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Trabajo para Psicología del Adolescente URU
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Universidad Rafael Urdaneta
Facultad de Ciencias Políticas Administrativas y Sociales
Escuela de Psicología
Profesora: Maria Inés Alcalá
Trastorno Negativista-Desafiante
Integrantes:
Maracaibo, mayo de 2016
Esquema1. Definición
2. Enfoques teóricos
2.1 Teoría del Desarrollo
2.2 Enfoque Biológico
2.3 Enfoque del Aprendizaje
2.4 Enfoque Conductista
2.5 Enfoque Cognitivo Conductual
2.6 Teoría Psicodinámica
3. Causas
3.1 Factores Individuales
3.1.1 Temperamento
3.1.2 Otras conductas neurológicas
3.1.3 Déficit cognitivos y sociales:
3.1.4 Déficits académicos
3.2 Factores Familiares
3.2.1 Factores Parentales
3.2.2 Patrón Familiar
3.3 Factores del Entorno
3.3.1 Estrés Ambiental
3.4 Factores Escolares
3.4.1 Experiencias Negativas
4. Criterios Diagnósticos
4.1 Comparación entre el DSM-IV y DSM-5
5. Curso
6. Prevalencia
7. Evaluación
7.1 Historia Clínica
7.2 Evaluación Familiar
7.3 Evaluación Escolar
7.4 Entrevista Clínica
7.5 Observación
7.6 Aplicación de cuestionarios y escalas
7.7 Pruebas físicas y neurológicas
8. Diagnóstico Diferencial
8.1 Trastorno Disocial
8.2 Trastorno del Estado del Animo
8.3 Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
8.4 Trastorno de Discapacidad Intelectual
8.5 Alteración de la comprensión del lenguaje
8.6 Estados del desarrollo
9. Tratamiento
9.1 Tratamientos conductuales
9.1.1 Entrenamiento para la resolución de problemas
9.2 Tratamiento Conductual dentro del salón de clases
9.2.1 Estrategias motivacionales
9.2.2 Reforzamiento Positivo
9.3 Entrenamiento en las habilidades sociales
9.3.1 Modelación e imitación
9.3.2 Representación
9.3.3 Puesta en Practica
9.3.4 Reforzamiento
9.4 Entrenamiento en autocontrol
9.4.1 Auto-observación
9.4.2 Auto-refuerzo
9.4.3 Entrenamiento en tareas entre sesiones terapéuticas
9.4.4 Entrenamiento de respuestas alternativas
9.5 Entrenamiento en comunicación
9.6 Entrenamiento en asertividad
9.7 Restructuración Cognitiva
1.- DefiniciónEl trastorno Negativista desafiante (TND) (su siglas en inglés son ODD por
Oppositional Defiant Disorder) es un trastorno del comportamiento, normalmente
diagnosticado en la niñez, que se caracteriza por comportamientos no cooperativos,
desafiantes, negativos, irritables y enojados. Es un comportamiento recurrente y
persistente en la que se desafían los mandatos de las figuras de autoridad,
comprobando una y otra vez los límites establecidos, ignorando órdenes, discutiendo,
mostrando hostilidad hacia compañeros o adultos y molestándolos deliberadamente o
agrediéndoles verbalmente. Se manifiesta de forma invariable en el contexto familiar,
pudiendo manifestarse o no, en otros contextos como el sitio de estudio.
2.- Enfoques Teóricos2.1.- Teoría del desarrollo: Plantea que los problemas inician durante los
primeros años de vida entre uno y, dos años y medio de edad del individuo. Los
niños pueden presentar dificultades para separarse de su figura de apego
primaria, mostrando conflictos para resolver su independencia y autonomía
apropiadamente, y por consecuentes se adquiere las conductas negativista al
momento en que comienzan a desarrollarse como adolescentes.
2.2.- Enfoque biológico: Señala que el trastorno negativista desafiante está
vinculado con factores hereditarios, relacionados con problemas neurológicos y
neuropsicológicos.
Este enfoque indica que en varones existe mayor prevalencia debido a los altos
niveles de testosterona, hormona caracterizada por ser causante de conductas
agresivas. Así mismo desde un punto de vista psicobiológico, Pinel (2007) plantea
que se han relacionado ciertas cogniciones y conductas causadas debido a
lesiones en el área prefrontal del cerebro, ya que esta corteza interviene en la
planificación y ejecución de secuencias de acciones y la inhibición de respuestas
que son inadecuadas en el contexto actual pero no en otros.
En otras palabras el lóbulo frontal se encarga de la autorregulación y una lesión
en este puede causar el deterioro de la conducta social. Se ha considerado por
otra parte a las amígdalas causantes de conductas agresivas ya que estas son las
responsables de producir una respuesta de lucha-huida ante un estímulo que se
considera como amenaza.
2.3Enfoque del aprendizaje: Sugiere que las características del trastorno
negativista desafiante son adquiridas en familias cuyos padres o figuras de
autoridad emplean técnicas rígidas, además de que existe una falta de
comunicación y refuerzos negativos como golpes, gritos, castigos, entre otras
cosas, teniendo como consecuencia que el adolescente realice ciertas actividades
negativista cuyo objetivo principal sería el de obtener atención, comunicación,
preocupación o interacción de su figura de autoridad.
2.4.- Enfoque conductista: Explica que la conducta negativista desafiante es
aprendida de las figuras de autoridad, lo cuales utilizan técnicas inadecuadas, en
donde el individuo realiza la conducta oposicionista para manipular y obtener lo
que desea, y dicha conducta es reforzada, por lo tanto será repetida en
deliberadas ocasiones.
2.5.- Enfoque cognitivo-conductual: Postula que el trastorno negativista
desafiante no debe tomarse en cuenta como un problema conductual sino como
una disfunción cognitiva que causará una conducta inadecuada posteriormente,
donde hay un retraso en el desarrollo de las habilidades cognitivas concretas.
Se basa en que la conducta explosiva no es intencional y que las conductas
oposicionistas se deben a la falta de compatibilidad entre el adolescente y el
adulto, ya que este último exige demandas cognitivas que superan la capacidad
del adolescente, causando así que este se sienta en cierta forma atacado y por lo
tanto deba de reaccionar de manera defensiva.
2.6.- Teoría psicodinámica: El comportamiento impulsivo y agresivo es el reflejo
del inconsciente de los padres, los cuales proyectan inconscientemente sus
carencias, frustraciones, deseos, y necesidades inaceptables de su YO interior
hacia el adolescente y esto conlleva a que se desarrollen comportamientos
considerados como insurrectos y disruptivos con la finalidad de poder causar
angustia en los padres.
3.- Causas 3.1.- Factores individuales: 3.1.1.- Temperamento: Según hipótesis si la organización interna del
adolescente, en el nivel psicológico, neurológico o neuropsicológico esta alterada,
o tiene algún aspecto anormal, seria al menos parcialmente responsable del
desarrollo de los problemas de conductas externas como la agresividad.
3.1.2.- Otras conductas neurológicas: las anormalidades neurológicas han sido
asociadas con trastornos de conducta. Sin embargo la asociación es mayor con
problemas de funcionamiento adaptativo que con los problemas de conducta
particular.
3.1.3.- Déficit cognitivos y sociales: Las personas con este tipo de trastorno
suelen distorsionar claves sociales durante las interacciones con pares y figuras
de autoridad, otorgándoles a estas intenciones hostiles a situaciones neutrales.
3.1.4.- Déficits académicos: el bajo rendimiento académico se manifiesta
frecuentemente en niños con problemas de conducta a edades tempranas y
continúa hasta el bachillerato.
3.1.5.- Herencia vs ambiente: Según los estudios longitudinales se ha
demostrado que los trastornos de conducta son estables a través de las
generaciones. En este sentido, esto significa que los factores genéticos juegan un
rol muy importante en lo que es el desarrollo de estos trastornos debido a la
herencia de estos.
3.2.- Factores familiares: 3.2.1.- Factores parentales: Suelen presentarse los casos donde los padres de
hijos con déficits en la conducta, han mostrado ciertas carencias en las destrezas
de estilos de crianza, que han conllevado a consecuencias marcadas en los
comportamientos mostrados por los adolescentes. Patterson (1982) sugiere que
el proceso coercitivo es parte de la dinámica familiar que subyace a los problemas
de conducta.
El proceso coercitivo es definido como el proceso donde desde niño se aprende a
escapar para evitar criticismos por parte de los padres a través del aumento de
sus conductas negativas, lo cual a su vez es seguido por la interacción aún más
negativa por parte de los padres y se identifican en la adolescencia; Estas
respuestas a su vez refuerzan directamente las conductas desviadas del
adolescente.
3.2.2.- Patrón familiar: Se refiere a que el trastorno negativista desafiante
aparece más frecuente en adolescentes en cuyas familias por lo menos uno de
los padres cuenta con una historia de trastorno del estado de ánimo ya sea: el
trastorno negativista desafiante, trastorno disocial, trastorno por déficit de atención
con hiperactividad, trastorno antisocial de la personalidad o trastorno por consumo
de sustancias. Además, algunos estudios sugieren que las madres con trastorno
depresivo cuentan con más probabilidades de tener hijos con trastorno negativista
desafiante, sin embargo, no se encuentra del todo claro en qué medida la
depresión materna es el resultado de comportamientos negativista de los
adolescentes o su causa.
3.3.- Factores del entorno 3.3.1.- Estrés ambiental: Se ha demostrado que ciertos factores como la
pobreza, el desempleo, la enfermedad pueden ser considerados como factores
importantes al momento de que pueden ser causantes de conductas agresivas,
oposicionistas u hostiles, debido a que suelen generar altos niveles de frustración
en el individuo.
3.4.- Factores escolares 3.4.1.- Experiencias negativas: Generalmente aquellos adolescentes que
muestran un comportamiento agresivo y disruptivo son rápidamente rechazados
tanto por sus compañeros como por las figuras de autoridad, esto trae como
consecuencia el que se intensifiquen las dificultades del adolescente al momento
de interactuar y comunicarse con otros.
4.- Criterios Diagnósticos: 4.1.- Comparación entre el DSM-IV y el DSM-V:
DSM-IV: Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura, por lo
menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes
comportamientos:
1.- A menudo se encoleriza e incurre en pataletas.
2.- A menudo discute con adultos.
3.- A menudo desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus
demandas.
4.- A menudo molesta deliberadamente a otras personas.
5.- A menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento.
6.- A menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros.
7.- A menudo es colérico y resentido.
8.- A menudo es rencoroso o vengativo.
Nota: Considerar que se cumple un criterio sólo si el comportamiento se presenta con
más frecuencia de la observada típicamente en sujetos de edad y nivel de desarrollo
comparables.
A. El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la
actividad social, académica o laboral.
B.- Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso
de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo.
C. No se cumplen los criterios del trastorno disocial, y, si el sujeto tiene 18 años, o
más, tampoco los de trastorno antisocial de la personalidad.
DSM-V:
A. Un patrón de enfado/ irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa
que dura por lo menos seis meses, que se manifiesta por lo menos con cuatro
síntomas de cualquiera de las categorías siguientes y que se exhibe durante
la interacción por lo menos con un individuo que no sea un hermano.
Enfado/irritabilidad:1.- A menudo pierde la calma.
2.- A menudo está susceptible o se molesta con facilidad.
3.- A menudo está enfadado y resentido.
Discusiones/actitud desafiante:1.- Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de
los niños y los adolescentes.
2.- A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por
parte de figuras de autoridad o normas.
3.- A menudo molesta a los demás deliberadamente.
4. A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal
comportamiento.
Vengativo:1.- Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los
últimos seis meses.
Nota: Se debe considerar la persistencia y la frecuencia de estos comportamientos
para distinguir los que se consideren dentro de los límites normales, de los
sintomáticos. En los niños de 244 Trastornos destructivos y de la conducta menos de
cinco años el comportamiento debe aparecer casi todos los días durante un periodo
de seis meses por lo menos, a menos que se observe otra cosa (Criterio A8).
En los niños de cinco años o más, el comportamiento debe aparecer por lo menos
una vez por semana durante al menos seis meses, a menos que se observe otra cosa
(Criterio A8). Si bien estos criterios de frecuencia se consideran el grado mínimo
orientativo para definirlos síntomas, también se deben tener en cuenta otros factores,
por ejemplo, si la frecuencia y la intensidad de los comportamientos rebasan los
límites de lo normal para el grado de desarrollo del individuo, su sexo y su cultura.
B. Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en
otras personas de su entorno social inmediato (es decir, familia, grupo de amigos,
compañeros de trabajo) o tiene un impacto negativo en las áreas social, educativa,
profesional u otras importantes.
C. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno
psicótico, un trastorno por consumo de sustancias, un trastorno depresivo o uno
bipolar. Además, no se cumplen los criterios de un trastorno de desregulación
perturbador del estado de ánimo.
Especificar la gravedad actual:
Leve: Los síntomas se limitan a un entorno (p. ej., en casa, en la escuela, en el
trabajo, con los compañeros).
Moderado: Algunos síntomas aparecen en dos entornos por lo menos.
Grave: Algunos síntomas aparecen en tres o más entornos.
5.- CursoEl curso y pronóstico del Trastorno Negativista Desafiante dependen de muchas
variables, entre las que se incluye la gravedad del trastorno, la estabilidad a lo largo
del tiempo, la presencia de otros trastornos (como Trastorno Disocial, Trastornos del
Aprendizaje, Trastornos del Estado de Animo y Trastornos de Abuso de Sustancias) y
el grado de integridad familiar.
El trastorno negativista-desafiante suele ponerse de manifiesto antes de los 8 años de
edad y en general no más tarde del inicio de la adolescencia. Los síntomas. Su inicio
es gradual y suelen manifestarse a lo largo de meses o años.
6.- PrevalenciaSe han hallado tasas de trastorno negativista desafiante situadas entre el 2 y 16%, en
función de la naturaleza de la población estudiada y de los métodos de evaluación.
7.- Evaluación
El diagnóstico del trastorno negativista-desafiante se realiza por medio de una
evaluación clínica basada en los criterios diagnósticos descritos en el manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV.TR) asociado a las
declaraciones provenientes de una serie de informantes en los cuales se consideran a
padres, profesores y otras figuras importantes para el sujeto, a través de entrevistas
dirigidas al desarrollo que ha tenido el sujeto en sus etapas evolutivas, el
comportamiento en las áreas académicas y la opinión del propio paciente.
Existen aspectos que son de fundamental importancia al momento de explorar en el
proceso de evaluación:
7.1.- Historia Clínica: Entrevista al paciente y a sus padres, antecedentes
familiares y personales, factores de riesgo y estado mental.
7.2.- Evaluación familiar: Estilo de crianza, resolución de conflictos, estrés
familiar, abuso de sustancias, psicopatología parental.
7.3.- Evaluación Escolar: Rendimiento académico, problemas de aprendizaje,
relación con compañeros o profesores, factores de riesgo.
7.4.- Entrevista Clínica: Va dirigida a los padres y al adolescente, se explora el
área familiar, social, académico y personal del paciente, tomando en cuenta
su perspectiva y la de los otros implicados.
Se hace importante indagar sobre las relaciones del adolescente con su entorno
(fuera y dentro del hogar), cuales son las conductas que emite, bajo qué
circunstancias las realiza, en que entornos, la intensidad de las mismas, los
pensamientos que la acompañan. Es importante investigar sobre los
antecedentes psicopatológicos familiares, el posible consumo de sustancias
toxicas, la rutina diaria del paciente, así como su capacidad para empatizar, tomar
responsabilidades, control de la frustración y el estado de ánimo.
7.5.- Observación: Es de gran importancia en el trabajo con adolescentes; es útil
para identificar patrones, signos de fastidio, rabia, inconformidad; se debe
observar el lenguaje no verbal y toda la parte conductual, tomando en cuenta su
frecuencia, duración, origen y finalidad.
7.6.- Aplicación de cuestionarios y escalas:
Inventario de prácticas de crianza: De Bavermestein, Salas y Matos (1999), que determina como es la actuación
de los padres ante el comportamiento del hijo.
Lista de comprobación de situaciones para padres y adolescentesDiseñada por Robin y Foster (2000), que permite identifica cuales podrían ser
aquellas situaciones de conflicto entre padres e hijos, las cuales podría estar
intensificando la conducta hostil y oposicionista del adolescente.
Lista de verificación de problemas de conductas (revisada) R.B.P.CSus autores son Queay y Peterson, este instrumento de 89 reactivos fue
diseñado para identificar problemas en la conducta de individuos de 5 a 18
años de edad, es uno de los más empleados debido a que ayuda a detectar
problemas de la conducta en las escuelas, como auxiliar en el diagnóstico
clínico, para medir el cambio conductual asociado con intervenciones
psicológicas o farmacológicas, como parte de
una batería para clasificar a infractores juveniles y para seleccionar muestras d
einvestigación sobre trastorno de la conducta en niños y adolescentes. Puede
ser llenada por padres, representantes o maestros.
Lista de verificación de la conducta, C.B.C.L: Formado por Achenbach y Edelrok, es un inventario diseñado con la finalidad
de evaluar los problemas y competencias conductuales de niños y adolescente
de 4 a 16 años de edad, según el informe de los padres y otras personas
allegadas al individuo. Consta de 118 ítems, siendo sus factores principales a
evaluar la interiorización y exteriorización de las conductas.
Escala de Conner para padres, maestros y la Escala de valoración, (Conner,1969: Conner, 1973, respectivamente):La escala para maestros fue creada para evaluar los resultados de terapias
farmacológicas sobre el trastorno de hiperactividad (Del Barrio, 1995). Esta
escala resulta útil al momento de evaluar un trastorno negativista desafiante si
se sospecha de una posible comorbilidad con el trastorno de hiperactividad, o
para descartarlo en caso que no se tenga del todo claro el diagnóstico.
7.7.- Pruebas Físicas y Neurológicas:Se realizan exámenes médicos para el descarte del consumo de sustancias que
puedan afectar el funcionamiento del sistema nervioso o cualquier lesión en aéreas
del cerebro influyente en la conducta.
8.- Diagnóstico Diferencial8.1.-Trastorno Disocial: Los comportamientos perturbadores de aquellas personas que poseen el
trastorno negativista desafiante, son de características menos peligrosas o graves
que las de aquellos sujetos con trastorno Disocial y generalmente no presentan
ningún tipo de agresiones hacia personas o animales, destrucción de
propiedades, ni un patrón de robo o fraude.
Así mismo, como todas las características del trastorno negativista desafiante
generalmente se encuentran o aparecen en el trastorno disocial, este no se
diagnostica si se cumplen criterios del trastorno disocial.
Una característica muy resaltante es el hecho de que el trastorno disocial se
caracteriza por la violación de importantes normas de la sociedad y la falta de
respeto por los derechos de los demás.
8.2.- Trastorno del estado del ánimo o trastorno psicóticoEl trastorno negativista es una característica comúnmente asociada a trastornos
del estado de ánimo y a trastornos psicóticos de niños y adolescentes no debe ser
diagnosticado separadamente si los síntomas aparecen exclusivamente en el
transcurso de un trastorno del estado de ánimo o de un trastorno psicótico.
8.3.- Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad Los sujetos con comportamientos negativista pueden resistirse a realizar tareas
laborales o escolares que requieren dedicación personal a causa de su renuencia
a aceptar las exigencias de otros.
Estos síntomas deben diferenciarse de la evitación de tareas escolares
observadas en sujetos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
El diagnóstico diferencial puede complicarse cuando algunos sujetos con
trastorno por déficit de atención con hiperactividad presentan secundariamente
actitudes negativas hacia dichas tareas y devalúan su importancia, a menudo
como una racionalización de su fracaso.
Así mismo los comportamientos negativista también pueden distinguirse del
comportamiento perturbador resultante de la desatención e impulsividad
propias del trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Cuando coexisten ambos trastornos, deben diagnosticarse los dos.
8.4.- Discapacidad IntelectualEn sujetos con retardo mental sólo se establece un diagnóstico de trastorno
negativista-desafiante cuando el comportamiento negativista es notablemente
mayor que el habitualmente observado en sujetos de edad, sexo y gravedad del
retraso comparables.
8.5.- Alteración de la comprensión del lenguaje: El trastorno negativista desafiante debe distinguirse de una incapacidad para
seguir normas resultante de una alteración de la compresión del lenguaje
(ejemplo; pérdida auditiva, trastorno del lenguaje receptivo-expresivo). Puede dar
lugar a conductas aparentemente negativista, pero en este caso la desobediencia
está asociada a sus dificultades para comprender lo que se le dice o lo que se le
pide y para comunicarse con los demás. Mientras que en el caso del trastorno
negativista desafiante existe una adecuada compresión de las normas pero el
individuo decide no acatarlas.
8.6.- Estados del desarrollo: El comportamiento negativista es una característica típica de ciertos estadios del
desarrollo (ejemplo: primera infancia y adolescencia). Sólo debe considerarse el
diagnóstico de trastorno negativista desafiante si los comportamientos en cuestión
aparecen más a menudo y tienen consecuencia más graves que las observadas
típicamente en otros sujetos de nivel de desarrollo comparable, conduciendo a
deterioro significativo de la actividad social académica o laboral.
La aparición de comportamientos en la adolescencia puede deberse al proceso de
individualización normal.
9.- Tratamiento 9.1.- Tratamientos cognitivos-conductuales 9.1.1.- Entrenamiento para la resolución de problemas
Consiste en desarrollar las habilidades sociales, que son utilizadas para la
solución de distintos problemas. Este método resulta ser un reto para
aquellos jóvenes que les desagrada expresar sus ideas, pensamientos y
opiniones. Consta de diferentes etapas, las cuales son:
Descripción del problema: Inicialmente es necesario establecer
operacionalmente cuál es el problema, realizándolo de forma concreta
y comprensible. Determinando cuando ocurre, cuales son los
ambientes en los que se presentan con mayor frecuencia (en el hogar,
en el colegio), así como quienes son las personas implicadas cuando
se presenta.
Establecimiento de objetivos: Padres (o representantes) e hijos
deben colaborar, bajo la guía del terapeuta, para determinar las metas
que desean alcanzara acorto, mediano y largo plazo, que pueden
contribuir a mejorar la situación en la que se encuentran actualmente.
Cada parte debe indicar en qué aspectos estaría dispuesta a ceder
para poder establecer acuerdos.
Búsqueda de soluciones potenciales: En esta etapa tanto los padres
como el adolescente aportan las soluciones que consideren posible
para alcanzar la mejora de la situación, ambas partes deben permitir
una expresión libre de soluciones.
Identificación y valoración de las consecuencias: Esta se relaciona
con la toma de decisiones; una vez establecidas las posibles
soluciones es necesario que el terapeuta, los padres y el adolescente
evalúen cada una de las posibles soluciones y consideren cuales
pueden ser realmente efectivas o posibles y cuáles no.
Puesta en práctica la solución elegida: Después de realizar la
valoración se ponen en práctica las soluciones que obtuvieron la mayor
puntuación. Para ello el terapeuta explica las técnicas que se van a
realizar tanto al adolescente como a su padre.
Verificación de los objetivos propuestos: una vez que se hayan
aplicado las técnicas, el terapeuta evalúa si se han realizado progresos
y si ambas partes se sienten satisfechas con los logros. Es necesario
tener en cuenta que se trabaja primero con la solución que puntuó más
alto si se logra, se procede con la siguiente con puntajes más altos y
así sucesivamente hasta concluir, en el caso de que en la verificación
después de trabajar con dos soluciones no se logren avances, se debe
iniciar de nuevo el proceso comenzado desde la operacionalización del
problema, porque probablemente no se estableció de forma correcta la
situación.
9.2.- Tratamiento conductual dentro del salón de clases: El tratamiento de las conductas disyuntivas en el ámbito escolar es igualmente
importante para ayudar a los jóvenes oposicionistas, los maestros deben
apoyarse en las reglas que se deben seguir dentro del salón de clase, las cuales
deben ser claras y consistentes. No es conveniente formular reglas adicionales
para los alumnos difíciles, ya que las primeras perderían valor, y estos alumnos
serian etiquetados como alumnos “problema” hay diversas estrategias que se
pueden implementar en la escuela entre las cuales pueden mencionarse:
9.2.1.- Estrategias motivacionales: En primer lugar se debe comunicar a los
alumnos lo que se espera que hagan, y asegurarse que lo hayan entendido.
Posteriormente se les aclaran las consecuencias que tendrá la conducta
esperada, cuando hace lo que se les pidió deberá dársele retroalimentación
positiva en forma directa y significativa.
9.2.2.- Reforzamiento Positivo: Debe seleccionarse de acuerdo a la edad del
joven y debe ser auténtico, sin confundirlo con sus derechos básicos. Es
importante que los maestros trabajen en conjunto con los padres, para promover
un cambio también en el hogar. La escuela debe tratar que los padres cambien su
enfoque hacia las discusiones, agresiones y comportamientos negativista y
procurar hacer sin ser demasiado técnico y complicado.
9.3.- Entrenamiento de habilidades sociales. Se emplea cuando la persona carece de ciertas habilidades sociales necesarias
para la interacción con otros, y por medio de este tipo de técnica es posible
adquirir las destrezas sociales requeridas. Normalmente estas técnicas resultan
accesibles para cualquier educador, no implican materiales complicados y sus
resultados son altamente exitosos.
Implica la especificación de tres componentes:
- La dimensión conductual.
- Las variables cognitivas.
- El contexto ambiental.
Dicho entrenamiento se puede trabajar de las siguientes maneras:
9.3.1.- Modelación e imitación: Se basa en el aprendizaje por medio de la
observación, consiste en exponer al sujeto a modelos que muestran
correctamente la habilidad o conducta objetiva de entrenamiento, luego, el joven
debe practicar la conducta observada. Para poder emplear este entrenamiento se
deben de desarrollar las siguientes características tales como tener la capacidad
de poder presentar de manera clara cuales son las conductas que se deberán de
seguir, así mismo, esta debe de responder a necesidades reales del observador,
es decir, debe resultar ser un aprendizaje significativo y funcional.
9.3.2.- Representación: Consiste en ensayar en situaciones simuladas, aquellas
habilidades que se quieren incorporar al repertorio del joven, es decir, el
adolescente ensaya la habilidad o conducta en un contexto simulado, más
controlado y estructurado que le permite adquirir confianza y seguridad sin ningún
riesgo de fracaso.
9.3.3.- Puesta en práctica: Esta técnica puede implicar la colaboración de varias
personas y es sumamente importante describir de manera detallada, la situación
simulada y el objetivo que se quiere lograr. Durante las representaciones, el
educador o padre supervisa las ejecuciones, orienta y ayuda y dirige el ensayo de
la conducta hasta que se adquiere con soltura y se motiva al paciente a
practicarlas en la realidad.
9.3.4.- Reforzamiento: Como punto final, para asegurar de alguna manera la
estabilidad y mantenimiento de habilidades que el joven está desarrollando es
necesario reforzarlas adecuadamente. Se puede hablar de 3 tipos de refuerzos, el
refuerzo material que consiste en premios o recompensas, que permiten reforzar
una conducta de forma inmediata pero con un efecto a largo plazo, refuerzo
sociales, que consisten en palabras, sonrisas, aprobación, entre otras cosas.
Finalmente el auto-refuerzo, el cual favorece la autonomía ya que no depende de
por refuerzos proporcionados por los demás.
9.4.- Entrenamiento en autocontrol. Para lograr un entrenamiento eficiente se realizan las siguientes técnicas:
9.4.1.- Auto-observación: El entrenador debe enseñar al sujeto a atender sus
propias conductas problemáticas con el fin de modificarlas.
9.4.2.- Auto-registro: Se trata de que el propio adolescente anote de manera
precisa y operacional el comportamiento problemático.
9.4.3.- Auto-refuerzo: Consiste en la administración de recompensas
contingente, las cuales contribuyen al aumento de las probabilidades de realizar la
conducta meta o deseada.
9.4.4.- Entrenamiento en tareas entre sesiones terapéuticas: Se presentan al
individuo una serie de ejercicios que deberá de realizar entre sesiones para
profundizar y trabajar en todos los aspectos relacionados con las dificultades de
control.
9.4.5.- Entrenamiento de respuestas alternativas: A través de esta técnica se le
enseña a la persona a reaccionar de manera más competitiva y adaptativa, es útil
a la hora de manejar la rabia, la ira y la hostilidad.
9.5.- Entrenamiento en comunicación. Consta de tres pasos:
Feedback: El terapeuta impulsa al adolescente y s sus padres a mantener una
conversación y observa la interacción entre ellos. Se exponen los aspectos
positivos y negativos de la comunicación verbal y no verbal de ambas partes.
Puede darse el caso de que no se establezca el contacto visual, que la actitud
de una o de ambas partes resulte hostil y desagradable, es común que los
adolescente con este trastorno carezcan de empatía, afectividad y tengan
dificultades para controlar la ira.
Instrucción y modelaje: Consiste en la explicación del terapeuta acerca de la
forma apropiada de realizar la conducta y luego modelarla a través del role-
play, esto se refiere a que la conducta es modelada primeramente en la
consulta antes de ser aplicada en el ambiente real.
Ensayo conductual: Consiste en exponer herramientas que permitan mejorar
la comunicación entre ambas partes y practicarlas en diversas ocasiones
dentro de la consulta hasta que se adquiera un dominio de las mismas. El
ensayo conductual se puede realizar de dos maneras que el sujeto practique la
conducta objetiva con otro interlocutores en una situación real o simulada o
que el sujeto se imagine ejecutando la conducta objetiva. Lo recomendable es
que ambas modalidades se utilicen en forma combinada.
9.6.- Entrenamiento en asertividad. Se trabaja bajo las siguientes etapas:
Identificar los estilos básicos de la conducta interpersonal: Estos estilos
se refieren al agresivo-pasivo y agresivo. La función de esta etapa es distinguir
entre cada uno de los estilos reconociendo la mejor forma de actuar de acorde
con el estilo asertivo. Ayudará también a que el adolescente pueda reconocer
los errores en este ámbito.
Identificar las situaciones en las cuales se quiere ser más asertivos: Se
trata de que el individuo identifique en que situaciones falla y como debería de
actuar en un futuro. Se analiza el grado en que las respuestas a las situaciones
problemáticas puedan hacer que el resultado sea positivo o negativo.
Describir las situaciones problemáticas: Se trata de analizar las situaciones
en términos de quién, cuándo, qué y cómo interviene en esa escena,
identificando los pensamientos negativos y el objetivo que se quiere conseguir.
Escribir un guion para el cambio de la conducta: Es un plan escrito para
afrontar la conducta de forma asertiva. Aquí se intenta poner por escrito las
situaciones problemas y clarificar lo que queremos conseguir. El entrenador
moldea junto al paciente el guion para que este se ha expresado de forma
específica.
Desarrollo del lenguaje corporal adecuado: Se otorgan una serie de pautas
de comportamiento en cuanto al lenguaje no verbal como por ejemplo, la
mirada, el tono de voz, la postura, y se dan las oportunas indicaciones para
que la persona ensaye ante un espejo.
Aprender a identificar y evitar las manipulaciones de los demás: Las
demás personas utilizan estratagemas para manipularle, haciéndole sentir
culpable, evadiéndose de la conversación o victimizándose. Se dan una serie
de técnicas para desistir al influjo de los demás.
Además de esto se debe de lograr desarrollar o aumentar la empatía en el
adolescente, lo cual se puede lograr mediante los siguientes pasos:
Escucha activa: Requiere estar interesados en saber sobre la otra persona y
sus percepciones. Existen diversas barreras que nos impiden comprender al
otro. Colocarse en el lugar del otro, recordar experiencias personales en
relación a los que se está diciendo en vez de escuchar al otro, ayuda a
involucrarse activamente en la busca de resoluciones antes de que el otro
finalice su argumentación, suele ocurrir con los adolescente que creen tener la
razón sin importar el caso, y por ello no ven la necesidad de escuchar.
Entender que involucra la respuesta empática: Es necesario que el
adolescente aprenda a entender que debe responder al hablante de manera
respetuosa de forma que este pueda sentir que es escuchado. Se entrena al
adolescente para que aprenda a centrarse en cierto grado en el habla y las
emociones de su par, en lugar de concentrarse solo en la de él mismo. Una
respuesta empática incluye hacer comentarios en los que refleje haber
entendido a la persona y plantearle preguntas que los lleven a reflexionar sobre
sus propias motivaciones.
Puesta en práctica: Una vez que ya se han practicado anteriormente las
técnicas para mejorar la comunicación, la empatía y la asertividad dentro de la
consulta, se motiva entonces al adolescente y a sus padres o responsables a
ponerlas en prácticas dentro del hogar, la escuela o cualquier entorno donde se
presentase la conducta hostil, evaluando posteriormente los progresos cada
cierto tiempo.
9.7.- Restructuración CognitivaEs un método terapéutico de intervención utilizado con la finalidad de procurar al
paciente recursos suficientes para hacer su vida más fácil frente a los problemas o
conflictos que surgen día a día
De acuerdo al abordaje de Beck (1967) y Stara (1990), la restructuración cognitiva
involucra la utilización de las siguientes técnicas:
Identificación de los pensamientos desadaptados y las estructuras cognitivas
subyacente.
Introducir al paciente en la terapia cognitiva ya que suele ser útil dar al paciente
una breve explicación en lo que sucederá en cada sesión.
Seleccionar una cognición o pensamiento distorsionado a la vez.
Chequear la credibilidad de dicha distorsión.
Buscar evidencias a favor del pensamiento, con la finalidad de cuestionar la
lógica del paciente por más ilógica que parezca.
Buscar evidencias en contra, básicamente a través de preguntas para sacar al
paciente de su argumento.
Evaluar las evidencias y re-chequear la credibilidad.
Identificar el tipo de distorsión.
Re-elaborar el significado de dicha distorsión con afirmaciones elaboradas o
sugeridas por el mismo paciente.
Practicar la sustitución del pensamiento, indicándole al paciente un nuevo
significado a sus pensamientos con la finalidad de que lo practique.