19
1 Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario Bonetti Para Ángela Caba 1. Conocimiento en Alemania Yo tuve la suerte de conocer a Tirso en el primer lustro de la década del 1960 cuando él desempeñaba funciones diplomáticas en la ciudad de Bonn, la antigua capital de la República Federal de Alemania. Desde ese momento simpatizamos mutuamente y ahí se dio inicio a una amistad que perduraría hasta el día de su muerte. Tirso y Marcio 2. Pero antes de continuar considero de rigor, ateniéndome a las reglas del biografiar científicamente a intelectuales, científicos, artistas, etc., que identifique qué tipo de intelectual era Tirso Mejía. Para eso lo compararemos con el poeta Marcio, un ególatra de marca mayor que en vida disfrutó de buena prensa. Para Marcio, las personas y las circunstancias en las que viene viviendo este país desde los años sesenta

Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

  • Upload
    others

  • View
    3

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

1

Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir.

Por Mario Bonetti

Para Ángela Caba

1. Conocimiento en Alemania

Yo tuve la suerte de conocer a Tirso en el primer lustro

de la década del 1960 cuando él desempeñaba

funciones diplomáticas en la ciudad de Bonn, la antigua

capital de la República Federal de Alemania.

Desde ese momento simpatizamos mutuamente y ahí

se dio inicio a una amistad que perduraría hasta el día

de su muerte.

Tirso y Marcio

2. Pero antes de continuar considero de rigor,

ateniéndome a las reglas del biografiar científicamente

a intelectuales, científicos, artistas, etc., que

identifique qué tipo de intelectual era Tirso Mejía.

Para eso lo compararemos con el poeta Marcio, un

ególatra de marca mayor que en vida disfrutó de

buena prensa.

Para Marcio, las personas y las circunstancias en las

que viene viviendo este país desde los años sesenta

Page 2: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

2

del siglo pasado, eran cosas que giraban en torno a su

persona.

Para un escrito de prensa tengo que ser breve, y por

eso pondré un ejemplo de indiferencia intelectual

frente a una situación muy, pero muy delicada para el

país de parte del poeta que murió esperando la

concesión del Premio Nobel de Literatura.

Cuando la población dominicana agonizaba, y sigue

agonizando, por la gran pandemia del Corona-virus, y

cuando se espera de los intelectuales más atentos a los

problemas del país de la manera que sea, cada uno a

su manera, que persigan con preocupación la

calamidad mayor de la nación, Marcio se destapa con

un artículo de prensa que versaba sobre la pluma

Parker de fulano de tal (“La Parker de Héctor José

Díaz”) en el Listín Diario y que trataba de la

admiración que causaba la posesión de las plumas

fuentes de esa marca en los años cincuenta del siglo

pasado .

De Marcio no se conoce haber creado (hasta donde yo

sepa) una obra cultural, social o política para el

beneficio de la población.

Page 3: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

3

Esa brevísima pincelada describe que tipo de

intelectual era Marcio.

Tirso, por el contrario, no sólo era un hombre de

pensamiento y acción sino que ese pensar y actuar

fueron siempre en beneficio del pueblo y el Estado

dominicanos.

El intelectual Mejía-Ricart entendió siempre que su

condición de hombre de pensamiento implicaba la

ineludible obligación moral de servirle a su país

contribuyendo a buscar soluciones en vez de, como

Marcio, sentarse en una cómoda butaca a esperar

honores servidos en bandeja de plata.

3. La fundación de la Academia de Ciencias de la

República

Impulsado por mi condición de “intelectual

comprometido”, me decidí en el 1970 a fundar un

proyecto de academia de ciencias en el marco

inevitable de lo que existía en la región del Caribe y

Centroamérica como tradiciones científicas.

Esa decisión fue impulsada y motivada por el gran

humanista alemán Erwin Walter Palm, a la sazón

profesor de historia del arte en la prestigiosa

Universidad de Heidelberg, Alemania, donde yo

Page 4: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

4

estudiaba (1962-1967). Palm me animaba a

menudo a contribuir con el desarrollo cultural de la

atrasada República Dominicana con la creación de una

academia de ciencias como la que había y hay en dicha

ciudad, y cuya administración central estaba alejada

apenas unos cien metros del edificio del Aula Magna

de la Universidad, donde muchos estudiantes nos

deleitábamos oyendo las cátedras del gran filósofo

Hans- Georg Gadamer.

Palm (y yo mucho menos) no se imaginaba las grandes

dificultades y los sinsabores que me traería fundar y

mantener en vida una entidad para impulsar el

crecimiento y el desarrollo de las ciencias naturales

como sociales en un país sin tradiciones científicas (ni

siquiera en las universidades) y con un Estado

gobernado por el Balaguerato, reacio a toda idea de

invertir en las ciencias.

Después de dos años de intenso trabajo se fundó la

Academia el 20 de diciembre de 1974 en el Auditorio

del Palacio de Bellas Artes.

Tirso sabía de mis esfuerzos para realizar ese proyecto

propio de idealistas y siempre me brindó apoyo

emocional.

Page 5: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

5

Es para dejar fluir las lágrimas el ver que lo que fue en

aquél entonces un proyecto científico serio lo hayan

degradado hoy a un club social de la zona colonial,

donde más del 80% de los inscritos no califica para ser

miembros, según los Estatutos vigentes.

¿ A qué viene esto? Viene al caso porque en los

pasados momentos de luz de la Institución Tirso era un

miembro estrella por la cantidad y calidad de sus

publicaciones.

Esa relación entre él y yo llegó a su estado más elevado

cuando a propuesta mía el entonces Consejo Directivo

de la Academia de Ciencias aprobó concederle a la

Fundación Mejía-Ricart de aquellos años la distinción

del “Reconocimiento al Mérito Cívico” que quería

decir, en tanto ese reconocimiento no fue eliminado

por los posteriores directivos, “Una Institución

Meritoria de la Sociedad Dominicana”.

La existencia y otorgamiento del Reconocimiento al

Mérito Cívico fue una de las varias medidas que yo

me imaginé, en mi condición de intelectual

comprometido con el progreso social, que debería

ofrecerle la Academia a la población dominicana.

II

Page 6: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

6

4. Tirso y la UASD

Después de mi expulsión de la Madre y Maestra vine a

la UASD a buscar trabajo como profesor de sociología.

Si la memoria no me engaña, después de haber pasado

de aquél incidente cincuenta primaveras y haber visto

yo caer de los árboles cincuenta veces sus hojas secas,

y no sólo de los árboles las hojas secas, sino de mi

propia cabeza los pelos negros de entonces para dar

paso a los blancos, repito, si la memoria no trastorna

mis vivencias, creo que allí me encontré con Tirso que

ostentaba merecidamente el cargo de Vicerrector.

Junto con él laboraban en la Institución dos personas

que eran dos personalidades de la vida política y que

significaban un lujo social para la UASD y para

cualquier entidad pública o privada que los hubiere

tenido como integrantes del cuerpo administrativo.

Me refiero a José Rafael Abinader y a Luís Scheker

Ortíz , quienes junto a Tirso prestigiaban ellos tres no

sólo a la UASD sino que prestigiarían a cualquier

institución que los hubiesen tenido como funcionarios,

incluyendo al Pentágono y al Departamento de Estado

del Gobierno norteamericano.

Page 7: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

7

Hoy día en ese antro de mediocridades que es la

UASD, reducido a un centro de empleos lujosos para

una clase media administrativa que no podría ganar

esos sueldos, ni aquí ni en el extranjero, sobre la base

de sus logros académicos, o ni siquiera científicos para

suponer lo imposible.

Recalco que hoy día en la UASD no hay una sala donde

se puedan admirar las fotografías de esas tres

recordables personas que bastante prestigio le

aportaron a la Universidad en aquellos tiempos tan

convulsos. Pero independientemente de aquellos años

de la década de los 70 y fuera de las tres

personalidades mentadas, recordemos con nostalgia y

con la gratitud que la UASD no ha sabido brindarle a

nadie, no importando cuanto bien le haya hecho, a

los profesores españoles llegados como “refugiados”

durante y después de la II Guerra Mundial, ante todo

después de la Guerra Civil Española ( 1936-1939) .

Recordemos al grandísimo matemático catalán Amós

Sabrás Gurrea, a los eminentes juristas Constancio

Bernaldo de Quiróz, asi mismo a Javier Malagón, quien

luego fue Secretario General de la OEA; José Almoina

Mateo, al intelectual y escritor Vicente Lloréns, al

Page 8: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

8

filósofo Alfredo Matilla y al músico Enrique Casals

Chapí.

Recordemos ante todo al humanista y grandísimo

historiador del arte, el profesor alemán Erwin Walter

Palm, quien después de abandonar Santo Domingo,

después de la II Guerra Mundial regresó a su patria y

en la Universidad de Heidelberg llegó a ser profesor de

historia del arte y Director del Instituto de Historia del

Arte Hispánico.

Todos ellos fueron profesores hoy olvidados de la

desgraciadamente desaparecida Universidad de

Santo Domingo (no UASD).

5. Pero no sólo con los extranjeros la UASD ha sido

mezquina e ingrata, sino también con destacadísimas

figuras del profesorado dominicano, como los filósofos

Andrés Avelino y Juan Francisco Sánchez y Sánchez. No

basta que le hayan dado el nombre de Avelino a un

aula, lo cual no significa nada en comparación con sus

merecimientos. Se debieron crear sendas plazas con

los nombres de Andrés Avelino y Sánchez y Sánchez.

Ellos no tienen ni una plaza ni bustos con sus respectivos nombres, pero lo tiene José Fco. Peña Gómez. ¡Sin comentarios!

Page 9: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

9

La degeneración académica y política de una institución que, según los Estatutos es una Universidad de Excelencia Académica y de Educación Superior, se produce cuando ella pierde tales funciones y pasa a ser una fuente de empleos lujosos para una clase media necesitada urgentemente de asegurar su nivel de consumo participando en la redistribución de ingresos del país por la vía de los sueldos que ella misma se pone en la UASD.

¿Ahora bien, de cuáles persona que le hayan

aportado a la Institución prestigio socio-político o

académico-científico hay salas con sus fotos

colgando? ¡Sin comentarios!

III

6. Los merecimientos de Tirso Mejía Ricart.

En este país Hugo Tolentino Dipp fue un

intelectual de tercera categoría si uno lo mide por

la cantidad y calidad de sus publicaciones. Logros

intelectuales (para no decir científicos) que

hubiese valido la pena ocuparse de ellos no tuvo

Hugo nunca. Tampoco se destacó como un

intelectual revolucionario, y cuando fue Rector de

la UASD no ocurrió allí nada que merezca ser

recordado.

Page 10: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

10

En los países de América Latina con alto desarrollo

intelectual, como Méjico, Cuba, Costa Rica,

Colombia, el Brasil, la Argentina, Chile, Hugo

hubiera pasado desapercibido con la calidad de lo

que llegó a publicar.

Para no hablar el gran continente, ni siquiera en

España.

Bueno, Tirso tuvo la mala suerte de que no fue lo

suficientemente querido en ningún medio para

recibir el merecimiento de que su foto apareciera

en la primera página de un periódico de

circulación nacional, como apareció la foto de

Hugo Tolentino cuando murió. Muchos de los

intelectuales dominicanos nos sorprendimos al

ver la foto de Hugo en la primera página de un

periódico de gran importancia anunciando su

muerte, cuando ese mismo honor le fue

concedido a Juan Bosch, a Joaquín Balaguer, a

Peña Gómez, el jefe político de Hugo, a Majluta,

que llegó a ser Presidente de la República,

también se le concedió ese honor al Presidente

Antonio Guzmán Fernández, de igual manera a

Freddy Beras Goico, el cómico de televisión,

quien fue un verdadero héroe popular. Hugo no

Page 11: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

11

tenía ni la importancia política de Bosch, de

Balaguer, de Peña Gómez, de Majluta, de

Guzmán Fernández, ni la popularidad de Beras

Goico ni el nivel intelectual de Tirso Mejía Ricart

para merecer el tratamiento periodístico cuando

murió como se lo dieron a los expresidentes y a

Peña Gómez.

El hacha de la baja valoración se le descargó a

Tirso cuando tuvo que conformarse, en la dación

por parte de la prensa de la noticia de su

fallecimiento, con una pequeña foto dentro de un

aviso de 25 centímetros cuadrados de grosor en

la primera plana. Esto ocurrió en el mismo

periódico que le rindió a Hugo Tolentino los

máximo honores en la primera plana y en las

páginas interiores; también tuvo que conformarse

con un breve reportaje de tira larga y estrecha en

el interior de dichos medios.

En “el Caribe” se publicó la noticia en la octava

página dentro de una tira informativa, pero nada

en las páginas anteriores. (v. El Caribe del 05.07.

2021).

Plúgome saber que el Presidente Abinader……..

Page 12: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

12

Por otro lado plúgome saber que el actual

Presidente de la República, el excelentísimo señor

Don Luís Abinader Corona, junto con su esposa,

en un gesto de solidaridad con la viuda de Tirso y

para ratificar el valor y utilidad para la sociedad

dominicana del Dr. Mejía-Ricart, se apersonó a la

residencia del entonces matrimonio de Tirso y

Ángela Caba para expresarle a la viuda sus

condolencias personales y las de su distinguida

esposa. Ese gesto enaltece a la pareja presidencial.

IV

7. En mi última comunicación enviádale a

Tirso en el pasado abril, le expresaba la pena

que nos causaba a los miembros de la Unión

Patriótica Dominicanista la continuidad de la

política pro-haitiana del PLD en el Gobierno

del PRM, que como es sabido, es un centro

confeso de los partidarios de la haitianización

de la República.

Esa continuidad de la política haitianizante del

PLD en el Gobierno de Milagros Ortíz Bosch,

del Canciller Roberto Álvarez, del ministro

Page 13: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

13

Fulcar, de Juan Bolivar Díaz Santana, de

Wilfredo Lozano, del difunto Hugo Tolentino,

y de muchos más, se observa, entre otras

cosas,

a. en la mantenida porosidad de la frontera,

hecho este que facilita la inundación de

haitianos, y que si bien algunos son

capturados y deportados, la mayor parte de

estos retorna furtiva y fácilmente al país.

Se debe destacar que siempre se ha dicho que

en el Gobierno del PLD como en el del PRM a

la guardia fronteriza se le tiene prohibido

aplicar las reglas de control con la severidad

con que están escritas y que son

urgentemente necesarias para defender al

territorio dominicano de la progresiva

invasión de los nuevos bárbaros africanoides.

¿Será eso cierto?

b. Según se me informó en una reunión de

Padres y Amigos de la Escuela del pasado

abril, continuaba yo en mi comunicación a

Page 14: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

14

Tirso, en las escuelas públicas se enseñaba,

por lo menos hasta esa fecha, historia de

Haití. No es necesario denunciar que detrás

de la enseñanza de la historia de Haití para

escolares dominicanos se oculta el perverso

deseo de hacer digerible la haitianización del

país.

c. En la tolerancia por parte del Gobierno

del PRM, de los proyectos de las NN UU y de

la Unión Europea de haitianizarnos

silentemente gracias a la implementación de

diferentes actividades, de las cuales la más

peligrosa es la conversión del territorio

nacional en un espacio declarado por dichas

instituciones como territorio de “refugiados”.

Los haitianos no son refugiados si se respeta

la semántica, es decir, el verdadero sentido

de ese concepto. Los haitianos de los que

aquí se trata son inmigrantes ilegales, o sea,

elementos que cruzan la frontera hacia

territorio dominicano delictivamente, lo que

es muy diferente a ser un “refugiado”.

Page 15: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

15

Y cuando haya una gran cantidad de haitianos

declarados por dichos organismos como

“refugiados”(!) entonces declararán a esos

“refugiados” como “Minorías Étnicas”, según

la resolución de las NN UU 47/135.

Esa fue la resolución que les aplicaron a los

trabajadores de la provincia del Kósovo,

antigua provincia del sur de Yugoeslavia, que

laboraban en el norte de su país antes de su

aniquilamiento militarmente por la OTAN.

Para desmembrar al Estado socialista de

Yugoeslavia, que era la segunda potencia

militar del “Pacto de Varsovia”, que

significaba la asociación de Repúblicas

Socialistas de Europa del Este, dirigida por la

Unión Soviética, se declararon a los

trabajadores kosovares, o sea, del Kósovo,

como una “Minoría Étnica,” supuestamente

Subyugada por el Gobierno de Belgrado,

capital de la entonces República Socialista de

Yugoeslavia, y como la Resolución 47/ 135

prescribe la defensa incluso armada de las

Page 16: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

16

minorías que sufren bajo las mayorías,

entonces la OTAN en nombre de los EE UU y

de la Unión Europea, destruyó a Yugoeslavia y

crearon la República del Kósovo.

Algo igual a eso o parecido le podrían

aplicar a la República Dominicana si los

organismos internacionales declararan a

los haitianos que viven en este país como

una “minoría étnica”. (ver: minorías

étnicas según las NN UU en internet)

En ese caso se crearía en territorio dominicano (no en el

haitiano) un Estado bi-nacional domínico-haitiano.

d. La otra canallada de dichos organismos es

lograr conseguirles a los haitianos que se

encuentran viviendo en el país, la ciudadanía

dominicana para con ello crear las

condiciones políticas necesarias para la

aplicación de la ley de protección a las

minorías étnicas. Se sobreentiende que la

derogación de la sentencia del Tribunal

Constitucional 168-13 es una condición previa

Page 17: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

17

para la realización del proyecto de declaración

de minorías étnicas.

IV

Mi última comunicación con Tirso

Mi última comunicación con Tirso fue muy

diferente a la penúltima.

En la última se trató exclusivamente de

expresarles a él y a su encantadora esposa mis

condolencias por la muerte de su hijo Tirso

Felix, quien había fallecido dos días antes.

Un día después de la muerte del hijo yo hablé

con Tirso por teléfono, luego le envié una

tarjeta luctuosa al matrimonio, entonces él,

“sacando fuerzas de abajo” (como se dice

popularmente) consiguió llamarme por

teléfono. Esta vez me llamó la atención que

no me saludara con la fórmula usual con la

que me saludaba siempre:” ¿Qué tal Mario,

cómo te va?”. Esta vez fue diferente porque

Tirso balbuceaba algunas palabras con cierta

dificultad. Era un hombre con una voz

Page 18: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

18

quebrada, detrás de la cual no se podía

suponer la fortaleza física que él siempre tuvo

y que lo caracterizaba.

Pero aún así consiguió decirme que estaba

terminando su biografía y que desde ya me

invitaba a la puesta en circulación.

Comprendiendo yo la situación en que se

encontraba la persona al otro cabo del

teléfono, me apresuré con voz enérgica a

decirle: “Como siempre puedes contar

conmigo. Allí estaré.”

A continuación me dijo que estaba buscando

con la mente el lugar donde podría ser la

puesta en circulación; a lo cual yo le

espeté:”podría ser en la UASD”. Ahí me llamó

la atención de que al antiguo Vicerrector de

la UASD, la supuesta Casa de Altos Estudios,

no le interesara mi propuesta y me dijo:”No,

yo prefiero en el Archivo General de la

Nación”.

Page 19: Tirso Mejía-Ricart: un día antes de morir. Por Mario

19

Al día siguiente con las brisas mañaneras

entró a mi residencia la infausta noticia de

que Tirso había partido hacia la nada.

“Después de todo, todo ha sido nada,

A pesar de que un día lo fue todo.

Después de nada, o después de todo,

Supe que todo no era más que nada.

Grito: ¡todo! y el eco dice: ¡Nada!

Grito: ¡Nada! Y el eco dice ¡todo!

Ahora sé que la nada lo era todo,

Y todo era ceniza de la nada.”

(José Hierro; poeta español)