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1 Zela Adalid de la Libertad Doc. Luis V. Cavagnaro Orellana.

ZELA_2011

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biografía de francisco a. de zela

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  • 1ZelaAdalid de la Libertad

    Doc. Luis V. Cavagnaro Orellana.

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  • 3LA REMOTA Y FUNDAMENTAL

    HEROICIDAD DE TACNA

    Debemos al recordado historiador Juan Jos Vega Bello la lapidariaexpresin Tacna fue heroica tambin con Manco Inca. En su historia de laconquista, desde la perspectiva de los derrotados, titulada La Guerra de losWiracochas destaca, como un hito fundamental de la rebelda, el espritulibertario, la identidad con lo propio y la heroicidad, virtudes propias delpueblo de Tacna a travs de su historia. La auroral rebelin de loshabitantes primitivos del litoral de Tacna en seguimiento del levantamientode Manco Inca, primero, atacando al Santiaguillo un navo que llevabavituallas, armas, cabalgaduras y refuerzos a las destartaladas fuerzas quetena Almagro en Chile, posteriormente, bloqueando y dando guerra a lagente de mar del San Pedro, otro barquichuelo que llevaba el mismodestino y que haba recalado en Sama para abastecerse.

    No exageran quienes defienden el mestizaje del poblador de Tacnadesde el momento mismo de la conquista hasta el presente. El hecho deiniciar su proceso urbanstico, no como una ciudad, ni como una villa, alestilo espaol, que separaba a los europeos de los indios; sino como unareduccin de indgenas, lo explica en parte. La Reduccin de San Pedrode Tacna, fue incorporando, sangre europea de arrieros y funcionarios ysangre africana de negros libertos. Amalgama que ofreci a la todavanaciente idea de Patria remotos precursores como, Ali, Juan Buitrn, Ignaciode Castro, Isidoro Herrera, Juan Jos Segovia; incluso el prcer Juan Vlezde Crdova que, aunque moqueguano de cuna, vivi su juventud entreTacna y Sama, donde cas con tacnea y donde tuvo su fiat lux, sudespertar justiciero, al presenciar y reaccionar frente a la crueldad y lainjusticia ejercida por la autoridad colonial, en Estique que luchaba por elderecho a su agua de regado.

    Punto culminante de ese historial de heroismo y rebelda son losmovimientos de Zela, en 1811, y Paillardelli, en 1813; trascendentales porque fueron sabrosa primicia de libertad, gritos inermes ahogados en sangre,estallido popular que una a todas las razas y rangos sociales. Testimoniosno menos valiosos son el sacrificio de Jos Gmez Valderrama; ladeclaracin lapidaria de Landa y Vizcarra y el apoyo multitudinario brindadoa Miller en su paso por Tacna, acto que contribuy a la victoria de Mirave.Tanta valenta y sacrificio le dio a ese pueblo, todava pequeo, el timbreinsigne de Heroica Ciudad. Estos fastos seran soporte de otros grandesdesafos como la ocupacin de estos territorios por Bolivia entre 1841 y1842, de la que se liber por obra de sus valerosos hijos; su liderazgo entodas las campaas por la justicia y la legalidad en el siglo XIX; su sacrificioen los episodios de la guerra con Chile, especialmente en los holocaustos

  • 4del Campo de la Alianza y Arica; as como la indoblegable resistencia deAlbarracn en territorio ocupado. Tambin lo fue durante el medio siglo deocupacin chilena, especialmente en los aos de la chilenizacin violentaentre 1901 y 1914 y durante el martirologio de la campaa pre-plebiscitaria.En toda esa trayectoria dos son los momentos trascendentales: la guerracon Chile y el medio siglo de martirologio, de una parte, y los movimientosemancipatorios de Zela y Paillardelli, de otra.

    ANDANZAS DE DON ALBERTO DE ZELA Y NEYRAHasta que Rmulo Cneo public, en 1921, su Las Insurrecciones

    de Tacna por la Independencia del Per, ninguna de las obras escritassobre Zela y su rebelin; como las de Andrs Garca Camba, BelisarioGmez, Manuel de Mendiburu, Benjamn Vicua Mackenna o AnbalGlvez; haban tratado el tema del origen y los antepasados de don Albertode Zela y Neyra, padre del prcer. Fue Cneo, con su prolijidad deinvestigador y las grandes posibilidades que tuvo para viajar y revisar losarchivos de Amrica y Espaa; el primero que indag sobre su cuna yraces familiares.

    Refiere Cneo que, aunque en la regin de Galicia existen ms deveinte pueblos denominados de Cela y, ms precisamente, en Lugo, dedonde proceden los Zela de Tacna, uno, de 300 vecinos, llamado de SanJuan de Cela; en ninguno de ellos naci Alberto de Zela y Neyra. ste nacien Savarey, un anexo de la parroquia de Lapio, jurisdiccin de Aday, en eldepartamento de Lugo, de Galicia; el 27 de abril de 1734. Fue hijo legtimode Domingo Cela y Rosa Neyra y nieto, por la parte paterna, de Juan Cela eIsabel Lpez, y por el lado materno, de Bernardo Neyra e Isabel Gmez.

    Contrariamente al hecho que ni los cuatro abuelos ni los padres deAlberto recibiesen tratamiento de don, reservado, en la Pennsula, avarones de alcurnia o rango social, Seiner aporta la informacin referida aque el linaje de los Zela o Cela vena de antiguo, con escudo, seguramente,de los hidalgos de esa familia, que describe el heraldista Atieza. Los Zeladel Per tampoco comenzaron con este gallego nacido en Santa MaraMagdalena de Savarey, en 1734. Ya, hacia 1627 figura un don JuanLorenzo de Zela, vecino de Lima y tronco de otros Zela, no emparentadoscon el prcer, que figuraron en los siglos XVII y XVIII. En Pacha, el 24 deenero de 1770, una Paula Zela Oyola, nacida en La Paz, hija legtima deFrancisco Zela, cas con un Juan Castillo Quinez.

    Glvez; refuta una informacin de Juan Salaverry, seguramente,tomada de la tradicin familiar, que registraba que don Alberto, antes devenir al Per ocup (un) puesto importante en la casa de la Moneda deMadrid, y que fue por eso, quizs a manera de ascenso, que se le envi aldestino de ensayador de la callana del rico mineral de Caylloma; porque,

  • 5aunque pudo haber aprendido el complicado oficio. La afirmacin deSalaverry es improbable, primero, porque ese oficio era vendible slo por elVirrey del Per y, segundo, por que don Alberto se estableci en Lima,donde form una familia numerosa, muchos aos antes de ir a Caylloma.Finalmente, y sin menospreciar al mencionado mineral en las serranas deArequipa, el hecho de haber ofrecido desde Madrid, un traslado a ese difcillugar, no parece corresponder a un ascenso.

    Se desconoce el origen de la afirmacin de Cneo, respecto a quedon Alberto lleg al Per en 1759, un ao antes de contraer matrimonio, quesegn Seiner, fue en 1760 y que Glvez calcula entre 1760 y 1766, fechasde su llegada al Per y del nacimiento de su primognito, respectivamente.Mientras Glvez opina que el desposorio ocurri en Lima, mientras Cneo ySeiner coinciden que el enlace fue en el Callao. Cneo busc intilmente elexpediente matrimonial en el Archivo Arzobispal de Lima, suponiendo sehubiese celebrado en la iglesia de los jesuitas de Bellavista, la cual hizo lasveces de parroquia del Callao desde el terremoto de 1746, hasta 1765.

    La dama escogida para compaera de su vida fue doa MaraMercedes Arizaga y Hurtado de Mendoza que, segn Cneo era unaseora de ilustre cuna, y vinculada por el parentesco de sangre con noblesy antiguas familias del Callao. El tiempo que vivi en Lima trabaj en laagrcultura, primero, como administrador de la hacienda Calera, propiedadde los Jesuitas, hasta 1767, ao de su expulsin, entonces Zela y Neyra,pas a la hacienda Limatambo, donde trabaj entre 1767 y 1769.

    EL RBOL DE LA VIDALos Zela y Arizaga procrearon a Mara Tadea y Bartolom Jos,

    nacidos en Calera de los Jesuitas el 28 de octubre de 1763 y el 24 deagosto de 1765, respectivamente. Feliciano Antonio, naci en Lima el 9 dejulio de 1767. Francisco Solano, que pasara a la posteridad como FranciscoAntonio, vio la luz en Lima el 24 de julio de 1768 y se bautiz en laparroquia de Santa Ana el 12 de diciembre de ese ao. Finalmente JuanMiguel y Domingo Antonio que nacieron en Lima el 9 de febrero de 1770 y el13 de junio de 1773, respectivamente.

    La partida de bautismo, que descubri, Cneo dice FranciscoSolano. En la Ciudad de los Reyes del Per, el 12 de diciembre de 1768, yo,el Teniente Cura de esta parroquia de Santa Ana exorcis, puse leo ycrisma a Francisco Solano, a quien bautiz el muy reverendo P. M. Fr.Gregorio de la Pea, del orden serfico, el da 24 de julio, en que naci. Eshijo legtimo de don Alberto de Zela y Neyra, natural del Obispado de Lugo,en el reino de Galicia y de doa Mara Mercedes de Arizaga y Hurtado.Fue su padrino don Diego Luis de la Vega, y testigos Lucas Arvalo yManuel Recalde.

  • 6DON ALBERTO DE ZELA: EN LOS CORREOS DE LA PAZExiste a esta altura de la vida de don Alberto de Zela un inquietante

    vaco cronolgico entre 1770 y 1773. Parntesis que, en parte, podra sercubierto por las informaciones que se consignan, todava condicionalmente,hasta la verificacin de firma y rbrica de ste en los archivos de La Paz,respecto a que un Alberto de Zela y Neyra haba servido a la corona hasta1773, como Administrador de Correos en la ciudad altoperuana de La Paz.Refiere una ordenanza que la administracin del Correo de La Paz estabaservida por don Alberto de Zela y Neyra, con un sueldo anual de 700 pesosy el costo de la casa donde funcionaba dicha oficina. Zela y Neyra ocupese cargo hasta el 6 de agosto de 1773 en que el Administrador General deCorreos del Per, don Jos Antonio Pando nombr en su reemplazo a donFrancisco de Enales y Mollinedo. ste haba trabajado, desde 1769, comosubalterno de los correos de Tacna, hasta que, en abril de 1771, porfallecimiento del Administrador titular, don Ramn Lpez de la Huerta,ocup la vacante. El 7 de julio de 1772 el corregidor de Arica, don DemetrioEgan, lo nombr corregidor del nuevo corregimiento de Tarapac. De allpas a La Paz.

    Es difcil una homonimia de nombre y dos apellidos que no erancompuestos. Tambin de porque el tiempo en el que no existen mencionesde don Alberto en Lima, coincide con los aos en que trabaj en La Paz.

    Don Alberto sabra, por boca de Enales y Mollinedo, de la existenciade este pueblo singular y acogedor. Zela y Neyra pudo haber visitadoTacna, antes de su definitivo establecimiento, cuando para trasladarse a LaPaz, pudo haber usado el camino de Tacna.

    CONSAGRACIN A LA METALURGIA: DE CAYLLOMA A TACNACneo asegura que Zela y Neyra compr el cargo de Fundidor y

    Balanzario de Caylloma en 1773, mientras Seiner lo fija en 1771 y Glvez, alparecer, con el propsito de acortar los aos desconocidos, lo retrotrae aantes de 1770, ao que supone errneamente se traslad al pueblo deCaylloma.

    Glvez supuso, errneamente, que fue la posicin social y econmicade su esposa lo que le proporcion los medios de obtener el citado cargo,comprndolo a su anterior poseedor o a sus herederos, a fin de dedicar suactividad a esa ocupacin para la que tena los conocimientos necesarios, ypara ejercerlo. Entonces no se conoca el testamento de don Alberto,donde menciona que l haba introducido en la sociedad marital la cantidadde cuatro mil pesos, no habiendo aportado su esposa sino su decenciamujeril.

  • 7Segn Cneo, el gallego adquiri el cargo en el asiento mineral deCaylloma empleando el fruto de sus economas. Tal funcin consista en

    pesar los metales recibidos y depositarlos en el reverbero para que,al fundirlos, alcanzasen la ley esperada, de pesarlos nuevamente y sellar loslingotes y registrarlos contablemente. Seiner Lizrraga aporta un importantedato, hasta ahora desconocido, respecto a que don Alberto de Zela, antesde partir a hacerse cargo de su puesto dej un testamento ante el notarioFrancisco Luque, de Lima.

    Zela permaneci en Caylloma, al parecer, por cinco aos, soportandola decadencia del mineral, la destemplanza del clima y la escasez de losartculos de subsistencia hasta que se enter de las gestiones que sehacan en Tacna para el establecimiento de una fundicin o callana.

    Por ello, un ao antes de su creacin oficial, por decreto del virreyGuirior de 12 de abril de 1779; don Alberto de Zela y Neyra, consiguiautorizacin del Tribunal Mayor de Minera, para traspasar a un tercero eldicho empleo de Ensayador de las minas de Caylloma y, con lo obtenido,compr en la cantidad de cuatro mil pesos, el empleo de igual clase anexo ala Callana de Tacna que pas a desempear en 1779. Fue en talescircunstancias que lleg a Tacna el andariego gallego don Alberto de Zela ypoco despus su nclito hijo el prcer Francisco Antonio de Zela.

    LA LLEGADA A TACNA DEL JOVEN ZELAEs imposible, como lo registran Lavalle, Montani y Vicua Mackenna;

    que Francisco Antonio, como firmaba, o Francisco Solano, como reza supartida de bautismo, saliese de Lima, acompaando a su padre, rumbo aCaylloma. De ello no existe informacin fidedigna. Glvez, al referirse a losbigrafos de Zela, dice los que stos afirman que don Alberto llev a su hijoFrancisco Antonio al mineral de Caylloma, han incurrido en un errorhistrico. El clima de Caylloma era cruento y riesgoso para un nio decuatro aos, como el aislamiento, la altitud, el tortuoso camino y el frointenso. Tampoco es posible, que lo hiciese en 1779, cuando Alberto tuvoque trasladarse a Tacna para cumplir la funcin en las Reales Cajas recincreadas, porque Francisco Antonio, slo tena 11 aos de edad. Glvezsugiere, que slo cuando Francisco Antonio termin en Lima su educacinpudo partir a acompaar a su padre, dando pi a Seiner para deducir queesto pudo ocurrir hacia 1786 cuando tena 18 aos y se encontrabadispuesto a emprender, solo, el largo y penoso viaje de Lima a Tacna.

    Cul era el propsito del viaje? Glvez y Seiner afirman que,adems de atender la necesidad de compaa de don Alberto, FranciscoAntonio, se traslad a Tacna con el propsito de aprender, bajo suenseanza, la profesin de fundidor y ensayador.

  • 8Como los cargos, comprados a la corona, como el de balanzario,eran hereditarios, cree Seiner que al morir prematuramente Bartolom Jos,el segundo de los hijos, corresponda a Feliciano, el tercero, el derecho desuceder a su padre en tal cargo, pero que algn impedimento debi anularsu derecho ya que Francisco, el hermano que segua, ocup el puesto.Aunque, no se conoce con exactitud la fecha de arribo de Francisco Antonioa Tacna, se sabe, con certeza, que fue antes de 1788. Por la corta edad deFrancisco era lgico que viajase con su padre. Como don Alberto estuvo deviaje, seguramente en Lima en, por lo menos, dos oportunidades: en elverano de 1781 y, a fines de 1784; es probable, entonces, que el Prcerllegase a Tacna entre 1784 y 1788.

    FRANCISCO ANTONIO: AMANUENSE DE LAS CAJAS REALESSeiner, analizado el tiempo libre que tuvo el joven Zela despus de

    ayudar a su padre en las labores de su funcin, colige que pudo habertenido otra ocupacin, un trabajo a tiempo completo y remunerado, en unoficio que no exigiese preparacin especializada como la de un contador otesorero. Sugiere que Francisco Antonio pudo desempear labores comoGuardia Subalterno de las Reales Cajas o encargado del resguardo del RealEstanco de Tabacos. Era acertada la deduccin de Seiner. En unadeclaracin, hasta ahora desconocida, hecha por doa Mercedes, madre deZela, en 1792, cuando ste luchaba por heredar el cargo dejado por supadre; recordaban los servicios que el joven Zela tena hechos en distintasoficinas de Real Hacienda. Otro documento ubicado recientementedemuestra que Francisco Antonio trabaj, efectivamente, como uno de losamanuenses en las Cajas Reales de Tacna. Tena por entonces pocomenos de veinte aos de edad. No se puede precisar la fecha de su ingresoal puesto de plumario, pero si la del momento en que dej de serlo. Pororden, de 12 de junio de 1788, expedida en Arequipa, por el Intendentelvarez, se estableca que, por cuanto se halla vacante una de las plazasde amanuense de la Real Caja de Arica por renuncia que de ella hizo donFrancisco de Zela, quedaba en su reemplazo don Francisco Salguero.Revisados los libros, de gran formato, propios de las Cajas Reales,correspondientes a los aos y meses previos a la sealada data, con elpropsito de identificar la caligrafa del prcer y aproximar la fecha de suincorporacin a la referida funcin, se puede deducir que Zela pudo haberasumido tal funcin hacia fines de 1786 y que, consecuentemente, su arribodebi ocurrir algunas semanas o meses antes.

    Por qu el joven Zela ces en su trabajo de amanuense? Pareceque se trat de una renuncia ms que de una destitucin. Alcanzada lamayora de edad tendra la intencin de viajar a Lima para lograr unacalificacin profesional, de carcter oficial, en el dominio de la metalurgiaque era la funcin pblica en la que debera heredar al padre.

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    Glvez afirma que Francisco Antonio viaj, en aquella oportunidad,para hacer estudios especiales en la Casa de la Moneda de Lima, y que enella contrajo mritos para ingresar en el real servicio. Se desconoce cuantotiempo permaneci en la capital. Debieron ser, ni ms ni menos, los aosque precisaba una capacitacin ms que artesanal, de dos o tres aos,durante los cuales, con habilidad, constante aplicacin y amor al manejodel noble arte de ensayar plata y oro y beneficiar de toda especie deminerales y metales, de cuya aptitud dio pruebas suficientes de lo logradodurante ese tiempo en el examen del laboratorio qumico metalrgico quedebi rendir.

    Terminados satisfactoriamente sus estudios pero sin haber recibidotodava el certificado o ttulo que lo acreditaba como balanzario; Zela debiemprender el viaje de retorno, por tierra, con direccin a Tacna, previo pasopor Arequipa. El ttulo de ensayador interino, slo fue expedido por elVirrey Taboada y Lemus, en Lima, el 25 de octubre de 1792.

    ZELA EN 1793 ENAMORADO OBSESIVO, LIMEOARROGANTE O LIBERTADOR EN CIERNES?

    Las personalidades se burilan con el tiempo, con los hechos vividos.Francisco Antonio de Zela y Arizaga, un criollo limeo avecinado en Tacna,fue hacindose patriota y prcer con los hechos, con las circunstancias, quele toc vivir. Zela tuvo como un rasgo de su personalidad la rebelda? Fueimpulsivo, apasionado o vehemente? Efectivamente, existen hechos queretratan su proceder juvenil.

    Se trata de una querella entre Francisco Antonio de Zela y el AlcaldeOrdinario de Tacna don Pedro Pablo Gil de Herrera que, segn fuentesconsultadas por Seiner, no ocurri en 1793 sino en 1791. EfectivamenteEguiguren, ubic en el Libro del acuerdo y Ordenanzas de la Real Sala delCrimen de la Audiencia de Lima, que comienza el 1 de enero de 1791, unasiento, del 6 de agosto, donde se registra que, en dicho da, hubo acuerdoordinario, y se despach la causa remitida por el Alcalde Ordinario de Tacnacontra Francisco Antonio de Zela sobre desacatos a la Real Justicia.Expresa Eguiguren, que ya en 1791, el prcer Zela demostraba suinquietud y su carcter destacando el referido hecho como precursor de lasconvicciones libertarias de Zela diez y nueve aos antes del grito fervorosoque, por la independencia del Per, dio Tacna en 1811. Nada ms seconoce, al respecto, de este primer proceso judicial.

    Ms certero y minucioso es lo que se supone fue un segundoincidente, que, segn Glvez y Seiner, corresponde slo a lo que se registrcomo primero. Resulta que, previo al primer viaje que deba hacer FranciscoAntonio a Lima, y a antes de la muerte de su padre, ocurri un incidente enel que Zela fue principal protagonista.

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    En 1905, Anbal Glvez, en una tradicin titulada Una PartidaInteresante: Crnica tacnea 1793, interpret un comentado hecho ocurridoen Tacna desde el 7 de marzo del ao 1793, como puntualiza eltradicionalista, tratando un juicio que sigui en Tacna, su Alcalde Ordinario,don Pedro Pablo Gil de Herrera, contra don Francisco Antonio de Zela,ensayador, fundidor y balanzario de sus Reales Cajas. El mulo de Palma leatribuy un mvil romntico. Exponiendo con el clsico estilo de lasTradiciones Peruanas, narra que decan las malas lenguas y yo lo repito,sin garantizarlo, que entre el Alcalde y el Balanzario haba unas faldas,llevadas por una hermosa hija de San Marcos de Arica, la que halagaba consus miradas al de Zela y enloqueca con sus desdenes al de Gil de Herrera.Agregaban, que de all naci una enemistad entre ambos. En 1911, elmismo Glvez en su libro Zela, expuso el asunto con ms rigor yformalidad. Esta informacin tan interesante, cuya fuente no indic AnbalGlvez, corresponde, efectivamente, a un juicio criminal, que era comoentonces se denominaba a los juicios penales, atendido, en primerainstancia, por el Subdelegado y llevado en apelacin, primero, a laIntendencia de Arequipa y, finalmente, hasta la Audiencia de Lima, dondese sentenci y archiv.

    Tuvimos la suerte de localizar, en la Seccin Real Audiencia delArchivo General de la Nacin, en Lima, el expediente que conoci yaprovech Glvez para escribir la tradicin, lo que permitir contrastar eldocumento oficial con la versin novelesca tratada tan amenamente porGlvez.

    Don Francisco Antonio, quizs, dejndose llevar por su juvenil ylimea arrogancia, haba violado una norma expedida por el CorregidorOrdez cuando la gran revolucin de Tpac Amaru amenazaba amagaresos territorios durante la gestin. Esta orden estaba referida a laprohibicin de transitar por el pueblo despus de las nueve de la noche enque sale la retreta ( debiendo los vecinos) recogerse y dejar en silencio elpueblo.

    La tradicin por su parte dice que a las diez y media de la noche del7 de marzo de 1793, un caballero embozado se retiraba precipitadamentede la ventana de una casa o de una romntica conversacin junto a una rejade la ventana de una de las casas de Tacna, cuando, al escuchar el ruidode las pisadas de la ronda se cal el chambergo y se alej raudamente.Los alguaciles capitaneados por el Alcalde apresuraron la marcha y prontoalcanzaron al nocturno galanteador descubriendo que se trataba, nadamenos, que del joven Zela. Aunque el documento oficia no refiere que Gilestuviese a la cabeza del cuerpo armado, la tradicin imagina que sagregando, de su cosecha, el irnico dilogo. Hola: seor don Francisco!Y que hace a tales horas por estos barrios? Pregunt el jefe de la partidaque era el Alcalde en persona. -ya lo ve, su merced; voy tranquilamente a

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    mi casa-, contest Zela Gil de Herrera, entonces, extralimitndose, ordenPues en marcha y prontito. Si su merced, reincide en andar por estosbarrios a deshoras de la noche, me ver obligado a castigarlo severamente.Vaya despacio, seor Alcalde, y ningn alcalde ordinario como su merced,puede ser mi juez legtimo. El expediente registra un dilogo fue breve ypreciso, cuando siendo preguntado Zela por Gil del destino que llevaba, le(respondi) -que el de recogerse a dormir- y punto. Este primer incidenteconcluy cuando el flamante Balanzario, a pesar de su juventud, reclampor el respeto a sus fueros reconviniendo a Gil que en cuenta tenga quegozo de fuero, y por lo tanto, ningn alcalde ordinario, como su merced,puede ser mi juez legtimo. Glvez concluye novelezcamente el incidentenarrando que Gil de Herrera mordindose los labios aguant el alfilerazo,con la esperanza de devolverlo a su tiempo. Pero don Francisco no sequed all Qu iba a quedarse!

    Al da siguiente, 8 de marzo de 1793, Zela acudi donde elSubdelegado de aquel Partido ofreciendo informacin de esteatropellamiento, apelando a unos privilegios que se haban concedido, en1767, a los empleados de la Real Caja de Pasco, a rogativa de uno de ellos,don Andrs Barrientos.

    A los pocos das su apoderado en Arequipa se present alIntendente don Antonio lvarez y Ximnez y ste, como era lo usual losremiti a su asesor al Promotor Fiscal, que a la sazn era el doctorZuzunaga. El primer apoderado de Zela, que segn poder otorgado enTacna el 19 de octubre de 1792 era, don Francisco Salguero interpret lacontestacin de Zela como juiciosa respuesta que antes de satisfacer comodeba a dicho seor Alcalde, slo sirvi para que este Seor abocndosejurisdiccin que no tiene le intimase a mi parte una severa reprehensinconminatoria y envuelta en trminos disonantes a la moderacin y arregladaconducta. Del segundo apoderado, que era don Isidro Alczar, no seconoce ningn trmite significativo. Uno y otro apoderado eran vecinos deArequipa.

    El doctor Zuzunaga recomend a la autoridad para que a Zela lesean guardados los fueros que por su empleo le corresponden ysealadamente la independencia del Alcalde Ordinario del pueblo deTacna. Dijo que apareciendo del contexto de la misma Real Cdula ladistincin y honores que al empleo de Ensayador corresponden, yconstando por notoriedad que la persona de don Francisco de Zela nodesmerece obtenerlo y que es legtimo sucesor en l por fallecimiento de sulegtimo padre que por muchos aos lo sirvi bien en el partido de Cayllomay en el mismo de Arica. Concluy su informe con un puntillazo dirigido alprepotente Gil de Herrera: extrandose en el actual Alcalde Ordinario deTacna la ignorancia de estas excepciones pide se le prevenga como alSubdelegado del Partido.

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    Aunque es probable que existiese una posterior apelacin dado queel expediente reposaba en los archivos de la Real Audiencia de Lima; el 5de abril de 1793 se pronunci el fallo del Intendente de Arequipa, donAntonio lvarez y Ximnez, que orden se Gurdese a don Francisco deZela, Ensayador, Fundidor y Balanzario el fuero y privilegios que como tal lecorresponden. Corrido el exhorto el Escribano de Tacna hizo saber lasentencia y la orden al Subdelegado y al Alcalde Ordinario de Tacna.

    No es difcil reconocer la trascendencia de este hecho que, comoseala Glvez, permite conocer otro rasgo de la personalidad de Zela: la dela prudencia para precaverse de ultrajes a su dignidad, tan importante en laformacin de la contextura moral del adalid. Existen, sin embargo, dosposibles consecuencias de este, aparentemente pintoresco suceso. Laprimera est referida a lo mucho que el criollo limeo gan en autoestima,rasgo psicolgico indispensable en la formacin del lder; al haber, con susveinticuatro aos mozos, puesto en su sitio al primer Subdelegado, el fatuode don Thoms de Menocal, y ridiculizar al alcalde ordinario y tacneo viejo,emparentado, linajudo y hacendado como don Pedro Pablo Gil de Herrera.La segunda corresponde a que, a despecho de su investidura de importantefuncionario de la corona, don Francisco Antonio de Zela, sin llegar a ser,todava, rebelde o levantisco, se enfrenta, an imberbe, inexperto, al statuquo, al sistema colonial al que l perteneca.

    A diferencia de Cneo, que no dispens inters al suceso; Glvez lovalor reconociendo que en Zela forj la idea de sublevarse, luego dehaber experimentado la incapacidad de revertir un encarcelamiento injusto.

    LA FATAL DEMOSTRACIN DE UN ARMAAunque la forma trgica como muri don Alberto de Zela y Neyra, era

    un aporte exclusivo de Belisario Gmez, hasta la publicacin de Glvez,inclusive, la fecha de fallecimiento de era desconocida porque, segnconfiesa el referido autor, no existe dato alguno en los archivos de Limalimitndose a reproducir lo referido por Gmez y a manifestar que estasinformaciones no tienen comprobacin alguna, y slo puede afirmarse quedon Alberto no dej fortuna alguna en dinero y que su muerte ocurri antesdel ao 1792. Como ms adelante se expondr, existen otras fuentes sobreel accidente que termin con la vida de don Alberto y de la fecha de sumuerte.

    Refera Gmez que don Alberto de Zela y Neyra muri en Tacna deuna manera casual. Estando de visita en casa del Cacique se suscit entrelos dos una ligera disputa, pretendiendo cada uno tener una escopeta demejor calidad que la del otro, y para solucionarla mand don Alberto trajerande su casa la suya. El Cacique teniendo la certidumbre de que sta estabadescargada, segn lo aseguraba su dueo, la prepar y llevando la chanzaadelante, apunt a su amigo y en breve se oy una detonacin y lassombras de la muerte cubrieron para siempre los ojos de (don) Alberto.

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    Mientras Glvez, reproduce fielmente a Gmez en lo quecorresponde al fatal accidente, Cneo, que en su propsito de fijar la fecha,escribe que, don Alberto muri trgicamente el 18 de setiembre de 1792,en las circunstancias referidas por Jos Belisario Gmez en su Coloniaje,aunque con su extraordinario estilo, dramatiza el luctuoso suceso quetermin con la vida del laborioso balanzario. Relata Cneo, como, oda ladetonacin don Alberto se desplom mortalmente herido (...) (y que, almomento) de expirar dict sus ltimas disposiciones a presencia delescribano pblico don Francisco Enrique Portales. Seiner, con msprudencia, no seala el da del fallecimiento de don Alberto, concretndosea manifestar que en setiembre de ese ao encontr trgica muerte a manosdel cacique de Tacna, don Toribio Ara, quien casualmente dispar su armacontra l.

    Lo cierto es que el referido Zela no test poco antes de expirar ni almomento de ser herido, ni muri el mismo 18, da del accidente. Informacinlocalizada en el Archivo Nacional de Chile ampla el panorama.

    TESTAMENTO Y CODICILO DELAGONIZANTE ZELA Y NEYRA

    A Gmez, por su metodologa intuitiva, no se le ocurri buscar eltestamento del padre del prcer en los archivos notariales ni en los librosparroquiales de entierro de Tacna, ciudad en que haba nacido y donderesidi hasta su juventud; Glvez, tampoco investig fuera de los archivoscapitalinos. As, cuando al tratar el lamentable suceso expresa que respectoa la fecha de su muerte tampoco hay dato alguno en los archivos de Lima.

    Cneo fue ms sistemtico y tuvo posibilidades econmicas pararecorrer el mundo rebuscando archivos y encontrando datos sorprendentes.Datos que, para desaliento de los investigadores, presentaba sin incluirdetalle de las fuentes. En las temporadas en que Cneo retornaba a laHeroica Ciudad, poda consultar los archivos notariales que todava seconservaban en Tacna, antes de ser trasladados a Santiago de Chile. Entrelos libros del Escribano Ignacio Enrique Portales, a quien Cneo mencionaerrneamente como Francisco Enrique Portales, custodiado entonces por elnotario chileno Manuel Lbano, encontr el referido testamento.

    Segn Cneo, don Alberto, test el mismo 18 de setiembre de 1792.El referido testamento es un documento imperfecto denominado testamentooral, a diferencia de los testamentos que se dictaban en aquella poca,extensos y detallistas; la memoria testamentaria de Zela, por lascircunstancias en que se dict, es breve y conciso, dando la apariencia decorresponder a un testador sin bienes rsticos ni urbanos y con slo dosesclavos. En fin, una persona modesta y con escasos recursos.

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    edad y ser natural de los reinos de Galicia, ciudad de Lugo, hijolegtimo de don Domingo de Zela y de doa Rosa Gmez de Neira, suspadres que en la santa gloria hayan. En la quinta clusula declara sercasado y velado segn orden de Nuestra Santa Madre Iglesia con doaMara Mercedes Arizaga, residente en la ciudad de Lima, de cuyomatrimonio han tenido y procreado por sus hijos legtimos a don Feliciano,don Francisco Antonio, don Juan Miguel, don Antonio y doa Mara Tadeade Zela y Arizaga; as lo declara para que conste. Aclara que su esposa nollev bien alguno al matrimonio ms que la decencia mujeril. En la sptimaclusula manifiesta que a su hija doa Mara Tadea, para que contrajeramatrimonio con don Vicente Urrutia, finado, le dio 3000 pesos. En laclusula octava recuerda que deja dos esclavos: Flix en casa y Antonio enSama.

    Termina el documento designando como sus albaceas, en primerlugar, a don Miguel de Hrnicas y, en segundo orden, a don JoaqunGonzlez Vigil, administrador de la Renta de Correos. Fueron testigos endicho acto don Domingo Agero, Tesorero de las Reales Cajas, el Capitndon Antonio de Tagle y Bracho, el Teniente don Pedro Jos Gil de Herrera,don Pedro Mndez y don Matas Baluarte. En aquella oportunidad, Portales,incluy la nota referida a que Zela se hallaba incapaz de poder firmar.

    Cneo, quizs interpretando el hecho ms dramticamente pero,ponindolo entre comillas, como si se tratase de algo textual; dice quehabindole alcanzado la pluma para que firmase, no pudo ejecutarlo portener el pulso dbil, por lo cual rog al ministro tesorero don Domingo deAgero para que lo ejecutase por l. Lamentablemente el ms grandehistoriador del pasado regional se confundi. Este hecho no ocurri en elacto del da 18, sino, al da siguiente, cuando a pedido del testador se dictun primer codicilo.

    Cneo, seguramente ufano por el hallazgo, no se percat que, unafoja detrs de esa escritura, exista otra escritura del mismo carcter. Setrataba de un codicilo. Este fue dictado, agonizante don Alberto, al dasiguiente, 19 de setiembre, con el fin de aclarar algunas clusulas deltestamento que haba ordenado el da anterior. Sin embargo, por lagravedad que atravesaba se debi interrumpir el acto. En esascircunstancias, como era lo usual, se pidi al testigo ms reconocido delpueblo, para que lo suscribiese en su nombre. El elegido para la solemnidadde firmar, a nombre de Zela, no fue don Domingo de Agero como losostiene Cneo, sino, don Pedro Josef Gil de Herrera y Montes de Oca.

    Esto se conoce esto porque, precisamente, el escribano Portalesregistr que, en este estado ponindole este instrumento en la mano paraque lo firmase no pudo ejecutarlo como lo manifiesta la raya antecedente yrog al Teniente de capitn don Pedro Jos Gil y Montes lo hiciera por l.

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    MUERTE DE ALBERTO DE ZELA Y NEYRA

    Respecto del fallecimiento de don Alberto existen algunasinformaciones imprecisas o desconocidas. Aunque Cneo afirma que donAlberto muri trgicamente el da 18 de Setiembre de 1792, el hecho deque, todava, el 19 dictara un codicilo, el mismo que intent firmar;demuestra que, en lo que respecta a la fecha de muerte, Cneo no reviscon su proverbial acuciosidad el protocolo notarial de Portales, ni los librosde entierro; prefiriendo reproducir, sin reserva, lo que haba escrito alrespecto, Jos Belisario Gmez y que era, seguramente, una versin oralque, circulara setenta aos despus del suceso entre la gente antigua deTacna.

    Es muy probable que la agona no fuese tan corta como lo insinaCneo. En la liquidacin de los gastos hechos en los postreros cuidados yen los funerales se incluye un recibo de 10 pesos a favor de Josefa PatriciaRospigliosi por la asistencia en la enfermedad de dicho finado y otro anombre del mdico Juan de Urrutia por 5 pesos.

    Respecto a que su muerte fue slo el da 20 de setiembre, loconfirma el libro de entierros de la parroquia de Tacna. All se registra que el21 de setiembre de 1792 fray Esteban Ortega, de la orden serfica,Guardin del convento de San Francisco de Arica, de licencia, enterr elcuerpo mayor de don Alberto de Zela y Neira, de 55 aos, natural del reinode Galisia (sic), en los de Espaa; Fundidor y Valansario (sic) que fue de lasReales Cajas de este Partido, casado con doa Mara de las MercedesArzaga, vecina de Lima. Se pag 44 pesos por entierro de primera con 4capas; el carpintero Jos Botentano cobr 25 pesos por la confeccin delfretro. Se anot en el acta de entierro que hizo su testamento y nombrpor albaceas a don Miguel de Hrnicas y a don Joaqun Vigil y porherederos a sus legtimos hijos. Para solemnizar sus funerales, como eracostumbre se visti de luto a sus dos esclavos Flix y Antonio.

    La referida fecha de muerte de don Alberto tambin acerca ms elparalelo entre dos smbolos de Tacna: Zela y Vigil. Resulta que, unasemana antes de ese deceso haba nacido Francisco de Paula GonzlezVigil y desde el 20 de setiembre del ao 1792, en que falleci () donAlberto de Zela las funciones las desempe el substituto (sic) Fundidor yBalanzario de ellas, don Joaqun Gonzlez Vigil.

    A los pocos das don Joaqun, que haba sido designado albacea,seguramente reparando en la incompatibilidad que provena del hecho deser ste reemplazante del testador en su funcin de balanzario, renunci aaceptar el cumplimiento de tal disposicin testamentaria. El veintisiete desetiembre se admiti su renuncia al albaceazgo.

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    EL PRECIPITADO RETORNO DE FRANCISCO ANTONIO

    Cuando ocurri el fatal accidente en la casa del Cacique y en elmomento del desenlace, el hijo que haba venido para acompaar a Albertode Zela no estaba en Tacna. Francisco Antonio, de veinticuatro aos deedad, se encontraba en esos momentos de paso por Arequipa, con rumbo aTacna, en el viaje que lo traa por tierra desde Lima, donde estabaconcluyendo los trmites que lo convertiran en un ensayador o, tal vez,haba viajado para asumir su defensa en el litis que tena desde marzo deese ao con Gil de Herrera, tratado en captulo anterior.

    Fue en Arequipa donde, el 21 de Setiembre-recuerda Zela- recibi lanoticia de esta catstrofe. Con la palabra catstrofe Zela debi referirse alfatal accidente. Imposible que fuese la noticia de la muerte, que ocurri el 20de setiembre, porque el correo veloz de Tacna a Arequipa demoraba, concambio de cabalgadura, de tres a cuatro das. La preparacin del viaje deFrancisco Antonio debi demorar ms de lo acostumbrado, porque,pudiendo haber salido de Arequipa el 22 de setiembre y llegado a Tacna, ams tardar el 29 del mismo mes, arriv despus de quince das. El mismoZela manifest, en su oportunidad, que, habiendo continuado mi viaje aeste relacionado pueblo llegu el da 8 de octubre (...) y todava encontrque no se haban hecho los inventarios de los bienes por no haberse dadoparte a ningn juzgado desde el fallecimiento de mi expresado padre.

    LAS GESTIONES PARA LA POSESIN EFECTIVA DE LAHERENCIA

    Zela lleg a Tacna el 8 de octubre, seguramente, por la noche,porque, slo, el 10 se present al Subdelegado al correspondienteescribano para iniciar los trmites de ley. Declar llamarse como se conocey ser de edad (de) veinticuatro aos y tres meses. En tales circunstanciasdebi conocer las farragosas exigencias que, desde entonces existen parahacer efectiva una herencia. De inmediato se comunicara por correomartimo con su familia de Lima para darle la mala noticia y demandar laagilizacin de las gestiones.

    Slo el 22 de noviembre de 1792, en Lima, ante Francisco Tenorio yPalacios, escribano; doa Mara Mercedes Arizaga, viuda de don Alberto,por s y en representacin de sus hijos menores de edad, Juan Miguel yDomingo Antonio de Zela y Arizaga, el primero de veintitrs aos y elsegundo de veinte, juntamente con sus hijos, Mara Tadea y Feliciano deZela y Neyra dieron poder a don Francisco de Zela y Neyra, igualmente hijode la otorgante y hermano de los dems para que inicie los trmites dereconocimiento de memoria testamentaria y particin de bienes.

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    El referido poder debi llegar a Tacna, trado por Domingo Antonio,slo a fines de diciembre, porque slo el 3 de enero de 1793 don FranciscoAntonio se present ante las autoridades del Partido de Tacna para iniciarlos trmites de posesin efectiva. En el referido pedimento ya se presentacomo ensayador, fundidor y balanzario de stas Reales Cajas.

    Entonces Francisco pudo conocer el testamento donde se mencionaa los albaceas, Miguel de Hrnicas y Joaqun Gonzlez Vigil. Pidi alprimero, puesto que el segundo haba renunciado, la entrega de losinventarios de los bienes de su padre. Cuando Hrnicas le comunic nohaber cumplido con la exigencia de la faccin de inventarios, Zela semolest quejndose contra el albacea por su incumplimiento. Este hecho,como el del incumplimiento de los albaceas para iniciar la faccin deinventarios, podra interpretarse como un temor de estos funcionarios porlas repercusiones que podra tener en el Superior Gobierno la inexplicablemuerte de don Alberto. Los trmites, que fueron prolongados y engorrosos,concluyeron a fines de 1793, y constan en el expediente de Particin de losbienes de don Alberto de Zela y Neyra una de cuyas copias estcustodiada en el Archivo Nacional de Chile.

    El 22 de enero de 1794 don Francisco pudo extender, ante elescribano Portales, una escritura de fianza a favor de su menor hermanoJuan Miguel de Zela indispensable para participar en el proceso de divisiny particin de bienes de su padre realizados por orden de don Thoms deMenocal y ejecutado por los partidores Juan de Benavides y MiguelRospigliosi

    ESTUVO EN TACNA LA MADRE DE ZELA?

    Se afirma que doa Mara Mercedes Arizaga, madre del prcer,haba permanecido residiendo en Lima, junto a la mayora de sus hijos,mientras don Alberto haba radicado ms tiempo fuera de la capital delVirreinato, incluso en Tacna, cumpliendo diferentes funciones. Se tena porseguro que sta no haba viajado a Tacna, ni an para velar por susintereses y los de sus hijos a la muerte de su esposo. Para el efecto se tenaentendido que fue su hijo Domingo Antonio, registrado, a veces,errneamente como Antonio Felipe, quien a raz del fallecimiento de supadre, pas a reunirse con su hermano Francisco en Tacna a fines de 1792,llevando consigo el poder que su madre y hermanos otorgaban a Franciscopara hacer cumplir las disposiciones testamentarias de don Alberto.

    Sin embargo, como suele suceder, una informacin expuesta sincontexto, ni detalles motiva algunas interrogantes. En la relacin de losgastos realizados en los cuidados prodigados al agonizante, su funeral,duelo, y otros desembolsos colaterales, que don Francisco Antonio presenta la Real Justicia, figura uno en el que se seala entre los gastos la literaque condujo a la seora mi madre. Nada ms se dice al respecto.

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    Hasta entonces algunas dignidades y damas solan desplazarse enlitera trasportada por dos o cuatro cargadores, generalmente esclavos,dependiendo del peso y volumen del pasajero. En este caso dnde? ohacia dnde se traslad doa Mara Mercedes para incluir tal servicio en larelacin de gastos? Imposible pensar que viniese desde Lima en litera. Loms probable es que tal medio de transporte se hubiese usado entre Lima yCallao, para abordar la nave que la traera al sur, o que hubiese viajado, entales condiciones, entre Arica y Tacna. De haber ocurrido el desplazamientoCundo pudo haber ocurrido el viaje? Pudo ser en diciembre de 1792,despus del 22 de noviembre en que, estando en Lima, otorg el poderindicado y antes del 3 de enero de 1793 en que Francisco Antonio, iniciandoel juicio, present la referida relacin de gastos. Cunto tiempo estuvo?Hasta ahora no se ha encontrado documento que valide esta presuncin. Loprobables es que, si fuese cierto el viaje, muy pronto, doa Mara Mercedesretorn a Lima para no volver.

    UN LO DE NEGROS

    Un tercer acontecimiento enfrentara a Zela con las autoridadescoloniales de Tacna, especialmente con su eterno rival, el Alcalde Ordinario,don Pedro Pablo Gil de Herrera. En aquella poca los Alcaldes Ordinarios,tenan tambin la funcin de administrar Justicia en primera instancia, casicon las mismas prerrogativas de un Subdelegado y, Gil de Herrera, las us,vistos los conflictos con el Balanzario, con muy poca imparcialidad.

    Este sonado caso comenz en Tacna el jueves 30 de mayo de 1793,cuando se realizaba la procesin, seguramente de las octavas del CorpusChristi. Era costumbre que, abriendo el cortejo o detrs de la multitud, seincluyeran bailarines, ataviados con disfraz de diablos, que representaban elsometimiento final de los malignos a la Sagrada Forma.

    En esta ocasin un negro esclavo de propiedad de Zela, nombradoAntonio, de casta bozal, que era como se denominaba a los nacidos enfrica que se haban vendido en Amrica, sali con vestuario de diablo ycorriendo por las calles y plazas, haciendo morisquetas y gestos que el trajerequera, (se) encontr con un (...) esclavo de doa Juana Oporto, el que loincomod, y acercndose el esclavo de (...) (Zela), le dio un empujn, el quefue bastante para que el (...) (ocasional adversario) se echase sobre l, y lomaltratase con crueldad.

    Primero, el mulatillo, propiedad de la Oporto dio una pedrada en lamano al esclavo Antonio que estuvo a punto de quedar defectuosa yentonces ste tom otra piedra, con la cual le rompi la cabeza aladversario. Debi entonces comenzar una gresca en la que, por lascontusiones en la cara de Antonio y la sangre que manaba hastaempaparlo, se pudo deducir que el esclavo de la Oportus lo haba herido

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    con exceso. El mulatillo que era propiedad de la Oporto, ta del infaltablePedro Pablo Gil de Herrera, sabiendo que tena la justicia en casa corriprontamente a poner su queja.

    La intervencin de la autoridad fue inmediata y, como era deesperarse, por orden del mencionado Alcalde, se encarcel al inquieto yensangrentado diablo Antonio. Zela, que no haba concurrido a la procesin,ignoraba lo que estaba ocurriendo en la calle y slo, hacia las doce (delda) se le comunic noticia, poco instructiva, de lo que va referido.

    Anbal Glvez se pregunta Qu aconsejaba la prudencia y unacorrecta educacin social?, y l mismo se responde Seguir el camino queadopt Zela: presentarse a la autoridad y solicitar la libertad del esclavopreso.

    Era costumbre adems, que fuese el amo, quien pblicamentecastigase al infractor, generalmente a latigazos. Por esa razn, Zela sedirigi de inmediato a la casa del mencionado Alcalde y entrando conurbanidad y cortesa, despus de una comedida salutacin, le preguntqu si de su orden se hallaba preso su negro esclavo? El dueo de casarepuso lacnicamente que s. Zela replic, entonces, sobre Cul era lacausa? Gil de Herrera respondi que, porque quera, porque le daba lagana y porque tena facultad para ello.

    Cree Glvez que, de esa manera, Gil de Herrera hall la ocasin quenecesitaba para mortificar a Zela, recordando la noche aquella en que stele intimara que le guardase su fuero y prerrogativas de oficial y caballero; yestimando que, como Alcalde Ordinario que era, tena en sus manos laadministracin de justicia, arma (...) que hiere deslizndose por entre lascallejuelas de la ley escrita, y tena tambin las armas de la fuerza brutapuestas en manos de sus alguaciles.

    Zela refiri que slo atin a protestar por las formas poco educadascon que Gil le contestaba. Estando all (como invitado a almorzar) ellicenciado don Jos Barrios y Hurtado, su pariente, el balanzario lo inst aque se pronunciase sobre la verdad de lo que deca. Gil se levant de lamesa y dio orden a un negro su esclavo (para que) llevase (a Zela) preso ala crcel pero el negro amenazado por el balanzario que le deca cuidadocomo te llegas porque maana puedo ser tu amo, no cumpli la orden. Enel clmax de la pelea Pedro Pablo Gil de Herrera agravi nuevamente albalanzario, le infiri herida honda que la sinti en su honor, en su decoro yen su linaje. El alcalde, avanz como para atacarlo violentamente,dicindole que era un sambo limeo, borracho, injurias que agrav con lasuspensin de la mano en ademn de descargarle un golpe.

    Fue sta la gota que colm el vaso. Levantando la voz Gil le gritechndole la hora mala, a lo que (...) (Zela slo pudo decirle) que advirtiesecon quien

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    hablaba, que era un hombre empleado, que se moderase, que no era(...) (su) juez y que a mayor abundamiento tena providencias del SeorGobernador Intendente y sorprendido y turbado con la destemplanza deaquel Juez, no menos que ntimamente consternado con tan acerbaspalabras, repuso que su borrachera sera con el aguardiente que (Gil)carg, que era como decirle mula de arria. Dicho esto Zela se retir.

    La tarde del mismo jueves Zela fue de visita a la casa del seor curapara contarle, seguramente, los incidentes del medio da. Se percataron,entonces, que el Alcalde haba ordenado salir a la calle pelotones de gentearmada e, interpretando, seguramente, que se trataba de alardes paraamedrentarlo y apresarlo posteriormente; regres a su casa llevandocamino por otra calle desviada. Pero, cuando Francisco Antonio de Zelaestaba por llegar a su casa, se le echaron encima los que ya lacustodiaban, ejecutando con fidelidad las rdenes de un juez airado que nohaba omitido diligencia para su desaire.

    Pero, simultneamente, en su desesperacin por buscar a Zela, eliracundo Gil fue a buscarlo en casa de un tercero de honor, como fue la dedon Toribio Ara, cacique principal del pueblo y hombre noble.

    El espectculo de la captura de Zela fue tan exagerado comodeplorable. Tomado por la fuerza en el centro de una chusma de ms decincuenta hombres, entre los cuales iban ocho armados y el Alcalde con unsable curvo que llevaba desnudo en la mano fue llevado a la crcel pblicaa las cinco de la tarde por el mismo Gil, en unin del teniente de alguacilmayor don Antonio Aun. No satisfecho con tales vejmenes el mismoAlcalde la noche del referido jueves mand custodiar la casa con doscentinelas y dio rdenes para que en el da siguiente extrajesen de la casadel balanzario sus bales y cuanto tena. Ingresaron a la casa parainventariarlo todo. Procedieron de inmediato a descerrajar y abrir losbales, sacndose de ellos los papeles y correspondencias secretas (sic)(...) (as como) los borradores de gastos en las fundiciones y los cuadernos.El mismo Alcalde maliciosamente al encargarse de unos cristales puestosen una repisa, slo numer de ellos una limeta (que era como entonces sedenominaba a una pequea jarra para escanciar vino) y un vaso, para quefuesen indicios de que (...) (Zela tena la debilidad de la) embriaguez.

    Estando Zela encarcelado su defensor, don Francisco Salguero,inici los trmites para su liberacin. Tambin los oficiales realesescribieron de inmediato al Intendente lvarez informndole la prisin delbalanzario; su gran preocupacin estribaba en que se hallaba prximaarribar a Tacna la remesa de plata desde Huantajaya, y al no hallarse Zeladesempeando su puesto se corra el riesgo de no poder fundirla.

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    posteriormente los pormenores del suceso.

    Glvez reflexiona sobre esta vivencia del caudillo del primerlevantamiento por la independencia del Per. Piensa, por ejemplo, que Zelahubo de comprender, a los veinticinco aos de edad, el gran fondo deinjusticia que haba en la aplicacin de las leyes, y como stas, en lasmanos de ciertas autoridades del rgimen espaol, se convertan en mediosde opresin y que en el fondo del oscuro calabozo de una crcel depueblo, hall cuanta inmoralidad exista en la administracin de justicia ycuanta suma de poder haban puesto los reyes de Espaa en manos pocoescrupulosas.

    Tambin sentira estremecer todo su ser al percatarse que, s en sucaso que por razones de cargo desempeado, privilegios, vinculacionesfamiliares, instruccin y capacidad para ejercer su defensa era vctima de laarbitrariedad de un alcalde de pueblo; cuanta injusticia se estaraejerciendo contra los que no tenan las ventajas de ser criollo, letrado,instruido, funcionario colonial, capitalino, familiarmente bien vinculado y conrecursos econmicos como para vivir cmodamente. Qu cmulo deabusos, de vejaciones y de injusticias se ejerceran entonces contra lospobres, los desamparados, los humildes, los olvidados! Glvez concluyeque no fue el 20 de junio de 1811, sino el 30 de mayo de 1793, cuando seforj un carcter, cundo Francisco Antonio de Zela, concibi la idea desublevarse y levantar, alto, muy alto, el pendn de los ciudadanos deAmrica.

    FRANCISCO ANTONIO DE ZELA ENSAYADORINTERINO DE LA CAJA REAL

    Se hace especial hincapi en la mencin que dentro de la Causa deHacienda se hace del Personal de las Cajas Reales, que figura en laRelacin como de la Callana de Tacna; por que en ella laborabainterinamente una personalidad que tuvo gran figuracin en los movimientosemancipatorios de Tacna. Los funcionarios eran: el Ministro Tesorero, donDomingo de Agero con 1 500 (pesos, anuales,) de sueldo; Oficial Mayor,don Juan Fernndez Caamao con 500; amanuense don Pedro JosBelande con 200. Guarda Mayor de Alcabalas, don Juan Manuel Carvajalcon 1 000; Guardas, don Francisco Sols, don Rafael Bahamondes y donJos Mara Arias con 400 cada uno. Curiosamente la Relacin que registrel Visitador omite el nombre del Contador, que era don Francisco Basadre.Esto debido a que ese ao, con el mismo cargo, fue promovido a laimportante Real Caja de la ciudad de Cuzco; y hasta el momento de la visitano se haba designado a su reemplazante en Tacna. Despus de presentaruna relacin minuciosa de las mquinas y herramientas que existan en lacallana, se menciona que el responsable de esos equipos es unEnsayador, que actualmente es interino, don Francisco Antonio de Zela (yArzaga) con el sueldo de 500 pesos.

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    Preguntado Zela sobre los procedimientos que segua paraestablecer la ley o calidad de los metales preciosos que deba valorar. Se leconsult si practicaba los Ensayos por fuego o copella, y no por toque ysonido con perjuicio del pblico y de los Reales derechos contest Zela quelo ejecutaba por el primero, mostrando en su apoyo las hornillas y bitcoraque se hallaron arregladas a su Ministerio e igualmente el Libro dondeasienta las barras fundidas que corre desde primero de enero del corrienteao hasta el trece del mes que rige, encontrndose en el haber fundidoochenta y tres barras.

    Lizardo Seiner Lizrraga ha incorporado un elemento importante enla remuneracin de Zela. Se trata de un plus que reciba regularmente,aparte del sueldo asignado, un ingreso que provena de su labor comofundidor. El 4 de enero de 1810, por ejemplo, Francisco recibe 150 pesosque por reglamento le correspondan a cuenta de las fundiciones hechas elao anterior.

    DON FRANCISCO ANTONIO DE ZELA JURACOMO BALANZARIO INTERINO

    El ttulo que confera a Zela, interinamente, el ejercicio de Fundidor,Ensayador y Balanzario slo fue rubricado por el Virrey Francisco Gil deTaboada y Lemus el 25 de octubre de 1792; pero el documento que loacreditaba demorara, todava varias semanas en llegar. El documentooficial debi llegar slo en la segunda quincena de diciembre de 1792. Fueseguramente enviado desde Lima por la madre de Zela que tambin estabainiciando los trmites para la sucesin del ttulo de Ensayador en la personade su hijo. Con el referido documento, don Francisco Antonio de Zela yArizaga, cargando el luto de su recordado padre, se present ante losMinistros de las Reales Cajas para su incorporacin oficial.

    Aceptadas las formalidades, don Francisco Antonio de Zela, prestel juramento exigido para desempear el cargo, ante los Oficiales Reales dela Caja de Tacna en condicin de interino. El acta de juramentacinredactada en ese momento, certificaba que en el pueblo de San Pedro deTacna en primero de enero de 1793 aos. El juramento, se acostumbraba,se hizo ante los ministros de Real Hacienda de las Cajas de Tacna. Seley el superior despacho a don Francisco Antonio de Zela y Arizaga, por elque se le confiere el empleo de fundidor, ensayador y balanzario de ellas yse le asigna el salario de 500 pesos anuales desde el da de su recepcin; yhabindose verificado sta hoy da de la fecha ante nos, tomndole eljuramento acostumbrado, que lo hizo por Dios nuestro Seor y una seal dela cruz, de usar bien y fielmente el dicho empleo, lo hubimos y recibimos al. Fueron testigos don Juan Fernndez Camuo y don RafaelBahamondes.

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    El titulo definitivo debi llegar slo a mediados de 1794, porque paracompletar las formalidades y para garantizar el manejo de crecidas sumas,Zela debi conseguir que vecinos solventes de Tacna, lo afianzaran.

    El 29 de agosto de 1794, nada menos que don Joaqun GonzlezVigil y Molina; nombre caro para todo tacneo por haber sido el padre delclebre Francisco de Paula Gonzlez Vigil y Yez; otorg ante el escribanodon Ignacio Enrique Portales; por un monto de, hasta 500 pesos, a favor dedon Francisco Antonio de Zela; para que pueda cumplir a cabalidad el cargode Ensayador, Fundidor y Balanzario de las Reales Cajas del pueblo deTacna.

    ZELA Y EL CACIQUE QUE SE ENFRENT A LA AUTORIDADEn la historia las tramas se unen y se desatan y los personajes van

    definiendo sus perfiles. Casi simultneamente con los juicios referidosanteriormente se produjo en Tacna otro sonado caso de confrontacin conla autoridad espaola. No era la corta frula del Alcalde Ordinario sino elrecio bastn del Subdelegado, Menocal. Tampoco era Zela, el impetuoso yromntico criollo protagonista de las dos ya relatadas historias. Se trata,ahora, del cacique de los Naturales de Tacna, don Toribio Ara y Cceres. Loms interesante es que, por coincidencia, le correspondi, finalmente, aFrancisco Antonio de Zela, llevar adelante, por orden del Intendente, elproceso, en consideracin a que todas las autoridades llamadas aadministrar justicia estaban incluidas en la acusacin del Cacique.

    Sucede que Menocal cultiv una amistad condescendiente hasta lacomplicidad con el penltimo Cacique, Santiago Ara y Cceres, y con lamadrastra, ambiciosa segunda mujer del Cacique Carlos Ara, doaPascuala Snchez, privando a Toribio, hermano menor del referido Curaca,de los derechos que, como hijo y heredero del difunto Cacique Carlos Ara yTicona, le correspondan. La particular manera de reaccionar o defendersede Toribio gener una creciente animadversin de Menocal.

    Como, abogado que era, don Santiago Ara, fue asesor privado deMenocal, a quien le pasaba los expedientes del suplicante, don Toribio Ara,para que los decretase, siendo stos en contra del mismo don Santiago,demandndolo por las acciones que le pertenecan de la herencia de supadre. As Menocal lo priv violentamente de la Hacienda del Puquio que losustentaba, como parte de los bienes de su difunto padre don Carlos Ara; nile concedi de su legtima patrimonial ni casa en que vivir ni un criado parasu servicio. El Subdelegado, ntimo amigo y parcial de don Santiago; todo loreserv para que la disfrutase ste, integra e indivisamente. EnfermoSantiago hizo su testamento en 1792, a falta de notario, ante el gobernadorMenocal. Dice, no exento de irona, que rogaba a Dios para que su

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    hermano Toribio disfrutase el cargo de Cacique en que me sucede,con todo sosiego y no con las tropelas y disgustos que yo he pasado desdeel da en que empu el bastn. Muerto sin descendencia, el 4 de junio de1792, el referido abogado cacique, su hermano, don Toribio, que era elsiguiente en orden de sucesin, debi asumir el Cacicazgo a fines de esemismo ao. Entonces comenzaron los conflictos con el dicho Menocal y sucorte.

    Primero, ste entorpeci la particin de la herencia paterna dejando adoa Pascuala como administradora; luego, le neg hasta la bodega anexaa la casa del cacique que el Intendente, le haba asignado y dado posesininterina y, finalmente, form causa en contra de don Toribio sobre laimaginada calumnia que demandaba la Juana (Martnez de) Oporto porhaber (don Toribio) () defendido la sustraccin de agua que cometi eljueves de mi mita. Para tales arbitrariedades los tres jueces, Menocal, donJoseph Santa Mara y don Pedro Pablo Gil, coludidos y vengativos,juntamente con el Protector de Naturales, don Matas Baluarte y elEscribano don Ignacio Enrique Portales, que se hallaban sometidos alcapricho y la arbitrariedad del Subdelegado; el 6 de marzo de 1793, lopusieron preso en la crcel pblica de este pueblo, causndole vejmenes yatropellamientos hasta llegar al extremo casi de ponerlo en las manos de lareferida viuda del dicho su hermano, de su suegra y criados e incitando a losindios alcaldes para que lo sacasen de su casa amarrado y preso a lacrcel del pueblo. Estando en la crcel y sin tener autoridad local a quienrecurrir hizo un pedimento al Intendente de Arequipa detallndole losincidentes y recordndole los privilegios que deban gozar los caciques,para no ser presos por ningn juez ordinario, sin delito grave, criminal. ElIntendente provey auto en Arequipa el 20 de marzo de 1793 reconociendoque no podan ser los caciques presos por los jueces ordinarios yexhortando al Subdelegado a que cumplan, para que, bajo de fianza dehacienda, ponga al Cacique don Toribio Ara en libertad de la carcelera enque se hallaba. Un nuevo escrito del Cacique reparaba en la imposibilidadde lograr justicia en Tacna, con las autoridades entonces en ejercicio porestar emparentados entre s, por ser la Juana (Martnez de) Oporto tacarnal de Baluarte () Isidoro Gil, Ambrosio Gardeazabal (y) Pedro Gil,sobrinos carnales de sta; vienen a ser con el Alcalde Ordinario, don PedroPablo Gil, aquella, prima hermana y stos primos en segundo grado, y elpropio parentesco milita para con doa Incolaza Gil, mujer de Baluarte,hermana del Alcalde, prima hermana de la Juana (Martnez de) Oporto y, ensegundo lugar con los sobrinos de sta, cuya familia, de pblica voz y famase halla beneficiada del Subdelegado. Una nueva orden del Intendente,suscrita en Arequipa el 11 de abril de 1793, libra despacho al MinistroTesorero don Domingo Agero, y en su defecto al Fundidor don FranciscoAntonio de Zela para que, previa fianza se deje en libertad al Cacique yse reciba Informacin de las violencias que el expresado cacique exponehaber hecho el Subdelegado con su persona

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    Ara inserta en el expediente un escrito, en el que le comunicaba queluego que lleg el expreso con el citado pliego, que fue el da treinta delprximo mes pasado de Marzo incontinenti (es decir, inmediatamente),valindome del Ensayador, Fundidor y Balanzario de esta Reales Cajas,don Francisco de Zela y Arzaga, persona de honor, se lo hice pasar y severific su entrega en mano propia, de suerte que lo abri, lo ley y seenter de su contenido y se dej decir que con una carta se le contestaba aVuestra Seora su Providencia; sobre cuyo particular est pronto adeclararlo el referido don Francisco de Zela. Pero pasaron tres das yMenocal no se movi a darle obedecimiento, ni la menor providencia.Entonces el mircoles 3 de abril, a las 8 de la maana, se le hizo acuerdode la causa y se le exigi su cumplimiento, presentndole a don JosefSantos Arias, persona de honor y facultades, como fiador de Toribio paraque saliese libre, pero Menocal no lo verific, nuevamente. Muy por elcontrario, a las doce del propio fue a la crcel Juan Benavides, sucomisionado, a intimar a Toribio con un decreto por el cual declaraba nohaber lugar a la providencia del Intendente, hasta que la parte contraria noresponda al traslado que se le haba pasado.

    Cuando lleg la hora de ejecutar la orden del Intendente, es decir,enfrentar al abusivo y desptico Menocal, curiosamente el pusilnime elContador Domingo de Agero, se ausent a la ciudad y puerto de Arica,pretextando entendiendo en asuntos del Real Servicio pasando estacomisin a don Francisco de Zela y Arzaga. Zela, de inmediato, comenz ainterrogar a los testigos del hecho con total independencia. Frente a lostimoratos y a los coluditos, el futuro caudillo de 1811, se perfila con unapersonalidad autnoma, valerosa y justiciera.

    MATRIMONIO DE DON DOMINGOANTONIO DE ZELA Y ARIZAGA

    Domingo Antonio, el nico hermano del Prcer que vivi en Tacna,no comparti los ideales ni las peripecias de don Francisco Antonio.Mientras Francisco se nos retrata apasionado, poltico, protagnico, rebelde;Domingo es ms calculador, indiferente, marido prematuro, exitosocomerciante, sometido al convencionalismo social y al orden imperante.Domingo, nacido hacia 1772, antes de su asentamiento definitivo, pudohaber visitado Tacna. En aquella oportunidad debi conocer a Tomasa sufutura esposa. La ltima vez que lleg a Tacna fue despus de la muerte desu padre, portando el poder que su madre extendi en Lima, el 22 denoviembre de 1792, a favor de Francisco. All Domingo figura como menor.ste debi llegar, en el mejor de los casos, a mediados de diciembre de eseao y vivir con su hermano Francisco en la casa dejada por don Alberto.Seiner ha pintado la situacin de Zela, por lo menos, hasta octubre de 1793,que sobrellev con el nico y ms cercano pariente con quien contaba en elpueblo: su hermano Domingo Antonio. Vivi con l por espacio de variosmeses. Cuando el intendente lvarez visit Tacna en agosto de 1793, entre

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    las varias acciones de gobierno que busc implementar, mand que losfuncionarios de la Real Hacienda pasaran inmediatamente a vivir en elamplio edificio designado para albergar las Cajas Reales. No obstante,ninguno acat la orden, esgrimiendo, al efecto, razones personales. DonFrancisco Antonio de Zela adujo que al ensayador no se le poda obligar aello por no tener comodidad para vivir con su hermano y dos esclavos quetenan el defecto de la embriaguez. Continua Seiner refiriendo que laconvivencia fraterna termin al contraer nupcias Antonio con TomasaGandolfo en Octubre de 1793. Parece que este matrimonio, inesperadotambin, termin con la frrea unin que exista entre los dos hermanos:Domingo y Francisco.

    Doa Tomasa era una joven de fortuna, hija legtima de don SilvestreGandolfo Malatesta, italiano, comerciante, artesano, constructor, etc. y dedoa Melchora Portales y Rejas, heredera de una familia afrodescendienteque alcanz la prosperidad. Casaron en la parroquia de Tacna el 31 deoctubre de 1793. El acta de matrimonio dice: yo el doctor don FranciscoMndez de licentia parrochi, cas y vel a don Antonio de Zela, soltero, hijolegtimo de don Alberto de Zela y Neyra y de doa Mara Mercedes deArzaga, vecina de Lima, como el primero vecino de este pueblo, con doaTomasa Gandolfo, hija legtima de don Silvestre Gandolfo y de doaMelchora Portales (...) proced a verificar dicho matrimonio, de mandamientodel doctor don Juan Jos Manrique cura propio y vicario de este pueblo (...)Testigos don Manuel Ynez, don Pedro Salgado y don Agustn Crdenas(...) (Firmado) doctor Francisco Mndez.

    CUANDO DOS HISTORIAS SE UNENHay momentos trascendentales en la vida: nacimiento, muerte,

    encumbramiento a posiciones que permitan la gestin de grandes cambiospositivos o la plasmacin de obras admirables. En el mbito familiar: unir sudestino con el de otra persona y procrear hijos valiosos y ejemplares. Estaspautas se cumplen en las vidas extraordinarias como en el caso de Zela: surebelin abre el periodo insurreccional de la Emancipacin y su prisin,destierro y muerte lo consagran. Su matrimonio con Mara de la Natividad esmucho ms que una alianza para los propsitos familiares. Ella supocompartir los ideales de su marido, aun despus del fracaso de 1811, comose ver tratando el levantamiento de 1813. No hay detalles del noviazgo,que, entonces era largo y vigilado. Francisco Antonio, visitara a doa MaraAntonia de Antequera para solicitarle la mano de la fina y bella Mara de laNatividad, de 22 aos. La boda sera un acontecimiento social por laestimacin que los cnyuges tenan, en casi todos los sectores del pueblode Tacna; como que fueron sus padrinos el ex Alcalde Ordinario y Coronelde Milicias de la Provincia de Arica, don Francisco Navarro y su esposadoa Norverta de Soto. El acta matrimonial dice, a la letra dice, que el 5 dejunio de 1796 el doctor don Fulgencio de Barrios con facultad y licencia dellicenciado don Marcos Domingo Rubio, encargado de la doctrina de Tacna

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    cas inn faccie ecclesiae, por palabras de presente que hacen verdaderomatrimonio, y (vel) segn orden de nuestra Santa Madre Iglesia a donFrancisco Antonio de Zela, natural de la ciudad de Lima, hijo legtimo de donAlberto de Zela y Neyra, difunto, y de doa Mara Mercedes de Arizaga, condoa Mara de la Natividad Siles de Antequera, oriunda de este pueblo (deTacna), hija legtima de don Pedro Siles, difunto, y de doa Mara Antoniade Antequera, habindose ledo las proclamas en tres das festivos quefueron el 26, 29 y 30 de marzo. Y, aunque result impedimento de afinidadilcita en segundo grado, le fue dispensado por (Su Ilustrsimo), Obispo, miseor, segn consta del documento correspondiente; y no result otroimpedimento de la informacin y dems diligencias que se practicaron.Fueron testigos el coronel don Francisco Navarro, y Lorenzo Ramos, y paraque conste lo firmo. Sin embargo no se registra firma ni rbrica delcelebrante. Dice Cneo que la novia llev 10,000 pesos de dote, sin incluirla histrica casa de la calle llamada entonces Mercaderes, hoy cuadraquinta del Jirn o calle de Zela.

    LOS SILES DEL ALCZAR

    El fundador de la familia Siles a la que perteneci la digna yabnegada compaera de Francisco Antonio de Zela fue don Joseph deSiles, vecino de la ciudad de Cochabamba, en la Audiencia de Charcas y,probablemente, uno de los arrieros que trajinaban entre Arica, Tacna y lasciudades del Alto Per. Fue padre natural de don Diego, don Toms y doaIsidora Siles del Alczar, habidos en la tacnea doa Isidora del Alczar yPadilla. Tuvo adems muchos hijos naturales. Que don Joseph fuesetrajinero se deduce del hecho que sus dos hijos naturales Diego Siles yThoms Siles fueron tambin arrieros desde su juventud, origen de unaprosperidad alcanzada cuando slo tenan 27 aos de edad.

    Aunque en el acta matrimonial Diego figura como tacneo, en sutestamento declara ser natural de la villa de Cochabamba, donde habranacido hacia 1709. El 2 de julio de 1739, cas en Tacna con doa JuanaBruselas, que en otros documentos figura como Juana Brucel y, en otros,como Juana Sarria; nacida hacia 1718, tambin natural del pueblo de Tacnay viuda de Andrs Arias.

    Don Diego fue un exitoso comerciante que constituy, a criterio deSeiner, una de las ms importantes personalidades financieras de Tacnaen la segunda mitad del siglo XVIII y que logr, en medio siglo unrespetable poder econmico basado en el comercio que ejerca con el AltoPer y en las crecidas sumas que perciba como producto del prstamo dedinero a una elevada tasa de inters y, segn Cneo al negocio deadelanto de dinero sobre cosechas en pie a los viticultores de los valles deCinto y Locumba; a la especulacin sobre vinos y licores en el mercadoaltoperuano y a (hacer) prstamos. Glvez, tratando sobre su vida cree que

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    el socilogo y el historiador encontrarn en ella el tipo, el modelo demuchos hombres de la poca colonial.

    Efectivamente, don Diego fue uno de los ms activos empresariosen la lucrativa actividad del arrieraje, tanto as que cuando, en agosto de1736, se produjo la protesta de los dueos de recuas por el incremento dearrieros informales en el trajn con el Alto Per, entre los protagonistasfiguran don Diego Siles (y don) Toms Siles. Progres tanto elcochabambino que, el 1 de Marzo de 1771, compr al capitn don Pedrode Ureta y Peralta, vecino de Lima, una via que ste hered de sus padres,sita en el valle de Cinto, trminos de la doctrina de Ilabaya, en 21000 pesos.Tena esta hacienda 8500 cepas de vid y, a comienzos de 1789, era dueo,tambin, de una hacienda de alfalfares y tierras de sembro en Challata, delvalle de Tacna y de una chacra de tierras de sembro en el pago de Yalatadel valle de Sama que leg a su hijo natural Jos Mara Siles Pizarro.

    Tambin posea predios urbanos, como las tres casas que seal ensu testamento; una casa y solar dejada a su hija natural Mara SilesSalguero, que era donde sta viva y otras dos casas que correspondan asu nieta legtima doa Mara Natividad Siles de Antequera. Una de estasdos referidas sera la histrica casa donde mor Zela y donde tuvo lugar elacontecimiento del 20 de junio de 1811. Otro indicador de la fortuna de donDiego eran los numerosos esclavos que posea en sus casas de Tacna ychacra de Challata. No menos de veinte sin contar los de Cinto y Sama, quedebieron ser tambin numerosos. A esa riqueza una prestigio, como quefue capitn de milicias territoriales; que, en 1788, lleg a ser el TercerAlcalde Ordinario de Tacna por designacin del Intendente de Arequipa.

    Glvez lamenta que el tiempo de matrimonio fue corto por que slodur catorce aos. El 3 de mayo de 1753 falleci doa Juana Bruselas,cuando slo tena 35 aos de edad, mujer que fue de Diego Siles; dejandodos hijos legtimos doa Gregoria y don Pedro Siles Brucel. Aquella entrde monja y profes con el nombre de Sor Gregoria de Santa Teresa en elmonasterio de Santa Teresa de la villa de Potos para lo cual se la dot con4 000 pesos; y, ste nacido hacia 1744; falleci de 40 aos el 14 de agostode 1784 haba casado con doa Mara Antonia de Antequera y Laso de laVega, natural de Chuquisaca, como muri de repente no pudo recibir losauxilios espirituales. Fue sepultado en la capilla de Nuestra Seora delRosario. Sin embargo hubo una tercera hija, Mariana, que falleci de slo 4meses de edad el 22 de enero de 1752. Fue registrada como mestiza. DonDiego, tuvo, adems, cuatro hijos naturales, con Magdalena (o Margarita)Salguero a Mara y Agustn Siles y Salguero y otros dos, cuyas madres nose han registrado, llamados Matas, Bernardo y, ya en viudez, con BernardaPizarro un cuarto llamado Jos Mara Siles Pizarro que muri, de 20 aos,en 1803. De sus dos hijos legtimos, don Pedro Siles Brucel tuvo por hijos adon Juan

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    Bautista, doa Mara Flora, don Agustn, don Josef y doa Mara(Natividad) de Siles y Antequera, la abnegada esposa del prcer.

    Don Diego test ante el escribano don Ignacio Enrique Portales yRejas el 6 de enero de 1789 (...) (asistiendo) como testigos de estepostrimer acto de la vida civil, cuatro notables vecinos de Tacna, llamadosdon Fernando Pomareda, don Vicente Balln, don Juan de Benavides y donLorenzo Mazuelos. Falleci de 80 aos de edad el 7 de enero de 1789. Fuesepultado con gran solemnidad y con un cortejo de diez religiososencabezados por el Teniente Cura Fray Fernando de Tapia y Crdenas;previa misa de cuerpo presente, en el lugar correspondiente de la iglesiaparroquial el 8 de enero de 1789.

    EL POLMICO RETRATO DE DOA MARA DE LA NATIVIDADSILES DE ANTEQUERA

    El doctor don Aurelio Snchez Herrera, vocal de la Corte Superior deJusticia de Tacna y Moquegua, varias veces su Presidente y descendientede Francisco Antonio de Zela; tuvo la fineza de obsequiar al primer obispode la Dicesis de Tacna y Moquegua, Monseor Carlos Alberto ArceMasas, que estaba organizando un museo, una curiosa fotografa tomadade un cuadro. Corresponda a una anciana. En el reverso la dedicatoriadeca Emerenciana de Zela de Snchez. Hija del Prcer don FranciscoAntonio de Zela i Arzaga. Afectuosa i respetuosamente. Excmo. y Rvmo.Monseor Carlos Alberto Arce Masas. 1er Obispo de Tacna. AurelioSnchez Herrera. 1952.

    La foto era poco ntida. Haba sido tomada directamente de uncuadro. Las condiciones de la impresin ofrecan muchas distorsiones. Laseora retratada se vea muy anciana, seria y con facciones poco finas.Cuando el entusiasta Obispo fue promovido a la arquidicesis de Piura,recomend que dichas fotos se entregasen cuando se estableciese unMuseo permanente en Tacna. Cuando se cre el Archivo Departamental yse estimularon donaciones para formar la Fototeca de Tacna; el Cancillerde la Dicesis, Padre Pedro Vila Duffy y, muy especialmente la SeoritaSecretaria Anita Cocha Saravesse; con la anuencia del seor Obispo;transfirieron al mencionado repositorio las referidas fotografas.

    Con motivo de la reconstruccin del inmueble donde mor el prcerZela y su puesta al servicio de la colectividad como casa-museo; gracias ala poltica patritica y cultural del directorio del Banco Industrial; el IngenieroHernn Snchez Tregear, entonces alto funcionario de Electro Per, hijo delrecordado doctor Aurelio Snchez Herrera y, por lo tanto descendientedirecto de Zela; tuvo el noble gesto de desprenderse de retratos de susantepasados que la familia cuidaba con veneracin y gran celo, degeneracin en generacin, donndolas a la referida casa-museo.

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    Doa Mara Natividad Siles de Antequera.leo existente en el museo Casa de Zela.

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    Sobresalan dos oleos, tipo medalln interior, de un caballero de edadprovecta y una dama de mayor edad, que era precisamente el original de lafotografa donada al Archivo.

    La figura del leo, no obstante ser el original, se ve diferente. Reflejaa una digna anciana, de belleza serena que no ha marchitado el tiempo. Sutez es blanca con tonos carmn y su cabello cano. Sin embargo se descubreen su pequeos ojos sombras de quebranto y heridas del alma sin cicatrizar.Los cuadros que corresponden a la anciana y al anciano fueron colocadosen el saln principal de la casa, en la pared ms amplia, que da al Este, auno y otro lado del retrato, ms grande, del prcer don Francisco Antonio deZela.

    Esta distribucin de los leos fue motivo para una nueva erradaconclusin del bien intencionado gua: los ancianos eran el padre y la madrede Francisco Antonio de Zela. Con criterio intuitivo, pre-conceptual no podaaceptarse que respecto de una estampa juvenil y radiante del Prcer, unaanciana sea la esposa de Zela y, un anciano, su hijo poltico. Doa MaraNatividad Siles de Antequera y Laso de la Vega viuda de Zela, residi unbuen tiempo en Ilabaya, para sobrellevar pobreza, ingratitud y olvido, comose tratar ms adelante; pero siendo ya anciana, retorn a Tacna para vivirsus ltimos aos. Falleci doa Mara Natividad, viuda de don FranciscoAntonio de Zela, el 4 de febrero de 1852. Tena entonces setenta y cuatroaos de edad. Se conoce que las primeras fotografas que se tomaron enTacna, hacia 1862, fueron hechas por el fotgrafo itinerante Juan de la CruzPalomino. Tal vez se hicieron daguerrotipos a mediados de los cincuenta.Sin embargo, antes de esa fecha abundaban los pintores de caballeteacostumbrados a ofrecer a las familias retratos al leo, generalmente, desus damas. Uno de esos pintores, que se referirn en el prximo captulo,retrat a doa Mara Natividad Siles.

    En unas notas de mi responsabilidad, escritas con lpiz, en ladedicatoria de la fotografa, cuando se estaba organizando la fototeca delreferido Archivo; se comenta que no se trata de Emerenciana, la hija deZela, nacida en 1802, porque ni la edad que representa la dama ni laindumentaria que luce corresponden ni a los cincuenta aos de edad ni a lalas modas del medio siglo XIX. Tampoco puede ser la madre de Zela porquetodo contacto con doa Mercedes se perdi con la venida de Zela a Tacna.Slo puede tratarse de doa Mara Natividad.

    El anciano del otro leo, es, con toda seguridad, don Luis Snchez,casado con doa Emerenciana de Zela y Siles, segunda hija de donFrancisco y doa Mara Natividad. Para verificarlo fue menester conseguiruna fotografa tipo carte de visite donde aparecen el referido don Luis, suhijo Pedro Snchez y Zela y su primer nieto, Isidoro Snchez Zevallos. En ladedicatoria del reverso se lee: Seor Pedro Jos Vrtiz, tu afectuosocompadre y amigo, Luis Snchez; Sinto (sic), febrero, 13 de 1874.

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    LAS TIERNAS RAMAS

    Se sabe que el hogar conformado por don Francisco Antonio de Zelay Arzaga y doa Mara Natividad Siles de Antequera, se vio adornado por lapresencia de nueve bellos y saludables hijos.

    El primer historiador que incluy en la biografa del prcer losnombres de los hijos de Zela, fue Jos Belisario Gmez Castan en suopsculo titulado El Coloniaje. Lo hizo con algunos errores que fueronsubsanados posteriormente. El historiador Anbal Glvez que conoca laobra de Gmez, confirm nombres y fechas; con notas a pie de pgina pusoa salvo su responsabilidad en datos poco claros y corrigi los lapsus calamien las dos primeras fechas de nacimiento consignadas como 1897 y 1899;por las correctas de 1797 y 1799. Don Rmulo Cneo Vidal, que tambinconoca el valioso libro del tacneo Gmez se tom el trabajo de verificarcon exactitud, en los libros parroquiales bautismo de San Pedro de Tacna,una a una las fechas publicadas por Jos Belisario Gmez en su Coloniajeacerca del nacimiento de los hijos de Zela.

    Con la ms reciente obra referida a Zela, del historiador Seiner, lainformacin se ha verificado completamente. Segn Lizardo SeinerLizrraga los hijos de don Francisco Antonio de Zela fueron los siguientes:doa Flora Mara Dolores, nacida el 21 de abril de 1797; doa MaraManuela, nacida el) 30 de marzo de 1799; don Santiago nacido el 25 dejulio de 1800; doa Emerenciana nacida el 23 de enero de 1802; don JosSantos que vio la luz el 1 de noviembre de 1803; don Jos Manuel nacido el17 de febrero de 1805; don Buenaventura que fue alumbrado el 13 de juliode 1806; doa Mara del Rosario que naci el 2 de octubre de 1807 peroque falleci al ao de edad el 7 de enero de 1809, sumiendo a sus padresen un inconsolable dolor; y Lucas Miguel, nacido el 16 de octubre de 1810.

    UN DESCONOCIDO JUICIO A ZELA

    Se desconoca hasta la actualidad que, entre Francisco Antonio deZela y su compaero en la gesta de 1811, don Rafael Gavino de Barrios yLiendo, hubiese existido un conflicto que lleg a la Real Justicia.

    El litigio, cuya materia o asunto se desconoce y que, por 1807, debiestar ya en segunda instancia, es decir, a nivel de Intendencia, queventilaba los juicios en la ciudad de Arequipa; debi comenzar conanterioridad a 1807.

    En 27 de octubre de 1807, el capitn Rafael Gavino de Barrios otorgpoder a favor del doctor don Juan Antonio Valds, abogado de las cortes yvecino de Arequipa para que lo defienda en el pleito pendiente contra elbalanzario don Francisco Antonio de Zela.

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    LA GUERRA ENTRE ESPAA E INGLATERRA: REPERCUSIONESEN LAS COSTAS DEL EXTREMO SUR DEL PER

    Los ingleses declararon la guerra a Espaa. Comenzaron suestrategia boicoteando en los puertos de Amrica, todas las posibilidadescomerciales, pasaron al Pacfico. La primera intentona ocurri en Arica el 30de abril de 1801. Otra en ocurri en Iquique, en junio de 1801.

    El Capitn Jos Lino Portocarrero, Comandante Militar de Aricacomunic al Subdelegado Calvo de Encalada, que habiendo tomado estepuerto de Arica, la tarde del 30 de abril ltimo, una fragata inglesa, armadaen guerra, afianzando su pabelln con caonazo y bala. Por lo ocurrido enArica, dos meses antes, se conoca que algunas naves inglesasmerodeaban por la costa entre los puertos de Ilo e Iquique. Una de ellas,haba combatido en alta mar con la fragata Castor, ms conocida comoLa Gran Bretaa; donde le hirieron a un hombre.

    En Iquique, que perteneca al Partido de Tarapac, era Subdelegadodon Ramn de Echve y Alguizar, Comandante Militar, don Juan Jos de LaFuente y Alcalde, don Ventura Vera; ocurri otro intento. El 15 de junio de1801, la tripulacin de un barco guanero, propio de don Juan BautistaElustondo, llamado La Piragua, se percat que una nave de tres mstilesse les aproximaba. Era la fragata inglesa que vena de combatir con laCastor. Entonces reconociendo la tripulacin del barco, por la direccinque llevaba la fragata que vena sobre l, mudando de rumbo, hacia arriba,con direccin a este puerto llegando poco antes de la dicha fragata.

    La gente que estaba en la parte alta de Iquique, con vista panormicadel mar; vio con alarma como La Piragua era perseguida y abordada poruna extraa fragata inglesa, el Alcalde Ventura Vera, mand buscar,urgentemente, al Comandante Militar, don Juan de a Fuente. Estando yatomada la nave, a cuyo maestro condujeron a su bordo y tambin a unpasajero, por medio del cual escribieron a los pocos vecinos de ese puertocon el intento de que se les mandase en una chalupa, de las suyas, quevino a tierra; unos cortos vveres cuyo importe ofrecieron pagar y de locontrario daran fuego al referido barco La Piragua y otros de menorconsideracin que se hallaban en este fondeadero. Llegado el emisario a laorilla, los pocos vecinos estuvieron de acuerdo en enviar lo solicitado.Recolectados los vveres se envi la chalupa con el mismo emisario.

    Pero los ingleses, no contentos con los vveres recibidos, insistieroncon una nueva demanda, para que los iquiqueos les dieran todo lo quehaba en el pueblo, viniendo a recogerla con esta embajada, tres chalupas,cada una con un can y gente armada. En estas dramticascircunstancias lleg el Comandante Militar La Fuente y se dedic a estudiarlas fuerzas con que contaba el enemigo. Pudo percatarse que la fragata

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    inglesa tena, a cada lado, 18 caones debidamente encureados y 85tripulantes. De inmediato, La Fuente, escribi dos oficios, uno para elSubdelegado Echave, que viva en el pueblo de Tarapac, informndole delo ocurrido; y otro para don Manuel Hidalgo, quizs Alcalde del asiento deHuantajaya, el centro poblado ms inmediato, para solicitarle inmediataayuda militar.

    Estaban La Fuente y Vera preparando la defensa cuando lesavisaron que los enemigos venan de vuelta. Avanzaban, la fragata y lastres chalupas con su barca. Entonces, entre otras cosas, La Fuente ordena los vecinos para que retiren cuanto en sus casas hubiese de til.

    En esos momentos, los ingleses, haban comenzando el saqueo,desmontando los mstiles de La Piragua y extrado de ella y de los demsbarquitos cuanto haban encontrado. Concluida esta tarea los ingleses seatrevieron a saltar a tierra desembarcando por la parte norte y avanzandosobre la poblacin que, en vistas de su desguarnecimiento y por rdenes delComandante Militar, se replegaron sobre los cerros, dejando sus casas alenemigo.

    El Comandante militar, record esos ltimos instantes, diciendo querobaron lo que a su vista se ha patentizado y que tema intenten mayorescosas. Culminada su obra destructiva los ingleses se reembarcaron. Estofue informado por Vera a Echave, el 16 de junio de 1801, y ste alComandante Militar La Fuente. Esta ser la primera de las incursionesinglesas sobre costas del extremo sur del Per.

    UN CINTO QUE NO UNA

    Sinto o Cinto, desde la antigedad se han usado las dos formas deescribirlo, prevaleciendo la segunda. Fue, un extraordinario valle frutcola,sobre todo, viero, de la doctrina de Ilabaya.

    Parece que el primero que valor sus posibilidades vitivincolas fuedon Bartolom de Grate. Luego la adquiri el corregidor Ureta y,finalmente, la compr por partes a los descendientes de ste, don DiegoSiles. Este ricohombre la leg, por partes, a sus cuatro nietos, propios de sufinado hijo Pedro de Siles Brucel, llamados don Juan Bautista, doa MaraFlora, don Agustn, don Josef y doa Mara de Siles y Antequera.

    En la medida en que los Siles que pertenecan a la tercerageneracin fueron valerosos en los momentos en que la patria demandabasu concurso; tambin fueron poco afectos a explotar la riqueza que ofrece latierra y vieron en el fundo de Cinto no un bien para trabajar y lograr mayorfortuna sino como una obligacin poco grata o slo un patrimonio para gozarhasta consumir. Los Siles de Antequera se endeudaron con la garanta deCinto y, como no cumplieron las acreencias, terminaron perdiendo lo suyo.

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    Dice Seiner que, Josef decidi vender su parte a Toribio Ara, JuanBautista haba sido demandado por la cantidad de 3 000 pesos y, al nocumplir, se remat la parte de la hacienda que le corresponda, ganndolaToribio Ara. Zela, representando a sus cuados y a su esposa, se opuso ala citada venta, aduciendo que deba preceder a sta su divisin y particin.Finalmente Ara gan el juicio y qued como dueo de la mitad del fundo.

    Glvez destaca como Zela no fue slo el guardin de los intereses desus cuados sino tambin el defensor