Cuaderno de Lecturas 2016

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    Personalidad y afrontamiento en dolor crónico neuropático:

    un divorcio previsible

    Autores:  Soriano Pastor, J.F., Monsalve Dollz,V., Ibañez Guerra, E. y Gómez Carretero, P.

    (2010).

    Revista: Psicothema, 22 , 537-542.

    En el presente artículo se abordan las relaciones entre la personalidad y el afrontamiento ante el

    padecimiento de un estresor crónico, el dolor neuropático. El objetivo de los autores es

    comprobar en qué grado y manera los 5 Grandes factores de la personalidad son predictores de

    este afrontamiento, o si, por el contrario, puede prescindirse de ellos y contemplar únicamente

    las estrategias de afrontamiento como recursos relevantes para sobrellevar esta enfermedad. Se

    trata, por tanto, de una temática relevante de cara a nuestra asignatura, en la que se abordan

    centralmente los rasgos de personalidad y sus procesos, así como la relación entre aquéllos y la

    salud.

    Son varios los temas del libro de texto de nuestra asignatura que resultan relevantes para ayudar

    a preparar y comprender los procesos estudiados en el artículo. El tema 3 (marco conceptual),

    que aborda introductoriamente y de manera general las variables estudiadas en la disciplina y las

    fuentes de variabilidad; el tema 4  (métodos), que introduce los aspectos metodológicos que

    ayudarán a contextualizar el diseño y análisis de datos utilizados en el artículo, si bien deberán

    tenerse en cuenta también lo estudiado en materias afines del Grado; el tema 7  (estructura de la

    personalidad), en donde se estudian específicamente las dimensiones de la personalidad en su

    vertiente de rasgo o estructural, entre las que se encuentran los 5 Factores de personalidad

    estudiados en el artículo; el tema 8  ( procesos de personalidad), que ayudará a comprender que

    los rasgos de personalidad necesitan materializarse en procesos conductuales (como el

    afrontamiento) para predecir más adecuadamente la conducta; y el tema 12  (ámbito de la salud),

    en donde se detallan modelos biopsicosociales   de salud necesarios para la prevención y

    tratamiento de la enfermedad. Aunque no es materia de examen, se recomienda la lectura y

    comprensión del apartado 3.2.1.  (Estrés y salud: aspectos generales), que presenta conceptos

    generales sobre estrés, afrontamiento y salud, como son el modelo transaccional del estrés, los

    procesos de valoración cognitiva y de afrontamiento. Asimismo, el apartado 3.2.2.  (Personalidad

    y estrés, sí objeto de examen) es necesario para profundizar en las relaciones entre lapersonalidad y el estrés y en sus vertientes emocionales y motivacionales. De manera similar, el

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    apartado 3.2.3. (Personalidad y enfermedades cardiovasculares), si bien no aborda directamente

    el dolor crónico, algunos de los procesos descritos pueden tener su relevancia para esta

    enfermedad, como es el afrontamiento de los estresores y su relación con la salud.

    Aclaraciones metodológicas

    En el artículo se recurre, entre otras estrategias de análisis de datos, al Análisis Cluster  (o de

    Conglomerados). Para comprender adecuadamente el concepto y la lógica de esta estrategia es

    recomendable leer el cuadro 4.6, que no es materia de examen. Por otra parte, este análisis

    aparece en dos figuras del tema 4, la figura 4.3 ( Análisis multivariados) y la figura 4.5 (Técnicas

    estadísticas predominantes según la estrategia de investigación). Estos contenidos sí forman

    parte del material de examen, y su visualización y estudio ayudará a contextualizar

    adecuadamente la utilización de esta técnica estadística.

    Recomendaciones específicas para el análisis del artículo

    1.  Familiarizarse con los conceptos centrales tratados en el artículo, como son estrés,

    afrontamiento, valoración cognitiva, modelo transaccional del estrés, dolor crónico como

    estresor,  personalidad   y modelo de los 5 Grandes, relaciones entre personalidad y

    afrontamiento, y relaciones entre personalidad y salud.

    2.  Diferenciar entre niveles de abstracción en personalidad: de medio nivel   (creencias,

    valoración cognitiva, estilos de afrontamiento, metas…) y de alto nivel de abstracción o

    generalidad (ej. 5 Factores de Personalidad), así como reparar en la polémica acerca

    del posible poder predictivo diferencial sobre la conducta.

    3.  En el contexto de los 5 Factores de personalidad estudiados, conocer su diferente poder

    predictivo sobre el afrontamiento y la salud.

    4.  Conocer los diferentes rasgos que conforman cada perfil de personalidad detectado y su

    diferente vulnerabilidad para predecir problemas crónicos de diferente índole.

    5.  Reflexionar sobre el posible papel diferencial que juegan los métodos bivariados  y

    multivariados (e.g.. análisis cluster ) en cuanto a su potencial para identificar relaciones

    entre personalidad, afrontamiento y salud.

    6. 

     Aprender a interpretar los resultados que aparecen en una tabla de datos, así como losdiferentes coeficientes y parámetros que informan sobre la dirección de las relaciones

    encontradas entre variables y su poder asociativo y predictivo.

    7.  Reparar en la diferente información que se obtiene con cada uno de los análisis de datos

    realizados, valorando lo que aporta diferencialmente cada uno a la comprensión de las

    relaciones analizadas.

    8.  Reflexionar sobre la aportación de la Psicología de la Salud a la comprensión de los

    procesos de salud y enfermedad, valorando su contribución adicional y complementaria

    al modelo biomédico tradicional.

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    Psicothema 2010. Vol. 22, nº 4, pp. 537-542 ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG 

    www.psicothema.com Copyright © 2010 Psicothema 

    Personalidad y afrontamiento en dolor crónico neuropático:

    un divorcio previsible

    José F. Soriano Pastor, Vicente Monsalve Dolz*, Elena Ibáñez Guerra y Patricia Gómez Carretero*Universidad de Valencia y * Consorcio Hospital General Universitario Valencia

    Se aborda la problemática referida a las relaciones existentes entre las dimensiones de personalidad yel empleo de las estrategias de afrontamiento en enfermos con dolor crónico. El modelo teórico másempleado en el ámbito del estrés y su relación con el dolor es el modelo transaccional, considerandoque la inclusión de rasgos de personalidad mejoraría las predicciones mediante el afrontamiento en elproceso del estrés. Siguiendo el modelo de los cinco grandes se establecen las relaciones existentes entrelas dimensiones de personalidad y las estrategias de afrontamiento en enfermos con dolor crónico detipo neuropático. Los resultados arrojan relaciones débiles entre dichas dimensiones y el afrontamiento.Se obtiene un perfil de personalidad vulnerable en enfermos con dolor crónico neuropático consistenteen alto neuroticismo, baja extraversión, apertura y responsabilidad y moderada amabilidad.

    Personality and coping in neuropathic chronic pain: A predictable divorce. We approach the problemabout relationships between personality dimensions and the use of coping strategies in chronic painpatients. The most frequently used theoretical model in the area of stress and its relation to pain is thetransactional model, taking into account that the incorporation of personality traits improves predictionsvia coping in the stress process. Following the Big Five model, the relationships between personalityand coping strategies in patients with chronical neuropathic pain were established. The results showedslight relationships between the Big-Five dimensions and coping. A vulnerable personality profile inpatients with chronic neuropathic pain was obtained, consisting of high neuroticism, low extraversion,openness to experience and responsibility, and moderate agreeableness.

    Desde la década de los 70 la teoría más empleada para el es-

    tudio del estrés ha sido la derivada del modelo transaccional pro-puesto por Lazarus y sus colaboradores (Lazarus, 1966; Lazarusy Folkman, 1984). Siguiendo este modelo, el dolor crónico actúacomo un estresor en el que el enfermo tiene que poner en prácticacontinuos esfuerzos de afrontamiento que dependen tanto de pro-cesos de valoración previos como de características del individuoy de la situación. Sin embargo, desde dicho modelo transaccional,cuando se consideran las características del individuo que resul-tan relevantes únicamente se hace referencia a conceptos que pue-dan suponer una estabilidad media, tales como metas, creencias ocompromisos, entendidos como los máximos responsables de lasvaloraciones primaria y secundaria. El motivo de utilizar solo esteconjunto de variables y no emplear las dimensiones más establesbasadas en el rasgo fue que éstas eran consideradas demasiado es-

    táticas, globales, reduccionistas y con escasos referentes situacio-nales, resultando poco útiles para comprender la complejidad delproceso del estrés (Lazarus, 1990; Lazarus y Folkman, 1984).

    Sin embargo, diversos autores (Ben, Porath y Tellegen, 1990;Costa y McCrae, 1990) consideraron que la inclusión de rasgos

    de personalidad mejoraría las predicciones tanto en la valoración

    como en el afrontamiento en el proceso del estrés, adquiriendomayor respaldo en el caso de la psicología de la salud, donde seplantea que los estilos de vida influyen en el afrontamiento de losindividuos (Ibáñez, 1990) y donde los efectos del estrés debidos ala cronicidad y a las situaciones reincidentes se acaban reflejandoen la salud de los mismos (Gottlieb, 1997). En este sentido, Suls,Davis y Harvey (1996) indican que ha habido un desarrollo delconcepto de estrés en tres fases, de manera que en la actualidad nosencontramos en la tercera generación, en la que se otorga impor-tancia a los macrofactores de personalidad.

    En la actualidad existe un cierto consenso sobre la existenciade cinco grandes factores de la personalidad (Costa y McCrae,1998): Neuroticismo, Extraversión, Apertura, Amabilidad y Res-ponsabilidad. En este modelo, el neuroticismo se ha definido como

    un factor de vulnerabilidad en diferentes niveles (Af fleck, Tennen,Urrows y Higgins, 1992; Asghari y Nicholas, 1999; Ramírez, Este-ve y López, 2001). La extraversión supone actividad, pero tambiénlabilidad emocional (Wade y Price, 2000) planteándose que puedeejercer un papel de atenuación sobre la influencia del neuroticis-mo en períodos prolongados de dolor crónico (Russo, Katon, Lin,Von Korff, Bush, Simon y Walter, 1997). Puntuaciones altas enapertura suponen implicarse en nuevas estrategias de solución deproblemas, pero también pueden sugerir fragilidad en las delimi-taciones del ego (Wade y Price, 2000). No aparecen relaciones en-tre amabilidad y afrontamiento en enfermos cardíacos (Bosworth,Feaganes, Vitaliano, Mark y Siegler, 2001) y tampoco en enfermos

    Fecha recepción: 14-4-09 • Fecha aceptación: 27-2-10Correspondencia: José F. Soriano PastorFacultad de PsicologíaUniversidad de Valencia46010 Valencia (Spain)e-mail: [email protected]

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    538 JOSÉ F. SORIANO PASTOR, VICENTE MONSALVE DOLZ, ELENA IBÁÑEZ GUERRA Y PATRICIA GÓMEZ CARRETERO

    con alto y bajo dolor, al igual que sucede con la responsabilidad(López y Calero, 2008), sin embargo, ésta parece suponer un factorde autorregulación del afecto negativo (Ode y Robinson, 2007).Por su parte, la responsabilidad supone mayor implicación en es-trategias centradas en el problema (Brebner, 2001), así como el usode estrategias más saludables (Korotkov, 2008).

    En el caso del dolor crónico existen pocos trabajos que relacionen

    los rasgos de personalidad y los procesos de afrontamiento (véase elamplio trabajo de Connor-Smith y Flachsbart, 2007), apareciendoresultados contradictorios, especialmente con la extraversión, endonde pueden encontrarse asociaciones tanto con estrategias cen-tradas en el problema como con la emoción (Uehara, Sakado, Saka-do, Sato y Soomeya, 1999). Incluso se cuestiona la importancia delas dimensiones de personalidad en el afrontamiento, basándose enestudios donde se obtienen relaciones bajas entre dichas dimensio-nes (Brebner, 2001; Bosworth et al., 2001), permaneciendo contro-vertidas dichas relaciones (Newth y DeLongis, 2004).

    El objetivo de este trabajo es establecer las relaciones existentesentre las dimensiones de personalidad y el empleo de las estrate-gias de afrontamiento en enfermos con dolor crónico. Siguiendolos planteamientos del modelo transaccional y atendiendo a todolo expuesto, se espera encontrar relaciones débiles entre las dimen-siones de personalidad y el uso de las estrategias de afrontamiento.Además, dado que los trabajos al respecto tienden a abordar resul-tados desde una perspectiva bivariada, se plantea la alternativa deabordar las dimensiones de personalidad como perfiles, es decir,buscando la combinación de las cinco dimensiones que pueda re-sultar más adaptativa en este tipo de enfermos.

    Método

    Participantes

    En el estudio participaron 152 sujetos diagnosticados de dolor

    crónico de tipo neuropático (Neuropatía periférica) que acudían porprimera vez a la Unidad Multidisciplinar del Tratamiento del Dolor(UMTD) del Consorcio Hospital General Universitario de Valen-cia, siendo el 46,1% (n= 70) varones, con una media de edad de50,4 años (d.t.: 11,6). El 54,6% (n= 83) poseía estudios primarios,el 25% (n= 38) estudios secundarios y el 7,9% (n= 12) estudiosuniversitarios. El 89,5% (n= 136) vivía en compañía de alguien, en-contrándose en situación laboral activa el 14,5% (n= 22), el 10,5%(n= 16) eran amas de casa y el resto se encontraban en situación deinactividad laboral. Todos los participantes eran de raza blanca.

    Se siguieron los siguientes criterios de inclusión: pacientes queacuden por primera vez para tratamiento del dolor crónico, dolorcrónico de más de tres meses de evolución, mayores de 18 años,capacidad para responder a los cuestionarios, no padecer ningún

    cuadro psiquiátrico mayor y aceptación para participar en el estu-dio (firma del consentimiento informado).

    El diagnóstico del dolor crónico fue establecido por el equipomédico de la UMTD, siguiendo los criterios de la Asociación Inter-nacional para el Estudio del Dolor (IASP, 1994), mediante entre-vista clínica y revisión de pruebas diagnósticas correspondientes.

     Instrumentos

     EVA. Se evaluó la intensidad del dolor percibida mediante laEscala Analógica Visual (Huskisson, 1983), solicitando a los suje-tos que evaluaran su intensidad del dolor habitual marcándola en

    una línea de 10 cm, delimitada por dos puntos, uno inicial (0) deno dolor, y uno final (10) de dolor máximo, midiendo la longituddesde el punto inicial al punto señalado.

     Índice de Lattinen (IL). Aunque de origen confuso (Vas, Perea-Milla, Méndez, Martín y Pons, 2005) es un instrumento utilizadoen el área de la anestesiología consistente en cinco ítems que abor-dan sintomatología característica del paciente con dolor crónico.

    Estas dimensiones son: intensidad del dolor, nivel de actividad,frecuencia del dolor, utilización de analgésicos y calidad de sueñonocturno. También puede obtenerse una puntuación total (suma detodas las dimensiones anteriores, la cual no se ha empleado debidoa su baja fiabilidad). Hay un sexto ítem que evalúa las horas de sue-ño, que no computa en el total y se contempla como un elementoseparado. La puntuación de cada ítem se realiza en una escala de 4puntos que va de menor a mayor gravedad o distorsión. El Índicede Lattinen ha mostrado relaciones con la calidad de vida del pa-ciente con dolor crónico (Monsalve, Soriano y De Andrés, 2006).

    Cuestionario de Personalidad NEO-FFI  (Costa y Mcrae, 1998;Costa y McRae, 2002). Este inventario es una versión reducida con60 elementos de la forma S del NEO PI-R que ofrece una medidarápida y general de los cinco factores de la personalidad. Consta decinco escalas de 12 elementos cada una. Se responde en una escalaLikert de cinco puntos y permite la evaluación de cinco factoresprincipales: Neuroticismo, Extraversión, Apertura, Amabilidad yResponsabilidad.

    Cuestionario de Afrontamiento al dolor CAD-R (Soriano yMonsalve, 2004). Es un instrumento de medida de estrategias deafrontamiento para pacientes con dolor crónico. Está compuestopor 24 ítems agrupados en 6 escalas: Autoafirmación (darse ánimossin rendirse), Búsqueda de información (empleo de la informaciónpara controlar el dolor), Religión (empleo de la religión para conse-guir estabilidad y consuelo), Distracción (no prestar atención al do-lor), Catarsis (búsqueda de apoyo emocional) y Autocontrol mental(esfuerzos mentales por controlar el dolor). Se contesta en una es-

    cala Likert de cinco puntos («en absoluto» a «totalmente»). Tam-bién recoge dos factores de segundo orden, que son afrontamientoactivo (combinación de las estrategias de autoafirmación, búsquedade información, distracción y autocontrol) y afrontamiento pasivo(combinación de estrategias de religión y catarsis).

     Análisis de datos

    Se obtienen correlaciones (Pearson) para establecer las relacio-nes entre personalidad y estrategias de afrontamiento. Medianteanálisis cluster (k-medias), se separa la muestra en dos grupos enfunción de las cinco dimensiones de personalidad pasando a obte-ner las diferencias entre ambos (t Student) en dolor, sintomatologíay estrategias de afrontamiento. Por último, se realiza un análisis

    de regresión múltiple (por pasos), empleando como criterio cadauna de las estrategias de afrontamiento y como grupo predictor lascinco dimensiones de personalidad.

    Resultados

    Correlaciones

    No aparecen correlaciones significativas entre la edad y las cin-co dimensiones de personalidad. El nivel cultural se relaciona conla dimensión de extraversión (r= ,17, p= ,05) y con la de apertura(r= ,33, p= ,01).

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    PERSONALIDAD Y AFRONTAMIENTO EN DOLOR CRÓNICO NEUROPÁTICO: UN DIVORCIO PREVISIBLE 539

     Análisis cluster

    Con la finalidad de establecer si los individuos que se caracte-rizan por diferentes perfiles de personalidad difieren en las estrate-gias de afrontamiento y sintomatología presentada (dolor crónico),la muestra se ha dividido en dos grupos empleando las cinco di-mensiones del NEO-FFI mediante la aplicación de análisis cluster.El método empleado es el de K-Medias seleccionando dos gruposo clusters. Se establecieron las diferencias de medias existentesentre ambos grupos de individuos en el resto de variables de afron-tamiento y de sintomatología, para lo cual se empleó la prueba decontraste «t de Student».

    Los sujetos incluidos en el conglomerado 1 presentan una pun-

    tuación más alta en la dimensión de neuroticismo, más baja enextraversión, más baja en apertura, más baja en amabilidad y másbaja en responsabilidad que los sujetos incluidos en el conglome-rado 2. Para establecer correctamente los grupos se procedió a lainterpretación de los resultados mediante el manual en español delcuestionario NEO-FFI (Costa y McCrae, 2002). El grupo del con-glomerado 1 puntúa en el centil 99 de neuroticismo, centil 1 deextraversión, centil 10 de apertura, centil 55 de amabilidad y en elcentil 22 de responsabilidad. Por su parte, el grupo del conglome-rado 2 puntúa en el centil 75 de neuroticismo, centil 50 de extra-versión, centil 35 de apertura, centil 75 de amabilidad y en el cen-til 70 de responsabilidad. Siguiendo los resultados obtenidos porCampbell-Sills, Cohan y Stein (2006) denominaremos a partir deahora al grupo 1 como «no resilientes» y al grupo 2 «resilientes».

     Diferencias entre grupos

    Se ha procedido a comprobar la existencia de diferencias entrelos conglomerados 1 y 2 (no resilientes vs resilientes) en EVA,sintomatología (Lattinen) y en las estrategias de afrontamiento(CAD-R). Los resultados indican que el grupo no resiliente pre-senta mayor sintomatología en la toma de analgésicos (m= 2,12)frente al resiliente (m= 1,96; t= 2,513; p= 0,013), en calidad desueño (m= 3,15) frente al resiliente (m= 2,57; t= 2,713; p= 0,007)y duermen menos horas de sueño (m= 5,77) frente al resiliente (m=6,45; t= -2,713; p= 0,021). También emplean en menor grado la

    Tabla 1Media (d.t.), alfa de Cronbach y correlaciones (Pearson) entre personalidad, afrontamiento y sintomatología

    M (d.t.)   α   Neurot. Extrav. Apertura Amabil. Respons.

    Neuroticismo 28,09 (10,84) ,87

    Extraversión 25, 65 (10,79) ,87 -,56**

    Apertura 24,11 (8,43) ,76 -,15 ,38**

    Amabilidad 35,67 (7,10) ,72 -,15 ,13 -,01

    Responsabilidad 35,68 (7,00) ,75 -,40** ,35** ,19* ,24**

    Intensidad dolor 3,13 (,58) ,14 -,15 ,11 -,01 ,06

    Nivel actividad 2,16 (,74) ,18* -,09 -,05 ,00 -,09

    Frecuencia dolor 3,78 (,58) ,05 -,05 ,04 ,09 ,04

    Analgésicos 2,04 (,39) ,20* -,154 -,04 -,05 -,08

    Calidad sueño 2,86 (1,33) ,23** -,18* -,02 ,12 -,00

    Horas sueño 6,11 (1,82) -,20* ,12 ,05 ,09 -,00

    EVA 8,19 (1,31) ,18* -,19* -,00 ,02 -,05

    Distracción 10,67 (3,74) ,63 -,04 ,17* ,43** ,14 ,13

    Búsqueda de información 11,32 (4,13) ,85 ,07 -,03 ,11 -,04 ,13

    Religión 9,70 (5,59) ,94 ,23** -,11 -,09 ,28** ,06

    Catarsis 11,01 (3,72) ,82 ,10 ,03 ,01 ,05 ,04

    Autocontrol mental 9,91 (5,10) ,91 ,16* -,05 ,16* -,21** ,08

    Autoafirmación 15,56 (3,72) ,85 -,20* ,28** ,42** ,09 ,34**

    Estrategias pasivas 10,36 (3,71) ,84 ,22** -,06 -,06 ,24** ,07

    Estrategias activas 11,86 (2,67) ,82 ,01 ,11 ,42** -,04 ,26**

    ** p

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    estrategia de afrontamiento de autoafirmación (m= 14,4) frente alresiliente (m= 16,7; t= -3,990; p= 0,000). No aparecen diferenciasen variables sociodemográficas (edad y nivel cultural).

     Análisis de regresión

    Con el objetivo de establecer en qué medida las dimensiones de

    personalidad pueden explicar el uso de las estrategias de afronta-miento, se ha realizado un análisis de regresión para cada una delas ocho estrategias de afrontamiento, empleando como variablespredictoras las cinco dimensiones de personalidad. En todos losanálisis se ha empleado el método por pasos (stepwise) de selec-ción de variables (F entrada= 0,1). En todoslos resultados el valor de Durbin-Watson se encontraba dentro delrango recomendado (1,5-2,5), el factor de inflación de la varianza(FIV) era inferior a 10 y la tolerancia mayor que 0,10 para poderconsiderar la no colinealidad de las variables independientes.

    Es de destacar que de las ocho regresiones realizadas (una paracada estrategia de afrontamiento), las estrategias de búsqueda deinformación y de catarsis no han obtenido ninguna variable inclui-da en la ecuación debido a los criterios impuestos de selección devariables.

    La estrategia de distracción se explica aproximadamente sobreel 20% (R2 ajustada= ,198) a partir de las dimensiones de apertura(β= ,193, p= ,001) y amabilidad (β= ,178, p= ,05). La estrategia dereligión (R2 ajustada= ,146) a partir de la amabilidad (β= ,254, p=,001) y neuroticismo (β= ,147, p= ,001); el autocontrol mental (R2

    ajustada= ,102) a partir de apertura (β= ,097, p= ,05), neuroticismo(β= ,106,  p= ,01), responsabilidad (β= ,136, p= ,05) y baja amabi-lidad (β= -,162, p= ,01); la estrategia de autoafirmación (R2 ajusta-da= ,239) a partir de apertura (β= ,163, p= ,001) y responsabilidad(β= ,145,  p= ,001); las estrategias pasivas (R2 ajustada= ,117) apartir de amabilidad (β= ,147, p= ,001) y neuroticismo (β= ,093, p= ,01) y, finalmente, las estrategias activas (R2 ajustada= ,216) se

    explican a partir de apertura (β= ,128,  p= ,001), responsabilidad(β= ,092, p= ,01) y neuroticismo (β= ,043, p= ,05).

    Discusión y conclusiones

    Parece que nos encontramos en la denominada «tercera gene-ración» en el estudio de la convergencia de la personalidad y elafrontamiento (Suls et al., 1996), en donde se destaca especialmen-te la importancia de los denominados macrofactores de personali-dad en el empleo de dichas estrategias. Al inicio de este trabajo seindicaba que si pretendemos seguir con rigurosidad el modelo deestrés propuesto por Lazarus y Folkman (1984) los rasgos no estánconsiderados buenos predictores, aportando una proporción escasade la varianza explicada en las medidas criterio, en nuestro casolas estrategias de afrontamiento, que correspondería con la deno-minada por Suls y colaboradores (1996) «segunda generación» delafrontamiento.

    Desde un punto de vista bivariado, correlacional, los resulta-dos obtenidos en este trabajo parecen, como mínimo, hacernosreflexionar en la repercusión que puedan tener las dimensiones depersonalidad sobre el empleo de las estrategias de afrontamientoante la enfermedad. Al respecto, y como resultaba esperable, ladimensión de neuroticismo caracterizada por una tendencia hacialas emociones negativas, así como al pensamiento rumiativo y bajaautoestima se relaciona, aunque débilmente, con limitaciones en elnivel de actividad (ayudas frecuentes) y con la toma de analgési-cos, peor calidad de sueño y sintomatología total, aspectos coinci-

    dentes en gran medida con trabajos previos (Ramírez et al., 2001;Wade y Price, 2000). Todo ello supone considerar esta dimensióncomo una predisposición hacia la sintomatología desadaptativa enel dolor crónico. Algunos trabajos llegan a considerar que los in-dividuos altos en neuroticismo pueden encontrarse distresados einsatisfechos debido al empleo que hacen de estrategias pasivas ydesadaptativas, llegando a plantear que es la propia dimensión deneuroticismo, más que el afrontamiento desadaptativo, el agenteresponsable del desarrollo del distrés y la insatisfacción (Watsony Hubbard, 1996). En relación al uso de estrategias de afronta-miento aparece una relación con la religión, autocontrol mental,estrategias pasivas y baja autoafirmación, siendo esta última la es-trategia más adaptativa en otros estudios realizados (Monsalve etal., 2006; Soriano y Monsalve, 2002;), lo cual apoya los estudios

    que relacionan el neuroticismo con el uso de estrategias desadap-tativas (Af flec et al., 1992), pero recalcando su baja contribuciónal explicar el empleo de las estrategias de afrontamiento (Newth yDeLongis, 2004).

    En el estudio del dolor diversos trabajos consideran que ladimensión de extraversión obtiene relaciones más débiles que elneuroticismo (Wade et al., 1992), indicando que los individuos ex-travertidos manifiestan en mayor grado su sufrimiento de lo que lohacen los introvertidos (Harkins, Price y Braith, 1989). Nuestrosresultados indican que la dimensión de extraversión únicamentese relaciona con mejor calidad de sueño, siendo consistente conla debilidad de las relaciones. Es de destacar su relación positiva

    Tabla 3Análisis regresión: afrontamiento y personalidad

    Beta p R2 corregida

    1. Distracción ,19

     Apertura   ,19 ,000 Amabilidad    ,17 ,045

    2. Búsqueda inform. –

    3. Religión ,14

     Amabilidad    ,25 ,000

     Neuroticismo   ,14 ,000

    4. Catarsis –

    5. Autocontrol mental ,10

     Amabilidad    -,16 ,005

     Apertura   ,09 ,045

     Neuroticismo   ,10 ,009

     Responsabilidad    ,13 ,033

    6. Autoafirmación ,23

     Apertura   ,16 ,000

     Responsabilidad    ,14 ,000

    7. Est. pasivas ,18

     Amabilidad    ,14 ,000

     Neuroticismo   ,09 ,001

    8. Est. activas ,22

     Apertura   ,12 ,000

     Responsabilidad    ,09 ,003

     Neuroticismo   ,04 ,027

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    PERSONALIDAD Y AFRONTAMIENTO EN DOLOR CRÓNICO NEUROPÁTICO: UN DIVORCIO PREVISIBLE 541

    con distracción y autoafirmación, actuando inversamente a comolo hace el neuroticismo. Brebner (2001) identifica relaciones en-tre extraversión y la estrategia de evitación, mientras que Phillipsy Gatchel (2000) consideran que dichas relaciones pueden expli-carse a partir de los diversos subfactores que configuran la extra-versión, tales como la inhibición reactiva al dolor, apoyo social,expresión de los sentimientos y la mayor actividad social. Otros

    estudios obtienen resultados contradictorios, donde la extraversiónse relaciona tanto con estrategias centradas en el problema comocon estrategias centradas en la emoción, tales como evitación (Ue-hara et al., 1999) o con aquellos donde no hay relación con ningúntipo de estrategia de afrontamiento aunque sí con menor estrés per-cibido (Penley y Tomaka, 2002).

    La dimensión de apertura es una de las cinco dimensiones bá-sicas de personalidad más problemáticas; caracterizada por bús-queda de nueva información y soluciones alternativas, se relacionacon el nivel cultural, lo cual apoya la interpretación de este factorpor parte de algunos autores como «intelecto» (Goldberg, 1990).Las estrategias de afrontamiento relacionadas con la dimensiónde apertura son distracción, autocontrol mental, autoafirmación yestrategias activas. La distracción y la autoafirmación son estrate-gias que han demostrado resultar más adaptativas en dolor crónico(Soriano y Monsalve, 2005), constituyendo parte de las denomi-nadas estrategias activas. Brebner (2001) obtiene relaciones entreapertura y evitación, la cual está relacionada con la estrategia dedistracción.

    La dimensión de amabilidad parece ser la más pobre de todastanto en nuestros resultados como en los obtenidos por otros auto-res (Brebner, 2001). La amabilidad se relaciona con el empleo dela religión, bajo autocontrol mental y estrategias pasivas. Se carac-teriza por el componente de relación social y de expresión emocio-nal, siendo la franqueza una de sus principales características.

    La responsabilidad se relaciona con autoafirmación y con estra-tegias activas, lo que resulta congruente con otros trabajos (Breb-

    ner, 2001; O’Cleirigh e Ironson, 2007). Probablemente esto reflejala influencia de la autodisciplina de estas personas, obligándose ano desfallecer ante la adversidad. Las dos dimensiones que más serelacionan con la autoafirmación son las de apertura y de responsa-bilidad, aspectos poco abordados a excepción de algunos estudios(Penley y Tomaka, 2002), en donde aparecen resultados semejan-tes a los aquí obtenidos con muestra no clínica.

    Desde una perspectiva multivariada, cuando tomamos los per-files de personalidad agrupando a los individuos por semejanza enlos cinco factores aparece un grupo (denominado no resiliente) ca-racterizado por alto neuroticismo, alta introversión, baja apertura,moderada amabilidad y baja responsabilidad, que obtiene mayorsintomatología (mayor toma de analgésicos, peor calidad de sue-ño, mayor puntuación total en Lattinen, menos horas de sueño, así

    como menor empleo de la estrategia de autoafirmación). Estos re-sultados son consistentes con lo anteriormente expuesto, de mane-ra que el neuroticismo, baja extraversión, baja apertura y baja res-ponsabilidad actúan como factores de riesgo. Hay que destacar quela significación en la clasificación de la amabilidad es menor. Elgrupo resiliente puntúa moderadamente alto en neuroticismo, mo-derado en extraversión, moderadamente bajo en apertura y mode-radamente alto en amabilidad y responsabilidad. No se trata de ungrupo extremo respecto al anterior, sin embargo, dichas diferenciasresultan suficientes como para que este segundo grupo presente re-

    sultados mucho más adaptativos frente al dolor crónico. Siguiendolos planteamientos de Campbell-Sills (2006), nos encontraríamosante el mismo tipo de relaciones existentes entre personalidad yresiliencia. Otros estudios plantean la interacción existente entreextraversión y neuroticismo, de manera que la extraversión puedeservir para atenuar la influencia del neuroticismo en el procesa-miento del dolor crónico (Harkins et al., 1989), aspecto que podría

    suceder en los dos grupos obtenidos, en el primero favoreciéndoloy en el segundo interactuando para limitarlo.

    Por último, atendiendo al análisis de regresión, la mayor pro-porción de varianza explicada es la obtenida en la autoafirmación,llegando a explicarse a partir de la selección de las cinco dimen-siones de personalidad un 24% de la misma, siendo incluidas en laecuación la apertura y la responsabilidad. La extraversión no apa-rece en ninguna de las regresiones obtenidas, siendo la explicaciónplausible las relaciones ambiguas y contrapuestas obtenidas enotros trabajos anteriormente relacionados. La amabilidad, que enmenor grado se ha relacionado individualmente con sintomatolo-gía y con estrategias de afrontamiento, aquí resulta un importantepredictor de las mismas. La posible explicación podría encontrarseen la independencia del resto de dimensiones. Las cuatro dimen-siones aparecen como predictores en las estrategias de distracción,religión, autocontrol mental, autoafirmación, estrategias activas ypasivas aunque de forma desigual. Sin embargo, resulta extrañoque las estrategias de búsqueda de información y de catarsis noobtengan ningún predictor. Estas suponen la división tradicional dela búsqueda de apoyo social en sus dos facetas más importantes: lacentrada en el problema (búsqueda de información) y la centradaen la emoción (catarsis). Sería de esperar que la amabilidad y laextraversión pudieran contribuir a su explicación. Por otra parte,los resultados son consistentes con estudios de Psicología de laSalud, que consideran débiles las relaciones entre personalidad consolución de problemas y búsqueda de apoyo social (Bosworth etal., 2001).

    En resumen, las varianzas explicadas, aunque significativas, re-sultan escasas. Ello apunta a la concepción tradicional del modelotransaccional, en donde los rasgos no se consideran buenos predic-tores de los procesos mediadores (Lazarus y Folkman, 1984), locual no implica que deban rechazarse, sino que quedan aspectospor explicar entre el rasgo y el afrontamiento («segunda genera-ción» de Suls et al., 1996). Probablemente el hecho de combinarlosbuscando un perfil del enfermo con dolor crónico pueda resultarmás útil, sabiendo que el alto neuroticismo, baja extraversión,apertura, responsabilidad y moderada amabilidad, pueden configu-rar un patrón de vulnerabilidad, todo lo cual apunta a la necesidadde desarrollo de la denominada «tercera generación del afronta-miento y la personalidad» del grupo de J. Suls (1996).

    La interpretación de nuestros datos, en cualquier caso, debe ce-

    ñirse a la muestra estudiada (dolor neuropático), tipo de dolor conuna mayor incidencia en el ámbito del tratamiento en UnidadesEspecializadas en la actualidad, por lo que son necesarios otros es-tudios, resultando posible que con dolor somático puedan apareceralgunas relaciones diferentes.

    Agradecimientos

    Parte de este trabajo ha sido subvencionado por el Ministerio deEducación y Ciencia (SEJ2007-61288/PSIC).

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    542 JOSÉ F. SORIANO PASTOR, VICENTE MONSALVE DOLZ, ELENA IBÁÑEZ GUERRA Y PATRICIA GÓMEZ CARRETERO

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    Referencias

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    Orientaciones Artículo 2

    Personalidad resistente, autoeficacia y estado general de salud en

    profesionales de Enfermería de cuidados intensivos y urgencias

    Autoras: María Isabel Ríos Rísquez, Julio Sánchez Meca y Carmen Godoy Fernández (2010).

    Revista: Psicothema Vol. 22, nº 4, pp. 600-605

    El presente artículo es un ejemplo del análisis de la influencia de las variables de personalidad

    en la salud, en este caso de las dimensiones que engloba la personalidad resistente y laautoeficacia en la salud percibida en profesionales de enfermería. Desde la presente

    investigación se ofrecen unos resultados que avalan cómo dichas variables pueden resultar de

    interés predictivo respecto a la salud.

    NOTA IMPORTANTE: Aunque no se pide una memorización pormenorizada de los resultados

    que aparecen en las tablas, es importante conocer los principales resultados del estudio, la

    metodología utilizada y los límites que presenta dicho trabajo.

    Preguntas relevantes que deben trabajarse en el análisis de la lectura:

    1.  ¿Cuáles son los principales constructos manejados en este artículo?

    2.  ¿Qué entendemos por personalidad resistente?

    3.  ¿Qué aspectos aporta la presente investigación sobre la temática que se aborda?

    4.  ¿Cuáles son los principales resultados obtenidos en esta investigación?

    5. 

    ¿Es razonable hipotetizar la relación existente entre personalidad resistente yautoeficacia? ¿Por qué?

    6.  ¿Bajo qué perspectivas de la personalidad se estudia la relación con la salud?

    7.  ¿Qué relación existe entre las variables estudiadas?

    8.  ¿Qué metodología se ha utilizado en el presente estudio?

    9.  ¿Cuáles son las variables independientes y dependientes de la investigación?

    10. 

    ¿Cuáles son las principales limitaciones del presente estudio?

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    El estudio del síndrome de estrés crónico asistencial, tambiéndenominado síndrome de burnout, ha sido muy frecuente en elcontexto de las organizaciones de la salud. Las consecuenciasque este síndrome puede tener sobre la salud o bienestar de losprofesionales han sido analizadas en numerosos estudios (e.g.,Boada i Grau, De Diego, Agulló y Mañas, 2004; Escribá, Mas,

    Cárdenas, Burguete y Fernández, 2000; Gil-Monte, 1996; Ríos yGodoy, 2007, 2008). En la mayoría de los estudios se ha insistidosobre la relevancia de los factores organizacionales y la aparicióndel síndrome de burnout como variables predictoras del estadogeneral de salud observado en los profesionales. Sin embargo, son

    escasas las investigaciones que tratan de analizar la relación entrevariables de personalidad y la percepción que tienen los profe-sionales de su estado general de salud, al margen de la posibleinfluencia que puedan tener las variables organizacionales o es-tresores laborales. Se pretende resaltar así que la manera en quelas personas perciben, sienten y actúan (su personalidad) puede

    ejercer un efecto mediador o modulador en la salud psíquica delos profesionales.

    La autoeficacia generalizada, como variable positiva del «self»,y el constructo de personalidad resistente, se sitúan entre las es-tructuras de la personalidad que pueden ejercer un efecto protectorfrente a la aparición de enfermedades o trastornos en la salud. Elconcepto de autoeficacia fue propuesto por Bandura (1992, 1997),que lo define como el sentimiento de confianza en las propiascapacidades para poder manejar de forma adecuada los distintosestresores vitales. Resulta razonable pensar que unas altas expec-tativas de autoeficacia nos llevarán a afrontar de forma más eficazlos posibles estresores y nos permitirán, a su vez, percibir un mejor

    Psicothema 2010. Vol. 22, nº 4, pp. 600-605 ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG 

    www.psicothema.com Copyright © 2010 Psicothema 

     Fecha recepción: 4-2-10 • Fecha aceptación: 6-4-10Correspondencia: María Isabel Ríos RísquezServicio de UrgenciasHospital Morales Meseguer30008 Murcia (Spain)e-mail: [email protected]

    Personalidad resistente, autoeficacia y estado general de salud

    en profesionales de Enfermería de cuidados intensivos y urgencias

    María Isabel Ríos Rísquez, Julio Sánchez Meca* y Carmen Godoy Fernández*Hospital Morales Meseguer y * Universidad de Murcia

    En este estudio se analiza la capacidad predictiva de la personalidad resistente y la autoeficaciageneralizada sobre la percepción del estado general de salud en una muestra de profesionales deenfermería de Urgencias y Cuidados Intensivos. Se utilizó un diseño retrospectivo de corte transversal,empleando como instrumentos de medida un cuestionario de variables sociodemográficas y laborales,el cuestionario de salud GHQ-28 de Goldberg, la escala de autoeficacia generalizada de Baesslery Schwarzer, y la subescala de personalidad resistente del cuestionario de desgaste profesional enenfermería (CDPE) de Moreno. Los resultados ponen de manifiesto que las variables individuales deautoeficacia generalizada y personalidad resistente están estadísticamente relacionadas y en sentidopositivo. El análisis de correlación canónica realizado sobre los síntomas de malestar psíquicotomando como predictores la autoeficacia y la personalidad resistente permite destacar la relevancia del

    constructo de personalidad resistente global como predictor y, por tanto, como factor protector frente ala aparición de malestar psíquico en la muestra de profesionales estudiados. Finalmente, se discuten lasimplicaciones clínicas de los resultados.

     Hardy personality, self-ef  ficacy, and general health in nursing professionals of Intensive and Emergency

    Services. In this study, the predictive power of hardy personality and generalized self-ef ficacy ongeneral health perception was investigated in a sample of nursing personnel working in emergencyand intensive care services. A cross-sectional retrospective design was used, and the followingmeasurement instruments were applied: a sociodemographic and work questionnaire, Goldberg’s GHQ-28 Health Questionnaire, the Baessler and Schwarzer General Self-ef ficacy Questionnaire, and theHardy Personality Subscale of Moreno’s Nursing Burnout Questionnaire (CDPE). The results revealeda positive and statistically significant relationship between the individual variables of generalizedself-ef ficacy and hardy personality. A canonical correlation analysis carried out on the psychologicaldistress symptoms with self-ef ficacy and hardy personality as predictor variables, led us to emphasize

    the relevance of the construct total hardy personality as a predictor and, consequently, as a protectivefactor against the onset of psychological distress symptoms in the sample of professionals studied.Lastly, the implications of the results for clinical practice are discussed.

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    PERSONALIDAD RESISTENTE, AUTOEFICACIA Y ESTADO GENERAL DE SALUD EN PROFESIONALES DE ENFERMERÍA DE CUIDADOS INTENSIVOS Y URGENCIAS 601

    estado de salud, o incluso llevar a cabo conductas más saludablesque nos protejan frente a la enfermedad.

    Por otro lado, el constructo de personalidad resistente ha estadoligado al campo de la salud desde que fuera propuesto por Kobasa(1979). Se ha planteado esta estructura de la personalidad comoprotectora de la salud física y psicológica y del bienestar perso-nal. Son numerosos los estudios que avalan esta afirmación desde

    las primeras investigaciones realizadas por Kobasa y su equipo(Kobasa, 1979, 1982; Kobasa y Maddi, 1982; Kobasa, Maddi yZola, 1983). En algunos de los estudios realizados se ha enfatiza-do la relación de la personalidad resistente con la salud o bienes-tar psíquico. Entre ellos, destacan aquellos que la vinculan con elsíndrome de burnout en el colectivo de enfermería (e.g. Garrosa,Moreno, Liang y González, 2008; Harrison, Loiselle, Duquette ySemenic, 2002; Judkins, Massey y Huff, 2006; Lambert, Lambert,Petrini, Li y Zhang, 2007; Topf, 1989). No obstante, son escasoslos estudios nacionales que analizan la relación entre esta estruc-tura de la personalidad y la aparición de sintomatología psíquica.La mayor parte de los estudios nacionales encontrados centran suatención en el efecto predictor y modulador que este constructo depersonalidad ejerce sobre el síndrome de quemarse por el trabajoen diferentes colectivos profesionales (Garrosa et al., 2008; Ga-rrosa, Moreno, Rodríguez y Morante, 2005; Moreno et al., 2003;Moreno, Arcenillas, Morante y Garrosa, 2005; Moreno, Morett,Rodríguez y Morante, 2006).

    Partiendo del marco teórico y empírico de referencia, diferenteen su origen pero con la característica en común de tratarse de va-riables positivas de la estructura de la personalidad con potencialesefectos beneficiosos o protectores en el contexto de la psicologíasocial de la salud, el objetivo de este estudio fue analizar en quémedida la autoeficacia generalizada y la personalidad resistentecontribuyen a explicar la ausencia de síntomas de malestar psí-quico en los profesionales de enfermería de cuidados críticos yurgencias. Partiendo de los hallazgos encontrados en estudios pre-

    vios, planteamos dos hipótesis: (1) se esperaban encontrar relacio-nes positivas entre la autoeficacia generalizada y los factores queconstituyen la personalidad resistente, y (2) la autoeficacia gene-ralizada y los factores de personalidad resistente serán predictorasde bienestar psíquico en la población estudiada. Además, tambiénestábamos interesados en examinar la posible relación entre va-riables sociodemográficas y laborales de estos profesionales y lossíntomas de malestar psicológico.

    Método

     Diseño y participantes

    Se diseñó un estudio retrospectivo de corte transversal. La

    población objeto de la investigación eran profesionales de enfer-mería de los servicios de Cuidados Intensivos y Urgencias. Paraobtener una muestra representativa de dicha población se accedióa los 125 profesionales pertenecientes a los servicios de Urgenciasy Cuidados Intensivos de un hospital de la región de Murcia. Deesta población finalmente se registró una participación voluntariadel 77,6% de los profesionales ( N = 97). La muestra, que registróun amplio rango de edades (24 a 59 años), presentó una edad me-dia de 36,1 años, con predominio del género femenino (74,2%).El 58,8% de la muestra no tenía hijos. En cuanto al estado civil,predominaban las personas casadas o emparejadas (53,6%), frentea las solteras (39,2%), si bien también se registró un 5,2% de se-

    parados y un 2,1% de viudos. En cuanto al perfil de característicaslaborales, la antigüedad laboral media de los profesionales en suactual unidad de trabajo era de 44,8 meses (DT= 37,7), mientrasque según la experiencia profesional sanitaria, un 14,4% de profe-sionales tenía menos de 5 años de experiencia, un 74,2% la teníanentre 6 y 15 años, y tan solo un 11,3% tenían una experiencialaboral mayor de 15 años. Por unidades laborales, un 43,3% de

    los profesionales pertenecían al servicio de Intensivos y un 56,7%al de Urgencias. Predominaban los enfermeros (74,2%) sobre losauxiliares de enfermería (25,8%), y según la variable tipo de con-trato, un 46,4% eran interinos, un 28,9% personal contratado yun 24,7% tenían la plaza en propiedad. La mayor parte de losprofesionales (79,4%) manifestaban seguir un turno rodado connoches, frente a una minoría (18,6%) que trabajaba en un turnofi jo.

     Instrumentos

    Se aplicó un cuestionario de variables sociodemográficas y la-borales y tres instrumentos previamente validados:

     Escala de Autoe ficacia Generalizada (EAG). Se utilizó la adap-tación española de Baessler y Schwarzer (1996), que se componede 10 ítems tipo Likert de 4 puntos. Mide el nivel de autoeficaciageneral, entendida ésta como un constructo global que hace re-ferencia a la creencia estable de las personas sobre su capacidadpara manejar adecuadamente una amplia gama de estresores de lavida cotidiana (Bandura, 1992). La adaptación para la poblaciónespañola realizada por Sanjuán, Pérez y Bermúdez (2000) mostróuna consistencia interna (α) de 0,87 y una correlación dos mitadesde 0,88.

     Escala de Personalidad Resistente (CPR) del Cuestionario deDesgaste profesional de enfermería (CDPE), validado por More-no, Garrosa y González (2000a). El objeto de esta escala es medir

    la personalidad resistente (hardiness) como variable personal quemodula la relación entre el estrés y sus consecuencias. La perso-nalidad resistente queda operativizada en tres dimensiones: com-promiso, reto y control, que se miden a través de 21 ítems cuyapuntuación sigue una escala tipo Likert de 1 a 4 puntos. Además,también es posible obtener una medida o índice global de perso-nalidad resistente a partir de la media de las tres dimensiones quecomponen el constructo. La escala mostró una adecuada consis-tencia interna (α= 0,86) para la puntuación global de personalidadresistente según el estudio de validación realizado por Moreno etal. (2000a). Los coeficientes para cada uno de los tres factores fue-ron de 0,81 para los factores de compromiso y reto, y de 0,75 parael factor de control.

    Cuestionario General de Salud (GHQ-28).  Hemos empleado

    la versión española de 28 ítems, adaptada y validada por Loboet al. (1986). Este cuestionario consta de 28 ítems, agrupados encuatro escalas: escalas A (síntomas psicosomáticos), B (síntomasde ansiedad e insomnio), C (síntomas de malestar cotidiano) y D(síntomas depresivos). Cada ítem tiene cuatro posibles respuestas(puntuación de 0 a 3, de menor a mayor frecuencia de sintomato-logía). Entre los numerosos estudios de validación de este cues-tionario, el trabajo de Godoy, Godoy, López y Sánchez (2002),que trabajó con una muestra de universitarios españoles, obtuvovalores óptimos de consistencia interna (entre 0,91 y 0,97) paracada una de las subescalas de síntomas, y un coeficiente α de 0,97para la escala total.

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    MARÍA ISABEL RÍOS RÍSQUEZ, JULIO SÁNCHEZ MECA Y CARMEN GODOY FERNÁNDEZ602

    Procedimiento

    Tras obtener el permiso de la supervisión de ambas unidadesasistenciales, se repartieron los instrumentos de evaluación a losprofesionales junto con una carta de presentación que exponía elobjeto del estudio. Se entregaron los cuestionarios a todos los pro-fesionales que figuraban en la plantilla estable de ambas unidades

    asistenciales (se excluyó a los «equipos volantes»). Los profesio-nales participaron de forma voluntaria y en todo momento se ase-guró el anonimato y confidencialidad de los datos recogidos.

     Análisis de datos

    El análisis estadístico de los datos fue realizado mediante elpaquete estadístico SPSS 15.0. Se analizó la asociación entre va-riables cuantitativas mediante una matriz de correlaciones de Pear-son y se aplicó un análisis de correlación canónica tomando comovariables dependientes las puntuaciones obtenidas en cada una delas subescalas que constituyen el cuestionario de salud GHQ-28, ycomo variables predictoras la autoeficacia generalizada y cada unode los factores de la personalidad resistente, así como su puntua-ción global. El análisis de correlación canónica es una técnica esta-dística muy eficiente cuando se pretende comprobar la magnitud yel sentido de la relación entre un conjunto de variables predictorasy un conjunto de variables dependientes, que era justo el objetivofundamental de nuestra investigación.

    Resultados

    Los estadísticos descriptivos de las variables continuas se presen-tan en la tabla 1. El análisis de las variables sociodemográficas y la-borales de la muestra reveló relaciones significativas de las variablesedad e hijos respecto al estado de salud percibido por los profesiona-les. En concreto, los profesionales con hijos presentaban una menor

    frecuencia de síntomas de malestar cotidiano que los profesionalessin hijos (t = -2,11; p

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    PERSONALIDAD RESISTENTE, AUTOEFICACIA Y ESTADO GENERAL DE SALUD EN PROFESIONALES DE ENFERMERÍA DE CUIDADOS INTENSIVOS Y URGENCIAS 603

    en la línea de la hipótesis planteada acerca de la relación inversa onegativa entre las variables autoeficacia y personalidad resistentey los síntomas de malestar psíquico.

    En la segunda función canónica todas las variables dependien-tes, excepto la escala D de síntomas depresivos, obtuvieron co-eficientes de estructura superiores a |0,45|, destacando la escala Cde síntomas de disfunción social (37,09% de varianza compartida

    con la variable canónica). En el conjunto de predictores las cua-tro variables de personalidad resistente obtuvieron coeficientesde estructura relevantes, mientras que la Autoeficacia no. Destacóen este caso la puntuación total de personalidad resistente, con un55,5% de varianza compartida con la variable canónica. Nueva-mente, el signo invertido entre los coeficientes de estructura de losdos conjuntos de variables observadas reveló una relación negativao inversa entre ambos, tal y como planteaba nuestra hipótesis.

    El perfil de coeficientes de estructura de las dos funciones ca-nónicas indicó que, dentro del conjunto de variables dependientes,la primera función representó especialmente síntomas depresivos,mientras que la segunda función canónica reflejó básicamente sín-tomas de disfunción social. En el conjunto de predictores, las dosvariables canónicas estuvieron dominadas por la puntuación totalen personalidad resistente del CPR, si bien en la primera funcióncanónica también ejerció un peso destacable la escala de Controldel CPR.

    Finalmente, la tabla 3 recoge las comunalidades (h2), en térmi-nos porcentuales, exhibidas por cada variable observada. Para cada

    variable observada, el coeficiente de comunalidad es la suma de lasproporciones de varianza compartida entre dicha variable observa-da y cada variable canónica y, en consecuencia, representa la con-tribución global de la variable observada a las dos funciones canó-nicas. En la tabla 3 se han subrayado aquellas comunalidades igua-les o superiores al 45% para indicar su relevancia práctica (Sherryy Henson, 2005). Así, en el conjunto de variables dependientestodas ellas ofrecieron una contribución relevante a la solución delas dos primeras variables canónicas, si bien destacan la escala Dde síntomas depresivos, con un 98,15% de varianza compartidacon las dos variables canónicas, y la puntuación total del GHQ-28,con un 93,7%. En el conjunto de predictores, solo tres variables

    observadas alcanzaron un porcentaje de varianza compartida conlas dos variables canónicas relevantes: la puntuación total de per-sonalidad resistente (91,62% de varianza compartida con las dosvariables canónicas), la escala de Control del CPR (61,71%) y laescala de Reto (48,52%). La Autoeficacia (28,79%) y la escala deCompromiso del CPR (34,61%) presentaron contribuciones pocorelevantes a la solución canónica.

    Discusión y conclusiones

    El propósito de esta investigación fue indagar en las relacionesentre las variables de personalidad autoeficacia y personalidad re-sistente y la frecuencia de síntomas de malestar psíquico en perso-nal de enfermería. Los resultados obtenidos corroboraron parcial-mente nuestras hipótesis.

    Tabla 2

    Matriz de coeficientes de correlación de Pearson ( N = 97)

    Variable 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

    1. Edad

    2. Autoeficacia

    3. CPR-Global

    4. CPR-Compromiso

    5. CPR-Control

    6. CPR-Reto

    7. GHQ-Total

    8. GHQ-A

    9. GHQ-B

    10. GHQ-C

    11. GHQ-D

    1

    0,04

    -0,23*

    -0,15

    -0,12

    -0,24*

    0,19

    0,08

    0,22*

    0,07

    0,23**

    1

    0,31**

    0,23*

    0,16

    0,30**

    -0,28**

    -0,21*

    -0,28**

    -0,16

    -0,21*

    1

    0,72**

    0,70**

    0,75**

    -0,43**

    -0,36**

    -0,39**

    -0,37**

    -0,24*

    1

    0,25*

    0,42**

    -0,28**

    -0,28**

    -0,26**

    -0,17

    -0,12

    1

    0,21*

    -0,34**

    -0,18

    -0,33**

    -0,33**

    -0,25*

    1

    -0,34**

    -0,33**

    -0,25*

    -0,28**

    -0,19

    1

    0,85**

    0,88**

    0,69**

    0,67**

    1

    0,67**

    0,46**

    0,36**

    1

    0,47**

    0,45**

    1

    0,40** 1

    ** p (bilateral)

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    MARÍA ISABEL RÍOS RÍSQUEZ, JULIO SÁNCHEZ MECA Y CARMEN GODOY FERNÁNDEZ604

    Nuestra primera hipótesis, relativa a la existencia de una re-lación positiva entre autoeficacia generalizada y personalidad re-sistente, quedó confirmada globalmente por nuestros resultados.Estudios previos, como el de adaptación de la escala de autoefi-cacia generalizada (Sanjuán et al., 2000), obtuvieron resultadossimilares. No obstante, es de destacar la ausencia de significaciónestadística en la asociación entre autoeficacia generalizada y el

    factor de control de la personalidad resistente. Sobre una baseteórica era esperable que ambas se relacionaran de forma signifi-cativa, ya que el concepto de control (convicción de poder inter-venir en el curso de los acontecimientos) se halla estrechamenterelacionado con la definición que Bandura (1992, 1997) propusode la autoeficacia.

    La segunda hipótesis planteaba la autoeficacia generalizada y lapersonalidad resistente como predictores de la presencia de sínto-mas de malestar psíquico. Los resultados obtenidos con el análisisde correlación canónica nos permiten confirmar parcialmente lahipótesis, pues si bien hemos encontrado una asociación de tipoinverso entre ambos tipos de variables, la personalidad resistenteresulta relevante como predictora de la vulnerabilidad psíquica,mientras que la autoeficacia no parece ofrecer una contribuciónimportante. Concretamente, la variable de personalidad resistenteglobal resulta un predictor significativo del malestar psíquico engeneral y de los diferentes síntomas psíquicos que constituyen lasescalas del cuestionario de salud GHQ-28. El análisis de corre-lación canónica también revela que los síntomas depresivos pa-recen ser el componente más relevante del conjunto de síntomasde malestar psíquico cuando se plantea un modelo predictivo deéstos a partir de la autoeficacia y la personalidad resistente, y quedel conjunto de predictores, es la puntuación total de personalidadresistente la que mayor potencia predictiva presenta, seguida de laescala de Control del CPR. Este hallazgo pone de manifiesto la im-portancia que tiene la percepción del sujeto de poder intervenir ac-tivamente en el curso de los acontecimientos para no experimentar

    síntomas de depresión. A pesar de lo limitado de esta afirmación,debido a la escasa frecuencia de síntomas depresivos en nuestramuestra, este resultado podría considerarse desde el ámbito de lagestión y supervisión de recursos humanos, ya que el fomento dela comunicación y participación de los profesionales en las deci-siones de la organización que les competen puede contribuir a pre-venir la existencia de síntomas depresivos.

    Los resultados de esta investigación reflejan de forma relevantela importante relación entre la personalidad resistente y bienes-tar psíquico. Esta variable positiva de la personalidad modula lamanera en que las personas percibimos y afrontamos los distintosestresores vitales, convirtiéndose en un importante protector frente

    a la aparición de trastornos en la salud, tal y como otros estudiosanteriores han puesto de manifiesto (e.g., Garrosa et al., 2008; Ha-rrison et al., 2002; Judkins et al., 2006; Kenney y Bhattacharjee,2000; Kobasa 1979, 1982; Kobasa y Maddi, 1982; Lambert et al.,2007; Topf, 1989). No obstante, es preciso matizar la capacidad degeneralización de nuestros resultados, ya que nuestra muestra departicipantes estuvo formada por un colectivo muy especí fico de

    profesionales de enfermería, concretamente por personal de Cui-dados Especiales. Nuestros resultados deben, pues, limitarse a estapoblación de profesionales, así como sería conveniente realizar es-tudios similares con otros colectivos de profesionales de la salud,con el fin de contrastar los resultados obtenidos.

    Derivado del beneficio que esta estructura de la personalidadpuede ejercer sobre el bienestar o salud de los profesionales, co-mienzan a surgir otra serie de investigaciones que tratan de ins-taurar programas de intervención, con el objeto de fomentar odesarrollar esta estructura de personalidad. Estas investigacionesse han centrado especialmente en la intervención con los gesto-res y supervisores de personal, con el objeto de poder prevenir lasconsecuencias negativas que el estrés laboral crónico puede tenersobre la organización y la salud de los profesionales. Dichos estu-dios afirman que la personalidad resistente puede ser aprendida,concluyendo que los supervisores con niveles más altos en per-sonalidad resistente son profesionales más comprometidos y contendencia a crear un ambiente laboral más positivo y creativo, loque tiene su repercusión sobre la satisfacción laboral y el bienestarde los profesionales a su cargo (Judkins y Furlow 2003; Judkins eIngram, 2002; Judkins, Reid y Furlow, 2006; Lambert, Lamberte Ito, 2004). Se ha de comentar a este respecto que en España, sibien existen estudios que se centran en la relación entre persona-lidad resistente y los síntomas derivados del estrés crónico laboral(e.g., Garrosa et al., 2005, 2008; Moreno et al., 2000b, 2003, 2005,2006), resultan escasos los estudios que impliquen programas deintervención y sería interesante fomentar el desarrollo futuro de

    este tipo de investigaciones en el contexto de la prevención e inter-vención, especialmente de los trastornos ocasionados por el estréscrónico asistencial en las organizaciones de la salud. Dichos pro-gramas de intervención podrían contribuir a incrementar el bienes-tar de los profesionales y mejorar el ambiente laboral, así como lacalidad del servicio ofrecido al usuario.

    Agradecimientos

    Trabajo financiado por la Fundación para la Formación e Inves-tigación Sanitarias de la región de Murcia y Caja Murcia. Nº deproyecto: FFIS-CM 12/07.

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