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Sociología jurídica. Teoría y sociología del derecho en Estados Unidos administración de justicia (ágiles o lentos) y tipo de reglas que.utilizan (favorables o desfavorables). Con base en el análisis combinado de estas tipologías el autor demuestra cómo los litigantes frecuentes, que generalmente están representados por las grandes corporaciones económicas, casi siempre terminan ganando en los estrados judiciales. Ahora bien, ¿qué hacen los litigantes ante esta situación de inequidad? Galanter explica diferentes posibilidades entre las cuales están la inacción, la terminación anticipada del proceso a través de "sistemas anexos" (conciliación, negociación, etc.) y el uso de mecanismos de justicia privada. Por otra parte, ¿qué se puede hacer' para mejorar la equidad del sistema? Luego de analizar los inconvenientes de las soluciones tradicionales, el autor propone, por un lado, la organización de los desposeídos, esto es, de los litigantes ocasionales en grupos dotados de capacidad para actuar de manera coordinada y la utilización de estrategias a largo plazo, de tal manera que se puedan beneficiar de servicios jurídicos de alta calidad y, por otro lado, una reforma al sistema jurídico que traiga consigo un carrÍbio en la distribución del poder entre litigantes frecuentes y ocasionales. Según Galanter, se deben introducir reformas que modifiquen la situación actual en la cual prevalecen la inequidad y la particularidad del sistema. En todo caso, tal reforma debe tener en cuenta el hecho de que las normas que favorecen a los desposeídos suelen tener una eficacia méramente simbólica y que los poseedores casi siempre se las arreglan para lograr una implementación de las normas que les favorece. 5oc;o \00;" 0lh:C\;Ccl. 1~o, (d 'r ~ooo\(X\;¿¡ J~\ ~e~~C'~n é:-\'\ [~t.~c\.N U .'d·", (jYli \/e"{-SI ~r-\ N~c.;o V\<\\ de 00\O"ft\ bi Co\ec r io''(\· T e O,<;Q,) (f tJ~~ot~Q\)dC~'G G~'(c:~ tpo ~~S-'l t~~ C. ().1 ~o\ o m\'; & ~ I 'rf1. E''(d ~cL C,A'o:n, 2.00:i [2] Origen y transformación de los conflictos: reconocimiento, acusación, reclamación ... · WILLIAM L. F. F EL ST I N E R RICHARD L. ABEL AUSTIN SARAT

FELSTINER, William L. F; ABEL, Richard y SARAT, Austin: “Origen y transformación de los conflictos: reconocimiento, acusación, reclamación”

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FELSTINER, William L. F; ABEL, Richard y SARAT, Austin: “Origen y transformación de los conflictos: reconocimiento, acusación, reclamación” en: GARCÍA VILLEGAS, Mauricio Editor (2001): Sociología Jurídica: teoría y Sociología del Derecho en Estados Unidos. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia. P. 39-67.

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Sociología jurídica. Teoría y sociología del derecho en Estados Unidos

administración de justicia (ágiles o lentos) y tipo de reglas que.utilizan(favorables o desfavorables). Con base en el análisis combinado de estastipologías el autor demuestra cómo los litigantes frecuentes, quegeneralmente están representados por las grandes corporacioneseconómicas, casi siempre terminan ganando en los estrados judiciales.Ahora bien, ¿qué hacen los litigantes ante esta situación de inequidad?Galanter explica diferentes posibilidades entre las cuales están lainacción, la terminación anticipada del proceso a través de "sistemasanexos" (conciliación, negociación, etc.) y el uso de mecanismos dejusticia privada. Por otra parte, ¿qué se puede hacer' para mejorar laequidad del sistema? Luego de analizar los inconvenientes de lassoluciones tradicionales, el autor propone, por un lado, la organizaciónde los desposeídos, esto es, de los litigantes ocasionales en gruposdotados de capacidad para actuar de manera coordinada y la utilizaciónde estrategias a largo plazo, de tal manera que se puedan beneficiar deservicios jurídicos de alta calidad y, por otro lado, una reforma al sistemajurídico que traiga consigo un carrÍbio en la distribución del poder entrelitigantes frecuentes y ocasionales. Según Galanter, se deben introducirreformas que modifiquen la situación actual en la cual prevalecen lainequidad y la particularidad del sistema. En todo caso, tal reforma debetener en cuenta el hecho de que las normas que favorecen a losdesposeídos suelen tener una eficacia méramente simbólica y que losposeedores casi siempre se las arreglan para lograr una implementaciónde las normas que les favorece.

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[2]Origen y transformaciónde los conflictos: reconocimiento,acusación, reclamación ... ·

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El origen y la transformación de los conflictos, especialmente antes de llegara manos de las instituciones formales,.es un tema que se ha descuidado enla sociología del derecho. Nosotros ofrecemos un marco para estudiar losprocesos mediante los cuales las experiencias de daño son -o no - percibidas(reconocimiento), se convierten o no en agravios (acusación) y eventual-mente en conflictos (reclamación), así como para estudiar las transforma-ciones subsiguientes. Para nosotros, cada una de estas etapas es subjetiva,inestable, reactiva, complicada e incompleta. Postulamos que la transfor-mación entre ellas es causada por las partes y tiene consecuencias para ellas,y que también dicha transformación define la responsabilidad que lescorresponde a las partes, el alcance del conflicto, los mecanismos seleccio-nados, los objetivos perseguidos, la ideología que rige, los grupos de refe-rencia, los representantes-y los funcionarios y las instituciones dedicadas ala resolución de conflictos. Consideramos que el estudio de las transfor-maciones es importante. Los litigios formales e incluso el manejo de con-troversias dentro de foros extrajudiciales representan una mínima fracciónde los eventos que pueden madurar hasta convertirse en conflictos. Es más,lo que pasa en las primeras etapas determina tanto la cantidad como elcontenido de la carga de casos que llevan las instituciones formales y lasinformales. Los estudios de transformación arrojan una luz sobre el temade los niveles de conflicto en la sociedad estadounidense y permiten explorarel interrogante de si dichos niveles son muy bajos.

l. IntroducciónLa sociología del derecho ha estado dominada por estudios de funcio-

narios e instituciones formales y por el producto de su trabajo. Esta agen-da ha forjado la forma como se entienden y describen los conflictos. Lasinstituciones reifican los casos reduciéndolos a registros; disponen los con-flictos en forma tal que puedan ser estudiadas retrospectivamente con baseen los términos utilizados por laicos y oficiales y examinando el contextoeconómico y legal dentro del cual se dan los casos (Danzig, 1975)' Perolos conflictos no son cosas: son construcciones sociales'. Sus formas refle-jan cualquier definición que el observador le dé al concepto'. Además, hayuna parte significativa de cualquier controversia que no existe sino en lasmentes de las partes en conflicto.

Estas ideas, aunque ciertamente no son novedosas, son importantesporque dirigenla atención hacia un tema que ha sido descuidado en lasociología del derecho -el origen y la transformación de los conflictos: laforma en que las experiencias se convierten en agravios y los agravios en

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conflictos, y el hecho de que los conflictos pueden tomar varias formas,seguir distintos caminos procesales, y llevara nuevas formas de entendi-miento}. Estudiar el origen y la transformación de los conflictos implicaestudiar un proceso social tal cual ocurre. Significa estudiadas condicio-nes bajo las cuales los daños se perciben o pasan sin ser percibidos, y la formaen que la gente responde ante la experiencia de la injusticia y el conflicto.Además, aunque el estudio de las tasas de delincuencia y de litigios parecederivarse de la certeza de que ambas son altas -que se requiere aumentarel pie de fuerza de la policía. y el tiempo de las condenas (Wilson, I975);Wilson y Boland, I978; Lf ]acob y Rich, I980, que los tribunales estáncongestionados con demandas "frívolas" (Manning, I977)- el estudio delorigen y la transformación de los conflictos puede llevar a un juicio en elsentido de que en nuestra sociedad aflora muy poco conflicto, y que se per-ciben, persiguen y subsanan muy pocos daños (Lf Nader y Singer, I976).

Nuestro propósito en este trabajo es ofrecer un marco dentro del cualpuedan describirse el origen y la transformación de los conflictos. La his-toria del estudio sociológico de los conflictos se remonta a un-movimientoanterior, comenzando con aquellas instituciones más lejanas a' nuestra,sociedad -los tribunales de apelación- y pasando luego por juzgados,legislaturas y organizaciones administrativas, fiscales, y policiales, hasta con-centrase en los conflictos en la sociedad y en el papel de la ciudadanía en laelaboración de las leyes". La perspectiva de la transformación pone a laspartes de la controversia en medio del estudio sociológico del derecho;dirige nuestra atención hacia el individuo como creador de las oportuni-dades del derecho y de la actividad jurídica; es la sociedad quien forja elderecho, pero no lo forja simplemente a su acomodos .

11.De dónde ~ienen 10$ conflictos '1 cómo se desaflD'ollanLlegamos al estudio de las transformaciones con la creencia de que los

antecedentes de los conflictos son tan problemáticos y tan interesantescomo los conflictos que pueden surgir eventualmente de ellos. Comenza-mos por formular las cuatro etapas a través de las cuales se desarrollan losconflictos y las actividades que unen una etapa con la otra. Las preocupa-ciones, los problemas y los trastornos personales y sociales son cosas quesuceden todos los días. Sin embargo, los sociólogos rara vez han estudiadola capacidad humana para tolerar una cantidad significativa de angustia yde injusticia (pero, ver Moore, B., I979; ]aneway, 1980). Sabemos, sinembargo, que ese "nivel de tolerancia" puede darse porque no hemospercibido que se nos haya perjudicado; no percibir el daño puede ser deci-

ORIGEN Y TRANSFORMACiÓN DE' LO.S CONFLIC.T:O'S:RECONOCIMIENTO, ACUSACiÓN. RECLAMACiÓN.

43sión propia de la persona, o consecuencia de alguna manipulación exter-na. Tomemos el caso de una población que vive aguas abajo de una plantade pruebas nucleares. Una parte de la población ha desarrollado cáncercomo. resultado de su exposición, pero la otra parte no. Algunos de los quehan SIdo afectados saben que están enfermos y otros no. Para que surjanlos conflictos y se pueda tomar alguna acción correctiva, una experienciade daño no percibida (EDnP), debe transformarse en una experiencia dedaño percibida (EDP). A las VÍctimas de cáncer que no han sido informa-das debe hacérseles saber que están enfermas. La perspectiva de la trans-formación dirige nuestra atención sobre la transformación diferencial delas EDnP en EDP. En este caso es urgente examinar las diferencias enmateria de clase social, educación, situación laboral, redes sociales, etc.,entre las personas que se enteran de su cáncer y las que no, así como tam-bién tener en cuenta la posible manipulación de la información por partede aquellos responsables por la radiación.

Para el estudio de esta transformación se presentan dificultades concep-tuales y metodológicas. El problema conceptual surge del hecho de que laEDnP está apenas comenzando, mientras que la EDPestá ya por los cielos,por así decirlo. Sólo se puede sujetar eligiendo la definición de algún terce-ro sobre lo que quiere decir daño. Por lo general, eso no es problema. Unaexperiencia de daño es una experiencia que tiene un valor negativo para lapersona que la vive. En su mayoría, la gente está de acuerdo en qué es loque tiene valor negativo. Pero esos sentimientos nunca son universales. Lasdiferencias entre las personas generan precisamente algunos de losinterrogantes más importantes para la investigación: ¿Por qué la gente quepercibe una experiencia en forma similar la valora en forma diferente?; ¿Porqué perciben diferentemente experiencias que valoran en forma similar?,y ¿Cuál es la relación entre valoración y percepción? Desde el punto devista práctico, la falta de consenso sobre el significado de las experiencias nointerfiere con ninguna de estas tareas, puesto que su propósito es graficar lacovariación entre interpretación, percepción y factores externos. Pero si, porotra parte; el propósito de la investigación es hacer un censo de experienciasde daño, entonces ya es más grave la falta de una definición consensuada.En un censo, el investigador debe; o bien imponer una definición sobre laspersonas objeto de la investigación y correr el riesgo de que la definición nocubra todas las experiencias de daño, o bien permitirle 1las personas definirla experiencia de daño como lo deseen y correr el riesgo de que personasdiferentes definan la misma experiencia en forma distinta o que incluyanexperiencias que el investigador no encuentra dañinas.

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El obstáculo metodológico es la dificultad de establecer quién, dentrode una determinada población, ha experimentado una EDnP. Supongamosque queremos saber por qué unos trabajadores de un astillero perciben querienen asbestosis y otros no. Para poder hacer la correlación entre la per-cepción y otras variables, es necesario distinguir entre los trabajadores queno saben que están enfermos, y aquéllos que realmente no están enfermos.Pero es probable que el proceso mismo de investigar la percepción y laenfermedad a punta de preguntarle a cada cual qué síntomas tiene, afectelos resultados en ambos casos. Estos equivalentes sociológicos del princi-pio de la incertidumbre en la fisica y de la enfermedad psicosomática en lamedicina, generan problemas aun más severos cuando el objeto de la in-vesógación es puramente psicológico: una ligera enfermedad en vez de unaenfermedad de origen somático.

A veces es posible recopilar los datos básicos para el estudio de lasEDnP mediante el método de la observación directa. Por ejemplo, elcomprador de una casa que resulta perjudicado por un contrato injustode préstamo podría identificarse inspeccionando los documentos del prés-tamo. En otras ocasiones, las hipótesis sobre la transformación de unaEDnP en EDP podrían probarse directamente sacando inferencias de latotalidad de los datos. Supongamos que el 30% de una población que hasido expuesta a un nivel determinado de radiación desarrolla cáncer.Estudiamos ese grupo y descubrimos que sólo el IO% sabe que está en-ferma. Hipotetizamos que la cantidad de años de educación formal estápositivamente relacionada con la percepción del cáncer. Esta hipótesispuede comprobarse comparando el nivel de estudios de ese IO% queconocemos, con el del resto de la población. Si el nivel de educación notiene nada que ver con el desarrollo del cáncer, el promedio de añosestudiados por los primeros debería ser más alto que el de los últimos.Sin embargo, en muchos casos será dificil identificar y explicar la trans-formación de una EDnP en EDP. A esta primera transformación -decir-se a sí mismo que una determinada experiencia le ha producido un daño-la llamamos rewnocimiento. Aunque difícil de estudiar empíricamente, elreconocimiento puede ser la transformación crítica; el nivel y la clase deconflicto en una sociedad puede desarrollarse más con base en el dañoque se percibe inicialmente que con base en cualquier otra decisión pos-terior (¡f Cahn, 1949; Barren y Mendlovitz, -19-(0). Por ejemplo, laasbestosis sólo fue reconocida como "enfermedad" y por lo tanto comobase para reclamar una indemnización cuando los trabajadores dejaronde dar por sentado y como hecho natural que tendrían dificultades

ORIGEN Y TRANSFORMACiÓN DERECONOCIMIENTO, ACUSACIÓN Las CONFLICTOS:

RECLAMACiÓN

resRiratorias diez años después de instalar el aislamient d ..' . di ., bl o e asbesto yempezaron a ver su con IClOncomo un pro erna. ' -

e El siguiente paso se da cuando una experiencia de d - o o

'. ano perclblda(EDP)se.transforma en agravio. Esto sucede cuando una pers o

ona atnbuye Id -aja .culpa de otra persona, natural o jurídica. Al incluir I 1 e anola definición de daño, limitamos el concepto a aquellos d a_cupa dentro de

. 1 o I ' anos que soncon-siderados como VIOaciones a as normas, aSIcomo a a '11do bl L d fi o " que os que son con-siderados como reme la es. a e mcion supone 1 o

perjudicado: la persona lesionada debe sentir que ha si~ pe~~pecnvadelque no está bien y considerar que debe hacer algo co o o Jeto de algo

, • o lé o • b bl - n respecto al dañoPor política o SOCIOogicarnente impro a e que sea esa '

• o • o respuesta El o

debe distinguirse de aquellas quejas que no van dirigida : agravJO( I l· . '1 o fl O') b s a nadie en parócular e cuma o qUIza a In ación), y tam ién de un' I -

o o ~~e~ha SIdo realizado, pero que no va acompañado de un . , eo que no. a sensaclOnd d -

por la cual puede ser responsable un tercero (yo podría d e ano. , esear ser másatrrivo). Llamamos a esa transformación de la experiencia d d _ . o ~c-

como agravio, acusacién: nuestro trabajador enfermo d le ~no percíbída. , e asnllero ex o

menta esta transformación cuando responsabiliza por o pen-patrono o al fabricante del aislamiento de asbesto. su asbestosls a su

La tercera transformación ocurre cuando alguien qo - o I ue se considera pejudicado por un agravio se o expresa a la persona o entid d ~-dera responsable del agravio y le pide una compensación A a a la cual consi-la llamamos reclamacion. Una reclamación se transformo esta Con:urucación

a en conñ; tdo es rechazada, en todo o en parte. Su rechazo no neces o e o cuan-

o anamente d bexpresado en palabras. Cualquier demora que el reclam o e e serante rnterp

resistencia equivale a un rechazo tal como lo sería el ofr ' ,rete comoarreglo extrajudicial (rechazo parcial) o el rechazo tot 1 decllmlento de un

a e a recl "La sociología del derecho debería ponerle más aten " I amaClOn.cion a as eta

pranas de los conflictos y a los factores que determinan o h pas tern-etapas de reconocimiento, acusación y reclamación A SI an de darse las1 '. o " d . prender más sobrea existencia, ausencia o reversion e estas transformaci bá o

. , ones aSlcasaunuestra comprension del proceso del conflicto y nues ,mentaevaluar las instituciones dedicadas a procesar [os confli:

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'1 - fr o, d '. tos. Sabemos queso o una pequena aCClOl1 e experiencias de daño madconvertirse enconflictos (por ejemplo, Besty Andrease uran hasta llegar aal., 1977: 47). Además, sabemos que la mayor fricción n, 1~7]; Burman etprimeras etapas: las experiencias no se percibe 11 Comodocdu~redurante las

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considera responsable. Una teoría sobre los conflictos que mire sólo lasinstituciones movilizadas por las partes en conflicto y las estrategias quedentro de ellas se aplican sería gravemente deficiente. Sería como cons-truir una teoría sobre la política sólo con base en los patrones de votación,cuando sabemos que la mayoría de la gente no vota en todas las eleccio-nes. Reconociendo el sesgo que implicaría algo así, los politólogos hanhecho esfuerzos considerables por describir y explicar la apatía política (verDi Palma, 1970)' Los sociólogos del derecho tienen que explorar el fenó-meno análogo -la apatía del agravio.

Las primeras etapas de reconocimiento, acusación y reclamación sonsignificativas, no sólo por e! alto nivel de fricción que reflejan sino tam-bién porque el rango de comportamientos que en ellas se da es mayor queen las etapas subsiguientes del conflicto, donde los patrones institucionaleslimitan las opciones de las partes en conflicto. Un examen de este compor-tamiento nos permitirá identificar la estructura social de los conflictos. Lastransformaciones son un reflejo de las variables estructurales sociales, asícomo de los rasgos de personalidad de quienes participan en ellas. La gentepercibe -{) no percibe- una experiencia como un daño, señala o culpa a al-guien más, reclama una compensación, o logra imponer su reclamacióngracias a su posicion social y a sus características individuales. La perspectivade la transformación requiere tanto de! estudio de la estratificación socialcomo de la exploración de la psicología social.

Finalmente, el hecho de tener en cuenta las etapas de reconocimiento,acusación y reclamación nos permite ver con ojos más críticos los recien-tes esfuerzos por mejorar el "acceso a la justicia". El compromiso públicopara con la igualdad jurídica, necesaria para que prevalezca la ideología dellegalismo liberal, ha llevado a que se hagan esfuerzos significativos paraigualar el acceso a la justicia durante las últimas etapas del conflicto, dondela desigualdad es más obvia e implica a las instituCiones oficiales; entre losejemplos se cuentan la renuncia a cobrar costas judiciales, la creación depequeños tribunales de reclamación, la reducción de formalismos y la pres-tación de servicios legales (ver Abel, R. L., 1979b). Se supone que el acce-so a la justicia reduce la distribución inequitativa de ventajas en la sociedad;pero paradójicamente puede también ampliar las desigualdades. La metaostensible de estas reformas es eliminar el sesgo en la última transforma-ción: cuando los conflictos se convierten en demandas. Sin embargo, sicomo lo 'sospechamos, la misma distribución equitativa de privilegiosdistorsiona las primeras etapas durante las cuales las experiencias de dañose convierten en conflictos, entonces el acceso a la justicia según las

ORIGEN Y TRANSFORMACiÓN DE LOS CONFLICTOS:RECONOCIMIENTO, ACUSACiÓN, RECLAMACiÓN"

47condiciones actuales sólo les dará ventajas adicionales a quienes hayan trans-formado sus experiencias en conflictos. Es decir que los esfuerzos por au-mentar el acceso ala Justicia pueden terminar acentuando los efectos de ladesigualdad en las etapas más tempranas y menos visibles, donde ésta"esmás difícil de detectar, diagnosticar y corregir (Li Abel, R. L., 1978).

11I.Caraderísticas de la transformaciónLas EDP, los agravios y los conflictos tienen las siguientes característi-

cas: son subjetivos, inestables, reactivos, complicados e incompletos. Sonsubjetivos en e! sentido de que las transformaciones no necesariamente de-ben ir acompañadas por un comportamiento que sean susceptibles de ob-servar. Un querellante discute sus problemas con el abogado y, comoconsecuencia, revahia el comportamiento de su contraparte. El querellanteahora considera que su contraparte no sólo estaba errada sino que actuó demala fe. Entonces, el contenido de la controversia se transforma en la men-te de! querellante, aun cuando ni e! abogado ni la contraparte necesariamentesepan del cambio.

Como las transformaciones pueden no ser más 'que cambios en los sen-timientos y éstos pueden cambiar repetidamente, e! proceso es inestable. Estacaracterística es obvia porque difiere marcadamente de lo que convencio-nalmente se entiende por conflicto. Desde el punto de vista convencionalde los conflictos, las fuentes tanto de las reclamaciones como de los recha-zos son eventos objetivos que han sucedido en e! pasado. Se acepta quepuede ser difícil describir los hechos en forma clara, pero raramente existela conciencia de que los eventos en sí, pueden transformarse en la medidaen que se procesan. Este punto de vista es psicológicamente ingenuo: esinsensible al efecto que tienen los sentimientos sobre la atribución delmotivo y a las consecuencias de dichas atribuciones, para efectos de la for-ma como el individuo entiende el comportamiento (Loftus, 1978).

El enfoque sobre las transformaciones también se amplía, si no introdu-ce e! concepto de reacción. Debido a q:ue un conflicto está compuesto tantode una reclamación como de un rechazo, los conflictos son reactivos pordefinición --característica que es bastante obvia cuando las partes se compro-meten en un proceso, ya sea de neg.ociación, de pleito o de litigio. Pero si leponemos atención a las transformaciones, veremos que también hay reac-ciones a nivel de las ,etapas más tempranas, cuando los individuos definen yredefinen sus percepciones de la experiencia y la naturaleza de sus agravios,' ,en respuesta a comunicaciones, comportamientos y expectativas de todas laspersonas involucradas en el proceso, incluyendo las contrapartes, los agen-

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res, las autoridades, los colegas y los allegados, Por ejemplo, .en una comu-nicación personal, Jane Collier ha señalado que "en sociedades de cazado-res, un hombre no puede pasar por-alto las infidelidades de su mujer porquesi no otros hombres comenzarán a tratarlo como si fuera absolutamente inca-paz de defender lo que pretende ser. En sociedades agrarias, tales como laespañola, un hombre o una mujer no pueden darse el lujo de pasar por altonada que pueda ser interpretado como un insulto a su honor, porque si no,otrosvan a empezar a tratarlos como si no tuvieran honor" [el énfasis es nues-tro] (¿f Starr, 1978: 174-175).. A~n para el saber popular, un conflicto es un proceso complicado queimplica un comportamiento ambiguo, recuerdos no muy. claros, normasinciertas, objetivos que se contraponen, valores inconsistentes e institucio-nes complejas. Y se complica aun más por los cambios que con el tiempose dan en los sentimientos y en los objetivos del reclamante. Tomemos elcaso típico de una lesión personal como consecuencia de un accidente detráfico. Un análisis convencional (por ejemplo, el que por lo general ha-cen los economistas) supone que la meta del conductor acusado consiste

. . '. - - 6en mmmuzar su responsabilidad y limitar el tratamiento del demandante.El enfoque de la transformación, por otra parte, sugiere que los objetivosdel acusado son menos claros y menos estables de lo que parece, según lateoría de los economistas. Dependiendo del tipo de seguro que tenga, desu propia experiencia, de su empatía con la persona lesionada yde su rela-ción con la misma, así como de las conversaciones que pueda tener con otraspersonas sobre el accidente y sus consecuencias, el acusado podrá, en dife-rentes oportunidades, desear maximizar en vez de minimizar, tanto su pro-pia responsabilidad como el tratamiento del demandante, o adquirir unaposición intermedia'. El enfoque de la transformación buscaría identificarestas actividades y sus efectos, con el fin de poder describir estos cambiosen los objetivos del acusado.

Entender el papel de una insri rución o de un oficial o funcionario en,un conflicto activo, así como el significado y el resultado del conflicto paraaquellos interesados, requiere conocer los orígenes, el contexto, la rrayec-torta y las consecuencias del conflicto -estos datos se pueden obtenersolamente preguntándoselos a las partes interesadas. Ésta es la teoría delmétodo de caso extendido, según la antropología legal (ver Turner, 1957;Van Velsen, 1964; Mitchell, 1956; Epstein, 1967)' S1 a este enfoque leagregamosla atención a las transformaciones, nos damos cuenta de que lasecuencia de comportamientos que constituyen el hecho de generar y llevara cabo una controversia, tiende a no permitir que se cierre totalmente el

ORIGEN Y TRANSFORMACiÓN DE LOS CONHIC.TGS-:RECONOCIMIENTO, ACUSACiÓN, RECLAMACiÓN.

49- caso. La gente nunca.relega totalmente los conflictos al pasado, ni nunca

deja que lo pasado, pasado esté (Abel, R. L., 1973: 226-229): siempre hayun residuo de actitudes técnicas aprendidas y sensibilidades que, conscienteo:inconscientemente, van a afectar conflictos futuros. Además, hay una con-tinuidad característica de los conflictos, que hace que éstos no terminen,aún después del fallo o la.decisión formal. El final de un conflicto puedecrear un nuevo agravio, puesto que normalmente la decisión o el fallo ta-cha a una de las partes como perdedora, derrotada o mentirosa. Aun enaquellos casos donde se evita declarar a una parte vencedora y a otra ven-cida; es. raro el proceso qué explora y resuelve todos los. aspectos de losagravios de las partes en conflicto y es posible que surjan nuevas reclama-ciones, como consecuencia de esas insatisfacciones que no han quedadoresueltas (ver.Turk, 1976: 286; Graber y Colton, 1980: 17).

IV, 5i!.ij<e'l:@$ lf a;eli'i\!:es de la traJlilsf@!"Madólfi• Una manera de organizar el estudio de las transformaciones de las EDPlos agravios y los conflictos, es identificar qué es lo que se está transfor-mando (los sujetos de la transformación) y qué es lo que hace que se dé latransformación (los agentes de la transformación). Desafortunadamente,no es fácil ubicar tanto a los sujetos como a los agentes, en una matriz sen-cilla, puesto que todo factor puede ser interpretado de ambas maneras.

las partesNi la identidad ni. el número de las partes son de naturaleza fija. Hay

nueva información y redefiniciones sobre un conflicto que pueden llevar auna. parte a cambiar sus puntos de vista sobre los adversarios o sobre losaliados que considera más adecuados. Ambos pueden ser cambiados por

. los-oficiales o por las agencias o las entidades que llevan la controversia..Las nuevas partes, especialmente si son grupos, como la NACCP, ACLU oel-Club Sierra, pueden entablar una demanda como parte de una campañapara utilizar los tribunales como mecanismo de cambio social (ver Casper,,1972:capítulo 5; Weisbrod et.al., I978; Tushnet, n.d) o para movilizar unaacti~dad política (Handler, 1978), aunque haya movimientos sociales ypolíticos que también pueden perder impulso cuando una lucha colectivase convierte en una demanda individual (por ejemplo, desagregación es-colar; ver Wollenberg, 1977). Durante el proceso puede aumentar o dis-

.'.' minuir la cantidad de partes involucradas. Un agravio que originalmentehaya sido experimentado colectivamente, puede individualizarse mientrasse convierte en conflicto. Las reclamaciones por agravios, como respuesta

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a un perjuicio ocasionado por, condiciones poco seguras y las audienciasdisciplinarias, como respuesta a los conflictos o reclamaciones laborales;son ejemplos de ello.

Obviamente, las partes en conflicto son tanto agentes centrales comoobjetos, durante el proceso de transformación. Su comportamiento estaráen función de su personalidad, puesto que en ellos influye su experienciaprevia y sus presiones actuales. La experiencia incluye haber participadoen otros conflictos; haber estado en contacto con grupos de referencia, losrepresentantes y las autoridades; y la familiaridad con varias formas de pro-cesar los conflictos y sus correspondientes recursos. Por ejemplo, entre losnuevos afiliados a un plan de servicios legales prepagados, aquellos que yahan consultado anteriormente a un abogado, tienden a utilizar más losprivilegios que les da su afiliación, que aquellos que no lo han hecho (Markset al., 1974: 63-64). Las variables de la personalidad que pueden afectar lastransformaciones, incluyen: tipo de aversión al riesgo, capacidad de resigna-ción y sentimientos en relación con temas como la eficacia personal, laprivacidad, la independencia y el apego a la justicia (conciencia de las normas).A su vez, tanto la experiencia como la personalidad están relacionadas conlas variables de la estructura social: clase, raza, género y edad (ver Curran,I977; Griffiths, 1977; Best y Andreasen, 1977: Tabla 15)'

La relación entre las partes (Lf Black, 1973) también influye en lastrans-formaciones: la esfera de la vida social que los ha reunido (trabajo, residen-cia, política o recreación) -que puede afectar el costo de retirar la demanda(ver Felstiner, 1974: 79-80, 8}-84)-, su situación relativa (ver. Starr, 1978;Abel, R. L., 1979: 245-246) y la historia de los anteriores conflictos definenla manera como adelantarán su controversia. Además la interacción estra-. . ,tégica entre las partes durante el curso de un conflicto puede desempeñarun papel clave en su transformación. Un ejemplo poco usual es el de la parteque activamente busca agravios contra sí misma: el vendedor al detal quienles pide a los compradores que le cuenten sus quejas sobre el servicio (Rossy Littlefield, 1978: 202), el patrón que pone en la compañía una caja pararecoger sugerencias anónimas, y aun el cónyuge o el amante neurótico queinvita a su pareja a que le haga recriminaciones. Pero más comunes son loselementos que se le van sumando a los conflictos, los altibajos en el espíri-tu combativo de las partes y el esfuerzo que hacen éstas para responder ante1" idas" d 1as m0V.! as~e a contrapar~e. ,. . _. .

las atribucioi'llesLa teoría de las atribuciones (ver Kelley y Michela, 1980: 458) asegura

ORIGEN Y TRANSFORMACiÓN DE LOS CONFLICTOS:RECONOCIMIENTO, ACUSACiÓN, RECLAMACiÓN .

.que las causas que una persona le atribuye a una experiencia de daño serán¡factores importantes y determinantes de la acción que asuma como respues-, ta a esa experiencia; presuntamente dichas atribuciones también afectarán, ~l.hecho de que la experiencia se perciba como una experiencia de daño.La gente que se culpa a sí misma por una experiencia tiene menos proba-15ilidadde considerar que esa experiencia es un atropello o, si ya la ha per-cíbido así, es.de todas maneras muy poco probable que se queje de ella; esmucho más probable que perciba la experiencia como una experiencia dedaño y que haga pública su inconformidad si puede culpar a otra persona,especialmente cuando percibe que el agente responsable causó o agravó elproblema en forma intencional (ver Vidmar y Miller, 1980: 576-577; Coatesy Penrod, 1981). Pero las atribuciones como tales no son fijas. En la medi-da en que el criterio moral de la persona se ve modificado, ya sea por in-formación nueva que le llega, por su lógica, porque entiende mejor algúnaspecto, o por su experiencia, las atribuciones cambian y alteran la formaen que la persona entiende su experiencia. La respuesta del adversario puedeser un factor-importante en esta transformación, al igual que la naturalezadel proceso del conflicto. Algunos procesos como, por ejemplo, la aseso-ma,pueden dejar la controversia totalmente desprovista de contenido moraly dispersar la responsabilidad por los problemas ocasionados; otros comola confrontación directa o los litigios, por ejemplo, pueden intensificar eljuicio moral del reclamante y contribuir a que concentre la culpa en la otrapersona. Por lo tanto, el grado y la calidad de la culpa, que son elementosimportantes de las transformaciones, también producen transformacionesadicionales.

IEIaleanee

. El alcance del conflicto -es decir, la medida del discurso sobre los agra-vios y las reclamaciones- se ve afectado, tanto por los objetivos y compor-tamientos de las partes en conflicto, como por las características procesalesde las instituciones procesales encargadas de dirimir el conflicto. Un casohipotético utilizado con frecuencia para la capacitación de mediadores,habla de una mujer y de la amante de su marido. La mujer le ha pegadocon una piedra a la amante de su marido y esta última se ha quejado antela policía; durante el interrogatorio, el juez les ha sugerido someterse aun proceso de mediación. Inicialmente la discusión se concentra en el in-cidente de la pedra.da,-p'er,o·lu~go se amplfay llega a cubrir los aspectos,relacionados con la lucha de estas dos mujeres por el afecto de su hombre.El alcance de esta controversia se complica por la confrontación entre las

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·í

William L. F. Felstiner, Rlchard lo Abel y Austin Sarat

dos mujeres durante el incidente de la pedrada; luego, mientras está enmanos de la policía y del juez, se reduce sólo al incidente de la pedrada; yfinalmente, cuando ya está en manos del mediador, se amplía para volver aabarcar el conflicto original, más el incidente de la pedrada. Esto sucedecomo consecuencia de la inreracción entre las partes en conflicto y el me-diador. Algunos tipos de procesos de controversias buscan limitar el alcancede las mismas, para poder describir los eventos en forma que parezcan ma-nejables. Otros quieren abarcar todo el contexto y las circun~tancias. Esteúltimo tipo de procesos trata de alentar a las partes en conflicto para queden cuenta de absolutamente todos los eventos, indistintamente de las con-secuencias. A su vez, el alcance del c~nflicto afecta la identidad de los par-ticipantes, las tácticas que se utilizan y los resultados factibles en cada uno

de los casos.

la selección de 10$ mecanismosLa selección que haga el demandante con respecto a la audiencia ante

la cual quiere expresar su queja, y la selección que hag~ el de:nandado ~~nrespecto a la institución ante la cual lleva la co~tr~versIa, ~stan en relac~ondirecta con los objetivos de la persona y cambiarán a medida que cambienlos objetivos". Los mecanismos también pueden ser ~eterminad.os por fac-tores exógenos, tales como el capricho del secretario de un tribunal (verFelstiner y Williams, 1980: 19; if, Abel, R. L., 1969: Tabla III y text?correspondiente; 1979c: 188) o de los abogados que prefieren no seguir

) T 1adelante con los casos (ver Rosenthal, 1974: IIO, II5 o rranquiuzar a .osconsumidores para poder mantener buenas relaciones con los comercia~-res (Macaulay, 1979: 137?- Una vez que un mecanismo -tribunal, agenCIaadministrativa, mediador, árbitro o psicoterapeuta- comienza su labor,determina las reglas relacionadas con la pertinencia, los actores, los costos,las demoras, las normas y los recursos.

los objetivosUna parte puede cambiar sus objetivos en dos sentidos: lo que busca y

está dispuesta a conceder y en qué medida. Aquello que está en j~e~o, puedeaumentar o disminuir, en la medida en que empieza a haber mas Informa-ción disponible. Cuando llega más información, cambian las necesidadesde las partes, se ajustan las normas y se incurre en· costos. La de~or.a, lafrustración y la desesperación pueden llevar a un cambio ~n los objetivos:las víctimas de discriminación laboral, por ejemplo, qmeren que se lesdevuelva su trabajo (o se les de su ascenso) y no se transan por nada más, al

ORIGEN Y TRANSFORMACiÓN DE LOS CONFLICTOS:RECONOCIMIENTO, ACUSACiÓN, RECLAMACIÓN.

53

principio del proceso, pero más adelante empiezan a transarse por dinero(verAbel, E., 198I; Crowe, 1978).-Corno lo anotaba Aubert (I963: 33), larelación entre los objetivos y los mecanismos es recíproca: no sólo influ-yen los objetivos en la selección de los mecanismos, sino que los mecanis-

. mos elegidos pueden alterar los objetivos. Por ejemplo, debido a que lostribunales proceden con frecuencia utilizando una cantidad limitada denormas para evaluar un gran universo de hechos, "las necesidades de laspartes y sus deseos con respecto al futuro dejan de ser relevantes para lasolución" (íd.). Es más: aun en aquellos casos en donde el recurso legal esanticipado por naturaleza -alimentos en caso de divorcio, remuneraciónen casos laborales, o indemnizaciones por pérdidas futuras-, con frecuen-cia el sistema legal prefiere ordenar que se pague una sola suma desde elprincipio, en vez de ordenar pagos periódicos. Finalmente, la experienciade un conflicto puede motivar a una de las partes a dar los pasos necesa-rios para evitar conflictos similares en el futuro, o a estructurar su com-portamiento de tal manera que la próxima vez que surja un conflictoparecido, esté en una posición más fuerte (por ejemplo, Macaulay, I966:167,2°4).

La ideologíaEl derecho que cree tener el individuo a disfrutar ciertas experiencias y

a estar libre de los perjuicios que le pueden causar otros, está en funciónde una ideología general, de la cual el derecho es un componente más. Lainsatisfacción de un consumidor con un producto o con un servicio puedehaber influido en las campañas de los activistas, como por ejemplo, RalphNader, quien asegura que los consumidores tienen derecho a esperar unabuena calidad ". Los cambios en la legislación a veces pueden ser una formaaltamente efectiva de transformar la ideología para crear la sensación deque se tiene derecho a algo. Y es precisamente esa sensación.la que, con-trario a la sabiduría convencional, hace que la gente considere que la mo-ralidad se puede legislar. Aun cuando sería absurdo sostener que despuésdel caso de Broum versus la Junta de Educación, todo niño perteneciente aun grupo minoritario tuvo la sensación de tener derecho a una educaciónintegrada, denunció haber sido objeto de segregación, y participó en unacontroversia cuando se rechazó su reclamación, es un hecho que este casose ha dado con más frecuencia desde 1954, que anteriormente. Despuésde un programa reciente de televisión, en Chicago, donde se presentó. auna mujer que había sido objeto de una requisa en la cual la habían desnu-dado en una citación de rutina por una contravención de tráfico, donde la

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mujer describió cómo demandó y le ganó el caso al departamento de poli-cía, cientos de mujeres telefonearon al canal de televisió~ contando histo-rias similares. En este caso, una victoria legal transformó la vergüenza enira, alentando a las personas perjudicadas a expresar su inconformidad, ymuchos de esos agravios se han convertido ya en controversias. Cuando lavíctima original eligió el mecanismo legal para plantear su querella, seindividualizó y despolitizó un agravio colectivo contra las prácticas de lapolicía; pero cuando la mujer hizo conocer su victoria legal por televisión,la controversia jurídica se colectivizó y se repolitizó. La ideología -y elderecho- también puede darles a las personas la sensación de no tenerderechos. La legislación que se aprobó a principios de este siglo en mate-ria de indemnización para los trabajadores como "solución" al problemade los accidentes por falta de seguridad industrial, puede haber llevado alos trabajadores a depender del paternalismo de sus empleadores comomedio para garantizar su seguridad y,por lo tanto, deben haber decididodejar de reclamar el control laboral (Weinstein, I967)".

Los grupos de referenciaLos conflictos pueden transformarse a través de la interacción con las

audiencias o con los patrocinadores. Una controversia entre un inquilinoy su arrendatario puede llegar a ser el origen de una asociación de inquili-nos; la queja de un trabajador contra su capataz puede convertirse en elestímulo para que se forme un movimiento para crear un sindicato, o paraque se reorganicen las jerarquías dentro de un sindicato ya existente. Estatransformación no sólo puede convertir una controversia individual en unacontroversia colectiva; también puede llevar a una lucha económica opolítica que desplace procedimientos legales existentes. Esto es especial-mente importante en el caso del comportamiento de los grupos menos fa-vorecidos, cuando buscan recursos. El movimiento del derecho a la políticay la consecuente expansión del alcance de los conflictos dependen de la re-acción de una amplia red social ante los casos individuales de injusticia. Enausencia del apoyo de dicha red, es posible que ni siquiera se presente esemovimiento (Scheingold, I974: capítulo 12). La probabilidad de que se déel apoyo depende de una serie de variables independientes: la subculrurade la audiencia -la cual definirá la experiencia como de daño o como iner-me, alentará, o desalentará-la expresión del agravio y preferirá ciertas

- estrategias para procesar lacontroversia- y la 'composición social de laaudiencia -que esté compuesta, ya sea de colegas de igual rango, o desuperiores. A su vez, estas variables se ven influidas por los factores de la

ORIGEN Y TRANSFORMACiÓN OE LOS CONFLICTOS:RECONOCIMIENTO, ACUSACiÓN, RECLAMACiÓN.

55estrUctura social-por ejemplo, que la red a la cual pertenezca el individuosea-abierta o cerrada (Bott, 1955). En una red abierta, donde el ego se re-laciona (por separado) con los miembros, pero donde los miembros no estánrelacionados entre sí, la audiencia muy probablemente responderá en for-ma individual, buscando, por lo general, resolver la controversia de acuer-do-con los principios de cada cual. En una red cerrada, donde todos están·relacionado con todos, la probabilidad de una respuesta colectiva es mu-chomayor.

Losrepresentantes "los funcionariosLos abogados, los psicoterapeutas, los miembros de sindicatos, los tra-

bajadores sociales, los funcionarios públicos y otros agentes y empleadospúblicos, les ayudan a las personas a entender sus agravios y qué puedenhacer al respecto. Al prestar este servicio, casi siempre producen una trans-formación: la esencia de su trabajo profesional es definir las necesidades delconsumidor de servicios profesionales (lohnson.uc-rz: 45). Generalmenteesto lleva a la definición que requiere un profesional que preste dichos ser-vicios (Larson, I977: XVII; Abel, R. L., I979a: 86-88; Illich, 1977; I978).

De todos los agentes de la transformación de controversias, los aboga-dos son probablemente los más importantes. Esto resulta, en parte, delpapel tan importante que desempeñan los abogados como guardametas delas instituciones jurídicas y como facilitadores de una amplia variedad detransacciones personales y económicas, en la sociedad estadounidense(Parsons, 1962). Es obvio que los abogados desempeñan un papel prepon-derante en las decisiones relacionadas con los conflictos. Sin embargo, haypocos estudios del comportamiento de los abogados, que hayan sido.reportados, incluso desde la perspectiva de la transformación (sin embar-go, ver Blumberg, I967; Macaulay, I979; Cain, 1979; Rosenthal, I974): Sa-bemos más sobre la estructura del colegio de abogados (ver, por ejemplo,Laumann y Heinz, 1977) y sobre los problemas éticos específicos que sepresentan en la práctica del derecho (ver Carlin, 1966; Freedman, 1977)que sobre cómo interactúan los abogados con sus clientes y sobre la dife-rencia que representa su actuación.

Los críticos de estos profesionales sostienen que ellos "crean" por lomenos algunas de las necesidades que satisfacen (ver, por ejemplo, Illich,I977)· Los abogados ejercen un poder significativo sobre sus clientes. Tam-bién mantieneñ el control sobre el curso de los 'litigios (Rosenthal, I974:II2-lq) y tratan de convencer a sus clientes de que no busquen una se-gunda opinión y de que no les lleven su caso a otros abogados (Steele y

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Nimmer, 1976:956-962). Existe evidencia de que los abogados por lo ge-neral diseñan sus argumentos para que se adapten a sus propios intereses,en vez de los de sus clientes. Algunas veces, sistemáticamente "les calmanel ánimo" a los clientes que tienen quejas legítimas. En casos relacionadoscon productos de consumo, los abogados pueden mostrarse renuentes aformular acusaciones o a demandar, por temor a ofender a posibles clien-tes (Macaulay, 1979t. Al defender a un acusado, algunos abogados pre-fieren irse por la vía de la negociación de penas, es decir, donde el clientese declara culpable, en vez de defender su inocencia (ver Blumberg, 1967:110-II 5; ver, en general, Law &- Society Review, 1979). En litigios bajo laley de agravios, prefieren las transacciones extra judiciales y es posible quetengan preparados unos formatos de acuerdo para ofrecerles a losajustadores de reclamos (ver Rosenthal, 1974: 103; Ross, 1970: 82; Schwartzy MitchelJ, 1970: 1133)' Hay otros casos en los que, por el contrario, pre-fieren ampliar las quejas, o magnificar el agravio: algunos abogados exper-tos en divorcio recomiendan que las partes se vayan a pleito, por el cualpueden cobrar unos honorarios bastante considerables, en vez de iniciarnegociaciones difíciles, problemáticas y poco productivas para ellos, ten-dientes a la reconciliación '(ver O'Gorman, 1963: 146).

También los abogados pueden afectar las transformaciones rechazando aalgunos clientes que les piden asistencia o suministrándoles un mínimo de .ayuda, deteniendo así el desarrollo de la controversia, por lo menos a travésde los canales legales. Los datos limitados con que se cuenta, sugieren que losabogados responden en forma distinta ante diferentes categorías de clientes.Esta respuesta diferencial por parte de los abogados contribuye a variacionesen los comportamientos frente al conflicto entre la clase pobre y la clase me-dia, las personas jurídicas y las personas naturales, las personas normales y laspersonas discapacitadas, los miembros de mayorías étnicas y minorías, y entrelos viejos y los jóvenes (Maddi y Merrill, 1971: 17-19; Handler et al., 1978:capítulo 5;Lochner, 1975: 449-453; CUITan, 1977=149-152).

Claro está que los abogados también producen transformaciones quegeneran bastante entusiasmo. Brindan información sobre alternativas yconsecuencias que no conocen los clientes; ofrecen un foro para probar larealidad de las perspectivas de los clientes; ayudan a los clientes a identifi-car, explorar, organizar y negociar sus problemas, y les dan apoyo emocio-nal y social a los clientes que no están muy seguros de sí mismos o de sus.objetivos (ver Mnookin y Kornhauser, 1979: 985). . .

La escasez de estudios observacionales sobre las relaciones entre losabogados y sus clientes es uno de los motivos por los cuales la información

ORIGEN Y TRANSFORMACiÓNRE C O N o C I M I EN T O. A C U SA C I gEL °S C O N F LI C.T os:

N RECLAMACiÓN

de los abogados y la transformacl'o'n d . .e controverSIas e t .ofrece tan poca teoría. s an mcompleta yHace mucho tiempo q f: I .

" ue a tan estudios sobre las relaciones abcliente ... rruentras que hay ciento d di ogado/. . s e estu lOSsobre la c '. , ,dico/paciente, incluyendo much h omurucaclOn me-

os que an depe did '.la observación, casi no hay estudi 1 1 n l o prmopa1mente de

lOSpara e os sobre 1 '. ,cliente y abogado ... Sólo hasta h . _ a comUillcaClOn entre

ace quince anos lo . '1ron a investigar lo que hacen los ab d S' ' S SOClO.0g0Sempeza-estudios enfatizó la observacl'o' d.

oga°ds"'1 m embargo, nmguno de esos

. n irecra e a form l .manejan a sus clientes como tó '. a en que os abogados

'. ,0pICO pnnclpal y , d .La mvestlgación más reciente de R th 1 co~o meto o de estudio.te/abogado su principal osen a ~1974)hizo de la relación clien-

aspecto, pero tarnbi ' T' 1 .fuente primaria de datos (Da t ¡ 8 en unuzo as entreVIstas como

ne eta., 19 o: 906).Desde que Danet y sus asociados escribie

publicado dos estudios sobre relací li ron estos comentarios, se han. aClOnese lente/ab d C' (informa que en "67 de 82 e bservé oga o. arn 1979: 335)asos que o serve y ezi , 1 lisu necesidad y fi}'óel obierí 1 b r gistre, e e lente anunció

vo para e a ogad "S bobjetivos de sus clientes expr dIo: us a ogados tomaron los

, esa os en engua idi lron en lengua}'e }'urídico al . d }e coo lana, y os convirtie-. ' canzan o, cuando tu . , . . .

que los clientes buscaban o '. l VIeron exito, los ob}etlvosngma mente La . ía d l

cuales el abogado se rehuso' 1 . . minoría e os casos en los, a aceptar os ob}eti d l li

(íd., 344) por el hecho de que el b d ~os ~ e lente, se explicannal y no dependía de un p tró a oga o carecía de mtegración profesio-

a on.El estudio reciente de Macaula (1 )

gados manejan los probiern 1 ~ 97d9 sobre la manera como los abo-

. as re aciona os con d dsus informes sobre la calidad d 1 d pro uctos e consumo en

di e os pro uctos pres - 1 dte lferentes. Macaula su 'e .' enta resu ta os bastan-(1967) llamó "el e}'erci~o dgIeldre

unheqwvalente civil de lo que Blumberg. erec o como un . d

tribunales penales Los consunud Juego e confianza" en los. . nsuml ores les prequejas Contra los vendedores al de tal con ba sentan a sus .abogados susen materia de negligencia d 1: 'fr se en sus percepclOnes de legos

1 . , electos o aude Co fr .re aClOnados con estas qu . lan n ecuencla, los montos

ejas son re aovamente - Eea (aunque no siempre) el abog d "1 l p~quenos. n forma típi-venciéndolo de que la q . a o e ~a ma los ammos" al cliente, Con-. Ue}3 no es sena o n d

SImplemente no vale la pena sezui di' o pue e ser remediada, o. guir a e ante con ell "A 11

surrudores] que buscan asesoría le al ", a., .que os pocos [con-.- -- abogado considerá-adecuado -al g, r.e:lblran unlcamente lo que el

simbólico mientras q gunos serán rechazados con algún zesro, ue muy pocos recupe' 1 o

estatutarios a través de " 1 raran sus p enos derechos, una accion ega1" (Macaulay, 1979: 130).

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El personal encargado de hacer cump~r la ley -poli~ía, fiscalía, ~rganis-mas reguladores- también puede producir transformaciones: es posible quebusque conflictos para poder sacar ade!an.te una política pú~li~ que le inte-rese; o puede generar una carga de trabajo exagerada para justificar un au-mento en su presupuesto; o puede tratar de disminuir la cantidad de conflictosque se presentan, en vista de una escasez de personal; o p~ede, en forma s~-lectiva, alentar o fomentar aquellos conflictos- que contribuyan al prestigiode la entidad y desalentar aquéllos que disminuyan su importancia o querequieran destrezas que no tiene su personal, o que la misma entidad consi-dere que son inadecuadas (ver Skolnick, 1966: 196; Wilson, 1975)'

Las entidades dedicadas a la resolución de conflictosLos efectos transformadores de las entidades dedicadas a la resolución

de conflictos han sido analizados en alguna medida (por ejemplo, Abel, R.L., 1973)' Los juzgados, ubicados en uno de los extremos útiles para des-cribir las entidades dedicadas a la resolución de conflictos, pueden trans-formar el contenido del conflicto puesto que las normas sustantivas queaplican difieren de las reglas de la tradición o de la moralidad ordinaria, ysus normas de procedimiento pueden llegar a desvirtuar problemas o acircunscribir evidencia.

Una situación altamente personal y perteneciente a una idiosincrasiamuy especial desde el punto de vista de las partes ... puede llegar a serclasificada en una instancia determinada como una categoría generaL .. Unavez que los casos se clasifican de esta manera tan estrecha, ya no existe lanecesidad de analizar la situación general... En la mayoría de los casos ...[lo preferible) no es saber por qué ha pasado algo, sino más bien qué fue loque ocurrió, y aún más estrechamente, qué es lo que puede demostrarse ...que pasó (Moore, S. F., 1977=182-183)' .

Los jueces pueden transformar los conflictos individualizando los recur-SOSI3.Algunas víctimas de un producto defectuoso pueden qu~rer forza: ~lfabricante a alterar su proceso de producción. Pero como los tribunales uru-camente imponen sanciones monetarias para los agravios no intencional es,aun el concepto que tienen esasvíctimas sobre lo que sería un resultado acep-table, se transforma y pasa de ser un bien colectivo (seguridad) a un factorde enriquecimiento individual. Ésta es una transformación promovidaampliamente por los abogados, quienes ven ~on muy buenos ojos la crea-ción de un fondo de donde puedan obtener sus honorarios", .

Debido al monopolio que ejercen los abogados, la naturaleza esotéricade los procesos y de los discursos que se dan en los tribunales, así como el

ORIGEN Y TRANSFORMACiÓN DE LOS c-R EC o N O C I M I EN T O. A C U SA C IÓ N. RE C L~ ~:~ Icg ~.S:

peso del procedimiento que precede al juicio, la actitud de los querellantes~uede verse alterada por el papel tan insignificante que desempeñan en elJuzga~o y .~r el trato que allí reciben (Simon, 1978: 98, 115). De hecho, supartIClpaCIOnen la controversia queda totalmente expropiada por parte delos abogados y de! Estado (Christie, 1977). El redescubrimiento de la vícti-ma en un proceso penal, es evidencia de este hecho. Además, las demorascausadas por exceso de trabajo de! juzgado o por dilaciones intencionales deun adversario p~eden ~ansformar en una frustración sin sentido lo que deotra manera sena considerado como un procedimiento útil.

La naturaleza y los potenciales efectos de transformación de los tribu-n,ale~pueden ob~ervarse ~ejor si comparamos un litigio con cualquier otratecrnca de manejo de CO~fl.ICt~S~com.o por ejemplo, la psicoterapia. Al igualque el derecho, la terapia individualiza el conflicto y los recursos. Sin em-bargo, en la mayoría de sus otros aspectos difiere mucho de los sistemastanto de los tribunales como de los abogados. A los querellantes se les ins-ta, con la psicoterapia, a describir e! conflicto y a expresar sus sentimien-tos al. ~especto, en sus propios términos. Los querellantes no tienennecesidad de negar sus sentimientos debido a que los-profesionales de lasalud ~~ntal están entrenados para utilizar la ira como medio para reducirla hostilidad, Yaque la actitud del terapeuta es la de no juzgar sino más bienla de ~yudar a refl,exionar a los querellantes, esta actitud representa un apoyoemocional para estos, pues se les insta más bien a examinar e! patrón d. esus propias respuestas, de cara al comportamiento de los demás. Puedenencontrar, por ejemplo, que la solución de su proceso puede verse obstruidono ,por ,las tá~tica.s dilatorias del adversario, ni por la oposición del adver~sano, SIllO mas bien, por su propia renuencia a actuar. Uno de los objeti-vos del pr?ceso es aum.en~r la comprensión del querellante con respectoa sus motivos, sus Sentlffilentos, y el comportamiento de otros. Así pues,~~n,tras el resultado de un litigio exitoso es, por lo general, una ordendI~lgIda al adversario, el resultado de una intervención psicoterapéuticaexnosa puede ser un cambio en e! cliente,

. ~ntre los tribunal.~s y la psicoterapia hay muchas otras entidades espe-cíalizadas en resolución de conflictos -arbitramento mediación audien-cias administrativas e investigacio~es- que utilizan m'gredientes de ambosprocesos, en diferentes combinaciones, pero cuyo resultado es siempre unatransformación 15.

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V. Importancia de estudiar las transformacionesEl estudio de las transformaciones aborda el tema de los conflictos a

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William L. F. Felstiner, Richard L. Abel y Austin Sarat

60través de las percepciones, los comportamientos y los patrones individua-les de la toma de decisiones. Sin embargo, esta perspectiva también es útilal estudiar las entidades dedicadas a la resolución de conflictos, puesto que"el cúmulo de decisiones por parte de los actores individuales, puede lle-gar a crear amplios patrones de uso por parte de los tribunales" (Collier,1973: 251; ver también Abel, R. L., 1979c: 169). Otras instituciones de re-solución de conflictos también son reactivas y sus cargas de trabajo se vendeterminadas, en gran medida, por las decisiones de individuos, más quepor aquéllas de los planificadores institucionales (Felstiner, 1975: 699)· Aunlas instituciones proactivas, en alguna medida dependen de las percepcio-nes, de los agravios y de los conflictos existentes con aquella parte de lapoblación a la que buscan llegarle (Lf Black, 1973)'

Debido a que los estudios de las transformaciones comienzan a nivel delindividuo, éstos les permiten a los investigadores examinar las percepcio-nes y los agravios que nunca se institucionalizan como conflictos (Lf Steele,1977: 672-675). Los agravios que se quedan sin articular, las reclamacionesque se acumulan y los conflictos bilaterales, ciertamente son más significati-vos en número que aquellos casos que alcanzan a llegar a los tribunales y alas entidades administrativas, pero raramente son objeto de estudio por par-te de los investigadores (sin embargo, ver Miller y Sarat, 1980-81; Strauss,A., 1978)'6. Al dirigir la atención sobre los antecedentes de los conflictos, elestudio de las transformaciones también debe arrojar alguna luz, tanto so-bre la forma como la experiencia diferencial y el acceso a los recursos afectanla cantidad y e! tipo de problemas que maduran hasta convertirse en con-troversias, como sobre las consecuencias que para los individuos y para lasociedad conlleva el hecho de que las respuestas a las experiencias de dañose desestimen o se obstaculicen desde una etapa muy temprana (por ejem-plo, despolitización, apatía o alienación).

La investigación y la evaluación sobre la efectividad de las diferentesformas de procesamiento de controversias también mejorarían mucho siéstas consideraran las transformaciones. La evaluación convencional seinclina a explorar la actitud de los querellantes cuando un proceso ya haseguido su curso normal (ver, por ejemplo, Davis et al., 1980: 50, 54; Cooket al., 1980: 45). Sin un punto de partida -el contenido del problema ini-cial, la naturaleza de la reclamación original o las formas anteriores quehubiera tenido e! conflicto-, el evaluador no puede hacer una evaluación

. independiente de la condición final del conflicto; tampoco se puede saber,en cada etapa del proceso, qué tanto se desvió éste de lo que inicialmentese buscaba -lo que el querellante hubiera querido obtener en cada una de

ORIGEN Y TRANSFORMACiÓN DE LOS CONFLICTOS:RECONOCIMIENTO. ACUSACiÓN, RECLAMACiÓN.

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estas etapas, o quizá, lo que el profesional considera que el querellante. hubiera podido obtener (ver, por ejemplo, Rosenthal, 1974; Baldwin yMcConville, 1977)' Esto no quiere decir que la efectividad de un procesode resolución de conflictos se deba medir necesariamente por su capaci-dad para revelar o para manejar los orígenes del conflicto. Es posible queel querellante ya no considere importante el problema inicial, puesto queuna de las premisas centrales de la teoría de la transformación es que elagravio transformado puede llegar a convertirse en el verdadero conflicto.Pero bien sea que haya habido transformación o no, los juicios sobre laefectividad de las mismas podrían mejorar si estuviera disponible la histo-ria detallada de cada controversia, para que los estudios de transformaciónpuedan captar todos estos detalles.

Muchas de las investigaciones sobre controversias en Estados Unidosse dedican a medir y a explicar las decisiones tomadas por las partes, en-trevistando a éstas después de concluida la controversia (ver, por ejemplo,Trubek, 1981). Dicha metodología tiene limitaciones significativas, puestoque requiere que e! entrevistado recuerde los eventos de un caso ya conclui-do (ver Bohannan, 1957=vn). Las disrorsiones en la memoria del entrevista-do cuando se le pregunta sobre aspectos tales como motivo~ e interaccionesson uno de los problemas. Los errores no surgen tanto de la dificultad me-cánica de recordar los detalles de eventos pasados, sino de la tendencia a dis-torsionar estos recuerdos, como consecuencia de las experienciassubsiguientes. Cuando se le pregunta al entrevistado por qué actuó o por quédejó de actuar, es difícil que éste formule una respuesta que no esté influen-ciada por las consecuencias del curso que tomó el proceso. Similarmente,cuando se le pregunta al entrevistado qué esperaba que hiciera su oponente,lo más probable es que su respuesta se vea influenciada (en una medida des-conocida) por e! actual comportamiento de! oponente. Sin embargo, dichasencuestas o entrevistas son necesariamente claves para una explicación ade-cuada del comportamiento asumido por las partes durante el proceso. Lamayoría de las etapas de una controversia tienen alternativas: la personatiene que tomar decisiones sobre demandar, contratar a un abogado, aceptarun arreglo extra contractual, apelar, acusar o mediar. Por lo general, la mejorevidencia disponible sobre la dinámica de estas decisiones es el testimoniode quienes tomaron las decisiones, pero esta evidencia es poco confiable sise remonta a un pasado lejano. Por lo tanto, uno de los objetivos de la in-vestigación sobre las transformaciones es producir datos directos yconfiables sobre motivos e interacciones, estudiándolos en forma contem-poránea. Sólo así es posible catalogar los antecedentes de un conflicto an-

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62tes de que e! tema se vuelva público, con el fin de examinar la forma en lacual se presentan las reclamaciones y, mejor aún, con más anterioridad, detal manera que pueda saberse. cómo se percibieron, en primer lugar, lasexperiencias de daño.

Los conflictos implican la creación y la revisión de percepciones y acti-tudes sobre uno mismo, su oponente, los diferentes actores, e! contenidode! conflicto, el proceso de la controversia, y las entidades y e! personalespecializados en la resolución de conflictos. Las transformaciones son e!resultado de esos procesos sociológicos y psicológicos y por lo tanto, sonestos procesos los responsables de la transformación en sí. Ruhnka et al.(1978), por ejemplo, encontraron que las actitudes positivas y el apoyo afavor de los pequeños tribunales encargados de resolver reclamaciones,varían según la experiencia que haya tenido la persona en dichos tribuna-les, y que esta relación es igualmente cierta, tanto para "ganadores" comopara "perdedores"; otros investigadores han encontrado relaciones inver-sas similares, con actitudes acerca de otro tipo de tribunales y abogados(Curran, I977: 234-239) Yprocesos penales (Casper, 1978; ver, en gene-ral, Sarat, 1977)' La investigación de las transformaciones, al concentrarseen los agentes del proceso y al estudiar las actitudes en forma longitudinal,deben poder documentar este cambio negativo de opinión y desarrollarhipótesis sobre por qué ocurre.

Anotamos anteriormente que los estudios sobre las transformacionesvuelven problemático uno de los juicios políticos fundamentales sobre losconflictos -que hay demasiadas; que los estadounidenses son gente dema-siado dada al conflicto, demasiado dispuesta a litigar (por ejemplo,Rosenberg, I972; Ehrlich, I976; Kline, 1978). La perspectiva de la trans-formación sugiere que posiblemente haya muy poco conflicto en nuestrasociedad. Muchos estudios se basan únicamente en lo que sucede en lostribunales; evalúan el conflicto desde el punto de vista de los tribunales,que perciben que sus recursos son limitados (cf Heydebrand, 1979)' Des-de este punto de vista, cualquier nivel de conflicto que rebase la capacidaddel tribunal para manejarlo, es "excesivo". Las cosas se ven de otra mane-ra, sin embargo, si comenzamos a nivel del individuo que ha sufrido unaexperiencia de daño. Eso es lo que sucede cuando vemos las cosas desde elpunto de vista de las transformaciones. Yes ese punto de vista precisamen-te, lo que nos lleva a preguntar por qué tan pocas personas buscan recursospara resarcirse de alguna experiencia de daño. De tal manera que la .perspectiva de la transformación,. naturalmente pone de manifiestointerrogantes que se han ignorado en gran medida, hasta ahora: ¿Por qué

o R I G EN Y T RA N S Fo R M A C I Ó N DE LOS C o NF LI C T o S :RE<;:ONOCIMIENTO, ACUSACiÓN, RECLAMACiÓN ...

lbs estadounidenses son tan lentos para percibir un daño, tan renuentes ahacer reclamaciones y tan temerosos a suscitar un conflicto, especialmen-te cuando se trata de litigar?" En algunos estudios de investigación surgela hipótesis de que el culto a la competencia y el individualismo tan cele-bradoen la cultura estadounidense inhiben el reconocimiento de las per-sonas -ante ellas mismas, ante otros y especialmente ante las autoridades-de que han sido lesionadas o perjudicadas, y que les ha salido adelante unadversario (por ejemplo, Best y Andreasen, 1977: 709; Menkel-Meadow,

)18

I979: 40 .

Los estudios de transformación también nos permitirían ser más espe-cíficos sobre la "cultura" de diferentes agentes y entidades dedicados alprocesamiento de controversias (Lf Friedman, I969). Por ejemplo, la sa-biduría convencional sostiene que los abogados de divorcios exacerban elconflicto, la desconfianza yel estrés. El interés en la mediación es más unreflejo del escepticismo sobre la utilidad de los abogados (y sobre el siste-ma legal dispositivo, que es realmente la base de toda su actividad) que deuna falta de confianza en la sabiduría de los jueces que obran en !os tribu-nales de familia. Sin embargo, no "todos't'losabógados manejan mal sus : .casos. Los estudios de transformación que observan a través del tiempo lasinteracciones abogado/cliente podrían decimos cuáles son los valores,experiencias, técnicas, contextos o personalidades que diferencian a losabogados positivos y efectivos, de aquellos que tienden a complicar unproblema, de hecho difícil (ver Kressel et al., I979: 255)' También podríandecimos cuándo son los clientes (y no sus abogados) quienes utilizan el liti-gio con el propósito de perpetuar un conflicto de familia, en vez de resol-verlo (por ejemplo, el caso "Lesser", de Goldstein y Kan, 1965: 518-559).

VD. C@nclusiónLa importancia de estudiar el origen y la transformación de los conflic-

tos no debe cegamos ante sus dificultades. Debido a que e! estudio de lastransformaciones debe concentrarse en las mentes de quienes respondenlas entrevistas, captando sus actitudes, sentimientos, objetivos y motivos(en la medida en que éstos cambian a través del tiempo), éste debe serlongitudinal y debe basarse en una excelente relación entre el investigadory el informante. Las dificultades de dicha investigación son considerables:los problemasmás obvios surgen al tratar de diseñar técnicas .s..~~minirni-

'-cen la reacción a las sugerencias del 'investigador, 'al mismo tiempo que leofrezcan al investigador suficientes señales sobre la oportunidad de unanueva serie de entrevistas.

UNiVERSIDAD DE ANTIOQUIA

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Con el fin de identificar las influencias más sobresalientes que se gestensobre las transformaciones, es necesario seleccionar para la investigación,las áreas de conflicto donde puedan esperarse altos niveles de variación.Pero estos campos de diferencias sustanciales pueden presentar cambiosen sus distintas etapas. Por ejemplo, probablemente exista un bajo nivel deEDP (Experiencias de Daño Percibidas) en la relación entre profesionalesy no profesionales y un nivel muy alto de estas experiencias en la interacciónentre inquilinos y arrendadores; hay un bajo nivel de seguimiento en con-flictos relacionados con productos de consumo, y un nivel muy alto enaquellos que tienen que ver con serias lesiones personales. Como conse-cuencia, el desarrollo de un entendimiento empírico de las transformacio-nes puede requerir muchos estudios de objetivo limitado, en lugar de unospocos proyectos a gran escala. Hay varias áreas sustantivas que merecenatención inmediata, no sólo porque cumplen con estos requisitos, sino tam-bién porque han sido objeto de investigaciones anteriores y ofrecen, porlo tanto, datos históricos, bases de comparación, hipótesis tentativas y orien-tación metodológica. Dichos campos son, en primer lugar, las lesionespersonales, especialmente los accidentes de tránsito (por ejemplo, Conard,I964; Franklin etal., I96I; Hunting y Neuwirth, I962; Widiss, I975;Burman et al., I977; Royal Commission, I978; Walker y Maclean, I980;Lloyd-Bostock, 1980; Genn, 1980); en segundo lugar, los conflictos sobreproductos de consumo (por ejemplo, Whitford, 1968; Whitford y Kimball,1974; Sreele, 1975; 1975a; I977; Besty Andreasen, 1977; Macaulay, 1963;Ross y Littlefield, I978; Hannigan, I977; Caplovitz, I963; 1974; King yMcEvoy, 1976; Instituto Nacional de Justicia para el Consumidor, 1972;Grupo de Estudio de Tribunales de Reclamaciones, 1972; Warland et al.,1975; Nader, 1980), y en tercer lugar, los conflictos de familia (por ejem-plo, MacGregor et al., I970; Marshall y May, 1932-33; Gellhorn, 1954;Virrue, 1956; Parnas, 1970; Chambers, I979; Mnookin y Kornhauser, 1979;University ofPenmylvania Law Review, I953).

Aunque el origen y la transformación de los conflictos son algo perso-nal e individual, tienen una dimensión política importante. En últimas, loque nos preocupa es la capacidad de las personas para responder ante losproblemas y ante las injusticias. Nosotros consideramos que el estudio delos procesos en los conflictos ha estado demasiado alejado de las verdade-ras dificultades y alternativas que acompañan el reconocimiento de que seha sido objeto de un perjuicio y de que el alivio para ese daño puede serincierto, contingente y costoso. El reconocimiento y la acción pueden noser adecuados ni deseables en todos los casos. Sin embargo, consideramos

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sano orden social es aquél donde se minimizan las barreras que~oo . .ínhiben d surgimiento de reclamos y con~overslas y que evitan ~~ con-

. 'n en demandas o en reclamos que eXIgen alguna compensacion porversio. el perjuicio sufrido.

• Tomado de I5 Law &- Society Review (1980-8I).1 Ver los casos como cosas crea la tentación de contados. Pero debemos tener

cuidado al hacerlo, puesto que los volúmenes de litigios, al igual que las tasas dedelincuencia (ver Black, I970), pueden "producirse" y manipularse (Seidman y Couzens,I ).Conscientes de este peligro, los investigadores en muchos países han tratado de974 .. di" 'd' d . idi " (describir el universo de los conflictos exarrunan o as necesi a es Jun icas ver

Baraquin, I975; Cass y Sackville, I975; Curran, I977; Royal Commission onLegalServices, 1979; Royal Commission on Legal Services in Scotland, 1980; Colvm et al.,I978; Tieman y Blankenburg, 1979; Valétas, [976). Sin emb~go, estos esrudios tambiénreifican el proceso social de los conflictos, puesto que la medida de necesidad reflejainvariablemente la teoría y los valores del investigador, distorsionando necesariamente el

. panorama social de los conflictos (ver Lewis, I973; Griffiths, I977; I980; Marks, I976;

Mayhew, 1975)'2 Otra forma de definir los conflictos es adoptar las definiciones propias del derecho

civii o del derecho penal, en cuyo caso veremos e! mundo social desde el punto de vistade la estructura política existente. Desde esa óptica, son aceptables y adecuadas laspremisas y las ideas convencionales. Sin embargo, podemos resistir la tentación deimponemos sobre las personas a quienes esrudiamos, y más bien tratar de averiguarcómo es que los querellantes mismos definen sus propias experiencias. Cada una de estasformas de abordaje tiene importantes consecuencias para el estudio de los conflictos.

3 Claro está que no somos nosotros los inventores de este campo de esrudio ni de!. término "transformación". Para discusiones anteriores, ver especialmente a Aubert(1963), Mather e Yngvesson (1980-81) y Cain (I979)'

4 Los estudios sobre conocimiento y opinión pública en materia de derecho sóloparcialmente constiruyen una excepción puesto que relegan al público a un papelmeramente pasivo, donde se limita a notificarse sobre la ley y a reaccionar ante ella (verSarat, 1977).

5 ef Marx (1976: 72): "Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen deacuerdo con sus caprichos; no la hacen bajo circunstancias elegidas por ellos, sino bajocircunstancias directamente enconeradas, dadas y eransmitidas del pasado.

"Nuestra perspectiva está influida por el trabajo de aneropólogos que han observadoel derecho a elegir foro en sociedades no occidentales (por ejemplo, Nader y Todd,1978); economistas preocupados con la respuesta que ha de dársele al consumidorinsatisfecho (por ejemplo, Hirschman, 1970); y oeros que han medido u observado laforma 'en que los individuos manejan sus problemas personales (Cellhorn, 1966; Leviney Presten, 1970; Abel-Srnith et al., I973; Morris et al., [973; Friedman, K. A., 1974;

Burman et al., 1977; Smith et al., 1979; Cain, 19í9; Macaulay, I979; Nader, 1980)".

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666 No estamos diciendo que la teoria económica tenga necesariamente dificultades en

manejar éstas u otras dificultades, sino que el análisis económico por lo general las ignoray se contenta con una sobresimplificación psicológica. Ver, por ejemplo, Phillips y

Hawkins, 1976.7 Las leyes sobre pasajeros invitados, las cuales hacen difícil que un pasajero

invitado, que no haya pagado por su transporte, demande a su "anfitrión" por lesiones encaso de un accidente, se promulgaron teniendo en cuenta precisamente estos factores.Ver Broum versus Merlo (ro6 Cal. Rptr. 388, Corte Suprema, 1973); Sdnualbe ve1"SUSJones(128 Cal. Rptr. 321, Corte Suprema, 1976); Cooper versus Bmy (148 Cal. Rptr. 148, Corte

Suprema, 1978).8 Por otra parte, los objetivos también están sujetos a la influencia de las diferentes

audiencias. Lloyd-Bostock anota:"No es que la víctima no conozca sus derechos legales o que no sepa cuánto podría

recibir. Lo que pasa es que en una situación que rio le es familiar, carece de normaspropias y no se siente lo suficientemente competente como para generarlas por sí mismaa partir de principios más generales, puesto que hay una amplia gama de alternativas. Ypor lo tanto, lo que siente, es lo que le sugieren, a partir del accidente, su abogado, su

sindicato, la policía, sus amigos, etc." (1980: 24)'9 Podríamos generalizar diciendo que cuando los clientes interactúan con abogados

que sólo conocen a la hora de manejar su caso (por ejemplo, con ocasión de un divorcio,una defensa penal o una lesión personal), la primera lealtad del abogado es hacia otros(el ajustador de seguros, la policía, el juez u otros abogados), mientras que aquellosclientes que tienen una relación relativamente permanente con los abogados exigen yreciben mayor lealtad (ver Abel, R. L., 1981; Galanter, 1974: I 14-!I9/81-8S, 1981).

10 Esta creencia puede explicar por qué los consumidores de estratossocioeconómicos más altos tienden a un mayor grado de insatisfacción con sus compras:no es que los bienes y los servicios que ellos adquieran sean peores, sino que susexpectativas son más exigentes, en parte como resultado de los movimientos deconsumidores, que en su mayoría son exclusivamente de clase media. Ver Best y

Andreasen (197T 7°7-709).11 OSHA, que se basa en la premisa de que el paternalismo privado probó ser

inadecuado, puede producir el efecto contrario. Ver, por ejemplo, Mendeloff, 1979·12 En materia del efecto inhibitorio de dichas actirudes sobre una declaración pro

bono, ver Ashman (1972: 43); ver en general Handler et al. (1978: capírulos 5 y 6).13 Aun las acciones populares' son por lo general meras recopilaciones de pleitos

individuales, que se reúnen en una solo por razones de conveniencia y eficiencia, y nouna forma de acción popular orientada al logro de un objetivo grupal, como lo puede serun cambio en el control sobre las decisiones relacionadas con la producción.

14 Debemos admitir que al aplicar la quimaesencia de los recursos, es decir, alconceder una indemnización en dinero, los tribunales de alguna manera les están dandoa las personas lo que éstas "quieren". Pero aquello que la gente "quiere" ha sidocondicionado en gran medida por las instiruciones jurídicas y por los medios decomunicación. Aunque es difícil documentar este proceso en la medida en-quetranscurre, 'sabemos que a comienzos del siglo xx, antes de que se volviera tan común elsistema de las indemnizaciones en dinero, lo que los trabajadores exigían a través de este

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tipo de acciones era mejoras radicales en materia de seguridad industrial, y sólo laintransigencia de sus patronos los llevaba a aceptar alguna fórmula de pago en efectivo(if. Eastman, 1978).

15 Indistintamente de qué tan dererrninisra sea un acontecimiento, se debereconocer que hay unos aleatorios que necesariamente desempeñan un papel importanteen la transformación de determinadas experiencias, quejas y pleitos.

Un tercer tema manejado por Koch en su disertación sobre los conflictos entrevecinos es la importancia del azar, el cual tiene consecuencias que ninguna de las partesbuscó y que sin embargo pueden llegar a acentuar el conflicto: se roban unas pocasnueces, sin intención de que se produzca una escaramuza; alguien sale lesionado, peronunca se pretendió matar a nadie; se descubre al ladrón en el acto de robar un cerdo envenganza, y por accidente el ladrón resulta muerto ... (Felstiner, 1976: rozo).

16 El libro publicado recientemente por Gulliver sobre el tema de las negociaciones(1979), por ejemplo, sólo tiene en cuenta los desacuerdos cuando éstos son trasladados aldominio público. Todas sus referencias en materia de controversias en Estados Unidoshablan de casos laborales sometidos a la mediación del gobierno.

17 Ver Bohannan (1967), Moriarty (1975), Nader y Singer (1976: 282). Para unanálisis de los volúmenes de litigios civiles en los países africanos, ver Abel, R. L.,(1979c: 190-195). Para esrudios históricos sobre la reducción del volumen de litigios enEstados Unidos, ver Grossman y Sarat (1975), Friedman, L. M., Y Percival (1976a); sinembargó.ver Lernpert (1978). Ver, en general, Law <& Soáety Review (1974 y 1975)'

18 Para probar esta hipótesis, puede resultar útil comparar las sociedades del LejanoOriente, las cuales presentan niveles de litigios aun más bajos, como reflejo del hecho, notanto de que a la gente no le guste exponerse a que la ofendan, sino de que la genteprefiere abstenerse de ofender a los demás (ver, por ejemplo, Kawashima, 1969; Hahm,1967), con sociedades donde el nivel de conflicto es mayor, como, por ejemplo, las delMediterráneo y algunas partes del África, en cuya cultura impera una respuestainmediata y pública a cualquier tipo de afrenta (ver, por ejemplo, Abel, R. L., 1979a;Starr, 1978; Peristiany, 1965)' Para un esrudio fascinante sobre las actirudes frente a losagravios en una cultura no occidental, ver Upharn (1976).