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II Época Nº 130 España: 5,00 / Portugal: 6,25 www.astronomia-e.com COU ASTRONOMÍA PARA TODOS Salvador J. Ribas Jordi Lopesino ENTREVISTA JOANMA BULLÓN Teodoro Bustillo ORÍGEN DE LA ASTRONOMÍA EN CHINA 9 788413 042640 0 3 1 0 0

R. ASTRONOMÍA 130 MARZO 20010 AVANCE

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Revista de Astronomía. Editada por Equipo Sirius. Reportajes, agenda Astronómica, noticias, etc. Avance mes de Marzo de 2010.

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II Época Nº 130 España: 5,00 / Portugal: 6,25 €€ www.astronomia-e.com

COUASTRONOMÍA PARA TODOSSalvador J. Ribas

Jordi LopesinoENTREVISTA JOANMA BULLÓN

Teodoro BustilloORÍGEN DE LA ASTRONOMÍA EN CHINA

9 788413 042640 03100

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la física cuántica, una labor teórica que aún no se ha logrado de manera satisfactoria.

Cuando se combina la gravitación con la física cuántica se manejan cantidades muy pequeñas comparadas con las escalas cotidianas. A partir de la constante de Planck y de otras constantes físicas relevantes, como la velocidad de la luz o la constante de la gravitación universal, se deducen unidades ultramicroscópicas «natu-rales» de longitud, tiempo y masa: son las llamadas unidades de Planck. La longitud de Planck vale 1,1×10-35 metros, el tiempo de Planck asciende a 3,8×10-44 segundos, la masa de Planck es de tan solo 1,5×10-8 kilogramos. Estas unidades, aparte de resultar útiles en física cuántica y relatividad, señalan además los límites abso-lutos de nuestras teorías. Cuando nos remontamos hacia el pasado del cosmos tanto que las cantidades relevantes para describirlo adoptan valores del orden de las unidades de Planck, entonces los modelos fallan: antes de ahí se necesitaría esa teoría de la gravitación cuántica que todavía está por descubrir. Esa etapa remotí-sima de la historia recibe a veces el nombre de época de Planck.

Un asunto diferente al de las unidades de Planck, aunque con ciertas similitudes, lo constituye el de la numerología cósmica, una línea de especulación intelectual iniciada por Paul Dirac en 1937. Se trata de efectuar combinaciones con constantes físicas pero en este caso, en vez de «unidades naturales», se pretende obtener «cantidades adi-mensionales». Hay quien aprecia ciertas coincidencias y regularidades en los números que resultan, pero estas argumentaciones constituyen, hoy por hoy, poco más que espe-culaciones llamativas sin apoyo teórico o experimental, ni capacidad predictiva.

[email protected]

Oh tú, perito en lunas: que yo sepa

qué luna es de mejor sabor y cepa.

Miguel Hernández (1933)

En rigor, la constante de Planck es solo una, se representa con el símbolo h y adopta un valor de 6,63×10-34 julios-segundo, es decir, 0.000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 000 663 julios-segundo (treinta y cuatro ceros delante del primer seis). Las unidades de medida para la energía (julio) y el tiempo (segundo) están adaptadas a las necesidades de la vida cotidiana, y cuando se emplean para evaluar la constante de Planck se obtiene un número minúsculo. Esto indica que la constante de Planck adquiere relevancia en física cuando se estudian fenómenos pequeñísimos comparados con las escalas habitua-les, sucesos en los que intervienen energías muy reducidas, o lapsos de tiempo extremadamente breves, o ambas cosas a la vez. Es el reino de la física cuántica, de lo ultra-micros-cópico, de las partículas subatómicas y los fotones. Puede entenderse que la constante de Planck resulte imprescin-dible en astronomía para explicar los espectros de los astros (cuyos rasgos

¿Cuáles son, qué son, qué implican a nivel cosmológico las constantes de Planck?

Pregunta formulada por Francisco Miguel Rodríguez Mesas,

Alpedrete (Madrid)

se generan en procesos atómicos), o la evolución estelar (protagonizada por las reacciones nucleares). Pero la cosmología estudia el universo en su conjunto, el objeto más grande y antiguo que se pueda concebir. ¿Qué importancia podría tener la constante de Planck en este contexto?

El universo actual se describe bien por medio de la teoría de la relatividad general, un marco teórico clásico, es decir, de carácter continuo y determinista: la relatividad maneja variables que cambian de manera suave (no «a saltos») y trabaja con relaciones causa-efecto rígidas y bien establecidas. Los fenómenos domi-nantes en el cosmos actual se produ-cen a grandes escalas: coalescencia de galaxias, interacciones entre cúmulos y supercúmulos, formación de estruc-turas enormes... Todo ello queda muy lejos de las escalas microscópicas dominadas por la física cuántica y la constante de Planck, en las que las variables pueden cambiar «a saltos» y donde no impera una causalidad estricta, sino otra de carácter esta-dístico.

Pero la cosa cambia cuando se considera el pasado remoto del cosmos. El universo primordial era mucho más denso y caliente que el de ahora. Carecía de estructuras no ya del tamaño de las galaxias, sino incluso del porte de las estrellas. Cuando el universo consistía en una sopa caliente de partículas subatómi-cas en interacción, todos los procesos relevantes tenían carácter cuántico. La física cuántica, con la constante de Planck incorporada, resulta crucial para entender las primeras etapas del universo y, por lo tanto, la historia de todo lo que hay. El universo cuántico primitivo dio a luz el cosmos relati-vista, clásico, en el que vivimos hoy. Para estudiar las primeras etapas del mundo es necesario combinar de algún modo la gravitación con

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Fernando Ortuño (sondasespaciales.com). Coordinador del Área de Astrono-mía y Espacio de Campus Party Europa, www.campus-party.eu.

Fernando ortuño

Campus party Europa

Durante los días 14 a 18 de abril va a tener lugar en la Caja Mágica de Madrid Campus Party Europa, realizada bajo el auspicio del Ministerio de Ciencia e Innovación y enmarcada en las activi-dades de la Presidencia Española de la Unión Europea. Va a ser un encuentro muy especial donde ochocientos jóvenes de los 27 países que forman la Unión Europea se darán cita para unir sus talentos en proyectos y actividades rela-cionadas con la Ciencia, la Creatividad y la Innovación.

Estas tres áreas son hoy en día pilares fundamentales para nuestra sociedad, donde hasta el más coti-diano de los objetos que nos acompa-ñan, nos transportan o nos comunican tienen un ápice de esas tres áreas temáticas que van a estar presentes en Campus Party Europa. Una oportuni-dad para que jóvenes talentos de todo el continente brillen con luz propia y demuestren su capacidad y las ideas que harán de este mundo algo mejor el día de mañana.

Los ochocientos asistentes que participan en esta edición lo han hecho tras haber presentado sus proyectos relacionados con la temática que inspira Campus Party Europa, proyectos que serán valorados y premiados en cada categoría con 3.000 euros cada uno.

Como no podía ser de otra manera, el compromiso de Campus Party Europa con la ciencia permanece no sólo intacto sino en constante crecimiento, estable-ciéndose en las últimas ediciones una zona común que engloba los desarrollos que nos permitirán avanzar hacia los componentes informáticos del mañana (Modding), los avances en robótica que ya nos están permitiendo conocer otros

800 jóvEnEs dE los 27 paísEs dE la unión Euro-pEa asistirán a Campus party

Europa.

Para colaborar, enviad vuestros textos con un límite de unas 700 palabras a [email protected]. La revista no se identifica ni con la opinión ni los conteni-dos de los artículos firmados, y se reserva el derecho a su publicación.

mundos antes incluso de poner un pie sobre ellos (Robótica) y la más antigua de las ciencias y sin embargo la que más se nutre de los avances tecnológicos, como es la Astronomía.

En esta ocasión los contenidos pre-sentes en Astronomía y Espacio prome-ten despertar el interés y el asombro que ya han cosechado en otras ocasiones. Descubriremos las entrañas del Gran Telescopio CANARIAS, y a su vez ese poderosísimo instrumento nos servirá para conocer en vivo en Campus Party los secretos del Universo. Unos secretos a los que por cierto el periodista cientí-fico del Reino Unido Stuart Clark nos ayudará a desvelar en su conferencia Los grandes misterios del Universo.

Como no podía ser de otro modo tra-tándose de una cita europea, la Agencia Espacial Europea estará también pre-sente contándonos sus éxitos presentes, como la Mars Express, o futuros, donde se nos van a descubrir algunas de las claves científicas del proyecto ExoMars y de los hallazgos que se obtendrán de tan importante misión sobre la superfi-cie de Marte, el próximo destino de la humanidad.

Volviendo a la Tierra, nos deten-dremos un momento para conocer más sobre un proyecto que tiene un espíritu

de unión sin fronteras al igual que la Unión Europea o la propia Campus Party Europa, me refiero a la Estación Espacial Internacional (ISS), todo un prodigio de la ingeniería y el punto de investigación más avanzado jamás creado por la humanidad.

Pero no sólo queremos que nos lleguen cosas desde el cielo, también queremos tocarlo con nuestras manos. Tal vez aún estemos lejos de salir de nuestro planeta pero intentaremos subir en un globo sonda con una carga útil de sensores científicos para tener una mejor perspectiva del mundo que nos rodea y el Universo al que pertenecemos. Un proyecto en el que me he visto involu-crado personalmente y del que espero un total éxito, a la altura del talento que he podido comprobar en todos los miem-bros del equipo que lo han diseñado.

Pero lo que sin duda alguna nos dice la experiencia, es que cuando termine Campus Party Europa nada quedará en saco roto, sino que flore-cerán muchos proyectos que todavía ni han sido imaginados gracias a la unión de esfuerzos, tal y como reza el lema de este evento, «Unimos Talento y Creamos Futuro».

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Este 1 de abril se conmemoran los cincuenta años del lan-zamiento en 1960 del primer satélite meteorológico del mundo, el TIROS 1. Dotado con dos cámaras de televisión en blanco y negro, este satélite de la NASA apenas se mantuvo operativo ochenta días en órbita polar a unos 700 kilómetros de altura, pero fue el primero capaz de mostrarnos imágenes de nubes y estructuras atmosféricas y su evolución, sentando las bases de una autentica revolución en la observación meteorológica desde la órbita terrestre, y dando comienzo a una de las mayo-res aplicaciones de uso diario de la tecnología espacial. ¿Quién se imagina hoy en día, medio siglo después, un mundo sin los «meteosat»?

50 AÑOS VIENDO LA TIERRA DESDE EL ESPACIO

Sugerencias: [email protected]

Crédito: En el recuadro de la izquierda, la primera fotografía en blanco y negro de la Tierra retransmitida por TV por el satélite TIROS 1 desde unos

700 km de altura sobre nuestro planeta, tomada el 1 de abril de 1960. La imagen principal en color, por su parte, la realizó el instrumento SEAWiFS, a bordo del satélite OrbView 2, con tecnología de cuarenta años después. Una

imagen vale más que mil palabras… (Imagen TIROS 1: NASA; Imagen en color: SeaWiFS Project, NASA/Goddard Space Flight Center, y ORBIMAGE)

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Rafael CaballeRo Roldán

DOBLES NUEVAS SINTELESCOPIO

El acceso de forma gratuita a catálogos e imágenes empleadas

por los astrónomos profesionales abre nuevas posibilidades a los

aficionados, permitiéndonos superar los límites impuestos

por las características de nuestros equipos. Entre estas

posibilidades se encuentra la de descubrir nuevas dobles aún no

catalogadas.

Hasta entrado el siglo XX todos los descubrimientos de nuevas estrellas dobles se hacían a pie de telescopio, dedicando horas de paciente y meticu-losa observación. Bien conocido es el caso de Friedrich Georg Wilhelm von Struve, quien entre noviembre de 1824 y febrero de 1827 dedicó 138 noches y un total de 320 horas a la búsqueda de estrellas dobles nuevas, al asombroso ritmo de 400 estrellas por hora. De las más de 120.000 estrellas examinadas,

Coordenadas Magnitudes Separación Ángulo Época

06 40 48,76 + 31 59 22,4 10,1 – 10,3 55,6 37 1999

08 02 08,67 + 58 46 12,5 8,4 – 10,9 23,4 239 1998

08 46 14,32 + 27 35 41,3 7,3 – 10,5 41,1 174 1998

11 14 38,30 + 45 20 55,2 10,5 – 10,7 64,2 38 1999

14 59 32,92 + 45 27 51,0 8,7 – 10,8 63,1 203 2000

18 15 38,79 + 38 19 49,9 9,9 – 10,9 18,5 207 1998

20 00 14,11 + 47 37 09,0 9,5 - 10,7 43,9 257 1998

21 58 47,91 + 46 18 53,0 9,7 – 10,7 17,0 247 2000

Tabla 1. Algunas de las dobles nuevas encontradas por el autor.

alrededor de 2.200 resultaron ser dobles nuevas. Son las conocidas por el identi-ficador STF en el catálogo de estrellas dobles de Washington (conocido como WDS).

Sin embargo, la llegada de la foto-grafía trasladó el campo principal de descubrimiento de nuevas dobles del ocular a la placa fotográfica. Posterior-mente, la utilización de herramientas informáticas, capaces de examinar las fotografías recopilando información de forma automática, amplió una vez más las posibilidades, llevando esta vez el lugar de observación desde la placa fotográfica al ordenador. Puede pensarse que durante este proceso la probabilidad de encontrar dobles nuevas se iba alejando poco a poco de las posibilidades del aficionado, pero no es así. Hoy en día, buena parte de los recursos utilizados por los astrónomos profesionales son de libre acceso gracias a herramientas de Internet como VizieR o Aladin (ambas disponibles gracias al Centre de Données astronomiques de Estrasburgo en cds.u-strasbg.fr). Con

estas herramientas es posible consultar y descargar diferentes catálogos, así como examinar placas fotográficas obtenidas por telescopios profesionales de forma rápida y sencilla.

Una primera aproximación podría ser buscar en los catálogos estrellas que simplemente estén cercanas en el firmamento. Al fin y al cabo, este era el método que seguía Struve y el que aún siguen algunos observadores. Si continuamos esta idea y la aplicamos a los catálogos profesionales disponi-bles, que constan a menudo de muchos millones de estrellas, veremos que encontramos en poco tiempo decenas de miles de parejas aparentemente nuevas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayor parte de estas parejas serán pares por perspectiva: aunque aparezcan cercanas desde nuestro punto de vista, resulta que una de las componentes está mucho más alejada que la otra, como cuando vemos dos aviones que aunque pare-cen cruzarse en el cielo se encuentran a diferentes alturas. Evidentemente

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Para contactar:[email protected]

Figura 1. Una nueva doble en coordenadas 5h 55m 36,20s +45° 01’ 15,80”. (Cortesía de Rafael Benavides obtenida con un Celestron 11 y una cámara CCD Atik 16HR)

estas parejas tienen nulo interés para los astrofísicos. Lo que nos interesa es encontrar parejas que tengan visos de ser auténticas binarias, es decir, de estar ligadas físicamente.

Si supiéramos la distancia real a la que se encuentra cada componente, el problema estaría resuelto. Pero este dato sólo ha podido determinarse de forma directa, por ejemplo por para-laje, para una cantidad muy limitada de estrellas. Para el resto, la práctica totalidad de los pares aún no cataloga-dos, debemos utilizar métodos indirec-tos. Uno de estos métodos se basa en buscar pares con movimiento propio común. Si dos estrellas que aparecen cercanas en el cielo se mueven a gran velocidad, con valores muy similares y además en la misma dirección y sentido, parece muy improbable que se trate de un par por perspectiva. La aplicación de diversos criterios esta-dísticos, como el llamado criterio de

Halbwachs, permiten llevar esta idea intuitiva a la práctica, lo que reduce el número de posibles pares nuevos de forma drástica.

Afortunadamente el movimiento propio sí que se conoce para una gran cantidad de estrellas y forma parte de diversos catálogos accesibles a los aficionados, como el recientemente publicado UCAC3 (USNO CCD Astrograph Catalog, versión 3). Pode-mos, por tanto, partir de las estrellas procedentes de este catálogo con movimiento propio significativo (se suele considerar significativo a partir de 50 milisegundos de arco por año) y analizar este subconjunto buscando parejas con movimiento estadística-mente similar.

Tras obtener las parejas con movi-miento propio común, es interesante aplicar algunos criterios adicionales, como por ejemplo la utilización de los diagramas de movimiento propio reducido, una versión cinemática del conocido diagrama Hertzsprung-Russell. Esto nos permitirá descartar aún más parejas, incrementando a la vez la posibilidad de que las nuevas parejas encontradas estén relaciona-das físicamente. Se trata así de primar la calidad de los resultados sobre la cantidad.

Una vez que tengamos un con-junto de posibles parejas nuevas cumpliendo todos los criterios que hayamos previsto aplicar, llega el momento de comprobar que las parejas realmente existen. Pero, ¿acaso no hemos obtenido los datos de catálogos profesionales? ¿Cómo puede ser entonces que las parejas no existan? Para entender esto basta

con recordar que los catálogos están casi siempre generados de forma automática, normalmente a partir del análisis de imágenes obtenidas con grandes telescopios. A pesar de todas las pruebas y control de errores al que se someten, estas herramientas automáticas se equivocan a menudo, incluyendo información errónea en el catálogo. Por ejemplo, puede que los destellos de una estrella especial-mente brillante afecten a la imagen analizada y provoquen la detección de estrellas inexistentes. Así, será fácil que encontremos que buena parte de nuestras flamantes nuevas parejas no existen.

Finalmente, y antes de considerar las estrellas dobles que sí encontremos en las placas como nuevas, conviene hacer un repaso de los alrededores de cada par buscando dobles ya catalo-gadas. En ocasiones veremos que la doble que creemos nueva se trata en realidad de una doble antigua, que per-manecía perdida por tener coordenadas ligeramente erróneas, y que hemos «reencontrado» en nuestra búsqueda. Este resultado también es interesante y debe comunicarse, ya que permite mejorar las coordenadas de la pareja y facilita su búsqueda para posteriores medidas.

Vemos por ello que incluso sin telesco-pio, o mejor dicho, aprovechando los datos obtenidos de telescopios profe-sionales, el aficionado puede aportar información relevante al campo de las estrellas dobles. Tras ser publicadas, las nuevas parejas pasarán a formar del catálogo WDS, lo que permitirá que sean medidas y estudiadas a partir de este momento por profesionales y otros aficionados.

Siguiendo técnicas similares a las descritas en este artículo, el autor ha encontrado alrededor de 500 dobles nuevas, de las cuales 110 ya forman parte del catálogo WDS. La mayor parte de estas dobles están formadas por componentes relativamente débi-les, siendo asequibles a la fotografía, pero difíciles para la observación visual. La Tabla 1 muestra algunas de estas parejas.

Figura 2. Una de las dobles nuevas situada en coordena-das 10h 10m 39,72 s +16° 02’ 14,9”, tal y como aparece en las placas fotográficas del Two Micron All Sky Survey. (2MASS)