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LA FIESTA GRANDE DE VILLARROBLEDO

Definir con palabras los Carnavales de Villarrobledo puede resultar fácil: únicos,

genuinos, originales, con una larga historia, mantienen vivo el espíritu y la esencia del carnaval ancestral. Exaltación

del ingenio, la creatividad, el humor, la sátira y el esperpento. Atrevidos,

irreverentes, abiertos, participativos, para todos los públicos…

Todas estas palabras y otras más son sólo una aproximación a la autenticidad de

una fiesta que una vez que la has vivido querrás volver a disfrutar. Te invitamos a conocer el verdadero carnaval desde

dentro.

El idilio entre la individualidad y la naturaleza. Uno de los carnavales más

largos, diez días y sus respectivas noches convertidas en experiencias y

sensaciones irrepetibles.

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Jueves Lardero y la llegada de “Los Juanes”

Pregón de Carnaval y Concurso de Murgas

Grandes Desfiles

Carnaval Infantil

Noches de Carnaval

Día del Orgullo Manchego

Carnaoke

Entierro de la Sardina

Bodas de Carnaval: concurso y desfile de bodas

Domingo de resaca y su Concurso de Gachas

Un Carnaval con historía

Otras fiestas de interés

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Jueves anterior al primer domingo de carnaval.

Fiesta con sabor ancestral que marca el inicio de los Carnavales de Villarrobledo, al igual que ocurriera en los siglos XIV y XV e incluso puede que antes. Esta celebración supone el fin del aislamiento impuesto por el riguroso invierno y la vuelta al contacto directo con la naturaleza, que ya anuncia la llegada de la primavera y el irrumpir de la vida en todos los órdenes. Jueves Lardero sirve para disfrutar al aire libre de abundante comida, con platos y productos propios de la gastronomía local, a la que se añade la tradicional “mona”. La música, los bailes y juegos completan esta celebración, que llega a su fin cuando el sol empieza a ocultarse. Es el momento de volver a la ciudad para recibir a “Los Juanes”, esos peculiares cuervos que abandonan su condición de aves de mal agüero y no dudan en cubrir sus negros y sombríos plumajes con trajes de colores y adornos insospechados para dar la bienve-nida a la fiesta con mayúsculas, los Carnavales de Villarrobledo.

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Con estas actividades dan comienzo de manera oficial los Carnavales de Villarrobledo. Se celebran el primer viernes de carnaval en un lugar emblemático, asociado a la historia de este Carnaval, el Gran Teatro. Cada año se aprovecha este acto para rendir homenaje a la persona, empresa o institución, con una trayecto-ria más que probada de apoyo y fomento de estos Carnavales. En reconocimiento a esta labor reciben el distintivo de los Carnavales de Villarrobledo, la “Mas-cara de Oro”. A continuación se lleva a cabo el Pregón a cargo de un representante de los distintos grupos, comparsas, parejas o participantes a título individual, elegido teniendo en cuenta el tiempo que llevan parti-cipando en estos Carnavales.

El acto se cierra con el Concurso de Murgas, Chirigo-tas y Romanceros. Un concurso abierto a todo aquel que quiera participar. La temática de las composiciones es libre, la única condición que existe es la que afecta a los Romanceros que tienen que ir provistos del tablón y puntero propio de la modalidad.

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LES Primer sábado de Carnaval. Desfile

de Grupos y Comparsas Locales

Una exhibición del verdadero arte de la creación e interpretación. Todo tiene cabida y todo es posible. Una treintena de grupos y comparsas desfilando, mostrando la verdadera cara del Carnaval de Villarro-bledo: de pronto las calles de la ciudad quedan convertidas e en un circuito del mundial de motociclismo o en una pista de coches de choque. El Antiguo Egipto, la sabana africana, los cuentos de las mil y una noches, personajes venidos de otros mundos pasan ante nuestros ojos. De pronto se puede asistir a un musical de Broadway o tener ante nosotros los más disparatados artilugios. Asistimos a la libre interpretación de las cosas más cotidianas llevadas al extremo del disparate. Recompensa: la satisfacción por el recono-cimiento de un público expectante y alzar-se con alguno de los interesantes premios.

Segundo Sábado de Carnaval. Desfile Regional

Sus dimensiones obligan a cambiar el recorrido habitual para dar cabida en todo su esplendor a los numerosos participantes. Gentes venidas de pueblos y ciudades cercanas, pero también de otros puntos de la Castilla La Mancha más alejados, que eligen Villarrobledo para dar a conocer sus respectivos Carnavales y sus llamativas y cuidadas propuestas. Participantes que buscan, además, el reconocimiento a través de un gran premio y el aplauso de un público entregado. Este gran desfile, en el que también toman parte las comparsas y grupos locales, permite comprobar algunas de las peculiaridades de los Carnavales de Villarrobledo, aquello que le hace realmente diferente.

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L Pionero de los carnavales infantiles que han ido surgiendo por toda España, con la entidad suficiente para haber obtenido un mere-cido reconocimiento. Durante mucho tiempo ha sido el único de su naturaleza.

El Carnaval Infantil de Villarrobledo nace en la década de los 80 del siglo XX , forma parte de la renovación que experimenta el Carnaval villarrobledense, que irrumpe con fuerza en los colegios, incluidos guarderías y centros de Educación Especial, implicando a profesores, padres y alumnos de todas las edades. Todos juntos lograran dar forma a un gran espectáculo rico en colorido y crea-tividad - en muchos casos auténticas obras de arte- Un espectáculo que año tras año es capaz de despertar la admiración de propios y extraños. Es tal la calidad alcanzada que cada vez es más difícil elegir la mejor propuesta, tanto es así que todos los participantes obtienen su reconocimiento.

El Carnaval Infantil alcanza su máxima expresión en los desfiles que se celebran el primer domingo de carnaval y el viernes siguien-te, declarado fiesta local. En esos momentos un río de colores recorre las calles de Villarrobledo. Más de mil niños desde las edades

más tempranas toman parte en estos desfiles. Entre todos dan vida y forma a cuentos, personajes de ficción, a elementos de la naturaleza, a objetos cotidianos y escenas costumbristas… No hay límite para la imaginación.

Desde que hay constancia los niños han tomado parte activa en el Carnaval de Villarrobledo. Existen numerosos documen-tos gráficos de las primeras décadas del siglo XX que ya dan testimonio de este hecho. Era común disfrazar a los niños con disfraces hechos ex profeso (bailarinas, princesas de cuento, pa-yasos, piratas, soldados…) o aprovechar ropas y trajes antiguos para su caracterización. También era común la celebración de chocolatadas realizadas en salones, a las que los niños asistían normalmente disfrazados.

Aparte de los desfiles los niños también cuentan con una cele-bración diaria a base de chocolatadas, concursos de disfraces y talleres para elaborar su propio disfraz o para aprender las técnicas del maquillaje carnavalero.

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ESNadie se sentirá extraño, ni como observador ni como parte del espectáculo. Todo tiene cabida en este Carnaval Nocturno, sin duda una de sus peculiaridades de los Carnavales de Villarrobledo. Hay que estar preparado para cualquier cosa, las sorpresas van saltando a cada paso, la risa y la diversión están garantizadas.

Como en un gran escenario al aire libre noche a noche la Plaza de Ramón y Cajal y calles adyacentes recogen infinidad de escenas, parodias y espectáculos. La socarronería y la chanza, propias de las gentes de este pueblo, adquieren proporciones insospechadas, al igual que la imaginación y la creatividad. Se suelen llevar al esperpento los hechos y cosas más simples de la vida cotidiana, desde un mercadillo ambulante en el que se venden las cosas más sorprendentes, una tómbola con premios incalificables, un pescador que durante horas pesca en una fuente… Por este Carnaval nocturno desfilan además “personajes” de todo tipo y condición, que van desde la sofisticación más absoluta a lo más simple y sencillo, sin perder nunca la originalidad.

La labor y el esmero, la origi-nalidad, y creatividad de los disfraces, parodias y escenas representadas obtienen su premio. Cada noche, de manera callada y anónima, un jurado se encarga de realizar una selección entre las distintas propuestas y de madrugada se dan a conocer los disfraces que han obtenido el reconocimiento del jurado. Los ganadores reciben el correspon-diente premio, normalmente productos típicos de la gastrono-mía local. Y para completar este ambiente noche a noche una orquesta ameniza la velada bajo la gran carpa que cubre el espacio cen-tral de la Plaza de Ramón y Cajal

CARNAOKE

Karaoke en el que los participantes, carac-terizados de sus artistas favoritos y metidos en situación, dan vida al cantante que llevan dentro, haciendo partícipe al público que crea hasta sus propios clubes de fans.

DÍA DEL ORGULLO MANCHEGO

Una exaltación de los rasgos que definen la cultura manchega: los trajes típicos- en este caso también cabe la libre interpretación, la exageración, siempre buscando la nota de humor- las palabras propias y dichos usados por el pueblo y por supuesto la gastronomía tradicional. La noche del martes es común que peñas, comparsas y grupos ocupen la Pla-za de Ramón y Cajal con escenas de las cos-tumbres populares, no faltan los productos y platos más típicos, que en muchos casos son preparados in situ, en improvisadas cocinas tradicionales. De todos estos alimentos se da buena cuenta a lo largo de toda la noche.

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INA Según manda la tradición se celebra coincidiendo con el

“Miercoles de Ceniza” que supone el inicio de la Cuares-ma. Esta celebración cargada de un fuerte simbolismo, se vive en Villarrobledo de una forma diferente, sabiendo que con el entierro del pez la fiesta no termina, quedan días por delante para seguir disfrutando.Grupos y comparsas organizan sus particulares cortejos fúnebres presididos por sardinas que se despiden lucien-do sus mejores galas de carnaval, acompañadas durante el recorrido por numerosos “dolientes” y singulares “viudas” y “plañideras”, que muestran sin reparo su par-ticular duelo de llanto y lamentos, y en el que no falta el acompañamiento musical. El acto culmina con la quema de la sardina y una celebración característica: la degusta-ción de unas deliciosas sardinas asadas a la lumbre. Y por la noche las “viudas afligidas” no dudarán en seguir la fiesta para aliviar su duelo.

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SSe celebran el jueves siguiente al Entierro de la Sardina. Don Carnal logra burlar a la Cuaresma y se concede unos días más de desenfreno. Para ello cualquier excusa será válida, y las bodas suelen ser acontecimientos propicios para la diversión.Las “bodas” es uno de los hechos diferenciales de los Carnava-les de Villarrobledo. Surgen por iniciativa particular y de manera espontánea, como todos los aspectos que conforman estos Carnavales. Empezaron siendo una nota divertida, pero dada su repercusión de participación y seguimiento, pronto dio lugar a un nuevo fenómeno carnavalero, con concurso y desfile propio. Estas bodas recrean desde el sentido del humor y el disparate uno de los acontecimientos sociales por excelencia. Si en las bodas reales los protagonistas del enlace y los invitados echan el resto en lucir sus mejores galas, en las “bodas” carnavaleras el empeño se pone en dar la nota, se compite para obtener el honor de haber llevado al extremo el disparate. Todo ha sido pensado, hasta el último detalle busca hacer estallar la risa y el asombro. Se parodian las bodas de personajes famosos, persona-jes de actualidad, pero también personajes locales que destacan por algún motivo.

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Último día de Carnaval.

La Plaza de Ramón y Cajal vuelve a ser el escena-rio. Para acabar bien una fiesta no puede faltar una buena comida y Don Carnal, pese a estar exhausto tras diez días sin tregua, se resiste a poner punto y final a los Carnavales de Villarrobledo y quiere retirarse a lo grande. Para recomponer el cuerpo y reconfortar el alma qué mejor que disfrutar de uno de los platos más singulares de la gastronomía local, las gachas con tocino, pan para mojar y un buen vino de las bodegas locales para acompañar, y por si queda hambre que no falten ni chorizos ni morcillas. Este defensor a ultranza de los placeres no se conforma con que las haga cualquiera, sino que organiza un concurso de gachas hechas a la manera tradicional y en la lumbre. De este modo se asegura que se comerán las mejores, ya que los participan-tes tendrán que esmerarse en su preparación para obtener ese reconocimiento.

Los Carnavales de Villarrobledo son de los de mayor tradición y arraigo de toda España y tienen a gala haberse mantenido vivos y ac-tivos durante los distintos periodos en que su celebración fue prohibida en nuestro país. Superadas esas épocas una y otra vez vuelve con fuerza a la calle con un ambiente destacado y ampliamente reconocido. La práctica del Carnaval es una de las manifestaciones culturales más antiguas de la humanidad. Las primeras culturas primitivas con celebraciones de este tipo rendían tributo a los dioses y naturaleza para obtener abundantes cosechas. Pero la fiesta tenía, además, otro sentido, era utilizada por los gobernantes para dar un respiro al control que mantenían sobre la población, que durante unos días se entregaba a la diversión, de este modo se liberaban las presiones acumuladas. Griegos y romanos adoptaron esta tradición y más tarde el mundo cristiano la mantendría adaptándola a su fe, permitiendo que los ciudadanos dieran rienda suelta al disfrute de los sentidos ante la llegada de la cuaresma, sus prohibiciones y abstinencias.En el siglo XIV “El Libro de Buen Amor “del Arcipreste de Hita recoge por primera vez la celebración del Carnaval a través de la alegoría entre don Carnal y doña Cuaresma y la destacada presencia de “Don Jueves Lardero”, cuya visita a casa de Don Carnal marcaba el inicio del Carnaval. Esta tradición se mantiene viva en Villarrobledo, la llegada de Jueves Lardero marca el inicio de estos Carnavales, por lo que se puede aventurar que esta celebración se remontaría a esas fechas. No obstante, habrá que ir hasta el siglo XIX para encontrar los primeros documentos escritos acerca del Carnaval como tal.

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S. XIX.

Aparecen los primeros documentos que hacen referencia expresa a esta celebración, sobre todo a partir de la muerte de Fernando VII, “cuando las vías públicas son nuevamente recuperadas para el disfrute y la diversión”. Es decir, anterior a este reinado había constancia de cómo se vivía el carnaval, su presencia en las calles y su notoriedad. Durante el reinado de Fernando VII el carnaval de Villarrobledo se habría mantenido, aunque refugiándose en locales cerrados. Con la desaparición de este rey, Villarrobledo sería pionero en devolver el carnaval a la calle. A partir de ese momento la repercusión de esta celebración es tal que en 1873 se regulan algunos aspectos referidos a esta celebración, con distintas ordenanzas municipales: no estaba permitido portar armas, aunque formaran parte de la indumentaria del disfraz, ni usar disfraces referidos al clero, minis-tros ni funcionarios. Los osados que incumplieran estas normas tendrían que pagar multas hasta de 10 pesetas. Además se establecía que sólo la autoridad tenía potestad para obligar a quitarse la máscara a aquellos que hubieran cometido alguna falta u ocasionado disgusto al público con su comportamiento.

Finales del S. XIX- Primeras décadas del S XX.

A finales de este siglo y principios del 20 Villarrobledo ya es un referente en las fiestas del Carnaval por la animación continua de sus calles repletas de personas disfrazadas de manera disparatada y por los numerosos bailes de máscaras que se celebraban en los famosos salones: el Casino Artísti-co y Literario, Casino de la Unión, Teatro Navarro, Sociedad de Socorros Mutuos “La Prosperidad”, Círculo Mercantil, Gran Teatro, “Salón del Barrajeño”y La Unión Agraria. Era tal el ambiente que era necesario habilitar lugares poco frecuentes para estos bailes, como el antiguo convento de San Francisco o las tinajerías.

Segundo tercio del S. XX.

Son momentos poco propicios para el Carnaval que vuelve estar sujeto a prohibiciones. Nuevamente se mantiene latente a través de los bailes de máscaras en espacios cerrados, que no son mal vistos por las autoridades. Situación que se mantendría hasta el final de los años 70.

1980

En los primeros años ochenta el Carnaval de Villarrobledo se reinventa, se hace más participativo, todo el pueblo se involucra y participa de la fiesta. Los centros de enseñanza, niños y padres se incorporan a esta celebración pasando a ser parte fundamental, surge el Carnaval Infantil. De lo singular se pasa a lo plural: no hay un único carnaval, son muchos los carnavales, cada día es un carnaval distinto. La calle una vez más recupera su protagonismo. Villarrobledo, sin complejos, toma de nuevo la iniciativa y hace de la vía pública el escenario ideal para la gran representación del espíritu carnavalero.

A partir de aquí, año tras año, la singularidad de este Carnaval adquiere nuevas proporciones, va más allá de la celebración de los grandes desfiles de fantasías con plumas, lentejuelas y sofisticados atuendos.

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AS

FIES

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VIÑAROCK

El festival de música alternativa más veterano de nuestro país y el que mejor ha sabido mantener su espíritu y la esencia con la que se creó. Más de cien bandas participan en cada edición, eligiendo este festival para dar a conocer en muchos casos sus novedades discográficas. Aquí se dan cita grupos míticos del rock en español en sus diferentes vertientes, artistas de éxito y aquellos otros que están empezando. Se dan cita, además, las nuevas corrientes musicales que encuentran en el Viñarock uno de los mejores trampolines para darse a conocer.Es también una constante el numeroso público asistente, miles de seguidores que hacen una apuesta clara por este festival, que renue-va año a año a su público, incorporando a esa gran masa de jóvenes que empieza a descubrir esa otra música, la música con mayúscu-las, alejada por lo general de los circuitos comerciales, y que suelen tener su bautismo musical y festivalero en este Viñarock. Músicos y público repiten año a año sabiendo que no será un concierto más. El gran ambiente del festival les garantiza a todos ellos nuevas experiencias musicales y personales, siempre hay sorpresas, grupos y músicas que descubrir.

FERIA Y FIESTAS

Villarrobledo conserva entre sus tradiciones la celebración de su Feria y Fiestas en honor de su patrona, Ntra. Sra. de la Caridad. Una feria con sabor popular que se celebra del 14 al 19 de agosto. Villarrobledo ofrece un ambiente excepcional y es fácil que durante estos días la ciudad duplique su población. Uno de los aspectos más destacados de estas fiestas es el número de actividades programadas para todos los públicos: deportivas, juegos populares, teatro infantil, verbenas popu-lares, actuaciones musicales con artistas destacados, corridas de toros. Y por supuesto no pueden faltar las clásicas atracciones de feria y las numerosas casetas en las que disfrutar de una buena gastronomía.

SEMANA SANTA

Declarada de Interés Turístico Regio-nal. Caracterizada por la sobriedad y la belleza de sus pasos, algunos con una larga tradición que se remon-taría al siglo XVI como la Cofradía del Santo Sepulcro y de la Soledad. Tienen gran prestigio las procesiones del “Prendimiento” de Jueves Santo por la noche, en la que toman parte todas las hermandades y cofradías con sus respectivas imágenes. Las pro-cesiones de Viernes Santo, como la del “Encuentro”, y la procesión del Santo Entierro de Cristo, de una belleza sobrecogedora el paso del Cristo Yacente acompañado por la letanía del tambor y el ruido de las cadenas de los numerosos penitentes. Por último la procesión del “Encuentro con Jesús Resucitado”.

Carnavales de la provinciade Albacete en

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