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09 febrero/marzo 2010 www.casaarabe.es Análisis TURQUÍA: UNA POLÍTICA EXTERIOR EN EXPANSIÓN ISSN 1989-0400 En fuerte contraste con la opinión del fundador de la República, Kemal Atatürk, que consideraba necesario centrar los esfuerzos políticos exclusivamente en la península de Anatolia y, como mucho, en la europeización del país, la política exterior turca de los últimos años está en plena expansión y dinamismo. Turquía ha dejado de dar la espalda a su entorno árabe e islámico y se está imponiendo como uno de los actores clave en la mediación de conflictos en la región. El principal autor de esta labor es el actual ministro de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoğlu, que con su teoría de la “profundidad estratégica” quiere sacar definitivamente del aislacionismo a su país, reevaluando su importancia geopolítica. Atalaya sociopolítica de Casa Árabe Sumario Análisis 1. Turquía: una política exterior en expansión. 2. Crisis de liderazgo en los Hermanos Musulmanes de Egipto. 3. Cinco meses después de las elecciones… nuevo gobierno en Líbano. Perfiles 1. Muhammad Mahdi Akef. 2. Recep Tayyip Erdoğan. Opinión pública 1. La opinión pública árabe y el cambio climático. 2. Yemen y las relaciones con Occidente. 3. La Liga Árabe y el liderazgo estadounidense en 2009. 4. Actualidad palestina. Documenta 1. La sociedad civil de Darfur. 2. El Consejo Europeo de Asuntos Exteriores y Oriente Medio. 3. Conferencia Nacional-Islámica. 4. La Declaración de Juba y las Fuerzas del Consenso Nacional. 5. Conferencia General de Partidos Árabes. 6. Informe Anual sobre Derechos Humanos en el Mundo Árabe en 2009. 7. Declaración de Kuwait. 8. Alianza de Civilizaciones. Escaparate de libros y revistas Publicación del IEAM de Casa Árabe Dirección: Gema Martín Muñoz Director adjunto: Rafael Ortega Rodrigo Investigadores: Rocío Vázquez Martí y Amira Kedier Este enfoque tiene sus raíces en la época posterior a la Guerra Fría cuando, después de la disolución de la Unión Soviética, Tur- quía empezó a desarrollar unas sólidas re- laciones político-económicas con los países de Asia Central, el Cáucaso y los Balcanes. Calificada ahora de neo-otomanismo, esta política de acercamiento con los países vecinos, en particular con los del oriente árabe e Irán, más que de las cenizas del antiguo imperio parece surgir de una nue- va visión que la administración turca tiene del país y de sus responsabilidades sobre la naturaleza de las relaciones internaciona- les en la región. Intentando reafirmar la im- portancia de su papel regional e influencia en los asuntos exteriores, Turquía muestra sus puntos fuertes como país-puente entre Oriente y Occidente, nación musulmana, Estado laico con un sistema político demo- crático y, lo que no es poco, decimoséptima potencia económica del mundo. En el pasado, Turquía siempre se ha con- siderado como parte de Occidente y de su comunidad internacional, mirando a los acontecimientos regionales desde esta perspectiva, y solamente con el actual go- bierno, liderado por el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) desde 2002, ha ido recuperado sus connotaciones islámicas y medio-orientales. El actual gobierno, además de contar con una amplia mayoría en el Parlamento que le permite plantear programas a largo pla- zo, ha apostado por una nueva cooperación comercial que suma el sistema global a uno regional, tanto con Europa como con Orien- te Medio. Esto ha transformado Turquía en un sólido actor económico a nivel global, gracias a la diversificación y ampliación de sus mercados, y le permite presentarse como un importante polo de atracción para sus vecinos y un valioso socio para el co- mercio y las inversiones. Estas condiciones político-económicas favorecen el replantea- miento del sistema diplomático, que quiere proponer al país como actor central, y ya no solamente canal de comunicación, en la re- solución de los conflictos regionales. El arquitecto de esta nueva forma de concebir la política exterior es el profesor Ahmet Davutoğlu, asesor del primer ministro Recep Tayyip Erdoğan desde 2002 hasta mayo de 2009, cuando fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores. En su libro Stratejik derinlik: Türkiye’nin uluslararası konumu

Atalaya sociopolítica de Casa Árabe nº 09

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Noveno número de la Atalaya sociopolítica de Casa Árabe, correspondiente a los meses de enero/febrero de 2009. Incluye análisis sobre la nueva política exterior turca, que se orienta hacia una mayor participación en Oriente Medio; sobre la crisis de liderazgo que ha atravesado la organización de los Hermanos Musulmanes (HHMM) de Egipto tras la elección de los miembros del Gabinete del guía general y de este último; y sobre la formación del nuevo gobierno libanés y los obstáculos que ha tenido que superar durante cinco meses.

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09febrero/marzo2010

www.casaarabe.es

AnálisisTURQUÍA: UNA POLÍTICA EXTERIOR EN EXPANSIÓN

ISSN

198

9-04

00

En fuerte contraste con la opinión del fundador de la República, Kemal Atatürk, que consideraba necesario centrar los esfuerzos políticos exclusivamente en la península de Anatolia y, como mucho, en la europeización del país, la política exterior turca de los últimos años está en plena expansión y dinamismo. Turquía ha dejado de dar la espalda a su entorno árabe e islámico y se está imponiendo como uno de los actores clave en la mediación de conflictos en la región. El principal autor de esta labor es el actual ministro de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoğlu, que con su teoría de la “profundidad estratégica” quiere sacar definitivamente del aislacionismo a su país, reevaluando su importancia geopolítica.

Atalayasociopolítica de Casa Árabe

SumarioAnálisis 1. Turquía: una política exterior en expansión. 2. Crisis de liderazgo en los Hermanos Musulmanes de Egipto. 3. Cinco meses después de las elecciones… nuevo gobierno en Líbano.

Perfiles 1. Muhammad Mahdi Akef. 2. Recep Tayyip Erdoğan. Opinión pública 1. La opinión pública árabe y el cambio climático. 2. Yemen y las relaciones con Occidente. 3. La Liga Árabe y el liderazgo estadounidense en 2009. 4. Actualidad palestina.

Documenta 1. La sociedad civil de Darfur. 2. El Consejo Europeo de Asuntos Exteriores y Oriente Medio. 3. Conferencia Nacional-Islámica. 4. La Declaración de Juba y las Fuerzas del Consenso Nacional. 5. Conferencia General de Partidos Árabes. 6. Informe Anual sobre Derechos Humanos en el Mundo Árabe en 2009. 7. Declaración de Kuwait. 8. Alianza de Civilizaciones.

Escaparate de libros y revistas

Publicación del IEAM de Casa Árabe

Dirección: Gema Martín Muñoz

Director adjunto: Rafael Ortega Rodrigo

Investigadores: Rocío Vázquez Martí y Amira Kedier

Este enfoque tiene sus raíces en la época posterior a la Guerra Fría cuando, después de la disolución de la Unión Soviética, Tur-quía empezó a desarrollar unas sólidas re-laciones político-económicas con los países de Asia Central, el Cáucaso y los Balcanes. Calificada ahora de neo-otomanismo, esta política de acercamiento con los países vecinos, en particular con los del oriente árabe e Irán, más que de las cenizas del antiguo imperio parece surgir de una nue-va visión que la administración turca tiene del país y de sus responsabilidades sobre la naturaleza de las relaciones internaciona-les en la región. Intentando reafirmar la im-portancia de su papel regional e influencia en los asuntos exteriores, Turquía muestra sus puntos fuertes como país-puente entre Oriente y Occidente, nación musulmana, Estado laico con un sistema político demo-crático y, lo que no es poco, decimoséptima potencia económica del mundo.

En el pasado, Turquía siempre se ha con-siderado como parte de Occidente y de su comunidad internacional, mirando a los acontecimientos regionales desde esta perspectiva, y solamente con el actual go-bierno, liderado por el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) desde 2002, ha ido recuperado sus connotaciones islámicas y medio-orientales.

El actual gobierno, además de contar con una amplia mayoría en el Parlamento que

le permite plantear programas a largo pla-zo, ha apostado por una nueva cooperación comercial que suma el sistema global a uno regional, tanto con Europa como con Orien-te Medio. Esto ha transformado Turquía en un sólido actor económico a nivel global, gracias a la diversificación y ampliación de sus mercados, y le permite presentarse como un importante polo de atracción para sus vecinos y un valioso socio para el co-mercio y las inversiones. Estas condiciones político-económicas favorecen el replantea-miento del sistema diplomático, que quiere proponer al país como actor central, y ya no solamente canal de comunicación, en la re-solución de los conflictos regionales. El arquitecto de esta nueva forma de concebir la política exterior es el profesor Ahmet Davutoğlu, asesor del primer ministro Recep Tayyip Erdoğan desde 2002 hasta mayo de 2009, cuando fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores. En su libro Stratejik derinlik: Türkiye’nin uluslararası konumu

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(Profundidad estratégica: la posición internacional de Turquía), publicado en 2000, expresa el concepto clave de que sólo los países que ejercen sus influencias –entendidas como “soft power”– más allá de sus propias fronteras pueden realmente protegerse a sí mismos. Según Davutoğlu, Turquía tiene que equilibrar sus relaciones exteriores y complementar las existentes con otras nuevas, en particular con los vecinos.

Esta visión turco-céntrica, vierte en la te-sis, elaborada por el propio ministro, de la doctrina de la profundidad estratégica del país, como resultado de su dimensión his-toria y geográfica. Turquía, por su posición en los mapas y por su legado histórico, es el centro de distintas áreas de influen-cia geopolíticas. Es tanto un país europeo como asiático, mediterráneo como caucási-co o medio-oriental. Por estas razones, su política exterior no puede limitarse a mirar a Occidente, sino que tiene que ser pluri-direccional y actuar en las regiones vecinas a través de sus influencias políticas, econó-micas, diplomáticas y culturales.

Para conseguirlo, Davutoğlu ha reiterado, tanto en su libro como en distintas entrevis-tas o publicaciones, los cinco principios fun-damentales necesarios para este cambio:

1.Equilibrio interno entre seguridad y demo-cracia.

2.Política de “problemas-cero” con los paí-ses vecinos.

3.Desarrollo de estrechas relaciones con las regiones vecinas.

4.Adhesión a una política exterior multidi-mensional.

5.Ampliación de las acciones diplomáticas. Los esfuerzos para la aplicación de este nuevo camino han sido importantes y de-muestran cómo, hoy en día, el enfoque tur-co de las relaciones internacionales es más pragmático que nunca. Sin dejar en abso-luto de lado la cooperación con Occidente, Turquía parece haberse cansado de seguir siendo un “socio de segunda” en las alian-zas con Europa y EEUU. Reconociendo que éstas están fuertemente influidas por las di-námicas regionales, es justamente allí don-de el gobierno de Erdoğan está intentando consolidar su papel internacional y mover sus fichas. Si tenemos en cuenta, además, el elemento que siempre ha sido la clave en la política exterior turca, la seguridad, se explica aún mejor el interés regional de la política turca, puesto que sólo asumiendo un papel activo en la consecución de la paz con los países vecinos, Turquía puede es-perar mantener la estabilidad interna.

El factor kurdo ha sido central en la formu-lación de la política de seguridad nacional, pero a lo largo de los años se ha puesto en

evidencia, cada vez más, cómo las medi-das militares por sí solas no sirven para re-solver el problema y por eso los signos más tangibles de las nuevas estrategias interna-cionales turcas se pueden encontrar en las relaciones con los países vecinos que com-parten con ella esta preocupación.

La situación en la que se encontraba Iraq antes de la ocupación estadounidense de 2003, con el riesgo de que un nuevo con-flicto condujera al desmembramiento del país, llevó a la administración turca a re-unir en Estambul, en la Plataforma de los Países Vecinos de Iraq, a los ministros de Asuntos Exteriores de Bahrein, Egipto, Irán, Jordania, Kuwait, Siria y Arabia Saudí, para intentar solucionar la crisis antes de que se llegara al enfrentamiento armado. Aunque esta primera oportunidad de poner en prác-tica su nuevo enfoque fracasó en su objeti-vo, sentó las bases para que la Plataforma siguiera reuniéndose y para que Turquía entrara en este ámbito.

Durante y después de la guerra, para mante-ner la seguridad de su frontera meridional, los esfuerzos diplomáticos respecto a Iraq han tenido como finalidad impedir la formación de un Estado kurdo independiente en la re-gión, apoyando la instalación de un gobierno central fuerte y efectivo en Bagdad. Desde 2005, Turquía ha cultivado las relaciones con el emergente gobierno iraquí: en marzo de 2009 el presidente iraquí Yalal Talabani, líder del partido Unión Patriótica del Kurdistán, vi-sitó Estambul y, posteriormente, el presiden-te turco, Abdullah Gül, visitó Bagdad, donde se entrevistó también con Mas‘ud Barzani, el líder del Partido Democrático del Kurdistán Iraquí. Durante la visita que Davutoğlu realizó a Bagdad, el pasado mes de agosto, se insti-tuyó un Consejo de Cooperación Estratégica entre los dos gobiernos y su primera reunión tuvo lugar en Estambul, en septiembre, para repetirse después en octubre en Bagdad. Durante esta última cumbre se firmaron 48 acuerdos de distinta naturaleza, como la lu-cha conjunta contra las acciones terroristas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) –que supuestamente tiene sus cam-pos de entrenamiento en el norte de Iraq–, o la cooperación energética.

El gobierno turco ha establecido con Siria un mecanismo de cooperación estratégica parecido durante la visita a Estambul, en septiembre de 2009, de una delegación siria liderada por el presidente Bashar al-Asad, cuyos primeros resultados fueron los acuer-dos para la eliminación del visado entre am-bos países y el establecimiento de un Con-sejo en el que se reunirán anualmente los principales ministros de los dos gobiernos. Las relaciones entre estos dos países empe-zaron a mejorar a partir de 1998, cuando Si-ria expulsó al líder del PKK Abdullah Ocalan, y han llegado, a día de hoy, al planteamiento de acuerdos sobre el desarrollo del turismo, la cooperación educativa, la eliminación de las minas en la frontera que les separa y la

transformación de la ciudad de Alepo en el centro logístico para la expansión del comer-cio turco en Oriente Medio, favoreciendo así los acuerdos de libre comercio firmados por Turquía con la propia Siria, Líbano y Egipto. Además, Siria representa una pieza clave en el conflicto árabe-israelí en el que el gobier-no turco se está postulando como mediador. Después de que en abril de 2008 el presiden-te al-Asad anunciara que Israel había ofrecido retirarse de los Altos del Golán a cambio de un acuerdo de paz con Siria, los funcionarios turcos facilitaron las negociaciones indirectas entre los dos países. Aunque las divergencias hayan bloqueado las negociaciones entre Si-ria e Israel, Turquía no ha querido abandonar las tentativas de resolución del conflicto árabe-israelí y se ha aproximado a ello directamente por el frente palestino.

La cooperación en los terrenos militar y eco-nómico han acercado mucho Ankara y Tel Aviv durante años, y aunque sigue dando beneficios a ambos países no atraviesan por un buen momento. La denuncia clara y transparente del gobierno turco de la ofensiva militar israelí contra Líbano de 2006, al igual que hizo con la destrucción de Gaza por el ejército israelí entre diciembre de 2008 y ene-ro de 2009, ha distanciado a ambos países. En realidad, el gobierno de Erdogan, como nunca antes había ocurrido, ha dedicado un gran interés y dedicación a la cuestión pales-tina. Este cambio se plasmó ya en 2006, des-pués de que Hamás ganara las elecciones parlamentarias en los Territorios Palestinos, cuando el primer ministro Erdgoğan invitó a Ankara a una delegación de este partido pre-sidida por Jaled Mashal, su representante exiliado en Damasco, y se hizo evidente en el Foro Mundial de Economía en Davos, en enero de 2009, cuando durante un debate en el que estaba presente también el presidente israelí Shimon Peres, el primer ministro turco abandonó la sala acusando a Israel de come-ter “barbaries” en Gaza.

Los ministros de asuntos exteriores turco Davuloğlu y sirio Muallem durante la primera cumbre ministe-rial entre los dos gobiernos.

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Respecto a la situación palestina, Turquía considera imprescindible que Hamás sea re-conocido como actor político legitimo y que no sea excluido del proceso de paz. Turquía ha intentado mediar entre las partes, Hamás y Fatah, para que haya un acercamiento entre las facciones palestinas manteniendo contactos regulares con ambas. Debido a la implicación turca en la cuestión, durante la visita a Ankara, en febrero de 2009, del enviado especial de EEUU para Oriente Me-dio, George Mitchell, se abordó el papel de Turquía como intermediario en el proceso de paz de Oriente Medio.

Las políticas de Turquía e Irán han conver-gido en numerosas ocasiones, tanto en as-pectos energéticos como de seguridad. En julio de 2004, Erdoğan viajó a Teherán para abordar un ambicioso plan de cooperación múltiple. En el aspecto energético se plan-teaban numerosos acuerdos sobre la distri-bución de gas iraní a Europa a través de te-rritorio turco, acuerdos que se plasmaron en 2007 con la firma del proyecto Nabucco, que hará de Turquía un corredor energético entre el mar Caspio, Oriente Medio y Europa. Aun-que este proyecto está actualmente obstacu-lizado por la administración estadounidense, que en 1996 aprobó una ley que sanciona cualquier empresa que invierta más de 20 millones de dólares al año en el sector ener-gético iraní, Irán es el segundo proveedor de gas natural de Turquía y los acuerdos energéticos entre ambos países son varios, como el que concede a la Turkish Petroleum Corporation el permiso para explorar los ya-cimientos de gas y petróleo del territorio iraní. Los acuerdos económicos también abundan y los intercambios comerciales entre los dos países se han quintuplicado desde 2002.

La política nuclear de Teherán preocupa al gobierno de Ankara por las consecuencias que podría tener en los equilibrios regiona-les, más que por su propia seguridad, puesto que los dos países también tienen firmados acuerdos sobre seguridad, con particular

referencia a la cuestión kurda. En 2004, un acuerdo de cooperación entre ambos países definía al PKK como organización terrorista, y en la cumbre de ministros de Asuntos Exte-riores que tuvo lugar en septiembre del año pasado se subrayó la centralidad de la lucha contra del terrorismo, con una clara referen-cia tanto al PKK como a su rama iraní PJAK (Partido por una Vida Libre en Kurdistán), por parte de Teherán y Ankara, que seguirán su colaboración en este ámbito.

El planteamiento turco hacia Irán revela, además, otra estrategia, la de evitar alinear-se con las tensiones que se están producien-do entre los países musulmanes con el argu-mento de la división entre sunníes y shiíes. Si bien Turquía es sunní por tradición, el país mantiene buenas relaciones tanto con Irán como con el gobierno iraquí y la oposición shií libanesa.

Aunque el enfoque regional haya tomado cada vez más importancia durante estos últimos años, sin duda también es un factor que da a Ankara un valor añadido de cara a su objetivo prioritario: la integración en la Unión Europea. Simplemente visitando la pagina de Internet del ministerio de Asuntos Exteriores turco se puede percibir cómo sus políticas exteriores están planificadas para dar prestigio y flexibilidad al país, tomando en consideración los distintos actores inter-nacionales y estableciendo con ellos relacio-nes ventajosas basadas en el interés mutuo. Miembro, entre otras, de la Organización de las Naciones Unidas, de la OTAN, de la OSCE, del Consejo de Europa, del G-20 y de otras organizaciones regionales como el D8 –“Developing Eight”, un acuerdo para desa-rrollar la cooperación entre Bangladesh, Egip-to, Indonesia, Irán, Malasia, Nigeria, Pakistán y Turquía– y de la OCI –la Organización de la Conferencia Islámica, cuyo secretario ge-neral es, desde 2005, el profesor Ekmeleddin Ihsanoglu, de nacionalidad turca– este país ha dado prueba de su voluntad, y potencial, para convertirse en mediador en los conflictos

regionales, tanto en los Balcanes como en el Cáucaso o en Oriente Medio.

El viaje del presidente Obama a Ankara en abril de 2009, ha ofrecido un reconocimiento formal, tal y como fue expresado por el propio presidente estadounidense durante la visita, “de la importancia de Turquía, no solamen-te para EEUU –que la considera un aliado crucial– sino para el mundo entero”. Eviden-temente, la administración estadounidense necesita constituir una sólida base para su replanteamiento de las relaciones exteriores y Turquía ofrece, sin duda, un buen terreno desde el cual empezar a desarrollar nuevas estrategias y colaboraciones en la región.

Aunque para Turquía el apoyo de EEUU sea muy útil, sobre todo ante al proceso de inte-gración en la UE, es cierto que este país está asumiendo cada día más seguridad como actor independiente que puede perseguir sus propios intereses nacionales. Turquía y EEUU comparten buena parte de su agenda política internacional y, por lo menos formalmente, el planteamiento diplomático de “soft power”, pero las prioridades a corto plazo son leve-mente distintas. Si para Turquía lo más impor-tante en Iraq es que el gobierno de Bagdad se refuerce y le garantice la ayuda necesaria para luchar contra el PKK, para EEUU es fun-damental que Turquía respalde su salida del país. Lo mismo vale para Afganistán, adonde Ankara no está dispuesta a enviar más tro-pas, sino que prefiere contribuir asumiendo un papel de mediador entre los gobiernos afgano y pakistaní.

A pesar de estas diferencias estratégicas, es evidente que ambas administraciones persi-guen un mismo macro-objetivo, la paz en la región, y para ello Turquía desempeña un pa-pel multidimensional que actualmente ningún otro país en la región puede asumir. A un año de las elecciones generales, el Partido de la Justicia y el Desarrollo tiene todas las cartas para mantener el liderazgo del país y conse-guir sus objetivos a medio plazo.

Fuentes:

ARAS, Bülent. “The Davutoğlu Era in Turkish Foreign Politcy”, en Insight Turkey, nº 11, 3 (2009), pp. 127-142.HALE, William. “Turkey and the Middle East in the ‘New Era’”, en Insight Turkey, nº 11, 3 (2009), pp. 143-159.LESSER, Ian O. “EEUU-Turquía antes y después de Obama”, en Afkar/Ideas, nº 22 (verano 2009), pp. 23-26. MURINSON, Alexander. “Neo-otomanismo como expresión de liberalismo islámico en la política exterior turca del s. XXI”. La Tribuna de Casa Árabe (26/02/2008). Disponible en www.casaarabe-ieam.es/casa-arabe-tv/show/144 TASPINAR, Ömer. “Turquía: entre neootomanismo y kemalismo”, en Afkar/Ideas, nº 22 (verano 2009), pp.20-22.

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CRISIS DE LIDERAZGO EN LOS HERMANOS MUSULMANES DE EGIPTO

El pasado 16 enero, la organización de los Hermanos Musulmanes de Egipto (HHMM) anunciaba en una rueda de prensa el nombre de su próximo guía general, el doctor Muhammad Badi‘a. Durante los últimos meses, los HHMM han sido testigos de un gran debate interno, y también externo en torno al mencionado nombramiento y a las elecciones que se celebraron en diciembre de 2009 para elegir a los miembros del Gabinete del guía general. Parece que la “crisis” ha sido superada, pero las distintas corrientes que encontramos dentro de la organización –entre las que hay que tener muy en cuenta al sector más joven– continúan expresando sus diferencias.

En marzo de 2009, Muhammad Mahdi Akef, el entonces guía general de los HHMM, anunció que no continuaría en su cargo una vez finalizara su mandato en enero de 2010. Esta fue una decisión sin preceden-te en la historia de los HHMM puesto que los seis guías que lideraron el grupo antes que él –entre 1928 y 2004– se mantuvie-ron al frente de la organización hasta su fallecimiento, siendo reelegidos cada seis años por los miembros de la Asamblea de la Shura (Asamblea de Consulta). En este sentido, parece que Mahdi Akef ha queri-do ofrecer un ejemplo de democratización interna, al ser el primer líder del grupo que ha abandonado su cargo una vez finaliza-do su primer mandato. En ese momento comenzó, según algunos analistas como Jalil al-Anani, especialista en islam político y editor jefe de al-Siyasa al-Dawliyya (Polí-tica Internacional), una “lucha por la suce-sión de Mahdi Akef” que se ha expresado de diversas maneras.

El intenso debate que comenzó entonces, y que se ha prolongado varios meses, se intensificó el pasado mes de septiembre con la muerte, a los 90 años, de Muham-mad Hilal, miembro del Gabinete del guía general, que se hizo cargo de la dirección del grupo entre la muerte de Ma´mun al-Hudaybi y la elección de Mahdi Akef en 2004. Hilal, que entró a formar parte de los HHMM en 1943 y era considerado un “líder histórico” o, mejor dicho, un líder “con legitimidad histórica”, dejaba así un puesto vacante en el Gabinete, el órgano ejecutivo de mayor categoría dentro de la organización.

El Gabinete se compone de 16 miembros que deben ser elegidos por el Consejo de la Shura siguiendo un protocolo de “repar-to geográfico”: 9 tienen que residir en El Cairo o Giza; 1 debe provenir de Alejandría o Marsa Matruh; 2 de gobernorados de la costa del Mar Rojo; otros 2 de provincias interiores (desiertos); y otros 2 deben re-sidir fuera de Egipto. Según establece el reglamento interno de los HHMM, y tal y como ha ocurrido en ocasiones anterio-res (por ejemplo en 1995, cuando Jayrat Shater y Mahmud Ezzat fueron nombra-dos miembros de dicho órgano tras el fa-llecimiento de dos de sus componentes), el procedimiento a seguir para ocupar un puesto que queda vacante en el Gabinete es nombrando a aquel candidato que, en las últimas elecciones celebradas, hubiera

Muhamed Badí´a (izquierda) y Mahdi Akef

quedado más cerca de obtener el puesto. Tiene que cumplir otras condiciones, a sa-ber: que sea mayor de 30 años; que haya sido miembro de la organización un míni-mo de 10 años; y que sea también miem-bro del Consejo de la Shura. Además, el candidato debe ser elegido por más de la mitad de los miembros del Consejo pre-sentes en la sesión de la votación.

Cumpliendo todos estos requisitos, el can-didato que previsiblemente debía ser nom-brado, y que contaba además con el apoyo explícito de Mahdi Akef, era Isam al-Arian.

Isam al-Arian

El “asombro”, relativo, surgió cuando la mayoría de los miembros del Gabinete se opusieron a este nombramiento, alegando una serie de razones administrativas según las cuales había que celebrar elecciones en lugar de simplemente aceptar el nom-bramiento de al-Arian (exigían además el aplazamiento de dichas elecciones hasta junio de 2010). Algunos diarios egipcios llegaron a titular este suceso como “rebe-lión en el Gabinete del guía general”

Isam al-Arian forma parte de lo que los especialistas han llamado la “generación de los 70”, que representa uno de los sec-tores aperturistas dentro de los HHMM y que es más favorable a seguir intentando la creación de un partido para integrarse en la vida política del país. Por el contrario, el Gabinete está controlado por represen-tantes de un ala más conservadora, por lo que el rechazo de al-Arian se podía prever a pesar del apoyo que había expresado en su favor el guía general. Los sectores reformista y conservador expresaron sus opiniones encontradas y amenazaron in-cluso –los reformistas y algunos sectores “jóvenes”– con abandonar el grupo si al-Arian no era aceptado. Como señala Ho-sam Tamam, especialista egipcio en la organización de los HHMM, esta crisis ha puesto de manifiesto que existe toda una generación dentro de este grupo que está dispuesta a separarse de la “organización madre”

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Abd al-Monem Abu al-Futuh

Muhammed Badi´a

Dada la existencia de diferentes líneas ideológicas y de brechas generacionales dentro de los HHMM, no habría que descartar posibles escisiones dentro del grupo, siempre y cuando los mecanismos democráticos funcionaran y se consolidaran en el país y todos sus miembros tuvieran la posibilidad de expresar sus opiniones libremente y se les permitiera participar en el juego democrático mediante la creación de partidos políticos. Pero no se trata únicamente de una crisis entre “conservadores y reformistas” o de una crisis intergeneracional, sino también de una lucha entre el sector más pragmático y el menos pragmático dentro del ala conservadora. Según Amr al-Shobbaki, investigador del Centro de Estudios Políticos y Estratégicos de al-Ahram, la crisis que se está dando en los HHMM no se relaciona únicamente con la integración del grupo en la vida política (mediante la creación de un partido) sino que afecta a la estructura misma de la organización. Diá Rashwan, otro especialista egipcio en movimientos islamistas, señala que gran parte de la crisis que atraviesan los HHMM se debe a la brecha existente entre el plano ideológico y el organizativo: “a pesar de lo mucho que ha evolucionado este grupo en sus 80 años de vida, a nivel político, organizativo e ideológico, lo cierto es que la parte ideológica ha ido siempre por detrás, siempre con retraso”

Abd al-Monem Mahmud, uno de los líderes del sector de los jóvenes (y que elabora uno de los blogs más consultados en internet llamado Ana ijwan, “Soy un Hermano Musulmán”), opina que la corriente reformista quiere eludir de alguna manera la prohibición gubernamental y comenzar a desarrollar una mayor acción política en alianza con otros grupos políticos liberales. Aunque ambas tendencias siguen la misma estrategia de no-enfrentamiento con el régimen, lo cierto es que existen ciertas diferencias ideológicas (por ejemplo, respecto al papel de la mujer, de las minorías religiosas o del establecimiento de un comité de ulemas que supervisara la legislación).

Las discrepancias en torno a las elecciones al Gabinete fueron tales que el grupo decidió crear una comisión especial que se encargara de la interpretación del reglamento interno de la organización, liderada por Fathi Lashin, asesor legal del grupo. Según Ibrahim al-Hudaybi, especialista en democratización y

movimientos islamistas, cabe destacar que “el debate generado en torno a la interpretación de los documentos de funcionamiento interno es un fenómeno nuevo en una organización donde, históricamente, la mayoría de los miembros no han conocido dichos reglamentos”, y tampoco se han preocupado por ello, puesto que la lealtad al guía general actuaba como engranaje y elemento de cohesión entre todos sus miembros.

Siempre se ha considerado que Akef desempeñaba un buen trabajo a la hora de equilibrar la balanza entre conservadores y reformistas y de aliviar los enfrentamientos internos. Así, por primera vez en catorce años, el Gabinete del guía general finalmente celebró elecciones: fueron elecciones “globales” (de todos sus miembros, como deseaban los conservadores) pero tuvieron lugar a finales de diciembre de 2009 (en la fecha prevista, como querían los reformistas). De estos comicios resultó la renovación de 9 de sus 16 miembros, entre los que se encontraba Isam al-Arian. Lo más soprendente no fue que, finalmente, al-Arian resultara elegido, sino que Muhammad Habib, viceguía primero de la organización (“mano derecha” del guía general), no lo fuera.

También vale la pena señalar la salida de Abd al-Monem Abu al-Futuh, destacado líder del sector denominado reformista: se podría interpretar que al-Arian ha sido elegido “a cambio” de la salida de Abu al-Futuh y de Muhammad Habib, quien también es más proclive a la acción política. Ibrahim al-Hudaybi considera que la nueva composición del Gabinete es “aislacionista” y ha debilitado el “último sector tolerante y moderado de los HHMM”. Según él, la organización de los HHMM “siempre ha estado compuesta de muchas escuelas de pensamiento que han podido convivir gracias a la habilidad de los históricos guías generales, que supieron encontrar un terreno común. Ahora, el último de ellos se ha retirado”

El octavo guía general

En cuanto a la elección del nuevo murshid (el guía general), el proceso a seguir se basa en que el Consejo de la Shura propone cinco nombres (normalmente del Gabinete, aunque no necesariamente). El Gabinete vota entre estos cinco reduciendo los candidatos a dos y, posteriormente, elige a uno de ellos. Este nombre se vuelve a presentar ante los miem-bros de la Shura para que lo confirmen en una votación y el resultado es comunicado a la Organización Internacional, que ha de dar su opinión pero con carácter no vinculante. Mohammad Badi‘a consiguió la mayoría de los votos de los miembros del Consejo (66 de los 86 votos emitidos), frente a dos competi-dores también de tendencia conservadora: Rashad al-Bayumi, responsable de la sec-ción estudiantil de la organización, y Gum‘a Amin, historiador y “biógrafo” oficial del grupo. Parece que la Organización Internacional de los HHMM se inclinaba más hacia el nombra-

miento de al-Bayumi, por ser el candidato de más edad y por mantener buenas relaciones con los grupos de HHMM que existen en otros países. Puede que, finalmente, al-Bayu-mi sea nombrado viceguía primero, e incluso que se elija un viceguía tercero de entre los miembros del grupo internacional (el segundo viceguía seguirá siendo Jayrat Shater, que se encuentra en prisión). Hay que señalar que Jayrat Shater, apodado “ministro de finanzas”, era uno de los candidatos con más posibilida-des de suceder a Mahdi Akef puesto que tie-ne reputación de ser una persona carismática y capaz de mantener el equilibrio interno den-tro del grupo, pero ha sido condenado por un tribunal militar bajo la acusación de financiar a una organización ilegal.

Muhammad Badi‘a, de 67 años, es miembro del Gabinete del guía general desde hace 17 años y está considerado uno de los líderes del ala conservadora de la organización. Nació en 1943 en una pequeña ciudad del delta del Nilo, al-Mahalla al-Kubra, y estudió veterinaria en El Cairo a partir de 1960. Cinco años más tarde se licenció y comenzó a trabajar en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Asiut. En 1959 conoció a Muhammad Sulay-man al-Nayyar, un miembro de los HHMM si-rios, quien le instó a que entrara a formar parte del grupo, proposición que Badi‘a aceptó, en-trando aquel año en los HHMM de Egipto. En 1965 fue condenado a 15 años de prisión (de los que cumplió 9) en el juicio militar que ter-minó con la ejecución de Sayyed Qutb, cele-bre ideólogo de los HHMM egipcios. En 1999, fue elegido uno de los 100 mejores científicos árabes según la Global Arabic Encyclopedia y ha fundado el Instituto Superior de Veteri-naria en Yemen. Actualmente es profesor del Departamento de Patología en la Universidad de Beni Suef. Todo esto quiere decir que el próximo murshid no goza de la legitimidad histórica que tenían los Guías anteriores, uno de cuyos mayores reconocimientos era haber conocido y trabajado codo con codo con el fundador del grupo, Hasan al-Banna. El con-tacto directo con al-Banna ha sido siempre un

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elemento fundamental y legitimador, pero Ma-hdi Akef era el último eslabón que quedaba de esta “cadena de trasmisión”. Cuando Badi‘a se unió a los HHMM hacía ya diez años que al-Banna había sido asesinado. Pero hay que tener en cuenta que el paso por la cárcel es también un elemento de legitimación y el ha-ber sido juzgado junto a Sayyed Qutb, que es considerado un mártir de la causa, es un factor que puede todavía conferirle cierta legi-timidad y respeto.

Según Abd al-Monem Abu al-Futuh, “la or-ganización es ahora más activa políticamen-te, pero su pensamiento se ha hecho más conservador debido a los años de opresión y coerción de su libertad de reunión y parti-cipación”. El gobierno egipcio comenzó una nueva campaña de acoso y detenciones de miembros de los HHMM tras los buenos re-sultados de los candidatos de este grupo (que se presentaron como independientes) en las pasadas elecciones legislativas de 2005, en las que obtuvieron 88 escaños, un 20% del total, convirtiéndose en el único grupo de ver-dadera oposición del espectro político egipcio. A pesar de esto, Ibrahim al-Hudaybi cree que “la influencia de los HHMM es cada vez más limitada dada su escasa capacidad de coor-dinación con otros grupos políticos”. Así, Jalil al-Anani señala que “al gobierno egipcio le conviene mantener el dominio de la corriente conservadora dentro de los HHMM: cuanto más democráticos se vuelvan, más populares se harán”. Además, el cerco que el gobierno mantiene en torno a los HHMM va a seguir estrechándose ya que este año se celebrarán elecciones legislativas y, el próximo, presiden-ciales. Esta campaña de debilitamiento de los grupos islamistas con aspiraciones políticas, que se da en todos los países árabes, no es un factor positivo para el futuro de la reforma en el mundo árabe. “Dado que la oposición secular es extremadamente ineficaz, el de-bilitamiento de los islamistas constituye el debilitamiento de la única oposición viable y los gobiernos no son proclives a la reforma si no se ven obligados a hacer frente a la pre-sión y las exigencias internas”, señala Marina

Ottaway, del Carnegie Endowment for Inter-national Peace.

Como destaca James M. Dorsey, veterano corresponsal en Oriente Medio y Asia central de The New York Times, lo que tiene de es-pecial esta “crisis” es que, por primera vez, “se está dando a plena luz del día” y está ali-mentando los debates de la sociedad y de los medios de comunicación, hecho que rompe con la tradición de cohesión y confidenciali-dad que ha reinado sobre el grupo desde su creación. Así, dirigentes de otros grupos polí-ticos egipcios, concretamente de los partidos Wafd, Tagammu‘,Wasat y Frente Democrá-tico, han expresado su opinión respecto a la etapa que está atravesando la organización de los HHMM y han enviado un escrito en el que, además de felicitar al grupo por la cele-bración de elecciones, piden a los miembros del nuevo Gabinete y al nuevo guía general que revisen su postura política y religiosa y que se decidan entre la creación de un partido político o el desarrollo del trabajo religioso de predicación, decisión que supondría, según ellos, el fin de la crisis interna que atraviesa el grupo. En este sentido, Osama al-Gazali Harb, líder del Frente Democrático, considera que los HHMM deben adoptar una postura definitiva sobre si son un grupo político o re-ligioso, y hace hincapié en que el Frente De-mocrático rechaza rotundamente la mezcla de ambos ámbitos. Pero señala también que “las discrepancias que se han dado entre los miembros del grupo respecto a las elecciones del Gabinete y el debate generado en torno a la elección del nuevo guía general reflejan que el funcionamiento interno se rige según mecanismos democráticos”.

El momento es trascendental en la historia de los HHMM, pero queda por ver si eso su-pone un punto de inflexión en su trayectoria. Deberían buscar criterios más objetivos que sirvan a sus miembros para ascender en el organigrama, que no se basen únicamente en la confianza y en los años de encarcela-miento vividos, y deberían también crear ca-nales de comunicación internos que sirvan a

todos sus miembros, especialmente a los jó-venes, para aportar nuevas ideas. La victoria de la corriente más conservadora, en cual-quier caso, no ha sido una sorpresa puesto que se trata de una organización conserva-dora que pertenece a una sociedad en su mayoría conservadora. Además, la actuación del régimen egipcio respecto a los HHMM ha dado sus frutos y ha conseguido que se dé un cierto giro hacia una línea de actuación algo más conservadora, lo que ha tenido como consecuencia la elección de Muhammad Badi‘a como guía general después de haber dejado a un lado a posibles candidatos como Muhammad Habib o Isam al-Arian. Esto quie-re decir que probablemente los HHMM van a optar por mantener un “perfil bajo” posponien-do, de momento, la cuestión de la participa-ción política. El nuevo murshid, que no goza del carisma y autoridad de su predecesor, es hasta cierto punto un enigma.

Bibliografía

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Links

Anuncio del nombramiento del nuevo Guía General: http://www.ikhwanonline.com/Morshid.asp Análisis de Jalil al-Anani: http://www.ikhwanweb.com/article.php?id=21454 Discrepancias en torno el nombramiento de al-Arian: http://islamtoday.net/albasheer/artshow-12-121802.htm Noticias y comentarios extraídos del blog “ana ikhwan” elaborado por el joven miembro de los HHMM Abdel Monem Mahmudhttp://ana-ikhwan.blogspot.com/ Crisis interna en los HHMMhttp://www.alarabiya.net/articles/2009/10/20/88639.html#002 http://www.aljazeera.net/NR/exeres/AABB31E1-A87E-41DA-9E27-0F257B578513.htm http://www.alwasatparty.com/modules.php?name=News&file=article&sid=11061 http://www.qantara.de/webcom/show_article.php?wc_c=476&wc_id=1257 Elecciones al Gabinete del Guía Generalhttp://www.almasry-alyoum.com/article2.aspx?ArticleID=236766http://www.almasry-alyoum.com/article2.aspx?ArticleID=236981 http://www.aljazeera.net/NR/exeres/7A5B21EE-9478-425C-83A6-6888145A1FCA.htmReacción del Gabinete http://dostor.org/ar/index.php?option=com_content&task=view&id=41341&Itemid=1 http://www.almasry-alyoum.com/article2.aspx?ArticleID=237569zNuevo Guía General: http://international.daralhayat.com/internationalarticle/96486

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Las últimas elecciones parlamentarias li-banesas dieron como vencedor al Bloque 14 de Marzo (14-M), liderado por la Co-rriente del Futuro (al-Mustaqbal) de Saad Hariri (véase Atalaya nº 8), que consiguió 71 de los 128 escaños. Desde el 16 de septiembre, fecha en la que Hariri fue de-signado jefe de gobierno por el presidente Michel Suleyman, las negociaciones para formar gobierno se prolongaron hasta principios de noviembre y fueron tarea de malabaristas. El resultado de tan largas deliberaciones y tiras y aflojas ha sido la formación de un “gobierno de unidad nacional” que tiene ante sí varios retos que afrontar: la reconciliación nacional; el debate sobre la supresión del confesiona-lismo político; el papel de Hizbullah y la resistencia armada; y la reanudación de las relaciones entre Líbano y Siria basa-das en la igualdad y en el Acuerdo de Taif de 1989, bajo la alargada sombra de la investigación del asesinato del ex primer ministro Rafiq al-Hariri, padre del actual jefe de gobierno.

Comunicado ministerial del nuevo gobierno libanés

La principal tarea es hacer realidad la re-conciliación nacional de los libaneses, de las diferentes opciones políticas que en los últimos años han estado muy enfren-tadas. El primer acto del nuevo gobierno hacia esa reconciliación nacional ha sido la elaboración de un “comunicado minis-terial” que pretende borrar las desavenen-cias entre las diversas fuerzas políticas que componen el gobierno, ya que no se trata de un comunicado en el que cada grupo exprese sus planteamientos políti-cos, y que refleja la intención de crear un gobierno de unidad nacional. Ahora bien, el comunicado ministerial ya ha generado la primera controversia a propósito de la cuestión de la “resistencia”, recogida en su Art. 6. El comunicado es una declaración de intenciones: fortalecimiento de las insti-tuciones del Estado y recuperación de la confianza del ciudadano en ellas; supe-ración de las divisiones confesionales y políticas; búsqueda del acuerdo nacional, conservación y protección del país y de su soberanía nacional; compromiso con los principios y leyes constitucionales, con los pilares del sistema democrático, el pacto nacional y la aplicación del Acuerdo de Taif. Las cuestiones militares y la se-guridad quedan en manos del Estado y, para ello, el gobierno se compromete a

CINCO MESES DESPUÉS DE LAS ELECCIONES… NUEVO GOBIERNO EN LÍBANO

Cinco meses después de las elecciones parlamentarias, celebradas el 7 de junio de 2009, el primer ministro Saad al-Hariri, cuyo bloque -14 de Marzo- ganó las elecciones, consiguió formar gobierno. Un gobierno que quiere ser “de unidad nacional de todos los libaneses” y de “reconciliación nacional”. Así, el nuevo gobierno deberá evitar que estallen otra vez las diferencias entre los grandes bloques, encontrar una solución duradera a la espinosa cuestión de la “resistencia” y su armamento y, quizá, poner fin al “confesionalismo político”, calificado como “la maldición de Líbano”.

El nuevo gobierno libanés presidido por Saad al-Hariri

continuar apoyando a las fuerzas militares y de seguridad “legítimas”, garantizando sus capacidades, tanto humanas como de equipamiento, para que cumpla las funcio-nes que tiene encomendadas (protección del ciudadano, de sus derechos y liberta-des, lucha antiterrorista) según las direc-trices trazadas por la autoridad política. El nuevo gobierno, según el texto, respetará las resoluciones internacionales y exigirá a la comunidad internacional la aplicación de la resolución 1701, adoptada para po-ner fin a la guerra del verano de 2006 que enfrentó al ejército israelí y a Hizbullah y que contempla el alto el fuego permanen-te, el despliegue del ejército libanés en el sur –de hecho hay 15.000 soldados liba-neses y 12.000 de fuerzas internacionales desplegados en la zona–, la retirada del ejército israelí y la ampliación del control del gobierno libanés a todo su territorio. El comunicado añade el compromiso del go-bierno con la resolución 1701, su decisión de unificar a los libaneses en una estrate-gia nacional global basada en el diálogo, de fortalecer los vínculos con los países árabes, activar una acción árabe común en el marco de la Liga Árabe, la solidari-dad árabe alejada de la política de ejes, fortalecer el papel de Líbano en los ám-bitos regional e internacional, promover las relaciones “fraternales” siro-libanesas sobre la igualdad, la independencia y la soberanía, dando un primer paso impor-tante con el intercambio de representa-ción diplomática que deberá abordar las cuestiones comunes –la delimitación de las fronteras y los desaparecidos. En vir-tud del comunicado, el gobierno colabora-rá con el tribunal especial encargado de la investigación del asesinato del ex primer

ministro Rafiq al-Hariri y de otras persona-lidades libanesas, y proseguirá las inves-tigaciones para determinar el paradero y la suerte que corrieron el líder de la shi‘a libanesa, el imam Musa al-Sadr, y sus dos acompañantes, el sheyj Muhamad Ya‘qub y el periodista Abbas Badr al-Din, desaparecidos en agosto de 1978 cuando se desplazaron a Libia para mantener re-uniones con dirigentes del país.

Otra de las decisiones adoptadas en el comunicado es la de acabar con la pre-sencia de las armas de los palestinos fuera de sus campamentos y abordar la cuestión de la seguridad y el armamento dentro de los mismos, cuestión que, sin duda, encontrará el rechazo de los gru-pos palestinos en los campamentos liba-neses.

El polémico Art. 6 del comunicado minis-terial dice textualmente que el gobierno “reafirma el derecho del pueblo, del ejér-cito y de la resistencia a liberar o recu-perar las granjas de Shab‘a, las colinas de Kafr Shuba y la parte libanesa de la localidad de al-Gayar, de defender a Lí-bano de cualquier agresión y defender el derecho a sus aguas, con los medios legí-timos y disponibles”. Esto se ha interpre-tado como un reconocimiento explícito del derecho de la resistencia armada de Hiz-bullah. De hecho, hay que recordar que Hizbullah anunció en 2000, tras la libera-ción del sur del país, que no abandonaría las armas hasta la recuperación de esas tres zonas.

Cuando fue aprobado por la comisión encargada de elaborar el comunicado

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Atalaya SociopolíticaCasa Árabe Atalaya Sociopolítica08

ministerial, las fuerzas cristianas agrupa-das en el Bloque 14-M ya expresaron sus reservas a propósito del párrafo relacio-nado con la resistencia y, sobre todo, con el armamento de Hizbullah y la expresión utilizada, “el derecho a la resistencia”, ya que consideraron que ese derecho había sido el causante de muchos de los pro-blemas del país en los últimos años. Lo mismo ocurrió cuando fue aprobado, el 2 de diciembre, por el Consejo de Ministros sin introducir cambio alguno en el conte-nido, y entonces las críticas procedieron de ministros pertenecientes a la Corrien-te del Futuro, liderada por al-Hariri, como el ministro de Información Tareq Mitri. Después, se debatió en el Parlamento, como paso previo para que el gobierno obtuviera la confianza de la cámara. Al igual que ocurrió en el consejo de minis-tros, el comunicado fue bien recibido, en líneas generales, y sólo el Art. 6 despertó discrepancias entre algunos grupos par-lamentarios: el vicepresidente del Parla-mento, Farid Makkari, cristiano ortodoxo del Bloque 14-M, se mostró totalmente en contra del artículo porque contraviene el Acuerdo de Taif y la Constitución, porque merma la soberanía del Estado y consa-gra la dualidad entre ejército y resistencia. Para Makkari, las armas no deben estar en manos de un grupo o un partido, sino en manos de las instituciones militares (al-Hayat, 9-12-09). Más o menos, estos son los argumentos esgrimidos por aque-llos que se oponen o rechazan el polémi-co Art. 6 del Comunicado Ministerial. Para Amin Gemayel, presidente del partido de las Falanges Libanesas, integrado en la Corriente del Futuro, este epígrafe presu-pone la existencia de dos Estados, dos ejércitos y dos autoridades en Líbano (al-Hayat, 11-12-09).

Pero las muestras de rechazo no se han reducido a algunos círculos políticos li-baneses. Arabia Saudí, uno de los prin-cipales actores extranjeros en Líbano y máximo valedor del actual jefe de go-bierno, ha participado en la polémica. Su postura quedó perfectamente reflejada en las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, Sa‘ud al-Faysal: Líbano no disfrutará de una soberanía total mientras Hizbullah “tenga más armas que el ejér-cito” (International Herald Tribune, 16-12-2009).

Sin embargo, y evidentemente, Hizbu-llah ve la resistencia como algo priorita-rio “porque Israel sigue amenazando a Líbano, porque constituye un auténtico peligro, porque ocupa nuestro territorio, espía por todos los rincones y viola el es-pacio aéreo. Por lo tanto, no podemos ha-cer frente a Israel con discursos y quejas ante el Consejo de Seguridad, sino pre-parándonos y, en caso de necesidad, con el enfrentamiento directo por parte de la resistencia y de Líbano”, según declara-ciones del vicesecretario general del par-

tido, Na‘im Qasem (al-Hayat, 11-12-09). La cuestión del armamento de la resis-tencia, de Hizbullah, es una línea roja que no se puede traspasar y ya quedó demos-trado en mayo de 2008, cuando la crisis política entre las fuerzas mayoritarias en el parlamento (Corriente del Futuro) y la oposición, encabezada por Hizbullah, en medio de un gran vacío de poder, se tra-dujo en enfrentamientos armados en las calles de Beirut y otras zonas del país que duraron varios días. El detonante fue la decisión del gobierno de Fuad Siniora de desmantelar la red de comunicaciones de Hizbullah y poner fin a sus prerrogativas militares, a lo que éste reaccionó inmedia-tamente tomado el corazón de Beirut. La crisis, que despertó de nuevo el fantas-ma de la guerra civil, concluyó ese mis-mo mes, tras la intervención árabe, con el Acuerdo de Doha (véase Atalaya nº 2).

Pero en realidad, la posesión de arma-mento por parte de Hizbullah es, hoy por hoy y al mismo tiempo, un pilar fun-damental para la defensa del país y una contradicción con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, según la cual las armas sólo pueden estar bajo la respon-sabilidad del gobierno. Sin embargo, tam-bién es cierto que Israel viola el espacio aéreo libanés casi diariamente, contravi-niendo la misma resolución.

El documento político de Hizbullah

Tras ser reelegido secretario general el pasado 18 de noviembre, en la sesión fi-nal del congreso anual del partido, Hasan Nasrallah presentó el nuevo documento político de Hizbullah, el segundo tras la Epístola abierta a los oprimidos de Líbano y del mundo, hecha pública en 1985 y en la que se anunciaba oficialmente la crea-ción de esta formación –aunque nació en

Nasrallah anuncia el nuevo Documento Político de Hizbullah

1982– y de su rama armada al-Muqawa-ma al-Islamiyya (La Resistencia Islámica). Es un nuevo texto de refundación política del movimiento, y de ahí su importancia. En este congreso, el partido también hizo algunos cambios organizativos en función de las transformaciones experimentadas por la formación en los últimos años, y eli-gió a los miembros de la Asamblea Con-sultiva.

El nuevo “Documento Político” (al-Wathi-qa al-Siyasiyya) de Hizbullah recoge la visión del partido sobre cuestiones gene-rales sin entrar en detalles, estrategias ni mecanismos que sí se incluirán en progra-mas que publicará próximamente. Es un documento que muestra la evolución del partido: la referencia al Estado islámico ha desaparecido. De hecho, si el de 1985 hablaba de la “pertenencia islámica”, el de ahora se encamina hacia la “libanización” del partido, y si el primero expresaba el compromiso del partido con el “régimen islámico”, en el de 2009 el compromiso es con el sistema de democracia consen-sual, en cuyo marco Hizbullah se ha pre-sentado a las elecciones parlamentarias desde 1992 y participa, desde 2005, en los gobiernos que se han sucedido en el país. Para Hizbullah, este sistema “plas-ma el espíritu de la Constitución”. Pero esa democracia consensual es el pilar fundamental mientras el sistema político libanés siga basándose en el confesiona-lismo, algo que Hizbullah y otras fuerzas políticas consideran el principal obstáculo para la reforma. Al mismo tiempo, el do-cumento mantiene un equilibrio entre el Hizbullah que actúa como fuerza política libanesa y el que actúa como movimiento con preocupaciones que van más allá de las fronteras libanesas (cuestión palesti-na, Irán, rechazo categórico de la hege-monía estadounidense y apuesta por la

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Atalaya Sociopolítica Atalaya Sociopolítica Casa Árabe 09

División confesional de la población

División confesional de los ministerios

resistencia como medio para hacer frente a Israel).

La visión que tiene esta formación política del futuro de Líbano y de la zona parte de la hipótesis de que el “proyecto estado-unidense” en Oriente Medio ha fracasado debido a varios motivos: la guerra de julio de 2006, los éxitos de la resistencia en Líbano y las derrotas políticas de EEUU en la zona. Esto ha provocado el declive de la unipolaridad y del control de EEUU y, a su vez, el comienzo de la decadencia del “ente sionista”, que se observa en la crisis económica y en el surgimiento de nuevas potencias económicas y políticas regionales. Según el documento, esas transformaciones internacionales se de-berían, en gran parte, a la actuación de los movimientos de resistencia.

La propia resistencia libanesa se ha trans-formado igualmente: de “poder liberador” ha pasado a ser un “factor de equilibrio”, y de “poder combatiente” se ha trans-formado en fuerza “de defensa y disua-sión”, además de desempeñar un papel político en la construcción del Estado. La visión política de Hizbullah sobre Líbano se estructura en torno a varios epígrafes: patria, resistencia, Estado y sistema po-lítico, relaciones palestino-libanesas, los vínculos árabes, las relaciones islámicas y las relaciones internacionales. Hizbullah cree en un Líbano unificado, soberano, libre, independiente, fuerte y capaz, que desempeñe un papel activo en la región, y que contribuya a dibujar el presente y el futuro de la zona.

Afirma que, dadas las agresiones israe-líes y la permanente amenaza que repre-sentan, la “resistencia es una necesidad nacional” que debe participar en la defen-sa del país junto con el ejército.

El Estado, según Hizbullah, debe preser-var las libertades públicas, buscar la uni-dad nacional, proteger a sus ciudadanos, su soberanía, debe tener un “ejército na-cional fuerte y preparado”, con institucio-nes modernas, con una representación parlamentaria justa, sin clientelismos, que luche contra la corrupción y con separa-ción de poderes, que se preocupe de los jóvenes y consolide el papel de las mu-jeres.

Defiende un diálogo directo entre palesti-nos y libaneses que persiga la concesión de derechos sociales y civiles a los refu-giados palestinos en territorio libanés, una responsabilidad que nunca ha asumido el Estado.

Los vínculos árabes de Líbano se estruc-turan en torno a dos cuestiones funda-mentales y estrechamente relacionadas: la cuestión palestina y el conflicto con Israel; mientras que las relaciones islá-micas deben basarse en la cooperación

para poder superar los conflictos secta-rios “fabricados” e instrumentalizados que amenazan la cohesión. En el ámbito de las relaciones internacionales, Hizbullah apunta a EEUU como “el enemigo de nuestra nación y nuestros pueblos” por sus planteamientos hegemónicos y su apoyo a Israel, con el que Hizbullah re-chaza cualquier compromiso o reconoci-miento de su legitimidad.

La cuestión del confesionalismo político (al-ta’ifiyya al-siyasiyya)

El confesionalismo político libanés ha sido y es una de las características del Estado y supone la representación de to-das las confesiones en las instituciones y en la administración en función de su peso e influencia. Está estipulado en la Constitución y en la Ley Electoral, ha sido ratificado por el Acuerdo de Taif de 1989, que puso fin a la guerra civil e inauguró la Segunda República libanesa, y está in-cluido en el Acuerdo de Doha, que puso término a la paralización de las institucio-nes del Estado en 2008. Pero si el objeti-vo del confesionalismo político era evitar conflictos interconfesionales y crear un consenso nacional, lo cierto es que favo-reció el clientelismo, debilitó a los partidos políticos y facilitó que el país se deslizara hacia una larga guerra civil desde 1975 hasta la firma del Acuerdo de Taif. Aho-ra bien, la enmienda introducida en 1990 al artículo 95 de la Constitución estipula que: “el Parlamento, elegido de forma equitativa entre musulmanes y cristianos, debe adoptar las medidas convenientes para suprimir el confesionalismo político de forma progresiva y crear un organismo nacional presidido por el presidente de la República y formado por el presidente del Parlamento, el primer ministro y persona-lidades políticas, intelectuales y sociales”. La tarea de ese organismo sería “estudiar y proponer los mecanismos que garan-ticen la abolición del confesionalismo, presentarlos al Parlamento y al Consejo de Ministros y hacer un seguimiento de la aplicación progresiva”. En la etapa de transición debe haber una representación justa de las diferentes confesiones en el consejo de ministros, se debe abolir el principio de representación confesional y adoptar el de la especialización y la ca-pacitación en los cargos públicos, en la justicia, en las instituciones militares y de seguridad y en las instituciones públicas.

Pues bien, para algunos políticos libane-ses esa etapa ha llegado: ya hay un Par-lamento elegido de forma equitativa y un consejo de ministros en el que hay una representación justa de las confesiones mayoritarias, por ello se debe proceder a la abolición del confesionalismo político. El Documento Político de Hizbullah cali-fica el confesionalismo como “el principal problema en el sistema político libanés,

que impide su reforma, desarrollo y mo-dernización”; su abolición “es la condición básica para la aplicación del principio de la mayoría y la minoría” y la manera de superarlo es el diálogo nacional. Por otros motivos, pero con el mismo objetivo, el presidente del Parlamento, Nabih Berri (Movimiento Amal), lanzó una propuesta el pasado mes de noviembre para supri-mir el confesionalismo político que abrió realmente el debate sobre el tema en el país. Berri señaló que había un gobierno de unidad nacional y un parlamento elec-to y representativo, de forma equitativa, de todas las fuerzas políticas, y basó sus argumentos en el Art. 95 de la Constitu-ción libanesa, que estipula la abolición del confesionalismo político considerándolo un hecho excepcional y temporal. Ese mismo Art. 95 de la Constitución libanesa, inspirada en la francesa e influida por esta potencia, establece que los puestos civiles y militares de la administración se deben repartir entre las diferentes con-fesiones religiosas, mientras que la Ley Electoral fija un sistema de reparto confe-sional de los escaños en función del peso de las diferentes confesiones. El siguiente paso dado por Berri fue proponer que el Parlamento creara un organismo nacional para acometer esa tarea.

Hasta el propio presidente, Michel Su-leyman, se ha pronunciado al respecto señalando que la supresión del confesio-nalismo político, una de las tareas ineludi-bles del nuevo gobierno, debe preservar el pluralismo y la paridad, y por lo tanto el “pacto de vida en común” que caracteriza

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Relaciones “fraternales” con Siria: al-Asad recibe a al-Hariri

a Líbano y legitima sus instituciones (al-Hayat, 2-12-2009).

Tampoco se han mantenido al margen las autoridades religiosas: el vicepresidente del Consejo Superior Islámico Shií, Ab-delamir Qublan, y el sheyj Na‘im Hasan (druso) han apoyado la creación del Or-ganismo Nacional para la Supresión del Confesionalismo Político, para que “todos los libaneses tengan los mismos derechos y deberes” (al-Hayat, 27-11-2009).

En este contexto debe enmarcarse tam-bién la propuesta de Walid Jumblatt, diri-gente de la comunidad drusa, que apoya completamente el llamamiento de Berri a la supresión del confesionalismo político considerándolo una “reivindicación his-tórica de las fuerzas vanguardistas” (al-Nahar, 13-01-2010) y la culminación de la independencia del país. Jumblatt, ade-más, propone la alternancia en las presi-dencias para suprimir la vieja costumbre de reparto de los centros de poder e in-fluencia entre determinadas confesiones marginando a otras, y la creación de un senado con una representación justa y equilibrada de las confesiones.

Todo ello, frente a las reticencias de otros dirigentes y formaciones políticas, es-pecialmente los cristianos, como Samir Geagea, líder de las Fuerzas Libanesas, para quien ese llamamiento es apresu-rado y susceptible de provocar más pro-blemas en el país, ya que los requisitos previos para el debate serían la existencia de un Estado con capacidad y autoridad sobre todo el territorio y la desaparición de las milicias armadas, en referencia al

armamento de Hizbullah (al-Quds, 14-01-2010).

Sin duda, las cuestiones del confesionalis-mo político y del armamento de Hizbullah ocuparán en la nueva etapa que ahora se inicia un gran espacio en los debates públicos libaneses, mientras el gobierno y la diplomacia libanesa se aprestan a acometer otra de las grandes tareas: el acercamiento con Damasco.

Las relaciones con el hermano sirio

El comunicado ministerial dedicaba un apartado a las relaciones “fraternales” con Siria, a la necesidad de elevarlas de nivel, de forma que estuvieran en conso-nancia con los vínculos históricos y cul-turales entre ambos países. El viaje de Saad al-Hariri a Damasco, el 19 y 20 de diciembre –posterior a la visita oficial de Hariri a Arabia Saudí– para “normalizar” las relaciones de forma que contribuyan a la estabilidad interna libanesa, después de unos años de tensas relaciones tras la retirada del ejército sirio en 2005, era algo “natural” tras el acercamiento producido entre Siria y Arabia Saudí, tal y como se-ñala el analista Walid Shuqayr (al-Hayat, 11-12-2009). Pero además, la visita era muy esperada, teniendo en cuenta que el Bloque 14-Marzo ha acusado a Siria de estar detrás del asesinato de Rafiq Hariri, padre de Saad, el 14 de febrero de 2005 en Beirut.

El 13 de diciembre de 2005, el gobierno libanés pidió a las Naciones Unidas que establecieran un tribunal de carácter in-ternacional para enjuiciar a todos los pre-

suntos responsables del atentando, en el que además de Rafiq Hariri murieron otras 22 personas. Ambas partes negociaron un acuerdo sobre el establecimiento de un Tribunal Especial para Líbano cuyas disposiciones y Estatuto entraron en vigor en junio de 2007.Así, sobre las relaciones planeará la som-bra de la investigación del asesinato del ex primer ministro, un dossier que avanza lentamente el fiscal general, Daniel Belle-mare, no ha presentado todavía ninguna lista de imputados un año después de que se iniciaran los trabajos del Tribunal Es-pecial para Líbano y con muchos tropie-zos, como, por ejemplo, las cada vez más numerosas dimisiones de funcionarios adscritos al Tribunal: dos relatores, el jefe del departamento de investigaciones, la portavoz oficial y uno de los once jueces que componen el tribunal.

Será difícil que Siria se desvincule de la política interna libanesa. De hecho, Siria ya está interviniendo en los debates públi-cos libaneses a propósito de la resolución 1559, pidiendo la abolición de dicha reso-lución que exige el desarme de todas las milicias libanesas y no libanesas, es decir las facciones palestinas.

Queda la incógnita, que el tiempo resol-verá, sobre cómo se establecerán las re-laciones entre el nuevo gobierno libanés y Siria, vehiculadas a través del Consejo Superior Sirio-Libanés creado en 1993. Así pues, la visita de Hariri a Damasco ha estado revestida de una vital impor-tancia, no sólo simbólica, para, quizás, iniciar una nueva etapa en esas relacio-nes “fraternales”.

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Atalaya Sociopolítica Atalaya Sociopolítica Casa Árabe 11

Cinco meses después de las elecciones parlamentarias, celebradas el 7 de junio, y tras muchos acuerdos, desacuerdos, discusiones y maniobras, se ha formado un nuevo gobierno libanés de 30 miembros (15 de la mayoría liderada por Hariri, 10 para la oposición liderada por Hizbullah y 5 designados por el presidente Michel Suleyman) con 19 caras nuevas y 11 ministros procedentes del anterior gobier-no de Fuad Siniora. El Bloque 14 de Marzo, con mayoría parlamentaria, está formado por: Corriente del Futuro, Fuerzas Libanesas, Falanges Libanesas, Partido Progresista Socialista (que se retiró del Bloque tras las elecciones) y Ramgafar (armenios); la oposición, agrupada en el Bloque Fuerzas 8 de Marzo, incluye a Hizbullah, Amal, Cambio y Reforma, Tashnag (armenios), Frente de Acción Islá-mica, Corriente al-Marada (cristianos) y Corriente Unionista (drusos).

Distribución de carteras según jefaturas y tendencias:

1.Corriente del Futuro (Bloque 14-M) de Saad al-Hariri: 7 ministerios. Presidencia (Saad al-Hariri), Finanzas (Rayya al-Hasan Haffar, una de las dos mujeres del gabinete), Educación (Hasan Mnaymnah), Medioambiente (Muhammad Rahhal), Información (Tareq Mitri), ministro de Estado (Jean Ogassapian), de Estado (Michel Pharaon).

2.Presidencia de la República (Michel Suleyman): 5 ministerios. Interior (Ziyad Barud), Defensa (Elias al-Murr, vice primer ministro), ministra de Estado (Mona ‘Afeish), y dos ministros de Estado (Adnan al-Sayyed Huseyn y Adnan al-Qassar).

3.Cambio y Reforma, de Michel Aoun (Oposición): 5 ministerios. Telecomunicaciones (Charbel Nahhas); Turismo (Fadi Abbud), Indus-tria (Ibrahim Dadayan, del partido armenio Tashnag), Energía (Yubran Basil, pariente de Aoun), ministro de Estado (Yusuf Saada, del Movimiento Marada).

4.Partido Progresista Socialista, de Walid Yumblat: 3 ministerios. De Expatriados (Akram Shuhayib), Obras Públicas (Gazi al-Aridi) y ministro de Estado (Wail Abu Faour).

5.Harakat Amal, de Nabih Berri (Oposición): 3 ministerios. Exteriores (Ali al-Shami), Sanidad (Muhammad Yawad Jalifa), Juventud y Deportes (Ali Huseyn Abdallah).

6.Fuerzas Libanesas (Bloque 14-M), de Samir Geagea: 2 ministerios. Justicia (Ibrahim al-Nayyar) y Cultura (Salim Warda).

7.Independientes (Bloque 14-M): 2 ministerios. Trabajo (Butros Harb) y Economía (Muhammad al-Safadi).

8.Hizbullah, de Hasan Nasrallah (Oposición): 2 ministerios. Agricultura (Huseyn al-Hayy Hasan) y ministro de estado de Desarrollo Administrativo (Muhammad Fnish).

9.Falanges (Bloque 14-M), de Amin Gemayel: 1 ministerio. Asuntos Sociales (Salim al-Sayegh).

La distribución confesional es la siguiente: 6 shiíes, 6 maronitas, 6 sunníes, 4 ortodoxos, 3 drusos, 3 católicos y 2 armenios.Presidencia: 2 ortodoxos, 1 maronita, 1 sunní, 1 shií.Corriente del Futuro: 4 sunníes, 1 armenio, 1 ortodoxo, 1 católico.Hay 15 musulmanes y 15 cristianos.

Fuentes

Corm, George. El Líbano contemporáneo: historia y sociedad. Barcelona: Bellaterra, 2006.Karma, Karam y Catusse, Myriam. Lubnan al-Ta’if bi-hayat ilá l-islah. Arab Reform Initiative, diciembre 2009. http://arab-reform.net/IMG/pdf/Lebanon_Country_Report_2009_Arabic.pdf Martín Muñoz, Gema. El Estado árabe. Crisis de legitimidad y contestación islamista. Barcelona: Bellaterra, 2000. www.echobeirut.com/news.php?action=show&id=3446 (Texto íntegro del Comunicado Ministerial)www.almanar.com.lb/NewsSite/NewsDetails.aspx?id=113293&language=ar (Texto íntegro del Documento Político de Hizbullah)www.almanar.com.lb/NewsSite/NewsDetails.aspx?id=113489&language=es(Texto íntegro del Documento Político de Hizbullah en español)www.ansar.org/arabic/moqawamah41.htm (Texto íntegro de la Epístola Abierta a los Oprimidos de Líbano y del mundo)www.al-bab.com/arab/docs/lebanon/taif.htm (Acuerdo de Taif)www.nowlebanon.com/NewsArchiveDetails.aspx?ID=44023 (Acuerdo de Doha)http://international.daralhayat.com/internationalarticle/85200 (Análisis de Walid Shuqayr) http://qifanabki.com/ (Influyente blog del analista político Elias Muhanna)

Page 12: Atalaya sociopolítica de Casa Árabe nº 09

Atalaya SociopolíticaCasa Árabe Atalaya Sociopolítica12

PerfilesMuhammad Mahdi Akef. El adiós del séptimo guía general de los Hermanos Musulmanes de Egipto.

Nació el 12 de julio de 1928, año de la fundación de los Hermanos Musulmanes, en Kafr Awad al-Seneita, en la provincia de Daqahliya, ubicada en el delta del Nilo. Cursó los estudios primarios en al-Mansura y los secundarios en la escuela Fuad I de El Cairo. Ingresó en el Instituto Superior de Educación Física, estudios que concluyó en 1950 antes de comenzar a trabajar como profesor en la escuela secundaria Fuad I. Cuando entró en contacto con los Herma-nos Musulmanes, en 1940, el grupo estaba liderado todavía por su fundador, Hasan al-Banna. Fue director de la Sección de Estu-diantes y del Departamento de Educación y Deportes del Centro General de los Her-manos Musulmanes y participó activamen-te en la resistencia contra los británicos. En 1954 fue detenido y sentenciado a pena de muerte, sentenciado por haber participado en el intento de asesinato del presiden-te Gamal Abd el-Naser en Alejandría. La pena fue conmutada por cadena perpetua y, más adelante, en 1974, Akef fue puesto en libertad tras haber pasado veinte años en prisión. Cuando salió de la cárcel viajó a Arabia Saudí, donde trabajó como con-sejero de la Asamblea Mundial de Jóvenes Musulmanes. Residió una temporada en Alemania preparando, junto con Mustafa Mashhur, la creación de la Organización Internacional (al-Tanzim al-Duwali) de los Hermanos Musulmanes, anunciada oficial-mente en 1982. A él se debió la creación del Centro Islámico de Munich. En 1987 fue elegido diputado en el Parlamento egipcio. En 1996 fue juzgado por un tribunal militar acusado de liderar la Organización Inter-nacional de los Hermanos Musulmanes y condenado a tres años de cárcel. Salió en 1999. En 2004 fue elegido guía general de los Hermanos Musulmanes tras el falleci-miento de Mamun al-Hudaybi, un guía que se caracterizó por sus posicionamientos claramente conservadores y por una pési-ma relación con la estructura internacional de la organización. Akef, guía general hasta enero de 2010, rechaza la violencia, argu-mento que no es nuevo en la organización, y exige al gobierno transparencia y respon-sabilidad política. Bajo su jefatura, los Her-manos Musulmanes han obtenido 88 esca-ños en las últimas elecciones legislativas celebradas entre noviembre y diciembre de 2005, convirtiéndose en la segunda fuerza política del Parlamento, detrás del Partido Nacional Democrático, del presidente Hos-ni Mubarak. Según sus propias palabras, los temas centrales de su política son la defensa de las libertades, la abolición del estado de emergencia y de los tribunales militares y la limitación de los poderes del presidente. Asimismo, ha indicado que uno de sus objetivos principales es la creación

de un Estado islámico, pero puntualiza: “pre-fiero utilizar términos como gobierno legíti-mo o república parlamentaria, dado que, en cualquier caso, el componente islámico está estipulado en la Constitución (…) islámico es lo mismo que civil. En el islam no existe un Estado religioso. Cuando el islam forma par-te de un Estado lo hace a través de los me-canismos que definen el Estado moderno: el pueblo es la fuente de la autoridad, el líder debe ser elegido y debe existir la alternan-cia de poder. Los principios del Estado civil son los principios del islam” (Ahram Weekly, 15-21 de diciembre de 2005). Akef puede considerarse un guía “de transición”. Si bien pertenece a la vieja guardia, también es cier-to que ha defendido una cierta democratiza-ción interna –de hecho ha sido el único guía general que ha sometido su nombramiento a la Shura de la organización internacional siguiendo los estatutos que durante décadas habían sido ignorados–. Su paso por Euro-pa, en las décadas de los setenta y ochenta, le proporcionó unas buenas relaciones con las ramas nacionales de la organización. Es

partidario de la creación de una estructura política tradicional, un partido político reco-nocido oficialmente que pueda participar en el juego democrático, y ha hecho gala de un cierto pragmatismo al no descartar alianzas coyunturales con naseristas o comunistas si la situación lo requería. Pero al mismo tiem-po ha seguido manteniendo unos principios muy conservadores que satisfacían a la vieja guardia, como quedó patente en el proyec-to político que él mismo presentó en enero de 2007, tales como la discriminación de la mujer y del no musulmán en los puestos de poder o la creación de un organismo de ule-mas responsable de supervisar la legislación y adecuarla a la shari‘a. Akef anunció el pa-sado mes de marzo que no se presentaría a la reelección cuando su mandato expirara en enero de 2010. Y así lo ha hecho, siendo el primer guía general que abandona volunta-riamente el cargo. En cualquier caso, Akef ha provocado un debate en el seno de la organización que puede desembocar en un proceso de modernización de sus estructu-ras y cuadros dirigentes.

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Atalaya Sociopolítica Atalaya Sociopolítica Casa Árabe 13

Recep Tayyip Erdoğan, primer ministro turco.

Nació en Qasim Pacha, un barrio popular de Estambul, el 26 de febrero de 1954, en el seno de una familia humilde. Estudió en la Escuela del Imam Jatib, de formación de imames y predicadores, estudios que combinaba con su pasión por el fútbol y el trabajo como vendedor, y llegó a realizar funciones de imam a la temprana edad de 16 años. Tras sus estudios de secundaria, inició su carrera universitaria en la Facultad de Económicas de la Universidad de Marmara. Su paso por el ejército fue algo accidentado, ya que fue expulsado por negarse a cumplir órdenes (se dice que por negarse a afeitarse el bigote, algo que iba en contra de los códigos kemalistas). Se inició en la política en el Partido de Salud Nacional (Millî Selâmet Partisi), fundado en 1972 bajo la jefatura de Necmeddin Erbakan, al que consideraba su progenitor en el terreno político. Ese activismo quedó interrumpido momentáneamente por el golpe de Estado de septiembre de 1980 y la prohibición de partidos. Fue en esos primeros años de activismo político en el partido, donde dirigía la sección juvenil local, cuando conoció a la que sería su esposa, Emine, activista islámica al igual que él. El Partido de Salud Nacional se transformó posteriormente, en función de las prohibiciones, en Partido de la Prosperidad (Refah Partisi) en 1983 y más tarde en Partido de la Virtud (Fazilet Partisi). Dentro del Partido de la Prosperidad, Erdoğan “prosperó” muy rápido: en 1984 era jefe del partido en un suburbio de la parte europea de Estambul, precisamente en la zona que le vio nacer; en 1985 se convirtió en presidente de la sección de Estambul y, un año después, en miembro del buró político de esa formación.

En 1995 resultó elegido alcalde de la ciu-dad, con un programa basado en la lucha contra la corrupción. En este cargo adqui-rió bastante popularidad, por su limpieza, transparencia en la gestión y su proxi-midad con el pueblo, y por las medidas que adoptó su consistorio, que llevaron a la ciudad inversiones y visibles mejoras en las infraestructuras. Pero el Tribunal de Seguridad del Estado le condenó en 1999 a cuatro meses de prisión y le pro-hibió ejercer cargos públicos acusándole de incitar al odio religioso por declamar en público unos populares versos turcos: “Nuestros alminares son nuestras lanzas y los fieles nuestros soldados”, perte-necientes al intelectual y pensador Ziya Gökalp, un nacionalista turco fallecido en 1924, paradójicamente fascinado por la Europa occidental.

Al salir de la cárcel, el Tribunal Cons-titucional había dictado la orden de di-solución del Partido de la Virtud. A raíz de esa prohibición, Erdoğan se alejó de

las filas de Erbakan y, en 2001 fundó, junto con algunos de sus compañeros de partido –especialmente los más jó-venes y renovadores, entre ellos Abda-llah Gül–, el Partido Justicia y Desarro-llo (Adalet ve Kalkinma Partisi, AKP), un conglomerado de fuerzas conserva-doras. Erdoğan se apartaba cada vez más de los postulados islamistas de la tendencia de Erbakan, defendiendo la separación entre religión y Estado y la creación de una sociedad moderna en el marco de los valores islámicos, “en los que cree el 99% de los ciudadanos turcos”. Erdoğan partía de una postura “centrista”, uno de los elementos que favoreció el éxito del partido en las elec-ciones de 2002, que ganó por mayoría (363 escaños), formando gobierno en solitario. Erdoğan entró entonces en el Parlamento. Al principio no pudo presidir el gobierno, por su anterior condena y es-tancia en la cárcel, y el cargo lo desempe-ñó Gül, hasta que en marzo de 2003 fue elegido presidente del gobierno. Gobierno “no de un partido religioso sino de un par-tido europeo conservador”, en palabras del propio Erdoğan, visión confirmada por el inicio del proceso de incorporación de Turquía a la Unión Europea, rechazando la intromisión del ejército y garantizando la libertad religiosa. Esto significaba una oposición frontal a la esencia del régimen “laico” turco, que concede atribuciones especiales al ejército y en el que el Es-tado controla la religiosidad (los imames

son funcionarios adscritos a la Oficina de Asuntos Religiosos). Los sectores representantes del laicismo más intransigente, entre ellos el propio ejército y el entonces Presidente, Ahmet Necdet Seze, advirtieron de un “peligro-so retroceso”, y de lo que consideraban “islamización de los cuadros de la admi-nistración”, a lo que Erdoğan respondió afirmando que “los creyentes de este país tienen derecho a practicar la política”. Des-de que llegó a la presidencia del gobierno, Erdoğan ha asegurado en repetidas oca-siones que no representa a un partido reli-gioso, sino que sus objetivos son crear un Estado democrático que separe la religión del Estado, según el modelo europeo, y en el que el Estado no domine a la religión, al contrario del modelo tradicional turco. Con Erdoğan al frente del gobierno, y con su compañero de filas, Abdullah Gül, en la presidencia, Turquía ha avanzado numero-sas e importantes reformas democráticas y ha ido adquiriendo protagonismo e influen-cia en la región de Oriente Medio como ac-tor de mediación en diversos conflictos. En enero de 2010, Erdoğan fue galardonado con el Premio Internacional Rey Faysal de Servicio al Islam que concede la institución saudí del mismo nombre.

Casado con Emine, de ancestros árabes, el matrimonio tiene cuatro hijos: dos chicos (Necmeddin Bilal y Ahmet Burak) y dos chi-cas (Esra y Sümeyye).

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Atalaya SociopolíticaCasa Árabe Atalaya Sociopolítica14

Opinión pública

1. La opinión pública árabe y el cambio climático.

El informe de 2009 publicado por el Foro Árabe para el Medio Ambiente y el Desarrollo sobre el impacto del cambio climático en el mundo árabe incluye una encuesta de opinión, realizada entre febrero-mayo de 2009, cuyo objetivo es analizar el nivel de sensibilidad hacia los temas medioambientales de los habitantes de la región. Los entrevistados fueron voluntarios de los distintos países árabes que contestaron a las preguntas distribuidas por periódicos y medios de comunicación locales cuyos resultados fueron clasificados por el Pan Arab Research Center, un centro asociado de Gallup. Por la metodología aplicada, la muestra de encuestados resultó estar compuesta mayoritariamente por personas que no reflejan proporcionalmente los distintos sectores de la sociedad.

Los resultados de la encuesta indican que la casi totalidad de la población que participó en la encuesta, el 98%, cree que el clima está cambiando y el 89% considera que es a consecuencia de las actividades humanas, como el excesivo uso energético y el agotamiento de los recursos. De hecho, el 64% de los entrevistados considera que la reducción del consumo (principalmente de energía) sería la principal medida a adoptar para atenuar las causas del cambio climático.

El 84% afirma que el cambio climático representa un serio desafío para su país, llegando a un 94% en Marruecos y al 100% en Túnez, pero el 51% de los encuestados opina que los gobiernos no están actuando adecuadamente para tratar el problema, aunque haya muchas diferencias entre los distintos países puesto que, por ejemplo, entre los encuestados procedentes del Golfo hay una visión generalmente menos negativa, con países como Qatar y Omán que apoyan la labor de sus gobiernos con el 67% y el 92% de las opiniones favorables respectivamente.

A este propósito, la casi absoluta mayoría, el 94%, considera que su gobierno obtendría beneficios si participara en iniciativas globales sobre el cambio climático.

En su opinión, ¿cuáles son las 3 medidas principales que hay que tomar para reducir el cambio climático?

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llegando a un 94% en Marruecos y al 100% en Túnez, pero el 51% de los encuestados

opina que los gobiernos no están actuando adecuadamente para tratar el problema,

aunque haya muchas diferencias entre los distintos países puesto que, por ejemplo,

entre los encuestados procedentes del Golfo hay una visión generalmente menos

negativa, con países como Qatar y Omán que apoyan la labor de sus gobiernos con el

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El 84% afirma que el cambio climático representa un serio desafío para su país,

llegando a un 94% en Marruecos y al 100% en Túnez, pero el 51% de los encuestados

opina que los gobiernos no están actuando adecuadamente para tratar el problema,

aunque haya muchas diferencias entre los distintos países puesto que, por ejemplo,

entre los encuestados procedentes del Golfo hay una visión generalmente menos

negativa, con países como Qatar y Omán que apoyan la labor de sus gobiernos con el

67% y el 92% de las opiniones favorables respectivamente.

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2. Yemen y las relaciones con Occidente.

Considerando el aumento de la atención internacional hacia Yemen, Gallup publica los datos recogidos entre agosto y septiembre de 2009 sobre las actitudes de los yemeníes hacia Occidente. Estos revelan cómo la mayoría de la población entrevistada, el 53%, cree que una mayor interacción entre el mundo musulmán y occidental sería provechosa y el 59% considera que la calidad de estas relaciones es importante para ellos. Como la mayoría de la población en la región árabe, el 56% de los yemeníes también considera que los conflictos violentos entre el mundo islámico y el occidental se pueden evitar, aunque el 71% de los entrevistados piense que en este momento las relaciones no van por buen camino y el 55% crea que van a empeorar.

3. La Liga Árabe y el liderazgo estadounidense en 2009.

El centro de investigaciones Gallup realizó a lo largo de 2009 dos encuestas entre la población de los países miembros de la Liga Árabe centradas en la opinión sobre el liderazgo estadounidense y pone de manifiesto que los índices de aprobación han aumentado en 10 de los 12 países en los que se han realizado las entrevistas. Las diferencias más considerables se pueden apreciar en Bahrein, Mauritania, Kuwait y Comores, cuya aprobación ha aumentado entre 33 y 15 puntos porcentuales desde la primera encuesta, de febrero-marzo, a la segunda, realizada entre julio y septiembre, aunque hay también dos países cuya opinión ha empeorado, Argelia (-4) y Arabia Saudí (-3). Además, junto a este último, hay otros cuatro países, Líbano, Marruecos, Palestina y Yemen, cuya mayoría sigue expresando su desaprobación hacia la labor de la administración estadounidense.

En su opinión, ¿pueden ser evitados los conflictos entre el mundo musulmán y occidente?

En su opinión, ¿cuáles de estos elementos se verá más afectado por el cambio climático?

La mayoría de los encuestados cree que el ámbito que se verá más afectado por el cambio climático será el de la salud, aunque en Yemen el 81% de la población considera que serán el agua potable y los alimentos.

Los que menos sensibilizados están sobre el tema del cambio climático son los sirios, de los que un 11% declara no comprender lo que es el cambio climático, y los marroquíes con un 8%.

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3. La Liga Árabe y el liderazgo estadounidense en 2009.

El centro de investigaciones Gallup realizó a lo largo de 2009 dos encuestas entre

la población de los países miembros de la Liga Árabe centradas en la opinión sobre el

liderazgo estadounidense y pone de manifiesto que los índices de aprobación han

aumentado en 10 de los 12 países en los que se han realizado las entrevistas. Las

diferencias más considerables se pueden apreciar en Bahrein, Mauritania, Kuwait y

Comores, cuya aprobación ha aumentado entre 33 y 15 puntos porcentuales desde la

primera encuesta, de febrero-marzo, a la segunda, realizada entre julio y septiembre,

aunque hay también dos países cuya opinión ha empeorado, Argelia (-4) y Arabia

Saudí (-3). Además, junto a este último, hay otros cuatro países, Líbano, Marruecos,

Palestina y Yemen, cuya mayoría sigue expresando su desaprobación hacia la labor de

la administración estadounidense.

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Atalaya SociopolíticaCasa Árabe Atalaya Sociopolítica16

Porcentaje de las respuestas favorables a la labor del liderazgo de EEUU

El papel de EEUU

En estos datos se observa cómo la administración Obama mantiene la tendencia iniciada por la administración Bush de recibir el más alto nivel de apoyo en los países del África Subsahariana (Yibuti, Mauritania y Comores). Es curioso observar que estos datos fueron recogidos después del discurso que el Presidente Obama pronunció en El Cairo (junio 2009), y esto podría explicar el aumento de opiniones favorables, pero también hay que considerar cómo, al mismo tiempo, ha habido un representativo aumento en el número de encuestados que no han sabido expresar su opinión sobre el asunto, pasando por ejemplo de 8 a 17% en Bahrein, del 6 al 20% en Yemen y del 4 al 9% en Marruecos.

4. Actualidad palestina.

La institución Arab World for Research and Development realizó una encuesta el pasado mes de diciembre en Gaza y Cisjordania sobre diversos temas de la actualidad palestina. La consulta pone de manifiesto que el 68% de los palestinos encuestados cree, total o parcialmente, que las negociaciones han fracasado y que el proceso de paz se encuentra en un callejón sin salida. El 19% no está de acuerdo con esta consideración y el 9,8% no lo está parcialmente. Una mayoría (51,3%) de los 1200 encuestados opina que actualmente se encuentran más lejos de alcanzar su objetivo de crear un Estado palestino que hace 18 años; un 26,6% opina que están más cerca de conseguirlo y un 26,6% no dio ninguna respuesta. En relación con los acontecimientos que han tenido lugar este año, un 67,3% tiene menos esperanza en el proceso de paz que hace un año, mientras que un 27,7% tiene más esperanza.

Respecto a los grupos involucrados en el conflicto, el 67,1% cree que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se propone seriamente acabar con la ocupación y establecer un Estado palestino pero no lo considera así un 27,8%. Respecto a Hamás, el 44,8% opina que se propone seriamente alcanzar este objetivo frente al 46,4% que no lo cree. En cuanto a Israel y EEUU, el 94,4% y el 87,2%, respectivamente, creen que no están comprometidos con este objetivo. Naciones Unidas, los países árabes y la UE no obtienen mejores resultados que los anteriores, ya que un 73,9%, un 68,3% y un 68,6% (respectivamente) opinan que estos organismos no se proponen seriamente acabar con la ocupación y crear un Estado palestino.

¿Cree que EEUU es neutral en las negociaciones entre palestinos e israelíes?

¿Cree que EEUU ayudará a poner fin a la ocupación israelí y a crear un Estado palestino?

¿Cree que la administración Obama es capaz de ayudar a los palestinos a poner fin a la ocupación y a crear un Estado independiente?

consideración y el 9,8% no lo está parcialmente. Una mayoría (51,3%) de los 1200

encuestados opina que actualmente se encuentran más lejos de alcanzar su objetivo de

crear un Estado palestino que hace 18 años; un 26,6% opina que están más cerca de

conseguirlo y un 26,6% no dio ninguna respuesta. En relación con los

acontecimientos que han tenido lugar este año, un 67,3% tiene menos esperanza en el

proceso de paz que hace un año, mientras que un 27,7% tiene más esperanza.

Respecto a los grupos involucrados en el conflicto, el 67,1% cree que la

Autoridad Nacional Palestina (ANP) se propone seriamente acabar con la ocupación y

establecer un Estado palestino pero no lo considera así un 27,8%. Respecto a Hamás,

el 44,8% opina que se propone seriamente alcanzar este objetivo frente al 46,4% que

no lo cree. En cuanto a Israel y EEUU, el 94,4% y el 87,2%, respectivamente, creen

que no están comprometidos con este objetivo. Naciones Unidas, los países árabes y

la UE no obtienen mejores resultados que los anteriores, ya que un 73,9%, un 68,3% y

un 68,6% (respectivamente) opinan que estos organismos no se proponen seriamente

acabar con la ocupación y crear un Estado palestino.

El papel de EEUU

¿Cree que EEUU es neutral en las

negociaciones entre palestinos e

israelíes?

¿Cree que EEUU ayudará a poner fin a

la ocupación israelí y a crear un Estado

palestino?

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13%

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No

NS/NC

consideración y el 9,8% no lo está parcialmente. Una mayoría (51,3%) de los 1200

encuestados opina que actualmente se encuentran más lejos de alcanzar su objetivo de

crear un Estado palestino que hace 18 años; un 26,6% opina que están más cerca de

conseguirlo y un 26,6% no dio ninguna respuesta. En relación con los

acontecimientos que han tenido lugar este año, un 67,3% tiene menos esperanza en el

proceso de paz que hace un año, mientras que un 27,7% tiene más esperanza.

Respecto a los grupos involucrados en el conflicto, el 67,1% cree que la

Autoridad Nacional Palestina (ANP) se propone seriamente acabar con la ocupación y

establecer un Estado palestino pero no lo considera así un 27,8%. Respecto a Hamás,

el 44,8% opina que se propone seriamente alcanzar este objetivo frente al 46,4% que

no lo cree. En cuanto a Israel y EEUU, el 94,4% y el 87,2%, respectivamente, creen

que no están comprometidos con este objetivo. Naciones Unidas, los países árabes y

la UE no obtienen mejores resultados que los anteriores, ya que un 73,9%, un 68,3% y

un 68,6% (respectivamente) opinan que estos organismos no se proponen seriamente

acabar con la ocupación y crear un Estado palestino.

El papel de EEUU

¿Cree que EEUU es neutral en las

negociaciones entre palestinos e

israelíes?

¿Cree que EEUU ayudará a poner fin a

la ocupación israelí y a crear un Estado

palestino?

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13%

83%

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No

NS/NC

¿Cree que la administración Obama es capaz de ayudar a los palestinos a poner fin a la

ocupación y a crear un Estado independiente?

Aún así, el 54,2% de los encuestados opina que las negociaciones siguen siendo

el mejor método para poner fin a la ocupación; el 40,5% no lo cree así. Pero se dan

ciertos matices: el 66% cree que las negociaciones tal y como se han desarrollado hasta

ahora serán ineficaces, mientras que el 31,8% cree que serán eficaces. Pero el 58,7%

opina que unas negociaciones bajo nuevas y más equilibradas condiciones serían más

efectivas, mientras que el 36% no lo cree así. El 42,3% considera que hay que recurrir a

un levantamiento popular no violento; el 53,4% no opina así. Por el contrario, el 45,8%

cree que lo más conveniente sería recurrir a ataques armados, frente al 49,8% que se

opone a esta opción. El 55,5% considera que lo más práctico sería combinar las

negociaciones con un levantamiento popular (el 40,2% no lo cree así) y el 46,9 opina

que las negociaciones deben ir acompañadas de ataques armados (frente al 48% que no

está de acuerdo con esta opción).

Una amplia mayoría (72%) no está a favor de desmantelar la ANP para permitir

el control internacional sobre Gaza y Cisjordania, pero un 23% sí apoya esta opción. Un

porcentaje menor (61%) se opone a acabar con la ANP para reconstruir el movimiento

de resistencia pero un 44,2% está a favor de esta opción. En un tercer supuesto, un

17,2% estaría a favor de crear una confederación entre Cisjordania y Jordania, por una

parte, y entre Gaza y Egipto, por otra, mientras que un 76% descarta esta opción total o

parcialmente.

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Atalaya Sociopolítica Atalaya Sociopolítica Casa Árabe 17

Aún así, el 54,2% de los encuestados opina que las negociaciones siguen siendo el mejor método para poner fin a la ocupación; el 40,5% no lo cree así. Pero se dan ciertos matices: el 66% cree que las negociaciones tal y como se han desarrollado hasta ahora serán ineficaces, mientras que el 31,8% cree que serán eficaces. Pero el 58,7% opina que unas negociaciones bajo nuevas y más equilibradas condiciones serían más efectivas, mientras que el 36% no lo cree así. El 42,3% considera que hay que recurrir a un levantamiento popular no violento; el 53,4% no opina así. Por el contrario, el 45,8% cree que lo más conveniente sería recurrir a ataques armados, frente al 49,8% que se opone a esta opción. El 55,5% considera que lo más práctico sería combinar las negociaciones con un levantamiento popular (el 40,2% no lo cree así) y el 46,9 opina que las negociaciones deben ir acompañadas de ataques armados (frente al 48% que no está de acuerdo con esta opción).

Una amplia mayoría (72%) no está a favor de desmantelar la ANP para permitir el control internacional sobre Gaza y Cisjordania, pero un 23% sí apoya esta opción. Un porcentaje menor (61%) se opone a acabar con la ANP para reconstruir el movimiento de resistencia pero un 44,2% está a favor de esta opción. En un tercer supuesto, un 17,2% estaría a favor de crear una confederación entre Cisjordania y Jordania, por una parte, y entre Gaza y Egipto, por otra, mientras que un 76% descarta esta opción total o parcialmente. Respecto a la evaluación de las condiciones de vida, los resultados son los siguientes:

Respecto a la evaluación de las condiciones de vida, los resultados son los

siguientes:

Libertad de

prensa y de

expresión

Respeto de los

DDHH

Libertades

personales

Transparencia de

la administración

Buena 23,2% 17,4% 23,2% 38,7%

Media 32% 28,4% 30,8% 25%

Débil 41,6% 52,4% 44,1% 27,9%

NS/NC 3,2% 1,8% 1,8% 8,4%

DOCUMENTA

1. La sociedad civil de Darfur. Mientras se retrasa de nuevo la reanudación de

conversaciones entre el gobierno sudanés y los grupos armados de Darfur -aplazadas

sine die a la espera de la unificación de los grupos de oposición–, Doha acogió la

reunión consultiva de las organizaciones de la sociedad civil darfurí entre el 17 y el 20

de noviembre de 2009. Los representantes de la sociedad civil de esta provincia

occidental sudanesa centraron sus diálogos en la construcción de la paz y de la justicia

duradera en Darfur y el papel de la sociedad civil en el proceso de paz. Esta reunión

consultiva partía de unos determinados principios fundamentales: Darfur como parte

inseparable de un Sudán unificado; la cuestión de Darfur como una cuestión política,

con dimensiones sociales y económicas que únicamente puede resolverse a través del

diálogo; la unidad de la población de Darfur como requisito para solucionar la crisis; la

paz social como base indispensable para la paz política y la necesaria participación de la

sociedad civil darfurí en la resolución del conflicto. Los diálogos mantenidos abordaron

las cuestiones siguientes: las disposiciones en materia de seguridad y el abandono de las

armas (alto el fuego inmediato y total; fin del acoso a los desplazados y a los

campamentos; asegurar los corredores humanitarios; no militarización de niños;

reinserción en la vida civil de los elementos armados; la situación de las mujeres

combatientes; despliegue de tropas de Naciones Unidas; activar el papel de las jefaturas

y administraciones locales; asegurar las fronteras…); el reparto equitativo del poder y la

riqueza y el desarrollo económico y social (desarrollar los servicios; discriminación

positiva; programas estratégicos de desarrollo de dimensiones nacionales;

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Atalaya SociopolíticaCasa Árabe Atalaya Sociopolítica18

1. La sociedad civil de Darfur.

Mientras se retrasa de nuevo la reanudación de conversaciones entre el gobierno sudanés y los grupos armados de Darfur -aplazadas sine die a la espera de la unificación de los grupos de oposición–, Doha acogió la reunión consultiva de las organizaciones de la sociedad civil darfurí entre el 17 y el 20 de noviembre de 2009. Los representantes de la sociedad civil de esta provincia occidental sudanesa centraron sus diálogos en la construcción de la paz y de la justicia duradera en Darfur y el papel de la sociedad civil en el proceso de paz. Esta reunión consultiva partía de unos determinados principios fundamentales: Darfur como parte inseparable de un Sudán unificado; la cuestión de Darfur como una cuestión política, con dimensiones sociales y económicas que únicamente puede resolverse a través del diálogo; la unidad de la población de Darfur como requisito para solucionar la crisis; la paz social como base indispensable para la paz política y la necesaria participación de la sociedad civil darfurí en la resolución del conflicto. Los diálogos mantenidos abordaron las cuestiones siguientes: las disposiciones en materia de seguridad y el abandono de las armas (alto el fuego inmediato y total; fin del acoso a los desplazados y a los campamentos; asegurar los corredores humanitarios; no militarización de niños; reinserción en la vida civil de los elementos armados; la situación de las mujeres combatientes; despliegue de tropas de Naciones Unidas; activar el papel de las jefaturas y administraciones locales; asegurar las fronteras…); el reparto equitativo del poder y la riqueza y el desarrollo económico y social (desarrollar los servicios; discriminación positiva; programas estratégicos de desarrollo de dimensiones nacionales; infraestructuras; asignación de una cuota justa de los recursos petrolíferos a Darfur; cumplimiento del compromiso adoptado por el gobierno sudanés, la UE, ONU, EEUU y los países donantes con la reconstrucción y el desarrollo de la zona; mecanismos que garanticen la participación justa de los habitantes de Darfur en el poder en los niveles local, provincial, regional y nacional), de la justicia, la reconciliación y el regreso de los desplazados y refugiados; la tierra y la ganadería (apertura de las rutas ganaderas; protección y desarrollo de los recursos naturales y búsqueda de fuentes de energía alternativa), y el papel de la sociedad civil en el proceso de paz. (Texto en árabe de la Declaración de Doha de la Sociedad Civil de Darfur).

Documenta

2. El Consejo Europeo de Asuntos Exteriores y Oriente Medio.

Bajo la presidencia sueca de la Unión Europea, el Consejo Europeo de Asuntos Exteriores se reunió el 8 de diciembre en Bruselas. Entre los temas debatidos y las conclusiones adoptadas aparecen el proceso de paz en Oriente Medio, la situación en Afganistán y la cuestión nuclear iraní. Respecto a estos dos últimos puntos, el Consejo comunica la elaboración de una declaración sobre el programa nuclear iraní y la violación de derechos humanos en este país, mientras que expresa su apoyo al Presidente afgano, Hamid Karzai, en el cumplimiento de sus responsabilidades y evidencia la necesidad de mantener un enfoque integral para resolver los problemas del país, basado en una combinación de herramientas políticas, civiles y militares. Respecto al proceso de paz en Oriente Medio, el Consejo expresa su preocupación por la falta de progresos y hace un llamamiento al reinicio de las negociaciones para que estas lleven, dentro de un marco temporal establecido, a la solución de dos Estados contiguos, independientes y democráticos. Se recuerda además que la Unión Europea no reconocerá ningún cambio respecto a las fronteras anteriores a 1967. Reiterando su apoyo a los esfuerzos de EEUU para la reanudación de las negociaciones de paz, el Consejo subraya la crucial importancia de una activa contribución árabe basada en la Iniciativa de Paz Árabe. En las declaraciones se expresa una especial preocupación por la situación de Jerusalén Este, invitando al gobierno israelí a cesar todas las iniciativas discriminatorias hacia los palestinos en la ciudad, recordando la necesidad de negociar el estatus de Jerusalén como futura capital de dos Estados, y también por la situación en Gaza, para la que pide el pleno cumplimento de las normas humanitarias internacionales. El Consejo considera indispensable, para una resolución pacifica del conflicto árabe-israelí, un enfoque regional.

Las conclusiones del Consejo sobre el Cuerno de África recuerdan la peligrosidad de los conflictos irresueltos en la región y las consecuencias que estos tienen sobre la población y la estabilidad de la zona. Las políticas de la Unión Europea hacia esta parte del mundo se centran en la mediación para la resolución y prevención de conflictos, la implementación de acuerdos de paz y el apoyo a un proceso de democratización de esos países.

Respecto a las conclusiones sobre Iraq, el Consejo reitera su apoyo al desarrollo democrático del país, en particular a la aplicación de la Ley Electoral para las elecciones de 2010, y a los esfuerzos que el país tiene que hacer en el campo de los derechos humanos. El Consejo expresa su satisfacción respecto a la finalización de las negociaciones para el Acuerdo de Asociación y Cooperación entre la Unión Europea e Iraq en noviembre de 2009.

(Texto en inglés sobre el proceso de paz en Oriente Medio, Afganistán y la cuestión nuclear iraní)(Texto en inglés de las conclusiones del Consejo Europeo sobre el Cuerno de África)(Texto en inglés de las conclusiones del Consejo Europeo sobre Iraq)

3. Conferencia Nacional-Islámica.

Comunicado final emitido en la 26ª reunión de la Comisión de Seguimiento de la Conferencia Nacional-Islámica celebrada en Beirut el 12 de diciembre de 2009. La Conferencia fue creada, a mediados de 1994, bajo la idea de unificar las principales tendencias presentes en el mundo árabe e islámico y ser foro de encuentro de pensadores y activistas con el objetivo de unificar la comunidad árabe e islámica, a través del análisis de los retos a los que se enfrentan y de la búsqueda de soluciones. La Comisión de Seguimiento de la Conferencia se reunió en la capital libanesa bajo la dirección del pensador y activista palestino Munir Shafiq (coordinador general de la Conferencia Nacional-Islámica) y con la presencia de los miembros de la Comisión, procedentes de varios países árabes (Líbano, Marruecos, Iraq, Jordania, Egipto, Siria y Argelia). Además de analizar las actividades de este foro, centradas especialmente en desarrollar las relaciones entre las corrientes nacionalista e islamista, la reunión de la Comisión presentó su visión de la situación árabe, regional e internacional. Las recomendaciones finales incluyen llamamientos a la movilización popular y oficial para hacer frente a los peligros que corre la ciudad de Jerusalén y sus santos lugares (las excavaciones que están afectando a la mezquita de al-Aqsa); a la reconciliación de los grupos y facciones palestinas (pide a la Liga Árabe que vuelva a apoyar la resistencia y renueve su compromiso con la causa palestina dejando de lado la iniciativa árabe de paz); considera que el proceso político iraquí es ilegítimo en tanto que se desarrolla bajo la ocupación; exhorta al pueblo y al gobierno libanés a estar preparados para repeler cualquier agresión; exige el alto

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Atalaya Sociopolítica Atalaya Sociopolítica Casa Árabe 19

el fuego en la provincia yemení de Sa‘da entre el régimen y el grupo de al-Huthi; solicita al gobierno sudanés y a todos los actores locales iniciar un diálogo que evite las rupturas y garantice la unidad del país. Asimismo, expresa su preocupación por los combates en Somalia y lanza un llamamiento al gobierno somalí y a las partes implicadas para que acuerden un alto el fuego, logren la independencia total y eviten cualquier injerencia extranjera. El comunicado defiende la libertad de expresión y la existencia de medios de comunicación, libres y profesionales, y reafirma la necesidad de llevar a cabo una reforma política auténtica acabando con los autoritarismos y defendiendo los derechos humanos y la unidad árabe.

(Texto completo en árabe)

4. La Declaración de Juba y las Fuerzas del Consenso Nacional.

Como preámbulo a las próximas elec-ciones presidenciales y parlamentarias sudanesas, previstas para el próximo mes de abril y decisivas para la creación de un nuevo Sudán, las fuerzas políticas de oposición (36 partidos y organizacio-nes) se reunieron en la capital del sur de Sudán, Juba, en septiembre de 2009, invitadas por el Movimiento Popular de Liberación de Sudán (MPLS). El objetivo era crear un frente común que presio-nara al régimen de Jartum con el fin de asegurar la buena marcha de los prepa-rativos para las elecciones y garantizar un proceso electoral y una transforma-ción democrática, tal y como estipula el Acuerdo de Paz Global firmado en 2005 entre el régimen de Jartum, en manos del Congreso Nacional, y el principal partido del sur, el MPLS. Los partidos políticos firmantes de la Declaración de Juba para el diálogo y el consenso nacional, ema-nada del Congreso de Juba, entre los que se encuentran los grandes partidos sudaneses (al-Umma, al-Umma/Refor-ma y Renovación, el Partido Unionista, el Congreso Popular, el Partido Comu-nista y el Movimiento Popular de Libe-ración de Sudán, el Movimiento de Libe-ración de Sudán/Darfur, Partido Ba‘th, el Unionista Democrático Naserista, el Frente del Sur de Sudán…) han pro-tagonizado, desde entonces, marchas pacíficas ante la sede del Parlamento, reivindicando la aplicación del Acuerdo de Paz Global de 2005, la solución de la crisis de Darfur y la aprobación de las le-yes de transformación democrática (ley de seguridad nacional, ley de sindicatos, del referéndum de Abyei y del sur del país, enmiendas de la Ley Electoral, el código penal y la adecuación de todas las leyes a la Constitución). Además de presentar memorandos y organizar ma-nifestaciones pacíficas, estos partidos, agrupados en las Fuerzas de Consenso Nacional (FCN), han trazado una estra-

tegia de cara al proceso electoral reco-gida en la declaración del pasado 17 de enero. En primer lugar, los partidos del FCN han decidido participar en el pro-ceso electoral (excepto el Partido Ba‘th Árabe Socialista) y, en caso de que no se hayan aplicado las reformas necesa-rias en el registro electoral y las leyes de transformación democrática, aceptarán su aplazamiento hasta el próximo mes de noviembre. Para este bloque, la ce-lebración de elecciones libres y transpa-rentes requiere: corregir los fallos en el registro electoral, asegurar la participa-ción de Darfur, anular los artículos de la Ley de Seguridad Nacional y del Código Penal que contravienen la Constitución, la imparcialidad de los órganos del Esta-do, la revisión de los circunscripciones electorales y rectificar las deficiencias del censo.

(Texto en árabe de la Declaración del 17 de enero de 2010 de las Fuerzas de Consenso Nacional sobre las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales)(Texto completo, en árabe, de la Declaración de Juba)(Texto completo, en inglés, de la Declaración de Juba)

5. Conferencia General de Partidos Árabes.

Entre el 11 y el 13 de noviembre de 2009, se celebró en Damasco la 5ª edición de la Conferencia General de Partidos Ára-bes (al-Mu`tamar al-‘Amm li-l-Ahzab al-‘Arabiyya) bajo el eslogan “La decisión árabe independiente”, que reunió a re-presentantes de 107 formaciones políti-cas del mundo árabe. A lo largo de tres días se discutieron cuestiones como la resistencia, el boicot a Israel, la demo-cracia y la reforma. Las sesiones de la conferencia, que fue inaugurada por el presidente sirio, Bashar al-Asad, quien defendió la resistencia “como elemento central de nuestra política y existencia” y la prioridad de la reconciliación palestina, comenzaron con un discurso del intelec-tual y activista palestino Azmi Bishara, centrado en la necesaria independen-cia de la voluntad árabe. El comunicado final de la conferencia plantea las divi-siones y diferencias dentro del mundo árabe debido a la falta de una clarifica-ción de las prioridades en las cuestiones estratégicas; la democracia y la reforma como reivindicación fundamental de las sociedades árabes; la resistencia como instrumento esencial para hacer frente a los retos y amenazas que representan EEUU e Israel; los éxitos de la resistencia frente al fracaso de la solución política; y la reafirmación de la cuestión palestina como la causa central del mundo árabe. Además, los representantes analizaron la situación actual en Líbano, Palestina, Yemen y Somalia.

La Conferencia de Partidos Árabes fue creada en Jordania en 1995 a iniciativa de Sulayman ‘Arar (1934-1998), político, periodista, escritor, hombre de leyes y ex presidente del parlamento jordano, e incluye a partidos en el gobierno y en la oposición y de tendencias muy dispares (nacionalistas, naseristas, islamistas, comunistas, baazistas, etc.). En esta edición, los Hermanos Musulmanes de Siria se negaron a participar debido a la posición del régimen sirio respecto a esta formación y lanzaron un llamamiento a las organizaciones islamistas a boicotear la reunión.

(Comunicado final en árabe)(Comunicado de los Hermanos Musul-manes de Siria sobre la conferencia)

6. Informe anual sobre Derechos Humanos en el mundo árabe en 2009. Elaborado por el Centro de Estudios de Derechos Humanos de El Cairo (Markaz al-Qahira li-Dirasat Huquq al-Insan), organización no gubernamental creada en 1993. El informe, titulado “Un oasis para evitar rendir cuentas y huir del castigo”, y que tiene como objetivo presentar los avances y retrocesos experimentados en el terreno de los derechos humanos desde septiembre de 2008 hasta octubre de 2009, se estructura en tres grandes apartados: los derechos humanos en el mundo árabe, con análisis sobre países con fuerzas de ocupación o con conflictos armados internos (Territorios Palestinos, Iraq, Sudán, Yemen y Líbano), otros englobados bajo el epígrafe “Problemática de los derechos humanos y la democracia” (Egipto, Túnez, Argelia, Marruecos, Siria, Arabia Saudí y Bahrein); los derechos de la mujer; y los gobiernos árabes ante los organismos regionales e internacionales (Liga Árabe y Naciones Unidas).

(Informe completo en árabe)

7. Declaración de Kuwait.

Según el comunicado final de la 30ª Cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo, celebrada en Kuwait el 14 y 15 de diciembre de 2009, los representantes de los países de este organismo analizaron los progresos alcanzados en diversos ámbitos, como el económico (fortalecimiento de la inversión en la zona, los progresos hacia el mercado común de los países del Golfo, la unión aduanera…), el militar y de defensa (la estrategia de defensa de la zona), la lucha antiterrorista, el combate contra la piratería, la cooperación en el terreno de la justicia, los programas estratégicos culturales, la cooperación científica, el cambio climático, el diálogo de civilizaciones, culturas y religiones, el dossier nuclear iraní, la reconciliación árabe, la cuestión

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palestina y las situaciones por las que atraviesan Iraq, Líbano, Somalia y Sudán. Dado que la cumbre tuvo lugar en medio de las crecientes crisis que asolan Yemen (enfrentamiento entre el régimen yemení y el grupo al-Huthí, en el que intervino también el ejército saudí; el separatismo del sur) el comunicado final defiende la unidad territorial y la estabilidad yemení. (Comunicado final en árabe)

8. Alianza de Civilizaciones.

El pasado mes de noviembre, el Centro Marroquí Multidisciplinar de Estudios Estratégicos e Internacionales organizó, en colaboración con la Fundación Espíritu de Fez, la tercera edición del Foro de Fez sobre la Alianza de Civilizaciones y la Pluralidad Cultural. Con un total de 1500 participantes, el evento contó con la presencia de representantes de más

de 60 canales de televisión, además de ministros, periodistas, académicos y especialistas en medios de comunicación. Este foro se articuló temáticamente en torno a cinco mesas redondas sobre los siguientes temas: el papel de los medios de comunicación en las relaciones internacionales contemporáneas; la ambigua relación entre los medios de comunicación; la interacción entre los medios occidentales y los orientales; el papel de los medios en la alianza de civilizaciones y la pluralidad cultural; y los medios de comunicación y las distintas representaciones.

Los participantes destacaron la importan-cia del papel que desempeñan los me-dios en el mundo actual y señalaron que, por lo tanto, hay que evitar la difusión de discursos extremistas e intentar favore-cer el acercamiento entre las sociedades, las culturas y las religiones. Todos los

medios han de guiarse por la transparen-cia y la objetividad y tienen que evitar a toda costa la difusión de mensajes erró-neos. Según un representante del Institut d’Études Politiques de París, “el 80% de la información del mundo está elaborada por un 15% de población”, por lo tanto, quien controle los medios tendrá la ca-pacidad de manipular lo que ocurre en el mundo.

Entre las recomendaciones que se recogieron en el documento final, los asistentes insistieron, una vez más, en la necesidad de crear un Observatorio Mundial de Libros Escolares a través del cual se podrían acercar las sociedades mediante la comprensión de las diferencias y la eliminación de las hostilidades.

(Texto en francés de la Declaración de Fez)(Texto en árabe de la Declaración de Fez)

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Escaparate de libros y revistas

Stig Jarle Hansen, Atle Mesøy y Tuncay Kardas (Eds.). The Borders of Islam. Exploring Samuel Huntington´s Faultlines, from Al-Andalus to the Virtual Ummah. Londres: Hurst, 2009, (388 págs.). Partiendo de la división del mundo en bloques culturales propuesta por Samuel Huntington en su teoría sobre el choque de civilizaciones, y de su predicción sobre los conflictos entre la civilización occidental e islámica, los editores de este libro proponen observar los Estados y las sociedades que conforman las fronteras de esas dos civilizaciones para comprobar si la teoría de Huntington sobre una confrontación global e inevitable entre el islam y las civilizaciones vecinas se puede aplicar a las dinámicas locales y al estudio de casos concretos. Los estudios de caso están agrupados por zonas geográficas: Asia y Oriente Medio (Israel, Palestina, Líbano, Afganistán, Pakistán, Indonesia y Filipinas), África (Nigeria, Somalia, Etiopía y Sudán), pero propone como nuevos territorios fronterizos del islam el estudio de las minorías musulmanas de la “antigua” frontera Europea (Chechenia, Turquía, Bosnia y España) y las nuevas “fronteras” creadas por la globalización y los movimientos migratorios (Gran Bretaña, Francia, países escandinavos y Estados Unidos), sin olvidar la frontera virtual que constituye Internet. La conclusión obvia, más allá de los particularismos de cada uno de los muy diversos casos, era predecible desde el propio planteamiento del libro: las regiones que constituyen las fronteras de la civilización islámica están sometidas a dinámicas mucho más complejas y que trascienden ampliamente los mecanismos propuestos por la teoría del choque de civilizaciones. Aún siendo complejo el delimitar causas comunes a todos los estudios de caso, los editores del libro concluyen, razonadamente, que el lenguaje político moviliza una retórica religiosa que, sin embargo, no puede explicar el conflicto por sí solo, y que razones estructurales de pobreza y fracaso institucional son, verdaderamente, la clave de la violencia.

Madariaga, Maria Rosa de. Abd el-Krim el Jatabi. La lucha por la independencia. Madrid: Alianza Editorial, 2009, (608 págs.). La historiadora y especialista en las relaciones entre España y Marruecos María Rosa de Madariaga presenta en esta obra la trayectoria política del principal protagonista de la resistencia rifeña contra la ocupación española de Marruecos en los años 20 del pasado siglo. La autora analiza el papel desempeñado por Abd el-Krim que, según su visión, es un precursor de los movimientos de liberación nacional de los países colonizados tras la Segunda Guerra Mundial.

Olivier Danino. Le Hamas et l’édification de l’État palestinien. Paris: Karthala, 2009, (300 págs.). Olivier Danino, investigador en el Instituto Francés de Análisis Estratégico, analiza en este estudio la identidad del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), su ideología, objetivos y transformaciones internas desde la creación de la organización en 1989. En sus páginas podemos acercarnos al progresivo ascenso de Hamás y su enfrentamiento ideológico con Fatah y la OLP, su postura ante los Acuerdos de Oslo de 1993 y al debate sobre la participación política, su llegada al poder en la Franja de Gaza en las elecciones de enero de 2006 y cómo ha ejercido su gobierno desde entonces. El autor hace un análisis prospectivo sobre los posibles escenarios para acabar con la crisis palestina y los efectos de la actual situación en el proceso de construcción del Estado palestino.

VV.AA. Contribuciones árabes a las identidades iberoamericanas. Madrid: Casa Árabe-IEAM, 2009, (448 págs.). Este libro es el resultado del seminario, organizado por Casa Árabe y la Secretaría General Iberoamericana en Río de Janeiro en noviembre de 2008, para analizar la realidad de las aportaciones que hicieron los emigrantes árabes de Oriente Medio, a partir de finales del siglo XIX, a la construcción de las identidades nacionales iberoamericanas. Los autores de esta obra ofrecen diferentes enfoques basados en sus distintas procedencias nacionales y académicas, ofreciendo así un panorama completo sobre esta temática.

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Klejda Mulaj (Ed.). Violent Non-State Actors in World Politics. Columbia: Hurst, 2009, (320 págs.). El editor de la presente obra colectiva es profesor de Relaciones Internacionales y Políticas Etno-nacionales en la School of Humanities and Social Sciences de la Universidad de Exeter. Las contribuciones del libro analizan el surgimiento de actores violentos no estatales, en la mayor parte de los casos en Estados fallidos (Afganistán, Somalia), que pueden tomar la forma de frentes nacionales de liberación, que combaten contra fuerzas de ocupación, o de movimientos insurgentes contra gobiernos deslegitimados, o como grupos terroristas que recurren a la violencia para provocar cambios. Así, se trazan los diversos tipos de relaciones que se establecen entre los Estados y los diversos actores violentos no estatales, los procesos políticos, sociales y económicos que dan lugar al surgimiento de esos grupos, las estructuras internas de tales actores, sus estrategias e ideologías y las diferencias y similitudes entre ellos.

VV.AA. The Arabian Gulf: Between Conservatism and Change. Abu Dabi: Emirates Center for Strategic Studies and Research, 2009, (400 págs.). Desde principios del siglo XXI, la región del Golfo ha experimentado transformaciones en los terrenos de la seguridad, la política, la sociedad y la economía que han ejercido una gran presión en los países de la zona que se encuentran frente al dilema de continuar con sus políticas o cambiarlas radicalmente para preservar su continuidad. Tradición frente a modernización o tradición y modernización a un tiempo: mantenimiento de valores y políticas y aspiraciones a desarrollar la participación democrática y popular, reformar sus modelos de desarrollo económico, sus sistemas educativos, el impulso a la creatividad y la progresiva participación política de la mujer. El libro es el resultado de las ponencias presentadas en la 13ª Conferencia Anual del Centro de Emiratos de Estudios Estratégicos e Investigación, celebrada entre el 31 de marzo y el 2 de abril de 2008, e incluye análisis sobre los cambios en las políticas locales del Golfo, la necesaria reforma y la estabilidad de la zona, el concepto de ciudadanía en estos países, la dialéctica conservadores-reformistas en Irán, las opciones de futuro de Iraq, las transformaciones económicas (el final de la dependencia de la mano de obra extranjera, la seguridad de los mercados, la globalización en las economías del Golfo), los medios de comunicación en el Golfo o la modernización de la educación. Una interesante obra colectiva con contribuciones de especialistas árabes y europeos.

Abduh Mujtar Musa. Darfur. Min azma al-dawla ila sira‘ al-qiwa al-uzma (Darfur. De crisis de Estado a la lucha de grandes potencias). Beirut-Doha: al-Dar al-‘Arabiyya li-l-‘Ulum y Markaz al-Yazira li-l-Dirasat, 2009, (391 pp.). El académico sudanés Abduh Mujtar Musa, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Islámica de Omdurman, aborda la crisis de Darfur desde múltiples perspectivas (geográfica, social y política) y la sitúa en su contexto. Analiza la compleja estructura de la zona, su formación histórica, las dimensiones local (crisis de Estado), regional (los factores antropológico y geopolítico) e internacional (la lucha de las grandes potencias) y las causas que provocaron la agudización de la crisis, ya que parte de la hipótesis de que la crisis de Darfur era, en origen, un conflicto interno en torno a los recursos (conflicto entre agricultores y ganaderos) agravado por el subdesarrollo de esta zona occidental de Sudán. La elite darfurí transformó este conflicto interno en un conflicto con el gobierno central, debido a su marginación económica y política. La inestabilidad del vecino Chad y la complejidad de las estructuras tribales contribuyeron a regionalizar el conflicto, y la forma errónea con la que el gobierno abordó la crisis contribuyó a su internacionalización.

André E. Mazawi y Ronald G. Sultana (Eds.). World Yearbook of Education 2010: Education and the Arab ‘World’: Political Projects, Struggles, and Geometries of Power. Londres: Routledge, 2009, (424 págs.). Esta obra colectiva examina los sistemas de enseñanza árabes en diferentes contextos (regional, diáspora, transnacional).Las contribuciones abordan la educación en el Magreb, la reforma educativa en Egipto, educación y etnografía, rituales y autoridad moral en la enseñanza en Jordania, el derecho a la educación en el mundo árabe desde la perspectiva de la legislación internacional; nacionalismo, islamismo y educación religiosa; la juventud y la educación; la representación de los árabes en los manuales escolares iraníes…

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al-Mustaqbal al-‘Arabi, nº 371 (Enero 2010). La cooperación entre los árabes y Turquía es el tema que abre el último número de la revista publicada por el Centro de Estudios de la Unidad Árabe. Además, incluye artículos sobre la economía del siglo XXI, la crisis palestina (a cargo de Nayef Hawatme), las repercusiones de la crisis económica internacional en los países del Consejo de Cooperación del Golfo, la penetración israelí en los países de Asia Central y las repercusiones que ello tiene en sus relaciones con los países árabes, un estudio de Mahmud Mamdani sobre Darfur y una entrevista con el filósofo e intelectual sirio Sadeq Yalal al-Azm. La revista se cierra con sus secciones habituales: reseñas de libros, bibliografía seleccionada y eventos relacionados con el mundo árabe.

al-Mayalla al-‘Arabiyya li-l-‘Ulum al-Siyasiyya, nº 25 (Invierno 2010). El número se abre con una reflexión de Adan al-Sayyed Huseyn sobre las prioridades del pensamiento islamista, cuestión a la que se le dedica una buena parte de los contenidos de la revista: el concepto islámico de “wilaya”, las condiciones para la inclusión de los “islamistas” en la vida política democrática, el papel de la Universidad Islámica de Medina en la producción ideológica religiosa de la salafiyya magrebí y la dimensión religiosa de la cuestión del sur de Sudán. Otros análisis abordan el uso de las encuestas de opinión de las elites en el análisis de los conflictos, las particularidades del régimen presidencialista argelino, los orígenes de la tariqa Tiyaniyya o la imagen de los pueblos negros entre los árabes en la Edad Media. La revista incluye una cronología árabe e internacional y una selección bibliográfica.

Afkar/Ideas (nº 24, invierno 2009). El último número de esta revista trimestral “para el diálogo entre el Magreb, España y Europa” ofrece al lector un dossier sobre Egipto que incluye un artículo del especialista Jalil al-‘Anani sobre la situación por la que atraviesa uno de los principales actores socio-políticos del país, los Hermanos Musulmanes, hasta hace poco inmersos en la elección de un nuevo guía general. La periodista Randa Ashmawi (de Al Ahram Hebdo), analiza uno de los debates públicos más polémicos en Egipto, la cuestión de la “sucesión” del actual presidente, Hosni Mubarak, al igual que hace Tewfik Aclimandos (del Centre d’Études et de Documentation Économiques et Juridiques de El Cairo); Samir Radwan, miembro de la Autoridad General para la Inversión y Zonas Libres de Egipto, analiza la caída del crecimiento del país a partir de los índices del turismo, la industria manu-facturera, los ingresos del Canal de Suez y las remesas de los trabajadores en el extranjero. El director del Centro al-Ahram de Estudios Políticos y Estratégicos, Gamal Sultan, analiza la política exterior egipcia, especialmente su papel en el proceso de reconciliación palestina. La redactora jefa de la revista al-Dimuqratiyya, Hala Mustafa, habla de la “normalización” con Israel a partir de la polémica desatada en Egipto tras la visita del embajador israelí en El Cairo a la redacción del periódico al-Ahram. Además, y relacionadas con Egipto, la revista incluye dos entrevistas, con el director de la Biblioteca de Alejandría, Ismail Siray al-Din, y con el joven escritor Hamdi Abu Golayyel. Otros artículos se centran en la cooperación norte-sur y sur-sur (a cargo de Martín Ortega Carcelén), el Mediterráneo y la presidencia española de la Unión Europea (escrito por Josep A. Duran i Lleida), la Unión por el Mediterráneo (de Ridha Kéfi), la estrategia de Estados Unidos en Oriente Próximo y Asia meridional (por Brian Katulis), el coste del conflicto en Oriente Próximo (por Sundeep Waslekar) o las Pymes en el Magreb.

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