30
Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) VI JUAN APECECHEA PERURENA P ublicarnos el sexto y el séptimo de los ocho sermones que forman el tra- tado inédito de Lizarraga sobre el matrimonio l. Trata en ellos sobre los requisitos y condiciones necesarias para el matrimonio cristiano, después de haber considerado en los cinco primeros la naturaleza, los fines y las obliga- ciones propias del sacramento 2. Los dos sermones llevan por título en el ma- nuscrito del autor: "De requisitis ad Matrimonium" y "De aliis requisitis ad Matrimonium". Ofrecemos a continuación la trayectoria y los rasgos funda- mentales de su contenido, citando frecuentemente el texto original en sus ex- presiones más notables y significativas. Requisitos para el matrimonio , 1. Previa reflexión: El que se case debe hacerlo Jangoicoabaitan, según la doctrina de San Pablo. Para ello es preciso antes reflexionar y considerar atentamente lo que se va a hacer, según el conocido refrán: "Ezcondubaño lén beguíra cer itendén ". Si antes de comprar una res se suele informar bien sobre sus cualidades o defectos ¿con cuánta más razón habrá que hacerlo al com- prometerse para toda la vida con una persona? Y emplea esta expresión: "Be- guíra déla vici gucico presidioa ". Nadie debe casarse por pasión, porque de lo contrario le ocurrirá lo que al borracho: "Ala nola árdoan sartuái vista turbaturic gauzabát ahdiágo dén baño, arguibat bida iduribaizáio, alá amorios zoraturic dagonái idurizáio iruzquiainparécoa itsúsi déna". Siguiendo con el mismo símil, dice que con el amor matrimonial, si es ciego, sucede lo mismo que con el buen vino cuando

Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

  • Upload
    others

  • View
    7

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga

(año 1782) VI

JUAN APECECHEA PERURENA

P ublicarnos el sexto y el séptimo de los ocho sermones que forman el tra- tado inédito de Lizarraga sobre el matrimonio l. Trata en ellos sobre los

requisitos y condiciones necesarias para el matrimonio cristiano, después de haber considerado en los cinco primeros la naturaleza, los fines y las obliga- ciones propias del sacramento 2. Los dos sermones llevan por título en el ma- nuscrito del autor: "De requisitis ad Matrimonium" y "De aliis requisitis ad Matrimonium". Ofrecemos a continuación la trayectoria y los rasgos funda- mentales de su contenido, citando frecuentemente el texto original en sus ex- presiones más notables y significativas.

Requisitos para el matrimonio

, 1. Previa reflexión: El que se case debe hacerlo Jangoicoabaitan, según la doctrina de San Pablo. Para ello es preciso antes reflexionar y considerar atentamente lo que se va a hacer, según el conocido refrán: "Ezcondubaño lén beguíra cer itendén ". Si antes de comprar una res se suele informar bien sobre sus cualidades o defectos ¿con cuánta más razón habrá que hacerlo al com- prometerse para toda la vida con una persona? Y emplea esta expresión: "Be- guíra déla vici gucico presidioa ".

Nadie debe casarse por pasión, porque de lo contrario le ocurrirá lo que al borracho: "Ala nola árdoan sartuái vista turbaturic gauzabát ahdiágo dén baño, arguibat bida iduribaizáio, alá amorios zoraturic dagonái idurizáio iruzquiainparécoa itsúsi déna". Siguiendo con el mismo símil, dice que con el amor matrimonial, si es ciego, sucede lo mismo que con el buen vino cuando

Page 2: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APECECHEA

se avinagra: "Ardo obeác ozpin fuerteágoa intendú hozpintzembadáyy. N o es malo sentir un fuerte amor e inclinación hacia el otro; pero debe ser siempre un amor sensato y cristiano. Con un ejemplo tomado de una obra del jesuita J. 1. Martínez de la Parra explica que hay que casarse, no por dinero ( "dirus diru'?, sino valorando la virtud y las cualidades de la persona amada. Sólo así será un matrimonio feliz: "Considéra óngui lén, izáteco óngui beti".

2. Vocación: El segundo requisito es tener vocación para el estado ma- trimonial: "Jangoicoaren deia edo tirátzea estadogórtas". Para discernir esta vocación es preciso que cada uno lo piense en su interior ( "beiraturic berebai- tany?, que lo consulte con sus consejeros espirituales ("aita espiritualeéquiy7 y que en ello le ayuden también sus padres. Es importante, por otra parte, ha- cer oración, ofrecer algunos rosarios y misas y hacer alguna limosna. De esa manera es difícil que alguien se pierda: "Neque izainda usdézan akícoa galcerá Jangoicoac ".

Para probar e ilustrar la importancia de la oración el autor recuerda exten- samente el caso de Tobías, que se casó con Sara después de que a ésta se le ha- bían muerto sucesivamente siete maridos: "Aitudút zazpiéqui ezcondudéla quewo quwro, ta zázpiac ildirela, ta dióte, demónioac edequidiotéla viciay'. Se- gún le había aconsejado el ángel, Tobías invitó a Sara a orar antes de la unión conyugal: "Ezcaizque júnta alá, nola Jangoicoa ezauntzen estúten gendeác". De esa manera salvó su vida y logró un matrimonio con toda clase de ventu- ras: "Gueró vicitucire anitz dembórasprosperidáde guciés betericyy.

3. Fin bueno: El autor propone como modelo de intención matrimonial el de Sara y Tobías: "Ebetán bietán dugu hispilubát beiraceco ta componcecó inténcioa" Los fines legítimos del matrimonio son la ayuda mutua, la pro- creación, el remedio de la propia flaqueza y la convivencia cristiana en paz y en orden a criar hijos para el cielo: "Laguncecó elcáw, estendicecó generácio humánoa, wremediáceco fragilidádea ta vicicecó cristioqui unituric báquean ta acicecó húmeac ceruráco ".

Los siete maridos de Sara murieron por no tener buena intención: "Cerén animáleac becála atzenduric Jangoicoas gógo guciá paracembaizúte deleite soi- lleany'. Muchos fracasan en el matrimonio ("doáza utsinicy porque se casan por vanidad, frivolidad, lujuria o codicia: "Libraceagátic aitetamen sujeciotíc ta iteagátic nausi edo echocandre.. . Lograceagátic quadratuzaióten persóna ichúra edo grácia falsubatengátic ... gogo gucia daucáte immundician nokz mormóta béltzec.. . abrasteagátic guisaórtan lográtus dirudúna.. . ".

Al elegir el estado matrimonial hay que pensar ante todo en Dios y en la salvación del alma. Luego, en segundo lugar, se pueden tener en cuenta los bienes o ventajas materiales: "Deseaduique ondásun medianiabát.. . persónain prénda naturálac, nola ichúra ona, deligénte, trabajári, azcáw, mañóso ta ha- bil izátea". Pero los bienes no logran que alquien se haga persona: "Ondusú- nac duizque acába, ta izánic ere estúte inenpersóna esténa ". Por otra parte, to- das las cualidades corporales acaban ajándose como el color de las flores o la fachada de las casas: "Nola loreén colórea.. . nokz echebáten pintúra ta adórnu exterióreac aice, euri ta temporaleéqui ".

4. Medios para la elección de consorte: Así como en un desierto donde no hay caminos el viajero tiene que mirar al cielo para guiarse por las estrellas,

Page 3: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782)

así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio: "Ala nola bada bideric agueriesten desertubátean, beiratubeawbaita cerúra governacecó izarre- táic estáien gal viujántea, alá assuntogóntan". Los hombres pueden dar una buena dote tal vez, pero un buen consorte lo da sólo Dios, porque él sabe quién es para quién: "Jangoicoac daqui cein ceiñendáco dén ón ".

Solamente Dios conoce el fondo de las personas: "Guizónacgovernacen- dire agueridénas beguietará, Jangoicoac órdea icustentú biotzac". Muchos fra- casan por ir al matrimonio movidos sólo por las apariencias y después de una historia de pecado: "Becátus becátu, loies loi doazénac matrimoniorá, atzen- duric Jangoicoas ta guerocoas". Un joven prudente busca siempre una mujer juiciosa y recatada y no una frívola, porque de los contrario teme que siga siendo lo mismo después: "Badáqui experiéncias dela facila ta pasalarráia, ta belturtucodá izandáien akí guero ere .

Otro medio bueno para acertar en la elección es consultar con los padres. Estos no deben coaccionar a los hijos en este asunto: "Eguia dá ezdezaqueté- la gurátsoec borcharic eguín ezcontzecó ezcondunaiestuén humeái, estaré ez- contzecó naiestuenaiqui". Pero es conveniente que haya comunicación entre padres e hijos. Faltarían gravemente los hijos que se comprometieran para el matrimonio sin contar con sus padres: "Faltaceunte gravequiró humeéc ema- tembaute ezcontzéco itza gurátsoen atencioricgabe, edo absolutoqu< paratugá- be condicioa: baldin ontzát arcembadú nere aitac-". Es necesario meditar y to- marse el debido tiempo antes de comprometerse: "Artu espácio ta considerá- cioa emáteco itza, ezi adarretíc lotzenda idia eta itzeticpersóna ".

ALGUNAS FORMAS VERBALES

Recogemos aquellas formas verbales que, sobre todo por razón de diver- sos fenómenos fonéticos, resultan de mayor interés 3. Con números romanos y arábigos, puestos entre paréntesis, señalamos respectivamente el sermón, primero o segundo, y los apartados del texto original en los que se encuentra cada una de las formas verbales.

A. Formas del verbo auxiliar

BALEDI. baledi. "Ala nola erostecó echebát solamente beirabalédi fa- chadara" (II,5).

BALEZOTE. baliezaiete, baliete. "Galdeibalezóte ascoéi certacó ezconcen- dirén" (II,4).

BANIZ. banintz. "Ilcembániz, ilen dire nere aita ta ama ere" (I,5). BAUTE. badute. "Humeéc ematenbaute ezcontzéco itza" (II,5). BAUZU. baduzu. "Anitz barimbauzu" (I,4). BEITES. bitez. "Sarbeites ... sartucíre" (II,5). BENAZA. naza. "Librabenáza otoi calumniagontáic" (I,5). BEQUIO. bekio. "Galdeimbequió ezcongái prudénte edoceiñi" (II,4). BIZ. bedi. "Baña biz amoriobát cristioa" ( 1 4 .

Page 4: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APECECHEA

CEQUION. zekion. "Beldúrrac gurátsoec guertacéquion lengoei becála" (1,6).

CEZAN. zezan. "Eguinic orácio manifestacézan Jangoicoac nórr cén aietáic logratubearzuéna Virginaren éscua" (II,3).

CEZOLA. ziezaiola. "Alabac porfiaturic emancezóla, edo icusicozuéla ilic bere éscus" (II,5).

CIOTE. zien. "Mutilac erranciote (aiéi)" (I,6). CIZAIOTE. zitzaien. "Manifestatucizaióte (guratsoéi) san Rafael nor cén"

(IY6). DADIEN. dadin. "Empleadádien honratuquí" (I,3); "izandádien beróri be-

deicátua" (II,1). DAIELA. dadila. "Itzgónec significatzendú ezcondaiéla óngui" (1,l). DAIEN. dadin. "Beldurrtucodá izandáien alá guero ére" (II,4). DAIQUE. daiteke. "Guizónquias errandaique aguián berce aimbérce"

(IIJ3). DAIZQUE. daitezke. "Atendidaizque personain prénda naturálac" (II,2). DAQUIDAN. dakidan. "Beldúrr náiz guertadaquidan niri bérce aimbérce"

(195). DEZADAN. diezadan. "Pesadumbreria eman ez dezádan" (II,4). DEZADATEN. diezadaten. "Aliquetá aguindezadáten" (I,6). DEZAZQUETE. ditzakete. "Eche ta ondasúnac emandezázquete gurát-

soec" (I,4). DEZAZUN. diezazun. "Ez eguin naiestuzúna indezázun zuri niorc" (I,4). DEZOTEN. diezaien. "Encomendatubeárrda Jangoicoarí emandezóten

azértu" (I,3). DEZQUIEN. ditzan. "Esca governadézquien zure pausuac" (I,4). DIOTELA. diela. "Demónioac edequidiotéla vicia (zazpiei)" (I,5). DIOTENA. dietena. "Icustendéna dá emátea gurátsoec humeéi consórtea,

ta humeéc errecibicea ematendiotena" (II,5). DIOTETENA. dietena. "Aliquetá aguindezadáten árteo escatunaidioteté-

na'' (I,6). ESTA. ez da. "Está ori becalacoríc" (I,2). ESTAIEN. ez dadin. "Estáien aurrqui betico petardobatéqui" (I,2). ESTAIQUELA. ez daitekela. "Estaiquéla izán óna" (I,4). ESTEN. ez den. "Bideric agueriestén desertubátean" (II,3). ESTENA. ez dena. "Ondasúnac estúte inen persóna esténa" (II,2). ESTITUEN. ez dituen. "Dituela estituen préndac, ta estituéla dituen fáltac"

(132). ESTUELAIC. ez duelaric. "Etueláic placér gure cáteas" (I,5). ESTUT. ez dut. "Estút nic bérce amparoríc" (I,2). ESTUTELA. ez dudala; ez dutela. "Orréc dáqui estutéla nic deseátu" (I,5):

"Catecismo Romanoac ezcondunaiezduténes dio, estutéla pensatubeárr doazéla eguiterá lurréco gauzabát" (II,2) (Adviértase que tanto para la primera persona del singular como para la tercera del plural emplea la misma forma).

ESTUTEN. ez duten. "Jangoicoa ezauntzen estúten gendeác" (I,6).

Page 5: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (AÑO 1782)

ETZAITEN. ez zaitezten. "Goárda etzaiten eróri" (I,4). ETZAIZQUE. ez zaitezke. "Etzaizque ezcóndu ni becaláco pobrebiten

alabaréqui" (I,2). ETZAZIELA. ez ezazuela. "Etzáziela dúda emátean oni zeuren alába" (1,6). ETZEIENGATIC. ez zedin. "Etzeiengátic nior ezcóndu diruagátic" (I,2). ETZELA. ez zela. "Etzéla berce nioréqui ezcondúco" (42). ETZIO. ez zion. "Etzió emanái zárr juiciósoac" (I,2). ETZIOTE. ez zioten. "Gurátsoec etzióte errespondátzen" (I,6). ETZIRELAIC: ez zirelaric. "Matrimonioac etzireláic oráño sacramentu"

(1192). ETZIREN. ez ziren. "Lén erreparacenetzire fáltac" (I,2). ETZUE. ez zuen. "Etzue consentítu eta joánce echetíc" (I,2). ETZUSTELA. ez zituztela. "Ebéc etzustéla bearr inférnuan" (II,5). EZCAIZQUE. ez gaitezke. "Ezcaizque júnta alá nola Jangoica ezauntzen es-

túten gendeác" (I,6). EZOZULA. ez diezaiozula. "Ezózula nióri eguín naiestzúna" (L,4). EZPADA. ez bada. "Ezpadá ón zuretáco" (II,3). EZPAITA. ez bait da. "Nola ezpaita ásqui ere ón izatea berebaitan" (II,3). EZPAITUTE. ez bait dute. "Cerén aiéc ezpaitúte arracioríc" (II,5). EZPALU. ez balu. "Gueró ezpálu nai ezcóndu" (II,5). GUINDUE.genuen. "Paratuguindue exémplu Tobias ta Sarana" (11. 1). LEZAQUETE. lezakete. "Galdeibalezóte ascoéi ... confessalezáquete" (142). LIGUQUETE. ligukete. "Galdeibalezóte ascoéi errainliguquete" (II,2). LIZAQUE. litzateke. "Apartácea lizáque edequitzea vicia" (42). TU. ditu. "Jangoicoac órdea icustentú biótzac" (II,3). TUEN. dituen. "Beguira noláco genio, virtúte, vicio tuén" (I,2). ZAIOTE.zaie. "Batzuei ezcondubañolén ére egun quadracenzaióte bát" (I,2). ZAITE. zaitez. "Oroizaite cémbat pasatuduén zuregátic" (I,4). ZAIZATELA. zaitzatela. "Ainguirúac acompañazaizatela" (I,5). ZAIZQUE. zaitezke. "Guisóntan utzizaizque ágoa beteric órzes" (II,4). ZARA. "Bada galcenzára, cerengátic ótsoa dá ori" (II,4). ZAUSTENEC. zaudetenec. "Zuéc libre zaustenéc" (1,l). ZAZIE. ezazue. "Icusizázie orai" (I,5). ZAZU. ezazu. "Zúc inzazu lenic orácio" (I,5). ZEZON. ziezaion. "Beldúrrac berái ere aiéi becála edequizézon vicia deá-

bruac" (114. ZIZAIO. zitzaion. "Humegúra ilzizaio" (I1,4). ZIZAIOLA. zitzaiola. "Naiz declaraturic profetac barcatuzizaióla cúlpa"

(1194). ZOZU. iezaiozu. "Lán itendizunai pagazozu bérla bere alocairua"(I,4). ZUQUEN. zezakeen. "Jangoicoari alzúquen gucian zervitzátus" (I,4). ZUSTE. zituzten. "Alá desposutuzúste biac" (II,3).

Page 6: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APECECHEA

B. Formas sintéticas

CIO. zioen. "Baicio san Pabloc" (II,2). CIOLA. zioela. "Botacenzuéla cembáit suspiro nescachagárrec cióla" (I,2). DABILANA. dabilena. "Otsoa da ori, dabilána ez zure on náies" (II,4). DACARR. dakar. "Guciau dacárr Escritura Sagrátuac" (I,6). DOAIF,. doa. "Doaie galdus álquea" (II,4). DOAIEN. doan. "Estú utzico doáien arima ilumbeera" (I,4). DOAZA. doaz. "Gucióc doaza utsinic" (II,2). DOAZELA. "Estutéla pensatubeárr doazéla eguiterá lurréco gauzabát"

(11.21. \ ,

ESTATORREN. ez datorren. "Jangoicoaren escutic estatórren consórtea" (194).

ESTAQUIGULA. ez dakigula. "Guc nola estaquigúla" (I,3). ETZEQUIELA. ez zekiela. "Etzequiéla niórc ta ez berác ere" I,2). GOAIE. hoa. "Ezin bérceas erráncio: goáie desdichátua" (II,5). ZOEZI. zihoazen. "Alá zoezi seguitus desgrácia desgráciain gain" (II,4).

C . Otras formas verbales

ACOMODACERAS GUEROS. akomodatzeraz geros. "Cerengátic acomo- daceras guerós húmea, arren on gucia dágo óngui acomodácean" (II,5).

BEAUTE. behar dute. "Beaute izan aténcio" (I,3). BEIRACEUNTE. beiratzen dute. "Gáste cembaitéc solamente beiraceunte

aurpeguirá" (II,5). CONVENIETZAICONA. komeni ez zaiona. "Naibalú bérac convenietza-

icóna" (II,5). EMANICACO. emanikakoa, emanikoa, emandakoa?. "Itzulicio bere aitarí

vista ainguiruac emanicáco erremédioas" (I,6). FALTACEUNTE. faltatzen dute. "Ontan faltaceunte gravequiró humeéc"

(11>5). IKUSICOUN. ikusiko dun. "Icusicoun erremedioic esteláic" (II,5). INTEZAQUE. egin dezake. "Intezáque becátu alacoiqui ezcóntzeas" (II,5). INZQUIGUN. egin ditzagun. "Eta orai inzquigun fede ..." (I,6). SENTITUCOUN. sentituko dun. "Sentitucoun erremedioic esteláic" (II,5). USDEZAN. utz dezan. "Usdézan alácoa galcerá" (L,6).

ADVERBIOS EN "QUI" Y "QUIRO"

Es relativamente frecuente el empleo de los adverbios formados con el sufijo "qui". En una ocasión aparece el sufijo "quiro". ABSOLUTOQUI. "Humeéc ematenbaute ezcontzeco itza absolutoquí"

(1135). CRISTIOQUI. "Vicicecó cristioqui unituric báquean" (II,2).

Page 7: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (AÑO 1782)

DESONESTOQUI. "Ceiñéc beiracebatetic itsaturic tratatuzue desonestóqui Betsabee" (II,4).

GRAVEQUIRO. "Ontan faltaceunte gravequiró humeéc" (II,5). HONRATUQUI. Ezcondaiéla óngui, honratuquí" (1,l). PRUDENTEQUI. "Lenic considerácioa obráceco prudentequí" (I,2). ANDUQUI. "Ezcondaiéla sanduquí" (1,l).

ALGUNOS DICHOS Y EXPRESIONES CASTIZAS

"Ezcondubaño lén beguíra cer itendén" (I,2). "Beguíra déla (matrimonioa) vici gucico presidios" (I,2). "Escarmentuen escola" (matrimonioa): "Esperiénciac desengañadezázque governacendirénac amório itsuas escarmentuen escólan" ( 1 4 . "Ardo obeac ozpin fuerteágoa intendú hozpintzenbadá" (I,2). Dirus diru: "Bi ezcóndu abrátsec zúte semebát soilla, cein naizúte empleá- tu bérce abrasbazuén alabaréqui dirus diru" (I,2). Pobreza eman: "Ellegatuzé peregrino eguerdis .zárr pobrebáten echerá, ta emanóndoan zuén pobréza" (14 . "Considera óngui lén, izáteco óngui beti" (I,2). "Ez apárta niorengandic zeure beguitártea" (I,4). "Consórte óna dá nola vestidura ajustatubát ez sobra ta ez faltan(II,3). "Fachádan iduridaique echebát primorósoa, ta ciménduan ta barnean izán ruinósoa" (II,3). Casamentari Jangoicoa: "Loratuzé S. Josephen vara ta alá desposatuzúste biac, ta izánze au matrimónioan paréja icusidén obreéna; etzé milagro, ce- laric casamentári Jangoicoa bera" (II,3). "Guisóntan utzizaizque ágoa beteric órzes" (II,4). "Adarretíc lotzendá idia, eta itzetic persóna" (II,5). Ontan ta artan: "Ontan ta ártan avisacendú págeac" (II,5).

VOCABULAñIO

A ABSOLUTOQUI. absolutamente, sin condiciones (II,5). AINGUIRA. anguila (I,2). AINTZURA. figura, apariencia: "Gázte gallárdo prestubáten aintzú- ran" (I,5). AITATAMAC. padres y madres (1,l). ALDISSCA. de vez en cuando (I,2). ALIQUETA. hasta que (I,2).

ALOCAIRU. salario, jornal (I,4). ALQUEGABE. desvergonzado (195). AMOROSTU. enamorarse (II,5). ARAT ONAT. hacia allá y hacia acá (1195). ARCECO. crédito, haber: "Joarn- beauzu cobrácera arcecobát" (I,4). ARTE. encino (II,4). ATREVENCIA. descaro, desver- güenza (II,4). AURQUINTZE. presencia (?): "Trabajári, viciogábe izátea dire me-

Page 8: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APECECHEA

dioric obrénac Jangoicoaren ta gui- zónen aurquintzéco" (II,4).

B B ARUTU. ayunar (I,5). BEGUITARTE. rostro, mirada: "Ez apárta niorengándic zeure beguitár- tea" (I,4). BELLA. peregrinación (I,3). BERORI. vos mismo (I1,I). BERORREC. vos mismo (erg.). BIZARREATU. alardear: "Biza- rreatu sobra beren búruas" (II,4). BORCHAS. por la fuerza, violenta- mente (II,4).

C CASAMENTARI. casamentero (11,3). CASCARIN. casquivano, frívolo (1134). CERENGATIC. porque, pues (I,2). CRISTIOQUI. cristianamente (II,2).

CH CHOSTA. juego, diversión: "Jauna, orréc dáqui eznaizela ibili chósta ta diversio peligrosoétan" (I1,l). CHOSTAGALE. aficionado a la di- versión, juerguista (I,5). CHUSSENEAN. directamente (I,3).

DENA DELA. cualquier cosa que suceda, sea lo que sea (I,2). DESLORATU. desflorar, desvirgar

(IIY4). DESONESTOQUI. deshonesta-

mente (II,4). DILINDACA. colgado, pendiente:

"Ilce dilindáca biloac enredaturic arteabáten arráman" (II,4).

DIRUS DIRU. a trueque de dinero, por la misma cantidad de dinero (192).

E EBATSI. hurtar, robar (I,3). EDEQUI. quitar, arrancar: "Ede-

quitzea vicia" (I,2). EMANZALE. dadivoso (I,4). ERACUTSI. inmodesto, poco reca-

tado (II,4). ERDECHI. lograr, conseguir (II,2). ERCHIDURA. prohibición, impo-

sibilidad: "Matrimonioaren erchi- dúra ilartáño consórtean (1,I).

F FITE. enseguida, pronto (I,2).

G GRAVEQUIRO. gravemente (II,5). GIZONQUI. varón: "Girónquias

errandaique aguián berce aimbér- ce" (II,3).

GUEROCO. futuro: "Atzenduric Jangoicoas ta guerocoas" (II,3).

H HONRATUQUI. honradamente

(171). HOZPINDU. avinagrarse (I,2) (En

cambio, ozpin).

IBILDARI. callejero (II,4). IGORRI. enviar: "Tempestadeain ondoreán igorcodú serenidádea" (IY5). ILUMBE. tiniebla, infierno: "Estú utzíco doáien arima ilumbeerá" (I,4). ISSIL ISSILA. silenciosamente, sua- vemente (I,2). ITSU ITSUA. ciegamente: "Falta- ceunte óntan ezconcendirénec pasió- nes, itsu itsua" (I,2).

L LENDANIC. de antemano, desde antes (I,3).

Page 9: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQU~N LIZARRAGA (ANO 1782)

M MENDECU. venganza (II,4). MERCATARI. mercader, tendero (1193). MEZU. mandato, orden: "Juntaturic témpluan Jangoicoaren mezus tribu- gartáco mutil guciác" (II,3). MORMOTA BELTZ. escarabajo, mosca negra: "Gogo gucia daucáte immundician nola mormota béltzec" (1172).

"Plantatudueláic Jangoicoac matri- monioa laguncecó elcárr" (II,2). PLATICARI. hablador, charlatán (1174)- PLATICATU. hablar, charlar (II,3). PRESTU. persona bien plantada, elegante (I,5). PROVIDENCIATU. proporcionar (174). PRUDENTEQUI. prudentemente (171).

N Q NAIBECALACO. ideal, extraordi- QUERRO QUERRO. sucesiva- nario: "Mutilúra aurquituzén ándre mente, en fila: "Aitudút zazpiégui naibecalacoaréqui" (I,2). ezcondudela quérro quérro" (I,5). NESCACHA. muchacha (I,2).

O S OBREN. el mejor, Óptimo: "Paréja SALO. saludo (I,5). icusidén obreéna" (II,2). SANDUQUI. santamente (1,l). OIUIN. gritar (II,5). SECULA. jamás (II,5). ONGARRISCO. sucio, inmundo: "Doaza forjátus loi ta ongarrisco ci- mendubát matrimonio tristebatéco"

u (1174)-

UGALDE. río: "Ugaldebátean artu-

ONTAN TA ARTAN. en esto, ric arraibaten beazúna" (I,5).

mientras esto sucede (II,5). URCATU. ahorcarse (I,3). ORDIC. por ahí: "Iduribazaióte ori URRIQUI. pesar, arrepentimiento: dela obe, ségui ordic" (I,3). "Montiacendire desgráciac, ta ORREC. vos: "Jauna7 orréc daqui urriqui ta nigárr vánoac" (144).

estutéla nic deseátu guizoníc" (I,5). URTIQUI. arrojar(se), lanzar(se), OTOI. por favor: "Aténcio otoi ai- postrarse: "Emastequi urtiquicendá tetamac" (1,l). Jangoicoaren aurrean" (I,5). OTRONCE. comida, banquete USTES. creyendo, al parecer (I,2). (196).

UTSIN. fallar, fracasar, equivocarse:

OZPIN. vinagre (I,2) (cf. en cambio "Gucióc doáza utsinic" (114. hozpindu con h).

v P VANDACA. a montones, abundan-

PASALARRAIA. alguien que se temente (I,6). propasa (II,4). VESTITU. vestir(se): "Aldaturic tré- PLANTATU. implantar, instituir: senas vestituzé zárresn (I,2).

Page 10: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APECECHEA

DE REQUISITIS A D DE REQUISITIS A D MATRIMONIUM MATRIMONIUM

1782 1782

"Cui vult nubat, tantum in Domino" "Cui vult nubat, tantum in Domino" (1 Cor. 7,8-39) (1 Cor. 7,8-39)

Explicaturic yá nolapáit Matrimo- nioarén esséncia, fínac, ondasúnac, ta obligácioac, goácen orái icúsis módua, nola beárden joán Matrimo- niorá. Aténcio otoi aitetamac, ta car- gudúnac, baitaré ta yágo zuéc libre zaustenéc, ezcontzecó, edo ez. Erra- nóndoan S. ~ a b l o c virginidadearén avantálla, ta Matrimonioaren erchi- dúra ilartáño consórtea, libre dagónas yá dió: Cui vuh, nubat, tantum in Do- mino: Ezcondaique naiduenaréqui, solamente órdea ~ a n ~ o i c o a b a i t a i It- zgonéc significatzendú ezcondaiéla óngui, honratuquí, ta sanduquí Jan- goicoaren borondatearén confórme ezcontzecotán. Ortáco noáie berchs- terá cembáit cirunstáncia goardatu- beardirenac: considerácioa, vocácioa, orácioa, fin edo inténcio óna, eléccioa, médio ónac.

2. Lenic considerácioa obraceco prudentiquí, eta acertacecó principio- tic errefrangárren confórme: Ezcon- dubaño lén beguíra cer itendén. Beguí- ra, ezi estadoaren acertácean dagóla salvácioa: beguira Matrimonioarén obligácioac ta-dificultádeac: beguíra déla vici gucico presidioa: beguíra no- réqui, noláco genio, virtúte, vicio, ta circunstánciac tuén, estáien aurrqui betico petardobatéqui, sierpebatéqui, ustés cen ainguira; ta pasaezdézan martirio matrimónioan, cerengátic instantebátes itendén utsa considerá-

Explicados ya de alguna manera la esencia, los fines, los bienes y las obligaciones del matrimonio, vaya- mos viendo ahora el modo como hay que acceder al mismo. Atended, os ruego, padres y responsables, asícorno también, y con más razón, vosotros los que estais libres para casaros o no casaros. Después de haber afirmado San Pablo las ventajas de la virgini- dad y la imposibilidad de contraer matrimonio hasta que hubiese muerto el consorte, sobre Ia mujer qtie se que- da libre dice así: "Cui vult, nubat, tantum in Domino: Puede casarse con quien quiera, pero sólo en el Señor" 4.

Esta expresión significa que, en el ca- so de casarse, se case bien, honrada y santamente conforme a la voluntad de Dios. Para ello voy a señalar algu- nas condiciones que es preciso ob- servar: consideración, vocación, ora- ción, fin o buena intención, elección, medios buenos.

2. En primer lugar, considera- ción, con el fin de obrar con prudencia y acertar desde el principio conforme a aquel refián: Antes de casarte, mira qué vas a hacer. Hay que considerar las obligaciones y dificultades del ma- trimonio; considerar, que es un víncu- lo para toda la vida; considerar con quién se casa uno y qué genio, virtu- des, vicios y cualidades tiene, no sea que se encuentre para siempre con un petardo, con una sierpe, pensando que era una anguila y con el fin de que el matrimonio no se le convierta en un

Page 11: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQU~N LIZARRAGA (AÑO 1782)

cio faltas pagacendá vici gucian ta erremedioricgábe. Erósteco animale- bát informacenda condicioes ta gaña- rácoes; ta juntacecó bestéqui consor- tebát betico, está beárr óngui conside- rátu? Faltaceunte óntan ezconcendi- rénec pasiónes, itsu itsua, cerengátic ala nola árdoan sartuáivista turbaturic gauzabát andiágo dén baño, arguibat bida iduribaizáio, alá amórios zoratu- ric dagonái idurizáio iruzquiain paré- coa itsúsi déna, dituéla estituen prén- dac, ta estituéla dituen fáltac. Disputa- cendá obe dén ezcóntzea amórios; baña esperiénciac desengañadezáz- que governacendirénac amório itsuas escarmentuen escólan, cerengátic ar- do obeác ozpin fuerteágoa itendú hozpintzembadá, ta alá ascotán agui- cendá amórioa itzúlcea odiotán erma- nóndoan bere echéra, eguinic yá bere gauza, erreparacendireláic lén errepa- racenetziren fáltac, cerengátic fite oz- tendá pasionearén fervóre lembicico- gúra; batzuéi ezcondubañolén ére egún quadracenzaióte bát, biárr ber- cebát; ta cer izandaique, ezconcembá- litz lembicico amorioarrén sugártan beiratugábe deustará? Está gaisto izá- tea amório ta inclinácio consortetáco artunaiduenagána, baña biz amorio- bát cristioa, juiciósoa, arren virtúde, prénda, ta circunstáncia onengátic. Bi ezcóndu abrátsec zúte semebát soilla, cein naizúte empleátu bérce abrasba- zuén alabaréqui dirus diru, déna déla; báña seme juiciosoác discurrituric ón- gui etzué consentitu, ta joánce echetic. Ellegatuzé peregrino eguerdis zárr pobrebáten echerá, ta, emanóndoan zuén pobréza, alababát zuéna zervi- tzatuóndoan máia modestiaréqui ja- rrize an zocobátean errócan, ta bitár- teo advertituzué guizonorréc ezi al- dissca issil issila bere lanain bidaná- barr botacenzuéla cembáit suspiro nescachagárrec cióla: Bedeicátua biz

martirio, ya que el error que se comete en u n instante por falta de reflexión se paga durante toda la vida y sin reme- dio. Si para comprar una res se suele informar uno de sus condiciones y de- más cosas ;no habrá que considerar bien antes de unirse con otro como consorte para siempre? A este respecto faltan quienes se casan por pasión a ciegas. Porque asícomo al que se da a l vino, se le turba la vista y le parece una coasa mayor de lo que es y una luz se le antoja que son dos, de la mis- m a manera al que está chiflado por el amor, lo que es feo le parece que es se- mejante al sol, se le antoja que posee cualidades que no tiene y que carece de defectos que en realidad tiene. Se disputa si es mejor casarse por amor. Pero la experiencia suele desengañar a los que se rigen por u n amor ciego en la escuela de los escarmientos, porque el vino, cuanto mejor sea, si es que se agfia, produce u n vinagre más fuerte. Sucede frecuentemente, en efecto, que el amor se convierte en odio cuando, a l ir a su casa y haber realizado lo que les es propio, advierten las faltas que antes no advertían, ya que pronto se enfiía aquel primer ardor de la pa- sión. Antes de casarse, a algunos hoy les gusta uno y mañana otro. Qué sucedería, por tanto, si alguien se ca- sara en el incendio de aquel primer amor sin pensar en nada más? N o es malo sentir amor e inclinación hacia el que se desea tomar como consorte. Pero sea u n amor cristiano, sensato y por razón de sus virtudes, prendas y buenas cualidades. U n matrimonio rico tenía u n hijo único, a quien a to- da costa querian colocar con la hija de otros ricos por razón de dinero. Pero el hijo sensato, pensándolo bien, no con- sintió y se marchó de casa. Llegó al mediodía como peregrino a la casa de u n anciano pobre, quien compartió

Page 12: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN A1 'ECECHEA

ene Jangoico óna; está ori becalacoric; ah baniz ni orréna; maite dút biótz gu- cias, o Jesus dulcea. Orduán pasagé- roac erráncio: Bada emacúmea, cer dúzu emén baicic pobréza ta trabáju, baizaude alá bedeicátzen Jangoicoa? Orduán nescachac ponderatució aim- bérce arrácios Jangoicoaren ontasúna, ta gure obligácioa agradecicecó, ezi arrituric arrén capacidadeas ta virtú- teas escatució bere aitarí esposatáco, ta declaratució nor cén. Zarrac errán- cio: Etzaizque ezcóndu ni becaláco pobrebáten alabaréqui, izánic zu ain poderóso. Porfiatució bérceac etzéla bérce nioréqui ezconducó, baicic arréqui, ematembació. Bai baña nola? erráncio zárrac, estút nic bérce ampa- roric baicic alabagáu; apartácea lizá- que edequitzea vicia. Bada nic itendiót juramentu, erráncio mutilac, estutéla atráco eméndic, baicic vicicogaréla júnto emén Jangoicoa zervitzácen; ta ortáco aldaturic trésenas vestituzé zá- rres empleáceco arrén oficioan. Alaére etzió emanái zárr juiciósoac, aliquetá progatuárteo ánitz egúnes; alcábo emanció, ta ezconduciren; biramó- nean artuzué escutic ta ermánzue lécu secretobatéra, ta án eracutsicio anitz úrre, joia ta ondásun; ta erráncio: To- ri, au guciáu zuréa dá, cerengátic baita nere alabaréna, ezi etzeiengátic niór ezcóndu diruagátic, iduquidút emén alchaturic, etzequiéla niórc ta ez bérac ére. Guisaóntan mutilúra aurquituzén ándre juiciósa, sánda, abrátsa, ta nai- becalacoaréqui contént vici gucico. Considéra óngui lén, izáteco óngui beti (Parra hic plat.).

con él sus escasos bienes. Tenía el an- ciano una hija que, después de haber servido la mesa se puso con modestia a hilar en un rincón. Advirtió aquel hombre, que de vez en cuando aque- lla muchacha, mientras trabajaba, suspiraba suavemente diciendo: Ben- dito seas, mi buen Dios; nadie hay co- mo tú; ah si yo fuera tuya; te amo con todo el corazón, oh dulce Jesús. Aquel viajero le dijo entonces: Pero, mujer,

tienes aquí más que pobreza y aflicción para estar bendiciendo así a Dios? Entonces la muchacha le pon- deró con tantas razones la bondad de Dios y nuestro deber de agradecérselo, que admirado de su valía y virtud la pidió a su padre para esposa, y declaró entonces quién era. El anciano le dijo: N o te puedes casar con la hija de un pobre como yo, siendo tú tan podero- so. Le porfió el otro, que no se casaría con ninguna otra más que con ella, si es que se la daba. Pero cómo?, le dijo el anciano; yo no tengo más amparo que esta hija; apartark de m í sería arrancarme la vida. Pues yo le juro, le dijo el muchacho, que no la sacaré de aqu< sino que viviremos juntos en es- te lugar sirviendo a Dios. Y para ello se cambió de vestidura poniéndose una vieja con el fin de dedicarse al ofi- cio de aquél. A pesar de ello, el pru- dente anciano no se la quería dar has- ta haberlo probado durante varios días. Por fin se la dió y se casaron. A l día siguiente el anciano lo tomó de la mano y lo condujo a un lugar secreto y allá le mostró mucho oro, joyas y bie- nes diciéndole: Toma, todo esto es tu- yo, porque lo es también de la hija; con el fin de que nadie se casara con ella por dinero, lo he tenido escondido aquí sin saberlo nadie, ni siquiera ella. De esta manera aquel muchacho se encontró con una mujer juiciosa, santa, rica e ideal, siendo feliz para

[121

Page 13: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ARO 1782)

3. Bigárren circunstáncia da vo- cácioa, au d á Jangoicoaren deia, edo tirátzea estadogórtas; ta ortáco enco- mendatubeárrda Jangoicoarí eman- dezóten azértu; ta beiraturic berebai- tan cenará duten inclinácioa, nola daizquen obéqui sálva, consultaturic AitaEspiritualeéqui, iduribazaióte ori dela obe, ségui ordic, ta dute obligácio grávea laguntzecó gurátsoec, ta bérce interessátuec empleadádien honratu- quí sópena galcecó berén ta berceén arimac. Trade faliam, et grande opus feceris, dió Jangoicoac (Eccli. 7). Em- pleátzeas óngui zeure húmea inundú- zu obrabát ándia. Jangoicoagána bada beaute izán aténcio lembicicoa, eman- dezóten ezaumentu bere borondatea- rén, ta acértu. Ortáco eguin beréc ta - bere cargudunéc cembáit orácio, cem- báit errosário, cembáit meza, albadai- que, benzáit cembáit limosnátto ari- méi; neque izainda usdézan alácoa galcerá Jangoicoac, antes bien provi- denciatucodú bérac guc nola estaqui- gúla. Palermo ~iciliacoan erregueién tesoréroa acusaturíc ebatsizuéla ar- chivo erreála calúmnias, izánze con- denátua urcacerá. Trancegóntan en- comendatuzé Ama Virginaren imági- na Catánan veneracenzenaren ampa- rorá, ta voto eguinzue ezi libracemba- zué, ezconducozéla po bretto batéqui. Libraturic bada joance chusseneán Catanará, ta aurquituric portálean doncélla pobrebát galdeincio nón cén Ama Virginarén témplu famatugúra; ta eracutsició pobrettoac gucia piedá- de andiaréqui; ta admiraturic onen virtúteas guizonói ezconduzé onéqui, ceiñi lendanic ofrecitubaizio Ama Virginac acomódu ándia. Beguira orái Jangoicoaren providencia. Cein urrúti cegón pobregúra oroiceas ezcondu-

toda la vida. Piénsese bien antes, para luego estar bien siempre (Parra hic, Plat.) '.

3. La segunda circunstancia es la cocación, es decir, la llamada de Dios o sentirse atraidos por este esta- do. Con este fin es preciso encomen- darse a Dios para que les ayude a acer- tar; y mirando en su interior a qué se sienten inclinados y cómo pueden sal- varse mejor, si después de consultar con los padres espirituales les parece que ese estado es el mejor, sigan por ahí. Y los padres y demás interesados tienen la grave obligación de ayudar- les para que se empleen bien sopena de perder su propia alma y la de otros. Trade filiam et grande opus feceris, dice Dios: Harás una gran obra por el hecho de emplear bien a tu hija (Eccli. 7) 6. SU primera atención, por tanto, deben tenerla con Dios para que les de a conocer su voluntad y acierten. Con este fin hagan ellos mismos y sus res- ponsables algunas oraciones, algunos rosarios, algunas misas y, si es posible, a l menos algunas pequeñas limosnas por las almas. Dificil será que Dios deje perderse a uno as6 antes bien ten- drá providencia por él, sin saber noso- tros cómo. En Palermo de Sicilia el te- sorero del rey fue acusado calumnio- samente de haber robado el archivo real y condenado a la horca. En aquel trance se encomendó a la protección de la imagen de la Virgen María que se veneraba en Catania e hizo el voto de que, si se libraba, se casaría con u n pobre. Habiendo sido librado marchó derecho a Catania y encontrando en el portal a una doncella pobre, le pre- guntó dónde se encontraba el famoso templo de la Virgen María. La mu- chacha le enseñó todo con gran devo- ción y admirado aquel señor por su virtud se casó con ella, a quien ante- riormente la- Virgen había ofrecido ya

Page 14: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APECECHEA

bearzuéla erreguerén tesoreroaréqui! Nola Jangoicoac permitituzuén onén peligrogúra! Nola inaracición bella- gúra! Nola aurrquiaracizuén portá- lean bátac bércea niórc bietáic etze- quieláic! Guciá governacendú Jangoi- coaren éscuac guc estaquígun vide se- crétoas (Cl. c. 59. p. 3).

4. Exémplus beteric dágo Escri- tua Sagrátua: lenic Adani Jangoicoac soillic formatució bere éscus Eva nio- ren medioricgábe: Bada Abraháni nórc providenciatució bere Sára, Isaá- qui bere Rebéca, Jacobi bere Raquél, baicic Jangoicoac? Desengáña ezi Jan- goicoaren escutic estatórren consór- tea estaiquela izán óna: domus et divi- tiae dantur a perentibus, a Domino aM- tem propie uxorprudens: éche ta onda- súnac emandezázquete gurátsoec, baña Jangoicoac proprioqui ematén- du consórte óna, dio Espiritu Sanduac (Prov. 19). Admiráblea da ortáco To- biasen exémplua: Vicize Tobias cauti- vérioan constánte Jangoicoari alzú- quen gucian zervitzátus; deicendú be- re sémea baize ere Tobias, ta erraten- dió: aizázu nere séme, ni ilcennaize- láic, orzizázu ene gorpútza; honrazá- zu beti gógoan; eta goárda etzaiten eróri sécula becátuan Jangoicoaren le- guearen cóntra. Zure haciendatic in- zázu limósna, ta ez apárta niorengán- dic zeure beguitártea; anitz barim- bauzu, inzázu abásto limósna, guti barimbauzu gutioi ere borondáte ónes, nola aldezaquézun; ezi alá iraga- cicouzu prémio onbát bearrordúco, cerén limósnac libracendú becatuetáic ta eriotzetic ta estú utzico doáien ari- ma ilumbeerá. Seguridáde ándia emaindió limósnac emanzaleái Jan- goico andiarén aurrean. Apárta des- honestidadetic, eta conténta Jangoi-

u n buen acomodo. Considerad, pues, la providencia de Dios. Qué lejos es- taba aquella pobre de pensar que iba a casarse con el tesorero del rey! i Cómo permitió Dios el peligro de este últi- mo! iCómo hizo que se encontraran los dos sin que niguno de ellos lo su- piera! La mano de Dios gobierna todo por caminos secretos que nosotros no conocemos (Claus, c. 59p. 3) '.

4. La Sagrada Escritura está lle- na de ejemplos. En primer lugar, Dios solo, por su propia mano, formó para Adán a Eva sin mediación de nadie. Y 2 quién proporcionó providencialmen- te a A brahán su Sara, a Isaac su Rebe- ca y a Jacob su Raquel, sino Dios? Desengañémonos de que el consorte que no viene de la mano de Dios no puede ser bueno: Domus et divitiae dantur a parentibus, a Domino au- tem proprie uxor prudens: Los pa- dres pueden proporcionar casa y bie- nes, pero es Dios quien propiamente da un consorte bueno, dice el Espíritu Santo (Prov. 19) 8. Admirable es sobre esto el ejemplo de Tobías. Vivía To- bias en el destierro, sirviendo constan- temente a Dios en todo lo que podía. Llama a su hijo, que también se lla- maba Tobías, y le dice: Escucha, hijo mío; en cuanto yo me muera, entierra mi cuerpo: Honra siempre a tu madre y acuérdate cuánto ha sufiido por t i y cuando muera entiérrala en m i sepul- cro: Todos los días de la vida acuérda- te siempre de Dios y cuida de no caer jamás en pecado contra la ley de Dios: Haz limosna de tu hacienda y no apartes de nadie tu rostro; si tienes mucho, haz mucha limosna; si tienes poco, aun eso poco dalo con buena vo- luntad, en la medida en que te seapo- sible, porque asíganarás un buen pre- mio para el momento de necesidad, ya que la limosna libra de los pecados y

Page 15: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQU~N LIZARRAGA (ANO 1782)

coac emaindizun viciquidearéqui. Su- berbiaic ez admiti gógoan ta ez min- tzácean, ezi sube&at;c dú principio cálte gucíac. Cerbáit lán itendizunái pagazózu bérla bere alocairua. Eta ezózula nióri eguín naiestuzúna inde- zázun zuri niórc. Ermázu zeure óguia obia justoarenaren gaiñera. Beti con- sejazáite jaquintsuaréqui. Beti bedeica Jangoicoa, ta ésca governadézquien zure pausuac. Eta orái joambeauzu cobricera arcecobát ~abe loba t en~á - nic. Ez lótsa, nere séme, pobre viciga- ra, baña ondásun anitz izaindúgu, ba- rimbagára Jangoicoaren beld&-r, ta apartacembagára becatuetáic, ta item- badúgu óngui. Aláco conséjuen con- fórme cé sémea ére, igoál nómbrean ta costumbretán, biác Tobias ta biác jús- to.

5. Advertitubeárda emén ezi bi- tartegórtan afligituric Sara án urrúti Ragesen, cerén mirabebátec deitu- zuén bere senárren ilzálea; ta ocásioa izánze, cerén zazpiréqui ezconduric zázpiac ilcitue demónioac berén cúl- pas cein bere aldian. Triste bada emas- tequia baruturic iru egúnes ján ta edangábe urtiquicendá Jangoicoaren aurrean nigárres ta erratendió: Jauna, biz bedeicátua orrén izéna, ezi naiz as- sarraturic oroitucodá bere misericór- dias. Orrengána dágo ene biótza ta ne- re aténcio gucia, librabenáza otói ca- lumniagóntaic. Orréc dáqui estutéla nic deseátu guizoníc sécula, ta gárbi daucátela nere arima; eznaizela izán chostagále ta alquegábe. Solamente obeditudút errecibitzean senárr ez pasiónes, baicic orrén zervitzúco. Eta edo ni izandunáiz indigna aiendáco,

de la muerte y no dejará que el alma vaya a las tienieblas; la limosna dará un> gran seguridad al dadivoso ante el gran Dios: Apártate de la deshones- tidady confórmate con la consorte que Dios te de: N o admitas la soberbh ni en tus pensamientos ni en tus pala- bras, porque es el principio de todo mal: Paga enseguida su salario al que te hace alguna labor: Y no hagas a na- die lo que no quieres que nadie te ha- ga: ~ i e v a tu pan a ia sepultura del justo: Busca siempre el consejo del su- bio: Bendice siempre a Dios y pídele que guíe siempre -tus pasos: Y ahora vas a ir a cobrar una cantidad de dine- ro de manos de u n tal Gabael: N o te- mas, hijo mío; somos pobres, pero tendremos muchos bienes si somos te- merosos de Dios y nos apartamos de los pecados y si obramos bien 9. Con- forme a estos consejos era también el hijo; era igual en el nombre y en las costumbres; los dos eran Tobias y los dos justos.

J. Hay que recordar aqutl, que entretanto Sara se encontraba afligi- da en Ragés, porque una criada la ha- bía llamado asesina de sus propios maridos. Y había motivo para ello, ya que habiéndose desposado con siete, a los siete los mató el demonio sucesi- vamente por su culpa. Entristecida, pues, la mujer, habiendo ayunado durante tres días sin comer ni beber, se postró ante Dios llorando y diciendo: Sea bendito vuestro nombre, Señor, poyque aun en la ira os acordareis de vuestra misericordia: En vos está mi corazón y toda mi atención; librad- me, os pido, de esta calumnia: Vos su- beis que jamás he deseado varón y que tengo limpia mi alma y que no he sido casquivana ni desvergonzada: Me he limitado a obedecer al recibir u n ma- rido, no porpasión, sino para vuestro

Page 16: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APE CECHEA

edo aiéc aguián etziren digno neretá- coy cerén aguián berce norrbaitendáco bainauca orrén Magestadeac. Estaqui- gu orren providenciaren secrétoac: Ciérto déna dá, ezi zervitzacembadú- gu naibagaitu progátu trabájus coro- nat~co~aituela, afliccioetán libratu- cogaituela, ta estueláic placér gure cál- tees, tempestadeain ondoreán igorco- dú serenidádea, nigárren ondoreán consólu ta alegria. Au cé orácio inzué- na Sarac bere erretiroan; icusázie orái cerutic ideátzen gauza lurrécoac Jan- goico ándia. Atracenéco Tobias semea bilácera lagunbát biajecó, S. Rafael ainguirua Jangoicoaren mézuas plan- tacenzáio alcinean gáste gallárdo pres- tubáten aintzúran. Saloa eguinic ta sarturic aitagána ofrecicendá acom- pañacerá, ermaterá ta ecarrzerá sano arren sémea. Despeitucitue Tobiasec itzebéqui: Ibili óngui, biz Jangoicoa zuéqui videan, ta bere ainguirúac acompañazaizátela. En fin guciá ezin errán; joanic videas, ta ugaldebátean arturic arraibaten beazúna curátzeco bere aitaren béguiac, baize itsu, guciá ainguiruain órdes; nón guelditucogá- ra? erratendio mutílac. Erresponda- cendió lagún disimulátuac, ta ainguiru verdadéroac: Emén dá Raguel deicen- dembát zuén aidea, baitu alába bacar- rbát deicendéna Sara; arrén échean alojitubearrdúgu; eta zuretáco dá aien haciénda gucia, ta zúc beauzu ártu es- pósa béra; escazózu bere aitái, ta emaindizu. Ay Jauna, erratendió mu- t i la~, aitudút zazpiéqui ezcondudéla quérro quérro, ta zázpiac ildirela, ta dióte, demónioac edequidiotéla vicia. Beldúrr náiz guertadaquidan niri bér- ce aimbérce, eta nola baináiz seme ba- cárra, ilcembániz, ilendire nere aita ta ama ere sentiméntus. Erratendió ain- guiruac: Aizázu, nic eracutsicodizút noren cóntra dezáquen demonioac garaitu. H i namque qui conjugium ita

servicio: O yo fui indigna para ellos o ellos tal vez no fueron dignos para mi, porque seguramente vuestra Ma- jestad me tenía destinada para algún otro: N o conocemos los secretos de vuestra providencia: Lo que es cierto es que, si os servimos cuando nos que- reis probar con sufrimientos, nos pre- miareis; que en las aflicciones seremos liberados y que no os complaceis por nuestros males; que después de la tem- pestad enviareis la calma y después del llanto, el consuelo y la alegría1O. Esta fue la oración que hizo Sara en su reti- ro. Ved ahora al gran Dios ideando desde el cielo las cosas de la tierra. En cuanto Tobías hijo salió a buscar un compañero de viaje, se le presentó de- lante el ángel san Rafael, enviado por Dios, bajo la figura de un joven ga- llardo y bien plantado. Habiéndolo saludado y después de entrar a donde se encontraba su padre, se ofreción el ángel a acompañar a SU hijo, a llevar- lo y traerlo sano. Tobías los despidió con estas palabras: Buen viaje; que Dios os acompañe durante el camino y que su ángel vaya con vosotros". (En fin, imposible narrar todo). Marchó de camino y, por mandato del ángel, en un río cogió la hiel de un pez con el fin de curar los ojos de su padre que es- taba ciego. -;Dónde nos quedare- mos?, le pregunta el muchacho. El fingido compañero y ángel verdadero le respondió: Aquí vive un pariente nuestro llamado Raquel, que tiene una hija única llamada Sara; vamos a alojarnos en su casa; toda SU hacieda es para t í y tú debes tomar a ella como esposa; pídesela a su padre y te la dará. -Ah, señor, le dice el joven, he oido que se ha casado sucesivamente con siete y que los siete se han muerto; y dicen que es el demonio el que les ha quitado la vida; temo que a mi me su- ceda otro tanto; y como soy hijo úni-

Page 17: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782)

suscipiunt u t Deum a se et a sua mente excludant, et suae libidini ita vacent si- cut equus et mulus, quibus non est inte- llectus, habet potestatem daemonium super eos: Ellegacendirénac arcerá ma- trimonioaren estádoa, atzenduric Jangoicoas, solamente assetzeagátic bere apetitua zaldiec ta animále enten- damentugabeéc becála, aién cóntra dú potestáde demonioac. Baña zúc inzá- zu lenic orácio Jangoicoai irur egúnes, ta gueró errecibizázu espósa Jangoi- coaren beldurrtasunaréqui humeén amórios yago ezi ez pasiónes.

6 . En fin ellegaturic echegartá- ra, ta ezaunduric nóren séme cén dis- ponitucióte otróncea, baña mutilac errancióte: Estút artúco bocadoric ta urruparic, aliquetá aguindezadáten árteo escatunaidioteténa, baita berén alaba Sara nere esposatáco. Beldúrrac gurátsoec guertacéquion lengoéi be- cála, ta arren óngui náies, etzióte errespondácen. Orduán lagúnac (bai- ce S. Rafael) errancióte: Etzáziela dú- da emátean oni zuerén alába, ezi onendáco dá, ceren baita Jangoicoa- ren beldurrdúna, ta orgátic ezin logra- tudúte berceéc. Berealá eguintze ez- cóntza, ta mutilac ainguiruain conse- juain confórme erráncio Sarái: Im- bearrdúgu orácio Jangoicoai, ezi sán- duen húmeac gára, ta ezcaizque júnta alá, nola Jangoicoa ezauntzen estúten gendeác. En fin guisaóntan logratuzué mutilac esposabát sánda, onéc espo- sobát sandua, gozo ándia guratsoéc, ta beréc dicha gucia. Orrá cér dén Jan- goicoaren borondateain confórme portácea, orácio, limósna, ta obra ón eguitea lográceco acértua Jangoicoa- gánic. Itzuliric gueró bere echéra itzu-

co, si yo muero, mi padre y mi madre morirán de pena. Le dice el ángel: Es- cucha, yo te diré contra quiénes puede triunfar el demonio: H i namque qui conjugium ita suscipiunt ut Deum a se et a sua mente excludant, et suae libidini ita vacent sicut equus et mu- lus, quibus non est intellectus, habet potestatem daemonium super eos: El demonio tiene podedr contra aquéllos que llegan a tomar el estado matrimo- nial olvidándose de Dios, sólo por sa- ciar su apetito como los caballos y los animales sin entendimiento. Pero t ú ora a dios primeramente durante tres días y recibe luego a tu esposa con te- mor de Dios, más por amor a los hijos q~eporpas ión '~ .

6. Llegados finalmente a aquella casa y habiendo conocido de quién era hijo, le prepararon u n refrigerio. Pero el muchacho lesdijo: N o tomaré ni u n bocado ni u n trago hasta que me pro- metais lo que quiero pediros, a saber, vuestra hija para esposa mía. Temien- do los padres que le sucediera como a los anteriores y queriendo su bien, no le respondían. Entonces el compañero, que era san Rafael, les dijo: N o dudeis en dar a éste vuestra hija, pues es para él por ser temeroso de Dios; por eso no pudieron poseerla los otros. Inmedia- tamente se celebró la boda y, confor- m e al consejo del ángel, el muchacho dijo a Sara: Vamos a orar a Dios, pues somos hijos de santos y no podemos unirnos como las gentes que no cono- cen a Dios13. De esta manera consi- guió por fin el muchacho una esposa santa, ésta u n marido santo, los pa- dres tuvieron u n gran gozo y ellos la plenitud de la dicha. H e ahí lo que significa portarse según la voluntad de Dios y hacer oración, limosna y obras buenas para alcanzar de Dios el debi- do acierto. Vueltos luego a su casa,

Page 18: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APECECHEA

licio bere aitarí vista ainguiruac ema- nicáco erremédioas; manifestatuci- zaióte S. Rafael nor cén, ta nola biali- zuén Jangoicoac berén orácio ta li- mosnaen aténcios. Gueró vicitucire anitz dembóras prosperidáde guciés beteric; guciáu dacárr Escritura Sa- grátuac Tobiasen libruan. Está milá- gro seguitzea vandacá fortúnac, dela- ric Jangoicoa ajustatuduéna matrimo- nioa. Oroitu bada doctrinagóntas zeurén oneráco, lenbicicóric beardéla considerácio juiciósoa, bigarrenic Jangoicoaren vocácioa, ta por consi- guiente otóiz eguitea berái matrimo- niorá baño Ién, eta beti aiéc eta gucióc vicitu Jangoicoaren agradorá, eta orái inzquigu fede ...

devolvió a su padre la vista con el re- medio que le había dado el ángel; san Rafael les dio a conocer quién era y cómo Dios lo había enviado en aten- ción a SU oración y sus limosnas. Lue- go vivieron durante largo tiempo, lle- nos de toda prosperidad. Todo esto lo trae la Sagrada Escritura en el libro de Tobías. N o es extraño que la fortuna venga a montones, si es Dios quien ajusta el matrimonio. Acordaos por tanto de esta doctrina para vuestro bien: En primer lugar es necesaria una consideración juiciosa; en segundo lu- gar, la vocación de Dios y por consi- guiente es preciso orar a él antes del matrimonio, y vivir siempre ellos y todos según el agrado de Dios. Haga- mos ahora los actos de fe.. .

Page 19: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQU~N LIZARRAGA (AÑO 1782)

DE ALIIS REQUISITIS AD DE ALIIS REQUISITIS AD MATRIMONIUM MATRIMONIM

1782 Anno 1782

"Cui vult nubat, tantum in Domino" "Cui vult nubat, tantum in Domino" (1 Cor. 7) (1 Cor. 7)

1. Erránic azquen plátican bear- déla ezcontzecó lenic considerácio juiciósoa, Jangoicoaren vocácio t a déia, ta por consiguiente orácio egui- tea berái acertuaindáco, paratuguin- due exémpluTobias t a Saran, ceiñetán alabér dúgu progu orái erraindugu- naindáco beardéla, baita inténcio edo fin óna, t a medio ónac, cerengátic Sa- rac bere aflicciogártan erráncio Jan- - goicoari: Jauna, orréc dáqui ezi nic béñere estutéla deseátu guizonic pa- sióne gaistos, eznaizela ibili chósta, ta divérsio peligrosoetán, estaré acom- pañátu buru arinéqui; solamente obe- ditudút admiticean gurátsoec ematen zidáten senárra erren beldurrtasuna- réqui, t a ez inténcio gaistoaréqui (Tob. c. 3). Alabér Tobias mutilac S. Rafaelen cónséjus eguinzuen orácioan erráncio Jangoicoari: Jauna, biz be- deicátua céruan ta lúrrean ta criatúra gucietáic: Orréc criatuzué Adam lu- rres, ta emáncio laguntáco Eva, eta orái, Jauna, berórrec dáqui estutéla ár- cen ene consortegáu fin gaistos, baicic - -

solamente humeén amórios, ceñetán izandádien beróri bedeicátua dembó- ra gucietán (ib. c. 8). Yá ebetán bietán dugu hispil'ubát beiracecó, ta com- poncecó inténcioa t a medioac Jangoi- coaren gustorá matrimonioráco. Baña goácen arrácios ere.

1. Después de haber dicho en la última plática, que para casarse son necesarias, en primer lugar, una consi- deración juiciosa, luego la vocación o llamada de Dios y, por consiguiente, la oración a élpara acertar, pusimos el ejemplo de Tobías y Sara. En este ejemplo encontramos asimismo la prueba de la necesidad de lo que ahora vamos a tratar, a saber, la intención o fin bueno y los medios buenos. Por eso Sara dijo a Dios en medio de su aflic- ción: Vos sabeis, Señor, que yo nunca he deseado esposo por una mala pa- sión, que no he andado en juegos y di- versiones peligrosas y que no me he dejado acompañar por cabezas frívo- las. Me he limitado a obedecer al aceptar el esposo que me daban los pa- dres; y lo he hecho, no con mala inten- ción, sino por temor a VOS (Tob. 3)j4. Asimismo el joven Tobías, en la ora- ción que hizo por consejo de san Ra- fael, dijo a Dios: Que os bendigan, Señor, los cielos, la tierra y todas las criaturas. Vos creasteis a Adán con barro y le disteis por compañera a Eva y ahora, Señor, vos sabeis que no to- mo a esta consorte mía por un fin ma- lo, sino sólo por amor a los hijos, por quienes vos seais bendecido en todos los tiempos (Ibid. c. 8)". En esos dos ejemplos tenemos ya un espejo para mirar y para formar la intención y los medios según el gusto de Dios para el matrimonio. Pero vayamos también con h luz de la razón.

Page 20: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APECECHEA

2. Plantatudueláic Jangoicoac matrimonioa laguncecó elcárr, esten- dicecó generácio humánoa, erreme- diacecó fragilidádea, ta vicicecó cris- tioqui unituric báquean ta acicecó hú- meac ceruráco, fingoietáic edoceinen- gátic apetecidaique matrimonioa: ta alá ezcontzendá Jangoicoaren boron- datearén confórme, baicio S. Pabloc: Cui vult, nubat, tantum in Domino. Ezcombédi, baña solo Jangoicoabai- tan. Orgátic Catecismo Romanoac ezcondunaiduténes dio, estutéla pen- satubeárr doazéla eguiterá lurréco gauzabát, baicic gauzabát divinoa, errequericembaitu biotzeco piedáde ta puréza singulárra, nola mostracem- baitu léngo Aita Sandu zarrgáien exémpluac, cieñen matrimónioac etzireláic oráño sacramentu, alaére ustezúte cela obligácio aién celebrácea anitz erreverencia ta santidaderéqui (hic n. 31). Cémbat yágo orái noiz bai- ta matrimonioa sacramentu Cristoc consagrátua? S. Rafaelec Tobiasi aipa- tucioláric ezcóntza Sararequi, ceñéqui ezconduciren zázpiac malogratubai- cire, beldúrrac berái ere aiéi becála edequizézon vicia deábruac, emáncio aditzerá, aiéc izanciréla castigátuac - berén gaistoagátic, cerén animáleac becála atzenduric Jangoicoas gógo guciá paracembaizúte deleite soillean, ta alacoéqui, ció duéla potestáde dea- bruac; baña zuc, erráncio, errecibitu- beauzu espósa Jangoicoaren errespe- toréqui, ez passiónes, baicic huméen amórios erdechstecó Jangoicoaren bedeicioa humeetán (Tob. 6). Galdei- balezóte ascoéi certacó ezconcendi- rén, edo errainliguquéte guezúrra, edo confessalezáquete cerbáit lurréco indignoa: Bazúc libraceagátic aiteta- men sujeciotíc, ta iteagátic nausi edo echocandre, ta au dá vanidáde; berce- bazúc lograceagátic quadratuzaióten

2. Habiendo instituido Dios el matriminio para ayudarse mutua- mente, para propagar el género hu- mano, para poner remedio a la f i g i - lidad y para vivir cristianamente uni- dos en paz y para criar hijos para el cielo, por cualquiera de esos fines se puede desear el matrimonio y, de esta manera, casarse conforme a la volun- tad de Dios. Decía san Pablo: "Cui vult, nubat, tantum in Domino": Cá- sese pero sólo en Diosl6. Por eso dice el Catecismo Romano sobre los que se van a casar, que no deben pensar que van a hacer una cosa terrena, sino al- go divino que requiere una singular piedad y pureza de corazón. Así lo muestra el ejemplo de aquellos anti- guos patriarcas del pasado, quienes creían que su matrimonio, aun no siendo todavía sacramento, debía ser celebrado con mucha reverencia y santidad (hic n. 31)17. ¡Cuánto más ahora, cuando el matrimonio es un sacramento consagrado por Cristo! Cuando san Rafael insinuó a Tobías la boda con Sara, temiendo que tam- bién a él le quitara la vida el diablo como a aquéllos siete que se habían casado con ella, el ángel le dio a en- tender que ellos habían sido castigados por su mala intención. Olvidados de Dios, en efecto, ponían todo su deseo solamente- en el placer como los ani- males; y con personas as< decía, ejerce el diablo su poder. Pero tú, le dijo, de- bes recibir a la esposa con el respeto de Dios, no por pasión, sino por amor a los hijos, con el fin de alcanzar en ellos la bendición de Dios (Tob. 6)18. Si preguntáramos a muchos por qué se casaron, o nos mentirían o tendrían que confesar algo terreno e indigno: Unos por librarse de la sujeción de los padres y constituirse en dueños o dueñas; y esto es vanidad: Otros con

Page 21: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE J O A Q U ~ N LIZARRAGA (ANO 1782)

persóna ichúra edo grácia falsubaten- gátic, déna dela gañarácoan, ta au dá tonteria; bercebazúc gogo gucia dau- cáte immundician nola mormóta bélt- zec, ta au dá luxuria; bercebazúz abrasteagátic guisaórtan lográtus di- rudúna dena dela, ta au berriz dá codi- cia, dá ezcóntzea ondasunéqui, ta ez personaréqui; ta gucióc doiza utsinic. Lembicioa estadogóntan beiratubear- rdéna dá Jangoicoa, bigarréna bere arima; ta orgátic lembicico fina er- mambeárrda honrácea Jangoicoa be- rebaitan ta bere humeetán; bigarréna salvátzea bere arima aiságo mediogór- tas; gueró finguebetás lándara gorpu- tzecó vicitza, atendidaizque persó- nain prénda naturálac, nola ichura óna, diligént, trabajári, azcárr, mañó- so, ta habil izátea, ta gañarácoac zervi- tzacenduténac eguitecó matrimonioa dichóso; baña lenic eta azquenic beti inténcio principála Jangoicoagána ta arimagána; ta ontará encaminatu- beaute bérce medio guciéc. Marcia Catonen alaba, abráts izanic, etzé erresolvicen ezcontzerá, cerengátic, erratenzué, estút aurquicen guizonic nainuenic ni yágo nere ondasúnac baño. Ondasúnac daizque acába, ta izánic ere estúte inen persóna esténa; ichúra deslustracendá nola loreén co- lórea; habilidádeac, indárrac, ta gaña- ráco prénda naturálac malogaccendi-

el fin de lograr la perso'na que les ha gustado por su aspecto externo o por alguna falsa cualidad, como quiera que sea por lo demás; y esto es una in- sesatez. Otros tienen puesto todo su deseo en la inmundicia como los esca- rabajos negros; y esto es lujuria: Otros por enriquecerse, conquistando a toda costa de esa manera a alguien que ten- ga dinero; y esto es codicia, es casarse con los bienes y no con la persona. To- dos estos están equivocados. Lo pri- mero que hay que mirar en este estado es a Dios y en segundo lugar a la pro- pia alma. Por eso el primer fin que hay que tener es el de honrar a Dios en sí mismo y en los hijos. El segundo fin es el de salvar el alma más fácilmente por este medio. Luego, además de es- tos fines, en lo referente a l cuerpo se puede desear cierta cantidad de bienes que ayuden a vivir; se pueden tener en cuenta las cualidades naturales de la persona como la buena figura o ser di- ligente, trabajador, inteligente, mañoso o hábil y otras cosas que con- tribuyan a hacer dichoso el matrimo- nio. Pero en primer y último término la intención principal deber orientarse hacia Dios y hacia el alma; y a esto deben encaminarse todos los demás medios. Marcia, la hija de Catón, que era rica, no se decidía a casarse porque decía: N o he encontrado u n hombre

re, ezpadá virtúte macizoa bárnean, que m e quiera a mímás que a mis bie- ala nola echebáten pintúra ta adórnu nes. Los bienes se pueden terminar y, exterióreac aice, euri, ta temporaleé- aun poseyéndolos, no harán persona a gui, ta gabe ere arruinacearéqui échea, la que no lo es. El aspecto externo se barimbazue ciméndu fálsua. Cimén- deslustra como el color de las flores. dura bada ta sustanciará aténdi, noré- Las habilidades, las fuerzas y otras qui den obe zervitzáceco Jangoicoa ta cualidades naturales se malogran, si salváceco bera, ta ontáco valiátu no existe una sólida virtud en el inte- médio honrátu jústoes: ta au dá biga- rior, a l igual que la pintura y los ador- rréna. nos de una casa por la acción del aire,

de la lluvia o los temporales, y aun sin todo eso, al derrumbarse u n edificio

Page 22: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APECECHEA

3. Lembicico medioa ala nola erranguinduen autacean estádoa, oroát autacecó persóna dá orácio eguitea ta encomendácea Jangoicoai, Ama Virginai, Ainguiru-goardacoái, ta Sandu devocioscoéi, eta arimei ere bai, ta fingontáco eguin cembait li- mósna, óbra ón, ta gauza; ta gucién gaiñetic vicitzea Jangoicoaren bel- durtásun, ta errégla oneán obligarás- teco Jangoicoa cuidacerá bere esclá- voes, cerengátic nor paratuduenic es- peránza Jangoicoabaitan izandá con- funditua oráño? Nor malogratudá justo ta fiel izandenic Jangoicoari? Eta óngui edo gaizqui lográcea dágo ongui edo gaizqui ezcóncean: Eta óntan especiálqui obedá fiátu ~ a n ~ o i - coabaitan ezi ez guizonetán; guizón guciá guezúrrti, dio Davidec, baña assuntogóntan abásto dabila guezú- rra: Jangoicoac órdea niór ezdezá- que engáña. Dóte óna aguián eman- dezáque guizónac, baña consórte óna proprioqui Jangoicoac ajustade- záque, cerengátic bérac dáqui sola- mente norr dén bacócha, ta cer izain- dén gueró; ta nola ezpaita ásqui ere ón izatea berebaitan, ezpadá ón zu- retáco, Jangoicoac dáqui cein ceiñen- dáco dén ón. Mundua portadaique, nola mercataribát ematenduéna gáia, ta aguián iduritucodú bérria ta izain- da zárra, fiña ta izainda flóxoa, baña Jangoicoac oficiale ónac becála ajus- tacendú bearbecála chusto engañatu- gábe calidádean ta ez ere cantidá- dean. Bada consórte óna dá nola ves- tidura ajustatubát ez sobra ta ez falta.

por tener falsos cimientos. Hay que mirar, por tanto, a los fundamentos y a la sustancia; mirar con quién es me- jor casarsepara servir a Dios y salvar- se. Para esto hay que valerse de me- dios honestos y justos; y esto es lo se- gundo.

3. A l igual que dijimos para la elección de estado, el primer medio para elegir la persona es hacer oración y encomendarse a Dios, a la Madre Virgen, al ángel de la guarda y los santos de devoción, así como también a las ánimas y con este fin hacer algu- na limosna y otras obras y cosas bue- nas; y sobre todo vivir en el temor de Dios y según su ley con el fin de for- zarle a que tenga cuidado de su escla- vo. Porque ,j quién que haya puesto su esperanza en Dios ha sido defraudado hasta ahora? ;Quién que haya sido justo y fiel a Dios se ha malogrado? Y tener éxito o malograrse depende de casarse bien o mal. Y en esto último especialmente más vale fiarse de Dios que de los hombres. Todo hombre, di- ce David, es mentiroso; en este asunto la mentira corre con abundancia 19.

Dios por el contrario, no puede en- gañar a nadie. El hombre, tal vez, puede dar buena dote; pero es Dios quien puede ajustar propiamente un buen consorte, porque sólo él sabe quién es cada cual y qué va a ser lue- go. Y como tampoco basta que al- guien sea bueno en sí mismo, si no es bueno para ttl, es Dios el que sabe quién es para quién. El mundo puede comportarse como un mercader que vende un producto que, tal vez, pare- ce nuevo, pero que es viejo en real- idad; parece fino, pero es basto. Pero Dios ajusta como los buenos oficiales con la debida exactitud, sin engañar ni en la calidad ni en la cantidad. U n buen consorte es, en efecto, como un

Page 23: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782)

Guizónac governacendire agueridé- nas beguietará, Jangoicoac órdea icustentú biótzac. Fachádan iduridai- que echebát primorósoa, ta cimén- duan ta bernean izán ruinósoa. Emastéquias erránzue Escriturac: Norc aurrqui bát ona? Mulierem for- tem quis inveniet? Eta guizónquias errandaique aguián berce aimbérce: ala nola bada bideric agueriestén de- sertubátean, beiratubearrbaita cerúra governacecó izarretáic estáien gal viajántea; alá assuntogóntan bearrdá errecurritu cerúra escátzera acertáce- co grácia. Maria SS. ez solamente, desposáceco encomendatuzíite Jan- goicoari sacerdoteec, baitaré jaquite- có noréqui; eta alá Jangoicoac mos- tratuzué, cerengátic juntaturic tém- luan Jangoicoaren mezus tribugar- táco mutil guciác Jerusalenen nór be- re vára edo bastonaréqui éscuan, ta eguinic berriz orácio manifestacézan Jangoicoac nórr cén aietáic logratu- bearzuéna Virginaren éscua, berealá loratuzé S. Jossephen vara; ta alá de~~osa tuzús te biac, ta izanze au matrimónioan paréja icusidén obreé- na; etzé milágro, celaric casamentári Jangoicoa bera. Ariogontára ezcon- tzecó zuéc zeurén hurneóc, ta cargu- coóc acuditu cerúra orácios, limós- nas, obra ónes, ezi andic datórr dono perfécto gucia: Omne donum perfec- t u m desursum est descendens a patre luminum..

4. Ontan faltaceunte vistas so- lamente governacendirénac, ta yago becátus becátu loies loi doazénac matrimoniorá, atzenduric Jangoicoas ta guerocoas. (Astendá beiratzetic, passacendá bilacerá ocásio platicace-

traje a medida al que no le sobra ni le falta. Los hombres se guían por lo que aparece a la vista; Dios en cambio ve los corazones. Por la fachada puede una casa parecer preciosa, y ser ruino- sa por los cimientos y por dentro. De la mujer dice la Escritura: 2Quién puede encontrar una virtuosa? Mulie- rem fortem quis inveniet? 20. Y del hombre, tal vez, se puede decir otro tanto. Así como en un desierto, donde no haya caminos, el viajero debe mi- rar al cielo para guiarse por las estre- llas y no perderse, así en este asunto hay que recuwir al cielo para pedir la gracia de acertar. Los sacerdotes enco- mendaron a Dios a la Virgen María, no sólo para desposarla, sino también para saber con quién. Y asíse lo mos- tró Dios. Reunidos, en efecto, en el templo de Jerusalén por mandato de Dios todos los jóvenes de aquella tri- bu, cada cual con su vara o bastón en la mano, y habiendo orado nueva- mente para que Dios manifestara cuál de ellos era el que tenía que lograr la mano de la Virgen, inmediatamente floreció la vara de san José. De esta manera se desposaron los dos, y fueron la mejor pareja matrimonial que ja- más se ha visto. N o era de extrañar, habiendo sido Dios mismo el casa- mentero. Para casar a vuestros hijos o subordinados, acudid también voso- tros de la misma manera al cielo por medio de la oración, la limosna, las buenas obras, porque de allí viene to- do don perfecto: "Omne donum per- fectum desursum est descendens a patre luminum" 2'.

4. Faltan sobre esto los que sólo se guían por las apariencias y más to- davía los que acceden al matrimonio de pecado en pecado, de impureza en impureza, olvidándose de Dios y del futuro. (Se comienza por mirar; sepa-

Page 24: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APECECHEA

có, aurrquicecó elcárr; propasacendá gueró comunicácio libreagoetára, yá plazaetán, yá videetán, ya ere zocoe- tán; seguitzendire atrevénciac, doaie galdus álquea, segurátus berceain fir- mézas bere gógoan, ta aguián ema- tendire itzac, ta aguián yago; ta alá . -

doáza forjátus loi ta ongarrisco ci- mendubát matrimonio tristebatéco; ta aguián seguitzendá, ta aguián está seguitzen, cerén mudacendire bo- rondáteac, ucacendire itzac, itendire juramentu fálsuac, betecendire infá- mias, ta montiacendire desprráciac, ta

v

gueró urriqui ta nigárr vánoac. De- sengáña, gásteac, ezi modestia, erre- -

tiroa, juicioa, virtútea, trabajári, vi- ciogábe izátea dire medioric obrénac Jangoicoaren ta guizónen aurrquin- tzéco: Eracútsia órdea, ibildária, pla- ticári, libre, suélto ta atrevitu izátea medio ónac ez ezconcecó óngui, bai- - tic gueldicecó engañátuac; cerengá- tic goácen ontará. Galdeimbequió ezcongái prudénte edoceiñi, nauzu andre juiciósa, modésta ta virtuósa, edo cascarina, árroa, ta mérquea? Claro dá ezi lembicicoa. Nola bada idurizaióte lográtu matrimonio óna eracútsis berén búruac, consentitus llanézac, bizarreátus sobra beren bú- ruas? Ori dá solamente izanbeardue- naiqui consórte. Bada galcenzára, ce- rengátic ótsoa dá ori dabilána ez zure on náies, baicic bere passiónea asse- náies; ta aun orréc atracodú cóntua: Olá, au ain liberála neréqui, badaique izán berceéquin ére alá, petárdoa dá, fuéra fuéra; obedút modésta erretira- tubát, pesadumbreric emanezdezá- dan: Eta guisóntan utzizaizque ágoa beteric órzes, arima becátues, gor- pútza infámies, biótza errábies, gógoa tristúres, béguiac nigárres, ta betico desesperácios; baiía lograturic ére pretendicendéna, norc quendu- codió oni gogotic desconfiánza bere-

sa a buscar la ocasión de charlar, para encontrarse juntos; se propasa luego a relaciones más libres en las plazas o en los caminos o sitios escondidos; vienen después los descaros, se va perdiendo la vergüenza, asegurándose en su de- seo por la f i m e z a del otro y tal vez se hacen promesas y acaso algo más. De esta manera van forjando u n cimiento impuro y sucio para u n matrimonio triste. Y tal vez llega el matrimonio o tal vez no llega, porque se mudan las voluntades, se niegan las palabras, se hacen falsos juramentos, se llenan de infamia y se amontonan las desgra- cias; y luego vienen los lamentos y los llantos inútiles. Desengañaos, jóve- nes, porque la modestia, la vida reti- rada, el buen juicio, la virtud, la la- boriosidad y la ausencia de vicios son los mejores medios en la presencia de Dios y de los hombres. Por el contra- rio, ser presumido, callejero, charla- tán, libre, suelto y atrevido son me- dios buenos, no para casarse bien, sino para engañarse. Pasemos por lo tanto a este tema. Pregúntese a cualquier novio prudente: 2 Quieres una mujer juiciosa, modesta y virtuosa, o una casquivana, vanidosa y barata? Es evidente que a la primera. Cómo les parece, pues, que pueden lograr u n buen matrimonio pavoneándose, con- sintiendo familiaridades, alardeando demasiado de sí mismas? - Eso es así sólo con el que va a ser el consorte. - Pues estás perdida, porque ese es u n lobo que busca, no tu bien, sino saciar su propia pasión; y aun él sacará sus cuentas: - j H ~ l a ! Esta que es tan libe- ral conmigo, puede serlo también igualmente con otros. Es u n petardo. jFuera, fuera! Más me conviene una de vida modesta y retirada, que no me de disgustos. Y de esta manera tepue- de dejar con la boca llena de dientes, con el alma llena de pecado, el cuerpo

i241

Page 25: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUfN LIZARRAGA (AÑO 1782)

górren fidelidádean? Badáqui expe- riéncias dela facila, ta pasalarráia, ta beldurrtucodá izandáien alá guero ére; ta ará zeloac, ará desconfiánzac, ará matrimonioa martirio. Eta berce álde nón dágo Jangoicoa castigatuco- baitu incaizquion ofénsac erdechste- có matrimonioa, botátus bere maldi- cioa aláco matrimonioari? Exémplu dugu Davidenbaitan, ceiñéc beirace- batetic itsaturic tratatuzue desones- tóqui Betsabee, ta gueró ezconduzé arréqui; baña naiz eguinic peniténcia, naiz declaraturic profetac barcatuzi- zaióla cúlpa, alaére pagaracició Jan- goicoac péna, cerengátic humegúra ilzizáio, naizuéla bórcha, zazpiga- rren eguneán; gueró berce hume Amnon deituac desloratuzué bór- chas bere arréba Thamar, ta onén mendécus ilzue Amnongói traicios bere anaia Absalonec; au gueró erre- velaturic bere aita Daviden cóntra il- ce dilindacá biloac enredaturic anea- báten arraman traspasaturic irur lán- zas; berce anáia Adonias gueró izán- ze condenátua eriotzerá, Salomon anaiaren órdes. Alá zoézi seguitus desgrácia desgráciain gain matrimo- nio gaizqui artuarén atzétic. Ezpadá beti pertácen alá, está au meresifál- tas, baicic Jangoicoaren misericor- dias; baña orgátic oroát dá maldáde, meresiduéna Jangoicoaren ira, igátea matrimoniorá becátus becátu auchis cristiotasunarén, arracioarén, ta hon- rarén légue guciac).

cargado de infamia, el corazón de ra- bia, el pensamiento de tristeza y los ojos llenos de lágrimas y desesperación para siempre. Pero aun habiendo con- quistado al que se pretendía ;quien le v a a quitar a éste de su cabeza cierta desconftanza sobre la fidelidad de ella? Sabe por experiencia que es fácil, que se propasa; y temerá que también luego sea así; y de ahí los celos, las des- confianzas, y el matrimonio será un '

martirio. Ypor otro lado ; dónde que- da Dios, que castigará las ofensas he- chas contra él por conseguir el casa- miento lanzando sus maldiciones con- tra un matrimonio así? U n ejemplo lo tenemos en David que, cegado por una mirada, trató deshonestamente a Betsabé y luego se casó con ella. Pero aun habiendo hecho penitencia, aun habiéndole declarado el profeta que le había stdo perdonada la culpa, a pesar de todo Dios le hizo pagar la pena, ya que aquel niño se le murió al séptimo día en contra de su voluntad. Más tar- de otro hijo suyo, llamado Amnón, desfloró por la fuerza a su hermana Tamar, y Absalón, hermano de A m - nón, mató a éste a traición por vengar a aquélla. Absalón, por su parte, ha- biéndose rebelado luego contra su pa- dre David, murió traspasado por tres lanzas, cuando pendía de la rama de u n encino, en donde se había enreda- do su cabellera. Otro hermano Ado- nías, fue condenado a muerte más tar- de en lugar de su hermano Salomón. Así se iban sucediendo desgracias so- bre desgracias como consecuencia de u n matrimonio mal efectuado. Si no siempre sucede a s no es por no mere- cerlo, sino por la misericordia de Dios. Pero, a pesar de ello, es igualmente una perversidad, que merece la ira de Dios, ir al matrimonio de pecado en pecado violando todas las leyes del cristianismo de la razón y del honor).

Page 26: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APECECHEA

5. Bérce medio óna ezcontzecó dá consultátzea guratsoéqui, ceinéc experiéncias ére ta juicio yágos baite- zaquéte obéqui acérta. Eguia dá ez- dezaquetéla gurátsoec borcharic eguín ezcontzecó ezcondunaiestuén - humeái, estaré ezcontzecó naiestue- naiqui, baña dúte éscu icusiric arrén vocácioa proponicecó conveniencia idurizaioténa, ta humeéc dúte obli- gácio consejacecó conveniencia idu- rizaioténa, ta humeéc dúte obligácio consejacecó bere aitetaméqui assun- togóntan. Aitetámec engendrátu, ai- tetamec ázi, vestitu, mantenitu anitz trabájus; ta humeác estú beárr comu- nicátu aiéqui matrimonioan parace- có? Bai por ciérto becátu mortalarén azpián; eta gueró ezpálu nai ezcóndu aiéc proponicendiotenaréqui, izanic motivo jústoac, estú eguiten becatu- ric órtan, cerén aiéc ezpaitúte arra- cioríc; baña naibalú bérac convenie- tzaicóna desiguál edo bérce guisas ez óna izánes, orduán intezáque becátu alacoaiqui ezcóntzeas aitetamen bór- cha. Escritúra Sagrátuan icustendéna dá emátea guratsoéc huméi consór- - tea, ta humeéc errecibicea ematen- dioténa. Entregazázu zeure húmea, dio Escriturac, ta entregazázu juicio- dunarí, ta inendúzu óbia ándiá: Tra- de filiam, et grande opus fecerir.. Eta S. Pabloc ere suponicendú gurátsoen cárgua becála parácea matrimónioan bere húmea: Qui matrimonio jungis virginem suam.. Arrácioac ere era- custendú, cerengátic acomodaceras - guerós húmea, arren ón gucia dágo óngui acomodácean; bada gurátsoac beiratubearrbadú humeain onagátic, baitaré por consiguiente jaquimbear- dú noréqui empleátu, ta aun berac procuratubearrdió consórte óna, eta humeác autacembalú correspondien- tea, admititubeardú gurátsoac, baña gaistoa autacembalú, desaconsejatu-

5. Otro medio bueno para ca- sarse es consultar con los padres, que pueden acertar mejor por experiencia y por más juicio. Es verdad que los pa- dres no pueden forzar a casarse a los hijos que no quieran casarse; ni tam- poco a casarse con quien ellos no quie- ran. Pero, una vez conocida su vota-

ción, tienen el derecho de proponer aquello que les parece conveniente; y los hijos tienen la obligación de dejar- se aconsejar por sus padres en este asunto. Habiéndolos engendrado los padres, habiéndolos criado, vestido y mantenido con mucho sacrificio ;no deben los hijos comunicarse con ellos para preparar el matrimonio? S< por cierto, y bajo pecado mortal. Y si lue- go, por justos motivos, no quisiera ca- sarse con quien los padres le proponen, no por eso comete pecado, ya que ellos no tienen razón. Pero si quisiera ca- sarse con alguien que no le conviene por no ser bueno por razón de desi- gualdad u otro motivo, entonces pue- de pecar por casarse con uno así en contra de los padres. Lo que se ve en la Sagrada Escritura es que los padres dan el consorte a sus hijos y que éstos reciben al que se lo dan: Entrega tu hija, dice la Escritura, y entrégala al juicioso y harás una obra grande: "Trade filiam eta grande opus fece- ris.. . (22). Y también san Pablo supo- ne como una responsabilidad de los padres casar a su hija: "Qui matrimo- nio jungit virginem suam... 23. Tam- bién la razón enseña lo mismo. Por- que, en el caso de acomodar a un hijo, todo su bien está en acomodarlo bien. Si, pues, los padres deben mirar por el bien de su hijo, también deben saber en consecuencia con quién se casa y hasta deben procurarle u n buen con- sorte. Y si lo eligiera el propio hijo, los padres deben aceptarlo. Pero si eligie- ra uno malo, deben desaconsejárselo.

Page 27: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQU~N LIZARRAGA (ANO 1782)

beardió gurátsoac. Ontan faltaceunte gravequiró humeéc ematembaute ez- contzéco itza gurátsoen atencioric- gábe, adiaracigábe, edo absolutoquí, paratugábe condicioa, baldin ontzát arcembadú nere aitac. Gáste cembai- téc solamente beiraceunte aurpeguirá atzenduríc gañarácoas, ala nola eros- tecó echebát solamente beirabalédi fachadará, ta ez barnéco firméza, ta distanciará. Gurátsoac órdea cuida- tucodú ez solamente ichúras, baitaré arren azitze izanduénas, arren condi- cioes, ta gañaráco circunstáncies. Contacendú S. Basilioc senadorebá- ten alába amorostuzéla echéco mira- bebatéqui; escatució aitái emanzezó- la ura esposotáco, ezperén emam- bearcozuela Jangoicoai cóntu arren arimain perdicio seculácoas. Aitac aturdituric errepugnatició anitz arra- cioréqui; baña alabac porfiaturic emancezóla, edo icusicozuéla ilic be- re éscus, alcábo ezin bérceas errán- cio, goáie desdichátua, icusicoun ta sentitucoun erremedioic esteláic. Eguinze matrimonioa, ta dembóra labúrr assize erreparácen ezi novio- gúra etzéla sárcen elizan, ez errecibi- cen sacramenturic, ta en fin etzéla cristio, ta óntas lándara zela brúto barbarobát condicios. Yá orduán de- semgañaturic emastéquiac errábias, ta congóias oiuitenzué: niórc deso-

v .

bediénte izanic guratsoéi estú izán sécula fortunaic. Eta en fin alá consu- mituric desdiches, miséries, naigá- bees, ta desesperácios acabatuzué eméngo vicia; estaquígu cer izánzen suculácoan (Parra hic. pl. 3). Honrá- tu aitetamac óntan ere, ezperén órr dágo Jangoicoa castigáceco desobe- diénte ta desaténtoac; alabér ártu es- pácio ta considerácio emáteco itza, ezi adarretíc lotzendá idia, eta itzetic persóna; eta inconsideraciobát paga- daique vici gucico pénas; eta ezpadá

Sobre esto faltan gravemente los hi- jos, si dan lapalabra de casarse sin ha- cer caso a los padres, sin comunicárse- lo, o lo hacen en absoluto, sin poner la condición: "Si es que mi padre lo da por bueno". Algunos jóvenes se fijan sólo en la cara olvidándose de lo de- más, como aquél que, para comprar una casa, se fijara sólo en la fachada y no en su firmeza interior o la mirara a distancia. Los padres, por el contrario, se preocuparán, no sólo de la figura, sino también de su crianza, sus cuali- dades y demás circunstancias. Cuenta san Basilio, que la hija de u n senador se enamoró de u n criado de casa. Pidió a su padre que se lo diera por esposo y que, de lo contrario, tendría que ren- dir cuentas a Dios por la eterna conde- nación de su alma. Elpadre le contra- dijo con muchas razones. Pero por- fiando la hija, que se lo diera o que, de lo contrario, la vería muerta por suici- dio, no habiendo otro remedio, le dijo por fin: Vete, desdichada; lo verás y sentirás, cuando ya no tiene remedio. Se celebró el matrimonio y al poco tiempo comenzó a darse cuenta que aquel novio no entraba a la iglesia, que no recibía los sacramentos y que, en fin, no era cristiano; y que, además de eso, era bruto y bárbaro en su com- portamiento. Desengañada entonces la mujer, gritaba de rabia y congoja: Nadie que ha sudo desobediente con sus padres ha tenido jamás fortuna. Y por fin, consumida asípor la desdicha, la miseria, la contrariedad y la deses- peración, acabó la vida de aquí. N o sabemos qué habría sido de ella en la vida eterna (Parra, hic, pl. 3) 24. Hon- rad también en esto a los padres. De lo contrario ahí está Dios para castigar a los desobedientes y descorteses. Asi- mismo tomad tiempo y considerad an- tes de dar la palabra, porque de los cuernos se ata el buey y de las palabras

Page 28: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

JUAN APECECHEA

cumplicen itz emána, zorr dá beti, ta dá nola arantzebát frincátu ta atrace- nesténa, ta Jangoicoac du cuidádo castigáceco guezúrr itenduéna. Saxo- nian batéc emáncio itz ezconcecó ca- vallerobáti, ta seguracecó yago, aña- dituzué: deábruec ermanazátela des- posacembanáiz bercebatéqui. Baña aldatuzé veléta, ta tratatuzué ezcónt- zea bercebatéqui. Baña aldatuzé ve- léta, ta tratatuzué ezcóntzea berce- batéqui; ta bodetáco arrátsean alégre guciác sóñu, trágo, dánza ta eroqué- rien ártean, punzacenció biótza no- viái consorteac. Ontan ta ártan avisa- cendú págeac, daudéla bi cavalléro li- céncia ésque sarrcecó: Sarrtucire, ta seguitus divérsioa, batéc atrazué es- cutic novia danzará; ezpidéze danza- ri gaistoa, baña oraingoan gaizqui atracizáio dánza, cerengátic buelta arát buelta onát, alacobátes arturic escutic cavalléro fingituac ta deábru verdadéroac atrazué airean, ta para- turic zaldibátean eramanzue infernu- rá. Atracire echécoac agueriotezén gorpútza berére, baña etzé aguéri; aguertuzé bai berriz deábrua noviain gála ta joiaéqui zióla, ebéc. etzustéla beárr inférnuan, baña gorputz ari- mac ermanzustéla, bérac ofrecitu be- cála ... (Parra, p. 2 pl. 10).

la persona, y u n acto de inconsidera- ción se puede pagar con la pena de to- da la vida. Y si no se cumple la pala- bra dada, es siempre una deuda y re- sulta como una espina clavada que no se saca, y Dios se encarga de castigar a l que miente. En Sajonia una mujer dio la palabra de casarse a u n caballe- ro, y para más seguridad añadió: Que me lleve el diablo, si me caso con al- gún otro. Pero cambió la veleta y de- cidió casarse con otro. En la noche de bodas, estando todos alegres entre músicas, tragos, danzas y tonterías, el consorte pinchaba el corazón a la no- via. En esto, avisa elpaje que hay dos caballeros que piden licencia para en- trar: - Que entren. Entraron y, mien- tras continuaba la juerga, uno de ellos sacó a la novia a bailar. N o era sin duda mala bailarina, pero esta vez le salió mal el baile, ya que, a vueltas por allá y por aqut', en una de esas el caballero fingido, que en realidad era el diablo, la tomó de la mano y la sacó al aire, y poniéndola sobre u n caballo la llevó al infierno. Salieron los de la casa a ver si apareciá siquiera el cuer- po, pero no apareció. Quien apareció otra vez fue el diablo con las galas y las joyas de la novia, mientras decía que en el infierno no las necesitaba; pero que había llevado allá su cuerpo y su alma, tal y como ella misma lo había ofi-ecido ... (Parra, p. 2, pl. 10) 21

Page 29: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio:

TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782)

NOTAS

1. Este tratado se encuentra dentro del extenso material que sobre el símbolo de la fe y sobre los sacramentos contiene el manuscrito del autor "Cembait predica, tu platica usca- ras.. . ", conservado en el Archivo General de Navarra (cf. AGN, Fondo Bonaparte 7, fols. 441- 449).

2. Cf. FLVX (1978) 339-356; ibid. XI (1979) 71-90; ibid. XIII (1981) 215-230; ibid. XIV (1982) 523-538; ibid. XVIII (1985) 283-304.

3. En la introducción a la edición crítica de la obra de Lizarraga "Ongui iltzen la untzeco itzgaiuc", F . Ondarra hace un detallado estudio sobre las ecdiaridades gramaticaEs y, en concreto, sobre el verbo en los escritos de nuestro autor (cf J. LIZARRAGA, Ongui iltzen laguntzeco itzgaiuc (Bilbao 1984) 24-28.

4. 1 Cor. 7,39. 5. Cf. MARTINEZ DE LA PARRA, J., Luz de verdades católicas (Madrid 1775) 432. 6. Eclco. 7,25. 7. Cf. CLAUS, J. I., Spicilegium catechetico-concionatorium, p. 11, t. 111 (Augsburgo

1741) 259. Lizarraga remite en esta cita de Claus al conce to 59, parte 3. Pero en realidad el ejemplo aducido se encuentra en el concepto 59, parte 2 de a citada obra.

8. Prov. 19,14. f

9. Tob. 4,l-23. 10. Tob. 3,12-23. 11. Tob. 5,21. 12. Tob. 6,17-22; cf. 6,l-16. 13. Tob. 7,l-8,5. 14. Tob. 3,16-18. 15. Tob. 8,7-9. 16. 1 Cor. 7,39. 17. Cf. Catecismo RomanoII, c. 8, n. 31. 18. Tob. 6,22. 19. Sal. 115,ll. 20. Prov.31,lO. 21. Sant.l7l7. 22. Eclco. 7,25. 23. 1 Cor. 7,38. 24. Cf. MARTINEZ DE LA PARRA, o. c., 425. 25. Cf. MARTINEZ DE LA PARRA, J., o. c., 148.

Page 30: Tratado sobre el matrimonio, de Joaquín Lizarraga (año 1782) · TRATADO SOBRE EL MATRIMONIO, DE JOAQUÍN LIZARRAGA (ANO 1782) así es preciso encomendarse a Dios al contraer matriomanio: