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Olivier Urrutia Profesor Vicepresidente del Observatorio de los think tanks.Correo electrónico: olivier.urrutia@oftt.eu

EL PAPEL DE LOS THINK TANKS EN LA DEFINICIÓN Y APLICACIÓN DE LAS POLÍTICAS Y ESTRATEGIAS DE DEFENSA El presente artículo se propone analizar el papel de los think tanks organizaciones que producen ideas y soluciones para la aplicación de políticas públicas en el ámbito de las relaciones internacionales y de defensa. En un contexto globalizado y complejo, marcado por una democracia de opinión creciente condicionada por la importancia de los medios de comunicación de masas, de gobernanza compartida, de consenso, de negociación, de contrapoderes; los think tanks son actores de peso en la gestión de las políticas de defensa, así como en el desarrollo de estrategias militares operativas. Acometiendo una definición analítica de tales estructuras (esencia, tipologías, condiciones históricas de su emergencia, actividades y fines) con el objetivo de abordar su papel en materia de defensa y seguridad, el artículo acota el campo de la investigación comparando el estado de la cuestión en Estados Unidos, como matriz del objeto think tank, Francia y España, a través de casos concretos. La elección de Francia y España, dos potencias intermedias, responde al interés de comparar dos modelos estatales con profundas diferencias que comparten fronteras, historia, cultura y proyecto europeo

Think tank, Guerra de las Ideas, Defensa, Influencia, Soft powe

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This article presents an in-depth analysis of the role of think tanks in the field of defense and international relations. In a globalized environment marked by mass communications and often defined by the importance of shared governance, consensus, negotiations and balance of powers and growing democracy of opinion, think tanks are key organizations involved in the making of defense public policies and the development of military operational strategies. This work is based on an analytical and comparative approach to these organizations (type, core activities, historical conditions of their appearance) in the United States, as a matrix of the object, France and Spain. Case studies will be provided in order to illustrate the concep-tual framework. The choice of France and Spain, two middle powers, in the interest of comparing two models with profound differences that share borders, history, culture and European project.

Think tank, War of Ideas, Defence, Influence, Soft power

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EL PAPEL DE LOS THINK TANKS EN LA DEFINICIÓN Y APLICACIÓN DE LAS POLÍTICAS Y ESTRATEGIAS DE DEFENSA

Introducción

En un mundo globalizado, de relaciones e interacciones cada vez más complejas, que genera un entorno de riesgos y oportunidades, el modelo del Estado - nación se ha transformado y la gobernanza política se ha abierto a otros actores

sociopolíticos. Los think tanks al igual que los lobbies, las ONG, los organismos de relaciones públicas, las empresas multinacionales o las instituciones transnacionales, irrumpen de forma exponencial y con autoridad en el debate y diseño de las políticas públicas en todos sus ámbitos: sanidad, educación, cultura, derecho, economía, seguridad, defensa, medio ambiente, recursos naturales, energía y relaciones internacionales. Los think tanks influyen en la toma de decisiones políticas a nivel nacional e internacional constituyendo un recurso suplementario para los Estados en su gestión política.

La combinación de un contexto de amenazas dispares (terrorismo, guerrillas urbanas, guerras virtuales, tráficos múltiples, espionaje industrial, guerra del conocimiento, guerra económica, etcétera) además de la crisis económica que azota al mundo desde el 2007, replantean el modelo clásico de las políticas de seguridad y defensa y su gestión económica. En este escenario, las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (NTIC) han revolucionado el paradigma tradicional de construcción vertical de la sociedad: Estado – instituciones – medios de comunicación – población, para dar paso a un mundo reticular.1 El proceso de transformación de la gestión del Estado hacia un esquema más colaborativo resulta clave para hacer frente a esas amenazas. La crisis ha cuestionado el modelo de gobernanza y las modalidades de los diferentes recursos al peritaje, público o privado, imprescindible a la hora de definir, evaluar, aplicar y comunicar estrategias globales adecuadas. Los think tanks son un recurso de peritaje privado de protagonismo creciente, que influyen en las políticas nacionales e internacionales y en la opinión pública, creando un espacio de diálogo entre gobiernos y sociedad civil y desempeñando un papel de mediación. En los espacios geográficos más representativos de los centros de poder político y normativo –Bruselas y Nueva York esencialmente - contemplamos cómo se materializa el proceso de diplomacia intelectual a través de la presencia de think tanks.

1 CASTELLS, Manuel. La galaxie Internet, Paris : Fayard, 2002

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¿Qué es un think tank? ¿Para qué sirve y qué pretende? ¿Cómo se ha desarrollado y evolucionado? ¿Cuáles son las tipologías? ¿Cuál es su impacto? ¿Cuál es su papel en la definición y la aplicación de las estrategias de defensa? Responder a tales preguntas y abordar el análisis de los think tanks, especialmente en relación a las políticas de defensa y de relaciones internacionales, constituye el objeto del presente apartado. Los think tanks, que emanan de la sociedad civil, se involucran en el debate sobre las políticas públicas. Desde esta perspectiva principal derivan preguntas acerca de la articulación del binomio think tanks – defensa. Todas esas preguntas permiten entender en qué medida existen lazos orgánicos entre ambos. Teniendo en cuenta diferentes aspectos de la relación entre think tank y defensa –histórica, semiótica, estratégica – se contempla distinguir diversas líneas de fuerza, en cuanto a la capacidad de los think tanks, para influir en la actividad diplomática de los Estados o en su legitimidad para intervenir por la fuerza y su visión acerca del debate en Estados Unidos, Francia y España, en torno a los gastos de defensa.

La relación entre think tanks y defensa vislumbra una historia simbiótica que puede explicar en gran medida su interdependencia. Subestimar o descuidar la dimensión histórica y cultural del fenómeno think tanks lleva a reducirlos a un simple síntoma de americanización del mundo o a una moda, con el riesgo de malentender el nuevo paradigma de gestión del poder. Por lo tanto, reconocer y estudiar el ecosistema de los think tanks, sus condiciones y su modus operandi permite entender el papel de esas organizaciones en la gestión y aplicación de las políticas públicas, y en particular las de defensa y relaciones internacionales.

El presente trabajo no pretende juzgar la pertinencia de la existencia de los think tanks, ni opinar tampoco sobre sus actividades o contenidos. Se centra en presentar el estado de la cuestión a través de elementos factuales y fuentes de autores expertos en la materia, dejando al lector interpretar libremente lo expuesto. Los think tanks no constituyen la solución a una problemática definida, ni son la única respuesta a las necesidades del Estado; pero sí representan una herramienta añadida, diferente y complementaria dentro del abanico técnico y estratégico del Estado. Una descripción minuciosa del objeto y de sus mecanismos es clave para entender mejor los juegos de poder en la sociedad actual.

I. Definiciones y conceptos

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¿Qué es un think tank?

Resulta complicado ofrecer una definición precisa del think tank, sin caer en un atajo, al ser un objeto movedizo, idiosincrático a su medio ambiente (cultural, político, económico e histórico) en el que encuentra un matiz propio, subjetivo en cierta medida por falta de criterios cualificantes consensuados a nivel académico. Los expertos mismos no se ponen de acuerdo en la definición, ya que sus formas difieren según los países. Los think tanks varían enormemente en tamaño, en función de los recursos de que disponen, en las áreas de investigación, en su estructura jurídica o en cuanto a su modelo de gestión. Durante los 90 se publicaron varios trabajos de definición del objeto, destacando los realizados por algunos pioneros norteamericanos como James Mc Gann, Ken Weaver y Donald Abelson. Estos autores identifican los siguientes criterios para definir un think tank:

• Organización independiente. El grado de independencia se ve determinado por sus estatutos y sus fuentes de financiación (privada o pública/privada y mixta) o sin lazos directos con el poder estatal (políticos en activo que ocupan algún cargo en la organización).

• Dedicación al interés general.

• Equipo de trabajo permanente dedicado a la investigación.

• Producción de propuestas innovadoras y prospectivas de políticas públicas, con el fin de participar en ese debate.

• Organización sin ánimo de lucro.

• Organización que dispone de medios de comunicación (sitio web, blogs, publicaciones, conferencias etc.), con el fin de difundir ampliamente sus contenidos, que hacen libremente accesibles.

Por diversos criterios, quedan excluidos las ONG, las fundaciones filantrópicas, las plataformas de partidos políticos o de personalidades políticas y los lobbies. Como explica Thomas Medvetz, el think tank se encuentra sumido en un doble movimiento acercamiento/distanciamiento, de ciclo eterno, que le permite llegar al equilibrio necesario para su legitimidad. Si bien es cierto que el alejamiento tiende a diferenciar al think tank de las instituciones más cercanas (o a distanciarle de los que le financian) y afirmar así su independencia, en cambio, el acercamiento restablece una dependencia respecto a esas mismas instituciones, con el objetivo de que el think tank disfrute de los recursos simbólicos y materiales que le ofrecen. El equilibrio encontrado supone la existencia de lazos académicos, políticos y empresariales ya que cada vínculo le asegura una legitimidad que garantiza su independencia respecto a las otras instituciones. Se podría resumir su posicionamiento en el espacio del peritaje de las políticas públicas afirmando que un think tank es más académico que un lobby, más empresarial que una

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universidad y más político que una empresa.2 Se aprecia, como criterio diferenciador, que el think tank organiza tareas de investigación anticipando acciones propias de un lobby. Practican una comunicación bidireccional mezclando influencia con pedagogía informativa. La mayoría se organiza bajo la estructura asociativa, con la condición sine qua non de preservar el interés general.

No obstante, la noción de independencia hacia el poder político, administrativo o económico, que permite identificar un think tank , se tiene que relativizar. En primer lugar, porque excluye organismos internos al aparato administrativo que lo puede beneficiar con garantías estatutarias o políticas de independencia mas reales y eficaces que think tanks privados con fuentes de financiación exclusivamente privadas, de-pendiendo estos últimos de los intereses de sus clientes y donantes. Por otra parte, la noción de independencia es un requisito muy marcado por la cultura y la historia de Estados Unidos. El debate en Europa sobre la independencia material concentra parte del escepticismo del público acerca de la credibilidad de los think tanks.

En este sentido, la condición previa esencial consiste en influir en la agenda política, la toma de decisiones y la opinión pública.3 La producción de ideas, así como la capacidad de influencia, son consustanciales al think tank.

Un tropismo militar

El presente apartado, desde un especial enfoque semiótico, se propone presentar correlaciones entre elementos semánticos y aspectos operativos de los think tanks, haciendo así efectivo el lazo que significado y significante contraen.4 Opera una analogía entre la guerra física en su acepción militar y la guerra de las ideas en la que están sumergidos los actores intelectuales. También destacamos una capacidad de adaptación pragmática del think tank -constituyendo una reserva de inteligencia de valor estratégico -, a su medioambiente sumergido en una competencia encarnizada. En la última parte del presente trabajo, dando continuidad a la investigación sobre el think tank como objeto inteligente, profundizaremos en el factor clave de la influencia inherente a estetipo de estructuras.

2 MEDVETZ, Thomas, Terra Obscura: Vers une théorie des think tanks américains, in Yann Bérard, Renaud Crespin, Aux Frontières de L’expertise : Dialogues entre Savoirs et Pouvoirs, Rennes, Presses Universitaires de Rennes, 2010, Capítulo 11, p. 157. También disponible en http://sociology.ucsd.edu/faculty/bio/documents/Medvetz.10.Terra.pdf p. 8

3 ABELSON, Donald, A Capitol Idea: Think Tanks and US Foreign Policy, McGill-Queen’s University Press, 2006

4 DE SAUSSURE, Ferdinand, Cours de linguistique Générale, Wiesbaden, Harrassowitz, 2, 1968, p. 272

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Un recorrido semiótico

Conviene subrayar en este apartado la importancia de la semántica. El vocabulario relacionado con el ecosistema de los think tanks es, en gran parte, en inglés de Estados Unidos, demostrando su liderazgo y dominio en la construcción y posterior desarrollo del objeto. Aunque se pudiera traducir al español la mayoría de las expresiones, optamos frecuentemente por preservar la forma original en inglés, defendiendo, en este caso, el postulado que otorga significado simbólico y práctico a la semántica.

Partiendo de la definición base del objeto, la terminología resalta un ADN de matiz militar. Si bien es cierto que la expresión de think tank ya existía a finales del siglo XIX en el idioma inglés, su acepción como organización dedicada a la reflexión esta fechada en 1959, según el Oxford English Dictionary. No obstante, el significado se propagó a partir de la Segunda Guerra Mundial con el desarrollo de organismos militares y de planificación de estrategias de los que la Rand Corporation era el buque insignia.5 La acepción original de tank significaba en un principio contenedor, si bien se fue ampliando hasta que llegó a englobar al carro de combate, el silo (lanzamisiles) o la cabeza nuclear. Así pues, el origen de la expresión think tank, referida a organizaciones dedicadas a la reflexión, a la investigación y a la promoción de propuestas y soluciones de políticas públicas, se encuentra en el ámbito militar. Durante la II Guerra Mundial se usaba la expresión war room, en clara referencia a cuestiones vinculadas a la seguridad y defensa: un espacio cerrado y protegido, reuniéndose varios expertos civiles y militares con el objeto de dibujar estrategias y de encontrar soluciones para resolver problemáticas de defensa y seguridad o de relaciones internacionales. Ocurrió una deriva semántica de war room hacia el significado de reservas de inteligencia.

En correlación, toda la semántica organizacional, con un evidente matiz estadounidense, imita el vocabulario militar subrayando los lazos orgánicos existentes. El director de la estructura es el strategist o el Chief Officer, la sede el Headquarter, el organigrama el Organization and Divisions, los departamentos de investigación los Research Unit Management. El propio contexto en el que se desenvuelven los think tanks tiene un matiz militar, al ser definido como the war of ideas. Aquí, el espacio intelectual es el campo de batalla. La herramienta tradicional de los think tanks, redes sociales, medios de comunicación, publicaciones y eventos, se podrían definir por analogía como armas.

Así pues, el tropismo militar primero -y político después- del vocablo think tank se explica a través de sucesivos contextos históricos. La traducción consensuada (laboratorio de ideas) nos parece un atajo que descarría de la actividad global del objeto

5 MEDVETZ, Thomas, Think tanks in America, Chicago and London: The University of Chicago Press, 2012, p.70-75

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y “traiciona” su esencia: no solo se trata de experimentar e investigar, sino también de constituir una herramienta eficaz basada en la estrategia al servicio de los decidores políticos. Los think tanks se organizan en torno a dos ejes correlacionados: investigar/reflexionar el primero, influir/impactar el segundo. El vocablo think tank se amplió a los centros de investigación en políticas públicas por la similitud de su modus operandi con los institutos de planificación militar.

Información versus Conocimiento

Los think tanks constituyen una herramienta estratégica de primera línea en la gestión del conocimiento. En un marco globalizado acarreado por las nuevas tecnologías de la información y comunicación (NTIC), existe una saturación de la información perjudicial para la comprensión de los acontecimientos y su posterior tratamiento por parte de los responsables políticos, económicos y militares. La inflación exponencial de información cambiante requiere claves de lectura para una toma de decisión reactiva y acertada. Los think tanks, organizaciones híbridas, se fundamentan en la gestión de la información y del conocimiento apoyándose en los procesos del knowledge management y en expertos – investigadores. El continuum datos – información – conocimiento – estrategia, se inscribe en un ciclo a medio o largo plazo y precisa de métodos de gestión de los recursos disponibles y adecuados. Los think tanks estadounidenses, en particular los que tratan de temas de defensa, seguridad y relaciones internacionales, por su larga experiencia, sus importantes recursos y su fluida relación con las instituciones del Estado y el ejército, desempeñan esa labor de rastreo de la galaxia informativa, planteando soluciones. El conocimiento resultaría de la articulación entre la información y su interpretación mediante el marco de referencias (experiencia, creencias, teorías, modelos, cultura) del investigador o del think tank que organiza y da sentido al conjunto de datos. Los think tanks favorecen la dimensión comunicación-participación de la que emerge la inteligencia, mezcla de comprensión y conocimiento. La Rand Corporation es el think tank referente desde el punto de vista terminológico y ontológico, al emplear una metodología recursiva: información, organización y comunicación.

El beneficio que reporta a un Estado, una empresa o un ejército disponer de think tanks radica en la posibilidad de obtener suministros de información, conocimiento e innovación. El trabajo de investigación se centra en las tres dimensiones temporales: pasado, presente y futuro; “saber para prever, para poder”.6  Al conocimiento no se le pide ser cierto, ni justo, ni atractivo, sino ser eficaz. El tríptico vigilancia, investigación

6 COMTE, Auguste, Cours de Philosophie Positive, 1830-1842

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y formulación, en el proceso de la inteligencia estratégica,7 permite ajustar el presente al futuro apoyándose en el conocimiento de los hechos pasados. Los think tanks están, por su esencia, orientados hacia el futuro. Su actividad de investigación se sitúa entre la prospectiva y la estrategia. La pertinencia, tanto de sus análisis como de sus propuestas, radica en la capacidad de entender el presente desde la perspectiva del pasado para poder producir prospectiva:

“La Inteligencia proactiva pretende actuar en, o modelar la realidad para poder evitar que riesgos y amenazas puedan devenir”.8

Por su grado de independencia intelectual, por la mezcla entre expertos de los sectores público y privado, los procesos activados por los think tanks los aproximan a organizaciones inteligentes.9 Observando los métodos de trabajo aplicados en el seno de tales estructuras, encontramos que la prospectiva es un rasgo determinante de su actividad. Formular proyecciones e hipótesis resulta ser una actividad tan compleja -por arriesgada- como costosa. Las empresas, los gobiernos y los partidos políticos, se ven limitados en el campo de la prospectiva por inscribirse en el marco del corto plazo, determinado por las elecciones, los balances anuales, la falta material de tiempo y la desaprobación sanción de los accionistas o ciudadanos, en caso de equivocación en las previsiones; más allá, el largo plazo, habitual en la actividad de los think tanks.

En un ejercicio conclusivo sintético se puede afirmar que, si bien existen criterios para la identificación de un think tank, con sus objetivos y actividades de investigación comunes a todos, se observan modos estructurales dispares con impacto en el modo de gestionar el centro y en la declinación de su estrategia de influencia.

Tipología

Se podría definir el think tank como una organización sui generis, ya que en pocos países existe una categoría jurídica que se le corresponda. En Estados Unidos, rige el artículo 501(c) del código fiscal que, obviamente, incluye a otras tantas organizaciones que no pueden ser consideradas think tanks.

7 Véase la definición en el Portail de l’Intelligence Economique, Centre national de ressources et d’information sur l’intelligence économique et stratégique, http://www.portail-ie.fr/article/572/Les-definitions-de-l-intelligence-economique (consultado el 1/08/2013)

8 SERRA DEL PINO Jordi, “Inteligencia proactiva”, Inteligencia y seguridad: revista de análisis y prospectiva, 10, 2011, p. 55-74 en: NAVARRO BONILLA, Diego, Lecciones aprendidas (y por aprender), Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos, N°0, 2012, p.68. http://www.ieee.es/Galerias/fichero/Revista_Digital/RevistaIEEE_Num_0.pdf

9 SENGE, Peter, The Fifth Discipline: The Art & Practice of The Learning Organization, N. York [etc.]. Random House, 2006.

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Se les puede clasificar bien en relación a su tipo organizativo, bien por la actividad que desarrollen:

I Los generalistas, que tratan de la mayoría de temáticas de políticas publicas (sa-nidad, educación, ciudadanía, economía, ecología, defensa y seguridad, energía y relaciones internacionales)

II Las universidades sin estudiantes

III Los denominados Advocacy, que desempeñan una labor militante, muy simila-res a la de un lobby.

IV Los expertos, centrados en una sola temática y sus derivados

POLITICOS UNIVERSITARIOS ADVOCACY EXPERTOS

USA Center for American Progress

Hoover Institution Cato Council for Foreign Policy

FRANCIA Terra Nova CERI IFRAP IFRI

ESPAÑA FAES CIDOB FAES IEEE

Cuadro I.- Ejemplos de Think Tanks por tipo en Estados Unidos, Francia y EspañaFuente: Elaboración del Observatorio de los think tanks

El fenómeno de los Advocacy, acentuado por el enorme desarrollo de la dimensión comunicativa en el siglo XXI, merece otro apartado. Las NTIC y el poder creciente de los medios de comunicación han tenido un impacto profundo en la estructura de los think tanks. Sin visibilidad mediática, resulta complicado la colocación de pensamientos en el mercado de las ideas. En este sentido, los Advocacy constituyen una versión militante de gran eficacia comunicativa. A tenor de la competencia exponencial entre think tanks en el acceso a fuentes de financiación y a oportunidades, la fórmula del Advocacy parece la más eficaz en cuanto a capacidad de influir en la toma de decisiones. El concepto es, por consiguiente, un elemento más; no solo terminológico, sino también ontológico, de su intrínseca función propagandística. En realidad, la terminología de advocacy parece la más adecuada si se atiene al objetivo original: influir, convencer, justificar, argumentar, pleitear.

Podemos citar, como causas principales del importante desarrollo continuo del ecosistema think tank en el mundo, los siguientes elementos:10

10 MCGANN, James, Global Go to Think Tank, 2012: http://repository.upenn.edu/cgi/viewcon-tent.cgi?article=1006&context=think_tanks

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• La revolución de la información y de la tecnología

• El fin del monopolio de la información por el Estado

• La complejidad creciente y la naturaleza técnica de los problemas políticos

• Un gobierno mas fragmentado y numeroso

• La falta de confianza en el gobierno y los representantes oficiales

• La globalización y el desarrollo de los actores estatales y de las or-ganizaciones no gubernamentales

• La necesidad de información reactiva y concisa en la “forma adecua-da, en el momento conveniente y “en buenas manos”11

También existen ciertos elementos contextuales que explican un reciente y actual estancamiento en la aparición de nuevos think tanks a nivel mundial:

• Políticas y contextos hostiles a los think tanks y ONG: crisis económica, ausen-cia de cultura filantrópica, dictaduras, etc.

• Una caída del número de donantes públicos y privados a favor de la investiga-ción en políticas públicas

• Falta de desarrollo institucional que inhabilita la capacidad de adaptación

• Una creciente competencia de empresas de consulting, bufetes de abogados es-pecialistas y medios electrónicos

• Instituciones que han conseguido su propósito y suspenden sus actividades

Se puede constatar un “enfriamiento” cultural por parte de los europeos del sur a la hora de financiar los think tanks, puede que al considerarlos tan inmateriales en sus contenidos: investigación, reflexión, ideas. Los donantes públicos y privados buscan peritaje y consejos a corto plazo y favorecen proyectos puntuales, en lugar de invertir en las ideas a largo plazo.

II. Génesis

11 Expresión utilizada por François-Bernard Huyghe, investigador permanente del Institut de Relations Internationales et Stratégiques

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Una presentación comparada no exhaustiva de los modelos (históricos, culturales y políticos) españoles, franceses y estadounidenses, así como monografías de think tanks relevantes expertos en defensa y seguridad , resulta esclarecedor para la comprensión de la articulación think tank/defensa. El ejercicio de modelización a partir de las monografías de algunos think tanks, en el ámbito de la defensa, permite concretar a grandes rasgos el impacto diferenciador de la cultura y del contexto histórico y político sobre esos organismos.

Estados Unidos

Identificar con precisión exacta los elementos contextuales que desembocaron en la aparición del objeto think tank resulta igual de complicado y arriesgado que definir el objeto. No obstante, es tarea imprescindible precisar las condiciones de su aparición para entender mejor cómo y por qué los think tanks influyen en las políticas de defensa. Unos expertos fechan los precedentes del fenómeno a finales del siglo XIX, cuando se crearon asambleas de reformadores en determinados Estados (Massachusetts) de las que nació la Asociación Americana de Ciencias Sociales.12 Otros expertos tienen como principal referencia histórica la Conferencia nacional sobre la protección social (1873)13, a la Brookings Institution (1916)14 o a la Russell Sage Foundation (1906)15. También la SAF-Agriculteurs de France (1867) o la Fabián Society (1884), nacida en Inglaterra, son a menudo consideradas como instituciones que influyeron en el modelo estructural posterior del think tank moderno.

Los think tanks nacieron en unos Estados Unidos exangües a partir de 1865 después de la Guerra Civil. El origen de esas estructuras se encuentra en contextos de poscrisis, respondiendo a un ciclo de reconstrucción. Entonces eran institutos de investi-gación en ciencias sociales, financiados por fundaciones, corporaciones y donantes privados con el objeto de colaborar con el gobierno en sus programas de políticas de reformas institucionales, principalmente en el desarrollo de nuevos procesos de gestión. La cultura filantrópica estadounidense tiene un impacto decisorio en el éxito de los centros de reflexión. El auge de esos últimos coincide con la aparición de las fundaciones filantrópicas y su afán por gestionar con más eficacia las problemáticas

12 A. SMITH, James, Idea Brokers: Think Tanks And The Rise Of The New Policy Elite, New York : Free Press, 1991

13 LINDEN, Patricia, Powerhouses of Policy, Town and Country, January 1987

14 McGann, James G. and R. Kent Weaver, eds. Think Tanks and Civil Societies: Catalysts for Ideas and Action. New Brunswick, New Jersey: Transaction Publishers, 2000.

15 ABELSON, Donald, Do Think Tanks Matter? Assessing the Impact of Public Policy Institutes. Kingston and Montreal: McGill-Queen’s University Press, 2002, p.17-47

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sociales gracias a las ciencias. De ese modo, los institutos de peritaje han contribuido a diseñar el actual modelo político de Estados Unidos y su cultura democrática. Los más antiguos y relevantes son la US Industrial Commission (1892), el New York Bureau of Municipal Research (1906), la Russell Sage Foundation (1906) y el Carnegie Endowment International Peace (1910). Asesoran a gobiernos, instituciones y empresas, desde un cierto grado de independencia y orientan sus investigaciones en ciclos a largo plazo. La construcción del espacio de los think tanks en Estados Unidos se debe a varias olas de desarrollo organizacional, relacionadas con las políticas públicas y apoyadas en la investigación en ciencia social. Primero fueron las federaciones cívicas a finales del siglo XIX, reuniendo a empresarios progresistas, líderes de sindicatos y periodistas. En una segunda fase, la emergencia de las oficinas municipales de principios del siglo XX se debe a las nuevas técnicas administrativas contables y a los problemas de la administración local. Los “proto-think tanks”16 desembocaron en un espacio favorable para los primeros grupos dedicados a la investigación y a la gestión de las relaciones internacionales: la Carnegie y el Council on Foreign Relations.17

En la década de los 70, el uso del vocablo think tank se generaliza a la vez que aumenta de forma exponencial el número de organizaciones de investigación dedicadas a la planificación y a las políticas públicas. Favorecidos por las convenciones semánticas de aquella época, se empieza a prestar más atención a los organismos de planificación militar posteriores a la II Guerra Mundial (Rand Corporation). Las décadas de los 80 y de los 90 verán la publicación de los primeros censos y anuarios de think tanks y, con ello, las primeras iniciativas académicas de codificación de este término y de su objeto. Si bien es cierto que desde un principio los think tanks fueron influyentes en la sociedad estadounidense, su afán de protagonismo se vio recompensado a partir de los 80 con el auge de la revolución conservadora marcada por la presidencia de Ronald Reagan. Los think tanks conservadores, como la Heritage Foundation y el American Enterprise Institute, fueron muy activos en el suministro a la administración de turno de peritaje sobre temas económicos, sociales y militares. Se intensificaron así las relaciones entre poder político y think tanks, otorgando mayor protagonismo al peritaje privado.

El número de think tanks en Estados Unidos se multiplica a partir de la II Guerra Mundial. Surge entonces un nuevo contexto geopolítico, en el que ocupan el papel de potencia mundial con pleno liderazgo (militar, político, económico y cultural) y el aumento correspondiente de los gastos de desarrollo y de investigación federal. El gobierno y su administración se encuentran necesitados de nuevas y numerosas competencias, para poder hacer frente a desafíos dispares y cambiantes. La Guerra Fría que sucede a la II Guerra Mundial y la amenaza de las armas nucleares favorecen la

16 MEDVETZ, Thomas. Think tanks in America, Chicago and London: The University of Chicago Press, 2012, 45-47

17 Ibid.

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creación de think tanks dedicados a los asuntos de defensa y seguridad, como la Rand Corporation, el Hudson Institute, el Center for Naval Analyses o la Mitre Corporation. Todas esas organizaciones fueron fundadas por militares y empresarios, con el objeto de colaborar con científicos e ingenieros; estaban orientadas hacia la investigación y la innovación en cuestiones de defensa.

En un contexto tan favorable los think tanks tuvieron importante peso, especialmente el Project for a New American Century (PNAC), a la hora de dibujar estrategias militares, como en las dos guerras de Irak o la de Afganistán, en un plan global de guerra contra el terrorismo y de defensa de los intereses de Estados Unidos. Si las cuestiones de defensa estuvieron en el centro de atención de los think tanks, las de seguridad interior también. Por ejemplo, la política de Tolerancia Cero -conocida como Windows 0-, que imperó en Nueva York durante los 80, fue una propuesta del Manhattan Institute que confirmaba la creciente influencia de los think tanks.

Las temáticas de defensa encuentran su punto culminante gracias a la conjunción del fin de la Guerra Fría y la transición de Estados Unidos, desde el papel de superpotencia al de hiperpotencia,18 el advenimiento de un nuevo mundo globalizado y comunicado y el terrorismo internacional. Los efectos en la sociedad estadounidense son múltiples: la revolución neoconservadora de los 80 orienta la agenda política de Estados Unidos hacia problemas de asuntos exteriores. Entre esa década y principios del siglo XXI, existe una congruencia reflexiva de los think tanks conservadores, que consideran que la Pax Americana depende del liderazgo internacional de Estados Unidos, resultado de su capacidad militar. En este periodo, el país experimenta un aumento importante del número de think tanks dedicados a la seguridad y defensa y un incremento continuo de los gastos de defensa.19

Sobresalen dos think tanks por sus trayectorias totalmente opuestas y resultados dispares. La Rand Corporation, organismo que destaca por su capacidad de innovación en tecnologías duales y análisis contrastadas y variadas, representa el paragón de los think tanks. Es interesante la comparación con el difunto Project for a New American Century, el modelo militante más radical, que consiguió tener una influencia efímera de gran magnitud. ¿Cómo se organizan? ¿Cuáles fueron sus contribuciones? El ejercicio monográfico ofrece claves para entender qué métodos y qué mecanismos son sinónimos de éxito o de fracaso.

El Project for a New American Century (PNAC),20 exclusivamente orientado a

18 VEDRINE, Hubert, Ministro de Asuntos Exteriores de Francia 1997-2002, Discurso, 1999

19 Véase el informe del think tank Sueco SIPRI sobre la evolución de los gastos de defensa de los principales países del mundo, disponible en: http://www.sipri.org/research/armaments/milex/resultoutput/worldreg2011

20 Fundado en 1997, canceló oficialmente en 2006. Sus trabajos se dividían en zonas geoestratégicas relevantes para Estados Unidos : Europa, Balkanes, Asia y Medio Oriente. Le financiaron la

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temáticas de defensa y seguridad, tenía por objeto la promoción del American Global Leadership y la defensa acérrima de la Pax Americana. Entre 1997 y 2002, sus analistas produjeron 600 artículos sobre armamento, intervenciones militares y relaciones internacionales. Sus proposiciones declaradas, a nivel operativo, eran el uso de la fuerza militar y una estrategia diplomática de influencia. Desde las transformaciones positivas de Alemania y Japón, después de la Segunda Guerra Mundial bajo el amparo americano, el PNAC pretendía prorrogar la dominación política, económica, militar y cultural, los cuatro pilares de la Pax Americana. Sus grandes proposiciones al Congreso y a los gobiernos de Clinton y de G.W. Bush se centran en la renuncia al Tratado de no-proliferación de armas nucleares; la conquista militar del espacio; la multiplicación de bases militares americanas en las zonas geoestratégicas, constituyendo un Global Constabulary; la renovación tecnológica de las herramientas militares y del armamento; un aumento del presupuesto de defensa; el apoyo a acuerdos con los aliados para combatir los regímenes hostiles al modelo americano. El documento determinante, símbolo de la actividad del PNAC, es el Rebuilding America’s Defenses21, informe de 90 páginas programático, resumen de la ideología neoconservadora. Su eficacia, aunque efímera, se debió a varios fundamentos: un discurso iterativo y agresivo de la temática de defensa y seguridad, un apoyo empresarial potente, el prestigio de sus miembros y redes sociales amplias. El formato privilegiado de los policy papers y working papers dirigidos a los líderes políticos corresponde a criterios de marketing desarrollados por la Heritage Foundation en los 90, revolucionaron la relación con los políticos. La producción de documentos sintéticos y concisos especializados -que se cerraban en conclusiones sin ambigüedad- y eslóganes publicitarios tenía como objetivo retener la atención y convencer a los políticos. Miembros fundadores del PNAC, como Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Richard Perle, Jeb Bush y Paul Wolfowitz, ocuparon cargos eminentes en la administración pública bajo la presidencia de G.W. Bush. La particularidad política estadounidense del revolving door22 favoreció el éxito de la ideología neoconservadora y de algunas propuestas del PNAC. El posterior fracaso se debe a varios factores, destacando: la costosa financiación de la guerra de Irak, el fracaso de la ideología neoconservadora en la guerra de las ideas, su partidismo marcado y una gestión interna más orientada a la estrategia de comunicación que a la investigación.

Al contrario, la Rand Corporation23 nació de un acuerdo público/privado, con una

Bradley Foundations, Scaife Foundation y J.M. Olin Foundations, ligadas a los sectores del armamento, bancario, energético, materias primas y químico.

21 DONNELLY, Thomas, KAGAN, Donald, SCHMITT, Gary, Rebuilding America’s Defenses, Strategy, Forces and Resources for a New Century, Washington: PNAC, 09/2000

22 Tránsito de expertos entre el trabajo en los think tanks y el Gobierno y su administración. El reciclaje permite reforzar la administración pública con competencias experimentadas en el sector privado.

23 La Rand Corporation fue fundada en 1945 por la U.S. Force e incorporada a la sociedad aeronáutica Douglas con el objetivo de reforzar su departamento de Investigación y Desarrollo.

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actividad orientada a la investigación académica y a la innovación. Uno de sus primeros trabajos estudiaba la posibilidad de poner en órbita un satélite artificial. En 1948, la Rand se desvinculó por completo de la firma Douglas para ser más independiente. Su actividad se amplió al ámbito aeronáutico, al espacial, a la informática, a la defensa, a la seguridad y a la inteligencia artificial. Desde 1945, ha publicado más de 10.000 informes. La organización se presenta como independiente y apolítica, posicionamiento neutral que le otorga a sus trabajos una imagen de rigor y pragmatismo. Aunque se hayan desarrollado otros campos de investigación, su orientación principal sigue siendo la defensa y seguridad. El 50% de su presupuesto (de un total de 263 millones de dólares en 2012) está dedicado a este campo. Muchos ex secretarios de Estado de defensa y ex responsables de seguridad nacional colaboran con el think tank: Harold Brown, Donald Rumsfeld, Zbigniew Brzezinski o Franck Carlucci. La Rand destaca por su capacidad de innovación y desarrollo de sistemas y tecnología dual. La combinación de necesidades civiles y militares le ha llevado a la creación de tecnología para los sistemas aeroespaciales, la informática y la inteligencia artificial además de militar. Internet, sistema electrónico de grabación médica, análisis de los problemas del ejército americano en la contratación de su personal, evaluación de las intervenciones americanas en Irak y Afganistán o de la eficacia de las escuelas alternativas, balance de las estrategias de guerra contra los narcos, identificación de las bases para la creación de un Estado Palestino e informe del impacto de los retrasos de los transportes públicos en la economía de las empresas, entre otros ejemplos de sus aportaciones. El gobierno y los diferentes departamentos de Estado son los principales clientes y representan los dos tercios de los contratos firmados por este think tank. El Pentágono, el departamento de Seguridad Nacional y los Secretarios de Estado de Sanidad, de Justicia y de Energía son sus principales socios y clientes. Ese apoyo masivo económico e institucional le permite tener representaciones físicas en Londres, Bruselas y Doha y 1.500 empleados, de los cuales la mitad son investigadores civiles y militares permanentes bajo contrato.

España

El fenómeno think tank en España se encuentra en una fase inicial, en comparación con Estados Unidos, y de gran retraso respecto a algunos vecinos europeos (Francia, Alemania o Inglaterra). Según el estudio de James McGann, el Global Go to Think

El think tank debe su nombre a su actividad : “Research and Developpment”. Tiene numerosos éxitos en I+D : Internet es un claro ejemplo (véase el articulo “Paul Baran and the Origins of the Internet”, http://www.rand.org/about/history/baran.html (consultado 23/05/2013), Su presupuesto se articula en torno a subvenciones públicas y contratos comerciales con instituciones, empresas y administraciones.

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Tank,24 España, con 55 centros de reflexión, ocupa el puesto 18 de la clasificación mundial. Con la crisis económica que la azota, y sumergida en una política de austeridad y de recortes, se observa un estancamiento en la creación de think tanks desde el 2011. El análisis de este fenómeno traduce una dependencia financiera importante de los think tanks españoles respecto a las subvenciones públicas, aunque más del 60% de los think tanks declaran ser fundaciones sin ánimo de lucro e independientes.25 Desde finales del siglo XX, el fenómeno think tank en España se ha desarrollado por elementos contextuales favorables: democracia, Estado estructurado, fragmentación del poder administrativo entre las Autonomías e integración a la UE.

Pero otros elementos suponen un freno para el ecosistema. Una administración pública omnipresente, cierta desconfianza por lo que significan, una organización y autonomía aún incipientes de la sociedad civil, la ausencia de cultura de filantropía empresarial e individual y de visión estratégica de las relaciones geopolíticas por parte de los responsables políticos y económicos, así como la falta de dominio de los conceptos de diplomacia intelectual, de guerra de las ideas, de soft power26 y de soft law.27

Fueron el Instituto Nacional de Estadística, creado en 1877 y la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, en 1907, las primeras iniciativas de implementación de organismos de planificación y de información en España. Al igual que en Estados Unidos, esos institutos no corresponden a la acepción actualizada de think tanks; pero sí fijan la base conceptual de este tipo de estructura. El régimen franquista no prohibió los centros de investigación e información sino que los centralizó para controlarlos. Con la creación administrativa con fines de fortalecimiento del régimen del Instituto de Estudios Políticos (1939), del Instituto de Estudios Agrosociales (1947) y del Instituto de Estudios de la Opinión Pública (1964) se desvía la actividad original de investigación e innovación que rige a los think tanks. Siguen dos etapas marcadas del fenómeno en España. De los 80 a finales del siglo XX aparecen dos think tanks, el Círculo de Empresarios (1970) y el Instituto de Estudios Económicos (1979), enmarcados en la integración de España a la UE y en la necesidad de adaptar el modelo español, aunque tuvieron un impacto moderado en el diseño de las políticas públicas. A principios del siglo XXI, surgen organizaciones más cercanas al modelo americano, pero con medios

24 MCGANN, James, Global Go to Think Tank, 2012: http://repository.upenn.edu/cgi/viewcon-tent.cgi?article=1006&context=think_tanks

25 PONSA, Francesc, Los embriones de think tanks en España, Observatorio de los think tanks, 29/07/2012, http://www.oftt.eu/thematiques/europe/article/los-embriones-de-los-think-tanks-en-espana

26 S. NYE, Joseph, Bound to Lead: the changing nature of american power, Basic Books, New Editons, 1991

27 Véase la definición del soft law que propone el Portail de l’Intelligence Economique, http://www.portail-ie.fr/lexiques/read/90 (consultado 12/06/2013)

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limitados como el Instituto Juan de Mariana (2005) o la Fundación Burke (2006).28 Fueron la apertura de España a partir de los 80 hacia la comunidad internacional y un protagonismo recobrado en el ámbito de las relaciones internacionales las condiciones que condujeron a la aparición de think tanks expertos en relaciones internacionales, en defensa y seguridad: el Grupo de Estudios Estratégicos (1986), la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (1999) y el Real Instituto Elcano (2001). El Centre d’Informacio i documentatio Internacionals a Barcelona (1973) y el Instituto Europeo del Mediterráneo (1989) pasaron a reforzar el trabajo de reflexión sobre aspectos de relaciones internacionales y defensa. No obstante, fue el Instituto Español de Estudios Estratégicos (1970) la primera estructura dedicada a la investigación en materia de defensa.

El Instituto Español de Estudios Estratégicos,29 creado en 1970, cumple con la mayoría de los requisitos que permiten identificarlo como think tank. Ser un organismo público con dependencia del CESEDEN y del ministerio de defensa tanto a nivel programá-tico como financiero no es argumento suficiente para excluirle de la lista de los think tanks españoles de dimensión nacional. En ese sentido, el IEEE desarrolla diversas actividades y plantea objetivos, con un grado organizativo muy similar también a los de los think tanks. Y como subrayamos anteriormente, el Instituto, gracias a sus estatutos, y al igual que otros organismos afines, es más autónomo en su gestión financiera interna e intelectual que algunos think tanks de carácter privado, en exceso dependientes de sus fundadores, socios o patrocinadores. Los objetivos oficiales del Instituto, encargados por la Directiva de Defensa Nacional, se definen como actividad propia de un think tank: reflexión libre (criterio de independencia intelectual) y no partidaria (criterio del interés general, difusión pedagógica y asequible de la informa-ción, promoción y fomento de ese campo, consejo a los dirigentes y a los políticos). Fiel al ADN de los think tanks, el IEEE se inspiró en el modelo del International Institute for Strategic Studies, un think tank inglés. Sus objetivos son: investigar, elaborar, proponer y comunicar en torno al área de defensa. Una estrategia de comunicación y de difusión variada de sus contenidos multiplica su público: los Cuadernos de Estrategia, el Panorama Estratégico, los Documentos informativos, los Documentos de opinión y los Documentos de análisis. El IEEE es un claro ejemplo de la participación del Estado en la emergencia de organismos de la sociedad civil para de dotarse de instrumentos adecuados respecto a nuevos contextos que requieren un peritaje diferente del aplicado a grandes administraciones. Es un modelo bastante parecido a nivel estatutario al del Centre d’analyse, de prévision et de stratégie francés.

28 PONSA, Francesc y XIFRA, Jordi, El marketing de las ideas : Los « think tanks » en España y en el mundo, Barcelona : Niberta, 2009, p. 25-34

29 Véase las referencias estatutarias del Instituto Español de Estudios Estratégicos en http://www.ieee.es/quienes-somos/que-es-ieee/ (consultado 10/07/2013)

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Francia

El sistema jacobino francés es la herencia de un aparato estatal construido progre-sivamente a través de una administración central muy marcada. Los partidos políticos no son tan perennes y son más dispares. La administración y organismos públicos franceses son los proveedores de consejos y peritaje a los decidores políticos. En Francia existe desconfianza hacia objetos políticos de rasgo anglosajón. Además, la amalgama entre lobby (entendido como el hecho de manipular a favor de intereses propios) y think tank ha generado rechazo por parte de la población y enfriamiento en consecuencia por parte de los inversores. Francia, con tradición histórica de clubs y salons, y marcada por la figura del intelectual comprometido, cuenta desde 2000 -y particularmente desde las elecciones a la presidencia del 2012- con una dinámica importante de creación de think tanks.30 En este periodo de tiempo se han creado tantos think tanks como entre 1950 y 2000. En Francia, los think tanks dedicados a las relaciones internacionales y defensa son los que máss se acercan al modelo estructural estadounidense: investigadores permanentes bajo contrato, publicaciones variadas, revistas insignes, presupuestos mixtos (privados/públicos) y neutralidad política. Francia, con larga tradición diplomática, tiene una participación activa en la crea-ción y posterior desarrollo de varios centros de reflexión, como el Institut Français des Relations Internationales (IFRI, 1979) y la Fondation pour la Recherche Stratégique (FRS, 1992). Podríamos citar también al centro administrativo directamente relacio-nado con el Primer Ministro, Commissariat Général au Plan (1946) convertido en Centre d’Analyse Stratégique (2006) y hoy Commissariat Général à la Stratégie et à la Pros-pective (2013). En paralelo, nació el Institut des Relations Internationales et Stratégiques (IRIS,1991) desde una iniciativa privada y con la característica única en el ecosistema de los think tanks franceses de impartir formaciones profesionales de nivel postgrado y master, títulos reconocidos por el Estado, en materia de defensa, relaciones interna-cionales e inteligencia económica.

En 1973, Thierry de Montbrial fue encargado, por parte del ministro de Asuntos Exteriores, Michel Jobert, para crear el Centre d’analyse et de prévision (CAP) para analizar el sistema de relaciones internacionales. Desde esa perspectiva, Montbrial vislumbra la oportunidad de dotar a Francia de un centro de reflexión privado de-dicado a las relaciones internacionales. En 1979, nace el Institut français des Relations Internationales, con el apoyo institucional del Primer Ministro Raymond Barre y de los ministros de Asuntos Exteriores, Louis de Guiringaud, y su sucesor Jean Fran-çois-Poncet. En 2013 el IFRI tiene el apoyo de más de un centenar de empresas socias, de 500 miembros (particulares e instituciones). Emplea a 80 personas, de las cuales 30

30 URRUTIA, Olivier, La France des think tanks, Observatorio de los think tanks, 21/07/2011, http://www.oftt.eu/press/our-contributions/article/la-france-des-think-tanks

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son investigadores permanentes de varias nacionalidades. Además, el IFRI colabora con frecuencia con otros think tanks, como Brookings, Rand, Council on Foreign Relations, Carnegie, Center for International and Strategic Studies o Japan Institute for International Affairs, entre otros.

A tenor de los elementos presentados, se puede observar que si los think tanks aparecen en periodos diferentes según cada Estado, se observan picos como consecuencia de crisis políticas o económicas que coinciden con ciclos de impulsos de modernización y de racionalización de la organización y de las actividades del aparato administrativo. Queda patente, desde el primer proto think tank hasta las estructuras actuales modernas, lo que en Francia se designa como el carácter autopoïétique31 de tales estructuras haciéndolas ineludibles, tanto para los responsables políticos como para los actores económicos.

Como indicador, el cuadro a continuación lista exclusivamente los think tanks de Estados Unidos, España y Francia que abordan la defensa y las relaciones internacionales, sean políticos, universitarios, expertos o advocacy. El resultado es abrumador en cuanto a la supremacía numérica de Estados Unidos, ponderada incluso por el criterio de-mográfico. Obviamente si el número no traduce con toda exactitud la eficacia de un ecosistema nacional de think tanks, quedando ausente el criterio de la calidad, la cantidad es sinónimo de espacio ocupado, de redes sociales, de referencias abundantes en la literatura, de máxima mediatización, de optimización de las oportunidades de formar parte de comisiones de expertos y de penetrar las instituciones internacionales. En esta lista, únicamente think tanks estadounidenses y alguno francés pueden presumir de oficinas en el extranjero, materializando el concepto de diplomacia inte-lectual. El acceso a las fuentes de financiación y a los presupuestos es difícil en Francia y España, al no comunicar estas entidades sus datos. Denota la escasez de recursos de las estructuras franceses y españolas32 como el IFRI (6,6), IRIS (2,5), FRS (3,6), CERI (6) en relación con sus homólogas estadounidenses, Brookings (90), NED (135), Rand (263), Heritage (81), Hoover (40), Hudson (12).

Cuadro II.- Lista de los think tanks que tratan de defensa, seguridad y relaciones internacionales

THINK TANKS ESPECIALIZADOS EN DEFENSA, SEGURIDAD Y RELACIONES INTERNACIONALES

31 La palabra autopoïèse (del griego auto si mismo y poïèse producción, creación) remite a la capacidad de un sistema de producirse a si mismo, de forma permanente y en interacción con su medio ambiente y, así, mantener su organización a pesar del cambio de componentes.

32 Se anuncian los presupuestos de 2012, en millones de euros para Francia y en dólares para Estados Unidos.

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USA - American Enterprise Institute

- American Foreign Policy Council

- American-Iranian Council

- American Israel Public Affairs Committee

- American Security Council Foundation

- Aspen strategy Group

- Atlantic Council

- British American Security Information Council

- Brookings Institution

- Carnegie Endowment for International Peace

- Cato Institute

- Center for a New American Security

- Center for Advanced Defense Studies

- Center for International Policy

- Center for Security Policy

- Center for Strategic and International Studies

- Center for Naval Analyses

- Center on Global Counterterrorism Cooperation- Chemical and Biological Arms Control Institute

- Center for the National Interest

- The Century Foundation

- Combating Terrorism Center

- Committee on the Present Danger

- Conflict Solutions International

- Council on Foreign Relations

- Council on Hemispheric Affairs

- Foreign Policy in Focus

- Foreign Policy Research Institute

- German Marshall Fund of the United States

- Halifax International Security Forum

- The Heritage Foundation- Hoover Institution- Hudson Institute

- India, China & America Institute

- Iran Policy Committee

- The Independent Institute

- Institute for the Study of War

- Inter-American Dialogue

- Jamestown Foundation

- Keck Institute for Space Studies

- Middle East Forum

- National Bureau of Asian Research

- National Endowment for Democracy

- National Security Network

- Miter Corporation

- Pacific Institute

- Project 2049 Institute

- RAND Corporation

- Strategic Studies Institute

- United States Institute of Peace

-Washington Institute for Near East Policy

- Woodrow Wilson International Center for Scholars

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FRANCIA - Asia Centre

- Institut Français des Relations Internatio-nales

-Institut de Relations Internationales et Straté-giques

- Fondation pour la recherche stratégique

- Fondation Schuman

- Commissariat Général à la Stratégie et à la Prospec-tive

- L’Institut des Hautes Etudes de Défense Nationale

- World Policy Institute

Notre Europe – Institut Jacques De-lors

- Institut Choiseul

- Centre d’Etudes Prospectives et d’Informations Internationales

- European Union Institute for Security Studies

- Confrontations Europe

- Centre de Recherche en sciences so-ciales de l’international

ESPANA - Centre d’Informació i Documentació Inter-nacionals a Barcelona

- Instituto Europeo del Mediterráneo

- Casa Asia

- Fundación para las Relaciones Internacio-nales y el Diálogo Exterior

- Real Instituto Elcano

- Instituto Español de Estudios Estra-tégicos

- Grupo de Estudios Estratégicos

Fuente: Elaboración propia

En conclusión, el análisis de las condiciones históricas de su emergencia nos indica que constituyen un contrapoder que la sociedad civil opone al poder institucionalizado, activando y organizando mecanismos participativos ineludibles. Las crisis favorecen su aparición tanto como la globalización - y los riesgos y amenazas que conlleva son factores esenciales en la creación de estructuras dedicadas a temáticas de defensa, seguridad y relaciones internacionales, haciendo prevalecer el dinamismo y el liderazgo de un Estado en el Sistema Internacional. También resulta interesante constatar que tanto, la Rand Corporation como el Institut Français des Relations Internationales, a diferencia del Instituto Español de Estudios Estratégicos, nacieron desde una iniciativa del Estado para acabar convirtiéndose en asociaciones de derecho privado. El distan-ciamiento con el Estado y sus ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores les permite desarrollar un modelo económico más flexible contemplando la posibilidad de contratos privados.

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III. Un nuevo paradigma: la influencia

Como señala Abelson,33 los think tanks desarrollan su acción y ejercen su influencia por la vía directa – revolving door, conexiones con altos responsables políticos –y la indirecta –publicaciones, reuniones y seminarios-. En este sentido, destacamos que el proceso de influencia bidireccional les garantiza participar en la toma de decisiones, la prelación de asuntos en la agenda política y contribuir al clima de opinión. Conviene precisar aquí que los think tanks estadounidenses expertos en defensa, seguridad y relaciones internacionales cuentan con varios órganos de gobernanza – Comité científico, Consejo de administración, Consejo de orientación – con gran variedad de perfiles aunque siempre de prestigio reconocido: militares y civiles (ex políticos, profesores, periodistas, empresarios). En la construcción interna radica parte del éxito del think tank y la eficacia de sus estrategias de influencia.

El filósofo Auguste Comte decía que «las ideas gobiernan y trastornan el mundo, es decir: que todo el mecanismo social se construye sobre opiniones”.34 En este sentido, siendo la influencia consciente una estrategia indirecta y asimétrica, con el objetivo de ganarse el asentimiento del «otro» mediante el prestigio o el atractivo basados en la imagen y la reputación, los think tanks, ONG, lobbies o empresas de relaciones públicas (organizaciones influyentes), son familiares a tal proceso. Los recursos habituales de la influencia son el uso de signos y símbolos (palabras, imágenes) oponiéndose a la violencia. Los think tanks recuren a técnicas discursivas como la retórica, la propaganda, la publicidad, la psicología social aplicada, las relaciones públicas, la diplomacia pública y el storytelling. En este marco la influencia militar reúne el conjunto de métodos distintos a la fuerza y la amenaza, con los que un ejército contribuye a la victoria, actuando por ejemplo sobre la opinión pública. Desmoralizar el enemigo, motivar a sus propias tropas, conseguir el apoyo de su población y vender positivamente su causa a nivel internacional son sus fines.35

La propaganda, la retórica, la diplomacia y el storytelling son verdaderas armas que pueden ser sinónimos de éxito o fracaso. El concepto de soft power, herramienta estratégica de influencia, no es antinómico de la fuerza, sino que se apoya precisamente en ella para dar validez a sus potencialidades.

33 ABELSON, Donald, Do Think Tanks Matter? Assessing the Impact of Public Policy Institutes. Kingston and Montreal: McGill-Queen’s University Press, 2002, p.88-122

34 COMTE, Auguste, Cours de Philosophie Positive, 1830-1842

35 HUYGHE, François-Bernard, Société d’influence, Think tanks, lobbies, ONG,… 31 août 2012, http://www.huyghe.fr/actu_303.htm (consultado 15/01/2013)

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La guerra de las Ideas

En 1993, el analista James A. Phillips, de la Heritage Foundation, utiliza el término «war of ideas» en un trabajo en el que describe el papel y la importante actividad del National Endowment for Democracy en la batalla ideológica llevada contra los regímenes comunistas de China, Cuba, Corea del Norte y Vietnam. En este sentido, cuando en Francia y en España se desconfía del poder de los think tanks, no deja de ser llamativa la consideración que les prestan altos responsables políticos en Estados Unidos:

“Heritage Foundation is without question the most far-reaching conservative organization in the country in the war of ideas, and one that has had a tremendous impact not just in Washington, but literally across the planet”.36

Tampoco deja de ser relevante que el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos asuma de forma inequívoca en discurso oficial el liderazgo de un think tank, aunque fuese de su bando político, cuando en España el objeto queda desconocido o relegado a un segundo plano por los decidores políticos.

En la Guerra de las Ideas – alegoría de la confrontación física -, los think tanks forman el ejército intelectual de un Estado, defendiendo su modelo ideológico, emanación de su marco de referencias compuestas por sus creencias, valores, cultura e historia. La revolución de la información ha creado un mundo cada vez más conectado, en el que la percepción pública de valores y motivaciones de un Estado puede crear un ambiente y activar o desactivar la búsqueda de apoyo internacional a su política. Los más de 40 think tanks estadounidenses relacionados con temas de defensa, seguridad y relaciones internacionales invaden y ocupan el espacio intelectual y cognitivo, adueñándose del mercado de las ideas.

La Guerra de las Ideas describe un enfrentamiento entre ideales, ideologías, representaciones, conceptos opuestos. En esa guerra moderna, las naciones o los grupos de interés recurren a la influencia estratégica para defender y promover sus intereses a nivel nacional e internacional. El objetivo militar son los corazones y las mentes de los ciudadanos, mientras que las armas son los grupos de reflexión e influencia (think tank), programas de televisión, artículos de prensa, Internet, documentos secretos, misiones de radio y diplomacia pública:37

«One resists the invasion of armies; one does not resist the invasion of ideas».38

36 GRINGRICH, Newt, Speaker of the House, Discurso del 15, de noviembre de 1994

37 ECHEVARRIA, Antulio Joseph, War of Ideas and the War of Ideas, SSI Monographs. Carlisle, United States: Strategic Studies Institute of the US Army War College (SSI). p. 63

38 HUGO, Victor, The History of a Crime, New York: Mondial, 2005

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El soft power39 designa métodos de influencia desarrollados por un Estado que opta por el sesgo cultural e ideológico, dejando atrás el recurso de la violencia. La credibilidad y la legitimidad son imprescindibles en la eficacia del soft power. Las instituciones internacionales, las ONG, los lobbies y los think tanks son actores-recursos para su despliegue y la implementación de representaciones favorables. Joseph Nye define tres tipos principales de recursos para que un Estado afirme su liderazgo: militar, económico e intangible.40 En lo militar, Estados Unidos lleva una ventaja considerable sobre sus competidores directos, China o Rusia. En lo segundo, los países emergentes, Brasil, Rusia, India, China, África del Sur (BRICS) son cada vez más competidores. Los recursos intangibles como la cultura son los más generalizados. España irradia a través de su industria, idioma, gastronomía, cultura, turismo,41 deporte42 y de sus escuelas.43 El resultado es convertir al enemigo en consumidor y crear una relación de dependencia afectiva. El soft power se integra al proceso de ejercicio diplomático renovado y global, dirigido a la población en su conjunto y ya no exclusivamente a la elite.

En este marco conceptual, los think tanks son un instrumento de soft power y representan una alternativa para que un Estado desarrolle su liderazgo a nivel internacional. Se ha podido comprobar como think tanks estadounidenses, alemanes y franceses se exportaban más allá de las fronteras nacionales bajo la modalidad de oficinas y equipos in situ. A diferencia de sus homólogos alemanes y estadounidenses, los think tanks franceses al ser limitados por su poca capacidad financiera están localizados únicamente en Bruselas. Sin embargo, la España de los think tanks carece de esa visión estratégica o paga la falta de recursos materiales a la hora de compartir su visión y hacer escuchar su voz. Los que tienen presencia física en el extranjero actúan como embajadas intelectuales y participan a través de sus expertos en la definición de normas – económicas, culturales, políticas, judiciales – integrando grupos de trabajo a instancias de instituciones supranacionales. El fenómeno de internacionalización de los think tanks “abre la posibilidad de liderazgo internacional global y de producción de pensamiento global para la solución de problemas globales, procediendo a destacar colateralmente la conformación de “hubs” globales o capitales de pensamiento”.44 Estados

39 S. NYE, Joseph, Bound to Lead: the changing nature of american power, Basic Books, New Editons, 1991

40 Ibid.

41 Véase Marca España para todos los datos en: http://marcaespana.es

42 Véase La industria del deporte, Geoeconomia, Instituto Choiseul, N°7

43 Véase la clasificación mundial 2010 de Forbes de las Escuelas de negocios en el que España coloca a 4 escuelas entre las 10 mejores en: http://etudiant.aujourdhui.fr/etudiant/info/classement-des-mba-le-classement-mondial-selon-forbes.html

44 MONTOBBIO, Manuel, La geopolítica del pensamiento: los think tanks y política exterior, Barcelona: Producción CIDOB Edicions, 01/2013, p.19-26, disponible en: http://www.realins-titutoelcano.org/wps/wcm/connect/94f9dc004e4455a6ac4abd1063f90368/DT2-013_Mon-

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Unidos y sus think tanks “ocupan” Bruselas, Ankara, Berlín, París, Bucarest, Varsovia, Túnez, Cambridge, Londres o Doha, administrando el espacio intelectual mundial. De este modo, Estados Unidos tiene más presencia en Bruselas que Francia o España, demostrando una diplomacia intelectual mucho más activa.

El soft law, es decir la estrategia del código, consiste en influir en la adopción de normas, procesos, costumbres, mediante el uso de un idioma y la adopción de un vocabulario, de una cultura, de un conjunto de normas técnicas, jurídicas etc. El marco de referencias incluye la cultura, la educación, el sistema de valores y de creencias y la experiencia. El que gana la guerra de las ideas impone su sistema al vencido, que debe adaptarse a reglas de juego que no le son propias y, quizás, no le convengan. Podemos citar, a modo de ejemplo, la iniciativa del Open Society Foundations de George Soros que financia, con claro objetivo prosélito, los think tanks y ONG en los países de Europa del Este que promueven la democracia de modelo liberal.

A modo de conclusión, la descripción del papel de los medios de comunicación en tiempos de guerra por Federico Aznar Fernandez-Montesinos en analogía con la actuación de los think tanks nos parece particularmente pertinente:

“Merece resaltarse que, si la comunidad internacional puede legalizar una intervención armada, a través del Consejo de Seguridad, un órgano político y no judicial, es la opinión pública la que confiere legitimidad que es precisamente la raíz de la legalidad. La posición de muchos países del continente durante la Segunda Guerra de Irak o el conflicto de Vietnam son un buen ejemplo a escala global.

Por ello, están llamados a ser actores muy significativos en los conflictos al influir en la conciencia emocional de millones de personas. Y de hecho pueden incluso decantar la victoria hacia una de las partes porque la victoria es también muchas veces – sobre todo en las guerras limitadas que parecen haber retornado en el siglo XXI - una cuestión de percepción.

Y la moral se asienta sobre la confianza, la legitimidad y la justicia de la causa propia, elementos que resulta imprescindible proteger en el ámbito propio y alcanzar en el rival. Es imprescindible proteger a la propia sociedad, evitar el colapso de la esperanza”.45

Un nuevo paradigma: welfare vs warfare

En tiempos de crisis económica, las repercusiones en el ejercito son múltiples,

tobbio_Geopolitica_think-tanks_politica_exterior_Spain_España.pdf?MOD=AJPERES&CA-CHEID=94f9dc004e4455a6ac4abd1063f90368

45 AZNAR FERNANDEZ_MONTESINOS, Federico, Conflicto y opinión publica, Instituto Español de Estudios Estratégicos, Documento de Opinión 35/2013, 06/2013, p1-13

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Olivier Urrutia El papel de los Think Tanks en la definición y aplicación de las políticas y estrategias de defensa

dispares y complejas: el presupuesto y los gastos anuales relacionados (intervenciones militares, mantenimiento, infraestructuras, pensiones, recursos, renovación del material), la percepción que tiene la sociedad de las intervenciones humanitarias o de intervención armada, el conocimiento por parte de la población de la defensa de los intereses económicos de las empresas nacionales con acciones de inteligencia económica, etc. Resulta fundamental para el cuerpo militar tener una visión estratégica global y precisa del papel de los think tanks y de su influencia en la determinación y en la aceptación o no de las políticas de defensa.

El contexto político reciente ha complicado la gestión de las políticas de defensa. La crisis económica que engendra recortes presupuestarios importantes, los nuevos medios de comunicación que han materializado en tiempo real y en detalle las agonías de la guerra, provocando como reacción la irrupción de varios movimientos pacifistas desde los 60, así como el recrudecimiento en el teatro de operaciones de actos de contrainsurgencia, cuestionan las estrategias tradicionales de intervención militar. Por un lado, en Estados Unidos y en España, las políticas de ahorro desembocan en debates encarnecidos en torno a los gastos de defensa, agitándose el espectro de recortes drásticos que implican una redefinición del concepto de defensa. Por otro lado, Francia, que mantiene o incrementa su presupuesto de defensa, está sumergida en otro debate más centrado en una reforma estratégica para definir qué opción privilegiar (OTAN, U.E. o individualismo).

Analicemos a grandes rasgos la situación actual en Estados Unidos con el fin de subrayar las relaciones entre think tank y política de defensa. En un contexto de debate intenso entre republicanos y demócratas sobre el voto anual del presupuesto federal, los recortes amenazan al presupuesto de defensa desde 2011. El pulso parece ceñirse en welfare versus warfare. Los principales think tanks en Estados Unidos (Brookings, Heritage, AEI, CFR) defienden una política de defensa ambiciosa de la que dependen las políticas económicas y de seguridad.46 Existe un consenso amplio entre los think tanks en torno a la necesidad de mantener o incrementar el presupuesto de defensa. Los riesgos relacionados con recortes se ven como una señal de debilidad hacia los regímenes hostiles, de correr el riesgo de echar a perder la ventaja tecnológica militar, de autorizar ataques a los intereses estratégicos estadounidenses y de perder el liderazgo a nivel mundial. Para que sean eficientes el soft power y el soft law, la mayoría de expertos considera necesario tener a un hard power fuerte. Tanto para los think tanks conservadores como para los liberales, las raíces de la Pax Americana se encuentran en su hiperpotencia militar.

La creación reciente del Institute for the Study of War47 es la manifestación más

46 URRUTIA, Olivier, Les think tanks américains face à la crise: Dette, Leadership et Défense, Observatorio de los think tanks, 7/10/2011

47 El Institute for the Study of War es un clon del PNAC. Para tener acceso a la identidad

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directa de las potencialidades estratégicas del objeto advocacy tank en este caso. Esa iniciativa responde al estancamiento en 2007 de las guerras de Irak y Afganistán. Un consorcio de empresas del sector militar forman el núcleo de fundadores y donantes del ISW que despliega una estrategia agresiva recordando al difunto PNAC:

• Conexiones directas con los responsables políticos gracias a la composición de su Board

• Practica del storytelling produciendo, por ejemplo, the Surge: the untold story, documental cinematográfico sobre la importancia de incrementar el envío de soldados a Irak

• Manejo, en todos los soportes, de las técnicas de comunicación: retórica, eslóganes

• Conferencias y eventos presenciados por altos responsables políticos y militares

• Convenios con medios de comunicación

La defensa y la seguridad nacional siempre han sido temáticas arraigadas en la cultura estadounidense. La movilización de la mayoría de los think tanks progresistas y conservadores a favor de una política de defensa ambiciosa, nos señala varios puntos:

• El complejo militar-industrial; desde la II Guerra Mundial, ha sido uno de los principales artífices en las subvenciones a los think tanks, creando una tendencia favorable a sus intereses

• El consenso de los think tanks demuestra que la defensa en Estados Unidos está por encima de las querellas partidistas

• Los think tanks afirman una independencia real respecto a los partidos políticos, al gobierno y a la administración federal, contradiciendo las maniobras políticas de los dos grandes partidos, que implican renunciar a la Pax Americana

Sin embargo, algunos think tanks como la Rand vislumbran técnicas, métodos, procesos cognitivos más adecuados a los problemas de gastos y a la sensibilidad de la sociedad civil. O cuando el shaping reemplaza al kinetic focus.

Estudio de caso: Guerra y estrategia marketing

Apartándonos de cualquier valoración moral sobre los métodos de influencia

de los fundadores, de los donantes, de las actividades detalladas y del presupuesto, del think tank, véase el blog del Institute for Policy Studies en : http://rightweb.irc-online.org/profile/insti-tute_for_the_study_of_war

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diseñados por la Rand Corporation a destinación del ejército estadounidense, nos parece interesante describir la tendencia actual hacia una relación entre conceptos y técnicas de sicología y nuevas formas de intervención militar.

Después de Hollywood, movilizada para darle más atractivo a la guerra, el US Army podría copiar los métodos de propaganda, de guerra de la imagen y de la información que utilizan las agencias de publicidad de Madison Avenue. La Rand Corporation propone al Pentágono y al ministerio de defensa pensar logo, branding, marketing y plan de comunicación. El think tank observa que, desde 2001, el antiamericanismo aumenta y con ello las amenazas.48 Su método para gestionar tales amenazas consiste en hacer llegar a los corazones y a las mentes lo justo y moral de las intervenciones militares de Estados Unidos y así fomentar una cohesión entre sociedad civil y ejército, fundamental para encarar grandes desafíos y obtener el apoyo político y económico necesario.

El informe Enlisting Madison Avenue. The marketing Approach to Earning Popular Support in Theaters of Operations49 teoriza sobre el formateo de las audiencias indígenas sincronizando la palabra y la acción hasta llegar a una comunicación persuasiva. El formateo se aplica mediante el hecho de formar, convencer, controlar y establecer las normas. La noción de shaping es una temática central en la geopolítica estadounidense propia de la inteligencia estratégica y de la estrategia militar, desempeñando los think tanks una acción de propaganda:

“La propaganda moderna designa un esfuerzo coherente y a largo plazo para suscitar o reorientar acontecimientos con el objetivo de influir las relaciones del publico con una empresa, una idea o un grupo”.50

La Rand no se limita a teorizar, sino que ofrece datos concretos y “soluciones” aplicables para el ejército: desempeñar una estrategia de propaganda mediante servicios de reconstrucción de una nación, articular influencia estratégica con diplomacia pública y desarrollar servicios sociales civiles. Todo lo que no sea la fuerza militar. El objetivo es considerar la causa de la guerra como un producto de consumo y a los ciudadanos como clientes a los que se tiene que seducir. En ese sentido, las estrategias y técnicas de marketing que sirven a las empresas para vender sus productos pueden servir a los militares estadounidenses para dar coherencia a las operaciones de terreno con el objetivo global de formateo. El informe ofrece multitud de modelos business aplicables por los militares, en consonancia con los tres grandes pilares del marketing:

48 HUYGHE, François-Bernard, Plans de guerre et stratégies marketing, 22/08/2007, Blog, http://www.huyghe.fr/actu_451.htm, (consultado 15/01/2013)

49 HELMUS, Todd C., PAUL, Christopher, GLENN, Russell W., Enlisting Madison Avenue. The marketing Approach to Earning Popular Support in Theaters of Operations, Rand Copora-tion, 2007, p.53-123

50 BERNAYS, Edward, Propaganda, Paris, la Découverte, Zones, 2007, P.43

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a) Gestionar las expectativas

b) Conocer al cliente

c) Tener un servicio posventa

Estados Unidos trata la influencia como una técnica integrada a una estrategia glo-bal: convertir al enemigo en simpatizante o en socio. La influencia como comunicación social global concientizada se puede definir como propaganda. H.D. Laswell, con su clásico Propaganda Technique in the World War,51 conceptualizó el proceso de propaganda científica al que definió como el government management of opinión. Para Laswell, la guerra sicológica es condición previa y complementaria a la guerra económica o militar. Considera precursora la teoría wilsoniana, según la cual en las sociedades modernas el rechazo a la guerra militar es tal que invalida para su propia población el recurso a la fuerza, siendo entonces la persuasión el elemento clave.

La incorporación de una comunicación estratégica de influencia, por parte del ejército estadounidense para sus conflictos armados, es una táctica que tuvo a la primera guerra de Irak (1991) como terreno experimental cuando la empresa Hill & Knowlton colaboró con el gobierno federal. La idea es complementar el uso de la fuerza física con una guerra ideológica que utiliza los métodos de las agencias de relaciones públicas y publicitarias para así poder influir en la población autóctona. El objetivo para Estados Unidos y sus fuerzas armadas es adaptarse a un nuevo contexto: la multiplicación de acciones de contrainsurgencia que hostigan a las tropas desplegadas, la gestión más adecuada de la imagen y de la percepción que tienen de las operaciones militares sus propios soldados y los autóctonos, el ahorro en vidas, el control presupuestario y la presión política internacional de los Estados socios y enemigos.

“Luchar y vencer en una batalla no es señal de excelencia, sino que romper la resistencia del enemigo sin tener que luchar es la excelencia”.52

La propaganda es un abanico global de modos de comunicación que no recurren al uso de la fuerza y que modifican la opinión, el comportamiento, las emociones de cualquier grupo social con el objetivo de favorecer directa o indirectamente al instigador de la propaganda. La utilización estratégica de signos y símbolos sirve para transmitir un mensaje. La similitud entre actos propagandistas y publicitarios se encuentra bien definida por E. Bernays en su obra Propaganda. En el contexto de crisis económica y de debate ideológico en torno a los gastos de la política de defensa de Estados Unidos, la Rand Corporation, como experto histórico en materia de defensa y de seguridad, ubicado en Santa Mónica (California) zona geográfica de la Escuela de Palo Alto que desarrolló multitud de métodos de sicología, sicosociología, ciencias de

51 LASWELL, Harold. D., Propaganda Technique in the World War, the MIT Press, 1971

52 TZU, Sun, L’Art de la guerre, Paris: Flammarion, 1999

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la comunicación y de la información, plantea la implementación y el uso de procesos de comunicación a fines de propaganda. La propaganda utilizada como arma para prevenir conflictos, y resolverlos y los think tanks como actores que conceptualizan y recurren a tal arma, es el paradigma actual de moda en Estados Unidos.

Conclusiones

La relación simbiótica existente entre think tanks y defensa se basa en el origen mismo de esas estructuras. Su historia, su denominación, su semántica, su organización, sus objetivos, sus estrategias, su utilidad y su campo de intervención hacen converger el objeto y el amplio concepto de defensa. Los think tanks son un arma en la guerra de las ideas y también en las modalidades de las guerras clásicas modernas, al facilitar la re-flexión y competencias; también fomentan la innovación tecnológica y las estrategias, y son actores indiscutibles a la hora de generar adhesión o rechazo a una intervención. Al igual que el ejército asegura la defensa física del Estado, el think tank defiende la esencia del mismo.

La observación del fenómeno de la conjunción think tank y defensa en Estados Unidos nos enseña que, del mismo modo que la sociedad civil, en periodos de crisis y de cambios, se organiza para influir las orientaciones de su propio destino, el complejo militar-industrial se dota de su propia herramienta con objeto de defender sus propios intereses en la guerra de las ideas. Porque la guerra no solo se gana en el terreno sino también en las mentes, parece necesario contar con un arsenal amplio y variado. De iniciativas del Estado como el IEEE (España), el Strategic Studies Institute (USA) y el Institut des Hautes Etudes de Défense Nationales (Francia), combinado con iniciativas de la sociedad civil como el IFRI (Francia), el GEES (España) y el Center for Strategic and International Studies (USA), depende en gran parte el éxito que en la guerra de las ideas y en la guerra por el conocimiento.

De ahí que la diplomacia intelectual se pueda considerar como una manifestación del poder nacional, ya que demuestra al público extranjero todos los aspectos de la cultura, incluyendo la riqueza, los avances científicos y tecnológicos, la competitividad económica (desde los deportes a la industria) el poder militar y la confianza general de la nación. La percepción de poder, obviamente, tiene implicaciones importantes para la capacidad de un país al garantizar su seguridad. También porque la diplomacia intelectual incluye argumentos políticos e ideológicos, y utiliza el lenguaje de la persuasión y de la defensa, que pueden ser utilizados como un instrumento de guerra política y ser útil en el logro de los objetivos tradicionales de la guerra. Las ideas, las creencias, las emociones, influyen en las cosmovisiones, adaptando la realidad a intereses propios, constituyendo los think tanks, productores de ideas y de formulas, una herramienta eficaz en la guerra de las ideas.

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