3
EL DOCTOR ESTABANOS… Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amo. (Confucio) MgSc. Nerio Ramírez Almarza Cada día me asombro más de la calidad educativa y de la formación familiar en relación a la ausencia de los buenos modales, la moral, las buenas costumbres, y de otras aristas que con el tiempo van saliendo a flote cuando se habla o se actúa, pero estos vacíos se observan mucho más cuando la persona llega a ser un profesional y sobre todo si ejerce la docencia. Este es el caso del singular Doctor Estabanos, (que puede ser cualquiera que lea esta reflexión), una persona que con empeño estudió y obtuvo varios títulos, siendo el último de Doctor en...; y con el paso del tiempo dirige un departamento de… en la universidad…tal. Este talento humano se enorgullece de su sabiduría inefable, puesto que a vox populi, se jacta de exclamar cada vez que puede, que él tiene varios años de experiencia s en su “esparday que ningún “rectol” “po decite”, le regaló los referidos títulos y que otra de sus metas es que lo nombren Doctol Honoris Causa”… Cuando uno escucha hablar al Doctor Estabanos, me vienen a la mente miles de cuestionantes, y las dos primeras son: como se logró formar ese feto intra universitario a tantos títulos violando todas las reglas del buen uso de la palabra tanto oral como escrita y cómo llegó a gerenciar este engendro

El Doctor Estabanos... Una reflexión sobre los vicios de la lengua

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: El Doctor Estabanos... Una reflexión sobre los vicios de la lengua

EL DOCTOR ESTABANOS…

Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amo.

(Confucio)

MgSc. Nerio Ramírez Almarza

Cada día me asombro más de la calidad educativa y de la formación

familiar en relación a la ausencia de los buenos modales, la moral, las buenas

costumbres, y de otras aristas que con el tiempo van saliendo a flote cuando se

habla o se actúa, pero estos vacíos se observan mucho más cuando la persona

llega a ser un profesional y sobre todo si ejerce la docencia.

Este es el caso del singular Doctor Estabanos, (que puede ser cualquiera

que lea esta reflexión), una persona que con empeño estudió y obtuvo varios

títulos, siendo el último de Doctor en...; y con el paso del tiempo dirige un

departamento de… en la universidad…tal. Este talento humano se enorgullece de

su sabiduría inefable, puesto que a vox populi, se jacta de exclamar cada vez que

puede, que él tiene varios años de experiencias en su “esparda” y que ningún

“rectol” “po decite”, le regaló los referidos títulos y que otra de sus metas es que lo

nombren “Doctol Honoris Causa”…

Cuando uno escucha hablar al Doctor Estabanos, me vienen a la mente

miles de cuestionantes, y las dos primeras son: como se logró formar ese feto

intra universitario a tantos títulos violando todas las reglas del buen uso de la

palabra tanto oral como escrita y cómo llegó a gerenciar este engendro

Page 2: El Doctor Estabanos... Una reflexión sobre los vicios de la lengua

académico. ¿A quién o a quiénes culpo o responsabilizo? y la respuesta genera

otras preguntas ¿A los padres? ¿A los maestros? ¿A la escuela? o ¿Al sistema?

Y así el alumno Estabanos, va aprobando cátedras y carreras, poniéndose

togas, birretes y medallas (hasta prestadas para que crean que tiene más títulos

de los que verdaderamente dicen su historia y el curriculum vitae); como si fuera a

desfilar en una pasarela internacional y de repente se encuentra en un pulpito de

clase, distorsionando el modelo referencial para los estudiantes y colegas. Es así

como oímos y vemos como nuestros compañeros de clase en el pregrado y

posgrado, hablan y se expresan de una manera tal peculiar, que dejan ver las

debilidades lingüísticas y lexicales con vicios de dicción y de construcción, siendo

muy pocos los que tratan de ayudar a través de una corrección fraterna o

profesional, tal vez por miedo a su reacción de la corrección o porque también

dudan de cómo se dice.

De tal manera que, el antiguo estudiante Estabanos, dispara cada disparate

por el cañón de su boca, saliendo apresuradamente: andabanos, estabanos,

hubieron, ibanos, de tras mio, arcarde, amol, nadien, entre otras; dicha

conversación se convierte en un carnaval de vicios de la lengua y del lenguaje,

donde pasean muy orgullosos los pleonasmos, barbarismos, anfibologías,

solecismos, apocopes, paragoges, queísmos y dequeísmos, vulgarismos,

muletillas, monotonías, arcaísmos, sonsonetes, impropiedades, coprolalias, y

pare de contar , con ello asesinando la decencia de la docencia.

Page 3: El Doctor Estabanos... Una reflexión sobre los vicios de la lengua

Para este tipo de situación es recomendable acudir a la corrección fraterna,

aquella que se hace con amor, con verdad y humildad y no de aquella supuesta

corrección en la cual se trata de humillar, reducir al otro y que de modo enfermizo

da un placer cada vez que la persona se equivoca para ir tras su corrección.

Es imposible corregir o guiar al otro sin caridad, puesto que el amor fraterno

es como una anestesia que ayuda a recibir el diagnóstico y la cura, por tal motivo

se debe llamar al Doctor Estabanos a parte y tener una conversación de altura,

con mansedumbre, o sea hablarle con mucho respeto y seguridad; decirle en esa

conversación la verdad, que él tiene muchas equivocaciones cuando se expresa,

pero hay que decirle la verdad, quiere decir que hay que indagar si todo lo que se

comenta a espaldas de él es auténtico o son exageraciones.

De la misma manera, se debe orientar con humildad, es decir no reducir al

otro y no llegar con prepotencia como si fuéramos el experto de los expertos, sino

que más bien, todos tendemos a equivocarnos y que estamos abiertos a aceptar

cualquier corrección que se nos haga para ir creciendo como personas, como

profesionales y como organización. Es aquí el momento de activar la sinergia y

colocarnos en el lugar del otro, y pensar si fuéramos nosotros quienes tuviéramos

esa debilidad, no nos gustaría que nos ayudaran…