De la invisibilidad Mar Busquets Mataix

“Por eso me veo a mí misma siempre encerrada en esa niña ,que jugaba,corría,veía por las calles de Venecia”

(p. 10)

“Mis padres decidieron internarme en el convento de Santa María Formosa” (p.12)

“La felicidad que degustaba cuando mi padre me rescataba ” (p.19)

“Las mujeres queríamos contar, pensar, escribir, y yo fui una de entre tantas que se lanzó a conquistar un terreno que, aunque servil, me

podía ofrecer el medio de tener una vida digna ” (p. 21)

“No se sabe en qué momento una persona entra en un espacio prohibido y descubre algo que derrumba todas las barreras,todas las fronteras.Fue ni más ni menos lo que me aconteció cuando empecé a

trabajar en el taller de Molinari” (p. 21)

“De Giambattista me sorprendió, en primer lugar, la acogida que me dispensó, pues enseguida me trató como un compañero más, y entonces entendí que estaba libre

de prejuicios, que no me iba a marcar a mí por ser la única chica de la escuela y,

posiblemente, la persona mas vulnerable” (p. 31)

“Me sentí atraída desde el primer momento por Giambattista,

siempre con ese aire destartalado y desarreglado,tan propio de los artistas metidos en faena” (p. 33)

“Cuando empezamos a tomar apuntes me dirigía miradas y me sonreía…”

“Cuando acabamos la primera sesión,se acercó a mi oreja y me susurró: -Tú no necesitas ningún

modelo,Giulia,me tienes a mi para cuando quieras...” (p. 36)

Giulia empezó a pintar desnudos

Domenico fue fruto de los encuentros nocturnos entre

Giambattista y Giulia en el estudio.

Regresé al convento para darle una vida mejor a mi hijo.

“El niño se quedaba en el convento, al cuidado de las

monjas,mientras yo me afanaba en acabar los

encargos que llegaban a mis manos.” (p. 63)

“Tomé una casita por el Dorsodouro, casita que utilizaba como estudio y a la que acudía a veces para volver a ser yo, para encontrarme,para escapar de la vida en la que me había quedado atrapada y en la que me marchitaba poco a poco” (p. 63)

La Giudecca pasó a ser el hogar de mi hijo y mío.

“Entonces, supe que Giambattista había vuelto.Y el mensajero no fue otro que su propio hijito” (p. 70)

“Cuando vi el cuadro del niño mendigo de Piazzeta en su estudio, reconocí al instante a Domenico.” (p. 89 )

“Uno no olvida la primera vez que vio su nombre atrapado en un corazón.”(p. 9)

“La mirada que es disfrute ,que es gozo…” (p. 20)

Irene García Asensi Natalia Monleón Fernádez Daiana Montero MarreroCelia García Correcher

1º BATCH B

Trabajo de Lengua Castellana.

Profesora: Encarna Bataller

Música: Claudio Monteverdi, “Sì dolce è’l tormento”