F ecrología MEMORIA - OFM – Orden de Frailes Menoresofm.org.ar/wp-content/uploads/Memoria de los Hermanos que nos precedieron_web.pdfEn la introducción del Necrologio de la ex

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Reartes, Pablo Memoria de los Hermanos que nos precedieron. Necrología Franciscana 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: PPC Cono Sur, 2016.

764 p: 15 x 22 cm.

ISBN 978-987-740-151-6

1. Historia. I. Título.. CDD 271.3

Título: Memoria de los Hermanos que nos precedieron. Necrología FranciscanaISBN: 978-987-740-151-6

Autor: Pablo ReartesPropietario: Provincia Franciscana de la Asunción de la Santísima Virgen del Río de la Plata. Curia Provincial. Alsina 380 C1087AAD (Oficina de Comunicación)www.ofm.org.ar

© 2016, Provincia Franciscana de la Asunción de la Santísima Virgen del Río de la Plata

Servicios editoriales: PPC Cono SurAv. Callao 410, 2º pisoC1022AAR | Ciudad Autónoma de Buenos Aires | República Argentinat: +54 11 4000.0400 / f: +54 11 4000.0429www.ppc-editorial.com.are-mail de contacto: [email protected]

Primera edición: septiembre de 2016

Esta tirada de 100 ejemplares se terminó de imprimir en el mes de septiembre de 2016 en FP Compañía Impresora S.A. - Beruti 1560 Florida (1602) - Buenos Aires - Argentina

Queda hecho el depósito que marca la Ley 11723

Libro de edición argentina / Made in ArgentinaImpreso en Argentina / Printed in Argentina

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informá-tico, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier otro medio, ya sea electrónico, me-cánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.

empresa asociada a la cámara argentina del libro

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INTRODUCCIÓN

“…YO SOY LA RESURRECCIÓN. EL QUE CREE EN MI, AUNQUE MUERA, VIVIRÁ; Y EL QUE VIVE Y CREE EN MI NO MORIRÁ JA-MAS…” (Jn 11, 25-26) Queridos hermanos: Ante todo queremos agradecer a nuestro hermano Pablo Reartes, por el gran trabajo realizado, en la recopilación y organización de toda la información aquí impresa.

Constituye un aporte importante para nuestra entidad, que camina en la profundización de la integración recientemente iniciada; pues nos ayuda a hacer memoria en común, de aquellos hermanos que nos precedieron y quienes habiendo hecho ya su parte en la historia de nuestra nueva Provincia, nos han dejado un vasto legado espiritual y material, al que estamos llamados a valorar y agradecer, al tiempo que nos estimula a la docilidad a ese mismo Espíritu del Señor que los movió, a fin de continuar la obra que Él quiere realizar en nosotros y a través de nosotros.

Oremos por estos queridos hermanos difuntos, como nos pide San Francisco, en la Regla Bulada, como signo de amor a nuestro Padre Dios, que nos los dio como hermanos y a ellos para que gocen del Ros-tro Luminoso de nuestro dulce Señor.

Fraternalmente.

Fray José Enid Gutiérrez OlmosMinistro Provincial

Fray Eligio Domingo BazánVicario Provincial

Fray Marcos IbarraDefinidor Provincial

Fray Emilio Luis AndradaDefinidor Provincial

Fray Denis RodríguezDefinidor Provincial

Fray Juan A. ButtarazziDefinidor Provincial

Fray Jorge Alberto BenderSecretario Provincial

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La presente necrología se redactó en base a los trabajos realizados por varios frailes a lo largo de la historia. Se ha querido resaltar "no solo las obras" de los hermanos sino también su relación con Jesucristo, su espiritualidad, su vida de oración, virtudes, vida fraterna y eclesial, etc. Para ello, se confrontó con las fuentes en las que se basaron los hnos. historiadores o responsables de la Necrología Provincial como ser: Pacífico Otero, Ernesto Urenda, Luis Cano, y otros.

Este nuevo libro de "Memoria de los Hermanos que nos precedieron. Necrología Franciscana" consta de 2.248 difuntos. Está ordenado por mes, día y año, con una cita al pie de página. A cada día le corresponde los datos básicos de cada hermano, por ej., si es clérigo: Obispo, presbí-tero (sacerdote), o diácono; o Hermano laico, según la denominación que utiliza la Orden en las CCGG . Algunos nombres están resaltados con sombreado, con la idea que se lea solo lo sombreado y dejar la semblanza, que es más amplia, para una lectura individual. Queda a criterio del lector, o de cada fraternidad leer solo el sombreado o la semblanza entera. Finalmente a algunos se les agregó una fotografía.

En la introducción del Necrologio de la ex Provincia de San Miguel, Fray Rolando Otto Ernst (+08/08/2014), manifestó que el 87% de los hermanos de la Vicaría de San Miguel Arcángel, ha nacido en el ex-tranjero, y sólo el 13% nació en Argentina. Los frailes que integran la necrología de la Vicaría San Miguel son 278 y se cuentan desde la fundación de los Tres Colegios Apostólicos de Propaganda Fidei; San Carlos de San Lorenzo, San Diego de Salta; San Francisco Solano de Río Cuarto hasta 1923. Desde 1923 hasta nuestros días los fallecidos son únicamente los de la Comisaría Provincial, Custodia o Vicaría San Miguel Arcángel. Para fijar datos y fechas se han tenido en cuenta los libros de los Archivos de San Lorenzo y La Merced, la necrología de la Provincia, el de Salta, y también los datos oficiales aparecidos en el "Acta Ordinis".

La unificación de las tres Entidades: Custodia Fray Luis Bolaños del Paraguay, Provincia San Miguel Arcángel y Provincia Franciscana de la Asunción de la Santísima Virgen del Río de la Plata (2014), nos dio la oportunidad de poder compilar este nuevo libro de "Memoria de los Hermanos que nos precedieron. Necrología Franciscana"; rescatan-

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do de cada fraile lo mejor de su ser "hermano menor": dones, caris-mas, trabajos, oficios, evangelización, vida fraterna, oración, etc. De esta manera conociendo nuestra historia, valoramos más al otro, a la entidad, a nuestra identidad franciscana. ¡Gracias sean dadas a Dios! por su paso en la vida de éstos hermanos y en la historia de nuestra institución.

Curia Provincial, Provincia Franciscana de la Asunción de la Ssma. Virgen del Rio de la Plata.8 de septiembre de 2016.

Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María.

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AGRADECIMIENTOS

A Fray Eduardo José Zatti; Fray Ernesto Ángel Urenda (+14/09/2001); Fray José Luis Salas; Fray Salvador Vilar; Fray Mauro Acuña (+17/04/2013); Fray Nicolás Pugliese; así como necrologías puntua-les de Fray Emilio Luis Andrada; Fray Jorge David Catalán; Fray An-drés López (+23/11/2013); Fray Ángel Gayte; Fray Alejandro Díaz, Fr. Alberto Ameri; y la disponibilidad y competencia de Eduardo Bier-zychudek (+13/05/2013), bibliotecario de la Biblioteca Provincial Fray Mamerto Esquiú; Fray Rigoberto Iturriaga (Chile), (+13/06/2016) y de la Lic. Patricia Alejandra Russo, bibliotecaria del Archivo Histórico del Convento San Francisco de Buenos Aires. La colaboración desintere-sada de los feligreses de la Parroquia San Antonio de Padua de Ciu-dad Evita: Hugo Ávila, Stella Díaz y sus hijos Rocío y Nahuel; Mirtha Aquino; Amadeo Diéguez; + Nelly Merly; Susy Páez (La Rioja); Flia. Ramírez Blanco (La Quebrada/La Rioja); Flia. Palacios (La Quebrada/La Rioja); Maria del Carmen García de Olivera (OFS de La Rioja); por sus datos y fotografías.

En particular agradezco al Hno. Ministro provincial Fray José Enid Gutiérrez Olmos por motivarme a la realización de este trabajo de in-vestigación, compilación y edición.

Para alabanza de Cristo y de su siervo Francisco.

Fray Pablo Reartes OFMBasílica San Francisco. Buenos Aires

08/09/2016

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FUENTES

1. Las "Tablas Capitulares". 2. "El Plata Seráfico".3. "El Terciario Franciscano". 4. Necrologías de Fray Pacífico Otero en el Plata Seráfico. 5. El Archivo del "Boletín Informativo Noticias" de la Oficina de Co-

municación.6. Necrologías de Fray Eduardo José Zatti. 7. Libros de Necrologías de Fray Ernesto Urenda que se publicaron

en 1978 y 1987.8. Investigaciones realizadas por Fray José Luis Salas. 9. La "Necrología Paraguaya" de Fray Antonio de Jesús Lobo, en el

libro de "Los Franciscanos en el Paraguay" de Fray Santa Clara Córdoba.

10. Fray Jorge David Catalán: "Provincia de la Asunción...Memoria de sus frailes".

11. Eduardo Bierzychudek: "Catálogo de Impresos Franciscanos" (2012).

12. Fray Lorenzo Barañano ofm: "33 Semblanzas Misioneras Francis-canas" (1933) en Adhesión a los 50 años de la creación de la Custo-dia Franciscana del Paraguay.

13. "Cantabria Franciscana": folleto. 14. Investigaciones de Fray Rigoberto Iturriaga (Chile).15. Tablas del "Archivo Histórico del Convento San Francisco de Bue-

nos Aires".16. Fray Rolando Ernst: "Necrologio de la Provincia San Miguel Ar-

cángel". 17. "Nosotros", revista de los 100 años de la Provincia San Miguel Ar-

cángel. 18. Boletines Parroquiales. 19. Diarios y periódicos.20. Archivo fotográfico de Fray Pablo Reartes.

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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

1. SCHEMATISMUS, Ordinis Fratrum Minorum. Romae 2009.2. Fray José Luis Salas, Villarrica y los Franciscanos. Memoria de

cuatro siglos caminando juntos. Asunción-Paraguay(2003).3. Jone M. Luna, Franciscanos Vascos en Paraguay. Un estudio An-

tropológico. Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad Católica (CEADUC), Vol. n° 88. Paraguay (2013).

4. Fray José Luis Salas, La Evangelización Franciscana de los Guara-níes. Su apóstol Fray Luis Bolaños. Paraguay (2000).

5. Fray José Luis Salas, Selección de Documentos Franciscanos (s. XVI-XVII). Asunción. Paraguay (2006).

6. Miguel Ángel de Marco, Historia del Periodismo Argentino. Des-de los orígenes hasta el Centenario de Mayo. 1° Edición. EDUCA. Buenos Aires (2006).

7. P. Antonio de Jesús Pou. Misiones Franciscanas en Argentina.

MES DE ENERO

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necrología franciscana — enero

~ ENERO 01 ~

Recordemos hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1537 Memoria del fallecimiento de un religioso anónimo, de los que acompañaban a don Pedro de Mendoza en la primera fundación de Buenos Aires en 1536. Fue asesinado por los indios agaces en la Angos-tura, Paraguay, en la expedición de Juan de Ayolas.

1710 FRAY JOSÉ REBOLLEDO: Sacerdote. Fue Custodio y Visitador de la Provincia. Presidió el Capítulo de 1705. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1718 FRAY ALONSO QUIÑONES: Sacerdote. Lector. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1725 FRAY JOSÉ DE LA CÁMARA: Sacerdote. Ex Provincial. Gobernó la Provincia desde el año 1720 hasta 1723. Fue elegido en el convento de Córdoba. Falleció en el convento de Buenos Aires siendo presidente del mismo.

1746 FRAY ANTONIO DELGADO: Sacerdote. Visitador de la Provin-cia. Como Vicario Provincial gobernó la Provincia desde el 20 de abril de1742 hasta el 19 de noviembre de 1743. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1766 FRAY MANUEL MAXIMILIANO: Hermano Laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1975 FRAY BERARDO MANUEL ARIAS: Sacerdote. Natural de Bil-bao, provincia de Victoria, diócesis de Bilbao, España. Falleció en la ciudad de Mendoza, a los 71 años de edad, 53 de profesión religiosa y 45 de sacerdote. Nació el 23 de abril de 1903. Sus padres fueron don Baltazar Arias y doña Gregoria Fernández. Siendo aún niño, ingresó en el Colegio San Fran-

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cisco de Buenos Aires y allí mismo al Postulantado Menor. Terminada la enseñanza primaria, pasa al Postulantado de Córdoba para cursar los estudios secundarios. Toma el hábito de novicio en Catamarca el 20 de febrero de 1920. Emitió su Profesión Temporal el 21 de febrero de 1921. Cursó sus estudios de Filosofía en Córdoba. Profesó Solemnemente el 21 de febrero de 1924. Terminada la Teología en Buenos Aires, fue ordena-do sacerdote el 25 de agosto de 1929. En su primera misa, celebrada en la Basílica San Francisco de Buenos Aires, tuvo como madrina a la insigne benefactora de la Provincia, la señora Ernestina Llavallol de Acosta. Fue un hombre inteligente y capaz, que manifestó sus dotes y habilidad para la enseñanza. Habiéndose recibido de Lector Provincial en Dere-cho Canónico, enseñó Cánones y Sagrada Teología en el coristado de Buenos Aires y en San Antonio de Padua cuando se inauguró esta casa de estudios donde ocupó el cargo de Maestro de coristas. De allí pasó al Postulantado de Moreno para enseñar Latín y otras asignaturas de Hu-manidades. En el Capítulo Provincial de 1940 fue elegido Definidor. En 1942 asume la guardianía del Convento de San Antonio de Padua, cargo que ejerce hasta junio de 1943, fecha en que es trasladado a Mendoza. Allí ejerce como profesor de Religión cuando el Estado oficializó la ense-ñanza religiosa. Guardián del convento de Mendoza, cuidó con esmero y celo la atención del culto en la Basílica. Como director de la Pía Unión de San Antonio, intensificó la devoción al Santo de Padua, cambió el al-tar de madera por otro de fino mármol. Fue también Vicario in capite en el convento de Mendoza. Cabe destacar, la desinteresada colaboración que prestó a la magna tarea educacional que desarrolló siempre en el colegio San Buenaventura de Mendoza, en cuyas obras de reestructura-ción y nueva edificación se mostró entusiasta animador. [...].” 1

1980 FRAY LUIS REVERTI: Sacerdote. Falleció en San Lorenzo a los 46 años. Este sacerdote proveniente de la Provincia de la Marca hacía solo once meses que se había incorporado al Colegio Apostólico San Carlos. Trabajó con celo en el Hospital de Rosario y en los pueblos y colonias donde fue enviado.

1 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VII, nº 42, (enero 1975), p. 9.

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FRAY GABRIEL DE LA ANUNCIACIÓN: Nació en la provincia de Guayrá en 1569. Era hijo de conquistadores. Su padre se llamaba Alon-so Riquelme de Guzmán; natural y vecino de Jerez de la Frontera, fue uno de los conquistadores principales. Junto con Juan de San Bernardo vistió el hábito de novicio en la ciudad de Guayrá en 1585, de manos del venerable Fr. Alonso de San Buenaventura. Siendo aún novicio, en compañía del venerable Fr. Juan, ayudó al P. Bolaños en la formación definitiva de las reducciones de Itá y Yaguarón, ya comenzados por Fr. Bolaños y Fr. Alonso de San Buenaventura. En 1590-91 Fr. Gabriel fue ordenado sacerdote y desde entonces se le ve desempeñar con enco-miable celo y actividad el sagrado ministerio. Hacia 1594-1595 estuvo al frente de las reducciones de Itá y Yaguarón, atendiéndolas personal-mente. Desempeñando este ministerio se encontraba cuando ocurrió el martirio de Fr. Juan Bernardo en Caazapá. En 1604-1605 lo encontra-mos embarcado en una aventura heroica, acompañando al Gobernador Hernandarias de Saavedra, en su jornada hacia la fantástica Ciudad de los Cesares. En el año 1616, Hernandarias, en carta al Rey, cuenta que encontró rebelados a más de 600 indios de dos reducciones próximas a Asunción, que hacía dieciocho años hizo el P. Bolaños y que por dis-posición del Licenciado don Francisco de Alfaro pasaron a depender interinamente de los padres de la Compañía y, poco después, de un clérigo. Ello fue causa de discordia entre ambos cabildos y los indios se alzaron. Hernandarias hizo un requerimiento a los padres de San Francisco para que le diesen un religioso. Nombraron al P. Fray Gabriel de la Concepción (Anunciación). [...]En el año 1621, al celebrarse el Capítulo Intermedio de la Provincia Franciscana, el P. Gabriel de la Anunciación, que estaba de Guardián en el convento de Buenos Aires, consagrado por entero al fiel desem-peño de su oficio, fue trasladado a otro convento. Desde 1623 a 1626 desempeñó el mismo delicado puesto en el convento gran de Asunción del Paraguay. En el Capítulo Provincial celebrado en Córdoba el 24 de julio de 1626, en el que por segunda vez fue elegido Ministro Pro-vincial el P. Fray Juan de Vergara, el P. Gabriel de la Anunciación fue nombrado Definidor, cargo con el que, al año siguiente, 1627, figura en calidad de testigo de la información sobre el martirio de Fr. Juan de

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San Bernardo; tenía entonces 58 años de edad. Es esta la última noticia que conocemos de este benemérito y virtuoso religioso, formado en la escuela de apostolado y de santidad de los venerables P. Alonso de San Buenaventura y Fr. Luis Bolaños”. 2

FRAY SARLANGA ANTONIO 3: Sacerdote.

~ ENERO 02 ~

Recemos hoy al Señor por nuestros hermanos:

1676 FRAY ANTONIO DE GARAY 4: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1736 FRAY LUIS MANUEL DE LA SOLEDAD

1769 FRAY MATEO GONZÁLEZ: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1770 FRAY DIEGO GODEOS 5: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Itapé (Paraguay).

1802 FRAY JOSÉ SACRO: Hermano laico. Falleció en el convento de la Santa Recolección de Buenos Aires.

1803 FRAY LÁZARO UNZUÉ: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

2 Cfr. Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), pp. 95-101.3 B. Mallo. 4 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 215.5 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 217, (Yodeo).

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1810 FRAY JUAN JOSÉ HERRERA: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1980 FRAY BUENAVENTURA GÓMEZ: Hermano laico. Natural de Carcaraña.

1988 FRAY JOSÉ JOAQUÍN GALLÁSTEGUI GARRO 6: Nació en Durango el 3 de dicembre de 1924. Un hombre que pareciera derro-char salud por todos los poros, fue sin embargo atacado de un mal virósico, que le obligó a trasladarse a España para un tratamiento adecuado, hasta que le llevó a la tumba en Bilbao el 2 de enero de 1988, lejos de su querida parroquia que lo lloró como a su padre bondadoso con todos. Quedaría como vacío el gran pedestal que le corresponde al P. José Joaquín Gallástegui en la marcha ascendente de la Custodia, sino le de-dicara unas líneas de admiración y reconocimiento en estas estampas misioneras cántabras paraguayas que venimos destacando. Hizo los estudios humanísticos y los superiores de Filosofía y Teología sin ningún apremio que sepamos. Se ordenó de sacerdote el 13 de mar-zo de 1948, e hizo sus primeras armas de misionero en nuestra Comisa-ría de Cuba, trabajando con entusiasmo en parroquias encomendadas a la solicitud de la Provincia. Dios le dotó de cualidades y atributos que los empleó para la edifi-cación del pueblo de Dios. ¿Quién no recuerda aquella su voz bien timbrada de barítono, su capacidad e intuición en el campo de la tecno-logía, el carácter afable y manso, su prudencia proverbial alimentada con una vida interior y prácticas de sólida piedad? Se encontraba trabajando afanosamente en su parcela misionera de Cuba, cuando recibió el amable requerimiento de su P. Provincial para hacerse cargo de la parte técnica de la Radio Cháritas, que dirigían sus Hermanos de la Custodia del Paraguay. No con mucho entusiasmo, al principio, pero dispuesto a cumplir la voluntad del Superior Mayor,

6 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Franciscanas”, Asunción, Paraguay, p. 24.

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se preparó allí con un cursillo intensivo de Radiotecnia que lo asimiló admirablemente, para el campo de sus futuras experiencias. Y así se presentó en Asunción a mediados de diciembre de 1955, para hacerse cargo de inmediato de la dirección técnica de la emisora. Tan pronto como asumió su dirección, los equipos encontraron una mano que sabía manejarlos, y como por arte de encantamiento fueron dis-minuyendo los enervantes cortes, e infundiendo más confianza a su audiencia. Muy pronto comenzó a rejuntar los materiales para armar otro equipo de onda media, que llegó a concluir en espacio de pocos meses, para así reemplazar al anterior, causa de tantos quebrantos para los direc-tores anteriores. No queda constancia de que el equipo de fabricación casera armado por el P. Gallástegui, hubiese enmudecido más allá de treinta minutos a consecuencia de algún imprevisto técnico. Constituía un primor detectar las bondades de la nueva obra por la nitidez y cali-dad con que salía al aire, al par que traía una verdadera satisfacción y sosiego a la superioridad, como a la audiencia, el que el autor estuviera siempre sobre su obra. Así de eficientes eran sus conocimientos de la radiofonía, y difícil era en aquellos tiempos dar con otro elemento que tomara su misión con tanta responsabilidad como lo hacía el P. José Joaquín. Una vez realizados estos trabajos impostergables en la emisora, hubo algunos cambios en la dirección y administración de la radio, a raíz del Capítulo de las Esteras, celebrado en el convento de San Lorenzo (Argentina). Allí fue relevado de su cargo el benemérito P. José Joa-quín, después de veintitrés años ininterrumpidos de labor abnegada y eficiente como técnico de la misma. Le suponía esto cambiarle de una modalidad misionera tan cara a sus sentimientos. Fue destinado inesperadamente a la Residencia de San José de Carrasco (Uruguay), donde vivió sirviendo a esta Parroquia Balnearia y haciendo de Cape-llán a las religiosas Clarisas de Carrasco, hasta que regresó de nuevo al Paraguay, con el cargo de Vicario y Administrador de la Residencia de Guarambaré. El trienio siguiente fue nombrado Párroco de Gua-rambaré e Ipané, donde trabajó con dedicación y celo por la extensión del Reino, contando con el aprecio y beneplácito de toda la feligresía.

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1989 FRAY VICENTE ALCARÁZ: Sacerdote. Nació el 17 de abril de 1926 en la Capital Federal, arquidiócesis de Buenos Aires. Falleció en el Convento de Santiago del Estero, a los 62 años de edad, 36 de profesión religiosa y 32 de sacerdote. ¡El P. Alcaráz era un Santo!¡El Campeón es un Santo! Eran tales las ex-presiones que se oían en los corrillos de la capilla ardiente (la sala ad-yacente al despacho parroquial), en que fueron velados los restos del P. Alcaráz. Eran expresiones de sacerdotes y laicos, de gente profesional o no y sobre todo de gente sencilla del pueblo. Sin embargo, yo prefiero dejar el apelativo de ‘santo’ al juicio de Dios en el cielo y al veredicto del Vicario de Cristo en la tierra; pero sí quiero decir con toda verdad que el P. Alcaráz fue un religioso muy virtuoso. Algo puedo recordar y decir ya que conocí al P. Alcaráz desde 1959 cuando era profesor de Física y Química en 4.º y 5.º año del Postulan-tado de Paso del Rey (espero que otros religiosos que lo han conocido antes y más que yo puedan relatarnos otras cosas más y mejor). Su actitud como profesor fue siempre excelente; no solo en esas materias que daba en Paso del Rey (años antes había dado esas mismas mate-rias a los filósofos de San Antonio de Padua) sino también en Teología Dogmática y Sagrada Escritura, materias que le tocó dar años después a los estudiantes de Teología en San Antonio de Padua. Siempre tuvo paciencia con los alumnos a los que tenía que repetir varias veces la misma explicación, sin humillarlos porque no hubieren entendido en la primera vez. Fue proverbial durante años su autodisciplina de levantarse bien tem-prano y tomar un baño con agua fría tanto en verano como en invierno. Su piedad en el oficio divino, la Santa Misa y otros oficios litúrgicos era sincera y sin afectación alguna. Aún se permitía cierto gracejo en algunos ministerios, como decir después del bautizo de una criatura: “listo el pollo”. Tenía también algunas actitudes extrañas, ¿quién no las tiene? Una vez (quizás muchas veces había hecho lo mismo), estando en la Ciudad Evita (Bs. As.) se enteró a la hora casi de la siesta que el P. Provincial lo trasladaba a San José de Fray Mamerto Esquiú (ex Piedra Blanca) Catamarca; y entonces, en ese mismo momento recogió “sus cosas”

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(todas cabían en un bolso pequeño) y se fue a Catamarca sin despertar a nadie y dejando sí una esquela dirigida al Superior que decía más o menos así. “Me fui a Piedra Blanca donde me destinó la obediencia. P. Alcaráz”. Algunos podrían objetar que esto es falta de diálogo y de amor frater-no por no haberse despedido de nadie; pero también se puede pensar que es el hombre de Dios y misionero que, (sin estar atado a nada ni a nadie), está siempre dispuesto a partir y a caminar. Siempre se preocupó por la promoción humana, especialmente de los más pobres y marginados, ya sea atendiéndolos directamente en el ministerio sacerdotal en Ciudad Evita y zonas rurales de Catamarca, Santiago del Estero y Santiago de Chile, cuando fuera a perfeccionarse en Teología en la Universidad Católica del país trasandino y creando escuelas, una Agrotécnica en la Merced, Catamarca; ya sea trabajando indirectamente por ellos, elaborando en lo oculto de su celda centena-res de proyectos para la construcción de capillas en los barrios pobres, escuelas para la formación de líderes catequistas y otros agentes de pastoral. Estos proyectos y peticiones eran enviados a ADVENIAT, MI-SERIOR, KIRKE IN NOT; Conferencia Episcopal de EE. UU., etc. Todos estos proyectos, como muchos sabemos, fueron casi siempre respondi-dos en forma positiva y siempre fueron administrados por otros reli-giosos. El P. Alcaráz lo sabía y gustaba ofrecerse sola y sencillamente para “hacer las notas”. Y así con la misma sencillez con que caminaba por los senderos rurales de Catamarca o Santiago para visitar enfer-mos o celebrar misa en algún pueblo, también se lo veía andar por la city porteña para cambiar cheques de dólares o marcos, que le ha-bían llegado para las capillas u otras obras de la Iglesia. Cuánto dinero pasó por sus manos ¡solo Dios sabe! Pero, también es cierto que nunca se apegó a ningún céntimo, ni se aprovechó para su interés personal absolutamente de nada. Lo que sí se preocupó por renovar todos los vehículos de casi todos los conventos. Dos días antes de su muerte me dijo que creía que en su pieza había un dinero de colectas y que lo retirara (él se encargaba últimamente de contar las colectas). Revisé su pieza y hube de responderle para su tranquilidad que no había nada, ya me había entregado todo. A veces otros religiosos piensan que hay

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que tener una cierta previsión de tener algo, siquiera para un boleto de ómnibus. Pues el P. Alcaráz no tenía absolutamente nada de dine-ro. Quisiera que en este aspecto quedara reivindicada la personalidad del P. Alcaráz. Pues sabido es que, estando él a cargo de la economía Provincial, esta sufrió un grave colapso cuyos embates todavía duran. Pero, ¿no habrá sido el P. Alcaráz víctima de engaños de laicos ines-crupulosos o de fallas técnicas que nada tienen que ver con la virtud? Mons. Guiaquinta decía que los santos llegaron a serlo por la heroici-dad de sus virtudes y no por sus errores, limitaciones o defectos. No era bien visto, a veces, por su parquedad en el trato con la gente, e inclusive con sus propios hermanos de comunidad, que lo llevaba a apartarse temporalmente de la misma. A veces, la gente quería acudir a él después de la misa de una capilla, y el P. Alcaráz ya había hui-do raudamente por la ventana de la sacristía. Sin embargo, a pesar de ello, estaba siempre dispuesto al servicio de atender el timbre, el teléfono, bautismos, confesiones y misas tanto dentro como fuera de la parroquia. Por eso, no podría llamarse verdaderamente huida de la fraternidad pues, a pesar del alejamiento temporario de los actos co-munitarios, el P. Alcaráz asistía a la misma como verdadero ayudante, así decía él, durante cinco años en los trabajos más humildes como traer todos los días el diario, la leche y el pan; lavar a veces los platos u otros menesteres. Los oficios que le encomendó la obediencia fueron múltiples y va-riados: Profesor del Postulantado de Paso del Rey y del Estudianta-do Mayor de San Antonio de Padua del que fuera también confesor y director espiritual; Ecónomo Provincial, Vicario Parroquial en varias parroquias y sobre todo misionero itinerante por varios años en zonas rurales de Catamarca y Santiago del Estero. Su aparente retraimiento no obedecía a la soledad estéril del misántropo, sino a la soledad fe-cunda del hombre de Dios quien, anhelando el desierto de la intimidad de su celda, cultivaba más el trato con Dios, la meditación y el estudio, para poder entregarlo mejor a sus hermanos. Por eso, en la misa exe-quial pudo verse una verdadera multitud (siendo día laborable) que colmaba las naves del templo y muchísimos (en tres colectivos y una veintena de coches particulares) también lo acompañaron al cementerio

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de Villa Jericó; que dista unos 15 km de la ciudad. La misa exequial fue presidida por al obispo diocesano, Mons. Manuel Guirao y concelebra-da por el P. Min. Provincial, Fr. Juan Carlos Larcher, sacerdotes de la comunidad local, el P. Mario Fuenzalida (Córdoba); el P. Carlos de la Fuente (S. José de Fr. Mamerto Esquiú); el P. Gutiérrez (Catamarca); el P. Juan Carlos Quiñones (Ciudad Evita); PP Mercedarios y Dominicos y sacerdotes del clero diocesano. (Dos días antes habían estado visitando al P. Alcaráz los hermanos P. Emilio Martensen y Guillermo Tolosa). El P. Provincial tuvo a su cargo la homilía y antes de la bendición de la misa, el P. Zatti reseñó una breve semblanza de la vida del P. Alcaráz. Solo una ofrenda floral en forma de cruz acompañó sus restos morta-les, símbolo de que su vida estuvo siempre crucificada con Cristo en la alegría. El importe de otras coronas fue entregado por los fieles a Cáritas San Francisco. Ya en el cementerio, exclusivo para sacerdotes que el obispado posee en Villa Jericó, fue recibido por los Vicarios Generales Mons. Juan A. Mu-ñoz y Mons. Mario Marnero. El P. Gregorio Ramírez, con quien se ha-bía confesado por última vez el P. Alcaráz, fue quien bendijo la tumba. Luego, el Sr. Antonio Praturlón, Presidente de la Junta Parroquial, en nombre de toda la feligresía, tuvo unas sentidas palabras de despedida.Finalmente, al ser inhumado, un último canto y un cerrado aplauso por parte de toda la concurrencia, parecía como decirle: “Muy Bien Campeón!; aprobando toda su vida de hermano, religioso, sacerdote y misionero ejemplar. ¡Muy bien, Campeón!”. Fray Eduardo Zatti

LA VIDA DEL PADRE ALCARÁZ EN FRASES SINTÉTICASArmé un esqueleto de frases que me servirán para la nota necrológica más extensa sobre el P. Alcaráz:

• Siempre fue atento y servicial con todos. • Siempre pronto a atender el ministerio (pero apareciendo en se-

gundo lugar).• Tuvo especial cuidado y prontitud para con los enfermos graves. • Como profesor siempre preparó sus clases con esmero y seria

contracción al estudio.

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• Siempre actualizado, especialmente en Teología Dogmática, Moral y Sagrada Escritura.

• Siempre preocupado por la promoción humana.• Siempre austero, pero con ecuanimidad, paz y alegría.• Siempre meticulosamente ordenado.• Nunca se quejó de nada.• Nunca se le oyó hablar mal de nadie.• Nunca tomó vacaciones.• Siempre optimista.• Amigo de hacer fácil lo difícil.• Siempre se consideraba un ayudante de la comunidad, y lo era.• Amante de la soledad fecunda.• Pronto en todo, especialmente a obedecer, sin cuestionamientos. • Víctima de los sobresaltos y desconcierto económicos del país y

de nuestra Provincia.• Amigo del diálogo personal directo, mas no de reuniones. • Vivió anticipadamente el Reino (el cielo) que fue tema preferido

y casi único de sus sermones. • Preparaba asiduamente sus sermones. Con solo casi cinco años

dejó cuatro gruesos volúmenes del borrador de sus sermones. • Fue un “Campeón” moderno de la santidad.

CURRICULUM VITAE DE FR. VICENTE ALCARÁZHabía nacido en Buenos Aires, el 17 de abril de 1926. Sus padres fueron don Alberto y doña Josefa Vidal. Se encontraba en Santiago del Estero desde febrero de 1984. En 1950 ingresa a la Orden ya siendo profesor de Matemáticas y Física y Química, como uno de los miembros fundado-res del Postulantado de adultos de San Antonio de Padua. En Catamarca toma el hábito de novicio el 27 de febrero de 1951 y la profesión temporal el 29 de febrero de 1952. En San Antonio de Padua emite los votos solem-nes el 10 de mayo de 1955 y se ordena sacerdote el 9 de diciembre de 1956.

Fr. Eduardo J. ZattiDotado de excelentes cualidades morales e intelectuales, cursó algunos años de estudios en la Universidad Católica de Santiago de Chile. Fue profesor de Dogmática en el Estudiantado de San Antonio de Padua

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y algunas asignaturas del Postulantado de Paso del Rey. Ejerció tareas pastorales en algunos de nuestros conventos y parroquias. Durante su gestión en el Economato Provincial, con la ayuda reciba de Adveniat y Miserior de Alemania realizó numerosas obras ayudando a muchas localidades sumidas en condiciones muy precarias. Entre ellas la de La Merced en la provincia de Catamarca. Su trato sencillo y afable le granjeó la simpatía de cuantos lo conocieron.

Fr. Ernesto A. Urenda

VUELTA DE FR. ALCARÁZ A CASA: “REPATRIACIÓN” DE SUS RESTOS

El título de esta nota obedece a que el 28 de mayo de 2015 se traje-ron los restos mortales de Fr. Vicente Alcaráz desde el cementerio de Villa Jericó hasta nuestra iglesia, por gestiones de Fr. Jorge Stipech y los Hnos. de la casa. Pero no hay duda de que a nosotros nos gusta casi jugar con el lenguaje que por momentos nos podrá parecer más claro y por otro lado siempre se tornará ambiguo frente al arcano de la muerte. Porque, si bien es cierto que tras la muerte de Fr. V. Alcaráz ocurrida el 2 de enero de 1989 en esta casa, él fue a gozar de la visión de Dios, sus restos morales quedan y ahora vuelven a la misma casa de donde habían partido, por eso decía que vuelven a casa. Nos pare-ce como si una parte de Alcaráz está ahí, nos da la sensación de que “el Campeón” está otra vez entre nosotros. Así solía decir siempre el P. Alcaráz a su interlocutor, cualquiera que fuese: “¡Eh, campeón, qué tal!”, admitiendo que el campeón era siempre el otro, nunca él; él era siempre el inferior, el menor. La tarea de exhumación de los restos fue emotiva y ardua, fue orientada por Fr. Jorge Stipech y Fr. Eduardo, con la colaboración de los sacerdotes diocesanos Raúl Llugdar, Roberto Figueroa y Vicente Avellaneda, ade-más de los exjuristas Oscar Montenegro, Gustavo Carabajal y Emilio Acuña. Durante casi dos horas se estuvo cavando en la fosa, y grande fue la sorpresa que después de tantos años se recogieron gran parte de los restos óseos. Entre estos se encontraron dos curiosidades: un avion-cito de juguete completamente conservado, tal vez olvidado u ofrecido

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devotamente por un niño cuando fue al velatorio, y una estampa de la Virgen del Valle cubierta por un plástico, con los colores totalmente intacta, como una premonición de que finalmente sus restos quedarían para siempre a los pies del altar de la Virgen del Valle. Efectivamente, llegados a la iglesia de San Francisco y después de la misa de 20 horas, que fue concelebrada, la urna con los restos de Fr. Alcaráz fue portada por Fr. Jorge Stipech y Fr. Amado Montironi, fraile dominico. Previo al depósito fue introducida en la fosa mencionada anteriormente. Cabe recordar que asistió mucha gente que lo había conocido. Finalmente quiero recordar una anécdota un poco graciosa. El P. Alcaráz siempre tuvo una gran preocupación por la promoción humana, como aspecto indispensable de la evangelización. Y así, cuando a fines de la década de los 60 estaba en La Merced (Catamarca) hizo todas las gestiones ante las autoridades provinciales y de la Nación, lamentablemente arduas y lentas, para la creación de una escuela agroganadera para la zona. Al poco tiempo, le tocó otro destino y no pudo ver concretado su sueño. Cuando llegado el tiempo inauguraban esa escuela, lo buscaban al P. Alcaráz para que la bendijera. Además, le habían puesto el nombre de “Fray Vicente Alcaráz” y colocaron un pequeño busto que recordara su memoria. Por eso mismo él se recusó varias veces a ir hasta que, finalmente, el Ministro Provincial, Fr. José N. González lo convenció y así fue. Y al bendecir la escuela y el busto echándole agua bendita dijo jocosamente (en voz baja y para los que estaban más cerca): «¡Miren un gallo bendice a otro gallo!”. Es que gallo le decíamos como apodo. Este le habría quedado porque uno de sus discípulos de Sagrada Escritura cuando fue profesor en San Antonio de Padua, le preguntó una vez en clase: “¿Cómo se llamaba el cuarto amigo de Job?”. Y el P. Alcaráz respondió: “Y el gallo Elihú”. Desde entonces lo llamábamos indistin-tamente como “el gallo” o “el Campeón”. Alabado seas mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal” (Cántico de las Creaturas). Fr. Eduardo Zatti Santiago del Estero, 6 de julio de 2015

2012 FRAY REMIGIO ANTONIO ISIDRO (HUGOLINO) SCOZZINA: Nació en San Martín Norte (Santa Fe), el 1 de octubre de 1931. Falleció

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a los 80 años el 2 de enero de 2012. Actualmente sus restos descansan en San Lorenzo, donde vivió y trabajó, gran parte de su vida. Ingresó al Colegio Seráfico a temprana edad. Hizo su Primera Profe-sión el 20 de febrero de 1950 y los Votos Perpetuos el 28 de febrero de 1953. Ordenado sacerdote en 1956, dedicó parte de su apostolado en la formación de los aspirantes y postulantes. Trabajó también en la tarea parroquial, especialmente en Quitilipi, donde fue párroco varios años. Ocupó el cargo de Vicario de la Vicaria Franciscana San Miguel du-rante 6 años. Hermano sencillo, piadoso y recto, se ganó el aprecio de cuantos lo conocieron. Se lo recuerda por su creatividad, especialmen-te a la hora de manifestar su humor con las muchas bromas que supo hacer, no siempre inocentes. Trasladado al convento San Francisco de Corrientes, allí pasó sus últimos años aquejado por la enfermedad que lo llevó a la casa del Padre.

~ ENERO 03 ~

Recordemos ante el Señor hoy a nuestros hermanos:1752 FRAY FRANCISCO FLORES: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1676 FRAY DIEGO MEDINA: Sacerdote. Guardián del convento de Jujuy en el que falleció.

1765 FRAY ALONSO PALACIOS: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1783 FRAY JOSÉ ESTECHE 7: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1816 FRAY FRANCISCO BLANCO: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

7 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 218.

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1816 FRAY LÁZARO DÍAZ: Sacerdote. En 1806 era Custodio de la antigua Custodia de San Jorge del Tucumán.

1858 FRAY GUIDO ACHILLI: Sacerdote. Nacido en Cortona, hizo el noviciado en Asís y se incorporó al Colegio Apostólico San Carlos siendo diácono. Exactamente un año antes de su muerte recibió el Presbiterado en Buenos Aires. Falleció en San Lorenzo a los 26 años, atacado de tifus.

1874 FRAY GUILLERMO TELLI: Miembro del Colegio Apostólico de Río Cuarto. Este abnegado sacerdote misionero falleció en Fuerte Sar-miento, donde asistía a enfermos de cólera.

1933 FRAY ANTONIO DE JESÚS POU: Nació en Vich (España). Falle-ció a los 65 años en Resistencia. Fue ordenado sacerdote a los 23 años. Incorporado más tarde al Cole-gio Apostólico La Merced, ejerció como párroco durante varios años en Formosa, y se desempeñó como predicador y organista en San Loren-zo, Rosario, Corrientes y Barranqueras.

1936 FRAY ALBERTO LANNA: De origen italiano, falleció en el con-vento San Francisco Solano de Rosario a los 61 años. Se había recibido en Roma de Lector de Bellas Artes. En 1910 se incor-poró al Colegio Apostólico San Carlos, procedente del Colegio Apos-tólico de Salta y en 1923, al separarse los colegios apostólicos de Salta y Río Cuarto, fue elegido Comisario Provincial de la nueva entidad, la Vicaría de San Miguel.

1940 FRAY JUAN ANTONIO SALAS: Nació en Monteros, Concepción, diócesis de Concepción, provincia de Tucumán. Falleció en el Sana-torio Caferata de la ciudad de Córdoba a los 56 años de edad, 35 de profesión religiosa y 27 de sacerdote.

1982 FRAY LUIS TRISTÁN CASTRO: Hermano laico. Nació el 19 de agosto de 1912 en Campana, diócesis de Campana, provincia de Bue-

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nos Aires. Falleció de un paro cardíaco a los 69 años de edad y 39 de religión, en el Convento del Salvador de Jerusalén. “Se educó en el seno de un hogar muy cristiano. Antes de su ingreso en la Orden, trabajó como empleado de comercio. Sintió la vocación religiosa y la lectura de una vida de San Francisco lo inclinó hacia nuestra Orden, y entró como Postulante a Aarón Castellanos. A los 28 años tomó el hábito como novicio el 20 de marzo de 1939 en el convento de San Antonio de Padua, que se había inaugurado en abril de 1938. Perteneció al grupo de los pri-meros que tomaron allí el hábito, siendo maestro de novicios el P. Antonio de Jesús Lobo. Hizo su Profesión Simple el 24 de marzo de 1940 y el 25 de marzo de 1943 la profesión Solemne, ambas en el convento de Padua. Su primer destino como religioso fue Padua, donde tuvo los oficios de Vicecónomo, sastre y cocinero. No olvidemos que en Padua estaba entonces el Coristado donde había más de 60 frailes. Durante el noviciado había aprendido el oficio de sastre y lo aprendió a la perfección, tanto que él enseñó este oficio a otros religiosos. Y no solo hacía hábitos, sino tam-bién camisas, pantalones y otras ropas hasta ornamentos para la iglesia. En Asís, residió, algo más de cuatro años, en el Convento de las Cárceles y en 1978 se trasladó a Jerusalén, donde estuvo al frente de la sastrería en el Convento San Salvador, hasta su muerte. Tan-to en Asís como en Jerusalén, lo mismo que en todos los lugares donde estuvo antes, se hizo querer por todos, pues, además de ser un buen fraile, era muy trabajador y siempre estaba dispues-to a servir a los demás. Se había formado en la vieja escuela de nuestros hermanos, era observante y hacía todo con gran eficien-cia. No había realizado estudios superiores, pero le gustaba leer y era hombre de buen criterio y podía conversar con altura de los más variados temas y con las más diversas personas. No ha-cía mal papel, porque tenía la discreción de no hablar de lo que no sabía. Atento, dinámico, servicial con todos, lo era mucho más con los enfermos, huéspedes y visitas. Laborioso, eficiente, alegre; chispa y gracia para hablar. Atendió la cocina, portería

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y sastrería de los conventos de San Antonio de Padua, Paso del Rey, Córdoba y Tucumán. Procurador en varios conventos” 8.

Fray Luis Cano

~ ENERO 04 ~

Roguemos al Señor hoy por nuestros hermanos:1674 FRAY JOSÉ DE PAZ: Sacerdote. Falleció en Tucumán. 1699 FRAY ANTONIO PÉREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1740 FRAY FRANCISCO SOLANO: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1791 FRAY FRANCISCO ARIAS: Hermano laico. Expiró en el conven-to de la Santa Recolección de Buenos Aires.

1834 FRAY JUAN JOSÉ DE ITA: Hermano laico. Este religioso ejerció la docencia durante muchos años en nuestra Provincia y en el conven-to de Nuestra Sra. de Los Ángeles, en Paraguay. Su deceso se produjo en el convento de Tucumán, donde era maestro del colegio de San Francisco.

1898 FRAY HERMETE COSTANZI: Asesinado en San Antonio de Obligado por molestar con su comportamiento moral. Mártir de los Derechos Humanos, defensor de los aborígenes, el Necrologio Ordinis lo recuerda: “Al venerable Hermete Costanzi, asesinado en odio a la fe”. Recibió el hábito en La Marca de Ancona a los 21 años, incorpo-rándose al Colegio Apostólico San Carlos en la misión que vino en 1861. Apenas fue destinado a las misiones, actuando en San Jerónimo del Sauce y San Javier. Pero donde más se destacaron sus virtudes de

8 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XIV, n.º 84 (enero/febrero 1982), pp. 8-9.

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abnegación, constancia y mortificación fue en la fundación y ministe-rio de la de San Antonio de Obligado. Ocupó los cargos de Prefecto de Misiones y Subinspector de Escuelas de la Provincia de Santa Fe (Subinspector de la 5.° sección escolar que comprendía todo el norte de la Provincia de Santa Fe, Chaco de Santa Fe).

2007 FRAY MIGUEL ANTONIO SCHELL 9: Hermano laico. Nació el 10 de junio de 1933 en Crespo, Diócesis de Paraná (Entre Ríos). Falleció el 4 de enero de 2007 a los 73 años en San Miguel de Tucumán, tras una prolongada enfermedad.

¡SCHELL, VIVA SCHELL, VIVA SCHELL!“Crespo fue un pueblo muy fructífero en vocaciones a la vida consa-grada. Además del Hno. Schell, dio a nuestra Provincia a los Hnos. Avelino Lederhos, Francisco Dailoff y Pablo Peger.Era hijo de Ignacio Schell y Elisa María Exner. Muy joven sintió el lla-mado a la vida franciscana y, después de un tiempo de Postulantado en Paso del Rey, ingresó al Noviciado en Catamarca el 27 de febrero de 1951. Pasado el año, emite su primera profesión allí mismo el 28 de febrero de 1952 y la Solemne, en San Antonio de Padua, el 10 de marzo de 1955 donde había sido enviado como a su primer destino, para ser portero y sacristán. Y después, a Tucumán como sacristán sus últimos 40 años hasta que la hermana muerte lo llevó.

9 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXXIX, n.° 190, (marzo/abril 2007), p. 8

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Pero las obras, los cargos, las cosas que realizó, ¿qué podrían describir del Hno. Schell? Pues que vivió como hermano entre los hermanos, constru-yendo día a día la fraternidad que la Divina Providencia le encomendara. Fue un religioso de convento, alegre y afable y, no obstante, no exento de muchas preocupaciones y, a veces, nerviosismos. ¿Quién no los tiene?Así fue su vida, siempre en medio de lo cotidiano y lo sencillo. Como para dejar en claro que las cosas de Dios son simples y diáfanas. […]Fr. Schell estaba habituado a rezar la corona seráfica y, habiendo profe-sado en la década del 50 como Hermano laico, solía también desgranar en la misma corona “el Oficio de los Padrenuestros”. Sin embargo, aun-que le habría costado bastante, supo adaptarse a los nuevos tiempos y rezar la Liturgia de las Horas junto con todos los hermanos. Y además, habrá enseñado también a varios laicos a rezarlo. Porque, efectivamen-te, desde hace muchos años, el Convento de Tucumán cuenta con un grupo devoto, cada vez más numeroso que, munidos ellos también de sus propios breviarios, rezan diariamente en la Capilla del Santísimo con los hermanos de la comunidad, el Oficio de Lecturas y Laudes. Y después la Santa Misa de 8 horas. ¡Loado sea el Señor!La Iglesia de San Francisco de Tucumán tuvo por varios decenios un sacristán ejemplar, que fue Fr. Soria. Teniendo algún empleado que le ayudase, sabía orientar de tal manera los trabajos, que la iglesia, la ca-pilla del Santísimo y la sacristía resplandecían con una limpieza y pul-critud que eran proverbiales. Invitaba a la oración, no solo por el aseo, sino también porque el mismo Fr. Soria era encontrado frecuentemente en oración frente al Santísimo.Cuando falleció el Hno. Soria, tuvo en Fr. Miguel Schell un muy digno sucesor. Él también tenía siempre los corporales, purificadores y ma-nutergios bien limpios y planchados; así como los demás ornamentos y otros enseres de la sacristía.Fue por muchos años Ministro Extraordinario de la Sagrada Comu-nión; y así ayudaba en este ministerio no solo en la iglesia, sino tam-bién para llevar la Comunión a un grupo de enfermos y ancianos im-pedidos. Oficio que desempeñaba con piadosa devoción.Sus hermanos de casa, además de todo lo vivido y convivido con él, po-drán recordar también los últimos achaques de su enfermedad, sus últi-

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mas palabras en su agonía… Yo solo me acuerdo (en la última visita que hice a los hermanos de Tucumán) de su participación diaria de la Euca-ristía, desde la sacristía, donde era acompañado en silla de ruedas (la que tuvo que usar varios meses antes de su deceso); y me acuerdo también de su sonrisa franca, jovial y fraterna, cuando siendo portero de Padua y tenía que llamar al Guardián (Fr. Lorenzo Castillo), este le respondía can-tando: “!Schell, Viva Schell, Viva Schell!”. Y ambos sonreían alegremente.

Fr. Eduardo J. ZattiMaputo: 9 de marzo de 2007

~ ENERO 05 ~

Recordemos ante el Señor hoy a nuestros hermanos:1729 FRAY JUAN DE ENCARNACIÓN: Falleció en Salta.

1771 FRAY FELIPE VACA 10: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1791 FRAY GREGORIO OTERO: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Santa Fe.

1819 FRAY FRANCISCO LEAL: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1822 FRAY MANUEL ARDILES: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1897 FRAY FÉLIX ARNARI: oriundo de la Provincia Reformada de Asís, vino a América como misionero, actuando diez años en Bolivia y dos años en Río Cuarto, para luego incorporarse al Colegio Apostólico de La Merced donde falleció, lleno de méritos a los 86 años.

10 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 216. Según la necrología de Fr. Santa Clara Córdoba, falleció en 1751.

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~ ENERO 06 ~

Recordemos en este día ante el Señor a nuestros hermanos:1751 FRAY FRANCISCO BELMONTE: Primer Obispo electo de Tucumán en 1570, no recibió la Consagración Episcopal ni se presentó a su diócesis.

1826 FRAY JOSÉ AGUIRRE: Hermano laico. Falleció en el convento de Corrientes.

1872 FRAY BIENVENIDO MORETTO: Falleció en el convento de Salta.

1956 FRAY EUSEBIO VILLALBA: Sacerdote. Nació en San Miguel de Tucumán, arquidiócesis de Tucumán. Falleció piadosamente en el Se-ñor, propter senectutem, a los 87 años de edad, 69 de profesión religiosa y 52 de sacerdote.

Ejemplar religioso y meritorio sacerdote, era el Decano de la Provincia. Vicemaestro de novicios y Vicario de coro por muchos años en el convento de Catamarca. El solo nombre del P. Villalba evoca toda una vida consa-grada a Dios en su santo servicio, rectilínea en sus aspectos de franciscano penitente, sencillo y austero, que hizo proverbial en la Provincia, en estos aspectos, en nuestro humano modo de hablar… “Fue uno de los repre-sentantes más auténticos en el mantenimiento de las tradiciones y espíritu penitencial regocijadamente de la Orden”. Siempre en compañía de sus novicios en fraternal coloquio, o en la corrección paternal sabía como el Padre del Evangelio el nova et vetera e insinuábase en el ánimo de los novi-cios suave y calladamente; porque era sobre todo, el ejemplo caminando y sus palabras tenían el respaldo de su austeridad y de sus virtudes.

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~ ENERO 07 ~

Elevemos nuestras oraciones al Señor por nuestros hermanos:1592 FRAY BARTOLOMÉ DE LA CRUZ: Sacerdote. Considerando como fundador del convento de Salta, siendo Guardián de Santiago del Estero, acompañó a Lerma en la fundación de la ciudad de Salta el 16 de abril de 1582, y al día siguiente recibió la manzana de terreno que el gobernador le entregó para el convento de San Francisco.

1770 FRAY PEDRO BÁEZ 11: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1816 FRAY MANUEL VENTURA VILLEGAS: Sacerdote, Lector. Fa-lleció en el convento de Catamarca.

1870 FRAY ALEJO GONZÁLEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1871 FRAY RAMÓN ARAMBURU: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

~ ENERO 08 ~

Hacemos memoria hoy de nuestros hermanos:1745 FRAY PEDRO JERÓNIMO DE LA CRUZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires

1778 FRAY TOMÁS ISURSA: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1827 FRAY JOSÉ VACA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

11 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 217. Ver también Archivo de Buenos Aires (11)

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1855 FRAY FRANCISCO ALDAO 12: Sacerdote. Falleció en el convento de la Rioja.

1907 FRAY MARIANO MARTÍN GIMENO: Sacerdote. Nació en Aragón, diócesis de Aragón. Fue religioso fundador del colegio de Aarón Castella-nos. Falleció en la localidad de Lazzarino, cerca de Aarón Castellanos, a los 72 años de edad. Sus restos mortales fueron trasladados a Buenos Aires. Soldado del ejército español y sacerdote en la diócesis de Tarragona. Párroco en Rauch, provincia de Buenos Aires, diócesis de Bahía Blanca. A los 43 años ingresó a la Orden. De dotes cultas, espíritu bondadoso, flexible y delicado; observante, su vida se caracterizó por un celo in-fatigable y siempre creciente en las tareas del sagrado ministerio. Mi-sionero abnegado en muchos pueblos de la provincia de Santa Fe. En todas partes se lo conocía y nombraba como el propio padre espiritual, con un aprecio y cariño que ya era proverbial, que se manifestó en toda su intensidad y grandeza en las demostraciones de duelo al divulgarse la noticia de su muerte. Definidor General. Guardián de los conventos de Buenos Aires y de La Plata, Maestro de Novicios, Visitador General de América Latina, Comisario de Tierra Santa de Montevideo, Rector del Colegio San An-tonio de Roma, Presidente de Aarón Castellanos. [Tomamos la pluma para llorar junto a un sepulcro que la muerte acaba de abrir en las filas seráficas. A los 72 años de edad ha llegado a su fin el R. P. Fr. Mariano M. Gimeno, ex Definidor General de la Orden, Guar-dián de los conventos de Buenos Aires y de La Plata, Maestro de Novi-cios, Visitador General en la América Latina, Comisario de Tierra Santa en Montevideo, y actualmente presidente de la residencia franciscana en Aarón Castellanos, provincia de Santa Fe. La vida de este religioso es todo un proceso de la gracia sobre los intereses de la conciencia. Solda-do en España, sacerdote más tarde en la diócesis de Tarazona, párroco en Rauch, provincia de Buenos Aires; con una voluntad enérgica para el trabajo, con un temperamento altivo e independiente, a los 43 años se separa del mundo, golpea a las puertas de nuestro convento y pide ves-

12 Cfr. Archivo Histórico del Convento San Francisco de Buenos Aires.

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tir el sayal de los franciscanos. Desde esa hora (1878) deja de ser el pres-bítero Gimeno y se convierte en el P. Mariano, ese P. Mariano que desde la infancia hemos conocido con rasgos de un temperamento especial y con dotes tan cultas y simpáticas que hacen imborrable su memoria en el corazón de sus amigos. Tratándole se podía descubrir la bondad de su alma. La corteza era dura; acusaba la raza, la sangre aragonesa que circulaba por sus arterias. La dulzura, sin embargo, palpitaba, se hacía sensible en su temperamento de atleta, y llegaba a veces a la man-sedumbre del niño. Su voz no era su arma; su alma era el consejo, la palabra de aliento, la máxima de experiencia que asomaba a sus labios.Entonces, cuando departía en silencio, en intimidad de amigos y de hermanos, el corazón suave, el espíritu flexible y delicado asomaba con rasgos simpáticos. ¡A ese que parecía insensible al dolor, le hemos visto rendir tributo al manantial de las lágrimas! La cultura del P. Gi-meno era sobresaliente. Desde joven había sido un aficionado por los escritores de Lacio. En el idioma latino (que poseía a perfección) ha-llaba un solaz. De aquí que no fuera raro el encontrarle quemando sus cejas sobre un infolio. ¿Qué leía? ¿Con qué recreaba su pensamiento cuando sobre el pergamino, casi carcomido por la polilla, inclinaba su frente? Lo hemos visto: o con un comentario de San Agustín o leyendo un capítulo de Tácito o Flavio Josefo. En el púlpito hizo una figuración simpritica. Con saber mucha retórica, no fue un retórico al hablar en la cátedra. Pocas veces se preocupó de pulir o de sujetar a leyes de literatura sus trabajos. Subía al púlpito llevando como caudal su fe, su convicción en el dogma. Por eso sus pláticas se imponían por la tonalidad de un espontáneo razonamiento.Él no discutía; él exponía; lanzaba anatemas contra los petulantes y descreídos, y no podía llegar al fin de sus discursos sin una nota de lástima, de pena, por los maldicientes y depravados. Su oratoria, en suma, era una oratoria viril; se destacaba por su sabor evangélico y encuadraba en un todo en los consejos que a los predicadores de la palabra divina señalara el Patriarca seráfico. De su sociabilidad hay más de un ejemplo. Para sus amigos era fado un sincero. Haciendo uso del refrán común, podemos decir que no andaba con vueltas. No se revelaba enigmático; hablaba con franqueza cordial, reprochaba con

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independencia las acciones vulgares, y sabía como pocos ser fuerte siendo blando, ser dulce siendo áspero. En esta idiosincrasia ha sido todo un carácter. En sus últimos años, esa voluntad tan robusta había declinado en sus fuerzas. Las huellas del rostro, la palidez de la fren-te y hasta la debilidad de su acento, decían desgaste. La muerte ha confirmado estos presentimientos y la realidad de sus despojos, con la elocuencia dolorosísima, rubrican la razón de ser de estas incerti-dumbres. El P. Mariano ha muerto cerca de los claustros don deseaba morir.La residencia de Aarón Castellanos, que forma parte de la Provincia franciscana del Río de la Plata debido a la mugnificencia de la señora Mercedes C. de Anchorena, le contaba como fundadora. A él, pues, a él que la animó con su acento y la consagró con sus bendiciones, le correspondía morir contemplando sus muros.La tierra no será insensible para sus restos queridos. Las bendiciones y las lágrimas, las honras y las gratitudes, irán a llamarle, a decirle que hay seres que no olvidan, y que mientras el tiempo se desliza y los días se precipitan en la historia, desde los claustros por él frecuentadas subirán al cielo el clamor de los pecadores y la salmodia suplicante de sus hermanos.

Fr. Pacífico Otero9 de enero de 1907 13

~ ENERO 09 ~

Oremos ante el Señor por nuestros hermanos:1712 FRAY JUAN HIORAZAGA: Hermano laico. Expiró en el con-vento de Córdoba.

1726 FRAY GASPAR DE MIRANDA: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Córdoba.

13 Cfr. El Plata Seráfico, año VII, n.° 89, pp. 38-40 y 83-93.

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1748 FRAY TOMÁS VILLAMONTE: Sacerdote. Exdefinidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1803 FRAY BONIFACIO PALMERO: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1804 FRAY ISIDRO SÁNCHEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1868 FRAY FRANCISCO ANTONIO PEDRAZA: Sacerdote. Entregó su alma al Señor en el convento de Córdoba.

1942 FRAY BERNARDO LOZA: Sacerdote. Nació en Villa del Rosario, provincia de Córdoba, arquidiócesis de Córdoba. Falleció en un accidente automovilístico en las proximidades de Laguna Larga, provincia de Cór-doba, a los 41 años de edad, 25 de profesión religiosa y 17 de sacerdote.De gran corazón y suma caridad, dinámico y emprendedor. Como su-perior del convento de Aarón Castellanos en dos períodos y Director y maestro del mismo colegio durante 15 años gozaba de general estima y simpatía de los alumnos, padres y personas de la religión. Fue fun-dador de la capilla de Villa Zaboya, don descansan sus restos.

1975 FRAY TOMÁS CALVENTO: Sacerdote. Nativo de Marcelino Es-calada. Vistió el hábito a los 15 años y a los 22 se ordenó como sacer-dote. Fue Guardián y Párroco en San Lorenzo, Rosario y Quitilipi, pa-sando sus últimos años en San Martín Norte. Fue fundador del Museo Histórico del Convento San Carlos. Falleció a los 71 años.

1983 FRAY JOSÉ ZANETTI: Sacerdote. Nació en Buenos Aires. Falleció en Corrientes a los 81 años. Siendo aún niño ingresó a la Orden en San Lorenzo. Ordenado sacer-dote a los 24 años desarrolló su apostolado en la docencia, la predica-ción y el ministerio parroquial, destacándose como constante confesor. Estuvo en San Lorenzo, Calchaquí, Villa Guillermina, Resistencia y Corrientes.

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~ ENERO 10 ~

En nuestra Provincia recordamos piadosamente hoy a nuestros hermanos:1742 FRAY PEDRO MIRALETE: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1788 FRAY PEDRO DEL SOCORRO: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1791 FRAY JORGE MANUEL: Hermano laico. Falleció en el convento de Tucumán.

1818 FRAY ANTONIO BUSTAMANTE: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1883 FRAY MAMERTO DE LA ASCENCIÓN ESQUIÚ Y MEDINA: Obispo de Córdoba. Nació el 11 de mayo de 1826 en Piedra Blanca, provincia de Catamarca. Mons. Esquiú, falleció en la Posta del Suncho, cumpliendo con su misión de pastor, a los 57 años de edad, 35 de sa-cerdote y 3 años y 29 días de obispo.

A los cinco años de edad, su buena madre lo vistió con el hábito de San Francisco, en cumplimiento de una promesa que hiciera por la salud de su hijo gravemente enfermo. Entró al convento de Catamarca en cali-dad de “Frailito”, en el año 1836. Entre los 17 y los 18 años terminó sus

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estudios teológicos. Siendo aún corista, a él junto con sus compañeros, los superiores los dedicaron a la enseñanza. Primero en nuestra escue-la de niños (1844) y luego en las cátedras de Filosofía y Teología en el convento y en el colegio seminario de La Merced siendo ya él sacerdote. A los 22 años fue ordenado sacerdote, el 18 de octubre de 1848 en San Juan de Cuyo. El 9 de julio de 1853, predicó su famoso sermón sobre la Constitución, que le dio tanto renombre. Huyendo de los aplausos que le tributaron como orador insuperable, y anhelando llevar una vida más perfecta y oculta al mundo, pasó al colegio misionero de Tarija (Bolivia) en 1862. Por pedido del Sr. Arzobispo de Sucre, se trasladó allí en 1864, en donde dictó la cátedra de Teología en el Seminario Conciliar Metro-politano. Fundó y dirigió “El Cruzado”, que le mereció dos cartas del Santo Padre Pio IX, en las cuales manifiesta la gratitud de la Iglesia por sus trabajos en favor de la misma. Elegido Arzobispo de Buenos Aires en 1872, renuncia indeclinablemente a tan alta dignidad y huye al Ecuador donde se oculta, con el fin de evitar la insistencia del gobierno nacio-nal. En 1877 pasa a Jerusalén. Allí permanecería el resto de su vida, si la obediencia no lo obligara a regresar de nuevo a su Patria. El Papa León XIII lo instituyó Obispo de Córdoba. Aunque también renunció con in-sistencia, aceptó por obedecer al Santo Padre: “Si lo quiere el Papa –dijo Fray Mamerto– Dios lo quiere”. El 12 de diciembre de 1880 recibió la consagración episcopal en el templo de San Francisco de Buenos Aires. Su breve obispado en obras de celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas, fiel reflejo de lo que fue toda su vida de fraile menor: ca-ritativo, celoso, manso, pobre y humilde, penitente y extremadamente amigo de los pobres, sus preferidos. Volviendo de La Rioja, murió en el desempeño de pastor celoso en la Posta del Suncho, auxiliado espiritual-mente por el sacerdote, su familiar que lo acompañaba. Trasladado su cadáver a Avellaneda, población perteneciente a la Diócesis de Córdo-ba, y allí fue sepultado en una humilde capilla por disposición de un P. Franciscano, Fray Juan Baigorrí, que accidentalmente se encontraba allí. Por disposición del Sr. Presidente de la República, Dr. Julio A. Roca, fue exhumado el cadáver a las 31 horas, después, y trasladado a la ciudad de Córdoba para que recibiera honrosa sepultura. (El decreto del Poder Ejecutivo Nacional dispuso también la autopsia del cadáver, pues habría

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corrido el rumor de que el Obispo de Córdoba había sido envenenado. El Dr. Seara, que hizo la autopsia en el Hospital San Roque de Córdoba, constató que el cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición, mientras el corazón permanecía intacto, como si recién acabara de falle-cer. Como un caso interesante, extrajo el corazón y lo puso en un frasco con alcohol, con la intención de enviarlo al Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Buenos Aires, donde él había estudiado. Cuando llegó a Córdoba, Odorico Esquiú, se enteró de este hecho y solicitó al Dr. Seara que le entregara el corazón, y este se lo entregó justamente con una certificación en que constaba: que dicho corazón había sido extraído del cadáver del Padre Esquiú. Odorico pensaba llevar el corazón a Salta y conservarlo en su hogar como una reliquia familiar. De regreso a Salta pasó por Catamarca para saludar a sus hermanas, y allí se hospedó en el convento franciscano. Cuando los frailes se enteraron de que Odorico llevaba el corazón del Padre Esquiú, le pidieron que lo dejara en el con-vento. Odorico Esquiú, el 17 de mayo 1883 firma un documento en que manifiesta hacer donación del corazón al convento de San Francisco de Catamarca y adjunta la certificación que le diera el Dr. Seara. En ningún momento hubo un proceso de embalsamiento del corazón y mucho me-nos del cadáver, que ofreció todos los síntomas de la descomposición. A principios de siglo, un grupo de médicos a quienes recurrieron los frailes del convento de Catamarca, al comprobar unas pequeñas manchas blan-cas en el corazón dictaminaron que era conveniente “recubrir” el corazón con una ligera capa de barniz para aislarlo de la contaminación del am-biente, ya que no se conserva en una urna herméticamente cerrada. El 31 de enero de 1883, una masa enorme de gente; el Cabildo de Canónigos, el Gobernador con su plaza mayor, representantes de las cámaras pro-vinciales, magistrado y además autoridades civiles y militares, todas las comunidades religiosas, colegios, los pobres y los niños, todo el pueblo se dio cita para honrar al santo y amado pastor. Nunca se había visto una manifestación semejante en la ciudad de Córdoba. En los numero-sos funerales realizados en el país y aún en otros, las oraciones fúnebres pronunciadas por respetados oradores sagrados son verdaderos panegí-ricos reveladores de las heroicas virtudes del llorado obispo modelo. El corazón incorrupto del Padre Esquiú se conservó honoríficamente en un

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artístico relicario, donación de la insigne benefactora de la Provincia, Sra. Ernestina Lavallol de Acosta, en nuestra iglesia de Catamarca, donde es visitado por innumerables personas de todas las condiciones y de todo el país. Hasta que fue robado de ahí en el año 2008, sin encontrarse todavía. La unánime devoción popular despertada por su fama de varón santo creció con su muerte.En 1946, en el Vaticano, fue introducida su causa de beatificación.El Sr. Eduardo Bierzychudek, Bibliotecario de la Biblioteca Fray Ma-merto Esquiú de San Antonio de Padua en Buenos Aires, en el año 2012, ha catalogado todos los escritos que ha encontrado de Fray Ma-merto 14. “Fray Jorge Martínez, Vice Postulador de la Causa de Beatificación de Fray Mamerto, en el Informe presentado al Capítulo Provincial 2010 manifiesta: “Dicho proceso jurídico-canónico, por cierto, tuvo muchas dificultades a través de los años: inseguros pasos al inicio; la segunda guerra mundial; la opinión dispar de los censores teólogos y el archivo de la misma por Pio XII; luego su reapertura por gestiones del emba-jador argentino ante la Santa Sede y las respuestas favorables de Juan XXIII y Pablo VI; el trabajo de revisar lo actuado y la puesta al día en la década del ’60, tarea muy bien realizada por el que fuera Vice-Postu-lador entonces, Fray Berardo Martínez; el nuevo detenimiento a partir de 1978; el proceder desde esta fecha, equivocado pero no por mala voluntad, sino por incompetencia jurídico-canónica, no se obró según el derecho canónico y lo dispuesto luego por la Constitución “Divi-nus perfectionis magister”; no se dispuso de una persona laureada en derecho canónico al frente de la Causa como lo indica la legislación vigente a partir de 1983. Recién en 1993 se perciben los deterioros en el proceder de la causa al intentar responder a los requerimientos del Sr. Cardenal Arzobispo de Córdoba y el Postulador General de la Orden. Otro detenimiento se dio por la demora de siete años de los peritos designados en Córdoba para rever lo nuevo aparecido en esos quince años de inactividad jurídico-canónica sobre Esquiú, entre los años 1978

14 Cfr. Eduardo Bierzychudek, Catálogo de Impresos Franciscanos, Editorial Castañeda, Buenos Aires, 2012, pp. 225-243.

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y 1993, período que se debía subsanar. Todo lo cual, claramente, indica la gran demora en el tiempo que se lleva en esta Causa.

A partir de 1993 mucho se ha trabajado en el desarrollo de la Causa. De hecho, ya podemos regocijarnos y decir que aparecieron los frutos de esta nueva etapa: a) Se consiguió la sanación jurídica de los años no actuados; se

aprobaron todos los procedimientos anteriores, se aprobó tam-bién el proceso del milagro realizado a nivel diocesano; se de-signó el relator ante la Sagrada Congregación de los Santos y se concluyó con los trabajos de la heroicidad de las virtudes.

b) Fue aprobada la ‘heroicidad de las virtudes’ a fines del 2004 por los peritos históricos, el 6 de febrero de 2006 se aprobó la ‘heroicidad de las virtudes’ por los peritos teólogos; el 17 de octubre de 2006, la Comisión de Obispos y Cardenales aprobó la misma ‘heroicidad de las virtudes’ y el 16 de diciembre de 2006 el Santo Padre, Benedicto XVI, emite el decreto aproban-do la ‘heroicidad de las virtudes’ y la designación del Siervo de Dios ya como ‘Venerable’. Todo lo cual figura oficialmente en ‘Acta Ordinis’.

c) En lo que fue del año 2007, las cosas ya no se dieron tan favora-bles: Uno de los peritos oftalmólogos, designado después del decreto del Santo Padre, da su dictamen contrario al milagro, aduce que el profesor Salazar pudo haberse curado por la in-gesta de medicamentos. Algo extraño, pues no fue medicado en forma alguna por la trombosis, el beneficiado solamente re-cibía la medicina acostumbrada por sus problemas cardíacos y de diabetes. En el diagnóstico de los oftalmólogos de Catamar-ca dice: “Trombosis de Retina irreversible, no hay medicación ni cirugía posibles”. En el diagnóstico de los especialistas de Córdoba dice: “Trombosis de Retina irreversible, no hay medi-cina ni cirugía posible, debe viajar acompañado”. A esto se ad-juntó una declaración jurada de que el paciente jamás recibió medicina alguna por su afección de trombosis. Un segundo perito adhiere a lo dicho por el primero, lo que da la impre-

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sión de que ni siquiera se leyó el expediente remitido. Se hace recurso a Roma y se designa un tercer perito, el que también rechaza el milagro pues, según alude a hipótesis de algunos especialistas, en esa afección, quizá la trombosis no fue total y otras células nerviosas pudieron haber cubierto la deficiencia verificada, olvidando que en derecho no se usa el condicional ni lo hipotético, se dice ‘consta’ o ‘no consta’ y eso con pruebas evidentes. Ahí lo incomprensible de estas respuestas, por cier-to ‘Quot homines tot causae aut sententiae’.

d) En cuanto a las actividades por difundir su conocimiento se han publicado libros, artículos, folletos y estampas que en di-versa forma se hacen llegar a los fieles. Se han dictado confe-rencias y charlas sobre la vida y virtudes del Venerable Esquiú en Centros culturales e Instituciones educativas. Se han reali-zado varias ‘Misiones Esquiú’ en diversos puntos de la provin-cia de Catamarca y aún fuera de los límites de esta Diócesis, las que se realizan con la colaboración de los integrantes de la ‘Comisión Esquiú pro beatificación’, misiones apostólicas que se las prepara debidamente, en las que no solo se trata sobre la vida y virtudes del Venerable, sino también sobre todo lo que se refiere a la evangelización.

e) Se reacondicionaron la celda del Padre Esquiú y la celda con-tigua donde, como pequeño museo, se guardaban recordato-rios del Venerable Fray Mamerto. El 11 de mayo de 2007 se inauguró el nuevo “Museo Esquiú”, con la colaboración de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de la ciudad de Ca-tamarca; se consiguió reunir más de 60 piezas referentes a Es-quiú entre lo ya existente en el convento y lo que se rescató del Museo Calchaquí. Al acto asistieron, entre otras autoridades, el entonces nuevo Obispo Coadjutor, el Sr. Gobernador, el Sr. Intendente y la Secretaria de Cultura, religiosos de la casa, sa-cerdotes diocesanos y mucho público” 15.

15 Fray Jorge Martínez OFM, Informe al Capítulo Provincial 2010, sobre “El estado Actual de la Causa de Beatificación del Venerable Fray Mamerto Esquiú”.

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~ ENERO 11 ~

Recordemos ante el Señor hoy a nuestros hermanos: 1749 FRAY JUAN DIAZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1751 FRAY DOMINGO RAMOS: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Santa Fe.

1795 FRAY ANTONIO SANTA CLARA 16: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1821 FRAY SEBASTIÁN MÉNDEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

~ ENERO 12 ~

Hoy recordemos ante el Señor a nuestros hermanos:1777 FRAY CASIMIRO BUSTAMANTE: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1779 FRAY FRANCISCO VIÑAS: Hermano, laico. Expiró en el con-vento de Corrientes.

1771 FRAY NICOLÁS PERALTA: Hermano laico, falleció en el con-vento de Corrientes.

1806 FRAY JOSÉ FELICIANO CASTRO: Hermano corista. Falleció en el convento de la Santa Recolección del Pilar de Buenos Aires.

1939 FRAY ANTONIO LÓPEZ: nació en Madrid, arquidiócesis de Ma-drid, España. Falleció en el convento de Aarón Castellanos, a los 64


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años de edad, 46 de profesión religiosa y 40 de sacerdote. De corazón bondadoso, caritativo y humilde. Religioso fundador con el P. Mariano Martín Gimeno de nuestro convento “Colegio de Aarón Castellanos”. Como Director y Párroco, demostró un encomiable celo sacerdotal. En el convento de Buenos Aires fue maestro de postulantes, segundo de novicios y profesor de canto gregoriano.

~ ENERO 13 ~

Evocamos hoy la memoria de nuestros hermanos: 1655 FRAY JUAN DE AFROITA: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Santa Fe.

1701 FRAY ALONSO MONTIEL: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1760 FRAY FRANCISCO ESCUDERO: Sacerdote. Ex Custodio. Falle-ció en la Santa Recolección de Buenos Aires.

1761 FRAY JUAN SANDOVAL: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1802 FRAY FRANCISCO SOLANO MARTÍNEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1810 FRAY FRANCISCO PARDO: Hermano laico. Expiró en el con-vento de Córdoba.

1896 FRAY JOSÉ PEDRO VERÓN: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

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~ ENERO 14 ~

Recordemos hoy ante el Señor a nuestros hermanos:1745 FRAY FRANCISCO PEDRAZA: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Salta.

1802 FRAY EUSEBIO VICTORIA: Sacerdote. Predicador general. Fa-lleció en el convento de Jujuy.

1842 FRAY LUCIANO GODEA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1926 FRAY JOSÉ TABORDA: Sacerdote. Falleció en el convento de Mendoza.

1934 FRAY PEDRO COSTOYA: nació en Arzua, diócesis de Compos-tela, España. Falleció piadosamente en el Señor, en el convento de Buenos Aires, a los 52 años de edad, 31 de profesión religiosa y 21 de sacerdote. Virtuoso y observante, bondadoso y sencillo. Confesor infatigable y director espiritual. Desarrolló una laboriosidad espiritual y apostólica digna de encomio. Fue Guardián y Párroco del convento y Parroquia de La Plata. Maestro de postulantes en Córdoba, Buenos Aires y Aarón Castellanos, Vice maestro de coristas, y Director del colegio San Fran-cisco de Buenos Aires, oficios en los que dio ejemplos de abnegación, buena voluntad y sacrificio.

1958 FRAY AGUSTÍN QUARÍN: Sacerdote. Natural de Údine. Falleció en Italia, donde regresó tras varios años de apostolado en la Comisaría San Miguel Arcángel. Ingresó en el convento San Carlos a los 16 años, siendo ordenado In sacris a los 24 años. A su iniciativa se deben el monumento a la Inma-culada en Rosario, y la construcción del Colegio San Francisco Solano en 1907. Siendo Guardián en San Lorenzo, hizo construir el actual coro. Fue un religioso cabal y muy devoto de la Santísima Virgen.

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~ ENERO 15 ~

Recordamos hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1728 FRAY JOSÉ ANEBALI: Sacerdote. Falleció en la localidad de Rio Tercero, Córdoba.

1798 FRAY PABLO CASADO: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1803 FRAY LÁZARO: Sacerdote. Falleció en Corrientes.

~ ENERO 16 ~

En la provincia evocamos hoy la memoria de nuestros hermanos: 1777 FRAY ÁLVAREZ ISIDRO: Sacerdote.

1791 FRAY LUIS DE VILLAMARÍA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1812 FRAY SEBASTIÁN DE SAPATERÍA: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1822 FRAY DOMINGO NAVARRO: Sacerdote. Falleció en el convento de Montevideo, Uruguay.

1859 FRAY BASILIO ANTONIO LÓPEZ 17: Obispo diocesano. Fallecióen Asunción, Paraguay.

17 Cfr. Archivo Histórico de Buenos Aires y Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Francisca-nos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 221.

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1895 FRAY PATRICIO O`SHEA: De origen irlandés, fue maestro de no-vicios y Guardián en San Lorenzo. Además, fue el primer Guardián y primer director de la Residencia y Escuela San Francisco Solano de Rosario. Falleció en San Lorenzo, a los 47 años de edad.

1914 FRAY FRANCISCO BALDINI: natural de la Provincia de La Mar-ca. Falleció en el Convento de Río Cuarto a los 82 años.

1950 FRAY BERNARDO SAVIO: Sacerdote. Nació en Monte Moro, diócesis Januensis, Italia. Humilde y servicial. En varios de nuestros conventos, cumplió diversos oficios propios de los hermanos laicos de entonces. Falleció en el convento de San Antonio de Padua, víctima de una incurable y dolorosa enfermedad a los 67 años de edad y 31 de profesión religiosa.

1954 FRAY ANTONIO SANTA CLARA CÓRDOBA: nació en Ancasti, diócesis y provincia de Catamarca. Falleció en el Hospital Álvarez de la ciudad de Buenos Aires, a pocas horas de haber sido arrollado por un tren eléctrico en la estación Flores, a 89 años de edad, 71 de profe-sión religiosa y 66 de sacerdote. Fue fiel exponente de la austera formación claustral y muy celoso de la disciplina regular con espíritu verdaderamente franciscano. Por eso austero y ejemplar religioso, recogido siempre en la soledad recoleta de su celda. Allí dedicó largas horas de su vida –afectada gran parte de ella por carencia total del sentido del oído– al estudio de las ciencias sagradas y a la investigación histórica, sin descuidar en absoluto el sagrado ministerio, en el confesonario, en la predicación y en la en-señanza. Fue maestro de postulantes en Aarón Castellanos y Buenos Aires, y Guardián del convento de Aarón Castellanos. Notable escri-tor, entre sus obras se destacan: “Los franciscanos en las Repúblicas del Plata”, síntesis histórica de nuestra Provincia; “Los franciscanos en el Paraguay” (una relación del fecundo apostolado franciscano desa-rrollado por numerosos hermanos nuestros, en la tierra guaraní). Sus principales monografías fueron: “Vida del obispo Rizo Patrón”, “Vida de San Francisco Solano”, “Vida de Santa Clara” (inédita). “También

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entre otros escritos figuran: ´La Indulgencia de la Porciúncula´, ´Vida de San Francisco de Asís: reseña histórica de su vida” 18.

~ ENERO 17 ~

Elevemos nuestras preces al Señor por nuestros hermanos: 1769 FRAY FRANCISCO BENAVIDEZ: Sacerdote.

1771 FRAY SIMÓN BAUTISTA: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1774 FRAY PEDRO HIDALGO: Falleció en el convento de La Rioja.

1775 FRAY JOSÉ A. ARIAS: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

1814 FRAY PEDRO VELAZCO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1939 FRAY AMADEO MARI: Sacerdote. Oriundo de Montorio, Pro-vincia de Roma. Vistió el hábito a los 21 años y se ordenó de sacerdote tres años más tarde. Sirvió alegremente al Señor entre nosotros durante 32 años. Falleció en forma repentina en San Lorenzo a los 72 años.

1976 FRAY DIEGO DE JESÚS MOLINA: nació en Vinchina, diócesis y provincia de La Rioja. Falleció en el Hospital de Urgencia de la ciudad de Córdoba, a los 63 años de edad y 40 de religioso. “Nació en Vinchina, provincia de la Rioja (Argentina) el 10 de octubre de 1913. En el bautismo le pusieron el nombre de Máximo. Vistió el há-bito el 12 de marzo de 1935 en Catamarca, donde hizo su noviciado bajo

18 Cfr. Eduardo Bierzychudek, Nuevo Mundo, Catálogo de Impresos Francisca-nos. Ediciones Castañeda. Buenos Aires (2012), p. 216.

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la dirección del P. Lobo. Su Profesión Temporal la emitió el 13 de marzo de 1936 y la Profesión Solemne el 20 de marzo de 1939 en el convento de San Antonio de Padua. Ya religioso, permaneció un año en Catamarca y luego pasó por un año a Mendoza y de allí a Aarón Castellanos donde estuvo 10 años. Ejerció los oficios de portero y sacristán. Destinado a Corrientes durante 6 años, en ese convento y gracias a la comprensión del P. Brusasca, entonces superior, se consagró a estudiar música, apro-vechando sus condiciones para la misma. Trasladado a Córdoba, fue el organista de nuestro convento. Formó coros de niños, especialmente con los postulantes y compuso obras musicales, entre ellas una misa en castellano. En ese convento moró hasta su muerte. Fue un verdadero fraile menor, que vivió el Evangelio cumpliendo la Regla de San Fran-cisco. Sencillo y afable como buen riojano, tenía salidas chispeantes, que hacían muy gratas sus conversaciones. Franco y servicial supo con-quistar el afecto de sus hermanos y la amistad de cuantos lo trataron. Su vida interior infundía sentido cristiano a sus actos y palabras” 19. Fray Luis Cano

~ ENERO 18 ~

Nuestro memento sea hoy para nuestros hermanos:1713 FRAY DIEGO DE AGUIRRE: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1771 FRAY ANTONIO FRANCO 20: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1811 FRAY JUAN PASCUAL GIMÉNEZ.

1819 FRAY BENITO RODRÍGUEZ: Sacerdote. Expiró en el convento de Córdoba.

19 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VIII, n.º 49, ( enero/marzo 1976) p. 7.20 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 217.

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1917 FRAY JULIO C. DE ALVA: Sacerdote. Era natural de Río Cuarto (Córdoba). Falleció en el Hospital de Caridad de Rosario, a los 55 años.A los 16 años, en Rio Cuarto, ingresó a la vida religiosa. Ya sacerdote, pasó a la Comisaría de Misioneros, trabajando sobre todo en el conven-to La Merced y al frente de la parroquia de Formosa.

1939 FRAY ENRIQUE BIAGINI: Ordenado sacerdote en Italia en 1891, se incorporó a la Comisaría San Miguel Arcángel. Falleció en el Con-vento de San Carlos a los 70 años. Se caracterizó por su celo y prudencia. Fue Visitador general en Perú y Colombia, por dos periodos; Comisario Provincial y uno en Bolivia. Sirvió, además, como consejero varias veces, dos veces como Guardián en Salta y una en San Lorenzo.

~ ENERO 19 ~

Recordemos hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1742 FRAY CLEMENTE CABRERA: Sacerdote. Lector jubilado y Defi-nidor provincial. Falleció en el convento de Córdoba.

1803 FRAY ISIDRO VALENZUELA: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Corrientes.

1822 FRAY PEDRO GARCÍA: Sacerdote. Nació en Gastín, Obispado de Pamplona. Falleció en San Lorenzo a los 73 años de un derrame cerebral. Se ordenó sacerdote diocesano y a los 28 años recibió el hábito de me-nor de Olite. Llegó al país con los 13 fundadores del Colegio Apostólico San Carlos y ocupó los cargos de Visitador y Prefecto de las misiones. Siendo el sexto Guardián, en 1813 dio albergue al coronel San Martín y sus valientes granaderos.

1859 FRAY PACÍFICO CABELLA: nació en Génova, allí recibió el há-bito a los 22 años. Vino al país integrando el grupo de los primeros

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franciscanos que pidió al Gobernador Juan Pujol para el Convento de La Merced. Falleció en San Lorenzo a los 39 años.

1879 FRAY FÉLIX PERRINO: Falleció en el convento San Francisco So-lano de Río Cuarto.

~ ENERO 20 ~

Nuestra oración al Señor rogando por nuestros hermanos: 1762 FRAY FRANCISCO TOSCANO: Hermano laico. Falleció en el convento de Santa Fe.

1784 FRAY JAVIER MONSÓN: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1785 FRAY MIGUEL HURTADO: Hermano laico. Expiró en el con-vento de Corrientes.

1805 FRAY JUAN MANUEL SOTO: Hermano corista subdiácono. Falleció en la Santa Recolección del Pilar, Buenos Aires.

1852 FRAY MIGUEL JOSÉ OTEYZA: Nació en Navarra y a los 30 años ingresó al Colegio Apostólico San Carlos, falleciendo cinco años después.

1904 FRAY MASEO MASEI: Originario de la Provincia San José de Tuscia. Falleció en Salta, a los 76 años. Se incorporó al Colegio Apostólico San Diego, ejercitando los ministe-rios de maestro de novicios y prefecto de misiones. En 1859, en compa-ñía del Hno. Daniel Michelini fundó en el río Bermejo la Misión de la Purísima. Fue varón observante y de espíritu de oración.

1987 FRAY ALDO BOLLINI: Sacerdote. Natural de la República de San Marino. Falleció en Corrientes, a los 84 años. Sus restos descansan en Laishí.

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Quiso misionar en la China, pero la obediencia lo envió entre nosotros. Seis décadas de vida misionera consagró este sacerdote simple y sen-cillo a la provincia de Formosa donde era tradicional su bonhomía. En Tacaaglé fue encargado del Correo, del Registro Civil y del Instituto Meteorológico.

~ ENERO 21 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1800 FRAY MANUEL ANTONIO FERNÁNDEZ: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de “Las Garzas”.

1823 FRAY CAYETANO JOSÉ RODRÍGUEZ: Sacerdote. Natural de San Pedro, provincia de Buenos Aires (hoy diócesis de San Nicolás). Falle-ció en el convento de Buenos Aires. De él escribió el prestigioso historiador Enrique Udaondo, terciario franciscano: “Religioso austero y observante, sacerdote ejemplar, ver-dadero discípulo de Cristo, patriota de corte antiguo, orador de vuelo, periodista galano y catedrático tan ilustrado en los cánones sagrados como en profanos, legislador y poeta distinguido”. Dictó cátedras de Filosofía y Teología en Córdoba y en Buenos Aires, donde además ense-ñó física, asignatura sobre la cual escribió un tratado. Se consagró al sa-grado ministerio con verdadero espíritu evangélico. Capellán de comu-nidades religiosas entre las que se destaca la de la Casa de Ejercicios de la Madre María de la Paz Figueroa. Nombrado Provincial en el célebre capítulo del 5 de febrero de 1811, ordenado por el gobierno civil y pre-sidido por el Deán Funes, gobernó la Provincia hasta el 8 de septiem-bre de 1814. En 1812 es electo Diputado a la Asamblea Constituyente. Entre los años 1813-1815, se destacó como redactor de “La Asamblea”, diario de secciones, bajo el epígrafe “steriles transmissimus annos”. En 1815, la Asamblea lo elige diputado que lo represente en el Congreso de Tucumán. En el mismo, Fray Cayetano Rodríguez, es el autor del acta declaratoria de nuestra Independencia, que firmaron todos los congre-sales en la sección memorable del 9 de julio de 1816. Su actuación en el

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Congreso de Tucumán lo cataloga como “unos de los personajes más capases y uno de los patriotas más sincero, más reflexivos y más influ-yente de ese congreso”. También se desempeñó examinador sinodal y consultor del Santo Oficio. El pueblo de San Pedro agradecido a tan ilustre hijo inauguró un monumento en su honor el 21 de enero de 1903.

1890 FRAY ANGÉLICO RUGGI: Misionó durante 19 años en los cole-gios de Salta y Rio Cuarto. Falleció en Río Cuarto.

1938 FRAY FRANCISCO LUIS PAZ: Sacerdote. Nació en la ciudad de San Miguel de Tucumán, arquidiócesis de Tucumán. Falleció en el Hospital Español de la ciudad de Córdoba, a los 55 años de edad, 29 de profesión religiosa y 25 de sacerdote. De corazón manso y bondadoso, de espíritu alegre y afable, se hacía querer de cuantos lo trataban, y a todos atraía por su sinceridad y ama-bilidad. Religioso humilde y obediente, amigo de la paz y el recogi-miento, se esmeró en el cumplimiento de los oficios y trabajos que le fueron encomendados. Fue presidente, maestro y director del convento y colegio de Aarón Castellanos, rector del colegio seráfico de Córdoba, maestro de estudiantes, Secretario de visita y Definidor en dos períodos.

~ ENERO 22 ~

Nuestro memento sea hoy para nuestros hermanos:1771 FRAY JUAN BAUTISTA PORTUGUEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1773 FRAY FERNANDO ALDERETE: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Jujuy.

1811 FRAY BENITO GERONA: Hermano laico. Fue maestro durante muchos años en la escuela del convento de Córdoba y también en la escuela oficial sostenida por el gobierno. Falleció en el convento de Córdoba.

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1910 FRAY ANTONIO DATTI: Hijo de la Provincia Romana, vivió en-tre nosotros durante 38 años. Falleció en el convento San Salvador de Jujuy.

1952 FRAY MIGUEL AMUNDARAIN: Misionó en Laishí, y es a quien se le atribuye la construcción del puente sobre el río Salado aún exis-tente. Luego regresando a España, falleció en su provincia natal.

1953 FRAY JOSÉ POZZI: Nació en Cardé, Provincia de Cúneo. Falleció en el convento de Rosario a los 86 años. A los 22 años tomó el hábito en el convento San Carlos. Allí estudió y fue posteriormente Guardián. En 1914 fundó en Rosario la “Liga de Protección de la Mujer”. Misionó en las entonces extensas parroquias de Formosa, San Javier y San Lorenzo.

~ ENERO 23 ~

Evocamos hoy la memoria de nuestros hermanos: 1754 FRAY ALONSO MELENDEZ: Sacerdote. Natural de Buenos Ai-res. Ocupó el oficio de Ministro provincial desde el 17 de abril de 1732, hasta el 17 de mayo de 1737. Fue elegido en el Capítulo celebrado en el convento de Santa Úrsula. Además, fue Visitador general de la Provin-cia de 1739 a 1740. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1768 FRAY FRANCISCO SOLANO: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1772 FRAY ANDRÉS FERNÁNDEZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Jujuy.

1776 FRAY FRANCISCO MÉNDEZ: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1793 FRAY JOSÉ CARVALLO: Sacerdote. Falleció en Corrientes.

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1804 FRAY RAFAEL ANTONIO SÁENZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1806 FRAY VICENTE DE LA VEGA VELARDE: Sacerdote. Fue visi-tador general de la provincia en los años 1802 y 1803. Falleció en el convento San Bernardo de Montevideo, Uruguay.

1897 FRAY JOSÉ SALVADOR MARÍA DE LA RETA 21: Nació en Men-doza el 20 de marzo de 1831. Cumplió su tarea apostólica hasta su muerte, el 23 de enero de 1897. Este fraile fue discípulo de Fray Mamerto Esquiú. Recibió la Ordena-ción Sacerdotal en 1855. Se desempeñó como párroco en Mendoza y secretario de Monseñor Aldazor. El obispo Fray Wenceslao Achával solicitó su nombramiento como Obispo Auxiliar. En 1881, con el apoyo del Presidente Roca, fue nombrado por León XIII y consagrado por Monseñor Achával y Medina en la iglesia San Nicolás de Mendoza. Por encargo de Fray Wenceslao Achával realizó la Visita Pastoral a la Dió-cesis de San Juan de Cuyo, entre agosto de 1884 y septiembre de 1885. Tuvo, además, el cargo de presidente de la Legislatura de Mendoza.

1941 FRAY OSVALDO BURELLA: Sacerdote. Nativo de Bagnarola, Vene-to. Falleció prematuramente a los 40 años en la misión de Nueva Pompe-ya, Chaco. Sus restos en 1967 fueron trasladados al convento San Carlos. Ingresó como novicio a San Lorenzo a los 17 años. Ordenado sacerdote en Buenos Aires a los 24 años, cumplió su oficio ministerial silenciosa y vir-tuosamente.

~ ENERO 24 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron:

21 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Aires (2012), p. 296.

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1770 FRAY ROQUE FERREYRA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1782 FRAY JUAN RUIZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1901 FRAY JOSÉ SILVERIO PÁEZ: Niño postulante. Falleció en el convento de Córdoba, a los once años de edad. 1911 FRAY FRANCISCO CABRERA: Hermano estudiante. Falleció en el convento de La Rioja. Llevó una vida ejemplar por su piedad y resignación a la voluntad de Dios.

1953 FRAY JOSÉ DOMINGO CARRIZO: Sacerdote. Natural de Piedra Blanca, provincia y diócesis de Catamarca. Falleció en el Hospital Ar-gerich de la Capital Federal, mientras era intervenido quirúrgicamen-te, a los 79 años de edad, 59 de profesión religiosa y 53 de sacerdote. Religioso observante y buen sacerdote. Trabajó con encomiable celo apostólico en el sagrado ministerio y en los oficios de diversa índole que le confiara la obediencia. Fue Guardián de los conventos de Co-rrientes, Santa Fe y La Plata. Cura párroco en la parroquia de La Plata. Calendarista del obispado de Corrientes, lo fue por muchos años tam-bién en nuestra Provincia y de la Vicaría de San Miguel Arcángel.

1988 FRAY DANIEL LARRAÑAGA AZPEITÍA 22: Nació en Zarautz (Guipúzcoa) el 17 de julio de 1928. El domingo 24 de enero de 1988, después de celebrar su misa con homilía correspondiente, y casi estan-do por terminar la refección del mediodía, nos dejó para irse a partici-par del banquete eterno de la gloria con que el Señor le esperaba. Era el P. Daniel, cuando le conocimos, un hombre de complexión ro-busta y de una voz caudalosa como derrochando salud y optimismo en todo su entorno. Sin embargo, un extraño y dañino germen alimen-

22 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, pp. 30-31.

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tado, quizás, en tierras inhóspitas y duras de misión, fue minando in-sensiblemente su salud hasta lograr doblegarlo casi prematuramente.Vistió la librea franciscana el 27 de agosto de 1946 en el mismo pueblo que le vio nacer, y que profesó el 6 de septiembre de 1947. Después de cursar los estudios superiores en Olite y Arántzazu recibió el presbiterado el 13 de marzo de 1954, cantando su primera misa, junto con su hermano P. Tomás, en la Iglesia de los Franciscanos de la villa veraniega, el 16 de abril de 1954. Muy pronto tuvo que abandonar su querido “txoko” en aras de la Obediencia, para dirigirse rumbo al Perú, junto con un grupo selecto de cinco compañeros encabezados por el P. Manuel Gastelurrutia en enero de 1955, al objeto de reforzar el personal de la extensa misión de Ucayali (Perú) llena de selvas y ríos caudalosos. La expedición fue preparada a raíz de un S.O.S. angustioso que le lanzaran a nuestro Pro-vincial, P. Pablo Lete, solicitándole misioneros para cubrir la merma de personal de la Provincia de San Francisco Solano que la servía. Hubo de entremedio un contrato de diez años, y quizás también, un velado ofrecimiento de ceder a la Provincia de Cantabria el nuevo Vicariato de Requena que nacería con el desmembramiento de la extensa zona del Ucayil. Se creó, en efecto, el nuevo Vicariato, pero las promesas quedaron al aire y los deseos ahogados. El campo de acción donde se estrenó como misionero el P. Daniel, fue Pucallpa, una ciudad de alrededor de 30.000 habitantes, a las orillas del imponente Río Ucayali. Aquí gastó sus mejores energías, y se tro-có en émulo de los grandes misioneros de la primera gesta, abriendo también nuevos surcos del Reino con una vida dura y sacrificada, so-portando cansancios y afanes sin cuento, que a la larga afectarían en su salud. Todo llevado con alegría y entusiasmo de los años jóvenes. Una vez cumplidos los años del contrato con el Vicariato, tuvo que arriar la bandera por motivos ajenos a su voluntad, pero no así amainó en él el espíritu misionero. Y aceptó, por ello, con gusto la Obedien-cia de los superiores para incorporarse a la Custodia del Paraguay, y trasladarse a otro campo de apostolado más llevadero materialmente, si se quiere, pero no menos meritorio, como iba a ser la Residencia y Parroquia de Tierra Santa de Montevideo. Con ejemplaridad singu-

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lar se dedicó al servicio de la Parroquia y al fiel cumplimiento de su ministerio, poniendo en práctica toda la experiencia de misionero de primera línea. Después de no mucho tiempo fue destinado a nuestras Casas de Villa Industriales y Villa Diamante en la Argentina, donde también dejó sus huellas de hombre laborioso y emprendedor. Pero donde gastó el P. Daniel, los años más largos de su vida en Amé-rica fue en Mar del Plata (Argentina), dedicado también al ministerio y más a la enseñanza y a la administración del gran Colegio Fray Ma-merto Esquiú, donde, además, colaboró en la terminación total del edi-ficio. También se debió a su espíritu emprendedor la erección de una escuela parroquial, con su Ig1esia, en los límites de la Parroquia de San Francisco del Parque Luro donde venía trabajando, y que se le conoce como el Colegio San Roque. De un carácter bondadoso y campechano, se ganó las simpatías y el aprecio de la gente con quien trataba. Resentido visiblemente en su salud, no pudo menos de regresar a la Provincia, muy a pesar suyo, dejando girones de recuerdos y senti-mientos en aquella tierra. Le vemos, luego, en la última etapa de su vida, disfrutando de la sose-gada quietud del Convento de Olite, llevando la cruz de sus achaques con admirable ejemplaridad, y arrimando todavía sus hombros a los distintos compromisos de la vida conventual.

2004 FRAY RAÚL VICENTE ESPILOCÍN 23: Falleció en Catamarca el 24 de enero de 2004. Después de una enfermedad relativamente prolon-gada y de recibir devotamente los Sacramentos de la Penitencia, Santa Unción y Viático, el P. Raúl se encontró con la hermana muerte, en la misma ciudad de la Virgen del Valle que lo viera nacer 69 años antes. El Hno. Raúl Vicente Espilocín, hijo de Pedro Vicente y de María Vic-torina había nacido en la ciudad de Catamarca el 3 de febrero de 1935. Siendo aún adolescente –cual otro Samuel– había escuchado la voz del Señor que lo llamaba a seguirle, al estilo de Francisco siguiendo las

23 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXXVII, n.° 182 ( enero/abril 2005), p.16.

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huellas de su coterráneo, Fr. Mamerto Esquiú, entró en el convento de San Francisco de su ciudad natal. De allí pasó sucesivamente a los Postulantados de Córdoba y Paso del Rey. Allí entre oración y estudio, trabajo y deporte, los años fueron pa-sando; hasta que al fin del 4º año del secundario– tal era la costumbre de entonces– ingresó al Noviciado en Catamarca. Tomó el hábito el 29 de enero de 1955. Fue ese el año de la revolución en el segundo gobier-no de Perón, que se caracterizó por mantener este una fuerte tensión y hostilidad contra la Iglesia, manifestada con el incendio y profana-ción de varios templos de Buenos Aires y la detención de sacerdotes y religiosos en diferentes puntos del país. En ese clima de confusión, el Ministro provincial, Fr. León Martinengo había dado órdenes a los Guardianes para que todos los frailes saliesen del convento sin hábito y procurasen la casa de algún bienhechor. Aunque en las provincias del norte no había tanto peligro como en Buenos Aires y Córdoba, era siempre mejor prevenir. Así las cosas, todos los frailes estaban dispues-tos a cumplir la orden superior. El Hno. Raúl pensaba que estaría bien resguardado en el seno de su familia. Pero esto de la fuga sin hábito provocó una fervorosa indignación por parte del segundo Maestro de Novicios, el casi nonagenario P. Villalba, quien dijo resueltamente: “No, yo no me voy a sacar el hábito; y si no, ¿dónde queda nuestra voca-ción de martirio? ¿Ustedes, no quieren ser mártires?”, preguntaba a sus cofrades. Posteriormente, en septiembre del mismo año, ya teníamos nuevo gobierno en el país. Las aguas se habían calmado. El noviciado no quedaba interrumpido. Y así, Fr. Raúl y sus compañeros pudieron emitir su primera profesión el 30 de enero de 1956. Después, en San An-tonio de Padua (Bs. As) lleva a cabo sus estudios de Filosofía y Teología siendo ordenado sacerdote allí mismo el 23 de diciembre de 1961. La obediencia lo fue colocando en diferentes conventos y Parroquias para el desempeño de su ministerio. Los conventos de Paso del Rey, Santiago del Estero, La Plata, La Rioja y, últimamente Catamarca fue-ron testigos de su celo pastoral y apostólico, ya sea como párroco o representante legal de los colegios. Ya casi en sus Bodas de Plata sacerdotales pidió y obtuvo de sus supe-riores licencia para visitar Asís y Tierra Santa. De ese viaje, además de

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traer el devoto recuerdo de los Lugares Santos, había traído un turban-te, como suelen usar los beduinos árabes. Y el P. Espilocín lo utilizaba en algunas reuniones domésticas para alegrar a los hermanos. Así la vida del P. Raúl fue muy simple, generalmente sin cargos di-rectivos y únicamente como cosa relevante su vivencia fraterna entre los hermanos. Simplemente la vida de un hermano. Por eso, podemos creer que, como se dice de Santa Teresita del Niño Jesús, el P. Espilocín habrá hecho extraordinariamente bien todas las cosas ordinarias de su vida. Ahora, al mismo tiempo que rezamos por su alma, recemos también para que el dueño de la mies envíe nuevas vocaciones a nuestra Pro-vincia, que al menos llene el vacío que él dejó. Fr. José Eduardo Zatti

~ ENERO 25 ~

En este día fallecieron:1749 FRAY ALONSO DEL CARMEN MARTÍNEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1759 FRAY JUAN SAULA: Sacerdote. Predicador general. Falleció en el convento de Tucumán.

1763 FRAY JUAN AGUERANI: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1801 FRAY ANTONIO FERREYRA: Sacerdote. Predicador general. Falleció en el convento de Córdoba.

1808 FRAY PANTALEÓN BENÍTEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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~ ENERO 26 ~

Nuestro memento sea hoy nuestros hermanos:

1742 FRAY JOSÉ SÁNCHEZ: Sacerdote. Falleció en la Santa Recolec-ción de Buenos Aires.

1751 FRAY JOAQUIN LARA: Sacerdote. Lector. Falleció en el conven-to de Córdoba.

1761 FRAY MIGUEL LÓPEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1777 FRAY ISIDRO ÁLVAREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1785 FRAY BERNARDINO MITRE: Hermano laico. Falleció en el con-vento del Rincón, provincia de Santa Fe.

1797 FRAY PABLO DELGADO: Hermano laico. Falleció en San Anto-nio de Areco, provincia de Buenos Aires.

1801 FRAY MARTÍN CÁCERES 24: Hermano laico. Falleció en la Reco-lección del Paraguay.

1906 FRAY CONSTANTINO LONGO: Pertenecía al Colegio Apostóli-co de Río Cuarto, habiendo ingresando a los menores en la Provincia Romana. Desarrolló su apostolado sacerdotal durante 42 años en la enseñanza, la atención espiritual de religiosas y entre los enfermos. Falleció en Buenos Aires.


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1978 FRAY ANTONIO FELIPE SALGADO: Sacerdote. Natural de Ca-pital Federal. Falleció en el convento de Santa Fe, de cáncer pulmonar, a los 62 años de edad, 44 de profesión religiosa y 37 de sacerdote.

“A las cuatro de la mañana falleció el P. Salgado. Nació en la ciudad de Buenos Aires el 1 de mayo de 1916, siendo sus padres don Mariano Salgado y doña Julia Rodríguez. A los 14 años ingresó a la Orden en el convento de Buenos Aires. Tomó el hábito de novicio en el Convento de Catamarca el 26 de enero de 1933. Un año más tarde, el 27 de enero de 1934 emitió su Profesión Temporal. La Profesión Solemne el 28 de enero de 1937 en Córdoba. Fue ordenado sacerdote en el Convento San Antonio de Padua el 21 de diciembre de 1940. Días más tarde canta-ba su primera misa en la Basílica San Francisco de Buenos Aires. De carácter sencillo y espontáneo, se expresaba con los demás muy fran-camente. Vivió pobremente; prueba de ello, en su celda al morir, que-daban algunas pocas cosas de uso personal y algunos libros en relación con la lengua latina a la que se dedicó particularmente y en la que era versado. Obedeció siempre los traslados que le impusiera la Orden. Ordenado sacerdote, lo destinaron al Convento de San Antonio de Pa-dua, como profesor en el Estudiantado y desempeñándose al mismo tiempo en Paso del Rey, donde por muchos años enseñó latín, pertene-ciendo posteriormente a esa comunidad. Fue nombrado años después, Director del Colegio Padre Ramón de la Quintana en Catamarca. Fue superior por un trienio en el convento de La Rioja y Guardián del Con-

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vento de Tucumán. Allí terminó el período del P. Leopoldo Heredia, que falleció el 1 de diciembre de 1966. Por dos trienios consecutivos fue Guardián del mismo convento” 25.

Fray Luis Cano.

1998 FRAY LUIS ANTONIO SACKS: Sacerdote. Nació en la Aldea San-ta María (Entre Ríos). Después de sobrellevar una penosa enfermedad, falleció en San Lorenzo, a los 59 años. Sus restos descansan en el ce-menterio del Convento San Carlos. Emitió sus Primeros Votos en Corrientes en 1956, los Solemnes en 1961, y un año después fue ordenado sacerdote. Sirvió a la Provincia en los oficios de Definidor, Guardián de San Lorenzo y Vicario parroquial allí mismo, en Formosa y Rosario. Dedicó gran parte de su vida a la docencia en los colegios San Carlos, Santa Mónica y San Francisco So-lano. Con muchos dotes para la música, dirigió en manera destacada los “Coros de niños” de Rosario y San Lorenzo. Sus grandes amores fueron los enfermos, la docencia y la música.

2009 FRAY MIGUEL ÁNGEL OVIEDO 26: Sacerdote. Nació el 7 de julio de 1913, en el pueblo de San Pedro, Dpto. de Cruz del Eje, provincia de Córdoba. El 26 de enero de 2009 falleció en la ciudad Autónoma de Buenos Aires, tras una breve dolencia y una añosa ancianidad (tenía 95 años y seis meses cumplidos).

EL LONGEVO Sus padres fueron Marcos Oviedo y Carmen Bazán. Ingresa muy joven al Postulantado del convento de Córdoba. Cumple su año de novicia-do en Catamarca en 1931, teniendo por maestro al siervo de Dios Fray Antonio de Jesús Lobo. Y allí mismo emite su primera Profesión el 25 de marzo de 1932. Profesa solemnemente en Buenos Aires el 26 de marzo de 1935. Recibe la ordenación sacerdotal el 23 de diciembre de 1939.

25 Cfr. Boletín Informativo Noticias: año X, n.° 60, (enero/febrero 1978), p. 10.26 Cfr. Boletín Informativo Noticias: año XL, n.º 197, (enero/marzo 2009), p. 20.

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Un hecho devocional curioso en la Basílica San Francisco de Buenos Aires, cuando era Guardián del convento el P. Oviedo a principios de la década de los 50, y a la sazón ayudante de la sacristía Fray Pedro Errecart. Entonces ante la creciente demanda de las poblaciones popu-lares por la falta de trabajo y el pan para sus hogares, Fray Pedro para paliar tal situación, además de conseguirle trabajo a mucha gente –por su influencia en varios estamentos sociales y otras ayudas materiales ocasionales– se propuso fomentar la devoción a San Benito de Palermo, que era invocado ya, desde el tiempo de la colonia, preferencialmente por la población de los suburbios marginales y alejados del casco cén-trico de la ciudad. Para incrementar la devoción al santo Fray Pedro pi-dió y obtuvo del Guardián el permiso para colocar una pequeña olla de cobre, artísticamente trabajada, en la imagen de San Benito de Palermo, ubicada en el primer altar a la derecha en la Basílica (recordando que el santo había trabajado como cocinero en varios conventos de Italia). Así sería invocado por muchos indigentes devotos, muy numerosos los días cuatro de cada mes, para que San Benito, decía Fray Pedro, les ayudase a “parar la olla”. Al poco tiempo, las imágenes de San Benito de las iglesias de Córdoba, Santa Fe y La Plata quedaban provistas de su correspondiente ollita. También las estampas que se imprimían, desde entonces, contaban con ese emblema característico; y el santo era invocado como “el santo de la olla”. A comienzos de la década de los 60 el P. Oviedo, ante la urgente ne-cesidad de un familiar, consiguió licencia del Provincial para alistarse como capellán de la marina, a fin de poder brindar más eficazmente ayuda a dicho familiar. Lo triste fue que por ello se vio alejado de los hermanos de la Provincia, de tal manera que muchos frailes no llega-ron a conocerlo, a pesar de que el P. Oviedo, ocasionalmente visitara el convento de Bs. As. y prestara algún servicio ministerial. Últimamente, ya retirado de la capellanía militar, sus familiares directos comunicaron su fallecimiento varios días después de haber ocurrido. Otra pena para los que lo hemos conocido y querido como hermano. Sus colegas de la capellanía militar lo recuerdan como un eficiente colaborador pastoral.Encomendamos, pues, al Señor el alma de nuestro hermano Miguel Ángel y abrigamos la esperanza de que al ejercer la caridad con los fa-

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miliares de los hermanos, esta no vaya en desmedro de la vida fraterna de muchas Casas. Felizmente, es lo que ya se está consiguiendo desde hace unos años en nuestra Provincia. El P. Oviedo, siendo el más anciano era, sin pretenderlo, el Decano de la Provincia. Ahora, al restituir su alma al Creador –en este año del VIII Centenario de la Orden– se fue no sin entregar antes ese emblema al sucesor nato, nuestro hermano Adriano Rincón. ¡Hermano Miguel Ángel Oviedo, vive en la misericordia eterna de Dios! Fr. Eduardo Zatti Córdoba: 23 de febrero de 2009

~ ENERO 27 ~

Recordemos hoy en nuestra oración a nuestros hermanos: 1739 FRAY ANTONIO BARRERA: Hermano laico. Expiró en el con-vento de Buenos Aires.

1780 FRAY BLAS CABRAL: Sacerdote. Falleció en el convento de Co-rrientes.

1786 FRAY JUAN INFANTE: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1802 FRAY JUAN FRANCISCO: Sacerdote. Lector de Prima y Regente de estudios. Falleció en el convento de Córdoba.

1817 FRAY JUAN MORALES: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en la Santa Recolección de Buenos Aires.

1830 FRAY FRANCISCO VELÁSQUEZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

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1957 FRAY DIEGO MARÍA MORLAS: Natural de Caazapá, Paraguay. Falleció en Formosa a los 34 años. Sus restos descansan en el panteón franciscano de Laishí. Ingresó en 1946 al noviciado en La Plata. Fue portero del Convento San Carlos y al morir integraba la fraternidad de Laishí. Los hermanos lo recordamos por su sencillez y piedad.

2010 FRAY LUIS AVELINO GUDIÑO 27:

Nació 21 de junio de 1930 en Maquinista Gallini (al noreste de la Pro-vincia de Córdoba). Falleció el miércoles 27 de enero de 2010, en el Convento y Parroquia San Francisco de La Rioja. El lunes 25 de enero de 2010 recibíamos la noticia que Fray Gudiño estaba grave en La Rioja; debía ser operado de una oclusión intestinal; fue operado y había quedado bien, pero debido a otras complicacio-nes, posiblemente del corazón, del que fuera operado unos años an-tes, falleció el mismo día en que la misma hermana muerte visitaba a Fray Pablo Peger en Córdoba, para llevarlos juntos a la casa del PadreProvidencialmente me viene a tocar, ahora, redactar un breve perfil de la vida del Hermano Gudiño, lo que intentaré hacer de buen grado; pues recuerdo todavía con emoción aquella última frase que él me dije-

27 Cfr. Boletín Informativo Noticias: año XLII, n.º 200, (enero/marzo 2010), pp. 11-13.16-22.

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ra en un diálogo previo a mi ingreso al Postulantado. “A vos te convie-ne ir a Paso del Rey”, y él era precisamente Maestro del Postulantado (por veces llamado menor) en Córdoba; y estaba secundado por los Hermanos Aurelio Ardiles y José Palacio. Sus padres Andrés Avelino Gudiño y María Azucena Palacios. Ingresa al Postulantado de Córdoba casi adolescente, a los pocos años fallece su padre y Luis creyó como deber de conciencia que debía desandar el camino emprendido, volver a la casa paterna, ayudar a su madre y acompañar a sus hermanos; pero, estos le contestaron en forma uná-nime desde el mayor al último: “…Vos, Luis, tenés que seguir tu vo-cación, el llamado de Dios, que nosotros nos haremos cargo de toda la familia”. Y así, con la ayuda del consejo de sus hermanos de sangre y los de la Orden pudo discernir mejor su vocación y seguir más seguro por la senda de la vida franciscana. Viste el hábito franciscano el 19 de febrero de 1949, en el convento San Francisco de La Plata. Allí, amén de la formación humana, religiosa y ascética de los hermanos, fue por demás azarosa con respecto a la sa-lud, según contaban los protagonistas de esos años. En un lapso de tres o cuatro años se enfermaron varios novicios, entre estos fray Luis. Tres novicios fallecieron. Así las cosas, se decidió que el Noviciado fuera trasladado primero, temporariamente en San Antonio de Padua, y des-pués en forma definitiva a Catamarca. Fr. Luis se recuperó y felizmente 16 meses después pudo emitir su primera Profesión el 30 de junio de 1950 y por mucho tiempo después quedaría como marcado y acomple-jado con un posible rebrote de la enfermedad. En San Antonio de Padua, cursó todos los estudios filosóficos y teo-lógicos, hará su Profesión Solemne el 30 de junio de 1953, y recibió la ordenación sacerdotal de manos de Mons. Tomás Aspe OFM, el 22 de septiembre de 1956. Después de 50 años, el 22 de septiembre de 2006, Fray Luis tuvo la gracia de presidir la misa de sus Bodas de Oro Sacer-dotales, en La Rioja, acompañado de varios de sus familiares, de los frailes de la casa, de Fr. José Enid Gutiérrez Olmos, Vicario Provincial en ese momento y de otros frailes llegados de diferentes conventos.Los oficios que le tocó desempeñar fueron muy diferentes y variados: Maestro de Postulantes, Ecónomo, Guardián (San Antonio de Padua,

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Mendoza, La Rioja), Párroco, Secretario de Formación y Estudios, De-finidor y Ministro provincial (1980-1986).Haciendo como un resumen del desempeño de los mismos, podríamos decir que fue ecuánime, parco en hablar, pero seguro en la acción. Con osadía y apertura, fiel a la tradición, pero atento a cuanta reforma se venía por parte de la Iglesia o la Orden. Le tocó celebrar la Santa Misa en latín durante más de una década, sin embargo, a un año apenas con-cluido el Concilio Vaticano II, como Guardián de S. A. de Padua, im-pulsó la celebración de la misa conventual en castellano (que era solo en parte) y “concelebrada”. Y lo que ahora nos parece muy normal, en aquellos tiempos los cambios parecían muy profundos y las opinio-nes muy dispares. En otro orden de cosas, cuando en ese tiempo, los hermanos formandos apenas podían salir a la vereda, él admitía que los hermanos de 3° y 4° de Teología pudieran ir los fines de semana a cumplimentar prácticas pastorales a diferentes parroquias, preferente-mente a barrios pobres.Fray Luis demostró audacia cuando siendo Maestro de Postulantes bendijo el Viacrucis en San Antonio de Arredondo, que empezó con una multitud, y llegó hasta la cima del cerro, hasta la Cruz, con un grupo muy reducido de personas. “Como Ministro Provincial le tocó una pesada herencia de una abul-tada deuda, de hacía unos años por desprolijidades en el Economato Provincial. Muchos hermanos vivíamos como abatidos por el proble-ma sin saber cómo podríamos salir de semejante ciénaga, y creo que el propio Luis había llegado a tener problemas de salud por esa causa, pues, diríamos que la procesión iba por dentro.Sin embargo, siempre actuó con ánimo conciliador y esperanzador. Cuando varios hermanos se mostraban demasiado preocupados por los graves problemas económicos, él manifestaba que la vida de la Provincia no iba por ahí, y ponía más el acento en el cuidado de la pastoral voca-cional, en la formación permanente de los hermanos y sobre todo de los formandos. Decía que no podíamos parar la vida de la Provincia por eso.Lo secundaban entonces, Fr. Juan Carlos Larcher, como Vicario Provin-cial y Fr. Isidro Bruni, como Ecónomo, que lo ayudaron mucho. “Entre las medidas que se tomaron para atenuar la presión de la deuda, en

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agosto de 1981, se vendió el frigorífico San Francisco en un quinto de su valor real; en marzo de 1982 se cerró la “Imprenta Talleres Gráficos San Francisco” que funcionaba en Paso del Rey y el Definitorio autori-zó la venta de todas las maquinarias. Se aprobó la permuta de antiguo Colegio San Buenaventura de Córdoba con su terreno adyacente por una nueva construcción en un barrio de la periferia de la ciudad. En 1985 se remodeló la Casa de San Antonio de Arredondo destinada al Noviciado, y se reacondicionó el Postulantado de Paso del Rey. Al fi-nalizar su mandato la Provincia contaba con tres conventos regionales San Cayetano (Ciudad Evita); Piedra Blanca (Catamarca); y Arredon-do-Pampa de Achala (Córdoba); doce conventos: Córdoba, Paso del Rey, San Antonio de Padua, Buenos Aires, La Plata, Aarón Castellanos, Santa Fe, Corrientes, Santiago del Estero, Tucumán, La Rioja y Men-doza, y las otras filiales: Tafí del Valle (Tucumán), El Tala (Catamarca), La Casa Escuela “Los Gigantes” (Córdoba), Las Padercitas (La Rioja), El Carmelo, El Tigre, López Lecube (Buenos Aires). En 1986 se dejó la Casa de Montevideo. También siendo Ministro Provincial tuvo que hacer la excepción de ad-mitir como postulante a un candidato mucho mayor de 30 años (existía la norma que no debían admitirse candidatos mayores de esa edad) y que solo por eso no iba a ser admitido. Entonces, se consultó a Luis como Ministro, y él dijo: “que entre, si está de Dios que sea, será”. Felizmente, estuvo, fue y es. Y a este hermano le tocaría, andado el tiempo, como Ministro Provincial presidir la misa exequial de Fr. Luis. Se trata obviamente de Fray José Enid Gutiérrez Olmos. Fray Luis fue un cordobés que amaba su terruño, del que siempre hablaba con fruición; pero, pareciera que los últimos años se había querenciado en La Rioja, a la que le tocó evangelizar y servir como párroco, guardián o hermano morador en los últimos 24 años (descon-tando un breve período de guardianato en Mendoza), sí, la obediencia lo encaminaba providencialmente para la bendita tierra que pisara San Francisco Solano, presintiendo, quizá, que iba a ser la última morada que Fr. Luis eligiera para sí.Habiendo recibido oportunamente y devotamente los santos sacra-mentos, falleció –como se dijo anteriormente el 27 de enero. La misa

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exequial fue concelebrada el día siguiente en el templo parroquial de San Francisco de La Rioja. Fue presidida por el Ministro Provincial, Fr. José Enid Gutiérrez Olmos, y de la que participaron los religiosos de la Casa, Fray Norberto Buján (Tafí del Valle), Fr. Oscar Cuevaz (Tucu-mán), Fr. Pablo Reartes (Buenos Aries) y varios sacerdotes del Clero Diocesano local.¡Fray Luis A. Gudiño, vive la alegría eterna de Dios! e intercede ante Él por las vocaciones para nuestra Provincia.

Fr. Eduardo José Zatti17 de marzo de 2010

SEMBLANZA DE FRAY LUIS GUDIÑOFue párroco en San Francisco de la Rioja, entre 1995 y 1998 y, principal-mente desarrolló su misión evangelizadora en la zona de la Quebrada: en las Padercitas, en capilla Stella Maris (dique Los Sauces), en la capilla Rosa Mística (Bº Marco y Medio) y en la capilla Niño Jesús Alcalde del Bº Alunai. Desde el año 2005 dejó de ir a esta zona debido a su salud. Desde su ministerio sacerdotal, Luis, siempre estuvo bien dispuesto para llevar la comunión a los enfermos, no solo en la zona de la que-brada, sino también en el Bº Centro o a donde lo solicitaban (solía tener una lista de visitas que distribuía durante la semana).El testimonio de los que lo conocieron valoriza su perseverancia, su amistad y su ayuda concreta. Le dedicaba muchas horas a la confesión y a la dirección espiritual. Fray Luis supo meterse en el corazón de la gente sencilla y así celebraba la misa en las casas, cuando aún no esta-ban en pie muchas de las capillas que hoy existen, como por ejemplo, la capilla Rosa Mística o cuando se realizaba la novena a la Virgen Ste-lla Maris y se hacía la misa en cada casa.

En la QuebradaHay familias que tienen un recuerdo muy vivo de Fray Luis como ser Inés Fajardo, Susy Páez, Chela Tapia, Elba Molina, Petrona Troncoso, Antonia Herrera, Ignacia Pereyra, Benita Bazoni, Juana Tutino, Petrona Varas, Raquel Rosales (Pira), Sara de Manghesi, el Dr. Elíes, y tantos otros.

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La nueva fraternidad llegada a la Rioja, se propuso como posibilidad el poder ir a vivir en las Padercitas, tal es así que en el año 2002, esto era una realidad inminente. El matrimonio Donato Sbíroli de Yolanda Giannuzzi donaron todos los materiales para construir tres piezas y un baño para el sacerdote. Aunque todo estaba concluido en el 2002, nunca pudo llevarse a cabo dicho sueño. Las Sras. Manghesi y Pira Rosales colaboraron bastante con Fray Luis, en la misión casa por casa, en la Misa dominical y materialmente en lo que el templo S. Francisco Solano de las Padercitas necesitara. Conocí personalmente a estas feli-gresas, ya fallecidas, y ellas hablaban con orgullo de aquella época en la que todo estaba por hacerse y no se escatimaban esfuerzos. La Sra. Susy Páez nos refiere: “En el año 1983 llegaron sacerdotes (dio-cesanos) para preparar una Gran Misión, los padres Carlos y Romeo. Dejaron las iniciativas para que el 20 de abril al 5 de mayo (se realizara la misión). Se organiza el movimiento de “misioneras laicas”. Se di-vide la zona en seis sectores, visitadas cada una por dos misioneras encargadas de un censo domiciliario. Durante la misión, coronada con un éxito total, se legalizaron casamientos, bautismos, confirmaciones y Primeras comuniones en gran número”. Desde 1985 llegan a las Pader-citas las hermanas del Buen Pastor (Fray Luis trabajó junto a la Hna. Asunción, tan recordada en este lugar) y también con la Hna. Sara. Fue así que alrededor de 1983, Fray Luis, llegó a la zona de la Quebra-da y cuando las Comunidades Eclesiales de Base habían prendido en la Rioja, a Fray Luis, le tocó formar y sostener a las comunidades de las Padercitas, Stella Maris, Rosa Mística y Alunai. Aún hoy la gente recuerda aquella gran misión, en la que sacerdotes y fieles, estaban em-peñados en construir la Iglesia doméstica. Fray Luis dio gran impulso a la formación laical, a la formación de los catequistas de la parroquia, a la creación de Cáritas, que comenzó a funcionar en la “casita azul” del predio de las Padercitas.

ContextoLa parroquia San Francisco se creó el 22 de mayo de 1954 por un de-creto de Mons. Reynafé. En los años en que Fray Luis llegó a la Rioja, hubo un movimiento eclesial muy importante que venía de la época

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de Mons. Angelelli y que fue continuada por Mons. Witte. Así se in-auguró la Casa de Retiros del Tinkunaco (1981); se dio un curso del CELAM sobre el Documento de Puebla (1982); se impulsaron las Mi-siones Parroquiales en la Rioja capital, en Chamical y en Chilecito; el 2 de julio de 1988 se fundó el Monasterio de las Hnas. Contemplativas del Buen Pastor. Estas religiosas cuya denominación original fue Hnas. de Ntra. Sra. de la Caridad del Buen Pastor fueron fundadas en Argens (Francia) el 28 de agosto de 1831 por María Eufrasia Pelletier. En Bue-nos Aires fundaron en 1894 y llegaron a La Rioja apoyadas por Mons. Witte. Estas hermanas aún hoy tienen gran influencia en la zona de la Quebrada. La gente recuerda con mucho cariño a las Hnas. activas del Buen Pastor (Hna. Asunción, Hna. Sara y otras) que trabajaron en la formación de la catequesis, y en el acompañamiento de las familias, hasta que en el 2004 dejaron el convento debido a algunos problemas insalvables. En esa época se propuso la reorganización de la Pasto-ral Juvenil Diocesana con un sacerdote full time (1987-1988). Este es el contexto histórico eclesial que se encuentra relatado en la (Revista Tinkunaco “Encuentro” del Obispado, n.º 1 abril 1989, pp. 26-27. 36)

La formación misioneraSiendo Fray Norberto Buján Maestro de Profesos Temporales en Paso del Rey (Bs. As), envió 10 frailes a misionar a La Rioja para participar de la Novena de San Francisco Solano. Los frailes fueron distribui-dos en al Bº Los Olivares (Diego Morea y Carlos Galván) en el Centro (Nazareno Payaslián), en el Dique (Carlos Arancibia y Pablo Reartes), en las Padercitas (Ariel Amato, Denis Rodríguez, Alberto Pico, Oscar Blanco y Roberto Farías. La misión consistía en ir casa por casa para crear “centros de anuncio”). La hna. Asunción nos acompañaba en las visitas a las casas y nos enseñaba el canto “Cristo Divino Niño, alcalde mi ciudad, bendice a los que con ansias venimos a misionar…” La misión culminó con un gran fogón en la Escuela San Francisco el 6 de agosto de 1993 donde participaron alrededor de 300 jóvenes. El guardián del convento era Fray Luis Gudiño y el párroco Fray Alberto Ameri. Ese año ocurrió un hecho único y que no se volvió a repetir en la historia de las peregrinaciones a las Padercitas. No se hizo el tradi-

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cional Encuentro frente a la casa de los Vera Vallejo, lo que ocasionó la protesta de los peregrinos y la sorpresa ya que se les ordenaba seguir hasta donde está el monumento del artista plástico Mario Aciar, que tiene “una cara hacia el cerro del diaguita y otra hacia la ciudad del español”. Ese día presidió la Eucaristía Mons. Fabriciano Sigampa. Era Ministro Provincial Fray Juan Carlos Larcher (Diario el Independiente, lunes 9 de agosto de 1993)

Capilla Stella MarisEl 29 de mayo de 1960, del Pbro. Martín Horacio Gómez (Vicario Coo-perador de la Catedral) celebró por primera vez la Misa en la Capilla Stella Maris del dique los Sauces. Esta casa de Dios, nació por iniciativa de la Srta. Nilda Esther Ávila y por la colaboración del Ministro de Hacienda y Obras Públicas Dr. Juan Carlos Yacante, quien ordenó la construcción de la Escuela, de la sala de Primeros auxilios y la capilla. A solicitud del P. Gómez, la Srta. Prof. María Isabel Calderón dona para la capilla, la imagen de la Ssma. Virgen María, bajo la advocación de “Stella Maris”. El 29 de mayo de 1960 el P. Martín Horacio Gómez inauguró la capilla, erigiendo como patrona a Ntra. Sra. Stella Maris y siguió celebrando la misa por muy prolongado tiempo. Con motivo de la inauguración del Balneario “Los Sauces” celebró la misa en el portal de la pequeña Capilla. Estos datos tienen su trascendencia ya que Fray Luis llegó a La Rioja en noviembre de 1986 y en el adviento de 1987, por invitación de la Sra. Susy Páez, Fray Luis, comenzó a celebrar la Misa en la capilla Stella Maris. (“Así llegados al 30 de julio de 1988 –nos refiere Nilda Esther Ávila– fue invitada por María Angélica Almonacid a asistir a misa en la capilla…, al finalizar la misma el sacerdote franciscano, Luis Gudiño, me solicitó que relate a los fieles el nacimiento de la capilla y posterior-mente que lo haga por escrito 28”).

28 Estos datos de la capilla Stella Maris, son copia fiel del Acta del Juzgado de Paz Leg. n.º 2 de la Capital Riojana con fecha: 10 de agosto de 1988, firmados por Blanca de Mediavilla (Jueza de Paz); Mons. Bernardo Witte (Obispo de La Rioja), el P. Martín Horacio Gómez (párroco de la Catedral), y la Srta. Nilda Esther Ávila.

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Primera Procesión Náutica en el Dique Los SaucesPor iniciativa de Fray Luis, se llevó a cabo el 16 de noviembre de 1991 “la primera procesión náutica” en el espejo del Dique Los Sauces, a 15 Km de la Capital riojana. Ese día Fray Luis no pudo asistir por enferme-dad, presidiendo dicha fiesta Fray Alberto Ameri. Como lo relata el Dia-rio El Independiente 29, ese día “participaron el Club de Pesca Los Sauces y el Club Náutico con sus afiliados y el CAPE. Se realizó la procesión que partió desde el camping de Empleados de Comercio hasta el lago del Dique. A las 11 horas se celebró la misa en el Club de Pesca Náutica y Caza de la Rioja y luego el tradicional almuerzo a la canasta. A las 16 ho-ras se realizó la procesión con la imagen por las aguas del dique y a las 18hs. regresó la imagen a la capilla”. Como se hizo desde un comienzo, la imagen de la Virgen India de Sanagasta, acompañó a la Stella Maris. Las familias quebradeñas, en medio de los cerros, abrigados del vien-to, abrieron las puertas de sus casas y sus corazones a Fray Luis, quien los acompañó por cerca de 22 años. Los Palacios en la Media Luna, los Ochoa, los Ramírez Blanco, los Torres, los Scwachina, los Herrera, los Ibarruela, los Tarchini, Fajardo, Romero, Robledo García y tantos otros que sería difícil enumerar, quedaron signados por la amistad de Luis y su simpleza franciscana. Cuando fr. Luis fue trasladado a Mendoza en el 1999, la gente quedó desamparada sintiendo su alejamiento, aunque allá estuvo poco tiempo –hasta el 2002–, regresó a su tierra adonde se quedó para siempre.

Capilla Rosa Mística En un contrato de cesión derechos y acciones 30 fechado el 19 de abril de 1991 entre Juan Epifanio, Candelaria del Valle, Teófilo, Antonio, Oscar Pablo y Petrona Teresa Troncoso (cedentes) y el Obispo Mons. Witte, firmaron un contrato sobre un inmueble en la calle Cochabamba y Ce-peda, en el Bº Marco y Medio, a dos cuadras de la Av. San Francisco km 6, ½. Sobre este predio se levantó la Capilla María Rosa Mística.

29 Cfr. Diario El Independiente, Jueves 14 de noviembre de 1991.30 Actuación Notarial n.º 027836. Contrato de Cesión de Derechos y Acciones. Firmada por Hugo R. N. Salguero (Escribano Público Nacional) Registro n.º 5. La Rioja (19 de abril de 1991).

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Nos refiere Gladys Nora Gómez (54) y María Bascari que “recibieron la imagen de la Rosa Mística de manos de la Sra. Manghesi el 2 de octubre de 1989, quien a su vez, la recibió de Mons. Bernardo Witte. Fray Luis fue el primer sacerdote franciscano que fue al barrio, y celebraba la misa en las casas, ya que la capilla todavía no estaba construida. En aquella época era común que los sacerdotes celebra-ran misas en las casas, y hasta el mismo Obispo Witte lo hacía en su diócesis.

Bodas de Oro Sacerdotales 31

Las celebró el 22 de septiembre de 2006. En la misa concelebraron: Fr. Emilio Martensen, Fr. Eduardo Zatti, Fr. Alberto Ameri, Fr. José Enid Gutierrez, Fr. Aquilino Ardiles, Fr. Domingo Almada, Fr. Nicolás Pu-gliese, Fr. Marcos Porta, Fr. Isidro Bruni, Fr. Pablo Reartes, Fr. Pedro Vi-llegas, Fr. Juan Ambrosioni, Hnos. dominicos, y el P. Nicolás de la Vega del clero local. Después de la misa, se siguió festejando en el Colegio estando presentes las distintas comunidades.

El HermanoFr. Luis fue siempre afable con todos, especialmente con los hermanos de la casa. Tenía una amistad incondicional con Federico Becerra, de la Parroquia del Espíritu Santo, quien cuidó a Fr. Luis, años anteriores cuando había sido internado en el Sanatorio Mercado Luna o cuando viajó a Córdoba para realizar controles cardiológicos en el 2005. En la vida cotidiana, participaba siempre de los capítulos locales, en don-de exponía su postura con claridad. Por su conocimiento del derecho eclesial y de los documentos de la Orden solía iluminar y ayudar a la reflexión en cuestiones que parecían de difícil resolución. Su experiencia como Min. Provincial le valió para tener esta postura ante la realidad. En la misa diaria solía tener una prédica prolongada, pero no por ello rica en contenido. Fue director espiritual y consejero de mucha gente que re-

31 En el Boletín Informativo Noticias n.º 188 de septiembre de 2006, pp. 12-14. hay una entrevista con referencia a las Bodas de Oro Sacerdotales de Fray Luis.

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conoce su presencia paterna siempre oportuna en el seno de las familias particularmente en las más necesitadas. Ejerció su ministerio sacerdotal con mucho celo pastoral, aun cuando su salud ya no le permitía llegar a lugares lejanos como Las Padercitas o el Dique Los Sauces. Cumplía con solicitud y devoción los horarios de la casa, particularmente los de la misa fraterna y la oración diaria de Oficio y Laudes. Fue humilde y atento a las necesidades y sufrimiento de los sencillos. Buscó siempre los medios para tratar de palear sus necesidades. Es por ello que en la zona de las Padercitas organizó Cáritas, cuando allí estaba todo por hacer. Como cordobés de tierra adentro solía ganarse la sonrisa de quienes compartían largas charlas en el patio del convento. La fraternidad se encontraba, compartía la sencillez del diálogo en los fríos días inver-nales o en los cálidos veranos riojanos. El comedor era el lugar del encuentro y de compartir las noticias del diario Independiente. Aunque hace unos años ya no participaba de los Capítulos de las Es-teras o Provinciales, estaba al tanto de las resoluciones del Definitorio y del rumbo que daba la Provincia en sus diversas áreas. Participaba activamente de lo que el gobierno provincial pedía a las casas. Personalmente consultaba a fray Luis algunos temas, ya que se podía aprender de él por su actitud de enseñar. En una oportunidad, cuando es-taba preparando mi tesis en la UNLaR, Universidad Nacional de La Rioja, sobre “La comunicación en la Iglesia”, me ayudó con traducciones en la-tín). Así también le consultaba sobre las tradiciones riojanas, sobre la histo-ria y presencia franciscana, o sobre los frailes que vivieron en el convento, o de algunos términos propios de esta tierra. Se pue decir que Luis tenía una formación enciclopedista y latinista y conocía muy bien la historia de la iglesia riojana. Compartía su visión sobre los grandes acontecimientos ocurridos en la Iglesia Riojana, por ejemplo, la vida y obra de Mons. Ange-lelli, la de Mons. Sigampa, Mons. Witte, etc. y la de algunos sacerdotes que todavía siguen siendo referentes para el pueblo fiel. Conocía muy bien el aporte del laicado y cómo se habían formado en las estructuras parroquia-les. Las Comunidades Eclesiales de Base, la estructura actual, los logros de la Iglesia en esos años. Fr. Luis era muy devoto de la Virgen. En una oportunidad fuimos a Ca-tamarca, a la procesión de la Virgen del Valle (2005). Los que estuvieron a

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su lado en su agonía, testimonian que sus últimas palabras fueron “Stella Maris”.Hno. Luis, que la Virgen María te lleve a la gloria de su hijo Jesucristo, para que compartas la vida eterna junto a San Francisco Solano y todos los santos. Amén.

Fr. Pablo ReartesBuenos Aires: 8 de abril de 2010

2010 FRAY PABLO NICOLÁS PEGER KLOSTER 32: Sacerdote. Nació en Viale (Entre Ríos), el 28 de diciembre de 1937. Sus ancestros eran emigrantes de los Alemanes del Volga; y se habían afincado en varias colonias de Entre Ríos. Tras un largo período de enfermedad física y psíquica fallecía el 27 de enero de 2010, en el convento de Córdoba. Pablo Nicolás Peger Kloster; el mismo día que ocurría en La Rioja el dece-so del Hno. Luis Gudiño. (Hacía ya casi unos 33 años que había ocurrido en nuestra Provincia algo similar y aún más significativo –concretamen-te, fue en 1977, que en el mismo día y aún en el mismo convento de Tu-cumán fallecían los hermanos Francisco Salgado y Leonardo González).Pablo casi adolescente ingresa en la Orden franciscana como postulante, primero en Córdoba y luego en Paso del Rey. Concluido el último año del ciclo secundario, recibe el hábito como novicio en Catamarca, el 30 de enero de 1956. Allí también emite su Profesión Temporal el 31 de enero de 1957.Cursa la Filosofía en San Antonio de Padua; y terminada esta; viendo los formadores su habilidad para el estudio lo enviaron a estudiar la Teología en Petrópolis (Brasil). Allá mismo profesará solemnemente el 31 de enero de 1960; y también recibirá la ordenación sacerdotal el 6 de julio de 1962. Los profesores de esa casa de formación viendo el buen comportamiento y las excelentes notas del hermano Pablo aconsejan a nuestra Provincia de la Asunción enviarlo a Roma a perfeccionar sus estudios. Efectivamente, en el Antonianum obtiene la licenciatura en Filosofía. Regresado a Argentina, en San Antonio ejerce la docencia a mediados de la década de los 60. A pesar de su competencia académi-ca no pudo seguir en el oficio por mucho tiempo.

32 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XLII, n.º 200, (enero/marzo 2010), p. 27.

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Se desempeñará luego como Capellán de la Aeronáutica y párroco de Nuestra Señora de Loreto del Barrio Esteban Echeverría, a principios de la década de los 70. Después al comienzo de la década de los 80 y por varios años fue párroco de San Francisco de Asís, en S. A. de Pa-dua. También por varios años fue Representante Legal de los colegios de Paso de Rey y de La Plata; y en varias oportunidades fue Definidor Provincial.Finalmente, los últimos años los pasó en el convento de Córdoba; casi recluido en su cuarto, un poco por su natural ensimismamiento, y en los últimos meses por haber contraído un ACV, y otras dolencias que lo llevarían al desenlace.Los que recordamos sus clases de Filosofía; y la gente que escuchaba sus homilías sabíamos que era parco en hablar, pero profundo; decía lo justo, lo actual; y aún quedábamos con las ganas de seguir escu-chándolo.Al final, es justo reconocer que ese, su carácter parco, hierático y adus-to se debió seguramente a aquel problema de familia, que le fue muy difícil de asumir. Cuando regresó de Roma encontró a su padre con una enfermedad mental internado en una clínica psiquiátrica; y con el cual nunca más pudo tratar. Ese pesar, junto a su madre y hermanos lo fue llevando siempre callado y severo. Entre mate y mate algún herma-no boquense le robaba cada tanto una sonrisa.El hermano Pablo recordaría siempre aquella bienaventuranza evan-gélica: “Bienaventurados los afligidos por que serán consolados” Mt 5,5. El Señor le concedió el consuelo de haber podido compartir la Úl-tima Cena (el día anterior a su muerte) con los hermanos de la casa, departiendo con ellos bien y alegremente; como si se hubiera estado despidiendo. Y ahora, goza del consuelo eterno de Dios.

Fray Eduardo Zatti Padua: 8 de abril de 2010

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~ ENERO 28 ~

En este día fallecieron:1757 FRAY MIGUEL MONTES DE OCA: Sacerdote. Lector. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1817 FRAY ENRIQUE VILLANUEVA: Sacerdote. Párroco. Falleció en el convento de Corrientes.

1850 FRAY LORENZO PÉREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

~ ENERO 29 ~

Tengamos presente ante el Señor a los hermanos que en este día falle-cieron: 1758 FRAY MIGUEL DE LA O: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Salta.

1769 FRAY JUAN CAMARÍN: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1778 FRAY FERNANDO PONCE: Sacerdote. Falleció en el convento de Jujuy.

1802 FRAY LUIS BELTRÁN: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1902 FRAY GABRIEL BOIDI: Sacerdote. Falleció en las misiones de La Pampa.

1944 FRAY MIGUEL BARDONI: Sacerdote. Falleció en el convento de San Diego de Salta.

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Este auténtico hijo de San Francisco e incansable misionero, llevado por el sublime ideal apostólico se consagró eternamente al ministerio sacerdotal, cumpliendo una fructuosa obra evangelizadora entre los indios Tobas y Matacos. Tomó parte en las fundaciones de la misión Nueva Pompeya y otras. Fundó la iglesia de Rivadavia y la Residencia de San Antonio en la ciudad de Orán.

1948 FRAY ALEJANDRO LEÓN PADILLA: Sacerdote. Natural de la ciudad de Zárate, provincia y arquidiócesis de Tucumán. Falleció en el Hospital Central de Cirugía del tórax, de la Capital Federal, a los 40 años, 23 de profesión religiosa y 11 de sacerdote. De carácter afable y bondadoso, sin descuidar las tareas pastorales se dedicó a la música y en formar y dirigir coros. En esta tarea le cupo una destacada actuación en los actos religiosos y culturales de la inaugu-ración del convento San Antonio de Padua, 23-24 de abril de 1938. Fue Secretario de Provincia. Morador del convento de Santiago del Estero, se desempeñó como director del coro “Santa Cecilia”.

~ ENERO 30 ~

Recordemos hoy a nuestros hermanos: 1777 FRAY BERNARDO MEDINA: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Salta.

1779 FRAY PEDRO COSME MUÑÓZ: Hermano laico. Falleció en el convento de la Santa Recolección de Buenos Aires.

1804 FRAY FRANCISCO ANIENAS: Hermano laico. Expiró en el con-vento de Córdoba.

1810 FRAY FRANCISCO CONDE: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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1902 FRAY MARIANO LANDUCCI: falleció a los 76 años en el Cole-gio Apostólico San Diego de Salta.

~ ENERO 31 ~

Recordemos hoy piadosamente a nuestros hermanos: 1763 FRAY SIMÓN MELGAREJO 33: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1785 FRAY JUAN MATA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1798 FRAY SATURNINO MANEIRO: Hermano laico. Falleció en el convento de la Santa Recolección de Buenos Aires.

1837 FRAY VALENTIN ARROYO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1842 FRAY ANDRÉS DEL CARMEN: Hermano laico. Expiró en el convento de Buenos Aires.

1919 FRAY CARLOS AMUNDARAIN: nacido en Guipúzcoa. Ingresó al Colegio San Carlos cuando contaba 40 años.

2001 JUAN BAUTISTA ZUBIAURRE GURRUTXAGA 34: Falleció el 31 de enero de 2001, a la edad de 86 años. La Eucaristía del funeral se cele-bró al día siguiente en la Basílica, a las 5 de la tarde. Fue presidida por Juan Ignacio Larrea, Vicario de esta fraternidad, y concelebrada por otros 26 sacerdotes. La homilía estuvo a cargo del Padre lñaki Beristain.

pp. José Manuel - Concepción I.n. Azpeitia (Gipúzkoa)

33 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 217.34 Cfr. Cantabria Franciscana, n.° 172, (2005), p. 137-138.

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f.n. 28 enero de 1914 v. 6 septiembre 1952 p. 7 septiembre 1953 p.s. 4 octubre 1956

Vivió su niñez y juventud en Azpeitia, donde había nacido. Ejerció los oficios de carpintero y de albañil antes de entrar en la Orden francisca-na. Durante la guerra civil de 1936-1939 fue “gudari”. Vistió el hábito franciscano a la edad de 38 años en el noviciado de Zarautz, donde hizo la profesión Temporal al terminar el año de noviciado; en cambio la profesión Solemne la hizo, a los tres años, en el convento de Asun-ción (Paraguay). Pues, concluido el noviciado, fue destinado –todavía profeso Simple (temporal)– al Convento-Santuario-Coristado de Copacabana en Boli-via, del que nuestra Provincia de Cantabria se hizo cargo en junio de 1953. Fray Juan Bautista –como uno de los componentes de la primera fraternidad cántabra de Copacabana– llegó allá el 10 de julio de 1954. La toma de posesión de la Guardianía de Copacabana se había llevado a cabo en la Sala Guardianal del Convento de San Francisco de La Paz, el día 8 de julio de 1954. Esta tardanza en la llegada de los primeros destinados de nuestra Provincia a aquel Santuario se debió a algunas dificultades de raíz política presentadas por el Gobierno boliviano del momento (¡temía que, al ir de España nuestros frailes, pudiesen estar contagiados de espíritu falangista!). Fray Juan Bautista fue el encarga-do de la cocina en la nueva fraternidad de Copacabana. Pero además ejerció de carpintero, hortelano, hospedero, encargado de los emplea-dos de casa, y de albañil en la obra del nuevo Coristado del santuario. Gozaba en la oración y en el trabajo. El libro espiritual que leía y releía en esta época era “El tratado de oración y meditación” de San Pedro de Alcántara. A comienzos del año 1956 nuestro Hno. Juan Bautista tuvo que trasla-darse, dentro de la misma Bolivia, al convento franciscano de Cocha-bamba, “la ciudad de las flores”, de excelente clima, a causa del reu-matismo que le afectaba mucho en Copacabana. En su corta estadía en Cochabamba dejó un buen recuerdo por su piedad, laboriosidad, ser-

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vicialidad... Pero el Provincial de Cantabria –Benito Mendiano estaba para regalar Hno. Juan Bautista a otra Provincia y le destinó a nuestra Custodia del Paraguay. Por varios años fue el sacristán solícito, pulcro y atento de nuestra Iglesia del convento de Asunción (Paraguay); y fue allí que hizo su Profesión Solemne. También prestó sus servicios en nuestras fraternidades de Villa Duarte (Argentina) y de Montevideo (en Uruguay): como un hombre muy útil para todo servicio doméstico. De vuelta a la Provincia, vivió 10 años en el convento de Bermeo como encargado de la portería y del refectorio. En tiempos libres trabajaba también en la huerta. En el año 1995 vino destinado a la enfermería de Arantzazu. El Hno. Juan Bautista nunca supo ni quiso vivir sin trabajar; cuando la enfermedad le obligó a retirarse de los servidos domésticos, se dedicó a trabajar para una empresa de Oñati colocando palillos en cajas. El tiempo que vivió en el santuario fue ejemplo de puntualidad y de fidelidad a las prácticas de piedad y a otros actos de comunidad, pues el Hno. Juan Bautista asistía a dichos actos con la excepción bien justificada del primer acto de la mañana. Tras la operación, realizada en el Hospital Alto Deba de Mondragón, a causa de la ruptura de la cadera, recibidos los Sacramentos de la Pe-nitencia y de la Unción de los enfermos, descansa en el nicho 1, junta-mente con los restos mortales del Padre Juan Arabaolaza, quien había inaugurado el nuevo cementerio hacía 12 años, el 19 de octubre de 1988. “Concede, Padre Santo y Bueno, a nuestro Hno. Juan Bautista descansar de los trabajos de aquí abajo por los siglos sin fin en la asam-blea festiva de tu Reino!”.

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

MES DE FEBRERO

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necrología franciscana — febrero

~ FEBRERO 01 ~

Nuestro memento sea hoy para nuestros hermanos: 1728 FRAY JOSÉ ANTONIO JIMÉNEZ: Sacerdote. Cura párroco de la Doctrina de Santiago Sánchez. Falleció en la provincia de Corrientes.

1732 FRAY MIGUEL SOSA: Sacerdote. Definidor. Falleció en el con-vento de Jujuy.

1734 FRAY PEDRO LÓPEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de San-ta Fe.

1746 BERNARDINO MALDONADO 35: Falleció en la Doctrina de Itapé (Paraguay).

1801 FRAY SEBASTIÁN OSUNA: Sacerdote. Predicador general. Fa-lleció en Itatí, Corrientes.

1871 FRAY JOAQUÍN FRANCESCONI: Sacerdote. Perteneció a la Vi-caría de San Miguel. Falleció víctima de la fiebre amarilla, en el Colegio Apostólico de La Merced. Contaba solo 26 años de edad y hacía trece meses que había llegado como misionero, proveniente de la Provincia Observante de Bolonia.

1888 FRAY CASIMIRO GIANNINI: religioso ejemplar proveniente de la provincia de San José de Tuscia. Falleció en Salta.


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~ FEBRERO 02 ~

Hoy evocamos la memoria de nuestros hermanos: 1691 FRAY PEDRO LUIS DE CABRERA: “Natural de la ciudad de Córdoba del Tucumán, nieto del fundador. Primer Ministro provincial criollo de la Provincia (1643-1646) 36”. Falleció en el convento de Cór-doba.

1788 FRAY ROQUE DÍAZ: Hermano laico. Falleció en la Santa Reco-lección de Buenos Aires.

1791 FRAY ANDRÉS MONTES: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1792 FRAY FRANCISCO CALVO: Sacerdote.

1811 FRAY CLEMENTE SÁNCHEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1820 FRAY GABRIEL LAREIRO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Santiago del Estero.

1821 FRAY JOSÉ SÁNCHEZ: Nació en Cascante, España. Tomó el hábito a los 24 años y a los 61 vino a América, siendo uno de los trece fundadores del Convento San Carlos. Falleció en San Lorenzo a los 84 años.

36 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes (1612-2012). Ediciones Castañeda. Buenos Aires (2012), p. 86.

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1884 FRAY ARCÁNGEL BARRIONUEVO: Sacerdote.

~ FEBRERO 03 ~

En este día fallecieron: 1733 FRAY PEDRO QUINTANA: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1785 FRAY MANUEL TORRES 37: Hermano Corista. Falleció en el Pa-raguay.

1797 FRAY MANUEL MARTÍNEZ: Sacerdote. Predicador General. Falleció en el convento de Córdoba.

1803 FRAY ANTONIO VIERA: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1900 FRAY ABRAHAM ARGAÑARAZ: Sacerdote. Lector y ex Minis-tro provincial. Gobernó la Provincia desde el 17 de enero de 1866 hasta el 15 de mayo de 1869. Fue, además, por cuatro veces Visitador general de la Provincia y presidente de los respectivos capítulos en 1863,1878, 1884 y 1887. Cofundador del Instituto de las Hermanas Terciarias Fran-ciscanas de la Caridad con la Madre Sor Mercedes Guerra, fue su con-sejero y el redactor del primer estatuto dicho Instituto. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 50 años de sacerdocio, y cerca de 70 de vida religiosa.


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FRAY ABRAHAM ARGAÑARAZ 38

La Provincia Franciscana del Río de la Plata acaba de perder al sacerdo-te que más se destacaba entre sus personalidades contemporáneas. El extinto, cuya casi repentina desaparición entristeció tantos corazones, era uno de esos frailes ilustres, que en compañía de Esquiú, de Achával y de Rizzo Patrón siguieron las huellas luminosas marcadas por las virtudes de los García y Rodríguez y la ciencia de los Hidalgo y Pache-co. Nació en Catamarca, en los días más crepusculares de nuestra orga-nización nacional, y cuando todavía esa porción de tierra argentina no había abierto la tumba donde se guardarían los restos de sus mártires gloriosos. En edad temprana abandonó el hogar de sus padres y pasó a Tucumán para inflamar su espíritu y modelar su entendimiento al calor de la morada santa del claustro. Allí cursó latinidad, retórica, Fi-losofía y Teología; y a medida que avanzaba en el conocimiento de las ciencias eclesiásticas, iba arrojando la semilla de esa justa reputación, que andando los tiempos, conquistó entre nosotros.

38 El Terciario Franciscano, Tomo I, año I, n.° 7 (01 de marzo de 1900), pp. 124-126.

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Ordenado sacerdote cuando apenas contaba con 22 años, en la ciudad de Buenos Aires, en ápocas que Medrano dirigía la grey argentina y Rosas ocupaba la silla de la tiranía, obtuvo por concurso cátedra de Filosofía en el convento del que había salido discípulo para volver más tarde maestro. Recorrió toda la jerarquía de su orden en la Provincia, dejando por todas partes destellos de su capacidad intelectual y de su espíritu observador, en leyes y en disposiciones que bien pueden servir para formar un cuerpo derecho regular que amplíe y complete nuestra legislación. En el retiro de su celda, lejos del bullicio del mundo y a solas con los libros, se familiarizó con los personajes que más se destacan en el cua-dro de los acontecimientos históricos, mostrando predilección especial por los hechos de armas, que constituyen el brazo de fierro de la an-tigua Roma; y con este caudal de preparación intelectual, recorrió las regiones más famosas del viejo mundo, deteniéndose especialmente a estudiar las antigüedades clásicas de Italia y los monumentos artísticos de España, a través de cuyas obras seculares se transparentan las almas de las generaciones que se sucedieron en el camino del humano pro-greso con sus grandes vicios y sus excelsas virtudes, como se suceden los murmullos de inmensas olas en las agitadas corrientes de un mar sin alma. En ocasiones diversas tuvimos la suerte de oírle narrar con gusto impresiones de viajes gravadas como con cinceles de fuego en su fantasía privilegiada; y en el relato de tan interesantes pormenores nunca faltaba alguna anécdota oportuna. Su estilo familiar era atrayente y ameno; no así el de sus producciones escritas donde más que la forma artística, trabajadas a veces y pesada siempre, brillaba un fondo de observación juiciosa y de erudición bas-tísima. Así es que sus crónicas conventuales dejan mucho que desear, en cuanto al ropaje de la forma, si bien en su esqueleto histórico son la base de la futura historia de la Provincia Franciscana del Río de la Plata. Más de 30 años de investigación y de acaparamiento documental en ar-chivos que se abrían a sus investigaciones prolijas, son la labor, que re-presentan los legajos que adornan los estantes de su valiosa biblioteca. Meses antes que la muerte lo sorprendiera, había dado a publicidad la crónica del Convento Franciscano de Catamarca, como ya lo había

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hecho con las de los conventos de Buenos Aires, Santiago del Estero y Córdoba y esperaba hacerlo con los restantes de Santa Fe y Corrientes, de La Plata y Mendoza, de Tucumán y Salta, de La Rioja y Esteco, del Paraguay y Montevideo. Espíritu conciliador y pacífico evitó siempre las polémicas apasiona-das y ardientes que exasperan los ánimos, y enemistan las voluntades; y solo en 1882 publicó un folleto en forma de réplica, que intituló “Rec-tificaciones Críticas” contra las injustas apreciaciones que sobre el recto-rado franciscano, vertiera en su obra de la historia de la Universidad de Córdoba, la pluma del Dr. Garro. Desde la época de su actuación civil en Catamarca, como diputado de la Legislatura Provincial mantuvo estrechísima amistad con muchos de los argentinos ilustres que ocuparon los más altos puestos de la ma-gistratura, de ellos, unos sucumbieron bajo el peso de los años, otros desaparecieron envueltos en el torbellino de nuestras luchas internas; pero todos, como Argañaraz, guardan sus nombres inscritos en el fon-do de nuestros corazones. La mitra episcopal pudo en ocasiones diversas haber reposado sobre su venerable cabeza como reposó sobre las sienes ungidas de Rizzo y la mente pensadora de Mamerto; pero fiel al plan de su vida retirada y austera rehusó los honores del callado por las alegrías del cenobio. En su Provincia ha sido el franciscano que mejor ha servido de medio para dar a conocer a los frailes de las nuevas generaciones, las dotes y defectos que caracterizaron a los frailes ilustres de las otras generacio-nes que pasaron. Por más de tres lustros la crema de la sociedad bonaerense acudió a las rejas de su confesionario para escuchar sus saludables consejos en las inquietudes del alma y en los sabores de la conciencia. Ella le ha sorprendido en el humilde retiro del claustro dentro del cual hacía tiempo que se había encerrado para esperarla, sin duda con las ansiedades del justo. Al partir de este mundo a la eterni-dad, la perspectiva de la visión beatífica habrá inundado de frui-ción inenarrable su espíritu selecto: acaso goza ya de lo que todavía nosotros anhelamos, y entone junto a Dios el himno de la eterna beatitud.

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Sus restos, debido a la severidad de las leyes y a la intransigencia mu-nicipal no pudieron ser inhumados bajo las bóvedas de la Casa de Dios; pero allí en la Necrópolis Argentina, donde actualmente descan-sa no faltará un corazón, que vierta sobre ellos sus lágrimas y exhale con quejidos sus plegarias. Ni el tiempo, ni la oscuridad de su sepelio, triste y silencioso como es siempre el de las grandes almas, serán bas-tantes para borrar de nuestra memoria, los ejemplos de su vida. Vivirá tanto cuanto viva la ley de la gratitud incrustado en nuestro es-píritu y se escuchen en nuestros corazones las palpitaciones generosas del cariño.

¡Paz entonces, sobre su tumba querida!Fray Pacífico Otero

Como cronista sus publicaciones fueron: 1. “Discurso panegírico e histórico del glorioso Apóstol de Sud-

América: San Francisco Solano. Buenos Aires, 1865”2. “Estatutos orgánicos de la Pío Unión de la Purísima Concep-

ción de Ntra. Madre y Sra. la Santísima Virgen María, institui-da por breve del Sr. Papa Pío XII en 1821 para esta Iglesia de S. Francisco de Buenos Aires, Villa San Carlos, Buenos Aires, 1880”.

3. “Rectificaciones y críticas: acerca de la reciente historia de la Universidad de Córdoba del Tucumán, Buenos Aires, 1883”.

4. “Crónica del Convento de Nuestro P. San Francisco de Santia-go del Estero. Buenos Aires, 1888”.

5. “Crónica del Convento San Jorge de Córdoba. Córdoba 1888”6. “Crónica del Convento Grande de Nstro. P. S. Francisco de

Buenos Aires 1889”.7. “Crónica del Convento de N. P. S. Francisco de Catamarca,

Córdoba, 1889”.8. “Bosquejo de la crónica del convento Franciscano de S. Mi-

guel de Tucumán, Tucumán 1905” 39.

39 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la

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1923 FRAY TERENCIO MARCUCCI: De origen italiano. Había misio-nado en Tarija con no pocos méritos e incorporado al Colegio Apostó-lico la Merced en 1889, fundó al año siguiente la Misión San Francisco Solano de Tacaaglé. Contaba 64 años de edad y 39 de sacerdocio. Falle-cido en La Merced, de angina pectoris.

~ FEBRERO 04 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1729 FRAY ANTONIO PATRÓN 40: Sacerdote. Falleció en la misión de Yaguarón, Paraguay.

1802 FRAY MIGUEL BAIGORRÍA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1814 FRAY MARIANO CRISTALDO 41: Sacerdote. Falleció en Paraguay.1821 FRAY DOMINGO ROLÓN: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1954 FRAY FRANCISCO CASARETTO: Natural de Mercedes, provin-cia de Buenos Aires, diócesis de Mercedes. Dios coronó su larga y pia-dosa vida con una santa muerte en el convento de San Antonio de Pa-dua, a los 86 años de edad, 66 de profesión religiosa y 60 de sacerdote. Humilde, sencillo y caritativo. Por el quilate de sus virtudes fue ejem-plo y edificación para cuantos lo conocieron y trataron, principalmente por su gran modestia, intensa vida de oración abnegada caridad y celo por la salvación de las almas. Confesor incansable de fieles, comunida-

Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 328-329.40 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 216.41 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 221.

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des religiosas, estudiantes y postulantes. Siempre laborioso. Ocupó, en varios períodos, los oficios de Guardián, Vicario y discreto del conven-to de Buenos Aires. Autor del “Devocionario Eucarístico” (1934) y del “Devocionario Antoniano”. Asimismo, con el propósito de hacer cono-cer entre los fieles los principales Santos de nuestra Orden, publicó en hojitas volante la vida de los mismos.

~ FEBRERO 05 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1775 FRAY LORENZO CASTILLO 42: Sacerdote. Falleció en Paraguay. 1847 FRAY JUAN IGNACIO AYZPURU: Sacerdote. Natural de Al-biztur, Vizcaya. Falleció en San Lorenzo a los 74 años. Vistió el hábito a los 19 años en la Recoleta de Buenos Aires, para in-corporarse siete años después, ya sacerdote, al Colegio Apostólico San Carlos. Fue el primer cura conversor franciscano de San Javier, y va-rias veces Guardián en San Lorenzo, siendo precisamente Guardián, se congratuló con la Primera Junta de Mayo.

1855 FRAY ÁNGEL MOLINA: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1884 FRAY ARCÁNGEL BARRIONUEVO: Sacerdote. Falleció en el convento de Catamarca.

1956 FRAY JUAN SAMUEL VIDELA: Sacerdote. Natural de la ciudad de Mendoza, arquidiócesis de Mendoza. Víctima de una enfermedad pulmonar, falleció en el Hospital Rawson de la ciudad de Córdoba, a los 65 años de edad, 48 de profesión religiosa y 38 de sacerdote.


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Afable, bondadoso y fraternal. Dotado de gran sentido práctico solía dedicarse al mantenimiento de las casas donde lo destinó la obedien-cia. Músico y Organista. Pertenecía a la fraternidad del Convento de Aarón Castellanos, Santa Fe.

~ FEBRERO 06 ~

En este día fallecieron: 1655 FRAY JUAN DE RODAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1739 FRAY TOMÁS CABEZAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1780 FRAY VICENTE RODRÍGUEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1785 FRAY FRANCISCO GUTIÉRREZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Salta.

1794 FRAY JOSÉ OLMOS: Sacerdote. Definidor. Falleció en el conven-to de Salta.

2009 FRAY FELIPE LARRINAGA BILBAO: En la Fraternidad de Bil-bao el día 6 de febrero de 2009 ha fallecido nuestro hermano Felipe, a los 80 años de edad, 64 de profesión y 57 de Sacerdocio. Con sorpresa y dolor hemos recibido el aviso del fallecimiento de nuestro hermano Felipe en Bilbao. Llevaba una temporada en que no se sentía bien de salud, y últimamente estaba internado en una clínica de Bilbao. Hoy a la larde, a la hora de la merienda, ha sufrido un infar-to fulminante. Terminada la carrera eclesiástica, Felipe fue destinado a la Custodia del Paraguay (1951). En Villarrica fue Discreto de la Casa y párroco;

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ejerció también de profesor, Rector y Prefecto de estudios del Colegio Seráfico. En el año 1969 volvió a la Provincia y fue destinado a Valla-dolid, dedicándose a la pastoral parroquial y fue Vicario de la Casa. En agosto de 1973 nuevo destino esta vez a Donosita Atocha donde fue Vicario y ecónomo de la fraternidad. Y por último en 1988 fue desti-nado a la fraternidad de Bilbao con el cargo de ecónomo ejerciéndolo hasta la muerte. Felipe ha sido un hombre enérgico fiel a su trabajo, alegre y buen con-versador. Bajo la apariencia de dureza y displicencia, guardaba un co-razón tierno y cariñoso. Prueba de ello eran su disponibilidad al traba-jo y su dedicación a la buena marcha de la fraternidad. La Fraternidad Franciscana de Atotxca; hermanos: Mari Carmen, Jesús Javier y María Luisa, María Isabel; sobrinos, primos y demás parientes SUPLICAN a sus amigos una oración por su alma y ruegan asis-tan al oficio funeral de cuerpo presente que se celebrará hoy do-mingo, a las 17 horas, en la iglesia Parroquial de San Antonio de Padua de Iralabarri de Bilbao. Que Dios le reciba en el cielo y le colme le su paz y felicidad. Hno. Xebero.

~ FEBRERO 07 ~

Evoquemos la memoria de nuestros hermanos: 1654 FRAY JUAN DE LOS ÁNGELES 43: Sacerdote. Falleció en la Doc-trina de Santa Lucía, Corrientes.

1771 FRAY VELENTÍN NUÑEZ: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Santa Fe. 1794 FRAY MATEO BERGOS: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.


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1855 FRAY RAMÓN CARAVACA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

~ FEBRERO 08 ~

Elevemos nuestra plegaria al Señor por nuestros hermanos: 1761 MANUEL LÓPEZ: Sacerdote.

1756 FRAY FAUSTINO: Hermano estudiante. Falleció en el convento de la Santa Recolección de Buenos Aires.

1774 FRAY ANTONIO MELENDEZ: Sacerdote.

1780 FRAY ROQUE FERREYRA 44: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Yutí, Paraguay.

1885 FRAY JUAN A. IBÁÑEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1846 FRAY MARIANO LENCINA: Sacerdote. Fue maestro por mu-chos años de nuestra escuela del convento de Jujuy, en la cual tuvo como alumno al Sr. Obispo Monseñor Padilla.

~ FEBRERO 09 ~

Recordemos en este día a los hermanos que fallecieron: 1736 FRAY FRANCISCO BELCRADO: Sacerdote.


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1736 FRAY FRANCISCO GONZÁLEZ ALDERETE 45: Sacerdote. Falle-ció en Paraguay.

1773 FRAY ALDERETE FRANCISCO: Sacerdote.

1808 FRAY JOSÉ GÓMEZ 46: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1838 FRAY JOAQUÍN LANDA: Sacerdote. Lector de Sagrada Escritu-ra. Falleció en Montevideo.

1868 FRAY JOSÉ JESÚS DECÁROLIS: Nativo de los Estados Pontificios, ingresó al Convento de San Bernardino a los 26 años. Fue el décimo quinto Guardián de San Lorenzo. Falleció a los 48 años de colera morbis, en Concordia. Sus restos fueron llevados al Convento San Carlos.

1879 FRAY ANDRÉS SALAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1903 FRAY SCAPIGLIATI Y ALBÚNICO: quienes perecieron ahogados en el Paraná.

• FRAY IGNACIO SCAPIGLIATI tenía 33 años y era natural de Grotte di Castro. Ingresó a la Orden en la Provincia Reformada Seráfica y siendo aún estudiante se incorporó al Colegio San Carlos. Fue Lector de Filosofía y el vigésimo cuarto Guardián en San Lorenzo.

• FRAY JOSÉ MARÍA ALBÚNICO nació en Rivadavia (Buenos Ai-res). Ingresó en San Lorenzo a los 19 años y se ordenó de sacerdo-te. Cuando Dios lo llamó tenía 27 años y era maestro de novicios.

45 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 216.46 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 220.

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~ FEBRERO 10 ~

Nuestro memento sea hoy por nuestros hermanos: 1756 FRAY JOSÉ CISNEROS 47: Sacerdote. Lector jubilado y Custodio. Falleció en Paraguay.

1826 FRAY DIEGO FERNÁNDEZ MIRANDA: Hermano laico. Expiró en el convento de Catamarca.

1845 FRAY SIXTO HERNÁNDEZ: Hermano novicio. Profesó “in arti-culo mortis”. Falleció en el Convento de Córdoba.

1849 FRAY JUAN AMOROSO: Hermano laico. Expiró en el convento de Buenos Aires.

1900 FRAY VENANCIO FESTINI: Estudiante profeso, nativo de la Pro-vincia de Belluno. A los 20 años ingresó al noviciado en el Convento San Carlos. Afectado de tisis, falleció a los 23 años en Venado Tuerto, donde espera la resurrección.

1969 FRAY BERNARDINO BERMÚDEZ: Sacerdote. Natural de Gra-nada, diócesis y provincia de Granada, España. Falleció en el convento de Mendoza propter senectutem a los 84 años de edad, 63 de profesión religiosa y 54 de sacerdote. De aspecto bondadoso y servicial, siempre alegre y dicharachero, como auténtico andaluz, solía animar las reuniones conventuales con sus salidas ingeniosas y chistes oportunos. Siempre dispuesto a prestar a todos su ayuda o su experimentado consejo. Fue el último religioso de los que moraron en el convento que tuvo nuestra Provincia en Asun-ción, Capital del Paraguay. Fue Guardián del convento de Corrientes.


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~ FEBRERO 11 ~

Recordemos a nuestros hermanos que en este día fallecieron: 1783 FRAY FRANCISCO NÚÑEZ 48: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1814 FRAY FERNANDO VILUMBRALES: Sacerdote. Falleció en la Santa Recolección de San Isidro de Buenos Aires.

1834 FRAY JUAN SILVA: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1871 FRAY RAFAEL ANTONUCCI: religioso profeso de la Provincia Seráfica de la Marca de Ancona. Hacía diez años que se había incorpo-rado al Colegio Apostólico. Falleció en el Convento de la Merced a los 50 años de fiebre amarilla.

1887 FRAY FRANCISCO LUCCHINI: Pertenecía al Colegio Apostólico de Río Cuarto y falleció en Colonia Sarmiento (Córdoba), asistiendo a los afectados de cólera.

1977 MARCOS GASTESI AGUIRREZABAIGA 49: Nació en Orexia (Guipúzcoa) el 9 de diciembre de 1911. Acudió al llamado del Padre a media mañana de un día lluvioso del 11 de febrero de 1977 a los 65 años de edad. Bien merecía grabarse en su sepultura, como epitafio, las palabras del evangelio: “Pasó haciendo el bien por el mundo”. Un alma grande en un físico menudo y espigado. Profesó el 1 de octu-bre de 1928, ordenándose de sacerdote el 31 de julio de 1936. No pasó por el Colegio Seráfico, sino que, con estudios cursados en el Semina-rio de Saturrarán, pasó directamente al Noviciado. Durante su carrera hablar de él, o bien recordarle, era imaginarle ya con una aureola de santidad. A los pocos años de haberse ordenado sacerdote, se desem-peñó como profesor del Colegio Seráfico, y enseguida fue nombrado

48 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 218.49 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 38.

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Guardián de La Aguilera, quizá teniendo en cuenta sus virtudes. Pero no concluyó su período, ya que al hacerse cargo de la Provincia de la Residencia y Parroquia de Montevideo (Uruguay) fue destinado a la reciente fundación, con el primer grupo de personal cualificado quie-nes entre todos contribuirían a darle nueva faz a la Parroquia, hacién-dola en poco tiempo, una de las más florecientes de la Capital Charrúa. Poco a poco el P. Marcos iba dejando tras de sí el perfume de sus virtu-des, alimentadas con una vida interior intensa, que sirvió para ir for-mando en la Parroquia una comunidad de fe vivencial y evangélica, vigorizada con una vida sacramental cada vez más creciente. A los dos años de su llegada al nuevo destino, fue nombrado por el Mi-nistro Gral. de la Orden, Comisario General de Tierra Santa en el Uru-guay, a cuya Obra dedicó sus mejores afanes, y eran, también, cuantio-sas las limosnas que enviaba periódicamente a los Santos Lugares, fruto de su trabajo y del interés especial que ponía en repartir personalmente cada año en todas las Parroquias de ‘la Ciudad, sendas alcancías, en los días clásicos de la Semana Santa. Treinta y dos largos años –cerca de la mitad de su existencia– bregó, así, denodadamente en ayuda al país de Jesús. Cargo que desempeñó con tal acierto que mereció ser condecora-do con la CRUZ DE ORO de Tierra Santa, impuesta personalmente en Jerusalén por el Custodio de los Santos Lugares. Aportó también una variada gama de valores carismáticos con que había sido favorecido por el cielo, para la edificación de los distintos grupos parroquiales y comunidades religiosas. Fue director de las Hijas de María y Asesor de la Acción Católica de señoritas durante 20 años. Ovejas, por otra parte, muy bien servidas por su solícito pastor, que las alimentaba con los mejores pastos de una vida de total entrega al Señor. El P. Marcos dio también un gran impulso a la Tercera Orden de San Francisco, haciéndola una de las obras más florecientes de la Parroquia, con cerca de 400 Hermanos, y transformándola como en un centro bíbli-co, donde se comentaba e interpretaba la Palabra de Dios para hacerla llegar, por su intermedio, a los distintos movimientos de la Parroquia. Hombre metódico como él, que no sabía de ocios ni pérdidas de tiem-po. Todo lo tenía cronometrado, hasta las pequeñas expansiones que se tomaba con los Hermanos de la comunidad. Con la rapidez de una

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gacela, se le sentía presente allá donde era reclamado, ya fuera en el confesionario, en la asistencia a los enfermos, o bien en la oficina de Tierra Santa, siempre con la sonrisa a flor de labios. Las múltiples actividades que desarrollaba, naturalmente, iban minando su débil constitución, por más que luchaba por mantenerla vigorosa con los exquisitos cuidados que se prodigaba, y le prodigaban las muchas al-mas buenas con quienes estaba relacionado. Nada extraño, sin embargo, que algún problema serio con que tuvo que enfrentarse, agudizara más su cirrosis y acelerara su partida en el plazo escaso de dos meses.

~ FEBRERO 12 ~

Recordemos hoy ente el Señor a nuestros hermanos: 1744 FRAY NICOLÁS GUTIÉRREZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1753 FRAY PASCUAL CARMONA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1771 FRAY NICOLÁS PERALTA: Hermano laico.

1785 FRAY BENIGNO BORDA: Sacerdote.

1869 FRAY CARMELO REGIOFORT: Hermano estudiante. Falleció en el convento de Tucumán.

1888 FRAY ELÍAS DEL CARMEN ROMERO: Sacerdote. Natural de Catamarca, diócesis y provincia de Catamarca. Falleció en el convento de Santiago del Estero, a los 67 años de edad, 50 de profesión religiosa y 42 de sacerdote. Religioso observante, ejerció el sagrado ministerio en diversos conven-tos llevando una vida edificante por su laboriosidad y celo en el servi-cio de Dios.

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1919 FRAY BERNARDINO ASCENCIO: Sacerdote. Natural de Teruel, España. Falleció en el convento de Santa Fe, a los 54 años de edad, 26 de profesión religiosa y 23 de sacerdote. Ingresó a la Orden siendo ya hombre de edad y después de haber en-viudado. El celo de la salvación de las almas a la cual consagró todas sus energías y las dotes de su inteligencia. Se dedicó a la predicación de la Palabra de Dios para lo cual tenía cualidades especiales, pudién-dose llamar con toda propiedad, orador.

~ FEBRERO 13 ~

Nuestro memento de hoy sea para nuestros hermanos: 1730 FRAY JOSÉ DONATO DE SOTO: Hermano laico.

1738 FRAY BALTAZAR GARCÍA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1742 FRAY BERNARDINO MALDONADO: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Itapé, Paraguay.

1777 FRAY PEDRO GARNICA: Sacerdote. Regente de estudios. Falle-ció en el convento de Córdoba.

1780 FRAY JOSÉ GABRIEL CORDOVES: Sacerdote. Fue el fundador del convento de Montevideo, Uruguay. Celebró la primera misa en la Iglesia matriz, y bendijo la piedra fundamental de la ciudad de Monte-video. Falleció en dicha ciudad.

1915 FRAY ANTONINO CARDARELLI: Sacerdote. Falleció en Río Cuarto a los 73 años. Ingresó a los Frailes Menores de la Provincia de los Abruzos y siendo muy joven vino a misionar. La muerte de este sacerdote fue sentida por toda la provincia de Córdoba.

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1916 FRAY PAULINO PICCIRILLI: Sacerdote. Nació en Ferentino. Fa-lleció a los 70 años en Centumcellis, en el Convento de los Santos Már-tires Japoneses. Fue ordenado sacerdote a los 22 años. Ocupó el cargo de Guardián en San Lorenzo, cuyo gobierno aparte de las obras materiales que hizo se distinguió por conducir a la comunidad con alegría, caridad, paz y armonía. Fue él quien acogió al P. Esquiú en su retiro pre-episcopal. Al fallecer pertenecía a la Custodia de Tierra Santa.

1965 FRAY ELÍAS AQUILINO ZULAICA CORTA 50: Nació en la pobla-ción guipuzcoana de Aizarna el 3 de enero de 1901. Falleció el 13 de febrero de 1965. A los seis meses de hacerse cargo la Provincia de Cantabria de la nueva Custodia Franciscana del Paraguay, irrumpió en su escenario el P. Elías Zulaica. Ordenado de sacerdote en 1925, comenzó a hacer sus prime-ras armas de predicador en el convento de Zarauz, donde permaneció hasta que los Superiores se fijaron en su persona para hacerse cargo temporalmente del convento de Saint Paleau (Francia) que se encon-traba medio abandonado durante la Guerra Civil Española. Seguida-mente le vemos embarcado a nuestra Misión de Cuba, desempeñando cargos de Superior y Párroco en la Residencia de Mariel. Dotado de un sentido común envidiable y de un bagaje de cualidades humanas, sentía la necesidad de encontrar campo ancho para realizar-se plenamente como misionero fuera de aquel ambiente superciviliza-do en que se encontraba. Vio providencialmente satisfecho su deseo cuando acertó pasar por Cuba el P. Provincial, Cástor Apraíz, quien le dio opción para acompañarle al Paraguay que iba a ser el campo de su labor misional. Y vino, así, llegando el 11 de febrero de 1939 acom-pañado del Provincial. Su primer destino fue hacer sentir la presencia franciscana en Guarambaré, cuando el pueblo se encontraba como en barbecho, sin sacerdote estable que le atendiera pastoralmente. De ahí que al asumir el P. Zulaica la responsabilidad de la parroquia, se trope-

50 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 13.

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zó con un terreno bastante ingrato, debido a la escasa profundización de la fe en la comunidad. Nadie le salió a recibirle, ni nadie se halló allá para ponerle en posesión de las nuevas funciones. Tiempos aquellos que según contaba el protagonista, una mina de hormigas le arremetía durante el sueño reparador, teniendo que levantarse sobresaltado para dominar la fueria de los himenópteros. Después de un año y medio en el desempeño de su cargo, recibió el nombramiento de Comisario Gral. de Tierra Santa en el Paraguay, que aún le agrandaría más en sus afanes misioneros el nuevo cargo. Durante 25 años este pionero de los Santos Lugares en esta tierra gua-raní, se dedicó en cuerpo y alma a hacer conocer el País de Jesús, sus necesidades y su significado en la vida eclesial y cristiana. No escatimó para ello ni molestias ni sacrificios en recorrer la mayor parte de la geografía del país con todos los medios a su alcance: carretas, cabalga-duras, vehículos destartalados y hasta la humilde cabalgadura de San Francisco. De ahí que bien podía denominarse su gestión misionera como la «época de oro», de la Comisaría de Tierra Santa en el Paraguay. De un celo sacerdotal admirable, y conocedor profundo del pueblo pa-raguayo, era llamado y solicitado con frecuencia por los párrocos del interior del país, para animar las fiestas patronales y ayudarles en el confesionario y púlpito. De pluma bastante fácil, publicaba periódica-mente algunos artículos de carácter promocional y localista que eran bien recibidos por los lectores. Cuando la Custodia esperaba aún mucho más de él, un acto también de servicio segó su existencia, a raíz de unas profundas quemaduras generalizadas en su cuerpo. Durante muchos años perdurará su memoria entre la gente humilde y sencilla del Paraguay, a la que se entregó sin renuencia y sí con mucho celo y cariño. Lo mismo que el clero que le recuerda hasta ahora por el espíritu de generosa disponibilidad y de celo apostólico que encontra-ban en él. Loado y bendecido es también su nombre entre los Herma-nos que aún lloran apenados su partida.

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~ FEBRERO 14 ~

Tengamos presente ante el Señor hoy a nuestros hermanos: 1759 FRAY FRANCISCO ANTONIO DÁVILA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1764 FRAY LUIS GUERRA: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

1783 FRAY GREGORIO ARGONIOZA: Sacerdote. Ex lector en Sagrada Teología y ex Guardián del convento de Catamarca, en el que expiró.

1788 FRAY JUAN CRISÓSTOMO FERNÁNDEZ: Sacerdote. Ex Defini-dor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1792 FRAY JUAN ANTONIO HERNÁNDEZ: Sacerdote. Lector en Sa-grada Teología. Falleció en el convento de Santa Fe.

1801 FRAY ANTONIO DE JESÚS MARIA: Hermano laico. Expiró en el convento de Córdoba.

1834 FRAY JUAN FRANCISCO PEITEADO: Sacerdote. Falleció en el convento Máximo de San Jorge de Córdoba.

1862 FRAY MELQUÍADES BERTOCHINI: Sacerdote. Falleció en el Convento San Diego de Salta.

~ FEBRERO 15 ~

En este día fallecieron y rogamos por ellos:1751 FRAY JAVIER LEIVA: Sacerdote. Falleció siendo Guardián del convento de Corrientes.

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1787 FRAY FRANCISCO CERDEIRA: Hermano laico. Expiró en la Santa Recolección de Buenos Aires.

1798 FRAY ANTONIO AGUIRRE 51: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en la Santa Recolección del Paraguay.

1810 FRAY FRANCISCO PANDO: Hermano laico.

1916 FRAY EUSEBIO DUPOMMIER: Sacerdote de la Provincia de San Luis de Aquitania. Estuvo trabajando entre nosotros en calidad de ca-pellán en la Misión de San Martín Norte. Falleció en Suiza a los 57 años.

1970 FRAY LEÓN BESSERO: natural de Capital Federal, arquidiócesis de Buenos Aires. Falleció en la Sociedad Española de Socorros Mutuos, a los 72 años de edad, 55 de profesión religiosa y 48 de sacerdote. De carácter alegre, se manifestaba jovial. Dedicó gran parte de su vida al ejercicio del sagrado ministerio, especialmente como misionero. Fue Guardián del convento de Corrientes, superior de la Casa Escuela de Tucumán y Director del Colegio San Francisco de Buenos Aires del cual era morador cuando falleció.

~ FEBRERO 16 ~

Hoy evocamos la memoria de nuestros hermanos: 1798 FRAY MANUEL SANTOMÉ 52: Sacerdote. Falleció en Villarrica, Paraguay.

1807 FRAY FRANCISCO JAVIER GOMESTEGUI: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.


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1820 FRAY PEDRO ALBARADO: Sacerdote. Predicador general. Fa-lleció en el convento de Buenos Aires.

1864 FRAY LORENZO VELÁZTEGUI: Hermano donado. Natural de Carapeguá, en Paraguay. Falleció a los 86 años de edad y 29 de hábito.

1929 FRAY PASCUAL AGUILAR: Hermano laico. Natural de Capital Federal, arquidiócesis de Buenos Aires. Falleció en el convento de Bue-nos Aires, a los 67 años de edad y 35 de profesión religiosa. Humilde, con gran espíritu de laboriosidad atendía las tareas comunes que le eran encomendadas. Austero muy piadoso y gran penitente; so-lía disciplinarse ad sanguinem.

1963 FRAY FELIPE MARÍA BÓZZOLA: Sacerdote. Falleció a los 84 años en el convento San Bernardino de Turín. Fue párroco en San Martín Norte y Quitilipi, y posteriormente en Ita-lia: Lector; Definidor y Secretario de provincia. Se distinguió por su celo apostólico y su gran devoción a la Santísima Eucaristía.

~ FEBRERO 17 ~

En este día fallecieron nuestros hermanos: 1743 FRAY RAMÓN SÁNCHEZ 53: Sacerdote. Falleció en Asunción, Paraguay.

1778 FRAY JUAN BAUTISTA TORRES 54: Sacerdote. Falleció en la San-ta Recolección del Paraguay.


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1804 FRAY JUAN MARTÍNEZ DEL POZO: Oriundo del Arzobispado de Burgos. En la fundación del Convento San Carlos se desempeñó como primer vicario.

1812 FRAY ANTONIO FERREYRA: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1844 FRAY MANUEL DE LOS DOLORES ECHAGÜE Y ANDÍA: Fue el primer Hermano laico argentino del convento de San Lorenzo. Falle-ció a los 80 años en San Lorenzo. De noble estirpe y de muchos bienes, había nacido en Santa Fe y a los 49 años tomó el hábito en San Lorenzo renunciando a todo. Se carac-terizó por la humildad y es el único hermano laico que se desempeñó como Vice-Prefecto de Misiones.

1913 FRAY FILIBERTO DOGLIANI: ordenado sacerdote, se incorporó al Colegio San Carlos para trabajar en el campo misionero durante 24 años. Fue el cuarto Guardián de La Merced. Falleció en Turín a los 83 años, ejerciendo el oficio definidor. Regresado a Italia fue Custodio y Visitador general. El mismo Pío X, re-conoció en una carta personal los méritos de este trabajador y humilde hijo de San Francisco.

~ FEBRERO 18 ~

En el día de hoy recordamos ante el Señor a nuestros hermanos: 1653 FRAY LUCAS DEL MORAL 55: Sacerdote. Falleció en Asunción (Paraguay).


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1790 FRAY MANUEL BENAVIDEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1806 FRAY SEBASTIÁN VILLANUEVA: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en el convento San Bernardino de Montevideo, Uruguay.

1811 FRAY MARIANO GARCÍA: Sacerdote. Predicador general. Falle-ció en el convento de Buenos Aires.

1811 FRAY BERNARDINO IGLESIA: natural de La Coruña, diócesis de Compostela, España. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 69 años de edad, 48 de profesión religiosa y 44 de sacerdote. De espíritu emprendedor, en todas partes dejó huellas de sus iniciati-vas. Poseía el don de la puntualidad y muy escrupuloso en el cumpli-miento y asistencia de los actos de comunidad. Predicador y profesor de varias asignaturas. Entre otros oficios ocupó el de maestro de novi-cios en Buenos Aires, Guardián de los conventos de Buenos Aires, San-ta Fe, Río Cuarto, y La Plata; donde Mons. Alberti, lo nombró Censor diocesano y Juez pro-sinodal. Definidor de Provincia.

1822 FRAY PEDRO GARCÍA 56: Sacerdote.

~ FEBRERO 19 ~

Nuestro piadoso recuerdo sea hoy para nuestros hermanos: 1720 FRAY BARTOLOMÉ MONGELOS: Hermano corista. Falleció en el convento de Córdoba.

1741 FRAY CLEMENTE QUIÑONES 57: Sacerdote. Falleció en el Paraguay.

56 Cfr. Archivo Histórico del convento San Francisco de Buenos Aires. 57 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 216.

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1765 FRAY ALONSO DEL CAMPO: Sacerdote. Falleció en la Santa Re-colección de Buenos Aires.

1766 FRAY JUAN BAUTISTA LUZAR: Sacerdote. Electo Provincial el 19 de septiembre de 1761, gobernó la Provincia hasta el 23 de octubre de 1764. “Español. Ex Definidor, fue electo en el capítulo Provincial de la observancia de Buenos Aires” 58.

1790 FRAY MIGUEL BARTOLOMÉ: Sacerdote. Falleció en Cayastá, provincia de Santa Fe.

1929 FRAY ANTONIO DURÓ: Sacerdote. Natural de Buenos Aires, in-gresó a los 18 años al Convento San Francisco y siendo estudiante de Teología se incorporó al de San Carlos, ordenándose en 1887. Misionó en San Lorenzo, Rosario, San Rosa de Calchines y Laishí, siendo el último párroco franciscano de San Javier.

1932 FRAY FRANCISCO ÁNGEL FANARA: Sacerdote. Natural de la arquidiócesis de Mendoza. De carácter bondadoso y reservado, obser-vó siempre una conducta edificante y ejemplar. Fue el primer sacerdo-te que “Cantó su Primera Misa” en la flamante Iglesia de San Antonio de Padua, el 1 de enero de 1932. “Consummatus in breve ex morbo cardiaco” en su ciudad natal de Mendoza, a los 29 años de edad, 9 de profesión religiosa y dos meses exactos de sacerdote.

2011 JOSÉ ÁNGEL URCELAY MENDIZÁBAL: Falleció en San Fermín de los Navarros (Madrid).

Pueblo de nacimiento: LEPAZPI (Gipúzcoa)Fecha de Nacimiento: 3 de agosto de 1949.Padres: Jesús Victorio y María Luisa.Profesión Temporal: 6 de septiembre de 1965

58 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 94.

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Profesión Solemne: 21 de noviembre de 1971Sacerdocio: 29 de julio de 1973

Destinos y Oficios: 1972-1978: Estudios de Licenciatura en Teología en la Facultad de Teo-logía de Burgos, y pequeñas actividades pastorales. 1978-1980: Montevideo (Uruguay): Pastoral en la Parroquia de Tierra Santa.1980-1983: Asunción (Paraguay): Dirección (artística) de Radio Cáritas.1983-1985: Asunción: Guardián de San Francisco y párroco.1986-1994: Lambaré. Seminario Franciscano. Diversas responsabilidades.1995-1997: Asunción. San Pablo. Guardián.1997-2000: Madrid: Cisneros. Capellán del Sanatorio San Francisco. 2000-2003: Soria. Guardián.2003-2004: Roma. Curia OFM. Oficina de la Postulación. Trabajos de colaboración.2004-2006: Valladolid. Fraternidad de Zorrilla.2006-2011: Madrid. San Fermín de los Navarros. Coadjutor de la Pa-rroquia.Títulos y cursos: Bachiller en Teología (Burgos)Estudios de Licenciatura (Burgos) sin concluir.Cursos y cursillos de Liturgia (Madrid y Montserrat)Curso en la Congregación para la Causa de los Santos (Roma)

~ FEBRERO 20 ~

Recordamos hoy antes el Señor a nuestros hermanos: 1708 FRAY MIGUEL MAZA: Sacerdote.

1765 FRAY SANTIAGO DE SAN BUENAVENTURA: Hermano laico. Expiró en el convento de Buenos Aires.

1838 FRAY ANDRÉS PEGUEROLAS: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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1863 FRAY FELICIANO BADIALI: Sacerdote. Nació en Monte Rober-to, Italia, vino a la Argentina siendo corista. Falleció en Rosario a los 23 años. Diez meses antes había recibido en Córdoba el presbiterado. Sus restos descansan en San Lorenzo.

1881 FRAY JUAN NEPOMUCENO ALEGRE: Sacerdote. Ex Definidor y Guardián del convento de Corrientes, en el que falleció. A este Padre se debe la construcción del reloj de sol del jardín del convento de Santa Fe y del convento de Buenos Aires.

1900 FRAY JOAQUÍN REMEDI: Fue Comisario general; Prefecto de misiones; Vicario foráneo de Orán. Fundador de la Misión San Anto-nio. Ocupó otros cargos honoríficos dentro y fuera de la Orden. Murió en Salta.

~ FEBRERO 21 ~

Recordemos piadosamente a nuestros Hermanos que en este día fallecieron: 1658 FRAY DIEGO DE MADRID y VALLEJOS 59: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1697 FRAY JUAN GRANDE: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1780 FRAY JOSÉ MARÍA CÓRDOBA: Sacerdote. Falleció en Monte-ros, provincia de Tucumán.

1800 FRAY JUAN PÉREZ: Sacerdote.

1808 FRAY JOSÉ IGNACIO GÓMEZ: Hermano laico. Falleció en Pa-raguay.


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1837 FRAY JOSÉ FERNÁNDEZ: Hermano donado. Era oriundo de Se-villa. Después de permanecer dos años como donado, ingresó al novi-ciado a los 34 años. Falleció en San Lorenzo a los 57 años.

~ FEBRERO 22 ~

Recordemos ante el Señor hoy a nuestros Hermanos: 1692 FRAY NICOLÁS DE RIBERA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1745 FRAY NARCISO PERALTA: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1782 FRAY FRANCISCO DE LA PEÑA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Corrientes.

1815 FRAY JOAQUÍN MACIÁN: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1868 FRAY AURELIO BOIDI: Sacerdote. Nativo de la Provincia del Piamonte. Falleció en San Lorenzo a los 39 años. A los 20 años tomó el hábito en Santa María de los Ángeles. Ordenado sacerdote, oficiaba como maestro de coristas en Perusa, cuando se in-corporó a la misión del P. Durán. Durante catorce años trabajó celosa-mente como misionero, especialmente en San Javier, hasta el extremo de enfermarse y morir por ser solidario con los mocovíes. Perteneció a la Vicaria San Miguel Arcángel.

1904 FRAY MOISÉS ARÉVALO: Sacerdote. Natural de Valle Viejo, dió-cesis y provincia de Catamarca. Lector de Filosofía y Teología, cátedras que dictó en los conventos de Tucumán y Catamarca. Falleció en el convento de La Rioja, a los 47 años de edad, 25 de profesión religiosa y 20 de sacerdote.

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“[…] El P. Arévalo era hijo de Catamarca, y en el convento que el P. Quintana inmortalizara con sus famosas clases de latinidad, aprendió los primeros rudimentos del saber y nutrió más tarde su clara inteli-gencia con la ciencia de la religión. Desde muy joven se consagró a la carrera de la enseñanza. Fue catedrá-tico de Filosofía, de Teología y de cánones hasta obtener la jubilación con que premia estas fatigas la Orden. En el púlpito vibró muchas veces su palabra inspirada en los ideales del cristianismo; y llevado de sus instintos artísticos buscó, en las me-lodías de la música, el solaz que en ellas encuentran las almas grandes, las almas enfermas. Dios habrá premiado ya sus virtudes, y al hijo del pobre de Asís colo-cándole entre los justos de la eternidad 60”. (La Redacción).

1998 FRAY LUIS ÁNGEL PINO 61: Hermano laico. Nació el 1 de no-viembre de 1909 en San Agustín (Córdoba). Falleció el 22 de febrero de 1998 en la Clínica Romagosa de la ciudad de Córdoba, a los 89 años, y 68 de profesión religiosa.

Apenas cumplidos dos meses del fallecimiento del P. Herrero, la her-mana muerte visitó otra vez nuestra Provincia. Ahora en la persona de nuestro decano, Fr. Luis Ángel Pino; cuyo nombre de pila era Santos. Nombre que le fue impuesto, según la tradición campera, coincidente

60 Cfr. El Plata Seráfico, año V, n.° 56 (abril 1904), p. 196.61 Cfr. Boletín Informativo Noticias, n.° Especial 1999, pp. 2-3.

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con la fecha de su nacimiento, que fue el 1 de noviembre de 1909. Fue-ron sus padres Daniel Pino y María Martínez.Conociendo seguramente los pasos de los misioneros franciscanos, que en esos tiempos recorrían por sierras y pampas gran parte de la provincia de Córdoba, es atraído por el ideal de San Francisco.Muy joven ingresa al Postulantado en Córdoba; y luego, al Noviciado en Catamarca, que lo hará como hermano laico o, como se decía en ese entonces, en calidad de hermano lego. Allí tuvo por maestro al Siervo de Dios, Fr. Antonio de Jesús Lobo. Profesa temporalmente el 16 de febrero de 1930. Al poco tiempo, se le asigna el oficio de portero en el convento de Córdoba. Por eso, en Abril de 1931 es él quien le abre las puertas al neo-postulante Carlos de la Fuente. Y este oficio lo va a caracterizar de por vida.Fue miembro de la comunidad fundadora del Postulantado menor de la ciudad de Moreno. Si bien es cierto que tuvo otros destinos, como Catamarca, Santiago del Estero, Mendoza y Pampa de Achala; y otros oficios, como sacristán, preceptor de colegio y tal vez otros, pero lo que ocupó realmente todos sus afanes y la mayor parte de su vida fue Córdoba y su portería. De tal manera que se podría conjugar con toda exactitud el siguiente binomio: Fr. Pino, portería de Córdoba. Oficio que desempeñó con eficiencia y paciencia por casi más de cuatro déca-das. ¡Cuántos recados recibidos entre puerta y campana) ¡Cuántos her-manos y pobres atendidos! ¡Cuántos encargos entre timbre y teléfono! ¡Cuántas veces recordaría que en la monotonía de lo cotidiano debía encontrar el camino de su santificación! ¿Y no fue ese el secreto de la santidad de la santa Doctora de Lisieux, el haber hecho extraordina-riamente bien lo ordinario de la vida? Pronto para atender a religiosos huéspedes, a obispos y laicos. En tantos años vio pasar muchos herma-nos sacerdotes y muchos Guardianes; pero Fr. Pino seguía sereno en la portería con la fuerza de su temple y de su ecuanimidad.Siempre en la búsqueda de la perfección; ya en su edad provecta invitado por unos laicos decidió hacer un Cursillo de Cristiandad. Sumado este a todos los retiros y ejercicios espirituales en la vida religiosa, decía Fr. Pino que le había cambiado su vida. Por mucho tiempo asistió a las reuniones de dicho cursillo y se le oía comentar lo bien que le había hecho.

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Anexo a su oficio de portero del convento de Córdoba, fue proverbial su permanente y desinteresada atención a la Obra de Tierra Santa, es-pecialmente en el tiempo en que no se encontraba el hermano de la Custodia de Tierra Santa en dicho convento. En repetidas ocasiones, los Guardianes del Convento de Ntra. Sra. de Sión, de Bs. As. le ofre-cieron viajar a Tierra Santa, cubriéndole todos los gastos; pero, Fr. Pino nunca quiso aceptar. Solía decir con cierta cuota de humor: “No sea que vaya a Tierra Santa y no me convierta.”El Hermano Pino había entrado a la Orden con el propósito de ser her-mano lego, como se decía antiguamente, o para ser Hermano clérigo –como se dijera después– o simplemente Hermano laico, como deci-mos ahora. Esta fue su vocación y su convicción más profunda. Cuan-do las reformas posconciliares abrieron el camino para el diaconado permanente, algunos hermanos no clérigos se prepararon y accedieron a este Orden. Fr. Pino, respetando siempre el parecer de unos y otros hermanos, cuando se le preguntaba si pensaba solicitar el diaconado, respondía que quería permanecer en el estado que había abrazado des-de el Noviciado; sabiendo que no le faltaba nada para seguir siendo un hermano menor.Asistía regularmente a todos los actos de piedad. Cuando aparecieron los Breviarios en castellano, a comienzo de la década de los 70, Fr. Pino aprendió en seguida el manejo del mismo. Y dejado el “Oficio de los Padrenuestros”, gustaba del rezo coral y personal de la Liturgia de las Horas. A la misa diaria asistió casi hasta en sus últimos días.Fr. Pino desde joven fue débil y enfermo, así lo recuerda el P. Carlos de la Fuente, quien estando internado en el Hospital Español de Córdoba, lo tuvo también a Fr. Pino enfermo como compañero de pieza, pero, con todo, el Señor le concedió una salud que no lo hacía doblegar y lo hizo llegar casi hasta los 89 años. Muchas veces cuando se hablaba el tema de la muerte, entre, corrillos, especialmente, después del falle-cimiento de algún hermano compañero de él mayor o aún menor (él había visto muchos menores que él partir a la casa del Padre); entonces un Hermano le preguntaba si tal vez ya no le tocaría a él. Y Fr. Pino, acostumbrado a ceder el paso a los sacerdotes para que pasasen por la puerta de la sacristía o del comedor, decía con humilde cortesía no

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exenta de gracejo: “No, primero a los Padres”. (Y así vio pasar primero por esos umbrales al P. Leopoldo Palacios, al P. Leonardo Quiroga, al P. Lorenzo Castillo, al P. Carlos Martínez Ferrer, al P. Gentil Sosa y al P. Miguel Bustos, entre otros); finalmente, le tocó a Fr. Pino. La misa exe-quial fue celebrada en la Capilla de Ntra. Sra. de Copacabana, frente a la portería del convento de Córdoba. Fue como el lugar más adecuado para que se despidiera él mismo de donde más había tenido que luchar por su santificación y por el bien de sus hermanos.¡Fr. Pino, vive la alegría del Señor Resucitado!

Fr. Eduardo Zatti

~ FEBRERO 23 ~

En este día fallecieron: 1733 FRAY SILVESTRE GONZÁLEZ: hermano corista. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1739 FRAY SEBASTIÁN GIRADO: Sacerdote.

1806 FRAY VIRGILIO FÉLIX MOLINA: Sacerdote. Falleció en el con-vento del Rincón de San Pedro, provincia de Buenos Aires.

~ FEBRERO 24 ~

Nuestros recuerdos sean hoy ante el Señor por nuestros hermanos: 1720 FRAY ANTONIO SUÁREZ NIETO: Sacerdote. Fue nombrado Vicario provincial, en reemplazo del Provincial Fray Gabriel Arregui, que fuera nombrado Comisario general del Perú. Falleció en el conven-to de Santa Fe.

1776 FRAY LUCIANO SOTOMAYOR: Sacerdote. Ministro provincial desde el 23 de octubre de 1764 hasta el 25 de febrero de 1768. Falleció en el convento de Santa Fe.

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“Natural de Santa Fe. Lector Jubilado, ex Definidor, fue electo en el Capítulo celebrado en el convento de las Once Mil Vírgenes de Buenos. En 1767, el Comisario del Perú designó al Visitador del Capítulo Fray León Cayetano Delgado, y este fue su último nombramiento ya que ese año se suprimieron las Comisarias Generales de Perú y de Méjico. Durante el Provincialato de Fray Sotomayor, la Provincia tomó a su cargo la Universidad de Córdoba y el Colegio Montserrat” 62.

1779 FRAY MIGUEL FERREYRA: Sacerdote. Predicador general. Fa-lleció en el convento de Córdoba.

1790 FRAY FRANCISCO VALENZUELA 63: Sacerdote. Falleció en Pa-raguay.

1812 FRAY NICOLÁS ISURITA: Hermano laico. Expiró en el conven-to de Córdoba.

~ FEBRERO 25 ~

En este día fallecieron: 1721 FRAY PEDRO RANZA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1743 FRAY LORENZO BOBADILLA: Hermano laico. Falleció en el concento de Córdoba.

1763 FRAY ALONSO PÉREZ: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Itatí, Corrientes.

62 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 94.63 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 219.

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1898 FRAY WENCESLAO ACHÁVAL Y MEDINA: Obispo. Nació en la ciudad de Santiago del Estero, el 24 de noviembre de 1813. Falleció en la Sede episcopal, en la ciudad de San Juan, a los 84 años de edad, 67 profesión religiosa, 64 de sacerdote y 30 de Obispo. Fue sepultado en la Iglesia Catedral de la ciudad de San Juan. Cursó sus estudios en el convento Recolecto de San Pedro de Alcántara de la ciudad de Catamarca. Vistió el hábito franciscano 1830 en el con-vento de Catamarca. En setiembre de 1831 hizo la profesión Solemne y tres años más tarde se ordenó sacerdote, con dispensa papal a causa de su edad. Desde su Ordenación sacerdotal, fue destinado a la enseñanza; primero como maestro de latín, después como profesor de Filosofía, Teo-logía y derecho canónico en el mismo convento de Catamarca, contando entre sus alumnos al que luego fuera Obispo de Córdoba, Fray Mamerto Esquiú. Desde muy joven desempeñó los oficios principales en la Pro-vincia. Guardián de Catamarca; a los 30 años fue designado Visitador de la Provincia y presidente de Capítulo. A los 35 años de edad fue elegido Ministro provincial. En 1860 fue nombrado Vicario foráneo de Catamar-ca. Durante su gobierno dio inicio la edificación de la Iglesia Catedral. El Papa Pio IX por Bula del 20 de diciembre de 1867, lo instituyó Obispo diocesano de San Juan de Cuyo, siendo consagrado en nuestra Basílica de Buenos Aires el 4 de octubre 1868. Su diócesis abarcaba las provincias de Mendoza, San Luis y San Juan. Asiste al Concilio Vaticano celebrado en Roma, desde el 8 de diciembre de 1869, al 20 de octubre de 1870. El 19 de mayo de 1872 instala canónicamente el Cabildo Eclesiástico. En 1872 funda en Mendoza la Casa de Ejercicios Espirituales. El 31 de julio de 1874 erigió solemnemente el Seminario Conciliar. Estableció 14 parro-quias y varias vice-parroquias en las tres provincias que abarcaba su dió-cesis: San Juan, Mendoza y San Luis. “Entre sus escritos se encuentran” 64.

FRAY CELSO GHIO: memoria de su fallecimiento. Misionó en San Martín Norte y Avellaneda. Después regresó a Italia donde falleció en fecha no determinada.

64 Cfr. Eduardo Bierzychudek, Catálogo de Impresos Franciscanos. Ediciones Castañeda. Buenos Aires, 2012, pp. 191-192.

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~ FEBRERO 26 ~

En este día fallecieron: 1619 FRAY ANDRÉS RODRÍGUEZ: Sacerdote. Memoria de su falleci-miento ocurrido en San Martín de Esteco. Pertenecía a la provincia de Andalucía. Falleció con fama de Santidad y se cuentan de él algunos milagros.

1777 FRAY FRANCISCO GERÓNIMO DE SOTOMAYOR: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1788 FRAY MARTÍN ROMO: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1810 FRAY ASCENSIO PEÑALBA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

~ FEBRERO 27 ~

Recordemos hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1758 FRAY FRANCISCO DEL CARMEN: Hermano laico. Expiró en el convento de Jujuy.

1802 FRAY FRANCISCO SOLANO DE LA CRUZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1804 FRAY MARIANO GRANDE POSSE: Sacerdote.

1831 FRAY VALENTÍN HODAECHEA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Catamarca.

1833 FRAY RAMÓN VACA: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en el convento de Santa Fe.

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1957 FRAY IRENEO BELLACCI: Sacerdote. Falleció a los 78 años, en el convento de la Merced. Hijo de la Provincia de San Buenaventura, llegó a nuestro país ya or-denado sacerdote, a los 34 años. Fue Guardián en el Convento de Jujuy y párroco de Las Palmas, en el Chaco. Sus últimos años permaneció en Corrientes donde se distinguió como orador sagrado.

2014 P. PEDRO OSCAR ALARCÓN 65: Había nacido en El Imperio, Río Cuarto, el 22 de diciembre de 1934. Falleció en Río Cuarto (Córdoba), el 27 de febrero de 2014, tras una prolongada enfermedad y ya casi octogenario. Es verdad que hacía casi 10 años había dejado la Orden para incardi-narse al clero diocesano de Río Cuarto, pero también es cierto que estu-vo más de 50 años en la Provincia, por eso es conveniente que lo recor-demos con fraternal aprecio y recemos en sufragio de su alma. Fueron sus padres Santiago Alarcón y Angélica Leguizamón. A los 20 años ingresa al postulantado de adultos en San Antonio de Padua. Al año siguiente va al noviciado en Catamarca, donde va a emitir su primera Profesión, junto con Fray Mario Porreto y Fray Jorge Martínez, el 30 de enero de 1956. La profesión Solemne la hará el 30 de enero de 1959 en San Antonio de Padua (Bs. As.). También allí será ordenado sacerdote el 30 de noviembre de 1961, por Mons. Francisco Muguerza. Después de ser morador en algunos conventos de la Provincia, fue a prestar servicios pastorales a la Diócesis de Orán, en la localidad de Vespu-cio. Por unos años fue capellán de la marina. Habiendo cesado como capellán, al promediar la década de los 70, fue designado guardián de la nueva Casa que estaba en San Antonio de Arredondo que era la Re-sidencia Franciscana (Dije “nueva” porque fue cuando esa casa, hasta entonces de las hermanas Franciscanas Misioneras de María, pasó a la Provincia). La fraternidad estaba integrada además por Fr. Francisco Burja (párroco) y Fr. Julián García (encargado de la casa de retiros). El P. Alarcón y su comunidad tuvieron dos hechos significativos que cabe

65 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XLV, n.º 210, Edición Especial, (sep-tiembre 2013/marzo 2014), p. 30.

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recordar: El haber destinado un oratorio o capilla interna para la fra-ternidad en un espacio en el primer piso. Y luego haber entronizado la imagen de Ntra. Sra. de Luján, como patrona de la iglesia (en la misma ubicación que tiene en la actualidad) ceremonia que contó con mucha participación popular de la comunidad y cuya misa fue presidida por el Cardenal Francisco Primatesta.

Después el P. Alarcón pidió y obtuvo permiso de los superiores para atender a su madre sola y enferma en su propia casa. Los restos mortales del P. Alarcón fueron velados en la parroquia Santa Teresita, donde él prestaba los servicios pastorales. Allí tam-bién se le celebró la misa exequial, que presidió, en ausencia del obis-po diocesano, el Vicario General, Mons. Estrada, y fue concelebrada por varios curas del clero, religiosos y religiosas y sobre todo por los hermanos de la Provincia San Francisco Solano. El Sr. Obispo había manifestado que el P. Alarcón fue muy querido en la Diócesis, sobre todo por el clero local, ya que varios sacerdotes lo tenían por confesor.

¡P. Alarcón, vive la alegría eterna de Dios!Fray Eduardo J. Zatti

~ FEBRERO 28 ~

Nuestro memento sea hoy para nuestros hermanos: 1744 FRAY PEDRO DE LA CRUZ: Hermano laico. Expiró en el con-vento de Buenos Aires.

1757 FRAY MIGUEL PASCUAL: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1883 FRAY RAMÓN BARCE: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

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1887 FRAY JOSÉ AIMÓN: Sacerdote. Misionero español. Devotísimo del Vía Crucis, lo propagó hasta su muerte. Entre 1885-1886 trabajó en el santuario de El Calvario de la Chacarita. Falleció en La Puerta, Am-bato, provincia de Catamarca. En 1910 fueron trasladados sus restos del cementerio de La Puerta a la capilla de El Calvario.

1982 FRAY LUIS FRANCISCO GIMÉNEZ: Hermano laico. Natural de Resistencia, Chaco. Falleció en el convento de San Antonio de Pa-dua, del que era morador, a los 51 años de edad y 30 de profesión religiosa. “Nació en Resistencia, Chaco el 30 de julio de 1930. Fueron sus padres don Ignacio Giménez y doña Antonia Barrios, matrimonio cristiano que le educó en la fe y en las buenas costumbres. Ingresó como postu-lante en el Convento de la Plata. Vistió el hábito de novicio en el con-vento de Catamarca, el 27 de febrero de 1951 y allí emitió su Profesión Simple el 28 de febrero de 1952. Hizo su Profesión de Votos Solemnes el 10 de marzo de 1955. Estuvo como morador en los conventos de Catamarca, La Plata, Corrientes, Santa Fe, La Rioja y Padua. Residió unos meses en el de Buenos Aires, adonde fue enviado para atender a algunos religiosos enfermos. En los conventos donde estuvo desempe-ñó los oficios de sacristán, portero, enfermero, sastre y cocinero. Tenía buen gusto y se distinguía particularmente en adornar los altares en forma artística y mantenía siempre en perfectas condiciones de lim-pieza el convento y la Iglesia. Era de trato agradable e inmediatamente hacía amigos en el convento en que estaba. Se hacía querer de todos y en todas partes se lo recuerda con afecto. Le gustaba la literatura y desde joven se dedicó a escribir. Estando en Corrientes publicó un libro de poesías con el seudónimo de Robert Kent. En el convento de Padua había iniciado con mucho entusiasmo la publicación de una revista parroquial, que tuvo bastante aceptación. Su enfermedad duró varios años y los últimos meses fue más dolorosa y mortificante, pero la sobrellevó con resignación cristiana y entereza de espíritu. En los últimos tiempos ya no podía hablar, pero se conser-vaba lúcido y se hacía entender por señas o escribiendo. Así, en lo más duro de su enfermedad, supo demostrar su espíritu de servicio a los

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demás. El lunes 1° de marzo en nuestra Iglesia de Padua 15 sacerdotes concelebraron una misa presidida por el P. Provincial, y a la que asistió una gran cantidad de fieles que luego acompañaron al sepelio que tuvo lugar en el Cementerio Santa Mónica de Libertad. Sus restos fueron colocados en un nicho entre los de los hermanos Lorenzi y Uranga” 66.

~ FEBRERO 29 ~

En el día de hoy recordamos a nuestros hermanos:

1985 FRAY JUAN MARÍA BELTRÁN DE HEREDIA 67: Nacido en el ce-niciento villorrio de Dallo (Álava) el 2 de abril de 1925. El P. Juanito, que así le conocíamos familiarmente cuantos convivimos con él, no se encuentra entre nosotros, como tampoco ninguno de los misioneros cántabros que han desfilado por nuestra galería. Con ser el último que nos arrebató la muerte en el campo mismo de operaciones, su nombre va resbalando todavía con verdadera fruición de labios de cuantos le conocieron trabajando en las avanzadillas de nuestra par-cela franciscana del Paraguay. Treinta y tres años de misionero, de los sesenta que iba a completar, fueron vividos intensamente en abrir nue-vos surcos para ir depositando la semilla evangélica, e ir recogiendo a su tiempo cosecha abundante de renovación espiritual. Procedía de una familia casi levítica, y era el quinto de los hermanos varones consagrados al servicio de la Iglesia. Tres de ellos fueron tam-bién franciscanos, y uno sacerdote secular, el P. Goyo. Todos le prece-dieron en la recta final hacia la Casa del Padre. Llegado al Paraguay en diciembre de 1951, gastó sus primeras armas de misionero en la zona del Guayrá, dejando su impronta de celo y laboriosidad admirable en todos los lugares de la vasta geografía de la Custodia misionera franciscana del Paraguay. De una salud a toda

66 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XIV, n.º 84, ( enero/febrero 1982), pp. 11-12.67 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 20.

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prueba en sus años mozos, dejó huellas imborrables de su paso en los diversos puestos que le encomendó la Obediencia. Trabajó con ver-dadero tesón en las parroquias de Barrero Grande, Guarambaré, Vi-llarrica, Villa Industriales (Argentina), de donde regresó de nuevo al Paraguay para hacerse cargo de la Capellanía del Leprosario de Sapu-cay. Por último, fue destinado a Caaguazú, y nombrado Párroco, como corona y final de su carrera terrestre. Los que seguimos de cerca su trayectoria íntima, descubrimos en el P. Juan a un gigante de espíritu, que vivió gozoso el sacerdocio y el com-promiso radical del carisma franciscano. Hombre de Iglesia, no hubo valle, ni rincón confiado a su solicitud pastoral, que no fueran visita-dos, para llevar la Palabra de Dios, y evangelizar a la gente humilde y a los niños, haciéndose así presente del amor con el que Cristo amó a su Iglesia. Dentro de un cuerpo inquieto, con porte grave y un tanto adusto, ali-mentaba destellos de una honda afabilidad y bonhomía, unidas a unas entrañas maternales que las traducía en atender a sus hermanos, intu-yendo sus necesidades, y compartiendo con ellos momentos de expan-sión y relajamiento en las reuniones de vida fraterna.Hizo del trabajo el “leitmotiv” de su vida, como si le asfixiara el ocio. Y en esta actitud se consumó su existencia. El corazón que tan fuer-temente latió por Cristo y sus hermanos, se resquebrajó al final, para seguir latiendo desde la otra orilla por los que compartimos con él las penas y alegrías de este suelo paraguayo que él tanto amó. Nos dejó sin tiempo para decirnos el adiós despedida, como temien-do herir nuestros sentimientos por el paso definitivo que iba a dar. La muerte –guadaña en mano– vino a segar una vida todavía en plena floración. Lo encontró con las botas puestas, en su lugar de combate. Así de valiente se enfrentó con ella, hasta que le abatió una tardecita calurosa del último día de febrero de 1985.

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

MES DE MARZO

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necrología franciscana — marzo

~ MARZO 01 ~

En este día fallecieron: 1633 Memoria del fallecimiento de un religioso franciscano anónimo asesinado en Jocabil, Provincia de Catamarca, por los indios en el gran alzamiento Calchaquí.

1817 FRAY MARTÍN VELÁZQUEZ: Sacerdote. Lector jubilado. Falle-ció en el convento de Buenos Aires.

1835 FRAY DIONISIO TARRIBA: Sacerdote. Ex Visitador y Provincial. Gobernó la Provincia desde el 8 de septiembre de 1823 hasta el 8 de septiembre de 1826. Falleció en el convento de Santa Fe. “Fue electo en el Capítulo celebrado en el convento de Córdoba presi-dido por el Visitador General Fray Pantaleón Garcia. En este Capítulo había solo 10 conventos sujetos a la Provincia de la Asunción: Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Santa Fe, Corrientes Cata-marca, La Rioja y Mendoza. Durante este Provincialato volvió a formar parte de la Provincia el convento de San Bernardino de Montevideo” 68.

1889 FRAY PLÁCIDO SARGENTI: Sacerdote. Vino de Italia en el gru-po de los fundadores del Colegio Apostólico San Francisco Solano. Du-rante su larga enfermedad fue causa ejemplar de paciencia entre los hermanos. Falleció en el convento San Francisco Solano de Río Cuarto.

1976 FRAY AVELINO JUAN LEDERHOS: Hermano laico. Natural de Colonia, General Alvear, Departamento de Diamante, diócesis de Pa-raná, Entre Ríos. Falleció a 40 años de edad y 21 de profesión religiosa. Su muerte prematura y trágica consternó a cuantos lo conocieron y trataron.

68 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 100.

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“Nació el 16 de febrero de 1936. Cursó sus estudios primarios en los postulantados de Buenos Aires y Córdoba; los secundarios en el de Paso del Rey. Vistió el hábito de novicio en el convento de Catamarca el 28 de febrero de 1954. Emitió los Votos Temporales el 29 de febrero de 1955 y la Profesión Solemne el 15 de agosto de 1958 en San Antonio de Padua, Buenos Aires” 69.

Nos refiere Fray Alberto Ameri OFM: “Lo conocí en 1957 al ingresar como postulante en el convento de San Antonio de Padua. Lo recuer-do como un religioso simple, inquieto, trabajador, múltiple en sus ser-vicios y atenciones, recogido y piadoso en la oración. Algunas veces comía más tarde con sus ropas de trabajo manchadas por la tinta del taller de impresión “Elloba”, que funcionaba en la misma casa. Apre-cié que poseía una inteligencia vivaz y clara, esto le permitía aprender rápidamente lo que se le enseñara; además dotado de un gran sentido para las cosas prácticas, hacía que por su ingenio y constancia trans-formara y perfeccionase toda labor que debía desarrollar. Lo vi cum-plir tareas de cocinero, algo difícil de realizar en un convento grande, con regular acierto, pues dependía mucho de la diligencia del procu-rador y de la situación económica. Durante este período sus alegrías algunas veces interrumpidas por el trabajo no justamente valorado y comprendido por sus hermanos. Fray Avelino era temperamental. Te-naz para lo que le interesaba y comprometido. Terco en sus conviccio-nes, pero si alguna de ellas estaba dañada por algún error sutil había

69 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VIII, n.º 49, (enero/marzo 1976); anexo de Fray Luis Cano.

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de ser paciente y generoso con él su empecinamiento equivocado. En Paso del Rey realizó varias tareas: quinta, lavandería, sastrería. Cum-ple y hace lo que se le pide...Está inserto en la fraternidad con alma y vida; se da a todos, sufre y se alegra con todos. El decaimiento de su trabajo por disminución de los seminaristas lo ponen lerdo en sus actividades. La solución viene cuando Fray Avelino se hace cargo de los Talleres Gráficos “San Francisco”. Me costó convencerlo. Tenía sus temores en cuanto a su capacidad para los trámites comerciales, la-borales, sociales bancarios y todo aquello que hoy involucra una em-presa comercial gráfica. Aceptó siempre y cuando la responsabilidad continuara sobre mí. Trabajó en equipo, sin dificultades, que avalado por la sincera amistad que nos unía, se allanaban las dificultades con facilidad. Desde que comenzó esta tarea se involucró: visita de clien-tes, proveedores, reparto, cobranzas, promoción, etc. Todo fue bien. El cambio en su manera de tratar a la gente. Su natural timidez se fue transformando en alegría y cordialidad de fraile menor. Todos se vieron conquistados por su franqueza, apertura, respeto, simpatía y cariño. El mensaje de “Paz y Bien” lo desparramaba vivencialmente. Se hizo querer y respetar por toda persona fuese del credo, condi-ción y de la facción política que fuese. [...] El ambiente queda lleno de recuerdos...”Hasta siempre...Fray Lederhos”...”pantalón de cuero” como él traducía su apellido” 70. Fray Alberto Ameri

CRÓNICA DEL ACCIDENTE DE FRAY AVELINO “El lunes 1 de marzo de 1976 a las 0:30 horas falleció en el Hospital Fe-rrando de Resistencia, víctima de un accidente automovilístico el Hno. Avelino Lederhos. Había salido el viernes 27 a las 22 horas de Paso del Rey en compañía de Fr. Eligio Bazán con la intención de alcanzarlo hasta Corrientes y de llevar las valijas y bultos destinados al noviciado. Con-ducía una flamante Pick Up Fiat 125 que hacía poco tiempo le habían entregado para el uso de los Talleres Gráficos. Luego de pasar por Villa Fontana en las cercanías de Paraná, donde visitó a su madre y hermana,

70 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VIII, n.º 49, (enero/marzo 1976), p. 8-9.

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continuó viaje el sábado 28 en horas de la noche. Siendo aproximada-mente las 6 de la mañana del domingo 29, la camioneta sufrió un vuelco a consecuencia de un accidente, cuyas circunstancias no se han esclare-cido totalmente. Estaban a 1,5 km de la Florencia, población límite entre las provincias de Santa Fe y Chaco. En el accidente, el Hno. Avelino salió despedido del vehículo. Fue auxiliado en primer lugar por el P. Bazán y, de inmediato, por una camioneta que los trasladó hasta la comisaría de Villa Florencia, de allí al médico más cercano, y finalmente, en ambulan-cia, hasta el hospital de Resistencia, donde ambos fueron internados. Esa misma mañana, gracias a los buenos oficios del P. Marcos, párroco de Carmen de Resistencia, el P. Bazán, pudo comunicarse telefónicamente con nuestro convento de Corrientes desde donde se avisó de lo sucedi-do a la Curia Provincial y por radioaficionado a Sor Serafina, hermana de Fray Avelino, residente en la ciudad de Mendoza. Pese a los esfuer-zos de los médicos [...] fallecía víctima de las hemorragias internas. Los sacramentos le fueron administrados por Fr. Ortolano. Su cuerpo fue velado en primer término en nuestro convento de Corrientes, donde esa misma noche, hermanos de la Provincia y Vicaría concelebraron la Misa en la que el P. Ameri, destacó, visiblemente acongojado, la lealtad que había sido virtud resaltante en la vida del Hno. Avelino y el P. Aurelio Kühn señaló su trato espontáneo y fraterno con todos los hermanos. En la mañana del martes, luego de una misa concelebrada por religiosos de las dos casas franciscanas de la ciudad, capuchinos, salesianos, jesuitas y del clero secular y que contó con la presencia de Mons. Vicentín y de una nutrida concurrencia de terciarios y del pueblo fiel de corrientes, sus restos fueron trasladados a Villa Fontana, Entre Ríos [...]” 71.

1984 FRAY TEÓFILO LUQUE: Sacerdote. Nació en Villa del Rosario, Córdoba. Falleció en San Lorenzo a los 81 años. Este benemérito sacerdote ingresó al postulantado de Córdoba para trasladarse luego al de San Lorenzo. Ordenado en 1929, fue luego lec-tor de Teología, varias veces Guardián en San Lorenzo, Corrientes, Rosario y Formosa. Se dedicó a la dirección espiritual y predicación

71 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VIII, n.º 49, ( enero/marzo 1976), p. 9.

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de ejercicios a religiosas, pero entre varias otras cosas su obra más des-tacada fue la dirección del Colegio Seráfico San Francisco Solano. Fue capellán militar y párroco, consejero e historiador, y en medio de tanta actividad, fue un fraile de marcada oración, pobre y prudente en el hablar.

~ MARZO 02 ~

Recordemos hoy ante el Señor de nuestros hermanos: 1723 FRAY JUAN VILLEGAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1746 FRAY LUCAS FRUTOS 72: Hermano laico.

1774 FRAY AGUSTÍN VERDÚN: Sacerdote. Predicador general. Expi-ró en la Recolección del Rincón de San Pedro.

1754 FRAY FRANCISCO FIGUEROA: Sacerdote. Falleció en la Reco-lección de Buenos Aires.

1787 FRAY ANTONIO J. MOLINA: Hermano estudiante. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1801 FRAY DOMINGO JÁUREGUI: Sacerdote. Definidor. Expiró en Paraguay.

1874 FRAY MARCELINO OSENDA: Sacerdote. Falleció en Goya a los 45 años de tisis pulmonar. Ocupó la guardianía de La Merced durante cuatro años, y luego fue elegido Guardián de San Lorenzo, cargo que no llegó a desempeñar debido a su precaria salud.


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~ MARZO 03 ~

En este día fallecieron: 1755 FRAY RUDECINDO: Hermano laico.

1760 FRAY PEDRO CARMONA 73: Hermano laico. Falleció en Villarri-ca, Paraguay.

1797 FRAY RAMÓN GONZÁLEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1805 FRAY AGUSTÍN JIJENA: Sacerdote. Fue Guardián del convento de Santiago del Estero, en el que falleció.

1858 FRAY GUIDO ACHILLI: Sacerdote. Nació en Cortona, hizo el no-viciado en Asís y se incorporó al Colegio Apostólico San Carlos siendo diácono. Exactamente un año antes de su muerte, recibió el presbiterado en Buenos Aires. Falleció en San Lorenzo a los 26 años atacado de tifus.

1874 FRAY GUILLERMO TELLI: Sacerdote. Perteneció al Colegio Apostólico de Río Cuarto. Este abnegado sacerdote misionero falleció en Fuerte Sarmiento, donde asistía a los enfermos de cólera.

~ MARZO 04 ~

En la Provincia piadosamente recordamos hoy a nuestros hermanos: 1710 FRAY LORENZO SÁNCHEZ: Sacerdote. Fue Guardián del con-vento de Tucumán en el que falleció.


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1791 FRAY JUAN JOSÉ GANTO 74: Hermano laico. Expiró en Para-guay.

1806 FRAY NICOLÁS VAS: Sacerdote. Lector jubilado. Ex Custodio. Este hermano siendo Guardián del convento de Córdoba inició el trabajo de la actual iglesia, el 15 de abril de 1794.

1816 FRAY FRANCISCO GARAY: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Bueno Aires.

1874 FRAY VENANCIO BASSANI: Falleció en el Colegio Apostólico de Río Cuarto.

1880 FRAY BERNARDINO RODRÍGUEZ: Hno. corista. Nació en San Juan de Cuyo, Argentina. A los 24 años pereció ahogado en el río Paraná.

1922 FRAY MARCELO VENANZETTI: Sacerdote. Tomó el hábito a los 17 años en la Provincia Observante de La Marca. Fue enviado por el Superior general entre los hermanos que vinieron a Buenos Aires para restablecer el antiguo Convento de La Recoleta. No logrado esto se in-corporó al Colegio Apostólico San Carlos en 1860. Ocupó dos periodos la guardianía de este convento.

1980 FRAY LEONARDO QUIROGA: Sacerdote. Natural de Monte del Rosario, Departamento de Río Primero, diócesis de San Francisco, Cór-doba. Entregó santamente su alma al Señor “propter senectutem”, en el convento de Córdoba, a los 91 años de edad, 75 de profesión religio-sa y 57 de sacerdote. Era el decano de la Provincia. Estimado por todos por su espíritu sen-cillo, vida piadosa y austera, sin malicia y ejemplar disposición para todos los trabajos propios del ministerio sacerdotal, particularmente la atención del confesionario. Misionero infatigable comunicó a todos


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la bondad de su corazón y llevó entre sus hermanos el mensaje de paz y amor. Fue morador de los conventos de Córdoba, Catamarca, Tucu-mán, Santiago del Estero, Buenos Aires, La Plata y Mendoza.

~ MARZO 05 ~

Recordemos hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1751 FRAY JOSÉ VILLANUEVA 75: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Caazapá, Paraguay.

1782 FRAY ANDRÉS DEL CARMEN: Hermano laico. Expiró en el convento de Buenos Aires.

1812 FRAY JOSÉ SANTOS: Hermano laico. Expiró en la Santa Reco-lección de Buenos Aires.

1933 FRAY JOSÉ ANTONIO PUJOL: natural de Santa Fe, arquidiócesis y provincia de Santa Fe. Falleció en el convento de Santa Fe, a los 69 años de edad, 39 de profesión religiosa y 36 de sacerdote. Ingresó a la Orden a los 29 años de edad, siendo escribano y procurador de nota. Poseía gran espíritu comunitario.

1989 SANTIAGO IGNACIO LERCHUNDI AMEZTIETA 76: nació en Azpeitia (Guipúzcoa) el 25 de julio de 1925. Fue la vida del Hno. XANTI, como familiarmente se le conocía, un cen-dal entretegido de fuertes contrastes, que acabó sobre una fría losa en un día de invierno. Al nacer, perdió pronto a su madre, Doña Genara, que marcó, diríamos, el signo de su existencia. Le pareció estar tocado de la gracia de la vocación religiosa, y le prepararon para ingresar, a los



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diez años recién cumplidos, en el Colegio Seráfico de Aránzazu. Pero no le fueron aquí bien las cosas, y optó por regresar a la casa paterna, mas sin que se le apagara el pabilo de volver a servir al Señor, más tarde, en la vida religiosa. De complexión robusta y fornida, dio los pasos inciertos de su juven-tud en trabajos competitivos, que exigían una salud de hierro y un estado atlético a toda prueba. Recorrió muchos puntos de la geografía guipuzcoana, talando pinos y repoblando bosques, echando sobre sus hombros cargas pesadísimas como desafiando a sus compañeros oca-sionales de fatigas, que le cedían primacía en todas las competiciones. Llegada la hora de cumplir con los deberes de todo ciudadano, pasó también por el tamiz del servicio militar. Al superar y verse liberado de nuevas obligaciones, volvió sus pasos hacia el claustro dándose cuenta da todo lo que podía darle el mundo. Llegó a tocar las puertas del convento de Zarautz, y después de un corto postulantado, vistió el hábito, iniciando el noviciado en el mismo con-vento el 2 de septiembre de 1950, cuando contaba 25 años exactamente de edad. Después de su profesión con que terminaba el noviciado, fue su primer destino el convento de Olite, donde prestó valiosos servicios en las múltiples ocupaciones que demandaba la complejidad de la casa. Aquí emitió su profesión Solemne el 21 de septiembre de 1954. Al poco tiempo fue destinado a Bolivia. asociándose al grupo de los cán-tabros, que cuidaban del culto del Santuario Nacional de Copacabana. Cuando terminó el contrato de la Provincia con la de San Antonio de los Charcas, recibió la Obediencia para pasar a la Custodia del Para-guay donde prestó invalorables servicios en nuestras Casas de Villa Industriales, primero, y luego en Villa Diamante. Llegó también has-ta Mar del Plata, dejando huellas de hombre habilidoso y trabajador. Ayudó a la dupla Hno. Azpeitia, José Miguel Alberdi en los retoques de la obra del Colegio Fray Mamerto Esquiú, uno de los centros educa-cionales más acreditados de aquella ciudad balnearia. Hacía también sus pinitos, incluso en la música y en el canto con bastante aceptación. Lastimosamente en una de sus giras a Buenos Aires, le sorprendió un grave accidente de circulación, que le dejó huellas profundas y serias para el resto de su vida, con el resultado de una “encefalopatía” que

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no le permitiría actuar con total normalidad ya en el futuro. Con este “sanbenito” a cuestas, optó por regresar a la Provincia a finales del año 1963. Residió durante algún tiempo en nuestro convento de Valladolid, y un año más tarde en Iralabarri de Bilbao, donde se consumó el resto de su existencia. Pero aunque no con el vigor de sus mejores tiempos, y bastante mermado de sus facultades psicofísicas, prestaba algunos servicios de segunda mano con eficiencia y buena voluntad. Llevaba a su aire la vida espiritual y era bastante rezador. Se distin-guía, por lo demás, por un temperamento alegre y comunicativo, sien-do compañero ideal para los ratos de esparcimiento. De rostro bondadoso y campechano, difícil que pudiera tener enemi-gos, si no en su minada salud que le iba socavando a pasos agiganta-dos. Afloraron al descubierto las angustias interiores y ansiedades de espíritu, que alcanzaron a convertirse en unas depresiones obsesivas difíciles de controlar. Se consumó lo que tanto se temía de aquella antigua “encefalopatía”, llevándole a tomar tan drásticas medidas como de lanzarse al pavi-mento desde los ventanales del templo, aprovechando el silencio de la noche. Su cadáver apareció sobre el pavimento de la iglesia, frío ya é inerte. Dios, Padre compasivo y misericordioso juzgue con piedad y clemencia esta última “travesura” inconsciente de su hijo XANTI.

~ MARZO 06 ~

Hoy conmemoramos a nuestros hermanos: 1732 FRAY MANUEL DE MEDINA: Sacerdote. Falleció en el conven-to de La Rioja.

1752 FRAY JUAN JOSÉ NAVARRO 77: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Asunción, Paraguay.


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1811 FRAY SEBASTIÁN LUIZAGA 78: Hermano laico. Expiró en el convento de la Recolección del Paraguay.

1948 FRAY MARIANO AUGUSTO SPORTELLI: Sacerdote rosarino. In-gresó al Convento San Carlos a los 17 años y se ordenó en 1925. Al poco tiempo sufrió la amputación de una pierna. Se desempeñó como orga-nista, procurador, profesor del Colegio Seráfico. Fue cronista conventual y llevaba la necrología. Falleció en el Hospital de Caridad de Rosario.

1959 FRAY LUIS TIBURCIO ELVIRA Y MANCHADO 79: Nació en el pueblo soriano de San Leonardo, el 11 de agosto de 1887. Falleció el 6 de marzo de 1959, con 72 años de edad y 52 de vida religiosa. La vida del Hno. Elvira, mirando desde el ángulo que se la mire, no deja de ser casi apasionante. Podemos afirmar que la obras buenas y merito-rias cosechadas a lo largo de su carrera mortal las consiguió en buena lid. De carácter un tanto recio y calculador, con algunos girones de ternura y bonhomía, pareciera como marcado por la adustez de la tierra que le vio nacer. En los años de su infancia, y más tarde la adolescencia, le vemos asimi-lando las primeras letras, y luego dedicándose con seriedad, a recibir una formación integral, que le serviría mucho para enfrentarse con el futuro. Le iba a ayudar a ello su genio vivo y el espíritu inquieto que le dominaba. Sobre sus treinta años se decidió, por fin, a tocar las puertas de la vida religiosa no sin antes haber reflexionado lo que esto le significaría, y los compromisos que iba a asumir al dar este paso. Venció en él la gracia del Espíritu, y así se consagró al Señor, emitiendo los votos Temporales en el convento de Zarauz el 21 de agosto de 1922. Muy pronto después de su profesión se le dieron algunos oficios de responsabilidad. Dios le dotó de muchas cualidades para ir sembrando el bien en su derredor.

78 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 220.79 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción (Paraguay), p. 50.

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Tuvo el honor y el mérito de ser el primer chofer del Santuario de Aránzazu, hacia el 25, cuando el antiguo carretón de mulos cedió paso a la primera camioneta FIAT, de tantos recuerdos, para el servicio del Santuario. De palabra fácil y castiza, de la rancia Castilla, le sirvió para salir ai-roso en el cargo de maestro de párvulos de la Escuela que regentaban nuestros Padres de Caspe, antes de la Guerra Civil española. Sus do-tes de responsabilidad y de trabajador incansable, fueron tenidos en cuenta por los Superiores mayores, para encomendarle funciones tan delicadas como de Colector de limosnas para los Santos Lugares. En esta misión, que la convirtió en un apostolado, recorrió el Perú, Chile, Argentina y más tarde el Uruguay, dejando huellas de verdadero celo y dedicación en hacer conocer y amar al País de Jesús, creando con-ciencia de la ayuda material que se merecía también esta gran Obra. Llevaba algunos años nuevamente en Barranco Lima (Perú), cuando sintió que sus energías iban cediendo, y no podía seguir cumpliendo con eficiencia la misión que durante tantos años le había como absorbido su vida. Y optó por arriar la bandera y regresar a la Provincia, refugiándose en el convento de Soria, su Provincia natal, para dedicarse, ahora, más a la contemplación que a la acción. Esto ocurría a fines del año 1957. No se puede dudar que nuestro Hno. Elvira tomó en serio la vida re-ligiosa, ya desde sus inicios, y en asimilarla gastó las mejores energías de sus años. Aquel genio vivaz, y como descontrolado a veces, de los primeros años, fue insensiblemente amasándose y puliéndose con el constante ejercicio de la virtud, y el decidido afán de una profunda transformación interior. Retirado de los quehaceres conventuales, se le agudizó también la en-fermedad que venía arrastrando, que la soportó con admirable entere-za y profunda edificación.

1998 TEODORO MARKULETA ANDUAGA: Nació en el apacible pue-blo de Oñate (Guipúzcoa), Barrio Beresana, el 7 de diciembre de 1920. Falleció el 6 de marzo de 1998, a las 5.30 a.m.

Padres: Tiburcio y María Rosa Pueblo de nacimiento: Oñati (Gipúzkoa)

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Nacimiento: 7 de diciembre de 1920 Vestición: 17 de agosto de 1937 Profesión simple: 18 de agosto de 1938 Profesión Solemne: 28 de diciembre de 1941 Ordenación Sacerdotal: 9 de julio de 1944

La hermana muerte, guadaña en mano, sesgó una vida más en la perso-na de nuestro querido y entrañable P. Teodoro. Hacer una semblanza de su peregrinar por este suelo terrenal, no nos resultaría una tarea ardua ni embarazosa, ya que podía fundamentarse sobre estos dos pilares: es-píritu de entrega y servicio. Se acercó al hombre y lo amó entrañable-mente, viendo en él destellos del Padre que lo amasó y lo hizo hijo suyo. Se daba por igual al rico que al menesteroso, al grande que al pequeño; pero, encontraba especial complacencia entre la gente sencilla y laboriosa con quie-nes departía largamente, aprovechando la oportunidad de ir depositando en esos momentos una gota de consuelo en las almas apenadas, un consejo opor-tuno a los problematizados y la Palabra de Dios a cuantos tenían sed de ella. Así pudo conquistar muchos corazones para la causa de la Iglesia, con su sencillez y bonhomía, puestos de manifiesto en su velatorio y exe-quias, donde la gente se volcó materialmente para rendirle su póstumo homenaje de afecto y gratitud. Era el último vástago varón que trajeron al mundo sus progenitores Don Tiburcio y Doña María Rosa, familia profundamente religiosa, que ya habían ofrecido al Señor, también para la Orden Franciscana, a otro hijo, P. Sebastián, de feliz recordación. Luego de terminar la carrera eclesiástica y recibida la ordenación sa-cerdotal, fue destinado con otro compañero de curso a nuestro con-vento de Alfaro, como para inyectar sangre joven a aquella comunidad medio anquilosada. A los 28 años recibió la obediencia al trasladarse al Paraguay, en donde transcurriría la mayor parte de su vida, trabajando con dedicación y celo por la extensión del Reino. Muy pronto penetró en él este “País de ensueño”, trocándolo como en su segunda patria. Ocupó cargos de Párroco y Superior en nuestra Casa de Villa Indus-triales (Buenos Aires), cuando dependía de la Custodia del Paraguay y, más tarde, de Villarrica. Pero donde se realizó más plenamente fue en su parcela de Guarambaré, donde gastó sus mejores energías en ser

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el “buen olor” de Cristo, con su dedicación al campo del apostolado y como profesor del Colegio Parroquial, que le hicieron acreedor al re-conocimiento y bienquerencia de la gente. De un carácter bonachón y apacible, jamás se le vio con el ceño fruncido o saliendo de sus quicios. En Asunción, donde transcurrieron los últimos años de su vida, se dis-tinguió por su asiduidad a la atención del confesionario. Muchas almas le buscaban en este sacramento de la Reconciliación. De ahí, también, el gran vacío que nos ha dejado. Aunque de una constitución aparentemente fuerte y sana, sin embar-go, no podía ocultar en los últimos años, las visitas furtivas a su médico de cabecera, agobiado de algún mal visceral, que se ensañó más tarde y fue la causa de su desenlace fatal. Pasó por la Provincia de vacacio-nes, pero su mal le seguía persiguiendo solapadamente. Y cuando se creía algún tanto restablecido, decidió volver de nuevo a su “patria de adopción”. Internado de urgencia en una clínica, la “hermana muerte” lo esperaba, apenas veinte días de su retorno. Los hermanos velaron su cuerpo en la casa de San Francisco, acompa-ñados de mucha de la gente que lo apreciaba de corazón. Los funerales tuvieron lugar, asimismo, en la Parroquia, donde los hermanos despi-dieron su cuerpo al canto del “Arantzazuko”. Durante muchos años perdurará su memoria entre la gente humilde y sencilla del Paraguay, a la que se entregó sin renuencia, con mucho celo y dedicación. Des-canse en paz en el regazo del Padre.

~ MARZO 07 ~

En este día fallecieron:1743 FRAY MARCOS TOLEDO: Sacerdote.

1770 FRAY BUENAVENTURA CÁCERES 80: Sacerdote. Falleció en Paraguay.


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1776 FRAY JOSÉ MENDOZA: Sacerdote. Falleció en el convento de la Recolección del Paraguay.

1776 FRAY MIGUEL JOFRÉ MÉNDEZ 81: Sacerdote. Falleció en la San-ta Recolección.

1781. FRAY FELIPE BAUTISTA SILVA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

~ MARZO 08 ~

Evocamos hoy la memoria de nuestros hermanos: 1754 FRAY FRANCISCO LÓPEZ: Sacerdote. Guardián del convento de Salta, en el que expiró.

1761 FRAY MANUEL LÓPEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1777 FRAY JOAQUÍN GUERRERO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1794 FRAY JOSÉ LAUREANO TEJERINA: Sacerdote. Predicador ge-neral. Su deceso se produjo en el convento de Córdoba.

1893 FRAY PACÍFICO SBRILLI: Natural de Toscana, llegó al Conven-to San Carlos en 1885. Fue sacristán durante 38 años, hasta su última enfermedad. Falleció en San Lorenzo.


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~ MARZO 09 ~

Recordemos hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1768 FRAY FRANCISCO SOLANO MALDONADO 82: Sacerdote. Fa-lleció en Paraguay.

1777 FRAY BENITO SERRANO: Hermano laico. Expiró en el conven-to de Córdoba.

1784 FRAY JUAN MATUD: Sacerdote. Nativo de Aragón. Fundador del Colegio Apostólico San Carlos en San Miguel de Carcarañá. Residía en Calamocha y contaba con 36 años, cuando vino presidiendo una Misión colectada para la Recoleta de Buenos Aires. Fue Guardián del convento de Catamarca y Definidor. De gran espíritu apostólico, pasó sus años haciendo misiones y luchando tenazmente para poder fundar en nuestro país un Colegio Apostólico. Después de algunos in-tentos y defraudado en la Provincia de la Asunción del Río de la Plata, se retiró al Colegio de Chillán, en Chile, donde fue nombrado Comisa-rio de Misiones, cargo que aprovechó para persistir en sus esfuerzos. Luego de permanecer 15 años en Chillán, vio coronadas sus esperan-zas el 1 de enero de 1780, cuando por permisión de Real Cédula, tomó posesión de la Capilla de la Estancia San Miguel, acompañado por dos sacerdotes del Convento de Ocopa y un hermano donado. Los muchos disgustos y aparentes fracasos minaron su salud física y debilitaron su cerebro, por lo que hubo de retirarse a la enfermería del convento de la Recoleta de Buenos Aires. Allí permaneció cuatro años y allí murió después de ver realizada su fundación.

1884 FRAY ANDRÉS EULOGIO PESADO: Sacerdote. Natural de la dió-cesis y provincia de Catamarca. Falleció en el convento de Santiago del Estero, a los 67 años de edad, 50 de profesión religiosa y 46 de sacerdote.


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Ejerció el sagrado ministerio en diversos conventos de la Provincia llevan-do una vida edificante por su laboriosidad y celo en el servicio de Dios.

1947 FRAY OLEGRADO GUILLERMO VILKELIS: Hermano novicio. Falleció santamente a los 18 años de edad en el convento del Noviciado de La Plata, habiendo recibido la profesión in artículo mortis a petición de sus compañeros de noviciado.

~ MARZO 10 ~

Recordemos hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1763 FRAY JOAQUÍN IZUETA: Hermano laico. Expiró en el convento de Catamarca.

1788 FRAY JUAN SÁNZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1789 FRAY JOSÉ MICO: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1794 FRAY ANTONIO ALEGRE: Sacerdote. Falleció en Montevideo, Uruguay.

1831 FRAY JOSÉ CALDERÓN: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1863 FRAY CLEMENTE MORANDO: Sacerdote. Falleció repentina-mente en el Convento de Jujuy.

1890 FRAY BENJAMÍN CENCI: Sacerdote. Falleció a los 56 años en el Convento San Diego de Salta. Fue Guardián de los conventos de Jujuy y Salta, y se caracterizó por su esforzado apostolado entre los niños. Predicó ejercicios a religiosas y al clero, dejando marcados ejemplos de las virtudes religiosas.

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1933 FRAY PEDRO CELESTINO ARBIDE: Sacerdote. De la Provincia Cantábrica. Desempeñó el ministerio sacerdotal durante 40 años. Es-tuvo en Jujuy, Rosario y San Lorenzo, donde fue lector de la Sagrada Escritura. Falleció a los 63 años en el Convento de San Sebastián.

~ MARZO 11 ~

En este día fallecieron: 1762 FRAY FRANCISCO LAZCANO: Hermano laico. Falleció en el convento de Santa Fe.

1763 FRAY MARCOS CHAMORRO: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Corrientes.

1804 FRAY FRANCISCO GARCIA: Sacerdote. Guardián del convento de Córdoba, en el que falleció.

1874 FRAY ESCOLÁSTICO GONZÁLEZ: Hermano estudiante. Falle-ció en el convento de Buenos Aires.

1889 FRAY IRENEO CICCHI: Sacerdote. Era natural de Lucca. Falleció a los 53 años en el hospital de Caridad de Rosario, donde oficiaba de capellán desde hacía ocho años. Vistió el hábito en la Provincia Reformada de Roma. Fue misionero en la misión ambulante de San Pedro Chico y acompañó al Gral. Obligado hasta la naciente Reconquista en calidad de capellán, dejándonos ejem-plos de austeridad y pobreza.

~ MARZO 12 ~

Recordemos piadosamente hoy a nuestros hermanos que ingresaron a la Casa del PADRE:

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1715 FRAY MATEO SEBASTIÁN RAMÍREZ 83: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Itá (Paraguay).

1747 FRAY MIGUEL FERREYRA: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Santiago Sánchez.

1756 FRAY FÉLIX CANDIA: Sacerdote. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1839 FRAY DOMINGO RUIZ: Sacerdote. Lector de Sagrada Teología. Falleció en el convento de Corrientes.

1936 FRAY PEDRO ITURRALDE: Sacerdote. Nació en Buenos Aires. Ingresó a la Orden en el Convento de San Francisco y siendo de vo-tos Simples se incorporó al de San Carlos, recibiendo el Presbiterado el 27 de diciembre de 1881. Fue un religioso culto y emprendedor. A él se debe la Fundación de la Misión de San Francisco de Laishí. Se desempeñó como Consejero en los inicios de la Comisaría Provincial, de la que más tarde fue su cuarto superior. Fue también Prefecto de Misiones, Vicario foráneo del Chaco y cuarto director de la Escuela San Carlos.

~ MARZO 13 ~

Roguemos hoy por nuestros hermanos: 1756 FRAY JUAN MARTÍNEZ 84: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Caazapá, Paraguay.

83 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 216.84 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara

Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 217.

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1782 FRAY ANTONIO VEGA: Hermano laico. Expiró en el convento del Rincón de San Pedro, provincia de Buenos Aires.

1783 FRAY FRANCISCO LÓPEZ: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1794 FRAY DOMINGO PONCE DE LEÓN: Hermano laico.

1989 PASCUAL ÁNGEL MIÑAURA 85: Sacerdote. Nació el 17 de agosto de 1920 en el Portezuelo, Provincia de Catamarca. Falleció en Mendoza el 13 de marzo de 1989 a los 78 años de edad, 49 de profesión y 42 de sacerdote. Hijo de Raimundo y Angélica Vega. Vistió el hábito de novicio en San Antonio de Padua el 21 de febrero de 1939. Emitió la Profesión Tempo-ral el 22 de febrero de 1940. La Ordenación sacerdotal: 20 de diciembre de 1947. Actuó en el Instituto Castañeda (La Plata); en el Instituto San Antonio de Padua. Fue Maestro de Postulantes (Córdoba).

~ MARZO 14 ~

En este día fallecieron: 1798 FRAY JUAN GARBÍN: Hermano laico.

1840 FRAY PEDRO N. REFOJOS: Sacerdote. Falleció en el convento de Mendoza.

1854 FRAY BAUTISTA ORTÍZ: Hermano estudiante. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1876 FRAY MÁXIMINO CALVIMONTE: Sacerdote. Falleció en el con-vento de La Rioja.

85 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXI, n.º 134 (enero/marzo 1989), p. 27.

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• FRAY CONCORDIO MASSI: Nació en Sanseverino, e ingresó a la Provincia Reformada de La Marca. En 1861 vino al Hospicio de La Merced. Era Lector de Filosofía y misionó durante once años para regresar a Italia, donde murió en fecha no determinada.

~ MARZO 15 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que fallecieron: 1743 FRAY ANTONIO ARSISTANDO: Sacerdote. Ex Ministro provincial y Visitador de la Provincia. Gobernó la misma desde el 21 de octubre de 1730 hasta el 11 de abril de 1734. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1784 FRAY JUAN GUALBELTO FLORES: Hermano laico. Falleció en el convento de Tucumán.

1785 FRAY JOSÉ NICOLÁS GONZÁLEZ 86: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1800 FRAY TOMÁS DE AQUINO: Sacerdote.

1960 FRAY JULIÁN BAUTISTA LAGOS: Sacerdote. Natural de la Capital Federal, arquidiócesis de Buenos Aires. Falleció en el convento de Córdo-ba, a los 87 años de edad, 70 de profesión religiosa y 63 de sacerdote.


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Dotado de relevantes cualidades morales e intelectuales, de gran capa-cidad e iniciativa, dinámico y observante, desde joven ocupó respon-sabilidades dentro y fuera de la Provincia. Vicario provincial en 1909 y 1924; Ministro provincial desde 1927 a 1930; Custodio desde 1956 a 1959; Visitador general de Chile, Perú, Bolivia; Delegado general en Castro y Chillán, Chile; Custodio de la Tierra Santa en dicho país; De-finidor provincial, cronógrafo de la Provincia; lector de la Sagrada Teo-logía y Derecho canónico. En 1902 organizó el primer Congreso de la Tercera Orden Franciscana de Argentina-Uruguay. El éxito del Tercer Congreso Internacional de la TOF, le brindó la ocasión de llevar a la realidad una obra de gran beneficio social, como fue en su época, el “Hogar Agrícola Modelo”, para niñas, primero en su género en el país, levantado en las proximidades de la entonces Iglesia de San Antonio de Padua, cuyo pueblo se debe a su inspiración. También se destacó el Padre Lagos como escritor y publicista. En 1899, editó el primer nú-mero del “Almanaque de San Antonio”, el mismo que años más tarde apareciera con el título de “Consejero Popular”. En varias oportunida-des ejerció la dirección de la revista “El Plata Seráfico”. Incontable es el número de retiros que predicó a las comunidades religiosas, y muy numerosas las misiones entre fieles para la que sentía particular incli-nación. A su iniciativa se debe la estatua del Fray Luis de Bolaños que se levanta en el atrio de nuestra Iglesia de Corrientes, que hizo esculpir en Italia y trajo al país.

1969 FRAY FÉLIX OCHOA LEOZ 87: Nacido en Olite (Navarra) el 6 de noviembre de 1890. Falleció a los 79 años el 15 de marzo de 1969. Sus restos mortales descansan entre los leprosos a quienes dedicó su vida. Uno de los que estaban llamados a ser como la columna vertebral de la incipiente Custodia del Paraguay, fue el P. Félix Ochoa. Apenas orde-nado de sacerdote, la Obediencia le encomendó diversos cargos. Ejer-ció primero como profesor en la Escuela de la Juventud Antoniana de Bermeo y, más tarde, también de maestro en el Colegio, recién erigido


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de Soria. En la década de los años 20, se desempeñó como Maestro de Estudiantes Teólogos en el Santuario de Aránzazu, a entera satisfacción de sus alumnos. Al final de aquel trienio fue nombrado Vice-Comisario de Tierra Santa en el Perú, con asiento en Barranco. Aquí le tocó reco-rrer la parte oriental del país, donde se encuentran los Vicariatos de Ucayali, San Ramón y Requena, encomendados a los Franciscanos. Cincuenta años estaba por cumplir el P. Ochoa, cuando le sorprendió la orden de incorporarse a la Comisaría Provincial del Paraguay. Y así lo hizo con una disponibilidad admirable, llegando a su destino el 3 de junio de 1940. Hombre forjado en el espíritu austero y evangélico de su compatrio-ta San Francisco Javier, llevaba como él, en su interior el crepitar de un fuego ardiente por los pobres y desheredados, y más aún, por los pobres y leprosos, dado que constituían estos la porción escogida de nuestro Fundador y Padre San Francisco. Al poco tiempo de su arribo al Paraguay, se informó de la existencia de un Leprosario que funcionaba bajo el tutelaje de una institución pro-testante, con propósitos de hacer adeptos; dentro de la Colonia con la prédica y el cebo de la ayuda material que prodigaban a los internados. Y no pasaba por ahí el bueno del P. Ochoa. Se le ocurrió, como prime-ra providencia, concertar una entrevista con el Presidente de la Re-pública para manifestarle la inquietud y preocupación generadas por tal situación. El Presidente accedió amablemente al pedido del fogoso franciscano, y le dio vía libre para que se desenvolviera en la forma que creyera más conveniente e hiciera llegar toda clase de ayuda que naciera de su celo y amor a los internados. Respaldado con este aval presidencial, puso de inmediato manos a la obra. Sin dilación se desplazó un 3 de julio de 1940 rumbo a la Co-lonia Santa Isabel de Sapucai, haciendo el viaje de 100 Km por ferro-carril y los quince restantes a lomo de un manso pardillo. No podía disimular el P. Ochoa la emoción que le embargaba en este primer encuentro con los enfermos hansenianos al constatar sobre el terreno las muchas necesidades de toda índole que aquejaban a aquella po-blación doliente. De regreso a Asunción, comenzó a llevar adelante los dispositivos para conseguir una ayuda eficaz y permanente. Toca-

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ba para ello todas las puertas amigas que le secundaban en su noble y meritorio ministerio. Cada visita mensual al Leprocomio suponía un festín para los enfermos, que le confiaba sus cuitas y le inundaban de pedidos. Cuatro años continuó el P. Ochoa en su noble apostolado, prodigando su acción caritativa en favor de los internados de Sapucai. Entre tan-to, desaparecieron de aquel escenario los “Hermanos separados”, que hasta entonces venían tutelando al Leprocomio. Tanto esfuerzo iba minando su salud, hasta que, abatido por la enfer-medad, se vió obligado a medir sus fuerzas y desentenderse tempo-ralmente de sus funciones. Se retiró entonces a la Capellanía lejana del Hogar Unzué, a cargo de las Franciscanas Misioneras de María en la ciudad balnearia de Mar del Plata (Argentina). Cinco años duró la per-manencia del P. Ochoa en este punto hasta que de nuevo pudo regresar al Paraguay y retomar la Capellanía de la Colonia Santa Isabel. Esta vez fue a quedarse a vivir en medio de los internados, ya que en su ausencia se hicieron una serie de emprendimientos importantes, tales como los nuevos pabellones, la casa de las Hermanas y la nueva Igle-sia. Con ello se daba mayor comodidad al Capellán y a los internados. Fueron los años en los que el P. Ochoa dio lo mejor de sí en favor de los leprosos, a quienes cariñosamente llamaba «sus hijitos», hasta que aquejado nuevamente de serios achaques de salud, optó por regresar a Asunción. En la retaguardia siguió pensando en la Colonia durante diez años más, con la antena siempre dirigida hacia sus enfermos, y es-parciendo el buen olor de Cristo en derredor suyo, hasta que la muerte nos lo arrebató un 15 de marzo de 1969. Sus restos mortales descansan entre los leprosos a quienes dedicó su vida. La antorcha de la presencia franciscana en el Leprosario Santa Isabel de Sapucay, que fuera prendida por el P. Ochoa, sigue todavía ardien-do con destellos siempre crecientes. La van alimentando otro puñado de misioneros franciscanos que, siguiendo los pasos de su Fundador, se entregan por entero para brindar el bienestar espiritual y material a los predilectos de su Seráfico Padre.

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1975 FRAY DOSITEO PUCHETA: Hermano laico. Natural de Río Pri-mero, provincia y arquidiócesis de Córdoba. Internado en el Hospital Francisco Iturraspe de la ciudad de Santa Fe, falleció a los 77 años de edad, y 56 de profesión religiosa. “Nació el 5 de agosto de 1898. Hijo de una arraigada y cristiana familia, fueron sus padres don Zacarías Pucheta, y doña Raimunda Quiroga. Muy joven ingresó a la Orden, como Hermano laico, con su hermano Zacarías que falleció poco tiempo después. Vistió el hábito que en con-tadísimas ocasiones dejó de usar, el 19 de marzo de 1919. Un año des-pués, el 20 de marzo de 1920, emitió sus Votos Temporales y Profesó Solemnemente el 12 de mayo de 1923. Religioso observante, piadoso, serio, laborioso y servicial; fueron, en-tre otras las cualidades que adornaron su alma de hermano menor y las que incidieron en su vida para que gozara de merecido prestigio y afecto, que siempre gozó entre sus hermanos, como así también fuera del claustro. Favorecido de la naturaleza de un físico privilegiado, po-seía óptimas condiciones para el trabajo manual. Siempre disponible a ser útil a los demás, brindaba con solicitud los servicios que le eran solicitados. La mayor parte de su vida religiosa la pasó en el convento de la ciudad de Córdoba atendiendo el mantenimiento del mismo y las Casas de San Antonio de Arredondo y de El Carmelo, trabajando horas y más horas como diestro zapatero en la compostura y confección de sandalias, y que llegaron a ser célebres “las sandalias del Fray Pucheta” dentro y fuera de la Provincia, y también como diestro y avezado cho-fer del convento. Miles y miles de kilómetros recorrió conduciendo el famoso camión “Reo”, transporte de entonces necesario para el traslado de los religiosos, seminaristas y postulantes, siendo incontable los viajes que realizó entre la ciudad de Córdoba y San Antonio de Arredondo, y entre Córdoba y Buenos Aires. Su continua dedicación al trabajo “no apagaron nunca el espíritu de oración y devoción”; prueba de ello era la asiduidad y puntualidad que ponía en la participación de los actos de oración comunitaria. Fue un gran devoto de la Santísima Virgen; en las horas de recogimiento y oración era frecuente ver pasar por entre sus dedos endurecidos por el trabajo, las muy gastadas cuentas de su corona franciscana que jamás falto de su hábito. Asimismo fueron fa-

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mosas en la Provincia algunas expresiones y gestos de Fray Pucheta, que cerniéndolas por el tamiz de la caridad, respondían más a su recio temperamento que a otras deficiencias, pues su conversación era grata y hasta amena. Breve fue su permanencia en otros conventos, entre ellos el de San Antonio de Padua y de Paso del Rey. Los años fueron cubrien-do de canas su cabeza. Los achaques iban minando su fornida comple-xión física y el roble añoso comenzaba a declinar. La demolición del vetusto convento de Córdoba, del que era morador, le afecto tremenda-mente. Los golpes de picota asestados a los viejos muros parecían que los recibía en carne propia, y más de una vez afloraban lágrimas en este benemérito hermano de hosca apariencia. Pidió traslado al convento de Santa Fe en el que por ciertas circunstancias se sentía cómodo. Con paso cansino atendía algunas de las necesidades de la casa. Varias enferme-dades complicaron sus últimos días. Si bien este buen hermano menor, no tuvo la gracia de entregar su alma a Dios, en una celda conventual el Señor que no se deja ganar en generosidad concedió a su “fiel servidor” que su cuerpo descanse, junto a los de otros hermanos, en el claustro del museo del convento de San Francisco de Santa Fe de la Vera Cruz” 88.

Fray Enrique J. Pinel

~ MARZO 16 ~

En este día fallecieron: 1785 FRAY CRISTOBAL AYALA: Sacerdote. Este religioso fue el último Custodio de las antiguas Custodias del Tucumán. Fue electo en el Ca-pítulo celebrado en Santiago del Estero el 11 de enero de 1811, siendo él, uno de los que firmaron la solicitud para la fundación de nuestra Santa Provincia.

1785 FRAY GREGORIO GONZÁLEZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Jujuy.

88 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VII, n.º 43, (febrero/marzo/abril 1975), p. 3.

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1804 FRAY ALONSO MONTERO 89: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1816 FRAY MANUEL ALONSO: Sacerdote. Falleció la Santa Recolec-ción de Buenos Aires, siendo Definidor provincial.

1825 FRAY JUAN IBACETA: Hermano laico. Falleció en el convento de Catamarca.

1881 FRAY ANTONIO ROMEO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires a los 78 años de edad.

1920 FRAY MARIANO JUÁREZ: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1931 FRAY CASIMIRO ANDRADE: Sacerdote. Natural de Pomancillo, diócesis y provincia de Catamarca. Falleció en el convento de Catamar-ca, a los 77 años de edad, 53 de profesión religiosa y 43 de sacerdote. Humilde, piadoso y obediente, desempeñó con fidelidad todos los ofi-cios y trabajos que la obediencia le encomendó.

~ MARZO 17 ~

En este día fallecieron: 1734 FRAY ISIDRO GALVÁN: Sacerdote. Este religioso que aparece en la lista de los fundadores del convento de Catamarca, fue electo Minis-tro provincial en 1723 y gobernó la Provincia hasta 1727. “Español, fue elegido en el Capítulo celebrado en Buenos Aires. Duran-te su Provincialato, Benedicto XIII concedió que los Visitadores y Pre-sidentes de Capítulos fueran de la misma Provincia. Desde esa fecha se usó el privilegio nombrando Visitador General a Fray de Arregui” 90.

89 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 220.90 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Ai-

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1801 FRAY JUAN ANTONIO ÁLVAREZ 91: Sacerdote. Guardián. Falle-ció en Villarrica, Paraguay.

1810 FRAY JUAN ESTEBAN MIRÓ 92: Sacerdote. Guardián del con-vento de Buenos Aires en el que falleció.

~ MARZO 18 ~

Recordemos hoy antes el Señor a nuestros hermanos: 1769 FRAY JOSÉ ARÉBALO 93: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1795 FRAY JOSÉ GONZÁLEZ CASÓN 94: Sacerdote. Falleció en Asun-ción, Paraguay.

1799 FRAY AGUSTÍN ARGAÑARAZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Jujuy.

1842 FRAY FRANCISCO SOMELLERA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires; fue Definidor provincial.

1925 FRAY BERNABÉ TAMBOLEO: Sacerdote. Ocupó la guardianía en el convento de Jujuy y siendo Prefecto de Misiones del Colegio Apostólico de Salta, fundó el 4 de mayo de 1900 la Misión Nueva Pom-peya, el Chaco. Falleció en Rosario a los 58 años y sus restos descansan en el cementerio conventual de San Lorenzo.

res (2012), pp. 89-90.91 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 220.92 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 220.93 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 217.94 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 219.

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1933 FRAY FRANCISCO CARDOSO: natural de Valle Viejo, diócesis y provincia de Catamarca. Falleció en el convento de dicha ciudad a los 61 años de edad, 42 de religioso y 36 de sacerdote. Desempeñó con fidelidad los diversos oficios que le fueron encomen-dados; dejando en todas partes el recuerdo de sus virtudes y buenas cualidades. Fue maestro de novicios, predicador conventual, Vicario, Presidente del convento de Santa Fe, morador del convento de La Rioja donde enfermó gravemente. Para una mejor atención fue trasladado a Catamarca.

~ MARZO 19 ~

Nuestro memento sea hoy para nuestros hermanos que fueron llama-dos a la Casa del Padre: 1709 FRAY ANTONIO CHICO: Sacerdote.

1735 FRAY JUAN DE LA CARRERA: Sacerdote.

1773 FRAY JUSTO BEJARANO: Sacerdote. Falleció en el convento de San Pedro, Buenos Aires.

1800 FRAY JOAQUÍN DE SANTA ANA: Sacerdote. Falleció en La Rioja.

1815 FRAY JUAN JOSÉ GARCIA 95: Hermano laico. Falleció en Para-guay.

1829 FRAY JUAN MANUEL ARANOR: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.


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1916 FRAY IGNACIO GARAY 96: Sacerdote. Falleció en Buenos Aires. 1966 FRAY ÁNGEL IZAGUIRRE CALZADA 97: nació en Murueta (Viz-caya) el 9 de noviembre de 1886. Falleció en el convento de Bilbao, después de haber ocupado cargos de Guardián en los conventos de Bermejo y Bilbao. Recién ordenado sacerdote en 1912, se desempeñó como profesor del Colegio Seráfico y siguió más tar dedicado a la juventud en los con-ventos de Bermeo, fundando allí la juventud Antoniana, al par que se desempeñaba como director de la escuela del mismo nombre. Fue Guardián y profesor en el convento de Caspe. En el capítulo de 1931, fue destinado como Vicario y profesor a la Aguilera. Terminado el trie-nio y siguiendo los impulsos del espíritu misionero que los anima-ba tanto el Guardián P. Teófilo Pinillos, como su Vicario, obtuvieron obediencia para desplazarse al Río de la Plata, al objeto de reforzar la incipiente Vicaría de San Lorenzo, que estaba dando los primeros pasos. Pronto pudieron darse cuenta las autoridades de la Vicaria, del regalo que les hacía la Provincia de Cantabria con esta dupla de tan-ta jerarquía, y apenas integrados a sus destinos, ambos a dos fueron distinguidos con los cargos de Guardián de San Lorenzo, el P. Pinillos, y de Superior y párroco de Resistencia, el P. Izaguirre. En estas funcio-nes se encontraba, cuando la Provincia Cántabra detectó con él para encomendarle sus servicios en la creación de la presencia cántabra en el Paraguay: “Yo quisiera, le escribí el P. Cástor Apraiz, Provincial, que S. R. fuese en Asunción mi hombre de confianza, aquel a quien yo pudiera encomendar para llegar al fin que nos proponemos. Por eso le ruego que se sacrifique y acepte esta misión”. […] Al fin de llevar a cabo esta delicada tarea, el P. Izaguirre debía constatar sobre terreno los condicionamientos que le recababan el Provincial y su Definito-rio, para que una vez pulsados remitiera a la Provincia. Y así, como tan pronto recibiera tan importante misión, se personó en Asunción

96 Cfr. Archivo Histórico del Convento San Francisco de Buenos Aires. 97 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 7.

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para entrevistarse con las autoridades eclesiásticas de Paraguay, quie-nes le recibieron con mucha cordialidad y entusiasmo. Al exponerles la misión que le traía al Paraguay, que era de fundar una Custodia misionera franciscana, le aceptaron la propuesta muy complacidos, y de pleno le ofrecieron varias parroquias. Se crearon las parroquias de Guarambaré e Ypané en la Arquidiócesis de Asunción y la Ybaroty en la diócesis de Villa Rica, con el compromiso de atender pastoralmen-te otras como Mbocayaty, Borjita, Mauricio José Troche y la lejana de Caaguazú. Ocurría esto en 1938. Dado el espíritu expansionista de la Provincia no se contentaba con los estrechos límites de la pequeña na-ción, sino que deseaba expandirse también por los países limítrofes de Argentina y Uruguay. Al propio P. Izaguirre se le encomendó concre-tar las fundaciones de las parroquias de Villa Industriales y Mar del Plata, en Argentina y la de Montevideo en Uruguay, sentando la base en Paraguay y haciéndola cabeza de la Custodia. Con estas nuevas fundaciones unidas a las del Paraguay, llegó a denominarse Comisaría Argentino-Uruguaya-Paraguaya. Cuando cesaron las hostilidades de la Segunda Europea, y había más fluidez para viajar al exterior, hizo su primera visita como Custodio a la Provincia, para asistir al Capítulo de 1946. Resultó reelecto en el cón-clave y regresó con el mismo cargo al Paraguay. Al final del siguiente trienio, retornó de nuevo a la Provincia, luego de once años vividos intensamente frente a la Custodia.

~ MARZO 20 ~

En este día fallecieron: 1740 FRAY JOSÉ GONZÁLEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de la Santa Recolección de Buenos Aires.

1802 FRAY JUAN ESTEBAN ECHENIQUE: Hermano laico. Expiró en el convento del Rincón de San Pedro de Buenos Aires.

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1813 FRAY JUAN PORTILLA: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1861 FRAY SIXTO PELAYES y FRAY JUAN BERNARDO PACHECO: Sacerdotes. Fallecieron a consecuencia del terremoto en la ciudad vie-ja de Mendoza.

1888 FRAY DANIEL PALACIOS: Hermano Corista. Falleció en el Co-legio Apostólico de Río Cuarto.

~ MARZO 21 ~

Recordemos hoy ante el Señor a nuestros hermanos que dejaron este mundo llamados por el PADRE:1731 FRAY JUAN CÁCERES: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1802 FRAY BARTOLOMÉ DOMÍNGUEZ: Hermano laico. Expiró en el convento de Buenos Aires.

1911 FRAY FRANCISCO DOLHAGARAY: natural de Souraide, Francia. Tuvo una santa muerte, en el convento de Buenos Aires, (celebración de San Benito, Abad); a los 41 años de edad y 7 de profesión religiosa. Pertenecía a la abadía benedictina de Victoria, Entre Ríos. Ingresó a la Orden en 1904. De ánimo varonil, pero templado siempre por una amabilidad encantadora. De proceder correcto y edificante, a una labo-riosidad incansable uníase en el Hno. Francisco una piedad fervorosa. Entre otros oficios ocupó los de portero y enfermero.

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2010 FRAY ALEJANDRO RUBÉN RAMÍREZ 98:

El Hno. Alejandro Rubén Ramírez nació en Lima (Perú) el 18 de enero de 1932. Falleció el domingo 21 de marzo de 2010 en Tucumán.

EL RAMIRILLO

Cristo dijo “Yo soy el camino, la verdad y la vida”; y así nosotros vamos caminando hacia Cristo, cada día; y así casi inesperadamente falleció el P. Ramírez, cuando iba de camino hacia el convento de Tucumán; a las 8:30 hs del 21 de marzo de 2010. Y es la tercera visita de la hermana muerte a nuestra Provincia, en menos de tres meses.Sus padres fueron Carlos Ramírez y María Vargas. Siendo un joven de 26 años pidió ingresar a la Orden Franciscana, pero no habiendo una casa de postulantado para adultos en Perú, ingresa en la Casa de San Antonio de Padua recientemente creada como Casa de postulantado para adultos en el año 1958. Que audacia juvenil, abandonar su patria para seguir el ideal de Francisco de Asís.

98 Cfr. Boletín Informativo Noticias: Año XLII, n.º 200, ( enero/marzo 2010), p. 23-24.

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Fue su maestro el P. Muguerza, (que después sería el primer Obispo de Orán). De allí pasó al noviciado de Catamarca, de donde vistió el hábito el 16 de enero de 1959, emite su Profesión Simple el 17 de enero de 1960. En San Antonio de Padua realiza todos sus estudios filosóficos y teológicos. Profesó Solemnemente el 10 de marzo de 1963 y recibió la ordenación sacerdotal el 8 de septiembre de 1965. También allí quedará algunos años como vicario cooperador de la parroquia. Luego sintiendo nostalgias de su terruño y queriendo un poco ejercer su ministerio entre sus coterráneos, pidió y obtuvo licencia para estar por unos años en Perú y así estuvo como morador y huésped de la Provincia de los Doce Apóstoles. Desempeñó por algunos años el oficio de maestro de novi-cios; y también en otros tiempos de secretario particular del obispo fran-ciscano de Arequipa, recientemente nombrado, Mons. Federico Richter. Después de varios años de prestar servicios en la patria que lo vio na-cer, vuelve a la madre Provincia; ocupando diferentes oficios, en diver-sas casas; como vicario cooperador de la parroquia San Cayetano de Ciudad Evita, de San José en Piedra Blanca (Catamarca), San Francisco de la Plata; y San Francisco de La Rioja, etc. Temporariamente estuvo también en la parroquia de Chamical.A comienzos de la década de los `80, siendo Guardián del convento de Tucumán, dio un gran impulso a la Jufra, como asesor, promoviendo encuentros locales y zonales, y con las fraternidades de Santiago del Estero, con temas de formación, liturgia y espiritualidad franciscana. Cabe recordar que en esa fraternidad de Jufra tucumana se encontraba el joven Marcos Porta. Ni el mismo P. Ramírez habría pensado que esa vocación que acompañaba siendo Guardián por casi dos décadas antes, iba a ser, providencialmente, el Hno. que lo acompañaría hasta su última morada.Fue también morador de los conventos de Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe y últimamente Tucumán, donde lo sorprendió la hermana muerte. Su oficio en estos conventos fue generalmente, la atención del confesionario y la dirección espiritual.Recuerdo una anécdota de cuando éramos estudiantes de Teología; formaba parte de un pequeño equipo de estudio para reunirnos a la noche o a la madrugada, antes de los exámenes para estudiar la Teo-

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logía moral, traduciéndola de una lengua muerta, latina; y que para el Hno. Alejandro era un poco extraña, y él dejando hablar a los herma-nos más jóvenes que él los escuchaba con atención y tomaba apuntes.Fue también ecónomo en varias casas, caracterizándose por la rectitud y la seriedad en todo. Es cierto que tal vez alguna vez habrá tenido un ca-rácter un poco fuerte, pero siempre estaba dispuesto a reiniciar el dialogo.“Ramirillo”, como te decíamos en el lenguaje doméstico, ya que fuiste fiel en lo poco, que el Señor te conceda mucho mas, la alegría eterna del cielo.

Fr. Eduardo J. Zatti

Padua: 29 de marzo de 2010

+ FR. RUBÉN ALEJANDRO RAMÍREZ VARGAS 99.El domingo 21 de marzo de 2010 aproximadamente a las 08:00 hs, falle-ció Fr. Rubén. Al parecer, nuestro hermano, regresando de su caminata matutina, sufrió una caída en la vía pública, en cercanía del Conven-to. Al ocurrir de este modo tomó conocimiento la Policía Forense, que llevó el cuerpo de Fr. Rubén a la Morgue Provincial. El Fiscal actuante autorizó retirar el cadáver en horas de la tarde del mismo día y a partir de las 21:15 hs fue velado en la Capilla del Santísimo, hasta el día 22 a las 17:00 hs en que fue llevado al Cementerio del Oeste, y colocado en un nicho del Panteón de la Orden Franciscana Seglar.Los familiares de nuestro hermano llamaron en horas de la tarde del día domingo para avisar que, teniendo en cuenta la avanzada edad de los hermanos y su delicado estado de salud, con indicación de sus médicos de abstenerse de viajar, no iban a poder estar presentes. Dejaron su saludo y agradecieron todo lo que la Orden había realizado en bien de su hermano.En horas de la mañana del día lunes 22 se hizo presente el Sr. Arzo-bispo de Tucumán, Mons. Luis Villalba. También pasaron a rezar un responso el Pbro. Carlos Alberto Sánchez, Vicario General para la Pas-toral de la Diócesis, sacerdotes del Clero y religiosos de diversas con-gregaciones. A las 11:00 hs del día 22 se ofició una misa fraterna cele-brada por los Hnos. Fr. Marcos Porta, Fr. José Paz y Fr. Oscar Cuevaz.

99 Cfr. Boletín Informativo Noticias: año XLII, n.° 200, (enero/marzo 2010), p. 26.

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Por la tarde, a las 16:00 hs presidió la Misa de cuerpo presente el Min. Provincial, Fr. José Enid Gutiérrez Olmos, concelebraron Fr. Norber-to Buján, venido desde la Fraternidad del Noviciado en Tafí del Valle, Fr. Juan Carlos Larcher, de la Fraternidad de Santiago del Estero, un sacerdote dominico, un sacerdote de rito melquita, y los ahora cua-tro hermanos de la Fraternidad de Tucumán. También estuvieron en la Misa Fr. Carlos Galván de la Fraternidad de La Rioja, que vino con su mamá, la Sra. Carmela, religiosos, miembros de la Familia Francis-cana (OFS – Jufra – Hnas. Clarisas Misioneras – personal del CEF San Francisco y P. Roque Correa), feligreses habituales a nuestro templo. Muy especial fue la presencia de ex Jufristas, que fueran convocados y formados por fr. Rubén hace casi 30 años (1981) en esta ciudad. Precisa-mente las palabras despedida estuvieron cargadas de emoción cuando Fr. Marcos Porta, uno de aquellos Jufristas, consideró que Tucumán fue el mejor lugar donde nuestro hermano viviera sus últimos años, conocido y querido como era. En su homilía Fr. Enid destacó la cortesía de Fr. Rubén que, a pesar de diversas enfermedades que le aquejaban, no permitió que aminoraran su espíritu de servicio en el ministerio, especialmente las confesiones.Hubo un verdadero acompañamiento de todos los presentes hacia los hermanos de la Casa. Nos hicieron tomar conciencia de que el herma-no que se fue era uno de nosotros, uno de los que ellos consideran casi como miembros de sus familias y comunidades.Deseamos que el Señor retribuya con bendiciones a todos los que es-tuvieron en la despedida a Fr. Rubén Ramírez ya sea con su presencia física, ya sea con su saludo, ya sea con sus oraciones.Que el alma de nuestro hermano Rubén y la de todos los hermanos de nuestra Provincia de la Asunción, por la Misericordia de Dios, descan-se en paz.

Fr. Emilio AndradaCronista

31 de marzo de 2010

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FRAY RUBÉN RAMÍREZ EN LA RIOJA 100

Fr. Rubén fue párroco en San Francisco de la Rioja entre 1979-1980. En mi estadía en La Rioja, particularmente en la Capilla Inmaculado Cora-zón de María del B° Los Olivares, la gente recordaba con mucho afecto a fr. Rubén y su accionar en la capilla. Fue el iniciador del Grupo Juve-nil, del Grupo de Adultos y de la Comisión Pro-Templo. Así también lo relata el Profesor Jorge Antonio Flores, periodista, quien en el año 2002 escribió una breve reseña histórica de la Capilla de los Olivares 101. “De Perú a La Rioja” es el encabezamiento de la referencia a nuestro herma-no. “En el año 1979 llegó a la ciudad de la Rioja el padre Fray Rubén Ramírez, obedeciendo a la orden de sus superiores…”, “Había iniciado su labor misional en la ciudad de Lima, Perú, su tierra natal, pero luego decidió venir a este país, y prepararse para difundir la Palabra de Dios en todos los rincones del pueblo argentino. Un grupo de señoras lo in-vitó al Barrio para celebrar la Misa. Ese fue el lugar donde debía iniciar su labor. El barrio carecía de capilla, solo contaba con la buena volun-tad de los vecinos que ofrecieron sus casas para la asamblea religiosa. El P. Ramírez permaneció en La Rioja, hasta el mes de febrero del año 1981, período en el cual ayudó muchísimo en el caminar del Grupo de Adultos que había patrocinado, por lo que su alejamiento caló hondo en el sentimiento de la feligresía del Bº Los Olivares. El sacerdote había sido destinado a la ciudad de Tucumán, y por tal motivo los integran-tes del Grupo decidieron brindarle un homenaje por la fructífera labor desarrollada en el ámbito de la parroquia San Francisco, pues “con su accionar demostró capacidad, inteligencia y una gran vocación para orientar y aconsejar a sus hermanos en la fe”. Se resolvió brindarle una demostración que se realizó en el domicilio del tesorero Pedro Romero, oportunidad en que cada miembro aportó lo suyo para el homenaje al tiempo que invitaron a los integrantes del Grupo Juvenil”.

Fr. Pablo ReartesBuenos Aires: 7 de abril de 2010

100 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XLII, n.° 200, (enero/marzo 2010), p. 25.101 Jorge Antonio Flores, Nuestra Capilla, Editorial Copegraf. La Rioja. (2002), pp. 26-27.

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~ MARZO 22 ~

Recordemos hoy a los hermanos que entregaron su alma al Señor: 1778 FRAY ANTONIO JURADO 102: Sacerdote. Falleció en Buenos Aires.

1792 FRAY TOMÁS GARCÍA: Sacerdote. Ex misionero. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1812 FRAY FRANCISCO FREYRE: Sacerdote. Guardián del convento de La Rioja en el que expiró.

1836 FRAY DIEGO ARGERICH: Hermano laico. Expiró en el conven-to de Buenos Aires.

1878 FRAY LUÍS SOLI: Sacerdote. Fue uno de los doce fundadores del Colegio Apostólico de Río Cuarto, donde falleció.

1923 FRAY FRANCISCO SOLANO CUELLO: natural de la ciudad y arquidiócesis de Córdoba. Falleció el convento de Tucumán , a los 64 años de edad, 37 de profesión religiosa y 32 de sacerdote.

1980 FRAY ROQUE NARANJO: Natural de Zavalla, Santa Fe. Falleció en San Lorenzo a los 71 años. Ingresó al Convento San Carlos a los 20 años. Luego de su Profesión Solemne fue enviado a Misión Laishí, viviendo posteriormente en los conventos de La Merced, San Francisco Solano y San Carlos. Fue vice director del Colegio Argentino de la Merced, en la calle Salta y Pelle-grini. Una constante en su vida fue la sencillez, humildad y pobreza, además de su preocupación por la atención de los enfermos.


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~ MARZO 23 ~

Hoy recordamos a los hermanos que fallecieron: 1727 FRAY JUAN CORREA: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta. 1802 FRAY CARLOS FRANCISCO ACEVEDO: Sacerdote.

1802 FRAY ANTONIO ACOSTA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1815 FRAY JOSÉ FONTAO: Sacerdote. Falleció en el convento de Jujuy.

1830 FRAY ANTONIO CAMPANA: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1847 FRAY MARCELINO ASENDA: Misionero. Falleció en la provin-cia de Corrientes.

FRAY FLAMINIO GATTI: llegado para el Hospicio de La Merced con el grupo fundador en 1857. Acabado el decenio regresó a Italia, volvió a los 3 años, se secularizó y retornó a Italia donde falleció con fecha desconocida.

~ MARZO 24 ~

Recordemos hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1723 FRAY JUAN BUSTILLO: Sacerdote. Ex Provincial. Gobernó la Provincia desde el 17 de enero de 1717 hasta el Capítulo celebrado en 1720.

1727 FRAY JOAQUÍN POSSE: misionero. Falleció en Colonia Sacra-mento, Uruguay.

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1768 FRAY ANTONIO FONSECA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de La Rioja.

1776 FRAY PEDRO MOLINA 103: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1896 FRAY ANTONIO ROSSI: Sacerdote. Nació en Módena. Lleno de méritos falleció en San Lorenzo a los 88 años. Misionó en América durante 56 años, de los cuales 18 años los pasó en Perú y 38 en Argentina. Fue dos veces Prefecto de Misiones, y, estan-do en Reconquista, fundó y mantuvo la Escuela de Telegrafía. En la ciudad de Reconquista, una calle “Prefecto A. Rossi” lo recuerda por su cargo de Prefecto de Misiones. Además levantó personalmente el templo de Santa Rosa de Calchines.

~ MARZO 25 ~

Recordemos hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1760 FRAY MATEO DE LA CONCEPCIÓN: Hermano laico. Falleció en la Santa Recolección de Buenos Aires.

1768 FRAY ROQUE DELGADO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1799 FRAY FRANCISCO PASCUAL SOTELO: Sacerdote. Falleció en la provincia de Corrientes.

1832 FRAY VICENTE ORTÍZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1941 FRAY ANTONIO VILLAGRA: Sacerdote. Nació en Orán. Falleció en Salta, a los 64 años. Hijo de la Comisaría de misioneros. Trabajó mu-


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chos años en la misiones del Chaco, en los comienzos de la fundación franciscana de Quitilipi y en los departamentos más alejados de Salta y Jujuy. Había ingresado a los menores en 1901.

~ MARZO 26 ~

En la Provincia recordamos hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1698 FRAY JOSÉ DE CABRERA: Hermano laico. Expiró en el conven-to de Córdoba.

1887 FRAY JUAN PINO: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

FRAY ADRIANO CASALIS: Fue el primer superior del Convento La Merced. Fue a colectar religiosos a Italia. Se desincorporó del Colegio y fue a misionar a Bolivia, falleciendo en fecha desconocida.

1901 FRAY MIGUEL DE JESÚS LÓPEZ: Natural de Santiago del Este-ro, arquidiócesis y provincia de Santiago del Estero. Falleció a los 80 años de edad, 64 de profesión religiosa y 58 de sacerdote. Cursó los estudios eclesiásticos en Catamarca. El Padre López era muy estimado por la sociedad santiagueña por sus virtudes religiosas, ca-ridad para con los pobres y todos los necesitados. Su humildad y sen-cillez atraían el respetuoso cariño de todos. Confortado con los santos sacramentos y auxiliado cariñosamente por todos los religiosos, sus hermanos que lo veneraban, entregó su alma al Señor, en el convento de Santiago del Estero, en el que sirvió como Guardián en varios pe-riodos “A los 80 años baja a la tumba el sacerdote más antiguo de la Orden Franciscana en la República Argentina. Su virtud, su ciencia y su edad eran la triple diadema que ceñía sus sienes, eran la base de su grande y excepcional prestigio en la provincia de Santiago y la explica-ción de la pena profunda, indescriptible con que asistieron a su muerte los que, ya viejos, recordaban que el P. López fuera el maestro de su niñez, el consejero de su juventud, el amigo cariñoso y fiel de toda la vida. Todas las clases de la sociedad, todas las familias y sin exagerar,

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pueden decir todos los que han permanecido algunos años en Santia-go, conservan un recuerdo grato de este anciano simpático, que refle-jaba en su rostro la bondad de su alma, y facilitaba con su ejemplo la práctica del bien. Desde el año 1944, en que fue Guardián por primera vez, hasta su muerte acaecida el 25 de marzo, no ha cesado de trabajar en su ministe-rio: la predicación, las misiones en varios obispados, el confesionario, la cátedra, la escuela, los oficios de la Orden, en que llegó a desem-peñar los más culminantes, las atenciones de obras de gran aliento, como la renovación de Iglesia y convento que efectuó a costa de mil sacrificios; todo eso y su caridad con los pobres, que autorizaba a estos para molestarlo a toda hora, y mucho más que no puede considerarse en breves líneas, constituyen la foja de servicios de Fray López, del Padre Miguelito, como cariñosamente se le llamaba. El clero, gobierno y pueblo realizaron grandes manifestaciones de dolor por su muerte. Fue sepultado en la capilla de San Francisco Solano. Este hermano fue Definidor y Comisario provincial, cuando el titular de la Provincia, el Padre Chapo, viajó a Roma para asistir al Capítulo general. La triste noticia nos sorprende en momentos de cerrar nuestro periódico 104” [...]

1952 FRAY GENTIL SOSA: Sacerdote.

1952 FRAY FRANCISCO SCIAMMARELLA: Sacerdote. Natural de Castrovillari, diócesis de Cassanensis, Italia. Fue fundador del Colegio Seráfico de Moreno (postulantado menor) el 11 de mayo de 1930 y fue su primer Rector. Falleció en el Hospital Tránsito Cáceres de Allende, de la ciudad de Córdoba, a los 64 años de edad, 47 de profesión religio-sa y 32 de sacerdote. Observante, apacible, buen religioso. Dotado de cualidades para la música religiosa y motetes, algunos de los cuales fueron publicados. Fue superior y párroco de La Plata; Maestro de coristas, contándose entre sus discípulos al decano de la Provincia Fray Gentil Sosa. Miem-

104 Cfr. El Terciario Franciscano, Tomo II, año II, n.° 20, (01 de abril de 1901), p. 214.

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bro de la Comunidad de Santiago del Estero. Sus restos fueron traídos a Buenos Aires y sepultados en el cementerio de La Chacarita.

~ MARZO 27 ~

En este día fallecieron: 1810 FRAY MIGUEL RUIZ DE RIAÑO: Natural de Briones, España. Falleció en Paraná, donde se encontraba predicando la cuaresma, a los 64 años de un derrame cerebral. Tomó el hábito en Vitoria. Vino con los primeros hermanos Menores al fundarse el Colegio Apostólico San Carlos del Carcarañá, don desem-peñó la segunda guardianía con mucha discreción.

1859 FRAY BUENAVENTURA HIDALGO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1871 FRAY PACÍFICO ANTEQUERA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Mendoza.

1881 FRAY EUGENIO LUCHESSI: Sacerdote. Al venir de Italia estuvo en San Lorenzo y Jujuy y en 1877 se incorporó al Colegio Apostólico de La Mer-ced. En la parroquia de Santa Lucia fue Vicario cooperador y finalmente pá-rroco. Fue bárbaramente asesinado para robarle en Santa Lucia, Corrientes.

~ MARZO 28 ~

En este día fallecieron: 1747 ALEJO GILES 105: Sacerdote.

1757 FRAY FRANCISCO MORILLO: Sacerdote. Falleció en la Doctri-na de Itatí, provincia de Corrientes.


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1806. FRAY JUAN DE LA CRUZ VIERA: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1829 FRAY BENITO MORENO: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Catamarca.

1834 FRAY JOSÉ DELGADO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires. 1891 FRAY RAMÓN LUDUEÑA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1997 FRAY MARIO CECILIO PERALTA: Sacerdote. Nació en 1933 en el Pantanoso (La Criolla). Siempre jugó con la palabra “muerte” y el Señor se lo llevó un Viernes Santo a los 63 años, en Quitilipi. Recibió el presbiterado a los 25 años. Con su bohonomía y sencillez fue el “Padrecito Chamigo” de todos, pero especialmente de la gente del campo. Fue un período Consejero provincial, pero su acción misionera se desarrolló más que todo en Laguna Blanca y Quitilipi, donde llevó las palabras de aliento y esperanza.

~ MARZO 29 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los Hermanos que en este día fallecieron: 1655 FRAY DIEGO CALDERÓN: Hermano estudiante. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1741 FRAY JOSÉ MELGAREJO 106: Hermano laico. Falleció en el hospi-cio del Espíritu Santo, Villarrica, Paraguay.


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1801 FRAY FRANCISCO MONTERO y FERREYRA: Sacerdote. Falle-ció en el convento de Salta.

FRAY MANUEL CAVALLINI: Sacerdote. Llegado de Italia en 1862 para La Merced, durante quince años misionó, predicó y fue Vicario en varias parroquias. Regresó a su patria y falleció en fecha no deter-minada.

1946 FRAY ALFONSO MARÍA DE LA PUENTE: Hermano laico. Na-tural de la arquidiócesis de Quito, República de Ecuador. Falleció en la Asistencia Pública de la ciudad de Buenos Aires, a los 60 años de edad y 40 años de profesión religiosa. Fue vivo ejemplo de laboriosidad y atención. Como maestro de Es-cuela, ejerció la docencia en nuestro Colegio de Aarón Castellanos. En el convento de Buenos Aires ejerció por muchos años el oficio de sas-tre, ayudante del procurador y administrador de la revista “El Plata Seráfico”, oficios todos que cumplió a conciencia para ejemplo de la comunidad.

~ MARZO 30 ~

En este día fallecieron: 1773 FRAY ANTONIO VERNET: Sacerdote. Falleció en el convento de la Santa Recolección de Buenos Aires. 1796 FRAY FELIPE CASALE: Sacerdote.

1886 FRAY ELÍAS DÍAZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Cata-marca.

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~ MARZO 31 ~

Recordemos hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1665 FRAY CRISTÓBAL DE MADRID 107: Hermano laico. Falleció en la ciudad de Asunción, Paraguay.

1730 FRAY ANTONIO HIDALGO: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1771 FRAY JUAN JOSÉ GALÍNDEZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Córdoba.

1800 FRAY JOSÉ DÍAZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1991 FRAY FERMÍN ERRASTI ABARRATEGUI 108: Vino al mundo en uno de los Barrios de Escoriaza (Guipúzcoa) el 7 de julio de 1916 . Fa-lleció el 31 de marzo de 1991. Le llegamos a conocer cuando entró en el Colegio Seráfico de Aránza-zu el año 1928. Menudo de cuerpo y vivaracho por todos los poros, lle-gó a forjarse en la vida franciscana a fuerza de tenacidad y optimismo, que la levaron a grandes realizaciones en el engranaje de la Orden y de la Custodia del Paraguay, a la que sirvió con cariño y eficiencia en los distintos puestos en que le colocó la Obediencia. Emitió los votos religiosos el de 10 de septiembre de 1933, ordenándose de sacerdote el 10 de agosto de 1941 en Vitoria, por el Administrador Apostólico en aquel entonces, Mons. Javier Lauzirica. Tres años más tar-de, cuando la Provincia de Cantabria se hizo cargo de la Residencia y Parroquia de Tierra Santa de Montevideo, y le fue confiada a la Custo-dia del Paraguay, formó parte del personal cualificado que seleccionó el Provincial, P. Julio Eguiluz, para que se hiciera cargo de la nueva fun-dación.

107 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 215.108 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, pp. 39-40.

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Con un afán y celo notable comenzó a gastar sus primeras armas de misionero, entregándose de lleno, junto con sus hermanos, a levan-tar aquella Parroquia un tanto anquilosada por el peso de los años y, quizás, por la inoperancia de los administradores anteriores, hasta convertirla, con el tiempo, en una de las más destacadas de la Capital uruguaya. El P. Fermín tomó por su cuenta, sobre todo, la formación del grupo juvenil, al que se entregó de lleno y con verdadero afán. Vibraba con ellos y se entregaba a los jóvenes viendo en ellos el futuro de la Parro-quia. Y lo hacía manteniéndolos cerca, dictándoles conferencias, dán-doles retiros, acompañándolos a los campamentos que acostumbraban organizar periódicamente. Llegó también a ocupar el cargo de Vicario y ecónomo conventual. Cuando había contribuido tanto en dar un nuevo rostro a la Residencia y Parroquia de Tierra Santa de la Capital uruguaya, fue reclamado por los superiores para completar y llevar a buen término la nueva funda-ción que había logrado la Custodia del Paraguay en la zona todavía medio deshabitada del Parque Luro de Mar del Plata (Argentina), con el cargo de Superior. También dejó aquí su talante de hombre empren-dedor e inteligente, que no retrocedía ni se amilanaba ante las dificul-tades con que podría encontrarse. Adquirió varios lotes más de terreno donde iba a levantarse el monumental colegio Fray Mamerto Esquiú, uno de los más acreditados de aquella ciudad Balnearia. Trabajó mucho y bien. Construyó, también, un pequeño Rivotorto en el lugar mismo donde más tarde se levantaría la actual Residencia, con una pequeña Capilla en el centro, que fue erigida en Parroquia y que da-ría lugar, más tarde a la vistosa Iglesia endosada al edificio del Colegio. Aún traía entre manos otros emprendimientos el incansable P. Fermín, cuando dio casi un salto sideral al verse nombrado Superior de la Co-misaría de Tierra Santa de Sión en Buenos Aires, dependiente direc-tamente de la Custodia del mismo nombre. El nombramiento se hizo efectivo el 30 de noviembre de 1961. Dirigió el nuevo timón duran-te, dos trienios, dando nuevos impulsos a la misión que se le había encomendado. Dio a conocer el País de Jesús ya dando conferencias sobre los Santos Lugares, escribiendo pequeñas reseñas históricas, y

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con otros medios de propaganda. Trabajó también con esmero en el aspecto pastoral, distinguiéndose por la forma que llevaba los distin-tos centros de evangelización, sin descuidar por ello el dar al culto y a la liturgia la importancia que suponen en la edificación del Pueblo de Dios. Todo ello unido a las tareas que traía aparejadas el gobierno de la Casa, con los problemas que ello suponía. Tuvo oportunidad de viajar a Tierra Santa como vocal del Capítulo Custodial, en el que le liberaron de sus funciones al término de los dos trienios que había ejercido. Una vez más su espíritu de disponibilidad le movió a aceptar, en nom-bre de la Provincia, el cargo de Asistente Nacional de T. O. F. con sede en San Francisco el Gran de Madrid, con el cargo, además, de Vicario de aquella afamada Fraternidad. Supo llevar por buen camino ambos cargos, dejando huellas profundas en el desempeño de sus delicadas funciones. Tanta actividad fue minando insensiblemente su salud, y se refugió en nuestro convento de Valladolid, para esperar, conformado, a la herma-na muerte que le halló preparado para darle el abrazo final, y llevarle a la presencia del Padre. Fue toda una vida gastada al servicio de la Orden y de la Provincia.

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

MES DE ABRIL

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necrología franciscana — abril

~ ABRIL 01 ~

En este día fallecieron: 1728 FRAY JUAN VILLALBA: Sacerdote.

1742 FRAY BERNARDO SAAVEDRA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Jujuy.

1794 FRAY MIGUEL GÓMEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Corrientes.

1801 FRAY MATÍAS DEL VILLAR: Hermano laico. Falleció en el con-vento Recoleto de Buenos Aires.

1813 FRAY LUIS RODRIGUEZ: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en Montevideo, Uruguay.

1889 FRAY CASIANO PANCHETTI: Falleció en el convento de San Diego de Salta a los 63 años. Ocupó los oficios de cocinero, enfermero y hortelano. Nunca comió su pan ociosamente y se distinguió preparando remedios y atendiendo tanto a los frailes enfermos como a los fieles, sobre todo los más pobres a quienes visitaba y curaba.

1969 FRAY FRANCISCO OLAÑETA GARAIZABAL 109: Nació en el pintoresco pueblo de Elgueta (Guipúzca el 17 de julio de 1885. El Señor le llevó a su lado el 1 de abril de 1969, para premiarle con el galardón de los justos. Casi en puntillas, y con cierto temor y temblor a empañar la albura de una vida extraordinariamente misionera, me atrevo a pergeñar la semblanza de uno de los Hermanos que más lustre y honra ha dado a la Custodia del Paraguay.


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Profesó en Zarautz el 24 de octubre de 1903 y fue ordenado de sacerdo-te el 24 de julio de 1913. Apenas ordenado fue destinado a la Escuelita de Aránzazu. Más tarde cuando se abrió el Colegio de Seria, fue desti-nado también allá como profesor. Pero el profesorado y los colegios no lo llenaban, porque otro fuego alimentaba en su interior que le devora-ba hasta trocarse en una obsesión: trabajar por la extensión del Reino en países donde tantas almas le requerían para dar a conocer a Cristo. Lo logró y fueron satisfechos sus deseos porque ya le vemos incorpo-rado a la misión del Beni (Bolivia) cuando todavía estaba en manos de la Provincia Bética. Sabemos que trabajó afanosamente en Loreto, Ru-renabaque y algún otro poblado más. Eran épocas en que todavía no se conocía en la Misión los adelantos modernos de avionetas, vehículos de todo terreno. El vehículo que más le atraía era de su Padre Francis-co. Caminatas y más caminatas a pie cuando no en alguna carreta des-tartalada, o bien echando mano de una frágil barquichuela para vadear los numerosos ríos que corren por la Misión, en sus afanes misioneros. Nadie supo si se escribieron las gestas misioneras de este gran apóstol. Es que la humildad hizo una segunda naturaleza en todo su ser. Siem-pre su norma era ocultarse sin hacer ostentación de cuanto hacia. De un cuerpo menudo y hecho como de raíces y con la cabeza caída sobre su hombro derecho como pidiendo compasión, tenía, sin embargo, a flor de labios una sonrisa y una palabra de edificación que le cautivaba al que se acercaba a él. Era la manifestación del amor a Cristo que cre-pitaba en sus entrañas y la traducía en esa forma. Cuando se oficializó la nueva Custodia Uruguayo-Argentino-Paragua-ya, el entonces Provincial de Cantabria, P. Julio Eguiluz, les hizo llegar una invitación a todos los religiosos de la Provincia que se hallaban prestando servicios en algunos países de Sudamérica, para que se in-corporaran a la nueva Custodia. Y así con ese espíritu de disponibi-lidad y de ciega Obediencia, dejó con pena la Misión del Beni, para incorporarse al Convento-Parroquia de Montevideo, donde fue des-tinado, llegando aquí el 20 de junio de 1944. En la Capital Uruguaya transcurrieron los 25 años de su carrera terrena. El nuevo estilo de vida que le esperaba en una ciudad civilizada y mo-derna, no iba a ser sino un giro que daba a su vida auténticamente

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misionera, que la acopló a su forma de ser. Solo su presencia era ya un apostolado perenne. Se le veía recorrer las calles congestionadas de la ciudad, visitando enfermos y hospitales, como quien tenía un objeti-vo que cumplir. A su paso paraba el intenso tráfico, porque pasaba el “fraile santo”. Una vez, sin embargo fue atropellado y violentamente sacudido por un coche despistado, que le valió unos días de interna-ción en el Sanatorio. Lo convirtió también en un púlpito para predicar la resignación cristiana ante las pruebas de la vida, sin perder nunca la serenidad y la paz interior. Uno, en verdad, no sabía qué admirar más en él: si su acrisolada hu-mildad, su caridad, o su acendrada piedad, su fe o todas las virtudes que afloraban en su bella alma. Pero sí las vivía intensamente. Por eso se hallaba a gusto con los niños, los pobres y enfermos de la Parroquia. Un halo de misterio se cernía a todas luces sobre este gran hombre, que se encontraba como anclado en el pensamiento de la Paternidad Divina. Pero para llegar a esta metamorfosis espiritual, le costó su lu-cha y sus esfuerzos. Su temperamento, más bien sanguíneo y de una viveza de genio extraordinario, no le hacían nada fáciles estos embates contra el hombre viejo, que logró tenerlo siempre a raya con su espíritu de mortificación y sacrificio. Se ha hablado de las noches que pasaba delante del Santísimo, sin probar la tibieza de la cama, o lo sumo acos-tándose en el santo suelo, un sin número de veces. Su fama de santidad no se ceñía a los estrechos límites de una parro-quia, ni aún de la ciudad. Conocido por todo el Episcopado uruguayo, multitud de sacerdotes y religiosos encontraban en el P. Franciscano al consejero bueno y prudente, que traía la paz y serenidad en el Sacra-mento de la Penitencia a tantas almas cargadas con un sin número de problemas. Así se deslizaron los 25 años de misionero íntegro, que los vivió en plenitud en esta Custodia del Paraguay. Mas ya la muerte iba en su despiadada enfermedad, que le serviría como otra fuente más de me-recimientos. Con una serenidad asombrosa se entregó al médico de ca-becera que le atendía, y a la Hna. religiosa que le hacía las curaciones, y como toda queja suspiraba con una sonrisa resignada, dirigiéndose a los presentes mientras decía: MISERIA MISERIAE, […]

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~ ABRIL 02 ~

En este día fallecieron: 1715 FRAY MARTÍN DE CEBALLOS: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1755 BUENAVENTURA CARRETO: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1791 FRAY ANTONIO CÁCERES: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en el Paraguay.

1794. FRAY FRANCISCO ELGUIA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1811 FRAY FRANCISCO YANZA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de la Santa Recolección de Buenos Aires.

1994 FRAY CARLOS MARÍA MARTÍNEZ FERRER 110.

Sacerdote. Nació en la ciudad de Córdoba el 10 de julio de 1926. El 2 de abril de 1994, Sábado Santo, en el sanatorio Sagrado Corazón que los Frai-les Capuchinos poseen en la ciudad de Córdoba, falleció a los 68 años y 8 meses de edad, a consecuencia de una prolongada y dolorosa enfermedad.

110 Boletín Informativo Noticias, año XXV n.º 155, (enero/abril 1994), pp. 11-12.

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Fueron sus padres Don Pedro y Doña Manuela Ferrer quienes forma-ron una familia numerosa y muy cristiana en la que se entroncan el abolengo cordobés con la vida consagrada, porque se encuentran en su árbol genealógico varios miembros que abrazaron la vida sacerdotal y religiosa. La casa natal de la familia Martínez Ferrer estaba situada a tres cuadras de nuestro convento, más precisamente sobre la avenida Chacabuco, entre San Jerónimo y Entre Ríos. En el colegio de la Inmaculada, cuyo Rector era su tío el P. Fr. Anto-nio Martínez, inició sus estudios en el jardín de infantes hasta algunos años del secundario, los que concluyó en el Postulantado Mayor de Paso del Rey. Vistió el hábito de novicio, que rarísimamente dejó de usar, en nuestro convento de la ciudad de La Plata, el 17 de marzo de 1946, cambiando su nombre de pila por el de José María. Un año después, el día de su santo patrono San José, el 19 de marzo de 1947 hizo su Profesión temporal. En el transcurso de su carrera eclesiástica, llevada a cabo en el convento de San Antonio de Padua, hizo su pro-fesión Solemne el 19 de marzo de 1950, y el 19 de diciembre de 1953, de manos de Mons. Fr. Tomás Aspe, recibió el sacramento del Orden Sagrado. Celebró su primera misa solemne el 1 de enero de 1954 en nuestro templo de la ciudad de Córdoba. La personalidad de nuestro extinto Hno. la conocimos quienes con-vivimos los años de estudiante y cuantos lo trataron. Todos hemos sabido de sus quilates y de sus fallas, porque era extrovertido, de tem-peramento nervioso, polémico, austero y servicial. Era el retrato vivo de su tío fraile, de quien heredó desde la estampa ascética hasta el apodo –pero en diminutivo– entre otros tantos a que se hizo acreedor, y que los obviamos atendiendo el respeto que impone la “Hermana Muerte”. Su espíritu de caridad abnegada se manifestaba en la atención a los hermanos enfermos. En el hospital de Merlo hizo el curso de enferme-ro para prestar un servicio más eficiente a los compañeros de estudio y a los religiosos de la comunidad. En este aspecto y otros de su vida hay muchas anécdotas con su dejo de “Las Florecillas”. Ortodoxo a ultranza fue refractario a todo aquello que lesionara la ob-servancia de las leyes y costumbres.

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Su primer destino fue el de Maestro de Postulantes en nuestro con-vento de Tucumán. Después, por espacio de 15 años se desempeñó como Secretario de Provincia. Los tres primeros en el Provincialato del P. Fr. Berardo Martínez, los 12 restantes con P. Fr. Francisco Salgado, de quien también lo fue cuando la Orden lo nombró Delegado General para nuestro país. En este oficio no desperdició ocasiones para el apos-tolado, preferentemente en la predicación, suplencias en algunas pa-rroquias, entre ellas en el Obispado de Formosa. En la catequesis a los niños contaba con abundante material didáctico actualizado. Gustaba entretener a los pequeños con juegos de prestidigitación y chascos. Terminado su oficio de Secretario de Provincia, fue nombrado párroco de la Parroquia de San José de Fray Mamerto Esquiú. Terminado el trie-nio pasó con el mismo oficio a nuestra Parroquia de Aarón Castellanos, donde se desempeñó también como Guardián de la casa, por espacio de 18 años, contando únicamente con la compañía del Hno. José Félix Palacio, y como párroco. Con tantas obligaciones y no menos soledad la salud del Hno. Martínez Ferrer, que no fue de las mejores, quizás por falta de cuidado y otras yerbas, comenzó a deteriorarse hasta el extre-mo. Gravemente enfermo, con carácter de urgencia fue internado en Córdoba. Providencialmente recuperado, desarrolló allí una vida con-ventual normal y “movida”, por la atención del confesionario, atención domiciliaria de los enfermos, a un grupo de jubilados residentes en las cercanías del convento, y cuanto mandato era menester realizar con su característica servicialidad. No obstante el control médico permanente, su crónica afección renal hizo crisis. Internado periódicamente en el Sanatorio “Sagrado Cora-zón” nuestro Hno. Carlos Martínez Ferrer fue llamado a la casa del Padre el reciente Sábado Santo para celebrar la Pascua eterna, después del vía crucis purificatorio de su enfermedad terminal. Fr. Ernesto Ángel Urenda

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~ ABRIL 03 ~

En este día fallecieron: 1771 FRAY LUCAS DE DICIDIO y ZAMUDIO: Sacerdote. Ex Ministro provincial. Gobernó la Provincia desde el 14 de enero de 1759 hasta el 19 de septiembre de 1761. Falleció en el convento de Córdoba. “Natural de Córdoba, ex Custodio, fue elegido el 14 de enero en el con-vento San Jorge. En el Capítulo Intermedio, celebrado en enero de 1761, se decretó la fundación de Noviciados en los conventos de la Santa Recolección del Paraguay: Jesús María y Santa María de los Ángeles 111”.

1774 FRAY FRANCISCO LASCANO: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Corrientes.

1780 FRAY JUAN BARRERA: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1780 FRAY ANTONIO CÁCERES 112: Sacerdote. Lector jubilado. Falle-ció en Paraguay.

1793 FRAY BARTOLOMÉ AMARILLA 113: Sacerdote. Falleció en Para-guay.

1803 FRAY IGNACIO AQUINO 114: Sacerdote. Falleció en el convento de la Observancia del Paraguay.

1895 FRAY MARCOS DONATI: Sacerdote incansable. Falleció en el Hospital Militar de Buenos Aires a los 64 años.

111 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 94.112 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 218.113 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 219.114 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 220.

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Fue capellán del Ejército del Chaco, y del Gral. Lucio V. Mansilla en la Conquista del Desierto. Con los ranqueles convertidos a la fe, fundó las colonias Fuerte Sarmiento y Tres de Febrero. Como homenaje a sus méritos, el Gobierno Nacional hizo trasladar sus restos al Convento de Río Cuarto al que había llegado con el primer grupo de menores.

2006 FRAY JOSÉ DE LA CRUZ BARTABURU 115:

Nació el 26 de noviembre de 1916 en Paysandú, diócesis de Salto, Uru-guay. Tras una prolongada enfermedad y una provecta senectud, con 89 años cumplidos, fallecía en el Noviciado de San Antonio de Arre-dondo, Córdoba. Fr. José formaba parte de los hermanos más longevos de la Provincia; sin embargo estuvo bastante lejos de alcanzar a su hermana Rosa, que había pasado ampliamente los 100 años. Como el 26 de noviembre es la memoria de San Leonardo de Puerto Mauricio, misionero y gran propagador de la devoción al Vía crucis; Fr. José se hace muy devoto de él y elige, al inicio de su Noviciado, el 20 de mayo de 1939, el nombre de José de la Cruz, trocando así su nombre de pila que era José Pedro. Sus padres fueron Juan Bartaburu y Victoria Ruiz. Su noviciado transcurrió en San Antonio de Padua (Bs. As.), teniendo por maestro a Fray Antonio de Jesús Lobo, que todos decían que tenía fama de santo. Pocos días antes de profesar, Fray José fue testigo de

115 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXXVIII, n.° 187, (marzo/abril/mayo 2006), pp. 12-13.

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una experiencia singular. Él y todos sus connovicios, antes de ir a la capilla para la oración de la noche, observan que su maestro quedaba con la mirada perdida en el infinito de la noche; por unos momentos queriendo como consultar el llamado o despedida de alguien. Fueron todos a la capilla, y a la salida, ante la pregunta atónita de los novicios, el P. Lobo responde sencillamente que no era nada, simplemente había muerto un santo. Todos siguieron en silencio a sus cuartos sin saber cuál sería la “corazonada” del P. Lobo. Pero, al día siguiente, el 12 de marzo de 1940, el informativo de la radio daba cuenta que había muer-to en Italia el famoso Don Orione, fundador de los Cotollengos, hoy, San Luis Orione. ¡Parece que entre los santos se entienden! Después de su profesión, cuatro fueron los conventos a los que le des-tinó la obediencia: primero, San Antonio de Padua (Bs. As.); San Fran-cisco (Bs. As.); el de Tierra Santa en Montevideo y el de San Antonio de Arredondo (Córdoba). Sin embargo, el convento y oficio que más le caracterizaron fue ser portero del Convento de San Francisco de Bs. As., donde estuvo más de 30 años, de tal manera que se podría decir y con razón, la ecuación siguiente: “Fray José = Portero de Buenos Ai-res”. Allí fue proverbial su puntualidad, su atención digna, respetuosa y por igual a toda clase de persona de toda condición: clérigos o laicos, obispos o prelados. Los recados que recibía eran dados con rectitud y presteza. Y sobre todo, lo que lo caracterizó fue lo que podríamos llamar: “diálogo vocacional”, que mantenía con jóvenes como posibles candidatos a nuestra vida o la de la O.F.S. También se le veía puntual en los demás actos comunitarios. En los ejercicios espirituales anuales, solía decir que no necesitaba más libros que los Santos Evangelios y la “Imitación de Cristo”. No se le dio por aprender el manejo del Breviario para el rezo del oficio Divino, cuando se hacía común para todos en la época posconciliar, sin embargo siempre se le veía desgranar la corona, a veces por el rezo de la misma corona seráfica, pero otras, por el rezo de los 76 padrenuestros del así llamado Oficio de los Hermanos. Fray José era parco y austero pero no exento de humor. Un día gracejaba con su homólogo Fr. Pedro Errecart, diciéndole que él (Fr. Pedro) se pre-paraba para la solemne, durmiendo sobre el duro suelo y teniendo un tronco por almohada, y a Fray Carlos Galván, por muchos años le decía

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que era su sobrino. En sus buenos tiempos era común verlo andar por los claustros de Bs. As., fumando su cigarrito después de las comidas. Pero, también en esto era parco, decía que nunca pasaba de dos o tres cigarrillos por día, cuando podía. Es claro que en Buenos Aires después de tanto tiempo había echado raíces profundas por su hábitat y sus amistades. Pero también es verdad que quienes lo vimos partir en su segundo cambio, y a los 63 años, hacia la nueva casa que la Provincia asumía en Uruguay fuimos testigos de su conducta ejemplar. Fue a su nuevo destino en tiempo y forma. Y lo que mejor podemos recordar de él es que ni durante ni después nunca se le oyó ningún comentario contra los superiores. Lo que estaba escrito en la Tabla Capitular, para él era lo justo. Atrás quedaban sus 33 años, 3 meses y 5 días como portero de Buenos Aires, y quienes creíamos que iría contento a su Uruguay querido, al poco tiempo, nos dábamos cuenta que Fr. José se encontraba como extranjero en su propia patria. Tal vez por eso mismo eligió irse de barco a un nuevo destino, como si fuese a un país lejano, aunque solo en 40 minutos estuviera en la otra orilla. La cuestión era despe-dirse de los hermanos que quedaban, levantando los brazos, y poder expresar así holgadamente la nostalgia. Sin embargo, los seis años que estuvo allá desempeñó las tareas de portero y sacristán como si siempre hubiera estado allá. Vuelto ya a la Argentina, fue destinado para la casa de San Antonio de Arredondo, que sería su último destino, y que había sido construida como casa de Noviciado. Allí su vida sería la oración y algunos quehaceres domésticos. Era como el referente de hermano ma-yor de la comunidad, sobre todo de los novicios; para quienes era como el abuelo paterno. Sus cuentos, historias y anécdotas, aunque repetiti-vas no perdían hilaridad y frescura. En su última enfermedad recibió especiales cuidados de todos los hermanos, especialmente de los novi-cios. Todos lo atendían con fraterna caridad y paciente comprensión, hasta que Fray José, necesitando de cuidados terapéuticos más especia-lizados, fue llevado a un hogar de religiosos, para ancianos y enfermos.Fray José Bartaburu, ya que nos has precedido en el camino de la fe y de la inmortalidad, y tantas veces nos abriste las puertas del convento de Buenos Aires, ábrenos también un día junto con San Pedro las puer-tas de paraíso. Fue llevado por la hermana muerte el 3 de abril de 2006.

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OTRA VOCACIÓN DE FR. JOSÉ BARTABURUCuando finalizaba la década de los 50; hubo un joven boliviano que, habiendo fallecido sus padres, decide hacer “su vida”. Y así, con al ba-gaje de su fe y unas pequeñas pertenencias, se embarcó en el tren de 2.ª desde Yacuiba hasta Retiro, en Buenos Aires. Apenas llegado, empezó a ofrecerse como peón de albañil en cuanta obra en construcción que encontraba por el camino. Así andando, llegó hasta la Basílica de San Francisco, que también estaba en reconstrucción (después de la quema de las iglesias el 16 de junio de 1955). En todos los casos la respuesta que recibía era siempre negativa. Pero, no se amilanó; entró al convento San Francisco, y allí dialogando con Fr. José Bartaburu, encontró la luz, la es-peranza, la que realmente buscaba. Había sido recibido como empleado para la limpieza. Había quedado feliz. Pasado un tiempo; fr. José, que lo observaba a hurtadillas en su trabajo, en sus misas que participaba los domingos, o en sus oraciones en la capilla del Santísimo, lo abordó directamente, preguntándole si no había pensado ser un hermano fran-ciscano; le habló de la vocación, de nuestra vocación. A lo que el joven le dijo que eso no podría ser para él porque no tenía ni el secundario hecho. Pero, Fr. José le decía que no se preocupara por que también eso lo podría hacer con nosotros. Pasado un tiempo y después de madura reflexión, entra al Postulantado de adultos de San Antonio de Padua (Bs.As). Al cabo de tres años va al noviciado en Catamarca y profesa el 21 de enero de 1964. Sigue después los estudios de Filosofía y Teología y recibe la ordenación sacerdotal el 20 de septiembre de 1969. Su primer destino fue el convento de Bs. As; aunque siempre soñara con volver a su tierra. Pero, mientras esto no lo pueda concretar, se dedicará, con ex-presa licencia del Ministro provincial a la atención pastoral de muchos de sus compatriotas, que vivían en las villas de emergencia, en las inme-diaciones de Retiro. Es la época del postconcilio: de enfrentamiento de diferentes posturas pastorales, egreso de varios religiosos y sacerdotes, ajetreo y turbación. Fue el tiempo que era asesinado el sacerdote Carlos Mujica. En tal desorientación y confusión, el joven decide volver a su patria. Es recibido en su diócesis natal Oruro y queda por un tiempo al servicio de la misma. Le piden párroco rural de la Pasnia (a 70 Km de allí). El, siempre preocupado por los problemas pastorales y sociales;

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no solo reparó el templo y casa parroquial; sino que también procuró notables mejoras para el hospital y otros requerimientos sociales. Fue tan querido por el pueblo, que al poco tiempo fue nombrado Intendente del Municipio. Cumplido su oficio como párroco e intendente de Pas-nia; vuelve a Oruro para ser nombrado Vicario General de la Diócesis. Pasado un tiempo de eficiente ministerio, su obispo le interrogó si iba a continuar al servicio de la diócesis o volvería a su casa religiosa. El joven le dijo que, en su corazón nunca había dejado de ser franciscano. Se cruzan, entonces, las cartas entre los provinciales y curias generales y su obispo de Oruro, hasta que el joven se incardina definitivamente a la provincia de San Antonio, de Bolivia, creada hacía poco tiempo; la cual estaba compuesta mayoritariamente por hermanos extranjeros. Las do-tes de este joven religioso nativo hicieron que sus hermanos lo eligieran para diferentes oficios de animación. Y así fue sucesivamente guardián, definidor y últimamente Ministro Provincial, cuyo mandato terminó el año pasado. En el último congreso capitular fue designado rector del santuario nacional de Ntra. Sra. de Copacabana, en La Paz. Me estoy re-firiendo –claro está para quienes lo hemos conocido– a fr. René Vargas; una singular vocación de fr. José. Es decir, una más de tantas; por eso, decía en el epígrafe: otra vocación…efectivamente, cuántas vocaciones –pensé– habrán surgido por mediación de fr. José Bartaburu en ese diá-logo paciente y fraterno que ha tenido con tantos jóvenes y adultos; no solo para la vida consagrada o sacerdotal, sino también para la O.F.S. En ese largo periodo de 33 años, 3 meses y 3 días que él estuvo como por-tero del convento San Francisco, de Bs.As! ¡Bravo, fr. José!, sigue inter-cediendo ahora desde el cielo por las vocaciones de nuestra Provincia.

Fr. Eduardo Zatti

~ ABRIL 04 ~

En este día fallecieron: 1655 FRAY JERÓNIMO AGUILERA: Sacerdote. Falleció en el conven-to de La Rioja del que era Guardián.

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1738 FRAY JOSÉ DE PALOS 116: Obispo Diocesano. Falleció en Para-guay.

1774 FRAY JUAN VILLARÓ 117: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1777 FRAY BERNARDO CATÁNEO: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1794 FRAY TOMÁS CHURRUCA: Sacerdote. Falleció en Montevideo, Uruguay.

1803 FRAY LÁZARO DRUE: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1924 FRAY MANUEL EIRÍN: Sacerdote. Natural de Briallos, diócesis de Santiago de Compostela, España. Se dedicó a la vida misionera. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 66 años de edad, 48 de profesión religiosa y 26 de sacerdote.

1924 FRAY MANUEL EYRÍN: Sacerdote. Nació en 1858 en Caldas de Reyes, España. Falleció en el convento de Buenos Aires a los 66 años de edad, 49 de religión y 43 de ministerio. A los 17 años ingresó a los menores en el convento San Francisco de Buenos Aires. Dos años después, deseando vivir en comunidad donde se observara la vida en común, solicitó su incorporación al Colegio Apostólico de San Carlos. Allí profesó solemnemente y a los 23 años recibió el presbiterado. Desarrolló su apostolado misionero en las mi-siones del norte santafesino. Dos años después regresó a la Provincia de la Asunción, donde falleció.


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~ ABRIL 05 ~

Recordamos hoy ante el Señor a nuestros Hermanos: 1707 FRAY JUAN MARTÍNEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aries.

1763 FRAY BERNARDO DEL ESPÍRITU SANTO: Hermano laico.

1807 FRAY ROQUE CASAL: Sacerdote.

1808 FRAY FRANCISCO JAVIER CUESTAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1815 FRAY MANUEL OVALLO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Santiago del Estero.

1817 FRAY FRANCISCO VÁSQUEZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Corrientes.

~ ABRIL 06 ~

Hacemos memoria hoy de nuestros hermanos: 1768 FRAY IGNACIO NASCENTE: Sacerdote. Falleció en el convento de Jujuy.

1768 FRAY JUAN PONSARDIN: Sacerdote. En el Archivo Histórico del convento de Buenos Aires, figura que este hermano falleció en el mar.

1775 FRAY FRANCISCO CAPDEVILLA: Sacerdote. Lector.

1784 FRAY JUAN ZENÓN ARGAÑARÁZ: Sacerdote. Falleció en Jujuy.

1805 FRAY FRANCISCO GOFINONDO: Sacerdote. Ex Definidor.

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1920 FRAY VICENTE CALONI: Sacerdote. Nació en Santa María de Colle. Falleció en el Convento de Rosario a los 76 años. Ingresó a la Orden a los 17 años en la Provincia Observante de Bolonia. Ya sacerdote se incorporó al Colegio Apostólico San Carlos en 1869. Fue por dos periodos Prefecto de Misiones y otros dos periodos ocu-pó la guardianía en San Lorenzo. Además fue Maestro de novicios y durante varios años lector de Teología. Tuvo una tierna devoción a la Virgen María a quien solía llamar “Su Madre Dulcísima”.

1999 FRAY GERARDO PIEMONTE.

~ ABRIL 07 ~

Recordemos hoy piadosamente a nuestros hermanos: 1708 FRAY JOSÉ GALLOSO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1756 FRAY FRANCISCO CALDERÓN: Sacerdote. Ex Definidor. Falle-ció en el convento de Buenos Aires.

1761 FRAY FRANCISCO RIVAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1817 FRAY LUIS OLIVARES: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires. 1824 FRAY JUAN JOSÉ LÓPEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1843 FRAY JULIÁN DÍAZ: Sacerdote. Falleció en jurisdicción del con-vento de Catamarca.

1855 FRAY NICOLÁS LACUNZA: Sacerdote. Lector.

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1904 FRAY PAULINO STRAMBI: Sacerdote. Falleció en Salta. Hijo de la Provincia de San José de Tuscia. Fue uno de los fundadores del Colegio Apostólico San Diego y su primer Guardián. Enseñó duran-te varios años Filosofía y Teología, cuando no fue maestro de novi-cios. Se caracterizó por ser un religioso humilde, modesto, paciente y moderado.

1907 FRAY ANDRÉS HERRERA 118: Sacerdote. Natural de Capayán, diócesis de Catamarca. Falleció en el convento de Córdoba, a los 44 años de edad, 29 de profesión religiosa, 23 de sacerdote. Era morador del convento de Catamarca. Religioso humilde y obediente a la vez que de un carácter bondado-so y sencillo, era querido por los religiosos y seglares. Desempeñó los oficios de maestro de novicios, maestro de gramática y presidente del convento de Catamarca.

~ ABRIL 08 ~

En la Provincia recordamos hoy a nuestros hermanos: 1712 FRAY JUAN ESPINOSA: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1761 FRAY IGNACIO UGARTE: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1832 FRAY MARTÍN ESPERATI: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció del convento de Córdoba.

1882 FRAY BUENAVENTURA PONCE: Sacerdote. Natural de la ciu-dad de Catamarca, diócesis de Catamarca. Falleció en Mendoza a los 67 años de edad, 44 de profesión religiosa y 39 de sacerdote.

118 Cfr. El Plata Seráfico, año VIII, n.° 92 (01 de abril de 1997), pp. 237-238.

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Este hermano tuvo en Mendoza una larga actuación: Guardián de 1860 a 1863, tocándole por tanto muy de cerca la tribulación del terrible te-rremoto del 20 de marzo de 1861 en que nuestro convento fue destrui-do a consecuencia de lo cual fallecieron los Frailes Juan Berardo Pa-checo y Sixto Pelayes. Desempeñó nuevamente la Guardianía de dicho convento de 1866 a 1869.

1882 FRAY MARTÍN ESPERATI: Sacerdote.

1914 FRAY JUAN C. MENCÍAS: Sacerdote. Natural de Guijón, diócesis de Santiago de Compostela, España. Falleció en el convento de La Pla-ta, a los 39 años de edad, 20 de religioso y 15 de sacerdote.

1930 FRAY JUAN ANTONIO SUÁREZ: Hermano laico. Natural de Tucumán, arquidiócesis de Tucumán. De conducta intachable y sólida piedad, ejerció el oficio de segundo maestro de postulantes en el con-vento de Buenos Aires, dedicándose con el mayor empeño y la más de-cidida voluntad al fiel cumplimiento de tan delicado oficio. Falleció en el convento de Córdoba a los 28 años de edad y 3 de profesión religiosa.

1939 FRAY FIDEL SCHELIBON: Sacerdote. Natural de Baradero. Falle-ció en el convento de Buenos Aires a los 65 años de edad, 46 de profe-sión religiosa y 40 de sacerdote. Dinámico y poseedor de un exquisito don de gentes. En Roma per-feccionó sus estudios y obtuvo al título de Lector general en Sagrada Escritura. Definidor provincial desde 1913 a 1918. Decidido para la ac-ción, fuera de las tareas catedráticas, se dedicó a la atención de varias instituciones piadosas de la Basílica de Buenos Aires, principalmente de la Tercera Orden y la Guardia de Honor. Fundó las “Escuelitas de Cristo” en varios barrios de Capital Federal, con excelentes frutos en pro de la formación cristiana de la niñez marginada. Fue autor de un excelente Devocionario Franciscano oracional y ritual.

FRAY EMILIANO CAPPELLI: Sacerdote. Hijo de la Provincia Romana. A los 22 años se ordenó in sacris; a los 27 años se incorporó a La Merced.

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En varios lugares fue párroco y también presidente de la Comuna. Fue el último misionero de San Buenaventura de Monte Alto. Regresó a Italia.

~ ABRIL 09 ~

En este día fallecieron: 1655 FRAY MIGUEL MALDONADO: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Corrientes.

1761 FRAY JUAN RUEDA: Sacerdote. Falleció en el convento de Bue-nos Aires.

1797 FRAY ANTONIO LAFA: Sacerdote. Cura de indios.

1885 FRAY CRISTÓBAL BERMÚDEZ: Sacerdote. Ex Provincial. Go-bernó la Provincia desde el 18 de mayo de 1872 hasta el 15 de mayo de 1875. También fue Visitador general nombrado por el Definitorio el 12 de noviembre de 1875, oficio que desempeñó hasta el 22 de julio de 1880 fecha en que renunció.

2008 FRAY AQUILINO DEL VALLE ARDILES 119.

Aquilino nace el 19 de octubre de 1926 procedente de la localidad de Atahona, departamento de Río Primero (Córdoba). El amanecer del 9

119 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XL, n.° 195, (julio/agosto 2008), p. 3.

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de abril de 2008, Aquilino del Valle vive su tránsito hacia la patria del cielo al encuentro definitivo con el Señor en la Pascua eterna. Hijo de Manuel Ardiles y María Jesús Lencinas, es el mayor de siete hermanos varones. Ingresa como aspirante a la Orden Franciscana el 13 de marzo de 1940 en la ciudad de Córdoba, termina allí sus estudios primarios en el Colegio San Buenaventura. Los estudios secundarios los realiza en Paso del Rey, provincia de Buenos Aires; desde allí pasa al noviciado de la Plata en el año 1948. Emite la profesión Temporal el 15 de febrero de 1949 y la Profesión Solemne el 30 de marzo de 1952. Cursa Filosofía y Teología en San Antonio de Padua, provincia de Bue-nos Aires y es ordenado sacerdote en esa misma Casa por Mons. Tomás Aspe, el 5 de diciembre de 1954. Celebra su primera Misa en la Igle-sia San Francisco de Córdoba. Desempeñó diversos oficios en nuestra Provincia. Fue encargado de los aspirantes en Buenos Aires, La Plata y Tucumán; en este último lugar fue nombrado ecónomo y más tarde director y apoderado legal del Hogar Escuela Padre Roque Correa. Al año siguiente se le designa la misma tarea en el colegio san Francisco de Tucumán, servicio que desarrolla a lo largo de catorce años. Estando en Tucumán fue elegido Definidor provincial y reelegido por varios períodos. Desarrolló también los servicios de secretario de Pro-vincia, Vicario Provincial y Guardián del convento de Córdoba por tres períodos. Es nombrado apoderado legal del Colegio San Buena-ventura y de la Escuela albergue Ntra. Sra. del Valle de los Gigantes. Se le encomendó los trámites de traslado a su lugar actual y edificación del colegio San Buenaventura.“A partir de 1999 hasta el año 2001 comparte su vida con los hermanos del noviciado de San Antonio de Arredondo. En el Capítulo Provincial de 2001 es nombrado Guardián del Convento de Mendoza y rector de la Basílica. Regresa a su Córdoba natal el verano del 2008. Falleció al poco tiempo de su regreso, el 9 de abril” 120. Fr. Jorge David Catalán

23 de junio de 2008

120 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano. Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012, Editorial Castañeda, Buenos Aires (2012), p. 222.

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~ ABRIL 10 ~

En este día fallecieron: 1750 FRAY HILARIO NAVARRO 121: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Itapé, Paraguay.

1845 FRAY JUAN JOSÉ DE ARCHEVERROA: Hermano laico. Natural de Bilbao, provincia de Vizcaya, España. Falleció en el convento de Catamarca, a los 84 años de edad y 60 de profesión religiosa. La Tercera Orden Franciscana de Catamarca dio a su Biblioteca Popular el nom-bre de “Archeverroa”. Ingresó a la Orden en el convento de la Recoleta de Buenos Aires en 1785. Por espacio de 9 años desempeñó el oficio de maestro de escuela en dicho convento. En el año 1812, por decreto del nuevo gobierno de Buenos Aires, salió desterrado con otros catorce religiosos españoles con rumbo a Catamarca. Allí ejerció la docencia durante 31 años con-secutivos hasta el día de su muerte. Su saber, su reconocida virtud, su consagración vocacional a la docencia infantil, le conquistaron el respeto y veneración del pueblo todo de Catamarca.

1847 FRAY IGNACIO AYOPU: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe. 1966 FRAY LEOPOLDO ROLDÁN: Sacerdote. Natural de Río Seco, provincia de Tucumán. Falleció a los 66 años de edad, 41 de profesión religiosa y 33 de sacerdote. Se caracterizó por un espíritu abierto, gran celo por la atención del con-fesionario y del culto. Por espacio de 30 años consecutivos fue director de Colegio San Francisco de Tucumán, durante los cuales se esforzó por elevar la categoría del mismo colegio, logrando en su gestión la incorpo-ración del secundario. Todo su apostolado estuvo centrado en la labor docente y en la formación de los alumnos a través del contacto diario de

121 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), pp. 216.

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la aparente monotonía del que hacer escolar. Organizó el grupo de Boy Scouts y promovió campamentos de vacaciones para alumnos. Su inespe-rado deceso ocurrido en el convento de la ciudad de Tucumán, conmovió a millares de ex alumnos beneficiarios del Padre Roldán, y el aprecio que supo granjearse se puso de relieve en el imponente acto de sus exequias.

1988 FRAY JOSÉ BRUSASCA: Sacerdote, nació el 18 de abril de 1912, en las Perdices, provincia de Córdoba, diócesis de Villa María. Alternó su vida religiosa y sacerdotal entre tareas pastorales y administrativas. Como Superior y Párroco de nuestro convento de Corrientes le cupo la responsabilidad de dirigir las obras de restauración del mismo en la década del 50. Fue presidente de la Unión de Párrocos Franciscanos. Desempeñó el oficio de Ecónomo en varios conventos, siendo párroco de la Parroquia N. Sra. de la Asunción de la Plata, fallece en el conven-to a los 76 años de edad, 52 de Profesión religiosa y 49 de sacerdote. Fray Ernesto A. UrendaHabía ingresado al Postulantado de Córdoba, procedente de la locali-dad de Las Perdices, provincia de Córdoba. Comenzó su año de No-viciado en el Convento de Catamarca el 15 de febrero de 1929, donde emitiera sus votos Temporales el 16 de febrero de 1930, y sus votos So-lemnes en la Basílica de San Francisco de Buenos Aires el 9 de mayo de 1933. Al inaugurarse el convento de San Antonio de Padua el 24 de abril de 1938 fue miembro de la comunidad fundadora, siendo uno de los cuatro primeros sacerdotes ordenados allí, el 17 de diciembre de 1938. Prestó servicios en los diversos destinos donde la obediencia lo mandara, tales como Córdoba y Corrientes, en donde ejerciera los cargos de Superior y Párroco durante dos períodos, y donde se desta-cara ampliamente en la reconstrucción de dicho convento, guardando su magnífica estructura colonial que es orgullo de la ciudad, con la cual cumplirá también sus cuatrocientos años. Cumplió valiosos servicios, además, en diversas ciudades del país, tales como Añatuya en la Pro-vincia de Santiago del Estero; y, por más de 20 años en la ciudad de la Plata, en donde se desempeñara en dos trienios como Superior y Ecó-nomo de la Comunidad, Vicario Parroquial y Representante legal del Instituto Fray Francisco de Paula Castañeda, en una actitud de servicio

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silenciosa y generosamente realizados. Desde hacía muchos años la en-fermedad venía minando su organismo. El 8 de abril fue internado con carácter de urgencia en la Clínica Ipensa de la ciudad de La Plata, no escatimándose esfuerzo y dedicación, ni departe de los médicos ni de la comunidad. No obstante ello, su salud se empeoró y falleció el do-mingo, 10 de abril de 1988. Anteriormente a su internación, su médico personal, el Dr. Rubén Maldonado, lo habría sometido a un chequeo general y el resultado de los análisis habría sido muy bueno, pero Dios lo quería para sí. Buen religioso que nunca rehuía el trabajo y muy de-voto de la Santísima Virgen, esperamos que la infinita misericordia de Dios, por la intercesión de su Sma. Madre y de N. Seráfico Padre San Francisco, lo tenga junto a sí. El Padre Fr. José Brusasca con sus 58 años de profesión religiosa, el próximo 8 de mayo iba a cumplir los 76 años de vida, y el 17 de diciembre del corriente año sus Bodas de Oro sacer-dotales. Que en gloria esté.

Fr. Luis A. RomeroGuardián

~ ABRIL 11 ~

En este día fallecieron: 1760 FRAY JOSÉ LIENDO: Hermano laico. Falleció en el convento de Salta.

1779 FRAY ÁNGEL RODRÍGUEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aries.

1820 FRAY MANUEL ANTONIO APARCENO: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1833 FRAY MIGUEL JUAN IBELQUITA: Hermano laico. Falleció en el convento de Jujuy. 1936 FRAY PASCUAL TERRÉ: Nació en Lérida, Cataluña. A los 30

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años ingresó a los menores en San Carlos. Se distinguió por su humil-dad, mortificación y dedicación a la pintura. El Señor lo llamó a los 63 años.

~ ABRIL 12 ~

En la Provincia recordamos piadosamente hoy a los hermanos: 1773 FRAY JUAN ALBERTO GÓMEZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Corrientes.

1793 FRAY PEDRO SÁNCHEZ: Sacerdote. Ex Provincial. Gobernó la Provincia desde el 4 de noviembre de 1786 hasta el 2 de febrero de 1790. Falleció en la Santa Recolección del Pilar. “Español, fue electo en el convento de la Recolección de Buenos Aires. El 9 de noviembre de 1787 emitió una Circular para dar a conocer una Patente del Comisario General Fray Manuel Trujillo, dada en Madrid el 24 de marzo de ese año, en la que comunicaba las gracias concedidas por Carlos III, entre ellas, las de poder pedir limosna libremente en to-dos los dominios y dedicar, cada año, 74.000 pesos de la Caja Real para el sostenimiento de las misiones en América” 122.

1808 FRAY ANTONIO FERNÁNDEZ LOZADA: Hermano laico. Fa-lleció en El Rincón de San Pedro. 1881 FRAY CLEMENTE GÓMEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

• FRAY ZACARÍAS DUCCI: llegado por el 1900 al Convento de La Merced, donde fue cronista y Guardián. Misionó en Tacaaglé y finalmente regresó a Italia donde falleció en fecha indeterminada.


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1941 FRAY ANTONIO MARÍA CORDERO: Sacerdote. Natural de Va-lle Viejo, diócesis y provincia de Catamarca. Falleció en el convento de Catamarca a 48 años de edad, 28 de profesión religiosa y 19 de sacer-dote. Amable de un gran celo sacerdotal que se destacó en la enseñanza del catecismo a los niños, continuando la obra iniciada por el Padre Labo-rel. Lector general de Filosofía dictó cátedra en nuestro estudiantado y en el seminario Conciliar de Tucumán. Definidor en dos periodos. También Guardián en dos períodos del convento de Tucumán “Con-summatus in breve”, cuando todavía se esperaba mucho de él.

~ ABRIL 13 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1774 FRAY JUAN ALBARENZA 123: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1792 FRAY PEDRO ANTONIO HERNÁNDEZ 124: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de San Luis Gonzaga.

1793 FRAY PABLO CARVALLO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Santa Fe.

1795 FRAY JOAQUÍN PILAR: Hermano laico. Falleció en el convento de la Recolección de Buenos Aires.

1811 FRAY DIEGO CAPITAS: Hermano laico. Falleció en el convento del Pilar de Buenos Aires. 1925 FRAY ZENÓN BUSTOS Y FERREIRA: Obispo. Nació en Valle de Punilla (Córdoba) el 26 de diciembre de 1850, arquidiócesis de Cór-


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doba. Ministro provincial desde el 14 de julio de 1896 al 1 de mayo de 1900. Falleció en el palacio Episcopal a los 75 años de edad, 55 de profesión religiosa, 51 de sacerdote, y 20 de Obispo de Córdoba. “Vistió el hábito franciscano en la ciudad de Córdoba en 1869. Profesó los votos Simples en 1870, y los Solemnes en la Capilla del Noviciado en 1873 siendo Guardián del Noviciado fray Juan de Capistrano Tis-sera. Se ordenó sacerdote en Buenos Aires el 24 de diciembre de 1874. Fue lector de Artes en el convento de Córdoba entre 1881 y 1884; lec-tor derecho Canónico, cronista del convento hasta 1889 y Guardián en varios períodos. Fue historiador y entre otras obras escribió “Rela-ciones de Cristóbal Colón con el franciscano Fray Pérez de Marchena; Bulario;Ordenes menores y los Anales de la Universidad Nacional de Córdoba”. Se dedicó especialmente a la formación espiritual y científica de los frailes estudiantes. Fue también Rector de la Tercera Orden Fran-ciscana “Santa Rosa de Viterbo”; institución con la que el 1 de mayo de 1887 fundó el “Colegio de la Inmaculada Concepción” de Córdoba 125”.Como súbdito y como prelado se consagró siempre al bien de la Orden, especialmente en lo que se refiere a la formación espiritual y científica de los estudiantes. Fue ponderable la perseverancia que ponía en sus empresas y el interés con que secundaba las ajenas, y muy digna de mencionarse su habitual serenidad aún en las circunstancias más apre-miantes, el dominio de sí mismo en las contrariedades y la generosa prudencia con que esperaba el momento oportuno para la verdadera corrección fraterna. El Padre Bustos fue Visitador general de la Provin-cia en 1895. Ministro provincial desde el 14 de julio de 1896 al 1 de mayo de 1900. El 21 de mayo de 1903 fue nuevamente electo Provincial y go-bernó hasta el 5 de abril de 1905 en que renunció por haber sido nom-brado Obispo de Córdoba, siendo su consagración Episcopal el 25 de abril de 1905. El 7 de diciembre de 1905 Mons. Bustos, delegado por San Pío X, bendijo el momento de la Inmaculada, que hasta hoy se encuen-tra ubicado en la plazoleta frente a la Iglesia San Francisco de Córdoba.

125 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Ai-res (2012), pp. 302-303.

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Después de la misma, sin que fuera óbice las múltiples tareas de su di-latada diócesis, continuó dispensando su adhesión a los progresos de la Provincia, interesándose en sus estudios y fomentando sus adelantos. “El siglo XX se inició con la búsqueda de organización y profundización de la vida religiosa, reforzó las estructuras institucionales, centralizó la autoridad de la jerarquía, mejoró la disciplina del clero, uniformó las prácticas litúrgicas y la catequesis, favoreció la profundización de la piedad individual de los católicos, etc. En 1899 los obispos argentinos habían participado en el Concilio Plenario de Obispos de América La-tina celebrado en Roma, que brindó las bases para la reforma eclesiás-tica. En Salta se celebró la 1° Conferencia Episcopal y posteriormente se organizaron reuniones en distintas Diócesis. En Córdoba, en 1906, Monseñor Bustos convocó el IX Sínodo Diocesano con el objeto de tras-ladar las resoluciones del Concilio. Pero también Mons. Bustos encarnó el espíritu anti moderno de la Igle-sia de la época y la obsesión por lo que se consideraba la descristianiza-ción de la sociedad. En 1912, los obispos emitieron una Carta Pastoral colectiva en la que expresaban: “[...] se vive en un ambiente mortífero de incredulidad […] todo lo que nos rodea conspira a apartarnos de Dios […] la sociedad se precipita al abismo […] llevada por el torrente avasallador de la impiedad, es nece-sario que reaccione, que acepte en toda su extensión las enseñanzas de las Iglesia”. [...]En esta misma óptica resistió la Reforma Universitaria junto a la élite conservadora y llegó a acusar a los estudiantes de sacrilegio. Emitió una Carta Pastoral, La Revolución Social que nos amenaza en la cual expre-saba que sin educación cristiana las masas perdían el sentimiento hu-manitario de concordia y fraternidad y remplazaban el sentimiento de caridad por odio, la cordialidad por aversión. Fray Zenón Bustos y Fe-rreyra falleció el 13 de abril de 1925 y sus restos están sepultados en la Iglesia Catedral de Córdoba. En el templo de San Francisco se dispuso, junto al altar del Sagrado Corazón, un monumento en su memoria 126.

126 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Ai-

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“Escribió numerosos escritos, entre ellos 127”.

1953 FRAY WENCESLAO ESPINOSA: Sacerdote. Natural de Tucumán e hijo de la Provincia de la Asunción, a donde regresó finalmente. Fue un misionero incansable. Falleció en el Convento de La Plata a los 80 años.Trabajó en la Comisaría de Misioneros durante 20 años. Atendió las Viceparroquias de las Palmas, Villa Ángela y Sáenz Peña, y misionó por el Chaco y San Martín Norte lugares donde impulsó la OFS.

1998 FRAY MARIO PERUGORRÍA 128: Sacerdote. Alias “Mario del Ceibo”. Había nacido en la Capital Federal el 19 de abril de 1919. Al promediar la mañana del 13 de abril de 1998, falleció en el convento de Córdoba, tras unos días de internación por agravársele la última enfermedad. Sus padres fueron María y Roberto Perugorría. En realidad, casi siem-pre había sido un hombre enfermo. Y tal vez, en los últimos 15 años, debido a su enfermedad en parte psíquica y posteriormente física hubo de estar ajeno a todo oficio y recluido en su celda. No obstante, mientras pudo fue acompañado a la iglesia para participar de la misa con frecuencia. Después de concretar sus estudios secundarios con los Hermanos Ma-ristas, en Luján (Bs. As.); ingresó al Postulantado de Paso del Rey. Lue-go, su año de Noviciado en San Antonio de Padua: en donde profesó Temporalmente el 19 de enero de 1943. Su Profesión Solemne la hará exactamente tres años después. Allí mismo seguirá todos los años de Filosofía y Teología hasta que recibirá la ordenación sacerdotal el 28 de octubre de 1950. Desde entonces muchos fueron los conventos a los que le destinó la obediencia: Córdoba, San Antonio de Arredondo, San Antonio de Pa-dua, Buenos Aires, La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán, Mendoza, Esteban Echeverría. Cuando fue Director del Colegio San Francisco de

res (2012), pp. 303-304. 127 Cfr. Eduardo Bierzychudek, Catálogo de Impresos Franciscanos. Ediciones Castañeda. Buenos Aires, 2012, pp. 203-209.128 Boletín Informativo Noticias, año XXX, n.° Especial 1999, pp. 3-4.

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La Rioja veló por la educación religiosa y la disciplina del alumnado; preocupándose de visitar las casas de los niños que solían faltar para indagar a los padres el motivo de dichas faltas. Las familias de La Rioja lo recuerdan aún con cariño. Fue Capellán de religiosas y también ayudante del Maestro de Estu-diantes. Por sus años mozos, en los ratos libres solía tocar la guitarra; y con tal dedicación y empeño que llegó a componer varias piezas mu-sicales folclóricas 129; entre ellas una zamba en honor de Fr. Mamerto Esquiú. También escribió un folleto educativo para la juventud, que tuvo varias ediciones. Se empeñó, además, en escribir un ensayo sobre el origen del hombre. Pero, sobre todo, fue un luchador de las arras del espíritu. Mientras pudo siempre quiso ser un gran consejero de sacristanes, porteros y Guardianes, y sobre todo de los Visitadores pro-vinciales y generales. Su palabra era tenaz y perseverante, y tal vez, a veces, difícil de cumplir. Pero, uno consideraba que en el fondo tenía razón. Seguramente el celo por la gloria de Dios y el anhelo de perfec-ción para toda la comunidad, sumado a su espíritu vascuence le hacían tener constancia en sus buenos propósitos. Casi hasta el final de sus días caminaba, ayudado de un andador. Iba acompañado a la iglesia y al comedor. Y, a pesar de que por su salud, se notaba que no podía coordinar las ideas para responder y unirse a los rezos de la comunidad; sin embargo se lo veía, sin proferir palabra, juntar sus manos con pueril candor. Nuestro Señor Jesucristo dijo que fuésemos como niños si quisiéramos entrar en el Reino de Dios (Mt 19,14).Las exequias del P. Mario Perugorría, presididas por el Ministro pro-vincial, Fr. Norberto Buján fueron participadas por los Religiosos de la casa y Hermanos venidos de otros lugares.¡P. Perugorría goza de la alegría eterna de Dios!

Fr. Eduardo Zatti

129 Cfr. Eduardo Bierzychudek, Catálogo de Impresos Franciscanos, Editorial Cas-tañeda, Buenos Aires, 2012, pp. 276-279. (Se encontraron 27 piezas musicales).

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~ ABRIL 14 ~

En este día fallecieron: 1757 FRAY FÉLIX INSAURRALDE: Sacerdote. Este hermano fue el pri-mer Guardián de la Recolección de Catamarca. Falleció en el convento de la Recolección de Buenos Aires. 1796 FRAY JUAN GALLEGO: Hermano laico. Falleció en el convento de Santa Fe.

1806 FRAY VIRGINIO MOLINA: Sacerdote recoleto.

1820 FRAY RAFAEL VELÁZQUEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Jujuy.

1835 FRAY FRANCISCO VIAÑA: Natural de Santander. Tomó el há-bito en la Recoleta de Buenos Aires a los 20 años, para pasar a integrar la comunidad de San Lorenzo 7 años mas tarde. Fue su séptimo Guar-dián, y terminando el segundo trienio, en 1828, siguió en el oficio de presidente, autorizado por el Rvmo. de Indias, hasta su muerte que se produjo a los 63 años.

1854 FRAY DONATO GARCIA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1931 FRAY CELSO GONZÁLEZ: Sacerdote. Nativo de Villafranca, Es-paña. Fue ordenado in sacris a los 25 años. Se incorporó a la Comisaría de Misioneros en 1915. Falleció en el convento de La Merced a los 50 años.

~ ABRIL 15 ~

Recordemos piadosamente hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1710 FRAY JUAN PEDRAZA: Sacerdote.

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1715 FRAY GENARO ORTEGA: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Santiago Sánchez.

1765 FRAY ALONSO OCAMPO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1896 FRAY ANTONIO ROSSI: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

~ ABRIL 16 ~

En la Provincia evocamos hoy la memoria de nuestros hermanos: 1742 FRAY AGUSTÍN CÁCERES: Sacerdote. “Natural de Buenos Ai-res. Fue electo Ministro provincial en el Capítulo celebrado en el con-vento de Buenos Aires, el 26 de mayo de 1740-1741. En el mismo, el Definitorio decretó la fundación de las escuelas de primeras letras en los conventos de Catamarca y Jujuy. Falleció poco tiempo después de haberse celebrado el Capítulo intermedio y fue sucedido en el cargo por el Vicario nombrado por el Definitorio” 130.

1801 FRAY FRANCISCO FERREYRA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Salta.

1817 FRAY FERNANDO CABALLERO 131: Sacerdote. Falleció en Asunción (Paraguay).

1838 FRAY CRISTOBAL P. GARCIA: Sacerdote. Lector jubilado. Vi-sitador de la Provincia. Dos veces ocupó dicho oficio. Falleció en el convento de Catamarca.

130 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes (1612-2012), Editorial Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 91.131 Cfr. Archivo Histórico del Convento San Francisco de Buenos Aires.

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1862 FRAY JOSÉ DE LA QUINTANA: Hermano laico. Natural de Viz-caya, España. Falleció en el convento de la ciudad de Corrientes carga-do de méritos a los 89 años de edad y 67 de profesión religiosa, rodea-do del afecto de sus hermanos de hábito y de la veneración y gratitud de sus innumerables discípulos, no menos que de toda la sociedad de Corrientes. Virtuoso religioso y celebre maestro de niños, cuya misión le fue con-fiada por más de 50 años, y que recibió la aprobación de todos los que vieron en su obra educadora al más auténtico educador, que le valió por parte del gobierno de Corrientes el título de “Benemérito Preceptor de Instrucción Primaria”. Nuestra Provincia y el pueblo de Corrientes, en el año 1920, tributaron un sentido homenaje de reconocimiento y gratitud al Fray José de la Quintana; consistente en una modesta es-tatua de bronce que se colocó frente a nuestro templo franciscano de Corrientes, y una placa, también de bronce, colocada en la portería del convento de Buenos Aires.

1871 FRAY SEVERINO ISASMENDI: Sacerdote. Fue Guardián. Falle-ció en plena tarea apostólica sirviendo a sus hermanos afectados de la fiebre amarilla, terrible enfermedad que arrebató a los hogares porte-ños alrededor de catorce mil vidas.

• FRAY DONATO FERRI: Sacerdote. Del Colegio Apostólico de La Merced. Estuvo en la Misión de Tacaaglé y luego de completar un decenio en 1912, regresó a Italia.

1964 FRAY ALBERTO M. MOTT: Sacerdote. Natural de Pieve di Primie-ro, diócesis de Trento, Italia. Falleció en el convento de la ciudad de La Rioja, a los 55 años de edad, 32 de profesión religiosa y 25 de sacerdote. Vivió su no larga vida en días llenos de virtud y trabajo. Donde lo envió la obediencia sirvió con dedicación y entusiasmo a la Iglesia y a la Orden sobre cualquier otro interés secundario. Sus actividades pas-torales fueron desarrolladas, fuera de su breve permanencia en la Casa Escuela del Padre Roque Correa (Tucumán), en las parroquias de San Francisco de La Plata y San Francisco Solano de La Rioja, siendo de

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esta ultima su primer párroco. Una de las grandes satisfacciones del Hno. Mott; fue, sin duda alguna, la consagración de la Iglesia de San Francisco de La Rioja, que él pidió y obtuvo, y que realizó, en solemne ceremonia, al entonces Obispo diocesano, Mons. Ferreyra Reynafé, el 24 de julio de 1953, consagrándose en la misma fecha, el altar de San Francisco Solano. La comunidad riojana rindió al Padre Mott un sentido homenaje, de reconocimiento y gratitud demostrando en la concurrencia masiva al velatorio y exequias.

1999 FRAY GERARDO PIEMONTE: Nació en Rosario, el 22 de enero de 1922. Falleció después de 10 años de vivir postrado en su cama. Mu-rió como vivió, en silencio y santamente, en el convento San Francisco Solano de Rosario. El 6 de enero de 1943 ingresó al noviciado de Nuestra Señora de La Merced, donde hizo su Primera Profesión el 7 de enero de 1944; la Pro-fesión Solemne el 26 de enero de 1947. Fue un sencillo hermano que prestó su fraterno servicio en San Lorenzo (Andino), Rosario y San Miguel. Fue creativo y trabajador en su taller de talabartería y cons-trucción de plumeros.

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~ ABRIL 17 ~

En este día fallecieron: 1787 FRAY BENICIO DE LA PUENTE: Sacerdote. Falleció en Monte-video, Uruguay.

1799 FRAY MARTÍN FLORES: falleció en el convento de Buenos Aires.

1801 FRAY JOSÉ BERNAL: “Sacerdote español. Elegido en el convento de la Recolección de San Pedro Regalado en Buenos Aires. Fue Minis-tro Provincial electo el 22 de febrero de 1800 hasta 1801. Falleció en el convento de Santa Fe, antes de cumplir un año de gobierno” 132.

1801 FRAY DOMINGO FERREYRA DE SOUSA: Sacerdote. Falleció en el convento de Catamarca en el que había fundado la Archicofradía de San Benito de Palermo.

1951 FRAY SANTIAGO BARILADO: Sacerdote. Nació en Nueva Pal-mira, Uruguay. Falleció en el Convento de Rosario. En 1900 recibió el hábito en San Lorenzo. Fue el sexto Comisario Provincial, oficio que ocupó durante tres periodos. Se desempeñó como párroco en Formosa, Prefecto de las Misiones; Consejero; Guardián en los Conventos de La Merced, San Francisco Solano y San Carlos.

2012 FRAY MANUEL GUILLERMO TOLOSA: Sacedote. Fray Guillermo, o simplemente el padre Tolosa –como era comúnmente conocido– nació en Catamarca el 26/01/1934. Falleció el 17/04/2012, a las 21:10 hs., en la Clínica Nuestra Señora del Pilar, de los Hermanos de San Juan de Dios (Luján), munido de los Santos Sacramentos.

132 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes (1612-2012), Editorial Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 98.

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¡Viva Tolosa! ¡Viva Tolito!Fueron sus padres Manuel Guillermo y María Tránsito.Casi adolescente, siente la vocación a la vida franciscana e ingresa primero como postulante en Córdoba y luego en Paso del Rey. A los 18 años, el 26/01/1952, ingresa al Noviciado en Catamarca. Al año siguiente, emite su profesión Temporal el 27/01/1953. La Profesión Solemne la hará en San Antonio de Padua el 10/03/1956. En Padua hará sus estudios de Filosofía y Teología. Concluidos estos, recibe la ordenación Sacerdotal el 20/12/1958. Entre sus condiscípulos, hubo uno, fray Vicente Alcaráz que, cuando le veía fray Guillermo, le decía la frase del epígrafe: ¡Viva Tolosa! ¡Viva Tolito muy bien por el filosofo Tolosa! Y Tolosa reía de buena gana. ¡Que bien que haya hermanos que fomenten el diálogo y el humor entre los hermanos!Su primer destino fue el convento de San Antonio de Padua. Entonces, amén de la atención pastoral de las capillas dependientes de esa parro-quia, iba también a dar clases, como profesor de algunas asignaturas al postulantado de Paso del Rey. A mediados de la década del ´60 fue maestro de postulantes en Cata-marca (de menores).Posteriormente, fue casi siempre pastor de almas. Por muchos años fue alternadamente ya Vicario Cooperador de Piedra Blanca, ya Adminis-trador Parroquial de las parroquias de El Alto o del Bañado de Ovanta, en Catamarca.

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En el penúltimo Congreso Capitular fue designado morador del con-vento de Catamarca. Su salud ya estaba desmejorada y tenía indicios de demencia senil. Al ir requiriendo su salud una atención más per-manente y esmerada de enfermería, los superiores –según el parecer de los facultativos– deciden internarlo en la Clínica de Luján a donde ingresó el 24/07/2009.Fue un misionero de campaña, no se lo recordará como gran orador o predicador de novenas; más sí como el fraile muy cercano a la gen-te, en frecuente visita a las capillas (y en esos lugares hay muchas y distantes); en la visita a los enfermos, en la visitas a las casas, y entre mate y mate –tortilla mediante– fluía la Palabra de Dios, la sencillez, la reconciliación, el gracejo.Vivió gran parte de su vida en Catamarca, y ahora, a pedido de sus familiares y por decisión de sus superiores esperará la aurora de la resurrección también a la sombra de la Morenita Virgen del Valle.Tras pasar unos 15 días de bastante gravedad de su última enfermedad: un tumor maligno en los pulmones. La Provincia perdía un hermano más, pero el Señor tres días antes nos regalaba un nuevo hermano. Efec-tivamente, el sábado 14/04/2012 emitía su Profesión Solemne de manos de Fray Enid Gutiérrez, Ministro Provincial, el hermano Fabio Gho.Los restos de Fray Guillermo fueron llevados desde Luján al Convento de Buenos Aires. Allí, en la Capilla de San Roque se celebró una Misa de cuerpo presente, a las 17 hs. que presidió fray Emilio Andrada y fue concelebrada por varios hermanos.A las 20 hs. partían para Catamarca, donde se celebró otra Misa a las 12 hs. en la Iglesia de San Francisco, que fue presidida por el Obispo Diocesano Mons. Luis Urbanc y participada por los religiosos de la casa; los hermanos Luis Herrera, Oscar Cuevas, Sebastián Robledo y varios sacerdotes del clero diocesano, entre los cuales estaba el P. Juan Orquera, que fuera discípulo del P. Tolosa.Concluida la santa Misa, los restos de Fray Guillermo fueron inhuma-dos en el cementerio local, en el panteón de la Provincia.

Fray Eduardo Zatti.

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2013 FRAY MAURO ACUÑA 133: Fray Mauro de Catamarca ... Hermano laico. Tras varios años de enfermedades varias y casi un año de ser alimen-tado por sonda, se apagaba como una vela la vida de Fray Mauro Acuña, el 17 de abril de 2013, cerca de las 21 horas, en el convento San Francisco, de Bs. As. Me hizo recordar esa vela grande que el llevó cuando profesó Solemnemente en Catamarca el 3 de abril de 1961; en manos del delegado del Provincial, Fray Leonardo Chayle. Es que toda la vida de fray Mauro –como esa vela– fue una continua ofrenda a Dios, que ardía y brillaba.

Fray Mauro, Chaqueño por su origen (como Luis Landriscina) pero Catamarqueño por adopción –donde vivió la mayor parte de su vida–(es lo que justifica el título de esta nota) habría nacido en Quitilipi, diócesis de Sáenz Peña el 15 de enero de 1929. Sintiendo el llamado de Dios a seguir los pasos de San Francisco, ingresa al entonces “Pos-tulantado de adultos” de San Antonio de Padua (Bs.As) en 1956. Con-cluido el mismo, hace su Noviciado en Catamarca y hará su primera Profesión el 2 de abril de 1958. Por razones de salud, estará un tiempo en Tucumán; vuelto a Catamarca, emitirá su profesión Solemne el 3 de abril de 1961. Desde entonces todos los congresos Capitulares lo desig-naron y confirmaron ora como portero, ora como sacristán; alguna vez ecónomo y sobre todo ayudante de la casa. Y así, por un tiempo fue tan característico llevar hermanos y/o provisiones a El Tala, en el Calvario o a El Rodeo, que la camioneta que conducía (un rastrojero) se le había dado el nombre de “la Mauricia”.

133 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XLIV, n.° 209, (enero/agosto 2013), pp. 49-51.

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¿Cual habrá sido el cometido real del Hno. Mauro en Catamarca? A ve-ces tenía que estar planchando los purificadores; otras, hacer las com-pras o estar en la cocina. Manejar el incensario o la camioneta. En todo este trajín, empero, Fray Mauro encontraba espacio para estar con la gente, sobre todo en contacto con los jóvenes y así, mostrándose como era un fraile de oración y trabajo; de austeridad y servicio fue, sin proponérselo, un silencioso animador vocacional. De hecho, Fray Pablo E. Reartes recordó emocionado –en la misa exequial– que su in-greso a la Orden se debió a las primeras charlas que tuvo con Fray Mauro. Su devoción a la Sma. Virgen del Valle fue sencilla y proverbial. Y así, cada año, para las fiestas patronales marianas, él era el encargado, con otros hermanos, de bajar la imagen de la Virgen del Valle desde el ca-marín hasta el presbiterio, amén del rezo frecuente de la corona seráfi-ca y otras devociones. Después de casi 40 años de su profesión –sin él proponérselo– el Minis-tro provincial lo envió con Fray Julio C. Bunader a la llamada “Expe-riencia de Asís”. Allí pudo vivir y disfrutar los fervores del encuentro con nuestras raíces cristianas y franciscanas; visitando Tierra Santa, Roma y Asís. Finalmente, después de morar casi 50 años en Catamarca, se dirige al convento San Francisco de Buenos Aires, para ser atendido por su salud. Por diferentes altibajos de la misma, nunca más pudo volver a su añorada Catamarca. Así estuvo atento a la Divina Voluntad hasta el fin. En Buenos Aires fue recibido por la fraternidad local con mucho cariño, como así también por los enfermeros y enfermeras, que lo atendían las 24 horas, del día. Alguno de ellos era paraguayo, y como Fray Mauro sabía algo de guaraní, departía con mucho gracejo con él algunas frases en guaraní y el paraguayo se alegraba enormemente. Fray Mauro había pedido discretamente, que –después que el Señor lo llame– sus restos permanezcan en la cripta de la basílica de San Fran-cisco de Buenos Aires, ya que fue su última casa, y así se hizo. La Misa exequial fue celebrada en la Capilla San Roque de Buenos Aires, el 18 de abril de 2013; a las 18,30 horas, y a la que asistieron algunos sobrinos y otros familiares de Fray Mauro y muchos frailes de diferentes casas. Se celebró el Cristo Pascual, celebramos la muerte-vida, la pascua de

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Fray Mauro (con ornamentos blancos), la misa fue presidida por el Mi-nistro provincial, Fr. José Enid Gutiérrez Olmos y fue acompañada por Fr. Sebastián Robledo, Fr. Francisco Burja, Fr. Emilio Andrada, Fr. Diego Morea y Fr. Gonzalo Zervino (de Bs.As); Fr. Pablo Reartes (de Ciudad Evita); Fr. Leonardo E. Tejedor, Fr. Juan M. Sánchez, Fr. Juan Pablo Oli-va y Fr. Eduardo Zatti (de San Antonio de Padua); Fr. Norberto Buján y Fr. Marcos Ibarra (Córdoba), Fr. Jorge Stipech (Santa Fe); Fr. Fernando Lapierre (de Catamarca); Fr. Juan Pablo Quiroga (de Mendoza). Algunas reflexiones de Fray Enid en la Homilía, dijo: el primer pensa-miento que se nos podría venir a la mente es por qué razón le habrá to-cado a Fray Mauro vivir tanto tiempo, casi un año, sin poder caminar, ni hablar, ni hacer nada. Es que no había otra razón ni podía haberla que cumplir el designio de Dios sobre su persona. Frente a un mundo eficientista y que valora sobre todo el hacer y el tener, Fray Mauro se-guía siendo testimonio del amor de Dios; a quien su corazón seguía amando e igual que a los hermanos. A los hermanos que, fraternal-mente se acercaban para visitarlo, les brindaba la placidez de su rostro sereno casi sonriente. Es verdad, que a veces la inquietud perturbaba el gesto y el vigor del tono; pero entonces la emoción de ese encuentro fu-gaz y furtivo con él permitia acceder a ese misterio donde las palabras se convertirían en oración; y sus ojos parecían implorar una respuesta que colmaría al corazón más que a la mente. Además, dijo Fray Enid, en estas circunstancias se suele decir: “Que descanse en paz” (RIP. por las siglas, según la frase latina) Pero el Her-mano Mauro no fue llamado por el Señor solo para ir a descansar, sino para vivir la vida en plenitud, por lo tanto, le deseamos que disfru-te la alegría eterna de Dios. Por último, remarco que fue la sencillez la característica de toda su vida; parco en palabras y laborioso en los hechos. Inclusive, cuando el médico tuvo que comunicarle que, por razones de su salud, debía amputársele una pierna. Él lo miró y le dijo simple y sencillamente: “está bien”. Nunca se lo ha visto enojado, dis-cutiendo o de malhumor. Hermano Mauro, ¡vive la alegría eterna de Dios! e intercede por las vocaciones para nuestra Provincia de la Asunción.

Fray Eduardo Zatti

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MAURO, EL HERMANO Nació en Quitilipi, Chaco el 15 de enero de 1929. La mayor parte de sus años de vida religiosa transcurrieron en Catamarca, bajo el amparo de la Virgen Morena del Valle, donde vivió pobremente, siempre al servicio de la portería y de la sacristía del Convento San Francisco. En Catamarca ¿quién no conoció al Hno. Mauro? Todos lo querían, ya que su carácter afable y alegre llegaba al corazón de todos. Después de realizar su noviciado en Tucumán recibió la vestición del hábito franciscano el 1 de abril de 1957, y emitió sus Votos Temporales el 2 de abril de 1958 y los Votos Solemnes el 3 de abril de 1961. Devoto del Padre Esquiú y del Padre Lobo, siguió los ejemplos de trabajo y humil-dad característicos del Pobrecillo de Asís. Acompañó a los Jóvenes de la Juventud Franciscana (JUFRA) de Catamarca, cuando el Papa Juan Pablo II vino a la Argentina en 1987, y al Congreso de la Juventud en Córdoba en 1985. Fue un gran amigo y hermano, a quien muy difícil-mente olvidaremos, porque nos ha enseñado a ser simples y alegres, serviciales y obedientes. A muchos guió en su discernimiento vocacio-nal y a él le debemos haber conocido a los franciscanos. Desde el año 2008 fue morador del convento San Francisco de Buenos Aires, casa de enfermería, donde fue trasladado para continuar la atención médica. Falleció el miércoles 17 de abril de 2013 a las 21 horas, en el Convento San Francisco de Buenos Aires, a los 84 años. ¡Dios te tenga en la palma de su mano Maurito!, hasta que nos volva-mos a encontrar! Fray Pablo Reartes Ciudad Evita

EL MINI MUSEO ESIQUIÚ 134

En octubre 1996, estaba terminado el Mini Museo Esquiú, siendo iniciativa del Hno. Mauro. Este salón es contiguo a la celda de Fray Mamerto. En su interior tenía dos vitrinas con elementos que fueron pertenencias del ilustre Catamarqueño: guantes, un crucifijo que solía

134 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXXI, n.° 172 (setiembre/octubre 2000), p. 5.

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llevar en sus misiones, una pequeña imagen de San Pedro Apóstol, pañuelos, medias, sombrero. En la segunda vitrina, se observa una ca-nastilla donde fue trasladado el corazón de Esquiú desde Córdoba a Catamarca, por su hermano Odorico, esta canastilla fue una donación de su sobrina nieta, doña Elena Castellanos de Bavio Esquiú. En el am-plio salón hay 13 cuadros donde se pueden apreciar el procedimiento de restauración del corazón de Fray Mamerto. Entre otros objetos se encuentra un tapiz de aproximadamente 4 metros de largo por 2, 60 mts. de ancho donde se aprecian pasajes de la Vida del Fray Mamerto, hecho por la Fábrica de Alfombras de Catamarca.

~ ABRIL 18 ~

En la Provincia evocamos piadosamente hoy a nuestros hermanos: 1780 FRAY MARTÍN ORTÍZ: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1782 FRAY ANTONIO GIMÉNEZ: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

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1826 FRAY BAUTISTA PERALTA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1859 FRAY PEDRO DURAUD: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1913 FRAY LINDOR FALCÓN: Sacerdote. Natural de la ciudad de Tu-cumán. Falleció santamente en el convento de Tucumán, a los 52 años de edad, 35 de profesión religiosa y 28 de sacerdote. Religioso ejemplar y dotado de un talento extraordinario puesto de manifiesto en sus escritos, en sus conferencias y en las cátedras de Teo-logía, Filosofía, Derecho, Latín y Humanidades. Una cruel parálisis lo tuvo postrado muchos años y, aun así, en una silla de ruedas, se hacía conducir a la Iglesia para predicar, confesar o presidir las reuniones de una institución masculina que él había fundado.

~ ABRIL 19 ~

Nuestro piadoso memento sea hoy para nuestros hermanos: 1751 FRAY PASCUAL GARCÍA: Hermano laico, falleció en la Recolec-ción del Pilar de Buenos Aires.

1782 FRAY JOSÉ SÁNCHEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1819 FRAY FRANCISCO HERNÁNDEZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento del Rincón de San Pedro.

1881 FRAY NATALIO ALEJANDRO CÓRDOBA: Sacerdote. Natural de Catamarca. Fue presidente del convento de Catamarca en dos pe-riodos y Guardián del convento de La Rioja. Falleció en Catamarca a los 59 años de edad, 43 de profesión religiosa y 39 de sacerdote.

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1947 FRAY NICOLÁS AMUCHÁSTEGUI: Sacerdote. Falleció en Bue-nos Aires a los 72 años, sus restos descansan en San Lorenzo. Era hijo de la Provincia de Asunción y misionó en Bolivia, ejerciendo entonces diversos cargos. Posteriormente se incorporó a la Comisaría San Miguel Arcángel, residiendo en las parroquias de Barranquera y en La Merced. Ejerció el ministerio sacerdotal durante 49 años.

1962 FRAY LUIS ÁNGEL COSTOYA: Sacerdote. Natural de Arzua, La Coruña, diócesis Santiago de Compostela, España. Falleció en el con-vento de San Antonio de Padua a los 82 años de edad, 63 de profesión religiosa y 57 de sacerdote. Fue Visitador de Bolivia. Poseedor de un gran don de gentes y simpatía, no le faltaron opor-tunidades especiales para hacer despliegue de ellos como hombre de Dios que vivió al servicio de la Iglesia y de la Orden. Frecuentemente animado de los más altos ideales en pro de la santificación y formación cultural de la juventud seglar y religiosa, especialmente en la “Juven-tud Antoniana” institución por él fundada; prodigar las atenciones necesarias a los fieles; confesor de monjas y religiosas, instituciones piadosas tales como la Tercera Orden Franciscana, Guardia de Honor, Vía Crucis Perpetuo, Pía Unión de la Purísima, Vocaciones Eclesiásti-cas; el culto y el decoro de la Casa de Dios, valioso aporte que le valió a nuestra Basílica de Buenos Aires un gran prestigio. Muchos son los que han conocido y amado a San Francisco a través de su cultura, caridad, don de gentes y bondad de corazón. Siempre tenía palabras simples y sencillas para cuantos acudían a él. Culminó sus estudios en el “Anto-nianum” de Roma, obteniendo el título de Lector general en Sagrada Escritura; allí fue ordenado sacerdote y celebró su primera misa. De regreso al país fue profesor de Sagrada Escritura y lenguas orientales, regente de estudios. En su haber se cuentan 35 años de cátedra en los estudiantados de entonces: Buenos Aires, Córdoba. Maestro de coris-tas. Guardián del convento de Buenos Aires durante cinco periodos. Tres veces Definidor provincial; dos periodos Custodio de Provincia, y uno de Vicario provincial. Vicario Capitular de Catamarca donde sem-bró paz y afectos imborrables.

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~ ABRIL 20 ~

En este día fallecieron: 1678 FRAY FÉLIX MONTANO: Sacerdote.

1754 FRAY GASPAR BENÍTEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1802 FRAY LEÓN CAYETANO DELGADO, sacerdote. Ex Definidor y Visitador general de la Provincia y Presidente del Capítulo en 1768.

1910 FRAY FERNANDO FALORNI: Sacerdote. Nació en Émpoli, cerca de Florencia. Falleció a los 83 años en el convento San Carlos. Vistió el hábito por primera vez a los 18 años entre los hermanos de la Observante Provincia de Toscana. A los 29 años vino a integrar el Colegio Apostólico de Salta. Posteriormente pasó dos veces al clero se-cular de Córdoba, para reincorporarse definitivamente a la Orden en el convento San Carlos. Fue versado en Filosofía, profesor universitario, buen escritor y luchador intrépido por la causa de la verdad.

1996 FRAY MIGUEL ÁNGEL BUSTOS 135. “Sacerdote, nació el 20 de marzo de 1908 en Salsacate (Pocho), provincia de Córdoba, diócesis de Cruz del Eje. Falleció el 20 de abril de 1996 en Córdoba, siendo decano de la Provincia, a los 88 años, 63 de profesión religiosa y 58 de sacerdote 136”.

135 Boletín Informativo Noticias, año XXVII n° 161 (abril/septiembre 1996), p. 11.136 Fr. Ernesto A. Urenda, Necrología de la Provincia 1988-1998, p. 6 (Apéndice).

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Introvertido y enfermizo, era poco comunicativo: no obstante ello, ob-servante en su vida religiosa y activo en las tareas que le encomendó la obediencia. Pasó gran parte de su vida en el convento de Córdoba del que fue Guardián. Apoderado Legal del Colegio San Buenaven-tura por muchos años hasta que logró acogerse a los beneficios de la jubilación. Fue objeto de una honrosa distinción de parte del CON-SUDEC (Consejo de Educación Católica) como justo reconocimiento al P. Bustos por los muchos años de servicio que prestó a la educación cristiana. Trasladado a la residencia franciscana de San Antonio de Arredondo, debió regresar de nuevo a Córdoba capital, por razones de salud.

Fr. Ernesto A. Urenda

Entró como Postulante en Córdoba y vistió el hábito franciscano como Novicio, el 15 de febrero de 1929. Hizo sus votos Temporales el 16 de febrero de 1930, y los votos Solemnes el 17 de febrero de 1933.Cursó sus estudios Filosófico-Teológicos en Córdoba y Buenos Aires y los terminó en San Antonio de Padua, perteneciendo a la primera promoción de ordenados que salieron de esa nueva casa de Estudios de la Provincia.Se ordenó sacerdote el 17 de diciembre de 1938. A partir de allí ejerció su ministerio en diversos lugares, destacándose los siguientes:

�� Fue Director general del Colegio San Francisco de La Rioja desde 1949 a 1950.

�� Director de Primaria del Colegio San Buenaventura desde el 1 de abril de 1951 y Representante Legal del mismo desde el 10 de marzo de 1958.

�� Fue Fundador del Instituto Secundario San Buenaventura y Primer Rector del mismo desde el 20 de marzo de 1962, hasta el 30 de abril de 1982, fecha en que se acoge a los beneficios de la jubilación.

�� Fue también Director y Capellán de la Archicofradía del Sa-grado Corazón de Córdoba por muchos años.

�� Se desempeñó como Guardián del Convento San Jorge de Cór-doba.

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Personalmente lo conocí con motivo de mi ingreso al secundario del Instituto San Buenaventura. Fue el primer franciscano que vi. Era el año 1966. Me llamaba la atención su constancia en estar presente en la apertura de las clases cada día, uniendo a la oración algún pensa-miento espiritual acorde al tiempo litúrgico que se vivía. Se empeñaba en hacernos practicar la misa. Para ello eran infaltables las misas de los primeros viernes. Posteriormente introdujo la práctica de asistir un domingo al mes todo el alumnado en forma obligatoria. Tengo muy buenos recuerdos de mi paso por el San Buenaventura, bajo la guía del P. Bustos. Recuerdo su sensibilidad con motivo del fallecimiento de un compañero de mi curso. Se hizo eco del dolor que todos sus compañe-ros sentíamos.Últimamente se había acentuado su estado senil, y necesitaba una atención más intensa, que le fue brindada generosamente. Con sus 88 años era el hermano más anciano de nuestra Provincia.Recordemos a este hermano en nuestras oraciones, pidiendo por su eterno y merecido descanso, en presencia del Señor, el Sagrado Cora-zón que tanto amaba.

Fray Emilio L. Andrada OFM

~ ABRIL 21 ~

En la Provincia recordamos piadosamente a nuestros Hermanos: 1778 FRAY FRANCISCO PERALTA 137: Sacerdote. Falleció en Villarri-ca, Paraguay.

1851 FRAY JOSÉ NIEBLA: Sacerdote. Ex Custodio. Falleció en el con-vento de Santiago del Estero.

1880 FRAY BENITO RAMÍREZ: Sacerdote. Custodio. Falleció en el convento de Buenos Aires.


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1896 FRAY TEÓFILO PINILLOS.

1972 FRAY TEÓFILO PINILLOS Y GONZÁLEZ 138: Nació en Santa Ma-ría del Campo (Burgos) el 13 de agosto de 1884. Falleció en el Convento Ntra. Sra. de Sión de Buenos Aires, casi ciego, a los 87 años. “A pesar de los largos años idos, en los que le conocimos al P. Pinillos, su figura la conservó fresca e impoluta. De una estatura “estándar”, tez un tanto trigueña, de andar pausado y medio cansino, bastante corto de vista que la remediaba con unos anteojos de carey, era, sin embargo, un surtidor de alegría y chispeante en el decir. Hizo su profesión religiosa el 15 de julio de 1900 y fue ordenado de sacerdote el 27 de septiembre de 1908. Estaba cursando los estudios superiores de Filosofía y Teología en el Colegio Seminario de los Misio-neros para las Antillas de La Aguilera, cuando el Ministro Gral. de la Orden, P. Dionisio Schuler, decretó la incorporación de este convento a la jurisdicción de la Provincia de Cantabria, el 7 de noviembre de 1906, junto con los Padres, Coristas y Hnos. laicos de las distintas Provincias que se encontraban en el mismo. Formaba parte de la generación de los P. P. Luis Carrión, José Velasco, Pedro Regalado Gento, Santiago González, Juan Capistrano, Martín y Campillo, y otros burgaleses más que les conocimos. El cielo le dotó de una fina sensibilidad y delicadeza de alma, ya como historiador, poeta y músico, que se hermanaban en su bella alma en un marco de humil-dad y bonhomía, dispuesta a transmitir a los demás. Los Superiores le encomendaron distintos cargos de responsabilidad, como Vicario de la Aguilera, Caspe y, más tarde, Guardián del convento que le vio hacer la carrera eclesiástica, la misma Aguilera. Recién ordenado, orientó su vida a la predicación y al ministerio sa-cerdotal. No habrá pueblos en la periferia de Aranda de Duero, y gran parte de la Provincia de Burgos con otras regiones castellanas, que no se detectara como orador fogoso y destacado misionero, de palabra fácil y persuasiva. Hacía, así honor a la formación que recibiera en lo

138 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p.p. 48-49.

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que fue el Colegio Misionero de las Antillas. Nombrado Guardián de la Aguilera en el Capitulo de 1931, apenas llegó a terminar el trienio. Ante la apremiante llamada que hiciera a la Provincia el Ministro Gral. pidiendo elementos voluntarios para reforzar la Vicaria de San Miguel (Argentina) acudieron solícitos el Guardián y el Vicario, para este tran-ce, con un contrato de diez años de servicios. Crepitaba en su interior, todavía, ese fervor misionero que le impulsaba hacerse presente en tie-rras necesitadas de evangelización. En el nuevo destino donde vino a trabajar, que fue la Casa Madre de la Vicaria San Lorenzo, supo dar de sí todo cuanto poseía: talento, dedi-cación, su ciencia y experiencia puestos al servicio de la bisoña Vicaria y así se convirtió en una figura polifacética, que repartía a raudales cuanto se le encomendaba. Fue nombrado Vicario, Maestro de Teólo-gos, profesor y hasta organista. Aún le recuerdan todos con cariño y admiración la dedicación que po-nía en la formación integral de sus educandos. Siguió también de pro-fesor y formador, a la vez, cuando unificaron los estudios superiores de los teólogos en el convento de San Antonio de Padua, de común acuerdo con la Provincia de Ntra. Sra. de la Asunción. Una vez que se completaron los diez años del contrato, quedó desliga-do el P. Teófilo de los compromisos con la Vicaría, y se refugió en la Co-misaria de Tierra Santa de Sión (Argentina) dependiente directamente de la Custodia de Tierra Santa. Aquí sirvió a la misma durante 27 años, dedicado a dar a conocer al País de Jesús con conferencias, escritos y sobre todo con una vida pastoral sorprendente. No se daba descanso en el confesionario, en la predicación y en la dirección de las almas, con la aceptación general de sus dirigidos. Hemos dejado para el final sus cualidades de escritor depurado y fino. Escribió ya en España, algunas obritas de cariz piadoso como el “Devocionario Recuerdo de Misiones”. En la Argentina siguió con su aporte a las letras, y entre otras obras sobresalen:”EI que a hierro mata a hierro muere”, Colaboró asiduamente en el acreditado periódico LA RAZÓN de Buenos Aires donde con mucho éxito escribía, sobre todo, historietas y cuentos para grandes y chicos. También son de su autoría la “Historia del Convento de San Lorenzo” y la obrita novelada: “Lo

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que nunca se vio”, y así continuó trabajando en silencio y sin grandes alharacas.

1974 FRAY PLÁCIDO CARLOS MARTÍNEZ DE IBÁRRETA 139: Nació en el villorrio de Echávarri-Urtupiña, provincia de Álava y diócesis de Vito-ria, el 5 de octubre de 1898. Falleció el 21 de abril de 1974, a los 76 años.La vida del P. lbárreta es un cendal de luces y sombras a través de los 76 años que peregrinó por este suelo. Su existencia toda, transcu-rrió por tres escenarios: España, Custodia del Paraguay y Tierra Santa. Contamos con datos detallados de su venida a este mundo. EL P. Plá-cido Martínez de Ibárreta y Elguea de Arrilucea apellidos pomposos de buen alavés nació el 5 de octubre de 1898, y fue bautizado al día siguiente con el nombre de Plácido. A los 13 años entró en el Seminario de Aránzazu, y el 15 de agosto de 1916 hizo la Profesión Simple, en la que se cargó, además, con el nombre de Carlos. Fue ordenado de sa-cerdote en Pamplona, el 14 de junio de 1924, por el Obispo Don Mateo Mújica Urrestarazu. A los dos años fue enviado al Seminario de Arán-zazu con los cargos de Profesor y Vice Rector, donde se mantuvo hasta el año 1937 que dejó Aránzazu y el Colegio Seráfico, para arribar al Pa-raguay en las Navidades del mismo año. Durante diez largos años en ambos oficios, batió el record en esta clase destinos. Por eso su nombre fue cuestionado, como pocos, por discrepancias de pedagogías, que vino a dejar por ello un halo de cierto sinsabor entre los numerosos jóvenes que le habían tenido como formador. Estuvo dotado, por otra parte, de “un gusto depurado, selecto lenguaje, plan ordenado con arte como cualidades en sus escritos, cuya lectura cautiva con interés cre-ciente”, al decir de un distinguido literato de la Provincia.En 1937 se gestó en la Provincia la idea de crear una nueva Custodia en el Paraguay, y fueron preparando el terreno con el nombramiento del P. Ibárreta para ocupar el cargo de Comisario de Tierra Santa, en la única Casa que existía en el país.

139 Cfr. Fr. Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Franciscanas”, Asunción, Paraguay, pp. 9-10.

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Así llegó al Paraguay el nuevo Comisario Gral. de Tierra Santa, to-cado de plenos poderes, acompañado del Hermano Gregorio Huarte nombrado, así mismo, por el P. Ministro Gral. para secundarle como Colector de Tierra Santa en el nuevo régimen que se iba a estrenar. Pero fue el mismo el primer sorprendido con la designación que le pareciera resultarle demasiado holgada.La actuación del nuevo Comisario se ceñía fundamentalmente a velar por los intereses de los Santos Lugares. Existe una frondosa correspon-dencia entre este y los Superiores de Tierra Santa en la que repetidas veces se le alaba por el celo puesto en el desempeño de su función, por las abundantes limosnas que enviaba al país de Jesús. En el ámbito pastoral y misional la labor del P. Ibárreta en el Paraguay fue altamente meritoria en general. Quizá la falta de experiencia le puso en algunas ocasiones en situaciones difíciles. Se dedicó afanosa-mente a revitalizar la TOF y a reavivar el apostolado de los enfermos, así como en ayudar a los sacerdotes de la campaña que requerían su presencia en las fiestas patronales, especialmente. No menos solicitado era por los Colegios religiosos, para escuchar con-fesiones y dirigirles algunas pláticas ocasionales. Su gestión como Comisario de Tierra Santa representando a la Provin-cia de Cantabria, fue de tres años, hasta que se constituyó la Custodia y fue elegido otro nuevo Comisario. Con todo se detuvo el P. Ibárreta algunos meses más en el Paraguay, que los empleó para cubrir algunas vacancias de distintos párrocos que le solicitaban. Cuatro años duró, pues la actuación del P. Plácido en el Paraguay, y fue destinado a la Residencia de Lanús (Argentina).Al llegar al cese de sus funciones de Comisario de Tierra Santa iba alimentando en su interior, la idea seguir sirviendo a los Santos Luga-res, santificados con la presencia física de Jesús. Tardó en ser acepta-da varios años su primera petición, que los empleó para sus servicios entre las Casas de Lanús y Montevideo, a donde fue posteriormente destinado, tanto como Profesor de música en San Antonio de Padua, y de cooperador eficientísimo en la Pastoral en la Parroquia de Tie-rra Santa. En 1958 pudo, por fin, llegar a Jerusalén, cumpliéndose así, sus deseos. Le vemos allá, ocupando diversos cargos, como Vicario de

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Emaús, Maestro de Novicios en Ain Karem, como guía de peregrinos en Nazareth, Párroco de Tiberíades. Por último fue destinado a Belén, donde se enfermó seriamente, trasladándose por ello al convento de San Salvador, donde se consumieron sus últimos días, y llegó la Hna. Muerte a visitarle el 21 de abril de 1974. Con su vida ordenada, escribe el cronista de la Custodia de Tierra Santa, de “religioso ejemplar”, tuvo tino, como escribía Manrrique, para andar sin errar por el camino de este mundo, y así llegar a aquel otro, que es morada sin pesar”. Sería como el epitafio de su sepultura.

1983 FRAY JESÚS MANCILLA: Sacerdote. Natural de James Craik, diócesis de Villa María, provincia de Córdoba. Falleció víctima de un síncope cardíaco, a los 62 años de edad, 44 de profesión religiosa y 37 de sacerdote. De carácter afable y bondadoso supo conquistar muchos amigos. Su espíritu franciscano, serena alegría y emprendedor lo llevaron a vivir en la pobreza y para los pobres. En Santa Fe, donde vivió gran parte de su vida en diversos periodos, fue profesor de religión en un colegio secundario del Estado. Superior y director del colegio San Francisco, desarrolló una gran actividad y se lo recuerda con cariño. Fue propul-sor y fundador de la Escuela Técnica “Fray León Martinengo”. Se pre-ocupó mucho por el museo histórico existente en dicho convento y lo enriqueció con nuevos elementos. Logró también trasladar al convento los restos de los últimos frailes fallecidos en Santa Fe. Durante varios años estuvo al servicio de la Custodia de Tierra Santa y siempre recor-dó con amor el hermoso tiempo pasado en la Tierra de Jesús. Impulsó en Santa Fe la veneración a la Virgen del Valle, de la que era fiel de-voto, organizando peregrinaciones anuales al Santuario de Catamarca. El último Capítulo lo había designado Representante Legal del colegio San Francisco de Buenos Aires. La “Hermana Muerte” lo sorprendió en su querido convento de Santa Fe, procedente de San Antonio de Arre-dondo donde con la inmensa mayoría de los hermanos de la Provincia había participado en el “Capitulo de las Esteras” en el año centenario de Esquiú, y de paso al convento de Buenos Aires del que era morador. El 30 de enero de 1987 sus restos mortales fueron trasladados desde el

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cementerio local al claustro del convento de San Francisco donde están sepultados los frailes que el mismo Padre Mancilla hiciera inhumar allí.

~ ABRIL 22 ~

En este día fallecieron: 1673 FRAY JERÓNIMO LENCINAS: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Santa Fe.

1696 FRAY MANUEL CABRERA: Sacerdote. Lector. Falleció en Paraguay.

1729 FRAY JUAN CRUZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Bueno Aires.

1761 FRAY FRANCISCO UGARTE: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Catamarca.

1778 FRAY FRANCISCO JAVIER BÁRZOLA: Sacerdote. Lector jubila-do y ex Custodio. Este hermano fue el primer rector de la Universidad de Córdoba en el período de 40 años que estuvo regenteada por los franciscanos. Falleció en el convento de Córdoba.

1827 FRAY MIGUEL RAFAEL BERMÚDEZ: Sacerdote. Por imposición del gobernador de Córdoba fue Presidente de Capitulo Provincial, ce-lebrado en esta ciudad el 8 de septiembre de 1826. Falleció en la locali-dad de Pampayasta, en la provincia de Córdoba.

1848 FRAY MANUEL CASTRO: Sacerdote oriundo de Cádiz. Ingresó a los Menores en Jérez de la Frontera y a los 28 años llegó al Convento San Carlos. La hermana muerte lo sorprendió en Santa Fe, donde se hallaba comisionado por el Gobierno de la Provincia.

1973 FRAY LUIS PIETROGIOVANNA: Sacerdote. Nació en Monsélica, Provincia de Padua. Falleció en Italia a los 66 años.

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Ingresó a la Orden a los 22 años, suspendiendo sus estudios de aboga-cía y a los 25 años se ordenó sacerdote. En 1949 fue nombrado Visitador general de la Comisaría de San Miguel, y terminada la visita, fue nom-brado Comisario provincial, cargo que ocupó tres periodos consecuti-vos. En su gobierno se amplió el Colegio Seráfico y se incrementaron las vocaciones. Ocupó luego la Delegación General en la Argentina.

2004 JOSU ARKETA BILBAO 140: Falleció repentinamente el día 22 de abril de 2004 en la sala de operaciones del hospital logroñés de San Millán; su corazón reventó con la misma fuerza con la que él lo había hecho trabajar durante su vida: un aneurisma de aorta le provocó la muerte, cuando estaba para cumplir 72 años de edad.

Padres: Pedro-Isabel.Lugar de nacimiento: Bermeo (Bizkaia)Fecha de nacimiento: 2 de mayo de 1932Vestición: 2 de septiembre de 1949Profesión: 7 de septiembre de 1950Profesión Solemne: 2 de septiembre de 1956Ordenación Sacerdotal: 20 de septiembre de 1958

La mar condicionó la niñez de Josu, porque su padre murió en una galerna histórica en la que perecieron muchos otros que, como él, se habían jugado tantas veces la vida ante el furor del Cantábrico. Así quedó viuda una madre joven con tres hijos, a los que ella crió con una combinación de ternura y tesón. Josu realizó en la forma normal de la Provincia los estudios eclesiásticos. Ya entonces destacaba por su elocuencia, con discursos contagiosos que no dejarían de brotar de sus labios hasta el fin de sus días; su pluma y sus dotes escénicas lo seña-laban como un magnífico comunicador. Terminada la carrera, pasó algún año en Nájera. Pero el 31 de julio de 1960 fue destinado a Asunción de Paraguay. Allí le encomendaron la radio Charítas (Cáritas) de la Custodia Franciscana: la emisora que, fundada en 1936, era la más antigua del Paraguay (actualmente bajo jurisdicción de la Universidad Católica de Asunción). En poco tiempo

140 Cfr. Cantabria Franciscana, n.° 173, (2006), pp. 133-134.

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Arketa la convirtió en la de mayor audiencia del país. Logró prestar su voz a quienes se les negaba la palabra y puso su creatividad al servicio de los olvidados, elaborando contenidos que se infiltraban en las entra-ñas de un país azotado por la sistemática conculcación de los derechos humanos bajo la dictadura cruel del General Strösner. Josu entraba cada día en todos los hogares del país, que esperaban con ansiedad el bálsamo de programas como ¡De corazón a corazón!, que les demostraba que no estaban solos y les recordaba que aún les quedaba la esperan-za. Josu vibraba con la gente y la gente vibraba con él. Así conseguía fondos para ayudar a los más pobres. Sus iniciativas de carácter social con el ‘Banco de Caridad’ le hicieron conocido a todos los niveles; se hizo familiar su expresión de “sois formidables”, que utilizaba para agrade-cer la generosidad de su audiencia. Sin cesar buscaba ayuda para los más necesitados; para muchos fue un paño de lágrimas. Es sabido que Josu tomaba partido también en causas comprometidas, hasta desatar tormentas con sus denuncias, siempre fundamentadas, pero perversas a los ojos del dictador. Fue célebre sobre todo la defensa que hizo del capitán Ortigosa, que había sido injustamente condenado a muerte por el asesinato de un cadete; el caso suscitado por Arketa mantuvo en vilo a toda la nación. Él amenazó al Gobierno de Strösner con revelar por radio a los verdaderos culpables, que al parecer él co-nocía por secreto de confesión; y así salvó la vida de Ortigosa (nunca se supo lo que Josu conocía del caso). Pero contrajo méritos abundantes para que el dictador le excluyera de Paraguay, aunque con disimulo: cuando tomó sus merecidas vacaciones en España, a la vuelta Strösner no le dejó entrar. Después trabajó en Uruguay. Se había construido una escuela para pobres en las afueras de Montevideo y en ella siguió vaciando su in-agotable corazón. Sin ganar dinero, la transformó en una cooperativa de los profesores. Consiguió formar con los maestros y los padres de los alumnos una verdadera familia educativa, constituyendo un oasis pedagógico que parecía impropio de la época y del lugar. Más tarde tuvo ánimos para afrontar otro campo de misión: el Beni. Trabajó en diversos lugares, desgastando su corazón de misionero. Fue párroco de la iglesia catedral de Trinidad; pero su destino era otro más

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convulsionado: se le nombró párroco de Santa Ana de Yacuma, una ciudad que por entonces contaba con 13.000 habitantes, pero que era el centro neurálgico del narcotráfico boliviano. Él no tardó en instalar una emisora de radio y un canal de televisión (que siguen funcionan-do). Nuevamente sus palabras de denuncia fueron cargas de profundi-dad que sacudieron los cimientos de un mundo clandestino y mafioso. No faltaron acusaciones y persecuciones; pero las dificultades agigan-taban a Josu, y la inspiración colocaba en sus labios la palabra exacta, la respuesta directa y el argumento irrebatible como un chorro de fuego. Su programa diario de una hora, La voz del mundo, lo escuchaban tanto los pobres (con alborozo) como los poderosos y los narcotraficantes (con preocupación y con rabia). Todos tenían derecho a intervenir, para expresarse con libertad y sin miedo. Pero Josu no era de hierro. Durante gran parte de su vida le moles-tó una enfermedad que desespera a quienes la padecen: la migraña. Después de años de desgaste en Santa Ana, tuvo que rendirse a sus estragos y se retiró al convento de Nájera, que siempre amó entraña-blemente. Incluso desde allí dirigía un programa que había dejado en Bolivia; enviaba grabaciones y mensajes. Al día siguiente de su fallecimiento, se celebró en Nájera solemnemen-te su Misa de funeral, presidida por el Provincial José Mari Arregui y concelebrada por numerosos frailes llegados de distintos conventos de la Provincia y por no pocos sacerdotes de la zona, con numerosa asis-tencia de fieles; ante su polifacética figura, la homilía lo recordó sobre todo como una personalidad de la vida religiosa. También la prensa de Paraguay se hizo eco de su figura al dar cuenta de su muerte. ¡Ahora sin duda nuestro Hno. Josu goza ya finalmente de paz y felicidad eternas!

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Recordemos piadosamente hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1622 FRAY JUAN POLO: Sacerdote. Hijo de la Provincia franciscana de Andalucía. Vino a esta de la Asunción movido de santo celo por la

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salvación de las almas. Falleció en fama de santidad a una edad muy avanzada.

1754 FRAY FIGUEROA FRANCISCO: Sacerdote.

1853 FRAY RIZERIO HIDALGO: Hermano corista. Falleció en el con-vento de Catamarca.

1879 FRAY FÉLIX JERÉZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1949 FRAY JOSÉ TOMÁS URQUIZA: Sacerdote. Natural de Tucumán. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 88 años de edad, 67 de profesión en la Orden y 64 de sacerdote. Fue el iniciador en 1919 de las Peregrinaciones de San Francisco Solano a Las Padercitas, en La Rioja.

Con la humildad, modestia y bondad que le eran características, os-tentaba el decanato de la Provincia; era el sobreviviente de la vieja ge-neración, que con sus virtudes y ejemplos sostenían el edificio moral de las Casas religiosas en la plena vivencia de la vocación franciscana. La labor del P. Urquiza fue altamente intensa y proficua. Dotado de excelentes cualidades intelectuales, fue designado a enseñar Filosofía y Teología en los conventos de Tucumán y Buenos Aires hasta obtener el título de Lector jubilado en Sagrada Teología. Alternando con las tareas docentes y de superior local, su actuación como predicador y misionero fue altamente intensa y encomiable. Por muchos años hizo sentir su palabra persuasiva y evangélica así en los centros de vasta ilustración, como entre la gente sencilla de campaña. De modo espe-cial, su autorizada palabra era requerida para predicar ejercicios espi-

Procesión a las Padercitas

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rituales a comunidades religiosas. Los superiores supieron aquilatar los positivos méritos de este benemérito hijo de San Francisco y apro-vechar sus excelentes prendas intelectuales y morales, para confiar a su celo, ciencia y virtud, puestos delicados y de alta responsabilidad. Menos Ministro provincial, fue sucesivamente: maestro de novicios, de estudiantes, Guardián y/o Presidente de los conventos de Buenos Ai-res, Catamarca, Santiago del Estero, Mendoza, La Rioja y Santa Fe. Se-cretario de provincia, Definidor (repetidas veces), Custodio y Visitador comisionado; y en todas partes y en todos los puestos era siempre el mismo: bondadoso, cordial, trabajador e infatigable. Dotado también de talento artístico cultivó la música y fue Vicario de coro. Pero donde más se destacó el espíritu del Padre Urquiza fue dentro del claustro, como religioso austero, como modelo de fraile Franciscano. Era de un alto valor ascético profundamente religioso, sólidamente devoto de la Santísima Virgen María y N. Padre San Francisco. Tenía un espíritu jovial, sencillo e ingenuo como un niño, cordial y afectuoso. Era en los conventos que le tocó actuar un excelente compañero pletórico de bonhomía y caridad. Fiel observador de la disciplina regular, celoso de la más la estricta observancia de la pobreza evangélica, dando prácti-camente tan saludable ejemplo. Cuando en sus últimos años, debido a los achaques y a la avanzada edad, ya no podía predicar, daba retiros a los niños postulantes y hermanos novicios, al poco tiempo que se consagraba con mayor ahínco al ministerio del sagrado tribunal del confesionario donde volcaba su ciencia de asceta y moralista práctico. “Un acontecimiento que marcó la historia de la Rioja, fue aquel de (1593), en el que San Francisco Solano bautizara a 7.000 diaguitas. Transcurrieron 325 años, hasta que el 24 de julio de 1918, se organizó una peregrinación a esta zona, para recordar la conversión al cristianis-mo de los nativos. Era superior del convento San Francisco, el P. Fray José Tomás Urquiza, quien estableció que desde el año siguiente (1919) se realizara todos los años. No existen datos reales que aseguren que se haya peregrinado a esta zona antes de 1918, lo que sí es seguro que estaba presente en el imaginario social, la necesidad de ir al lugar del “Encuentro” o “Tinkunaco” donde alguna vez estuvo San Francisco Solano. A partir de 1919, el segundo domingo de Agosto, una multitud

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peregrina junto al Santo, rumbo a Las Padercitas, para encontrarse con el Niño Jesús Alcalde. Se celebra la Santa Misa a las 7 horas en la Iglesia San Francisco de la ciudad y luego comienza la peregrinación rumbo a las Padercitas, distante unos 8 km, al llegar aproximadamente, a la altura de la Casa de los Vera Vallejo, se realiza Tinkunaco o Encuen-tro entre el Niño Jesús Alcalde y San Francisco Solano. La ceremonia consiste en tres genuflexiones ante el Niño reconociendo la autoridad sobre el pueblo, vivas y cantos, celebrando la alegría de un nuevo En-cuentro. El colorido de los gallardetes es expresión de la fiesta del Pue-blo Riojano por este hecho histórico. Se recorre un tramo más hasta llegar a la templo de las Padercitas y allí aproximadamente a las 11 horas, el Obispo Diocesano celebra la santa Misa, junto a los sacerdotes del clero secular, religiosos y todos los peregrinos. Luego se almuerza y descansa hasta las 16 horas en la que se retorna a la ciudad haciendo el mismo recorrido, para llegar a San Francisco a las 19 horas y celebrar nuevamente la santa Misa” 141.Al final de su vida, con edificante resignación sufrió las alternativas de la larga y penosa dolencia. Recibió fervorosamente de manos del entonces Ministro general, Fray Pacífico M. Perantoni (de visita por el país) el Santo viático y el sacramento de la Unción de los enfermos.

1968 FRAY ÁNGEL URANGA: Sacerdote. Natural de Orio, diócesis de Victoria, España. Fue monje benedictino en Francia, pero debido a la expulsión de los mismos, inmigró a la Argentina. Falleció en Padua, Argentina, “in senectute bona et venerabili”, a los 91 años de edad y 64 de profesión religiosa. En el año 1903, del puerto de Buenos Aires se dirigió a nuestro conven-to pidiendo ser admitido a la Orden en calidad de hermano. Se destacó como religioso celoso de la observancia regular, vida de oración y de trabajo. Humilde y bondadoso en el trato, desempeñó los oficios de portero, sacristán, encargado de la casa y huerta de “El Tigre” y sastre, oficio este último que desempeñó, principalmente, durante los muchos años que vivió en la Casa de estudios de San Antonio de Padua.

141 Apuntes Fray Pablo Reartes OFM.

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En este día fallecieron:1736 FRAY FRANCISCO MACIEL: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1781 FRAY GREGORIO CARRERAS: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1783 FRAY TEODORO VEGA: Hermano donado. Falleció en el con-vento de La Rioja.

1827 FRAY JOAQUÍN POSSE 142: Misionero.

1843 FRAY FRANCISCO NAVARRO: Hermano laico. Falleció en el convento de Mendoza.

1926 FRAY JOSÉ MARÍA LIQUENO: Sacerdote. Nacido en Avelino, diócesis de Avelino (Italia). Falleció a los 49 años de edad, 31 de profe-sión religiosa y 28 de sacerdote, de síncope cardíaco, atendiendo confe-siones en Catamarca donde había viajado con motivo de las fiestas de la Virgen del Valle.


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Inteligente, bondadoso, humilde y laborioso. Estudió Derecho Canó-nico en Roma, obteniendo el grado de Lector general. Regente de es-tudios por muchos años, fue el primer Lector general jubilado de la Provincia. Definidor en dos periodos. Buen orador e incansable para el ministerio apostólico; no solo como misionero, sino también como galano panegirista, y predicando muchas veces encendidos sermones patrios. Como escritor fue notable, habiendo dejado varias obras es-critas que son un verdadero reflejo de su preclara inteligencia, como son su “Historia de la Filosofía”, “La cuestión social”, “La Universidad Católica”, etc. Fue muy apreciado y querido de todos por su carácter bondadoso y humilde. Sus restos mortales fueron trasladados a Cór-doba, de cuyo convento era morador. El gobierno de la Provincia le decretó honores fúnebres. El público en gran multitud acompañó sus restos al cementerio, pronunciándose en su sepelio 11 discursos. To-dos los diarios y revistas de Córdoba, y aún de otras partes, le dedica-ron artículos encomiables. Además, en atención a su infatigable labor apostólica y enseñanza religiosa, se han colocado en diversas partes placas conmemorativas. El colegio de Pampa Achala, que justamente lleva su nombre, lo fundó el P. Nogal en gratitud y reconocimiento a la evangelización misionera y educativa el Padre Liqueno en las sierras grandes de Córdoba.

1948 FRAY BUENAVENTURA ORO: Sacerdote. Natural de Calamu-chita, provincia de Córdoba, Argentina. Falleció en el convento de Córdoba, a causa de un derrame cerebral, a los 71 años de edad, 54 de profesión religiosa y 48 de sacerdote. Inteligente, dedicó gran parte de su vida al estudio. Lector de Filoso-fía y regente de estudios, profesor de ciencias naturales. Guardián del convento de Córdoba y Vicario de coro. Historiador; entre sus nume-rosos apuntes se encuentra un trabajo sobre el Fray Luis de Bolaños.

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1975 FRAY MIGUEL CABALLERO Y YANEZ 143: Hijo de una familia acomodada, nació en la Habana el 18 de septiembre de 1898. En Bue-nos Aires, de nuevo le dedicaron al cuidado de la portería, haciendo de este servicio un verdadero y auténtico apostolado. En esta actividad se mantuvo hasta su muerte que le sobrevino a causa de un síncope cardíaco, a los 77 años de edad y 55 de religioso. Apenas le faltaban algunos meses para coronar los cincuenta años de servicios como Co-lector de Tierra Santa en la Argentina. Una figura patricia en el seno de nuestros hermanos laicos, por su prosapia, por su formación cultural y presencia señorial, fue el bueno y querido Hno. Caballero. Por la línea paterna contaba con cinco tíos consagrados: tres sacerdotes y dos religiosas. Así brotó en él, como en un campo abonado, la semilla de la vocación a la vida religiosa. A los 16 años entró de Postulante en el Convento de San Francisco de la Habana, y de inmediato fue incorporado al plantel de linotipistas de la afamada Revista San Antonio, que se editaba en la Capital de la Perla de las Antillas. Para recibir una mejor formación religiosa y franciscana, fue enviado a hacer su noviciado a nuestro convento de Zarautz, donde vistió el hábito el 30 de agosto de 1920, y emitió los votos Temporales el 30 de agosto de 1921. Con los conocimientos que poseía de la imprenta, muy pronto le des-tinaron como cajista de la Revista Aránzazu, fundada el 1921 , y luego de Administrador de la misma del 1923 al 1925. Profesó Solemnemente en el mismo Santuario en 1924, y al año si-guiente le vemos dirigirse con su connovicio Fr. Ignacio Aguirre, a la Argentina, como colector de Tierra Santa. Ambos iban a constituirse como en puntales más nobles de la Obra Pía de los Santos Lugares en esta parte de América. Tres años ejerció, antes, el oficio de Portero del convento de Sión sirviendo como espejo vivo de la Comunidad ante la gente que atendía.

143 Cfr. Fr. Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Franciscanas”, Asunción, Paraguay, p. 47.

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Más el centro de sus actividades, y donde transcurrió la mayor parte de su vida en América fue en el convento de San Francisco de Santa Fe (Argentina), a donde fue destinado como colector de Tierra Santa. Du-rante cuarenta largos años trabajó aquí mucho y bien, al servicio de los Santos Lugares, llegando a ser una verdadera institución. La ciudad de Santa Fe corazón de la Argentina, y cuna de su Independencia, le debe un monumento al Hno. Caballero, más que todo, por el afamado Museo Histórico que nos creó en el mismo convento, en los ratos libres que le dejaba sus ocupaciones. Merced a su tenacidad e inquietudes artísticas, fue recopilando documentos de arte e historia, que vienen a ser hoy una cita obligada de los numerosos turistas, ya sean nativos o extranjeros, que llegan a visitar el convento de San Francisco de esta hermosa ciudad. Constituye en su género el orgullo de toda la Argen-tina, y la admiración de la familia franciscana. De carácter y temperamento un tanto reservado, derrochaba, en cam-bio, efluvios de bondad y de alegría en los ratos de esparcimiento y de vida fraterna. Era, asimismo, un hombre piadoso y bien disciplinado en su vida espi-ritual. Descollaba su amor hacia nuestra Madre del cielo, recordándola con frecuencia bajo la advocación de su Amatxo de Aránzazu, cuya imagen nunca se apartó de su vida. Los afanes y derroches de energías que le supusieron tantos afanes, su-mados a los trabajos de Colector eficientísimo de Tierra Santa, vinieron a minar seriamente su salud, hasta verse obligado a solicitar su retiro a la Casa Central de Sión, en Buenos Aires. Religioso bueno y fiel, fue el mejor elogio y el epitalamio que pudo cosechar nuestro venerado Fr. Miguel. Títulos obtenidos en buena ley y con el clamor de numerosos párrocos y gente de bien, que durante cuarenta años fueron testigos de su vida gastada al servicio del Dios humanado y sus hermanos.

1994 FRAY JUAN ALBERTO CORTÉS 144. Nació el 3 de noviembre de 1945 en la Capital Federal, arquidiócesis de Buenos Aires. El P. Cor-

144 Boletín Informativo Noticias, año XXV n.º 156 (mayo/julio 1994), pp. 11-12.

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tés, apodado en el ámbito familiar y de nuestra Provincia “P. Puchi”, fue una vocación franciscana procedente de Ciudad Evita. Falleció el domingo 24 de abril de 1994, después de la misa matinal, en nuestra iglesia del Ssmo. Redentor, de Aarón Castellanos. Dicha vocación fue modelada por los Hnos. Mario Porretto y José N. González moradores de esa fraternidad. A los 20 años ingresó al Postu-lantado de San Antonio de Padua, siendo su Maestro Fr. Isidro J. Bruni. El mismo lo envía junto con otros compañeros al Noviciado de Cata-marca en enero de 1966, siendo su maestro Fr. Pablo Tessa. Después vino la crisis del postconcilio, que nos hizo pasar casi un decenio (salvo un año esporádico de noviciado todavía en Catamarca, en 1974) sin tener Novicios ni hermanos que perseveren hasta profesión solemne; hasta que comenzara la etapa de Noviciado en la ciudad de Corrientes, en 1976. Luego de su profesión Simple, acaecida el 15 de enero de 1967, pasó al Estudiantado de San Antonio de Padua; de allí a Montevideo (Uru-guay) para la Filosofía. Luego vuelve a San Antonio de Padua para cursar la Teología: parte en el Seminario de Villa Devoto y parte en el Colegio Máximo de San Miguel, de los Jesuitas. Hacia fines de 1970, el Superior Gobierno de la Provincia, queriendo ponerse a tono con las nuevas formas de vida religiosa, decide instituir en en la Provincia dos Fraternidades pequeñas (o “dinámicas”), una en Barrio Once, de la Capital Federal, y la otra en Ituzaingó, cercana al convento de Padua. Esta última le tocó integrar al P. Puchi, junto con otros estudiantes (de los cuales no perseveró ninguno) siendo su Guardián Fr. Miguel A. Monaldi. En el antiguo convento de Padua (el actual) quedaba el Vicario, Fr. Pablo Tessa y los otros religiosos. El fin que se perseguía con estas nuevas Fraternidades era ir dejando gradualmente los grandes edificios conventuales e ir formando “pe-queñas comunidades” insertas en medio del pueblo; más fraternas, domésticas, sencillas y abiertas a los cambios que requería la Iglesia del postconcilio. Los Hnos. estudiantes en esta experiencia tenían que trabajar afuera para su propio sustento, estudios, viajes, etc. Por cir-cunstancias de muchos conocidas tal vez (y ajenas a nuestra considera-ción) la Provincia decidió cerrar las dos Fraternidades y los religiosos

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fueron algunos al convento de Buenos Aires y otros, al de San Antonio de Padua. En todo este proceso vemos que la formación del P. Puchi fue bastante diversificada; y en parte explicaría su posterior modo de obrar tan personal. El 15 de diciembre de 1973 es ordenado sacerdote, en la iglesia San Cayetano de Ciudad Evita, por Mons. Enrique Angelelli, Obispo de La Rioja, a quien el mismo Fr. Juan Cortés había elegido por sentirse identificado con el mismo ideario evangélico de aquel celoso pastor de almas.La obediencia le encomendó diversos oficios, como encargado de la Editorial Castañeda e imprenta San Francisco, de Paso del Rey; Vicario parroquial de San Antonio de Padua, de la Parroquia de Tierra Santa en Montevideo y Vicario parroquial de la Parroquia San Francisco de Aarón Castellanos, donde lo sorprendió la muerte en un paraje a unos 18 km de allí.Pero más se distinguió en nuestra Provincia por su actuación frente a la Editorial Castañeda. Ser apóstol de la pluma y del pensamiento parecía que era su consigna. Esto lo llevó a publicar durante un tiempo tres revistas: “Revista Latinoamericana de Filosofía”, “Megafón”–in-terdisciplinaria–y la “Nuevo Mundo”, que todavía perdura y hace co-nocer el pensamiento de la Teología Latinoamericana —muy valorada por religiosos y clero secular del interior y exterior del País. También lo llevó a editar numerosos libros de diversos autores de perspectiva nacional, especialmente vidas de santos; y él mismo escribió una “Vida Popular de Fr. Mamerto Esquiú”, en 1977, que tuvo mucha aceptación. Su apostolado fue especialmente desde la palabra escrita y de una per-manente alusión a una opción por los pobres.

“Fray Cortés dio un gran impulso a la Biblioteca Provincial Fray Mamerto Esquiú y equipó con máquinas nuevas los Talleres Gráfi-cos de San Francisco de Paso del Rey. En los mismos se escribieron los libros escritos por él. Tuvo la idea de fundar un diario, pero a pesar de algunos viajes a Europa en demanda de una ayuda finan-ciera no logró concretar su cometido. Fue miembro y fundador de la comunidad fundadora del Convento de Tierra Santa en Monte-video, Uruguay, cuando dicha custodia hizo el traspaso de esa casa

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a la Provincia de la Asunción. Allí comenzó a escribir la “Vida del Padre Salas”, fraile famoso que tuvo que ver con la Independencia de la República Oriental del Uruguay. No llegó a concretar dicha obra porque falleció repentinamente en el convento de Aarón Caste-llanos, donde había sido traslado no hacía mucho tiempo 145”.

Seguramente que esa inquietud interior por valorar el apostolado in-telectual lo llevó a justipreciar de tal modo a Fr. Antonio Vallejo; que cuando concelebró la misa exequial del extinto P. Vallejo en la Basílica San Francisco de Buenos Aires, el 13 de agosto de 1976 (y no habiendo ningún religioso de la edad del P. Vallejo, o que hubiera sido compa-ñero o conocido que se ofreciese a hablar) le tocó entonces al novel sacerdote, el P .Cortés, la oración fúnebre despedida. Y lo hizo tan bien que parecía que despedía no solo a un hermano franciscano, sino tam-bién a su par en el apostolado del intelecto y de la pluma (también el P. Vallejo había fallecido de un paro cardíaco).El P. Puchi colaboró en su momento con el P. Guillermo Furlong S. J., suministrándole un precioso acopio de documentación histórica del P. Castañeda para que aquel meritísimo historiador pergeñara la “Vida y obra del Fray Francisco de Paula Castañeda”, que Editorial Castañeda publicara recientemente como la obra póstuma del P. Furlong. Entre sus trabajos se encuentran 146.En los últimos tiempos se lo veía al Puchi participar con mucha ale-gría en las fiestas fraternas de profesiones u ordenaciones sacerdo-tales, ya sea en Buenos Aires, Paso del Rey, San Antonio de Padua y otros lugares.Después de la misa matinal, en nuestra iglesia del Ssmo. Redentor, de Aarón Castellanos, y hacia el mediodía del domingo 24 de abril de 1994, la hermana muerte llamaba por segunda vez en el mes a las puertas de nuestra Provincia para llevar a nuestro hermano, Juan Al-berto Cortés (la primera, el 2 de abril, habría sido por el P. Carlos Mar-tínez Ferrer).

145 Apéndice, Fr. Ernesto Urenda, Necrología de la Provincia (1988-1988), p. 4.146 Cfr. Eduardo Bierzychudek, Catálogo de Impresos Franciscanos, Editorial Castañeda, Buenos Aires, (2012), pp. 219-220.

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El P. Guardián de Paso del Rey y Aarón castellanos, Fr. Norberto Buján diligenció el traslado de sus restos mortales a Buenos Aires y Ciudad Evita, en cuya iglesia de San Cayetano, el 26 a las 9 horas, se celebró la misa exequial, presidida por el P. Provincial, Fr. Juan Carlos Larcher, y concelebrada por los Hnos. Francisco Burja, Francisco Díaz, Juan del Rosso, Luis Herrera y Ramón Garribia, y oficiando como diácono Fr. Ricardo Huxley. Estuvieron presentes también el P. Luis Furgoni y otros Hnos. conventuales; el P. Luis Coscia y otros Hnos. capuchinos, como así también otros Hnos. y Hnas. del Centro Franciscano, y ami-gos del P. Puchi. Posteriormente sus restos fueron acompañados hasta el cementerio de La Recoleta e inhumados en un panteón de la familia Cortés, a pedido de su madre, doña Ana Klimaceck de Cortés.¡P. Puchi, descansa en la paz y la alegría del Señor!

Fr. Eduardo José Zatti

2001 FRAY JUAN AGUSTÍN GIULIANI: Sacerdote. Nació el 27 de mayo de 1941, en Nicanor Molina, Santa Fe. Murió dejándonos su tes-timonio de entrega y cuidando el rebaño hasta el último minuto en Rosario, Santa Fe, a los 59 años. Ingresó al noviciado el 5 de enero de 1959, haciendo su Primera Pro-fesión el 6 de enero de 1960. La Profesión Solemne el 16 de septiembre de 1963 y fue Ordenado Sacerdote el 7 de diciembre de 1967. Fue pas-tor incansable y un apasionado de la catequesis y de la docencia. En sus inicios se desempeñó como director de catequesis en San Lorenzo, donde también fue Director y Representante legal de la Escuela San Carlos. Párroco de Quitilipi, Gobernador Crespo y de Clorinda, don-de también fue Guardián. En las dos primeras parroquias desempeñó cargos diocesanos en la animación de la catequesis, culminando con la fundación de la Escuela para Ministerios en Clorinda.

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~ ABRIL 25 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1721 FRAY JOSÉ ORTÍZ 147: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1755 FRAY RUDECINDO M. MANDICA: Hermano laico. Falleció en el convento del Rincón de San Pedro.

1758 FRAY JOSÉ DEL ROSARIO 148: Falleció en Paraguay.

1795 FRAY JUAN DE LA CRUZ CÁCERES: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1896 FRAY QUÍRICO PORRECA: Sacerdote. Natural de Italia. Murió en Río Cuarto, de un ataque cardíaco. Llegó al Colegio Apostólico de Río Cuarto en 1867, comunidad de la que fue tres veces Guardián. Fue el primer director del naciente Insti-tuto de las Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas. Ocupó la Pa-rroquia de Río Cuarto y los últimos seis años de su vida fue Comisario general de los Misioneros en la Argentina.

1956 FRAY DIEGO CAMPO SERNA 149: Nació en Bahillo, jurisdicción de Carrión de los Condes, un villorrio de la Provincia de Palencia, el 13 de febrero de 1925. Falleció en un accidente automovilístico el 25 de abril de 1956. Así Dios le llevó a su lado, a los 31 años de edad y 14 de hábito, cuando en tan corto espacio de vida, había cosechado tantos méritos.

147 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. p. 216.148 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara

Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. p. 217.149 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 41.

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Fr. Diego era alegre de los pies a la cabeza, con un rostro de una man-zana rozagante, como alguno escribiera de él. Ingresó en la Orden el 10 de febrero de 1941, y a los 17 años hizo su Profesión religiosa. Antes de incorporarse a la Custodia Cántabra del Paraguay, en Montevideo, dio sus primeros pasos de religioso en el convento de La Aguilera, distinguiéndose por la fidelidad con que cumplía los deberes que le imponía la Obediencia. En un convento con los compromisos parroquiales, como era la Iglesia de Tierra Santa, un elemento joven, en medio de tantos Hermanos ma-yores y enfermos que albergaba, era el mejor regalo que la Provincia pudo hacer a la incipiente Residencia de Montevideo. Decidido a servir a Dios lejos de la Patria, en calidad de misionero, se constituyó, realmente, en un predicador sin palabras. Su condición de Hermano Laico, no le impedía una prédica palpitante, penetrante e inolvidable. Era su apostolado ir sembrando alegría desbordante, des-truyendo en su derredor toda angustia y tristeza. Fr. Diego llenaba con su presencia el adusto convento de Montevideo. La Obediencia era su oración. Corría sonriente al timbre de la porte-ría, al teléfono, al despacho, a las consultas, informes y encargos; ora barría, ora cosía, ora leía, en todo trataba de escuchar la voz del Señor, y complacerle en todo cuanto realizaba. Cuantos le llegaron a conocer, no podían menos de simpatizar con él y amarlo. Era como el benjamín de la casa, y por ello, también querido por la familia franciscana de Tie-rra Santa. De una inocencia que chisporroteaba de infantiles picardías, y de una alegría atravesada de ingenuidad y sencillez. Y una fatídica tarde del 25 de abril de 1956, la Parroquia de Tierra San-ta de Montevideo se estremeció con la noticia de que en un accidente rutero había perdido la vida nuestro querido Fr. Diego. Los Hermanos de la Custodia toda del Paraguay se sintieron sacudidos de pesar las fibras más delicadas de sus almas, cuando un lacónico telegrama les decía: “Fr. Diego muerto .... Provincial llegará el 29”. Efectivamente el Provincial, P. Benito Mendia, protagonista también en el accidente ocurrido, llegó a los cuatro días al Paraguay con el alma derretida de dolor por lo acontecido con el llorado Fr. Diego. En el mismo lugar, y casi en idénticas circunstancias, había perdido también

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la vida, años atrás, el P. Benito Emparanza miembro de nuestra Provin-cia, que se encontraba prestando servicios en la misma casa. Fue un verdadero milagro que no hubiera habido más que una sola víctima, aunque sensible, ya que volcó espectacularmente la camione-ta al intentar hacer una maniobra, abriéndose le una de sus portezuelas y expeliéndole afuera al Hno. Diego, que quedó muerto en el acto bajo el coche al caerse en una zanja. Fr. Diego, hermano de la simpatía, gracia y de la amistad, fue joven por sus años, pero con mucha longevidad por lo mucho que trabajó ejemplarmente.

~ ABRIL 26 ~

Los hermanos de la Provincia recordamos hoy a nuestros hermanos: 1754 FRAY FRANCISCO FIGUEROA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1755 FRAY JUAN ARGÜELLO: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1758 FRAY MAURICIO GAMARRA: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Corrientes.

1763 FRAY SIMÓN FOLGRUJA: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1771 FRAY LUCAS ZARMICHIO: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1781 FRAY IGNACIO DE JESÚS MARÍA: Hermano laico. Falleció en el convento de Catamarca.

1783 FRAY VICENTE TORRECILLA: Hermano laico. Falleció en el convento de la Recolección de Buenos Aires.

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1795 FRAY JUAN DE LA CRUZ CÁCERES 150: Sacerdote. Falleció en Caazapá, Paraguay.

1889 FRAY LEONARDO BONETTI: Falleció en el convento San Salva-dor de Jujuy.

1904 FRAY NICOLÁS PUEBLA: Sacerdote. Natural de Carmen de Areco, provincia de Buenos Aires. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 74 años de edad, 49 de profesión religiosa y 46 de sacer-dote. De fecunda vida claustral y apostólica en el ejercicio del sagrado mi-nisterio. Guardián de Mendoza. Vivió muchos años en el convento de Santa Fe donde gozó la simpatía de todos por su carácter bondadoso y humilde. “Entre el llanto de sus hermanos, ha fallecido en nuestro con-vento el 26 de abril de 1904 este religioso venerable por sus años y por su fecunda vida claustral. Era hijo del Carmen de Areco y sus estudios eclesiásticos los efectuó bajo la dirección de maestros tan sabios como el P. Hidalgo, Aldazor y Bermúdez. El 14 de febrero de 1854 vestía el hábito de novicio y al año siguiente, por medio de votos Solemnes se ligaba estrechamente con la religión que lo recibiera en su seno. Desde su ordenación sacerdotal el 29 de diciembre de 1858 se consagró a las tareas de su apostolado actuando con una perseverancia ejemplar en el confesionario, y cuando la obediencia significaba para él un man-dato, en las tareas del púlpito. Durante algunos años desempeñó la guardianía del convento de Men-doza y por largo tiempo en calidad de religioso conventual permane-ció en Santa Fe granjeándose el cariño y la estima de su sociedad. Hace algunos años accediendo a algunos de sus anhelos, sus prelados lo trasladaron al convento donde acaba de entregar su espíritu al Creador. Su alma estaba perfectamente dispuesta para este tránsito. Ha muerto, pues, con la paz y la tranquilidad del justo, provocando en sus herma-nos el dolor de su ausencia y atrayendo sobre el umbral de su tumba


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las bendiciones, las lágrimas, las plegarias de los que le pertenecían por los vínculos de la religión y del cariño 151”.

La Dirección del Plata Seráfico

1952 FRAY LEONARDO MALDONADO: Sacerdote. Natural de Santa María, diócesis y provincia de Córdoba, Argentina. Bondadoso, inteli-gente y culto. Lector de Sagrada Teología, profesor, gran orador y poe-ta. Fue el promotor de la solemne coronación de la imagen de Nuestra Sra. del Carmen de Cuyo. Falleció en Despeñaderos, pueblo de la pro-vincia de Córdoba, a los 81 años de edad, 66 años de profesión religiosa y 59 de sacerdote.

2010 FRAY JOSÉ VALENTÍN CASTELLS 152.

EL FRAILE DE LA ALEGRE SONRISA Nacido 14 de febrero de 1938, en La Dormida (Mendoza). El 26 de abril de 2010 fallecía en el convento de Santiago del Estero; y así, diría-mos que la Divina Providencia ha querido que en menos de tres meses partiera el cuarto hermano de nuestra Provincia, a la casa del Padre Celestial.

151 Cfr. El Plata Seráfico, año V, n.º 57 (Mayo 1904), p. 267.152 Cfr. Boletín Informativo Noticias: año XLII, n.º 201, (abril/junio 2010), pp. 26-29.

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Hacía algunos días que fr. José se sentía un poco indispuesto, por su diabetes crónica (era insulino dependiente) y sus fragilidades corona-rias. Sus hermanos de la fraternidad le aconsejaban ir al médico; con-sulta que él seguía postergando; un poco por temor a quedar interna-do, y de no querer dar trabajo a los hermanos...La cuestión fue que en la noche del 25 de abril, habiendo celebrado la Pascua dominical se durmió para –infarto mediante– despertar a la luz de la eternidad. El son de su despertador mañanero inapagado y claramente perceptible anunciaba su partida. Los hermanos Juan Carlos y Domingo fueron los primeros testigos. La noticia de su deceso cundió; y, al enterarse la gente más allegada, enseguida empezó a comentar de boca en boca: “Ha muerto un santo”. Algunos frailes jóvenes (Fr. Diego Morea y Fr. Gerardo Vogel) decían: “Si de mí dependiera, yo lo canonizaría inme-diatamente”. Tal vez se podría pensar que sería una apreciación apre-surada. Pero, convengamos, ¡qué bien nos hace a todos en nuestra Pro-vincia, que un hermano piense así de otro hermano! (y no lo contrario).

Sucinta vidaFr. José Valentín Castells fue el mayor de doce hermanos. Fueron sus padres Miguel Castells y Adela Bourrel. Allí poseían una finca con vi-ñedos y otros frutos. Eran pequeños productores que si bien no tenían tanta holgura económica; pero sí de tal manera que les permitía vivir con dignidad, sin sobresaltos. Y sobre todo, eran una familia de profun-da fe y vivencias cristianas, en donde surgieron tres vocaciones religio-sas. Amén de fray José, dos de sus hermanas ingresaron en la Congre-gación de las Hnas. de la Divina Misericordia. Con 16 años cumplidos, ingresa como postulante a Paso del Rey, para cursar el primer año del secundario. Ahí fue que en un fin de año, –cuando todos los alumnos iban de vacaciones a visitar a su familia– los superiores, sabiendo las dificultades que José tenía para los estudios y como parecía que le “fal-taba algo”, le dijeron que se quedara con su familia y no volviera.Pero José volvió al año siguiente y fue recibido. Se ve que tenía clara conciencia de su vocación franciscana y sacerdotal. Y cual otro Pedro, tenía la convicción de que había que obedecer a Dios antes que a los hombres (Hch 4,19). Con bastante esfuerzo continuó hasta el 4º año;

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concluido el mismo, fue, junto con sus compañeros de curso al Novi-ciado, en Catamarca. A mediados de enero de 1959 viste el hábito como Novicio, para clérigo. Su Maestro fue Fr. José Dutto; y conociendo que iría a tener serias dificultades en los estudios posteriores, le aconseja continuar la vocación franciscana como hermano laico. Fr. José obe-dece a los Superiores y con mucha alegría y prontitud da inicio a su segundo Noviciado el 30 de Agosto de ese mismo año. Allí mismo emi-tiría su primera profesión el 30 de agosto de 1960. Y luego, también allí tendrá su primer destino, como sacristán. Tres años después, exac-tamente, el 30 de agosto de 1963 profesará Solemnemente, y pasaría luego al convento de Córdoba con el mismo oficio. Le cupo desem-peñar los tradicionales oficios de los hermanos laicos (o legos, como se decía antiguamente) de sacristán, portero, etc., casi por diez años. Pasado ya el Concilio Vaticano II, había que adaptarse a las nuevas orientaciones que provenían de la Iglesia y de la Orden. Y una de ellas fue que, al inicio de la década de los 70, el Oficio Divino, antaño en latín, se trocaba en castellano. Así, estaba abierta la invitación a todos los hermanos, para que lo rezáramos juntos en fraternidad. Empero, los hermanos laicos continuaban con la posibilidad de rezar el Oficio de los Padrenuestros, según la Regla. Fr. José se adaptó con mucha fruición espiritual y devoción al rezo de la Liturgia de las Horas, tanto en privado como en común (aún con alguna dificultad en la lectura) y hasta la víspera de su muerte (últimamente ayudado por una lupa, ya que por causa de su diabetes no veía bien).

Nueva etapaAllí en Córdoba, el P. Jorge Martínez lo convenció de que, aunque le faltara “ese algo”, él podía dar más. Y así le ayudó a que terminase el secundario; y le dijo que hiciera un curso de Catequesis en el Seminario Catequístico que el P. Jorge había instituido recientemente en el convento de Córdoba. Lo cual cumplió con perseverancia durante 3 años. Si bien no fue brillante en las calificaciones, lo fue por su dedicación y empeño. De tal manera que esto marcaba en él como una nueva etapa. Ya se po-dría notar en él un antes y un después. Paulatinamente, fue lanzándose al campo abierto de la evangelización: acompañando grupos de oración;

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y/o a la fraternidad de Jufra del convento de Córdoba, recientemente creada; ya sea en las reuniones o en sus salidas a misionar al campo; es-tando presente o no el P. Jorge. De paso, en esa fraternidad hacía el segui-miento vocacional del joven Tito (Fr. Emilio Andrada). Posteriormente, cuando fue trasladado, sucesivamente, a los conventos de Santiago del Estero y Mendoza; por varios años fue profesor de Religión del Colegio secundario Madre Mercedes Guerra y San Buenaventura, respectiva-mente. En sus últimos doce años, volviendo ya a su Santiago querido, tuvo a su cargo la breve reflexión de entrada de cada día del Colegio San Francisco. Un pensamiento espiritual tomado del Evangelio del día o de algún santo franciscano, para docentes y alumnos. Eran solo 4 o 5 minu-tos que llenaba más con su presencia que con sus palabras. Y teniendo, además, el cuidado de que en su ausencia circunstancial, él dejaba hojas con el contenido de esas reflexiones para que otra persona lo hiciera en su lugar. Y últimamente, previendo que iría a faltar un tiempo más pro-longado, había entregado a la Coordinadora de la Pastoral del Colegio el material para todo el mes de mayo. Y así por el estilo...era su nuevo modo de ser hermano laico. Cuando volvió de Tierra Santa, había traído una bella imagen de la Ssma. Virgen (tallada en madera) que él llamaba “La Virgen Peregrina”, y que él llevaba en alguna época del año, de casa en casa, para reunir en torno a la misma, las familias y evangelizar.

Su moto y triciclo Era mendocino por nacimiento, pero santiagueño por adopción; ya que en Santiago del Estero estuvo cerca de tres décadas en diferentes perío-dos; y, finalmente, encontró allí su última morada. Por otra parte, como nuestra casa y parroquia de Santiago tiene un espectro evangelizador tan extenso con ocho capillas y/o comunidades en un radio de 7 Km, entre la ciudad de Santiago y la Banda; Fr. José vió la necesidad de con-tar con un medio de locomoción para movilizarse hacia las mismas. Así, por varios años utilizó una moto; “su motito”. Después, para mayor seguridad y por causa de su salud empezó a usar un triciclo; ese fue “su medio”. Fue su herramienta de evangelización, que él había preparado con equipos de amplificación, con una imagen de la Ssma. Virgen. Y así iba por las barriadas de Santiago para anunciar novenas, viacru-

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cis, fiestas patronales, etc. Fue tan original y proverbial en la ciudad de Santiago que –sin que se diera cuenta– no pasó desapercibido de un pe-riodista que con foto y extensa nota lo dio a conocer en un diario local.

En la tierra de JesúsA mediados de la década de los 80, sintió como moción del Espíritu ir por un tiempo a Tierra Santa, llamada la “perla de las misiones”, en la tradición franciscana. Iniciado los trámites para esa partida, los Supe-riores lo disuadieron para no ir; porque al final, ¿qué podía hacer él en Tierra Santa? era la pregunta. Además, él era consciente de ese “algo” que le faltaba. Fr. José obedeció. Sin embargo al enterarse el Custo-dio de Tierra Santa le comunicó al Provincial que sí podía enviar a Fr. José porque lo que precisaban era un hermano más que rezara y diera testimonio de presencia. Así que allá fue feliz. Después de recorrer de-votamente todos los lugares Santos, quedó casi por dos años en el San-tuario de Getsemaní. Allá pudo rezar, leer y meditar la Biblia entera. Los otros dos años del convenio con el Custodio los cumplimentó en el Convento N. Sra. de Sión, de Buenos Aires, (para estar más cerca de su madre anciana y enferma). Por un tiempo, le tocó visitar una parte del NEA, para hablar en diferentes comunidades parroquiales sobre las misiones franciscanas en Tierra Santa.

Fr. José ¿Diácono?A fines de la década de los 80, recordando que su entrada al Postulan-tado respondía a una vocación ministerial; y que, por otra parte, tres hermanos de la Provincia (Fr. Pedro Errecart; Fr. José Palacio y Fr. Luis García) ya habían recibido la ordenación para el Diaconado permanen-te; además Mons. Guirao había instituido en la Diócesis de Santiago, el Seminario para los Sagrados Ministerios y Diaconado Permanente; por todo esto, se sintió motivado para inscribirse como alumno regular de dicho Seminario. Lo que concretó con la anuencia de la Fraternidad local y con gran beneplácito del Sr. Obispo que sabía que no solo conta-ba con un “seminarista religioso” (todos los otros eran laicos casados), sino también con un colaborador del mismo. Como de hecho, le había encomendado en algunas ocasiones (cuando faltase algún profesor

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titular) dar algunas pre-lecciones de Catequesis o liturgia; o también orientar una celebración de la Palabra de Dios. En su momento, al pedir formalmente la ordenación para el Diaconado permanente, le fue denegado por los Superiores; como, por otra parte, él ya lo preveía. Fr. José obedeció y siguió su vida como hermano me-nor con la simplicidad de siempre.

Librito o folleto También escribió un librito de oraciones; que si bien no tuvo el “Impri-matur” oficial, sí tuvo el beneplácito de la gente; sobre todo, de la que lo utilizaba para su adoración diaria frente al Santísimo Sacramento. No solo fue fruto de su esfuerzo, sino de estar abierto al Espíritu, ya que demostraba un corazón enamorado de Dios.

Hasta el celularTambién se había esforzado en aprender el uso de este medio de co-municación, aventajando a otros de su edad; y no solo para comuni-carse; sino también como medio para evangelizar. Decía Fr. Enid: “nos vamos enterando de a poco la cantidad de personas que recibían de Fr. José una palabra de aliento o un mensaje de texto con versículos de la Biblia, con motivo de Pascua, Navidad, cumpleaños u otros”.Y así como estas, pensé; ¡cuántas cosas habría emprendido a partir de aquel cambio ayudado por el P. Martínez, como su mecenas! ¡Qué va-lidez, qué vigencia tiene entre nosotros escuchar al hermano y en tiem-po oportuno! Al final, ¿cuál era “ese algo” que le faltaba a Fr. José? En realidad si le faltó, ¡menos mal! Así no pudo sobresalir en “nada”, para llegar a ser un verdadero fraile menor. Por eso, cierta vez, cuando el P. Burja vio que le faltaba claridad en algunos conceptos –en un diálogo doméstico– le dijo una frase que lo pintó de cuerpo entero: “¡Castells, vos andás bien porque te falta cabeza, pero te sobra corazón!” y ambos rieron de verdad.

Su última horaFr. José había sido nombrado en el último congreso capitular, Guardián y ecónomo de Santiago del Estero, cargos que iba desempeñando ayu-

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dado por los hermanos de la casa y por otras personas competentes en las que había confiado. Así trató de cumplir con sus oficios hasta el fin. Tiempo antes, había entregado al vicario, Fr. Juan Carlos Larcher un di-nero en efectivo. El resto que tenía en su pieza –como presintiendo su partida– estaba conforme al resumen escrito de ingresos y egresos que dejó sobre la mesa. Después se acostó para no levantarse. Todo estaba cumplido... (Jn 19,30). Era el 26 de abril, de madrugada. Sus restos mortales fueron colocados en Capilla ardiente en la Iglesia. Durante un día y medio fue un desfile constante de gente para expre-sar su último adiós. Los dos Obispos de Santiago, miembros del clero local, religiosos y religiosas y laicos en general (entre estos, tantos po-bres a quienes había ayudado y acompañado). Numerosas fueron las adhesiones de condolencias de instituciones y particulares enviadas a los dos diarios locales. Mucha participación de fieles hubo en la misa vespertina del mismo día 26 de abril, presidida por Fr. Juan Carlos Larcher y la del día siguiente (y esto, a pesar de celebrarse en Santiago el feriado por la Autonomía provincial, la gente optaba por ir a José. La misa exequial fue presidida por el Ministro Provincial Fr. José Enid Gutierrez Olmos, y participada por los hermanos Fr. Juan Carlos Lar-cher, Fr. Mario Navarro, Fr. Domingo Almada (de la casa); Fr. Car-los Touch y Fr. Luis Herrera (de La Rioja), Fr. Sebastián Robledo, Fr. Eduardo Lascano, Fr. Fabio Gho y Fr. Andrés Alarcón (de Catamarca); Fr. Marcos Porta, Fr. José Paz y Fr. Emilio Andrada (de Tucumán); Fr. Norberto Buján (de Tafí del Valle); Fr. Pedro Villegas (de Córdoba); Fr. Jorge Martínez (de Santa Fe); Fr. Enid y Fr. Juan Buttarazzi (de Bs. As.); Fr. Enid quiso expresar como en una frase la vida de Fr. José y dijo, en-tre otras cosas: “Fr. José había querido ser diácono; pero en realidad lo que él no supo es que fue diácono (aunque no ordenado) toda su vida, porque fue eso, un servidor”.

La sonrisa de Fr. JoséQuise a propósito terminar con este apartado y no con el anterior; a fin de que nos quedemos con la sonrisa de Castells. Todos nos habremos alegrado más de una vez con su sonrisa (ji-ji-ji-ji). Fue la primera son-risa de un fraile que me recibió en el Noviciado. Cuando los calores

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tórridos del enero catamarqueño, le pedí un vaso de agua fresca. Me lo dio de buen grado y como yo demoraba un poco; él me dijo: ¡”Eh, apurate, Ud. rápido”! y sonreía y reía con ganas. Fue mi mejor recibi-miento. Ahí empecé a comprender que ser fraile era una vida alegre y feliz. Después vendría todo lo demás. Su risa invitaba a compartirla, invitaba al diálogo, inspiraba confianza. Supo reírse de sí mismo y nunca de los demás. Siempre participando en chistes y gracejos de sana hilaridad. Su risa era como una terapia para él mismo y para los demás. Difícilmente lo podremos recordar serio o taciturno. Es más normal que le recordemos sonriendo (o rien-do) porque ese fue su estilo; justamente como pedía San Francisco, que los hermanos sean “jocosamente graciosos” (cf. 1R VII, 16).Sí, Fr. José, podrán extrañar tus reflexiones matutinas los docentes y alumnos del colegio de Santiago; podrán extrañar tus andanzas en las capillas con la moto o el triciclo; podrán extrañarte en la oración los fieles devotos del Smo. Sacramento, a quienes acompañaste en la ado-ración durante los últimos cinco años; pero, lo que sí extrañarán todos ellos y nosotros los frailes será tu sonrisa de siempre (ji-ji-ji) Porque ese fuistes vos, ese fue tu mensaje de esperanza para la Provincia. Y si el Pueblo cristiano apodó al Papa Juan Pablo I, como el Papa de la sonrisa; nosotros podemos decirte con toda verdad que fuiste “el fraile de la sonrisa” y ahora, Fr. José, el Señor ha acogido tu sonrisa. Vive la alegría eterna de Dios.

Fray Eduardo J. Zatti17 de junio de 2010

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~ ABRIL 27 ~

Recordemos piadosamente hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1696 FRAY FRANCISCO GRANADO: Hermano corista. Falleció en el convento de Córdoba.

1759 FRAY ANTONIO DE LA TRINIDAD: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1761 FRAY AGUSTÍN DE LA SOLEDAD: Hermano laico. Falleció en el convento de Catamarca. 1777 FRAY BENITO SORINO: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1792 FRAY SANTIAGO PERALTA: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1942 FRAY ANTONIO SORIA: Hermano laico. Natural de Miraflores, diócesis y provincia de Catamarca (Argentina). Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 66 años de edad y 43 de profesión religiosa. Por sus virtudes de religioso humilde y consagrado completamente al cumplimiento del deber, era muy estimado dentro y fuera del conven-to. Era morador del convento de Corrientes donde por muchos años prestó sus servicios de sacristán, portero y además atenciones inter-nas de la casa, con dedicación y celo verdaderamente ejemplares, sin haberse apartado nunca del lugar y puesto que la obediencia le había señalado, sin permitirse tregua y descanso no obstante la enfermedad larga y penosa que minaba su salud y que soportó con admirable re-signación.

1961 FRAY JUAN PANIAGUA: Sacerdote. Definidor. Falleció en el con-vento de Córdoba.

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1982 FRAY JOSÉ IGNACIO AGUIRRE Y ODRIOZOLA 153: Nació en Azpeitia, en el barrio “Atxáreka”, el 22 de septiembre de 1899. Nos dejó a los 83 años de edad y 61 de profesión Solemne en la vida religio-sa. Había servido también a la Custodia de Tierra Santa durante esos mismos años. Una figura preclara, y de las más representativas de la Provincia de Cantabria en tierras argentinas fue, sin duda, nuestro dilecto hermano, Fr . Ignacio Aguirre, como se le conocía. Hizo su profesión Simple el 23 de abril de 1921. Apenas emitió los votos Solemnes el 25 de mayo de 1924, recibió la Obediencia para incorporarse a la Comisaria de Tierra Santa de Sión, en Buenos Aires, juntamente con su connovicio Fr. Miguel Caballero Yánez, con la misión de colectar li-mosnas para los Santos Lugares. Una misión delicada y comprometida, ya que el oficio de un buen colector de Tierra Santa no se agota en una simple recogida de ofertas, sino que va mucho más allá, y se sitúa en un plano eminentemente espiritual cuyo fin principal es de infundir entre los fieles el amor a los Santos Lugares, y el conocimiento de los pro-blemas relativos a la Iglesia de Jerusalén y a la comunidades cristianas locales. Fr. Ignacio cumplió a cabalidad con esta misión que se le confió Hombre de porte incluso elegante y bien presentado, no encontró Tie-rra Santa mejor pionero para trabajar por su causa que nuestro Herma-no. Pulcro en su porte externo y con su hábito siempre impecable, del que no se despojaba en sus correrias, dejaba en todas partes destellos de bonhomía y de edificación. Sin haber asistido a universidades o li-ceos, fue un autodidacta de vasta cultura, no quizá de tanta profundi-dad, pero que sabia salir airoso en los distintos temas que se le tocaban. No habrá habido en la Capital argentina, ni en toda la Provincia de Buenos Aires, quien haya tocado tantas puertas como Fr. Ignacio, ni tampoco quien haya cultivado tantas amistades y haya sido más fiel y atento en conservarlas. Era también un hombre de oración y muy piadoso. En medio de sus tareas de colector tenia bien organizada la vida espiritual, y se mantuvo fiel a ella hasta el final de su carrera.


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Durante años, por encima de los 61, bregó denodadamente por los Santos Lugares, sosteniéndolos con su oración, con sus sacrificios y también con las cuantiosas limosnas que enviaba anualmente a la Cus-todia. La Provincia de Cantabria le es también eternamente deudora a Fr. Ignacio. Vivió con la antena puesta hacia ella, y a pesar de vivir bajo otra Obediencia, se sentía miembro activo y oportuno en todos los acontecimientos destacados de la misma. Se dejó sentir más el peso de su ayuda en los años difíciles de la Guerra Española. Cuando la miseria y el hambre se cernían sobre la población, y que de rechazo se palpaba también en nuestros conventos, y máxime en Aránzazu, allí estuvo presente Fr. Ignacio tratando de paliar tantas necesidades con cantidad de víveres recogidos entre sus amistades, y enviados con cariño a la Provincia. Nuestra “Amatxo” de Aránzazu, y su recuerdo, estaba profundamente enraizado en su vida como franciscano y como euskaldún. Llegando a una longevidad bastante respetable, y cuando aparecie-ron la inevitables goteras, como en toda vida humana, era mayor, si se quiere, su piedad. Hasta el mismo momento de su ida al Padre, hizo las cosas a perfección y pulcramente, como había sido la norma de su vida. Se levantó como los demás días, se aseó como acostumbraba a primera hora, recibió la comunión, se acostó con el hábito, que en esta ocasión le serviría de mortaja, y percatándose de que le llegaba su hora, murió plácidamente de un paro cardíaco. Así detallista y preca-vido era nuestro Fr. Ignacio. Bien pudo entonar con profunda tranquilidad del alma: Qué alegría cuando me dijeron vamos a la Casa del Señor... a la Jerusalén eterna que con tanta ilusión y cariño le habla servido. Era un 27 de abril de 1982.

1997 MANUEL ALBERTI LARRAÑAGA: Nació en Azkoitia el 10 de mayo de 1917. Mostró gran cariño por su pueblo natal y los suyos. Mesurado como era en elogios, tratándose de Azkoitia abundaba en superlativos, como si hubiera nacido allí. Un poco extraño en un tem-peramento algún tanto frío como el suyo. Asumió la muerte con gran serenidad. Murió tan silencioso como había vivido al amanecer del día 27 de abril de 1997.

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Padres: Marcelino y JosefaPueblo de Nacimiento: Azkoitia (Gipúzkoa)Fecha de Nacimiento: 10 de mayo de 1917Vestición: 8 de septiembre de 1932Profesión: 10 de septiembre de 1933Profesión Solemne: 26 de enero de 1941.Ordenación Sacerdotal: 6 de diciembre de 1942

Morador de Arantzazu del 9 de octubre de 1942 al 10 de mayo de 1943. En la misma fecha fue destinado a San Sebastián hasta el 7 de julio de 1944. Joven aún, la obediencia le obligó a sacrificar aquellos amores terru-ños y el 14 de julio de ese año fue destinado a nuestras misiones de la Custodia del Paraguay, primero a Guarambaré (Paraguay) en octubre de 1944 como coadjutor y ecónomo hasta julio de 1948. En este mes y año fue destinado a Montevideo-Uruguay. La obediencia le encomen-dó diversos oficios durante su estadía en esa casa, como presidente y párroco (1961-1964), así como coadjutor y ecónomo (1964-1968). En aquellas tierras pasó los mejores años de su vida como celoso misio-nero. Según referencias de quienes siguieron sus correrías apostólicas por doquier dejó huellas de un verdadero fraile menor: paciente y su-frido, querido por los suyos y admirado por los de fuera. Vuelto a la Provincia, en marzo del año 1969 fue destinado a Mon-dragón y en octubre de ese mismo año a la fraternidad de Santander donde ejerció de ecónomo, coadjutor, sacristán, etc. En el desempeño de los distintos oficios se comportó con detalle matemático, sin que contaran para él las horas de trabajo. Fue hombre de una pieza. De pocas ideas, pero profundas. Suficien-tes como para imprimir un sello personal a su ser franciscano. Con vocación más para el humilde servicio que para el mando, subrayó la nota de la minoridad. Enemigo de retóricas, no le gustaba perder el tiempo en vanas disquisiciones. Apuntaba directamente al objetivo. Tampoco soportaba el verbalismo barato. Si en algún asunto comuni-tario alguien pretendía escudarse tras teorías –a su juicio– cómodas, el bueno de Manolo pronto le hacía descender al terreno práctico con la cita de algún artículo de las Constituciones. Le gustaba más el clásico “tate e non parlate” que los complicados argumentos, no pocas veces

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inspirados en intereses personales. Y si alguna vez era tildado de “fa-riseo” por su fidelidad a la ley, sabía tomarlo a broma, sin inmutarse, pero convencido de que llevaba la razón. Era el alivio de los guardia-nes de turno. Estaban seguros de que en Manolo habían de encontrar siempre las puertas abiertas para todo. Tan cumplido era con ellos que los hermanos nos tomábamos la libertad de bromearle: “si algún día el Guardián te manda echarte por la ventana, de seguro, que no lo pensa-rás por dos veces”. Tenía metido hasta los tuétanos que una obediencia en fe siempre acierta. “Oh témpora, oh mores”. […] Sin cualidades brillantes, supo hacer rendir a tope a los talentos reci-bidos del Señor. Duro y austero consigo mismo, era, también, exigente con los demás. No disimulaba su disgusto ante todo gesto de irrespon-sabilidad. Le gustaba que todos los hermanos arrimaran el hombro a la hora del esfuerzo, siendo él el primero en acudir al trabajo. Hasta en los últimos años, cuando ya arrastraba los pies y el parkinson ponía en danza sus manos, la firmeza de su carácter le hacía estar presente en los actos comunitarios.Poco efusivo en manifestaciones afectivas, era sin embargo extremada-mente fiel y sincero con quienes se le confiaban. Un hombre de fiar ple-namente. Sabía de secretos, y seguro que se los llevó consigo a la tumba.¡Cuánto hubiera gustado a San Francisco poder contar con una selva de tales frailes, que no conocen el”no” y saben prodigar el “si” en cons-tante olvido de sí mismos! En los últimos años, sus nervios se vieron algún tanto incontrolados. Era consciente de ello y, seguramente, fue la cruz de su ancianidad junto con el deterioro de sus facultades. En la Misa de sus Bodas de Oro sacerdotales pedía perdón a la Comunidad Parroquial por cuanto pudo haberles molestado con sus tonos de voz no siempre afinados. Era así de sincero consigo mismo.Al final quedó reducido casi a la postración total. Ante tales casos uno piensa: ¿no será la última prueba a la que Dios somete al hombre –la to-tal pobreza– para de “casi nada” hacer surgir al hombre transfigurado? Al ver que la gangrena avanzaba irreversible se le preguntó si estaba dispuesto a que le amputaran las dos piernas. Su respuesta fue escueta: “lo que diga el médico”. Hasta en ese trance final quiso ser obediente.

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El funeral fue muy concurrido por parte de los hermanos de la Provin-cia como de la feligresía parroquial, que le consideraba muy suyo por los valiosos servicios prestados durante los muchos años que ejerció de Coadjutor. Sobre todo se prodigó en la asidua asistencia al Confesiona-rio. Y los fieles supieron agradecérselo. No dudamos que su vida fue avalada con esas palabras del Señor: “Ya que has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu Señor”.

~ ABRIL 28 ~

En este día fallecieron: 1694 FRAY IGNACIO GUTIÉRREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1694 FRAY DIEGO DE SEVILLA: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1747 FRAY BERNARDINO CLEMENTE: Sacerdote. Falleció en Hu-mahuaca, Jujuy.

1757 FRAY FELIPE GANDÍA: Sacerdote. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1763 FRAY JOAQUÍN DE ASSUETO: Hermano laico. Falleció en el convento de Catamarca.

1788 FRAY MANUEL: Hermano laico. Escultor. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1802 FRAY CLEMENTE ORTÍZ: Sacerdote. Predicador general. Reli-gioso de vida ejemplar. Falleció en Calamuchita, provincia de Córdoba (Argentina), y fue sepultado en la capilla de San Ignacio.

1821 FRAY AGUSTÍN COLLANTES: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Catamarca.

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FRAY GUIDO DEPEDRI: Sacerdote. Memoria de su fallecimiento. Lle-gado para La Merced por el 1900, misionó entre los tobas en Tacaaglé, donde trabajó con tesón e inteligencia. Fue Prefecto de Misiones y fi-nalmente se secularizó.

1923 FRAY CARLOS RAMALLO: Sacerdote. Natural de Córdoba (Ar-gentina). Ex Definidor y predicador conventual. Tuvo una admirable paciencia y resignación a su larga enfermedad. Falleció en el convento de Córdoba, a los 83 años de edad, 65 de profesión religiosa y 60 de sacerdote.

1931 FRAY BUENAVENTURA ORDOÑEZ: Sacerdote. Natural de Río Cuarto (Argentina), y a cuyo colegio misionero perteneció. Falleció en el convento de Santa Fe, a los 67 años de edad, 50 de profesión religiosa y 47 de sacerdote. Después de pasar dos años en Jerusalén, se incorporó a nuestra Pro-vincia. Residió sucesivamente en los conventos de Mendoza, Córdoba y Santa Fe. En todas partes dejó recuerdos imborrables de su piedad y celo, y un ejemplo de virtudes que imitar, propios de una vida religiosa y sacerdotal abnegada.

~ ABRIL 29 ~

Nuestro memento de hoy sean para nuestros hermanos: 1655 FRAY LUIS DE LEÓN: Sacerdote. Falleció en el convento de San-tiago del Estero.

1670 FRAY JUAN DE HERRERA: Sacerdote. Falleció en Corrientes.

1672 FRAY FRANCISCO DE LA ROSA: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en Salta.

1674 FRAY MIGUEL DE AGUIRRE: Hermano laico. Falleció en el convento de Bueno Aires.

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1757 FRAY MIGUEL MONTI DI DEO: Sacerdote. Falleció en Buenos Aires.

1758 FRAY FRANCISCO YARA 154: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1798 FRAY LUIS PINO: Hermano laico. Maestro de escuela durante varios años. Falleció en el convento de Córdoba.

1871 FRAY LORENZO SISTA: Hermano laico. Falleció en Buenos Ai-res asistiendo a los enfermos de peste amarilla.

2009 FRAY AVELINO JUAN GIULIANI: Sacerdote. Nació en Recon-quista, Santa Fe. Falleció en el convento San Francisco Solano de Co-rrientes a los 87 años, 66 de Profesión religiosa y 60 de sacerdocio. Sus restos descansan en el panteón franciscano de Corrientes. Cursó los estudios de Filosofía y Teología en San Antonio de Padua, Buenos Aires. Hombre de vasta cultura, desempeñó diversos oficios como: Formador, Profesor, Secretario provincial, Secretario general del Obispado de Formosa. Buen orador, predicador de la Palabra de Dios, fue buscado especialmente para el ministerio de la reconciliación y el acompañamiento espiritual, ya que era también hombre de oración y contemplación. Escribió diversas obras, la mayoría en verso, aun en sus últimos años, cuando estaba casi ciego y continuaba leyendo ayudado de una lupa. Escribió la vida de su tío, el Padre Fr. Buenaventura Giu-liani, misionero que vivió y murió con fama de santidad. Sobrellevó pa-cientemente su última enfermedad, aguardando la venida del Señor.

~ ABRIL 30 ~

Los Hermanos de la Provincia recordamos piadosamente hoy a: 1711 FRAY JOSÉ DE VILLANUEVA: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Córdoba.


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1721 FRAY GUILLERMO MARTEL: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1837 FRAY JOSÉ ANTONIO PÉREZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Mendoza.

1843 FRAY ÁNGEL FERNÁNDEZ: Hermano laico. Falleció en Buenos Aires.

1843 FRAY JUAN GARRIDO: Hermano laico. Falleció en Arrecifes, provincia de Buenos Aires.

1845 FRAY FRANCISCO SEMILLERA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1852 FRAY ALBERTO SOTO: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1922 FRAY DOMINGO DELFINO: Oriundo de la diócesis de Cúneo, en Italia, se incorporó posteriormente al Colegio Apostólico de San Lorenzo. Allí fue Guardián y durante 20 años párroco. Falleció en el Sanatorio de Oliva provincia de Córdoba.

1969 FRAY FRANCISCO DE LA CRUZ MUGÜERZA: Obispo. Natural de Vicuña Mackenna, diócesis de Río Cuarto, provincia de Córdoba (Argentina). Falleció en el sanatorio “San Camilo” de Capital Federal, a los 48 años de edad, 30 de profesión religiosa, 23 de sacerdote, y 7 años y 7 meses de Obispo.

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“Nació en el seno de un hogar ejemplarmente cristiano el 23 de agosto de 1921. En marzo de 1934 ingresó al Postulantado en Paso de Rey, Mo-reno. De allí fue trasladado al convento de Córdoba, donde completó el bachillerato. El 1 de febrero de 1938 vistió el hábito de novicio en el tricentenario y celebérrimo convento de Catamarca, en el mismo novi-ciado en el que cumpliese el suyo el ángel del Episcopado Argentino, Fray Mamerto Esquiú. Tuvo como maestro de novicios a Fr. Antonio de Jesús Lobo, de quien se introdujo la Causa de Beatificación y quien afirmó que el P. Mugüerza era un hombre de mucha fe y un novicio ejemplar. Enviado a la recién inaugurada Casa de Estudios de San An-tonio de Padua, y luego de completar su año de Noviciado, hizo en este convento su Profesión de Votos Simples el 2 de febrero de 1939. El 24 de agosto de 1942, al día siguiente de cumplir los 21 años de edad, emitió la Profesión Solemne. También en Padua cursó brillantemente la Filosofía y la Teología, siendo ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1946 por Mons. Germiniano Esorto en la Capilla del Seminario Me-tropolitano de La Plata, y cantando su primera misa en la Nochebuena de ese año en la Iglesia Parroquial de su pueblo natal. En octubre de 1947 viajó a Roma, por mandato de sus superiores, para cursar el doc-torado en Filosofía en el Ateneo Antoniano, donde se distinguió por su espíritu de observancia y su acendrada contracción al estudio. Su tesis versó sobre “Los filósofos pesimistas”. Obtenido el título de Doctor en Filosofía, regresó al país en mayo de 1951, comenzando de inmediato sus tareas docentes en San Antonio de Padua, y dedicándose al mismo tiempo, con verdadero celo apostólico, al ministerio sacerdotal, como vicario cooperador de las Parroquias de San Antonio de Padua y de San Francisco de Paula, como asesor de los jóvenes de la Acción Ca-tólica, como confesor de varias comunidades religiosas y Director de la Asociación de Adoradores del Santísimo Sacramento. A principios de 1952 fue nombrado Prefecto de Estudios en la Provincia, y el 1 de junio de 1952 fue nombrado Primer Rector del Seminario de Adultos, creado por Fr. León Martinengo, el primero de ese tipo que se fundó en Argentina. Entre todas sus ocupaciones a la que le dedicó más em-peño y dedicación fue el Seminario de Adultos, que se convirtió en su obra predilecta y en la que se desarrolló una obra silenciosa pero

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profícua, en la formación de un buen número de sacerdotes francisca-nos, quienes hoy lloran a su padre, su maestro, su consejero y amigo. El 23 de enero de 1959 fue elegido Definidor Provincial y en enero de 1961, Secretario de la Delegación general de la Orden en el Río de la Plata. En todos esos cargos se destacó por su gran capacidad y espíri-tu amplio, conquistando a todos por su especial don de gentes y una enorme simpatía que irradiaba su persona. Durante el desempeño de los mismos le sorprendió la designación como primer Obispo de la diócesis recientemente creada de San Ramón de la Nueva Orán, en la Provincia de Salta. Preconizado el 12 de junio de 1961, fue consagrado Obispo el 24 de septiembre de 1961 por el Arzobispo de Salta Mons. Roberto J. Tavella asistido por los Obispos franciscanos Mons. Tomás Aspe y Mons. Pacífico Scozzina, realizándose la ceremonia en la Iglesia de San Antonio de Padua, en Buenos Aires. El sábado 21 de octubre de 1961 tomó posesión de la diócesis en un acto solemne al que asistie-ron autoridades eclesiásticas, civiles y militares de Salta. En su extensa diócesis lo vieron junto a los pozos de petróleo, en los surcos de los cañaverales, en las explotaciones de madera, así como en los centros educacionales, culturales, sociales, deportivos y obreros, en los hos-pitales y en las cárceles, pues el mismo obispo Mugüerza se preocupó por los problemas de sus fieles, al punto que llegó a ser sin buscarlo, la autoridad máxima indiscutida en la gran zona, cuya cabecera es la ciudad de Orán. Su preocupación por la atención de la diócesis y por las necesidades de sus fieles, se manifestó hasta último momento, pues desde el sanatorio mantuvo una constante correspondencia con el se-cretario de la Curia, con sus párrocos y muchos de sus fieles, y hasta hizo trasladar a Buenos Aires a un enfermo de su diócesis, a quien, por su gestión, lo operaron y le pusieron una pierna ortopédica gratuita-mente. Tanta solicitud pastoral y tan enorme caridad no podían menos que despertar un verdadero y entrañable amor de sus hijos hacia tan amado Padre y Pastor. Ese amor se puso de manifiesto, con evidencia irrefutable, en el multitudinario recibimiento que la feligresía dolorida y acongojada de todas las parroquias de la diócesis tributó a su gran Obispo cuando llegaron sus restos mortales a Orán. Si su pueblo lo amaba, nosotros lo admirábamos. La mejor semblanza que puedo ha-

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cer de él, es manifestar lo que su persona y su acción inspiraban en no-sotros. Todos lo queríamos, todos lo venerábamos, porque siendo un modelo de religioso y un sacerdote ejemplar, era al mismo tiempo, un buen hermano, un buen amigo, un buen compañero de todos, quien con su auténtico espíritu franciscano y su extraordinaria capacidad in-telectual, levantó a una gran altura el nivel de nuestra Provincia, en especial el de nuestra Casa de Estudios de San Antonio de Padua. La Provincia Franciscana de la Asunción de la Santísima Virgen del Río de la Plata, recordará por mucho tiempo su memoria, como la de uno de nuestros mejores frailes del presente siglo. Y de él podremos decir con justa razón aquellas palabras del oficio divino:”He aquí a un gran sa-cerdote, que en sus días agradó a Dios, y fue encontrado justo. He aquí a un gran sacerdote, que en el templo del Señor resplandeció como un sol refulgente. Dios lo amó y lo adornó con virtudes, lo vistió con la estola de la gloria y lo coronó en la puerta del paraíso. Mientras fue pontífice, no se dejó abatir, ni vencer, ni trepidó ante las dificultades del mundo, y ahora emigró al reino celestial. A las 3:25 horas del 30 de abril de 1969 falleció en el Sanatorio San Camilo de la Capital Federal, luego de edificar a todos con su total entrega a la voluntad del Señor y habiendo recibido la Santa Unción del Obispo de Formosa Mons. Pacífico Scozzina. El diario La Nación de Buenos Aires, en su edición del 2 de mayo dijo: “Fue un auténtico franciscano”. Nuestra Provincia ha perdido, con su deceso, a uno de los más sobresalientes religiosos que tuvo en el presente siglo” 155.

Fray Luis Cano

CRÓNICA DE LAS EXEQUIAS DE MONS. MUGUERZA“[…] según manifestaron las hermanas del Sanatorio San Camilo, ofre-ció todos sus dolores por los sacerdotes. Con pleno conocimiento y gran devoción rezó todas las oraciones para la encomendar su alma y recibir de manos de Mons. Pacífico Scozzina la Santa Unción. Amorta-jado según su voluntad, con el hábito de nuestro Padre San Francisco y con los pies descalzos. Solamente se le pusieron, como insignias epis-

155 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año I, n.° 3, (junio 1969), pp. 7-8.

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copales, el pectoral de madera que le había regalado SS. Juan XXIII, el anillo conciliar (obsequio de Pablo VI y el solideo). En la capilla del Sanatorio San Camilo estuvo el cadáver hasta las 11 horas donde se le celebró la primera misa de réquiem, las hermanas lo despidieron con cánticos litúrgicos. Trasladado al convento de San Francisco a las 11:30 horas fue velado en la sala del mismo, a donde concurrieron nume-rosos obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, hermanos Terciarios y fieles. A las 19 horas en la Basílica San Francisco, los frailes dominicos concelebraron una misa de cuerpo presente, asistiendo a la misma el nuncio Apostólico, el Arzobispo Coadjutor de Buenos Aires, Mons. Bo-namín y una multitud que colmaba el templo. El 1° de mayo a las 19 horas concelebró el Cardenal primado, asistido por sacerdotes fran-ciscanos, pronunciando la oración fúnebre Fray Rainerio Nieva. A las 10:30 horas se colocó en la ambulancia en que había de ser conducido hasta Orán, siendo acompañados sus restos por el Guardián de San Antonio de Padua, Fr. Julio Bunader. En Córdoba estuvo el cadáver desde las 22:30 horas hasta las 5:30 horas del día 2, en la Iglesia San Francisco, donde lo velaron religiosos de esa comunidad, varios fa-miliares y numerosos fieles. La siguiente escala se hizo en San Miguel de Tucumán, frente a la Iglesia San Francisco, y allí los religiosos del convento rezaron responsos. En San Pedro de Jujuy se pernoctó para continuar en las primeras horas del 3 hacia Orán. En la intersección de las rutas 34 y 50, cruce de Pichanal, esperó el paso de los restos una numerosa caravana de automóviles, en los que había sacerdotes fran-ciscanos y religiosas con niños de las escuelas y delegaciones de las asociaciones de la zona. Igualmente en el pueblo Hipólito Irigoyen se acrecentó la comitiva. Hombres en bicicletas, en motocicletas y a pie, acompañaban el cortejo, a cuyo paso numerosos obreros que trabaja-ban junto a la ruta se mostraron sumamente conmovidos al conocer la noticia del fallecimiento de Mons. Muguerza. Casi toda la ruta estaba ocupada de ambos lados por pobladores de la zona que esperaban el paso del cortejo para saludar por última vez al que fuera su padre en todos los momentos, tanto en los buenos como en los difíciles [...]. En la ciudad de Orán, a las 10 horas en punto, como estaba programado, se llegó a la entrada de la ciudad, donde aguardaban el Arzobispo de

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Salta Mons. Carlos Mariano Pérez, el Ministro Provincial Fr. Francisco Salgado, el Vicario Delegado de la Diócesis Fr. Juan Canali, el Visitador General Fr. Buenaventura Giuliani, el Comisario Delegado de Salta Fr. Raimundo Monfeli, el Jefe del Regimiento 20 de Tartagal Tte. Coronel Rodolfo Stiwuart, el Comandante de la Gendarmería, los intendentes municipales de Orán y de todas las comunas de la diócesis y una im-presionante y acongojada multitud. El Ministro Provincial y los otros religiosos de la Provincia Franciscana tomaron el ataúd y lo condu-jeron a pulso unos cincuenta metros hasta la carroza, en la que fue llevado hasta la Iglesia San Antonio, en cuyo atrio se cantó un respon-so solemne oficiado por el Arzobispo de Salta. Colocado nuevamente en la carroza, siguió el cortejo hasta la catedral, y se ofició una misa concelebrada por los párrocos de la diócesis, permaneciendo el féretro allí hasta la tarde. A las 17 horas en una amplia plataforma frente a la catedral se colocó el ataúd y se procedió a la concelebración presidida por el Arzobispo de Salta, acompañado por el Ministro Provincial Fr. Francisco Salgado, el Visitador General Fr. Buenaventura Giuliani, el Comisario de Salta Fr. Raimundo Monfeli, el Guardián de Tucumán Fr. Antonio Salgado, el Rector del Seminario Metropolitano de Salta y otros cinco sacerdotes. Después del Evangelio, el Arzobispo pronunció una sentida oración fúnebre, en la que destacó el espíritu apostólico de Mons. Mugüerza, reseñando su labor en el gobierno de la dióce-sis, haciendo notar su honda preocupación por los seminaristas de la diócesis. Estaban presentes autoridades provinciales y zonales, delega-ciones estudiantiles de los Departamentos de San Martín y Orán, enti-dades culturales, sociales, obreras y deportivas, cuerpos de Boy Scout, gauchos y una extraordinaria multitud de fieles. Finalizada la Misa, efectivos del Escuadrón Orán de Gendarmería Nacional le rindieron honores, e inmediatamente se inició una procesión alrededor de la Pla-za, llevando a pulso el ataúd” 156. Sus obras escritas 157.

156 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año I, n.º 3, (junio 1969), pp. 5-6.157 Cfr. Eduardo Bierzychudek, Catálogo de Impresos Franciscanos, Editorial Castañeda, Buenos Aires, (2012), p. 267.

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1974 FRAY GABRIL POSSENTI: Sacerdote. Nació en Italia. Falleció a los 70 años en Granadero Baigorría, donde se desempeñaba como vi-cario de la parroquia San Pedro. Ingresó a los Menores en San Lorenzo. Se ordenó a los 27 años. Trabajó con tesón en Formosa, Rosario y Barranqueras. En Barranqueras co-menzó las obras de la casa y del templo y fundó el Círculo de Obreros Católicos. En Corrientes escribió la historia de la Virgen de La Merced, entre otros escritos 158.

1996 FRAY MIGUEL ÁNGEL POCHO: Sacerdote.

158 Cfr. Eduardo Bierzychudek, Catálogo de Impresos Franciscanos, Editorial Castañeda, Buenos Aires, 2012, pp. 181-182.

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

MES DE MAYO

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necrología franciscana — mayo

~ MAYO 01 ~

En este día fallecieron: 1666 FRAY FRANCISCO SOSA: Sacerdote. Falleció en Jujuy.

1670 FRAY ALONSO ORTÍZ. Sacerdote. Falleció en Córdoba.

1703 FRAY FRANCISCO DE LA CRUZ: Sacerdote. Falleció en las mi-siones de Tibecuarí, Paraguay.

1707 FRAY JACINTO VÁSQUEZ DE MOLINA: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1739 FRAY FRANCISCO ACOSTA 159: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1740 FRAY JUAN DUARTE: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1746 FRAY JUAN ANTONIO DELGADO: Sacerdote. Fue Vice Provin-cial (1742-1743).

1807 FRAY IGNACIO CABRERA 160: Sacerdote. Falleció en Paraguay antes de hacerse cargo de la guardianía del convento de Corrientes.

1820 FRAY JASÉ OROSCO: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta. 1897 FRAY BERNARDO ARANA: Sacerdote. Oriundo de Vizcaya, Obispado de Calaborra. Casi ciego murió, a los 79 años, en San Loren-zo, cargado de méritos. Ingresó al Convento San Carlos a los 27 años, siendo su primer novicio de coro en 1845. Al año y ocho meses fue a Buenos Aires a recibir el presbiterado, cantando la primera misa en San Lorenzo el 25 de mayo


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de 1847. Junto con el Hno. sacerdote Gerónimo Marchetti, fundó la Misión de San Martín, después San Martín Norte, el 23 de junio de 1870. Allí permaneció por más de dos décadas, siendo el primer maes-tro de escuela y el más gran defensor de los derechos de los indígenas.

1976 FRAY PÍO KARADZOLE: Sacerdote. Alumno de la Provincia del Santísimo Redentor de Croacia. Perteneció como huésped en la Provincia por espacio de 20 años.

~ MAYO 02 ~

En la Provincia recordamos piadosamente hoy a nuestros hermanos: 1756 FRAY CLEMENTE ASTUDILLO: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Salta.

1765 FRAY FRANCISCO ZAPATA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1800 FRAY EUSEBIO GODOY: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1815 FRAY BERNARDINO ALBA: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1816 FRAY DOMINGO GUERRA 161: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

�� FRAY JOSÉ DALLORTO: Sacerdote. Memoria de su falle-cimiento. Del grupo fundador de la Merced. En 1861 fue Prefecto de Misiones y al cumplir el decenio regresó a Italia, donde falleció en día no determinado.


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1954 FRAY PABLO BARRAZA:

Sacerdote. Natural de San Martín, Diócesis y provincia de Mendoza. Enérgico, inteligente, estudió Letras en Roma. Se destacó en el domi-nio y en la enseñanza del latín. Guardián de Mendoza; Secretario de Provincia y Definidor provincial. Falleció en el convento de Mendoza a los 67 años de edad, después de haber soportado por muchos años una ceguera total; 46 de profesión religiosa y 38 de sacerdote.

1999 FRAY IGNACIO IGUARÁN BEOBIDE 162: Hijo de Alkiza, donde había nacido el 25 de noviembre de 1911. El domingo 2 de mayo, en el Centro Asistencial de Arrasate le llegó la muerte, a los 87 años.

Padres: Ramón y María Josefa.Pueblo de Nacimiento: Alkiza (Gipúzcoa)Fecha de nacimiento. 25 de noviembre de 1911Vestición: 24 de agosto de 1929.Profesión: 25 de agosto de 1930.Profesión Solemne: 25 de agosto de 1933.Ordenación Sacerdotal: 6 de marzo de 1938.

162 Cfr. Cantabria Franciscana, n.° 171, pp. 147-148.

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Cursó las humanidades en el Colegio de Arantzazu y siguió normal-mente el camino de nuestra formación hasta ser ordenado sacerdote el 6 de marzo de 1938. Su primer destino fue el Colegio Seráfico de Arántzazu, como profesor de latín y castellano, del 38 al 39. En una breve estancia en San Sebas-tián comenzó a brillar por sus cualidades oratorias; pero por un año más volvió al Colegio de Arantzazu. Del 41 al 43 fue morador del con-vento de Zarautz, donde le tocó predicar, en distintos lugares, misiones populares, novenas y fiestas, según la pastoral de aquellos tiempos. Fue también un buen director de Ejercicios Espirituales y de Retiros destinados a las religiosas y a los religiosos. Del 43 al 45 fue Maestro de los Coristas en Olite; le tocó bandear el delicado problema de la política, que dividía a los coristas, y lo hizo con serenidad y prudencia. Del 45 al 46 fue Guardián de Nájera; y del de La Aguilera, del 46 al 52. Fue entonces que se le destinó a América, donde iba a continuar su actividad apostólica por casi veinte años, en diversas regiones y enco-miendas. Pues en 1952 pasó a la Argentina, donde como Superior de la Fraternidad de Lanús y párroco de la iglesia correspondiente sobre-salió por las mejoras materiales y espirituales en la fraternidad y en la parroquia; a él se debió el cine “Nuestra Señora de Arántzazu”, que funcionó satisfactoriamente por varios años. Del 61 al 71 fue morador del convento de San Francisco de Cochabamba, en Bolivia; con la res-ponsabilidad de Guardián del 61 al 64, y la de Vicario del 64 al 71. El culto de la iglesia de San Francisco estuvo muy bien atendido durante su guardianato. El P. Iguarán sacaba tiempo para dar días de retiro a las religiosas o a la fraternidad cántabra de Copacabana. A él se debieron además im-portantes obras para el futuro de la Orden en Bolivia: levantó el nuevo Colegio Seráfico de Cochabamba, un edificio moderno de 3 pisos, con un patio muy amplio, con frontón, gimnasio y piscinas. Instaló tam-bién la granja avícola con varios miles de aves. Muchas fueron también las mejoras realizadas por él en el convento y en la iglesia de la ciudad; recuérdese que precisamente en este convento se alojó el Papa Juan Pablo II en su visita de 1988 a Bolivia. Pero ya no estaba allí entonces el P. Iguarán.

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Pues en 1971 dejó Bolivia para volver a la Provincia; y hasta 1974 fue morador de nuestra fraternidad de Santo Toribio de Liébana. Fue en 1974 cuando recibió el último cambio destino de su vida al ser enviado a la fraternidad de Arántzazu, donde permaneció hasta su muerte. Tra-bajó por algún tiempo en la administración de nuestras revistas: y por varios años fue también el encargado de las abejas. Además tomaba parte en la atención a las confesiones en el santuario hasta muy pocos años antes de su muerte. Así, poco a poco, con el avanzar de su edad el P. Iguarán había ido li-mitando sus actividades materiales. De suyo él había sido de los frailes que nuestra tradición conventual, con cierto humor, calificaba de “edi-ficantes”; pues tantas veces sus responsabilidades le habían llevado a edificar obras materiales en las casas por donde pasó. Pero en realidad era, como ahora suele decirse, un “todo terreno”: capaz de los servicios materiales, pero sin sacrificar la prioridad debida a la asistencia espi-ritual tanto de la gente como de los religiosos. Hombre un tanto serio por temperamento, ciertamente sabía tomar con seriedad sus compro-misos religiosos y pastorales; por lo que no es de extrañar que tantas veces se le confiaran puestos de responsabilidad. En las generaciones jóvenes sucesivas se contaba que fue él quien, siendo maestro de los coristas en Olite, inició la práctica de organizar los grupos para los pa-seos: cosa que después parece ‘divertía’ bastante a algún maestro ajus-tando sus combinaciones de quiénes con quiénes iban a salir juntos. En su ancianidad el P. Iguarán concelebraba todos los días en la Misa conventual de la mañana; así lo había hecho también el 29 de abril de 1999, día en que sufrió un ataque de hemiplejía en el refectorio durante la comida; el ataque le afectó la parte derecha del cuerpo, y quedó sin poder hablar más. El solemne funeral se celebró en el santuario al día siguiente, a las 5.30 de la tarde. Entre los numerosos concelebrantes estaba el Hno. Provincial, Juan Telesforo Zuriarrain. Su cuerpo quedó sepultado en el nicho 23. “Que nuestro Hermano Ignacio participe de la felicidad eterna de los santos y contemple el rostro glorioso de Cristo por los siglos de los siglos”.

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~ MAYO 03 ~

En este día fallecieron: 1674 FRAY ANTONIO CEBALLOS: Sacerdote.

1698 FRAY DIEGO NARVÁEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1791 FRAY ANTONIO SALAZAR: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1801 FRAY BARTOLOMÉ CALDERÓN: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Santa Fe.

1806 FRAY FRANCISCO ROJAS 163: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Caazapá.

1809 FRAY ALONSO ESPINOSA: Sacerdote. Falleció en la localidad de San Ignacio, provincia de Córdoba.

1825 FRAY JOSÉ HORTUNCA. Sacerdote. Falleció en la jurisdicción del convento de Catamarca.

1908 FRAY NICOLÁS METCALFE: Sacerdote. Nació en Exaltación de la Cruz, provincia de Buenos Aires. Falleció en San Francisco del Laishí a los 33 años de edad. Ingresó en el noviciado de San Lorenzo a los 16 años. Este sacerdote fue el promotor de la construcción del actual edificio de la Escuela San Carlos. Sus restos descansan en el panteón franciscano de Laishí.


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~ MAYO 04 ~

Recordemos hoy piadosamente ante el Señor a nuestros hermanos: 1694 FRAY IGNACIO ANTONIO PÉREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1724 FRAY RAMÓN DE BARCELONA 164: Sacerdote. Falleció en Para-guay.

1734 FRAY RAMÓN CARRANZA: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

1800 FRAY GONZALO RAMÍREZ: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1805 FRAY RAMÓN MIGUEL: Sacerdote. Falleció en la Reducción “El Espinillo”. 1807 FRAY ROQUE CASAL: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1881 FRAY CAYETANO CASÓN: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

~ MAYO 05 ~

En este día fallecieron: 1674 FRAY FRANCISCO VELÁSQUEZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.


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1701 FRAY ALONSO MONTIEL: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1705 FRAY DIEGO PAYBAR: Sacerdote. Definidor. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1707 FRAY JACINTO VÁSQUEZ: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1750 FRAY BARTOLOMÉ SANDOBAL: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1758 FRAY JAIME BAZÁN: Sacerdote. Falleció en el convento de Bue-nos Aires.

1800 FRAY JOSÉ IGNACIO GABRIEL: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1802 FRAY JOSÉ IGNACIO CARBONEL 165: Sacerdote. Noticia de su fallecimiento.

1862 FRAY MIGUEL FERREYRA: Sacerdote. Natural de Catamarca (Argentina). Falleció en Catamarca a los 54 años de edad, 32 de profe-sión religiosa, y 30 de sacerdote. Como Guardián de ese convento concluyó las obras del noviciado. También a él se debe la construcción de la capilla de honor de Nuestra Sra. de la Candelaria en la “Chacarita de los Padres”. Este religioso recoleto, fue el primer Guardián del convento como alumno del mismo bajo el magisterio del Hno. Archeverroa.

1871 FRAY ANTONIO CIANZZIS: Sacerdote. Maestro de novicios. Falleció en el convento de Buenos Aires, en plena labor apostólica asistiendo a los apestados de fiebre amarilla.


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1892 FRAY MARIANO DEL NEGRO: Sacerdote. Falleció en el con-vento San Francisco Solano de Río Cuarto.

1995 FRAY PABLO MARIA KAIRALAH: Nació en Villa Robles 166 (San-tiago del Estero) el 25 de noviembre de 1928. Sus restos descansan en Corrientes, ciudad donde falleció a los 66 años. El Señor lo miró a los ojos y Reimundo del Valle, respondió, llegando al Convento San Carlos de San Lorenzo en plena juventud. El 31 de marzo de 1952 emitió su Profesión Temporal, la Solemne el 4 de octu-bre de 1955. Ordenado sacerdote dos años después, siempre se desta-có por un gran entusiasmo apostólico, especialmente en organizar la catequesis y las misiones parroquiales, así como alentado muchas ex-presiones de piedad popular y mariana, tales como los pesebres y vía crucis vivientes, el mes de María, el rosario de la aurora, las visitas y las carrozas de la Virgen en los barrios. Varios periodos fue Guardián y Párroco de San Lorenzo, la Merced (Corrientes) y Clorinda (Formosa), y en dos períodos Pro vicario. Trabajó en las escuelas San Carlos y San-ta Mónica; y durante 13 años dirigió la misa radial desde la Merced. Fue párroco desde 1960 a 1969. En 1970 estuvo en Italia y luego en Je-rusalén en donde pasó cuatro años. Clorinda será su última tarea como párroco y en Laishí pasará sus últimos años, hasta que fue trasladado a la Merced, en Corrientes. Siempre anheló ir a los países de misión, especialmente a la U.R.S.S. logrando realizar un breve servicio pastoral de 6 años en la Custodia de Tierra Santa.

~ MAYO 06 ~

Recordamos piadosamente hoy ante el Señor a nuestros Hermanos: 1701 FRAY PEDRO HERRERA: Sacerdote.

166 La necrología de la ex Provincia de San Miguel Arcángel lo da por nacido en Castelli (Chaco).

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1715 FRAY SEBASTIÁN RAMÍREZ: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Itapé.

1732 FRAY JUAN DE MIRANDA: Sacerdote. Falleció en el viaje de Salta a Tucumán.

1750 FRAY PEDRO VILLAVERDE: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1768 FRAY IGNACIO NASCENTE: Sacerdote.

1805 FRAY ANTONIO REYES: Sacerdote. Falleció en el convento de Jujuy.

1872 FRAY AMBROSIO MEDINA: Sacerdote. Natural de Tucumán (Argentina). Falleció en el convento de Corrientes.

1874 FRAY JOSÉ IGNACIO VEGA: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

~ MAYO 07 ~

En este día fallecieron: 1655 FRAY GABRIEL RUBIO: Hermano laico.

1656 FRAY ROQUE DE BALCASÁN: Sacerdote. Memoria de haber fallecido en Lima.

1746 FRAY FRANCISCO GALVÁN 167: Sacerdote.

1793 FRAY MIGUEL FERREYRA: Sacerdote. Falleció en San Antonio de Areco, Provincia de Buenos Aires.

167 Cfr. Archivo del convento San Francisco de Buenos Aires.

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1805 FRAY JOSÉ LINARES: Hermano laico. Falleció en el convento de Tucumán.

1919 FRAY AGUSTÍN BENGOA: Sacerdote, de origen vascuence. Era hijo de la Provincia de los Doce Apóstoles del Perú, y hacía cinco años que estaba incorporado a la Provincia de San Miguel. Su deceso ocu-rrió en Rosario.

1971 FRAY ANTONIO AUZMENDI DORRONSORO 168: Sacerdote. Vino a este mundo en Lezo (Guipúzcoa). Su deceso ocurrió en San Se-bastián, dejando admirables ejemplos de resignación y de disponibili-dad, el 7 de mayo de 1971. Nadie iba a sospechar que en un físico algo disminuido y medio enfer-mizo, bulliese un espíritu misionero de tan elevados quilates. Eso fue nuestro P. Antonio. Profesó en la Orden el 5 de agosto de 1936, recién comenzaba la Guerra Civil española, ordenándose de sacerdote el 12 de diciembre de 1942. Le vemos integrado después de haberse recibido de sacerdote, de familia en el convento de La Aguilera, y en alguno otro más, dedicado al ministerio de rutina, con el empuje propio de los años jóvenes. Sin saber cómo, le vemos poco después en nuestra Parro-quia de Lanús Oeste (Argentina) en 1951, en una actitud de entera dis-ponibilidad. Su vocación de misionero, empero, no se veía satisfecha en una urbe cosmopolita, sino que dirigía su mirada hacia el Paraguay, donde encontraría un campo más abonado y mejor dispuesto para la siembra de la Palabra de Dios, regada con la práctica de sus virtudes. Llegó, pues, a pisar tierra paraguaya el 6 de diciembre de 1952. Al-guien escribió de él al enterarse de su llegada, que “venía con el carcajo repleto de ilusiones, y decidido a apuntar muy alto en el ministerio de las almas” y ciertamente que fue lejos en sus anhelos misioneros de prodigar bondades a los pequeños y necesitados, repartir consuelos a los afligidos, y templar los espíritus atribuidos con su consejo sano y oportuno. Sencillo y afable, a la vez, con chicos y grandes, era un


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gigante del Evangelio en un cuerpo frágil y delicado. El Señor lo dotó, por otra parte, de unas prerrogativas nada comunes: una voz timbra-da de tenor, delicado músico, destacado predicador y prudente direc-tor de almas. Con frecuencia era solicitado para predicar en las fiestas patronales de la campaña paraguaya, dirigir Retiros en los colegios y poner una chispa de humor y de aliento “a cuantos se le acercaban. Su alegría y euforia contagiada, a la verdad, a todos cuantos le trataban. Estuvo en Asunción al frente de varias Asociaciones, y como Director del Colegio Fr. Luis Bolaños, que los desempeñó con mucha acepta-ción y altura. Fue llamado como predicador cualificado a la gran Mi-sión de Buenos Aires que se llevó a cabo en 1960, y luego formó parte del grupo de misioneros volantes que recorrieron gran parte de países sudamericanos. Más digno en él de admirar este esfuerzo misionero, teniendo en cuenta sus dolores físicos y casi su perenne jaqueca que pocas veces lo dejaba, sino era tomando calmantes. Este malestar constante iba necesariamente minando su salud, hasta que se vio obligado a regresar a la Provincia para tratar de mejorarla. Pero eran los designios de Dios librarle, todavía en la plenitud de sus años, de las ataduras de la carne y retribuirle con el galardón eterno de sus elegidos. El Paraguay, donde gastó sus mejores energías durante diez años de misionero, lo recuerdan todavía con vivo agradecimiento al que pasó por su suelo haciendo el bien y repartiendo bondades.

~ MAYO 08 ~

Recordemos piadosamente hoy ante el Señor a nuestros hermanos: 1740 FRAY ALONSO RODRÍGUEZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1756 FRAY MANUEL SANTA ROSA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Jujuy.

1775 FRAY FERNANDO CREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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1794 FRAY LAUREANO TEJERINA: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Jujuy.

1820 FRAY VICENTE ÁLVAREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1828 FRAY MANUEL CREMA 169: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1842 FRAY ÁNGEL RODRÍGUEZ: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1907 FRAY ANTONIO GATTI

2007 FRAY GUILLERMO JOSÉ ALARCÓN: nació el 30 de septiembre de 1918. Falleció en Corrientes y sus restos descansas en el panteón Franciscano de esta ciudad. Emitió su Primera Profesión el 8 de enero de 1944, su Profesión Solem-ne el 21 de enero de 1947 y fue ordenado sacerdote en 25 de octubre de 1950. Prestó servicios pastorales en la capilla Santa Teresita de Re-sistencia, durante muchos años. Se destacó por su sentido del humor y tenía un cuento para cada ocasión.

~ MAYO 09 ~

En este día fallecieron: 1787 FRAY FELIPE GANDIA: Sacerdote. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1791 FRAY AGUSTÍN AGUIRRE: Sacerdote. Falleció en el convento de Catamarca.


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1805 FRAY RAMÓN MIGUEL: Sacerdote. Natural de Legaria, dióce-sis de Pamplona. Fue uno de los trece fundadores del Colegio Apos-tólico San Carlos, donde ocupó la segunda guardianía. Su última enfermedad lo encontró misionando entre los mocovíes de Espín. Fallecido a los 57 años.

1900 FRAY ESTANISLAO BATIGPALIA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

~ MAYO 10 ~

Nuestro piadoso memento sea hoy para nuestros hermanos: 1721 FRAY TOMÁS ELIZONDO: Sacerdote.

1742 FRAY ROQUE DE SANTA BÁRBARA: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1800 FRAY NICOLÁS PALACIO: Sacerdote. Ministro provincial. Fa-lleció en el convento de Buenos Aires.

1817 FRAY CLAUDIO HENESTROSCA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Jujuy.

1832 FRAY JUAN ELGUERA: Hermano laico.

1860 FRAY JOSÉ BASADA: Sacerdote. Falleció en el convento de Bue-nos Aires.

�� FRAY AGUSTÍN BERTACCA: memoria de su fallecimiento. Ya sacerdote vino en 1862 para el Hospicio de la Merced. Fue párroco y predicador durante 15 años y luego regresó a Italia.

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~ MAYO 11 ~

En la Provincia recordamos piadosamente en este día a nuestros her-manos: 1757 FRAY FRANCISCO LEYES: Hermano laico.

1787 FRAY URBINO AFORT: Sacerdote. Falleció en Montevideo, Uru-guay.

1842 FRAY TOMÁS DE LOS DOLORES VIANA: Hermano laico. Este hermano cuyas dotes y virtudes estuvieron reflejadas en su labor educacional, ejerció por varios años la docencia en las escuelas pri-marias de la universidad y de nuestro convento de Córdoba en el que falleció.

1935 FRAY JOSÉ MARÍA BOTTARO Y HERS: Sacerdote. Natural del Rincón de San Pedro, provincia de Buenos Aires. Falleció santamente en la sede Arzobispal, a los 76 años de edad, 53 de profesión religiosa, 49 de sacerdote y 8 años y siete meses de Obispo.

Religioso ejemplar por su talento y aplicación, y más que todo por su piadosa modestia y obediencia, austeridad y sencillez, prudencia y laboriosidad. En todas partes dejó huellas profundas de su acción

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indeficiente como religioso, como educador, formador, profesor como sacerdote celoso y prelado dentro y fuera de la Orden. En los conven-tos de Buenos Aires y Córdoba dictó las cátedras de Filosofía, Teología Dogmática y Derecho Canónico. Escribió varios trabajos sobre ascética y derecho regular. En 1899 fundó en Buenos Aires la revista mensual “El Terciario Franciscano” y “El Plata Seráfico”, que se publicó duran-te más de cincuenta años. Fue maestro de novicios en el convento de Buenos Aires y de estudiantes en el convento de Córdoba; Vicario de la Casa en el convento de Buenos Aires; Guardián del mismo convento tres veces, y una vez, respectivamente, en los conventos de Santa Fe, y de Aarón Castellanos; Definidor de la Provincia en varios períodos y Custodio en un periodo; fue Ministro provincial en tres períodos, pues debió renunciar para aceptar el Arzobispado de Buenos Aires, Visitador general en Chile y Perú en tres oportunidades, ejerciendo igual función por única vez en el Ecuador. Definidor general dos ve-ces en 1905 y 1911 respectivamente, esta última por decreto de la San-ta Sede. Desde Roma fue enviado como Delegado general a México, donde también desempeñó una misión que le confió el Sumo Pontífice San Pio X. Su Santidad Pio XI lo preconizó Arzobispo de Buenos Aires el 9 de septiembre de 1926, ocupando el quinto lugar en la serie de metropolitanos bonaerenses. Tomó posesión del gobierno de la Arqui-diócesis el 2 de diciembre de 1926 y el 5 de diciembre fue consagrado Obispo en la Iglesia de San Francisco de Buenos Aires. Al frente de la arquidiócesis realizó un gobierno de Paz y Bien de acuerdo al lema que se propuso en su escudo, y según lo anunció al clero de la arquidiócesis en su primera carta pastoral. Fue el que iniciara las gestiones para la celebración del xxxii Congreso Eucarístico Internacional que se celebró en Buenos Aires en el año 1934. Sus escritos son numerosos, entre ellos podemos contar 170.

170 Cfr. Eduardo Bierzychudek, Catálogo de Impresos Franciscanos. Ediciones Castañeda. Buenos Aires, 2012, pp. 200-201.

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~ MAYO 12 ~

En este día fallecieron: 1667 FRAY FRANCISCO DÍAZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1760 FRAY JUAN GUALBERTO: Hermano estudiante. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1761 FRAY MATEO HORTELANO: Hermano laico. Falleció en el con-vento Recoleto del Pilar de Buenos Aires.

1784 FRAY JOSÉ IGNACIO TEJEDOR: Sacerdote. Falleció en el con-vento de La Rioja.

1819 FRAY ANTONIO NIETO: Hermano laico. Fue uno de los trece fundadores del Colegio Apostólico San Carlos. Había ingresado a la Orden a los 33 años en Pamplona. En 1781 fue al Colegio Apostólico de Olite, donde vino con los demás compañeros para establecer la fundación. Sus restos descansan en San Lorenzo.

1832 FRAY FRANCISCO DE PAULA CASTAÑEDA: Sacerdote. Nació en Buenos Aires. El Padre Castañeda falleció en la “Bajada del Paraná”, provincia de Santa Fe, a los 56 años de edad, 38 de profesión religiosa y 34 de sacerdote. “Muy joven ingresó al convento de San Francisco de su ciudad natal donde hizo su noviciado e inició los estudios eclesiásticos. Se distin-guió por la claridad de su inteligencia, dedicación al estudio y conduc-ta intachable. Concluyó sus estudios en Córdoba donde fue ordenado sacerdote. Por espacio de algunos años enseñó Filosofía en la Universi-dad de Córdoba. En el convento Recoleto de Buenos Aires se consagró a la vida religiosa, pero sin abandonar sus trabajos intelectuales y dirigió la escuela pública del convento. Con motivo de las invasiones inglesas, predicó el Panegírico de la Reconquista (1806) y el Panegírico de la De-fensa (1807), ambos sermones los pronunció en la Catedral de Buenos

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Aires. En 1810 se pone decididamente de parte de la Revolución de Mayo a la que llama “nuestra justa y santa causa”. También le cupo la predicación del Panegírico de “la Revolución del 25 de Mayo de 1810” y del discurso en la inauguración en la Academia de Dibujo. Educador por vocación y por patriotismo al P. Castañeda con toda justicia se le puede llamar “sembrador de escuelas” Además de la Academia de Di-bujo de la ciudad de Buenos Aires, creó escuelas en Ranchos y Kaquel Huincul, provincia de Buenos Aires; en Rincón de San José prov. de Santa Fe; en Paraná y en San José de San Feliciano, prov. de Entre Ríos. Y a todas las entregó al Estado. Fue el primero entre nosotros a quien se le ocurrió utilizar el periodismo para combatir políticamente por ideas, sin intereses espúreos. Sin buscarlo, se constituyó en el creador del pe-riodismo de lucha en la Argentina. Fundó y publicó al mismo tiempo hasta ocho periódicos, en los que era director, redactor, corrector de pruebas, distribuidor, etc. Sus periódicos eran cátedra para la enseñan-za de la verdad y tribuna para propender al bien común, pero también le servían para señalar a quienes propalaban mentiras o hacían mal las cosas en el gobierno o fuera de él, y los atacaba con energía y va-lientemente. No se aminoró por nada. Padeció persecuciones, cárcel y varios destierros y aun desterrado, siguió luchando por el bien de la Patria y enviando al mismo gobierno que lo había desterrado, proyec-tos progresistas para levantar escuelas e industrias en los lugares de su destierro. Escribió algunos libros, entre otros, “El alma de los brutos” (1802) y la “Vida del Obispo Azamor (1803). El gran historiador Jesuita P. Guillermo Furlong dejó escrito un extenso trabajo sobre el P. Casta-ñeda, en vías de publicarse. El mismo autor, en su libro “Historia social y cultural del Río de la Plata”, pondera al P. Castañeda como al hombre más inteligente y docto y al eclesiástico más fiel a la doctrina católica que hubo al comienzos del siglo XIX. Sus restos fueron traídos a Buenos Aires el 28 de julio de 1832. Luego de un funeral en la Iglesia de San Francisco, fueron sepultados en el mausoleo del convento franciscano, hablando en esa oportunidad el General Lucio Mancilla, quien “haciéndose intérprete del sentimiento del pueblo de Buenos Aires, señaló la gratitud y al ejemplo de la poste-ridad los esfuerzos y las virtudes del Fray Francisco Castañeda”.

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[“En 1833 el P. Fray Nicolás Aldazor, después Obispo de Cuyo, publicó en Buenos Aires su Elogio fúnebre del M. R. P. Fray Francisco Castañe-da. Esta es la primera biografía publicada del P. Castañeda. No la he leí-do y solo tuve conocimiento de ella por citas hechas en la obra de Adol-fo Saldías, quien en 1907 publicó, también en Buenos Aires, su Vida y escritos del P. Castañeda (34 páginas). Cuarenta años después, en 1948, aparece en Buenos Aires el libro de Arturo Capdevila El P. Castañeda, aquel de la santa furia, que había sido publicado quince años antes en España con el título “La santa furia del Padre Castañeda” (210 páginas). Nació en la ciudad de Buenos Aires en 1776. Fue su padre un honrado comerciante andaluz y su madre una porteña, que formaron un hogar cristiano y educaron a sus hijos en la fe y en las buenas costumbres. Muy joven ingresó al convento de San Francisco en su ciudad natal como aspirante al sacerdocio y allí hizo su noviciado y empezó los estudios eclesiásticos. Tanto se distinguió por la claridad de su inteli-gencia y su dedicaci6n al estudio así como por su conducta intachable, que sus superiores lo enviaron al convento de Córdoba para que allí continuara sus estudios, con miras a que luego pasara a ser profesor en la Universidad, que entonces dirigían los franciscanos. Viajó a Cór-doba a principios de 1798 y allí terminó su carrera, siendo ordenado sacerdote en 1800 por Mons. Moscoso. Concluida su brillante carrera y en vista de su gran capacidad, sus su-periores le ordenaron presentarse a oposición para la cátedra de Filo-sofía en la Universidad y la ganó. Allá publicó entonces sus libros “El alma de los brutos” (1802) y “La Vida del obispo Azamor” (1803) y se destacó como orador sagrado. Pocos años enseñó en la Universidad de Córdoba. Regresó a Buenos Aires, al convento de San Francisco, y a escasos días de su llegada lo trasladaron a la Recoleta del Pilar en las afueras de la ciudad, donde hoy está el cementerio de la Recoleta. Allí se consagró a la vida reco-leta, pero sin abandonar sus trabajos intelectuales, y dirigió la escuela pública del convento, que, gracias a él, adquirió más prestigio y vio aumentado el número de sus alumnos. Desde 1806, con las invasiones inglesas, comienza a notarse la actua-ción patriótica del P. Castañeda. Interviene en ellas asistiendo espiritual

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y materialmente a los patriotas en su lucha contra el invasor y cuando el Cabildo de la ciudad de Buenos Aires hace celebrar una misa en ac-ción de gracias por el triunfo contra los ingleses, le encargan a él el ser-món de circunstancias, que luego publica con el título “Panegírico de la Reconquista” (1806). Otro tanto ocurre al año siguiente con la segunda invasión inglesa, en que también publica su “Panegírico de la Defensa” (1807). Pronunció ambos sermones en la Catedral de Buenos Aires. En 1815 nadie entre los eclesiásticos más prominentes, ni siquiera el prócer Deán Funes, se atrevió a hablar en la Catedral de Buenos Aires para el 25 de Mayo, pues el rey Fernando VII había vuelto al trono de España. Cuando acudieron al P. Castañeda para que predicara en tal ocasión, dio una contestación que se hizo famosa: “Señor Alcalde, aunque sea en la punta de una lanza haré la pública profesión de mi fe política”. También se publicó este sermón con el título “Panegírico de la Revolución del 25 de Mayo de 1810”, Buenos Aires, 1815. Ese mismo año pronunció el 10 de agosto otro discurso famoso en la inauguración de la Academia de Dibujo, por él creada, y que se publicó bajo el titulo “Discurso en la inauguración de la Academia de Dibujo”, Buenos Aires, 1815. En Córdoba se había dedicado a la enseñanza en la Universidad. En la Recoleta del Pilar, en las afueras de Buenos Aires, se consagró de lleno a la enseñanza de la niñez. Y pronto cundió su fama en Buenos Aires como excelente educador. En el Archivo General de Indias de Sevilla hay un documento de 1817 que lo prueba. Es un informe de un agen-te secreto del rey que dice del P. Castañeda: “Fraile franciscano muy estimado en Buenos Aires por su carácter benéfico y sus servicios a la educación pública”. Ese informe de 1817 podía hablar de educación pública, pues ya había fundado el P. Castañeda en 1815 su célebre Academia de Dibujo, que fun-cionó en el local del antiguo Consulado, donde hoy está el Banco de la Provincia de Buenos Aires, en la esquina de San Martin y Bartolomé Mitre. Castañeda convirtió en realidad el sueño de Belgrano. Castañeda era educador por vocación y por patriotismo. El creía que la mejor forma de hacer una gran nación era educando a sus habitantes. En esto se anticipó a todos los que luego repitieron esta verdad entre nosotros.

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"Fue el creador de la escuela pública en la Argentina". Hasta que apa-reció Castañeda, en nuestro país toda la educación era privada y casi el 95 % de la misma la impartía la Iglesia Católica por medio de las Órde-nes religiosas. Había también algunas escuelas dirigidas por maestros laicos, que no pasaban de un 5 % en todo el país, pero no existía la escuela estatal. Castañeda cree que el estado tiene obligación de sostener la educación del pueblo y empieza a fundar escuelas y las entrega al estado. Son curiosas las circunstancias en que se desarrollan estas creaciones del P. Castañeda. Por sus luchas periodísticas, a las que luego me re-feriré, Castañeda es desterrado de Buenos Aires varias veces por el gobierno. El va a su destierro y desde allá envía informes y memorias al mismo gobierno que lo desterró, sobre las necesidades espirituales y materiales del lugar donde se encuentra y comunica la creación de una escuela, que entrega al mismo gobierno a quien él atacó en sus periódicos. Esta es la grandeza de espíritu de ese gran educador que fue el P. Cas-tañeda. Arturo Capdevila escribió: “De suerte que allá en el principio de las cosas de la enseñanza argentina, ¿no fue Sarmiento?... Ya se ve que no. En el principio, en el alba de la Patria, fue Fray Francisco de Paula Cas-tañeda” (“El P. Castañeda, aquel de la santa furia”, Colección Austral, Buenos Aires, 1948, p. 28). Además de la Academia de Dibujo de la ciudad de Buenos Aires, creó escuelas en Ranchos y Kaquel Huincul, provincia de Buenos Aires, en Rincón de San José, provincia de Santa Fe, en Paraná y en San José de San Feliciano, provincia de Entre Ríos. Y todas las entregó al estado. Con toda justicia se puede llamar a Castañeda sembrador de escuelas, o si se prefiere, precursor de la enseñanza oficial en el país. Adolfo Saldías dice del P. Castañeda: “El fue quien creó en Buenos Aires ese poder que se llama la prensa, como que por él y contra él, principalmente, se sancionaron las leyes sobre la libertad de impren-ta que han prevalecido más de sesenta años” (“Vida y escritos del P. Castañeda”, de Arnoldo Hoen y Hermano, editores, Buenos Aires, 1907, p. 9).

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En efecto, Castañeda fue el primer entre nosotros a quien se le ocu-rrió utilizar el periodismo para combatir políticamente por ideas. Por ideas, no por intereses y se constituyó, sin buscarlo, en el creador del periodismo de lucha en la Argentina. Ese era el P. Castañeda. Un gran educador y un gran luchador por la causa de la Patria, que, si atacó en sus periódicos a muchos hombres, también supo tenderles la mano y ayudarlos cuando tuvieron nece-sidad de él esto último lo hacía en silencio y como a escondidas para que ninguno se sintiera humillado al verse favorecido por el mismo que antes lo había atacado. Ese era el P. Castañeda, un auténtico fraile franciscano. El 31 de marzo de 1832 “El Lucero” de Buenos Aires, publica una nota necrológica muy elogiosa del P. Castañeda, que había muerto unos días antes en Paraná. Pero no consigna la fecha exacta de la muerte. Sus restos fueron traídos a Buenos Aires el 28 de julio de dicho año y, luego de un funeral en la iglesia de San Francisco, en el que predicó el P. Nicolás Aldazor, fueron sepultados en el mausoleo del convento franciscano, hablando en esa oportunidad el General Lucio Mansilla, quien “haciéndose intérprete del sentimiento del pueblo de Buenos Ai-res, señaló a la gratitud y al ejemplo de la posteridad, los esfuerzos y las virtudes de Fray Francisco Castañeda”. A 150 años de su muerte es justo rendirle un homenaje de gratitud” 171.

Fray Luis Cano

BIBLIOGRAFIA DEL PADRE CASTAÑEDA 1. El alma de los brutos, Córdoba, 1802. 2. Vida del obispo Azamor, Córdoba, 1803. 3. Panegírico de la Reconquista, Buenos Aires, 1806. 4. Panegírico de la Defensa, Buenos Aires, 1807. 5. Panegírico de la Revoluci6n del 25 de Mayo de 1810, Buenos Aires, 1815. 6. Discurso en la inauguración de la Academia de dibujo, Buenos Ai-res, 1815.

171 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XIV, n.º 85 (marzo/abril 1982), pp. 12-16.

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7. La mejor revolución insinuada en los sagrados libros para instruc-ción de los políticos inespertos, Buenos Aires, 1818. 8. Primera amonestación a El Americano, Buenos Aires, 1819. 9. Segunda amonestación a El Americano, Buenos Aires, 1819. 10. Suplemento a la Segunda amonestación, Buenos Aires, 1819. 11. Tercera amonestación al muy R.P. Fray Americano, Buenos Aires, 1819. 12. Suplemento a la tercera amonestación, Buenos Aires, 1819. 13. Primera amonestación a don Juan de la Cruz Varela, Buenos Aires, 1819. 14. Desengañador gauchi-político, federi-montonero, chacuaco-orien-tal, choti-protector, puti-republicador de todos los hombres de bien que viven y mueren descuidarlos en el siglo diez y nueve de nuestra era cristiana, Buenos Aires, 1820-1822. 15. Paralipomenón al suplemento del Teofilantrópico, Buenos Aires, 1820-1822. 16. Despertador Teofilantrópico-Místico-Político, Buenos Aires, 1820..17. Suplemento al Despertador Teofilantrópico, Buenos Aires. 18. Defensor del Teofilantrópico-Místico-Político, Buenos Aires. 19. El Amante del bien público a los habitantes del sud, Buenos Aires. 20. Doña Maria Retazos, de varios autores trasladados... y desengaño de los fi1ósofos incrédulos que al descuido y con cuidado nos han fe-derado en el año veinte del siglo diez y nueve de nuestra era cristiana, Buenos Aires, 1821-1822. 21. Eu nao me meto con inguen, Buenos Aires, 1821. 22. Matrona Comendadora de los cuatro periodistas, Buenos Aires” 1821-1822. 23. El Padre Castañeda, Buenos Aires, 1822. 24. La guardia vendida por el centinela y la traición descubierta por el oficia1 de día, Buenos Aires, 1822. 25. La verdad desnuda, Buenos Aires, 1822. 26. Derechos del hombre, o discursos histórico-místico-político...sobre principios del derecho público, Córdoba, 1825-1826. 27. El Santafecino a las otras provincias de la antigua unión...rápido engrandecimiento del Gran Chaco - Obras póstumas... murieron de retención de palabras. Prospectos. Santa Fe, 1825.

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28. Vete portugu6s que aqu1 no es, Santa Fe, 1828. 29. Ven portugués que aquí es, Santa Fe, 1828. 30. Buenos Aires cautiva y la Naci6n Argentina decapitada a nombre y ...del nuevo Catilina Juan Lavalle, Santa Fe, 1828.

~ MAYO 13 ~

Nuestro piadoso memento sea hoy para nuestros hermanos: 1676 FRAY JUAN GABRIEL DE VALENCIA 172: Sacerdote. Falleció en Paraguay. Lector en Sagrada Teología y Comisario de Tierra Santa en nuestra Pro-vincia. Siendo secretario del Ministro provincial Fray Juan de Garay, y mediante el poder del mismo, recibió una donación de dos cuadras de te-rreno en Valle Viejo, Catamarca; que había donado Doña María de Tapia el 4 de febrero de 1653 para la fundación del convento de San Francisco.

1756 FRAY FRANCISCO BAIGORRI: Sacerdote. Falleció en el con-vento de La Rioja.

1798 FRAY FRANCISCO JAVIER VACA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de la Recolección de San Pedro, Buenos Aires.

1943 FRAY ALEJANDRO MARECHAL: Sacerdote. Natural de la ciu-dad de Córdoba, arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el convento de la ciudad de Mendoza, a los 62 años de edad, 35 de profesión religiosa y 27 de sacerdote. Inteligente y laborioso, gran parte de su vida sacerdotal estuvo dedi-cada a la educación de la juventud, ya formando vocaciones para la vida religiosa, en el colegio seráfico de Córdoba; ya como director del colegio San Buenaventura de Mendoza en dónde actuó más de diecio-cho años elevándolo al nivel de enseñanza secundaria. Infatigable fue

172 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p.p. 215.

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el cumplimiento de su deber. Fue Definidor provincial; Custodio de la Provincia. Su dedicación a la docencia y su abnegado desinterés en este apostolado lo llevó a alcanzar el más alto precio de quienes fueron sus alumnos, amigos y cooperadores en la alta labor educacional. En el colegio de Mendoza hizo construir el salón que hoy lleva su nombre y fundó la biblioteca “Fray Benito Lamas”.

~ MAYO 14 ~

En este día fallecieron: 1672 FRAY JUAN ESPINAL: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1729 FRAY ESTEBAN MÉNDEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1750 FRAY BARTOLOMÉ GARCÍA: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Tucumán.

1751 FRAY ANTONIO RIVAS: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1764 FRAY NARCISO PERALTA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1810 FRAY MIGUEL DE JESÚS: Hermano laico. Fue maestro de es-cuela por muchos años en varios conventos.

1886 FRAY FERNANDO SALVATORI: Falleció en el Colegio Apostóli-co de Río Cuarto en 1886.

2008 FRAY ÁNGEL ARZELUS ESNAOLA: Nació en Azpeitia el 1 de marzo de 1937. Falleció en Zarauz (España) el 14 de mayo.

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Este religioso vivió mucho tiempo en nuestro país y se destacó como capellán del leprocomio de Sapucái. “Talante de buen hombre, encar-naba muchas cualidades franciscanas como la alegría, la bondad, la sencillez, la servicialidad, el trabajo, la oración...Nos ha mostrado una vida espontánea y natural. Siendo su director trabajó intensamente para no hacer faltar alimentos a los internados: Durante su administración, el hogar lucía impecable, pese a la indiferencia del gobierno de turno, que siempre daba las es-paldas al albergue. Arzelus, en cambio, nunca escatimó esfuerzos y tiempo para que nada falte al hogar de Sapucái. Recuerda un periodista de ABC Color, que viajando con él rumbo a Sapucái, captó que era muy conocido en todo el trayecto, a lo largo de la Ruta 1, paraba y alzaba bolsas de galleta, o artículos de limpieza. Sus benefactores le recibían con alegría inmensa. De visita a esta redacción, una vez vio que un compañero leía el diario y enseguida preguntó “¿cómo salió Carlos Franco?”. El cronista le consultó: “¿A usted le gus-ta el golf, padre?”. Padre Ángel Arzelus y su respuesta fue: “No. Es que a veces que gana Franco, él me da una limosna para el leprocromio”. Sin duda los leprosos perdieron a su gran amigo.

~ MAYO 15 ~

Tengamos hoy presente ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1741 FRAY FRANCISCO ARTAFULO: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1751 FRAY NICOLÁS CARABAJAL: Sacerdote. Falleció en el conven-to de la Recolección del Pilar de Buenos Aires.

1764 FRAY JUAN CANARÍN: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

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1765 FRAY FRANCISCO VILLEGAS: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1771 FRAY DIEGO DE LA CRUZ: Hermano laico. Falleció en el con-vento Recoleto del Pilar de Buenos Aires.

1819 FRAY JOSÉ BASALO: Sacerdote. Falleció en el convento de Cór-doba.

1825 FRAY ELÍAS DEL CARMEN PEREIRA: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1908 FRAY JOSÉ MARTÍNEZ 173: Sacerdote. Natural de Calamuchita, provincia de Córdoba (Argentina), ahora diócesis de Villa María. Falle-ció en el convento de la ciudad de Córdoba, siendo el Guardián del mis-mo, a los 58 años de edad, 22 de profesión religiosa y 19 de sacerdote. Este religioso poseyó en grado muy superior la virtud de la simplici-dad no obstante estar dotado de una inteligencia clara y de un espíritu previsor. El ejercicio del sagrado ministerio era su anhelo único. Ense-ñó latín; primer y segundo maestro de novicios en distintos períodos; Lector general de Filosofía, director de varias instituciones piadosas; cultivó el canto y la música. Fue útil para todo.

1922. FRAY EJIDIO ANDRIANI: Sacerdote. Natural de la ciudad de Tucumán, arquidiócesis de Tucumán. Falleció en el convento de Bue-nos Aires, a los 41 años de edad, 25 de profesión religiosa y 19 de sa-cerdote. De carácter humilde y afable, era apreciado por todos. En nuestro Co-legio Internacional de Roma obtuvo el grado de Lector general en Fi-losofía. Entre otros oficios desempeñó el de Guardián en los conventos de Córdoba y Mendoza.

173 Cfr. El Plata Seráfico, año IX, n.° 106 (1908), pp. 294-296.

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1979 FRAY ANTONIO BENITEZ: Sacerdote. Nació en Villa Oliva, Pa-raguay, y se radicó desde niño en Formosa. Falleció en Rosario a los 73 años. Ingresó al noviciado a los 24 años, ordenándose sacerdote a los 31. Fue el primer párroco de Clorinda. Se distinguió por su sencillez y piedad, además de su celo por los hermanos enfermos y la atención del confe-sionario.

1986 FRAY RAFAEL MIRANDA 174: Sacerdote. Nació en Tucumán, ar-quidiócesis de Tucumán, el 6 de octubre de 1927. Falleció en el conven-to de Buenos Aires, a los 58 años de edad, 40 de profesión religiosa y 32 de sacerdote. Sus padres fueron don Rafael Miranda y doña Esther Ahumada. Muy niño ingresó al seminario de la diócesis de Tucumán y a los pocos años al convento San Francisco de la misma ciudad. Luego fue enviado al Convento de Córdoba donde terminó sus estudios secundarios. De allí pasó a Catamarca, donde el 16 de marzo de 1945 vistió el hábito fran-ciscano, empezando el noviciado ese día y haciendo su Profesión Tem-poral el 16 de marzo de 1946. En el convento de San Antonio de Padua, realizó todos sus estudios eclesiásticos. Allí emitió la Profesión Solemne el 16 de marzo de 1949. Fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1952, cantando su primera misa en la Iglesia San Francisco de su ciudad natal. Fue morador de los conventos de San Miguel de Tucumán, de Santiago del Estero, y durante sus últimos diez años en el de Buenos Aires. Buen religioso y celoso sacerdote en el desempeño del sagrado ministerio en la predicación de la Palabra de Dios y atención del confe-sionario. Dedicado al estudio, fue un amante de nuestra historia fran-ciscana; su dedicación a la misma se vio reflejada en la publicación de numerosos trabajos. Fue miembro de Número del Instituto Belgraniano filial Santiago del Estero donde presentó diversos trabajos. Durante su prolongada enfermedad, que le ocasionó la amputación de una pierna y ceguera total, el Padre Miranda, a semejanza de Job, fue un ejemplo per-fecto para todos de santa paciencia. En el convento de Buenos Aires se

174 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XVIII, n.° 115/116 (mayo 1986), p. 3.

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había convertido en una figura venerable. Celebraba, hasta cuando se lo permitió su enfermedad, la santa Misa con algún otro religioso sacer-dote y pasaba muchas horas confesando en la Iglesia o en su habitación a cuantos se lo solicitaban. Jamás se quejaba de nada, jamás molestaba a nadie y agradecía sinceramente cualquier favor que se le hacía.

Fray Luis Cano.

“Sus restos fueron velados en la Sala Capitular de la Basílica de Buenos Aires. Al lugar se hicieron presentes sus hermanos de religión, fami-liares, etc. También la OFS, amigos y fieles despidieron sus restos. A la mañana del 16, a las 9 horas se ofició una misa concelebrada presidida por Mons. Luis Sáenz OFM (Ex Definidor Gral. para América Latina), que a la sazón se hallaba hospedado en dicho convento. El Provincial Fray Luis Gudiño tuvo a su cargo la homilía. Posteriormente sus restos fueron trasladados al Panteón de San Benito de Palermo, perteneciente a dicha cofradía, situada en el Cementerio de la Chacarita” 175.

2004 FRAY GERMÁN AGUIRRE PÉREZ 176: Tras tres años y pico en la enfermería de Bermeo, donde fue trasladado en el año 2000, entregó su espíritu al Señor nuestro Hno. Germán, celebrándose el funeral el 16 de mayo de 2004 en la Iglesia de los Franciscanos de Bermeo. Padres: Bonifacio y Soledad.Lugar de nacimiento: Azpeitia (Gipúzcoa)Fecha de nacimiento: 26 de septiembre de 1918Vestición: 4 de agosto de 1935Profesión: 5 de agosto de 1936Profesión Solemne: 8 de diciembre de 1940.Ordenación Sacerdotal: 28 de diciembre de 1943.Su recorrido por la vida fue un camino de bastante movimiento, como corresponde a la época en la que la Provincia tenía posibilidades de movimiento de personal abundante. Así que Germán hizo sus estudios como todos en Aránzazu (humanidades y Teología), Zarautz (Novicia-

175 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XVIII, n.° 115/116 (mayo 1986), p. 9.176 Cfr. Cantabria Franciscana, n.° 173 (2006), pp. 135-136

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do), etc. Una vez ordenado sacerdote, el año 1944 fue destinado a la Custodia del Paraguay, donde ejerció como Párroco en diversos luga-res y Profesor del Seminario en Villarrica. El año 1956 regresa a la Provincia donde ejerce de profesor del Colegio Seráfico de Aránzazu desde 1956 hasta el año 1962. Es destinado al Convento de Alfaro como Guardián de la Comunidad y permanece en el cargo de 1962 hasta 1964, desde donde es enviado al Convento de Zarautz como organista y encargado del coro de los novi-cios (1964-1966). Este año, 1966 va a Liébana en Cantabria para servir a la fraternidad durante los meses de marzo a julio. El 1967 le sorprende en la Fraternidad de Tolosa y el año 1968 hace el servicio de Capellán a las Franciscanas de Aravaca en Madrid. Vuelve de nuevo a Euskal Herria y permanece en la Fraternidad de Iralabarri de Bilbao hasta marzo de 1970, ayudando en la Parroquia y el Convento como ayudante de organista y agente de pastoral. El año 1970 es el año de asentarse, después de tanto ajetreo y la Frater-nidad de Atotxa lo coloca como capellán de la Clínica Martín Santos (luego, Quirón) y suplente del organista de casa, donde colabora con grupos de seglares.No era Germán Aguirre un hombre de carácter fácil. Cuando estaba a buenas le decían Germán Aguirre; pero, de vez en cuando, era Pérez, es decir, desabrido. En general era un religioso más bien silencioso, devoto y observante de sus quehaceres como Hermano y Sacerdote. Su vocación “encubierta” era la carpintería. Nunca le faltaba un cigarrillo y una martillo y clavos para hacer alguno de sus trabajos especiales. De raza le venía al galgo desde sus ancestros de Azpeitia, de donde mamó la devoción a la Virgen de Olatz y a las costumbres populares, próximas al Santuario de Loyola. Entre sus muchos quehaceres, el que más ha practicado, aunque haya sido casi siempre como suplente, es de organista y director de coro. Melómano, degustador de la música y acompañante sencillo y correcto de cantores y coros, siempre dispuesto a cumplir su papel de suplencia cuando era necesario. Los enfermeros se llevaron una parte gran de sus preocupaciones, como capellán en Martín Santos, donde atendía a las religiosas fran-

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ciscanas y a los enfermos con palabras de aliento y ánimo; amigo del personal sanitario y de los enfermos. Como profesor en los seminarios que estuvo (Villarrica y Aranzazu) cultivó sobre todo la lengua latina clásica, con una atención especial y paciente a los alumnos que particularmente acudían para prepararse a exámenes y pruebas relacionadas con el latín. Los recibidores de la Fraternidad de Atotxa son testigos de sus inquietudes y desvelos. Franciscano hasta la médula, habrá llegado a la casa del Padre con el cordón de seguidor de Jesús, en el espíritu de Francisco de Asís. Sus últimos años fueron duros a causa de la enfermedad y los achaques, pero no agónicos. Mantuvo su cabeza clara y su genio vivo hasta el final. No fue Germán hombre dado a las confidencias y amistades con se-glares, pero sí respetuoso y afectuoso con todos. Muy unido a sus her-manos y familiares, pero manteniendo su independencia y libertad. El Señor haya premiado sus esfuerzos y anhelos en el descanso eterno.

~ MAYO 16 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1749 FRAY JOSÉ CÓRDOBA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1754 FRAY FRANCISCO LÓPEZ VELAZCO: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1791 FRAY GREGORIO DE ASCONA: Sacerdote. Natural de Corrien-tes, fue electo en el Capítulo celebrado en Buenos Aires, para el perío-do (1771-1774). Entre sus primeras ordenaciones figura que en todos los conventos pequeños se nombren maestros de Gramática y escuela con ejercicios para que se instruya a la juventud. En el Capítulo in-termedio, celebrado en 1775 en Córdoba, se ordenó que aún en los conventos menores se canten, todos los días, el Martirologio y la Tota Pulcra. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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En 1772, el Ministro provincial presentó en la sesión definitorial la Cé-dula Real por la cual los Provinciales eran convocados al Concilio a celebrarse en Lima. Fray José Blas de Agüero fue designado Comisario Provincial para ejercer el gobierno durante la ausencia de Fray Azco-na. El Ministro provincial viajó acompañado por los teólogos consul-tores Fray José Tomás Ramirez y Fray Francisco Altolaguirre y por el hermano lego Fray Luis Elisondo. Catedrático de la Universidad de Córdoba.

1902 FRAY JEREMÍAS PETRELLI: Sacerdote. Falleció en San Lorenzo a los 67 años, con gran alegría interior, no cesaba de dar las gracias a Dios y a la Virgen Inmaculada. Vistió el hábito a los 16 años en el Observante Convento de La Marca. Formó parte del grupo enviado por el P. General para restablecer el Convento de la Recoleta de Buenos Aires, pero fallado este intento, se incorporó en 1860 al Colegio Apostólico San Carlos, donde ejerció con celo la cura de las almas. Fue Lector de Teología durante 12 años y un hombre verdaderamente apostólico y tenaz ante las dificultades.

1987 FRAY FRANCISCO LÉCICA Y MEÑECA 177: Nació el 4 de junio de 1913. Vivió gozosamente su vocación, y murió esperando su fin en este mundo con una lucidez y conformidad admirables. Contaba con 74 años de edad. Difícil tarea para encuadrarle a una figura tan polifacética como el P. Lécica en el marco de una simple semblanza. Haría falta páginas para dar cabida a una vida hecha de trazos tan coloridos. Nos conocimos en nuestro pueblo natal, cuando ambos fuimos mona-guillos en la Iglesia de San Francisco de Bermeo. Vistió la librea fran-ciscana en Zarauzt el 8 de septiembre 1930, e hizo la profesión el 10 de septiembre 1931. Tomó en serio la vocación religiosa y sobresalía, ya desde joven, por su piedad y por su espíritu también de justicia. Cumplía a cabalidad

177 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, pp. 22-23

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el Reglamento del Coristado, y se preocupaba, a su vez, que los demás dieran el mismo testimonio. Por ello no era raro verle encendido de un celo ardiente, y un tanto alterado, cuando se sobrepasaba los límites de la disciplina, arremetiendo con los infractores sin pelos en la lengua. Era por otra parte, blando y asequible, que le valieron el cargo de en-fermero en los años de Filosofía de Olite. Se ordenó de sacerdote el 1 de enero de 1939, y se disponía a cantar su primera Misa en nuestro convento de San Francisco de Bermeo, cuan-do se desató una inesperada inundación sobre la Iglesia, justamente en la noche anterior, que le obligó a cambiar de programa y celebrarla en la parroquia de Santa María, el mismo día de Reyes. Una vez ungido Ministro del Señor, se dedicó totalmente al ministerio sacerdotal, destacándose por su celo en la predicación de la Divina Pa-labra y la asistencia asidua al confesionario. Subió a muchos púlpitos de la región Navarra, sobre todo, en el convento de Olite, en que vivió, y en otros de Soria, Caspe, Zaragoza, Nájera y Alfaro por donde pasó y lo hacía con altura y aceptación de los fieles. De un espíritu inquieto, y con deseos de otear nuevos horizontes en sus afanes misioneros, se alistó al grupo que iba a predicar la Gran Misión de Buenos Aires, en el año 1960. Se debió encariñar con el re-sultado y con la nueva modalidad de este apostolado, que le movió a abrirse, más tarde, a nuevos escenarios. Vuelto nuevamente al conven-to de Alfaro, donde se encontraba de morador, logró hacer dos viajes a ultramar en calidad de Capellán, en el barco Monserrat de la ciudad Mediterránea. Un año más tarde, el 20 de septiembre, tocó fondos en el Paraguay para reforzar el personal de la Custodia necesitada de nuevos elemen-tos. Llegó pronto a entusiasmarse en el campo de sus actividades, y de la gente buena y sencilla que encontraba en este país, y con una perspectiva de abundante cosecha espiritual que esperaba recoger. Se dedicó afanosamente al apostolado de la predicación, a dar retiros a las religiosas, al confesionario y a la dirección espiritual de muchas almas que le buscaban. Estuvo de Director de la Tercera Orden de la Casa de Asunción, cuando todavía no estaba creada la Parroquia, como tam-bién de la Pía Unión de San Antonio, y de algún otro movimiento.

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Inesperadamente recibió la orden de regresar a la Provincia. Y lo hizo el 19 de diciembre 1968, sin terminar el trienio. Sabemos que estuvo posteriormente en Fórua, y más tarde durante tres años, como Capellán da la Hnas. Franciscanas del Buen Consejo del Parque San Juan en los suburbios de Madrid, hasta que recibió la Obediencia para trasladarse a Mondragón. Permaneció aquí hasta su muerte, con algunas salidas esporádicas para prestar servicios de coci-nero y otros oficios humildes, en San Fermín de los Navarros y en otras casas que le requerían. Sin llegar a ser gran estilista, llegó a escribir en algunas de nuestras revistas, tanto en Misiones Franciscanas, como en Cantabria Francisca-na. En la primera en plan croniquero y de divulgación; y en la segunda proyectando sus enfoques personajes sobre diversos acontecimientos de cierto interés general, que iban apareciendo en el mundo cántabro. Lo hacía sentando su opinión personal, y dejándola al aire para que lo recogieran los demás. No se puede realmente poner en tela de juicio su gran amor a la Pro-vincia. De un olfato de zahorí, se dedicaba a intuir los problemas que flotaban en el ambiente de la Provincia. Y lo hacía con una contagiosa hilaridad, sobre cuando se acercaban los Capítulos Provinciales, que era cuando se encontraba en su salsa. Y todo lo hacía inocentemente, como si fuera la cosa más natural del mundo.

1961 FRAY FIDEL ROSSELL: Sacerdote. Natural de Rosario, provincia de Santa Fe, arquidiócesis de Rosario. Falleció en el convento de la ciudad de La Plata, a los 62 años de edad, 41 de vida religiosa y 33 de sacerdote. Se distinguió por su inteligencia, claridad de juicio y capacidad para las matemáticas y las ciencias, por eso fue destinado a la enseñanza en postulantados y en varios de nuestros colegios. Buen orador. Discreto conventual; maestro de postulantes y Director del colegio San Francis-co de Buenos Aires.

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~ MAYO 17 ~

En este día fallecieron: 1760 FRAY PEDRO CABRERA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1800 FRAY PEDRO ANTONIO GAINZA: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1930 FRAY VICTORIANO PARDO: Sacerdote. Natural de Las Quinta-nillas, Burgos, España. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 76 años de edad, 59 de profesión religiosa y 52 de sacerdote. Después de ser misionero en Filipinas se incorporó a nuestra Provincia en 1909. Buen religioso y celoso sacerdote dedicado al sagrado minis-terio particularmente en la predicación y en el confesionario, convir-tiéndose en director espiritual y consejero de religiosos, sacerdotes y laicos.

~ MAYO 18 ~

Recordamos piadosamente hoy a los hermanos que en este día falle-cieron: 1728 FRAY JUAN DE ARIAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1790 FRAY JUAN GONZÁLEZ: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1801 FRAY ALEJANDRO ROJAS DE ARANDA: Sacerdote. Falleció en Montevideo, Uruguay.

1939 FRAY LUIS MIRANDA: Sacerdote. Natural de La Fronterita, pro-vincia de Tucumán. Falleció en el convento de Tucumán, a los 61 años de edad, 41 de profesión religiosa y 36 de sacerdote.

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Gran parte de su vida ejerció la dirección del Colegio San Francisco de Tucumán; oficio que desempeñó con buena voluntad y al cual le dedicó sus energías con notable adelanto del establecimiento. Vicario, Discreto y Procurador del convento de Tucumán; Guardián del con-vento de Santiago del Estero. Terminando el período volvió a ocupar la dirección de nuestro colegio de Tucumán, su amado colegio, hasta que la enfermedad que lo aquejaba le obligó a declinar el cargo.

~ MAYO 19 ~

En la Provincia hoy recordamos piadosamente a los hermanos: 1726 FRAY DOMINGO LÓPEZ: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1756 FRAY JUAN BAUTISTA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1798 FRAY FRANCISCO GONZÁLEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1879 FRAY GERARDO MOLINA: Sacerdote. Natural de Catamarca, diócesis de Catamarca. Con fervoroso celo sacerdotal se dedicó al sa-grado ministerio en el convento local y en los otros a que lo destinó la obediencia. Fue maestro de gramática y Guardián del convento de La Rioja, donde falleció a los 53 años de edad, 29 de profesión religioso y 22 de sacerdote.

1939 FRAY AGUSTÍN BENEDETTI: Nativo de Martignacco, provincia de Údine. Vistió el hábito en el Colegio Apostólico San Carlos a los 50 años. Permaneció durante años en la Misión de Laishí y los últimos en San Lorenzo, dedicándose a las tareas de la quinta. Allí falleció piadosamente a los 78 años.

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1952 FRAY ÁNGEL LORENZO PAULETTO: Sacerdote, natural de Catamarca, diócesis de Catamarca. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 41 años de edad, víctima de un síncope cardiaco, 23 de profesión religioso y 31 de sacerdote. Era morador del convento de Catamarca. De noble corazón, buen compañero, idealista. Dotado de cualidades artísticas se dedicó a la poesía, a la música y elocuencia. Piadoso y alegre. Maestro de postulantes en Córdoba y director del colegio de Santiago del Estero.

1977 FRAY ELÍAS ARTURO ACUÑA: Sacerdote. Natural de El Rodeo, diócesis de Catamarca (Argentina). Falleció a los 76 años de edad, 59 de profesión religiosa y 48 de sacerdote. Pertenecía a la fraternidad de Catamarca. “Nació el 2 de agosto de 1902. Hizo sus estudios primarios en la Escuela San Francisco de Catamarca, que luego se llamó P. Ramón de la Quintana. Vistió el hábito el 31 de diciembre de 1917. Profesó sus Votos Simples el 1 de enero de 1919 y la Profesión Solemne el 16 de agosto de 1902. Se ordenó sacerdote el 19 de enero de 1930 en la Iglesia San Francisco de Catamarca, donde seis días después celebrara su primera misa solemne. Antes de su ordenación en 1929, fue enviado al Colegio de Aarón Castellanos, donde habría de permanecer durante más de 18 años, ya como profesor o direc-tor del colegio, ya como superior. De allí fue trasladado a Paso del Rey como maestro de Postulantes y luego fue nombrado superior del conven-to de Santa Fe, donde concluyó las obras de restauración del convento y museo. Nombrado guardián del convento de San Antonio de Padua, des-pués pasó a ser director del colegio San Buenaventura de Mendoza. Fue maestro de Postulantes en el postulantado menor de Córdoba y Procura-dor del convento. Igual oficio desempeñó por muchos años en el convento de Catamarca a partir de 1956. Fue Definidor provincial en dos períodos. En todas partes supo conquistar el aprecio de otros religiosos y la sincera amistad de numerosas personas, en todos los lugares en que moró, pero especialmente en Aarón Castellanos y las poblaciones cercanas. El P. Acu-ña amó profundamente a la Orden, a sus santos y a su historia, en particu-lar la de nuestra Provincia de la Asunción, y se preocupaba por conseguir

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y conservar toda publicación sobre la Orden, aparte de que recordaba per-fectamente los hechos franciscanos y los frailes ilustres. Como buen catamarqueño, era muy devoto de la Virgen del Valle y de Fray Mamerto Esquiú. Además era nacionalista en el mejor sentido de la palabra, conocía a fondo la historia Argentina y defendió siempre los auténticos valores de la argentinidad. Vinculado por el parentesco con las más tradicionales familias cata-marqueñas, no se enalteció por ello; al contrario cultivó en alto grado la virtud de la sencillez y fue muy austero consigo mismo...Dotado de singular habilidad para los trabajos manuales, en los dis-tintos conventos en que estuvo, hizo todos los arreglos necesarios de carpintería, cerrajería, etc. Su familia toda era adicta a nuestra Orden. Su madre, doña Genívera, asistía diariamente a la primera misa, hasta muy poco antes de morir, pasados los 90 años. Su hermano, el presbítero Carlos, fue muy amigo de la Orden, lo mismo que los otros hermanos, cuñados y sobrinos. Por especial pedido de sus familiares, el P. Acuña fue velado en el do-micilio de su hermana Micol. Su sepelio se llevó a cabo el 20 a las 17, 30 horas previa misa de cuerpo presente en la Iglesia San Francisco. Presidió la Santa Misa el Obispo diocesano Mons. Pedro Alfonso Torres Farías; el canónigo Murúa, el rector del Seminario y otros cinco sacer-dotes del clero secular. El Guardián, el P. Ricardo Gutiérrez, el P. Chayle y el P. Filippone integrantes de la comunidad local. Los Definidores Perillo, Bazán, Urenda, el superior de la Rioja, Fr. Guillermo Larcher. Como asistentes los Hnos. Andino, Mauro y Stipech. Los restos del P. Acuña fueron sepultados en el panteón familiar previo responso ofi-ciado por el Obispo. El diario “La Unión” de Catamarca, publicó una extensa nota en la que refleja una semblanza de la vida de Fr. Elías A. Acuña” 178.

Fray Luis Cano.

178 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año IX, n° 55 (mayo/junio 1977), pp. 7-8.

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~ MAYO 20 ~

Los Hermanos de la Provincia recordamos piadosamente a nuestros hermanos: 1742 FRAY SEBASTIÁN: Hermano laico. Falleció en el convento de la Recolección de Buenos Aires.

1795 FRAY JUAN IGNACIO UCEDO 179: Sacerdote. Falleció en con-vento de Paraguay.

1813 FRAY JUAN COSTELA: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1859 FRAY PASCASIO MURIAS: Hermano estudiante. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1876 FRAY PEDRO PATRICIO DE HORMAECHEA: Natural de Espa-ña. Ingresó a la vida religiosa a los 32 años en el convento San Fran-cisco Apostólico San Carlos. Allí murió y allí descansan sus restos. De él pue decirse que fue un ejemplar religioso.

1881 FRAY DIEGO GIMÉNEZ: Sacerdote. Nació en el Puerto de Santa María. Falleció a los 51 en el hospital de Caridad de Rosario. Tomó el hábito en Jérez de la Frontera, y siendo aún corista se incorpo-ró a San Lorenzo. Recibió el sacerdocio a los 22 años en Buenos Aires, y al poco tiempo fue nombrado el undécimo Guardián de San Lorenzo. En 1855 ocupó el cargo por segunda vez, siendo el último Guardián español, antes del advenimiento de los misioneros italianos.

1948 FRAY CONRADO PAZ: Sacerdote. Natural de la diócesis de Ju-juy, diócesis de Jujuy. Buen religioso y celoso de la gloria de Dios y salvación de las almas se desempeñó como maestro de postulantes en


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Tucumán y Córdoba, donde también fue Vicario de coro. Falleció en el convento de Tucumán, a los 64 años de edad, 36 de profesión religiosa y 25 de sacerdote.

1976 FRAY SALVADOR NARVÁEZ: Sacerdote. Nació en La Chacarita, diócesis de Catamarca. Falleció en Catamarca, a los 83 años, 66 de pro-fesión religiosa y 57 de sacerdote. La prensa local dio amplia publica-ción al ilustre hijo de Catamarca, y el gobierno de la Provincia decretó honras fúnebres. Frente al museo que creó con tanto amor y desvelos se levanta un monumento de su persona en testimonio de gratitud y reconocimiento.

“Nació el 12 de abril de 1893 en la Chacarita, a pocos km de la ciudad de Catamarca. Sus padres fueron don Ricardo Narváez y doña María Cabrera. Fue bautizado con el nombre de Julio Cristóforo. Niño aún ingresó al convento de Catamarca como Postulante. Vistió el hábito el 15 de marzo de 1909 y emitió sus Votos Temporales el 19 de marzo de 1910. Su Profesión Solemne tuvo lugar el 24 de marzo de 1913. Fue ordenado Sacerdote el 2 de febrero de 1919. Lleno de inquietudes, al poco tiempo de su ordenación sacerdotal, se dedicó a estudiar música en el convento de Tucumán. Aprendió piano, canto y composición. Y a lo largo de su vida demostró el aprovechamiento que hizo en tales

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disciplinas; fue un buen ejecutante en el piano, y compuso numero-sas y ajustadas piezas musicales religiosas y folclóricas. Fue, además, profesor de Música en el Coristado y Postulantado del convento de Córdoba. En dos períodos fue Guardián en el convento de Catamarca y durante ese tiempo encaró y realizó varias obras de ampliación y me-joras en el edificio del mismo. Fue Definidor durante un trienio. Pero la obra a la que consagró gran parte de sus inquietudes fue el Museo Ar-queológico, fundado por él en el convento de Catamarca y al que puso el nombre de “Adán Quiroga”. Logró que Arquitectura de la Nación, le construyera para el Museo un edificio de estilo colonial. Vastos salones atesoran muy valiosas e importantes expresiones de la cultura preco-lombina de la región. Una vez instalado el Museo, fundó el Instituto Cultural Franciscano Esquiú, en el cual se conservan reliquias de Fray Mamerto, y en uno de cuyos salones disertaran prestigiosos oradores y se realizaran congresos y asambleas de trascendencia nacional. La contribución del P. Narváez a los estudios arqueológicos y a la cultu-ra de Catamarca, le valió merecida fama, y a raíz de ello, fue designado primero miembro de Número y luego miembro honorario de la Junta de Estudios Históricos de Catamarca, como lo fue del Rotary Club y de la Asociación Cultural Sanmartiniana de la misma ciudad. Fue dele-gado en Catamarca de la Comisión Nacional de Museos, Monumen-tos y Lugares Históricos. A sus gestiones se debe que nuestras iglesias de Catamarca y Tucumán fueran declaradas Monumentos Históricos. Sintió una devoción especial hacia Fray Mamerto Esquiú. Él solicitó a nuestra insigne benefactora la Sra. Ernestina Llavallol de Acosta la donación del nicho en que se conserva el corazón del Padre Esquiú. Asimismo, él llevó a Jerusalén una placa de bronce conmemorativa de Fray Mamerto, que se colocó en el convento franciscano del Santo Se-pulcro. Su muerte ocurrió el 20 de mayo. El 21 en nuestro templo de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, el Obispo diocesano Mons. Pedro Alfonso Torres Farías presidió la misa concelebrada de cuerpo presente. En el cementerio local donde fueron sepultados sus restos, usaron de la palabra el Director del Archivo Histórico, profesor Gerardo Pérez Fuente, en nombre del gobierno Provincial; el presiden-te de la Asociación Cultural Sanmartiniana, prof. Edgar H. Niño, por

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el instituto del que es titular; el Sr. Angel Segura, por la Junta de Estu-dios Históricos; y por el Colegio P. Ramón de la Quintana, el Prof. Luis Ramón Ahumada y el estudiante Ángel Mercado. El gobierno de la Provincia adhirió al duelo mediante decreto y estuvieron presentes en las honras fúnebres el Ministro de Gobierno Coronel Osvaldo Héctor Pingitore, acompañado por el Subsecretario de Educación y Cultura y el Intendente Municipal” 180. “El Poder Ejecutivo Provincial, mediante decreto N° 107, del 20 de mayo de 1976, se adhirió al duelo produ-cido por la desaparición del ilustre franciscano Rdo. P. Fr. Salvador Narváez” En los considerandos de dicho decreto se consigna que “su incansable y tesonera labor en procura de la preservación del patri-monio arqueológico, histórico y religioso de la provincia, concretada a través del Instituto Cultural Esquiú y del Museo Arqueológico Adán Quiroga, como propagador de la obra de Fray Mamerto Esquiú, como miembro fundador de la Junta de Estudios Históricos y a través de toda su vida, lo han transformado en verdadero custodio y propulsor de la cultura Catamarqueña” 181. La prensa local hizo eco de este acon-tecimiento. El diario La Unión del 21 de mayo de 1976 dice entre otras cosas: “Su tesonera perseverancia y sacrificada dedicación en los más apartados rincones de la provincia, recolectando las piezas que darían como resultado el actual museo arqueológico, orgullo de Catamarca y uno de los más ricos del país, donde concurren estudios de todo el mundo. El diario “El Sol” del 21 de mayo, publicó dos sentidas notas al respecto” 182.

~ MAYO 21 ~

En este día recordamos piadosamente a los Hermanos que fueron lla-mados por el PADRE:

180 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VIII, n.° 51 (junio/julio 1976), pp. 3-4.181 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VIII, n.° 51 (junio/julio 1976), p. 4.182 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VIII, n.° 51 (junio/julio 1976), p. 5.

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1775 FRAY PABLO CRESPO 183: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1787 FRAY JOSÉ AGÜERO: Sacerdote. Falleció en el convento de Cór-doba.

1794 FRAY JOSÉ PUCHETA: Sacerdote. Ministro provincial (1790-1793). Falleció en el convento de Córdoba. “Natural de Córdoba. Fue electo en el Convento Recoleto de San Pedro Regalado del Rincón y fue su secretario Fray Pedro José Súlivan” 184.

1804 FRAY TADEO GILES 185: Sacerdote. Predicador apostólico. Falle-ció en Villarrica, Paraguay.

1885 FRAY LUCIO CONCEPCIÓN TORRES: Sacerdote. Maestro jubilado de novicios y de coristas. Falleció en el convento de Cór-doba; sus restos descansan en la Capilla de la portería del mismo convento.

~ MAYO 22 ~

En este día fallecieron: 1720 FRAY JOSÉ ALMONACID: Sacerdote. “Natural de La Rioja. Fue electo Ministro provincial en el convento de Córdoba. En este Capí-tulo se elevó a Guardianía el hospicio de San Pedro de Alcántara de Catamarca y se trasladaron allí los frailes del hospicio de Valle Viejo. Igualmente se restituyó el noviciado en el convento de Buenos Aires

183 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 218.184 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes (1612-2012), Editorial Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 97.185 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 220.

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que había sido suspendido en el Capítulo de 1686” 186. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1782 FRAY JUAN BLAS MENA: Sacerdote. Lector. Falleció en Villarica, Paraguay.

1782 FRAY ANDRÉS CORTÉS: Sacerdote. Predicador general y Lector jubilado. Falleció en el Convento de Catamarca.

1813 FRAY BERNARDINO ALBA 187: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1951 FRAY PABLO MARASEK: Sacerdote de la Provincia Franciscana de S. Wenceslao de Bohemia. Falleció siendo Párroco de Glew, provin-cia de Buenos Aires. Fue maestro de estudiantes por espacio de dos años y profesor en el Seminario de San Antonio de Padua. Falleció en Buenos Aires. Prove-nía de una familia noble y había obtenido varias condecoraciones por distintos motivos; sin embargo, era un religioso muy sencillo, de alma abierta a las más elevadas inquietudes y tenía el don, no solo de tratar bien a todos los estudiantes, sino, en especial, de escucharlos y de tra-tar de solucionarles los problemas que le planteaban. Al mismo tiem-po, atendió espiritualmente a la colectividad checoeslovaca de Buenos Aires y publicó para sus compatriotas una revista de carácter religioso.

~ MAYO 23 ~


186 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes (1612-2012), Editorial Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 88.187 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 221.

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1764 FRAY LUIS ARGÜELLO: Sacerdote. Falleció en el convento de San Bernardino de Montevideo Uruguay.

1779 FRAY FRANCISCO PÉREZ: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Itatí, Corrientes.

1791 FRAY ALEJANDRO FLORES 188: Sacerdote. Falleció en la Doctri-na de la Inmaculada Concepción.

1938 FRAY TOMÁS TELLO: Hermano laico. Natural de la ciudad de La Rioja, diócesis de la Rioja. Falleció en el convento de Tucumán, a los 56 años de edad y 36 de profesión religiosa. Sencillo, ingenuo, piadoso de carácter franco y alegre, se hacía granjear el afecto de los hermanos y de cuantas personas que atendía en la por-tería del convento de Tucumán, durante los años que estuvo al frente de dicha oficina. Fue muy caritativo con los pobres a los que trataba con solicitud y particular estima, socorriéndolos en la medida que le era permitido. 1941 FRAY SALVADOR VILLALBA: Sacerdote. Natural de la diócesis de Tucumán. Siendo Guardián del convento de Santiago del Estero, fa-lleció a los 66 años de edad, 49 de profesión religiosa y 40 de sacerdote. Sus bellas prendas de carácter, su vasta preparación y conocida piedad le hicieron acreedor al respeto y aprecio de cuantos lo trataban. Fue Lector general de Filosofía, recibido en Roma; orador de nota y escri-tor profundo. En 1916 publicó un trabajo en que sostuvo que nuestra escuela de San Miguel de Tucumán fue fundada el 19 de marzo de 1566, en el primitivo sitio que ocupó la ciudad en Ibatín, y luego siguió funcionando hasta el presente en el actual lugar que tiene la ciudad. En todas partes dejó huellas luminosas de su actividad; ya como maes-tro, ya como Guardián. Desempeñó los oficios Definidor provincial y Guardián de Tucumán.


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1991 FRAY HILARIO ORTUZAR ABOITIZ 189: La vida toda del P. Hi-lario fue siempre misionera. Había nacido en Cortézubi (Vizcaya) el 14 de enero de 1902. Acudió al llamado del Padre el 23 de mayo de 1991. Su nombre perdura en el Paraguay como un misionero bueno y fiel, ocupado siempre en dar testimonio de Cristo con su vida ejemplar. A los pocos años de sacerdocio fue destinado a Cuba a reforzar la mi-sión franciscana cántabra de las Antillas. Ocupó diversos cargos con solvencia y responsabilidad, hasta regir la Custodia durante algunos años con general aceptación. Regresó a la Provincia a raíz de la expul-sión dispuesta por Fidel Castro, quedando disponible y como candida-to cualificado para cubrir cualquier eventualidad que se presentara. Y no tardó esta en llegar. La designación del P. José Beltrán de Heredia en el Capítulo para ocupar el cargo de Vicario provincial, trajo aparejado el problema del candidato que iba a reemplazarlo. Se barajaron varios nombres para cubrir el cargo vacante, y sabiendo de la disponibilidad del P. Hilario, vinieron a dar con él para cubrir este vacío como candidato más experimentado, llegando, así, a nombrárse-le y ungírsele con el cargo de Custodio. Llegó a las playas paraguayas en diciembre de 1961, dispuesto a dar de sí todo cuanto pudiera. Pero, quizá, le cayó un tanto premiosa la prebenda que le otorgaron al be-nemérito misionero, que después de haber gastado casi toda su vida en la extensión del Reino en la Perla de las Antillas, abrigaba ahora la esperanza de tamizar las altas responsabilidades del mando, con una vida más sosegada y libre de sobresaltos, repartiéndolos entre la sere-na lectura y las pequeñas exigencias de su cargo. De un natural bondadoso y humilde, y quizá un tanto introvertido, no se sentía con arrojo suficiente para enfrentar a fondo situaciones con-flictivas, pero ello venía a equilibrar con una vida interior fecunda, que contagiaba con su piedad a numerosas almas que le tenían por guía y padre espiritual.

189 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 21

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Durante su gestión se levantó la nueva planta del edificio de la Radio Cháritas, y le cupo la suerte de bendecirlo e inaugurarlo con la presen-cia de altas autoridades civiles y eclesiásticas. Tan solo duró un trienio en su cargo, regresando después del Capítulo otra vez al Paraguay como simple misionero. Muy pronto, sin embargo fue solicitado desde México, por las religiosas Clarisas de Cuba, que se habían refugiado en ese país, para desempeñarse como Capellán de la comunidad, aunque por poco tiempo, debido a las rigurosas leyes de inmigración que existían allí para los sacerdotes y religiosos extranjeros. Integrado de nuevo a la Provincia, vivió los últimos años de su vida en nuestro convento de Bilbao, dedicado a las labores ministeriales y muy especialmente al confesonario que atendía con admirable ejemplaridad.

~ MAYO 24 ~

En este día fallecieron: 1739 FRAY JUAN FRÍAS 190: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Itatí, Corrientes.

1776 FRAY PEDRO MOLINA: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1793 FRAY MANUEL MADAIEL: Sacerdote, cura de almas en la Doc-trina de San Francisco de Asís, La Pampa, en la que falleció.

1806 FRAY TADEO GARCÍA: Sacerdote. Fue uno de los trece funda-dores del Convento San Carlos y su tercer vicario. Era natural de San Miguel del Pedroso, en el arzobispado de Burgos. Falleció en San Lo-renzo a los 69 años.

1855 FRAY SANTIAGO NOGUEIRA: Sacerdote. Falleció en la juris-dicción del convento de Corrientes.


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~ MAYO 25 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1758 FRAY JUAN DE SAN FRANCISCO: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1764 FRAY CARLOS DE LA MADRE DE DIOS BARROS: Hermano laico. Falleció en el convento de Tucumán.

1786 FRAY JUAN BAUTISTA FRETES 191: Sacerdote. Falleció en la Re-colección, Paraguay.

1791 FRAY JOSÉ GAUTO: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1898 FRAY BERNARDINO NIETO: Hermano estudiante de Teología. Natural de Ancasti, provincia de Catamarca (Argentina). Falleció en el convento de Catamarca, a los 28 años de edad y 5 de religioso.

1959 FRAY FRANCISCO AQUINACO: Sacerdote. Natural de Zurba-no, provincia de Victoria, España. Falleció en el convento de N. Sra. de Sión, en Capital Federal, a los 80 años de edad, 64 de profesión religio-sa y 57 de sacerdote. Era alumno de la Provincia Bética. En Bolivia se desempeñó como mi-sionero y secretario de Mons. Fray Tomás Aspe, Obispo de Cochabam-ba. Durante su permanencia en nuestro país prestó a la Provincia el valioso servicio de confesor y director espiritual de nuestros postulan-tes y estudiantes. El Definitorio provincial, cumpliendo con ineludible deber de gratitud, dispuso la aplicación de sufragios.


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1986 FRAY NICOLÁS LECUONA LÓPEZ DE MUNIAIN 192: Vino a este mundo en el villorrio de Heredia (Álava) el 23 de diciembre de 1908. La Custodia del Paraguay le levanta un monumento de admiración, simpatía y agradecimiento a su gran misionero que se fue al encuentro del Padre. Una de las figuras señeras y relevantes de la extensa Custodia Cánta-bra del Paraguay fue el P. Nicolás Lecuona. Su arribo a las playas ar-gentinas que coincidió con la puesta en marcha de la incipiente Custo-dia, bien merece un preámbulo para encuadrarle a este gran misionero en el marco de honor que se merece.

El P. Delegado personal del Provincial de Cantabria, Ángel Izaguirre, había conseguido ya echar los cimientos para la andadura de la nueva Comisaría o Custodia en el Paraguay, con las fundaciones de Villarri-ca y Guarambaré, con sede en Asunción. Pero sus aspiraciones y los deseos, también, de los Superiores de la Provincia, no se ceñían sola-mente al Paraguay, sino que ambicionaban salir de sus fronteras para anexionar otras nuevas fundaciones, primero, en la Argentina, y luego en el Uruguay, que fueran como cabecera de puente, y lugar de acogida para los religiosos que con los años irían incorporándose a la nueva fundación. Con mucha deferencia, y accediendo a la petición del P. Izaguirre, de contar con una Parroquia dentro de su extensa arquidiócesis de La Plata, concretamente en Avellaneda o Lanús, el Sr. Arzobispo, Mons. Chimento, le ofreció la Iglesia de la Santa Faz, en Villa Industriales, en la jurisdicción de Lanús Oeste, administrada por una Sociedad de Escuelas y Patronatos. El ofrecimiento venía a ser como hecho a la me-dida de sus aspiraciones, y pronto dio los primeros pasos ante las de-más autoridades para gestionar y llevar adelante los trámites legales, con la promesa del Sr. Arzobispo. Una vez satisfechas estas exigencias, le fue otorgada la nueva Parroquia en propiedad, dejando al frente de la misma al P. Nicolás, recién venido de España para ponerla en fun-

192 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 28-29.

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cionamiento. Esto ocurría el 7 de abril de 1940. Ya antes de esta fecha había tenido un brillante currículum en la Provincia. Profesó en la Orden el 9 de agosto de 1926. Después de los estudios su-periores, fue ordenado de sacerdote el 29 de junio de 1933, en plena Re-pública española. Pasó enseguida a Madrid, para estudiar y recibir clases de declamación y Oratoria sagrada, para repartirse luego, entre San Se-bastián y Bilbao, como destacado predicador y celoso misionero popular. Llegado al campo de su nuevo apostolado en Villa Industriales (Lanús-Argentina) encontró todo aquello como en barbecho, y en donde no podría cruzarse de brazos. Recién se estrenaba con él la nueva Parro-quia, y con el entusiasmo y vitalidad que le animaba, comenzó desde el primer momento a abrirse paso dentro de la amalgamada y difícil feligresía, hasta poner en funcionamiento todos los estamentos de una joven parroquia en plena vivencia eclesial. Con su presencia en la nue-va parcela de la Santa Faz, comenzaron a funcionar todas las activi-dades clásicas de la Iglesia argentina: Acción Católica, con sus cuatro ramas, Conferencias de San Vicente de Paúl, Apostolado de la Oración, Hijas de María y la Tercera Orden de San Francisco. Dio, sobre todo, gran impulso a la Obra Catequética con su nuevo equipo de colabora-dores, creando seis centros catequísticos con unas 18 a 20 catequistas. Con una feligresía tan heterogénea compuesta de colonos españoles, italianos, polacos, lituanos y otros países más que vinieron a refugiarse en los alrededores de Buenos Aires, logró hacer una comunidad de fe y amor, con su celo y abnegación admirables, conociendo a su feligresía y haciendo que esta le conociese. Fue dotado por la naturaleza de grandes y brillantes cualidades: pre-sencia elegante y agradable, una alegría que contagiaba y una piedad que edificaba. Sus dotes oratorias no eran nada ordinarias. De un decir claro y preciso, cautivaba a la gente ya sea en sus predicaciones, o en cualesquiera ocasión que le tocaba actuar. Su gestión de párroco en la Santa Faz (Villa Industriales) se completó en 1950. Ocupó dentro de la Argentina, todavía, otros cargos importan-tes, como profesor del Liceo, Capellán del Policlínico de Bahía Blanca etc. Tres años estuvo también en la Parroquia de Tierra Santa de Mon-tevideo, dedicado a la predicación, misiones, ejercicios, retiros, etc.,

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que la dejó para asumir otro cargo de responsabilidad al ser nombrado Guardián y Párroco del Santuario da Copacabana, en Bolivia, en 1953, al comprometerse la Provincia de Cantabria, con el Ministro Gral. de la Orden, a la atención de aquel renombrado Santuario. Duró cinco años su estadía al frente de estas funciones, hasta que asistiendo como Guardián al Capítulo Provincial, celebrado en España, fue nombrado Guardián de San Sebastián, por dos períodos consecutivos y luego Vi-cario por otros dos períodos más, juntamente con el cargo también de Coadjutor de la Parroquia, de 1966 a 1978. Ya bastante entrado en la tercera edad, aparecieron las inevitables go-teras en su salud, y comenzó a arriar las banderas, dedicándose ahora a los quehaceres más rutinarios de la casa, consciente ya de sus limita-ciones, y asumiendo todos los achaques con una naturalidad extraor-dinaria, que edificaba y servía de ejemplo a la Fraternidad.

~ MAYO 26 ~

En este día fallecieron: 1789 FRAY JUAN MARTÍNEZ 193: Hermano laico. Falleció en Para-guay.

1797 FRAY ESTEBAN CÁCERES 194: Hermano laico. Falleció en Para-guay.

1821 FRAY GABINO PIEDRABUENA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Tucumán.

1842 FRAY MARTÍN URTIAGA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.


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1854 FRAY MARIANO CEBALLOS: Hermano laico. Fue por muchos años maestro de escuela en el convento de Santiago del Estero en el que falleció.

1892 FRAY LUIS SCALABRELLA: Hno. subdiácono. Oriundo de Onano, en los Estados Pontificios. Fue traído por el Hno. Marcelo Venanzetti a dicho Colegio Apostólico, pero murió un año después, a los 23 años de edad en San Lorenzo.

1909 FRAY LEONARDO BIANCHI: Era nativo de Ferentino y perte-necía a la Provincia Observante Romana cuando llegó a Jujuy en 1874. Falleció en el colegio San Diego de Salta a los 62 años de edad y 48 de vida religiosa.

~ MAYO 27 ~

Nuestro piadoso memento sea para los hermanos que en este día fa-llecieron: 1695 FRAY IGNACIO DE LA ZERDA: Sacerdote. Noticia de haber sido asesinado por los indios.

1776 FRAY VICENTE COS: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

1784 FRAY DOMINGO CLORIAGA: Hermano laico. Falleció en Para-guay.

1789 FRAY ROQUE GONZÁLEZ: Sacerdote. Predicador general y ex Definidor. Falleció en el convento San Bernardino de Montevideo, Uruguay. 1853 FRAY BERNARDINO PALACIOS: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

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~ MAYO 28 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos: 1784 FRAY JULIÁN AGÜERO: Sacerdote. Definidor. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1785 FRAY FRANCISCO DE ALBARRACÍN: Sacerdote. Falleció en Montevideo, Uruguay.

1789 FRAY FRANCISCO DE SAN ALBERTO: Sacerdote. Definidor. Fa-lleció en el convento de la Recolección de Buenos Aires.

�� FRAY SILVESTRE TROPPINI: Sacerdote. Memoria de su falle-cimiento. Ordenado sacerdote en Italia, misionó celosamente en San Jerónimo del Sauce, (Santa Fe) y desde allí fue a San Carlos Sur, donde celebró la primera misa de los colonos inmi-grantes, el 6 de enero de 1860. Cinco años más tarde regresó a Italia donde falleció en fecha no determinada.

1881 FRAY MIGUEL LÓPEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1921 FRAY RAMÓN DÍAZ: Sacerdote. Natural de la ciudad de Tucu-mán y diócesis de Tucumán. Este religioso falleció en el convento de Buenos Aires, a los 83 años de edad, 63 de profesión religiosa y 60 de sacerdote.

1923 FRAY DANIEL PERALTA: Sacerdote. Nació en San Justo, provin-cia de Córdoba. Si bien perteneció al colegio misionero de Río Cuarto, por motivos de salud vivió muchos años en el convento de Buenos Aires en el que falleció, a los 45 años de edad, 27 de profesión religiosa y 24 de sacerdote.

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~ MAYO 29 ~

En este día fallecieron: 1710 FRAY JUAN PEDRAZA: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1725 FRAY DIEGO GONZÁLEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1759 FRAY FRANCISCO GIMÉNEZ: Sacerdote. Falleció en Villarica, Paraguay.

1767 FRAY GIL ANTONIO CARMELO: Hermano laico. Falleció en Ta-rija, Bolivia.

1797 FRAY JUAN CARLOS FERNÁNDEZ: Sacerdote. Falleció en Mon-tevideo, Uruguay.

1808 FRAY MANUEL SALGADO: Sacerdote. Ex misionero del colegio de Chillán (Chile); se incorporó a la Provincia el 8 de julio de 1780.

~ MAYO 30 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos: 1779 FRAY MANUEL SALAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1796 FRAY FRANCISCO CASALES: Sacerdote. Predicador general. Falleció en la localidad de Las Palmas, provincia de Córdoba.

1805 FRAY LORENZO GÓMEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

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1808 FRAY RAMÓN REDRADO: Sacerdote. Natural de Tarazona, don-de vistió el hábito. Vino colectado al Colegio Apostólico de Chillán, de donde pasó a la Provincia de la Asunción. Siendo Guardián del Con-vento de Córdoba, renunció para pasar al de San Carlos del Carcarañá. Allí fue Visitador, Guardián y Prefecto de Misiones.

1917 FRAY MAMERTO GONZÁLEZ: Sacerdote. Natural de la ciudad de Córdoba. Falleció en el convento de la ciudad de Corrientes, a los 43 años de edad, 26 de profesión religiosa y 20 de sacerdote. Entre sus cualidades morales e intelectuales se distinguió por sus dotes de escritor. Publicó una obra en dos tomos sobre la vida y escritos del Padre ESQUIÚ; además, una biografía del ilustre siervo de Dios y otros trabajos.

1924 FRAY SANTOS NESPRIES: Sacerdote. Natural de Vera, diócesis de Pamplona, España. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 62 años de edad, 38 de profesión religiosa y 35 de sacerdote. La lealtad fue la característica de su vida. Leal para con Dios, consigo mismo y con los hermanos. Hombre de virtud, más que de ciencia y elocuencia, era no obstante el religioso de confianza para todos y para todo. Voluntad bien templada, ecuánime y servicial, su radio de acción se extendía a toda la provincia. Se destacó como Ecónomo provincial y como celoso defensor de las buenas tradiciones, algo así como un ar-chivo viviente para recordar y reclamar la continuidad de su vigencia a través de los años. Por muchos años atendió la niñez marginada de “El Tigre” en el delta del Paraná. Muy atento con los pobres, ponía cuanto estaba a su alcance para proporcionales ayuda espiritual y material.

2008 FRAY MARIANO JOSÉ MÍKULA: Sacerdote. Nació en territorio de Eslovaquia. Falleció en Rosario, a los 85 años de edad, 55 de profe-sión religiosa y 50 de sacerdocio. Vino a la Argentina siendo niño y se estableció con sus padres en el Chaco. Ingresó a la Orden ya adulto, después de ejercer su profesión de enfermero. Residió en Rosario durante más de 40 años, siendo cape-llán del Hospital Centenario primero, y del Carrasco después. Hombre recio y muy exigente consigo mismo, mostró siempre un buen corazón

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en el trato con los penitentes, en el ministerio de la reconciliación. Du-rante toda su vida manifestó una gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús, en cuya fiesta murió.

~ MAYO 31 ~

Recordemos piadosamente a los hermanos que en este día fallecieron: 1779 FRAY MARIANO BALNERO 195: Hermano laico. Falleció en Pa-raguay.

1787 FRAY ANTONIO OLIVAR: Sacerdote y predicador general.

1796 FRAY PEDRO LAZCANO: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1810 FRAY BLAS CABRAL: Sacerdote. Lector. Falleció en el convento de Corrientes.

1815 FRAY BERNARDINO RODRÍGUEZ: Sacerdote. Falleció en Jujuy.�� FRAY LIVIO GALLI: Memoria de su fallecimiento. De origen

italiano, desarrolló su apostolado en Avellaneda, Corrientes y San Lorenzo, donde fue Guardián. Fue músico, buen cantor y profesor de Lógica. Regresó a su país natal muriendo en fecha desconocida.


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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

MES DE JUNIO

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necrológica — junio

~ JUNIO 01 ~

En la Provincia recordamos piadosamente ante el Señor a los Hermanos: 1759 FRAY VALENTÍN PORTUGUÉZ 196: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1764 FRAY PEDRO LLEDIAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1778 FRAY JUAN MONZARD: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1795 FRAY FRANCISCO BELDA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Santa Fe.

1796 FRAY JUAN IGNACIO PÉREZ: Sacerdote, cura de almas. Falleció en la Doctrina de Itatí, Corrientes.

1816 FRAY JUAN ORTÍZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe. 1830 FRAY AMBROSIO GUTIÉRREZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Corrientes.

1947 FRAY ALFONSO GUTIÉRREZ: Sacerdote. Natural de Piedra Blanca, diócesis de Catamarca. Cumplió con fidelidad los oficios en los conventos donde lo colocó la obediencia. En el Capítulo intermedio 1894 fue nombrado Guardián del convento de Catamarca. Vicario y procurador del convento de Corrientes en el que falleció a los 70 años de edad, 60 de religioso y 55 de sacerdote.

1975 FRAY LOEPOLDO JOSÉ PALACIO: Sacerdote. Natural Corrien-tes, arquidiócesis de Corrientes. Falleció en la clínica Santa Rosa, Cór-


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doba a los 64 años de edad, 45 de profesión religiosa y 37 de sacer-dote. “Nació en Corrientes el 8 de diciembre de 1911. Tomó el hábito el 15 de febrero de 1929. Emitió sus Votos Temporales el 16 de febrero de 1932 y los Votos Solemnes el 17 de febrero de 1933. El 16 de abril fue ordenado sacerdote en Roma. Siendo todavía estudiante fue nombrado maestro de coristas en forma interina durante el verano 1933-1934 en la Casa de San Antonio de Arredondo. Publicó diversos trabajos de investigación histórica, entre los que se destaca “Gestiones en Roma del R. P. Dr. Fr. Pedro Luis Pacheco, OFM”, que apareció en el Archivo Iberoamericano de Madrid, en 1941. Pronunció conferencias de temas históricos, en especial los relaciona-dos con nuestra Orden y la Provincia. Designado Director del Plata Seráfico, modificó su formato. Fue miembro de Número de la Junta de Historia de Eclesiástica Argentina, siendo secretario general de la misma en el período don Vicente D. Sierra a partir de 1961. Su primer destino en la Provincia, una vez regresado de Roma fue San Antonio de Padua, donde enseñó varias asignaturas en el Coristado, en particular historia eclesiástica, que era su especialidad. Fue guar-dián de los conventos de Córdoba, sufrió su primer derrame cerebral, quedando afectado por una parálisis parcial. Sin embargo no decayó su espíritu y se mostró siempre animoso y de buen talante, a tal punto que el mismo solía hacerse bromas sobre su incapacidad física. Como buen correntino amenizaba su conversación con dichos de su tierra y entremezclaba en su charla expresiones guaraníes. Entre sus virtudes cabe señalar su sencillez franciscana y su amable cordialidad con to-dos. Durante el último decenio estuvo de paso en diversos conventos y en todas partes, pese a su enfermedad, se lo vio siempre alegre y jovial. Ahora en la Casa del Padre se alegrará en la compañía de los santos” 197.

Fray Luis Cano

197 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VII, n.º 45 (junio/julio 1975), p. 3.

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necrología franciscana — junio

~ JUNIO 02 ~

Recordemos piadosamente ante el Señor a los Hnos. que en este día fueron llamados por el PADRE:

1729 FRAY JUAN DE TEJEDA: Sacerdote. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1749 FRAY BERNARDINO PINTOS 198: Sacerdote. Falleció en la Doctri-na de Caazapá, Paraguay.

1763 FRAY SIMÓN MELGAREJO: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1822 FRAY DIONISIO IRIGOYEN: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1787 FRAY JUAN GÓMEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

1917 FRAY CORNELIO CASALI: Sacerdote. Falleció a los 72 años en el convento la Merced, Corrientes. Hijo de la Provincia Romana donde se ordenó de sacerdote, y se incor-poró en 1869 al Colegio Apostólico de Corrientes, desde donde misio-nó en distintas poblaciones de esa Provincia. Fue Guardián durante veinte años.

1980 FRAY LEONARDO CHAYLE: Sacerdote. Natural de Chaquiago, diócesis y provincia de Catamarca (Argentina). Falleció en su querido pueblo natal de Chaquiago, departamento de Andalgalá (Catamarca), a los 75 años de edad, 55 de profesión religiosa y 40 de sacerdote. Sencillo, atento y bondadoso, siempre dispuesto a desempeñarse con altura y responsabilidad. Su trayectoria religiosa se caracterizó por un


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sentido profundo del espíritu de obediencia y una respuesta generosa y sin retaceos a su vocación. Su profundo celo por las almas lo llevó a recorrer casi toda su querida provincia de Catamarca, dejando en cada pueblo el mensaje evangélico de Paz y Bien. Coherente con el apostola-do que desarrollaba, trató de actualizarse a partir del Concilio Vaticano II en todo lo concerniente a la pastoral. Guardián en varias oportunida-des del convento de Catamarca; Director del Colegio “Padre Ramón de la Quintana”; maestro de Postulantes, Catequista incansable, eficiente colaborador en el Movimiento Familiar Cristiano; confesor y director espiritual de comunidades religiosas, clero y seminario. El afecto, el respeto y gratitud que se granjeó en Catamarca, se puso en evidencia en la multitud de adultos y niños que lloraron su muerte y estuvieron presentes en la Misa exequial y sepelio.

~ JUNIO 03 ~

En este día fallecieron: 1599 FRAY JUAN DE SAN BERNARDO: Hermano laico. Compañero de Fray Luis Bolaños, martirizado por los indios. [“Fray Juan de San Bernardo, o simplemente Fray Juan Bernardo, con razón diríase astilla del mismo palo. Formado en la apostólica escuela de los venerables Padres Alonso de San Buenaventura y Luis de Bolaños, resultó un aventajado discípulo de tan esclarecidos maestros de la virtud y del apostolado. Tiene el especial mérito de ser americano y de ostentar, cual el mejor de los blasones a que puede aspirar un religioso, la palma del martirio. Por la información de 1618, muchas veces citada en estas páginas, sabemos que el año 1585, al viajar el P. Alonso de San Buena-ventura a España, dejó en compañía del P. Fr. Luis de Bolaños dos frailes novicios, a quienes dio el hábito de San Francisco en la dicha provincia de Guayrá. […] los cuales ayudaron al dicho fray Luis por saber bien la lengua. Esto da la certidumbre de que los tales novicios eran nativos de la provincia de Guayrá o de sus comarcas; pues sabían bien la lengua in-dígena. ¿Quiénes eran estos novicios? No es difícil averiguarlo. En efec-to, no eran otros que el expresado Fr. Juan de San Bernardo y el P. Fr. Ga-

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briel de la Anunciación. Así consta claramente de la declaración juratoria que este último prestó el año 1627 en la Información sobre el Martirio de Fr. Juan de San Bernardo, en la que expresa: que conoció al dicho Fray Juan Bernardo desde su niñez, porque se criaron juntos y juntamente fueron novicios en las provincias de Guayrá, siendo a la sazón Guardián en las dichas Provincias el Padre Fray Alonso de San Buenaventura, y su compañero el Padre Fr. Luis de Bolaños, y juntos hicieron profesión en la dicha Orden. Por lo que respecta a la virtud y benemérita vida del Hno. Juan Bernardo, he aquí lo que nos dice el P. Bolaños, que era su Guardián y que le mandó desempeñar una difícil y peligrosa misión, la que resultó causa ocasional de su martirio. En carta contestación al Padre Fr. Grego-rio de Osuna, que le pedía datos acerca del Martirio del venerable Fray Juan, fechada el 20 de marzo del año 1624, en Buenos Aires el P. Bolaños escribe: Cuanto a lo que V. R. pide le escriba de nuestro hermano Fr. Juan Bernardo que está en el cielo, era muy gran lengua, y sin preparación en comenzando a hablar se le ofrecía tanta copia de cosas, que antes se cansaba que le faltase qué decir, todo muy bien dicho y muy congruo, y elegantemente y era muy pobre. Pasa en seguida a narrar las circunstan-cias particulares que precedieron al martirio de Fr. Juan, como las que le acompañaron. Mucho antes que fuese, –dice la carta– andaba él ya con grandes deseos de ir a esa provincia (Caazapá) a predicar a los naturales de ella. Y la causa porque yo le envié fue porque los indios del Paraná andando en sus canoas por el río Paraguay cautivaron a un fraile lego de Santo Domingo que de las Corrientes venía a la Asunción y le llevaron a sus tierras. Vino la nueva a la Asunción diciendo que aquel fraile tenía cartas y papeles de mucha importancia de la Audiencia Real y del Rey, y porque no matasen los indios al fraile que los traía, y los papeles y cartas también se perdiesen, me importunaron mucho el Rector de la Compa-ñía y el Teniente y otras personas, que enviase allí a nuestro hermano para que él con su buena doctrina y ejemplo pudiese llegar donde el otro hermano estaba y librarle y traer a él y a sus papeles. El Padre Córdoba y Salinas agrega, que el P. Bolaños, al despedirle e impartirle la santa bendición, le dijo: “vaya con gran consuelo, pues merece lo que todos deseamos, y no se nos concede. Con que le predijo lo que gloriosamente le habían de dar, que era la corona del Martirio”.

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El P. Bolaños continúa en la carta diciendo: Yo no le enviara si él no tu-viera tan gran deseo y gana de ir. Ya los indios habían muerto al P. Domi-nico, por lo cual y por otras muchas cosas y habiendo ya mucho tiempo que no acudían a servir a sus encomenderos (los que solían), andaban alborotados y temerosos y con malas hablas. Yo le avisé (a Fray Juan) que antes que fuese enviase primero algunos indios viejos emparenta-dos (allí), que los había para avisar a los indios de como yo le enviaba y a lo que iba, y que fuese por otro camino, por indios que ya tenían más noticia de nosotros. No lo hizo, o por parecerle que no era necesario, o porque Dios lo tenía así ordenado. Llevó cuatro indios: dos de Itá y dos de Yaguarón, que entonces era doctrina nuestra; llegó al sitio donde aho-ra está Caazapá, donde estaba la casa de Cababayú y algunos otros; en viéndole los indios, se inquietaron como cosa súbita y no esperada; pa-recióles que debía ser espía de los Españoles, para después ir a hacerles guerra. Los Cababayúes le dijeron algunas veces que no pasase adelante, que de allí se volviese luego, antes que la nueva de que estaba allí fuese a los indios de otros pueblos, que no estaban buenos y le habían de matar. Primero no quiso volverse, y después cuando quiso hacerlo ya le habían quitado el caballo; y viniéndose a pie, vinieron tras él y le volvieron, quitaron el hábito, maniataron y llevaron por los otros pueblos hasta Ya-guaperé. Los cuatro indios que fueron con él, dijeron esto, a los cuales él les dijo se volviesen, y por los montes con harto temor se volvieron. Por Caazapá y sus alrededores se difundió la noticia propalada por un indio hechicero, de que el fraile trataba de engañar a los indios, para que los españoles les hicieran guerra, los matasen, y a los sobrevivien-tes los tomasen por esclavos. En castigo del supuesto delito, hicieron sufrir muchísimo al supuesto espía, llevándole de una parte a otra, azotándole y a paleándole. En seguida, el hechicero, que ejercía poderosa influencia moral sobre toda la indiada, convocó a una gran junta, a numerosos caciques, para cele-brar una fiesta de las que ellos estilaban, en las que el número principal e inigualado era siempre la abundancia de brebajes fuertes, que ellos mismos preparaban. Reunidos los caciques, el hechicero les propuso que, para dar mayor realce y solemnidad a la fiesta, era necesario qui-tar la vida al fraile; proposición que todos aceptaron y aprobaron. En

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consecuencia, desde distancia de dos leguas en que se hallaba el siervo de Dios, condujéronle a la dicha junta, arrastrándole con una soga al cuello. En presencia de aquel “tribunal” (la junta), mandáronle les sir-viese bebidas, cebándoles los mates; a lo que se negó el siervo de Dios, y predicándoles con gran fervor las penas del infierno, les instaba no ofendiesen a la Majestad de Dios, ni irritasen la divina justicia”. Ante tal actitud del esforzado atleta, el superior entre los caciques le mandó ahorcar, orden que de inmediato se cumplió; mas ello no fue óbice para que el heroico ajusticiado, desde la horca –durante tres días y dos noches– no cesara de predicarles, proponiéndoles la misericordia de Dios y su inexorable justicia, y que no arriesgasen sus almas, por lo mucho que habían costado a nuestro Señor Jesucristo. Enfurecido el cacique por la predicación, le mandó descolgar, le abrió inhuma-namente el pecho, le extrajo el corazón y lo mordió en presencia de muchos indios, arrojándolo en seguida a una hoguera que tenían pre-parada. Apenas cayó al fuego, el corazón saltó de él; y como repetidas veces le echaran al fuego, otras tantas tornó a salir de él, hasta que cansados lo enterraron. Mientras tanto el cuerpo exánime del Mártir continuaba predicándoles anunciándoles que ellos, que le quitaban la vida temporal, serían casti-gados por Dios; predicción esta que bien pronto se cumplió, muriendo en forma desastrosa los principales cabecillas del horrible crimen. Al-gunos menos culpables, dieron sepultura al cuerpo del Mártir, y arre-pentidos, comunicaron todo el suceso a los otros religiosos misioneros. El día en que los indios llevaban arrastrando al venerable hermano Juan para sacrificarlo, el P. Bolaños, que estaba en el Convento de Asunción, tuvo de ello especial revelación, y llamando a los religiosos, les dijo: “Padres, vamos a pedir a Nuestro Señor que dé valor al her-mano Fray Juan de San Bernardo, que está en mucho aprieto; y estuvo en oración hasta que le ahorcaron, y luego se levantó muy alegre, y llorando de gozo de saber la muerte tan gloriosa de nuestro hermano, suspiraba vertiendo muchas lágrimas de sus ojos de no haber mereci-do derramar su sangre, y dar la vida como este dichoso Fraile Menor, por la exaltación de la Fe Católica. Cuando llegó la nueva, no hizo mu-damiento alguno, con que dio a entender tenía noticia de ella.

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Según cuentan los cronistas, aplicando las reliquias del ilustre Mártir a los enfermos, e invocando su protección, se han obrado muchos milagros. Esta narración del Martirio del hermano Juan, en parte como se ve, está tomada al pie de la letra de la Crónica del P. Córdoba y Salinas, y en parte de la misma Crónica ad sensum, coincidiendo en toda la relación con lo que aseveran los quince testigos de la extensa información jurí-dica del año 1627. El sitio o lugar del martirio del venturoso hermano Juan fue en la entrada de un monte, en las inmediaciones del pueblo de Caazapá. En cuanto al año, parece deducirse haber sido en 1592; pues, dos testigos de la información de 1627 dicen hacía 35 años, más o menos, a lo que el hecho sucedió. Sin embargo, por otros indicios y datos, podría llegarse a la conclusión de que ello ocurrió el año 1594. Treinta años, más o menos, estuvieron cuerpo y corazón del Mártir enterrados entre el bosque, cubiertos de malezas y detritus que el tiem-po iba acumulando sobre ellos; hasta que el P. Fr. Gregorio de Osuna, doctrinero de la reducción de Caazapá, en 1623-24, por mandado de su superior, se puso en búsqueda de tan precioso tesoro. La tarea no era sencilla, por la causa ya anotada, y también porque los indios siempre los han encubierto. Pese a todo ello, al cabo de repetidas y afanosas pesquisas, el P. Osuna encontró todos los huesos del venerable cuerpo. También fue Dios servido de que encontrase el corazón del ilustre Már-tir, y esto, según Córdoba y Salinas, fue en forma prodigiosa. Cansados de buscarlo, entre el bosque vieron una hermosísima flor que embalsa-maba el ambiente con su fragancia; quisieron cortarla y no fue posible. Cavaron la tierra por no lastimarla, y a pocos golpes dieron con el cora-zón, y al extraerlo de la tierra con suma reverencia, la flor se marchitó y secó. Reunidas todas las venerables reliquias, parte de ellas fueron llevadas a la reducción de Yutí, y otra parte a la de Caazapá, donde se las conservaba con gran devoción hasta el año 1778. Cerramos esta nota biográfica de Fr. Juan de San Bernardo con las pa-labras del erudito Fr. Arturo Rotomagense, quien, en las adiciones a su Martirologio Franciscano, página 615, dice lo siguiente: “Frater Joannes a Sancto Bernardo, socius altquando Paxis Alphonsi de Sancto Bonaventura, Laicus erat professione, quando gloriosus pas-

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sus est martyrium in Custodia Fluminis de Plata per manus lndorum infidelium, anno 1599”. N. B. - Al trazar la nota biográfica del R. P. Fr. Antonio Arredondo, ten-dremos oportunidad de dar la última noticia que conocemos acerca de las reliquias del venerable hermano Fr. Juan de San Bernardo 199. 1699 FRAY MIGUEL DE ORTEGA: Sacerdote. Ministro provincial (1698-1699), noticia de su fallecimiento. “Español. Fue elegido en el Capítulo celebrado en el convento de Córdoba. Falleció el 3 de junio, sucediéndolo en el cargo el Vicario designado por el Definitorio” 200.

1702 FRAY GASPAR GAETA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1782 FRAY JOAQUÍN: Hermano laico. Falleció en el convento de Cór-doba.

1783 FRAY JOSÉ URQUIZA 201: Falleció en Paraguay.

1784 FRAY JOSÉ SOTO: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes. 1791 FRAY DIEGO CORREA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1798 FRAY ANTONIO RON: Hermano laico. Falleció en el pueblo de Ortega.

1800 FRAY ANTONIO URBÍN 202: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

199 Cfr. Fray Antonio Santa Clara Córdoba, Los Franciscanos en el Paraguay (1737-1937), Buenos Aires, 1937, pp. 89-95.200 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 89.201 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 218.202 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara

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1810 FRAY JOSÉ MONTES: Sacerdote. Falleció en el convento de Co-rrientes.

1905 FRAY ANDRÉS BIANCHI: Sacerdote. Falleció a los 63 años. Concluyó su carrera en el Colegio Apostólico de la Merced, Corrientes. Había ingresado a la Orden en la Provincia Romana siendo ordena-do sacerdote en 1863. Veintiún años más tarde se incorporó al Colegio Apostólico La Merced, después de haber misionado en Chile, Bolivia y Ecuador. Fue Párroco de Saladas y durante 18 años de Mburucuyá. 1978 FRAY JUAN SEGUNDO SOSA: Sacerdote. Natural Arroyito, ar-quidiócesis de Córdoba. Falleció en el convento de Mendoza, a los 61 años de edad, 41 de profesión religiosa y 33 de sacerdote. “Su nombre de religioso fue Amado Buenaventura. Nació el 27 de di-ciembre de 1916. Muy niño ingresó como postulante en nuestro con-vento de Córdoba y el 29 de enero de 1936 vistió el hábito en el con-vento de Catamarca, donde emitió su profesión de Votos Simples el 1 de febrero de 1937. Inició en Córdoba los estudios eclesiásticos para continuarlos al año siguiente, hasta concluirlos en el recién inaugurado convento de San Antonio de Padua. Allí hizo su Profesión Solemne el 1 de febrero de 1940 y fue ordenado sacerdote el 16 de mayo de 1945. Pasó la mayor parte de su vida sacerdotal en los conventos de corrien-tes, Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. Estuvo por breves períodos en los de Tucumán, Santiago del Estero y en la Parroquia de Añatuya. En todas partes se dedicó al ministerio, en especial a la confe-sión, predicación y a la atención de asociaciones piadosas [...] 203”.

Fray Luis Cano.

Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 220.203 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año X, n.° 62, (mayo/junio 1978), p. 16.

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~ JUNIO 04 ~

Recordemos piadosamente ante el Señor a los hermanos: 1734 FRAY JUAN DE BRACAMONTA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Santiago del Estero.

1765 FRAY MIGUEL DE LA BARRA: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1793 FRAY ILDEFONSO MIGUEL DE SAN JOSÉ VIANARA: Sacerdo-te. Comisario Visitador de los conventos de Tucumán, Catamarca y La Rioja. Falleció en el convento de Tucumán.

1808 FRAY ANSELMO GODOY 204: Sacerdote. Guardián. Falleció en el convento de la Recolección del Paraguay.

1816 FRAY MARIANO BORDA: Sacerdote. Falleció en Tucumán.

1819 FRAY SEBASTIÁN CANEL: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

1823 FRAY RAMÓN ÁLVAREZ: Sacerdote. “Español. Lector jubilado. Custodio. Gobernó la Provincia desde 1806 a 1810. Visitador general. Fue electo en el Capítulo celebrado en Buenos Aires bajo la presidencia de Fray Sullivan. En su primer Circular amonestó a todos los religiosos a cumplir con sus deberes” 205. Falleció en el convento de Córdoba. 1891 FRAY FRANCISCO LAMBERTI: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

204 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 220.205 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz B. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes (1612-2012), Editorial Castañeda. Buenos Ai-res (2012), p. 98.

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1915 FRAY HUGOLINO DÍAZ: Sacerdote. Natural de Corrientes, falle-ció en el convento de esa ciudad a los 43 años de edad, 24 de profesión religiosa y 18 de sacerdote.

1934 FRAY FERMÍN CROVELLA: Sacerdote. Falleció en Turín a los 69 años de edad y 45 de ministerio. Nació en Ripa Alba, Provincia de Piamonte. Siendo sacerdote joven, se incorporó a la Comisaría de Misiones. Misionó en San Martín Norte, recorriendo habitualmente todos los pueblos hasta el Chaco.

~ JUNIO 05 ~

En este día fallecieron: 1685 FRAY NICOLÁS GUIPUZCOA: Sacerdote. Ministro provincial desde 1676 a 1685. “Español. Fue electo en el Capítulo celebrado en San Miguel de Tucumán” 206.

1745 FRAY AGUSTÍN MOLINA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1785 FRAY ALFONSO BISBASO: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1788 FRAY ANTONIO PEREGRINO: Sacerdote. Falleció en el pueblo de La Guardia, Catamarca.

1806 FRAY NICOLÁS VILLOLDO 207: Sacerdote. Falleció en Villarrica, Paraguay.

206 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 87.207 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 220.

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1833 FRAY HIPÓLITO CASTAÑÓN: Sacerdote. Falleció en Arroyo Azul, provincia de Buenos Aires. Sus restos fueron trasladados a nues-tra iglesia de Buenos Aires el 27 de noviembre de 1833.

1836 FRAY PEDRO LUIS PACHECO: Sacerdote. Lector jubilado. Falle-ció en Arcos, España.

~ JUNIO 06 ~

En este día recordemos antes el Señor a nuestros hermanos: 1697 FRAY FRANCISCO DE LA CONCEPCIÓN: Hermano laico. Fa-lleció en el convento de Córdoba.

1806 FRAY DOMINGO JAIME: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1819 FRAY MARIANO DEL PILAR FERNÁNDEZ: falleció en el con-vento de la Recolección de San Pedro, provincia de Buenos Aires.

1822 FRAY MIGUEL TAGLE: Hermano laico. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires.

1916 FRAY SIMÓN VARELA: Sacerdote. Natural de la provincia de Catamarca, diócesis de Catamarca (Argentina). Falleció en el convento de Santiago del Estero, a los 63 años de edad, 43 de profesión religiosa y 37 de sacerdote. Guardián, maestro de escuelas, maestro de novicios y presidente en Catamarca. Por dos períodos Guardián del convento de La Rioja y De-finidor provincial. Después de soportar una larga y penosa enferme-dad con edificante paciencia y conformidad con la voluntad de Dios, falleció en el convento de Santiago del Estero.

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1920 FRAY VICENTE CALONI.

1927 FRAY ANTONIO FRANCISCO LEIS: Sacerdote. Nació en la ciu-dad en Buenos Aires. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 38 años de edad, 21 de profesión religiosa y 12 de sacerdote. Su vida se caracterizó por un espíritu dócil y obediente, pacífico y manso, modesto y culto. Todas esas virtudes le hicieron acreedor de la estima de todos, dentro y fuera del claustro. Maestro de estudiantes y postulantes; secretario del Mons. Bottaro en su penúltimo provinciala-to; Lector de cánones en Buenos Aires y profesor en el Postulantado de Córdoba. Con edificante paciencia soportó su enfermedad, llegando a ocultar sus padecimientos para no causar molestias.

1984 FRAY BENTIVOGLIO (OCTAVIO) ROSSATO: Sacerdote. Falleció en Guatemala, en un accidente automovilístico. Hijo de la Provincia Véneta, vino a la Comisaría San Miguel en 1951 donde permaneció un decenio. Fue un sacerdote piadoso, culto, traba-jador y caritativo. Se desempeñó como profesor de Filosofía y Teología en San Lorenzo; también como Consejero y Guardián en Rosario.

2000 FRAY ANDRÉS SARALEGUI ARRIZUBIETA: Nació en Inza, pe-queño pueblo campestre de Navarra (España) el 15 de diciembre de 1914. Débil, muy gastado en su parte física, pero rico en el espíritu acudió al llamado del Padre el día 6 de junio de 2000. Las honras fúne-bres se le ofrecieron en el Oratorio San Francisco y se le depositó en el cementerio de la Recoleta. Sus padres fueron Ignacio y Clara. Todavía adolescente ingresó en el Seminario Franciscano de Aránzazu, al término de esa etapa pasó a la Aguilera, donde culminó sus estudios de bachillerato seminarístico.Tomó el hábito e inició el noviciado de la Orden Franciscana en Zarauz el 13 de agosto de 1930 con 16 años, profesó el 14 de agosto de 1931. Después cursó los estudios de Filosofía en Olite y Teología en Aránza-zu donde profesó solemnemente el mes de marzo de 1938. En Teología padeció una grave enfermedad de ostiomielitis de la que se curó cuasi milagrosamente, con un tratamiento rígido de medicina

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natural y ayunos estrictos. Se ordenó de Sacerdote el 14 de julio de 1940. Casi de inmediato fue destinado como misionero a la Custodia del Pa-raguay. Arribó el año 1940. Hizo sus primeros ensayos sacerdotales en Asunción y sus alrededores, como Ñemby. Pasó a Villarrica el 26 de febrero de 1942, nombrándosele Teniente cura de Yvaroty y la amplísima zona de sus filiales que alcanzaba hasta Pas-toreo. Para él eran familiares Tuyutimí, Rincón, Pisadera, Mbocayaty, o Tacuarita, como Borgita, Troche o Caaguazú... que eran los pueblos y aldeas a atender a lomo de caballo. El año 1943 fue destinado como superior a la fraternidad de Guaram-baré debiendo atender también a los feligreses de Ypané y llevar la docencia en los Colegios de ambos pueblos. En Guarambaré le tomó la llamada “revolución del 47”, pasando momentos espinosos junto al pueblo, ejercitando la caridad en defensa de sus feligreses sin mezqui-nar correr riesgos. En los capítulos de 1944, 1950 y 1956 se le nombró miembro del Con-sejo de la Custodia. En los Capítulos de 1952 y 1956 habiéndosele nombrado presidente de la Casa y Párroco, regresó a Villarrica, donde ejerció el servicio de pastor de Ntra. Sra. de la Asunción de Yvaroty y sus vicarías hasta 1958. En ese tiempo, en ausencia de Mons. Carlos, que fue elevado al episcopado de Trinidad Bolivia, asumió la difícil tarea de terminar la construcción del Templo. Fue él quien cargó con la culminación de las obras y los preparativos para la bendición e inau-guración el año 1959. La que se hizo en el contexto de una gran fiesta del barrio con la presencia de Mons. Paí Carlos y ejerciendo de párroco el Padre Ramón Muruamendiaraz.Habiendo enfermado el P. Félix Ochoa en septiembre de 1958, hubo de atender en la emergencia a los leprosos de Sapucay por breve tiempo, al término volvió nuevamente al cuidado de los terciarios. Los años de 1958 al 1966 fue designado Asistente nacional de la Orden Franciscana Seglar de todo el Paraguay, recorriendo como tal, con su Volkswagen escarabajo, los lugares más alejados animando a la fra-ternidad seglar. Gracias a esas visitas se tuvo estadística aproximada de los terciarios, que en la sazón contaba con más de 15.000 adeptos

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repartidos en 68 fraternidades y nueve departamentos. Simultánea-mente tuvo que realizar otros servicios complementarios como el de ser primer párroco de San Pablo Apóstol en el Barrio, entonces, Pte. Stroessner. El año 1967 recibió obediencia para un nuevo cambio, siendo desti-nado a Uruguay a la Casa de San José de Carrasco, como párroco y director de la escuela de Santa María de los Ángeles. Después de tres años en Uruguay, en el Capítulo Custodial de ese año 1970 fue electo Custodio Provincial, y tuvo durante nueve años a su cargo la dificil responsabilidad de la animación de los franciscanos de las seis Casas Franciscanas de Paraguay, las dos de Uruguay y las tres de Argentina. Al término de su mandato optó por retirarse de la palestra de las pa-rroquias y hacerse cargo del Leprocomio Santa Isabel, donde ha ejerci-do de capellán y buen samaritano sus últimos 20 años asistiendo a los más marginados con verdadera dedicación y caridad al estilo de San Francisco. Ya con sus 85 años, imposibilitado para vivir en la lejanía de Santa Isabel, tuvo que resignarse al retiro de la casa matriz de San Francisco de Asunción. Todos cuantos le conocemos podemos calificarle de hombre bondado-so, sencillo, y servicial, amante del deporte, amigo de polemizar por lo que fuere... Tampoco le faltaba a su personalidad una pizca de pi-cardía, de la que hacía gala, y una afición apasionada a la escucha de las emisiones deportivas. Debido a sus ricas cualidades, que las tenía en buen grado, fue propuesto para ser Obispo de Requena, Perú. El intento quedó sin efecto nombrándosele a otro.

~ JUNIO 07 ~

En este día fallecieron: 1719 FRAY BARRANCO FRANCISCO: Sacerdote.

1749 FRAY MIGUEL LEYES: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

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1771 FRAY MIGUEL TERÁN: Hermano laico. Falleció en el convento de la Recolección de Buenos Aires.

1793 FRAY BERNARDO TORRENCIA: Hermano laico. Fue por mu-chos años maestro de escuela en el convento de Buenos Aires en el cual falleció.

1800 FRAY JOSÉ GONZÁLEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1808 FRAY ANTONIO FERNÁNDEZ LOZADA: Hermano laico. Falle-ció en el convento de la Recolección de San Pedro, provincia de Buenos Aires.

1902 FRAY NICOLÁS PUDIGNANI: Sacerdote. Nativo de Greccio. Fa-lleció en San Lorenzo a los 75 años. Se hallaba de familia en el convento de Perusa, cuando se incorporó al Colegio Apostólico San Carlos, donde trabajó durante 46 años. En Rosario fue Guardián, párroco y director de la Escuela San Francisco Solano. Todos sus actos llevaron el sello de la piedad cristiana, del celo apostólico y un ardiente amor al prójimo. Actuó al frente de las parro-quias de San José del Rincón, Cañada de Gómez (donde edificó el tem-plo) Pergamino, Villa Constitución, Roldán y San José de la Esquina.

~ JUNIO 08 ~

Recordamos piadosamente ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron:

�� FRAY GASPAR FLORES: memoria de su fallecimiento. Fue uno de los fundadores del convento de Catamarca.

1794 FRAY MANUEL URQUIZA: Sacerdote, cura de almas. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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1890 FRAY ARNIENTO ÁVILA: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Córdoba.

1914 FRAY RODOLFO AHUMADA: Sacerdote. Natural de la diócesis y provincia de Catamarca. Falleció en Catamarca, donde fue a buscar alivio para su enfermedad, a los 49 años de edad, 29 de profesión reli-giosa y 27 de sacerdote. Maestro de nuestra escuela primaria, Procurador y Vicario del conven-to de Catamarca. Durante su mandato de Guardián del convento de Santiago del Estero se construyeron las celdas desde la Iglesia hasta el refectorio con sus respectivos claustros.

1960 FRAY PABLO ROSSI: De origen Italiano, consagró sus años de sacerdote a las misiones de Tacaaglé y Laishi. En Laishi hizo construir la actual casa. Regresando a su Provincia, falleció en el bosque.

1988 FRAY MARIO PORRETO 208.

Sacerdote. Nació en Liniers, Buenos Aires, el 28 de enero de 1938. Dejó de existir el miércoles, 8 de junio de 1988, a las 7:45 horas, a los 50 años de edad, 33 de profesión religiosa y 27 de sacerdote. Fue sepultado en el Ce-menterio “Santa Mónica” de Libertad, partido de Merlo, en la bóveda de su familia. Sus padres fueron Don Adolfo Porretto y Doña Zulema Benavente. A los 16 años ingresó al Postulantado de Adultos de S. Antonio de Padua en el año 1954.

208 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XX, n.º 131 (mayo/junio 1988), pp. 14-15

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Tomó el hábito de novicio en el convento franciscano de Catamarca el 29 de enero de 1955. Al año siguiente, el 30 de enero de 1956, hizo su profesión Temporal.Cursó los estudios de Filosofía y Teología en el convento de tan Anto-nio de Padua donde hizo su profesión Solemne el 15 de agosto de 1959.Recibió el Sacramento del Orden Sagrado de manos de Mons. Francis-co Muguerza, el 23 de diciembre de 1961 en el templo de San Antonio de Padua. Celebró su primera Misa Solemne en la Parroquia de N. Sra. de las Nieves de Liniers el 25 de diciembre de 1961.Fue Vicario Parroquial por varios años en la Parroquia S. Cayetano de Ciudad Belgrano (hoy Ciudad Evita, Partido de la Matanza) y Cape-llán de Gendarmería en la Escuela que dicha arma tiene en el lugar. En posterior traslado a Buenos Aires funda “KERIGMA”, Comunidad Religiosa Laica, en julio de 1975, que tiene como finalidad el conocer y experimentar el amor de Dios en nuestras vidas para intentar amar a los demás así como Dios nos ama.Esta finalidad se desarrolla a través de las siguientes actividades:–Eucaristía en común los días domingos.–Oración en común a partir de textos del Evangelio.–Ayuda a los necesitados (Guardería de Merlo, ropa y alimento para Cáritas, ayuda concreta para casos especiales, etc.)–Reuniones de Matrimonios.–Retiros de espiritualidad, de los cuales surgieron varias vocaciones a la Orden, etc.Entre sus tareas pastorales cabe destacar la predicación de retiros es-pirituales vocacionales (aspirantes, postulantes, novicios y profesos) y la Dirección espiritual a numerosas personas que recurrían a él en demanda de consejo y demás ayuda espiritual.Del convento de Buenos Aires pasó al de San Antonio de Padua. En 1986 cuando esta Casa vuelve a ser Casa de Formación con la llegada de algunos seminaristas de Paso del Rey, fue nombrado Prefecto de Es-tudios.En el Capítulo Provincial de ese mismo año vuelve a ser trasladado al Convento de Buenos Aires en calidad de Vicario. Nuevamente allí se de-dica asiduamente a la atención del confesonario y Dirección espiritual.

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Su estado delicado de salud lo obligó en varias oportunidades a tera-pia de cuidados intensivos. La última ocurrió el martes 7 de junio, a la madrugada, en la Clínica “Mater Dei” de la Ciudad de Buenos Aires. Pese a todas las atenciones que le fueron dispensadas. Sacerdote, nació el 28 de marzo de 1938 en la Capital Federal, arqui-diócesis de Buenos Aires. Con la sicología propia (...) dedicó su vida pastoral a la atención espiritual de numerosos feligreses en los conven-tos y parroquias que le tocó vivir, teniendo en cuenta los estudios de Sicología que había cursado en la Universidad del Salvador. Fr. Ernesto A. Urenda.

~ JUNIO 09 ~

En este día fallecieron: 1606 FRAY MARTÍN IGNACIO DE LOYOLA: Obispo del Paraguay. Falleció en el convento de Buenos Aries y fue sepultado en la Iglesia del mismo.

1715 FRAY PEDRO GENARO ORTEGA: Sacerdote. Falleció en el pue-blo de Santiago de Sánchez.

1782 FRAY JOSÉ SÁNCHEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires

~ JUNIO 10 ~

En este día fallecieron: 1616 FRAY FRANCISCO DE LA CRUZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

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1668 FRAY FRANCISCO TRUJILLO 209: Sacerdote. Custodio provincial. “Fue electo Ministro provincial en el Capítulo celebrado en Córdoba a fines del año 1636. Según Fray Córdoba y Salinas, Fray Francisco fue insigne predicador, depositario del don de lenguas 210”. Falleció en Pa-raguay.

1738 FRAY MARTÍN ROMO: Hermano laico.

1743 FRAY JOSÉ IGNACIO GIMÉNEZ: Sacerdote, cura de almas en la Doctrina de Miraflores, Provincia de Salta.

1755 FRAY JUAN ALDERETE: Hermano laico. Falleció en el convento de Santa Fe.

1768 FRAY ROQUE SALGADO: Sacerdote. Falleció en un viaje a Córdoba.

1772 FRAY NICOLÁS GÓMEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1801 FRAY FRANCISCO MELO: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1804 FRAY JUAN IGNACIO CABRERA: Sacerdote. Falleció en el Pa-raguay.

1840 FRAY MANUEL TOMÁS: Hermano donado. Su muerte sobrevi-no a los 5 años de haber ingresado a dicha comunidad. Falleció en el convento San Carlos.

209 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 215.210 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 85.

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~ JUNIO 11 ~En este día fallecieron:

1658 FRAY BUENAVENTURA ROJAS: Sacerdote. Ex Guardián del convento de Martín de Esteco, en el que falleció.

1772 FRAY NICOLÁS GÓMEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1799 FRAY MARTÍN AICE: Sacerdote. Lector jubilado y ex Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1834 FRAY MANUEL RODRÍGUEZ: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

�� FRAY RAFAEL QUANTE: Sacerdote. Memoria de su falleci-miento. Nació en 1894 en Olfen, Alemania. A los 29 años se ordenó sacerdote en Brasil y luego de oficiar de párroco en Mi-sión Laishí y en Gobernador Crespo, regresó a su país natal, donde falleció ya anciano.

2011 FRAY RAÚL MARCELO SCOZZINA 211: Obispo. Nació el 14 de agosto de 1921 en San Martín Norte, Santa Fe. Falleció el 11 de junio de 2011 en la tierra que amó, Formosa, y sus restos, por su expreso pedi-do, descansan en la capilla de Campo Alegre (al sur de Pozo del Tigre, Formosa), donde se venera a la Virgen de los pobres.

211 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XLIII, n.° 24 (abril/junio 2011), pp. 27-28 .

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Realizó su Primera Profesión el 27 de enero de 1939 y la Profesión So-lemne 15 de agosto de 1942. Fue ordenado sacerdote el 23 de diciembre de 1944 y la ordenación Episcopal el 21 de julio de 1957. Fue el primer Obispo al inicio de la diócesis de Formosa, ejerciendo este ministerio del 9 de mayo de 1957 al 31 de marzo de 1978, dejando una huella profunda en su andar misionero de pastor y amigo. La Virgen de los pobres nom-brada por Mons. Raúl Marcelo, como patrona especial del oeste formo-seño”. Esta capilla es parte del Vía Crucis, que se extiende a lo largo de la ruta nacional 81 y que fue creada oportunamente por Scozzina.[Obispo emérito de Formosa 212, murió el sábado 11 de junio de 2011, a las 22 horas en el Hospital de Alta Complejidad “Presidente Juan Domingo Perón”, de la capital provincial, donde había sido internado hace casi un mes a raíz de una larga y penosa enfermedad. Los restos del prelado fueron velados en la catedral Nuestra Señora del Carmen, donde el actual diocesano, Monseñor Vicente Conejero Gallego, presi-dió la misa exequial, y luego llevados al panteón de los Padres Fran-ciscanos en el cementerio Virgen del Carmen, de Formosa. No obstan-te, se informó que, en fecha por confirmar, tal como lo dispuso Mons. Scozzina en su testamento, serán trasladados para que descansen de-finitivamente en una capilla humile del oeste formoseño, en el paraje Campo Alegre, habitado en su mayoría por aborígenes y donde hay una imagen tallada en madera de la Virgen de los Pobres. “Haremos todo lo posible para que se realice este deseo suyo y sea, a la vez, signo para los formoseños de su amor entrañable por los más pobres; como Jesús, que vino a anunciar la buena noticia a todos, pero con una espe-cial predilección por los pobres”, dijo Mons. Conejero Gallego durante una misa multitudinaria. Su Vida: Mons. Scozzina nació en San Martín Norte, provincia de San-ta Fe, el 14 de agosto de 1921, y fue ordenado sacerdote en Rosario, en la Orden Franciscana de los Frailes Menores el 23 de diciembre de 1944 por Mons. Juan Pascual Chimento, arzobispo de La Plata.

212 Fuente: www.aica.com - 13 de junio de 2011.

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Elegido Obispo de Formosa el 7 de mayo de 1957 por Pío XII, recibió su ordenación episcopal en la iglesia de San Francisco (Santa Fe), el 21 de julio de 1957 de manos del Cardenal Nicolás Fassolino, arzobispo de Santa Fe, y los co-consagrantes fueron Mons. Francisco Juan Vénnera y Mons. Carlos María Cafferata, obispos auxiliares de Rosario.Tomó posesión de esta sede e inició su ministerio pastoral como primer obispo de Formosa, el 28 de septiembre de 1957. Renun-ció por razones de salud el 31 de marzo de 1978. Su lema episco-pal fue Vita dulcedo et spes nostra salve. (Vida, dulzura y esperanza nuestra).Miguel Ángel Irala, recuerda que su aparente apatía se quebraba con una sonrisa tierna ante la presencia de los humildes, de los niños, de los aborígenes, de los campesinos, de los enfermos, de los abuelos, de los pobres de solemnidad.Quienes lo conocieron admiten que Mons. Scozzina jamás claudicó ante los poderosos. Conocido con el nombre de padre Pacífico, asumió como conductor de la Iglesia de la provincia, cuya población tuvo ocasión de verlo y conocerlo por sus interminables viajes a lo largo y ancho del territorio. Ese momento inolvidable de su trayectoria se suma a otros dos hitos: cuando en 1966 Pablo VI, a quien siempre ad-miró, le otorgó la gracia de colocarle la corona pontificia a la imagen de la Virgen del Carmen; y cuando tras superar graves problemas de salud regresó a Formosa y ya jubilado cumplió su sueño de siempre: hacer realidad el Vía Crucis Formoseño.Se trata de catorce cruces de maderas desnudas que están clavadas en puntos estratégicos a la vera de la ruta nacional 81 a la que, por pedido del pueblo formoseño, se le impuso el nombre del pastor ahora falleci-do, en el tramo de 502 kilómetros comprendido entre esta ciudad y el límite con Salta.Nunca perdió el contacto con los humildes. Llegó a todos los rinco-nes de la provincia a lomo de caballo, de mula o de burro; en carro, en volantas o a pie para visitar los parajes más inaccesibles. Siempre inquieto por la situación de los aborígenes y los campesinos sin tierra, fue guía espiritual de los dirigentes de la Unión de Ligas Campesinas Formoseñas (ULICAF).

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Se despojaba de las cosas de valor que le regalaban –relojes, prendas y has-ta su crucifijo de obispo– para atender las necesidades de los más pobres.

~ JUNIO 12 ~

En este día fallecieron: 1718 FRAY MIGUEL REINOSO: Hermano estudiante. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1719 FRAY JUAN TIFÓN: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1741 FRAY ALONSO MORENO: Sacerdote. Falleció en un viaje a Co-rrientes.

1787 FRAY JOSÉ COSTA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1791 FRAY MATÍAS CABAL: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1798 FRAY JOSÉ IGNACIO LEONARDI: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1842 FRAY PEDRO GÓMEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Ca-tamarca.

1857 FRAY PEDRO CORTINA Y RUBÍN: Oriundo de Asturias. Falleció a los 88 años. Lector jubilado y ex Presidente de Capítulo. A los 33 años ingresó a los menores en Buenos Aires, y se incorporó a los 69 años al Colegio Apos-tólico San Carlos. Allí fue Guardián durante 14 años, en los que no se pudo hacer Capítulo debido a la expulsión de los regulares de España. En 1850 hizo construir la actual torre de la Iglesia.

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1858 FRAY PEDRO CORTINAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1932 FRAY DIEGO DE JESÚS MIRANDA: Hermano laico. Natural de la arquidiócesis y provincia de Córdoba. Falleció en el convento de Córdoba, a los 76 años de edad y 47 de profesión religiosa. Se distinguió por su sencillez y buena voluntad en el desempeño de los oficios que le encomendó la obediencia, siendo por ello apreciado por todos.

1991 FRAY LUIS ANTONIO ROMERO 213. Sacerdote. Nació el 11 de ju-nio de 1917 en Arroyito, provincia de Córdoba. Falleció en dicho con-vento, a los 74 años, 55 de profesión religiosa y 49 de sacerdote. Sus padres fueron Carmelo Romero y Antonia Sánchez. Fr. Romero vistió el hábito de novicio el 21 de enero de 1935, y el 29 de enero de 1936 profesaba temporalmente. Su Profesión Solemne fue el 2 de fe-brero de 1939, y fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1942. Algunos de los cargos que desempeñó en nuestra Provincia fueron: Guardián del convento de Córdoba; Rector del Colegio Inmaculada de la OFS de Córdoba; Representante legal, Rector y Director del Colegio de la Plata. Además fue Definidor provincial en varios períodos.“Alegre, sociable, inteligente y emprendedor fueron algunas de las cualidades que sobresalieron en su vida. Definidor, Guardián de Cór-doba y de La Plata, y director de nuestros colegios de Pampa de Acha-la, la Inmaculada de Córdoba y Padre Castañeda de la Plata” 214.

~ JUNIO 13 ~

En este día fallecieron: 1719 FRAY JUAN DE ESQUIVEL: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

213 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXIII, n.º 143 (junio/julio 1991), p. 9.214 Cfr. Fray Ernesto A. Urenda (Apéndice).

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1757 FRAY MARTÍN MENDIZABAL: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1760 FRAY FRANCISCO ACOSTA: Sacerdote; noticia de su fallecimiento.

1765 FRAY PEDRO SAPÍN: Hermano laico. Este virtuoso religioso en calidad de maestro albañil trabajó la antigua Iglesia del convento de Catamarca (1757-1763) en compañía de los hermanos Jerónimo Silva, Ignacio de Jesús María, Joaquín Izueta y Martín Cáceres. Falleció en el convento Recoleto del Pilar de Buenos Aires.

1794 FRAY JOSÉ PUCHETA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1884 FRAY PASCUAL RAMALLO: Sacerdote. Natural de Tulumba, provincia y arquidiócesis de Córdoba. Fue presidente y Guardián de Córdoba y Catamarca. Definidor provincial. Falleció en el convento de Córdoba, a los 76 años de edad, 47 de profesión religiosa y 42 de sacerdote.

2000 FRAY LORENZO BARAÑANO BARTUREN 215: Nació el 5 de sep-tiembre de 1916 en el pueblo Arrantzale “de la cornisa del Cantábrico”, como él diría, Bermeo. Falleció el 13 de junio de 2000 a los 84 años. Sus padres fueron Lorenzo y Teodora. Muy tempranamente, cuando apenas contaba 2 años, quedó huérfano de madre, el padre emigró a Cuba donde al poco también falleció. Quedó a cargo de la abuela y no poco al lado de los franciscanos haciendo en el convento de mo-naguillo y cantor desde muy pequeño. Con tales influencias, más que orientado, fue señalado para ingresar en el seraficado de Aránzazu donde siguió los estudios de humanidades, luego pasó a Forua para completar un año más. El paso a la vida franciscana lo hizo en el noviciado de Zarauz vistien-do el áspero sayal el 5 de diciembre de 1931. Hizo la profesión Simple el 6 de diciembre de 1932.

215 Cfr. Cantabria Franciscana, n.º 171, pp. 177-178.

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A fin de completar humanidades pasó a La Aguilera, trasladándose acto seguido a Olite para la etapa de Filosofía. Recuerda en sus apuntes refiriéndose a ese tiempo: “Olite no me trae sino recuerdos gratísimos y recargados de sano optimismo y un aprecio aún mayor de la vida religiosa y sacerdotal”. Al poco de arribar a Aranzazu el 28 de marzo de 1937 hubo de enro-larse en el ejército y tomar las armas en la guerra civil. Sus recuerdos de esa etapa no son placenteros precisamente, pero gracias a Dios salió ileso pudiendo retomar la Teología en Aránzazu el año 1939. El 8 de diciembre de 1940 hizo la profesión Solemne y al concluir la Teología recibió la ordenación Sacerdotal en Vitoria el 10 de septiembre de 1941. Llegó al Paraguay 4 de junio de 1943, fue su primer y único campo misionero. Era innegable su amor al Paraguay, tenía a honra haberse naturalizado, y mostraba su pasaporte satisfecho. Su primer destino fue Asunción donde ha transcurrido casi toda su vida con una único esporádico paso a Uruguay. Los años de 1944 al 1949 fue discreto de la fraternidad y los subsiguientes 1952, 1956, 1961 y 1964 ejerció de superior de la Casa de Asunción. A su amor y dedicación a esa casa se deben muchas de las reformas y mejoras realizadas. Ha sido indiscutible eje de la Casa donde ha ejercido todos los cargos, incluso el de primer Párroco a partir del 12 de ju-lio de 1974 hasta 1980; pero también el de organista, demandadero, correo, y gestor. Todos los hermanos del Paraguay hemos debido recurrir alguna vez a su mediación, para tramitar alguna gestión. Hay que reconocerle a Lorenzo, que además de contar con muchas influencias de las que se servía, contaba con un carisma personal que le abría las puertas. Cuantas asociaciones contaba el oratorio de Asunción han pasado al-gún tiempo por las atenciones y dirección espiritual del Padre Lorenzo: La Asociación Santa Isabel, La Pía Unión, el Sagrado Corazón, La Ter-cera Orden de San Francisco, todas le deben gratitud a su dedicación. El culto adornado con cantos y la música han sido nota sobresaliente e infaltable de las celebraciones del Oratorio siempre con Lorenzo al teclado. Las confesiones, las visitas a los enfermos, los responsos a los difuntos eran servicios a los que nunca se negaba.

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Hablando de cargos, en dos ocasiones participó en el Consejo Custo-dial en los años de 1956 y 1964. A partir de los años de 1980 se le en-comendó y llevó con fidelidad y no poco celo la obra de los santos Lugares como Comisario de Tierra Santa. En su ejercicio participó en, al menos, en cinco Congresos celebrados en los años 1983, 1988, 1991, 1996, y 1998 dejando una reseña escrita de todos ellos. A todo esto que configura a Lorenzo en sus rasgos de fraile casero, religioso, entregado, consagrado a la casa, al servicio y al culto del Ora-torio y unos cuantos ítems más, asociaba otros cuantos carismas o hob-bies más, como el volante, la fotografía, la música, el mus, al escribir. En este apartado de la pluma ha dejado Lorenzo muchas páginas de su diario, y varias memorias, pequeños libros, siendo la más importan-te de su producción: “Hilvanando recuerdos de la Custodia Francisca-na del Paraguay”. Su propio “Ensayo micro autobiográfico”; “Misce-lánea”, recuerdos de un viaje por Bolivia; “33 semblanzas misioneras” de los Hermanos fallecidos en los 50 primeros años de la Custodia del Paraguay. Mucha gente le rodeó en el velatorio y la misa y le acompa-ñó reconocida hasta la Recoleta donde fue depositado en el panteón franciscano y quedó en brazos del Padre.

~ JUNIO 14 ~

En este día fallecieron: 1760 FRAY ANTONIO BALMACEDA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1765 FRAY PÍO ZAPRAIN: Hermano laico. Falleció en el convento re-coleto de Buenos Aires.

1766 FRAY FRANCISCO ZÁRATE: Sacerdote.

1787 FRAY ANTONIO DE LA CONCEPCIÓN ROCHA: Sacerdote. Maes-tro de novicios. Falleció en el convento Máximo de San Jorge de Córdoba.

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1789 FRAY ALEJANDRO SEGURA: Sacerdote. Falleció en el convento de Catamarca.

1797 FRAY JUAN CRISÓSTOMO FERNÁNDEZ: Sacerdote. Falleció en Montevideo, Uruguay.

1809 FRAY PEDRO PIEDRA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

~ JUNIO 15 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1723 FRAY TOMÁS MACIEL: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1769 FRANCISCO BENÍTEZ 216: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1786 FRAY MATEO DE VEGA OTHEO: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1820 FRAY MARCOS CASTAÑO: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

1843 FRAY JULIÁN FARAMINÁN 217: Sacerdote. Falleció en Carmen de Patagones.

1862 FRAY MAURO MAZZUFFERI: Sacerdote. Oriundo de La Marca de Ancona, se incorporó al Colegio Apostólico de la Merced 6 años antes de su muerte a los 29 años de edad. Tuvo a su cargo una parroquia y misionó predicando. Falleció en el Convento San Carlos a consecuencia de una tisis.

216 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 217.217 Cfr. Archivo Histórico del Convento San Francisco de Buenos Aires.

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1975 FRAY ENRIQUE J. PINEL:

Sacerdote. Natural de la Capital Federal, arquidiócesis de Buenos Ai-res. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 70 años de edad, 46 de profesión religiosa y 40 de sacerdote. Era morador del convento de Santiago del Estero. “A escasos días de la muerte del P. Palacio, nos sorprendió la noticia del fallecimiento del P. Pinel, ocurrido a las 0:30 horas del domingo 15 de junio de 1975, quien había sido compañero de postulantado, de no-viciado y de coristado, ya que ambos vistieron el hábito el mismo día 15 de febrero de 1929, emitieron sus Votos Temporales el 16 de febrero de 1930, y los Votos Solemnes el 17 de febrero de 1933. El P. Pinel fue ordenado sacerdote el 15 de diciembre de 1935 en Buenos Aires” 218. Desde su época de estudiante demostró tener gran habilidad para es-cribir con galana fluidez y también desde entonces comenzó a preocu-parse por la historia de la Provincia, llegando a ser un archivo viviente de hechos relacionados con ella y de datos de religiosos de la misma. Aparte de este apostolado, también ejerció con bastante altura el de la predicación y confesionario. Por muchos años se le encomendó la necrología de los religiosos que fallecían en la Provincia. Sus notas eran siempre bien documentadas, como así también muy acertadas en sus juicios valorativos. El cargo que ejerció en la Provincia fue el de cronista. En sus escritos han queda-

218 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VII, n.º 45, junio/julio 1975), p. 3.

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do datos muy valiosos para la historia de la Provincia. Solía colaborar en “El Plata Seráfico” y en “Noticias” 219.

~ JUNIO 16 ~

En este día fallecieron: 1749 FRAY JUAN CARMONA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1792 FRAY LUIS DE VELAZCO Y MAEDA 220: Obispo Diocesano. Fa-lleció en Asunción, Paraguay.

1797 FRAY JUAN JOSÉ AGUIRRE: Sacerdote. Falleció en la Provincia de Misiones.

1799 FRAY FRANCISCO DÍAZ: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1802 FRAY ANTONIO FLOR: Sacerdote. Ex cura de almas. Falleció en el convento de Salta.

1816 FRAY JOAQUÍN DEL RIEGO: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Catamarca.

1863 FRAY SALVADOR TITTA: proveniente de La Marca de Ancona, donde había tomado el hábito 20 años antes. Falleció en San Lorenzo.

1888 FRAY MOISÉS ÁLVAREZ: Este sacerdote fue compañero del Hno. Marcos Donati en la capellanía del Ejército del Gral. Lucio V. Mansi-lla. Falleció en Rio Cuarto, mientras predicaba el sermón del Sagrado Corazón.

219 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VII, n.º 45, (junio/julio 1975), pp. 3-4.220 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 219. Cfr. Archivo Histórico del Convento de Buenos Aires.

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1944 Hno. ISRAEL GIOSA: Terciario franciscano, natural de Las Flo-res, provincia de Buenos Aires. Falleció en el Instituto Experimental de la Facultad de Medicina de Buenos Aires. El Ministro provincial Fray Luis Córdoba, dispuso se le aplicaran sufragios especiales en reconoci-miento a los incontables servicios que este virtuoso hermano Terciario Franciscano había brindado en vida. Durante 33 años sirvió en el convento de Buenos Aires, en la atención de los enfermos a quienes prodigó su caridad y trató con escrupulosa solicitud. Infinidad de libros de la biblioteca conventual son un vivo recuerdo de su dedicación y competencia en el oficio de la encuaderna-ción. Entre estas tareas, el servicio del culto, humildes quehaceres do-mésticos ocupó las horas de sus días. Su laboriosidad, su espíritu disci-plinado y de oración fue ejemplo para cuantos lo conocieron y trataron.

1954 FRAY BERARDO VIRGILI: Sacerdote. Nació en Ferentino, Italia. Falleció en la Merced a los 63 años. A los 15 años comenzó el noviciado en el Convento San Carlos, donde posteriormente fue su trigésimo tercer Guardián. Se desempeñó como Consejero provincial y fue párroco de San Lorenzo, Resistencia, For-mosa y Quitilipi, dando un marcado desarrollo a la Acción Católica.

2011 FRAY PABLO FERREIRA: Sacerdote. Nació en Clorinda, Formo-sa, el 7 de junio de 1962. Afectado por un tumor cerebral, fue internado en Buenos Aires, donde falleció, a pocos días de haber cumplido 49 años de edad. Sus restos fueron trasladados y descansan en Corrientes, donde esperan la resurrección. Ingresó a la Orden haciendo sus primeros votos el 25 de febrero de 1982. Emitió los Votos Solemnes el 18 de julio de 1987 y fue ordenado sacerdote el 20 de abril de 1991. Sus primeras experiencias pastorales las realizó en la diócesis de Formosa: Laishi, Laguna Blanca, Clorinda. Le siguió un paso por la casa de formación de San Miguel y luego se hizo cargo de la parroquia San Francisco Solano, de Rosario. Fue nom-brado párroco de San Francisco y la Merced en Corrientes, donde luego también fue Guardián. Allí puso su empeño en implementar un servi-cio pastoral para el santuario de la Merced, trabajando por lograr la mi-

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sión compartida con los laicos. Fue Definidor provincial durante varios periodos, hasta que lo sorprendió la hermana muerte a temprana edad.

~ JUNIO 17 ~

En este día fallecieron: 1760 FRAY PEDRO GARCÍA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1772 FRAY MIGUEL JERÓNIMO RODY: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires.

1777 FRAY BERNARDO CASTAÑO: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1783 FRAY ANTONIO FUNES: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1799 FRAY FRANCISCO DÍAZ 221: Cura jubilado. Falleció en Paraguay.

1853 FRAY JUAN MANUEL CERNADAS: Sacerdote. Ex Ministro pro-vincial (1845-1848). Falleció en el convento de Santiago del Estero. “Fue elegido en el Capítulo celebrado en el Convento de Catamarca por el Visitador Gral. Fray Wenceslao Achával. Residió en el convento de Santiago del Estero. En su primera circular facultó a los guardianes para que pudieran recibir a los religiosos españoles que quisieran so-meterse a la obediencia de los prelados en lugar de andar dispersos, debido a las persecuciones” 222.


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1862 FRAY GREGORIO PAJÓN: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1914 FRAY MARIANO LELLA: Hijo de la Provincia Romana. Se incor-poró a la Comisaría de Misioneros San Miguel a los 36 años. Falleció a los 75 años en el colegio Apostólico San Diego.

~ JUNIO 18 ~

En este día fallecieron: 1751 FRAY MATÍAS CANARIA: Hermano laico. Falleció en el conven-to de la Recoleta de Buenos Aires.

1778 FRAY FRANCISCO DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO: Herma-no laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1888 FRAY CRISANTO BARRIONUEVO: Sacerdote. Natural de la provincia y diócesis de Catamarca. Cursó los estudios eclesiásticos y fue ordenado sacerdote en Catamarca en el que ejerció diversos oficios, entre ellos, Presidente del convento. Falleció en el convento de La Rio-ja, a los 60 años de edad, 41 de profesión religiosa y 35 de sacerdote.

~ JUNIO 19 ~

En la Provincia recordamos a los hermanos que en este día fueron lla-mados por el PADRE: 1707 FRAY MIGUEL GARYETE 223: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en Paraguay.


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1797 FRAY JOSÉ ALMEDIA: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1816 FRAY JOSÉ GASPAR CORTÉS: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1840 FRAY AGUSTÍN ALVARADO: Hermano laico. Ejerció la docencia en la escuela de San José del Rincón. Su deceso ocurrió en San Lorenzo a los 45 años.

1871 FRAY LORENZO LISTA: Falleció en el convento San Carlos.

1888 FRAY LORENZO BLANCO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1911 FRAY BUENAVENTURA AHUMADA: Sacerdote, nació en Pol-cos, Departamento de Piedra Blanca, diócesis de Catamarca. Falleció en Catamarca a los 57 años de edad, 33 de profesión religiosa y 27 de sacerdote. Lector de Filosofía y Teología en Catamarca. Guardián del convento de Mendoza y Presidente del convento de La Rioja. Fundó la cofradía “Guardia de Honor del Sagrado Corazón” en los conventos de Mendo-za y Santa Fe y en Catamarca la “ Pía Unión de San Antonio”.

1948 FRAY PEDRO ZUBIZARRETA Y MUJICA 224: Oriundo de Arecha-valeta (Guipúzcoa), nació el 20 de febrero de 1898. Falleció el 19 de junio de 1948, a los cincuenta años de edad. En el álbum de recuerdos de la Custodia Misionera del Paraguay, se encuentra enmarcado en un cuadro especial, la memoria de un misio-nero franciscano benemérito cuyo nombre alaban y bendicen aún la gente que le conoció en su paso por este “país de ensueño”.

224 Cfr. Fr. Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Franciscanas”, Asunción, Paraguay, p. 8.

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A los 17 años hizo su profesión religiosa en Zarauz, y a los 24 años fue ordenado de sacerdote, en el año 1922. Se desempeñó por algún tiem-po como colaborador y Sub-director de la Revista “Aránzazu”, donde tenía a su cargo la reseña croniquera de “La Vida en Aránzazu”, y es-cribía artículos rebosantes de franciscanismo y poesías henchidas de mística cristianas, bajo el pseudónimo de “Fray Dulcidio”. Fue el primer refuerzo enviado por la Provincia Cántabra a la bisoña Custodia del Paraguay, recién estrenada, a donde llegó el 13 de mayo de 1938, haciendo aguas arriba en el barco de la carrera, (que demo-raba cuatro días en la travesía Buenos Aires-Asunción. Contaba a la sazón, 40 años de edad. Un elemento, pues, cualificado de la primera guardia, que pareciera venir en la madurez de la vida a calmar los ardores misioneros que crepitaban en su retiro prolongado de Aránzazu. Hombre de comple-xión aparentemente robusta, había sufrido, sin embargo alguna crisis su salud, de la que se creía recuperado antes de emprender viaje al campo de sus futuras actividades misioneras. De un talante bondadoso y asequible, era agudo en el decir e ingenio-so al escribir. Con un caudal de ilusiones misioneras fue destinado de inmediato a estrenar y poner en funcionamiento la nueva parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción en el Barrio Ybaroty (Villarrica). Le tocó abrir los surcos de la nueva fundación, desbrozando malezas y cultivando eriales, hasta ponerla en marcha, cuando se encontraba a su llegada únicamente con una mano adelante y otra atrás. Comenzó por alqui-lar una humilde vivienda, pasando estrecheces de toda índole, hasta hacerse conocer y sentirse, pronto, querido por su feligresía, que le ayudaba luego con generosidad y entusiasmo. Con su presencia volvía otra vez a verse permanentemente el hábi-to franciscano, cuando se lo vio tanto tiempo desaparecido de aquella zona del Guairá, donde rezumaba aún el espíritu de los grandes mi-sioneros que le precedieron hacía varios siglos, en las figuras legen-darias de un Fr. Alonso de San Buenaventura, Fr. Luis de Bolaños y otros muchos más que dejaron su impronta a lo largo de dos siglos. Un inicuo Dictador quiso borrar y destruir, sin conseguirlo, esta siembra evangelizadora en 1824.

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El P. Pedro se convirtió en poco tiempo, a la vez, en padre, amigo y guía para todos cuantos se encontraban bajo su solicitud pastoral. Paño de lágrimas para la gente humilde y necesitada, que ponían en él su esperanza, y a quienes nunca les defraudaba. Y así pasó haciendo el bien y sembrando bondades los tres años y me-dio que estuvo al frente de la parroquia. No era un misionero triste, todo lo contrario; era alegre, sanamente alegre, con la sana alegría del que se siente franciscano. Su precaria salud volvió otra vez a resentirse a causa de la vida agitada de sus actividades pastorales, tanto, que se vio obligado a pedir ser trasladado a Asunción desde donde atendía, con todo, las parroquias de Ñemby y San Antonio, próximas a la Capi-tal, pero sin llevar la titularidad. Más tarde cuando la Provincia se hizo cargo de la Residencia y Parroquia de Tierra Santa en Montevideo, fue destinado a la Capital Uruguaya siendo el primer párroco y superior de la nueva fundación cántabra. Dejó, así, el Paraguay el 4 de mayo de 1944. Apenas duró en el cargo cuatro años, cuando el antiguo mal que le seguía acechando, agravado ahora con la crudeza y el rigor del invierno uruguayo, segó su existen-cia el 19 de junio de 1948, a los cincuenta años de edad. Pasó por la vida, mansa y humildemente, con la mansedumbre y la humildad reflejadas sobre todo en la hora del tránsito que le permitió alejarse sin un quejido para sumergirse en el eterno goce de la gloria.

1956 FRAY HERMENEGILDO CORTÉS: Sacerdote. Natural de Ibiza, islas Baleares, España. Falleció en el convento de la ciudad de Mendo-za, a los 81 años de edad, 54 de profesión religiosa y 45 de sacerdote. De relevante cualidades y personalidad reflejada en su austera vida religiosa y sacerdotal dieron a su personalidad la expresión de un sa-cerdote de carácter bien centrado y de sólida formación. Desde muy joven manifestó su alta vocación, actuando en el orden disciplinar y educativo. Graduado en la Universidad Central de Madrid e incor-porado a nuestra Provincia, enseñó física, química y matemáticas pa-sando luego a ocupar diversos cargos de responsabilidad: Secretario de visita; Guardián de Buenos Aires; Presidente de Santa Fe y de Aa-rón Castellanos, donde le ocupó un papel brillante en la organización

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disciplinar y docente del colegio; Custodio provincial; Maestro de es-tudiantes y novicios, y últimamente, Comisario general en Chile, en cuyos oficios trabajó por el afianzamiento de la disciplina regular y el empeño por celar los derechos de la Orden. El amor al orden y a la disciplina lo llevó a organizar importantes centros de estudio, tanto en su provincia madre, la de Valencia, como en la nuestra. El Colegio San Francisco de Aarón Castellanos aún conserva las características que él le imprimiera. El Padre Costa fue un sacerdote trabajador y celoso hasta sus últimos días. Escribió diversos folletos de carácter catequís-tico, hagiográfico, etc. Hombre observador, ameno y muy ocurrente. A pesar de su larga y tenaz enfermedad, se lo veía siempre animado; una de sus últimas expresiones humorísticas fue: “uno de los errores más grande que he cometido en mi vida es haber llegado a los 80 años”. […]

1960 FRAY ANTONIO LAMACHIA: Hermano laico. Natural de la provincia y diócesis de Tucumán. Amable, sencillo y servicial. Todos los oficios que le encomendó la obediencia trató desempeñarlos con buena voluntad y disponibilidad. Falleció en el convento de la ciudad de Corrientes, víctima de un ataque al corazón, a los 60 años de edad, y 40 de profesión religiosa.

~ JUNIO 20 ~

Nuestros piadosos mementos sean para nuestros hermanos que en este día fallecieron: 1736 FRAY JUAN DE MONTEMAYOR: Sacerdote. Falleció en la Doc-trina de Itatí, Corrientes.

1755 FRAY ANTONIO DE SANTA RITA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Jujuy.

1778 FRAY ANTONIO SANTOS: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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1779 FRAY JUAN GRAYOLES: Hermano laico. Falleció en Montevi-deo, Uruguay.

1802 FRAY MIGUEL GUARAS: Se hallaba en España recolectando misioneros. Inició su noviciado en Ágreda y se cuenta entre los trece fundadores del convento San Carlos. Falleció a los 35 años en España.

1814 FRAY JUAN DE DIOS VICHEZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Córdoba.

1820 FRAY MANUEL BUANAVENTURA VILLEGAS 225: Sacerdote. Fa-lleció en Buenos Aires.

1964 FRAY JESÚS MARÍA JOAQUÍN PASCUAL: Hermano laico. Na-ció en Abaigar, diócesis de Pamplona, España. Falleció en el convento de Buenos Aires, en el que pasó prácticamente sus 46 años de religioso, a los 78 años de edad. Fray Joaquín, como todos lo llamaban, era un virtuoso religioso; mo-delo ejemplar en la oración, trabajo y sencillez. Siempre igual en sus apreciaciones, juicios y procederes. Vida espiritual y ascesis francis-cana, le hicieron hasta en su físico, una figura característica. Dolencias del cuerpo afinaron su alma durante muchos años. Era callado. Leyó a los grandes místicos y tenía dominio en técnicas espirituales. Hospe-dero por muchos años en el convento de Buenos Aires, era muy atento con todos, servicial y abnegado. Hasta que su salud se lo permitió fue un hábil sastre; los hábitos que confeccionaron sus hábiles manos se cuentan por millares.

1979 FRAY RAINERIO J. NIEVA: Sacerdote. Nació en la ciudad y dió-cesis de Catamarca. Expiró en el Hospital Álvarez, a los 77 años de edad, 58 de vida religiosa y 50 de sacerdote. De noble y buen corazón, sencillo, inquieto y dotado de una inteligen-cia privilegiada, clara y extraordinaria agilidad mental, su trato era


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atrayente, ameno y provechoso. Se destacó como estudiante y por eso fue enviado a Roma, graduándose allí en Filosofía y Teología con notas sobresalientes debido a su capacidad y preparación. Enseñó Filosofía en el convento y en la Universidad de Córdoba. Posteriormente enseñó en el convento de San Antonio de Padua donde también se desempeñó como maestro de los estudiantes. De allí pasó a La Rioja en donde co-menzó el apostolado que le ocuparía el resto de su vida: la predicación. Predicó sermones, novenarios, triduos, ejercicios espirituales en todas las iglesias franciscanas y en muchas otras iglesias y capillas. En sus últimos 40 años el P. Nieva fue el franciscano más solicitado en la Re-pública para la predicación, por su palabra elocuente y su pensamiento de hondo contenido teológico. Infatigable sembrador de la Palabra de Dios, fue ejemplo de las enseñanzas de su vida de sencillez y de pobre-za, dando a todos las enormes riquezas de su gran corazón cristiano sacerdotal y franciscano. La gente buscaba su amistad para aprender de él. Fue Definidor provincial; Guardián del convento de Mendoza y miembro de la Academia de Historia de Córdoba. Antes de ser interna-do en la sala de terapia intensiva del Hospital Álvarez de Buenos Aires, pidió y recibió con devoción los santos Sacramentos rodeado de todos los hermanos de la comunidad del convento de Buenos Aires.

~ JUNIO 21 ~

En este día fallecieron: 1670 FRAY PEDRO ROMERO: Hermano Estudiante. Memoria de su fallecimiento.

1760 FRAY RAFAEL RIBAS: Hermano estudiante. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1793 FRAY EUSTAQUIO MARTEL: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

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1801 FRAY JOAQUÍN CANTO: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Balbuena.

1817 FRAY MAURICIO PONCE: Sacerdote. Falleció en Santiago del Estero.

1834 FRAY FRANCISCO BORES: Sacerdote. Ex custodio. Falleció en el convento de Mendoza.

1908 FRAY BERNARDINO ORELLANA 226: Sacerdote. Natural de la ciudad y diócesis de Catamarca. Falleció en el convento de Tucumán, a los 74 años de edad, 54 de vida religiosa y 49 de sacerdote. Fue sepul-tado en nuestra Iglesia de Tucumán, frente al altar de N. Sra. Del Valle.Ingresó a la Orden y cursó los estudios eclesiásticos en Catamarca, don-de antes de ser ordenado sacerdote, fue designado maestro de escuela. Lector de Filosofía, Teología y Derecho Canónico. Guardián del convento de Catamarca; Visitador general de la Provincia y Presidente de Capítu-lo en 1872. Asimismo fue Guardián del convento de Tucumán; Ministro provincial; Definidor general y Presidente del Capítulo en Portugal. Co-misionado por el Sr. Vicario Capitular de Salta, Mons. Padilla, fue a Roma gestionar ante S.S. León XIII la coronación de la imagen de N. Sra. Del Valle, lo cual habiéndolo conseguido hizo fabricar en Roma la Corona de oro y piedras preciosas con la que sería coronada la histórica imagen. Fue el autor del primer libro y primer devocionario que se escribieron sobre la sagrada imagen. En Roma fundó la piadosa asociación “Virgen del Valle y Liga contra la blasfemia”. En el templo del Colegio San Anto-nio, entonces Curia General de la Orden, hizo erigir un altar a la Madre de Dios en la advocación de N. Sra. Del Valle. Al regresar al país hizo lo propio en nuestra Iglesia de la ciudad de Tucumán. Un monumento al P. Fray Bernardino Orellana fue inaugurado en 1969, con motivo de las Bodas de diamante de la Coronación de la histórica sagrada imagen de la Virgen del Valle, en la plaza de la Chacarita, población vecina a la ciudad de Catamarca.

226 Cfr. El Plata Seráfico, año IX, n.º 17 (julio 1908), pp. 541-342.

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1919 FRAY JOAQUÍN CORTÉS: Sacerdote. Natural de San Isidro, Valle Viejo, provincia y diócesis de Catamarca. Falleció en el convento de Co-rrientes, a los 38 años de edad, 18 de profesión religiosa y 11 de sacerdote. En el curso corto de su vida, de la que se podía esperar mucho dado su clara inteligencia y especial concentración al estudio, especialmente a las ciencias naturales, la dedicó a la enseñanza y predicación. Fue maestro de postulantes en el colegio seráfico de Córdoba y profesor de varias materias en el mismo.

~ JUNIO 22 ~

Recordemos piadosamente a los hermanos que en este día pasaron a la Casa del Padre: 1627 FRAY HERNANDO QUIÑONES OSORIO: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba con fama de Santidad.

1745 FRAY DIONISIO OTASU: Hermano laico. Falleció en el convento de Santa Fe.

1787 FRAY JUAN ONDAL 227: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1974 FRAY EDIGIO ÁVALOS: Ingresó a la Orden a los 21 años. Se des-tacó por su devoción a la Eucaristía y a la Santísima Virgen. Luego de haber ayudado en la Misión de Nueva Pompeya, por más de tres déca-das moró en su ciudad natal de Corrientes. Allí fue músico, sacristán y hortelano. Falleció en la Merced a los 77 años.

1981 FRAY BENITO JOSÉ LUIS ARROYO: Hermano laico. Natural de la diócesis de Bilbao, España. Empleado gráfico jubilado. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 74 años de edad y 3 de profesión religiosa.


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Entró a la Orden siendo ya un hombre mayor. En los pocos años de su vida religiosa fueron notables los esfuerzos que realizó por “matar al hombre viejo”. Austero, devoto, ordenado, se desempeñó en los conventos de Mendoza y Buenos Aires como encargado de la hospedería y sacristía.

1993 Prof. LUIS CANO 228. Reproducimos a continuación el artículo ne-crológico dedicado a Luis Cano, ex—miembro de nuestra Provincia.Diácono permanente, e historiador, fallecido el 22 de junio de 1993 en Tucumán. “Fueron inhumados ayer, en el cementerio de San Agustín, los restos del profesor Luis Cano, cuyo fallecimiento tuvo sensible repercusión en los medios dedicados a la investigación histórica. Tucumano de nacimiento, el profesor Cano había cursado sus estudios en Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, y desempeñó reiteradas funciones públicas vinculadas con la educación y la cultura.

En educaciónFue vocal del Consejo de Educación de la Provincia en 1947, y Director Provincial de Enseñanza en 1952, así como vocal del Consejo Provincial de Difusión Cultural en 1972. Fue también director de la Asociación de Institutos Privados tucumanos. Perteneció durante largos años, como hermano, a la Orden de San Francisco, y se dedicó con tesón a las ta-reas de investigación histórica, dando a luz numerosos trabajos. Entre ellos se destacan “Aporte de los franciscanos a la cultura de Tucumán”, y “La primera bandera argentina de Tucumán”, así como “Reflexiones sobre el estudio de la Historia”, que reeditó el año pasado. Fue miembro de número de la Junta de Estudios históricos de Tucu-mán, cuya presidencia ejerció de 1988 a 1989.

Otras actividadesAsimismo, fue delegado en Tucumán de la Comisión Nacional de Mo-numentos Históricos, y formó parte de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina, como miembro de número y vicepresidente.

228 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXIV, n.º 153, (junio/agosto 1993), p. 14.

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Realizó investigaciones en Europa acerca de temas históricos, que di-fundió a través de numerosos artículos y conferencias.El profesor Cano era un hombre que gozaba de vastas simpatías en nuestro medio, no solo por la seriedad de su tarea de historiador, sino por la hondura de su espíritu cristiano y su trato comunicativo y cordial” 229.

~ JUNIO 23 ~

En este día fallecieron: 1711 FRAY AGUSTÍN DE JESÚS: Hermano laico.

1737 FRAY BERNARDO CÁCERES: Sacerdote. Falleció en el convento de la Recolección del Pilar de Buenos Aires.

1738 FRAY TOMÁS ELIZONDO: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1823 FRAY RAMÓN LAGOS: Hermano laico.

1825 FRAY MIGUEL MAGALLANES: Sacerdote y FRAY CURANI, Hermano laico, fallecieron en Santa Fe a consecuencia de la “tragedia del tigre”.

~ JUNIO 24 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1711 FRAY AGUSTÍN DE JESÚS: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

229 Fuente: Diario “La Gaceta”, de Tucumán, 23 de junio de 1993, p. 13.

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1760 FRAY JOSÉ FERNÁNDEZ: Sacerdote. Lector. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1771 FRAY GERÓNIMO SILVA: Hermano laico. Falleció en el conven-to Recoleto del Pilar de Buenos Aries.

1817 JOAQUÍN MARTÍNEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de La Rioja.

1840 FRAY LUCIANO SERRANO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1948 FRAY JORGE CESCHI: Falleció en Formosa a los 58 años. Sus restos descansan en el templo de San Martín Norte. Este meritorio hijo de San Javier, ingresó a los 15 años, al noviciado de San Lorenzo, recibiendo el presbiterado en los albores de la Comisaría San Miguel Arcángel. Un breve periodo estuvo a cargo de la dirección de la Escuela San Carlos, para encaminarse luego a lo que marcó toda su vida: la Misión de Nueva Pompeya, Chaco, donde permaneció 30 años y de donde salió para morir. Fue Consejero y Prefecto de Misiones. 1976 FRAY FÉLIX MARÍA RODRÍGUEZ: Sacerdote. Natural de Merce-des, provincia y arquidiócesis de Corrientes. Falleció en el convento de la ciudad de Corrientes, a los 68 años de edad, 51 de profesión religiosa y 43 de sacerdote. “Nació en Mercedes, Corrientes, el 27 de febrero de 1908. Hijo de don Teófilo Rodríguez y de doña Celina Solís. Fue bautizado con el nombre de Basilio y siendo niño ingresó al Postulantado. Vistió el hábito el 26 de enero de 1924. Hizo su Profesión Temporal el 27 de enero de 1925 y la Solemne el 9 de marzo de 1929. Fue ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1933. Los conventos donde por más tiempo sirvió a la Orden fueron los de Aarón Castellanos, Córdoba, Tucumán, Buenos Aires, La Plata y Corrientes. En San Antonio de Padua, fue responsable de la imprenta que allí funcionaba. Fue por muchos años maestro de Postulantes, ese oficio delicado y difícil,

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que da, es cierto, satisfacciones espirituales, pero que exige muchos sacrificios y requiere una gran dosis de paciencia. Cumplió su mi-sión con una entrega total al Señor, en servicio de los aspirantes a la Orden. Sintió interés por la física, en especial por la electricidad y la radio, y en sus horas libres se dedicó a realizar experiencias en este campo. También tuvo afición a la fotografía. En su niñez había aprendido el guaraní y lo hablaba correctamente, siéndole de gran utilidad para la predicación y el confesionario en las regiones de Corrientes. Servicial y atento con todos sus hermanos, se preocupó siempre de cuidar los frailes enfermos tal como nos inculca el Se-ráfico Padre en la Regla. En todas partes supo conquistar el afecto de los fieles que frecuentan nuestras iglesias, por su disposición a atenderlos en el confesionario y a asistir espiritualmente a los enfermos” 230.

Fray Luis Cano

~ JUNIO 25 ~


1729 FRAY JUAN DE SAAVEDRA: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1792 FRAY DOMINGO ARÁNZAZU: Sacerdote. Lector y ex Guardián. Falleció en el convento de Salta.

1799 FRAY JACINTO GUARAS: Nació en Alfaro, Obispado de Tarazo-na. Vistió el hábito en el Convento de Velorado y se ordenó In Sacris en España. Fue uno de los Trece Fundadores del Colegio Apostólico San Carlos. Falleció en San Lorenzo, a los 38 años de edad.

230 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VIII, n.º 51, (junio/julio 1976), p. 6.

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1806 FRAY MANUEL DÍAZ: Sacerdote. Falleció en el convento Reco-leto de Buenos Aires.

1833 FRAY MARIANO CHAMBO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1891 FRAY DOMINGO ORTÍZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1914 FRAY VICENTE BARRIOS: Sacerdote. Natural de San Luis del Palmar, provincia y arquidiócesis de Corrientes. Falleció en el conven-to de Córdoba, a la provecta edad de 81 años, 60 de profesión religiosa y 56 de sacerdote. Por sus dotes de virtud e inteligencia, temple y grandeza de carácter, serenidad y firmeza prestó valiosos servicios a la Orden dentro de la Provincia, a la Iglesia y a la sociedad correntina. Dio ejemplo en difí-ciles y grandes ocasiones por su visión y acción sacerdotal. Intervino eficazmente con su acción conciliadora de patriarca a la organización religiosa y política de su provincia natal durante 50 años. Fue Guar-dián en diversos periodos del convento de Corrientes; varias veces Definidor y Ministro provincial un periodo. A su labor y celo se de-ben la finalización de las obras del actual templo y edificio conventual de entonces. Su apostolado se caracterizó por la atención a los débiles alentándolos a la fortaleza de ánimo, sostuvo a los vacilantes, enjugó lágrimas y fulminó con vibraciones de rayo las tiranías opresoras y las cobardes injusticias de los poderosos. Por esta causa tuvo que soportar grandes sacrificios, calumnias, persecuciones y destierros.

1967 FRAY ALFREDO MARÍA CÉMBROLA: Nació en Santa María del Vico, Provincia de Nápoles. Falleció en el Convento San Carlos, a los 89 años, donde había sido llevado una semana antes para su mejor atención. Ingresó a los 20 años en los Menores en San Lorenzo, y se ordenó 5 años después. Estuvo radicado en San Lorenzo, Resistencia, y San Martín Norte, pero la mayor parte de su larga y metódica vida transcurrió en

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Rosario, jubilándose como Capellán del Hospital del Centenario. Fue buen latinista y secretario de la Comisaría San Miguel.

1999 FRAY ANTONIO GIMÉNEZ: Sacerdote. Nació en Gualeguay, Entre Ríos, el 15 de abril de 1927. Mu-rió súbitamente en Villa Dolores (Córdoba) el 25 de junio de 1999. “Ingresó como Hermano lego en la Provincia de San Miguel y luego se incorporó a la Provincia de la Asunción, donde realizó el noviciado para sacerdote en 1955. Profesó los Votos Simples el 30 de enero de 1956, y los Votos Solemnes el 30 de enero de 1959. Fue ordenado sacer-dote el 15 de diciembre de 1961. “El 28 de octubre de 1986 en la Iglesia Parroquial del Cura Broche-ro, Fray Antonio, celebró con el Obispo de Cruz del Eje y casi la to-talidad de los sacerdotes del clero y religiosos, sus Bodas de Plata Sacerdotales” 231. La tragedia protagonizada por los cuatro niños que se escaparon de la Escuela Hogar en 1986– siendo el P. Giménez encargado de su ciuda-do– fue el acontecimiento que lo colocó en la mira de las más feroces críticas y dudas acerca de su desempeño en el oficio y fue la dolorosa cruz que lo llevó hasta el día de su propia muerte.

En Abril de 1980, en su Informe al Definitorio, el Ministro Provincial Fray José N. González destacaba que: “...en cuanto a la relación con los

231 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XVIII, n.º 122.

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más pobres (...) nos sentimos en el deber de hacer una mención muy especial de las Escuelas Hogares de Pampa de Achala y Los Gigantes. Albergan 100 niños durante el año escolar. Su mantenimiento, aparte de una colaboración del gobierno que paga las maestras, significa no poco sacrificio por parte de los sacerdotes que los atienden. Como ni-ños, en general, de familias pobres que son, su contribución material es bien escasa con los gastos que significan proveer de todo, donde no puede encontrarse nada para vivir” 232. “La Escuela Fray José María Liqueno, en la Pampa de Achala (Cór-doba) está ubicada en el paraje de la Ventana. Fue fundada el 1 de noviembre de 1930 por Fr. José María Nogal, y sostenida por la Asocia-ción del Santísimo Sacramento. En 2006 pasó a ser administrada por el Gobierno de la provincia de Córdoba” 233.

~ JUNIO 26 ~

En este día fallecieron: 1802 FRAY FRANCISCO DE NUESTRA SEÑORA DE BELÉN FRE-YRE: Sacerdote Falleció en el Convento de Santa Fe.

1842 FRAY HILARIO DE HEDIAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1866 FRAY HUGOLINO OLMOS: Sacerdote. Definidor y Regente de estudios. Falleció en el convento de Córdoba.

1881 FRAY MANUEL CEBALLOS: Hermano laico, falleció en el con-vento de Córdoba.

232 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 223-224.233 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 222.

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1929 FRAY ANTONIO VARGAS ACEVEDO: Sacerdote. Natural de la ciudad de Córdoba. Falleció en Santiago del Estero, a los 78 años de edad, 59 de profesión religiosa y 54 de sacerdote. Por sus cualidades intelectuales se dedicó de lleno al estudio de la Fi-losofía, Teología y Derecho Canónico. Obtuvo el título de Lector pro-vincial de Teología. Profesor de esas Sagradas Ciencias en los estudian-tados de Córdoba y Buenos Aires. Se lo consideró entre los primeros filósofos de la Orden en la República Argentina. Fue, además, Maestro de novicios y desempeñó otros oficios en los conventos de Corrientes, Santa Fe, Mendoza y Santiago del Estero.

1970 FRAY JOSÉ BELTRÁN HEREDIA 234: Nacido en Dallo (Álava) el 27 de agosto de 1908. Falleció siendo Guardián de Soria el 26 de junio de 1970. Entró también en la galería de los misioneros ilustres de la Custodia Paraguaya con méritos propios. Le conocimos en sus años mozos de joven sacerdote, como Inspector del Colegio Seráfico de Aránzazu, primeramente y de familia en el convento de Olite, dedicado a la predicación de la palabra de Dios en muchos púlpitos de Navarra. De una dicción fácil y depurada, atraía la atención y admiración de sus oyentes por la forma elegante y convin-cente de exponer la doctrina. En su intimidad cultivaba silenciosamente el celo por la extensión del Reino en tierras de Misión. Pudo exteriorizarlo cuando las autorida-des de la incipiente Vicaría de San Miguel (Rosario-Argentina) tocaron las puertas de Provincia solicitando elementos para trabajar en aque-lla parcela misionera con un contrato estipulado de duración. Allá le vieron partir con el carcajo lleno de ilusiones y dispuesto a estrenar una nueva forma de evangelización. Fue destinado de inmediato a la importante ciudad de Barranqueras, donde en poco tiempo dejó una estela de pastor solícito y celoso misionero. Pronto, sin embargo, tuvo que rescindir el contrato con la Vicaría, accediendo al llamado general


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del P. Provincial a todos los religiosos de Cantabria dispersos en dis-tintos países americanos, para concretarse en la Custodia del Paraguay. Arribó aquí el 9 de marzo de 1939, y su primer destino fue hacerse cargo de la parroquia de Guarambaré reemplazándole al P. Zulaica que recibió otro destino. Trabajó mucho y bien en el nuevo puesto que le confió la Obediencia. Dio impulso a las organizaciones parroquiales, poniéndolas pronto a la altura de sus pares. Estableció la Tercera Orden Franciscana, la Ac-ción Católica con sus cuatro ramas, dio impulso a otras Asociaciones piadosas que languidecían por el abandono en que se debatían. Levan-tó la Residencia parroquial de nueva planta, después de haber pasado durante algún tiempo hartas penurias y no pequeños sacrificios. Poco tiempo, empero, pudo disfrutar del esfuerzo de sus emprendi-mientos tanto materiales como espirituales que llevó a cabo, ya que a raíz de un mini capítulo que se celebró dentro de la Custodia, presidi-do por el P. Provincial en 1944, fue destinado a nuestra Parroquia de Villa Industriales (Argentina). Once años de profícua e interesante labor misionera desarrolló el P. Beltrán en esta parte del Gran Buenos Aires, entre aquella conglome-ración de todas las capas sociales y de un mosaico de países que la componían. En el Capítulo que se celebró en agosto de 1955, interpretando las aspira-ciones que le hicieran llegar al P. Provincial muchos de los Hermanos de la Custodia, para que ocupara el cargo de Custodio un candidato idóneo, hizo que la balanza se inclinara hacia la persona del P. Beltrán de Here-dia, como el más capacitado. Era, en realidad, un elemento valioso de la vieja guardia, que como vino añejo en odres viejos, había que destaparlo con cuidado, para que su experiencia y dotes de servicio, pudieran dar nueva dinámica a la Custodia. Así se incorporó de inmediato a hacerse cargo de sus nuevas funciones y asumir el gobierno de la Custodia. Hombre calculador e inteligente, llegó a pulsar muy en serio las estruc-turas de la tarea que se le había encomendado. No se podían poner tam-poco en duda, sus atributos morales e intelectuales, unidos a un fino ins-tinto administrativo. A él se le debe la nueva estructura del Colegio Fr. Luis Bolaños que había heredado la Custodia con el nombre de Escuela

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Cháritas para los niños pobres. Lo consiguió levantar desde las mismas como obra personal, con garra y cariño. A él se le debe asimismo la te-nencia de la parroquia de Villa Diamante (Argentina) por la que luchó denodadamente para que pasara a manos de la Custodia Cántabra. Duró dos trienios en sus funciones, hasta que regresó a la Provincia para asistir al Capítulo Provincial de 1559, quedando definitivamente en ella con el cargo de Vicario Provincial.

1998 FRAY CARLOS ANASAGASTI ZULUETA 235: Mons.Vicario Apostólico dimisionario de Trinidad-Beni (Bolivia), que nos dejó como en puntillas para irse de prisa a la presencia del Padre a recibir el pre-mio de los esforzados. Su deceso ocurrido en Trinidad el 26 de junio de 1998 dejó a todos sumidos en la más triste desolación por lo ines-perado. Fue el primer Obispo franciscano que tuvo al Provincia de Cantabria. Pareciera que, como buen calculador y prevenido, hubiese preparado su salida de este mundo hábilmente, y por los signos providenciales que la envolvieron, fuera a morir a gusto de todos. Arranca su personalidad casi desde la misma infancia, y si cabría des-cribirle con sus cualidades humanas, bien podría decirse que se trataba de un hombre sencillo, humilde, consciente también de sus limitacio-nes, inteligente a la vez que calculador. Piadoso por otra parte, y hom-bre de fe, sin grandes alardes. Incursionando en los albores de su vida, vio la luz en Bermeo, Barrio Demínigus, el 4 de noviembre de 1910, imponiéndosele el nombre de Carlos, por coincidir con la fiesta de San Carlos Borromeo, que se celebra ese día. Muy lejos estaban sus padres Don Lorenzo Anasagasti y Doña Nicasia Zulueta en pensar que el Se-ñor iba a llevar al nuevo hijo por los caminos de su celestial Patrono, y que llegaría a ser un día Obispo como él. No tenemos por lo demás, noticias concretas de su infancia. Desde los siete años frecuentaba el Colegio de San José, de los Hermanos de Lamené de Bermeo, y lue-go la Escuela de San Francisco, que era como el apeadero para seguir, más tarde la carrera franciscana en Aránzazu. Las siguientes etapas

235 Cfr. Nuestros Hermanos Difuntos, pp. 112-115.

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de la vida franciscana las cumplió en Zarauz, donde hizo el Novicia-do; en La Aguilera que completó el 5° curso de humanidades; en Olite donde cursó la Filosofía, y en Aránzazu la Teología, completándola en nuestro Convento de Fulda (Alemania) con un grupito de compañeros, donde recibió la ordenación sacerdotal. Otra etapa en la que le tocó tomar pronto parte destacada, fue en la Guerra Civil Española. Gobierno Vasco se mantuvo fiel a la República, y se puso también en pie de guerra, para luchar contra el enemigo, y organizó varios Batallones de Gudaris, y tampoco faltaron sacerdotes que se ofrecieron voluntariamente para asistir y alentarles espiritual-mente a los combatientes. De nuestra Provincia de Cantabria se ofre-cieron varios voluntarios, y naturalmente, el futuro Obispo. Pronto, relativamente, fueron reducidos los Batallones de los Gudaris por las tropas de Franco, y no pudieron sino entregarse en Laredo (Santander). La suerte de los Capellanes y Oficiales fue distinta, pues fueron reclui-dos en el Penal del Duelso (Santander), hasta que fueron trasladados al antiguo Monasterio de San Pedro de Cerdeña, convertido también en prisión ocasional, y en donde logró la libertad vigilada el futuro Obispo, después del juicio que les abrieron. Era, pues, natural que en este ambiente de sojuzgamiento y de continuas amenazas únicamen-te podía buscar la tranquilidad que ansiaba, si no era alejándose del País. Y la ocasión se presentó oportuna cuando el P. Provincial, Cás-tor Apráiz, le invitó a que le acompañara a su Visita Canónica a Cuba como Secretario ad cassum, que le aceptó complacidísimo. Y así su sa-lida estuvo entretejida de un abanico de peripecias, hasta poner pie en Gibraltar y de aquí pasar a Cuba, y a la recién fundada Custodia del Paraguay. Afortunadamente este País se encontraba con campo amplio y prometedor para su evangelización por su historia, eminentemente franciscana. Tocó tierra paraguaya el 11 de febrero de 1939. Hombre emprendedor como pocos, pronto llegó a convertirse en ému-lo de los antiguos misioneros, en su doble faz de evangelizador y reali-zador de obras materiales. Lo mismo se le sorprendía visitando y fun-dando fraternidades franciscanas, que recorriendo como misionero las distintas parroquias que les fueron encomendadas; o ejerciendo en la Curia Diocesana de Villarrica las funciones de Pro Vicario General de

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la Diócesis. Casi de inmediato comenzó en su afán de servir a la comu-nidad a levantar una hermosa Escuela, e incluso a construir un puente resistente de madera sobre el río Tebicuarí para unir dos parroquias. Pero su obra maestra y el monumento de su paso por el Paraguay fue la nueva Iglesia-Parroquia, donde no se sabe qué admirar más: si la audacia de un “ingeniero improvisado” o la grandiosidad del proyecto de la construcción. No le cupo la suerte de verla terminada, aunque pudo bendecida más tarde. A los trece años de duro bregar en el Paraguay, fue el 29 de junio de 1951, que se recibió de la Nunciatura del Paraguay un propio con el nombramiento del P. Carlos como Administrador Apostólico del Beni (Bolivia), que él jamás hubiese soñado. Dejó a todos sumidos en una profunda extrañeza, y solamente el reconocimiento: de “la Iglesia a su labor misional por extender el Reino, comprometiéndole más en estos afane misionales en su nuevo cargo podían mitigar el dolor de la sepa-ración que todos sintieron. El Gobierno Paraguayo en reconocimiento a los méritos cosechados a través de los trece años de fecunda labor misionera, le otorgó la condecoración de la Cruz de Mérito Nacional en el grado de Caballero. Y así salió de su Paraguay querido el 16 de octubre de 1951. El nuevo campo de apostolado del bisoño Prelado le era completamen-te desconocido. Un campo apenas desbrozado espiritualmente y casi en barbecho, iba a ser el escenario con que se iba a topar. Vendrían de inmediato las impostergables tareas de reajuste de personal misionero, para llegar paulatinamente a una floración maravillosa de obras ma-teriales. No escatimaría esfuerzos para tocar las puertas de todas las Instituciones extranjeras de Ayuda Social, para poder contar con su apoyo, en medio de la jungla beniana, con los necesarios y urgentes adelantos de progreso y civilización. Su afán y propósito no serían sino construir la “Iglesia del Beni”. Y por-que la Iglesia iba a ser de todos los hombres que la componen, materia y espíritu conjugados en una sola realidad, dedicaría sus más nobles tareas y esfuerzos a la promoción cristiana de toda aquella gente. Tres meses estuvo Monseñor sin haber recibido la Ordenación y los atribu-tos episcopales. El día señalado fue el 13 de septiembre de 1953, y se

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los tributó el Obispo consagrante, Mons. Sergio Pignádoli, Nuncio de S.S. en Bolivia. Ya en posesión plena de toda su dignidad episcopal, y tocado de todos los atributos episcopales, le quedaba el camino expe-dito para su tarea espiritual y material. Bueno es recordar a Trinidad, Capital del Vicariato, de aquella déca-da de los 50. Un pueblo, como nos dice el gran escritor y clasicista P. Alfonso Elorriaga, misionero de la primera hora, de unos 8 a 10 mil habitantes, con un “sistema” de carreteras que por un lado terminaba en la pista de aterrizaje local, y por el otro en un arroyo, y luego en el hospital de Sitequije los días de seca y buen tiempo. Dos vehículos destartalados y una góndola de LAB, con asientos de madera, abiertos por todos los costados. Dos abogados y otros tantos médicos y nin-gún ingeniero. Dos Colegios secundarios, un cine, un canchón al aire libre. Ninguna radioemisora. Solamente una gran bocina colocada en la Prefectura, desde donde se perifoneaban las ordenanzas y los actos civiles. Un pequeño hospital y una sola iglesia: la Catedral. Una plaza alambrada con astillas de palmas. Así, depauperada y atrasada se en-contraba toda una Capital del Departamento. El espíritu y la garra de un celoso Pastor, que cambiara la faz espiritual y material de aquella parcela anquilosada, debía ser el primer objetivo. Y a fe que lo consi-guió. Hoy en nada tiene que desmerecer su faz espiritual y material, a las tantas capitales departamentales de Bolivia. En el orden religioso cuenta en la actualidad, solamente Trinidad, con seis iglesias parro-quiales con otras tantas casas y locales para los servicios pastorales. En el aspecto educacional, ahí están como fruto de sus esfuerzos el Cole-gio “Setón», el Colegio de la Salle, y el Colegio Santa María junto con el Instituto Rural de Begoña (Puerto Almacén), dignos todos de ad-miración, tanto por su aspecto material como pedagógico. La gestión de Monseñor como su preocupación se extendía también al aspecto social. Era a la vez Obispo, Pastor, Intendente o Prefecto en una sola pieza. - Pero lo que constituía en Monseñor como una obsesión fue la de dotar al Vicariato de numerosas Comunidades Religiosas, que cola-boraran en la labor pastoral y social que se había propuesto. Capítulo aparte merece también la obra de aliento e impulso a todo lo que sig-nificaba progreso para el Beni: estancias, ganaderías, carros, tractores,

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embarcaciones, avionetas, caminos accesibles en los que tuvo siempre parte destacada. Obra ingente material y espiritual no igualada por ninguna otra persona o entidad, y sobre todo realizada con naturali-dad y sencillez evangélicas, sin propagandas ruidosas, ni inaugura-ciones bullangueras, sino impulsadas por la fuerza del amor, hecho servicio y trazadas con su propia sangre y amasadas con sus sudores, como otros girones de su vida. En el plano pastoral, además de ser miembro permanente de la Conferencia Episcopal Boliviana, organizó Encuentros y Congresos de alto nivel eclesial. Era un 4 de noviembre cuando Monseñor arribaba a los 75 años de edad en que debía renun-ciar al cargo, para quedarse en situación de retiro con la denominación de emérito, y la sociedad beniana quiso hacerle un homenaje que iba a ser como el compendio y el postrer agradecimiento por todo cuanto realizó por el pueblo beniano. Fue la entrega por el Presidente del Con-cejo Municipal de una medalla de gratitud por su labor tan eminente por el engrandecimiento de la Iglesia de Cristo en las pampas mojeñas. Y a este abanico de acontecimientos que llevó a cabo Monseñor, por su obra colosal a favor del reino, fue su pueblo natal que le otorgó el título de Hijo Predilecto un 13 de octubre de 1995, y el Gobierno boliviano le galardonó con su máxima condecoración del Cóndor de los Andes. Los sobrinos y familiares, quisieron darle una sorpresa agradable perma-neciendo con él entre Trinidad y Hucaraje, con el propósito de llevarlo con ellos a su querido Bermeo, que si bien no consiguieron en el momen-to, les dio la esperanza de hacerlo próximamente. Pero los designios de Dios eran otros y a los dos días les llegó la fatídica noticia de su deceso ocurrido en Trinidad el 26 de julio de 1998, dejando de funcionar aquel corazón que tanto había latido durante su vida. Y así se cerró el capítulo final de una vida dedicada íntegramente a servir a Dios en el prójimo. Sus restos fueron velados en Trinidad y luego en San José de Hucaraje donde fue enterrado en el lugar que él mismo había señalado, para esperar la resurrección final. ¡Que descanse en Paz nuestro querido Monseñor!

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2001 RAMÓN MURUANMENDIARAZ LARRAÑAGA 236: Nació en el pueblo de Azcoitia Guipúzcoa el 3 de marzo de 1926. Falleció el 26 de junio de 2001. Procedente de familia religiosa, sus padres fueron Andrés y Dolores, siendo él único varón. Las primeras letras las aprendió en su pueblo natal. Acudió a la llamada de la vocación franciscana en el seraficado de Aránzazu con apenas once años. Cursó allí las llamadas humanida-des y luego las completó en Forua. A los dieciséis años tomó el sayal franciscano en Zarauz e hizo la profe-sión Temporal el 26 de agosto de 1943. Siguió los estudios filosóficos en Olite y la Teología en Aránzazu. Se le recuerda al azcoitiarra, haciendo honor a su copueblano Atano III, como buen jugador de pelota. Hizo su profesión Solemne el 14 de julio de 1947. Ordenado de sacerdote el 4 de marzo de 1950, sin mayor dilación, den-tro del mismo año, recibió la obediencia para la Custodia del Paraguay. Fue su primer y único destino misionero. Luego de un tiempo de adaptación al nuevo Continente y al Paraguay en Asunción recibió la orden de traslado para Villarrica. En Villarrica, además de los servicios parroquiales de su extensa jurisdicción, le tocó ser segundo rector del Colegio Seráfico el año 1956, cuando el semina-rio iba en ascenso y daba sus primeros frutos. El año 1958 ante un nuevo quehacer, como asistente de la Tercera Or-den, al Pa´í Andrés, a Ramón se le nombró Párroco. Era el momento en que el nuevo templo estaba en sus finales, por lo que a él le correspon-dió hacer los preparativos de la bendición inaugural con la venida de Bolivia de Mons. Anasagasti, que la había iniciado. Sus mejores cualidades iban canalizadas hacia la enseñanza, por lo que en el Capítulo del 1961 se le devuelve al seraficado como Vice Pre-fecto de Estudios de Villarrica nombrándosele a la vez Consejero de la Custodia. Nuevamente sería Consejero el año 1967. Otro nuevo cambio le esperaba el año 1964, el traslado esta vez le llevó a Guarambaré como presidente de la Casa. Sus facultades más sobresa-lientes iban hacia la enseñanza y allí tuvo la oportunidad de lucir en los

236 Cfr. Cantabria Franciscana, n.º 172 (2005), pp. 145-146.

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Colegios de Guarambaré e Ypané como docente, enseñando sobre todo la gramática castellana y la literatura española. Muchos le recuerdan y agradecen por la docencia tan meticulosa y clara que sabía transmitir. En 1970 se le encuentra enfrascado en la enseñanza del Colegio la In-maculada de Caaguazú, que era su nuevo destino. Nuevamente era distinguido como Consejero en ese mismo año. Ramón tampoco se liberó de tener su rodaje por Argentina siendo miembro de la Casa de Villa Diamante, aunque por poco tiempo. Para entonces sufría la dolencia de las caderas por lo que, aprovechando el policlínico del que los franciscanos eran capellanes, se sometió a la operación de las dos caderas. Desacertadamente le hicieron un corte de tendones de uno de los lados por lo que quedó con dificultades para caminar. En una de sus idas de vacaciones hubo de ser operado de nuevo en San Sebastián. Otra etapa paraguaya hará Ramón junto a su amigo de muchas andan-zas Teodoro y José J. Gallastegui en Guaranbaré. Naturalmente parte en la atención parroquial, parte en la docencia. Los tres coetáneos, los tres fumadores, sabían hacer una buena comunión de un trío de “pa-triarcas” franciscanos. Ramón, siempre con su cigarrillo en los labios -incorregible fumador- era el hombre de los mil sucedidos, que salían a relucir en anécdotas felices en las reuniones custodiales. Ya se sabía, alguien que no fuera él debía dar el puntapié inicial, luego sería él quien daría el sabor gra-cioso a la tertulia. Regreso a Villarrica 1985, pero para entonces, debido a las operacio-nes de cadera, sobrellevaba Ramón una vida con bastantes limitacio-nes que, si bien no le permitían desenvolverse con soltura, tampoco le impidieron servicios de suplencia: algunas clases impartidas a las clarisas, la atención al despacho parroquial, dedicación al sacramento de la reconciliación. Las varias parroquias donde ha pasado Ramón, muestran orgullosas la fina grafía y la puntillosa delicadeza con la que han sido escritos los libros parroquiales durante su ejercicio. En ocasión de las Bodas de Oro sacerdotales, 4 de marzo de 2000 se le hizo un merecido homenaje con la presencia de la Custodia y de mucha gente guaireña que le guardaba gran simpatía. Ese mismo año

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–concentrado en la fecha– conmemoraba Ramón 50 años de sacerdo-cio, 50 años de Paraguay y 25 años de Villarrica. Ya incapacitado para manejarse solo en Villarrica se le dio traslado para Asunción, donde tuvo que someterse a una nueva operación. Su evolución no parecía mala, pero un día en que se disponía a realizar sus ejercicios terapéuticos de mantenimiento, el 26 de junio de 2001 falleció inesperada y repentinamente de un paro cardíaco. Luego de una muy sentida celebración en el Oratorio San Francisco se le enterró en el panteón franciscano de la Recoleta.

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En este día fallecieron: 1613 FRAY JUAN DE ESCOBAR 237: Sacerdote. Nació en Castilla. “Fue el primer Ministro provincial de la Provincia de la Asunción (1612-1614), nombrado por el Ministro general, Fray Juan del Hierro, en el Capítulo Gral. de Roma el 9 de julio 238”. Fue el último Custodio de la antigua Custodia del Paraguay y Rio de La Plata. En calidad de tal, asistió al Capítulo General de Roma, el 9 de diciembre de 1612, en cuya fecha se erigió nuestra Provincia. Falleció en el convento de la ciudad de Córdoba alrededor de 1613. “Siendo Custodio y en carácter de tal, el P. Escobar concurrió al Sínodo Diocesano, convocado y presidido por el Obispo Martín Ignacio de Lo-yola, en el año 1603, en la ciudad de Asunción del Paraguay, sede del obispado. En esa venerable Asamblea la figura del Custodio, P. Esco-bar fue de las más destacadas y valiosas, por la sabiduría, experiencia y sentido práctico con que abordó las diversas cuestiones canónico-morales que allí se ventilaron. En 1608 fue nombrado nuevamente Custodio del Paraguay.

237 Cfr. Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Bue-nos Aires (1937), pp. 105-111.238 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la

Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 84.

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P. Custodio, llegó a la convicción de que era necesario proceder nueva-mente a la unión de las Custodias, que desde 1597 se hallaban separa-das, cada cual con su gobierno propio y autónomo. Ya en 1600, según consta de la Información jurídica de aquel año, se trató de llegar a esta conclusión; pero, los trámites, en un principio muy bien encaminados, por no sé qué causa se suspendieron, sin ninguna perspectiva de solu-ción halagadora, próxima por lo menos. Por iniciativa del P. Escobar, según creemos, se reanudaron las gestiones sobre el asunto, y se convino de común acuerdo entre los Definitorios de ambas Custodias, pedir al Capítulo General de la Orden a celebrarse en Roma en 1612, otra vez la unión de las mismas, formando una Provin-cia, con todos los derechos” y prerrogativas que como a tal le correspon-dían. Se acordó también, a lo que entendemos entre ambas Custodias, enviar con la debida anticipación al Capítulo General, un Comisionado, encargado de ir directamente a España con la misión de entenderse con los superiores de la Orden y realizar las gestiones previas tendientes a conseguir la erección de la Provincia. Con mucho acierto y cordura se consideró que el más indicado para llevar a feliz término tales gestiones no era otro que el P. Escobar; y efectivamente, a él se confió el desem-peño de esa difícil misión; y munido de todos los recaudos que ella demandaba, se marchó rumbo a España. No conocemos documentos que lo precisen; pero, por lo que en seguida se verá, entendemos que esto ocurrió el año 1610. También, al marcharse el P. Escobar, debió ser nombrado Custodio del Paraguay el P. Bolaños. “Que a las gestiones realizadas por el P. Escobar en España soplaba viento favorable, se deja ver claramente por la carta que el Definitorio de la Custodia del Tu-cumán le dirigió con fecha 18 de enero de 1611, desde el Convento de Santiago del Estero, donde acababa de celebrarse el Capítulo Custodial. “A 16 de enero 1611 - se hizo Capítulo en esta Custodia, donde aunque indigno, me eligieron por Custodio, y me holgaría que en mi tiempo tuviera buen fin esto que procuramos (...)- Convento de Santiago del Estero y Custodia del Tucumán, en 18 de enero 1611: Fray Cristóbal de Ayala, Custodio Fray Baltasar Navarro, Padre de Provincia Fray Mi-guel Jurado, Definidor. Fray Gregorio de Oñate, Definidor Fray Alonso Sotelo, Definidor”.

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El Capítulo General nombró las autoridades de la nueva Provincia, re-cayendo los nombramientos en los siguientes religiosos: Ministro Pro-vincial, R. P. Fr. Juan de Escobar; Definidores: RR. PP. Fr. Luis de Bolaños. Fr. Francisco de la Cruz (de la Custodia del Paraguay). Fr. Baltasar Na-varro y Fr. Miguel de San Juan (de la Custodia del Tucumán).Elevó el nivel académico de nuestros estudios de Filosofía y Teología en nuestro convento de Córdoba, para lo cual se valió del Padre Fray Juan de Vergara, a quien trajo para tal fin desde España, y quien fue su sucesor inmediato en el provincialato.

1754 FRAY PEDRO SAN MARTIN: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1806 FRAY JUAN JOSÉ ORUE: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Santa Rosa.

1810 FRAY ATANASIO SÁNCHEZ: Sacerdote. Predicador general. Fa-lleció en el convento de La Rioja.

1830 FRAY PEDRO NOLASCO ITURRI 239: Sacerdote. Falleció en Buenos Aires.

~ JUNIO 28 ~

En este día fallecieron: 1668 FRAY BERNARDINO CHAVERO: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1723 FRAY FRANCISCO DE ARCE: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.


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1737 FRAY GREGORIO SUÁREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1742 FRAY JOSÉ JUAN GILES: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1756 FRAY JESÚS DEL PINO: Sacerdote. Predicador general. Falleció en el convento de Córdoba.

1788 FRAY FRANCISCO GUTIÉRREZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1808 FRAY MANUEL FERNÁNDEZ: Sacerdote. Guardián. Falleció en el convento de Corrientes.

• FRAY ENRIQUE GUERNACINI: Memoria de su fallecimiento. Nativo de Carpegna y ordenado sacerdote a los 25 años en Italia.

Fue buen latinista y versado en Derecho Canónico. En nuestro país ocupó el cargo de Prefecto de Misiones, Guardián en La Merced; párroco en Formosa; Lector y maestro de clérigos en Ju-juy donde fundó el Pan de los Pobres de San Antonio y fue Cape-llán de los presos. Regresó a Italia y falleció en día no conocido.

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En este día fallecieron: 1654 FRAY PEDRO ORTÍZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1723 FRAY FRANCISCO CÁCERES: Sacerdote. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1735 FRAY BALTAZAR LÓPEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

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1878 FRAY HIPÓLITO SOLER 240: Sacerdote. Falleció en Tucumán.

1878 FRAY AGUSTÍN ROMERO: Sacerdote. Natural de la ciudad y ar-quidiócesis de Tucumán. Falleció en Tucumán, a los 59 años de edad, 39 de profesión religiosa y 36 de sacerdote. Desplegó sus actividades y celo en el sagrado ministerio y la enseñan-za. La mayor parte de su actuación la realizó en su ciudad natal en donde se destacaba su personalidad por sus dotes religiosas y de cul-tura que la ordenaban. Guardián de su convento; Definidor; Visitador general y Ministro provincial de nuestra Provincia. Gobernó la misma desde el 17 de enero de 1863 hasta el 17 de enero 1866 trabajando con mucho celo por la observancia regular.

2013 FRAY MARIO ALBERTO NAVARRO VÁZQUEZ 241: Sacerdote. Nació en Santiago del Estero el 25 de mayo de 1956. Fue Vice maestro de Postulantes. Confesor. Falleció el 29 de junio de 2013 a los 57 años en Santiago del Estero. ¡Fr. Mario, hasta el Cielo! En esta ocasión no me fue pedido escribir la nota necrológica de Fr. Mario. Sin embargo, he querido enviar a Noti-cias una breve semblanza de los 5 años que me tocó compartir con él, en la fraternidad de Santiago del Estero.

240 Cfr. Archivo Histórico del Convento San Francisco de Buenos Aires. 241 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XLIV, n.º 209 (enero/agosto 2013), pp. 52-54.

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Tuve la alegría de conocer a Fr. Mario en 1983, en donde –como buen santiagueño- eligió emitir sus votos Solemnes el 22 de febrero en la iglesia San Francisco. Y cinco meses más tarde, el 23 de julio recibiría también allí mismo la ordenación sacerdotal; y no podía ser de otra manera: Fr. Mario allí había nacido 27 años antes y allí había formado parte de un grupo juvenil franciscano (antes que existiera la JUFRA en el país) que asesoraba el Hno. Stipech. Así el acompañante vocacional de Fr. Mario fue el Hno. Jorge Stipech. A través de esos dos hitos im-portantes de su vida –profesión solemne y ordenación sacerdotal–, el Hno. Mario había comprendido que ya no viviría más para sí mismo; según la consigna paulina: “Nadie vive para sí” (Rom 14,7). Ese día de su ordenación sacerdotal ocurría una coincidencia inusual y tal vez irrepetible. A unas 20 cuadras de nuestra iglesia de Santiago del Estero, en una Parroquia vecina fallecía repentinamente, el P. Dionisio Carrizo a las 17 horas El mismo era párroco de la parroquia Nuestra Señora de la Piedad, en donde vive la familia del Padre Mario; era su párroco. El mismo era miembro de nuestra Provincia de la Asunción. Hacía un año había solicitado a los Superiores la exclaustración para incardinar-se a la diócesis de Santiago del Estero.Y tres horas más tarde, Fr. Mario era ungido sacerdote. ¡Bendito sea Dios! El Señor nos llevaba un hermano sacerdote y nos rega-laba otro.En ese tiempo, Fr. Mario veía muy bien, a pesar de que desde su ado-lescencia venía padeciendo una diabetes crónica, que paulatinamente le fue cercenando la visión hasta quedar completamente ciego. Enton-ces, los superiores lo destinan a la casa de Santiago del Estero para que pudiera ser acompañado no solo por los hermanos de la Frater-nidad local, sino también por sus padres y hermanos que vivían cerca del convento. Y así ocurrió hasta su deceso. Cuando volvía a Santiago después de 7 años, lo vi que venía contento y jovial, aunque él ya no nos veía. Es que ese límite que percibían los demás parecía que no lo era para él.El no poder ver no fue óbice para él para participar en la oración dia-ria comunitaria y en la misa semanal de la fraternidad. En cinco años que tuve la gracia de compartir su vida y misión, nunca le escuché

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quejarse de su ceguera, ni de su enfermedad, que llevaba con paciente normalidad. Y así iría labrando en años eso tan fácil de decir, pero tan difícil de vivir como es la aceptación. No habrá sido nada fácil para él encontrarse que no podía ver más nada. Sin embargo, siempre estuvo con el espíritu de la canción que decía: “hay que seguir andando no-más…”. Y entre mate y mate podía disfrutar los goles de Boca o tolerar callado sus reveses deportivos. Escuchaba radio para estar informado de todo. Durante varios años, desde el principio de la semana, una persona -grabador mediante- leía las lecturas y oraciones del domingo siguiente, de tal forma que él pudiera memorizar, preparar la misa y su homilía. Entusiasta en comulgar con el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo; y atento en participar de las reuniones de CRIMPO (Comunidades Religiosas Insertas en Medios Pobres) y en JURSE (Jun-ta de Religiosos de Santiago del Estero); del Decanato y/o del Clero diocesano. Por eso era muy conocido y querido por los Religiosos y Clero de Santiago. También participaba activamente en los Capítulos locales de la frater-nidad; y, cuando pudo, también de los Capítulos Provinciales. No tenía un carácter fácil –es verdad– ¡había que escucharlo!, como hay otros así en la viña del Señor. Pero esa tenacidad, esas luchas, tal vez esos chispazos, nos hacían verlo muy humano. Apostando siempre por un espíritu solidario y una clara opción por los pobres.Apenas llegado a la parroquia –lo recuerdo bien- se involucró ense-guida en la Catequesis; y en el acompañamiento pastoral de algunas capillas, como la de San Antonio, Santa Clara y la de la Divina Miseri-cordia. A las capillas no solo iba a las misas dominicales, sino a todas otras actividades que hubiere en la semana.No solo tenía estas actividades pastorales; también por un tiempo lo llamaban las monjas Benedictinas y otras religiosas para que les predi-case el retiro mensual.Fr. Mario, en lo cotidiano se movía con bastante libertad: él mismo en-cendía el fuego para preparar su mate, discaba el teléfono para llamar a un remís e ir a alguna capilla, etc. Ajeno a todo “clericalismo” formal, pero con sencillez y celo pastoral atendía la confesión de niños y adul-tos y la predicación en sus misas.

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Padre Mario, gracias por tu vida, por tu testimonio; nunca recuerdo que te hayas quejado de nada; gracias por tu presencia y tu fortaleza, por tu celo pastoral.¡Vive la alegría eterna de Dios!

Fr. Eduardo José Zatti OFM

~ JUNIO 30 ~

En la Provincia recordamos piadosamente ante el Señor a los Hermanos: 1625 FRAY ANTONIO DE LUGO: Sacerdote. Fue secretario del segun-do Ministro provincial de esta Provincia, Fray Juan de Vergara.

1734 FRAY FRANCISCO FRÍAS: Sacerdote. Falleció en Buenos Aires.

1816 FRAY SANTIAGO RÍOS: Hermano estudiante. Falleció en el con-vento de Corrientes.

1823 FRAY MANUEL GAZARNENDI: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Corrientes.

1883 FRAY DOMINGO LÉPORI: Integró el grupo de hermanos que fundó el Colegio Apostólico de Salta. Falleció en Jujuy.

1974 FRAY MIGUEL ÁNGEL MONALDI 242:

242 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VI, n.º 38 (agosto 1974), pp. 1-2.

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Sacerdote. Natural de El Carmen, provincia y diócesis de Jujuy (Ar-gentina). Falleció trágicamente en un accidente automovilístico el 30 de junio de 1974 a las 19:45 horas en la Ruta 202, entre San Miguel y Moreno (Buenos Aires), cuando regresaba con un grupo de amigos de predicar un retiro de tres días a jóvenes del Colegio Masarello de Mo-rón. El deceso ocurrió ocho días antes de cumplir sus 50 años de edad; tenía 28 de vida religiosa y 22 de sacerdote. Dotado de relevantes cualidades humanas y morales, hicieron de su persona un buen cristiano, auténtico hijo de San Francisco y ce-loso ministro de Dios. La bondad de su noble corazón, la sencillez y carácter alegre lo llevaban a estar siempre en actitud de disponi-bilidad y de servicio a los demás. Su humildad y simpatía cautiva-ban tanto a los religiosos como a los seglares, especialmente a los jóvenes. De inteligencia clara se dedicó al estudio de las ciencias naturales; sobre esta asignatura y otras dictó clases por espacio de varios años en el postulantado de Paso del Rey, provincia de Buenos Aires. De esa misma Casa de Formación fue Rector y maestro en varios períodos. Director de la Obra de las Vocaciones Franciscanas; Definidor provincial; Guardián del convento de Padua y Presidente de una de las “Pequeñas Fraternidades”. Asesor de las Jornadas de Vida Cristiana de la diócesis de Morón. Confesor de comunidades de religiosas, etc. “El automóvil en que viajaba fue embestido violentamente de frente de un camión que se abrió para pasar a otro. Prácticamente falleció en el acto de producirse el choque. Llevado al Hospital de Moreno se le practicó la autopsia que constató la muerte por golpe interno por estallido de aorta. Gracias a las actuaciones de los médicos del distrito zonal Dres. Alselmo y Chiesa pudo retirarse el cadáver en las primeras horas del lunes 1.° de julio [...] En sufragio de su alma se concelebra-ron varias misas. Entre las exequias caben destacarse una paraliturgia hecha por el Obispo Diocesano Mons. Miguel Raspanti, la que finalizó con unas sentidas palabras dirigidas a los presentes en la que manifes-tó un sincero elogio y profunda gratitud por el celo sacerdotal del P. Monaldi y la valiosísima colaboración que siempre había aportado a la diócesis. La misa concelebrada por la mayoría del clero de San Justo y

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Morón que fue presidida por el P. Juan Manuel Jorge, párroco de María Reina de Morón, a quien el P. Monaldi ayudó mucho y desinteresada-mente. El P. Jorge destacó la ímproba tarea apostólica del P. Monaldi, en los cursillos de cristiandad, jornadas de vida cristiana, retiros, etc. Fue velado el martes 2, en la Capilla del Postulantado de Paso del Rey, de cuya Casa era morador y en la que prácticamente vivió sus 22 años de sacerdote. Un incesante desfile de amigos, jóvenes jornadistas, cur-sillistas, alumnos y ex alumnos de nuestro colegio de La Inmaculada, pasó por la capilla ardiente.La misa concelebrada por 33 sacerdotes, presidida por el Vicario general de la Diócesis, Mons. Juan Presas y el P. Provincial, se ofició en el tinglado del colegio, debido a la cantidad de gente. En la homilía Mons. Presas destacó la personalidad y obra pastoral del P. Monaldi. Una inmensa caravana de automóviles y varios ómnibus acompañaron los restos del P. Monaldi hasta el Cemen-terio de Moreno. Sus restos descansan momentáneamente en el panteón de la flia. Chiesa.

Fray Ernesto A. Urenda.

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

MES DE JULIO

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necrología franciscana — julio

~ JULIO 01 ~

En este día fallecieron: 1668 FRAY ANTONIO ARREDONDO 243: Sacerdote. De él no se tienen casi noticias. En la Necrología de la Provincia encontramos este dato: “Falleció en Paraguay el 1 de julio de 1668”. Pero según el Auto Epis-copal transcripto, el venerable P. Arredondo, falleció el día de Nuestra Sra. de la Asunción (15 de agosto).

1759 FRAY FRANCISCO MENERREYES: Sacerdote. Ex custodio. Fa-lleció en el convento de Recoleto de Buenos Aires.

1775 FRAY JUAN PIZARRO 244: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1820 FRAY MANUEL DE SAN LUIS DÍAZ: Sacerdote. Fue por muchos años maestro de gramática en el convento de Tucumán. Falleció en el convento de Córdoba.

1836 ANTONIO DÍAZ: Hermano laico.

1838 FRAY ANTONIO SÁNCHEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Mendoza.

1889 FRAY FRANCISCO TAVOLINI: Falleció de un derrame cerebral, a los 63 años, en Capitán Bermúdez al regresar de Roldán a San Lorenzo.Era lector de Filosofía en la Provincia de La Marca, cuando se incor-poró a la Misión que trajo el Hno. Durand en 1854, para el Colegio San Carlos. Fue el decimocuarto Guardián de dicha comunidad, cargo que ocupó dos veces. Además, fue cura conversor en la Reducción San Pedro Belgrano, Santa Fe.

243 Cfr. Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), pp. 121-124.244 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 218.

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1905 FRAY LUDOVICO QUARANTA: Sacerdote. Nació en Agnone, Apulia. Falleció en Río Cuarto a los 62 años. Fue ordenado sacerdote a los 22 años. Se incorporó más tarde al Co-legio de Río Cuarto, ocupó allí los oficios de Guardián, Maestro de Novicios y Prefecto de Misiones. La hermana muerte le llegó siendo Comisario General de las Misiones en la Argentina.

1942 FRAY FERNANDO GONZÁLEZ: Sacerdote. Oriundo de Cádiz. Falleció en la Merced. Misionó en Bolivia, donde fue Ministro provincial de San Antonio de las Charcas. Incorporado a la Comisaría San Miguel, ocupó los cargos de Consejero, Vicario parroquial en Sáenz Peña, primer Capellán de Clorinda y Guardián en el Convento San Carlos.

~ JULIO 02 ~

En este día fallecieron: 1741 FRAY FRANCISCO PERALTA TEJEDA: Sacerdote. Falleció en el convento de Catamarca del que era Guardián.

1757 FRAY JUAN BAUTISTA BURONI: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1775 FRAY VICENTE CARREÑO: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1791 FRAY MANUEL DEL SOCORRO: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1797 FRAY FRANCISCO ARRAYBÍ 245: Hermano laico. Falleció en Pa-raguay.


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~ JULIO 03 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1644 FRAY TOMÁS LÓPEZ 246: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1724 FRAY JOSÉ BÁEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1794 FRAY JOAQUÍN DE JERÉZ: Sacerdote. Falleció en la localidad de Aragón, provincia de Tucumán, de viaje a Salta.

1800 FRAY MARIANO AGÜERO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1808 FRAY SALVADOR DE LA CONCEPCIÓN: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1901 FRAY JUAN OSINAGA: Hermano laico. Falleció en España.

1951 FRAY FRANCISCO GODOY: Sacerdote. Natural de Santa María, provincia y arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el Hospital Español de la ciudad de Córdoba, a los 73 años de edad, 57 de profesión religio-sa y 51 de sacerdote. Dotado de buen carácter era agradable en el trato con los demás. Sen-cillo y apostólico. Profesor de ciencias naturales y matemáticas por 30 años en el convento de la ciudad de Córdoba. En Mendoza, en calidad de capellán de la cofradía Guardia de Honor, logró que se instalara el altar de mármol al Sagrado Corazón de Jesús en nuestra basílica.

246 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 215-221.

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~ JULIO 04 ~

En este día fallecieron: 1738 FRAY JUAN GONZÁLEZ: Hermano laico.

1789 FRAY FELIPE VALENZUELA: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1807 FRAY FRANCISCO ESTIGARRIBIA 247: Sacerdote. Falleció en Vi-llarrica, Paraguay.

1808 FRAY ANASTASIO SUÁREZ: Sacerdote. Lector de Filosofía en la Universidad de Córdoba. En el curso 1790-1792 tuvo por discípulo al famoso presbítero Dr. Calixto del Corro. Falleció en el convento de Córdoba.

1816 FRAY JOSÉ SIMEÓN: Inició su vida consagrada como Hermano laico en la Recoleta de Buenos Aires. Pasó luego al Colegio de Propa-ganda Fide de Tarata, Bolivia, para trasladarse al de San Carlos, donde murió dos años después, a los 46 de edad.

~ JULIO 05 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1733 FRAY JUAN MÁRQUEZ: Hermano laico. Falleció en el convento Recoleto del Pilar de Buenos Aires.

1761 FRAY BERARDO DEL ESPÍRITU SANTO: Hermano laico. Falle-ció en el convento de Córdoba.


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1767 FRAY BALTASAR GALLOSO 248: Sacerdote. Falleció en Paraguay. 1767 FRAY PEDRO JOSÉ RODRÍGUEZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Salta.

1791 FRAY ANTONIO REPOLLO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Tucumán.

1800 MIGUEL GOÑI: Conmemoramos hoy a uno de los 13 fundadores del Convento San Carlos. Era natural de Valdegoñi, diócesis de Pamplo-na, y vino a la Argentina ya ordenado In Sacris. Tenía solo 37 años de edad.

1833 FRAY HIPÓLITO CASTAÑÓN: Sacerdote. Falleció en Arroyo Azul, provincia de Buenos Aires.

1876 FRAY ANTONIO ARÁOZ: Sacerdote. Natural de Piedra Blanca, provincia y diócesis de Catamarca (Argentina). Falleció en Bolivia a los 73 años de edad, 51 de profesión religiosa y 44 de sacerdote. Cursó los estudios primarios en la escuela del convento de la ciudad. Alumno del Padre Ramón de la Quintana se destacó por su aplica-ción ejemplar. Fue Guardián del convento de Tucumán y Custodio. Deseando entregarse a una vida de mayor recogimiento a la vez que trabajar en las misiones entre infieles, pasó a nuestro colegio misionero de Tarija, Bolivia; en donde pasó el resto de su vida piadosa y ejemplar. 1983 FRAY ANTONIO BUSTAMENTE: Sacerdote. Natural de la dióce-sis y provincia de Córdoba. Falleció siendo decano de la Provincia en el Hospital Geriátrico de Córdoba, a los 89 años de edad, 67 de profesión religiosa y 57 de sacerdote. “Nació el 24 de agosto de 1894 e ingresó a la Orden en diciembre de 1915. Profesó los Votos Temporales un año más tarde e hizo la Profe-sión Solemne el 2 de enero de 1920. Fue ordenado sacerdote en 1925.


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Durante varios períodos fue Guardián de los conventos de Catamarca y Córdoba, Superior del Colegio Seráfico de Paso del Rey y Definidor. Se dedicó a la construcción de la Capilla y Colegio de N. S. del Valle de los Gigantes, siendo esta obra a la que brindó especial atención espi-ritual y material. Fue director de la Pía Unión de San Antonio y junto a la Cofradía de la Virgen del Valle concretó su deseo de levantar un altar para su amada morenita en la Iglesia del convento San Jorge de Córdoba” 249. “La Escuela N. S. del Valle de los Gigantes, fue fundada el 16 de mayo de 1970 y funcionó hasta el año 2009 bajo la dirección de los frailes de la Provincia de la Asunción, hasta que el Definitorio la cedió a la Fundación “Manos Abiertas”. Los frailes misionaron en este lugar desde 1875 y la primera capilla fue inaugurada y bendecida por Mons. Zenón Bustos en 1906” 250. De carácter amable, resultaba muy grato a cuantos lo trataban. Duran-te toda su vida sacerdotal y hasta muy cerca de su muerte, se dedicó de una manera especial, ejemplar, a la atención del confesionario.

1988 FRAY PEDRO ANTONIO DUTTO 251. Sacerdote, nació el 21 de octubre de 1917, en Gral. Lavalle, provincia de Buenos Aires, diócesis de Río Cuarto. Se caracterizó por su vida espiritual y laboriosa. Fue Guardián y ecónomo en varios conventos, correspondiéndole una des-tacada actuación en nuestra parroquia Colegio S. Francisco Solano de Aarón Castellanos. Falleció en el convento de Santa Fe, a los 70 años de edad, 51 de profesión religiosa y 45 de sacerdote. Fr. Ernesto A. Urenda.En la última hora del día martes 5 de julio de 1988, falleció piadosa-mente en el Señor, nuestro hermano Hno. Pedro Dutto en el Hospital Cullen de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz. Anteriormente había

249 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano. Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012, Editorial Castañeda, Buenos Ai-res (2012), pp. 221-222.250 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano. Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012, Editorial Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 221.251 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XX, n.º 132 (julio/ septiembre 1988) pp. 12-13.

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estado internado en la sala de cuidados intensivos del Hospital San Roque de la misma ciudad. Había nacido en la localidad de Gral. Levalle, en la provincia de Cór-doba y diócesis de Río Cuarto, el 21 de octubre de 1917. Sus padres fueron Don Bartolomé Dutto y doña Juana Buttié, uno de los tantos colonos de la zona. Cursó sus estudios primarios en Santa Fe. Muy joven ingresó a la Orden en el convento de la ciudad de Córdoba en cuyo postulantado cursó estudios secundarios y latinidad. Tomó el há-bito de novicio en el convento de Catamarca el 29 de enero de 1936 y emitió sus votos Temporales el 31 de enero de 1937. Cursó los estudios de Filosofía en el convento de Córdoba. Fue miembro de la comunidad fundadora del convento de San Antonio de Padua cuando este fue in-augurado en 1938. Como estudiante de Teología, emitió su profesión Solemne el 1 de febrero de 1940. Recibió el sacramento del Orden Sa-grado el 18 de diciembre de 1943.Uno de sus compañeros de estudio describe acertadamente algunos de los rasgos característicos de la personalidad de nuestro Hno., el Padre Dutto […] “Levemente curvado desde joven”, con el paso cansino del hermano buey, manso y fuerte a la vez, hondamente piadoso propio como de quien ha tomado en serio la santidad, buen hijo de piamon-teses en lo laborioso, tenaz, económico, metódico, fue autodidacta en música y en el italiano y francés, estudió a San Buenaventura”...Asi-duo lector de Filosofía, Teología, latinidad (dícese que leyó dos veces la enciclopedia Espasa Calpe) se capacitó para brindarse eficazmente como guía espiritual. Conocedor de la doctrina eclesial y documentos de la Orden- escriben sus hermanos de comunidad- se prodigaba ge-nerosamente entre sus hermanos de las distintas casas en que le tocó actuar como superior, párroco, maestro de novicios, súbdito”. Por varios años fue Guardián y párroco de Aarón Castellanos, cuya biblioteca enriqueció con la colección de la BAC, y desde donde en-viaba importantes aportes a la casa del Noviciado en el convento de Catamarca del que luego fuera maestro de novicios, donde restauró la costumbre de los primeros sábados en honor de la Virgen Ntra. Sra. del Valle y proveyó de numerosas obras nuevas de formación franciscana a la Biblioteca del Noviciado. En mayo de 1965 fue nombrado Guar-

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dián del convento de San Antonio de Padua, oficio al que renunció en febrero del año siguiente para pasar de capellán de las Hermanas Franciscanas de María en San Antonio de Arredondo (hoy Residencia Franciscana), delicada tarea pastoral que desempeñó por espacio de varios años. Fue superior del convento de La Rioja durante un período y parte del otro. Morador del convento de Córdoba, vuelve después al de La Rioja. En marzo de 1980 cuando se reabrió el noviciado de la Provincia en nuestro convento de la ciudad de Corrientes integró la nueva comu-nidad de esa casa como ecónomo de la misma. El P. Dutto demostró siempre y en los distintos oficios que le fueron designados un gran espíritu de humildad y obediencia. Los últimos ocho o nueve años de vida los pasó en el convento de Santa Fe, dedicándose casi en forma ex-clusivamente a la pastoral del confesionario. Una persistente dolencia fue minando sus fuerzas, soportando resignadamente su enfermedad con la fraternal asistencia de los hermanos y personas muy allegadas al convento.

2002. FRAY JOSÉ PALACIO:

Diácono permanente. La primera visita de la hermana muerte en el año 2002 a nuestra Provincia fue la del Hno. Palacio, a los 83 años, el día 5 de julio, en el convento de la ciudad de Córdoba. Félix Elpidio, nombre según sus documentos y José nombre de religioso nació en Santa Rosa, Córdoba el día 20 de febrero de 1919. Ingresó al Postulantado de la ciudad de Córdoba y a la edad de 20 años pasó al Noviciado en San Antonio de Padua, provincia de Bue-

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nos Aires, teniendo como maestro al siervo de Dios Fr. Antonio de Jesús Lobo.Es designado por mas de dos décadas como Maestro de Postulantes, en la ciudad de Córdoba y en la ciudad de Catamarca, tiempo en que no era tan usual para los hermanos laicos desempeñar tal oficio. Profe-sor de Religión y suplente de otras asignaturas que le permitió ser re-cordado por su sencillez por niños, jóvenes y adultos. En los albores de la década del 70 fue enviado al convento de Aarón Castellanos, quien con Fr. Carlos Martínez Ferrer llevaron a su mejor esplendor el colegio y parroquia a punto de ser cerradas.A los 80 años de edad y estando resentida su salud que le impedirá el normal ejercicio de sus facultades, es trasladado al convento de Cór-doba. En la quietud del claustro que lo viera ingresar a la Provincia, fue preparándose con el silencio y la oración hasta que en las vísperas de San Antonio de Padua recibe los santos sacramentos y desde ese momento se fue apagando como una velita para quedar eternamente iluminado por la Pascua del Señor.

Fr. Eduardo Zatti, OFM

~ JULIO 06 ~

Tengamos presente ante el Señor a los Hermanos que este día fallecieron: 1742 FRAY LUIS ÁVILA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1754 FRAY JERÓNIMO DE ALBORNÓZ: Sacerdote. Fue el segundo Obispo de Tucumán. Vino de España ya consagrado. Su fallecimiento acaeció en Lima, Perú.

1755 FRAY JUAN ALDERETE: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1756 FRAY JUAN JOSÉ CORREA: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

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1786 FRAY ALEJANDRO SEGURA: Sacerdote. Falleció en el convento de Catamarca.

1838 FRAY FRANCISCO FERREYRA: Hermano laico. Natural de la ciudad y arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el convento de Córdo-ba, a los 72 años de edad y 47 de profesión religiosa. Sencillo, bondadoso, manso, ejemplar. Con humildad y laboriosidad rea-lizó todos los oficios que la obediencia le encomendó poniendo en el des-empeño de los mismos verdadero celo y abnegación. Fue muy apreciado por todos los hermanos que acostumbraban llamarle “Fray Panchito”.

~ JULIO 07 ~

En este día fallecieron: 1733 FRAY JUAN MÁRQUEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1770 FRAY GREGORIO VICTORIA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1776 FRAY RAMÓN VELÁSQUEZ: Hermano novicio. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1778 FRAY JOSÉ RODRÍGUEZ: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en el convento de Corrientes.

1789 FRAY JUAN OVIEDO: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1800 FRAY JOSÉ GONZÁLEZ: Sacerdote. Falleció en el convento Reco-leto del Pilar de Buenos Aires.

1929 FRAY MIGUEL DATENA: Sacerdote. Natural de Potenza, Italia. Falleció en el convento de Córdoba, a los 55 años de edad, 30 de profe-

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sión religiosa y 21 de sacerdote. La dulzura y mansedumbre, proverbial humildad y modestia fueron las principales virtudes que adornaron su persona. Entre otros oficios desempeñó el de maestro de postulantes y teniente cura de nuestra parroquia de La Plata. En todos los lugares que lo destinó la obediencia dejó muy buenos ejemplos, gozando por ello del aprecio y simpatía de todos cuantos lo trataron. 2005 FRAY JOSÉ MARÍA LAYUNO BILBAO: Nació en la villa costera de Bermeo el día 22 de febrero de 1921, siendo sus padres Regino y Laureana, pescadores del bravío Cantábrico. Entregó su alma al Señor e1 7 de julio de 2005, fiesta de San Fermín, a las 10,30 horas. Con 11 años, a fines de agosto de 1932, fue al colegio de Arantzazu, juntamente con su hermano Kepa, (que luego moriría en el frente de guerra el día 4 de septiembre de 1938). Terminado el noviciado, fue admitido a los votos Temporales el día 18 de agosto de 1938. Cursó los estudios filosóficos en Olite. En agosto de 1941 se encontraba en Arant-zazu haciendo los estudios de Teología. En este mismo convento hizo su Profesión Solemne el día 3 de mayo de 1942. Ordenado sacerdote en 1944, su primer destino fue Alfaro, desde 1945 hasta 1952. Luego permaneció un año en el convento de Bilbao, hasta que el Provincial P. Julio Eguíluz, le destinó a la misión de Cuba. El 6 de diciembre de 1953 arribó a la isla, donde tendría varios destinos, comenzando por el de Santiago de Cuba. En Cuba estuvo hasta el año 1961, en que fue expulsado por Fidel Castro juntamente con otros frai-les. Pasó entonces a Montevideo, donde residió de 1962 al 1974. En 1975 hizo un año sabático en el convento de Iralabarri, asistiendo a las clases en la Universidad de Deusto. Llevado por su espíritu misione-ro marchó a Chile el año 1976 como Director-Capellán de la llamada “Ciudad de los Niños”, los “Quilpé”; pero bien presto se sintió frus-trado allí con respecto a las ilusiones que se había forjado para aque-lla experiencia; y así el año 1977 fue destinado a Buenos Aires como coadjutor de la Parroquia de Villa Diamante. En el año 1981, ya un poco cansado, regresó definitivamente a Euskadi, siendo destinado al convento de Forua. En los 21 años que residió en aquella Fraternidad atendía a la Iglesia de Baldatika.

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En su juventud una de sus ilusiones había sido ser misionero en nuestro Vicariato Apostólico de Yenan-Fu, en China; pero precisamente nada más terminar su carrera sacerdotal cayó toda nuestra misión en manos de los comunistas de Mao Tse-tung. Por tanto, esta su vocación misionera hubo de realizarla caminando por otros países, y muchos, a lo largo de su vida. En sus mejores tiempos fue un misionero incansable, dedicado comple-tamente a las misiones populares; pero de un temperamento bastante violento y ardoroso, que le hizo sufrir mucho. Hijo de pescadores: fue un hombre luchador ante las dificultades de la vida, como un pescador que combate contra las bravas olas del mar Cantábrico y sus fuertes tempestades. Predicador fogoso, con una oratoria que públicamente le hacía llamarse a sí mismo “El pistolero de Cristo”. No es extraño que en tiempos del franquismo tuviese problemas con las autoridades civi-les, como los tenía también en los conventos. En su conciencia llevaba un grande interés por la vida de los más necesitados. Expresión de todo eso pretendió ser la publicación de sus Memorias en el año 2001, acaso con más ilusión que acierto; su título: “Experiencias de un misionero”, con 814 páginas. Narra en su orden cronológico las peripecias de las varias fases de su vida (sobre todo sus misiones, ejer-cicios, charlas a los casamenteros, retiros, etc.); todo desde su sensibili-dad y perspectiva muy personales, y por tanto discutibles. En la con-clusión (p.809) lo reconoce: “Nací extremista, no soy equilibrado. No es mi virtud el equilibrio; no nací marinero de agua dulce y conformista y amansada”. Difundió su libro profusamente por las Comunidades fran-ciscanas y religiosas, con muchas de las cuales mantenía comunicación epistolar, así como con sus amistades de Alfaro Bilbao, Cuba, Uruguay, Argentina y Chile (un dato anecdótico: por Navidad escribía alrededor de mil felicitaciones). En su obra menciona muchos marginados y po-bres de la sociedad: Su ideal era ayudarles en cuanto pudiese. Y para ello recurría a puertas e instancias de la sociedad, en busca de esas ayudas. En fin, que seguramente cuantos le hemos conocido él lo largo de los años estamos convencidos de que “Layuno no ha habido más que uno”. Estaba ya muy quebrado de salud cuando el 11 de abril de 2002 fue trasladado a la enfermería provincial de Bermeo, donde residió hasta su fallecimiento. Aún allí su salud fue decayendo paulatinamente, por

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lo que varias veces hubo de ser ingresado en la Clínica de San Francis-co Javier de Bilbao. En los últimos meses le era imprescindible la silla de ruedas para moverse. El funeral se celebró el 8 a las 6 de la tarde en nuestra iglesia de San Francisco; fue presidido por su sobrino Kepa Sanpedro Layuno, que fue sacerdote franciscano, pero que luego pasó al clero secular de la Diócesis de Bilbao. Concelebraron 26 sacerdotes, entre los que se encontraba el Ministro Provincial José María Arregui. Siendo bermeano y teniendo mucha parentela y muchas amistades, nuestra grande iglesia parecía pequeña para tanta gente. ¡Descanse en paz nuestro querido Hermano Layuno, tras sus muchos años de fuerte, intenso y fructífero apostolado! Seguro que el “Buen Padre”, a quien tanto le gustaba invocar le habrá recompensado conce-diéndole la serenidad de que su temperamento, siempre un ardoroso como idealista, no le permitió, gozar en este mundo.

~ JULIO 08 ~

En este día fallecieron: 1745 FRAY DIONISIO ORAZU: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1751 FRAY GREGORIO VICTORIA: Hermano laico; noticia de su fa-llecimiento.

1778 FRAY MATÍAS UREAFUA: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1855 FRAY ZENÓN ROSALES: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1907 FRAY ANTONIO GATTI: Sacerdote. Hijo de la Provincia Roma-na. La mansedumbre y la piedad fueron virtudes sobresalientes en este sacerdote misionero que evangelizó durante muchos años en Tarija y sus misiones. Falleció en el Convento de Jujuy a los 62 años.

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~ JULIO 09 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1759 FRAY GABRIEL CRISTALDO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Santa Fe.

1799 FRAY GORDIANO GUEVARA: Sacerdote. Falleció en la locali-dad de Burruyacu, provincia de Tucumán.

1803 FRAY ANTONIO PEDRO MARTÍNEZ: Sacerdote. Ex Lector pro-vincial. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1828 FRAY RAFAEL ORTEGA: Sacerdote. Ex maestro de novicios. Fa-lleció en el convento de Buenos Aires.

1936 FRAY LUIS S. SÁNCHEZ: Sacerdote. Natural de Calamuchita, dió-cesis de Villa María, provincia de Córdoba. Falleció en el convento de Córdoba, a los 57 años de edad, 35 de vida religiosa y 27 de sacerdote. Observante, piadoso y laborioso. Sirvió incondicionalmente y con la mejor buena voluntad en todos los oficios y trabajos que le fueron en-comendados. Entre ellos Rector del Colegio Seráfico de Córdoba y el de Director del Colegio San Buenaventura de la misma ciudad, oficio este último que desempeñó por muchos años, y gracias a su acendrado tesón y progresistas iniciativas, se lograron sensibles mejoras en la or-ganización y remodelación del edificio.

~ JULIO 10 ~

En este día fallecieron: 1727 FRAY CIPRIANO ARÉVALO: Sacerdote.

1778 FRAY FRANCISCO ANTONIO ARIENERES: Sacerdote. Falleció en Montevideo, Uruguay.

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1799 FRAY PEDRO ÁLVAREZ 252: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en Paraguay.

1809 FRAY PEDRO DE LOS DOLORES: Sacerdote.

�� FRAY JUAN BERGALLO: Memoria de su fallecimiento. Misio-nó en San Javier y en San Martín Norte. Cumplido el decenio se secularizó.

~ JULIO 11 ~

Tengamos presente ante el Señor a los Hermanos que en este día falle-cieron: 1751 FRAY PEDRO COLMENERO: Sacerdote. Ex Ministro provin-cial entre 1743-1746. Estableció la Santa Recolección en el convento en 1745, y el Noviciado en Catamarca. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires. “Español, fue elegido el Capítulo celebrado en el convento de Bue-nos Aires el 19 noviembre. Encaminado a entablar una más estricta observancia regular, emitió varias circulares. Ordenó que, como to-dos los pueblos y doctrinas tenían la autorización real para que sus cabildos eligieran sus corregidores, sin el recurso a los gobernadores; procuraran practicar y gozar de esos fueros, privilegios y regalías. Una Circular de 1744 contenía muchas disposiciones tendientes a cor-tar los abusos introducidos en contra de la observancia de Regla y Constituciones, en especial referente a la santa pobreza. Cada uno de los hermanos legos colectores de Tierra Santa podía tener un donado que recibiera las limosnas y las entregara a los Síndicos. El Provin-cial convocó a la Congregación del año 1746 desde la Doctrina de San José de Caazapá. En la Circular del 29 de marzo de 1746 avisó que el pasaje del nuevo Comisario General del Perú debían pagarlo las


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Provincias a él sujetas, correspondiendo a la Asunción, la cantidad de 1470 pesos en plata, para cuya solvencia señalaba las cantidades que correspondía a cada uno de los conventos y doctrinas. Por otro lado, el Comisario Genera] de Indias en Madrid Fray Matías Velazco, orde-nó que se designara un convento de la Provincia para casa recoleta. El Definitorio acordó que fuera el convento le Catamarca destinado a tal fin y nombró el nuevo personal tomado de la Santa Recolección del Pilar de Buenos Aires. La Patente del 25 de septiembre de 1745 comunicaba a la comunidad de Catamarca la declaración de casa de recolección con Noviciado y Estudios Superiores. Por otra Patente, del 3 de octubre de 1746 el Ministro Provincial insistió en ordenar la fundación del Noviciado nombrando Maestro de Novicios a Fray Juan de San José Barrera” 253.

1897 FRAY JUAN BAUTISTA GONZÁLEZ: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en el convento de la ciudad de Córdoba.

1897 FRAY LUCAS BARRIONUEVO: Sacerdote. Nació en la ciudad de Catamarca. Fue Lector de Filosofía y maestro de niños en nuestra escuela. Al establecerse la vida común en la Provincia pasó a prestar servicios en la Custodia de Tierra Santa hasta su muerte que acaeció en el convento de Catamarca a los 52 años de edad, 36 de profesión religiosa y 32 de sacerdote.

1966 FRAY ROMÁN SZATHAMARY: Sacerdote. Alumno de la Pro-vincia Franciscana de Transilvania. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 75 años de edad, 60 de profesión religiosa y 55 de sacerdote. Desde 1934 residía en nuestro convento de Buenos Aires, dedicán-dose a la atención de la Colectividad Católica Húngara residente en Argentina. De corazón bondadoso y espíritu altamente comprensivo, fue por muchos años incansable confesor de nuestros estudiantes y

253 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano. Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012, Editorial Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 92.

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postulantes. En reconocimiento a estos valiosos servicios el Gobierno de la Provincia dispuso que se le aplicaran sufragios en todas las Casas de la misma.

~ JULIO 12 ~

En este día fallecieron: 1718 FRAY ESTEBAN GUERRERO: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1734 FRAY PEDRO GALLO: Sacerdote. Falleció en el convento de Bue-nos Aires.

1768 FRAY GERÓNIMO BLANOS: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1768 FRAY PEDRO BELMAR: Hermano laico.

1787 FRAY ANTONIO SANTUCHO: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1797 FRAY JUAN DE AGUIRRE: Sacerdote, cura de almas. Falleció en las misiones Guaraníes.

1805 FRAY GABRIEL DE LA PEÑA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Catamarca.

~ JULIO 13 ~

En este día fallecieron: 1743 FRAY TOMÁS GONZÁLEZ GÓMEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

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1773 FRAY GERÓNIMO GIL: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1791 FRAY PEDRO JOSÉ AGUIRRE: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1814 FRAY IGNACIO CORDÓN: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1860 FRAY BASILIO BARTOLONI: Sacerdote. Profesó a los 16 años en el Convento Nuestra Señora de los Ángeles de Asís. Ya sacerdote, vino a Salta en el grupo de los fundadores del Colegio Apostólico San Diego. Falleció a los 27 años.

1892 FRAY JUAN IGNACIO ARAGÓN: Sacerdote. Natural de la ciu-dad y diócesis de Catamarca. Falleció en el convento de Mendoza, a los 75 años de edad, 45 de profesión religiosa y 39 de sacerdote. Ejerció la docencia en la escuela conventual de dicha ciudad. En Men-doza le cupo una destacada actuación. Guardián del convento de la ciudad vieja; después del terremoto desempeñó el mismo oficio en tres periodos más.

1904 FRAY BUENAVENTURA CAPELLI:

Sacerdote. Natural de la ciudad y arquidiócesis de Córdoba. La senci-llez, la bondad, piedad ejemplar y celo apostólico fueron las virtudes

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que más se destacaron en la vida de este hermano. Fue profesor de física y química en el estudiantado del convento de Córdoba. Falleció en el mismo convento, a los 29 años de edad, 14 de vida religiosa y 6 de sacerdote. “Un alma más que deja en edad temprana la vida. Veintiocho años apenas significan un soplo de existencia, sin tiempo acaso para gustar del mundo los dolores. El P. Capelli cruzó por el claustro franciscano dejando tras de sí las huellas imborrables de su candor y de su modes-tia. Muy niño engalanóse con la librea del mendicante. El perfume con-ventual que se respira en las sombras del claustro le cautivó, le sedujo, y el 26 de mayo de 1891 se incorporaba a las filas de los novicios con los estímulos de una vocación ardiente y decidida. Más tarde se hizo religioso profeso, emitió luego los votos Solemnes, y con el estudio, la oración y la vida retirada del noviciado, preparóse para el ministerio del altar cantando su primera misa el 5 de octubre de 1898. El P. Capelli muere, dejando los más gratos recuerdos entre sus herma-nos de claustro. Para todos será siempre el sacerdote inteligente que dictara con verdadera preparación la cátedra de química cuyos conoci-mientos los adquirió recibiendo lecciones de maestros tan competentes como Harperath, Doering, etc.; nadie podrá olvidarse de su sencillez apostólica, de su celo evangélico, de su piedad ejemplarísima; y en esto, como en la suavidad de su trato y en la bondad de su carácter, descubrirán sin esfuerzo la causa del hondo pesar con que fue recibida y comentada la triste noticia de su fallecimiento. Su tumba ha sido hon-rosamente favorecida. Sobre ellas cayeron muchas lágrimas al mismo tiempo que subieron al cielo muchas preces por el descanso de su alma.Los que quedamos en la sombra de proscripción le consagramos con amor este recuerdo. Quisiéramos que se hubiera prolongado por más tiempo su vida; pero ante los designios de Dios sellamos nuestros labios y solo clamamos con humildad para que la misericordia divina le tenga en su seno y sus virtudes se compensen con el premio de la beatitud 254”.

254 Cfr. El Plata Seráfico, año V, n.º 60 (agosto 1904) pp. 453-454.

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1953 FRAY AMBROSIO PIGHIN: Sacerdote. Nació en la Provincia de Údine, Italia. Falleció en el Convento de Rosario a los 87 años. Tomó el hábito en San Lorenzo a los 17 años donde más tarde fue su décimo párroco. Se desempeñó con el mismo oficio en Rosario, San Javier y San Martín Norte, donde inició la construcción del templo del Gobernador Crespo. Fue Consejero provincial y trabajó celosamente en los albores de la Acción Católica.

~ JULIO 14 ~

Recordemos piadosamente ante el Señor a los que en este día fallecieron: 1718 FRAY ALFONSO AVENDAÑO: Sacerdote.

1786 FRAY PEDRO GOYTIA: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1800 FRAY JUAN AMBROSIO LIBERFEIT: Sacerdote.

1803 FRAY JUAN JOSÉ CABAL: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1860 FRAY JOSÉ FELIPE: Sacerdote. Natural de Calatraba, Provincia de la Mancha. Falleció en España. Había vestido el hábito minorítico en Alcalá de Henares. Ya ordenado sacerdote y, después de un año de viaje, se incorporó al Colegio Apos-tólico San Carlos en febrero de 1841.

1886 FRAY ÁNGEL ANTONIO DI GIOVANNI: oriundo del Reino de Nápoles. Falleció a los 60 años y está sepultado en el templo. Inició el noviciado en la Provincia Reformada de San Bernardino a los 33 años y profesó los votos Solemnes en el Convento San Carlos. Ayu-dó en la misión de San Javier donde falleció.

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1915 FRAY MANUEL M. MORENO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de La Plata, Buenos Aires.

2001 FRAY ANTONIO BROLLO: Nació en Quitilipi, Chaco, el 2 de no-viembre de 1930. La hermana muerte lo sorprendió durante su tiempo de descanso en la Casa Gabriel Grotti, Formosa, a los 69 años de edad.Ingresó al noviciado el 18 de febrero de 1949, emitiendo su Profesión Temporal el 19 de febrero de 1950, y la Profesión Solemne el 19 de marzo de 1953. Vivió y trabajó en casi todas las Casas de la Provincia San Miguel realizando todo tipo de tareas domésticas, de secretaria y archivo tanto a nivel Provincial como local. Fue el responsable de terminar la nueva construcción de la Casa la Merced y de coordinar la construcción de la Casa de San Miguel. Fue Ecónomo provincial, Secretario provincial y administrador de la Estancia San Miguel en varios periodos. Participó del Capitulo general de 1993 en San Diego California (EE. UU).

~ JULIO 15 ~

En este día fallecieron: 1694 FRAY PEDRO BELMAR: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1736 FRAY FRANCISCO MACIEL: Sacerdote. Falleció en el convento de la Ciudad de Corrientes.

1761 FRAY DIEGO ILLESCAS: Sacerdote. Noticia de haber fallecido en el mar.

1783 FRAY RAMÓN DEL CORAZÓN DE JESÚS: Nació en Chile. Fa-lleció a los 75 años en el antiguo Colegio San Carlos del Carcarañá donde permaneció, ayudando los últimos tres años de su vida con los fundadores del actual colegio.

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1847 FRAY NICASIO GARAY: Sacerdote. Guardián del convento de Córdoba en el que falleció.

1889 FRAY LIBERATO ADAMO: Nació en el Piamonte. Vino a Buenos Aires como aspirante salesiano y a los 24 años ingresó a la Orden en el estado laical. Falleció en La Merced, a los 69 años.

1981 FRAY RAFAEL DZIABREJ: Hermano laico. Nació en Polonia en 1903. El Creador de todo lo llamó a los 78 años. Vino a la Argentina como turista a los 17 años, y al siguiente ingresó como religioso no clérigo en San Lorenzo. Fue ayudante en la Misión Laishí, y, sacristán en San Lorenzo, Rosario, Corrientes, y en Ntra. Sra. de Sión en Buenos Aires, alternando con la atención de la portería. Amante de las plantas y los pájaros.

2005 FRAY HILARIO BARRENA TELLETXEA: era natural de Almike (Bermeo). Falleció el 15 de julio de 2005, a los 77 años de edad. Había ingresado en el Colegio Seráfico de Arantzazu en 1938. Orde-nado de sacerdote en 1952, su primer destino fue el mismo Colegio de Arantzazu donde permaneció como inspector y profesor hasta el año 1959 en la que fue destinado al convento-parroquia San José de Ca-rrasco, en Montevideo Uruguay. El año 1963 le destinaron al Santuario Mariano de Copacabana (Bolivia) donde sirvió hasta el año 1968. Entones volvió a la Provincia, y fue destinado al convento de Alfaro. Aquí ejerció de coadjutor de la parroquia y en el Capítulo de 1970 le destinaron Forua con el cargo de vicario. En el Capítulo de 1973 le des-tinaron a Bermeo donde permaneció hasta 1991, impartiendo clases en euskera y religión en los colegios de las Josefinas y de los Maristas y ejerciendo de párroco de Mañua. En el año 1991 fue destinado al con-vento de Zarautz donde los dos primeros años impartió clases de Reli-gión en la EGB de nuestro Colegio Antoniano y desde 1993 a 1997 fue responsable de las parroquias rurales de Alzola (Aya) y de Urdaneta. El Hno. Hilario fue un hombre de convicciones firmes, de fe recia y de un fondo muy religioso. Amante de Euskal Herria y del euskara. Cuando se dirigía a una persona primeramente le hablaba siempre en

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euskara y, en caso de que el otro no le entendiera pasaba al castellano. Su carácter fuerte, y a veces hasta duro y contestatario, le supusieron más de un disgusto en su vida. Pero la enfermedad le amansó de tal forma que fue un enfermo hasta afable y agradecido, y su muerte fue callada y ejemplar: ¡que es lo que más cuenta, en definitiva! Ya unos ocho años antes de su muerte, había estado ingresado en el Hospital Donostia de San Sebastián, aquejado de fuertes dolores; y en-tonces le diagnosticaron el mal de la leucemia, enfermedad que guardó en secreto; lo sabían solo él y la doctora hematóloga Izaskun Egurbide, que era quien le atendía con mucho cariño. Todos estos años llevó una vida normal hasta que el mes de agosto de 2003 se sintió mal y lo pasó fatal. Pero se oponía a que se llamara al médico, hasta que en la noche del día 31 de agosto se le halló caído en el baño y se le tuvo que inter-nar. Allí le detectaron neumonía, y entonces se hizo pública la noticia de que también sufría leucemia crónica desde hacía unos seis años. Los dos últimos años los pasó muy delicado. Estuvo internado varias veces. Hilario se mostró un enfermo de voluntad férrea, y supo hacer frente al mal que padecía, hasta que este pudo con él. Tras una nueva estancia de veinte días en el mismo Hospital Dorrostia, ya no pudo remontar su enfermedad y se apagó como una vela en la habitación 402, en la festividad de nuestro Seráfico Doctor San Bue-naventura: a las cinco y media de la mañana, estando atendido por el Hno. José Agustín Etxeberria. Al mediodía se instaló la capilla ardiente en el convento de Zarautz, en el local de la OFS del convento: por allí pasaron las personas más allegadas a darle el último adiós. El día 16, a las 6 de la tarde, se celebró el funeral de cuerpo presente: un funeral que fue doble, pues coincidió con el de Doña Iñazi Etxeberria, miem-bro de este nuestro Centro de Culto y Evangelización. Seguro que no le disgustó a Hilario compartir el funeral con Iñazi, pues era un ferviente defensor del laicado. Presidió la eucaristía su Hno. Juan Antonio Ba-rrena, que entonces residía en el convento de Forua, y le acompañaron unos 25 concelebrantes provenientes de diversas Fraternidades de la Provincia. El Hno. Juan tuvo unas palabras muy cálidas para con su hermano y agradeció a la comunidad, con especial mención de Fray Andrés Bengoetxea, las atenciones fraternas y maternales que habían

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tenido con su hermano Hilario. Su cadáver fue inhumado en el cemen-terio de Zarautz en el nicho n° 13 del panteón franciscano. El buen Padre del Cielo le habrá acogido en sus brazos. ¡Descansa en paz, Hno. Hilario, y goza de la felicidad eterna: Eta egun handira arte, anaia Hilario!

2012 MONS. MANUEL EGUIGUREN GALARRAGA: Había nacido en Goyaz, en la diócesis española de San Sebastián, el 1 de enero de 1930. El domingo 15 de julio de 2012, hacia las 9.30 horas de la mañana falleció nuestro hermano Mons. Manuel en la enfermería de Bermeo. Fue ordenado sacerdote en los frailes menores el 13 de marzo de 1954. Luego vivió en los conventos de Forua, dedicado a la pastoral juvenil y la formación de matrimonios En 1962 formó parte del Equipo Misione-ro Pontificio de América. Cumplida esta misión, a partir de 1965 tuvo varios destinos: Montevideo (Uruguay), donde trabajó hasta 1976; el siguiente trienio vivió en Villa Diamante (Argentina), y los siguientes 3 años en Asunción (Paraguay) como Custodio de la Custodia Fray Luis Bolaños. Obispo de Salpi, y al mismo tiempo fue nombrado Obispo Auxiliar del Vicariato Apostólico de Berni (Bolivia), el 30 de noviembre de 1981. Re-cibió la Ordenación Episcopal el 18 de abril de 1982. Mons. Manuel ha vivido en Bolivia, dedicado en cuerpo y alma a las causas del pueblo. Trabajó con indígenas y campesinos: y derechos Humanos: hijos de la calle: Oficina de la mujer para su defensa; Oficina de los indígenas; Medios de Comunicación Social; Pastoral carcelaria; Responsable de la Secretaría de Justicia y Paz de la OFM. Mons. Manuel se jubiló el 6 de junio de 2007. Entre los muchos reconocimientos y homenajes recibidos por Manuel está el que recibió de manos del lehendakari Juan José Ibarretxc y del consejero de asuntos sociales, Javier Madrazo, el premio al Cooperante Vasco de 2002, dotado con 15.000 euros. En febrero de 2011 volvió a España con la salud muy deteriorada y ha vivido en nuestra enfermería de Bermeo. Mons. Manuel aceptó su situación con un talante admirable y ha vivido este último año de su vida con agradecimiento a todo lo que recibió de Dios a lo largo de

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su vida y al cariño y cuidados que recibía en cada momenlo de las personas que le rodeaban. Damos gracias a Dios por nuestro hermano Manuel y le pedimos que lo reciba en su Reino.

~ JULIO 16 ~

Hoy recordamos a los hermanos que en este día pasaron a la Casa del Padre: 1708 FRAY JUAN PINTOS: Sacerdote. Falleció en el convento de Co-rrientes.

1766 FRAY LUCAS LEGUIZAMÓN 255: Sacerdote. Falleció en Villarri-ca, Paraguay.

1784 FRAY JOSÉ SOTOMAYOR: Sacerdote. Falleció en el convento de la Ciudad de Corrientes.

1897 FRAY DANIEL MICHELINI: hijo de la Provincia de Tuscia. Falle-ció a los 73 años en el Colegio Apostólico San Diego. Fue uno de los fundadores del Colegio de Salta. Misionero esforzado, humilde, apostólico y de gran paciencia e igualdad de ánimo. Falleció en el Colegio Apostólico San Diego donde fuera Guardián, cargo que ocupó también en Jujuy, por dos períodos.

2001 FRAY JOSÉ MARÍA GIULIANI: Sacerdote. Nació en Avellaneda, Santa Fe el 30 de marzo de 1924. Siendo el Guardián de Corrientes, entre-gó santamente su alma al Señor en la madrugada del 16 de julio de 2001, fiesta de Ntra. Sra. del Carmen y de la Coronación de la Virgen de Itatí.Ingresó al noviciado el 21 de febrero de 1941, realizando la Profesión Temporal el 22 de febrero de 1942 y la Profesión Solemne el 2 de abril de 1945. Recibió el Orden Sagrado el 20 de diciembre de 1947. Fue un


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verdadero “maestro” de la formación post conciliar, su gran pasión, tanto en la Provincia San Miguel y en la Conferencia del Cono Sur, como también en varias congregaciones de religiosas franciscanas. A los 33 años fue Custodio de la entonces Custodia de Régimen. Fue nombrado Visitador general en varias oportunidades; en Argentina: Custodia Croata y Valenciana y Comisaría de Tierra Santa; en Chile: Comisariato Belga; en Perú: Provincia de los Doce Apóstoles y Cus-todias Canadiense e Italiana; en México: Provincia del Santo Evange-lio y en Colombia Provincia de la Santa Fe. Fue por varios periodos Consejero, Definidor, Guardián y Maestro de novicios, destacándose como un gran animador de la vida fraterna y de la organización de la Provincia.

~ JULIO 17 ~

En este día fallecieron: 1720 FRAY JUAN DE ARAETA: Sacerdote. Ex Provincial, electo el 2 de agosto de 1692, hasta el 27 de octubre de 1695. Vicario provincial desde 1699 a 1701, y Visitador de la Provincia en 1698.

1760 FRAY PEDRO ZEBRERO: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1780 FRAY BERNARDO POLANCO: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Salta.

1789 FRAY JOSÉ MIBOL: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1836 FRAY ANTONIO DÍAZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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~ JULIO 18 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1781 FRAY JUAN DE AGÜERO: Sacerdote. Ministro provincial desde el 16 de abril hasta el 17 de junio de 1780.

1794 FRAY ESTEBAN CÁCERES: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1888 FRAY CRISANTO NEREO BARRIONUEVO: natural de la Ciu-dad de Catamarca, en donde ejerció el sagrado ministerio y desempe-ñó con felicidad los oficios y trabajos que le fue encomendados. Falle-ció en el convento de La Rioja, a los 60 años de edad, 41 de profesión religiosa y 38 de sacerdote.

1975 FRAY BUENAVENTURA LÓPEZ:

Sacerdote. Natural de Calamuchita, (Obispado de Villa María), pro-vincia de Córdoba. Falleció en la sede parroquial, al regresar de una gira por las Sierras Grandes de Córdoba, particularmente en su amada Escuela de Pampa de Achala, donde había concurrido a celebrar sus 70 años de edad el día 9 de julio.

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Contaba con 50 años de profesión religiosa y 43 de sacerdote. Sepul-tado en el cementerio parroquial de Piedra Blanca; posteriormente sus restos fueron trasladados a la Escuela “Padre Liqueno” y descansan juntos a los del benemérito fundador y esforzado predecesor Fray José María Nogal. “Nació el 9 de julio de 1905 en Calamuchita, Córdoba. Vistió el hábito el 24 de enero de 1924 y emitió sus votos Temporales el 27 de enero de 1925, y los Votos Solemnes el 28 de enero de 1928. Fue ordenado sacer-dote el 17 de diciembre de 1932 en Buenos Aires. Durante varios años enseñó historia y geografía en el Postulantado de Córdoba, y fue procurador en este mismo convento. Trasladado a Corrientes, fue superior por un período. Fue rector de la T.O.F. Inició una tarea altamente humanitaria: darle techo y mínima atención a los alienados. La obra comenzada por él, hoy lleva el nombre de “Hospicio San Francisco de Asís”. De Corrientes fue trasladado al convento de San Antonio de Padua como procurador, su desempeño fue eficiente ya que en ese tiempo Padua había alcanzado el rango de Colegio Interna-cional. Más de 20 años, desde 1950 hasta el Capítulo de 1971, estuvo en la Pampa de Achala, convirtiéndose allí en una institución al servicio de los niños. Todos lo ayudaban, porque todos sabían que el P. López, nunca pedía para sí, sino para sus niños o pobres. No lo arredraba la inclemencia del clima y los caminos buenos y polvorientos de Córdoba lo vieron transitar permanentemente durante más de 20 años en un ve-hículo destartalado cargado de provisiones, de ropa o medicamentos. En 1971 fue trasladado a la Parroquia de San José de Piedra Blanca. En calidad de Vicario cooperador trabajó infatigablemente en este nuevo campo de acción. En el Capítulo de enero de 1971 se lo nombró párroco en la cuna de Fray Mamerto Esquiú. En su agenda de trabajo ya esta-ban previstos los festejos para la gran fiesta del sesquicentenario del natalicio del ilustre hijo de Piedra Blanca, Fray Mamerto Esquiú” 256.

Fray Luis Cano

256 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VII, n.º 46 (agosto 1975), p. 5.

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~ JULIO 19 ~

En este día fallecieron: 1745 FRAY AMBROSIO REYNOSO: Sacerdote.

1799 FRAY FRANCISCO RODRÍGUEZ: Sacerdote, cura jubilado. Fa-lleció en el convento de la ciudad de Corrientes.

1816 FRAY JOSÉ SAMBORÁN: Hermano laico. Falleció en el Colegio Apostólico San Carlos.

1818 FRAY LORENZO BLANCO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de la ciudad de Santa Fe.

~ JULIO 20 ~

Recordemos piadosamente a los hermanos que en este día fallecieron: 1701 FRAY JOSÉ DE BRITOS: Sacerdote. Falleció en el convento de la ciudad de Córdoba.

1739 FRAY VICENTE GARCÍA: Sacerdote. Falleció en el convento de la ciudad de Buenos Aires.

1769 FRAY ANTONIO RODRÍGUEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de la ciudad de Tucumán.

1778 FRAY JUAN TOBAR: Sacerdote. Ex Custodio. Falleció en el con-vento de la ciudad de Catamarca.

1897 FRAY IGNACIO RICCIONI: Nació en Montesanto, Provincia del Piceno. Entregó su alma al Señor a los 78 años en la Convento La Merced.Es uno de los integrantes de la fraternidad que estableció el Colegio Apostólico en Corrientes en 1856. Fue Vicario Foráneo, en Formosa y en el Chaco, Guardián y Prefecto de Misiones.

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~ JULIO 21 ~

Recordemos a los hermanos que en este día fallecieron: 1778 FRAY FRANCISCO BOMPAR: Sacerdote. Custodio provincial. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1825 FRAY FRANCISCO DE PAULA BOSSIO: Sacerdote. Ministro pro-vincial electo el 8 de septiembre de 1826. Falleció en el convento de Córdoba.

1853 FRAY INOCENCIO MACHADO: Sacerdote. Ex Definidor. Falle-ció en el convento de La Rioja.

1957 FRAY LUDOVICO CASALI: Sacerdote. Oriundo de Ferentino, Provincia de Roma. Falleció a los 70 años. Sus restos descansan en el panteón Franciscano de Corrientes. Ingresó a la Orden a los 17 años en San Lorenzo. Ordenado sacerdote, fue Consejero provincial, Guardián, y por largos años Maestro de no-vicios en La Merced. Fue un virtuoso y humilde hermano.

1958 FRAY LUIS TULA TOLOSA: Sacerdote. Falleció en la ciudad de Catamarca.

~ JULIO 22 ~

En este día fueron llamados a la Casa del Padre: 1701 FRAY FRANCISCO LEZANA: Sacerdote. Custodio. Falleció en el convento de Córdoba.

1735 FRAY MANUEL RUBIO: Hno. estudiante. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1779 FRAY PEDRO BÁRCENA: Hermano laico. Falleció en el convento de la Santa Recolección de Buenos Aires.

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1857 FRAY MIGUEL ENRIQUE MARCÓ: Sacerdote. Siendo Guardián del convento de Catamarca comenzó la edificación del noviciado el 18 de mayo de 1838. Definidor provincial. Falleció en el convento de Catamarca. 1998 FRAY JULIO DEL CARMEN BUNADER 257: Sacerdote. Nació en Las Heras, Provincia de Mendoza el 2 de junio de 1932. Tras un calva-rio de tres años de enfermedad, Fr Julio encontró a la hermana muerte en la madrugada del 22 de julio de 1998, en el sanatorio Policlínico de Cuyo. El P. Julio (o Jél-lo, como gustaban llamarlo familiarmente en el ámbito doméstico,) nació en el seno de una familia profundamente cristiana de origen libanés (entre sus familiares, se cuenta el siervo de Dios José Jorge Bunader, primo de su padre; y cuya solicitud de inicio de la causa de beatificación se halla en la Eparquía Maronita de Argentina.El P. Julio fue el penúltimo de diez hermanos (3 mujeres y 7 varones). Su padre, Don Miguel; y su madre, Doña Margarita Jacobo colabora-ban ampliamente en su Parroquia S. Miguel de Las Heras especialmen-te en las fiestas patronales u otras obras a beneficio de alguna capilla. Su casa era siempre el lugar del encuentro alegre y fraterno de muchos parroquianos. Era proverbial la cita en su casa de la calle Sarmiento N° 2.035, lugar para fomentar la unidad de la familia y de toda la ba-rriada. Fallecido su padre, a los 90 años, a él le tocó continuar con esta hermosa herencia. Y así, el P. Julio, procuró asistir a todos los bauti-zos, primeras comuniones de sobrinos que pudo, como así también a cumpleaños y otras fiestas familiares, en las que se reunían cerca de 80 o 100 personas, entre familiares y amigos; ya sea en los patios de las casas, en el campo de deportes de los Hermanos Maristas o en nuestros salones conventuales. Era la herencia de Don Miguel. La cuestión era celebrar y promover la unidad de la familia. Evangelizar desde y con la familia y evangelizar a la familia.Julio fue el único de la familia que hizo todos los años de la prima-ria y secundaria en nuestro colegio San Buenaventura, en donde, tuvo

257 Boletín Informativo Noticias, año XXX, (n.° Especial 1999), pp. 4-8.

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como profesores a nuestros hermanos Luis Taborda, Adriano Rincón y Carlos de la Fuente. Posteriormente, ingresó a la Facultad de Odonto-logía de la Universidad Nacional de Córdoba. Al promediar el primer año -1952- en dicha Facultad; en el mes de julio - su mes - ingresó en el otrora llamado Postulantado de Adultos recientemente inaugurado. Allí tuvo por Maestro al P. Francisco de la Cruz Muguerza. Aunque la fiesta de su santo patrono, San Julio I Papa se celebra el 12/04; él solía decir no sin cierto gracejo que julio era su “mes onomástico” a ver si conseguía algún regalito más. Por último, el 22 de julio fue llamado a la casa del Padre.Su entrada al Postulantado fue por demás interesante y sorpresiva. Pri-meramente, había hablado y arreglado todo con el que fuera Ministro Provincial Fr. León B. Martinengo; encontrándose a la sazón en Córdo-ba. Julio viajó de Córdoba a Mendoza como lo hiciera en otras oportu-nidades para visitar a su padre, hermanos y demás familiares. Lleva-ba muy contento su libreta universitaria, que dejaría “olvidada” en la casa de su hermana Chami. Ella se lamentó de no haberla encontrado a tiempo para entregársela. Pero, no le iba a hacer falta […]. Julio se des-pidió de todos como si volviera a seguir el estudio de los dientes; pero, él ya había puesto los dientes en otra cosa; había puesto la mano en el arado para seguir bien adelante. Al poco tiempo, su padre recibe una carta de Julio en la que le informaba que se encontraba en el Postulan-tado franciscano de San Antonio de Padua en Bs. As. (su madre había fallecido el 11/2 de ese año; también, como él de insuficiencia renal). Esta noticia le llenó de pesar a su padre; por el afecto especial que sen-tía por el casi benjamín de sus hijos. Pero, luego, le llenó de profundo gozo al saber que pronto tendría un hijo religioso y sacerdote. El hecho fue sorprendente para su padre, el resto de la familia y también para el barrio. Cuando se corría la noticia de que un Bunader había entrado al seminario, del que menos pensaban que pudiera ser era precisamente de Julio. Todos creían que se trataba de su hermano Elías, gran dirigen-te de la A.C.A. y muy comprometido con su parroquia. Pero no; cual otro David, los planes de Dios eran otros (cfr. 1 Sam 16, 1-14). Como sabemos, así es la vocación; el Señor llama a quien quiere (cfr. Mc 3,13).Después de unos seis meses de Postulantado, Julio pasó al Noviciado

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en Catamarca; siendo su maestro el P. Berardo Martínez. Tomó el hábito franciscano el 27 de enero de 1953. En esa ocasión, como era tradicio-nal cambiarse el nombre, él arregla su nombre de pila, del Carmen; siguiendo la devoción familiar y mendocina a esta advocación maria-na. Emitió su Primera Profesión el 28 de enero de 1954; y la Solemne, en San Antonio de Arredondo (Córdoba) el 28 de enero de 1957. Cursó todos los estudios filosóficos y teológicos en el Estudiantado de San Antonio de Padua, (Bs. As.) Allí mismo recibe la ordenación sacerdotal el 13 de diciembre de 1959; de manos de Mons. Miguel Raspanti, Obis-po de Morón. El 4 de enero de 1960 celebró su primera Misa solemne en Mendoza, en su Parroquia San Miguel de Las Heras. Lo acompañó como presbítero asistente el que fuera Ministro provincial, Fr. Francisco Salgado, de diácono, Fr. Lorenzo Castillo; de subdiácono, Fr. Francisco Burja, su compañero de curso; y predicador, fue el P. Gentil Sosa. Ya ungido sacerdote de Cristo, el P. Julio se ubicaría en la línea levítica de los Bunader; en la que todos se llamaron Julio. Efectivamente, Julio Bu-nader, primo hermano de su padre fue sacerdote maronita: el cual pasó del Líbano al Vaticano como encargado de las relaciones con el rito ma-ronita. Tres décadas después, Julio César su sobrino y hermano nuestro en la Provincia, recibía la ordenación sacerdotal en nuestra Basílica de Mendoza el 1 de mayo de 1992. ¡Qué alegría para el P. Julio concelebrar la santa misa con su sobrino; a cuyos padres él había casado por la Igle-sia el 10 de enero de 1960, sábado siguiente a su primera misa!Desde que el P. Julio fue ordenado sacerdote empezó a cumplir con los oficios que le encomendara la obediencia: Profesor en el Postulantado de Paso del Rey, Ecónomo de San Antonio de Padua, Primer Rector del colegio secundario de Padua (1963), Guardián del Convento de Córdo-ba; Párroco de San José de Añatuya y de San José de Fr. Mamerto Es-quiú en Catamarca; Capellán de Gendarmería y Párroco de Ntra. Sra. del Carmen de Uspallata (Mendoza); Vicario Conventual y Parroquial de San Francisco Solano en Santiago del Estero. Y, finalmente, por su salud, se retiró al convento de Mendoza.Decía Fr. Julio César, en la homilía de la misa exequial, que el P. Julio llevaba un tesoro en su corazón, un tesoro en vaso de barro. Y lo im-portante, entonces no son tanto las obras materiales que pudo haber

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emprendido, los ladrillos que apiló, sino descubrir el tesoro que lle-vaba dentro. Intentaré desentrañar parte de ese tesoro. De su estadía en San Antonio de Padua, para qué recordar que le tocó continuar la construcción del colegio nuevo; así como otras obras que debió em-prender en la casa, siendo ecónomo. Pero si lo que más recuerdo de aquel tiempo fue el acompañamiento que el P. Julio nos hacía a un grupo de estudiantes para formar un equipo de animación misionera. En La Rioja, tuvo que construir de nuevo todo el colegio. En Uspallata (Mendoza), aulas para catequesis y un gran salón parroquial. Como así también reconstruyó la casi derruida y abandonada Capilla de Puente del Inca, en la cima más alta de la montaña; ¡toda de piedra, una belle-za en honor de la Virgen del Carmen de Cuyo! Pero, el pueblo más lo recuerda por haber instituido la peregrinación anual de Uspallata de a pie hasta Mendoza (más de 100 km) a nuestra Basílica, con motivo de la fiesta de la Virgen del Carmen de Cuyo. Después de 18 años todavía siguen con más fervor y entusiasmo.

MISCELÁNEAVIII Centenario de San Francisco. Incontables fueron las gestiones que realizó el P. Julio para celebrar el VIII centenario del nacimiento de San Francisco de Asís. Desde el llano, sugiriendo el Guardián, al Represen-tante Legal o a representantes de Instituciones lo que se podría hacer. El P. Carlos de la Fuente, en unas apostillas que dijo para despedir los restos mortales del P. Julio, en el cementerio, lo pintó de cuerpo entero. Decía que a F. Julio “le gustaba pedir cosas y le gustaba mandar”. Casi todos los presentes hicieron un gesto de asentimiento. Pero, ¡en hora buena que así fuese para mayor gloria de Dios! Y así, con la ayuda de los hermanos de la Comunidad, los hermanos de la 0.F.S. y otros lo-gró que se erigiera una hermosa y grande estatua de San Francisco en medio del Parque San Martín y otra, más pequeña, en una plazoleta, cerca de la Terminal de Ómnibus. También consiguió que una gran avenida del Parque se denominase San Francisco de Asís. Pero lo más importante de todo no fueron los actos celebrativos ni las estatuas; sino los 5.000 libros de la vida de San Francisco, que fue distribuyendo, merced a sus colaboradores, las innumerables charlas evangelizadoras

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que obligadamente se tienen en los corrillos de los ministerios y muni-cipalidades; en colegios y calles con toda clase de personas.El tesón y empeño que ponía para lograr la concreción de las obras que sugería fue admirable hasta el fin de sus días, y aún después. Una de esas obras, la nueva Capilla- confesionario en el interior de la Basílica fue terminada y bendecida 8 días después de su muerte. Y otra, un gran mural con la efigie de San Francisco como Patrono de la Ecología, en una plazoleta de Godoy Cruz, sería inaugurado a fines de este año. Su trato con los obispos: El P. Julio fue muy obsequioso con los obis-pos, en las diversas diócesis en las que le tocó actuar. No solo cuando venían a cumplir un ministerio a nuestras iglesias; sino que él solía cumplir con ellos mandándoles un presente para su cumpleaños, su onomástica u otras fechas. Y esto fue casi siempre; aún post mortem. Así fue que el 20 de julio próximo pasado encargó a una devota terciaria que le fuera a enviar un regalito para Mons. Arancibia, con motivo del día del Amigo. La persona le advierte que no podrá llevarlo ese día, sino el 22. El P. Julio le dijo que no había problema de llevarlo más tar-de. La sorpresa fue sobre todo para el Secretario de Mons. Arancibia (el Obispo no se encontraba ese día en Mendoza), ya que primero recibe la noticia del fallecimiento del P. Julio; y, al poco rato, recibía el obsequio que el P. Julio le hacía llegar para Mons. ArancibiaPeregrino a Tierra Santa: Cuando estaba por cumplir 30 años de sa-cerdocio, el P. Julio pidió y obtuvo de los Superiores el permiso para visitar Roma y Tierra Santa. Durante 4 meses estuvo por los Lugares Santos y también la patria de sus antepasados, el Líbano.Recordaba con emoción haber estado más de dos horas, de rodillas, inmóvil junto a la estrella de plata, en la gruta de la Natividad, en la Basílica homónima, en Belén, meditando la Encarnación del Hijo de Dios. Y me parecía que había estado solo cinco minutos, decía el P. Ju-lio. De su viaje a El Líbano; aparte del gozo por el encuentro de su pri-mer terruño; lo que más recordamos quienes lo hemos escuchado, fue su devoción en visitar la tumba de San Charbel Makhluf en Annaya. Y también el haber entregado su hermosa campera de cuero a uno de sus primos residentes en El Líbano, porque la necesitaba más que él. La reciente guerra civil entre rusos, cristianos, musulmanes, judíos y otros

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diezmaron la población, y los que sobrevivieron, quedaron carecientes de todo. Su devoción a San Charbel además de personal, la difundía entre sus familiares y amistades de Mendoza y Santiago del Estero. Camino hacia la Pascua: Como Nuestro Señor se dirigió decididamen-te a Jerusalén (Mt 20,18), donde sería condenado a muerte, pero, al tercer día resucitó, creo que también el P. Julio, cuando obtuvo de los Superiores el permiso para ir a su querencia, Mendoza, preveía que llevaba una enfermedad mortal. Por eso, podría decirse que un he-cho muy relevante en la vida del P. Julio fue precisamente su enfer-medad. Porque si bien es cierto que su salud comenzó a debilitarse y resquebrajarse, también es cierto que su espíritu fue fortificándose de tal manera que, con el correr del tiempo, cambió su actitud frente a la vida. Se vio paulatinamente cómo su vida estaba más entregada a Dios y a los hermanos. Seguía sugiriendo sueños y proyectos; hacía planes y emprendimientos. A principios de 1992, en Catamarca, se le despertó la diabetes. Esta se le fue acrecentando hasta producirle una ceguera total, y una insuficiencia renal, que finalmente lo llevarla al paro cardiorrespiratorio. Desde Catamarca, siguiendo por Santiago del Estero, Paso del Rey, Buenos Aires y Mendoza; empieza a visitar a clínicos, diabetólogos, oftalmólogos, nefrólogos, dermatólogos y mé-dicos en general. Y a propósito de ellos, el P. Julio fue, muy respetuoso de todos los médicos; de sus horarios de consulta, como así también de sus prescripciones. Eran para él como sus amos y señores. Es una forma muy franciscana de evangelizar: “estar sometido a toda humana creatura por amor de Dios”, nos pide San Francisco en el Cap. XVII de la Primera Regla. La enfermedad había llegado a ser connatural en él, la había asumido como propia. Por momentos, quizás tuvo amargura y desesperanza. Pero seguramente que más de una vez, habría dicho como Nuestro Señor: “Y que diré, Padre ¿líbrame de esta hora?¡Si para esto he llegado a esta hora! ¡Padre, glorifica tu nombre! (Jn 12,27). Lo que lo marcó a fuego fue la hemodiálisis que tuvo que hacer duran-te los tres últimos años de su vida. La inició el 2 de junio de 1995 -día de su cumpleaños- hasta el día anterior a su deceso. Lo había tomado como una misión que Dios le encomendaba. Como quien iba a su tra-

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bajo, se dirigía al Policlínico tres veces por semana. Allí encontraría a los compañeros de tarea, que también se dializaban en la misma sala. Nunca perdería el humor, ni la alegría, ni el sentido de fiesta. Muchas veces llevó su paquete con sándwiches o pan dulce para celebrar el cumpleaños de alguno de los compañeros de sala, de enfermeros o médicos; mientras se hacían la diálisis. Había que evangelizar desde y con la enfermedad. Lo cierto es que casi nunca se lo vio quejarse de sus achaques ni de su ceguera total. Pedía los remedios y que lo acompa-ñaran en sus necesidades como algo normal. Lo que podía hacer, hacía. Por eso, su continua atención de confesiones para laicos, sacerdotes y religiosos/as. Y en estos ajetreos encontró una de sus penúltimas es-taciones de su viacrucis: su caída de una escalera que le provocó una doble fractura de pierna. Al poco tiempo de repuesto, siguió -aunque un poco menos- confesando, consolando y animando a sanos y en-fermos. Atendió confesiones hasta dos días antes de su muerte. A su hermana Matilde le había encargado que llevara unas 50 revistas de ac-tualidad, que él había ido coleccionando, a la cárcel. Un gesto simple, parecería; pero es la vivencia del Evangelio. ¿No había dicho nuestro Señor, venid, benditos de mi Padre, porque estuve preso y me viniste a ver?” (Mt 25,36). Concelebró la santa misa siempre que su medicación se lo permitía. La última vez que concelebró fue el 11 de julio de 1978, para la misa de Bodas de Oro matrimoniales de los queridos hermanos de la O.F.S. y amigos Agustín Cuevaz y Virginia Zigaretti, padres de nuestro hermano Fr. Oscar Cuevaz, y luego, asistió a la fiesta, que se quedó casi hasta el final. Así, con fiesta y ¡con qué alegría! recibió al P. Vladimiro Possi que le venía a ofrecer los Sacramentos la víspera de su muerte. Eran amigos de años, y cuando el P. Julio percibió su llegada, se puso muy contento. Al día siguiente, a las 5 horas entregaba su alma al Creador. La capilla ardiente se preparó en la parte de atrás del altar mayor de la Basílica. En seguida el desfile de familiares, hermanos de la O.F.S., sacerdotes y religiosos/as fue incesante. Al día siguiente, a las 8 horas, en la misma capilla, el Fr. Jorge Martínez celebró la primera misa exequial. Posteriormente, a las 10 horas, en la Basílica, se ofició la misa solemne, que fue presidida por su sobrino, el P. Julio César; el Mi-nistro provincial Fr. Norberto Buján; Fr. Francisco Burja, su compañero

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de noviciado; el P. Daniel Manresa, Vicario Episcopal para el Clero, de la Arquidiócesis de Mendoza; el P. Mario Gómez O.P.; el P. Abel Álva-rez O.S.A., el P. Primo Bettanin, Scalabriniano; el P. Rubén Ramírez, el P. Carlos de la Fuente y el que suscribe. Participaron también Fr. José Castells y el párroco de Uspallata, Pbro. Juan Carlos Fernández. El P. Julio Cesar decía en la homilía, que –como sobrino del P. Julio– tenía la gracia de presidir esta misa por un hermano que, como él había com-partido el mismo ideal de vida religiosa Franciscana y del ministerio sacerdotal, decía que el P. Julio llevaba un gran tesoro, aunque en va-sija de barro, ya que todos somos frágiles y débiles. Lo importante es descubrir ese gran tesoro, a Jesús que él llevaba en su corazón; a quien había consagrado su vida y a quién anunciaba a los hermanos.Después de la santa misa, todos los hermanos de la Comunidad, el P. Provincial, el P. Julio Cesar, familiares y numerosos fieles le acompaña-ron al cementerio de la Capital, en Las Heras. Allá esperaban al cortejo otros numerosos fieles, entre los que se destacaban un grupo de niños, adolescentes y jóvenes del Batallón de Exploradores San Martinianos de Las Heras que, con sus uniformes típicos escoltaron el ataúd hasta el panteón franciscano. Allí tuvieron unas apostillas despedida el P. Carlos de la Fuente y el Guardián. Luego, José Luis Jordán, sobrino del P. Julio, en nombre de los familiares, leyó una hermosa poesía de Ariel (otro sobrino del P. Julio), que era como una semblanza del P. Julio. Oraciones finales y un cerrado aplauso marcó la despedida.¡P. Julio del Carmen Bunader, vive en la paz y la alegría de Dios!

Fr. Eduardo Zatti

1992 FRAY CARLOS ALFREDO FILIPPONE. Sacerdote. Nació en la Ca-pital Federal el 11 de febrero de 1921. Falleció el 22 de julio de 1992 en una clínica privada de Catamarca, a los 71 años de edad a consecuencia de una crónica cardiopatía que fue agravándose con el correr de los años.Sus padres, Santiago y Carmen González fallecieron cuando Carlos era muy niño aún. Juntamente con otro niño de su edad, Juan Sáez (el re-cordado padre “Saíto”), fueron llevados al convento de Córdoba. No contando con la edad requerida para ingresar al Postulantado Mayor fueron derivados al Carmelo, propiedad dependiente del convento de

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la ciudad de Córdoba, sito en las afueras de “la Docta”. A Carlos y a Juan se los conocía como “criados” del R. P. Fr. Oro, conventual y pro-fesor del Estudiantado y Postulantado del convento de Córdoba. Años después, Carlos concluyó la enseñanza primaria en el Postulantado de Moreno (Paso del Rey), y regresó nuevamente a Córdoba donde cursó el ciclo secundario. El 1 de febrero de 1938 vistió el hábito franciscano iniciando así el año de noviciado, teniendo como maestro al virtuoso P. Fr. Lobo.En el mes de abril de ese año, con motivo de la inauguración de la Casa Central de Estudios, el Convento de San Antonio de Padua, el anti-guo noviciado de Catamarca cesó como tal, y los novicios integraron la numerosa comunidad fundadora del nuevo convento paduano, en el lugar que hoy ocupa la comunidad local.El Hno. Filippone hizo su profesión Temporal el 2 de febrero de 1939, en manos del Ministro provincial Fr. Leopoldo Heredia y sus votos Solemnes el 3 de marzo de 1942 ante el Ministro provincial Fr. Luis Córdoba. El 21 de diciembre de 1946, a los 25 años de edad, recibió el sacramento del Orden Sagrado, de manos del Sr. Arzobispo de La Pla-ta, Mons. Juan P. Chimento, en la iglesia catedral local. Quien escribe esta crónica fue condiscípulo del Hno. “Filippo”, así acostumbrábamos a apodarlo, y buenamente creo que todos los que entonces compartimos con él largos y duros años de estudio lo conoci-mos como un fraile sencillo, servicial, alegre y hasta gracioso. Virtudes humanas, entre otras, necesarias que hacen al ser cristiano-franciscano, el estilo de vida que nos apunta el sencillo, humilde, servidor y alegre nuestro seráfico padre. Entre las tareas y oficios que le fueron encomendadas a Fr. Filippo-ne se destacan: Maestro de disciplina en el Postulantado de Paso del Rey, con el mismo oficio en el Postulantado de Catamarca, y asistente espiritual de la OFS en ambos conventos; Capellán del Hogar de an-cianas “Pan de los Pobres de San Antonio” dependiente del convento de Catamarca, en el que también fue ecónomo y, últimamente, Vica-rio. Suman 23 años de servicio al pueblo catamarqueño, testigo de su apostolado y de algo muy especial, el cuidado del templo. Porque el P. Filippone llevó a la práctica: “Amé, oh Señor, el decoro de tu casa” (Sal

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25) como Sacristán Mayor y, detallista como era, siempre se preocupó de que la Casa del Señor estuviera presentable para los cultos litúrgi-cos y religiosos. Por sobre las deficiencias humanas que suelen acentuarse por el peso de los años, y los consiguientes achaques, el Hno. Filippone será recor-dado por todos como un sencillo hijo de San Francisco que se caracte-rizó por su responsabilidad, orden y puntualidad. Las muestras de pesar en su velorio y misa exequial presidida por el Ministro provincial Fr. Juan Carlos Larcher, y concelebrada por los sa-cerdotes de la comunidad local y Piedra Blanca, el extinto P. Fr. Carlos Alfredo Filippone fue sepultado en el cementerio local, en el mausoleo de nuestra comunidad R.I.P.

Fr. Ernesto Ángel Urenda

~ JULIO 23 ~

En este día fallecieron: 1644 FRAY JUAN SÁNCHEZ: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1800 FRAY JOSÉ OLIVERA: Hermano laico. Falleció en Montevideo, Uruguay.

1808 FRAY PRUDENCIO SILVESTRE: Sacerdote. Lector. Falleció en el convento de Córdoba.

1892 FRAY ANTONIO ARAGÓN: Sacerdote. Falleció en el convento de Mendoza.

~ JULIO 24 ~

En este día fallecieron: 1762 FRAY SIMÓN CARABAJAL: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

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1777 FRAY LUCAS GAMBOA: Hermano laico. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires.

1849 FRAY JOSÉ XÍGUEZ: Natural de Cataluña, Obispado de Gerona. Ingresó a los 30 años al Convento San Carlos en calidad de “Hermano donado” pero recibió el hábito y profesó, después de 3 años, como re-ligioso. Falleció en San Lorenzo a los 82 años.

~ JULIO 25 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1709 FRAY JUAN DE ANGUITA: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1751 FRAY FRANCISCO GALÍNDEZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Tucumán.

1907 FRAY ALEJANDRO BRID 258: Sacerdote. Natural de la Capital Fe-deral, arquidiócesis de Buenos Aires. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 56 años de edad, 39 de profesión religiosa y 35 de sacerdote. Espíritu de observancia, fidelidad a los deberes de su estado, infati-gable laboriosidad y decidida constancia en los diversos ministerios que le fueron encomendados caracterizaron su personalidad. Entre otros oficios se desempeñó como bibliotecario en el convento de Bue-nos Aires; Lector de Sagrada Teología; Guardián de los conventos de Catamarca y de Mendoza en donde dio gran impulso a las obras de construcción de la actual Basílica; y en convento de La Plata (Buenos Aires), en el que tomó la dirección de la primera construcción hasta su inauguración en 1889. Fue miembro fundador del convento platense; Custodio provincial y Comisario general de Tierra Santa.

258 Cfr. El Plata Seráfico, año VIII, n.º 97, (1 de septiembre de 1907), pp. 430-432.

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~ JULIO 26 ~

En este día fallecieron: 1775 FRAY FRANCISCO GOROZABAL: Hermano laico. Falleció en el convento de Santa Fe.

1780 FRAY LEÓN ALMADA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1830 FRAY MANUEL ANTONIO SUÁREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1842 FRAY FÉLIX CAPUCHINO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1911 FRAY BERNARDO TRIPPINI: Sacerdote. Era natural de Civitella. Falleció en San Lorenzo a los 76 años. Se incorporó a los 26 años al Colegio Apostólico San Carlos en 1861, en la misión de 25 religiosos que llegaron de Italia, siendo ya sacerdote. Misionó en San Javier y asistió a los aborígenes atacados de viruela en San Martín Norte, La Soledad y Reconquista. En el convento San Carlos fue Discreto y Maestro de novicios. Su figura como misionero es verdaderamente relevante.

1918 FRAY JACINTO NIEVA: Sacerdote. Natural de la ciudad y dióce-sis de Catamarca. Su muerte fue muy sentida por el pueblo catamar-queño y llorada por los niños a quienes tanto amaba. Sus restos fueron sepultados en nuestra Iglesia al pie del altar de San Luis. Humilde, pobre, austero de caridad incesante para con los pobres y de una destacada actividad apostólica en el púlpito, confesionario y mi-sionero en la campaña de su provincia natal. Por muchos años perdu-raron en la ciudad de Catamarca los centros de doctrina por él funda-dos y denominados del “Santo temor de Dios”. Fue Definidor y Custo-dio provincial; Guardián por muchos años del convento de Catamarca. Logró dar gran impulso en las obras del templo, escuela y convento.

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1927 Sr. JOSÉ MANNA: Hermano Seglar. Prestó por muchos años ser-vicios en el convento de Santa Fe en el que falleció.

1956 FRAY ROGERIO CARGNIEL: Sacerdote. Nació en Gorizia, Aus-tria; diócesis de Austria. Falleció en el convento de Santa Fe, a los 69 años de edad, 48 de profesión religiosa y 33 de sacerdote. Sus restos descansan hoy en el convento santafesino. Dotado de espíritu matemático, amante de la exactitud, demostró es-pecial predisposición para las ciencias naturales y para la música, asig-naturas que debió alternar siempre con las obligaciones del ministerio sacerdotal. Fue director de nuestros colegios de Buenos Aires, Mendo-za y Santa Fe. Fue autor de varias composiciones de música sagrada y motetes Religiosos. Otra característica notable en la vida del Padre Cargniel fue su asiduidad a todos los actos de la comunidad.

~ JULIO 27 ~

En este día fueron llamados a la Casa del Padre: 1733 FRAY DOMINGO AGÜERO 259: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1759 ANTONIO DE LA TRINIDAD: Sacerdote.

1761 FRAY URBANO GONZÁLEZ 260: Sacerdote. Falleció en la Doctri-na de Itapé, Paraguay.

1886 FRAY ANDRÉS MANDIOLA: De origen vizcaíno. Falleció en el Convento San Carlos a los 78 años. Tomó el hábito en la Recoleta de Lima, Perú, de donde se dirigió a Maquegua y allí se dedicó a catequizar neófitos, para pasar luego a Es-paña. Regresado de allí se incorporó finalmente al convento San Carlos


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en 1841, ayudando en los quehaceres de la vida misionera durante más de cuatro décadas.

~ JULIO 28 ~

En la Provincia recordamos piadosamente hoy ante el Señor a los her-manos: 1761 FRAY JACOBO VIDELA: Hermano laico. Falleció en el convento de Corrientes.

1818 FRAY FRANCISCO AGUIRRE: Sacerdote. Predicador general en el convento de Corrientes.

1852 FRAY JUAN JOSÉ ROO: Sacerdote. Visitador general. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1928 FRAY TEÓFILO PASADORE: Sacerdote. Nació Génova, Italia, diócesis de Génova. Falleció en el convento Aarón Castellanos a los 62 años de edad, 30 de profesión religiosa y 27 de sacerdote.

1950 FRAY IGNACIO FIGUEREDO: Hermano laico. Nació en Monte-video, Uruguay diócesis de Montevideo. Falleció en La Rioja a los 74 años de edad y 42 de vida religiosa. Fue un virtuoso religioso que supo granjearse el afecto de cuantos lo conocieron y trataron. Fue sacristán de la Basílica y portero del conven-to de Buenos Aires por muchos años. Con gran caridad atendió siem-pre a los hermanos enfermos. Morador del Colegio Seráfico de More-no, por razones de salud pasó al convento de la ciudad de La Rioja.

1954 FRAY FRANCISCO SEGURA: Sacerdote. Nació en Paclín, dióce-sis y provincia de Catamarca. Falleció en el convento de La Rioja a los 71 años de edad, 50 de profesión religiosa y 41 de sacerdote. Religioso humilde, observante, amante del silencio. Por muchos años la obediencia le encomendó el delicado cargo de maestro de postu-

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lantes. Fue Guardián del convento de Santiago del Estero y de la Casa Escuela del convento de Tucumán.

1961 FRAY BERNARDINO GÓMEZ:

Sacerdote. Nació en Cruz del Eje, provincia de Córdoba, diócesis de Cruz del Eje. Falleció en el convento de La Rioja a los 83 años de edad, 64 de profesión religiosa y 56 de sacerdote. El Gobierno de La Rioja decretó el día del sepelio del Padre Gómez “Día de Duelo” para toda la Provincia de La Rioja. Dedicado a la enseñanza fue director del Colegio San Buenaventura de Córdoba. Por motivos de salud, joven aún, fue trasladado al convento de La Rioja, donde, físicamente recuperado, ocupó todos los cargos conventuales con tesón y energía, siendo en diversos períodos, Guar-dián; Procurador; director del colegio; confesor de religiosas y Consul-tor diocesano, etc. En todo trabajó activamente, pero hombre de acción y de empresa, nos presenta su recia personalidad tesonera e incansa-ble, que puso al servicio de una causa buena desdoblada en dos afanes: glorificar a San Francisco Solano y salvar del olvido el recuerdo de las razas que pasaron antes y después de la era colombina. Así dotó a La Rioja de dos momentos: El Templete y Capilla de las Padercitas y el Museo “Inca Huasi”, considerado como una institución de alto mérito en los dominios de la valorización del pasado aborigen (adquisición y conservación de todo lo que atañe a la cultura de los indios diaguitas).

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En esta ímproba tarea el Padre Gómez contó valiosa colaboración de los P. Juan Durao y Nieva, y los Hnos. Tomás Tello y Buenaventura Bonomo, como así también con del personal civil.El físico del venerable anciano franciscano Padre Gómez parecía ta-llado en algún quebracho de los bosques riojanos, no se olvidará más al pueblo de La Rioja que le llegaba al alma en su decir de gracejo y donaire criollo, como evocación lejana que pasó por tierras diaguitas con dulzura en los labios y amor de Dios en el corazón para llevar todos a Cristo.

~ JULIO 29 ~

En este día fallecieron: 1779 FRAY ANTONIO HONECLY: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1878 FRAY NICANOR HEREDIA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1879 FRAY FRANCISCO BAIGORRÍA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de La Rioja.

~ JULIO 30 ~

Nuestro memento de hoy sea para los hermanos que este día fallecieron: 1759 FRAY MATIAS CABAL: Hermano laico: Falleció en el convento de Buenos Aires.

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1818 FRAY MARTÍN TORRES: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1869 FRAY JOCUNDO CONSANI: Fue un sacerdote y misionero in-cansable. Falleció en Camposanto, provincia de Salta.

1948 FRAY BUENAVENTURA GUTIÉRREZ: Sacerdote. Nació en San Antonio, provincia de Córdoba, arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el Hospital Español de la ciudad de Córdoba, a los 78 años de edad, 60 de profesión religiosa y 55 de sacerdote. De carácter bondadoso, con buena disposición cumplió los oficios que le fueron encomendados. Guardián de los conventos de Córdoba y Catamarca. En este último, la conclusión de los trabajos de la parte nueva del convento se debió a su actuación. Era morador del convento de Córdoba.

1961 FRAY BUENAVENTURA GIULIANI: Sacerdote. Oriundo de Besag-no, Diócesis de Trento. Falleció en el convento San Carlos a los 85 años.Inició su vida minorítica a los 15 años en el convento San Carlos, re-cibiendo el presbiterado en 1899. Fue Prefecto de Misiones, párroco, Consejero, y dos veces Comisario Provincial. Misión Laishi y San Mar-tín Norte saben de su humildad, laboriosidad, y espíritu de oración y mortificación. Sus restos, a su pedido, descansan en la iglesia Ntra. Sra. de los Dolores, vecina a San Martín Norte, donde son honrados por los feligreses.

~ JULIO 31 ~

En este día fueron llamados a la Casa del Padre: 1635 FRAY BERNARDINO DE GUZMÁN: Sacerdote. Ex Ministro pro-vincial. Natural de Andalucía. Gobernó la Provincia desde el 24 de ju-lio de 1623 hasta el 24 de agosto de 1626. “Fue elegido en el convento de Córdoba. Se dedicó a la evangelización de los indios con la fundación de varias reducciones e iglesias. Promo-

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vió la observancia regular, fomentó los estudios en toda la Provincia y especialmente en el convento San Jorge de Córdoba donde fue Lector de Teología. Felipe IV lo presentó al Papa Urbano VIII para el Obispa-do en la Imperial de Chile, pero murió antes de su consagración” 261.

1793 FRAY BRUNO SARMIENTO: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán. 1817 FRAY MARTÍN HERRERO: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Córdoba.

1873 FRAY CLAUDIO LUPICINI: Benemérito sacerdote, a quien el Se-ñor llamó estando en Orán, Salta.

261 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano. Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012, Editorial Castañeda, Buenos Ai-res (2012), pp. 84-85.

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

MES DE AGOSTO

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necrología franciscana — agosto

~ AGOSTO 01 ~

En este día fallecieron: 1715 FRAY SEBASTIÁN RAMÍREZ: Sacerdote. Falleció en Salta.

1750 FRAY JORGE FERNÁNDEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1750 FRAY SEBASTIÁN FERNÁNDEZ: Sacerdote.

1768 FRANCISCO JAVIER NAVARRO: Sacerdote.

1770 FRAY VICENTE ALGINOS: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1801 FRAY MIGUEL MARTÍNEZ 262: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1803 FRAY CIPRIANO CREBEL: Sacerdote. Falleció en el convento Re-coleto de Buenos Aires.

1807 FRAY DOMINGO GARCÍA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1821 FRAY TOMÁS ORIO: Sacerdote. Natural de la aldea de Pipao-na, provincia de Logroño. Falleció en San Lorenzo, Santa Fe a los 83 años. Fue el primer y último Guardián del antiguo Colegio San Carlos del Carcarañá, y el primero en San Lorenzo. Tomó el hábito a los 18 años en el Convento de Ágreda y, a los 9 años de ordenado sacerdo-te, vino a la cabeza del primer grupo franciscano que se estableció a orillas del Carcarañá. Fue Prefecto de Misiones durante un sexenio y Visitador del Colegio Apostólico San Carlos por cuatro veces, con-


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duciéndose con la mayor prudencia. Trabajó sin descanso hasta ver consolidada la fundación.

1842 FRAY JOSÉ PEDROSO: Hermano laico. Falleció en el convento de Santa Fe.

1904 FRAY LUDOVICO BERTACAGNI: Fue colector de Misioneros y el último encargado Franciscano de Itatí. Allí trabajó celosamente desde 1899 hasta 1903. En 1900 se coronó a la Sagrada Imagen y luego para quitarlo del medio, se robó la Corona de la Virgen y se lo acusó a él, por lo cual fue preso y torturado. Una vez fallecido en Milán, a los tres meses apareció la corona intacta a la vera del río. Fue admirable en su padecimiento. En el diario El Litoral de Corrientes, del 26 de marzo de 2011 en un artí-culo dice: “El reverendo P. Aníbal Ludovico Bertacagni es encarcelado un tiempo y el P. Ignacio María Martí, Guardián de La Merced, quien tanto había trabajado por la coronación de la Virgen de Itatí, lo defien-de: pero él mismo es blanco de ataques”. Mientras tanto en diciembre de 1904, el Obispo Rosendo encomienda el Santuario de Itatí a los Be-nedictinos de Victoria. La corona es encontrada el 8 de marzo de 1905 sobre una piedra en las orillas del río Paraná, frente a Itatí. Estaba prác-ticamente completa pero deformada y abollada. Pero luego, la corona, que estaba en el Obispado de Paraná para su refacción, es secuestrada por pedido de la justicia correntina en un allanamiento al Obispado de Paraná. Recién el 28 de julio de 1907 la justicia correntina devuelve la corona al Obispado de Paraná. En esa ciudad la corona es reparada. Desde el 20 al 25 de marzo de 1908, el Obispo Rosendo, que había lle-vado personalmente la corona a Itatí, misiona, confiesa y predica; para finalmente presidir, como en 1900, las ceremonias de la coronación 263”.

1947 FRAY JUSTINO JOSÉ FERNÁNDEZ: Sacerdote. Nació en la ciu-dad de Córdoba, arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el Hospital Es-pañol de Córdoba, a los 66 años de edad, 50 de profesión religiosa y 32 de sacerdote.

263 Fuente: Diario El Litoral de Corrientes, del 26 de marzo de 2011.

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Se distinguió por su carácter jovial, sencillo y bondadoso, humilde y alegre, obediente y sacrificado. Desde sus primeros años de vida reli-giosa con vocación y mucho amor se dedicó al arte de la música y del canto gregoriano, y en pos de ese objetivo que constituía para él todo ideal, por más de seis lustros desempeñó en el convento de Buenos Ai-res el oficio de Vicario de Coro. Era morador del convento de Córdoba.

1947 FRAY JOSÉ DE CUPERTINO FERNÁNDEZ 264: Sacerdote. Falle-ció en Catamarca.

~ AGOSTO 02 ~

En este día fallecieron: 1742 FRAY HILARIO LLEDRAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1763 FRAY JOSÉ SOTO: Sacerdote. Falleció en Rio Cuarto, Provincia de Córdoba.

1809 FRAY PEDRO NOLASCO ANTÚNES: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

2000 FRAY MARCELINO ALTAMIRANO 265:

264 Cfr. Archivo del Convento San Francisco de Buenos Aires. 265 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXXI, (noviembre-diciembre 2000), p. 3.

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Sacerdote. Nació el 2 de junio de 1941 en la localidad de La Sierrita, Departamento Pocho, Sierras Grandes de Córdoba, diócesis de Cruz del Eje. Falleció el 2 de agosto de 2000 a las 6:30 horas, día de la Indul-gencia de la Porciúncula, en el Sanatorio Rivadavia de la ciudad de Tucumán, a los 59 años y dos meses de edad, 39 de profesión religiosa y 33 de sacerdote. Q.E.P.D. Sus padres fueron Simeón y Adela Luisa Yanos. Su vocación a la vida religiosa franciscana fue descubierta por el P. Buenaventura López, en-tonces, apoderado Legal de nuestro Hogar-escuela ubicado en la Sierra de La Ventana, Pampa de Achala, Córdoba. Cierto día, el P. López, en gira de visitas a familias de la zona, acertó pasar por la de los Alta-mirano, y viendo a dos niños jugando en el patio de la casa, les dijo directamente: “¿Chicos, no les gustaría ser o hacerse franciscanos?”; León y Marcelino de 12 y 10 años respectivamente, le contestaron: “¡Sí, queremos!” [...] El asunto con los padres fue brevemente arreglado, y el mismo Padre López los llevó al Postulantado menor del convento de la ciudad de Córdoba. Al año siguiente ambos hermanos pasan al Postulantado Mayor de Paso del Rey, Buenos Aires, para cursar los estudios del secundario. Concluido dichos estudios, en distintos años ambos hermanos viajaron a la ciudad de Catamarca para hacer el año del Noviciado. Marcelino vistió el hábito de Francisco el 10 de febrero de 1960; terminado el noviciado, emite sus votos Temporales el 11 de febrero de 1961. De Catamarca viaja a San Antonio de Padua (Bs. As.) para cursar la Filosofía y Teología de nuestra Casa central de estudios. El 26 de marzo de 1966 hizo su profesión Solemne y es ordenado Sa-cerdote el 29 de julio de 1967. Pocos días después canta su primera Misa solemne en la Iglesia de su pueblo natal. Por especial pedido del neo sacerdote Marcelino me tocó predicarle en tan feliz acontecimien-to que contó con la presencia de sus padres y hermanos, el P. López y una gran concurrencia de feligreses. El primer destino que tuvo el P. Marcelino fue el convento de Tucumán. En su noble corazón se con-jugaban admirablemente bien su clara inteligencia y la sencillez en el trato diario, el estudio y el trabajo, el compañerismo y la buena aten-ción que siempre dispensaba a los hermanos, a los clérigos, religiosos y laicos que acudían a él para dirigirse espiritualmente o para confe-

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sarse. En lo concerniente a su vida espiritual, solamente apuntó a la devota y litúrgica celebración de la santa misa de todos los días y a sus homilías de medulosa elaboración y de un marcado estilo catequístico. Durante los pocos años que estuvo en Tucumán cursó los estudios de la carrera “Ciencias de la Educación”, en la Facultad de Santo Tomás de Aquino, de los P. Dominicos de Tucumán. Marcelino era un hombre de mucha lectura. Leía asidua y exhaustivamente los diarios locales y nacionales; es por eso que estaba al tanto de todo lo que ocurría a nivel nacional e internacional, en especial lo concerniente en el campo de la política. También estaba actualizado por la continua lectura de la literatura contemporánea. Después de los años pasados en Tucumán fue trasladado al convento de Padua para asumir la ardua tarea de Apoderado Legal del Instituto San Antonio y la escuela primaria. Du-rante el largo período de dos décadas tuvo oportunidad de poner en práctica con mucho acierto y decisión lo aprendido en la carrera que no terminó. En la atención espiritual y material de ambos educacionales que le fueron confiados, puso lo mejor de su vida. La catequesis dioce-sana la aplicaba totalmente y se preocupaba por la atención espiritual a los alumnos, personal docente y auxiliar. No menos dedicación puso en los adelantos y modificaciones edilicias para que la escuela “San Antonio” adquiriera un alto nivel y llegara a ser uno de los mejores de la zona de San Antonio de Padua. Durante su gestión se construyeron: el jardín de infantes, varios grados y un pequeño salón de actos. A sus múltiples obligaciones que le imponían el cargo de Apoderado Le-gal, el P. Marcelino ocupó los oficios de Vicario parroquial, Guardián, vicario y ecónomo conventual. Demostró en el desempeño de dichos oficios ecuanimidad y competencia, poniendo de su parte y cuanto es-taba a su alcance para que los hermanos de la fraternidad se sintieran cómodos. En el Capítulo de 1994 fue trasladado al convento de Buenos Aires donde se dedicó casi exclusivamente a la dirección espiritual y atención del confesionario. Pasado más o menos un año se lo trasladó nuevamente a Tucumán como vicario y ecónomo conventual. Una vez más dedica varias horas del día a la dirección espiritual y, como buen maestro de la fe, con sabios y prudentes consejos conduce a las perso-nas que se acercan por el recto y difícil camino de la virtud. A princi-

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pios del mes de agosto de 1999 se somete a una larga y difícil interven-ción quirúrgica, y con la urgencia que el caso requería, ante el serio e irreversible mal oncológico que lo afecta pacientemente se somete a la voluntad de Dios y de los médicos que lo atienden y acepta plenamen-te toda la gama de terapia que se estila para erradicar en lo posible esa fatídica enfermedad. La oración de muchísimas almas lo acompañan para que el querido hermano, amigo consejero encuentre un paliativo al menos en los agudos dolores que lo aquejan. Cabe destacar la fra-terna y cariñosa atención que le dispensaban a diario el Guardián Ri-cardo Gutiérrez, el Hno. sacristán Fr. Miguel Schell, personal auxiliar de la casa, amigos entre los que destacaron los cuidados prodigiosos por algunos de los jóvenes amigos de la casa: Dieguito, Carlos, Luis y Augusto, etc. En el curso de la última internación del P. Marcelino, el Guardián Fr. Guillermo Larcher le administró los sacramentos de la confesión, comunión y santa unción con la bendición papal. Recon-fortado espiritualmente el P. Marcelino, en la última noche de su vida, conversó con los jóvenes que lo acompañaban; entre otras cosas les pidió que “apagarán la luz porque le molestaba para descansar”. Así lo hicieron. Del sueño natural, pasó serenamente al eterno amanecer, del 2 de agosto de 2000.Desde el momento mismo que se le instaló la capilla ardiente en la sala de recibo, fueron muchos los sacerdotes que le rezaron responsos con algunas reflexiones acerca de las cualidades humanas y sacerdotales del extinto. Asimismo, fue incesante el número de personas que pasa-ron ante el féretro para dar el postrer saludo al sacerdote amigo y ele-var preces, especialmente el rezo del Rosario por el eterno descanso del alma del P. Marcelino. Una nutrida concurrencia de fieles participó de la celebración de la misa exequial y sepelio, a la que asistieron algunos hermanos de Marcelino; su hermano mayor Nicolás, León, radicado en la ciudad de Santa Fe y su hermana Magdalena con su esposo Arcadio López, residentes en Cosquín. La misa concelebrada fue presidida por el Hno. Ministro provincial Fr. Norberto Buján, y acompañados por los Hnos. Fernando Lapierre, Fr. José A. Paz, Fr. Raúl Espilosin, Fr. Ramón Garribia, Pbro. Melitón Chávez, Vicario general de la Arquidiócesis, Fr. Carlos Izaguirre O.P., Prior del convento santo Domingo de Tucumán,

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Pbro. Francisco M. Rojas, condiscípulo del P. Marcelino, actual direc-tor espiritual del seminario local, y Fr. Ernesto Ángel Urenda. El Hno. Ramón Garribia con sentidas y breves palabras despidió los restos del querido hermano y noble amigo. Asimismo, contó con la presencia de los hermanos: Fr. Miguel Schell, Mauro Acuña y Manuel Lazarte. El responso final y el previo a la inhumación de los restos en el panteón de la Orden fueron rezados por el Guardián del convento Fr. Guiller-mo Larcher. ¡Querido hermano Marcelino, descansa en la paz de los justos, muchas gracias por los buenos ejemplos que nos diste en tu paso por la vida y por la Orden Franciscana!

Fray Ernesto Ángel Urenda

¡Fray Marcelino, hasta vernos en el cielo! 266.Después de un agudo cáncer de ganglios, falleció piadosamente en ciudad de Tucumán, Fr. Marcelino Antonio Altamirano, el 2 de agosto de 2000. Parecía como que la Ssma. Virgen quiso otorgarle la indulgen-cia de la Porciúncula “in artículo mortis”, para casi no tener que hacer escala en el purgatorio. Y además, poder celebrar, ya con Ella, en la ple-nitud del Reino, la fiesta de la Celestial Patrona de nuestra Provincia. El Hno. Marcelino había nacido en La Sierrita, Departamento de Po-cho, provincia de Córdoba el 2 de junio de 1941. Desde muy niño - cual otro Samuel - sintió los primeros indicios de la vocación, y entró al Postulantado de Córdoba siguiendo el ejemplo de León, su hermano mayor. (Fr. León había salido de la Orden antes de la profesión Solem-ne; y permaneció siempre vinculado afectivamente a la Provincia, a través de los hermanos de la Comunidad de Santa Fe).De Córdoba fue a Paso del Rey para completar los tres últimos años del Postulantado, correspondientes al Secundario. El 17 de enero de 1960 comenzó el Noviciado en Catamarca. Después de su profesión Tem-poral, pasó a San Antonio de Padua, para los seis años del curso Filo-sófico y Teológico. Durante su noviciado y en sus años de estudios, en

266 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXXI, n.º 172 (septiembre/octubre 2000), p. 8.

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Padua, tuvo que pasar por períodos más o menos largos de enferme-dad. Por eso, primeramente tuvo que prolongar por más de dos meses su noviciado, después en Padua, debió estar internado varios meses en el Hospital Santojanni y otros hospitales; hasta que, restablecido, pudo continuar y acabar sus estudios un año después, y ser ordenado sacerdote el 29 de julio de 1967. Me acuerdo de una interesante anéc-dota en la primera Misa, que celebró el 6 de enero de 1968, en su tierra natal. Seguramente la primera vez que tenía un evento de estos; y por otro lado, donde muy ocasionalmente había celebraciones. Cuando ya estaba casi todo listo no solo para la Misa, sino también para la fiesta posterior: los corderos cebados, las empanadas y etc.; con la alegría de los padres y demás familiares de Fr. Marcelino y la poblada toda, cuando estaban por comenzar - digo - se dieron cuenta que la persona encargada de traer, desde la ciudad, todo lo necesario para la misa, había llevado todo menos el vino. Y era imposible en ese momento desandar horas de kilómetros de tierra y asfalto. Entonces, cuando el neo sacerdote y los demás padres estaban deliberando cómo encontrar una salida a la situación, se presentó el papá de Marcelino diciéndoles con toda certeza: “yo les aseguro que voy a conseguir un vino de uva apto para la misa”. Fue al mejor almacén del lugar, compró el mejor vino y comenzó la misa... Fue sin duda la ofrenda más significativa para la primera misa de su hijo.El P. Marcelino comenzó a ejercer su Ministerio en el convento de Tu-cumán. Después, por más de 23 años estuvo en San Antonio de Padua; en cuya comunidad fue por un tiempo Guardián, ecónomo y sobre todo, Representante Legal de los colegios. Y por un tiempo estuvo como tal en los colegios de Paso del Rey. En varios Capítulos provin-ciales, el Hno. Marcelino tuvo una participación activa, ya sea como Secretario o Moderador. Ejerció por un periodo el cargo de Definidor provincial; y otras dos veces fue elegido, pero renunció por razones de salud. Su espíritu sencillo y fraterno le hacía granjear amigos entre los hermanos y parroquianos; sobre todo con los “hinchas de boca”, su cuadro desde siempre. Los últimos años de su vida, tras un corto lapso en el convento de Buenos Aires, volvió a su Tucumán inicial; y allí se pasó dedicándose a la atención del confesionario. Quiera el

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Señor llenar el vacío que dejó Fray Marcelino con nuevas y fervorosas vocaciones para la Provincia.La última vez que nos vimos con Marcelino fue en setiembre de 1998, en el Capítulo Provincial. Y confieso que algunas veces que me acordé de él por estos lares, como también de los otros hermanos de la Provin-cia, pensé que nos volveríamos a ver. Pero, otros son los designios del Señor como consecuencia de nuestra itinerancia; por eso, el epígrafe de este escrito:“Marcelino, hasta vernos en el cielo!”.

Fray Eduardo José Zatti

~ AGOSTO 03 ~

En este día fallecieron: 1774 FRAY FRANCISCO CORREA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Santa Fe.

1780 PASCUAL CASTRO: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1812 FRAY MANUEL AMARILLA: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1987 FRAY JESÚS RODRÍGUEZ:

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Sacerdote. Nació en Cieza, de la provincia y diócesis de Cartagena, en España, el 8 de mayo de 1916, siendo sus padres don Juan Rodríguez y doña Antonia Puche. Falleció el 3 de agosto de 1987 a los 71 años de edad, 51 de religioso y 44 y seis meses de sacerdote, luego de padecer una larga y dolorosa agonía, en la Clínica Provincial Privada de Merlo. Allí había sido internado por una grave afección cardiovascular y pul-monar y donde lo asistieron espiritualmente y lo acompañaron duran-te más de un mes sus hermanos de las fraternidades de San Antonio de Padua y de Paso del Rey, y donde también lo visitó el Hno. Ministro Provincial. Se preparó cristiana y religiosamente para bien morir, reci-biendo todos los sacramentos. En la persona del Ministro Provincial, pidió perdón a todos los religiosos de la Provincia y de todo el mun-do a quienes hubiese tratado mal, hubiese escandalizado o contrista-do; recibiendo del mismo Ministro Provincial, en nombre de todos, el perdón y la absolución general. Su fallecimiento produjo hondo pesar entre sus hermanos de la Provincia, entre sus parientes y entre las mu-chas amistades que tenía. Jesús a quien amistosamente decíamos el Gordo o Jesús del Gran Poder, muy niño sintió el llamado del Señor e ingresó como Postulante en el convento de Balaguer de la Provincia Franciscana de Cataluña. Pero sus padres decidieron trasladarse a la Argentina y con ellos vino Jesús. Pocos años estuvo con sus padres, pues muy pronto entró a nuestro convento de Buenos Aires como Pos-tulante. En él terminó sus estudios primarios y después fue enviado al convento de Córdoba, donde realizó sus estudios secundarios. El 8 de marzo de 1935 tomó el hábito e inició el noviciado en Catamarca, teniendo por maestro al inolvidable y santo padre Antonio de Jesús Lobo. El 9 de marzo de 1936 hizo su profesión de votos Simples allí en Catamarca y pasó al convento de Córdoba, donde empezó los estudios de Filosofía. En marzo de 1938 se trasladó con todos sus compañeros al nuevo convento de San Antonio de Padua, en la provincia de Buenos Aires, que fue inaugurado el 24 de abril de 1938 y donde funcionaban el noviciado, el filosofado, que se había trasladado desde Córdoba, y el Teologado, que hasta entonces había estado en el convento de Buenos Aires. Desde estudiante se distinguió por su buena voz y así el herma-no Jesús Rodríguez formó parte del coro del estudiantado y en muchas

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ocasiones, tanto en ceremonias religiosas como en actos académicos, él cantaba algunos soles. Luego a todo lo largo de su vida y en los distintos conventos donde estuvo, solía amenizar las reuniones, en especial en algunas fiestas, con diversas canciones que interpretaba alegremente. Además, estudió ór-gano y aprovechó muy bien sus estudios, al punto que fue un buen or-ganista. También compuso varias piezas musicales. Siendo estudiante publicó en “Ideales”, la revista del estudiantado, un vals “Recuerdos de España”, cuya letra y música eran de su autoría. El 20 de marzo de 1939 realizó en la Iglesia de San Antonio de Padua su profesión Solemne y en la misma iglesia fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1942. Sus primeros nombramientos fueron como organista de unos conven-tos; pero muy pronto fue nombrado guardián del convento de Tucu-mán, al que gobernó por varios períodos, y en él construyó el sector del edificio en donde están las habitaciones que ahora utilizan los religio-sos; igualmente gobernó varios períodos el convento de Buenos Aires, y también fue guardián del convento de la Plata y del de Mendoza y superior del convento de Santa Fe. La última designación como guar-dián para el convento de Santiago del Estero, pero luego de un año renunció. Cuando se produjo el incendio de nuestra Basílica de Buenos Aires el 16 de junio de 1955, fue trasladado el guardián que estaba entonces en el convento de Buenos Aires y el hermano Jesús Rodríguez fue desig-nado en su lugar para que encarara las tareas de reconstrucción de la Basílica y de todo lo afectado por el incendio. También siendo guar-dián del convento de Buenos Aires dirigió El Plata Seráfico, la revista de la Provincia, que fundara el P. Fr. José María Bottaro y que fue nuestra revista que más tiempo duró. Como rector de la Tercera Orden Franciscana de Buenos Aires, lo mis-mo que había hecho en Tucumán, se preocupó mucho por ella y le dio un gran impulso. En los últimos cuarenta años fue el religioso de la Provincia que más veces ocupó el cargo de guardián o de superior. Lo fue con todos los provinciales de los últimos cuarenta años, menos con el actual, que aún no cumplió un año de su gobierno.

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Su último destino como religioso fue el convento de San Antonio de Padua. Allí lo nombraron vicario del convento en el trienio anterior cuando él renunció como guardián del convento de Santiago del Este-ro, y últimamente continuaba como Vicario Parroquial de la Parroquia de Padua. Allí desplegó su apostolado. Cuando empezaron a flaquear sus fuerzas, pues su salud estaba muy resentida, los hermanos de la fraternidad de Padua lo asistieron y auxiliaron en sus momentos difí-ciles con toda caridad.La misa de cuerpo presente se realizó en nuestra Iglesia de Padua. Presidió la concelebración y pronunció unas palabras de profundo contenido evangélico y de sentido dolor el Hno. Guillermo Larcher, guardián y párroco y concelebraron los Hnos. Isidro Bruni, Pablo Pe-ger, Mario Porreto, Roberto Mastronardi, Marcelino Altamirano, Luis Herrera, Juan Carlos Quiñones, Francisco Burja, Norberto Buján, Er-nesto Urenda y el Decano del decanato de Merlo, Pbro. Fernández, asistiendo numerosos estudiantes de Padua y de Paso del Rey y un grupo numerosos de fieles. Sus restos fueron inhumados en el Cemen-terio “Santa Mónica” de Libertad, Merlo, junto a los de otros hermanos nuestros que el Señor llevó consigo anteriormente. Al rogar por el eterno descanso de su alma, pidamos al Señor que nos envíe nuevas y buenas vocaciones para cubrir los huecos que va dejan-do en nuestra Provincia la hermana muerte. ¡Que descanses, Gordo, en paz y que el Señor te de la luz perpetua de su eterna bienaventuranza!

Fray Luis CanoVelatorio y exequias del P. Fr. Jesús Rodríguez.A partir de las 20 horas del día 3 de agosto los restos mortales de nues-tro hermano el P. Jesús Rodríguez fueron velados en el ex coro conven-tual, ahora oratorio “Inmaculada Concepción”. El Hno. Isidro Bruni, la fraternidad de Paso del Rey y algunos parroquianos nos acompa-ñaron en el rezo del Santo Rosario, la corona franciscana y el Oficio de lecturas de Difuntos. El jueves 4, desde la misa de las 8 horas hasta la exequial, a las 15:30 horas, familiares, fieles y amigos desfilaron ininte-rrumpidamente ante la capilla ardiente para rezar y despedir al fraile, sacerdote y amigo.

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A las 11 horas Mons. Justo Oscar Laguna, nuestro obispo diocesano, rezó un breve responso. A las 11:45 horas, el Hno. Luis A. Romero, guardián de la fraternidad de la Plata, celebró la Santa Misa en sufra-gio del alma de su extinto compañero. También se hicieron presentes algunos hermanos de la Federación Franciscana Argentina. En la nota necrológica del Hno. Jesús escrita por fray Luis Cano se consigna quienes fueron los sacerdotes concelebrantes en la misa exe-quial. El neo diácono, Fray Fernando Lapierre, ofició como tal. Entre el numeroso grupo de feligreses que nos acompañó estaban presentes los Hnos. de Paso del Rey, el Hno. Luis Cano, terciarios de Buenos Aires, de Morón, de la Parroquia San Cayetano de Ciudad Evita y miembros de todas las instituciones del convento y de la parroquia. A las 16 horas el cortejo fúnebre inició su marcha el cementerio “Santa Mónica” de Libertad (Merlo). La ceremonia de inhumación de los res-tos del Hno. Jesús fue breve debido a un cambio brusco del tiempo que en ese momento se producía...Allí descansa junto a los Hnos. Lorenzi, Savio, Uranga y Giménez, libre de las fatigas de su vida particular-mente de las de sus últimos meses. Que el Señor lo tenga en su gloria, y nuestro Hno. Jesús radiante de luz y gozoso se dé el gusto de entonar junto al coro de los ángeles célicos “Bimbirimbibines a porfía”.

Fray Ernesto A. Urenda

1992 FRAY RAFAEL WENCESLAO GONZÁLEZ 267: Nació en la locali-dad de Monte Grande, provincia de Tucumán, diócesis de Concepción el 29 de septiembre de 1907, en el seno de una familia cristiana nume-rosa. Falleció en horas de la noche del 3 de agosto de 1992, en la Clínica Regional de la ciudad de Tucumán, a los 84 años de edad. Sus padres Régulo y Cruz Roldán, le impusieron en el bautismo el nombre de Miguel Ángel. Joven aún ingresó a la Orden Franciscana; vistió el hábito de San Francisco en el Noviciado de Catamarca, el 26 de enero de 1924. Un año después, el 27 de enero de 1925 hizo su profesión Temporal. Cursó los estudios de Filosofía en el Estudiantado de nues-

267 Boletín Informativo Noticias, año XXIV, n.º 149, (agosto/octubre 1992), pp. 14-16.

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tro convento de Córdoba. Hizo su profesión Solemne en el convento de Buenos Aires, donde ya cursaba la sagrada Teología, el 1 de octubre de 1928. Quizás, en nuestra Basílica de San Francisco fue ordenado el 17 de diciembre de 1932, por el Sr. Arzobispo Fr. José M. Bottaro. Se inició en su vida sacerdotal como vice-maestro de postulantes en el Colegio Seráfico de Moreno. De ahí pasó a desempeñar el cargo de Maestro y Profesor del Postulantado Mayor de Córdoba. Posterior-mente fue Maestro en el Estudiantado de San Antonio de Padua. Entre los Oficios, desempeñó el de Guardián de los conventos de Córdoba y Tucumán. Definidor de Provincia, Vicario Conventual y parroquial en Corrientes y Santiago del Estero. Además, desarrolló su vida misione-ra en distintas localidades del país. Fallece siendo Vicario del convento de Tucumán. De carácter fuerte y hasta rígido, a veces. Amante del orden, disciplina y, por supuesto, de la puntualidad. Estricto en las diversas actividades pastorales, particularmente en la atención del confesionario. No obs-tante ello, en la atención de la Iglesia y convento donde residía desde 1978, era requerido como confesor por sacerdotes, religiosos, semina-ristas y fieles. Ya próximo a cumplir los 85 años de edad y 60 de sacerdote, con difi-cultades en el caminar por diversas fracturas en ambas piernas y esca-sísima vista, celebra diariamente la misa de las 8 horas de la mañana. El Hno. Miguel Schell le ayudaba a dar la Santa Comunión. Fue en esa actividad de servicio y ministerio sacerdotal cuando quizás por un mareo que sufrió, cayó al suelo y- como se dice- “cayó en su ley” […]. El día 25 de julio fue para el P. Rafael “el principio del fin”. […]Sus restos fueron velados en la sala conventual. Entre las numerosas personas que pasaron por la capilla ardiente, cabe destacar la del Sr. Arzobispo, Mons. Horacio Alberto Bózzoli, y la del Vicario General de la Diócesis Mons. Luis Liborio Randici, sacerdotes y religiosos, y algunos familiares (hermanos y sobrinos). A las 17 horas se ofició la misa exequial, presidida por el Ministro pro-vincial Fr. Juan Carlos Larcher, y concelebrada por los guardianes de Santiago del Estero, Hno. Zatti, y Catamarca, Hno. Paz; el cura párroco de la Merced Pbro. Fernando Fernández, y el Pbro. Juan Malancek y Fr.

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Ernesto Urenda. Ante la feligresía presente que colmó las instalaciones de nuestro templo, el Hno. Ministro provincial, ex guardián del con-vento, destacó algunos rasgos de la recia personalidad de Fr. Rafael; agradeció el acompañamiento que brindaban a la comunidad francis-cana de Tucumán y las plegarias que ofrecían al Señor por la paz eterna del Fraile y sacerdote de quien recibieron por muchos años la gracia sacramental y las no muy pocas reprimendas al “más puro estilo” del que en vida fue el P. Rafael Wenceslao González. Pocos días antes del 3 de agosto había sido intervenido quirúrgicamen-te por fractura del fémur izquierdo, accidente que sufrió en la celebra-ción de la que sería su última misa, en el momento que se disponía a distribuir la comunión, el 25 de julio.Sus restos fueron sepultados en el Mausoleo de la Orden Franciscana Seglar, en el cementerio del Oeste. R. I. P.

Fr. Ernesto Angel Urenda

~ AGOSTO 04 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1727 FRAY JOSÉ BRUNI: Sacerdote.

1748 FRAY FRANCISCO CALVO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1767 FRAY PEDRO BARBARRAY: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1779 FRAY ANTONIO SANTAELLA: Sacerdote. Ex Ministro provin-cial (1774-1777). Falleció en el convento de Bueno Aires. “Español. Fue elegido en Córdoba, en un Capítulo que presentó algu-nas irregularidades como, por ejemplo, las de haber privado de voto a algunos vocales y haber admitido a otros que no eran legítimos. A pesar de que el Capítulo fue declarado nulo, y por ende también la elección,

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el Provincial igual cumplió con el trienio correspondiente. En 1776, el gobernador interino de Buenos Aires le manifestó su extrañeza y desa-grado al haber encontrado en la Tabla del Capítulo intermedio, celebra-do en Santa Fe un año antes, que los portugueses Fray José Díaz y Fray Antonio Cardía habían sido instituidos Guardianes de Santa Fe y Ca-tamarca, desobedeciendo la orden real. A pesar de esto, hay documen-tación que confirma que Fray Cardía permaneció en Catamarca hasta su muerte, ocurrida en 1793, allí terminó la iglesia y construyó parte del convento. Fray José Díaz fue por varios años profesor de Literatura la Universidad de Córdoba y murió en el convento San Jorge 1800” 268.

1921 FRAY MIGUEL GARCIA: Sacerdote. Natural de la cuidad y ar-quidiócesis de Tucumán. Falleció en el convento de Tucumán, a los 68 años de edad, 49 de profesión religiosa y 44 de sacerdote. Este benemérito hermano era una figura venerable en el convento de Tucumán y su celo por la salvación de las almas se caracterizaba de un modo especial en el confesionario, adonde acudían numerosos fieles en demanda de su inteligente y autorizado don de Consejo. Fue en va-rios periodos Definidor provincial y Guardián, y en uno de ellos alzó la fábrica de la hermosa Iglesia en donde reposan sus restos mortales.

1995 FRAY PEDRO ALFREDO DOMÍNGUEZ 269. Nació el 17 de sep-tiembre de 1923, en la Cruz, provincia de Córdoba, diócesis de Villa María 270. “Falleció en un sanatorio de la ciudad de Tucumán a los 72 años, 45 de profesión y 41 de sacerdote 271. Sacerdote – Catequista. El 4 de agosto pasado, día del Párroco, por conmemorarse a S. Juan María Vianney (OFS), se apagaba silencio-samente la vida de nuestro hermano, el P. Domínguez (quien por un tiempo se llamó, como religioso, Pedro Pacífico). Y haciendo honor a

268 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Ai-res (2012), pp. 95-96.269 Boletín Informativo Noticias, año XXVI n.º 159 (mayo/octubre) 1995, pp. 18-19270 Apéndice. Fr. Ernesto A. Urenda, Necrología de la Provincia 1988-1998.271 Apéndice. Fr. Ernesto A. Urenda, Necrología de la Provincia 1988-1998, p. 5

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su nombre, su andar era bastante parsimonioso. “Propenso a la introver-sión era callado, humilde y tranquilo 272”. Su deceso ocurrió en la ciudad de Tucumán, de cuyo convento era morador desde hacía unos tres años, y que fuera confirmado para esa Casa en el último Congreso Capitular.De niño había ingresado al Postulantado de Paso del Rey, Moreno. Pero, después de un tiempo, fue despedido por el P. Rector. El motivo lo decía el mismo con cierto gracejo: “no servía para fraile”. Ya en el mundo, cumplió con su vida de trabajo y también con la Patria, haciendo el servicio militar. Pero, como Dios lo había elegido realmen-te, tomó una vez más conciencia de su vocación y volvió al Convento. Diríamos, retomando su gracejo, y parafraseando a San Pablo: “...Dios eligió lo que no vale nada para aniquilar a lo que vale” (l Co 1,28).A los 25 años, vistió el hábito para comenzar su noviciado el 19 de febrero de 1949. Profesó temporalmente al año siguiente. Emitió su profesión Solemne el 20 de marzo de 1953 y recibió la ordenación sa-cerdotal el 5 de diciembre de 1954.A los pocos días de recibir la ordenación sacerdotal, le pidieron que fuera a predicar a las religiosas del Hogar de Ciegas, de Morón; y él, considerándose a si mismo de pocas dotes de oratoria, entregó al P. Castillo, entonces Guardián de Padua, el sobre con el estipendio que le habían dado, pero advirtiéndole que no lo gastara, porque “quizás tenga que dar el vuelto a las hermanas”. Y empezaron los destinos, que fueron muchos, trasladado en Capítulos o fuera de ellos. Numerosos fueron los lugares que lo vieron actuar con humildad y sencillez: San Antonio de Padua (Buenos Aires); Corrientes; Ciudad Evita (Buenos Aires); Aarón Castellanos (Prov. de Santa Fe); Santa Fe, en donde le tocó compartir la comunidad con su pariente Fr. Adriano Rincón Domín-guez; Santiago del Estero; Tucumán, etc. También estuvo a las órdenes de varios obispos, quienes, con los sucesivos Provinciales, considera-ban cómo podía el P. Pedro prestar un mejor servicio a la Iglesia. Así estuvo varios años en Formosa, colaborando con Mons. Scozzina OFM; en parroquias de Río Tercero, Diócesis de Villa María; en Gral. Mosconi, Diócesis de Orán, cuando era obispo Mons. Muguerza, y en Melincué,

272 Apéndice. Fr. Ernesto A. Urenda, Necrología de la Provincia 1988-1998.

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Diócesis de Venado Tuerto. Quienes hemos conocido su andar, sabemos que cuando el P. Pedro cambiaba de domicilio era porque estaba como convencido que ese lugar ya no era para él. Sin embargo, llegando a su nuevo destino, al poco tiempo, empezaba a añorar el convento anterior, diciendo que no había lugar mejor que el que había dejado.En sus más de 40 años de sacerdocio se caracterizó por ser siempre un buen catequista. Quería instruir a los niños, jóvenes y adultos, ya sea en las instituciones, ya sea individualmente, ya sea como párroco, que lo fue en varias oportunidades, como vicario parroquial, o como simple hermano menor. Primero la llamada catequesis tradicional, y últimamente, haciendo un gran esfuerzo, se había comprometido con la ardua tarea de asesorar la Catequesis Familiar (CAFA) en Santiago del Estero.Otro rasgo importante de su vida religiosa fue su oración. Era común verlo frente al Santísimo Sacramento, de rodillas o sentado, rezar la liturgia de las horas, el rosario, la meditación. Con frecuencia adornaba el altar con flores frescas y retiraba las flores artificiales, si las había.La gente de Santiago del Estero y Tucumán lo recuerdan como un hombre de oración, buen confesor, pastor de almas, de enfermos y es-pecialmente de enfermos graves. No podemos negar que también era un tanto huraño, introvertido, y de carácter fuerte en algunas oportu-nidades. Pero quizás su misma enfermedad latente, que tuviera en sus últimos años y que lo llevara a la muerte, hacía ser así.También se ocupó con sencillez de las tareas domésticas, desde com-prar elementos necesarios para la cocina (sin que él fuese el ecónomo), hasta lavar los platos y la ropa; plantar o podar árboles. Y cabe aquí recordar, con todo respeto a mis hermanos, que viendo ese sencillo estilo de vida de Fr. Pedro Domínguez, en Ciudad Evita, nuestro Hno. Juan del Rosso se sintió movido para ingresar a la Orden Franciscana. ¡Bendita vida de un hermano menor!Al P. Domínguez le tocó vivir muchos años antes del Concilio Vaticano II; sin embargo, siempre trataba de actualizarse haciendo cursos y pro-veyéndose de bibliografía que luego volcaba en sus charlas de cateque-sis. También gustaba de escribir en NOTICIAS temas de espiritualidad y vida pastoral. Actuó como misionero en varias oportunidades: en

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la gran Misión de Buenos Aires (1960); en la ciudad de San Francisco, Córdoba (1980); en Río Tercero, Córdoba (1988), etc. Siempre estuvo pronto a prestar servicios de suplencias en conventos y parroquias; se lo veía andar con su bolso y con su mate. “Entre las principales tareas que desempeñó se cuentan las de Santiago del Estero y Corrientes. Prestó servicios parroquiales en La Cruz, su pueblo natal, y de Caferata Y Melincuá en la provincia de Santa Fe, diócesis de Venado Tuerto. En dos oportunidades fue conventual de Santa Fe con el cargo de Apoderado Legal de nuestro colegio primario 273”. Ya en su último destino -Tucumán- ejerció de confesor y visitador de enfermos casi hasta el fin de sus días. Había celebrado la santa Misa hasta el 31/7. Y sabiendo que iba a su sometido a una operación difícil, recibió de manos del Guardián, Fr. Onofre Almada, piadosamente, la santa Unción; como así también recibiera la santa comunión el día de Santa María de los Ángeles. Luego de la operación del corazón, que fue de alto riesgo, y teniendo en el postoperatorio una descompensación general, lo sorprendió la hermana muerte a la 1:30 he del 4/8. “Falleció en un sanatorio de la ciudad de Tucumán a los 72 años, 45 de pro-fesión y 41 de sacerdote 274.A las 11 horas, se celebró la misa exequial en la iglesia de Tucumán con la asistencia del Colegio San Francisco. Tras un breve velatorio de unas horas, sus restos fueron llevados a Santiago del Estero, donde él fuera párroco por un trienio. La misa se celebró a las 20 horas, con numerosa asistencia de fieles. Un grupo de ellos quedó velando sus restos hasta que a las 23 horas aplaudieron la partida de los mismos hacia Córdoba. Allá fueron recibidos por el Vicario Provincial, Fr. Mario Fuenzalida y el Guardián. Fr Aquilino Ardiles, donde, después de la tercera misa exequial serían inhumados en el cementerio San Jerónimo, de Córdoba. ¡P Domínguez, descansa en paz!


273 Apéndice. Fr. Ernesto A. Urenda, Necrología de la Provincia 1988-1998, p. 5274 Apéndice. Fr. Ernesto A. Urenda, Necrología de la Provincia 1988-1998, p. 5

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~ AGOSTO 05 ~

Nuestro piadoso memento sea hoy para los hermanos: 1768 FRAY JUAN RAMOS: Hermano laico.

1777 FRAY FRANCISCO AYALA 275: Sacerdote. Falleció en el convento de la Recolección de Santa Lucía (Paraguay).

1827 FRAY ESTEBAN RECIO: Sacerdote. Lector.

1892 FRAY EULOGIO LUQUE: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Santa Fe.

1900 FRAY JORGE CRACOGNA: Sacerdote. Era natural de Gémona, Italia y había ingresado al convento San Carlos. Tenía 23 años y solo 7 meses de sacerdocio. Falleció de tisis en San Martín Norte, Santa Fe. Sus restos descansan en la Iglesia Ntra. Sra. de los Dolores.

1916 FRAY PASCUAL BARTOLONI: Sacerdote. Nativo de Cortona. Fa-lleció en el convento de Santa María de los Ángeles a los 83 años. Durante 5 años fue cura conversor en la Reducción de San Pedro Chico en Santa Fe. Misionó entre nosotros y regresó a Italia donde fue Guar-dián y Ministro provincial de la Provincia Seráfica de San Francisco.

1932 FRAY JOSÉ ABEL ROLÓN: Sacerdote. Natural de la ciudad y ar-quidiócesis de Corrientes, provincia de Corrientes. Falleció en el con-vento de Buenos Aires, a los 58 años de edad, 34 de vida religiosa y 28 de sacerdote. Se caracterizó por la sencillez, modestia, bondad y gran caridad, parti-cularmente para con los hermanos enfermos y atención a los pobres y a los niños. Fue familiar de Mons. Bottaro.


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1959 FRAY JESÚS MARÍA REYES: Sacerdote. Natural de Alijilán, de-partamento de El Alto, provincia y diócesis de Catamarca. Falleció en su querido Postulantado de una crónica afección cardíaca, en una cel-da de la parte vieja de la casa, a los 55 años de edad, 37 de profesión religiosa y 29 de sacerdote. Por sus cualidades humanas, hondo espíritu franciscano y patriótico, cul-tura, etc., era aceptado, admirado y apreciado. Poeta, escritor y músico. Orador elocuente y profundo, sembró la Palabra de Dios en muchos pue-blos y ciudades argentinas. Algunos de sus trabajos en prosa y en poesía obtuvieron distinción; ganó el primer premio en los certámenes poéticos de Rosario y de San Nicolás de los Arroyos en 1947. Publicó su primer libro “El placer de los recuerdos” y algunos folletos, como fue el de una vida popular del Fray Mamerto Esquiú. Fue miembro fundador del Cole-gio Seráfico de Moreno de Paso del Rey, el 12 de mayo de 1930. Rector del mismo durante trece años. A su gestión se debió la primera remodelación y ampliación de la casa y capilla. Entre otros oficios conventuales, como Procurador, Vicario de Coro, etc. Se desempeñó como director del Colegio “Padre Ramón de la Quintana” de Catamarca en cuyo mandato se cele-bró el primer centenario del fallecimiento del ilustre franciscano educador, año 1951, inaugurándose un busto y placas recordatoria y un mástil en el patio para la Bandera Nacional. Como miembro del convento de Catamar-ca y con la ayuda oficial del Gobierno Provincial recorrió toda la provincia dando conferencias y charlas para un mayor conocimiento y difusión de la benemérita y santa personalidad del Siervo de Dios, Fray Mamerto Es-quiú. Era morador del convento del convento de Santiago del Estero.

~ AGOSTO 06 ~

Roguemos por los hermanos que en este día fallecieron: 1774 FRAY MANUEL DE SANTA RITA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Jujuy.

1778 FRAY FRANCISCO DEL SACRAMENTO: Hermano laico. Falle-ció en el convento de La Rioja.

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1791 FRAY FRANCISCO CABRERA: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1829 FRAY JUAN GARCIA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1854 JUSTO JOSE MANSILLA: Natural de la localidad de Río Primero, Provincia y Arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el convento Máximo de San Jorge de la ciudad de Córdoba, a los 84 años de edad, 67 de profesión religiosa y 61 de sacerdote.

~ AGOSTO 07 ~

En la Provincia tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos: 1727 FRAY JOSÉ BRUNI: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1772 FRAY FRANCISCO BELÉN GARRIDO: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1855 FRAY SANTIAGO NOGUEIRA: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Corrientes.

1872 FRAY ANTONIO RODRÍGUEZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1899 FRAY ONOFRE CARLOMUSTO: Este Hno. laico durante muchos años fue compañero del Obispo de Salta, Mons. Rizzo Patrón. Falleció en el Colegio Apostólico de Río Cuarto.

1963 FRAY LEÓN BERARDO MARTINENGO: Sacerdote. Natural de Brikmann, arquidiócesis y Provincia de Córdo-ba. Falleció en la Casa parroquial del Barrio Esteban Echeverría, a los 58 años de edad, 37 de profesión religiosa y 29 de sacerdote. La noticia de su fallecimiento tuvo gran repercusión: algunos diarios le publica-

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ron extensas notas, entre ellas la edición del rotativo “La Nación” del día 8 de agosto de 1963, decía: “Religioso dotado de honda piedad, sa-cerdote siempre preocupado por el bien de las almas, profesor afanado por difundir desde la cátedra las modernas concepciones científicas, mereció el respeto fraternal de sus hermanos de religión y el filial afec-to de quienes se hallaban bajos sus cuidados pastorales”.

De carácter jovial y abierto se hacía acreedor del aprecio y respeto tan-to de los hermanos como de los seglares que recibieron su influencia bienhechora, quizás fruto de su extraordinario e incansable dinamis-mo. Inteligente y dedicado al estudio obtuvo el título de Lector provin-cial de Filosofía, asignatura que enseñó durante varios años, y en cuya tarea puso eficacia, generosidad y amor a fin de que sus discípulos pudieran caminar sin tropiezos por los intrincados campos de la Filo-sofía. Por breve tiempo ocupó el cargo de maestro de novicios en San Antonio de Padua, al ser nombrado Guardián del convento de Santa Fe, en el Capítulo de 1943. En su nuevo destino demostró en forma innegable el espíritu emprendedor que siempre le caracterizó, recons-truyendo totalmente el Convento e Iglesia. El salvó para la posteridad los muy valiosos tesoros artísticos que allí tiene la Orden. Nuevas y mayores pruebas de este dinamismo que lo animaba dio cuando por dos periodos consecutivos ocupó el Provincialato 1950- 1956. Fue en-tonces cuando logró con la ayuda estatal del Gobierno de entonces, la remodelación y ampliación de las casas de formación: Paso del Rey, Córdoba, Catamarca, Tucumán y casa de vacaciones de San Antonio de Arredondo. Por encima de estas realizaciones materiales, dio un poderoso impulso a la Obra de las Vocaciones Franciscanas, y durante su gobierno de la Provincia, fundó el Postulantado para Adultos en el

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convento de San Antonio de Padua, donde funcionaba el noviciado. Finalizado su mandato, fue designado Síndico de la Provincia y párro-co de la parroquia de N. Sra. de Loreto del Barrio Esteban Echeverría (Aeropuerto Internacional de Ezeiza, Buenos Aires). La muerte le llegó en el desempeño de estos oficios. En 1959 había sufrido un ataque de hemiplejía, que lo postró por muchos meses en cama y fue minando su natural robustez.

2002 FRAY FRANCISCO PALACIOS: Sacerdote. Nació en Rosario el 10 de octubre de 1925. Falleció el 7 de agosto en San Lorenzo. Hizo su Profesión Solemne el 4 de octubre de 1950 y fue ordenado Pres-bítero el 22 de diciembre de 1952. En sus inicios en la Orden le fue en-comendada la tarea de la formación en el estudiantado de San Lorenzo, pero su gran vocación fue la de ser incansable misionero sobre todo en la provincia de Formosa, aunque también prestó servicios en la parroquia de Pampa del Indio, en el Chaco. Su vida toda la desgastó en recorrer los parajes y capillas de las parroquias de Laguna Blanca, el Espinillo y Clorinda. Con su hábito raído y su camioneta terrosa visitó a los más ale-jados, tramitando para ellos la construcción de capillas, salones, hoga-res, escuelas, etc. Fue un Hno. frontal y un hombre íntegro que pobló su carpeta personal de numerosas cartas donde expresó siempre, con poco refinamiento sus jugosas y ácidas opiniones sobre la vida de la provincia y la evangelización, firmando con su apelativo tradicional que pasó a ser su nombre de pila: “Pancho linyera”. Falleció, después de un año de enfermedad, después de la cual se le había amputado una pierna.

~ AGOSTO 08 ~

Nuestro piadoso memento sea hoy para los hombres que en este día fallecieron: 1831 FRAY LORENZO SANTOS: Sacerdote. Lector jubilado. Ex Mi-nistro provincial (1817- 1820). Falleció en el convento de Buenos Aires. “Fue elegido en el Capítulo celebrado en el convento de la Recolec-ción de Buenos Aires, presidido por el Visitador General Fray Juan

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José Roo. En sus primeras ordenaciones determinó castigo para los díscolos y perturbadores de la paz y una estricta vigilancia para que ninguno pudiera hablar, ni dentro ni fuera de la casa, en contra del sistema de gobierno actual. El Definitorio, en sesión del 1 de marzo de 1819, declaró cesantes los Estudios Superiores en los conventos de Salta y Montevideo por falta de estudiantes. Y en el Capítulo in-termedio, de ese mismo mes y año, figuran en las actas solo catorce conventos, sujetos a la autoridad de la Provincia, y ninguna doctrina ni reducción” 276.

1855 FRAY INOCENCIO FERNÁNDEZ: Sacerdote. Falleció en Buenos Aires.

1938 FRAY DIMAS VICENTE HERRERA: Hermano laico. Natural de Piedra Blanca, diócesis y provincia de Catamarca. Falleció en el con-vento de Córdoba, a los 31 años de edad y 9 de vida religiosa. Humilde, obediente, austero y laborioso, desempeñó con fidelidad y buena voluntad los oficios del convento aunque fuesen los más hu-mildes. Su constante alegría transparentaba el candor y la pureza de su alma generosa y afable. Se desempeñó también como sacristán por muchos años de nuestras Iglesias de Catamarca, Mendoza y Santiago del Estero, oficio que por su espíritu de piedad lo llevaba a poner el mayor esmero en la atención y mantenimiento de la Casa de Dios.

1977 FRAY FRANCISCO SALGADO: Sacerdote. Natural de la Capital Federal, arquidiócesis de Buenos Aires. Falleció repentinamente, vícti-ma de una afección cardiaca, en el convento de Tucumán, a los 58 años de edad, 42 de profesión religiosa y 37 de sacerdote. “Transcribimos una nota del diario La Gaceta de Tucumán: “Nació en la ciudad de Buenos Aires el 18 de marzo de 1919; vistió el hábito el 1 de mayo de 1934; emitió sus Votos Temporales el 2 de mayo de 1935


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y el 25 de marzo de 1940 hizo la Profesión Solemne. Fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1941, cantando su primera misa, días después en la Basílica San Francisco de Buenos Aires. Dotado de excelentes cualidades para la docencia, recién ordenado sa-cerdote dictó distintas asignaturas filosóficas en la Casa de Estudios de San Antonio de Padua y de Humanidades en la de Paso del Rey de cuyo Postulantado fue también rector. Ocupó los oficios de Definidor, Custodio y Ministro provincial. Gobernó la Provincia desde el Capítulo Provincial del 23 de enero de 1959, hasta el 31 de julio de 1971 (Siendo sucesivamente reelecto en los Capítulos de los años 1962, 1965 y 1968). Era considerado como uno de los más destacados franciscanos de los últimos tiempos en Argentina. Además del cargo de Provincial, repre-sentó al General de la Orden en calidad de Visitador de distintas provin-cias de América y de entidades franciscanas dentro del país. Ocupó el alto cargo delegado General por los religiosos franciscanos de distintas Provincias de Europa que se radicaron en el país después de la Segunda Guerra Mundial. Asistió a los Capítulos Generales de la Orden, corres-pondiéndole el protagónico papel en la reforma de las Constituciones en base a sus acreditados conocimientos de Derecho Canónico. Estos le valieron ser muchos años consultor y juez sinodal en la Arquidiócesis de Buenos Aires y miembro del Tribunal Eclesiástico de Tucumán. En Bue-nos Aires le tocó representar a la máxima autoridad eclesiástica como Presidente Capitular de varias congregaciones religiosas. Fue candidato al Episcopado en más de una oportunidad, declinó el honor siguiendo el ejemplo del ilustre siervo catamarqueño Fray Mamerto Esquiú. Hombre de vasta cultura, será recordado por lo ecuánime y prudente en el ejercicio de la autoridad. Durante su gestión, además de imple-mentarse en la reforma postconciliar de la Orden, esta asumió la res-ponsabilidad de las parroquias, saliendo de lo estrictamente conven-tual y, entre otras realizaciones, incorporó su seminario para adultos. Su espíritu de humildad se manifestó en el sereno celo con que se des-empeñó, como en los seis años que ejerció tareas pastorales y docentes en el colegio “Padre Roque Correa” de Tucumán” 277.

277 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año IX, n.º 56, (julio/agosto 1977), p. 3.

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1977 FRAY LEONARDO GONZÁLEZ: Sacerdote. Nació el 25 de junio de 1909 en Monte Grande, Famaillá, arquidiócesis y provincia de Tu-cumán. Falleció en un sanatorio de la ciudad de Tucumán, en el mismo día del fallecimiento del Padre Salgado, a los 68 años de edad, 47 de profesión religiosa y 39 de sacerdote. Niño aún ingresó a la Orden como Postulante en la ciudad de Tucu-mán. Vistió el hábito franciscano el 15 de febrero de 1929. Hizo su Profesión Simple el 16 de febrero de 1930, y la Profesión Solemne el 17 de febrero de 1933. Fue de los primeros sacerdotes ordenados en San Antonio de Padua, el 21 de diciembre de 1938. Ocupó distintos cargos. Fue por muchos años maestro de Postulantes en Córdoba y Paso del Rey. Definidor provincial y Guardián de Córdoba, la Plata y Tucumán. La Provincia quiso que no volviera a su provincia natal hasta el último destino asignado. Auténticamente bondadoso, como fiel seguidor del “poverello di Assisi”, dio ejemplo permanente de caridad fraterna. Su vocacional actitud apostólica se volcó especial-mente en el confesionario y en la dirección espiritual, con sabia sen-cilléz. La misa exequial concelebrada de los Hermanos Salgado y González fue presidida por el Arzobispo de Tucumán Mons. Blas Conrero, asis-tido por numerosos religiosos de la Provincia y sacerdotes del clero diocesano local. Terminado el oficio religioso, los féretros fueron lle-vados a pulso hasta la salida del templo por los sacerdotes presentes. Nuestros dos hermanos fueron sepultados en el mausoleo que la Or-den Franciscana Seglar posee en el Cementerio del Oeste, estando a cargo de las preces rituales el Hno. Luis O. Perillo” 278.

Fray Luis Cano

1988 FRAY DIMAS VICENTE HERRERA: Hermano laico.

2014 FRAY ROLANDO OTTO ERNST: Sacerdote. Con profundo pe-sar, el Arzobispado de Corrientes, comparte la Pascua del querido P. Rolando Otto Ernst que nació el 19 de junio de 1930 en Comodoro Ri-

278 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año IX, n.º 56, (julio/agosto 1977), p. 3-4.

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vadavia, provincia de Chubut. Partió hacia la casa del Padre, el 8 de agosto de 2014 a los a los 84 años. Fueron sus padres Hugo Ernst y María Concepción Capatto. Siendo niño su familia se instala en la ciudad de San Lorenzo, provincia de Santa Fe. Parte de la escuela primaria la hizo en San Lorenzo, el resto en la ciudad de Rosario, donde prosiguió el secundario en la Escuela Dante Alighieri. Cuando iba a cumplir 18 años ingresó al Convento Franciscano “San Carlos”, de San Lorenzo, Santa Fe, donde realizó los estudios eclesiásticos, alternándolos durante dos años en Catamarca y San Antonio de Padua (Buenos Aires). Recibió la ordenación sacerdo-tal el 22 de diciembre de 1956. Ofreció su servicio sacerdotal a Dios y a sus hermanos, por más de 57 años; muchos de ellos, aquí en nuestra Iglesia Particular de Corrientes, la que eligió como su casa. Un fraile patagónico, correntino por adopción.Integró, desde entonces, distintas comunidades franciscanas en las pro-vincias de Santa Fe, Corrientes, Chaco y Formosa; por lo que se definía a sí mismo como “hombre del litoral”. Sus restos fueron velados en la Iglesia Santa Rita. Se ofició por el eterno descanso de su alma, la misa exequial, el 9 de agosto de 2014, a las 19 horas; la que fue presidida por el Arzobispo Emérito Mons. Domingo Salvador Castagna. Sus restos fue-ron sepultados el 9 de agosto de 2014, en el Cementerio Parque Jardín.

~ AGOSTO 09 ~

Tengamos presente ante el Señor a los hermanos que en este día pasa-ron a la Casa del Padre: 1730 FRAY JUAN CARDOSO: Sacerdote. Falleció en Montevideo, Uru-guay.

1819 FRAY JUAN JOSÉ PEREYRA: Sacerdote. Falleció en la misión de Santa Lucía (Villa del Paraná).

1819 FRAY BERNARDO AGÜERO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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1865 FRAY JOSÉ INOCENCIO PUCHETA: Hermano laico. Natural de la ciudad y diócesis de Catamarca. Falleció en el convento de Catamar-ca a los 65 años de edad, y 42 de profesión religiosa. Muy joven ingresó en el convento Recoleto de la ciudad donde hizo el noviciado. Después de su profesión quedó de familia en el mismo con-vento edificando a todos por su austeridad de vida y ejemplo en todos los oficios que le fueron encomendados.

1945 FRAY ALFONSO MARÍA GALLI: Italiano de origen inició el no-viciado a los 18 años. Falleció a los 73 años en el Convento San Francis-co Solano de Rosario. Desde la formación de la Comisaría San Miguel estuvo muchos años en Rosario, oficiando de sacristán, y algunos en Colonia Dolores, don-de fue maestro de escuela, dando siempre ejemplos de vida fervorosa. 1981 FRAY BERARDO ANTONIO MARTÍNEZ:

Sacerdote. Natural de Capital Federal, arquidiócesis de Buenos Aires. Falleció en el Hospital de dicha ciudad a causa de complicaciones pro-ducidas en estado post operatorio, a los 65 años de edad, 48 de profe-sión religiosa y 40 de sacerdote. “Nació el 18 de diciembre de 1915. Sus padres fueron don Leandro y doña Marta Rabanal. Recibió el hábito en calidad de novicio el 27 de enero de 1932. Un año después el 26 de enero de 1933 hizo su Profesión Temporal, y su Profesión Solemne el 27 de enero de 1937. Fue ordena-do sacerdote el 21 de diciembre de 1940. A raíz de complicaciones pro-ducidas en un postoperatorio, falleció en el Hospital de Tarija, Bolivia

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a las 5 horas de la mañana del 9 de agosto. Se gestionó por medio de la Embajada Argentina en Bolivia la repatriación de sus restos” 279. “Hombre sincero con Dios y consigo, fue también sincero con los de-más. Fue un verdadero hombre de Dios y, por lo mismo, fue un hom-bre bueno, que jamás hizo intencionalmente mal a nadie. Pudo come-ter errores y los cometió porque es humano errar, pero no hirió a nadie voluntariamente. No tuvo odio ni guardó rencor a nadie. Jamás habla-ba mal de nadie. Tampoco supo de dobleces. Las cosas las decía como las pensaba, sin segundas intenciones. Ocupó diversos cargos en varios conventos, entre ellos 11 años de maes-tro de novicios, y fue Ministro provincial. Como Provincial renunció a mitad de su período. Hubo un oficio que desempeñó por más de 28 años y al que dedicó su amor y su tiempo: el de Vice Postulador de la Causa de Fray Mamerto Esquiú. A él se debe el éxito del proceso supletorio de la Causa de Fray Mamerto, realizado en la Arquidiócesis de Córdoba desde el 18 de septiembre de 1963 hasta el 28 de noviembre de 1964. La esmera-da preparación previa que hizo posibilitó superar todos los obstáculos y así el proceso pudo hacerse en un año y dos meses, lo que no hubiera sido posible si el P. Berardo no hubiera tenido todo listo y presentado a tiempo. Durante muchos años publicó la hoja mensual “Esquiú”, para difundir la devoción a Fray Mamerto y dar a conocer las gracias obtenidas por su mediación. Dificultades económicas lo obligaron a suspender esta publicación. En 1976, al cumplirse 150 años del nacimiento de Fray Mamerto, se ocupó personalmente para que la Conferencia Episcopal Argentina emitiera un documento conmemorativo y en pleno solicitaran al Papa su beatificación. Ya se había ocupado en 1975, ante algunos legisla-dores nacionales, para que por ley Nacional se declarara al año 1976 “Año de Fray Mamerto Esquiú”, como lo hizo el Congreso. Y también se encargó personalmente que apareciera una emisión de estampillas postales conmemorativas del sesquicentenario del Padre Esquiú. An-teriormente había conseguido que el Presidente de la Nación Gral. Pe-dro Eugenio Aramburu escribiera el 6 de septiembre de 1956 una carta

279 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XIII, n.º 81, (julio/agosto 1981), p. 4.

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al Papa pidiéndole la beatificación de Fray Mamerto; y luego consiguió lo mismo del Presidente Gral. Juan Carlos Onganía, quien lo hizo el 15 de octubre de 1968. Hay otra causa de beatificación que se debe a Fray Berardo y es la de Fray Antonio de Jesús Lobo. Siendo Provincial, gestionó la autorización para iniciar el proceso ordinario en la Diócesis de Catamarca y, una vez obtenida, él personalmente previó todo para iniciar dicho proceso el 19 de septiembre de 1958. Preparó todo para el reconocimiento de los restos del P. Lobo, que hizo el Obispo de Cata-marca, el 26 de septiembre de 1958, y para que el día siguiente, sus res-tos fueron trasladados al cementerio local de la Iglesia San Francisco de Catamarca, donde está frente al altar de San Antonio de Padua 280”.

Fray Luis Cano

~ AGOSTO 10 ~

En este día fallecieron: 1721 FRAY LUIS CARBALLO: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1778 FRAY JUAN MENA: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1879 FRAY FRANCISCO JAVIER YACACCI: Hermano laico. Falleció en Salta.

1889 FRAY FELIPE ASSINI: Hermano laico. Murió en el convento de La Merced, Corrientes.

280 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XIII, n.º 81, (julio/agosto 1981), pp. 3-4.

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~ AGOSTO 11 ~

En este día fallecieron: 1726 FRAY DIEGO ZEBALLOS: Hermano laico. Este venerable hijo de la Provincia actuó eficazmente en la fundación del convento de la San-ta Recolección de Buenos Aires. Falleció a los 85 años de edad, en el convento de la Santa Recolección de Buenos Aires. En 1721 siendo ya octogenario, viajó a España para solicitar dicha fun-dación y obtuvo del Rey Felipe V, la licencia para traer de allí ocho re-ligiosos Recoletos para ser los primeros moradores de la nueva funda-ción recoleta, libros y ornamentos. Todo esto fue expedido por cédula Real, en Madrid el 20 de noviembre de 1721.

1744 FRAY CRISTÓBAL BASURTO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Santa Fe.

1821 FRAY JUAN ROVIRA: Nació en Cataluña. A los 23 años ingresó al Convento de Tortosa. Vino de España con la Misión de Doce religiosos que el 30 de mayo de 1810, se embarcó rumbo a San Lorenzo, Santa Fe. Falleció a los 44 años en el Tala, Curato de Villaguay.

1885 FRAY SALOMÓN BUSTOS 281: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

~ AGOSTO 12 ~

Tengamos presente ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1753 FRAY ALBERTO VEIGA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.


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1778 FRAY JUAN B. MENA 282: Sacerdote. Falleció en Villarrica, Para-guay.

1839 FRAY JUAN BAUTISTA FERNÁNDEZ: Sacerdote. Ex Ministro provincial (1833); ex Vicario y ex Visitador General. Siendo Guardián del convento de Catamarca (1806-1810) llevó a cabo la construcción del refectorio, cocina y varias celdas del convento. “Fue electo en el Capítulo Provincial celebrado en el convento de Cór-doba el 28 de febrero, bajo la presidencia del Comisario Provincial Fray Hipólito Soler y con la asistencia del delegado del gobierno, el Dr. Pe-dro Ignacio Castro Barros, Provisor de la Diócesis. Fray Buenaventura Badía y Fray Fernando Braco denunciaron la nulidad del Capítulo ante el gobernador de Córdoba, Dr. José Roque Funes, y ante Monseñor Dr. Benito Lazcano y Castillo, quien fue comisionado por el gobernador para la investigación del caso. El 29 de julio de 1831, el Capítulo fue declarado nulo y, por lo tanto, fueron suspendidas las autoridades de la Provincia y del convento de Córdoba. Fray Fernández fue obligado a entregar los sellos y archivos de la Provincia al nuevo Guardián, Fray Badía, y Monseñor Lazcano le ordenó que permaneciera en Córdoba hasta que negara la resolución de la Santa Sede. El Papa Gregorio XVI, el 29 de enero 1833, aprobó lo obrado por el Obispo y comisionó al Delegado Apostólico en Brasil para que nombrase Vicario Provincial, quien subdelegó la tarea en el Obispo” 283.

1976 FRAY JOSÉ ANTONIO VALLEJO: Sacerdote. Natural de Castro, provincia de Galicia, España. Falleció en el Hospital Argerich de la Ca-pital Federal, víctima de un paro cardíaco, a los 72 años de edad, 35 de profesión religiosa y 32 de sacerdote. “Nació en Castro, provincia de Irense, en España. Muy joven vino a la Argentina, con su familia, radicándose en Buenos Aires. Desempeña un

282 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 218.283 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano. Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012, Editorial Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 101.

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cargo de responsabilidad en la Aduana y, a raíz de ello, realizó varios viajes al exterior, permaneciendo en Francia durante un tiempo prolon-gado. Alcanzó una posición económica acomodada y por su alto nivel cultural empezó a destacarse en los medios donde actuaba. Sin em-bargo, una vez que sintió el llamado de Dios, abandonó todo e ingresó a la Orden en la Provincia de la Asunción, cuando ya había cumplido los 36 años. Tomó el hábito el 14 de mayo de 1940 en el convento de San Antonio de Padua. Allí hizo su noviciado y profesó el 15 de mayo de 1941. En el mismo convento realizó sus estudios eclesiásticos, sien-do ordenado sacerdote el 23 de diciembre de 1944. Sus 32 años de vida sacerdotal fueron realmente fructíferos por su en-trega al ministerio y por su consagración al estudio, habiendo dejado los frutos de este en sus escritos. Nombrado director de “El Plata Se-ráfico”, le cambió el nombre, el formato y el contenido, llamándolo “Itinerarium”, revista de jerarquía intelectual. También creó la edito-rial del mismo nombre. Numerosos escritos se debieron a su pluma y publicó varios libros, entre los que se destacan: “Melquisedec o el Sacerdocio real”, “La noche de Cefas” y “Mensaje de un laico a los Laicistas”. Por un período fue Guardián del convento de Mendoza, y al crearse la Facultad de Ciencias Económicas, fue su primer decano. En los círculos que frecuentaba se lo tuvo en mucha estima por su espíritu religioso y sacerdotal y por su amplia cultura. El 12 de agosto a las 16 horas sufrió un ataque cardíaco, y pese a la atención médica, falleció alrededor de las 20 horas recibiendo los auxilios espirituales. Rogamos al Señor que le conceda el descanso eterno y le otorgue el premio merecido por sus servicios en la Iglesia, en la Orden y en la Provincia” 284.

1993 FRAY MAMERTO DE JESÚS LEIVA 285. Sacerdote. Nació el 21 de marzo de 1905, en la localidad de Pomancillo, Departamento de Piedra Blanca, San José de Fray Mamerto Esquiú, provincia de Catamarca. Falleció en la Clínica Mariano Moreno de la

284 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VIII, n.º 52 (agosto/setiembre de 1976), p. 4.285 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXIV, n.º 153, (junio/agosto 1993), pp. 5-6.

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ciudad homónima, el 12 de agosto de 1993, a los 88 años de edad, 69 de profesión y 62 de sacerdote. R.I.P.

Sus padres Pedro y Rosalía Miranda impusieron al hijo el nombre de Saturnino el día que fue bautizado, posiblemente en la Capilla del Se-ñor de los Milagros de la Tercena, que era la antigua sede parroquial. Siendo aún niño ingresó al Postulantado menor de nuestro convento de Catamarca donde concluyó los estudios de la enseñanza primaria como alumno del Colegio Padre Ramón de la Quintana. En cuanto a sus estudios secundarios los efectuó en el Postulantado mayor de nuestro convento de la ciudad de Córdoba. Vistió el hábito francisca-no el 25 de enero de 1923 en el convento del noviciado de Catamarca, cambiando su nombre de pila por el de Mamerto de Jesús, segura-mente en honor de su ilustre coterráneo el Padre Esquiú y devoción a su venerable maestro el Padre Fr. Antonio de Jesús Lobo. Concluido el año del Noviciado, el 26 de enero de 1924 hizo su Profesión tem-poral. Cursó la Filosofía en el convento de Córdoba. El 27 de enero de 1927 emitió sus votos Solemnes. Ese año pasa a nuestro convento de Buenos Aires donde cursa la Teología. El 19 de diciembre de 1931 fue ordena-do sacerdote. Pocos días después celebró su primera Misa solemne en nuestro templo de la ciudad de Catamarca. Se estilaba entonces en la Provincia una experiencia pastoral, equiva-lente a un quinto año de Teología y era llevada a cabo en el convento de Aarón Castellanos. Este fue el primer destino que tuvo el P. Leiva y compañeros de curso, dedicados también a la docencia en nuestro colegio de San Francisco.

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Con el correr de los años el P. Leiva, desempeñó diversos oficios en la mayoría de nuestras casas, dinámico, entusiasta, de conversación amena y trato cordial, desarrolló una intensa vida pastoral, sea en la atención espiritual de las conciencias, en la predicación y, de un modo especial, como asesor de la Juventud Antoniana, agrupación juvenil de entonces, particularmente en los conventos de Catamarca y La Rioja, y en la que los jóvenes eran formados cristiana, cultural y deportiva-mente. Fue, además, Guardián del convento de Santiago del Estero, superior del de La Rioja y capellán castrense por algunos años. Siendo morador del convento de Mendoza ejerció la docencia en nues-tro colegio San Buenaventura. Allí también se destacó por la organiza-ción y realización de las solemnes celebraciones de las Bodas de Oro de la Coronación de la imagen histórica de Ntra. Sra. del Carmen de Cuyo.Al P. Leiva se debe la obra del Vía Crucis erigido en la serranía ale-daña a la población de Collagasta, vecina a la de su terruño Piedra-blanqueño. En la década de los 50, cuando el entonces Ministro provincial, Fr. León B. Martinengo, logró hacer la remodelación y ampliación de las Casas de formación de la Provincia (excepto la de San Antonio de Pa-dua), el P. Leiva fue nombrado el primer rector y maestro de disciplina del nuevo Postulantado menor del convento de Tucumán, oficio que desempeñó por algunos años. Como miembro de la fraternidad del convento de Buenos Aires, fue capellán de la colectividad Húngara y Director de Peregrinaciones franciscanas. Una de ellas fue de carácter internacional; las restantes las llevó a cabo en distintos santuarios nacionales y por motivo de par-ticulares eventos religiosos. Prestó servicios pastorales en la atención de la parroquia de Campo Gallo, diócesis de Añatuya, en la provincia de Santiago del Estero. Allí mismo, con las anuencias respectivas, de la diócesis y de la Provincia, se desempeñó como Intendente munici-pal por el tiempo que fue párroco. Caso único entre nosotros, por lo menos en lo que va del siglo. En 1982 fue trasladado a la fraternidad de Paso del Rey. Con su veteranía- vice decano de la Provincia- con-vivió y compartió su longeva vida religiosa y sacerdotal, lo que sería la última etapa de su vida con tantos jóvenes franciscanos que lo co-

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nocieron con sus virtudes y sus defectos, anécdotas y cuentos, dichos y sentencias...todo un fraile menor. Mientras sus fuerzas físicas se lo permitieron pasaba horas escribiendo a máquina, leyendo y atendien-do confesiones...y hasta fundó un cuadrito de fútbol infantil, cosa que había hecho en muchas partes cuando era joven.

Fr. Ernesto Angel Urenda

~ AGOSTO 13 ~

Rogamos hoy por los hermanos que en este día fallecieron: 1761 FRAY BERNARDO ANDRADE: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1762 FRANCISCO SOLANO DELGADO: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1774 FRAY JOSÉ DEL ROSARIO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1814 FRAY FLORENCIO MARTÍNEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1821 FRAY JOSÉ PLANES: Sacerdote. Falleció en el convento de Cór-doba.

~ AGOSTO 14 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los Hermanos que en este día fallecieron:

1690 FRAY JOSÉ NOTARIO: Sacerdote. Falleció en el convento de Cór-doba.

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1793 FRAY ANASTASIO DE LA PIEDAD: Hermano laico. Médico. Fa-lleció en el convento de Córdoba.

1832 FRAY MARCOS FERNÁNDEZ: Hermano laico. Este hermano en calidad de maestro albañil trabajó una buena parte del convento y de la escuela vieja de Catamarca, ocupada hoy por el “Asilo Pan de los Pobres de San Antonio” para ancianas, y el actual refectorio.

1885 FRAY JOSÉ BELILLA: Sacerdote. Guardián del convento de Cór-doba en el que falleció.

�� FRAY ATANASIO MONTERO 286: memoria del fallecimiento. Natural de Fuenlabrada, Madrid. Llegó al Colegio Apostólico San Carlos siendo estudiante. En 1840 fue a ordenarse a Bue-nos Aires. Luego fue Vicario Conventual en la época de mayor escasez de personal. Falleció en fecha no determinada.

~ AGOSTO 15 ~

En la Provincia recordamos hoy ante el Señor a los hermanos: 1741 FRAY JOSÉ FRANCO: Sacerdote. Falleció en el convento de Bue-nos Aires.

1752 FRAY FRANCISCO BARRIENTOS: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1774 FRAY DOMINGO BARBOSA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1788 FRAY JOSÉ GIL: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en el conven-to de Córdoba.

286 Véase P. T. Pinillos, Historia del Convento San Carlos, p. 71.

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1829 FRAY ELOY LEIBÓN: Hermano laico. Falleció en el convento de Catamarca.

1859 FRAY BERNARDINO DÍAZ: Sacerdote. Guardián del convento de Corrientes en el que Falleció.

1947 FRAY JUAN CAPISTRANO GARZÓN: Sacerdote. Natural de la ciudad y arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el convento de Córdo-ba, a los 72 años de edad, 55 de profesión religiosa y 50 de sacerdote. Se distinguió por su vida virtuosa, instruido y gran espíritu misionero. Propagador incansable en la promoción del culto de la Sma. Virgen en el misterio de su Inmaculada Concepción. A su vida austera y ab-negada se unió su claro talento destacándose como profesor de cien-cias naturales en el convento de Córdoba. Su confesionario solía verse asediado materialmente por personas que a él recurrían en busca de concejo e ilustración. Ocupó la Secretaria de provincia; la Guardianía de los conventos de Córdoba, Catamarca y Santiago del Estero, y con prolongadas suplencias. Se desempeñó como cura párroco en varios curatos de la arquidiócesis.

1950 FRAY GABRIEL CUELLO: Sacerdote. Nacido en Morón, diócesis de Morón, provincia de Buenos Aires. Falleció en este último, a los 69 años de edad, 41 de profesión religiosa y 34 de sacerdote. Religioso y sacerdote celoso de la salvación de las almas; se destacó en la enseñanza del catecismo de los niños, llegando a ser famosas las misas de Primera Comunión en las que colmaba de pequeños nuestra gran Basílica de Buenos Aires. En la solícita atención espiritual a los enfermos y moribundos y las plegarias por los difuntos. Fue Guardián en Mendoza y La Plata.

2015 FRAY HÉCTOR JORGE MARTÍNEZ: “Su muerte – Su Pascua”. Cuando alboreaba el bello día de la Patrona de nuestra Provincia -15 de agosto- y estábamos todos los hermanos expectantes por la profesión solemne de Fray Lucas Balvidares en Ca-tamarca, nos sorprendíamos con la noticia de la muerte de Fr. Jorge

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Martínez, ocurrida en Tucumán, a la provecta edad de 80 años. Ambas gracias –la profesión de Fray Lucas y la muerte de Fray Jorge- llegaban a nuestra Provincia de las manos de María, Nuestra Señora de la Asun-ción. Así se manifestaba la ternura de la Madre. El Señor se llevaba un hermano, pero nos daba otro para siempre. Al verme en la necesidad fraterna de escribir sobre nuestro hermano Jorge Martínez; a fuerza de ser sincero no puedo menos de recordar el siguiente diálogo:

“Tenemos en nuestra Provincia un hermano que quiere ir al África¡Oh qué bueno! Díganle que venga a Mozambique

Aunque no sabe portugués; le aclaro¡No importa! Que nos hable en español, que nosotros le entenderemos igual”.Tal fue el diálogo que mantuvieron en Roma, a mediados de 1998 Fray Jorge y Fray Hilario da Cruz Massinga; ambos miembros de la comi-sión de cultura de la Orden; Fray Hilario por África, y Fray Jorge por América Latina. Al que escribe estas líneas cábele reconocer que por ese diálogo providencial se le hizo más expedito el camino para las mi-siones de África. Además, recuerda bien ese diálogo porque lo supo, en la misma versión, por los dos protagonistas. El hermano Jorge, hijo de Marcos y de María del Carmen de Martínez había nacido el 27 de di-ciembre de 1934, en Lanús, Provincia de Buenos Aires. Frecuentando la parroquia de la Santa Faz, de los franciscanos vascos, se ve cautivado por el espíritu de San Francisco y, a los 20 años ingresa a nuestro Pos-tulantado de adultos en San Antonio de Padua (recientemente creado). Al año siguiente -1955- con otros 24 hermanos cumple su noviciado en Catamarca (parece que ese fue el noviciado más numeroso que hubo

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en nuestra Provincia en los últimos 60 años). Después emite allí mismo su primera profesión el 30 de enero de 1956. Cursa los dos años de Filosofía en San Antonio de Padua y los cuatro de Teología en Petró-polis, Brasil; donde profesará Solemnemente el 30 de enero de 1959; y sería ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1960. Perfecciona sus estudios superiores en Roma; obteniendo el Doctorado en Derecho Ca-nónico. Su tesis doctoral fue plasmada en el libro intitulado: “El Con-sentimiento Matrimonial”. Vuelto a la Argentina comienza a ejercer la docencia en San Antonio de Padua, siendo profesor de Teología Moral, Derecho Canónico e Historia de la Iglesia; y también Prefecto de Estu-dios y Maestro de postulantes de adultos. Al cabo de unos años, es designado morador del convento de Córdo-ba. Allí realiza un fecundo apostolado con los jóvenes; organizando el grupo juvenil San Francisco, que daría origen al movimiento JuFra, a fines de la década de los 60. Para promoción de los jóvenes fundó con ellos –sobre todo al principio– y para ellos la revista “Nuestro Tiempo” que perduró por más de 40 años, hasta el día de hoy. De esa fraterni-dad de JuFra de Córdoba, surgió la vocación de Fray Tito Andrada y también un buen número de matrimonios, que formaron sus familias y que aún hoy guardan vivo el recuerdo del invalorable aporte para sus vidas que significó pertenecer a esa fraternidad. Fundó el “Instituto de Catequesis Dinámica”, con la anuencia del Arzobispado de Córdo-ba. Obtuvo la Licenciatura en Psicología en la Universidad Nacional de Córdoba. Se desempeñó como docente de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) y del Seminario Arquidiocesano. Luego pasaría a Mendoza; donde por más de 20 años tendría diferentes oficios: ecóno-mo de la casa, animador local de la pastoral vocacional. Acompañó a varios jóvenes en el discernimiento vocacional y dos de ellos ingresa-ron a la Custodia de Tierra Santa; son los hermanos sacerdotes Carlos Molina y Marcelo Cichinelli. También aquí fundó la JuFra, en el año 1978, donde se formaron muchos matrimonios y una buena parte de ellos son hoy miembros de la OFS de Mendoza. Fue también presiden-te de la Junta Arquidiocesana de Religiosos. Y durante su estadía en Mendoza fue Definidor Provincial durante un período. Por muchos años vice postulador de la causa de beatificación de Fray Mamerto

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Esquiú. Al hacerse cargo de la causa, la encaminó a nivel jurídico dio-cesano y en la Congregación de la Causa de los Santos, en el Vaticano, hasta obtener para el Siervo de Dios, que sea declarado Venerable. Es autor de una vida de Esquiú titulada: “Esquiú, una experiencia de santi-dad”. La obediencia lo destinaría después sucesivamente a las casas de Catamarca, Santa Fe y Tucumán. Fue en especialmente en Catamarca y Santa Fe donde, con un ritmo más sosegado de vida, pudo dedicarse a escribir varios de sus libros, el ya mencionado más arriba y otros sobre espiritualidad cristiana y franciscana, tales como: “Aprendiendo a vivir, reflexiones sobre las virtudes” (1998); “Renacer a la vida, reflexiones sobre el Bautismo” (2004); y “En el sentir de Francisco - Oración, Ecología y Alegría de vivir” (2014). En Santa Fe, Mons. Arancedo le confió el oficio de defensor del Vínculo a nivel arquidiocesano, cargo que desempeñó hasta su traslado a Tucumán. Al llegar a su último destino, víctima de un cáncer que se extendió a los huesos de la columna, lo sorprende la hermana muerte. El desenlace fue tan breve como doloroso, en poco tiempo pasó de los síntomas a la internación, de los remedios a los calmantes. Pero el Señor le dio tiempo a prepararse escribiendo su úl-tima voluntad, pidiendo y recibiendo los sacramentos de la Unción, y especialmente el de la Eucaristía, que recibía con notable satisfacción. Sus restos fueron trasladados, a pedido de su familia, de Tucumán a Buenos Aires y fueron velados en la Capilla del Santísimo de la Basíli-ca San Francisco, y descansan en paz en el Panteón de la Fraternidad en Chacarita, que está erigido bajo la denominación de San Benito de Palermo.

Fray Eduardo J. Zatti - Fray Emilio Andrada

~ AGOSTO 16 ~

Nuestras preces al Señor por los hermanos que en este día fallecieron: 1711 FRAY SIMÓN ARIAS: Hermano estudiante. Falleció en el conven-to de Córdoba.

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1736 FRAY JOSÉ ESCOBAR DE CAMPUSANO: Sacerdote. Ex Defini-dor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1778 FRAY MAURICIO LEDESMA: Sacerdote. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires.

1808 FRAY SALVADOR OLIVERA: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

1889 FRAY PÍO BOCCASSI: Fue Lector de Sagrada Teología. Falleció en el colegio San Diego de Salta.

~ AGOSTO 17 ~

Nuestro piadoso memento sea hoy para los hermanos:1718 FRAY FRANCISCO BENÍTEZ: Sacerdote español. “Ex Ministro provincial y padre de Provincia, en el período (1711-1714), fue elegido en el convento de Santiago del Estero” 287. Falleció en el convento de Córdoba.

1733 FRAY ANTONIO BERNETA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1755 FRAY PEDRO ORDOÑEZ: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1771 FRAY NICOLÁS ARIZA: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.


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1783 FRAY JUAN DE LA TORRE: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en la localidad de Rio Tercero, provincia de Córdoba.

1815 FRAY ROMUALDO LLANES: Sacerdote. Predicador apostólico. Falleció en la jurisdicción de Córdoba.

1941 FRAY BENVENUTO BOCCACCINI: Sacerdote. En 1928 fue de-signado primer párroco de Quitilipi. Trigésimo Guardián del Convento San Carlos. De origen italiano, en su fecunda vida apostólica misionó en Bolivia y fue Guardián de Salta y Corrientes, Consejero, párroco de Resistencia y Sáenz Peña. La última etapa de su vida transcurrió entre los leprosos de la Isla del Cerrito, donde resignadamente entregó su alma al Señor.

1953 FRAY BENITO VERA: Hermano laico. Natural de Paclín, diócesis y provincia de Catamarca. Sencillo, piadoso y servicial, cumplió con la mejor buena voluntad todos los oficios que le encomendó la obedien-cia. Falleció en el convento de Tucumán, a los 66 años de edad y 45 de profesión religiosa. Sus restos fueron traídos a la ciudad de Catamarca y sepultados en el cementerio local.

�� FRAY ANDRÉS LLANO: Noticia de su fallecimiento.

1997 FRAY DELMIRO LUIS FONTANA 288.

288 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXVIII, n.º 164 (agosto/noviembre 1997), pp. 16-18.

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Sacerdote. Nació en Malabrigo, Reconquista, el 19 de mayo de 1923. Falleció en Ciudad Evita, Buenos Aires, el 17 de agosto de 1997 a las 01:20 horas, en la Clínica Indarte de San Justo, donde había sido inter-nado en terapia intensiva, tras una larga y probada enfermedad, a los 74 años, 37 de profesión religiosa y 32 de sacerdote. El día 18 por la mañana tuvo lugar el sepelio. Desde temprano los fie-les de la Parroquia se convocaron para rezar salmos y cantos, verda-deramente inspirados, ya pidiendo por el eterno descanso de Fr. Del-miro, ya dando gracias por los dones que el Señor les había dado por medio de su fiel servidor. A las 9 horas se celebró una misa presidida por Fr. Enid Gutiérrez Olmos, en la que abundaron las emocionadas expresiones de los presentes. A las 10:30 hs su féretro fue sellado y se inició la caravana que acompañaría sus restos al Cementerio de “Santa Mónica”, en la localidad de Libertad, Partido de Merlo. La sepultura se hizo en el espacio cedido por la Municipalidad de Merlo al Conven-to de San Antonio de Padua, donde ya se encuentran enterrados los restos de hermanos fallecidos, tales como Fr. Luis Giménez, Fr. Jesús Rodriguez, Fr. Mamerto Leiva y otros. Un aplauso fue el último gesto espontáneo de los presentes, y una muestra de que, más allá del dolor por la ausencia física del querido Hno. Delmiro, seguía presente su espíritu en la omnipresencia del Señor.Pero, ¿quién era este hermano nuestro que en sus años plenos parecía un fuerte roble que no se podía doblegar fácilmente y que sin embargo se doblegó a la voz del Señor que le invitaba a trabajar en su viña?Él había dejado su finca de Romang (Santa Fe), de donde era oriundo; dejó su madre, doña Rosa Iglesias de Fontana a quien Fr. Carlos de la Fuente había nombrado Celadora de la O.V.F. (Obra de las Voca-ciones Franciscanas), y su padre, Juan Fontana, ya había fallecido. Y dejó también a sus hermanos, para instalarse en los predios del Señor. Así es que, a comienzos de 1956 ingresó al Postulantado de Adultos, de San Antonio de Padua (Buenos Aires), inaugurado hacía muy poco tiempo. Se enfrentaría a un verdadero desafío porque debía retomar los estudios, que hacía más de 20 años había dejado en el último pel-daño del ciclo primario. Pero su confianza en el Sagrado Corazón de Jesús, de quien era muy devoto, le animaba a proseguir en su empeño.

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Y así fue aprobando los tres años de un secundario acelerado. Vistió el hábito el 16 de enero de 1959, en el Noviciado de Catamarca; teniendo por maestro a Fr. José A. Dutto. Emitió la profesión Temporal el 17 de enero de 1960; y los votos Solemnes el 10 de marzo de 1963. Los años de Filosofía -en riguroso Latín- y de Teología -parte en latín y parte en castellano- los fue pasando con laborioso empeño. Pero, a pesar del esmero en el estudio no llegaba, al parecer de algunos formadores, con lo necesario para aspirar a los ministerios sagrados; hasta que uno de ellos le dijo un día que sí siguiera la vocación religiosa, pero dejara la sacerdotal, a lo que el Hno. Fontana le contestó sin titubeo: “padre, la voluntad de Dios es que yo sea sacerdote”. Tal era su convicción más profunda. Entonces, siguió pasando los años de estudio casi nor-malmente. Al promediar el 4.º año de Teología, recibe la ordenación sacerdotal de manos de Mons. Francisco de la Cruz Muguerza, pri-mer Obispo de San Ramón de la Nueva Orán (Salta), quien siendo sa-cerdote, había sido su maestro en el Postulantado durante tres años; fue el 8 de septiembre de 1965 en San Antonio de Padua. Tenía en esa oportunidad 43 años. Después iría a celebrar su primera misa en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de su pueblo natal. La misma fue concelebrada por el párroco, Pbro. Iacucci y Fr. Carlos de la Fuente, quien tuvo a su cargo la homilía. Fr. Carlos había sido su maestro en el Estudiantado por varios años.Quienes hemos tenido la bendición de vivir la compañía del Hno. Fon-tana, compartiendo no solo la mesa, los estudios y los trabajos pas-torales, sino también la oración y los susurros del Espíritu, podemos hablar –respetando su humildad– de los dones que el Señor le conce-diera: entre muchas otras virtudes, el espíritu de oración y el celo por la salvación de las almas.

Hombre de oración: He podido recoger casi furtivamente de sus la-bios, con límpida sencillez, que siendo laico era de rezar con frecuencia el santo rosario, el viacrucis y otras devociones. A veces entre pala y pico dábase tiempo para abrir su devocionario preferido: “Áncora de Salvación” y entregarse a la oración. Dicho devocionario, aún después de años de vida religiosa, ya muy gastado por su uso, los continuaba

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utilizando. Ya en la vida religiosa, en la oración comunitaria fue infal-table. Cuando por razones de fuerza mayor no podía asistir, se lo veía rezar solo. En varias de esas ocasiones que lo vi rezando solo la Litur-gia de las Horas, el rosario o el viacrucis y quise rezar con él, cuando él ya había comenzado, no dudaba un instante en empezar de nuevo estuviera en la parte que sea. No tenía miedo de “rezar de más”; más bien le gustaba disfrutar la alegría de rezar todo con el hermano. Ade-más, el Hno. Fontana era de esos religiosos que si, por circunstancias especiales, no había podido rezar la Liturgia de las Horas ni en comu-nidad, ni solo, a la hora correspondiente, aunque sea a la noche, antes de entregarse al descanso, rezaba del Oficio de Lecturas a Completas. “No, yo el Oficio no lo dejo”, decía. La Excepción la aceptaba para los demás, no para sí. Celo por la salvación de las almas: Fue otra virtud destacada en él, como requiere el canon 521,2 del Código de Derecho Canónico, para los párrocos. Por eso, los superiores siempre lo destinaron a la cura de almas, ya sea como Vicario parroquial de San Antonio de Padua, en Padua; ya sea como párroco de San Francisco Solano, en Santiago del Estero y de San Antonio de Padua de Ciudad Evita, Buenos Aires, desde su creación el 15 de junio de 1974 hasta el Capítulo Provincial de 1992; en el que fue designado Vicario parroquial de la misma, oficio que desempeñó hasta su muerte. En ese ininterrumpido período de pastor de almas, habrán sido muchas las horas de predicación, tal vez exenta de oratoria, pero con la palabra sencilla y llana que llegaba a los corazones. Las “sentadas” en el confesionario. La catequesis periódica de iniciación a los Sacramentos; de grupos grandes o pequeños, o tal vez de uno solo. Interminables horas despacho parroquial; en el que más que mesa de expedientes, era mesa de la Palabra de Dios y tribuna de doctrina. Cuantos novios que acudían a su despacho, o personas que iban solo por un certificado; no se retiraban del despacho sin antes haber escuchado del Hno. Fontana el consejo de recibir fructuosamen-te los sacramentos, sobre todo de la Confesión y Comunión. Especial predilección tenía para con los más alejados. Y como experto baquiano los conducía por la dulce y espinosa cuesta de la virtud. A quien se

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le acercaba, le decía a lo gaucho: “Y, amigazo, ¿no te vas a confesar? ¡Largá el rollo nomás!”. Qué bien tenía siempre en su mente y en su corazón aquel principio teológico de la misión: “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (l Tim 2,4). La actividad parroquial colmó toda su vida religiosa y sacerdotal. Y esta diligencia parroquial le habrá proporcionado grandes alegrías. Seguramente Fr. Fontana habrá podido decir como San Pablo: “Yo tuve una gran alegría en el Señor cuando vi florecer los sentimientos de ustedes” (Fil 4,10), refiriéndose a sus parroquianos; y también: ustedes son mi gozo y mi corona” (Fil 4,1). Pero, también le trajo muchos sin-sabores y momentos difíciles: privaciones, soledad, fue asaltado tam-bién varias veces, para robarle dinero, otros enseres y hasta el vehículo. Pero Fr. Fontana seguía impertérrito en su puesto de avanzada evan-gelizadora. Y diría con San Pablo: “Yo todo lo puedo en Aquel que me conforta” (Fil 4,13). Nos refiere Fr. Ernesto Urenda: “El P. Fontana no tenía horario para atender las necesidades espirituales de sus feligreses. Ese celo tesonero por las almas le privó muchísimas veces el servirse un plato de comida caliente unas horas de merecido descanso. Sus últimos años de vida prácticamente postrado a causa de una artrosis generali-zada no le impidió seguir atendiendo almas necesitadas 289”. Finalmente, el Señor probó su virtud en el crisol de la enfermedad, que lo aquejó en sus últimos siete años. Y así, este hombre que por su robustez y buen carácter parecía que regalaba salud, fue adquirien-do diversos males físicos como artritis, artrosis, reumatismo, mal de Parkinson, mal de Alzaymer, que progresivamente lo fueron llevando hasta una postración casi total. Por último, una angina roja y edema pulmonar lo condujeron hasta el encuentro con la hermana muerte. Pero aún allende su misma muerte Fr. Fontana seguía predicando. Efectivamente, cuando se celebró su misa de cuerpo presente, en su última sede parroquial, no solamente los sacerdotes concelebrantes sino también muchos de sus fieles parroquianos - micrófono en mano- fueron dando múltiples testimonios de las maravillas que Dios había obrado en ellos a través de este hermano.

289 Apéndice. Fr. Ernesto A. Urenda, Necrología de la Provincia 1988-1998, p. 6.

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Cómo habría recordado en sus últimos momentos lúcidos, en lo más profundo de su corazón, aquellas palabras del Apóstol: “...he peleado hasta el fin el buen combate, concluí mi carrera, conservé la fe [...] “(2 Tim 2,7).Fr. Fontana, reposa en la paz del Señor. Abrigo la esperanza de que tu vacío sea cubierto por nuevas y numerosas vocaciones para nuestra Provincia de la Asunción.


TRASLADO DE LOS RESTOS DEL P. FONTANA. Ciudad Evita (Buenos Aires): el 17 de agosto de 2015, a las 11 horas en la Iglesia Inmaculada Concepción, de la Parroquia San Antonio de Pa-dua, en Ciudad Evita, se celebró la Santa Misa por el alma de Fray Delmiro Luis Fontana, primer párroco de San Antonio, quien estuvo al frente de la Parroquia durante 25 años. Presidió la Eucaristía el párroco Fray Juan Carlos Quiñones, concelebraron Fray Alejandro Díaz y Fray Pablo Reartes. Sus restos fueron exhumados del Cementerio Santa Mónica, en la lo-calidad de Libertad (Merlo), tramite realizado por Fray Juan Carlos Quiñones. Luego de la Misa se hizo una procesión por el predio de la Capilla Inmaculada, llevando sus restos. Se rezó un responso y se bendijo el nuevo nicho. Se recuerda que el P. Fontana, falleció el 17 de agosto de 1997 en la Clí-nica Indarte de San Justo. Se cumple así, el deseo de varias familias que habían pedido esto, y rezar por el alma de fray Delmiro tan querido por los fieles. Q.E.P.D. . ¡PAZ Y BIEN! Fray Pablo Reartes Vicario parroquial, Ciudad Evita

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~ AGOSTO 18 ~

Rogamos por los hermanos que en este día fallecieron: 1729 FRAY FRANCISCO ALCÁNTARA: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1749 FRAY MARCOS MÉNDEZ: Sacerdote. Lector. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1788 FRAY MARTÍN ROMERO: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Salta.

1797 FRAY JOAQUÍN MELO: Sacerdote. Falleció en el convento de Pa-raguay.

1800 FRAY ANTONIO URBÓN: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1845 FRAY ANDRÉS RODRÍGUEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1965 FRAY GREGORIO HUARTE AMI 290: Nacido en Lizasoaín (Nava-rra) el 24 de diciembre de 1888 y falleció el 18 de agosto de 1965. La vida del Hno. Gregorio Huarte puede decirse que se gastó al servi-do de la Provincia y de los Santos Lugares. Un Hermano que con gusto merece ser destacado por su bonhomía y por su garra de navarro a lo “franciscano”; y sobre todo por el buen olor de Cristo que fue despi-diendo a lo largo de su existencia. Fue, además, uno de los puntales de la fundación de la Custodia Cántabra del Paraguay. Nacido en Lizasoaín (Navarra) el 24 de diciembre de 1888. Profesó a los 33 años en Zarauz, haciendo sus primeras armas de Hermano Francis-cano en el convento de Olite. Con el vigor de sus años jóvenes y de una salud a toda prueba, fue el brazo y el sostén de su convento, sobre todo


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durante la Guerra civil española, por su consagración y entrega a la cuestación que le constituyó en algo así como la providencia humana de su Comunidad, en tiempos tan difíciles. Sobresalió por sus habili-dades manuales; sobre todo de la carpintería. Contaba a este respecto, que su padre, les decía: “medid muchas veces y cortad una sola vez”. Un consejo práctico, pero quizá no tan aprovechado en ocasiones. Aún le recordamos en Olite y admiramos su ejemplaridad, cuando iba de puerta en puerta pidiendo limosna a imitación del humilde Fran-cisco, soportando los rigores de las estaciones, recibiendo, agradecido, ‘la limosna que generosamente le extendían las familias que visitaba, al igual que los denuestos y burlas con que a veces era acogido. Y así le tocó seguir a través de gran parte de su vida con esta misión de limos-nero, que le convertiría casi en profesional. Teniendo presente, seguramente, este cuasi carisma de Fr. Gregorio, obtuvo el primer Comisario cántabro de Tierra Santa en el Paraguay, el nombramiento y la Obediencia del Ministro Gral. para acompañarle como Colector y colaborador al P. Ibárreta, llegando ambos al campo de las nuevas operaciones el 24 de diciembre de 1937. Su paso por el Paraguay fue corto pero fecundo para los intereses de los Santos Lugares. Constituido en el brazo derecho de su Comisario y Superior, recorría calles de la ciudad y pueblos del interior como Colector itinerante, dando en este oficio todo lo mejor de sí. Pero no sabemos si por el mucho celo puesto en estas cuestaciones o por el éxito con que se veían coronadas, le movieron al Obispo de Villarrica a prohibirle e inhabilitarle pedir en su Diócesis toda clase de limos-nas. Unos meses más tarde, el Sr. Arzobispo de Asunción en una car-ta dirigida al Superior de la Casa, le pide “haga lo posible por alejar totalmente del oficio de colector al Hermano Gregorio Huarte”. Peti-ción que tuvo que ser cumplimentada, trasladándose a Buenos Aires el 30 de septiembre de 1939. De esta manera se consumó el término de su misión en el Paraguay. Sin embargo, antes de esa fecha, en abril del mismo año, aún pudo acompañarle al P. Elías Zulaica en la inau-guración de la Parroquia y Residencia de Guarambaré hasta ponerla en marcha, no sin que dejara de soportar las estrecheces naturales de toda fundación.

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Ya fuera de la Custodia Cántabra, siguió el bueno de Fr. Gregorio con su oficio de Colector de Tierra Santa en Buenos Aires, y más tarde en el convento de Córdoba (Argentina). Realmente la Tierra de Jesús fue el objeto de su vida y de sus desvelos, como también de largas y pe-nosas correrías por los pueblos y serranías de la Provincia Argentina de Córdoba. Su ejemplo de sencillez y nobleza de alma, le granjearon aquí el afecto de los Obispos y Curas Párrocos, que no lo consiguió en el Paraguay, al par que de los bienhechores de Tierra Santa. El objeto de hacer un alto en sus funciones de “caballero andante de los Santos Lugares”, optó por regresar de nuevo al Paraguay, pero esta vez en plan de descanso, que en justicia se había ganado. Llegó, así, un 25 de octubre de 1952, para sumarse a la vida de comunidad, sin salidas ni cues-taciones, sino gustando de la paz conventual y entregado a las pequeñas labores domésticas dentro del marco reforzado de las prácticas de piedad que siempre afloraban en su espíritu rezador. Tres años duró su segunda estadía en el Paraguay, hasta que consiguió de nuevo trasladarse al con-vento de Sion de Buenos Aires, para prestar en esta Comisaría de Tierra Santa servidos más llevaderos, y donde su estampa se haría más familiar y edificante en los últimos años. En mayo de 1965 solicitó y obtuvo per-miso para retirarse a su querido convento de Olite, donde iniciara la vida religiosa, “porque quería morir rodeado de los frailes de aquella Comuni-dad”. Llegado al convento que lo cobijó, y por quien tanto trabajó, entrega-ba a los pocos meses su alma al Creador con apacible serenidad y confian-za. “Moriré contento en cualquier momento, se le oyó decir alguna vez, porque he servido al, Señor con lealtad y amor; si bien he faltado muchas veces, también he trabajado mucho y confío en el Señor. Esto ocurría el 18 de agosto de 1965. Bien se ha hecho acreedor al recuerdo y a las oraciones también de la Custodia del Paraguay, nuestro benemérito Fr. Gregario.

~ AGOSTO 19 ~

En la Provincia recordamos hoy ante el Señor a los hermanos: 1742 FRAY JUAN JOSÉ GILES: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

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1767 FRAY MIGUEL DE LA PEÑA: Sacerdote. Falleció en Chuquisaca.

1774 FRAY JUAN NAVARRO: Hermano laico. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1791 FRAY VICENTE AMAYA 291: Hermano laico. Falleció en Villarrica, Paraguay.

1806 FRAY JOSÉ PEREYRA: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1826 FRAY FRANCISCO PERALTA: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1946 FRAY JOSÉ MARÍA NOGAL:

Sacerdote. Natural de la ciudad y arquidiócesis de Córdoba. La “Her-mana muerte” sorprendió al Padre Nogal cuando contaba 55 años de edad, 37 de profesión religiosa y 28 de sacerdote. Sus restos mortales fueron trasladados al que fuera su amado hogar-escuela “Padre Lique-no” de Pampa de Achala y descansan junto a la Capilla. Dotado del don de atracción, lleno de una sencillez franciscana y un decir y un obrar lleno del espíritu que animaba todas sus acciones.


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Observante y de una vida disciplinar digna de ejemplo. El Padre Nogal fue compañero de las giras misioneras que el Padre Liqueno realizaba en la región de las Sierras Grandes de Córdoba, de quien heredó de su espíritu e incansable labor. En “La Ventana”, región inhóspita y des-nuda de todo abrigo, donde las escuelas del Estado habían fracasado, plantó en ese lugar una escuela-hogar, en un amplio edificio, con luz eléctrica, agua caliente y demás comodidades que la fría región hace indispensable; particularmente contó con la valiosa ayuda de un gru-po de Hermanas Franciscanas Educacionistas. En esa titánica obra del Padre Nogal puso todo su espíritu y girones de su vida, fue el lugar donde luchó sin descanso a fin de que los niños de la región recibieran alimento, educación y formación cristiana. Fue Guardián del convento de Córdoba y Definidor provincial por dos periodos consecutivos. El Padre Nogal solía repetir: “Dios nos ha dado la vida para el trabajo y la tumba para el descanso” 292. Así fue, no tuvo un día de cama. Su prema-tura muerte, en forma repentina, en el convento de la ciudad de Córdo-ba, fue muy sentida por la gente de la ciudad y muy particularmente por la de las Sierras Grandes. El Senado provincial, al tener noticia del fallecimiento del Padre Nogal, en la primera sesión dio entrada a un proyecto de ley, presentado por el Dr. Raúl Fernández, pidiendo que sea designada con el nombre Fray José María Nogal una de las escue-las de la Provincia, como testimonio de reconocida gratitud a un hijo benemérito de la Patria. Sus restos fueron sepultados junto a la capilla de la Pampa de Achala.

1956 FRAY BENITO CORSI: Sacerdote. Natura de Segni, Italia, diócesis de Segni. El Padre Benito Corsi, que fue huésped permanente de la Provincia, falleció en la ciudad de Santiago del Estero, a la provecta edad 87 años, 70 de vida religiosa y 65 de sacerdote. Su fallecimiento constituyó un duelo provincial como lo atestiguaron publicaciones pe-riodísticas. El Presidente de la Nación, Gral. Eugenio Aramburu, envió


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a la comunidad Franciscana de Santiago del Estero una nota de pésa-me y por su parte, el Gobierno provincial dictó un decreto de honores en adhesión al duelo. Religioso de relevantes cualidades morales e intelectuales desempeñó altos cargos en la Orden. Su dinamismo y espíritu de iniciativa lo im-pulsaron a fundar numerosas escuelas y centros de caridad y enseñan-za, expresión de una vida entregada a Dios, a los niños y a los pobres. Entre las obras que llevó a cabo se cuentan: En 1917 en Santiago del Estero, la Escuela Taller de la Banda; la del Apostolado de la Oración y el Asilo Taller “San Vicente de Paul”. En 1919, en Clodomira, la fun-dación de la Escuela “Santa Rosa”. En 1921, en Fernández, la Escuela “San Francisco de Asís”; y la Escuela “San Roque” en estación Taboa-da, en 1923. Misionero infatigable fundó en 1903, en la ciudad de Jujuy, el Asilo para ancianas “Pan de los Pobres de San Antonio”, el gimnasio del mismo nombre y el colegio del convento San Francisco. Los restos mortales del Padre Benito Corsi descansan en nuestra Iglesia de San-tiago del Estero en la nave lateral derecha, cerca del altar del Santísimo.

~ AGOSTO 20 ~

Roguemos por los hermanos que en este día fallecieron: 1752 FRAY FRANCISCO MENA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1745 FRAY JOSÉ SUÁREZ DE CABRERA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Catamarca.

1763 FRAY JUAN SAAVEDRA: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1780 FRAY BERNARDO POLANCO: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Santa Fe.

1806 FRAY DAMIÁN PÉREZ: Falleció a los 50 años en Madrid.

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Tercer Guardián del Convento San Carlos. Siendo Guardián y primer Comisario de Misioneros, se había dirigido para colectar religiosos, pero estando estos en el Puerto de Santa María, llegó una Orden Real que devolvió a los frailes a sus respectivos conventos. Fue uno de los Trece Fundadores del Convento San Carlos.

1812 FRAY ANTONIO CABAL: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Salta.

1900 FRAY FRANCISCO PALACIOS: Sacerdote. Nació en Corrientes. Fue hijo de la Provincia de la Asunción, hasta que en 1889 se incorporó a la Merced. Fue Lector Jubilado y erudito Predicador. Falleció a los 69 años.[“De El Pueblo”. A la edad de 69 años falleció el 20 de agosto de 1900 en el Convento de La Merced de la ciudad de Corrientes, el R. P. Fray Francisco Palacios, perteneciente a la Orden Franciscana. Religioso de mucha ilustración y virtud, había ejercido con aplauso varios cargos importantes en la Orden, llamando justamente la atención por su pre-paración en Ciencias Sagradas y el celo por la salvación de las almas. En Córdoba, donde pasó los mejores años de su vida, y en Corrientes, donde fue modelo de cristiana resignación en los últimos meses de su vida, se conservarán siempre los más gratos recuerdos de este humilde hijo de San Francisco] 293.

1988 FRAY VILLACIÁN ORTÍZ DEL RÍO 294: Nació en el villorrio de Tuesta (Álava) el 20 de agosto de 1910. Coincidió su deceso con el día de su natalicio, el 20 de agosto de 1988, a los 77 años de vida trabajando por el Reino. Al intentar incursionar en la semblanza del P. Samuel, me tienta el pen-samiento de encuadrarlo en el contexto de aquellas palabras del evan-gelio: “Dejad a los niños que se acerquen a mí ...” Porque los niños eran su vocación y el apremio de su vida. Y casi, me atrevería a decir que él

293 El Terciario Franciscano, Tomo I, año II, n.º 13 (1 de septiembre de 1999), p. 20.294 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 27.

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mismo era un niño en un alma adulta. En realidad, los que le conoci-mos en los años de estudiante, le veíamos como un retrato vivo de San Antonio, sin el Niño Jesús en los brazos, pero sí con deseos de tenerlo. Profesó en el convento de Zarauz el 27 de agosto de 1926, y luego de dar cima a los estudios de la carrera eclesiástica, fue ordenado de sacerdote el 1 de abril de 1933, a los 23 años de edad. En los distintos puntos a que le llamó la Obediencia, siendo sacerdote, ya como profesor de humanidades en el Colegio de Fórua, sea como Director de la Catequesis en Bilbao, o como Guardián de Soria y Director, también de la Catequesis, cumplió a cabalidad con su cometido. Es que el cielo le otorgó el don irresistible de trabajar en el apostolado infantil; porque veía en los niños la realidad más limpia de nuestro mundo, un haz de alegría, sugestión e inquietud, y sobre todo el futuro de la Iglesia. Veía en la catequesis una forma de introducir e insertarlos en una comunidad que celebra la obra de Dios cumplida en Jesucristo. Y por eso se convirtió en misionero de los niños. El cielo le dotó, por otra parte de cualidades nada comunes para esta noble y difícil misión: carácter bondadoso y afable, y un corazón de oro. Incursionó también en el canto y en la música, haciendo pinitos de compositor y armonizador, algunas veces, para dar mayor realce a las actuaciones de sus pequeños. A los 37 años de edad, casi, al promediar su existencia, vadeó el océano para dirigirse a los campos de misión en la Argentina, Paraguay y Uruguay, donde finalmente recaló, ocupando cargos de responsabilidad como Superior, Vicario, y en todas partes como organizador y director de la catequesis, que era su debilidad. El bueno del P. Samuel tampoco sabía de ocios ni de estar con los bra-zos cruzados. De un dinamismo admirable conjugaba a perfección el apostolado con una vida intensa de piedad. Alegre y querido de todos, hablar del P. Samuel era tenerlo al lado de los niños, enfermos y necesi-tados, con la sonrisa perenne en los labios y palabras de miel en su boca. Las Casas de Lanús, Asunción y San José de Carrasco, fueron otros cam-pos de acción y apostolado dejando en cada una de ellas su impronta, y sobre todo su calidad de organizador de centros catequísticos. Más de treinta años repartió dentro de la Custodia del Paraguay, hasta que en una triste mañana de agosto, en pleno invierno uruguayo, le abatió una trombosis al levantarse del lecho, mermándole notablemente

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sus facultades. Con esto cambió totalmente el panorama de su vida y de sus actividades. No podía caminar por mucho tiempo sin un “la-zarillo” a su lado, quedando como relegado a una segunda infancia. Pero aun así, mantuvo una fuerza de voluntad admirable por volver a recuperar las energías perdidas, que no lo consiguió sino a medias, dejándole las secuelas inevitables durante el resto de su vida. Fue lle-gando a la Provincia y escogió el convento de Bilbao, para los últimos años de su existencia, sirviendo a todos de ejemplo y edificación por su espíritu de paciencia, humildad, unidas a una gran piedad.

~ AGOSTO 21 ~

Elevemos nuestras preces al Señor por los Hermanos que fallecieron en este día: 1644 FRAY PEDRO SÁNCHEZ: Sacerdote.

1676 FRAY ANTONIO FERREYRA: Hermano estudiante. Falleció en el convento de Córdoba.

1798 FRAY ENRIQUE RUANO 295: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1840 FRAY NARCISO ROBLES: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1887 FRAY LUIS GONZÁLEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

~ AGOSTO 22 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los Hermanos: 1710 FRAY ANTONIO RUÍZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.


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1801 FRAY DOMINGO VELAZCO: Sacerdote. Lector. Falleció en el convento de Santa Fe.

1866 FRAY NICOLÁS ALDOZOR: Sacerdote. Obispo Diocesano de Cuyo, varón de virtudes. Nació en La Rioja el 20 de junio de 1785. Falleció el 22 de agosto de 1866 mientras realizaba una visita pastoral a su Diócesis. “Fue educado entre los menores observantes del convento de las Once Mil Vírgenes de Buenos Aires. Profesó en el año 1802, también en Bue-nos Aires, y en 1806 recibió la ordenación sacerdotal. Se desempeñó en las cátedras de Filosofía y Teología, y ocupó en tres ocasiones cargo de Guardián en el convento mencionado. El año 1837, gracias a las gestiones de Fray Nicolás Aldozor, se dejó sin efecto la prohibición de Noviciado de la Reforma Eclesiástica de Rivadavia y se reabrió la toma de Hábito y Profesión en Buenos Aires. La devolución del convento se realizó recién en 1860 y las instalaciones del noviciado (sucesivas convertidas en alojamiento para los soldados, aulas de la universidad y cárcel) fueron devueltas en 1874. En 1858 fue elegido tercer obispo de San Juan de Cuyo por Pío IX y consagrado el 2 de octubre de 1859 en Buenos. Tomó posesión de su Diócesis el 9 de marzo de 1861 296”.

�� FRAY MIGUEL AMUNDARAIN: memoria de su fallecimien-to. Misionó en Laishi y luego regresó a España donde murió en fecha no determinada.

~ AGOSTO 23 ~

En la Provincia recordamos hoy piadosamente ante el Señor a los hermanos:1676 FRAY GONZALO DE OLIVERA: Sacerdote. Falleció en las misio-nes de la Provincia.

296 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Aires (2012), pp. 293-295.

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1776 FRAY ANTONIO SUÁREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1779 FRAY MANUEL SÁBADO: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1836 FRAY FRANCISCO PINTOS: Sacerdote. Falleció en el convento de Mendoza.

1964 FRAY LUIS JULIÁN PLANDOLIT: Sacerdote. Natural de Barce-lona, España, diócesis de Barcelona. Dotado de inteligencia clara y de gran inclinación al estudio, era emprendedor, entusiasta y servicial. Buen religioso y sacerdote. Cronista de Provincia, Miembro de la Junta de Estudios Históricos de Catamarca. Correspondiente a la Junta de Historia de La Rioja. Escribió la vida de San Francisco Solano 297, obra que cuenta con una excelente documentación. En el año 1960 se incor-poró a la Provincia Franciscana del Ecuador, nación en la que falleció víctima de un accidente ferroviario, a los 50 años de edad, 32 de profe-sión religiosa y 28 de sacerdote.

~ AGOSTO 24 ~

Rogamos por los hermanos que en este día fallecieron: 1644 FRAY FRANCISCO IBÁÑEZ: Sacerdote.

1718 FRAY IGNACIO LARRAGA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1761 FRAY MARCOS PERALTA: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

297 Cfr. Luis Julián Plandolit OFM, "El Apóstol de América. San Francisco So-lano". Editorial Cisneros. Madrid (1963).

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1764 FRAY CARLOS ALBORNÓZ: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de la Recolección del Pilar de Buenos Aires.

1775 FRAY SEBASTIÁN NARBONA: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1859 FRAY CARLOS FRANCISCO ACEVEDO: hermano estudiante. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1929 FRAY FRANCISCO JAVIER MEDRANO: Sacerdote. Nació en la provincia de Córdoba. Ingresó a la Orden y cursó los estudios eclesiás-ticos en el Colegio Apostólico de los Misioneros de Rio Cuarto, Cór-doba; posteriormente se incorporó a la Provincia. Predicador general. Falleció en el convento de Tucumán.

1988 FRAY JOSÉ ALFREDO SARTOR (Fray Silvestre): Nació en San Javier, Santa Fe, en 1929. Falleció en el convento San Carlos. Emitió sus primeros votos en 1950 en la Provincia San Miguel. Durante esos 38 años de vida religiosa sirvió a sus hermanos en la portería, sa-cristía, y cocina de los conventos de Rosario, Formosa y San Lorenzo, y permaneciendo diez años en nuestros antiguos campos de Andino para, con su cultivo y hacienda, ayudar al sostenimiento de nuestros jóvenes en formación inicial. Fue un hombre sencillo y amable siem-pre alegre, trabajador, servicial, y amigo de todos. Solía bromear espe-rando que como “simple hermano lego”, no le dedicáramos solo dos líneas de este Necrologio Provincial...

2015 FRAY JUSTO LUIS ZILLI:

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Nació en Gobernador Crespo, Santa Fe el 19 de julio de 1936. Lo encon-tró la Hermana muerte el 24 de agosto de 2015, al mediodía del lunes. La noticia corrió por todas partes, sobre todo en San Lorenzo donde era muy apreciado por la gente. El lunes por la tarde presidió la Euca-ristía Mons. Aurelio. El martes 25 se celebraron las exequias presididas por el Ministro Provincial Fr José Enid Gutiérrez, el Definitorio y mu-chos otros hermanos llegados de otros lugares. Sus restos descansan en el cementerio conventual de San Lorenzo (Santa Fe). Sus padres fueron Luis Zilli y Luisa Pighin de Zilli. Ingresó a la Or-den de Hermanos Menores en la Custodia San Miguel Arcángel, en el Convento San Carlos. Su noviciado fue en el Convento Ntra. Sra. de La Merced. El 10 de marzo de 1955 realizó su profesión Simple. En el Convento Santo Domingo de Guzmán el 3 de agosto de 1958 realizó su profesión Solemne. Se desempeñó en varios oficios: en la cocina, sacristía, sastrería, zapatería, etc. Fue destinado a Formosa, Misión San Francisco de Laihsi, a la estancia San Miguel Arcángel donde desempeñó sus oficios por más de 22 años como encargado del personal y también administrador. En ese lugar dejó una huella muy profunda por sus servicios a los em-pleados y al Pueblo. Eran frecuentes sus viajes no solo por asuntos de la estancia, sino por las veces que se le requería para realizar los tras-lados a las parturientas, enfermos etc. Hombre rudo pero de corazón muy grande, supo cuidar y defender al hombre de campo, en lo social y también en el sabio consejo. Fue enviado en dos oportunidades a Roma a prestar sus servicios en el Colegio San Antonio y en la Curia General. Allí se lo conoció como hombre de Dios, trabajador, austero, siempre atento a las necesidades de los hermanos. Sus oficios fueron varios, sastre, cafetero, auxiliar del ecónomo. Mencionar a Fray Luis en Roma es hacer presente al hombre siempre en actitud dinámica y en servicio sin medida. Un hermano simple ena-morado de Dios, rezando el oficio de los Padrenuestros o el Ave María con su rosario ya gastado. Cercano al Celebrante, junto al altar. En el Decanato San Lorenzo muy apreciado por el Clero, ya que no dejaba de asistir a ninguna reunión.

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Amigo de los jóvenes, frailes o laicos, siempre generoso escuchar, aconsejar, ayudar. Casi al final de sus días y con las pocas fuerzas que tenía, quería dejar terminados los hábitos que estaba confeccionando. Su enfermedad lo encontró ordenando sus pocas cosas personales y su máquina de coser, sus moldes, para trasladarse a Corrientes a la enfer-mería donde pensaba seguir ofreciendo sus trabajos de costura. Solía repetir “voy a curarme y luego si me envían regreso”. Tres días antes de partir recibió los sacramentos con gran devoción.

Fray Ángel Gayte OFM

~ AGOSTO 25 ~

En este día fallecieron: 1631 FRAY ANTONIO PIÑERO: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1711 FRAY JOSÉ LUPRANO: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1788 FRAY JULIÁN DE SANTA TERESA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1793 FRAY LORENZO DE LA SANTA CRUZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1941 FRAY PEDRO PAPINI: Tomó el hábito en Toscaza y después de pertenecer al Colegio Apostólico San Diego se incorporó a la Comisa-ría San Miguel Arcángel. Fue Guardián de Salta y de Rosario. Falleció a los 75 años en el Convento San Francisco Solano de Rosario.

~ AGOSTO 26 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos:

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1720 FRAY JUAN NARVÁEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1814 FRAY FRANCISCO LLAMA: Sacerdote. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires.

1834 FRAY MIGUEL RUIZ: Sacerdote. Predicador general. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1889 FRAY MANUEL DE REYES ÁLVAREZ: Sacerdote. Natural Po-mán, diócesis y Provincia de Catamarca. El Señor lo probó con una larga y penosa enfermedad de la cual falleció en el domicilio del Pbro. Francisco Avellaneda, hoy residencia de los Padres del Corazón de María, a los 30 años de edad, 11 de profesión religiosa y 5 de sacerdote. Desempeñó en Catamarca y Santiago del Estero los oficios que le enco-mendó la obediencia, y el sagrado ministerio de la predicación y con-fesionario con celo y edificante piedad, siendo por ello muy estimado. 1915 FRAY ANTONIO SALVADOR MANSILLA: Sacerdote. Natural de Rio Primero, provincia y arquidiócesis de Cór-doba. Falleció en el convento de Córdoba, a los 40 años de edad, 22 de profesión religiosa y 18 de sacerdote. De sólidas virtudes, carácter franco y corazón bondadoso. En todas las partes que le cupo actuar dejó hondamente arraigada sus condiciones de religioso y sacerdote eficiente y activo, particularmente en Mendo-za donde como Guardián del convento legó su nombre a iniciativas de regeneración religiosa y social. Era hermano de Fray Justo Mansilla.

1930 FRAY CAYETANO JOSÉ RODRÍGUEZ: Sacerdote. Natural de la ciudad y arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 29 años de edad, 12 de profesión religiosa y 8 de sacerdote.Fue este hermano toda una esperanza apagada en temprana edad. Sus excelentes cualidades morales e intelectuales constituían en él una pro-mesa para la Provincia. Por su precaria salud no pudo ser enviado a estudiar a Roma.

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~ AGOSTO 27 ~

En este día fallecieron: 1702 FRAY SIMÓN DE ESTRADA: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1715 FRAY MIGUEL DE CÁRDENAS: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1742 FRAY FRANCISCO BADANES: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1744 FRAY FRANCISCO ANTÚNES: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1969 FRAY FRANCISCO SUSINNO: De origen siciliano. Falleció repen-tinamente a los 60 años en el Convento San Francisco Solano de Rosario.Ingresó en su juventud al Convento San Carlos, dedicándose de inme-diato a lo que fue una característica de su vida: el estudio y la inves-tigación de diversas disciplinas. Ordenado sacerdote fue profesor en los coristados de San Antonio de Padua y San Lorenzo y Rector de los colegios secundarios de San Lorenzo y Rosario.

~ AGOSTO 28 ~

En este día fallecieron: 1732 FRAY PEDRO DEL CASTILLO 298: Sacerdote. “Natural de Para-guay, fue electo en el Capítulo que celebró el Visitador General Fray Arregui en el convento de Buenos Aires (1727-1730). El 8 de octubre de 1730 emitió una circular en la que daba aviso de la Bula del Papa Be-nedicto XIII, en la que concedía a la Orden la facultad para establecer


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en sus Iglesias la Cofradía de la Purísima, y mandaba, bajo precepto de Santa Obediencia, establecer dichas cofradías en las Iglesias de la Provincia. Falleció en Paraguay” 299.

1816 FRAY FRANCISCO MUÑÓZ: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1818 FRAY FRANCISCO MARTÍN DE LUCA: Hermano laico. Falleció en el convento de Catamarca.

1872 FRAY ROMUALDO MORENO: Sacerdote. Natural de la ciudad de Catamarca. Fue Guardián del convento de La Rioja y Definidor pro-vincial. Falleció en el convento de Catamarca a los 54 años de edad, 36 de profesión religiosa y 32 de sacerdote.

1891 FRAY FRANCISCO JAVIER MACHADO: Sacerdote. Natural de la ciudad de Catamarca. Falleció en el convento de La Rioja, a los 70 años de edad, 51 de profesión religiosa y 47 de sacerdote. Fue alumno del Padre Fray Ramón de la Quintana, a quien, después como sacerdote, reemplazó por casi tres décadas. Fue Guardián de los conventos de Mendoza y Catamarca y Definidor provincial.

2001 FRAY NORBERTO EUGENIO MARTINA: Obispo Castrense. Na-ció el 6 de septiembre de 1930, en la ciudad de San Lorenzo, Santa Fe. La hermana muerte lo sorprendió en pleno ejercicio de sus funciones, días antes de cumplir sus 70 años de edad, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


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Hizo su Profesión Temporal el 31 de marzo de 1951 y la Profesión So-lemne el 29 de junio de 1954. Fue ordenado sacerdote el 22 de diciem-bre de 1956. Luego de un breve paso por Corrientes, acompañó a Mons. Scozzina en la animación de la recién creada Diócesis de Formosa, siendo su Secretario Canciller entre 1962 y 1969. Al mismo tiempo co-menzó a ejercer su servicio de capellán de las Fuerzas Armadas. Sien-do Guardián y párroco de Corrientes, en 1970 fue nombrado Capellán del Colegio Militar de la Nación, lugar en el que permaneció hasta el 9 de diciembre de 1990, donde fue consagrado Obispo en la Basílica de Luján, siendo el primer Obispo Castrense de la República Argentina. A esta tarea se dedicó con pasión y amor de padre. Elegido Obispo titular de Satafis y Ordinario castrense para las Fuerzas Armadas de la Argen-tina el 08 de noviembre de 1990; recibió la ordenación Episcopal el 9 de diciembre de 1990; renunció a la sede titular de Satafis el 7 de marzo de 1998. También creó el Seminario Mayor del Obispado Castrense.

~ AGOSTO 29 ~

Tengamos presente ante el Señor a los hermanos que en este día falle-cieron: 1768 FRAY DOMINGO RUIZ 300: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Santa Lucía, provincia de Corrientes.

1785 FRAY JUAN CID: Hermano laico. Falleció en el convento de San-tiago del Estero.

1809 FRAY PEDRO AGUSTÍN CUELI ESCOBAR: Sacerdote. Natural de Buenos Aires. Murió cargado de méritos en 1809, a los 67 años de edad en nuestro convento de la ciudad de Buenos Aires.


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Era miembro de unas de las más antiguas familias rioplatenses de los pobladores de Buenos Aires en la primera fundación de 1536 por don Pedro de Mendoza, y su familia emparentada con casi la totalidad de las casas reales de Europa y también con la princesa Beatriz Túpac Yupan-qui, de la dinastía imperial de los Incas del Perú. Muy Joven ingresó a nuestra Orden en el convento de Buenos Aires y completó sus estudios en la Universidad de Córdoba, que ya estaba bajo la dirección de nuestra Orden. En 1777 figura como profesor de Filosofía, en 1786 como profesor de vísperas en nuestro convento de Asunción del Paraguay y en 1788 también como profesor de vísperas en nuestro convento de Buenos Ai-res. En 1790 aparece como Regente y profesor de prima en nuestro con-vento de Montevideo, Uruguay, y en 1796 como Guardián del convento de Buenos Aires. Cuando se produjo en 1806 la Primera Invasión Ingle-sa sirvió durante todo el tiempo de la Reconquista y después también en el tiempo de la defensa de Buenos Aires, como Capellán del Primer Escuadrón de Caballería, y de acuerdo al testimonio de Don Cornelio Saavedra, fue el primer capellán de la Legión de Patricios. La primera exhortación religiosa que escribiera Fray Pedro Cueli Escobar, en su ca-lidad de capellán de la Legión de Patricios, está fechada en la Capilla de la Concepción de la Calera de San Francisco el 11 de marzo de 1807, y don Cornelio Saavedra ordenó “Hacerla correr en copias manuscritas” por todos los regimientos patrios. El 18 de agosto de 1807, don Cornelio Saavedra envió al Virrey Don Santiago de Liniers un amplio y detallado informes de los grandes servicios prestados a la Patria por el Padre Cueli Escobar durante las invasiones de los ingleses. Y el 10 de septiembre de 1807 el Virrey Don Santiago de Liniers dirigió una carta al Príncipe de la Paz para que se la entregara al Rey de España, en la que recomendaba “los méritos y servicios que ha contraído a favor de su Majestad y de la Patria el Reverendo Padre Agustín Cueli Escobar, ex Guardián; Lector en Sagrada Teología; ex Definidor de esta Provincia”. El Padre Cueli, habiendo servido fielmente a la Iglesia, a nuestra Orden y a la Patria.

1813 FRAY DANIEL PINO 301: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

301 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara

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1857 FRAY LEÓN PAJÓN DE LA ZARZA: Sacerdote. Lector y Custo-dio provincial. Falleció en el convento de Córdoba.

~ AGOSTO 30 ~

En nuestro memento tengamos presente a los Hermanos: 1629 FRAY GREGORIO DE OSUNA 302: Sacerdote. Criollo. Natural de la ciudad de Santa Fe. Falleció en la Doctrina de Caazapá (Paraguay), a los 67 años aproximadamente, en la misma reducción de sus desvelos ya afanes, dejando entre indios y españoles el buen olor de Cristo, a quien consagró por entero su vida. Hijo de Fernando Osuna cofundador de dicha ciudad. En 1600, se en-contraba el P. Bolaños, Custodio del Paraguay, en la ciudad de Santa Fe, se presentó el joven Osuna pidiéndole ser admitido en la milicia seráfica. El santo prelado lo recibió y le vistió el hábito de novicio, en seguida se lo llevó al Paraguay. Fue educado y formado en esa escuela de tan acendrada perfección cristiana y religiosa, resultó un modelo de varón apostólico. Heroico misionero por espacio de 40 años; sus princi-pales escenarios apostólicos fueron las reducciones de Yuti y Caazapá.

1723 FRAY JUAN TORRES: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1725 FRAY FRANCISCO GANDIA: Sacerdote.

1813 FRAY ALEJANDRO ANTONIO DE DIOS: Hermano laico. Falle-ció en el convento de Tucumán.

1882 FRAY ANDRÉS HONORIO RIPANDELLI: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 221.302 Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Bue-nos Aires (1937), pp. 115-119.

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1960 FRAY JOAQUÍN MARÍA DUCA: Natural de Gangi, Sicilia. Car-gado de años y méritos falleció a los 85 años en San Lorenzo. En 1977 sus restos fueron traslados a la Capilla de Colonia Dolores, a pedido de sus antiguos alumnos Mocovíes.Comenzó el noviciado a los 24 años en San Lorenzo donde más tarde fue Guardián, párroco y Director de la Escuela San Carlos. Durante 20 años estuvo al frente de la Misión de Colonia Dolores.

~ AGOSTO 31 ~

En este día fallecieron: 1749 FRAY FRANCISCO VILLANUEVA: Sacerdote. Falleció en Rio Hondo, provincia de Santiago del Estero.

1753 FRAY JOSÉ ANTONIO CARBALLO: Sacerdote. Falleció en Rio de Janeiro, Brasil.

1775 FRAY PEDRO ALDERETE: Sacerdote.

1842 FRAY VALERIANO FLEYTAS: Sacerdote. Lector jubilado. Falle-ció en el convento de Buenos Aires.

1854 FRAY RAFAEL DE CAMERINO: Sacerdote. Fallecido en alta mar a los 27 años. Se embarcó una semana antes en la misión que trajo el Hno. Durand, pero fue atacado de cólera, muriendo pocas horas des-pués con suma paz y cristiana resignación.

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

MES DE SEPTIEMBRE

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necrología franciscana — septiembre

~ SEPTIEMBRE 01 ~

En este día fallecieron: 1759 BARTOLOMÉ DE LA CRUZ: Sacerdote. Predicador general, alumno del Colegio de Misioneros de Santiago del Estero; fundador del convento de Salta en 1582, al tomar posesión, en nombre de la Or-den, de la cuadra del terreno que le adjudicaron y entregaron el Gober-nador y Capitán general Don Fernando de Lerma y el Obispo Mons. Fray Francisco de Victoria.

1759 FRAY FRANCISCO RETALDIO: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Santa Fe.

1760 FRAY ADRIÁN ARGÜELLO: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1768 FRAY FRANCISCO JAVIER NAVARRO 303: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1809 FRAY FERNANDO DÍAZ: Hermano laico. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires.

2005 FRAY ONOFRE ESTEBAN ALMADA 304.

303 Cfr. Archivo Histórico del Convento San Francisco de Buenos Aires. 304 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXXVIII, n.º 186, ( enero/febrero 2006), p. 9.

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“El Gaucho Almada”: Nació en Santa María (Córdoba) el 26 de di-ciembre de 1923. Falleció 1 de septiembre de 2005 en el convento de Catamarca, tras una prolongada enfermedad e incipiente senectud. Como hubo dos “Almadas”, por muchos años en la Provincia, era ne-cesario que se los distinguiese de alguna forma. Y así, se dio a Onofre el apodo de “El gaucho”, uno porque era del campo, y también por estar siempre dispuesto a hacer gauchadas; o sea, prestar cualquier servicio fraterno.El Hno. Onofre Esteban Almada, hijo de Jacinto Almada y Josefa Mal-donado. Sintiendo de joven la vocación franciscana, ingresa primero al convento de Córdoba; de allí va a Paso del Rey para sus años de Postulantado. Viste el hábito franciscano el 19 de marzo de 1946 en el convento de La Plata (siendo ese el primer año que había novicios en esa casa). Allí profesa Temporalmente el 19 de marzo de 1947. Luego, irá a San Antonio de Padua (Bs. As.) para los estudios de Filosofía y Teología. Allí emite la profesión Solemne el 19 de marzo de 1950; y recibe la ordenación sacerdotal de manos de Mons. Tomás Aspe OFM, el 19 de diciembre de 1953. Su primer destino fue allí mismo como colaborador de la O. V. F. (Obra de las Vocaciones Franciscanas), siendo responsable de la edición del “Pequeños Franciscanos”, en la imprenta, que había en Padua. El “Pe-queños Franciscanos” era una hojita vocacional mensual que salió por muchos años con bastante provecho para sus lectores. Era distribuida por las Hermanas de la T.O.F., (O.F.S.) y por “las Celadoras” –que a modo de red capilar—trabajaban desde el sur de la provincia de Bue-nos Aires y hasta las provincias del norte del país. Posteriormente, fue por muchos años párroco, representante legal y Guardián del convento de Aarón Castellanos. También fue Guardián de los conventos de Mendoza y Tucumán; de este último convento renunció como Guardián, por razones de conciencia, como él mismo manifestara, y quedó como morador. De allí, pasó al convento de Cata-marca, donde se encontraría con la hermana muerte. Su vida por los conventos fue un pasar haciendo pequeñas gauchadas ordinarias de la vida; las que no parecían descollantes. Pero, por eso

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mismo fue feliz. Lo cierto es que nadie lo recuerda que haya tenido algún desatino relevante. Por esto, podríamos decir que –con la gracia de Dios y, salvo los defectos de la humana fragilidad, todo lo hizo bien. ¡Loado sea el Señor! Ahora, que por la gracia de Dios, habrá ya entrado en la legión de los bienaventurados, le pedimos que nos haga la última y eterna “gaucha-da” de interceder por toda nuestra Provincia, especialmente por las vocaciones, a la que sirvió por más de sesenta años. Q. E. P. D.

Fr. Eduardo Zatti

~ SEPTIEMBRE 02 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los Hermanos que en este día fallecieron: 1692 FRAY NICOLÁS DE SOTOMAYOR: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1760 FRAY ANTONIO GONZÁLEZ 305: Sacerdote. Falleció en la Doctri-na de Itapé, Paraguay.

1762 FRAY ANTONIO MEDINA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1788 FRAY JUAN PEDROSO: Sacerdote. Definidor provincial. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1806 FRAY MANUEL DIAZ: Sacerdote. Falleció en el convento de la Santa Recolección de Buenos Aires.

1853 FRAY TIBURCIO CASTILLO: Sacerdote. Ministro provincial (1851-1853). Falleció en el convento de Córdoba.


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“Fue electo en el convento de Capítulo celebrado por el visitador Fray Buenaventura Rizo Patrón en Córdoba. Celebró el Capítulo intermedio también en el convento de Córdoba y falleció antes de cumplir con los años de su mandato” 306.

1887 FRAY ALBERTO CABELLO: Sacerdote. Noticia de su fallecimiento.

1899 FRAY GERÓNIMO MARCHETTI: Era hijo de la Custodia Refor-mada de Luca. En 1869 había incorporado al Colegio Apostólico San Carlos con la Misión de los diez sacerdotes que trajo de Italia el Hno. Rafael Pezzini. Hasta su muerte, ocurrida 30 años después, trabajó en las Misiones Indígenas y misionando por los pueblos de la línea del ferrocarril. Junto al Hno. Bernardo Arana fundó la Misión Ntra. Sra. de los Dolores (o de la Soledad) en el Cantón San Martín, provincia de Santa Fe.

1973 FRAY MARCO ANTONIO JUÁREZ: Sacerdote. Natural de Icaño, Departamento de La Paz, diócesis y provincia de Catamarca. Falleció en el convento de dicha ciudad, a los 76 años de edad, 58 de profesión religiosa y 51 de sacerdote. Desde niño sobresalió por su contracción al estudio y a la asidua lectu-ra. Por sus condiciones de religioso de excelentes cualidades humanas, morales e intelectuales fue dedicado a la enseñanza y a la formación como profesor de Filosofía y maestro de postulantes en el convento de Córdoba y de estudiantes en el de San Antonio de Padua. Orador de alto vuelo, particularmente de la Palabra de Dios que, por respeto a la misma, y a los oyentes, preparaba con la oración y el estudio. Su viaje a Roma para recibir el doctorado en Filosofía no se concretó debido a que tuvo que suceder al finado Padre Liqueno en la cátedra de dicha asignatura en la Universidad de Córdoba. Fue superior de los conven-tos de Corrientes, Santiago del Estero y La Rioja; Definidor provincial;


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Secretario de provincia y Custodio. Actúo, además, en Mendoza, Tu-cumán y Catamarca. En todas partes brilló con luz propia y desplegó lo que era característico de él: organización y trabajo. Siendo superior del convento de La Rioja incrementó el culto y la veneración al Niño Jesús Alcalde y a San Francisco Solano, obteniendo con la colaboración de todos, la erección de nuevos altares, en rico material de ónix. En sus últimos años trabajó entusiastamente por la causa de beatificación de Fray Mamerto Esquiú. A fin de que el Siervo de Dios fuera más co-nocido en el pueblo cristiano, y particularmente catamarqueño, dictó conferencias e hizo colocar placas recordatorias en los más destaca-dos lugares donde actuó nuestro ilustre hermano. Los años y el trabajo contribuyeron a que la salud del Padre Juárez se fuera quebrantando y así llegaron para él los días y años de silencio. Siendo morador del convento de Buenos Aires pidió ser trasladado a su provincia natal, Catamarca. La Santísima Virgen, sin duda alguna, le otorgó la gracia que le pedía: morir en su amada Catamarca.

~ SEPTIEMBRE 03 ~

En este día fallecieron: 1742 FRAY DIEGO BÁEZ: Sacerdote. Lector. Falleció en el convento de Córdoba.

1754 FRAY JUAN BAUTISTA LUJÁN: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1763 FRAY PEDRO ÁLVAREZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1776 FRAY FRANCISCO DE SAN CRISTÓBAL: Sacerdote. Falleció en el convento de la Recolección de Buenos Aires.

1800 FRAY PABLO DELGADO: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

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1829 FRAY FRANCISCO DEL ARCO 307: Hermano laico.

1926 FRAY DANIEL MAPELLI: Falleció en el convento de Salta vícti-ma de un ataque cardíaco. Había profesado temporalmente en Tarija, Bolivia, y se incorporó poco después en el Colegio Apostólico San Carlos, donde profesó Solem-nemente. En 1898 pasó al Colegio San Diego, sirviendo en las tareas comunitarias.

~ SEPTIEMBRE 04 ~

En este día fallecieron: 1731 FRAY JUAN ANTONIO MORGAS: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1767 FRAY RAFAEL RIVAS: Hermano estudiante. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1778 FRAY AGUSTÍN MAIDANA: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1803 FRAY CIPRIANO CRESET: hermano estudiante. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1884 FRAY BENJAMÍN ACHÁVAL: Sacerdote. Natural de la ciudad de Santiago del Estero. Falleció en el convento de Catamarca, a los 72 años de edad, 53 de profesión religiosa y 51 de sacerdote. Cursó los estudios en el convento de Catamarca en el que luego fue lector de Filosofía y Teología. Guardián en varios períodos; también se desempeñó como Definidor; Visitador general de la Provincia y Mi-nistro provincial. Durante su provincialato, (1857 a 1860), tuvo por un tiempo de Secretario al Padre Esquiú.


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~ SEPTIEMBRE 05 ~

En este día fallecieron: 1672 FRAY GABRIEL BAZÁN: Sacerdote. Ex Ministro provincial. Fue elegido el 22 de enero 1674, hasta el 13 de junio de 1670. Falleció en el convento Máximo de San Jorge de la ciudad de Córdoba.

1786 FRAY BENITO GARCÍA: Hermano laico. Falleció en la Guardia de Santa Tecla.

1808 FRAY POLICARPO LAZCANO: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Córdoba.

1830 FRAY JUAN PATRÓN: Sacerdote. Falleció en el convento de San-ta Fe.

1947 FRAY CARLOS SANTI: De la Provincia Romana de Aracoeli. Fue Comisario de Tierra Santa en Buenos Aires por varios periodos. Visita-dor General en la República Argentina, Paraguay y Uruguay y primer Secretario de la Comisaría.

1949 FELIPE CÁCERES: Hermano Novicio. Era oriundo de Villa del Rosario, Córdoba y profesó “In articulo mortis.” Dejó en su breve carre-ra ejemplos de obediencia, sencillez y resignación. Falleció en La Plata.

1965 FRAY ÁNGEL GRIFÓ: Natural de Serodino, Santa Fe. Falleció a los 43 años, en el Hospital del Centenario de Rosario. A los 9 años ingresó al Colegio Seráfico. Consagrado sacerdote en 1945, se dedicó de lleno a los trabajos apostólicos en San Lorenzo, Rosario, Corrientes, Formosa, Tacaaglé y Nueva Pompeya. Su último oficio fue el de párroco de Quitilipi.

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~ SEPTIEMBRE 06 ~

En este día fallecieron: 1676 FRAY ANTONIO CEBALLOS: Sacerdote. Falleció en la ciudad vieja de Tucumán.

1767 FRAY IGNACIO MIGUEL SILVEIRA: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1847 FRAY MANUEL DEL CARMEN PEÑA: de origen Vizcaino. Falle-ció en San Lorenzo a los 87 años de edad y 66 de religioso. A los 21 años ingresó a la Recoleta de Buenas Aires, pasó luego al Co-legio Apostólico de Chillán, para recalar finalmente en San Carlos, en febrero de 1808. Fue el primer director de la Escuela San Carlos y una calle de la ciudad lleva su nombre.

1897 FRAY JOSÉ DE LOS DOLORES TULA: Hermano laico. Falleció en el convento de Catamarca, a los 70 años de edad y 41 de profesión religiosa. Natural de la ciudad de Catamarca. Observante y fervoroso religioso. En los conventos de Catamarca y de La Rioja, donde pasó sus últimos días de vida, dejó imperecedero recuerdo de sus virtudes.

1932 FRAY ANTONIO LÓPEZ: Hermano laico. Natural de la ciudad y arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el convento de la ciudad de Mendoza, a los 32 años de edad y 10 de profesión religiosa.

Buen religioso, dejó ejemplos de envidiable laboriosidad. Trabajó in-cansablemente en las celebraciones de la Coronación de la histórica imagen de N. Sra. del Carmen de Cuyo.

1936 FRAY TELMO ARGÜELLO: Hermano laico. Natural de la ciudad y arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el convento de la ciudad de Córdoba, a los 68 años de edad y 50 vida religiosa.

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Se caracterizó por su manera de ser alegre y servicial. Teniendo en cuenta sus buenas cualidades para la enseñanza lo superiores lo desig-naron maestro y director de los colegios de Santa Fe y Córdoba, donde sirvió por espacio de 18 años. Su entrega y abnegación a esta causa le granjearon la satisfacción de que muchos de sus discípulos se des-tacaran en la sociedad y en la Iglesia, conservando todos muy gratos recuerdos del maestro que supo conducirlos por el camino del bien. Se desempeñó eficientemente como organista y cantor en las funciones religiosas, amén de otros oficios que por sus actitudes le fueron confia-dos y que solía desempeñar con el beneplácito de todos.

1989 FRAY LEONARDO CELAYA GALPARSORO 308: Nació en Lego-rreta (Guipúzcoa) el 10 de mayo de 1901. Cargado de méritos y de años, descansó en la paz del Señor con la muerte de los justos en Tolosa (Guipázcoa) el 6 de septiembre de 1989. Fue el P. Leonardo Celaya quien le reemplazó al P. Ángel Izaguirre, llegando a ser, así, el segundo Custodio que tuvo la Provincia en esta parte de las Américas. La trayectoria del P. Celaya antes de arribar al Paraguay fue polifacéti-ca e intensa. Vistió el hábito el 11 de septiembre de 1916 y fue ordenado de sacerdote el 14 de junio de 1925. Terminada la carrera eclesiástica, la Obediencia le destinó a la misión de Cuba donde pudo desarrollar todo el caudal de sus inquietudes misioneras. En octubre de 1931 le vemos llegando al Santuario de Aránzazu, en calidad de Maestro de Teólogos y Director de la Capilla Musical. Alma delicadísima y llena de sinfonías que nunca causaron disonan-cias ni acordes desafinados en su vida, pronto pudieron palparse en los distintos cargos que asumiera. Llegó al Paraguay en diciembre de 1949. Se comenta que ante la decidida actitud del Custodio anterior, P. Ángel Izaguirre de no regresar al Paraguay, se creó una natural curiosidad en torno al que había de sucederle. Se barajaban varios nombres posibles.


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Pero en esto filtró, como de refilón, la noticia atribuida al Provincial reelecto, P. Julio Eguiluz, que tenía reservado para el Paraguay un De-legado de “cuerpo entero”. Y no era otro, sino el P. Celaya, quien a sus 48 años, venía, efectivamente a regir los destinos de la Custodia. Alguien dejó decir que “Adán no peco en él”, refiriéndose al recién electo, quien en los distintos y delicados puestos que asumió y le con-fió la Providencia, dejó en todos ellos un sello de delicadeza y dulzura contagiosa. Y algo así se pensó que sería su administración, sin gran-des estremecimientos ni claroscuros. No consta, según se escribió de él, “que haya hecho ningún estropicio en su vida. Tan equilibrada era su alma y tan ungida de suavidades”. Desde que tomó el timón del mando de la Custodia, su empeño era, justamente, crear una atmósfera de sosiego y de reconfortante sereni-dad entre los elementos todos de la Custodia. Tomó con seriedad des-cubrir y velar el rico historial franciscano del Paraguay, viajando a pun-tos históricos de los legendarios misioneros franciscanos, para tratar de reverdecerlos, apoyando así, a diversas fraternidades seglares y orga-nizando también algunos Congresos Nacionales, como el de Caacupé en 1951, o bien incrementando otros encuentros de menor relevancia. Uno de sus mayores méritos fue abrir también el nuevo y primer semi-nario para las vocaciones nativas en 1951. De una vida espiritual intensa y de un gran celo misionero, trabajó intensamente entre tantas almas que le buscaban para ir modelando la imagen auténtica de Cristo. Era asiduo en el confesionario y un ex-perto en la dirección espiritual, sobre todo de religiosas, que buscaban ansiosa en él al guía y maestro que les orientara. Durante su gestión se incorporaron varios nuevos misioneros, a quie-nes les recibía con su habitual sonrisa, y con gran apertura de corazón. Cuando regresó al Capítulo, al terminar su segundo período, recibió en la Provincia otro nuevo destino de responsabilidad, que ya antes había ejercido, cuál era el de Maestro de Teólogos. Había ocupado el cargo durante dos períodos consecutivos 1949/52 - 1952/55.

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~ SEPTIEMBRE 07 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor:1704 FRAY FRANCISCO DE ALBARRACÍN: Sacerdote. Falleció en el convento de la ciudad de Córdoba.

1743 EUGENIO ROCHA: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1748 FRAY PEDRO PARRAS: Sacerdote. Ex Visitador general. Lector jubilado y rector de la Universidad de Córdoba y del colegio Monse-rrat. Falleció en el convento Máximo de San Jorge de Córdoba y fue sepultado en la Iglesia de la Universidad de la Compañía de Jesús.

1793 FRAY JOSÉ BORDÓN 309: Sacerdote. Cura párroco en la Doctrina de Caazapá en la que falleció.

1800 FRAY JUAN GUTIÉRREZ: Hermano laico. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires.

1929 FRAY PABLO CÁCERES: Nació en las Peñas, Córdoba. Falleció en el convento de Santa Fe, don descansan sus restos. Vistió el hábito a los 19 años en el Convento de Río Cuarto y se ordenó sacerdote a los 27 años. Durante algunos años misionó en la Comisaría San Miguel Arcángel.

1985 FRAY ÁNGEL MIGUEL PAZ: Sacerdote. Natural de San José de Lules, arquidiócesis y provincia de Tucumán. Falleció en el convento de Tucumán, próximo a cumplir los 83 años de edad, 63 de profesión religiosa y 54 de sacerdote. De relevantes cualidades morales e intelectuales, se destacó por su vida virtuosa, de oración y celo apostólico. Después de su ordenación sacerdotal los superiores lo enviaron a estudiar a Roma y Jerusalén en


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cuyo Instituto Bíblico obtuvo el doctorado de Sagrada Escritura con la máxima de las calificaciones. Fue profesor de esa asignatura y otras en la Casa de Estudios de San Antonio de Padua y de griego y hebreo en el postulantado de Paso del Rey. Ocupó los oficios de Prefecto de estu-dios; Maestro de estudiantes; Secretario de provincia, Guardián y pri-mer párroco de nuestra parroquia de Santiago del Estero. Los últimos 20 años de su vida los pasó en el convento de Tucumán consagran-do muchas horas del día a la atención del confesionario, y dirección espiritual a numerosas personas que a diario recurrían en demanda de consejo y orientación, teniendo en cuenta la prudencia, sabiduría y santidad de este benemérito hermano nuestro. También era proverbial la atención espiritual que paciente y caritativamente dispensaba a los enfermos.

1991 FRAY LORENZO ABDÓN CASTILLO 310.

Nació en el Valle de Punilla, Provincia de Córdoba, el 10 de agosto de 1907. El 7 de septiembre de 1991, a las 14:15 horas, fallecía en el convento de San Jorge de Córdoba el muy querido y respetado P. Fr. Lorenzo Castillo. Hijo de don José Castillo y de doña Dominga Pereyra. Vistió el hábito franciscano el 29 de enero de 1927, realizó la Profesión Temporal el 30 de enero de 1928 y la Profesión Solemne el 31 de enero de 1931. Se

310 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXIII, n.º 144 (agosto/septiembre 1991), p. 19-20.

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ordenó de sacerdote el 19 de diciembre de 1936, celebrando su Primera Misa el 1 de enero de 1937 en el convento de Córdoba. Durante su larga vida de consagrado a la causa de Cristo, ocupó varios cargos en nuestra Provincia Franciscana: Maestro de “coristas” (aspi-rantes a los ministerios) en San Antonio de Padua, ecónomo, cronista y guardián en diversos períodos. Este último cargo lo ejerció durante 15 años en los conventos de San Antonio de Padua, Córdoba y Santiago del Estero. Celebró sus Bodas de Oro sacerdotales en Córdoba. Al dirigirse en tal ocación a la gente que lo acompañaba exclamó emocionado: “Ahora puedo decir con toda verdad: Por la gracia de Dios soy lo que soy”. Luego, reflexionando, añadió con el salmista. “¿Con qué pagaré al Se-ñor todo el bien que me ha hecho?”Siendo Guardián de Santiago del Estero, el 15 de diciembre de 1984, presentó su renuncia por razones de salud. Aceptada la dimisión, fue trasladado al convento de Córdoba. Una grave enfermedad, general-mente incurable, clavó sus garfios en su cuerpo y poco a poco lo redujo a una total inmovilidad. Sin embargo, logró recuperarse. ¡Parecía un milagro!En enero de este año comenzó nuevamente a sentirse mal. Atencio-nes y tratamientos resultaron inútiles. Un infarto masivo permitió que nuestro Hno. Lorenzo Castillo hiciera su última oblación: entregar su vida al Autor de la Vida. En su “Testamento Espiritual” escrito el 8 de diciembre de 1989 pide al Señor la gracia de morir “en un día dedicado a alguna festividad de la Santísima Virgen María”. Su ruego fue escuchado: murió el primer sábado de setiembre, en las primeras vísperas de la Fiesta de la Nativi-dad de Nuestra Señora.¿Quién podrá olvidar la imagen del P. Lorenzo Castillo? Pobre, senci-llo, humilde; amenizaba su conversación y alegraba a la Fraternidad con gracejos y dichos criollos. No disimulaba su gusto por los asados a la parrilla, pero tampoco se negó jamás a quien necesitaba de él. Puntual en los actos de comuni-dad, devoto en las oraciones litúrgicas, incansable en el confesionario, sabio consejero, hermano de todos y querido por todos.

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El P. Lorenzo Castillo manifestaba en uno de sus escritos el deseo de que la Santísima Virgen, a quien honrara durante toda su vida, en la hora de la muerte recibiera su espíritu y lo entregara a su Divino Hijo. También esto le fue concedido: recibió los sacramentos con piedad y unción verdadera. ¡Ojalá Dios suscite para nuestra Provincia Franciscana muchos jóvenes con el espíritu de nuestro P. Lorenzo Castillo, verdadero fraile menor, dócil y dispuesto para toda obra buena! Que él, pues, interceda por nosotros desde el cielo, y nosotros recor-dando su ejemplo, oremos por el eterno descanso de su alma.

Fr. Alejandro DíazGuardián de Córdoba

Sacerdote. Nació el 10 de agosto de 1907, en los Gigantes, provincia y arquidiócesis de Córdoba. Naturalmente bueno, sencillo, servicial. Por su bondad y disponibilidad fue estimado y aceptado por todos los hermanos. Su vida está salpicada de dichos y anécdotas que colaron hondo en la historia de la Provincia. Como Guardián en varios perío-dos en San Antonio de Padua, donde también fue profesor, Córdoba y Santiago del Estero, se destacó por servir a la comunidad y tener al día los libros de administración, misas y crónica. Párroco en varios años en S. Antonio de Padua. Falleció en Córdoba a los 84 años, 60 de profesión religiosa y 55 de sacerdote. Fr. Ernesto A. Urenda

~ SEPTIEMBRE 08 ~

En este día fallecieron: 1770 FRAY FRANCISCO BORDA: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Itapé, Paraguay.

1784 FRAY VICENTE MUÑOZ: Hermano laico. Falleció en el convento de la ciudad de Salta.

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Este religioso, que era arquitecto, dirigió hasta su terminación la Ba-sílica San Francisco de Buenos Aires y la construcción del convento, así como de otras Iglesias del país, en especial la de Catedral de Cór-doba, cuya hermosa cúpula se debe a Fray Vicente Muñóz en 1753. En la construcción de la Catedral de Córdoba había intervenido antes Andrés Bianchi, arquitecto Jesuita, quien hizo el Pórtico del templo en 1729. Ambos arquitectos, uno Jesuita y el otro franciscano, inter-vinieron en la construcción de diversas Iglesias del país, que hoy son Monumentos históricos Nacionales, declarados por el Congreso de la Nación o por Decretos del Poder Ejecutivo de la Nación. Su traslado a Salta, coincidiendo con el tiempo de la construcción de la Iglesia de San Francisco, comenzaba el 17 de septiembre de 1759, nos indica que fue allí a dirigir la obra de dicho templo.

2005 EULOGIO AGIRREGABIRIA BENGOA 311: Nació en Marín, el hermoso barrio de Eskoriatza (Gipúzkou). Falleció en Arantzazu el 8 de septiembre de 2005. Hijo de Ángel María y de Teodora; ingresó en el Colegio seráfico de Arantzazu en 1929, a los 11 años. Cursó los tres primeros años de Hu-manidades en el mismo Colegio de Arantzazu, el cuarto curso en Fo-rua y el quinto en Zarautz. El 12 de agosto de 1933 vistió el hábito fran-ciscano en el convento-noviciado de Zarautz; al año, el 13 de agosto de 1 934, emitió la Profesión de votos Temporales y ratificó Solemnemente esta Profesión el 8 de diciembre de 1940. Los cursos de Filosofía, a cau-sa de la guerra civil de 1936-1939, los hizo en el Seminario de Pamplo-na, alternando con el servicio militar; los cuatro cursos de Teología en el coristado de Arantzazu. Se ordenó de sacerdote el 6 de diciembre de 1942. El Hno. Eulogio dedicó gran parte de su vida a la labor misionera en diversos países americanos. Primero en Cuba por 17 años (de 1943 a 1960), trabajando en distintas parroquias como las de Manzanillo, San Cristóbal y Camajuaní; hasta que la revolución castrista le expulsó, como a tantos otros. Entonces pasó a la Custodia del Paraguay, don-de sirvió por otros 18 años, sobre todo en Uruguay y Argentina. Los

311 Cfr. Cantabria Franciscana, pp. 143-144.

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últimos años de su misión americana los transcurrió en Lanús Oeste (en el Gran Buenos Aires). En todas partes el espíritu de servicio era el distintivo del Hno. Eulogio: es lo que lo hacía miembro precioso y siempre activo de cada Fraternidad. En particular la comunidad de Lanús lo tuvo muchos años de cocinero habitual, a la par que él aten-día otros servicios domésticos: incluso guiaba el autobús escolar para transportar a los niños del Colegio y atendía al típico “chiringuito” que constituía la delicia de los chavales: ¡por las mercancías en venta, y sobre todo por la sencillez campechana del que las vendía! Tanto trabajo material no le distraía de la prioritaria dedicación al ministerio sacerdotal, sobre todo en los fines de semana: preparaba con esmero sus sermones, para predicarlos cortitos, pero bien. Era muy solicitado para la dirección espiritual, por su grande disponibilidad y paciencia para escuchar a cuantos recurriesen a él: dedicaba a ello muchos ratos en los sábados y domingos. Al regresar definitivamente a Euskal Herria, pasó 16 años en Karrantza, dedicado a la atención pastoral en aquella zona vizcaína: otro campo de apostolado sencillo! Hacía también de capellán de las religiosas Cruza-das de la Iglesia, y de cocinero de aquella fraternidad de Carranza. El Hno. Eulogio destacaba por su sencillez, amabilidad, dulzura de corazón, cortesía y sobre todo por la paciencia sin límite. Era también un estimado cantor, con su profunda voz de buen bajo. No era preci-samente un grande hablador; pero se prestaba a que con él se bromea-se, para solaz de la fraternidad. Particularmente en sus postreros años de retiro en Arantzazu hacía buena pareja con Cándido Zubizarreta, su antiguo compañero de estudios; ambos habían participado en la guerra civil-española, pero con esta diferencia: Cándido como alférez y Eulogio como soldado raso, lo cual provocaba no pocas bromas en aquellos últimos años de convivencia en la fraternidad de Arantza-zu. Los dos eran muy distintos, pero ambos se hacían querer por su cercanía. Así, pues, Eulogio pasó los últimos 8 años de su vida en la fraterni-dad de Arantzazu: bastante achacoso, y progresivamente afectado por la enfermedad de Alzheimer. Y allí falleció el 8 de setiembre de 2005, víspera de la solemnidad de nuestra Señora de Arantzazu. Como bien

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dijo el Hno. Guardián, Juan Telesforo Zuriarrain, en la homilía de la misa funeral, “nuestro hermano Eulogio ha muerto como ha vivido: sin queja alguna plácidamente, respondiendo hasta el final a nuestras preguntas con su habitual bien, bien, bien”. La Eucaristía funeral, pre-sidida por el mismo Guardián, se celebró en la Basílica el día 10 de septiembre, a las 11 de la mañana: participaron 45 concelebrantes y un centenar de fieles. Sus restos descansan en el nicho 17 del cementerio. No dudamos de que Cristo Jesús, el Buen Pastor, manso y humilde de corazón, habrá acogido en su Paraíso a nuestro Hermano Eulogio, que siempre se dis-tinguió por su mansedumbre y sencillez.

~ SEPTIEMBRE 09 ~

En este día fallecieron: 1687 FRAY PEDRO PABLO: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1790 FRAY ANTONIO DE LA CONCEPCIÓN: Hermano laico.

1800 FRAY ANTONIO MARTÍNEZ: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Itapé, Paraguay.

1803 FRAY MIGUEL SUÁREZ LEDESMA: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en el convento de la ciudad de Córdoba.

1911 FRAY NAZARENO MOROSINI: Nació en Ferentino. Falleció en Orán, Salta, a los 71 años. A pedido del pueblo sus restos descansan en Orán. Tomó el hábito en la Provincia Romana, y, siendo subdiácono aún, se incorporó al Colegio Apostólico San Diego. Se caracterizó por su bon-dad, laboriosidad, y alegría. Fue Guardián por varios periodos, y a su gestión se debe la torre y la ornamentación del templo de Salta.

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1970 FRAY ALFREDO BACA KHUR: Sacerdote. Natural de la ciudad y Arquidiócesis de Buenos Aires. Alumno de la Vicaría San Miguel Ar-cángel. Falleció en Buenos Aires, a los 72 años de edad, 18 de profesión religiosa y 15 de sacerdote. A partir de 1961 residió, casi continuamente, en nuestro convento de Buenos Aires, en calidad de huésped, solicitando, con posteridad su incorporación a la Provincia, la que no llegó a concretarse hasta su fa-llecimiento. Durante su permanencia en nuestro convento de Buenos Aires, solía atender la Capilla de López Lecube, Púan (provincia de Buenos Aires). Fue vocal de la Comisión Nacional de Museos, Monu-mentos y Lugares Históricos en varios periodos, sin cobrar jamás suel-do alguno.

~ SEPTIEMBRE 10 ~

En este día fallecieron: 1796 FRAY LUIS DE SANTA MARIA: Hermano laico. Falleció en el convento de Salta.

1823 FRAY IGNACIO CABAL: Sacerdote, cura párroco. Falleció en Rio Seco, provincia de Tucumán.

1825 FRAY FRANCISCO RIVERO: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

~ SEPTIEMBRE 11 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos: 1768 FRAY JUAN MARÍN: Sacerdote. Ministro provincial. Había sido electo en el Capítulo celebrado el 25 de febrero de 1768. Falleció en el convento de Buenos Aires. “Español. Fue electo en el Capítulo celebrado en el convento de la Ob-servancia de Buenos Aires, presidido por Fray León Cayetano Delga-

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do. Este Capítulo reconoció y aprobó lo actuado por el Ministro pro-vincial Fray Sotomayor en cuanto a la aceptación de la regencia de la Universidad y el Colegio de Monserrat de Córdoba, que el gobernador de Buenos Aires- Don Francisco Bucarelli- había encomendado a la Provincia de la Asunción, a escasos cuarenta días de la expulsión de los Padres Jesuitas. El Capítulo confirmó ese arreglo y nombró el personal docente con un Rector y Cancelario para los dos establecimientos” 312.

1769 FRAY FRANCISCO ÁLVAREZ: Sacerdote. Ex Ministro provincial. Gobernó la Provincia desde 1737 hasta 1740. Falleció en el convento de la Recolección de Buenos Aires.

1785 FRAY ESTEBAN MIRÓ: Sacerdote. Falleció en el convento de Tu-cumán.

1838 FRAY PEDRO RODRÍGUEZ COSIO: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Corrientes.

1859 FRAY ANTONIO ROMERO PANÉS: Natural de Jaén, vino de Espa-ña con su tío, el Obispo de Asunción del Paraguay, que lo dejó en Córdoba para su instrucción. Pero Antonio a los 25 años pidió y se le dio en San Lo-renzo el hábito de Hermano donado. Falleció en San Lorenzo a los 72 años.

1911 FRAY JUAN BAUTISTA REINOSO: Sacerdote. Natural de Va-lle Viejo, diócesis y Provincia de Catamarca. Falleció a los 81 años de edad, 57 de profesión religiosa y 55 de sacerdote. Religioso austero, misionero incansable, trabajó celosamente en el sa-grado ministerio, predicación, confesionario y en el periodismo. Ocu-pó elevados puestos dentro y fuera de la Provincia. Presidente y Guar-dián del convento de Catamarca; Guardián del convento de Tucumán; Definidor y Custodio provincial; Visitador general de Chile en 1889.


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Durante su guardianía en Catamarca, construyó una parte considera-ble del templo. Dirigió las obras de construcción del templo de la lo-calidad de Recreo, provincia de Catamarca. Siendo cura párroco de la localidad de La Paz trabajó la Iglesia de Esquiú y reparó las capillas del curato en el que también, con la ayuda de religiosos del convento de la ciudad de Catamarca, predicó las misiones populares. Por razones de salud renunció para regresar a su amado Convento e Iglesia en la que siguió trabajando, -escribe el Padre Lobo-, “con el entusiasmo de un joven hasta el día anterior a su fallecimiento”. Sus restos fueron inhumados en la misma Iglesia en la que por tantos años ejerció el sagrado ministerio y en cuya edificación tan eficazmente había trabajado.

1940 FRAY ÁNGEL PARRUCCHINI: ingresó a la vida minorítica en Río Cuarto, y en 1914 se incardinó al Colegio San Carlos. Falleció en el Con-vento de Rosario donde permaneciera largos años, dando ejemplos de abnegación y humildad. Sus restos descansan el convento San Carlos.

1971 FRAY FRANCISCO MARÍA GORDILLO: Nació en Piedra Blanca, Catamarca y siendo joven ingresó al Convento San Carlos donde fue luego sacristán, portero y sastre. Siempre recordaba con fervor a la In-maculada del Valle. Se durmió en el Señor en el Convento de Rosario a los 63 años de edad y 35 de profesión.

1976 FRAY IGNACIO SUDUPE OSINALDE 313: Nació en Azcoitia (Gui-púzcoa) el 28 de marzo de 1918. Falleció en el convento de Valladolid el 11 de septiembre de 1976. Su memoria la tienen presente, aún, los hombres de letras y artistas nativos que le conocieron. Entró en el Colegio Seráfico con un grupo de siete compueblanos, de los que perseveraron solo tres. Vistió el santo hábito el 10 de septiem-bre de 1933 y emitió la profesión de votos Simples el 12 de septiembre de 1934. Fue ordenado sacerdote el 10 de abril de 1943.

313 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 19.

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De raigambre misionera –era sobrino del P. Pascual Osinalde, afama-do misionero en nuestra Misión de Yenan-Fú (China)– llevaba en el hondón de su ser otra modalidad diferente de evangelizar, a base de modernos medios de comunicación social, para los que se había prepa-rado al culminar la carrera del sacerdocio. Llegó al Paraguay en el año 1952, después de haber residido en nuestra Residencia de Villa Industriales (Argentina) por espacio de un año. Dotado de una viveza aguda de inteligencia, unida, a la vez, a una re-serva poco común de la Sociología, adquiridos en la destacada Escuela del Cardenal Ángel Herrera, prestó valiosos Servicios como predicador y estilista en todos los ámbitos en que le tocó actuar. No le faltó en el nuevo destino del Paraguay, campo ancho y bien cultivado para dar rienda suelta a sus aficiones artísticas y evangelizadoras. En efecto ha-bía heredado la Custodia, de la Administración anterior, una emisora con el sugestivo nombre de Radio Cháritas, para irradiar a todos los ho-gares el mensaje misionero. Fue antes, en rigor, el P. Benito Azcárate el que recibió de primera mano este medio de comunicación, como valio-so y espléndido regalo. Aquí él sepultó sus mejores energías y sudores por el mejoramiento de los equipos, y en el bregar diario, en busca de una superación más eficiente de la radiofonía. El P. Sudupe logró llevar adelante las conquistas de su predecesor, y vino como caído del cielo para ocupar la vacante que había dejado el P. Benito al regresar a la Pro-vincia. Consiguió cambiar la faz de la Radio con una programación ágil y amena, dando cabida, como novedad, a números de teatro de autores nacionales que descollaban en aquella época. Pasaron por sus micró-fonos toda una gama de artistas más destacados de su tiempo, lo que contribuía a darle aún mayor jerarquía y prestigio a la Broadcasting. Durante su trayectoria en el Paraguay, ocupó al mismo tiempo otros cargos de responsabilidad que supo cumplirlos airosamente. Se des-empeñó, así, de Vicario y luego de Superior de la Residencia de Asun-ción. Cumplidos con estos compromisos, se incorporó a la Provincia, donde le vemos encumbrado como Guardián del convento de Irala-barri de Bilbao. Antes de esta designación, que ocurrió en el Capítulo celebrado en el año 1961, había permanecido durante nueve años en el Paraguay. Después de ese intérvalo de tres años, regresó de nuevo al

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mismo País. Esta vez con el cargo de Custodio, para el que fue nom-brado en el siguiente Capítulo de 1964, y que lo mantuvo durante dos trienios, marcados de fuertes contrastes que supo asumirlos con ente-reza y responsabilidad. Regresó definitivamente a la Provincia en 1970, donde de nuevo le nombraron Guardián de Tolosa.

• FRAY CIRIACO RODRÍGUEZ VALDIVIESO.

~ SEPTIEMBRE 12 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1753 FRAY MANUEL VEGA: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1785 FRAY PASCUAL JUAN BAILÓN: Sacerdote. Lector jubilado. Fa-lleció en el convento de Buenos Aires.

1789 FRAY JOSÉ CALVO: Sacerdote. Falleció en Montevideo, Uruguay

1792 FRAY FÉLIX UROLA: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires. 1798 FRAY JOSÉ CEBALLOS: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1804 FRAY MANUEL AGUADA: Hermano laico. Falleció en el viaje a Santiago del Estero.

1952 FRAY VICENTE OYOLA: Sacerdote. Natural de la ciudad y ar-quidiócesis de Córdoba. Falleció en el convento de la ciudad de Cór-doba, a los 71 años de edad, 48 de religioso y 37 de sacerdote. Hombre de Dios, sencillo y observante. De él se cuentan muchas anéc-dotas, algunas de ellas con sabor a “Florecillas”. Su celo sacerdotal se

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manifestaba particularmente en la atención a los enfermos. Fue último Custodio de la Provincia en Paraguay.

1991 FRAY FRANCISCO ENRIQUE QUIBERONI: Nació en Santa Fe en 1914. Falleció en el Convento San Francisco Solano de Rosario. Sus restos descansan en el cementerio conventual de San Lorenzo. Ingresó a la Orden a los 17 años. Ordenado sacerdote en 1940, durante 50 años ejerció el ministerio en distintos oficios y lugares. Fue Defini-dor; Ecónomo; párroco; Maestro de Novicios y Guardián. Siempre con espíritu jovial y servicial, disponible para todo, especialmente para el sacramento de la Reconciliación. Desde 1943 y durante 5 años fue “Pá-rroco de la Línea”, recorriendo las localidades Formoseñas que nacían junto al trazado de la línea férrea. Fue entonces el fundador y primer párroco de la localidad de Pirané, Formosa, donde se lo siguió recor-dando con mucho afecto. Al morir contaba 77 años, muchos de los cua-les, mas de 30 sobrellevando la secuela de un derrame cerebral que no logró disminuir su actividad y entrega.

2002 FRAY CARLOS DE LA FUENTE: Sacerdote. Nació en Capital Fe-deral el día 12 de mayo de 1917 y fue llamado por el Señor a la vida eterna a los 85 años de edad, en la ciudad de Mendoza el día 12 de septiembre de 2002. Ingresó al Postulantado (seminario menor) en la ciudad de Córdoba. Vis-tió el hábito el 30 de enero de 1936, emitió su Profesión Temporal el 31 de enero de 1937 y la Profesión Solemne el 1 de febrero de 1940 y después de cursar los estudios eclesiásticos fue ordenado sacerdote el 15 de junio de 1946 en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires. Vivió en Piedra Blanca, ciudad de Catamarca y en San Antonio de Padua, provincia de Buenos Aires donde se desempeñó por muchos años como párroco.Fue Definidor provincial. Fue a Roma, delegado al Capítulo General. Como encargado de la O.V.F. (Obra de las Vocaciones Franciscanas) creó el folleto “Pequeños Franciscanos”, publicación que logró una amplia difusión. Se destacó en su celo por la OFS (Orden Franciscana Seglar) en su rol de asistente de los hermanos y hermanas dedicándose a colaborar en la formación cristiana y franciscana. Es de reconocer el

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buen oído y buena voz de Carlitos; le gustaba el canto folklórico, lo cual le permitió vincularse con Hilario Cuadros y su conjunto.

Fr. Alejandro Díaz

~ SEPTIEMBRE 13 ~

En este día fallecieron: 1790 FRAY ANTONIO DE LA CONCEPCIÓN: Hermano laico. Falleció en la Santa Recolección de Buenos Aires.

1813 FRAY CARLOS MORENO BÁRSOLA: Sacerdote. Falleció en el convento Recoleto de San Pedro, provincia de Buenos Aires.

1815 FRAY MIGUEL MORAS: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

~ SEPTIEMBRE 14 ~

En este día fallecieron: 1775 FRAY FRANCISCO DE SANTA ANA: Hermano laico. Falleció en el convento de Catamarca.

1784 FRAY JOSÉ CAMPUSANO: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1825 FRAY ROQUE JAIME: Sacerdote. Guardián. Falleció en el con-vento de Salta.

1835 FRAY BUENAVENTURA BADIA: Sacerdote. Vicario provincial. Falleció en el convento de Córdoba.

1841 FRAY ANDRÉS VILLEGAS: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

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1990 FRAY ONOFRE LUIS PERILLO 314.

El P. Perillo, sacerdote. Nació el 28 de agosto de 1916 en Burruyacú, provincia y diócesis de Tucumán. Falleció en el convento de Tucumán a los 74 años, 55 de profesión religiosa y 49 de sacerdote. Fr. Ernesto A. UrendaDice San Pablo que “si vivimos, para el Señor vivimos; y, si morimos, para el Señor morimos” (Rom 14,8). Por eso, si el P. Perillo había vivido para el Señor, especialmente desde su vida religiosa y sacerdotal, tam-bién moría para el Señor el viernes 14 de septiembre de 1990, alrededor de las 20 horas. Sus padres fueron Guillermo Perillo y Analecta González. Aún de muy niño sintió el llamado de la vocación religiosa y sacerdotal, y así a los 10 años ingresó al Postulantado de Tucumán, continuando los estu-dios secundarios en el convento de Córdoba. Concluidos sus estudios secundarios, ingresa al noviciado de Catamarca el 27 de enero de 1934, cambiando como era la costumbre, su nombre de pila por el de Onofre. Tuvo por maestro al siervo de Dios Fr. Antonio de Jesús Lobo. Emite sus votos Temporales el 28 de enero de 1935. Pasa luego a cursar los estudios filosóficos en el convento de Córdoba, para continuar los de Teología en el recientemente inaugurado seminario franciscano de es-tudios mayores en San Antonio de Padua (Bs. As.); allí mismo profesa Solemnemente el 5 de mayo de 1938.

314 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXII, n.º 139, (agosto/septiembre 1990), pp. 6-8.

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Al finalizar la Teología, recibe la ordenación sacerdotal el 20 de diciem-bre de 1941, en la ciudad de La Plata. Su primer destino fue el colegio de Aarón Castellanos, donde ejerció la docencia y la cura pastoral del pueblo y la zona rural circunvecina con tanta eficiencia, dedicación y afecto que aún hoy los hombres ya maduros, otrora sus alumnos lo recuerdan con cariño. De 1954 a 1958 ejerce el importante cargo de conducir espiritualmente el Seminario menor de Paso del Rey (Buenos Aires) como Rector. Por ese tiempo había ocurrido que un voraz incendio había destruido el colegio San Buenaventura de Mendoza; entonces, allá fue enviado el P. Perillo para reconstruir y empezar de cero ese colegio. La obra era titánica. No solo había que hacer la parte material, sino también el mantenimiento de ese complejo educativo que abarcaba pre primario, primario, secundario y más tarde crearía también, con el P. Antonio Vallejo, la Facultad de Ciencias Económicas. Hacia fines de 1971 es trasladado al convento de Buenos Aires para lue-go de poco tiempo retornar a Paso del Rey como maestro del Postulan-tado, siendo el primer maestro que encaraba esta etapa de formación inicial; con alumnos postulantes mayores, según la modalidad actual. Después de un período es designado Guardián del convento de Tucu-mán. Pero, como nadie es profeta en su tierra [...] al poco tiempo renun-cia a ese cargo y es trasladado al convento de Santiago del Estero, en el que desempeñará sucesivamente los cargos de Representante legal del Colegio San Francisco (siendo el P. Perillo el primero en ejercer solo este cargo, deslindándose la dirección del mismo a una docente del colegio, Sra. María I. T. de Manzur). Fue ecónomo, Guardián y párro-co. Durante su mandato pastoral en la Parroquia, se instituyó Cáritas, para ayudar a las familias carenciadas, la fraternidad Jufra, en todas su etapas, y se inauguró la capilla de la Isla; una vasta zona misionera, de población muy modesta, distante unos 7 km de la sede parroquial. Al incrementarse el éjido parroquial con los barrios Mishky Mayu, Par-que Industrial y Salta Prolongación, que casi duplicaría la feligresía de la Parroquia, hace las gestiones pertinentes y consigue la inauguración de una casa religiosa, de las Hnas. de la Fraternidad Eclesial Francisca-na, con la llegada de las Hnas. Teresa Wellig y Teresita Minutti. La Hna.

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Teresa, a los 3 años de su estadía en Santiago del Estero, se enferma de cáncer simultáneamente con el P. Perillo, y fallecería en Buenos Aires cinco días después de él. En febrero de 1984 es trasladado al convento de Mendoza como Guar-dián; pero, al mes renuncia y es designado para ocupar la guardianía del convento de La Rioja. Apenas un año después, presenta nueva-mente su renuncia para volver a su Santiago querido, por razones de salud. Efectivamente, en Santiago ya había sido operado en tres opor-tunidades; y tal vez, se podrían aguardar otras de sus médicos de ca-becera. En ese interím también frecuentó el Convento de Córdoba y el Sanatorio Allende, en el que también fue intervenido quirúrgicamente. En octubre de 1986, el Congreso Capitular lo designa Guardián del convento de Tucumán, en este caso, a pesar de su enfermedad conclu-ye el trienio, y en el último Congreso Capitular queda como morador del convento de Tucumán. Ahí tiene que soportar todavía una caída en septiembre del año pasado, con la que se hace una pequeña fisura en el brazo derecho; y además una nueva operación a fines de de enero de este año para repararle una fisura de la cabeza del fémur y colocarle una prótesis en la pierna derecha. Y así se disponía a recibir a la hermana muerte, acaecida el 14 de se-tiembre, alrededor de las 20 horas. La misa exequial se celebró al día siguiente, a las 15:10 horas, fue presidida por el P. Carlos Lara, Prior del convento de Santo Domingo, y concelebrada por el P. Rubén Gon-zález OP, el Guardián del convento de Tucumán, el Vicario del con-vento de Córdoba, fr. Mario Fuenzalida; el guardián del convento de Santiago del Estero, fr. Eduardo Zatti, y dos sacerdotes del clero dio-cesano; participaron también Fr. José Castells y Fr. Rafael González, y muchos familiares, terciarios y fieles en general. El P. Onofre Almada, guardián del convento de Tucumán, tuvo a su cargo la homilía, en la que nos exhortó a vivir el momento presente, tratando de configurar-nos a la muerte y resurrección de Jesucristo y recordó sucintamente los casi 56 años de vida religiosa y los fecundos casi 49 años de sacerdocio del P. Perillo, en los diversos cargos y ministerios que ha ejercido en los lugares que lo ha destinado la obediencia. Luego de la Santa Misa nos dirigimos al cementerio, en donde el P. Onofre Almada bendijo el

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sepulcro, y, finalmente, el P. Mario Fuenzalida dirigió a todos los pre-sentes unas breves y sentidas palabras para despedirnos de Fr. Perillo y recordar algunos aspectos relevantes de su personalidad, especial-mente su amistad, su prudencia y equilibrio en los consejos a los for-mandos, su calidez humana, etc. Todo esto recordaba emocionado el P. Fuenzalida- hizo que él se afirmara más en su vocación. No podemos soslayar, además, la actividad preponderante y decidida del P. Perillo en los conventos, en las reuniones de Definitorio, en el Consejo Plenario de la Provincia y, sobre todo, en los Capítulos Pro-vinciales y Congresos Capitulares. Su actuación en los capítulos era decidida y valiente, sobre todo en ese rol protagónico casi provinciano de aglutinar a los hermanos para que se animaran a cambiar y tomar actitudes radicalizantes, tal vez polémico y cuestionante para algunos, pero que él juzgaba necesarias para el bien de la Provincia. En los Ca-pítulos muchas veces intervino “de iure” como Guardián, definidor y miembro del Consejo Plenario de la Provincia; otras veces intervino como Diputado Provincial. Se destacó por ser una persona activa y decisiva para llevar a cabo la continuación y culminación de las obras en distintas casas de la Provincia, entre ellas lo que es hoy el complejo edificio del Colegio S. Buenaventura y la Facultad de Ciencias Econó-micas San Francisco de Mendoza. Fue Guardián en los conventos de Mendoza, Aarón Castellanos, Tucumán, Paso del Rey y Santiago del Estero; Definidor en diversos períodos y párroco.Su entrega y afecto humano los recuerdan ampliamente los feligreses de Santiago del Estero, Mendoza, Paso del Rey y Tucumán; sin olvidar los de Aarón Castellanos su primer destino. Aguardamos la esperanza de que su cuerpo depositado en el sepulcro no solo signifique un vacío más para nuestros conventos, sino una se-milla de nuevas vocaciones para nuestra Provincia Franciscana. ¡Padre Onofre, descansa en paz!


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2001. FRAY ERNESTO ÁNGEL URENDA:

Sacerdote. Nació en Villa Nueva, Villa María, Córdoba, el día 27 de oc-tubre de 1924. En la madrugada del 14 de septiembre de 2001, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, a la edad de 77 años, Fr. Ernesto entre-gaba su alma al Creador, en la ciudad de Rosario tras una prolongada y delicada intervención quirúrgica. La misa de exequias fue celebrada en la Iglesia de Santa Fe, donde residía y sus restos fueron inhumados en el panteón del propio convento. Ingresó al antiguo Postulantado de Córdoba y después al de Paso del Rey. En San Antonio de Padua, provincia de Buenos Aires realizó el Noviciado, la Profesión Temporal y Solemne, los estudios filosóficos y teológicos y las ordenes menores y mayores hasta el presbiterado de manos de Mons. Tomás Aspe, OFM (que vivía en el leprosario de Rodríguez). Todo en Padua hasta celebrar la misa jubilar de sus bodas de oro sacerdotales el día 23 de diciembre de 2000.Pocas casas lo tuvieron como morador, porque, en realidad, su claustro fue el ancho mundo o el colectivo que lo llevaba frecuentemente y con perseverancia a visitar y animar las fraternidades de la OFS, de las que fue por varios períodos asistente Local, Regional y Nacional.Una característica de su actividad apostólica fue la de ser Misionero itinerante, predicando novenarios, fiestas patronales; es de destacar el servicio ininterrumpido durante 40 años para las fiestas de Semana Santa en Corral de Bustos (Córdoba).Debemos destacar la labor desempeñada por Fr. Ernesto en la anima-ción de los capítulos provinciales, como moderador, secretario y cro-

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nista. Por muchos años fue Director del Boletín Informativo Noticias y encargado de redactar las necrológicas, y a quien debemos el mérito de haber recopilado y redactado el Libro de Necrológica de la Provincia.


~ SEPTIEMBRE 15 ~

En la Provincia recordamos hoy ante el Señor: 1708 FRAY PEDRO ALBARRACÍN: Sacerdote. Ex Ministro provincial (1686-1689). Falleció en el convento de Córdoba.

1765 FRAY JOSÉ PIZARRO.

1774 FRAY PEDRO ARRIOLA: Sacerdote. Falleció en la localidad de Rio Grande, provincia de Corrientes.

1784 FRAY FELIPE COS: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1795 FRAY SEBASTIÁN CABEZA DE VACA: Hermano laico. Falleció en el convento Recoleto del Pilar de Buenos Aires.

1819 FRAY MANUEL MARTÍNEZ: Hermano laico. Falleció en la Reco-lección de Buenos Aires.

1856 FRAY FRANCISCO LÓPEZ: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1904 FRAY BENITO DURO: Hermano laico. Natural de Pontevedra, España. Fue el primer religioso que falleció en el convento de La Plata, a los 69 años de edad, y 22 de profesión religiosa. Ingresó a la Orden a los 46 años de edad. Desde el noviciado pudo apreciarse en su comportamiento un religioso consagrado por entero a la obediencia, a la caridad, a la abnegación y al sacrificio. Fervoroso en la oración e infatigable en el trabajo. Apenas se desocupaba de los ejer-

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cicios de piedad por la mañana, se entregaba a las tereas de la huerta del convento de La Plata, -del que fue miembro fundador -, cuyos frutos no solo alcanzaban para el consumo de la comunidad, sino también para dar a los pobres. En esa ruda y silenciosa tarea trabajó durante 15 años consecutivos, sin dar descanso a su cuerpo pese a las graves dolencias y achaques que sufrió los últimos años de su vida.

1950 FRAY JOSÉ ZURFLÜH: Nació en Suiza. Falleció a los 62 años en el hospital del Centenario de Rosario. A los 15 años tomó el hábito en el Convento San Carlos. Fue Director de la Escuela San Carlos, Superior de la Misión de Tacaaglé, Guardián en San Lorenzo, Comisario Provincial y Visitador General en Salta.

~ SEPTIEMBRE 16 ~

En este día fallecieron: 1746 FRAY TOMÁS BUSTOS: Sacerdote. Definidor. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1773 FRAY ANTONIO CARDOSO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1786 FRAY LUIS SANTA ROSA LEYTE: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Santiago del Estero.

1804 FRAY TOMÁS DEL PILAR: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1841 FRAY EDUARDO GARCÍA: Ex Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1882 FRAY MIGUEL LEIVA: Sacerdote. Definidor y ex Visitador de la Provincia en 1869. Falleció en el convento de Córdoba.

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1954 FRAY BERARDO LUDUEÑA: Sacerdote.

~ SEPTIEMBRE 17 ~

Nuestro piadoso memento sea hoy para los hermanos que en este día fallecieron: 1674 FRAY MIGUEL CHIROS: Sacerdote. Falleció en el convento de San Martín de Esteco.

1755 FRAY JOSÉ LUIS DE SAN ROMÁN: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1796 FRAY MIGUEL PEREYRA: Sacerdote, cura de almas en la Doc-trina de Itatí.

1830 FRAY IGNACIO PRIETO: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1850 FRAY MANUEL MARIÑOS: Sacerdote. Custodio. Falleció en el convento de Santa Fe.

1915 ZACARÍAS PUCHETA: Postulante. Hermano de Fray Dositeo Pucheta. Falleció a los 14 años de edad, en el convento de Córdoba.

1954 FRAY PEDRO ELISEO LORENZI: Hermano laico. Natural de Fa-vrio, diócesis de Trento, Italia. Falleció en San Antonio de Padua, a los 55 años de edad y 25 de profesión religiosa. Religioso observante, piadoso y trabajador. Integró la primera comuni-dad del convento de San Antonio de Padua donde se desempeñó como carpintero (lo era de oficio) y despensero. También fue morador de los conventos de Tucumán, La Rioja y Catamarca.

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~ SEPTIEMBRE 18 ~

En este día fallecieron:1718 FRAY PEDRO ECHARTE: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1769 FRAY JUAN MELGAREJO: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1785 FRAY JUAN PASCUAL NAVARRO 315: Sacerdote. Falleció en Bue-nos Aires.

1790 FRAY BERNARDO ROCHA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1875 FRAY PANTALEÓN ALEGRE: Sacerdote. Visitador de la Provin-cia en 1842. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1936 FRAY ANTONIO CHACÓN: Sacerdote. Natural de la ciudad y arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el Hospital San Roque de Córdoba, a los 65 años de edad, 50 de profesión religiosa y 42 de sacerdote. Su fallecimiento fue edificante.

~ SEPTIEMBRE 19 ~

En este día fallecieron: 1761 FRAY MARCOS CASUTO: Hermano laico. Falleció en el conven-to Recoleto de Buenos Aires.

1775 FRAY MIGUEL DEL VILLAR: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

315 Cfr. Archivo Histórico del Convento de Buenos Aires.

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1792 FRAY HERMENEGILDO GARCETE 316: ex sacerdote. Falleció en Paraguay.

1796 FRAY PEDRO ARENARIO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1802 FRAY DOMINGO PÉREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1896 FRAY PACÍFICO TULA: Sacerdote. Natural de Piedra Blanca, provincia de Catamarca. Fue maestro de novicios y ecónomo conven-tual. Falleció en el convento de Catamarca, a los 31 años de edad, 10 de profesión religiosa y 5 de sacerdote.

~ SEPTIEMBRE 20 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1753 FRAY JUAN SANTOS: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1775 FRAY JUAN DE LOS ÁNGELES: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1810 FRAY AGUSTÍN AGUIRRE: Sacerdote.

1886 FRAY JUAN DE CAPISTRANO TISSERA: Ex Ministro provincial y Obispo Diocesano de Córdoba. Elegido provincial en 1878, fue ree-lecto por el Definitorio general de 1880 y terminó en 1884. Implantó la vida común en la Provincia. Falleció en la ciudad de Córdoba y está sepultado en nuestra Iglesia frente al altar mayor.


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“Nació el 3 de marzo de 1825 en el antiguo departamento de Anejos del Sur, actual Santa María de la provincia de Córdoba. Vistió el hábito franciscano en 1841; se ordenó sacerdote 23 de enero 1847. Estuvo a cargo de las cátedras de Teología y Derecho Canónico en la Casa de Formación del Convento de Córdoba; en 1851 fue nombrado Guardián de esta Casa, cargo que ocupó por tres períodos. En 1861 viajó a Roma con Mons. Buenaventura Rizo Patrón como teólogo consultor; en 1877 participó en el VIII Sínodo Diocesano. Fue Ministro Provincial de la Asunción en dos períodos consecutivos. Fray Juan de Capistrano Tissera, sucesor de Mons. Mamerto Esquiú, fue nombrado Obispo el 27 de marzo de 1884, por Juan XXIII, y con-sagrado el 21 de septiembre de 1884 por el Nuncio Apostólico Luis Mattera; participó de la consagración Mons. Wenceslao Achával. Fray Capistrano Tissera asumió la diócesis en medio de graves dificulta-des, generadas por las leyes liberales que recortaron los espacios de acción a la Iglesia católica, especialmente en el ámbito d la educación. En la Carta Pastoral, del 21 de septiembre de 1884, dirigida al Clero y al Pueblo de la Diócesis, Mons. Tissera hizo memoria del inicio de su vida de fraile, manifestó su fragilidad para llevar adelante la tarea y se reconoció pobre de virtudes. Asimismo evocó a una serie de fran-ciscanos que, desde San Francisco, se destacaron en la humildad y el amor, en la penitencia y laboriosidad, en la ciencia y el apostolado. Al igual que su antecesor, Fray Tissera estuvo solo dos años al frente de su obispado. Mientras realizaba la Visita Pastoral a la Diócesis en-fermó gravemente y falleció en Córdoba, el 20 de septiembre de 1886. Fue sepultado en la iglesia San Francisco en el altar del Santísimo 317”.

1986 FRAY LUIS DE LA ASUNCIÓN GARCÍA: Diácono. Natural de la Diócesis de Avellaneda, provincia de Buenos Aires. Falleció de un síncope cardíaco en casa de su hermana Nélida, a los 66 años de edad y 46 de profesión religiosa.


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Su trato afable, su humildad y su verdadera vocación de servicio, su buen corazón y sencillez, le conquistaron el aprecio de sus hermanos e innumerables amistades durante los muchos años fue sacristán de la Basílica de Buenos Aires y de la Iglesia de La Plata. Para todos tenía la puerta abierta en su habitación y para todos una palabra cordial, un gesto de generosidad y ayuda material en favor de los necesita-dos, a quienes socorría siempre en la medida de sus posibilidades. Entre las personas de su amistad, no solo había sacerdotes del clero secular o de otras órdenes, sino también Obispos; entre ellos Mons. Cárdenas y Mons. Montes, Obispo de Avellaneda. Ambos prelados se hicieron presentes en el velatorio, como así también el Vicario general de Avellaneda, Mons. Barcelona, vocación del hermano García, tu-vieron palabras de elogio para el amigo extinto, ponderándolo como “auténtico franciscano, que con sencillez y alegría sirvió a todos y se conquistó el afecto y la gratitud de todos”. Ocupó diversos oficios propios de los hermanos de antes en los conventos de San Antonio de Padua, Mendoza, La Plata y Buenos Aires, donde durante más de 30 años fue sacristán de la Basílica. Estudió y fue ordenado diácono permanente en Bolivia. Últimamente por sus enfermedades y males físicos residía en Aarón Castellanos donde encontró mejoría y paz. Sus restos fueron velados en la sacristía que él tanto cuidara y sus exe-quias se realizaron en la Basílica que sirvió tantos años, un tercer do-mingo de mes, en la misa reglamentaria de la Hermandad de la Orden Franciscana Seglar. Mons. López dijo: “Era diácono, pero yo prefiero recordarlo como al hermano Luis, a quien he querido desde que lo conocí por su sencillez, por su humildad, por su bondad” […] Y no-sotros, sus hermanos, lo seguiremos recordando con el apodo familiar “Cholo”, como comúnmente lo llamábamos.

~ SEPTIEMBRE 21 ~

En este día fallecieron: 1785 FRAY MANUEL CAÑETE: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

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1793 FRAY TOMÁS BÁEZ 318: Sacerdote. Falleció en la Santa Recolec-ción. Paraguay.

1833 FRAY FERNANDO BRACO: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en el convento de Córdoba.

1876 FRAY NAZARIO SALVONI: Sacerdote. Falleció en el Colegio Apostólico San Diego de Salta.

~ SEPTIEMBRE 22 ~

En este día fallecieron: 1670 FRAY PEDRO VILLASANTI: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Santa Fe.

1676 FRAY JUAN BAUTISTA GAVILÁN: Sacerdote. Custodio. Falleció en el convento de Córdoba.

1807 FRAY MARIANO PAZ BÁRZOLA: Sacerdote.

1915 FRAY JUAN BATTISTINI: Sacerdote. Nacido en Montefeltro, Ita-lia. Fue ordenado In Sacris el 4 de octubre de 1896. Trece años después se incorporó a la Comisaría de Misioneros. Falleció en la Merced a los 41 años.

~ SEPTIEMBRE 23 ~

En la Provincia recordamos hoy ante el Señor: 1676 FRAY MIGUEL ARREGUI: Hermano estudiante. Falleció en Chu-quisaca, Bolivia.


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1781 FRAY FRANCISCO JAVIER AMORÍN: Sacerdote. Falleció en el convento de Catamarca.

1880 FRAY PEDRO PELLICI: Apostólico misionero. Procedía de Italia, de donde vino en 1857 encabezando una misión de varios franciscanos. Fue Prefecto de Misiones y Comisario General de la Misiones en la Ar-gentina. Se cuenta entre los fundadores del Colegio Apostólico de Salta.

1908 FRAY MIGUEL MORALES 319: Hermano laico. Natural de la ciu-dad y diócesis de Catamarca. Falleció en el Hospital San Juan Bautista de la ciudad de Catamarca, a los 78 años de edad y 52 de profesión religiosa. Se distinguió por una vida edificante, por su piedad y amor a la pobre-za seráfica, por su laboriosidad y obediencia y gran caridad para con los pobres. No obstante sus enfermedades y achaques se pasaba lar-gas horas en la huerta del convento. También movido del espíritu de caridad hacía provisiones de alimento para ayudar a los necesitados.

1950 FRAY ANDRÉS AVELINO PAZ: Sacerdote. Natural de la ciudad y arquidiócesis de Tucumán. Falleció en el convento de Tucumán, a los 71 años de edad, 53 de profesión religiosa y 47 de sacerdote. Bondado-so, tranquilo y espíritu emprendedor. Siendo Presidente del convento de Santa Fe trabajó en la dirección de las obras del colegio nuevo, sien-do Gobernador de la Provincia el Dr. Iriondo. Definidor provincial y rector del colegio seráfico de Tucumán.

1995 FRAY EUSEBIO GUTIÉRREZ SAIZ: Nació en Cojóbar (Burgos) el 13 de agosto de 1917. Fue un religioso ejemplar: sencillo, afable, servi-cial, que se hacía querer de cuantos le conocían y trataban. Que descan-se en paz. Profesó Solemnemente el 8 de diciembre de 1940, ordenándose de sa-cerdote el 20 de noviembre de 1942, siendo destinado a América, en donde ha permanecido hasta 1992.

319 Cfr. El Plata Seráfico, año IX, n.º 111 (noviembre 1908), pp. 544-545.

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Sus destinos en América fueron: Lanús (Argentina) (1942-1952); Gua-rambaré (Paraguay) (1952-1957), donde fue el alma de la construcción de la iglesia parroquial y de un colegio de secundaria; Montevideo (Uru-guay) (1957-1960), de donde pasó al altiplano boliviano, en donde per-maneció dos años, encargado de la administración de la gran obra del P. Landini “Las Escuelas de Cristo”, y recorriendo las escuelas y comu-nidades cristianas diseminadas por el altiplano; en 1962 recibió la obe-diencia para trasladarse a Buenos Aires, donde permaneció sus 30 años americanos últimos, en la Custodia de Tierra Santa, dedicado a la pro-paganda de los Santos Lugares a través de los medios de comunicación, organizando peregrinaciones, etc., amén de otras actividades, como la catequesis, formación de la juventud, la OFS, Jufra y otros Movimientos. En 1992 regresó a España, incorporándose a esta fraternidad de Valla-dolid, en la que ha permanecido los tres últimos años de su vida: A pesar de su avanzada edad, y vencidas las primeras dificultades in-herentes a la adaptación a su nueva situación, desarrolló una actividad meritoria, sobre todo, atendiendo al confesionario y a las “personas ma-yores”, hasta que se vio obligado a retirarse por la enfermedad: mieloma ósea (cáncer de la médula espinal), agravada por una pertinaz diabetes, cirrosis hepática y una grave afección renal. En numerosas ocasiones tuvo que ser intervenido en el Sanatorio. La fraternidad se desvivió por atenderle en todo tiempo, especialmente en su última semana, que re-quirió una presencia ininterrumpida a lo largo de las 24 horas del día.

~ SEPTIEMBRE 24 ~

En este día fallecieron: 1654 FRAY ESTEBAN CABRERA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1739 FRAY BERNARDINO BRUN: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

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1780 FRAY DIEGO PRUDENCIO GARCIA: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1810 FRAY BERNARDO LÓPEZ: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1811 FRAY JUAN JOSÉ RAMÍREZ 320: Sacerdote. Falleció en Villarrica, Paraguay.

1902 FRAY ANTONINO BELLI: Sacerdote. Falleció en el convento de la Merced a los 76 años, donde se había incorporado 41 años antes. Procedía de la Provincia Reformada de Bolonia donde fue ordenado de sacerdote a los 22 años. Fue el más notable músico, organista y compo-sitor de su tiempo en la ciudad de Corrientes, y se le considera como uno de los promotores del folclore correntino. Todo esto sin dejar de tener fama como buen confesor.

~ SEPTIEMBRE 25 ~

Nuestro piadoso memento sea hoy para los hermanos: 1676 FRAY IGNACIO DE JESÚS: Hermano laico. Falleció en Perú. 1738 FRAY JOSÉ LIENDO: Sacerdote. Ex Definidor. En 1723 fue Visita-dor Comisionado para el Convento de Catamarca.

1799 FRAY JUAN DE LA CRUZ VÁSQUEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Jujuy.

1804 FRAY MIGUEL URIBIAGA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Catamarca.


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1969 FRAY JUAN HEREDIA: Sacerdote. Natural de El Timbó, ar-quidiócesis y provincia de Tucumán. Falleció en el convento de Tucumán, a los 75 años de edad, 59 de profesión religiosa y 51 de sacerdote. “Nació en el Timbó, provincia de Tucumán el 9 de enero 1894. Vistió el hábito el 15 de marzo de 1909 y emitió sus votos religiosos el año siguiente, y en 1913 hizo su Profesión Solemne. Fue ordenado sacer-dote en 1918 y el 6 de enero de 1919 cantó su primera misa en el Tem-plo de San Francisco. Fue un sacerdote ejemplar y religioso austero, su vida estuvo consagrada a Dios al servicio del prójimo, conforme al espíritu Evangélico. Pese a haberse destacado en su juventud por sus relevantes condiciones, tal era su modestia que, habiendo cumplido el 6 de enero de este año, sus bodas de oro de su primera misa, no quiso que le realizaran ninguna celebración pública. Fue un sacer-dote muy versado en el conocimiento e interpretación de las Sagra-das Escrituras y enseñó esa asignatura a los estudiantes de su propia Orden. Además fue profesor durante muchos años en la Escuela de Agricultura y Agrotecnia de la Universidad Nacional de Tucumán y en la Escuela Industrial de la Nación. En nuestra ciudad fue el primer sacerdote que explicó el Evangelio por radio. Lo hizo dominicalmen-te durante más de diez años por la emisora LV 12. Sus sobresalientes cualidades de orador eclesiástico lo obligaron a ocupar la cátedra sa-grada en casi todas las parroquias de Tucumán y en las Iglesias de muchas otras provincias. Dentro de la Orden desempeñó los cargos de guardián del convento de Tucumán, Corrientes y La Plata. Dotado de una gran cultura y de especiales dones, supo conquistar sólidas y duraderas amistades entre los hombres más representativos de nues-tro medio, quienes lo visitaban frecuentemente en el convento, del cual él no salía jamás si no era para cumplir con las obligaciones pro-pias de su ministerio sacerdotal. Hermano de Fray Leopoldo Heredia, quien ocupó los más altos cargos dentro de la Orden en el país y en Roma, él prefirió eclipsarse y vivir casi como un anacoreta encerrado en su convento, consagrándose a la oración y al estudio y a atender las consultas de quienes recurrían a él en busca de consejo. Finalmente, en la Iglesia de Tucumán se ofició

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la misa de cuerpo presente y luego sus restos fueron inhumados en el cementerio del Oeste” 321.

Fray Luis Cano

~ SEPTIEMBRE 26 ~

En este día fallecieron: 1695 RAMÓN MENDOZA: Hermano novicio. Falleció en el convento de Córdoba.

1795 FRAY SANTIAGO HERRERA 322: Sacerdote, cura de al almas. Fa-lleció en la Doctrina de San José.

1827 FRAY SEBASTIÁN LÓPEZ: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Tucumán.

1849 FRAY NICOLÁS VELÁSQUEZ: Sacerdote. Ex Ministro provin-cial. Fue electo el 17 de enero de 1842 y gobernó la Provincia hasta 1845. Falleció en el convento de Tucumán.

2004 FRAY HÉCTOR RICARDO GUTIÉRREZ 323:

321 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año I, n.º 7, (octubre 1969), p. 1. 322 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 219.323 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXXVIII, n.º 186, (enero/febrero 2006), p. 8

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Nació en Ingenio Concepción, Diócesis y Provincia de Tucumán, el 1 de mayo de 1927, y falleció en el mismo lugar el 26 de septiembre de 2004.

“EL ADIÓS A UN HERMANO”: Al enterarme del fallecimiento del P. Gutiérrez (que fuera mi profesor de latín), ocurrido en Ingenio Con-cepción (Tucumán) el 26 de septiembre de 2004, quise darle mi último adiós; eso pretendo con estas breves líneas sobre su vida.El Hno. Héctor Ricardo Gutiérrez, alias “El Guti” o “El negro Gutié-rrez”, como le decíamos cariñosamente sus discípulos; fue hijo de José Gutiérrez y María Silva. Nació en Ingenio Concepción, Diócesis y Pro-vincia de Tucumán, el 1 de mayo de 1927.Desde joven, casi adolescente, siente el llamado del Señor para la vida franciscana, y así ingresa al Postulantado de Paso del Rey para cursar el Secundario; finalizado este, va a La Plata, para su año de Noviciado. Allí, como era costumbre, cambia su nombre de Héctor Ricardo por el de José María; no solo por su devoción a la Sma. Virgen y a San José, sino también en recuerdo de sus padres (y el día de S. José será el de sus profesiones). Emite su profesión Temporal el 19 de marzo de 1947; y la Solemne, el 19 de marzo de 1950. Los estudios curriculares de Fi-losofía y Teología los hace en el “Coristado” de San Antonio de Padua. Y también allí mismo es ordenado sacerdote por Mons. Tomás Aspe OFM el 19 de diciembre de 1953.Pocos fueron después sus lugares de destino: Paso del Rey, Catamar-ca y Tucumán. En Paso del Rey, fue primero profesor de Historia y otras asignaturas, pero sobre todo de latín. Además de sus clases de latín, lo recuerdo también como un paciente responsable de las obras de teatro con los postulantes; por ejemplo, “El Ideal”, sobre la vida de San Francisco, y otras. Era también un gran deportista, hincha de In-dependiente. Tanto le gustaba su equipo, que el domingo que perdía, sus discípulos nos teníamos que cuidar, porque al otro día seguro que había prueba en su hora de clase. El Guti solía jugar en la defensa; y a veces a sus contrincantes delanteros les hacía “la tijera” y caían en tierra. Había que cuidarse. Pero, por otro lado, él le erraba un poco a la pelota porque no podía jugar con lentes, que para él eran necesarios.

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Sus compañeros de equipo eran el Ruso, Lederhos y algunos postulan-tes mayores.Después de su actuación en el postulantado, allí mismo fue por varios años Representante Legal del Colegio Inmaculada Concepción. De allí, fue trasladado a Catamarca para desempañar el mismo oficio en el Co-legio P. Ramón de la Quintana; cargo que ocupó por más de dos déca-das. La Banda de música que había instituido en dicho colegio se había hecho famosa en diferentes actos patrios y/o religiosos, tanto dentro como fuera de la provincia; sobre todo, en los actos recordatorios de Fr. Mamerto Esquiú. El Obispo de Catamarca, Mons. Pedro Torres Farías le había encomendado ser responsable del Consejo Diocesano de Edu-cación Católica, y el Ministro de Gobierno de esa cartera le había nom-brado miembro del Consejo Provincial de Educación. De Catamarca fue trasladado a Tucumán también para idénticas funciones para los colegios San Francisco de Asís y P. Roque Correa. Por eso, podíamos decir que su principal labor pastoral fue docente. Tuvo que ser tam-bién administrador, como lo fueron todos los representantes legales de su tiempo. Esto le permitió, además del mantenimiento edilicio de los colegios, la rehabilitación de la casa de El Tala, en Catamarca; y de Tafí del Valle, en Tucumán; y refacciones de las iglesias de Catamarca y de Tucumán.Además de Representante Legal, desempeñó también por algunos pe-ríodos los oficios de Guardián y Definidor provincial.En sus últimos tres años, por su diabetes y otras enfermedades había solicitado licencia para ser atendido en casa de unos familiares en su terruño natal. Allí, ya casi ciego, concelebraba la misa frecuentemente en la capilla del Ingenio, con Fr. Oscar Cuevas.Pocos días antes de su deceso, había solicitado participar en el último Capítulo Provincial; pero los Superiores, intuyendo que lo visitaría la hermana muerte, le sugirieron que se quedase (como de hecho así ocu-rrió). Anoticiados los Hermanos reunidos en Capítulo, en San Antonio de Arredondo, del fallecimiento del P. Gutiérrez, viajaron a Tucumán los Hnos. José Enid Gutiérrez Olmos y Oscar Cuevas para participar de su misa exequial y acompañar sus restos mortales hasta su última morada. Así se despidieron del Hno. Gutiérrez. Sí, yo también quiero

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decirte, Guti, será hasta el cielo, porque Dios así lo quiere. “Laus Deo” será tu eterno cantar. Q.E.P.D.

Fr. Eduardo Zatti

~ SEPTIEMBRE 27 ~

En este día fallecieron:1784 FRAY ANTONIO SILVA: Hermano laico. Falleció en el convento de Tucumán.

1791 FRAY IGNACIO MENDIOLAZA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1820 FRAY PEDRO ANTONIO COLLANTES: Sacerdote. Guardián del convento de Tucumán en el que falleció.

1822 FRAY PEDRO RAMOS: Hermano laico. Falleció en el convento de Mendoza.

1992 FRAY LUIS MARÍA PIEMONTE: Sacerdote. Nació en Rosario. Falleció a los 66 años en Clorinda, Formosa, víctima de un edema pul-monar. Hizo su Profesión Temporal a los 17 años. Ordenado sacerdote, alternó la actividad pastoral con el oficio de formador. Fue párroco en San Lo-renzo, luego Maestro de Novicios en Corrientes por varios años, para volver al frente de las parroquias en Formosa, Clorinda y Corrientes. Fue Consejero y varias veces Guardián y también Capellán de Gen-darmería Nacional. Dejó diversas obras materiales, como la Casa del Noviciado y el Convento de Corrientes. Tareas que no le impidieron cultivar el espíritu de oración y la preocupación por las vocaciones. Por su bondad y sencillez estuvo, siempre rodeado de amigos.

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1995 FRAY HÉCTOR GERARDO ORTOLANO 324.

“Nació el 6 de agosto de 1914, en Vicuña Mackenna, provincia de Cór-doba, arquidiócesis de Río Cuarto. Dotado de excelentes cualidades humanas que hicieron de él un buen hijo de Dios como persona, cris-tiano y franciscano. Bondadoso y cordial, siempre dispuesto al diálogo, de buen humor y radiante alegría, alcanzó notabilidad fuera y dentro de la Provincia. Su primer destino fue el convento de Tucumán como maestro de postulantes. En Buenos Aires, estuvo de conventual, Direc-tor del Colegio P. Liqueno de Pampa de Achala, Guardián y párroco por varios periodos del convento de Corrientes. Después de un trienio como párroco en Ntra. Sra. de Loreto (Ezeiza-Buenos Aires), vuelve a Corrientes como párroco. Luego fue trasladado a Santa Fe, con el oficio de ecónomo. En su gestión se construyeron los baños privados para las celdas de los religiosos. En el Capítulo de 1995 es trasladado a Corrien-tes como párroco. A los 18 días de haber llegado a su querida Corrien-tes dejó de existir, víctima de una úlcera crónica en el esófago, en el Sanatorio El Litoral, a los 81 años, 62 de profesión y 55 de sacerdote 325”.

Fr. Ernesto A. Urenda¿Un rebrote de las Florecillas? Ante un pedido de Fr. Tito Andrada de hacer la nota necrológica del P. Ortolano, asumí con mucho gusto el compromiso. Sé que no soy la persona más indicada porque no fui

324 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXVI, N.º 159 (mayo/octubre 1995), pp. 20-21.325 Fr. Ernesto A. Urenda, Necrología de la Provincia 1988-1998, (Apéndice), p. 5.

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discípulo del P. Ortolano ni tampoco me tocó compartir alguna comu-nidad con él; por eso, pido a los hermanos tengan a bien soslayar las deficiencias de esta nota. Pero, al saber que otros hermanos no podrían hacerlo, digo que asumí con gusto el compromiso porque siempre fue de mi agrado recordar todo lo bueno de nuestros queridos hermanos difuntos (y ojalá también lo hagamos de los hermanos que viven entre nosotros! ¡Qué hermoso es recordar siempre todo lo bueno! Pues lo otro, si lo hubiere, sabemos que debe quedar oculto en el piélago de la infinita misericordia de Dios.Por lo demás, lo que sí me vinculó al P. Ortolano, fue la misma profe-

sión en la Orden franciscana y en la Provincia da Asunción. Y siempre recordará que el trato con él fue fraterno, afable, cordial y humorista.

(Fr. Eduardo Zatti)

El miércoles 27 de septiembre de 1995, tras una corta enfermedad, se extinguía “un viejo roble” de nuestra Provincia, el P. Héctor Gerar-do Ortolano, en su querida segunda ciudad de adopción: Corrientes. Viejo roble, porque, efectivamente, casi toda su vida gozó de buena salud. La enfermedad que precipitó su desenlace tal vez fuera un agra-vamiento de un mal que se venía incubando latente en su organismo desde hacía un cierto tiempo, pero que le permitió estar activo y ejercer su oficio y celebrar la misa hasta pocos días antes de su muerte.Fr. Ortolano, que en el Noviciado había cambiado su nombre por el de Gerardo María, era nacido en Vicuña Mackenna, diócesis de Río Cuarto (Córdoba) el día de la Transfiguración del Señor, un 6 de agosto de 1914 (hacía poco tiempo había estallado la Primera Guerra Mundial).Conoció la Orden franciscana a través de los frailes catalanes de Río Cuarto; y estos lo orientaron hacia nuestro Postulantado de Córdoba, adonde ingresó a los 14 años de edad. Tuvo por maestro al P. Marco Antonio Juárez, quien recordaba de él que siempre sabía muy bien el catecismo. Vistió el sayal franciscano en el Noviciado de Catamarca el 25 de enero de 1932; teniendo por maestro al inolvidable “P. Lobito”. Emitió su Profesión Simple el 26 de enero de 1933. Año Santo, que ha-bía sido ya promulgado por el Papa Pío XI, al recordar y celebrar los

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xix siglos de nuestra Redención. Profesó Solemnemente en Buenos Ai-res el 27 de enero de 1936. Los últimos tres años de Teología los cursó en San Antonio de Padua, que estaba recientemente inaugurada como Casa de estudios; y recibió la ordenación sacerdotal el 21 de diciembre de Los lugares y oficios que le encomendó la obediencia no fueron mu-chos: Maestro de Postulantes en Tucumán y en Catamarca (aquí tuvo por aprovechados discípulos a los Hnos. Juan Carlos Larcher y Raúl Espilocín), párroco y Guardián del Barrio Esteban Echeverría (Ezeiza); morador del convento de Santa Fe; por poco tiempo estuvo también en el de Santiago del Estero y en Pampa de Achala; pero, sobre todo fue Párroco y Guardián del Convento de Corrientes, ejerciendo juntos esos oficios o alternándolos en diversos períodos, pero sumando todos esos tiempos llegó a morar allí casi cuatro décadas. Por eso, cuando en el último Congreso Capitular, fue designado Vicario del Convento de Corrientes, parecía que volvía a “su tierra”, y tal vez presagiando que iba para el monte...de Josafat.Llegó a encarnarse de tal manera en ese pueblo guaraní que parecía un correntino más, “chamigo”. Pronto para el servicio ya sea como capellán de la casa de Gobierno o de la cárcel provincial, atendiendo el despacho parroquial o un enfermo grave a cualquier hora del día o de la noche (y esto atestiguado por un hermano que convivió en la misma comunidad varios años). Se granjeó la amistad y la confianza de todo el pueblo; sobre todo de la gente sencilla; pero acudían tam-bién a él gente de la alta sociedad y gente de los distintos estamentos de Gobierno. Siempre optimista, jovial, humorista. El humor fue una constante de su vida. Tal vez por eso sus compañeros del estudianta-do, allá por el año 1931 lo estamparon en la tapa de la revista interna “El Champaqui” ataviado como jefe de bomberos. ¿No fue acaso otra de sus virtudes apaciguar los ánimos caldeados? Para todos tenía una palabra de aliento, de acogida, de cordialidad.En una oportunidad fue elegido Definidor provincial. De inmediato bajó de Corrientes a Buenos Aires, obedeciendo al mandato de los Su-periores; pero, para poner en sus manos la renuncia, convencido hu-mildemente de que sería un desatino asumir ese servicio que no podría cumplir. Sin embargo esto no significaba que estuviera ajeno a los pro-

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blemas de la Provincia. Participó en muchos Capítulos provinciales, ya sea como Guardián o como Diputado, aun siendo casi octogenario, con entusiasmo y alegría; en reuniones y “truqueadas”, presentando ponencias y mociones que sostenía con énfasis. Más aún, al P. Ortola-no, al P. Perillo y otros les gustaba preparar o armar el capítulo de los corrillos, cuando fuese necesario promover algún cambio, buscando con toda seguridad el mejor bien de la Provincia.Entonces, ¿Qué diremos del P. Ortolano? ¿Que tuvo oficios o ministerios descollantes? ¿Que se destacó en la oratoria? ¿Que hizo cosas extraordi-narias? Nada de eso; nada más y nada menos que en su larga y preciada vida perseveró en el bien, que hizo extraordinariamente bien las cosas ordinarias de la vida. Y así, se ganó el afecto de todos los hermanos de la Provincia, que en diversas ocasiones le manifestaron su gratitud, su gozo departir con él; como así también los Obispos y el clero de Corrientes.El póstumo testimonio hacia él fue sobre todo su misa exequial, que fue participada por los Hermanos de la Orden y concelebrada por más de 20 sacerdotes del clero correntino; también religiosos y religiosas y una gran afluencia de fieles que fueron a testimoniar su afecto y su sen-tido dolor por la pérdida del querido P. Ortolano, que para Corrientes era toda una institución.¡P. Ortolano, vive la alegría eterna de Dios!


El Recuerdo de un HermanoEn los años que conocí a Fr. Ortolano, considero que era una persona muy afable. En lo que se refiere a su actividad pastoral, nunca lo vi negarse a prestar su servicio; estaba pronto a todo el que recurría a él. Últimamente algunos decían que se perdía, sin embargo, considero que no era así, pues se lo veía muy coherente en sus confesiones y en la celebración de la misa. Creo, sinceramente que fue todo un testimonio como sacerdote, pues actuó con toda la responsabilidad que, como tal, le concernía. Podríamos considerar que en algo conservador, especialmente en cuanto al tema de la clausura y al mantenimiento de las cosas del con-vento. Como cualquiera de nosotros, tendría sus falencias, pero era un

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verdadero religioso. Para sus cosas personales era más bien reservado, así, en sus últimos días, como presintiendo su fin, o quizá porque ya no tenía tanta disposición para trasladar otra vez sus elementos per-sonales a su nuevo destino en Corrientes, las distribuyó entre sus más allegados. Fr. Ortolano, como todos lo conocían, con sus fallas y virtudes, fue un buen sacerdote, y así lo lloraron muchos en Santa Fe, y en su querida Corrientes. Fray Andrés López

2007 FRAY ISIDRO JUAN BRUNI 326.

El Hno. Isidro Juan Bruni, hijo de Raimundo Carlos Bruni y de Domin-ga Filippa (originarios de Piamonte, Italia) había nacido en Gigena, Diócesis de Río Cuarto, el 17 de diciembre de 1922. Falleció el 27 de septiembre de 2007 en el convento de Córdoba. “El Ecónomo”. Tras una prolongada enfermedad, provecta senectud y munido con los santos sacramentos fue llamado por el Señor, el Hno. Isidro, en la madrugada del 27 de septiembre de 2007 en el convento de Córdoba. Cuando recibí la noticia de su deceso recordé el siguiente diálogo: P. Bruni, ¿le podría dar esta carta para el Provincial, si Ud. lo verá ma-ñana?–Che, que tanto Ud., ¿no somos hermanos?, ¿creo que me podrías tu-tear no?

326 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXXIX, n.º 193, (diciembre 2007), p. 6-8.

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–Bueno, sí, claro, gracias, Isidro. ¿Si a vos te parece?–Pero, ¡Claro, sí, hombre!Ese fue el diálogo que tuve con Isidro en los comienzos de los 80. En realidad, siempre creo que los dos teníamos en claro que éramos her-manos. Pero, yo sentí como que desde ese momento se me derrumbaba la imagen austera, hierática y sacral de nuestro Maestro de disciplina; el gran celador del silencio en la sala de estudio y ordenador de las filas para el ingreso a los actos comunitarios. La normal exigencia del profesor de historia y geografía, de fines de la década de los 50, en Paso del Rey. De repente, fue como si nos hubiéramos descubierto como hermanos iguales; y hasta nos animamos a entrar en el juego de las mutuas “cargadas” y así tratábamos de competir en humor e hilari-dad. En el “Imperio” creció y se formó Isidro, hasta obtener la pro-fesión de “Tenedor de Libros” (como se llamaba entonces). Después de haber ejercido su profesión en dos empleos, siente el llamado a la vida religiosa franciscana; y entra ya adulto -con 26 años- a Paso del Rey. A los pocos días él y otros 6 compañeros inician el Noviciado en Catamarca el 27 de febrero de 1951. Emite allí mismo su Prime-ra Profesión el 28 de febrero de 1952. Pasa luego a San Antonio de Padua (Bs. As.) para cursar la Filosofía y la Teología. Allí profesará Solemnemente el 10 de marzo de 1955. También en Padua, recibirá la ordenación sacerdotal el 15 de diciembre de 1957, de manos del Obispo franciscano Mons. Tomás Aspe (que a la sazón residía en el leprosario de Gral. Rodríguez). La obediencia lo destina primeramente a Paso del Rey, como Maestro de Postulantes (menores) para Hermanos no Clérigos. Esto puede so-nar un poco extraño; sin embargo aún en los comienzos de la década de los 80, y por sugerencia del Visitador se instituía el convento de Buenos Aires, como Casa de Formación para Hermanos no Clérigos Profesos Temporales. Recordaba esta historia para que veamos, cómo la Provincia recorrió todo un camino hasta llegar a unificar la forma-ción común para todos los hermanos. De hecho, Fr. Isidro ya en 1959 quedaba como Maestro de todos los Postulantes en general. A los po-cos años, fue trasladado a San Antonio de Padua para ser maestro del Postulantado de Adultos, por varios años. Fue también morador y

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Guardián de los conventos de Santiago del Estero, Tucumán, Mendoza y Córdoba. En este último consiguió llevar a cabo muchas mejoras, so-bre todo, teniendo en cuenta los hermanos ancianos y enfermos. Pues, pensando en ellos es que hizo colocar el ascensor. Pero el oficio que más lo caracterizó y por el que sirvió por más tiempo a la Provincia fue el de Ecónomo. Por su profesión de casi contador avezado, que ejerciera un tiempo como laico: en la Tienda Los Vascos y luego en la Compañía de Seguros El Surco, de fraile tuvo que volver a los números. Isidro creyó que daba por superado el mundo de las cuentas y por más que tentase ocultar sus cualidades al respeto, los superiores le pidieron ser Ecónomo de varios conventos y lo hizo muy bien. Finalmente, le pidieron ser también “Ecónomo Provincial”, en los momentos más difíciles para la Provincia, a fines de la década de los 70. Rezaba y pedía oraciones para encontrar una solución a nues-tro grave problema. Se lo veía muchas veces tenso y nervioso; no era para menos: ora yendo a bancos, ora a la Casa de Gobierno u otros estamentos del Estado, ora hablando con abogados y escribanos. Así acompañó a tres provinciales hasta que llegó felizmente a buen puer-to. Fue entonces que Fr. Isidro habrá podido decir como aparece en el Libro del Eclesiástico: “[…] tuve celo por el bien y no me avergoncé de ello” (Eclo. 51,18). El Hno. Isidro solía decir con cierto gracejo que los superiores lo habían premiado por ello, enviándolo a conocer Roma y Asís, aunque en realidad aquellos decían que era para secundarlo en su formación permanente. Sea como fuere, creo que la Provincia toda le debe perenne gratitud a Fr. Isidro, a Fr. Pedro Errecart y a todos los hermanos que colaboraron con él. Por varios períodos fue también Definidor Provincial. Tal vez por las difíciles situaciones que le tocó enfrentar como ecónomo y otros ofi-cios, lo hicieron a veces tener algún gesto adusto y un poco nervioso. Sin embargo, me consta por experiencia personal que apenas él verifi-caba haber tenido algún trato no feliz con algún hermano, enseguida desandaba sus pasos, pedía humildemente disculpas y estaba dispues-to a continuar con el diálogo fraterno. Fray Isidro fue muy devoto del Sagrado Corazón. Cuando fue maestro de Postulantes Adultos, introdujo solemnemente en el Postulantado,

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la imagen del Corazón de Jesús, con la consiguiente consagración co-munitaria al mismo. En todos los conventos, solía rezar en Junio, el mes dedicado al Corazón de Jesús, con la exposición y bendición con el Santísimo Sacramento. Así lo hizo por última vez el año pasado en Córdoba (este año, la enfermedad no le permitió). Fue también muy devoto de la Sma. Virgen, por eso me confidenció cierta vez que rezaba casi diariamente el rosario o la corona seráfica; y todos los sábados, amén de la Liturgia de las Horas, el Oficio Parvo, dedicado a N. Señora. En los últimos tiempos, como debido a su enfermedad, debía perma-necer generalmente en cama, cuando no recibía la Santa Comunión que le llevaba algún hermano, solía concelebrar la Santa Misa en la misma habitación, presidida por el Guardián Fr. Tito Andrada. ¡Fr. Isidro, vive en la alegría eterna de Dios! A todos los hermanos, nos cabe al mismo tiempo que rezar por el alma de nuestro hermano Isidro, pedir también al Dueño de la mies nos en-víe nuevos trabajadores para su viña, en nuestra Provincia.

Fray Eduardo José ZattiSan Antonio de Arredondo: 22 de octubre de 2007

Fray Isidro Juan Bruni 327

(17 de diciembre de 1922 - 27 de septiembre de 2007)

El día 27 de septiembre de 2007 a las 05:30 horas falleció nuestro Hno. Isidro. El desenlace se produjo no de manera inesperada o repentina, sino como corolario de una larga caminata por la vía del dolor. Isidro padecía una enfermedad terminal desde hacía más de 5 años. No obs-tante, el carácter irreversible le fue comunicado en diciembre de 2006. En junio de este año hizo crisis con fuertes dolores en la zona lumbar y desde entonces hasta su muerte no dejó la cama sino en contadas ocasiones en que, más aliviado, se animó a levantarse para compartir la comida con sus hermanos de la casa.Es de destacar que Isidro tuvo en su postración una particular dispo-sición de ánimo. Por ejemplo, no quiso casi hasta el fin, afligir a sus

327 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXXIX, n.º 193, (diciembre 2007), p. 8.

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hermanas de sangre que viven en Río Cuarto, su tierra natal. Podía estar gritando de dolor, pero cuando hablaba con ellas era todo cal-ma, serenidad y buenos deseos. Delicadeza la suya que solía caracte-rizarlo. También es de reconocer que si bien se quejaba con continuos “ayes”, la intensidad del dolor debió ser mayor de lo que suponemos, de acuerdo a lo dicho por los médicos. Hasta una semana antes de su deceso, aunque con ayuda de otro, se levantaba para comer e ir al baño. Solo cinco días ya no pudo hacerlo y debió ser asistido por enfer-meros durante todo el día. Otro aspecto es su devoción a la Eucaristía, pues para recibirla sus-pendía cualquier queja. Callaba, oraba piadosamente y recibía con agradecimiento los sacramentos de la Unción, y la Misa. Invocaba es-pecialmente a la Virgen, rezaba el rosario con atención. En fin, puso lo mejor de sí. Quienes estuvimos cerca suyo pudimos apreciar que se trataba de un fraile que se agigantaba espiritualmente a medida que transcurrían los días dolorosos. Pudo decir que ya “no podía más”, pero no se le escu-chó una queja del porqué de tanto sufrimiento.Damos gracias a Dios por haber podido compartir los últimos días con el hermano Isidro y oramos con insistencia para que cuanto antes esté gozando plenamente de la alegría de la presencia del Señor. Lo tendre-mos especialmente en cuenta en el día de los fieles difuntos. Y lo recor-daremos especialmente el 15 de diciembre próximo, en que cumpliría los 50 años de ordenación sacerdotal.Que el Señor le de la paz y el bien que no tienen fin.

Fr. Emilio L. AndradaCórdoba

~ SEPTIEMBRE 28 ~

En este día fallecieron: 1735 FRAY JUAN DE AVELLÁN: Sacerdote. Lector. Falleció en el con-vento de Córdoba.

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1815 FRAY TOMÁS ROMÁN: Hermano laico. Falleció en el convento de Catamarca.

1923 FRAY ANTONIO MEDINA: Sacerdote. Natural de Secarbe, Espa-ña. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 53 años de edad, 35 de profesión religiosa y 29 de sacerdote. Fue alumno de la Provincia Franciscana de Cataluña. Excelente orador, lector, estuvo mucho tiempo dedicado a la formación intelectual de nuestros estudiantes. Fue Guardián del convento de Mendoza.

~ SEPTIEMBRE 29~

En este día fallecieron: 1763 FRAY BERNABÉ CLEMENTE: Sacerdote. Falleció en el convento de Jujuy.

1794 FRAY JOAQUÍN DE JESÚS: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1816 FRAY LORENZO CARBALLO: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

1887 FRAY ANTONIO BONTI: Hermano laico. Natural de la Toscana. A los 23 años ingresó a los Menores en el convento de Santa Margarita. In-corporado al Colegio Apostólico San Carlos, ejerció la docencia durante 40 años en las escuelas de San Lorenzo y Santa Rosa de Calchines. En la primera tuvo como alumno al Tte. Gral. Pablo Riccheri, y en la segunda fue nombrado Primer Director por el Gobernador Nicasio Oroño.

~ SEPTIEMBRE 30 ~


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1730 FRAY JOSÉ BENGOLEA: Hermano estudiante. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1773 FRAY FELIPE AMOROSO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1827 FRAY PANTALEÓN GARCÍA: Sacerdote. Natural de Buenos Ai-res. Figura descollante, amado y respeto por su preclaro talento, por su ciencia y por su reconocida virtud. Doctor en Sagrada Teología, la enseñó en el convento y en la Universidad de Córdoba, de la que fue rector interino y lo propio del Colegio Monserrat. Fue, además orador elocuente y de gran prestigio. Desempeñó dos veces el oficio de Visita-dor general en la Provincia y Presidente de los Capítulos celebrados en 1810 y 1823. Falleció en el convento Máximo de San Jorge de la ciudad de Córdoba.

1856 FRAY MARTÍN GOROSTIDI: Del grupo fundador del Colegio Apostólico San Carlos. Misionó en la provincia de Santa Fe y luego pasó a Buenos Aires donde falleció.

1893 FRAY VICENTE FUNES: Sacerdote. Visitador general de la Pro-vincia y Presidente del Capítulo en 1891. Su deseo se produjo en el Púlpito mientras predicaba la Novena de N. Seráfico Padre en nuestra Iglesia de la ciudad de Córdoba.

1985 FRAY JOSÉ NICOLÁS GONZÁLEZ:

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Sacerdote. Natural de Alhendín, diócesis y provincia de Granada, Es-paña. Fue el primer Director Responsable del “Boletín Informativo No-ticias”. Falleció en la Casa Parroquial de San Cayetano, a una semana de cumplir sus 70 años de edad; contaba además, 51 años de vida reli-giosa y 45 de fecundo sacerdocio. Sencillo, bondadoso, sensible, creativo y extraordinario sentido prácti-co fueron, entre otras, algunas de las cualidades que caracterizaron su persona. Apasionado por la liturgia, el decoro del templo y de todos sus elementos los ofrendaba generosamente al esplendor del culto, sea en la atención de la Iglesia en San Antonio de Padua siendo estudiante teólogo, sea en la construcción y cuidado del templo de San Cayetano y Capilla de San Francisco de Ciudad Evita, partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires. La mayor parte de su vida sacerdotal la pasó ejerciendo el ministerio en alguna parroquia: La Plata, San Ca-yetano y N. Sra. de Loreto, en Barrio Esteban Echeverría, Aeropuerto de Ezeiza. Fue administrador de la Provincia durante muchos años. Elegido Custodio provincial en el Capítulo de 1971, a los 3 años quedó canónicamente al frente de la Provincia, y al final del período, fue ree-legido Ministro provincial, habiendo desempeñado este cargo durante 9 años. Durante su gobierno se preocupó por la formación de los pos-tulantes, novicios y estudiantes. Se construyó el edificio para vivienda de nuestros estudiantes en Paso del Rey, provincia de Buenos Aires; se terminó la construcción del convento nuevo de Mendoza. Prueba manifiesta del afecto y veneración a que se había hecho acree-dor por su incondicional entrega al servicio de las almas que le fueron confiadas, fue el incesante desfile de feligreses ante la capilla ardiente, la nutrida concurrencia que asistió a la misa exequial presidida por el Obispo Diocesano de San Justo, Mons. Bufano, y concelebrada por hermanos sacerdotes de las fraternidades de la zona y del interior y sacerdotes diocesanos. Sus restos fueron inhumados en el cementerio de la Chacarita; un miembro de la Junta Parroquial de San Cayetano terminó sus breves y sentidas palabras de despedida al llorado párro-co, diciendo: “Como buen pastor dio la vida por sus ovejas. Nada nos hizo faltar. Su espiritualidad franciscana fue total. Jamás pensó en algo personal. Todo fue servicio. Supo hacernos conocer y amar la verdade-

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ra pobreza. De todo ello somos testigos quienes compartimos muchas horas de su vida”. […]

1997 FRAY LUIS HERMÓGENES TABORDA 328.

“Sacerdote. Nació el 31 de diciembre de 1920 en Santa Teresa, provin-cia y arquidiócesis de Córdoba. Falleció el 30 de septiembre de 1997, a las 22: 30 horas, en el Sanatorio Modelo de la ciudad de Tucumán, a los 76 años, 55 de profesión religiosa y 52 de sacerdote 329”. El “Pety” como se lo apodaba en la Provincia tuvo una destacada ac-tuación en el vasto apostolado de la misma debido a las buenas cuali-dades que poseía. Sus destinos fueron Mendoza, Córdoba, Buenos Ai-res, Paso del Rey, Aarón Castellanos, San Antonio de Arredondo, San-tiago del Estero y Tucumán. Los superiores lo destinaron a la docencia en sus primeros 10 años de sacerdocio, tarea que cumplió eficiente-mente en el Colegio S. Buenaventura de Mendoza y en el Postulantado de Paso del Rey. Aunque nunca fue Guardián, párroco, ni director de colegios, excepto por un corto período en Mendoza: “Fray Luis estaba en casa, ya sea para atender confesiones en la sede parroquial o en cuanta casa lo vieran deambular, atender el timbre, teléfono, recibir re-cados, frecuentar la cocina (era cultor del arte culinario) especialmente en los conventos de Tucumán y Santiago del Estero, en donde estuvo

328 Boletín Informativo Noticias, año XXVIII n.º 164 (agosto/noviembre 1997), pp. 18-20.329 Apéndice. Fr. Ernesto A. Urenda, Necrología de la Provincia 1988-1998, p. 6.

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en sus últimos 30 años. En su vida fraterna asiduo y servicial tanto a la oración comunitaria como en esperar a los hermanos que por diversos motivos llegaban tarde a la mesa: “los esperaba, los acompañaba en la comida y sobremesa. A pesar de que era de carácter fuerte, era de conversación amena, dicharachero y hasta un gran deportista. Asiduo y buen confesor. Acudían a confesarse con él muchos sacerdotes, re-ligiosos y laicos. Y fue confesor hasta la muerte (Así titula el P. Zatti la nota necrológica). El lunes 29 de setiembre después de haber con-fesado en la Misa de 20 horas fue cuando Fr. Luis se empezó a sentir mal y pidió al Hno. Marcelino que lo ayudara. No obstante todos los cuidados intensivos que le fueron suministrados nada pudieron hacer los médicos para evitar su deceso, que se produjo al día siguiente, el 30 de septiembre de 1997, a las 22: 30 horas, en el Sanatorio Modelo de la ciudad de Tucumán, a los 76 años, 55 de profesión religiosa y 52 de sacerdote 330”.

Fr. Ernesto A. Urenda. “El Peti”, confesor hasta la muerte”. Así podría ser el epígrafe que ex-presara en una línea al Hno. Luis Taborda, fallecido súbitamente en la ciudad de San Miguel de Tucumán el 30 de septiembre de 1997; ya que fue el ministerio que más le caracterizó y ya que la hermana muerte quiso llamarlo inmediatamente después de confesar. La Provincia lo llamaba cariñosamente “Peti”, porque, cual otro Zaqueo, era pequeño de estatura.Nuestro Hno. Luis, hijo de Hermógenes Taborda y de Ángela Osán ha-bía nacido el 31 de diciembre de 1920, en Santa Teresa, cerca de Colonia Caroya, Provincia de Córdoba. A muy corta edad, cual otro Samuel, oyó al Señor que lo llamaba para consagrar enteramente su vida en la Orden Franciscana. Efectivamente, apenas cumplidos los 10 años ingresa al Postulantado de Córdoba, casi junto con el Fr. Carlos de la Fuente, en febrero de 1931.Terminados sus estudios primarios y secundarios, pasó al Noviciado de Catamarca, teniendo allí por maestro al Siervo de Dios, Fr. Antonio

330 Apéndice. Fr. Ernesto A. Urenda, Necrología de la Provincia 1988-1998, p. 6.

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de Jesús Lobo. Concluido el año de Noviciado, emite sus primeros vo-tos el 1 de febrero de 1938. Profesa Solemnemente el 31 de diciembre de 1942.Desde abril de 1938 se dirige a San Antonio de Padua (Buenos Ai-res) –Casa de altos estudios recientemente inaugurada (23 de abril de 1938)– para cursar Ciencias Naturales, Filosofía y Teología; hasta el 16 de diciembre de 1945 en que recibe la ordenación sacerdotal en la ciudad de La Plata.Sus destinos en el vasto campo de apostolado de nuestra Provincia, fueron muchos: Mendoza, Córdoba, Buenos Aires, Aarón Castellanos, San Antonio de Arredondo, Tucumán, Santiago del Estero; amén de otras suplencias menores en lugares diversos, como Vicario parroquial en la Catedral de Formosa, y de la parroquia San José, de Añatuya, cuando nuestra Provincia colaboraba con esos Obispados.Los Superiores lo destinaron a la docencia en sus primeros 10 años de sacerdocio. Tarea que cumplió eficientemente en el colegio San Buena-ventura de Mendoza, en donde tenía más de 35 horas semanales en di-versas asignaturas. Después en el Postulantado, sus ex-discípulos (Fr. José V. Castells y Fr Julián García, entre otros) lo recuerdan como un puntual y eficiente profesor, sobre todo en Castellano y Matemáticas. Se puede decir que en su trayectoria docente hizo honor a su madre, Doña Ángela, que fue maestra y Directora -por muchos años- en la escuela de su pueblo natal, Santa Teresa.Fr. Luis, desde niño, de joven estudiante y aún muchos años después de ordenado sacerdote fue un gran deportista. En un partido de fútbol, nada tenía que envidiar a un jugador de primera, especialmente para fruición de los simpatizantes de Boca, su equipo preferido. Y eso que en aquellos tiempos le tocó casi siempre jugar sin poder quitarse el hábito. Sabía conversar con bastante precisión con sus hermanos, sus discípulos y sus amigos laicos de la composición de los equipos y de los diversos cotejos deportivos.Tuvo especial predilección por los gatos; a los que ponía nombre: chi-chí, minino, etc. (“¿y a él mismo no le decíamos cariñosamente “el Mi-nino?”, les proporcionaba alimento y hasta hablaba con ellos ¿Acaso San Antonio no hablaba con los peces?).

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Desde el Noviciado no se lo vio con otro calzado más que con las san-dalias franciscanas; solo se ponía unas medias en invierno, si se hallaba resfriado.Tenía una cierta timidez, que a pesar de haber sido un profesor de tan-tas horas cátedra en su juventud; ya en sus años mayores se encontraba en dificultades para la predicación. Pero, como seguramente tenía tan presente aquella exhortación de San Pablo a Timoteo: “...proclama la Palabra de Dios, insiste con ocasión o sin ella, arguye, reprende, ex-horta, con paciencia incansable y con afán de enseñar.” (2 Tim 4,2); se propuso predicar siempre cueste lo que le costare. Entonces, para ob-viar aquella dificultad, decidió escribir a máquina todas sus homilías y sermones para leerlos en las misas u otras celebraciones. Esta tarea la comenzaba unos tres días antes, ayudado de varios libros actuali-zados. Y así, en estos últimos 20 años logró reunir unos 14 o 15 volú-menes (carpetas). Algunos feligreses habituados a sus misas, tanto de Santiago del Estero como de Tucumán, que les cautivaba la profundi-dad de la doctrina expuesta, en varias ocasiones se acercaron, después de la misa, a la sacristía para solicitarle las hojas de la homilía, a fin de hacer fotocopias. Cosa que Fr. Luis solía negar, restando importancia a su trabajo.Fue muy devoto de rezar el trisagio a la Santísima Trinidad todos los domingos, desde muy joven.Su vida fraterna: creo que los grandes rasgos de su vida fraterna me-recen una atención especial. Fr. Luis solía contar con cierto gracejo que, siendo estudiante de Teología, algunos de sus compañeros mayores (Fr. Antonio Vallejo, Fr. Luis Romero, entre otros) le invitaban en algún recreo a que se les sumara a una rueda de conversaciones de temas filosóficos y teológicos; a lo que el Hno. Luis les contestaba que el re-creo se había hecho para jugar, y salía muy orondo para la cancha de fútbol (bien dice el Eclesiastés que “hay un tiempo para cada cosa bajo el sol”). Fr. Luis siempre fue dicharachero entre sus compañeros y her-manos.Fue siempre asiduo a la oración comunitaria. No faltaba al rezo de la Liturgia de las Horas, a no ser por causas realmente de fuerza ma-yor. Casi siempre comía en casa. Por mucho tiempo recordaremos su

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imagen sencilla de estar en la cocina, cebando mate y convidando al hermano, salamín y queso. Tal vez habremos dicho de él que tenía un carácter un poco fuerte y un tanto nervioso; sin embargo, él estaba allí. [...] Él era el religioso de la casa, que atendía el timbre, el teléfono, que recibía recados.Entre estas colaboraciones le cupo el privilegio de ayudar a Fr. Julián Plandolit a retirar el Santísimo Sacramento de la Basílica San Francisco de Buenos Aires para llevarlo a una casa particular y preservarlo de toda profanación cuando era inminente la quema de los templos el 16 de junio de 1955. Por un tiempo, fue Secretario de la Conferencia Argentina de Religiosos (CAR).Fr. Luis estaba en casa, sobre todo para atender confesiones, ya sea en la sede parroquial o en cuanta casa lo vieron deambular, especialmente en Tucumán, Santiago del Estero, en donde estuvo en sus casi últimos treinta años. Acudían a confesarse con él muchos sacerdotes, religiosos y laicos. Varios de estos laicos santiagueños asistieron a su velatorio como justo homenaje de gratitud. En Santiago del Estero, uno de sus sacerdotes penitentes era también su confesor. Ya en el ocaso de su vida, el Señor le permitió celebrar la misa jubilar de sus bodas de oro sacerdotales, el 16 de diciembre de 1995, en la Basílica San Francisco Solano de Mendoza, rodeado de sus hermanos y fieles, y sobre todo, de un grupo de ex-alumnos del Colegio San Buenaventura, de los que Fr. Luis había sido profesor.Fr. Altamirano le ayudó al Hno. Luis, el cual fue trasladado al Sana-torio 9 de Julio y al Modelo, de Tucumán. Allí el Guardián, Fr. Ricar-do Gutiérrez le administró los santos sacramentos. Al día siguiente se celebró la misa exequial presidida por el Vicario provincial, Fr. Mario Fuenzalida, la que fue participada por los Hnos. Juan Carlos Larcher, Ramón Garribia y Mauro Acuña de Catamarca; Ricardo Gutiérrez, Onofre Almada, Marcelino Altamirano y Miguel Schell, de Tucumán; Francisco Burja y Juan Carlos Quiñones, de Santiago del Estero; Jorge David Catalán y Ariel Amato, de San Antonio de Padua; Eduardo José Zatti de Mendoza y el Pbro. Femando Fernández, del clero de Tucu-mán. Asistieron también don Jesús Taborda, hermano de Fr. Luis, y Nicolás Crespo, amigo de ambos, desde Córdoba.

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Entre otros conceptos, dijo Fr. Mario en la Homilía: “nuestro Hno. Luis fue fiel hasta la muerte, fiel a su vocación religiosa y sacerdotal”. ¡Señor, que quisiste llamar a Fr. Luis a tu Divina presencia, dígnate agregarlo al número de tus elegidos; y concede a nuestra Provincia nuevas vocaciones que llenen el vacío dejado por este Hno.¡Fr. Luis, vive en la paz y en la alegría del Señor!


1999 FRAY PEDRO AZPEITIA AIZPURUA 331: Nació en Zumaya el 10 de abril de 1923. Un paro cardíaco puso fin a sus días el 30 de septiem-bre de 1999. Una persona amiga, que escribió sobre el hecho, terminaba así su escrito: “Te recordaremos y te tendremos siempre presente. ¡Gracias, Fray Pedro Azpeitia!”. Sin duda, el Padre Celestial lo habrá acogido en su Casa, y le habrá dado la felicidad plena que nosotros no pudimos facilitarle en este mundo. Siendo joven sintió la llamada a la vida franciscana e ingresó como postulante en Arantzazu. Terminado en Zarautz el año de noviciado con la Profesión simple el 17 de enero de 1944, fue destinado a Fórua, donde se dedicó a las tareas domésticas y al cultivo de la huerta, sin olvidar su formación religiosa y franciscana. Ya el año siguiente, 1945, dio el gran salto de Fórua a Cuba. En la isla tuvo varios destinos: Candelaria 1945, Guaímaro 1950, Camajuaní 1953, Mariel 1955, y de nuevo Guaímaro 1956 hasta la revolución castrista. En Cuba cambió el cultivo del campo por el de la construcción. La casa parroquial y parte de la iglesia de Guaima-ro fueron obras realizadas en su tiempo. Allí se recibió de “Maestro Mayor de Obras”, al más puro estilo cubano; este sello le duraría todo el resto de la vida. Era frecuente escucharle: “en Cuba se hacía así”. En 1961, como tantos otros, fue expulsado por Fidel y provi-sionalmente pasó a Venezuela, donde colaboró con los frailes de la Custodia gallega. Hasta que en 1963 pasó a la Custodia del Pa-raguay, siendo su primera residencia Villarrica. A los dos años fue trasladado a la Argentina: Lanús Oeste, donde quedó otro par de

331 Cfr. Cantabria Franciscana, n.º 171, pp. 153-154.


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años. Finalmente en 1967 aterrizó en Mar del Plata para el resto de sus días. En la bella ciudad costera se encontró con unas enormes obras en cons-trucción que le vinieron como anillo al dedo dada la veta de construc-tor que había descubierto en Cuba. Allí se sintió como el pez en el agua. Enseguida puso manos a la obra: ladrillos, carretillas, pala, arena y cemento fueron en adelante los materiales de su trabajo. Era feliz en medio de andamios, en contacto amigable con los profesionales de la obra. Tuvo sobre todo un amigo y compañero fidelísimo: José Miguel Alberdi, euskaldun como él y que había sido Hermano nuestro; con él realizó Azpeitia prácticamente toda la obra de mampostería; tan asido andaba a su carretilla, que un periodista, amigo de la casa, le bautizó como “el Vasco de la carretilla”. Tal era el amor que tenía a esta obra que en sus vacaciones a España llegaba a trabajar para ganarse unos dinerillos y llevarlos para su obra. Su satisfacción más grande era ver cómo crecía el número de alumnos a medida que se iba agrandando el colegio, hasta llegar a más de 1500 alumnos. De estos, los que más le gustaban eran los más pequeños: los del “Jardín de Infantes”, por su candor e inocencia; tenía una gran amistad con ellos. Fr. Pedro era un trabajador incansable. No podía estar sin hacer nada; el superior tenía que andar con cuidado para no dejarle demasiado libre, porque era capaz de dar vuelta y media a los planes de toda la comunidad. Era un hombre de palabra. Aunque aparentemente tosco en sus modales, era fino y cumplidor con las personas que confiaban en él; siempre fue fiel a sus amigos. Religiosamente era un franciscano hecho a su manera, porque no se le había dado la suficiente formación; él recordaba que, apenas entrado de postulante en Arantzazu, le man-daron ya a pedir limosna, y precisamente a Zumaya, por los alrededo-res de su caserío. Pero las lecciones que pudo aprender en el noviciado y en los años de Profesión Simple le dejaron un poso profundamente franciscano. No le faltaba afición a la lectura: leía con frecuencia revis-tas y documentos de la Orden. Es resabido que en ello tenía siempre una cuestión pendiente, con un fondo personal de amargura: la con-dición de los hermanos no clérigos o “legos” en la Orden. La división entre Padres y Hermanos, al uso antiguo, era algo que le comía las vís-

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ceras; y las reformas postconciliares no le hicieron la menor mella en su percepción del problema. A pesar de este sufrimiento muy personal, en Mar del Plata encontró el lugar adecuado para servir al Señor como sincero franciscano por los días de su vida. Y quería que su partida de este mundo a la Casa del Padre sucediera en aquella casa, que tanto le debe. Padecía de alguna insuficiencia cardiaca ya desde su nacimiento, como algo heredado de familia. En sus últimos años tuvo fuertes achaques a los que se sobrepuso gracias al cuidado de sus hermanos de comu-nidad.

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~ NOTAS ~

MES DE OCTUBRE

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necrología franciscana — octubre

~ OCTUBRE 01 ~

En este día fallecieron: 1780 FRAY MARTÍN ORTÍZ 332: Sacerdote. Falleció en Villarrica, Paraguay.

1781 FRAY JOSÉ RODRÍGUEZ 333: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1784 FRAY DOMINGO CLOROAGA 334: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

~ OCTUBRE 02 ~

En este día fallecieron: 1801 FRAY JOAQUÍN COGLE: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1833 FRAY FRANCISCO BARES: Sacerdote. Falleció en el convento de Mendoza.

~ OCTUBRE 03 ~

En este día fallecieron: 1789 FRAY MANUEL OSORIO: Hermano laico. Falleció en el convento de Catamarca.

1791 FRAY JUAN DE SAN ANTONIO: Hermano laico. Este religioso había pertenecido a los colegios misioneros de Chillán (Chile) y se in-

332 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 218.333 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 218.334 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 218.

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corporó a esta Provincia el 11 de julio de 1780. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1832 FRAY PEDRO NOLASCO MONTERO: Nació y tomó el hábito en Buenos Aires. Falleció a los 91 años en San Lorenzo. Lector, dos veces jubilado y padre de los más dignos de la Provincia de la Asunción. A los 73 años, renunciando a todos sus especiales pri-vilegios y honores, se incorporó al Colegio Apostólico San Carlos el 3 de junio de 1814.

1893 FRAY ROQUE RIOS: sacerdote. Falleció en el convento de Cór-doba.

~ OCTUBRE 04 ~

En este día fallecieron: 1798 FRAY MARTÍN AROCENA: Sacerdote. Lector de Teología. Falle-ció en el convento de Buenos Aires.

1818 FRAY JOSÉ ECHEGARAY: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Catamarca.

1828 FRAY FRANCISCO VILLALBA: Nació en Buenos Aires. Falleció en San Lorenzo a los 51 años. Ingresó a los 12 años al Colegio Apostólico San Carlos, permaneciendo en calidad de Hermano donado durante 9 años. Luego profesó, y du-rante 30 años se santificó en las tareas conventuales.

1846 FRAY TOMÁS GONZÁLEZ: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en el convento de Córdoba.

1926 FRAY JUAN DE LA CRUZ ESCOBAL: Sacerdote. Natural de Tucumán, arquidiócesis de Tucumán. Falleció en el convento de Tu-cumán, exactamente el día en que se celebraba el VII Centenario del

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fallecimiento de Nuestro Seráfico Padre, a los 66 años de edad, 43 de profesión religiosa y 39 de sacerdote. Fue la personificación de la sinceridad y de la sencillez religiosa, bon-dadoso, afable, caritativo y social. Trabajador infatigable dejó huellas luminosas de su acción durante varios periodos de guardián del con-vento. La parte nueva del convento de Tucumán se debe a él casi en su totalidad. Fue también Guardián del convento de Santiago del Estero y Custodio de Provincia.

1999 FRAY ÁNGEL RAÚL LOCATELLI: Sacerdote. Nació en Malabri-go, Santa Fe, el 14 de septiembre de 1938. Murió en la Merced, a los 63 años, el día de nuestro Padre San Francisco, después de 35 días en terapia intensiva a raíz de una complicada operación de apendicitis. Ingresó al noviciado el 24 de febrero de 1957 en el convento de la Mer-ced y emitió, allí mismo, su Primera Profesión el 23 de febrero de 1958 y en San Lorenzo la Profesión Solemne el 17 de septiembre de 1962. Fue ordenado sacerdote el 18 de julio de 1964. Desarrolló su ministerio en la mayoría de las Casas de Formosa, particularmente en Clorinda. Fue colaborador en Quitilipi y Gobernador Crespo. Fue un hermano entregado particularmente al ministerio de la Reconciliación, a la aten-ción de los enfermos, y a diversos grupos parroquiales.

~ OCTUBRE 05 ~

En este día fallecieron: 1757 FRAY PABLO DELGADO: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1791 FRAY BUENAVENTURA GONZÁLEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1794 FRAY MARCOS PÉREZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Salta.

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1801 FRAY FRANCISCO ECHEGARAY: Sacerdote. Falleció en Monte-video, Uruguay.

1810 FRAY AGUSTÍN FERNÁNDEZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Corrientes.

1820 FRAY JOSÉ ARAGÓN: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1889 FRAY FRANCISCO RISTORTO: Sacerdote. Falleció en Formosa en un sublime acto de amor a Dios cuando tenía 62 años. Fue ordenado sacerdote en Italia y luego se incorporó al primer grupo franciscano que llegó a La Merced. Ocupó varias parroquias y fue cura conversor en la Misión de San Buenaventura de Montealto, donde tra-bajó en silencio y sacrificadamente. Fue un misionero pobre, obedien-te, amante del retiro. Admirable en su vida y en su muerte.

1952 FRAY MARIANO MUSSA: Sacerdote. Oriundo de Castellazzo. Falleció en La Merced a los 85 años. Ingresó al noviciado a los 17 años y recibió el presbiterado a los 22 años. Fue el vigésimo quinto Guardián del Convento San Carlos, ejer-ciendo el cargo de Consejero Provincial y Maestro de Coristas por va-rios periodos. En 1914 fue el primer Rector del Colegio Seráfico de San Lorenzo. Se destacó como músico y organista.

1991 FRAY HILARIO PEDRO GROSSO: Sacerdote. Nació en 1945 en Córdoba. Contrajo paludismo en África, y falleció en Roma a los 46 años de edad. Sus restos fueron traídos para recibir sepultura en el cementerio conventual de San Lorenzo. Ingresó como aspirante en 1957. Cursó Filosofía y Teología en la Facul-tad de los jesuitas (Máximo), en San Miguel, Buenos Aires y posterior-mente obtuvo la licenciatura en Ciencias de la Educación. Ordenado sacerdote en 1974, dedicó sus esfuerzos especialmente en el campo de la educación de los jóvenes, siendo el autor del Proyecto Educativo Franciscano para los colegios de la Provincia San Miguel Arcángel.

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Prestó especial atención a la capacitación de los discapacitados. Fue Definidor, Vicario Provincial y Guardián del Convento San Carlos. En 1991, siendo Moderador para la Formación Permanente, participó de la Experiencia de Asís, de donde pasó, invitado por su tío, médico mi-sionero, a una breve experiencia en una misión de Guinea Ecuatorial, África. Allí contrajo una forma grave de paludismo que le ocasionó la muerte cuando, de regreso a Roma, se preparaba para participar en un curso de perfeccionamiento docente.

~ OCTUBRE 06 ~

En este día fallecieron: 1748 FRAY FRANCISCO PERALTA: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

1768 FRAY JOSÉ PANDURO: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1782 FRAY JOSÉ PABLO QUADRA 335: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1801 FRAY PATRICIO RAMOS: Sacerdote. Guardián del convento de Catamarca en el que falleció.

1821 FRAY GREGORIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD PARRA: Na-tural de Turmiel, España. En 1814, a sus 34 años, ingresó como Herma-no laico al Convento San Carlos donde profesó. Murió ahogado a los 42 años en el rio Carcarañá.

1884 FRAY JUAN DE LA CRUZ BÁEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.


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~ OCTUBRE 07 ~

En este día fallecieron: 1719 FRAY FRANCISCO BARRALDO: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1728 FRAY DOMINGO AGUIRRE: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1755 FRAY FRANCISCO CORNELIO: Hermano estudiante. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires.

1770 FRAY ANDRÉS GUERRA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1795 LINO JUAN DELGADO: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1806 FRAY ANTONIO GIL: Sacerdote. Falleció en el convento de Bue-nos Aires.

~ OCTUBRE 08 ~

En este día fallecieron: 1749 FRAY LUIS DE ROJAS: Sacerdote. Lector. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1769 FRAY CRISTÓBAL AYLLÓN 336: “Sacerdote español. Ministro provincial en el período (1756-1759). Predicador de precedencia, ex Definidor, fue electo el 14 de enero en el Capítulo presidido por Fray Mercadillo, en el convento de Buenos Aires. En este Capítulo también se cambió el nombre de “Provincia de la Asunción de nuestra Señora

336 Cfr. Archivo del Convento San Francisco de Buenos Aires.

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del Paraguay, Tucumán y Río de la Plata” por el de “Provincia de la Asunción de nuestra Señora del Paraguay” 337. Como era de costumbre, en la primera Circular se dieron a conocer las ordenaciones del Definitorio y el nuevo programa de acción. Como los frailes de Lima habían pedido la colaboración de todas las Provin-cias, sujetas a la autoridad del Comisario General del Perú, para su manutención, y señalado una cuota anual de doscientos pesos para la Provincia de la Asunción; el Definitorio manifestó que era enteramente imposible contraer tal compromiso por la gran pobreza de la Provin-cia y de sus conventos y que se comprometían solo en el caso de que se dispensara a la Provincia de la Visita General (para la que también debían colaborar).

1783 FRAY FRANCISCO MORILLO: Sacerdote. Falleció en el convento de Montevideo, Uruguay.

1817 FRAY JOSÉ MARÍA CORONEL: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Jujuy.

1829 FRAY VALENTÍN PONCE DE LEÓN: Sacerdote. Custodio pro-vincial. Falleció en el convento de Córdoba.

1851 FRAY RAMÓN DE LA QUINTANA: Sacerdote. Natural de San-tander, España. Ministro provincial, gobernó la Provincia desde el 17 de enero de 1839 hasta el año 1842. El Padre Fray Ramón de la Quinta-na murió cargado de méritos en el convento Recoleto de Catamarca, a los 77 años de edad, 55 de profesión religiosa y 49 de sacerdote. Siendo muy joven vino a la Argentina ingresando a la Orden en el con-vento Recoleto del Pilar de Buenos Aires. Uno de sus discípulos, el Pa-dre Reinoso, escribe de su gran maestro: “Limosnero lo daba todo, y a pesar de haber vivido en un tiempo de estricta pobreza, nunca guardó

337 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1 Memoria de sus frailes (1612-2012), Editorial Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 94.

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nada. A un genio un poco jovial y travieso unía mucho candor y senci-llez, junto con la sinceridad y desinterés en la amistad”. Por espacio de 40 años fue maestro de gramática y de retórica en el convento de Cata-marca del que también fue Guardián. Entre los numerosos discípulos que desfilaron por sus aulas, se encuentra el más ilustre y santo de to-dos, Fray Mamerto Esquiú. Lector de Filosofía. Se destacó como “pre-lado vivaz, insinuante, práctico, ejecutivo, y relacionado con los pue-blos y gobiernos de entonces en la antigua gobernación de Tucumán y de otras regiones Argentinas. Obró sin perder tiempo en recuperar los conventos perdidos en dichas regiones”. El Padre Quintana se esmeró en elevar el nivel de los estudios utilizando religiosos doctos y obser-vantes de las virtudes claustrales. En 1840, siendo Provincial, inauguró los estudios de Filosofía y Teología, que en 1839 había dispuesto que se establecieran en nuestro convento de Tucumán, los que duraron allí hasta 1900, cuando los estudiantes de Filosofía, fueron llevados al con-vento de Córdoba, y los de Teología, al de Buenos Aires. “Fue elegido en el Capítulo celebrado en Catamarca bajo la presidencia del Ministro Provincial y Visitador general Fray Juan B. Fernández. Al asumir su Provincialato eran solo siete los conventos sujetos a la autoridad de la Provincia de la Asunción y fueron reincorporados a la jurisdicción de la Provincia los conventos de Salta, Jujuy y Tucumán” 338.

~ OCTUBRE 09 ~

En este día fallecieron: 1749 FRAY MANUEL DE LA PEÑA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1767 FRAY FRANCISCO MONTIEL: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.


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1778 FRAY PEDRO AGUIRRE; sacerdote. Falleció en la localidad de Rio Grande, provincia de Jujuy.

1816 FRAY FRANCISCO TOMÁS CHAMBO: Sacerdote. Lector jubila-do. Falleció en el convento de Buenos Aires.

~ OCTUBRE 10 ~

En la Provincia recordamos hoy ante el Señor: 1741 FRAY PEDRO SIERRA: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1798 FRAY JOSÉ ANTONIO GIMÉNEZ: Sacerdote.

1855 FRAY IGNACIO FERNÁNDEZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1957 FRAY JOSÉ SILVANO ESPECHE: Hermano postulante. Falleció en el Colegio Seráfico de Paso del Rey, provincia de Buenos Aires.

1967 FRAY BUENAVENTURA SORIA: Hermano laico. Natural de la ciudad y Arquidiócesis de Tucumán. Falleció en el convento de Tucu-mán, a la provecta edad de 79 años y 57 de profesión religiosa. Fue excelente religioso. Las virtudes sobresalientes en él: humildad y caridad para con los pobres y necesitados. De fe y confianza absoluta en la provincia de Dios. Alma de oración, austero y tesonero en el tra-bajo de servidor de la Casa de Dios; durante 50 años mantuvo nuestra Iglesia de Tucumán como el más pulcro de la ciudad. Ferviente devoto y propagador del culto a Ntra. Sra. del Valle, levantó en su honor una capilla en Tafí del Valle, Tucumán. Respetado y admirado por todos, brindaba sabios y prudentes consejos a las personas que le solicitaban esa valiosa ayuda espiritual. 1973 FRAY PABLO TESSA: Sacerdote. Natural de Villa Gobernador Gálvez, Arquidiócesis de Rosario, provincia de Santa Fe. Falleció en

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el convento de Buenos Aires, a los 51 años de edad, 18 de profesión religiosa y 12 de sacerdote. “Nació el 28 de agosto de 1922. Hijo de Juan Tessa y Pierina Tessa: Ig-noramos los datos de su instrucción primaria. Ingresó al Postulantado de adultos el 10 de diciembre de 1952, los filosóficos en Padua y los teo-lógicos en el coristado de Petrópolis en Brasil. El año de noviciado lo hizo en Catamarca, donde profesó el 29 de enero de 1955. Los votos So-lemnes el 30 de enero de 1958. Fue ordenado sacerdote en Petrópolis el 12 de diciembre de 1959. Con la firma del P. Tessa en el Curriculum del Archivo de la Secretaría de Provincia dice: “Desde mi niñez fuí campe-sino agricultor, hasta el año 1942. Desde esa fecha 41-44 hice el servicio militar saliendo con el grado de sargento de reserva. De 1944 a 1952 presté servicios en la Prefectura Marítima y Gendarmería Nacional, como suboficial. El servicio militar lo había cumplido en Diamante, Entre Ríos y en Santa Fe. Percibí el sueldo corriente conforme a los gra-dos que iba ascendiendo. Aportaba a la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones Civiles con el número de afiliado 459730, desde 1944 hasta 1952. Maestro de Novicios desde el 28 de junio de 1962 hasta 1971 en Catamarca. Secretario de Visita en 1971. Procurador del convento de Catamarca de 1965 a 1968. Definidor, Vicario, procurador del convento de San Antonio de Padua. Finalmente, guardián de dicho convento por renuncia del P. Fr. Miguel Monaldi” 339.

Fray Enrique J. Pinel “Pablo Tessa, llevó la palabra no solo aquí sino en la favela del Bra-sil, hasta los más apartados rincones de nuestra tierra, en especial su querida Catamarca. Las obras de su apostolado no tenían límites, su vida fue un constante servicio. A él acudieron pobres y ricos, ancianos y jóvenes, hijos y padres. Para todos estaba, y a todos recibía con esa alegría franciscana, con esa pureza de corazón propia de los que viven la Palabra de Cristo [ ...]” 340.

Fr. Luis Palomeque OFM

339 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año V, n.º 33, (nov./dic. 1973), pp. 7-8.340 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año V, n.º 33, (nov./dic. 1973), p. 8.

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~ OCTUBRE 11 ~

En este día fallecieron: 1629 FRAY LUIS DE BOLAÑOS:

Sacerdote. Natural de la provincia de Andalucía, España. Según afir-man algunos historiadores, Bolaños se embarcó con rumbo a América en el Puerto de Sanlúcar, el 17 de octubre de 1572, a los 33 años de edad, como diácono, y su arribo a Asunción del Paraguay se produjo el 8 de febrero de 1575. Misionero por vocación, toda la vida de Fray Luis Bolaños fue la de un esforzado apóstol de Jesucristo, siendo descollan-te entre los grandes evangelizadores –escribe el Padre Fray Antonio Santa Clara Córdoba- que en los siglos XVI y XVII civilizaron a los aborígenes americanos, poniendo toda la eficiencia de su actividad infatigable, de su predicación fervorosa y de su caridad inagotable. Entre las Doctri-nas de indígenas por él fundadas, algunas de ellas hoy poblaciones, se cuentan: Caazapá, Yutí, Ipacaraí, Guayrá, Itá, Itapé, Yaguarón en Paraguay; Santa Lucía e Itatí en la provincia de Corrientes; en 1580, Baradero, en la provincia de Buenos Aires. Otro mérito imponderable del Padre Bolaños fue la traducción a lengua Guaraní del “Catecismo Limense” (el primero que se tradujo a dicha lengua) para facilitar a sus catequizandos el conocimiento de las verdades cristianas. Entre los principales puestos que desempeñó en la Orden se cuentan, Guardián del convento de Asunción, Paraguay, durante largos años; Custodio en repetidos períodos y Definidor de la Provincia al fundarse esta en

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1612. Murió en olor de santidad en el convento de Buenos Aires, a la avanzada edad de 80 años. A tres siglos y medio de su muerte perdura el eco de la admiración hacia este insigne apóstol de la Fe, fundador de pueblos, que por sus virtudes y sacrificios fue un santo y un héroe. Sus restos descansan en nuestra Basílica de la ciudad de Buenos Aires.

1756 FRAY ANTONIO SILVA: Hermano laico. Falleció en el convento de Tucumán.

1771 FRAY MIGUEL GRASO: Hermano laico. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires.

1800 FRAY JOSÉ PASTOR DE LA ROSA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1871 FRAY PEDRO PABLO BULACIOS: Sacerdote. Visitador general de la Provincia y Presidente del Capítulo en 1888. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1923 FRAY LEONARDO VILALBA: Sacerdote. Natural de la ciudad y Arquidiócesis de Tucumán. Falleció en dicho convento, a los 61 años de edad, 40 de profesión religiosa y 37 de sacerdote. Fue un religioso ejemplar por sus virtudes y su contracción al cum-plimiento del deber como educador. Toda su vida sacerdotal estuvo consagrada a la educación de la niñez en algunos de los colegios de nuestros conventos, entre ellos, el de Santa Fe durante 30 años, y 7 años en el de Artes y Oficios de Santiago del Estero.

1998 FRAY PEDRO JULIÁN (PASCUAL) ERRECART: Hermano Diá-cono. Fr. Pedro había nacido en Buenos Aires el 14 de abril de 1917. Recibió el Diaconado permanente el 5 de enero de 1980 (a los casi 63 años). Falleció en el convento de Buenos Aires.

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"Fray Pedro no era presbítero, sino hermano laico, aunque después fue ordenado de diácono. Pero muchos le atribuyen el haber casado a Perón y Evita. El les insistió tanto que el casamiento se había previsto en la Iglesia parroquial de la Plata para el 29 de noviembre, pero se postergó debido a la gran cantidad de gente que se agolpó frente al templo. Se realizó finalmente el 10 de diciembre de 1945, presidiendo la ceremonia el párroco Fray Francisco Sciammarella, siendo testigos Domingo Mercante y Juana Ibarguren. A partir de allí nació una parti-cular simpatía de Evita y Perón por Fray Pedro. Fueron sus padres Beltrán Errecart y María Ordoquy, quienes lo bautiza-ron con los nombres de Pedro Julián. De niño vivió en el barrio porteño de Barracas, y concurría a la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, de los padres bayoneses. Allí oraba y colaboraba por la canonización del fundador de dicha congregación religiosa. Acaso su simpatía hacia el Beato se debiera a que era, como él, de origen vasco-francés. Para nada sospecharía que, andando el tiempo, le tocaría asistir en el Vaticano a la solemne ceremonia de canonización de San Miguel de Garocoits, el 6 de julio de 1947.Se decidió por la vida religiosa por consejo del Beato Luis Orione, a quién había conocido personalmente cuando el Beato había venido por segunda vez a la Argentina en 1934. Y Don Orione lo encaminó hacia la vida Franciscana (¿tal vez porque él mismo no lo había podido vivir? Efectivamente, Don Orione ingresó primero en un convento francisca-no, después de un tiempo salió; pasó por los Salesianos, y por último, iba a ser el Fundador del Instituto de la Pequeña Obra de la Divina Providencia). Fr. Pedro ingresó al Noviciado, en Catamarca y vistió

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el hábito el 24 de marzo de 1936. Allí tuvo como maestro al Siervo de Dios, Fr. Antonio de Jesús Lobo. Emitió los primeros votos el 6 de abril de 1937; y la solemne, el 16 de abril de 1940. Concluido su período de formación básica, los Superiores le encomendaron el oficio de ser el Hermano de confianza de los varios Ministros Generales que visitaron la Argentina; a saber, Fr. Pacifico Perantoni, Fr. Constantino Koser, Fr. John Vaughn; además de todos los Ministros Provinciales que hubie-ron en nuestra Provincia en más de seis décadas.Igualmente prestó servicios a cuanto religioso de la Provincia y de las otras entidades existentes en el País. Su servicio era dejar expedito el camino para cuanto ministerio, Aduana, Registro Civil o la misma casa de Gobierno, si fuere necesario. Tal era el conocimiento y el ascendien-te que Fr. Pedro tenía en todos los estamentos políticos y sociales. El podía entrar con confianza adonde quería, que era respetado y escuchado; sin distinción de banderías políticas en el gobernante de turno; así hayan sido civiles o militares. Pero siempre es fácil acceso que Fr. Pedro tenía a despachos de Ministros, Intendentes y aún del mismo Presidente de la Nación, no era para el propio beneficio, sino por gestiones para otros reli-giosos y de cualquier prójimo necesitado. Es que supo comprender que su presencia en tan diversos lugares era ya una proclamación silencio-sa del Reino de Dios; y esto era ya el primer modo de evangelización, según el Art. 89 de las CC. GG.Es verdad que con el político que más confianza tuvo fue con Juan Domingo Perón. Tal fue así que Fr. Pedro le convenció a Perón para que regularizase su situación matrimonial con Evita. Fr. Pedro los pre-paró para que se confesaran y se casaran por la Iglesia. Así fue en una sencilla y casi privada ceremonia religiosa en nuestra Parroquia de la Plata, el 10 de diciembre de 1945; y que bendijo el Párroco, Fr. Francis-co Sciammarella.El Gral. Perón durante su primer gobierno ayudó mucho a nuestra Provincia, sobre todo, para la construcción o ampliaciones de los Pos-tulanlados menores, que en la década de los 50 poseíamos en varias provincias (Catamarca, Tucumán, Córdoba, San Antonio de Arre-dondo, Paso del Rey, Buenos Aires). Viajes gratis para religiosos y un avión especial para que el P. Perantori, Ministro general, recorriera

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las Casas Franciscanas del país. Ayudó también a los franciscanos de Italia, cuando después de la Segunda Guerra Mundial; para paliar las secuelas de la misma y a instancia de Fr. Pedro, el Gobierno de Perón había dispuesto enviar gran cantidad de víveres, ropa y telas para hábitos. Por sugerencia del mismo gobierno y aprobación de los Su-periores le tocó al mismo Fr. Pedro hacer entrega de estas donaciones a las diversas comunidades franciscanas de Italia. Fr. Pedro se sumó a la comitiva oficial que acompañó a la esposa de Perón en su viaje a Italia en 1947.La historia nos recuerda que, con el tiempo, las cosas cambiaron. En la segunda presidencia de Perón, los avatares y reveses políticos hicieron que la Iglesia sufriera como los embates de un adversario; cuyo signo más palpable fue la quema de varios templos de Buenos Aires y saqueos en otras ciudades del interior. Entre estos ardió nuestra iglesia San Fran-cisco de Buenos Aires, el 16 de junio de 1955. Al día siguiente, muchos religiosos y laicos -también Fr. Pedro- fueron a contemplar lo que fue como “abominación de la desolación”, de la que habla el profeta Da-niel. Y lloraban frente a nuestra iglesia de la que solo quedaba como un esqueleto, los muros y techumbre; la cúpula totalmente derruida y en el interior un montón de escombros, cenizas y tizones humeantes. Cuando el Gral. Perón, finalmente, se reconcilió con la Iglesia, y regre-só al país, Fr. Pedro volvió a su antigua amistad y a seguir siendo su consejero espiritual hasta lograr que recibiera los santos sacramentos, previo a su cristiana muerte acaecida el 1 de julio de 1974.Sí a los Tedeum: Puede afirmarse sin lugar a dudas que Fr. Pedro, ya estuviera en Buenos Aires, La Plata o Santa Fe siempre estuvo presente en la Catedral de Buenos Aires para el Tedeum de las fechas patrias del 25 de mayo y 9 de julio. Siempre con su sayal, sandalias y corona. Nun-ca se lo vio de otra manera. Era Fr. Pedro (salvo por unos días cuando fue la revolución de 1955). Su ubicación era el lugar destinado para los religiosos en el coro de los canónigos.Devoto de la Sma. Virgen y San Benito: “Su devoción a la Sma. Vir-gen por el rezo diario de la corona Franciscana, otros cultos y cánticos en el Mes de María, etc., se puso también de manifiesto por la entrega frecuente de estampas, medallas y rosarios en el ancho claustro de la

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calle –como también del convento– en pasillos de ministerios a cuanta persona tenía que brindarle una ayuda, conseguirle trabajo o visitarle por estar enfermo. Pero, sobre todo, por haber iniciado en La Plata el culto a La Virgen de la Rosa. El mismo trajo de Roma el sagrado icono, el cual era originario de Jerusalén y data del s. XV. Consiguió que el Guardián le preparara un hermoso camarín, en una parte late-ral, cercana al presbiterio. Era el especial obsequio que esa comunidad ofrendaba a la Sma. Virgen, con motivo de la declaración dogmática de la Asunción, por el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950. Mientras Fr. Pedro estuvo en La Plata promovió su culto; y aún más allá de la ciudad, pues la hizo nombrar Patrona de los Floristas de la Provincia de Buenos Aires y de otras Instituciones. Su devoción a San Benito de Palermo fue también proverbial, promo-viendo su culto en la Basílica San Francisco de Buenos Aires, La Plata y Santa Fe. A comienzos de la década del `50 obtuvo el permiso del Guardián de Buenos Aires Fr. Miguel Oviedo para colocar en la ima-gen del santo una pequeña olla como distintivo de que San Benito se había santificado siendo cocinero. Y además, decía Fr. Pedro, para animar a mucha gente necesitada que acudiese a San Benito para que “le ayude a pagar la olla, que en estos tiempos difíciles cuesta tanto”. Y verdad que esas tres iglesias, pero sobre todo en la de Buenos Aires, los días cuatro de cada mes era un continuo devenir de devotos; que llenaban de oraciones, flores y velas el altar del santo. Y en la misa principal estaba literalmente colmada de fieles.Diaconado: Fr. Pedro, siempre dispuesto a comenzar ante el ofreci-miento de su Obispo diocesano, Mons. Antonio J. Plaza y que de buen grado aprobara el Ministro Provincial, Fr. José N. González. La cere-monia, en la que también recibió el diaconado Fr. José F. Palacios, se llevó a cabo en la Parroquia San Francisco de La Plata. Fr. Pedro recibió contento el Sagrado Orden como una misión nueva que le encomenda-ba la obediencia. Se le ampliaba su campo de apostolado, por la cele-bración de bautismos y matrimonios y comunión a enfermos. Aunque él, soslayando el diaconado, le gustaba más seguir siendo un Hermano Menor.

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Fr. Pedro pertenecía al convento de La Plata; pero desde marzo de ese año se encontraba en el de Buenos Aires, por un accidente, en el que sufrió una fractura de rótula. Al mes fue curado, decía Fr. Pedro por San Roque. Siguió entonces, trabajando en procurar la pintura de la Capilla San Roque; y en otros planes y proyectos hasta unos cinco días antes de su deceso, ocurrido en el Instituto del Diagnóstico de la ciudad de Bs. As. Allí era visitado por religiosos de diversas comuni-dades, entre ellos, por Mons. Norberto E. Martina, que fue el que le administró los Santos Sacramentos. Su muerte fue piadosa y mariana, como se dijo al principio. Sus restos fueron velados en la Capilla San Roque, a la que acudieron a rezar responsos Mons. Jorge Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires, otros obispos, sacerdotes, religiosos/as y laicos; entre estos, la Sra. Zulema Yoma, personalidades del gobierno y gente sencilla del pueblo.La misa exequial fue en la Basílica San Francisco, presidida por el Mi-nistro provincial, Fr. Norberto R. Buján y concelebrada por los Frailes Emilio Andrada y Pío Da Rin (Bs. As.), Luis Herrera (Ciudad Evita), Juan Ambrosioni (Santa Fe), Darío Vargas y Pablo Péger (La Plata), Luis A. Anguita, Ricardo Bustos, Cosme Polizio (Custodia de Tierra Santa), Natale Bassotti (Ciudadela) José Paz (Residencia San Antonio de Arredondo; Isidro Bruni (Córdoba), Marcelo Cisneros (Vice Prov. S. Francisco Solano), José Enid Gutiérrez Olmos (Paso del Rey), Julio C. Bunader (Bs. As.), Eduardo J. Zatti (Mendoza), Hno. Jorge Stipech, Guardián de Bs. As. y otros Hermanos de Bs. As, Paso del Rey y San Antonio de Padua.Era la tarde del 11 de octubre (justo el mismo día que moría también en Buenos Aires, Fr. Luis de Bolaños en 1629) ¡Qué razón tenía el P. Provincial, al decir en la homilía de la misa exequial que Fr. Pedro era devotísimo de la Sma. Virgen; si parecía que ella lo hubiese venido a buscar!"Recordando la homilía de la misa exequial, decía el P. Provincial que Fr. Pedro, por gracia de Dios, fue un hombre bueno, un vasco bueno, un fraile al que no se podía “encasillar”; un fraile fuera de serie; si todos en verdad somos así, de él se distinguía más que así fuera. Un hermano que supo cultivar los lazos profundos de amistad con mucha gente.

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Finalmente, tendríamos que escuchar la pregunta que Jesús le hacía a Marta (hermana de Lázaro) como dirigida también a nosotros: “Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás ¿Crees esto?” (Jn 11, 25s.)Y nosotros, contestarle como Marta: “Sí, Señor, creo que tú eres el Me-sías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo” (Jn 11,27). Por últi-mo, el P. Provincial recitó el Cántico de las Creaturas“[…] Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana, la muerte corporalde la cual nadie puede escapar […]”.

~ OCTUBRE 12 ~

En este día fallecieron: 1759 FRAY GABRIEL ÁLVAREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1760 FRAY GABRIEL SÁNCHEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1778 FRAY RICARDO PERATO: Sacerdote. Falleció en el convento de Mendoza del que era Guardián.

1893 FRAY DAVID BELLI: Sacerdote. Hijo de la Provincia Picena. Fa-lleció en La Merced a los 66 años de edad y 51 de religioso.

Fue ordenado sacerdote a los 22 años y a los 34 años se incorporó al Colegio Apostólico de La Merced, donde fue superior. Estuvo también misionando en Santa Rosa de Calchines.

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2002 FRAY ÁNGEL LUCINDO ANDINO:

Hermano laico. Nació el día 19 de agosto de 1923, en la Provincia de San Juan. Fue el primer hermano laico de la Conferencia del Cono Sur en participar de un Capítulo General. Abrazó la hermana muerte, el 12 de octubre de 2002 a los 79 años de edad, en el Convento San Francisco de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El hermano Ángel se desempeñó como operario gráfico de la imprenta ELLOBA (sigla que identifica a Doña Ernestina, donante del convento de San Antonio de Padua). Aprovechó la cercanía de Fr. Ángel Uranga para aprender a confeccionar los hábitos, que vistieron a varias gene-raciones de frailes. Esto hace que se lo recuerde siempre empeñado en el trabajo con el delantal para proteger el hábito.Hermano siempre disponible y con diligente idoneidad llevó a cabo tareas de sastre, cocinero, dibujante, pintor y restaurador de ornamen-tos, carpintero. Se desatacaba como fraile amante de lo bello, prolijo y ordenado, dispuesto a los requerimientos de la fraternidad. Se desem-peñó en el oficio de Maestro de los postulantes menores en Catamarca; ecónomo y sacristán en Buenos Aires; acompañó como secretario al Visitador General Fr. Javier McMahón. No abandonó la cruz de la enfermedad, padeciendo durante el último tiempo una dolencia que lo dejara postrado. Su vida de oración tran-quila, personal y comunitaria, que no abandonó, le permitió aceptar la muerte, con gran despojo hasta quedar solo en las manos de Jesús. De este modo concluyó su itinerario de peregrino.

Fr. Alberto Ameri

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~ OCTUBRE 13 ~

En este día fallecieron: 1706 FRAY JOSÉ DE ACUÑA: Hermano laico.

1825 FRAY JUAN JOSÉ ORTÍZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1838 FRAY PEDRO GARCÍA DE PANÉS 341: Obispo Diocesano de Para-guay. Preconizado el año 1807 y consagrado el 18 de diciembre de 1807. Falleció en Paraguay.

1929 FRAY PEDRO CELESTINO MIRANDA 342: Sacerdote. Natural de Pomancillo, Departamento de Piedra Blanca, provincia de Catamarca. Falleció en la Comisaría de Tierra Santa, Asunción (Paraguay), a los 75 años de edad, 54 de profesión religiosa y 51 de sacerdote. Sus restos fueron traídos de Paraguay en 1974 y sepultados frente al altar del San-tísimo Sacramento en nuestra Iglesia de Santiago del Estero. Ingresó a la Orden en el convento de la ciudad donde cursó los estu-dios, vistió el hábito, emitió los votos Simples y Solemnes, y recibió el Orden Sagrado. Guardián del convento de Santiago del Estero en repetidos períodos; durante su primera guardianía, con tesonera acti-vidad, logró levantar gran parte de nuestra hermosa Iglesia. En Aarón Castellanos, en Corrientes y en todas las partes en donde le colocó la obediencia, ya como Guardián, ya como súbdito, en todas partes se manifestó un buen religioso trabajando con infatigable celo por la glo-ria de Dios y la salvación de las almas. Los últimos años los pasó en Asunción, Paraguay, desempeñando el oficio de Comisario de Tierra Santa y Presidente del convento. Fue además, Definidor provincial.


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�� FRAY ALEJANDRO GARCÍA 343: Sacerdote. Noticia de su fa-llecimiento.

~ OCTUBRE 14 ~

En este día fallecieron: 1760 FRAY FRANCISCO VIEYRA: Sacerdote.

1769 FRAY JUAN AZNAR: Sacerdote. Falleció en el convento de Bue-nos Aires.

1771 FRAY DOMINGO DE LOS RIOS 344: Sacerdote. Definidor. Falleció en la Doctrina de San José en Caazapá, Paraguay.

1824 FRAY FRANCISCO DE LA CONCEPCIÓN: Hermano laico. Fa-lleció en el convento San Bernardino de Montevideo, Uruguay.

~ OCTUBRE 15 ~

En este día fallecieron: 1711 FRAY JUAN MUJICA, sacerdote. Definidor provincial.

1756 FRAY SANTIAGO PINTOS: Hermano laico. Falleció en el con-vento Recoleto de Buenos Aires.

1768 FRAY JUAN BAUTISTA PORTÚGUEZ: Sacerdote.

1808 FRAY MATIAS GODOY: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

343 Cfr. B. Mallo. 344 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 217.

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1829 FRAY FRANCISCO DE ARCO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de La Rioja.

1871: FRAY PEDRO BULACIO: Sacerdote. Falleció en el Convento de Santa Fe, donde descansan sus restos.

1888 FRAY FELICÍSIMO VARELA: Hermano laico. Ingresó en 1841 al Colegio Apostólico San Carlos. Durante años fue organista y maestro de escuela. Luego pasó a la Provincia de la Asunción y falleció en Men-doza, tras 47 años de vida franciscana.

~ OCTUBRE 16 ~

En este día fallecieron: 1722 FRAY JUAN ESPINOSA: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

1781 FRAY FRANCISCO MORENO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Catamarca.

1791 FRAY EUSEBIO RODRÍGUEZ: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de San Luis, Uruguay.

1908 FRAY MANUEL LUDUEÑA 345: Sacerdote. Natural de la ciudad y Arquidiócesis de Córdoba. Fue Vicario conventual y maestro de escue-la demostrando en todas sus actividades competencia, laboriosidad y celo apostólico. Falleció en el convento de La Rioja.

345 Cfr. El Plata Seráfico, año IX, n.º 111 (nov. 1908), pp. 545-546.

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~ OCTUBRE 17 ~

En este día fallecieron:1795 FRAY JOSÉ COSON: Sacerdote. Ex Custodio. Falleció en Para-guay.

1801 FRAY LORENZO ELISAL: Hermano laico. Falleció en el convento de Catamarca.

1822 FRAY MARIANO VELAZCO: Sacerdote. Falleció en el convento San Bernardino de Montevideo, Uruguay.

1829 FRAY JORGE CARIO: Sacerdote. Lector jubilado y ex Definidor. Falleció en el convento de Corrientes.

1857 FRAY ZENÓN GONZÁLEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

~ OCTUBRE 18 ~

En este día fallecieron: 1791 FRAY MANUEL DE LA CONCEPCIÓN: Sacerdote. Predicador apostólico del colegio misionero de Tarija (Bolivia). Se incorporó a nuestra Provincia el 3 de marzo de 1774.

1832 FRAY MARIANO PEREYRA: Sacerdote. Lector. Falleció en el convento de Salta.

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~ OCTUBRE 19 ~

En este día fallecieron: 1764 FRAY ROQUE LUJÁN: Sacerdote. Falleció en el convento de San-tiago del Estero.

1808 FRAY JUAN ANTONIO JORGE: natural de Galicia. Inició su no-viciado a los 30 años en el Convento San Francisco de Buenos Aires, pasando a los 44 años al de San Lorenzo. Fue Prefecto de Misiones. Falleció en el Convento San Carlos, donde fuera su cuarto Guardián.

1820 FRAY JOAQUÍN ANTONIO PORTILLA: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1897 FRAY JUAN BAUTISTA MURO: Sacerdote. Natural de Valle Vie-jo, diócesis y provincia de Catamarca. Falleció en el Hospital San Juan Bautista de la ciudad de Catamarca, a los 65 años de edad, 43 de profe-sión religiosa y 39 de sacerdote. Sus restos descansan en el presbiterio de nuestra Iglesia de Catamarca frente al altar mayor. Ingresó a la Orden en el convento de la ciudad donde cursó sus es-tudios hasta su ordenación sacerdotal que se llevó a cabo en Buenos Aires. De regreso a su provincia natal se entregó a una labor constante y fervorosa en el sagrado ministerio, especialmente en la dirección es-piritual de muchas personas que recurrían a él en demanda de conse-jo y ayuda espiritual. Fue maestro de gramática por muchos años, de novicios y estudiantes; Presidente; Guardián; Vicario conventual, etc. Como Guardián, en el periodo de 1881 a 1884, ocurrieron dos hechos notables en los que tomó parte activa: 1.°: El trabajo de la actual Iglesia cuya piedra fundamental había sido puesta el 17 de septiembre de 1882. 2.°: La adquisición del corazón del Siervo de Dios Fray Mamerto Esquiú cedido gentilmente por su hermano Don Odorico Esquiú, gracias a las instancias del Padre Muro. Reelecto Guardián en 1887.

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1901 FRAY FILIBERTO BOCCHIO: Sacerdote. Oriundo del Piamonte. Falleció en la Merced a los 67 años. Se incorporó a La Merced siendo un joven sacerdote de 26 años. Fue un celoso misionero e hizo incursiones en el campo de la mecánica, física, matemática, química y arquitectura. Levantó los planos de la nave y del frontispicio de La Merced. Construyó el primer órgano y proyectó varios edificios particulares.

~ OCTUBRE 20 ~

En este día fallecieron: 1725 FRAY MANUEL VÉLEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Jujuy.

1745 FRAY NICOLÁS DURÓ 346: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Itá, Paraguay.

1745 FRAY NICOLÁS ÁLVAREZ: Sacerdote.

1820 FRAY JUSTO MOSQUEIRA: Hermano laico. Por muchos años fue maestro de escuela en el convento de Catamarca. Falleció en el conven-to Recoleto de Buenos Aires.

1952 FRAY AMBROSIO TURCI: Sacerdote. Falleció en Busetto (Italia) a los 72 años de edad y 50 de ministerio. Hijo de la Provincia de Bolonia, se incorporó al Convento San Car-los siendo corista y permaneció durante muchos años trabajando en la Comisaría San Miguel. Misionó en San Martín Norte. Fue Consejero Provincial y Guardián del Convento de Rosario, donde inició la cons-trucción de la actual Iglesia.


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~ OCTUBRE 21 ~

En este día fallecieron: 1743 FRAY BERNABÉ RAMÍREZ: Sacerdote. Falleció en el convento San Bernardino de Montevideo. Presidente del mismo convento.

1748 FRAY VICENTE ALEGNO: Hermano laico. Falleció en el conven-to de la Recolección de Buenos Aires.

1819 FRAY JOSÉ PACHECO BORGES: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Salta.

1819 FRAY AGUSTÍN MUÑOZ: Sacerdote. Guardián del convento de Buenos Aires en el que fue asesinado.

1832 FRAY AGUSTÍN ADÁN: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1981 JOSÉ POSSENTI PAOLETTI 347: Nació en Matélica (Italia) el 28 de marzo de 1906. Falleció de un paro cardíaco en Paraguay. Perteneció a la Vicaría San Miguel Arcángel y luego se incardinó en la Provincia de Cantabria 348. He aquí un Hermano de la primera hora, sobre quién descansó tam-bién la fundación de la nueva Custodia Cántabra del Paraguay. Sus padres que le trajeron a este mundo se llamaban Juan y Carolina. Muy temprano emigró la familia a buscar nuevos horizontes y arribaron a la Argentina con la secreta idea de hacer “su América”. Muy pronto pudieron estabilizarse en el país de adopción, llegando a vivir holga-damente y sin apremios, gracias a las faenas agrícolas y a la pequeña hacienda que lograron crearse.

347 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 33-34.348 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XIII, n.º 82 (agosto/ septiembre 1981), p. 22.

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Pareciera que la familia hubiese sido tocado con el signo levítico, y que Señor le hubiera reservado para formar parte de su heredad. Su herma-no Gabriel fue el primero en abrir la brecha, y siguió los estudios ecle-siásticos en la Vicaría de San Lorenzo (Argentina) hasta ordenarse de sacerdote. Le siguió su hermano José al poco tiempo, pero con rumbo distinto. Nunca se supo el motivo por el que dirigió sus pasos a la Con-gregación de los Hermanos Maristas, donde hizo su primer noviciado, y se dedicó luego por un corto espacio de tiempo a la enseñanza dentro de la Congregación. Su hermana Antonieta también se encaminó hacia la Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción. No se sabe tampoco, exactamente, porqué y cuando el Hno. Possenti dejó, luego, la sotana de la Congregación para echarse encima el sayal franciscano. Pudiera ser que por la insinuación de su hermano P. Ga-briel, o acaso por su inclinación velada al sacerdocio. Lo cierto es que le tenemos en el Convento-seminario de San Lorenzo (Argentina), dando intensamente a los latines. Con velas desplegadas, y no menor talante, comenzó a incursionar en la Filosofía, después de haber pasado por el segundo noviciado, pero apenas pudo superar el primer año. Siguien-do los consejos de su maestro y profesores, optó por arriar la bandera y contentarse en quedar allí como Hermano donado o Postulante. En esta situación se encontraba, cuando fue nombrado el P. Angel Iza-guirre Superior y Comisario Provincial del Paraguay, quien le cono-cía muy de cerca al P. Possenti. La soledad en que se encontraba en Asunción y la escasez de personal, le obligaron al P. Ángel a llamarlo y tenerlo a su lado convirtiéndolo como en su primer ministro y superin-tendente de la Casa de Asunción. Casi a los dos años de su arribo a la Custodia, volvió hacer su tercer noviciado en el Convento de San An-tonio, de la Provincia de la Argentina. Esta vez la probación se ciñó tan solo a seis meses, por especial dispensa de Roma. Y de nuevo regresó a Asunción incardinándose en nuestra Provincia. El Paraguay le cayó grande al bueno de Fr. José. Y aquí pasó el resto de sus años hechos de retazos pintorescos y a veces edificantes. Un alma como la suya, sin mucha malicia y sin grandes pasiones, dispuesto a hacer de su vida una cadena de constantes servicios a los Hermanos, tomando las cosas sin apremios y con mucha flema.

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Durante la gestión del P. Elías Zulaica como Comisario de Tierra Santa, consiguió este ante las Autoridades de la Orden le nombraran al Hno. Possenti como auxiliar suyo sin menoscabo de sus obligaciones con la comunidad de Asunción. Estas nuevas funciones le sirvieron para reco-rrer gran parte de la geografía paraguaya como chofer y ayudante del P. Comisario. Diríase que tenía una vocación especial para la atención y cuidado de los enfermos. Se cargó durante algunos años con los achaques de un anciano religioso de la primera guardia del inicio de la segunda pre-sencia franciscana en el Paraguay, y multitud de enfermos ocasionales que le requerían para aplicarse alguna inyección o solicitarle otro ser-vicio sanitario. De una salud a toda prueba, no se hacía de pencas para comer de cualquier escudilla que fuera. Permaneció retirado de la vida de comunidad durante casi seis años. Sin embargo no dio muchos quebrantos durante el tiempo que duró esta postración. Fue en todo momento un enfermo dócil y resignado, necesitado de consuelo y cariño. Fueron mermando poco a poco sus fuerzas y flaqueándole su corazón. Aunque no se quejaba de su enfermedad, ansiaba verse liberado de las ataduras de la carne, y con deseos de que el Señor le llevara cuanto antes. Todos los días recibía la Comunión, y se desvivía cuando no podía conseguirlo.

2013 FRAY JUAN EDUARDO BOITANO: nacido en Buenos Aires en 1934 permaneciendo junto a su madre, oficiando de farmacéutico. Tras largos años de enfermedad, falleció en Corrientes donde descansan sus restos. Cercano a los 40 años, ingresó a la Orden e hizo su Primera Profesión el 19 de marzo de 1972. Profesó Solemnemente el 19 de marzo de 1975 y fue ordenado sacerdote, poco después, el 5 de abril de 1975. Traba-jó pastoralmente en parroquias, sobre todo en capillas barriales. Fue párroco en San Lorenzo e hizo aportes en la formación en la Casa San Miguel y fue gran estudioso y difusor de Santa Clara. Su apostolado preferencial fue de las misiones populares, tarea que lo llevó a recorrer gran parte del país, especialmente del litoral y el vecino Paraguay.

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~ OCTUBRE 22 ~

En este día fallecieron:1735 FRAY PASCUAL: Hermano laico. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires.

1743 FRAY JUAN DE VASCONCELOS: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1760 FRAY BARTOLOMÉ CAMACHO: Sacerdote. Lector. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1800 FRAY FRANCISCO MANUEL PALAZUELOS: Sacerdote. Ex De-finidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1877 FRAY NAPOLEÓN CORDERO: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Santiago de Estero.

1903 FRAY DOMINGO ALMADA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

~ OCTUBRE 23 ~

En este día fallecieron: 1739 FRAY ANTONIO ALEGRE: Sacerdote. Murió asesinado por los indios guaraníes en la Doctrina de Santiago Sánchez, provincia de Co-rrientes.

1768 FRAY ROQUE ALGAO: Sacerdote. Lector. Falleció en camino ha-cia Córdoba.

1812 FRAY ANTONIO PALAVECINO: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Catamarca.

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1868 FRAY CONRADO RÍOS: morador del convento de Buenos Aires. Falleció en el convento de Corrientes.

~ OCTUBRE 24 ~

En este día fallecieron: 1732 FRAY JUAN AGÜERO 349: Hermano laico. Falleció en el convento de Paraguay.

1791 FRAY VICENTE ALEGRE: Hermano laico. Falleció en el convento de la Recolección de Buenos Aires.

1801 FRAY JUAN ANTONIO ÁLVAREZ: Sacerdote. Falleció en Villa Rica, Paraguay.

1807 FRAY EUSEBIO FERNÁNDEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Catamarca.

1822 FRAY JOSÉ LABORA: Nació en La Coruña, España. Tomó el hábi-to a los 24 años, el día de San Antonio, en la Recoleta de Buenos Aires. Después desempeñó el oficio de sacristán en el Convento San Carlos. Murió en San Lorenzo a los 59 años de edad.

1939 FRAY FRANCISCO GIULIANO: Sacerdote. Oriundo del Piamon-te. Hizo el noviciado en 1891 en San Lorenzo y 7 años después recibió el Presbiterado. Fue párroco en las Palmas y en San Lorenzo. Falleció en el Convento San Carlos luego de una larga enfermedad.


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~ OCTUBRE 25 ~

En este día fallecieron: 1745 FRAY FRANCISCO ÁLVAREZ 350: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1766 FRAY JOSÉ LÓPEZ DE SALAZAR: Sacerdote, ex cura de almas en la Doctrina de Cayastá, provincia de Santa Fe. Falleció en Itatí, pro-vincia de Corrientes.

1802 FRAY JUAN MANJÓN: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1810 FRAY PEDRO NOLASCO BARRIENTOS: Sacerdote. Lector jubi-lado. Ex Ministro provincial y ex Rector de la Universidad de Córdoba. Dinámico, de feliz iniciativa y acción infatigable. Bajo su rectorado, que duró diez años (1768-1778), la Universidad realizó marcados pro-gresos. Como Ministro provincial gobernó la Provincia desde el 13 de noviembre de 1796 hasta el 22 de febrero de 1800. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1900 FRAY AGUSTÍN LANARO: Nació en La Liguria, Italia. Ingresó al noviciado a los 37 años en la Provincia Observante de Toscana. Dos años después se incorporó al Colegio Apostólico de Guayaquil, Ecua-dor. Después pasó a San Lorenzo y últimamente al de Salta. Falleció a los 63 años en Jujuy, siendo Guardián.

1974 FRAY JOSÉ RIDOLFI: Sacerdote italiano. Falleció a los 66 años en Italia. Este culto sacerdote misionó en Tanger (Marruecos), Tarija, San Loren-zo y Rosario. En nuestro coristado y en el Colegio Seráfico dio clases de Latín, Griego y Francés. Últimamente se desempeñó como Capellán del Hospital de Ramos Mejía en Buenos Aires.


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~ OCTUBRE 26 ~

En este día fallecieron: 1768 FRAY LUCAS DEL PINO: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1830 FRAY AMBROSIO GUTIÉRREZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Corrientes.

~ OCTUBRE 27 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1729 FRAY JUAN DE SAAVEDRA: Sacerdote. Lector jubilado. Falleció en el convento de Santa Fe.

1770 FRAY JOSÉ IGNACIO PÉREZ: Sacerdote. Ex Definidor; Visitador general de la Provincia y Presidente del Capítulo en 1771. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1785 FRAY ANTONIO MERCADILO: Sacerdote. Ex Ministro pro-vincial. Gobernó la Provincia desde 1753 hasta 1756. Además fue Visitador y Presidente del Capítulo en 1756 y en 1764. “Natural de Córdoba, Lector Jubilado, examinador sinodal del Obispo de Tu-cumán, fue electo en el Capítulo celebrado en la Santa Recolección del Pilar de Buenos Aires por el Visitador General Fray Pedro José de Parras. En este Capítulo, el Definitorio ordenó que el convento recoleto de Catamarca volviera a la Observancia por falta de religio-sos recoletos suficientes para todas las casas, pero esta disposición quedó anulada en el siguiente Capítulo intermedio, el cual fue pre-sidido por Fray Antonio Rivadeneyra, nombrado por el Comisario del Perú, Visitador General, Reformador Apostólico y Presidente de Congregación (los últimos dos títulos dados por primera vez en la Provincia), títulos vigentes hasta la convocatoria al siguiente Capítulo

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Provincial en el que fue designado Presidente, el mismo Ministro Provincial” 351.

1917 FRAY MANUEL DIESTE: Sacerdote. Natural de La Coruña, dió-cesis de Compostela, España. Religioso observante, alma de oración y apostólica vida sacerdotal. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 75 años de edad, 47 de profesión religiosa y 43 de sacerdote.

1966 FRAY CARLOS ISIDRO PASCUAL GONZÁLEZ: Hermano laico. Natural de la ciudad y Diócesis de Catamarca. Falleció en el convento de Santiago del Estero, a los 69 años de edad, y 44 de profesión religiosa.Se caracterizó por su sencillez de vida, servicial, espíritu alegre y de conversación amena. Carpintero de oficio y especializado en ebaniste-ría. Con buena voluntad y humildad desempeñó los distintos oficios conventuales que le impuso la obediencia. Gustaba entretener a los hermanos con algunas de sus habilidades que lo hicieron famoso en la Provincia, tales como: recitar versos, fábulas, componer horóscopos, encuadrado esto en lo que tiene de diversión y pasatiempo.

~ OCTUBRE 28 ~

En este día fallecieron: 1773 FRAY LUIS DE LOS DOLORES SORIA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1860 FRAY ANTONIO GARCÍA: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Tucumán.

1936 FRAY BUENAVENTURA CASALI: Oriundo de Ferentino, Italia. Falleció a los 52 años en el asilo Open Door, de Luján.


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A los 17 años hizo el noviciado en San Lorenzo y luego de la profesión, siendo Corista, enfermó, por lo que debió ser internado.

1980 FRAY REINALDO FISCHER: Sacerdote. Falleció a los 73 años en Alemania, su tierra natal. Ordenado sacerdote en diciembre de 1928, consagró varios años de su ministerio a las misiones de Brasil y Bolivia. En la Provincia San Mi-guel estuvo 14 años, siendo profesor en San Lorenzo y San Antonio de Padua. Su alegría fue característica.

~ OCTUBRE 29 ~

En este día fallecieron: 1719 FRAY ANTONIO ALMEIDA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1763 FRAY PEDRO PABLO RAMÍREZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de La Rioja.

1769 FRAY CRISTÓBAL AYLLÓN: Sacerdote. Ex Ministro provincial, electo el 14 de enero 1756 terminó su mandato el 14 de enero 1759. Como Provincial fue designado Visitador general y Presidente de Ca-pítulo en 1759. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1885 FRAY FERNANDO FERREIRA: Hno. estudiante. Nació en Bell Ville, Córdoba. Tomó el hábito los 17 años en el Colegio Apostólico San Carlos. Siendo profeso Simple, falleció a los 21 años en San Lorenzo.

~ OCTUBRE 30 ~

En este día fallecieron: 1694 FRAY JUAN BRAVO: Hermano estudiante. Falleció en el conven-to de Córdoba.

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1728 FRAY FRANCISCO FERREYRA: Hermano estudiante. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1785 FRAY ANTONIO SARMIENTO: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Tucumán.

1840 FRAY MIGUEL BURGUETE: Hermano laico. Constructor de ór-ganos. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1879 FRAY DIONISIO CASTRO: Sacerdote. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1993 FRAY GENTIL EXEQUIEL SOSA 352. Sacerdote. Nació el 2 de ene-ro de 1902, en Arroyito, provincia de Córdoba, diócesis de San Fran-cisco. Falleció en el convento de Córdoba a los 91 años de edad, 70 de profesión religiosa y 65 de sacerdote. Inteligente y dinámico fue un misionero excelente y gran catequista. Fue el primer religioso que atendió a los escasos feligreses de lo que hoy es la ciudad de S. Antonio de Padua, cuando se construía su tem-plo. Por casi una década, hasta la inauguración del convento, el P. Sosa desarrolló una infatigable y vasta tarea catequística en una zona que abarcaba al este, desde Merlo hasta las proximidades de Marcos Paz y, hacia el oeste, desde Libertad hasta las cercanías de La Matanza. Des-empeñó los oficios de Guardián, párroco, ecónomo. “Al cumplir 80 años Fr. Nicolás N. González nos dice: fue profesor de Teología Moral y Dogmática, durante catorce años consecutivos. Se distinguió por ser uno de los profesores más estudiosos, más lúcido y claro en la exposición como así mismo de los más firmes en la doctrina Maestro de los estudiantes en el convento de S. Antonio de Padua. Guardián del convento de Buenos Aires; Guardián y párroco en San Antonio de Arredondo. El P. Sosa no concibe el sacerdote sin Apostola-do. En cualquier parte lo encontramos activo: sea la predicación, en el confesionario o en el simple ejercicio de cualquier ministerio. Como re-

352 Fray Ernesto A. Urenda, Apéndice Necrología de la Provincia (1988-1998), p. 4.

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ligioso ha vivido preocupado por su propia vida y la vida comunitaria, es decir la observancia. Su inquietud lo llevó al cuidado de las Casas y de las cosas que le fueron confiadas. En la Residencia Franciscana se dedicó a pintar las persianas de esa enorme Casa” 353. Incansable predicador de la Palabra de Dios, demostró su celo por las almas de numerosos pueblos y parroquias que solicitaban su presencia misionera. Los últimos años de su vida las pasó en el convento de Cór-doba, donde atendía muchos feligreses, clérigos y religiosos que acudían en demanda de dirección espiritual y confesión. Cargado de años y de méritos logrados por su fidelidad a su vocación religiosa y sacerdotal.

~ OCTUBRE 31 ~

En este día fallecieron: 1742 FRAY FRANCISCO OLMOS: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1757 FRAY FERNANDO SÁNCHEZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1804 FRAY JOSÉ IGNACIO OTASU: Sacerdote. Lector jubilado y Defi-nidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1831 FRAY MIGUEL RUIZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

�� FRAY JOSÉ MARÍA ZATTONI: Quien misionó en San Javier junto al Padre Boidi, donde pasó penurias, trabajos y miserias, defendiendo a los Mocovíes de las injusticias del Gobierno san-tafesino. Fue el primer profesor de latín en el seminario de Pa-raná y Maestro de Ceremonias en la Catedral. Regresó a Italia, donde murió en fecha no determinada.

353 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VIII, n.º 49, ( enero-marzo 1976), p. 11.

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

MES DE NOVIEMBRE

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necrología franciscana — noviembre

~ NOVIEMBRE 01 ~

En este día fallecieron: 1756 FRAY FRANCISCO HIDALGO 354: Sacerdote. Lector jubilado. Ex Visitador general de la Provincia y Presidente de Capítulo de 1730. Falleció en Paraguay.

1757 FRAY JOSÉ BALMACEDA: Sacerdote. Guardián del convento de Catamarca en el que falleció.

1768 DOMINGO RIETTI: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1903 FRAY SILVESTRE ILLA: Sacerdote. Guardián del convento de Mendoza en el que falleció a los 30 años de edad, 13 de profesión re-ligiosa y 7 de sacerdote. Había nacido en la ciudad de Buenos Aires el 6 de octubre de 1873. Cursó sus estudios en el convento de la misma ciudad. Era de privilegiadas facultades y se distinguió en sus estudios. De temperamento artístico, cultivó la música con éxito plausible. Des-empeñó varios puestos en la Orden, y pocos días antes de su muerte, en el último Capítulo Provincial, sus prelados confiaron a su prudencia la guardianía del convento de Mendoza 355”.

~ NOVIEMBRE 02 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1727 FRAY BALTAZAR DE LOS REYES: Sacerdote. Guardián del con-vento de Tucumán en el que falleció.

354 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 217.355 Cfr. El Terciario Franciscano, Tomo IV, n.º 52 (01 de diciembre de 1903), p. 298

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1790 FRAY ANTONIO CASTRO: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1794 FRAY FRANCISCO ALTOLAGUIRRE 356: Sacerdote. Padre de Provincia. Así pues el Padre Altolaguirre fue el introductor del olivo en nuestro territorio nacional”. Falleció en el convento de la santa Re-colección de Buenos Aires. “Siendo Guardián de la Recoleta en un viaje que hizo a España, el Rey Carlos II le regaló la estatua de San Pedro de Alcántara, obra de Alonso Cano, que se conserva en la Iglesia del Pilar, que fuera de nuestra santa Recolección de Buenos Aires, la que fue confiscada por el gobierno ci-vil en 1882. En ese viaje el Padre Altolaguirre trajo ornamentos y otros objetos para el culto. Además, también trajo plantas de olivo, que su hermano Martín José hizo aclimatar en estas tierras.

1809 FRAY FAUSTO VELASQUAÍN: Natural de Pamplona y allá a los 26 años, recibió el hábito como Hermano laico. A los 30 años de edad vino formando el grupo de los Trece Fundadores del Colegio Apostóli-co San Carlos donde permaneció 10 años. Después de estar incorporado a la Provincia de la Asunción, regresó a España donde falleció.

1822 FRAY DIONISIO IRIGOYEN: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1832 FRAY JUAN HERRERA: Hermano laico. Falleció en el convento de Bueno Aires.

1860 FRAY ANTONIO BARCIA: Hermano estudiante. Falleció en el convento de Córdoba.

1935 FRAY JUAN JOSÉ DURAO: Sacerdote. Natural de Nueve de Ju-lio, provincia de Buenos Aires. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 50 años de edad, 26 de profesión religiosa y 22 de sacerdote.

356 Cfr. Gran Enciclopedia Argentina.

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Dinámico, inteligente y apostólico este hermano se distinguió como orador, conferencista y escritor. Guardián por dos períodos del con-vento de Mendoza, a su actividad y prestigiosa influencia se debe la intensificación del culto y la veneración a Ntra. Sra. Del Carmen de Cuyo. Los trabajos de reparación, aseguramiento antisísmico y orna-mentación de la Basílica, incluso la instalación del nuevo órgano. No menos sólida y eficiente fue su actuación en lo que atañe a la buena marcha del colegio San Buenaventura, centro educacional de particu-lar importancia, y arreglo del edificio. Era Morador del convento de La Rioja.

~ NOVIEMBRE 03 ~

En este día fallecieron: 1754 FRAY PEDRO DE SAN MARTIN: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1781 FRAY FELIPE BAUTISTA: Sacerdote. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1803 FRAY JUAN CRUCET: Hermano estudiante. Falleció en el con-vento Recoleto de Buenos Aires.

1855 FRAY CONRADO BUSTOS: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1876 FRAY GABRIEL OLIVA: Nació en Córcega. Ingresó al noviciado a los 55 años como Hermano laico. Falleció a los 76 años, víctima de un cuarto ataque de apoplejía, en el convento San Carlos.

1929 FRAY SALVADOR MININI: Hermano laico. Nativo de Gonars, Arquidiócesis de Údine. Había ingresado a San Lorenzo a los 24 años. Fue Colector de Tierra Santa y ejerció de maestro en Rosario al fundar-se la Escuela San Francisco Solano. Murió en San Lorenzo a los 69 años.

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1998 FRAY JULIÁN GARCÍA 357: Sacerdote. Nació en Ricomanillo, Pro-vincia de Toledo, España, el 19 de abril de 1940. Falleció el 3 de no-viembre de 1998 en la Residencia Franciscana, Córdoba. A menos de un mes de la anterior visita (Fr. Pedro), vino otra vez la hermana muerte para llevarnos a la casa del Padre, a nuestro hermano Julián. Efectivamente, alrededor de las 22:00 horas, del 3 de noviembre, después de la cena, súbitamente fallecía de un infarto masivo al cora-zón, el P. García, cerca de la portería de la Residencia. (Unos días antes le vino a avisar que llegaría cuando tuvo un colapso que le hizo caer y golpearse la cabeza contra una ventana. Pero, él se esforzaba por estar bien y proseguía su trabajo casi normalmente) En ese, su último mo-mento le ayudaron Don Arturo Culla, sereno de la Residencia y otros empleados. Inmediatamente llegó el P. José Paz, que le administró los santos Sacramentos. Aunque ya los había recibido plenamente cons-ciente cuando estuvo internado, en el mes de febrero, en una clínica de Córdoba. Se los había administrado el P. Paz y en otra oportunidad, el P. Francisco Burja.Al P. Julián le decíamos familiarmente “el gallego”. Fueron sus padres José García y Fernanda García. Su familia emigró a la Argentina, ra-dicándose en La Plata; cuando Julián era todavía un niño. Allí conoce a los Franciscanos y pide ingresar al Postulantado menor en Paso del Rey. Inicia el Noviciado con la toma de hábito, en Catamarca, el 31 de enero de 1957, siendo su Maestro el P. Lorenzo Castillo. Emite allí mismo sus primeros votos el 1 de febrero de 1958 y la Solemne, en San Antonio de Padua, el 19 de mayo de 1962; donde cursara también los años de Filosofía y Teología. Recibe también allí la Sagrada ordenación Sacerdotal el 19 de diciembre de 1964, de manos de Mons. Francisco de la Cruz Muguerza, primer Obispo de Orán. Y de él precisamente, por-que, amén de haber sido su profesor en varias materias de Filosofía y Prefecto de Estudios, lo llevaría a su primer destino. Sería su secretario Canciller en el Obispado de San Ramón de la Nueva Orán. Entre 1961 al 1969, nuestra Provincia tenía unos seis o siete hermanos (entre sa-cerdotes y diáconos). Los hermanos que estaban con Mons. Muguerza

357 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXX N.º Especial 1999 pp. 11-13.

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en el Obispado formaban como una pequeña fraternidad. El P. Julián, además de ayudante principal del Obispo era Vicario parroquial de la Catedral. A él se le debe también la construcción de la Capilla de Ntra. Sra. del Valle, del barrio Güemes de Orán. Un barrio marginal que él atendía pastoralmente. Es que Fr. Julián era solidario y servicial con todos desde que era estudiante. Este trato con gente sencilla y de otras esferas sociales le llevó a cultivar numerosas amistades estables y sinceras.En la Diócesis de Orán, otros sacerdotes hacían de Vicarios Genera-les; pero era el P. Julián el sacerdote de más confianza del Obispo. Él se quedó como a cargo del Obispado toda vez que Mons. Muguerza asistía cada año, a las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II, entre el 1962-1965. Y también, cuando Mons. Muguerza se tuvo que ausentar, por su enfermedad, a Bs. As., hasta su muerte, acaecida el 30 de abril de 1969. Y también le tocó al P. García entregar la administración y toda otra documentación del Obispado al sucesor de Mons. Muguerza que fue Mons. Manuel Guirao. Como así también, de común acuerdo con al Ministro Provincial Fr. Francisco Salgado, cumplimentar toda la disposición testamentaria de Mons. Muguerza.De Orán, Fr. Julián pasó al convento de Mendoza. Allí, por varios años, junto con los otros hermanos de la fraternidad, debió afrontar la demo-lición del viejo convento (del que quedó solamente el claustro contiguo a la basílica) y encarar la construcción de la nueva casa. Y el P. Julián era Delegado del Economato Provincial para las obras de Mendoza y de San Antonio de Arredondo. Él era arduo y duro; porque se su-maba a lo cotidiano la imprevisión continua de la hiperinflación que campeaba en ese tiempo en el país. Estando todavía en Mendoza, el P. Provincial P. José González, le encomendó que acondicionara la casa grande que las Hermanas Franciscanas Misioneras de María tenían en San Antonio de Arredondo; y ahora pasaba a la Provincia. La misma estaba totalmente desmantelada. Había que amoblarla y colocarle has-ta la última lamparita. Terminada esa tarea, estuvieron al frente de la misma varios laicos, que fueron como provisorios administradores. En 1980 fue designado como primer responsable religioso el P. Julián; fue él quien llevó a la casa a lo que es hoy, la Residencia de San Antonio de

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Arredondo. El estableció esa casa en el verdadero funcionamiento. Las tandas de encuentros, retiros, congresos de Obispos, religiosos/as, sa-cerdotes y laicos se fueron sucediendo. Los servicios se fueron paulati-namente mejorando. La gente que ya había estado una vez, volvía por-que sabían de la buena atención y del buen ambiente que disfrutaban. La garantía y eficiencia del P. Julián eran proverbiales. La Residencia Franciscana fue “su obra” decía el P. Provincial en la misa exequial.Cuando las Monjas Benedictinas fueron a San Antonio de Arredondo tuvieron algunos capellanes temporarios. Pero, cuando fue allá el P. Julián, por un común y tácito acuerdo, fue su Capellán más duradero. Y como siempre tuvo buena voz para el canto, comentaba como le gus-taba celebrar la misa en la capilla de las monjas, porque eran cantadas con canto gregoriano y de los otros.Como Vicario parroquial de la Parroquia de Santa María, Madre de la Iglesia y San Antonio de Padua fue colaborador del Párroco, especial-mente en la Iglesia de la Residencia. Tuvo gestos pastorales originales, como el haber comenzado hace un par de años la celebración del Do-mingo de Ramos más solemne. La que consistía en que la primera par-te de la ceremonia se hacía al pie de la entrada del Vía Crucis y luego, la procesión con los ramos hacia la iglesia, él la presidía montado en un asno, como Nuestro Señor antes de su Pasión (Jn 12,14). Después de la Santa Misa había un almuerzo comunitario, al que asistían gran canti-dad de fieles no solo de San Antonio, sino de varios pueblos aledaños.Para con los empleados era exigente, pero leal y padre; por eso lo que-rían y lloraron, como tantos otros, su prematura muerte.Inmediatamente, después de su muerte se instaló la capilla ardiente en la iglesia Ntra. Sra. de Luján, de la Residencia. Numerosas personas, religiosos y laicos se dirigieron a orar frente al féretro. Pero, sobre todo, las monjas benedictinas se fueron turnando por grupos durante todo el día, y la comunidad en pleno asistió a la misa exequial. La misma fue presidida por el P. Provincial y concelebrada por los padres, José A. Paz, Aquilino Ardiles, Marcos Ibarra, Eduardo Pablo Reartes, Antonio Giménez, Eduardo Lascano, Eligio Bazán, Emilio Martensen, Pedro Alarcón; “Los Pbros. Horacio Álvarez y el Decano Brizzia. La Iglesia estaba colmada de fieles. Más tarde llegaron los Hnos. Marcelino Alta-

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mirano y Francisco Burja de Tucumán y Santiago del Estero respecti-vamente. El P. Provincial dijo en su homilía que “...esta ruptura tan ra-dical, este abismo tan grande que nos produce la muere solo podemos entenderlo desde Jesús y a la luz de su Resurrección. Él es la garantía de nuestra esperanza. Y sobre nuestro Hermano Julián, ¿qué diré? Más allá de las virtudes y defectos que tuvo –todos los tenemos– solo quie-ro referirme a esta “obra”, que aquí vemos y todos los servicios que presta a la Iglesia; como se ha ido manteniendo y perfeccionándose por la habilidad y la acción tesonera del P. Julián. Después de la comunión, pronunció unas palabras despedida el P. José Paz; a quien hasta el día anterior había sido su Guardián. Destacó su confianza ilimitada en la Divina Providencia. Muchas veces lo veía preocupado ante serias difi-cultades económicas pero él seguía adelante con las obras y proyectos porque confiaba que el Señor lo iba a hacer salir. Después de la Misa, se despidieron sus restos mortales con un cerrado aplauso cuando par-tieron con el coche que lo llevaría hasta La Plata, acompañado de sus hermanos y otros familiares. Allá lo esperaban su madre Doña Fernan-da, otros familiares y los Hermanos Pablo Péger y Darío Vargas. Al velatorio de allá acudieron también el P. Ernesto Urenda y otros Hnos. de Paso del Rey y San Antonio de Padua. Sus restos fueron inhuma-dos, sobre los de su padre, como fue el deseo del mismo P. Julián, en el cementerio Parque de La Gloria de La Plata.


~ NOVIEMBRE 04 ~

Roguemos por los hermanos que en este día fallecieron:1735 FRAY DOMINGO ABERASTURI: Sacerdote.

1754 FRAY BLAS TOMÁS COLOMER: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

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1811 FRAY RAYMUNDO GODOY 358: Sacerdote. Falleció en el conven-to Recoleto del Paraguay.

1821 FRAY MIGUEL SERRANO: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1834 FRAY VALENTÍN PITA: Sacerdote. Falleció en el convento de Mendoza.

~ NOVIEMBRE 05 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos: 1711 FRAY FRANCISCO SANDOVAL: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Corrientes.

1779 FRAY JUAN DE SALAS: Sacerdote. Falleció en el convento de la Recolección de Buenos Aires.

1789 FRANCISCO PEREYRA 359: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Caazapá, Paraguay.

1795 FRAY JOSÉ MARTÍNEZ: Sacerdote. Ex Custodio. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires.

1850 FRAY MANUEL MARIÑAZ: Sacerdote. Custodio provincial. Fa-lleció en el convento de Santa Fe.

1918 FRAY BENITO GRIMAU: Sacerdote. Natural de la ciudad de Cór-doba, arquidiócesis de Córdoba. Falleció en La Rioja, a los 64 años de edad, 46 de vida religiosa y 39 de sacerdote.


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Como religioso y sacerdote con gran espíritu de obediencia consagró todas sus energías en el fiel cumplimiento de las tareas que le fueron encomendadas, buscando siempre la gloria de Dios y el bien de las almas. Guardián de varios conventos, era Definidor y Presidente del convento de La Rioja.

�� FRAY VENANCIO ZILOCCHI: Nativo de Italia, llegó a La Merced en 1862. Fue párroco y misionero en San Buenaventura de Monte Alto. Acabado el decenio regresó a su patria, donde falleció en fecha no determinada.

~ NOVIEMBRE 06 ~

En este día fallecieron: 1782 FRAY FRANCISCO DE SAN BERNARDO: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Yutí, Paraguay.

1815 FRAY JUAN CERDEIRA: Sacerdote. Falleció en el convento Reco-leto de Buenos Aires.

1832 FRAY JOAQUÍN CASAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1899 FRAY MARINO MACAGNO: Natural de Castellazzo . Ordenado sacerdote en Italia, a los 35 años se incorporó al Colegio Apostólico San Carlos. Trabajó durante 28 años en San Pedro Chico, San José de la Esquina y Sauce en la provincia de Santa Fe, para luego pasar a formar parte del Comisariato de Tierra Santa. Falleció en Buenos Aires a los 72 años.

1919: FRAY LUDOVICO VENTURINI: Hijo de la Provincia Seráfica, a los 29 años se incorporó al Colegio Apostólico San Diego. Fue Guar-dián, Procurador y Prefecto de Misiones. Después de misionar durante 57 años, falleció en Salta a los 86 de edad.

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~ NOVIEMBRE 07 ~

En este día fallecieron: 1724 FRAY PEDRO RAMOS: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1724 FRAY JOSÉ DEL PINO: Sacerdote. Falleció en el convento de Cór-doba.

1730 FRAY JOSÉ LERES: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1754 FRAY PEDRO DE LA TORRE HERRERA: Sacerdote. Visitador general de la Provincia y Presidente de Capítulo en 1734. Ministro pro-vincial (1746-1750). Falleció en el convento de Buenos Aires. “Natural de Buenos Aires, Predicador de precedencia, examinador si-nodal Obispo de Paraguay, ex Pro Ministro, calificador del Santo Ofi-cio, revisor de libros y Padre de Provincia, fue electo en el Capítulo que se celebró en el convento de Buenos Aires. Durante su Provincialato, en acción de gracias por la canonización de San Pedro Regalado, or-denó hacer, en cada convento y doctrina una misa cantada con toda la solemnidad posible, y en los conventos de Córdoba, Buenos Aires, Paraguay y Salta con sermón, para la cual se debía invitar al pueblo y a sus autoridades, anunciándose con carteles públicos y festivos. El 16 de marzo de 1748 emitió otra Circular, desde Itatí, dando a conocer la orden del Comisario General del Perú de que se designara un fraile para pedir limosna destinada a pagar en Roma la deuda de 14.000 pe-sos por la canonización de San Francisco Solano. El Ministro Provincial encargó a los Guardianes y Presidentes que en cada convento y hospi-cio hicieran pedir por las calles y que cuando fueran al campo a pedir para sus respectivos conventos, pidieran también para solventar la re-ferida deuda y que las limosnas se remitieran al Síndico Don Juan de Narbona. La última Circular de Fray de la Torre, del 5 de mayo de 1749, dio a conocer la carta del Comisario de Indias en la que manifestaba desagrado porque en el último Capítulo de 1746 no se había observado

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la alternativa entre españoles y criollos, por lo cual mandaba que en el próximo Capítulo y en todos los demás se cumpliera estrictamente, no solo en cuanto a los oficios de Provincial, Definitorio y Guardianes sino también en los de Lectores y Predicadores” 360.

1774 FRAY GABRIEL TOLEDO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1801 FRAY IGNACIO ARELO: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1907 FRAY MAURICIO CASTALDI 361: Oriundo de la Provincia de Ná-poles. Inició su vida consagrada a los 17 años, y fue ordenado sacer-dote. Falleció repentinamente a los 43 años en Buenos Aires, siendo Prefecto de la Misión Laishi. Sus restos descansan en el Convento San Carlos.

1980 FRAY MIGUEL SAN PEDRO VILLAR 362: Nacido el 11 de enero de 1922 en Anzuola (Guipúzcoa). Acudió al llamado del Padre, casi joven, cuando contaba 59 años de edad, en el convento de Olite. Pocos religiosos de la Provincia de Cantabria han recorrido y visto tan-to mundo como este hijo de Anzuola (Guipúzcoa). Le encaminaron, más tarde, hacia el Colegio Seráfico de Aránzazu, siendo adolescente, para seguir la carrera eclesiástica, en la que sucumbió al llegar a la eta-pa de Fórua. Optó, entonces, servir a la Orden en calidad de Hermano Laico. Hizo su profesión Simple en el convento de Zarauzt el 11 de noviembre de 1942, y la Solemne el 14 de julio de 1947.

360 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes (1612-2012), Editorial Castañeda, Buenos Ai-res (2012), pp. 92-93.361 Cfr. El Plata Seráfico, año VIII, n.º 100 (1 de noviembre de 1907), pp. 566-567.362 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 25

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De donado trabajó en Olite y Aránzazu. De profeso Simple estuvo de familia en La Aguilera y Nájera, dedicado a las tareas de la cocina, lavandería y sastrería. No mucho después de su profesión Solemne, no sabemos cómo, consiguió que le nombraran algo así como Colector “itinerante” de los Santos Lugares. Con esta misión le vemos llegar a Cuba, más tarde a Chile y Perú, y luego a la Argentina. Ignoramos, empero, con cuanto suceso. Se dirigió de nuevo a la Provincia el año 1964, una vez desligado del compromiso con la Custodia de Tierra Santa, en goce de un descanso. Hacia fines del mismo año obtiene de nuevo Obediencia para regre-sar a la Argentina, pero esta vez con la finalidad de incorporarse a la Custodia del Paraguay. Su primer destino fue aquí de cocinero de Villa Diamante, que lo llevó con la aceptación general de la pequeña frater-nidad de aquella Residencia. El 17 de octubre de 1965, le vemos en el Paraguay, supliéndole al cocinero titular en el convento de San Fran-cisco, durante un año y medio. Aquí hizo de su cocina como un santua-rio, donde se recogía, alejado del “mundanal ruido”, para conversar con Dios entre los pucheros, y dedicarse a la lectura en ratos libres que le dejaban sus ocupaciones. Apenas se mantuvo en el Paraguay hasta el 30 de mayo de 1967, en que abandonó el país para irse de vacaciones a la Provincia. En 1968 le sorprendemos en el convento de Bermeo, posiblemente interinando el oficio vacante del cocinero titular. Nuevamente le vemos regresar, después, a la Custodia del Paraguay, y en 1969, le tenemos tocando las puertas de la Residencia de Montevideo, para dedicarse, esta vez, a las labores domésticas, y a colectar limosnas en la Capital Charrúa, para el Colegio Seráfico de Aránzazu. Se echaba de ver que poseía ciertamente algún carisma especial para las cuestaciones, ya que cada día aparecía con el fruto de su recorrido. Mas tampoco sobrevivió mucho en esta Residencia, ya que sin terminar el año, aprontó las valijas para incor-porarse de nuevo a la Provincia, pero esta vez ya en forma definitiva. Pasó los últimos años de su inquieta existencia en la tranquila quietud del convento de Olite, dedicado a las faenas de la sastrería, en cuyo ramo era también muy habilidoso y eficiente. La Fraternidad le apre-ciaba por la afabilidad con que recibía y trataba a los hermanos que buscaban sus servicios.

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Alto como un pino erecto, venía a ser como un enigma para cuantos no le conocían. Introvertido y muy poco dado a intimar con sus amis-tades, tenía de tanto en tanto, sin embargo, algunas ráfagas de salidas jocosas y llenas de hilaridad, entreveradas con agudas sentencias. Pero en el fondo no dejaba de ser bueno y muy humano. Quizás debido a tantos trotes, y a los años tan agitados que le deparó la vida, contribuyeron a que se le resintiera la salud prematuramente. Ello le sirvió, sin duda, para avivar la fe y alimentar, si se quiere, su piedad dando a los sufrimientos un sentido expiatorio y redentor.

~ NOVIEMBRE 08 ~

En este día fallecieron: 1735 FRAY JUAN PALACIOS 363: Sacerdote. Falleció en Villa Rica (Pa-raguay).

1766 FRAY VICENTE MEDINA: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1768 FRAY DOMINGO FERNÁNDEZ: Sacerdote. Lector jubilado. Fa-lleció en el convento de La Rioja.

1907 FRAY JOSÉ LUCIANO CHAPO 364: Sacerdote. Natural de Empe-drado, arquidiócesis y provincia de Corrientes. Ex Ministro provincial, electo el 17 de enero 1894. Gobernó la Provincia hasta el 8 de septiem-bre de 1896. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 70 años de edad, 50 de profesión religiosa y 45 de sacerdote. Se distinguió por sus grandes cualidades intelectuales y más aún por sus sólidas virtudes. Generoso y de nobles sentimientos, espíritu de

363 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), pp. 216.364 Cfr. El Plata Seráfico, año VIII, n.º 100 (1 de diciembre de 1907), pp. 561-566.

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caridad y mansedumbre, abnegación y sacrificio y de profunda humil-dad. Versado en las ciencias humanas y sagradas. Se destacó como pro-fesor; Lector de Filosofía y Teología; Regente de estudios en Corrien-tes, Catamarca, Córdoba y Buenos Aires. Buen orador, su palabra fácil, erudita y valerosa en la cátedra sagrada más que a la imaginación y a la sensibilidad del auditorio, la dirigía al entendimiento de quienes lo escuchaban buscando siempre convencer y persuadir. Definidor pro-vincial, Custodio y Ministro. “Fue electo en el Capítulo celebrado en el convento de Buenos Aires, en el que se reconoció y obedeció el decreto del Ministro General por el cual el convento de Córdoba se nombraba Casa Central de Estudios” 365.

~ NOVIEMBRE 09 ~

En este día fallecieron: 1749 FRAY PRUDENCIO ÁLVAREZ DE SOUSA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1764 FRAY MANUEL MACHADO: Sacerdote. Falleció en el convento de la Recolección del Pilar de Buenos Aires.

1767 FRAY FERNANDO MOLINA: Sacerdote. Lector. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1905 FRAY BENITO SCARPONE: Nació en San Severino Italia. Este hermano ingresó a los Menores en La Marca de Ancona y emitió sus Votos Solemnes en el Convento San Carlos. Falleció a los 77 años.

1911 FRAY FRANCISCO MENDIAZ: Sacerdote. Natural de Santiago del Estero. Docente por vocación se dedicó con bondad y abnegación a


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la formación de la niñez de varios colegios de nuestra Provincia, parti-cularmente en el de Corrientes en cuyo convento falleció a los 37 años de edad, 17 de profesión religiosa y 11 de sacerdote.

~ NOVIEMBRE 10 ~

En este día fallecieron: 1741 FRAY PEDRO CASAS: Sacerdote. Falleció en Potosí, Bolivia.

1760 FRAY SANTIAGO MOLINA: Sacerdote. Falleció en Corrientes.

1768 FRAY FRANCISCO DE LA PORCIÚNCULA: Hermano laico. Fa-lleció en el convento de Buenos Aires.

1803 FRAY BLAS MARTÍNEZ: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Balbuena.

1832 FRAY JOSÉ JIMÉNEZ 366: Sacerdote. Predicador general. Falleció en Ledesma, provincia de Jujuy.

~ NOVIEMBRE 11 ~

En este día fallecieron: 1745 FRAY CAYETANO LABARINO 367: Sacerdote.

1763 FRAY SIMÓN ROMEO 368: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

366 Cfr. Archivo Histórico de Buenos Aires. 367 Cfr. Archivo Histórico de Buenos Aires. 368 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 217.

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1769 FRAY FRANCISCO ARNÁEZ 369: Sacerdote. Falleció en Buenos. Sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta.

1781 FRAY JOSÉ CASTAÑO 370: Hermano laico. Falleció en Paraguay. 1823 FRAY MIGUEL DELZAR: Sacerdote. Presidente del convento de Córdoba, en el que falleció.

1823 FRAY SIMÓN RANCA: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1889 FRAY BERNARDINO COLAZO: Sacerdote. Guardián del con-vento de Córdoba. Falleció en el mismo convento.

1973 FRAY CARMELO AULESTIARTE ARREGUI 371: Vino a este mun-do el P. Carmelo en Jemein-Marquina (Vizcaya), el 3 de noviembre de 1940. Fue ordenado de sacerdote el 10 de julio de 1966. Hizo sus primeras armas como profesor en el Colegio de la Juventud Antoniana de 8 de Bermeo, donde permaneció apenas cuatro años. Con deseos íntimos de gastar la vida al servicio de Cristo, y de sus hermanos, en tierras de mi-sión, solicitó y obtuvo la Obediencia para trabajar en nuestra Casa-Pa-rroquia de Montevideo, llegando a las playas uruguayas en el año 1971. Un hombre estudioso que tomó la vida en serio, y que no escatimó esfuerzos para ir preparándose a una labor eficiente en la vasta parro-quia de Tierra Santa, que comenzó a quererla y a llevarla muy dentro de sus sentimientos. Queriendo y haciéndose querer de sus hermanos, reflejaba una aparente timidez y mansedumbre en el pálido brillo de sus ojos, ocultos tras unos anteojos que le deban mayor adustez a su ros-tro. Unos ojos apagados, melancólicos que, miraban como pidien-

369 Cfr. Archivo de Buenos Aires. 370 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 218.371 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 45.

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do disculpas por haber mirado, y cuando reían lo hacían por poco tiempo, con la alegría traída de su tierra vasca, y revivida al calor de los hermanos con quienes convivía, y que estos le querían como al benjamín de la Casa. Un hombre en constante superación y formación, también académica, que hacia sus pinitos en la literatura, y de tanto en tanto en la poesía. Se palpaba en él enormes ansias de vivir, y no escatimaba ningún sa-crificio, ni dejaba hacer cualquier deporte para mantenerse en forma. Corta fue su vida de misionero, pero muy largas sus ansias de servir a las almas que ya habían comenzado a quererle y a descubrir sus mu-chos valores. Así pasó la vida del P. Carmelo en el Uruguay, mansa y humildemente, con la mansedumbre y humildad que le dominó toda la vida. La muerte, casi en puntillas le acechaba e iba a segar una vida joven y llena de ilusiones. Lo hizo aprovechando la quietud de la noche, y sin dejarle tiempo ni para despedirse de sus hermanos a quienes tanto les estimaba; alejándose sin un quejido, ni un gesto de reproche, como para no molestar tampoco a los suyos, ni angustiar a su médico. Liberado de la corruptible prisión del cuerpo, iba a sumergirse en el eterno goce de la gloria, como premio que Dios tiene prometido a los mansos y humildes de corazón. Dejó este suelo en plena floración de su vida, cuando la mies estaba ya en sazón, y él se disponía a segarla.

2013 FRAY NORBERTO RODOLFO BUJÁN 372:

372 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XLV, n.º 210, Edición Especial (sep-tiembre 2013/marzo 2014), pp. 10-11.

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Falleció el lunes 11 de noviembre de 2013, a las 21 horas aprox. en la Basílica San Francisco de Buenos Aires, a los 61 años, por motivo de un paro cardíaco. Sus restos fueron velados en la Basílica San Francisco. La Misa de cuerpo presente, se celebró el 12 de noviembre a las 20 ho-ras en la Basílica San Francisco y el 13/11 se efectuó el sepelio de sus restos en el Cementerio de Flores. Q.E.P.D. Los que participamos del Capítulo Provincial en San Antonio de Arre-dondo del 16 al 27 de septiembre de 2013 y vimos a Beto tan diligente en su oficio de moderador, tan animoso, jovial y lúdico que no podía-mos salir del estupor y del asombro cuando nos enteramos que había fallecido en la tarde-noche del lunes 11 de noviembre de 2013 y no precisamente por el cáncer con el que ya había aprendido a “convivir”, como decía él desde hacía más de un año, sino por un infarto masivo. Así lo encontró Fray Gonzalo Zervino, sentado en un sillón en la sala de TV. Más, a pesar de su silente y súbita muerte, los hermanos demos-traron su confianza en las promesas del Señor. Por eso, uno de ellos es-cribió en seguida en su Facebook: “Amado Beto, regresaste a casa junto a Papá. […] Él te deseó desde la eternidad; hoy te recibió con alegría, te vistió de fiesta y comenzó la celebración de la vida […]”El Señor lo encontró en plena tarea pastoral. Efectivamente, volvía de predicar un retiro espiritual a un grupo de ex alumnos del Colegio Newman de Mar del Plata. Ya en Capital tenía planeado hacer una consulta médica de rutina. ¿Quién fue nuestro hermano Beto? Fray Norberto Rodolfo Buján hijo de Jesús R. Buján y de Eulalia Iribarren (La Tota) había nacido en Capital Federal el 6 de diciembre de 1952. Concluidos sus estu-dios primarios y secundarios ingresa en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. Durante el tiempo de su servicio militar participa de una “Acampada de Gendarmería” en San Antonio de Padua. Allí vería germinar su vocación. Lo había acompañado en auto su propio padre y, al dejarlo, le dijo con cierta hilaridad: “Che, Beto, espero que ahora no te hagas cura, no?” Y Beto lo tranquilizó diciéndole que no se hiciera problemas porque no pa-saba nada. Así nomás, a lo “canchero porteño” como recordaría un amigo de sus andanzas juveniles. En esa acampada se encontró con

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el capellán de Gendarmería, Fray Mario Porreto, quien poco antes ha-bía fundado la comunidad de Kerigma, y como hábil hortelano de la viña del Señor, jugaría un papel decisivo en la vocación franciscana de Beto. Al poco tiempo se incorpora a Kerigma y más tarde ingresaría al Postulantado de Paso del Rey en 1976. Esa sería su casa por casi dos décadas (exceptuando el año de noviciado en Corrientes del 25 de febrero de 1977 al 26 de febrero de 1978, es decir, durante todos sus estudios (Propedéutico, Filosofía y Teología) efectuados con los jesui-tas de San Miguel; y después, los 11 años que estuvo como maestro de Profesos Temporales. El 23 de junio de 1984 recibe la ordenación sacerdotal en San Antonio de Padua, de manos de Mons. Justo O. Laguna. Por dos períodos fue Definidor provincial. En octubre de 1995 fue elegido Ministro provin-cial; después de un sexenio, fue reelegido por 3 años más. Durante los largos años en que fue maestro le tocó la delicada tarea de acompañar, orientar, y discernir sobre la vocación de muchos herma-nos. Lo que supo hacer con tino y mesura. Su predicación siempre fue convincente, vehemente y entusiasta; pro-vocaba la conversión. Durante su provincialato, modificó la parte edi-licia de la Curia. Se fue estructurando la Secretaría de Educación en la Provincia; y, a través de ella se fue implementando la evangelización y la pastoral educativa en los 10 colegios de la Provincia; pasando paulatinamente del régimen conventual al provincial, como en la ac-tualidad. Inició el estilo de vacaciones fraternas en Tafí del Valle, Tucumán.“En la formación dio lugar al llamado “corte de estudios” o “pro-fundización de la vocación”. Así, los hermanos, después del Prope-déutico y antes de la profesión solemne de los Profesos Temporales, con suspensión de estudios para dedicar un año a la oración, misión, fraternidad y trabajo solidario. La primera experiencia fue en el B° Nuestro Hogar III de Córdoba. En el 2012 se comenzó a estudiar la estructura provincial en relación al número de frailes, en vistas a dis-cernir qué casas y/o obras había que dejar y cuáles mantener y po-tenciar. Durante su Provincialato se implementaron las reuniones del Definitorio con los Guardianes de todas las Casas de la Provincia para

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formación y unificación de criterios. Se llevaron encuentros zonales de formación permanente” 373. Le tocó formar parte de la fraternidad inaugural del Noviciado Inter-provincial de Tafí del Valle (Tucumán). Últimamente estaba trabajan-do en implementar una “Casa de oración” en el ex noviciado de San Antonio de Arredondo. La Orden le había encomendado ser asistente espiritual de las Clarisas del Cono Sur, tarea que realizaba con mucha dedicación y beneplácito general de las hermanas. En varios Capítulos Provinciales formaba parte de la Comisión de Liturgia y oración, como así también de moderador y otros servicios. Después del fallecimiento del P. Porreto, Beto quedó como acompa-ñante espiritual de Kerigma ya sea para la predicación de retiros u otros servicios pastorales. La misa exequial fue celebrada el martes 12 a las 20 horas en la Basílica San Francisco. Fue presidida por el Ministro provincial Fray José Enid Gutiérrez Olmos y concelebrada por el Provincial de los Conventuales, Fray Carlos Trovarelli; por el Provincial de San Francisco Solano, Fray Carlos Paz; por el Provincial de San Miguel, Fray Sergio Carballo. Tam-bién participaron el Obispo de la Diócesis de Merlo Moreno, Mons. Fernando Maletti y los Presbíteros Fabián Sáenz y Sergio Gómez Tey; los hermanos Diego Morea, Francisco Burja, Gonzalo Zervino, y Sebas-tián Robledo (Buenos Aires); David Catalán, Eduardo Zatti y otros her-manos de San Antonio de Padua; Fr. Antonio Mancuello (Catamarca), Fr. Salvador Vilar (Corrientes); Fr. Marcos Porta (Tucumán), Fr. Carlos Galván (La Rioja); Fr. Juan Carlos Quiñones y Fr. Alejandro Díaz (Ciu-dad Evita); Fr. Ariel Amato y Fr. Juan Buttarazzi (Mendoza); Fr. Daniel Fleitas, Fr. Claudio Equiza, Fr. Carlos Rioja, Fr. Fito; Fr. Miguel Hilal; Fr. Martín Caserta, Fr. Pablo Asqueta, Fr. Michael Moore y otros her-manos de la Provincia San Francisco Solano. También el P. Sergio Fares sj (condiscípulo de Beto) y otros sacerdotes y religiosos/as, varias her-manas clarisas y muchísimos laicos.


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En la homilía, dijo Fray Enid que no estaríamos hoy aquí si Cristo no hubiera resucitado; pero no, Cristo Resucitó. Y esto es lo que Beto cre-yó, vivió y predicó. Pasó luego a reseñar algunas cualidades y virtudes de Beto, especial-mente algunas características de su gobierno provincial. Después dijo, bueno, Beto tuvo algunos defectos, ya los conocemos. Y entonces se oyó como un murmullo generalizado de sonrisa. Es que en nuestra vida fraterna vale la pena que recordemos las virtudes de los herma-nos, porque de los defectos nos acordamos solos. Antes de terminar la santa misa, se leyeron otras cartas recibidas desde Roma, una de Fr. Julio C. Bunader, Vicario General, y la otra, de Fr. Ramiro de la Serna. Muy emotivas en las que comunicaban a nuestra Provincia su consuelo, cercanía espiritual y sus recuerdos compartidos con Beto. Finalizada la Santa misa, se comunicó que los restos mortales de Beto serían inhumados al día siguiente en el cementerio de Flores, junto a los de sus padres, conforme al pedido de su hermana Lala.¡Beto, vive la alegría eterna de Dios!

Fray Eduardo Zatti OFM

~ NOVIEMBRE 12 ~

En este día fallecieron: 1803 FRAY JOSÉ REYNA 374: Sacerdote.

1845 FRAY NICOLÁS CARMONA: Sacerdote. Natural de la provincia de La Rioja, diócesis de la Rioja. Falleció en la localidad de San Carlos, provincia de Salta, a los 32 años de edad, 15 de profesión religiosa y 11 de sacerdote. Ingresó a la Orden en el convento de la ciudad de Catamarca donde cursó los estudios y ejerció el sagrado ministerio. Por motivos de salud fue a Salta, pero perteneciendo a la comunidad de Catamarca.

374 Cfr. Archivo Histórico del convento San Francisco de Buenos Aires.

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1917: FRAY ENRIQUE MERLI Y FRAY SANTIAGO CABODEVILLA: El Hno. Enrique tenía 29 años de edad y 5 años de sacerdocio. El Hno. Santiago fue laico y nació en Pamplona. Ingresó en la Orden a los 39 años en San Lorenzo donde fue sacristán por un trienio, para dedicarse luego a la docencia en la Escuela San Francisco Solano de Rosario durante 16 años continuos. Falleció a los 62 años. Ambos fallecieron en el Convento de Jujuy víctimas de una explosión.

1925 FRAY SALVADOR ARAGONÉS: Sacerdote. Era español y des-pués de trabajar en la Comisaría, pasó como misionero a Tierra Santa. Falleció en España a los 59 años de edad y 33 de sacerdocio.

1942 FRAY VICENTE MARTÍNEZ: Hermano laico. Natural de Estella, Diócesis de Pamplona, España. Falleció a los 85 años de edad y 56 de profesión religiosa. Religioso muy virtuoso: sencillo, humilde y servicial. Toda su vida fue un vivo ejemplo de humildad y obediencia, modelo de laboriosidad y sumisión, más lo fue aún de su resignación y de paciencia soportando la enfermedad que le postró en el lecho del dolor por varios años. Su muerte, acaecida en el convento de Catamarca, fue santa como fue su Vida.

~ NOVIEMBRE 13 ~

En este día fallecieron: 1784 FRAY JUAN JOSÉ DE SALAZAR: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1797 FRAY ANTONIO LAPA: Sacerdote. Noticia de su fallecimiento.

1804 FRAY LUIS ELIZONDO: Hermano laico. Falleció en el convento Recoleto de Buenos Aires.

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1884 FRAY BUENAVENTURA RIZO PATRÓN: Obispo diocesano de Salta. Nació el 14 de octubre de 1811 en Piedra Blanca, provincia de Catamarca (Argentina). Ministro provincial en el trienio 1854-1857. Realizó sus primeros estudios en la escuela del convento de la ciudad. Profesó el 22 de noviembre de 1830, y fue ordenado Sacerdote en 1833. Fue Visitador general y Presidente de Capítulo en 1851, y nombrado Obispo de Salta el 7 de abril de 1861 en Córdoba. Tomó posesión de su diócesis el 6 de julio de 1862. En el año 1864 realizó la visita a su dióce-sis que comprendía las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca. Creó parroquias y se dedicó al cuidado de sus diocesanos. El 14 de julio de 1874 funda el Seminario Conciliar, que estuvo terminado en 1874. Consagró la catedral de Salta en 1878. En 1869 asistió al Concilio Vaticano I. En 1879 traslada la sede episcopal. Combatió el gobierno del Presidente Roca. El 13 de septiembre de 1884 publica la carta pastoral sobre la enseñanza cristiana, en la cual atribu-yó “un propósito deliberado, cuyos fines son la paulatina descatolización del pueblo” . El gobierno respondió a través de un decreto, del 3 de noviem-bre, por el cual lo suspendió como Obispo y ordenó su destierro. Pero Fray Buenaventura falleció el 13 del mismo mes sin conocer la orden de su destitución. Fue sepultado en el Seminario Conciliar de Salta. “En su primer circular se dedicó a realizar algunas puntualizaciones sobre los estudios en la Provincia. En 1855 comisionó a Fray Mamerto Esquiú para que hiciese la visita canónica en su nombre, en los conven-tos de Catamarca y la Rioja. Celebró el Capítulo Intermedio, en el que se tomaron varias medidas tendientes a mejorar los estudios en todos los conventos y la enseñanza primaria en las escuelas” 375.

1920 FRAY ANTONIO PALACIOS: Natural de San Lorenzo. Fue hijo del Colegio Apostólico de Río Cuarto. Ejerció la Prefectura de Misiones en la Pampa central donde trabajó durante 12 años, llegando a caballo hasta Río Negro. En 1911 se incorporó al Colegio Apostólico San Car-


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los, ocupando hasta su muerte el oficio de Discreto, Maestro de Novi-cios y Consejero Provincial. La muerte le sobrevino a consecuencia de un ataque cerebral.

2004 FRAY PIO DA RÍN BARBERA 376: Nació en Laggio Di Cadore, dió-cesis de Belluno el 1 de noviembre de 1922. Falleció el 13 de noviembre de 2004 a los 82 años, en el Convento San Francisco de la ciudad de Córdoba. El 13 de noviembre de 2004 fallecía en la ciudad de Córdoba el P. Pío Da Rin Barbera; quien, igual que su tocayo –San Pío de Pietrelcina (canonizado dos años antes por Juan Pablo II)– los últimos diez años de su vida los pasó sobre todo en la atención del confesionario en las iglesias de San Francisco de Buenos Aires y de Córdoba. “Era siempre buscado para confesar, y lo hacía con mucha servicialidad y dedica-ción de tiempo para cada persona”; rememoraba una feligresa, quien, remarcando otros aspectos de su personalidad, decía que el P. Pío, a pesar su edad, era de mucha apertura; pues tenía en cuenta las fre-cuentes adaptaciones litúrgicas, según los diferentes grupos de fieles que acudían a sus misas. Y así, los laicos lo recuerdan no como el padre que prohibía esto o lo otro; sino como quien estaba siempre dispuesto a reconocer en ellos el rol de animación que les compete.Pío Tomás –tal era su nombre de pila- hijo de Gaspar Da Rin Barbe-ra y de María Fioretto había nacido en Laggio Di Cadore, diócesis de Belluno (terruño que fuera también del Papa Juan Pablo I), Italia, el 1 de noviembre de 1922. Siendo Pío aún adolescente, en la desolación y miseria que se encontraba su país después de la primera guerra mun-dial, su familia emigra a Argentina; donde se radica definitivamente; primero en Buenos Aires y posteriormente en las inmediaciones de Haedo (provincia de Buenos Aires).Sintiendo el llamado a la vida franciscana, ingresa al Postulantado de Córdoba para cursar el secundario. Finalizado el mismo, se dirige al convento de San Antonio de Padua (Bs.As.) recientemente inaugurado

376 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXXVIII, n.º 186, (enero/febrero 2006), pp. 7-8.

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para iniciar el año de noviciado. Concluido este, emite allí mismo su primera Profesión el 2 de febrero de 1939; y la Solemne, el 15 de octu-bre de 1943. Sus estudios de Filosofía y Teología los hará en el mismo convento, en la parte llamada del “Coristado”. Terminados todos sus estudios, recibió la ordenación sacerdotal en la Catedral de La Plata, el 21 de diciembre de 1945.Después, casi siempre en los conventos en los que le tocó actuar: Bs. As., Santiago del Estero, Mendoza, Corrientes y Córdoba fue desde el llano (hablando humanamente); pero, qué feliz como hermano menor! Excepto por cortos períodos fue Representante Legal del colegio San Francisco de Buenos Aires y Guardián del convento de Mendoza. Y así fue servidor en todas las comunidades desde la sombra. El testimonio de algunos empleados de un convento es digno de recordar: “fue un sacerdote ejemplar, siempre nos trató con respeto y cortesía. Nunca se quejaba de sus dolores, de sus achaques ni de nada.”Era un asiduo lector del diario; le gustaba estar al tanto de todo y ac-tualizado en todo. Además, por lo menos una vez por semana compra-ba el “Corriere della Sera”, no solo para saciar su nostalgia de la lengua materna, sino también para estar actualizado de lo que acontecía en su madre patria.Sus homilías dominicales y otros sermones o pláticas eran esmerada-mente preparadas; y solía escribir a mano casi todo, o al menos los puntos principales; a pesar de que después no leyera casi nada; pues acostumbraba hablar con los ojos casi cerrados, abiertos a lo trascen-dente y a la infinitud del mensaje, que con gestos convincentes quería comunicar. Sin embargo, su dependencia del escrito era tal, que una vez que había llevado –traspapelado– un papel distinto del de la ho-milía del día, y advirtiendo esto en la primera lectura de la misa, aban-donó inmediatamente el altar para ir en busca de su preciado material. Volvió y siguió la misa muy orondo como si nada hubiera pasado.Su porte sereno, seguro, casi hierático pero no exento de una cuota de humor, inspiraba confianza y paz.En sus últimos tiempos, su artritis, artrosis y otros achaques le hacían arrastrar los pies. Y eso ya acusaba su vejez. Porque, como dicen: “ca-nas y dientes son accidentes; arrastrar los pies, eso sí que es vejez.”

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Finalmente, su caída en el convento de Córdoba el 26 de octubre y la consiguiente fractura de su cadera fue para él el principio del fin. Ya casi inmóvil, en su cama pasó sus últimos días; por veces desvariaba o quedaba un poco inconsciente. Y en ese estado –acostado– recitaba casi todo el Ordinario de la misa de memoria (y la persona que le acompa-ñaba, le respondía según el caso) Como dice el dicho, “de la abundan-cia del corazón, habla la boca.” Así estaba, cuando fue llamado por el Padre Dios, a su casa, el 13 de noviembre de 2004.Pidamos al Señor que este pequeño recuerdo de los hermanos que nos precedieron, nos ayude a acrecentar nuestro amor fraterno entre los que quedamos y con los que vendrán.


~ NOVIEMBRE 14 ~

En este día fallecieron: 1765 FRAY MIGUEL DE LA O.: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1770 FRAY VICENTE ARGUIMAS: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1802 FRAY FRANCISCO SOLANO MARTÍNEZ, sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1902 FRAY EGIDIO GIAVEDONI: Oriundo de Udine. A los 29 años inició el noviciado en San Lorenzo. Misionó por el norte de Santa Fe. Falleció en San Lorenzo a los 38 años de edad.

1914 FRAY CRUZ PAZ: Sacerdote. Natural de la ciudad y Arquidióce-sis de Buenos Aires. Falleció en el convento de dicha ciudad, a los 67 años de edad, 49 de profesión religiosa y 42 de sacerdote.

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1939 FRAY DIEGO MINA: Nació en Murello, Piamonte. A los 28 años se inició como religioso en el Colegio Apostólico San Carlos, allí fue portero y sacristán. Durante 5 años estuvo en Resistencia. Falleció a los 71 años en San Lorenzo.

~ NOVIEMBRE 15 ~

En este día fallecieron: 1718 FRAY JOSÉ DE VILLANUEVA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1812 FRAY BALTAZAR ACOSTA: Sacerdote, cura de almas. Falleció en San Cosme, provincia de Corrientes.

1853 FRAY JOAQUÍN MEDINA: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1886 FRAY BERNARDO MONTES DE OCA: Sacerdote. Falleció en el convento de Tucumán.

1930 FRAY FRANCISCO MARCHETTI: Hno. corista. Aunque muy jo-ven, dio a todos ejemplos de mansedumbre y humildad. Falleció a los 17 años de edad, en el Convento San Carlos.

~ NOVIEMBRE 16 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor:1717 FRAY ANTONIO CUENCA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1781 FRAY FRANCISCO RUIZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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1793 FRAY ANTONIO CARDIA: Sacerdote. Guardián del convento de Catamarca en el que falleció. Durante su gestión hizo trabajar gran parte de la antigua casa y convento.

1855 FRAY FELIPE MEDINA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba. 1888 FRAY BERNARDINO PÉREZ: Sacerdote. A los 18 años ingresó a la vida religiosa en el Convento San Carlos donde estudió y fue el primer sacerdote Argentino de la Provincia San Miguel. Falleció en su pueblo natal, San José de la Esquina cuando solo tenía 28 años. Sus restos descansan en San Lorenzo.

1903 FRAY BERNARDINO TISSERA: Sacerdote. Natural de Córdoba, arquidiócesis de Córdoba. Propagó en Santa Fe la devoción a Ntra. Sra. del Valle, instituyó la cofradía y le dedicó un altar en nuestra Iglesia. Falleció en el convento de Santa Fe, a los 38 años de edad, 19 de profe-sión religiosa y 15 de sacerdote. “El P. Tissera nació en Córdoba y cursó sus estudios en ese mismo con-vento. Su delicada salud no fue impedimento para que adquiriera só-lidos conocimientos, que usufructuó después en beneficio propio y de los demás; fue, por el contrario, recordatorio permanente y estímulo para adquirir y aumentar las virtudes que le caracterizaban y que to-dos le reconocieron 377” [...]

1955 FRAY ROQUE DE JESÚS MARÍA CORREA: Sacerdote. Natural de la ciudad de Tucumán, arquidiócesis de Tucumán. Falleció a los 84 años de edad, 68 de profesión religiosa y 61 de sacerdote. Una vida fecunda en la oración y en la acción fueron las fuentes de caridad para entregarse sin tasa ni media, a la porción más amada del Señor, la más necesitada del sostén material y espiritual: los niños in-digentes. Creó así en 1905, la “Casa escuela de los Pobres” en la ciudad

377 Cfr. El Terciario Franciscano, Tomo IV, n.º 52 (1 de diciembre de 1903), p. 298.

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de Tucumán. “Historiar el nacimiento y desarrollo de esta obra, sería componer el Himno a la caridad, al trabajo, a la humildad, a la ab-negación y perseverancia sin desmayos”. […] “Las clases de diversos oficios han dado a la provincia tucumana centenares de operarios y artesanos eficientes. Miles de niños han sido rescatados de la ignoran-cia; todos ellos han encontrado en el “Colegio del Padre Roque”, como comúnmente se lo llamaba, una sólida formación humana, cristiana y espiritual”. La obra del Padre Roque fue comprendida por todos, católicos y no católicos, porque a todos alcanzó la magnanimidad de su noble y gran corazón”. Por ello, en su larga vida, conquistó toda la simpatía y el cariño entrañables de una sociedad entera. Cuando los años y los achaques lo apartaron de la dirección de la “Casa-Escuela”, se le permitió vivir allí, en aquel pequeño mundo surgido del amor y del sacrificio. In senectute bona et venerabili, entregó su alma al Señor. A la expresión de dolor por la desaparición física del Padre Roque se unió con el pueblo tucumano todo el Gobierno provincial y la comuna por sendos decreto de honras fúnebres. Por petitorio de exalumnos los restos del Padre Roque Correa descansan en la Capilla de la “Casa-Escuela de los Pobres” que él fundó.

~ NOVIEMBRE 17 ~

En este día fallecieron: 1701 FRAY ANTONIO ARREGUI: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1786 FRAY LUIS POUSA 378: Sacerdote. Falleció en Villarrica, Paraguay. 1952 FRAY ANTONIO MARÍA MARTÍNEZ: Sacerdote. Natural de la ciudad de Córdoba. Falleció a los 87 años de edad, 67 años de profe-sión religiosa y 62 de sacerdote, en el convento de Córdoba.


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Religioso austero, modesto, abnegado educador y caritativo. Descen-diente de una familia muy cristiana de la sociedad de cordobesa. El Padre Martínez fue muy conocido en la docta por la vasta labor que desarrolló desde y con la Tercera Orden local. Siendo rector de la mis-ma, por disposición del Discretorio y a iniciativa suya, se fundó el Co-legio de La Inmaculada en marzo de 1914, cuya dirección estuvo a su cargo hasta su fallecimiento. Se consagró entonces como un apóstol en sus tareas pastorales de enseñar a los niños, educándolos para el bien público, formándolos en los principios cristianos, en el amor al orden y respeto a la autoridad. Otra de sus obras benéficas fue el “Refugio Nocturno” para varones, también dependiente de la Tercera Orden Franciscana, que ofrecía a los pobres techo y abrigo. El Padre Martínez trató de hacer realidad en su vida diaria “el hacerse todo para todos” consolando a los afligidos, confesando y dirigiendo espiritualmen-te las almas, visitando y asistiendo a los enfermos y rezando por los muertos. Entre otros oficios desempeñó los de definidor y Secretario provincial.

~ NOVIEMBRE 18 ~

En este día fallecieron: 1748 FRAY ALONSO: Hermano laico. Falleció en el convento de Cór-doba.

1761 FRAY FRANCISCO LASCANO: Hermano laico. Falleció en el convento de Santa Fe.

~ NOVIEMBRE 19 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1753 FRAY MIGUEL ORUÉ: Sacerdote. Falleció en las misiones.

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1785 FRAY MARTÍN RAMOS: Sacerdote. Falleció en el convento de San Bernardino de Montevideo, Uruguay.

1819 FRAY MARIANO DEL PILAR FERNÁNDEZ: Sacerdote. Ex Cus-todio. Falleció en el convento Recoleto de San Pedro, provincia de Bue-nos Aires.

1960 FRAY BERNARDO AURELIO SAA: Hermano laico. Natural de la ciudad de San Luis, diócesis de San Luis. Falleció en el convento de Córdoba, a los 65 años de edad y 40 de profesión religiosa. Con amable caridad y admirable sencillez, don de gente, ejerció la do-cencia durante cuarenta largos años. Entre otros colegios, trabajó en el de San Buenaventura de Mendoza, San Francisco de Aarón Castella-nos y “Casa-Escuela de los Pobres” de Tucumán. Dotado también de cualidades para la música formó y dirigió algunos coros, principal-mente en Mendoza y Córdoba.

1998 FRAY JOSÉ FRANCISCO DAILLOF 379:

379 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXX, (n.º especial 1999), pp. 13-14.

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Hermano laico. Nació en Olavarría (Bs. As.) el 31 de diciembre de 1935. Falleció a los 62 años en la Casa de Formación de Paso del Rey el 19 de noviembre de 1998. A solo dos semanas de la muerte de nuestro Hno. Julián, se nos va hoy el Hno. Dailoff. Y ¿qué diremos? Señor, ¿hasta cuándo? ¡Si, somos tu pueblo y ovejas de tu rebaño (Sal 99,3). Y me viene también a la mente aquella otra frase de San Agustín “Nos hiciste, Señor para ti y, muestro corazón estará inquieto hasta que no descanse en ti. “Sí, ¡Bendito seas, Señor por la vida por la muerte que nos conduce a la Vida!El Hno. José Francisco Dailoff o “el Ruso” o “El Rusito”, como le de-cíamos cariñosamente. Sus padres fueron Miguel y Catalina Bayer. Te-nía dos hermanas, también religiosas, que pertenecían a la Fraternidad Eclesial Franciscana.El Hno. Dailoff siendo todavía adolescente, opta por la vida franciscana; y, tras un breve tiempo de Postulantado, comienza su año de Noviciado en Catamarca, con apenas 17 años. Recibe el hábito el 27 de enero de 1953 y tiene allí por Maestro al P. Berardo Martínez. Emite su profesión Temporal el 28 de enero de 1954 y la Solemne el 28 de enero de 1957.Concluido su año de Noviciado, fue a su primer y único destino. Co-cinero de Paso del Rey. Allí estaría por el resto de su vida. Cuarenta y cuatro años ininterrumpidos. Se santificó cual otro San Conrado de Parzham (el cual habla estado 43 años de portero en el convento de Al-totting, Alemania). La capilla y la cocina fueron sus ámbitos naturales. Paso del Rey fue siempre Casa de formación; primeramente, Postulan-tado Menor; luego, Postulantado, simplemente, con el sentido que se le da en la actualidad (para jóvenes después de la etapa del secundario); y por último, Casa de Formación de Profesos Temporales. El Hno. Dai-loff se acomodó a todas las fraternidades; siendo servicial y ecuánime con todos los hermanos, desde los más jóvenes hasta los mayores. Fue un hombre de oración; sencillo, alegre, sereno y de paz, lento para el enojo y de gran misericordia; pronto a la sonrisa, al diálogo; dispuesto a brindar y recibir un consejo. Pronto a servir en la mesa, no solo a los hermanos de la comunidad, sino también a los pobres, que siempre deambulan a la vera de nuestras casas. Para ellos tenía también re-

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servada una porción. Eutrapelia y caridad en él iban juntas. Por eso, era tanta virtud para él atender en la cocina o servir a un pobre; como jugar al fútbol por la tarde o al truco por la noche. Y para estos juegos no era de los quedados, muchas veces salía triunfador. Pero, la meta no era ganar, sino alegrarse con los hermanos.El Hno. Dailoff desde hacía muchos años participaba en los Capítulos Provinciales, como Diputado. En la casa de Paso del Rey desempeñó diversos oficios: Ecónomo, Vice-Maestro de Profesos Temporales, in-tegrando siempre el equipo de formación de la Casa, y cocinero. Pero, fue precisamente este oficio el que más le caracterizó. Era un verdade-ro maestro de cocina. No solo para la buena y adecuada preparación de la comida para la casa; sino también, y por muchos años, por la preparación de “locros”, para más de 1000 comensales de afuera. Estos locros eran organizados por el Hno. Dailoff en compañía de los herma-nos de la fraternidad, como una forma de allegar fondos para la casa. Y la gente degustaba tanto sus platos, que le habían dado el apelativo de “El Rey del locro”.El Hno. Dailoff desde hacía unos años padecía una cierta arritmia y otros males del corazón, que le habían obligado a tener más cuidados por su salud. Con todo, no dejó de sorprendernos su repentina muerte. En la tarde del 19 de noviembre se sintió con un dolor en el pecho; por lo cual, dijo que si iba a recostar un poco. Resultó ser un edema pulmo-nar, y que luego le produjo un infarto masivo del corazón.La misa exequial se celebró en la Capilla de la Inmaculada Concepción de Paso del Rey presidida por el P. Provincial, Fr. Norberto R. Buján y concelebrada por Hnos. de la Provincia de San Miguel; de la Vice-Pro-vincia de San Francisco Solano y de varias Casas de nuestra Provincia. Participaron Hnos. de las Fraternidades de Paso del Rey, San Antonio de Padua, Bs. As., La Plata y C. Evita. Sus restos fueron sepultados en el cementerio Santa Mónica, de Libertad.El Hno. Dailoff deja un vacío en Paso del Rey y en la Provincia, que no será fácil de llenar. Oremos por las vocaciones para que, en parte, lo logremos.


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~ NOVIEMBRE 20 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron:1709 FRAY JOSÉ BRITO: Sacerdote. Lector jubilado. Ex Custodio. Fa-lleció en el convento de Córdoba.

1749 FRAY ROSENDO: Hermano laico. Falleció en el convento de Bue-nos Aires.

1759 FRAY FRANCISCO VIEYRA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1761 FRAY JUAN LASASMARA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1794 FRAY ANTONIO DE LAS LLAGAS: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1795 FRAY LUIS PINTOS 380: Sacerdote. Falleció en la Santa Recolección.

1885 FRAY JOSÉ MARÍA MOLINA: Sacerdote. Natural de Mendoza. Pasó al clero diocesano, falleció en la Parroquia de Tupungato en la provincia de Mendoza.

1912 FRAY BERNARDO ROSSI: Sacerdote. Oriundo de Italia, pertene-cía a la fraternidad del Convento San Salvador de Jujuy. Falleció en la Rinconada, Jujuy.


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1942 FRAY ANTONIO DE JESÚS LOBO:

Sacerdote. Nació en la ciudad de Catamarca el 11 de octubre de 1873. La santa vida de religioso ejemplar del Padre Fray Antonio de Jesús Lobo fue coronada con una muerte edificante en el convento de San Pedro de Alcántara de la ciudad de Catamarca, a los 69 años de edad, 51 de profesión religiosa y 44 de fecundo sacerdocio. El 19 de septiem-bre de 1958 se inició en Roma la causa de su Beatificación. “En 1884, aún antes de cumplir los 11 años ingresó como Postulante al Convento de Catamarca, donde fue recibido por Fr. Andrés Herrera. Vistió el hábito de novicio el 11 de diciembre de 1890 de manos del Guardián Fr. Alejandro Brid. El 13 de diciembre de 1891 emitió sus Votos Simples. Tres años más tarde, el 15 de diciembre de 1894 emitió sus Votos Solemnes de manos del Guardián de Córdoba, Fray Zenón Bustos. El 13 de enero de 1897 fue ordenado Sacerdote por el Obispo Reginaldo Toro, en la Capilla de las Hermanas Terciarias Carmelitas de Córdoba. Cantó su primera misa, al día siguiente, en la Iglesia de las Hermanas Franciscanas Misioneras de San Vicente. Un año más tarde redactó su testamento, que renovó cada año hasta su muerte” 381. El Padre “Lobito” como familiarmente se lo llamaba, poseyó ante todo la inteligencia del amor que estaba en todo momento al servicio de sus hermanos y de todos cuantos acudían a él en demanda de un consejo o de un consuelo. Su porte de religioso austero, revestido de su cualidad


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particular: la modestia, y bien compenetrado de la disciplina religiosa le valió que, durante casi toda su vida religiosa estuviese consagra-da a la formación por muchos años tanto de los novicios como de los estudiantes. Guardián del convento de Catamarca en cuatro períodos y Definidor varias veces. Maestro de postulantes y de escuela de Cór-doba. En dos oportunidades ocupó el primer lugar en la terna para el Obispado de Catamarca (1932). Fundó en el convento la “Unión Mi-sionera Franciscana”, en memoria, reconocimiento y con el anhelo de reproducir la tarea misional llevada a cabo por Solano, Bolaños y Es-quiú, evangelizadores del Perú, Paraguay y Bolivia” 382. Además de sus múltiples ocupaciones como maestro de novicios o de estudiantes y de su intensa consagración al servicio de los pobres, en cuyo beneficio levantó un hogar para ancianas en Catamarca, encontró tiempo para dedicarse a la historia de nuestra Provincia. Con referencia al cono-cimiento de documentos y de hechos históricos relacionados con los franciscanos, fue tal la generosidad del Padre Lobo, que algunos de sus hermanos de la Provincia pudieron escribir y publicar libros, gracias a los documentos, los datos, las referencias y las ideas que desinteresada y generosamente les confiaba el Padre Lobo, con la expresa consigna de callar su nombre, conforme lo atestiguó, entre otros, el P. Fray An-tonio Santa Clara Córdoba, OFM. Todo el pueblo catamarqueño lloró al modesto y santo hijo de San Francisco que en vida se prodigó in-cansablemente en el santo servicio del Señor y de los hermanos. El 27 de septiembre de 1958 se trasladaron sus restos a nuestra Iglesia de Catamarca, siendo sepultado frente al altar de San Antonio de Padua. “El P. Santa Clara Córdoba dice: La única publicación firmada por el P. Lobo, que apareció en La Cátedra de Catamarca lleva el título: ́ Apuntes Cronológicos sobre el Convento de N. P. S. Francisco de Catamarca´. Es un trabajo meduloso y riquísimo en documentación, descubierta y aportada por el mismo, casi en su totalidad. El mismo autor subraya los trabajos inéditos de Fr. Antonio de Jesús Lobo: “Testamento Espiri-


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tual”, “Mi viaje a Europa”, “Necrología de la Provincia”, “Datos para la Historia de la Provincia Franciscana de la Asunción de la Santísima Virgen del Rio de la Plata”, “Historia de todos los Provinciales hasta 1921”, “Venerables de la Provincia del Paraguay y Tucumán”, “Efemé-rides”, “Efemérides del Convento de N. P. S. Francisco de Catamarca desde el 5 de abril de 1918 hasta el 5 de septiembre de 1941”, “Mis frailes viejos, Personal completo de la Provincia de la Asunción de la Santísima Virgen del Río de la Plata (Año 1915)”, “Historia del Colegio de N. S. del Carmen de Catamarca”, “Ex alumnos de las aulas francis-canas en Catamarca que se distinguieron por su actuación”, “Estancia Tala y Chacarita” (estudio histórico y jurídico sobre los títulos de pro-piedad de esas tierras, que se remontan a comienzos del s. XVIII”.Fr. Luis Cano destaca en su biografía del P. Lobo, que en 1913 propu-so al Definitorio: “[…] la aprobación definitiva del Instituto Históri-co Franciscano, fundado por Mons. Bustos, y como por experiencia propia conocía las dificultades por las que tropiezan a menudo los historiadores, propuso en la misma reunión, que en cada convento se haga un catálogo minucioso de su respectivo archivo (por duplicado) debiendo quedar un ejemplar en el convento y el otro ser enviado al Ministro Provincial para que sea guardado en el Archivo General de la Provincia”. Al mismo tiempo sugirió la creación de la cátedra de Historia Franciscana, especialmente de América y de Argentina, en la Casa de Estudios de la Provincia. En su causa de Beatificación se ex-pone que: “No siguió estudios especializados, pero su inteligencia le hizo ver la necesidad de desenterrar de los archivos conventuales las esclarecidas vidas de aquellos “Frailes viejos” que abrieron picadas, roturaron la tierra y arrojaron las primeras semillas de la verdad evan-gélica en Catamarca y en otras provincias argentinas y en el silencio y en la soledad de sus innumerables noches de trabajo, escribió en una cantidad asombrosa de cuadernos, los más preciosos datos para la his-toria de la actuación de los franciscanos en Catamarca y en la Argen-tina, como así también las biografías de muchos de sus hermanos que se destacaron por sus obras. Procuró buscar y salvar documentos y al interpretarlos, lo hizo con tal veracidad, que jamás sostuvo algo que no se respaldara fehacientemente en los viejos y polvorientos papeles

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que extraía con admirable paciencia de los archivos conventuales” 383]. “Falleció el 20 de noviembre de 1942. Sus restos fueron sepultados en el cementerio Municipal y en 1958 fueron trasladados a la Iglesia fran-ciscana, cuando se iniciaba el Proceso de su Beatificación” 384.

~ NOVIEMBRE 21 ~

En este día fallecieron: 1718 FRAY ANTONIO PACHECO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1769 FRAY ANTONIO DE RIVADENEIRA: Sacerdote. Ex Ministro provincial y ex Visitador general de la Provincia. Gobernó la Provincia desde el 21 de mayo de 1750 hasta el 2 de febrero de 1753. “Español. Predicador de precedencia y ex Definidor. Fue elegido en el Ca-pítulo de Buenos Aires. Declaró la vigencia del mandato de que solo los Guardianes y Presidentes podían dar el hábito de novicio y recibir la pro-fesión. El 27 de febrero de 1751, Mons. Pedro Miguel de Argandoña confió a la Provincia de la Asunción la Reducción de La Pampa en Córdoba” 385.

1753 FRAY FRANCISCO GIDA: Hermano laico. Falleció en el conven-to Recoleto del Pilar de Buenos Aires.

1799 FRAY MARIANO BALONEIRO: Sacerdote. Falleció en la Doctri-na de Motingué.

383 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Ai-res (2012), pp. 330-332. 384 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz E. Facciano. Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012, Editorial Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 230.385 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Ai-res (2012), p. 93.

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1898 FRAY ANTONIO LÁZZARI: Hermano laico. Murió en el Con-vento San Diego de la ciudad de Salta.

1989 FRAY TOMÁS GUTIÉRREZ SANTIAGO 386: nació en Bustillo del Monte (Santander) el 18 de julio de 1901. Falleció el 21 de noviembre de 1989, a los noventa incoados años, cargado de méritos y virtudes. Se diría que la vida religiosa no fuera hecha sino para hombres como Fr. Tomás, hasta poder afirmarse, en buen sentido, que no servía sino para eso. Sin embargo no logró abrazarla hasta ser mayor. Según los datos biográficos, emigró al Uruguay en sus años mozos con la idea secreta, quizás, de hacerse con algunos ahorritos para el soste-nimiento de su familia. Sabemos que arribó a Montevideo y comenzó a abrirse paso en los momentos difíciles de todo inmigrante, trabajando, primeramente, como ayudante de cocina hasta imponerse en el arte culinario, para luego integrarse como titular a uno de los hoteles bas-tante destacados de la calle Colón, de la capital Uruguaya. Se encontraba vacío, de verdad, entre cacerolas y contacto con el mun-do que le rodeaba. Era la hora de Dios que le llevaría a tocar las puertas del Convento de Tierra Santa, que le fueron abiertas por el Superior, P. Guido en tiempos en que la Casa dependía directamente de la Custo-dia de Tierra Santa. Este fue como el primer paso para la consagración, más tarde, en la vida religiosa y franciscana. Cuando la Custodia del Paraguay se hizo cargo de aquella Residencia, siguió Fr. Tomás en su puesto de cocinero “consumado”, con la gran estima y satisfacción de toda la Fraternidad. Afianzado ya en sus antiguos propósitos, tomó la golilla de aspi-rante el 17 de mayo de 1950 cuando frisaba también en los cincuen-ta de su existencia. Y dio, por fin, el paso definitivo en su vida, al hacer el noviciado, y luego la profesión, el 3 de octubre de 1953, en el convento-noviciado de Corrientes (Argentina). Recién hecha la profesión de votos Temporales, llegó al Paraguay para hacerse cargo de su especialidad en la Residencia de Asunción. Contento él

386 Cfr. Fray Lorenzo Barañano OFM, “33 Semblanzas Misioneras Francisca-nas”, Asunción, Paraguay, p. 26

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al parecer con su nuevo destino, y contenta la Fraternidad con una adquisición tan valiosa. Poco duró, sin embargo, tanta dicha, ya que el 4 de junio de 1954, salió de vacaciones a España después de mu-chos años, y a la vuelta quedó otra vez en Monte video, reclamado por la Fraternidad a la que había servido con tanto cariño durante más de quince años. Fr. Tomás era un gran rezador y de una intensa vida interior. Todavía recordamos las largas horas de oración que pasaba en el coro de Tierra Santa, levantándose muy de mañana, y quedándose luego a escuchar la misas que se celebraban diariamente. Se ingenió para que le coloca-ran un parlante en su oficina de trabajo, conectado con el amplificador de la Iglesia con el que pudiera seguir, desde allí, el desarrollo de los cultos, sobre todo los domingos, mientras se dedicaba afanosamente a preparar la refección de los hermanos. Aunque de poco hablar y de carácter un tanto introvertido, se distin-guió por su sencillez y humildad. No quería sentirse estorbo para na-die. Pero cuando se le daba confianza era chispeante en sus ocurren-cias, y le endilgaba al interlocutor algún refrán castizo de su repertorio que era bastante frondoso. Después de quince años volvió a dar una vuelta por la Provincia, y por su pueblito de Bustillo, el año 1969, y regresó un tanto preocupado al ver que las cosas de allí no marchaban tan bien como él esperaba. Sin embargo pronto se restañaron esas preocupaciones en la quietud de la paz conventual. Cuando frisaba en los setenta de edad, fueron más visibles las inevita-bles goteras en la salud, que las despejaba momentáneamente con la visita que le hacía el Dr. Solís, médico también de cabecera de la ciudad que le atendía a su paciente. Así fue tirando el bueno de Fr. Tomás, hasta que por los años 64 se entregó definitivamente la Residencia y la Parroquia a otra Provincia da la Orden, a raíz de un replegamiento, quizás, un tanto precipitado. Se refugió entonces en nuestro convento de Valladolid, donde seguía llevando la cruz de cada día humilde y gozosamente.

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~ NOVIEMBRE 22 ~

En este día fallecieron: 1785 FRAY FRANCISCO FERREYRA: Hermano estudiante. Falleció en el convento de Córdoba.

1790 FRAY PEDRO PEÑALBA 387: Sacerdote. Falleció en la Santa Reco-lección, Paraguay.

1818 FRAY SANTIAGO RODRÍGUEZ: Sacerdote. Escultor, dejó en el convento de Tucumán varias obras de escultura, entre ellas, un facistol para el coro. Falleció en el convento de Tucumán.

1819 FRAY FRANCISCO FERREYRA: Hermano estudiante.

1896 FRAY GREGORIO VIÑALES: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

~ NOVIEMBRE 23 ~

En este día fallecieron: 1693 FRAY DIEGO CRISTÓBAL GONZÁLEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1716 FRAY JOSÉ BUSTOS: Sacerdote. Falleció en el convento de Cór-doba.

1753 FRAY GREGORIO CASAS: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Córdoba.


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1815 FRAY SALVADOR CENTURIÓN 388: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1869 FRAY CONRADO RÍOS: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

2013 FRAY ANDRÉS LÓPEZ 389:

Hermano laico. Nació en el Departamento de Santa María, Catamarca el 4 de febrero de 1939. Falleció el 23 de noviembre de 2013, a los 74 años de edad, en el convento de Santa Fe. Los que fuimos a la primera tanda del Retiro de la Provincia en San Antonio de Arredondo, tuvimos la alegría de encontrarnos con Fr. An-drés. Supimos que había sido internado en varias oportunidades, se había operado del corazón y quedó bien. No obstante, hablaba poco y su andar era cansino...¿Se estaría despidiendo de la Provincia? Última-mente se descompensó otra vez y fue internado en la terapia intensiva de una Clínica de Santa Fe, de la que ya no volvería. En ese lapso de casi un mes y medio tuvo la gracia de recibir los santos Sacramentos en cuatro oportunidades; primero por un dominico, luego por otro sa-cerdote amigo suyo; después por el P. Juan Ambrosioni y por el P. Jorge Martínez. Por momentos mejoraba, y entonces los médicos decidieron amputarle la pierna izquierda para frenar el avance de una gangrena.

388 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 221.389 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XLV, n.º 210, Edición Especial, (sep-tiembre 2013/marzo 2014), p. 12.

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Pero, siguió agravándose hasta que entregó su alma al Creador el 23 de noviembre de 2013. El Hno. Andrés, era hijo de Nicolás López y de Rosa Guanco. De laico fue devoto y entusiasta en el apostolado; por eso de joven, integrando un grupo misionero de una parroquia salesiana, iba a misionar a la Patagonia. Promediando los 40 años y sintiendo en su corazón la vocación francis-cana, acude al convento de Buenos Aires. Allí es recibido por el P. Carlos de la Fuente, quien lo enviaría al Postulantado de Córdoba. Allí tiene por Maestro al P. Pascual Miñaura (que fuera el primer maestro, desde que el Postulantado estuvo en Córdoba con la modalidad que tenemos en la ac-tualidad). Luego haría su noviciado en Corrientes, siendo su maestro el P. Aurelio Kühn y Eligio Bazán. Emite su primera Profesión el 3 de mar-zo de 1981. En ese mismo año integró la primera camada de hermanos laicos en la Casa de Formación, especialmente para ellos, en el convento de Buenos Aires (O témpora! O mores!, la misma duraría poco tiempo). Sus compañeros lo apodaron cariñosamente “el Nono”, por ser siem-pre el mayor de todos. Sus condiscípulos lo recuerdan como buen pe-luquero, excelente sacristán y enfermero, oficios que desempeñaba con responsabilidad y fraternidad. Es verdad que por momentos tenía un carácter fuerte, que sus nervios lo traicionaban y le hacían distanciar de los hermanos. Pero, lo bueno que tenía -recordaba un hermano- que en seguida se arrepentía y pedía perdón al hermano que hubiera ofendido. También tuvo buenas cualidades como jardinero y hortelano, oficio que ejerció no solo en los conventos de la Provincia- donde fue mora-dor (Buenos Aires, Córdoba, Santiago del Estero, Santa Fe) -sino tam-bién, por un tiempo, en la Curia General en Roma. Un Hno. me recordaba sus devociones, a la Sma. Virgen, se notaba por el rezo frecuente de la corona seráfica y la preparación de las novenas a la Virgen del Valle y a la Inmaculada de Garay; como así también por la permanente confección de rosarios, que regalaba por doquier. También le tenía mucha devoción a Santa Beatriz de Silva, fundadora de las Concepcionistas (cosa rara entre nosotros). Su alma de juglar también cantaba versos, que periódicamente publicaba en el Boletín San Francisco del Convento de Santa Fe.

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En sus últimos años en el convento de Santa Fe, le ayudó por un tiem-po al P. Rincón, hasta que después quedó él como encargado de la atención de los pobres de la Pía Unión del Pan de los Pobres de San An-tonio. Y fueron ellos los que más le acompañaron en su misa exequial. La misa exequial tuvo lugar el domingo 24 de noviembre a las 10 ho-ras; fue presidida por el Ministro provincial Fr. José Enid Gutiérrez Olmos, y de la que participaron también el Prior de los dominicos; Fr. Diego Morea y Fr. Sebastián Robledo (Bs. As.), Fr. Jorge Stipech (Santa Fe) y Fr. Pedro Villegas (Catamarca). También habían llegado cuatro hermanos de Andrés, que habían ido desde Buenos Aires. Acabada la Santa Misa, se procedió a la inhumación en una sepultura excavada en una de las galerías del convento (conforme a la costumbre del lugar); cerca del sepulcro de Fr. Ernesto Urenda (+ 2001) a quién Fr. Andrés ayudó cuando estaba enfermo y acompañó hasta sus últimos momen-tos. Ahora, ambos esperan allí la resurrección de los justos. ¡Fr. Andrés, vive la alegría eterna de Dios!

Fr. Eduardo Zatti OFM

~ NOVIEMBRE 24 ~

En este día fallecieron: 1750 FRAY FRANCISCO BRUNO QUIÑONEZ: Sacerdote. Visitador general y Presidente de los Capítulos de 1743 y del 31 de marzo de 1750. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1753 FRAY NICOLÁS MONTES: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1824 FRAY ESTEBAN DE SAN JUAN: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Corrientes.

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~ NOVIEMBRE 25 ~

En este día fallecieron: 1759 FRAY JOSÉ ELIZONDO: Hermano laico. Falleció en el convento de Salta.

1775 FRAY JULIÁN DÍAZ 390: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1803 FRAY JOSÉ ESCOBAR: Sacerdote. Predicador general. Falleció en el convento de Buenos Aires.

�� FRAY AURELIO PATRIZZI: memoria de su fallecimiento. Vino de Italia con el grupo fundador de la Merced. Ocupó varias pa-rroquias de la Provincia de Corrientes y fue predicador. Cum-plido el decenio regresó a Italia.

2007 FRAY GUILLERMO TIBURCIO LARCHER 391:

Había nacido en Chaquiago, departamento de Andalgalá, diócesis de Catamarca el 11 de agosto de 1933. Falleció el 25 de noviembre de 2007 en la ciudad de Tucumán.

390 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 218.391 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XXXIX, n.º 193, (diciembre 2007), pp. 9-10.

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“El Fraile”. El domingo 25 de noviembre de 2007, al anochecer, falleció tras una prolongada enfermad y habiendo pasado casi sus últimos 15 días en terapia intensiva. Sus padres, Antonio Larcher y Florinda Rosa Chagaray; devotos de la morenita Virgen del Valle, supieron dar a sus hijos una esmerada educación cristiana. Esto hizo que germinase en varios de ellos, la semilla de la vocación religiosa y sacerdotal. Gui-llermo y Juan Carlos ingresaron casi adolescentes a nuestra Provincia Franciscana, como postulantes en Paso de Rey. Otro hermano ingresó al Seminario Diocesano de Catamarca, y dos de sus hermanas profesa-ron como religiosas de la Congregación del Espíritu Santo. Con apenas 16 años, Guillermo ingresó al noviciado en Catamarca, el 19 de marzo de 1950. Allí mismo, emitirá sus primeros votos el 30 de marzo de 1951. Pasa luego a San Antonio de Padua (Bs. As) donde cur-sará todo el curriculum Filosófico y Teológico y allí en el “Paduanum” hará su Profesión Solemne el 11 de agosto de 1954 (exactamente el día en que cumpliría sus 21 años). Tres años más tarde, el 15 de diciembre de 1957, en compañía de otros colegas de curso, recibió la Ordenación Sacerdotal de manos de Mons. Tomás Aspe OFM, (estaba casi a 20 días de sus bodas de oro sacerdotales). Varios de sus compañeros de orde-nación habían sido llamados a la casa del Padre mucho antes, así: Fray Vicente Alcaráz falleció el 2 de enero de 1989, el P. Carlos H. Benucci (quien después de estar muchos años en nuestra Provincia, pidió ser incardinado a la Diócesis de Concepción en Tucumán, donde falleció el 25 de marzo de 2001; y Fray Isidro Bruni, el 26 de septiembre de 2007. Fray Guillermo era de una personalidad serena y calma, de un andar parsimonioso que lo caracterizaba. Su mirada serena y profun-da inspiraba confianza, su hablar parco y seguro no exento siempre de un discreto sentido del humor. Con gran responsabilidad para los trabajos domésticos y ministeriales. Fue un fraile de convento. Era raro encontrarlo fuera de la casa, aún en vacaciones. Ajeno a lo bullicios, pero estaba al tanto de la novedades de todos los cotejos deportivos. Curiosamente era hincha de Tigre. Y así, me imagino que no ocultaría su alegría por los progresos que dicho club estaba tiendo este año. Ha-brá sonreído desde el cielo, por el último triunfo de Tigre sobre Boca, una victoria que lo ubicaría en el segundo puesto del Apertura (28 de

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noviembre) y habrá aplaudido a Martín Morel, figura descollante de Tigre, que anotó el segundo gol. Fray Guillermo, era un tanto reservado y callado, pero muy observa-dor. Recuerdo una anécdota que oí hace poco de él. Cierta vez, Fray Guillermo estaba en la clase de Filosofía, y el prof. al ver que sus cole-gas hacían preguntas y tomaban apuntes, le sorprendió que Guillermo no hiciera nada de eso, y además parecía que desatendía y casi dor-mitaba. Ante tal cuestionamiento, Fray Guillermo le dijo que estaba atendiendo muy bien y para que se convenciera, empezó a dar toda la clase tal cual la había dado el profesor, con gran sorpresa del profesor y de todos sus colegas. El Hno. Guillermo, fue uno de los miembros fundadores, en su moce-dad, de Ciudad Evita, junto con el P. José N. González y otros; desde cuando iban a atenderla morando en E. Echeverría, hasta que final-mente se establecieron en la casita prefabricada, “el galpón” que por muchos años fue la sede parroquial de San Cayetano. Otras casas fueron testigos de su celo pastoral como: Catamarca, La Rioja, Fray Mamerto Esquiú (Ex Piedra Blanca), Tucumán y San Antonio de Pa-dua (Bs. As.). En casi todas ellas tuvo que ejercer como Guardián, ecónomo, párroco o vicario parroquial. Su accionar pastoral era un poco reservado pero eficiente, sabía bien lo que quería y lo que debía hacer; reconociendo y haciendo valer el rol del laico en la parroquia. Acá, en Padua, lo recordamos con mucho afecto y cariño. Algunos empleados, al saber de su deceso, se emocionaron hasta las lágrimas. Y recordaron en seguida, los rosales y parrales que plantó en unos de los patios de la casa y que cada año da hermosas flores y óptimos frutos; como así también la quinta que cultivaba en varios patios, con diferentes verduras y hortalizas (tal vez esta práctica la tuvo también en otras casas). Un seglar, ministro de la Eucaristía me decía de él: “Fue muy buena persona, un excelente sacerdote, predicaba muy bien, era un sabio, un santo”. (Quizás los hermanos al interior de nuestras casas somos más parcos en los elogios o en reconocer las cualidades de nuestros hermanos). Pero, ¡Qué bien nos hace escuchar estos concep-tos sobre nuestros hermanos, de nuestros fieles más allegados! Una feligresa, que le obsequió un libro para el día del párroco, (Fray Gui-

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llermo lo había dejado para nuestra biblioteca) le escribió esta dedi-catoria: “Me hace feliz que lo conozca y trate. Y cuando Dios quiera, presénteme a su hermano, que también sus homilías me hacían sentir viva. Ustedes, queridos padres, han sido parte de mi conversión: 4 de agosto de 1990. Y aquí vino a mi mente, la famosa frase del Siervo de Dios Pablo VI: “El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan; o si escucha a los que enseñan es porque también dan testimonio” (E.N. 41)El martes 27 de noviembre a las 8 horas, en la Iglesia San Francisco de Tucumán, se celebró la misa exequial de nuestro querido herma-no Guillermo, que fue presidida por el Ministro provincial Fray Julio Bunader, y concelebrada por el Guardián de la Casa Fray Juan Carlos Larcher; también por Fray Enid Gutiérrez Olmos y Víctor Pizzotti y Fray Oscar Cuevas, Fray Luis Herrera y Fray José Paz. Estaban presen-tes también casi todos los hermanos del extinto y otros familiares; así como también el Prior de los Dominicos. Pedimos al Señor para que nuestro Hno. Guillermo viva la alegría eterna del Reino y al mismo tiempo que Dios suscite nuevas vocaciones para nuestra Provincia.

Fray Eduardo José ZattiPadua (Bs. As.): 4 de diciembre de 2007

~ NOVIEMBRE 26 ~

En este día fallecieron: 1759 FRAY CARLOS ROMERO: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1780 FRAY JUAN ANTONIO LÓPEZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Buenos Aires.

1784 FRAY DOMINGO VARELA: Sacerdote. Falleció en España; era alumno de nuestra Provincia.

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1820 FRAY CARLOS AGÜERO: Hermano Donado. Por disposición del Definitorio provincial fue admitido a la profesión “in artículo mortis” y se le aplicaron los correspondientes sufragios en atención a sus mu-chos años de servicio. Falleció en el convento de Buenos Aires.

~ NOVIEMBRE 27 ~

En este día fallecieron: 1753 FRAY JUAN DE PAULA: Hermano laico. Falleció en el convento de Tucumán.

1832 FRAY JUAN CLARAMONTE: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1843 FRAY FRANCISCO DAMIÁN LAJARA: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1857 MATIAS PERALTA: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta. 1917 FRAY MANUEL DIESTE 392: Sacerdote. Falleció en Buenos Aires.

1920 FRAY DANIEL VILLANUEVA: Sacerdote. Natural de la Capital Federal, arquidiócesis de Buenos Aires. Falleció en Buenos Aires, a los 59 años de edad, 40 de vida religiosa y 33 de sacerdote. Por su bondad y afabilidad conquistó siempre grandes simpatías y sincero aprecio en torno a su persona. Desempeñó por espacio de un cuarto de siglo el magisterio de varios de nuestros colegios, siendo du-rante tres períodos director del Colegio San Francisco de Buenos Aires.

1920 FRAY DANIEL VILLANUEVA: Sacerdote. Fallecido en el Colegio San Diego de Salta.


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~ NOVIEMBRE 28 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los Hermanos que en este día fallecieron: 1760 FRAY MARTIN GOYCOCHEA: Sacerdote. Ex Custodio. Falleció en el convento de Jujuy.

1810 FRAY MANUEL VALERGAS: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Catamarca.

1853 FRAY SILVESTRE ORDAS: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Catamarca.

1918 FRAY BUENAVENTURA TISSERA: Sacerdote. Natural de la ciu-dad de Córdoba, arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el convento de la ciudad de Mendoza, a los 64 años de edad, 39 de profesión religiosa y 34 de sacerdote. Se distinguió por su espíritu de caridad y obediencia. Poseía el don de la comunicación y otras cualidades morales; fue muy estimado por cuantos lo conocieron y trataron. Lector de Filosofía, profesor de Latín, Predicador y Guardián del convento de Buenos Aires.

1958 FRAY GABRIEL BRIZUELA: Hermano laico. Natural de Cruz Alta, provincia y arquidiócesis de Tucumán. Falleció en el Sanatorio Santa María de Cosquín, provincia de Córdoba, a consecuencia de lar-ga y penosa enfermedad, a los 54 años de edad y 23 de profesión reli-giosa. Se destacó como religioso observante, piadoso y laborioso. “In agricul-tura peritus” (ingeniero agrónomo), atendió la granja y chacra del con-vento de San Antonio de Padua antes y después de la fundación del mismo, siendo por ende miembro fundador de la nueva Casa de estu-dios de la Provincia. De su paso por la misma, entre otros recuerdos, los dos esbeltos y frondosos tilos que él plantó en 1943 junto al garaje.

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2001 FRAY FRANCISCO VENTRICE: Sacerdote. Nació en Drapia Ca-tanzaro (Calabria) Italia, el día 25 de julio de 1929. Muere para el Señor, tras una larga enfermedad, a los 72 años de edad, en Ituzaingó, provin-cia de Buenos Aires, el día 28 de noviembre de 2001. De una familia de emigrantes, llega a la Argentina, Buenos Aires, don-de conoce a los franciscanos. Siendo adolescente ingresa al Postulan-tado de Paso del Rey. Luego pasa al Noviciado en La Plata, ciudad de Buenos Aires, donde vistió el hábito el 19 de marzo de 1947. Emitió la Profesión Temporal el 20 de marzo de 1948. En San Antonio de Padua el 30 de marzo de 1951 hace la Profesión Solemne, termina sus estudios fi-losóficos y teológicos. Es ordenado Sacerdote el 5 de diciembre de 1954.Los superiores lo enviaron a Roma, Italia y a Tierra Santa, para con-tinuar sus estudios en Teología y en Sagrada Escritura. Una vez en Argentina fue por poco tiempo profesor en el Postulantado de Paso del Rey y en el Teologado de San Antonio de Padua. A decir verdad, no fue su fuerte ni el estudio ni la docencia, por ello es que se sintió más apto para los trabajos de campo, pastor de almas en capillas y parroquias, compartiendo con la gente de los barrios marginales, recordado ade-más como cura sanador (a su manera). En la Rioja es muy recordado en la zona de la Quebrada del Dique los Sauces, particularmente en la Ca-pilla Stella Maris; y en la Capilla Niño Jesús Alcalde del Barrio Alunai. Desde el año 1998 vivió una etapa muy dolorosa al ser operado de cán-cer. Dicha situación lo llevó a necesitar atención especial, pasando sus últimos años en su casa paterna. Sus hermanos lo acompañaron hasta que nuestro hermano se abrazó con la hermana muerte.


~ NOVIEMBRE 29 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos: 1736 JUAN PORTILLA: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1751 FRAY FÉLIZ SUÁREZ DE CABRERA: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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1763 FRAY FRANCISCO SOTELO: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1797 FRAY FRANCISCO JAVIER VACA: Sacerdote. Falleció en el con-vento Recoleto de Buenos Aires.

1834 FRAY JUAN SANTIBAÑEZ: Sacerdote. Lector jubilado y ex Defi-nidor. Falleció en el convento de Catamarca.

1937 FRAY FELIPE OLMOS: Hermano laico. Natural de Colón, Arqui-diócesis y Provincia de Córdoba. Falleció en el convento de Córdoba a los 66 años de edad y 41 de profesión religiosa. Se distinguió como religioso virtuoso, amante del silencio claustral y muy laborioso. Atendió por muchos años la sacristía y portería del convento de Córdoba.

1958 BRIZUELA GABRIEL: Hermano laico.

2013 FRAY JUAN RENÉ AMBROSIONI 393:

Sacerdote. Nació en Córdoba el 19 de enero de 1929. Falleció el 29 de noviembre de 2013, a los 84 años de edad en el convento de Santa Fe. Sus restos fueron inhumados en la galería del convento de Santa Fe.

393 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XLV, n.º 210, Edición Especial, (sep-tiembre 2013/marzo 2014), p.13.

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Ya por quinta vez en este año, la hermana muerte visita nuestra Pro-vincia de la Asunción; y por segunda vez, en menos de una semana, golpeando las puertas del convento de Santa Fe. Esta vez, el 29 de no-viembre de 2013, para llevar al P. Juan Ambrosioni; quien había sido internado en una clínica diez días antes por un infarto cerebral. Pa-decía desde joven de flebitis en las piernas; y había sido operado de cáncer hace un largo tiempo y con el que convivía bastante bien. De tal manera que pudo participar del 2º Retiro de la Provincia del 26 al 30 de agosto de 2013 en Corrientes y también fue al Capítulo Provin-cial (16-27 de septiembre de 2013). Ya se lo veía desmejorado y con poca estabilidad para caminar. ¿Se estaría él también despidiendo de los hermanos?Su nombre de pila era René Omar (adoptó como religioso el nombre de Juan); era el quinto hijo entre siete hermanos. Sus padres fueron Juan Ambrosioni y Aurora Tissera (emparentada con el que fuera Obispo de Córdoba, Fray Juan Capristrano Tissera (1883-1885). Siendo adolescen-te, y sintiendo los primeros indicios de la vocación franciscana, ingresa primero al postulantado menor de Córdoba y posteriormente a Paso del Rey. Recibe el hábito franciscano al inicio del noviciado en La Plata el 19 de febrero de 1949. Allí mismo haría su primera Profesión el 20 de febrero de 1950. En San Antonio de Padua (Buenos Aires) cursará los estudios filosóficos y teológicos. Allí mismo emitirá su profesión Solemne el 20 de febrero de 1953. Al principio del 4.º año de Teología, recibe la ordenación sacerdotal de manos de Mons. Tomás Aspe OFM el 26 de marzo de 1955. En ese convulsionado año político por la revo-lución, el Hno. Juan y todos los demás estudiantes hubieron de termi-nar sus estudios en Pampa de Achala (Córdoba), hasta que soplaron mejores vientos y pudieron volver a San Antonio de Padua. En dos oportunidades fue Definidor provincial y Guardián del convento de Buenos Aires. En varias ocasiones fue Vicario Cooperador de las Pa-rroquias San Cayetano y San Antonio de Padua de Ciudad Evita. Otras tantas fue morador de Paso del Rey y Guardián del convento de Santa Fe; donde lo sorprenderá la hermana muerte a la provecta edad de 84 años. Su predicación y su trato pastoral fue de sencillez y de cercanía con la gente. Me decía un hermano que en Paso del Rey la gente lo recuerda

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como el que ayudaba a los pobres. En algunos lugares no solo le tocó acompañar comunidades, sino también impulsar la construcción de capillas, como la de San Francisco de Asís en Paso del Rey, y las de Ntra. Sra. de Pompeya y Sagrado Corazón en Ciudad Evita. Siendo Guardián de Buenos Aires en 1983 recibió al aspirante José Enid Gutiérrez Olmos. Y Fray Enid dijo en la misa exequial que en aquel momento vio que el P. Juan hizo el “primer milagro”. Porque ha-biendo llegado a una hora tan intempestiva, 13:30, el P. Juan lo recibió, lo invitó a comer y etc. (30 años antes!)Su talante de buen humor fue también una de las características del P. Juan. En los corrillos de los Capítulos o en cualquier encuentro de hermanos, el P. Juan estaba siempre dispuesto a poner la pizquita de sal con sus humoradas tan simples que no tardaron en llamarse “los chistes Ambrosiónicos!Organizó con el Obispo de San Justo, Mons. Martini, algunas peregri-naciones a Tierra Santa y a otros santuarios. Imprimió además varios folletos sobre San Francisco y la espiritualidad franciscana, de carácter vocacional. Fueron también habituales sus poesías marianas publica-das en el Boletín mensual del convento de Santa Fe. En la mañana del sábado 30 de noviembre a la 10 horas, tuvo lugar la misa exequial en la Iglesia San Francisco de Santa Fe. La misma fue presidida por el Arzobispo local, Mons. Jorge María Arancedo, quien dijo entre otras cosas en la homilía: “El P. Juan fue un hombre de bien, un buen sacerdote”. Participaron también fr. José Enid Gutiérrez, Fr. Diego Morea, y Fr. Sebastián Robledo de Buenos Aires; Fr. Jorge Sti-pech (Santa Fe) y Fr. Pedro Villegas (Catamarca), y dos hermanos del P. Juan procedentes de Córdoba. Concluida la Santa Misa, se siguieron el responso, las preces y el acompañamiento para el sepelio, conforme al nuevo Ritual de la Orden. La inhumación de los restos se efectuó en una de las galerías del convento, justo cerca del sepulcro donde habían sido depositados los de Fr. Andrés López, seis días antes. Vivieron- decía Fr. Enid -pared de por medio-, y ahora también, pared de por medio, ambos están aguardando la resurrección de los justos...¡P. Juan, vive la alegría eterna de Dios!

Fr. Eduardo Zatti

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~ NOVIEMBRE 30 ~

En este día fallecieron: 1748 FRAY JUAN IGNACIO SALAZAR: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba. Una muerte edificante coronó su piadosa vida.

1770 GREGORIO DIESTE: Sacerdote. Falleció en el convento de Cór-doba.

1860 FRAY JOSÉ PUIGDÉNGOLAS: Sacerdote, misionero, fundador de la Doctrina Esquina Grande en 1856. Murió asesinado por los aborí-genes en la rivera del Rio Bermejo, provincia de Chaco.

1914 FRAY ANTONIO PAULÓN: Nació en Zóppola, Provincia de Údi-ne. Ingresó al noviciado a los 16 años, en el Colegio Apostólico San Carlos. Al fallecer a los 31 años, hacía siete meses que había cantado su primera misa, en el lugar que luego llamaron Paí Curuzú, en su honor, cerca de Laguna Blanca, Formosa. Sus restos descansan en San Lorenzo.

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

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~ NOTAS ~

MES DE DICIEMBRE

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necrología franciscana — diciembre

~ DICIEMBRE 01 ~

Rogamos hoy ante el Señor por los hermanos: 1715 FRAY MARCOS REDACANTI: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1718 FRAY JOSÉ MARCOS: Sacerdote. Falleció en las misiones.

1773 FRAY LORENZO MARTÍNEZ 394: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1856 FRAY MATÍAS PERALTA: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1890 FRAY PASCUAL ROSSO: Hermano laico. Fue muy humilde. Fa-lleció en el Convento San Diego de Salta.

1897 FRAY TOMÁS FAGGIOLI: Hermano laico. Natural de la Diócesis de Ancona. A los 20 años ingresó a los Menores de La Marca de Anco-na. En 1861 llegó al Colegio Apostólico San Carlos con la misión del Hno. Adriano Casalis. Falleció a los 61 años, en el convento San Carlos.

1956 FRAY LEOPOLDO HEREDIA: Sacerdote. Natural de El Timbó, Arquidiócesis y provincia de Tucumán. Falleció en Tucumán, a los 77 años de edad, 59 de profesión religiosa y 49 de sacerdote. Religioso y sacerdote de relevantes dotes, supo hermanar la sencillez con la prudencia en los cargos de gran responsabilidad que ocupó en la Provincia y en la Orden. Su gran personalidad, fruto de cultivo de las virtudes claustrales que desbordaron en beneficio de sus herma-nos y de cuantos participaron de su apostolado y ministerio. Desde muy joven fue llamado a ocupar diversos cargos de responsabilidad. Guardián del convento de Tucumán durante cuatro períodos, del de Buenos Aires, un periodo Custodio de Provincia, Ministro provincial,


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en tres trienios, en el primero de ellos, tuvo la satisfacción de inaugu-rar la Casa de Estudios y de Noviciado de San Antonio de Padua los días 23 y 24 de abril de 1938. Definidor general para América Latina y Vicario general de la Orden. En 1948 el Senado de la Nación incluyó su nombre en la terna para el nombramiento del nuevo Arzobispo de La Plata. Visitador general en Colombia, México y Chile. Como Guardián del convento de Tucumán al Padre Leopoldo Heredia se debe la orna-mentación de la Iglesia, la instalación del órgano y la construcción de la Capilla del Santísimo Sacramento. La gran vinculación que en vida el Padre Leopoldo tuvo con la socie-dad tucumana se vio reflejada en la expresión de dolor de las numero-sas personas que desfilaron ante la capilla ardiente y lo acompañaron hasta su última morada.

2010 FRAY JOSÉ LUIS VILLACIÁN OCHOA: Falleció a los 79 años de edad, 59 de profesión y 52 de Sacerdocio.

Terminada la carrera, después del año de pastoral en Bilbao, José Luis fue destinado a Lanús-Oeste (Argentina), donde estuvo 5 años. Des-tinado a Uruguay, residió, primero en Carrasco y después en Mon-tevideo, por espacio de 17 años. En 1981 volvió a Argentina. Residió en varios conventos destacando su destino en Mar del Plata durante 18 años. El año 2003 volvió a España y ha residió en nuestro casa de Valladolid-Zorrilla. El trabajo principal de José Luis ha sido el de la pastoral parroquial. Con su afabilidad y cercanía a la gente ha hecho una labor magnífica en los lugares que ha vivido. Falleció en la clínica “Sanatorio Bilbaíno” de Bilbao. A principios de octubre se sometió a una intervención quirúrgica en Gasteiz; después de un tiempo de recuperación (que no resultó tal) en la enfermería de Bermeo, de nuevo le habían operado en el Sanatorio Bilbaíno; tampoco esta segunda intervención dio los resultados deseados y José Luis ha entregado su vida a Dios. Con cariño fraterno y agradecimiento des-pediremos a José Luis en el funeral que se celebrará en nuestra iglesia de Bermeo.

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~ DICIEMBRE 02 ~

En este día fallecieron: 1772 FRAY FRANCISCO DE OVIEDO: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1799 FRAY ANASTASIO GONZÁLEZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 23 años de edad y de vida edificante.

1806 FRAY NORBERTO VANEGAS: Hermano estudiante. Falleció a los 18 años en el convento Recoleto de San Pedro, provincia de Buenos Aires.

1816 FRAY JUAN ORTÍZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1898 FRAY SILVESTRE CONETTA: Sacerdote. Falleció a los 52 años en el Convento de Jujuy. Fue misionero activo y por todos estimado. En el Convento de San Sal-vador trabajó eficazmente en la Orden Franciscana Seglar, ocupando además los oficios de Guardián y Vicario Foráneo.

1960 FRAY PAULINO OSORIO Y SASIETA 395: Vio la luz en el típico pueblo pesquero de Motrico el 20 de junio de 1896. Falleció en Zarauz el 2 de diciembre de 1960, a la edad de 64 años, en el mismo convento donde iniciara su vida religiosa hacía 39 años. Todavía le recordamos a nuestro buen Hermano Paulino pulcro en su porte, y siempre aliñado en su persona. Pareciera que hizo como un culto realizar impecablemente todo cuanto traía entre manos a lo largo de la vida religiosa. A los veinticinco años floridos, se sintió llamado por Dios a su servicio, y dejando a un lado las redes que le esperaban, y un pasar sin sobresaltos en su pueblo de origen, fue a tocar las puertas del convento franciscano de Zarauz, con ánimo decidido de consagrar-


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se al Señor en la vida religiosa. Después de pasar por el tamiz de la probación en el noviciado, profesó el 7 de mayo de 1922. No sabemos si su pariente Fr. Salvador, tuvo parte en el encauzamiento hacia la nueva vida que iba a emprender. Lo cierto es que hizo honor a la tradición de la familia, y fue fiel al llamamiento divino. Pasó los primeros años de religioso en los principales conventos de la Provincia, como Aránzazu, Valladolid y Olite. Tenía un auténtico espíritu de servicio y una habilidad especial para toda clase de em-prendimientos. Abarcó una gama de especialidades ya sea en el campo mecánico, como en la medicina. Aunque no, quizás, con la madurez de un profesional, ejerció el cargo de enfermero, de odontólogo, y hasta de técnico electricista en varios conventos. Se desempeñó, asimismo, con mucho éxito en el terreno de la sastrería. De un gusto depurado, estaba siempre en la línea de un verdadero alfayate. Alcanzó a ir como Colector de Tierra Santa a nuestra Comisaría de Cuba, y más tarde con el mismo oficio, a la Argentina, al convento de Sión, sumándose a sus compañeros de la Provincia que desempeñaban la misma misión, como los Hnos. Ignacio Aguirre, Miguel Caballero, Luis Elvira, Gregorio Huarte y alguno más. Entre todos lograron la época de oro de la Comisaría de Tierra Santa de Sión. Llegó al Paraguay el 14 de junio de 1942, dedicándose aquí a las ta-reas de la sacristía de Asunción, en los primeros años de la incipiente Custodia Cántabra. Ponía todo su afán, y sus cualidades, en el decoro de la Casa de Dios, y era un verdadero artista en el ornato de la igle-sia, destacándose en las grandes solemnidades, y más, si se quiere, en las celebraciones de matrimonios; viniendo a ser el entonces Oratorio Franciscano, la iglesia más buscada para esta clase de ceremonias. Dos años perduró su estadía en la Residencia de Asunción, aportan-do sus valiosos servicios a la nueva Custodia, y apreciado por cuan-tos le trataban. El 5 de junio de 1944 se embarcó en el vapor de la ca-rrera rumbo a Buenos Aires, y de aquí seguidamente a la Residencia Cántabra de Montevideo, recién transferida a manos de la Provincia. También aquí cayó de cuerpo entero, y encajó maravillosamente en el nuevo engranaje de la aún incipiente comunidad y Parroquia de Tierra Santa, poniendo todas sus dotes y habilidades con que le dotó la na-

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turaleza, al servicio de la Obediencia. Supuso un gran refuerzo y una inyección revitalizadora aquí, para los tres hermanos, ya achacosos, que quedaban de la administración anterior.Apenas duró tres años en el Uruguay, cuando en un admirable ejemplo de disponibilidad recibió la Obediencia para trasladarse al Colegio An-toniano de Roma, donde pasó fungiendo también de sacristán durante unos pocos años. Enamorado, como estaba, de su vida franciscana no dudó en aceptar, gozoso, el pedido que le hicieron decir a servir a la Orden en la Por-ciúncula, allí mismo donde su Padre Francisco echó los cimientos de la Orden. De aquí partía cada año a disfrutar de sus vacaciones a la Provincia, cuando inesperadamente le sorprendió la muerte.

1989 FRAY ALCARÁZ VICENTE: Sacerdote.

~ DICIEMBRE 03 ~

En este día fallecieron: 1764 FRAY ALEJO LUNA: Sacerdote. Falleció en el convento de La Rioja.

1783 FRAY ANTONIO FERREYRA 396: Sacerdote. Predicador general. Falleció en la Doctrina de Itatí, provincia de Corrientes.

1787 FRAY JUAN OLIVERA 397: Hermano laico. Falleció en el Paraguay.

1806 FRAY MANUEL BARRERA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.


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1807 FRAY PEDRO SIRES: Hermano laico. Falleció en el convento de San Belarmino de Montevideo, Uruguay.

1829 FRAY PEDRO COLMENAR: Sacerdote. Falleció en el convento de Corrientes.

1888 FRAY JOSÉ MERCADO: Ingresó como fraile a la Provincia de la Asunción y en 1871 pasó al Colegio Apostólico de Salta. Cuando el Señor lo llamó era Guardián del Convento San Salvador de Jujuy.

~ DICIEMBRE 04 ~

En este día fallecieron: 1720 FRAY MIGUEL SORONDO: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1739 FRAY PEDRO PEÑALOZA 398: Hermano laico. Falleció en el Para-guay.

1767 FRAY JOSÉ BABÓN 399: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1801 FRAY JOSÉ TOMÁS RAMIREZ: Sacerdote. Fue Visitador general de la Provincia dos veces, en 1790 y 1796. Ministro provincial en el trienio 1780-1783. Falleció en el convento de Buenos Aires. “Español. Electo en el convento de Santa Fe. En la circular del 6 de febrero de 1781 comunicó el pedido del Virrey destinar algunos curas doctrineros para los indios infieles que se estaban estableciendo en re-ducciones en el Chaco. Durante este Provincialato, Fray Juan Matud- Guardián del convento de Catamarca y ex Definidor- estuvo a cargo de la fundación del Colegio San Carlos de Propaganda Fide, en Santa


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Fe, destinado a la preparación de misioneros, y del que se hizo cargo provisoriamente la Provincia de la Asunción” 400.

1810 FRAY MARCOS SÁNCHEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1855 FRAY MARTÍN GOROSTIDI: Sacerdote, Misionero apostólico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1857 FRAY ROQUE PEREYRA: Hermano estudiante. Natural de la ciudad de Córdoba. Falleció en Catamarca, a los 22 años de edad y 2 años de profesión religiosa.

1898 FRAY BERNARDINO VITALONI: Falleció a los 65 años en el Convento San Salvador de Jujuy.

1904 FRAY JOSÉ ROSA QUIROGA: Sacerdote. Natural de Monte del Rosario, Departamento de Río Primero, provincia y arquidiócesis de Córdoba. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 67 años de edad, 44 de profesión religiosa y 40 de sacerdote. Fue ejemplo de virtud, de celo y energía que caracterizó toda su vida consagrada al servicio en el fiel cumplimiento de sus deberes. Dota-do de cualidades intelectuales estudió Filosofía y Teología; Lector de arte y Regente de estudios por muchos años. También se desempeñó como maestro en nuestro colegio de Santa Fe. Apto para ocupar car-gos de responsabilidad, ejerció la Guardianía del convento de Buenos Aires en tres períodos durante los cuales se lograron considerables refacciones del edificio, y principalmente, por sus gestiones ante el Síndico del convento, el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Dr. Mariano Acosta, consiguió que se dictase un decreto ordenando la devolución de una parte del convento que había sido confiscada en

400 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 96.

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1815. También fue Definidor, Custodio y Ministro provincial en dos trienios seguidos, desde el 28 de mayo de 1887 hasta el 17 de enero de 1894. Director espiritual del Instituto de las Hnas. Terciarias Fran-ciscanas de la Caridad por espacio de 16 años; con verdadero celo y tesón logró que el mismo alcanzara notables progresos.

~ DICIEMBRE 05 ~

En este día fallecieron: 1758 FRAY MATEO VILLOLDO: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Corrientes.

1783 FRAY MIGUEL DE SAN FRANCISCO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1789 FRAY FRANCISCO PEREYRA: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de Caazapá, Paraguay.

1792 FRAY FRANCISCO CALVO: Sacerdote. Ex Definidor. Visitador de la Provincia. Falleció en la Santa Recolección del Pilar de Buenos Aires.

1827 FRAY JUAN ESTEBAN GÓMEZ: Sacerdote. Lector de Teología. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1914 FRAY GABRIEL GROTTI: Nació en Monte Bello. Ingresó a los Menores en la Provincia de San José de Tuscia. Falleció a los 77 años en el Convento de la Merced. El 19 de junio de 1883, llegó a Formosa para regentear la Parroquia, donde permaneció varios años. Allí fundó el primer hospital y la se-gunda escuela, y fue presidente de la Comisión de Fomento. Fue el Consejero de la colonia Italiana a su llegada a Formosa. Una de las calles y un busto recuerdan su memoria. Dos veces fue Guardián y una Prefecto de Misiones.

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1988 FRAY DANIEL GÓMEZ: Sacerdote. Nació el 31 de marzo de 1921 en Villa del Rosario. Falleció en San Lorenzo. Emitió la Profesión Solemne el 6 de abril de 1942 en el Convento San Carlos; y recibió el Orden Presbiteral el 8 de abril de 1944. Siendo Pá-rroco de San Lorenzo imprimió una especial dinámica a la actividad pastoral. Verdaderamente preocupado por la promoción de su comu-nidad, se vinculó al movimiento obrero del momento, pudiéndose de-cir que fue un pionero en Pastoral Social. Temperamento de particular sensibilidad, fue fino poeta y apasionado por la música; pero, sobre todo, devotísimo de la Santísima Virgen María y propulsor de su de-voción entre el pueblo fiel al que sirvió durante 44 años.

~ DICIEMBRE 06 ~

En este día fallecieron: 1778 FRAY MATÍAS MUÑOZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1801 FRAY MARIANO DE LA ROSA: Hermano laico. Falleció en el convento de Córdoba.

1833 FRAY FRANCISCO GONZÁLEZ Y GORITIUZU: Sacerdote. Fa-lleció en el convento de Buenos Aires.

1868: FRAY BENVENUTO AREZZO: Hermano laico. Falleció en el Convento San Francisco Solano de Rio Cuarto.

~ DICIEMBRE 07 ~

Tengamos presente antes el Señor a los Hermanos que fallecieron en este día:1705 FRAY BERNARDO MORILLO: Sacerdote. Ex Guardián. Falleció en el convento de Córdoba.

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1725 FRAY GREGORIO MARECOS 401: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1767 FRAY MIGUEL GONZÁLEZ: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Catamarca.

1844 FRAY PABLO OLIVER: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

�� FRAY LEONARDO PARUCCI: Hermano laico. Memoria de su fallecimiento. Vino a La Merced en 1862. Cumplió el decenio allí y en San Buenaventura de Monte Alto y después regresó a Italia.

1951 FRAY FRANCISCO ALFONSO: Sacerdote. Natural de Nono, San Alberto, provincia de Córdoba, diócesis de Cruz del Eje. Falleció a los 85 años de edad, 64 de profesión religiosa y 58 de sacerdote. Austero, prudente, piadoso. De relevantes cualidades intelectuales, se desempeñó como profesor de Filosofía, Teología y de Derecho Canó-nico por largos años en el estudiantado del convento de Córdoba y finalmente en el de Buenos Aires, en varias generaciones de religio-sos. Justiciero como Guardián o Presidente, sucesivamente estuvo al frente de los siguientes conventos: Córdoba, Buenos Aires, Mendoza, Castellanos (Santa Fe), siendo siempre verdadero Padre de dichas co-munidades y colegios. Durante cuatro períodos desempeñó el oficio de Ministro provincial, dejando por doquier ejemplos muy dignos de imitarse. El Perú, Chile, Ecuador y Bolivia lo vieron más de una vez recorrer sus respectivas provincias franciscanas, ejerciendo el alto car-go de Visitador general de las mismas, donde ha dejado recuerdos de inmensa gratitud y ecuanimidad como prelado. El Instituto de Herma-nas Terciarias Franciscanas de la Caridad le debe muchos y valiosos servicios como director espiritual, redacción de las Constituciones del Instituto, y su aprobación definitiva por la Santa Sede. Como Ministro


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provincial a él se debe la existencia del convento de San Antonio de Padua. En el mismo se desempeñó como maestros de los estudiantes y pasó los últimos años de su fecunda vida; era un vivo ejemplo para toda la comunidad por su exactitud en el cumplimiento de la discipli-na regular y además obligaciones del religioso franciscano de enton-ces. Falleció en el Hospital Municipal de la ciudad de Merlo, provincia de Buenos Aires, reconfortado con los santos Sacramentos que él mis-mo pidió y recibió con plena lucidez mental. En 1972 sus restos fueron trasladaos y sepultados junto a la puerta principal de la Iglesia San Antonio de Padua.

~ DICIEMBRE 08 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1753 FRAY NAZARIO MARCOS VIDELA: Sacerdote. Falleció en Mon-tevideo, Uruguay.

1770 FRAY JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1784 FRAY BUENAVENTURA LÓPEZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Santa Fe.

1827 FRAY LUIS BELTRÁN: Sacerdote. Natural de Mendoza. Falleció en Buenos Aires a los 53 años de edad, habiendo recibido todos los auxilios de nuestra santa Religión, contrito y arrepentido. Ingresó a la Orden en Chile donde cursó los estudios. Vistió el hábito y profesó. Residió allí, consagrándose al estudio de la física, matemática y experimentos químicos. Se desempeñaba como cerrajero, carpintero y relojero. Además, se dedicaba al estudio de la mecánica. En 1810 se incorporó al ejército chileno en calidad de capellán, manteniendo su estado de religioso y sacerdote. En 1814 regresó a Mendoza donde fue nombrado capellán de un regimiento. En 1816 cambió el sayal francis-

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cano por el uniforme militar y colaboró con entusiasmo y eficacia en el Ejercito de Los Andes, confiándole el General San Martín la coman-dancia del Parque y lo nombró Director de Maestranza. Por once años prestó valiosos servicios a la Patria. Fue sepultado –reza un documen-to de la época– “en clase de sacerdote que era por haber renunciado a la carrera militar antes de morir”.

1889 FRAY FRANCISCO BARRIONUEVO: Hermano laico. Natural de Valle Viejo, Diócesis y provincia de Catamarca. Religioso de vida aus-tera, humilde, obediente y laborioso. Falleció en el convento de Cata-marca a consecuencia de un accidente que sufrió en El Tala, en donde lo apretó el techo de un techo improvisado, a los 73 años de edad y 62 de profesión religiosa.

1954 FRAY ROGERIO MAZA: Sacerdote. Natural de Andalgalá, dióce-sis y provincia de Catamarca. Siendo Presidente del convento de Santa Fe, falleció en el mismo, a los 54 años de edad, 36 de vida religiosa y 24 de sacerdote. De espíritu sencillo y cordial, era emprendedor y dinámico. Se distin-guió en el apostolado juvenil, fue director de la Juventud Antoniana de La Rioja y de los “Jóvenes Católicos” de San Antonio de Padua de cuya asociación fue su fundador. Docente en nuestros colegios de Aarón Cas-tellanos y Catamarca donde fundó la Banda Infantil de Música. Sus res-tos descansan en el claustro del Museo del convento de Santa Fe de la Vera Cruz.

~ DICIEMBRE 09 ~

En este día fallecieron: 1791 FRAY FRANCISCO JAVIER DOMÍNGUEZ: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de San Cosme, provincia de Corrientes.

1812 FRAY PEDRO PABLO ROLÓN: Hermano laico, era natural del Paraguay.

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1815 FRAY JOSÉ CAMINOS: Hermano laico. Maestro de escuela. Fa-lleció en el convento de Buenos Aires.

1837 FRAY JOSÉ LEGUIZA: Sacerdote. Falleció en el convento San Ber-nardino de Montevideo, Uruguay.

1910 FRAY FRANCISCO RECABARREN: Sacerdote. Natural de Cala-muchita, Arquidiócesis y provincia de Córdoba. Falleció en el conven-to de Córdoba, a los 56 años de edad, 38 de profesión religiosa y 33 de sacerdote. Humilde, modesto, caritativo, fue muy estimado por todos. Ecuánime siempre y siempre bondadoso, fue todo para todos; los pobres y los enfermos eran los primeros que experimentaban su fraterna ayuda. Como maestro y director de los colegios de Córdoba y de La Rioja, gastó los mejores años de su vida en la enseñanza y educación de la niñez. Fue Guardián de los conventos de Córdoba y de La Rioja; supo dirigir a sus hermanos con la bondad y solicitud del buen pastor.

1915 FRAY SALVADOR MAZZA: Nació en Arimini, y apenas ordena-do sacerdote, a los 27 años, vino como misionero. Falleció en Salta a los 81 años. Fue un religioso estudioso y culto, profesor del Seminario Diocesano de Salta, y por dos períodos Comisario Provincial. El Obispo de Salta, Mons. Romero afirmó de él: “su memoria será siempre el recuerdo lu-minoso de los hombres que rindieron culto a la verdad y al bien”.

~ DICIEMBRE 10 ~

En este día fallecieron: 1791 FRAY FÉLIX SUÁREZ: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

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1804 FRAY JUAN PAREDES 402: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1854 FRAY NICANOR CANO: Hermano estudiante, resiente profeso. Falleció en el convento de Catamarca.

1880 FRAY FRANCISCO RICCI: Fue un abnegado sacerdote y misio-nero. Falleció en el Convento de Salta.

1885 FRAY BAUDILIO PRATS: Hermano laico. Nacido en Gerona, Es-paña. Vistió el hábito a los 36 años en el Convento San Francisco de Buenos Aires. Antes de hacer la Profesión Solemne en 1876, se incorpo-ró al Colegio Apostólico San Carlos, donde murió a los 45 años.

~ DICIEMBRE 11 ~

En este día fallecieron: 1781 FRAY JOSÉ CASTAÑO: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1815 FRAY JOSÉ CASIMIRO IBARROLA: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires. Lector jubilado. Ex Custodio, ex Visitador general y Presidente de Ca-pítulo celebrado el 8 de septiembre de 1814 en calidad de “Comisario general de Regulares” en la Argentina, oficio anticanónico que le fuera dado por el supremo Director del Estado en conformidad a lo decre-tado por la excelentísima Junta de Gobierno del 13 y 28 de junio de 1813, cuyo nombramiento le extendió el 29 de noviembre de 1813, Don Nicolás Rodríguez Peña.

1880 FRAY GABRIEL BARRIOS: Hno. corista. Religioso de votos Sim-ples perteneciente al Colegio Apostólico San Carlos. Murió a los 20 años en San Luis del Palmar, Corrientes.


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2004 RAMÓN TELLETXEA ETXEBARRÍA 403: Nació el 5 de abril de 1925, en Bermeo (Bizkaia). Murió en el hospital el 11 de diciembre, a los 79 años de edad. Tras los años normales de formación franciscana y sacerdotal en nues-tra Provincia, Ramón partió para América y durante 17 años fue mi-sionero en Paraguay. Trabajó con todo esmero en diversos ámbitos y tareas. Favorecía a su labor pastoral su porte apacible, y su conversa-ción salpicada de anécdotas y ocurrencias. Gozaba de buena memoria y recordaba los nombres de las personas, sus preocupaciones, su si-tuación, etc.; todo ello le hacía muy cercano a la gente. Los frailes que convivieron con él atestiguan que era muy querido en todas partes. Le llamaban popularmente Ramoní que en guaraní significa Ramoncito. El obispo de su diócesis, Mons. Pechilo, le confiaba habitualmente la cele-bración del sacramento de la Confirmación; decía de él, como San Fran-cisco respecto a fray Junípero, que querría haber tenido varios Ramoní. Vuelto a la Provincia, el campo de su misión fue la labor educativa en nuestra fraternidad de Zarautz. En ella vivió 21 años. En su primera etapa se dedicó a dar clase a los niños. Luego tuvo que hacer de con-ductor del autobús escolar. Los días festivos llevaba a los hermanos de la fraternidad que no tenían carnet de conducir, a sus destinos pastora-les. También en Zarautz gozaba de buenas amistades y simpatías. Él, a su vez, guardaba muchos y buenos recuerdos de aquella gente. En el año 1988 fue trasladado al monasterio de Santo Toribio de Liéba-na, emprendiendo así una nueva trayectoria, con nuevas responsabili-dades. Ramón se encargó de la sacristía y del órgano. Tocaba muy bien la guitarra; y, aunque no había estudiado música, sabía acompañar con el órgano los cantos; y en esto ayudaba también en las fiestas o fune-rales de los pueblos que se atienden desde el monasterio: organizaba la megafonía de estas humildes iglesias, llevaba un armonio portátil y hacía de cantor. Con su talante servicial y humilde siempre estaba dis-puesto a suplir a cualquier hermano que tenía que ausentarse. Hacía de párroco, confesor, guía de peregrinos de la santa cruz ... y se dedica-ba también a visitar a enfermos y familias de la zona.

403 Cfr. Cantabria Franciscana, n.º 173 (2006), pp. 143-144.

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Ramón era sufrido y callado. Apenas se quejaba de dolor o enferme-dad. Sin embargo, en el verano del 2004 se le notó que había perdido el apetito. Al aumentar su debilidad, en octubre se le llevó al hospital de Cruces (Barakaldo); pero no se le diagnosticó nada claro. Entonces pasó a la fraternidad de Bermeo para reponerse, pensando volver a Liébana. Pero no fue así: sufrió una neumonía, que le hizo ingresar de nuevo en el hospital de Cruces; no se recuperó; prácticamente entró ya en coma y su estado fue degradándose. El día 13 se celebró una solemne misa funeral de cuerpo presente en nuestro convento de Bermeo, su pueblo natal. Los cuatro componentes de la fraternidad lebaniega estuvieron presentes en la celebración, que fue presidida por Jesús Mari Madariaga; de la homilía se ocupó Luis Gaya, guardián de Santo Toribio, recordando las características más destacadas del Hno. Ramón a partir de textos bíblicos seleccionados. Participaron numerosos frailes de la Provincia, incluido el Hno. Pro-vincial, Joxemari Arregi; asistió también el párroco de Potes, Don Elías Hoyal, con varios lebaniegos. La iglesia estuvo llena de fieles. El día 22 de diciembre ese celebró un segundo funeral en Santo Toribio, para los lebaniegos; el Hno. Luis Gaya, guardián de la fraternidad, presidió la Eucaristía, con un total de 12 sacerdotes y religiosos; en la homilía Luis volvió a resaltar las cualidades y actividades más relevantes de Ramón, ante los asistentes que llenaban el templo; las exequias finali-zaron con un solemne responso y la bendición con el Lignum Crucis. Fue una despedida honda y fraterna del pueblo de Liébana a nuestro querido Ramón. En la pequeña revista zonal titulada Luz de Liébana se publicó un artí-culo de recuerdo a nuestro hermano. En los pueblos de aquellos valles muchas personas sencillas echaron de menos a Ramón. En la frater-nidad se notó el vacío de su persona, con su forma de ser, su influen-cia, y su dedicación a tantos quehaceres menudos, pero importantes; queda el recuerdo de su trabajo bien hecho y de su presencia sencilla y amable; y consuela la esperanza de su felicidad junto a Dios, pues no dudamos de que Ramón descansa ya definitivamente en la paz y el gozo del Señor.

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~ DICIEMBRE 12 ~

En este día fallecieron: 1725 FRAY LUIS DE LA SANTA CRUZ: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Buenos Aires.

1752 FRAY LUIS CABRERA: Sacerdote. Falleció en el convento de Cór-doba.

1770 FRAY FRANCISCO SÁNCHEZ: Sacerdote. Falleció en el conven-to de Córdoba.

~ DICIEMBRE 13 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor:1731 FRAY FRANCISCO AYALA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1735 FRAY JUAN DE ARÉVALO: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

1761 FRAY FRANCISCO SANDOVAL: Hermano laico. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1790 FRAY LUCAS VILLARUBIAS: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1804 FRAY LUIS ELIZONDO: Hermano laico.

1872 FRAY VICENTE GIANFRANCESCHI: Vino de Italia con la mi-sión que trajo el P. Pedro Durand en noviembre de 1854 y fue desti-nado inmediatamente a San Jerónimo del Sauce, en Santa Fe. Misionó durante 18 años.

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1928 FRAY AMADO CHÁVEZ: Hermano laico. Religioso humilde, austero y laborioso, de aspecto ascético y rostro de santo recordaba la figura simpática de Fray Gil, compañero de San Francisco, de quien hacen tan altos elogios “Las Florecillas”. Falleció en el convento de Santa Fe, a los 67 años de edad y 35 de profesión religiosa.

1948 FRAY LUIS DONACIANO RECABARREN: Sacerdote. Natural de Los Molinos, Arquidiócesis y provincia de Córdoba. Falleció en el convento de Córdoba, a los 71 años de edad, 50 de profesión religiosa y 47 de sacerdote. Bondadoso, emprendedor y dinámico, fue Guardián por muchos años del convento de Santiago del Estero; hizo trabajar la construcción del actual colegio. Definidor provincial.

�� FRAY COLUMBANO MASSUCCI: Memoria de su fallecimien-to. Vino de Italia con el grupo fundador de La Merced. Ocupó varias parroquias y se dedicó a la predicación. Después de mi-sionar durante 14 años regresó a su patria.

~ DICIEMBRE 14 ~

En este día fallecieron: 1739 FRAY PEDRO PEÑALOZA: Hermano laico. Falleció en Paraguay.

1809 FRAY FRANCISCO TEJEDA: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Tucumán.

1815 FRAY FRANCISCO LINARES: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1828 FRAY BENITO FERNÁNDEZ: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Catamarca.

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2012 FRAY ADRIANO RINCÓN 404:

Se fue el decano de la Provincia. P. Rincón. Santa Fe.Nació en La Cruz, Dto. Calamuchita (Córdoba) el 7 de mayo de 1914. Por la mañana del 14 de diciembre de 2012, fallecía en el convento San Francisco de Santa Fe. Fray Adriano Rincón, quien desde hacía casi 3 años era el decano de la Provincia (el anterior había sido el P. Miguel A. Oviedo, fallecido el 8 de febrero de 2009) a la provecta edad de 97 años cumplidos.

Era oriundo de Córdoba; pero, sin olvidar su terruño, se había hecho santafesino por adopción, ya que quería estar allí, donde de hecho moró durante más de medio siglo. Sí, le gustaba y quería Santa Fe; a tal punto que una vez llegó a expresar en un medio local: “Tengo mu-chísimo cariño por Santa Fe, aquí me siento en mi casa”. Pero, si bien es cierto que él quería estar, cabe recordar que también quisieron los superiores. Efectivamente, desde 1953 y en los sucesivos Congresos Capitulares lo nombraron por 4 veces, en distintos períodos, guardián de ese convento; en otros, vicario, director del colegio, ecónomo o sim-plemente morador. Por tal motivo, la ecuación del epígrafe parece más que justificada. Tuvo siete hermanos y fueron sus padres Desiderio Rincón y Ramona del Rosario Domínguez. Por parte de su madre, había tenido un pri-mo, también fraile como él, el P. Pedro Pacífico Domínguez (fallecido

404 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año XLIII, n.º 206 ( enero/abril de 2012), pp. 34-36.

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en Tucumán el 4 de agosto de 1995). Una muy temprana enfermedad de su madre hace que Don Desiderio encomiende la crianza de su hijo Adriano a su abuelo, Pedro Domínguez. Cuenta el P. Rincón que su abuelo era muy bueno; y le marcó a fuego en los valores humanos y cristianos y narra una anécdota graciosa de su niñez. Resulta que le gustaba robar los huevos de la hurraca y montar a caballo sin permiso del abuelo. Entonces Don Pedro debía poner límites a esas y otras tra-vesuras; y entonces de tanto en tanto había un zamarreo para ponerlo en línea y el P. Rincón dijo: ¿saben lo que hacía yo? Con un movimiento me desprendía del saco que llevaba puesto y, entonces mi abuelo se quedaba con él en las manos y yo corría lejos. Esas picardías de una u otra forma las llevó hasta la tumba. Fallecido el abuelo, y siendo aún adolescente, cual otro Samuel llamado por el Señor para consagrarse a Él, ingresa al Postulantado de Córdoba para cursar el secundario. A los 18 años ingresó al Noviciado en Catamarca y tuvo por maestro al Siervo de Dios, Fr. Antonio de Jesús Lobo. Allí mismo emitirá su primera Profesión el 27 de enero de 1934, y la Solemne, años después. Sus estudios filosóficos y teológicos los hará sucesivamente en Córdo-ba, Buenos Aires y S. Antonio de Padua (recientemente inaugurado). Su compañero de estudios, -por varios años-, solo dos cursos inferior- Fray Nicolás Pugliese lo recuerda como muy chistoso y ameno en su trato; aplicado al estudio, sobre todo de la historia, fue un buen religio-so. El 21 de diciembre de 1940 recibe la ordenación sacerdotal.Ejerció como docente de varias materias, siendo morador de las casas de Moreno, San Antonio de Padua y Mendoza. Después fue destina-do como director del Colegio de Aarón Castellanos; y, creada allí la Parroquia, es designado como primer Párroco. Por segunda vez vuel-ve al convento de Mendoza, ya como director del colegio. Fue en ese tiempo que supo suscitar vocaciones, entre las que se cuenta la de Fr. Jorge Julio Stipech. Y finalmente fue al convento de Santa Fe hasta su muerte. Fue asistente de la OFS a nivel local y nacional y, por un tiem-po, junto con Fr. Carlos de la Fuente, fue Vice-Postulador de la Causa de Beatificación de Fray Mamerto Esquiú. Pero, la ciudad de Santa Fe que lo declarara “ciudadano ilustre” en 2004, lo recordará siempre por dos características especiales: su amor a los pobres y su devoción a la

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Santísima Virgen. Por casi 5 décadas la gente lo vio cargar bolsas de pan y otros víveres, recorriendo panaderías o los puestos del mercado, para sus chicos del colegio o para los pobres que acudían las puertas del convento. Su cercanía con los pobres se percibía también como un referente especial para las familias. Algunos padres, en la educación de sus hijos; para convencerlos de ciertas verdades, les decían: “...a no protestar; así lo dijo el P. Rincón”. Eso bastaba, para que todos dijeran: “Si lo dijo el P. Rincón está bien”. Su ternura para con los pobres quedó manifiesta allende su muerte. Por el desfile interminable de gente de toda clase social, pero sobre todo de los pobres, que acudieron a despe-dirse de su padre querido en la capilla de la Inmaculada, donde esta-ban sus restos mortales; pero que después por causa de la cantidad de gente, hubieron de ubicarlos en el templo mayor, hasta altas horas de la noche; casi a las 2 horas de la madrugada, decía el Hno. Jorge recién pudieron cerrar el templo. Y un comentario, entre tantos que escuchó de la gente sencilla fue: “Sabe Fray, si mis cinco hijos son algo ahora (con estudio y trabajo) se lo debemos al P. Rincón”.Su devoción a la Sma. Virgen, visualizada en la Inmaculada de Ga-ray quedó manifiesta en las predicaciones, sobre todo en las novenas y fiestas marianas, que eran elocuentes piezas de oratoria- era el estilo de otro tiempo- pero no por eso dejaban de denotar un corazón hen-chido de amor a María. Además los folletos y estampas que mandaba imprimir y repartía por doquier. Últimamente, dada la precariedad de su salud, había pedido a la Virgen que se lo llevara; contaba Emma F. de Iturraspe, de la O.F.S, gran colaboradora suya y del convento. Ella había dicho: “Fue un gran sacerdote, no conocí uno igual, siempre con alegría”. A fray Jorge Stipech, le había pedido que, cuando el Señor lo llamara, quería reposar a los pies de la Mamita, o sea en la Capilla de la Inmaculada de Garay. Su expresividad un poco campechana y franca le hacía olvidar por ve-ces algunas normas pastorales o litúrgicas, en las celebraciones de culto; o algunas normas de tránsito cuando manejaba el vehículo. El alguna ocasión, un agente de tránsito se disponía justamente a sancionarlo por una infracción; pero, al percatarse que era nada menos que el P. Rincón, en seguida le pedía disculpas y con una sonrisa lo saludaba y lo hacía

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seguir adelante. Precisamente, por algunas normas pastorales preteri-das tuvo que dejar por un tiempo Santa Fe. La obediencia lo destinaba al convento de Córdoba. Pero, pasado un trienio volvió a su Santa Fe querido. Es que el pueblo lo quería como era. Sus cualidades le hacían soslayar sus defectos: ¡Era el P. Rincón! Tenía también ciertas humoradas proficuas. Como en las que en algunas ocasiones que hacía de guía para un grupo de jóvenes que visitaban el museo; se adelantaba y se ubicaba junto a uno de los maniquíes que forzaban la sala de los personajes que juraron la Constitución Nacional. La gente por momento lo confundía con uno de ellos hasta que por un leve movimiento de los ojos se daban cuenta que se trataba de una persona viva. Era el P. Rincón.Tuvo la alegría de haber celebrado el 21 de diciembre 2010 la misa ju-bilar de sus 70 años de sacerdocio. Ya hacía un tiempo que no podía celebrar en público por la precariedad de su salud. Tenía, empero, li-cencia del Obispo diocesano para celebrar en su habitación. Y así, en los últimos tiempos, dos guardianes (Fr. Mario Fuenzalida y Fr. Juan Ambrosioni) atendieron su debilitada salud proveyéndole de atención médica y enfermeras y enfermeros en forma permanente; pero sobre todo contó con el cuidado esmerado y fraterno de Fr. Andrés López y últimamente de Fr. Jorge Stipech.El 8 de diciembre lo llevaron en silla de ruedas al templo para partici-par de la misa y ¡cómo disfrutó de esa fiesta de la Inmaculada!Seis días después entregaba sin previa agonía- su alma al Señor- no sin antes haber pasado el lábaro como decano de la Provincia a su ex com-pañero de estudios, fr. Nicolás Pugliese; y tras 77 años de vida religiosa y casi 71 de sacerdocio. Al enterarse el Ministro Provincial (que a la sazón estaba en reunión de definitorio) interrumpida dicha reunión, se dirigió al convento de Santa Fe con Fr. Juan Buttarazzi y Fr. Sebastián Robledo para acompañar a los hermanos y presidir la misa exequial, por la tarde; de la que participaron los religiosos de la casa; el Vicario Gral., de la Arquidiócesis, muchos curas del clero, otros religiosos y religiosas y laicos que colmaban el templo. También hubo mucha gente en las dos misas que se habían celebrado por la mañana. La gente se acercaba para rezar una oración, para pedirle perdón por haberle “pro-testado un poco”, y para decirle un sentido ¡gracias!

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Concluida la misa exequial, Fr. Enid pidió que llevaran el ataúd, acom-pañándolo todos los que pudieran a la capilla de la Inmaculada, donde se rezaría un Avemaría para despedirse de la Sma. Virgen. Después se procedió a la inhumación en una de las galerías del convento, junto a los restos de otros hermanos que también compartieron con él en ese convento de Santa Fe, como Fr. Jesús Mancilla, Fr. Dositeo Pucheta, Fr. Ernesto Urenda. Allí estarán por poco tiempo que finalmente sean llevados a los pies del altar de la Inmaculada de Garay, en la capilla homónima. ¡Fr. Adriano Rincón, vive la alegría eterna de Dios! e intercede a nues-tro Padre San Francisco por las vocaciones para nuestra Provincia de la Asunción!

Fr. Eduardo Zatti

~ DICIEMBRE 15

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos: 1725 FRAY FRANCISCO PÉREZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Salta.

1751 FRAY ANTONIO PÉREZ: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1751 FRAY ANTONIO RIVERO 405: Falleció en Paraguay.

1869 FRAY PASCUAL SORIANI: Sacerdote. Pertenecía al Colegio Apostólico San Diego y se encontraba entonces asistiendo a los apesta-dos de viruela. Falleció en Rivadavia, provincia de Salta.

1888 FRAY BERNARDO JUAN SÁEZ: Sacerdote. Natural de Huangelén, diócesis de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires. Siendo Guardián del


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convento de La Rioja, falleció en el Sanatorio Pasquini de la ciudad de Tu-cumán, a los 54 años de edad, 36 de profesión religiosa y 29 de sacerdote. “Nació el 9 de febrero de 1920. Vistió el hábito el 21 de enero de 1937. Emi-tió sus profesión Temporal el 1 de febrero de 1938 y el 2 de enero de 1942 profesó Solemnemente. Fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1945 en la Plata. Hay una palabra que a todos nos viene a la mente cuando pensamos en él: “Saíto”. Esa palabra lo define. Tal disminutivo afectuoso lo acompañó durante toda su vida desde su ingreso al Postulantado de Córdoba, cuando aún era niño. Todos lo conocían así: “Saíto, el pequeño, el menor, el franciscano”. Era la imagen de la sencilléz y de la servicialidad. Siempre dispuesto al trabajo, aún a las manuales, era un buen relojero y buen reparador de cualquier aparato mecánico, siempre se lo encontraba de buen humor, con la risa a flor de labios y con la voluntad preparada para servir a los demás. En todas partes lo querían, especialmente en La Rioja, donde pasó muchos años de su vida sacerdotal. Él también quería a La Rioja, tanto que en distintas oportunidades dijo que era riojano. En Padua había un coro magnífico y varios estudiantes se destacaban en él. Entre los que sobresalían como solistas estaba Saíto. El timbre de su voz de tenor era tan agradable que conmovía a cuantos lo escuchaban y tenía tal potencia que llenaba el templo y lo hacía vibrar. Ahora junto a los ángeles, estará cantando las alabanzas al Señor, como lo hizo en todos los conven-tos donde residió, en todas las misas y en todas las Iglesias. También fue morador en la Casa Escuela de Tucumán y Corrientes. En el convento de la Plata fue vicario y procurador; y Maestro de Postulantes. Procurador en el convento de San Antonio de Padua, Superior por dos períodos con-secutivos del convento de la Rioja. En 1971 fue nombrado guardián del convento de Córdoba, oficio del que renunció, y pasó a ser morador de los conventos de Santiago del Estero y Catamarca sucesivamente hasta que es nombrado nuevamente superior del convento de la Rioja” 406.

Fray Luis Cano

406 Cfr. Boletín Informativo Noticias, año VI, n.º 41, (noviembre/diciembre 1974), p. 4.

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~ DICIEMBRE 16 ~

En este día fallecieron: 1763 FRAY MAURICIO ÁLVAREZ: hermano estudiante. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1765 FRAY JOSÉ CABALLERO: Sacerdote. Falleció en el convento Re-coleto del Pilar de Buenos Aires.

1832 FRAY MARIANO GÓMEZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Santiago del Estero.

1909 FRAY BERNARDINO FRATINI: Nació en Viterbo. Piadoso y ca-ritativo. Se incorporó al Colegio Apostólico de Salta siendo aún estu-diante y en 1900 se ordenó de sacerdote. Ocupaba la Guardianía del convento de Jujuy cuando, sintiéndose enfermo viajó a Buenos Aires y al pasar por San Lorenzo se encontró con la hermana muerte, a los 32 años de edad. Sus restos esperan la resurrección en el cementerio conventual de San Lorenzo.

1997 FRAY FERMÍN FRANCISCO HERRERO 407: Tan sigilosamente como fuera su paso por nuestra Provincia. Falleció en la ciudad de La Plata nuestro querido hermano, el P. Fermín Francisco Herrero. Sus padres fue-ron Jesús Herrero e, Isidora Turrión. Oriundo de España, había nacido en Manceras, Provincia y diócesis de Salamanca el 3 de agosto de 1919. Falleció silenciosamente como había vivido, el 16 de diciembre de 1997. Por algo, en el “Coristado, los hermanos lo llamábamos cariñosamente “El Galleguito”De niño viene con su familia a la Argentina, radicándose en Bernal (Bs. As.). Cual otro Samuel, a muy temprana edad, siente los primeros in-dicios de la vocación, estando en el ciclo primario; por eso, cursa parte del mismo en nuestro colegio de Aarón Castellanos. Su Postulantado lo hará en Paso del Rey y en la ciudad de Córdoba.

407 Boletín Informativo Noticias, año XXX, n.º Especial 1999, p. 1-2.

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Ingresa al Noviciado en Catamarca, vistiendo el hábito el 1 de fe-brero de 1938. A los dos meses, es trasladado junto con todos sus convictos y su Maestro, el Siervo de Dios, Fr. Antonio de Jesús Lobo, a San Antonio de Padua (Bs. As.), recientemente inaugurada como casa de altos estudios de nuestra Provincia. (El lugar del noviciado era el que actualmente ocupa la comunidad local). Allí mismo emite su Primera Profesión el 2 de febrero de 1939; y la Solemne, el 10 de marzo de 1942. También en Padua concluye su curriculum sacerdo-tal. Es ordenado de presbítero en la Plata por el entonces Obispo Auxiliar de esa Diócesis, Mons. Germiniano Esorto. En el Estudian-tado, su vida transcurre entre la oración y el estudio; una búsqueda sincera de la perfección no solo en la vida espiritual sino también en la contracción al estudio. Por eso, los Superiores deciden que vaya -siendo ya sacerdote- a perfeccionar los estudios, en el Antonianum de Roma, para graduarse en Derecho Canónico. Viaja a la Ciudad Eterna junto con otro compañero de curso, Fr. Francisco de la Cruz Muguerza (que más tarde fuera el primer Obispo de San Ramón de la Nueva Orán). Vuelto a la Argentina, es destinado a San Antonio de Padua para ser profesor de Teología Moral, Derecho Canónico; y desde allí iría al Pos-tulantado de Paso del Rey para dar clases de Castellano, Francés e Italiano. Como profesor siempre se destacó por la puntualidad en las clases y el buen trato con los discípulos. Su actitud docente nunca fue motivo de vanagloria ni de ejercer algún dominio sobre los alumnos. Su porte reservado inspiraba respeto pero también una franca cordia-lidad para el diálogo y la acogida. Quienes asistimos a sus clases o pasamos por sus exámenes siempre lo recordaremos como el hermano que quiso dar buenas oportunidades; dicho con otras palabras, siem-pre quiso “ayudar” a los Formandos. Durante más de un decenio de docencia se granjeó la amistad de muchos hermanos.Su puntualidad se manifestaba no solo en las clases, sino también en el coro (al que no faltaba nunca; me estoy refiriendo a la oración de la Liturgia de las Horas), en la misa y en cualquier oficio religioso que le tocaba celebrar. Esto con especial fruición de las comunidades religio-sas, a las que tenía que acudir como capellán.

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Pocas casas lo tuvieron por morador: San Antonio de Padua, Bs. As. y La Plata. Fue Guardián por un corto período de tiempo de San Anto-nio de Padua; ya que antes del trienio, presentó la renuncia, que le fue aceptada.Casi nunca tomó vacaciones, excepto en sus primeros años de docen-cia, en que acudía por unos días a San Antonio de Arredondo. ¿Será porque nunca quiso sustraerse a la obediencia? No asistió a ningún Capitulo provincial ni de iure ni como delegado. Siempre esperaba pacientemente el resultado de la tabla capitular. Casi habitualmente oficiaba de segundo; ya sea como Vicario conventual o parroquial; dispuesto atender el confesionario, el despacho parroquial, un responso o cuanto oficio le encomendaren los Superiores. Su aura sig-nada por su hábito sandalias y el tintineo de la corona indicaba su pre-sencia cercana, paciente, acogedora, y por veces no exenta de gracejos.Los áureos jubileos de su vida religiosa y sacerdotal, acaecidos el 2 de febrero de 1989, y el 21 de diciembre de 1996, respectivamente prefirió celebrarlos en el hondón de su vida interior. Y así, siendo morador de la casa Nstra Sra. de la Asunción de La Plata, falleció silenciosamente como había vivido, el 16 de diciembre de 1997.¡P. Herrero, goza en la paz y la alegría del Señor!

Fr. Eduardo Zatti

~ DICIEMBRE 17 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor: 1716 FRAY ANTONIO AREDES: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1747 FRAY JOSÉ SÁNCHEZ: Sacerdote. Falleció en la Doctrina de San-tiago Sánchez.

1766 FRAY VICENTE MEDINA: Sacerdote. Definidor. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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1802 FRAY ANTONIO RUIZ: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1932 FRAY FRANCISCO SOLANO ARIAS: Sacerdote. Natural de la cuidad y diócesis de la provincia de La Rioja. Por su condiciones perso-nales, espíritu de buen franciscano y don de gentes se granjeó el afecto y respeto de cuantos lo conocieron y trataron. Falleció en el convento de Buenos Aires, a los 60 años de edad, 39 de profesión religiosa y 36 de sacerdote. Era morador del convento de La Rioja.

1944: FRAY RAFAEL GOBELLI: Falleció en el Convento San Diego de Salta. Benemérito y ejemplar religioso, de austera y venerable figura patriar-cal que durante su larga existencia de 82 años recorrió en giras misio-neras y apostólicas las comarcas del norte Argentino. Fue un verdade-ro apóstol franciscano de Paz y de Bien. Siendo Prefecto de Misiones fundó escuelas y capillas; entre sus obras figuran también el Colegio Santa Rosa de Viterbo de Salta; a él también deben su fundación varias instituciones de beneficencia, como: “La Pía Unión de San Antonio” y el asilo “San Antonio Pan de los Pobres.”

1972 FRAY DOMINGO ARRIAGA BENGOECHEA 408: Nacido en Bus-turia (Vizcaya) el 3 de agosto de 1884. Cargado de años y de méritos tocó puerto final a la avanzada edad de 88 años en el convento de Mon-tevideo. Nos dejó en vísperas de Navidad, como para irse de prisa a celebrar jubiloso su propio natalicio junto con el Divino Niño. Nuestro buen hermano, Domingo Arriaga (Txomin, como cariñosa-mente se le llamaba) había navegado en sus años mozos por los mares del Cantábrico antes de entrar en la vida religiosa. Pasó los primeros años de religioso en el Ecuador, y más tarde le en-contramos en Montevideo (Uruguay) entregado a los servicios de Co-lector y Portero de la Comisaria de Tierra Santa, todavía dependiente


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directamente de la Custodia de Tierra Santa. Y aquí transcurrieron los restantes años de su larga existencia, con algunas salidas para visitar los Santos Lugares, y de paso, su Patria chica, que le vio nacer. Cuando le conocimos en las postrimerías de su vida, daba la sensación de en-contrarse con un hombre hecho como de raíces de los robles de la tierra vasca, con reminiscencias aún de la fuerte personalidad de un “lobo de mar”, medio abatido ya por los achaques de la vejez. Un modelo ideal para un cuadro de Zurbarán, con facciones de asceta y el cuerpo doblegado al paso de los años, que encontraba ahora en la oración y en la intimidad del Sagrario, donde pasaba largas horas, la paz y quietud interior, al margen de todo lo que pudiera ocurrir en su derredor.

~ DICIEMBRE 18 ~

En este día fallecieron: 1736 FRAY JUAN DE ARREGUI: Sacerdote. Ex Ministro provincial. Gobernó la Provincia en los períodos de 1701-1705 y de 1714 -1718. Visitador general y Presidente de Capitulo en 1727. Falleció en Buenos Aires siendo Obispo diocesano de la Metrópoli, el 19 de diciembre de 1736, con poco más de 80 años de edad. Era hermano carnal de Fray Gabriel Arregui, que fue Obispo del Cuz-co, Perú. “Clemente XII lo nombró Obispo el 22 de noviembre de 1730 y tomó posesión de la Diócesis el 16 de abril del año siguiente. Re-cién el 25 de enero de 1733 fue consagrado Obispo en Paraguay, por el Obispo franciscano de Asunción, Fray José de Palos. Se vivían para entonces años difíciles a causa de la rebelión de los Comuneros, movi-miento que impulsaba la emancipación del dominio español y con el cual Arregui simpatizaba. Por esta razón Fray Arregui tuvo un papel importante durante el tiem-po en que vivió en Asunción. Y cuando quiso emprender su viaje de re-greso a Buenos Aires ambos Cabildos -el eclesiástico y el civil- lo convo-caron nuevamente a Asunción y lo eligieron Gobernador del Paraguay . Estos hechos le significaron una serie de dificultades y la desconfianza de las autoridades civiles. Fue denunciado en Lima y en Madrid, con-

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vocado primero por el virrey del Perú el año 1734 y luego por el rey de España en febrero de 1735. En ambos casos respondió por escrito, manifestando la imposibilidad de realizar estos viajes debido a su edad avanzada, sus problemas de salud y la falta de recursos. En la siguiente carta al rey, le presentó su renuncia, pero esta no fue aceptada. El último tiempo de su vida lo dedicó especialmente en adelantar los trabajos del Templo de Nuestra Señora de Luján, pero no llegó a ver la obra termi-nada 409”. Sus restos y los de su hermano se conservan en un Mausoleo existente en nuestra Basílica de Buenos Aires, entrando hacia la derecha, pues ambos costearon en los comienzos del siglo XVIII la construcción del actual edificio del templo, que fue incendiado el 15 de junio de 1955.

1911 FRAY PABLO SALAS: Sacerdote. Natural de Santiago de Chile. Falleció en el convento de Mendoza, a los 82 años de edad, 26 de pro-fesión religiosa y 24 de sacerdote. Ingresó a la Orden siendo abogado de profesión; excelente persona, siendo en el siglo ejemplo de honradez y modelo de ferviente cristiano. Religioso ejemplar, se destacó por su aquilatada obediencia, humildad y mortificación, sencillez y piedad. Celoso e incansable en el ejercicio del sagrado ministerio, particular en la asidua atención del confesiona-rio, supo entrar en el alma del pueblo mendocino que lo estimo mu-chísimo.

~ DICIEMBRE 19 ~

En este día fallecieron: 1736 FRAY JUAN DE ARREGUI: Sacerdote. Falleció en Buenos Aires.

1756 FRAY TOLOMEO NANIZ: Hermano laico. Falleció en el conven-to de la Recolección del Pilar de Buenos Aires.

409 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Aires (2012), pp. 292-293.

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1831 FRAY JUAN AYALA: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

2010 FRAY GERARDO FRANCISCO GONNET: Nació en una colonia cercana a Gdor. Crespo, Santa Fe el 24 de julio de 1937. Ingresó de niño al Colegio Seráfico en San Lorenzo e hizo su primera Profesión el 10 de marzo de 1955. Emitió la Profesión Solemne el 3 de agosto de 1958 y fue ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1960. Tras una primera experiencia pastoral en San Lorenzo, continuó su apostolado alternadamente entre Gdor. Crespo y especialmente en la diócesis de Formosa: Clorinda, Laguna Blanca y Laishí, dedicándose con empeño a la pastoral rural. Fue párroco en estas localidades, y, finalmente el último párroco franciscano de la Catedral de Formosa. Pasó sus últimos años en la casa San Francisco en Formosa, aqueja-do por una dolorosa enfermedad que sobrellevó pacientemente hasta su fallecimiento ocurrido dos días después de celebrar, penosamente, pero con mucho gozo, sus bodas de platas sacerdotales. Muy exigente consigo mismo, supo ser benigno con todos.

~ DICIEMBRE 20 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor: 1724 FRAY GABRIEL ARREGUI: Sacerdote. Ex Ministro provincial (1695-1698), Comisario general en el Perú. Falleció siendo Obispo dio-cesano del Cuzco. Era hermano carnal del Fray Juan Arregui, confor-me se dijo el 18 de este mes al recordatorio a este.

1734 FRAY LUIS PINTO: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1750 FRAY DOMINGO ZARCO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

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1775 FRAY BERNARDO SÁNCHEZ 410: Sacerdote. Falleció en la Doc-trina de Caazapá, Paraguay.

1810 FRAY PEDRO JOSÉ SÚLLIVAN: Sacerdote. Ex lector jubilado, graduado en la Universidad de Córdoba donde fue catedrático y can-celario. Fue Ministro provincial de la Provincia de Asunción del Para-guay (1803-1806). Apartado de Buenos Aires por la Junta de Gobierno de 1810, y agobia-do por esas circunstancias y por los muchos trabajos emprendidos en su vida murió en el Convento San Carlos a los 6 meses de su llegada. “Natural de Buenos Aires. Fue elegido en el Capítulo celebrado en la Recolección Buenos Aires. En su primera Circular expuso su progra-ma de gobierno en base a la observancia de la ley, de la Regla y de las Constituciones Generales de la Orden. En la Circular del 12 de diciem-bre de 1803 trató la elección del Papa Pío VII, ordenando las preces en acción de gracias; en la del 7 de abril de 1804 anunció el fallecimiento de Monseñor Fray José Antonio de San Alberto, ordenando los sufra-gios prometidos, y en la del 27 de junio de 1804 comunicó unas con-sultas del Comisario General de las Indias a la Santa Sede, referentes a privilegios de los misioneros franciscanos en América” 411.

1930 FRAY IGNACIO MARTÍ: Vio la luz en Barcelona. Vistió el hábito a los 19 años y a los 24 recibió el Presbiterado. Largos años de su apos-tólica vida transcurrieron en Corrientes donde fue Guardián y trabajó con celo y tesón. Fue el organizador de la coronación de la Virgen de Itatí. Falleció a los 80 años en La Merced.

1964 FRAY BERARDO LUCIANO RÍOS: Sacerdote. Natural de Capi-lla de Luján, Departamento de San Justo, arquidiócesis y provincia de Córdoba. Falleció en el Hospital Privado de la ciudad de Córdoba, a


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los 62 años de edad, 54 de profesión religiosa y 45 de sacerdote. Era miembro de La Fraternidad del convento de Mendoza. Dotado de excelentes cualidades morales e intelectuales, simpatía, bondad, cultura y dinamismo que hicieron de su persona un espíritu selecto, que le granjearon la estima y admiración de numerosos amigos, y su asidua dedicación al confesionario, el reconocido agradecimiento de cuantos se acercaron a él en busca de paz interior y sabia dirección espiritual. Poseía el don de la oratoria, fue predicador y misionero, co-laborando con el Padre Liqueno en la tarea pastoral de evangelización y en el quehacer periodístico. Definidor en dos períodos; Secretario provincial; primer Guardián del convento de San Antonio de Padua, director del Colegio San Buenaventura de Córdoba y Guardián del convento de Mendoza. Afectado por una dolorosa y larga enferme-dad, se valió de la misma para dar un ejemplo acabado de resignación, paciencia y conformidad a la voluntad de Dios.

1965 FRAY SALVADOR MICHELENA LEZCANO 412: Nació en el Ca-serío de ETXEBELTS, Zarautz, el 18 de enero de 1919. Era el 20 de di-ciembre de 1965, cuando frisaba en los 46 de edad. Su memoria queda también como una estrella rutilante en el cielo de la Custodia del Para-guay. Goian Bego! Fue uno de los grandes que pasaron por la puerta ancha de la Custodia del Paraguay. Pocos como él pudieron realizarse, ni llegar a la altura que llegó en tan cortos años de su existencia, luchando y triunfando, realmente, en buena lid. Salvador fue el último de la dinastía entre los varones que fue llamado por el Señor al sacerdocio. Dirigió sus pasos adolescentes al Colegio Seráfico en septiembre de 1930. Vistió la librea franciscana el 4 de agos-to de 1935. Profesó el 5 de agosto de 1936, a los veinte días de haberse iniciado la Guerra Civil española. Fue ordenado de sacerdote en Aránzazu el 28 de diciembre de 1943.


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Dios le dotó de unas cualidades maravillosas que le hicieron triunfar en toda línea: una voz bien timbrada de tenor que la usaba con gracia y soltura, un talento vivaz y crítico que encontró su más viva expresión en su talante de gran estilista “euskérico”, por la mucha sensibilidad y el lenguaje escogido de gran fuerza expresiva que plasmó en sus escri-tos tanto en prosa como en verso. Inició su sacerdocio en el convento de La Aguilera y lo fue fortalecien-do en San Sebastián donde permaneció durante nueve años. Durante el tiempo que pasó aquí junto con sus afanes pastorales, escribió va-rias obras en euskera, tales como Arantzazu, Euskal Sinismenaren Poema, Ama-Semeak Arantzazuko Kondairan. Es también de esta época el cua-derno de Ogei Kanta Arantzazuko. Su espíritu inquieto y el celo de las almas que bullía en su interior, le movió a lanzarse a recorrer nuevos mundos, en el plan de anunciar con más vehemencia a Cristo y su mensaje del Reino. Interpretando esos anhelos fue destinado a nuestro convento-Parroquia de Montevi-deo, una de las más destacadas de la Capital uruguaya, a donde arribó a fines de 1954. Todavía lleno de energías y en plena forma, supuso como un regalo valiosísimo que hizo la Provincia a la Custodia del Pa-raguay, y una ayuda invalorable para la Parroquia de Tierra Santa. Se dedicó aquí a conquistar numerosos púlpitos tanto de la Capital como del interior del país con su palabra persuasiva y la profundidad de su doctrina, desmenuzándola para hacerse entender por la gente sencilla, al igual que la culta y destacada. Era de admirar su afán por la juventud de la Parroquia. y así organiza-ba retiros, encuentros, campamentos y otras mil formas de estar cerca de ellos para ir haciéndolos auténticos hombres de Iglesia. Aprovechaba también sus ratos de ocio en cultivar sus aficiones lite-rarias depurado escritor euskeldún. Aquí le sorprendió, el que esto escribe, componiendo la última fase de su libro Unamuno ta abendast, que vio la luz en 1956. También es de su autoría otra producción suya: Arraun ta Amets. No se contentaba con ceñirse a los límites geográficos del Uruguay. Le encontramos en los meses de agosto y septiembre de 1957 predicando Misiones populares en Bolivia.

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Antes visitó también el Paraguay, como cabeza de la Custodia, pero más bien en plan descanso y de terapia. Tres años duró su estadía en la Custodia del Paraguay, hasta que fue des-tinado a Cuba en noviembre de 1958. Hay todavía otra etapa rica en el apostolado del P. Salvador. Su celo misionero, lejos de mermarse, se fue acrecentando más y más. Desde su nuevo destino, fue a trabajar en el equi-po franciscano de misioneros, que recorrieron varios países de la América Central y Meridional, con notable suceso y actuaciones destacadísimas. Terminado este ciclo de Misiones populares, se resintió algo su natu-raleza, no tan robusta, si se quiere, y optó por retirarse a la Provincia, no en plan de entrega sino de descanso y de retomar nuevas energías y ensayar otra clase de apostolado. En 1963, fue destinado a Suiza, para trabajar cerca de los obreros emigrantes españoles en calidad de Cape-llán. Dos años más duró en esta dura y meritoria misión, hasta que a las puertas de Navidad de 1965, tuvo que doblegarse ante el enemigo mortal que le acechaba solapadamente.

~ DICIEMBRE 21 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos que en este día fallecieron: 1753 FRAY ALEJANDRO SOLER: Sacerdote. Falleció en el convento Recoleto de Catamarca.

1826 FRAY MIGUEL BANDERA: Hermano laico. Falleció en el con-vento de Córdoba.

1864 FRAY HILARIO AYLLÓN: Hermano laico. Falleció en el conven-to de Santiago del Estero.

1943 FRAY JOSÉ H. SALADO: Sacerdote. Natural de La Puerta, De-partamento de Ambato, diócesis y provincia de Catamarca. Falleció en el convento de San Pedro de Alcántara de Catamarca, a los 88 años de edad, 64 de profesión religiosa y 59 de sacerdote.

748


Era el decano de la Provincia y el último sobreviviente de una gene-ración de Frailes ilustres, formados bajo la disciplina austera del con-vento de Catamarca, en la segunda mitad del siglo XIX. Fue discípulo del Padre Esquiú. Sencillo en sus palabras y modales, austero en sus costumbres, era un verdadero hijo de San Francisco que predicaba con el ejemplo de sus virtudes y enseñaba con su palabra henchida de celo sacerdotal y de piadosa unción. Misionero por vocación y abnegado por temperamento, recorrió numerosos pueblos de su provincia natal, La Rioja y Santiago del Estero. Por muchísimos años quedó flotando en el corazón de los fieles de la campaña sus enseñanzas sencillas y fervo-rosas, que se sentían edificados con el ejemplo de una vida intachable. La precaria salud y suma pobreza del común de la gente que evange-lizaba movieron su corazón compasivo y celo religioso al estudio de la medicina y de las propiedades curativas de las hierbas medicinales. Se hizo famoso por sus curaciones acertadas, con métodos por demás sencillos y familiares, en los que, a decir de un facultativo catamarque-ño, “parecían obrar más las virtudes y la fe del compasivo samaritano que la eficacia de los medicamentos”… Escribió un libro sobre rece-tas medicinales para diversas enfermedades que fue suficiente divul-gado en el pueblo catamarqueño. Activo y laborioso tenía horror a la ociosidad, dedicándose asiduamente al estudio, a la música, lenguas, etc. Fue Secretario de visita del Padre Reynoso; en diversas épocas y conventos desempeñó los oficios de maestro de novicios, director de escuela, profesor de latín, dejando en todas partes la fama de sus vir-tudes. El venerable Padre Fray Antonio de Jesús Lobo, el último de sus discípulos, que siempre lo recordaba con admiración y gratitud, y contaba muchas anécdotas del Padre José Honorio Salado, señalaba en sus apuntes que “fue para nuestra Provincia y para Catamarca todo un personaje de las Florecillas” […] In senectute bona et venerabili.

�� FRAY FORTUNATO MARCHI: Sacerdote. Memoria de su fa-llecimiento. Fue del grupo fundador del Convento La Merced. Pasó luego al de San Carlos y regresó a Italia. Falleció en fecha no determinada.

749


~ DICIEMBRE 22 ~

En este día fallecieron: 1682 FRAY TOMÁS FERREYRA: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

1774 FRAY LUIS OJEDA: Sacerdote. Falleció en Villa Rica, Paraguay.

1787 FRAY MOISÉS GONZÁLEZ: Sacerdote. Falleció en Montevideo, Uruguay.

1790 FRAY PEDRO PEÑALBA: Sacerdote. Falleció en el convento de la Recolección del Paraguay.

~ DICIEMBRE 23 ~

En este día fallecieron: 1783 FRAY FRANCISCO JAVIER MONS: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1814 FRAY SALVADOR CENTURIÓN: Sacerdote. Lector. Falleció en Paraguay.

1820 FRAY FRANCISCO FALLO: Hermano laico. Falleció en el con-vento Recoleto de Catamarca.

1891 FRAY RUFINO PAGLIARI: Sacerdote y misionero esforzado. Fa-lleció en el Convento San Francisco Solano de Río Cuarto.

750


~ DICIEMBRE 24 ~

En este día fallecieron: 1614 FRAY FERNANDO DE TREJO Y SANABRIA: Obispo. Nació en 1554 en Paraguay. Visitando su diócesis del Tucumán, falleció santa-mente en el Señor, a los 60 años de edad. Vistió el habitó franciscano en Lima. Ilustre fundador de la Universi-dad de Córdoba. En 1594, fue consagrado Obispo del Tucumán, en la ciudad de Tucumán. Celebró tres sínodos en su Obispado el primero en 1597 - el segundo en 1606 y el tercero en 1607. En 1609 fundó en San-tiago del Estero el Seminario Conciliar el que, al trasladarse a Córdoba, la se de la diócesis en 1699, fue también trasladado y se conserva hoy con el título de Ntra. Sra. de Loreto. El 2 de julio de 1613 fundó en Cór-doba el Monasterio de Santa Catalina y en el año 1614 la Universidad de Córdoba.

~ DICIEMBRE 25 ~En este día fallecieron: 1775 FRAY GABRIEL DUARTE 413: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1778 FRAY JACINTO FUENTES: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1870 FRAY BERNABÉ MOYANO: Sacerdote. Falleció en el convento de Córdoba.

~ DICIEMBRE 26 ~

En este día fallecieron: 1787 FRAY PRUDENCIO CORONEL: Sacerdote. Falleció en Paraguay.


751


1808 FRAY SILVESTRE GUTIÉRREZ: Hermano laico. Falleció en el convento de Corrientes.

1814 FRAY FRANCISCO DE LOS DOLORES: Hermano laico. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1981 VICTORIO MAROLLA: Hermano donado. Falleció en el Hospital Tránsito Cáceres de Allen de la ciudad de Córdoba. Antiguo religioso de nuestra Provincia. Abandonó este estado y se que-dó, primeramente, en el convento de Buenos Aires, y después, por es-pacio de 25 años, prestó humildes servicios en el convento de Córdoba.

�� FRAY JOSÉ ADRIÁN ROBLES: Memoria de su fallecimiento. Natural de Buenos Aires y fallecido en fecha no determinada.

~ DICIEMBRE 27 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos:1753 FRAY JUAN SANTOS ITURRIAGA: Hermano laico. Falleció en el convento de Corrientes.

1821 FRAY FRANCISCO JAVIER CARBALLO: Sacerdote. Ex Ministro provincial (1810). Falleció en el convento de Buenos Aires. “Natural de Buenos Aires, lector jubilado y examinador sinodal de va-rios obispados, fue elegido en el convento de Buenos Aires en el Ca-pítulo presidido por el Visitador Gral. Fray Pantaleón García, el 25 de mayo. En su primera circular del 4 de junio exhortó a los religiosos a que se abstuvieran de hablar en contra del nuevo gobierno, antes bien que pidan a Dios por su acierto y buen orden. Pero la Junta declaró nulo el Capítulo y la comunidad se reunió para elegir nuevo Ministro Provincial, oficio que recayó sobre Fray Pedro Nolasco Montero, quien también fue depuesto por decreto de las autoridades civiles” 414.

414 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz F. Facciano, Provincia de la

752


1908 FRAY AURELIO LUBISI: Nació cerca de Lucca, Italia. A los 51 años regresó a Italia, donde fue secretario del Ministro general. El Se-ñor lo llamó a los 80 años. Ingresó a la Orden a los 17 años, y, ordenado In Sacris a los 23 años. Fue destinado a la predicación con buenos frutos, pero sintiendo la vo-cación misionera, llegó a nuestro país donde trabajó durante 19 años. Fue un hombre de clara inteligencia y ocupó los oficios de Guardián y Comisario General de Misiones.

1926 FRAY BENITO PÉREZ: Sacerdote. Natural de la ciudad y Arqui-diócesis de Córdoba. Falleció en el convento de Córdoba, a los 74 años de edad, 55 de profesión religiosa y 50 de sacerdote. Hombre serio, recogido y estudioso. Tuvo el porte de hombre justo, de religioso austero, del sacerdote abnegado que consagró toda su vida al desempeño del sagrado ministerio. A su vasta preparación que la granjearon la admiración y estimación tanto de sus hermanos como de cuantos lo trataron, se unió un buen caudal de prudencia que adquirió en los largos años de Superior, ya a nivel local, ya a nivel provincial descansó sobre sus espaldas. Su profunda humildad e ingenua mo-destia se vieron constantemente mortificadas por los altos puestos y honrosas comisiones que la Orden y la Iglesia le encomendaron. Fue Visitador general de la Provincia en 1893, y en la de la Sma. Trinidad de Chile en 1914; Vicario provincial en 1905/06; Ministro provincial des-de 1913-1918, Guardián del convento de Córdoba por varios períodos, maestro de novicios y estudiantes. Fue el diestro formador de toda una generación de religiosos que hicieron honor a la Provincia. Compe-tente profesor en ciencias sociológicas y sagradas, ayudó eficazmente a Mons. Zenón Bustos en la organización y reformas de los estudios en el mismo convento de Córdoba. Lector jubilado. Por decreto de la Sagrada Congregación de Ritos, fue instituido Visitador Apostólico de las Hermanas Franciscanas de la Caridad y de las Adoratrices, ofi-cio que desempeñó con aplausos de la misma Sagrada Congregación.

Asunción. 1. Memoria de sus frailes 1612-2012. Ediciones Castañeda, Buenos Ai-res (2012), pp. 98-99.

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“Fue designado por el Definitorio General en Roma y posteriormente tomó posesión del cargo en el Capítulo celebrado en Buenos Aires el 11 de setiembre. En el año 1917 no se realizaron las reuniones semestrales ordinarias del Definitorio, la última Circular del Provincial, del 31 de diciembre de ese año, ordenó que se enviaran las Disposiciones de los conventos a Córdoba, donde el Visitador y el Definitorio se reunirían, el 4 de febrero de 1918, para estudiar los asuntos que iban a tratarse en el Capítulo de Buenos Aires del mes siguiente” 415.

1946 FRAY BUENAVENTURA BONOMO: Hermano laico. Natural de Lentiai, Italia. Falleció en el Hospital Rawson de Buenos Aires, a los 40 años de edad, y 20 de vida religiosa. De carácter pacífico y humilde, se mostraba atento, respetuoso, ser-vicial; particularmente creativo con los hermanos enfermos. Trataba de ser siempre útil y agradecido a la Orden. Eficiente colaborador del Padre Gómez en trabajos de arqueología. Era morador del convento de La Rioja.

~ DICIEMBRE 28 ~

Tengamos presente ante el Señor a los hermanos: 1769 FRAY PEDRO GALLEGO 416: Sacerdote. Falleció en Paraguay.

1802 FRAY ANTONIO BEJARANO: Hermano laico. Falleció en el con-vento de San Pedro Regalado de Buenos Aires, perteneciente a los Re-coletos.

415 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 480.416 Necrología Paraguaya de Fray Antonio de Jesús Lobo, en Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Buenos Aires (1937), p. 217.

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1891 FRAY RAFAEL MANUEL GÓMEZ: Hermano estudiante. Falleció en el convento de Catamarca.

1966 FRAY LUIS CÓRDOBA:

Sacerdote. Natural de Ancasti, diócesis y provincia de Catamarca. Fa-lleció en el convento de San Pedro de Alcántara de la ciudad de Cata-marca, In senectute bona et venerabili, a los 89 años de edad, 71 de profe-sión religiosa y 66 de sacerdote. Sencillo y jovial, comunicativo y emprendedor, dinámico, modesto y caritativo fueron algunas de las virtudes y cualidades que adornaban su alma de buen religioso y celoso sacerdote franciscano. Inteligente, enseñó con la pluma, predicó con la palabra, pero de una manera so-bresaliente predicó con el argumento irrebatible del ejemplo. Fue siem-pre hombre de apostolado y de consejo. El pulpito, el confesionario, la cátedra, la tribuna, el libro, la revista, el periódico, fueron recogiendo y difundiendo en el lapso de una muy larga vida, las nobles palpitacio-nes de un corazón pródigo de caridad y las irradiaciones de un cerebro cuidadosamente cultivado en las disciplinas científicas. De prodigiosa memoria. Numerosos trabajos suyos fueron publicados. Sus preclaras dotes movieron a los superiores encomendarle cargos de responsabi-lidad. Luego de ejercer como maestro de postulantes y novicios, fue Guardián por repetidas veces de los conventos de Catamarca, Mendo-za y Corrientes. Definidor provincial; Ministro provincial en dos pe-ríodos: 1913-1921 y 1940-1943. Delegado general y Visitador en Chile. Vice-postulador de la Causa de Beatificación de Fray Mamerto Esquiú por la que trabajó con dedicación y por muchos años. “(1913-1921): fue elegido en el Capítulo celebrado en Buenos Aires. En octubre de 1921, en el tercer Congreso Nacional Terciario Franciscano,

755


el Ministro Provincial manifestó su anhelo de introducir la Causa de Beatificación del Siervo de Dios Fray Mamerto Esquiú. La propues-ta fue presentada y aprobada por el Definitorio Provincial reunido en Catamarca, en diciembre de ese año. En mayo de 1923, el Definitorio aceptó la parroquia ofrecida por el Obispado de la Plata y la Comisaría General de Tierra Santa de Asunción del Paraguay, nombrando como superior a Fray Bottaro” 417. “(1940-1943): Fue reelegido en el Capítulo Provincial celebrado en el convento de Buenos Aires. En su primera Circular del 30 de mayo, exhortó a los frailes a vivir la caridad, a vivir en Dios y para Dios, con la indispensable ayuda de la oración; a trabajar fiel y devotamente y a dedicarse al cuidado y a la educación de los estudiantes, coristas, novicios y postulantes; que los maestros y profesores se consagren a la formación moral e intelectual de los jóvenes y los niños. De acuerdo a los informes elevados por la Provincia, el Ministro General envió, con fecha 23 de abril de 1940, las recomendaciones destinadas a garantizar la mejor observancia de los votos religiosos y a reafirmar la disciplina regular donde estuviese resentida” 418.

~ DICIEMBRE 29 ~

Tengamos presente hoy ante el Señor a los hermanos: 1759 FRAY CARLOS ROMEO: Sacerdote. Falleció en el convento de la Recolección de Buenos Aires.

1762 FRAY FRANCISCO TOSCANO: Hermano laico. Falleció en el convento de Santa Fe.

417 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, pp. 109-110.418 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 111.

756


1798 FRAY JUAN NAVARRO: Sacerdote. Ex Definidor. Falleció en el convento de Santa Fe.

1825 FRAY MIGUEL DEL PINTO: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1871 FRAY MARCELINO CORDERO: Sacerdote. Falleció en el con-vento de Catamarca.

1890 FRAY ANTONIO MARÍA ALDECOA: Sacerdote. Falleció en el convento de Buenos Aires.

1955 FRAY LEONARDO ÁNGEL BIANCHI: Sacerdote. Nació en Bue-nos Aires. Falleció repentinamente a los 66 años en el Convento San Carlos. Ingresó a los 11 años al Colegio Histórico. Allí estudió y se or-denó sacerdote. Fue misionero en Laishi, Director de la Escuela San Carlos y en 1930 Secretario de la Comisaría. Moró en San Martín Norte y fue párroco en Santa Rosa de Calchines y Quitilipi.

1956 FRAY JOSÉ MARÍA ALECHA: Hermano laico. Natural de Abai-gar, diócesis de Pamplona, España. Falleció en el convento de Córdo-ba, a los 64 años de edad y 38 de profesión religiosa. Religioso de vida austera y ejemplar, santificada día a día por el trabajo corporal. Siempre atento, servicial y caritativo. Durante 27 años se desem-peñó como Sacristán de la Basílica de Buenos Aires con general benepláci-to de los religiosos y de los fieles. Pero en la vida de Fray José María, como se lo sabía llamar, hubo una característica muy sencilla y muy elocuente y destacada a la vez, y era la de hablar siempre bien de los hermanos, tra-tando destacar las buenas cualidades de los demás, con lo que daba buen ejemplo a todos y realizaba obra de provechoso apostolado, poniendo de manifiesto su acendrada caridad y humildad de corazón. En los últimos años de su vida de consagración a Dios y como prueba de gracia con que Dios suele purificar aún más las almas de sus fieles servidores antes de franquearle la gloria, Fray José María padeció lenta y penosa enfermedad que supo llevar con imperturbable tranquilidad de alma.

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~ DICIEMBRE 30 ~

En este día fallecieron: 1782 FRAY MATÍAS MARTÍNEZ: Sacerdote. Lector de Teología. Falle-ció en el convento de Buenos Aires.

1814 FRAY CORNELIO VACA: Sacerdote. Ex Guardián y Definidor. Falleció en el convento de Córdoba.

1836 FRAY ÁNGEL DÍAZ: Sacerdote. Murió con gran fama de santi-dad en el convento de Catamarca.

1844 FRAY VICENTE PÉREZ: Sacerdote. Predicador general. Falleció en el convento de Corrientes.

�� FRAY RAFAEL PEZZINI: Memoria de su fallecimiento. Natu-ral de Viareggio e hijo de la Provincia Reformada San José de Lucca. Fue Lector de Filosofía y Teología. Vino a misionar a los 33 años y lo hizo durante 19 años. Fue Colector de frailes y Prefecto de Misiones. Regresó a Italia donde falleció en fecha no determinada.

~ DICIEMBRE 31 ~

En este día fallecieron: 1559 FRAY JUAN DE CÓRDOBA 419: No conocemos antecedentes su-yos relacionados con sus progenitores, lugar de nacimiento, fechas de toma de hábito, profesión y estudios. Sabemos, sí, que nació en España el año 1559 y que era hijo de la Santa Provincia de Andalucía. “Trájole de España el santo Fray Alonso de San Buenaventura, escogido entre muchos”. Creemos que vino en la tercera y última remesa de religiosos

419 Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Bue-nos Aires (1937), pp. 111-114.

758


que trajo el expresado Padre Alonso, hada el año 1592-1594. Durante medio siglo catequizó, predicó y bautizó sendos millares de infieles; llevando así la luz del Evangelio y propagando la doctrina de Cristo, a costa de sudores, fatigas y privaciones, hasta a los más emboscados aduares y tolderías de las tribus indígenas del Paraguay. Transcurridos cinco años de su muerte (1648) el R. P. Visitador Comisionado Fr. Die-go de Mendoza y Madrid, a pedido de la ciudad de Asunción, ordenó abrir el sepulcro de este siervo de Dios, y en él hallaron gran parte de sus despojos disueltos en una especie de licor fragante, como en el caso del santo Padre Fray Luis de Bolaños. Otras reliquias, no disueltas en el expresado líquido, fueron repartidas entre el pueblo fiel, que las pidió exteriorizando sus sentimientos de devoción y veneración hacia este fiel servidor del Señor.

1592 FRAY JUAN PASCUAL DE RIVADENEYRA 420: Sacerdote.

1614 FRAY ALONSO DE LA TORRE 421: Sacerdote. Natural de Marche-na, hijo preclaro de la Provincia de Andalucía. Ex Custodio. Murió en el convento de Santiago del Estero, el Jueves Santo de 1614. Sintiendo bullir en su pecho la vocación para misionar en tierra de infieles, vino al Río de la Plata y Tucumán en la expedición del adelan-tado Juan Ortiz de Zárate, que se hizo a la vela en Sanlúcar de Barra-meda el 17 de octubre de 1572. Formaba parte de una remesa de 21 re-ligiosos, entre ellos los venerables Alonso de San Buenaventura y Luis de Bolaños. Desembarcó en el Paraguay en 1575. Fue Custodio en 1585, y en ese mismo año, en colaboración con Alonso de San Buenaventura y Luis Bolaños dio comienzo a la fundación del primer convento fran-ciscano de Asunción del Paraguay. En los años 1592/1593 era convento de Santiago del Estero, y desempeñaba todo oficio con celo encomia-ble. Religioso de acrisolada virtud, prelado modelo, ha dejado huellas luminosas en su paso por el Tucumán y Río de la Plata. Una aureola de

420 Cfr. Archivo Histórico del Convento de Buenos Aires. 421 Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Bue-nos Aires (1937), pp. 101-105.

759


santidad irradió sobre su límpida frente, y el don de milagros, en vida y después de muerto, es una de las gracias especiales con que le decoró el cielo. Recibió honorífica sepultura en el enterratorio del expresado convento de Santiago del Estero.

1634 FRAY NICOLÁS DE HOZ: Sacerdote. Ministro provincial (1633-1634). “Fue elegido el 19 de junio de 1633, en el Capítulo que se celebró en Santiago del Estero, por mandato del Comisario del Perú. De cami-no hacia Lima, murió en el convento de Potosí” 422. 1650 FRAY JUAN DE VERGARA: “Sacerdote. Ministro provincial. Pri-mer período: (1616-1620) Fue electo en el primer Capítulo de la Provin-cia de la Asunción, celebrado en el convento de Santiago del Estero el 30 de abril de 1616. Continuó la tarea que venía realizando desde su Vicariato en la organización nueva Provincia, ensanchando sus límites con nuevas doctrinas y conventos (el de Villarrica de Paraguay y el de San Juan Bautista en la rivera de Londres en Catamarca) y fundando el Noviciado Estudios de Gramática, Artes y Teología en el convento Cór-doba. Segundo período (1626-1629): Fue elegido en el Capítulo celebra-do en Córdoba. Continuó la evangelización en Uruguay, Paraguay y el Tucumán y recorrió personalmente todas las reducciones, enseñando y predicando a los indios en sus propios idiomas” 423. Falleció en Sevilla.

1792 FRAY RAFAEL IZQUIERDO: Hermano laico. Falleció en el con-vento Recoleto de Buenos Aires.

1795 FRAY JUAN ESCANILLA: Sacerdote. Falleció en el convento de Santa Fe.

422 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz B. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes (1612-2012), Editorial Castañeda. Buenos Ai-res (2012), p. 85.423 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz B. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes (1612-2012), Editorial Castañeda. Buenos Ai-res (2012), pp. 84-85. (Archivo Histórico del Convento San Francisco de Buenos Aires).

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�� FRAY LUIS GÁMEZ 424: “Fue hijo de la Provincia de Andalucía, y vino en una de las remesas de religiosos que trajo el P. Alonso de San Buenaventura, y desde su arribo al Paraguay, trabajó con admirable decisión y fervor en la conversión de los indios. Se le conocía con el renombre de Fray Luis, el obediente. Fue uno de los religiosos más celosos y estrictos en la guarda de la santa po-breza. Su oración se prolongaba por largas horas durante el día y la noche, y por eso su morada era siempre, o la reducción catequi-zando a los indios, o la Iglesia, en oración. Jamás le vieron ocioso. Mereció ser el segundo Cura Vicario de Itatí, que sucedió a su glorioso fundador, el venerable P. Bolaños. Murió como vivió, en la Doctrina de Itatí de las Corrientes, con aclamación de santo y hoy le lloran los indios y le veneran como si estuviera vivo”.

�� FRAY ALONSO GUERRERO: Sacerdote. “Ministro provincial (1646-1647). Fue elegido en el Capítulo celebrado en el conven-to de Santiago del Estero, el 27 de febrero de 1646. Falleció en el segundo año de su gobierno y fue sucedido por su vicario” 425.

�� FRAY PEDRO GUITIAN 426: Sacerdote. Rector de la Universi-dad de Córdoba.

�� FRAY PEDRO GUTIÉRREZ FLORES 427: Sacerdote. Ministro Provincial (1620-1624).

“Lector en Sagrada Teología. Fue nombrado en el Capítulo ce-lebrado en el convento de Córdoba. Estableció el noviciado y los Estudios Superiores en el convento de las Once Mil Vírge-nes de Buenos Aires” 428. Memoria de su fallecimiento.

424 Fray Santa Clara Córdoba Antonio, Los Franciscanos en el Paraguay, Bue-nos Aires (1937), pp. 119-121.425 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM, Beatriz B. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus frailes (1612-2012), Editorial Castañeda. Buenos Ai-res (2012), p. 86.426 Cfr. Archivo Histórico del Convento de Buenos Aires. 427 Cfr. Archivo Histórico del Convento de Buenos Aires. 428 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la

761


�� FRAY ALONSO DE VIQUE: Sacerdote. Ministro provincial, Primer período (1629-1633): “Fue designado en Córdoba, pero el Presidente del Capítulo Fray Martín Arostegui, de la Provin-cia de Charcas- no confirmó su elección por lo que Fray Vique se dirigió a España para apelar ante el Comisario de Indias, Fray Francisco de Ocaña”. Segundo período (1634-1636): “Lle-gó de España en 1634, luego de que fuera legitimada su de-signación en 1629, y asumió su oficio de Ministro Provincial cumpliendo su trienio en el ejercicio del mismo” 429. Noticia de su fallecimiento.

�� FRAY XIMENEZ PEDRO: Sacerdote. Ministro provincial (1640-1643). “Fue elegido en el Capítulo Provincial celebrado en el convento San Jorge de Córdoba” 430.

Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 84.429 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 85. (Archivo Histórico del Convento San Francisco de Buenos Aires).430 Cfr. Fray Jorge David Catalán OFM; Beatriz E. Facciano, Provincia de la Asunción. 1. Memoria de sus Frailes 1612-2012, Ediciones Castañeda, Buenos Aires, p. 85-86.

762

~ NOTAS ~

763

~ NOTAS ~

~ ÍNDICE ~

ENERO................................................................................................... 9

FEBRERO .............................................................................................. 87

MARZO ................................................................................................. 133

ABRIL ..................................................................................................... 185

MAYO .................................................................................................... 281

JUNIO .................................................................................................... 341

JULIO ..................................................................................................... 415

AGOSTO ................................................................................................ 467

SEPTIEMBRE ........................................................................................ 541

OCTUBRE ............................................................................................. 611

NOVIEMBRE ........................................................................................ 651

DICIEMBRE .......................................................................................... 711

17576

9

M E M O R I A DE LOS HERMANOS QUE NOS PRECEDIERON

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