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11 Junio/Julio 2010 www.casaarabe.es Análisis Refugiados en el mundo árabe ISSN 1989-0400 Según la Convención de Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, un refugiado es una persona que “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país”. El artículo 35 de esta misma Convención especifica además que es la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) la organización internacional diseñada para la aplicación de dicha convención y que los Estados firmantes se comprometen a cooperar con ella en los temas relacionados con la protección de refugiados. Atalaya sociopolítica de Casa Árabe Sumario Análisis 1. Refugiados en el mundo árabe. 2. Los retos internos de Yemen. Perfiles 1. Saeb Erekat, jefe de la delegación negociadora palestina y miembro del Comité Ejecutivo de la OLP. 2. Hamid Abdallah Ben Huseyn al-Ahmar, parlamentario islamista yemení. Opinión pública 1. La visión de la Unión Europea y Estados Unidos en el mundo islámico. 2. Los palestinos, el proceso de paz y la política interna. 3. Valoración del gobierno jordano 100 días después de su formación. 4. La sociedad yemení y las instituciones. 5. La opinión árabe sobre el liderazgo de EEUU. 6. La población opina sobre Internet. 7. Sobre la formación del gobierno iraquí. Documenta 1. Octavo congreso de la Conferencia de los Palestinos de Europa. 2. Reunión consultiva de los jefes de Estado de los países del CCG. 3. Congreso de la Arabidad y del Futuro. 4. El sistema de integridad nacional en Egipto. 5. Tercera sesión del Consejo Revolucionario de Fatah. 6. Resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre el ataque a la flotilla humanitaria. Escaparate de libros y revistas Publicación del IEAM de Casa Árabe Dirección: Gema Martín Muñoz Director adjunto: Rafael Ortega Rodrigo Investigadores: Rocío Vázquez Martí y Amira Kedier Cuando se aborda la cuestión de los re- fugiados en el mundo árabe, lo primero que llama la atención es que se trata de la región con el más alto número de refugiados en el mundo. Esta situación vale también en el caso de los despla- zados internos, es decir los grupos de personas que por huir de un conflicto bélico o de distintas formas de violencia y persecución, abandonan sus lugares de residencia habituales sin cruzar una frontera internacional y permanecen en sus propios países, estando legalmente bajo la protección de su propio gobierno, incluso cuando las políticas del gobierno puedan ser la causa de su desplaza- miento. Fuente: UNHCR - Global Appeal 2010-2011 (no incluye a los 4.7 millones de Palestinos bajo mandato de la UNRWA) Según el último informe de ACNUR, Global Trends 2009, son 36.460.306 las personas en el mundo que necesitarían la protección de la Agencia. Esta cifra se desglosa de la siguiente manera: - Refugiados: 10.396.5400 (incluyendo 1.589.673 en situación similar a los re- fugiados) de los que sólo 5.512.932 es- tarían bajo mandato de ACNUR. - Desplazados internos: 15.628.057 - Apátridas: 6.559.573 - Refugiados y desplazados internos re- tornados: 2.481.018 - Solicitantes de asilo: 983.420 - Otros de los que se ocupa ACNUR: 411.698

Atalaya sociopolítica de Casa Árabe

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Page 1: Atalaya sociopolítica de Casa Árabe

11Junio/Julio2010

www.casaarabe.es

AnálisisRefugiados en el mundo árabe

ISSN

198

9-04

00

Según la Convención de Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, un refugiado es una persona que “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país”. El artículo 35 de esta misma Convención especifica además que es la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) la organización internacional diseñada para la aplicación de dicha convención y que los Estados firmantes se comprometen a cooperar con ella en los temas relacionados con la protección de refugiados.

Atalayasociopolítica de Casa Árabe

SumarioAnálisis 1. Refugiados en el mundo árabe. 2. Los retos internos de Yemen.

Perfiles 1. Saeb Erekat, jefe de la delegación negociadora palestina y miembro del Comité Ejecutivo de la OLP. 2. Hamid Abdallah Ben Huseyn al-Ahmar, parlamentario islamista yemení. Opinión pública 1. La visión de la Unión Europea y Estados Unidos en el mundo islámico. 2. Los palestinos, el proceso de paz y la política interna. 3. Valoración del gobierno jordano 100 días después de su formación. 4. La sociedad yemení y las instituciones. 5. La opinión árabe sobre el liderazgo de EEUU. 6. La población opina sobre Internet. 7. Sobre la formación del gobierno iraquí.

Documenta 1. Octavo congreso de la Conferencia de los Palestinos de Europa. 2. Reunión consultiva de los jefes de Estado de los países del CCG. 3. Congreso de la Arabidad y del Futuro. 4. El sistema de integridad nacional en Egipto. 5. Tercera sesión del Consejo Revolucionario de Fatah. 6. Resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre el ataque a la flotilla humanitaria.

Escaparate de libros y revistas

Publicación del IEAM de Casa Árabe

Dirección: Gema Martín Muñoz

Director adjunto: Rafael Ortega Rodrigo

Investigadores: Rocío Vázquez Martí y Amira Kedier

Cuando se aborda la cuestión de los re-fugiados en el mundo árabe, lo primero que llama la atención es que se trata de la región con el más alto número de refugiados en el mundo. Esta situación vale también en el caso de los despla-zados internos, es decir los grupos de personas que por huir de un conflicto bélico o de distintas formas de violencia y persecución, abandonan sus lugares de residencia habituales sin cruzar una frontera internacional y permanecen en sus propios países, estando legalmente bajo la protección de su propio gobierno, incluso cuando las políticas del gobierno puedan ser la causa de su desplaza-miento.

Fuente: UNHCR - Global Appeal 2010-2011 (no incluye a los 4.7 millones de Palestinos bajo mandato de la UNRWA)

Según el último informe de ACNUR, Global Trends 2009, son 36.460.306 las personas en el mundo que necesitarían la protección de la Agencia. Esta cifra se desglosa de la siguiente manera:

- Refugiados: 10.396.5400 (incluyendo 1.589.673 en situación similar a los re-fugiados) de los que sólo 5.512.932 es-tarían bajo mandato de ACNUR. - Desplazados internos: 15.628.057 - Apátridas: 6.559.573- Refugiados y desplazados internos re-tornados: 2.481.018- Solicitantes de asilo: 983.420 - Otros de los que se ocupa ACNUR: 411.698

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Atalaya SociopolíticaCasa Árabe Atalaya Sociopolítica02

Sumando los datos nacionales relativos a los países árabes del norte y este de África, Cuerno de África y Oriente Medio, se comprueba que el 30% de los refugia-dos a nivel mundial –más de tres millones de personas– procede del mundo árabe. A estas cifras, además, hay que sumar los 4,7 millones de refugiados palestinos asistidos por el mandato de la UNRWA (la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio) en Jordania, Siria, Líbano, Cisjordania y la Franja de Gaza, que eleva el número total de refugiados en el mundo árabe a casi ocho millones de personas, más del 50% de todos los refugiados en el mun-do (15 millones incluyendo a los pales-tinos).

La región del Mashreq, en concreto, ge-nera y acoge un gran numero de refugia-dos y de desplazados: entre los primeros ocho países de origen de los refugiados en el mundo, aparecen Palestina, Iraq y Sudán, y entre los cinco principales paí-ses de asilo están Siria y Jordania, por lo tanto las problemáticas relacionadas con estos asuntos tienen una doble re-percusión en el mundo árabe, tanto des-de la perspectiva de los países emisores como desde la perspectiva de los países receptores de refugiados.

Aunque en Oriente Medio los desafíos creados por desplazamientos masivos no representan ninguna novedad –pues-to que, desde finales de los cuarenta, esta región ha sido testigo del éxodo pa-lestino–, hoy en día, Siria, Líbano, Jorda-nia y Egipto, están afrontando una gran presión ante el desplazamiento de millo-nes de personas como consecuencia de los conflictos más recientes en los países cercanos. Sin embargo, ninguno de es-tos países posee un sistema legal apro-piado de defensa de los refugiados. Sólo Egipto ha ratificado, con reservas, las convenciones internacionales que regu-lan la cuestión –la Convención de 1951 y su Protocolo de actuación de 1967– pero no ha conseguido su completa aplica-ción. Como consecuencia, los grupos de refugiados que viven en estos países ca-recen de un sistema normativo que tutele sus derechos, y ven cómo las políticas de asilo y protección a las que están some-tidos son dominadas por las políticas de seguridad de los gobiernos locales, que colaboran con ACNUR a través de acuer-dos puntuales con objetivos y duración limitados, y que tutelan exclusivamente a los refugiados registrados y reconocidos como tales por la Agencia. Formalmente, todas las constituciones de los países analizados reconocen el derecho al asilo político, estableciendo la protección de la figura del refugiado polí-tico, pero en la práctica no se han tomado medidas administrativas o normas para que este derecho sea verdaderamente

accesible. No existen preceptos que re-gulen la permanencia de los refugiados como tales y que presten atención a sus necesidades particulares, sino que estos colectivos están con frecuencia sujetos a las leyes de inmigración nacionales en el caso de que hayan entrado en el país sin un permiso oficial. Aunque es cierto que, frente a grandes emergencias hu-manitarias como el éxodo de millones de iraquíes, los países vecinos han fa-cilitado la acogida de refugiados, fir-mando memorándums de entendimien-to, aunque no vinculantes, con ACNUR (Líbano, Jordania y Egipto) o pactando su colaboración verbalmente o a través de planes de acción (Siria), esto no impide que las condiciones de los refugiados en el Mashreq dependan fundamentalmente de la buena voluntad de los Estados que les pueden autorizar, o no, a permanecer, proporcionándoles un permiso de residen-cia. En Jordania, en conformidad con el memorándum, se concede a los refugia-dos registrados un permiso de seis meses, no renovable, para dar tiempo a ACNUR a buscar una solución duradera, como la repatriación o el asentamiento en terceros países. En Líbano, el sistema es parecido, aunque allí los refugiados pueden obtener un “permiso temporal de circulación” de un máximo de un año, mientras que en el caso de Siria los permisos de residencia se conceden por tres meses y pueden ser renovados tantas veces como sea necesa-rio en las fronteras del país. Egipto es el único país entre los analizados que tiene un marco legal formal que garantiza a los refugiados un estatus especial, aunque en la práctica se cumpla con dificultades. El decreto del ministerio del Interior de 1996, que establece la concesión de un permiso de residencia para los refugiados de tres años con posibilidad de renovación, nunca ha sido aplicado y en la actualidad lo que se concede es un permiso renovable cada seis meses durante todo el tiempo que ACNUR considere que el refugiado debe estar bajo su tutela.

Aunque el riesgo de detenciones o repa-triaciones masivas sea muy bajo, esto no quiere decir que no se sigan aplicando las leyes de inmigración a nivel indivi-dual, multando, encarcelando o expul-sando a personas que han entrado de forma irregular, aunque pertenezcan al grupo de refugiados. Estas condiciones constituyen un entorno vulnerable y pre-cario en el que los refugiados se enfren-tan a problemas sociales y económicos que de momento no parecen tener una solución, como, por ejemplo, la imposi-bilidad de ser contratados legalmente por carecer de permiso de trabajo. El miedo a ser repatriados o encarcelados reduce las capacidades de acceso a la asistencia social, deja a los refugiados a merced de los abusos y favorece la explotación laboral, sobre todo de mu-jeres y niños.

Según unas encuestas realizadas por la Red Euro-Mediterránea de Derechos Humanos en 2008, la reticencia de los gobiernos de los países receptores a de-sarrollar un sistema eficaz de protección se debería a la ambigüedad, difundida en la región, en el uso de los conceptos re-lacionados con los refugiados y el dere-cho internacional, que se puede atribuir a distintos factores: 1.La falta de una solución duradera para los refugiados palestinos.

2.Ausencia de una política de integración para los refugiados.

3.Preocupación por la falta de recursos.

4.Actitud sospechosa de la población ha-cia los refugiados.

5.Seguridad nacional.

Sin duda, las prácticas de asilo en los paí-ses del Mashreq se han visto afectadas, tanto ideológica como materialmente, por las circunstancias que han llevado a mi-llones de palestinos a desplazarse a los países vecinos, que desde el comienzo de estos flujos se han mostrado reacios a definir unas políticas de integración de es-tos colectivos, quizás también como res-puesta a las presiones internacionales al respecto. Los obstáculos a la integración de los refugiados se justifican por parte de los gobiernos receptores por la presunta transitoriedad de las condiciones en las que estas personas se encuentran, es de-cir, que su estatus de refugiados no será eterno y por eso no tiene sentido que se integren en un país que no sea el suyo, a donde es lógico que vuelvan algún día. En relación con los éxodos más recientes, como por ejemplo el de los refugiados ira-quíes, las condiciones económicas preca-rias de la población nacional del país de acogida, que dificultan o imposibilitan que el país receptor pueda mantener también a extranjeros, y la seguridad nacional, han sido los argumentos utilizados para res-tringir la llegada de nuevos refugiados.

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Atalaya Sociopolítica Atalaya Sociopolítica Casa Árabe 03

A falta de leyes nacionales, es ACNUR la que, dentro de lo posible, se ocupa de rellenar este vacío legal y determinar el estatus de refugiado. En todos los países considerados, aunque no en el caso de los refugiados palestinos, es únicamen-te esta agencia de las Naciones Unidas la encargada de identificar a los refugia-dos, registrarlos y tramitar sus peticiones de asilo. Pero esta exclusividad perjudica nuevamente a los refugiados que, por un lado, en el caso de no verse reconocidos como tales no tienen otra autoridad a la que recurrir y, por otro, siguen sin garan-tías de protección económica o social por parte de las instituciones al ser el Estado, en última instancia, el que tiene que adop-tar las medidas necesarias. Y aunque es cierto que los gobiernos de los países receptores han cooperado generalmente con ACNUR y han garantizado asistencia humanitaria a los refugiados, no siempre han permitido que la Agencia interviniera en los casos de detención o expulsión, tal y como está previsto en los acuerdos.

CUADROS

Refugiados iraquíes

Iraq fue un país de destino para miles de exiliados palestinos, turcos e iraníes, pero desde la invasión estadounidense de 2003 se ha transformado en el tercer país emisor a nivel mundial, después de Palestina y Afganistán. El numero de personas que han tenido que dejar su residencia como consecuencia de las oleadas de violencia que han sacudido al país oscila entre tres y cinco millones, de los que la mitad se ha quedado en el país como desplazados internos y la otra mitad ha cruzado las fronteras con los países vecinos, en concreto Siria y Jordania, para llegar en un segundo mo-mento hasta Egipto y Líbano.

Aunque en un principio los flujos de re-fugiados se movían por redes familiares o laborales, basándose en los contactos

personales, con la intensificación de la crisis se ha producido un verdadero éxo-do masivo que últimamente ha sido fre-nado por una nueva política de acogida en los países vecinos, con el objetivo de limitar el aumento de refugiados.

A lo largo de 2009, según los registros de ACNUR, 28.000 iraquíes fueron rea-sentados en terceros países, de los que 10.400 procedían de Siria, 168.000 eran desplazados internos que han vuelto a sus hogares y 38.000 fueron repatria-dos.

Hoy, la situación en Iraq no se puede considerar todavía segura y a pesar de que el gobierno ha tomado medidas para favorecer el retorno de los exiliados, las posibilidades de repatriación como solu-ción duradera son mínimas en un futuro a corto plazo, mientras que la difícil si-tuación legal y social en los países de acogida no ayuda a la condición de los refugiados, que en la mayoría de los ca-sos permanecen en el país de acogida de forma irregular.

Refugiados palestinos

El éxodo palestino representa el caso más amplio y más prolongado en el tiem-po de desplazamiento de personas en el mundo, y por ello se constituyó en 1949 la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio (UNRWA), cuyo único mandato es pro-porcionar asistencia a los refugiado pa-lestinos, comprendiendo en este grupo a las personas que residían en Palestina entre junio de 1946 y mayo de 1948 (in-cluyendo también a sus descendientes) y que tuvieron que abandonar su casa a consecuencia del conflicto árabe-israelí de 1948. La UNRWA opera en Jordania, Siria, Líbano, la Franja de Gaza y en Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este, y cuando empezó su labor en 1950 res-pondía a las necesidades de 750.000 refugiados que han llegado a ser 4,7

millones en la actualidad. En los países donde UNRWA trabaja, un tercio de los registrados –aproximadamente 1,4 mi-llones– vive en campos de refugiados, mientras que los otros dos tercios se han asentado en áreas urbanas.

Evidentemente, la cuestión de los refu-giados palestinos supera las problemáti-cas meramente numéricas que conlleva un desplazamiento de estas dimensio-nes, puesto que también representa una de las principales dimensiones del con-flicto árabe-israelí por tener un enorme peso político, tanto para los países de acogida como para la Autoridad Nacio-nal Palestina e Israel. Esto ha influido en las políticas de los Estados receptores hacia los refugiados que, después de 60 años, siguen considerando la estancia de este colectivo como algo temporal y pendiente de que ejerzan su derecho al retorno.

Refugiados sudaneses

En el marco de la turbulencias que han caracterizado la vida política de Sudán desde su independencia, las tensiones étnico-tribales en la región occidental de Darfur –debidas a múltiples factores, como la escasez de recursos naturales o la alteración de los equilibrios demo-gráficos–, se complicaron más a partir de 2003 debido a un conflicto con el go-bierno central ante el fracaso del sistema federal que debía haber proporcionado un desarrollo y un papel político, social y económico a la zona. La consecuen-cia fue una crisis humanitaria que llevó al desplazamiento, principalmente inter-no, de millones de personas que fueron sumándose a los otros miles de despla-zados anteriormente por la guerra civil entre el gobierno y la guerrilla del sur, y a los refugiados de otros países residentes en Sudán. En conjunto, se puede hablar de más de cuatro millones de desplaza-dos internos distribuidos en las distintas regiones, y de unos 300.000 refugiados residentes en Sudán y procedentes prin-cipalmente de Chad, Etiopía y Eritrea, aunque las cifras de personas registra-das en ACNUR sean menores. A estos hay que sumar más de 400.000 suda-neses que han encontrado refugio en el extranjero, sobre todo en Chad y Egipto, aunque según las cifras de ACNUR, en 2009 unos 300.000 exiliados han vuelto a Sudán. Gracias a los acuerdos de paz firmados en 2005, que acabaron con la guerra norte-sur, y el de este año para reestablecer el orden en Darfur, la pers-pectiva de futuro a medio plazo es que la mayoría de los desplazados internos pueda retornar a sus lugares de origen, siempre y cuando el gobierno de Jartum les garantice la protección y seguridad suficientes para regresar a sus hogares y unas condiciones de trabajo y econó-micas mínimas.

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Atalaya SociopolíticaCasa Árabe Atalaya Sociopolítica04

Arabia Saudí

Argelia

Bahréin

Comores

Yibuti

Egipto

EAU

Iraq

Jordania

Kuwait

Líbano

Libia

Marruecos

Mauritania

Omán

Palestina

Qatar

Siria

Somalia

Sudán

Túnez

Yemen

240 572

94 093a

48

-

9 228

97 861

209

39 503

500 413b

38 238

50 419

6 713

766

27 041

7

-

13

1 105 698b

1 842

181 605

94

140 169

712

9 060

80

378

650

6 780

256

1 903 519b

1 890

854

12 967

2 084

3 533

45 601

56

340 016c

71

15 211

561 154

419 248

2 349

1 777

192

898

49

-

428

14 680

65

2 057

685

2 648

524

4 834

469

62

47

-

37

2 243

9 246

5 780

51

831

39

1 536

13

40

66

1 828

11

25 675

759

68

2 291

765

534

784

4

2 661

3

5 989

20 543

18 080

368

473

-

-

-

-

-

-

-

2 647 251

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

1 277 200

1 201 040

-

100 000

Asentados en Procedentes deRefugiados RefugiadosSolicitantes

asiloSolicitantes asilo

Desplazados internos

Refugiados en el mundo árabe según los registros de ACNUR a fecha de enero de 2009

a) según los datos proporcionados por el gobierno argelino, hay unos 165.000 refugiados saharauis en los campamentos de Tinduf.b) los datos de Siria y Jordania sobre refugiados iraquíes son estimaciones del gobierno. c) este dato se refiere exclusivamente a los refugiados palestinos bajo mandato ACNUR.

FUENTES

2009 Global Trends: Refugees, Asylum-seekers, Returnees, Internally Displaced and Stateless Persons. Ginebra: UNHCR, 2010. http://www.unhcr.org/4c11f0be9.html Global Appeal 2010-2011. Real People, Real Needs. Ginebra: UNHCR, 2010. HILAL, Leila y SAMY, Shahira. Asylum and Migration in the Mashrek. Copenhagen: Euro-Mediterranean Human Rights Network, 2008. SASSOON, Joseph. The iraqi refugees. The new crisis in the Middle East. Londres-Nueva York: I.B. Tauris, 2009.ZAIOTTI, Ruben. “Dealing with non-Palestinian Refugees in the Middle East: Policies and Practices in an Uncertain Environment”, en Internatio-nal Journal of Refugee Law, 18, 2 (2006), pp. 333-353. www.unrwa.org (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio, UNRWA). www.unhcr.org (Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR).

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Atalaya Sociopolítica Atalaya Sociopolítica Casa Árabe 05

Los retos internos de Yemen

Yemen celebró el pasado 21 de mayo el vigésimo aniversario de la unificación del país. Pero al mismo tiempo, parte de la jefatura del antiguo Yemen del Sur celebraba el décimosexto aniversario de la ruptura temporal de la unidad. Esas dos visiones contrapuestas desestabilizan a un país que acumula otras crisis: la ruptura entre oposición y gobierno, el conflicto con el grupo de al-Huthi en el norte del país y la presencia de al-Qaida en la Península Arábiga. En su último discurso, el presidente yemení anunció la liberación de presos de la oposición y lanzó un llamamiento al diálogo y a la reconciliación para crear un gobierno de unidad nacional capaz de superar todas esas dificultades.

En la Conferencia internacional de Londres sobre Yemen celebrada el pasado 27 de enero (véase Atalaya nº 10) la prioridad era el fortaleci-miento del gobierno para evitar el co-lapso del país ante la profunda crisis política, institucional, social, de se-guridad y económica por la que atra-viesa. Son varios los frentes abier-tos: la movilización independentista del sur, protagonizada por al-Harak al-Yanubi (Movimiento Sudista) y el conflicto político y armado con la oposición del grupo al-Huthi en el norte. El aislamiento del partido go-bernante, el Congreso Popular, ante una oposición liderada por el islamis-ta al-Islah y el Partido Socialista y aglutinada en al-Liqa’ al-Mushtarak (Encuentro Conjunto), la presencia de al-Qaida en la Península Arábi-ga y la consiguiente participación de Estados Unidos en operaciones en territorio yemení en el marco de “la lucha contra el terrorismo”, son otros factores de desestabilización.

La unificación de las antiguas Repúbli-ca Árabe de Yemen (norte) y República Democrática Popular de Yemen (sur) y la creación de la República de Yemen en 1990, tras un largo proceso de negocia-ción, dio paso a una estructura estatal en

Las antiguas República Árabe de Yemen (Norte) y República Democrática Popular de Yemen (Sur) antes de la unificación de 1990.

La actual República de Yemen.

“Saboteadores y separatistas” versus “régimen de ocupación”

la que, en un principio, se dio un reparto del poder entre los partidos gobernantes en ambas zonas, el Congreso Popular (CP) y el Partido Socialista Yemení (PSY) respectivamente, aunque con un ligero predominio del primero. Hasta la celebra-

ción de las elecciones generales en 1993, el presidente del norte, Ali Abdallah Saleh asumió la presidencia y su homólogo del sur, Ali Salem al-Baid, la vicepresidencia del Yemen unificado. Pero el nuevo régi-men gestionó de forma fallida la unidad nacional, la situación se vio enturbiada por una serie de asesinatos de políticos del sur en la capital y de hecho no se pro-dujo la integración de los dos ejércitos. Los resultados de las elecciones dieron como vencedor al CP, seguido del princi-pal movimiento islamista yemení, la Agru-pación Yemení para la Reforma (al-Islah) y en tercer lugar por el PSY. Este último recabó la mayor parte de los votos de la población del antiguo Yemen del Sur, lo que le indujo a plantear un régimen des-centralizado que le permitiera gobernar en el sur. Las tensiones y las contradic-ciones entres los dos modelos de Estado fueron patentes desde el momento mismo de la unificación: un modelo en el norte muy determinado por la estructura tribal y en la órbita occidental, y un modelo so-cialista en el sur. Todo ello estalló en una breve guerra de cuatro meses, de abril a julio de 1994, que ganó el norte gracias a una alianza entre el CP y al-Islah. Desde entonces, la marginación de las fuerzas políticas del sur, especialmente del PSY,

Page 6: Atalaya sociopolítica de Casa Árabe

Atalaya SociopolíticaCasa Árabe Atalaya Sociopolítica06

acosado y depurado de los elementos in-dependentistas, ha sido progresiva. Las élites del sur fueron sustituidas por cua-dros del CP y de al-Islah, los obstáculos a los que debe hacer frente la población del sur para ascender en la escala so-cial y laboral han sido una constante y la desconfianza hacia los del sur se ha instalado definitivamente en el norte que, además, ha promovido un desarrollo en las provincias septentrionales a costa de un empobrecimiento de las meridionales y de la apropiación de sus riquezas. Esto debilitó la credibilidad de las institucio-nes, profundizó la brecha que separaba las dos zonas y alentó los sentimientos de marginación y, posteriormente, de rei-vindicación de la recuperación del Estado independiente en el sur.

Las protestas del sur no son una nove-dad. Desde 1994 han surgido peque-ñas formaciones que han denunciado la marginación de la zona y reivindicado “romper el vínculo” (fakk al-irtibat), un eufemismo para referirse al separatismo y la recuperación del Estado del sur. En 2004 nació el primer partido que conde-nó la “ocupación del sur” por el régimen del norte y abogó por la separación: la Agrupación Democrática del Sur –ADS- (al-Tayammu‘ al-Dimuqrati al-Yanubi), que apostó por la lucha política pacífica contra el régimen de Sanaa.

Varias fuerzas políticas del sur se han coordinado en el marco del denominado “Movimiento Sudista” (al-Harak al-Yanu-bi), especialmente en las provincias de Aden, Lahy, Abyan y Shabwa (y menos en Hadramaut y al-Mahrah). Al-Harak al-Yanubi, fundado en enero de 2006 por el general retirado del ejército del sur Naser Ali al-Nuba, es un conglomerado de gru-pos movidos, al principio, por el afán de resolver los problemas del sur derivados de la unificación pero que, ante la dura respuesta del régimen, han ido radicali-zando su discurso y su activismo. El blo-que lo configuran principalmente: la ADS, la jefatura anterior de Yemen del Sur, el Partido Socialista Yemení, el Consejo Nacional Superior para la Liberación y la Independencia del Sur; Organismo de la Lucha Pacífica; Movimiento de Resistencia Popular para la Liberación del Sur Ára-be, Brigadas de Resistencia Armada, los Socialistas Libres del Sur; organizacio-nes de la sociedad civil y asociaciones de yemeníes del sur en el extranjero. Pero también ha recibido nuevos apoyos: en 2009 se sumó al bloque el sheyj Tareq al-Fadli, antes aliado del presidente en las filas del CP, ex muyahid en el Afganistán comunista que luchó en la guerra civil yemení del 94 apoyando al CP contra el ejército del antiguo Yemen del sur. Tareq al-Fadli es una personalidad influyente en la provincia de Abyan, hijo del último sul-tán del Sultanato Fadlí de dicha provincia antes de la independencia en 1967.

Al-Harak, que desde su fundación pro-tagoniza, casi diariamente, manifesta-ciones y acciones de protesta (huelgas generales, jornadas de desobediencia ci-vil) incluye organizaciones con objetivos y estrategias diferentes: unos reivindican la independencia del sur y el recurso a la violencia, como Ali Salem al-Baid –que ha llegado a proponer la celebración de un referéndum de autodeterminación super-visado por la ONU y la Liga Árabe–; otros defienden un Yemen unificado pero con un cambio pacífico de rumbo y de régi-men, como el Partido Socialista Yemení. Varios sucesos acaecidos en las últimas semanas revelan el grado de enfren-tamiento y la escalada de tensión que está teniendo lugar entre el régimen y al-Harak: el fallecimiento del director de la Seguridad Política, el 10 de mayo, por las heridas causadas por dos explosiones que se produjeron en la provincia de Aden; los intentos de asesinato del viceprimer minis-tro para asuntos de Administración Local en la provincia de Shabwa, del viceprimer ministro para cuestiones de Defensa y del director de la Seguridad de la provincia de al-Dali‘.

A pesar de las enormes diferencias que separan a esta movilización del sur, so-cialista y laica, de la organización al-Qai-da, ésta última anunció públicamente su apoyo a los separatistas en mayo de 2009 en una grabación atribuida a su máximo dirigente, Naser al-Wahishi, quien añadió su esperanza de ver en pie “un Estado islámico independiente en el sur”. Si bien es difícil que exista una coordinación en-tre ambos, sí que comparten un mismo enemigo, el régimen de Ali Abdallah Sa-leh.

Las autoridades de Sanaa, que han abor-dado esta crisis hasta ahora como un mero desafío a la seguridad y a la unidad, identifican a los activistas de al-Harak al-Yanubi con elementos de al-Qaida y los califican de “separatistas y saboteado-res”.

Sin embargo, cuenta entre sus filas con

Al-Baid, autoproclamado presidente de República De-mocrática de Yemen (Yemen del Sur)

actores políticos del norte y se ha pro-ducido un acercamiento entre partidos incluidos en el bloque al-Liqa’ al-Mushta-rak, la oposición política, especialmente al-Islah y el Partido Socialista Yemení, y al-Harak, básicamente para presionar con más fuerza al gobierno y obligarle a plantear el necesario diálogo nacional.

El aislamiento del régimen: al-liqa’ al-mushtarak

El Congreso Popular (CP) contaba des-de 1993 con el apoyo de otras fuerzas políticas yemeníes, entre ellas al-Islah, el máximo representante de la corriente islamista nacional, creado en 1990 por el sheyj Abdallah al-Ahmar –jefe de la poderosa tribu Hashid y presidente del Parlamento desde 1993 hasta 2007–, y por el ulema y activista Abdelmeyid al-Zendani, figura muy respetada en los cír-culos islamistas, tanto dentro de Yemen como fuera, desde la época del yihad en Afganistán contra el régimen comunista y las tropas soviéticas en la década de los ochenta del siglo pasado.

Al-Islah había entrado en el gobierno como recompensa al apoyo prestado al CP en su defensa de la unificación y en la lucha contra los socialistas. Esta relación simbiótica acabó en 2002. Al-Islah anun-ció entonces que retiraba su apoyo al go-bierno y formaba una coalición con otros partidos de oposición con una orientación ideológica completamente diferente y que antes habían sido enemigos declarados, es decir el PSY. Esta ruptura con el CP fue una opción estratégica para reactivar su papel en la vida política y fortalecer-se ante el partido gobernante, que cada vez concentraba más atribuciones en las manos del presidente, con un programa coordinado con otras fuerzas para salir del bloqueo político sufrido por el país y dirigirlo hacia una transformación demo-crática.

Así surgió, en febrero de 2003, al-Liqa’ al-Mushtarak, que reúne a las seis princi-pales formaciones de oposición: al-Islah, el Partido Socialista Yemení, la Organiza-ción Unionista Popular Naserista, el Par-tido Nacionalista Baaz, el Partido de la Verdad y la Unión de Fuerzas Populares Yemeníes. La prioridad era competir con el partido gobernante en las elecciones parlamentarias de 2003 y garantizar la representación de estas fuerzas de opo-sición en el parlamento. Pero el primer pulso con el partido gobernante, y la pri-mera muestra de coordinación, no fue en las parlamentarias de 2003, sino en las elecciones presidenciales de 2006, en las que el candidato de al-Liqa’, pertenecien-te a al-Islah, obtuvo el 25% de los votos.

La tensión entre al-Liqa’ y su Comisión Preparativa para el Diálogo Nacional por un lado –protagonistas de la contes-

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tación política que reivindica un cambio global para evitar el colapso–, y el régi-men y el partido CP por otro, es cada vez más patente. El crimen político comien-za a formar parte de la escena: intento de asesinato del presidente del Consejo Superior de al-Liqa’, Abdelwahhab Mah-mud; disparos de desconocidos en una celebración en la que se encontraba el vicepresidente del bloque parlamentario de al-Islah, Zayd al-Shami; acoso desde los medios oficiales contra Abdelmalik al-Mejlafi, miembro del comité central de la Organización Unionista Popular Naseris-ta; secuestro del ex portavoz de al-Liqa’, Nayef al-Qanis; secuestro de Muhammad al-Meqaleh, miembro del comité central del PSY.

Ante esta escalada, la oposición y el partido gobernante llamaron a iniciar un diálogo nacional, cuyos primeros pasos se materializaron en el Acuerdo del 23 de febrero de 2009, firmado por la oposición parlamentaria y el CP. Este acuerdo está considerado como el referente para el proceso de diálogo visto como único me-canismo para resolver las crisis del país y, especialmente, para hacer frente al se-paratismo y garantizar la unidad.

Contempla como punto de partida apaci-guar el alterado ambiente político (liberación de presos políticos, poner fin al acoso a la prensa y al cierre de periódicos, restitución de las libertades públicas), para crear una atmósfera propicia para el diálogo entre todas las fuerzas sobre la transformación del sistema político. En el seno del blo-que se formulan modelos alternativos: el PSY, por ejemplo, defiende un régimen descentralizado y sugiere la idea del fe-deralismo o de una amplia autonomía que conserve la unidad del país; exige una se-rie de reformas, entre ellas la del sistema electoral, junto con reformas constitucio-nales y políticas y la participación de los partidos de oposición parlamentaria en el proceso. Además, en virtud del acuerdo se pospusieron las elecciones parlamen-tarias, previstas para 2009, hasta abril de 2011.

Pero el último episodio bélico con la opo-sición de al-Huthi (agosto 2009-febrero 2010) aparcó este compromiso del CP. El diálogo quedó entonces, y hasta el momento, reducido a un diálogo entre la oposición, incluyendo la no parlamentaria (al-Huthi y al-Harak al-Yanubi, por ejem-plo), sin la participación del Congreso Popular. El diálogo nacional, que el pre-sidente quiere relanzar según anunció en el discurso pronunciado el 22 de mayo con motivo del aniversario de la unifica-ción, está vinculado a los necesarios pro-cesos de “reforma” del sistema político y “desarrollo” y, como último escenario, a la creación de un gobierno de “unidad na-cional”, según el propio Saleh.

El diálogo, según al-Liqa’, debe incluir a todos los actores políticos: al-Harak al-Yanubi, la oposición en el exilio, el partido gobernante e incluso la oposición del gru-po de al-Huthi. Sin embargo, el régimen

Abdallah Saleh, presidente del país y del partido Con-greso Popular General

Abdelmeyid al-Zendani, miembro de la Shurà de al-Islah

quiere limitar el diálogo a los partidos con representación parlamentaria.

Las guerras del norte: la oposición del grupo al-huthi

El conflicto con el grupo de al-Huthi no es nuevo (véase Atalaya nº 3). El primer conflicto bélico estalló en 2004 a raíz de las manifestaciones organizadas por el grupo, actualmente dirigido por Abdelma-lik al-Huthi, protestando por el seguidismo por parte de las autoridades yemeníes de la política estadounidense, especialmen-te de su “campaña contra el terrorismo”. La represión de estas manifestaciones de oposición al régimen y de denuncia de la corrupción precipitó el conflicto armado.

Todos los episodios bélicos que han es-tallado desde 2004 hasta ahora, práctica-mente uno por año, se cerraron en falso porque el régimen los ha abordado como una cuestión puramente de seguridad y de amenaza a la unidad del país, a pe-sar de que el movimiento ha reconocido la autoridad del Estado y el imperio de la ley. El último conflicto armado estalló en agosto de 2009 y se prolongó hasta fe-brero de 2010. Ha sido el de mayor en-vergadura hasta el momento porque se ha involucrado también Arabia Saudí con el argumento de proteger sus fronteras meridionales ante la supuesta entrada de elementos huthíes en el sur del país. La guerra informativa oficial ha sido también más intensa que en situaciones anterio-res, identificando al grupo al-Huthi con todos los actores considerados una ame-naza para occidente en la región: acusa-ciones a Irán de financiar al movimiento para desestabilizar Yemen y Arabia Saudí en el marco de la competición por el li-derazgo regional (el zaydismo que profe-sa el grupo de al-Huthi forma parte de la shi‘a); acusaciones a Hizbullah de entre-nar a los elementos armados; difusión de noticias sobre una alianza de los huthíes con el grupo shií iraquí de Muqtada al-Sadr, sobre la presencia de mercenarios somalíes en las filas de los huthi y sobre la existencia de vínculos con al-Qaida en la Península Arábiga. Este último episodio bélico, que se exten-dió por las provincias septentrionales de Sa‘da y al-Yawf, se apaciguó a principios de 2010 con la firma de un acuerdo, si-milar a los anteriores, después de que el grupo aceptara cumplir seis condiciones: alto el fuego, despejar las carreteras, eli-minar las minas y abandonar los refugios de las montañas; no injerencia en los asuntos de las autoridades locales; devo-lución del material civil y militar incauta-do, tanto yemení como saudí; liberación de los retenidos, civiles y militares, yeme-níes y saudíes; compromiso de respetar la Constitución, el régimen y la ley; y un compromiso de no agresión contra terri-torio saudí.

Yasin Sa‘id Nu‘man, secretario general del Partido Socialista Yemení.

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A pesar de que el grupo de al-Huthi ha comenzado a aplicar algunos de estos compromisos (liberación de re-tenidos), el régimen le acusa de in-cumplir otros (desminado, abandono de los refugios, entrega de armas y munición, no injerencia en las cues-tiones de las autoridades locales y no obstaculizar el regreso de los despla-zados por el conflicto armado, entre 150.000 y 200.000). Por su parte, el gobierno ralentiza las tareas de re-construcción de las infraestructuras dañadas y las escaramuzas armadas son casi diarias. Sin embargo, el conflicto con al-Huthi sigue siendo, en primer lugar, un con-flicto político, pues el grupo reclama el reconocimiento de su especifici-dad, libertades públicas, la creación de su propio partido político y de su propia universidad, la introducción de la enseñanza de la doctrina zaydí en las facultades de Shari‘a, la adopción de la escuela jurídica zaydí como co-oficial (algo más del 40% de la población es zaydí, incluido el propio presidente Saleh) junto con la escue-la shafi‘i sunní, la mayoritaria en el país.

Hasta que el régimen no inicie un diálogo con el grupo, que bien podría darse en el marco del “diálogo nacional” que propugna el bloque de al-Liqa’, y se aborden las verdaderas causas del con-flicto, éste permanecerá latente hasta una nueva erupción.

La presencia de al-Qaida

El intento de atentado contra el avión que cubría la ruta Ámsterdam-Detroit el pasado 24 de diciembre puso sobre la escena mediática el nombre de Ye-men asociado a al-Qaida. El nigeria-no Omar Faruq Abdelmutallab reveló que había sido entrenado en los cam-pamentos yemeníes de al-Qaida en la Península Arábiga. Estados Unidos y otras potencias occidentales se apre-suraron a señalar el peligro de orden mundial que suponía la presencia de la organización en un país con un Es-tado débil y con estructuras tribales

Abdelmalik al-Huthi, actual líder del grupo.

muy poderosas.

A principios de 2009, las células de al-Qaida en Arabia Saudí, presiona-das por el acoso de las fuerzas de seguridad, fueron progresivamente desplazándose a zonas en Yemen. Poco después se anunció la fusión de las dos ramas de la organización, la saudí y la yemení, y la creación de al-Qaida en la Península Arábiga, bajo la jefatura yemení representada por Naser al-Wahishi, que opera, sobre todo, en la provincia septentrional de Ma’rib.

La situación es delicada ya que el régi-men yemení no puede, con los recursos que posee, hacer frente a al-Qaida. Pero una intervención abierta de EEUU contra las supuestas bases de la organización –apoyando por tanto a un gobierno de-bilitado– sería contraproducente para el propio régimen. Unidades del ejército estadounidense y de la CIA han par-ticipado en operaciones junto con el ejército yemení contra supuestas ba-ses o dirigentes de al-Qaida en Ye-men, al menos desde finales de 2009 y durante enero de 2010, tal y como ha constatado Amnistía Internacio-nal, con resultados más que dudosos y víctimas civiles . El presidente Oba-ma dio su aprobación a estas opera-ciones y al apoyo logístico estadouni-dense al ejército yemení. En realidad, la consecuencia más gra-ve para el régimen podría venir dada por la injerencia de Estados Unidos en el marco de su persecución de miembros de al-Qaida en territorio yemení o la colaboración del ejérci-to estadounidense con el yemení en este tipo de acciones. La contesta-ción nacionalista y política en el país aumentaría y colocaría al régimen entre la espada y la pared. De hecho, parte de la oposición, especialmente al-Islah y la oposición del grupo al-Huthi, ya manifestaron su rechazo a cualquier presencia de tropas esta-dounidenses o a una intervención en el territorio nacional, y basta recordar que parte de la oposición política se mostró frontalmente opuesta al ali-neamiento del régimen yemení con EEUU en su campaña contra el terro-rismo comenzada tras los atentados del 11-S.

Un ejemplo puede ayudar a ver estas posibles consecuencias negativas: el caso de Anwar al-‘Awlaqi que ha enturbiado las relaciones entre Sa-naa y Washington. Estados Unidos ha elaborado un listado de personas en Yemen acusadas de terrorismo internacional en la que figura Anwar al-‘Awlaqi, ciudadano estadouniden-

se de origen yemení cuyo padre, una figura influyente, fue ministro de Agri-cultura y rector de la Universidad de Sanaa y cuya madre es pariente del actual primer ministro.

A al-‘Awlaqi se le vincula con al-Qai-da, aunque no está clara la relación que mantiene con la organización, si planifica operaciones o es conside-rado como un ideólogo de la misma, ¿es un predicador o un teórico? En 2001, cuando contaba 30 años, con-denó el 11-S y los asesinatos colecti-vos. Pero nueve años después y tras un periplo europeo hasta reaparecer en Yemen, ha declarado la guerra a EEUU convencido de que “el yihad contra EEUU es mi deber y el deber de cualquier musulmán que pueda cumplirlo”. Según dice él mismo, su visión se radicalizó debido a la ac-tuación de EEUU en Iraq, Afganistán, Pakistán y Yemen y por el trato que reciben los musulmanes en EEUU.

Al-‘Awlaqi pasó por Afganistán a fi-nales de los 80, difundió las ideas del palestino Abdallah ‘Azzam, el ca-rismático miembro de los Hermanos Musulmanes que coordinó la ayuda internacional a los muyahidin afganos en su lucha contra las tropas soviéti-cas. Estudió Ingeniería Civil en Colo-rado, fue imam en Denver, San Diego y Washington. Desde 2000 comenzó a vender en CD sus discursos: vida de los profetas, de los compañeros del profeta.

Comenzó a ser acosado por la ad-ministración estadounidense tras el 11-S y a difundirse la información de que dos de los secuestradores de los aviones tenían “relación” con él, si bien no había pruebas sobre su impli-cación en los atentados. Tras su paso por Inglaterra, en 2004 se instaló en Yemen para dedicarse a la enseñan-za. En 2006 fue detenido aparente-mente tras interferir en una disputa tribal, aunque también pudo deberse a presiones estadounidenses, y fue puesto en libertad un año después. El paso por la cárcel contribuyó a ra-dicalizar

Naser al-Wahishi, máximo líder de al-Qaida en la Pe-nínsula Arábiga.

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más su discurso y a que éste llegara a más público.

Ante el acoso de la seguridad yeme-ní, al-‘Awlaqi se refugió en las monta-ñas del sur del país, en la zona donde se asienta su tribu.

La tribu al-‘Awaliq, a la que pertene-ce Anwar, asentada en las provincias meridionales de Abyan y Shabwa, ha

Anwar al-‘Awlaqi, estadounidense de origen yemení.

declarado públicamente en un comu-nicado que le protegerá en tanto que miembro de la misma ante cualquier acoso estadounidense.

El ministro de Asuntos Exteriores ye-mení, Abu Bakr al-Qurbi, ha declarado que Yemen no perseguirá a al-‘Awlaqi y que le considera un predicador y no un terrorista. Sin embargo, EEUU sigue presionando para que se le detenga, argumentando que es un eslabón im-portante en la estructura de al-Qaida, de manera que el régimen se encuen-tra presionado tanto por la adminis-tración estadounidense como por la tribu al-‘Awaliq.

Conclusiones

La mala gestión de la unificación, el sentimiento de que el sur ha perdi-do con la unidad del país y la inca-pacidad del régimen para solucionar las crisis políticas de forma política, abordándolas todas ellas como un

REFERENCIAS

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SAYYED AHMAD, Ahmad. “al-Yaman bayna mitraqat al-huthiyyin wa-sandan al-harak al-yanubi”, en al-Dimuqratiyya, nº 36, (noviembre 2009), p. 155-158.

http://www.aljazeera.net/NR/exeres/FA0581AB-52A6-432B-8A65-C23F103B4D0C.htm (Entrevista con el académico yemení ‘Abdallah al-Faqih sobre las crisis internas de Yemen hoy en día, en Markaz al-Yazira li-l-Dirasat)

MEJLAFI, Muhammad Ahmad Ali al-. Istratiyiyya inqadh al-Yaman min al-inhiyar. Arab Reform Initiative, 2/4/2010. [En línea]: http://arab-reform.net/spip.php?article2995 http://www.al-islah.net/details.aspx?pageid=3668&pagename=gen (Acuerdo de declaración de la República de Yemen, del 22 de mayo de 1990)

http://www.aljazeera.net/NR/exeres/886D14D3-01B0-4978-8C7A-FF3117CCC896.htm (Acuerdo de Principios de los partidos del bloque al-Liqa’ al-Mushtarak, de febrero de 2003) http://www.al-islah.net/ (Página de al-Islah)

http://www.aleshteraki.net/ (Órgano de expresión del Partido Socialista Yemení)

http://www.almotamar.net/news/ (Periódico electrónico oficial del Congreso Popular)

www.soutalgnoub.net (Página próxima a los movimientos independentistas del sur)

http://www.almenpar.net/index.php (Página próxima al grupo al-Huthi)

problema de seguridad, han puesto al gobierno entre la espada y la pared.

Sin un consenso nacional y sin la co-laboración de la sociedad internacional, que retrasa el cumplimiento de sus compromisos adquiridos (otro de los ob-jetivos de la Conferencia de Londres fue revisar los acuerdos a los que lle-garon los países donantes en 2006, cuando se comprometieron a donar 5.000 millones de dólares, gran parte de los cuales todavía no se ha hecho efectiva), Yemen puede entrar a for-mar parte de esa geografía del caos que incluye Somalia, Iraq o Afganis-tán.

Para evitarlo habrá que esperar a ver el grado de aceptación del reciente llamamiento del presidente a retomar el diálogo nacional, a la reconcilia-ción y a la creación de un gobierno de “unidad nacional” a tan sólo un año de la próximas elecciones parla-mentarias.

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Perfiles

Saeb Erekat nació en Jericó, en 1955, en el seno de una importante familia musulmana de la ciudad. De los tres a los doce años acudió a la escuela Terra Sancta Roman Catholic School en su ciudad natal. La ocupación israelí comenzó cuando tenía doce años y a los trece fue encarcelado por primera vez, puesto que participaba activamen-te en los actos de protesta habituales: arrojando piedras contra los solda-dos, dibujando graffitis de apoyo a la OLP… Su padre dirigía una compañía de autobuses que fue destruida duran-te la guerra de 1967. A los diecisiete años fue enviado a EEUU a estudiar, donde se graduó, en 1977, en Cien-cias Políticas por la Universidad de San Francisco. Durante su estancia en la universidad estadounidense fue elegido presidente de la Asociación de Estudiantes Árabes. En 1979 regre-só a Cisjordania, donde trabajó como profesor de ciencias políticas en la Universidad Nacional de al-Nayah, en la ciudad de Nablús. Obtuvo una beca de doctorado en el departamento de Estudios de Paz y Resolución de Con-flictos de la Universidad de Bradford (Gran Bretaña), título que consiguió en 1983 con una tesis sobre el papel de la OPEC en el conflicto árabo-israelí.

Su activismo en las negociaciones comenzó a través de los editoriales y artículos que publicaba en el diario pa-lestino al-Quds, donde trabajó duran-te doce años (1982-1994), y de cuyo consejo editorial formaba parte. En 1982 escribió un artículo en el que lla-maba al diálogo entre los académicos palestinos e israelíes, lo que provocó una ola de protestas en la Universidad de al-Nayah y el boicot de sus clases por parte de los alumnos, que consi-deraban esta propuesta una “traición”

SAEB EREKAT, El “Hombre de Jericó”

a la causa palestina. A esto se añadió su interés por abrir un programa de intercambio de estudiantes entre la Universidad de al-Nayah y la de Haifa, por lo que fue tildado de traidor por los palestinos y arrestado por los militares israelíes, que le acusaban de querer dividir al pueblo israelí.

Es autor de varios libros y de nume-rosos artículos sobre relaciones inter-nacionales, geopolítica del petróleo, democratización de Oriente Medio, redistribución de la riqueza regional y resolución de conflictos. También ha sido secretario general de la Sociedad de Estudios Árabes y director de Rela-ciones Públicas de la Universidad de al-Nayah (1982-1986).

Fue nuevamente encarcelado en 1986 por permitir la publicación de un ar-tículo titulado “Los palestinos deben aprender a aguantar, rechazar y re-sistir” y fue acusado de incitación a la sedición. Así, estuvo bajo arresto domiciliario, de manera intermitente, durante la primera Intifada, que estalló en 1987.

Se ha encargado de las negociacio-nes con los israelíes desde 1991, pero también ha sido una de las voces más críticas. Tiene fama de buen político y negociador competente, aunque a ve-ces ha sido calificado de emocional e impulsivo. A pesar de haber tenido sus diferencias con Arafat, y con la ANP en general, lo cierto es que era una de las personalidades más cercanas el presi-dente palestino, que le había apodado “el diablo de Jericó”.

En 1996, finalmente reconciliado con Yaser Arafat, fue nombrado jefe del Comité de Observación y Dirección de las Negociaciones palestinas. También lideró la comisión electoral que preparó las primeras elecciones palestinas en 1996. Y, en ese mismo año, fue elegi-do diputado en el Consejo Legislativo, como miembro de Fatah, por el esca-ño de la ciudad de Jericó, obteniendo

el 62% de los votos. En 1998 volvió a enfrentarse con el liderazgo palestino cuando fue excluido del equipo de ne-gociación que se encargaría de esta-blecer los términos de los acuerdos de Wye Plantation, aunque finalmente fue incluido en el grupo de negociadores. Ha renunciado o ha sido despedido de varios de sus cargos en numero-sas ocasiones, pero siempre restituido poco tiempo después.

Dado su excelente nivel de inglés, se convirtió en la cara pública de los pa-lestinos ante la audiencia anglófona, sirviendo incluso de traductor perso-nal de Arafat. En 1994, el presidente Arafat le nombró ministro de Gobierno Local en la Autoridad Nacional Pales-tina, cargo que mantuvo hasta 2003, año en que fue nombrado ministro de Negociaciones por el gobierno de Mahmud Abbas (Abu Mazen). Apenas un mes después, Erekat abandonó la cartera de Negociaciones, probable-mente en protesta por no haber sido incluido en la delegación que acudi-ría a las primeras reuniones con Ariel Sharon sobre la Hoja de Ruta. Abbas le delvolvió su cartera a finales de 2003, pero volvió a perderla duran-te la lucha de poder que tuvo lugar tras la muerte de Arafat y a la que si-guió la elección de Abu Mazen como presidente de la Autoridad Palestina. Actualmente sigue siendo el jefe del Comité de Observación y Dirección de las Negociaciones.

Es una de las personalidades pales-tinas más reconocidas y también uno de los que ha denunciado pública-mente la corrupción de la Autoridad Nacional Palestina, donde cuenta con varios enemigos. Combina un carác-ter fuerte y un intenso nacionalismo con una plena convicción de que el conflicto ha de resolverse de manera pacífica y es un gran defensor de la Iniciativa Árabe de Paz, a la que con-sidera el mejor esfuerzo árabe desde 1948.

Conferencia de Madrid

Acuerdos de Oslo

Acuerdos de Taba (Oslo II)

Acuerdos de Wye Plantation

Camps David II

Iniciativa Árabe de Paz

Hoja de Ruta

Conferencia de Anápolis

1991

1993

1995

1998

2000

2002

2003

2007

Principales acuerdos del proceso de paz

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Atalaya Sociopolítica Atalaya Sociopolítica Casa Árabe 11

Yemen mantiene todavía una estructura social en la que la “tribu”, como unidad sociopolítica, desempeña un papel deter-minante en las relaciones de poder. Entre las grandes tribus yemeníes se cuenta la de Hashid, actor fundamental en la lucha contra el imamato en la revolución de 1962 y en la defensa de la República. Y en el seno de esta tribu, un linaje destaca sobre el resto: el de al-Ahmar. Desde hace algo más de tres siglos ostenta la jefatura de la tribu que se extiende al norte de la capital yemení, especialmente en la provincia de ‘Amran. Los Ahmar han estado presentes en todos los acontecimientos históricos de las últimas décadas: revoluciones, luchas, mediaciones. Desde la revolución de 1962 hasta la actualidad, la jefatura de los Ahmar y de la tribu de Hashid recayó en la figura del sheyj Abdallah Ben Huseyn al-Ahmar (1933-2007). Abdallah al-Ahmar fue hom-bre de Estado y fundador del principal mo-vimiento islamista yemení, la Agrupación Yemení para la Reforma (al-Islah) creado en 1990, gracias al pluripartidismo gene-rado tras la unificación. Al-Islah, inspirado en la ideología de los Hermanos Musul-manes, aglutina a ulemas, jefes tribales, intelectuales y hombres de negocios. El fa-llecimiento de Abdallah al-Ahmar en 2007 abrió las puertas a sus sucesores. En la descendencia de Abdallah destacan varios hijos: Sadeq, el primogénito, que acompañó a su padre en su activismo político desde la década de los 70, parlamentario de 1993 a 2003 y que detenta la jefatura de la tribu y la presidencia de la Asamblea Consultiva (Shurà) de al-Islah; Hamir y Huseyn, am-bos parlamentarios, el primero por al-Islah y el segundo por el Congreso Popular que dirige el presidente de la República. El tercer hijo es Hamid. Hamid nació en Sa-naá el 4 de junio de 1967. Estudió en la

HAMID ABDALLAH BEN HUSEYN ALAHMAR. Entre la política y el capital.

Facultad de Económicas y Comercio de la capital y también en Estados Unidos. Es miembro del parlamento desde 1993 y ha sido relator de la Comisión Económica y miembro de la Comisión de Petróleo y Desarrollo. Pertenece a la Shurà y al Órga-no Supremo de al-Islah en la provincia de ‘Amran y preside la Oficina Ejecutiva del partido en dicha provincia. Es presidente de la Asociación Benéfica al-Islah, también en ‘Amran, y de la sección de huérfanos de dicha asociación, entre otras asociaciones benéficas y humanitarias yemeníes que preside o de las que forma parte.

Proclama que sus caballos de batalla son la lucha contra la corrupción, contra la ignorancia y el atraso, la defensa de un reparto equitativo de la riqueza y del inevitable cambio del régimen político. Si su padre había apoyado al régimen del Congreso Popular General, y al presidente Abdallah Saleh, durante la guerra civil de 1994, Hamid ha optado por defender un cambio de régimen que saque al país de las continuas crisis que sufre y por afianzar un régimen basado en la consulta, en la shurà, que sea justo y capaz de responder a las demandas de la población. Defensor de la unidad del país, considera que “para evitar la división es necesario el cambio” del actual régimen personalista en el que todas las atribuciones se concentran en las manos del presidente.

Hamid se muestra ardiente partidario del diálogo con todos los actores sociopolíti-cos, incluso con aquellos que llaman a la separación del sur, como por ejemplo el ex presidente Ali Salem al-Baid, con el fin de preservar la unidad del país. Este objetivo es su prioridad, la del partido y de la tri-bu de Hashid, quienes consideran que la

actuación del régimen actual favorece los sentimientos separatistas. Hamid se ha expresado incluso dispuesto a ponerse a la cabeza de una revolución popular, según declaró en el canal Aljazeera en agosto de 2009. Así, Hamid ha ido fortale-ciendo su faceta de político al tiempo que endurecía sus críticas al actual régimen apoyando la resistencia en las provincias del sur, invitando al grupo de al-Huthi a integrarse en el consenso nacional, lan-zando el llamamiento a un diálogo nacio-nal surgido de la Comisión Preparatoria para el Diálogo Nacional –de la que es su secretario general–, exigiendo que se convoquen elecciones presidenciales anticipadas y que los partidos de al-Liqa al-Mushtarak hagan todo lo posible para que el nuevo presidente electo sea del sur.

Hamid es un político impetuoso, pero también es un hombre de negocios. Es más, aunque empezó en los negocios, dio un rápido y gran salto a la política coin-cidiendo con los últimos años de vida de su padre. De hecho, en 2006 fue el prin-cipal apoyo económico del candidato de la oposición en las presidenciales, Faysal Ben Shamlan. Tras el triunfo, previsible, de Ali Abdallah Saleh, acentuó sus críti-cas al presidente, al partido en el poder y al régimen, hasta el punto de que su pa-dre tuvo que mediar entre ambos, y logró apaciguar los ánimos, aunque brevemen-te porque Hamid retomó sus encendidas declaraciones. Han sido dos estilos de hacer política: Abdallah al-Ahmar no que-ría protagonismo, sino más bien dirigir el juego político de una forma tranquila, sin enfrentamientos, y desde la segunda fila. Sin embargo, Hamid, con sus declara-ciones y su enfrentamiento verbal con el presidente, se ha situado en primer plano e incluso algunos analistas piensan que ansía la presidencia del país.

En su faceta de hombre de negocios, Ha-mid ha presidido el Consejo de Adminis-tración del Grupo al-Ahmar de Comercio e Industria, que incluye diversas empre-sas de comercio e inversión, comunica-ciones, turismo, publicaciones, telefonía móvil, ferias internacionales, petróleo, gas, cemento, productos farmacéuticos, reconstrucción y desarrollo. Es miembro del Consejo Fundacional de Sahm al-Nur Trust, una compañía islámica de inver-siones, además de uno de los mayores accionistas del Banco Islámico Saba y vicepresidente de su Consejo de Admi-nistración, y presidente del Consejo de Administración de la Compañía Yemení Islámica de Seguros. También preside el secretariado de la Fundación al-Quds, en sustitución de Faysal Mawlawi, secretario general de al-Yama‘a al-Islamiyya liba-nesa (Hermanos Musulmanes).

Hamid al-Ahmar está casado y tiene siete hijos.

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1. Visión de la Unión Europea y Estados Unidos en el mundo islámico.

La organización Pew Research Center (organización independiente con sede en Washington) publicó, el pasado mes de junio, una encuesta realizada en el marco de su Pew Research Center’s Global Attitudes Project, en la que presenta un amplio estudio (22 países) sobre la visión que se tiene en el mundo de EEUU, el presidente Obama, el apoyo al terrorismo, Irán y su programa nuclear y otras cuestiones.

En cuanto a la valoración de la figura del presidente Obama, se mantiene positiva en la mayoría de los países no islámicos.

En estos países, el porcentaje medio de quienes confían en que el presidente estadounidense hará lo correcto alcanza el 71%, y un 64% de media aprueba sus políticas. Concretamente, un 88% en Alemania, un 84% en Francia, un 76% en España y un 64% en Gran Bretaña, aseguraron apoyar las políticas del presidente de EEUU. En cuanto a los países islámicos (excepto Indonesia, donde Barack Obama vivió unos años durante su infancia) los ya de por sí bajos niveles de confianza se han visto ligeramente reducidos:

En otro orden de cosas, el apoyo a los ataques suicidas y a los actos terroristas en general sigue manteniéndose bajo en los países islámicos, aunque se puede apreciar un ligero aumento, durante el último año, en Egipto (del 15% al 20%) y en Jordania (12% al 20%). De igual manera, la imagen de Osama Bin Laden ha empeorado considerablemente en los últimos años.

La imagen de Irán sigue siendo negativa en la mayoría de los países encuestados (18 de 22), incluso en los países islámicos. Igualmente, la oposición al desarrollo del programa nuclear iraní está generalizada, dado que amplios porcentajes consideran que si este país logra fabricar armas nucleares supondría una amenaza para sus naciones.

Opinión pública

La visión de la opinión pública respecto a EEUU en los países islámicos sigue siendo, por lo general, negativa. En Turquía y Pakistán, el porcentaje de quienes valoran positivamente la imagen de EEUU es de tan solo un 17%. La encuesta revela además que los porcentajes favorables a EEUU se han reducido ligeramente, incluso en países donde la imagen de EEUU estaba mejorando en 2009. En Egipto, la opinión favorable ha disminuido del 27% al 17%, el porcentaje más bajo registrado en ese país en una encuesta de Pew Global

Attitudes desde 2006. Y en Indonesia, el país islámico más poblado, la imagen de EEUU sigue siendo mayoritariamente favorable, a pesar de que ha disminuido ligeramente (59%). La preeminencia de esa visión negativa parece responder a cómo ha abordado la administración Obama cuestiones como el conflicto palestino-israelí, la cesutión nuclear iraní y las guerras en Iraq y Afganistán.

Confianza en el Presidente estadounidense

Imagen de Irán

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¿Cree usted que hay corrupción en las instituciones de la ANP controlada por Abbas?

13

2. Los palestinos, el proceso de paz y la política interna.

El Centro Palestino de Estudios Políticos y de Opinión realizó el pasado mes de marzo una encuesta en la que se puede observar que, a pesar de que la mayoría de los palestinos están a favor de que se celebren las elecciones municipales (julio 2010) y de la solución de los dos Estados, una amplia mayoría se opone al establecimiento de negociaciones

La opinión que se tiene del presidente Ahmadineyad en los países islámicos es confusa. La mayoría en Egipto (72%), Jordania (66%), Líbano (63%) y Turquía (60%) no confían en que el presidente iraní haga lo correcto en cuanto a asuntos internacionales.

En Indonesia, en cambio, un 50% asegura tener “cierta confianza”, frente a un 28% que dice no tenerla, y en Pakistán, un

mientras no se detenga la construcción de colonias en Jerusalén este. La encuesta se realizó con una muestra de 1270 palestinos adultos entrevistados en diversas poblaciones seleccionadas aleatoriamente.

El 54% está a favor de que se celebren elecciones municipales en Cisjordania, aunque no se haya alcanzado una reconciliación entre Fatah y Hamás, e incluso aunque Hamás decida boicotearlas.

35% expresa confianza en él mientras que un 21% no la tiene. En Nigeria los porcentajes son equilibrados: un 35% confía en el presidente iraní y un 35% no. Por último, la opinión que se tiene de la Unión Europea es, en general, favorable (en 17 de los 22 países estudiados).

Aún así, las mayorías en Jordania (67%), Turquía (57%) y Egipto (55%) tienen una imagen negativa de la UE.

Además, la popularidad y la legitimidad del presidente Abbas se están debilitando debido a que su mandato acabó el pasado mes de enero y a algunos escándalos de corrupción que han salpicado a la Autoridad Palestina. El 69% considera que los informes sobre corrupción son bastante precisos, frente al 24% que no lo cree. Así, sólo un 41% confía en la comisión de investigación creada por el presidente Abbas para examinar dichos informes, mientras que el 50% no tiene confianza.

En este sentido, es interesante destacar que el interés de los turcos por entrar a formar parte de la UE ha disminuido en los últimos cinco años. Si en 2005, el 68% estaba a favor de integrarse en la UE y el 27% en contra, en 2010, el porcentaje a favor se ha reducido hasta el 54%, mientras que la oposición a la integración ha aumentado, alcanzando el 40%.

Visión de la Unión Europea

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Frente al retroceso de Abbas, se percibe también una ligera mejora en el apoyo a Ismail Haniyya, jefe de gobierno en Gaza. Así, si se celebraran elecciones presidenciales hoy, el 50% votaría a Abbas (frente al 54% de apoyo que obtuvo el pasado diciembre); Haniyya, en cambio, obtendría el apoyo del 40% (frente al 38% de diciembre).

De igual manera, los resultados muestran una fuerte tendencia pesimista respecto a la posibilidad de establecer un Estado palestino durante los próximos cinco años.

Una inmensa mayoría, incluso, cree que el objetivo final de Israel es anexionarse los Territorios Ocupados y expulsar a los palestinos o negarles sus derechos políticos.

Aún así, Marwan Barghouti sigue siendo la personalidad más popular (que recibiría un 63% en caso de competir con Haniyya). Para el puesto de vicepresidente, el 30% votaría a Marwan Barghouti; Haniyya (19%); Fayyad (14%); Mustafa Barghouti (11%); Saeb Erekat (5%).

Pero lo que queda demostrado es que la

absoluta prioridad de la mayoría de los palestinos es la reunificación de Gaza y Cisjordania. En este sentido, el 64% cree que la continuidad de la división entre Hamás y Fatah es culpa de ambos grupos; el 14% cree que es culpa de Hamás; y el 11,8% considera que es culpa de Fatah.

Los resultados indican también que existe una amplia oposición a la propuesta estadounidense para reconducir las conversaciones de “aproximación” entre palestinos e israelíes, con mediación de EEUU, mientras no se detenga la construcción de las colonias de Jerusalén este: un 72,5% rechaza la propuesta y un

25,4% la apoya. Pero esto no significa que se opongan a un acuerdo de paz basado en dos Estados. De hecho, la mayoría apoya la Iniciativa Árabe de Paz (59,9% está de acuerdo o totalmente de acuerdo con la iniciativa; frente al 36,6% que no lo está) y no está a favor de la solución de un único Estado basado

en una confederación palestino-israelí (el 69,2% se opone a esta solución y el 26,3% la apoya). La mitad de la población desea un reconocimiento mutuo de Israel como Estado de los israelíes y Palestina como Estado de los palestinos.

¿Cuál es su prioridad?

En su opinión, ¿cuál es la solución más difícil de alcanzar?

¿Cuál es el objetivo final de Israel?

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3. Valoración del gobierno jordano 100 días después de su formación.

El Centro de Estudios Estratégicos de Jordania realizó una encuesta, el pasado mes de marzo, en la que los ciudadanos valoraron la actuación del gobierno de Samir al-Rifa‘i en sus primeros cien días. El estudio se llevó a cabo con dos grupos de personas: una muestra compuesta

Una gran mayoría (77%) expresó su temor a ser dañado por Israel en su vida diaria, a que sus tierras sean confiscadas o a que sus casas sean demolidas.

por 590 líderes de opinión y otra de 1182 ciudadanos jordanos sin influencia en la opinión pública, a la que llamaremos “muestra nacional”.

El grupo de líderes de opinión está dividido en los siguientes subgrupos: profesionales, periodistas, empresarios, líderes sindicales, profesores universitarios, líderes políticos y hombres de Estado.

Los resultados muestran que existen diferencias entre las respuestas de las tres distintas provincias del país, siendo los habitantes de la región central los que más positivamente valoran al presidente, al equipo ministerial y al gobierno en general (en la muestra nacional).

¿Cómo evalúa la actuación del gobierno de Haniyya? ¿Y la del gobierno de Fayyad?

¿Cuál de los dos gobiernos, el de Haniyya o el de Fayyad, considera legítimo?

Valoración de los ciudadanos jordanos que no influyen en la opinión pública (según provincia)

Valoración de los líderes de opinión

Total

Profesionales

Periodistas

Empresarios

Líderes sindicales

Profesores universitarios

Líderes políticos

Hombres de Estado

52

52

56

52

52

44

55

59

65

66

68

69

57

70

50

70

65

60

61

64

60

57

59

58

El gobierno, el presidente y el equipo ministerial han sido capaces de asumir sus responsabilidades (respuestas afirmativas)

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En una escala del 0 al 10, la actuación del gobierno obtiene un 5,2; la actuación del presidente obtiene un 5,4; y la actuación del equipo ministerial obtiene un 4,9. La valoración de los líderes de opinión es la siguiente: un 5,4, un 6 y un 5,2 respectivamente.

Entre los encuestados de la muestra nacional, el 70% cree que el gobierno ha sabido manejar los temas de política exterior (64% entre los líderes de opinión); el 61% opina que ha podido elevar el nivel de los servicios (tan sólo el 46% de los líderes de opinión); el 60% considera que ha manejado bien las cuestiones de política interior (un 57% del otro grupo), así como

la reforma política y la mejora de las libertades (frente al 50% del otro grupo de encuestados). En cuanto a la política económica, los encuestados se dividen al 50% entre los que creen que ha sido exitosa y los que no.

Preguntados sobre una serie de cuestiones generales, el gobierno no logra aprobar (si consideramos un 50% como aprobado) en cuatro de ellas: conseguir igualdad de oportunidades para todos y transparencia en los nombramientos en el sector público (45%); mejorar el nivel de vida de los ciudadanos (38%); frenar la pobreza (31%); contener el paro (31%). En otras cuatro obtienen una valoración más

positiva de lo que se preveía: desarrollo del ejército y los cuerpos de seguridad (78%); apoyo al pueblo palestino para alcanzar la creación de su Estado (73%); cuidado y protección de la familia, las mujeres y los niños (68%); y el esfuerzo realizado para alcanzar la solidaridad y la integración árabe (66%). Y en otras cinco cuestiones obtiene una valoración menos positiva de lo que se preveía: conseguir un desarrollo equilibrado de todas las provincias (50%); desarrollo del sector público (50%); un apropiado gasto gubernamental (51%); desarrollo de proyectos de energía alternativa (51%); y la ejecución de un proyecto de descentralización (51%).

Desarrollo del ejército y cuerpo de seguridad

Apoyo al pueblo palestino para alcanzar la creación de su Estado

Cuidado y protección de la familia, las mujeres y los niños

Esfuerzo realizado para alcanzar la solidaridad y la integración árabe

Desarrollo del ámbito educativo

Atraer las inversiones extranjeras

Ampliar la cobertura sanitaria a todos los ciudadanos

Mejora de los servicios sanitarios, los hospitales y las clínicas

Mejora de la red de transportes (caminos, líneas de ferrocarril)

Proteger a los ciudadanos de la violencia

Modificar la legislación para favorecer a los medios y el acceso a la información

Desarrollar el sistema judicial, garantizando su independencia y transparencia

Modificar la ley electoral para garantizar elecciones libres y transparentes

Apoyar y animar a los inversores jordanos

Avances en el proyecto del acuífero al-Disi

Garantizar la libertad de expresión

Desarrollo de una iniciativa orientada a proporcionar viviendas dignas en un plazo de tiempo determinado

Preparación de elecciones legislativas limpias, neutrales y transparentes

Proceso de reforma política que garantice el mayor grado de participación popular en la toma de decisiones

Ofrecer ayudas y conceder privilegios a los agricultores

Lucha contra todo tipo de corrupción y favoritismos en el sector público

Establecer un plan para proteger la economía jordana de las consecuencias de la crisis internacional

Avance en el proyecto de transporte marítimo Mar Rojo-Mar Muerto

Avance en la aplicación del proyecto de descentralización

Ajuste del gasto gubernamental para que se corresponda con las posibilidades econó-micas

Avance en los proyectos de energías alternativas

Desarrollo del sector público, reestructuración de las instituciones gubernamentales y mejora de su preparación

Desarrollo equilibrado de todas las provincias

Conseguir igualdad de oportunidades para todos y transparencia en los nombramientos en el sector público

Mejorar el nivel de vida de los ciudadanos

Frenar la pobreza

Contener el paro

82%

76%

69%

69%

52%

46%

53%

54%

44%

61%

54%

60%

36%

46%

55%

53%

57%

40%

43%

44%

57%

51%

41%

40%

58%

53%

44%

44%

40%

36%

30%

30%

78%

73%

68%

66%

64%

63%

61%

59%

59%

59%

58%

58%

57%

57%

57%

57%

56%

56%

56%

55%

53%

52%

52%

51%

51%

51%

50%

50%

45%

38%

31%

31%

Valoración de ciertas políticas del gobierno Líderes de Opinión Muestra Nacional

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El 60% de la muestra nacional aseguró no estar satisfecho con la manera en que el gobierno hace frente a las huelgas de los trabajadores; el 40% sí estaba satisfecho. Entre los líderes de opinión, el 57% no está satisfecho y el 43% sí lo está. Además, el 70% del primer grupo considera que las

exigencias de los trabajadores que van a la huelga son justas (el 17% no lo cree así y el 13% no dio respuesta alguna). En el segundo grupo, el 83% considera justas las exigencias de los trabajadores, el 13% no opina igual y el 4% no dio ninguna respuesta.

En cuanto a los problemas que debe solucionar el gobierno, de mayor a menor urgencia, son los siguientes:

Muestra Nacional

Líderes de Opinión

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4. La sociedad yemení y las instituciones.

El Centro de Encuestas Yemení publicó el pasado 27 de abril una encuesta sobre el grado de conocimiento que tiene la sociedad yemení del parlamento del país.

Los resultados revelan que sólo el 23,4% de los encuestados sabe cuántos miembros tiene el Parlamento yemení, aunque el 61,4% de los hombres y el 26,3% de las mujeres dijeron correctamente el nombre del presidente del Parlamento. También el 59,1% respondió correctamente cuando fueron preguntados por el diputado que representa el área en la que viven. Además, el 64,3% de los encuestados considera que el Parlamento es importante

para el país, mientras que el 15,8% no lo cree así y el 19,6% no supo qué responder.

En este sentido, el 30,3% considera que el Parlamento siempre cumple con su función legisladora; el 27,5% opina que sólo a veces cumple con su función; y el 13,4% cree que nunca cumple con ella. En cuanto a la supervisión del gobierno, el 18,1% opina que el Parlamento siempre cumple esta función; el 22,6% cree que lo hace sólo a veces; y el 30,5% considera que no la cumple nunca.

Mientras el 19,8% aseguró estar satisfecho con el trabajo realizado por el diputado que representa su circunscripción electoral, el 59,7% respondió que su representante en

el Parlamento no ha ofrecido nada nuevo durante su legislatura.

El 68% de los hombres y más de la mitad de las mujeres aseguraron que participarán en las próximas elecciones legislativas.

En este sentido, el 59,6% de las mujeres y el 45,4% de los hombres está de acuerdo con que se reserven entre 20 y 30 escaños del Parlamento a las mujeres; el 15,5% de las mujeres y el 12,9% de los hombres no tiene una postura definida (no está de acuerdo ni en desacuerdo); el 15,9% de las mujeres y el 38,8% de los hombres se opone; y el 8,2% de las mujeres y el 2,6% de los hombres no sabe qué respuesta dar.

¿Cuál es la principal función del Parlamento?

¿Está a favor de reforzar los derechos políticos de las mujeres?

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5. La opinión árabe sobre el liderazgo de EEUU.

En el marco de las encuestas realizadas anualmente por Gallup sobre la opinión de algunos países árabes hacia el trabajo del liderazgo de EEUU, los resultados de 2010 indican una disminución de la aprobación respecto a la encuesta realizada en el otoño de 2009 después del discurso que el presidente Obama dio en la Universidad de El Cairo en junio del año pasado. Entre los seis países

en los que se ha realizado la encuesta –Egipto, Argelia, Mauritania, Líbano, Territorios Palestinos e Iraq– el único en el que hay una mayoría de población, 69%, que apoya la labor del gobierno estadounidense es Mauritania. Aunque en este caso también se detecta un empeoramiento de la opinión respecto a 2009 de 9 puntos porcentuales, es un dato muy inferior respecto al de Egipto, el país en el que más se ha notado la disminución, con 18 puntos menos que en 2009. En los Territorios Palestinos,

donde la aprobación ha sido siempre la más baja, se nota la menor disminución porcentual de toda la encuesta y esto podría indicar que la población palestina sea la que menos expectativas tenía sobre la actuación del gobierno de EEUU. A un año de distancia del discurso pronunciado por el presidente Obama, cuyo objetivo era dar un nuevo inicio a las relaciones entre EEUU y el mundo árabe-islámico, las encuestas indican que se da una decepción evidente.

6. La población opina sobre Internet.

La BBC World Service, através de la agencia GlobeScan, ha realizado entre noviembre de 2009 y febrero de 2010 una encuesta en 26 países alrededor del

mundo sobre la opinión que la población tiene de Internet. Extrapolando los datos relativos a Turquía, Egipto y Pakistán se puede detectar cuales son los aspectos más utilizados de esta herramienta y la opinión que tienen los encuestados sobre

ella. Turcos (50%) y egipcios (45%) usan Internet sobre todo para interactuar y comunicarse con otras personas, mientras que el uso principal de los pakistaníes se divide entre esta función, un 30%, y la búsqueda de información, un 32%.

Aspecto más apreciados de Internet

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Además, un 8% de los entrevistados en Pakistán afirma apreciar en primer lugar la posibilidad de crear y compartir contenidos, servicio prácticamente inutilizado en Turquía o en Egipto. Según los resultados, la población más dependiente de Internet es la egipcia, puesto que un 55% de los entrevistados afirma que no podría estar sin Internet, mientras que en Turquía opina lo mismo solo el 27% y en Pakistán el 19% de los encuestados.

Aunque el 91% de turcos evalúe positivamente el papel de Internet, afirmando que el acceso

a este recurso debería de ser un derecho fundamental de todas las personas, al mismo tiempo el 50% de ellos considera que Internet no es un sitio seguro donde expresar la propia opinión, frente a un 26% de egipcios y a un 32% de pakistaníes que comparten esta opinión.

Dentro de los aspectos que preocupan más de Internet, el 31% de los turcos apunta las amenazas a la privacidad, mientras que el 47% de los encuestados egipcios temen la violencia y los contenidos explícitos y

el 23% de pakistaníes el fraude. Quizás a causa de estas preocupaciones, no hay una impactante mayoría que defienda la no regulación de los contenidos de Internet por parte del gobierno, puesto que el 54% de turcos, el 60% de egipcios y el 44% de pakistaníes declara estar de alguna forma de acuerdo con la afirmación de que Internet no debería estar regulado por ningún nivel del gobierno.

Otro aspecto interesante es que, para el 55% de los turcos y de los pakistaníes, Internet ha aumentado su libertad.

7. Sobre la formación del gobierno iraquí.

El centro iraquí al-Mada ha realizado una encuesta, con una muestra de 300 iraquíes residentes en Bagdad, para analizar cuál es la opinión de los iraquíes respecto al retraso en la formación del nuevo gobierno, tres meses después de que se celebraran las elecciones. La encuesta constaba únicamente de dos preguntas: en primer lugar, ¿cuál es la causa del retraso en la formación del gobierno iraquí? Había cuatro

respuestas posibles: diferencias políticas; lucha de poder; aplicación del principio de reparto; o injerencias extranjeras. La segunda cuestión planteada fue: ¿Qué composición prefiere para el futuro gobierno? Y también se ofrecían cuatro respuestas: uno en el que participen tanto los vencedores como los vencidos en las elecciones; un gobierno de coalición; un gobierno de la lista vencedora; un gobierno repartido proporcionalmente. Los resultados demuestran que la sociedad

iraquí desea poner fin al estancamiento en el que se encuentra el país y considera que marginar a cualquiera de las partes que participan en política sólo aumentaría los problemas.

El 55% considera que la causa del retraso es la lucha de poder, frente al 18% que opina que se debe a diferencias políticas o a injerencias externas (18%) y al 9% que opina que se debe al reparto proporcional.

Aspecto más preocupantes de Internet

En su opinión, ¿cuál es la causa del retraso en la formación del gobierno?

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1. Octavo congreso de la Conferencia de los Palestinos de Europa celebrado en Berlín con la colaboración del Centro Palestino del Retorno en Londres, la Agrupación Palestina en Alemania y otras instituciones palestinas alemanas. El primero de esta serie de congresos anuales se celebró en Londres en 2003 coincidiendo con el aniversario de la Nakba, y las siguientes ediciones han tenido lugar en Berlín, Viena, Malmö (Suecia), Rótterdam (Holanda), Copenhague y Milán (Italia).

La comunidad palestina en Alemania es una de las más numerosas entre los países europeos, aproximadamente 100.000 personas, la mayoría procedente de campamentos de refugiados en países árabes, especialmente de Líbano. De entre ellos, más de 25.000 están asentados en Berlín. Entre los participantes en esta octava sesión figuraron investigadores especializados en cuestiones palestinas, políticos europeos, periodistas y pensadores, representantes de organizaciones humanitarias internacionales y ex presos palestinos.

Los ejes temáticos fueron: los presos palestinos, los refugiados y el derecho al retorno y la nueva generación de palestinos en Europa. El programa incluyó, además de las mesas redondas temáticas, talleres de trabajo, programas especiales para jóvenes y niños, exposiciones fotográficas relacionadas con la cuestión palestina (Gaza,

Jerusalén, el muro, la nakba) y foros sectoriales (sindical, negocios) para la cooperación en el ámbito del continente europeo.

El lema de esta edición era “Nuestro regreso es irreversible y libertad para nuestros presos”, y entre los participantes figuraron, entre otros, el presidente del Consejo Legislativo Palestino, Aziz Duwaik (por videoconferencia), Ra’id Salah, líder del Movimiento Islámico en Israel; el pensador palestino Munir Shafiq, representante de la Conferencia Nacional Árabe, de la Conferencia Nacional Islámica y de la Conferencia de Partidos Árabes; Abdelgani al-Tamimi, presidente del Organismo de Ulemas de Palestina en el extranjero; el escritor Bilal Hasan, portavoz del Organismo Nacional Palestino de Defensa de los Valores; Fadwa al-Barguthi, esposa del dirigente palestino encarcelado en Israel Marwan al-Barguthi, Shukayb Ben Majluf, presidente de la Unión de Organizaciones Islámicas en Europa; Gassán Ben Yeddu (director de la ofician de Aljazeera en Beirut), Gassán Abid, activista pro derechos humanos en Austria; Salah Salah, responsable del tema de los refugiados en la OLP; Hossam Jidr, presidente del Comité de Defensa de los Derechos de los Refugiados Palestinos, Wail al-Saqqa, presidente de la Comisión para la Reconstrucción de Gaza y síndico del Sindicato de Ingenieros de Jordania; Mayed al-Zayr, director general del Centro Palestino del Regreso (Londres) y Adel Abdallah, secretario general de la Conferencia de Palestinos de Europa. Tres generaciones de palestinos han

participado en las sesiones y las tres han declarado su compromiso con los derechos palestinos, y ante todo con el derecho al retorno.

El congreso ha servido para el intercambio de experiencias, incrementar la cooperación entre las comunidades palestinas en la diáspora, lanzar la campaña europea para levantar el embargo impuesto a Gaza y activar la cuestión de los presos palestinos en las cárceles israelíes.

(La Declaración de Berlín, comunicado final en árabe)

(La Declaración de Berlín en inglés)

2. El pasado 11 de mayo se celebró en Riad la 12 ª reunión consultiva de los jefes de Estado de los seis países del CCG, bajo la presidencia del emir de Kuwait, presidente de turno del Consejo Superior del CCG.

Los reunidos mostraron su apoyo al acuerdo marco firmado en Doha entre el gobierno sudanés y el Movimiento de Justicia y Equidad (Harakat al-‘Adl wa-l-Musawa), el principal movimiento de oposición política y armada de la provincia de Darfur, para poner fin a la crisis de dicha región sudanesa; a los esfuerzos del emir de Qatar en pro de la estabilidad y de la consecución de la paz en Oriente Medio a través de su participación en la cumbre tripartita celebrada en Estambul (el 9 de mayo) junto con el

¿Qué tipo de gobierno prefiere que se forme finalmente?

Documenta

Así mismo, el 41% desea un gobierno en el que participen todos, vencedores y vencidos, mientras que el 34% prefiere que sea la lista ganadora quien forme gobierno, un 20% espera un gobierno de coalición y tan sólo el 5% espera un gobierno proporcional.

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presidente sirio, Bashar al-Asad, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan; y a la ratificación por parte del Sultanato de Omán del Acuerdo de Libre Comercio entre el CCG y la Liga Europea de Libre Comercio firmado en junio de 2009.

El secretario general expuso los últimos avances logrados por este organismo regional en materia de cooperación económica, para pasar posteriormente a examinar los focos de tensión en la zona: la soberanía sobre las tres islas disputadas por Emiratos Árabes Unidos e Irán (Tomb Mayor, Tomb Menor y Abu Musa), que el CCG reconoce como territorio emiratí ocupado por Irán; la crisis del caso nuclear iraní (respeto de la legalidad internacional y la resolución pacífica de los conflictos y hacer de Oriente Medio zona libre de armamento nuclear), Palestina (preocupación por el mantenimiento del cerco israelí a la Franja de Gaza y esperanza en las negociaciones indirectas), Iraq (respeto por la soberanía, unidad e independencia del país preservando su identidad árabe e islámica), Somalia (llamamiento a un pacto nacional y a la unidad del país y petición de apoyo a la comunidad internacional al gobierno legítimo de Somalia presidido por Sherif Sheyj Ahmad) y Sudán.

El secretario general del CCG, Abderrahmán al-‘Atiyya, presidió un día de reuniones sin un programa fijado. La primera reunión de este tipo se celebró en Yedda en mayo de 1999. La 11ª sesión se celebró el pasado 5 de mayo y en ella se decidió que Riad sería la sede del Consejo Monetario del Golfo.

(Comunicado de prensa, en árabe, del secretario general del CCG)

3. Bajo el patrocinio del presidente sirio, Bashar al-Asad, se celebró en Damasco entre el 15 y el 19 de mayo pasados el Congreso de la Arabidad y el Futuro (Mu’tamar al-‘Uruba wa-l-Mustaqbal, con la participación de más de 150 intelectuales, académicos y representantes de los grandes medios de comunicación árabes. La situación por la que atraviesa la arabidad y sus perspectivas de futuro, en tanto que vínculo y elemento fundamental de las relaciones árabes en unos momentos de grandes retos y transformaciones que pueden conducir a la desmembración, es el objeto de estudio de este foro creado para el debate entre intelectuales e investigadores árabes. El foro abordó varios temas centrales: la idea de arabidad y sus componentes, la influencia de la lengua en la arabidad, sus horizontes culturales y civilizacionales, la relación de la arabidad con la religión, el Estado, la globalización, la identidad, la etnicidad, la relación de la arabidad con la cuestión palestina, la visión que tiene la arabidad sobre la modernidad,

la política, el laicismo, el fundamentalismo comunitario y doctrinal.

Entre los participantes figuraron el investigador Haydar Ibrahim Ali, director del Centro de Estudios Sudaneses en Jartum, el académico iraquí Abdelhuseyn Sha‘ban, el investigador jordano Ahmad al-Madi, Mustafa al-Fiqqi, presidente de la comisión de Asuntos Exteriores del parlamento egipcio, el pensador y profesor egipcio Hasan Hanafi y el investigador sirio Ibrahim Darayi, entre otros. El comunicado final recoge que la cuestión palestina no se reduce a los palestinos sino que es una cuestión central de todos los árabes que tienen el deber de defenderla por todos los mecanismo legítimos.

Comunicado final en árabe

4. La organización Transparency Internacional ha publicado un amplio informe sobre el sistema de integridad nacional en Egipto durante 2009 que fue dado a conocer a principios de marzo de este año. El informe ha sido elaborado por un equipo de profesores de la Facultad de Económicas y Ciencias Políticas de la Universidad de El Cairo, dirigidos por el profesor Ahmad Faruq Goneim.

El sistema de integridad nacional incluye las instituciones, sectores y actividades que contribuyen a la integridad y la transparencia en la sociedad. Si estas funcionan correctamente, entonces el sistema de integridad nacional lucha contra la corrupción en el marco de una lucha mayor contra el abuso de autoridad y la violación de la ley. Este sistema en Egipto ha experimentado una evolución positiva en los últimos años y se han creado instrumentos para luchar contra la corrupción, como el Consejo Nacional de Derechos Humanos, la Comisión de Limpieza y Transparencia del ministerio de Desarrollo Administrativo.

Sin embargo, los casos de corrupción han aumentado y los instrumentos creados no son suficientes para combatir ese fenómeno.

(el informe puede descargarse en formato pdf, tanto en inglés como en árabe)

5. El Consejo Revolucionario del Movimiento de Liberación Nacional Palestina (Fatah) celebró su tercera sesión en Ramalla del 24 al 27 de abril de 2010. En la reunión se afirmó que la resistencia popular es una opción de Fatah y un derecho garantizado por la legalidad internacional. El comunicado final incluye un llamamiento a activar la resistencia popular en todos los lugares para conseguir la derrota moral de la ocupación israelí y obtener más apoyo popular y oficial mundial para la causa

palestina.

El Consejo Revolucionario de Fatah cree que es necesaria la reconciliación nacional e invita a Hamás a superar los intereses a corto plazo y las “influencias regionales” en favor de los intereses nacionales. Igualmente, solicita a todos los actores regionales que se posicionen a favor del pueblo palestino y presionen a Hamás para que firme el acuerdo de reconciliación y lanzar un diálogo palestino global que haga posible un proceso electoral y recupere la unidad del pueblo palestino y de su sistema político. La sesión contó con la presencia del presidente Mahmud Abbas y los miembros del Comité Central y del Consejo Revolucionario.

Durante cuatro días, el Consejo Revolucionario de Fatah ha debatido sobre las instituciones internas y la necesidad de perfeccionarlas, los marcos organizativos, sus necesidades y la elaboración de políticas para fortalecer su posición y su papel nacional.

Se abordaron también las siguientes cuestiones: el apoyo a los presos palestinos, la condena de la política israelí de asentamientos, un llamamiento a la participación en las elecciones locales previstas para el 17 de julio, la aprobación de las políticas seguidas por Mahmud Abbas (Abu Mazen) y la necesidad de fortalecer los medios de información oficiales palestinos y reestructurar la radiotelevisión palestina. Comunicado final en árabe

6. Resolución A/HRC/14/L.1 del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre los “Graves ataques perpetrados por fuerzas israelíes contra la flotilla humanitaria” el pasado 31 de mayo en aguas internacionales cerca de la costa de la Franja de Gaza. En la sesión matinal del 2 de junio del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, se decidió adoptar la resolución, revisándola oralmente, que Pakistán –en nombre de la Organización de la Conferencia Islámica–, Palestina y Sudán –en nombre del Grupo de los Estados Árabes– presentaron el día anterior sobre los “Graves ataques perpetrados por fuerzas israelíes contra la flotilla humanitaria” que se dirigía a Gaza. Con este documento se condenan los ataques de las fuerzas israelíes que provocaron 9 muertos y numerosos heridos, todos ellos civiles. Entre las distintas demandas presentadas se exhorta a Israel a garantizar la asistencia humanitaria en la Franja de Gaza.

(Texto de la resolución en español)

(Texto en inglés)

(Texto en árabe)

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Escaparate de libros y revistas

Gema Martín Muñoz y Jordi Vaquer i Fanés (Dirs.). La Unión Europea y el mundo árabe. ¿Cómo ven y qué esperan los árabes de Europa? Madrid: Casa Árabe/CIDOB, 2010, 95 págs. Resultado de un proyecto de investigación realizado por Casa Árabe y CIDOB y pensado como instrumento al servicio de la presidencia española de la Unión Europea, este estudio ofrece una serie de reflexiones de destacados académicos, investigadores y pensadores árabes (Bassma Kodmany, Bichara Khader, Khaled Hroub, Abdallah Baaboud, Mongi Bousnina y al-Sadeq al-Mahdi) sobre qué tipo de relaciones se han establecido hasta ahora entre Europa y los países árabes en los diferentes ámbitos, cuáles han sido sus aspectos positivos o negativos y cómo deberían ser en un futuro a medio plazo para crear unas relaciones realmente simétricas entre ambas zonas. El estudio incluye un análisis de la visión de Europa en encuestas de opinión realizadas en países árabes durante los últimos años. Se ha publicado también en árabe e inglés.

VV.AA. Hal al-umma al-‘arabiyya 2009-2010. al-Nahda aw al-suqut. (El estado de la comunidad árabe 2009-2010. Renacimiento o decadencia). Beirut: Markaz Dirasat al-Wahda al-‘Arabiyya, 2010, 336 págs. Informe anual sobre el mundo árabe elaborado por un grupo de especialistas que aborda las cuestiones más importantes referidas a la zona: el conflicto árabe-israelí, el sistema árabe, los marcos regionales e internacionales, estudios por países, la evolución de las economías árabes, los procesos democráticos en la nación árabe y la situación del pensamiento árabe.

John L. Esposito. The Future of Islam. Nueva York: Oxford University Press, 2010, 256 págs. Como el mismo John L. Esposito, profesor de Religión y Asuntos Internacionales en la Universidad de Georgetown, afirma en la introducción, este libro representa la culminación de su trabajo sobre el estudio del islam y sus implicaciones políticas. En pocas décadas, estos temas han atraído la atención de académicos, políticos y medios de comunicación. Con este trabajo, Esposito, quiere clarificar el debate sobre el reformismo islámico y sus dinámicas, explorando las diferencias religiosas, culturales y políticas de los musulmanes y examinando las tentativas que se han hecho para combatir el extremismo religioso y el terrorismo, para llegar a la elaboración de unas perspectivas de futuro en las relaciones entre islam y occidente. La presentación del libro corre a cargo de Karen Armstrong, escritora británica especializada en religión comparada, autora de varios libros sobre el islam y miembro del grupo de alto nivel de la Alianza de Civilizaciones.

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Yahya Uld al-Bara’. Al-maymu’a al-kubra al-shamila li-fatawa wa-nawazil wa-ahkam ahl garb wa-yanub garb al-sahra’. (Compilación de fatuas, procesos y ordenanzas del oeste y sudoeste del Sáhara). Nuakchott: al-Manar, 2009/2010. Amplia colección de fatwas que cubren la región del Oeste sahariano (Mali, Senegal, Mauritania, Suroeste argelino y Sáhara Occidental), entre 1398 y 2009. Esta obra monumental del investigador Yahya Ould al-Bara (Universidad de Nuakchott), que lleva trabajando sobre esta documentación desde 1985 (mucha de ella presentada ahora, por primera vez, al público en general), se puede considerar uno de los acontecimientos más relevantes en el campo de la investigación centrada en estas regiones, al tratarse de una pieza fundamental para el estudio del islam, pero igualmente de destacado interés para muchas otras áreas científicas. En esta obra, de 14 volúmenes, se presentan 6800 fatwas y ahkam (ordenanzas) de 1200 autores. Si la publicación de estos textos en sí ya es un acontecimiento remarcable, hay que considerar además el importante trabajo del autor en la contextualización de los textos y de sus autores. El primer volumen presenta una valiosa introducción sobre el islam y su producción textual en la región del Oeste sahariano, desde el período pre-almorávide (shií, ibadí), hasta las más recientes reconfiguraciones de tariqas sufíes (como la Muridiya). El segundo volumen trata biográficamente cada uno de los autores presentados, encuadrándolos tanto en el ámbito de sus escuelas religiosas como en el contexto cultural y social más amplio (región, tribu…). Entre los volúmenes nº 3 y nº 12 encontramos las fatwas sistematizadas según los temas clásicos del derecho islámico: salat (oración), sawm (ayuno), hayy (peregrinación), etc. Los volúmenes finales (nº 13 y nº 14), comprenden un trabajo igualmente valioso de indexación de los temas y autores anteriormente citados. Hay que señalar la importancia de la publicación de un conjunto de textos hasta ahora desconocidos (en su gran mayoría), por primera vez sistematizados y disponibles para los investigadores en las más diversas áreas. (Reseña de Francisco Freire, antropólogo e investigador asociado del CRIA/FCSH-UNL, Lisboa)

Thomas Hegghammer. Jihad in Saudi Arabia. Violence and Pan-Islamism since 1979. Cambridge: Cambridge University Press, 2010, 304 págs. Un estudio académico con trabajo de campo (entrevistas con activistas, familiares, ex prisioneros de Guantánamo) que analiza la violencia desde 1979 hasta nuestros días con una periodización en tres etapas: la etapa del “yihad clásico” en Afganistán contra el régimen comunista y las tropas soviéticas, en Chechenia y Bosnia; la segunda etapa, que cubre desde mediados de los noventa hasta el 11S; y la tercera etapa, que se refiere al activismo de al-Qaida en Arabia Saudí. Thomas Hegghammer es un académico noruego, miembro del Institute for Advanced Study en Princeton e investigador principal en el Norwegian Defence Research Establishment (FFI) en Oslo.

VV.AA. La Imagen del Mundo Árabe y Musulmán en la Prensa Española. Sevilla: Fundación Tres Culturas, 2010, 159 págs. Este trabajo, elaborado por el Centro de Investigación en Comunicación y Análisis de Medios (CICAM), recoge un análisis cualitativo y cuantitativo sobre la imagen, negativa y estereotipada, del mundo árabe e islámico que se proyecta en los diarios españoles de gran tirada, tomando como muestra la prensa de 2008. Los cinco temas principales abordados son: el conflicto entre Israel y Palestina, la imagen de Marruecos en la prensa española, la vinculación periodística entre terrorismo e islam, la representación de la diferencia o del choque cultural y la construcción de puentes entre culturas.

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Revistas

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Waleed Saleh. Amor, sexualidad y matrimonio en el islam. Madrid: Fundación Tres Culturas-Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2010, 236 págs. A través de una gran variedad de fuentes (históricas, literarias, jurídicas, religiosas…) Waleed Saleh, profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, aborda cuestiones como la belleza y el amor, la sexualidad y el matrimonio y las injerencias de los poderes religioso y político que intentan ocultar, ignorar o anatemizar una realidad rica y variada, porque como señala el autor “en la estructura profunda de las sociedades árabes y musulmanas, aparentemente estáticas y homogéneas, se encuentra otra realidad que puede sorprender a quien la descubre por primera vez”.

Al-Mustaqbal al-‘Arabi, nº 375. (Mayo 2010). El número de mayo de la revista editada por el Centro de Estudios de la Unidad Árabe incluye análisis sobre “El estado de la Nación Árabe 2009-2010”, “El individualismo y la cultura del renacimiento”, “Ausencia de la fuerza del petróleo e insuficiencia del pensamiento económico en el ‘proyecto de renacimiento árabe’: una aproximación a la experiencia iraquí”, “Las elecciones parlamentarias iraquíes entre la crisis de rivalidad de coaliciones y la credibilidad de la Comisión”, y un dossier sobre “La solución de un único Estado para el conflicto palestino-israelí” con seis estudios. El número se completa con las habituales secciones de reseñas, bibliografías, documentos y efemérides.

VV.AA. The State of Reform in the Arab World. 2009-2010. The Arab Democracy Index. (Marzo 2010). El segundo informe sobre el estado de la reforma en el mundo árabe, una iniciativa pionera del Arab Reform Initiative, incluye cuatro estudios analíticos: sobre el nexo entre seguridad y democracia o el vínculo negativo entre inseguridad y regresión democrática (Bassma Kodmany); qué tipo de reformas conducen a la democracia en los casos del Mashreq (Sufian Obaidat) y del Magreb (Abdallah Saaf); y el acceso a la información en el mundo árabe (Sarah Anne Rennick). El informe concluye con una serie de recomendaciones generales (necesidad de garantías de libertades políticas y civiles; hacer de la justicia social y de los derechos económicos y civiles el eje de las reformas; reforma educativa, lucha contra el analfabetismo y el abandono escolar; fortalecimiento de las instituciones públicas) y otra serie de recomendaciones por países (Jordania, Argelia, Arabia Saudí, Palestina, Líbano, Egipto, Marruecos, Yemen, Kuwait y Siria). El informe, editado por Arab Reform Initiative y The Palestinian Center for Policy and Survey Research puede descargarse íntegro, tanto en árabe como en inglés, en la página web del Arab Reform Initiative.

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Al-Mayalla al-‘Arabiyya li-l-‘Ulum al-Siyasiyya, nº 26 (Primavera 2010). El artículo que abre la revista, firmado por Adnan al-Sayyed Huseyn, aborda la trayectoria internacional de los derechos humanos. La revista ofrece un dossier sobre los derechos humanos en el mundo árabe de Nahez ‘Izz al-Din y Muhammad Amin al-Maydani. Este número incluye estudios sobre la transformación de las relaciones ruso-estadounidenses; la política estadounidense ante la reforma política en Oriente Medio; las relaciones entre Washington y El Cairo; y la experiencia de los islamistas en el poder en Sudán.

Afaq al-Mustaqbal, nº 5. (Mayo-junio 2010). El último número de la revista publicada por el Centro de Investigaciones y Estudios Estratégicos de Emiratos, incluye entre sus análisis los resultados de la última cumbre de la Liga Árabe celebrada en la ciudad libia de Sirte, las minorías en Irán, la futura estrategia de al-Qaida en Iraq, la conferencia sobre energía nuclear, la inestabilidad en Kirguizistán, los atentados de Moscú y la idea del “emirato islámico”, el comercio con las ayudas humanitarias a África, el comercio y la paz mundiales, Internet y las identidades globales o locales, las “guerras” de los árabes en la red y los llamamientos a la reforma de la enseñanza religiosa. El dossier de este número está dedicado a la economía mundial tras la crisis. La revista íntegra en PDF