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IV. una ilustración perpetua Volando… agotándome de placer, Agotándome de lágrimas intensas De sensaciones que no percibís, Agotándome de eternidad. Anita Ro

Una ilustración perpetua

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Cuarta parte -24 poemas- de los Poemas al agua, publicados en septiembre de 2014 como parte de la triada "Tres de un par imperfecto" de Diego Tedeschi Loisa (Editorial Bubok). Para más data: http://poemasalagua.blogspot.com.ar/ http://diegoetloisa.blogspot.com.ar/

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IV.

una ilustración perpetua

Volando… agotándome de placer, Agotándome de lágrimas intensas

De sensaciones que no percibís, Agotándome de eternidad.

Anita Ro

Si yo pudiera ver el todo sería en tu sonrisa.

Si yo pudiera ver el todo sería en tu sonrisa con ese niño sol que alumbra es suficiente detrás están los recovecos que imagino en tu ternura en la paz de tus caricias en esos labios que piden con desesperación que sean míos en los míos mis labios Si yo pudiera ser tu todo sería en mi sonrisa un carnaval de pasión incontrolable la manzana presta para morderla tu ilusión a cuestas para dejarme entrar la frescura del aliento dándote una fuga hacia todo mi ser único perdido en vos Después. los silencios esos que siempre tuviste que soportar estos son otros los que te dicen todo y van por más

Despierto,

por fin despierto, te veo y veo que ves me ves.

(Baires, Septiembre 9, 2010)

Antes. fue nada

la nada que abruma en la distancia signos en caliente manos ardientes la sincronicidad

Una luz.

Una luz, el amor entró directo.

Una voz, la energía más perfecta.

Una risa, movimientos de música para mis ojos.

Tu canción, ahora la podés sentir.

Oh mi amor, fueron tantos días los que te he esperado.

Oh mi amor, jamás pensé que te podría encontrar.

Pasaron tantos meses cruzándote sin saber,

sin entender, sin comprobar, sin animarme a mirar.

Una luz, comenzó a brillar la confusión.

Una voz, para decirme todo lo que quiero escuchar.

Una risa, la ventana más maravillosa que pude ver.

Tu canción, ahora la podés cantar.

Oh, el amor llegó para quedarse, ¿te animás a más?

Oh, el amor se hace vuelo al viento para que lo puedas encontrar.

Pasaron tantas prisas y sinsabores y yo sin mirar para adentro,

para encontrarte, para sentirte, para volver a creer.

Todo se destruyó de golpe,

se detuvieron las agujas,

quedó marcado en un limbo sempiterno

todo lo que pude decir.

Bastó un instante al mirarnos

para saberlo, para decir.

Oh, el amor, la plegaria más perfecta.

Esta es la llave que

conduce al mejor de los tiempos.

Solo tenés que usarla, entrar,

un abrazo entre tanta armadura.

Desandando la niebla,

despertando el momento,

entonando la calma,

descubriendo mis besos.

Quiero gritar tu nombre.

(Baires, Diciembre 14, 2009)

Destiempo.

Destiempo, los caminos se cruzaron [las miradas se acercaron] Destiempo, los años se hacen nada [la nada es mi nada y tu todo] Luz, calidez temprana que enciendes mi llama. Luz, tu sonrisa y la nada nada al viento, nada al tiempo. Destiempo, ¿estás? Te veo. [tu risa] La brisa. Sonrisa. Te vi. Me vi. Nada. Tu luz es todo. [tu luz es modo] Respiro. Camino. Soy.

Una bocanada de tu risa selló mi angustia. Se hizo musa en una canción,

y fue la brisa que me sacó de la cornisa.

Suicidio al tiento, clave de sol.

Dormí con el enemigo y tuve un sueño en el anzuelo,

Como un diamante, hasta el pescador me hice esencia. y en esa risa Corté la leña, se hizo mi brisa, un resplandor, en la sonrisa del corazón. y tu caricia, con esos labios únicos de amor, se recostaron en los míos, hoy.

(Baires, Diciembre 13, 2009)

La noche más bella.

Nunca te busqué,

nunca te vi,

nunca esperé.

Salvación.

Tu luz.

Dejame ir,

dejame volar.

Ahora.

Dejame ser parte de ese corazón

Fueron tantos siglos Fueron tantos

puertos

andando de alma en alma, oxidados barcos.

sintiéndote cerca, Nunca dejé de

buscarte.

pudiendo escapar. Nunca dejé de

buscar.

Dejame subir,

dejame bajar,

dejame entrar en tu cuerpo.

Dame amor,

dame vida.

Salvación.

Tu luz.

Te vi sin mirar,

lo supe al instante,

desde siempre,

desde el comienzo de los tiempos

Perdoname que haya llegado tarde

y que otra mano te acaricie.

Supe tu nombre apenas te miré,

supe de tu luz,

supe que eras luz.

Dejame estar,

salvar mi vida.

Aquí.

Dejame ser parte de tu corazón.

Con vos,

la noche más bella.

(Baires, Diciembre 23, 2009)

Bach en la menor.

Pasaron tantos años…

Y, sin embargo, reapareces…

Tu sonrisa, ese cálido mensaje de sensaciones;

tu figura, el cóctel imperfecto, mágico;

tus labios, la desesperación más soñada.

Allí estás…

allí te veo todavía,

en ese bar,

regalando la melodía con tus ojos.

Bach en la menor abriendo surcos

para acercarme a tu pasión

y, sin embargo, te alejas…

Me diste todo cuando te vi,

me diste todo en ese instante;

de tragos vacíos de elixir

me diste el significado de la palabra…

[Amor]

sin siquiera pronunciarlo

y, sin embargo, lo supe.

Hoy,

envuelto en las raíces

en las que ningún árbol

se animó a posar

¿DÓNDE ESTÁS?

(Baires, octubre 6, 2012)

Nacer de nuevo.

El amor es uno solo y está a la vuelta de la esquina.

Le canto porque todavía creo en él.

El amor son tus ojos que se clavan como espinas,

que caminan la cornisa que separa las sonrisas.

El amor no es perfecto y por eso te persigo,

una chance en el silencio de los corazones,

como aviones vuelan el infinito y yo sigo

intentando acercarme

a tus sensaciones.

Mentí, robé, traicioné, herí por amor.

Soy un cadáver que busca una oportunidad.

Callé, odié, engañé, morí en el dolor.

Un alma en pena errando libertad.

Creí, soñé, busqué, te vi y amé.

Volver a nacer en mí, en la verdad.

Sentí, toqué, besé, reí en el color.

Sentir tu luz brillar y ver el sol.

(Asunción, 2000)

Sincronicidad.

Hay una sincronicidad que nos une,

que no son ni los planetas ni las causas;

cuando dos corazones bombean pasión

hasta en el Sahara se encontrarán.

Hay pocas luces encendidas para ver;

allí es cuando las sombras danzan,

cuando dos cuerpos impulsan la oración...

Una vez, vi un niño enredado en el humo

me acerqué y lo toqué, era de verdad.

Dejó de ser su propio rey

para darme un hombre.

Dejó de ser su dolor

para encontrarnos en pasión.

Fueron noches profanas, encuentros furtivos.

Fueron misceláneas de dos ríos llegando al mar,

una cópula perfecta de canción...

(Asunción, 2000)

Enséñame el camino de tus sueños

en la aventura de tus cruces quiero estar,

montado en tu caballo de los vientos,

cabeza a cabeza.

Cada día en la mañana hago mate, sirvo el té,

sintonizo la fm y se asoma tu canción.

Cada tarde te extraño locamente,

siento la presencia de tu voz en mi canción.

Cada noche al despegar se entibia mi voz,

se prende a un do en mi guitarra, cantando…

Enséñame el camino de tus sueños…

He pasado las tormentas de junio,

los ciclones de abril,

me han robado el mes de octubre

y en diciembre fui feliz.

Horas, días, meses, tiempo

y aquí estoy, estás aquí.

Hoy el fue se desintegra con el quiero.

Mañana, cuando el tiempo rote

otra vez,

estaré cantando…

Hoy el quiero ya es te quiero.

Mañana siempre puedes olvidar

y cuando el tiempo rote,

otra vez,

estaré andando…

(Baires, 2008)

Volviendo.

Estuve por diversos pueblos mirando las piernas pasar.

Fueron algunos muslos de los más fogosos,

y los hubo de los más carnosos también

Algunas manos me recordaron tu voz,

algunas manos despertaron en mi piel;

como un soldado vencido de la guerra volví.

Y corrí a tus brazos para calmarme.

Corrí a tus brazos porque sabía del arrullo

y del fuego del hogar.

Corrí a tus brazos para encerrarme por siempre.

Pasaron muchos días que se hicieron meses…

Y yo tratando de imaginarte cerca.

Siguieron años pensándote en las pieles de otros brazos.

Algunas desventajas tuve por haberme ido tan lejos.

algunas ventajas tuviste por haberte quedado por aquí.

Miré cómo llovía en la autopista mientras las ruedas andaban.

Y corrí a tus brazos para calmarme.

Corrí a tus brazos porque sabía del arrullo

y del fuego del hogar.

Corrí a tus brazos para encerrarme por siempre.

¿Será el fuego? ¿o la mirada?

¿Será tu corazón? ¿o un sinsabor?

¿Será que el roce lo recupera todo?

¡Será que estoy vivo porque estás en mí!

Y aquí estoy…

para correr a tus brazos para calmarme,

para correr a tus brazos porque sé del arrullo

y del fuego del hogar;

correr a tus brazos para encerrarme por siempre.

Fui…

y corrí a tus brazos para calmarme,

corrí a tus brazos porque sabía del arrullo

y del fuego del hogar;

corrí a tus brazos para encerrarme por siempre.

(Baires, Febrero 27, 2008)

Aproximación.

Estábamos tan cerca

y, sin embargo,

no nos animamos.

Creí perder esa ilusión en ese rato

cuando partiste de mi lado.

Busqué,

busqué,

y nada.

Subí,

bajé,

y te vi.

Volviste a mirar y cerré los ojos.

Miré y estabas en otro lugar.

Entre tantos caníbales

reíste un rato,

esperé a ver…

cómo termina...

(Asunción, Junio, 2000)

Poniente.

Se acaba el día

y estoy pensando en vos.

Ni te imaginás

este maravilloso lugar.

Mala señal:

oscurece.

Tengo sueño,

esto es el paraíso

en la tierra

o algo semejante.

Se acaba el día

y solo pienso en vos.

Te veré mañana a la mañana

en estos versos por completar.

Tengo sueño y me voy.

El sol se esconde,

la luz se va,

los ojos duermen.

(Azul, Enero 29, 1992)

Tus luces.

Cuando veo tus luces todo se desmorona en mí.

Cuando siento tu voz todo parece estar bien.

Cuando tu aliento roza mi aliento

siento que muero de amor.

Pretendo enloquecer con solo mirarte,

me quiero enloquecer de vos,

con mi pasión quiero lenguar

ese lunar que es la llave.

Cuando te veo llegar todo se agita en mí.

Cuando te escucho sonreír

se entorpecen mis palabras al salir

y mi aliento busca tu aliento

y muero de amor,

siento que muero de amor.

Sé que es la última noche para mirarte,

no quiero enloquecer ya más,

con mi canción quiero rozar ese lunar,

que es la clave,

la clave.

Ya pude enloquecer bastante,

con mi ilusión oprimo ese lunar

que es la clave del amor.

La luna de tu boca me hace lenguar tu roja seducción.

(Baires, Septiembre 25, 2001)

Patroclo.

El otoño de mi ocaso cedió ante tu primavera. Nunca fue un grito fugaz, siempre fue la gloria.

(Baires, Abril 14, 2008)

Un fuego.

Si me destapo un poco

es que estoy vivo,

pero si atento contra mí

vuelvo a perder

y me entierro

en los silencios de tu mente,

mientras caen las aguas en la desilusión del día

y me arropo en tu cuerpo

para sentir,

aún en los momentos más tranquilos, en los que caen las aguas de una ilusión perdida que fue,

La nave está presta para partir,

y allí se irá,

tras el horizonte

donde está la nada,

tus ojos desviados,

tu sabor.

El “nada” de tu boca

y la sal del universo.

Es como remontarme alto

en un barrilete

y que un rayo me parte en dos.

Es el amor.

(AU Baires-La Plata, Febrero, 2008)

La misma Luna (de Amor). Me desperté pensando en vos. El cielo seguía iluminado por la misma Luna que ayer nos embriagó de Amor. Hoy estás más lejos, y, sin embargo, miro al cielo y veo la misma Luna que tus ojos llenan al mirar también. No hay distancia sin camino. Yo llego a vos como la marea que hace el Amor con la Luna y nos invita a soñar. No voy a andar el camino porque permanecés en mí como la Luna, la misma Luna, que tu corazón enciende y... Te siento respirar en mí. Te doy mi Luna para que la devores con tus rayos de Sol. Te busco sin mirar, tu luz son brillos en tus ojos miel que acarician la misma Luna que se posa en mí. Sos quien puede besar los labios más hermosos del mundo, ¡los míos!, [aún llevo tu sabor]. Sos quien puede ver el alma de ¡mis preciosos ojos!, [todavía puede llover], Las rosas más hermosas son las que cuentan con más espinas, quiero tus pétalos besar, [quizás deba sangrar].

No hay distancia sin camino porque permanecés, ¡lo ves!, como la Luna, la misma Luna que tu corazón enciende y... Te siento respirar en mí. Te doy mi Luna para que la devores con tus rayos de Sol. Te busco sin mirar, tu luz son brillos en tus ojos miel que acarician la misma Luna que se posa en mí. Hoy estás más lejos, y, sin embargo, miro al cielo y veo la misma Luna que tus ojos llenan al mirar también y las estrellas son tus dientes que deseo que me muerdan y devoren mi Luna, esa que siempre nos embriaga de Amor. No hay distancia sin camino porque permanecés, lo ves, como la Luna, la misma Luna que tu corazón enciende y te siento respirar en mí.

[Amor, lo quiero todo, todo, todo, mucho, mucho, mucho.]

(Baires, Enero 11, 2003)

Huellas porteñas en Asunción.

Algunos momentos se cuelan en mi sangre.

Son tus recuerdos que nacen a cada paso.

Veo tu nombre en una calle.

Tu silueta en una copa.

Tu aliento en un tereré.

Algunas frases se me escapan con tu viento,

huellas porteñas en Asunción.

Hice caminos para escapar de tu tortuga,

escapando sé que se posterga el luto.

Y, sin embargo,

seguís en mi canción,

estás en mis enredos,

tu aroma es mi colchón.

Hice caminos que se cuelan en la nada,

huellas porteñas en Asunción.

Tengo mensajes para darte.

Sonrisas para robarte.

Mientras gasto suelas en la gira,

sin curitas y sin dios,

aún tengo algo de amor en mi bolsillo,

aún tengo algo de vos para seguir.

Son tus huellas porteñas marcando en Asunción.

Anduve por el brillo, caí en la desesperación,

regué las nubes con plegarias -para que lo limpien todo-,

pasaron furias, abrió el pulso en Paraguay.

Se fueron tragos y un sinsabor quedó.

[Resurrección]

Quedaron marcas.

Sabía que estabas cerca, tan cerca…

sombras,

tus huellas porteñas en Asunción.

Tengo mensajes para darte…

sonrisas para robarte…

Tengo una copa de vino conmigo

y una sonrisa para robarte.

(AU Baires-La Plata, Abril, 2008)

A orillas del Maas te amé. Estalla el cielo a los vientos que arrasan en la misteriosa y seductora ciudad y los autos que matan a velocidad luz azotan mis oídos.

No estás aquí, porque el polvo te llevó al polvo.

Un desierto de voces lloran al vacío entre motores. Hojas levitando y también mis ojos. A orillas del Maas te amé. Mirando el verde que tus ojos pintaron las aguas. Nos miramos lentamente. Ardí con el sabor de buena sangre en la copa y tus labios me quemaron azul, ante el reflejo de febo apagándose, mirando tiernamente nuestros besos. Sentí la necesidad de pintarlo todo. La pared del sur fue el collage distorsionado de la ficción que contaba la historia de los amantes. A las siete comenzó a empalidecer. Te amé a orillas de ese bello Maas. Luna blanca que vistió la fiesta como la pureza de tus ojos, como las cumbres del Kilimanjaro, como la barba del viejo sabio que nos retrató en la foto.

(Asunción, 2000)

No puedo regalarte mi flor.

Estoy tan lejos de ti

que no puedo regalarte mi flor.

Entonces, te amaré sin flores,

con mi poesía y mi ilusión.

Un acorde beatle,

un clarinete en onda Supertramp,

una frase de Fito o de Charly;

un misterioso acorde de color.

Vestiré tu recuerdo

con mi pluma y mi palabra,

abriré instantáneas en un arcoíris

que cruce las dimensiones

y un eco nos encuentre

alimentando el deseo del encuentro.

Una flor es todo lo que puedo darte,

una flor que nunca llegará.

Una flor.

(Asunción, Junio 6, 2000)

Para siempre.

Te amo

ahora que estás muy lejos.

Ni los años luz pueden aproximarme.

[Estás en mí y eso me hace bien]

Te amo

y lo grito al viento

que sostiene tus alas de ángel.

[Estás en mí y eso me hace bien]

La historia oficial murió

el día que tu amor entró en mí.

para siempre.

(Asunción, Junio, 1999)

Acordate.

Renuncio a otros corazones…

O quizás solo tenga que olvidar.

Oigo voces en los alrededores.

Siempre es así, todo sigue igual.

Tengo tiempo para amarte,

Entre nuestros cuerpos hay pasión.

Renuncio y pienso que todo sigue igual.

(Baires, 1992)

La danza.

Sos de esos amores prohibidos

[

corto un pedazo,

]

Ahora es tu poesía de todos los días.

Sentirte tan cerca, pero en brazos de otro.

Regalarnos un trozo de risas,

la mueca mezquina que no vemos,

que sabemos que está.

Recuerdo tu boca,

aun sin besarla.

Me acuesto en tus ojos que brillan;

descubro los roces tan solo soñando.

Las piezas caen en efecto dominó.

Las llamas azotan por la erupción.

Te puedo mirar y nunca tocarte.

Todo me alcanza para sentirme mejor.

¿Quién no estuvo alguna vez enamorado?

¿Quién no lo ha sentido?

El desgarro de estar lejos lo conozco bien.

Si de algo sé es de amarte,

de pensarte cerca,

de verte llegar,

de saber que no estás.

Una danza de las estrellas

cubriéndolo todo.

Un símbolo de justicia

que nunca llegará;

y los fantasmas fugándose con las almas,

las nuestras que allí,

entre las sombras,

podrán arroparse,

podrán endulzarse,

podrán confundirse en una sombra más,

que defina el contorno de un corazón

mechado de cupida flecha,

sabiendo que allí podremos bailar de a dos.

La música hace la melodía del día.

(Baires, Febrero 8, 2010)

El beso.

I

Sos esa voz que no escucho, la que se anima a decir que alguna vez te animarás. Silencio en tus palabras, mientras los ecos resuenan al compás de tu alegría. Dulces melodías… Podés salir por corazones sin haber sentido sus latidos, es una mancha más. Podés correr sin una meta, creer que todo estaba descubierto, mirar adentro y no ver nada. Jugosos roces…

Si estás ahogándote en el arcoíris de tus aguas y los ecos del bosque ya no cantan tu sonrisa… quizás te pueda alcanzar… quizás no sepas llorar… quizás te pueda abrazar… Todo lo que pensás que era no es, todas las fichas puestas a esos números, todo el universo conspirando para que tan cerca jamás nos digamos adiós.

II

Un cargado encuentro de pizzas y fainá,

una mesa para dos, un jugo de misterios y deseos.

La magia de tu voz,

tus dientes masticando sueños, despertando el juego del gato y el ratón

¿a ver quién se come a quién?

Pasan los autos y las bocinas, pasan consignas, queda tu amor;

luego giramos en torno a todo y todo es nuestro,

todo sos vos.

No puedo evitar perderme en esta tinta…

III

El beso se quedó picando, se coló en otros labios

de aquí, de allí. Se fue en el autobús

llevándose hasta tu sombra más quedada para huir,

para huir…

Después, silencios, guiños, tiempo…

Después, silbidos en el viento…

Viste mi secreto:

un cálido brillante sin poesía, sin dolor.

Viste mi destello, yo vi tu corazón

tocándome, destruyéndome.

Hoy,

veo dos fulgores en los rostros que posaron.

(Baires, I Septiembre 26, 2010; II Noviembre 10, 2012; III Febrero 4, 2013)

SOS.

Sos

un misterio que evoca

un silencio que viste el azul.

Sos

el roce de luz

que regala los besos

que fuga el dolor.

Sos

la inmensa montaña

que atrapa mi luna,

salado deseo de lo que no es,

pájaros danzando en mi laguna

un tiempo de hoy.

Una silueta.

Tu sombra

cobija y desnuda su soledad,

se moja,

se enciende en mordiscos,

esponjosos panes,

sueños circulares

mi cielo de vos.

Te doy mis colores

porque te conozco

de no haberte conocido nunca.

Me inquietarían tus versos cada anochecer.

Tus versos,

con ellos me arropo,

me limpio, me quemo;

con ellos no hay tiempo de ayer.

Es la hora de la cena.

Luego,

el postre del festín,

y por fin

los cuerpos se envuelven,

pétalos sabores

que visten tu piel,

que visten mi piel,

que visten tu piel,

que visten mi piel,

que silban aromas

de lunas y miel.

(Baires, Mayo 21, 2013)

vainilla y frutilla.

esperé

el me

jor de lo

s gustos tu beso

perfecto sos espe cial

sos aroma de va inillay de frutilla

en cada go ta de tu r isa en c ada cari

cia que me das en tu s silencios y mis

lágrimas en tu a dic ción de amor

t ener una vida a tu lado es

v ivi r la vida es la resurre

cción la trans figuración

la re encarnación

y la transformación no pido

mucho más que tus besos

el gusto más perfecto co

lor y antojo tatuaje

de tu amor con

aliento de vaini

lla y de frutilla

mascarpone

tramontana

nos con

vidamos

hasta al

canzar

la es

pu

m

a

.

(Baires, Noviembre 26, 2012)

Tedeschi Loisa, Diego

Publicado en © Tres de un par imperfecto. Poemas al agua

1º edición – Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 306 p.; 17 x 24 cm.

© 2014 Bubok Publishing S.L.

ISBN 978-987-33-4963-8

1. Literatura Argentina. 2. Poesía. 3. Narrativa. I. Título

CDD A860

Impreso en Argentina / Printed in Argentina

Impreso por Bubok

Fecha de catalogación: 07/05/2014