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46 misterios del pasado 47 misterios del pasado Se erige muy cerca del lago Titicaca y de la enigmática puerta de Amaru Muru y su visita es imprescindible para contemplar los gigantescos bloques labrados con exquisitez inimaginable. Tiahuanaco es, además, uno de los enclaves arqueológicos más misteriosos de América. Su pasado, esconde infinidad de secretos que aún no han podido ser desvelados debido, en parte, al expolio sufrido. texto » Alex Guerra Terra fotos » Eduard Pi Peret Tiwanaku: Centro espiritual del altiplano andino El imperio del Sol

Tiwanaku: Imperio del Sol (Bolivia)

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Revista Planeta Desconocido nº2 (Diciembre 2013)

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Se erige muy cerca del lago Titicaca y de la

enigmática puerta de Amaru Muru y su visita es

imprescindible para contemplar los gigantescos

bloques labrados con exquisitez inimaginable.

Tiahuanaco es, además, uno de los enclaves

arqueológicos más misteriosos de América. Su

pasado, esconde infinidad de secretos que aún no

han podido ser desvelados debido, en parte,

al expolio sufrido.

texto » Alex Guerra Terra fotos » Eduard Pi Peret

Tiwanaku: Centro espiritual del altiplano andino

El imperiodel Sol

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En la parte frontal de la Puerta del Sol, sobresale la f igura de un personaje en altorelieve denominado "Señor de los báculos" o "Dios Sol", alrededor del cual se encuentran 48 figuras en bajo relieve representando seres alados y hombres arrodillados, y debajo de ellos, "trompeteros".La puerta posee 3 metros de alto por 4 de ancho y pesa alrededor de 10 toneladas.

Tras este templete semisubterráneo se atisba el Monolito Barbado y dos estelas menores.

Para conocer más del trabajo gráfico de Eduardo Pi Peret captura este código QR.

Situada en la ribera oriental del río Tiwanaku, a 15 kilómetros al sudeste del lado boliviano del lago Titicaca, se erige Tiwa-naku, o Tiahuanaco. Fue una de

las ciudades pre-incas más antiguas e importantes de toda Sudamérica y, sin duda, el centro espiritual de la cultura tiahuanaco. Lo confieso. Nada más llegar experimento cierta decepción, un terre-no yermo no parece ser la cuna de una gran civilización. Pero no era así antigua-mente y, al encontrarnos con las gigan-tescas estructuras que lo conforman, siento la poderosa influencia que hace milenios poseyó y que llegó hasta el sur del actual Perú, el noreste de Argentina y el norte de Chile, abarcando nada me-nos que 600.000 km2. Según Alan Kolata, arqueólogo norte-americano que realizó excavaciones en el sitio durante los años ochenta y prin-cipios de los noventa, la ciudad llegó a albergar a 115.000 habitantes, junto con otros 250.000 en los campos circun-dantes. Pero uno de los más controver-tidos misterios de Tiahuanaco, es el de su cronología. Aunque las cifras oficiales la sitúan en algún momento hace 4.000 años, algunos estudiosos proponen fe-

chas mucho más remotas. Lamentable-mente, cuando llegaron los arqueólo-gos, el sitio ya había sido expoliado por los temibles huaqueros o buscadores de tesoros, tanto en tiempos de los in-cas, como de la colonia y la era moder-na. Éstos convirtieron la ciudad en un maltrecho esqueleto, apenas un tris-te despojo de su antiguo esplendor, lo que ha impedido realizar una interpre-tación completa de tan enigmática cul-tura. Pero a pesar de la degradación a la que fue sometida, uno no puede menos que sobrecogerse al llegar a ese páramo desnudo, sin árboles ni arbustos, ante la visión de tan increíble despliegue de enormes estructuras pétreas con bellí-simos bajorrelieves que componen el Templo de Kalasasaya, el Templete Se-misubterráneo, la Pirámide de Akapana, la Puerta del Sol, los misteriosos mono-litos antropomorfos, y como no, la fas-cinante Puma Punku.

Templo de KalasasayaEl “Templo de las Piedras Paradas” (“kala”, piedra y “saya”, parado) es un in-menso marcador de fenómenos astro-nómicos, donde sus antiguos habitantes verificaban con exactitud los cambios

Cuando llegaron los arqueólogos a Tiahuanaco, el sitio ya había sido expoliado por los temibles huaqueros o buscadores de tesoros

de estaciones y el año solar de 365 días. En ambos equinoccios, el Sol nacía por el centro de la puerta principal, carac-terística por la magnífica escalinata que la precede, y en los solsticios, lo ha-cía por el ángulo noreste y sureste del muro. Me cuenta un lugareño, que este muro es conocido como "chunchuka-la", o "pared balconera", y se caracteri-za sobre todo porque de ella sobresa-len unas extrañas gárgolas, desagüe para las aguas de lluvia. El interior alberga los restos de lo que fueron pequeñas habi-taciones semi-subterráneas, y en uno de los muros, otro elemento curioso: dos bloques en los que se observa un orifi-cio que imita, a escala, un aparato auditi-vo humano, mediante el cual se pueden escuchar sonidos o conversaciones que se producen en sitios muy lejanos. Estos amplificadores del sonido, nos permi-ten deducir que también aquí, como en otros lugares del mundo precolombino y alrededor de todo el planeta, se cono-cía y aplicaba la acústica. Es en este re-cinto donde se halla el enigmático Mo-nolito Ponce, que exhibe finos grabados iconográficos tallados en bajorrelieve, representando hombres alados, peces, cabezas de puma o de camélidos, cón-

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El “Templo de las Piedras Paradas” es un inmenso marcador de fenómenos astronómicos, donde verificaban los cambios de estación y el año solar

Oficialmente, la cultu-ra Tiahuanaco se inició alrededor del 2000 o 1500 a.C., y colapsó hacia el 900 o 1000 d.C. aproximadamente, extendiéndose hasta el año 1200. Sin embargo, algunos estudiosos como Arthur Posnansky, pro-ponen, a partir de estudios astronómicos, que fue la capital de un imperio megalí-tico muy anterior a esas fechas, argumen-tando que sus inicios no han podido ser documentados debido al pésimo estado de conservación del sitio a la llegada de los arqueólogos y al hecho de que gran par-te de sus estratos más antiguos aún per-manecen enterrados, ya perdidos, o in-cluso sumergidos bajo el lago Titicaca. Lo que sí está claro, es que constituye una de

las civilizaciones más longevas de Améri-ca, con 27 siglos de duración, aunque este período podría ser aún mayor si llegaran a encontrarse vestigios de más de 4.000 años. Una antigua leyenda, af irma que Tiahuanaco se construyó antes del suce-so registrado en la Biblia en el año 1400 a.C., cuando el Sol y la Luna se detuvie-ron durante el día, produciendo una to-tal oscuridad en el otro lado del Mundo. “Nosotros (los Urus), la gente del lago, somos los más antiguos en la Tierra. Esta-mos aquí desde hace mucho tiempo, des-de antes de que el Sol se escondiera... An-tes de que el Sol se ocultara, nosotros ya llevábamos mucho tiempo aquí. Tiahua-naco se construyó antes del tiempo de la oscuridad” -reza la leyenda.

el más antiguo imperio megalíticodores, águilas y símbolos escalonados, al más puro estilo tiahuanacota. Sin em-bargo, el arqueólogo boliviano Carlos Ponce, al que debe su nombre, observó al desenterrarlo una cruz tallada en el hombro derecho del monolito, signo in-equívoco dejado por colonizadores es-pañoles. No lejos de allí, se halla el Mo-nolito El Fraile (antes transportado a una plaza de La Paz, pero restituido a su sitio original hace algunos años), o “Dios del Agua”; una pieza más tosca, labrada en arenisca y sin adornos, que representa a un enigmático personaje con un báculo y un k’ero en las manos, con cangrejos re-presentados en su faja ventral.

Puertas del Sol y la LunaEs tal vez uno de los elementos más im-presionantes de Kalasasaya. Espléndida incluso hoy en día, se cree que las hor-nacinas de la parte trasera de esta gran portada, estaban cubiertas de paneles de oro que giraban sobre puntas de bronce, en sus tiempos de esplendor. Uno de los precursores de esta idea fue el conocido investigador y visionario Arthur Posnan-sky. Su decoración es exquisita, y en ella sobresale la figura principal de un perso-naje en alto relieve denominado "Señor de los báculos" o "Dios Sol", alrededor del cual hay 48 figuras en bajorrelieve representando seres alados y hombres arrodillados, y debajo de ellos, "trom-peteros", que probablemente marcaban los movimientos solares. Al acercarnos a esta gran pieza monolítica de durísima andesita, es imposible no intentar adivi-nar cómo fueron los antiguos tiahuana-cotas, capaces de semejante proeza. La puerta tiene ¡3 metros de alto! y 4 de an-cho. ¿Para quién o para qué construye-ron estructuras tan gigantescas? ¿Cómo levantaban aquellos enormes bloques? Desde luego, parecen construidas para seres algo más grandes que los actuales humanos. Ya fuera de Kalasasaya, se erige otra gran puerta: la Puerta de la Luna, que es un monumento impresionante aunque más pequeño que el anterior, de 2.23 metros de alto, un arco monolítico también de andesita, con grabados en alto y bajorre-

lieve de motivos zoomorfos similares a los de la Puerta del Sol, pero con una cabeza de puma y una boca de pez, y no cabezas de aves como en aquella. Al parecer, su emplazamiento origi-nal era al ingreso del cementerio, pero poste-riormente fue trasladada a su actual ubicación, en una elevación cerca del Putuni. Los guías co-mentan que está orientada según los puntos cardinales y que marca los solsticios; sin em-bargo, me pregunto: si fue movida de su si-tio original, ¿habrá conservado su orienta-ción antigua?

Misteriosas cabezas clavasEl Templete Semisubterráneo es una de las más acabadas realizaciones arquitectóni-cas de la época de esplendor de Tiahuanaco, construido en sillares de arenisca roja, a más de 2 metros por debajo del nivel del área cir-cundante. Encierra uno de los más interesan-tes enigmas tiahuanacotas: 175 cabezas de pie-dra caliza que sobresalen de sus muros, todas absolutamente distintas entre sí, con extraños rasgos que corresponden a diversas etnias de lugares remotos. ¿Por qué? Lo cierto, es que no existe una explicación satisfactoria, pero

usando la lógica, este elemento podría estar ha-blándonos claramente de la tan controvertida teoría sobre la llegada a la zona, de culturas leja-nas muy anteriores a las aceptadas por la ortodo-xia. Un enigma, que hasta que no aceptemos que el dato empírico no lo es todo, no podremos re-so lve r. Dentro de este recinto, dirigiendo

nuestra vista al suelo, vemos una prueba más de la

destreza de estas gen-tes como ingenieros y arquitectos: unos ca-nales de piedra, que constituyen un siste-ma de drenaje con un

perfecto declive del 2% que aún funciona en la actualidad. Es también

en el Templete donde originalmente se hallaba la mayor pieza antropo-morfa encontra-da en Tiwanaku: el Monolito Pacha-mama, más co-

El monolito Ponce,está esculpido en un sólo bloque de andesita. Representa a un varón en posición vertical y está cubierto por abundante iconografía en bajorelieve. Fue partido por un rayo en el siglo XIX.

La misteriosa Amaru Muru, o Aramu Muru o Hayumarca (página anterior) se traduce como “puerta de los espíritus”

Los hombres alados se hallan representados muy a menudo en los relieves tiahuanacotas para nuestro desconcierto.

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nocido como Estela Bennett, hoy exhibido en el Museo Regional Arqueológico de Tiahuanaco; una pieza gigante, de nada menos que 7.30 metros de alto y unas 20 toneladas de peso. Contrastando con la perfección de la Estela Bennett, se encuen-tra en el Templete el Monolito Barbado o KonTici Wiraqocha (“Señor de las Aguas”), un ser barbado y vestido de larga saya, cuyas características cau-cásicas son cuanto menos extrañas.

Pirámide de AkapanaSeguimos caminando por esta tierra de gigantes, y nos encontramos con una imponente estructu-ra piramidal de 7 terrazas escalonadas y 18 metros de altura. En su cima, de acuerdo a las crónicas, existían bellas edificaciones. Pero todo aquello está perdido. Ahora, debido a la constante historia de expolios ya comentada, poco podemos ver del antiguo esplendor de Tiwanaku. Es probable que esta parte de la ciudad haya sido construida por muy diferentes manos y en diferentes etapas. Par-te de sus muros revestidos con piedra almohadi-llada y sillares de bloques canteados en perfecto corte, así lo atestiguan. Se componen, además, de una piedra que proviene de muy lejanas canteras, lo que aún supone un desafío para los especialis-tas, que no pueden explicar a ciencia cierta cómo pudieron ser transportadas.

Puma PunkuMuy cerca de la urbe principal de Tiwanaku se ha-lla la enigmática Puma Punku. Sus característi-cos y misteriosos bloques de piedra con encaja-duras donde cabían cerrojos de bronce en forma

El enigmático Monolito Ponce exhibe finos grabados iconográficos tallados en bajorrelieve que representan hombres alados, peces y cabezas de puma

En Puma Punku encontramos estos enormes bloques de piedra exquisitamente labrados con encajaduras donde cabían cerrojos de bronce en forma de “T” así como grapas y anillos de cobre arsenical, utilizados para la unión de los elementos constructivos.

Un interesante estudio de Carlos Calvimon-tes Rojas de la composición de la cara an-

terior de la Puerta del Sol de Tiwanaku repara en la proporcionalidad propia de la antropometría y la ar-monía geométrica, expresadas en un diseño con si-metría bilateral. En la cara posterior también existen proporciones armónicas pero con menor signif icado.En su opinión, estas proporciones no han podido ser constatadas con anterioridad porque los estudios del contenido del grabado de su friso (bajo estas líneas) como la expresión de un calendario o su signif icado iconográf ico han sido tan amplios y diversos que hi-cieron ignorar cualquier otra interpretación cultural. En consecuencia, la Puerta del Sol podría no ser la entrada a ningún templo real sino un monumento en sí mismo; una obra que testimoniaría importan-tes conocimientos, de valor artístico y científ ico, en un patrón de diseño integrado, la puerta de un tem-plo de sabiduría.El complejo estudio concluye que es imposible que las proporciones sean producto del azar.El arquetipo de las proporciones armónicas es el lla-mado Número de Oro o Phi (i), que determina la perfecta proporción entre dos partes desiguales. Ha sido utilizado en diversas construcciones desde la más remota antigüedad.En la Puerta, (Phi) i = 1,618033989... se manif ies-

ta asociado al 1 (i + 1 = 2,618033989..., ó 1/i = 0,618033989...) y en otras expresiones (como √i = 1,27201965...). Esas proporciones se manif iestan en la Naturaleza y en lo mejor de la obra humana, hacien-do de i el canon de la belleza. En la geometría, apar-te de ser la proporción esencial del pentágono, se ex-presa ya sea en forma lineal o formando f iguras como el Rectángulo Áureo (con lados i y 1), el Triángu-lo Áureo (con altura i y base 1/i o sea 0,618033989...) u otros triángulos por su congruencia geométrica con la base de i.En el análisis de la composición general, la Puer-ta está conf igurada por quince Rectángulos Áureos con sus proporciones en diferentes escalas, aparte de muchos otros que están en los pequeños dibujos de la parte inferior del friso. Más llamativo es, aún, en-contrar una composición que oculta la solución de la Cuadratura del Círculo que concibió Leonardo da Vinci en su Hombre del vitrubio. Si deseas sorpren-derte con éstas y otras lecturas matemáticas visita la siguiente dirección web:

las claves ocultas de la puerta del sol

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En LA cASA dEL fAuno se dan cita diariamente miles de turistas para fotograf iar esta estatua.

de “T”, y grapas y anillos de cobre arse-nical utilizados para la unión de los mis-mos, no nos dejarán indiferentes. Esta estructura piramidal, presenta una téc-nica de mampostería tan depurada, tan perfecta, tan evolucionada, que desafía aún más si cabe nuestro entendimien-to. Lamentablemente, el monumen-to fue objeto de un saqueo inmisericor-de desde la época de los incas, hasta la colonia y la República, que lo dejó aún más despojado que el centro urbano de Tiwanaku. Aquí, como en las estructu-ras anteriores, las redes superficiales y subterráneas para la gestión del recur-so acuífero y eliminación de las aguas pluviales y servidas sobrantes, nos de-muestran la gran destreza de los anti-guos ingenieros tiahuanacotas.

Las mejores minas de estañoSe cuenta que antaño enormes plan-chas de metales preciosos cubrían las fachadas con sus bajorrelieves, cen-telleando bajo el sol fulgurante de la región. Un sol, cuya importancia co-nocían muy bien los antiguos construc-tores, orientando hacia él con precisión asombrosa sus monumentos para pre-decir solsticios y equinoccios que ma-nejaban su vida cotidiana. Los diestros arquitectos y orfebres y, también, los sabios sacerdotes, no descuidaban de-talle de este gran centro. Además de los famosos k ’eros (vasos cerámicos ceremoniales), los huaco-retratos (re-tratos tridimensionales de rostros hu-manos representados en las vasijas ce-rámicas) y textiles (que podemos ver en el Museo Regional de Tiahuanaco), los tiahuanacotas conocieron y trabajaron el bronce (aleación de estaño y cobre), lo cual les dio una gran ventaja tecno-lógica y militar con respecto a sus veci-nos. Para ello necesitaban estaño, que extraían del lecho del lago Titicaca. Fue Arthur Posnansky quien encontró las antiguas minas a 10 Km. de Tiahua-naco, escribiendo en el cuarto volumen de su tratado sobre la minería del lago: “En las estribaciones montañosas del Altiplano, se han encontrado cavernas o túneles abiertos por sus antiguos po-bladores con el objeto de proveerse de metales útiles.” Actualmente, Boli-via es el principal abastecedor de esta-ño del mundo. Considerado un mineral raro, sólo puede encontrarse en Mala-sia, Tailandia, Bolivia, Congo-Brazzavi-lle, Nigeria y China. Las fuentes más an-tiguas como las de Oriente Próximo y Europa, se han agotado, y en la actua-lidad, sólo en dos lugares se pueden hallar los filones originales: Inglate-

rra y Bolivia. El primero, agotado, mien-tras que el último, sigue abasteciendo al mundo entero desde sus hermosas montañas que parecen ser en realidad, verdaderas “montañas de estaño”.

Ninti, la diosa sumeriaAlgunos investigadores, encabezados por Erland Nordenskiold, aseguran que toda esa tecnología metalúrgica pro-venía de Europa. Varias de las herra-mientas examinadas, poseían mangos modelados con la cabeza de la diosa sumeria Ninti, con las cuchillas umbili-cales gemelas que tenía por símbolo la que sería también la “Señora de las mi-nas” del Sinaí. Si a ellos sumamos el ex-traño hallazgo de un monolito con ins-cripciones sumerias, nos encontramos ante un enigma que de momento, no ha podido ser desvelado. Nos referimos al monolito Pokotia, hallado el 2002 por un arqueólogo en las inmediaciones del lago Titicaca (hoy en el Museo del Oro de La Paz), con inscripciones que coinciden en un 60% con las escrituras de Mesopotamia. Además parecen ha-ber similitudes entre el aymara, el que-chua y el sumerio. La Fuente Magna, una pequeña vasija de piedra hallada también en el lago, muestra en su parte externa, grabados de figuras zoomor-fas claramente tiahuanacoides. Sin em-bargo, en su interior, presenta incisos de dos escrituras diferentes: el quell-ca (lengua de la antigua Pukara, cultura precursora de Tiahuanaco), y una len-gua antigua similar al sumerio y al aca-dio. El problema radica, como en otros casos, en que cuando el objeto, consi-derado hoy un OOPART (un objeto fue-ra de su cronología), empezó a ser es-tudiado, había pasado 40 años olvidado en el depósito del Museo del Oro de La Paz (hoy en exhibición), y ya no se sabía a ciencia cierta su verdadera proceden-cia. Son sin lugar a dudas dos piezas in-quietantes, pero descontextualizadas, por lo que es difícil acercarnos a su his-toria. Quién sabe, si en las excavaciones subacuáticas comenzadas este año en el lago, los arqueólogos extraen otros materiales que consigan esclarecer este y otros enigmas en torno a la cul-tura Tiahuanaco.

Proyecto HuiñaimarcaEl lago Titicaca ya había sido explora-do en sus profundidades, pero en la ac-tualidad está siendo por primera vez ob-jeto de un novedoso y ambicioso plan de arqueología subacuática dirigido por equipos de Bélgica y Bolivia, que trata-rá de revelar algo más de sus fascinan-tes enigmas. Por lo tanto no será difícil

si realizáis una visita, encontrar buzos tra-bajando y sacando a la luz olvidadas pie-zas del fondo del lago, considerado sagra-do por diferentes culturas precolombinas. El pasado mes de febrero de 2013, ya ha-bían sido identificados grandes muros do-mésticos, y los investigadores destacaban entonces que el medio acuático había con-seguido mantener el material en muy buen estado de conservación, debido a la falta de luz y oxígeno, y a la temperatura cons-tante. Esta circunstancia, y el hecho de que se calcula que casi 600 kilómetros cuadra-dos de territorio de Tiahuanaco aún yace bajo sus aguas, animó a esperar que estas investigaciones aportaran nuevos e inte-resantes datos al pasado de esta antigua y desconocida cultura. A poco tiempo de la publicación del presente texto, miles de piezas fueron extraídas del lago, que co-rresponden a un rango de 2.500 años de historia. Vasijas de cerámica, piedra ta-llada, restos óseos, y láminas de oro que bien pudieron conformar el revestimiento de alguno de los bajorrelieves de Tiahua-

naco, son algunas de las piezas encontra-das. Según Christophe Delaere, el director de las excavaciones, aún queda mucho tra-bajo por realizar, pero las dataciones, cuya antigüedad podría retrasar la presencia de la cultura Tiahuanaco en la zona, se espe-ran con gran expectación ya que consti-tuyen una información, que posiblemente nos podría cambiar el punto de vista sobre esta antigua cultura.

Centro del SaberTiahuanaco irradia cultura, allí se con-centraba el saber y el dominio de la cien-cia, y se amaban y amparaban las bellas artes, y a pesar del estado apocalíptico en el que se encontraron sus ruinas, es posible imaginar, a nuestro paso por los ciclópeos y enigmáticos monumentos, la gran civilización que allí se desarrolló durante milenios, tal vez tres, o muchos más si somos capaces de seguir hurgando en su pasado para lograr interpretar una cultura, que sin duda sigue siendo una gran desconocida. ¢

Las hornacinas de la parte trasera de la Puerta del Sol estaban cubiertas de paneles de oro que giraban sobre puntas de bronce

Según la leyenda aymara, el nombre de Tiahuanaco surgió cuando el Inka Dose Capaca, el "sariri", estando en la ciudad, vio llegar a lo lejos a un emi-sario corriendo velozmente. El Inka fue a su encuentro y viéndole cansado le dijo "Tiai, wanaku" lo que signif i-ca "siéntate, guanaco". A partir de ese momento, la ciudad pasó a ser conoci-da como Tiwanaku, que mediante la evolución de la etimología de las pa-labras a través de su uso, pasó a tener el nombre con el que nosotros la co-nocemos: Tiahuanaco. Sin embargo, algunos investigadores sostienen que la palabra proviene de “Intiwa Wan Hake”, que signif ica “La ciudad de los hijos del Sol”.

el inka dose capaca