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33 Estudios Atacameños N° 23 - 2002 Intercambio y uso ritual de fauna por Tiwanaku: Análisis de pelos y fibras de los conjuntos arqueológicos de Amaguaya, Bolivia JOSÉ M. CAPRILES F. 1 RESUMEN Se presentan los resultados del análisis zooarqueológico de dos conjuntos de artefactos Tiwanaku (400-1100 DC), procedentes de la localidad de Amaguaya, en Bolivia. Los conjuntos se componen de una importante cantidad de artefactos orgánicos (estuches, bolsas de cuero, textiles y fibras de lana). Mediante el análisis microscópico de pe- los y fibras provenientes de los artefactos y su compara- ción con muestras de colecciones de referencia, se logró la identificación de la totalidad de las muestras estudia- das. Se determinó que, con excepción del jaguar (Phantera onca), el resto de las pieles y fibras con que fueron elabo- rados los artefactos pertenecen a especies de distribución local. Los conjuntos de Amaguaya proporcionan impor- tante información acerca del ritual en Tiwanaku así como de las relaciones de intercambio e interacción generadas con la región de la Cordillera Oriental durante el Hori- zonte Medio. Palabras claves: Amaguaya, Bolivia – fauna – fibras – pelos – Tiwanaku – zooarqueología. ABSTRACT In this article I present the results of the zooarchaeological analysis of two archaeological sets of Tiwanaku (AD 400- 1100) artifacts from Amaguaya, Bolivia. These sets are formed by an important quantity of organic elements (e.g. cases and leather bags, textiles and wool fibers). The identification of the entirety of the studied samples was achieved through the microscopic analysis of the hairs and fibers of the archaeological samples and their comparison with samples derived from a reference faunal collection. Excluding the cases that were made with jaguar leather (Phantera onca), the rest of the artifacts were elaborated with skins and fibers of animal species with a local distribution. The Amaguaya sets provide important information about the relationships of exchange and interaction between Tiwanaku and the eastern cordilleran region of the Andes during the Middle Horizon. Key words: Amaguaya, Bolivia – fauna – fibers – hair – Tiwanaku – zooarchaeology. Recibido: enero 2003. Manuscrito revisado aceptado: mayo 2003. Introducción En las cercanías de la localidad de Amaguaya, provincia Larecaja, Departamento de La Paz, Bolivia, en 1998 fue hallado un conjunto de arte- factos arqueológicos (Figura 1). 2 El conjunto inicialmente fue asociado al Horizonte Medio (400-1100 DC) a partir de la presencia de dise- ños iconográficos antropomorfos de notoria seme- janza Tiwanaku, en al menos un fragmento de textil y una tableta ceremonial de madera, la cual, al parecer, conformaba el artefacto más importante del conjunto. Una serie de artefactos de diverso tipo complementaban el hallazgo, que, conside- rando sus particularidades y asociación, sugerían fuertemente una función ritual. Lo que más lla- mó la atención del hallazgo fue la buena conser- vación que presentaban los artefactos en su ge- neralidad, considerando que la mayoría de estos fueron manufacturados en materiales orgánicos. En este artículo se presenta una revaluación ge- neral de los resultados e interpretaciones ante- riormente elaboradas en dos artículos previamen- te publicados por el autor y la bióloga Lic. Eliana Flores (ver Capriles y Flores 2000a, 2000b) acer- ca de este importante hallazgo arqueológico. Ini- cialmente se caracterizará al conjunto arqueoló- gico de Amaguaya y en segundo lugar se pre- sentarán los resultados e inferencias del análisis microscópico realizado. Finalmente, se propon- drá una serie de interpretaciones con referencia al contexto arqueológico de Amaguaya y su re- lación con Tiwanaku. 1 Carrera de Arqueología, Universidad Mayor de San An- drés, Casilla 499, La Paz. Email: [email protected] 2 A principios de 1998 fue cuando la Dirección Nacional de Arqueología y Antropología (DINAAR) en La Paz recibió un importante conjunto de artefactos arqueológicos por parte del señor Fausto Pilco, residente de la localidad de Amaguaya. Según la información proporcionada por el se- ñor Pilco, el hallazgo del conjunto se produjo en un abrigo cercano a la mencionada población, mientras él se encon- traba buscando posibles vetas de minerales.

Intercambio y uso ritual de fauna por Tiwanaku: Análisis de pelos y fibras de los conjuntos arqueológicos de Amaguaya, Bolivia

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Se presentan los resultados del análisis zooarqueológicode dos conjuntos de artefactos Tiwanaku (400-1100 DC),procedentes de la localidad de Amaguaya, en Bolivia. Losconjuntos se componen de una importante cantidad deartefactos orgánicos (estuches, bolsas de cuero, textiles yfibras de lana). Mediante el análisis microscópico de pelosy fibras provenientes de los artefactos y su comparacióncon muestras de colecciones de referencia, se logróla identificación de la totalidad de las muestras estudiadas.Se determinó que, con excepción del jaguar (Phanteraonca), el resto de las pieles y fibras con que fueron elaboradoslos artefactos pertenecen a especies de distribuciónlocal. Los conjuntos de Amaguaya proporcionan importanteinformación acerca del ritual en Tiwanaku así comode las relaciones de intercambio e interacción generadascon la región de la Cordillera Oriental durante el HorizonteMedio

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  • INTERCAMBIO Y USO RITUAL DE FAUNA POR TIWANAKU: ANALISIS DE PELOS Y FIBRAS...

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    Estudios Atacameos N 23 - 2002

    Intercambio y uso ritual de fauna por Tiwanaku:Anlisis de pelos y fibras de los conjuntos arqueolgicos

    de Amaguaya, Bolivia

    JOS M. CAPRILES F.1

    RESUMEN

    Se presentan los resultados del anlisis zooarqueolgicode dos conjuntos de artefactos Tiwanaku (400-1100 DC),procedentes de la localidad de Amaguaya, en Bolivia. Losconjuntos se componen de una importante cantidad deartefactos orgnicos (estuches, bolsas de cuero, textiles yfibras de lana). Mediante el anlisis microscpico de pe-los y fibras provenientes de los artefactos y su compara-cin con muestras de colecciones de referencia, se logrla identificacin de la totalidad de las muestras estudia-das. Se determin que, con excepcin del jaguar (Phanteraonca), el resto de las pieles y fibras con que fueron elabo-rados los artefactos pertenecen a especies de distribucinlocal. Los conjuntos de Amaguaya proporcionan impor-tante informacin acerca del ritual en Tiwanaku as comode las relaciones de intercambio e interaccin generadascon la regin de la Cordillera Oriental durante el Hori-zonte Medio.

    Palabras claves: Amaguaya, Bolivia fauna fibras pelos Tiwanaku zooarqueologa.

    ABSTRACT

    In this article I present the results of the zooarchaeologicalanalysis of two archaeological sets of Tiwanaku (AD 400-1100) artifacts from Amaguaya, Bolivia. These sets areformed by an important quantity of organic elements (e.g.cases and leather bags, textiles and wool fibers). Theidentification of the entirety of the studied samples wasachieved through the microscopic analysis of the hairs andfibers of the archaeological samples and their comparisonwith samples derived from a reference faunal collection.Excluding the cases that were made with jaguar leather(Phantera onca), the rest of the artifacts were elaboratedwith skins and fibers of animal species with a localdistribution. The Amaguaya sets provide importantinformation about the relationships of exchange andinteraction between Tiwanaku and the eastern cordilleranregion of the Andes during the Middle Horizon.

    Key words: Amaguaya, Bolivia fauna fibers hair Tiwanaku zooarchaeology.

    Recibido: enero 2003. Manuscrito revisado aceptado: mayo 2003.

    Introduccin

    En las cercanas de la localidad de Amaguaya,provincia Larecaja, Departamento de La Paz,Bolivia, en 1998 fue hallado un conjunto de arte-factos arqueolgicos (Figura 1).2 El conjuntoinicialmente fue asociado al Horizonte Medio(400-1100 DC) a partir de la presencia de dise-os iconogrficos antropomorfos de notoria seme-janza Tiwanaku, en al menos un fragmento detextil y una tableta ceremonial de madera, la cual,al parecer, conformaba el artefacto ms importantedel conjunto. Una serie de artefactos de diversotipo complementaban el hallazgo, que, conside-rando sus particularidades y asociacin, sugeranfuertemente una funcin ritual. Lo que ms lla-m la atencin del hallazgo fue la buena conser-vacin que presentaban los artefactos en su ge-neralidad, considerando que la mayora de estosfueron manufacturados en materiales orgnicos.En este artculo se presenta una revaluacin ge-neral de los resultados e interpretaciones ante-riormente elaboradas en dos artculos previamen-te publicados por el autor y la biloga Lic. ElianaFlores (ver Capriles y Flores 2000a, 2000b) acer-ca de este importante hallazgo arqueolgico. Ini-cialmente se caracterizar al conjunto arqueol-gico de Amaguaya y en segundo lugar se pre-sentarn los resultados e inferencias del anlisismicroscpico realizado. Finalmente, se propon-dr una serie de interpretaciones con referenciaal contexto arqueolgico de Amaguaya y su re-lacin con Tiwanaku.

    1 Carrera de Arqueologa, Universidad Mayor de San An-drs, Casilla 499, La Paz. Email: [email protected]

    2 A principios de 1998 fue cuando la Direccin Nacional deArqueologa y Antropologa (DINAAR) en La Paz recibiun importante conjunto de artefactos arqueolgicos por partedel seor Fausto Pilco, residente de la localidad deAmaguaya. Segn la informacin proporcionada por el se-or Pilco, el hallazgo del conjunto se produjo en un abrigocercano a la mencionada poblacin, mientras l se encon-traba buscando posibles vetas de minerales.

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    Descripcin del conjunto arqueolgico deAmaguaya

    El conjunto arqueolgico de Amaguaya estabaconstituido por tres envolturas amorfas de cuerocurtido dispuestas una al lado de otra (cuyas di-mensiones variaban entre 27 y 50 cm por 15 a 10cm). Dada su forma es posible que hayan sidoempleadas para llevar flechas (a manera de carcajo aljabas) aunque esta suposicin todava requie-re mayor sustento. Estas tres envolturas acompa-aban a un paquete envuelto por una fibra de cor-teza vegetal que encerraba una serie de artefactosorgnicos que finalmente albergaban a pequeosobjetos orgnicos e inorgnicos posiblemente decarcter ritual o ceremonial (Figura 2).

    Una vez quitada la fibra de corteza vegetal, unacuerda a manera de honda de 114 cm de longitudamarraba a un estuche de cuero de 11 cm de lar-go por 4.5 cm de ancho, y que llevaba en su inte-rior una cuchara de hueso posiblemente decamlido de 17 cm de largo por 2.1 cm de anchoy 0.5 cm de espesor, finamente tallada con unarepresentacin ornitomorfa (posiblemente de unave rapaz) en la parte superior de su mango (verFigura 3a). Al lado del referido estuche se encon-

    traba un estuche de mayor tamao en cuyo inte-rior se hall una tableta ceremonial de madera,que posiblemente conform el artefacto ms im-portante del conjunto (Figura 4). Presenta las si-guientes dimensiones: 24.6 cm de largo por 9.1cm de ancho y 1.2 cm de espesor. Su forma eshiprbole en planta y levemente curvada en sec-cin. Est dividida en dos mitades, de las cualesla inferior se constituye por un espacio con unaconcavidad para depositar el alcaloide y la supe-rior por un apndice decorado con un complejodiseo iconogrfico. El diseo est grabado y ta-llado en bajo relieve con un motivo antropomorfoTiwanaku,3 a su vez decorado con incrustacionesde concha de mullu (Spondylus sp.), lapislzuli,malaquita, turquesa (cf. sodalita) y cobre (Rendn2000). Igualmente acompaando al estuche de latableta, se hall un fragmento de textil policromo

    Figura 1. Mapa de la regin Circumtiticaca donde se localizan Amaguaya y otros sitios arqueolgicoscontemporneos.

    3 El personaje antropomorfo est de perfil, mirando hacia arri-ba, tiene una protuberante nariz, de su boca sale una espe-cie de llama y encima de su cabeza carga un tocado tpica-mente Tiwanaku. En su mano derecha sostiene un cetroapoyado sobre una cabeza trofeo y en la mano izquierdacarga una cabeza trofeo que al parecer arrastra. Tiene larodilla izquierda apoyada en el piso y se yergue sobre unpedestal escalonado a manera de altar.

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    Figura 2. Primer conjunto arqueolgico de Amaguaya. Fotografa de Eduardo Pareja.

    Figura 3. Cuchara de hueso con iconografa Tiwanaku procedente de Amaguaya (anverso y reverso).Fotografas de Eduardo Pareja.

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    Figura 4. Tableta ceremonial de Amaguaya. Fotografa del autor.

    de 21 cm de largo por 11 cm de ancho, decoradocon un motivo antropomorfo Tiwanaku, envolvien-do a una bolsa textil de 30 cm de largo por 15 cmde ancho, decorada con diseos geomtricos igual-mente policromos. Ambos textiles fueron elabo-rados con tcnica de tapiz; sin embargo, la basede la bolsa textil al parecer fue tejida.

    Dentro de la bolsa textil se encontr un estuchede 26.5 cm de largo por 6 cm de ancho, manufac-turado en dos cueros, uno de los cuales llevabaflecos, aunque no contena ningn artefacto. Igual-mente al interior de la mencionada bolsa se halla-ba una serie de siete bolsas cnicas de tamaosdecrecientes y dispuestas una al interior de la otra.Cada bolsa contena en su interior adems de otrabolsa, artefactos de caractersticas muy particula-res posiblemente asociados a prcticas rituales yceremoniales.

    La primera bolsa (en orden de afuera hacia aden-tro) tena 22 cm de largo y su contenido era otrabolsa de 20 cm, en cuyo interior se encontraronotras cinco bolsas. La de mayor tamao meda 18cm de largo y contena una punta de proyectil

    ojival de 8.1 cm de largo con retoque bifacialcontinuo, elaborada en arenisca roja (con una pe-quea fractura en la punta) amarrada en su partemedial por un hilo de lana de fibra animal de co-lor azul verdoso junto con cuatro plumas y plu-mones de color verde (posiblemente pertenecien-tes a alguna especie de loro o picaflor) y con algu-nas fibras no hiladas de fibra animal y acompaa-da de un cristal de cuarzo translcido posiblemen-te pulido. La siguiente bolsa tena 15 cm de largoy contena una figurilla zoomorfa de 2.3 cm de lar-go elaborada en hueso y enrollada en su partemedial por un hilo de lana azul verdoso, una lascade obsidiana de 1.7 cm de largo posiblemente conretoque unifacial igualmente envuelta por un hilode lana del mismo color que el anterior artefacto,y finalmente un singular artefacto ltico de 2.1 cmde largo, de forma esfrica, color caf y superfi-cie pulida que estuvo rodeado por un conglome-rado de fibras no hiladas, un hilo de lana que nolo envolva y un plumn. La tercera bolsa tena6.5 cm de largo y llevaba en su interior un arte-facto ltico de 2.2 cm de largo, de forma esferoi-de, color negruzco, posiblemente tallado y puli-do, y acompaado por un conglomerado de fibra

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    animal no hilada y un hilo de lana que no lo en-volva. Este artefacto al parecer tena una formasimilar a la de un camlido. La penltima bolsatena alrededor de 4 cm de largo y estaba enrolla-da por un hilo de lana y en su interior se hall uncristal de cuarzo cristalino. La ltima bolsa tenaaproximadamente 6 cm de largo, llevaba en suinterior algn tipo de mineral (al parecer cuarzocristalino) molido y estaba enrollada por un hilode lana de fibra animal.4

    Investigaciones de campo en Amaguaya

    En junio de 1998, se desarroll el Proyecto Ar-queolgico Amaguaya, conjuntamente entre laDINAAR y el Cleveland Museum of Art (CMA).El principal objetivo del proyecto fue establecerel contexto arqueolgico y medioambiental delconjunto arqueolgico. Con este propsito se de-terminaron como objetivos de campo: 1) la loca-lizacin y relevamiento del abrigo donde se efec-tu el hallazgo; 2) reconocimientos de campo enel rea inmediatamente vecina al abrigo, y 3) laexcavacin de algunos pozos de sondeo que per-mitiesen precisar la cronologa y las caractersti-cas de los posibles asentamientos prehispnicosubicados en la regin.

    Los resultados del trabajo de campo de este pro-yecto todava se encuentran en anlisis. Sin em-bargo, algunos resultados concretos logrados per-mitieron establecer la ubicacin precisa y georrefe-renciada del abrigo donde se realiz el hallazgodel conjunto, gracias a las indicaciones del seorFausto Pilco. La recuperacin en el mismo abrigode una fibra trenzada de material orgnico y deun hilo de lana de color azul verdoso que conmucha probabilidad pertenecieron al conjunto pre-viamente descrito, permiti descartar la posibili-dad de que este haya provenido de otro sitio. Asi-mismo, es importante sealar que se comprobque el hallazgo no perteneca a un enterramientocomo inicialmente se pensaba. Esta hiptesis ini-cial surgi a partir de la comparacin del conjun-to con otro similar procedente de la localidad deNio Korn ubicada al norte de la regin de estu-dio, o de hallazgos de artefactos similares en el

    Norte Grande de Chile (ver Berenguer 2000; To-rres 1996).

    El abrigo fue ubicado en la parte media de unafloramiento rocoso bastante grande con abundan-tes rocas de grandes dimensiones, conformandoun vrtice en el cual se conectan dos valles concaractersticas de bofedales (humedales de altura)que nacen a pocos kilmetros al oeste del aflora-miento, en la Cordillera Real u Oriental (grupoChachacomani) con alturas superiores a los 6000m.snm (Mesili 2002).

    El lugar donde se localiza el abrigo actualmentees conocido como Pallqa (topnimo aymara quesignifica lugar donde se encuentran dos ros) yse ubica en pleno ambiente cordillerano (a unaaltura cercana a los 4.000 m.snm), lo cual explicala buena preservacin que tuvo el conjunto. En labase del afloramiento rocoso se registr un asen-tamiento prehispnico de varias hectreas de ex-tensin, el cual contena numerosas estructurascirculares y cuadrangulares cuyos cimientos depiedra an permanecan visibles. Las excava-ciones se concentraron en este asentamiento y, apesar de que los materiales recuperados todavase hallan en proceso de anlisis, la ausencia defragmentos decorados y diagnsticos, as como deuna tipologa cermica para la regin, dificultanestimar la cronologa de ocupacin de este sitio abase de estos artefactos en particular.

    En el afloramiento rocoso propiamente dicho, sehallaron varios otros abrigos dispersamente ubi-cados que contenan evidencias de algn tipo deocupacin y/o uso prehispnico. En al menos dosse recuperaron algunos huesos largos de camlidosno fragmentados. En otros dos, se rescataron frag-mentos de cermica sin una clara identificacincronolgica. Un fragmento de bamb posiblemen-te trabajado fue hallado en un sexto abrigo (con-tando con el abrigo del primer conjunto). Final-mente, en un sptimo abrigo se encontr un se-gundo conjunto posiblemente relacionado con elprimer hallazgo.

    El segundo conjunto estuvo conformado por unacanasta grande de cestera elaborada de fibra ve-getal, dos esteras de material vegetal, un huesode camlido no trabajado, un cuero curtido deanimal con una tira de cuero insertada en uno desus costados, otro cuero curtido y un collar ela-borado de tiras de cuero curtido que tena atado

    4 El seor Fausto Pilco tambin entreg con el conjunto unhacha ltica en forma de T que posiblemente no formparte del conjunto anteriormente descrito.

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    5 En una vista posterior se realiz el hallazgo de una estelaltica grabada con diseos geomtricos de volutas y espira-les que actualmente se encuentra en la abandonada iglesiadel viejo pueblo de Amaguaya, aproximadamente a unos15 km al este de Pallka.

    adornos de frutos o semillas vegetales, un frag-mento de mica (moscovita) de aproximadamente3 cm de largo por 2 cm de ancho y una lminacuadrangular de cobre con algo menos de 1 cmpor lado.

    Por ltimo, tambin se localizaron varios asenta-mientos prehispnicos en la regin, muchos deellos con arquitectura visible (cimientos de estruc-turas domsticas, terrazas de ocupacin, muros,etc.).5 Igualmente se registraron numerosos cami-nos prehispnicos empedrados, los que al parecerse internaban conectando diversos asentamientosentre s, hacia las zonas bajas siguiendo rumboeste a travs del ro Tipuani, norte con direccina los valles de Consata, Camata y el sistema devalles de Charazani, o sur con direccin a los cer-canos valles de Challana y Zongo.

    Anlisis de pelos y fibras de los conjuntosarqueolgicos

    Una vez en La Paz, para el anlisis cuyos resulta-dos se presentan en este artculo, se emplearonmuestras del primer y segundo conjunto (halladoen el sptimo abrigo), considerando que en am-bos hallazgos existen elementos tanto de origenvegetal como de origen animal. Su adecuada iden-tificacin hasta el nivel de especie sera de utili-dad para una mejor comprensin del pasado de lacultura Tiwanaku y una importante contribucinal conocimiento del uso de los recursos de faunadurante el Horizonte Medio (400-1100 DC). Que-dan todava por analizar los componentes vegeta-les de los conjuntos que podran complementaran ms los resultados presentados en este traba-jo. En el estudio, se utilizaron tanto tcnicas dezooarqueologa como de mastozoologa (especia-lidad de la biologa que se ocupa de estudiar a losmamferos) como disciplinas auxiliares para cum-plir con el objetivo planteado.

    La zooarqueologa es una disciplina de la arqueo-loga que tiene como fin estudiar los restos ani-males procedentes de los sitios arqueolgicos(Reitz y Wing 1999). Proviene de la aplicacin

    de las tcnicas y procedimientos utilizados en lazoologa para la resolucin de problemas arqueo-lgicos, fundamentalmente en los aspectos rela-cionados con la reconstruccin medioambiental yel comportamiento de las antiguas culturas hastael punto en que los restos animales permitan ha-cerlo (Baker et al. 1997; Reitz y Wing 1999). Lazooarqueologa ha desarrollado varias tcnicaspara la identificacin de especies de animales apartir de sus restos principalmente utilizando tc-nicas macroscpicas como la identificacin y com-paracin de huesos e indicadores osteolgicos,pero tambin anlisis comparativos de pieles, es-camas y plumas, sin dejar de lado las tcnicasmicroscpicas como la comparacin de pelos yfibras animales, y ms recientemente los anlisisgenticos de ADN nuclear y mitocondrial (Bakeret al. 1997; Reitz y Wing 1999).

    El objetivo del anlisis zooarqueolgico realiza-do fue identificar los animales con los cuales semanufacturaron los estuches, bolsas y textiles delos conjuntos arqueolgicos de Amaguaya hastael taxn de especie, mediante un anlisis micros-cpico de los pelos de los especmenes arqueol-gicos y su comparacin con pelos de especmenesde referencia previamente clasificados.

    La tcnica de analizar comparativamente pelos yfibras que fue empleada en este estudio surgidesde la investigacin del pelaje en cuanto una delas caractersticas ms particulares de los mam-feros. En la actualidad, estos anlisis se utilizanpara identificar las presas de los animales carn-voros mediante el estudio de sus excrementos,empleando, por ejemplo, guas como aquella ela-borada por Maffei (1998 Ms) para los mamferospresas de los felinos carnvoros en el Departamen-to de Santa Cruz, Bolivia. Tambin se han hechoguas completas de los mamferos establecidos enun determinado territorio o regin, como en el casode la Patagonia de Argentina (Chehbar y Martn1989: 247-291). Esta tcnica, sin embargo, no selimita a la biologa, puesto que puede beneficiara otras ciencias como la paleontologa y la ar-queologa (Appleyard y Wildman 1982; Brothwell1982; Chehbar y Martn 1989; Gecele et al. 1997;Reigadas 1994; Ryder 1982) como en nuestroestudio en particular.

    Con la excepcin de una cuchara de hueso posi-blemente de camlido, de una figurilla zoomorfaelaborada de material seo no identificado (am-

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    bos del primer conjunto) y del hueso no trabaja-do de camlido hallado en el segundo conjunto(que fueron anteriormente descritos), no se en-contraron otros restos seos asociados directa-mente con los hallazgos. Por otro lado, emplean-do la referida tcnica no fue necesario recurrir aestudios genticos que, a pesar de que contem-plan una mayor precisin, son extremadamentecostosos.

    Los pelos son caracterstica nica de la ClaseMammalia (Parker y Haswell 1991: 844), formanparte del tegumento y los hay desde muy finoshasta muy gruesos (como espinas). Se originanen la epidermis en folculos pilosos y forman unavaina con tres capas de queratina: 1) cutculaescamosa muy delgada en el exterior; 2) cortezade grosor variable, y 3) mdula que es la capams interna compuesta de clulas relativamentesueltas y aire. Los mamferos tienen dos tipos depelos, unos largos bien pigmentados denomina-dos guardianes o cobertores y otros ms nu-merosos, delgados, ms cortos, menos pigmenta-dos, ms enrulados y curvados, denominados pe-los finos o fibras (Chehbar y Martn 1989:248). Segn varios autores (Chehbar y Martn1989; Hausman 1930; Maffei 1998 Ms) la estruc-tura de los pelos se mantiene inalterada aun ha-biendo sufrido el proceso digestivo. En los con-textos arqueolgicos, sin embargo, los pelos y fi-bras sufren un proceso de desintegracin causadoprincipalmente por la actividad microbiolgica(Wilson et al. 2001). En el medio ambientedeposicional de los abrigos rocosos cordilleranosde Amaguaya, esta actividad pudo reducirsesustancialmente y sus efectos sobre los pelos fue-ron poco significativos.

    El anlisis comparativo de pelos implic utilizarlas caractersticas particulares de pelos y fibraspara diferenciar una especie de otra. Esto fue po-sible gracias a que se ha comprobado que existeuna amplia diferenciacin estructural de los pelosentre las especies de mamferos acorde con suclasificacin taxonmica (Appleyard y Wildman1982; Hausman 1930: 258). Un anlisis compa-rativo para determinar los gneros e inclusive lasespecies de los pelos contempla la comparacinde la estructura y caractersticas de la mdula, dela disposicin de las escamas de la corteza y dela cutcula, y de los patrones de disposicin delos pelos y fibras, pudiendo incluirse cortes trans-versales y de seccin para determinar la naturale-

    za de los pigmentos y complementar la informa-cin acerca de la morfologa de la mdula y delas escamas (Appleyard y Wildman 1982; Ryder1982). Las observaciones lanimtricas y su anli-sis tambin pueden utilizarse como procedimien-tos complementarios a la comparacin de la mor-fologa de los pelos (ver Gecele et al. 1997;Reigadas 1994). Anlisis adicionales, como lacomposicin qumica de los pelos, permiten de-terminar patrones dietticos y en el caso de peloshumanos el consumo de algunos agentes psicoac-tivos (Cartmell y Weeds 2001). Asimismo, lospelos tambin pueden utilizarse para la determi-nacin fenotipolgica mediante la aplicacin detcnicas de inhibicin (Crainic 1987).

    Procedimiento

    Para realizar la identificacin cientfica de las fi-bras de textiles y de los cueros trabajados halladosen Amaguaya, se utiliz el mtodo de anlisis com-parativo, para lo cual se procedi a comparar lospelos y fibras animales a nivel macroscpico y lue-go a nivel microscpico con la ayuda de un mi-croscopio ptico. El anlisis microscpico se con-centr en la descripcin de la estructura interna delos pelos y fibras (patrn de distribucin y morfo-loga de la mdula, cutcula y corteza), tomandoen cuenta las caractersticas intrnsecas (dimetrode los pelos, fibras y sus respectivas mdulas enmicras) y extrnsecas (tipo de velln y color) sola-mente como indicadores adicionales y a partir deobservaciones cualitativas (Reigadas 1994). En elcaso de cueros, a pesar de que estos estuvieroncurtidos, todava permanecan con pelos y fibrasen su superficie, de ah que su identificacin si-gui el mismo procedimiento que las muestras pro-cedentes de textiles y de otros artefactos. De estamanera, la identificacin de fibras y pelos de ma-mferos, se realiz siguiendo el procedimiento quese detalla a continuacin.

    En primer lugar, utilizando una pinza se extraje-ron de los artefactos arqueolgicos de cinco a 10pelos con mucho cuidado, depositndolos en fras-cos cerrados y registrando el cdigo del artefactodel cual procedan. Se extrajeron muestras tanto aelementos del primer conjunto como del segun-do. Posteriormente, y siguiendo el mismo proce-dimiento, se procedi a tomar muestras de losespecmenes de la coleccin cientfica de mam-feros (pieles y cueros), seleccionndose aquellasespecies con mayor probabilidad de ocurrencia en

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    7 Adicionalmente, se cont con otro juego de muestras, par-ticularmente de camlidos, proporcionado por Eduardo Pa-reja, Jefe del Departamento de Conservacin de la DINAAR.

    la regin de estudio y de aquellas que posiblemen-te hayan estado representadas en los artefactos, parasu confirmacin. Las muestras de referencia fue-ron tomadas (preferentemente de la parte traseradel cuello) de especmenes disecados previamenteclasificados de la seccin de mastozoologa de lacoleccin seca de la Coleccin Boliviana de Fau-na (CBF) por la curadora encargada LicenciadaNuria Bernal.

    El siguiente paso fue la preparacin de las mues-tras. Para ello se depositaron uno o ms pelos decada muestra en un portaobjetos, luego se utilizgoma arbiga como medio de suspensin de lamuestra y encima se coloc un cubreobjetos. Lagoma arbiga fue utilizada por su bajo costo yefectividad para muestras tiles a corto plazo. Sinembargo, en investigaciones donde se pueda dis-poner de un mayor presupuesto y para la obten-cin de muestras permanentes, es recomendableseguir el procedimiento utilizado por Maffei (1998Ms) y Gecele y colaboradores (1997), y montar-las en Blsamo de Canad. Asimismo, tambin seprepararon algunas muestras en fresco, es decir,sin medio de suspensin.

    Una vez preparadas las muestras y luego de untiempo suficiente para que seque la goma arbiga(24 horas), se procedi a analizar las muestras enun microscopio ptico con los siguientes aumen-tos 100x, 200x y 400x. Para visualizar el pelo so-bre el portaobjetos se utilizaron 100 aumentos ypara analizar las caractersticas de la mdula y cu-tcula se emplearon 200 a 400 aumentos en todoslos casos. Se prepar un juego con las muestras delos artefactos arqueolgicos para su identificaciny dos juegos con las muestras de especmenes dereferencia previamente clasificados de la CBF.

    Con posterioridad, se seleccionaron las mejoresmuestras y las mejores zonas colocando una trans-parencia encima de cada muestra y marcando so-bre esta un crculo, delimitando el lugar que re-sultaba ms apropiado para efectuar la toma foto-grfica, realizada a 400x. Por limitaciones mate-riales no se pudieron tomar fotografas de todaslas muestras.6 Finalmente, se procedi a compa-rar los especmenes con las muestras, apoyadoscon dibujos y fotografas. Se trabaj paralelamente

    en el laboratorio del Departamento de Conserva-cin de la DINAAR y en el laboratorio de la divi-sin de mastozoologa de la CBF.7

    Resultados

    De las 21 muestras arqueolgicas, el total fue iden-tificado mediante el anlisis microscpico com-parativo (Cuadro 1 y Anexo 1). De este total, ini-cialmente aquellas confeccionadas con piel de ja-guar, vizcacha y con fibras de camlidos, fueronidentificadas macroscpicamente (a partir de suscaractersticas extrnsecas) y luego confirmadasmicroscpicamente.

    Los resultados del anlisis microscpico determi-naron que las tres envolturas exteriores: el estu-che de la tableta de rap, una bolsa pequea en-vuelta con una lana y los flecos de un estuchehecho de dos diferentes cueros, fueron manufac-turados con cueros de taruca o venado andino(Hippocamelus antisensis); las restantes seis bol-sas estuvieron elaboradas en cuero de vizcacha(Lagidium viscacia), y el estuche de la cucharade hueso, la parte sin flecos del estuche compues-to, un fragmento de cuero del segundo conjunto yun cuero trabajado tambin del segundo conjuntose manufacturaron con piel de jaguar (Pantheraonca). Los otros dos elementos corresponden alos textiles y fueron elaborados con fibra de vicu-a (Vicugna vicugna), y los hilos de lana fueronidentificados como provenientes de alpaca (Lamapacos). Los resultados se representan en el Cua-dro 1 y en las fotografas del Anexo 1.

    A pesar de que el total de las 21 preparacionescon los especmenes arqueolgicos fueron iden-tificadas, resulta necesario considerar que estetrabajo no fue fcil debido a la falta de materialde comparacin. Deseamos enfatizar que los es-tudios con fibras de mamferos son escasos, dehecho fue el primero que se realiz en la Colec-cin Boliviana de Fauna (aunque ver tambinGecele et al. 1997; Reigadas 1994; Benavente etal. 1993).

    En el procedimiento se siguieron las recomenda-ciones de Maffei (1998 Ms), quien en su explica-

    6 Las fotografas de las muestras fueron tomadas en las ins-talaciones de la CBF por el Dr. Alvaro Garitano.

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    cin de los mtodos para la obtencin de mues-tras sugiere que primero se proceda a la identifi-cacin de los pelos, por sus caractersticas morfo-lgicas, y luego a identificarlos mediante compa-racin de mdulas y corte transversal. A pesar deque Chehbar y Martn (1989) utilizan escamascuticulares para la identificacin, Maffei (1998 Ms)recomienda que no se utilicen las rplicas de esca-mas por la gran variacin que puede presentarseentre los pelos de la misma especie e incluso de unpelo individual; asimismo, en muchos casos lasescamas son similares entre especies y se hacenecesario realizar muchas pruebas para obteneruna buena muestra. Por otro lado, las excelentescontribuciones de Reigadas (1994) y Gecele y co-laboradores (1997) han aportado valiosa informa-cin cuantitativa acerca de la variacin de los pelosy fibras en distintas especies y poblaciones decamlidos para la investigacin de procesos dedomesticacin. En este sentido, una limitacin deeste estudio, fue no haber registrado medicionesde las caractersticas intrnsecas de las muestras.

    En consideracin a estos aspectos, sin embargo,se estudiaron los pelos enfatizando las caracters-ticas de su estructura interna, habiendo alcanzadoresultados positivos con la identificacin de la to-talidad de los ejemplares analizados.

    Estudio comparativo de los resultados

    Aunque los resultados indican el uso de cincoespecies animales para las manufacturas de losconjuntos arqueolgicos, hemos preparado unacentena de muestras con alrededor de 20 especiesdistintas para alcanzar estos resultados. A conti-nuacin se presenta la comparacin de nuestrosresultados con las diferentes publicaciones dispo-nibles relacionadas con la identificacin de pelosy fibras animales.

    Maffei (1998 Ms) presenta pelos de 36 especiesdocumentadas con fotografas de corte transver-sal, mdula y rplica de escamas. Ninguna de es-tas especies de tierras bajas estuvo representada

    CODIGO ARTEFACTO IDENTIFICACION NOMBRE COMUN

    CAAGY-001 Envoltura de cuero Hippocamelus antisensis TarucaCAAGY-002 Envoltura de cuero Hippocamelus antisensis TarucaCAAGY-003 Envoltura de cuero Hippocamelus antisensis TarucaCAAGY-006 Estuche Panthera onca JaguarCAAGY-008 Fragmento textil Vicugna vicugna VicuaCAAGY-009 Bolsa textil Vicugna vicugna VicuaCAAGY-010 Estuche de la tableta ceremonial Hippocamelus antisensis TarucaCAAGY-012 Estuche de dos cueros; Estuche: Panthera onca; Cuero Estuche: Jaguar; Cuero con

    uno con flecos con flecos: Hippocamelus flecos: Taruca antisensis

    CAAGY-013 Bolsa envuelta con un Bolsa: Lagidium viscacia; Bolsa: Vizcacha; Hilo: Alpacahilo de lana Hilo: Lama pacos

    CAAGY-014 Bolsa envuelta con un Bolsa: Hippocamelus antisensis; Bolsa: Taruca; Hilo: Alpacahilo de lana Hilo: Lama pacos

    CAAGY-015 Bolsa Lagidium viscacia VizcachaCAAGY-016 Bolsa Lagidium viscacia VizcachaCAAGY-017 Bolsa Lagidium viscacia VizcachaCAAGY-018 Punta de proyectil y plumas Hilo de lana: Lama pacos Hilo de lana: Alpaca

    envueltas con un hilo de lanaCAAGY-020 Bolsa Lagidium viscacia VizcachaCAAGY-021 Figurilla zoomorfa de hueso Hilo de lana: Lama pacos Alpaca

    envuelta con hilo de lanaCAAGY-022 Lasca envuelta con hilo de lana Hilo de lana: Lama pacos AlpacaCAAGY-024 Bolsa de cuero Lagidium viscacia VizcachaCAAGY-027 Hilos de lana Lama pacos AlpacaCAAGY-102 Fragmento cuero Panthera onca Jaguar (segundo conjunto)CAAGY-103 Cuero trabajado Panthera onca Jaguar (segundo conjunto)

    Cuadro 1. Relacin de los artefactos arqueolgicos de Amaguaya y la identificacin de los animalesutilizados en su manufactura.

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    en los especmenes arqueolgicos.8 Por otro lado,de las 63 especies representadas en la gua deChehbar y Martn (1989) de la Patagonia de Ar-gentina, solamente se pudieron emplear comomuestras comparativas tres especies: la vizcacha(Lagidium viscacia), el guanaco (Lama guanicoe)y el huemul (Hippocamelus bisulcus). Asimismo,Reigadas (1994) presenta descripciones de fibrasde vicua (Vicugna vicugna), guanaco (Lamaguanicoe) y de diversas poblaciones de llama(Lama glama).

    Complementando esta informacin con los resul-tados obtenidos en este estudio, se puede estable-cer que los pelos de la vizcacha (Lagidium viscacia)presentan la mdula retculo-tabicada y escamas enmosaico; la alpaca (Lama pacos), siendo que esdel mismo gnero que el guanaco (Lama guanicoe)y la llama (Lama glama), presenta pelos con m-dula retculo-esponjosa fragmentada y escamas enmosaico denticulado, y se diferencia del guanacoy la llama por la menor dimensin que presentanlas reticulaciones de su mdula, as como el espe-sor de sus pelos; la taruca o venado andino(Hippocamelus antisensis) del mismo gnero queel huemul (Hippocamelus bisulcus) presenta peloscon mdula retculo-esponjosa en nido de abeja yescamas en mosaico globoso. En el caso de la vi-cua (Vicugna vicugna), se observ que sus pelosy fibras son muy delgados, presenta mdula conti-nua (dando la impresin visual de que carece deella) y su estructura cuticular es muy fina. Final-mente, los pelos del jaguar (Panthera onca) pre-sentan mdula de tipo retculo-esponjosa continuay su cutcula se halla fuertemente pigmentada.9

    Discusin

    Distribucin de la fauna y su relacin conTiwanaku

    A continuacin, en forma breve, nos referiremosa la distribucin actual de estas especies y trata-remos de relacionarlas con el mbito de interac-cin de Tiwanaku durante el Horizonte Medio(400-1100 DC). Referirnos a la distribucin deestas especies en pocas pasadas no resulta arries-gado, considerando que desde el inicio delHoloceno, se asume una relativa continuidad en-tre los diversos hbitats generados y de las espe-cies que los habitan.

    Existen numerosos reportes etnohistricos yetnogrficos que resaltan la importancia de la ca-cera de los pobladores de la puna y la sierra, es-pecialmente de roedores, felinos, crvidos ycamlidos silvestres (Hurtado de Mendoza 1987;Zans 1984). Asimismo, la evidencia de consumoy/o utilizacin humana de camlidos (tanto salva-jes como domesticados), crvidos, felinos y roe-dores ha sido comprobada en sitios arqueolgicoscontemporneos a los conjuntos de Amaguaya apartir de estudios de identificacin de restos seosde fauna en Tiwanaku (Webster y Janusek 2003),Chiripa (Steadman 1996), Corralpata (Paz 2000),la Pennsula de Santiago de Huata (Lmuz 2001)y a lo largo de toda la cordillera andina (Wing1986). Nuestros resultados confirman las afirma-ciones sobre la gran importancia que tuvieron loscamlidos y los crvidos como la taruca en elproceso de ocupacin humana en los Andes (Wing1986: 246), y en particular el importante rol quecumplieron durante el Horizonte Medio en la re-gin Circumtiticaca (Webster y Janusek 2003).

    La taruca (Hippocamelus antisensis) es un crvi-do altoandino extremadamente raro y muy pocoestudiado; est amenazado por la cacera con pe-rros por parte de campesinos y cazadores furtivos,as como por la prdida de su hbitat (Daz 1995;Tarifa 1996). Probablemente fue ms abundanteen el pasado, pues su presencia en prcticamentetoda la regin andina ha sido confirmada por es-tudios arqueolgicos y etnohistricos (Daz 1995;Wing 1986). Su distribucin actual se reduce apoblaciones aisladas en las regiones altoandinasde Bolivia (Anderson 1997); Per, Chile y Ar-gentina (Daz 1995), probablemente extinta enEcuador (IUCN 1996:197), no se tienen datos so-

    8 No obstante, nos llam la atencin que en el estudio deMaffei (1998 Ms), donde se analizan los mamferos presasdel puma (Felis concolor) y del jaguar (Panthera onca) conel fin de facilitar el estudio de los contenidos estomacales yde sus heces, no se haya contemplado una muestra de lospropios pelos y fibras de estos felinos; omitiendo el hechode que estos carnvoros se acicalan y, por tanto, la presen-cia de sus propios pelos en su contenido estomacal y ensus heces debera resultar un fenmeno comn.

    9 Fue interesante observar que en las muestras de alpaca yde vicua los pelos y fibras junto con sus estructuras inter-nas fueron teidas con diferentes colores de acuerdo alpatrn de policroma registrado macroscpicamente. Tam-bin se observaron patrones de biodegradacin en algunasestructuras medulares, particularmente en pelos de las en-volturas de cuero; esto est en correspondencia con la posi-cin exterior que presentaban en relacin con los artefactosdel conjunto.

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    bre su presencia en Amaguaya pero s existe evi-dencia de su presencia en el cercano valle deZongo (A. Nez com. pers. 1999).

    La vicua (Vicugna vicugna) es un camlido sil-vestre cuya distribucin se concentra en las re-giones ms elevadas de la regin punea, posible-mente debido al desplazamiento de su hbitat ori-ginal. De los camlidos americanos, la vicua pre-senta la fibra ms fina, y se conoce que las prendashiladas con ella eran en tiempos prehispnicos lasms apreciadas por las lites dominantes siendoutilizadas principalmente con fines ceremoniales(Murra 1975; Wheeler et al. 1992). Durante la co-lonia, la vicua sufri una intensiva explotacin quediezm sus poblaciones en todo el rango de su dis-tribucin, es decir, en la regin andina y altoandinade Per, Bolivia, Chile y Argentina, llegando aextinguirla en Ecuador. En la actualidad, y debi-do al Convenio de la Vicua entre los pases desu rango, sus poblaciones han aumentado y esposible realizar un aprovechamiento de la fibrade animales esquilados vivos recuperando lasprcticas tradicionales del chacu, como actualmen-te se hace en el sur del Per y como ya se haempezado a ensayar en la Reserva de Fauna deApolobamba, al norte de nuestra regin de estu-dio.

    Las alpacas (Lama pacos) y llamas (Lama glama)son especies domesticadas que habitan en las mis-mas regiones que la vicua. Las alpacas son abun-dantes en las zonas ms hmedas como losbofedales, mientras que las llamas de fibra msgruesa son criadas en zonas relativamente mssecas. Segn Wheeler y colaboradores (1992),desde el perodo Tiwanaku el manejo de las espe-cies domesticadas de camlidos permiti tener unavariedad muy grande de animales con una cali-dad de pelos y fibras muy alta, y su prdida seorigin durante el perodo colonial. Los resulta-dos de los anlisis de Wheeler y coautores (1992)sugieren que las fibras de los camlidos domesti-cados en tiempos prehispnicos fueron de mayorcalidad. Tomando en cuenta estos resultados, esposible que los textiles e hilos de lana, que ennuestro estudio fueron identificados como proce-dentes de vicuas y alpacas respectivamente, per-tenezcan en realidad a variedades de alpacas y/ollamas con una excepcional calidad de pelos y fi-bras. Actualmente, la fibra de alpaca alcanza unabuena cotizacin en el mercado mientras que lalana de llama se emplea en tejidos domsticos.

    Correspondientemente, las llamas son empleadasprincipalmente como medio de transporte y paracarne. En Amaguaya todava se cran llamas y,segn la informacin oral de los pobladores loca-les, al parecer, tambin se criaban alpacas hastahace relativamente poco tiempo. En todo caso, lascondiciones para su crianza son adecuadas.

    La vizcacha (Lagidium viscacia) es un roedorgrande que habita en zonas rocosas alrededor detoda la regin andina. Todava es abundante enzonas poco habitadas pero tambin es cazada porsu carne, siendo su piel muy poco apreciada, puesse requiere ciertos conocimientos para su curtido.Las vizcachas se hallan presentes en la regin deestudio, sin embargo, la cacera est reduciendoconsiderablemente su poblacin.

    La distribucin actual del jaguar (Panthera onca)es muy amplia, parte desde el sur de Mxico has-ta Argentina central. Es una especie de tierras bajasy clidas, logrndose encontrar hasta los 3.000m.snm. Sus poblaciones aisladas estn declinan-do debido a la caza deportiva y comercial, y prin-cipalmente por la destruccin de los bosques (Ta-rifa 1996). Aunque su valor como piel ha dismi-nuido notablemente por la baja demanda de cue-ros de animales en el mercado internacional, va-rias culturas utilizaron su piel en danzas y ritosreligiosos, pues el jaguar es considerado en la sel-va tropical como el de mayor poder, siendo el ni-co animal identificado en nuestro anlisis cuyohbitat natural no contempla el rea de estudio.Su distribucin, sin embargo, alcanza las regio-nes de tierras bajas al este de Amaguaya y, si-guiendo sobre el ro Tipuani, probablemente se lohaya podido capturar a una distancia inferior a 50km del sitio de los hallazgos.

    Significado simblico de la utilizacinde los elementos de fauna

    Los motivos iconogrficos figurativos de felinos,camlidos y aves (generalmente rapaces y acuti-cas) son comunes en la cultura material Tiwanakuy particularmente en los relieves de algunas este-las lticas, en la cermica decorada y en los texti-les (Alconini 1995; Kolata 1993). La presenciade estos motivos responde a una diversidad de ex-plicaciones, a menudo vinculadas con la genera-cin de significados emblemticos por parte delos grupos corporativos de Tiwanaku (Janusek1999).

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    Por otro lado, debemos resaltar que no se ha esta-blecido una relacin directa entre la iconografaTiwanaku y la vizcacha. Sin embargo, al parecerdurante Tiwanaku represent un importante recur-so alimenticio y posiblemente tambin de cuero,aunque al parecer fue ms importante en regionesalejadas del ncleo urbano debido a que su dispo-nibilidad debi haber sido menor (Webster yJanusek 2003). La representacin iconogrfica dela taruca es igualmente escasa. No obstante, unkeru de dimensiones relativamente grandes, ac-tualmente expuesto en la Sala Coronel FedericoDiez de Medina en el Museo Nacional de Ar-queologa de La Paz, contiene un motivo estilsticozoomorfo que posiblemente represente a unataruca. Esta representacin podra proporcionaruna explicacin sobre el origen de los tocados quellevan los personajes antropomorfos de la culturaTiwanaku, tomando en cuenta su semejanza.

    La presencia de una tableta ceremonial y otrosartefactos, como una ricamente elaborada cucha-ra de hueso, sugiere que el primer conjunto cons-tituy parte de un complejo alucingeno (verBerenguer 2000; Llagostera et al. 1988; Torres1996). La tableta, su estuche de cuero, la bolsatextil, la cuchara de hueso con su respectivo estu-che y las bolsas de cuero de vizcacha ms peque-as, son llamativamente anlogos con el equipoinhalatorio tpico hallado en diversos enterramien-tos en San Pedro de Atacama. Es particularmenteinteresante la similitud entre el equipo de Amagua-ya y otros conjuntos excavados, como ajuaresmortuorios en el cementerio Solcor-3 de San Pe-dro de Atacama (ver Llagostera et al. 1988: 65,lm. 3 y 4; Torres 1996: Fig. 2). Sin embargo, lapresencia de otros bienes asociados, y particular-mente de las dos posibles representaciones decamlidos (una de hueso y otra de piedra), posi-blemente illas, y los artefactos pequeos encon-trados en el interior de las bolsas de cuero devizcacha, sugieren una funcin ceremonial mu-cho ms compleja para el total de los artefactoshallados en ambos conjuntos.

    Interesantemente, el anlisis microscpico permi-ti confirmar que los hilos de lana de todos losartefactos y tambin de aquel hallado en la tem-porada de campo, tenan las mismas caractersti-cas y posiblemente pertenecieron a un mismoovillo. Este ovillo debi tener ms de 160 cm delongitud, siendo el promedio de corte de los hilos21 cm. Un hecho interesante fue que en las bol-

    sas se da un proceso de transicin de fuerte conte-nido ritual, donde los hilos pasan de enrollar laparte medial de ciertos artefactos contenidos enlas bolsas, a envolver las bolsas en s mismas comoes el caso de las bolsas ms pequeas. Estas bol-sas son en realidad fragmentos de cuero sin mu-cha elaboracin, pero con un importante conteni-do ritual (un cristal de cuarzo y cuarzo molido).10La semejanza de las mencionadas bolsas con aque-llas halladas en los contextos mortuorios deSolcor-3 en San Pedro de Atacama mencionadasanteriormente, es significativa.

    Asimismo, la tableta ceremonial de Amaguaya ylos artefactos que podran complementar su equi-po inhalatorio, pero tambin su contexto asocia-do, muestran diversas particularidades que lo di-ferenciaran de un equipo inhalatorio comn. Porejemplo, la tableta ceremonial es una de las msgrandes que se conocen y su decoracin es unade las ms elaboradas (incluyendo incrustacionesde al menos cinco materias primas de muy diver-so y lejano origen). Los textiles del conjunto sonde muy buena calidad y gran complejidad deco-rativa, por lo que podran en otros contextos estarasociados a individuos procedentes del mismoncleo de Tiwanaku (Oakland 1992) y probable-mente miembros de la lite.11 Es muy posible queel cuidado y tiempo empleados en la elaboracindel resto de los artefactos fuera significativamenteimportante. En este sentido, con gran probabili-dad el poseedor de este conjunto fue un individuode relativa importancia dentro de la estructurasocial Tiwanaku. No obstante, los contextosTiwanaku en sitios como San Pedro de Atacamasugieren que la presencia de tabletas alcanz unapopularidad muy alta durante este mismo perodode tiempo (Costa y Llagostera 1994; Llagostera etal. 1988; Torres 1996). En todo caso, los artefactospertenecientes a los conjuntos de Amaguaya, consi-derando los materiales en que fueron manufactu-rados, las tcnicas empleadas para su elaboraciny los significados simblicos y rituales que con-tenan, destacaran como bienes ceremoniales,

    10 Para una interpretacin desarrollada acerca de la importan-cia simblica de los cristales de cuarzo y otras materiasprimas lticas durante Tiwanaku, ver Giesso (2000).

    11 En todo caso, el estado fragmentado de los textiles, el fuer-te desgaste de uso que tienen muchos de los artefactos delconjunto y la ausencia de un tubo inhalatorio, son aspectosque no dejan de llamar la atencin hacia otras probablesexplicaciones para el origen de este contexto.

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    exticos y de prestigio. Esta interpretacin esten correspondencia con los complejos significa-dos sociales y simblicos otorgados a las espe-cies de animales que caracterizan la biogeografaandina, y que han sido registrados etnohistrica yetnogrficamente (Urton 1985).

    Conclusiones

    Se ha observado que los cueros han sido curtidoscon mucho conocimiento sobre sus tcnicas detratamiento. En la actualidad, no se encuentrancueros curtidos de taruca (probablemente porquees un animal muy raro), pero tampoco se encuen-tran cueros curtidos de vizcacha sino excepcio-nalmente (algunos tapados de lujo que no tienenmucha demanda). Es posible que la tcnica decurtido que se observa en los especmenes arqueo-lgicos se haya perdido.

    Tambin se ha observado que las especies utiliza-das en la confeccin de los conjuntos arqueolgi-cos de Amaguaya, con excepcin del jaguar(Panthera onca), pudieron obtenerse en el reaque circunda al sitio. Sin embargo, teniendo encuenta que, en el mismo sitio otras especies decueros finos tambin pudieron haber estado dis-ponibles, como el zorro (Pseudolopex culpaeus),chinchilla (Chinchilla brevicaudata) o cuy (Ca-via tschudii), entre otras, entonces es probable quela utilizacin de la taruca, la vizcacha y el jaguar,haya estado motivada por una compleja red designificados actualmente desconocidos. Con rela-cin a los textiles, es probable que su manufactu-ra se haya realizado en Tiwanaku o en algn asen-tamiento cercano al ncleo estatal, respondiendoa criterios de algn grupo corporativo especiali-zado. Lo mismo puede decirse de la tableta y dela cuchara de hueso de camlido.

    Amaguaya, por situarse en un punto intermedioentre el altiplano y las zonas bajas (cerca de losvalles de los ros Tipuani, Challana, Zongo yConsata), pudo haber sido un centro de interaccinpara el abastecimiento de innumerables produc-tos de intercambio con las zonas bajas (incluidoslos cueros y pieles de jaguar) como lo sealan loscaminos prehispnicos existentes en la zona. Se hapropuesto que el intercambio fue una de las estra-tegias ms importantes dentro de los afanes de in-tegracin sociopoltica de Tiwanaku (Browman1981 y 1997). Asimismo, la regin pudo habersido un importante punto intermedio para el abas-

    tecimiento de plantas psicotrpicas (p.e.,Anadenanthera colubrina) asociadas al complejoalucingeno consumido en Tiwanaku. Un posiblemotivo ligado a esta planta ha sido hallado en elreverso de la cuchara de hueso de camlido (Fi-gura 3b) (ver Knobloch 2001: Fig. 5b) pertene-ciente al equipo inhalatorio del primer conjunto.Por otro lado, Amaguaya se localiza en una re-gin muy alejada de Tiwanaku y de cualquier otrocentro suyo de relevancia. La presencia de estehallazgo, sugiere que la regin tuvo una gran im-portancia para Tiwanaku.

    Los recursos como pieles, plumas, plantas psico-trpicas y medicinales, as como el oro (explotadodesde tiempos prehispnicos segn las fuentes do-cumentales) hallado en los ros de la vertiente orien-tal de la Cordillera Real, indican que la regin pudoconstituirse en un importante foco de recursos y,por tanto, la presencia de Tiwanaku pudo haber es-tado motivada por intereses econmicos. La cali-dad de los conjuntos arqueolgicos, en contraste,sugiere una presencia ritual y probablemente de in-dividuos con alto prestigio. Al igual que en NioKorn (sistema de valles de Charazani) y San Pe-dro de Atacama, Amaguaya pudo haber estadopoblada por una entidad sociopoltica que se inte-gr a Tiwanaku gracias a un circuito de intercam-bio y manejo importante y eficiente de recursos,pero tambin motivada por el fuerte manejo ideo-lgico y de prestigio de los smbolos Tiwanaku ysus complejos significados. Esto implicara (al me-nos bajo la actual lectura del fenmeno Tiwanaku)la presencia de una entidad sociopolticajerarquizada y fuertemente vinculada con los desa-rrollos del rea Circumtiticaca. En este caso, unaintegracin organizada a travs de jerarquassegmentarias articuladas a travs del manejo demltiples redes de interaccin (ver Albarracin-Jordan 1996; Uribe y Agero, en prensa) podraexplicar de una manera ms adecuada las caracte-rsticas de la presencia Tiwanaku en la denomina-da ultraperiferia (Berenguer y Dauelsberg 1989) dela puna, valles y tierras bajas localizadas al orientede la Cordillera de los Andes.

    Agradecimientos Agradezco a la LicenciadaEliana Flores Bedregal por haber compartido suconocimiento y experiencia en la realizacin deeste estudio. Un reconocimiento especial mereceEduardo Pareja, Jefe del Departamento de Con-servacin de la DINAAR y Codirector del Pro-yecto Arqueolgico Amaguaya, por su incentivo e

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    impulso en la elaboracin del presente artculo.Agradezco de igual manera a la Licenciada NuriaBernal por sus atenciones, facilitando el acceso yla toma de muestras en la coleccin de mastozoo-loga de la Coleccin Boliviana de Fauna, y alDr. Alvaro Garitano por su apoyo en la toma defotografas de las muestras microscpicas. Qui-siera agradecer muy especialmente a JuanAlbarracin-Jordan, Carolina Agero, Dante

    Angelo, Patricia Ayala, Jos Berenguer, CsarCallisaya, Carlos Capriles, Alejandra Domic, Car-los Lmuz, Carlos Revilla, Claudia RiveraCasanovas, Alvaro Romero y Constantino ManuelTorres, por su asistencia bibliogrfica y apoyo enla discusin de muchos de los temas tratados eneste artculo; quedo, sin embargo, como nico res-ponsable ante cualquier error u omisin presenteen el mismo.

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  • JOSE M. CAPRILES F.

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    Anexo 1

    Artefactos arqueolgicos de Amaguaya, muestra microscpica y muestra de coleccin de referencia.Las fotografas de la primera columna pertenecen a Eduardo Pareja.

    1. Cdigo: CAAGY-001 Artefacto: Envoltura de cueroIdentificacin: Hipocamelus atinensis Nombre comn: Taruca

    2. Cdigo: CAAGY-002 Artefacto: Envoltura de cuero.Identificacin: Hipocamelus atinensis Nombre comn: Taruca

    3. Cdigo: CAAGY-003 Artefacto: Envoltura de cueroIdentificacin: Hipocamelus atinensis Nombre comn: Taruca

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    4. Cdigo: CAAGY-006 Artefacto: BolsitaIdentificacin: Panthera onca Nombre comn: Jaguar, tigre americano

    5. Cdigo: CAAGY-008 Artefacto: Fragmento de textilIdentificacin: Vicugna vicugna Nombre comn: Vicua

    6. Cdigo: CAAGY-012 Artefacto: BolsaIdentificacin: Panthera onca Nombre comn: Jaguar

  • JOSE M. CAPRILES F.

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    7. Cdigo: CAAGY-015 Artefacto: BolsaIdentificacin: Lagidium viscacia Nombre comn: Vizcacha

    8. Cdigo: CAAGY-016 Artefacto: BolsaIdentificacin: Lagidium viscacia Nombre comn: Vizcacha

    9. Cdigo: CAAGY-017 Artefacto: BolsaIdentificacin: Lagidium viscacia Nombre comn: Vizcacha

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    10. Cdigo: CAAGY-024 Artefacto: BolsaIdentificacin: Lagidium viscacia Nombre comn: Vizcacha