Víctor_Afanasiev_-_Manual_de_filosofía

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Nota del digitalizador: Vctor Afanasiev, doctor en filosofa de la Academia de Ciencias de la URSS, se hizo conocido en occidente por este manual, que, a pesar de tergiversar varios postulados del materialismo dialctico para hacerlos compatibles con las tesis del XX congresos del PCUS, considero es til por su sinttico y entendible desarrollo que ayuda a comprender la filosofa del socialismo cientfico. El autor desarrolla ordenada y correctamente: la definicin de materia, sus formas de existencia, las leyes de la dialctica y la teora del conocimiento segn el marxismo. Sin embargo, agrega en funcin de unas supuestas contradicciones no antagnicas y mltiples formas del salto de calidad toda una explicacin revisionista para justificar las consignas Kruschevistas como el trancito pacifico, la coexistencia pacifica y la posibilidad de la contradiccin no antagnica entre clases y modos de produccin. Adems de reproducir la falaz y burda campaa contra el culto a la personalidad, orientada a desprestigiar la figura del camarada Stalin, y a travs de esto, negar la necesidad de la revolucin y la dictadura del proletariado. Al dividir la categora de contradiccin en antagnica y no antagnica Afanasiev, inmoviliza la forma de movimiento contradictoria de la materia, la separa metafsicamente. Ah donde el marxismo ve una contradiccin indetenible, que atraviesa periodos de acumulacin cuantitativa, de reposo relativo, en donde se definen los opuestos, pero siempre en lucha, hasta el necesario salto cualitativo, el revisionismo de Afanasiev encuentra la existencia universal de la contradiccin no antagnica. Al hacer esto habilita las tesis de coexistencia pacifica y trancito pacifico de N. Kruschev y nos condena a una alianza obligada con sectores burgueses que solo en algn momento, durante un periodo de tiempo y en determinadas condiciones pueden ser parte de un frente comn de lucha. Como as tambin, da esperanzas en la posibilidad del trancito al socialismo atravs de contradicciones no antagnicas que pueden resolverse sin violentos saltos cualitativos, mientras da lugar a la convivencia no antagnica con el imperialismo. Los camaradas masacrados en Indonesia y en Chile donde se triunfa en elecciones democrticas pero donde igual la burguesa y el imperialismo demuestras su intransigente antagonismo son ejemplo de lo falaz y embustero de estas tesis. Las decenas de comunistas secuestrados, torturados y acecinados hasta hoy tambin. La misma categora "contradiccin antagnica" es una redundancia y la definicin de "contradiccin no antagnica" es un oxmoron. He obviado todas estas partes dejando solo lo relmete fiel al materialismo dialctico, segn los concibieron sus referentes ms importantes Marx y [email protected]

Vctor Afanasiev

Manual de FilosofaEdiciones Estudio Buenos Aires 1973 3ra. Edicin Extractos de captulos: IV, V, VI, VII, VIII, y IX Pginas 51 a 174

PRIMERA PARTE MATERIALISMO DIALCTICO

Captulo IV LA MATERIA Y SUS FORMAS DE EXISTENCIA Ya sabemos que lo principal en el objeto del materialismo dialctico es la forma en que resuelve el problema fundamental de la filosofa, la relacin que guarda la materia y la conciencia, Ahora estudiaremos detenidamente qu es la materia y en qu formas existe. QU ES LA MATERIA El hombre est rodeado de cuerpos innumerables y diversos. Entre ellos, los de la naturaleza inanimada, desde las partculas infinitamente pequeas de los tomos hasta los enormes cuerpos csmicos. Hay tambin cuerpos vivos, desde los ms simples hasta los ms complejos. Unos estn a nuestro lado: vivimos entre ellos, sentimos constantemente su presencia; otros estn lejos, a inmensas distancias de nosotros. A unos los vemos a simple vista; para observar otros utilizamos aparatos e instalaciones complicadsimas. Estos cuerpos poseen las propiedades, cualidades y particularidades ms distintas. Sorprendido por la diversidad del mundo, hace tiempo que el hombre pens en la posibilidad de que todos los cuerpos que lo rodeaban tuvieran una base comn, propiedades semejantes. La experiencia de la vida y el desarrollo de la ciencia y de la prctica lo fueron convenciendo paulatinamente de que, por mucho que se distinguieran los objetos y los fenmenos, por diferentes que fueran sus propiedades, todos eran materiales, existan fuera e independientemente de la conciencia. As, las ciencias naturales demostraron de manera irrefutable que la tierra existi muchos millones de aos antes de que el hombre y los seres vivos aparecieran en ella. Esto significa que la materia, la naturaleza, son objetivas, no dependen del hombre ni de su conciencia, que la propia conciencia no es ms que un producto del largo proceso del mundo material. La propiedad, comn a todos los objetos y fenmenos, de ser realidad objetiva, existir fuera de nuestra conciencia y estar reflejados por ella, expresa el concepto o categora filosfica de materia. La categora de materia es un concepto extremadamente amplio, no se constrie a un objeto o proceso aislado ni a un grupo de objetos o fenmenos, sino que abarca toda la realidad objetiva. Abstrayndose de las particularidades, propiedades y aspectos determinados de los objetos, de sus nexos e interrelaciones concretas, expresa lo comn,

lo principal de todos esos objetos, la objetividad, o sea, su existencia independiente de la conciencia del hombre. El concepto de materia no slo da idea de las propiedades comunes del mundo objetivo como tal, sino que es tambin una importantsima categora del conocimiento. El reconocer la capacidad del hombre para conocer el mundo e indicar la fuente de nuestros conocimientos, constituye, asimismo, la base para resolver las cuestiones ms importantes de la teora del conocimiento del materialismo dialctico. El reconocimiento de la objetividad del mundo circundante y la aptitud del entendimiento humano para conocerlo constituyen los principios bsicos de la concepcin materialista dialctica. Eso significa que el concepto de materia, que refleja esos importantsimos principios, es precisamente la categora central, la ms importante, del materialismo dialctico. El alcance del concepto de materia es tambin importante para otras ciencias, particularmente las naturales. Cualquier ciencia se convertira en un juego insustancial del ingenio humano si no estudiase aspectos de la realidad objetiva. Lenin dio una definicin cientfica y completa de la materia en el libro Materialismo y empiriocriticismo: La materia es una categora filosfica que sirve para designar la realidad objetiva, que es dada al hombre en sus sensaciones, que es copiada, fotografiada, reflejada por nuestras sensaciones, existiendo independientemente de ellas1 Es difcil no estimar en toda su importancia la definicin leninista de la materia. Al generalizar la experiencia secular de la humanidad, pertrecha a los hombres con una comprensin acertada del mundo circundante, les ensea, tanto en lo prctico como en lo especulativo, a partir de la realidad, de las condiciones materiales objetivas, y no de las ideas subjetivas, propias de uno mismo. Al afirmar la cognoscibilidad del mundo, ofrece al entendimiento humano perspectivas ilimitadas, despierta el pensamiento, ayuda al hombre a que penetre en los profundos enigmas del universo. La definicin leninista de la materia refleja la contradiccin radical existente entre el materialismo dialctico, por un lado, y el idealismo y el agnosticismo, por otro. Tiene asimismo profundo sentido atesta, pues socava en Sus races la concepcin religiosa de Dios como creador de la realidad. En efecto, si la materia es primaria y eterna, no se la puede crear ni destruir, puesto que ella es la causa interna final de todo lo existente. De este modo, en el mundo no queda lugar para Dios ni para ninguna fuerza sobrenatural. Por eso los idealistas y clericales siempre se negaron a reconocer la materia. Los idealistas del pasado, desde Platn hasta Berkeley, se dedicaron a "destruir" el concepto de materia. Los machistas2 emprendieron una verdadera cruzada contra este concepto. Hoy siguen sus pasos numerosos representantes de la filosofa idealista y del revisionismo. El objetivo de estos mltiples ataques es minar el concepto de materialismo, desterrar la materia de la filosofa y de la ciencia y despejar as el camino a la fe, al idealismo y al agnosticismo. Sin embargo, todos esos ataques carecen de consistencia. El desarrollo de la ciencia y la actividad prctica de la humanidad son testimonio convincente de que la materia existe como realidad objetiva, de que es infinita y eterna. Todas las cosas, objetos y procesos, no son sino manifestaciones y formas de la materia en movimiento. Por eso el mundo que nos rodea es tambin un mundo material nico.

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V. I. Lenin, "Materialismo y empiriocriticismo", en Obras Completas, XIV, ed. ct., pg. 128 Representantes de una corriente filosfica idealista de fines del siglo XIX (comienzos del siglo xx que tom su denominacin del nombre del filsofo austraco E. Mach. Lenin hizo una crtica profunda de todos los aspectos del machismo en el libro Materialismo y empiriocriticismo. publicado en 1909.

Sin embargo, los tipos y formas de la materia son mltiples, y de ello nos convence tanto la experiencia personal como los adelantos cientficos. Esto significa que el mundo material es una unidad multiforme. Ningn objeto, por minsculo que sea, puede surgir de la nada o desaparecer sin dejar huella. El fin de una cosa da comienzo a otra, el de sta, a una tercera, y as sucesivamente. Las cosas concretas cambian, se trasforman unas en otras, pero la materia no desaparece ni surge de nuevo. Concepto de materia presentado por las ciencias naturales El concepto filosfico de materia se debe distinguir del cuadro del mundo presentado por las ciencias naturales y de las ideas sobre la estructura, estado y propiedades de los tipos concretos de materia que esas ciencias elaboran a medida que se perfeccionan. Tales ideas cambian constantemente, se desarrollan y a veces sufren trasformaciones radicales, pero ello no contradice la veracidad del concepto filosfico de materia como realidad objetiva existente fuera de nuestra conciencia. En sus intentos de "rebatir" el materialismo, los idealistas confunden intencionalmente el concepto filosfico de materia con las concepciones que las ciencias naturales tienen sobre la estructura de los cuerpos materiales concretos. Pretenden que la modificacin de esas concepciones, la sustitucin de concepciones viejas por otras nuevas, ms exactas y perfectas, son pruebas de la "desaparicin" de la materia y el "fracaso" del materialismo. Los materialistas metafsicos, por ejemplo, identificaron durante muchos siglos materia y tomo, a los que consideraban impenetrables e indivisibles. Sin embargo, en las postrimeras del siglo XIX se descubri el electrn, nfima partcula componente del tomo y posteriormente, otras partculas. En consecuencia, el tomo, considerado durante siglos el ltimo ladrillito indivisible del universo, result ser un fenmeno extraordinariamente complejo. Las propiedades del electrn son completamente distintas de las del tomo. Eso dio lugar a que los fsicos que pensaban de manera metafsica se confundieran y los filsofos idealistas aprovecharan las dificultades pata hablar de la "desmaterializacin" del tomo y de la "desaparicin" de la materia. En su obra Materialismo y empiriocriticismo, Lenin demostr la inconsistencia de esas afirmaciones. Seal que con los ltimos descubrimientos de las ciencias naturales no desapareca la materia, sino nicamente el lmite hasta donde se la conoca entonces. Ayer ese lmite era el tomo, hoy lo es el electrn, y maana desaparecer tambin esta frontera. Nuestra inteligencia ahonda en la materia, descubrindole cada vez ms propiedades, combinaciones nuevas, cada vez ms profundas y sutiles. Un tipo de materia as es el electrn, descubierto hace tiempo. Lenin expres la idea genial de su inagotabilidad, de la profunda infinitud de la materia y de lo ilimitado del conocimiento. El electrn es tan inagotable como el tomo, la naturaleza es infinita (...)3 afirm Lenin, generalizando los ltimos adelantos de la ciencia. Sus ideas sobre la variedad cualitativa de la materia y la inagotable diversidad de su estructura y propiedades se han visto confirmadas totalmente por las conquistas de la ciencia moderna y, ante todo, de la fsica. Uno de los tipos de materia que conoce la fsica moderna es la sustancia. Se incluye en ella todo cuanto tiene masa mecnica o, como se dice en fsica, masa inerte. Son sustanciales todos los cuerpos visibles que rodean al hombre o, como los denominan tambin, los cuerpos macroscpicos. Estos cuerpos constan de molculas, las molculas, de tomos. Los cuerpos, las molculas y los tomos son variadsimos. Sin3

V. I. Lenin, "Materialismo y empiriocriticismo", en Obras Completas. XIV. ed. cit., pg. 261

embargo, ello no agota la multiformidad cualitativa de la sustancia. La estructura de los tomos es muy compleja. Se componen de las llamadas partculas elementales: protones y neutrones, que forman el ncleo, y electrones, que se mueven alrededor del ncleo a enorme velocidad. stas, as como otras partculas "elementales" conocidas por la ciencia, (mesones, hiperones, neutrinos, etc.) Son las ms diminutas conocidas actualmente. Se llaman "elementales", o sea, simplsimas, porque an no se ha logrado descomponerlas en entes materiales ms pequeos. No cabe duda, sin embargo, de que ellas, lo mismo que el tomo, tienen una estructura compleja. Las partculas "elementales" existen no slo en los tomos y ncleos, sino tambin en estado libre. Por ejemplo, las hay en gran cantidad en las radiaciones csmicas. Durante los ltimos aos se han descubierto las llamadas antipartculas (positrn, antiprotn y otras), que se distinguen de sus respectivas partculas (electrn, protn), por tener carga elctrica de signo opuesto. Cuando Lenin escribi su libro Materialismo y empiriocriticismo se conoca nicamente una partcula "elemental": el electrn. Hoy se conocen ya ms de treinta tipos de partculas "elementales", diversas y mviles, mutables y convertibles unas en otras. La fsica no slo ha descubierto multitud de partculas del tomo, estableciendo la diversidad de sus propiedades, sino que ha demostrado tambin que, como l, son inagotables. No es posible por ejemplo, imaginar ya al electrn como una diminuta esfera inmutable. Posee propiedades de discontinuidad (limitacin en el espacio) y continuidad o propiedades tanto de partcula como de onda, as como masa, carga elctrica, momento magntico, etc. Las dems partculas "elementales" tambin poseen otras tantas propiedades. Otro tipo fundamental de materia conocido por la ciencia contempornea es el campo. El campo fsico es un ente material que liga cuerpos entre s y trasmite la accin de un cuerpo a otro. Ya en el siglo XIX se conocieron el campo de gravitacin y el campo electromagntico (la luz es una de sus variedades). Los elementos o partculas del campo electromagntico son los fotones. Estos se distinguen de las partculas de la sustancia, pues carecen de la masa inerte peculiar a ellas. Adems, siempre se mueven con una velocidad constante de trescientos mil kilmetros por segundo en el vaco, en tanto que la velocidad de las partculas de sustancia puede ser de lo ms diversa, pero sin rebasar la de los fotones. Aparte de los campos de gravitacin y electromagntico, existen el nuclear, el mesnico y el electro-positrnico. A cada uno de ellos corresponden determinadas partculas cuyas propiedades no son idnticas a las del fotn. As, pues, tanto la sustancia como el campo son multiformes e inagotables por su estructura y propiedades. Los lmites entre la sustancia y el campo se destacan claramente, slo en el mundo macroscpico, visible. En el dominio de los microprocesos esas barreras son relativas. Algunas partculas de sustancia (los mesones, por ejemplo) son a un tiempo partculas (quanta) del respectivo campo. La sustancia y el campo estn indisolublemente ligados, ejercen entre s una accin recproca y, en determinadas condiciones, pueden trasformarse uno en otro y viceversa. Dos partculas de sustancia (electrn y positrn) se pueden trasformar, en determinadas condiciones, en fotones, partculas de campo electromagntico. La realizacin prctica de este experimento ha sido una grandsima conquista de la fsica, que ha atestiguado una vez ms la unidad material del mundo, su mutabilidad y movilidad. Importante aportacin a la teora de la estructura de la materia ha sido la investigacin de partculas ms grandes que las molculas ordinarias, las denominadas combinaciones qumicas macromoleculares o de macropolmeros (caucho, albmina, celulosa, almidn,

etc.). La particularidad caracterstica de estas combinaciones consiste en que estn formadas por mltiple reiteracin de grupos iguales de tomos unidos en cadenas u otras formaciones ms complejas. Con el descubrimiento de los macropolmeros la inteligencia humana ha penetrado en un mbito de la realidad que se encuentra en la frontera entre el micro y el macromundo. Dado que numerosas combinaciones de macropolmeros, sobre todo la albmina, sirven para formar la materia viva, su conocimiento acertado supone un paso importante hacia el esclarecimiento de la esencia de los fenmenos de la vida, lo que implica poder dominar y dirigir los procesos vitales. En resumen todas las conquistas de la fsica, la qumica y otras ciencias modernas confirman las tesis del materialismo dialctico sobre la objetividad e infinitud de la materia, la unidad y multiformidad del mundo y lo ilimitado del conocimiento humano. Hay que hacer notar, sin embargo, que en cada ciencia, a pesar de sus inmensas conquistas, existen dificultades y cuestiones sin resolver, que los enemigos del saber cientfico aprovechan. Los clericales, por ejemplo, tras declarar que la ciencia es incapaz de vencer esas dificultades, exhortan a que se renuncie a los mtodos cientficos de investigacin y se recurra a Dios, a la fe. nicamente ella, "la unin del hombre con Dios", es capaz, segn ellos, de ofrecer un cuadro real el mundo. Los filsofos burgueses y algunos fsicos idealistas utilizan las dificultades con que tropieza la ciencia para "refutar" el materialismo, As, valindose de que las partculas "elementales" no se pueden ver, las declaran meras estructuras lgicas (mentales) y no cuerpos materiales. En realidad las partculas del tomo son tan materiales y objetivas como el propio tomo, como las molculas formadas por tomos, como los cuerpos formados por molculas. Todos ellos son elementos de la naturaleza, del mundo material. Si el tomo y las partculas que lo forman no existieran realmente, no funcionaran las centrales atmicas elctricas, la primera de las cuales ha sido construida por los soviticos, ni surcara los ocanos el primer rompehielos atmico del mundo, construido en la URSS. Nuestros conocimientos sobre la estructura y propiedades de los entes materiales concretos, trtese del electrn, del tomo, de la molcula o de otro cuerpo, son relativos, cambian. Cambiaron en el pasado y cambiarn en el futuro. Sin embargo la materia sigue siendo una realidad objetiva. El materialismo dialctico se distingue precisamente de todos los tipos de idealismo y de agnosticismo en que reconoce categrica e incondicionalmente la existencia de la materia fuera de la conciencia y de las sensaciones del hombre. Resulta claro, pues, que el mundo es material por naturaleza, que todo lo existente son distintas formas y tipos de la materia. Pero sta no es inerte ni inmvil. Se encuentra en constante movimiento, trascurre en el espacio y en el tiempo. El movimiento, el espacio y el tiempo son las formas fundamentales de existencia de la materia. Para comprender con mayor profundidad la esencia material del mundo es necesario estudiar esas formas. Empecemos por el movimiento. EL MOVIMIENTO, FORMA DE EXISTENCIA DE LA MATERIA La materia slo existe en movimiento y se manifiesta y revela a travs de l. Nos convencen de ello los hechos cotidianos, el desarrollo de la ciencia y la prctica. Tomemos, por ejemplo, el tomo. Existe como cuerpo material determinado porque se mueven las partculas "elementales" que lo forman. No podra existir fuera del movimiento de esas partculas y lo mismo ocurre con cualquier otro cuerpo. Basta con

que cese el metabolismo (ste es tambin un tipo de movimiento) para que el organismo vivo muera en el acto. Merced al movimiento, los cuerpos materiales se dan a conocer y excitan nuestros sentidos. El sol, por ejemplo, irradia incesantemente al espacio csmico inconmensurable cantidad de partculas en movimiento. Al llegar a la tierra, esas partculas excitan nuestros rganos de los sentidos y nos advierten de la existencia del sol. Si no fuera por el movimiento de las partculas, no sospecharamos que el sol existe, pues se encuentra a unos ciento cincuenta millones de kilmetros de la tierra. Del mismo modo existen todos los dems cuerpos materiales, no se manifiestan ms que en el movimiento. No slo se mueven las partculas "elementales" en los tomos, sino tambin los tomos en las molculas y las molculas en los cuerpos. Se mueve toda la incontable masa de cuerpos terrestres y csmicos. Sufren cambios los organismos vivos y la vida social. Es imposible encontrar una sola partcula del mundo material que no est sometida a movimiento y cambios. El movimiento es, por lo tanto, la forma de existencia de la materia, su propiedad inherente. El movimiento es el modo de existencia de la materia. Jams, ni en parte alguna, ha existido ni puede existir materia sin movimiento4 escribi Engels. El movimiento es absoluto; el reposo, relativo. El movimiento de la materia es absoluto y eterno, no se puede crear ni destruir por cuanto tampoco se puede crear ni destruir la materia. La prueba que dan las ciencias naturales de que el movimiento no se puede crear ni destruir es la ley de la conservacin y trasformacin de la energa. Esta ley expresa que el movimiento, lo mismo que la materia, no desaparece ni resurge, sino que nicamente vara de forma, se convierte de movimiento de un tipo en movimiento de otro tipo. Pero si el movimiento es eterno, absoluto, se puede acaso halar del reposo? Claro es que se puede y se debe hablar. En el torrente universal de cambios materiales hay tambin momentos de equilibrio, de reposo. Pero no conciernen a la materia en su totalidad, sino a determinados objetos y procesos aislados. El carcter absoluto del movimiento presupone tambin necesariamente el reposo, siendo este una condicin imprescindible del desarrollo del mundo. En el movimiento surge el objeto, y el reposo lo consolida, por decirlo as, fija el resultado del movimiento, y debido a ello el objeto se conserva durante cierto tiempo tal como es, y no de otra manera. A diferencia del movimiento, que es absoluto, el reposo es relativo. No se lo debe entender como un estado muerto, de inmovilidad. Un cuerpo puede encontrarse en reposo nicamente con relacin a otro cuerpo, pero participa de manera forzosa en el movimiento universal de la materia. As, la casa en que vivimos est en reposo con respecto a la superficie de la tierra, pero se mueve con nuestro planeta alrededor de su eje, se traslada con ella en torno del sol, etc. Adems, en cada cuerpo que est en reposo se producen siempre procesos (movimientos) fsicos, qumicos y de otro gnero. El movimiento de la materia, por consiguiente, es eterno, absoluto, en tanto que el reposo tiene carcter temporal, relativo, no es sino un momento del movimiento. Ahora bien, en qu aspecto y formas existe el movimiento? Formas del movimiento de la materia Los materialistas anteriores a Marx tambin reconocieron el carcter universal del movimiento de la materia, pero lo comprendieron de manera limitada, metafsica. No4

F. Eugels, Anti-Dihring, ed. cit., pg. 57.

enlazaron el movimiento con los cambios, con el desarrollo de los cuerpos, Y en muchos casos se lo imaginaron nicamente como una traslacin mecnica en el espacio. El materialismo dialctico no reduce la diversidad de formas de movimiento slo al mecnico o de otro tipo cualquiera, sino que lo liga con el cambio y el desarrollo de los cuerpos, con el surgimiento de lo nuevo y la desaparicin de lo viejo. Entiende el movimiento como cambio de toda ndole, como cambio en general, que abarca todos los procesos que se operan en el universo, desde los ms simples desplazamientos mecnicos hasta un proceso tan complicado como el pensamiento humano. Son muchos los tipos y formas de movimiento. Apoyndose en las conquistas de las ciencias naturales, el materialismo dialctico lo clasifica y destaca de su multitud varias formas fundamentales, principales. La primera clasificacin cientfica de las formas de movimiento de la materia se debe a Engels. ste incluy entre ellas el movimiento mecnico, el fsico, el qumico, el biolgico y el social, vinculando cada uno de ellos con un tipo determinado de materia (el mecnico, con los cuerpos celestes y terrestres, el fsico, con las molculas, etc.). La clasificacin de las formas fundamentales del movimiento ofrecida por Engels conserva su valor cientfico hasta nuestros das. No obstante, los novsimos xitos de la ciencia han enriquecido considerablemente los conocimientos que tenemos sobre esas formas. En el siglo XIX se entenda por movimiento mecnico principalmente la traslacin de los cuerpos macroscpicos en el espacio. Actualmente se ha establecido que la traslacin en el espacio es inherente a todos los entes materiales, desde las partculas "elementales" hasta los organismos vivos. No se debe ligar el movimiento mecnico slo con un tipo de materia, con los cuerpos macroscpicos, o sea, visibles. Este movimiento es inherente a cualquier tipo de materia, a cualquier otra forma de movimiento, a pesar de que en ciertas formas no mecnicas presenta un carcter subordinado, accesorio. Las nociones de la forma fsica del movimiento de la materia se han profundizado y enriquecido mucho, sobre todo porque la fsica ha estudiado muy profundamente el tomo. Se han descubierto as, y se estn estudiando, tipos de movimiento fsico anteriormente desconocidos, como el intraatmico y el intranuclear. Engels vinculaba principalmente la forma fsica del movimiento con los procesos moleculares. A la luz de los datos contemporneos esta forma abarca muchsimos fenmenos: trmicos, elctricos, magnticos, intraatmicos e intranucleares, numerosos procesos de los cuerpos slidos, lquidos y gaseosos ligados al movimiento de las partculas "elementales", etc. La forma qumica del movimiento de la materia es la de la unin y desunin de los tomos, a causa de lo cual se forman o desintegran las molculas que constituyen todas las combinaciones qumicas. Los procesos qumicos van acompaados del movimiento de los electrones, que forman la capa exterior de los tomos. Las formaciones qumicas estn muy extendidas tanto en la naturaza inorgnica como en la orgnica. Una de las formas ms complejas del movimiento de la materia es el biolgico. Comprende toda la variedad de procesos que trascurren en los organismos vivos. Estos procesos estn ligados con los cuerpos albuminosos, portadores de la vida, cuya propiedad inherente es el metabolismo. Debido al metabolismo se produce una renovacin constante de la composicin qumica de las albminas, lo que constituye precisamente la particularidad principal de lo vivo. Forma aun ms elevada del movimiento de la materia es el movimiento social, la historia de la sociedad humana. Esta forma se distingue esencial y cualitativamente de

todas las precedentes. Aparecio con el surgimiento de la sociedad. Su particularidad ms importante es el proceso de la produccin material, que determina todos los otros aspectos de la vida social. Las formas del movimiento de la materia guardan una conexin recproca y son inseparables. La base de su unidad y concatenacin es la unidad material del mundo. En condiciones adecuadas, una forma de movimiento se puede trasformar en otra. As, el movimiento mecnico produce calor, sonido, luz, electricidad y otros tipos de movimiento fsico. La interaccin de procesos fsicos da lugar a trasformaciones qumicas y los procesos qumicos originan en determinadas condiciones la vida orgnica. Asimismo, formas inferiores del movimiento de la materia son forzosamente inherentes a la forma superior. Por ejemplo, el movimiento biolgico est ligado con determinados procesos mecnicos, fsicos y qumicos. Sin embargo, no se deben reducir las formas superiores a las inferiores. La forma superior posee sus leyes particulares que la distinguen de las inferiores y determinan su originalidad cualitativa. As, las leyes que rigen el metabolismo distinguen la vida orgnica de la naturaleza inanimada. En lo que respecta a los procesos mecnicos, fsicos y qumicos inherentes a los organismos, no tienen en este caso carcter independiente y estn subordinados al proceso principal del organismo: al metabolismo. As, pues, lo principal en la concepcin materialista dialctica del movimiento es reconocer el carcter absoluto y universal del movimiento, teniendo forzosamente en cuenta la singularidad cualitativa de cada una de sus formas, la facultad de estas formas para convertirse unas en otras y la imposibilidad de reducir las formas superiores del movimiento a formas inferiores. Los que separan la materia del movimiento Ya hemos hablado anteriormente de que no puede haber estado muerto, inmvil, de la materia, y que sta y el movimiento son inseparables. Ms aun, hay quien trata de imaginar la materia sin movimiento, de separar la una de lo otro. Tales son, por ejemplo, los que sustentan la teora de la muerte trmica del universo, quienes, tergiversando los datos de la ciencia, hablan del "fin" futuro del mundo, de la "desaparicin" de todo lo existente. Parten del hecho, establecido hace ya mucho por la ciencia, de que todos los tipos de energa se trasforman fcilmente en calor, en tanto que el proceso inverso presenta determinadas dificultades y requiere gastos suplementarios de energa. Es sabido asimismo que todo cuerpo calentado y puesto en un medio de menor temperatura, se enfra, traspasndole su calor. Los adeptos a la teora de la muerte trmica del universo hacen extensivos esos principios fsicos a todo el universo y sacan la conclusin de que todos los astros incandescentes trasmitirn con el tiempo su calor al fro espacio csmico, y de este modo el universo llegar a un estado de "equilibrio trmico", de "muerte trmica", ser una monstruosa acumulacin de cuerpos congelados. Todas las formas del movimiento de la materia se convertirn en la forma trmica, que ser incapaz de trasformaciones sucesivas. La materia perder la facultad de moverse. A pesar de que esta teora ya fue criticada y rechazada por Engels5 los idealistas y clericales la siguen defendiendo en nuestros das, tratando de utilizarla como "prueba" del mito religioso del "fin" del mundo.5

F. Engels, Dialctica de la naturaleza, Ed. Problemas, Bs. As, pgs. 18 y sigs.

La teora de la muerte trmica del universo es totalmente falsa desde el punto de vista cientfico. No tiene en cuenta la ley de la conservacin y trasformacin de la energa, que afirma no slo la indestructibilidad cuantitativa del movimiento, sino tambin la cualitativa. El movimiento no puede existir en una sola forma, Con menor motivo an puede haber un estado inmvil de la materia, sea, un estado en el que el movimiento cesa de trasformarse, de pasar de una forma a otra. La conversin de las formas del movimiento es tan natural y est tan sujeta a leyes como la conservacin cuantitativa del movimiento en esas conversiones. Las novsimas conquistas de la astronoma nos ensean que en el universo la rotacin infinita de la materia no cesa un instante. En algunos mbitos del espacio csmico, la materia y la energa disipan, en otros vuelven a encontrarse, dando origen a nuevos cuerpos celestes. El acadmico sovitico Ambartsumin ha establecido que en nuestros das tambin se forman nuevas estrellas, y no a una, sino por grupos enteros (asociaciones). Esto demuestra que no puede haber estado inmvil de la materia. En ese caso, no existir tal vez el movimiento por s solo, sin portador material alguno? Esto es lo que piensan los representantes del llamado energetismo, tendencia de la filosofa y las ciencias naturales que surgi a fines del siglo XIX y comienzos del XX Reducen la materia al movimiento, a energa y eso no es otra cosa que renunciar al reconocimiento de la materia o sea, idealismo puro. Los modernos defensores del "energetsmo" muestran particular empeo en propagar el idealismo. Falsifican las novsimas conquistas de la ciencia y hablan de la "aniquilacin" de la materia, de la trasformacin de sta en energa pura. Con ese fin interpretan de manera idealista, por ejemplo, la trasformacin del par de partculas "elementales" (electrn y positrn) en fotones, partculas del campo electromagntico (luz). Consideran a la luz como energa "pura", sin materia, y de all infieren la errnea deduccin de que en este caso la materia desaparece, se convierte en energa. Pero nosotros sabemos ya que el fotn es una partcula del campo, materia de singular ndole. La conversin del electrn y el positrn en fotones, no es una trasformacin de la materia en energa, sino la conversin de un tipo de materia, la sustancia, en otro tipo de materia, el campo. Los adelantos de la fsica moderna y sobre todo la ley de la interdependencia de la masa y la energa, descubierta a principios de siglo por el eminente fsico Alberto Einstein (1879-1955), demuestran la completa inconsistencia del "energetismo". Segn esa ley, la masa de un cuerpo depende siempre de la cantidad de energa respectiva. Es difcil establecer esa dependencia con velocidades relativamente pequeas, pero si el cuerpo se mueve con una velocidad prxima a la de la luz, que es la que poseen las partculas "elementales" en las trasformaciones nucleares, el incremento de su masa es notable. La variabilidad de la masa en relacin con la velocidad del movimiento se confirma experimentalmente. Pero la masa es la medida de la materia y la energa, la del movimiento. Por lo tanto, la mencionada ley revela una conexin directa, la unidad de la materia y el movimiento. De lo expuesto se infiere que no hay ni puede haber materia sin movimiento ni movimiento "puro", desligado de la materia. La materia y el movimiento son inseparables. EL ESPACIO Y EL TIEMPO Concepto filosfico de espacio y tiempo

Si observamos atentamente los objetos que nos rodean, vemos que cada uno de ellos no slo est en movimiento, sino que posee extensin, dimensiones. Algunos son mayores, otros menores, pero todos tienen longitud, anchura y altura, ocupan determinado lugar, tienen volumen. Sin embargo los objetos de la naturaleza no slo poseen extensin, sino que estn situados de cierto modo. Unos estn ms cerca o ms lejos, ms altos o ms bajos y ms a la derecha o a la izquierda que otros con relacin a nosotros. La propiedad universal de los cuerpos materiales de poseer extensin, ocupar un lugar determinado y estar situados de cierta manera entre objetos del mundo, constituye el concepto filosfico de espacio. Los objetos no slo existen en el espacio, sino que se siguen unos a otros, se suceden en determinado orden. Cualquier objeto tiene duracin, comienzo y fin. En el desarrollo de cada uno se distinguen determinadas fases y estados. Mientras algunos comienzan a surgir, otros llevan ya cierto tiempo de existencia y otros caducan. La propiedad universal de los procesos materiales de trascurrir uno tras otro con determinada continuidad, tener duracin y desarrollarse por etapas y fases, constituye el concepto filosfico de tiempo. El espacio y el tiempo son las formas universales de existencia de la materia. Lenin escribi: En el universo no hay ms que materia en movimiento, y la materia en movimiento no puede moverse de otro modo que en el espacio y en el tiempo6 La propiedad ms importante del espacio y el tiempo es su objetividad, o sea que son independientes de la conciencia del hombre, cosa completamente natural, pues siendo las formas fundamentales de la materia realmente existente, no pueden menos de ser objetivas. El idealismo niega la objetividad del espacio y el tiempo. Los idealistas subjetivos consideran que estas categoras son producto de la conciencia del hombre, Desde el punto de vista de los idealistas objetivos, el espacio y el tiempo han sido originados por la idea absoluta, por el espritu universal. En su obra Materialismo y empiriocriticismo Lenin mostr de manera convincente la inconsistencia de esas opiniones. Si se cree a los idealistas de que el espacio y el tiempo son nicamente productos de la razn humana -deca-, cmo interpretar el hecho indiscutible y demostrado por la ciencia de que la tierra exista en el tiempo y en el espacio an antes de que apareciera el hombre? La tierra existe desde hace miles de millones de aos, y el hombre moderno slo varias decenas de miles. Resulta claro que no se puede hablar siquiera de "creacin" del espacio y el tiempo por el hombre, lo mismo que de la mstica idea absoluta o espritu universal, inventados por los idealistas. Al afirmar la objetividad del espacio y el tiempo, el materialismo dialctico descubre asimismo otras propiedades ms generales de estos fenmenos, partiendo de que esas propiedades estn determinadas por la naturaleza de la propia materia. As, la eternidad e infinitud de la materia determinan la eternidad del tiempo y la infinitud del espacio, lo que significa que no han tenido principio ni tendrn fin. La ciencia moderna penetra en la lejana csmica y abarca enormes perodos de tiempo. Los astrnomos, por ejemplo, estudian con potentes radiotelescopios los cuerpos materiales alejados de la tierra a miles de millones de anos luz. Si se tiene en cuenta que la luz se propaga el la velocidad de 300.000 kilmetros por segundo, la distancia de mil millones de aos luz se expresar con la cifra de 9,5 ms veintin ceros, o sea, nueve mil quinientos trillones de kilmetros. Sin embargo por grandes que sean estas distancias, son insignificantes6

V. I. Lenin, "Materialismo y empiriocriticismo", en Obras Completas, XIV, ed. cit., pg. 174.

comparadas con la magnitud del universo infinito. De la misma manera resultan insignificantes, con respecto a la eternidad del universo, los inmensos perodos de tiempo, expresados en miles de millones de aos, con que opera la geologa moderna. La particularidad especfica del espacio como forma de existencia de la materia es su carcter tridimensional, Esto significa que cualquier cuerpo material tiene tres dimensiones: longitud, ancho y altura. Puede moverse, por lo tanto, en tres direcciones recprocamente perpendiculares. A diferencia del espacio, el tiempo tiene una sola dimensin. Por eso todos los cuerpos se desarrollan en el tiempo nada ms que en una direccin: del pasado al futuro. El tiempo es irreversible, trascurre nicamente hacia adelante. Es imposible hacer que su curso retroceda se detenga, que el pasado retorne se mantenga inmutable. Los polticos reaccionarios de Occidente, que tratan de volver atrs la rueda de la historia y mantener el capitalismo, no quieren resignarse a este hecho natural. No obstante el proceso histrico es irreversible, y el mundo del siglo XX ya no es el del siglo XIX. Son otros los tiempos y es otra la correlacin de fuerzas en el movimiento social. En la sociedad moderna existen fenmenos nuevos como el socialismo que muestran que el movimiento del pensamiento, y de las condiciones objetivas de la produccin social estn cambiando y permiten superar los lmites del capitalismo. Nociones de espacio y tiempo en las ciencias naturales Las nociones que las ciencias naturales tienen de las propiedades del tiempo y del espacio de los objetos materiales concretos se deben distinguir de los conceptos filosficos de espacio y tiempo como formas universales de existencia de la materia. Con el progreso de la ciencia, esas nociones se desarrollan y precisan descubrindose nuevas propiedades del espacio y el tiempo y establecindose de manera ms determinada la dependencia que estas propiedades tienen respecto de la naturaleza material de los cuerpos. As, al reconocer la objetividad del espacio y el tiempo la mecnica clsica los separaba de la materia, considerndolos absolutamente homogneos e inmutables. Isaac Newton (1642-1727) por ejemplo, fundador de le esta mecnica, se imaginaba el espacio como un inmenso recipiente en el que las cosas estaban colocadas con determinado orden pero sin guardar ninguna relacin con l. Newton consideraba que las propiedades de espacio de todos los cuerpos del universo eran idnticas y quedaban totalmente agotadas con la geometra de Euclides, la misma que todos hemos estudiado en la escuela, a la que consideraba como la nica posible y absoluta. En cuanto al tiempo, tena de l la misma concepcin metafsica, El matemtico ruso Lobacheoski (1792-1856) ide una geometra nueva, denominada no euclidiana, que refut las ideas metafsicas del espacio y ampli nuestras nociones sobre las propiedades espaciales de los cuerpos. Lobachevski lleg a la conclusin de que las propiedades del espacio en diversos mbitos de universo eran distintas y dependan de la propia naturaleza de los cuerpos fsicos y de los procesos materiales que se operaban en ellos. Persuadido de que en la naturaleza existen cuerpos cuyas propiedades de espacio no encajan en el marco de la geometra de Euclides, hall esas nuevas propiedades, demostrando, entre otras cosas, que la suma de los ngulos de un tringulo en algunas superficies no es igual a 1800, como en la geometra euclidiana, sino menor.

La teora moderna de las ciencias naturales sobre espacio y tiempo es la teora de la relatividad, debida a Einstein, que descubre el nexo dialctico existente entre el espacio y el tiempo, y entre ellos y la materia en movimiento. La denominada teora especial de la relatividad establece la dependencia que las propiedades de espacio y tiempo de los cuerpos tienen con la velocidad de su movimiento. Es imposible advertir esa dependencia a velocidades relativamente pequeas, puesto que el cambio de esas propiedades slo se puede registrar a velocidades prximas a la de la luz. La teora de la relatividad afirma que a tales velocidades la longitud de un cuerpo en movimiento, con respecto a la de otro que esta en reposo, disminuye a medida que la velocidad aumenta. Con la particularidad de que el tiempo tampoco permanece inmutable: a medida que la velocidad aumenta, el trascurso del tiempo es ms lento. Estas deducciones se confirman experimentalmente, Por ejemplo, un mesn (partcula "elemental" que surge de la desintegracin del ncleo atmico) existe muy poco tiempo, pero si la velocidad de su movimiento se acelera, se prolonga el tiempo de su "vida". Segn la teora de la relatividad, el espacio y el tiempo no cambian cada uno por su lado, sino indisolublemente ligados entre s. Esta vinculacin es tan estrecha, que forman un todo inseparable, de tal modo que el tiempo adquiere la funcin de cuarta medida, adems de las tres del espacio. La teora de la relatividad brinda tambin una expresin rigurosamente matemtica del nexo orgnico existente entre el espacio y el tiempo. La teora general de la relatividad ha demostrado que las propiedades de espacio y tiempo dependen asimismo de la masa de la materia. El espacio cambia o, como se dice en fsica, se deforma cerca de los cuerpos que poseen masa colosal y gran fuerza de atraccin. Paralelamente cambia tambin el tiempo: trascurre con ms lentitud. A primera vista estas deducciones parecen contradecir nuestras concepciones corrientes de las propiedades del tiempo y el espacio, pero son verdicas, y los experimentos las confirman. Lo inslito de su carcter confirma que, en lo que respecta al conocimiento, no puede uno limitarse a las nociones acostumbradas, sino que se debe ir ms lejos, calar ms hondo, poner de manifiesto cun complejo y multiforme es el mundo material. Como se ve, las nociones que las ciencias naturales tienen sobre las propiedades de tiempo y espacio son variables. No obstante, esta variabilidad no menoscaba en modo alguno la afirmacin del materialismo dialctico de que existen objetivamente. Por el contrario, cada nuevo xito de la ciencia confirma la objetividad del tiempo y el espacio y su vinculacin indestructible con la materia y el movimiento. Captulo V LA MATERIA Y LA CONCIENCIA En el capitulo anterior hemos visto qu es la materia y en qu formas existe. Hemos determinado tambin que la materia existe fuera de la conciencia del hombre e independientemente de l. Pero qu es la conciencia, qu relacin tiene con la materia y cmo surge? Examinemos estas cuestiones. LA CONCIENCIA, PROPIEDAD DE LA MATERIA SUPERIORMENTE ORGANIZADA

Antes de hablar de la esencia de la conciencia debemos recordar que en la actividad conciente, espiritual, del hombre, se incluyen sus pensamientos y sentimientos, su voluntad y carcter, sus sensaciones y concepciones, sus opiniones, etc. Cul es, pues, la fuente y la naturaleza de todos estos fenmenos? Las ciencias naturales y la filosofa han tenido que recorrer un largo e intrincado camino antes de poder dar una respuesta correcta a esa cuestin. La ciencia moderna ha demostrado que la conciencia es el resultado de una larga evolucin de la materia. La materia, la naturaleza, han existido siempre; el hombre es resultado del desarrollo relativamente tardo del mundo material. Para que el desarrollo de la materia diera lugar al nacimiento del hombre, capaz de pensar, han hecho falta muchos millones de aos. La conciencia es un producto de la naturaleza, una propiedad de la materia, pero no de toda ella, sino solamente del cerebro humano, que es la mas altamente organizada. Puesto que apareci como consecuencia del desarrollo de la materia, la conciencia est indisolublemente ligada con ella. Es inseparable de la materia pensante, el cerebro, del cual es una propiedad. Los fisilogos rusos Schenov (1829-1905) y Pvlov (18491936) establecieron que toda la actividad psquica est basada en determinados procesos materiales, fisiolgicos, que se producen en el cerebro humano, y sobre todo en la corteza de los grandes hemisferios cerebrales. La alteracin del funcionamiento normal o una lesin del cerebro debida a enfermedades, traumas u otras causas, provoca una aguda perturbacin de la actividad mental del hombre y el trastorno de la psiquis. Basndose en numerosos datos experimentales, Pvlov llego a la conclusin de que "...la actividad psquica es el resultado del funcionamiento fisiolgico de una masa determinada del cerebro... " La teora de Pvlov sobre la actividad nerviosa superior es una magnfica confirmacin de la tesis bsica del materialismo dialctico acerca de que la conciencia depende de la materia. Ha demostrado que el cerebro y los procesos fisiolgicos que se operan en l son el sustrato (la base) de la conciencia humana, condicin material sin la cual es imposible el pensamiento. Pero es suficiente el cerebro humano solo para que acte la conciencia? Puede el hombre pensar por si mismo, independientemente de la influencia que el mundo circundante ejerza en l? No. El cerebro por s solo no es capaz de pensar. Pvlov deca que el cerebro no es un piano del que se pueden sacar todas las melodas que uno quiera. La conciencia est indisolublemente ligada con el medio material que circunda al hombre y no puede actuar sin su influencia. Las sensaciones visuales, auditivas, olfativas, etc., surgen en el cerebro nicamente por efecto de los objetos existentes realmente, de los colores, olores, sonidos y otras propiedades que les son inherentes. Los objetos y sus propiedades excitan los rganos de los sentidos, y las excitaciones se trasmiten por los canales nerviosos a la corteza de los grandes hemisferios del cerebro, donde surgen las sensaciones respectivas. A base de las sensaciones se forman las percepciones, las ideas, los conceptos y otras formas del pensamiento, todos los cuales son slo imgenes, reflejos ms o menos exactos de los objetos y fenmenos realmente existentes. Fuera de ellos, las imgenes no pueden surgir en la conciencia del hombre. Por tanto, la particularidad especfica de la conciencia, como propiedad del cerebro, consiste en su capacidad para reflejar el mundo material. As, pues, podernos responder a la pregunta hecha en un principio sobre la naturaleza de la conciencia, diciendo que la conciencia del hombre es una propiedad singular del cerebro, que es la materia mejor organizada, para reflejar la realidad material. Inconsistencia del materialismo vulgar y del idealismo

Si la conciencia es inseparable de la materia altamente organizada y producto de ella, no ser una variedad de la materia, no ser idntica a ella? As precisamente opinan los materialistas vulgares7 apoyndose en el hecho de que la conciencia y la materia estn ligadas entre s, las consideran idnticas. Vogt deca que el cerebro secreta la idea y que sta guarda aproximadamente la misma relacin con el cerebro que la bilis con el hgado. De completo acuerdo con los adelantos de las ciencias naturales, el materialismo dialctico rechaza esa concepcin. Aunque la conciencia est relacionada con determinados procesos fisiolgicos materiales, no se la puede reducir a esos procesos. La idea es inseparable de la materia, del cerebro, pero no se la puede identificar con ella. Lenin consideraba que llamar material a la idea es dar un paso desatinado hacia la confusin del materialismo con el idealismo. La idea no es una cosa, no se la puede ver ni fotografiar. Es la imagen de los objetos, y los fenmenos del mundo, pero no una imagen material, sino ideal. No es una simple fotografa de la realidad ni una copia inanimada de ella, sino la realidad trasformada adecuadamente en la cabeza del hombre. Marx escribi que el pensamiento, lo ideal, no es, por el contrario, ms que lo material traspuesto a la cabeza del hombre y trasformado en ella8 La realidad influye en el hombre y siempre pasa a travs del prisma de las leyes particulares del pensamiento, tales como el anlisis, la sntesis, la generalizacin, etc. El hombre se distingue de los animales porque es capaz de pensar, o sea, reflejar activamente la realidad, influir en ella, proponerse diversos fines y tratar de conseguirlos. Al rechazar la concepcin materialista vulgar, el materialismo dialctico considera asimismo profundamente errnea la afirmacin de que la conciencia y el pensamiento son inherentes a toda la materia. Espinosa, por ejemplo, opinaba que la conciencia es un atributo tan necesario de toda la naturaleza como la gravitacin y la corporeidad. Lo errneo de ese punto de vista estriba en que desconoce las diferencias cualitativas existentes entre la materia inanimada y la orgnica, sobre todo la pensante. Lenin opinaba que la sensacin claramente manifiesta es slo inherente a las formas orgnicas superiores de la materia, en tanto que sta en su totalidad no posee otra propiedad que la de reflejar, o sea, la facultad de responder de una manera determinada a las influencias externas. Esta propiedad es en cierta medida afn, mas no idntica, a la sensacin, razn por la cual no se puede considerar a la conciencia como propiedad de toda la materia. Actualmente, con motivo de los xitos alcanzados por la ciberntica, se han reavivado los intentos de atribuir facultad de pensamiento a objetos de la naturaleza inanimada. A base de esta nueva ciencia, que estudia diversos sistemas y procesos de mando, se han construido mquinas sorprendentes. Unas son capaces de dirigir aviones, trenes o complicados procesos de produccin; otras, de traducir textos de un idioma a otro, de hacer complicadsimas operaciones matemticas, etc. Tales mquinas pueden recibir datos ("informacin") de distinto gnero del exterior, "recordarlos", elaborarlos y ejecutar complicadas operaciones. Esto ha dado pie a algunos cientficos para atribuirles la facultad de sentir y hasta de pensar. En realidad ninguna mquina automtica, ni aun la ms perfecta, posee la facultad de sentir, sin hablar ya de la de pensar. El sentimiento y el pensamiento son inherentes slo al ser humano, que es producto de la larga evolucin del mundo material y, ante todo, del medio social. El hombre se eleva por encima de la naturaleza, conoce la realidad que7

El materialismo vulgar es una corriente filosfica que surgi en Alemania a mediados del siglo XIX. (Ed.) 8 C. Marx, El Capital, Tomo I. Ed. Cartago. Buenos Aires, 1956, pg. 14. (Ed.)

lo circunda, influye activamente sobre ella y la trasforma. Cuenta con inagotables posibilidades creadoras y crea grandes valores culturales. La mquina est desprovista de todo eso. Es obra del ingenio y las hbiles manos del hombre, quien en ltima instancia dispone y estipula con antelacin todas sus funciones y "capacidades", por complicadas y admirables que parezcan. Por consiguiente, la conciencia y la materia no se deben identificar. Entonces no es posible que exista la conciencia independiente de la materia? Esto es lo que opinan los idealistas, partiendo, de la espiritualidad de la conciencia. Segn ellos, si el pensamiento es ideal, no es una cosa, por lo tanto no se lo puede encontrar en el cerebro humano, no est ligado con la materia, o sea, con el cerebro, sino que posee existencia independiente. No slo parece independiente de la materia, sino que la "crea" los idealistas no quieren ver tras el pensamiento su prototipo: las cosas y los objetos del mundo real. Las tentativas de separar el pensamiento del cerebro son completamente desatinadas. Lenin llamo acertadamente filosofa sin cerebro a la que emprende esas aventuras y afirma que el pensamiento existe sin el cerebro. Las ciencias naturales, escribi, insisten en demostrar que la conciencia no existe independiente del cuerpo, en que es secundaria, una funcin del cerebro, de1 reflejo del mundo exterior. Tampoco se deben contraponer de un modo absoluto la materia y la conciencia, pues sta es la propiedad de la materia altamente organizada y surge y se desarrolla bajo la influencia de factores materiales. Por otra parte, una vez surgida, la conciencia cobra cierta independencia e influye activamente en el desarrollo del mundo material. Ahora nos detendremos en el problema del origen y desarrollo de la conciencia. LA CONCIENCIA, PRODUCTO DEL DESARROLLO DE LA MATERIA, SU ORIGEN Y DESARROLLO. Como ya se ha dicho, la propiedad general de reflejar, o sea, la facultad de alterarse por efecto de estmulos fenmenos externos, es inherente a la materia en su totalidad. El reflejo est siempre ligado con la interaccin de dos (o ms) cuerpos: el que obra y el que experimenta la accin. Por eso, el carcter del reflejo depende de excitaciones externas y del estado interior del cuerpo que reacciona ante esos estmulos. Si observamos en ese plano un cuerpo inanimado, un organismo vivo y al hombre veremos que reflejan el mundo de distinta manera. El cuerpo inanimado lo hace mediante un reflejo simple, pasivo. No distingue los factores del medio ambiente, no toma de l los que les son favorables ni es capaz de preservarse de los desfavorables. El cuerpo vivo reacciona de distinto modo a los estmulos exteriores. Se adapta al medio ambiente, reacciona de diversa manera a los diferentes estmulos exteriores, aprovechando los factores propicios y eludiendo los innecesarios y nocivos. Solamente gracias a esta adaptacin adecuada al medio ambiente el organismo vive y se desarrolla. En cambio, el hombre es capaz de reflejar concientemente la realidad, pues posee una forma de reflejo superior, cualitativamente nueva. No se adapta simplemente al medio ambiente, sino que influye en l y lo trasforma a base de los conocimientos adquiridos. Por lo tanto, establecer el origen de la conciencia significa observar de qu modo el reflejo inerte, pasivo, por efecto del trancito de la materia inanimada a la viva, y de sta a la pensante, al cerebro humano, se trasforma en reflejo activo, selectivo, inherente a lo vivo, y cmo de este reflejo se desarrolla la facultad de pensar. De la materia inanimada a la materia viva, y de esta a la pensante.

Las ciencias naturales disponen de muchos datos demostrativos de que la naturaleza viva procede de la inanimada, de la inorgnica. Entre ellas no existe ninguna barrera infranqueable. El anlisis qumico ha demostrado que tanto los cuerpos inanimados como los organismos vivos estn formados por los mismos elementos qumicos. Los organismos poseen gran cantidad hidrgeno, oxgeno, nitrgeno y, sobre todo, carbono, que constituye la base de su composicin qumica y de los productos de su actividad vital. La ciencia admite la hiptesis de que en la materia gaseoso-pulverulenta primaria de que se form nuestro planeta haba combinaciones simplsimas de carbono con hidrgeno y otras sustancias, los hidratos de carbono, de los que se constituyeron posteriormente combinaciones orgnicas ms complejas. El contacto y la reaccin mutua de las combinaciones qumicas las volvieron cada vez ms complejas, hasta que formaron los aminocidos, elementos fundamentales de la molcula de albmina. A medida que se diferenciaban y complicaban las sustancias orgnicas, su facultad de reflejar se fue haciendo tambin ms variada. Trascurrieron centenares de millones de aos hasta que las molculas de esta albmina qumica primaria, constituida por aminocidos, se convirtieran en cuerpo albuminoideo vivo y adquirieran con ello aptitud para el metabolismo, rasgo fundamental de lo viviente. En un principio, estas albminas y otras complejas combinaciones orgnicas se mezclaban con sales inorgnicas y originaban coacervatos, mezclas a modo de gotas susceptibles de practicar el metabolismo con el medio acuoso circundante y absorber otras sustancias orgnicas. Posteriormente, de los coacervatos ms estables se form la complejsima albmina plurimolecular, apta para la vida. Al caer en un medio propicio y empezar el metabolismo, la albmina se convierte en organismo. El metabolismo es un proceso contradictorio de asimilacin (de sustancias alimenticias del medio exterior y trasformacin de stas en clulas y tejidos vivos del organismo) y desasimilacin (descomposicin, destruccin de este tejido vivo). Este proceso es inherente slo a la albmina viva, al organismo. El metabolismo y la autorrenovacin constante distinguen al organismo vivo ms simple del cuerpo inanimado ms complejo. Slo alimentndose, o sea, asimilando sustancias alimenticias y segregando los productos de su desintegracin, el organismo puede vivir y desarrollarse. La vida es el modo de existencia de los cuerpos albuminoideos, modo cuyo momento esencial es el intercambio continuo de sustancias con la naturaleza exterior que los rodea, cesando la vida tan pronto como cesa ese intercambio (...)9 El nacimiento de los simplsimos organismos primigenios supuso un paso enorme en el desarrollo del reflejo, propiedad general propia de la materia, y en la formacin de la conciencia. El reflejo de la realidad, peculiar de la naturaleza inanimada, se trasform en un reflejo de nueva cualidad, en el reflejo biolgico. La forma ms simple del reflejo biolgico es la excitabilidad inherente a todos los organismos e instrumento de orientacin y adaptacin al medio circundante. Las plantas, por ejemplo, son muy sensibles a la luz solar. Se estiran, en el sentido literal de la palabra, hacia ella, pues la luz es su fuente de vida. La ameba, simplsimo organismo unicelular, reacciona a los estmulos alimenticios, pero no actan si ella acaba de absorber un alimento; lo que quiere decir que la ameba, como cualquier otro organismo que posea excitabilidad no refleja el mundo exterior de manera indiferente sino selectiva. El organismo opta por los estimulantes tiles y necesarios y elude los nocivos e innecesarios. Sin embargo, su selectividad es escasa. Carece an de rgano,9

F. Engels Dialctica de la Naturaleza, Ed. cit., pagina 244. (Ed.)

tejidos y clulas especializadas en excitaciones de tipos determinados. Responde a las excitaciones externas con todo su ser. En el curso de la evolucin posterior y corno resultado de la complicacin de los propios organismos y de las condiciones exteriores de se existencia, sobre la base de la excitabilidad surgi otra forma ms elevada de reflejo: la sensacin. Como escribiera Lenin, la energa de la excitacin exterior se trasforma, en la sensacin, en un hecho de la conciencia. Igual que la excitabilidad, la sensacin es resultado de la influencia que el mundo exterior ejerce sobre el organismo, pero en este caso se ampla considerablemente el crculo de los agentes exteriores a los que el organismo responde de una u otra manera. El organismo reacciona ahora a los colores, los olores y los sonidos, percibe el gusto, siente el fro, el calor y la humedad y responde a las excitaciones mecnicas, fsicas y otra ndole. En l aparecen tambin rganos capaces de registrar nicamente un grupo determinado de estmulos exteriores (color, sonido, olor, etc.). En lo sucesivo, a medida que los organismos se desarrollan, sus sensaciones se van haciendo ms ricas y diversas. Aumenta su adaptabilidad al medio circundante y surge un rgano especial que lo enlaza con el exterior: sistema nervioso central. La ciencia biolgica ha expuesto la teora de los reflejos, que muestra claramente la desigual capacidad de los animales inferiores y superiores para reflejar el mudo circundante y amoldarse al medio. Los reflejos son las reacciones con que el organismo responde a1 los estmulos exteriores. Se dividen en condicionados y no condicionados. Los reflejos no condicionados son inherentes a todos los organismos, tanto a los inferiores como a los superiores. Son congnitos y hereditarios. Un ejemplo de reflejo de esta clase es la accin de quitar la mano al tocar un objeto caliente. Una combinacin compleja de los reflejos no condicionados origina los instintos (sexual, alimenticio, etc.), que desempean un importante papel en la vida y desarrollo del organismo. Los animales superiores poseen adems, reflejos condicionados, que presentan carcter temporal y se formas en determinadas condiciones. Si, por ejemplo se da de comer a un perro al mismo tiempo que se toca un timbre, llegar un momento en que el perro reaccionar al sonido del timbre lo mismo que al ver la comida: segregar saliva. En su cerebro se ha formado una conexin temporal: el timbre es la seal de la comida. Todos los reflejos condicionados se forman segn el mismo principio. Merced a ellos el organismo se adapta muy sutilmente al medio ambiente y reacciona sensiblemente a sus estmulos. Los reflejos condicionados, que adquieren particular importancia para el organismo, se afianzan, se convierten en no condicionados y, en base a stos, surgen otras conexiones temporales, parte de las cuales vuelve a afianzarse. As, se oper, durante la evolucin de los organismos vivos, el progreso incesante de la psiquis, que dio lugar en ltima instancia a que la materia sensitiva adquiera la facultad de pensar. Funcin decisiva del trabajo en el surgimiento de la conciencia La facultad sensitiva es inherente tanto al hombre como a los animales superiores. Segn la teora de Pvlov, esta facultad se apoya en una base fisiolgica comn al hombre y los animales: en el primer sistema de seales, mecanismo por medio del cual el organismo reacciona a las excitaciones directas de objetos y fenmenos concretos. Estos objetos son las nicas seales para los animales, excitan sus rganos de los sentidos y suscitan en su sistema nervioso las sensaciones respectivas. Pero las sensaciones de los hombres, a diferencia de las de los animales, estn siempre iluminadas con la luz del entendimiento. El hombre posee la facultad del pensamiento abstracto, o sea, de reflejar sintetizada la realidad en conceptos expresados con palabras. Toda palabra significa un objeto determinado, con el que est indisolublemente ligada.

Por eso el hombre responde a las palabras lo mismo que a las excitaciones directas de los objetos. As como las primeras seales son los propios objetos, las palabras que los expresan adquieren el oficio de seales secundarias. Como dijo Pvlov, son "las seales de las seales". Llam segundo sistema de seales al mecanismo fisiolgico por cuya mediacin el hombre reacciona a las palabras, al habla. Este sistema es inherente slo al hombre. Los dos sistemas de seales tienen una ligazn orgnica, por los que permite al hombre conocer la realidad a fondo y en todos los aspectos. En suma, queda claro que la conciencia del hombre es cualitativamente distinta a la psiquis animal. A qu se debe esa diferencia? A que la psiquis de los animales es nicamente producto del desarrollo biolgico, en tanto que la conciencia del hombre es resultado del desarrollo histrico social. Las sensaciones del hombre se distinguen cardinalmente de las de los animales. El ojo del guila ve mucho ms lejos que el del hombre, pero el de este ve en las cosas mucho ms que el del guila Marx consideraba que la formacin de cinco rganos sensorios en el hombre es producto de toda la historia universal. A base de la prctica histrico-social se desarrollaron su odo musical, sus ojos, capaces de percibir la hermosura de la naturaleza, su fino gusto y otros rganos de los sentidos. El factor decisivo del origen del hombre y de la formulacin y desarrollo de su conciencia fue el trabajo, la actividad material de produccin. Como escribiera Engels, el trabajo ha creado al propio hombre10 Merced al trabajo nuestro remoto antepasado, el hombre salvaje, adquiri aspecto humano. El trabajo le proporcion alimentos, prendas de vestir y vivienda, y no lo protegi nicamente contra las fuerzas espontneas de la naturaleza, sino que le permiti dominarlas, someterlas a su voluntad. Con el trabajo el hombre se trasformo y cambio la faz de nuestro planeta. El trabajo es el patrimonio ms grande del hombre. La condicin indispensable de su vida y de su desarrollo. Indicios de trabajo se presentaban ya en los monos antropomorfos, que utilizaban palos, piedras y otros objetos naturales para conseguir alimentos. Pero ejecutaban esos actos de manera inconciente y casual. Ni los monos ni otros animales son capaces de hacer la herramienta ms simple. El hombre, sin embargo, construye y emplea las herramientas, y en ello estriba la peculiaridad cualitativa de su trabajo. Para que aprendiese a hacerlas y utilizarlas, trascurrieron centenares de miles de aos, en cuyo lapso se oper el complicado proceso de su evolucin y al mismo tiempo, de la formacin y desarrollo de su conciencia. El trnsito de los monos antropomorfos a la marcha erecta, lo que permiti que sus extremidades delanteras quedaran libres y pudieran ser empleadas en el trabajo, tuvo gran importancia en la creacin de las condiciones para la actividad laboral y el surgimiento de los principales atisbos de conciencia. En un principio, nuestro remoto antepasado utilizaba las herramientas que ya existan en estado natural (palos, piedras). Y luego, poco a poco, empez a fabricarlas, elaborando ciertos objetos de la naturaleza. Los primeros utensilios de trabajo fueron muy rudimentarios (piedras toscamente talladas, palos afilados, etc.). Rudimentaria fue tambin la conciencia del hombre primitivo. An no distingua la esencia de los objetos, ni vean lo que tenan de comn, ni saba para qu podan serle tiles. Con el progreso y perfeccionamiento del trabajo, fue perfeccionndose tambin la conciencia Al encontrarse, en el proceso de obtencin de sus medios de vida, con10

F. Engels, El papel del trabajo en la transformacin del mono en hombre. En C. Marx y F. Engels Obras escogidas Editorial Cartago, Bs. As. 1957 Pg. 199 (Ed)

objetos de la naturaleza, el hombre fue conociendo sus propiedades, confrontndolas, comparando unas con otras y destacando las que eran comunes y se repetan. En la elaboracin y perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo tuvo singular importancia el desarrollo de la conciencia. Los utensilios que se trasmitan de generacin en generacin llevaban plasmados la experiencia de produccin y los conocimientos del hombre. El conocimiento de los mtodos de elaboracin y empleo de las herramientas por los antepasados, permita que las generaciones posteriores adquirieran la posibilidad de seguir perfeccionndolas. La conciencia del hombre primitivo estaba orgnicamente ligada con su trabajo, se entrelazaba con su actividad laboral. El hombre conoca ante todo lo que dependa directamente de su trabajo y de la satisfaccin de sus necesidades. No es casual por eso que las obras de arte primitivas reproduzcan tan a menudo la actividad laboral del hombre. De este modo, en la unidad del trabajo y del pensamiento, a base de actividad laboral, se fue desenvolviendo y perfeccionando la conciencia humana. El lenguaje y el pensamiento El lenguaje, el habla articulada, tuvo inmensa importancia para la formacin de la conciencia. Surgi con ella, a base del trabajo, y constituy una vigorosa fuerza que ayud al hombre a separarse del reino animal, desarrollar su entendimiento Y organizar la produccin material. El trabajo ha sido siempre social. Desde los primeros pasos de su existencia, los hombres tuvieron que afrontar unidos las poderosas fuerzas de la naturaleza y arrancarle en comn los medios imprecindibles para la vida. Por eso, en el proceso del trabajo surgi la necesidad de comunicarse entre s, decirse algo unos a otros. Esta necesidad imperiosa trasform la garganta rudimentaria del mono en un rgano capaz de articular sonidos. Surgi el habla articulada, el lenguaje. Marx denomin al lenguaje realidad directa del pensamiento, porque ste puede existir nicamente con la envoltura material de la palabra. Piense el hombre para s, exprese sus ideas oralmente o las exponga por escrito, el pensamiento siempre va revestido de palabras. Y las palabras son la referencia directa de los objetos materiales. Merced al lenguaje los pensamientos no slo se forman, sino que se trasmiten y perciben. El hombre fija con palabras y grupos de palabras los resultados de la reflexin de los objetos reales en su conciencia, lo que permite no slo el intercambio de ideas entre los individuos de una misma generacin, sino la trasmisin de pensamientos de generacin en generacin. Si no fuera por el lenguaje y la escritura se hubiera perdido irremediablemente la valiosa experiencia de numerosas generaciones, y cada nueva generacin se hubiera visto forzada a empezar de nuevo el dificilsimo proceso del estudio del mundo. El lenguaje est ligado con la realidad, pero no directamente, sino por medio del pensamiento. Por eso resulta difcil a veces establecer la relacin directa de una palabra con el objeto material concreto que representa. En distintas lenguas, y aun en una misma, ocurre a menudo que con una palabra se d significado a diversos objetos y que un mismo objeto se designe con palabras diferentes. Todo esto crea la ilusin de que el idioma es independiente de la realidad. De ello se aprovechan los representantes del llamado idealismo semntico, una de las corrientes de la filosofa burguesa contempornea. Separan el lenguaje del pensamiento, y el pensamiento, de la realidad. Consideran que el hombre establece las palabras arbitrariamente, que stas no significan nada real y que slo constituyen simples combinaciones de sonidos. Basndose en esta argumentacin, algunos idelogos

burgueses procuran demostrar que el capitalismo moderno, la explotacin y la agresin no son sino palabras vacas, sonidos. Segn ellos, basta con sustituir estas palabras por otras para que se eliminen inmediatamente todas las fuentes de los conflictos sociales y desaparezcan las lacras del capitalismo. En realidad, los hombres no establecen arbitrariamente las palabras, sino que, en el curso de la cognicin y de la actividad prctica, las van adjudicando a determinados objetos y fenmenos. Aunque se cambien las palabras, esos procesos objetivos no se modifican ni desaparecen. Los apologistas del capitalismo han inventado docenas de palabras "agradables" para designarlo: "capitalismo popular", "economa del trabajo", "humanismo econmico", etc., pero no consiguieron con eso que desaparezcan el capitalismo, la explotacin, el desempleo y los choques entre las clases. Desaparecern nicamente como resultado de la lucha del proletariado contra la burguesa, como resultado de la revolucin socialista. As, pues, la conciencia es producto de una larga evolucin de la materia. Pero, una vez surgida a base de la materia, influye activamente en su desarrollo. Los idealistas, en su afn de desprestigiar el materialismo, afirman que los materialistas menosprecian el papel de la conciencia y la consideran nicamente como reflejo pasivo, muerto, del ser, por cuanto toman la materia como base de todo lo existente y procuran demostrar que las cosas existen objetivamente y son independientes de la conciencia. En realidad, el materialismo dialctico est lejos de menospreciar el papel de la conciencia en el desarrollo de la materia, del ser. Producto y reflejo de la materia, la conciencia no se mantiene pasiva, sino que influye activamente en el mundo. Solo en este sentido precisamente dijo Lenin que la conciencia del hombre no slo refleja el mundo objetivo, sino que lo crea11 Claro est que con ello no se refiere a la influencia directa de la conciencia en el ser ni, menos aun a la creacin del mundo por la conciencia del hombre: la idea, por s sola, es incapaz de mover de su sitio hasta la pajuela ms diminuta, Se trata de que si la conciencia refleja adecuadamente el rumbo, puede servir de gua en la actividad creadora y trasformadora del hombre. Por esto su afirmacin de que sin teora revolucionaria no hay movimiento revolucionario. Ms adelante trataremos con mayor detenimiento la actividad de la conciencia y, sobre todo, la funcin que ejerce en la vida social. Captulo VI LA DIALECTICA MARXISTA COMO DOCTRINA DEL DESARROLLO Y CONCATENACIN UNIVERSAL La filosofa del marxismo es el materialismo dialctico; el materialismo y la dialctica estn indisolublemente ligados en ella. En los captulos precedentes hemos aclarado la esencia del materialismo filosfico marxista. Ahora nuestra misin consiste en mostrar ms detalladamente qu es la dialctica materialista del marxismo y que importancia prctica tiene. LA DIALCTICA TEORIA DEL DESARROLLO Como se ha dicho anteriormente, la dialctica marxista concibe el mundo en constante movimiento, cambio y desarrollo. La experiencia diaria y la evolucin de la ciencia y la11

V. I. Lenin Obras completas Tomo XXXVIII. Editorial Cartago Bs. As. 1960 pg. 201

prctica histrico-social nos convencen de que los objetos y fenmenos del mundo son mutables. En el mundo todo se desarrolla, Los innumerables cuerpos del universo, el sistema solar, la tierra y cuanto en ellos se encuentra es resultado del desarrollo incesante de la materia. En el proceso evolutivo del mundo material, como ya sabernos, surge tambin el hombre y su conciencia lo que lo hace la forma de materia ms compleja. La sociedad humana tambin se desarrolla, como lo atestigua con particular evidencia nuestro siglo, poca de extraordinario progreso histrico y trasformaciones sociales sin precedentes. Somos testigos de la revolucin ms grande operada en la ciencia y en la tcnica. El hombre ha avanzado en las profundidades del tomo y ha puesto sus poderosas fuerzas a su servicio. El infinito espacio csmico empieza a ser conocido ya no solo desde telescopios sino con viajes espaciales. Al influjo de esta evolucin del mundo material cambian tambin la conciencia, ideas, teoras y concepciones de los hombres. El desarrollo constante, el trnsito de los objetos y fenmeno, de un estado a otro y la sucesin de unos por otros son, la particularidad ms importante del mundo material. Por eso, para conocer los objetos y fenmenos es preciso estudiar, ante todo, su evolucin y cambio permanentes. Para conocer verdaderamente un objeto es necesario tomarlo en desarrollo y cambio. El estudio del cuadro general del desarrollo del mundo constituye una de las misiones ms importantes de la dialctica materialista. La dialctica, escribi Engels, es la teora de las leyes generales que rigen el movimiento y desarrollo de la naturaleza, la sociedad humana y el pensamiento12 Cmo entiende la dialctica marxista el proceso mismo del desarrollo? Lo considera como un movimiento de lo inferior a lo superior, de lo simple a lo complejo, como un proceso revolucionario en forma de saltos; adems, este movimiento no discurre por la trayectoria de un crculo cerrado, sino como si describiera una espiral, siendo cada espira ms alta, rica y variada que la anterior. Ve la fuente del desarrollo de la dialctica en las contradicciones inherentes a los propios objetos y fenmenos. nicamente la dialctica marxista da una interpretacin correcta y verdaderamente cientfica del proceso del desarrollo. Las leyes fundamentales de la dialctica materialista caracterizan el desarrollo del mundo, de su conocimiento y trasformacin. La ley de la unidad y lucha de contrarios da a conocer las fuentes y fuerzas motrices del desarrollo. La ley del trnsito de los cambios cuantitativos a cualitativos expresa la trasformacin revolucionaria, en forma de saltos, del mundo, el trueque incesante de los cambios cuantitativos, inherentes a los objetos, en cambios radicales, cualitativos. La ley de la negacin de la negacin determina el carcter ascendente, en espiral, del movimiento. En el captulo correspondiente examinaremos cada una de estas leyes. La fuerza irresistible de lo nuevo El desarrollo del mundo material es un proceso infinito de muerte de lo viejo y nacimiento de lo nuevo. La historia de la corteza terrestre, por ejemplo, es la historia de la formacin sucesiva de nuevas estructuras geolgicas. En los reinos vegetal y animal las viejas formas orgnicas ceden el terreno a otras ms nuevas y superadoras. De la misma manera como se renuevan continuamente las clulas en los organismos vivos,12

F. Engels Anti-Dhring, ed. Cit. Pg 131 (Ed)

muriendo las viejas y naciendo otras nuevas, en la sociedad mueren tambin los caducos regmenes sociales y surgen otras formas nuevas, ms progresistas. As, pues, lo progresista, lo nuevo, sucede constantemente a lo viejo, es irresistible. La fuerza incontenible de lo nuevo es un rasgo importantsimo del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. No obstante, la dialctica marxista no acepta como verdaderamente nuevo cualquier fenmeno que aparezca ni cuanto se quiera hacer pasar por nuevo. Los fascistas alemanes, por ejemplo, hacan pasar el rgimen sangriento que establecieron en Europa durante la segunda guerra mundial por un "orden nuevo", encubriendo los crmenes del capitalismo imperialistas con la falsa bandera del "nacional-socialismo". Sin embargo, esa "novedad" era reaccionaria, careca de vitalidad, no soport la prueba del tiempo y se desmoron bajo el potente golpe de los pueblos. Nuevo es lo progresista, lo ms perfecto y viable, lo que crece y se desarrolla constantemente. En un principio suele ser relativamente dbil y, a veces, apenas perceptible, en tanto que lo viejo predomina y parece invencible. A pesar de ello, lo viejo se destruye, caduca, y lo nuevo crece, se desarrolla constantemente y vence en lucha tenaz a lo viejo. A fines del siglo XIX aparecieron en Rusia los primeros brotes del movimiento obrero. Sus fuerzas parecan dbiles en comparacin con las de la autocracia y la burguesa. Pero con el tiempo, el proletariado ruso, clase de vanguardia de la sociedad, creci, se desarroll, se templ en las batallas de clase y por fin obtuvo la victoria sobre el zarismo y la burguesa. Por qu es irresistible lo nuevo? Lo es, ante todo, porque deriva del propio curso del desarrollo de la realidad y corresponde mejor a las condiciones objetivas. Se adapta mejor a las condiciones existentes. Soluciona la contradiccin que esta destruyendo a lo viejo. Es sabido, por ejemplo, que en tiempos remotos predominaban en la tierra plantas cuyas semillas carecan de corteza protectora (las llamadas gimnospermas). Luego aparecieron otras plantas mejor adaptadas al medio exterior, Sus simientes estaban bien protegidas contra los caprichos meteorolgicos, y eso les proporcion inmensas ventajas frente a otros tipos de plantas. En consecuencia, desalojaron a las viejas especies, se propagaron rpidamente por la tierra y cambiaron su flora. La fuerza irresistible de lo nuevo se manifiesta con particular evidencia en el desarrollo social. Lo nuevo en la sociedad vence porque responde a las demandas de la vida econmica, de la produccin material. El rgimen socialista vence al capitalismo porque permite el desarrollo de las fuerzas productivas, eliminando el obstculo que se interpone a su paso: la propiedad privada capitalista. Lo nuevo responde a los intereses de las clases progresistas de la sociedad, y por eso ellas luchan activamente por imponerlo. La participacin activa del pueblo en la lucha por un nuevo orden social, que diera respuestas a los problemas que el viejo orden ya no poda dar, garantiz la victoria de la revolucin socialista en la Unin Sovitica. Lo nuevo en el desarrollo de la sociedad es irresistible, adems, porque su base social se acrecienta constantemente. Lo nuevo agrupa en torno de l las fuerzas ms progresistas de la sociedad, las ms vitales para el funcionamiento de la sociedad. Mientras que lo viejo atrinchera a lo inservible, lo caduco, lo que se descompone y se reduce. Lo que puede desaparecer sin que se lo necesite. La fuerza irresistible de lo nuevo no implica que la victoria se produzca automticamente, por s sola. Es necesario prepararla, hay que luchar por fiadamente por ella. El papel decisivo en la victoria de lo nuevo sobre lo viejo en la vida social corresponde a la actividad conciente del pueblo, de las clases avanzadas, activas, que como sostn de la reproduccin material de la sociedad, son las que se mantienen

continuamente transformando la materia, luchando contra ella y haciendo avanzar su conciencia en esta lucha. Las clases que estn en contacto directo con los verdaderos problemas de la sociedad. LA DIALCTICA, TEORIA DE LA CONCATENACIN UNIVERSAL El mundo material no es slo un todo en desarrollo, sino concatenado, unido. Sus objetos y fenmenos no se desarrollan por si mismos, aisladamente, sino indisolublemente ligados, unidos, con otros objetos y fenmenos. Cada uno influye en los otros y experimenta las influencias recprocas de stos. La ciencia dispone de cuantiosos datos que confirman la concatenacin y condicionamiento mutuos de objetos y fenmenos. As algunas partculas "elementales" forman tomos, influyndose mutuamente. Pero los tomos tampoco estn aislados, se enlazan y forman molculas, stas, a su vez, constituyen cuerpos macroscpicos. La interdependencia de los macrocuerpos se expresa en la ley de la gravitacin universal. Segn ella, la tierra est vinculada con el sol y otros planetas del sistema solar, y el sol, a su vez con otras formaciones csmicas ms grandes. Los organismos vivos estn concatenados en una compleja serie de interdependencias. Las plantas y los animales constituyen especies, las especies se agrupan en gneros, clases, etc. Los organismos no slo estn concatenados entre s, sino tambin con el medio ambiente, del que reciben las sustancias nutritivas y la energa necesarias. El pensador ruso Timirizev (1843-1920) descubri el mecanismo de la vinculacin de las plantas con la vivificante energa del sol. Demostr que, por efecto de la energa solar, en las clulas cloroflicas de la hoja verde se opera un proceso de descomposicin del anhdrido carbnico, durante el cual la planta asimila el carbono y se desprende del oxgeno, tan necesario para la respiracin del hombre y los animales, Las sustancias orgnicas que se forman, concentran la energa solar en forma de energa qumica, que luego aprovecha el hombre, utilizando las plantas como alimentos o combustible. La hoja verde o, mejor dicho, el microscpico grano verde de la clorofila -escribi Timirizev- es un foco, un punto del espacio universal, al que, desde un extremo, fluye la energa solar y, desde el otro, toman origen todas las manifestaciones de la vida en la tierra. La planta es una intermediara entre el cielo y la tierra. Es el verdadero Prometeo, que rob el fuego del cielo. El rayo de luz robado arde as mismo en la antorcha titilante y en la deslumbradora chispa elctrica. El rayo del sol pone en movimiento la monstruosa rueda de la gigantesca mquina de vapor, el pincel del pintor y la pluma del poeta El hombre est ligado con la naturaleza por medio de la produccin material. La forma de este lazo es el trabajo, condicin indispensable de la existencia de la humanidad. Merced al trabajo el hombre conquista a la naturaleza los bienes materiales que necesita. En el proceso del trabajo los hombres entablan relaciones econmicas de produccin, de las cuales surgen otras relaciones: polticas, jurdicas y ticas. As, pues, la concatenacin universal y el condicionamiento mutuo de los objetos y fenmenos constituyen una particularidad intrnseca del mundo material. Por eso, para conocer verdaderamente el objeto es necesario estudiar todos sus aspectos y nexos. El estudio del mundo como un todo concatenado y nico y el examen de las concatenaciones universales de las cosas constituyen una importante funcin de la dialctica materialista.

Puesto que los objetos y fenmenos del mundo material son multiformes, tambin son diversas e infinitas sus concatenaciones e interdependencias. La dialctica marxista las concatenaciones ms generales, sea en el mundo natural, social en el pensamiento. Reflejo de ellas en la conciencia del hombre son las leyes y categoras de la dialctica materialista. Es de gran importancia conocer las concatenaciones, pues al ponerlas de manifiesto, se descubren las leyes del mundo objetivo. Y el conocimiento de stas es condicin indispensable de la actividad prctica de los hombres. La misin de la ciencia consiste precisamente en conocer las leyes y pertrechar con ellas la prctica. Detengmonos ms detalladamente en la caracterizacin de las leyes. Concepto de ley En el mundo objetivo actan muchas leyes. Existen leyes de la naturaleza inorgnica y del mundo orgnico, de la sociedad y del pensamiento. Sin embargo, todas ellas tienen algunos rasgos generales que son los comprendidos en el concepto filosfico de ley. Cules son estos rasgos? Ante todo, ley es una relacin, un vnculo entre objetos en desarrollo o aspectos de estos objetos. Sin embargo no es cualquier vnculo, sino un vnculo estable, reiterativo, inherente a una masa enorme de objetos y fenmenos y no a uno solo o a un pequeo grupo. Por ejemplo, la ley de la interdependencia de la masa y la energa, que ya hemos mencionado, caracteriza la dependencia recproca existente entre la masa y la energa de un sinfn de cuerpos fsicos. La ley peridica descubierta por Mendeliev (1834-1907) indica la dependencia que las propiedades de todos los elementos qumicos guardan con relacin a la magnitud de la carga positiva del ncleo. Ley, pues, no es un vnculo singular, sino general, entre fenmenos. Engels afirm que ley era "la forma de la universalidad en la naturaleza". Otro rasgo importante de la ley consiste en que no representa cualesquier vinculacion reiterativa, sino nicamente las de carcter necesario y esencial. La ley de la interdependencia de la masa y la energa peculiariza el vnculo de propiedades tan consustanciales de los cuerpos fsicos como son su masa y energa. La ley biolgica de la interdependencia del organismo y el medio, recoge el nexo importante y necesario que el organismo tiene con las condiciones de su existencia. La ley, que es necesaria y esencial en los fenmenos, slo acta en presencia de condiciones adecuadas, originando, adems, un curso determinado de los acontecimientos, y no cualquiera. La accin rigurosamente determinada de las leyes tiene inmensa importancia prctica, pues, si los hombres conocen las leyes y la direccin del desarrollo pueden prever el futuro. Si conocen, por ejemplo, las leyes del desenvolvimiento de la sociedad y las condiciones en que rigen, pueden prever el curso de los acontecimientos histricos. En resumen, ley es una concatenacin esencial y necesaria, general y reiterativa, existente entre los fenmenos del mundo material, que origina un curso rigurosamente determinado de los acontecimientos. Hace mucho tiempo que el materialismo y el idealismo luchan en torno al problema de la naturaleza de las leyes. Los idealistas consideran que el creador de las leyes es, o bien el hombre o bien la mtica "idea absoluta", el "espritu universal". En ltima instancia, la concepcin idealista conduce a reconocer la esencia divina de las leyes. El filsofo norteamericano contemporneo Brightman, por ejemplo, afirma: "Cada ley de la naturaleza es una ley de Dios, y cada fuerza de la naturaleza es una obra de Dios".

El materialismo dialctico en cambio, se basa en el reconocimiento del carcter objetivo de las leyes. Eso significa que el hombre no puede crearlas ni modificarlas a su antojo, solo puede conocerlas y reflejarlas. El mundo es movimiento regulado de la materia -escribi Lenin-, y nuestra conciencia, producto superior de la naturaleza, slo est en condiciones de reflejar esa regularidad. La objetividad de las leyes significa tambin que actan independientemente de la voluntad y deseos del hombre, y por eso todo intento de obrar en contra de ellas est condenado de antemano al fracaso. Es imposible, por ejemplo, eludir la ley de la gravitacin universal y remontarse al cosmos sin vencer la fuerza de gravedad de la tierra. Tampoco puede uno desentenderse de las leyes del desarrollo social. Testimonio de ello es, por ejemplo, el fracaso que han sufrido las desesperadas tentativas de los imperialistas, empeados en detener el proceso ineluctable de la disgregacin del sistema colonial. Al manifestarse en contra de la interpretacin idealista de las leyes, el materialismo dialctico refuta tambin el fatalismo, es decir, la veneracin ciega de las leyes, la falta de confianza en la fuerza de la razn humana y en la capacidad de los hombres para c