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    Narrativa

    Es un caso inslito. Primero fue la pel-cula:La ley del silencio. Un clsico. Denos-tado en su mensaje por parte de la crticaenfurruada porque, deca, era una apolo-ga de la delacin: una autojustificacin deldirector Elia Kazan, machacado por habersido un chivato en la infame caza de bru-jas. Admirado, no poda ser de otra forma,por su rocosa realizacin, perfecta a la horade plasmar una atmsfera y encerrar enpoderosas imgenes a unos personajesque arrancaban hiel y ternura a la panta-lla, sobre todo Marlon Brando. Brando, cu-ando an era grande, el ms grande. Sinembargo, el guionista Budd Schulberg no

    se qued satisfecho. Haba pasado muchotiempo documentndose, tena las alforjasllenas de ideas y sus personajes le exiganvivir ms all de la pantalla, desarrollarseen toda su plenitud sin las limitaciones deun metraje convencional. Y se puso manosa la obra y convirti en novela su propioguin. Nada que ver con tantas operacio-nes comerciales que intentan sacar pro-vecho al xito de una pelcula para sacarms de pasta en las libreras. El resultado:una obra maestra que no slo enriquece eloriginal cinematogrfico sino que lo su-pera en todos los aspectos.

    En su ms que loable empeo por res-catar a Schulberg (1914-2009) del olvido, laeditorial Acantilado ha puesto al alcancedel lector espaol libros imprescindibles:El desencantado, Por qu corre Sammy?,

    Ms dura ser la cada (tambin pelcula,con Bogart) y De cine. Memorias de unprncipe de Hollywood. Schulberg hablabacon autoridad cuando se trataba de laMeca del Cine: su padre fue un pez gordode la Paramount y su madre era hermanade un reputado agente y productor. La leydel silencio (On the waterfont) demuestraque saba y que poda escribir tambin demundos alejados de su hbitat natural, yque lo haca a partir de un titnico esfuerzode documentacin e inmersin en los es-cenarios donde transcurra la accin. En

    ese caso, la investigacin en la ribera de

    Nueva York le llev aos.El argumento lo conocen bien los

    amantes del buen cine: el exboxeadorTerry Malloy y su hermano Charley, unabogado de conciencia borrosa al que lla-man El Caballero, pertenecen al sindi-cato de estibadores de la ciudad, queopera bajo la mano de hierro de JohnnyFriendly (ntese la irona que escolta al-gunos nombres y apodos), que imponeen su territorio la l ey del silencio. Terry esun antihroe que obedece sin rechistar alo que le ordenan, su cabeza no da paramucho ms. En su camino se cruza Katiecon una tragedia detrs que cambiar lascosas: su hermano ha sido asesinado porno respetar la mordaza. Y surge la atrac-cin. Y el mundo de Terry se tambalea. Ysu conciencia empieza a hacerse or, azu-

    zada adems por el cura Barry, uno de lospocos que se atreven a plantar cara al ti-rano. Y las cosas cambian.

    Schulberg detestaba la palabra noveli-zacin con razn. Esa palabra bastardapara subproductos bastardos de los xitosde Hollywood, como l la define. El autorse pas horas y horas metido en zona deguerra, bebiendo cerveza con todo tipo depersonajes para extraer de ellos el material

    necesario con elque construir suficcin, en espe-cial un cura quedara pie a lacreacin del sa-cerdote en la pe-lcula. De hec-

    ho, escribi

    una piezalarga parael Satur-

    day Eve-n i n g

    Post, El padre Corridan sabe lo que se cue-ce, y lleg a publicar un ensayo breve so-bre cmo aquel cura inconformista apli-caba la tica social catlica a la picadora decarne humana en que se haba convertidoel puerto de Nueva York. Tras aquella pe-ripecia periodstica, lleg la pelcula. Yluego, la novela. Lo que estaba en juego,descubr, era mucho ms que expandir unguin de ciento veinticinco pginas enuna novela de cuatrocientas. La diferenciaentre los dos gneros en ms calidad que

    cantidad. El cine es un arte de puntosculminantes. Tiene que abarcar cinco o seissecuencias, cada una dirigida a un clmaxque impulsa la accin al crescendo final.La novela es un arte de momentos altos,medios y bajos y, aunque creo que nuncadebe pasarse por alto su forma, se trata deuna forma a la cual cerramos la puerta deentrada sabiendo muy bien que se colarpor la ventana en cuanto la dejemos abier-ta. El cine funciona mejor cuando se con-centra en un solo personaje.

    Si la pelcula daba un absoluto prota-gonismo a Terry Malloy, la novela lo con-vierte en un personaje importante dentrode un complejo y riqusimo entramado depersonalidades extremas, una pieza msen un gigantesco puzle con el que Schul-berg dibuja una poca histrica con pre-

    cisin inapelable. Enocasiones, sus p-ginas se convier-ten en un gran re-portaje dondecada lnea alber-ga un dato, undespl ieguede informa-cin que poneen situacin ycrea la atms-fera adecuadapara ubicar aquienes viven enella. Descripcio-nes sin rodeos,dilogos que en-cajan en cada per-

    sonaje para hacerloextraordinariamentereal, pequeas historiasdentro de la historiaprincipal que seconvierten enuna especie de

    r e l a t o s

    con los que profundizar en las razones deesa fauna humana dominada por el mie-do, el odio, el rencor, la intimidacin, el co-raje aislado, la esperanza maltrecha. Y eldolor.La ley del silencio supura por los cua-tro costados, y nada mejor para reflejarloque esa grandiosa escena (la mejor de lapelcula, una de las mejores de la novela,aunque con variantes respecto a lo querod Kazan) en la que Terry reprocha a suhermano que no pudo llegar a ser un bo-xeador importante por su culpa.

    Conserva tambin la novela ese toquede quebradiza ternura que hay en la his-toria entre Terry y la chica, y, por supues-to, el desafiante valor del cura contra losmatones. Pero ah se terminan los pare-cidos: Schulberg coge el esqueleto de lahistoria que era su guin y lo cubre demsculo narrativo poderossimo, de ex-traordinaria piel literaria. Su prosa es in-cendiaria y se ramifica con una armonaque no admite fisuras. Su historia tiene in-gredientes de novela negra, es tambin lacrnica de una conciencia que encuentraen la rebelda una razn para vivir, sepuede admirar su frgil historia de amory tambin hay espacio para la pintura deun lienzo histrico que, en estos tiemposde derrumbe en tantas cosas, adquiere una vigencia acongojante. Eso s: Schulberg

    prolonga su historia msall del optimistafinal de la pe-

    lcula. Y loenriquece.

    PORTINO PERTIERRA

    BUDD SCHULBERG

    El guionista Budd Schulberg convirti en novela su propio guin, La ley del silencio,llevado al cine por el realizador Elia Kazan con Marlon Brando como protagonista.No se trata de una mera adaptacin, sino de una recreacin que adquiere tintesde obra maestra por s misma, de prosa incendiaria y armona sin fsuras

    Historias de la Guerra CivilLES REPRESLIES DE FRANCO DE JOSEP MASSOT Y BARCELONA CAU DE VALENT PUIG4

    Cuaderno cultural de DiariodeMallorca // n643

    Bellver JUEVES, 26 DE ENERO DE 2012 [email protected]

    Y ADEMS2. La brjula: Marc Chagall.3.Literatura: Nueva industria editorial.6. Art: Martin Boyce. Nins i joves: Alexander Stefensmeier / Teresa Duran.7. Msica: Tot Clssic. Cmic: Aline y Robert Crumb.8. Plagueta de notes: Espert / Flotats. Carme Portaceli. Paseo de ronda: Javier Krahe. Nando Gonzlez

    El escritor mallorqunValent Puig.

    Coordinacin:Francesc M. Rotger

    El ltimo

    hombre duro

    BUDD SCHULBERGLa ley del silencio

    Traduccin de Marcelo CohenACANTILADO, 400 PGINAS, 24,50

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    DiariodeMallorcaJUEVES, 26 DE ENERO DE 20122 MiscelneaBellver

    Bileg de formaci i professional de latelevisi i la rdio, Jaume Grau ha estatdirector de programes i dantena dIB3TV i s un bon coneixedor de les Balears.

    En aquest llibret reuneix vuit narracionscurtes, en les quals combina la poesiaen prosa amb lobservaci de la natura,amb fenmens tan curiosos com aquellsindiots que miren en direcci al seucontinent dorigen.

    1. P. Ferrer Guasp: Sotanes, faldes itricornis. DOCUMENTA BALEAR2. Homer: LOdissea. PROA3. Patrick Rothfuss: El nom del vent.ROSA DELS VENTS4. G.R.R. Martin: Joc de trons.ALFAGUARA5. G.R.R. Martin: Xoc de reis.ALFAGUARA6. Nicolas Barreau: El somriure deles dones. COLUIMNA7. Nicholas Evans: Lhome que voliaser valent. EDICIONS 628. Haruki Murakami: 1Q84 Llibre 3.

    EMPRIES9. G. Janer Manila: Amor captiu.COLUMNA10. C. Ruiz Zafn: El presoner delcel. PLANETA

    1. C. Ruiz Zafn: El prisionero delcielo. PLANETA2. Katharina Hagena: El sabor de laspepitas de manzana. MAEVA3. Patrick Rothfuss: El temor de unhombre sabio. PLAZA Y JANS4. Haruki Murakami: 1Q84 Libro 3.TUSQUETS5. Kate Morton: El jardn olvidado.SUMA6. G.R.R. Martin: Juego de tronos.

    GIGAMESH7. G.R.R. Martin: Choque de reyes.GIGAMESH8. Nicolas Barreau: La sonrisa de lasmujeres. ESPASA9. Maite Carranza: Palabrasenvenenadas. EDEB10. Augusto Cury: El vendedor desueos. ZENITH

    1. Maria del Mar Bonet: La cuina demumare. ARA2. Ruiz/Lpez: Bara. ANGLE3. E. Punset: Viatge a loptimisme.DESTINO4. M. Sheehan: Sigues feli. ROBINBOOKS5. L. Gavald: Els Pets. COLUMNA

    6. Albert Casals: Sense fronteres.EDICIONS 627. Beltrn/Segu: Histries del barri.DOLMEN8. Nadal/Carlin: Rafa. COLUMNA9. Walter Isaacson: Steve Jobs. ROSADELS VENTS10. Victria Cardona: Un estrany acasa. PRTIC

    1. Ferran Adri: La comida de lafamilia. RBA2. Fernndez/Montero: Sabercocinar en das de fiesta. ESPASA3. X. Terrasa: El patrimoniodesaparecido de Palma. TEMPORAE4. E. Punset: Viaje al optimismo.

    DESTINO5. Nadal/Carlin: Rafa. INDICIOS6. P. Eyre: La soledad de la reina. LAESFERA7. Walter Isaacson: Steve Jobs.DEBATE8. Zulma Reyo: La mujer interior.LUCIRNAGA9. M. Forteza: Los orgenes de laimprenta en Mallorca. OBJETO PERDIDO10. L. Rojas Marcos: Eres tumemoria. ESPASA

    FICCI CATAL

    NO FICCI CATAL

    NO FICCIN CASTELLANO

    FICCIN CASTELLANO

    Es verdad que, a menudo, los volmenes decorrespondencia de grandes escritoresbordean la suma de ancdotas paracompletistas apasionados. No es este el caso.Ni de lejos, El Nobel Bellow (1915-2005) dej enuna larga serie de cartas, que abarcan desde1932 hasta el ao de su muerte, todas laslneas maestras y muchas de las subtramas desu vida y pensamiento. No es de extraar,porque algunos de los destinatarios llevanapellidos como Faulkner, Malamud, Philip Roth,Martin Amis o John Cheever. Los que no tienennombres tan relevantes cumplen la funcin depermitir edificar todos los niveles de uncompleto autorretrato -desde los estratosafectivos hasta las concepciones filosficasms elaboradas- de quien, gracias a obrascomo Las aventuras de Augie Marcho Herzog,representa una de las cumbres de la literaturaestadounidense del siglo XX. Apasionante.

    SAUL BELLOW

    CartasTraduccin de Daniel GascnALFABIA, 720 PGINAS, 28

    Todas las joyas tienen su historia y sta noes una excepcin. La trama se remonta a 1926-27, cuando el marchante francs AmbroiseVollard encarg al pintor bielorruso MarcChagall (1887-1985) que ilustrase un centenar

    de las inmortales fbulas del poeta La Fontaine(1621-1695), una de las cimas de la literaturafrancesa. Para recrear la confluencia moralistaentre animales y hombres, Chagall hizo uno desus caractersticos despliegues coloristas, queimpresiona por la inquietante profundidad quelate bajo una aparente ingenuidad. Losgouaches de Chagall se expusieron en Pars en1930, se vendieron ntegramente y sedispersaron. Muchos aos despus, 43 deaquellas obras fueron reunidas en una nuevamuestra, en cuyo catlogo se basa estaedicin. El lector tiene as por fin a su alcanceun conjunto grfico cuya dispersin le diodurante dcadas un carcter mtico.

    J. DE LA FONTAINE Y M. CHAGALLFbulasTraduccin de M. Pino MorenoZORRO ROJO, 160 PGINAS, 29,90

    Entre las muchas atracciones de feria quepodan contemplarse en los EE UU deprincipios del siglo XX, el monstruo era unade las ms estremecedoras: un borracho quejugaba con serpientes y ajusticiaba pollos adentelladas.

    Este es el punto de partida de El callejnde las almas perdidas, una novela de cultodel underground norteamericano que,publicada en 1946, ha permanecidoincomprensiblemente indita en castellano.Su autor, William Lindsay Gresham (1909-1962), llev una vida errtica de trabajo entrabajo y de credo en credo hasta que,amorrado a la botella, puso fin a sus das enun hotelucho neoyorquino.

    Preprense para entrar en lasorprendente vida de un joven que, crecido

    en la feria, posee una increble capacidadpara engaar. Se har mentalista y, mstarde, picar cada vez ms alto. Le acercarde nuevo al suelo el vrtigo de las alturas?

    WILLIAM LINDSAY GRESHAMEl callejn de las almas perdidasTraduccin de Dami AlouSAJALN, 444 PGINAS, 23

    Explica Carlos Rubio en su prlogo a estaantologa de poesa japonesa que los poemashan jugado durante siglos entre los niponesel papel que en Occidente se ha otorgado a lafilosofa o la teologa. A ello contribuy en nopequea medida la atribucin de losprimeros versos a los dioses y el hecho deque la capacidad para escribir y aprenderpoemas fuese considerada durante siglos unrequisito para el ascenso social.

    La antologa El pjaro y la florabarca 174

    piezas, muchas de ellas inditas hasta ahoraen castellano, desde canciones divinas delsiglo VI hasta creaciones del XX, pasando porlos tanka o los haikus, que tantasadhesiones siguen suscitando. De FujiwaraTeika (1162-1241) es este delicioso recurso ala ausencia para evocar la belleza: Tarde deotoo, / ni flores de cerezo / ni hojas de arcerojizas. Tan slo, a lo lejos, una choza en laplaya.

    CARLOS RUBIO (ED.)El pjaro y la florALIANZA, 152 PGINAS, 16

    LA BRJULA

    Els indiots miren cap a Amrica

    RECOMANAT DE LA SETMANA

    JAUME GRAU

    Lombra dels peixosPrleg dAntoni CapellLLEONARD MUNTANER, 56 PGINAS, 8

    QUIERES LEERLO?

    Acrcate a la librera Literanta(C/ Can Fortuny, 4A, Palma) y podrs adquirir

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    07010 Palma - 971 206 527

    (*) Semana del 16 al 22

    de enero de 2012

    EUGENIO FUENTES

    JORGE MAZ CHACNMuchedumbresCALUMNIA, 102 PGINAS, 5

    Un poemario de signo crticoNo es extrao que una de las citas de este poemario sea

    de la cancin de BrassensLa mala reputacinporque losversos de Jorge Maz (Cabra, 1977), historiador ycolaborador de Bellver, se sitan en un tono muy crtico. Ellibro slo puede adquirirse enhttp://calumniaediciones.blogspot.com/

    ALBERTO BARRERA TYSZKARatingANAGRAMA,263 PGINAS, 17,90

    La bsqueda desesperada de audienciaHasta dnde est dispuesta a llegar la televisin

    en su bsqueda desesperada de audiencia? Conesta novela, el autor confirma las grandesexpectativas generadas con La enfermedad(premioHerralde), que tuvo muy buenas crticas i resultfinalista del premio Fmina de Francia.

    JOAN MASCARLlnties de focMOLL, 280 PGINES, 15

    Selecci de pensaments espiritualsLhistric segell mallorqu Moll reedita un dels

    seus ttols emblemtics i probablement el msconegut del savi Joan Mascar, que es va publicarper primera vegada fa ms de mig segle, el 1958. Estracta duna selecci de pensaments espirituals dediverses cultures.

    POR LAS SOLAPAS

    Bellverobsequia las aportaciones a La crtica del lectorconun libro de regalo. Los lectores que vean publicadas susreseas en esta seccin pueden pasar por DIARIO de

    MALLORCAy recoger el bono necesario para conseguir ellibro gratis en Jaume de Monts (P. Joan XXIII, 1B, Palma).Enva tu comentario a [email protected] 60 palabras. No es necesario que el librocomentado sea novedad.

    PARTICIPE EN LA CRTICA DEL LECTOR

    Intriga en un pueblo marineroLa marea ha arrastrado el cadver de un pescador hasta una playa

    gallega. Podra pensarse que ha muerto ahogado mientras faenaba, sino fuera porque sus manos estaban atadas. El inspector Caldas tratade esclarecer el crimen en el ambiente marinero de un pueblo cuyoshabitantes se resisten a desvelar sus sospechas. Una intriga queempuja hacia su lectura.Patricia Gamund Gardel

    LA CRTICA DEL LECTOR

    DOMINGO VILLARLa playa de los

    ahogadosDEBOLSILLO,

    544 PGINAS, 21

    Domingo Villar. EFE

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    DiariodeMallorca JUEVES, 26 DE ENERO DE 2012 3Literatura Bellver

    Anlisis

    Recuerda cundo ue la ltima vez quecompr un CD? La respuesta variar siest leyendo este artculo en papel o si ac-cede a la edicin digital de este suple-mento, e ilustra uno de los caminos pro-bables de la edicin tradicional: quedarreducida a un consumo residual. Llevanaos asustndonos con que el libro digi-tal matar al libro en papel, y hasta el des-embarco en Espaa, hace pocos meses,del mayor portal de venta de ebooks,ese

    uturo pareca lejano. Ahora ya prolieranlas voces que anuncian el inal de la in-dustria editorial comola conocemos hoy.Sin embargo, hacer una comparacin dela pelea entre la msica digital contra elsoporte en CD y la del libro digital contrael tradicional en papel es alsa. El libro esun ormato que orece prestaciones in-sustituibles e inmejorables: la experien-cia sica, el libro como objeto,la biblioi-lia que el CD no aporta (y que s tena elvinilo, que paradjicamente est siendorecuperado). Sin embargo, lo que s estcometiendo la industria editorial son losmismos errores queha cometido la musi-cal.

    OBSTCULOSEl primer handicap est en el precio: el

    ebookno goza del IVA reducido que s tie-nen las industrias culturales, pero eso noparece suiciente para justiicar que unmismo libro cueste en soporte sico euros, y ensu ormato digital algo ms de. Si se han eliminado loscostes de ma-quinaria, papel,tinta, encuadernacin ydistribucin, por qu no repercute enel precio? Otro error es la inclusin deDRM (sistemas anticopia, que sloper-miten reproducir el libro en un par desoportes), de manera que si abres elebooken tu pc y luego lo pasasa tu lec-tor digital ya no podrs disrutarlo entu tablet, tu mvil, tu porttil y mu-cho menos podrs prestarlo.

    Pese a que todas estas desventajasson evidentes, y el usuario sigue des-cargando loslibros que quiere leer, no

    parece que los editores tradicionalesestn dispuestos a ponerse al rentede este cambio tecnolgico, por loque esta labor est quedando en ma-nos de las pequeas editoriales, se-cundadas por los autores: LorenzoSilva, tras mucho pelear, ha conse-guido poner en el mercado sus librosa precios razonables (entre y eu-ros) y sin sistemas anticopia; Ste-phen King adelanta sus novelas endigital con preerencia para las descargasen mviles por entregas; la lectura en pa-ses donde la penetracin de la tecnolo-ga es superior (Corea y Japn a la cabe-za) se hace a travs del mvil

    La respuesta espaola fue Libranda, unportal . condenado al fracaso desde quenaci, incapaz de asumir una revolucin

    tecnolgica, no tan importante como la in-vencin de la imprenta de tipos mviles,pero casiequiparable a esta, un cambio enlos hbitosy la manera de consumir lectu-ra, adems de una generacin de lectoresque ya no apreciantanto el formato comola posibilidad de quela lectura se convier-ta en una actividad social gracias a Inter-net y sus posibilidades comunicativas.

    MICROEDITORIALESSon las pequeas editoriales las que es-tn cogiendo el testigo del cambio hacia

    el libro digital. Es dicil que una editorialundada en los ltimos diez aos no ten-ga su catlogo digitalizado, mientras que,por ejemplo, Tusquets lo hizo hace tiem-po, pero no se atreve aponerlo en la red.Cualquiera estar de acuerdo con que losbuenos libros merecen sobrevivir al pocomargen de tiempo que tienen en las li-breras, a las campaas de venta cada vezmscortas y a l a descatalogacin. Pero, ylos malos? Para sobrevivir, muchas mi-croeditorialesorecen la autopublicacincomo orma barata de entrar en el mun-do editorial.

    Ocupmonos primero de la autoedicinen papel: charlando con el director de uno

    de estos sellos, confes tener la impresinde que hoy hay ms escritores que lecto-res, y si bien esuna boutadeobvia, es cier-to que todo el mundo tiene una historia enla cabeza, y casi todos una novela en el ca-

    jn. Gracias al avance en la tecnologa dela imprenta, ya hay lugares donde se ven-den libros bajo demanda: t pides una edi-

    cin de El Quijote con el tamao de

    letra y gramaje del papel que desees, y en minutos tienes el libro impreso y listo aun precio razonable. Si cambiamos El Qui-jote por la historia que cualquiera de nos-otros ha escrito en sus ratos libres tendre-mos esa realidad.

    Si bien las posibilidades tecnolgicas

    son el primer punto de apoyo de la auto-edicin, los otros dos no son menos im-portantes. Unoes la crisis, que obliga a lasempresas a tomar dos caminos. Por unlado, continuar con los sistemas de pro-duccin que les han dado ruto y que aho-ra les obligan a reducir plantillas y costes;por otro, innovar. Y eso consiste en sim-pliicar el proceso que va desde la ideahasta el libro publicado, con distintos ni-veles de eicacia, porque, no nos engae-mos: las microeditoriales son el reugiodel editor bibliilo y del mercader astu-

    to. En el primer caso,el menos abundan-te, slo aceptar los manuscritos que con-cuerden con su lnea editorial, que tengancoherencia dentro de su coleccin y cali-dad ormal. En el segundo, se publicacualquier cosa que llegue a sus manos,co-brando a tanto la correccin ortogrica yel diseo de la portada. El problema llegaen el momento de la distribucin: ser di-cil que vean en la seccin de novedadesde una librera un volumen publicadoporel autor, o que en su presentacin se re-na ms gente a parte de sus amiliares. Soncontados los casos de xito, ridculos si loscomparamos con el nmero de ejempla-res que ven la luz. El paradigma es, sin

    duda, el Ulysses de Joyce, aunque su cir-cunstancia dara para otro artculo.

    LECTORES Y LECTURASEl tercer punto de apoyo es el de los lec-tores: en nuestro pas destaca el caso deEl bolgrafo de gel verde, que el autor dis-tribua en las libreras, irmaba a todos losque se interesaban y que acab siendo i-chado por Espasa. En el mercado anglo-

    sajn s ha habido

    ms deautores que han vendi-do sus ebooks por cientos de miles sin elapoyo editorial, bien sea por el boca ore-ja o por las plataormas de crowfunding:se pide a los usuarios que apoyen econ-micamente la publicacin. Vemos que el

    comit de lectura de las editoriales se vesustituido por los destinatarios del pro-ducto, haciendo realidad la promesa deque, gracias aInternet, los usuarios tienenla ltima palabra.Estos iltros no evitan loevidente: la baja calidad de la mayora delos catlogosde esas microeditoriales. Po-dramos decir que la proesin de editorest dividindosehasta en tres disciplinasdistintas entre s, y quesuponen tres tra-bajosdierentes: por un lado,el editor tra-dicional, con largos plazos de lectura,composicin y distribucin; por otro el

    editor impresor que se limita a incorpo-rar un ISBN y un cdigo de barras al textoque le hacen llegar y cobra por ello, y eleditor hbrido, que no puede abandonarla edicin tradicional niquiere convertir-se en un mero transmisor de manuscritos,

    son ellos los que realmente estn mar-cando el camino del uturo editorial, y esencomiable la labor quehacen pequeossellos como Minobitia, Ganso y Pulpo,Amphibia o Musa a las a la hora de de-ender y deinir laedicin digital.

    Hoy es sencillo crear una empresa, unportal de Internet y darse a conocer. Perono hay por qu preocuparse en cuanto aluturo del libro: seguir siendo dicil laadquisicin de un criterio y de una lnea

    editorial que atraiga lectores,

    que es, al in y alcabo, lo que acaba dierenciando los li-bros buenos de los prescindibles. Demo-nizar las descargas y l a piratera no ha ser-vido para salvar a la industria musical ni

    ha acabado con la msica: denostar el li-bro digital e impedir el acceso mediantepantallas a su contenido no har quemueran los libros,slo que desaparezcanlos que se quejan deell o. Son los escribasdel siglo XXI, arrinconados por la apari-cin de la imprenta. Aunque pataleen y sequejen, es su actitud arrogante la que nospuede llevar a que dentrode pocas gene-raciones alguien encabece unartculo enun peridico con la preguntaRecuerdacundo ue la ltima vez que compr unlibro en papel?.

    PORSCAR MORA

    La reciente llegada de Amazon a Espaa ha desenterrado las proecas de que el libro digital matar al de papel,pero es la actitud arrogante de la industria editorial, que est cometiendo los mismos errores que la musical, laque puede adelantar su fnal. Un enmeno con similitudes al del sonido pero tambin con grandes dierencias

    La nueva industria editorial

    El comit de lectura de las editorialesse ve sustituido por los destinatariosdel producto, haciendo realidad lapromesa de que, gracias a Internet,los usuarios tienen la ltima palabra

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    DiariodeMallorcaJUEVES, 26 DE ENERO DE 20124 NovedadesBellver

    Historia

    Pas la noche en vela con otros ofcialesobservando la quietud del puerto. El da si-

    guiente, domingo (todo estaba en calma ydaba la sensacin que la Ciudad dorma apierna suelta, alegre y confada), aparecia las ocho el general Goded, enrgico y de-cidido como siempre, y le entreg el bandoque declaraba el estado de guerra en las islaspara que lo hiciera pblico. El artculo deaquel bando le dio escaloros. Al coman-dante de Estado Mayor Clar no le parecabien que los militares se rebelasen contra elgobierno, aunque uese uno dbil y a la de-riva como el que haba en ese momento enMadrid. Goded habl en su presencia con elgeneral Bosch de Menorca y le pidi que

    viajara cuanto antes a Palma para ponerseal rente de la Comandancia, pues l,Goded, deba partir de inmediato hacia Bar-celona para liderar al l el Alzamiento."Ellos", quisieran o no, estaban dentro. El

    comandante Clar record que sus proeso-res de la Escuela de Guerra hablaban siem-pre con desprecio de los ofciales y jees quese "mezclaban" en poltica. No haba tenidoen cuenta en su libro Geografa militar deEspaael enemigo interior, pero s la cabezade puente que las islas Balears representa-ban, y pensaba abordar este asunto en unnuevo libro que desde la primavera de le rondaba y que pensaba titular El pro-blema del Mediterrneo. En cuanto a l, im-posible huir ahora del tinglado que seavecinaba. Si el golpe hubiese sido mesesms tarde quiz le hubiera cogido el con-icto en Pars, adonde haba solicitado irpara obtener el brevet del Estado Mayorrancs. Sin embargo, hubo algunos compa-eros que se esumaron. Un capitn suriun accidente en unas escaleras y no apare-

    ci por Capitana hasta octubre, cuando lasuerte ya estaba echada y no haba modo deequivocarse, por lo menos en cuanto a Ma-llorca concerna. Ese ofcial, que tena el elizdon de la oportunidad, llegara a capitn ge-neral y se olvidara del accidente providen-cial. En cambio, el comandante Clar eligiel camino que obliga a recordarlo todo.

    Como sabemos, el general Bosch nuncalleg a Palma y el coronel Daz de Freij, enedad de retiro, se vio obligado a tomar elmando de una isla perpleja que se despere-zaba de la calma bajo la inuencia de su otra

    cara, la violencia latente. La escuadra dehidros que se haba llevado a Goded a Barce-

    lona volvi das despus para bombardear-los. Las deensas de Mallorca, como sabamuy bien Clar, eran penosas, y adems lossublevados, en un exceso de confanza, nohaban hecho plan alguno contra una even-tual invasin. Mientras unos se esumaban,otros antes ocultos empezaban a desflar porla Comandancia: militares, alangistas, as-cistas italianos. Goded haba dado orden deembarcar tropas que le siguieran a Barcelonapensando que en Mallorca no iban a necesi-tarlas. El coronel envi a Clar a tratar con el

    jee de la escuadrilla de los submarinos on-deados en Portop la manera de trasladar lastropas en el vapor correo. Esto propici unaescena digna de Tintn. Clar ue llevado abordo del submarino y se entrevist en su ca-marote con un comandante en pijama que lehablaba en voz muy baja porque tena miedo

    de sus hombres. Se comprometi a hacer loque peda el coronel. Conundido por el am-biente que se respiraba, al trepar por la esca-lerilla Clar not que varios marineros se leabalanzaban intentando asirle por los tobi-llos. Se dio impulso y salt in extremisal mue-lle donde le esperaba el coche de servicio.Unos segundos ms y hubiera perdido la vidaen aquella ratonera como el pobre ofcial enpijama. Antes de llegar a La Almudaina lossubmarinos ya zarpaban hacia Catalua.

    De entre las mltiples historias para nodormir de la Guerra Civil en Mallorca era

    necesario recordar (como hace el historia-dor Josep Massot en el libro que se acaba depublicar,Les represlies de Franco contra elsmilitars poc addictes) la de aquellos mili-tares que ueron victimas de las extraas cir-cunstancias que se dieron en la isla en el

    verano de . Se vieron obligados a seguiren sus puestos aunque el general del queemanaban las rdenes era la cabeza de unperverso "movimiento salvador de Espaaenrentado al gobierno legtimo de la Rep-

    blica Entre los militares de Mallorca algu-nos comulgaban con los sublevados y otrosarrugaban la nariz. El comandante Clar erade estos ltimos. Nacido en Palma, sirvi enMarruecos como capitn. En Ceuta sus ve-cinos se llamaban Francisco Franco (en-tonces comandante) y Carmen Polo.

    El libro de Massot analiza con minuciosi-dad el proceso al que ueron sometidos enPalma en septiembre de Clar y otrostres jees y ofciales, despus de haber sidocapaces de repeler una invasin, o sea, des-pus de una victoria. Se les acus de trai-cin, incapacidad, o slo de ser "pocoadictos" a la vehemencia violenta de los mi-

    litares "nacionales". El proceso sumarsimoue muy singular. Todava permanecen en elaire muchas incgnitas. El general instruc-tor, Fernndez de Tamarit, se empeaba enquitarle importancia ante los acusados di-ciendo que era un pastel de liebre sin lie-bre. El caso es que l lo prepar y horne, sinduda por orden de Franco, al que alguienhaba calentado las orejas. Hubiera podidoacabar con un usilamiento sin contempla-ciones en un par de das. Por qu el proceso

    sumarsimo tard das en verse anteel consejo de guerra y meses en allarse,dando lugar a muchas ideas y venidas entrePalma y Salamanca? En cualquier lugar de lapennsula procesos similares acababan bienpronto. Pero estamos hablando de Mallorca,donde el sentimiento de culpa se disraza delas maneras ms insospechadas

    Algunos aos despus, el entonces civilJos Clar, nico absuelto en el proceso ysin embargo expulsado de la carrera militar,recordara cmo uncionaba lo que llam lacloaca mxima: Acusaciones de haber sim-patizado con cierto partido poltico, de proe-sar ciertas creencias religiosas, de derrotismo,de poseer algn arma, de conservar monedasde oro o de plata, de haber hecho maniesta-ciones contrarias a la causa que se deenda,etc., verdaderas o alsas, ormuladas muchas

    veces por gentes de nfma catadura moral,que se guiaban por un anatismo religioso opoltico, cuando no por sus malos instintos, elrencor, la envidia, el egosmo, y hasta el ansiade apoderarse de los bienes ajenos o de gozarde la mujer del prjimo, ueron la causa, sindiscriminacin de zonas, de que muchas

    vidas ueran segadas. No la suya, por ortuna,aunque se encontrara en la calle a causa derumores alsos y absurdos, de maniobras in-ternas, de los codazos en el Estado Mayor

    PORJOS LUIS DE JUAN CLAR

    GUERRA CIVIL

    A los tres cuartos de siglo de aquel desastre, la Guerra Civilcontina presente, bien en estudios histricos como el de JosepMassot i Muntaner Les represlies de Franco contra els miltars

    poc addictes, bien en novelas como Barcelona cau, de ValentPuig, ambos mallorquines. Adems el prximo 12 de febrero secumplen 40 aos de la muerte de Antonio Espina, poeta ygobernador republicano de Balears en el verano de 1936

    JOSEP MASSOT I MUNTANERLes represlies de Franco contraels militars poc addictes

    LLEONARD MUNTANER, 220 PGINAS, 23

    Mi madre, que entonces tena 12 aos,recuerda aquellas visitas a su padrepreso en San Carlos en compaade su indignado to, el que descargabasu pistola contra los aviones

    Grupos armados de falangistas en Palma, nada ms declararse el estado de guerra. HISTORIA DE LA CRUZADA ESPAOLA

    Jos Clar Pujol acudi a sudespacho de Capitana en LaAlmudaina la maana del 18 juliode 1936 con la conviccin de quealgo que estaba sucediendo amuchos kilmetros de distanciaacabara por perturbar con susmalvolas ondas la tranquila bahade Palma. Llegaron noticiasconfusas de la sublevacin delEjrcito de frica. De qu ladocaera la moneda esta vez?

    Un pastel de liebre sin liebre

    PASA A LA PGINA SIGUIENTE

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    DiariodeMallorca JUEVES, 26 DE ENERO DE 2012 5Novedades Bellver

    Perfil

    Tal como suena: el gobierno de la Rep-blica haba enviado a Balears aquel mismomes de julio, como su mximo representan-te, a un poeta madrileo de aos, bien co-nocido en los crculos literarios, articulistafno de peridicos, autor de un buen nme-ro de libros en verso y en prosa que habanmerecido el elogio de la crtica por sus ma-neras innovadoras, por su calidad expresiva

    y por su originalidad.Puede decirse, por tanto, que Antonio Es-

    pina se encontraba en Balears como polticoms que como escritor, aunque se sabe queaqu esperaba poder terminar una biograadel escritor ngel Ganivet que se le haba atra-gantado. Pocos meses antes, haba decididodejar la poltica haba sido tambin gober-

    nador civil en vila, pero su amigo Ams Sal-vador, ministro del gobierno, le convencipara que continuara, orecindole un destinosupuestamente tan apacible y ventajoso parapensar y escribir como la isla de Mallorca. Picel anzuelo y acept con ilusin lo que espera-ba que iba a ser un cambio radical en su vida.

    Y lo ue, desde luego que s, pero en un senti-do opuesto al deseado. Desde su llegada a Pal-ma, no tuvo tiempo de ocuparse de la escri-tura y, en realidad, casi tampoco de la polti-ca. Y acab salvando la vida milagrosamente.

    Tom posesin de su cargo el de julio.Ese mismo da atendi tambin a la prensa,tal como recoge por cierto cinco das despusDiario de Ibizaen la siguiente noticia: El vier-nes pasado, el nuevo Gobernador Civil D. An-tonio Espina Garca recibi por primera veza los periodistas palmesanos, cambindose

    rases de saludo y sosteniendo con ellos ani-mada charla, tratndolos de compaeros, yaque el Sr. Espina es tambin periodista. Me-

    nos animada debi de ser la charla que man-

    tuvo en su despacho, por aquellos mismosdas cercanos a su nombramiento y a ins-tancias, a travs de telegrama cirado, del go-bierno, con el general Goded para averiguarsi ste, respecto a un movimiento militar quepareca inminente, pensaba guardar fdeli-dad a la Repblica.

    Parece ser que la respuesta del general ueescueta pero positiva naturalmente!, ex-clam, aunque llevaba trampa: la que An-tonio Espina, llevado tal vez por el optimis-mo que le provocaba su nuevo y soleado des-tino, no supo ver. Goded le pareci incluso alnuevo gobernador poeta un hombre cordialque tena, adems, el buen gusto de haber le-do algunos de sus libros y de seguir sus art-culos en el diarioEl Sol.Volvi a picar otro an-zuelo, el de la vanidad del escritor. Unos dasdespus, el de julio, era el general Goded

    quien convocaba a Antonio Espina a su des-pacho para destituirlo y encerrarlo en prisinen el castillo de San Carlos.

    En aquella escasa semana y media quedur su Gobierno Civil en Balears, AntonioEspina tom, sin embargo, un par de deci-siones importantes. La primera, de ndolepersonal, ue enviar a su amilia al campo, acasa de un amigo. La segunda ue negarse,cuando se lo pidieron, a repartir armas entrela poblacin civil, parece que convencidohasta el ltimo momento de la actitud fel delgeneral Goded.

    Lo que vino a continuacin de su apresa-miento est lleno de sombras que merecer-an una mayor luz. Segn parece, Antonio Es-pina, extremadamente atigado y conmovi-do por los das pasados desde su llegada a Pal-ma, perdi la razn. Y ue el mismo general

    Goded quien decidi que uera internado enla clnica mental.El psiquiatra Bartolom Mestre, que lo vi-

    sit, describira aos despus del siguientemodo su situacin: Haba hombres aluci-nados que se sentan perseguidos y melan-clicos con la tristeza encantada en su alma.Entre ellos se hallaba el ex gobernador de Ba-leares Antonio Espina, un periodista que noquiso cometer la locura de entregar armas alos proletarios... Era un hombre cado. Unosnuevos poderes haban derribado el suyoechndole entre las masas hacinadas de unpatio que apestaba...

    Hubo tambin, segn parece, un intentode suicidio, corroborando as lo que otro po-eta, Juan Ramn Jimnez, haba escrito de len : No es Antonio Espina, acaso, unduelista consigo mismo, un suicida de armas

    tomar?.No se sabe muy bien, sin embargo, dednde procede la ama que sobre este asun-

    to ha perseguido siempre a su fgura esqui-va: lo que pudo haber sido locura momen-tnea, en la lgica de los acontecimientos,

    vino seguido de la impostura. Segn ciertasversiones, el escritor habra seguido fngien-do locura para librarse de la condena a muer-te. No se libr de la condena, pero su penaue conmutada debido a su supuesto estado

    mental.Sali de la clnica en , acabada ya laguerra. Estuvo unos aos viviendo en Madrid

    y decidi salir hacia el exilio, como haban he-cho casi todos sus amigos escritores, a fna-les de los cuarenta. En Mxico, con muchasdifcultades, escribi y public. Pero regresa Espaa a mediados de los cincuenta.

    No tuvo una vida cil y sus obras ueronprohibidas durante mucho tiempo. Desde lamarginalidad cultural, se dedic a escribirbiograas Quevedo, Voltaire, Espartero, C-novas, Ganivet... La primera de todas ellas, ladel bandido Luis Candelas, se la encarg Or-tega y Gasset en los aos veinte.

    Segn el escritor mallorqun Cristbal Se-rra, en el campo de la biograa, Espina pue-de pasar por un avorecido de los dioses. Sinduda es nuestro mejor bigrao. Un gran bi-

    grao que merecera, precisamente ahora que van a cumplirse los cuarenta aos de sumuerte, una buena biograa.

    POR VICENTE VALERO

    Antonio Espina, elgobernador poeta

    Narrativa

    Nadal de 1938. Les hosts nacionalistescomandades pel general Franco comencenlofensiva contra el Principat de Catalunya.Lexrcit republic, exhaust, delmat i encarasagnant de lhemorrgia que havia suposatla batalla de lEbre, tot just conclosa, estroba a punt de retres a les hordes coman-dades per Yage, que aviat entrar desfi-lant, tot cofoi, per la Diagonal barcelonesaal capdavant de les tropes vencedores.

    Amb cert maniqueisme no exempt, tan-mateix, dun psit de veritat i, quan vol,tamb amb alguna dosi desperpent, Va-lent Puig (Palma, 1949) retrata la darreraBarcelona republicana com un cau biga-rrat de pistolers i franctiradors al servei delanarquisme de la FAI, el trotskisme i les-talinisme a parts iguals que no es poden

    veure entre ells i que sestimen ms la vic-tria de Franco que no pas la dels del seumateix bndol. Al seu voltant, fam i mis-ria pertot arreu, afusellaments, tirotejos itracions onsevulla, cadvers apilotats a lescunetes i saquejos a balquena, la moralper en terra i la sensaci de derrota pelsnvols... Puig no mostra cap mena de con-sol ni compassi per a aquesta Barcelona,catica i desastrosa, farcida de proslits iquintacolumnistes del feixisme que cobe-gen lensopegada definitiva dels republi-cans i la victria dels nacionalistes.

    En aquesta mateixa tessitura hem de si-tuar Vctor, el protagonista de la nouvelle dePuig. El carcter principal es passeja ambauto per la ciutat perqu pertany a la mino-ria que domina i controla aterrida la pobla-ci local. Agent de doble cara, per davantjura fidelitat a la Repblica mirant-la als ulls,per per darrere noms sotja de rell el nouordre militar imperant que saugura, amb elqual ja collabora damagat. Sense ofici nibenefici, mal estudiant, el seu pare haviadeixat anar la possibilitat que segus la ca-rrera darquitectura, que havien cursat tots

    els Aymerichs, i lhavia tret de casa desprsque lvia lenxamps al llit amb la seva pr-pia tieta. I vs per on, paradoxalment, amblesclat de la Guerra, el mateix mes de juliolque son pare el plants al carrer, aquell ba-liga-balaga havia aconseguit salvar la pell detots els seus familiars, votants i partidaris dela conservadora Lliga Regionalista Catalana,traslladant-los a viure fora de Barcelona du-rant el temps que durs la contesa bllica.No ser tanmateix aquesta lnica bonaacci realitzada pel personatge al llarg de

    Barcelona cau. Vctor cerca el germ falan-

    gista de Palmira, una altra dona amb quisha gitat, que roman tancat en alguna txeca,com un favor personal que ella li suplica. Estrena daquesta manera un triangle amorsque pren com a tel de fons la histria delsdarrers dies de la Catalunya i lEspanya re-publicanes. All que, cannicament, conei-xem com una novella histrica: una, de benescrita i de ben feta.

    PER CARLES CABRERA

    Valent Puig arriba amb unanovella breu sobre els tres darrersdies de la Guerra dels Tres Anysa la Catalunya republicana

    Entre los escritores de relieve quese encontraban en Balears enaquel aciago mes de julio de 1936 desde Bernanos a Rafael Alberti,desde Palau i Fabra a Elliot Paul,se olvida a menudo citar a AntonioEspina. La razn solo puede seresta: a diferencia de aquellos otros,dedicados principalmente a su

    veraneo, a ste le toc en suerteotra tarea mayor, pues seencontraba en Palma ocupandoel cargo de gobernador civil

    VALENT PUIGBarcelona cau

    PROA (A TOT VENT, 565), 176 P., 17

    El Conde Rossi (segundo por la izquierda)y Daz de Freij (tercero). 1936 EN MALLORCA

    Antonio Espina, poeta, periodista,novelista y gobernador civil de Balears. D. I.

    La carambola

    alentados por los alangistas y la injerencia in-concebible de aventureros italianos. Clar,segn se desprende del libro de Massot(quien tambin rinde homenaje a un honesto

    y conciliador Daz de Freij), se neg a acili-tar a Rossi los planos de Ma y, en general, in-tent sortear la doble va de las rdenes ymantener el sentido comn y la rgil legali-dad, como en el conuso caso de la evacua-cin de los extranjeros que vivan en Mallorca.

    Muy documentado y con la imparcialidadque caracteriza a su autor, este estudio sobrelos militares represaliados no atraer quiz amuchos lectores, pero la injusticia de la v ida

    y de los hombres concierne a todos. Mimadre, que tena entonces aos, recuerdaaquellas visitas a su padre preso en San Car-los en compaa de la madre comida por losnervios, su hermano pequeo y su indignadoto, el mismo que durante los bombardeosde Palma suba a la azotea de la casa amiliaren La Rambla y descargaba su pistola, comoun enajenado Haddock, contra los avionesque bombardeaban en vuelo rasante. Massotsabe que rescatar de celosos archivos algu-nas de las acetas de la verdad es una manerade hacer justicia, igual que Jos Clar sabaque slo escribiendo sus memorias podaajustar cuentas con Dios y su conciencia. El

    libro de Massot viene ahora a cumplir aque-llo que deca Mallarm de que todos existi-mos para algn da ormar parte de un libro.

    VIENE DE LA PGINA ANTERIOR

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    Nins i joves

    Quan arriba un paquet estrany a la gran-ja i per aquesta causa una vaca cndida tro-ba el mapa dun tresor passen coses. La

    vaca el cercar, el tresor. Si nom Josefina,s clar. Encara que aix signifiqui iniciaruna aventura arriscada i de resultat incert.Llbum dAlexander SteffensmeierJosefi-na busca un tesoro relata amb generosesillustracions aquesta cerca. Josefina t lacomplicitat dels altres animals de la gran-

    ja on viu: els porcs, les gallines, el cavall, lacabra... El tresor, podem avanar-ho, seruna sorpresa. Una sorpresa til que com-

    pensar el desbaratament que els cerca-dors de tresors causaran a lhort de la ma-dona de la granja, entranyable.

    Bon lbum. Cada pgina permet unalectura activa, de vegades amb seqnciesque faciliten seguir sense entrebancs lespasses dels animals, a la fora discrets, enla seva cerca. El llibre s daquells que elsadults han de llegir una primera vegada alsinfants. La segona lectura la faran, ja, elsnins sols. I en gaudiran. En ledici origi-nal, Josefina s Lieselotte, un nom certa-ment mal de sostenir en una lectura per aprimers lectors en castell. Quina llstima!

    A la pgina www.alexandersteffensmeier.detrobarem les portades dels altres volumsde la srie protagonitzada per Lieselotte-Josefina editats fins ara en alemany, i tam-b algun divertit entreteniment en formatmultimdia relatiu a personatges comGalileu o Darwin. Facem-hi una volta.Paga la pena.

    La sempre jove veterana Teresa Duranha convertit un absurd lgic en un bell con-te que, en el fons, cont una punta dhu-mor inquietant: en un capgirament ines-perat dues bessones idntiques que a la fi

    no ho sn tant mostren que larrel de la nos-

    tra personalitat es essencial per identificar-nos, i perqu poguem ser identificats comindividus. Per, el conte ens diu que per ar-ribar a comprendre aix cal seguir un pro-cs que no sempre s fcil, i que sovint potresultar commovedor, no exempt de doloro de temors.

    Jorge del Corral hi posa imatges de sire-nes, dastronautes, de llits que volen ide somnis. Al seu blog hi ha unamostra abundosa daltres seus treballs:http://jdelco.blogspot.com . Destaquem-ne els colors suaus, les lnies arrodonides,

    la tendresa, lemoci amb qu ha sabut re-

    forar la idea escrita, ben escrita, animosai estimulant, de Duran. Leditorial recoma-na la lectura daquest conte al conjunt ge-nric nomenat primers infants. Creiemque els cal un poc de saviesa lectora pr-

    via, a aquests primers lectors. Sobretot percopsar b el molt interessant acabament,on de qualque manera hi participen quanassisteixen, interpelats per Duran, al di-leg entre autora, dibuixant i editor peraconseguir que les coses desordenades alllarg de les pgines tornin al seu solc. Comsi es fes un reset.

    PER MIQUEL RAY

    De vaques i bessones

    Art

    El passat 5 de desembre el fotgraf italiMario Testino, fams per retratar el mn dela moda i multitud de celebritats arreu delmn, va presentar-ne la cerimnia, que perprimera vegada en els 27 anys dhistria delguard, no es va celebrar en una de les seusdels museus Tate, sin en el , una condiciitinerant del premi per successives ciutatsdel Regne Unit, amb motiu dels Jocs Olm-pics de Londres 2012.

    Abans de lestiu es sabien els nominats:Martin Boyce, George Shaw, Karla Black iHilary Loyd, i certes seccions de culturadels diaris britnics, especialment The Te-legraph, feien travesses sobre qui seria elguanyador. Tot estava calculat: els nomi-nats eren un pintor, una escultora, una vi-deoartista i un installador, el que cobrialespectre de les formes artstiques que elpblic esperava dun premi com el Turner.

    Lescocs Martin Boyce (Hamilton,1967) s una figura que cau b: s profes-sor de lEscola dArt de Glasgow, la ciutatescocesa que constitueix el veritable cen-tre de la modernitat cultural al nord delRegne Unit, i la seva obra ironitza sobre es-tils del passat, com la taula de disseny mo-dernista amb la que Boyce es va presentaral guard i finalment es va proclamar gua-

    nyador.Lartista, que va ser nominat pel seu tre-ball a la galeria The Modern Institute deGlasgow, va representar a Esccia a la Bi-ennal de Vencia de 2009, i s un dels gransrenovadors del llenguatge escultric quesol explorar limmens llegat deixat per la ri-qussima tradici britnica. Boyce formapart tamb de la School of Art.

    A Library of Leaves s una installacifrgil i potica de forma rectangular, gensestrident i ms aviat silenciosa, daques-tes que defensen lart difcil. En una en-trevista publicada recentment al diari TheGuardian, lartista alemany Anselm Kie-fer assegurava que lart s difcil, no estracta dentreteniment. Hi ha poca gent

    que pugui dir alguna cosa sobre art. smolt restrictiu.Amb aix Kiefer defensa-

    va la reflexi davant lobra dart i lafir-maci, que tant comparteixo, que com-prar art no vol dir entendre-hi ni com-prendrel.

    La pea de Boyce va ser triada pel juratdesprs de ser exposada a la galeria EvaPresenhuber de Zurich, i evoca un parcmelanclic a travs duns arbres metllicsi fulls de paper. Un treball concebut com

    un paisatge peculiar, el collapse de lin-terior i el mn exterior, pers ms un pai-

    satge ntim i personal que cal observar de-tingudament. Amb reminiscncies a Ale-xander Calder i els seus mbils, on res sesttic, tot sura a lespai i es lliura als e qui-libris i cadncies que la gravetat pugui ge-nerar. Calder ja parlava de poesia, pertamb denginy, humor i ingenutat de lesseves obres. Un altre escultor que va serdefinit per Jean-Paul Sartre com lartistaque menteix menys en el seu art. A Ciu-tat ens queda el regal que Calder ens va ferlany 1973: el mbil Nancy, situat davantel Palau de lAlmudaina.

    Un pioner de lescultura del qui segurBoyce ns en gran mesura hereu, igualque molts altres creadors com la gran L o-uise Bourgeois, i innovadors icones del

    modernisme com Jean Prouv i els bes-sons Joel i Jan Martel.

    La installaciA Library of Leavesva serideada per Boyce a partir duna taula de tre-ball dissenyada per Jean Prouv (1901-1981),un visionari de larquitectura preabricada iautor de mobles exquisits. A partir della,Boyce en a un homenatge al Modernismeque tracta sobre lespai, els espais entre lesescultures i les escultures en s mateixes.

    25.000 lliures per una obra que algunscrtics han qualificat com la millor dels 27anys dhistria dels Turner. Aqu comenael debat sobre el que constitueix lart, enaquest sentit us recomano la lectura de Laquerella del arte contemporneo de MarcJimnez, on certes polmiques i debatsoposen a defensors i detractors de la crea-ci artstica dels nostres dies.

    PER GEORGINA SAS

    Martin Boyce, Premi Turner

    Des de a vint anys es lliura un dels premis d'Arts Plstiques ms amosos del mn: el Turner Prize. No hi ha anysense polmica, sobretot en alguns guardons que van constituir ftes publicitries en els mitjans, com les vegadesen qu van guanyar Damien Hirst (1995), Anish Kapoor (1991) o Tracey Emin (1999) amb la seva obra My Bed

    Dues lectures pensades, en principi,per als lectors que comencen:Josefna busca un tesorodAlexander Steensmeier, i Imma iEmma, de Teresa Duran, ambillustracions de Jorge del Corral

    DiariodeMallorcaBellver JUEVES, 26 DE ENERO DE 20126

    Lescultor escocs Martin Boyce, Premi Turner.

    Lobra de Boyce ironitza sobre estils delpassat, com la taula de dissenymodernista amb la que es va presentaral guard i es va proclamar guanyador

    ALEXANDER STEFFENSMEIERJosefina busca un tesoro

    ANAYA,32 PGINES, 12

    TERESA DURANImma i Emma

    ILLUSTRACIONS DE JORGE DEL CORRALANIMALLIBRES, 64 PGINES, 8,20

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    Cmic

    Debo decir que as como me lanc con en-tusiasmo sobre su volumen musical me re-sist a comprar ese grueso tomo con Aline Ko-minsky. Ya conoca algunos de esos tebeos,publicados en unode aquellos clebres cua-tro libritos de la editorial Pastanaga, concre-tamenteen R. Crumb Head Comix. All salaAlinenBob go to the Whole Earth Jambo-

    ree y lo recordaba como una broma demalgusto. La mezcla del encantador y potente di-bujo de Crumb con los garabatos de aficio-nada de su mujer me resultaban directa-mente intolerables. As que cuando descubren la librera este recopilatorio mi primera re-accin fue mantenerme alejado de l y re-servar mi dinero para valores seguros, comoel ltimo Wormwood de Ennis, que por cier-to les recomiendo.

    De paso aadir que La Cpulava caminode convertirse en una de las editoriales quems mima sus productos. Todos sus recopi-

    latorios son pequeas joyitas de coleccionis-ta. A losdeliciosos recopilatorios de Shelton,todos ellos recomendables, se ha sumadore-cientemente el integral del Peter Punk deMax, editado en las mejores condiciones po-sibles y con un papel envidiable.

    Por supuesto cuando se trata de Crumb,uno de sus autores estrella, no se descuidan.

    Pero no fue esa atencin al detalle lo que mellev a adquirir esta entrega del matrimoniosino una entrevista aparecida en un diario.En ella Aline declaraba con no poco cachon-deo que le daba igual que los frikis se queja-ran de que slo la publicaban por ser la mu-

    jer de y que evitaban sus dibujos para mirarnicamente los de Crumb. Me pareci quetena el suficiente cachondeo y la irona ne-cesaria como para darle otra oportunidad.Quizs su torpeza grfica escondiese un sor-prendente talento cmico.

    En realidad no es as. Es cierto que ella es

    la principal crtica de su dibujo. No se haceilusiones al respecto y algunos de los mejo-res pasajes del libro se corresponden con sulectura de cartas de aficionados quejndose.Por ejemplo: Djala en la cocina y dedcatea dibujar. Quiz folle muy bien, pero man-tenla aparta da de la puta pgina. Hay que te-ner mucha seguridad en uno mismo para no

    permitir que semejantes opiniones te afec-ten. En el caso de la seora de Crumb esa esla sensacin que tenemos al concluir la lec-tura. Tiene un ego enorme que se traduce entoneladas de bocadillos donde duda sobrequ traje ponerse o presume de su perfectofsico, todo bastante banal. Y no es queCrumb aborde temas ms profundos, en re-alidad nos ha acostumbrado a seguirle a loslugares ms tontos.

    En una historieta se dedica a contarnosuna de sus maanas, con su desayuno, suschapuzas caseras, su visita a correos, etc. Pero

    l s tiene talento. Y de alguna manera intro-duce ritmo, variedad e inters en la narracin.

    As que el tomo oscila entre lo divertido,cada vez que Crumb gana prota gonismo, y loirritante, cuando es su mujer la que llena laspginas de cabezas parlanchinas y nos da lapaliza con sus disquisiciones. No todos losfrutos de esa colaboracin sondespreciables,por supuesto. A pesar de que no encuentro lagracia en la mezclade estilos algunas de esashistorietas conjuntas se siguen con curiosi-dad. Descubrimos nuevas facetas de la hu-da a Francia del matrimonio Crumb, de su

    vida all y de lo que opinan de los franceses (ylas francesas, a las que no ponen nada bien).Tambin de cmo les afect el documen-

    tal de Zwigoff o de cmo le va a la hij de am-bos, que tambin dibuja. Por supuesto, mu-chos detalles de su activa vida sexual, inclusoms de los que nos gustara conocer, como lashabilidades tntricas de Aline. Sueltan opi-niones y apoyan a indeseables como MichaelMoore, demuestran que una pareja abiertapuede funcionar y muchas cosas ms.

    No es el mejor Crumb, pero nohay Crumbmalo.

    PORFLORENTINO FLREZ

    Crumb contina imparable. Por unlado se han agrupado en un bonitotomo sus portadas para discos yotros productos relacionados

    con la msica. Tambin se haneditado sus colaboracionescon su mujer, historietasdibujadas a cuatro manos, unfenmeno nico en el mundo

    Msica

    I, eectivament, qualsevol persona queconegui Joaquim i shagi acostat per TotClssic i a Mallorca, aquesta selecta cata-cumba musical de la Costa de la Pols dePalma s un reerent tan inevitable com es-sencial sap que en ell tot s eervescnciai optimisme. Joaquim, barcelon de naixe-ment, va arribar a Palma el 1995 a mb una fei-na en una distribudora discogrfica, per el

    seu somni era tenir el seu propi negoci. Aix,fa dotze anys, va inaugurar Tot Clssic. Elsinicis van ser difcils perqu el pblic no co-neixia la botiga i la Costa de la Pols era un car-rer poc transitat. Joaquim, per, ben aviat vasaber oferir quelcom especial i nic: unaatenci realment personalitzada i un autn-tic coneixement del producte.

    Que Joaquim coneix el mn discogrficning no ho posa en dubte i les seves opi-nions, sovint, poden ser xocants perquparla amb lautoritat dun vertader expert.Per exemple, contrari a lopini generalit-zada, Joaquim considera que la msica nos un assumpte de quatre rates rares, sinque hi ha una afici molt slida. I tambpensa que els pronstics de funerals i ex-quies del disc shan exagerat desmesura-dament. Els meus clients assevera com-

    binen les noves formes denregistramentmusical com els MP3 amb altres formesms clssiques com els Cds. Si van a crrero a caminar, un MP3 s perfecte; per a casaamb un bon equip sonor tradicional, la m-sica s una altra cosa.

    El mn de lenregistrament sonor argu-menta Joaquim sempre xerraire i amb con-tagiosa avidesa travessa un moment des-plendor. El moviment dinterpretaci his-trica, per exemple, basat en ls dinstru-ments originals, ha suposat una gran ale-nada de vida. Han sortit noves estrelles comSavall i Biondi, o la ms recent moda delscontratenors que ha catapultat a lestrellatinternacional el francs Philippe Jaroussky.I amb la reestructuraci del mercat disco-grfic, han sortit nous segells que, en opi-ni de Joaquim, ofereixen un p roducte ar-tesanal, perfectament editat i de gran qua-litat musical. Per Nadal, els llibres-discs es

    venen molt b. s el regal perfecte!Forat a fer una recomanaci, Joaquim

    aconsella un Cd de recent edici,Boccheri-ni: La musica notturna delle strade di Ma-drid, tant per la qualitat de la interpretacicom per lacceptaci que ha tingut entre elpblic , diu Joaqu im. Lobra que dna ttolal Cd s un retrat costumista duna nit a Ma-

    drid amb els colors i olors i lambient dunpas despreocupat i alegre amb gent que seua la fresca i v enades que xafardegen. Lale-gria que transmet aquesta msica, el seu rit-me de constant xiuxiueig de carrer, i les cas-tanyetes de linstrumentaci, no sn gensaliens al temperament daquest eufric bo-tiguer.

    La sort ms gran de la meva feina con-fessa s poder estar en contacte amb gent

    que sap molt de msica i tamb saben elque volen. I s aix: els melmans que fre-qenten Tot Clssic sn una fauna molt es-pecial, nimes exquisides, en general, que

    viuen per i per a la msica, per un enregis-trament que acaba de sortir i que si no el

    compren els llevar la son implacablement.Aquest nivell dexigncia fa que la feina deJoaquim sigui difcil, per molt gratificant.Jo aconsello els meus clients, per en ge-neral aprenc jo ms dells que no ells de mi.Joaquim recorda amb gran afecte RamonBoix, violinista de la Simfnica mort fa unsanys i un dels melmans ms cultes de lanostra vida musical. I tamb pensa a mb lex-pert cervant, un senyor aristocrtic i de gust

    refinadssim que sovint compartia amb ellles seves vivncies wagnerianes a Bayreuth.I s que els melmans en opini daquestcronista solen ser ssers prou excntrics iben seus, diria un, per tamb entranyablesi adorables. Joaquim s un dells.

    PER ANTONI PIZ

    Imatge de linterior de Tot Clssic.

    ALINE Y ROBERT CRUMBHblame de amor!

    LA CPULA, 264 PGINAS, 35

    BOCCHERINILa musica notturnadelle strade di Madrid

    CUARTETO CASALS I ECKART RUNGE,VIOLONCEL; CARLES TREPAT, GUITARRA

    HARMONIA MUNDI, 15,95

    Melmans, excntrics,entranyables, adorables

    Em alten hores per escoltar msica!, afrma contundent Joaquim Garcia i Esteve, propietari de Tot Clssic, botigaque enguany celebra gloriosament el seu dotz aniversari. No comprenc continua lentusiasta melman comalgunes persones se sorprenen quan dic que, quan surt de la botiga, encara tinc ganes descoltar ms msica

    DiariodeMallorca BellverJUEVES, 26 DE ENERO DE 2012 7

    Cuando dos son multitud

  • 8/3/2019 Bellver 26.01

    8/8

    Biel Mesquida Plagueta de notes (CDXLI)

    DOS DIES AL PRINCIPAT DE CA-

    TALUNYA.Han estat dos dies i bus-ques de funcionar per una munta-

    nya russa. No mhe aturat ms que per dor-mir un parell dhores cada vespre. Dimarts10 de gener. Arribada a Barcelona. Dia rfol,grisot. La papallona de cermica modernis-ta que corona una casa de pisos vora la pla-a dEspanya em dna, com sempre, la ben-

    vinguda. Deix els bagatges i partesc ambPepa Lpez i Rosa Novell, dues actrius mag-nfiques i amigues, cap al Teatre Lliure deMontjuc. Sala Fabi Puigserver (estimat i re-cordat amic). All vaig veure Cartes de lexi-li amb Nria Espert i Josep Maria Flotats dededors. Ells dos ho fan molt b. Llegeixenamb cura i intenci les cartes de Merc Ro-

    doreda, Joan Oliver, Carles Riba, PompeuFabra, Xavier Benguerel, etc. Les cartes es-tan puntejades amb poemes de Salvador Es-priu deLa pell de brau. Per trob que tot ple-gat manca duna lnia, duna coherncia.Mhi sobren els poemes espriuans i em fal-ten cartes ms intenses. Alg em diria: al lleuhi trobes ossos. Per som un espectador ex-igent i el tema dna per a molt. Aix mateixhe passat gust i he sentit algunes emocionsfortes, especialment amb la Rodoreda, quanconta la seva fugida de Pars cap a la Franalliure i amb el Fabra, quan duna forma dig-nssima demana doblers al Tarradellas. Al fi-nal hi ha una copa al hall del teatre i saludmolta de gent: Nria Picas, Susanna Rafart,Maria Flotats, Gregorio Canela, MagdaBosch, Llus Pascual, etc.

    Desprs, sopar a la fbrica Moritz amb

    na Pepa i en Dani Aixel. Lantiga fbrica decerveses de la ronda de Sant Antoni ha estatrehabilitada per Jean Nouvel que ha con-

    vertit els tres espais baixos, subsl i entre-sl en una meravella de restaurant, unasala dexposicions i dactes i un espai per fer-hi cursos. Hi queden molts de vestigis delantiga fbrica: els maons vermells, les vol-tes, els tancs de cervesa, els grans espais. Tots molt fashion al restaurant on tast sopa deceba, pilota de perdiu i llebre royal. Un ves-pre complet.

    SEGONA JORNADA: LA IM-MORTAL I ESTIMADA GIRONA.Dimecres 11 de gener. Vaig amb

    lamiga Pepa Lpez a la Universitat de Gi-rona. Amb motiu del centenari de la crea-ci de la Secci Filolgica de lInstitutdEstudis Catalans, el grup dHistria dela Llengua catalana ha organitzat un ciclede conferncies dedicat a presentar, desde diferents angles, de quina manera ses-

    t elaborant la llengua catalana actual. Enaquest cicle hi intervenen professionalsde la llengua de diferents mbits (mnacadmic, periodisme, assessoramentlingstic i creaci literria). Entre els es-criptors hi ha Jaume Cabr, Ramon Sol-sona, Josep Maria Fonalleras, Joan-DanielBezsonoff, Narcs Comadira i aquest cro-nista. A la Sala de Graus, una capella g-tica que s un ciclorama inspirador, pre-

    sentat amb detalls i exquisidesa per la pro-fessora Mita Casacoberta, explic la mevarelaci amb la llengua catalana: la mevaamant, la meva eina, el meu cel, el meuparads, la meva mort, el meu martiri, lameva vida, el meu plaer, etc. Un pblic fer-vors destudiants,cmplices des del pri-mer moment, i uns amics professors i es-

    criptors (Josep Maria Nadal, Joan Ferrer,Francesc Ten, Josep Maria Fonalleras, Al-bert Rossich, Narcs Iglesias, Dami Bar-dera, etc.) mescolten amb atenci, em fanpreguntes i els regal una exclusiva: llegescun fragment de Llefre de tu, el llibre quetreur el mes que ve al Club Editor. Coma detall curis, no hi ha ning a la sala queconegui el significat de la paraula llefre.Retorn a Barcelona desprs dun exquisitdinar a El Brosell (pasts de ceba i galtesde porc.) A la Sala Petita del Teatre Nacio-nal de Catalunya assistesc a un assaig ge-neral dEls baixos fons de Gorki en versicontempornia dirigida per lamiga Car-me Portaceli. Ben miradora i entretengu-da! Denunciadora! Un bombonet dur i ac-tualssim! Acab en un sopar al restaurantLa Locanda amb els escriptors amics Lo-

    lita Bosch i Borja Baguny (rissoto deceps). Una festassa de records de Guada-lajara (Mxic). Desprs xerrada fins a lamala hora a les escales de la Catedral. Di-jous 12 de gener. Reuni tot el mat ambla meva amiga i editora Maria Bohigas perdonar el darrers retocs a Llefre de tu. Esticcontentssim, excitat i feli amb aquestafeta. Amb aquesta festa. La coberta deJean-Marie del Moral s meravellosa.Lhorabaixa, retorn a Mallorca.Uns dies devorats bout de souffle!

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    01Dies de gener

    Nria Espert, lectora de Cartes de lexili al Teatre Lliure amb Josep Maria Flotats.

    DiariodeMallorcaJUEVES, 26 DE ENERO DE 20128 La darreraBellver

    Preludio de Sant Sebasti en el Te-atre Mar i Terra, con un conciertode Javier Krahe. Resulta una go-

    zada ver en accin a este viejo trovero conesas canciones en las que (como las quecomponen su nuevo lbum, Toser y can-tar) juega con las palabras, destila ironay ejerce la crtica social, un poco a la ma-nera de Georges Brassens pero pasandopor Malasaa.

    Menos de una semana ms tarde

    enfilo el Principal para ver en ac-cin a Nando Gonzlez y a subanda, tambin con nuevo trabajo bajoel brazo, Si me nombras. Me alegro lo queno est escrito de su xito con el musicalMamma mia!, en el que le vi tanto en Bil-bao como en Palma y donde tena la oca-sin de desempear sus dos oficios, comoactor (francamente bien, por cierto) yadems tocando la guitarra. Rodeado deunos msicos excelentes, se le nota muya gusto de estar por fin en casa para in-terpretar sus canciones.

    Entre una cosa y otra, me dejocaer por las Galeras Velzquezde Palma para la tercera cita con

    el microteatro, ahora con el sello El Som-ni, despus de la antigua prisin y el Cas-tell de Sant Carles. En l a primera jornadaelijo entre las seis piezas (por consejo de

    la compaera M. Elena Valls, de cuyocriterio me fo, en estas mismas pginas)Merceria, de Josep R. Cerd (qu exce-lente gestin hizo este hombre como de-legado de teatro autonmico!) yEl pro-ducte, de Jaume Mir. Sobresaliente tra-bajo de Miquel Torrens, as como de

    Santi CelayayJoana Ferrer, en la pri-mera, y no menos convincente interpre-tacin de Eva Barcel en la segunda, msla participacin de una chavala, MartaCosta, excelente para sus pocos aos.Unos das ms tarde vuelvo a las Velz-quez para inquietarme, como es costum-bre en l, con Mati, delex Tejedor, conunas extraordinarias Magdalena TomsyMaria Bau, y partirme de risa conunos esperpnticos Lina MirayJoan Ma-nel Vadell en Qu saps tu de perruqueriesde dona?, deAlbert Herranz, con direc-cin de Antoni Galms.Y en las cuatroobras, calidad dramtica, aguda crticasocial y el descubrimiento de unos espa-cios muy singulares.

    Donde tambin encuentra unoreferentes crticos a la actualidadreciente (los presuntos robos de

    nios) es en La llosa (Levtic 17), la piezacon que el joven actor y autor de Manacor

    Antoni Llus Reyes ha ganado la terceraedicin del Premi Lloren Moy de Binis-salem de textos dramticos, coordinadopor la gestora culturalMaria Pau Ruiz. Enel jurado hemos estado el compaero deBellverJeroni Salom, el presidente delGremi dEditors, Miquel Ferrer,y un ser-vidor de ustedes.

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    PORFRANCESC M. ROTGER

    El trovero, el guitarrista y el microteatroPaseo de ronda

    La actriz mallorquina Eva Barcel. DAVID RUANO/TNC

    A la Sala Petita del Teatre Nacional deCatalunya assistesc a un assaig generaldEls baixos fons de Gorki en versicontempornia de Carme Portaceli.Ben miradora i entretenguda!