20
Los gigantes en las crónicas de Indias Concepción Torres Begines

Los gigantes en las crónicas de América

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Los gigantes en las crónicas de América

Los gigantes en las crónicas de Indias

Concepción Torres Begines

Page 2: Los gigantes en las crónicas de América

Factores que contribuyeron a la formación del mito de los gigantes

en América

• El referente: el Viejo Mundo

• El imaginario precedente

• Descubrimiento de huesos de gran tamaño

Page 3: Los gigantes en las crónicas de América

La Isla de los Gigantes

Page 4: Los gigantes en las crónicas de América

Amerigo Vespucci (1454-1512)

“hallamos una población de obra de 12 casas, en donde no encontramos más que 7 mujeres de tan grande estatura que no había ninguna de ellas que no fuese más alta que yo un palmo y medio. Y como nos vieron, tuvieron gran miedo de nosotros, y la principal de ellas, que por cierto era una mujer discreta, con señales nos llevó a una casa y nos hizo dar algo para refrescar; y nosotros, viendo a mujeres tan grandes, acordamos raptar dos de ellas, que eran jóvenes de 15 años, para hacer un regalo a estos Reyes, pues sin duda eran criaturas que excedían la estatura de los hombres comunes. Y mientras estábamos en esto, llegaron 36 hombres y entraron en la casa donde estábamos bebiendo, y eran de estatura tan elevada que cada uno de ellos era de rodillas más alto que yo de pie; en conclusión, eran de estatura gigantes, según el tamaño y proporción del cuerpo, que correspondía con su altura.”

(Carta a Lorenzo Pierfrancesco de Medici, 1500)

Page 5: Los gigantes en las crónicas de América

Los gigantes del Amazonas

Page 6: Los gigantes en las crónicas de América

“Según las informaciones de los que los auían visto, y que se ofrecían a llevarnos á su tierra, son gigantes de diez y seis palmos de altura, muy valientes, andan desnudos, traen grandes patenas de oro en las orejas y narices, y para llegar á sus pueblos son necesarios dos meses continuos de camino desde la boca del Cuchiguará.”

Nuevo descubrimiento del gran río Amazonas

Cristóbal de Acuña

(1597-1676)

Page 7: Los gigantes en las crónicas de América

Los gigantes de la Punta de Santa Elena

Page 8: Los gigantes en las crónicas de América

Pedro Gutiérrez de Santa Clara (1521-1603)

“Dezían los yndios muy antiguos y viejos que habitavan en Puerto Viejo, que son los de la provincia de Manta, de cómo en el tiempo antigo y passado, quando reynaba Topa Ynga Yupangue, que estando aquella tierra de paz se alborotó toda ella con la llegada que hizieron mucha cantidad de yndios gigantes, que eran de disforme altura y grandeza. Y que estos tales vinieron en unas barcas o balsas muy grandes, hechas de cañas y madera seca, los quales trayan vnas velas latinas trianguladas, de hazia la parte donde se pone el sol y de hacia las yslas Malucas, o del estrecho de Magallanes, y que entrando éstos por la tierra comenzaron a tiranizar ganando por allí algunas tierras y matando muchos yndios, y a otros echándolos fuera de sus pueblos.”

Historia de las Guerras Civiles del Perú (1544-1548)

Page 9: Los gigantes en las crónicas de América

Pedro Ciéza de León (1520-1554)

“tan grandes que tenían tanto uno dellos de la rodilla abajo como un hombre delos comunes en todo el cuerpo, aunque fuese de buena estatura, y que sus miembros conformaban con la grandeza de sus cuerpos, tan disformes, que era cosa monstruosa ver las cabezas, según eran grandes, y los cabellos, que les llegaban a las espaldas. Los ojos señalaban que eran grandes como platos. Afirman que no tenían barbas, y que venían vestidos algunos dellos con pieles de animales y otros con la ropa que les dio natura y que no trajeron mujeres consigo.”

Crónica del Perú

Page 10: Los gigantes en las crónicas de América

La expedición de Maldonado

Page 11: Los gigantes en las crónicas de América

Fray Pedro Simón (1547-1628)

“Caminando pues entre estos disformes y monstruosos árboles, hallaron echado a la sombra de uno, un hombre más monstruoso en su especie que ellos lo eran en la suya, pues era de más de cinco varas de alto y en correspondencia todos los miembros. Sólo el hocico y dientes tenía largos y muy salidos, con lo que lo hacían más feo de lo que era en miembros tan extraordinarios que lo era también en ambos sexos porque era hermafrodita, cubierto con un vello algo pardo, corto y ralo, todo el cuerpo. Tenía en la mano un bastón tan grueso y alto como una entena de un mediano navío, que lo manejaba como una caña”

Noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales

Page 12: Los gigantes en las crónicas de América

Los gigantes Patagones

Page 13: Los gigantes en las crónicas de América

Antonio Pigafetta (1491-1534)

“Era tan alto él, que no le pasábamos de la cintura, y bien conforme; tenía las facciones grandes, pintadas de rojo, y alrededor de los ojos, de amarillo, con un corazón trazado en el centro de cada mejilla. Los pocos cabellos que tenía parecían tintos en blanco; vestía piel de animal cosida sutilmente en las juntas.”

“Ellas no eran tan altas, pero sí mucho más gordas. Cuando las vimos de cerca, nos quedamos atónitos: tienen las tetas largas hasta la mitad del brazo. Van pintadas y desvestidas como sus maridos, si no es que llevan ante el sexo un pellejín que lo cubre.”

“les dio muchos cuchillos, tijeras, espejos, esquilones y cuentas de vidrio. Teniendo los dos las manos rebosantes de dichas cosas, hizo el capitán general que trajeran un par de grilletes que se depositaron a sus pies como tratándose de un regalo; y a ellos, por ser hierro, placíales mucho. Pero no sabían como llevárselos, y les apenaba renunciar: no teniendo donde guardar las mercedes, y debiendo sujetar con las manos la piel que las envolvía. Quisieron ayudarles los otros dos, pero el capitán se opuso. Viendo lo que les preocupaba abandonar aquellos grilletes, indicóles por señas que se los haría ceñir a los pies, y que así podrían llevarlos. Respondieron con la cabeza que sí. Rápidamente, y al mismo tiempo, hizo que los argollaran a los dos; y, aunque, cuando notaron el hierro transversal, les asaltó la duda, ante el gesto de seguridad del capitán, permanecieron firmes. Sólo después, al comprender el engaño, bufaban como toros, pidiendo a grandes grito a “Setebos” que les ayudara.”

Primer viaje alrededor del mundo

Page 14: Los gigantes en las crónicas de América

López de Gomara (1511-1566)“Metíanse y sacábanse por el garguero una flecha para espantar a los extranjeros, a lo que mostraban, aunque dicen algunos que lo usan para gomitar estando hartos, y cuando han menester las manos o los pies. Traían corona como clérigo, y el demás cabello largo y trenzado con un cordel, en que suelen atar las saetas yendo a caza o guerra; venían con abarcas y vestidos de pellejas, y algunos muy pintados; todo lo cual, especial en jayanes como ellos, ponía temor, cuanto más admiración.”

“Hablan de papo, comen conforme al cuerpo y temple de tierra, visten mal para vivir en tanto frío, atan para adentro lo suyo, tiñense los cabellos de blanco, por mejor color si ya no fuesen canas; alcohólanse los ojos, píntanse de amarillo la cara, señalando un corazón en cada mejilla; van, finalmente tales, que no semejan a los hombres. Son grandes flecheros, persiguen mucho la caza, matan avestruces, zorras, cabras montesas muy grandes y otras fieras.”

Historia general de las Indias

Page 15: Los gigantes en las crónicas de América

Los gigantes en los siglos posteriores

Page 16: Los gigantes en las crónicas de América

Ciro Bayo (1860-1939)“El río Chubut formaba el límite de las dos grandes tribus tehuelches: la que habita entre este río y el Limay, y la otra, entre el Chubut y el Estrecho; estos últimos, los verdaderos indios patagones, los gigantes de la fábula, pero que a los ojos de Mascardi recobraron su estatura normal.”

Los césares patagones. Leyenda áurea del nuevo mundo

Page 17: Los gigantes en las crónicas de América

Pedro de Angelis (1784-1859)

“Fenómeno.- El terreno de la Villa de Tarija tiene la virtud de acrecentar excesivamente los huesos. Enterrado un cadáver de regular estatura, si se saca después de algún tiempo, le encuentran los huesos sumamente crecidos; por lo cual están algunos creídos que en aquella tierra hubo gigantes... Pero, examinados por varios facultativos, es visto que tales gigantes nunca los produjeron estos países, y que la magnitud de los huesos proviene de que aquella tierra tiene la secreta virtud de dilatarlos y engrosarlos, hasta aquel grado en que conservan su intrínseca substancia; pues, acabada ésta, como ya no tiene en qué obrar la de la tierra, se reducen en polvo” “De esta propia especie (sigue charlando este escritor) eran los huesos que trajeron a Buenos Aires de los confines de Luján, los cuales se remitieron a Madrid pocos años hace, y han dado ocasión a que se escriba que las Provincias Argentinas abundaban de gigantes, y es falso”.

Prólogo a la descripción de la provincia de Tarija

Page 18: Los gigantes en las crónicas de América

Ruy Díaz de Guzmán (1558-1624)

“De un modo mucho más explícito y perentorio se han expresado los que han descrito los habitantes de Patagonia. El primero que los vio fue Magallanes, durante su estada en la Bahía de San Julián, y les parecieron alcanzar a diez u once palmos. Otros descubrió Sarmiento en dos puntos del Estrecho; el uno cerca de la Bahía de San Simón en una isla que llamó Isla de la Gente, y el otro en la Ensenada de la Gente Grande. Estos descubrimientos pertenecen al año de 1580. Siguen los de Cavendish, o más bien Candish, que en 1587 vio huellas humanas impresas en la arena, de 18 pulgadas de largo; de donde infirió que esta gente tendría cuando menos cinco codos y medio. En la relación del viaje de Van Noort, en 1598, se habla de un pueblo de diez o doce pies de alto, que habitaba cerca del Estrecho, y esta aserción fue confirmada por el holandés de Weert, que lo atravesó el mismo año. Desde esta época empiezan a disminuir las proporciones de los Patagones. Los que vio Spilbergen en 1614, Narborough en 1670, Frezier en 1714, y Shervock en 1719, no excedían de 9 a 10 pies; y con los recortes que les hicieron después, Byron en 1764, Wallis y Carteret en 1766, y Bougainville en 1767, quedaron reducidos a solo seis pies y unas cuantas pulgadas, que era la medida ordinaria del famoso regimiento de granaderos del Grande Elector de Brandeburgo: y aun hay que rebajar más para hacerlos entrar en sus verdaderas proporciones.”

Historia argentina del descubrimiento, población y conquista de las provincias de Río de la Plata

Page 19: Los gigantes en las crónicas de América

Mónika Schillat: Los gigantes patagónicos.

“El capitán Wallis llevó un metro de carpintero a la Patagonia para poder verificar el talle de los supuestos gigantes, y llegó a la conclusión de que medían 1, 82 metro promedio.”

“El más corpulento de mis granaderos no parecía nada al lado de ellos […] nuestros hombres a bordo, los cuales nos estaban vigilando con sus catalejos, dijeron luego que nosotros parecíamos enanos entre esa gente, creo que esa gente se asemeja a gigantes más que cualquier otro pueblo del mundo.”

Page 20: Los gigantes en las crónicas de América

Conclusión“Para la imaginación europea, el Nuevo Mundo resultó una inagotable fuente de riquezas y sorpresas. América era el espacio en el que cabían todas las fantasías, donde la imaginación suplantaba a la realidad, y los sueños más febriles, al conocimiento. Animales y seres humanos conformaban una galería de monstruos. Los gigantes patagónicos fueron una creación de esos delirios, hasta que un metro de carpintero, traído aquí por el afán científico del siglo XVIII, redujo la talla de los patagones a su exacta medida. Al hacerlo, sepultó para siempre la leyenda de su gigantismo.”

Mónika ShillatLos gigantes patagónicos. Historia de una leyenda (2002)