la ley no es de fe. Cuando ciertos hombres en la iglesiaprimitiva insistieron que los creyentes tenan que estar bajo una pequea parte de la ley, Pedromismo los reprendi recordndoles que la ley era un yugo que ni nuestros padres ni nosotroshemos podido llevar (Hechos 15:10).c. Segn el Nuevo Testamento, el cristiano est libre de la ley. Este es el tema centralde Romanos 7. El no entenderlo o aceptarlo, lleva a la derrota moral y espiritual que se ve tangrficamente en la ltima parte del captulo. Aquellos creyentes no haban aprendido quehabis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo (v. 4), y que estaban libres de la ley (v.6). Los dos verbos estn en el aoristo, lo cual seala algo en el pasado que se hizo una vez y para 13siempre. El mismo libro resume el argumento en una declaracin irrefutable, el fin de la ley esCristo, para justicia a todo aquel que cree (Ro 10:4). El orden de las palabras en el griego ponela palabra fin al principio de la frase. All es donde est el nfasis el fin de la ley ha venidopara todo creyente en Cristo. Dios dice fin. No hay error aqu. Esta es la verdad o no haysalvacin para el pecador.d. La conclusin para el cristiano es que la ley ha sido abolida. Nadie puede leer 2Corintios 3 sin prejuicios y no entender que el escritor est discutiendo la mera esencia de la leyde Dios con sus tablas de piedra (v. 3). Todo esto, en relacin al cristiano, ha perecido (v. 11);ha sido abolido (v. 13). Lo mismo se ve enEfesios 2:15, aboliendo en su carne lasenemistades, la ley de los mandamientos. Nuevamente leemos anulando el acta de los decretosque haba contra nosotros . . . quitndola de en medio y clavndola en la cruz (Col 2:14). Alhacerlo, nuestro bendito Seor nos libr del poder de las tinieblas y triunf sobre ellas. Ya que elgran acusador de los creyentes y todas su huestes ocupaban la ley como base de sus obras. Bajola ley, l pudiera, y con razn, decir que nosotros merecemos el juicio y la condenacin. Pero,gracias a Dios, todo esto ha terminado. Cada uno de los castigos de la ley divina ha sido pagado,cada demanda de la ley ha sido satisfecha no por nosotros, sino por el Cordero de Dios.(Note: Algunos proponen que los textos citados con anterioridad se aplican solamente alos elementos ceremoniales de la ley y no a la ley moral. Aqu, nuevamente dirijo al lector a midiscusin hecha en cuanto a la unidad de la ley. Tambin, sobreColosenses 2:14, Peake dice,La distincin entre la ley moral y la ceremonial no tena mrito para Pablo. La ley es unaunidad y est abolida en su totalidad. Sobre la frase quitndola de en medio, l comenta, Elcambio del aoristo a perfecto (tiempo) es significante porque expresa que contina siendoabolida. Para el creyente no hay punto de regreso a la ley. En cuanto a clavndola en lacruz, Peake agrega, Cuando Cristo fue crucificado, Dios clav la ley a su cruz. As, la ley,igual como la carne, fue abrogada, compartiendo su muerte. Por eso, la ligadura ya no existepara nosotros.19)4. En el tiempo del Antiguo Testamento, en qu sentido estaba el pueblo de Dios bajola ley? Esta es una pregunta que se hace inevitable al llegar a este punto. Y es una cuestinlegtima que requiere una respuesta.a. Notemos que Dios tena un pueblo, el cual estaba bajo la ley desde el Sina hasta elCalvario. Esta es la sustancia del argumento de Pablo enGlatas 3:17-23. El mismo, quien sehaba asociado en un tiempo con el pueblo de Dios del Antiguo Testamento, refirindose a ellosdice, pero antes que viniese la fe, estbamos confinados bajo la ley (v. 23).b. Tenemos que considerar que en aquel tiempo el estar bajo la ley pudiera tenersolamente dos sentidos bajo la ley para obtener la salvacin o bajo la ley como regla de lavida.c. Podemos estar seguros que estar bajo la ley en aquellos das no llevaba el sentido deuna forma para salvarse. Porque no hay cosa ms claramente enseada en la palabra de Dios,que nadie, en cualquier edad, poda ser salvo por guardar la ley. Ya que por las obras de la leyningn ser humano ser justificado delante de l (Ro 3:20). Todo el captulo 4 de Romanos est 14dedicada a este tema ya que ni Abraham ni David fueron salvos por la ley, sino por la fe. Conesta posibilidad excluida, hay solamente esta alternativa: bajo la ley para el pueblo israelitaquera decir que ellos estaban bajo ella como regla de vida.d. Ahora llevemos el argumento a su conclusin lgica. El cambio dispensacional de laedad de la ley a la edad de la gracia no significa que antes los pecadores fueran salvos por lasobras de la ley y que hoy en da es por gracia. Pues ya hemos visto que nadie en cualquier edadse salva por la ley. Pero, s, quiere decir que el pueblo de Dios en aquel tiempo estaba bajo laley como regla de vida, mientras hoy no lo estn. Es en este punto donde los de la teologalegalista actualmente afirman que la ley est en vigor en la vida del cristiano.Qu tontera! Si su afirmacin es verdad, entonces ha sido cancelada la distincin entrebajo la ley y no bajo la ley y el apstol Pablo perdi su tiempo al escribir los grandes librosde Romanos, Glatas, y otros que declaran la importancia de esta distincin.NOTAS16. Vea Arthur W. Pink, The Law and the Saint (Swengel, Pa.: Reiner Publications,n.d.)17. S. G. Green, Handbook to the Grammar of the Greek Testament (New York:Fleming H. Revell, rev. 1912), p. 240.18. J. H. Thayer, Greek-English Lexicon of the New Testament (New York: Harper &Bros., 1889), p. 642.19. Peake, op. cit., p. 527-28.15CAPITULO 8Los Peligros en Poner al Creyente Bajo la Ley1. Existen, por lo menos, tres maneras en que un sistema teolgico puede ser construidocon el propsito de poner al cristiano bajo la ley:a. Un sistema pondra al cristiano bajo la ley total, incluyendo todos sus elementos ypenalidades. Esto es el judasmo puro.b. Otro sistema pondra al cristiano bajo la ley moral con sus castigos. Esto es ellegalismo moral.c. Otro sistema pondra al cristiano bajo la ley moral pero despojada de sus debidaspenalidades. A esto se le llamara un legalismo dbil y pobre (G. 4:9).2. Es este tercer sistema el que merece la crtica ms severa.a. Emplea una terminologa antibblica; toma solamente un elemento de la ley,quitndole su autoridad, y despus la llama la ley de Dios. En la Biblia la ley es una unidad,la cual incluye todos sus elementos con sus penalidades.b. Con la pretensin de honrar la ley de Dios, en realidad este sistema deshonra a la ley,porque reduce a la ley santa del Dios santo a un simple nivel de buenos consejos, comparables alas funciones legales de la Organizacin de las Naciones Unidas.c. Finalmente, este se mueve en direccin a un desastre teolgico, trayendo ymultiplicando la confusin en nuestros conceptos del pecado, la salvacin, la obra de Cristo, yan la doctrina de Dios.Peor an, separar el elemento moral del ceremonial en la ley e imponerlo sobre elcristiano como regla de vida, lleva un grave peligro, tanto espiritual como moral. Porque esprecisamente el elemento ceremonial que provee el contexto de gracia para el elemento moral.El contexto de gracia provee la motivacin principal para asegurar el cumplimiento del elementomoral de la ley. De modo que, esta clase de moralidad legalista lleva a si misma a la derrota.3. La palabra de Dios condena, sin piedad, todo intento de poner al cristiano bajo laley. Por medio del apstol Pablo, el Espritu Santo dio a la iglesia el libro de Glatas con elpropsito de tratar esta hereja. Lea una y otra vez esta epstola notando cuidadosamente el errorque trata el autor. No es un rechazo total del evangelio de la gracia de Dios y un regreso allegalismo total. Ms bien, el error es decir que habiendo comenzado la vida cristiana por la fesencilla en Cristo, ahora uno tiene que continuar bajo la ley o alguna parte de ella. Esto se veclaramente por la indignada exhortacin del apstol: Esto solo quiero saber de vosotros:Recibisteis el Espritu por las obras de la ley, o por el or con fe? Tan necios sois? Habiendocomenzado por el Espritu, ahora vais a acabar por la carne? (G. 3:2-3). No es de 16maravillarse como l comienza el captulo con palabras de asombro, Oh glatas insensatos!quin os fascin para no obedecer a la verdad? (3:1).Y habiendo seguido en las captulos tres y cuatro su argumento devastador contra estaclase de legalismo, mostrando que la redencin de Dios en Cristo nos ha librado de la esclavitudde la ley, otra vez con irona pregunta, Mas ahora, conociendo a Dios, o ms bien, siendoconocidos por Dios, cmo es que os volvis de nuevo a los dbiles y pobres rudimentos, a loscuales os queris volver a esclavizar? (4:9). Y luego agrega, Me temo de vosotros, que hayatrabajado en vano con vosotros (4:11). Vosotros corrais bien; quin os estorb para noobedecer a la verdad? (5:7). En cuanto al predicador quien introdujo esta hereja al rebao,Pablo, bajo la inspiracin del Espritu Santo escribe, l que os perturba llevar la sentencia,quienquiera que sea (5:10).Desde el principio del libro de Glatas es muy claro que esto no fue un simple caso deteologa quisquillosa (como algunos hoy en da exponen). Al estar agregando una pequeaporcin de ley al evangelio de la gracia de Dios, estos maestros legalistas predican un evangeliodiferente (1:6). En seguida, Pablo agrega que lo que ensean no es otro evangelio, porque elmero sentido de la palabra evangelio excluye toda obra de la ley. Por consiguiente, lo quepareciera extrao a algunos es que el hecho de agregar cualquier ley (a pesar de ser muy buena) alas sencillas buenas nuevas de la gracia de Dios en Cristo, es destruir el evangelio. Ya no esevangelio! Si aun la ms mnima jota de la ley se agrega al evangelio, como obligacin alcreyente, de manera que se requiera creer y algo ms para ser salvo, el alma que acepta estecreer y hacer est automticamente obligado a guardar toda la ley (5:3). El apstol amonestaa tales personas, de nada os aprovechar Cristo (5:2).As que, el problema llega a ser muy sencillo: o Cristo le salvar por gracia por medio dela fe solamente, o l no le salvar. Esta es muy claro, el Dios omnipotente puede salvar a lospecadores por solamente una manera eso es, por gracia. Por lo que Dios es y por lo quenosotros somos, no hay otro modo. Como paradoja, es un ejemplo donde la adicin de algofinito resulta, en la actualidad, en restar algo que es infinito. Tal es la matemtica de la gracia.Si el pecador agrega algo, pierde todo. Si no agrega nada, gana todo.Al entender esto, podemos aceptar con simpata el ultimtum definitivo de Glatas: Massi aun nosotros, o un ngel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemosanunciado, sea anatema (G. 1:8).17CAPITULO 9La Norma de Vida para los CristianosLa norma de vida es la voluntad de Dios, en el contexto de su gracia, dada por medio denuestro Seor Jesucristo y revelada perfectamente en toda la palabra de Dios. Esto es tanimportante que se debe aprender de memoria. Los elementos principales son:a. La voluntad de Diosb. En el contexto de su graciac. Dada por medio de nuestro SeorJesucristod. Revelada en la completa y escrita palabrade Dios.Hay tres pasajes que se deben leer y estudiar en relacin con este tema. El primero esRomanos 12:1-2en el cual Pablo pone delante de nosotros, los cristianos, lo que l llama lavoluntad de Dios. Pero, se debe notar que esta voluntad est dentro de las misericordias deDios. Las misericordias son primero. Para el pecador salvado este es la orden para acercarsea la voluntad de Dios. Los primeros once captulos de Romanos estn dedicados a laexposicin de las misericordias de la gracia divina. Despus, el apstol habla de la voluntad deDios para los salvos y la pone en el mero centro de las misericordias. Exhortndonos areconocer la voluntad de Dios, l escribe: os ruego por las misericordias de Dios. Esto es loque queremos decir por la voluntad de Dios en el contexto de su gracia.El segundo pasaje esJuan 5:39donde nuestro Seor Jesucristo presenta a s mismo comoel objeto central y el tema de toda revelacin escrita. A los judos de su da, hombres que seenorgullecan por su ahnco al estudiar la palabra escrita, l les dice, Escudriad las Escrituras;porque a vosotros os parece que en ellas tenis la vida eterna. Y luego los recuerda que estasmismas Escrituras son las que dan testimonio de m. Si no encuentran a Cristo, todo sufervoroso estudio es sin valor. Porque el regalo de la vida eterna viene slo por gracia divina, yla gracia de Dios viene solamente por medio de su Hijo, nuestro Seor Jesucristo. As, lavoluntad de Dios, en el contexto de su gracia se halla en Cristo solamente, la gracia . . . (vino)por medio de Jesucristo (Jn 1:17).El tercer pasaje es2 Timoteo 3:16-17, en el cual el Espritu Santo, por medio de Pablo,afirma que Toda la Escritura es inspirada por Dios, y til para llevar a los cristianos a laperfeccin y prepararlos para toda buena obra.Ahora, consideremos estas verdades importantes halladas en las citas ya mencionadas:1. La completa palabra de Dios escrita puede hacernos sabios en cuanto a la salvacinque tenemos por fe en Cristo. Indudablemente, es verdad que uno que lee con cuidado lasEscrituras puede, bajo la direccin del Espritu Santo, llegar a tener fe en el Seor Jesucristo. 18Pero, tambin, es verdad que uno puede, con fe sencilla, recibir la vida eterna e ignorar muchasfacetas de esta salvacin. Por esta razn, Dios nos ha dado su palabra para hacernos sabios encuanto a la grandeza de nuestra salvacin.2. Toda la palabra de Dios es til en todas sus facetas para todo cristiano. Notemos elcarcter comprensivo de la declaracin del apstol: Toda la Escritura . . . es til. O mejortraducido, Cada Escritura . . . es til. Por lo tanto, cuidmonos, entonces, del error de suponerque existen cosas en el libro de Dios que podemos poner a un lado o descuidar. Todo el libro cada parte por pequea que sea ser til. No podemos hacer caso omiso de algo sin sufrirprdida. Es necesario enfatizar, sin compromiso alguno, que toda la Escritura incluye la ley deMoiss y no slo esto, sino que abarca todos los elementos de esa ley moral, ceremonial y civiljunto con sus penalidades. Nosotros como ya salvos no estamos bajo la ley, pero ella es unaparte de la palabra escrita y entonces nos es til. En qu manera es til toda la Escritura?La respuesta es: (a) para ensear, (b) para redargir, (c) para corregir, (d) para instruir enjusticia. En1 Corintios 10:1-14encontramos una leccin instructiva en cmo Pablo us la leymosaica del Pentateuco en las diversas maneras dadas arriba para el bien de los creyentes de suda. No estamos bajo la ley; pero ya que la ley es parte de la Escritura inspirada, est llena devaliosas doctrinas y de lecciones tiles para nuestras vidas.3. La Biblia sirve como espejo para el cristiano. Ella es el espejo perfecto dondepodemos vernos a nosotros mismos. Hablando de esta relacin entre la palabra de Dios y elcristiano, Santiago describe al hombre que considera en un espejo su rostro natural . . . y se va,y luego olvida cmo era (Stg. 1:23-24). Esto lo contrasta con la persona que no solamente seconsidera a s mismo en el espejo sino que hace algo para corregir lo que ve (1:25). Alprincipio, la diferencia entre los dos no es un simple asunto de hacer o no hacer, sino, ms bienest en la manera en como se miran en el espejo de la palabra. El verbo griego en el versculo 24sugiere una mirada ligera, mientras el verbo del versculo 25 indica una mirada cuidadosa. Esesta mirada cuidadosa y continua que produce el hacedor de la obra con las bendicionesresultantes.Sin embargo, considerarnos nosotros mismos en el espejo de la palabra no debedivorciarse de mirar all mismo la imagen de nuestro Seor. Ya que el mirarse uno mismo no essuficiente y slo puede llevar a la completa desesperacin. Tenemos que ver al Seor. Y lasSagradas Escrituras en su totalidad, componen el espejo perfecto para percibir al Seor en todasu gracia y gloria. Como Pablo escribe, Nosotros todos, mirando a cara descubierta como en unespejo la gloria del Seor, somos trasformados de gloria en gloria en la misma imagen, como porel Espritu del Seor (2Co 3:18). Vale la pena verse en el espejo de la palabra pero es el miraral Seor en ste que trae los cambios morales y espirituales que tanto necesitamos. Y essignificante que el apstol, al escribir la importancia del espejo de la palabra, tena en mente elAntiguo Testamento, especialmente los cinco libros del Pentateuco (vea vs. 14 y 15).Esto nos lleva al carcter maravilloso de la verdad enseada en 2 Corintios 3. En losprimeros trece versculos, Pablo declara que la ley de Moiss haba perecido y haba sidoabolida (vs. 11, 13) para el cristiano. Sin embargo, esta misma ley permanece como parte delespejo de la palabra escrita en el cual vemos la gloria del Seor. Como ley ha sido abolida;como creyente, no estamos bajo ella. Pero, al ser parte de las Escrituras, es til para nosotros 19porque da testimonio de Jesucristo. De modo que borrar o quitar algo de la palabra escrita, sealey moral o ceremonial, es daar y desfigurar el nico y autorizado retrato del Seor Jesucristo, eimpedir la obra perfecta del Espritu de santificacin. La importancia de esto se muestra en elministerio de nuestro Seor Jess despus de su resurreccin. Y comenzando desde Moiss, ysiguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de l decan (Lc.24:27, 44).4. La plena palabra de Dios revelada nos seala el ejemplo perfecto de Cristo. Al mirarla gloria de l en el espejo de la palabra, consideramos:a. Lo que como creyentes debemos ser. Recordaremos que tenemos que andar comol anduvo (1Jn 2:6). No olvidaremos que para esto fuisteis llamados; porque tambin Cristopadeci por nosotros, dejndonos ejemplo, para que sigis sus pisadas (1P 2:21). Siesperamos tener el mismo sentir que hubo tambin en Cristo Jess (Fil 2:5), tenemos queencontrar este sentir en el record de lo que l era y lo que l hizo. Para esto necesitamosms que los cuatro evangelios, o aun los escritos del Nuevo Testamento. Necesitamos todaslas Escrituras desde el Gnesis hasta el Apocalipsis.Adems, al apreciar a Cristo en su palabra, aprendemos:b. Lo que seremos cuando l venga. Comprenderemos que, a pesar de nuestra aparienciao de las condiciones adversas, cuando l se manifieste, seremos semejantes a l (1Jn 3:2). Ycon esta bendita esperanza en nuestro corazn, llegaremos a ser hombres y mujeres ms purosahora, aun antes de que l venga (1Jn 3:3). Entonces, no compararemos las aflicciones deltiempo presente . . . con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse (Ro 8:18). SiDios nos ha predestinado a ser hechos conformes a la imagen de su Hijo (Ro 8:29), l tambinha predestinado la manera en que esta bendita transformacin se llevar a cabo. Todo esto es pormedio de la completa palabra de Dios escrita e inspirada, la cual da testimonio de su Hijo.5. Toda esta palabra de Dios escrita nos ha sido dada para concentrar nuestra atencinen Cristo, quin es l, lo que l ha hecho, y lo que l dijo. Para el creyente verdadero, Cristotiene que ser el centro y el circuito de todas las cosas. T, oh Cristo, eres todo lo que quiero;ms que todo hallo en ti.a. La palabra escrita enfoca la atencin a Cristo. Existen otros grandes personajes en lasEscrituras. Piense en Moiss y Elas, sin duda los dos ms grandes y famosos en del AntiguoTestamento. Pero, an estos desaparecen de la vista ante la gloria del Hijo eterno. Sientendemos la voluntad de Dios, guiados correctamente por el Espritu, no veremos a nadie . . .sino a Jess solo (Mt 17:8). Presten atencin todos los que ensean la palabra! Si hablan deMoiss, de Elas o de otros, tengan cuidado de hablar de estas luces inferiores, de tal modo quelos ojos de los oyentes estn puestos en l quien es el Seor de ellos y el nuestro.b. La palabra escrita enfoca la atencin al amor de Cristo. An el mundo perdidoreconoce el valor del amor y sus dirigentes hablan de l. Pero la mayora lo expresan entrminos abstractos, llegando a ser un mero dolo verbal. Sin embargo, en la Biblia encontramosalgo completamente diferente. Aqu de verdad leemos que Dios es amor (1Jn 4:8), pero no nos 20deja especulando sobre la verdadera naturaleza del amor en la invisible deidad inefable. Lamisma oracin que nos dice que Dios es amor dirige nuestra atencin al hecho histrico: Enesto se mostr el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envi a su Hijo unignito almundo, para que vivamos por l (1Jn 4:9). Luchamos intelectualmente para entender lanaturaleza verdadera del amor divino? Entonces, En esto consiste el amor: no en que nosotroshayamos amado a Dios, sino en que l no am a nosotros, y envi a su Hijo en propiciacin pornuestros pecados (1Jn 4:10). Mientras ms contemplemos el amor de Dios encarnado en elHijo, nuestros odos estarn ms atentos a la exhortacin que sigue: Amados, si Dios nos haamado as, debemos tambin nosotros amarnos unos a otros (1Jn 4:11).c. La palabra escrita enfoca nuestra atencin a la obra de Cristo. No importa en quparte la abrimos, si tenemos ojos para entender, veremos la sangre de expiacin. El ltimo de losgrandes profetas del Antiguo Testamento, Juan el Bautista, al mirar al Hijo encarnado, dio estetestimonio, He aqu el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Jn 1:29). Y estaspalabras de los labios de Juan hablaban de la muerte, porque un cordero no puede expiar elpecado sin morir.A travs de toda la Biblia, donde quiera que abrimos sus pginas vemos a aquel que fuehecho un poco menor que los ngeles, a Jess, coronado de gloria y de honra, a causa delpadecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos (Hebreos2:9). Y percibiendo en el Calvario el amor (de Dios), en que l puso su vida por nosotros,entendemos que nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos (1Jn 3:16).d. Las Escrituras abren nuestros ojos a las palabras y los mandamientos de Cristo.Nuestro Seor dice, El que tiene mis mandamientos, y los guarda, se es el que me ama (Jn14:21), y nuevamente: El que me ama, mi palabra guardar (v. 23). Necesitamos tener laBiblia en su totalidad para poder or la voz del Seor en un aspecto total. Tenemos que entenderque la voz del Dios infinito llega al hombre siempre por medio del Hijo, el logos eterno.Por consiguiente, es un error rechazar el Antiguo Testamento, o prescindir de algunaparte de l, o poner a un lado las epstolas como si fueran inferiores a los cuatro evangelios, otratar a las profecas como si tuvieran poca importancia para la vida cristiana. Al leer la palabra,si somos entendidos, oiremos la voz del Hijo preexistente hablndonos en el AntiguoTestamento, la voz del Hijo encarnado hablndonos en los evangelios en los das de su vidasobre la tierra, y la voz del Hijo exaltado y glorificado hablndonos desde el cielo en los otroslibros del Nuevo Testamento.Es cierto que hay un aumento en la revelacin de Dios por medio del Hijo. En eltranscurso de la historia, algunas cosas son reemplazadas; otras pueden ser abolidas. Algunasson ms importantes que otras. Tenemos que leer el libro de Dios, no como cosa rutinaria, sinobajo la direccin del Espritu Santo.A veces nos preguntan: Qu significa guardar las palabras y los mandamientos delSeor Jesucristo? Podemos contestar que por lo menos no quiere decir estar otra vez bajo algnsistema legalista. Pero, por el lado positivo, hay unos textos que dan luz al problema. Uno es 1Reyes 14:8en donde el Seor habla del Rey David como uno que guard mis mandamientos y 21anduvo en pos de m con todo su corazn haciendo solamente lo recto delante de mis ojos. Estaes la declaracin de Dios sobre la vida entera de David, un hombre que fracas terriblementems que una vez.Otro pasaje se halla en el Nuevo Testamento enJuan 17:6. Aqu omos la comunin de laDeidad, el Hijo comunicando y orando al Padre. Refirindose a los hombres que le habanseguido durante su vida terrenal, l comenta una cosa maravillosa: han guardado tu palabra.Al reflexionar sobre la vida de ellos, pensamos en sus ambiciones egostas, su falta frecuente derecibir la verdad, su contienda en la ltima cena, la inminente negacin de Pedro y las dudas deToms. Sin embargo, el Seor, quien conoce el corazn, mira con amor a estos hombres dbilesy vacilantes, y seala: han guardado tu palabra.Indudablemente, esta opinin no est basada en un balance legalista entre las cosashechas y no hechas, sino ms bien en la actitud del corazn y la direccin de su vida. Ellosamaban al Seor, atesoraban sus palabras e iban en el buen camino.6. Tenemos que ver la voluntad de Dios revelada en la palabra en el contexto de la graciade Dios. Ya he tocado este punto, pero ahora lo discutiremos ms ampliamente. Nada puede serms crucial. A menos que consideremos la voluntad de Dios en el contexto de su gracia,siempre estaremos en peligro de regresar a algn sistema legalista o de hacer uno nuevo. Si nosconcentramos en la voluntad de Dios pero ignoramos el contexto de gracia, es posible aunconstruir un sistema de legalismo sobre los libros de Romanos y Glatas.Por otro lado, analicemos la manera cuidadosa en que las Escrituras ponen la voluntad deDios en el contexto de su gracia.Romanos 12:1-2nos implora que reconozcamos la voluntadde Dios, pero la exhortacin nos llega por las misericordias de Dios.1 Corintios 8:7-11nosensea con cunto cuidado debemos de tratar al hermano dbil, y el argumento final es que les uno por quien Cristo muri. El escritor deFilipenses 2:2-5nos exhorta a tener una vida deamor y paciencia, a preocuparnos por el bien de los dems en lugar de slo lo nuestro.Y cmo se puede alcanzar este ideal tan alto? El apstol llama a los lectores por mediodel amor y las misericordias que han hallado en Cristo (Fil 2:1), y termina su llamamientoponiendo delante de sus ojos la condescendencia misericordiosa del Hijo de Dios al dejar sugloria, hacerse hombre, y entregarse a la muerte y muerte de cruz (Fil 2:5-8).EnFilipenses 4:1-3Pablo les escribe a dos mujeres en la iglesia con el fin de que sereconcilien. Les anima a que sean de un mismo sentir, pero esto no es todo. Ellas tienen queser del mismo sentir en el Seor, y el apstol concluye recordndoles que sus nombres estnen el libro de la vida. Qu argumento! Dos mujeres por la gracia de Dios tienen sus nombresescritos en el libro de la vida, pero han fracasado en mostrar gracia una para con otra a pesar detener sus nombres en la lista de membresa de la misma iglesia local. Como esto podemos hallarcentenares de ejemplos en el Nuevo Testamento.Por supuesto, en el desarrollo de la revelacin se hallarn contrastes bien definidos entrela edad de la ley y la edad presente. As enDeuteronomio 6:5, la obligacin grande del hombrese presenta en forma severa, sin recurso a la gracia: Y amars a Jehov tu Dios de todo tucorazn, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Note el contraste con el lenguaje de gracia:Nosotros le amamos a l, porque l nos am primero (1Jn 4:19). El pasaje en Deuteronomio 22nos lleva a la presencia de un gran trono blanco, mientras el escrito por la pluma de Juan poneun arco iris alrededor del trono. Si somos sabios, siempre leeremos los dos pasajes juntos.Tomando otro ejemplo, hablando de la obligacin del hombre hacia su prjimo, nuestroSeor Jesucristo da el segundo gran mandamiento, Amars a tu prjimo como a ti mismo(Mateo 22:39). Esta es la ley la ley de Dios. No nos atrevemos ni podemos cambiarla. Perodespus del Calvario, omos la voz del mismo Seor por medio de Juan, Amados, si Dios nos haamado as, debemos tambin nosotros amarnos unos a otros (1Jn 4:11). Es el mismo deber,pero ahora puesto en el contexto de gracia. Otro ejemplo, esta vez del Sermn del Monte, Asque, todas las cosas que queris que los hombres hagan con vosotros, as tambin haced vosotroscon ellos, porque esto es la ley y los profetas (Mateo 7:12). Es una buena ley, pero hay algoms sublime, estimando cada uno a los dems como superiores a l mismo (Fil 2:3).La ley nos da el balance exacto de justicia, pero la exhortacin de la gracia es superlativaen sus demandas. La gracia funciona porque se despliega en un contexto de gracia: el benditoHijo de Dios poniendo a un lado su gloria preexistente, despojndose de s mismo, tomandoforma de siervo, humillndose a la muerte por nosotros que no merecemos nada (Fil 2:3-8). Estees el argumento de la gracia, y es irresistible para los que han sido salvos y que conocen alSeor. No hay otra respuesta a la gracia aparte de la sumisin humilde.Aunque las distinciones dispensacionales son genuinas y se pueden ver claramente, nodebemos suponer que el contexto de gracia est ausente en las Escrituras ms antiguas.Hablando del tiempo de la ley, Pablo observa, Pero la ley se introdujo para que el pecadoabundase. Luego aade, mas cuando el pecado abund, sobreabund la gracia (Ro 5:20). Sidesea saber la manera en cmo abund la gracia en el tiempo de la ley, solamente necesita leer elrecord de la ley ceremonial de los sacrificios. Es all donde encontramos el contexto de graciaen medio de la ley. Considere, por ejemplo, la entrega del Declogo, aquellos DiezMandamientos, los cuales constituyen el mero centro de la ley (x 20). Por desgracia, la mayorparte de los sermones sobre este tema slo llegan hasta el versculo 17 y el resultado es, por logeneral, la misma reaccin de Israel: el pueblo . . . se pusieron de lejos (v. 18). Este es elresultado de la predicacin de la ley fuera del contexto de gracia.Pero, en versculo 24, el Dios de Sina continua hablando, Altar de tierra hars para m,y sacrificars sobre l tus holocaustos . . . y te bendecir. El altar fue hecha de tierra, unmaterial al alcance de todos. Pero si lo hacan de piedra no deban usar ningn herramienta, yaque sera profanacin. Adems, no deban subir por gradas al altar. Ciertamente este es ellenguaje de la gracia de Dios! Y qu tristeza que tantos predicadores, pensando que todavaestamos bajo la ley moral pero no bajo la ceremonial, siguen enseando los mandamientosde Dios fuera del contexto de la gracia, excluyendo as el nico elemento que puede asegurar elcumplimiento del ideal de la ley moral.Por supuesto, la verdad es que el cristiano no est bajo la ley en ningn sentido, sea moralo ceremonial. Sin embargo, estos dos elementos siguen siendo partes esenciales de la completapalabra de Dios, hasta la ltima jota y tilde, y por lo tanto, es til a todos los hijos de Dios encada edad.23Quisiera animar a los creyentes quienes se gozan en hallar al Seor Jesucristo en cadapgina de las Escrituras. Por favor, no se sientan atemorizados por los que gritan demasiadatipologa. Es cierto que existen cosas que se pueden llamar tipos y otras no. Pero, es elprivilegio y el deber de uno mismo descubrir y mirar la faz del Seor Jess en su palabra dondequiera que sea. Es preferible quebrantar unas reglas de la hermenutica clsica que perderla visin de su bendita faz.Solamente debemos prevenirnos de una cosa tenemos que estar seguros que lo queencontramos est relacionado en forma verdadera con la revelacin histrica del Hijo en elNuevo Testamento. Teniendo esto en mente, no hay fin a lo que podemos encontrar respecto alinfinito Hijo de Dios encarnado en el record inspirado. Y al verlo en toda la Escritura,encontraremos la perfecta voluntad de Dios en el maravilloso contexto de su gracia: la graciareine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Seor nuestro (Ro 5:21).7. El contexto de la gracia es el nico ambiente en donde la voluntad de Dios se puederealizar en la vida cristiana. Es en este contexto que crecemos (2P 3:18); estamos firmes (1P5:12); somos edificados (Hch 20:32); tenemos fuerza (2Ti 2:1); somos perfeccionados (1P 5:10);somos librados del dominio del pecado (Ro 6:14); encontramos la completa libertad de laesclavitud legalista (G. 5:1-4); encontramos un sublime motivo para hacer la voluntad de Dios(2Co 8:9); encontramos el poder para vivir la vida cristiana (2Co 12:9); encontramos la manerade recuperarnos al caer (He 4:16); encontramos la seguridad en cuanto al fin de la vida cristiana(Hch 20:32).Atendamos el consejo de Pablo dado a los creyentes en medio del conflicto con losalborotadores legalistas, que perseverasen en la gracia de Dios (Hch 13:43). Cuidmonos delos que ofrecen otro consejo. El mismo apstol Pablo escribe con profunda indignacin contraaquellos que enseaban una divergencia, aunque muy pequea, del evangelio de la gracia deDios (G. 4:9-12).24CAPITULO 10Objeciones, Preguntas y ProblemasEn conclusin, quisiera contestar algunas objeciones, preguntas y problemas.1. Existe la acusacin que afirmar que el creyente no est bajo la ley es rechazar unaparte de las Escrituras. Esta acusacin infamatoria ya ha sido contestada por medio de laevidencia bblica, pero quisiera tratarla ms especficamente.Primero, categricamente, negamos cualquier rechazo de la ley. Por el contrario,aceptamos a la ley de Dios en las Escrituras en su totalidad, incluyendo todos sus elementos moral, ceremonial y civil no simplemente una pequea parte de ella despojada de suspenalidades, como los antagonistas acostumbran a hacer. Ellos, no nosotros, son los que enverdad la rechazan.Segundo, aceptamos a la ley como parte de la palabra inspirada de Dios. Ella es tilpara todo creyente, usada bajo la direccin del Espritu Santo para ensear . . . redargir . . .corregir . . . e instruir en justicia (2Ti 3:16). Ni una parte de las Escrituras se puede dejar a unlado de nuestra enseanza y predicacin sin sufrir prdida espiritual aun incluyendo la leyceremonial.Tercero, aceptamos esta ley de Dios como buena, si uno la usa legtimamente (1Ti 1:8).Para ver el sentido de la palabra legtimo (nomimos) vea2 Timoteo 2:5, donde se usaindiscutiblemente con la idea segn la ley. Por eso, usar la ley segn la ley significa que sedebe usar como ley, sin quitarle ningn elemento ni castigo.Este uso correcto de la ley se ampla en 1 Timoteo. Si se usa legtimamente, esto es,estrictamente como ley, la ley no fue dada para el justo (1Ti 1:9). Y como el creyente esjusto en relacin a la ley (porque por medio de la obra de Cristo ella fue satisfecha y cumplidapara nosotros en todas sus demandas y penalidades), es errneo poner al cristiano bajo ella.Aplicarla as es negar la eficacia eterna de la obra de Cristo. Por el contrario, dice el apstol, ellafue dada para los transgresores y desobedientes, para los impos y pecadores (1Ti 1:9). Losmuchos pecados que ponen al hombre bajo la ley de Dios son contra la sana doctrina, segn elglorioso evangelio del Dios bendito (1Ti 1:9-11).En el mismo contexto el apstol declara que la sencilla norma de vida para los cristianoses el amor nacido de corazn limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida (1Ti 1:5).Pero aun, en los das de Pablo, haba quienes no estaban satisfechos con esta sencillaregla de vida. Estos se apartaron a vana palabrera, queriendo ser doctores de la ley,(literalmente maestros de ley) sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman (vs. 6-7).En resumen, la ley, como obligacin habiendo sido completamente cumplida y satisfechaen Cristo, ha sido abolida para el cristiano. Pero existe todava y sirve como freno externo sobreel impo. Como Escritura inspirada, permanece para todos los salvos y como tal es til en 25todas sus partes. Solamente el alma salvada por gracia puede, de veras, gozarse en la ley delSeor. Entiende claramente lo que pas en el Calvario. Tal persona ha visto en la cruz laseveridad y sentencia de la ley y ahora puede regocijarse en la seguridad de que todas lasdemandas de ella han sido satisfechas completamente por el Cordero de Dios.2. Tambin se ha dicho que muchos que profesan ser cristianos no viven como deberanvivir, y por ello se debe usar la ley para aliviar la situacin. Aqu, tenemos que admitir queexiste el problema, mientras lamentamos esta situacin. Cada fiel lder lo enfrenta, a veces hastael punto de quebrantarle el corazn. Pero, sabemos que el remedio para esta vergonzosacondicin en la iglesia profesante, no es retroceder de la gracia a la ley. Se ha demostradohistricamente que el camino a ella no tiene fuerza para hacer que el hombre sea bueno. Nadaperfeccion la ley (He 7:19). Por eso la gracia