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IV Simposio Nacional y III Internacional de Bacterias Fitopatógenas, 2012 15 15
2 Estatus de Enfermedades
Bacterianas en Hortalizas
Ma. de Lourdes Rodríguez Mejía Departamento de Parasitología Agrícola, Universidad Autónoma Chapingo
INTRODUCCIÓN
México tiene una posición geográfica bien ubicada, lo que le permite tener una
diversidad de climas privilegiada y es por esto que logra producir más de 70
variedades de hortalizas durante todo el año, lo que a su vez le permite tener un gran
potencial como productor y exportador de hortalizas.
México actualmente ocupa el décimo lugar mundial por volumen, el cuarto
como exportador y es el principal abastecedor del continente. Aunado a esto, la
SAGARPA desde el año 2001 ha brindado apoyo a la agricultura protegida y en el 2009
puso en marcha la Estrategia Nacional de Agricultura Protegida, existiendo bajo
agricultura protegida 20 mil hectáreas, de las cuales aproximadamente 12 mil son de
invernadero y las otras 8 mil corresponden a malla sombra y macro túnel.
El 50% de la superficie con agricultura protegida se concentra en cuatro
Estados: Sinaloa (22%), Baja California (14%), Baja California Sur (12%) y Jalisco
(10%). Los principales cultivos que se producen bajo estas condiciones son el jitomate
(70%), el pimiento (16%) y el pepino (10%).
INDICE
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Por otro lado, durante el periodo 2006-2010, el volumen de producción de las
hortalizas alcanzó las diez millones 806 mil toneladas en promedio anual, lo cual
significa un crecimiento de 8.6% en comparación con el promedio registrado en el
lapso 2000-2006. Son tres los cultivos que concentran más de la mitad del volumen:
chile verde (21%), jitomate (20%) y cebolla (11%).
Estos incrementos en la superficie cultivada con hortalizas, implica una fuerte
demanda de semillas o material de propagación, por lo que los productores recurren a
su importación desde países como: Estados Unidos, Israel, España, Alemania, entre
otros.
Sin embargo, a pesar de las disposiciones sobre la regulación de la importación
de material propagativo por la Ley Federal de Sanidad Vegetal, en este sentido y con el
objetivo de salvaguardar la sanidad vegetal, la regulación fitosanitaria referente a
semilla para siembra se establece en el Proyecto de Norma Oficial Fitosanitaria
“PROY-NOM-029-FITO-2002, requisitos y especificaciones fitosanitarias aplicables a
semillas para siembra”, y de la “NOM-007-FITO-1995” que dan a conocer los
requisitos fitosanitarios para el ingreso de material vegetal de diferentes países, y por
disposición de la Dirección General de Sanidad Vegetal (SAGARPA), las semillas o
propágulos de hortalizas que van a ingresar al país deben de ser analizados en
laboratorios aprobados por esta dependencia y presentar un certificado que vienen
libres de patógenos de importancia cuarentenaria; no obstante, aún cuando se cuenta
con el diagnostico molecular, la probabilidad de detectar los patógenos es baja, por lo
que siempre existe el peligro latente de su introducción en toda la Republica.
ENFERMEDADES BACTERIANAS EN CHILE Y TOMATE
México es el principal exportador y el segundo productor mundial de chile
verde. En 2011 las ventas internacionales rebasaron las 720 mil toneladas, con un
crecimiento de 8.5% en comparación con 2010 y representan el 16.8% de las
exportaciones totales de hortalizas en fresco que realiza el país.
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Existen alrededor de 150 mil hectáreas sembradas con más de dos millones de
toneladas anuales de chile seco y verde, siendo los Estados Zacatecas, Guadalajara y
Sinaloa los que sobresalen con 36,915.50; 26,187.45 y 16, 524.94 Ha.
respectivamente.
En el periodo 2006-2010, la producción de chile verde creció 3% en promedio
anual, equivalente a 2.1 millones de toneladas por año. Dos terceras partes son
producidas en: Sinaloa (27%), Chihuahua (23%) y Zacatecas (12%).
Mancha bacteriana o roña del chile y tomate Xanthomonas vesicatoria
Una de las principales enfermedades bacterianas de importancia a nivel
nacional en el caso de los cultivos de chile y tomate es la mancha bacteriana o roña
causada por Xanthomonas vesicatoria, la cual en algunas regiones calurosas y con alta
humedad relativa, como ha sido el caso de los Valles de Sinaloa, ha llegado a ser un
factor limitante en la producción, no sólo de chile, sino también del tomate como en
Cuautla, Morelos.
La enfermedad generalmente se presenta todos los años, principalmente
cuando se hacen riegos pesados o en cultivos a cielo abierto y malla sombra y
coinciden con la época de lluvias y estas son intensas y continuas, lo que provoca
pérdidas que en ocasiones pueden ser muy altas, al afectar el follaje y la calidad del
producto.
Por lo tanto, la presencia de esta bacteria eleva los costos de producción, al
tener que recurrir a la aplicación de agroquímicos, lo que a su vez, ha influido en el
desarrollo de resistencia hacia los productos a base de cobre y antibióticos como la
estreptomicina.
La principal fuente de inóculo de X. vesicatoria, es la semilla de chile y tomate,
aunque también se ha detectado su sobrevivencia epifita en el follaje y raíces de
plantas de chile asintomáticas. Una vez que la mancha bacteriana se ha presentado en
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el cultivo, los residuos infectados y las malezas como tomatillo (Physalys spp); beleño
(Hyoscyamus spp); toloache (Datura spp); salicieso (Lycium spp); tabaco (Nicotiana
rustica); y Solanum spp juegan un papel muy importante en su persistencia.
La severidad de la enfermedad depende del nivel de tolerancia de los
materiales vegetales establecidos (Cuadro 1) y, desde luego, del manejo del cultivo y la
humedad ya sea relativa o sobre el follaje.
Cuadro 1. Incidencia y severidad de la mancha bacteriana en parcelas con diferentes tipos de chile en Aguascalientes y Zacatecas
Tipo de chile Entidad Incidencia (%) Severidad
Mirasol Aguascalientes 20 1.4
Pasilla Aguascalientes 80 2.6
Mirasol Aguascalientes 100 4.8
Güero Aguascalientes 100 4.0
Pasilla Aguascalientes 100 4.0
Mirasol Aguascalientes 100 5.2
Ancho Aguascalientes 80 2.6
Mirasol Zacatecas 60 2.6
Pasilla Zacatecas 70 2.4
Mirasol Zacatecas 50 2.0
Tomado de Velásquez y Medina. 2005
Los síntomas generalmente se presentan en cualquier etapa de desarrollo del
hospedante y afecta toda la parte aérea, hojas, flores, tallos y frutos.
Generalmente los primeros síntomas aparecen en las hojas inferiores, siendo
visibles primeramente por el envés como manchas más o menos circulares de aspecto
húmedo y translucidas (Fig. 1). Conforme avanza la infección, el tejido afectado se
oscurece y dependiendo de la variedad, puede adquirir colores que van desde el café
claro hasta el café oscuro y el borde adquiere una tonalidad café rojiza.
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Figura 1. Manchas foliares en chile causadas por
Xanthomonas vesicatoria
Bajo condiciones ambientales propicias, la bacteria continúa colonizando el
tejido y puede afectar toda la hoja o por salpique pueden aparecer varios puntos de
infección en las hojas, lo que provoca su clorosis y finalmente su caída prematura.
La infección de los frutos sólo se lleva acabo cuando son jóvenes, los maduros o
cercanos a este punto son resistentes. Los síntomas se pueden desarrollar a partir de
lesiones como puntos pequeños más o menos circulares, al principio con superficie
convexa, pero rápidamente el centro se hunde, agrieta y oscurece dándoles una
apariencia costrosa.
Si la infección llega a las flores se produce la caída de los botones florales y por
consiguiente se reduce la producción.
La pudrición bacteriana del chile, tomate y papa Pectobacterium carotovorum y
Pectobacterium atrosepticum
La pudrición bacteriana del chile es causada por las especies de
Pectobacterium carotovorum y Pectobacterium atrosepticum es una enfermedad
importante en poscosecha, aunque también se puede desarrollar en el campo cuando
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la humedad relativa es muy alta o en el invernadero si no se hace un manejo
adecuado del agua y hay goteras o encharcamientos.
Como las especies de bacterias causantes de pudriciones blandas son
habitantes naturales del suelo, durante la época de lluvia, pueden llegar a la superficie
del tallo o frutos por el salpique o a través de herramienta infestada con dichas
bacterias.
Los tejidos infectados primeramente muestran un aspecto húmedo y con el
tiempo su consistencia se hace blanda, se oscurece (Fig 2) y su avance es hacia todos
lados del tallo o frutos (Fig. 3); si inicia cerca del cuello, el follaje se marchita.
Figura 2. Pudrición del tallo de tomate por
Pectobacterium carotovortum
Figura 3. Pudrición muy avanzada en
frutos de chile, note la abundancia de
los exudados bacterianos.
En el caso de los frutos como las bacterias no degradan los componentes de la
epidermis estos al final de la enfermedad adquieren aspectos de globos desinflados.
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Si la cosecha y empaque de los frutos se realiza cuando la superficie se
encuentra húmeda, provocará que las lenticelas se abran y las bacterias
contaminantes de la superficie, rápidamente tengan acceso a los tejidos y se inicie la
pudrición y dan lugar a la perdida de la producción.
Marchitez bacteriana de las solanáceas Ralstonia solanacearum
Ralstonia solanacearum es el agente causal de la marchitez bacteriana de las
solanáceas y una vez que llega al terreno o sustrato donde se cultiven cualquiera de
las especies que forman la familia de las solanáceas (chile, tomate y papa, en
particular), su erradicación es muy difícil, por lo que es de suma importancia utilizar
sólo semilla o material de propagación libre de ella.
Se ha reportado afectando tomate en los Valles de Sinaloa, San Quintín BC.,
Jalisco, y Morelos y en papa en León Gto, Toluca, Edo de México y Valle de Culiacán,
Sin, donde ha causado pérdidas económicas importantes.
El chile es menos susceptible a la infección de R. solanacearum; sin embargo,
bajo condiciones climáticas optimas y con cepas bacterianas muy virulentas puede
causar severos daños, y con el incremento de cultivo bajo invernadero y macrotuneles
se favorece la incidencia y severidad de la enfermedad.
Cuando por primera ocasión se presenta la enfermedad, sólo unas cuantas
plantas distribuidas al azar mostrarán marchitez parcial, en sólo algunas hojas o
foliolos (Fig. 4), principalmente durante las horas más calurosas del día y conforme
progresa la infección, mayor número de hojas o ramas se marchitarán y así
permanecerán aún cuando el día no sea muy caluroso y finalmente después de
algunos días las plantas se marchitan completamente.
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Unas de las características de la infección del tomate por R. solanacearum es la
manifestación de epinastia de las hojas (Fig. 4) y el desarrollo de primordios de raíces
adventicias sobre el tallo (Fig. 5)
R. solanacearum causa marchitez al colonizar los haces vasculares del xilema y
se propaga de una planta a otra a través del contacto entre las raíces o heridas que se
hacen durante el manejo del cultivo.
Figura 4. Planta de tomate con marchitez parcial y
epinastia
Figura 5. Tallo de tomate mostrando
primordios de raíces adventicias
como resultado de la infección de R.
solanacearum
ENFERMEDADES BACTERIANAS DEL TOMATE
El tomate (Lycopersicon esculentum) es una de las hortalizas más importantes
en México, ya que es décimo primer productor de jitomate en el mundo con un
volumen de dos punto dos millones de toneladas y las exportaciones totales de esta
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hortaliza representan más de la mitad de la producción nacional y su valor promedio
de producción fue de 12,201.2 mdpa.
Los principales Estados productores son Sinaloa (30%), Baja California (10%)
y Michoacán (7%).
En cuanto al rendimiento, destacan Querétaro, Jalisco, Estado de México y Baja
California, todos por encima del promedio nacional.
Cancro bacteriano o marchitez del tomate Clavibacter michiganensis subsp.
michiganensis
Clavibacter michiganensis subsp. michiganensis, causa marchitez,
amarillamiento del follaje y cancros en el tomate. Actualmente esta bacteria ha
cobrado gran importancia a nivel mundial, donde ha llegado a causar pérdidas
económicas de hasta el 100% debido a la agresividad de sus síntomas.
En México se ha reportado en los Estados de Baja California Sur, Baja California
Norte, Sonora, Sinaloa, Jalisco, Michoacán, San Luis Potosí, Puebla, Edo de México,
Hidalgo y Morelos, en todos ellos causando graves pérdidas.
Hasta el momento no existen materiales resistentes ni productos químicos
eficientes para su control.
La principal fuente de inoculo es la semilla, las plántulas, y como actualmente
se ha popularizado, el injerto para el control de fitopatógenos del suelo, esto ha
promovido su diseminación en nuestro país.
Otra de las fuentes de inoculo son los residuos de cosecha que quedan en el
suelo, donde se ha determinado que la bacteria puede persistir hasta 5 años en
materiales que no se han degradado totalmente. Esta persistencia está influenciada
por la profundidad en la que se encuentran los residuos y del grado de colonización de
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los tejidos del tomate. La bacteria puede persistir hasta por un año en las estacas,
bancales y líneas de riego.
La maleza de la familia de las solanáceas juega un papel importante en la
persistencia de C.m. subsp michiganensis en el campo, ya que puede albergar al
patógeno en sus raíces sin mostrar síntomas y mantenerlo así hasta por dos años sin
que se haya cultivado tomate en ese periodo.
C. m. subsp michiganensis puede venir en la semilla y al iniciarse la
germinación, la bacteria coloniza el hipocotilo y el cotiledón y avanza hacia el xilema,
y con humedad relativa por arriba del 83% se acelera la colonización del xilema y de
esa manera el patógeno rápidamente llega a la raíz y al ápice.
Las plantas infectadas por C m subsp michiganensis es la formación de cancros
en hojas o tallos (Fig. 6) y el amarillamiento de los bordes de los foliolos (Fig. 7).
Figura 6. Cancrosis en tallo por C.
m. subsp michiganensis
Figura 7. Amarillamiento de los foliolos
por la infección de C. m. subsp
michiganensis
Pudrición de la medula o medula negra del tomate Pseudomonas corrugata.
La pudrición de la medula no es una enfermedad común, pero cuando se
recurre a la aplicación de altas dosis de nitrógeno para tener plantas vigorosas con
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mucho crecimiento vegetativo y hay alta humedad relativa o condensación de agua
sobre los tejidos, se favorece su desarrollo y establecimiento y puede dar lugar ha
fuertes pérdidas monetarias.
La enfermedad se ha presentado en todas las zonas productoras de tomate del
país, como Sonora, Sinaloa, Jalisco, Edo de México, Querétaro, Michoacán, Hidalgo,
Puebla y Guanajuato.
Aún cuando la infección se puede presentar desde las primeras etapas de
desarrollo del cultivo, los síntomas generalmente se presentan en la etapa adulta y se
manifiesta por la clorosis de las hojas jóvenes, posteriormente se forman manchas o
bandas necróticas en los tallos.
Figura 8. Acercamiento del tallo que
muestra el desarrollo de raíces
adventicias debido a la infección de
Pseudomonas corrugata
Figura 9. Corte longitudinal del tallo
de tomate para mostrar pudrición y
oscurecimiento del tallo
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En etapas más avanzadas de la enfermedad, se observa la proliferación de
primordios o raíces adventicias (Fig. 8), de forma muy abundante en distintas zonas
del tallo. Pero el síntoma más característico es el que aparece al hacer un corte
longitudinal del tallo, mostrando gran parte de la médula de color marrón oscuro (Fig.
9).
La bacteria es un residente del suelo y se transmite por semilla lo que
representa uno de los factores más importantes para su diseminación y persistencia.
Cuando se establecen semillas infectadas y existen condiciones de alta humedad
ambiental y clima fresco (18-24ºC), combinadas con una alta fertilización nitrogenada,
la enfermedad se desarrolla rápidamente y de las lesiones en los tallos emanan
exudados bacterianos de donde el patógeno puede dispersarse hacia el resto de la
plantación.
ENFERMEDADES DE LAS CUCURBITACEAS
Mancha angular de las cucurbitáceas Pseudomonas syringae pv. lachrymans
Se ha reportado que Pseudomonas syringae pv. lachrymans, ha afectado a
numerosas cucurbitáceas como el pepino, la sandía, el melón a la calabaza, al
estropajo y al melón silvestre, alcanzando mayor importancia en cultivos establecidos
al aire libre y bajo malla sombra y menos frecuente en cultivos bajo invernadero.
Esta enfermedad se encuentra presente en Sinaloa, Michoacán y Morelos,
aunque en este último, su incidencia es alta ya que su cultivo es al aire libre y coincide
con la época de lluvias, lo que facilita su desarrollo y dispersión
La infección temprana causa una reducción importante en la producción y
calidad del fruto, y si no se tienen buenas prácticas sanitarias durante la cosecha y
transporte las perdidas por pudrición del fruto resultan también en graves perdidas.
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Los síntomas se pueden presentar en cualquier parte del follaje como hojas,
tallos, pecíolos y frutos. Cuando se siembran semillas infectadas los primeros
síntomas se desarrollan sobre los cotiledones, y aparecen lesiones irregulares
hidrópicas y en las hojas verdaderas se presentan manchas acuosas y angulares
visibles al principio sólo por el envés y poco después son visibles por el haz.
Al morir el tejido afectado, se seca y adquiere una coloración de café claro a
café rojizo y al unirse unas manchas con otras dan lugar a lesiones más grandes y a
simple vista parece que no respetan las nervaduras, el tejido necrosado se desprende
del tejido sano, dándole al follaje un aspecto desgarrado (Fig. 10 ).
Figura 10. Hoja de pepino mostrando manchas necróticas
angulares y desprendimiento del tejido afectado por
Pseudomonas syringae pv lachrymans
En tallos y pecíolos las lesiones son más o menos circulares o ligeramente
alargadas, de aspecto acuoso. Cuando las infecciones son severas los tejidos
vasculares del tallo y fruto pueden llegar a ser invadidos.
La principal y más importante fuente de inoculo es la semilla, la cual puede
albergar a la bacteria tanto interna como externamente, lo que favorece la infección de
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las hojas cotiledonarias y de ahí pasa a afectar todo el follaje en la época de lluvias por
el salpique del agua.
Otra fuente de inoculo importante, son los residuos de cosecha infectados ya
que la bacteria puede sobrevivir en ellos hasta por dos años, pero ésta puede
prolongarse si en el terreno se permite el establecimiento de malezas, ya que su
rizosfera le proporciona a la bacteria las condiciones para persistir sin perder su
virulencia.
Si las prácticas agrícolas se efectúan cuando el follaje está húmedo, la
diseminación del patógeno se puede realizar por la ropa, equipo agrícola y manos de
los trabajadores.
Esta enfermedad es favorecida por la temperatura ambiente, cuyo óptimo es de
24-28°C, pero se detiene cuando las máximas alcanzan 38°C, así mismo, la excesiva
fertilización nitrogenada incrementa la susceptibilidad de las plantas.
En base a las características climáticas de Yucatán, Quintana Roo, Tabasco,
Campeche y parte de Veracruz existen las condiciones para el desarrollo de la mancha
durante los meses de mayo a junio, lo cual no sucede en los estados de Sinaloa,
Durango, Estado de México, Hidalgo, Querétaro, Michoacán, Guanajuato, Tlaxcala,
Puebla y Zacatecas cuyo clima es mas seco
LA CEBOLLA
En el año 2010, México produjo un millón doscientas sesenta y seis mil ciento
setenta toneladas del cultivo en un total de cuarenta y cuatro mil ochocientas treinta y
cinco hectáreas y fue el principal exportador de cebollas a Estados Unidos, con 25%
de la producción, en el 2011 exportó 251,967 ton. La producción de cebolla ubica al
país en el décimo tercer lugar mundial con 1.2 millones de toneladas,
La mayor parte de esta producción se lleva acabo en cinco Estados: que son
Chihuahua, Baja California, Tamaulipas, Zacatecas, y Guanajuato. Durante los últimos
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años, los productores de estos Estados han desarrollado varios conceptos de
mejoramiento para incrementar la calidad y cantidad de sus productos y competir en
el mercado internacional.
En relación con la cebolla se observa un ritmo de crecimiento anual de 1.3
millones de toneladas; destacan Chihuahua (16%), Baja California (16%) y
Tamaulipas (11%).
ENFERMEDADES BACTERIANAS DE LA CEBOLLA
PUDRICIÓN DEL BULBO Y ESTRÍA FOLIAR Pseudomonas viridiflava
(Burkholder 1930) Dowson 1939
En este cultivo la principal enfermedad que se presenta es el estriado foliar y la
pudrición del bulbo, causados por Pseudomonas viridiflava, la cual se encuentra
presente causando daños severos en los Estados de Puebla, Morelos, Guanajuato y
México.
En las hojas aparecen lesiones ovales, necrosis apical o estrías de diferentes
tamaños, son de aspecto húmedo, con un tono que va del verde oscuro a café (Fig.11).
Con alta humedad relativa o lluvias, las lesiones crecen y afectan todo el follaje,
causando su muerte y facilitando su desprendimiento.
Cuando la infección llega al bulbo las catáfilas desarrollan lesiones café claro a
oscuro y su consistencia es firme.
Los daños más severos se presentan con alta humedad, climas fríos y sobre
todo, cuando se ha realizado una fertilización con niveles altos de nitrógeno.
La bacteria sobrevive en la semilla como epifita y en la maleza propia del
cultivo.
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Figura 11. Lesión húmeda en
cebolla por la infección de
Pseudomonas viridiflava
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