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Ana Llopis Cardona Tradiciones discursivas medievales e innovaciones: el caso de in hoc sensu Resumen Esta investigación parte de la indagación en diversos corpus del latín. La documentación recopilada revela que la innovación y adopción de la construcción in hoc sensu está ligada a dos tradiciones discursivas medievales pertenecientes al universo de discurso de los teólogos, a saber: las glosas patrísticas y las quaestiones escolásticas, tradiciones vinculadas a periodos destacables de la historia de la teología. Así pues, este estudio evidencia, por una parte, la asociación entre tradiciones discursivas y unidades lingüísticas que se consti- tuyen en signos representativos de estas. Por otra parte, explica la incidencia de agentes externos (históricos, culturales, etc.) en la determinación de una tradición discursiva, que forma parte de un fenómeno cultural complejo. 1 Introducción * * Agradezco a Salvador Pons y a los dos evaluadores anónimos los comentarios sobre versiones previas de este trabajo. También quiero expresar mi agradecimiento a Jorge Tárrega, Alfonso Esponera y Ferran Grau por las orientaciones y sugerencias que me comunicaron en el transcurso de su elaboración. En los distintos universos de discurso (poético, jurídico, científico, teológico, etc.) se generan y conforman tradiciones discursivas (TD en adelante) a fin de satisfacer necesidades pragmático-discursivas surgidas en un transcurso histórico; la producción de estas TD requiere con frecuencia expresiones nuevas o renovadas. Ese parece ser el caso de la construcción in hoc sensu (ihs en adelante), cuyo uso, a tenor de los resultados del corpus, se circunscribe a textos teológicos del medioevo y se vincula especialmente a dos TD: las glosas bíblicas y las quaestiones escolásticas. En este estudio, se ha intentado trazar la evolución de ihs tomando como referencia las ocurrencias recopiladas (sección 2); seguidamente, se muestra la relación de la ruta evolutiva de ihs con respecto a las TD mencionadas y, por ende, a la historia de la teología (secciones 3 y 4); no profundiza en la caracterización de estas TD, que son abordadas en cuanto que condicionan la adquisición de nuevos usos. Finalmente, se sintetizan los aspectos más relevantes comentados a lo largo del artículo y se reflexiona en torno a la relación entre TD y cambio lingüístico (sección 5).

Tradiciones discursivas medievales e innovaciones: el caso de in hoc sensu

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Ana Llopis Cardona

Tradiciones discursivas medievales e innovaciones: el caso de in hoc sensu

Resumen

Esta investigación parte de la indagación en diversos corpus del latín. La documentación recopilada revela que la innovación y adopción de la construcción in hoc sensu está ligada a dos tradiciones discursivas medievales pertenecientes al universo de discurso de los teólogos, a saber: las glosas patrísticas y las quaestiones escolásticas, tradiciones vinculadas a periodos destacables de la historia de la teología. Así pues, este estudio evidencia, por una parte, la asociación entre tradiciones discursivas y unidades lingüísticas que se consti-tuyen en signos representativos de estas. Por otra parte, explica la incidencia de agentes externos (históricos, culturales, etc.) en la determinación de una tradición discursiva, que forma parte de un fenómeno cultural complejo.

1 Introducción*

* Agradezco a Salvador Pons y a los dos evaluadores anónimos los comentarios sobre

versiones previas de este trabajo. También quiero expresar mi agradecimiento a Jorge Tárrega, Alfonso Esponera y Ferran Grau por las orientaciones y sugerencias que me comunicaron en el transcurso de su elaboración.

En los distintos universos de discurso (poético, jurídico, científico, teológico, etc.) se generan y conforman tradiciones discursivas (TD en adelante) a fin de satisfacer necesidades pragmático-discursivas surgidas en un transcurso histórico; la producción de estas TD requiere con frecuencia expresiones nuevas o renovadas. Ese parece ser el caso de la construcción in hoc sensu (ihs en adelante), cuyo uso, a tenor de los resultados del corpus, se circunscribe a textos teológicos del medioevo y se vincula especialmente a dos TD: las glosas bíblicas y las quaestiones escolásticas.

En este estudio, se ha intentado trazar la evolución de ihs tomando como referencia las ocurrencias recopiladas (sección 2); seguidamente, se muestra la relación de la ruta evolutiva de ihs con respecto a las TD mencionadas y, por ende, a la historia de la teología (secciones 3 y 4); no profundiza en la caracterización de estas TD, que son abordadas en cuanto que condicionan la adquisición de nuevos usos. Finalmente, se sintetizan los aspectos más relevantes comentados a lo largo del artículo y se reflexiona en torno a la relación entre TD y cambio lingüístico (sección 5).

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2 In hoc sensu en los corpus1

Con el fin de que la documentación cumpliera mínimamente el criterio de representatividad, se consultaron diez corpus electrónicos y algunas obras catalogadas en bibliotecas electrónicas2. Se recopilaron un total de 125 ocurrencias procedentes de los siguientes corpus:

Tabla 1: Resultados de ihs en los corpus consultados

CORPUS N.º de ocurrencias

Bibliotheca Teubneriana Latina 4 (BTL) 4

Corpus Alberti Magni (CAM) 32

Corpus Documentale Latinum Gallaeci 0

Corpus Scriptorum Latinorum 0

Corpus Thomisticum (CT) 193

IntraText digital Library - Latina (ITDLL) 64

Library of Latin Texts (CLCLT7) 12 (15)5

Monumenta Germaniae Historiae (MGH) 2 (10)6

Patrología Latina (PL) 407

Perseus Collection Greek and Roman materials 1

Obras de bibliotecas digitales 9

No se registraron ocurrencias de la construcción ihs en obras escritas durante el periodo clásico, pues los casos obtenidos en la Bibliotheca Teubneriana Lati-na datan de los siglos IV y V y se emplea sensu con el significado de acep-ción. En la colección Perseus, se documentó un caso en In Vergilii Georgica commentarii de Servio Honorato (IV), pero el texto es de dudosa autentici-

1 Somos conscientes de las limitaciones cuantitativas y cualitativas de los estudios

diacrónicos, y más si cabe, de estudios del latín. La indagación aquí presentada no es ajena a estas dificultades. Aunque se han intentado subsanar algunos escollos (p.e. alteraciones en ediciones y transcripciones digitales), han persistido otros, entre ellos, una cantidad baja de ocurrencias en textos anteriores al siglo XII (aunque en cierto modo representativa) y un número muy reducido de textos de los siglos XIV y XV.

2 Las bibliotecas fueron The Latin Library, Bibliotheca Augustana de Augsburg, The Internet Archive, The Franciscan Archive y Documenta Omnia Catholica.

3 Se han descartado los casos de obras de dudosa autenticidad (un caso), falsamente atribuidas (un caso) y aquellos en los que no se comporta como construcción, como muestra la interposición de un signo de puntuación entre sensu y hoc.

4 De las quince ocurrencias, nueve proceden de textos posteriores al siglo XVI. 5 Descontando las ocurrencias que se repiten en la PL, los resultados se distribuyen en

los siguientes periodos: una ocurrencia antes de 500 d.C., dos antes de 735 d.C., nueve antes de 1500 d.C. y tres antes 1965 d.C.

6 Solo dos de los resultados no aparecían en la PL. 7 Estos sesenta y dos casos comprenden cuarenta de autores medievales, nueve de

autores modernos y once en notas a pie de página.

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dad, ya que fue copiado y sometido a numerosas modificaciones por los amanuenses, como prueban las variaciones entre los manuscritos. De los seis resultados de autores medievales de IntraText digital Library – Latina, cinco se encontraron en dos obras de Pedro Abelardo (1079–1142), que era ante todo un filósofo y un lógico formado en la Escuela Episcopal de París que influyó mucho en la teología escolástica (ver 4.2.). En Monumenta Germaniae Historiae se hallaron dos casos que no pertenecían al ámbito teológico: el primero en la obra Defensor pacis del filósofo italiano Marsilio de Padova (XIV) y el segundo en Oeconomica del escritor alemán Conrado de Megenberg (XIV); ambos autores estudiaron en la Universidad de la Sorbona. El resto de casos procede de corpus que compilan obras de teólogos (Corpus de Alberto Magno y Corpus de Tomás de Aquino) y también documentos eclesiásticos (Patrología Latina, Library of Latin Texts CLCLT7).

En conclusión, esta pesquisa constata que ihs fue una construcción ligada al latín medieval de los teólogos; en particular, los datos del corpus mues-tran que se empleó desde el siglo IV en textos principalmente de teología bíblica –son escasos los textos de carácter eclesiástico8– y después se transfirió a textos de teología escolástica9 (XII–XIII).

Desde el punto de vista cronológico, los resultados fueron los siguientes:

Tabla 2 : Resultados del corpus por siglos

Siglo N.º de ocurrencias

IV 610

V 311

VI 1

VIII 1

IX 14

X 2

XI 3

XII 27

XIII 59

XIV 8

XV 1

8 Las secuencias de las actas conciliares en las que se emplea ihs son comentarios

exegéticos, de modo que se pueden considerar textos de teología bíblica. En los textos de órdenes religiosas (procedentes del Renacimiento Carolingio), sensu equivale a acepción, al igual que los textos de gramática y literatura de los siglos IV.

9 No obstante, como se verá más adelante (4.1.), el estilo de la teología bíblica de la Patrística continúa en la Baja Edad Media en los monasterios conviviendo con la teología escolástica.

10 De las seis ocurrencias, una es de Servato y la otra de Diómedes. 11 Las tres proceden de Prisciano.

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A lo largo de la Alta Edad Media el latín dejó de ser la lengua de comuni-cación12; no obstante, se seguía empleando en determinados entornos, entre ellos el de la enseñanza e investigación teológica. Como se observa en la tabla 2, los siglos que cuentan con un mayor número de casos coinciden con periodos de florecimiento cultural y teológico: el Renacimiento carolingio en el siglo IX y la Alta Escolástica en los siglos XII y XIII. Llama la atención el alto número de resultados en los siglos XII y XIII en comparación con los siglos XIV y XV13; esta diferencia se debe en cierto modo a que hubo una menor producción de obras en el periodo de decadencia de la Escolástica (XIV y XV), caracterizada por la repercusión de la vida eclesial –altercada por el cisma de occidente– en el campo teológico.

3 La ruta evolutiva de in hoc sensu

El análisis de las ocurrencias del corpus ha conducido a distinguir dos periodos en la evolución de ihs: una etapa de adquisición de nuevos usos (modificador oracional y marcador discursivo), y una segunda etapa en la que se crea y difunde un nuevo uso con la función de modificador oracional, pero no se extiende la función de marcador discursivo. A continuación se muestran los resultados cuantitativos:

Tabla 3: Funciones de ihs

‘Sensu’ = acepción

Modificador intraorac. 1

Modificador intraorac. 2

Modificador oracional 1

Modificador oracional 2

Marcador discursivo

Innovación IV–IX

11 5 2 3 1 3

Periodo posterior X–XV

2 8 9 17 41 3

Intraoracional u oracional 1. ‘Sensu’ se refiere a tema o asunto. Intraoracional u oracional 2. ‘Sensu’ se refiere a punto de vista.

12 Seguimos la distribución tradicional que establece el final del latín en el siglo VII y fija

una etapa intermedia hasta el IX. 13 Hay que tener en cuenta que la Patrología Latina de autores medievales llega hasta

1216 y la relativa a autores modernos comienza en 1500; Jean Paul Migne, artífice de la primera edición, cesó la recopilación en 1216 debido a la ingente cantidad de obras filosóficas y teológicas escritas a partir de esa fecha. Del resto de corpus consultados, solo se hallaron ocurrencias en Library of Latin Texts (dos casos) y en Monumenta Germaniae Historiae (dos casos). En la búsqueda realizada en archivos y bibliotecas digitales, se encontraron cuatro textos de obras del siglo XIV y un texto del siglo XV.

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Los casos de construcción libre14, modificador intraoracional y modificador oracional se documentan por primera vez en fechas muy cercanas entre sí –en el siglo IV, es decir, en el latín tardío–. Más tarde, en el Renacimiento carolingio (IX) se hallan las primeras evidencias de ihs con la función de marcador discursivo de continuación y marco. La ruta previsible de una construcción con núcleo nominal que termina funcionando como marcador discursivo es adverbio verbal > adverbio oracional > marcador discursivo (Traugott 1995; Traugott / Dasher 2002); sin embargo, en ihs las primeras fases concurrieron en el tiempo.

Adverbio verbal y oracional >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>> Marcador discursivo Construcción libre (siglo IV) (siglo IX)

La innovación como modificador oracional no fue un proceso progresivo sino una adquisición abrupta, fenómeno poco habitual en las fases de gramaticalización (cf. Pons Bordería 2008), sí fue gradual la adquisición del uso como marcador discursivo. ¿A qué pudo deberse la primera irrupción? La respuesta pone en evidencia la importancia de factores que van más allá de lo meramente lingüístico y el potencial explicativo de las TD. Dejamos esta cuestión para más adelante (ver 4) y acometemos de momento la “cara” lingüística de la evolución de ihs cuya explicación se completará al tratar la relación de ihs con las TD; aunque la exposición sea dual, en el fenómeno real se integran ambas caras sin posibilidad de disociación.

3.1 Periodo de adquisición de nuevos usos (IV–IX)

3.1.1 Adquisición del uso como modificador oracional

Para dar cuenta de la adquisición de la función de modificador oracional, examinamos los criterios que Brinton / Traugott (2005: 104–110) establecen para la gramaticalización15. Al aplicarlos, notamos que están ausentes los

14 En los casos catalogados como construcción libre, sensu posee el sentido de ‘acepción’

de una palabra o expresión. El carácter deíctico textual de hoc se circunscribe a la definición o explicación expresada antes y puede ser identificada textualmente; por tanto, el significado de ihs es más concreto que cuando se refiere a un asunto o punto de vista (casos catalogados como modificador). Respecto a la posibilidad de alternar con otros adjetivos determinativos o con otras preposiciones, se han identificado variantes en todos los usos (ver 3.1. y 3.2. para los casos de modificador), lo que indica que era una construcción en vías de fijación formal.

15 Se han descartado del análisis la frecuencia, la productividad y la generalidad tipológica. En estudios diacrónicos de esta índole, resulta difícil determinar la mayor o menor frecuencia de uso del elemento gramaticalizado; en cualquier caso, a tenor de la documentación recopilada, parece haber un aumento de uso en los siglos XII y XIII. Respecto a la productividad (Brinton / Traugott 2005: 109; véase también Dostie 2004: 35), puesto que el estudio versa sobre una construcción, no se puede revisar si hubo

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siguientes rasgos: fusión de los constituyentes, reducción fonológica, des-motivación –ihs no llega a perder completamente la composicionalidad semántica– y gradualidad, como se ha señalado antes. Por el contrario, sí se efectúan los siguientes cambios: la descategorización, la fijación de la unidad, el reanálisis, el cambio semántico y el debilitamiento del contenido, la subjetivización y, como consecuencia de los anteriores, la unidireccio-nalidad –esto es, la adquisición de valores más generales y abstractos sin que pueda haber retorno al paso anterior–. En lo que sigue revisamos los rasgos de gramaticalización que presenta.

a. Respecto a la descategorización, sensu no varía la flexión en el número ni

en el caso (Hopper / Traugott 2003 [1993]: 103; Traugott 1995: 14; Dostie 2004: 35; Brinton 2005: 284). La preposición in exige acusativo o ablativo, pero sensu queda fijado en caso ablativo y número singular, como suele suceder en las partículas o conjunciones (Fruyt 2011: 689s.).

b. En cuanto a la fijación de la unidad, durante el periodo que abarca del IV al X siglo, ihs se estableció como forma preferente respecto a in eo sensu, sub hoc sensu y ex hoc sensu, posibles variantes registradas en la Patrología Latina16. Aunque estas variantes también se comportan algunas veces como adverbios oracionales, funcionan con mayor frecuencia como adverbios intraoracionales y presentan una mayor movilidad posicional. La clave de esta preferencia podría estar en el sentido más general de in (situación) en comparación con ex (procedencia) y sub (lugar / debajo de), preposiciones que restringen los posibles usos de sensu. Por otra parte, en los corpus consultados no se han documentado casos17 en los que sensu presente complementos o modificadores (p.e. in hoc altero sensu o in hoc stricto sensu) o que se intercalen otros términos (p.e. in hoc etiam sensu o in hoc igitur sensu).

c. Abordamos de manera conjunta el reanálisis y el debilitamiento del con-tenido, pues, en realidad, el reanálisis es un reanálisis sintáctico-semán-tico, un cambio simultáneo en el funcionamiento y en el significado (Traugott 2010: 277; Eckardt 2006: 3); asimismo, generalmente el reanálisis sintáctico corre parejo con el cambio de posición. Como modificador intraoracional aparece junto al verbo (complemento circunstancial) o jun-

más gramaticalizaciones en un supuesto paradigma de marcadores de continuación y de topicalizadores. En cuanto a la generalidad tipológica, en el caso de que se reprodujera el mismo proceso en otras lenguas (p.e. en lenguas romances), se trataría de un fenómeno de contagio lingüístico y no de paralelismo.

16 Tras realizarse una cala en la PL a partir de la voz sensu, se obtuvieron resultados con las preposiciones ex y sub y con el demostrativo eo, de manera que se estudiaron estas construcciones como posibles variantes. Los resultados durante este periodo fueron con ihs (24 ocurrencias), ex hoc sensu (6), sub hoc sensu (7) e in eo sensu (8).

17 La búsqueda se hizo en los diez corpus mencionados en la sección 2. Solo se docu-mentó et in hoc autem sensu en el texto de Servio Honorato (IV), pero es cuestionable si el texto que tenemos reproduce exactamente el originario.

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to al sustantivo o adjetivo que complementa, mientras que como modificador oracional ihs se sitúa generalmente en posición inicial o inicial relativa –cuando le antecede un conector (et, igitur) u otra partí-cula–, posición ligada a la función de adverbio oracional y a la intro-ducción del tópico18. Sirva de ilustración el siguiente ejemplo:

(1) Unge caput tuum, et faciem tuam lava, ne videaris jejunans hominibus (Id. VI,

17). Ergo contra Christi praecepta facimus, qui publice jejunium indici-mus, et vidente toto populo pariter cum ipso jejunamus? Et in hoc sensu

oportet intelligi, ut nemo pro laude humana, sed pro peccatorum indul-gentia, vel pro misericordia divina jejunet. (Augustinus Hipponensis (atr.), Classis prima. De veteri et novo testamento. Sermo LXIII. De verbis Evangelii Matthaei, cap. VI, 1–6. PL)

[Trad. esp. ‘Unge tu cabeza y lava tu rostro, y no muestres tu ayuno a los hombres”. Entonces ¿cumplen los preceptos de manera contraria a Cristo quienes declaran públicamente el ayuno, y ayunan igualmente a la vista de todo el pueblo? Y en este sentido / asunto hay que comprender que no se ayuna para la gloria humana, sino para la indulgencia de los pecadores o la misericordia divina.’]

Acerca de las modificaciones semánticas, hay que señalar que, salvo los casos de construcción libre, tanto los usos de modificador intraoracional como los de modificador oracional coinciden en el nivel semántico con la reducción de la voz sensu a dos sentidos: punto de vista o planteamiento y tema o asunto19. No hay, por tanto, una completa desemantización20, pero sí tiene lugar una abstracción o síntesis esquemática del contenido –en este caso del contenido que retoma–, como sucede a menudo en la gramatica-lización (Sweetser 1988: 132; Traugott / König 1991).

18 En esta línea, Pinkster (1995: 228s.), en su estudio sobre el orden de las palabras en

latín, señalaba que las primeras posiciones son ocupadas por conectores, adverbios anafóricos, pronombres relativos o interrogativos y los constituyentes tema, pero sobre todo la primera posición está reservada al tópico. En latín, con frecuencia se expresaba mediante la preposición de + ablativo, construcción característica del papel semántico de área (de tópico o límites de la cualidad) (Luraghi 2010: 84).

19 Ambos sentidos aparecen registrados en el Oxford Latin Dictionary: 9. “That which occurs to the mind, an idea, thought. 10. (rhet.) A self-contained expression, a sentence or period” (OLD 2000: 1736), acepción que también se encuentra en el diccionario de Forcellini: “Sic ipse quoque sententiae, et cogitata sensus dicuntur. Item pro periodo occurrit” (Forcellini 1965: 313).

20 Se ha subrayado que la desemantización consiste en una pérdida completa del signifi-cado de origen; en esta línea, Brinton / Traugott (2005: 108) describen la deseman-tización (bleaching) como “weakening of meaning through generalization, most especially loss of contentful meaning”. Sin embargo, ya está suficientemente rebatida y argumentada la tesis de que no es necesaria la total desemantización (bleaching) para que se produzca la gramaticalización (Dostie 2004: 39; Fruyt 2011: 702s., entre otros).

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El cambio semántico descrito se aprecia en casos tempranos. En el texto del Concilio de la Galia, ihs retoma la cuestión o tópico de la gracia de Dios.

(2) Et ne aliquis putet, sicut iam supra dictum est, solum sanctum

augustinum dei gratiam atentius commendasse, et in hoc sensu credat a sancto hieronymo discordasse, legat titulum infra scriptum, et uideat quomodo in hoc ipso opere sanctum augustinum beatus hieronymus conlaudauerit. (Concilia Galliae, 511–695. CLCLT-7)

[Trad. esp. ‘Y para que nadie piense, como se ha dicho más arriba, que San Agustín fue el único que introdujo la gracia de Dios con atención, y en esta cuestión no crea que discrepa de San Jerónimo; que lea el título escrito abajo y que vea cómo en esta misma obra San Jerónimo había alabado a San Agustín.’]

d. Finalmente, falta por comentar la subjetivización, un fenómeno complejo

y difícil de perfilar que, a nuestro modo de ver, es inseparable del con-texto discursivo21 y, según el caso, del género, cuya importancia entronca con la gramaticalización producida en el marco de las tradiciones discur-sivas, esto es, con las necesidades pragmáticas que las generan (ver 4). Teniendo en cuenta que el reanálisis se produce en contextos que presen-tan discurso referido de alguna autoridad –con frecuencia la Biblia–, se podría colegir que recurrían a ihs para guiar al lector u oyente sobre el asunto al que se refería lo que decían, para marcar que se procedía a inter-pretar un pasaje y, en algún caso, para introducir una cita, pero, en defini-tiva, se utilizaba para facilitar al oyente que siguiera el hilo discursivo. En estas motivaciones es donde se refleja la subjetivización, en la medida en que el hablante sitúa lo dicho en la enunciación, en el trasfondo o back-ground del segmento discursivo anterior22. Así, en la base de esta gramaticalización de ihs subyacen estrategias de índole pragmática y discursiva, como ocurre en otras muchas gramaticalizaciones (Baldi / Cuzzolin 2011: 868; Traugott / Dasher 2002: 187).

3.1.2 Adquisición del uso como marcador discursivo

La identificación de ihs como marcador discursivo conector23 pasa por el cumplimiento de una serie de requisitos: la ausencia de otro conector, la posición preferentemente inicial, cierta abstracción y debilitamiento de los sentidos de sensu (comentado en 3.1.1), la capacidad de deixis discursiva

21 La importancia del factor contextual ha sido reconocida por varios autores (Diewald

2002: 104–106; Heine 2002: 85), también Brinton / Traugott (2005: 107) mencionan que la gramaticalización es “highly context-dependent”.

22 Véase Givón (1987) para la conexión entre background y foreground. 23 La concepción de conector como una clase de marcador discursivo se encuentra en

varios autores (Portolés 1998; Martín Zorraquino / Portolés 1999; Pons Bordería 1998, 2006; Montolío 2001; Cortés / Camacho 2005; López Serena / Borreguero 2010; Llopis 2014).

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(Portolés 2000), la unión de dos unidades contiguas generando una nueva (Montolío 2001; Cortés / Camacho 2005; Llopis 2014), la adquisición de un valor pragmático-discursivo determinado, en este caso la función de continuación de tópico o perspectiva junto a la función de marco (cadrage24). Examinamos a continuación los rasgos idiosincrásicos de ihs marcador discursivo conector.

a. Ciertamente, en los textos latinos era habitual el uso de la conjunción

copulativa et en diversas construcciones, entre ellas junto a otro conector o adverbio (Marouzeau 1949: 75–80); en el latín tardío se usaba en forma pleonástica, por ejemplo, et etiam = etiam, etc. (Bassols de Climent 1963 [1956]: 97). Así pues, la presencia de et no descarta la catalogación de ihs

como conector; sin embargo, su ausencia verifica que no hay lugar a dudas de que la conexión solo es realizada por ihs.

b. La capacidad de deixis discursiva se halla en el significado composicional de ihs: debido al demostrativo hoc y al significado metalingüístico de sensu, la unidad es en sí misma de naturaleza deíctico-discursiva. Remite, pues, a un contenido de dicto (Hopper / Traugott 2003: 185).

c. El reanálisis de ihs a conector requiere la adquisición de la capacidad para unir el antes con el después (Pons Bordería 1998: 206; 2006: 82), capacidad que se prueba cuando la referencia anafórica de hoc no permite explicar que ihs apunte también a lo que se va a decir. En este sentido, resulta crucial que se sitúe en posición inicial.

d. En cuanto a los cambios en ihs como unidad, ihs adquiere una función metadiscursiva de continuación y marco, que se especifica en dos funciones: continúa la información anterior e inserta el segmento discur-sivo que presenta en un marco o fondo que retoma una cuestión o punto de vista comunicado antes. La función discursiva de continuación es difícil de discernir y demostrar, dado que la relación de continuación no es creada por el conector, sino que este explicita o especifica la relación semántico-discursiva existente entre los dos segmentos discursivos.

A nuestro modo de ver, en el siguiente texto25 se observan los rasgos mencionados:

24 Para Charolles (1997: 33), un marco discursivo es un bloque de información

relacionado por un aspecto circunstancial, temático o informativo originado por expresiones introductorias, los “adverbios marco” (adverbs cadratifs); estos se caracterizan por “jouer un rôle original dans ce guidage: ils servent à la répartition des informations textuelles en fonction des circonstances attachées aux états de choses communiqués ou à leur énonciation.” (Charolles 2003: 14). Algunos adverbios marco contribuyen a su vez a las relaciones de coherencia temática del discurso, a la conexión entre el background y el foreground, entre el discurso anterior y el discurso introducido.

25 Los otros casos en que ihs funciona como marcador discursivo proceden de Sedulio Escoto y de Hincmaro de Reims, teólogos del Renacimiento Carolingio.

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(3) Non autem salvantur omnes, nec vero redimuntur. Non itaque vult salvari alios omnes aut redimi nisi qui redimuntur atque salvantur. In hoc sensu beatus Augustinus invenitur in libro cujus jam supra meminimus, qui Enchiridion dicitur. (Lupo de Ferrières, Liber de tribus quaestionibus. Incipit liber. PL)

[Trad. esp.26 ‘Pero no se salvan todos, ni siquiera son redimidos. Así pues, no quiere que sean salvados todos los otros o que sean redimidos, sino quienes son redimidos y salvados. En este sentido San Agustín se pronuncia en el libro que he mencionado antes, llamado Enchiridion.’]

Partiendo de la clasificación funcional propuesta por Kroon (1998), se podría decir que ihs marcador discursivo funciona como una señal de la continuación temática de la información, que, al explicitar la estructura temática, contribuye a la coherencia intratextual.

3.2 Periodo posterior a las innovaciones (X–XV)

Durante este periodo, ihs se utiliza con bastante frecuencia en movimientos dis-cursivos de antecedente-consecuente en los que se sitúa al comienzo de la con-secuencia o conclusión, que es enunciada mediante dos estructuras oracionales27:

a. et ihs + vera / falsa + locutio + est (16 casos)

(4) Hanc uero partem quam probat intellectus generum et specierum cassos esse determinauit utpot sophisticam, cuius argumentationis prima propo-sitio sit uera et falsa. Vera est ita: Omnis intellectus habitus de re aliter, quam res se habet, id est qui concipit rem aliter quam sit, cassus est et uanus. Et in hoc sensu falsa est adsumptio, cum intellectus generum et specierum non concipiant res aliter esse quam sunt. (Pedro Abelardo, Logica nostrorum petitioni sociorum. De genere. ITDLL)

[Trad. esp. ‘[…] la primera proposición de la argumentación es verdadera y falsa. La verdadera es así: todo intelecto tenido sobre algo de manera distinta a la que ese algo se da, es decir, que concibe ese algo de manera distinta a como es, está vacío y hueco. Y en este sentido la premisa es falsa, ya que el intelecto de los géneros y especies no conciben que las cosas sean de otra manera a la que son.’]

b. et ihs + verbo (sequitur, procedit, etc.) + sustantivo (conclusio, ratio, etc.)

(23 casos)

26 Es posible que se haya empleado invenio en el sentido de excogitar o entender (primera y

segunda acepción específica del diccionario de Forcellini (1965 [1771]: 924), pero la presencia del sujeto junto a la voz pasiva dificulta la traducción, obligando a omitir el sujeto: En este sentido se excogita / entiende en el libro […].

27 También se hallaron dos ocurrencias en las que se emplea etiam en posición intermedia: et in hoc etiam sensu procedit objectio (Alberto Magno, CAM) y et in hoc etiam sensu vera est (Tomás de Aquino, CT).

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(5) et in hoc sensu bene sequitur inconueniens, ut supra ostensum est. (Pedro Abelardo) et in hoc sensu non potest concludi, quod mali disciplina bona (Alberto Magno) et in hoc sensu sequitur conclusio, ergo Filius est res a qua ipse est. (Alberto Magno) et in hoc sensu probatur major. (Alberto Magno) et in hoc sensu procedit objectio, qui falsus est (Tomás de Aquino) et in hoc sensu ratio procedebat. (Tomás de Aquino) Unde in hoc sensu procedit conclusio: unde est fallacia compositionis. (Tomás de Aquino)

En estas estructuras, sensu retoma un planteamiento. Ihs va precedido de et,

conjunción que podía adquirir una acepción causal-ilativa (“y por ello”), especialmente en la segunda premisa de un silogismo (Bassols de Climent 1963 [1956]: 93); de ahí que se podría considerar que en estos usos et in hoc sensu hace las veces de un conector ilativo. No obstante, puesto que siempre aparece junto a et, no se puede concluir que ihs se comporta per se como conector; antes bien, ihs actúa como el marco de referencia que bien permite la calificación de la verdad o falsedad de un planteamiento expresado con palabras genéricas (adsumptio, locutio), bien da paso a la valoración de la con-gruencia o incongruencia del razonamiento anterior. Como después comen-taremos (4.2), estos usos son representativos del estilo dialéctico iniciado por Pedro Abelardo (1079–1142), a quien pertenecen los dos primeros testi-monios.

Los nuevos usos como modificador oracional trajeron consigo un aumen-to en las variantes28, especialmente de sub hoc sensu en la primera estructura y de ex hoc sensu en la segunda. En particular, sub hoc sensu ocupa con frecuencia una posición final, lo que manifiesta una mayor integración en la oración. A pesar de estos usos, ihs prevaleció como construcción preferida; quizás el empleo siglos atrás le había conferido un peso en la tradición.

También se identificaron casos en los que la relación de antecedente-consecuente viene dada tanto por el contenido de los segmentos discursivos como por la presencia de in hoc sensu, precedido por la conjunción et e incluso con el adverbio etiam intercalado (et in hoc etiam sensu)29.

(6) Unde erit comparatio dilectionis Dei perfectae, quae extendit se etiam ad

proximum, ad dilectionem Dei insufficientem et imperfectam, quia hoc mandatum habemus a Deo, ut qui diligit Deum, diligat et fratrem suum.

28 En la Patrología Latina se han documentado de este periodo 12 casos en ex hoc sensu

(cinco de los cuales proceden de Pedro Lombardo), 11 en sub hoc sensu y 4 en in eo sensu en comparación con los 14 casos de in hoc sensu. Es llamativo el resultado de sub hoc sensu en el Corpus Alberti Magni (31 casos frente a los 32 de in hoc sensu) y en el Corpus Thomisticum (10 casos de sub hoc sensu y 19 de in hoc sensu).

29 Se documentaron tres ocurrencias en el Corpus Thomisticum.

Ana Llopis Cardona 194

Et in hoc sensu dilectio proximi praeeminet. (Tomás de Aquino, Summa Theologiae II–II, q. 27 a. 8 co. CT)

[Trad. esp. ‘De ahí viene la comparación entre un amor perfecto, que abarca también el amor al prójimo, y un amor incompleto e imperfecto de Dios, porque tenemos mandado por Dios que el que le ame, ame también al hermano. En este sentido / punto de vista, prevalece el amor del prójimo.’]

Asimismo, hay algunas evidencias de su uso como marcador discursivo (3 casos). En el siguiente texto ihs enlaza el contenido de los segmentos discur-sivos.

(7) Si autem cum dicitur, Christus secundum quod homo est persona, et

secundum quod notet unitatem vel identitatem suppositi hominis ad suppositum divinum: tunc ipse in eo quod vel secundum quod homo, est persona.

In hoc sensu distinguendae sunt etiam omnes sequentes quaestiones de individuo et supposito, et re naturae: praecipue secundum opinionem secundam, quam solam tenemus: quia illa ponit, quod cum dico hoc, demonstrato Christo, demonstratur in duabus naturis, et in tribus sub-stantiis propter unionem. (Alberto Magno, Lib.3, d.X, art.I, p.188. CAM)

[Trad. esp. ‘Pero si, cuando se dice: Cristo, precisamente porque es hombre, es persona, según señale unidad o identidad del hombre sub-ordinado a la subordinación divina: entonces él mismo en tanto que es hombre, es persona.

En este sentido / En este tema, se han de distinguir también todas las preguntas subsiguientes sobre el individuo, no solo del subordinado, sino también sobre la naturaleza. Principalmente a partir de la segunda opinión que es la única que tenemos.’]

Así las cosas, ¿se puede hablar de gramaticalización de ihs como marcador discursivo con un número tan reducido de casos? La respuesta es, en efecto, negativa, las escasas evidencias recopiladas impiden llegar a esta conclusión. Aunque se documenten ocurrencias con un claro comportamiento conectivo en siglos posteriores (latín moderno), este uso no acredita el desarrollo de la gramaticalización, sino quizás el contagio de la gramaticalización en lenguas romances a los textos escritos en latín.

Tradiciones discursivas medievales e innovaciones: el caso de in hoc sensu 195

4 Tradiciones Discursivas e in hoc sensu

4.1 El concepto de Tradición Discursiva: breves apuntes

El concepto de TD30 abarca formas textuales muy heterogéneas que se singularizan por su tradicionalidad, es decir, por su transmisión y reiteración en el seno de una comunidad histórica; se puede referir, por tanto, a un estilo (literario o de otra índole), a un género determinado por factores histórico-culturales o a fórmulas discursivas fijadas (saludos, felicitaciones, juramentos, etc.) (cf. Koch 2008). Dada esta variedad de fenómenos, López Serena (2011) realiza una encomiable revisión a fin de perfilar los conceptos colindantes al de TD y el de TD mismo. Esta autora propone restringir el concepto de TD a “subdeterminaciones históricas de los modelos textuales más generales que constituyen los géneros” (López Serena 2011: 76, 86). En nuestra opinión, esta disquisición hace patente la necesidad de especificar la o las TD objeto de estudio –si se trata de un ámbito, un estilo, un género, un subgénero, etc.–, tarea que puede resultar ardua por la existencia de “filiaciones discursivas” (cf. Koch 2008), por la dificultad de perfilar el conjunto de rasgos de algunos estilos y ámbitos, o por la confluencia de rasgos de estilo y género en los textos analizados.

Como han señalado varios autores (Kabatek 2004a; 2004b; 2005; Koch 1997; 2008; Oesterreicher 1997; 2007; entre otros), estas diversas formas textuales presentan como TD una serie de características comunes: (a) son fruto de la repetición, (b) proceden de un grupo social o de un movimiento cultural como respuesta a necesidades pragmático-discursivas específicas del contexto histórico en el que surgen, (c) pertenecen al nivel histórico en la vertiente textual, es decir, a la historicidad textual31 (Koch 1997) o secundaria (Kabatek 2005), (d) presentan una ubicación particular en el continuo concepcional entre la proximidad y la distancia comunicativa y (e) están sujetas a transformación. Este conjunto de parámetros se aprecia en las formas textuales complejas y en menor medida en las formas textuales simples32.

30 Este concepto, esbozado por Coseriu (cf. 2007: 137–139), ha sido desarrollado por sus

discípulos (Schlieben-Lange 1983, Koch 1997; Oesterreicher 1997; Kabatek 2001; 2005; entre otros). Para un estado de la cuestión (sentidos, dificultades de aplicación), véase Kabatek (2005) y más recientemente López Serena (2011).

31 Estos autores diferencian dos aspectos en el nivel histórico de las lenguas: la historicidad lingüística o primaria, concerniente al sistema lingüístico de una comunidad lingüística, y la historicidad de los textos o secundaria, referida a los textos que están vinculados a entornos específicos.

32 Su brevedad y simplicidad posibilitan que sean incorporadas a la tradición lingüística misma (Coseriu 2007: 138), es decir, que se hayan adoptado en distintas variedades de la lengua (p.e. saludo), por lo que pueden llegar a concebirse como fenómenos menos representativos de la historicidad textual.

Ana Llopis Cardona 196

Por su parte, los estilos y los géneros como TD poseen además ciertos rasgos discursivos –o en términos de Koch (1997 ; 2008), reglas discursivas– en cuanto que seleccionan y organizan la información de manera semejante, y presentan una idiosincrasia lingüística, que es observable tanto en la frecuencia de uso de determinados mecanismos y unidades lingüísticas (Girón 2008) como por habilitar unidades lingüísticas para nuevos usos (Jacob / Kabatek 2001: IX; Koch 2008; Oesterreicher 2008). En los estudios de marcadores discursivos, se ha indagado y demostrado la correlación entre tipos y frecuencia de juntores y distintas TD (Kabatek 2005; Pons Rodríguez 2008); por otra parte, se ha advertido que algunos MD del español proceden de calcos del latín que se introdujeron en el castellano a través de ciertas TD, tales son los casos de esto es (id est) (Pons Bordería 2008) y de así las cosas (rebus sic stantibus) (Pons Rodríguez 2015) transferidos a partir de TD jurídi-cas, o el caso de en este sentido (in hoc sensu), cuyas primeras documenta-ciones pertenecen a la prosa catequética (Llopis 2011).

A continuación, se tratará de determinar las TD que influyeron en las innovaciones y adopciones descritas sobre ihs, si bien su precisa caracterización queda para investigaciones posteriores.

4.2 La relación de in hoc sensu con ciertas TD y con la historia de la teología

En este punto se perfilan los periodos de la historia de la teología y las TD a las que estuvo ligada la aparición y evolución de ihs. Los dos periodos distinguidos comprenden la etapa histórica del medioevo y coinciden con los periodos del proceso evolutivo descritos en el apartado anterior (3). El primer periodo abarca del siglo IV al X. Los primeros usos de ihs tienen lugar durante el esplendor de la Patrística33 (IV–V) y marcan este periodo, pues son reproducidos a lo largo de estos siglos. En el Renacimiento caro-lingio (IX), el siguiente tramo histórico en el que se atestiguan ocurrencias, hay un resurgimiento del quehacer teológico tras el declive del final de la Patrística, pero se prosiguen a grandes rasgos la temática e intereses de la Patrística. El segundo periodo se extiende desde el siglo XI hasta el XV. El siglo XI es un siglo de transición que, si bien se concentra en la inter-pretación del Cantar de los Cantares, presenta los primeros indicios de la Escolástica con los textos de Anselmo de Canterbury. La Escolástica alcanza su esplendor en los siglos XII y XIII, comienza su declive en el XIV y se podría decir que prevalece hasta el XV.

33 Cf. las etapas de la Patrística en Illanes / Saranyana (1996: XVII).

Tradiciones discursivas medievales e innovaciones: el caso de in hoc sensu 197

4.2.1 Primer periodo. Desde el esplendor de la Patrística hasta el Renacimiento carolingio

Las primeras ocurrencias de ihs en las que sensu no significa ‘acepción’ corresponden a escritos de Ambrosio de Milán (340–397), de Rufino de Aquilea (345–411) y de Agustín de Hipona (354–430), autores pertenecientes a la edad de oro de la Patrística que constituyeron un referente para los teólogos de la Edad Media. La Patrística se caracteriza por un estilo de hacer teología marcadamente bíblico y hermenéutico, esto es, trataban las cues-tiones de fe y doctrina partiendo de la comprensión y discernimiento del sentido de los textos de las Sagradas Escrituras34.

Entre los géneros más representativos de este modo de hacer teología se encuentran las glosas bíblicas35, y es en ellas donde comienza su andadura ihs. Estas glosas se intercalan en distintos tipos de obras, a saber: comentarios bíblicos, sermones, tratados teológicos, apologías, epístolas y documentos conciliares; de manera que se podría hablar de una TD que se inserta en diversas TD entre las cuales se estableció una “filiación discur-siva” (cf. Koch 2008) cuyas notas más características eran la presencia de exégesis bíblica y la importancia de la auctoritas de la Biblia y, con el tiempo, de los Padres de la Iglesia.

Estas glosas36 se componen del versículo o mención de un pasaje bíblico y de su interpretación, en cuyo segmento aparece ihs.

(8) Et quod in capitulo compilator subjunxit, ad hoc siquidem facit Sapientis

dictum: Parata sunt derisoribus judicia, et mallei percutientes stultorum corporibus (Prov. XIX, 29), in hoc sensu potest convenienter intelligi posi-tum, quo posuit, poenam sane malum meritum eorum exsequentem, uti Deum qui omnia prospicit, praescivisse, et praedestinasse quia justus est. (Hincmaro de Rheims, Praedestinatione dei et libero arbitrio posterior dissertatio, cap. XII, PL)

[Trad. esp. ‘Y en cuanto a lo que puso el compilador en la cabecera, a esto corresponde la palabra del Sabio: castigos para los arrogantes y azotes para la espalda de los necios (Prov. XIX, 29). En este sentido puede suponerse con razón lo que supuso: La pena que sigue a su desmerecimiento, como Dios

34 Entre los Padres de la Iglesia, destacan Orígenes o Agustín de Hipona, quienes

dictaron reglas hermenéuticas y distinguieron tipos de sentido que repercutieron en la exégesis después practicada.

35 Como afirma Lobrichon (2000: 612), “more than genre, the gloss was a literary form characteristic of the teaching and interpretation of the manuals used in the medieval schools of the West, in particular for exegesis of the Bible”.

36 Exceptuando los casos en que ‘sensu’ significa acepción, ihs aparece en fragmentos de glosas bíblicas y en un texto en que se comenta una obra de otro autor, en concreto en un texto de Juan Casiano (IV) en el que interpreta un enunciado de la Vida de San Agustín escrita por Possidio. Así, a pesar de que el número de textos recopilados es bajo (14 casos), los resultados son en cierto modo significativos.

Ana Llopis Cardona 198

que lo ve todo con antelación, él la ha conocido y diseñado previamente, porque él es justo.’]

En el comentario exegético, el autor recurre a veces a autoridades recono-cidas como apoyo de la postura defendida, de manera que ihs recupera el tópico al que remite la alusión.

(9) Sanctus Gregorius papa in Moralibus (Lib. IV, c. 11), exponens locum

illum, non computetur in diebus anni (Job XIII), eumdem sensum asserit his verbis. [...] Nec mirandum duo clarissima lumina doctorum, beatum Augustinum et Hieronymum, et post illos Gregorium et Bedam, in hoc sensu inveniri, cum eorum doctrina ex evangelica pendeat auctoritate. (Lupo de Ferrières, Collectaneum de tribus quaestionibus, PL)

[Trad. esp.37 ‘[…] No resulta sorprendente que dos brillantes sabios, san Agustín y san Jerónimo, y después de ellos Gregorio y Beda, se pronuncien en este tema, ya que su sabiduría depende de la autoridad evangélica.’]

En este escenario, la función de ihs consistía en marcar la presencia de discurso ajeno, de un discurso al que se le había conferido el valor de ser una autoridad; era, en definitiva, una marca de intertextualidad. Así pues, el nacimiento de la teología cristiana y de las glosas en particular, como nueva tradición textual, trajo consigo el uso de ihs, un elemento lingüístico si no nuevo, renovado.

En cierto modo la construcción ihs apunta a las glosas, las cuales a su vez evocan un universo discursivo teológico interesado por el discernimiento de los sentidos de las Escrituras. La TD de las glosas, a pesar de la transforma-ción experimentada por el género38, fue ganando en profundidad histórica a lo largo de los siglos; estas reminiscencias perduraron incluso durante la Escolástica en los textos de teología bíblica practicada en los monasterios. Sirva como ilustración el siguiente texto:

(10) Nam et Dominus sicut hic dixit de Maria, quod optimam partem elegit,

ita et Petro suas oues recommendauit sub sui amoris examine, tribus ei uicibus hoc impressit. Et in hoc sensu potest intelligi quod Bernardus scripsit sermone tercio in Assumpcione Domine dicens: Suscipiat Martha Dominum in domum suam, cui nimirum credita est dispensatio domus. (Juan de Caulibus, Meditaciones uite Christi, CLCLT-739)

[Trad. esp. ‘Pues el Señor, como este dijo de María, como eligió la mejor parte, así también cuando confió sus ovejas a Pedro bajo el control de su

37 Véase la nota 25. 38 En la entrada sobre las glosas bíblicas en latín, Lobrichon (2000) expone las

modificaciones de este género a lo largo de la Edad Media. 39 En otras ediciones aparece “ita cum Petro” en lugar de “ita et Petro” y “Virg.” en vez

de “in Assumpcione Domine”.

Tradiciones discursivas medievales e innovaciones: el caso de in hoc sensu 199

amor, le señaló esto tres veces. Y en este sentido se puede entender lo que escribió Bernardo en el tercer sermón de la Asunción del Señor, diciendo: reciba Marta al Señor en su casa, a quien sin duda se ha confiado la administración de la casa.’]

Finalmente, con respecto a la variación concepcional, los documentos en que se insertaban estas glosas probablemente fueron escritos para ser leídos en voz alta, como era costumbre en la Edad Media. Así, aunque primara la distancia sobre la proximidad, la distancia era tamizada por concebirse en una mixtura medial –de lo gráfico a lo fónico–, esto es, en el ejercicio de escrituralización se tenía muy en cuenta que se dirigía a un auditorio. Se intentaba, por tanto, que la cohesión textual fuera explícita y transparente –en este caso indicando el background mediante ihs– para que se pudiera seguir y comprender bien el discurso en el acto de oralización, no en vano el texto tenía también un fin pastoral.

4.2.2 Segundo periodo. Desde la preescolástica hasta el final de la Baja Escolástica

Del periodo preescolástico, en el corpus se obtuvo un texto de Anselmo de Canterbury (1033–1109) y documentos vinculados a uno de los núcleos temáticos por excelencia del siglo XI, el Cantar de los cantares. De la Alta Escolástica (de 1100 a 1300), se documentaron un gran número de ocurren-cias procedentes de obras de diversos teólogos, sobre todo de Alberto Magno (1193 / 1206–1280), Buenaventura de Fidanza (1218–1270) y Tomás de Aquino40 (1224 / 1225–1274). De la Baja Escolástica (de 1300 a 1500) solo se hallaron diez ocurrencias, dos de ellas en disciplinas distintas a la teología (ver 2).

En la Escolástica se produjo un viraje en el modo de abordar y enseñar el contenido de la fe: la teología se tornó especulativa. Esta transformación se gestó en las escuelas catedralicias, cuyos máximos representantes fueron Anselmo de Laon en la escuela de Laon y Pedro Abelardo en la de París, esta última recibió la aprobación papal como Facultad de Teología en 121541. Los autores, aunque contaran con las autoridades, demostraban sus tesis mediante razonamientos. En este sentido, tuvo una gran influencia la obra de Pedro Abelardo Sic et non en la que desarrolló el método dialéctico, cuyas técnicas se aplicaron al modelo de enseñanza que repercutió a su vez en los géneros (cf. García Extremeño 1971 : 795; Grabmann 1949 [1928]: 5). Las

40 Curiosamente, los usos de ihs en las obras de Francisco Suárez o Melchor Cano,

teólogos tomistas de la Escolástica barroca –la Segunda Escolástica–, son semejantes a los de Tomás de Aquino.

41 Esta facultad fue apoyada por parte de las autoridades eclesiásticas a lo largo del siglo XIII, ejercía de hecho y derecho un monopolio en los debates de teología. A la fun-dación de París, le siguió Oxford, y solo en el siglo XIV el Papado comenzó a legitimar facultades de teología en otras universidades europeas (Bolonia, 1364; Toulouse, 1366; Heidelberg, 1386; Viena, 1389; Colonia, 1393) (cf. De Ridder-Symoens 1994).

Ana Llopis Cardona 200

formas fundamentales de enseñanza eran la lectio y la disputatio. En la lectio se comentaban algún punto doctrinal a partir de algún fragmento del Libro de las Sentencias de Pedro Lombardo y de sentencias de autoridades (Biblia, Padres de la Iglesia o Concilios) (Grabmann 1949 [1928]: 5). Después tenía lugar la disputatio, que se desarrollaba de la siguiente manera: el maestro planteaba un problema, los alumnos aducían argumentos a favor y en contra, el maestro aclaraba sutilmente las aparentes contradicciones entre los argumentos y resolvía el problema (cf. Bataillon 2000: 1203). Esta segunda parte fue incrementando su importancia y dio lugar a las quaestiones.

La técnica de las cuestiones es lo más difundido y representativo del método escolástico y se ha considerado, a su vez, un género literario42. Respecto al carácter transversal de las cuestiones, Bataillon (2000: 1203) nota que “this pattern (the pattern of the quaestio) appears not only in actually disputed questions, but also in many written works that were never the object of oral teaching, like the great theological summae of the 13th century”. En efecto, la técnica y disposición de las cuestiones se seguía en las cuestiones disputadas, en las cuestiones quodlibetales, en las sumas teoló-gicas e incluso en los comentarios. Por consiguiente, las cuestiones podrían catalogarse no solo como género, sino también como muestra del estilo dialéctico de la Escolástica, estilo que imponía un patrón tanto en la exposición magistral como en la producción escrita.

En la formulación de las cuestiones, en concreto en la calificación y resolución de los argumentos43, se recurría a veces a ihs (ver 3.2.). Esta construcción aparece documentada por primera vez en un tratado de lógica de Pedro Abelardo (3 casos); posteriormente se hallará en obras teológicas44, entre las que destaca los Comentarios a las Sentencias de Pedro Lombardo45 (25 casos). Como se ha indicado en 3.2., en estos textos ihs introducía segmentos discursivos, constitutivos de las cuestiones, en los que se dilucidaba la verdad o falsedad de la sentencia expuesta (et ihs + vera / falsa + locutio + est)

42 Bataillon (2000: 1203) señala que “the quaestio of medieval scholasticism represents a

well-defined literary genre”. Otros géneros literarios escolásticos son las sentencias, las distinciones, los comentarios (de la Biblia, de sentencias o de obras filosóficas), las sumas y los opúsculos (cf. García Extremeño 1971).

43 En concreto, en la parte que se titulaba “Respondeo dicendum” o en la “Solutio”. Véase en Grabmann (1949 [1928]: 6s.) la explicación del esquema escolástico de las cuestiones y de las sumas.

44 En el siglo XVI estas estructuras se documentarán en obras de Francisco de Vitoria y sobre todo de Francisco Suárez, autores de la segunda escolástica.

45 Los estudios de teología, de carácter analítico y lógico, precisaban de compendios, de ahí surgieron las sumas y otras compilaciones doctrinales, como el Libro de las Sentencias de Pedro Lombardo (1156), de reconocido éxito tanto por los comentarios posteriores como por el reconocimiento público de que fuese la base del currículo de los dos primeros cursos de Teología (Concilio Laterano 1215). En esta obra no se emplea ihs sino ex hoc sensu (4 veces).

Tradiciones discursivas medievales e innovaciones: el caso de in hoc sensu 201

o se manifestaba la conclusión del planteamiento desarrollado (et ihs + verbo [sequitur, procedit, etc.] + sustantivo [conclusio, ratio, etc.]).

En este contexto discursivo, ihs ya no evocaba el discurso referido y bíblico sino las cuestiones, el estilo dialéctico del escolasticismo46. En este espacio comunicativo se forjó un nuevo uso en ihs, construcción que se avenía al estilo preciso y claro requerido para seguir bien un razonamiento; ihs cumplía una finalidad en el dominio discursivo-comunicativo de la exposición académica –oral o escrita47–: la de marcar más explícitamente el segmento discursivo consecutivo o conclusivo y remitir al marco al que se refería tal conclusión (in hoc sensu).

Como se ha señalado antes (2), durante este periodo solo se encontraron dos casos procedentes de textos foráneos al universo discursivo teológico; en estas ocurrencias ihs se sitúa en el segmento conclusivo y presenta una estructura semejante a la de los textos de la Escolástica. Veamos uno de ellos:

(11) Si vero hec inseparabilitas referatur ad rem, quo modo passive dicitur,

eiusdem rei omnino potest ese usus et dominium, non tamen propter hoc idem est dominans et utens; potest enim aliquis licite uti re non sua consentiente domino rei, ut ex precedente capitulo palam fuit; et ideo in hoc sensu neganda est. (Marsilio de Padova, Defensor pacis, 1324, MGH)

[Trad. esp. ‘Pero si esta inseparabilidad se refiere a la cosa, como se dice pasivamente, de la misma cosa puede haber perfectamente un uso y un dominio, aunque no por esto mismo es dominante y poseedor. En efecto, alguien puede lícitamente utilizar esta cosa no suya, sin consertirlo el señor de la cosa, como ha quedado claro en el capítulo precedente. De ahí que en este asunto debe ser negada.’]

Más allá del siglo XV, se documenta ihs en textos de diversas disciplinas (matemáticas, historia, derecho, política, etc.) y en contextos discursivos diferentes; por consiguiente, se podría decir que se extiende a otros textos académicos y científicos. Se mantiene como un elemento propio de la distancia comunicativa, una distancia marcada por tratarse de una lengua cuya producción oral se restringía a determinados contextos y cuya producción escrita menguaba en detrimento de la escritura en lenguas romances.

46 Respecto al estilo de exposición escolástico, Brown (2006: 283) afirma que “to a very

great extent the Latin of the schools was a language with a particular purpose. The instructor was expected to present his materials clearly and understandably, using a classroom language allied more closely to logic than to rhetoric”.

47 No se ha pretendido ofrecer aquí una recontextualización de los textos de las ocurrencias. Coincidimos con Oesterreicher en que “el texto presenta, por principio, solo un segmento lingüístico de un evento comunicativo completo, “deformando” este segmento, además, en el sentido de la lengua de la distancia, de la escrituralidad” (Oesterreicher 2001: 215).

Ana Llopis Cardona 202

Como colofón a esta sección, se ofrece en la siguiente figura una síntesis de la evolución de ihs en relación con las TD y la historia de la teología.

IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV XV

modificador oracional marcador discursivo mod. oracional (nuevos usos) glosas bíblicas quaestiones Patrística Renacimiento Escolástica Carolingio universo discursivo teológico ----------------------------------------------- introducción al universo académico

Figura 1: La ruta evolutiva de ihs, TD e historia de la teología

5 Reflexiones finales

El análisis de corpus ha revelado que la construcción ihs se adoptó durante el medioevo en el universo discursivo de los teólogos; en concreto, estuvo vinculada fundamentalmente a dos TD: primero, a las glosas bíblicas, y más tarde, también a las quaestiones o al estilo dialéctico del Escolasticismo. El surgimiento de estas TD trajo consigo la reinvención de elementos existentes en la lengua mediante la atribución de valores nuevos, de este modo se satisfacían las nuevas necesidades pragmático-discursivas a las que se enfrentaban los escritores de estos textos. Si en la Patrística se recurrió a ihs como una marca de intertextualidad, de ligazón entre versículo o pasaje bíblico e interpretación, en la Escolástica se empleó en los movimientos discursivos antecedente-consecuente para introducir la consecuencia o conclusión; se acomodó, por tanto, a las nuevas técnicas de expresión.

En el marco de estas TD, ihs experimentó un primer reanálisis al funcionar como modificador oracional en algunos de los primeros usos (s. IV); más tarde, en el Renacimiento Carolingio se atestiguan los primeros usos de la función de marcador discursivo de continuación y marco. La documentación recopilada no muestra que este comportamiento se difun-diera en los siglos posteriores, en los que sí se registran muchos usos de ihs como modificador oracional. Así las cosas, se podría decir que en ihs tuvo lugar una innovación (la de marcador discursivo), que no se llegó a extender y a adoptar como regla en estas TD. Ahora bien, los escasos testimonios de

Tradiciones discursivas medievales e innovaciones: el caso de in hoc sensu 203

los siglos XIV y XV impiden llegar a conclusiones definitivas, por lo que esta cuestión permanece incógnita.

En último término, este estudio ha subrayado la importancia de conside-rar el peso de las TD, y por ende, de los factores histórico-culturales, con respecto a la evolución de unidades lingüísticas. Sin la indagación histórico-cultural, la explicación quedaría sesgada, como sucede en algunos estudios de gramaticalización que, a pesar de considerar el contexto o la interacción, se basan en una concepción inmanentista del lenguaje.

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